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La Historia de las Ligas Agrarias en el Chaco, la lucha social por los derechos del campesinado .Profesor Roze
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LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO.
APREHENDIENDO EL MOVIMIENTO DE LAS LIGAS AGRARIAS DEL NORDESTE ARGENTINO.
2LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
Jorge Prspero Roz La larga marcha de un proceso social de conocimiento.Aprehendiendo el movimiento de las Ligas Agrarias delNordeste Argentino. 1 ed. - Resistencia: el autor, 2010.
124 p ,21 x 15 cm.
ISBN 978-987-05-8329-5
1. Investigacin Antropolgica. I.Titulo
CDD 306
PICTO N 18-37022
Univesidad Nacional de Misiones
secretaria de Ciencias y Tecnologia de la Nacin
Agencia Nacional de Promocin Cientica y Tecnolgica.Fondo para la Investigacin Cientica y Tecnolgica.
EDICIN: Ana Mara Attas y Ricardo Daniel Lombardo
DISEO: Alfredo Gil
COLABORACIN: Victor Ariel Diaz
Primera Edicin, Stetiembre de 2010
ISBN:978-987-05-8329-5
IMPRESO EN ARGENTINA
3LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
NDICE
MOMENTO I:
GNESIS Y ESTUDIOS INICIALESi. Las razones de este estudioii. Cronologa de un largo proceso de construccin de conocimientoiii. Acerca de los procesos de conocimientoiv. La perspectiva intra-objetual. El estudio de la organizacin
TEXTOS DE REFERENCIAS IEl Chaco agrario en los 70:Una matriz de pequeos y medianos productoresProductores en Lucha: las Ligas Agrarias
MOMENTO II:LIGAS, GOBIERNOS PROVINCIALES Y ACCIN POLTICA
LOS ESTUDIOS DE LAS RELACIONES CONTRADICTORIASv.La perspectiva inter-objetual. El estudio de los procesos y relaciones
TEXTOS DE REFERENCIAS IIMovimientos agrarios y sus determinaciones
La Confusa Unidad de lo Diverso. Las Ligas Agrarias en Argentina
MOMENTO III: LIGAS AGRARIAS Y ESTRUCTURAS TERRITORIALESvi. La perspectiva trans-objetual. El estudio de las estructuras
TEXTOS DE REFERENCIAS IIIUn avance de lo trans - objetual.La situacin de las ligas agrarias chaqueas en 1975Una mirada trans - objetual. Coaccin y acumulacin. El caso de las Ligas Agrarias Chaqueas 1971-1976
ADDENDA : NUEVAS MIRADAS, CRTICAS, AVANCES Y PERSPECTIVAS
BIBLIOGRAFIA
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vii. Los estudios de las Ligas hoy
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4LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
NDICE DE CUADROS Y GRFICOS
CUADRO N 1: ESTRATIFICACIN DE PRODUCTORES ALGODONEROS CHAQUEOS EN LA DCADA 1960-70 Y SUS DETERMINACIONES
CUADRO N 2: MOVIMIENTOS AGRARIOS Y SUS DETERMINACIONES
GRAFICO N 1: ESQUEMA DEL DOMINIO TERRITORIAL DEL CAPITAL IN-DUSTRIAL MONOPLICO LOCALIZADO EN LA INDUSTRIA TEXTIL
GRAFICO N 2: DISPUTA POR LA CONSTRUCCIN DE UNA TERRITORIA-LIDAD LOCALGRFICO N 3: LA INTERNACIONALIZACIN DEL PROCESO PRODUCTIVO CHAQUEO
MOMENTOS I:
GNESIS Y ESTUDIOS INICIALES
LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
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I. Las razones de este estudio
Una diversidad de razones motivan estas relexiones alrededor de los estudios del movimiento de las Ligas Agrarias en Argentina.
En principio, el renovado inters en la comprensin de los avatares
polticos de la dcada del 70, que llev a nuevas generaciones de inves-
tigadores a la bsqueda de explicaciones sobre las complejidades del
perodo durante el cual las Ligas Agrarias ocupan un lugar de privilegio.
Uno de los motivos de este inters interpreta las demandas de lneas
de accin de organizaciones sociales, grupos polticos, militantes de de-
rechos humanos quienes perciben que en la comprensin del perodo
pueden hallarse claves para la accin presente. De igual modo, actuales
formas de accin de masas, enfrentamientos y organizaciones son moti-
vo de bsquedas de explicacin en acciones de ese momento caracteri-
zado como perodo de protesta social. No menor es el inters derivado de
los orgenes confesionales del movimiento y de su posterior vinculacin
con los grupos armados.
Una segunda cuestin alrededor de este tema, concomitante con el
surgimiento de grupos y organizaciones campesinas y de pequeos produc-
tores en diferentes regiones postergadas de Argentina , es la reaparicin en
la accin poltica de las Ligas Agrarias en Chaco y bsicamente la continuidad
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Hacemos referencia a la caracterizacin del perodo 1969-1973 que se construye en el Cen-tro de Investigaciones en Ciencias Sociales (CICSO), a partir de las investigaciones con ca-rcter militante que el grupo desarrolla a lo largo de la dcada del 70 y avanzados los 80.
Movimiento Nacional Campesino-Indgena (MOCASE-Va Campesina, Movimiento Campe-sino de Crdoba, Red Puna de Jujuy, Unin de Trabajadores Rurales sin Tierra de Mendoza, Encuentro Calchaqu y Comunidades de Molinos Salta y Sercupo Buenos Aires); Frente Na-cional Campesino ( Mocase Juries, Mocafor, Mocaju e Hijos del Monte); COCITRA, Va Campe-sina; Movimiento Agrario Correntino; Movimiento Campesino de Jujuy; Coordinadora Ma-puche Neuquina; Unin de los Pueblos Indgenas; Coop. Nor Patagnica; CEPAR; Asociacin Mujeres Campesinas Entre Ros; UNPEPROCH; Unin de Trabajadores Rurales; Pequeos Productores de Villa Bermejo; Foro Agricultores Familiares; Frente Pequeos Campesinos, Cooperativa de campesinos Poriahu, entre otros.
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Archivo de memorias del nordeste argentino Fundacin IdEAS Universidad Nacional del Chaco Austral; parcialmente inanciado por la Secretara de Cultura de la Nacin.
La Dra. Ana Rosa Pratesi aporta sus investigaciones sobre el proceso social abierto a par-tir del conlicto de Malvinas, de gran signiicacin en virtud del nmero de combatientes que aportan las provincias del Chaco y Corrientes. La Dra. Yolanda Urquiza trabaja sobre los procesos represivos del gobierno militar a partir de la documentacin devenida de los juicios a los represores. La Licenciada Evelin Wellbach estudia la resistencia a la dictadura de Alfredo Stroessner de paraguayos en el exilio.
La comprensin del papel de la coaccin y la violencia en la constitucin de territorios constituyen mis actuales lneas de investigacin, adscriptas al CONICET y la SGCyT-UNNE.
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en la tarea reivindicativa del Movimiento Agrario Misionero (MAM).
Los estudios que intentamos amalgamar con estas relexiones provie-nen de dos lneas. Una de ellas articula programas y proyectos, algunos
de duracin relativamente larga, como el Programa de Historia y Memo-
ria Social POHIMES IV-, de la Facultad de Humanidades de la Universi-
dad Nacional de Misiones. Otra lnea de trabajo ms reciente, constituye
la construccin de un archivo regional de la memoria fundado en proce-
sos investigativos que abordaron las dcadas del 70 y 80, y lo hicieron
inicialmente con el estudio del conjunto de hechos ms signiicativos, originales, y coniguradores de las realidades de las provincias de la re-gin Nordeste .
Un propsito militante se suma a los motivos expuestos: el de cons-
truir las historias locales a travs de la memoria aun presente, propsito
que comparto con muchos interesados en indagar esa poca, buscando
reairmar identidades propias en las que los conlictos de los 70 consti-tuyen un importante hito.
Coaccin y violencia componentes de mis lneas de investigaciones actua-
les-, han sido, importantes operadores para la comprensin del perodo , y una
posibilidad de repensar una faceta del movimiento de las Ligas Agrarias.
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II. Cronologa de un largo proceso de construccin de conocimiento
Mi particular inters por el proceso liguista se vincula con mis prime-
ras investigaciones en Sociologa Rural, motivadas por los compromisos
de la militancia en el mbito estudiantil a lo largo del perodo de protes-
ta social . Se trata de un tema que, a pesar de los avatares que en cierto
momento me obligaron a reorientar mis lneas de investigacin, estuvo
siempre presente, y se vio nuevamente motivado desde inales de 1990, gracias a consultas y demandas provenientes del sealado nuevo inters
en la temtica.
As surge el propsito de pensar ese proceso investigativo en el lar-
go plazo: relexionar por ejemplo acerca de la diversidad de operaciones involucradas en el conocimiento, as como en la doble perspectiva que
se me plantea, al ser uno de los investigadores ms antiguos del tema.
Porque es evidente que el conocimiento socializado en las mltiples for-
mas de difusin, y las conclusiones a las que me condujeron distintos
momentos en que abord el estudio de las Ligas Agrarias, fueron modii-cando -en algn punto de forma sustancial- mi visin sobre el objeto de
investigacin y los procesos concomitantes.
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6 El estudio de las Ligas Agrarias Chaqueas fue tema de mi tesis de Maestra en Sociologa Rural (CPES-CLACSO), 1974-76.
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El objetivo de este trabajo es analizar distintas instancias del proceso
de conocimiento de las Ligas Agrarias; objeto de investigacin que ini-
cialmente se me presenta con tres facetas signiicativas:a. como una organizacin original acotada al perodo;
b. como un conjunto de conlictos con sus particularidades y c. como sujeto operante en la coyuntura poltica presente.
Puestos en anlisis los diferentes estudios que fui desarrollando alre-
dedor de los conlictos agrarios en el Chaco, as como otras investigacio-nes alrededor de los enfrentamientos en el perodo de protesta social y
acerca de las Ligas Agrarias en su conjunto, encuentro en su progresin,
que mis perspectivas analticas, y por ende las conclusiones parciales
que fueron surgiendo en cada etapa, veri icaban el modelo cognitivo que desde la epistemologa gentica construyeron Jean Piaget y Rolando
Garca, acerca de los mecanismos de la sociognesis del conocimiento.
