CAPITULO V

LA NUTRIA

45• POSICIÓN EN LA ESCALA ZOOLÚGICAr-Se la

incluye en la subfamilia Lutr^ninw^s, familia Mus-télirtas (orden Ftieras de la clase Mrnmáferar).

5e distingue la familia de los demás ca^rnívorospor no tener intestino ciego, poseer glándulas odo-ríferas en la región perineal y estar dotado sualargado cuerpo de largo y espeso pelo y patasmuy cortas.

La subfamilia de cuya especie tipo me ocupo secaracteriza diciendo que son mustélidas con laplanta de los pies desnuda o velluda, estando re-unidos sus dedos hasta el extremo por me^rnliwamas^nterdigitales que patentizan su adaptación al ré-gimen a^cuático; las uñas son obtusas y cortas, aveces rudimentarias y en ocasiones faltan, nuncason retráctiles.

46. NoMENCLATUxA. - EI nombre científico deesta especie es Lutra lutra L., recibiendo, los si-guientes nombres vulgares :. nutri,a, nut^ra y lutmen castellano; ldntra y lontrega en gallego; llc^n-

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^lrio y llon,dro en Asturias; iyaraba, ubagarea, urdrcy^awa, u.r,^Cádc^r,n., urndera, uba^d,e„ra, ugaberea, uade^,ae lgabera en vascuence ; lluária en catalán y va-lenciano y obimaa y i^bÚ^ca de río en Titaguas (Va-lencia).

En los idiomas extranjeros se ]lama lontra ylantro en portugué.;; loutr^e en francés; latahra enitaliano, fischotter en alemán y.otter en inglés,

47. CARACTERES ESPF.CÍFICOS.-Todos los da-tos que aqui se consignan en este capítulo estánextractados de un trabajo que publiqué tituladoLa ^autrra (i), al que remito a quien desee poseermás amplia referencia.

Los caracteres son : cabeza deprimida, orejasextremadamente pequeñas y casi ocultas por elpelaje, la parte desnuda del hocico no es grande,estando comprendida entre las ventanas de la na-riz. El cráneo es muy aplastada, el rostro estrechoy corto. Las plantas de los pies son lampiñas.

4ó. PELA)E.-ES corto, sumamente apretado ylustroso ; envuelve tma ^ bc^a igualmente corta yespesa.

El color dominante es el pardo o tierra de som-bra, en las partes inferiores el gris swcio, en lagarganta palidece hasta Ilegar casi a blanquecino.La coloración de la borra es análoga a la del pelo,aunque en su raiz es de un tono de ante tan claroque parece ser blanco.

Ofrece pocas diferencias el color pero muéstran-

(i) Boletín 8e P¢sca y Caza, tomo III, núm. 6, junior93r.

se algunas variantes, siendo la más corriente lasustitución del tinte pardo por el canela. Lo apre-tado de su pela y lo espeso de su borra defiéndelade las bajas temperaturas que no impiden buceepor las aguas heladas.

49^ ETOr..ocfA.-No es la vida de este animalde las m^ejor conocidas; sin embargo, algo sc co-noce de su modo de vivir y costumbres (i).

Solamente se encuentra en las cercanías de lasaguas, siendo su régimen de tipo anfibio comorevela su morfología, nada con facilidad y rapidezactuando su cola de timbn y ŝus membranas inter-digitaleŝ de remos. Cuando remonta la corrienteno asoma más que el hocico, deslizándose con elmayor sigilo, puede permanecer hasta ocho minu-tos bajo el agua, apareciendo lejos de donde sezambulló si ha advertido religro.

Su refugio es una rnadriguera excavada'en lasorillas y provista de dos orificios;. uno abierto alrío o arroyo a unos 5o centímetros por debajo delnivel del agua, el otro, más reducido, facilita la.ventilación, presentándose en la superficie del sue-lo óculto entre lá vegetación. 5u interior es am-plio, estando seco y bien mullído de vegetales. ^

Además de esta or^di^fri^a^ió^n. habitual, las costum-bres nómadas de la nutria hacen que utilice otrastransitorias en sus frecuentes desplazamientos, aslse alberga en un trotvco hueco de árbol, una ex-cavación del terreno o en cualquíer otro refugio

(I) Para el estudio de su etología, alimentación y re-producción es muy útil la obra de Angel Cabrera ^au-na Ibérica: Mamíferos, pág. 177, Madrid, 1914,

natural. Parece que oculta cuidadosamente su mo-rada alejando de su proximidad excrementos yresiduos, si bien algunas veces ponen sobre supista los peces parcialmente devorados que aban-dona ai otear un peligro.

50. ALIME:VTACTÓN. - En su mayor parte laconstituyen los peces, a falta de éstos acude a lasranas, culebras y ratas de agua. Caza só^o durantela noche y más en las de luna. E1 día lo pasa ensu madriguera, sobre todo en el invierno, deján-dose ver en el verano cuando el sol no ^calienta conexceso. ^

Su acometividad ocasiona grandes matanzas,destruyendo una cantidad de peces muy ^;uperiora la necesaria para su manutención; parece injiereun kilogramo de pescado cada noche. A] apresarun pez grande lo traslada a tiérra parl comerloen un altozano o piedra grande de color claro ;allí mismo deja sus excrementos, característicospor su color de pizarra y las espinas y escamasque aglutinan. Jamás come piezas muertas.

En 1as regiones frías donde ^las durezas inver-naleŝ hacen que 1QS ríos y arroyos se hielen, nointerrumpe sus cacerías, husca resquebrajaduras yorificios por donde intraducirse y capturar los pe-ces que permanecen entumecidos por la frigidezdel medio.

51. REPRODUCCIÓN. - La época del celo nocoincide con los mesPS del máximo rigor invernal ;o se anticipa a octubre y noviembre o retrasa afebrero y marzo. En la época del celo deja escu-^

cnar una especie de silbidv que parece relacionarlos sexos en la temporada próxima a la cópula.

Tras una gestación de dos meses, la hembra paredos, tres y mas raras veces cuatro hijuelos, cui-dándolos y defendiéndolos con toda solicitud du-rante medio año; el ma^cho se inhibe de su proleen cuanto ésta adquiere bastantes energías parailegar al agua. Las crías van desarrollándose hastallegar a la edad adulta a los tres años de su vida.

52. 1Ĵ ISTRIEUCIÓN GEOGRÁFICA. - I^ablia eri

toda la Europa continental y en las Isias Britá-nicas, la localidad típica. es Upsala (Suecia).

En la Península Ibérica está repartida por todaella en cantidad mayor de la que conviene a losintereses pesqueros dulceacuícolas.

53• PER)UICIOS QUE OCASIONA.-NO Se. llmita acapturar los peces precisos para su sustento, su •instinto sanguinario la Ileva a matar otros dostercios más de lo que necesita para alimentarse.Se calcula que con un kilogramo diario tendríabastante para esto y en tres Ips que viene a des-truir en igual tiempo.

Prefiere los peces más grandes, lo que es lógicopor resultarle más fácil su captura, ya que los pe-queños burlan su persecución más fácilmente es-quivando sus ataques con mayor presteza. Las es-pecies por las cuales parece sentir predilección son'el salmón, anguila, tenca y carpa, no desdeñandotampoco al cangrejo.

Si dispone de gresas bastantes no las injierepor completo, limitándose a devorar su parte dor-sal, despreciando el resto y repitiendo la opera-

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^;^Iasta alcanzar la cifra dada. Por eso los^ fran-,^ĉ ,abs^ la denominan la zorra de las aguas .^- ^:^. PERJUICIOS EN ESPAÑA.-EStlma el Inge-

, niero de Montes García Cañada que en Españaexiŝteil- unos 75.00o kilómetros de ríos y arroyosĉapaces de dar una apreciable producción pesque-ra (I). La nutria habita repartida por tada la na-ción y,i admitimos que hay una por cada Ioo ki-lómetros tendremos un total de 750, creo que lacifra señalada es menor que la real, co,mputandolas que se cazan por las qtie nacen anualmente.

Ya dije que, por cabeza, destruye 3 kilogramosdiarios, lo que supone una pérdida de 2.Z5o kilo-gramos cada veinticuatro horas, la que multiplica-da por los trescientos sesenta y cinco días del año ,da el prodtucto de 820.25o ki'ogramos destruídos ;;

. por las depredaciones de tan dañino animal. Ano- 'té también que las especies más perseguidas eranel salmón, anguila, trucha y carpa, las más estima-das en el mercado. Supongamos un valor mediode 5 pesetas por kilogramo destruído y obtendre-mos la cifra de 4.IOI.z5o pesetas de pérdidas. paranuestra economía nacional pesquera dulceacuícolapor este concepto.

55. Cez^.-El desarrollo de sus sentidos de lavista, oído y olfato hacen que sea muy difícil. El

' acecho o la espE'ra sólo da resultados en invierno, ,cuando las aguas se hielan y puede acechársele

(I) E! problema de la pesca fluvial en España, Pri-mer Congreso Nacianal de Ingeniería, tomo III, pági-na 2yg, Madrid, Iq2I.

^?9_ w^.

cerca de un orificio en el hielo que se creeno a su guarida ; la crecida de las agvas tafacilita este medio por impelerla a desalojá^ G: ^madriguera habitual y buscar otros escondj,te^^^^^F-,^^^^sítorios menos o^cultos. ` ^1 1^f ^^^'

Otro procedimiento es el cansarla por la carinr^racon la ayuda de jaurías, pero esto no va más alláde una manifestación deportiva, nunca tma formaeficaz de destrucción. En Inglaterra se cultiva bas-tante esta modalidad cinegética.

Lo más práctico, cómodo y eficiente es el usode lawar que se tienden en el agua o en tierra,siendo a^ccesoria lá elección de cebo, ya que la ^nutría sólo apetece presas vivas. Deben colocarsern los sitios por eJla frecuentldos, lo que se ave-rigua haciendo pesquisas para encontrar sus hue-llas.

Como es muy astuta, y su olfato muy penetran-te, eludirá aquéllos si percibe el olor del hombre,por eso hay que enmascararle usando plantas aro-máticas como la menta que vive en la orilla deI-agua ó, más frecuentemente por ser más comunes,los conocidos berros. El cazador restriega estosvegetales entre sus manos al ir a disponer las tram-pas o lazos, sometiendo también éstos a idénticaoperación ; otra precaución que ha de tomar es la ^de abstenerse de fumar a fin de no despertar des=confianza de animal tan receloso.

Él uso de nasas para nutria, cebadas con pecesvivos aprisionados en una especie de jaula, daigualniente excelentes resultados, sobre todo si el

sitio elegido lo ha sido acertadamente por hombreexperto en esta tarea (I).

5Ó. APROVECHAMIENTO PELETERO.--Desde an-

tiguo e^ empleada en 1a confección de prendas deabrigo. Las características de su piel (tainaño, ca-

pa inferior y extremidad del pelo) son muy varia-

bles, según el punto de procedencía. To<lo lo con-

cerniente a su preparacián industrial es ajeno a

este libro, remitiendo a quien interese esta cues-tión a la excelente obra de Hanicke (a) que trata

acerca de la ^iebetev^í^a.

El valor de la nutria 'es mxy variable, depen-diendo de su tamaño, color, estado del pelaje, épo-ca de captura, de venta, etc. Sus precios oscilaban,antes de la guerra europea de igi4, entre 28 yii8 pesetas. En igo5 se vendieron en el gran mer-cado de Londres 2I.235 pieles de nutria, que aun precio medio de 75 pesetas dan un productode i.593•625. Las transacciones se verifican antesde preparar la piel, operación que la encarece to-davía más cuando lle^ga al consumidor (3).

EI fraude más frecuente en este comercio esvender como autĉntica la piel del coi^iú o ru4tria

(I) Para ampliar lo referente a su caza, consúlte-se la obra de J. M. Guerrier : La Piegeage des animauxde rapine, París, i93o.

(2) Handbuch fner Kuersclinerei, Leipzig, 19oz.(3) En Alemanla se ĉelebraban también dos grandes

ferias peleteras : una, durante el mes de enero, en Frank-furt sur Oder, y otra, por los días de Pascua, en Leipzig.

ó7 --

falsrs (i), que en la plaza londinense se cotizabaen la fecha indicada de i,go a 6,5o pieza de 20por I2 pulgadas como término medio.

57. EL MERCADQ ESPAÑOL: POr COnduCtO dP_ laseñorita Basilisa Sáinz, jefe de la Sección Comer-cial de los Tintes Pellico, de Madrid, el comercian-te del ramo en dicha plaza, D. José Barrera mesuministró los datos que siguen. Los mercaderesde pieles en crudo más importantes de Españaresiden en Salamanca, capital que es la base denuestro mercado peletero, en ella se dan los pre-cios que rigen por tempor^ada y es la primera ex-portadora dentro del país. Una piel de nutria, enla capital salmantina, oscila entre 4o y yo pesetas,según el tamaño que alcance, no.influyendo el pe-laje en la cotixación, ya que las pieles se adquie»ren siempre con pelo de invierno, pues fuera deesta época se depreciari considerablemente.

La importación en n^uestra Patria de esta pieles escasa, no poseyendó datos corvcretos por difi-cultldes opuestas por los importadores que tienensu sede en Barcelona. Sin embargo, se puede es-tablecer, sin miedo a incurrir en grave error, quela exportación que el extsanjero (Londres en pri-mer lugar) nos proporciona es a'rededor da unas25.00o pesetas, haciendo notar que aceptada estacifra redonda la aproximación peca, más por exce-

(i) Es el Myopotamus coypu Geoff., rcedor de la fa-milia de los octodóntidos, que víve en América del Surdesde los zq a 43° de latitud, y que también es de régi-men acuático, midiendo su cuerpo de 4o a 45 cros. y otrotanto su cola.^ov^s . F .

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so que por defecto. Ascendiendo la importa^ción ala cifra consignada y suponiendo el valor de cadapiel importada, también en términos aproximados,de 5o pesetas, obtendremos el cociente de 500, elnúmero de pieles suministradas por el comercioextranjero, inglés principalmente; el error delprecio ahora dado adolece por defecto tnás quepor exceso.

A1 encarecimiento de esta mencancía contribu-yen los derechos a,r^nc,clco^i.os, que son de 6 pese-tas por kilogramo si se conceptúan, correspon-diendo a la realidad, como ¢il^•les fi^nas; si logranser introducidas como canejcría abonan un aran-cel más reducido, q pesetas por kilogramo. Heaquí por qué íos precios que alcanzan en el comer-cio al detall son tan elevados, pudiendo señalar elde 2.80o pesetas para un abrigo de señora y elde 30o para un juego de cuello y carteras, comotipos medios en las tiendas de peletería madríle-ñas; aun parece son más remuneradores para elvendedor los logrados por el comercio bilbaíno. Hede hacer constar que todos estos datos y cifras serefieren al año 1931. y recordar el alza enorme quehan experimentado los productos peleteros.

5ó. OTROS APROVECHAMIENTOS.-La alimenti-

cia és de escasa o nula importancia, y aunque hayopiniones encontradas, la carne de nutria se repu-ta como inferior achacándole sabor malo y auna cieno.

Sin embarga, es curioso anotar que en pretéri-tos tiempos se buscaba en la temporada de Cua-resma y días de vigilia, no obstante la severidad

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del precepto en aqueltos lejanos tiempos, ya quedado el medio en que vive y la índole de su régi-men alimenticio piscívoro, hacía fuera asimila.da apescado la carne de la nutria. `

La domesticidad aprovechada para la pe ŝca esotra de sus aplicaciones, a semejanza de la del hu-rón para,la caza del conejo. No obstante, hay quedecir que esto, en Europa, sólo ^e efectúa de unmodo extremadatnente esporádico polr lo difícil quees de conseguir (r).

Desde luego no es, ni mucho menos, el únicoel caso anotado, lo que no es de extrañar si con-sideramoŝ que en China es algo frecuente vernutrils (z) domesticadas que utilizan aquello; in-dígenas como. un arte típicamente especial.

Dícese que para adiestrarla en este servicio hayque criarla solamente con le^che y pan y que al irterrninando su fase joven se ie da un pez de cueroa fin de que vaya familiarizándose con su morfolo-gía y aprendiendo a hacer presa en él, luego essustituído por un verdadero pez pero ya muertoy, por último, se le reemplaza por peces vivos re-cién sacados del agua. Así enseñada, la fierecillaacuática de que trato pasa a ser una eficaz colabo-

(i) Cuenta Buffon que el Marqués de Courtivron, dela Academia de Ciencias de París, de rzfició, en carta deis de octubre de t779, haber visto diferentes veces, y a ŭnutilízado para suŝ experiencias sobre sus costumbres yrEgimen alimenticio, una nutria, empleada como "pe-rro de pesoa" en la Abadfa de San Juan el Grande, enAutun, durarite el bienio 17qg-^6.

(2) Como también comoranes o cuervos marinos,(Pkiilacrocorax carbo L.).

radora del pescador, lo que es fácilmente compren•sible dada la voracidad ya expuesta de tan rapazalimaña.

SC^.-BALANCE DÉ DAÑOS Y BENEFICIOS.-En el

epígra4e "Perjuicios en España" queda ya regiu-trado que ascienden, según los cálculos en' él con-signados a^nás de 4.000.00o de pesetas. Apoyán-donos en lo dicho al tratar del censo de la nutriaen el mismo epígrafe y del valor de su piel ano-tado en el que lleva por título "El mercado es-pa6o1", vemos que el producto ^que ocasiona ex-cede poco de 40.00o pesetas.

Faltan estadísticas con datos concretos pero lascifras registradas en el anterior párrafo son re-sultados de cálculos documentados estimablemen-te, cuyos fundamentos.son antecedentes positivoscon suficiente contraste. Sin embargo, concedamosque la valoración de los estragos originada por lanutria no sea la apuntada, cifrándola sólo en lamitad ; hagamos una nueva concesión y doblemosel producto que rinde su piel. Contra una pérdidade más de 2.000.00o de pesetas ^e opone un in-greso que apenas excede de 80.000. i No es ne-gocio !

El camino a seguir está trazado ; la destruc:ción de la nutria se impone. Si combatimos conintensidad las plagas del campo, lo miumo debehacerse con éstl de la pes^ca; para conseguir elprimer fin el Estado gasta cuanticcas sumas, man-tiene funcionarios y obreros y costea cez^tros espe-cializadoŝ en dicha misión, para acabar con la nu-tria bastaba incluirla entre los animales da-

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fiinos (i) y otorgar roncesiones que facilitaran supersecución, sin gravar los recursos de la Ha-cienda.

Un ejemplo patente es el de la Albufera de Va-lencia : antaño era allí ahundante, hoy está prá,c-tica y tal vez teóricamente extinguida; si acasoexiste en dicha localidad está circunscrita a la"Mata de Torre en Torre" (z), ya que su exten-sión y proximidad a la desernbocadura de las ace-quias que, procedentes del rio Jticar, desaguan enla laguna más directamente es el último refugioque en ella ha encontrado (3).

Otra prueba de su escasez la da el literato Blas-co Ibáfiez en su novela de cosiumbres en la quecta a conocer la vida de los pescadores, flora, fau-

(t). Ia Ley fede^ral de Pescn, de Suiza, de 2T de di-ciembre de t888, dice en su artfculo 2^: "La destruc-ción de nutrias, garzas y todos los animales destructoresde pescado deberá ser fomentada todo lo posible." LosReglamentos pesqueros de los cantones repiten este prc-cepto con absoluta uñanimidad. Esto se intentó incor-porarlo a la legislación espa^iala, figurando en el articu-lado del Proyecto de Reglamento para la aplicacióa delReal decréto-ley de Pesca fluvia! de ^ de septiembre deiq2q (redactados ambos textos legales por el ConsejoSuperior de Pesca y Caza, del que fui Asesor técnicodesde su constitución en ig2g hasta su disólución eni93i), proyecto que no Ilegó a aprobarse al cesar el Go-b'rerno del General Primo de Rivera en febrero de i93o.

