127
La pandemia de gripe española de 1918 en el Ecuador, labor institucional, ingeniería sanitaria y rol del estado. Christian Grijalva Amán Introducción ORIGEN HISTORICO Y DESARROLLO DE LA “GRIPE ESPAÑOLA”. La pandemia: su origen y su desplazamiento hacia Europa. Corría la primavera de 1918, la Primera Guerra Mundial del siglo XX, llegó a su fin. El primer armisticio firmado entre el ejército prusiano y los aliados obligó la capitulación de Hindenburg, y su repliegue hacia el territorio alemán. Mientras tanto

La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Embed Size (px)

DESCRIPTION

La pandemia de gripe española del año 1918, dejó cerca de 100 millones de muertos.El Ecuador en base a una fuerte política de control portuario trató de evitar el arribo de la enfermedad. Empero, a la llegada de la crisis al Ecuador el estado emprendió una serie de labores sanitarias para confrontarla.

Citation preview

Page 1: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

La pandemia de gripe española de 1918 en el

Ecuador, labor institucional, ingeniería sanitaria y

rol del estado.

Christian Grijalva Amán

Introducción

ORIGEN HISTORICO Y DESARROLLO DE LA “GRIPE

ESPAÑOLA”.

La pandemia: su origen y su desplazamiento hacia Europa.

Corría la primavera de 1918, la Primera Guerra Mundial del siglo

XX, llegó a su fin. El primer armisticio firmado entre el ejército prusiano

y los aliados obligó la capitulación de Hindenburg, y su repliegue hacia

el territorio alemán. Mientras tanto los países aliados siguieron

enviando tropas para refrescar las primeras líneas de combate. Entre

los soldados viajó, entonces, el virus de la gripe variedad A (H1N1) a

la cual se la denominó “gripe española”.

Page 2: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Esta enfermedad dejó en menos de 10 meses un saldo de

muertos superior al de 40 millones de víctimas confirmadas.

(Paterson&Pyle, 1991: 4-21) (Tauberbenguer, 2005: 98). De esta

manera podemos afirmar que el número de fallecimientos debido a

esta enfermedad, fue superior a los que dejó la guerra mundial.

Adicionalmente, debe conocerse que un tercio de la población

mundial de ese entonces, es decir alrededor de 500 millones de

personas, fueron infectados.1 Esta información proviene de los casos

clínicamente registrados. (Taurerberguer & Morents, 2006: 15), lo cual

deja la certeza que hubo un número pavoroso de enfermos a causa de

la “gripe española” y que por una u otra razón no fueron reportadas,

asunto que también deja la interrogante ¿cuántos millones en realidad

murieron a causa de esta ´pandemia?

1 El virus de la gripe se difundió por Europa, América, África, Asia y Oceanía, causando millones de muertos en todo el mundo, la mayoría de estas defunciones ocurrieron entre octubre y noviembre de 1918. A diferencia de otras epidemias de gripe que afectan a niños y ancianos, la pandemia a la que nos referimos atacó a jóvenes y adultos saludables. Se presume que en E.U. murieron alrededor de un millón de personas, que en Inglaterra fallecieron por lo menos 300.000 individuos, que en España no menos de 350.000 ciudadanos perdieron la vida. Se ha establecido que en Francia 400.000 personas formaron parte de este holocausto a casusa de la gripe y que lo propio ocurrió con cifras más a o menos similares en Italia y Alemania. En lo que se conoció como la India Británica alrededor de de 10 millones de seres humanos perecieron; en el África dos millones de habitantes fueron arrastrados a la muerte por el virus y, para señalar un país de nuestra región americana, en Chile se reportaron 40.000 muertes.

Page 3: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

El desarrollo de la enfermedad2 y de su incidencia se produjo,

en EU y en Europa, en tres grandes olas o etapas que se presentaron

entre Marzo de 1918 a Febrero de 1919.

La primera ola de la pandemia de influenza se dio entre Marzo y

Junio de 1918. El nivel de casos disminuyó de manera radical durante

el verano, para volver a aparecer en una segunda y tercera oleadas,

de mayor incidencia y letalidad si comparamos con la primera oleada.

Aquello se produjo de esta manera: la segunda oleada ocurrió desde

los meses de Octubre a Diciembre de 1918, y, la tercera onda

expansiva de la enfermedad se produjo desde mediados de Enero a

finales de Febrero de 1919 (Taurenbenger&Morents, 2006: 16)

2 La gripe o influenza, afectó a las vías respiratorias de los individuos, confundiendo a los afectados por el virus como si se tratase de un refriado común. Luego, casi de inmediato, el resfriado se acompañó de síntomas generales como dolor de garganta, dolores musculares, articulares y de cabeza; la presencia de tos fue muy importante (tos seca) y, en algunos casos, apareció la fiebre. Los enfermos presentaron, luego, unas manchas en las mejillas. Es decir, al inicio de la enfermedad se dio la impresión, en quienes la padecieron, que habían sido afectados por una gripe más en su vida. Pero el cuadro clínico se complicó en los enfermos debido a las hemorragias de las mucosas (nasal, gástrica e intestinal). La muerte ocurría, entonces, debido a que el virus desencadenó hemorragias masivas y edema pulmonar. La cianosis sobrevenía en pocas horas. La muerte fue el final del ciclo de esta enfermedad que, adicionalmente, solía complicarse con la neumonía.

Page 4: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Figura 1. Las tres oleadas de la pandemia, incluidos casos que

se registraron como neumonía.(Taubenbenger& Morents,2006: 120)

Para el registro histórico es de señalar que esta pandemia

denominada “gripe española” fue la antesala de varias pandemias que

azotaron a la humanidad en el siglo XX, no obstante de ellas hubo dos

que por su morbi-mortalidad deben ser recordadas porque también

produjeron un número elevado de víctimas: la llamada gripe asiática

aparecida en 1957 y provocada por el subtipo A (H2N2); y la tercera

provocada en 1968 por el subtipo A (H3N2) o gripe de Hong Kong.

(Taubenbenger&Morents, 2006: 2)

Volviendo a la pandemia en estudio, es importante señalar que

los análisis más rigurosos que dan cuenta del aparecimiento y

evolución de la enfermedad durante los meses de la primera oleada,

coinciden en que la gripe fue trasladada por los diversos contingentes

Page 5: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

militares estadounidenses enviados a Europa a finales de la primera

guerra mundial. 3

El origen específico de la enfermedad ha sido localizado en el

condado de Haskell, en Kansas. Una zona rural, cuyos 1720

habitantes, distribuidos en una extensión de no más de 900 kilómetros

cuadrados, se dedicaban a la agricultura en específico al cultivo de

cereales, crianza de aves de corral y de cerdos. Las casas estaban

techadas con paja, incluso la oficina de correos tenía tal característica

(Barry, 2004: .2)

En medio de este ambiente campirano estaba prestando

servicios el medico Loring Minner; quien registró, para bien de la

ciencia, entre finales de Enero y a principios de Febrero de 1918 el

primer brote de la epidemia de gripe A (H1N1).

Minner, entonces, se enfrentó a un brote de influenza

epidémica, pero era un tipo de influenza que no había visto jamás,

docenas de lugareños los más fuertes y jóvenes quedaron inutilizados

por los síntomas. (Barry, 2004:2). Pronto empezaron los decesos; sus

registros señalaron que la causa de muerte había sido una variedad

de neumonía. De manera no esperada a finales de Febrero de 1919,

del mismo modo que comenzó, súbitamente la epidemia finalizó.

(Barry, 2004:3)

3El trabajo de investigador norteamericano, John M. Barry, titulado “The site of the origin of the 1918 influenza pandemic and its public healt implications” es un referente aclarador sobre el origen de la gripe, tanto más que en la investigación se incluyen los resultados de trabajos sobresalientes sobre el mismo tema realizadas durante la primera mitad del siglo XX de importantes estudiosos del tema, quienes concluyen que la gripe se originó en los Estados Unidos.

Page 6: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Luego que el historiador John Barry abrió el expediente de

Minner, se preocupó de averiguar el contenido del periódico del

condado de Haskell llamado ”Santa fe Monitor”. El mismo diario dio

cuenta de los decesos que se produjeron a finales de Febrero de 1918

por causa de la gripe; adicionalmente el periódico informó cómo los

soldados afectados por la enfermedad acudieron a sus casas del

condado diseminando la enfermedad o cómo sus familias les visitaron

en el campamento militar Funston, en Kansas, produciéndose de esta

manera idas y venidas de contagios y de enfermos de la gripe entre el

cuartel y las viviendas del condado de Heaskell (Barry, 2004:4)

Esta información fue contrastada por el estudioso Barry con los

boletines militares relacionados a los grupos de soldados que

regresaban, en sus periodos de descanso, del campamento Funston a

Haskell. y de los soldados que habían contraído la enfermedad. Este

procedimiento permitió a Barry conectar de manera directa a Haskell y

el campamento Funston, en donde los análisis convergen sobre el

inicio de la epidemia. Bien podemos afirmar, entonces, en donde

estuvo el origen de la enfermedad.

Más aún, existe una precisión histórica sobre esta realidad: el

soldado Albert  Gitchell, cocinero del campamento Funston mostró, a

finales de enero de 1918, signos de fiebre, tos y dolor de cabeza, en lo

que parecía un simple resfriado. Al final de la semana, 522 soldados

presentaron los mismos síntomas. (Crosby, 1956:12).

En abril del propio año de 1918, varios soldados del

campamento Funston, fueron enviados al campamento

Page 7: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

estadounidense de Burdeaux en Francia. Muchos de ellos viajaron con

el virus en su cuerpo. Incluso algunos murieron  durante el viaje y

muchos de ellos llegaron al final de la travesía portando la gripe. Para

el mes de Mayo de aquel año el virus se propaló entre las tropas

aliadas y alemanas. (Lezzoni, 1999: 15)

El virus de la gripe de 1918 se expresó como un subtipo

antigénico totalmente nuevo, al que la especie humana era totalmente

vulnerable (Taubenbenger, 2006:16).