Una primera aproximacin al proceso de conocimiento de los estudios
de las Ligas Agrarias, requiere mencionar los aportes al tema, desde los
inicios, al presente. En este punto, no puedo escapar a centrar el proceso
en mis propios avances y resultados, en los marcos conceptuales y las
escalas que ellos implicaron; no obstante, de forma permanente, hago
presentes los aportes de diferentes colegas investigadores y los dilogos
que necesariamente implicaban e implican su lectura en relacin con mis
avances y resultados .
Aqu deseo incluir dos aspectos referidos a la relacin entre investigadores que se verii-ca en nuestros medios acadmicos. Por un lado el dilogo y la cooperacin, particularmen-te de la generacin crtica de los 70 y los jvenes investigadores que abordan el tema desde diferentes perspectivas; y por otro la soberbia producto de la violencia simblica ejercida mediante un conjunto de arbitrariedades que coniguran lo que Pierre Bourdieu sealara como el campo de los historia dores, donde la verdad se presenta como un trofeo deve-nido de una normativa en apariencia rigurosa que esconde la adscripcin de sus resultados a la defensa de las formas ms inhumanas del rgimen. Desde el pedestal de su soberbia, por ejemplo, el historiador acadmico oicial de la provincia del Chaco, funcionario del Go-bierno Militar genocida (1976-1983) cierra cualquier dilogo airmando -hace poco ms de dos aos-, que no existe an un estudio riguroso de las Ligas Agrarias. Este trabajo muestra la falacia de esa airmacin.
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El primer estudio publicado sobre las Ligas Agrarias es un trabajo do-
minantemente emprico de Francisco Ferrara titulado Qu son las Ligas
Agrarias. Historia y documentos de las organizaciones campesinas del
Nordeste Argentino. El libro se publica en noviembre de 1973, a dos aos
de la irrupcin del movimiento liguista, en el Chaco.
En septiembre de 1974, Leopoldo Bartolom difunde Colonos, plan-
tadores y Agro-industrias. La explotacin agrcola familiar en el S.E. de
Misiones, ponencia presentada en un Seminario en Horco Molle. En las
consideraciones inales de ese trabajo, su autor destaca la emergencia del Movimiento Agrario Misionero, tema que desarrollar en diciembre
de 1976, con la ponencia Populismo y diferenciacin agraria. Moviliza-
ciones agraristas en Misiones (Argentina). 1971-1975.
Mis investigaciones sobre la organizacin de productores liguistas -en
sus comienzos limitadas al caso particular del Chaco- parten de estudios
previos acerca de la irrupcin del capitalismo en la regin nordeste, e in-
tentos de estratiicacin de los productores algodoneros. En febrero de 1976, presento como tesis de Maestra en Sociologa Rural el resultado
de mi primera investigacin sobre las Ligas Agrarias Chaqueas titulada
Conlicto Social en el Agro Chaqueo. Movilizacin y Conciencia Campesi-na, trabajo en su conjunto indito, excepto algn captulo incorporado con
modiicaciones al libro de Lucha de clases en el Chaco Contemporneo.Ese ao, el Consejo Latinoamericano de Ciencia Sociales (CLACSO) me
otorga una beca para el estudio de las Ligas Agrarias, investigacin cuyo
resultado presento a ines de 1977 , y ser publicado en 1993-94 como Conlictos Agrarios en Argentina. El proceso Liguista.
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8 En el nterin, fui desplazado de la Universidad Nacional del Nordeste. El gobierno militar detiene a disposicin del Poder Ejecutivo a mi director de tesis y a varios investigadores. Dejo la Provincia y contino la investigacin en Buenos Aires en el Centro de Investigacio-nes en Ciencias Sociales (CICSO).
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El inters en los conlictos agrarios y en toda forma de conlictividad- cesar a lo largo de la dcada del 80 y avanzados los 90, producto de las di-
rectrices surgidas de los organismos internacionales de crdito quienes
inancian investigaciones vinculadas con la justiicacin de lineamientos neoliberales y las formas de paliar sus consecuencias en el marco de la
derrota de los movimientos sociales en toda Amrica Latina .
En el ao 1995, mi ponencia La confusa unidad de lo diverso. Las ligas
agrarias en Argentina, es publicada en el libro Del Rosariazo a la Demo-
cracia del 83.
Ms adelante, la irrupcin de movimientos sociales de protesta en
Argentina, y la difusin de teoras acerca de los nuevos movimientos
sociales emanadas tanto de investigadores americanos (Tilli, Tarrow)
cuanto europeos (Touraine; Offe y Melucci) renuevan el inters en la in-
vestigacin sobre las Ligas Agrarias, en diferentes mbitos acadmicos.
(Cfr. Galafassi, 2006)
Tambin la reaccin de esos marcos conceptuales, al neopositivis-
mo, genera nuevos estudios como los de Guido Galafass, quien recrea
un conjunto de aspectos a partir de nuevos observables, que permiten
avanzar en la accin y conciencia de los movimientos liguistas, por ejem-
plo, pensados como movimientos antisistmicos en la perspectiva de
Wallerstein (Galafassi, 2002, p. 29).
Esta sinopsis, a toda vista incompleta, resulta suiciente para abordar uno de los objetivos de este trabajo, cual es avanzar en la relexin sobre la dinmica de los procesos de conocimiento en ciencias sociales toman-
do un particular objeto de investigacin.
A inicios de los 80 Ford Fundation y otras agencias reorientan la inanciacin de las activi-dades acadmicas (investigaciones, congresos, viajes, becas, subsidios a centros) centrando la inanciacin alrededor de la temtica de Las condiciones de la democracia en America Latina a travs de CLACSO, de modo que el conjunto de Centros de Argentina deja de mirar el presente genocida e investiga en vista a la construccin de nuevas formas de gobernabilidad con la restauracin de las burguesas neoliberales en los gobiernos constitucionales.
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III. Acerca de los procesos de conocimiento
Los avances ms signiicativos de los procesos de sociognesis del conocimiento y su conexin con los aportes y sugerencias de los funda-
dores del materialismo histrico provienen de las investigaciones de la
Escuela de Ginebra, fundamentalmente de las investigaciones de Jean
Piaget y los aportes de Rolando Garca.
Esta perspectiva del conocimiento est fundada en la accin humana:
El conocimiento es dependiente de la accin y la accin es constitutiva
de todo conocimiento -sostienen.
Particularizando sus estudios sociolgicos:
No es la conciencia del hombre lo que determina su forma de ser,
sino su forma de ser social lo que determina su conciencia ha pre-
cisado por el contrario K. Marx, inaugurando as una sociologa del
comportamiento, cuyo acuerdo con la futura psicologa de las con-
ductas ha sido as facilitado de antemano . (Piaget, 1986, p.86) 10
10 Y contina: El modelo marxista se sita, por lo tanto, desde el principio en el terreno de la explicacin operatoria: la conducta del hombre en sociedad es la que determina su representacin y no a la inversa, y la implicacin se desga-ja poco a poco de un sistema causal previo que duplica en parte, pero sin reemplazarlo. Con la diferenciacin de la sociedad en clases y con las di-versas relaciones de cooperacin (en el interior de una clase) o de lucha y dominacin las normas, valores y signos (incluidas las ideologas) dan lugar a diversas superestructuras. (Piaget, 1986, p.86)
Existe, por otra parte, un pensamiento cientico u operatorio que en parte prolonga las tcnicas (o las enriquece retroactivamente), pero que tambin las completa aadiendo a la accin una comprensin de las relaciones y so-bre todo sustituyendo la accin material por esas acciones v esas tcnicas interiorizadas que son las operaciones de clculo, deduccin y explicacin. Slo que, entre la tcnica y la ciencia, hay un trmino medio cuyo papel a veces ha sido el de un obstculo: es el conjunto de las formas colectivas de pensamiento que no son ni tcnicas ni operatorias, sino que proceden de la simple especulacin; son las ideologas de todo tipo, cosmognicas o teol-gicas, polticas o metafsicas, que se escalonan entre las representaciones colectivas ms primitivas y los sistemas relexivos contemporneos ms reinados. (Piaget, 1986, pp.77-78)
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Avanza adems en el origen de las formas ideolgicas, sealando:
En las diversas sociedades humanas existen unas tcnicas, ligadas al
trabajo material y a las acciones que el hombre ejerce sobre la natura-
leza, y estas tcnicas constituyen un primer tipo de relaciones entre el
sujeto y los objetos: relaciones susceptibles de eicacia y, por lo tanto, de objetividad, pero relaciones cuya toma de conciencia sigue siendo par-
cial, ya que est ligada a los resultados obtenidos y no se lleva a cabo
sobre la comprensin de las relaciones mismas.
No se trata de desarrollar aqu la totalidad del pensamiento de Piaget,
pero queremos sealar que el bilogo, psiclogo y espistemlogo suizo
dedic gran parte de su vida a la comprensin de los mecanismos involu-
crados en el conocer, y que adems hizo observable una serie de estadios
en los procesos de adquisicin del conocimiento .
As, la perspectiva material de Piaget, sin ser tributaria del pensamien-
to de los fundadores del materialismo histrico, plantea de forma riguro-
sa la gnesis del pensamiento humano ms all de toda metafsica:
en la vida social, lo mismo que en la vida individual, el pensa-
miento procede de la accin y una sociedad es esencialmente un
sistema de actividades cuyas interacciones elementales consisten
propiamente en acciones que se modiican las unas a las otras de acuerdo con ciertas leyes de organizacin o de equilibrio: acciones
tcnicas de fabricacin y de utilizacin, acciones econmicas de
produccin y distribucin, acciones morales y jurdicas de colabo-
racin o de constreimiento y de opresin, acciones intelectuales
de comunicacin, de investigacin en comn o de crtica mutua, en
una palabra, de construccin colectiva y de puesta en correspon-
dencia de las operaciones. Por lo tanto, la explicacin de las repre-
sentaciones colectivas, o interacciones que modiican la conciencia de los individuos, procede del anlisis de estas interacciones en el
comportamiento. (Piaget, 1986, p.34).
