2
—HISTORIA DE UN TECHO ALMAGREÑO (I): EL ARTESONADO DE LA ANTIGUA UNIVERSIDAD RENACENTISTA— D urante siglos escuchó las con- fesiones susurradas de mon- jes y fieles. Ahora, probable- mente conozca todos los de- talles de la muerte de Héc- tor “el Negro” Saldaña, uno de los más influyentes narcotraficantes del estado de Nuevo León, en Mé- xico. Esta es la extraordinaria historia de un viaje, la del arte- sonado mudéjar que cubrió el techo de la iglesia Antigua Uni- versidad Renacentista de Al- magro hasta llegar a La Milar- ca, la residencia-museo-pro- yecto de vida de Mauricio Fer- nández, el alcalde de Pedro Garza García, cerca de Monte- rrey, todo un personaje de no- vela: empresario de rancio abo- lengo, mecenas, rudo con los delincuentes, coleccionista de mil y un ob- jetos, político y un sinfín de cosas más. En pocas palabras, la desamortización de Mendizábal permitió que muchas de las piezas más valiosas del patrimonio ar- tístico español cayeran en manos de co- leccionistas, entre ellas el artesonado mu- déjar de la iglesia de la Antigua uNiversi- dad Renacentista de Almagro. William Randolph Hearts, magnate de la prensa y modelo del ciudadano Kane lo compró para su increíble castillo de San Simeón, en California, aunque la crisis, la de los años 30, le obligó a venderlo. El artesona- do acabó en Raleigh, Carolina del Norte, durmiendo el sueño de los justos hasta que la madre de Mauricio Fernández vio un anuncio en una revista. La historia va de Fernández a Fernán- dez, de mecenas a mecenas, pues la fun- dación de una iglesia Almagro, bajo la ad- vocación de Nuestra Señora del Rosario, corrió por cuenta de Fernando Fernán- dez de Córdova y Mendoza, clavero de la orden de Calatrava y considerado por los historiadores un gran humanista. Estamos a principios del siglo XVI, y la iglesia se construye combinando diferentes estilos, entre los que destaca el fino trabajo de los artesanos mudéjares, que cubre el techo de la iglesia con un artesonado que causa admiración a cuantos tienen la fortuna de poder contemplarlo. “El arquitecto de la iglesia”, comenta el profesor de la Uni- versidad de Castilla-La Mancha Enrique Herrera, “es Francisco de Luna, del im- portante núcleo conquense. Es el maes- tro, entre otras cosas, de la catedral de Cuenca o del monasterio de Uclés. En Al- magro combina el gótico con el estilo re- nacentista. Sobre 1545 cede su obra a Mar- tín Sánchez Vizcaíno”. “El artesonado, que es de los que se conocen como de par y nu- dillo”, prosigue Herrera, “es una pieza magnífica”. Las medidas de la obra son im- presionantes: 39 metros de largo por 13 de ancho para cubrir la nave de la iglesia. Fernández de Córdova defiende la cre- ación de un convento anexo a la iglesia, que acaba siendo ocupado en 1539. Hubo que esperar hasta 1574 para que una am- pliación de las instalaciones diera cobijo a la Universidad de Almagro, ya muerto Fer- nando Fernández de Córdova. Almagro tuvo el privilegio de contar con una universidad casi durante tres siglos. En 1835 se clausura la universidad y son expulsados los dominicos. La desamortización de Mendizá- bal marca el destino de la Uni- versidad. El convento y el cole- gio universitario acaban des- apareciendo. El edificio de la iglesia fue usado como molino de aceite y fábrica de muebles. Las partes más valio- sas de la iglesia son vendidas, de forma más o menos discreta. La sillería del coro ter- mina en Ocaña, recomprada por los pro- pios dominicos; el retablo original, Los Misterios del Rosario, pintado por Juan Correa de Vivar, en Calzada de Calatrava; y el artesonado cae en manos de Arthur Byne y su esposa, Mildred Stapelton. DE FERNÁDEZ A FERNÁNDEZ (pasando por el ciudadano Kane) El extraordinario viaje del artesonado de la Antigua Universidad Renacentista de Almagro desde la ciudad encajera a Pedro Garza García, un pueblo cerca de Monterrey, en Nuevo León (México). Por Francisco J. Otero DE FERNÁDEZ A FERNÁNDEZ (pasando por el ciudadano Kane) LA MILARCA/M.F.

