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D i a r i o C l a r í n S á b a d o 1 2 . 0 6 . 2 0 0 4 INFORME AVALADO POR UNICEF EN EL DIA MUNDIAL DE LA ERRADICACION DEL TRABAJO INFANTIL Argentina: el 30% de los chicos trabaja Son casi dos millones que ienen en!e " # $% (a# ")) mil m*s que en $++,' En la Argentina, casi dos millones de c-icos meno!es de $" a&os se .en o/li 2a!a so/!e.i.i! , según lo revela un informe de la organización no gubernamental Pe ocial difundido en el !"a #undial de la Erradicación del $rabajo nfanti El estudio, realizado en coo'eración con el (ondo de )aciones *nidas 'ara la +*) E(-, tiene como objetivo alertar sobre el crecimiento del em'leo 'recoz en egún datos 'reliminares de la ecretar"a eguridad ocial de la )ación, ho. en /& 3 &122 chicos de entre . /4 a5os +la edad m"nima 'ermitida 'or la le.- d 6&1 &1 menores de esas edades& Si0ni3ica que 4 de cada $) nenes !a/a1an . la ma.or"a +/&37 &/64- lo hace entre los /0 . los /4 a5os& 8os últimos datos oficiales, de / 2, indicaban 9ue el em2leo 2!eco5 ocu2a/a a un mill6n medio de ni&os & 8a crisis de 100/ 9ue dis'aró la 'obreza +47,2%-, el desem'leo +/ subocu'ación +/6,6%- tambi;n elevó la cantidad de chicos 9ue trabajan en un 8a ma.or"a vive en las grandes ciudades& <=u; hacen> Asisten a alba5iles en la c confeccionan calzados, bijouterie . 'rendas de vestir en em'rendimientos familia talleres& $ambi;n 'iden monedas . abren las 'uertas de autos en la calle, lim'ian los 'arab en los sem?foros, son 'rostituidos, hacen tareas dom;sticas en casas 'articulare con cartones& El Programa de @ecu'eradores *rbanos de la iudad registró entre 1001 . 1004 al cartoneros de entre / . /7 a5os: el 0% viaja cada noche de la a'ital al En el cam'o, la mano de obra infantil es usada 'ara cosechar .erba mate en #isio alta, algodón en haco, cebolla en an uan, 'eras . manzanas en @"o )egro . v 9uintas bonaerenses& egún el informe, muchos de los nenes cam'esinos trabajan junto a sus familias, la contratación a destajo& B ha. bandas 9ue al9uilan chicos 'or menor 'aga 9ue u cosechar .erba mate& e estima 9ue unos 7&000 chicos dejan la escuela durante la Los

La Infancia

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La infancia

Diario ClarnSbado 12.06.2004

INFORME AVALADO POR UNICEF EN EL DIA MUNDIAL DE LA ERRADICACION DEL TRABAJO INFANTIL

Argentina: el 30% de los chicos trabaja

Son casi dos millones que tienen entre 5 y 14 aos.

Hay 500 mil ms que en 1998.

En la Argentina, casi dos millones de chicos menores de 15 aos se ven obligados a trabajar para sobrevivir , segn lo revela un informe de la organizacin no gubernamental Periodismo Social difundido en el Da Mundial de la Erradicacin del Trabajo Infantil.

El estudio, realizado en cooperacin con el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), tiene como objetivo alertar sobre el crecimiento del empleo precoz en la Argentina.

Segn datos preliminares de la Secretara Seguridad Social de la Nacin, hoy en el pas trabajan 1.939.288 chicos de entre 5 y 14 aos (la edad mnima permitida por la ley) de un total de 6.255.255 menores de esas edades. Significa que 3 de cada 10 nenes trabajan y la mayora (1.375.164) lo hace entre los 10 y los 14 aos.

Los ltimos datos oficiales, de 1998, indicaban que el empleo precoz ocupaba a un milln y medio de nios . La crisis de 2001 que dispar la pobreza (47,8%), el desempleo (16,3%) y la subocupacin (16,6%) tambin elev la cantidad de chicos que trabajan en un 27%.

La mayora vive en las grandes ciudades. Qu hacen? Asisten a albailes en la construccin o confeccionan calzados, bijouterie y prendas de vestir en emprendimientos familiares y pequeos talleres.

Tambin piden monedas y abren las puertas de autos en la calle, limpian los parabrisas de coches en los semforos, son prostituidos, hacen tareas domsticas en casas particulares o cargan carros con cartones.

El Programa de Recuperadores Urbanos de la Ciudad registr entre 2002 y 2004 al menos 1.100 cartoneros de entre 15 y 17 aos: el 90% viaja cada noche de la Capital al Conurbano.