Según recientes investigaciones, realizadas sobre el tejido

pulmonar perfectamente conservado de una de las víctimas sepultado

en una capa “permafrost” en Alaska, la enfermedad fue de origen

aviar.

Se desarrollaron alrededor de 25 mutaciones del virus desde su

fuente en aves hasta constituir una que se pudo adaptar a los seres

humanos. Entonces el virus A aviar se transformó, en su adaptación al

humano, en una cepa de un nuevo subtipo de virus A que comenzó a

circular con facilidad en nuestra especie, el H1N1. (Taubenbenger,

2005: 437)

Page 8: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

El análisis “Taubenbenger”dio cuenta del surgimiento de un virus

que se adaptaba fácilmente al organismo de la víctima.

En Mayo de 1918, la gripe empezó a ceder en los Estados

Unidos, pero el virus había sido trasladado desde aquel país, como le

hemos señalado, a Europa y allí hizo de las suyas. Las tropas en

combate y las acantonadas en varias ciudades comenzaron a padecer

el mal de manera inusitada. (Fujiyama, 2003:16)

En las trincheras de la gran guerra, en un medio insalubre, sin

condiciones higiénicas elementales y habitado por seres humanos

expuestos a la más variada gama de agentes químicos mortíferos,

desarrollados por la industria bélica, el virus encontró un medio

adecuado para su propagación. Y la propagación se produjo en medio

del silencio de quienes exportaron la enfermedad porque no les

interesó preocupar a sus tropas para los efectos bélicos y sus

estrategias de guerra que, al final de cuentas, les era, entonces, lo

único fundamental.

Page 9: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

. La enfermedad atacó con igual fuerza a las tropas aliadas como

a las del “zentrum command” (comando central alemán). Los

estadounidenses cayeron enfermos con la “muerte púrpura”. Los

franceses contrajeron la “bronquitis purulenta”. Los italianos sufrieron

de la “fiebre de las moscas de arena”. Los hospitales alemanes se

llenaron con víctimas del blitzkatarrch (catarro de guerra), nombres

diversos o designaciones distintas que, como se comprende, asumió

la misma pandemia en los diversos países europeos en los cuales

produjo los estragos fatales (Fujiyama, 2003, p16)

Si. Una enfermedad con distintos nombres, atacaba a todos por

igual. Las autopsias mostraron pulmones enrojecidos y llenos de

líquido. Al observarlo en el microscopio, el tejido pulmonar enfermo

estaba saturado de un líquido que a las víctimas les afectaba

provocándoles una especie de ahogamiento en él.

La asfixia lenta empezaba cuando los pacientes presentaban

una sintomatología singular en la cual fueron llamativas, por decirlo

así, las manchas oscuras en los pómulos. Luego de algunas horas

estas manchas adquirían un color negro azulado, que indicaba

cianosis, o falta de oxígeno.

Cuando los enfermos llegaron a las casas de salud o cuando

fueron revisados en los campamientos militares, las enfermeras

estudiaban los pies de los enfermos antes que nada: los que tenían los

pies negros –debido a la cianosis en un grado extremo- fueron

Page 10: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

desahuciados y apartados de los demás enfermos, para dejarlos morir.

(Fujiyama, 2003:16)

En Europa a finales de Octubre de 1918 los campamentos

médicos estuvieron atestados de soldados enfermos. Muchos

soldados quedaron totalmente inutilizados para los combates.

Ludendorf, uno de los comandantes alemanes, culpó a la gripe del

fracaso de una de sus ofensivas a la que consideró como crucial.

(Barry 2005: 280-320)

Empero, el ejército prusiano no fue el único afectado, pues los

campamentos aliados, como lo hemos reiterado, vivieron la misma

circunstancia. Más aún existen muchos trabajos históricos que señalan

que la presencia de la pandemia y la mortandad que produjo entre los

soldados fue un factor que precipitó los acontecimientos que habrían

de dar paso al fin de la guerra. Si bien esta hipótesis tiene una carga

subjetiva, no es menos verdad que fue elaborada como producto de

los sucesos que se habían dado al provocarse millones de muertes

entre las filas de quienes combatían en la primera guerra mundial.

Simultáneamente a la situación provocada en los frentes

militares, la población civil padeció en las ciudades los estragos de la

mordaz oleada de otoño.

A pesar que las ciencias médicas, las instituciones de

administración de salud y las acciones para enfrentar la higiene

pública habían declarado una victoria completa ante las enfermedades

infecciosas a comienzos del siglo XX, no fue mucho lo que pudieron

Page 11: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

hacer frente a esta nueva enfermedad expandida en el mundo a

manera de pandemia.

La ciencia médica, al momento de la pandemia de 1918, tuvo

bajo control todas las pestes y males conocidos: el tifus, el cólera, la

difteria, la rubeola, la meningitis, la gripe estacional, entre otras

enfermedades, pasaron a ser problemas menores frente a la situación

que se vivió con la presencia de la “gripe española” (Barry, 2005: 415).

A las personas que presentaron síntomas de la enfermedad en

referencia, se les recomendó como única acción de combate al mal

que tomaran aspirinas, infusiones de quina; que se abrigaran y que no

salieran de sus casas. Los enfermos que presentaron síntomas

parecidos a los de la bronconeumonía, fueron dirigidos a zonas de

aislamiento donde solo se esperó una súbita recuperación o la muerte

de ellos. No existen datos sobre el porcentaje de enfermos aislados

que lograron recuperarse. Fue evidente, en todo caso, que en los

centros de asilamiento experimentaron de manera diversa para

intentar revertir el avance de la enfermedad. Los científicos buscaron

de manera desesperada encontrar una vacuna sin éxito alguno.

La paz definitiva con Alemania Austria y Hungría se firmó en

medio de la oleada de otoño de la enfermedad. La pandemia desbordó

el desastre ocasionado por la guerra. Como ya lo hemos referido,

existe la probabilidad que el cese de las hostilidades, adicionalmente a

otras circunstancias conocidas en la historia, se debió, también, a la

incapacidad de los ejércitos de poder mantenerse en pie de lucha.

Page 12: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Sin embargo, la gripe y sus millones de víctimas quedaron en el

olvido por parte de la prensa y la opinión pública, dejando el lugar de

relieve histórico a la “gran guerra” y a la revolución bolchevique como

los eventos de importancia en la segunda década del siglo (Barry,

2005: 20)

Los Gobiernos y sus responsables de atender el conflicto salud-

enfermedad frente a la pandemia mundial que analizamos, asumieron

las mismas medidas tomadas para combatir los  brotes de Influenza

que habían aparecido durante el siglo XIX. Medidas de índole

preventiva como cierre de escuelas, de lugares de reunión pública;

clausura de oficios religiosos, entre otras se asumieron mientras

duraba el brote de la enfermedad. (Barry, 2005:154)

La mortandad condicionó la vida en las ciudades europeas; el

anhelo de crecimiento constante del mundo moderno se vió

postergado hasta que la pandemia terminara, pues la especie humana

no estuvo preparada para soportar su embestida (Barry, 2005, p 236)

La historiografía se pregunta ¿por qué se desplegaron tres

oleadas de la gripe con distintos niveles de intensidad? Hay análisis

técnicos que examinan el radio de virulencia durante las mentadas

oleadas, para determinar sus causas, pero no dejan de ser, tan solo,

informaciones de índole estadístico. (Dahei, Dustof, Day 2011,p 20)

Durante el verano de 1918 la incidencia disminuyó, el clima

veraniego impidió que el virus se desarrollara y, debido a esta

circunstancia, se declaró el fin de la emergencia. Sin embargo los

Page 13: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

factores climatológicos fueron de extrema importancia en el rebrote de

la enfermedad, fue tan así que en el otoño de 1918 comenzó la más

intensa de las oleadas de la enfermedad.

Los estudiosos de la epidemiología asumen que el virus mutó en

Europa, y que esa circunstancia fue la razón debido a la cual su

manifestación en otoño fue letal;  no  obstante, esta aseveración ha

quedado inutilizada por razones de análisis alrededor de los factores

climatológicos, pues los estudios posteriores han constatado que la

gripe del año 1918 resultó mortal en los climas fríos, dando por

resultado que su presencia –el de la enfermedad- fue más benigna

corta y sin complicaciones en las zonas con climas cálidos. (Crosby,

1956: 30) (Fujijama 2003: 15).  

Las explicaciones científicas vertidas en los últimos años

respecto de la gripe de 1918 han señalado que en las zonas cálidas la

dilatación de los conductos pulmonares impidió que la sintomatología

asociada a la obstrucción de los bronquios por acumulación de fluidos

se manifestara; en esas condiciones el virus dejó de avanzar y su

sintomatología y demás riesgos cesaron.4 De esta manera, y a

contrapelo, la información científica ha establecido que en las zonas

frías el virus tuvo la oportunidad de generar su máximo daño entre los

enfermos.5

4 http://www.who.int/mediacentre/factsheets Organización mundial de la Salud.5 Este asunto es de suma importancia, pues en nuestro estudio las diferencias

climatológicas son las que configuraron el radio de acción de la “gripe española”

en el Ecuador en 1918.

Page 14: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Más allá de todo lo referido como factor epidemiológico de

expansión de la enfermedad en el marco de la variable climatológica,

también se ha detectado que la especie humana en un momento dado

–como ocurre cuando las enfermedades provienen de los virus- logró

formas de respuesta inmunológica.

Se puede resumir, entonces que entre Octubre y Noviembre de

1918 la enfermedad tuvo su manifestación más mortífera; a fines de

Noviembre su incidencia se redujo de forma moderada, dado que la

especie humana adquirió niveles de resistencia a la acción del virus;

luego la enfermedad volvió a reaparecer en el mes de Enero de 1919

con un índice de morbilidad de menos de la mitad respecto de la de la

primera oleada cuando las temperaturas bajaron al máximo.

(Dahei,Dushof,Day, 2011:12)

A finales de Febrero de 1919 la epidemia desapareció, dejando

perpleja a una sociedad que tendría por delante una década asolada

por la escasez, y la crisis económica que no solo provinieron de la

guerra.

