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domingo el nacional caracas 26 de octubre de 2008 opinión mario vargas LLosa i simón aLberto consaLvi i aLberto barrera tyszka i tuLio Hernández … Páginas 10 y 11 Historia P.9 el desembarco de la imprenta en venezuela Su llegada hace dos siglos revolucionó el conocimiento entrevista enrique krauze P.4 Humor P.12 todos quieren pecar con el demonio de la carne Lunes 31 de julio de 2000. Un grupo de dirigentes del Movi- miento Quinta República acu- de a la Junta Regional Electo- ral del estado Yaracuy, en San Felipe, para pedir explicacio- nes sobre un extraño fenó- meno en los resultados de las elecciones del día anterior. El MVR, que sumó en su tarje- ta 40.046 votos, sólo logró un diputado regional y un parla- mentario nacional; mientras que Convergencia, que ob- tuvo 39.854 votos en su tarje- ta y ganó la gobernación con Eduardo Lapi, conquistó 6 de los 7 diputados en el Conse- jo Legislativo, y 4 de los 5 re- presentantes a la Asamblea Nacional. Las autoridades electorales explicaron a los dirigentes del chavismo que Convergencia inscribió a sus candidatos a los órganos deliberantes en dos tarjetas distintas: los pos- tulados por los circuitos no- minales aparecieron con un grupo electoral llamado LAPY (Lo Alcanzado por Yaracuy), en tanto que los candidatos por lista se mantuvieron en la tarjeta del partido tricolor. Ordenaron a su militancia votar cruzado y la estrategia permitió “engañar” al siste- ma de totalización electoral: con 40,5% de los votos, Con- vergencia controló 83% de los cargos disputados el 30 de ju- lio de 2000. Los pupilos de Rafael Calde- ra no pudieron repetir la ju- gada, pero el chavismo tomó buena nota, aprendió la lec- ción y aquel día nacieron las “morochas”: estrategia elec- toral que en los últimos ocho años le ha permitido al MVR en todo el país (y de mane- ra más limitada a Un Nuevo Tiempo, en Zulia) arrebatar espacio político a las mino- rías y violar el principio de re- presentación proporcional es- tablecido en el artículo 63 de la Constitución; y los comicios del 23 de noviembre próximo no serán la excepción. Por quinta ocasión consecu- tiva, los rectores del Consejo Nacional Electoral no pon- drán obstáculo alguno para reeditar la estrategia, ahora Javier pereira r P.2 Por primera vez en ocho años, el PSUV y los cuatro principales partidos de la oposición elaboraron simultáneamente sus tarjetas comodín en casi todo el país. La polarización amenaza con borrar del nuevo mapa político a los grupos minoritarios no tendrán acceSo a loS parlamentoS regionaleS y cabildoS metropolitanoS Las “morochas” asfixian a las minorías con un ingrediente adicio- nal: por primera vez el núcleo del chavismo (ahora concen- trado en el Partido Socialis- ta Unido de Venezuela) y las cuatro principales organiza- ciones políticas de la oposi- ción (UNT, Primero Justicia, Acción Democrática y Copei) elaboraron simultáneamente sus tarjetas comodín en casi todos los estados. Este escenario anticipa una guerra nacional de “moro- chas”, cuyas principales víc- timas serán los candidatos de una lista muy diversa de par- tidos minoritarios, que suma a grupos como Patria para To- dos, el Partido Comunista de Venezuela, Tupamaro y Nue- vo Camino Revolucionario (de Luis Tascón) con Visión Emer- gente, Electores Libres, Movi- miento Republicano, el grupo Conde (de Benjamín Raus- seo) la Plataforma de Encuen- tro Social (de Augusto Uribe) y hasta Proyecto Venezuela y el Movimiento al Socialismo en algunos estados. Son más de 700 organizaciones políti- cas, nacionales y regionales, que en agosto pasado postu- laron candidatos propios en los consejos legislativos re- gionales y cabildos metropo- litanos, sin mencionar los más de 60 candidatos por iniciati- va propia que lograron reco- ger las firmas necesarias para la inscripción; todos invitados a las elecciones como convi- dados de piedra, sin esperan- zas de figurar en el nuevo ma- pa político después del 23 de noviembre. “En Venezuela se ha conso- lidado una estrategia delibe- rada, promovida desde el Es- tado, para evitar la expresión de la pluralidad política en los espacios de poder”, expli- ca el profesor Oscar Lucién, directivo de la organización Ciudadanía Activa. “La legali- zación de las ‘morochas’ y su aplicación el 23 de noviembre desde los dos principales po- los políticos no le deja espacio a expresiones alternativas en los cuerpos deliberantes. Eso afecta gravemente la salud de la democracia venezolana y desestimula la participación política de las minorías”. crónica del despojo. El cha- vismo perfeccionó la fórmula en los comicios regionales de 2004. En esas elecciones, el oficialismo hizo llave de “mo- rochas” con Podemos y logró 178 escaños en los 23 parla- mentos regionales, con lo cual le quitó a los partidos de oposición aproximadamente 25 diputados (casi un tercio de los que le correspondían), especialmente en los estados Miranda, Anzoátegui, Táchi- ra, Monagas y Mérida. En 2005, el MVR desistió de seguir en fórmula con su viejo socio y asumió el “Un país no puede poner su destino en manos de una persona” el historiador mexicano advierte que en toda sociedad democrática el poder tiene límites

