“La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y … · una paternidad paradójica por incom-prensiblemente sobreabundante. Es una paternidad que en algún sentido sacrifica

Comunidad Pasionista • Santuario de Santa Gemadiciembre 2010 - Nº 962 - Año XCIII - 28002 Madrid

“La Palabra se hizo carney acampó entre nosotros,y hemos visto su gloria” (Jn 1,14)

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Diciembre 2010 - AÑO XCIII - N.º 962

Punto de VistaPongámonos serios ¡Ya llega la Navidad!

Miguel González, C.P.

La Gloria del CrucificadoEn Él nos envuelve el esplendor de la

Gloria Salvadora de DiosJosé Luis Quintero Sánchez, C.P.

Mirada retrospectivaEl momento en que cambió la vida de 33 hombres

José Luis Larralba

Familia y VidaEl adviento de nuestra vida

Julia Merodio

Tiempo de NavidadNacimiento de Jesús

Casiano Floristan

María nos trae la salvaciónP. Eutiquio López, C.P.

San Pablo de la Cruz en NavidadSor Cati de la Trinidad, C.P.

Testimonio y vida de una madreMis tres hijos, que ya no están

Blanca Roncalés de Pulido

Palabras desde el recuerdoEl Papa Benedicto, peregrino en Compostela

Benedicto XVI: Barcelona, final de etapaM. G.

Pensando en los hijos¿Autoridad o poder?

Ana Estañ Bistuer

El nuevo Beato John Henry Newman (I)Pablo García Macho

La Cruz Pasionista en SantanderAntonio San Juan

Otra JuventudLas añoranzas de Patricia

Alberto Busto

Por los caminos del mundoTránsito Amaguana, indígena

José Fernández del Cacho

Algo nuevo está brotando en Cuba (II)P. Carlos Elizalde

Perder la lengua y la palabraJuan Carlos Prieto T.

Visitas al Santuario de Santa Gema

PUNTO DE VISTA

Pongámonos serios ¡Ya llega la Navidad!Serios, sí, frente a la Navidad, porque

el tema lo reclama. Dios que se hacehombre, que encarna su naturaleza di-vina en la naturaleza y en la carne hu-mana. Dios que asume nuestra condi-ción frágil, para hacernos compartir sucondición gloriosa, inmortal, perenne.

Mi invitación de hoy a la seriedad, enmodo alguno excluye la ternura, los vi-llancicos y panderetas ante el Dios-Niño de Belén. Más bien, invito a pro-yectar todas esas alegrías sobre el granmisterio que la Navidad encierra; susentido trascendente, su contenido divi-nal, que no se reduce a las alegrías deunos pocos días, los días de Navidad,sino que se proyecta sobre todos losdías, y sobre todos los hombres y muje-res, aún sobre aquellos que no creen, yque celebran “a su modo” la Navidad.

Al respecto, quiero incluir en este mi“punto de vista” un largo párrafo de Be-nedicto XVI, que profundiza en el mis-terio, y en todos los contenidos de la au-téntica Navidad. Dice el Papa: “El Con-cilio de Efeso puso de relieve la aventu-ra de Dios, la grandeza de lo que hizopor nosotros. Dios no permaneció ence-rrado en sí mismo, sino que salió de sí,se unió hasta tal punto, de tal radicalmanera, a ese hombre, a Jesús, que esehombre Jesús es Dios, y si hablamos deél, podemos hablar también siempre deDios. No nació solo un hombre que te-nía que ver con Dios, sino que en él na-ció Dios en la tierra. Dios salió desí. Pero podemos decir tam-bién lo contrario: Dios nosatrajo a sí, de modo que yano estamos fuera de Dios,sino en lo íntimo, en la in-timidad del mismo Dios...Con la Encarnación, conel advenimiento de “la Ma-dre de Dios”, Cristo nosatrajo a sí y Dios en sí esrelación, y nos hace par-

Revista Pasionario/327

tícipes de su relación interior. Así, esta-mos en su ser Padre, Hijo y EspírituSanto; estamos en su ser en relación;estamos en relación con él, y él ha es-tablecido realmente relación con noso-tros. En aquel momento, Dios queríanacer de una mujer y ser siempre símismo: este es el gran acontecimiento”.

En la Navidad, María ocupa un lugarpreferente. ¡Es la Madre de Dios! Nadamás y nada menos. Ella, al brindarnosa Jesús, el Hijo, atraé a sí nuestras mi-radas y cautiva nuestros corazones. Seconvierte así, ahora en Navidad de ma-nera muy especial, en “causa de nues-tra alegría”.

Pensar así la Navidad, darle más sen-tido y mayor contenido, puede ser muybuen punto de partida para celebrar unaNavidad 2010 un poco diferente.

¡Feliz y gozosa, pero también “seria”,Natividad del Señor!

✒ Miguel González, C.P.

mo ha sido introducido en la historiahumana con la novedad encarnada dela ‘proexistencia’ del Hijo. Esta dinámi-ca salvífica implica en su mismo dina-mismo el proyectarse ético. Podemos re-conocer explícitamente el camino pro-puesto o confiar que toda la humanidades llevada en la eficacia de la pascuaatemáticamente movida por su fuerza.

Esta realidad se nos dona en todaslas dimensiones que nos constituyen;por ello los modos de acceso son, en pri-mer lugar, reconocimiento agradecido.Y se expresa en reflexión y contempla-ción, en pasión y acción, en acogida ydonación. Incluso crea su propio espa-cio de recepción superando nuestra li-mitación, haciéndola ‘capax infiniti’, ca-paz de la recepción de una sobreabun-dancia que sin anular sobredimensionala existencia humana conformándolaen el Hijo, ‘a su imagen’.

EN ÉL NOS ENVUELVE EL ESPLENDORDE LA GLORIA SALVADORA DE DIOS

LA GLORIA DEL CRUCIFICADO

La “gloria del Crucificado” es la sal-vación, la plenitud de ser de la huma-nidad y de la creación. Brota de quiénes, de quien se nos ofrece en Él, que serealiza para nosotros. Su gloria se haceiluminación, desvelación y transforma-ción.

Cuando el creyente contempla lacruz gloriosa se desvela para él, porpura gracia en ella ofrecida, la identi-dad del Señor, la divinidad contenida yofrecida en su humanidad, sostenida ycreada en ella, su ‘pro nobis’ constituti-vo. Su gloria es su mismo ser, el abismode generosidad y divinidad constitu-yente de su intimidad sustancial y desu manifestación entre nosotros. La pa-radoja que implica este ser y esta do-nación se ofrece en un rostro sufrienteexpresión de su humanidad solidaria.La afirmación del Evangelio, “verdade-ramente este hombre era el Hijo deDios”(Mc.15,39), adquiere para la Co-munidad Cristiana el tono de una reve-lación y un contenido radical de fe. Elapóstol Pablo lo expresa en el himno re-cogido en su carta a los Filipenses, “serebajó hasta someterse a la muerte yuna muerte de cruz, por eso Dios loexaltó”(Filp.2,8-9). En su mismo reba-jarse, como muestra el evangelistaJuan, sucede su exaltación, la revela-ción de su ser de generosidad absoluta,el ser amor donante que constituye aDios (1ªJn.4,8).

¿Qué sucede para nosotros? La gloriase hace reflejo y eficacia, salvación.Este es uno de los nombres para refe-rirse a lo sucedido en la cruz. La nuevarealidad que acontece en la historia yen la creación, percibida en la fe, nece-sita ser evidencia en el ejercicio de la li-bertad nueva, ahora redimida y redi-mensionada.

La transformación radical, el sentidoúltimo de lo realizado “por nosotros” seofrece a la fe como nuevo ser y se operaen la libertad por el amor. Un dinamis-



Se penetra por el dolor, permanecien-do en él, para descubrir la oferta delamor teñido de la sangre que es la vidaexpuesta. Esta profundización humanahecha de extrañeza y compasión es laantesala de la revelación de un nuevoser y de un nuevo dinamismo. En aquelcuerpo está inscrito el ser de Dios, suinabarcable generosidad.

LA GLORIA DEL CRUCIFICADOILUMINA EL SER DE DIOS

Su luz nos permite acceder a la Tri-nidad Santa que se revela como amorque se dona, estableciendo una rela-ción asimétrica de generosidad. Elrostro del Padre queda iluminado porla actitud filial del Hijo. En su rostrosufriente transfigurado resplandeceuna paternidad paradójica por incom-prensiblemente sobreabundante. Esuna paternidad que en algún sentidosacrifica su unicidad y particularidad(‘es el Hijo único por consustancial’)en orden a una universalidad abar-cante y sanante, “destinados a ser enÉl hijos” (Ef.1,5).

El Hijo transparenta el compromisodel Padre insondable. Su confianza loalarga mostrando la inmensidad de lapaternidad de Dios. Rostro de Padre“que abandona” y hace de este aconte-cer ininteligible un nuevo engendra-miento tras esta separación-genera-ción-nuevo nacimiento.

Nos revela una profundidad insonda-ble, una imagen jamás acabada. Serompe toda apetencia desordenada declasificación y encasillamiento, todaimagen es sólo un trazo que señala elabismo. La gloria del Crucificado nosmuestra lo inaccesible de su Misterio ylo insondable de su Donación. Es el‘Deus Semper maior’ al que nos remitela gloria del Crucificado, la generosidad‘mayor de la cual no puede ser concebi-da otra’.

ESTA GLORIA TRANSPARENTALA PRESENCIA DEL ESPÍRITU

Es el Espíritu quien sostiene la exis-tencia histórica de Jesús, lo constituyeen el Reinado de Dios en persona suce-diendo en las coordenadas espacio-tem-porales. Ahora, en el Triduo Pascual, elEspíritu muestra la permanencia defi-nitiva de todo el acontecer convirtiendotodo lo sucedido en acto vivificante. ElCrucificado lo revela como el fruto desu entrega donado en comunión con elPadre sobre la humanidad y la crea-ción. El mismo que lo ha hecho ‘anun-cio, liberación y consuelo’, el ‘hoy’ de lasalvación. En la espiritualización de sucorporeidad sucede el aparecer de laIglesia, fruto de esa entrega prolongadaahora por el Espíritu. El corazón tras-pasado del Crucificado es la fuente dela Iglesia que se reconoce brotando deese rio de gracia. Del cuerpo entregadoy de la sangre derramada nace la co-munidad cristiana. Y del agua que bro-ta con la sangre reconocemos el origendel bautismo. Las figuras de la Madre ydel Discípulo amado anticipan la comu-nidad cristiana, abrazo de Dios a todala humanidad.

LA GLORIA DEL CRUCIFICADOILUMINA LA HUMANIDAD,A LA CREACIÓN Y ESPECIALMENTEA LOS CRUCIFICADOSDE LA HISTORIA

La contemplación del Crucificado sehace luminosidad, “Tu luz nos hace ver


la luz” (Sal.36,10) y en éltodo recobra una transpa-rencia y una consistencianueva. Los rostros sufrientesde la historia salen del olvi-do y del ocultamiento, a ve-ces intencionado, para recla-mar redención, recuperacióny rehabilitación. Revelan elpecado y en la misericordia yel arrepentimiento abren unfuturo nuevo, no solo paraellos, víctimas, sino tambiénpara los verdugos. El com-promiso por su redención sehace salvación. La actitud derehacer y recuperar, de curarlas heridas producidas seconvierte en bálsamo y oleode una creación nueva, raízde un nuevo futuro, realiza-ción de la fraternidad queDios hará comunión plena yfeliz.