Este cuadro debe ir luego en el siguiente apartado, al final del

mismo…

Page 15: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Fuente: Nicholls H., 2006, Pandemic Influenza: The Inside Story.,PLoS

Biology Vol., e50. En línea http://www.plosbiology.org/article/info%3Adoi

%2F10.1371%2Fjournal.pbio.0040050

Capítulo 2

La presencia de la gripe en Hispanoamérica.

Page 16: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

La gripe llegó a Hispanoamérica  con la segunda oleada la

misma que ocurrió desde Octubre a Diciembre del año de 1918; debe

descartarse que esta pandemia ingresó, exclusivamente, a

Hispanoamérica a través de los soldados que abandonaron la guerra y

cuando los tratados de paz se finiquitaron; es decir luego de que

prestaran sus servicios al contingente aliado en la primera guerra

mundial.

El ingreso de la pandemia a Hispanoamérica, por lo tanto, debe

entenderse a causa de razones multifactoriales, entre ellos al tránsito

de personas entre las zonas afectadas con la región

hispanoamericana.

Dicho de otra manera, y en relación a nuestro continente, desde

E.U. llegaron en aquel periodo, casi siempre por vía marítima,

enfermos que se fueron desplazando por varios países americanos

provocando la infestación. Tales desplazamientos estuvieron

vinculados con las actividades comerciales.

A más del señalamiento anterior, es de enorme importancia el

que se precise la causa de la denominación a esta pandemia de gripe

de 1918 como “española”, nombre con el cual la historiografía sigue

designando, hasta ahora, a esta enfermedad.

Para justificar la designación de “gripe española” se ha afirmado

que su nombre tuvo origen en la circunstancia de no haber estado

involucrada España en el conflicto mundial. Debido a esta

Page 17: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

argumentación se ha supuesto que los cablegramas e impresiones de

periódicos españoles no tuvieron ningún  veto militar y por esa razón la

divulgación e información sobre la enfermedad tuvieron entera libertad

de circulación.

El historiador Barry afirma, en esta perspectiva, que España se

encargó de informarle al mundo sobre la existencia de la pandemia, a

costa de identificar el pavoroso problema de salud como si fuese de

origen español (Barry, 2005: 50)

En este orden de cosas, también hay que destacar que en

América la información de la sobre la pandemia se lo hizo

designándose a la enfermedad como “gripe española”. Aquello

aconteció, por supuesto, también en nuestro país,

No obstante, las afirmaciones anteriores, es necesario establecer

la siguiente precisión: el señalamiento de que España fue un país

neutral en la guerra es falso. Los vínculos de la casa Real Española

con Austria motivaron para que el comercio español fuese bloqueado

en el Mediterráneo por las tropas aliadas, Además, vale recordar que

para aquellos años estuvieron frescos los incidentes entre las armadas

estadounidense y española en el contexto de la guerra de

independencia de Cuba6. Fue por estas razones de peso que los

6 La Guerra Hispano-Cubana tuvo la intromisión norteamericana en 1898 con el pretexto de la voladura del acorazado norteamericano “Maine” fondeado en la Habana. Aquello determinó la guerra de E.U. a España. Así se impidió la lucha libertaria cubana y se propició que los norteamericanos le quitaron a España sus últimos territorios en América. El conflicto dejó huellas en ambos lados. España asumió una postura crítica y de animadversión contra E.U. que precipitó a la opinión pública de este país, así como a sus mandos militares, para que la

Page 18: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

cables norteamericanos se encargaron en bautizar la pandemia como

“española” debido a la connotación política que implicaba la

vinculación de una pandemia a un país específico y, adicionalmente,

porque una conducta de esta naturaleza escondió, a propósito -y

principalmente entre quienes ya habían comenzado a sufrir el mal- el

origen geográfico real de la enfermedad.

Entre Marzo y Septiembre de 1918 la gripe se expandió a casi

todos los rincones del mundo, en esta primera oleada de la

enfermedad la gripe llegó, también a Latinoamérica.

Se registraron casos en La Habana, Rio de Janeiro, Bogotá y

Santiago de Chile. Pero, no es sino hasta  los últimos días de Octubre

de 1918 que la prensa de nuestra región dio a conocer en las primeras

planas de los diarios la presencia de la enfermedad en niveles

epidémicos. Países como  México, Venezuela, Colombia Chile y

Argentina fueron los primeros en ser afectados por la segunda oleada

de la enfermedad. (Johnson-Muller 2002p.78)

pandemia de 1918 fuera bautizada, a manera denigrar a los Insulares, como “gripe española”, con lo cual, adicionalmente, se escondió entre las tropas en guerra, el origen geográfico de la enfermedad-

Page 19: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Figura: Inicio y expansión de la primera ola epidémica en el mundo 1918

En todos los casos la misma prensa de los países

Latinoamericanos, que habían dado preferencia en sus primeras

planas a la información concerniente a los armisticios del final de la

“Gran Guerra”, se vieron obligadas por las circunstancias a entregar la

información sobre la presencia del mortal virus.

En México, por ejemplo, la epidemia se presentó en el Norte de

ese país y se extendió al resto con gran velocidad. Las vías de entrada

de la enfermedad fueron los puertos marítimos. El embate de la gripe

tuvo el carácter de pandémico; las cifras que se registraron a finales

de Octubre fueron de alrededor de 60.000 contagiados en el país,

mientras que la prensa declaraba entre 1500 y 2000 muertes

diarias, siendo los grupos más afectados las personas menores de 40

años (Morfín & del Villar, 2010: 126)    

Page 20: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

La prensa mexicana fue  muy crítica con las acciones del Estado,

en época del Porfiriato, frente a la gripe. Lo responsabilizó de la

enorme mortandad que asoló México. La censura que el Ministerio de

Salud puso sobre las publicaciones, demostró la conducta del

gobierno para que no se expresara el verdadero alcance de la

enfermedad (Morfín & del Villar, 2010: 134).   

En el caso colombiano los estudios pertinentes a la gripe de

1918, (Martin & Manrique, 2006) ( Echeverry,1993), demuestran que

la pandemia afectó a Bogotá y Boyacá. La gripe comenzó a registrar

víctimas en la ciudad de Bogotá a mediados del mes de Octubre;

hasta mediados del mes de Noviembre de 1918 la enfermedad había

dejado un saldo de 526 víctimas entre las que se pudieron detectar a

personas menores de 50 años. (Martin & Manrique, 2006: 40)

En el caso de Chile, la enfermedad afectó a este país con la

misma intensidad que en Colombia. Al final de la crisis en Chile se

registraron 41.000 víctimas. (López & Beltrán, 2013: 12)

Las acciones del Estado Chileno para combatir el virus se

focalizó en la publicación de  información, a través de la prensa, para

contrarrestar la enfermedad en base a orientaciones de higiene que,

en gran medida, coincidían, con las orientaciones generales que se

habían dado frente a la presencia de otras enfermedades infecto-

contagiosas, como el tifus exantemático. (López & Beltrán,2013:15)

En este orden de cosas, la higienización de los espacios públicos

se manifestó como acción preventiva ante la llegada de la

Page 21: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

enfermedad; no obstante, el contagio masivo de personas se produjo

en medio de la búsqueda de las entidades sanitarias y del cuerpo

médico de otras alternativas, que nunca llegaron, para combatir la

pandemia (López & Beltrán, 2013, p.67)

Las recomendaciones médicas, tanto en Bogotá como en

Santiago de Chile,  coincidieron en la necesidad de usar la aspirina,

los aceites mentolados para hacer frente a la sintomatología de la

enfermedad, además de soluciones antisépticas como el sulfato de

cobre, y de algunos bactericidas con la finalidad de prevenir el

contagio. Las boticas además de estar abarrotadas de consumidores,

se convirtieron en  establecimientos de asistencia inmediata a las

cuales los enfermos recurrieron en busca de remedios para el alivio de

la sintomatología. Las instituciones sanitarias observaron perplejas, no

obstante, que todos sus esfuerzos y recomendaciones no lograban

enfrentar la pandemia, al punto que fueron testigos, por el contrario del

desarrollo de una enfermedad que se volvió incontrolable. (López &

Beltrán, 2013: 48; Martin & Manrique, 2006: 20)

La denuncia por parte de la opinión pública de una precaria

actividad sanitaria de las entidades públicas fue un factor común en la

epidemia de gripe que asoló a estos países Latinoamericanos

respecto de los cuales no hemos referido en estos párrafos.

La base institucional de salubridad que respondía a nociones

higiénicas del Siglo XIX se tornó obsoleta frente a llegada de la gripe.

Ante esta realidad, el gobierno chileno, por ejemplo, instauro una

Page 22: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Dirección General de Sanidad, como eje institucional del nuevo código

sanitario que entró en vigencia el 1 de enero de 1919. Esta

circunstancia posibilitó la creación de una institución con la facultad

de generar interacción entre las unidades sanitarias, que estuvieron

disgregadas en el territorio y que debieron, desde entonces,

contemplar el trabajo de asistencia de los hospitales y cuerpos

médicos. (López & Beltrán, 2013: 51)

(Tomado de Johnson Mueller, 2002: 111)

Bien podemos concluir este apartado señalando, pues, que la

propagación de la “gripe española” en Hispanoamérica tuvo las

mismas características de morbi-mortalidad si comparamos con lo que

ocurrió en Europa, más allá de que la incidencia, es decir el número de

Page 23: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

enfermos, en Hispanoamerica no fue de la magnitud que en otras

partes del mundo.

Quedó claramente establecido, en nuestra región, por otra parte,

que los niveles de desarrollo del higienismo público -y aún del privado-

no pudieron responder frente a la crisis provocada por la pandemia.

Realidad esta que también fue evidente en las zonas urbanas

europeas, a pesar de que la enfermedad tuvo como punta de lanza los

centros de campaña militar de los combatientes de la primera guerra

mundial.

Si bien la pandemia trajo consigo un virus desconocido y mortal,

no cabe la menor duda que el género humano no pudo responder

debido a la precariedad de los sistemas de salud, entre otras cosas.

Page 24: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Capítulo 2

EL ECUADOR DE 1918, LA RESPUESTA INSTITUCIONAL EN EL

PAIS PARA EVITAR LA GRIPE ESPAÑOLA

El Ecuador de 1918 y las políticas públicas de salud vigentes en

ese momento. Breve referencia histórica de esa realidad.