La morochas regionales

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Por primera vez en 8 años, la oposición y el chavismo presentan tarjetas comodín en toda Venezuela. La polarización liquidará a los partidos minoritarios y fuerzas regionales

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Page 1: La morochas regionales

domingo

el nacionalcaracas26 de octubre de 2008

opinión mario vargas LLosa i simón aLberto consaLvi i aLberto barrera tyszka i tuLio Hernández … Páginas 10 y 11

Historia P.9

el desembarco de la imprenta en venezuela Su llegada hace dos siglos revolucionó el conocimiento

entrevista enrique krauze P.4Humor P.12

todos quierenpecar con el demonio de la carne

Lunes 31 de julio de 2000. Un grupo de dirigentes del Movi-miento Quinta República acu-de a la Junta Regional Electo-ral del estado Yaracuy, en San Felipe, para pedir explicacio-nes sobre un extraño fenó-meno en los resultados de las elecciones del día anterior. El MVR, que sumó en su tarje-ta 40.046 votos, sólo logró un diputado regional y un parla-mentario nacional; mientras que Convergencia, que ob-tuvo 39.854 votos en su tarje-ta y ganó la gobernación con Eduardo Lapi, conquistó 6 de los 7 diputados en el Conse-jo Legislativo, y 4 de los 5 re-presentantes a la Asamblea Nacional.

Las autoridades electorales explicaron a los dirigentes del chavismo que Convergencia inscribió a sus candidatos a los órganos deliberantes en dos tarjetas distintas: los pos-tulados por los circuitos no-minales aparecieron con un grupo electoral llamado LAPY (Lo Alcanzado por Yaracuy), en tanto que los candidatos por lista se mantuvieron en la tarjeta del partido tricolor. Ordenaron a su militancia votar cruzado y la estrategia permitió “engañar” al siste-ma de totalización electoral: con 40,5% de los votos, Con-vergencia controló 83% de los cargos disputados el 30 de ju-lio de 2000.

Los pupilos de Rafael Calde-ra no pudieron repetir la ju-gada, pero el chavismo tomó buena nota, aprendió la lec-ción y aquel día nacieron las “morochas”: estrategia elec-toral que en los últimos ocho años le ha permitido al MVR en todo el país (y de mane-ra más limitada a Un Nuevo Tiempo, en Zulia) arrebatar espacio político a las mino-rías y violar el principio de re-presentación proporcional es-tablecido en el artículo 63 de la Constitución; y los comicios del 23 de noviembre próximo no serán la excepción.