LA MILARCA/M.F. DE ERNÁDEZ DEFFERNÁDEZAA … entrega.pdf · magro hasta llegar a La Milar-ca, la residencia-museo-pro-yecto de vida de Mauricio Fer- ... de la cultura española

Embed Size (px)

Citation preview

— H I S TORIA DE UN TECHO A L M AGREÑO (I): EL ARTESONADO DE LA A N T I G UA UNIVERSIDAD RENAC E N T I S TA—

Durante siglos escuchó las con-fesiones susurradas de mon-jes y fieles. Ahora, probable-mente conozca todos los de-talles de la muerte de Héc-tor “el Negro” Saldaña, uno

de los más influyentes narcotraficantes delestado de Nuevo León, en Mé-xico. Esta es la extraordinariahistoria de un viaje, la del arte-sonado mudéjar que cubrió eltecho de la iglesia Antigua Uni-versidad Renacentista de Al-magro hasta llegar a La Milar-ca, la residencia-museo-pro-yecto de vida de Mauricio Fer-nández, el alcalde de PedroGarza García, cerca de Monte-r r e y, todo un personaje de no-vela: empresario de rancio abo-lengo, mecenas, rudo con losdelincuentes, coleccionista de mil y un ob-jetos, político y un sinfín de cosas más.

En pocas palabras, la desamortizaciónde Mendizábal permitió que muchas delas piezas más valiosas del patrimonio ar-tístico español cayeran en manos de co-leccionistas, entre ellas el artesonado mu-déjar de la iglesia de la Antigua uNiversi-dad Renacentista de Almagro. WilliamRandolph Hearts, magnate de la prensa y

modelo del ciudadano Kane lo comprópara su increíble castillo de San Simeón,en California, aunque la crisis, la de losaños 30, le obligó a venderlo. El artesona-do acabó en Raleigh, Carolina del Norte,durmiendo el sueño de los justos hasta quela madre de Mauricio Fernández vio un

anuncio en una revista.La historia va de Fernández a Fernán-

dez, de mecenas a mecenas, pues la fun-dación de una iglesia Almagro, bajo la ad-vocación de Nuestra Señora del Rosario,corrió por cuenta de Fernando Fernán-dez de Córdova y Mendoza, clavero de laorden de Calatrava y considerado por loshistoriadores un gran humanista. Estamosa principios del siglo XVI, y la iglesia se

construye combinando diferentes estilos,entre los que destaca el fino trabajo de losartesanos mudéjares, que cubre el techode la iglesia con un artesonado que causaadmiración a cuantos tienen la fortuna depoder contemplarlo. “El arquitecto de laiglesia”, comenta el profesor de la Uni-

versidad de Castilla-La Mancha EnriqueHerrera, “es Francisco de Luna, del im-portante núcleo conquense. Es el maes-tro, entre otras cosas, de la catedral deCuenca o del monasterio de Uclés. En Al-magro combina el gótico con el estilo re-nacentista. Sobre 1545 cede su obra a Mar-tín Sánchez Vizcaíno”. “El artesonado, quees de los que se conocen como de par y nu-dillo”, prosigue Herrera, “es una pieza

magnífica”. Las medidas de la obra son im-presionantes: 39 metros de largo por 13de ancho para cubrir la nave de la iglesia.

Fernández de Córdova defiende la cre-ación de un convento anexo a la iglesia,que acaba siendo ocupado en 1539. Huboque esperar hasta 1574 para que una am-

pliación de las instalacionesdiera cobijo a la Universidadde Almagro, ya muerto Fer-nando Fernández de Córdova.

