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    10 LA OTRA CRONICA EL MUNDO SBADO 22 ENERO 2011

    EL REY NO ABDICA, NUEVO LIBRO

    PILAR EYRE

    os del medioda, llu-via y viento en laspuertas de Tele-cinco. Un grupito

    de nias con susmadres esgrimen pa-

    pel y bolgrafo y se nos acercancon timidez cuando ven a Jaime

    Peafiel: Por favor, don Jaime,un autgrafo usted es el nicoque se atreve a contarnos las ver-dades!. Jaime, vestido elegante-mente de gris, con corbata deHerms y un foulard de cashme-

    re, firma con el estilo de un espa-dachn del siglo XVIII. Yo, a su la-do, tambin con papel, bolgrafo ysu nuevo libro debajo del brazo Elrey no abdica, empiezo a tomarlas notas de la entrevista que es-tn ustedes a punto de leer.Pregunta. Jaime Peafiel el

    rey no abdicar nunca?

    Respuesta. Jams! Con pala-bras de Doa Sofa, reinar has-ta la muerte. Aunque les pese amuchos, no pasar en vida el tes-tigo a Felipe y Letizia, ya sabes,el flotador de la monarqua, se-

    gn ciertos cortesanos aqu Pe-afiel se pone irnico. Le que-da mucho al Prncipe de Astu-rias para ser Felipe VI! Y yo des-de aqu digo larga vida a SuMajestad!

    P. Crees realmente que haypersonas que estn esperandoansiosamente que se produzca elrelevo?

    R. T lo has dicho, ansiosa-mente. Cuando a Don Juan Car-los lo operaron en Barcelona sepuso en marcha una camarilladestinada a hacernos creer, poruna parte, que el Rey estaba muyenfermo, incurable, y por otra,que ahora les tocaba a los Prnci-pes de Asturias asumir el mando.

    Y que estaban dispuestos porqueel Prncipe es uno de los ms pre-parados del mundo. Yo demues-tro en mi libro que lo est como elresto de los prncipes europeos eincluso menos que algunos! Sonlos mismos cobistas que dicenque Letizia es el mejor activo dela Corona espaola. Este grupo,que trabaja en la sombra, conti-na difundiendo rumores intere-sados, su cerebro pienso inclusoque vive en Zarzuela y que es unmiembro del staffde Casa Real.

    Estamos ahora en maquillaje.Para Jaime, apenas un brochazode polvos bronceadores y un po-co de laca en el pelo. La opera-cin se hace algo dificultosa ya

    que Jaime, con su cortesa habi-tual, se levanta cada vez que en-tra una seora en la sala. Yo voyapuntando: lleva una vieja mo-leskine en el bolsillo superior dela americana, no fuma, va con

    mocasines En el pasi-llo, debajo de las fotosde los grandes popes dela tele, proseguimos:P. El pasaje en el

    que cuentas la opera-cin de pulmn del Reyes estremecedor, se leecomo un thriller.R. Nos engaaron

    como chinos! Nos dije-ron que haba pasadoperfectamente su che-queo habitual, cuandoal final tuvo que ser in-tervenido de un tumorque crean maligno. Pe-ro para m lo peor de to-do no fue eso, sino latremenda soledad delRey en esos momentos tan difci-les. Caray, ni un solo rostro fami-liar rodeaba la camilla que lo lle-

    vaba al quirfano! Y el postope-ratorio? Esos 10 das en la clnicaPlanas, solo rodeado de mdicos yenfermeras Ni el hombre ms hu-milde sobre la tierra est tan solo!Con todo el respeto del mundo,me dio mucha pena.

    Nuestra conversacin se inte-rrumpe a menudo con las llama-das de las fuentes que le propor-cionan informacin y otros asun-tos. Decidimos retirarnos a mi(modesto) camerino:P. Jaime, la salud del Rey es

    tema tab.

    R. Yo detallo su mala saludde hierro, todas las enfermedadesque ha sufrido.P. Pero los informes mdicos

    desaparecieron.R. S, los robaron misteriosa-

    mente en la clnica Gil Vernetdonde estaban depositados. Enmi libro publico por primera vezel dictamen del magistrado que

    juzg el asunto, en el que ya sesealan todas las incongruenciasdel caso.P. T insinas que el robo pu-

    do ser alentado desde la mismaZarzuelaR. Es que el propio magis-

    trado dice que hay que averiguarquin tena inters en hacer desa-parecer esos informes! Ah cons-taba una operacin misteriosa delRey, en 1985, en la que se le extir-p un testculo, lo cual no tieneimportancia, pues se puede seguir

    funcionando tranquilamente conel otro. Una intervencin que sequiso ocultar a toda costa a la fa-milia y a los propios mdicos per-sonales.P. Jaime, podra ser que la

    D

    JAIME PEAFIEL

    QU BUENAHEREDERAHUBIERA SIDODOA ELENA!El periodista decano en la Casa Real, elmejor conocedor del Rey, publica unnuevo libro que ser polmico. Sostieneque Don Juan Carlos reinar hasta quese muera y pide paciencia a todos...