Por quinta ocasión consecu-tiva, los rectores del Consejo Nacional Electoral no pon-drán obstáculo alguno para reeditar la estrategia, ahora

Javier pereira

r

P.2

Por primera vez en ocho años, el PSUV y los cuatro principales partidos

de la oposición elaboraron simultáneamente sus tarjetas comodín

en casi todo el país. La polarización amenaza con borrar del nuevo mapa

político a los grupos minoritarios

no tendrán acceSo a loS parlamentoS regionaleS y cabildoS metropolitanoS

Las “morochas” asfixian a las minorías

con un ingrediente adicio-nal: por primera vez el núcleo del chavismo (ahora concen-trado en el Partido Socialis-ta Unido de Venezuela) y las cuatro principales organiza-ciones políticas de la oposi-ción (UNT, Primero Justicia, Acción Democrática y Copei) elaboraron simultáneamente sus tarjetas comodín en casi todos los estados.

Este escenario anticipa una guerra nacional de “moro-chas”, cuyas principales víc-timas serán los candidatos de una lista muy diversa de par-tidos minoritarios, que suma a grupos como Patria para To-dos, el Partido Comunista de Venezuela, Tupamaro y Nue-vo Camino Revolucionario (de Luis Tascón) con Visión Emer-gente, Electores Libres, Movi-miento Republicano, el grupo Conde (de Benjamín Raus-seo) la Plataforma de Encuen-tro Social (de Augusto Uribe) y hasta Proyecto Venezuela y el Movimiento al Socialismo en algunos estados. Son más de 700 organizaciones políti-cas, nacionales y regionales, que en agosto pasado postu-laron candidatos propios en los consejos legislativos re-gionales y cabildos metropo-litanos, sin mencionar los más de 60 candidatos por iniciati-va propia que lograron reco-ger las firmas necesarias para la inscripción; todos invitados a las elecciones como convi-dados de piedra, sin esperan-zas de figurar en el nuevo ma-pa político después del 23 de noviembre.

“En Venezuela se ha conso-lidado una estrategia delibe-rada, promovida desde el Es-tado, para evitar la expresión de la pluralidad política en los espacios de poder”, expli-ca el profesor Oscar Lucién, directivo de la organización Ciudadanía Activa. “La legali-zación de las ‘morochas’ y su aplicación el 23 de noviembre desde los dos principales po-los políticos no le deja espacio a expresiones alternativas en los cuerpos deliberantes. Eso afecta gravemente la salud de la democracia venezolana y desestimula la participación política de las minorías”.

crónica del despojo. El cha-vismo perfeccionó la fórmula en los comicios regionales de 2004. En esas elecciones, el oficialismo hizo llave de “mo-rochas” con Podemos y logró 178 escaños en los 23 parla-mentos regionales, con lo cual le quitó a los partidos de oposición aproximadamente 25 diputados (casi un tercio de los que le correspondían), especialmente en los estados Miranda, Anzoátegui, Táchi-ra, Monagas y Mérida.

En 2005, el MVR desistió de seguir en fórmula con su viejo socio y asumió el

“Un país no puede poner sudestino en manos de una persona”el historiador mexicano advierte que en toda sociedad democrática el poder tiene límites

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�.sietedías el nacional domingo 26 de octubre de 2008

control total de la estrategia: en mayo de 2005, el diputa-do Willian Lara (para enton-ces coordinador de asuntos electorales del MVR) promo-vió la creación de un partido de maletín llamado Unidad de Vencedores Electorales, UVE, que copiaba la fonética de las exitosas Unidades de Batalla Electoral desplega-das por el chavismo durante el revocatorio presidencial. Aunque la organización no cumplió a tiempo con los re-quisitos para la inscripción, un permiso especial conce-dido por la directiva del CNE (encabezada entonces por Jorge Rodríguez) le permi-tió postular a los candidatos nominales del chavismo pa-ra los comicios de concejales y juntas parroquiales en julio de 2005. El resultado fue más que exitoso: el MVR le quitó a los partidos de oposición y a los grupos chavistas minori-tarios 363 concejales en todo el país, y con 41% de los votos se quedó con casi 60% de los cargos en disputa.

