La oratoria

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Oratoria y retórica en Grecia

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  • LA RETRICA La retrica es el arte o tcnica de la expresin correcta y convincente. Desempea un papel decisivo en las diversas facetas de la vida pblica y privada dentro del sistema democrtico. Tipos de retrica y gneros de discursos: Aristteles distingui entre tres tipos de retrica: retrica judicial, deliberativa o poltica y epidctica o "de aparato". La retrica en la Atenas Clsica Al coexistir sofistas y filsofos coexistan tambin dos sistemas diferentes de retrica, segn se atendiera ms al cuidado del fondo o de la forma: La retrica sofstica, es decir, la desarrollada por los grandes sofistas del siglo V y IV como Gorgias, Protgoras o Iscrates. Se trata de una retrica ms ceremonial que activa y cvica. La retrica filosfica: comienza con Scrates y tiene como continuadores a Platn y a Aristteles. Reduce el papel jugado por el orador y se preocupa por la validez del mensaje.

    LA ORATORIA

  • Origen: La oratoria es un gnero literario en prosa que, como manifestacin prctica de la retrica, naci alrededor de la mitad del siglo V a. C., aunque los primeros discursos elaborados literariamente no comenzaron a publicarse por escrito hasta comienzos del siglo IV a.C. La oratoria ocupaba un papel decisivo en la vida pblica de la polis y se desarroll siguiendo el patrn de dos figuras, la del maestro (un rtor o sofista instructor en el arte de la retrica) y la del discpulo (el orador que tena que pronunciar un discurso). Existan maestros a sueldo que enseaban a ser oradores y que transmitan el qu, el cmo y en qu orden deban expresarse aquellos que tuvieran la obligacin de hablar en pblico en los diferentes contextos cvicos en Atenas (judiciales y polticos). Contextos: La oratoria tica se desarroll en tres contextos diferentes: 1) El contexto legal: En la democracia radical que surgi en la primera mitad del siglo V a. C., uno de los derechos ms importantes era la isonoma (igualdad de todos los ciudadanos ante la ley). Todos los ciudadanos tenan el derecho, pero tambin la obligacin, de ocuparse de su propia defensa ante un tribunal popular. Los crmenes y delitos eran juzgados ante un tribunal que contaba con un nmero muy amplio de jurados (201 como mnimo), que eran elegidos por sorteo entre los ciudadanos de la plis. Tanto acusadores como defensores tenan que exponer sus posturas sin mediacin de abogados, a no ser que se diera uno de los siguientes motivos: incapacidad fsica, ser extranjero (meteco), esclavo o mujer. No exista la figura de un juez que interpretara la ley escrita de la ciudad, que adoctrinara o que llamara la orden a los jurados. El jurado era el juez y tena la atribucin absoluta de interpretar tanto la ley como el hecho en s mismo. Al comienzo del sistema, a mediados del siglo V a.C., no exista posibilidad de examinar previamente las pruebas a favor o en contra por parte de los litigantes. Slo hacia el primer tercio del siglo IV a. C. se permiti que tanto el testimonio de los testigos como las pruebas fueran presentadas previamente por escrito. Antes de que este procedimiento se pusiera en prctica, los oradores tenan que estar preparados para prever posibles argumentos o para reaccionar en el momento. La existencia de estas duras condiciones explica la necesidad que tuvieron los ciudadanos de contar con un sofista o un orador que les enseara los rudimentos del arte de la retrica. Slo a partir de finales del siglo V a.C. surge la posibilidad de un intermediario, el loggrafo, que era un orador profesional que, teniendo en cuenta el talante y caractersticas personales de quien tena que pronunciar el discurso, elabora una intervencin con los datos disponibles. El loggrafo ms importante fue Lisias. Lisias lleg a escribir doscientos treinta y tres discursos, de los que slo conservamos unos treinta.

    Estructura de un discurso:

    Proemio o introduccin que incluye la captatio benevolentiae. Exposicin de los hechos. Presentacin de los argumentos a favor y en contra.

  • Conclusin Caractersticas:

    Son por lo general breves, escritos al estilo del tico ms puro, pero llenos de sencillez y claridad de ideas.

    Tratan de los asuntos privados de sus clientes. Pintan con gran dinamismo y espontaneidad los caracteres de los personajes a los que

    se alude. Estn muy ajustados a derecho, campo en el que Lisias se muestra hbil y experto