Almagro tuvo el privilegio decontar con una universidad casidurante tres siglos. En 1835 seclausura la universidad y sonexpulsados los dominicos. Ladesamortización de Mendizá-bal marca el destino de la Uni-versidad. El convento y el cole-gio universitario acaban des-apareciendo. El edificio de la

iglesia fue usado como molino de aceite yfábrica de muebles. Las partes más valio-sas de la iglesia son vendidas, de forma máso menos discreta. La sillería del coro ter-mina en Ocaña, recomprada por los pro-pios dominicos; el retablo original, LosMisterios del Rosario, pintado por JuanCorrea de Vivar, en Calzada de Calatrava;y el artesonado cae en manos de ArthurByne y su esposa, Mildred Stapelton.

DE FERNÁDEZ A F E R N Á N D E Z

(pasando por elciudadano Kane)

El extraordinario viaje del artesonado de la AntiguaUniversidad Renacentista de Almagro desde la ciudad

encajera a Pedro Garza García, un pueblo cerca deM o n t e r r e y, en Nuevo León (México). Por F rancisco J. O t e ro

DE FERNÁDEZ A F E R N Á N D E Z

(pasando por elciudadano Kane)

LA MILARCA/M.F.

En gra n d e,la Antigua Universidad Renacentista.A b a j o, la única foto que se conserva del artesonado en su emplazamiento original.

Estos dos personajes son la clave del via-je transoceánico del artesonado mudéjarde la iglesia almagreña. Este matrimonionorteamericano se estableció a principiosde siglo en España. Él era licenciado enarte, aunque se presentaba como arqui-tecto y ella escribía. Ambos pertenecían ala Hispanic Society de Nueva York. Publi-can varios libros. Quizás el más interesan-te para la historia es el que lleva por títu-lo Decorated wooden ceilings in Spain, es de-c i r, A rtesonados decorados en España. En élno aparace ninguna referencia al arteso-nado mudéjar de la iglesia de Almagro.De hecho, es muy posible que el matri-monio no pisara nunca la ciudad encaje-r a .

En este punto, la historia adquiere tin-tes cinematográficos. Byne entra en con-tacto con William Randolph Hearts, elmagnate de la prensa que sirvió de mo-delo a Orson Wells para su Ciudadano Kane,el hombre que provocó la guerra hispanonorteamericana por la que España perdióCuba. Hearts es un comprador compulsi-vo de antigüedades para su castillo de SanSimeón, en California. Byne es su hombreen España y en Francia. Compra para élcasi todo lo que ve. Las leyes no están muyclaras en esta materia y Byne es discreto.Trata, sobre todo, con la arquitecta de He-

arts, Julia Morgan, con la que cierra lasoperaciones de compra. Entre sus “con-quistas” se encuentran el castillo enterode San Francisco de Cuéllar, el monaste-rio de Óvila en Guadalajara o la reja de lacatedral de Valladolid. Un catálogo por-menorizado de las “hazañas” de Byne pue-de encontrarse en las obras del pro-fesor de la Universidad Politéc-nica de Madrid José MiguelMerino Cáceres, el mayorexpero en el expolio deln o r t e a m e r i c a n o .

El dato no está ple-namente confirma-do, pero parece quees en 1929 cuandoByne se topa con elartesonado de la igle-sia de Nuestra Señoradel Rosario, aunquebien pudiera haber sidoun año antes. El produc-to era fácil de colocar, puesHearts llega a acumular hasta80 artesonados en sus propiedades,aunque la mayoría de ellos permanecenalmacenados sin montarse, por la dificul-tad del trabajo. Convenientemente em-balado, el artesonado viaja, a través delocéano Atlántico hasta Nueva York, don-

de se guarda en un enorme almacén queHearts tiene en Brooklyn.

