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LA LUMPENBURGUESÍA . Y LA VERDAD ESPIRITUAL SUPERIOR 1. Si Goethe hubiera vivido en nuestra época algún día le hubiera dicho a Eckermann: Présteme atención, le confesaré cuál es el gran secreto de la historia europea. En las rebeliones y las revoluciones, el pueblo luchó en las barricadas y derrocó al antiguo régimen, pero los frutos de la victoria se los"llevaron otros. El pueblo llegó tarde, el espacio vacío lo ocuparon y lo emplearon en favor de sus propios i n - tereses las fuerzas que son capaces de organizarse y que con la velo- cidad del rayo ocupan los principales puestos, las funciones, los em- pleos rentables, las posiciones influyentes. Por eso, después de cada uno de esos cambios, que van acompañados por la euforia inicial, antes o después vienen la desilusión, el desencanto, el escepticismo y también, por desgracia, la indiferencia. Pero llega también el mo- mento adecuado para la reflexión, del que pueden surgir proyectos liberadores o grandes obras de arte. La premisa indispensable de todas las visiones y de la imaginación creativa es por supuesto el análisis o el arte de leer. La miseria de la actualidad consiste en que la gente no sabe leer y, por eso, tampoco sabe vivir. El analfabetismo modernista la obliga a malvivir en medio del confort y del aluvión informati- vo. L a filosofía investiga y describe este envilecimiento propio de nuestra época. La filosofía es un arte que tiene tres facetas: el arte de leer, el arte de preguntar y el arte de vivir. La filosofía no es una actividad artística, es una habilidad y una destreza del alma. El filósofo es solamente un artesano—¡solamente! ¡Qué honor, qué honra!—"que pasa p'dr anos' deformación y adiestramiento;'solo' con su obra, con su análisis de las experioncias.de su época y d e j a realidad en su conjunto se hace digno de recibir el título de apren-

La Lumpenburguesia

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L A LUMPENBURGUESÍA . Y LA VERDAD ESPIRITUAL SUPERIOR

1. S i Goethe h u b i e r a v i v i d o en nuestra época algún día le h u b i e r a dicho a E c k e r m a n n : Présteme atención, le confesaré cuál es e l g r a n secreto de la h i s t o r i a europea. En las rebeliones y las r evo luc i ones , el pueblo luchó e n las barr icadas y derrocó al antiguo rég imen, p e r o los frutos de la v i c t o r i a se los"llevaron otros. E l pueblo llegó t a r d e , e l espacio vacío lo o c u p a r o n y lo emplearon en favor de sus p r o p i o s i n ­tereses las fuerzas q u e son capaces de organizarse y que con l a ve l o ­cidad del rayo o c u p a n los principales puestos, las funciones, los e m ­pleos rentables, l a s posiciones influyentes. Por eso, después de cada uno de esos cambios , que van acompañados por la eufor ia i n i c i a l , antes o después v i e n e n l a desilusión, el desencanto, e l e s cept i c i smo y también, por desgrac ia , la indiferencia. Pero llega también e l m o ­mento adecuado p a r a l a reflexión, del que pueden s u r g i r p royec tos liberadores o g r a n d e s obras de arte. La premisa ind ispensab le de todas las vis iones y de la imaginación creativa es por s u p u e s t o e l análisis o el arte de leer.

La miser ia de l a a c t u a l i d a d consiste en que la gente n o sabe leer y, por eso, t a m p o c o sabe viv ir . El analfabetismo m o d e r n i s t a la obliga a m a l v i v i r e n medio del confort y del aluvión i n f o r m a t i ­vo. La filosofía i n v e s t i g a y describe este envilecimiento p r o p i o de nuestra época. L a f i losofía es un arte que tiene tres facetas: e l a r t e de leer, el a r t e de p r e g u n t a r y el arte de v iv ir . La filosofía n o es una act iv idad ar t í s t i ca , es una habilidad y una destreza d e l a l m a . E l filósofo es s o l a m e n t e u n artesano—¡solamente! ¡Qué h o n o r , q u é honra!—"que pasa p'dr anos' deformación y a d i e s t r a m i e n t o ; ' s o l o ' con su obra, con s u aná l i s i s de las experioncias.de su época y d e j a realidad en su c o n j u n t o se hace digno de recibir el título de a p r e n -

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diz y prepararse para el e x a m e n de maestría, A diferencia de otra especialidades como arar , c u r a r , c a v a r pozos, hacer féretros o «un poner música, el artesanado f i losófico es universal , forma parí» de la esencia del hombre. La p r o p i a h u m a n i d a d del hombre se \amenazada siempre que el a r t e de p r e g u n t a r , el arte de leer y «I arte de v i v i r en la verdad caen e n e l o lv ido o son sustituidos pm sucedáneos.

La filosofía comienza con e l a s o m b r o , pero también nace de la pregunta y la perplejidad. L a sabidur ía fundamental de Sócrates dice: mientras no nos habíais p r e g u n t a d o , pensábamos que sabía mos lo que eran la verdad, la be l l eza , e l t iempo y la democracia, pero ahora, después de vuestra p r e g u n t a , nos quedamos perplejos. Q ideólogo, en cambio, lo sabe todo , t i e n e respuestas preparadas para cualquier pregunta. Y su respues ta no sólo está preparada, está lis­ta, alistada a par t i r de f u n d a m e n t o s ideológicos, es u n producto de confección ideológica. U n m i n i s t r o sabe de antemano lo que debe responder, su función no es c o m p a t i b l e con la perplejidad, su repu­tación se vería afectada. Pero lo q u e a l ministro le es ajeno es un privilegio para el filósofo, que no se avergüenza de caer una y otra vez en la perplejidad, de no saber qué hacer; por eso pide consejo, se deja aconsejar. ¿Quién le da consejo? L a determinación esencial del yo es la conversación. E l yo es u n a conversación, no una charla. En la charla nadie le presta atenc ión a l otro, solo procura exhibir su ingenio, su chispa, lo que sabe, lo in f o rmado que está. E l yo es una conversación en la que uno h a b l a y e l otro escucha, uno pregunta, el otro contesta y así se t u r n a n e n las preguntas y las respuestas guiados por una sola intención, a v e r i g u a r la verdad. Pero el yo que pregunta y el yo que responde no son dos personas dist intas, son un solo yo que se constituye en la conversación. En eso se diferencia del M E R C A D O , donde cada uno i m p o n e s u idea y obliga a l otro a aceptar -su opinión.

