6
miseshispano.org http://www.miseshispano.org/2013/01/la-inflacion-y-la-revolucion-francesa-la-historia-de-una-catastrofe-monetaria/ La inflación y la Revolución Francesa: La historia de una catástrofe monetaria Como en muchas otras cosas, el régimen revolucionario francés (1789-1794) fue el precursor de los despotismos centralizados, totalitarios, directivos y pseudo-democráticos que ahora reinan en Occidente. También recuerda que la democracia de masas y la inflación van juntas, igual que el trueno y el relámpago. Revisemos la Revolución desde una perspectiva de libre mercado y moneda fuerte. Después de dos siglos, sigue sin haber un mejor análisis de los primeros dos años de la Revolución Francesa que las Reflexiones sobre la Revolución Francesa de Edmund Burke (1790). Astuto, penetrante, clarividente, Burke, un miembro anglo-irlandés del Parlamento y whig liberal, fue un tipo raro: al tiempo estadista práctico y filósofo político. Si el ministro inglés y sus compañeros parlamentarios hubieran seguido su consejo en la década de 1770, nunca hubieran empujado a los americanos a la revuelta y por tanto perdido sus colonias más valiosas en el mundo. Si lo hubieran hecho los franceses, habrían evitado el Terror, la guerra total y Napoleón. Burke continúa siendo acusado por académicos desorientados y expertos ignorantes o bien de incoherencia o bien de desviacionismo por sus distintas reacciones ante las revoluciones americana y francesa. Burke fue al tiempo un liberal y un hombre de la derecha. Creía en la tolerancia religiosa pero apoyaba una iglesia establecida, la Comunión Anglicana. Amigo y admirador de Adam Smith, defendía la libertad comercial, pero también creía que la civilización dependía de la perpetuación de una aristocracia terrateniente que su propia representación política independiente. Aunque negaba que un rey pudiera fijar impuestos a sus súbditos sin su consentimiento, era un feroz opositor a la democracia y el sufragio universal. Burke negaba que pudiera alcanzarse la libertad por la revolución y el trabajo intelectual. Para él, era el producto de la tradición y la historia y sus victorias tenían que encarnarse en instituciones. Burke pensaba que la Revolución Francesa, en lugar de ser una necesidad ante la innecesariamente sangrienta colina en el camino del progreso y la libertad, era una catástrofe para Francia, para la civilización occidental y la una libertad ordenada y jerárquica. Antes de la Revolución, el absolutismo real francés y el opresivo mercantilismo que le servía estaban en decadencia. Ya sus rigores y severidades se suavizaron considerablemente desde el reinado del Rey Sol, Luis XIV y su tataranieto tenía un espíritu reformista que estaba liberalizando la economía y resucitando las instituciones representativas de la libertad medieval: las asambleas provinciales y los Estados Generales. Burke calificaba a la monarquía francesa moderna “un despotismo más aparente que real”, en el que, si se daba algo, era “más bien demasiado espacio al espíritu de innovación”, en lugar de demasiado poco. El poder del rey francés estaba controlado por la opinión pública, por unos clérigos independientes y por los parlements de la nobleza judicial. La propia nobleza estaba llena de admiración por la constitución mixta de Inglaterra con el monarca limitado, su Parlamente, su declaración de derechos, su tolerancia de la disidencia religiosa, su economía más libre y querían encontrar una aproximación francesa y estaban en camino de lograrla. Como apuntaba Burke, los cahiers e instrucciones de los nobles para sus delegados en los Estados Generales “respiran con el espíritu de la libertad tan cálidamente y recomiendan la reforma tan fuertemente como cualquier otra orden”. Tal vez más. El espíritu del laissez faire, el constitucionalismo mixto y el libertarismo político era más fuerte entre la nobleza que entre la burguesía y sin duda más fuerte que entre los artesanos urbanos y el campesinado. La discusión política en los Estados Generales en mayo-junio de 1789 que llevó al estallido de la Revolución