Después de esa experiencia, Acción Democrática y la or-ganización Ciudadanía Acti-va decidieron dar la pelea en el campo judicial y ventilaron ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia un recurso de nulidad contra las “morochas”, para intentar evitar que las aplicaran en las elecciones parlamentarias de diciembre de ese año. Sin em-bargo, la jugada salió al revés y desde ese momento una po-nencia del entonces magistra-do Luis Velázquez Alvaray le dio barniz legal a las “moro-chas” oficialistas.

“En el pasado existieron muchas prácticas destina-das a favorecer a los partidos mayoritarios. Por ejemplo, en las elecciones locales de 1992 y 1995 se diseñaron circuns-cripciones uninominales pe-queñas como una maniobra de los dos grandes partidos, AD y Copei, para controlar los límites electorales que se necesitaban para asignar a los votantes en los lugares de votación”, explica la pro-fesora Natalia Brandler, ex-perta en sistemas electorales y coordinadora de la maes-tría de Ciencias Políticas de la Universidad Simón Bolí-var. “Con el uso de las ‘moro-chas’ hemos regresado a una situación en la que el vínculo entre el elector y el elegido es muy débil, y está fuertemente mediatizado por el poder de los partidos. El sistema pro-picia la concentración de las fuerzas políticas y favorece el voto útil en detrimento de la elección consciente, y esto es un retroceso en la calidad de nuestra democracia”

La nueva guerra. Dos años después de la última cita, las “morochas” resucitan con más fuerza. Los técni-cos electorales del Partido Socialista Unido de Vene-zuela decidieron repetir la fórmula de los últimos dos comicios y reactivaron la tarjeta de UVE (en manos to-davía de un grupo cercano a Willian Lara, encabezado por los empresarios Miguel Gon-zález y Eduardo Hernández) para postular a sus candi-datos nominales a los con-sejos legislativos regionales y cabildos metropolitanos. Sin embargo, esta vez hay un elemento de riesgo: antes, las tarjetas del MVR y UVE es-taban juntas en el centro de la boleta, lo que facilitaba el voto cruzado; ahora la tarje-ta del PSUV quedó arriba, a la izquierda, y la UVE lejos, a mitad del tarjetón, después de que Proyecto Venezuela y AD rodearan el espacio del partido rojo. “Trataremos de corregir eso, pero no nos

Las “morochas”...

Relegadas a un segundo plano del debate electoral, las listas de candidatos para los 23 consejos legislativos regionales y los 2 cabildos metropolitanos están lle-nas de nombres conocidos. Precandidatos derrotados, líderes estudiantiles, auto-ridades salientes, enemigos políticos; una gama de di-rigentes que, al examinar-se con detenimiento, revela fórmulas que pueden resul-tar determinantes en el nue-vo mapa político que surgirá el 23 de noviembre.

El clon de la tarjeta opositoraEl 17 de septiembre,

los técnicos electorales de los principales partidos de oposición llegaron a la sala de sesiones del CNE con el expediente listo de su tarje-ta “morocha”, Unidos, para escoger estratégicamente la posición en la boleta. Ubi-caron a los partidos prin-cipales en la parte superior del tarjetón y para su tarje-ta comodín seleccionaron la casilla D-16, abajo y a la derecha. Pero después de la selección, los opositores fueron sor-prendidos con la aparición de una tarjeta verde y ama-rilla, con la misma inscrip-