En principio, el artesonado almagreñoestaba destinado al salón de baile del cas-tillo de San Simeón, pero la crisis de losaños 30 pillan a Hearts con el pie cambia-do. El gran empresario del periodismo

amarillo atraviesa serias dificultadesfinancieras y como consecuen-

cia se deshace de muchas desus pertenencias. Entre

ellas se encuentra el te-cho de la iglesia enca-jera que, como otrosmuchos, había per-manencido guarda-do. En 1941 lo com-pra Carl W. Hamil-ton y el techo acabaen Carolina del Nor-

te, esperando que al-guien lo adquiera. Has-

ta que la madre de Mau-ricio Fernández ve un anun-

cio en una revista francesa, C o -n o c e d o res de Art e, en la que anuncian

la venta de tres techos “árabes”. La únicareferencia visual son unas fotografías. Co-rre el año 1979 y Mauricio Fernández y sum u j e r, Norma, casi a ciegas y con no de-masiado dinero para invertir, deciden ti-

rarse a la piscina y comprar uno de ellos,el de la iglesia de Nuestra Señora del Ro-sario de Almagro, aunque por entonceseso ellos no lo sabían. Con el ir y venir delartesonado, su origen se había perdido.En la documentación que lo acompaña-ba, sólo aparecía que era español, proba-blemente granadino.

Lo más curioso de todo el asunto es queel matrimonio Fernández compra el te-cho sin tener, siquiera, una casa en la queponerlo. De hecho, su residencia, La Mi-larca, se va a construir partiendo del techoencajero. Sin duda, ellos sí que empeza-ron la casa por el tejado. “Andábamos en-tonces bordeando los 25 años de edad, porlo que nuestra inmadurez nos daba ungran impulso y una gran capacidad paracorrer riesgos”, confesaba Mauricio Fer-nández hace tres años en su libro La Mi -l a rc a.

El actual alcalde de Pedro Garza Garcíacompró el artesonado, sin saber muy bienlo que hacía, al ejecutor de la herencia delCarl W. Hamilton, Paul To u n t y.

T R ATO El empre s a r i o

y político mexicanocompró el art e s o n a d oa l m a g reño a Carl W.

Hamilton, que loadquirió de Wi l l i a m

Randolph Heart s

Resulta curioso comprobar cómo cambian lasopiniones con el tiempo.El matrimonio Byne,Arthur y Midre d ,es uno de los ejemplosmás evidentes.M i e n t ra sv i v i e ron en España,s up restigio como ex p e r t o sen arte español yamantes de lasesencias den u e s t ro país,f u e ron enormes.Por ejemplo,el 9de julio de 1925el A B C p u b l i c a b au n areivindicación dea m b o s ,n a d amenos que en dosp á g i n a s , firmada porDionisio Pére z ,llegando a pedir que seles concediera la cruz deAlfonso XIII por su trabajo en prode la cultura española.Tras la muerte de A r t h u r,que tuvo lugar enSanta Cruz de Mudela,e 1935,en unaaccidente de tráfico con un camión con el quese choca de fre n t e, cuando re g resaba a Madriddespués de comprar unas alfombras enA n d a l u c í a , los elogios se suceden.Pe ro el tiempo pasa y actualmente A r t h u rByne y su mujer son considerados como unosg randes ex p o l i a d o re s ,capaces de sacar deEspaña muchas obras de arte valiosas,d erobarlas casi. La verja de la catedral deVa l l a d o l i d , el convento entero de SanF rancisco de Cuéllar en Segovia,parte de lae s t r u c t u ra del castillo de Benavente enZ a m o ra o el monasterio de Óvila enG u a d a l a j a ra ,son sólo parte del botín de Byne.Por cierto,que cuenta la leyenda que una delas parejas más famosas de la litera t u rae s p a ñ o l a , la formada por Zenobia Camprubí yJuan Ramón Jiménez, se conoció gracias almatrimonio Byne.Dicen que el poetaonubense vivía en la pensión Arizpe y,p a re dcon pare d ,se alojaban los Byne,que recibían lavisita de Zenobia.Su voz llamó la atención deJuan Ramón,que se empeñó en conocer quiéne ra su dueña.Pe ro eso es otra historia.

De eminenteshispanófilos ae x p o l i a d o re s

M ATRIMONIO BYNE

Mañana, segunda y últimae n t rega del re p o rt a j e

EL DÍA