La Magia Como Perspectiva en La Novela Hispanoamericana Contemporánea

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  • 8/19/2019 La Magia Como Perspectiva en La Novela Hispanoamericana Contemporánea

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    LA MAGIA COMO PERSPECTIVA EN LA NOVELAHISPANOAMERICANA CONTEMPORÁNEA

    ANTONIO FAMA

    Al escribir una novela, lo primero que el novelista debesolucionar es la cuestión del punto de vista, o sea, la cues-tión de cóm o va a enfocar la tram a: ¿desde qué ángulo vaa mira r los acontecimientos? , ¿quién va a ser el narrad or?,etc. El autor puede escoger entre varias alternativas. Pue-de adjudicar el papel de narra dor a un personaje, en tal casotiene que decidir si este personaje-narrador va a narrar enen primera persona, o en segunda persona o en tercerapersona. Otra alternativa sería que el autor mismo asu-miera el papel de narrador omnisciente presentando losacontecimientos en tercera persona y a través de su posi-ción privilegiada. El autor tiene que determinar tambiénla posición que va a otorgar al lector y la actitud que éstetendrá frente a los acontecimientos novelescos. ¿Hasta qué

    punto hacerle entrar en el conocimiento omnisciente delautor? ¿A qué distancia situarle, cerca o lejos de los acon-tecimientos novelescos?, etc.

    El tema q ue va a ocuparnos es La magia como perspec-tiva en la novela hispanoam ericana contem porá nea. Des-de el principio quisie ra aclarar que indentificamos la m a-gia con una visión primitiva de la realidad o un estadomen tal mítico cuya fuerza im aginativa transforma la reali-dad exterior. En Hispanoamérica este estado mental loencontramos en las tribus indígenas y en las tribus traídasde África. Es preciso añadir que este estado mental otorgauna visión de la realidad que una mentalidad científica di-vidiría en sueño, realidad, fantasía, etc., pero que paraesas tribus es la única realidad, es su realidad objetiva.El sicólogo alemán Cari G. Jung explica la función de eseestado mental de la manera siguiente:

    Primitive mentalíty differs from the civilized chieflyin that the conscious mind is far less developed in scopeand intensity. Functions such as thinking, willing, etc.are not yet differentiated; they are preconscious, andin the case of thinking, for instance, this shows itselfin the circumstances that the primitive does not thinkconsciously but that thoughts appear. The primitive

    cannot assert that he thinks; it is rather that somethingthinks in him. The spontaneity of the act of thinkingdoes not lie, casually, in his conscious mind, but in hisunconsc ious. M oreov er, he is incapable of any consciouseffort of will, he must put himself beforehand into the mo od of wi llin g, or let himself be put—henee his ritesd entrée et de sortie. His consciousness is menaced byan aimighty unconscious: henee his fear of magicalinfluences which may cross his path at any moment;and for this reason, too, he is surrounded by unknownforces and must adjust himself to them as best he can.Ow ing to th e chronic twilight state of his consciousness,it is often next to impossible to find out whether hemerely dreamed something or whether he really expe-rienced it. The spontan eous m anifestation of the uncon-scious and its archetypes intrudes everywhere into hisconscious mind and the mythical world of his ancestorsis a reality equal if not superior to the material world . . .

    The primitive mentality does not invent myths, it ex-periences them. Myths are original revelations of thepreconscious psyche, involuntary statements abou

    unconscious psychic happenings . .. N ot merely do therepresent, they ar e the psychic life of the primitivet r íbe.1

    Aq uí Juñg m ues tra q ue la discrepancia entr e sueño y readad o entre realidad y fantasía se integra en la mentalidaprimitiva fusionándose y fomentando una sola realidaque incorpora lo consciente y lo inconsciente. Esta es mentalidad que autores como Demetrio Aguilera MaltMiguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier, Gabriel GarcM árq uez , etc ., han adoptado como perspectiva en sus obrliterarias creando la modalidad que hoy conocemos comrealismo mágico.

    Para seguir con este argumento vamos, en primer lugaa lim itar n uestr o estudio a la novela El reino de este mundode Alejo Carpentier, novela en la cual el autor incluyó uprólogo que explica lo real ma ravilloso americano que se ha convertido en una especie de manifiesto. Hoel térm ino real mar avilloso empleado por Carpentier ha seguido empleando como sinónimo del término realmo mágico. Como el contenido de este prólogo ha sidampliamente discutido por varios críticos, vamos a precindir de él y vam os a ocuparnos de la obra aludida del iltre autor cubano como ejemplar del realismo mágico y

    ver, sobre todo, la interrelación entre autor, personajelector y trama para poder llegar, en fin, a deslindar el papde la magia dentro de la novela.