(^) Se llaman allí Mates a pequePlas isJas formadaspor la espesa vegetación emergida, principaimente de oa-rrizo, lo que hace sean lugares inaccesibles para elhombre.

(3) Boseá C^asanoves (Eduardo) : Comentnrios sobre

na, etc., del lago (i). Narra en elll la casual cap-tura de una nutria por el individuo más hat^gánde El Palmar (poblado de los pescadores de laAlbufera), conseguida fortuitamente en su perpe-tuo vagar por la laguna. La transitoria populari-dad y el beneficio logrado con su caza motiva queel vago de referencia diga que ya encontró oficio,sería "cazador de nutrias". Esto pinta de modógráfico su escasez ; desde entonces han transcurri-do cuarenta años, yendo sit disminución en aumen-to hasta el momento actual en que seguramenteestá extinguida.

En tie^rlpos pretéritos si bien no muy lejanos,.era distinto; por eso la Comunidad de Pescadoresde El Palmar, entidad que data del siglo xíii, y cu-yo funcionamiento puede servir de modelo a organi-zaciones similares (a), .prélniaba con "txñ ditro"a quien pre^entara uno de es^os varaces animales.Los preceptos de su ŝ Urdena_l{zas (3) eran pre-^ ^ .y • k ^ .

mamíferos de la región z;^^cioria. comprendidos en la"Fauna Ibérica" de D. Ange2 Cábrera, Mem. R. Soc.Esp, de Hist. Nat., tolrio X, pág. I25, Madrid, Ig15.

(I) Cañas y barro, Valettc^a; Igo2.(2) Pardo (Luis) : La Comunidad de Peséadores de

El Palmar y su influencia em la legislación de los siglosX!I! a XVII y La Comunidaai de Pescatlores de El Pal-mar;^ su tinfluencia en la legislación de !os siglos XYIIIy XIX y funcioriamiento actual, Trabs. del Lab. deHidrob. Esp., núms. IS y Ig, Anales del Inst. Nac. de2.• EnseCl. de Valencia, tomos XI y XII, Igz3 y Iqa.4,

(3) Aunque las más antiguas datan del sigla XIII,poco después de la toma de Valencia por el Rey DonJaime I el Conquistador, la^s más completas se deben aCarlos III y Ilevan fecha de 18 de julio de Iq61.

ctirsores de los que;:`rorriend"o el tiempo habían dcadoptar leyes y re^lam^^t¢s de progresivas nacío-nes. ` r^^':.^ '

Aunque parezca parac^`ó^íc¢,él mejor aprovecha-n^iento de la nutri^'^' der,^lirla ; en tanto se lo-gre rendirá algunas p^s^'y cuando se haya con-seguido descastarla la riqueza pesquera continen-tal se incrementará notahlemente, y con ella 11 eco-nomía nacional y la de los particulares que viveno se ayudan con la explotación acuícola.

CAPITULO VI

LAS RATAS ACUATICAS

La rata de agua.

60. POSICIÓN EN LA ESCALA ZOOLÓGICA. - Iri-

clúyese en la subfamilia Microt^cos de la familiaMurflda^s (orden Ro^íawes de la clase Maand^eros).

Dístínguese esta subfamiliá de las próximas porla carencia de raíces' en los an^inr^s, presentar lacorana plana' y esta^r fqCtt^ada^^ ^por una pila deprismas de esmalte ^ de ^f^titorn triangular cuan-do se le mira por ]^ ^^arte stz^rior, con los vér-tices cerrados o no t^^al,^^ĉiát'e ; su forma y nú-mero tienen valor taxonórt iiĉo. Las or^ejas son muyreducidas _y están más o menos ocultas entre elpelo, Ia cola presenta una piel de aspecto escamosopero cubierta de pelo corto y es de pequeña IQn-gitud. .

6i. Non^ENCr.ATUxA.-Científicamente se deno-mina Aruicola sapi^us Miller, el nombre genéricoderiva del latín (arrn+Fm = campo y colere ^ ha-bitar). Vulgarmente se llama rata kl^e a^qua en ca^^-

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teilano, rata d'aigt^a en valenciano, a^mrirol^a en ca-talán, agua^d^una y agurmxeta en gallego y rat^od'agu^a en portugués ; en Francia la designan conlos nombres de arvicole y o^t ^á ^enu, y en la regióndel Mediodía, con el de ^-am^ot^.squ^et.

O2. CARACTERES ESPECÍFICOS.-L06 anteceden-tes que en este capítulo se regístran son extracta-dos de un trabajo que con el tíhilo La rata deagua publiqué anteriormeute (i).

Stt cráneo es grande y aplastado en la partesuperior, los nasales muy ensanchados anterior-mente y los pies de un color griaáceo sucio.

63. Psc.AJE, - De longitud media pero muyapretado, cubriendo ^en parte las ,orejas; es muycorto y escaso en los pies y la cola.

Por encima es de una coloración ante ocráceavariando hasta la de la arcilla, en la parte supe-rior de la cabeza y en el dorso toma un tirite másascuro; Sa cara ventral es también ante-ocrácea,con un matiz grisáceo, debido a dejarse ver labase de los pelos que ofrece este color. La gar-ganta y patte vecina ciel pecho cenicientas blan-quecinas ; la cola presenta una coloración parda,más clara por debajo que por encima.

Los individuos jóvenes son de tonalidad más cla-ra que ]os adultos, mostrando un tinte griU te-rroso.

64. ETOr.ocíA. - Es bastante frecuente en 1asproximidades de los ríos de corriente poco rápi-

(r)^ Bolet{n de Pesca y Caxa, tomo V, núm. t2, di-ciembre T933•

da, arroyos, lagos y lagunas; cuando corren lohacen con alguna dificultad y con cierta torpeza,pero para la natación sbn más veloces por lo queprefieren este medio en sus desplazamientos, comoconsecuencia se zambullen frecuentemente por 10que no se separan demasiado de las cercanías de1-.s aguas (I).

Para su nzdáficacicíu^ pareee prefieren las ga'eríascle cierta longitud, el orificio de entrada se abrecerca del agua y algo por encima de su nivet, enla galería practica varios agujeros de salida; a se-mejanza de los topos, amontona la tierra extraídacuando está abriendo la mina. Con frecuencia sonvarios los albergues construídos próximos entresí, Ileĝando en ocasiones a ser bastantes hasta pa-recer un poblado; también anida entre las matasde juncos. En cada refugio se aloja una pareja.

C)5. ^ ALIMENTACIÓN.^ES más bien fitófago, co-miendo preferentelnente tallos y raíces de plantasacuáticas aunque no desdeña tampoco las legum-l^res, tubérculos y frutos de las huertas vecinas alagua. '

No obstante lo dicho es también zoófago, devo--rando crttstáceos, insectos, pececillos, ranas, la fre-za de ambos y huevos de aves, llegando a perforarlas conchas de las náyades (almeja^a de río) paracotnerse el animal ; se infiere de lo dicho que enreálidad es omnívoro.

En el curso de la estación cálida acopia en su

(I) Angel Cabrera: Fauna Ibérica: Mauiiferos, pági-na a73, Madrid, i914. ^

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guarida las leguminosas y patatas que le es posiblealmacenar, ya que en la épaca fría no le pareceagradable dejar su refugio; cuando lo hace duran-te ésta procura buscar presa animal viva.

66. RErxonuccróx.-Desconócese lo referentea su época de celo, cópula y período de gesta-ción (I). Da dos o tres crías al año, de dos a seishijuelos cada una, ocupándose de éstos hasta quevienen a tener la mitad del tamaño de la madre.

Entonces parece emanciparles, dejándoles vivirlibremente por estimar están ya en condiciones dedefenderse por sí mismos y burlar cualquier pe-]igro.

6ĵ . DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA.-V1ve eri todlla Península Ibérica pero no habita en las IslasBaleares, pues si bien Barceló incluye en ]a faunade este arcllipiélago (2) el Arvicola a1n^^hibduus La-cep., no ha sido hallado allí ningún representantede la subfamilia Microtinos; se cita como locali-dad típica Sanfo .Domingo de Silos (Burgos). Pue-bla también la costa francesa del Mediterráneo.

Se explica fácilmente el error por designar losislelios con el nombre de r^t^n d'wyg^a a un raedorque vive cerca del agua, pero qu^e no es el aquítratado, sino el Bpirsattys no^nvegi-cus Erxleb., quees un murino adaptada al régim^en acuática.

Que el citado autor diagnosticara este ser r_omo

(r) Algún autor dice que la época del celo tien.e 1u-gar a fines de invierna •

(z) Apuntes para ta fauna baJear: Catálogo metódicode !os Mamáferos oóserva^dos en las Islas Baleares, Ana-les Soc. Esp. de Hist. Nat., tomo IV, pág, g3, i8^5.

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.9rUicola ra»^phibiu,r no es de extrañar, pues ]a ge-neralidad de los autores nacionales lo han Ilamadoasi erróneamente, confundiendo esta especie, queno existe en la Península, can la aquí estudiadaque vive en toda España y Portugal.

E)$. PERJ.UICIOS QUE OCASIONA.-Queda ya di-cho que se alimenta en gran parte de cangrejos,peces y ranas ; inutiliza también la faena del pes-cador cuando ceba un puesto, consumiendo la car-nada y ahuyentando ]a pesca, tambíén rompe lasredes y los sedales durmíentes para la anguila (I).

En los establecimientos piscícolas causa enormesestragos si ]ogra llegar hasta los estanques de re-productores o de jaramugos, pudiendo, si así su-cede, dar por perdida ]a campaña anual. Entre lospeces parece preferir los ciprínidos y su freza, alos cangrejos les ataca en sus propias madrigue-ras.

C19. PERJUICIOS EN ESPAÑA.-Ya 6e COnSlgrióque la localidad típica es Santo Domingo de Silos(Burgos), así como su voracidad por los cangre-jos, Burgos es la primera provincia cangrejera;fá^cil será pensar; no tanto calcular, los formidablesdafios que acarrea a la producción asta ĉícola bur-galesa y corno este dañino rcedor está muy difun-dido por #oda España y hay otras provincias tam-bién muy ca.ngrejeras (Ciudad Real, Cuenca, Pa-lencia, etc.) sus perniciosos efectos se extiendennnr todas ellas.

(I) "Si podéis, matadla sin escrúpulos, emigos pesca-dores", dice R. Villatte des Prugnes en La Pesca y lospeces de agua dulce (traducción espaf'iola de L. Pardo).

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Barbos y madrillas, cachos y carpas nadan dis-persos igualmente por nuestras aguas motivandotambién su maligna actuación daños semejantespor todo nuestro territorio. Carecemos de datospara valorar las pérdidas que ocasiona a la riquezapesquera dulceacuícola; pero si fuera posible ha-cerlo, asombraría lo cuantioso de la cifra.

70. CAZA.-El artificio más usado es el que va-mos a ver: co'.ócase en el agua una caja de zinc,sujeta fuertemente al fondo y sobresaliendo untercio por encima del agua. Se prepara el cebo,excitante del olfato de la rata, suspendiéndole dela parte inferior de la cubierta `de la caja en la quese absen doŝ orificios capaces de permitír con am-plitud el paso del animalejo; éste sube a la partesuperiar del engaño y atraído por el olor del rebose introduce por uno de los agujeros, deslizándo-se para alcanzar la presa .sobre una lámina tambiénde zinc que se dispone hacia la mitad del tencioque queda libre entre el nivel del agua y la cubier-ta de la caja; el peso de la rata produce el móvi-miento de báscula y aquélla cae al agua, siendoinútiles sus forcejeos para recobrar la libertad.

La lámina de zinc vuelve a su posición normaly la "ratonera" está de nuevo en ĉondiciones decapturar otra victirna. El artefacto es sencillo, eco-

' nómico y eficiente.71. APROVECHAMIENTO..-No es demasiado es-

timada en peletería ; sin embargo, en •las nacionesseptentrionales de Europa se usa la piel del Ar-vicola para la confección de prendas de abr^go eeo-

^ r-

nómi' ^^de

^ ^trat

-94-

). Antés, cu^ndo era menor el númeroutili7adas para la aplicación de que

^ti}. ^emanda era mayor en el mercado, perotuá^ilYwctite es menos solicitada. De lo dicho se

^re ^ug no merece ser objeto de fraude,lo queittxc^ ;err ócasiones es pasar por otra especie cuyaestimación sea mayor en el comerçio.

La aplicación alimenticia es general, aunque es-casa. I,o mismo en España que en Portugal y laFrancia mediterránea, recordando su carne, segúnse refiere, la del conejo de Indias. Hemos compro-bado que los ribereños del lago de Carucedo, cer-ca de Ponferrada (León), la ^comen. siempre quetienen ocasión (2). En diversos pueblos asiáticc^;se utilizan las especies afines de aquella fauna comoalimento cotidiano.

La rata camtén o d^e ao^oz^al.

^a. NoTicin sioLóGicn. - No es una especieacuática propiamente dicha si bien ^e adapta ex-celeñteinente al régimen expresado. Por estas ra•zones no trataré de ella con el detalle con que lohe hecho al ocuparme de los otros mamíferos acuá-ticos, pero diré unas pocas palabras sobre la mis-ma que expíiquen su inclusión en estas páginas.

(t) En Asia, cerca de las desembocaduras .de los ríosObi y Yenisel, se caza una especie afín, qué por'sus ma-yóres dimensiones facilita su utidización peletera, si biensu cotización en el mercado tampoco es elevada.

(z) Celso Arévalo : El .Lago de Carucedo, Memoriasde la R. Soc. Esp. de Hist. Nat., tomo XI, Memoria 8.',pág. zt, ig23.

- 95 -r^[ ŭ .t^^^ ^,^

y3.^ ik^^

Es un Múo-i^do (subfamilia ^Yluriaw{s) ombre científico es E^im^,ys nar7ehe^gicus y.: -" ';al que se le llama vulgarmente rata^ en no,^^ •,'rata aybellanera y kl'mrrosar en valencia ata ^Md^^yga en halear; estas denomin^cione,^ ya r^^E^^^-lan la adaptación de que antes se habló`.^^- ^^^^^^

Su cabeza ^ más robusta que la de lá'r^ta d^r^n,pa (Ej^:irnws mttus fa-u^gvuo^^s 12afiriesque), yla cola y las orejas algo más cortas. En su partesuperior presenta una coloración tierra de sombrau ocrácea, los pela^ son cle calor de canela o ar-cilia y negros en la punta por lo que el aspectoque ofre+ce ^a la vista es bastante más oscuro; enla parte ventral tiene un tinte blanquecino grisá-ceo, ia cola es negna en su parte superior y blancaen la inferior.

Es una especie cosmopolita que lo mismo pue-bla las alcantarillas y almacenes de las ciudadesque las huertas y cuadrás campesinas. °Como con-secuencia de esta variedad de habitación, su ré-gimen alimenticio es omnívoro en toda la exten-sión de la palabra.

Esta forma habita en toda la Península y en lasIslas Aaleares.

73• AnnrTncióx ncuATicn.-Consecuervcia de-rivada de su cosmopolitismo, en muchos lugaresexperimenta u^pa marcada adaptación al régimenacuático, viviendo en este medio nadando y bu-ceando muy bien.

En este caso es frecuentemente confundido con •la rata de agua (Arvicala snpi,dns,s Miller), camoya quecíó consignadb al tratar de esta especie. El

ti.Cabrera (I} incluye entre los nombres vul-'^ie la misma el de mta rt'avw-oscm-, y ya vemos

qú^ ^tirresponde al Ep^mys rwruaeg^icus y no al Ar-^„^;, .fj^ ^Qlu;;^pidu,s, extremo éste que ya fué puntuali-

+_^dc^^por Boscá Casanoves (^).."' Correlativamente a la adaptacíón vital sufrida,experimenta la de régimen alimenticio; por eso, enValencia,'repartida por los cnarjales y campos dearrox que circundan el lago de la Albufera, su

' alimentación se hace exclusivamente oricívora (deOryza ^ nombre genérico de1 arroz), en cuyo cul-tivo produce serios daños.

^4. APROVECI3AMIENTO ALIMENTICIO -Eri esa

zona a que acabo de aludir, terminada la campa-ña de recolección de la típica graminácea valen-ciana, lo que tiene lugar de mediados de septiem-bre a otro tanto de octubre, quedan los camposlibres, pudiendo entonces ser fácilmente cazadas lasratas de arrozal o arroceras.

Se efectúa su caza con el concurso de perros quelas persiguén y atrapan sin gran dificultad. Estacaza está muy generalizada en los términos muni-cipales que rodean a la Albufera, los cuales sonValencia, Alfafar, Masanasa, Catarroja, Albal, Si-lla, Sollana y Sueca, siendo los tres últimos losque cuentan con mayor superficie de arrozal.

Su utilización constituye un ver^dero aprove-

(I) Fau.na Ibérica: Mamíferos.(.z) Comentarios sobre mamíferos de ta región valen-

ciana comprendirlos en la "Fawna Ibérica' de D. AngelCabrera, Mem. R, Soc. Esp. de Hist. Nae., tomo .l', Ma-drid, 1915.

chamiento, pues no se limitan aquéIlos alas para el propio consumo sino qué lasrevendedores que proceden a expenáer

^t`^todo en los puestos de lo^s mencados deúltimos pueblos de los anteriormente citado y éri'mucha mayor proporción en el de Sueca, cabezade partido y población de mayor número de ha-bitantes de las anotadas.

El público las e(^nsume sin la menor prevención;conociendo su proĉedencia y régimen alimenticioexcltrsivamente de arroz ; se venden desolíadas, conlo que se suprime el efecto que podía producir lapiel en algunas personas ; esto no quiere decir quese pretenda engafiar al comprador que, cuando laadquiere ya sabe de qué ^ sç 't,1^t2} ; no es t^^ás queun detalle de presentaci^t; comt>`^^ace todo indus-trial que cuida celosar^énte de ^á exhibición de.su mercancla.

En mis frecuentes e^ursic^nés a^la Albufera hevisto reiteradamente cótt^yo se co^5ume y estimaeste animal cuya carne ri^a,,dé,^a que desear, re-cordando a la del cónejo, si:ĝ ñ tuve ocasión desaborear en una de las visitas hechas a Suecaacompañando al Profesor Gandolfi (i). Entonces,en igib, se vendía la pieza de 75 céntimos a una

(i) Distinguido naturalista suizo que efectuó en'Es-pa6a reiteradas e interesantes investigaciones sobre 1aangnila durante ios años 19t6 a sq, siendo las primerasy las más constantes las realízadas en el Laboratorio deHidrobiología de Valencia.^w^s ^ . ^

-g8-

peseta, habiendo alcanzado precios muy considera-bles durante 1os años de nuestra guerra, sin perjui-cio de hacerla pasar como conejo ante el galadarde los madrileños allí desplazados.

CAPiTULO VII

LAS AVE5 ACUATICAS

a5. POSICIÓN EN LA ESCALA ZOOLÓGICA. - I.a

clase Aves es el penúltimo peldaño de los Verte-brados y con ellos de la. escala animal. La modernaOrnitolvg3a (del griego, ao^kytqs - pájaro y loyos- tratado) las agrupa en numerosos órdenes, re-partiéndose entre ellos l^s,;que á^i vamos a ver.