La Inflación y La Revolución Francesa, Historia de Una Catástrofe Monetaria - Instituto Mises Hispano

Embed Size (px)

DESCRIPTION

francia

Citation preview

miseshispano.orghttp://www.miseshispano.org/2013/01/la-inflacion-y-la-revolucion-francesa-la-historia-de-una-catastrofe-monetaria/La inflacin y la Revolucin Francesa: La historia de unacatstrofe monetariaComo en muchas otras cosas, el rgimen revolucionario francs(1789-1794) fue el precursor de los despotismos centralizados,totalitarios, directivos y pseudo-democrticos que ahora reinan enOccidente. Tambin recuerda que la democracia de masas y lainflacin van juntas, igual que el trueno y el relmpago. Revisemos laRevolucin desde una perspectiva de libre mercado y moneda fuerte.Despus de dos siglos, sigue sin haber un mejor anlisis de losprimeros dos aos de la Revolucin Francesa que las Reflexionessobre la Revolucin Francesa de Edmund Burke (1790). Astuto,penetrante, clarividente, Burke, un miembro anglo-irlands delParlamento y whig liberal, fue un tipo raro: al tiempo estadista prctico y filsofo poltico. Si el ministro ingls ysus compaeros parlamentarios hubieran seguido su consejo en la dcada de 1770, nunca hubieran empujado alos americanos a la revuelta y por tanto perdido sus colonias ms valiosas en el mundo. Si lo hubieran hecho losfranceses, habran evitado el Terror, la guerra total y Napolen. Burke contina siendo acusado por acadmicosdesorientados y expertos ignorantes o bien de incoherencia o bien de desviacionismo por sus distintasreacciones ante las revoluciones americana y francesa.Burke fue al tiempo un liberal y un hombre de la derecha. Crea en la tolerancia religiosa pero apoyaba una iglesiaestablecida, la Comunin Anglicana. Amigo y admirador de Adam Smith, defenda la libertad comercial, perotambin crea que la civilizacin dependa de la perpetuacin de una aristocracia terrateniente que su propiarepresentacin poltica independiente. Aunque negaba que un rey pudiera fijar impuestos a sus sbditos sin suconsentimiento, era un feroz opositor a la democracia y el sufragio universal. Burke negaba que pudieraalcanzarse la libertad por la revolucin y el trabajo intelectual. Para l, era el producto de la tradicin y la historiay sus victorias tenan que encarnarse en instituciones.Burke pensaba que la Revolucin Francesa, en lugar de ser una necesidad ante la innecesariamente sangrientacolina en el camino del progreso y la libertad, era una catstrofe para Francia, para la civilizacin occidental y launa libertad ordenada y jerrquica. Antes de la Revolucin, el absolutismo real francs y el opresivomercantilismo que le serva estaban en decadencia. Ya sus rigores y severidades se suavizaronconsiderablemente desde el reinado del Rey Sol, Luis XIV y su tataranieto tena un espritu reformista que estabaliberalizando la economa y resucitando las instituciones representativas de la libertad medieval: las asambleasprovinciales y los Estados Generales. Burke calificaba a la monarqua francesa moderna un despotismo msaparente que real, en el que, si se daba algo, era ms bien demasiado espacio al espritu de innovacin, enlugar de demasiado poco.El poder del rey francs estaba controlado por la opinin pblica, por unos clrigos independientes y por losparlements de la nobleza judicial. La propia nobleza estaba llena de admiracin por la constitucin mixta deInglaterra con el monarca limitado, su Parlamente, su declaracin de derechos, su tolerancia de la disidenciareligiosa, su economa ms libre y queran encontrar una aproximacin francesa y estaban en camino de lograrla.Como apuntaba Burke, los cahiers e instrucciones de los nobles para sus delegados en los Estados Generalesrespiran con el espritu de la libertad tan clidamente y recomiendan la reforma tan fuertemente como cualquierotra orden. Tal