… ción “Unidos” en grandes letras blancas, justo a la iz-quierda de su tarjeta “moro-cha”, en la casilla C-15. Era la tarjeta del partido Unión Nacional Independiente de Organizaciones Sociales (Unidos), grupo político na-cional inscrito hace más de cuatro años y que postuló candidatos independientes a muchas gobernaciones y alcaldías para los comicios del 23 de noviembre.Wilmer Rosas, secretario general de Unidos y candi-dato a la Alcaldía de Liber-tador, solicitó en esa opor-tunidad la nulidad de los símbolos de la “morocha”

opositora. Alegó usurpa-ción, pues el registro de su partido es anterior. Luego de semanas de discu-sión, los técnicos opositores lograron colocar en la tarje-ta el nombre de Unidos por Venezuela para evitar con-fusiones en la boleta.Sin embargo, analistas aler-tan sobre el riesgo de pérdi-da de votos de la “morocha” opositora por la coinciden-cia entre los dos nombres, además de la presencia en la boleta de la tarjeta azul de MIN-Unidad, posicionada hace tres años como la pri-mera “morocha” unitaria de la oposición.s

riesgos en la boleta

cargos olvidados

nelson morenoPrimero de la lista al CLRAnzoátegui

alcalde de puerto la cruz, derrotado por tarek William Saab en las primarias del pSuV. Si gana la fórmula del chavismo, presidirá el parlamento regional y le hará la vida imposible a su compañero de partido, en la preparación del camino para su postulación a la gobernación en 2012.

Freddy guevaraCircuito 4 (Chacao, Baruta y El Hatillo)Cabildo Metropolitano

el líder estudiantil de la ucab arrancará su carrera política con buen pie, al lanzarse para el cabildo metropolitano en el circuito nominal más antichavista del país. desplazó de ese cargo, el más codiciado de caracas, a dirigentes veteranos de unt y primero Justicia.

Luis Jonás reyesPrimero de la lista al CLRLara

Hijo del mandatario regional saliente, luis reyes reyes, y uno de los mayores enemigos internos del aspirante a la gobernación por el pSuV, Henri Falcón. Si gana la fórmula oficialista, presidirá el consejo legislativo y alimentará su rivalidad interna con el actual alcalde de barquisimeto.

armando briquetPrimero de la lista al CLRMiranda

mano derecha de Henrique capriles radonski desde hace 10 años y secretario de organización de primero Justicia. después de fracasar en su intento de alcanzar la nominación a la alcaldía de baruta, se pone al frente de la lista de la oposición .

quita el sueño. Confiamos en el entrenamiento de nuestra militancia. Llevamos ya va-rias elecciones cruzando con UVE y la gente encontrará la tarjeta sin problemas”, ase-gura un técnico electoral del PSUV.

Los cuatro principales par-tidos de oposición (UNT, Pri-mero Justicia, AD y Copei) sellaron una alianza perfec-ta para postular candida-tos a los cuerpos deliberan-tes en cerca de 18 estados, y elaboraron una nueva tarje-ta comodín: Unidos para Ve-nezuela, grupo electoral con un arcoiris como emblema, promovido por el equipo de técnicos electorales de UNT y legalizado el 31 de julio pa-sado. La idea es sencilla: los partidos opositores postula-rán a sus candidatos por lista y la tarjeta comodín presen-tará a los candidatos nomi-nales; sin embargo, los téc-nicos electorales invirtieron la fórmula en Miranda, Zulia

y Distrito Metropolitano de Caracas, donde Unidos lleva-rá a los candidatos lista y los partidos a los nominales.

“La idea es asegurar con las tarjetas de los partidos el triunfo en los circuitos de las regiones más pobladas, y evitar la pérdida de votos en el cruce con una tarjeta nueva. Es un riesgo que no podíamos correr en esas re-giones clave”, explicó un téc-nico electoral vinculado con la oposición.

El riesgo de perder votos con las “morochas” quedó claro en el estado Carabobo en 2004, cuando muchos de los votan-tes que marcaron la tarjeta del MVR no lo hicieron en la de UVE: el chavismo perdió ca-si todos los diputados nomi-nales y el Consejo Legislativo quedó bajo control de Proyec-to Venezuela.