Sin embarĝo, y aun a t^^úeque ^E pecar ^le irres-petuaso con lo establecido ,ja nueva sistemá-tica del grupo, seguiré la ^i^óri"clásica, acep-tando los antiguos órdenes de Palrr^ip^e^tas y Zan-cualas. Con ello tal vez pierd^. en rnodernismo eien-tífico esta obrita, pero ganará' en claridad por loconocida que es la clasificación trad'veional y a estaconsideracíón subordino cualquier otra,

Así, pues, aceptaremos el grupo Palmípedas, quesi bien e^ bastante heteromorfo lo unifica el ca-rácter de poseer membranas interdigitales, éste yeI de tener patls cortas y muy traseras demues-tran son seres adaptados a la natación ; el desarro-llo de la glándula sebácea, situada en la base dela cola de casi todas las aves, intensifica la secre-ción haciéndolas impermeables, lo que confirma su

régimen nadador. El ^rupo Zancudas es tambiénbastante polimorfo, aunque lo caracteriza el tenerdesnudas las piernas y largos ]os tarsos, así comoel cuello y el pico; #oda su conformación pone derelieve que está adaptado a buscar en aguas de.escasa profundidad su alimento, merodeando pororillas y márgenes por lo que también se le hallamado ave^s rte rib^cra.

7b. NoMExcLnTUxA.-Numerosas son las espe-cies de aves acuáti^cas, distribuídas en diversas fa-milias, que pueden çazarse ^en nuestra nación. A^ré-vaio Baca (I) registra más de un centenar. Hayque tener pTesente que muchas de éstas aparecende tarde en tarde o lo hacen^ muy limitadamente:Lás ávés de interés çinégético son 1as que se^ consig-nan . a continuación por ser las. que más abundanen la vecindad de nuestras aguls: '

Nombre vulgarcax- Numbre vulgarNombre cienttflco tellano valenciano

. PALMIPEDAfi:

9patuiaciyptala•L....... Patoouuharoteru...... 13rngat.Da/Aa acuta (L) . ^.. .. ... Natbilargu .. . . . .. . .. . . .. Cua dc,j uneh.Asos cram L........... Cerceta .. ............. 8arset.Anaa boM^Aae L..... ..... ^ Anade sílvuxtm........ Cullvort.Anas pmdope (L)........ Yato flórentino......... Yiuló.A++a+ querq^udula L . .... Cerceta mayur, . . . . .. .. Roncadell.1P1tNguLa ferina (L) .... Conizo ................. Bufx.Fuii^uta ru/ixa (Pall) .. Auade eilbdn.......... fiivert.Ful+gulanyroca(GFtled).. I'eluaSn ................ Murollcapellut.

ZANCUDA:

Fulica atra L...... ..... Fúlica ................. Futja

• (1) Aves de España, Memoria premiada por laR. Acad. de Cienc. Exact., FIs. y Nat. en el concursopúblico de 188a e impresa en 1f387. .

Además también se cazan, aunque en menor nú-mero, las que s^guen : ^

PALMIPFaAB:

Anaer jabalis Lxth.... . . .Antu aErepera L..........tiidemia nigra L.,.......Xergue aerrator L.......Xergua merganaer L.....

Oca ealvxje............ Ocx.Yxto cnatollxno........ Axcle.I'xto negro ............., Morell dr• mxrYxto eierra ............. $errota.Sierrx mayor.......... fierra grxn,

znxcunAS:

Vanelifra vanFóhia (L^ ...(ialiixago gailinago ( ).. .(^auíaago paltiru^la (L) . .^alLtinuia rhloroyfu (L)..Raliua^ aamt(cae (L) . .... .

Avefrtx . ............... Chodfa.Agxchadízx......,..... Bi^querudx.Agachadlaa peyue8a .. Boy uet.Yolla de agua.. .. . . . ... Pollatn.RaeoAn ................ Rxecld.

^ Tgualmente se m^tfian algunas especies de los gé-néros Chlarais^iws, andaríos (fusells y corriolebs, envalenciano) ; 1+Ju.m,ernius, zarapitos (siglots) ; To^in-ga, churras y churrillas (sisetes y terretitones) ;Tot^us, chorlitos (cherlovites, carregadets, tifortsy picarotes) ; O^rtygam>,etra, polluelas (pieardonets),etcétem, todas comestibles y muy estímadas. Otrasse cazan por su interés científico o por su as^pectoornamental que hacen sean vendidas fácilment^ acentros de enseñanza y colecciones cinegéticas; asísucede con los representantes de los géneros Lc^i+s;gaviotas (gavines); Coly^rn,b^s, somormujos (oabre-llots) ; P,ha^acvoc^x; cuervos marínos (cormo-rans) ; Hy^áa^achelidan, golondrinas de_ mar (fuma-rells), etc., entre las Paímípedas y los de los Av^-eá^e,^, garzas (agrós y garses) ; Egretta, garzas blan-:cas (garsetes) ; ArdeoGa, garza pequeña (esplugabous) ; Botaau+rus, ave tóró (vitole) ; ,PhoenoiCopte-

-- I02 -

rus (I), flamencos (flamencs), etc., entre las "Lan-cudas.

77. NOTICIA BIOLÓGICA.-La mayOr parte de1as especies registradas son emigrantes, si bien degran número de éstas anídan todos lo ŝ años algu-nas parejas en los lugares clue les son más propi-cios, convirtiéndose ^en sedentarias.

Fstablecen sus nidos entre la vegetación emer-gida vecina a las aguas o que surge en las mismas,preferentemente en los carrizales, buscando los másespesos y de más difíril ácceso al hombre. Lapuesta, en número ^ariable de huevos ŝegún lasespecies, suele tener lugar durante la primavera oprincipios del verano, si bietl influye en su retrásolas condiciones climatológicas del lugar de nidifi-caĉión. EI #rarbcés Luis Bra5i1 ha estudiado muy.bien sus costumbres {z).

Su régimen alimenticio, dadas sus costumbresacuática^s, ya se comprende ha de ser a base de]os seres que viven en las aguas : gusanitos e`n-sectos, moluscas y crustáceos, larvas y renacuajor,,`pececiilos y ranas, freza de unos y otras, constitu-yen' su cotidiano sustento.

7ó. LAS EMIGRACIONES PERIÚDICAS.-ya qUCda

di^cho que la mayor parte de laŝ especies que viveny crían eIi España, más que como autóctonas dénuestro país deben ser consideradas como viajeras

(I) Eate g^nero se incluye en Ias Zancudas, peroconstituye da transición con las Palmípedae, ya que, comoéstas^ ofrece membrana interdi^ital bien patente.

(2} Les ó%sedux d'ea^ex,'de rtivage et rles mara%s deFrnnce, Betgique es Iŝtes Britar►r^%ques, Paris, IgI^},

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encantadas de su hospitalidad-como esos turistasque vienen a pasar,la invernada y prendados denuestro sol na vuelven a sus países nórdicos--queadquieren carta de naturaleza,

Propias de las altas latitudes, vecinas de las po-lares, cuando llega la época fría tienden su vueloen busca de un clima de mayor dulzura ; por eso

Fig. 5.-Anitlos par.^" el marcado de las aves.Facsímil dc !os utilizados por el Instituto Forestal dc

España. '

es en otoño cuando efectúan su viaje de invierno,reĝresando a las tierras de dura temperatura ctaan-do suaviza éstá el calor estival. Estos an^relas mi-ga+atarios ofrecen singular interés• para el perfectoconocimiento de la biología de las áves en generaly especialmente d^ éstas por la periodicidad delos mismos y.radio de desplazamiento alcanzádo.

• He aquí la tazón del porqué los- centros de in-ves'igación ornitológica se dedican con creciente

^ Ioq ^.

interés al anillado de aves (t) (fig. 5 a): Las ob-servaciones durante un cierto tiempo han permiti-do ]legar a curiosas conclusiones : las cigiieñas dela Europa Central y de Hungría emigran al Africátropical y meridional, corriéndose al Este hastlPalestina y el valle del Nilo y al Oeste hasta nues-tra Península; la garza, la chocha y la-inmens^mayoría de las avec emigrantes rinden viaje enlas regiones de la zona mediterránea.

La Estación ornitológica ^conocída. con el nom-bre "Vogelwarte Rossitten", cuya denominaciónfi^ura así inscrita en los anillos de las aveŝ queella captura y liberta (a), ileva anilladas más dea.ooo garzas cogidas en'el nido dentra del territo-rio alemán ; luego han sida . halladas preferente-mente en la Europa i^ccidental y merídional, alar-gando otras su vuelo hasta el Africa del Norte ;al,qunas han sido encontradas en Letonia y Esto-nia. En Francia y España se han recogido muchosejemplares de gaviotas y ot"ra^ palmípedas proce-dentes de aquel centro (3),

(t) EI Gnico de que tengo noticia de haberlo reali-zado en Espa^ia es la Sección de Vertebrados terrestresdel Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias.

(z) Es el centro más importante de los de este géne-ro, y está situado en la Prusia Oriental. Lleva un Atlasd¢ vta¢los, en el qué figuran trazadas unas q.ooo trayec-torias, seguidas por otros tantos ejemplares anillados, cu-yos vuclos llegaron a conocimiento'de la .Estación.

(3) En España. el servicio de recogida de anillos ra-dicá desde t9zg en ]a Dirección General de Montes, Cazay Pesca fluvial, habiendo sido dictadas unas Instruccio-ttes xeCórdando Sa^ normas establecitias al efecto, an oc-

.- ip5 ._

-^ Para Ilegar al exacto conocimiento de la.distri-bución geográfica en estos órdenes de aves intere-sa contrastar su área de dispersión ; por eso hededicado cierta atención aI aniIlado, operación quecontrola sus ^igma^i^anes e in^niyiracianes.

79. APxovECxnntiExTO.-La principalísima esla alimenticia ; muchas especies se pagan a buenprecio y otras no tan estimadas en el mercado seconsumen por el propio cazador modesto que sub-viene con ellas al sustento familiar.

Algunas de éstas, precisamente las menos apre-ciadas como colnestibles, encuentran fácil venta,por su valor científico o por su carácter ornarnen-tal cotno ya he apuntado, en Ios Musecs y Labora-tarios o en las colecciones de aficionados que tie-nen a gala exhibir sus trofeos cinegéticos... aunqueeñ ocasiones tio sean debidos a los disparos de susescopeba.s. .

También pueden capturarse vivas, con red comoluego veremos, ^vendiéndose a buen precio paraadorno y embellecimiento de parqúes.y jardines.

Por eso para cazarlas muertas o vivas se em-plean respectivamente, la escopeta o la red ; cual-quiera de los dos procedímientos compensa de mo-do sobrado el esfuerzo qu° para ello se realiza.

80. Cnzn cox EscoFETe.-No van a darse aquínormas o conse^os para su ejercicio, sobradamenteconoeen los caz^adores que las horas más propicias

tubre de ig3g. Todos debemos estar interesados en queao sc extravfe- un anillo de las aves que, llevándolos, scanderribadas, remitiéndolos a dicho Centro, con expresiónde los datos de captura.

^ I 0 6 ^

para obtener un buen botín son las primeras de lamañana. La caza de estas aves se presta mucho alempleo de reclamos y cuando se efectúa al acechodesde un puesto se usan también los cimbeles.

En la generalidad de los sitios favorables seefectúa la caza libremente, pero en algunos se or-ganizan tiradas cuidadasamente reguladas : v. gr.,en la Albufera de Valencia y cotos artificiales delos pueblos limítrofes y vecinos como son los deSilla, Sueca, Soilana, Albalat de la Ribera, Cu-llera, Tabernes de Valldiĝna y Gandía, de cuyoaprovechamiento me he ocupado .con alguna ex-tensión (i). También traté de la ordenación, siquie-ra fuera ilegal, que regia cuando la estudié, delbeneficio de la misma en las lagunas ^d"e Almena-ra (2).

La temparada hábil para la caza dé aves acuá-tieas, según detexminaba la Ley de Caza de i6 demlyo de igo2 v el Reglamento para su aplicaciónde 3 de ju]io de i9o3, era, comó correspondía a1a apertura de la de las aves de paso, desde i° deseptiembre durando hasta ^ r de marzo, pero envirtud de la Orden del Ministerio de Agricultura.de. 2^ de julio de r939 (3), regulando• el ejercicio

(t) Algwnos datos para e! estudio ecnndmico y esta-d{sticó de la Albufera de Valenctia. Trab. del Lab, deHidrob. Esp., nGm, r3, Anales del Inst. Gen, y Té ĉ . deValencia, tomo X, igzz.

(2) La pesca y otros aprovechamiento.c en lac laqu-nas de Almenar'a (Castellón), "Pfoducción°, núm. 88,Madrid, enero iq2q.

(3) Boletín Oficial del ^sta^do del 30,^ pág. 1ia2.

de la caza menor, queda modificada en el sentido' de que comienza en el día que en cada provincia

fije el Gobernador civil, previo informe del Comi-té Provincial de Pesca y Caza, fecha que ha dccoincidir con un domingo o día festivo del mes d^agosto, que es la que corresponde al levantamientode la veda para las aves de paso, clausurándosela temporada para las acuáticas el tzltimo domin^nde marzo. El cazador de buena fe debe tener muypresente lo legis'ado (i) para no incurrir en in-fracció^ que motivara ser sancionado. ^

8i. C^ze cort xED.-Puede realizarse en dife-rentes sitios pero tiene más éxito en terrenvs pan-tanosos, marjales y la^unas. Me referi^é especial-hiente a cbmo se verifica en la Albufera de Va-lencia, que es donde 'la he visto practicar y dedond^ la he' descrito (s). '

Finada la re^eolección del arroz y cuando el aguaque inunda los campos alcanza un espesor de r,5a 25 centímetros, se delimitan los puestos entrelos que debe haber una distancia mínima de r5ometros para operar sin entorpecen.,e mutuamente.Se disponen jun^o a la orilla, previamente despravista de vegetales, tomando unos 8 metros de Ion-gitud por r,5o de anchura; paralelamente al bordPse cdloca paja de arroz de modo que sobresalga

(^) Consúltesc la excelente obra Leyi.^tnción de Casa,ro4o, del Teniente Coronel de la Cruardia civil EspaHaCantos. '

(2) Cuestionos de Pescn y Ca.aa an^ática, Valenc'a,taa5. En este libro reGno diferentes trabajos y. artículossobrc caxa y aves acuáticas.

- ^08 -

del agua no más de io centímetros, formando unafaja de unos 25, aquí es donde se coloca la red.

En e] extremo se prepara, también con paja dearroz, una choza que semeje ser un montón de

` clicho material, en este escondite se oculta el ca-zador; este refugio pres^enta dos agujeros, uno re-ducido, como una tronera, que sirve de observato-rio y deja paso a la cuerda de la red y otro másgrande que permita el acceso al intérior de quienha de manejarla, este orificio se tapona con pajauna vez ^ue ha penetradó el cazador. Cébase elpuesto con arroz inferior (m,e^diaon,os), estándo al

' acecho repetidas noches^en espera de una en queel viento sea favorabte y la caza tome el enga^io;entonces ha llegaclo el momento dé tinar de lacutrda. .

Cuando ocurre esto y se ,da el tirón, se captu=ran por es`e procedimiento, ^denominado ^mra^nsaen la^ laguna valenciana, muchos pa.tos, ya qúe enocasiones se ha conseguido coger hasta un cientopertenecientes a diversas especies.

8z. VALOR.-En los años que me dediqué alestudio eConómico de la Albufera (ig2i y az), scdernibaba una cantidad de fúlicas que oscilaba eri-tre zo.ooo y ia.5oo y otra de patas que variabaentré .ó.ooo y 7.500. El precio a que las primerassolian venderse a.los abastecedores, para ser re-v,e^did^s por éstos con un sobreprecio no pequeño,é,^^,de i,5o y el de los patos de z pesetas. Supon-gamos, tomanda los términos medios entre 1as can-tidadés anotada.s, qŭe se mataran it.ra5 fúli^cas y6.?5ó patoŝ , que a los precios : citados representan

i6.687,5o y i3.5oo pesetas respectivamente, es de-cir un total de más de 30.000.

Estas cifras se refieren a lo^ años igzo a 22 ;en la actualidad pueden duplicarse sin temor aincurrir en error por exceŝo, ya que los registra-dos anteriormente también fueron calculados pordefecto. En lo^ cotos vecinos igualmente reportala caza saneados ingresos : por la misma fecha pro-du^cía el de Silla i.7oo pesetas, el de Sueca 25.000,el de Sollana i5.ooo, el de Cullera 20.000, el deAlbalat de la Ribera i 7.000, el de Tabernes deValldjgna 7.5oo y el de Gandía 5.000, o sea un^total de más de 90.00o pesetas. Doblando esta^uma; como hemos hecho con ^la producida por laAlbufera, tendremos un rendimiento de i8o.ooo yreuniendo ambas la de 2to.ooo pesetas.

Esto es por lo que se refiere al beneficio logra-do por los usuarios, pero no l^ay que olvidar, porlo que representa en la économía nacional, el ob-tenido por las entidades arrendadoras de estos di-ferentes aprovechamientos. Para dar idea del mis-mo reproduciré las recaudada5 por 1as aludidasentidades en el año i92o, :il que me referí en lainvestigación antes anotada, a cuyo efecto vere-mos el riguiente cuadro :

1^SMINO MUNICIPAI.

Albúfera, do Velencia......

Coto de $ílla ..............Idem dn 15ueca ............Idem de tlollnnn...........Idem dn Cullers...........Idem de Albalat do ln Ri-

bera .....................Idenx de Tnbernex do Vxll-digna . ...................

Idem de Oxnd(a...........

I;NTIIIAD ARRF•NDA•DOH,A Peeetae

Admón. de Propiodadoe dela Doleg. de kaciondn ... kY3.78'd

A,yuntamiento do Silla .... 6.676Idem de Hueca.. .......... 80.W0Idexn do 43ollnna........... á'd.6B2Idem do Cullera........... 47.149

Ideiu de Albxbit........... 18.i1fiES

Idom de Tnbnrnev ......... 8.á27Kindicatu de AimxrjeLLes du(iund(a . ................. ó.UW

,._ _.,._ - TOTAL........... 804.874

La caza actlática en el delta del Ebro tambiénalcaqza un valor considerabilísimo, como en algúnotro, de los cazaderos que luego enumeraré, perono he tenido ocasión de poder cifrar su produc-ción. ,

$3. CAZA ACUÁTICA EN LA. ALBUPERA•DE ^A-LENCIA.--EI número de especies ornitológicas queen ella habitan eg muy crecido. Cávanilles (I) se-

•ñala ya en el siglo XVIIL unas 60; una centuriamás tarde, Arévalo B aca (2) hacía ex^cediera delcentenar.

Lo dicho es con referencia al criterio zoalógico,pero desde el punto de vista cinegético también hasido muy bien estud^ada la supradicha localída ^lvalenciana; las a^r,!'s `qu^^;tienen interés dentro dc

Y. R ^`

(1)' Observaciortes sdbré ls',Historia Natural, Geo-grafsa, Agritulturá, Publáí'ión y Frutos del Reyno deI^alencia, tomo I, p^g. t87, M$drid, Iq95•

(2) Véase la primCr^^a nota dé este capítulo.

-- I I I ^--

la modalidad dicha fueron ya estudiadas en tiempaañejo (I), posteriormente lo ha efectuado de lastiradas y su organización Emi:io Sarzo (z). AñosInás tarde me ocupé del aspecto económico e his-tórico (3) y después he reunido trabajos y artícu-los diversos (4) sobre espec:ies raras y modalid^de.^de caza en el lago. valentino.