vez ms. El espritu del laissez faire, el constitucionalismo mixto y el libertarismo poltico era msfuerte entre la nobleza que entre la burguesa y sin duda ms fuerte que entre los artesanos urbanos y elcampesinado.La discusin poltica en los Estados Generales en mayo-junio de 1789 que llev al estallido de la Revolucintrataba del voto. La cuestin era si los tres estados deban votar por rdenes (la prctica tradicional) o porcabezas. La monarqua se puso claramente del lado de los dos primeros estados sobre el asunto, pero el TercerEstado acab cansndose de la controversia y se declar como Asamblea Nacional, mandando al infierno a losotros dos rdenes. Solo estaban siguiendo la lgica de su postura hasta su conclusin lgica, pero tambinestaban cumpliendo la expectativa visionaria e ingenua de las masas francesas de que los rdenes socialesantiguos tenan que desaparecer para llevar vidas de mayor abundancia y libertad. Muchos historiadoresconservadores y liberales han aplaudido la apropiacin del poder del Tercer Estado y argumentado que laRevolucin fue mal despus con el ascenso de Robespierre y la Montaa. Burke saba ms.Con esta arrogante usurpacin, el Tercer Estado expresaba su imprudente preferencia por una democraciadesptica a un gobierno de control recproco. Gran error, pensaba Burke. No puedo dejar de coincidir con laopinin de Aristteles y otros crticos antiguos de la democracia, en que una democracia absoluta, igual que unamonarqua absoluta [no] puede contarse entre las formas legtimas de gobierno. Piensan en ella ms bien comola corrupcin y degeneracin que como la constitucin slida de una repblica.Aristteles apuntaba que una democracia tiene muchos sorprendentes puntos de parecido con una tirana.Burke traduce: Su carcter tico es el mismo; ambas ejercitan despotismo sobre la mejor clase de ciudadanos;() el demagogo, tambin, y el favorito de corte no son infrecuentemente los mismos hombres idnticos ysiempre muestran una similitud cercana y estos tienen el poder principal, cada uno en su respectiva forma degobierno, los favoritos con el monarca absoluto y los demagogos con un pueblo como el que he descrito.Burke no era tan ingenuo como para creer que Francia con sus 26 millones de habitantes, su amplia extensin deterritorio, sus diversos intereses, pudiera ser nunca una verdadera democracia. Esperaba que el poder efectivo loostentara una innoble oligarqua, en alianza con los intereses monetarios de Pars, engordando con bonospblicos y aprovechando especulaciones febriles en los propiedades confiscadas del clero y la nobleza.Respecto de la turba rebuznante, la multitud canalla, resultaran un instrumento muy eficaz en manos de la lite,especialmente para acabar a gritos con la reforma econmica del libre mercado. Burke prevea un gobierno quecombinara los vicios de la democracia con los de la oligarqua y que sustituira un gobierno de leyes y rdenessociales por un despotismo de abogados y sicofantes. Qu razn tena.Un exasperado Burke se preguntaba por qu los franceses parecan saltar de un extremo del gobierno a otro,como si no hubiera una tercera opcin. Nunca han odo hablar de una monarqua dirigida por leyes, controladay equilibrada por la gran dignidad saludable hereditaria de una nacin y al mismo tiempo controlada por unexamen juicioso de la razn y por un sentimiento de pueblo en general actuando mediante un rgano apropiado ypermanente? No, en lugar de mantener los Estados General como una asamblea permanente en las que loscomunes tuvieran su porcin de poder, conceden el poder total las masas imprudentes y polticamente sinexperiencia. De la noche a la maana, toda la estructura del antiguo orden constitucional de Francia se haechado abajo y el rea se ha aclarado para la ereccin de un edificio terico y experimental en su lugar.Era sensato? Qu control permaneca en poder de la Asamblea, el poder de Pars? Burke pensaba que noquedaba ninguno. La Asamblea Nacional, afirmando ser la nacin