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Cátedra Protocolo Público y Social Docente / es: Lic. Marcela Argumedo de Erice
Tec. Mariana Lucero de Noguera Año lectivo: 2013
“LA MESA COMO INSTRUMENTO DE NEGOCIACIÓN,
COMUNICACIÓN Y EXPRESIÓN DE PODER”
PREMISA FUNDAMENTAL DE TRABAJO
EN ESTE TEMA: La mesa ha dejado de ser
un simple mueble para convertirse en un
instrumento de negociación, comunicación y
expresión de poder.
PARTE 1: TIPOS DE MESA.
Una de las formas de crear lazos de amistad, encuentros de ideas,
entendimientos y comprensión ha sido, desde siempre, la mesa. Hoy en
día, la mesa ha dejado de ser un simple mueble para convertirse en un
instrumento de negociación, comunicación y expresión de poder.
Es por ello que la misma establece vínculos especiales entre los
comensales y facilita que el invitado pueda recibir una impresión
positiva acerca del anfitrión y de las demás personas que lo
acompañan.
Recordamos que el Maestro Urbina enumera una serie de razones
para agasajar o reunir en los negocios alrededor de una mesa:
2
- Atraer a personas de interés.
- Encontrar soluciones a determinados problemas.
- Iniciar o cerrar un negocio.
- Celebrar un logro alcanzado.
- Transmitir un mensaje.
- Conocer a la competencia y averiguar sus objetivos.
- Devolver o solicitar favores.
- Lanzar una empresa o institución.
- Honrar a una personalidad.
- Darse a conocer.
- Y un largo etcétera.
De acuerdo con las razones que se persigan, será elegido el tipo
de mesa.
Los tipos más comunes de mesas protocolares son los siguientes:
- Mesa Cuadrada.
- Mesa Redonda.
- Mesa Rectangular.
- Mesa “T”.
- Mesa “U”.
- Mesa “Peine”.
- Mesas “Transversales”.
- Mesa “O”.
-
MESA CUADRADA.
La mesa cuadrada no es –por cierto- la más común de las mesas
protocolares; sin embargo, es –sin lugar a dudas- la más didáctica entre
todas las demás, por cuanto nos permite explicar con absoluta claridad
el sistema de la sentada protocolar.
En efecto, la mesa cuadrada nos permite mostrar al lector todas
las combinaciones de cabeceras posibles, desde un solo comensal,
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hasta la distribución más complicada de varios jerarcas, esposas y
subordinados.
Vamos primero a la mesa cuadrada más simple.
En la mesa señalada con el nro. 1, tenemos una sola persona
sentada, que para nosotros será el anfitrión. El lugar que le
asignaremos a una sola persona sentada en una mesa cuadrada es
absolutamente libre. No hay regla, ni escrita ni tradicional, que nos
obligue a sentarlo en un determinado lugar. Quizás la única prevención
que debiéramos tomar al respecto es que esa única persona sentada en
mesa cuadrada quede mirando directamente hacia el lugar en donde se
encontrará reposando –expectante- el personal auxiliar del servicio, por
si el comensal necesita pedir algo o hacer alguna observación sobre el
estado de la comida o algún cambio urgente en el menú.
En la mesa nro. 2 observamos el modo en que deben ser ubicados dos
comensales, de igual jerarquía o no, en una mesa cuadrada. Es el
sistema de “cabecera-contracabecera”, que luego veremos en todo su
despliegue en las mesas rectangulares tanto inglesas como francesas.
La mesa nro. 3 muestra la forma en que deben ser ubicados tres
comensales en una mesa cuadrada. El anfitrión (A) se sienta en la
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cabecera, y los restantes comensales de derecha a izquierda, de acuerdo
con su orden de precedencia o jerarquía, dejando la contracabecera
libre.
La mesa nro. 4 muestra la forma en que deben ubicarse cuatro
comensales en una mesa cuadrada, cuando el anfitrión es de jerarquía
superior a la de sus acompañantes. En efecto, el anfitrión (A) se sentará
en la cabecera, el comensal nro. 1 en precedencia a su derecha, el nro.
2 a su izquierda y el nro. 3 en la contracabecera, que pasa a ser el
último de los lugares de ubicación.
La mesa nro. 5 muestra la forma en que deben ser ubicados
cuatro comensales en una mesa cuadrada cuando el anfitrión (A) recibe
a un invitado (I) de su misma jerarquía y ambos son acompañados por
dos personas más que pueden ser –o no- colaboradores de ambos,
aunque siempre de precedencia inferior a (A) e (I). Para ubicarlos,
colocaremos a (A) en la cabecera y a (I) en la contracabecera, el
comensal nro. 1 será ubicado a la derecha de (A), mientras que el
comensal nro. 2 será ubicado a la derecha de (I). Si (A) e (I) asisten a la
comida cada uno con un funcionario o ejecutivo que los acompañan,
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sentaremos al acompañante de (I) a la derecha de (A) en el lugar nro. 1 y
al acompañante de (A) a la derecha de (I) en el lugar nro. 2. De este
modo, idealmente, cada uno de los jerarcas, honra con su derecha al
acompañante del otro.
En la mesa nro. 6 observamos la forma en que deberán ser ubicados
dos matrimonios de distinta jerarquía en una mesa cuadrada. La
cabecera es para el señor anfitrión (A) y la contracabecera para la
esposa de éste (EA). Luego, a la derecha de (A) será ubicada la esposa
del comensal (d1) y a la derecha de (EA) será ubicado el comensal varón
(c1), esposo de d1.
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La mesa nro. 7 muestra la forma en que deben ubicarse e una
mesa cuadrada dos matrimonios de idéntica jerarquía. El anfitrión (A)
se sentará en la cabecera, mientras que su invitado de honor de igual
jerarquía (I) lo hará en la contracabecera. Luego, la esposa del invitado
de honor (EI) se ubicará a la derecha del anfitrión y la esposa del
anfitrión (EA) se sentará a la derecha del invitado de honor.
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MESA REDONDA.
La mesa redonda es –quizás- la más usada hoy en día, por cuanto
no sólo es una mesa práctica y fácil de entender para comensales y
organizadores, sino además, porque permite una ubicación espacial del
mueble menos rígida dentro del salón de la recepción y, como si todo lo
dicho fuera poco, permite disimular las ausencias de los comensales
con un simple corrimiento de los sitios de los presentes.
La mesa redonda ideal es la de 8, 10 o 12 comensales.