$4, OTROS CAZADEROS ACU^TICOS.--La vecin-dad de las aguas en general y más cuando ofrece •espesa vegetación de plantas emergidas, constitu-ye lugar propicio para el acecho de las aves deque aquí ue trata, pero es más favorable la proxi-midad de lagunas y terrenas pantanosos cuyo me-

(I) ' Catdlogo y descripció dels pardals de I'Albuferade Valencia; curioso folleto anónimo, aunque atribuídoa Marcos A. Orellana, de fines del siglo xvIII y reimpre-so en Ig17 por el Laboratorio de Hidrobiología EepaRo-la, núm. 6 de sus publicaciones ; en él se describen, envalenciano y con los nombres vulgares, 4g especies. Deeste folleto se hizo una traducción castellana en 1827, porL. V. de M., iniciales que, según el propietario del ejem-plar que sirvió para la reimpresión, el Marqués de Eze-narro, correspondían a un antepasado suyo, Luis Vilar, deMalta; este folleto fué también reimpreso, apareciendocon el núm. 27, tn los Trabajos del expresado Labora-torio.

{2) La Albufera y!a Calderería, Valencia lgo6.(^) El a¢roveckamiento económico de !a Alb^efera

de Valencia y su historia, Valencia, 192g. Constituído porla reunión de los Trab. del Lab. de Hidrob. Esp., núme-ros 13, 15 y Iq, agrupados con una cúbierta común, Queya se anotaron en estas páginas.

(4) Cuestiomes de Pesca y Caxa acuático, Valencia,1935•

- I I2 -

les proporciona ambiente grato y refugio se-

r^espués de la Albufera de Valencia, el ^araje' ►i^ás indicado para la caza de estas aves, de la^que 13e matan muchas especies, según se d^esprendedel trabajo de J. Fuset (i), son las marjales ypantanos que constituyen el delta del Ebro ; afiosdespués, E. Bayerri reunió una copiosa documen-•tación eruditamente expuesta en su magistralobra (2), recopitando las especies descritas, obrasen que lo fueron, eic.

Excelentes cazaderos son la balsa de Sán Lo-renzo, cerca de Cullera (Valencia), déscrito porF. Brú (3); el "Estany", de la misma loca'id1d,qqe estudié en ig23 (4), así como las lagunas deAlmenara (5); las marismas del Guadalquivir,dadas a conocer por A. Ma,chado (6), y particu-larmente las del coto Oñana, por E. Pons (7) ;la laguna de la Janda (Cádiz), por J. Bernaldo de

(I) Aves de , Cataluña, Memorias de la R. Soc. Esp.de Hist, Nat., tomo VII, pág. 455^ 1913•

(2) Histortia de Tortosa y su comarca, tomo III, Bi-btioteca Balmes, Barcelona, 1935•

(3) Notas de caea, Valencia, Ig13.(q) Recktrthes sur !a fawne et la ffore de l'Estany

de C+^llera, Yalence (Espagne), Anales de Biolog. Lacust.,tomo XII, Bruselas, Ig23.

(5) Las Lagunas de Almenara (Ca:rtellón), "Ibérica",núms. 5q4 y 546, agosto Tq24.

(6) Aves de Sevilla, Madrid, 1854•(y) Aves acwótticas del coto Oñana, Bol. de 1a R. Soc.

Esp. de Hist. Nat., tomo XV, pág. 343, I(I15•

Quirós (i); la de Medina, también gaditanJ. Pan Elverto (a) ; el lago de Carucec^o,Valle del Bierzo, Por Gil Carrlsco (3) ; elMenor, en el litoral murciano, por A. ^Guiray las lagunas de Daimiel en tierras manc^,eg^ ^or, ^!^ t ;^Javier de Ortueta (5). ,w^3

"' t!>^Los anteriores cazaderos se refieren a lago^ y

lagunas de mayor o menor celebridad en las cace-rías de ^aves acuáticas, pero en las aguas de todaslas provincias pueden derribarse muchas de ellas, ysus ríos, arroyos y costas son parajes favorablespara conseguir el propósito. Así, pues, con carác-ter general da multitud de referencias en su o.braya citada (6) Arévalo Baca, y posteriormenteVentura Reyes (^) ; existen otras muy útiles deárea geográfica más reducida como son las de RíosNaceyro (8), Martínez Reguera (9), Castellar-

(t) Excnrsión ornitológica a La Janda, Bol. de 1aR. Soc. Esp. de Hist. Nat., tomo XX, pág. 236, t92o.

(2) La caza menor, "Por Esos Mundos", junio igo7,pág• 49^•

(3) El Señor de Bembibre, novela de Ja época ro-mántica, I^ladrid, i8qq,

(4) Aves de Murcia.(5) Notas de casa de aves en Castilla, Madrid, i934.(6) Aves de España, Madrid, i887.(q) Catálogo de las Aa^es de Espay^a, Portugal e Is-

las Baleares, Anales de ^a Soc. Esp. de Hist. Nat.; i.`serie, vol. XV, i886.

(8) Aves de Galicia, Santiago, r85o.(g) Ornitologia de .Sierra Morena, Madrid, t886.

sau^s 8

-- T I.i ^--

nau (I), Vayreda (2), Martíñez Gámez (3) yAldaz Eiazabel (4).

Tal ^ vez pudiera parecer enfadosa esta relaciónpero el juicio sería erróneo: su objeto es docu-mentar a los hahitantes de las distintas provinciaso coularcas acerca de 1^.^ obras que pueden ilus-trarles sobre el teina en relación cot^ sus respecti-vas localidades.

S5. C)Txns nvFS ncv.4Tlcns.-I.o escrito ante-riormente se refiere a]os órdenes Palmípedas yZancudas, que constituyen los grupos taxonómicostípicamente acuáticos,. pero también hay algunasespecies incluídas en atros órd^enes ornitológicosque por sus costumUres y alimentación quedancomprendidas en et grupo biológico que vive y cedesenvuelve junto at medio acuático. Las más ca-racterísticas son las siguientes, prescindiendo deotrós pájaros y rapac^es que también frecuentan11s proximídade^s de las aguas :

Ordeu Nosrsbre oieut[flcu Nombre vul^xr

Rapacos........ Pnsedión haliactue L..... Aguilu pescxdora.YAjaroe ........ Alcedo tapidn L..... .... ^ Mxrtln p^^RCxdurIdem .......... Gtinclus nqs^aticsw L...... 'Purdo u rnirlu de sytun.

(t) Estudio ornitológico del Real Sitio de Sam Ilde-fonso y de sus alrededores, Anales de la Soc. Esp. deHist, Nat., tomo VI, t8y^.

(z) Fauna ornitológica de la provincia de Geronu.Madrid, T883.

(3) Apuntes para la ornitologia andaluza y de Es-baña en general, Madrid, Tgo6.

(4) Catálogo de las aves observadas en Guipúz ĉoa yYtizoaya, Memorias de la R. Soc. Esp. de Hist. Nat., to-mo X, Memoria to.`, i9T8.

Estas especies, sobre todo las dos primeras, noson comestibles pero por su interés científico ycarácter ornamental se venden fácilmente a cen-tro.^ de enseñanza e investigación y coleccionistasy disecadores. Además, merecen ser perseguidas ac-tivamente por la gran cantidad de pe^ces o frezade los mismos que devoran, hasta el punto de quealguna legislación de pesca extranjera, como lasuiza, propugna su de^trucción, incluyéndolas en-tre los animales dañinos para la pesca.

CAPITULO VIII

TORTUGAS, 5ALAMANDRASY TRITONES

La,s tortug^aqs.

^. POSICIÓN EN LA ESCALA ZOOLÓGICA.-PeT-

tenecen a la familia Tcstudíaai,dos, orden Qu+el^qn-i^s

de la clase Re^ptides, subtipo Anvniauws o Al^into^i-

deas y tipo Vewtebwa,^os, Así, pues, figuran y se les

estudia entre los batracios o anfibios y las aves.Características de la familia son tener concha

con escudos epidérmi^cos, cuello retráctil en planovertical y nueve huesos esternales. Las especiesque vamos a ver se incluyen en la subfamilia Em.^ráinos; muestran el erpaldar deprimido, la cabezaretráctil y las patas gruesas.

87. Noa^ENCl.azuRA.-Las formas existentes ennuestra nación son las que siguen : Emys o^bicu-lawis L. (I), Chlemys leprosu Schweig. y Chle^m,ys

(i) López Seoane y Boscá Casanove ŝ han citado ensus trabajos la Emiys lutaria L. ; pero en realidad es unsinónimo de Emys orbicularis L.

- II] -

cas¢ita Gmel. ; vulgarmente se les Ilama tortugasy en dialecto valenciano trnrEugu^s, denominandoasí indistintamente a las tres especies (fig. 6.a).

88. NoTiciA sioiróclcn.-Su morfología es ca-racterística, presentlndo el cuerpo defendídu poruna coraza integrada por dos partes : una inferior

Fig. 6.-Tortaga de agua.

o ventral, pet,o, y otra superior o dorsal, espaldmr;dicha coraza está constituída por hueŝos dérmicoscubiertos de placas óseas, apareciendo el espaldaríntimamente soldado al esqueleto, cárecen de es-ternón y de dientes pero están dotados de un picocórneo. Las dimensionés más frecuentes son de i 5a 25 centímetros de longitud.

Viven cerca de las la^gunas, charcas y terrenospantanosos, o.ultándose en el agua durante el díay saliendo a tierra en las horas nocturnas; su exis-tencia y costumbres han sido descritas muy bienpor Schreiber (i). Como anima'es sujetos al sueñoinvernal pasan la estación fría enterrados en elfango, dejándose ver en ábril cuando se dulcificala temperatura.

(I) Herpetología ^uropaen.

- IIó -

Aliméntanse de gusanos e insectas acuáticos, maluscos, peces y su freza, así como de las de la ranay el sapo; en tierra no desdeña las lombrices nitampoco muchos vegetaler,, )3fectúan su puesta enel mes de mayo, depositando de 6 a Io huevosde un tamaño semejante a los de paloma, en ex-cavaciones que abren con ayuda de sus patas ycola, siendo rnuy largo su período de incubación.

$(^. DISTRIBiJCIÓN GEOGRÁFICA.-^10 eS dema-siado conocida la zoogeografía de estcs seres en]a Península ; sin embargo, la Clllem^ys le^-ara so-lamente habita en las lagunas del levante y me-diodía español, constituyendo una especie caracte-rística de la fauna ibérica. Como consecuencia, lopreferible es consignar las loaalidades donde hansido halladas, mencionando los autores que las re-gistraron, recopilación que ya efectué hace algunosaños (I).

E^ys arŬirularis L.-Laguna de San Pedro d^eMuro (La Coruña), López Seoane; San Car'.os dela Rápita (Tarragona) e Islas Baleares, Bcscá Ca-sanovés y Lagunas cie Almenara (Castellón), Aré-valo.

CJzlewrtys lej^-osa Schweig.-Laguna de la Gran-jilla, Riachuetos del TerciQ y Guadarrama (Ma-drid) y Quejígar (Avila), Graells; Ría Guadiana(Ciudad Real) y$uñol y Dos Aguas (Valencia),Boscá Casanoves; Benifayó (Valencia), Pardo;

(I) Datos para el estt^ia de la faunn hidrobiológicaespañola, Boletín de Pesca y Caza, tomo U, núm. 2, fe-brero 1933^

Ríos Zújar y Galápagos (Badajoz), Calleja; Sevi-]la, Machado ; Cártama (Málaga), Rosenhauer yPortugal, Bonaparte.

Chle^rn^ys caspien Gn^l.-Culera (Gerona), FontSagué; Vilaseca de Solana (Tarragona), P. Navásy Lagunas de Almenara (Castellbn), Arévalo.

yo. ArxovrcxnMiErrTOS. - El principal es elalimenticio, canstituyendo un selecto manjar, pre-ferentemente plra la preparación de la célebre so-pa, condimentándole en general como los pescados.

En Valencia era frecuente, pero no dé un modoeontinuo ni mucho menos, verla a la venta en lasatunerías, como allí son Ilamadas las tiendas dedi-cadas a expender pescado en salazón o preparadode otro modo, exceptuando las conservas envasa=das en lata. Las piezas vendíanse enteras, oscilan-do su precio, según tamaño, de a a 3 pesetas ; deesto hace años, en mis últimos viajes a la capitallevant^na he preguntado por ellas, al no verlas en-tre las mercancías a la venta en los despachosmencionados y me contestaron que "hace tiempono llegaban", no sabiendo concretar tampoco misinterlocutores cómo o de dónde venían cuandoantaño eran expendidas en los re^feridos puestós.

t A qué obede^ee su desaparición del mercado?Solamente por indicios creo que no se debe a unainminente ámenaza de extinción, sino más bien aser consumidas por los campesinos que las captu-ran. Su relativa escasez hacía qu^e no tuvíeran unmercado creado ni que hubiera "pescadores de tor-tugas" ; ante esto, era algo muy aleatorio llevarlas

- I ZO -

^,^Y •.• ,l, `F^C^dad, cuando se cogían, y venderlas a precio

q^e+bmpensase para luego a su vez ser revendidas., EI _ bie,r^estar y vida fácil de la clase campesina,^f.aui^j,^é `las capas más modestas, también asevera

la creencia expuesia. Cogen pocas pero las apre-^adas las utilizan para variar y reforzar su con-dumio.

En este caso atm pueden aprovechar la corazao eaparazón vendiéndo'.o plra la confección deobjetos de adorno y fantasía,.no será carey o con-cha auténtica, pero con aquél se pueden fabricarmodestos artículos ornamentales.

Finalmente, los ejemplares vivos siempre halla-rán comprador para poblar los acuarios de los cen-tros investigadores o docentes o servir de adornoen los estanques y fontines de jardines y parques.

Sala^^do'as ,y tritan^s.

OI. POSICIÓN EN LA ESCAL9 zoor.óclcA.=Per-

tenecen a la misma clase que la rana, la de los1,ím^fibi.os o Batraci^as, y^en el epígrafe primero deeste libro (I) quedan sentacíos los rasgos típicosque caracterizan los grupos zoo?ógicos hasta la ca-tegoría de c11se, si bien se incluyen en orden dis-tinto.

Este es el de los Urórlelos, que se distingue delde los Anuros (ranas -y sapos) por tener cola du-rante toda la vida, a lo que alude su nombre ; sersencillas sus metamorfosis o sea escasa diferen-

(I) Posición, en la escala zoológica, de ia rana.

^. ^ V

ciación de sus formas larvarias con la ad^^ '' ^forma es alargada y poseen patas tñ^y coregión caudal, por el contrario, es muy',e^p^1P^t+^.^ ĉ^

Se incluyen en el subord^en Sal,annrnn,ríu^á^l,^^ e^rx^'e] que el aparato branquial desaparece totalmente 'en la fase adulta, tienen vértebras opistocélicas (r),ojos descubiertos y provistos de párpados y dien-tes insertos en dos filas divergentes; presentan losdos pares de patas bastante alejados entre sí (figu-ra %•a)

Pertenecen a la familia Sal^dridos, la tipodel anterior suborden, por lo que lo^ rasgos delas salamandr•as (gĉrrerata Suda^vawwd^rd y GTeáaglos-sa) concuerdañ en toao coit aqúéllos ; los trito-nes (2) muestran la cola comprimida y aquilladaen toda eu longitud.

9a. Nor^ENCr.^TU^+,.-Varias son las especies,de las aquí tratadas, que se ençuentran en ñuestro ^país ; procederé a enumerarlas.

Pleua^aidleles Walt^tvi Dum., Eubroct^u.r ¢^em^-cus D. B., P,elouuectes Boscai Latast., Molg^ c^ri^r-tatus L.; Malge gesrr.eri I aur., Molge ¢wnctatusDunl., Molgie^ aslnera Duges, MoJ.ge Baliruori Bosc.,

(i) Se Ilamañ asi las que son convexas por delantey cóncavas por detrás.

(2) Nombre vulgar inspirado en la mitología grlega;Tritón era un dios marino, hijo de Neptuno y Anfitri-te, y así se llamaba a determinadas deidades marinas, alas 9ue se les atribuía Poseer figura de hombre desde1a cabeza a la cintura y de pez el resto del cuerpo, con-figuraĉión que, con efecto, recuerda la de estos anfi-bios.

- I22 -

Molge filatycephalus Otto., Sa:annar^dlra ttiac^ulo-sa L..y Chioglassa hcs^itartica Barb.

En los libros y folletou antiguos, las especies hoyincluídas en el género tlíolge se citaban como per-

'h^necientes al ^`lritó^n; pero teniendo en cuenta quecon este mismo nombre había sido ya bautizado ungénero de caracoles de mar y en obediencia a lasregtas aprobadas en los Congresos de Nomencla-tura zoológica, que proscriben esta duplicidad, con-

Fig. 8.-Salamandra.

servó el de moluscos, en atención al derecho deprioridad, su nombre, adoptándose para el de anfi-bios, igualmente llamado el de Molge.

Las dos últimas especies de las emimeradas sonlas que ^e designan con el nombre vulgar de sa-lamandras y Ias anteriores con el de tritones ; ala primera, únicl que existe en la región valen-cianl, se le llama en su ^lialec4o aufegabaus (x).

(^) Traducido literalmente quiere decir ahogabueye;,llamado asf por el riesgo que corren las reses si la tra=gan al abrevar,

- t23 ^

93• NoTtcin RioLócicn. -- Al examinar su si-tuación en 1a escala zoológica han quedado yaexpuestos los más característicos rasgos de su mor-fología ; sus movimientos son lentos y torpes. Ha-bitan las salamandras los sítios húmedos, acogién-dose entre el musgo o debajo de las piedras ybuscando el agua en ocasiones, desde luego en laépoca de reproducción, ya que éstl tiene su lugaren aquélla, así como también el clesarrolla de lasprimeras fases de su vida.

Cría dos veces al año, en la primavera y elotoño, dando 3o crías y aun más normalmente, •pudiendo 1legar hasta cerca de una cincuentena. Surégimen atimenticio es .exclusivamente zoáfago ;Schreiber (i) relata muy bien su vida y costum-bres. '

l^s inofensiva, constituyendo una leyenda vu}gar •la hostilidad que hacia ella muestran las gent^escampesinas ignorantes, créenla venenosa porquecuando se ve amenazadl por un peligro sPgregansus glándulas cutáneas una sustancia b!anquecinaa la que atribuye cl vulgo condiciones tóx^^cas ;esto no es sino una conseja desprovista de funda-mento, que no debe detener a nadie que se aprestea su eaptura, desechando tan pueril preocupacióncuando llegue el momento favorable. La misión deeste líquido ya faé advertida por los antiguos ensalamandras amenazadas por la acción del fuego,su infantil credulidad suponía que la secreción de

(r) Herpetología F:uropaen. Lo mismo hace con lostritOnes.

- I24 -

referencia era capaz de apagar '.as llamas (I), pa-sando entre ellas sin quemarse.

T.os tritones son más esbeltos que las salaman-dras y de un régimen acuático más mancado, veri-ficándose su reproducción en ta estación primave-ral. E'n este tiempo, los machos experimentan unostensible cambio en su coloración, variando susmatices que acéntúan su intensidad, es ]o que losfranceses llaman librea de balas o traje de no^rri.as;attn es más curioso que en la mayor parte de .lasespecies aparece a lo largo 'de las regiones dorsal

' y caudal una alta cresta cuyo borde se presentadentado y festoneado.

Cuando depositan sus huevos se adhieren a lasplantas acuáticas y piedras sumergidas, las formasIarvarias muestran tres pares de branquias exter-nas y una gran transparenria en su cuerpo ; en .elocaso del verano concluye el proceso metamórfico,saliendo ya del agua los jóvenes tritones, que bus-'can adecuado escondite al llegar los rigores inver-nales. Su alimentación, como la de las salaman-dras, es de tipo zoófago, devorando gusanos, in-sectos, crustáceos y moluscos dulceacuícolas.

f)4.. I^ISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA. - ) .OS tritories

son característicos del hemisferio boreal y algunosexclusivos de España ; la satamandra de la regiónpaleártica, abundando en España y en general entoda l,a Europa meridionll, y la salamandra lusi-

(i) He aquí el porqué, fundándose en esta pretendi-da incombustibilidad, del nombre que se aplica a deter-minados aparatoŝ domésticos de calefacción,

tánica, que, no obstante su nombre adjetivo, llegahasta las Yrovincias Vascongadas. Veamos la dis-persión que en España alcanzan las especies ; e-gistradas (t) indicando los autores.