encarnada, haba borrado las antiguasprovincias de Francia (sustituyndolas por los artificiales departamentos), abolido el Parlement de Pars y susequivalentes provinciales, destruido el primer estado confiscando su propiedad y privndole de sus funciones,dejado a la nobleza polticamente sin poder y concentrado todo el poder poltico en una asamblea revolucionaria.Comparaba a Pars bajo el nuevo rgimen con la antigua Roma. Mientras Pars sea igual en relacin con laantigua Roma, ser apoyado por las provincias sometidas. Es un mal que acompaa inevitablemente al dominiode las repblicas democrticas soberanas. Como ocurri en Roma, puede sobrevivir esa dominacin republicanaque dio lugar a ella. En ese caso, el propio despotismo debe someterse a los vicios de la popularidad. Roma,bajo sus emperadores, aun los males de ambos sistemas. Igual que Pars, igual que Washington. Una vez sedestruyen todas las autoridades sociales independientes, las instituciones legales y los controles institucionalessobre el pueblo soberano y divino, est lista la va para le levee in masse, para les assignats y les papiers-monnaies, para el Maximum, para le Comite de Salut Public, oarala Terreur, para la guerre totale paraNapolen.La inflacin del assignatLa Asamblea Nacional que tom de hecho el control del poder poltico en Francia en el verano de 1789 seencontr afrontando una crisis fiscal peor que la que afront la ahora difunta monarqua haca solo unos meses.La asamblea estaba gastando enormes sumas en proyectos de obras pblicas en Pars y en subsidios para pan.Recin librados de los grilletes de la autoridad real, el pueblo no estaba dispuesto a volver a pagar impuestos ymuchos menos ms impuestos. Muchos, sin duda, interpretaron que la Revolucin significaba la eliminacin delos impuestos y la desaparicin de aparato recaudador operativo y coactivo. En bsqueda desesperada deingresos, la Asamblea se resisti a abolir la odiosa gabelle (el impuesto sobre la sal), pero de todas formas nadiela pagaba.Entretanto, los intereses y el principal recaan sobre la deuda nacional. Qu hacer? Lo lgico y justo erarepudiar la enorme deuda en la que incurri la monarqua. Despus de todo, el pueblo de Francia, sin voz nirepresentacin durante siglos, nunca la aprob ni sancion y si la monarqua haba sido tan opresiva e inicuacomo afirmaban los revolucionarios, no deberan sin duda las masas no soportar las cargas de laresponsabilidad de pagar sus extravagantes deudas?Bueno, la justicia es una cosa cuando uno est fuera del poder y otra cuando uno lo posee. La Asamblearechaz el repudio porque tema enfrentarse a los prestamistas de Pars, msterdam, Hamburgo y Ginebra. Yase haba creado la enemistad de las casas reales de Europa, por qu aadir la de los banqueros? Adems, elnuevo gobierno tambin tendra que conseguir fondos. Hara falta un formidable ejrcito republicano paradefender a la revolucin de sus enemigos, internos y externos. As que decidi pagar las deudas de lamonarqua, pero cmo?La Asamblea saba que era polticamente inconcebible fijar nuevos impuestos y esperar que se pagaran sinenviar un ejrcito al campo para sacudir a los campesinos, pero cmo pagar al ejrcito? Cualquier solicitudadicional de prstamo estaba fuera de lugar hasta que pudieran fijarse nuevos impuestos. Eso solo dejaba unrecurso: saquear a los rdenes privilegiados. En noviembre de 1789, la Asamblea expropiaba los vastos terrenosy propiedades de la iglesia francesa y los declaraba propiedad nacional. A partir de entonces, estaran adisposicin de la Nacin (se referan al estado). Burke observaba sarcsticamente que el gobierno, an en suinfancia, se haba agarrado a uno de los ms pobres recursos del viejo despotismo.Burke rechazaba con enfado la idea de los derechos de propiedad aplicados solo a individuos. Tambin seaplicaban a personas jurdicas, como la Iglesia Gala, cuyos ttulos de propiedad tenan ms de 1.000 aos devigencia. No era as, segn los lderes de la Revolucin. Para ellos, la