“Para asegurar la efectividad es imprescindible ejecutar una buena estrategia comuni-cacional y consolidar una ma-

sa votante disciplinada, que sufrague por las dos tarjetas, especialmente en los circuitos nominales. De lo contrario, el riesgo de perder votos es enorme”, sostiene el consul-tor John Magdaleno, experto en marketing político.

Aunque ya nada evitará la ejecución de las “morochas” en los comicios del 23 de no-viembre, analistas alertan sobre la necesidad de des-montar, en el corto plazo, el entramado legal que ha per-mitido su utilización.

“Es imprescindible que el próximo año se promueva una nueva ley de procesos electorales que ponga fin a las ‘morochas’ y garantice que de las elecciones parla-mentarias del año 2010 salga una Asamblea Nacional que exprese la pluralidad políti-ca nacional. De lo contrario, se abrirán las puertas de una severa crisis de legitimidad política en Venezuela”, expli-ca Lucién.s

Natalia Brandlercoordinadora deL posgrado de ciencias poLíticas de La usb

Con las ‘morochas’,

hemos regresado

a una situación en

la que el vínculo entre

el elector y el elegido

es muy débil.

El sistema propicia

la concentración de

las fuerzas políticas

y favorece el voto útil

en detrimento de la

elección consciente”

“Los vacíos de las leyes electorales han provocado que el CNE controle, a través de reglamentos, casi todas las fases del proceso electoral, como la selección de los miembros de mesa (1), las atribuciones del Plan República (2) y los excesos en la propaganda electoral (3)

1

2 3William dumontalexandra blanco

WilliamS marrero

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sietedías.�domingo 26 de octubre de 2008 el nacional

Elecciones organizadas por reglamentosLa Constitución de 1999 modificó la naturaleza de los procesos electorales y el Parlamento tiene ya 6 años de retraso en la aprobación de las reformas. Mientras tanto, el CNE legisla antes de cada proceso y aprueba normas ineficientes para la protección de los derechos y garantías electorales

El miércoles 23 de ju-lio, el Consejo Nacio-nal Electoral culminó el sorteo para esco-

ger a los miembros de mesa que dirigirán el próximo pro-ceso regional. Los funcionarios comiciales decidieron ejecutar un protocolo que estableció la selección de sólo cuatro miem-bros principales por mesa, en-tre ellos dos de una categoría llamada “electores”, y excluyó del sorteo a la mayoría de los votantes del grupo “profesio-nales y técnicos”. ¿Cuál es la disposición legal que permite esta metodología? Ninguna. El CNE decidió diseñar un nue-vo mecanismo de escogencia y desatender los artículos co-rrespondientes al Capítulo II de la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política.

El martes 16 de septiem-bre, los rectores electorales decidieron que Julio Castillo, alcalde de Naguanagua y di-rigente de Proyecto Venezue-la, no podía postularse como candidato a la Alcaldía de Va-lencia porque el ayuntamien-to que dirige no forma parte de la zona metropolitana de la capital carabobeña. ¿Cuál es la disposición legal que utilizó el CNE para definir la jurisdic-ción de la zona metropolitana de Valencia? Ninguna. Aunque la Ley Orgánica del Poder Pú-blico Municipal hace mención de esa categoría, no la define; tampoco la Ley de Ordenación del Territorio ni ningún regla-mento nacional o regional.

El miércoles 22 de octubre, el directorio del CNE aprobó abrir un procedimiento admi-nistrativo contra el candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela a la Gobernación de Zulia, Gian Carlo Di Martino, por actividades indebidas de campaña electoral. ¿Qué dis-posición legal utilizó el orga-nismo comicial para definir las presuntas irregularidades que cometió el dirigente ofi-cialista? Ninguna. Un regla-mento aprobado hace menos de dos meses por los propios rectores electorales es el que establece las conductas que se configuran como abusos de campaña, y las sanciones para sus autores.