Se trata, por el contrario, de un objetivo enteramente diferente: mostrar que los meca-nismos de pasaje de un perodo histrico al siguiente son anlogos a los del pasaje de un estadio psicogentico al estadio siguiente. (Piaget-Garca, 1994,p.33)
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El desarrollo de sus investigaciones involucra fundamentalmente los
procesos de psicognesis del conocimiento, no obstante tambin avanza
sobre los mecanismos con los que -en trmino de sociedad-, los humanos
construimos conocimiento, es decir su sociognesis.
Sustanciales avances en ese campo surgen de la colaboracin de Jean
Piaget y Rolando Garca . Ambos investigadores, desde mbitos de estu-
dios y experiencias investigativas propias, escriben un trabajo paradig-
mtico cual es Sociognesis e historia de la ciencia, donde a partir de
analizar los progresos de diferentes disciplinas cienticas, observan que el proceso de conocimiento se desarrolla en etapas deinidas segn la relacin sujeto cognoscente-objeto de conocimiento.
Los hallazgos de las investigaciones de Jean Piaget en relacin con el
conocimiento parten de una ruptura en trminos de estrategia cogniti-
va, que fue reemplazar la pregunta qu es el conocimiento?, por otra
de carcter operativo: Cmo el sujeto cognoscente pasa de un estado
A, a un estado B, de conocimiento?. De esta manera sus investigaciones
abrieron un campo ininito de posibilidades para investigar de forma emprica a travs de experiencias concretas-, una amplsima gama de
contingencias tanto en relacin con los sujetos como con los objetos de
conocimiento.
En relacin con la psicognesis del conocimiento, Piaget y Garca sealan:
Ahora bien, estos mecanismos de pasaje que constituyen, pues,
el objetivo central de nuestra obra presentan por lo menos dos ca-
racteres comunes a la historia de la ciencia y a la psicognesis: uno
acerca del cual hemos insistido muchas veces, pero otro que nos
parece nuevo. El primero de estos mecanismos est constituido
por un proceso general que caracteriza todo progreso cognosciti-
vo: consiste en que, cada vez que hay un rebasamiento, lo que fue
rebasado est de alguna manera integrado al rebasante ().
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La construccin de una sociologa fundada en la sociognesis y psicognesis de los pro-cesos histricos avanza adems con los estudios de Norbert Elas El proceso de la civiliza-cin. Investigaciones sociognticas y psicogenticas, de Jos Luis Romero, Crisis y orden en el mundo feudoburgus y La revolucin burguesa en el mundo feudal y trabajos me-nos reconocidos como el de Charles Tilli, Coercin, capital y los estados europeos 990-1990.
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El segundo mecanismo de pasajees el proceso que conduce de
lo intra objetual (o anlisis de los objetos), a lo inter objetual (o
estudio de las rela ciones y transformaciones) y de all a lo trans-
objetual (o construccin de las estructuras) (Piaget-Garca, 1994,
p.33)
As, nos parece posible aplicar esos conceptos y categoras a los estu-
dios de un hecho social cual fue el movimiento liguista en Argentina en
la dcada del 70, a los efectos de hacer observables los procesos cognos-
citivos involucrados.
En cuanto a la aplicacin de esos avances al estudio, precisan los autores:
En el primer caso [intra] las explicaciones llegan a nivel de gene-
ralizaciones. En el segundo [inter] se hacen presentes sistemas de
conexiones necesarias que explican sus propiedades invariables.
En el tercero [trans] aparecen relaciones y conexiones que expli-
can las determinaciones, funciones y funcionamiento del objeto .15
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De all:
() Dos grandes mecanismos de conjunto que hemos encontrado sin cesar y que, por otra parte no son sino una misma cosa en cuanto a su signiica-cin general: el pasaje del intra -al inter-y, de all al trans, por una parte, y, por otra, el mecanismo general de equilibracin. (Piaget-Garca, 1994, p. 250)
En relacin con el concepto de hecho social a diferencia de Durkheim, los autores precisan:
todos los hechos sociales se reducen a tres tipos de interacciones inte-rindividuales o, con ms precisin, a tres aspectos, siempre presentes en diversos grados, de las interacciones interindividuales posibles. () Reglas, valores de intercambio y signos constituyen as los tres aspectos consti-tutivos de los hechos sociales, puesto que toda conducta ejecutada en comn se traduce necesariamente en la constitucin de normas, valores y signiicantes convencionales. (Piaget,1986, pp.35-36)
Sealando que:
()el intra conduce al descubrimiento de un conjunto de propiedades en los objetos o en los eventos, pero sin que haya otras explicaciones que no sean locales y particulares. Las razones que se pueden establecer no pueden entonces encontrarse sino en las relaciones inter-objetales, lo que equivale a decir que deben encontrarse en las transformaciones que son, por su propia naturaleza, caractersticas del segundo nivel: inter. Estas transformaciones una vez descubiertas, demandan el establecimiento de vnculos entre ellas, lo que nos lleva a la construccin de las estructuras del trans. Piaget-Garca, 1994, p.251)
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Al respecto aclaran:
Resulta claro, sin embargo, que si el intra y el inter alcanzan ciertas for-mas de equilibrio, son, por otra parte, fuente de mltiples desequilibrios. () Resulta as que las formas de equilibrio dinmico ms completas no se logran sino a travs de las estructuras que se han tornado estables en funcin de conexiones entre transformaciones y de los intercambios con el exterior. Presentan esa caracterstica fundamental de lo que podemos llamar el rebasamiento cognoscitivo (integracin de una estructura limita-da en una ms amplia) segn el cual lo que ha sido rebasado est siempre integrado en el rebasante. (Piaget-Garca, 1994, p.251)
16
Importa agregar que en los fundamentos del pasaje de un estadio al
otro, cada uno de estos estadios constituye una situacin de equilibrio.
Esto no implica alguna escala temporal de permanencia de esa situacin
de equilibrio, como tampoco implica que en el estadio no se presenten
nuevos problemas o elementos propios del siguiente estadio. A esto ha-
cen referencia cuando hablan de rebasamientos .A propsito, cabe reconocer que en este anlisis del proceso de cono-
cimiento de las Ligas Agrarias, la complejidad del objeto (constituir una
organizacin a la par que un movimiento de protesta social), y la nece-
sidad de dar cuenta de todos sus aspectos en cada estudios, nos impide
delimitar claramente los estadios postulados por Piaget-Garca. Casi en
la totalidad de los estudios, se nos presenta como dominante, slo un
aspecto (intra, inter, o trans objetual), a la par que aparecen rebasamien-
tos. Al hablar de la organizacin, por ejemplo, nos anclamos en el primer
estadio, pero en esa descripcin, al abordar las acciones de la organizacin,
necesariamente aparecen relaciones que tienden a situarnos en el se-
gundo momento de equilibrio.
Por tanto, de aqu en ms iremos reirindonos a los antecedentes en relacin con mis estudios y con los procesos de relexin que me llevaron a la construccin de los observables. Adems de referirnos a otros estu-
dios contemporneos y sus marcos de observacin.
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IV. La perspectiva intra-objetual. El estudio de la organizacin
La Ligas agrarias como objeto de estudio de las ciencias sociales.
Las Ligas Agrarias en tanto organizacin se dan a conocer el 14 de no-
viembre de 1970 a partir una masiva asamblea de productores convocada
por las Juventudes de UCAL y el Movimiento Rural de la Accin Catlica,
durante lo que denominaron el Primer Cabildo Abierto del Agro, en Pre-
sidencia Roque Saenz Pea, Chaco. All, frente a 5.000 personas, los jve-
nes convocantes exponen problemticas del agro chaqueo, denuncias,
reivindicaciones, y convocan a la creacin de lo que denominaron Ligas
Agrarias de productores en cada una de las localidades.
En el momento, esta convocatoria pretendi ser una estrategia de di-
fusin, ms que un llamado a la organizacin. Sin embargo, en un impor-
tante nmero de localidades y parajes, el Movimiento Rural ya haba or-
ganizado grupos que adquiriran esa identidad de Ligas, al momento de
la constitucin deinitiva del movimiento. As, el 23 y 24 de enero de 1971 se realizan el Primer Congreso de las Ligas Agrarias Chaqueas con re-
presentantes de 27 colonias, durante el cual se constituye una Comisin
Central Provisoria que enva una nota al gobernador de la Provincia.
Esta accin organizativa da inicio a una serie de reuniones de los j-
venes del Movimiento Rural, quienes venan trabajando en las cinco pro-
vincias del nordeste argentino con el objetivo de dar forma orgnica a
los grupos de cada provincia. Se crean as la Unin de Ligas Campesinas
Formoseas (ULICAF), Las Ligas Agrarias Correntinas (LAC), el Movimiento
Agrario Misionero (MAM) y la Unin de Ligas Agrarias Santafesinas (ULAS).
Organizaciones que se coordinan constituyendo una Coordinadora Re-
gional de Ligas y Movimientos Agrarios.
LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
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A lo largo de los aos 1971, 1972 y 1973, en cada una de las provincias,
las Ligas despliegan un conjunto de instrumentos de lucha: se realizan
marchas -algunas sobre la capital-, concentraciones, cortes de ruta, pa-
ros y huelga agraria.
El movimiento se difunde a travs de los medios de comunicacin
quienes lo juzgan desde las perspectivas de la defensa del rgimen, sea-
lando la mano oculta del comunismo detrs de la organizacin, al mis-
mo tiempo que algunos partidos de la izquierda argentina le atribuyen la
esperanza de la revolucin agraria.
El fenmeno no aparece en el mbito acadmico, sino hasta noviem-
bre de 1973, en el mencionado libro del Psiclogo Social Francisco Ferra-
ra, quien entrevista y recaba documentos en cada una de las provincias a
lo largo del perodo. En Qu son las Ligas Agrarias. Historia y documentos , asistimos a una lcida descripcin de los orgenes, la accin del Mo-
vimiento Rural, su transformacin al ritmo de la apertura crtica y mili-
tante de los curas de la denominada Iglesia del Tercer Mundo, a la par
de la relexin acerca de los procesos revolucionarios -en particular en Amrica Latina-, y la transformacin del trabajo pastoral en crtica activa
a las condiciones de explotacin de los productores agrarios de Argenti-
na. En cada uno de los captulos, Ferrara describe la emergencia de los
movimientos agrarios bajo las condiciones de vida de los productores, e
incorpora un apndice documental donde el lector puede tomar contac-
to con las expresiones de cada uno de los movimientos.
