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Pequeñoinforma de conciencia
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La paciencia del planeta tierra llegó a su límite hace algunos
años, luego de que algunos intentos aislados por generar conciencia
por parte de uno que otro ‘fanático’ de la naturaleza fracasaran, no sin
antes dejar una tendencia clara e irrefutable que ha ido
cambiando la actitud de las personas y de las industrias del mundo
entero.
El mundo actual exige prácticas corporativas de manera tal que
se fomente el desarrollo sostenible a corto, mediano y largo
plazo. Ello implica incorporar prácticas ambientalmente responsables a
lo largo de toda la cadena de valor de las empresas, lo que, a su
vez, implica un rango de actividades que incluyen la modificación
del producto o servicio, cambios en los procesos productivos, en su
distribución, modificaciones al empaque y actividades promocionales y
de publicidad, capacitación de los colaboradores, entre otras.
Desde el punto de vista del marketing, la tendencia a la sostenibilidad
ha originado la creación de un concepto nuevo: elgreen marketing. La
‘marketing verde’ salió a la luz a finales de 1980 cuando la
Asociación Americana de Marketing (AMA) impartió el primer
taller sobre ‘marketing ambiental’. Hoy conocemos el concepto
también como ‘marketing ecológico’, ‘eco marketing’ o
‘marketing medioambiental’, y consiste en crear y desarrollar productos
y servicios que sean compatibles y no perjudiquen el medio ambiente.
Adicionalmente se puede definir como todas las actividades
designadas a generar y facilitar cualquier intercambio que
pretenda satisfacer necesidades humanas, mientras que éstas
ocurran con un mínimo impacto en el entorno natural (AMA).
Este concepto nace y se desarrolla en el marco de una tendencia
mundial y en respuesta a la aparición de un consumidor igualmente
verde consciente de su responsabilidad con el planeta y de cómo
afectan al medio ambiente las empresas y sus actividades
productivas y, sobre todo, sus propios hábitos en el momento de
comprar productos y servicios.
La suma de ambas tendencias se ha visto complementada por una
tendencia paralela que aprovecha ambas posturas para crear productos
y servicios que profesan ser ambientalmente responsables, pero
cuya responsabilidad está ligada únicamente al uso de palabras
y abuso del color verde en el empaque, y que deja de lado lo que
realmente importa. A esta tendencia se conoce comogreenwash, donde
la responsabilidad ambiental es proporcional a la cantidad de verde que
se muestra en el empaque.
CONCIENCIA VERDE
En el marco de estas tendencias nace este ‘consumidor verde’, que
busca no sólo satisfacer sus propias necesidades con la compra de
productos y servicios diversos, sino que además, al preocuparse de su
entorno y su sostenibilidad, fomentará y, en algunos casos,
hastaexigirá el surgimiento de empresas que incorporen a su
cadena de valor este nuevo concepto de ‘marketing
responsable’ orientado a cuidar el medio ambiente por sobre todas las
cosas.
Si analizamos nuestro país desde el punto de vista de ‘desarrollo
ecológico’ o ‘conciencia medioambiental’ de los consumidores podemos
decir que, si bien el Perú es un mercado que puede considerarse
relativamente incipiente aún, el marketing verde sigue ganando
adeptos, y la tendencia indica que cada vez más consumidores,
especialmente de los niveles socioeconómicos más altos, tienen una
conciencia mayor respecto del medio ambiente y la necesidad de
adoptar prácticas sostenibles en sus vidas. Algunos etiquetan esta
tendencia como ‘moda’, pero más allá de ello es inevitable aceptar que
este nuevo consumidor existe y defiende un consumo personal que tiene
un impacto positivo en el medio ambiente y en la vida de otras
personas.