La ética que se construyedesde la consideración de lasvíctimas, desde el reverso dela historia, se funda en elamor de solidaridad y la gra-tuidad envolvente del Diosrevelado en la cruz. La gloriadel Crucificado se hace aquí ética delamor, de la reciprocidad, del asimétricodonarse confiado en la fidelidad deDios. Es el principio de la primacía delotro, de la ética del don y del perdón.

La gloria del Crucificado ilumina elrostro de los crucificados y las víctimasde la historia. Hace especialmente hi-rientes e injustas sus heridas ya quemuestran su dignidad sagrada violada,su inviolable valor pisoteado. Misterio-samente les ofrece sentido en lo irre-mediable e insuperable de su dolor yabre su esperanza. A los verdugos lesrevela su pecado y la posibilidad de sal-vación en el reconocimiento y peticiónde perdón, y en la liberación del peso dela culpa orientada a un nuevo modo derelación en la generosidad y el amor.

La gloria del Crucificado es un modode vivir y expresar el misterio de Dios,

un modo humano de acoger su realidadamorosa que se nos aproxima en carnehumana. Su cuerpo Crucificado y Glori-ficado hace de la cruz supremo signo delamor llevado hasta el extremo, y por esodon y perdón al mismo tiempo. Cruz yamor, cruz y luz porque Cristo se dejóclavar en ella para darnos el supremotestimonio de su amor, para invitarnosal perdón y la reconciliación, para ense-ñarnos a vencer el mal con el bien.

La espiritualidad que brota del Se-ñor en Cruz es la fuente de la auténti-ca esperanza y del dinamismo de la ca-ridad, nos abre al rostro de Dios y nospermite palpitar con todo el latir de lahumanidad que busca salva-ción y plenitud.

✒ José LuisQuintero Sánchez, C.P.

1. No fue un momento, sino 69 días(más uno) en el seno de la tierra, muydentro: a 700 metros de profundidad.Edades de 19 a sesenta y tantos. Bastóallí un dolor de muelas a alguno deellos para traerlo por la calle de laamargura: nunca mejor dicho.

2. Alguna madre se enteró de que suhijo estaba trabajando dentro de lamina (porque se lo había ocultado)cuando estalló mundialmente la noti-cia.

3. “No me quedan amigos porque to-dos son hermanos: los de la mina y losde la superficie”.

4. Y quien al recibir las “minibi-blias”, prometió leerla allí y al salir deallí, y rezar si salía vivo y sano, si esposible: “Por lo menos una vez a la se-mana”. ¿En misa de todos los domin-gos?


5. “Al menos sabremos qué es lo queno hay que hacer”, se ha dicho y se haoído en grupo en esas interioridades.¡Todo un retiro espiritual!

6. Alguno de ellos quiere emplear suvida en dar clases de superación perso-nal [sic.]. Y da la razón: “hemos apren-dido mucho allá abajo”, dice.

7. Las familias, la familia: “hemosaprendido, por ejemplo, a contar connuestras familias”. “Y toda esa miel delo que aprendimos queremos derramar-la sobre mucha gente”, he subrayadoesto al oír y leer en los medios a raízdel acontecimiento, que, por cierto, hasido seguido por más de mil millones depersonas del mundo entero. Más que elmundial de fútbol.

8. Que uno de los peores momentosfue cuando la mina se vino abajo y nose veía ni oía nada: “pensé que no íba-mos a ver nada ni nadie más”. “Paramatar la ansiedad, corría 10 kms. dia-rios en los escasos 800 mts. que separa-ban el refugio del taller. Soñaba conplayas y correr al aire libre”.

9. Rezamos, porque la nube de pol-vo duró más de tres horas. Sentimosque la montaña se venía bajando ha-cia nosotros y sin saber lo que pasa-ba”. “Al último estábamos comiendocada 48 horas para dejar algo paramañana”. Primer mensaje enviado ala superficie: “estamos bien en el refu-gio los 33”. Uno añadía en ese primermensaje hacia el exterior: “tengo ham-bre”.

10. “Fueron muchos, pero Dios quisoque llegaran todos” dijo el Jefe, que fueel último en querer salir.

✒ José Luis LarrabeSacerdote y Teólogo

MIRADA RETROSPECTIVA

El momento en que cambió la vida de 33 hombresEl momento en que cambió la vida de 33 hombres

Al llegar el mes de diciembre, sobre todosi se tienen hijos pequeños, aparece ennuestro entorno la Navidad. Una Navidadque, como todo lo que en esta época quenos toca vivir, despierta en la gente senti-mientos encontrados; unos la valoran so-bre manera, mientras otros, quizá dema-siados, piensan que debería desaparecer.Ante esta perspectiva cabría preguntarnos¿de qué Navidad estamos hablando?

Pero, antes de Navidad, existe un perí-odo de tiempo muy importante, que suelepasar desapercibido, es: el Tiempo de Ad-viento. Tiempo para preparar la llegadadel Salvador, un período que da paso a laNavidad y que quizá al prescindir de él,la Navidad pierda su verdadera esencia.

• ¿Qué se sabe hoy del Adviento?• ¿Escuchamos cuando se habla, en la

liturgia de la Iglesia, sobre el Ad-viento?

• ¿Se les habla a los niños en casa deeste espacio tan privilegiado?

• ¿Se usa en la familia algún distinti-vo, que identifique este tiempo tanrevelador?

Posiblemente la familia necesite recupe-rar el verdadero significado del Adviento,para poder vivir una auténtica Navidad.

¿QUÉ ES EL ADVIENTO?

El Adviento es un tiempo fuerte y privi-legiado que nos ayuda a adentrarnos ennuestro proceso personal y en nuestro pro-yecto como familia, para revisar cuáles sonnuestras carencias y nuestros vacíos. Untiempo que, visto desde fuera, nos pareceirrelevante, pero que sumergidos en él, noshace pensar que no termina, ya que: Todanuestra vida es un Adviento.

Los signos que lo determinan son:• La búsqueda.• La preparación.• Y la esperanza.Es verdad que no tenemos tiempo para

hacernos planteamientos de este tipo,pero eso no quita para que, en todos losmiembros de la familia, resida un tras-fondo de esperanza, aunque no solamosdetenernos en él. Por eso sería muy im-

EL ADVIENTO DE NUESTRA VIDA

FAMILIA Y VIDA

portante, que dedicásemos –en este Ad-viento– un tiempo a descubrir ese mundode los deseos que habita dentro de cadauno, pues solamente lo que de verdadqueremos y deseamos, es lo que anhela-mos con ilusión y alegría.

Podemos hacerlo personalmente paradespués compartirlo juntos. Dediquemosun tiempo a preguntarnos:

– ¿Qué deseo en este momento?– ¿Que desean los demás?– ¿Tenemos algún deseo común?Puede ser que, al adentrarnos en este

mundo de los deseos, descubramos quenuestro gran deseo se base en vivir esteadviento junto a Jesús. ¿Por qué no nos lotomamos en serio?

Pensemos que nadie puede vivir el Ad-viento por nosotros, que lo esencial de lapersona es personal e intransferible.

Por eso sería importante que, en estetiempo de búsqueda y preparación a la Na-vidad, asumiésemos nuestras responsabili-dades, ayudásemos a nuestros hijos a ma-durar en la fe, a escuchar la Voz del que lle-ga a salvarnos y les hablásemos de la gran-deza de nuestro Dios. ¡Cómo me preocupapensar que muchos de nuestros nietos nun-ca oirán a sus padres hablar de Dios!

Caminando con gozo hacia “el Belén”.


Para que a nosotros no nos pase esto,os propongo, para este año, poner envuestra casa, una vela de color, durantecada semana del Adviento. Buscad un co-lor que pregone lo que en ella se ofrece.Poned también una hucha para que cadauno vaya echando algo de dinero a fin dedarlo para la Campaña de Navidad. Nonos olvidemos de los parados y desfavore-cidos en estas fiestas tan especiales.

EL ADVIENTO DE MARÍA Y JOSÉ

Sabemos que no es frecuente pensarque no sólo nosotros vivimos el Adviento,que los primeros en vivirlo fueron Maríay José.

Cómo siento que la falta de espacio nome deje centrarme en ello, de ahí que osdeje este apunte:

MARÍA - Lucas 2, 26-39María, la Virgen Madre

A pesar de la paganización creciente dela Navidad el misterio está ahí y resplan-dece con luz serena y atrayente.

La iglesia a imitación de María, haconservado siempre este misterio, lo hameditado en su corazón y lo ha comuni-cado al mundo.JOSÉ - Mateo 1, 18-22

En el Adviento, José, aparece como elesposo justo que sufre una profunda tur-bación.

Aunque, haber sido elegido como padreadoptivo de Jesús era un honor, no le re-sultó fácil. Tuvo que aceptar desde la fe asu esposa en cinta y tuvo que amarla yprotegerla, ante todos, en un parto solita-rio, en un entorno extraño y en un lugarinhóspito y maloliente como era una cue-va de animales.

Porque, cuando todo parecía cal-marse. Cuando los habladurías de unpueblo pequeño se desvanecían y Ma-ría y José empezaban a vivir en latranquilidad de su hogar, aparece unnuevo sobresalto. Tienen que ponerseen camino.

Nos encontramos ante la realidadde la vida. Su trayectoria parece nodiferir mucho de la nuestra.

Sin seguridades, sin certezas, sin co-modidades... Con lo indispensable yun “borriquillo” como medio de trans-porte, se dirigen a cumplir con lomandado por la ley. Tan sólo, la forta-leza de estar juntos y la fe en Dios, lesda la alegría y la paz para esperar losacontecimientos que se acercan.

PESEBRE - Lucas 2, 6-8

María no estaba en condiciones de ha-cinarse en un portalón repleto de gente yno duda en pedir a José que acepte el es-tablo destinado a los animales, para cobi-jarse.

Este fue el motivo por el que un pese-bre se convirtió en “Trono” para que re-posase al hijo de Dios, cuando decide ha-bitar entre los hombres.

Dios eligió encarnarse en lo más pe-queño, en lo más débil, en lo más inde-fenso de la humanidad.

Por eso, ante el misterio de Belén en elsilencio de la noche, todo se hace asom-bro, paz, gozo interior, ternura infinita.

Ante el silencio de Belén, sólo nos que-da temblar, viendo tanta senci-llez en tan magna grandeza.

✒ Julia [email protected]


TIEMPO DE NAVIDAD

LosrelatosdelainfanciadeMateoyLu-casponenderelieve–deunmodoteológi-comásquehistórico–quiénesJesús,cómonace,dóndeapareceydedóndees.Ambosrefieren acontecimientos escritos con unropaje literario libreparatratarde inculcarla fe en Jesucristo. Fueron decisivos –diceR.E.Brown–enlacomprensiónquetuvie-ronlosprimeroscristianosdeJesús.