Vamos a comenzar a explicar el tema mostrando la ubicación de
ocho comensales en una mesa redonda “funcional”, es decir, para
comensales que están sentados en ella en virtud de su función y no de
su sexo. No importa que sean hombre o mujeres, están en dicha mesa
en razón de su cargo o de la jerarquía que revisten. En la mesa de
referencia se sientan el anfitrión (A) y siete comensales de jerarquía
inferior a la de él, pero siempre por orden de precedencia.
En una mesa de 8 comensales, como la que muestra la
ilustración nro. 8, la forma más rápida y práctica de disponer los sitios
correctamente enfrentados es, con una vara o regla lo suficientemente
larga, trazar los cuatro puntos cardinales y los cuatro complementarios
de la Rosa de los Vientos: N, S, E, O, NE, SE, SO y NO.
En esta mesa (la nro. 8), la ubicación de los comensales será
dispuesta por orden de precedencia a partir de la derecha del anfitrión
(A) y luego a su izquierda, en forma alternada hasta llegar a la
contracabecera.
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La mesa nro. 9 muestra una mesa redonda en la que deben
ubicarse dos personajes de idéntica jerarquía, un anfitrión (A) y un
invitado de honor (I), acompañados por seis colaboradores, sentados por
estricto orden de precedencia. El comensal nro. 1 será ubicado
inmediatamente a la derecha del anfitrión (A), el nro. 2 a la derecha del
invitado de honor (I), el nro. 3 a la izquierda de (A), el nro. 4 a la
izquierda de (I), y así sucesiva y alternativamente los dos restantes.
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La mesa nro. 10 muestra una mesa redonda mixta, en la que preside
un matrimonio anfitrión una comida a la que asisten cuatro
matrimonios comensales de jerarquía inferior a la de los dueños de
casa. Como puede verse, damas y caballeros se intercalan, y los
matrimonios se separan, ya que la tradición protocolar indica que así
sea. Algunos doctrinarios españoles llaman a este sistema “descanso
matrimonial”.
Las damas 1 y 2 se sentarán a derecha e izquierda del caballero
anfitrión (A), mientras que los caballeros 1 y 2 harán lo propio a
derecha e izquierda de la dama anfitriona (EA). Los restantes
comensales se sentarán como muestra la ilustración de derecha a
izquierda del anfitrión y de su esposa.
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Veamos ahora qué sucede cuando presiden la mesa redonda dos
matrimonios de idéntica jerarquía. La ilustración nro. 11 muestra
claramente el sistema que debe ser adoptado en este caso.
En la cabecera, el anfitrión (A) dará su derecha a la esposa del
invitado de honor (EI). En la contracabecera, el invitado de honor (I)
dará su derecha a la esposa del anfitrión (EA). El caballero nro. 1 (c1)
será ubicado a la derecha de la esposa del invitado de honor. El
caballero nro. 2, a la derecha de la esposa del anfitrión (EA). La dama
nro. 1 se ubicará a la izquierda del anfitrión (A), mientras que la dama
nro. 2, lo hará a la izquierda del invitado de honor (I). Los restantes
comensales –matrimonios- se ubicarán sucesiva y alternativamente, de
derecha a izquierda de la cabecera y la contracabecera respectivamente.
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La ilustración nro. 12 muestra una mesa redonda en la que
toman ubicación: un anfitrión (A), tres invitados de honor de igual
jerarquía (I1, I2 e I3) y cuatro colaboradores inmediatos de estos
últimos. El anfitrión (A) irá en el punto norte, I1 al oeste, I2 al este e I3
al sur. Los cuatro comensales restantes (colaboradores) podrán
sentarse cada uno al lado de su jefe (para consultas) o bien de manera
tal que ninguno de los cuatro jerarcas tenga a su colaborador a su lado,
para obligar a la interacción más absoluta.
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MESA RECTANGULAR.
Con el correr de los últimos años, la mesa rectangular ha perdido
su protagonismo como mesa protocolar por antonomasia.
En efecto, los ceremonialistas tradicionales, apegados a las
prácticas protocolares de factura franco-austríaca, llegaron a sacralizar
esta forma de mesa, considerándola como la más ceremonial de las
mesas de Etiqueta. A esta forma de mesa la denominaron “imperial”, y
con esa denominación pasó a la historia protocolar de la Humanidad.
Sin embargo, acabados ya los imperios y debiendo ser invitados a
nuestras reuniones y banquetes seres de carne y hueso, muchas veces
recién llegados a la función pública y a las lides protocolares, la mesa
imperial fue convirtiéndose en un escollo para los simples mortales y
una barrera infranqueable para la conversación y la negociación en un
clima de cordialidad.
Aún en las comidas muy formales, se reserva una única mesa
rectangular para cabecera de las principales autoridades y todos los
demás comensales toman asiento en mesas redondas concéntricas.
Veamos en primer lugar la forma en que pueden ser dispuestas
las cabeceras en la mesa rectangular.
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Cuando el anfitrión (A) se ubica en el centro de cualquiera de los
lados mayores del rectángulo, la disposición de la cabecera será
denominada “a la francesa” (v. Ilustración nro. 13).
Cuando el anfitrión (A) se ubica en el centro de cualquiera de los lados
menores del rectángulo, la disposición de la cabecera será denominada
“a la inglesa” (v. Ilustración nro. 14).
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La ilustración nro. 15 muestra de qué manera deben ser ubicados
los comensales en una mesa rectangular con cabecera a la francesa.
Debe tenerse en cuenta que ésta será una mesa funcional, en la que
hombres y mujeres tomarán su ubicación por su jerarquía, cargo o
función, es decir, sin tener en cuenta su sexo. Obsérvese que, cuando
no asiste un invitado de honor de jerarquía similar al anfitrión, la
contracabecera queda libre.
En esta mesa, la disposición de los demás comensales será
dispuesta de la siguiente forma: de derecha a izquierda del anfitrión (A)
hasta completar el lado mayor del anfitrión (LMA). Luego, derecha e
izquierda del anfitrión (A) en ambos lados menores (Lm).
El lado mayor de la contracabecera (LMC) se completará de la
siguiente forma: el comensal nro. 7 será ubicado a la izquierda de la
contracabecera libre, es decir, en la diagonal derecha del anfitrión (A).
El comensal nro. 8, será ubicado a la derecha de la contracabecera
libre, es decir, en la diagonal izquierda del anfitrión (A). Luego el nro. 9
a la izquierda del 7 y el nro. 10 a la derecha del 8.