En el campo, la mano de obra infantil es usada para cosechar yerba mate en Misiones, tabaco en Salta, algodn en Chaco, cebolla en San Juan, peras y manzanas en Ro Negro y verduras en las quintas bonaerenses.

Segn el informe, muchos de los nenes campesinos trabajan junto a sus familias, empujados por la contratacin a destajo. Y hay bandas que alquilan chicos por menor paga que un adulto para cosechar yerba mate. Se estima que unos 7.000 chicos dejan la escuela durante la temporada. Los expertos coinciden que la escuela evita la marginalidad pero los chicos que trabajan la abandonan . Segn UNICEF, el 58% de los chicos de 13 a 17 aos que trabaja no va a clase.

El cachorro humano

Alberto Morlacchetti. SOCIOLOGO(*)

Hablar de nios que trabajan es hablar de padres y madres cuyas existencias estn atravesadas por el dolor y la tristeza. Por la ausencia de trabajo que impide la nutricin y la ternura. El Estado Benefactor ha muerto. Ya no importa si los pibes comen o no comen. Si van a la escuela o la abandonan. Si lloran ms de lo que ren. La niez humilde ha sido llevada al desierto de la exclusin. Condenados a unas pocas calles y a unas cuantas migas, convertidos un poco en adictos, trabajadores, delincuentes. El 80 por ciento de nuestros hijos son pobres. Casi dos millones trabajan para no morirse antes de tiempo en mendicidades que nos humillan. Olga Orozco dira: van consumiendo su destino de arena, porque su cielo cabe en una lgrima. Es cierto que los nios muestran imaginacin, en las llamadas estrategias de sobrevivencia. Pero esa imaginacin tambin es una denuncia a las economas que les expropiaron el derecho de criarse en una familia y de educarse en una escuela. El cachorro humano es una especie en peligro. Pero el espacio de privilegio que tuvieron alguna vez los nios, no es una memoria imposible ni una antigua belleza: es parte inseparable en la lucha por construir un pas para todos.

(*) Fundador de Pelota de Trapo

PENSAR AL NIO COMO UN SUJETO

A continuacin, planteamos algunas reflexiones que permiten pensar al nio como sujeto y sobre su constitucin en la relacin con los adultos, desde un encuadre psicoanaltico.

Qu significa hablar del nio como sujeto desde esta perspectiva? Significa pensar en una subjetividad en vas de constitucin, que no est dada desde el vamos. Significa pensar en una subjetividad que se constituye en el discurso de los adultos. Significa pensar en una subjetividad que requiere de alguien que le acerque al nio la lengua y la cultura, y le ofrezca espacios de proteccin que le posibiliten aprehenderla.

Si bien podemos encontrar que estos procesos de constitucin adoptan caractersticas particulares en esta edad de la vida a la que llamamos infancia, sostenemos que esos procesos no se ajustan a un programa cronolgico y evolutivo. Factores sociales, histricos, culturales, familiares y personales darn color propio a la constitucin de los nios como sujetos.

De este modo, se ampla nuestra mirada sobre los nios que habitan hoy las escuelas, lo que nos lleva a pensar variaciones en sus relaciones con el lenguaje, la cultura y las figuras de su transmisin los adultos que posibilitan la constitucin de su subjetividad.

Por qu reflexionar sobre el nio como sujeto? Porque a la hora de pensar e intervenir en los procesos pedaggicos que se desarrollan en el mbito de la escuela, resulta relevante una perspectiva atenta a la posicin del adulto, que en la escuela es el docente, y a la heterogeneidad de recorridos posibles en trminos de construccin de subjetividades por parte de los nios, que en la escuela son nuestros alumnos.

As como la nocin histrica de infancia nos permite comprender que los nios son producto de una construccin social, histrica, diversa y contextualizada, la nocin de sujeto nos permite entender que esa construccin es siempre en relacin con un adulto.

PRIVATESegn Sandra Carli,

"Es en la ligazn entre la experiencia de los nios y la institucin de los adultos, que adviene el nio como sujeto. Esta ligazn es constitutiva. La referencia histrica al proceso de construccin social de la infancia no debe hacernos perder de vista el hecho de que dicho proceso pretende capturar la construccin simblica singular de los nios, y que esa construccin opera con un vnculo profundamente asimtrico."

CARLI, Sandra (1999) "La infancia como construccin social", en De la familia a la escuela. Infancia, socializacin y subjetividad. Buenos Aires, Santillana.

Destacamos en la cita de Sandra Carli la posicin que asumen los adultos en una relacin calificada de "asimtrica", donde opera el discurso social y donde se juega la construccin simblica singular de cada nio como sujeto.

En qu se sostiene esta asimetra? No es sencillo responder a esta pregunta si pretendemos contextualizarla en los tiempos sociales actuales. Nos detendremos en un aspecto para comenzar a esbozar una respuesta. Uno de los aspectos en que se sostiene la asimetra es en no dejar de reconocer la vulnerabilidad del nio.