Pocas referencias, desde las Ciencias Sociales, siguieron a este trabajo
que pareca explicar todo lo que haba que saber de las Ligas Agrarias. Sin
embargo, otros estudios aportaron nuevos elementos de comprensin
de la estructura agraria y del carcter de los productores en distintas
provincias; como el caso de Leopoldo Bartolom en Misiones deinien-do el tipo de colonos; o mis estudios de estratiicacin en el Chaco; y a posteriori, el de Archetti, acerca de la identidad farmer en el norte de
Santa Fe.
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Mis aproximaciones a las Ligas Agrarias tambin tienen su origen en
una actitud militante como activistas del movimiento estudiantil , que
intentbamos comprender las condiciones para un cambio social y volca-
mos nuestras preocupaciones a la investigacin de la dinmica producti-
va local, particularmente a la situacin de larga crisis agraria de la regin
algodonera. En ese afn por entender las caractersticas de los producto-
res agrarios, incorporo -en los que seran estudios preliminares de mi te-
sis de maestra en Sociologa Rural- las variables asociativistas y el papel
del conlicto en la dinmica local. //Estos estudios previos y trabajos base para avanzar en la comprensin del movimiento liguista en el Chaco, los
realiz entre 1974 y 1976 en la Universidad Nacional del Nordeste y abar-
can: Introduccin al Desarrollo Capitalista en el rea Chaquea (1974);
Nuestros estudios sobre los conlictos y las caractersticas de los productores, en gene-ral estaban vinculados con el posible papel de los campesinos en los procesos revolucio-narios que se avecinaban. Nuestros referentes iniciales partan de la teora de la renta, del Tomo III de El Capital; La cuestin Agraria de K. Kautsky y El desarrollo del Capitalismo en Rusia de Lenin. La Guerra de Campesinos en Alemania de Engels. Tambin nos nutra-mos de Shaning, Hobsbawn, Wolf.
La crisis de la produccin algodonera chaquea entre los aos 60 y 70 haba convoca-do la atencin de investigadores con diferentes aproximaciones al problema agrario: en el marco de la investigacin de marginalidad Nstor DAlessio publica en 1969. Chaco, un caso de pequea produccin campesina en crisis; Carlos Flood en 1971. Aportes para una estratiicacin socioeconmica de los productores agrcolas del Chaco y Chaco, la mano de obra transitoria en la produccin algodonera; Pieiro y Basco, en 1971 Historia Eco-nmica y Social del Chaco: Daniel. Slutzky, 1973. Tenencia y distribucin de la tierra en la regin NEA. 1975. Diagnstico de la estructura social en la regin NEA y Stagno-Steel. 1970 Costos de produccin del algodn en Comandante Fernndez.
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quienes desde 1969 formbamos parte de la gnesis y el desarrollo de la protesta so-cial que hace eclosin a partir de una discusin por el ticket del comedor universitario en Resistencia y Corrientes. Se suceden una dursima represin en una asamblea universitaria el 13 de mayo de 1969, manifestaciones en ambas capitales de provincia y la muerte de un joven estudiante el da 15, bajo las balas de la polica Correntina, hecho que genera mo-vilizaciones y protestas en diferentes puntos del Argentina y adquiere su punto ms alto con las movilizacin de la poblacin de la ciudad de Crdoba, donde la polica y el ejrcito son desbordados por los manifestantes que toman la ciudad en lo que se denomin el Cordobazo y signiic la renuncia de Juan Carlos Ongana presidente de facto de la Nacin, reemplazado por Roberto Marcelo Levingston quien como resultado de otra pueblada; el viborazo, es reemplazado por Agustn Lanusse.
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Hablamos en trminos locales de un sistema institucional que puede conigurar un esta-do provincial, o un conjunto de instituciones sociales, corporativas y polticas orientadas a potenciar la dinmica de la burguesa resultante del proceso.
Desplazados por estructuras ms avanzadas del capital expresada en La Forestal.
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Caracterizacin del Campesinado Chaqueo; Cambios en la Estructu-
ra Rural. Tamao de las Explotaciones y Transformaciones Agrarias Re-
cientes en el Nordeste Argentino. Hiptesis Preliminares (1976). Trataba
de establecer en ellos, alguna causalidad entre la coniguracin del siste-ma productivo -particularmente lo que podramos caracterizar como la
estructura de clases-, y la posible conlictividad del sector o sus alinea-mientos en los enfrentamientos.
La premisa que orientaba nuestros estudios- era que las formas pro-
ductivas - en el sentido que da Marx a las formaciones precapitalistas en
los Grundrisess [1857-1858] -, estaban determinadas por los procesos de
irrupcin del sistema capitalista de produccin en ese espacio, particu-
larmente en relacin con las condiciones sociales previas y las caracters-
ticas del capital que imprimira su dinmica al territorio.
As, la conformacin de una superestructura -existente o resultado del
proceso de irrupcin de esas fuerzas productivas- , conigura el sistema pro-ductivo en el que se despliegan las acciones de diferentes grupos sociales.
El territorio chaqueo apareca entonces conigurado a partir de la irrupcin de dos estrategias de diferentes fracciones de Capital: la explo-
tacin silvcola de obrajeros locales, y el capital industrial monoplico en
la extraccin taninera. Esta ltima, bajo la forma de enclaves producti-
vos y del capital inanciero internacional vinculado con el comercio de productos agrcolas, que a travs de complejos mecanismos haban po-
tenciado los procesos de ocupacin, con la colonizacin de migrantes
extranjeros.
El resultado de los estudios sobre la estratiicacin de los productores agrarios chaqueos, y diferentes aspectos que los conformaban, daban
la sntesis que exponemos en el Cuadro N 1:
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Cuadro N 1: Estratiicacin de productores algodoneros chaqueos en la dcada 1960-70 y sus determinaciones.TIPO Y PRODUCCINTAMAO
PEQUEOS MEDIANOS GRANDES
TRABAJAN EN SU TIERRA? No (1) si Si No Si
FUERZA DE TRABAJO No vende - no compra (2)Si vende no compra (3)
No vende no compra (4)Si vende si compra (5)Si compra no vende (6)
PROPIEDAD PropietariosOcupantesMedierosAparceros
PropietariosOcupantesMedierosAparceros
PropietariosAparceros
TECNOLOGA PrimitivaApropiada
ApropiadaExcesiva (6)
Alto desarrollo tecnolgico (7)Bajo desarrollo tecnolgico (8)
TIPO DE EXCEDENTE No tienen excedente. NI siquiera sacan el salario
Obtienen ganancias. Mas que un sala-rio menos que la tasa
Operan con tasas de ganancia
RACIONALIDAD Optimizan el valor de usoSeguridad
Optimizan el valor de cambioGanancia
MERCADO Bolichero acopiador AcopiadoresCooperativasIndustria
AcopiadoresCooperativasOtros
CRDITO Bolichero acopiador CooperativaBancos
BancosCooperativa
ORGANIZACIONES Villeros y campesinos pobres CooperativasUCAL - FAA - FACA - ACALigas Agrrias
Sociedad RuralC.R.A
ORIGEN Mano de obra asentadaProcesos de colonizacin
Procesos de colonizacin Apropiacin o sesin del estado nacional. Otros
SUJETOS SOCIALES (1) Proletario rural (trabajador asentado)
(2) Campesinos
(3) Semiproletarios o semicampesinos
(4) Productores familiares mercantiles
(5) Productores familiares capitalizados
(6) Farmers (s/Archetti)
(7) Productores capitalistas
(8) Latifundistas
No (1)
Nuestro problema de investigacin consista en avanzar en una lgica de la
accin de los productores, dados un conjunto de elementos coyunturales:
Por una parte, la diversidad de efectos de la crisis de la economa al-
godonera sobre los distintos estratos de productores que constituan las bases
de las Ligas Agrarias.
Por el otro, la originalidad de los instrumentos de lucha como puebla-
das, tomas, cortes de ruta y otras acciones, especialmente en el nordeste
argentino durante el perodo de protesta social que, como sealamos
irrumpe en distintas regiones del interior.
Cul era la conexin necesaria entre los distintos estratos de produc-
tores con sus caractersticas analizadas en el Cuadro N 1, y las moviliza-
ciones agrarias?
Entendamos que una parte de la respuesta estaba en las transfor-
maciones de los propios sujetos sociales agrarios, y que nuestros estu-
dios deban avanzar en esa direccin. Los textos de Leopoldo Bartolo-
m contienen una trayectoria analtica similar. En su trabajo Colonos,
Plantadores y Agroindustrias. La explotacin agrcola familiar en el S.E.
de Misiones en 1974 analiza la viabilidad de las explotaciones agrcolas
familiares, a partir de caracterizar los colonos como Tipos 1, 2 y empre-
sarios agrcolas (las comillas de L.B:), donde identiica los sujetos de las movilizaciones agrarias, que a posteriori sern objeto de estudio.
Desde mi perspectiva conceptual, la referencia terica ms importan-
te en los estudios de la poca era la de los trabajos del Centro de Investi-
gaciones en Ciencias Sociales (CICSO), particularmente Lucha de Calles,
Lucha de Clases de la que derivaba una matriz analtica para investigar
los movimientos sociales en el perodo.
Con esa matriz emprend el estudio de las Ligas Agrarias Chaqueas
como organizacin de los productores agrarios chaqueos y de all sus ac-
ciones como un componente de ese agrupamiento. Avanzamos, entonces,
en una caracterizacin del movimiento a partir de las deiniciones que sur-gan de las diversas publicaciones, entrevistas, etc. de los dirigentes
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Lo que Rolando Garca denominara marco epistmico. (Garca,1986)
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liguistas (si era un movimiento, un gremio agrario, un instrumento de
concientizacin, de lucha, etc.); sus objetivos; la caracterizacin social
de las bases y de sus dirigentes, las acciones, etc.