El asesinato de Eloy Alfaro en 1912, instauró en el país, en el

marco de lo que se ha denominado de manera general el periodo

liberal, una etapa particular conocida como el periodo liberal

plutocrático, caracterizado por la presencia en el poder político y en la

administración del país por los regímenes vinculados con la oligarquía,

y cuya tónica de este periodo estuvo dado por la segunda

administración de Leonidas Plaza ocurrida entre 1912-1916 (Ayala,

1999: 91).

Page 25: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

En efecto, fueron los años en que se produjo un cese de

confrontaciones con la Iglesia a cambio de estabilizar ciertas reformas

que, finalmente, no modificaron los contextos estructurales del

Ecuador; se buscó un consenso con las oligarquías en el marco de

concesiones al latifundismo serrano y de un proceso de entrega del

poder político a la banca guayaquileña, especialmente al banco

Comercial y Agrícola (Ayala, 1999: 91)

La conducta política-económica referidas, que constituyeron las

características del periodo placista, se extendieron a la administración

que le sucedió a Plaza Gutiérrez, la del intelectual Alfredo Baquerizo

Moreno, colaborador cercano de Plaza en su administración y quien

gobernó al país entre el 1 de septiembre de 1916 al 31 de agosto de

1920. Su gobierno fue, como lo define el historiador Ayala Mora “una

continuidad ilustrada del régimen plutocrático” (Ayala, 2008: 71)

Durante el periodo de Baquerizo Moreno, los mismos grupos de

presión económica que habían estado cercanos a Plaza se

mantuvieron intactos; lo propio ocurrió en relación a las políticas

propiciadas desde el poder central en relación al País. Quizá lo

importante de este periodo fue la atención del régimen al Oriente

ecuatoriano y a las Islas Galápagos.

En materia de Salud Pública, con cuya definición se ha

reconocido la obligación del Estado para atender los conflictos de

enfermedad, el periodo liberal7 impulsó importantes avances que al 7 Para efectos de este trabajo tal análisis parte desde 1895 hasta el régimen de Baquerizo Moreno en cuya administración ocurrió la presencia de la “gripe

Page 26: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

referirlos nos permiten identificar los entornos del Ecuador y de su

gobierno alrededor de 1918, año en el cual llegó la pandemia de “gripe

española” a nuestro país.

En efecto, el proyecto liberal asumió en materia de salud en el

primer alfarismo (1895-1901) una conducta de la salud que debe ser

catalogada como de asistencialismo público. Se diferenció, así, de las

conductas asistenciales individuales8, propias de los periodos

anteriores, debido a que la estructura incipiente de salud y las

concepciones y preocupaciones de atención a los ciudadanos pasaron

a ser de interés del Estado.

La primera administración alfarista, para atender los conflictos de

salud puso en funcionamiento las Juntas de Beneficencia9. Este fue un

paso importante que le permitió establecer a lo que en este trabajo

denominamos el asistencialismo público.

española”. Las categorías que usamos para delimitar a lo que se puede llamar -de manera muy general- como Salud Pública, tienen la finalidad de señalar en qué momento del pensamiento médico se hallaba, en 1918, la comprensión del rol del Estado frente a las enfermedades. Por ello no debe entenderse este apartado como un análisis histórico del desarrollo de la salud Pública en el Ecuador, sino como un instrumento que nos acerque a la construcción de un contexto que nos permita comprender el porqué de determinadas respuestas desde el poder público frente al riesgo de una u otra enfermedad y, particularmente para enfrentar la pandemia de gripe que nos hemos propuesto estudiar en esta investigación. 8 El asistencialismo individual estuvo amparado en las ideas religiosas para socorrer a las enfermos; fue un comportamiento selectivo que bordeó con los límites de la caridad y que antecedió, en las ideas, al pensamiento ilustrado.9 La primera Junta de Beneficencia fue creada el 29 de enero de 1888 en Guayaquil, en el Gobierno de José María Plácido Caamaño (1884-1888) gracias al permiso conferido por dicho régimen para que las Municipalidades crearan las Juntas, tal cual ocurrió en Guayaquil. Su funcionamiento tuvo una clara connotación asistencialista en manos de “notables” de la ciudad porteña.

Page 27: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Fue un comportamiento que asumió en medio de las dificultades

políticas, económicas y sociales del periodo involucrando al Estado

frente a la realidad de los individuos y readecuando, desde la esfera

pública, los conceptos y el funcionamiento de las instituciones

asistenciales.

Por ello, en esta misma perspectiva instituyó, en 1899, la Junta

Superior de Sanidad Marítima y Urbana, para detectar la presencia o

no de enfermos en el Puerto a fin de evitar la invasión o propagación

de enfermedades infecto contagiosas (Rodas, 2013: 123)

Otro acontecimiento fundamental del gobierno de Alfaro fue,

como lo refiere el médico e historiador Plutarco Naranjo en su estudio

introductorio a la segunda parte (volumen) del Pensamiento Médico

Ecuatoriano10, que el “viejo luchador” se preocupó de seleccionar a

varios distinguidos médicos para que continuaran sus estudios de

especialización en Francia, Bélgica y en Alemania, muchos de los

cuales11 tuvieron, pocos años después, enorme relevancia en la

historia del pensamiento médico ecuatoriano y en el desarrollo

institucional de la salud pública.

10 Editado en el año 2011 en coedición del Ministerio de Cultura y la Corporación Editorra Nacional.11 Entre ellos Pablo Arturo Suárez, Isidro Ayora, Ricardo Villavicencio, Luis G. Dávila, Francisco Corral, Francisco Cousin, Manuel María Casares, Mario de la Torre, Angel R. Sánchez.

Page 28: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

La formación de estos profesionales de la salud en Europa12 les

permitió aprehender un modelo de salud -el higienista- en el cual el

Estado entregaba sus mejores esfuerzos para prevenir las

enfermedades y mejorar las condiciones de vida de la población

mediante un sistema de salubridad públicos que involucraba a los

diversos núcleos institucionales de un país.

Desde luego que estas políticas públicas deben ser entendidas,

fundamentalmente, como resultado de las presiones que el

movimiento social y popular –particularmente de obreros- ejercieron

sobre los círculos del poder en momentos de la construcción del

capitalismo.

Ese fue el caso de Isidro Ayora en cuanto a sus aprendizajes en

Alemania13, quien para este estudio es un referente muy importante

debido a su participación en la definición de las acciones para

enfrentar la pandemia de la gripe.

El segundo régimen liberal, el del General Leonidas Plaza (1901-

1905), una vez que el Ecuador vivió un momento de mayor sosiego

12 En los países europeos el nuevo tipo de organización económica que se impuso –una vez que el poder estuvo en manos de los productores industriales, enfrentados a la aristocracia terrateniente feudal- conllevó adicionalmente el desplazamiento de gran cantidad de personas desde el campo hacia la ciudad, buscando trabajo, particularmente, en las fábricas, con el consecuente hacinamiento urbano y el aumento en la incidencia de enfermedades. Esto obligó a los estados europeos a garantizar condiciones higiénicas en las ciudades para asegurar la buena salud de los trabajadores, cuya lucha no puede, a propósito de lo señalado, ser históricamente desestimada. 13 La construcción epistemológica sanitaria alemana fue paralela al proceso inglés y francés; la oleada industrializante del capitalismo en el viejo continente imprimió una huella en las diversas esferas de la actividad humana.

Page 29: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

político, atendió los problemas de la enfermedad desde un

comportamiento que involucró de mayor manera al Estado y desde

una perspectiva que recuperó el derecho de los ciudadanos a su

bienestar.

Aquello se expresó, en la práctica, cuando al interior de las

Juntas de Beneficencia se definió una política nacional que demandó

que los hospitales se sometieran a estas Juntas para atender la salud

de las poblaciones. Un proceso de centralización para atender las

enfermedades que denotó los nuevos roles del Estado frente al

conflicto salud-enfermedad.

Como parte de esta nueva circunstancia se debe entender,

también, la creación, en 1903, del Concejo Supremo de la Sanidad en

Quito, Aquello marcó un nuevo paso, desde el Estado, frente a la

enfermedad. Fue un momento trascendente que nos lleva a afirmar

que en el país se enfrentó la enfermedad desde otra óptica.

Fue el momento fundacional del higienismo público de primer

grado. (Rodas, 2013: 82); debido a lo cual se puede afirmar que Plaza

dio cuenta de un nuevo momento del pensamiento médico ecuatoriano

en la conducción del Estado.

En el segundo Gobierno Alfarista (1906-1911) y de manera

concreta en 1908 se promulgó la Ley de Sanidad Pública14, cuerpo

jurídico que legisló en el país sobre temas de higiene, cuarentenas

marítimas, interprovinciales o inter-urbanas. Esta ley consolidó al

14 Promulgada en el Registro Oficial número 803 del 5 de noviembre de 1908.

Page 30: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

higienismo público ecuatoriano, más allá de que esta misma ley

incorporó –aunque todavía lejos de la realidad- la categoría referente a

la “salud pública15” y definió como tal la responsabilidad del Estado por

atender la salud de la población.

Este periodo lo he denominado como el de Higienismo Público

de segundo grado, porque ya no solamente ejerció una práctica frente

a la enfermedad, sino porque articuló una serie de conceptos que

dieron forma a las responsabilidades del Estado y a los derechos de

los ciudadanos frente a la dicotomía salud-enfermedad.

Desde 1912 hasta el periodo de 1918 continuó la gestión del

Estado respecto de la enfermedad en el marco del Higienismo Público

de segundo grado.16 No hubo la promulgación de leyes fundamentales

en esta línea.

La atención de los gobiernos estuvieron, entonces, alrededor de

los aspectos políticos internos del país, porque a este ciclo le

correspondió inicialmente la lucha interna por el poder -en cuyo

entorno el Placismo logró consolidarse- y, casi de manera inmediata, le

advinieron los levantamientos del liberalismo radical dirigido por

Carlos Concha en contra de su hegemonía.