PGeuro^deles Waltli Dum.-Ha sido citada de Ga-licia, Madrid, toda la meseta castellana extetidiér^-dose al O, y al SE., Ciuciad Keal, Valencia, A'b :-cete, Cádiz, Cáceres y Portugal por L'ópez Seoane,Graells, Vélaz de Medrano y Ugarte, 13oscá, Her-nández Pacheco, Rosenhauer, Otero y Quíle^ .^Barbosa.

Buprvctus pyrerta7cus D. B.-Común en los Pi-rineos y raro. en el O. y S. de :a Península, Boscá.

Pelon^ecte,s Boscai Latast.-Galicia, Toledo, Ciu-dad lteal y varias localidades portuguesas, citadaspor López Seoane, Pérez Arcas,, Bottger y Boscá.

Molg,e c,ri.statu.s L,-Kiachuelos y aguas estanca-das de Lugo, López S^eoa,ne; Lago Loreto (Hues-ca), Asso.; Panticosa (Huesca), Greus; Burgos,Sanz de Diego, y Portugal, Yérez Arcas y Olivei-ra. Es la especie más abundante del grupo.

Molge g^e.nne^r^i Laur. - Galicia, López Seoane,Macho y Bernárdéz;. AsEurias, Pastor, Graíño yPlantada; Cabuérníga (Santander) : Calderón ;Vitoria, Serrano; Pamplona, Cayuela; Vilamajor(Lérida), J. Maluquer; Logroño, Viar; Alcuescar(Cáceres), Hernández Pacheco, y Oporto, Bon-Jesus do Braga (Portugal), Barbosa y Boscá. Esta

(i) EI detalle de localidades puede verse en Datospara el estudio de la fauna kidrobiológica española, yaanotado al hablar de la distribución de las tortugas.

especie, que también ^. la ha llamado M. uTarmo-^ratus Latr., es igualntente frecuente.

?llolge pu^tctatus Dum. - Toda Galicia, LópezSeoane y Macho; Salamanca, Cisternas; Toledo,Pérez Arcas; Isla de Menorca (Baleares) y Coím-bra (Portugal), Barbosa.

Molg^e a,spera Duges.-La Junquera y La Cer-daña (Gerona), Pérez Arcas y blartorell; Soldeu(Lérida), P. Barnola y Panticosa (Huesca), Boscá.

Molg^e Bolivawi Bosc. "- Panticosa (Huesca),Boscá.

Molge pdatyceQhadus Otto.-La Junquera. y LaCerdaña (Gerona), Pérez Arcas y Martorell; Pan-ticosa (Huesca), Olbés; Málaga, Rosenhauer, yPortugal, Barbosa.

Sa^lrnani+drra m^a^cKrlv,^ L.-Toda Galicia, LópezSeoane, Macho, Boscá y Bernárdez ; Asturias,Pastor, Plantada, Cisternas y Graíño; Guipúzcoa,Larrinua; Pamplona, Cayuela; Aragón, Asso; Ri-bas (Gerona), Boscá; divers^ lyocalidades de Bar-celona y Montseny (Lérida), ^^^lpmaní y J. Malu-quer; Sierra de Gredcxs, M^rtííiez Sáenz; El Es-corial y Laguna de Péñal^ra'-,(1V^adrid), Pérez Ar-cas y Arévalo; Ciudád RPaI^,:Bciŝeá; 5iles (Jaén),Ribera; Isla de Meno'rca (Balearés), Ramis y Por-

" tugal, Barbosa. Es especie .muy difundida y fre-cuente.

G',htioglossa lusitaanica Barb.-Toda Galicia, Ma-cho, López Seoane, Boŝcá y Bernárdez; La Se-rrota (Avila), Pérez Arcas y Coimbra y Monte^

Bussaco (Portugal), Barbosa. Arévalo diee ^i) quese extiende hasta las Vascongadas pero no citalocalidades.

95. ArROVt:cxnMrrxTO.-No es otro sino el dela venta para acttarios y fontines, haciéndolos másbuscados el hecho de no resultar demasiado sen-cilla su captura; ésta no constituirá un medio devid^t, pero cuando se verifique reportará tm ingre-so extraordinario ebtimable.

Además, pondrá de relieve la aptitud y habili-dad de quien efectúe el hallazgo y será exponentede sú laboriosidad el que en un día o unas horasde asueto consiga aumentar sus beneficios eon lácazl o pesca de estos elegantes animalejos,

(r) La vida e^r tas a^uvs dulces, pág. q8, Co.'ecciónLabor, núm, rq^, Barcelona, rg2g.

CAPITULO 1X

LUS FECES DE ACliARIO

^. ACLARACIÓN AL ENUNCIADO. - ^ue(lÓ ya

indicado al trazar el plan de esta obra, que en ellase iba a tratar de los diferentes aprovechamíentosbiológicos que no han sido objelo de atención-pursu menor importa.ncia, desde luego-en la biblio-grafía hidrobiológica aplicada. Esta se ha limita-do a eatudiar los peces y el cangrejo (I).

Pudíera parecer contradictorio, después de lodicho, hal^lar aquí de peces, pero obsérvese que merefiero a los de acuarío. También esto requiercuna aclaración : indudal^kiñi^te que todos puectenserlo y así se exhiben én los de,los centros de ex-perimentación y enseñanz,a;.(2);^^^Ipero de lw perte-^ ^

(t) Para iniciar a(it^ien^^`^teréyĉn estas cuestionescitaré solamente algun^}:^, obras ert. 'spañol : V. Wicht :Piscicultura y Ostrticultt^f^ S. gt les, Piscicultura depgua ^ulce; G. Guenaux e;:;;;`^iaes tura; R. Villatte desPrugnes : La pesca y los pe s de agua dulce, y J. Li-zasoaín : Piscicultura y Astacicultura (dos folletos).

(2) L. Vélaz de Mc+drano : Los acuarios de la Secciómde Bioloyía de ips Aguas Cantinentales, Boletín de Pes-ca y Caza, tomo VI, núm. 7, julio Ig34•

-- t29 -... W,,^^ -,,

necientes a especies de uplicación come^;^b?e^ff+t^- ^namental incluídos en aquellos lil^os ^t'á ec^ ex ^^ •:presado que en estas páginas se pres^i nd ^" os. ,^; ^

^ ^,,. , ,Veremos t^:u ;ólo los más insignifican ^^ ,p _ é-!^ '.

Ilos que por sus pequeñas dimen^iones ^•`^ • so^ ^valor pesquero son desdeñados desd^ zl punto ^6^^^^ ^vista utilitario, precisamente los más i'^^^{^dbŝ'•p^t;^'-^'ra poblar un rcducido acuario doméstico ^^sc^i!^x; 'los pececillos jóvenes de las especies títi'es nn ^le- .ben, ni pue^den legalmente (i), pescarse, y los dedimensiones reglamentari^s no viven b:en en unavasija pequeña. Así, pues, vamos a ver únicamenteaquellas especies que por carecer de va'or comer-cial, alimenticio o de adorno, duedan al márgende los cuidados de la Piscicultura ; sin etnharao.csta tnorralla de las aguas dulces proporciona loamás I^onitos pobladores del acuario casero y conello un beneficio, siquiera sea modestn, al pesca-dor que procure su captura, ya que en el otro as-pecto no había de reportarle ninguno.

97. PostcióN Er^ t_n ^sc.^t,n zooLócicn. - Enésta se les encasilla en el tipo Vertebrados, subtipc.^Anamnianos o Analantoideos, cuyos caracteres d^en análogo punto con referencia a la rana (épígrs-fe i). Dentro de estos grupos la clase Peces ĉons-fituye la más inferior del tipo, siendo sus raego^c^tracterísticos la. existencia de miembros (a.letas)

(i) Las dimensiones mínimas autorixadas para,la pes-ca las fija el •artlculo 6 de da Ley de Pesca fluvial de27 de diciembre de i9o7 y el 29 del Reglamento parasu aplicación de q de julio de T9ti.aooae 9

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ilupares, superficie del cuerpo recuhierta por for-maciones típicas llamadas cscalra^.r y hemisferio^cerebrales poco desarrollados.

Todas las especies que vamos a ver pertenecel,al orden Teleósleos o Peces ósieos, llamados así polmostrar el esquele^to osi flco.do totalmente ; su colaes hotnorc^rcn, o sea de lóbulos igualcs : los opércu-los están manificstamente desarrollados y 11s esca•mas son tenoideas o cir.loideas (de borde lihre ha-cia atrás, dentado en ]as primeras, liso en las sPgundas). Corresponden a las diversls familias queveremos.

(^.. NOMENCI.ATURA.-I-OS seres aquí incluidc^ison los siguientes (I) : •

Nombre cientí8cuNombrevalqar

Ca9tCllanONombrevulgarregional

Ciprinidos:

Phariueilrsa kiapanin^a Sidod.. Jarabugo

Ciprinoddntidos:

Valencin hiapanirxi C. F V.... ^amarugo.. Famaruch (Valenciu).Apbaraieaa.tbenra (',. y V. .. . . . Fart©t (Idem).

Poc(lidus:

C;<ambuaia Hólbrocki (7irard.. (iamhusinu.

(3nstnrustr,idos:Qaaleroatetwv a^uieatue L...... Fnpinosillo. Punjoect,FOroLlet,peixet

de acquioL (Valencia).

l^ignAtidos:

8yngnaEus nbaater Riseo. .... A^ujita durlu....... Águlleta (Vfllencin).

(1) Sigo la clasificació.n y nocnenclatura adoptada porL. Lozanó en su excelente monografía Los peces fluvia-les de España, Memorias de la Acad. de Cienc. Exact.,Fís, y Nát., Serie de Cienc. Nat., tomo V, 1g35•

Nombre cient[flco

Numbrevul^xr

r,nstcllnnoNrrmbro vril^nr r.•^iunnl

Aterlnidos:

,^therina mor•7ro^r C. ,y V..... Pe,jo rey.... 3luixrt, moixonot (^'xl.).,^iherinn hepxvtrrx L.......... Uhucle+to... Juclot, jeclet (ddem).Atherirrn prexbyler C......... 5« ln..

GStidos:CotCux ^olrio L .. ..... ........ Gnvilxt (Vnlle do Arún).

Gbbidos:

(ioMna mtiaropa Iiroyor.. .... Cxbnsinn (S. 5ebnsti^n).(IoMna>,iger L .............. Chnparrudo Burrot (Cntnlni^ti).

Blénidoe:Bknuius /[ubinllliar Asao..... Frwile...... Arw^yx ( ^'nlnncta).

Se dan los nombres valencianos más generali•zados pero también reciben otros, habiéndolos re-copilado (I) en 1918.

^. ;,TOTICIA BIOLóGICA.-AIIOtaré a1gUn88 pe•

culiaridades de las especies citadas que l^uedanservir de guía para ŝu captura. Jarabugo : Habién-dose citado solamente de Badajoz es pacó cono-cida su biología, máxime cuando se conflmde conlas crías de Rutzl^u,r aZlru^n,orkt,es (Steind.), hasta elpunto de darles el mismo nombre vulgar.

Samarugo: El macho es más pequeño que ]ahembra (fig. 8.a), adquiriendo una coloración má^brillante en la época del celo. Vive en las aguasestancadas o de escasl eorriente que poseen ahun-dante vegetación; su régiluen alimenticio es insec-tívoro.

(t) Avance de un catálogo de nombres vulgares de lafauna valenciana, Anales del Inst, de Gen. y Téc. de Va-Jencia, tomo III, Igiq.

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"i^artçt: Como en la antcriur, el macho es másp^u^^o que la hembra, diferenciándose en quea i^} +ostenta listas pcrpendiculares en tanto éstao^ĉ+^; puntos negruzcos hastante aparentes (figu-

C^

Fig. 8.-lliferenciaciún sexual del samarugo(Vadenria híspánica C. y V.)

ra c^.a). Habita en las aguas durmientes dulces y sa-lobres con rica vegetacián; es muy c^xnicero y de-sova de abril a mayo, según Steindachner (r). Lo-

(i) Ichtkyologischer bericht tiber eine nach Spanienund Portuga! unternommene Reise, Sitzungsber. der Kai-ser Akademie der Wissenschaften, tomo LII, Viena, t865.

- 133 -^ 4^a^i• ^^.v'

zano ( i) en agosto ha encontrado hembr^ con hu_e- k^vos al parecer cercanos a la expulsi^n.

Gambusino : También presentan M losmisma diferencia en lo que afe^cta a las dí.

Fi^. g.-Diferenciación sexual del farEet..(A phaniua iberua C. y V,)

nes, así como un dimorfismo sexual muy acentua-do ; especie exótica (a) se ha adaptado muy bienen los lu^ares donde ha sido introducida, contri-

(i) Obra citada, pág. igo.(z) Originaria de los Estados Unidos, la aclimató en

Es^aña e1 Servicio Antipalúdico. ^

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buyendo su prodigiosa fecundidad, uu resistenciaa los rigores de las temperaturas exlremas y suprecocidad generadora. Es de gran interés por per•seguif sañudamente l^r larvas de mosquito, aun-que cu régimen alimenticio es omnívoro; viven enlas 2;^uas corrientes pero prefieren las remansada:y má^ aán 1as muertas, con muchas p'antas y ori-llas poco profundas.

E,pinosíllo: Habíta en riachueios y charcas, ea;,•misy voraz y busca las aguas profundas durante

la e^tdĉión fría. Con. relacióñ a la época de re-produéción ofrece costumbres curiosas : cuandoilega ^ŝe momento (fin de primavera y comienzode° vera^o), cambia su coloración, adquiriendo másvistosyílad, el macho construye cuidadosamente un.^xda' y cuida de él durante la incubación de loshuevos y aun de los hijue?os en la primera' fasede ^u vida.

Agujita: Es'una especie muy elegante por suextraña forma; propia de Ias aguas marinas puedeencontrarse también en las dulces de nuestro lí-toral mediterráneo, ya que se adapta bien a viviren unas y otras por su marcada condición eurha.-li^nd. ^

Peje rey: Presenta también la misma acomcxla•ción al medio, siendo más peqaeños los individuosque pueblan el agua dizlce ; verifica su puesta enla primavera. Se confunde con el chucleto, pare-ciéndose ambas a la sula, si bien esta especie esde dimensiones bastante mayores. Todos estos pe-ces, menos 'eI jarahugo y e1 gambusino, viven e^n

la Albufera de Valencia, habiendo sido va mu^bien estudiados por CisternaŬ (I) hace tres cuar-tos de siglo. ^

Cavilat : Su medio es el agua limpia y corrientedel Garona, escondido debajo de las piedras acecha toda clase de pres^s animales; pone en pri-mavera, velando por su puesta y prole con deci-sión, se pesca en el verano, con aguas bajas, y l>o-see una gran vitalidad.

Cabuxino: De su merlio habitual, que es la mis-ma orilla del mar poblada de vegetación marina,pasa a las aguas salobres y dulces, pescándosejuntamente con las angulas en la época de su cos-tera. La misma habitación tiene el chaparrudo, qtaecría eñ primavera y verano y se alimenta preferentemente de pequeños crustáceoe.

Fraile: Especie carnicera y sedentaria que viveen sitios de poco espesor de agua, pero que pasainadvertida por el mimetismo que con el mediopresenta ; gusta de aguas limpias de escasa cNrriente y fondos pedregosos o de ahundante ve-geta,ción.

I00. DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA.-Complemen-tándose con los datos attotadas en el epígrafe an-terior encaminados a la busca y captura por lospescadores de las especies registradas en este ca•pítulo indicaré los lugares de ]a Península dondecada una de ellas se halla. Jarabugo: Steindlchner

(t) F_nsayo de un catálo,qo descriptivo de los peces deaqua dulce que habitan en.la brovineia de Valencia, Ana-les de 1a Soc. Esp. de II's*. Nat., tomo VI, 18yq.

lo citó de un arroyo próximo a Mérida y Hernán-dez Pacheco del río Aljucén afluente del Guadia•na, ambos de Badajoz.

Samlrugo : Encuéntrase a lo largo del litorat le•vantino, preferentemente en las aguas muertas dela provincia de Valencia; tambiPn Caldcrón lo men-cionó de ]as inmediaciones de Sevilla.

Fartet : Análoga distribución a] anterior ; desdeel Mar Menor (Murci^) hasta Prat de Llohregat(Barcelona), ha sido señaladó por Lozano, Cister-nas, Pardo, F,. Boscá y Gibert. Calderón lo hizode Sevilla pero exige comprohación la cita, ya quepudiera obedecer a confusión can el samarugo,

Gambtisino: Ai introducir^e en Esp^ña lo fuéen el arroyo Paiancoso, inmediato a Navalmoralde ]a Mata (Cáceres), de d^nde fué conducido aotros parajes palúdicos de la provincia y más tardea diversls zonas de la Península castigadas tam-bién por el mismo morbo ; Pn todas se ha adaptadobien, reproduciéndose prpdigiosamente,

Espinosillo : Ha sido citada por Steindachner dela Albufera de Valcncia y de la misma, marjalesvecinas, a^cequias de ]a huerta y río Turia y lagu-nas de Almenara (Castellón), por^ Cisternas ;"Es-tanys" y acequias de Salou (Tarragona), Gibert;Cádiz, Machade y río Aljucén en esta localidadde Badajoz y ett el Miño, Oren^e y S^tn Sebas-tián, Lozano.

Agujita: Hallada en ta Albufera de Valencia yma.rjales de los pueblos litnítrofes por Císternas yArévalo y en el ?vlar Menor por Lozano.

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Peje rey: Penetra en 11s aguas dulces que co-munican con el mar llegando l^asta algunas ya si-tuadas hacia el interior; es frecuente en la lagunava'entina y en los estuarios de los ríos que viertensus aguas en el Mediterráne^ y tle éstas la h^ncitado Cisternas, Gibert, Arévalo y Pardo ;, delGuadaira, Steíndachner, de Maltorca, De Buen, yde Mahón (Menorca), F. Ferrer. El chucleto tam-bién se encuentra en las mismas localidades. Lasula, a más de las procedencias levantinas, ha sidoregistrada de aguas salobres y dulces de Bilbao,

. en el Miño, junto a Túy (Pontevedra) y proxi-midades de Sevilla, por Steindachner; del rio Al-monte, en Jaraicejo (Cáceres), por Lozlno y•deSantttnder, El Ferrol, Pontevedra y Algeciras, sibien sin concretar si ha ŝido obtenida en aguasdulces o saladas; pero es lógico creer que en estospuntas se introducirá en los estuarios .omo ]o haceen los demás lugares señalados.

Cavilat : 5ólo se ha encontrado en la vertienteseptentrional pirenaica. en el Valle de Arán. en4 iella, donde brota el Garona, por Llenas : supo-ne Lozano que también en Ia meridional se hallarási se efectúa una exploración minu^ciosa. Gibert (i)le cita del Canal de Urgel (Lérida).

Cabuxíno : Mencionado de los ríos Oria y Uru-mea en Orio y Hernani (Guip.ítzcol) y de Mála-ga por Lozano y de' Bilbao por Gandolfi. Otra for-ma afín, el chaparrudo, fué señalad-t por Stein-

^(t) Pauna ictiológica de Catalunya, Imp. Bartra, Bar-celona, igi3.