El texto resultante se divida en una concienzuda caracterizacin de
los productores agrarios chaqueos por un lado, y el estudio de la orga-
nizacin y el movimiento por el otro. Es decir, no habamos resuelto el
problema inicial por carecer de instrumentos que hicieran observables
la dinmica del proceso de conjunto (ver pginas 64-65-66).
No habamos resuelto la determinacin causal que explicara las rela-
ciones de la estructura rural con la movilizacin, el protagonismo polti-
co o la decisin de transformar la realidad.
En el conjunto de los productores chaqueos, nuestra mirada acad-
mica deina estratos de acuerdo con supericies de produccin de algo-dn, y eso permita comprobar un cierto ajuste con determinaciones que
los caracterizaban; no obstante, en la realidad, lo que tenamos era un
continuum de situaciones diversas.
Ms an, desde un anlisis relacionado con fracciones de clases, pre-
tendamos un ajuste entre pobreza y movilizacin, relacionado con frac-
ciones campesinas por un lado, ms o menos proletarizadas por el otro
y fracciones de burguesa.
Contrariamente a esa idea inicial y mecanicista, analizado el proceso
de movilizaciones de los productores, las convocatorias iniciales a con-
centraciones de protesta provenan de la Federacin Agraria Argentina,
que agrupaba a los colonos que caracterizbamos como fracciones de
burguesa agraria; no participaban los pequeos productores, menos
an las fracciones ms proletarizadas .
De all la apelacin a distintos grados de conciencia de si y de su reali-
dad, donde s exista una correlacin entre los procesos de concientiza-
cin -no importaba su origen-, y la resolucin de profundizar y dar conti-
Mucho tiempo despus entendimos el carcter formal que tiene la movilizacin de esas fracciones de pequea y mediana burguesa agraria en trminos de negociacin con los organismos de regulacin del estado, fenmeno peridicamente veriicable en los pases euro-peos, particularmente Francia con su histrica matriz de productores; o los farmers americanos.
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nuidad a los conlictos, lo que diferenciaba a las organizaciones liguis-tas de las consolidadas organizaciones corporativas agrarias, particular-
mente de la Federacin Agraria Argentina. El mayor obstculo que puedo
referir desde mis procesos de conocimiento, pero puedo extender a gran
parte de mi generacin, consista, a pesar de las abrumadoras evidencias:
1. En negar la disposicin de la burguesa al uso de la coaccin, la mo-
vilizacin y violencia directa. 2. En atribuir a la burguesa un alto grado de homogeneidad y no en-
tender la violencia que puede alcanzar la lucha en el interior de sus dife-rentes fracciones.
De esa forma cualquier forma de accin o de movimiento de protesta
de inmediato era adscrita al campo del pueblo o a alguna fraccin del
proletariado.
Al momento, avanzado el ao 1976, el proceso de conocimiento del
movimiento liguista haba alcanzado un punto de equilibrio en la pers-
pectiva intra: habamos avanzado en un conocimiento acabado de la or-ganizacin ; no obstante en diferentes estudios se hacan presentes los
rebasamientos que, como sealbamos, devenan tanto de las caracters-ticas extensas de las organizaciones que las agrupaban (aliados, enemigos),
as como de su carcter de movimiento de protesta.
Con la prolija descripcin inicial de Francisco Ferrara, los sealamien-
tos de Bartolom para Misiones; Archetti para los colonos del norte de
Santa Fe, y algunas precisiones para el caso de las Ligas Agrarias Chaqueas
que agregaba mi tesis, Qu cosas conocamos del objeto de estudio Las
Ligas Agrarias?
Lo dominante al estudiar una organizacin es el rpido desplazamiento al nominalismo. Convertimos nombres en cosas y creamos falsos modelos de realidad, seala Wolf:
Al atribuir a las naciones, sociedades o culturas, la calidad de objetos in-ternamente homogneos y externamente diferenciados y limitados, crea-mos un modelo del mundo similar a una gran mesa de pool en la cual las entidades giran una alrededor de la otra como si fueran bolas de billar du-ras y redondas. (Wolf, 1987, p.19)
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* Suponamos conocer los sujetos sociales componentes de las Ligas Agrarias, no obstante ese punto constitua, como veremos, la principal fuente de disenso en torno de las caractersticas del movimiento.
* Precisbamos con cierta aproximacin qu era el movimiento, pero en general desde la perspectiva de los actores o desde la subjetividad del investigador . Tambin ste constitua una singular fuente de disenso vinculada con la caracterizacin de los sujetos liguistas.
* A partir de los documentos de la organizacin, la observacin de los hechos y los discursos de los dirigentes, explicitbamos los objetivos y m-todos de trabajo.
* Describamos los instrumentos de la lucha a partir de la documenta-cin y la observacin de los hechos.
* El carcter de las reivindicaciones.
* El sealamiento de los enemigos.
* La gnesis de cada uno de los movimientos a partir de la matriz del Movimiento Rural.
En diferentes momentos de estos estudios, necesariamente surgen
elementos relacionales que avanzan en la perspectiva inter, que constitu-yen rebasamientos veriicables en las conclusiones de los investigadores.
Estas conclusiones, por tanto, actan como disparadores para avan-
zar en nuevos procesos de conocimiento con nuevas perspectivas que
conigurarn el campo inter-objetual, es decir superararn la limitacin del objeto la organizacin en nuestro caso-, para concentrarnos en sus
relaciones y en la construccin de nuevos observables.
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LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
Lejos estbamos del postulado de Marx 1956:
Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que l piensa de s, no podemos juzgar tampoco a estas pocas de revolucin por su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conlicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de produccin.
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Enumeramos esos rebasamientos, que a pesar de formar parte de las
descripciones o los relatos no se constituyen en los puntos focales de
aquel momento del conocimiento:
* En la gnesis del movimiento as como en la conformacin de dife-rentes organizaciones liguistas, subyace un aspecto bsico relacional vinculado con los modos productivos, especialmente en el caso de Fe-rrara al momento de explicar los problemas de los grupos involucrados en los movimientos de cada provincia. La diferencia a juicio del autor no rompan la homogeneidad de la organizacin.
* Las diferencias en trminos de reivindicaciones y el sealamiento de sus aliados y enemigos.
* La conformacin propia de, por ejemplo, los grupos dirigentes.
En el ao 76, Leopoldo Bartolom presenta su trabajo sobre lo que deno-
mina Las Movilizaciones agraristas en Misiones. Ese mismo ao, con
un proyecto de investigacin, fundado en la crtica a las conclusiones de
Ferrara obtengo la Beca de CLACSO para avanzar en la investigacin
de lo que denomin Conflictos Agrarios en Argentina. En ambos casos,
el objeto de investigacin se desplaza de la organizacin al proceso de
enfrentamiento; al desenvolvimiento; a la dinmica de la accin de esos
agrupamientos.
As, el estadio del conocimiento del fenmeno liguista en argentina
hasta 1976- explicaba en profundidad los aspectos propios de las or-
ganizaciones, como objetos cerrados, cosiicados, cuyas relaciones se establecan con otras organizaciones tambin cosiicadas. Eso deine la perspectiva intra a pesar de diversos rebasamientos en los anlisis.
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TEXTOS DE REFERENCIA IEL CHACO AGRARIO EN LOS 70
Una matriz de pequeos y medianos productores
Las caractersticas de los productores chaqueos.
A los efectos de caracterizar los sujetos sociales partimos de algunas deter-
minaciones observadas tanto en nuestras investigaciones cuanto en estu-
dios generales de sociologa rural y en estudios particulares de la regin.
1. Por su origen: El productor chaqueo no es resultado ni de las transformaciones de la produccin campesina medieval, ni de un proce-
so de desintegracin de propiedades tipo plantaciones, ni de las formas
comunales indgenas adaptadas por el capitalismo, sino resultado de un
proceso de apropiacin de tierras libres a travs del corrimiento de fron-
teras agrcolas o a travs de la inmigracin extranjera. Producto tpico de
un proceso de colonizacin capitalista.
Capitalista, no porque todos los sujetos involucrados en este proceso
aparezcan como tales (ej. campesinos, semiproletarios, etc.) sino porque
en su conjunto forman parte del proyecto de la clase dirigente de una so-
ciedad capitalista dependiente.
Es ms, este sector agrario se origina en Europa, en reas donde la escasez
de tierra determinaba el maltusianismo de este sector y la emigracin
En una primera versin, este trabajo, sintetiza investigaciones que he realizado junto con Horacio Sormani entre 1974 y 1976 en el Departamento de Planeamiento de la Universidad Na-cional del Nordeste, incluido luego en Lucha de Clases en el Chaco Contemporneo.
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de la poblacin excedente. Shanin deini a los campesinos como ... una entidad social preindustrial que acarrea dentro de la sociedad contem-
pornea elementos especicos, ms antiguos y diferentes, de interrela-cin social, econmica, poltica y cultural. (Shanin, 1975, p.89).
Esas pautas de conducta que traslada este sector social, se transfor-
man con el impacto de las nuevas condiciones creadas por la nueva for-
macin social histrica en las que se insertan.
Forman parte tambin de este grupo social, los productores expulsa-
dos de otras reas agrcolas argentinas, que optan por dejar formas tri-
butarias de tenencia para incorporarse a tierras nuevas sin dueo.
2. Por el uso de la mano de obra asalariada: En general los estu-dios han coincidido en identiicar tres grupos:
Los pequeos productores Los productores mercantiles Los productores capitalistas
El uso de la mano de obra asalariada es un condicionante de importan-
cia para analizar las determinaciones del grupo social. Condiciona por el
carcter de la relacin productiva, que enfrenta al productor con el asa-
lariado, por el drenaje aparente de ingresos que signiica pagar salarios, ya que la extraccin de plusvala no es una relacin transparente sino
que la valorizacin del producto por el trabajo asalariado se disfraza a
travs del salario de redistribucin justa o retribucin muy elevada
para la calidad del trabajo.
Condiciona tambin, porque las relaciones entre clases de carcter
econmico se transforma en una cuestin cualitativa en la conciencia, en
la cual los proletarios aparecen como individuos inferiores, vagos, poco
propensos al ahorro, etc. lo que acarrea un prejuicio racial: los negros,
los criollos en contraposicin al gringo o chacarero.