Hoy en el Perú, las empresas están comenzando a ser el blanco de
la mirada de no sólo instituciones y organizaciones
ambientalistas, sino también de la fiscalización de los mismos
consumidores que cada día demandan más productos y servicios que
hayan sido elaborados bajo esquemas de reducción de impactos
ambientales. Estamos frente a un nuevo tipo de consumidor: que es
mucho más sensible al impacto ambiental y que traslada esa
preocupación a sus decisiones de compra e incluso a sus hábitos de
consumo. Así las empresas modernas deben operar bajo nuevos
escenarios donde no sólo deben ser económicamente rentables,
sino también social y ambientalmente responsables.
GREEN WASHING: MAFIA MEDIOAMBIENTAL
La tendencia al respeto y cuidado del medio ambiente y la
sostenibilidad está en crecimiento. Adicionalmente, y dada la coyuntura
mundial, otras tantas se han podido dar cuenta de que cada vez más se
encontrarán bajo el ojo crítico de la sociedad en general y, por lo
tanto, han decidido ya sea implementar estrategias
de marketing orientadas al cuidado del medio ambiente y la
sostenibilidad o como mínimo ‘aparentar’ un compromiso ambiental,
que en algunos casos es muy limitado y en otros inexistente. A esto se
denomina ‘green washing’, que en términos sencillos es hacer green
marketing falso y sin fundamentos.
La frase green washing la utilizó por primera vez el ambientalista Jay
Westerveld cuando se opuso a la práctica hotelera de colocar avisos en
las habitaciones de hoteles en que se pedía a sus huéspedes que
reutilicen las toallas para “salvar el medio ambiente”. Westerveld
señaló que había un interés evidente que motivaba a los hoteleros a
esta práctica y que no tenía nada que ver con fomentar la reducción del
impacto ambiental, sino con querer lavar menos toallas para ahorrar
costos. Queda claro entonces que hay una delgada línea entre
proponer acciones ‘verdes’ que generen el propio
beneficio versus por razones reales de responsabilidad ambiental y
que la frase ‘green washing’ se refiere a todas las empresas que
adoptan acciones verdes sin que el propósito fundamental sea reducir
el impacto en el medio ambiente. En resumen, el green washing busca
proporcionar a los consumidores la sensación de que la organización
está tomando las medidas necesarias para gestionar de forma
responsable su impacto medioambiental, cuando esto no es
necesariamente cierto. Ante la aparición del green washing se
evidencia que muchos de los esfuerzos verdes de las empresas están
directamente ligados a su propia rentabilidad y beneficio. El tema está
en que esas promesas medioambientales estén debidamente
fundamentadas y respaldadas.
Las empresas deben elegir muy cuidadosamente sus estrategias de
comunicación ambiental, las cuales deben basarse en principios
básicos, como la ética, la autenticidad, las buenas prácticas y la
transparencia. Pero, sobre todo, deben tener mucho cuidado con
minimizar el conocimiento ambiental de los consumidores cuando
se trata de un tema en el que todos podemos convertirnos en ‘expertos’
con un poco de interés e investigación. Hacerlo puede tener
implicancias legales graves y reclamos civiles.
El estándar que los profesionales del marketing necesitan lograr no es
la perfección, sino el poder hablar de manera honesta acerca de los
impactos medioambientales y las iniciativas sostenibles de las empresas
que representan sin ‘sobreposicionar’ ni ‘sobrevender’ los beneficios de
sus acciones. Si no manejaran este tipo de comunicaciones
correctamente podrían confundir a sus propios consumidores,
generar descontento y desconfianza en ellos, y aumentar así el
riesgo para la marca. Por el contrario, ser reconocidos como honestos
portavoces de posturas y acciones verdes contribuirá a construir
fidelidad a las marcas. Algunos ejemplos de ‘pecados’ que cometen
algunos profesionales del marketing incluyen mencionar atributos
imprecisos, como ‘producto natural’ sin ninguna prueba o sin
certificaciones de terceros o mencionar detalles irrelevantes, como
latas en aerosol que son CFC-free (libres de clorofluorocarburos
contaminantes) cuando éstos fueron prohibidos desde hace más
de treinta años.