    AMIGOS. El Rey Juan Carl os con Jaime Peafiel durante un viaje oficial a las Islas Galpagos (Ecuador) en abril de 1980. La relacin entonces era muy buena. / ARCHIVO FAMILIAR

    Cuando le operaron se pusoen marcha una camarillapara hacernos creer que elRey estaba muy enfermo

    Me recuerdan las cacerascon Franco cuando yo no hecazado, y cuando yo tengocarn del PSOE desde 1982

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    Reina se entere de esta operacinde su marido por tu libro?

    Jaime sonre con algo de picar-da: Hombre, si fuera as seraasombroso y alarmante.

    Nos vienen a buscar. En las es-caleras, Jaime rememora:

    Yo fui el ltimo periodista queentrevist al padre del Rey antesde su renuncia, en una Villa Giral-da ya medio desmantelada Don

    Juan, al que muchos llamaronJuan III, fue el gran perdedor y sumujer una mater dolorosa S, labdic, pero de una corona quenunca tuvo. Fue un ejemplo de re-nuncia y sacrificio.P. Muy distinta su vida o la de

    Don Juan Carlos de la que ha te-nido Felipe segn argumentas entu libro, no?R. Hombre, hay algunos que

    para las obligaciones son prnci-pes de nueve a dos y para los pri-

    vilegios 24 horas diarias sus-piro profundo. Qu magnfica

    heredera hubiera sido Doa Ele-na!Ya estamos en medio de la lo-

    cura de Slvame, el programa deTelecinco en el que colaboramosambos desde hace un ao. BelnEsteban se chupa las puntas delas trenzas como una nia peque-a. Nos ha saludado de lejos, a

    Jaime le trata de usted y de seorPeafiel.P.Jaime, que a Beln le gusta

    mucho Doa Letizia.R. Se siente identificada con

    ella porque las dos vienen de aba-jo y a las dos les han dado estopapor todas partes.P. Te sientes a gusto en este

    programa?R. Mucho! Me divierto! Mi-

    ra, Slvame es una de las pginasde un peridico Yo no creo nien la telebasura ni en el periodis-mo del corazn Hay buenos ymalos periodistas, hay periodismode evasin. Si alguien quiereaprender, que vaya a la universi-dad o a las bibliotecasP. Se te ve siempre satisfe-

    cho, llevas 50 aos en la cima dela profesin, se te disputan losdiarios, las televisiones y las ra-diosR. Pero lo mejor de todo es

    mi mujer! Carmen es inteligentsi-ma y estamos muy unidos, cadada enciende una vela a la hora dela cena. Y me dice: Jaime, cuan-do se apague esta vela, ser que

    algo se ha apagado en nuestrasvidas. Pero, a pesar de todo, Pi-lar, lo cierto es que no hay da enque no se me aparezca mi hijamuerta, su rostro de nia, cuandosonrea y era felizP. En tu libro hablas de tus

    grandes amigas, tam-bin muy desgraciadas,Noor y Farah, son unaspginas muy emocio-nantes, como todo el li-bro... Esperas crticas?R. No me impor-

    tan Aunque s estoydolorosamente harto deque Enric Sopena merecuerde siempre miscaceras con Franco,cuando yo no he caza-do en mi vida! Y cuan-do tengo el carn delPSOE desde el ao 82!

    Jaime duda y prosi-gue: Tu amiga CarmenRigalt tambin ha sidomuy dura conmigo en

    ocasiones Aunque quizs yotambin con ella.P.Ahora te criticarn los que

    t llamas periodistas cortesanos,que se encienden cada vez quenombramos a Letizia. Sabes, Jai-me, que cuando pones en Google

    el binomio Letizia-Jaime Peafielaparecen 29.700 resultados?R. [El periodista se echa a re-

    r] S? Pues todava recuerdo laprimera vez que escrib sobre ella,el da en que se hizo pblico elcompromiso le tuve que pedirp er d n a C am il la y a E vaSannum, a las que haba criticadodurante aos por su pasado!

    La cmara viene a nosotros,nos ponen un croma detrs con elPalacio Real, J or ge J avier

    Vzquez se instala en medio yempezamos nuestra seccin. Hoyestamos a punto de discutir por-que yo soy de la opinin de que

    Jaime se fa demasiado de susfuentes, pero l me da la razn y

    terminamos, como siempre, sincontar la mitad de las cosas quequeramos contar y habiendo ex-plicado otras sobre las que no te-namos ninguna intencin de ex-playarnos.