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dachener en el río Guadaira, junto a Alcalá deGuad^ira (Sevilla) y en el Mar Menor y de^m-bocadura del riachuelo de Marín, en la ría de Pon.tevedra, por Lozano.

Fraile : Las localidades donde se citó esta esPi•-cie son las siguientes : Río Júcar, en Alcira (Va •lenc7a), Cisternas ; r.ío Ebro, Zaragoza, Ferrando;río Guadiana, en Daimiel, Sánchez Bermejo, ylagunae de Ruidera (Ciudad Real), E. Boscá ; Doi^Benito. (Badajoz), G. Bayón, y ríos Segre y Llo-bregat (Cataluña), Lozano:

Datos más concretos y detallados figuran en mitrabajo ya citado (r).

ror. PESCn.-Estos pececillos dim^nutos se sue•len• capturar por el procedimiento de la pesca u labotell.cr; consiste en utilizlr una de estas vasijasque tenga la base cónica introducida hacia el in-terior y que sea transparente, se rompe la expre-sada base. con un golpe fuerte y rápido dado conun instrumento de acero de forma adecuada; ce-rrando el gollete con un tapón y poniendo en ^uirrterior algún cebo se deposita en el lecho del rí^^o llguna de forma que la base agujereada perma-nezca frente al lado contrario del seguido por lacorriente. Viene a ser una especie de masa q^.ae scmaneja fácilmente desde la orilla por la acr,,ónde un cordel amarrado ai cuello de la tramp i, va-ciándola fácilmente, cuando en ella hay presa, consólo sacar el corcho que ob*ura su cuello.

(t) Datos para el estudio de la fauna hidrob+oiógti-ca española, Baletín de Pesca y Caza, tomo V, nám. 2,febrero 1933•

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Otros procedinlientos eslriban en usar redesa propósito para este objetivo: tales son la red idlec^opo y^el sa; ^^Urc, .c^d+azo o gaml^er, usados desde

tierra o a bordo de unti embarcación. E! resultadode la pesca es más favorable cuando se atrae a lasV1Ct111115 cun ayuda dc la ]uz artifi^cial, cualquieraque sea ]a naturaleza clel foco luminoso emp'.eado.

Claro qu^e este procedimiento, la pesca nocturnay aun los artes mencionados están prohibid^s eula pesca corriente de las especies <le aplicaciónalimenticia ; por eso el pescador de buen^ fe attevaya a dedicarse a la captura de las expresadasen este capítulo, para no experimrntar ningúntropiezo de carácter penal, cuidará de 1eg11izar eusituación, evitando ser denunciado e incurrir enmulta y decomiso de los utensilios empleados. Aeste fin, procederá de idéntica manera a la ex-puesta al t ratar de "L.a rana y la lrgislación depesca" (epígrafe 30), y cumpliendo análogas for-malidades quedará exento de la resFAnsabilidad enque incurriría si utilizara libremente los artes yprocediniietitos expuestos.

I02. AI'ROVECHAMIIZNTO ORh*AMENTAL. - jil^l-

cado quedó al comenzs ►r el presente capítulo queen él iba a tratar de los peces de acuario; éste,pues, ha de ser el aprovechamiento preferente delas que aquí incluyo. Cada día es más corrientela existencia de los acuarios : se instalan de ma-yor o menor importancia en establécimientos yparques públicos y los pequeños, de adorno sot^cada vez más frecuentes en nuestros hogares comoelemento decorativo. .

___. tQp .^

Ya hace tiempo que en el extranjero ^e les de-dicó cuidadosa y especial atención. En Alemaniase pub!icaron numerosos libritos (t) sobre el te-ma, algunos verdaderos compencíios y catecismosque difundieron y popui^rizaron tan amena cues-tión. A la zaga fué Francia, no tardando en verla luz pública los celebrados libros <1e Coupin yBrochet (a) ; nuestro país ha contríbuído a estahih'iografía con uno tan interesante como es el deSalvador Maluquer (3). En ellos se dan reglas yconsejos sobre los cuidados coñvenientes a los pe-ces de acuarío, renovación del agua, alitnentación,transporte, etc.

Todos los citados son bonitos seres pero los máspequeños resultan aún más graciosos. El sama-rugo, fartet y espinosillo son los primeros en esteaspecto : su viveza y pigmentación le5 hace muyatractivos, enriqueciéndose sus matices al llegar lsépoca. del celo ; el último es sumamen`e euriosopor el nido que construye, contra la regla generalentre las especies de su clase y que algunas vecesfabrica estando cautivo en acuario si las condícío-

(i) Entre otros : Hcller : Das Siisszc^a,rser Aquarium ;Peter : Das Aquarium; Jager : Das I.eben in Wasserund das Aquarium; Leouhardt : Das Siissre^a.rser Aqua-rium; Geyer: Katechismus fiir Aquarien-liebhaber;Scllmidt: Das Aquarium; Rossm^ssler: Das Siisszoassereqquarium, y Schmitz : Der Aquarieii-liebhaber.

(2) L'aquariutn de chambre. Las obras de los dosautores ]levan el mismo título. .

(3) Ed qcuario de agua dulce, i92i. Autcriormente,en igi8, publicó una edición de esta obra en dialecto ca-tal^an.

nes cíe éste son propicias y recuerdan el med;onatural. aunque es raro llegue a reproducirse.

Hacia el año Iq2o apareció en las calles cíe Va-lencia un viejo vendedor ambulante portador deunas dirninutas ampollas de crístal o sencillas pe-cer is conteniendo tui samaruch o un fartet, tan co-munes en la Alhufera y acequias de la huerta, queexpendí i a cíos reales ; su iniciativa tuvo rotundoéxito, como vulgarmente se dice se ha^rtó de ven-der peccras a chicos y a mayores y recibió abun-dante^ encargos de proporcionar pececillos paraacuarios de más capacidad y fontin^es dacorativos.Por mi parte diré que tenienrlo entonces a mi car-go el L^^boratorio cíe Hi^drobiología Española, en-contré un buen elemento para procurarme nume-rosós pobladores para sus acuarios, proporcionán-dome no sólo las especies anfes mencionadas siñotarhbién cualquiera otra que te encargara. Un ex-perto en la cuestión como era aquel buen hombre,

'siempre en^cuentra en una ciudad populosa fáci]salida a su mercancía y medio de sacar algunosjornales.

IOĵ . UTROS APROVECHAMIENTOS. - Queda yasent^ido que el principal es el antcrior pero nohay que advertir que no el único. También el

higiénico puede reportar beneficios a la gente cam-pesina : bablé de la utilidad del garnbu^aino comoagente a emplear para el saneamiento de las aguaspalúdicas (I), los propietarios de fincas rústicas

(i) Memoriá de la campaña contra el paludismo(i928-29), Dirección General de Sanidad, ig3o,

^;>vi^s,.de recreo siempre prxurar^ín alejar elriesgo _qu^_ supone la ex^stenc^a de la, Llrv^r, de

o en sus albercas y bals3s, estanques yfo^'^^ ^' y para esto nada mejor que acudir alat^^^^o pececillo. Eu las regiones donde aun uose le liá intrOtincidn y viven el samlrugo y el far-lét; pai^iiéjt^éstos'sup]irle en su 1>rofiláctico papel,ŝiquibrá^^sea con una notoria menor intensidad.

Iguálmente constituye otro aprovechamiento, se-cundario en estas especies, . ei alimenticio : el ca-vilat y el fraile son muy buenos de comer, aunquepor su esc:asez no se les pueda reputar como for-mas objeto de pesca para aquel fin ; el jarabugo ylas especies del género ^theri^n^a, principalmentela sula por su mayo;.'tamaño, también se comen;el gambusino es mu}^ diminuto pero su fecundidac'es grande y su precocidat^ sexual mayor (cadahembra pone unos a5o huévecill^^s y]cs pececirosjóvenes crecen con rapidez tal, que hembritas na-cidas en ]a primavera ef^c.tú^art ya su puesta a finesdel verano), este desarrolla íie 1a facultad procrea-dora puede perrnitir su' utilización alimenticia, dan-do lugar a un excelente frito; el samarugo y elfartet, comunes en las aguas muertas y lagunasdel litoral levantino, permiten, por su abundancia,ser empleados en la cocina, lo que ya se hizo du-ran^e los años de guerra y no hay razón ahorapara desdeñar ningún recurso alimenticio.

Por último, todas las formas de más pequeñotamaño de las citadas, y de mayor abundancia, sepueden usar también como pasto de atras especies

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de peces de aplicación comestible más gen4^^iiaa ^^ ^da, así como de los patos domésticos;,síp+ólvídar

cons+ituyen igualmente un suculento cĝbo, qcita el apetito de aquellcs otros seres^ile laelase que buscan con interés ;os pescadores.

•? rs "^ ` `^,^, Ar. C^~R°°,

- ^-^1^. ^Ctei-r^. `ti.

^ : r^ UK it'.^,.^

CAPITULO X

LAS N AI'ADES

IOq.. POSICIÓ\ EN LA ESCALA 'LOOLÓGICA.-PeT•tenecen al tipo Moluscas, caracterizado por aeranimales blandos de cu^rpo no segmentado, aun^que sí presentan es;ia` ĉarác^e^•én las fases juveni-les; están defendidós e^.su ^i totalidad por lacánclca, caparazón ^lizp" ^ue ^^sguarda al animal1'Zespiran por bsanq"úias:

Se les incluye en ^ clase Pelecíporl^as, nombreque alude a su pie ^it`forrná de hacha; llamadatambiéti Lamelil^rra^n^uiós, indicador de la disposi-ción en láminas ^le sas branquias ; Acéfa!os, es, de-cir sin cabeza por no estar ésta diferenciada yBivalvos por estar cuustituída la concha por dospiezas o valvas. Con explicar la signiticación delos diferentes nombres que se aplicau a esta clasezoológica, conocemos los pninĉipales rasgos quedefinen a los individuos que la integran.

Encasíllaseles en el orden Hetev^ocou^cos, es de-cir de dientes distintos en la charnela o zona arti-cular en que engranan las áos valvas de la concha,

` =^J _`

carácter que presentan muy manifiestamente, asícomo el de poseer soldados los bordes del mantoy ser dimilrios, cuya termiriología a^clararé al ha•blar de su biología.

Están incluídos en 'a familia 1Vaycíid^dos o Unió-nvios cuyos rasgos típicos son la igualclad de la^valvas y el revestimiento interior nacaraclo de lasmismas y dentro del orclcn Heteroconcos se colo-ca estl familia en el suborden httegro;palealcs, Ila-mado así por no presentar seno su impresión pa-leal.

I05.-TIOMENCLATURA. - LaS fOrmaS CS11a1701aSde este grupo, después de la revisión qtle hizoHaas, que luegó verQmos, son : Uot7^o tutrtan% Payr.,Unio tu^tani vale^ttinus Ross., Unro del^h^r^nw.sSpglr., U^nio ^elfilii^rtus ^ibbus Spglr., Unio bata-vus Lam., Rhombtanio littoral?s Lzm., Marc,raritamaa^iculamia Spglr., Marr^ritaula rtlrrrgcaritife^a L.y A^norlantn cygnaea L.

Para el profano, torias ellas son semejantes, y co-mo consecuencia no las distingue, denominándoseindistintamente con e] nombre de náyades (I) ytambién con el más vulgar de alrrtejtts de río y alas formas valencianas, en este dialecto, pe•tji,r:a oclótxina d^e l'Albufe^r^z, por su gran abundancia enla laguna.

Parece cosa breve dar la lista de las náyades

(i) Del griego naiás, nombre mitológico dado a lasninfas de las aguas, que se decían eran hijas de Júpitery madres de 1os Sátiros y los Sileños. Esto es una prue-ba de lo elegantes que son estas formas fluviales y]a-custres.

♦avse 10

españolas, pero esta srncillez se debe a la sinopsi^efectuada por Haas, ya que antes era algo caóticoel estudio de este grupo, pues el dcsmedido afántaxonómico y el desconocimientu cie su biologíallegó a términc^^ de verdadera vesania.

io6. Nor ► crn sioi.bc^cn.--Oni^en desee conocern^inuciusamente la organiz: ción cle estos seres acu-dirá a'a obra de Jamm^s ( t), que elige la ^(^ño-rla^ata para el es'.udio de una forml representativade los lan^elibrancluios. Aquí no se hará sino es-bozar su anatonúa, no repitiendo los car^lcteresya consignados al ltablar cle su posición en la es^^°ala zoológica.

E1 cuerpo se uculta por ^os dos lóbulos d_1»umsto o repliegue del tegutuento de la masa vis-ceral que contiene los órganos, este manto segregala cantlaa, rebasando ambos el cuerpo, delimitar.-do la cazxdad ¢ale+al en la que están emplazadaslas br^anquias desiguales y grandes, mayor la ex-trema y en su proximidad el carazón por re^cibirde ellas la sangre, estando forr7ado por dos aT^-rículas y un ^n.trí,ru,l'o; tienen dos rm,úscuZos aduc-tores (diminrxas) de. las valvas.

Estas son dos y están reculaiertas por una Cu-tícula más o menos oscura, su interior es nacaradoy la cJ2arn^ela o zona articular en qtte engranan lasdos valvas puede tener dientes (género U^i^a) ono (género A^narlanta); las conchas de las hem-bras parece san más 'abombadas que las de loç

(t) Zoolo,qie basPe sur la disectión, París.

__ t,t^ __

machos, cu^ndo los dos scxos no están rcunido^^ (;.errnafroiddtisi^to). ^ ^

Las branquias extern^s actíian de bolsa incu-l}atriz ; cufriendo los jóvenes 0.1 nacer una meta-morfosis completa, pasanclo por la fase glochi,di^em.La reproducción se verifica en los meses estivales,lanzando el macho el licar esperry^ó'ico al exteriore introduciéndosc en la hembrá con el agua queaspira para la respiración por el órgano llamadnsifón lrucal, por el cual plsa a los espacios branquiales, donde están los huevos quecíando éstosfecundados, siendo desgués arrojada por el sifó+^claacal.

Las náyades viven en aguas y iondor, de muydiferente condición, de aquí las variaciones de laconcha que tanto han cantribuído a complicar susistemática. Suelen permanecer medio enterradosen la arena o^el fango, siendo seres de hábitosmuy sedentarios y cuyos breves desplazamientosnunca miden más de unos 25 pasos. •

IO^. 12EVISIÓN DE LA SISTEMÁTICA.-ya apUnté

en el epígrafe "Nomenclatura" la reducción delas especies operada como consecuencia de los^ mo-dernos estudios biológicos. El pueril anhelo cle"descubrir especies nuevau", que absorbió a losnaturalistas durante el último cuarto del siglo xIxy primero del actual, motivó una febril competen-'cia en la tarea .de dar nuevos nombres a formaspretendidamerite desconocidas hasta el momento debautizarlas.

Esta infantil apetencia, justificada por la esca-

sa atención que se dedicaba a los problemas bío-lógicos, necesarios de una mayor sagacidad porparte del investigador, creó tal confusionismo enel grupo de las náyades que su taxonomía fué unapura ficción ; las embrolladas diagnosis de sus es-pecies se sucedían sin cesar y la fiebre "descubri-dora" se propagaba con la misma virulencia quettna patológica maligna.

Así, Servain (i), Bourguignat (2), Martorell yBofill (3) y Drouet (4) reĝistran numerosas for-mas de distintas loc zlidades españolas, lista poste-riormente aumentada con otras nuevas ; en estedisparadero llegan a consignars^e ra4 fortnas espa-ñolas de náyades. Una minuciosa labor de revi-sión se impone y es abordada por investigadoresconcienzudos, no por coleccionistas de conchas,dando la debida importancia a las adaptacionesbiológicas y reduciendo ai debido rango los carac-teres morfológicos de detalle que como consecuen-cia de aquéllas ostentan los diversos ejemplares in-fluidos por 11s mismas.

Esta misión depuradora de la verdad cieutífica

(t) Etude sur !es Mollusques recueillis en Espagne eten Portugal, iSBa.

(2) Matériaux pour servir a 1'histoire áes mullusquesacéphales du systéme européen, i88i,

(3) Ca^tálogo de la colección conquiliológica Marto-rell; legada a la ciudad de $arcelana y existemte eu su^Lfuseo Martorell, Baree]ona, i888.

(q) Unionidae de !'Espa,qne, Memoires @e 1' Acad. r^i-jon, IV ser„ tom. IV, t8g3-94.

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la efectúa en España el Dr. F. Haas (I), redu-ciendo a las g vistas en el primer epígrafe las Ia4que habían acumulado los fecundos sistemáticos entodos los puntos y cíe todas las aguas de nuestraPatria. Como mttestra daré una referencia tan sólo :de la Albufera de Valencia se habían citado ISformas, da^pués de otro estudio de Haas (z) que-dan reducicías únicamente a dos. ,

Las prestmtas diferencias específicas no son otracosa que el resultado de la influencia que ejercenlas ^condiciones de existencia sobre la formlciónde las ná}cades, dando lugar a distintas iormas detránsito o reaoción, según obedezcan las modali-dades diferenciales a una fase de edad o de ju-ventud como también se llama, o de acomodacióna las condiciones del medio.

IOó. DISTRIDUCIÓN GEOGRÁFICA.-De Ias espe-cies mencionadas de náyades, la de más ampliadistribución en nuestra Península es el Rho»t.Uu^niolitto^ralis Lam., forma 11 más repetidamente citadade Norte a Sur y de Oriente a Occicíente. Sigueel Unio ^íelphi^rrus, no registrado de las regioneslevantinas, y la An.ok^onta cyc^naea L., también muyrepartida en nuestra ^nación.

El Unia tu^rtani Payr. ha sido hallado en Gero-na, Barcelona, Zaragoza, Castellón, Valecc^a y Má-

(r) Estudio para una monografía de las máyndes de iaPen£nsula Ibér£ca, Anuari de la Junt, de Cienc. Nat, deBarcelona, r9r7, págs, r3r-rgo.

(2) Las náyades de la Albufera de Valencia, Trab. delIsab. de Hidrob. Esp., n^ím. ^. Anales del Inst. Gen. yTéc, de Valencia, vol, ITI, ryr8 ,

laga, faltancío en todo el resto occidental de laPenínsula; la subespecie U. t. vale^nti^tius Ross. esexclusivz de la Albufera de Valencia donde escomunísima. El Unio hatavus Iam. no ha sido en-contrado en la España comprendida por encima dela cuenca del Tajo y las provincias de "1,aragoza yLérida.

Finalmente, l^s especies del género Mrnrg.rrita-n.a son n^enos frecuentes: la M. aaT,ricula^ri^z Spgir.se ha hallado solamente en el canal Imperial y ríosEbro y Guadalquivir, y la M. ^titcnrgariti f em^ L., enlas provincias g111egas y afluentes portt^g^ueses delUuero.

El ^ detalle de las localidades de dande cada foi-ma. ha sido citada ya lo di a conocer (I), consig-nandó únicamente ]as de las especies admitida^por Haas, pero haciendo constar a continuac;oude cada una de éstas la denominación de las for-mas reducidas a mera sinonimia, ron indicaciónde los autores que las mencionaron.

I09. FF,SCA.^V1Vle17d0 enterrados parcialmen-te en la ,ireua o el cieno del fondo de las masasacuáticas, la captura de estos moluscos resultafáĉil, ya que aroma una parte de su concha y lahace más fructífera la condición de vivir agrupa-dos en colonias mu^chas veces, present^ndo un as-pecto semejante al de tm empedrado dada la pro-,ximidad entre sí de la parte de la concha quesobresale del fondo.

(i} Datos Qara el estudio de la fauna hidrobiológicaesQañola, Boletín de Pesca y Caza, tom. IV, núms. 9y to, septiembre y octubre i932.

