20
LA MUELA ADELINA

LA MUELA ADELINA - Red Local de Acción en Salud (RELAS) · 2017-11-27 · sala de espera conoció a un tipo elegantemente vestido de Armani y una señora con una sonrisa horrible,

  • Upload
    others

  • View
    2

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

LA MUELA ADELINA

Había una vez una muela llamada adelina. Adela era su propietaria, una niña muy guapa, simpática y sonriente pero muy golosa.

Adela, se levantaba desayunando bollería, merendaba de igual forma, tomaba varios refrescos con azúcar y masticaba sin parar todo tipo de chicles y chucherías.

Su madre le reñía todos los días porque después no quería comer los ricos y sanos guisos que ella preparaba en casa.

Hasta que un día, tuvo que llevarla al dentista de urgencias, pues notó un pinchazo que vio estrellas azules, relámpagos y descargas eléctricas en su cerebro.

Era el nervio de su muela premolar, de Adelina, que transmitía las ordenes y quejas a su cerebro.

Adelina, ya no podía más. Tantas chuches, bebidas carbonatadas y chocolate habían destruido su capa externa, el esmalte y producido una caries.

¡Se le había picado!. Pobre Adelina.

El dentista le limpió la zona afectada con una especie de lijadora que hacia:¡chiiii!, y le colocó una pasta para sellar la picadura.

Es lo que llaman un empaste, para taponar la herida y evitar la infección de la dentina de Adelina.

Pues, de no repararla a tiempo, Adelina habría muerto en poco tiempo y con muchísimo dolor. No en vano, Adelina era su muela preferida, con la que abría los refrescos.

Adela creía que sus dientes y muelas eran indestructibles no se los cuidaba en absoluto.

Pero su cambio radical no fue por el dolor y el pinchazo de la anestesia, fue porque en la sala de espera conoció a un tipo elegantemente vestido de Armani y una señora con una sonrisa horrible, horrible y repelente, tenían unos dientes largos y amarillos de bruja, encías infectadas y dientes picados; todo efecto del café, del azúcar, de las copas y quien sabe que cosas más.

La cuestión es que le produjo tal repugnancia, tal impresión, que al llegar a casa tiró las chuches que le quedaban y le prometió una vida sana a su muela Adelina.

Desde entonces, recibía a diario cuidados especiales y mimos .

Varios cepillados, masajes con su lengua, con hilo dental, enjuagues de fresa y menta, revisiones periódicas para mantenerla en plena forma.

Chica lista Adela,que aprendió la lección,

le causó mas impresión la vista,que la inyección.

Los dientes, nuestra sonrisa: Son nuestra mejor carta de presentación. Con una sonrisa en un instante sabemos si quien tenemos

delante es aseado, cuidadoso, sano o no.

Como los anillos de un árbol, cuentan la vida que hemos llevado, haya sido buena, regular o mala vida.

FIN