    Salimos a la oscura noche ma-drilea. A m me espera el cocheque debe llevarme al aeropuerto

    y, aunque Jaime tiene que ir a laCope, decide acompaarme paraque Sergio pueda hacernos las fo-tografas. Nos enfadamos: si mesacan hablando con l salgo deperfil y no es plan! Si miro a lacmara l tiene que hacer unacontorsin rara y se le ve una ba-rriga que no tiene! Una seoramete sin pudor la cabeza por la

    ventanilla e inicia una recomen-

    dacin que se pierde al arrancarel coche:

    Dgale usted a Letizia de miparte

    Me lo pone a oeufy le pregun-to a mi amigo antes de separarnoscon un fuerte abrazo que le dejalas solapas de la americana perdi-das con el maquillaje de mi cara:P. Es verdad, Jaime, qu le

    diras ahora a Doa Letizia?R. Lo mismo que digo en el

    libro: el futuro puede esperar, se-ora!

    Se lo traga la oscuridad mien-tras a mi espalda ronronean losaviones como animales en celo.Lo ltimo que veo es su mano p-

    lida dicindome

    adis.

    El Rey no abdica

    (Editoral La Esfera), de

    Jaime Peafiel, estar

    en las tiendas a partir

    del martes 25 de enero.

    EL ROBO DEL HISTORIAL MDICO DEL REYMISTERIO. Como Peafiel relata a Pilar Eyre, elhistorial mdico del Rey fue robado como en unapelcula de espas, el 6 de febrero de 2004, de laclnica Sant Josep (Barcelona). Aunque todos losaos se someta a chequeos en la clnica deldoctor Gil-Vernet en Barcelona, lo que mstrascenda era un simple comunicado de unportavoz de palacio informando sobre las visitasperidicas del soberano al ilustre urlogo, quien,tras dejar de ocuparse de la salud del Rey, sin quese sepa por qu, lleg a sufrir un asalto a suconsulta con la desaparicin del historial mdicode Su Majestad, robo nunca bien aclarado. Seespecul, incluso, con que fue la propia Zarzuela

    quien organiz tal operacin ante el temor de queel historial mdico del Rey pudiera caer en manos

    no deseadas. Peafiel publica en su libro porprimera vez los documentos de la denuncia deaquel robo, y las conclusiones que el magistradodel Tribunal Constitucional, Rafael deMendizbal Allende, realiz en el dictmen sobreel misterio: La desaparicin del expediente quecontena la historia clnica de Su Majestad [...] seprodujo en circunstancias inslitas que muy bienhubieran podido ser creadas para enmascarar lasustraccin. Aquel da, la clnica del doctor Gil-

    Vernet amaneci cubierta de pintadas (50 aossin pagar, rata, moroso) y con una cadenaen la puerta de acceso a las dependencias. Lonico que faltaba era el historial clnico de Su

    Majestad. Sin embargo, la causa se sobresey ydej de investigarse.

    OTTO DE HABSBURGO, AL TRONO DE ESPAAFRANCOQUERA.Enel nuevolibrode JaimePeafiel,el periodistaabordalas dudas de Francopara darle eltronoa Juan Carlos,una vezdescartadoel conde de Barcelona. El caudilloy susconsejeros

    valoraron diferentesnombres. Alfonsode BorbnDampierre, Carlos Hugo y... Ottode Habsburgo.Peafielse basaen una biografa del archiduque:Delimperio a laUninEuropea: lahuella deOttode

    Habsburgo enel sigloXX(Ediciones Rialp), deRamn Prez Maura, y en otros documentos. Alparecer, y segn el autor, fueMartn Artajo,con elrespaldode CarreroBlancoy el General Muoz

    Grandes, quienle plante estacandidatura a Franco:Usted,excelencia, ha pensadoque en estedescabezamiento y en esteno entendimientoentreDon Juan y suexcelenciapodra haberotrocandidato? [...]Qu le parece ste?.Contestacin de Franco:Sin duda es el prncipe ms preparado, el que ms

    coincidira con nuestro pensamiento, posiblementeel que ms se podra identificar con los ideales queha perseguido la cruzada.Pero Habsburgo fue leal a la corona espaola. Yotuve una conversacin con l cuando intentconvencerme de que deba convertirme en rey deEspaa, a lo que le respond, con toda la claridadnecesaria que, por mi parte, este problema no sedara jams. Siendo la Monarqua indispensablepara Espaa, no haba ms que una persona quepudiera ser candidato al trono: el prncipe JuanCarlos. El autor recuerda que, en 1955, Otto de

    Habsburgo acudi al Palacio de El Pardo. Alparecer, durante la audiencia, Franco hizoalgunas alusiones a la sucesin a la Corona deEspaa, pero el archiduque no entr en ningnmomento en la conversacin. Otto de Habsburgono quiso, ni siquiera, discutir el asunto con suinterlocutor, el general Franco.

    Hay algunos que para lasobligaciones son prncipesde nueve a dos, y para los

    privilegios 24 horas diarias

    Beln se siente identificadacon Letizia porque las dosvienen de abajo y a las dosles han dado estopa

    EN LA ENTREVISTA. Pilar Eyre y Jaime Peafiel, durante la charla que mantuvieron para LOC. / SERGIO ENRQUEZ

    DOCUMENTOS. Las diligencias realizadas por la Polica para esclarecer el robo del historial del Rey.