15 La Salud Pública es un proceso……concreto porque ya se dice algo..16 Algunos estudios señalan que, de manera general, en las primeras décadas del siglo XX se produjo en Latinoamerica la estructuración de las organizaciones sanitarias nacionales y el proceso de tránsito desde el modelo higienista europeo hacia el modelo salubrista, inaugurado en los E.U. durante la segunda década del siglo XX. En el Ecuador, este modelo, debido a la presencia de la Revolución Juliana (1925-1931) y por la influencia en ese periodo del modelo Europeo, el proceso de transición al arquetipo salubrista, demoró unos años más.

Page 31: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

El Placismo finalmente logró gobernar (1912-1916) luego de un

proceso de sucesiones presidenciales -entre 1911 y 1912- que

evidenciaron los conflictos políticos en el liberalismo agudizados a

propósito del asesinato de Eloy Alfaro en enero de 1912. El régimen

de Plaza dio paso a un modelo continuador al suyo en todos los

aspectos; fueron los tiempos del gobierno de Baquerizo Moreno, que

como lo hemos señalado se inicio en 1916.

La respuesta Institucional del país para evitar la Pandemia de la

Gripe Española.

Poco tiempo antes de llegada de la emergencia de gripe al país -

lo cual ocurrió en 1918- la Institución encargada de la atención a los

problemas sanitarios y de higiene fue la Dirección de Sanidad. Se

trataba de la instancia administrativa específica responsable de

administrar el control y la propagación de las enfermedades. Para

cumplir sus objetivos en cada provincia existió una Dirección Provincial

que dependía de la oficina central. (chequear este dato y aclarar algo

más)

La Dirección de Sanidad estuvo dirigida en 1918 por el doctor

Carlos Miño y como encargado de la secretaría actuó el doctor

Francisco Andrade Marín Vaca.17  

Esta importante Institución sanitaria se había encargado de

controlar la presencia de las enfermedades infecciosas y de las

17Archivo de Medicina, Museo de la Medicina, Quito, Despachos, Dirección de Sanidad 1918, p 318

Page 32: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

epidémicas en el país. Este rol cumplió, por ejemplo, cuando entre

1910-1918 se propagaron enfermedades como la sífilis, la difteria, la

disentería, las mismas que afectaron a la población en diversos

lugares del país.18     

La Dirección de Sanidad dependía del Ministerio deI Interior

Gobierno y Sanidad. En 1918 fue Ministro de este Portafolio el

Abogado José María Ayora.

La dependencia de sanidad fue, al interior de este Ministerio, una

oficina que no solo buscó cumplir con las tareas de higienización y

desinfección de los espacios urbanos, como parte del combate a las

enfermedades infecciosas, sino que asumió, como compromiso

institucional, el objetivo de reducir las causas de la morbilidad que

pudiesen aquejar al territorio nacional.

La oficina de sanidad, para efectuar el control y seguimiento de

la situación de salud del Ecuador contó con un boletín de informe de

actividades, el mismo que fue de enorme importancia porque le

permitió recopilar datos estadísticos para el control de las

enfermedades.19

Poco antes de la llegada de la “gripe española” al país se había

declarado la emergencia sanitaria debido a la presencia de la fiebre

tifoidea que, entonces, afectó de manera particular a la provincia de

18Archivo de Medicina, Museo de la Medicina, Quito, Despachos, Dirección de Sanidad 1918, p,6019Archivo de Medicina, Museo de la Medicina, Quito, Despachos de la dirección de sanidad, 1918, sa20, Boletín sanitario p. 20.

Page 33: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Pichincha. La propagación de la fiebre tifoidea fue el mayor problema

al que se enfrentaba la dirección de sanidad de Pichincha a finales del

año 1918.

Esta enfermedad tuvo un rango de mortalidad que dejó cerca de

un centenar de victimas al año.20 En la costa la problemática de salud

giró en torno a la propagación de la fiebre amarilla que, del mismo

modo que el tifus en la sierra, dejó, aproximadamente, un centenar de

víctimas al año.

De tal suerte que en los momentos próximos a la presencia de la

“gripe española”, el país, y sus instituciones de sanidad, se

encontraron trabajando en la lucha contra la tifoidea y la fiebre

amarilla.

En la primera decena del mes de Octubre de 1918 aparecieron

en el país datos e informaciones de prensa21 que dieron cuenta del

brote, en varias regiones del mundo, de una pandemia llamada “gripe

española”; se comentó de sus terribles efectos y de los países a los

cuales había invadido en medio de la guerra y, se hizo referencia a

que varios países latinoamericanos se hallaban ya afectados por la

gripe.

20La vacuna antitífica fue desarrollada a comienzos del siglo XX, por los científicos Pffeifer, Koll y Rusell. Su administración se realizaba en casos comprobados. Universidad de la habana, El inicio de la vacunación antitífica en Cuba, http://bvs.sld.cu/revistas/his/his_99/his0699.htm. 21 El Comercio, en sus ediciones del 7 y 11 de Octubre de 1918, trajo información sobre las características de la “gripe española” y sus daños en Europa, así como sus secuelas dejadas, especialmente en Chile y, particularmente, en Bogotá.

Page 34: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

La preocupación, entonces, fue enorme en el país. El régimen y

los responsables de la sanidad comenzaron a articular una respuesta

frente a la posibilidad del ingreso de la enfermedad al Ecuador, tanto

más que la opinión pública advirtió sobre esta circunstancia con

denodado énfasis.

La Dirección de Sanidad, haciéndose eco de estas advertencias,

dispuso de manera inmediata que en todas las provincias del país se

conformara una Policía Sanitaria22 para cumplir tareas de

higienización.

Esta disposición fue posible asumirla, porque en el artículo 9 de

la Ley reformatoria de sanidad pública, del 4 de octubre de 1913, se

determinaba que en circunstancias de riesgo sanitario, se podía

organizar cuerpos de policía sanitaria a través de las sub direcciones

de sanidad o mediante las Gobernaciones Provinciales a fin de que

actuaran de forma inmediata frente a problemas sanitarios de

magnitud y en respuesta a las tareas asignadas desde la dirección de

sanidad.23

Adicionalmente a lo referido, la Dirección de Sanidad se

preocupó de cuidar las fronteras. El afán de impedir el ingreso de la

epidemia fue evidente. Para el efecto se constituyeron comisiones

específicas en cada punto fronterizo del país. Estas comisiones

22 La mentada Policía Sanitaria, al final de cuentas, se conformó por miembros de la policía, con el apoyo de médicos designados por la Subdirección Provincial Sanitaria correspondiente.23Archivo de Medicina, Museo de la Medicina, Quito, Libro de Despachos de la dirección de sanidad año 1918, pg. 155.

Page 35: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

estuvieron encabezadas por un médico de la Dirección de Sanidad y

con el apoyo de delegados de la Policía.

Su tarea consistió en vigilar que no pasaran por la frontera

personas enfermas y que en el caso de que se hubiere detectado

algún enfermo, debían llevar a éste a las instalaciones acondicionadas

para la cuarentena. 24

Esta misma comisión fronteriza recibió el encargo de fumigar

todas las valijas que ingresaran al Ecuador. Este procedimiento se

cumplió tanto por las fronteras del norte y sur del país como por el

mulle del puerto de Guayaquil.25

No obstante todas las medidas de control que se adoptaron, el

Subdirector de sanidad del Guayas en su comunicación por escrito a

la oficina central en Quito señaló, a finales de octubre de 1818:

“Apreciado amigo aquí me tiene Usted esperando la visita de la gripe

que no dudo llegará a nuestras puertas. He tomado las medidas

conducentes a evitar su introducción, pero como usted sabe todo es

inútil tratándose de una enfermedad que de diferentes maneras invade

las poblaciones”26

En todo este contexto, el 1 de Noviembre de 1918 se convocó a

una sesión de emergencia en el Ministerio del Interior para tratar el

24 Archivo de Medicina, Museo de la Medicina, Quito, Despachos de la dirección de Sanidad 1918, Sa20, p. 55925Archivo de Medicina, Museo de la Medicina, Quito, Despachos de la dirección de Sanidad 1918, Sa20, p. 15026Archivo de Medicina, Museo de la Medicina, Quito, Despachos de la dirección de Sanidad 1918, Sa20, p. 150

Page 36: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

problema del eminente arribo de la “gripe española” al país. A esta

reunión, de la que dio cuenta el Diario “El Comercio” en su edición

del día 2 de noviembre, asistieron delegados de los Ministros de

Gobierno y de Defensa, miembros de las juntas de beneficencia,

concejales del Cabido Municipal de Quito, el Decano y Subdecano de

la Facultad de Medicina, el Director de Sanidad, los representantes de

las boticas de la ciudad27 y numerosos miembros de la prensa.

En la reunión tomó la palabra el representante del Ministro del

Interior Gobierno y Sanidad el mismo que efectuó un análisis de la

situación a la que se podría ver conducido el país frente a la epidemia

de la gripe; frente a tal eventualidad indicó que la resolución del

Ministerio, había sido la de crear una comisión científica encabezada

por el decano de la Facultad de Medicina, el doctor Isidro Ayora y por

los doctores Luis Dávila y Aurelio Mosquera28, también docentes de la

mentada Facultad de Medicina, quienes se encargarían de elaborar,

en las siguientes horas, un Plan de Emergencia para enfrentar la

epidemia y, sobre todo para que la gripe no se propagara en el

Ecuador; adicionalmente la comisión científica debía elaborar, en este

entorno, un corto Reglamento General que facilitara la aplicación de

ese Plan de Emergencia.

27El diario el Comercio en su nota periodística respecto a este encuentro, refirió los nombres de las Boticas de la ciudad de Quito cuyos representantes estuvieron presentes en la reunión, precisando que los concurrentes correspondieron a las boticas Alemana, Progreso, Nacional, Universal y Francia Central. “El Comercio” 2 de noviembre de 1918. 28Ibíd.

Page 37: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Frente a esta determinación solicitó el delegado ministerial el

apoyo de los concurrentes a la comisión designada, lo cual ocurrió de

manera inmediata debido al prestigio de los miembros de la mentada

comisión29 y toda vez que la situación que se vivía, en materia de

salud, ameritaba dejar de lado lo que bien podríamos llamar conflictos

de segundo orden que en aquellos años existieron, particularmente en

la confrontación política entre liberales y conservadores.