TAKE ME TO THE GREEN ZONE
No hace mucho tiempo existía sólo un pequeño grupo de consumidores
realmente verdes. Hoy gran parte de los consumidores en el
mundo, desde los baby boomers hasta losmillennials o la
generación Y tienen algún nivel de interés por lo verde (SE
1425). Además hoy no se trata solamente de una corriente o tendencia
importante, sino que además es cool ser verde. Es más,los
consumidores verdes son líderes que influencian en el
comportamiento de compra de otros consumidores, como en el
caso de muchas celebridades que generalmente son auspiciadores de
causas verdes. Muchos buscan demostrar su nuevo estilo de vida
usando vehículos ecológicos, como el Toyota Prius o el Tesla.
Gracias a los avances de la tecnología, los productos verdes, como
alimentos orgánicos, carros híbridos y productos de limpieza más
seguros, no sólo tienen una performance igual o mejor a los
productos tradicionales, sino que además demandan un
preciopremium. Así, la tendencia a lo verde inspira a productos y
servicios innovadores que resultan en un mejor valor para los
consumidores, la optimización de las marcas y, por tanto, empresas más
fuertes. Los gerentes con mayor visión saben que preocuparse por el
medio ambiente e implementar acciones al respecto ya no representa
un costo adicional, sino que es una inversión que puede tener un
retorno muy interesante a largo plazo. Además de argumentar que el
producto es biodegradable o ponerle una etiqueta de reciclado, las
marcas percibidas como las más genuinas integran beneficios
sostenibles a toda su cadena de valor.
Históricamente los consumidores decidían su compra basándose en
precio, performance y conveniencia, mientras que hoy los temas que
más importan a los consumidores incluyen cómo han sido producidos,
empacados y descartados los productos, así como aspectos sociales,
como el trato a los trabajadores y proveedores. Los consumidores hoy
compran marcas más verdes para proteger su salud, ahorrar
dinero o simplemente porque funcionan mejor, y ya no solamente
porque quieren ‘salvar al planeta’. Por esto los productos orgánicos, los
productos más naturales y los que son más eficientes energéticamente
son los que mejores tendencias de crecimiento de ventas tienen.
Finalmente, los ambientalistas modernos ya no deben considerarse más
el enemigo. Por el contrario, muchos ambientalistas han
reconocido el poder del mercado y, por tanto, están dispuestos
a aliarse con la industria, y ofrecer una guía útil y su expertise desde
sus roles como asesores, consultores expertos, o inclusive en este nuevo
rol que muchas empresas han creado para enfrentar las nuevas
tendencias: los gerentes de sostenibilidad y responsabilidad
social y ambiental en las empresas.
¿POR QUÉ AHORA SI NUNCA LO HE HECHO?
La tendencia de cuidado del medio ambiente y sostenibilidad es
irreversible. Por esto poder promover y comunicar acerca de temas
ambientales y sostenibilidad es una gran oportunidad para que las
empresas se diferencien del resto en un tema que continuará en
las agendas de los peruanos en los próximos años. Existen
herramientas que ayudan a determinar las estrategias de green
marketing más apropiadas para las empresas, teniendo en cuenta
principalmente la importancia de los segmentos verdes de su público
objetivo, así como el grado de diferenciación que puede obtener la
empresa de acuerdo a sus productos y servicios, estrategias y enfoque
de mercado.
Aquellas empresas que logren incorporar la conciencia ‘verde’ dentro
de su marketing mix de una manera adecuada, responsable, innovadora
e inteligente lograrán adaptarse a las constantes demandas del
mercado actual y alcanzarán finalmente la sostenibilidad y
rentabilidad en el largo plazo.
* Carla Pennano: consultora y profesora del Departamento
Académico de Administración de la Universidad del Pacífico.
Carlos Díaz Artola: fundador y socio principal de Poko, agencia
de comunicación y de marketing no convencional.