Sabemosquelaprimeracomunidadcris-tiana de Jerusalén estaba formada porconvertidos de Judea y Galilea, alguno deloscualesconociódecercaelámbitofami-liar de Jesús.María guardaba en su cora-zón muchos recuerdos y después de lamuerte de su hijo vivió los avatares deaquella primera comunidad, donde huboprobablemente cristianos procedentes dela región de Belén y Nazaret. No es difícilpensarqueenesemediosetransmitiesenalgunosrecuerdosde la infanciadeJesús.Notodoesenestosrelatosfantasíanarra-tiva. Hay hechos comprobables y compro-bados.

Mateo y Lucas no precisan el día y añodel nacimiento. Jesús fue un judío palesti-no, hijo de María, casada conJosé,carpin-

tero, albañil o tallador de piedra. Nació enBelénoenNazaret,entreelaño7yel4an-tesdenuestraera,entiemposdelempera-dorAugusto.Creció en Nazaret y fue lla-mado“nazareno”.

La fijacióndel25dediciembrecomofe-cha del nacimiento de Jesús tiene que verconlosfestejospaganosdelsolsticiodein-viernoenhonordeldiossolar,quesegúnelcalendario juliano del año 45 a.C., se cele-braban ese día. A partir de ese momento–despuésdelanochemáslargadelaño,se-gún la opinión de entonces–, el sol ganafuerza, luz y calor. Como justificación sedijoqueCristoes“soldejusticia”(Mal4,2),“astroquenacedeloalto”(Lc1,78)y“luzdelmundo”(Jn8,12;9,5).Es,pues,el25dediciembre una fecha simbólica, es decir, eldíadelnacimientodelsolseconvierteeneldíadelnacimientodeJesús.

Losrelatosdela infanciamuestranqueloocurridoaJesúsensuvidapúblicaestáensuinfancia.Fueaceptadoporlossenci-llos (pastores) y extranjeros (astrólogos),desconocidoporlossabiosdelacorte(le-trados) y rechazado por los poderosos(Herodes). Es Hijo de Dios, pero “nacido



Hayescasosdatoshistóricosde laniñezyjuventuddeJesús,quetranscurrióenNa-zaret, poblado judío asentado en la laderadeunazonamontañosade laGalileameri-dional. Excavaciones arqueológicas recien-tes han descubierto allí un asentamientomuyantiguo,cuyasgentesvivíanencuevasexcavadasenpiedracaliza.Nazaretdistabaunos 6 kilómetros de Séforis, ciudad arra-sada por los romanos cuando nació Jesús,peroreconstruidaporHerodesAntipasha-ciaelaño19d.C.comonuevacapitaldeGa-lilea.

✒ CasianoFloristan

demujer” (Gál4,4),pobredebienesyricode Espíritu, obediente y libre. Los dos re-latos muestran su identidad: profeta delAltísimo, Mesías o Cristo anunciado, Pri-mogénito, Hijo de Dios, Salvador, Señor.Ambos señalan el nacimiento virginal deJesús.Asíloprescribelatradicióncatólica.Lor ortodoxos creen que los “hermanos”de Jesús (Santiago, José, Simón y Judas)citados por los evangelios son hermanas-tros, fruto de un matrimonio anterior deJosé,segúninformanlosevangelios“apó-crifos”. Los protestantes opinan que sonhijos carnales de José y María, nacidosdespuésdeJesús.

Probablemente,Jesúsnonacióeninvier-no,yaque“habíaenaquelloscamposunospastores que pasaban la noche al raso ve-lando sus rebaños” (Lc 2,8). En Palestinalospastoresvelan losganadosdemarzooabril a noviembre, es decir, en primavera,veranouotoño.El inviernoesfríoy lluvio-so, escasamente apto para que los pasto-resvelensusrebaños.

Lucas habla de un censo, ordenado porlosromanosparaelimperioenfunciónpro-bablemente de un nuevo impuesto. Todoslossúbditosdebíanserregistradosensulu-gardeorigen.Así,JoséyMaríasepusieronencaminohaciaBelén.Eracostumbreirencaravana,conobjetodeayudarselosviaje-rosentresíydefendersedeposiblesladro-nesdecaminos.

Belén era una población insignificantedentro de los confines del reino de Hero-des.EnlaBibliaaparececomolugardondenacióDavid(1Sam17,12)ydondenace-ría,segúnlosprofetas,elfuturoMe-sías (Miq 5,2). Situada hoy en Gis-jordania,Beléneraenelprimersi-glodelaeracristianaunapeque-ña aldea con casas de adobe ycuevas horadadas a pico, queservíandevivienda,establoobodega,comoenalgunasre-giones de España hastahace pocas décadas. El al-bergueenelqueJoséyMa-ría no encontraron habita-ción era quizás una posadade camino, con corrales ycuadrasparacaballeríasyal-gunos espacios comunesdondeguarecerse.

sus entrañas: “Bendita entre las mujeres ybendito el fruto de tu vientre. ¿De dónde amí que la madre de mi Señor venga a visi-tarme? Porque en cuanto oí tu saludo, elniño comenzó a dar saltos de alegría en miseno. Dichosa tu porque has creído; porquese cumplirá en ti cuanto te ha dicho el Se-ñor”, Lc 1, 42-45.

Y María le da a su prima una respuestainspirada, entonando enardecida su cánticodel “Magnificat”, Lc 1, 46-55.

Reconoce que es verdad cuanto su primala dice; pero nos revela sobre todo, su con-vencimiento de que todo cuanto hay en Ellaes obra de Dios que ha mirado la pequeñezde su esclava y ha querido hacer “grandesmaravillas” en su favor. Lc 1, 49. Quiere quesepamos todos que toda su grandeza es unregalo del que todo lo puede y de su propioHijo, el Salvador.

Por eso, acercarse a María, es encontrar-nos de lleno con la salvación.

MARÍA, MADRE DEL SALVADOR

María se encuentra y se ve sorprendidapor la aparición de un ángel que se llamaGabriel y que la dice: “Dios te salve, llenade gracia, el Señor está contigo”, Lc 1, 28.

María no comprende el alcance de esaspalabras y guarda silencio con temor. Y escuando el ángel la tranquiliza y le hace lagran revelación: “No temas, María, porquehas encontrado gracia ante Dios y concebi-rás en tu seno, y darás a luz a un Hijo aquien pondrás por nombre Jesús. El serágrande y llamado Hijo del Altísimo, y ledará el Señor Dios el trono de David, su pa-dre, y reinará en la casa de Jacob por los si-glos, y su reino no tendrá fin”, Lc 1, 30-33.

María comprende entonces, que el Niñoque va a nacer de ella, es el Mesías de Dios,esperado por tantos siglos por su pueblo Is-rael. Se ve a sí misma muy pequeña; perosabe que Dios lo puede todo y se lo merecetodo, y por eso, le contesta al àngel: “Heaquí la esclava del Señor; hágase en mí se-gún tu palabra”, Lc 1,38.

Y en aquel momento, el Verbo de Dios seencarnó en sus purísimas entrañas, y Ma-ría comenzó a ser la madre de Jesús, el Sal-vador de los hombres.

María, al igual que la maternidad asumeen su propia vida, la Misión Redentora deCristo, su Hijo, y se consagra de por vida a

MARÍA NOS TRAE LA SALVACIÓNMARÍA, AURORA Y MANANTIAL DELA SALVACIÓN

Comenzamos el Adviento inmersos en unclima de expectación y de alegría ante lavecindad de las fiestas del Nacimiento deJesús, el Salvador.

La Iglesia celebra en sus comienzos la ex-tasiante fiesta de la Inmaculada. En ellacontemplamos a María, la madre de Jesús,llena de gracia y de celestial hermosura, cualluminosa aurora que nos anuncia con su luzcreciente, el nacimiento del SOL que es ”fru-to de su vientre” y nos trae la salvación.

María es la mujer predestinada por Diospara que sea la madre de Aquel que habíade aplastar la cabeza de la serpiente infer-nal que había acarreado tantos males a loshombres: “Pondré enemistades entre ti y lamujer, entre tu descendencia y la suya, Ellaaplastará tu cabeza y tu la herirás en sucalcañal”, Gen 3, 15.

Por eso, la serpiente tiembla y se extre-mece ante el nombre de María que es lamujer a la que no pudo emponzoñar con elpecado original.

María corre presurosa a felicitar a su pri-ma Isabel, por el gran DON del embarazo ypara ofrecerla su compañía y su ayuda, y esIsabel la que, “llena del espíritu Santo”, nosdescubre el Misterio de María, como madrede Dios y como portadora de la “gracia” y“Santificación” para el hijo que llevaba en


su causa, viviéndola muy profundamenteen su corazón, desde su nacimiento en Be-lén hasta su muerte en el Calvario.

A los cuarenta días del Nacimiento de Je-sús, José y María le llevan al Niño al templo,para cumplir todo cuanto estaba escrito enla Ley, y allí, se encontra-ba el santo anciano Sime-ón, quien lleno de alegría,tomó al Niño en sus bra-zos, le presentó a todos,como luz que ilumina alos gentiles y como salva-ción y gloria de su puebloIsrael. Lc 2,32.

Simeón se siente felízpor haber tenido en susbrazos al Mesías de Dios;pero presiente el futuroque le espera, hasta lle-gar a consumar la Reden-ción de los hombres, y ledijo a María, su madre,con dolor: “Puesto estápara caída y levanta-miento de muchos en Is-rael y para signo de con-tradicción, y una espadaatravesará tu alma, paraque se descubran los pen-samientos de muchos corazones”, Lc 2,34-35.

María mira al Niño con todo su amor demadre y siente que su corazón se estreme-ce, y repite una vez más el Sí de la Encar-nación, para convertirle ahora en el Sí de laCorredención.

MARÍA CON JESÚS NOS DALA VIDA ETERNA

Dios que había creado al hombre, a suimagen y semejanza, para tenerle junto aÉl, por toda la eternidad, no se resignó aperderle para siempre, y decretó su Reden-ción, diciéndole a la serpiente causante delmal: “Pongo enemistades entre ti y la mu-jer, entre tu linaje y el suyo. Ella aplastarátu cabeza y tú la herirás en su calcañal”,Gen 3,15.

La mujer predestinada fue María y suhijo el mismo Hijo de Dios que quiso nacerde Ella, para salvar al hombre en cumpli-miento de la voluntad del Padre: “Porque nohe venido del cielo para hacer mi voluntad;sino la voluntad del Padre que me envió, yesta es la voluntad del que me envió: que Yono pierda nada de cuanto El me ha dado,sino que lo resucite en el último día. Porqueesta es la voluntad de mi Padre, que todo elque ve al Hijo y crea en El, tenga vida eter-na y Yo lo resucite en el último día”, Jn6,38-40.

Jesús vive enamorado del hombre y da suvida por la salvación del hombre porque:“Este es el mandato que he recibido del Pa-

dre” Jn 10,18. “Por esome ama el Padre; porqueyo doy mi vida, para vol-ver a tomarla de nuevo”Jn 10,17.

Jesús por tanto, muerey resucita pensando en elhombre y por la salva-ción del hombre, y subeal Padre, para preparar-nos sitio: “En el reino demi Padre hay muchasmoradas y yo voy a pre-pararos sitio, y cuando oshaya preparado un lugar,volveré a vosotros y osllevaré conmigo; paraque donde estoy yo, es-téis también vosotros”,Jn 13, 12-13.

Jesús no puede estarsin su madre en el Reinodel Padre y se la llevaconsigo y la corona como

Reina de los cielos y tanto Élcomo su Madre se desviven pornosotros por tenernos a su ladopara siempre.

