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La Mirada desde Arriba Por Jeanne de Salzmann El pensamiento objetivo es la mirada desde Arriba. Una mirada libre, una que ve. Sin esta mirada puesta sobre mí y que me ve, mi vida es la vida de un hombre ciego, que va donde el impulso lo empuje, sin saber por qué o cómo. Sin esta mirada puesta sobre mí, no puedo saber que existo. Tengo el poder de levantarme sobre mí mismo y verme libremente... de ser visto. Tengo el poder de que mi pensamiento no sea esclavizado. Para esto, debo dejar ir todas las asociaciones que lo mantienen cautivo, pasivo. Debo cortar los hilos que lo unen a estas imágenes, a todas estas formas; debe liberarse del constante jalón de la emoción. (El pensamiento) Debe sentir el poder que tiene de resistir este jalón, verlo mientras se levanta a sí mismo constantemente sobre él (jalón emocional.) En este movimiento, el pensamiento se hace activo; se hace activo en el acto de purificarse a sí, y en esta manera adquiere un objetivo, un solo objetivo: pensar “Yo”, realizar “quien Soy”, entrar en este misterio. De otra manera, los pensamientos son sólo objetos, ocasiones para esclavitud, trampas en las que el pensamiento real pierde su poder de objetividad y acción voluntaria. Preocupado por palabras, imágenes, formas que lo atraen, el pensamiento real pierde su facultad de ver. Pierde el sentido del Yo. Entonces yo no soy nada más que un organismo a la deriva. Un cuerpo privado de inteligencia. En la ausencia de esta mirada, estoy obligado a regresar al automatismo y la ley del accidente.

La Mirada desde Arriba-de Salzmann

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La Mirada desde ArribaPor Jeanne de Salzmann

El pensamiento objetivo es la mirada desde Arriba. Una mirada libre, una que ve. Sin esta mirada puesta sobre mí y que me ve, mi vida es la vida de un hombre ciego, que va donde el impulso lo empuje, sin saber por qué o cómo. Sin esta mirada puesta sobre mí, no puedo saber que existo.

Tengo el poder de levantarme sobre mí mismo y verme libremente... de ser visto. Tengo el poder de que mi pensamiento no sea esclavizado. Para esto, debo dejar ir todas las asociaciones que lo mantienen cautivo, pasivo. Debo cortar los hilos que lo unen a estas imágenes, a todas estas formas; debe liberarse del constante jalón de la emoción. (El pensamiento) Debe sentir el poder que tiene de resistir este jalón, verlo mientras se levanta a sí mismo constantemente sobre él (jalón emocional.) En este movimiento, el pensamiento se hace activo; se hace activo en el acto de purificarse a sí, y en esta manera adquiere un objetivo, un solo objetivo: pensar “Yo”, realizar “quien Soy”, entrar en este misterio.

De otra manera, los pensamientos son sólo objetos, ocasiones para esclavitud, trampas en las que el pensamiento real pierde su poder de objetividad y acción voluntaria. Preocupado por palabras, imágenes, formas que lo atraen, el pensamiento real pierde su facultad de ver. Pierde el sentido del Yo. Entonces yo no soy nada más que un organismo a la deriva. Un cuerpo privado de inteligencia. En la ausencia de esta mirada, estoy obligado a regresar al automatismo y la ley del accidente.

Esta mirada al mismo tiempo me sitúa y me libera. Y en mis mejores momentos de recogimiento, llego a un estado donde se me da a saber, a sentir la bondad de esta mirada que desciende sobre mí, que me abraza. Me siento a mí mismo bajo la radiación de esta mirada.

Cada vez, el primer paso es el reconocimiento de una escasez. Siento la necesidad de un pensamiento. La necesidad de un pensamiento libre volcado hacia mí mismo, para que pueda realmente hacerme

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consciente de mi existencia. Un pensamiento activo cuyo solo objetivo, solo objetivo es Yo... encontrar Yo otra vez.

Esta es mi lucha: una lucha contra la pasividad de mi pensamiento. Una lucha sin la cual nada más consciente puede encontrar lugar, puede nacer. Es una lucha para dejar la ilusión de “yo” en la que vivo, para poder acercarme mas a ver realmente. En el corazón de esta lucha se crea un orden en el caos, una jerarquía: dos niveles se revelan, dos mundos. Mientras sólo haya un nivel, no puede haber “visión.” Reconocimiento de otro nivel – eso es el despertar del Pensamiento.

Sin este esfuerzo, el pensamiento regresa al sueño habitado por palabras, imágenes, nociones preestablecidas, conocimiento aproximado, sueños y varias perturbaciones. Es el pensamiento del hombre sin inteligencia. Es terrible darse cuenta de repente que uno ha vivido sin el pensamiento independiente de uno. Sin inteligencia. Sin nada que ve lo que es real. Y así, sin la conexión con el mundo de Arriba.

Es en mi esencia que me reúno con aquello que ve. Si pudiera quedarme ahí, estaría en la fuente de algo único, algo estable, en la fuente de aquello que no cambia.

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Bajo el titulo variante, El Despertar del Pensamiento, este ensayo fue originalmente publicado en Gurdjieff: Ensayos y Reflexiones Sobre el Hombre y Sus Enseñanzas, New York: Continuum, 1996, editado por Jacob Needleman y George Baker, de la edición Francesa compilada por Bruno de Panafieu. El texto francés original, datado de julio 23 de 1958, es un extracto de una libreta de Jeanne de Salzmann. Esta “traducción cercana” intenta ser tan fiel posible a la original. En este trabajo de Jack Cain y de otros miembros de la fundación de Toronto, Halifax y Londres.

Copyright © 2003 Gurdjieff Electronic PublishingPresentado: Edición Otoño 2003, Vol. VII (1)

Revisión: Noviembre 1, 2003.