2; En el congreso deescritores d e 1967 hablé de u n "^an . in te lec tua l . . checo del siglo xv". Hoy elegiría o t r a s palabras. Le rendiría honores a un cristiano bueno y valeroso. L a grandeza histórica de este hom­bre es indudable, se mantendrá y será patente por más que pasen

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los siglos. Por eso no hay decisión de n inguna c o m i s i ó n investigado­ra que l a ponga en causa, la disminuya o la a g r a n d e . L a frase del arzobispo de Praga respecto de que "Jan H u s p r e d i c a b a herejías" y sus o p i n i o n e s acerca de que cuanto más a l t o es e l puesto que se ocupa e n la jerarquía eclesiástica más cerca se es tá de Dios son una lograda aportación a la actual farsa checa.

C u a n d o los intelectuales no son fieles a su mis ión , a su función, a su of ic io , y j u e g a n a ser salvadores, defensores, a d i v i n o s o caen aún más ba jo y , siguiendo el ejemplo de las estre l las de c ine , se dedican a aparecer e n los medios de comunicación, en ta l e s momentos de de­clive sa le a r e l u c i r un tema salvador: el papel de los intelectuales en la soc iedad. Se organizan simposios, conferencias y congresos en los que los inte lec tua les compiten por demostrar q u i é n d ice frases más ingeniosas sobre lo que piensan de sí mismos, sobre l a valoración de su propio r o l . Se miran a sí mismos con admirac ión , deslumhrados por l a f a m a o l a popularidad, escuchan con atención sus propios dis­cursos, se s i enten importantes. Han caído en e l n a r c i s i s m o y por eso les cues ta t r a b a j o valorar la situación, s o b r e s t i m a n s u significado; e m b r i a g a d o s por la sensación de estar i n g r e s a n d o e n los eternos anales de l a h is tor ia , en realidad no hacen s ino p o n e r su firma al pie de l o que exige una provisionalidad s u p e r f i c i a l . Inc luso autores i m p o r t a n t e s pueden cometer errores a l c o m p a r a r lo que no tiene p u n t o de comparación. En una obra de ficción cuyos protagonistas son persona jes históricos, Dürrenmat sitúa a W a l e s a e n el papel de Hus . E l malentend ido es de grandes proporciones. H u s no es Walesa y W a l e s a no es Hus. Sus fines, y por eso también sus comienzos, son d i s t i n t o s .

U n a persona culta demuestra su c u l t u r a c u a n d o sobrepasa las l i m i t a c i o n e s de una secta intelectual . U n a persona c u l t a demuestra su fidelidad a la cultura cuando es capaz de e s c r i b i r : " E l mundo r e p r u e b a lo más hermoso que hay en e l h o m b r e . . . A l que no corre con e l r e b a ñ o en busca del pesebre se lo c r u c i f i c a . " " S i somos men­digos e l m u n d o adquiere para nosotros u n s i g n i f i c a d o m u y dist into" (una graneiscritorá checa escrímóestó frase e n a l é m á i i ) ? : •

3 B o z e n a N e m c o v a , gran escritora, pensadora y patriota c h e c a de l siglo xix.

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Como producto de s u época , el intelectual de nuestro t i e m p o se esfuerza por hacerse v i s i b l e , ignora que la esencia del hombre no es mostrarse sino ser.

3. "Hacer(se) v is ib le " es u n a de las frases más habituales de la capa dominante actual . Es i n t e r e s a n t e comparar el modo de h a b l a r de l a burocracia depuesta c b n e l i d i oma de los gobernantes actuales. L o s administradores del s o c i a l i s m o real extraían su léxico de la técnica y la tecnología a n t i c u a d a s de l siglo xix: férreas leyes de l a h i s t o ­r ia , correas de transmis ión , ingenieros de almas o, sin i r más le jos , equipos de fútbol como los Mineros de Ostrava o la Locomotora de Pilsen.

E l establishmeat a c t u a l le sigue el r i t m o a l progreso y por eso prefiere palabras p r o v e n i e n t e s de la óptica o del teatro: p a n o r a m a político, caso espectacular , espectro político, escenario catastrófico, enviar señales, hacerse v i s i b l e . Los políticos y los periodistas, s i e m ­pre bien informados, no se d a n cuenta de lo que revelan inconsc ien­temente sobre sí m i s m o s , de las intimidades secretas de l a época (top secret) que desve lan a l emplear esta terminología y no ser capa­ces de librarse de e l l a .

Debemos t o m a r a l p i e de la letra las palabras que emplea l a élite dominante y p r e s t a r atención a lo que en realidad quiere dec i r . E l que se hace v i s ib le p o n e de manifiesto que quiere ser v i s t o per ­manentemente, que q u i e r e despertar interés, que intenta a t r a e r l a atención del público y desempeñar así un papel importante. E l q u e no se hace ver, el que p i e r d e la atención de los medios o es e x p u l s a ­do de ellos se c onv ie r te e n u n sujeto marginal , en una sombra . S e r significa mostrarse y parecer . La apariencia es lo real, el ser es u n a abstracción i r r e a l .