    En El reino de este mundo los acontecimientos se presen-tan como vistos por la mentalidad del personaje Ti Noeun esclavo africano que vive en Haití. O sea, el auto r escoel pun to de vista de este esclavo para nar rar la tram a denovela. Desde las primeras páginas Carpentier instruyelector diciéndole cuál ha de ser su actitud frente al contende la nove la. Esto lo consigue descubriéndole la mentalidde Ti Noel a través de la cual el lector va a mirar los aco

    tecimientos novelescos. Así la mentalidad de Ti Noel convierte en la perspectiva del lector y esa mentalidad esembebida en conocimientos y tradiciones africanos:

    Ti Noel había sido instruido en esas verdades [las tradciones africanas] por el profundo saber de MackandaEn el África, el rey era guerrero, cazador y juez y sacedote ; su simiente preciosa engrosaba, en centenares dvien tres , un a vigorosa estirpe de héroe s. En Francia, España, en cambio, el rey enviaba sus generales a combatir; era incompetente para dirimir litigios, se hacíregañar por cualquier fraile confesor, y, en cuanto ríñones, no pasaba de enge ndra r un príncipe debiluchincapaz de acabar con un venado sin ayuda de sus m ontros, al que designaban, con inconsciente ironía, porel nombre de un pez tan ofensivo y frivolo como era delfín. Allá, [en África] en cambio—en Gran Allá—,había príncipes duros como el yunque, y príncipes qu

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    eran el leopardo, y príncipes que mandaban sobre loscuatro puntos cardinales, dueños de la nube, de la se-milla, del bronce y del fuego.2

    Car pen tier está defendiendo la visión mágica de la realidadque es la de Ti Noel y que, al leer esta obra, se hace pers-pectiva del lector tamb ién. El autor dedica los primeros tr escapítulos a las creencias primitivas africanas para reforzarel pu nt o de vista mágico y para hacerlo verosímil. Con tinúaCa rpen tier: "En la urb e sagrada de Widah se rendía culto ala Cobr a, mística representación del ruego etern o, así comoa los dioses que regían el mu nd o vegetal y solían aparecer,mojados y relucientes, entre las junqueras que asordina-ban las orillas de lagos salobres" (p. 27), y más adelante"A veces, se hablaba de animales egregios que habían te-nido descendencia hum an a" (p. 31). En estas primeras pá-ginas el au tor ha adentrad o bien en la magia de esa visiónprimitiva y la ha establecido como perspectiva de la obra.Esta digres ión d el auto r en lo africano es necesaria para ins-truir al lector cómo funciona la mentalidad que le va aservir de punt o de vista.

    La trama de la novela tiene que ser verosím il; o sea, tieneque p arecer real. Esto se consigue mejor si el auto r adoptaun punto de vista constante y consistente con los postula-dos establecidos en la obra. Uno de los métodos más efica-ces sería que un personaje contara los acontecimientos entercera persona así que el autor pueda fácilmente escon-derse detrás del personaje y ofrecer sus comen tarios, cuan-do ne cesarios, sin cam biar de punto de vista. Esta es la téc-nica que se emplea en El reino de este mundo El lector,por otra parte, percibe los acontecimientos como ellos sefiltran en la consciencia del personaje-narrador, Ti Noel,pero en el momento mismo en que éste los vive. De estemo do es como si el lector viera los hechos directamente. Porconsiguiente, el autor ha eliminado toda distancia estéticaacercando el lector al personaje y fusionando el punto devista del lector con el del personaje y por la mayor partecon el del autor. Sólo cuando absolutamente necesario, lavoz del autor se desdobla de la del personaje para ofreceralgún comentario propio o una visión contrapuntística; osea, algo que contradice al personaje.