Las razones por las cuales se responsabilizó a una comisión

externa a la Dirección de Sanidad -que en la práctica fue una comisión

de la Facultad de Medicina- para que se preparara a enfrentar la

presencia de la “gripe española” fueron diferentes.

La revisión de algunas de estas circunstancias es importante

porque nos permite tener un panorama de los acontecimientos que

vivió el país en aquellos momentos y, particularmente, comprender en

qué contexto actuó el Gobierno para impedir, en lo posible, la epidemia

de la gripe o para enfrentar sus efectos en el país.

En efecto, es fundamental reconocer que la Institución

encargada de la sanidad en el Ecuador se hallaba extremadamente

rebasada en su accionar debido a su tarea, en aquellos momentos,

para combatir al paludismo y la fiebre tifoidea, en medio de una

escasez de médicos dentro de su personal30. 29 Ibíd.30El subdirector de sanidad elaboró un informe dirigido al Director de la mentada Institución, en aquellos mismos días, en el cual señaló: “La dirección de sanidad no dispone de personal médico suficiente para conformar las comisiones de sanidad que deberían actuar en los puntos de frontera, por lo que pido apoyo de los consejo municipales para contar con el apoyo de médicos de asistencia

Page 38: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Esta realidad, que fue perfectamente asimilada al interior de la

Dirección de sanidad y de sus mandos inmediatos, debe haber

alentado la idea para que los Municipios, particularmente el de Quito,

intervinieran como núcleos de apoyo al rol sanitario emergente. De allí

que en la reunión del 1 de diciembre de 1918, hubo una concurrencia

importante de Concejales de Quito, a los cuales únicamente se les

comunicó de algunas determinaciones gubernamentales.

No obstante, y a manera de digresión, son importantes dos

comentarios adicionales que explican la “política vertical” del régimen

señalada en el párrafo anterior: los Municipios, cuyo rol de apoyo a las

prácticas del higienismo público fueron necesarias en diversos

momentos, habían provocado una disimilitud de resultados31, pues

carecían algunos de estos Municipios de una infraestructura sólida y

de personal para cumplir su rol; a lo anterior debió agregarse una

preocupación que devino de la constatación de que algunos de esos

Municipios, como en el caso de Quito, había una importante incidencia

del partido conservador -lo cual había impedido, para otros asuntos,

de un diálogo directo y franco con el Gobierno- circunstancia que

también debió haber provocado al régimen de Baquerizo Moreno

algún prurito.

Todo lo dicho fue solucionado con la conformación de la

comisión de la Facultad de Medicina -a la que hemos hecho

referencia- la misma que debía articular a la brevedad, políticas

pública" El Comercio 6 de Noviembre de 1918.31 Nos referimos, por ejemplo, al funcionamiento de las Juntas de beneficencia.

Page 39: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

públicas urgentes que deberían contar con el apoyo de los Municipios.

Por ello la reunión del 1 de Diciembre fue un encuentro informativo

para los asistentes. 32 No fue un momento para debates, sino para

actuar sobre los hechos y los apuros que provocaba la presencia de

una enfermedad de alto riesgo.

Lo que hemos referido en líneas precedentes, las desconfianzas

políticas, lo podemos advertir en Quito, y lo citamos a manera de

ejemplo para ratificar lo afirmado. El Cabildo de 191833 tuvo entre sus

concejales a los siguientes conservadores: Enrique, Gangotena Jijón,

Luis Villavicencio Ponce, Pablo Isaac Navarro, Alejandro Mancheno,

Alberto Bustamante, Felipe Pérez Borja. Y si bien presidía el Concejo

el liberal Abelardo Montalvo -y además estuvieron en ese periodo

como Concejales de orientación liberal los doctores Isidro Ayora y

Aurelio Mosquera Narváez- el accionar corporativo del Cabildo había

sido disperso y estuvo contaminado de las pugnas políticas liberal-

conservadoras que, entonces, vivió el Ecuador.

En todo caso, ese mismo Cabildo del que el régimen liberal tuvo

algunos recelos, dispensó en todas las circunstancias, un enorme

32 No estamos señalando que frente a un problema de salud, debido a las posturas políticas tales conflictos no podrían ser atendidos con agilidad sin importar la bandería política de los Concejales, pero no queda duda que los conflictos políticos inciden en la buena relación entre los ´poderes centrales y locales y aquello suele impedir diálogos fluidos que, en nuestro entender, quisieron también ser superados desde el Gobierno Liberal. Y de hecho fueron superadas estas trabas porque los interlocutores fueron los más idóneos y porque hubo sensatez de todos frente a la presencia de la gripe. Los problemas subjetivos de la política fueron abandonados frente a un problema objetivo de la realidad. Pero bien cierto es que, para curarse en sano, el régimen optó por un camino bien trazado.33 Archivo Metropolitano de Quito. Acta del Concejo del 28 de diciembre de 1918.

Page 40: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

respeto a la figura ponderada del médico y Concejal Isidro Ayora

quien, como queda dicho, ejerció en ese mismo tiempo el decanato de

la Facultad de Medicina y adicionalmente fue hermano del Ministro

José María Ayora.

Todo lo referido le convirtió a Isidro Ayora en una figura que

podía cumplir varios roles a la cabeza de la Comisión que había

nombrado el régimen. El primero, responder con criterio académico

frente a la epidemia de la “gripe española” a consecuencia de su

formación en Alemania, lo cual le había puesto en la ventaja de

conocer el pensamiento sanitarista europeo que desde la etapa de

industrialización de sus economías, había dirigido sus acciones a

atender este tipo de conflictos en sus países; en segundo término, su

condición de Decano de la Facultad de Medicina de Quito, le dio una

especie de autoridad académica que trajo implícita la posibilidad para

que Isidro Ayora pudiera en lo posterior contar, de ser del caso, con un

importante apoyo de núcleos de médicos; en tercer lugar, Isidro Ayora

pudo canalizar34 de manera inmediata el apoyo del Cabildo Quiteño

frente al complejo problema de la epidemia y, en cuarto lugar, desde

luego, al tener la confianza de su hermano José María Ayora, pudo

actuar con libertad frente a un problema que demandaba asumir, con

profesionalismo, respuestas auténticamente emergentes.35.

34 En la misma reunión en la que el Gobierno informó la constitución de la Comisión Científica que elaboraría el Plan de Emergencia, Isidro Ayora expresó que “El Consejo Municipal, efectuará cualquier sacrificio con el fin de contribuir a las medidas que aconseje la facultad de Medicina frente al problema de la gripe” El Comercio 2 de noviembre de 1918, p. 1.35 Fue de tal magnitud la preocupación sobre que hacer frente a la gripe, que la Comisión debió presentar su Plan Emergente, de un día para el otro.

Page 41: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Desde luego si bien la figura central para enfrentar esta

epidemia, mediante la elaboración de un Plan de Emergencia, fue

Isidro Ayora, no cabe la menor duda, también, que la presencia de

Aurelio Mosquera Narváez, también médico, docente universitario36 y

concejal de Quito, constituyó otro factor de enorme importancia para

que la Comisión tuviera respaldo, como lo fue, adicionalmente, el

hecho de la designación a la mentada comisión científica del Jefe de la

cátedra de higiene salud pública, Luís Dávila, quien para entonces se

hallaba preocupado de innovar la mentada cátedra pública bajo la

orientación bacteriológica37 y microbiológica que unos años atrás se

había insertado como parte de la formación38 de los médicos de aquel

entonces.

El Plan de Emergencia Nacional

El Plan de Emergencia fue trabajado en horas de la noche del

propio 1 de diciembre y en la mañana del 2 de diciembre de 1918. Fue

un documento breve de tres páginas remitido por la Comisión al

Ministerio del Interior y Sanidad, el cual, con la misma fecha de 2 de

diciembre envió al subdirector de Sanidad de la Provincia de Pichincha

36 Mosquera Narváez impartió en 1918 la cátedra de patología general e interna en el tercer año de la carrera médica. (Universidad Central. Archivo General). 37 La formación anatomoclínica de la Escuela de Medicina fue superada en la última década del siglo XlX. En 1889 el Consejo General de la Universidad, en sesión del 6 de junio estableció la cátedra de Bacteriología -ciencia fundada por Pasteur- y para que ejerciera esta asignatura fue traído desde Europa el doctor Gustavo Lagerheim. (Universidad Central del Ecuador. Archivo General. Libro Junta Administrativa: 15-1-1886 a 25-V-1892. Quito. Folios 9 y 10)38 Tanto es así que en el tercer año de la formación de los médicos se dictaba la cátedra de bacteriología. En 1918 fue profesor de tal asignatura en la Universidad Central el Doctor Francisco Cousin (Ibíd)

Page 42: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

un oficio que, por su importancia, lo transcribimos: “ Remito a usted

adjunta, en tres fojas útiles, copia de las instrucciones acordadas por

la Facultad de Medicina de la Universidad Central para la campaña

contra la gripe, con el objeto de que sean estudiadas prolijamente a fin

de que, de acuerdo con el Gobierno, se adopten las providencias más

eficaces, conducente al fin de combatir con ventaja aquella terrible

peste.” El documento en referencia fue firmado por José María Ayora.

(ver anexo) y dejó de ser un Plan de Emergencia, constituyéndose

desde esa misma fecha, en un instrumento sanitario que debía ser

aplicado por las subdirecciones provinciales de sanidad y los

Municipios, para responder frente a la epidemia de la gripe.

El Plan de Emergencia (ver anexo) fue emitido como una opinión

de la Facultad de medicina y fue estructurado pensando

fundamentalmente en lo que se debería hacer en Quito frente a la

presencia de la gripe, epidemia que, conforme a la opinión de la

comisión, casi irremediablemente invadiría al Ecuador. Este criterio

último es necesario que lo resaltemos, porque explica la brevedad

para la elaboración del documento y la característica del mismo que se

expresa en la enumeración de una serie de medidas para combatir la

“gripe española”; explica también el hecho de que tal propuesta fuera

asumida de manera inmediata por las esferas públicas involucradas en

el conflicto de la epidemia y el combate a la misma, y cuyas

disposiciones constituyeron el andamiaje con el cual se enfrentó a la

“gripe española” cuando esta llegó al Ecuador.