E l personaje c e n t r a l de la época es el showman. Su aparic ión marca el final de la c u l t u r a . L a cultura nos arranca de lo m a n i d o , de lo aparentemente obv i o , de l a desmemoria (recuerda, hombre, q u i é n eres de yerdadX.de. Jo c o r r i e n t e , de Jo x rutinarip, .y nos ofrece una.es^ táñcía poética en la t i e r r a . L i b e r a á lá gente de un medio en e l que , rodeada de confort,, con p r i s a s por hacer carrera, por obtener pues ­tos y cargos, malvive, L a c u l t u r a significa: hay un tiempo p a r a l a

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tr isteza y otro para la alegría, u n t i e m p o p a r a el trabajo y otro para el descanso, un tiempo para la l u c h a y o t r o para la reconciliación; pero la época de los showmen pone fin a esta diferencia l iberadora. Todo es de color gr is , indi ferenciado, i n d i f e r e n t e , f íoy el showman se muestra (delante de las cámaras) su fr iendo ante el féretro de u n amigo, pero mañana mismo aparecerá (delante de Jas cámaras) sonriendo en la fiesta que organiza su h i j a . E l estilo y el ritmo de la v ida son determinados y dictados desde e l exterior . Quien pretende ser alguien, debe tener imagen.

La imagen es una máscara p o s m o d e r n a . Desempeña la función de las ideas y los ideales que h a n de jado de valer, que se h a n des­gastado. La imagen lo es todo y lo d o m i n a todo, a veces vale más que recuperar la propiedad de u n edi f ic io . U n a imagen bien hecha, una imagen a medida, vale su peso en oro.

E l que se hace ver crea (como u n a r t i s t a ) su propio retrato y se lo muestra al público. La sociedad se c o n v i e r t e en una serie de retratos (imágenes) que representan y r e m p l a z a n a la gente de carne y hue­so. Se hace muy popular un nuevo j u e g o , e l juego de los retratos. La sociedad desciende a l nivel del juego con los retratos , del juego de los re tratos , de la competitiva comunicación e n t r e ellos.

La imagen surge de la conjunción de dos elementos distintos: hacerse visible y estar hecho. U n abogado as tuto que ha comprendi­do la "transformación económica" como u n a estupenda oportunidad p a r a hacerse rico y ha comprado a t i e m p o edificios baratos para venderlos caros en el momento adecuado aparece de pronto ante los medios "hecho" un hombre de p r i n c i p i o s , con un considerable sent ido de la just ic ia . Los medios de comunicación han convertido de u n día para otro a un esforzado o f i c i n i s t a en un importante líder político; a una periodista casi desconocida la ascienden de repente a l puesto de novena o décimo-quinta dama de l país (de la república, de la monarquía, del imperio), la persona en cuestión acepta e l rol a t r i b u i d o , se instala en él y juega a ser u n a dama. • ... _% Aquí es donde se demuestra cuál .es Ja- diferenGÍa^fundamen£al.. e n t r e el showman y el actor. U n ac tor no.se hace pasar por rey o por celoso sino que en u n espacio d e t e r m i n a d o , e n ' u n escenario t e a t r a l , -actúa, representa a u n rey, a H a m l e t o a Mefistófeles. Emcambio el

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showman c o n v i e r t e la realidad en su escenario, se hace ver , juega con uno o c on o t r o , hace de persona encantadora, de conocedor, de profeta.

Con los ac tores de los que dispone y que n a t u r a l m e n t e produce para c u b r i r sus necesidades, la época actual no puede p o n e r en esce­na más que u n a farsa, nunca una tragedia o una c o m e d i a . .Provista de la más m o d e r n a técnica es capaz de todo, pero le f a l t a e l sentido de lo s u b l i m e , d e l humor , de lo sacro: es s implemente u n a farsa. La farsa c o n s t i t u y e e l contenido más íntimo de su vac i edad .

T r a s u n b r e v e periodo en el poder, el actual e q u i p o d ir igente checo está , a n t e la atenta mirada de la nación, más solo que la Luna o, como s u e l e n dec ir los checos, más solo que u n poste e n u n a cer­ca. S i n e m b a r g o , pone cara de tener la situación " comple tamente contro lada" . ¿ D ó n d e hay un Jaroslav Hasck capaz de d e s c r i b i r este episodio de n u e s t r a historia nacional?

4. Hace a lgún t i e m p o u n escritor y disidente húngaro expresó una curiosa o p i n i ó n : los que quieren la democracia deben a s u m i r tam­bién, como coste añadido, el capitalismo. Los húngaros h a n sido con frecuencia m á s val ientes que los checos (1848, 1956) y por eso no nos l l a m a l a atención que en BudapesHa gente c u l t a h a b l e abier­tamente de c a p i t a l i s m o mientras que sus colegas checos aún no le han t o m a d o e l gusto a la palabra. Los humanistas checos deploran la palabra c a p i t a l i s m o hasta ta l punto, les repugna t a n t o , que nun­ca se la l levar ían a la boca. Pero en cambio le ded i can u n a atención espec ia lmente amable a unas letras-mágicas que son p a r a ellos el mundo: MERCADO. Elogian a l mercado porque produce benef ic ios a to­dos, a r icos y pobres . Pero lo característico de la época a c t u a l no es el mercado s i n o l a globalización capitalista, la dominación p l a n e t a r i a del S U P E R C A I M T A L . Los que confunden al mercado con e l cap i ta l i smo niegan la e x i s t e n c i a del S U P B R C A P I T A L como potencia p l a n e t a r i a . Para el S U P E R C A P I T A L e l mercado escolo un ins t rumento s u b o r d i n a d o de su func ionarniento , .Quienes exaltan-al mercado paxa.ocuLtar t ras él» la ex i s tenc ia d e l S U P E R C A P I T A L son víctimas de u n a mistif icación y, consciente o inconscientemente, contribuyen a d i f u n d i r l a . E l plane­ta está d i r i g i d o por gigantes bajo cuya administración (o mayordo-

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mía) el mundo deja de ser m u n d o , se degrada hasta convertirse en un semimundo, se t r a n s f o r m a e n u n sistema funcional al que la gen­te y la naturaleza están l i g a d o s como obedientes accesorios suyos.