El cronograma electoral de los comicios del próximo 23 de noviembre está minado de eventos y decisiones que no tienen ningún soporte en el marco legal electoral vigente. La Constitución aprobada en referéndum el 15 de diciembre de 1999 cambió la naturaleza de la administración electoral, planteó la creación de nuevas figuras de participación directa (como los referendos revoca-torios y abrogatorios de leyes) y modificó los procesos de se-lección de casi todas las autori-dades nacionales; y la mayoría de estos cambios requerían de una reforma sustancial de to-das las normas, que según las disposiciones transitorias de la carta magna debía ser apro-bada por la Asamblea Nacio-nal antes del 15 de diciembre de 2002.

A casi 6 años de esa fecha lí-mite, el vacío legal no se ha llenado y las consecuencias se ven antes de cada nuevo pro-ceso electoral, cuando el CNE debe aprobar al menos una do-cena de reglamentos (que en su mayoría entran en vigencia a pocos meses de los comicios, lo que violenta lo dispuesto en el artículo 298 de la propia Constitución) para definir to-das las normas del juego elec-toral, desde los mecanismos

el marco legal electoral en venezuela reclama una urgente renovación para desarrollar la protección de los derechos políticos y las garantías electorales.

Ley Orgánica del Sufragio y Participación PolíticaGaceta Oficial Extraordinaria 522328 de mayo de 1998extensión: 291 artículos es la norma madre de los pro-cesos electorales en Venezue-la, promulgada en 1995 y cuya última reforma fue aprobada hace más de una década. Su objetivo es administrar todas las fases de las elecciones y referendos que se celebren en Venezuela mediante el sufragio universal, directo y secreto. Sin embargo, la aprobación de la constitución de 1999 dejó sin efecto la mayoría de sus dispo-siciones, y estos vacíos no han sido subsanados por una nueva ley. entre las disposiciones de esta norma que ya no tienen vi-gencia están el sistema electo-ral para la escogencia de los re-presentantes a los organismos deliberantes; el cálculo de co-cientes para senadores, dipu-tados y concejales adicionales; los mecanismos de selección de los miembros de los organis-mos electorales subalternos; la organización interna y las atri-buciones del consejo nacional electoral, y las sanciones esta-blecidas para los delitos y faltas electorales, entre otras.

Estatuto Electoral del Poder PúblicoGaceta Oficial 3686130 de enero de 2000extensión: 34 artículos

es una norma aprobada por la asamblea nacional constitu-yente, con una vigencia expre-samente limitada a los comi-cios nacionales, regionales y municipales celebrados en el año 2000. Sin embargo, ante la ausencia de una nueva ley de procesos electorales el cne ha decidido extender su vigencia para subsanar parcialmente al-gunos vacíos legales.

Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas y Manifestaciones Gaceta Oficial 2772530 de abril de 1965extensión: 53 artículos

la ley cumplió hace unos me-ses 43 años, establece sancio-nes de 500 bolívares y entra en contradicción con la carta magna hasta en la definición de partidos políticos. la ausencia de una nueva ley ha impedido el desarrollo de, por ejemplo, los mecanismos para cumplir el mandato de democracia in-terna en las organizaciones políticas.

Ley Orgánica del Poder ElectoralGaceta Oficial 3757319 de noviembre de 2002extensión: 69 artículos

es la única norma electoral que ha sido aprobada debidamen-te por la asamblea nacional después de la entrada en vigen-cia de la constitución de 1999. regula todo el funcionamiento interno del cne y actualiza el organigrama según las nue-vas disposiciones de la carta magna.

Leyes vencidas

de control del financiamiento de campaña y el régimen de observación electoral, hasta las atribuciones de los funcio-narios del Plan República y los procesos de totalización y ad-judicación de candidatos al fi-nal de cada proceso.

cuatro problemas clave. En ju-lio del año 2006, cuatro exper-tos electorales convocados por el Centro Carter analizaron el marco legal electoral venezola-no y entregaron un extenso in-forme en el que realizaban una larga lista de recomendaciones para que se ejecutara una re-forma sustancial y efectiva de esas leyes y las sintonizaran con los nuevos paradigmas de la Constitución de 1999.