Si el nivel de las aguas es bajo, el pescador notiene más que entrar en ellas desnpdo de pie ypzntorrilla y coger con la mano sosegadamente losque encuentre a su alcance. Cuando el espesor dela masa cíe agua o la fal+a de visibilidad dificulteel procedimiento más sencillo expuesto, se acudea la ayuda del rr^snrillo, instrumento que por loconocido no precisa descripción, que puede susti-tuirse en zonas vecinas al mar por los similaresque se emplean para el marisqtteo en playas y ro-cas, tales como ,qrnrab^a,tos, o^asqztet^cas y g^auncho^r.

IIO. APROVECHAMIENTO ALIMENTICIO. ^- I^a.°náyades constituyen un, alimento injustamente pre-terido por el hombre ; ciertamente que no puedencompettr con la almeja marina, pero como ésta noIlega a los medios rurales donde aquéllas se en-cuentran pueden muy bien sustituirla en el expre-sadó ambiente. No pretendo que conquisten losmercados ciudadanos, ya que si esto sucediera porser del gusto del público de la urbe y se consu-mieran cantidades semejantes a 11s que de maris-cos se ^xpenden en restaurantes y bares, corríaninminente peligro de ser descastadas.

Mi aspiración es más modesta y se orienta haciaun fin económico-social: que se consuman por loscampesinos y gentes de humilde poaición que vi-ven alejados del litaral o aunque así no sea, lesresulte dispendiosa ]a adquisición de las conchasmarinas que siempre al^canzan más elevados pre-cios. Con.su utilización alimenticia imprimirán va-riación' a su condumio, reforzando sus recursoscomestibles sin dispendio alguno, encontrarán un

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plato agradahle, nutritivo y gratuito... que no espoco y más en los tiempos qtte atravesamos.

He gustado-y me ha gustado el manjar---endiferente^s formas : cocidas con ]irnón, preparadasen salsa algo picante y guísadas con arroz. Nodiré que tome c-:rta de naturaleza en las minixta^de los hanquetes de gala, pero sí afinno que enlas modestas mesas rurales se injieren otros ali^mentos más inferiores, ^nsistiendo en que sólo lavari^edad que represanta en un yant .r humilde, lehace o^cupar met ecidamente un digno puesto ^n elaspecto económico y cocial.

Hace ya unos veinte años setialé (i) que enlos mercados de los barrios populares dé Valenciase veían (particularmente los días de mayor pe-dído de péscados y mar'ccos, como son los viernesde Cuaresma) vendedoras de estas almejas de aguadulce que indistint^mente ofrecían la A^rtoido^nGay el Unaio que en gran cantidad viven en la Al-bufera y canales y acequias próximas. Ni ]a can-tidad de mercancía despachada, ni el ntímero devendedoras, ni la asiduid-^d de ^,u presencia mepermitieron ohterter cifras qixe concretaran el ren-dimiento, siquiera fuese de. un mo^lo aproximado;únicamente consignaba que su precio ^te venta, nose olvide que esto sucedía hace veinte años, erade 30 ó 4o céntimos docena. No eran n7uy SoltC:-

(t) Algunos datos para el estud%o económ%co y esta-dístic© de la ^4lbufera de Yalencia, Trab. del ,Lab. deHidrob. Esp., núm. t3, pág. 2z, Anales del Inst. Gen. yTéc, de Valencia, tomo X, Tg22,

tadas por lor, consumidores pero esto ya lo deplo-raba en aquella ocasión y precisamente por habersido de mi agrado al comerlas, siendo las mejoreslas de tamaño pequeño y meáiano, partiéndose entrozos las más grandes pzra que su aspecto a lavista resulte más grato.

Durante la guerra las comimos en Madrid y Va-lenci^, y seguramcnte en otras muchas localidades;pocírá hacerse la ohjeción de que durante el cala-.mitoso períocío se eomíl tn^o, pero lo cierto esque en los ±iempos que se impone la autarquía nodebe despreciarse ningún recurso, siendo más dig-nos de atención los que pueden beneficiar a lasdases campesina,^ y ciudadanas mo3estas.

III. OTROS APROVECHAMIENTOS.-Ĵ l el animalconstituye un apreciable alimento, la concha tam-bíén puede proporcionar un rendimiento estima-ble ; el del nácrnr q'ue reviste su interior. Utilizadoen joyería, aplicaciones en ebanistería fina y otrasmanifestaciones índustriales de hijo puede emplear-se, si bien son preferidas otras especies marinlsentre las que sobresale la madreperla. Pero hayotros usos de más batalla ell los que no hay razónpara dejar de utilizar estas conchas : me refieroa 11 fabricación de botones de nácar y objetos dPadorno baratos. . ^

Es sensible que nuestro dinero marche al ex-tranjero importando primera materia para esta fa-`^ricación. He tenido ocasión de ver en un cen±rofabril de Onteniente (Valencil) expediciones re-mitidas de otros países integradas por uniónidos.algunas de tierras lejanas, como lo probaba el en-

contrarse entre la inmensa mayoría de éstos algunaconcha exótica con ellos confundida. I:n Sásta-go ("Z,aragoza) hay una fábrica de cttchillos conmango de nácar que usa para éstos la 111arga^ritmn,uaurictilawia Spglr., ctryas conch«s, antes de usarse,se entierran en un hoyo cubriéncl^lo con arena hú-meda, pudiendo pertnanecer conservadas así hastacuarent^t años; refiere Haas (r) que en su visita.a la misma vió trabajar sobre conchas que llcvarona^í treinta años. •

Fina'mente, resta aún btro aprovechamiento,aunque reconozco que es más teórico que práctico,las perlas: la Mawga+rita,na ^ga,ritifeo^^a L. produ-ce perlas que si no tienen las condiciones que lasque suministra la madreperla, la ostra perlera yalguna otra especie marina, también se cotizanbien en plaza. Esta producción puede ser tuteladapor la mano d^el hombre, y el profesor Hc^ssling, cleMunich, da consejos y reglas para la explotaciónde este producto. En Baviera se realiza de anti-guó con cierta intensidad, y según ]a estadística;llevada con 11 característica escrupulosidad ale-mana, en medio siglo obtuviéronse 160.00o perlas.La idea queda apuntada y es de desear no se echeen saco roto.

II2. APROVECHAMIENTO DF. OTROS MOLUSCOS:-

Como apéndice a lo escrito al tratar de las náya-des, ya que no tienen más nexo de unión con éstlsque pertenecer al mismo tipo zoológico, anotáré

(I) Estudio sobre las Náyades del Ebro, Bol, dc laSoc. Aragonesa de Cienc, Nat., tomo XVI, núm. 30,marzo I(j17.

-I ĴĴ --

aqt^í la utilización que puecíe darse a otras muchasespecies de este grupo habitantes en el medio du]-^eacuícol^.

Aludo a los representantes de los gasterópodoso univalvos que viven en e] citado habitat y quevulgarmente se Ilaman caracolitos de agua dtil^cey en valenciano caa-ac ohets de pato por constituirun excelente pasto para estas aves. Pertenecen alos géneros h'a,rlix ( T_imarra^ra), I.irnano^hisa (Lirri-traea), Phys^r, Plartarbis, Ancl^lus, I3ythi^ ►ria, Theo-doxus, Melanofisis, Atnraicola y Val^utqta y habitancon más o menos profusión en nueStras aguas dttl-ces, como también otros bivalvos o conchitas delos géneros S,¢^hue^rium y Pisi^littm. El patriarca delas ésttzdios hidrobiológicos en >i spaña, Graells,ya díó a conocer ( i) muchas de estas especies asícomo numerosas localidades.

En algunos lugares son abundantísimos, figu-rando seguramente a 11 cabeza la Albufera de Va-le:ncia, y agttas de lr.^, marj^les vecinas. Así cuentaHaas (^a) que en un ç1^►rco dgsecado, al lado delcanal que conduce al ?"^iue+rto tíe Silla (3), compro-

(t) Catálogo de lo,^,^olt^VSSC»s CE^restres y de aguadulce de España, Madr i84^. ^'^ '`l

4;

(a) Los moluscos dé^^t Albufeñq` de Valencia, Trab.del Lab. de Hidrob. Esp ;`-i^bm.. ^^°;^Ánales del Inst. Gen.y Téc. de Valencia, vol. X^^.

(3) En la Albufera y pueblos limítrofes se da elnombre de puerto (port) a]os embarcaderos existentesen la cabécera de los carrales que desembocan en el lago,por estar amarradas en sus proximidades numerosasembarcaciones de dimensiones variadas, formando ver-daderas flotas,

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bó que su fondo estaba cubierto por una capa de^ centímetros de espesor de conchas de I_vrn,n.o-physa, P)tysa• y Bithi^nia. ^

E1 aprovechamiento de estos seres no estriba ensu utiliza^ción directa {wr el hombre, sino en suempleo como alimentc, de las palmípedas domés-tieas, cuandu no se dedican a su habitual merodeopor las agtris, y aun al de 1as aves de corral en^eneral. Un chicuelo, en corto tiempo, puede reco-lectar abundante alimento para los pobladores delgallinero sin ningún dispendio y con bíen escasoesfuerzo.

También pueden emplearse como fertilizante,mejor cuando contienen el animal, pero aunque 'falte pueden ufilizarse 11s conchas fragmentándalas e incorporándólas a todos los demás residuo^preparados para este uso.

CAPITULO XI

LAS GAMBAS

I13. POSICiÓN EN LA ESCALA ZOOLÓGICA.-PeI-tenecen al tipo Artrópodos, que significa pies artí-eulados, caráctez típico como el de su se^m,ent^a-

cióps difea^,rnn.ciada o hete^rónarrnz y el de poseer uncaparazón o exoesqzaclet•o quitinoso que l^es envuel-ve con rigidez (por eso para el movimiento nece-sitan la articulzción de sus pat^s a que alude sunombre) y que motiva que el crecimiento se efectúea saltos.

Dentro de este gran grupo forman el subti^OBrarrt,c^uiy.tles tetrdceros; o sea el de los Artrópodosde +'esp^ár^ac::cím brau^as^;l, y cuyo dos primeros pa-res de apéndices son sensoriales o nadadores ybifurcados, dando lugar a las c^ur^tro tante+nas clási-cas de los Crustáreos. •

Esta clase debe su nombre al inayor o tnenorendurecimienta que pór la impregnación de salesctdizas ofrecen sus tegum^entos, constituyendó elgrupo más primitivo y menos diferenciado de losArtrópodos anteníferos (es decir, de los que no

t58 --

tienen los apéndices preorales preh•en^ores); su as-pecto morfológico es sumamente variado pero enlos más superiores, entre los que se encuentrarl.s gambas, se distinguen tres regiones: céfalo-tí»t2r o ju^rei^í^e, ab^t^nccn o p.'eon y cola o C,:^IsUn,teniendo e:^mpre un númern fij^ de a^ni^llos o scrg-^rte^ntos. ^

Se incluyen en ]a subclase ^7alacostráceos, gru-po homogéneo cuyos caracteres coinciden con losde la clase, al contrario de la otra subclase Ilama-cía de los ^ntonn.ostráceos, cu^a morfología es muyvariada ; todos l^s malacostráceos poseen i9 ani-Ilos, sin contar el o`tálmico, cinco corresponden ala cabeza, ocho al tórax y seis al abdomen, debien-do añadir, además, una región sin segnrent^r que esel telson.

Colócanseles entre las especies que forman elorden DecápoVdos, que significa diez pies, por tenercinco pares de apéndices ]ocomotores, pereión cóm-pleto y ojos en el ^extremo de un pedúnculo; lasbranquias se alojan en ambos lada^ del cefa'.otórax.

$on encasillados en el suborden Macruros, quequiere decir más largos que ancbos, al contrariode lo que sucede en los Braquiuros o cangrejos demar; nresentan, por tanto, el abcíomen bien mani-fiesto lo que origina una confarmación alargada delcuerpo,

Pertenecep a 12 familía P^¢1em.ó^nzrlos (conside-rada antes como una subfamilia o tribu de los Cá-rdd'^oŝ), caracterirada por poseer el cuerpo compri-mido, mandíbula^ sumamente hendidas, patas del-gadas terminando los dos primeros pares en p^n-

za^, bastante aparentes las del segundo par y serde mediano o pequeño tamaño.

I,Ic}. IVOMENCLATURA. - Las especies qu^e pue-blan las aguas continentales españolas son las si-guient^es: Palaetirton ari,r,^yufuxyxus Edw., Palaemo:isqitilla L., Ati^ephy^ra vale^nti,na Ferrer, Aticce^hyraDe,sav^^^esti Millet y P,aleltiran,etes y^s Leach.

Reciben el nombre vulgar de gambas y tambiénel de quisquillas y camarones, aunque éstos seanadjudicados confusament^e, ya que el primero deeilos se aplica igualmente a un cangrejo marinoque también se llama boca de la isla y el de cama-rones a las especies del género Gar^urnav-us (Crus-táce^s Anfípodos) cuyo nombre más castizo es elde pulgas d^e agua dulce, por sus facultades parael salto.

En la Albufera de Valencia y para distinguirlade ]a que vive y se pesca en el mar y en los estua-rios, se llama gamUa de da Albuf era o d'aigua do,'sa,a la que se captura en las aguas del lago.

I15. NOTICIA BIOLÚGICA. - Para conocer losrasgos característicos de estos seres recordemus losexpuestos al ir definiendo cada grupo taxonómicócuando hicimos su encasillado én la escala zooló-gica. El género se caracteriza por su rostro alar-gado y aquillado, con frecuencia encorvado haciaarriba en la proximidad de su porción terminal ypresentar el abdomen curvado hacia abajo.

EI aparato respiratorio está constituído por ochobranquias dispuestas a cada lado. Su si^tema ner-vioso ofrece la particularídad de que Ios gangliostorácicos se aproximan hasta ^el punto de ponerse

en contacta Son muy fecundos, verificando dos otres puestas anuales y su metarnorfosis es sencilla,ya que no pasan como otrcrs cruŝtáceos superiorespor las fases ]arvarias de oiauplius y^a.

Viven en soci^edací, agru^ándose a veces un grannúmero de individuos ; los del género Palarroywuahabitan cerca de las coslas, frecuentando los estua-rios y adaptándose a la vida en ]as desembocaciu-ras de los ríos y aun en aguas totalmente dulcescomo la Albufera de Valencia y lagunas de Al-menara (Castellón). Los géneros fltya^ep^uyra y Pa-lac^nn.oa^es son más propios de lali aguas dulces,E. Boscá (I) dió de ellos las primeras referencias.

I 16. DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFIt;A. - POr 10 qUCacabo de indicar ya se ve que el Ps^lrne^nan squi-

lla L. y el P. serra^tzss Penn. viven en las desem-bocaduras y estuarios, siendo el primero más ahun-dante y más ampliamente distribuído.

De localidades genuinarrrente dulceacuícolas herecopilado (2) las siguíentes citas, con expresiónde los autores que las señalaron : Palaevruo^ a^n-terqllarius Edw.-Albufera de Valencia; Gorgoza ;Albuixech (Valencia), Amposta (Tarragona) yHuelva, E. Boscá. '

Palaenian ser^ratus Penn..- Alava, sin precisarlocalidad, Baraibar.

Palaenwn squilla L.-Albufera de Valencia, Go-

(I) Discurso de apertura del curso académico r9or-zen la Universidad de Valexcia, IgoI.

(2) Datos para el estudio de la fauna kidrobiológicaespañola, Boletín de Pesca y Caza, tomo IV, núm. II,noviembre 1932•

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gorza; Albuixech (Valencia), Amposta (Tarrago-na) y Huelva, E. Boscá; Alava, sin precisar lo-calidad, Baraibar, y Lagunas de Almenara (Cas-tellón), Pardo. He omitido y lo mismo he hechoen la especie precedente, las citas que hacen refe-rencia a desembocaduras de ríos.

Abyaephyra Desmaqrestti Millet.-Albufera de Va-lencia; Silla y otras marjales vecinas al lago (Va-lencia) y Lagullas de Almenara (Castellón), E. Bos-cá; Toledo, Pérez Arcas, y Sevilla, Cazuxro.

Aty^p^hyra zxcldctie^a Ferr.-Albutera de Valen-cia y Lagunas de Almenara (Castellón), Ferrer.

F^iet,es z^a^ri^a^s Leach. - Guetaria (Gui-pú^coa), Sanz de Diego, y Albufera de Valencia,E. Boscá.

La exploración minuciosa de nuestras aguasdulces aumentaría'considerablemente la relación delocalidades; en tanto esto se hace, el aprovecha-miento de las pequeñas gambas donde mayor in-terés ofrece por el momento es en la Albufera deValencia X Lagunas de Almenara, sin perjuiciode realizarlo en cualquier otro punto donde hu-biere lugar a ello.

i i7. Pi:scn.-Se captura con los artes denomi-nados cedazo, ca^onera o ^akzbre y en valen-ciano qanl^beo^, los mismos que dije se utilizabanpara la pesca de los diminutos peces de acuario.

EI gcam,ber es un artefacto típico en la Albuferaque se usa constantemente para su captura (i), ya

(I) En el Laboratorio de Hidrobiologíá Española deValencia se exhibía un hermoso cuadro que representa-

eaves 11

- ióz --

que ésta se efectúa para utilizarla como cebo enla pesca de ]as especies comestibles (anguila, lisalubina y carpa) que allí se benefician y de 1a pes-ca con caña en general, el cual se maneja desdela orilla y mejor aún a bordo de un barquichuelode fondo plano, sin quilla, yue en el lago valeu-tino se llama albuferench, adoptándose este tipo deconstrucción por el escaso espe^ur de agua que enmuchos parajes ofrece la laguna.

IIH. APROVECFIA6tIENTO. - DeSCOI;tado el quese efectúa en la zona marítima, acabs de indicarseel que desde antiguo se viene verificando, perohay que aspirar a que se dedique intensamente ala alimentación. No puede aceptarse como argu-mento el de su reducido tamsño, éste se compensacon la eantidad, ya que eñ los sitios mencionadosabunda.

Los crustáceas son estimable^ desde el punto devista nutritivo y cervecerías y colmados absorbendiariamente cantidades insospechadas, no sería in-conveniente, como digo antes, su pequeñez, ya queel consumo en íos establecimientos de su géneroes un pretexto para dejar transcurrir una partedel tietnpo de nuestro descanso, además, lógica-mente, ^e cotizarían a menor precio que los de-

ba esta operación, debido al pintor valenciano AlfredoClaros, medallado en uña Exposicíón Nacional de Be-llas Artes. A1 suprimirse-el Laboratorio, la pintura de-bfa pasar a mi poder, por voluntad expresa y escrita delautor y donante, que bastantes años antes previó el casode la supresión ; pero es lo cierto que no solamente nopude reivindicarlo, sino ni siquiera localizar su paradero.

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más mariscos y serían asequibles a las más mo-destas clases. .

Pero aun suponíendo que no llegaran a conquis-tar los mostradores de los bares, su utilización enla alimentación doméstica Fepresentaba un pasomás en el aprovechamiento de todos nuestros re-cursos; recordemos que hasta haee veinte o vein-ticinco años apenas se consumían en Madrid nien provincias lo^ ^rustáceos (cigala, gamba, boga-vante, centolla, percebe, camarón y ^cangrejos ma-rinos), y, sin embargo, hoy la pesca de dichas es-pecies se aproxima a las ocho, mil toneladas y suvalor excede de los nueve millones de pesetas (i).De ellas corresponden al camarón más de 2á4 to-neladas y. 3z8.ooo pesetas; también hay otro epí-grafe dedicado a la gamba y ciga'a, así refundidas,por lo que no aparece muy clara la diferencia quese hace entre estos animales ; la mayor pesca delcamarón, en la zona marítima, se efectúa en laregión pesquera Noroeste (2).