¿Qué son, en comparac ión con los modernos gigantes (General Motors, I . G. Farben,. S h e l l ) q u e luchan entre sí por los mercados y los beneficios, los g igantes de l a filosofía antigua —Heráclito, P l a ­tón, Aristóteles— que d i scut ían sobre el sentido del sen giganto/na^ chia peri lésúsias?

Pero los gigantes m o d e r n o s que tienen nombre propio y son visibles y activos no son m á s que ejecutores de las órdenes de u n gigante oculto, anónimo, i n n o m b r a b l e , inmenso, el gigante de los gigantes que ha remplazado a l a m a n o invisible del mercado. Ya no es la mano, el espíritu, s i n o e l antiespíritu quien domina y ordena, transformando en s u b o r d i n a d o s suyos a la gente, a la naturaleza, a la histor ia , en su t r i u n f a l c r u z a d a global por el mundo. Los m o -nagers de estos gigantes c r e e n que sólo trabajan como especialistas en economía, en f inanzas, e n dirección de empresas, y no saben que además y sobre todo d e s e m p e ñ a n también otra actividad que escapa a su comprensión.

El gigante p lanetar io , e l S U P E R C A P I T A L , aguanta y tolera a la de­mocracia siempre que no se le r e s i s t a . En relación con la democracia, el capitalismo no es como esa porción de más que el vendedor añade a la cantidad solicitada, l a e n v u e l v e y la pesa pero no la cobra; es u n sobrepeso, una pesada c a r g a , u n a bola de plomo que hace imposible el despegue y el salto. L a d e m o c r a c i a no convive con el capitalismo actual en una unión v o l u n t a r i a , en una coexistencia natural entre iguales: el S U P E R C A P I T A L Umita a la democracia, la rebaja a la con­dición de democracia a m e d i a s que no sabe qué hacer con muchos problemas fundamentales de la ac tua l idad . Sobre esta democracia Pop per dice acertadamente: n o gobiernan n i el pueblo n i el c iuda­dano. ¿Gobiernan los gobiernos? ¿O se l i m i t a n a administrar, como bien pagados attyninistradores, mayorales , delegados, encargados de mantenimiento, el»latifundio p l a n e t a r i o del gobernante planetario oculto, que entre b a m b a l i n a s le d i c ta a la humanidad cómo debe v iv i r T j ' m a l v i v i r e n medro dérún cóñfor'fable*vácío? ••* :* •'•* * '••* »v

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E l significado y también la l imitación histórica de la disidencia consisten en que junto con la recuperación de la democracia res­t a u r a r o n el capitalismo. Jan Patocka y a no tuvo tiempo de decir la última palabra: ¿ser miembro de l a C a r t a 77 implica estar de acuerdo con la restauración del c a p i t a l i s m o y es el capitalismo una de esas cosas "por las que vale la pena^ s u f r i r " ? Los antiguos críticos del^establishnient no_han-soportado-el peso del t r iunfo , han'caídb en la ceguera ideológica y se h a n c o n v e r t i d o en apologetas de un régimen cuya esencia no son capaces de comprender n i nominar. Se identif icaron con él hasta t a l p u n t o q u e ya no se dan cuenta de cómo el engranaje de su propio m e c a n i s m o de gobierno los devora, los gasta, les quita el oropel, los deja e n ridículo. No advierten que e n su cohabitación con el capital ismo a c t u a l (el S U P E R C A P I T A L ) , la de­mocracia solamente puede funcionar como u n "gobierno del pueblo" restringido, l imitado, a medias, y a d e m á s carcomido desde dentro por u n a nueva capa social: la lumpenburguesía .

La restauración del capitalismo: los cadáveres se levantan de sus tumbas y los instintos de propiedad desatados , como fantasmas, cromo espectros, vuelven a marcar e l d e s t i n o de la gente. ¿Qué ex­traña just ic ia es la que llega a l m u n d o e n f o r m a de restituciones y privatizaciones, de repartos, de subastas , de remates , de malversa­c ión de bienes cuyo propietario n o m i n a l f u e la nación? (¿o lo sigue siendo?) ¿Fue la nación propietaria de estos bienes de acuerdo a derecho o cometió un robo? ¿O es que no p u d o (y no debió) serlo por­q u e la nación, como dicen los modernis tas , es u n a ficción romántica?

La codicia priva a la gente de la c a p a c i d a d de discernir y la obli ­ga a-desempeñar papeles ridículos. H a y incesantes disputas legales sobre bienes que son producto del t r a b a j o o la habi l idad empresa­r i a l de otros. Hijos contra padres, vecino c o n t r a vecino, empresario c o n t r a empresario, los puñales salen a r e l u c i r como en los viejos t i e m p o s . La plaga de la avidez, de la a v a r i c i a , del consumismo para­s i t a r i o , ataca a la sociedad, llega hasta sus él ites, destruye incluso a las l lamadas mejores familias.