Importa poner siempre por delante la vulnerabilidad del nio que no es equiparable a la del adulto. Por qu? Porque el aparato psquico del sujeto infantil est en constitucin y requiere poner la realidad en sus propios trminos, para arreglrselas con ella, para poder soportarla, por ejemplo, a travs del juego, de la ficcin, de la diversidad de situaciones que se presentan en pelculas, relatos, textos, en los que aparecen escenas que involucran vicisitudes de sujetos infantiles en diferentes contextos. Si hay pura realidad y no hay posibilidad de significarla, la vulnerabilidad se impone y dificulta el ingreso del nio en el universo de la cultura, a travs de la educacin.

PRIVATE

PRIVATELA VIDA ES BELLA (Italia.1998)

Dirigida por ROBERTO BENIGNIGuin de VINCENZO CERAMI-ROBERTO BENIGNI Director de fotografa TONINO DELLI COLLIMsica NICOLA PIOVANIJefe de produccin MARIO COTONE Producida por ELDA FERRI y GIANLUIGI BRASCHI

La pelcula La Vida es Bella, por ejemplo, muestra desde una historia de ficcin cmo en una situacin de extrema vulnerabilidad como es la experiencia de los campos de concentracin un padre elige, en medio de su propio desconcierto, privilegiar el cuidado del nio. Este cuidado se expresa en el esfuerzo que realiza por empatizar con su hijo, luego de que los soldados nazis los llevan desde su casa a un campo de concentracin. En adelante, el padre construye para el nio una escena imaginaria, con un significado soportable y explicable de esa realidad que irrumpe en sus vidas con toda su furia. Construye para el nio una escena ldica y tramita

su propia incertidumbre con otros adultos.

En efecto, el padre inventa a lo largo de la historia que transcurre en el campo de concentracin, una fbula que comparte con su hijo. A modo de juego le dice: "hay que sumar puntos no comiendo, no llorando, sin quejarse y aguantandoel que suma ms puntos se gana un tanque de guerra verdadero" Este juego sostenido a ultranza por el padre, mantiene al nio en un clima soportable para su psiquismo.

Cmo entender la actitud del padre? Su invencin no se contradice con la idea de que a los nios hay que decirles la verdad? Habra que haberle dicho a Josu, el nio, que ese lugar era un campo de concentracin y que su destino ineludible seran la tortura y la muerte? En esa circunstancia, la verdad hubiera sido el exterminio de la esperanza y del deseo de vivir.A propsito de la historia narrada, Beatriz Sarlo, en un artculo publicado en el diario Clarn, disiente en tanto plantea que la pelcula propone la idea de la mentira como salvacin.

Por nuestra parte, pensamos que el ejemplo de la pelcula plantea un caso extremo que nos permite sostener la idea de que el adulto tiene la responsabilidad de preservar al nio. As, el adulto debera cuidar de no abandonar su papel de mediador entre el nio y la realidad, porque a travs de la mediacin opera como pantalla protectora, como ocurre cuando le lee un cuento antes de dormir.

Esta mediacin, responsabilidad de los adultos, permite que los nios construyan significados sobre una realidad que irrumpe anrquicamente. Estos significados se constituyen en espacios de proteccin. Esos espacios de proteccin son los que le permiten al nio constituir su subjetividad, una subjetividad que no es ingenua, que es activa y que se est conformando alrededor de los grandes temas de la cultura: el origen, la vida, la muerte, entre otros.

Estos espacios de proteccin permiten que puedan entrar tambin otros temas, que son los que la escuela se propone transmitir. Si no est este espacio, no pueden entrar la matemtica o los ros de Amrica. Si el nio no puede transcurrir por estos espacios de proteccin que le ofrece un adulto es ms difcil que pueda aprehender la cultura.

LA INFANCIACuando decimos infancia, advertimos la diversidad de situaciones a las que estamos aludiendo. Lo vemos a diario, transitando por una misma vereda.

Podemos decir que se trata de nios porque existe una frontera que marca diferencia y distancia con el adulto. Esta relacin asimtrica con el adulto es una de las caractersticas de la condicin infantil

En la Edad Media, el mundo de los adultos y el de los nios era muy similar. Adultos y nios compartan el lugar de la casa donde descansar, las tareas que impona el trabajo, las formas de diversin, los actos religiosos, las prcticas educativas.

Con la modernidad, a partir de los siglos XV y XVI, se inicia un proceso de diferenciacin del mundo de los nios con respecto al mundo de los adultos.