✒ P. Eutiquio López, C.P.



“En la sacratísima noche de Navidad... pondré los corazones de todos... enlas SANTAS FAJAS DEL DULCE NIÑO, para que los vivifique, conforte, in-flame y santifique y los disponga a hacer grandes cosas por la gloria deDios”.

[S. Pablo de la Cruz. Carta a los religiosos, 445 (549, II)]

El evangelista Lucas, al narrar elnacimiento de Jesús (Lc 2,7) lo acompa-ña describiendo dos acciones que suMadre, María, hace con su Hijo:

1. “lo envolvió en pañales”.2. “lo recostó en un pesebre”.Acciones que, en el anuncio a los pas-

tores (Lc 2,12) volverán a aparecer. “Loenvolvió en pañales” se corresponde ala mención que hace S. Pablo de la Cruzen la carta arriba citada: “Las santasfajas” donde pondrá el corazón de todos.

A nosotros, ser envuelto en pañalesnos parece normal e irrelevante porquees común a todo recién nacido. Lucas,sin embargo, parece darle una finalidadde signo. Los pastores para reconocer alMesías han de verlo niño, envuelto enpañales y recostado en un pesebre (Lc2,12). Para algunos estudiosos de la Sa-grada Escritura es significativo que sepresente al Mesías niño, como un serdesvalido que debe ser cuidado. Es unsigno para ser reconocido. Jesús, a dife-rencia del Mesías adulto esperado porlos judíos, viene al mundo como un niño“de tantos” (Fil 2,7), alumbrado por unamadre y envuelto en pañales.

Para otros, “envolver en pañales” esun gesto de amor. Es decir, Jesús es un“ser cariñosamente acogido” en contra-posición a lo que dice el profeta Eze-quiel de Jerusalén “Cuando naciste, ...no se te envolvió en pañales” (Ez 16,4-5). De este modo, Jesús es recibido porun pequeño resto de Israel: su Madre ysu padre, unos pastores, etc. “Conoce elbuey a su dueño y el asno el pesebre desu amo. Israel no me conoce” (Is 1,3).Sólo un pequeño grupo de pobres reco-nocen a su Señor en la persona de esteNiño.

S. Ambrosio en su tratado sobre elevangelio de S. Lucas dará un sentidoespiritual a este fajar al Niño Dios, di-ciendo “Él ha sido ligado con pañales,para que tú puedas ser desligado de loslazos de la muerte”.

“PONDRÉLOSCORAZONESDETODOSENLASSANTASFAJASDELDULCENIÑO”

Para entender el alcance que S. Pa-blo de la Cruz da a esta expresión hayque acudir a otros textos donde él se re-fiere al Misterio de la Navidad y vemosque, en su vivencia, aparece constante-mente:

✤ LA SANTA HUMANIDAD DEJESÚS.

✤ LA DIVINIDAD EN LA HUMA-NIDAD.

✤ EL RENACER EN CRISTO, ENEL ESPÍRITU.

LA SANTA HUMANIDAD DEJESÚS. La humanidad de Jesús ladescribe, en sus cartas navideñas, conlos apelativos de “dulcísimo Niño”, “dul-ce Infante”, las fajas, el pesebre, la po-breza, la incomodidad, el establo, etc.Pablo es un enamorado de la Humani-dad de Jesús. La vida histórica de suSeñor le embelesa. Es objeto de su con-templación, espejo donde “puede pes-car” multitud de virtudes. Ante estaHumanidad de Jesús, Pablo se arrodillaporque Dios Padre le revela su Amor.“Tanto amó Dios al mundo que le dio asu Hijo Único” (Jn 3,16).

LA DIVINIDAD EN LA HUMANI-DAD. El 24 de diciembre de 1720, en laNochebuena de su Retiro en Castellaz-zo, Pablo recuerda “el infinito amor denuestro buen Dios haciéndose hombre

SanPablodelaCruzenNavidad

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por nosotros, naciendo en tantapobreza y con tanta incomodi-dad”. Y en una de sus cartas aInés Grazi le dirá “¡Qué asom-bro ver a un Dios hecho niño!;¡Un Dios envuelto en pobres pa-ñales¡”.

S. Pablo de la Cruz no estásimplemente conmovido ante laternura que puede despertarcualquier niño en nuestro cora-zón, sino conmovido, en su espí-ritu, por el gran amor de Dios,que le ha entregado –nos ha en-tregado– a su Hijo. Pablo descu-bre su camino hacia Dios en laHumanidad de Cristo. Este es elcamino que él propone a sus hi-jos e hijas, a sus discípulos yamigos.

RENACER EN EL ESPÍ-RITU. La contemplación deDios en el Hombre Jesús haceentrar a Pablo en la realidad de Dios.“La auténtica celebración de la Navi-dad sucede cuando el Misterio se reali-za en usted, en su alma” –escribirá Pa-blo–. La Santa Navidad no se realiza yaen pesebres materiales, pero sí “en elpobre establo de su corazón” (Carta aSor Ángeles, Carmelitas de Vetralla);“Si abre bien la puerta de su corazónnacerá en usted el dulce Jesús y se veri-ficará el divino nacimiento de su espíri-tu” (Carta a la M. Mª Crucificada, pa-sionista de Corneto).

De este modo, a las realidades físicasque acompañaron el Nacimiento de Je-sús, les hace corresponder una realidadespiritual:

– El establo será mi corazón.– La pobreza será mi vida confiada a

las Manos de Dios.– La incomodidad del lugar será mi

espíritu de penitencia.– Y el silencio en el que se realiza la

Encarnación será el espíritu de so-ledad y de oración. Para expresaresta vivencia y celebración espiri-tual de la Navidad, S. Pablo de laCruz usará el término DIVINANATIVIDAD.

La Divina Natividad, como expresa

S. Pablo de la Cruz,

Fundador de los Pasionistas.

la liturgia de la Navidad, “desposa” ladivinidad con la humanidad. Es el naci-miento divino en nuestro corazón y, portanto, una existencia nueva. Se renacepara vivir en Cristo y de su Espíritu.Para S. Pablo de la Cruz la Divina Na-tiviad es una experiencia pascual: lavida de Dios irrumpe transformandonuestro ser desde dentro, haciéndonospasar de una vida carnal a la Vida de laGracia.

Pues bien, esta vida en Cristo es laque Pablo desea a los suyos cuando losesconde EN LAS SANTAS FAJASDEL DULCE NIÑO. Porque Cristo noestá muerto y, en aquel templo interiordonde Él “renace”, despliega toda la vi-talidad de su ser resucitado: vivifica,conforta, inflama, santifica y dispone ala magnanimidad, es decir, a las obrasde Dios y de su gloria.

Que Dios nos lo conceda en esta Na-vidad.

✒ Sor Cati de la Trinidad, C.P.Oviedo

MIS TRES HIJOS, QUE YA NO ESTÁN

TESTIMONIO Y VIDA DE UNA MADRE


BLanca, nació en verano, en San Se-bastián, a los nueve meses de nuestraboda. Niña deseada. ¡La primera! Dije tunombre nada más verte... pero sólo fue unsuspiro...

Te llevé dentro de mí durante ocho me-ses. Con ilusión, con esperanza. Y te por-taste bien, pues casi no te sentí...

Llegabas a tu casa. Tu padre y yo lo de-seábamos, queríamos formar una familia ytú serías la primera de los hijos que Diosquisiera enviarnos... No pusimos pegas. En-seguida me quedé embarazada. Prepara-mos tu cuna, te tejí chaquetitas y patucos, tecosí sabanitas y faldones. Todo estaba pre-parado con ese amor que sólo las madressaben poner cuando sienten en sus entrañasque un nuevo ser se está formando de lamanera más milagrosa que puede existir...

Pero tu formación fue defectuosa, esegen que no estaba correcto y que venía delejos... Esa cruel enfermedad de la que,sin saber ni querer, tu padre y yo somosportadores, te marcaba de por vida, esacorta vida de sólo tres días... Te fuiste alcielo para la Virgen del Carmen...

Hoy tendrías 35 años, ¡cómo echo demenos esos preciosos nietos que me habrí-as dado!

La pena, la tristeza nos invadieron;pero éramos muy jóvenes y el nuevo em-

barazo a los cinco meses de tu partida,nos llenó de ilusión, era como volver aempezar...

Esta vez, todo iría bien, y la gestaciónllegó a los nueve meses...

No sabía, y me daba igual, si sería otraniña, ó el primer chico. Lo que Dios qui-siera, pues siempre lo puse en sus manos...

José, nació en otoño, en Madrid. Llegóa su tiempo, su carita lo decía todo... nostraía la alegría, la esperanza, era fruto denuestro amor.

Te cogí, te besé, te amamanté. Ya for-mábamos una familia. Llegabas tambiéna tu casa; abuelos, tíos y primos te acogie-ron con cariño...

Bebé precioso, bueno y bondadoso, quecomías y dormías, jugabas y sonreías y teacunaba en mis brazos todos los días...

Pero no queríamos que crecieras solo,nos gustaría darte otra hermanita...

Pilar, nació en otoño, en San Sebastián.Cuando tú acababas de cumplir tres añi-tos. ¡Qué maravilla, otra niña!

Ya habías inventado una canción quecon tu “media lengua” decía: “Duérmete,hermanita, con Pepito que te dará el bibe-rón si eres buena y no lloras...”.

Pero, la vida fue injusta y volvió a repe-tirse como un calco la misma historia quepasó con Blanca. Llegó a los ocho meses de

gestación, de improviso ycomo en una secuenciaque se repite después decuatro años, como unmal sueño, Pilar volvió arecorrer el trayecto SanSebastián Madrid quehizo su hermana paraser operada... pero, idén-tico resultado. El traicio-nero gen de la FibrosisQuística volvía a llevarsea otra hija, y ésta vez fuepara la Virgen del Pilar...

Ahora, Pilar sería miniña pequeña; aunqueestoy segura que hubierallegado alguno más si nollega a ser por el miedo...

¡Mis tres hijos! Ellos descansan en Dios

en su luz maravillosa.


Sus nombres estángrabados en el Cemente-rio de San Isidro en Ma-drid.

Volvió a instalarse latristeza y la desilusiónen nuestra casa y ennuestras vidas... ¡Pero,estabas tú, José! Eseniño gracioso y cariñosoque nos hacía sonreíraunque la pena fuerapor dentro...

Pero, ¡horror! Una vozde alarma nos hizo pre-suponer que algunos sín-tomas en tu personita podrían ser la cau-sa de que la F.Q. estuviera desde tu naci-miento instalada dentro de ti sin nosotrossaberlo...

Efectivamente; pruebas, análisis, elavance de la medicina detectó ese gen de-fectuoso que por tercera vez se repetía enmis hijos...

Como padres cristianos asumimos laenfermedad aceptando la voluntad deDios y nos interesamos por conocer cuálpodría ser el desarrollo en un niño de sólotres años y con el agravante de la muerteprematura de sus dos hermanas...

José, crecía como los demás niños de suedad; sus primos y amigos jugaban con ély disfrutaba como el que más. Régimensin grasas. Vitaminas, antibióticos paraprevenir posibles catarros. El páncreas ylos pulmones estaban tocados. Ese mocoespeso no dejaba que todo funcionara connormalidad...