En el proyecto (ejecutado a petición expresa del para en-tonces presidente del CNE, Jorge Rodríguez, y el ex presi-dente de la Asamblea Nacional Nicolás Maduro) se subrayan cuatro temas clave sobre los cuales urge realizar reformas: primero, la protección del principio constitucional de la representación proporcional, vulnerado por la estrategia de las “morochas” ante la falta de control normativo; segundo, el sistema automatizado de vo-tación y la necesidad de plas-mar en la ley sus mecanismos de auditoría y control perma-

nente; tercero, los dispositivos de control del financiamien-to de campañas, y cuarto, el marco normativo del Regis-tro Electoral y la convenien-cia de la entrega controlada a los actores políticos de los da-tos completos de los votantes (incluido los de su residencia), aunque con medidas suficien-tes de seguridad que impidan vulnerar la privacidad de los ciudadanos.

En Venezuela, los analistas coinciden en señalar que la tarea legislativa de urgencia se concentra en cuatro nuevos instrumentos: una ley de pro-cesos electorales, que actualice la del Sufragio y Participación Política de 1997 y derogue fi-nalmente el Estatuto Electoral del Poder Público; una, de par-ticipación política y ciudada-na, que desarrolle los procesos de convocatoria y ejecución de todos los referendos estableci-dos en la Constitución de 1999; otra, de organizaciones con fi-nes políticos, que derogue la vieja Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas y Mani-festaciones de 1965, y una ley de control del financiamiento, publicidad y propaganda elec-toral, que sustituya todos los reglamentos que los rectores del CNE deben aprobar cada vez que hay un evento electo-ral. Además, las nuevas atribu-

ciones del organismo comicial exigen la redacción de una ley de administración y control del Registro Civil y una que regule los procesos electorales de las organizaciones sindicales.

La Consultoría Jurídica del CNE dio un tímido paso este año, y elaboró un anteproyec-to de ley de procesos electora-les que todavía no ha llegado al Parlamento y que, a la luz de las recomendaciones del Cen-tro Carter, se queda corto en la protección de las garantías constitucionales.

“Hay que promover disposi-ciones que garanticen la igual-dad real y efectiva de todos los votantes ante la ley, tal como lo establece el artículo 21 de la Constitución. Asimismo, la re-forma del sistema electoral de-be garantizar la representación proporcional, la participación de las minorías. Es una tarea larga que tienen los legislado-res”, explica Natalia Brandler, coordinadora del posgrado de Ciencias Políticas de la Univer-sidad Simón Bolívar.

Los autores del estudio del Centro Carter (Luis Alberto Cordero, de Costa Rica; Héctor Díaz Santana, de México; José Montero, de Uruguay, y Carlos Safadi Márquez, de Argenti-na) señalan en el documento que sería un error despachar el asunto sin el consenso su-

ficiente: “Un proceso de re-forma electoral como el que necesita Venezuela requiere de acuerdos institucionales y pactos políticos entre la ma-yoría de los actores. La refor-ma electoral debe establecer nuevas leyes, claras y precisas, que impidan interpretaciones tendenciosas y faciliten el ejer-cicio de su contenido. La mejor manera de garantizar el cum-plimiento de la ley, y preservar la legalidad, radica en realizar una reforma de alto nivel con principios claros, que asegure meridianamente la voluntad del legislador y que sea clara en cuanto al objetivo: facilitar y preservar la expresión de la voluntad política de los ciuda-danos. Sólo así se dificultará o reducirá la posibilidad de frau-des a la ley”.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, el historiador argentino Domingo Fausti-no Sarmiento señaló que “las turbulencias que han agitado a los países de América Latina desde su emancipación, pro-vienen de la imperfección de las leyes de elecciones. Aún las naciones más avanzadas corri-gen de cuando en cuando sus leyes y prácticas electorales”. En Venezuela, la hora de las reformas llegó hace 8 años, y los legisladores aún no se han ocupado del tema.s

loS legiSladoreS no Han deSarrollado loS nueVoS principioS de la carta magna