iglesia no tena ningn derecho a laspropiedades que tenan segn la ley, la costumbre, las sentencias de los tribunales y la prescripcin acumuladade mil aos.Burke negaba que la iglesia fuera un parsito en la nacin francesa. No estaba exenta de todos los impuestos yproporcionaba servicios sociales esenciales, como escuelas primarias gratuitas, academias clsicas, hospitales yorfanatos. Aunque podamos preferir una provisin puramente privada, podemos dudar que Francia estabamejor con sus instituciones caritativas y educativas bajo el control del establshment cristiano que eraindependiente del gobierno y bajo la necesidad de practicar economas? Burke consideraba la expropiacin desus tierras como un acto de tirana, que compraba con la incautacin de las tierras de la iglesia por el tiranoEnrique VIII de Inglaterra 250 aos antes.Barker calificaba a la confiscacin de tierras de la iglesia, junto con un papel moneda obligatorio, con el queestaba relacionado, como la primera capa de cemento con la que el gobierno revolucionario gobernara sobreuna Francia unificada y servil, a la que estaba tratando como un pas conquistado. La segunda capa sera elpoder supremo de la ciudad de Pars y la tercera el ejrcito general del Estado, aunando as poder econmicocon poder poltico y militar en una trinidad impa de opresin y expropiacin.Crea que la confiscacin serva al nuevo gobierno de tres maneras. Primero, no haca sino destruir a unaautoridad social rival que poda controlar su poder moral y poltico. Segundo, aplacaba al poderoso intersmonetario de Pars y el extranjero, al proporcionar medios para financiar la inmensa deuda de la monarqua. Erainjusto que se saqueara a la iglesia, una institucin que ni era responsable de contraer la deuda ni se hababeneficiado de los gastos en dficit. Es a la propiedad del ciudadano y no a las demandas del acreedor delestado, a la que ha dado la palabra la fe primera y original de la sociedad civil, escriba Burke. Tercero, creabauna nueva clase de propietarios de tierras cuya lealtad sera al estado revolucionario, de quien dependa suautoridad y la supervivencia de sus ttulos de propiedad.La Asamblea no tard mucho en darse cuenta de que la venta de tierras de la iglesia no sera por s sola labonanza fiscal que haba entrevisto. Para empezar, poner todas esas propiedades en el mercado disminuira suprecio de venta. Segundo, sencillamente no haba suficiente capital flotante (es decir, metales preciosos) enFrancia para hacer compras a gran escala. Qu hacer? Era el momento del ltimo remedio para la insolvenciafiscal: papel moneda fiduciario del gobierno. Aqu, la Guerra de Independencia Americana cre un perniciosoprecedente. En marzo de 1790, la Asamblea autoriz la impresin de 400 millones de libras de assignats enpapel con importes de 200, 300 y 1.000 libras, dando un 3% de inters y aceptados para el pago de impuestos yla compra de propiedades nacionales. En su apariencia, eran como los bonos del tesoro ingleses o las letrasestadounidenses. Sus defensores argumentaban que los assignats proveeran los pagos a los acreedores delestado, proporcionaran un medio para que la gente comprara tierras y propiedades, sacaran de su escondite alos metales preciosos y estimularan el comercio y la industria.Muchos delegados, incluyendo a Cazales, Bergasse, Maury, Necker y Nemours, se opusieron por principioseconmicos. Argumentaban que la nueva divisa se depreciara, que se vera seguida por emisiones adicionales,una mayor depreciacin y que las calamidades de la burbuja del Mississippi de John Law (1717-20) se repetiranen la Francia republicana.Sus objeciones y advertencias fueron desodas. Los entusiastas argumentabanesencialmente que las leyes econmicas no se aplicaban a Francia, que esta haba aprendido del experimentofallido de John Law a no crear nunca un exceso de papel moneda, que un gobierno republicano poda inflar conms seguridad que uno monrquico (precisamente lo contrario a la