José, tan epqueño, supo desde el princi-pio afrontarlo y convivir con la enferme-dad... ¡Pero, ¿cuándo fue el momento quetomó conciencia de lo grave de la misma?Siempre le tratamos como a un niño sano,y no por ser hijo único estuvo mal criadoy caprichoso. Todo lo contrario, su carác-ter se formó fuerte y necesitaba la comu-nicación con los demás... En el Colegio fuebuen estudiante, sus profesores le aprecia-ban y sus compañeros le querían. Hizobuenos amigos por todos los sitios quepasó. Desde joven se interesó por las Aso-ciaciones de F.Q. llegando a trabajar parasaber más acerca de la enfermedad y con-

siguió aunar a médicos y padres y traba-jar codo a codo con todos ellos... Le que-rían, le admiraban y veían en él ese ejem-plo a seguir... ¡Difícil empresa! Interna-mientos en el Hospital, ciclos de antibióti-cos. Intervenciones para taponer los pul-mones. Horas y horas de fisioterapia. Oxí-geno... José pudo ir viendo cómo niños yadultos más jóvenes que él sucumbían ala enfermedad sin que nadie pudiera ha-cer nada...

Llegó la época de los trasplantes... alprincipio, asustaba la idea, pero era laúnica “salida”. Nos preparamos en todoslos sentidos de la palabra y con verdade-ra ilusión y puesta la confianza en Dios,firmó... Espera larga y ansiosa, pero la fenos mantenía... Yo soñaba con un José“nuevo”; pudieron hacer tantas cosas quehasta entonces le estaban “vetadas”...Pero, la “salida” tenía dos puertas, todosesperábamos la que considerábamos seríala “mejor”...

Se abrió “una puerta muy especial”...De repente te ves envuelto en una luz conespirales que forman un túnel y te atraecomo un imán. No se siente miedo y te dascuenta de que la muerte no existe, no esotra cosa que nacer a otra VIda... Lamuerte es luz, paz, descanso, y un Amorinfinito que en esta vida no existe...

Yo sé que José sintió todo eso porque medejó “su paz” y la seguridad de que estábien. Lo siento muy cerca al igual que alas niñas...

✒ Blanca Roncalés de Pulido

Blanca y Pilar nacieron a la luz del día en San Sebastián.


El Papa observa el botafumeiro compostelano.

El Papa Benedicto, peregrino en Compostela

PALABRAS DESDE EL RECUERDO

Fue el seis de noviembre cuando elPapa Benedicto aterrizó en Santiagocomo peregrino, uno más, aunque pere-grino de excepción, para rezar ante el se-pulcro del santo Apóstol. Una fecha y unaperegrinación para nunca olvidar. Gali-cia, sobre todo, la seguirá recordandosiempre.

El Papa, aclamado por multitudes, dejódichas palabras hermosas, palabras deimpacto, que se clavaron como dardos enmuchos corazones, y que realizaron unbien inmenso en muchas almas.

Don Julián Barrio, Arzobispo de San-tiago, sintetizó muy bien las perspectivasy lo que serían los contenidos de losmensajes del Papa en Compostela: “Bene-dicto XVI, peregrino reflexivo donde loshaya, prono al diálogo, buscador de res-puestas, siempre a la escucha de todos yen actitud de servicio a la verdad con suhondura intelectual y su finura espiri-tual, está ganando la guerra al pesimis-mo en su peregrinar por los caminos de laIglesia. Nos indica el “monte” del gozo. ElPapa sabe que el Año Santo Compostela-no está contribuyendo a la renovación dela vida de la Iglesia en España, y quiereparticipar de ese torrente de agua limpiaque nos dejó en herencia el Amigo del Se-ñor. La peregrinación de Benedicto XVI aSantiago, es una gran oportunidad paraahondar un poco más dentro de cada unode nosotros y dejar salir lo mejor que en-contremos. Dios ha sembrado mucho ybueno; lo descubriremos si nos hacemosperegrinos como el Papa”.

Con tal incomparable ocasión, se volvióa recordar el reto del “joven Juan Pablo II”a la vieja Europa, desde aquí, desde Com-postela, treinta años atrás: “Yo te lanzo,vieja Europa, un grito lleno de amor: vuel-ve a encontrarte. Sé tu misma. Aviva tusraíces. Revive aquellos valores auténticosque hicieron gloriosa tu historia y benéfi-ca tu presencia en los demás continentes.Reconstruye tu unidad espiritual en unclima de pleno respeto a las otras religio-

nes y a las genuinas libertades. Da al Cé-sar lo que es del César y a Dios lo que esde Dios. No te enorgullezcas por tus con-quistas hasta olvidar sus posibles conse-cuencias negativas. No te deprimas por lapérdida cuantitativa de tu grandeza en elmundo, o por las crisis sociales o cultura-les que te afectan ahora. Tú puedes sertodavía faro de civilización y estímulo deprogreso para el mundo. Los demás conti-nentes te miran y esperan también de tila misma respuesta que Santiago dijo aCristo: Yo puedo”.

Los anhelos, los mensajes y los estímu-los de los dos últimos Papas, ahí están.No pareciera, por el momento, haber ejer-cido influjo notable, pero seguirán, comograbados en bronce, desafiando eternida-des. El ayer, el presente y el mañana, sondel dominio exclusivo de Dios.


Benedicto XVI: Barcelona, final de etapaSi el Papa Benedicto llegó a Composte-

la como fiel peregrino, es dable afirmarque a renglón seguido hizo escala prolon-gada en Barcelona como evangelizador alcien por cien.

Es por demás sabido que el objetivo desu presencia allí fue la consagración de lagran Basílica de la Sagrada Familia, pro-yecto y concepción genial del santo arqui-tecto Gaudí, el siete de noviembre pasa-do. Lástima que, mientras el Papa Bene-dicto preparaba y después entregaba pa-labras y gestos del más vivo sentido y delmás profundo calado, algunas mentes ycorazones de gran estrechez se dedicarana desviar las atenciones hacia “menuden-cias” extrañas, con matices políticos o rei-vindicativos de presuntos derechos “muypeculiares”.

Lo cierto, que desde esta fecha, Barce-lona será más reconocida y admirada aúnen el mundo, aparte de por su dinamismoy sus múltiples líneas de avanzada, porsu gran templo de las dieciocho torres,aunque por el momento sean ocho, quelanzan al cielo sus gritos en piedra, he-chos arte y alabanza al Creador.

Tampoco vendrá ya a cuento rememo-rar aquí los discursos del Papa en Barce-lona, por demás conocidos y comentados.Pero sí me permito reproducir un sueltodel sacerdote-sabio Alfonso López Quin-tás, que encuadra a la perfección los con-tenidos de la consagración del Templo dela Sagrada Familia, memorial vivo y elo-cuente, hoy, frente a familias que lo sonde verdad, y frente a tantas otras deses-tructuradas y doloridas.

“Nos impresiona pensar que el SantoPadre acudió a Barcelona para consagrarel templo de la Sagrada Familia, peromayor es nuestra emoción espiritual siahondamos en lo que significa tal consa-gración. Una comunidad de fieles levan-ta un edificio, con unos materiales y unaforma adecuados al fin que se proponen:disponer de un espacio para la asamblealitúrgica. Estas famosas cuatro causasdel sabio Aristóteles dan lugar a un edi-

ficio. Cuando la comunidad creyente sereúne en él y establece una relaciónorante con el Dios a quien adora, el es-pacio adquiere un carácter sacro, y eledificio se convierte en templo. Estamosen un nivel superior al del mero edificio.El templo no se reduce a un edificio den-tro del cual se hallan los creyentes y ce-lebran sus cultos. El templo exige que losfieles habiten el edificio en sentido tran-sitivo, es decir, que creen en él vínculosde unión entre sí y con el Creador. Eltemplo es el vehículo viviente del en-cuentro religioso. Por esta profunda ra-zón ha concedido siempre la Iglesia granimportancia a la consagración de lostemplos. Al hallarse creativamente enellos, los creyentes no solo viven en laIglesia; viven la Iglesia, viven eclesial-mente la unión entre ellos y con Dios quesupone la experiencia religiosa”.

¡Ánimo, Barcelona! Que los estímulosque el Papa ha querido prodigarte, perdu-ren. Que nunca lleguen a caer en el vacío.

✒ M. G.


PENSANDO EN LOS HIJOS

En las relaciones de los padres con loshijos, en ocasiones, aparecen entremez-clados los conceptos de poder y autoridad,sin que haya una clara distinción entreellos. En realidad, son atributos clara-mente diferenciados, tanto en su cuali-dad, como en las consecuencias educati-vas que puede tener el uso de uno u otro.

“Porquelodigoyo…”

El poder, de una forma muy simplifica-da, significa que “yopuedo hacer algo”.Evidentemente, lospadres tienen muchomás poder que los hi-jos, pueden hacermuchas más cosasque ellos pero, ¿de-ben utilizarlo indis-criminadamente? Elpoder de los padres,no convence a los ni-ños, por el contrario,les atemoriza. Ejer-cer el poder es algoparecido a “tienesque hacer esto por-que lo digo yo (quesoy el poderoso) y tú (que eres el débil)has de obedecer”.

Sin duda, el uso del poder funcionapara que los niños obedezcan sin rechis-tar, pero… ¿qué hará el niño cuando na-die le obligue a hacer algo? Pues actua-rá del mismo modo que cuando tenemosun muelle apretado en un puño y, de re-pente, lo soltamos: irá dando tumbospor todas partes, sin una dirección de-terminada, sin saber a dónde ir. No ha-brá aprendido nada. Se sentirá incapazde tomar decisiones pues esperará la

aprobación o la censura de algún pode-roso: padre, madre o, lo que es peor, al-gún amigo elegido, no sabemos dónde,para que le dirija, porque él solo no sa-brá cómo actuar.

Afortunadamente, la educación a tra-vés del poder se encuentra en franco re-troceso. Son pocos los padres de nuestrasociedad que siguen utilizando el poderpara educar a sus hijos.

Laautoridaddelospadres

Expresado en términos coloquiales, en-tendemos por autoridad paterna algo pa-

recido a la credibili-dad, la admiración,el respeto, la confian-za….

Los padres, por elmero hecho de serlo,poseen autoridad so-bre sus hijos. Ahorabien, la autoridad noes algo que se man-tenga inmutable, noes estática, por elcontrario crece y dis-minuye, se gana y sepierde… En estaplasticidad de la au-toridad, los niños notienen nada que ver;

los únicos responsables de mantenerla operderla, son los padres.

Los padres con autoridad, compartenexperiencias con sus hijos, son capaces deseguir un camino que les lleve a la con-vicción a la hora de elegir un modo de ac-tuar, son padres que enseñan y educan.

¿Quiénejercelaautoridad?

La familia, como cualquier grupo hu-mano, necesita unas pautas de conviven-


cia y de conducta. Los padres, que son losadultos del grupo, tienen experiencia dela vida y saben lo que quieren para sushijos, son los encargados del estableci-miento y mantenimiento de dichas pau-tas.

Sin embargo, nuestro esfuerzo colectivoy saludable por desterrar el autoritaris-mo, parece llevarnos al extremo contra-rio: ceder la autoridad o, por lo menosparte de ella, a los hijos. No es un traba-jo consciente ni premeditado por los pa-dres. Sucede muy lentamente y sin quepadres ni hijos se den cuenta de lo queestá pasando, hasta que llega un día enque nos preguntamos de qué manera seha llegado a una situación que no hacefeliz a nadie, y de la que no sabemoscómo salir.