Ahora bien, esa diferenciacin, que puede inluir en la conciencia del pro-ductor en relacin con el asalariado, no aparece entre los productores de
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distintos estratos entre s. Si bien la riqueza aparece como una retribucin al
trabajo y al sacriicio, un productor chico es siempre un productor, mientas que un asalariado es otra cosa. As, salvo en la relacin entre los dos prime-
ros estratos, donde los semiproletarios aparecen como asalariados ms que
como pequeos productores, no hay fricciones entre productores, origina-
das en las deiniciones determinadas por la supericie de sus explotaciones. 3. Por tipos de tenencia de la tierra: En el territorio de coloniza-cin por apertura de tierras nuevas, el acceso directo al recurso hace que
las formas tributarias de tenencia no adquieran ni un gran volumen, ni se
conviertan en formas de exaccin de rentas. La razn es la gran superi-cie de tierras iscales.
Es as que la forma ms notoria de tenencia es la de los ocupantes isca-les, aunque sta ocupa principalmente los estratos de menor supericie. La forma dominante es la propiedad; aunque entre propiedad y ocupa-
cin aparecen una gama muy grande referida a distintos estadios de las
tramitaciones de la propiedad deinitiva. Lo importante es que el produc-tor chaqueo tiene todo el disfrute del producto de su trabajo, por lo me-
nos en la etapa referida al uso de la tierra, es decir, que salvo en contados
casos no paga renta a ningn terrateniente.
La importancia de la propiedad reside en que la tierra representa una
fuente garanta, para conseguir crditos bancarios. Es as que, para una
estratiicacin, la tenencia de la tierra no es determinante en este caso de estudio.
4. Por la supericie de la explotacin: Las explotaciones agrcolas aparecen en la realidad como un continuum de supericies sembradas, pero a los efectos de su conocimiento, en los datos censales se expresan
por cantidad de explotaciones en intervalos de cinco hectreas.
Aparecen intervalos que se destacan por la cantidad de explotaciones en
tanto la distribucin de tierras agrcolas se realiz en supericies de 100 hectreas, 50 y 25. Es un indicador importante a los efectos de agrupar
unidades continuas en alternativas discretas.
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LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
5. Por el carcter de la acumulacin: En este punto se sintetizan los factores anteriores y se pueden establecer en forma neta las catego-
rizaciones entre los productores rurales de las regiones algodoneras del
nordeste argentino.
Los tres sectores que se deinen netamente estn dados por los conceptos de: tasa de ganancia para los productores capitalistas; excedente para los
productores medios, y subsistencia para los pequeos y semiproletarios.
En general, el clculo capitalista est ausente como tal en los productores
algodoneros, es decir al nivel de ajuste del productor capitalista. Sealan
Archetti (1973) y DAlessio (1969) que no se toma en cuenta en general ni
la amortizacin de la maquinaria, ni los intereses del capital, ni la renta,
que ceden parte de su ganancia a otros sectores de la sociedad (interme-
diarios, etc), en la medida en que lo que importa es que la produccin
cubra las necesidades culturales de su familia, lo que determina el precio
como algo no objetivo. Al respecto es importante sealar la tarea mo-
dernizadora de las organizaciones agrarias a travs de los organismos
especializados (INTA, UCAL, etc.) que determinan los precios mnimos de
produccin para las campaas algodoneras del perodo siguiente, y los
precios mnimos para cubrir los costos de la campaa, que s se realizan
como clculos objetivos de insumos y amortizaciones.
La cuestin de la acumulacin establece una diferencia fundamental
entre la acumulacin capitalista y la acumulacin campesina. El campe-
sinado aparece como una economa mercantil que realiza transacciones
en el mercado en forma permanente. En este sentido su acumulacin mer-
cantil no se destina en general a un proceso de valorizacin del capital,
aunque pueda destinarse a la compra de herramientas o maquinarias (en
general no se destina a mejoras ijas).Es ilustrativo lo sealado por funcionarios del INTA, respecto del papel
educativo de la institucin, sobre la irracionalidad del comportamiento
de los campesinos que en poca de precios extraordinarios destinaban la
masa de dinero que reciban, a compras del tipo suntuario (muebles), auto-
mviles, viviendas en las ciudades o a conductas disipadas que poco
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LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
tienen que ver con el espritu del capitalismo.
Esto fue sealado tambin en una editorial de la revista de UCAL titula-
da Entre lo superluo y lo necesario donde comentan una exhortacin del Obispo Di Stfano que critica la compra de automviles, Los productores
acota el mensaje- saben que sus economas son inseguras; ya han tenido
tristes experiencias de embargos por no poder cumplir excesivos compro-
misos contrados. Debieran ser entonces ms previsores, sobre todo para
los prximos meses. (Revista UCAL N 179, Octubre de 1972, p.4)
La acumulacin capitalista, es decir la produccin del capital a travs de
la exaccin de plusvala y el reciclaje de la ganancia en capital en proceso
de reproduccin amplia, sera privativo de la empresa capitalista, que no
hemos terminado de veriicar en la produccin del algodn. (En el Chaco las explotaciones multifamiliares es del 1,7% para cultivos anuales y el
2,2% para la totalidad de los cultivos. (C.F.I., 1964, p.209)
Los grupos campesinos que podramos caliicar bajo una economa de sub-sistencia son aquellos cuyas explotaciones producen apenas para pagar
su fuerza de trabajo, y que la mayora de las veces no obtienen el valor de
un salario mnimo. Cultivan una supericie de algodn para obtener dine-ro que satisfaga necesidades que slo pueden ser adquiridas a travs del
mercado (vestimenta, utilera, elementos metlicos, etc.); y cultivan una supericie con productos de quinta para su propia alimentacin.6. Por las relaciones contradictorias con otros grupos sociales: ste es un tpico que deinira en forma precisa la adscripcin de deter-minados grupos a una clase social (y alguna proyeccin en trminos de
sus comportamientos). En particular cuando hablamos de ese amplio
sector de pequeos y medianos productores denominado campesina-
do, cuya universalidad obliga a precisar sus especiicidades regionales; por otra parte, es el sector social que para ser caracterizado necesita las
relaciones que establece con sectores urbanos. (Shaning,1975)
El grueso de los productores chaqueos son monoproductores indiso-
lublemente ligados al mercado a travs de la venta de sus cosechas y de
la compra de insumos productivos y en general de medios de subsisten
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LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
cia. As, la contradiccin principal se genera entre la masa de producto-
res y el grueso de la intermediacin capitalista. Esta contradiccin es en
parte razn de su existencia.
La razn de esta explotacin radica en la concentracin de la demanda
a travs del oligopsonio, en la dispersin de la oferta, en la atomizacin
de los oferentes y en la inlexibilidad de las respuesta ante los altibajos del mercado; todo ello hace que se desarrollen dos procesos en la varia-
cin de los precios: por un lado, una casi permanente secuencia cclica
de aos de buenos y malos precios dados por el exceso o la deiciencia de las cosechas anuales, que posibilita la acumulacin de stock de los
intermediarios y la industria; por otro lado, la apertura a la importacin
por parte tambin de los monopolios comercializadores.
La importacin se origina en la necesidad tcnica de un tipo de ibra que en la Argentina no se produce (o se produce poca cantidad). Ahora
bien, la importacin de cantidades muy superiores a las necesarias as
como la importacin de otras calidades de ibra, son los factores que pro-ducen la distorsin de este mercado interno, ya que origina el deterioro
permanente de los precios.
Otro factor que maniiesta contradicciones entre los sectores indus-trializados y los productores es la tendencia permanente a la degrada-
cin de los trminos de intercambio entre el campo y la ciudad. Cada vez
ms, disminuyen los precios de productos agrcolas y se encarecen los
insumos: fertilizantes, semillas tratadas, utilera, combustibles, etc.
Una caracterstica esencial de la pequea produccin agrcola es que
cclicamente absorbe y expulsa mano de obra: la absorbe en perodos de
buenos precios, en los cultivos estacionales para completar el trabajo esta-
cional; la expulsa cuando no logra reproducir las condiciones mnimasde
subsistencia. En este sentido, la pequea produccin agrcola es un re-
servorio de mano de obra ya que, si bien expulsa casi permanentemente
poblacin (por ejemplo familiares), en poca de expulsin masiva deter-
mina sobre los centros industriales la presin de masas de mano de obra
lotante que puede reducir los salarios, con el exceso de oferta en forma32
LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
de desocupados. Las contradicciones que se originan en el interior del
sector agrario se maniiestan a varios niveles. El ms general compren-dera las relaciones de los productores algodoneros con los productores
ganaderos y de granos de la pampa hmeda, en lo referido al manejo de
las instituciones corporativas. La poltica agropecuaria nacional est en
manos de estos grupos de poder Sociedad Rural, CARBAP y FAA-, sobre
quienes reposa la presin ejercida sobre el estado para las decisiones de
carcter econmico referido al sector. Las polticas de devaluacin, en
general han favorecido a los sectores exportadores, y han afectado en
forma directa a los productores vinculados con el mercado nacional.
Las contradicciones que se pueden generar entre los estratos (gran-
des, pequeos y medianos), si bien no tienen carcter principal, consti-
tuyen modiicaciones en la estructura productiva y nuevas relaciones de explotacin, en la dinmica de los procesos sociales a mediano plazo.
Las crisis de largos perodos de depresin en los precios afectaron la
produccin agraria con algunas modiicaciones de su matriz original. En general signiicaron la lucha por la permanencia de los productores como tales, o la permanencia en la tierra que haban abierto en su pero-
do de asentamiento.
Se presentan aqu tres alternativas: la primera, el aumento de la auto-
explotacin de la mano de obra familiar a travs de la progresiva dismi-
nucin del salario; la segunda, la posibilidad de perder, es decir dejar la
actividad agraria; y la tercera, la de expandirse a costa de los que perdie-
ron. Este proceso de expansin puede darse con la compra de campos, o
por formas de arrendamiento en dinero o aparcera capitalista, o por la
explotacin por cuenta de terceros.
Otra fuente de contradiccin es la relacin de los productores con el
semiproletariado rural: es decir con los propietarios minifundistas.