verdad) y que la enorme riqueza de las tierrasde Francia proporcionaba una slida seguridad. Aunque la emisin fue relativamente moderada, los assignatspronto se depreciaron un 5% y posteriormente un 7% frente al oro.Debera advertirse que la Asamblea no fue un completo fracaso en lo que respecta a la libertad econmica.Aboli el diezmo, el corvee, los gremios y todas las barreras arancelarias internas. Sin embargo, no ira ms ally pronto regresara a una especie de hipermercantilismo. Burke habla de su abierto y desdeoso desafo a losprincipios econmicos. Jean-Baptiste Say recordaba con disgusto que en el momento que haba cualquierasunto de comercio o finanzas en la Asamblea Nacional, se podan or violentas invectivas contra loseconomistas. Esa es siempre la recepcin correspondiente de los hombres a los que se les dicen verdadesmolestas o incmodas.Al final del verano, el gobierno estaba de nuevo corto de fondos, as que recurri naturalmente a una segundaemisin de assignats. Sin embargo esta vez doblaron la dosis a 800 millones, bajaron el pago de intereses ehicieron de ellos moneda de curso legal para todas las compras y deudas en toda Francia. Cuando loseconomistas volvieron a protestar de nuevo, los defensores del papel replicaron que el respaldo delestadoimpedira la depreciacin, que los assignats pagados al tesoro se destruiran y que esta sera laltima emisin.(Siempre que un gobierno promete no utilizar un poder que quiere ejercitar o acaba de adquirir, aplacando losmiedos de quienes prevn el abuso, es seguro que romper la promesa cuando sea conveniente o crea quepuede salirse con la suya. Solo los tontos o ignorantes creen la palabra de cargos del gobierno o polticos).Burke terminaba sus Reflexiones poco despus de esta segunda emisin. Como muchos de los defensores delpapel francs haban citado los billetes del Banco de Inglaterra como una fuente de prosperidad inglesa y pruebade que el papel moneda era seguro, Burke ofrec un ingrato contraste entre la divisa bancaria redimible de supas y los assignats franceses. Frente a estos ltimos, los billetes de banco ingleses tienen su origen en efectivorealmente depositado, son convertibles a placer, en un instante y sin la ms mnima prdida, de nuevo enefectivo y ningn cheln se recibe si no se desea. Los inflacionistas franceses suponen errneamente quenuestro estado floreciente en Inglaterra se debe a este papel moneda y no el papel moneda al florecimiento denuestro comercio, la solidez de nuestro crdito y la total exclusin de toda idea de poder de cualquier parte de latransaccin. Qu diferente era la divisa pblica de Francia: coactiva, inconvertible y sin lmite, su cantidad sujetaa las necesidades o caprichos de la asamblea revolucionaria. Burke denunciaba su cualidad de curso legal y lasduras medidas adoptadas para aplicarla como un ultraje al crdito, la propiedad y la libertad. Refirindose a surobo de la propiedad de la iglesia francesa y utilizndolo para respaldar su divisa ficticia pero coactiva, escriba:Solo roban para poder engaar. Habiendo erigido un mortal aparato de fuerza y engao, ordenan al una vezlibre pueblo de Francia, a punta de bayoneta, tragarse pldoras de papel por treinta y cuatro esterlinas pordosis. Libert, galit, fraternit, seguro!Las consecuencias de la segunda emisin fueron las que haban anticipado los impopulares economistas:depreciacin en su valor, precios al alza, especulacin febril, quejas sobre una escasez de dinero, reclamacionesde ms assignats, postracin del comercio y la industria, consumo desordenado y disminucin del ahorro. Elclculo econmico se hizo imposible, pero la especulacin bastante rentable (o ruinosa). Debe reconocerse aBurke una prediccin notablemente adecuada y precisa. Crea que el aumento de precios, consecuencia de lainflacin de assignats, hara que no fuera rentable a los agricultores llevar sus cosechas al mercado. Sequedaran en casa y produciran solo para s mismos o para realizar trueques