El historiador Philippe Aris es un referente de los estudios sobre la infancia. Inaugur la produccin de numerosos trabajos sobre la historia de la infancia. Plantea el surgimiento del sentimiento de infancia en el siglo XV, en coincidencia con los cambios en la estructura de la familia. Nos interesa la tesis de Aris porque desnaturaliza la nocin de infancia, en tanto la ubica como producto de un entramado social, poltico, cultural y econmico. Este historiador entiende el sentimiento de infancia como un cambio en la actitud de los adultos hacia los nios y afirma que ese sentimiento es producto de la modernidad.

Sostiene que el sentimiento de infancia aparece primero en las clases altas de la sociedad que comienzan a considerar a los nios diferentes de los adultos. Hasta ese momento eran considerados "pequeos adultos". El cambio se percibe, por ejemplo, en que comienzan a vestirlos de manera diferente, con vestidos para nios.

Pero no solo cambia su apariencia. Los nios comienzan a verse como seres humanos altamente vulnerables, que necesitan proteccin. Adems, en el siglo XV, la Iglesia apoya esa idea de considerar a los nios y populariza el concepto de "frgiles criaturas de Dios".

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De este modo, las concepciones acerca de la infancia comienzan a desarrollarse alrededor de la idea de que se trata de una fase diferente en el ciclo de la vida humana. Pero esto no ocurre simultneamente en todos los sectores sociales. En los inicios de la Revolucin Industrial, podemos observar a nios de las clases trabajadoras, dice el historiador, para los cuales la vida no es muy distinta de la de los nios de la edad media. Los nios de las familias obreras comparten los mismos espacios para vivir y dormir con los adultos, no existe la privacidad. Trabajan en las fbricas y en las minas porque el imperativo econmico de la poca para esos nios es que trabajen si sus fuerzas se lo permiten.

El historiador Lloyd de Mause se refiere a la historia de la infancia desde la perspectiva de la psicohistoria, en trminos de una serie de aproximaciones entre adulto y nio, y sus variaciones a lo largo de la historia.

Arriesga una hiptesis de periodizacin de las formas de relaciones paternofiliales que se daban en los sectores que llama ms "avanzados" de la poblacin. Periodiza diferentes modos de aproximacin entre padres e hijos, tomando como referencia la mayor o menor capacidad para conocer o desconocer y satisfacer o no las necesidades de sus hijos.Lloyd de Mause advierte que, dado que todava hay personas que matan, pegan y utilizan sexualmente a los nios, todo intento de periodizar las formas de crianza de los nios ha de comenzar por admitir que coexisten distintas modalidades en diferentes familias, y que hay diferencias regionales y de clase que son importantes considerar.

En su trabajo, presenta una serie de tipos de relacin paterno-filiales que da cuenta de cmo fue cambiando la prctica de intervencin sobre el nio, en funcin del grado de peligrosidad que le adjudican los adultos. Demuestra, por tanto, que la posibilidad de una empata con los nios es una construccin histrica. A continuacin, enunciamos la serie.

El infanticidio prima en la Antigedad en el siglo IV: rutinariamente, los padres resuelven los problemas relacionados con el cuidado de sus hijos matndolos. El adulto deposita en el nio cierta peligrosidad.

El abandono, entre los siglos IV y XIII: los padres aceptan que el hijo es poseedor de un alma, pero la nica manera de sustraerse a sus potenciales peligros es el abandono que poda concretarse a partir de la entrega al ama de cra, la internacin en el monasterio o en el convento, la cesin a otras familias, el envo a la casa de otros nobles como rehn o de la permanencia en el hogar, en una situacin de grave abandono afectivo.

La ambivalencia, entre los siglos XIV y XVIII: la tarea de los padres es modelar al nio.

La intrusin, en el siglo XVIII: el nio ya no es visto como puro peligro y en lugar de limitarse a examinar sus entraas con un enema, tratan de dominar su mente con el fin de controlar su interior. Comienza a vislumbrase la posibilidad de alguna empata. Nace la pediatra y, junto con la mejora socioeconmica general, se reduce la mortalidad infantil.

La socializacin, entre el siglo XIX y mediados del XX: la crianza ya no consiste tanto en modelar la voluntad del nio como en formarlo, socializarlo y ensearle a adaptarse.

La ayuda comienza a mediados del siglo XX: se basa en la idea de que el nio sabe mejor que el padre lo que necesita en cada etapa de su vida y el padre se esfuerza por empatizar con l y satisfacer sus necesidades. El nio no recibe golpes ni reprimendas y s disculpas, cuando se le da un grito motivado por la fatiga o el nerviosismo.

Ms all de cierta esquematizacin y corte evolucionista, el planteo de Lloyd de Mause nos interesa por su focalizacin en de la influencia de la mirada del adulto sobre el nio. Tambin nos ofrece algunas pistas para pensar algunos aspectos de la alteracin de las asimetras entre adultos y nios en la actualidad.