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La ilustración nro. 16 muestra de qué manera deben ser ubicados
los comensales en una mesa rectangular con cabecera a la inglesa. En
este caso, también deberá tenerse en cuenta que será una mesa
funcional, en la que hombres y mujeres tomarán su ubicación por su
jerarquía, cargo o función, es decir, sin tener en cuenta su sexo.
En esta mesa, el anfitrión (A) tomará ubicación en uno de los
lados menores de la mesa (Lm) y los demás comensales en los lados
mayores (LM) de derecha a izquierda del anfitrión de manera sucesiva y
alternada. Ésta es la típica mesa a la que denominamos “de directorio”.
Veamos a continuación qué sucede cuando asiste a la mesa
rectangular un invitado de honor (I) de igual jerarquía que el anfitrión
(A).
En este caso, hay que diferenciar primeramente si en la mesa se
va a comer o se va a trabajar, porque la ubicación de los comensales
habrá de variar según tenga una u otra finalidad. También varían la
distribución de los comensales si las cabeceras se disponen a la inglesa
o a la francesa.
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En la ilustración nro. 17 observamos una mesa rectangular
funcional, para comer, con cabecera a la francesa, con un anfitrión (A) y
un invitado de honor (I).
En esta mesa, la distribución de los comensales será la siguiente:
el nro. 1 a la derecha de (A), el nro. 2 a la derecha de (I), el nro. 3 a la
izquierda de (A) y el nro. 4 a la izquierda de (I). Los demás comensales,
de derecha a izquierda, alternadamente, desde la cabecera a la
contracabecera.
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En la ilustración nro. 18 observamos una mesa rectangular
funcional, para comer, con cabecera a la inglesa, con un anfitrión (A) y
un invitado de honor (I).
En esta mesa, también la distribución de los comensales será la
siguiente: el nro. 1 a la derecha de (A), el nro. 2 a la derecha de (I), el
nro. 3 a la izquierda de (A) y el nro. 4 a la izquierda de (I). Los demás
comensales de derecha a izquierda, alternadamente, desde la cabecera
a la contracabecera.
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Veamos ahora qué sucede con las mesas rectangulares mixtas.
La ilustración nro. 19 nos muestra una mesa rectangular, mixta,
con cabeceras a la francesa, donde preside un matrimonio de jerarquía
superior a la de todos los demás comensales. Recordemos que varones y
mujeres se intercalan y que los matrimonios deben ser separados.
Entonces la disposición de los invitados será la que a
continuación se explica. En la cabecera se ubica (A), en la
contracabecera lo hace (EA), es decir, su esposa. La dama nro. 1 (d1) a
la derecha de (A) y la d2 a su izquierda. El caballero nro. 1 (c1) se ubica
a la derecha de (EA), mientras que c2 lo hace a la izquierda de esta
última. Luego, c3 se ubica a la derecha de d1 y c4 a la izquierda de d2.
En el lado de la contracabecera, d3 se sienta a la derecha de c1 y d4 a
la izquierda de c2.
Los lados menores pueden quedar libres. Si deben completarse, lo
ideal es elegir una mesa lo suficientemente ancha como para colocar
dos comensales de cada lado, para poder continuar intercalando
correctamente damas y caballeros sin que haya coincidencias.
Entonces, d5 se ubica en el Lm de la mesa en la diagonal derecha del
(A) y d6 se ubica en el Lm de la mesa en la diagonal izquierda del (A).
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Por su parte, c5 se coloca en el Lm de la mesa en la diagonal derecha de
la (EA) y c6 se ubica en el Lm de la mesa en la diagonal izquierda de la
(EA).
La ilustración nro. 20 nos muestra una mesa rectangular, mixta,
para comer, con cabeceras a la inglesa, donde preside un matrimonio
de jerarquía superior a la de todos los demás comensales. Recordemos,
nuevamente, que varones y mujeres se intercalan y que los matrimonios
deben ser separados.
Como verá el lector, el sentido de la asignación de lugares lleva el
mismo sentido de derecha a izquierda que aprendimos en la mesa
cuadrada y luego en la mesa rectangular inglesa común.
La d1 se ubica a la derecha de (A), mientras que la d2 lo hace a
su izquierda. Luego, c1 se ubica a la derecha de (EA), mientras que el
c2 lo hace a su izquierda. El c3 en la diagonal derecha de (A) y el c4 en
la diagonal izquierda de (A). La d3 en la diagonal derecha de (EA) y la d4
en la diagonal izquierda de (EA). Del mismo modo, todos los demás
comensales, sucesiva y alternadamente.
Como puede observar el lector, caballeros (c) y damas (d) no sólo
se encuentras intercalados, sino que además los matrimonios se
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encuentran perfectamente separados, respetando el “descanso
matrimonial” querido por el Ceremonial.
La ilustración nro. 21 nos muestra una mesa rectangular,
funcional, para trabajar exclusivamente. Aún mejor, nos muestra la
mesa más práctica y típica para desarrollar ruedas de negociación
bilaterales.
Como puede observar el lector, cada uno de los jefes de misión o
anfitriones de cada delegación, empresa o grupo, ocupa cada una de las
cabeceras de la mesa, con la disposición francesa.
La mesa se encuentra dividida imaginariamente en dos campos
enfrentados (Zona A y Zona I). Según este sistema, cada cabeza de
delegación tendrá a sus costados a los funcionarios, ejecutivos o
especialistas que deberá consultar o con los que deberá intercambiar
material de manera veloz durante las conversaciones. La ubicación de
cada uno de los lados será de derecha a izquierda de cada cabeza de
delegación, en forma sucesiva y alternada.
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La ilustración nro. 22 nos muestra una mesa rectangular, para
comer, mixta, con dos matrimonios presidenciales de igual jerarquía,
un matrimonio (A) y un matrimonio (I).
Atención que cuando hablamos de matrimonio presidencial no
hacemos referencia únicamente a jefes de estado, sino a presidentes de
empresas, de instituciones, o en general, a cualquier persona que, con
independencia del cargo o función que desarrolle, presida una mesa o
reunión.
En estos casos, el área presidencial de la mesa es compartida y
está enfrentada. Vemos, asimismo, un matrimonio presidencial de cada
lado. La ubicación de los comensales se llevará a cabo de la manera que
se describe en el párrafo siguiente.
En cabecera, el c1 se ubicará a la derecha de (EI) y la d1 a la
izquierda de (A). En contracabecera, el c2 se ubicará a la derecha de
(EA) y la d2 a la izquierda de (I). Luego, d3 a la derecha de c1 y c3 a la
derecha de d1. En contracabecera, d4 a la derecha de c2 y c4 a la
izquierda de d2. En los lados menores, caballeros y damas intercalados
en el mismo sentido y alternativamente de derecha a izquierda, primero
cabecera y luego contracabecera.