    conocedor. 2) El contexto poltico: Estaba constituido por el mbito de la asamblea poltica, que estaba formada por todos los ciudadanos, que contaban con el derecho de la isegora o igualdad a la hora de intervenir en la poltica de la asamblea. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurra en el mbito judicial, la necesidad de aprender a pronunciar un discurso persuasivo en este contexto no era algo imprescindible. Aunque exista la posibilidad de que cada ciudadano hablara expresando su propio parecer, era muy difcil pronunciar un discurso en este contexto. De hecho, era casi imposible preparar por adelantado un discurso. En el gnero judicial los oradores podan conocer por adelantado las lneas principales de su acusacin y las pruebas y argumentos bsicos que iban a ser empleados por el acusador, lo que permita una cierta elaboracin del discurso e, incluso, a partir de comienzos del siglo IV, la intervencin de un loggrafo que preparaba el discurso en su totalidad y que lo daba a memorizar a su cliente. Sin embargo, en la oratoria deliberativa esa posibilidad apenas exista. No slo era imprevisible el desarrollo de los temas a lo largo de una sesin de la asamblea, sino que tambin exista un prejuicio muy fuertemente asentado frente a aquellos oradores que pareciesen haber preparado de antemano sus intervenciones. De hecho, la intervencin improvisada se consideraba como una premisa bsica para juzgar positivamente la labor de un orador deliberativo. Este prejuicio se mantuvo durante todo el perodo democrtico, hasta el punto de que tuvieron que desarrollarse tcnicas para que, en aquellos casos en los que se hubiera preparado por adelantado un discurso, su ejecucin pareciese improvisada. Los principales oradores deliberativos, como Demstenes, eran profesionales que lideraban una faccin de ciudadanos. As, por ejemplo, a lo largo de la poca clsica surgieron diversos lderes que defendan intereses oligrquicos o populares. Estos oradores podan ser bienintencionados y buscar el bien de la comunidad, como ocurri en el caso de Pericles, pero tambin poda tratarse de autnticos demagogos, como Clen o Alcibades, que buscaban satisfacer sus propios intereses a costa de sus conciudadanos. Demstenes comenz su vida profesional como abogado, encargndose de causas privadas, dando lecciones y mezclndose en la vida poltica. Denunci la ambicin de Filipo de Macedonia en las famosas Filpicas, discursos pronunciados durante un largo proceso en la asamblea ateniense. En el 340 a.C. dej la oposicin y pas a ser jefe del partido dirigente. Las diferencias con los partidarios de Filipo hicieron que tuviera que defenderse personalmente en el ms famoso de sus discursos: Por la corona. A lo largo de la dcada siguiente intent ser coronado por sus mritos cvicos, pero Esquines se opuso a su propuesta y Demstenes termin siendo condenado al exilio. Tras la muerte de Alejandro Magno, volvi a desempear un papel importante en Atenas durante la revuelta contra

  • Antpatro. Tras la derrota ateniense, huy a la isla de Calauria, donde se suicid por envenenamiento. Se conservan unos setenta discursos suyos, aunque fue ante todo un hombre de accin, que luch para que Atenas recobrase la hegemona y contuviera el avance de Filipo.

    3) El contexto epidctico: Se trataba de un contexto ms indefinido, en el que se desarroll la oratoria que no era deliberativa ni judicial, destinada a la exhibicin del orador, y que se puso en prctica en mbitos privados (simposios) o ceremoniales (epitafio). En Atenas, el siciliano Gorgias fue decisivo para el desarrollo de la oratoria epidctica. En el ao 427 a.C., al frente de una embajada procedente de Leontinos, consigui asombrar a los atenienses gracias a discursos de exhibicin como El encomio de Helena. Gorgias se convirti en una referencia para la oratoria tica, especialmente por el empleo de una serie

  • de recursos estilsticos (anttesis, repeticiones, asonancias) e incluso mtricos (la existencia de metros completos intercalados en la exposicin prosstica) que aproximaban la prosa oratoria a la poesa. De hecho, esas figuras tuvieron tanto xito, gracias a la intervencin del sofista, que acabaron denominndose "figuras gorgianas". Dentro del mbito epidctico, tambin hay que incluir manifestaciones oratorias ceremoniales como son los discursos fnebres pronunciados en honor de los cados por la patria. El epitafio se pronunciaba dentro de un contexto ceremonial en el que un orador reciba como un honor el encargo de actuar como maestro de ceremonias. Los oradores fnebres tenan que ajustarse a una serie de ideas y tpicos impuestos y que constituan un corpus de lugares comunes que su pblico esperaba escuchar. Iscrates (436-338 a.C.) naci en Atenas, en el seno de una familia adinerada. Fue discpulo y seguidor de Scrates y Platn, quien, en su dilogo Fedro, se refiere a Iscrates como un joven enormemente prometedor. Durante el reinado de los Treinta Tiranos de Atenas, Iscrates dirigi una escuela de retrica en la isla de Chos. Tras regresar a Atenas, aproximadamente en el ao 403 a.C., escribi por encargo discursos legales. En el ao 392 a.C. fund una escuela donde enseaba a los jvenes llegados desde todos los rincones del mundo griego el arte de la redaccin de ensayos y la oratoria. Sus temas eran la actualidad poltica del momento, y el tono de estos discursos tena una altura moral que distingui las enseanzas de Iscrates del mero ingenio y el gusto por el efecto inmediato de los sofistas, sus rivales entre los maestros de retrica. Muri a consecuencia de un ayuno voluntario en el ao 338 a.C., en protesta por la prdida de independencia de Grecia. Entre las obras de Iscrates que hoy se conservan figuran 21 discursos y 9 cartas. En discursos como el famoso Panegrico (380 a.C.), defendi con insistencia la unificacin de las ciudades-estado griegas como nica medida de proteccin contra la amenaza de la invasin persa. Tras fracasar en este empeo, inst a eminentes personalidades militares a encabezar las tropas griegas en una guerra contra Persia, como podemos ver en Filipo (346 a.C.), donde hace un llamamiento a Filipo II de Macedonia. El Areopagtico y Sobre la paz (ambas del ao 355 a.C.) se ocupan de la poltica ateniense y el ocaso de la democracia griega. Las cartas de Iscrates abordan temas tan dispares como la educacin, el arte de la retrica, el poder de la belleza, las advertencias dirigidas a los dspotas y el llamamiento a los lderes. Entre ellas destacan Contra los sofistas (391-390 a.C.), Elogio a Helena (370 a.C.), Arquidamo (366 a.C.), Antdosis (353 a.C.) y Panatenaico (339 a.C.). Iscrates ocupa un lugar destacado en la historia de la prosa tica. Su estilo se caracteriza por la fluidez de su cadencia, la compleja estructura de la frase y el frecuente uso de la anttesis. Sus escritos sirvieron de modelo a Demstenes y, ms tarde, a Cicern.