    Ot ras veces el pu nto de vista representa la visión colec-tiva de los negros. Es precisamente lo que pasa cuandoMackandal se metamorfosea en animal; el autor lo mues-tra a través de la perspectiva múltiple del pueblo:

    Todos sabían que la iguana verde, la mariposa noct urna,el perro desconocido, el alcatraz inverosímil, no eransino simples disfraces. Dotado del poder de transfor-marse en animal de pezuña, en ave, pez o insecto, Mac-kandal visitaba continuamente las haciendas de la lla-nura para vigilar a sus fieles y saber si todavía confiabanen su regreso, (p. 43)

    Otro ejemplo más convincente de esta perspectiva colec-tiva lo ofrece el capítulo VIII de la primera parte titulado"el vuelo." Aquí la fuerza imaginativa del pueblo, dotadade lo que Carpentier llama fe en el prólogo a esta novela,transforma un acontecimiento. Se trata de la ejecución deMackandal que muere en la hoguera, pero para la colecti-vidad negra Mackandal se ha salvado. Gracias a las creen-

    cias mágicas, Mackandal sale de la hoguera volando:

    El fuego comenzó a subir hacia el manco, sollamándolelas piern as. En ese mo me nt o, Mackandal agitó su mu ñónque no habían po dido atar, en un gesto conminato rio queno por menguado era menos terrible, aullando conjurosdesconocidos y echando violentamente el torso haciaadelante. Sus ataduras cayeron, y el cuerpo del negroespigó en el aire, volando por sobre las cabezas, antesde hun dirs e en las ondas negras de la masa de esclavos.Un solo grito llenó la plaza. —M ackandal sauv é [j Mac-kandal se ha salvado ], (p. 51)

    Aquí vemos que por medio de la manipulación del puntode vista C arpentier mu estra que la realidad es mágica sólocuando el punto de vista adoptado por el autor es mágico.Por med io de una técnica contrapuntística C arpentier m ues-tra qu e en realidad Mackandal mu ere pero que en la creen-cia de Ti Noel y los africanos embebidos en las tradicionesdel vodú él se ha salvado. En esta novela el punto de vistacoincide con la mentalidad de los negros y lo que ellos venpara ellos es la única realidad. Por consiguiente lo que lacrítica ha acuñado como "realism o m ágico" para los negrosde Ha ití o para ciertos grupos de indígenas es sólo realismo.

    El reino de este mundo es una obra mágico-realista por-que su contenido se muestra desde el punto de vista de TiNoel y de la colectividad africana de Haití. Esa perspectivaes ubicada en la mentalidad primitiva de esa gente que estásaturada de creencias mágicas provenientes del vodú. Loshechos vistos por esta perspectiva representan una reali-dad y no fabricaciones fantásticas.

    Ah ora es preciso que nos hagamo s la pregunta siguiente:¿Qué es el realismo mágico?

    (1) En primer lugar, el autor introduce una perspectiva

    mágica a través de la cual se presentan los acontecimientosde la obra.

    (2) Esa perspectiva corresponde siempre a la visión deun personaje, o grupo de personajes, cuyo estado mentalprimitivo acepta la magia como parte de la vida cotidiana.

    (3) Ese punto de vista se convierte en la perspectiva dellector, de ma nera que éste sólo puede juzgar por la menta -lidad primitiva del personaje y también tiene que aceptarlos acontecimientos mágicos como parte de la realidad. Enlas obras mágico-realistas el autor niega al lector la distan-cia estética por medio de la cual éste podría apartarse de la

    trama novelesca. La distancia estética otorgaría al lectorla posibilidad de medir el contenido de la obra literaria con¡as reglas del mundo en que vive. La falta de distancia esté-tica, en cambio, le obliga a medir los acontecimientos ficti-cios con las leyes postuladas por el autor para ese mundoficticio. Por consiguiente, el lector también está integradode nt ro del p un to de vista y la perspectiva mágica es su solomodo de mirar ese mundo así que sólo ve y sólo juzga porlos ojos y la mentalidad del personaje que representa esaperspectiva. En obras fantásticas, al contrario, el autorotorga distancia estética al lector así que éste lo ve tododesde fuera y puede distinguir entre lo que pertenece a la

    realidad y lo que es pura invención del autor. Para termi-nar podemos afirmar que las obras se consideran mágico-realistas cuan do el autor adopta un a perspectiva, mágica,

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    una especie de prisma a través del cual se mira la realidad. américa y cuyo pensam iento se considera primitivo. LaA la vez, esa perspectiva refleja un estado mental de cier- existencia en la vida de estos grupos y de su manera detos grupos indígenas o africanos que viven en Hispano- pensar da a la obra ficticia un tono realista.

    Universíty of Victoria B.C.

    1 Cari G. Jung, Collected Works V.9, P.I, trad. por R.F.C. Hull 2 Alejo Carpentier, El reino de este mundo Chile: Editorial Uníve r- New York: Ballingen Series XX), pp. 153-4. sitaría, 1973), p. 23 .