Llegados a este punto, por parte de lospadres, es inevitable el sentimiento deimpotencia y fracaso en la educación delos hijos. En cuanto a los hijos, está claroque un niño o un adolescente, no puedeasumir la autoridad familiar; es una ta-rea que le desborda y genera en él frus-traciones, fracasos, y un sin fin de senti-mientos negativos que, en el peor de los

casos, pueden llegar a generar trastornosemocionales.

Laprevención

Desde que los niños empiezan a cami-nar, comienzan a expresar sus deseos deautonomía y de imponer su voluntad. Enocasiones los padres, por no contrariarlos,para que no lloren, permiten ciertas con-ductas inadecuadas. Poco a poco, estapermisividad se convierte en la norma. Elniño va creciendo y… se va adueñandodel mando a distancia de la tele, decide loque come y lo que no, a qué hora se va adormir, las actividades del fin de semana;por su parte, los padres, se ven forzados aescribir tarjetas a los profesores justifi-cando lo injustificable, asumen la respon-sabilidad de los deberes escolares, se re-signan a aceptar la hora de llegada acasa que marcan los hijos… y todo es porlo mucho que les quieren, para que no su-fran…

Desdelaprotección

Una de las misiones más importantesde los padres es la protección de los hijos.En el aspecto físico lo tenemos claro, perohay otros aspectos. La protección de loshijos implica mantener una autoridadque sirva de punto de referencia duranteel desarrollo de éstos.

Educar a los hijos significa enseñarlesa asumir responsabilidades concordantescon el momento de desarrollo de cadaniño (pero no que sobrepasen sus posibi-lidades, ni entren en el terreno reservadoa los adultos), aprender que a una con-ducta determinada le siguen consecuen-cias que deberán aceptar, encontrarse devez en cuando con el ”no”, en pocas pala-bras, transmitir que sus padres les quie-ren muchísimo, desean lo mejor paraellos y, por eso, desde la comprensión y eldiálogo, son ellos quienes lle-van las riendas de su educa-ción.

✒ Ana Estañ Bistuer


EL NUEVO BEATO JOHN HENRY NEWMAN (I)El domingo, día 19 de septiembre, John

Henry Newman acaba de ser proclamadosolemnemente Beato por el papa Bene-dicto XVI, durante el histórico viaje apos-tólico a Inglaterra, invitado por S.M. laReina Isabel II. Bien pudiera decirse queesta beatificación ha sido el momento cul-minante y más significativo de esta visi-ta y del acercamiento de la Iglesia angli-cana y la católica, que estamos presen-ciando en nuestros días y que se inició amediados del siglo diecinueve con el de-nominado Movimiento de Oxford.

John Henry Newmany el Movimiento de Oxford

El Movimiento de Oxford fue unmovimiento religioso surgido en launiversidad inglesa de Oxford en laprimera mitad del siglo diecinuevecuando varios teólogos anglicanos,eminentes en santidad y ciencia,trataron de buscar sinceramente,en la oración y el estudio, dóndeestá la verdadera Iglesia de Jesu-cristo. Se les llama también “tracta-rianos” los famosos “Tracts” o escri-tos breves e incisivos sobre moral,dogma historia y liturgia publica-dos por el Movimiento. Su figuramás destacada fue John HenryNewman.

Cuando la jerarquía anglicanacondenó el Movimiento de Oxford,John Henry Newman (1801-1890)dejó su parroquia universitaria y seretiró a la soledad de Littlemore.Aquel mismo día, 20 de abril de1842, le siguieron sus dos discípulos pre-dilectos, Dalgairns y W. Lockhart. Luegose juntaron otros, y todos comenzaron allíuna vida verdaderamente monástica enbusca de la verda: rezaban en comunidadel breviario romano; en adviento de 1842,se levantaban a media noche para el can-to de los maitines; practicaban la oraciónmental, frecuentaban la confesión y la co-

munión y, en cuaresma, ayunaban riguro-samente hasta las cinco de la tarde.

La teología de Newman choca frontal-mente con la del anglicanismo en aquellaépoca, en la que la vida sacramental es-taba reducida a la mínima expresión, casipuramente formal. Los altares habían de-saparecido de la mayoría de las iglesias, yen el culto dominical se ponía el acentocasi exclusivamente en la predicación,concebida en general como una “presta-ción” destinada a suscitar la admiraciónde los creyentes o a conmoverlos.

Resistencia encarnizada

El Movimiento de Oxford actúa con vis-tas a renovar la vida litúrgica y sacra-mental, pero se encuentra con una resis-tencia encarnizada. En 1842 cuando lle-vaba nueve años de párroco en la parro-quia universitaria de Mary, Newmanpuede por fin instituir una comunión eu-


carística todos los domingos (aunque a las7 de la mañana, debido a la resistencia debuena parte de sus feligreses). Incluso lle-ga a plantearse –aunque no se atreve re-comendarlo públicamente– recuperar laconfesión sacramental individual (su pri-mera confesión como sacerdote anglicanola oye en 1838). Newman ve en los sacra-mentos un poderoso canal de la gracia. Lapresencia de Cristo en el sacramento hacede éste una fuente de vida.

Para crear el ambiente apropiado parala oración y el estudio, en Littlemore secortó toda comunicación con el exterior.Newman, superior de la comunidad, per-mitió, como excepción, la correspondenciacon el religioso pasionista P. DomingoBarberi.

La gran estima que le tienen en Little-more se manifiesta cuando Dalgairns, conla aprobación de Newman, le invita a ha-cerles una visita. Conocedor de lo escru-puloso que es Newman en evitar contac-tos con católicos “romanos”, esta invita-ción le sorprende, porque equivale a unvoto de absoluta confianza en él.

La visita de Domingo a Littlemoretuvo lugar el 24 de junio de 1844. En esaépoca los tractarianos estaban pidiendoinsistentemente una prueba de la santi-dad de la Iglesia católica de Roma en In-glaterra. Uno de sus argumentos más fre-cuentes era que, si la Iglesia de Inglate-rra carecía de la nota de la unidad, la deRoma, al menos en Inglaterra, carecía dela nota de la santidad.

Por aquella época, John Henry New-man escribía en una de sus cartas:

“Si los católicos quieren convertir aInglaterra, que vengan aquí descalzosa nuestras ciudades industriales; queprediquen al pueblo como san Francis-co Javier; que soporten el ser agredidosy pisoteados, y entonces admitiré queellos son capaces de hacer lo que noso-tros no podemos y que son mejores quenosotros... Que echen mano de las ver-daderas armas de la Iglesia y en esomostrarán ser verdadera Iglesia...¡Qué gran día aquél en que surjan ensu comunión santos varones como sanBernardo o los Borromeo!... Sólo la fe yla santidad son irresistibles”.

La reiteración de este argumento prue-ba claramente que los tractarianos loconsideraban el más importante. Puesbien, el P. Domingo aceptó el desafío pun-to por punto. Como si tuviera ante susojos cada una de sus exigencias, este hu-milde pasionista fue descalzo –sólo consandalias– por las fías y húmedas ciuda-des industriales del centro de Inglaterra,predicó a Cristo crucificado a la clase tra-bajadora y fue apedreado, y maltratado yburlado, y calumniado, y despreciado porCristo. Hasta se le llamó “padre demo-nio”.

Domingo fue para la comunidad de Lit-tlemore un amigo y un hermano, nuncade la oposición. Con su encantadora sen-cillez, su prudencia, caridad y santidadconquistó sus corazones y pronto tambiénsus mentes.

✒ P. Pablo García, Pasionista

¡Feliz Navidad!El director, administrador, redactores y cuantos hacemos esta revista de

Santa Gema, deseamos a todos: corresponsales, difusores y suscriptores denuestra Revista y amigos de Santa Gema, MUY FELICES FIESTAS DENAVIDAD.

Y muchas gracias a todos por vuestra colaboración, cercanía y fidelidad.

El director, administrador, redactores y cuantos hacemos esta revista deSanta Gema, deseamos a todos: corresponsales, difusores y suscriptores denuestra Revista y amigos de Santa Gema, MUY FELICES FIESTAS DENAVIDAD.

Y muchas gracias a todos por vuestra colaboración, cercanía y fidelidad.


¿Habíais oído hablar de la “Cruz Pasio-nista”, que está recorriendo este año lascasas de nuestra congregación en Espa-ña? La cosa nació como apoyo a la Cruzde la Jornada Mundial de la Juventudque, a su vez, sigue recorriendo las dis-tintas Diócesis españolas como prepara-ción de la próxima Jornada, a celebrarseen Madrid en Agosto de 2011. Ya sabéisque, con ese motivo, volverá a España Be-nedicto XVI.

Pues, con ese mismo motivo, los días22, 23 y 24 del pasado mes de Octubre,tuvimos la Cruz Pasionista en esta parro-quia Santa Gema de Santander. Y pode-mos deciros que fueron tres días de gra-cia, como una misión parroquial.

La estrenamos el viernes 22, con unaProcesión por la calle. En ella desfilaronlos niños de Catequesis con sus padres,los jóvenes de Confirmación y Posconfir-mación y no poca gente de la parroquia.Animaba el paso de la Cruz la Banda de

cornetas y tambores y el Coro parroquia-les, mientras distintos grupos de pastoralse iban turnando para llevarla a hombros.

Todo el mundo la quería tocar. Quéhora de oración tan hermosa, con las“Siete Palabras de Jesús”, que resonabanpor las calles y eran escuchadas con es-pecial atención en la noche. Bonita cele-bración popular mirando la Cruz desnu-da de Jesús.

El sábado 23, a primera hora de la tar-de y en la Goleta del Gobierno de Canta-bria, la Cruz Pasionista se echó maradentro. La acompañaban, por la bahía yhasta el Cabo Mayor, los jóvenes y cate-quistas, entre cantos y oraciones. Y cómoresonó esa tarde la llamada de Jesús alos nuevos “pescadores de hombres”: “Re-mad mar adentro”, a la luz de la Cruz, es-trella de los mares donde hay tanto quepescar.

Emocionante resultó también la Vigiliade oración ante la Cruz, hasta bien en-trada la noche. Con las familias que acu-

La Cruz Pasionista en Santander


dieron: los niños y su ofrenda de globos,la oración y la Palabra proclamada por jó-venes y mayores. Y la adoración de todosque se acercaban a la Cruz, sintiendo enla noche la fuerza que siempre tiene, porser Cruz de Jesús. Hubo en la Vigilia pro-yección de imágenes, y cantos inspirados,

de los cantautores, Beatriz Guifo y Enri-que Mejías, que vinieron de Madrid paraanimar esa Vigilia (Muchas gracias a losdos). Y un gozo grande y compartido porla numerosa asamblea.

Y el domingo, a medio día, la Misa del“Envío de la Cruz”. Ese día se encontra-ba la iglesia llena como nunca, y en elaltar, Sacerdotes de casa, de Zaragoza yde Bilbao. De esta última llegó el P.Jonh con una joven pareja de Deusto,para dar la cordial acogida a la Cruz ennombre de las comunidades Pasionistasdel País Vasco. La participación fue muyactiva y muy rica. Y al salir del templose oyeron muchos aplausos a la Cruzque tanto bien pasó haciendo por la pa-rroquia.