Page 43: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Ahora nos interesa advertir las disposiciones que se

establecieron para enfrentar la epidemia conforme el criterio higienista

de la comisión que elaboró el Plan de Emergencia, y que atendió

varias áreas, las mismas que estuvieron agrupadas en los sub títulos

del Plan de Emergencia y que correspondieron, adicionalmente, a las

líneas de ejecución de una serie de medidas para enfrentar la

epidemia: asistencia médica, medicamentos, alimentos, lazaretos,

medidas gubernativas y Dirección de Asistencia Pública.

En el documento al que hacemos referencia en estas páginas se

puede leer la insistencia para que la Municipalidad de Quito -y por

extensión las Municipalidades del país- coordinaran la asistencia

médica, toda vez que las Juntas de Sanidad Municipales tenían a su

cargo varios galenos que podrían organizar tareas de asistencia

médica gratuita, lo cual era posible, adicionalmente, según las

atribuciones que le otorgaba a los consejos municipales la Ley de

Régimen Municipal de 1912 (León, 2012: 58 y 59).

Para facilitar la tarea de los médicos se dispuso, conforme el

Plan de Emergencia la división de la ciudad de Quito en ocho zonas,

cada una de ellas, bajo la responsabilidad de un médico, los cuales

tendrían la facultad de usar el contingente de otros médicos residentes

en la ciudad, egresados o estudiantes de niveles superiores de la

facultad de medicina. 39

39Archivo de la medicina, Museo de la Medicina, Despachos dirección de sanidad, 1918, Sa20, p, 159-161

Page 44: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Para lograr lo anterior se dictaminó que los médicos que

residieran en la ciudad deberían identificar su vivienda con una

bandera de un metro de largo por sesenta de ancho de color blanco y

con una cruz roja en el centro.40

A fin de que la ciudadanía pudiera consultar a los médicos con

facilidad, en el caso de que requirieran de su ayuda, se estableció

adicionalmente, que todos los médicos de la ciudad deberían prestar

servicios de asistencia sin cobrar por sus servicios.41

En las calles todo médico quedó obligado a llevar la escarapela

visible de la facultad de medicina con el fin de ser distinguidos con

facilidad. Los cuerpos de Policía Sanitaria, y los celadores de policía

deberían cumplir órdenes de los médicos de la ciudad.42 Las tareas

más frecuentes de esta Policía Sanitaria debían relacionarse con la las

tareas de transportar medicinas desde las boticas a las casas de los

pacientes enfermos.

A los médicos se les otorgó la atribución de expedir durante la

emergencia recetas especiales gratuitas para los ciudadanos pobres.

En la misma debía constar el nombre de enfermo y la dirección; la

habitación en la que estuviera el enfermo, tenía que ser numerada.43

Las boticas, por otro lado, debían asumir la obligación de

redoblar los turnos. En una de las comunicaciones de la dirección de

40Ibíd.41Ibíd.42Ibíd.43Ibíd.

Page 45: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

sanidad se indicó que las boticas durante la emergencia no podrían

cerrar a ninguna hora del día y, ha quedado referido, que ellas pasaron

abarrotadas de gente.44

Las boticas, para que pudieran cumplir su rol previsto en el Plan

de Emergencia, debían ser subsidiadas por el Estado, por las Juntas

de Beneficencia45 y por el Consejo Municipal los mismos que

estuvieron obligados a coordinar la labor de recuperar las

asignaciones presupuestarias para cubrir estos gastos.

Todas las recetas que tenían la anotación “despáchese

gratuitamente” debían ser subsidiadas por el Municipio de Quito. Las

que poseían la indicación “a precio de costo” debían ser despachadas

por las boticas sin recargo económico alguno al precio original de

entrega de los medicamentos a las boticas, como parte del

compromiso de estas con el Estado.46

Si bien lo anterior formó parte de las acciones de respuesta

frente a lo que podría ser la epidemia, el Plan de Emergencia orientó

como se debería actuar con los enfermos. Para combatir el desarrollo

de la gripe en el organismo de la persona contagiada, se debía evitar a

toda costa el avance de los síntomas a partir de mantener la

temperatura del organismo a una temperatura elevada. La persona

contagiada no podía por razón alguna abandonar una habitación

abrigada y si era posible ni siquiera abandonar el reposo en la cama. 44Archivo de la medicina, Museo de la Medicina, Despachos dirección de sanidad, Sa20, p, 1918. 45

46Archivo Municipal, Acta del consejo de 8 de diciembre de 1918.

Page 46: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Por esta misma razón, también se organizó el servicio de

despacho de los alimentos. Pues estos tendrían que ser preparados

con mínimos nutrientes y, en el caso de los indigentes, distribuidos

inclusive hasta su completo restablecimiento. Los costos de este

servicio correrían a cargo del Gobierno, la Municipalidad y las Juntas

de Beneficencia. Los lugares previstos para que se instalaran los

puestos de funcionamiento de las llamadas “cocinas gratuitas fueron

los siguientes: Convento del Buen pastor, La Maternidad, Hospital

Civil, San Carlos, Convento de la Merced, Monasterio del Carmen

Bajo, Monasterio de Santa Catalina, Casa de los Salesianos, Escuela

de los Hermanos Cristianos (San Blas) y en Hospital Militar. La

distribución de la alimentación estaría a cargo de la policía sanitaria.47

En el Plan de Emergencia se había establecido, también, el

requerimiento de la creación de lazaretos provisionales para atender

casos graves o complicados a causa de la “gripe española” y para

atender a las personas que hubieran llegado desde las afueras de la

ciudad portando la enfermedad.

Se asignaron como espacios para instalar estos centros

asistenciales al pabellón Mariano Aguilera del nuevo (Hospital Militar)

hospital, la antigua maternidad y, de haber, en una o más casas de

beneficencia.48

Además de lo señalado -en el renglón de lo que se concibió

como medidas Gubernativas- se dispuso que se redoblara el servicio 47Ibíd.48Ibíd. p. 160

Page 47: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

sanitario en el Ferrocarril. Se previó la clausura temporal de las

actividades en establecimientos educativos y de los lugares donde se

produjeran aglomeramientos de personas. Incluso se determinó la

necesidad de suspender los servicios fúnebres, religiosos e inclusive

los dobles de campanas.49

En esta misma perspectiva de las acciones Gubernativas, como

fue llamado este apartado, el Plan demandó, la habilitación inmediata

del Hospital Militar que había sido terminado; se trataba, pues, de

aprovechar las salas de este centro hospitalario para el aislamiento

de casos contagiados con la gripe.50

En lo concerniente a lo que podríamos llamar la parte

administrativa, el Plan de Emergencia previó que el Gobierno, previo

la indicación de la Facultad de Medicina, nombrará un Director de

Asistencia Pública, cargo que sería desempeñado ad-honorem y

cuyas tareas se relacionarían a la coordinación entre el Gobiernos, la

Municipalidad y la Beneficencia; vigilar la provisión de medicamentos y

alimentos; cooperar con la oficina de Sanidad en el servicio de

desinfección; vigilar los Lazaretos y Hospitales; llevar la estadística de

la epidemia y dar a la población, por la prensa, las instrucciones

necesarias para enfrentar la epidemia, así como las informaciones que

se requirieran frente a la situación de emergencia.51

49 Ibíd. 50

?Archivo de la medicina, Museo de la Medicina, Despachos dirección de sanidad, Sa20, 1918. p. 24051Archivo de la medicina, Museo de la Medicina, Despachos dirección de sanidad, Sa20, 1918. p. 161.

Page 48: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

La constitución de esta oficina que centralizaría las actividades

de los diversos sectores públicos frente a la epidemia, fue un paso

importante en la historia del higienismo público nacional. El

aparecimiento de la Dirección de Asistencia Pública con los roles

entregados a esta Dirección reflejan la influencia del higienismo

europeo, lo cual, en este apartado es importante reiterarlo porque este

hecho forma parte de la historia del pensamiento médico ecuatoriano y

pone al descubierto, también, la huella de Isidro Ayora.

Un hecho relevante, en esta misma perspectiva, no solamente

está en la línea de coordinación y control que podía ejercer esta

dependencia pública, sino la determinación de llevar información

estadística con respecto de la epidemia. Aquello es un claro avance en

la construcción de epidemiología, en el horizonte, además, de ir hacia

los esbozos de la salud pública. Isidro Ayora fue el artífice de esta

circunstancia en 1918.

El Plan de Emergencia que hemos comentado, fue estructurado,

a partir de la realidad local de Quito y, por extensión, se lo volvió de

aplicación nacional. Este debió ser un limitante a la hora de poner a

prueba sus orientaciones básicas, por el desarrollo diferente de las

provincias y por los comportamientos y comprensiones distintos de los

Cabildos e incluso por las razones prácticas que una visión

centralizada pudiera tener ftrente al resto de las regiones del país.

Pero no olvidemos que fueron días de crisis y de preocupación, frente

Page 49: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

a las cuales había que actuar, Precisamente por ello el Plan de

Emergencia es escueto y normativo.

No obstante, hay que decirlo, en su concepción epistemológica,

el Plan de Emergencia, a pesar de haber algún trazo asistencialista

público, que fuera elaborado por la Comisión de la Facultad de

Medicina, deja una clara huella del higienismo público que entonces se

había puesto en marcha en la región en materia de salud y que

formaba parte de la educación médica. Esta realidad corrobora

nuestros análisis sobre esta materia que en páginas precedentes

establecimos con precisión al habalr del entorno de la realidad

nacional en los años de 1918.

Las primeras respuestas prácticas frente al Plan de Emergencia

Una vez que el Plan de Emergencia se volviera ley el 15 de

noviembre de 1918 el cabildo de Quito se reunió para tratar los

aspectos concernientes a su intervención en el marco de este Plan de

emergencia y del reglamento gubernativo.