Puede repetirse aquí lo dicho al tratar de lasnáyades : consuma estos productos quien los ten-ga cerca e imprimirá a su yantar una variaciónque se lo hará más agradabl^. T.a apli ĉa,ción comorebo de pesca puede ser sustituída empleando otrosanimalillos que el liombre no puede utilizar paraalimento suyo. Los abundantes desperdicios de las

(i) Estadútica de Pesca, 1933. Págs. 26 y 2q. Subse-cretaría de la Marina civil, rg34•

(2) Ibid., pág. ^i. Se dan a conocer los límites y or-ganización de estas regiones.

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gambas irán a engrosar el basttrero dispuesto parala fertilización de !os campos.

La culinaria de estas gambas es lógico sea lamisma que las de tamaño mayor : cocida como en-tremé^, guisada con arroz o en fritura constituyeotras tantas preparaciones apetitosas.

I IO, fiPROVECHAMIENTO DE OTROS CRUSTÁCEOS.Como apéndice a este capítulo y pensando en elaprovechamiento integral de los seres acuáticos,trataré brevemente de los G^núrtidos (pertenecien-tes al ord^en Anf{podas), llamados vulgarmenteQulgrnrs de agua dulce y también cwmaranes, eom^ya indiqué al hablar de la nomenclatura de lasgambas. Inclúyense las especies de nuestro país,estudiadas por Ferrer Galdeano (I) en los géne-ros G^us y Ec,hinoga^rumarus, el primero re-presentado por cultro de aquéllas, habiéndose há-llado en diferentes lugares de la Península.

Son relativamente escasos y no se emplean comocomestibles, pero constituyen un buen cebo parala pesca y un excelente alimento para los peces d^acuario. Parecen serles propicios los fondos tapi-zados por berrizales.

(I) Observaciones sobre los Gamaridae de agua dul-ce de España. Memorias de la R. Soc. Esp. de Hist. Nat.,tomo del so.° aniv.°, pág. 371, 192I.

L'APITULO XII

LAS SANGUIJUELAS

I20. POSICIÓN EN LA F.SCAL.A ZOOLÓGICA.-Per-tenecen al tipo Gusanos caracterizado (salvo algúngrupo excepcional) por ser animales blandos, sincaparazón y alargados, cuyo movimiento tiene lu-gar por contracciones mus^ulares ; presenta unametameriza^ción más o menos dif^erenciada, es de-cir que están formados por una serie lineal decanillos, a los que también se dan los nombres denuemi,di^s, segm^e^ntos, metámeros o zo^ontites.

Forman parre de la clase A^^tiélidos, nombre queobedece a la segmentación e^Cterna y que es con-secuencia de la interna, clase que encierra las for-mas más superiores del tipo.

Dentro del anterior grupo forman la subclaseHirurdí^neois, cuyos rasgos típicos son su aspectoacint^do y deprimido, poseen dos ventosas termi-nales, cavidad del cuerpo (cavidrnd gewieral) inva-dida por una sustancia que se llama ^aré^nguvvnae intestino con ciegos metcmnéricos.

Se les inĉluye en el orden Gotiatobdélidds, que se

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caracteriza por tener en el fondo de la ventosabucal tres »r^ra^z^díbrclas quitinosas, las cuales. pro-ducen la erosión por donde succionan la sangredel huésped que parasitizan accidenta'mente.

Integran la familia HírTr^líní,dAS, cuyos cara^cte-res de la subclase y orden anteriores la definenperfectamente.

I2I. NOMriVCLATURA.--Las especies peninsula-res y baleáricas fueron estudiadas por R. $lan-chard (I), citando las siguientes: Hiru^lo offici,na-lís L., Hiruda t^-octi^na Johnson, He,mo^ris s^ngui-sca,qa L. y Lim^n.otis n2loticcn Saving.

Todas ellas son llamadas vulgarmente saugui-juelas y en dialecto valenciano s^ungo^seres, pu-diendo utilizarse indistintamente para el fin tera-péutico a que se las aplica, aunque la más esti-mada es la primera.

I22. NOTICIA BIOLÓGICA. - Quien se interesepor e1 conocimiento anatómico de la sangui,juelzdeberá consultar el concienzudo estudio que deella hace L. Jammes (2). Me limitaré aquí a daruna sucinta noción de su orgarografía y biología.

El extremo anterior del cuerpo ofrece la v^s^to-sa buaal así llamada por com^enzar en ella el tubodigestvvo, el cual presenta una serie de rntestinosciegas ^^tame'ri^cos cuyo último par se prolonganotable y paralelamente al recto que concluye enla v^tttasa arxad o Qoste^riar, constituyendo estos ór-ganns, el a^arktto di.gestívo.,--^_

(i) Sanguiiuelas de la Pen^nsula Ibérica, Anales de ^laSoc. F_sp. de Hist. Nat., tomo XXII, pág. z43^ 1893•

(2) Zoologie basée sur la disectian, Parfs.

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I.a metarn,eri,^ación interna no coincide con las^e'g^rna^atación externa, ya que las divisiones exte-riores afect^n sólo a la superficie tegumrntaria, co-rrespondiendo a cada meridio interior un ntímeroque oscila según la especie de segmento^ exterio-res.

No tienen ,ap^rato r^esjria-ato^rio localizado, y1 questt respiración es cutánea. Un vrr,^o dov-sa1, otro^ntral y dos laterales, longitudinalmente dispues-tos, constituyen su aparato circulatorio.

La reproducción de estos seres es cui-iosa : sonhermafroditas, el aharato rep^roductor ^ntasctrli^noestá integrado por test{culos m^et^rnéo^icas, desem-bocando en dos cAtwles cleferextes que forman unovillo o epid^dim^o y ya unidos dan lugar al canak'!ey^acula^lar que cruza un órgano de estructura glan-dular denominado firósMtcc, vertiendo al exteriorpor el ^ene o ctrro, miembro copulador. El a.pav^aforepradu.etqr fe^n^enin.o lo eonstituyen dos o►rx^wios,uniéndose en un ovi,ducto que se ensancha en suparte final, dando lugar a la ^rzgina. La fecnt,rada-ció,n es cruza,da actuando en cada individuo losdos sexos por ]a doble cópu^la, depositando los hue-vos en el momento de la puesta en una especie deca¢ullo u oteca.

El sistema nervioso lo integran un colla^r esofá-gico (que abraza ai tubo digestivo) y una ca^d^naga^ngdic^nao^ que se desliza por debajo del intestino.

Viven en los ríos de no demasiado rápida co-rriente, lagos, charcas y terrenos pantanosos. Sonparásitos eventuales de los vertebrados, fijándasesobre elIos para chuparles la sangre y desprendién-

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dose cuando se encuentran ahitos. Su desplaza-miento es como el de las orugas geométricas, avan-zanclo sobre el fondo fijando sus ventosas alterna-tivas y acompasadamente, pero también nadan conrápido movimiento ondulatorio.

La reproclucción tiene lugar en Ia primavera yde las cápsulas que encierran la puesta na^cen, trans-curridas cuatro o seis semanas, las jóvenes san-guijuelas de diminuto aspecto filiforme pero re-cordando en un todo a sus progenitores.

r23. DisTxisucióx cEOCxÁr•icn.-De las espe-cies antes anotadas he podido registrar (t) l^s ci-tas que siguen, debidas a los autores que se ex-presan : ^

H^r-uáo of fic^ia^alfs L.-Betanzos (La Coruña),alrededores de Lugo y Laguna de Limia o deAntela (Orense), López Seoane.

H1rud'^o trocti^rca Johnson.-Villaboa, Río Eumeen Caabeyro, Monte Pedroso de Santiago de Com-postela (La Coruña) y Río Ponte de lns Pazos enLanzo (Lugo), López Seoane ; Béjar (Salam^nca),Herguijuela de Guadalerma, Serradilla, Torrejóny Cañaveral (Cáceres), Plasencia y San $enito(Badajaz) y Provincia de Córdoba, Rivas Mateos ;Istas Baleares, Blanchard, y Esmoria en Beira(Portugal), Oliveira.

Heyn.o¢sis sirnru^uis^sga L.-Cabañas, Las Nieves,Capela, Ordenes, Ardemil, Torres de Allo, Pa-drón de Santa María .y Río Eum^e en •Caabeyro

(i) Datos para el e.ctudio de la fauna hidrobiológica¢spañola, Boletín de Pesca y Caza, tomo IV, núm. g,septiembre i932.

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(La Coruña) y Río Ponte de los Pazos en Lanzos(Lugo), López Seoane; Villaboa (La Coruña), Bo-lívar; Castroceniza (Burgos), 5^nz de Diego; ElEscorial (Madrid), Graells ; Sines (Extremadura),Oliveira; Lago áe ]a Albufera y alrededores ySiete Aguas (Valencia), E. Bo^scá, y San Thiagode Cacem (Extremadura portuguesa), Oliveira.

Li^rruun^atrs nilatica Saving.-Villaboa (La Coru-ña), Bolívar; Ciudad Rodrigo (Sa?amanca), Sánzde Diego; alrededores de Madrid, Traizet; alre-dedores de Valencia, Albufera y Siete Aguas (Va-lencia) y Río Sallent (Alicante), E. Boscá ; Sevi-lla, Barras de Aragón e Islas Baleare^c, Blanchard.

Es índudable, dada su repartición en nuestropaís, que ha de existir, bajo una u otra especie,en otras innumerables localidades y que el día quenuestras aguas dulces estén bien estudiadas se ^i-tará de toda la nación. Por eso deben ser cuida-dosamente examinadas todas las masas ácuáticasde la Península.

ia4. PESCn.-La época más indicada para ejer-cer la de estou gusanos es la de los meses otoña-les.

Se.practica utilizando un pequeño cedaso o sa-lab^re accionándolo desde 11 orilla, con un mangode madera de longitud adecuada al lugar dondese manipula. Usando este procedimiento, al arras-trarIo por el fondo o tos ribazos de Ia masa líqui-da, se cogen también las ranguijuelas pequeñas,pero como éstas no r,on aprovechables, deben devol-verse inmedi^tamente a las aguas para que adquie-ran el tamaño de las adultas.

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Otro sistema, más cómodo para e] pescador porsu mayor pasividad, es el de dejar flotar en lasaguas tablitas de madera de una superficie de aorentímétros de anchura por 5o çle longitud ; lassanguiju^elas se adhieren a ellas, quedando redu-cida la misión del pescador a vigilar periódicamen-te ios flotadores desprendiencir y gttardando lasque encuentre agarradas a ellos ; donde las aguasselu corrientes las tablitas serán amarradas desdeIa orilla para darles la fijeza conveniente y evitarsean arrastradas.

Como noticia curiosa cornplementaria recogerédatos de cómo se realiza su pesca ^en Grecia don-de abunda y se beneficia much^ : et, procedimientoes bastante cruel y repugnante ; cuando un équido(caballo, mulo o asno) es viejo ó está enfiermo, enuna palabra, cuando queda intitil para el trabajose le introduce en las aguas ricas en estos gusanosque pronto se ceban en él (i), extrayéndole des-pués de un ci^erto tiempo y separando de su cner-po los animales que le parasitizan es vuelto a lle-var al agua; la nperación se repite algunas vecesy cuando el solípedo, ya muy exangiie, no puedetenerse en pie se le deja restaurar fuerzas en lasproximidades del lugar de su sacrificio, para, unavez esto conseguido, reanudarlo hasta su consu-macíón. Más breve es el que sufren en nuestrasplazas de toros, y, desde luego, más gallarda

(i) He tenido ocasión de ver en las marjales vecinasa la Albufera de Valencia la facil:dad con que estosanimales se fijan en las piernas desnudas de los segado-res de arroz al efeetuar 1a tarea de la recolección.

Las mayores pescas se efectúan en los países dela Europa Oriental, co^no Turquí^, Grecia y Hun-gría.

i25. CoNS^xvncióx.-Para regularizar el mer-cado y atender convenientemente sus necesidacíe^con el máximo rendirniento, teniendo ^en cuentaque cuando más se capturan es en otoño, no de-berán vencíerse en su totalidad a los ccntros pro-veedores del elemento consumidor, sino retener-las para darles salida paulatinaniente, debiemaoconservarlas plra ello del modo más convenien'.e.

Para esto se utilizan unas vasijas de tierra co^cida, especie de medias tina jas de las dimensiones

^ corrientes de éstas, que pueden contener hasta uncentenar de individuos. Cou el fin de que esta es-tabulación tenga el éxito apet^ecido se pone en elinterior de los recipientes una capa de turba uhojas secas sobre la que matinálmente se vierteel agua, no fría, necesaria para llenarlos y que vzyaescurriendo lentzmente por la base o parte inferiorque en vez de ser de tierra cocida es!á constituídapor un enrejillado sumamente espeso ; como ali-mento se recornienda la freza de ranas o sapos yen su defe^cto de peces.

La boca de la vasija se cubre con una tela os-cura fuertemente ligadl por e] borde. Así dispuestay convenieniemente colocada para que el agua quefiltre por el enrejado de su base no cause perjuí-cio, ten^emos un excelente vivero de sanguijuelaspara extraerlas del mismo y atender las necesida-des de la deminda con el mayor provecho para elpescador.

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I26. 1'lIRUDINICULTURA. - ^S la téCnlCa (lel

cultivo o producción tutelada por el hombre de los

hirudínidos o sanguiju^elas, observando regla ŝ y

consejos para su producción,sanidad (I), pesca y

distribución a semejanza de lo que se hace en

piscicultura y astacictiltttra, o sean las ramas de

la Zaot^ecm^x que se decíican a la cría y propagación

de los peces y el cangrejo.

La medicina antigua empleaba tan enormes ca•^tidades de sanguijuells que fué preciso fomentarsu cría y mtiltiplicación en establecimientos espe-ciales adecuados al efecto. Francia consumió eni832, segvn refiere Comello, 5q.ooo.ooo de estosgusanos, con riesgo de descastar seres tan útilesen la terapéutica de hace un siglo.

Hoy han variado los rumbos de la ciencia de cu-rar y ha declinado considerahilísimamente la apli-eación de este r^curso, empleado hogaño bas ►anteparcamente. Por esta razón no recomiendo la cons-trucción de instalaciones especiales, qve estimo nohabían de ser reproductivas en los actuales tiem-pos, y sí únicamente la pesca de los ejemPlaresque viven libremente en nvestras airuas dulces;esto no exige sacrificio ec^nómicn alnilno y es fá-cil la eolocaeión del prcxtncto obtenido.

De todos modos si alguien viera nu^ el a^untopuede constituir negocio deberá tener presente 1•ts

(17 En los establecim;ent^s hir^+r(i^^^^'as ^on frecuen-tes das eP^zootias ]lamadas ictericia, indigestión y enfer-medad del moco,

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obras de Blanchard (I) y G. B. Comello (a). Enrealidad tampaco resulta demasiado onerosa laconstrucción de ttn establecitniento, párque o vi-vero de hirudinicultura, ya que, en síntesis, qucdareducido a la excavación de una fosa o balsa quereúna determinadas condiciones y a la ^erección deun pabellón pequeño donde instalar la cámara deconservación y guardar el escaso material necesa-rio, edificaeión que al mismo tiempo puecle s^ervirde vívíenda aI guarda o pescador encargado de sucuidado.

I2^. APROV$CHAMIlENTO. - La utilización deestos gusanos^radica en su función terapétttica, em-pleándoselés como recurso curativo en sustitueiónde la antigua sangría. Queda ya expuesto que suaplicación tan en boga en el pasado siglo, ha de-crecído en términos notabilísimos, habiendo sidore^mplazada la háv ^t,dŭn^a^ciópz, que así se llamaba esteprocedimiento cuando se le aplicaba, por otrosmétodos de la medicina moderna.

El anterior conccpto alcanza una generalidadabsoluta y si no puedo dar datos estadísticos refe-rentes a España por no existir, juzgo instructivoconsignar la que Comello (3) registra de la impor-tación italiana, teniendo en cuenta que desde It393,primer año de los que hguran en la estadística,hasta i9oo se cotizaba el quíntal a 400 liras, ha-

(i) La Pisciculture et !a production de sangsues, Pa-rís (fines det siglo xtx).

(z) L'altevuinento áelt¢ sanguisugke (Irudieoltura),Bibliot. Agraría Ottaví, vo[. LXXXIII, Casale, iqo8.

(3) Ibid.. Pág. 32.

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biendo bajado despué^, hasta el último compren-dido en la misma, a 300.

A r^ o ^H;l,^^^^,^^dimpurtadoe Valor en lir,^R

i89ó ............................ 9.f.00 38.0001&94 ......................... .. 8.DOU í^i.E1M11845 ............. .............. 7.riW 7^1.4W18v6 ............................ 7.2W YB.SW1897 ............................ 7.1W 30.80018y8 ............................ 7.5011 SO.UOU1899 ...................... ..... 6.UW Y4.OWt9o0 ............................ ^.7W RE.8001y111 ............................ 4.8W 14.40019UF2 ............................ b.8lkl 17.4W190b............................ 4.7W 14.10019114 ............................ 8.4W 16.4Q01900............................ S.bW 10.800lAi6 ............................ 4.7W 14.i00

Los países lnás exportador^s en los años citadosfueron Aŭstria, Hungría, Grecia y Turquía. Laaplicación de la ^állguíjuela como sustitutivo dela sangría declintí grandemente en los primerosaños de la actual centuria, habiendo. experimen-tado después una reacción favorable. Quien deseeampliar los conocimientos sobre su aphcación mé-dica consulte la obra de it,vas Mateos (i).

Moderna.mente se utíliza también para extraerla hro-udvrGa, .prin^cipio activo del extracto de san-guijuelas, que, segun Franz, es una albúmina muypróxíma a las peptonas y que sí se ínyecta en lasangre la altera haciéndola incoagulable ; a estefenómeno se le denomina ,hirwcii.niz^ación.

i2á. DAxos xsTxosPECTivos.-Para contrastarla impor#ancia que antaño tuvo en nuestra nacióndaré dos noticias curiosas a guisa d^e lnuestra. A

(i) Zoologia Farmacéutica y Parasitología.

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fines del siglu xviit se prescribió (i) el métodoque había de 4er observado en el Tribunal del Pro-tocirujanato en los exámenes cle sangradores, tra-tándose en la misma soberana disposición de lacaptttra y conservación de las sanguijuelas.

Hace más de cien años pub'.icó Mateo Seoaneun artí^culo red<<clado en enérgicos tonos (2) en elque pedía al Gobierno impidiera la creciente ex-portación de estos anélidos, que explotada por va-rias Empresas sin sujetarse a ordenación alguna,iban esquilmando los criaderos Ilegando a verseamenazados de una total extinción.

El afio i836 cómenzarañ las e,^ccportaciones y tresaños después ya se observaron ^çt,s funestos resul-tados. Quedaron casi ^igot,^^s lós criaderos de laRiola, Vascongadas, Alto - t^4-ag^ y Castilla laVieja. Esto motivó qt,ie ascéndi^^in los precios dedos y tres reales el centenar.,y}e;^5anguijuelas a 80y ioo reales; a este precló 1^ŝ'°pagaba e1 HospitalGeneral de Madrid.

El articulista proponía para co^nbatir el mal, seimpusieran elevados derechos de exportación y quese diera a los Jefes Políticos (3) la facultad dis-crecional de prohibir la extracción de estos gusa-nos de las provincias de su respectivo mando.

El más célebre criadero español lo constituía laLaguna d^e Limia o Antela, cercana a Ginzo de Li-mia, en Ia provincia de Orense.

(i) Real cédula áe ta de mayo de iq9^.(2) Semanario Pintoresco Español, año t839•(3) Nombre que en aquella fecha se daba a quienes

ejercían las funciones de los actuales Gobernadores ci-viles.