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MESA “T”.
La ubicación de personas en una mesa “T” es en extremo sencilla,
por cuanto no es más que un conjunto de mesa rectangular con
cabecera francesa y disposición de comensales en prolongación de mesa
inglesa.
En efecto, la ilustración nro. 23 nos muestra una mesa “T” con
una presidencia unipersonal. Los comensales en la cabecera se
sentarán de acuerdo con el sistema que se denomina “francés”. Como
puede verse, en el lado mayor de la contracabecera hemos dejado
varios lugares libres (en este modelo 4), que señalamos como L1, L2, L3
y L4. Estos lugares se dejan libres por dos razones: en primer lugar,
para que no se de ostensiblemente la espalda a los comensales sentados
en la extensión “inglesa”. En segundo lugar, para que no haya
problemas de choque de sillas al momento de tener que retirarse de la
mesa tanto los comensales de la cabecera como los primeros de la
extensión “inglesa”. Obsérvese que también se dejaron dos lugares
libres (los dos primeros) en la extensión “inglesa” con el mismo sentido
(L5 y L6).
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Cuando hablamos de extensión “inglesa” lo hemos hechos porque,
como puede ver claramente el lector, los comensales de la extensión de
la “T” se ubican en diagonal de derecha a izquierda del anfitrión (A).
En cuanto a la mesa denominada “T” debemos tener
especialmente en cuenta que es una mesa recomendable únicamente
para aquellos casos en que las personas que se ubican en la cabecera
son de una jerarquía mayor y bien diferente a las personas que ocupan
la extensión. De ser todos comensales de idéntica jerarquía, este tipo de
mesa no es recomendable por cuanto quienes se encuentran en la
extensión se hallarán ubicados en situación de inferioridad respecto de
aquellas personas que ocupan la mesa que hemos denominado como
“cabecera” de la “T”.
Es una mesa ideal, en cambio, para aquellas ocasiones en que
hay dos categorías bien diferenciadas de personas. Por ejemplo,
gabinete en la cabecera, asesores en la extensión o bien directorio en la
cabecera, gerentes y jefes en la extensión, etc.
MESA “U”.
La mesa “U” también es de organización sencilla por cuanto no es
más que el conjunto de una mesa cabecera francesa con dos
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extensiones de mesa inglesa. Sin embargo, para armar una mesa “U”
debe tenerse especialmente en cuenta si en dicha mesa se trabajará o
va a ser ofrecida una comida, porque la ubicación de los asistentes será
diferente.
La ilustración nro. 24 nos muestra una mesa “U” para trabajar.
Es la disposición ideal para negociaciones y seminarios. Como podrá ver
el lector, han sido numeradas las extensiones. La extensión de la
derecha del anfitrión (A), o sea la 1, tiene precedencia sobre la que se
encuentra a su izquierda, es decir, la 2.
También puede observarse que las caras interiores de las
extensiones no se ocupan con gente, ya que si existe debate o
intercambio de opiniones, nadie puede dar la espalda a nadie y todos
deben mirarse frente a frente. Sobre todo, si delante de cada
participante debe ponerse un cartel indicador con su nombre, el
nombre de su empresa, institución, repartición o país.
Teniendo en claro ello, la ubicación de los asistentes es
sumamente fácil.
En la cabecera, la ubicación es la típica francesa que ya hemos
explicado. En las extensiones, el primero de los lugares a cubrir será el
primero externo de la extensión nro. 1. El segundo, será el primero
externo de la extensión nro. 2, y así sucesiva y alternadamente serán
cubiertos todos los demás lugares.
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La ilustración nro. 25 muestra una mesa “U” dispuesta para
comer. La cabecera a la francesa se completa como ya ha sido
explicado. A las extensiones también se las numera de derecha a
izquierda con los números 1 y 2. Los lados interiores de las extensiones
también se completan porque, al utilizarse la mesa para comer, no
interesa que sean ubicados comensales de espalda.
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Sistema de ubicación en las extensiones:
Primero, se ubica el comensal del primer lugar externo de la
extensión 1.
Segundo, se ubica el comensal del primer lugar externo de la
extensión 2.
Tercero, se ubica el comensal del primer lugar interno de la
extensión 1.
Cuarto, se ubica el comensal del primer lugar interno de la
extensión 2.
Y se repite:
Quinto, se ubica el comensal del segundo lugar externo de la
extensión 1.
Sexto, se ubica el comensal del segundo lugar externo de la
extensión 2.
Séptimo, se ubica el comensal del segundo lugar interno de la
extensión 1.
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Octavo, se ubica el comensal del segundo lugar interno de la
extensión 2.
Y así, sucesiva y alternadamente, hasta completar las
extensiones.
MESA “PEINE”.
La mesa tradicionalmente denominada como “Peine” es un
conjunto formado por una mesa rectangular con disposición francesa y
más de dos extensiones con disposición inglesa adosadas a la cabecera.
Es la mesa protocolar más estricta, por así decirlo; y –por su
complejidad- se encuentra cayendo en la más palmaria de las
desuetudos.
La ilustración nro. 26 nos muestra una mesa “peine” de tres
extensiones.
La cabecera francesa se completa de la misma manera ya
estudiada.
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Las extensiones se numeran: primero la central y luego, será nro.
2 la que se encuentra a la derecha del (A) y nro. 3 la que se encuentra a
la izquierda de este último.
Otra de las premisas que hay que tener en cuenta es que los
sitios que miran directamente al anfitrión (A) tienen precedencia sobre
las que lo tienen de espalda.
Según puede verse en la ilustración que analizamos, el sistema de
ubicación de los asistentes es el siguiente:
1ro. Se ubica el comensal del sitio derecho de la extensión 1.
2do. Se ubica el comensal del sitio izquierdo de la extensión 1.
3ro. Se ubica el comensal del sitio derecho de la extensión 2.
4to. Se ubica el comensal del sitio izquierdo de la extensión 3.
5to. Se ubica el comensal del sitio izquierdo de la extensión 2.
6to. Se ubica el comensal del sitio derecho de la extensión 3.
Y así, sucesiva y alternadamente hasta completar las extensiones.
MESAS “TRANSVERSALES”.