5. ¿Quién roba én la República Checa? R e s u l t a cómico que los polí­t i cos tengan que irse de excursión fuera d e l país para enterarse en

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encuentros casua les con extranjeros de lo que sucede e n s u p a t r i a y que regresen a casa con la tr iste noticia de que-aquí se roba mucho. ¿Son los t a x i s t a s los que roban, los camareros, la extraña c h u s m a gitana? Pero ¿ q u é son los pequeños timos, cuyo monto no sobrepasa algunos mi les de coronas, en comparación con los grandes estafado­res que o p e r a n e n sus empresas con millones y miles de m i l l o n e s s in que la ley les eche la_mano encima?- — - -

Nosotros, los que bendecimos a nuestros padres por habernos dejado en h e r e n c i a la honradez, que es el orgullo de los demócra ­tas, por no h a b e r depositado sobre nuestras vidas la c a r g a de los latifundios, los g randes supermercados, las cuentas b a n c a r i a s en e l extranjero, noso t ros , ese "populacho indigente" a l que ded i caba sus versos K a r e l T o m a n , no envidiamos a nadie y nos d a n lást ima todos aquellos a los que la codicia les ha hecho perder la cabeza.

El régimen a n t e r i o r se apoderó del título de " soc ia l i s ta " y se es­condió t ras la c lase obrera , mientras en realidad p r o f a n a b a t a n t o a lo uno como a la o t r a y dejaba fuera del juego a ambos. E l rég imen actual no t i e n e e l coraje de presentarse con su propio n o m b r e y se esconde t r a s l a " n e u t r a l i d a d " del mercado. La ideología o f i c i a l con­dena por " c o m u n i s t a " a l socialismo real y a la d i c t a d u r a p o l i c i a l -burocrática r e l a c i o n a d a con él para ocultar la esencia n e o c a p i t a l i s t a del sistema a c t u a l y garantizarle que no hay a l t e r n a t i v a q u e lo pon­ga en pel igro ; de acuerdo con sü opinión y su veredicto, M a r x está def ini t ivamente m u e r t o .

La P r i m a v e r a de Praga tuvo que ser aplastada por l a f u e r z a en su época, hoy tiene que ser trivializada o cubierta por e l o l v i d o : bro­taban en e l la los gérmenes de la alternativa histórica.

La esencia de l a v i d a consiste en superar toda u n i l a t e r a l i d a d ya que no está d e t e r m i n a d a por una fuerza monopólica s ino q u e v i v e y se renueva como sintonía de diversas fuerzas. Qu ien cae e n l a u n i ­lateralidad a n t e s o después queda preso de la m e n t i r a . E l p r i m e r presidente checoslovaco expresó en 1919 una sabia o c u r r e n c i a con la que»dudo que a l g u n o de los políticos actuales t u v i e r a e l coraje de jdentjLfíearse:."Elactual.sistema.capitalista es u n i l a t e r a l y . tpda uni latera l idad se acaba antes 6 después." Lia democracia exc luye la u n i l a t e r a l i d a d , n o se deja reducir a un conjunto de vá lvu las , l ia- ,

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ves, fusibles, pistones, f renos , r e g l a s procedimentales e institucio­nes que funcionan. Nace de u n a actitud básica ante la realidad y su anclaje es la pregunta ¿qu ién es e l hombre? ¿Es el hombre u n tool making animal, u n a c r i a t u r a que por medio de la técnica y la ciencia, la tecnociencia, d o m i n a l a naturaleza y organiza la vida en la Tierra como su posesión, o es u n zqpn politikon? La definición antigua no dice que el h o m b r e 7 e n t r é otras cosas Gas finanzas, e í deporte, los viajes), se ocupe también de la política. E l zoon poli­tikon es un ser vivo dotado de h a b l a que funda la polis, o sea la comunidad. Con la fundación de la comunidad empieza en la t i e r r a algo completamente nuevo , c on e l hombre y a través del hombre penetra en el universo u n n u e v o comienzo. La polis o comunidad: una partida que comienza s i e m p r e de nuevo entre los mortales y los dioses, entre la t i e r ra y los c ie los , e n t r e el cuarteto siempre refun-dado, siempre amenazado, s i e m p r e renovado, del acontecer.

6. Si no se nos escapa el s i g n i f i c a t i v o deje irónico de la palabra "labo­ratorio" en relación con la h i s t o r i a y la sociedad estamos en condicio­nes de seguirle la huella a u n i m p o r t a n t e fenómeno de la actualidad: la lumpenburguesía. La lumpenburguesía no es un caso excepcional, aislado, sino un proceso social ; n o es algo casual sino un fenómeno en el que se nos muestran la soc iedad actual y los riesgos a los.que se enfrenta. La lumpenburguesía se compone de nuevos ricos que, a diferencia de otros nuevos ricos n o r m a l e s , combinan las actividades empresariales con la maf ia , las estafas y el submundo criminal.

En un laboratorio histórico se l l e v a n a cabo intentos o experi­mentos de características especiales , los individuos intentan algo, procuran demostrar su capac idad y las fuerzas con las que cuentan, se someten a las pruebas por las que los hace pasar la vida (sufri­mientos, desengaños), pero también suelen caer en diversas tenta­ciones: engañar, fanfarronear , p e r s e g u i r la fama a cualquier precio. S i entendemos la real idad así (de u n a manera radicalmente distinta a la de las concepciones p o s i t i v i s t a s ) podemos ver la época actual •cómo* uñ(mfreñtamíentó*en e l q u e la democracia'y fá Rimpenbur-guesía se ponen a prueba rec íprocamente . Estamos en un periodo de pruebas en el que la lumpenburguesía comprueba hasta dónde llega

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la pac ienc ia y la fuerza de la democracia, y la democracia».en su re­lación con la lumpenburguesía, averigua en qué consiste realmente y h a s t a dónde es capaz de llegar. En estas p r u e b a s y estas tentacio­nes la lumpenburguesía comprueba que la democrac ia no puede con e l la , que l a legislación está l lena de agujeros, q u e e l funcionariado es c o r r u p t i b l e , los juzgados son lentos y la a tmós fera general de la época p e r m i t e que le yaya-mejor a los canal las q u e a j o s decentes.