Es importante hacer notar como caracterstica, que en general la gran
explotacin capitalista tiende a generar proletarios rurales; mientras la
pequea explotacin familiar genera minifundistas semiproletarios, mu-
cho ms que el latifundio. En nuestra regin, el mayor volumen de la
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LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
mano de obra lo absorbe este estrato de productores. La relacin tpica
es patrn-asalariado; en apariencia esto debiera caracterizarla como una
relacin capitalista, pero los estudios muestran que tal relacin se pare-
ce a la situacin de explotacin del empleado por un empleador en las
relaciones de tipo mercantil.
Las caractersticas formales de esta relacin crean condiciones que
pueden aumentar en parte las tasas de explotacin: parte del salario es
pagado en especies (alimentos, bebidas, etc.) que el dueo de la chacra
adquiere en la cooperativa o en la ciudad. En el pasado era comn aplicar
un recargo sobre el precio, al obrero. Esa prctica desapareci con la es-
casez de mano de obra y hasta lleg a revertirse en explotaciones de ma-
yor supericie, por la conveniencia de asegurarse la mano de obra para prximas campaas, apenas empezada la cosecha. El salario se paga a
destajo, por bolsa; trabajan el cosechero y su familia. El alojamiento co-
rre por cuenta del chacarero en instalaciones montadas para tal in. Esta mano de obra se organiza sindicalmente en la Federacin Argentina de
Trabajadores Rurales y Estibadores -FATRE-, pero su ailiacin no mani-iesta ndices muy altos, esencialmente en la mano de obra estacional.
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LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
Productores en Lucha: las Ligas Agrarias
Qu son las Ligas Agrarias ?...
Un movimiento gremial y de concientizacin (Documento Qu son las Ligas Agrarias).
Un movimiento de masas propio de los campesinos de la Ar-gentina (Carlos S. Pccoli, en un reportaje del peridico La Co-muna, citado por Ferrara, 1970)
Un gran movimiento de caractersticas vivenciales destinado a crear conciencia en los agricultores de sus problemas y aler-tarlos sobre las soluciones. (Obispo Distfano, Documento El campo de Pie)
...que las Ligas Agrarias son la organizacin de todas las familias del campo que juntas lucha por un maana mejor (El Campesino N 4, p. 7)
Estas cuatro deiniciones muestran, aparte de distintas visiones, una ambigedad en el objeto en s. No termina de coincidir totalmente con
los modelos habituales ni de organizacin gremial, de organizacin agra-
ria, ni de partido, pues tiene elementos de cada uno de ellos.
Es as que para comprender en profundidad el fenmeno debemos
analizar sus mltiples determinaciones. Para ello incursionaremos tan-
to en aspectos documentales como en sus acciones concretas.
Esta parte es un captulo de la investigacin Conlictos sociales en el agro Chaqueo. Movilizacin y Conciencia Campesina, realizada como tesis de grado para la Maestra en Sociologa Rural del Curso Avanzado de Sociologa Rural, organizado por el Consejo Lati-noamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y el Centro Paraguayo de Estudios Sociolgicos (CPES). Fue realizada en el Departamento de Planeamiento de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional del Nordeste, a lo largo de 1974 y presentada en enero de 1976. Fui dirigido por el C.P.N. Horacio Sormani a quien debo la gratitud de haber sido el maestro de mis comienzos como investigador.
A lo largo de este trabajo hacemos referencia en particular a las Ligas Agrarias Chaque-
as, de eso trataba la investigacin de referencia.
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LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
Nos concentraremos en:
Los objetivos explcitos y mtodos de trabajo Los instrumentos de la lucha El carcter de las reivindicaciones La caracterizacin de los enemigos Alianzas Dialctica frente a otras instituciones Gnesis y representatividad de las Ligas Agrarias Chaqueas
1. Objetivos explcitos y mtodos de trabajoEn los Estatutos, de las Ligas Agrarias Chaqueas encontramos, ade-
ms de los objetivos explcitos, las concepciones poltico-ideolgicas
que constituan la argamasa del movimiento, por lo que se hace necesa-
rio analizarlos en forma exhaustiva.
En el ttulo IV, De los Fines, el artculo 4 (primero de este ttulo) dice:
Asegurar la toma de conciencia permanente en todos los ailiados, de los distintos problemas que afectan el desarrollo integral de la familia
campesina en lo econmico, social y educativo, denunciando las injusti-
cias y atropellos que se cometan.
Este primer punto resume sin reservas en su enunciado los dos ele-
mentos que caracterizaron a las juventudes catlicas en la dcada del 60
vinculadas con el movimiento tercermundista. Hay un cierto mesianismo
que ubica los dirigentes en un nivel diferente de la masa, por el cual es
necesaria la creacin de conciencia en la masa, a partir de sus experien-cias y el papel analtico de sus dirigentes. La relevancia de este objetivo
est dada por aparecer como primero e inclusive en su propia deinicin (entidad gremial y de concientizacin agraria). Este factor -saban los promotores-, sera el nico que podra asegurar la continuidad de la orga-
nizacin y la posibilidad de llevar a cabo medidas radicales.
Cabe reconocer que este elemento, junto a las decisiones democrticas,
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LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
fue el puntal que mantuvo la conianza en la organizacin y la convoca-toria sostenida.
El otro elemento es el relativo a las injusticias y atropellos. ste tam-bin pertenece a la ideologa de consumo de los jvenes cristianos y es
-en la ideologa del campesino- junto con la razn frente a los hechos
(eso nos demuestra que tenamos razn) uno de los elementos que de-inen todas las situaciones; ambos son los patrones de valoracin de su accin. Absolutamente todas las situaciones se generan en un estado de
injusticia y todos los logros se orientan a demostrar que el grupo tena
razn.
Esto es lo que permitir en todo momento establecer un cuestiona-
miento a las instituciones y a los funcionarios, aun a niveles tal alto
como la Presidencia de la Nacin. Los instrumentos alienantes en que
se convierten las instituciones ms all de las voluntades, pueden ser re-
pudiados, criticados y combatidos a partir de demostrar que actan sin
justicia y cometen atropellos. Los dirigentes adquieren una mayor vala
frente a las victorias, no por stas en s, sino porque detrs de ellas los
asiste la razn y la justicia.
Esta terrenalizacin de la justicia por parte de la iglesia del tercer mundo, es a nuestro entender el punto clave del apoyo por parte de las
masas de los oprimidos de Amrica Latina.
Tambin en los ines, en el artculo 5 podemos leer Constituir las Ligas como instrumentos de control y defensa de los intereses econmicos y
sociales de los agricultores, principalmente del sector ms necesitado.
En ese prrafo se ve el carcter gestionario que asumen desde un prin-
cipio como parte de una poltica constructiva, sin exclusin de ningn
factor que pueda signiicar presin poltica sobre los organismos que ma-nejan decisiones. Este carcter gestionario aparece como hecho que pre-
domina primara en sus acciones, y como rasgo que procurar diferenciar-
los del rol que asume, por ejemplo, la Federacin Agraria Argentina, cuyas
gestiones son privativas de la organizacin en sus diferentes niveles.
En el artculo 6. Con absoluta libertad de decisin buscar el desarrollo
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LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
integral, la formacin y la participacin activa del campesinado en la
decisin de la vida del Chaco, con personalidad propia, con visin de un
cambio autntico, con sentido nacional y popular.
Llegamos al punto donde este movimiento plantea plasmarse en fac-
tor de poder frente a la poltica originada en el mbito urbano y margi-
nadora de los sectores rurales. ste es tal vez el carcter ms importante
de los ines, en la medida en que plantea un quiebre del clientelismo y la posibilidad de control directo de la gestin del gobierno. Aqu habra un
trascender del mero carcter gremial (entendido ste como organismo
que negociara las tasas de explotacin) para asumir un carcter de gre-
mio gestionario o gremio en accin poltica, ms parecido a una central
empresaria o a un partido sectorial. El prrafo inal (con visin...) con-tiene los tres elementos que ponen las notas de origen y destino de los
dirigentes del movimiento: el reformismo, el nacionalismo y el populismo.
Artculo 7. Fomentar la agremiacin de todos los agricultores. Su
contenido sera obvio si los otros objetivos no primaran sobre ste y no
dieran un carcter distinto a la organizacin; en el desplazamiento de
uno a otro, radica la importancia del anlisis de la historia de la organiza-
cin en diversas coyunturas.
Artculo 8. Propiciar una renovacin del cooperativismo y la creacin
de cooperativas de produccin. Dos elementos subyacentes en este p-
rrafo: una crtica al cooperativismo que se burocratiza, y el postulado de
cooperativas de produccin como mxima actitud socializante de esta
organizacin.
Artculo 9. Constituir con todos los sectores de la produccin un
frente amplio contra los monopolios. Aqu, en la estructura estatutaria
se precisa un enemigo principal derivado de lo que consideran la contra-
diccin principal en trminos de grupo social. La lucha es sobre todas las
cosas antimonoplica; los otros enemigos son contingentes o posterga-
bles en la medida en que pueden llegar a ser aliados.
En este punto podemos relexionar sobre la caracterstica principal de este grupo de productores ligados indisolublemente al mercado capita
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LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
lista y al tipo de explotacin. El problema del latifundio en estas tierras
es de una gravedad distinta de aquella que puede llegar a conigurar una forma productiva (como en los pases andinos). No obstante, el terrate-
niente es un enemigo potencial y en algn momento ese enfrentamiento
ocurre (por ejemplo, en la denominada marcha de las vacas).
Otro punto referido a objetivos inmediatos es la necesidad de consti-
tuirse, crecer y extenderse: aparecen aqu los elementos que remarcarn
dos aspectos sealados en los ines: lograr por medio de un funcio-namiento orgnico la creacin de estudios profundos de los principales
problemas que afectan al campo a in de presentar las soluciones ante los organismos correspondientes.
En ste aparece el carcter gestionario y el propsito de fomentar la
capacitacin en todos los aspectos que se crea necesaria, de los ailiados y principalmente de la juventud de ambos sexos, con el in de acrecentar la capacidad de decisin, participacin y conduccin de campesinos.