Acerca de las mesas “transversales” no hay mucho que decir
porque no son más que mesas “peine” con sus extensiones separadas
de la mesa cabecera. La mecánica para la ubicación de los comensales
es idéntica y sólo mostraremos, a través de la ilustración nro. 27, cómo
se arma el conjunto, para que quede claro que la cabecera no tiene
contacto físico con las extensiones.
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MESA “O”.
La mesa denominada en Ceremonial como “O” no es más que un
conjunto de mesas rectangulares que, unidas por sus lados menores,
conforman un cuadrado con un espacio central. Es la mesa que nos
muestra la ilustración nro. 28.
Esta mesa, tal como suele por lo general ser armada, es en
extremo incómoda y poco funcional.
En efecto, el espacio central es de imposible acceso. Si algo cae
dentro de dicho espacio (por ejemplo, una carpeta, una lapicera, etc. de
un miembro de una de las delegaciones), debe quedar allí hasta que
termine la reunión y el conjunto sea desarmado, o bien, hacer levantar
a uno de los asistentes para que un auxiliar de conferencia pase por ese
sitio debajo del mantel y recupere lo que se ha caído.
Por lo general, se coloca una planta o conjunto de plantas en el
centro, pero ello no disimula las dimensiones del espacio ni conjura la
posibilidad de que algo caiga dentro de él.
Para graficar lo amplio que resulta el espacio interno de la mesa
vamos a recurrir a un simple cálculo. Supongamos que se sientan diez
(10) personas por cada uno de los lados. Cada persona necesita un
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espacio aproximado de 0,60 m de ancho para cada uno, lo que nos dice
que cada lado mayor tiene 6 metros de largo. Supongamos ahora que la
mesa tiene de ancho 1 metro. El resultado que arroja este simple
cálculo es el siguiente: si a cada lado mayor se le resta 1 metro de cada
lado, el espacio restante es de 4 metros. Es decir, que el espacio central
mínimo es de unos 4 por 4 metros; ni más ni menos que como un
ambiente de casa antigua. El cálculo queda aún más claro en la
ilustración nro. 28.
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PARTE 2: ELECCIÓN DEL TIPO DE RECEPCIÓN SEGÚN EL
HORARIO DE CELEBRACIÓN.
DESAYUNO DE TRABAJO: Se realiza al comenzar la jornada de trabajo
y, generalmente, en el propio despacho de trabajo del anfitrión, en una
sala contigua especialmente preparada para tal fin, en el comedor de la
empresa o institución, en una cafetería, en un restaurante que sirva
desayunos, en un hotel, etc.
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Lo ideal es que se realice dentro de la sede de la institución,
empresa o repartición del anfitrión, porque el objetivo de este tipo de
reunión es que dos o más personas conversen de trabajo o trabajen, con
lo que deben tener a su alcance todos los elementos y servicios
auxiliares necesarios para tal fin: fotocopiadoras, computadoras,
secretarias, mecanógrafas, lápices, resaltadores, engrampadoras, etc.
El desayuno de trabajo debe tener una duración aproximada de
una hora a una hora y media.
Entre las 8 y las 10 horas. No más allá de las 10 horas, para que
no interfiera con la jornada normal de labor.
VINO DE HONOR: Es la recepción típica que puede ofrecerse dentro del
horario normal de labor y entre las recepciones tradicionales más
formales.
Es decir, que un Vino de Honor puede ofrecerse entre el desayuno
y el almuerzo, y entre el almuerzo y el cóctel.
Es una recepción en la que todos los invitados se hallarán de pie
y no existe obligación protocolar alguna de contar con sillería para que
se sienten. Sólo podrá disponerse de algunos asientos por si asiste
algún invitado con un impedimento físico o con mucha edad.
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El Vino de Honor consiste en una o dos oleadas de comida y uno
o dos oleadas de bebida. Nada más. Es una recepción excesivamente
frugal. Los artistas plásticos, en su ambiente, le llaman “Vernissage”.
Es una recepción sumamente práctica porque puede llevarse a
cabo en cualquier salón apropiado de la empresa o de la institución y
hasta en un lugar amplio de una planta industrial o de un galpón
especialmente ambientado para la ocasión.
ALMUERZO DE TRABAJO: Como el desayuno de trabajo, también
puede realizarse en el despacho del anfitrión, en el comedor de la
empresa o institución o un restaurante u hotel próximo.
Generalmente, su duración no debe exceder las dos horas y su
menú debe ser ligero, ya que luego de comer, los comensales deben
continuar con sus obligaciones laborales.
También el lugar más apto para llevarlo a cabo es el laboral, ya
que también deben ser reproducidas las condiciones regulares de
trabajo.
COCTEL: El cóctel es una recepción de las denominadas “de pie” ya
que, si bien pueden esparcirse por alrededor del salón algunas sillas
para cierta cantidad de invitados, no existe obligación alguna de
reservar asiento para todos los presentes. El horario de celebración del
cóctel es aproximadamente las 19 horas, aunque esto último puede
variar –no mucho, por cierto-, de acuerdo con los usos de cada país.
Dura aproximadamente unas dos horas y puede servirse en él el tipo y
cantidad de alimentos y bebidas que se desee.
Durante su transcurso, pueden ofrecerse discursos y shows
musicales, entregas de premios y diplomas, y todo cuanto una empresa
o institución por razones estatutarias o de marketing, deba llevar a
cabo aprovechando la celebración de la reunión.
COMIDA AMERICANA O BUFFET: La Comida Americana o “Buffet”
requiere asiento para todos los comensales. Se celebra a partir de las 20
horas. Los comensales puede ser servidos por mozos o servirse a sí
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mismos si lo desean, dirigiéndose hacia las mesas donde se encuentran
los alimentos en exposición y volviendo a su sitio donde reciben la
bebida de manos del personal del servicio.
Este tipo de recepción permite cierta formalidad sin la rigidez de
las comidas formales propiamente dichas. No se imprime menú, ni se
asignan los lugares con estrictez protocolar. Quizás sólo se asignan
mesas, agrupándose los comensales en cada una de ellas por afinidad o
por intereses o idiomas comunes.
COMIDA PROTOCOLAR PROPIAMENTE DICHA: La Comida Protocolar
propiamente dicha requiere del cumplimiento de todos los requisitos
protocolares tradicionales:
1) Invitaciones mediante tarjeta formal, de acuerdo con las reglas
protocolares internacionales y los usos y costumbres de cada
país.
2) Indicación a los invitados del tipo de vestimenta que se
requiere: frac o uniforme con condecoraciones, smoking o traje
de calle oscuro.
3) Confirmación de asistencia, tanto del comensal invitado como
de su cónyuge.