L a lumpenburguesía es un enclave m i l i t a n t e y abiertamente an­t idemocrático dentro de una democracia que f u n c i o n a pero que lo hace a m e d i a marcha y por eso no sabe qué hacer . E s más ventajoso, a ñ r m a y lleva a la práctica la "filosofía" ae la lumpenburguesía, ser un t i m a d o r , u n bandido, un sujeto violento, que u n hombre decente; e l e s t a f a d o r cuenta con que escapará del alcance de la justicia. La d i f e r e n c i a en t re lo moral y lo inmoral desaparece, se considera un ridículo pre ju i c io del pasado. Puedes ser u n a r r i b i s t a , u n bandido, u n pedófi lo , u n mentiroso, un cobarde, pero s i vas e n u n Mercedes te s a l u d a n con respeto y tienes las puertas a b i e r t a s .

L a lumpenburguesía no es solamente la m a l a conciencia de la época a c t u a l y de su dictador anónimo, es a d e m á s e l fiel y por eso denostado y escondido espejo de una devastación q u e se impone con carácter u n i v e r s a l . En el planeta ya se está r e a l i z a n d o en dimen­siones mas ivas un intento grandioso (un e x p e r i m e n t o , una prueba de l a b o r a t o r i o ) : reducir al hombre a una s i m b i o s i s en t re la avidez i l i m i t a d a y e l cálculo racional. La tendencia o c u l t a d e l S U P E R C A P I T A L

se m a n i f i e s t a en la desvergüenza propia de u n a car i catura , en el descaro y la falta de escrúpulos de la lumpenburguesía . La econo­mía p l a n e t a r i a del semimundo actual requiere , y por eso la fabri ­ca, u n a c r i a t u r a a la que llama "factor h u m a n o " , provista de dos característ icas básicas complementarias, u n a v o r a c i d a d i l imitada y u n a m e n t e calculadora. La moral es inútil, económicamente impro­d u c t i v a y genera pérdidas. En su lugar, para s u s t i t u i r l a , se impone una ser ie acordada de reglas de comportamiento y actuación. Esta experimentación carcome los propios c imientos de l a historia que s i r v i e r o n ele.base a l cristianismo, a la Antigüedad, a la Ilustración. Es tamos e n u n a encrucijada.

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El c a p i t a l i s m o a c t u a l no es sólo un potente motor que l anza a l mercado u n a i n c o n t a b l e variedad de objetos, artefactos, i n f o r m a c i o ­nes y ofertas p lacenteras ; es también, y en cierto sent ido ante todo, un productor de vac iedad y esterilidad. Por una parte benef ic ios y confort, por la o t r a pobreza del alma y el espíritu; la cara y l a c ruz de una m i s m a m o n e d a . E l vacío, el aburrimiento, las drogas , l a por­nografía y la grosería v a n juntas, provienen de la m i s m a f u e n t e . Y l a lumpenburguesía crece de las mismas "raíces", del m i s m o d e s a r r a i ­go planetario quo las drogas, las mafias o la agresividad. L a s drogas son una expresión inconsciente de la desesperación de los j óvenes ante la vac iedad que les impone, les sirve y les ofrece e l s i s t e m a planetario.

Con su sola i n d e t e c t a b l e presencia, la lumpenburguesía c rea un clima e n e l q u e l a s estafas, las corrupciones y l a s . m a q u i n a c i o -nes, j u n t o con la c r i m i n a l i d a d y el narcotráfico, se c o n s i d e r a n a lgo normal. Esta pervers ión es embellecida por el p e r i o d i s m o d e g r a ­dado con frases t a l e s como que tenemos que pagar u n i m p u e s t o por la l i b e r t a d . Al l í donde la atmósfera pública de l a época es tá influenciada p o r la lumpenburguesía el ciudadano de a p i e expe ­r imenta su i m p o t e n c i a ( fuera de cualquier laboratorio) y se r e t i r a a su vida p r i v a d a . E l Trasímaco de la nueva época t r i u n f a sobre Sócrates.

En muchos de los países más desarrollados tiempo atrás t a m ­bién se robaba, se asesinaba, se violaba; ¿y ahora?, señalan los p r o -nosticadores de l progreso . Ix)s antepasados habían sido p i r a t a s , contrabandistas, a tracadores , esclavistas, pero sus descendientes forman parte ya de las clases altas y son gentlemen, mecenas, d i p l o ­máticos, banqueros honorables, y extienden la fama de sus países . Tal opinión o l v i d a q u e la antigua agresividad, visible y p r i m i t i v a , se civilizó a lo l a r g o de este siglo (utiliza la ciencia y la técnica) pero subsiste en f o r m a subl imada por ejemplo en sectores como la fabricación y exportac ión de armamento. Los mayores e x p o r t a d o r e s mundiales i n g r e s a n p o r estos mortíferos artículos cientos de m i l l o ­nes de dólares a n u a l e s ; por eso se pueden permitir , como magní f i cos mécbrias^dedicaj- u n a : ínfima parte de süs'beñéficíos á promóc ióhár la cul tura , la s a n i d a d o e l deporte.

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7. El gobierno global del m u n d o no lo ejerce hoy el capitalismo tra­dicional, el sistema económico más produc t i vo de la historia, sino el S U P E R C A P I T A L , que domina a todos los aspectos de la vida humana, tiene su propia economía, su pol ít ica, su moral , su cultura. No se l i ­mi ta a la producción de mercancías y a l incremento de los beneficios, sino que determina el carácter del t i e m p o , el espacio y el movimien­to, transforma masivamente, a d i a r i o , el mundo en semi-mundo.de modo que no está "libre de toda metafís ica" , como el puente de acero a l que el poeta Josef Hora se refería e n " E l árbol en flor", sino que él mismo es una forma histórica de l a metafísica.

