1
Aristóteles Metafísica 83 E LIBRO VI Capítulo 1 Buscamos los principios y las causas de los entes, pero es claro que en cuanto entes. Hay, en efecto, una causa de la salud y del bienestar, y de las Cosas matemáticas hay principios y elementos y causas, y, en suma, toda ciencia basada en la razón o que participa en algo del razonamiento versa sobre causas y principios, ora más rigurosos ora más simples. Pero todas estas ciencias, habiendo circunscrito algún ente y algún género, tratan acerca de él, y no acerca del Ente en general ni en cuanto ente, ni se preocupan para nada de la quididad, sino que, partiendo de ésta, unas después de ponerla de manifiesto para la sensación y otras tomando la quididad como hipótesis, demuestran así, con más o menos rigor, las propiedades inherentes al género de que se ocupan. Por eso es evidente que no hay demostración de la substancia ni de la quididad a base de tal inducción, sino que es otro el modo de su manifestación. De igual manera, tampoco dicen nada acerca de si existe o no existe el género de que tratan, por ser propio de la misma operación del entendimiento mostrar la quididad y su existencia. Y, puesto que también la Física es una ciencia que versa sobre cierto género del Ente (pues trata de aquella substancia que tiene en sí misma el principio del movimiento y del reposo), es evidente que ni es práctica ni factiva (las cosas factibles, en efecto, tienen en el que las hace su principio, que es la mente, o algún arte o potencia, y las practicables lo tienen en el que las practica, y es el propósito; pues lo practicable y lo propuesto son lo mismo); de suerte que, si toda operación del entendimiento es práctica o factiva o especulativa, la Física será una ciencia especulativa, pero especulativa acerca de un ente tal que sea capaz de moverse, y acerca de la substancia, según el enunciado generalmente, pero no separable. Y es preciso que no desconozcamos cómo es la esencia y el enunciado, pues sin esto de nada servirá la indagación. Pues bien, de las cosas que se definen y de las quididades, unas son como lo chato, y otras, como lo cóncavo. Y se diferencian en que lo chato se toma junto con la materia (pues lo chato es una nariz cóncava), mientras que la concavidad es independiente de la materia sensible. Pero, sitodas las cosas naturales se enuncian como lo chato, por ejemplo nariz, ojo, rostro, carne, hueso..., en una Aristóteles Metafísica 84 palabra, animal; hoja, raíz, corteza..., en suma, planta (pues ninguna de estas cosas puede prescindir del movimiento en su enunciado, sino que siempre implican materia), está claro cómo se debe buscar y definir la quididad en las cosas naturales, y por qué es propio del físico especular también sobre aquella clase de alma que no se da sin la materia. Así, pues, que la Física es especulativa se ve claro por lo dicho. También la Matemática es especulativa. Pero no vamos a resolver ahora si trata de entes inmóviles y separados, aunque está claro que algunas ramas de las Matemáticas los consideran en cuanto inmóviles y separados. Y, si hay algo eterno e inmóvil y separado, es evidente que su conocimiento corresponde a una ciencia especulativa, pero no a la Física (pues la Física trata de ciertos seres movibles) ni a la Matemática, sino a otra anterior a ambas. Pues la Física versa sobre entes separados, pero no inmóviles, y algunas ramas de la Matemática, sobre entes inmóviles, pero sin duda no separables, sino como implicados en la materia. En cambio, la Ciencia primera versa sobre entes separados e inmóviles. Ahora bien: todas las causas son necesariamente eternas, y sobre todo éstas; porque éstas son causas de los entes divinos que nos son manifiestos. Por consiguiente, habrá tres filosofías especulativas: la Matemática, la Física y la Teología (pues a nadie se le oculta que, si en algún lugar se halla lo divino, se halla en tal naturaleza, y es preciso que la más valiosa se ocupe del género más valioso. Así, pues, las especulativas son más nob les que las otras ciencias, y ésta, más que las especulativas. Podría dudarse, en efecto, si la Filosofía primera es universal o si trata de algún género o de alguna naturaleza en particular (pues no hay un modo único ni siquiera en las Matemáticas, sino que la Geometría y la Astronomía tratan de cierta naturaleza, mientras que la Matemática universal es común a todas). Pues bien, si no hay ninguna otra substancia aparte de las constituidas por la naturaleza, la Física será Ciencia primera; pero, si hay alguna substancia inmóvil, éstas será anterior y Filosofía primera, y universal precisamente por ser primera; y a ésta corresponderá considerar el Ente en cuanto ente, su quididad y las cosas que le son inherentes en cuanto ente. Capítulo 2 Mas, puesto que «Ente» dicho sin más tiene varios sentidos, uno de los cuales es el Ente por accidente, y otro el Ente como verdadero, y el no-ente como falso, y, aparte de éstos, tenemos las figuras de la predicación (por ejemplo «qué», «de qué cualidad», «cuán grande», «dónde», «cuándo», y si alguna otra significa de este modo), y, todavía, además de todos éstos, el Ente en potencia y el Ente en acto. – Puesto que, en efecto, el Ente tiene varios sentidos, digamos en primer lugar del Ente por accidente que no es posible ninguna especulación sobre él. Y la prueba es que ninguna ciencia, ni

La metafisica de Aristóteles_Parte42

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: La metafisica de Aristóteles_Parte42