4) Puntualidad inexcusable en el arribo de los invitados y en el
comienzo del servicio de comida. Caso contrario, la comida
perderá sabor y ya no se servirá “a punto” como fuera
concebida por el chef.
5) Asiento para todos los invitados.
6) Asignación de mesa para todos los comensales y tarjeteo de los
sitios de acuerdo con las normas protocolares internacionales.
7) Impresión del menú.
8) Armado del sitio de los comensales de acuerdo con las reglas
protocolares y con toda la vajilla que estas últimas requieren.
9) Atención de la totalidad de los comensales por mozos y
sommeliers. En las comidas protocolares propiamente dichas,
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el comensal se sienta a la mesa y no se retira de ella hasta el
brindis.
RECEPCIÓN DE SOBREMESA O “APRES DINER”: La Recepción de
Sobremesa o “Apres Diner” es la que se lleva a cabo luego de una
comida formal propiamente dicha y para poder recibir y saludar a todas
aquellas personas que, por razones de rango o espacio, no han podido
ser invitadas a aquélla.
Luego de una comida protocolar, los comensales pasan a un salón
contiguo donde saludarán a las personas no incluidas en la comida
formal y realizarán el brindis final de la noche que, si el anfitrión lo
desea, puede ser reservado para este momento de la noche.
Este tipo de recepción puede celebrarse si problema alguno en el
ámbito de aplicación del Ceremonial Público, donde tienen lugar las
recepciones de sobremesa luego de la comida formal que se ofrece a un
Jefe de Estado. También en la actualidad este tipo de recepción se
utiliza luego de las comidas formales de casamiento, donde a cierta
hora de la noche se admite a una cantidad de invitados mayor –por
ejemplo amigos jóvenes de la pareja- para bailar y cortar el pastel de
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boda, ya que razones de presupuesto o de lejanía parental con los
novios no aconsejaron su invitación al momento formal y más familiar
de la recepción.
Sin embargo, la recepción de sobremesa no es aconsejable más
que en el ámbito oficial, donde aunque más no sea por algunos
minutos, muchas personas –aunque no fueran invitadas a la comida
forma- desean conversar o al menos sentirse en el mismo ámbito físico
de los jefes de estado o de una ilustre personalidad visitante.
No aconsejamos la celebración de este tipo particular de recepción
en ningún otro ámbito ya que resulta, finalmente, en extremo
conflictiva, porque divide a los invitados en invitados de primera y en
invitados de segunda categoría.
En el ámbito familiar, crea disputas entre parientes cercanos y
lejanos, entre amigos que pueden ser invitados a la comida formal y tías
o tíos que, a pesar de ser parientes, son invitados a la sobremesa como
si fuesen más lejanos a los contrayentes. En el ámbito empresario no es
aconsejable invitar a la comida formal a otros empresarios o dirigentes
institucionales y políticos y a la sobremesa al personal, jefaturas
menores o representantes sindicales, porque ello puede repercutir en la
relación del directorio con sus dependientes o sus colectivos gremiales.
PARTE 3: EL ARREGLO DE LA MESA.
MENU: Acerca del menú, sólo nos ocuparemos de su redacción y
presentación. Sobre su elección nada diremos, por cuanto dicha acción
la supeditamos al sabio consejo de nuestros primos, los chefs de
cuisine, los cocineros y los gastronómicos.
En cuanto a su redacción, diremos que debe ser escrito en el
idioma nacional del país. La costumbre protocolar tradicional de
escribirlo en francés ha caído en desuso. Si la comida es en honor a
una delegación determinada, puede escribirse en dos carillas, tipo libro
que –al abrirse- deja ver en al página izquierda el menú en el idioma
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nacional y en la página derecha el menú en el idioma de la delegación.
Esto no es obligatorio, es cortesía protocolar.
El menú debe contener la relación, por orden de servicio, de todos
los platos y los vinos que van a servirse. Cuando hablamos de vinos,
queremos decir la denominación de los mismos, su marca, procedencia
o cosecha. Se encuentran incorrectamente redactados aquellos menúes
que rezan “vino tinto y vino blanco”, porque ello es obvio.
Tampoco se colocará “agua mineral” porque también cae de
maduro que será servida, como corresponde.
Cuanto más formal es la comida, más formal debe ser la
redacción, la grafía y la cartulina del menú. El menú protocolar se
imprime sobre cartulina blanca con letras negras, cursivas y en relieve.
También se admiten las grafías de imprenta, pero sólo las que sean
elegantes y más acordes a la jerarquía de la recepción.
En un menú formal no deben imprimirse auspicios empresariales
u oficiales. Esto se dejará para los programas o para pancartas alusivas
que puedan colocarse en el salón de la comida.
CENTROS DE MESA: Los centros de mesa pueden ser: florales, frutales
o de flores secas. Para las ocasiones más protocolares se utilizan los
arreglos florales naturales, debiéndose cuidar que las flores utilizadas
no tengan olor, para que su aroma no interfiera con el de la comida.
Para las ocasiones menos formales, pueden utilizarse los arreglos
frutales o de flores secas, debiéndose tener en cuenta que estos últimos
sólo deben usarse en otoño e invierno.
Sea cual fuere el arreglo elegido, su altura no debe exceder la que
va desde el mantel de la mesa a la barbilla de los comensales, para que
su altura no impida que estos últimos conversen entre sí cuando se
sientan enfrentados
Cuando la mesa cabecera sea rectangular y las autoridades sean
ubicadas sólo en el lado mayor de cara a los demás comensales, el
arreglo floral puede tener un largo suficiente como para marcar el
alcance de la presidencia, es decir, podrá ser un arreglo de 60
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centímetros para una presidencia unipersonal, 1,20 metros para una
presidencia compartida y de más de dicha medida para una presidencia
múltiple (por ejemplo, cuatro personas: dos matrimonios).
BOUQUETS: Cuando se ofrezca en su sitio a las damas invitadas algún
tipo de bouquet, éste deberá ser siempre de flores naturales.
CANDELABROS: Para las comidas protocolares los candelabros
deberán ser siempre metálicos y en un metal acorde al de los cubiertos.
Deben ser utilizados solamente durante la noche. Una mesa
diurna jamás debe llevar candelabros y menos aún apagados. Cuando
se utilizan candelabros, éstos siempre deberán colocarse con las velas
encendidas.
Las velas deberán ser de preferencia blancas o de un tono pastel
muy tenue, acorde con la ambientación general de la comida.