La "mano invisible" de S m i t h y e l espíritu del mundo de He-gel crearon la metafísica de u n a época histórica determinada que ya ha pasado. Hemos entrado e n o t r o s t iempos muy distintos cuyo fundamento metafísico oculto es l a d i c t a d u r a planetaria del anti­espíritu diversificado en g r a n c a n t i d a d de espíritus funestos: fan­tasmas, apariciones, fantasmagorías. E l t iempo que nos determina, el espacio que habitamos y e l m o v i m i e n t o que nos empuja hacia delante, estos tres existenciales f u n d a m e n t a l e s , hacen que vivamos en la transmutación, que la produzcamos y la prolonguemos. Mien­tras no descubramos este f u n d a m e n t o oculto de la perversión y no nos incorporemos a la resistencia (oponerse a l mal, no colaborar con él), continuaremos viviendo en la m e n t i r a . Mientras no aclaremos cuál es el verdadero estado de cosas, todas las polémicas sobre si el Pistado debe hacerse más débil o m á s fuer te , sobre el mercado con calificativos o sin ellos, son vanos j u e g o s ideológicos que distraen la atención de lo más importante , de la necesidad de una nueva orien­tación, de que hace falta una transformación esencial.

El dominio planetario de esta i n s t a n c i a no puede ser superado mediante ningún tipo de medidas a d m i n i s t r a t i v a s , organizativas o legislativas, y tampoco n inguna m e d i d a defensiva, paliativa o de ajuste salvará a la humanidad de su devastador efecto n ih i l i s ta . Ese dominio está íntimamente l igado a la pérdida de la medida, de la sústancialidad, del sentido, de la c e n t r a l i d a d , de la v i r tud . Ese es el sentido de aquella .frase del 63 que frecuentemente se.cita-laecolo-

'gíá creé que basta con defender el m e d i o ambiente; la filosofía cree que es necesario salvar al mundo .

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N o h a y medidas que valgan: las comisiones, e l senado, el om-budsman, ePcontrol de la situación, los decretos gubernamenta les , todo r e s u l t a superficial y ridículo mientras no se p roduzca un cam­bio f u n d a m e n t a l . U n cambio fundamental en la a c t i t u d hacia la na­tura l eza , l a h is tor ia , la verdad y la ment i ra , u n c a m b i o similar a l que hace dos m i l años trajo el cristianismo e n l a nueva era, la filosofía de Descartes junto con la Revolución F r a n c e s a . . Ese cam­bio f u n d a m e n t a l puede surgir de la reflexión cr ít ica acerca de las pos ib i l idades liberadoras que oculta en su i n t e r i o r u n a formación c o m p l e t a m e n t e moderna: la simbiosis de la c i enc ia , l a técnica y la economía.

P a r a que e l hombre no se ahogue en la i n t e r m i n a b l e r iada de i n ­formación, de inventos, de placeres, pero también de i l i m i t a d a am­bición, p a r a que no se disuelva en el i n i n t e r r u m p i d o f l u j o de la nada, ha de someterse a una única orden superior que lo liberará. Franz Rosenzweig y t ras él Emmanuel Ixivinas ven l a ú n i c a salvación en la o r d e n de l amor. El amor ordena, pero o r d e n a a m o r . Para que los h o m b r e s o igan esta orden y presten oído a e s té l l a m a d o deben (¿antes, a l m i s m o tiempo?) liberarse del comando p l a n e t a r i o que les sugiere como sentido de la vida la ambición i l i m i t a d a y e l frío cál­culo. L a o r d e n l ibera. El que atiende la orden de esa ley no escrita opta por la permanente y radical desobediencia a l a s imposiciones del " m u n d o " degradado y pervertido, del s e m i - m u n d o , de la caver­na: Ant ígona . Aquel la exclamación: "¡Lo abierto , n o l a caverna!", es una paráfrasis que mira al futuro y prepara el f u t u r o de la conocida apelación " ¡Jesús, no Cesar!".

La época está salida de madre (out of joint), ¿ q u i é n la arreglará (puf it right)'? ¿Quién unirá lo t r i v i a l con lo s u b l i m e , l o cot idiano con lo fest ivo , lo provisional con lo duradero? La so luc ión de los proble­mas de l a c o m u n i d a d solamente la trae el a r t e , q u e u n e , conjunta, pero no reduce . Comenius, atento lector de los f i lósofos antiguos, consideraba que la política era una habi l idad cuyo p o d e r residía en la conjunción de la t ierra con los cielos, de lo t e r r e n a l con lo divino. Esto, na-turaímente, es lo.CQntrario.de.lo.que hace e l capital ismo a c t u a l q u é pone a ras de t ierra Ib sublime, 'Ib g r a n d e , lo'heroico, lo poético, lo pone allí a su servicio" para fabricar bene f i c i os y vacío.

L A L U M P F . N B U R G U E S Í A Y L \D ESPIRITUAL SUPERIOR

8. A diferencia de 1918, c u a n d o el Estado común de checos y es lova­cos surgió mediante u n ac to fundacional ---en el que desempeñaron un importante papel la res i s tenc ia local y un ejército de cien m i l v o ­luntarios en el e x t r a n j e r o — , la actual República Checa fue p r o d u c t o de un apresurado pacto e n t r e las directivas de los partidos, s i n e l consenso de los c i u d a d a n o s , n o por su voluntad. La nación se e n f r e n ­tó a un hecho consumado , e l gobierno demostró su personal modo de gobernar y, e s t i m u l a d o p o r e l éxito, lo mantendrá fielmente e n e l futuro, cuando decida i n g r e s a r en la OTAN . En la génesis de l E s t a d o actual no estuvieron p r e s e n t e s las ideas, la idea de Palacky, la i d e a de Masaryk, sino u n a combinac ión de cínico pragmatismo y estéri l moralismo. Cuando f a l t a n ideas se abre el campo a la i n t e r m i n a b l e charlatanería ideológica. U n miope oportunismo sin ideas sust ituyó a la estr{Uegia n a c i o n a l a l a r g o plazo cuyos trazos fundamenta les dibujaron Palacky y H a v l i c e k . Los dos pilares de esa estrategia s on una nación pequeña e n c u a n t o a su número de habitantes y a s u extensión t e r r i t o r i a l b u s c a su grandeza y la encuentra en la c u l t u r a y la moral, en la esfera d e l espíritu y no en la fuerza exterior o e n e l servilismo hacia q u i e n sea. Semejante nación se parece al p e r e g r i n o de Comenius y M a c h a , q u e busca la verdad y es capaz de aprende de sus experiencias, por l o g e n e r a l dolorosas y amargas. Semejante n a ­ción sabe que no puede a l t e r a r su situación histórica y geopolítica, su lugar entre A l e m a n i a y Rus ia , así que apuesta por su poder i n t e ­rior, que la protege de l r iesgo de convertirse en u n mero j u g u e t e e n la pugna, los confl ictos y los pactos entre las superpotencias.