Aristóteles Metafísica

83

ELIBRO VI

Capítulo 1

Buscamos los principios y las causas de los entes, pero es claro que en cuanto entes.Hay, en efecto, una causa de la salud y del bienestar, y de las Cosas matemáticas hayprincipios y elementos y causas, y, en suma, toda ciencia basada en la razón o queparticipa en algo del razonamiento versa sobre causas y principios, ora más rigurososora más simples. Pero todas estas ciencias, habiendo circunscrito algún ente y algúngénero, tratan acerca de él, y no acerca del Ente en general ni en cuanto ente, ni sepreocupan para nada de la quididad, sino que, partiendo de ésta, unas después deponerla de manifiesto para la sensación y otras tomando la quididad como hipótesis,demuestran así, con más o menos rigor, las propiedades inherentes al género de que seocupan. Por eso es evidente que no hay demostración de la substancia ni de laquididad a base de tal inducción, sino que es otro el modo de su manifestación. Deigual manera, tampoco dicen nada acerca de si existe o no existe el género de que tratan,por ser propio de la misma operación del entendimiento mostrar la quididad y suexistencia. Y, puesto que también la Física es una ciencia que versa sobre cierto génerodel Ente (pues trata de aquella substancia que tiene en sí misma el principio delmovimiento y del reposo), es evidente que ni es práctica ni factiva (las cosas factibles,en efecto, tienen en el que las hace su principio, que es la mente, o algún arte opotencia, y las practicables lo tienen en el que las practica, y es el propósito; pues lopracticable y lo propuesto son lo mismo); de suerte que, si toda operación delentendimiento es práctica o factiva o especulativa, la Física será una cienciaespeculativa, pero especulativa acerca de un ente tal que sea capaz de moverse, yacerca de la substancia, según el enunciado generalmente, pero no separable. Y espreciso que no desconozcamos cómo es la esencia y el enunciado, pues sin esto denada servirá la indagación. Pues bien, de las cosas que se definen y de las quididades,unas son como lo chato, y otras, como lo cóncavo. Y se diferencian en que lo chato setoma junto con la materia (pues lo chato es una nariz cóncava), mientras que laconcavidad es independiente de la materia sensible. Pero, si todas las cosas naturalesse enuncian como lo chato, por ejemplo nariz, ojo, rostro, carne, hueso..., en una

Aristóteles Metafísica

84

palabra, animal; hoja, raíz, corteza..., en suma, planta (pues ninguna de estas cosaspuede prescindir del movimiento en su enunciado, sino que siempre implican materia),está claro cómo se debe buscar y definir la quididad en las cosas naturales, y por quées propio del físico especular también sobre aquella clase de alma que no se da sin lamateria. Así, pues, que la Física es especulativa se ve claro por lo dicho.También la Matemática es especulativa. Pero no vamos a resolver ahora si trata deentes inmóviles y separados, aunque está claro que algunas ramas de las Matemáticaslos consideran en cuanto inmóviles y separados. Y, si hay algo eterno e inmóvil yseparado, es evidente que su conocimiento corresponde a una ciencia especulativa,pero no a la Física (pues la Física trata de ciertos seres movibles) ni a la Matemática,sino a otra anterior a ambas. Pues la Física versa sobre entes separados, pero noinmóviles, y algunas ramas de la Matemática, sobre entes inmóviles, pero sin duda noseparables, sino como implicados en la materia. En cambio, la Ciencia primera versasobre entes separados e inmóviles. Ahora bien: todas las causas son necesariamenteeternas, y sobre todo éstas; porque éstas son causas de los entes divinos que nos sonmanifiestos. Por consiguiente, habrá tres filosofías especulativas: la Matemática, laFísica y la Teología (pues a nadie se le oculta que, si en algún lugar se halla lo divino,se halla en tal naturaleza, y es preciso que la más valiosa se ocupe del género másvalioso. Así, pues, las especulativas son más nob les que las otras ciencias, y ésta, másque las especulativas. Podría dudarse, en efecto, si la Filosofía primera es universal osi trata de algún género o de alguna naturaleza en particular (pues no hay un modoúnico ni siquiera en las Matemáticas, sino que la Geometría y la Astronomía tratan decierta naturaleza, mientras que la Matemática universal es común a todas). Pues bien,si no hay ninguna otra substancia aparte de las constituidas por la naturaleza, la Físicaserá Ciencia primera; pero, si hay alguna substancia inmóvil, éstas será anterior yFilosofía primera, y universal precisamente por ser primera; y a ésta corresponderáconsiderar el Ente en cuanto ente, su quididad y las cosas que le son inherentes encuanto ente.

Capítulo 2

Mas, puesto que «Ente» dicho sin más tiene varios sentidos, uno de los cuales es elEnte por accidente, y otro el Ente como verdadero, y el no-ente como falso, y, apartede éstos, tenemos las figuras de la predicación (por ejemplo «qué», «de qué cualidad»,«cuán grande», «dónde», «cuándo», y si alguna otra significa de este modo), y,todavía, además de todos éstos, el Ente en potencia y el Ente en acto. – Puesto que, enefecto, el Ente tiene varios sentidos, digamos en primer lugar del Ente por accidente queno es posible ninguna especulación sobre él. Y la prueba es que ninguna ciencia, ni