MANTELES: El mantel en una comida debe llegar hasta un poco más
de la mitad de la distancia que hay entre el borde la mesa y el piso. En
las comidas protocolares es aconsejable que sea blanco, ya que es el
más combinable y menos conflictivo de los colores.
Entre mantel y madera de la mesa debe colocarse un entre-
mantel o “muletón” de paño semi grueso para que no sólo proteja la
mesa de los posibles derrames de líquido, sino además, para que
aminore los ruidos de la vajilla y cubiertos golpeando contra la mesa.
MANTELES INDIVIDUALES: Su uso sólo se autoriza cuando deben
armarse desayunos o almuerzos de trabajo sobre mesas que
comúnmente se utilizan para trabajar. No se utilizan individuales sobre
mantel.
En ningún caso, deberán disponerse comidas protocolares sobre
individuales en mesas de cristal. Cuando las mesas sean de cristal,
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igualmente deberán cubrirse con mantel entero, pues no deben verse
los pies de los comensales.
SERVILLETAS: Formas, colores, tamaños, calidades, su presentación,
servilleteros, su uso. La servilleta espera al comensal sobre el plato,
doblada rectangularmente o anillada en el servilletero, o bien a la
derecha del plato de asiento. Algunos doctrinarios presentan la
servilleta del lado izquierdo del plato, a la izquierda de los tenedores.
Al sentarse, el comensal colocará la servilleta estirada sobre sus
rodillas. Cuando se termina de usar, la dejará sobre el lado izquierdo de
su sitio sin doblar.
Si el comensal debe abandonar la mesa por algunos instantes
durante la comida, ya sea porque tiene un llamado o porque tiene que
coordinar algo, jamás debe dejar la servilleta sobre la mesa, siempre
debe colocarla sobre el asiento.
PLATOS DE ASIENTO: En las comidas formales, cuanto más
protocolares sean, más debemos tratar de conseguir platos de asiento
de metal. El metal que escogeremos debe hallarse de acuerdo con el
metal de los candelabros y la cubertería. La función de estos platos no
es la de marcar el “sitio” del comensal como comúnmente se cree. De
hecho, a estos platos muchos doctrinarios los llaman “platos de sitio”.
Estos platos, por el contrario, no marcan el sitio del comensal sino que
asientan el plato principal de aquél. El sitio de un comensal estará
marcado por una tarjeta.
PLATO DE PAN: El plato de pan se coloca a la izquierda del plato
principal a la altura de los cubiertos de postre. Durante la comida, el
pan se troza con las manos y se lleva a la boca con la mano. Jamás se
corta o troza con cuchillo.
COPAS. UBICACIÓN:
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Ubicación clásica: En línea recta, una al lado de la otra, después
de los cubiertos de postre y de la tarjeta de ubicación. De izquierda a
derecha: agua, vino tinto, vino blanco.
Ubicación moderna: Las copas se colocan a la derecha de los
cubiertos de postre. Se parte de la derecha hacia el centro de la mesa
formando un ángulo de 45 grados. De arriba hacia abajo: agua, vino
tinto, vino blanco.
Ubicación en los desayunos de trabajo: También en estos casos
las copas de jugo y agua se colocan a la derecha del plato que se ubica
delante del comensal. De arriba hacia abajo: agua, jugo.
CUBIERTOS: Los cubiertos se colocan en el orden y en la dirección en
que usarán. Existen dos estilos para la ubicación de los cubiertos:
Estilo inglés: el tenedor se ubica con los dientes hacia arriba, la
cuchara con la concavidad para abajo y el cuchillo con el filo hacia
adentro.
Estilo francés: los cubiertos tienen distintos grabados en el
reverso, el tenedor va con los dientes apoyados sobre la mesa, la
cuchara va con la concavidad hacia arriba y el cuchillo lleva el filo hacia
adentro.
Los cubiertos en posición de descanso se apoyan sobre el borde
del plato, paralelos a la comida servida. Cuando el comensal ha
concluido de comer deberá colocar los cubiertos en forma paralela uno
con el otro, juntos, en el centro del plato en una posición que podría
llamarse de “cinco menos cinco” o de “cuatro menos diez”. Se colocan
siempre el tenedor a la izquierda y el cuchillo a la derecha, con el filo
hacia el centro del plato.
PARTE 4: EL SERVICIO DE LA MESA.
MOZOS: La función de los mozos es la de servir la comida. Sólo
ocasionalmente y ante la escasez de personal podrán servir las bebidas.
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También tienen como función la de reponer la vajilla o cubiertería caída,
sucia o en mal estado. Lo cual –demás no está decirlo- es imperdonable,
porque es obligación del Ceremonial revisar la pulcritud y buen estado
de la vajilla contratada.
Su presentación debe ser de gran pulcritud. Su saco, blanco. Su
pantalón, negro; al igual que sus medias, zapatos o moño (lazo).
También se debe llevar guantes blancos. Si no tiene guantes, el mozo
debe tener las manos aseadas, con las uñas recortadas y limpias. En
las muñecas no deben llevar pulseras ni en sus manos anillos, ya que
no es de buen gusto y además son elementos que pueden caer sobre la
comida o los comensales. Tratarán de no perfumarse con esencias
fuertes, para no interferir con el natural aroma de los platos que los
comensales están saboreando.
En todo momento, deberán dirigirse a los comensales como
“señor” o “señora”, evitando todo tuteo o confianza. Tampoco deben
llamarse entre los mozos por apelativos o diminutivos. Nada más
desagradable hay en una comida cuando un mozo llama a viva voz a
uno de sus compañeros diciéndole. “Cacho”, “Chacho” o “Lolita”. En
esos casos se acercará y dirá lo que deba decir en voz baja.
Tampoco hablarán entre los mozos en un idioma regional que no
entiendan los comensales, por cuanto estos últimos pueden pensar que
se están refiriendo a ellos de manera despectiva o haciendo un
comentario sobre su persona, vestimenta o actitud.
Las mismas condiciones de corrección, pulcritud y
comportamiento deben ser observadas también por las camareras que
asistan el servicio.
SOMMELIER: El sommelier es el encargado de servir la bebida en las
comidas formales, aún en aquellas que no sean estrictamente
protocolares.
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Su función es velar por que los comensales no tengan sus copas
vacías. Se encuentra atento a las copas y cuando el contenido baja de la
mitad, debe procurar su reposición.
JEFE DE SALÓN (MAITRE DE SALON): Es el encargado de supervisar
el accionar de mozos y sommeliers, y lo hace en nombre del agente de
Ceremonial y de acuerdo con las indicaciones de este último.