Tenemos que daros muchas gracias atodos por vuestra presencia einterés por la Cruz del Señor.Cuánto salimos ganando to-dos.

La Cruz Pasionista sigueahora su camino. Pero, enesta comunidad cristiana haquedado su recuerdo vivo.Como una rica semilla que,aquellos mismos días, empe-zó a dar sus frutos. Comouna fuerte llamada a cami-nar en la verdad más conso-ladora del amor que sirve yse entrega.

✒ Antonio San Juan

que quieren disfrutar de cada momento,que es imposible que salgan mal.

Desde el Campamento de Paso Libre,que es el primero en llenar el río Duratónde niños y los alrededores de risas y can-tos, pasando por el campamento de losmayores, hasta llegar a los jóvenes deConfirmación, aquello es una eclosión devida”.

–Y dime, Patri: ¿alguno de esos niños(hoy ya jóvenes) te contaron alguna vezlas experiencias de su vida a la hora deservir más de cerca al Señor? ¿O lo suyotermina con el último campamento en Pe-ñafiel?

–Te cuento. El pasado día 29 de octu-bre recibían el sacramento de la Confir-mación en el Colegio San Gabriel de Al-calá de Henares veinticuatro jóvenes, es-tudiantes de Bachillerato. Pedí a uno deellos que me contara su experiencia. Medijo:

“Aquel 29 de octubre no fue un díacualquiera. Fue el DÍA. Vivimos todos unmomento único, irrepetible y maravilloso.Fue el día que tuvimos la suerte de com-partirlo con nuestros catequistas y connuestras familias. Ese día descendió so-bre nosotros la bendición del Espíritu y lafuerza de Dios.

Lo que ocurrió aquella fecha en un Co-legio llamado San Gabriel nos ha unido atodos de una manera especial. Y eso nohubiera podido suceder sin nuestros Ca-tequistas, sin la unión que existe en estegrupo maravilloso que formamos la Cate-quesis Pastoral.

Y conste que todos los que nos confir-mamos juntos aquella tarde de otoño es-tamos dispuestos a ir donde haga falta”.

–No me digas, Patricia, que el testimo-nio de ese alumno te dejó insensible, fría,ausente.

–Todo lo contrario. Pero es que esealumno (Carlos Figueroa Moya, para másseñas) me contó además que entre todoslos que en aquella fecha se confirmaban

LAS AÑORANZAS DE PATRICIA

OTRA JUVENTUD


Es una muchacha que acaba de termi-nar Periodismo: una carrera que,

como alguien me dijo en cierta ocasión, esmuy interesante sabiéndola dejar atiempo.

Patricia sigue en sus trece. Nada deabandonar lo que un día la costó tantosdesvelos conseguir. Ella estudió Educa-ción Primaria, Secundaria y Bachilleratoen nuestro Colegio pasionista San Ga-briel de Alcalá de Henares. Ahora, perio-dista consagrada, se acerca de vez encuando al Colegio de sus amores y gozacontándonos la última experiencia vividaallí.

Ésta tuvo lugar en Peñafiel el pasadoverano. Y nos lo explica así: “Mira, todoslos campamentos que se hacen en Peña-fiel cada verano están llenos de tanta en-trega y pasión y de tantos chicos y chicas


decidieron escribir una carta a Dios. Laredactaron en primera persona. Y el escri-to decía así:

“Querido Dios, tengo miedo de que nome ayudes. Y sólo pensar en verme sepa-rado de ti es algo que me estremece. Creoen ti porque eres capaz de estar alentán-donos a alcanzar nuestras metas, y nosólo de forma personal, sino a través detodas las personas que quieran estar a tulado.

Creemos también en la familia, en laamistad verdadera. Y creemos que hayalgo más allá de esta vida. Que ésta essólo un camino que debemos recorrer deforma adecuada para llegar contigo a lavida eterna. Creo en ti. Y aunque no tevea y muchas personas, desgraciadamen-te, no sepan que existes, yo tengo fe en tiy te siento en mí.

Por todo esto y para que sigamos uni-dos, Señor, y un día pueda gozarte alláarriba, te pido que me sigas iluminando alo largo de este camino que es la vida.”

–Todo lo que me has contado, Patri, tie-ne un valor enorme. ¿Y ha habido algunanovedad en los campamentos de Peñafieleste verano último?

–¿Cómo lo has adivinado? Este año to-dos los chicos y chicas de nuestro Colegiode Alcalá han conocido nuevos amigos deotros lugares de España. Gracias a Dios,que es el que nos une, sabemos de muchagente que formará parte de nuestra vidael verano próximo en los campamentos dePeñafiel. Por lo demás, somos cristianos, yeso tiene que notarse.

¿Tú crees que el año que viene volverása juntarte con los mismos chicos del últi-mo verano?

–Por supuesto. Y Dios quiera que nun-ca dejemos de sentir ganas de disfrutarotro verano, otras vacaciones y, por des-contado, otro campamento como el quepasó. Porque estoy convencida de quepara muchos (de Alcalá y de otros sitios)lo mejor del verano es Peñafiel. Yo, la pri-mera.

Todo esto me lo ha contado ella. Patri-cia Álvarez Flores. Una jovencita con eltítulo de periodista en la cartera y un en-tusiasmo desbordante en elalma.

✒ Alberto [email protected]

el 2003 recibió el Premio Nacional EugenioEspejo, que es otorgado cada dos años a laspersonas más destacadas en el ámbito cul-tural ecuatoriano. Murió el 11 de mayo de2009, a los 100 años. En su féretro, la ima-gen del Sagrado Corazón de Jesús.

INCANSABLE LUCHADORA

Tránsito se entregó a la causa indígenapese a una persecución constante a lo lar-go de su vida. “Porque la injusticia es po-líticamente inaceptable y moralmente in-tolerable”. Esta fue una verdad que viviódesde su profunda rebeldía y así lo de-mostró en su discurso vivido. Así, ella ymuchas mujeres indígenas del norte delpaís encararon una revolución que lascondujo a replantearse formas distintasde encarar la realidad.

SUS ÚLTIMOS AÑOS

“He viajado y caminado por muchos lu-gares, pero nunca he negociado con lasangre de mis hermanos”, así se refería asu labor realizada, cuando en los últimosaños yacía en su cama revuelta con galle-tas escondidas. Una silla de ruedas erasu único transporte para salir al páramoy recibir los rayos de sol, “la vida”, comoella decía. Los últimos años tuvo sola, ol-vidada por casi todos, pero cuidada con

TRÁNSITO AMAGUAÑA, INDÍGENA

POR LOS CAMINOS DEL MUNDO

Su nombre: Rosa ElenaAmaguaña Alba, naci-

da en Pesillo, provincia dePichincha, cantón Cayam-be, Quito (Ecuador), en1909. Sus padres, Mercedesy Vicente fueron trabajado-res de haciendas. Mujer in-dígena kayambi y analfa-beta. Solía pastar borregosjunto a su madre. Tránsitofue el nombre que adoptóen clandestinidad al serperseguida por defender losderechos indígenas en susmarchas a pie descalzo aQuito para pedir un tratoequitativo para el pueblo indio. Tránsitoconoció desde pequeña la explotación a losindígenas huasipungueros (que trabajanparcelas de otros). Fue obligada a casarse alos 14 años con un hombre mucho mayorque ella, tuvo su primer hijo un año mástarde, pero su matrimonio duró poco debi-do a los maltratos de que fue objeto porparte de su esposo. Trabajó como empleadadoméstica. Se vinculó con los incipientesmovimientos indígenas conociendo a Dolo-res Cacuango, decidiendo luchar juntas endefensa de los más pobres. Participó en lacreación de los primeros sindicatos agríco-las de Ecuador y en la primera huelga detrabajadores de Olmedo (1931) que le costóla destrucción de su vivienda y 15 años declandestinidad. Cuando los sindicalistas ycampesinos habían conseguido el primerCódigo de Trabajo y la Ley de Comunas,fundó la Federación Ecuatoriana de Indiosen 1944. Por iniciativa suya y sin apoyo delgobierno, en 1945 inició las escuelas cam-pesinas, fundando escuelas bilingües que-chua-español. Aprendió a leer y a escribir yen 1963 fue invitada a visitar Cuba y laUnión Soviética; a su regreso fue deteniday encarcelada durante años. Varias opera-ciones quirúrgicas causadas por ayunos ymala alimentación. Tránsito siguió con sudefensa de los indígenas hasta el final. En1988, el Gobierno le concedió una pensión,con la que se retiró a Pesillo, su pueblo. En


Tránsito Amaguaña (1909-2009),una mujer entregadaa su pueblo.

esmero por Guillermina Cerón, su nuera,quien al enviudar dedicó su vida a“Mama Tránsito”, como la llamaban todosen su comunidad, la Chimba.

Nunca se calificó como comunista, aun-que su oposición a los diferentes gobier-nos en defensa de los indígenas la causa-ran cuatro encarcelamientos.

En los peores momentos de su vida seidentificó con el sufrimiento de Cristo en lacruz, el mismo sufrimiento de su pueblo in-dígena a lo largo de siglos. “Dios nos creóhermanos”, dejó dicho Tránsito Amaguaña.

EN SU FUNERAL

Acudieron cientos de indígenas así comoel Presidente del país, Rafael Correa, quedijo: “Tránsito no ha muerto. Mujeres comoella nunca mueren”. Y la ministra SolizCarrión recordó otra frase de Tránsito:“Así, unidos, mezcladitos, como trigo y qui-nua, mezcladitos blancos y campesinos,unidos en una misma masa”. Su funeralfue un acto de reconocimiento a esta mujer,símbolo de una lucha altiva, valiente y lú-cida, que denunció la marginación de supueblo, que jamás se detuvo en sus más de26 marchas de protesta a la capital a mi-

rar los riesgos, incluso de su propia exis-tencia, para lograr transformaciones y me-jores la vida de las comunidades indígenasy campesinas de Ecuador.

“Nunca más revanchas”, dijo una diri-gente indígena, y añadió: “Las generacio-nes presentes y futuras deben tener pre-sente a esta mujer indígena ecuatoriana,no solamente para reivindicar su vida,sino para contar cómo la exclusióny lamarginalidad pueden ser revertidas has-ta transformarse en sólidos cimientospara edificar una sociedad menos desi-gual, más justa y fraterna”.

¿No fue para Abel la mirada fraternade Caín portadora de muerte, porque fueprimero portadora de juicio, de descalifi-cación, de exclusión, de rechazo? Así escomo el corazón del hombre se expresa aveces en su relación con sus semejantes;pero ésta no es la mirada de Dios: Diosdirige a todos los seres una mirada pa-ternal, una mirada de amor.

Tránsito Amaguaña es un referente enlos valores humanos para todo el pueblo.Una vida en defensa de los valores de lacultura indígena.

✒ José Fernández del Cacho


Los niños indígenas sufren las consecuencias de una desigualdad social.