La estrategia n a c i o n a l a largo plazo rechaza los cálculos y e l dogmatismo ideológico. E l que se l imita a sacar las cuentas con f r e ­cuencia se equivoca o se e n c u e n t r a un día con incontables pérd idas porque en sus cálculos no h a tenido en cuenta a la h i s t o r i a , que es una variable c a m b i a n t e , incalculable. Quienes part i c iparon e n el Tratado de M u n i c h , e n 1938, contaban con que si sacri f icaban á Checoslovaquia apac iguar ían a Hit ler u orientarían su a g r e s i v i d a d hacia Oriente. Sacaron m a l las cuentas. Brezhnev contaba en 1968 con que s i acababa con l a Eriraavera.de Praga salvaría al JLmperio de fa desintegración. Sé equivoco . És necesario sacar las cuentas p e r o sin convertirse en u n c o n t a b l e . ¿Por qué se equivocan los contables?

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Porque no conocen ni el poder n i la esencia del tiempo. E l pensa­miento distingue lo que-está histór icamente obsoleto y superado, por eso no pacta con ello. El cálculo ideológico en cambio se echa en sus brazos con la injustificada e s p e r a n z a de que así mantendrá el paso del "espíritu de la época". C o n t r a u n a concepción a largo plazo, elaborada durante generaciones y q u e h a pasado por duras pruebas, se plantea un dogma ideológico m i o p e y se intenta convencer a la nación: Creednos a nosotros, c i u d a d a n o s , a nosotros, los infalibles gremios partidarios.

¿Cómo se lleva a cabo el desmonta je de u n a nación? Es una "ope­ración" distinta de la construcción de u n a imagen. La imagen eleva a u n individuo, a una empresa, a u n p a r t i d o político, a las alturas de l horizonte mercanti l . U n d e s m o n t a j e , e n cambio, degrada a la nación y la convierte en una presurosa m a s a de productores, consu­midores, servidores, que se e n t i e n d e n e n t r e ellos en un checo deca­dente, en un idioma que ya no es capaz de comprender la lengua de Macha , Holán o Vancura.

Una nación "s in una verdad e s p i r i t u a l superior" muere aunque la defiendan el ejército, la policía, las leyes y los pactos mil i tares , escribe en 1909 Otokar Brezina. ¿ C ó m o muere una nación? Ya no nos amenaza la liquidación física que p a r a nosotros planeaba la Ale­m a n i a nazi. No nos amenazan la germanización, la rusificación n i la americanización. L a nación muere c u a n d o se convierte en una masa domesticada de especialistas s in espír i tu y consumidores s in buen gusto n i sensibilidad. Este declive se debe a la pérdida de la medida de las cosas, que es lo que eleva al h o m b r e a la condición de u n ser que participa en la historia del m u n d o . N o nos defenderá la OTAN,

no nos salvará n i siquiera algún D i o s heideggeriano; la salvación debemos buscarla en nosotros m i s m o s , e n nuestro coraje y nuestra grandeza. Nuestra única esperanza es u n diciembre victorioso.

Hemos pasado por un febrero y u n nov iembre Victoriosos. E l pr i ­mero le abrió las puertas a la d i c t a d u r a de la burocracia del par t i ­do, el segundo le despejó el camino también a l latrocinio de la lum­penburguesía. Pero con-febrero, agosto^y-noviembre no t e r m i n a el calendario político de la nación checa. Comienza a dibujarse ante nosotros un diciembre victorioso.

L A LUMPENBURGUESÍA Y LA VERDAD E S P I R I T U A L S U P E R I O R 2'lí»

El poeta Jakub Deml nos dejó u n testimonio sobre lo que Otokar Brezina peosaba sobre la gran fiesta de diciembre. E n m e d i o de una oscuridad y u n frío que parecen no tener fin, de p r o n t o , como por milagro, de r e p e n t e , salta una chispa, se hace la l u z : nace u n niño y con él l a e speranza . La imaginación poética d e s p i e r t a la i m a g i n a ­

ción política. E n medio de los afanes por obtener cargos , r iqueza, fama; en m e d i o de las prisas y de la charlatanería ideológica, la indi ferencia y l a s intr igas , la desvergüenza, e l desencanto , la co­rrupción c o n v e r t i d a en segunda naturaleza, sa l ta de r e p e n t e , nadie sabe de dónde , u n a chispa, la chispa de una idea que de p r o n t o pone en cuestión t o d a l a pervertida normalidad. Surge l a o c a s i ó n de salir de la c a v e r n a y e n t r a r al mundo.

E l d i c i e m b r e victorioso es la conjunción de l a " v e r d a d e s p i r i t u a l superior" c on u n a democracia integral : sin una d e m o c r a c i a radical la verdad e s p i r i t u a l superior es impotente; s in u n a v e r d a d espir i ­tual super i o r t o d a democracia se queda a m i t a d de c a m i n o .

1997