PERSONAL AUXILIAR: Es el personal que asiste a los comensales en
una recepción protocolar, desde el momento de su arribo hasta su
despedida del lugar. Personal auxiliar en una recepción protocolar es,
por ejemplo, los encargados de guardarropas, los valet-parking, el
personal del checking de los invitados, el personal de acompañamiento
a las mesas, etc.
REGLAS GENERALES DEL SERVICIO DE LA MESA:
Los platos servidos se colocan frente al comensal por su derecha.
Cuando el comensal debe servirse por sus propios medios, el mozo
presentará la fuente por la izquierda de aquél.
El plato sucio se retira por la derecha del comensal.
El plato limpio se coloca por la izquierda del comensal.
En las comidas de jerarquía, no se coloca el agua ni el vino en la
mesa. Ni paneras, ni jarras, ni vinagreras, ni aceiteras, etc..
Cuando los comensales entran en el salón comedor, lo único que
puede hallarse servido en la mesa son las copas de agua.
Luego, cada vino se sirve a su tiempo con el plato correspondiente.
De todos modos, hoy en día se tiende a preguntar al comensal qué
vino desea tomar, ya que se busca respetar las preferencias de cada
uno para no variar sus hábitos alimenticios.
La botella siempre debe estar cubierta por una servilleta para evitar
que el vino pueda gotear.
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Es aconsejable servir la ensalada en un plato aparte o en un plato
riñón, que debe situarse a la izquierda del plato de asiento,
inmediatamente debajo del plato de pan.
El mozo no debe cruzar con sus brazos el sitio del comensal.
Antes de servirse el postre, debe retirarse de la mesa los saleros,
pimenteros y los platos de pan. De ser posible, debe tratarse también
de retirar las migas de pan que pudiesen haber caído sobre el
mantel.
El champagne se sirve para acompañar el postre.
A veces, los cubiertos de postre se traen con este último. Esto no es
incorrecto.
PARTE 5: EL AMBITO Y LOS TIEMPOS DE LA
RECEPCION.
ILUMINACIÓN. La iluminación de una recepción formal, cualquiera
sea, debe ser cálida, nunca parecida a la producida por reflectores
teatrales. Es decir, que no sólo debe ser cálida, sino además indirecta.
MUSICA. La música debe ser funcional, sin letra alguna, y con un nivel
sonoro lo más tenue posible.
DECORACIÓN. La decoración y/o ambientación de una recepción
formal no difiere mucho de cualquier otra reunión protocolar y sobre
todo, no debe exagerarse con las flores, porque su aroma –cuando se
convierte en olor- deviene insoportable e interfiere, como lo decíamos
con los arreglos, con el aroma de la comida.
PLANOS DE ORIENTACIÓN. Generalmente se confecciona en madera y
cuero y reproduce la mesa o conjunto de mesas en las que habrán de
sentarse los comensales. Alrededor de cada mesa, una tarjeta en cada
ventana o ranura hecha en el cuero, indicará en nombre de cada
comensal.
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Los meseros se utilizan, sobre todo, en una comida de cierta
envergadura, cuando no tenemos la cantidad de personal auxiliar
suficiente como para que ubique a todos los invitados. Entonces, el
plano de orientación (o “mesero”, como también se lo llama) se coloca a
la entrada del comedor, en un atril.
A medida que van llegando y mientras saludan a los anfitriones, a
sus conocidos y toman una copa previa, los invitados se acercan al
mesero para ellos mismos visualizar cuál va a ser la mesa en la que van
a ubicarse y el asiento en el que se hallarán sentados.
Lo que debe tenerse en cuenta es que el plano de la mesa o mesas
tenga la misma orientación de la entrada por la que ingresan los
invitados para que estos últimos no se desorienten. No está demás
señalizar con una flecha y colocar una leyenda que diga, como en el
transporte público, “usted está aquí”.
DISCURSOS. Cuando la comida sea formal y en ella se impongan
discursos, estos últimos deben llevarse a cabo antes de que sean
servidos los alimentos.
Existen varios motivos para que ello sea así:
Primero, porque protocolarmente corresponden a la parte formal,
y la parte formal son –justamente- los discursos.
En segundo lugar, porque en las comidas importantes siempre
tenemos una gran cantidad de gente de prensa. En raras ocasiones
reservamos una mesa o varias mesas para la prensa, pero sólo para
cronistas o fotógrafos especialmente invitados a cubrir la recepción. A
los que vienen en gran cantidad de todos los medios no les podemos
reservar una mesa y por ello no pueden quedarse a la comida, ni
pueden esperar sin comer a que la recepción termine para levantar los
discursos o sacar las fotografías correspondientes. Lo ideal es que una
vez terminados los discursos y antes de comenzar a servirse el menú, la
prensa se retire con el material, ya sea televisivo, escrito o gráfico, para
que pueda ser procesado de inmediato en los medios de difusión.
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En tercer lugar, y si sobre todo es una recepción nocturna, los
comensales luego de la comida y de todo un día de labor –con una
agenda que se supone ha sido en extremo apretada- no están en las
mejores condiciones para pronunciar un discurso.
BRINDIS. Contrariamente a los discursos, el brindis debe llevarse a
cabo al finalizar la comida.
Normalmente, este brindis va a ser después retribuido por el
invitado de honor.
Si el invitado de honor está haciendo un brindis y se refiere al
anfitrión, este último no debe levantarse; tampoco debe seguir
comiendo en ese momento aunque esté terminando el postre, ni
aplaudirse a sí mismo luego del brindis que se ofreció en su honor. En
esos casos, debe permanecer quieto sin llevar a cabo acción alguna ni
hablar con el comensal que se encuentre a su lado.
Si el que ofrece el brindis está acompañado por su esposa, deberá
ofrecerlo en plural: “Mi esposa y yo…”.
En el brindis formal, las copas no se golpean, sólo se levantan
hacia las personas que se tienen a los lados o hacia las personalidades
que presiden la recepción y se hace el ademán de golpear el aire.
GUARDARROPA. Su armado resulta imprescindible al momento de
celebrar cualquier recepción de tipo formal, sobre todo, cuando la
misma se realiza en épocas frías del año, cuando los comensales suelen
arriban con abrigos. Como en cualquier guardarropa, el de las comidas
debe contar también con personal de seguridad para que nada falte. Lo
ideal es entregar un número a los comensales cuya copia deberá ser
añadida a la prenda, tratando de colgar todos los elementos del mismo
comensal en una misma percha.