De aqu, tres elementos: el factor educativo, la preeminencia de los j-
venes y las mujeres y en forma subyacente el reconocimiento; y la nece-
sidad de eliminacin del carcter cuasi exgeno de la direccin.El punto ms importante de analizar respecto de los objetivos de estas
organizaciones, es que, en la medida en que asumen una cierta multipli-
cidad de ines, no excluyentes, proyectan la organizacin ms all de los lmites que, por ejemplo, apareceran si fueran solamente una organiza-
cin sindical. Es lo que las convierte en una organizacin original.
2. Instrumentos de la luchaEn este punto trataremos de explicitar en forma cronolgica los ins-
trumentos que se fueron incorporando en los distintos momentos de los
enfrentamientos que fueron la razn de existir de esta organizacin.
El instrumento ms tradicional ha sido y es la concentracin agraria.
Es la forma tpica de movilizacin agraria practicada desde comienzos de
la lucha de sectores agrarios en Argentina , a la que las Ligas Agrarias
Es el sello caracterstico de la Federacin Agraria Argentina.29
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LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
agregaron una nota singular: la participacin de un gran nmero de ora-
dores y los planteos de los problemas en forma de intercambios entre la
masa reunida y los oradores. Las expresiones formales fueron los Cabil-
dos Abiertos del Agro.Grita lo que sientes!, fue la consigna convocan-
te. Ese gritar fue gritar la crtica y el apoyo a los oradores, que la masa de
productores adquiri como prctica constante en los actos con presen-
cia de autoridades, gobernadores y hasta el Presidente de la Nacin.
Otra medida acostumbrada fueron las marchas -luego o antes de las
concentraciones- como manifestaciones en los pueblos o avance hacia
los lugares de reunin, a pie o en vehculos. Parecida medida es la ocu-
pacin pacica de las ciudades en la que solicitan adhesin de comer-ciantes con el cierre de negocios y la adhesin de la poblacin que en
general es espontnea.
Una instancia particular de las marchas es la marcha hacia la Capital.
Las marchas se realizan en momentos pico de las crisis, y se maniiestan ante la casa de gobierno, entregando petitorios, decisiones de cabildos,
etc. La marcha hacia la capital es un instrumento eicaz para dar gran tras-cendencia a la protesta y cuestionar la falta de apoyo de las autoridades.
Otra medida relevante que desarrollan las Ligas es la decisin de no
pago de crditos ni documentos bancarios. Se trata de otro desafo indi-recto al orden para lograr sus ines, en la medida en que ejercen presin a travs de los bancos nacionales y provinciales, y porque esa medida
obliga a las entidades bancarias, a hacerse partcipes de las soluciones.
El paro agrario se conigura como una medida de mucha fuerza y re-quiere un considerable nivel de conciencia y gran capacidad organizativa,
a pesar de que se presenta como un no hacer. No trabajar en tareas agr-colas; no enviar a los hijos a la escuela; no ir al pueblo ni ciudades el tiempo que dure el paro; no efectuar compras, ventas, transacciones. La potencia de esta medida reside en mostrar a la sociedad el peso del productor en
trminos de consumidor de mercancas, de servicios, etc.
Estos paros incorporaron una accin de singular violencia como fueron
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LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
los cortes de caminos y rutas formando piquetes de asociados y productores.
Una instancia ms violenta fue el piquetear los comercios urbanos
(previa adhesin de sus centrales empresarias) y la adopcin el arrojo
de miguelitos, clavos doblados que pinchan los neumticos y cortan el
trnsito en rutas y caminos.
La prohibicin de venta de productos a desmotadoras y comercializa-
dores, la quema del algodn en seal de protesta: el corte de ruta y la
quema de la carga de camiones por los piquetes constituyen medidas
tomadas en el transcurso de las luchas liguistas.
En general, las medidas tomadas -como ya lo sealbamos-, se con-
sultaban a las bases a travs de cuestionarios que circulaban con cierta
anticipacin a travs de todas las colonias adheridas a las Ligas Agrarias.
Importa puntualizar que todas las medidas de fuerzas fueron precedidas
por un extenso intercambio de memoriales y entrevistas con el gobierno,
a in de agotar las instancias pacicas para solucionar los problemas y crear en la conciencia del grupo la necesidad de medidas ms radicales.
En general, las medidas tomadas -como ya lo sealbamos-, se con-
sultaban a las bases a travs de cuestionarios que circulaban con cierta
anticipacin a travs de todas las colonias adheridas a las Ligas Agrarias.
Importa puntualizar que todas las medidas de fuerzas fueron precedidas
por un extenso intercambio de memoriales y entrevistas con el gobierno,
a in de agotar las instancias pacicas para solucionar los problemas y crear en la conciencia del grupo la necesidad de medidas ms radicales.
Los instrumentos que fueron esenciales para el desarrollo de estas lu-
chas fueron los medios de comunicacin, principalmente la prensa. Se
inicia la difusin con volantes, carteles y folletos que tienen el objetivo
permanente de concientizar y llevar las discusiones internas a las colo-
nias. Se abordan temas agrarios y generales. Un ejemplo de los ms sig-
niicativos fue un campesino informado vale por dos en el que se ana-lizaban los intereses que hay detrs de las empresas ligadas a la prensa
argentina e internacional a travs de las agencias de noticias, o aquellos
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LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
volantes que en forma de dilogos y conversaciones entre dos campe-
sinos hipotticos informaban, por ejemplo Qu son las Ligas Agrarias?
Estos folletos aparecieron en todas las ligas que se formaron a posteriori
en el pas. El punto ms relevante lo alcanzaron con la edicin de El Cam-
pesino, prensa peridica que cumpla todos los objetivos, generalizaba las experiencias, tanto en el interior de la provincia como de las otras
Ligas, cumpla una labor educativa (por ejemplo sanitaria con consejos
mdicos) realizaba denuncias, etc.
En otras situaciones desarrollaban ciertos enfrentamientos coyuntu-
rales y desplegaban instrumentos originales. Uno de ellos fue la deno-
minada Marcha de las vacas que consisti en arrear animales de gana-
deros invasores de terrenos cultivados. La medida fue arrear el ganado
hasta el centro del pueblo. Este enfrentamiento adquiri un primer mo-
vimiento gestionario y expropiatorio, en relacin la disputa por el uso de
las tierras entre fracciones en conlicto.3. Carcter de las reivindicaciones
El elemento que puede dar una gran fuerza a las Ligas Agrarias y que
constituye un factor de incorporacin de adherentes, de movilizaciones
y apoyo, es la posibilidad de centralizar, uniicar y plantear en forma casi total las reivindicaciones del sector agrario.
A in de no perdernos en largas listas y para caracterizarlas, estableci-mos tres categoras de reivindicaciones: las coyunturales, las estructura-
les y las normativas.
Caracterizar las primeras no conlleva problemas: reivindicaciones co-
yunturales son todas aquellas que devienen de la situacin particular del
momento presente. Son coyunturales aquellas medidas que determinen
cambios que no afectan la existencia del grupo social y que no modiican las relaciones de produccin.
Las relaciones estructurales tenderan a modiicar algunos de esos as-pectos.
Las reivindicaciones normativas, en cambio, pueden llegar a confun-
dirse con ambas, pero hacemos la salvedad de que corresponderan a
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LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
aquellas que en el plano de la poltica estatal son impulsadas por los
productores para -en un supuesto carcter arbitral del estado-, crear con-
diciones positivas hacia sus intereses.
Las reivindicaciones coyunturales son una constante en todas las
campaas cuya deinicin favorable o no, determinan la victoria o derro-ta de los productores movilizados, la convocatoria y el fortalecimiento
de la organizacin.
Sus temas son: precios y crditos. A lo largo de los aos de lucha de
los campesinos enlazados con el mercado y los productores mercantiles,
estas reivindicaciones ocupan el primer lugar en cuanto se reieren a la disputa de sus ingresos con otros grupos sociales. En la lucha de las Li-
gas, todos los aos aparecen como precios mnimos, sostn y mviles
compensatorios para el algodn en bruto, ibra y todos los productos del agro . Acompaan estas medidas, las referidas a los precios de los insu-
mos, que se mantenga la capacidad adquisitiva en relacin con sus in-
gresos as como la congelacin de los precios de los artculos de primera
necesidad y los combustibles.
Tambin en el aspecto que corresponde al papel del productor como
comprador de mano de obra, reivindican ijacin de precios de la reco-leccin y carpida, conjuntamente con el del algodn.
En lo referido a los aspectos crediticios, la ms general de las reivin-
dicaciones expresa: lneas de crditos para el agro que se extiende a
la ampliacin de crditos para las cooperativas. Ya como producto de
la crisis y como medidas imprescindibles para su supervivencia, constan
las reivindicaciones relativas a deudas atrasadas: congelamiento de las
deudas bancarias en un plazo no menor de cinco aos y paralizacin de
los juicios por embargos.
Los textos encomillados fueron extrados de documentos de las Ligas Agrarias.30
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LA LARGA MARCHA DE UN PROCESO SOCIAL DE CONOCIMIENTO
Las medidas coyunturales relativas a cuestiones locales -apoyo a los
reclamos de los indgenas o las relativas a equipamiento escolar o sanita-
rio- completaran el panorama de estas reivindicaciones.
Las reivindicaciones estructurales aparecen ya avanzado el movi-
miento. En las primeras etapas slo las hay en tres rubros referidos a pro-
blemas inmediatos, cuyas modiicaciones aparecen bastante limitadas: Prohibicin de importacin de ibras, tejidos y confecciones .De-
cimos que son estructurales porque obligan al estado a llevar ade-lante polticas proteccionistas para la rama textil.
Expropiacin de los grandes latifundios, Bunge y Born, Noetinger Lepetit y otros que estn ocupando las mejores tierras de nuestra
provincia.
Aquellas referidas a la descentralizacin industrial pidiendo po-lticas que favorezcan la instalacin de industrias en la zona de produccin, tendientes a modiicar en algn aspecto la centrali-zacin industrial.
Las reivindicaciones normativas ocupan la mayor parte del espectro.
En general no cuestionan sino aspectos parciales referidos al manejo de
la legislacin de las instituciones, o cuestionan la conduccin d