con sus vecinos. El gobiernoenviara entonces tropas al campo para confiscar grano y otros alimentos. Ocurri exactamente como predijo.El gobierno revolucionario decidi primero remediar los males generados por la inflacin con ms inflacin. Enlugar de destruir los assignats recibidos por las propiedades nacionales, los volvi a emitir en forma de billetesms pequeos. En junio de 1791, emiti otros 600 millones de assignats (la anterior promesa de no emitir ms sehabra olvidado conveniente y predeciblemente) y en diciembre 300 millones adicionales. Al final del ao, su valorde mercado haba cado al 66% de su valor facial. En 1792, emiti 600 millones ms. En abril del mismo ao,confiscaron las propiedades de los migrs (los que abandonaron Francia para evitar ser arrestados oasesinados) y los aadieron a las propiedades nacionales. Luego lleg 1793: el Ao Uno, el ao de la Terreur.Habiendo intentado la inflacin y la coaccin legal, trataran de aterrorizar a la poblacin para que aceptara eldepreciado assignat a la par y produciendo y vendiendo a prdida patritica.En marzo, la Convencin Nacional cre el Comit de Salvacin Pblica, de nombre orwelliano, (otrosdesafortunado precedente estadounidense) que fue une especie de comit del terror, dedicado a expropiar yasesinar a los considerados traidores a Francia o enemigos de la Revolution. En mayo aprobaron le Maximum,imponiendo precios mximos en el grano. Esto empeor la escasez de grano. En junio, aprobaron el PrstamoForzoso, un impuesto progresivo de la renta, cuya progresividad era rebajada progresivamente para llegara acada vez ms ciudadanos. Tambin aprobaban leyes cada vez ms draconianas y mortferas, pensadas paraobligar a la gente a aceptar los assignats a la par y prohibirle intercambiarlos por menos que su valor facial. Enjulio, la Convencin repudi la primera emisin de assignats que generaba intereses.En agosto se prohibi comerciar (es decir, comprar o vender) con metales preciosos. En septiembre, laConvencin aprob el Maximum general, extendiendo los precios mximos a toda la comida, as como a la lea,el carbn y otros productos esenciales. Durante 1793, la Convencin emiti 1.200 millones de assignats; en1794, 3.000 millones. Luego vino el diluvio. En 1795, se imprimieron 33.000 millones y en octubre, cuando unnuevo gobierno (el Directorio) asumi el poder, el poder adquisitivo de los assignats haba cado a prcticamentenada. En el mercado negro, 600 francos de assignats se cambiaban por un franco de oro.El Directorio acab con el assignat, pero no con la inflacin. En febrero de 1796, emiti una nueva divisa enpapel, el mandat, y lo hizo intercambiable por assignats con una relacin de 30 a 1. En agosto, despus de haberemitido 2.500 millones, el mandat haba cado al 3% de su valor facial. En 1796, el Directorio haba tenidobastante, por fin, y elimin el carcter de curso legal tanto para el assignat como para el mandat. Inmediatamentesu mnimo valor restante de intercambio desapareci completamente.Hizo falta que llegara Napolen para restaurar la moneda fuerte en Francia. Como Primer Cnsul (1801),introdujo la pieza de oro de 20 francos e insisti en que a partir de entonces a soldados, contratistas ymercaderes se les pagara en oro o su equivalente. Haba acabado la tormenta de papel. Al haber suspendido elBanco de Inglaterra los pagos en metlico en 1797, el gobierno ingls cay en la consternacin. Napolenllegara a conquistar la mayora del continente con el patrn oro. Su xito dio la base para la excusa degeneraciones de investigadores y acadmicos de que a pesar de todos sus defectos, el assignat salv a larevolucin. Por el contrario, ayud a traer el Terror y retrasar una generacin el progreso francs. Har algunavez el dlar fiduciario lo mismo por Estados Unidos?Publicado el 28 de abril de 2004. Traducido del ingls por Mariano Bas Uribe. El artculo original se encuentraaqu.Instituto Mises HispanoCentro de pensamiento austriaco y libertarioFundado en Madrid, 2011