Algo nuevo está brotando en Cuba (II)ProcesionesyEncuentros

Desde hace ya varios años, el Gobiernocubano permite procesiones religiosas porlas calles, tanto en las ciudades como enlos campos, si bien la Autoridad Diocesa-na debe solicitar el correspondiente per-miso. El viernes santo último, concreta-mente, un gran Vía Crucis recorrió las ca-lles de La Habana vieja, participando enél una gran multitud, siendo muchostambién quienes lo presenciaron de pasa-da. Hace ya cuatro años que el canal edu-cativo de la TV cubana retrasmite el VíaCrucis del Viernes Santo en Roma, y elpasado año, por vez primera, y en el noti-ciero de la noche del Día de Pascua, elmensaje y la bendición del Papa.

La Iglesia, a nivel institucional, ha per-cibido una lenta pero progresiva mejoríaen sus relaciones con el Estado. Se hanhecho más frecuentes los encuentros deObispos y sacerdotes con representantesdel Gobierno para dialogar, aunque deforma coyuntural. Con todo, la Iglesiaaún no tiene acceso a los medios de co-municación masiva, radio, prensa y tele-visión.

Estos signos positivos, que podríamosllamar “pequeños triunfos de la fe”, vanentreverados con heridas de la iglesia,que son en gran medida, heridas de la so-ciedad cubana actual, aparte de que el di-vorcio, el aborto, etc., están presentes enmás de la mitad de las familias, y portanto, en muchos de los que hoy se acer-can o forman parte de las comunidadescristianas.

UnaIglesiaalladodelospobres

Por estas luces que ya iluminan, y quepresagian un nuevo, aunque lento, ama-necer, y a pesar de las sombras que aúntardarán en disiparse, podemos y debe-mos dar gracias a Dios... La Iglesia de

Cuba, también vive la alegría del Resuci-tado. Importan menos las noches de dolor,de angustia, de preocupación o de cansan-cio. Jesús, vive, y la iglesia cubana vivecon Él y por Él. Por eso, damos gracias aDios Padre, y cantamos las maravillas conque nos sorprende. Él nos convoca a lamesa de su amor, para que hoy y siempre,aquí también, seamos “servidores de lospobres”, profetas de la esperanza, mensa-jeros de la paz, y misioneros de la alegría.

En La Habana, una mesa pobre, compartida.

Hoy, la Iglesia que peregrina en Cubaquiere estar al lado de los que sufren, delos que han perdido la esperanza, ofre-ciéndoles amor y perdón. Por eso, tende-mos las manos a los que están o se sien-ten solos, y les abrimos la casa del cora-zón. “Queremos ser una iglesia encarna-da que comparte con el pueblo las luchasy los logros, las angustias y las alegrías,deseosa de vivir, y que pone su confianzaen la acción renovadora del Espíritu. Unaiglesia que quiere estar activamente pre-sente en la realidad histórica cubana ylatinoamericana, con una clara y conse-cuente vocación de paz y de servicio...”.

✒ P. Carlos ElizaldeMisionero Pasionista en Cuba


Seguramente casi nunca o nunca se ha-brá cuestionado si la lengua que usted ha-bla puede llegar un día a extinguirse. Esnormal, esas cuestiones no pasan por la ca-beza si su idioma es hablado por millones depersonas en el mundo. No les ocurre lo mis-mo a algunos aborígenes de Sudamérica ydel norte de Australia, por no citar a los in-dígenas del noroeste americano o los habi-tantes de algunas regiones de Siberia.

Diversas especulaciones apuntan a quehace unos dos mil o tres mil años, se habla-ban en el mundo unas 10.000 lenguas. Ac-tualmente hay unas 6.000 lenguas a nivelmundial, de las cuales un 80% de la pobla-ción habla sólo ochenta y tres, mientras quetres mil lenguas son habladas por solo el0,2% de la población. Algunos estudios ha-blan de que cada dos semanas se pierde unalengua en el planeta. Si las cosas siguen así,a finales de siglo se habrán extinguido lamitad de las lenguas del mundo.

Las causas son diversas, principalmentepor la muerte natural de las últimas perso-nas que las hablan. En otras ocasiones, fe-nómenos como las guerras o los genocidios,las catástrofes naturales, así como las en-fermedades epidémicas traídas de otros con-tinentes hacen que una población disminu-ya hasta desaparecer.

Remontándonos al pasado y con aplica-ción al presente, hay lenguas que se pierdendebido a la colonización en sus distintas for-mas. El pueblo dominador va extinguiendotodos aquellos elementos que le impidenmanejar el poder. Incapaz de aprender unidioma impone progresivamente el suyo através de distintos medios, como pueden serla televisión o términos lingüísticos que vanhaciendo mella hasta debilitarlo y destruir-lo. La globalización está consiguiendo uni-formarnos y con ello impidiendo mantenerla identidad de cada pueblo. La diversidad yla pluralidad se ven como una amenaza enlugar de una riqueza. Cada vez que unalengua desaparece la humanidad seempobrece.

Muchas de las lenguas que desaparecenno tienen escritura, ni material pedagógicopara enseñarlo, ni gramáticas, ni dicciona-

rios que puedan servir para que lo apren-dan las nuevas generaciones. Por ello en al-gunos lugares se están llevando a cabo “pro-gramas de revitalización” para que no sepierdan. Ello supone una identificación, do-cumentación y prevención de aquellas queestán en peligro

Lo preocupante de todo esto es que des-de hace siglos el ser humano ha ido extin-guiendo animales, plantas, lenguas... Ensu afán por expandirse no respeta ni loshábitats ni los ecosistemas donde habitanotros seres vivos. Aquello de “creced y mul-tiplicaos” se ha entendido mal y desde en-tonces Dios sigue preocupado porque sulenguaje también anda en peligro de ex-tinción. Bien porque su pueblo se ha pos-trado a otros dioses facilones, que tienenmucha palabrería pero poca esencia, o por-que se sigue haciendo callar a los profetasya que son molestos y no dejan a los colo-nizadores que hagan su labor con impuni-dad.

Sin duda estamos ante un problema gra-ve por la pérdida del patrimonio culturalhumano. Olvidamos que nuestras raíces sesumergen y se enriquecen de otras culturas,que cada lengua que desaparece supone unaposibilidad perdida.

“ Llamáis lenguas muertas al lenguaje delos griegos y de los latinos. Pero de ellas seorigina lo que en las vuestraspervive” Schiller.

✒ Juan Carlos Prieto [email protected]

PERDER LA LENGUA Y LA PALABRA


Beca a Santa Gema Galgani(En memoria del Padre Leandro G. Monge, Pasionista)

Agradecen y piden Favores a Santa Gema

Descansan para siempre en el Señor

Àngela Padorno (Madrid) 20 €

Una devota (Madrid) 40 €

Unas devotas (Granada) 50 €

Egipcia Macías (Badajoz) 05 €

José Manuel Duarte (Badajoz) 05 €

Una devota (Fuensalida, Toledo) 20 €

Patrocinio Leflez (Ávila) 10 €

Pedro Antonio Ruiz Gutiérrez (Madrid) 50 €

Una devota (Madrid) 20 €

Custodia (Madrid) 10 €

Esta Beca se destina a la formación de jóvenes aspirantesal sacerdocio y a la vida pasionista, en España y América.

Colaboradores y amigos de nuestras Misiones, ¡muchas gracias!

Urbana Muñido Caro (Tarragona), Carmen Godoy Martín (Puebla de D. Rodri-go, C. Real), Unas devotas (Granada), Ángela Padorno (Madrid), Nico Muñoz(Jaén), Teresa (Miajadas, Cáceres). Gracias, Santa Gema, por tu constante protec-ción, sobre todo a raíz de mi operación reciente. ¡Ayúdanos siempre! Rosario García,Tabladillo, Segovia.

Cuantos agradecen y piden favores a Santa Gema,si desean salir en esta página, deben dirigirse a

REVISTA PASIONARIO, C/ Leizarán, 24. 28002. Madrid.

María Amor Martín Valentí (Valladolid), Jacinta Avelino Gazapo (Cáceres), Anto-nio Padilla Bleda (Albacete), Lola Negrillo Bustos (Daimiel, C. Real), Antonio Ga-llego Oranto (Badajoz), Luís España Ortiz (Murcia), Amalia Rebollo (Badajoz), Fi-dolo García Marín (Ávila).

Por su eterno descanso celebramos la Santa Misaen el Santuario el último sábado de mes a las seis de la tarde.

Hermano Francisco Zapatero Santos,Servidor abnegado.

El 15 de octubre nos dejaba para siempreel Hermano Francisco Zapatero, desde lacasa Santa Gema, de Madrid, a sus 97 años.

El buen Hno. Francisco había nacido enVecilla de la Vega, León. Muy joven, ingresó

en la Congregación Pasionista como hermano coadjutor. Des-tinado a las comunidades de la Congregación en Chile, pasóallí buena parte de su larga vida. Por los años setenta re-gresó a España, desempeñando, tanto aquí en la patria comoantes en Chile, numerosos y abnegados servicios, como me-cánico y como director de obras, dada su responsabilidad ycapacitación y sentido práctico de las cosas.

Siempre cumplidor fiel de sus compromisos religiosos,nunca rehuyó el sacrificio, el trabajo y la austeridad devida.

El descansa ya en la paz del buen Dios.

Alexis Casanova Serra

Falleció enaccidente demoto en Beni-fairó de laValldigna, el15 de junio.

Él y sus pa-dres y herma-nos, siempremuy devotosde Santa Gema. Ella les ha ayu-dado para sobrellevar con ente-reza esta gran tragedia familiar.Y nos piden: “Gracias por recor-darlo en vuestras oraciones”.

Maruja Serra


1. PeregrinosdeYecla(Murcia),el23desep-tiembre.

2. Grupo de Alcuéscar (Cáceres) 50 peregrinos,devotosdeSta.Gema,20deoctubre.

3. PeregrinosdeHinojos(Huelva),llegaronalSantuarioel28deoctubre.

4. Peregrinos de Tomelloso (Ciudad Real).“Peregrinación inolvidable. Desde mi fecristianaunaexperienciamuygratificante,que no acierto a explicar con palabras.¡Gracias,Sta.Gema!”C.Navarro,Tomello-so.28deoctubre.

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Visitas al Santuario de Sta. Gema

✄D./Doña ..................................................................................................................................

Calle ....................................................................................... Núm. ............. Piso ............

C.P. ......................... Población ........................................ Provincia ..................................

Teléfono ........................................................ Firma

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BOLETÍN DE NUEVA SUSCRIPCIÓN

José Luis Perales - Que canten Los NiñosQue canten los niños, que alcen la voz,

que hagan al mundo escuchar;que unan sus voces y lleguen al sol;

en ellos está la verdad.Que canten los niños que viven en paz

y aquellos que sufren dolor;que canten por esos que no cantarán

porque han apagado su voz...

José Luis Perales - Que canten Los NiñosQue canten los niños, que alcen la voz,

que hagan al mundo escuchar;que unan sus voces y lleguen al sol;

en ellos está la verdad.Que canten los niños que viven en paz

y aquellos que sufren dolor;que canten por esos que no cantarán

porque han apagado su voz...

* * *Tú que escuchas mi mensaje

Haz en tu casa un altarDeja el odio y ven conmigo

Porque llegó Navidad.

* * *Tú que escuchas mi mensaje

Haz en tu casa un altarDeja el odio y ven conmigo

Porque llegó Navidad.

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“La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y … · una paternidad paradójica por incom-prensiblemente sobreabundante. Es una paternidad que en algún sentido sacrifica