El 16 de Noviembre de 1918 el presidente Baquerizo Moreno dio

paso a la ejecución del reglamento creado en el plan de emergencia

frente la amenaza de la epidemia de gripe y se decretó la creación de

la dirección de Asistencia Pública con un director y un subdirector que

coordinen las actividades entre las distintas instituciones encargadas

Page 50: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

de tomar acciones contra la enfermedad. Además que debía entregar

la estadística de casos y decesos a la Dirección de Sanidad 52

La sesión del Municipio estuvo presidida por el doctor Aurelio

Mosquera, La reunión trató sobre las actividades que el cabildo debía

cumplir en los momentos de crisis a causa de la epidemia. Entre estos

asuntos se estableció la división de la ciudad, conforme lo había

señalado el Plan de Emergencia; la coordinación con los hospitales y

conventos; el suministro de alimentos a los enfermos y la contratación

de boticas para la entrega de medicamentos gratuitos.53

Frente a la propuesta de la comisión que elaboró el Plan de

Emergencia, se había establecido por parte del Ministerio del Interior y

Sanidad un presupuesto para la lucha contra la epidemia. Su monto

bordeó los 250.000 sucres. Para atender este requerimiento el

Ministerio del Interior elaboró un presupuesto endosado a los rubros

de funcionamiento de los Municipios.54 Dicho de otra manera, en la

propuesta inicial los Municipios debían correr con el Presupuesto para

enfrentar la epidemia de la gripe.

En el caso de Quito, el Municipio debía entregar o disponer de

un monto de 100. 000 sucres para la contingencia a la que el país se

iba abocando. El cabildo, en la sesión señalada, se excusó de la

52Archivo de la medicina, Museo de la Medicina, Despachos dirección de sanidad, Sa20, 1918. p. 17753Archivo Municipal de Quito, Acta del consejo del 15 de Noviembre de 1918. 54Ibíd.

Page 51: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

erogación económica y se comprometió a pagar los salarios de 10

médicos de la asistencia pública.55

Debía ser el Estado, según el Concejo, quien tenía la

responsabilidad de cubrir el resto del presupuesto; no dejó de

pensarse, en todo caso, en la posibilidad de que el Municipio hiciera

un préstamo y pagar el mismo, con el aumento de impuestos. Esta

fue la postura, particularmente de los Concejales conservadores.56

Esta respuesta debió haber acelerado la determinación del régimen

para atender la crisis, en un alto porcentaje, con sus propios recursos.

En este punto, a manera de información adicional, nos

preguntamos: ¿Qué respuesta dieron los Municipios de otras

localidades al régimen frente al Plan de Emergencia?

De la información obtenida, nos queda la evidencia que los

Concejos cantonales de Ibarra, Otavalo, Ambato, por ejemplo,

reportaron su obediencia a la resolución del Ministerio del Interior e

Higiene, para instalar los servicios de asistencia pública gratuita, y dar

cumplimiento a las ideas centrales contenidas en lo que fue el Plan de

Emergencia y que a esas alturas constituía una disposición sanitaria

en el país. Los reportes de los concejos municipales de estas

ciudades dieron plena cuenta de la cooperación de las Juntas de

Sanidad y los agentes locales; de los hacendados y administradores 55Ibíd. 56 Debido a esta circunstancia, queda en claro porque el Gobierno tuvo sus reservas con lo que podría ser el comportamiento del Municipio Quiteño y prefirió actuar, como lo hemos llamado, de manera vertical y contando con sus allegados que también estaban en dicho Cabildo y que, adicionalmente, gozaban de prestigio.

Page 52: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

de haciendas; de los médicos, todos quienes hemos enumerado se

pusieron a disponibilidad de los concejos cantonales.

Desde luego que para que esta realidad descrita ocurriera, el

Sub Director de Sanidad de Pichincha había redoblado sus esfuerzos

en la relación con las estructuras de Sanidad del Pais a quienes les

recordó, la importancia de tener instalados los servicios de asistencia

pública, antes del brote de casos de gripe en el país.57

Las actividades preventivas para luchar en contra de la epidemia

lograron responsabilidades específicas en gran parte de los Cabildos.

Aquello fue un logro importante del Gobierno y de su Ministro del

Interior. Por un lado los municipios se encargaron de coordinar la

dotación de fármacos y alimentos, además de cuidar de la “asistencia

pública” con los médicos contratados por el cabildo. Por su parte la

dirección de sanidad orientó su acción a organizar la instalación de

lazaretos para la atención tanto de los casos de gripe, como de los de

tifoidea que constituía, en ese momento, el otro conflicto de salud

latente en el país.

Además de lo indicado, que demuestra una acción movilizada de

los Municipios, el Ministerio de Interior asumió el rol de divulgar las

medidas preventivas para conocimiento entre los ciudadanos,

57“Quiero insistir a ustedes acerca de la necesidad imprescindible de organizar ya mismo el servicio de asistencia pública gratuita poniéndose en contacto con los hospitales y autoridades cantonales con el fin de evitar los aturdimientos que se producen cuando se organizan las cosas a última hora” AMQ, Despachos de la subdirección de sanidad , 30 de Octubre de 1918,

Page 53: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

conforme había planteado el Plan de Emergencia, frente a la epidemia

de la gripe,

En efecto, en la segunda quincena de noviembre de 1918 la

Dirección de Sanidad encargó la impresión de 10.000 afiches con las

medidas de precaución que deberían ser pegadas en lugares visibles

de las distintas ciudades del país. Estas debían también publicarse en

los principales periódicos del país58

Los afiches que se estampaban en las ciudades trajeron la siguiente

información:

La gripe Se propaga por medio de gotitas que esparcen la nariz y la garganta.

Para toser o estornudar, cúbrase la boca o nariz con el pañuelo.

Se propaga por contacto.

Evite las aglomeraciones de personas.

No escupa en el suelo, las calles o las aceras.

No ocupe ni vasos ni toallas de uso común.

Evite la fatiga excesiva.

Si se siente enfermo acuéstese y haga llamar al médico. 59

Para finales de noviembre no se habían reportado casos de la

mal denominada “gripe española”, empero, los marcos administrativos

58Archivo de la medicina, Museo de la Medicina, Despachos dirección de sanidad, Sa20, 1918. p. 550 59Archivo de la medicina, Museo de la Medicina, Despachos dirección de sanidad, Sa20, 1918. p 550

Page 54: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

de la infraestructura asistencial y sanitaria para hacer frente a la

enfermedad ya se había difundido y, en muchos lugares, organizado.

Además, las gestiones de la coordinación institucional se

siguieron poniendo en marcha aceleradamente en algunas regiones,

particularmente en las ciudades grandes.

El Municipio de Quito estableció los compromisos con las

farmacias para la entrega de medicamentos. Las farmacias de la

ciudad habían aceptado, para ese entonces, el llamado de la Junta de

Sanidad del Municipio de Quito para unirse al plan de emergencia. En

una reunión con la Junta Superior de Sanidad, que fuera convocada

por el municipio y dirigida por los concejales Abelardo Montalvo e

Isidro Ayora, los dueños de las farmacias de la ciudad aceptaron el

convenio económico en el momento que la enfermedad llegara: pagos

trimestrales que cubrirían el expendio de recetas gratuitas y de los

costos pendientes debido al 15% de descuento con los cuales

beneficiarían a ciertas medicicaciones 60

Un asunto importante es el rescatar la disposición institucional

por mantener constantemente informada a la prensa sobre la labor

institucional frente a la epidemia de la gripe y sobre los resultados en

la batalla frente a la enfermedad, todo ello articulado desde la

Dirección de Sanidad.

Un fenómeno interesante fue, en aquellos días, que la prensa

durante el mes de noviembre se dedicó a colaborar con la labor

60Archivo municipal, Oficio de consejo municipal 1918, p.195.

Page 55: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

institucional y dejó de lado la información sobre la evolución de la

enfermedad en los países de la región como en Colombia, Perú y

Chile, países que en los meses de Octubre y Noviembre fueron

sufrieron los efectos de la epidemia que dejó miles de decesos en

ciudades como Bogotá, Lima y Santiago.

La prensa nacional que había venido informando sobre estos

acontecimientos (tal el caso del Diario “El Dia” que en octubre de 1918

reportó que países vecinos la mortandad producida por la gripe había

dejado miles de muertos en las calles61) omitió, de un momento a otro,

los datos sobre esta realidad, seguramente en la perspectiva de no

contribuir a los pánicos colectivos y con la finalidad de fortalecer las

campañas de prevención. Todo ello en acuerdo con las esferas

gubernativas del país62.

¿Comienza a vulnerarse la prevención de la “gripe española” en

el Ecuador?

El mes de noviembre de 1918 transcurrió en medio de reportes

de la obediencia a las medidas de seguridad para detectar la gripe en

los puntos de frontera. Una serie de medidas profilácticas dedicadas a

la desinfección de equipajes, y verificación clínica de la salud de las

personas que pasaban por las aduanas parecía que estaba dando 61 Hemeroteca de la casa de la cultura, Periódico “El Día” 30 de octubre de 1918, p.162 La información sobre los acontecimientos provocados por la “gripe española” en otros países de la región y del mundo fueron desapareciendo en el país. REn el mes de noviembre no hay información al respecto en la prensa nacional.

Page 56: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

resultado a las preocupaciones frente a la posible presencia de la

gripe. La desinfección de los equipajes se realizaba con polvo de

sulfato de cobre, que era un bactericida y desinfectante muy cáustico

que se utilizaba para limpiar los pisos de las salas de Hospitales.63

La aplicación de estas medidas fue rigurosa y demandó mucho

financiamiento. La Subdirección de Sanidad reportó constantemente

las actividades de desinfección control aduanero, y las dificultades

que acarreaban los escases del antiséptico, y el abastecimiento del

mismo. 64

La prensa, en esos días de noviembre, reportó el ingreso de tres

tripulantes enfermos de gripe epidémica de un buque de carga chileno

al muelle de Guayaquil. Fueron trasladados a la casa de una

compañía de comercio chilena y puestos en cuarentena.65 Estos

serían los únicos casos de gripe española comprobados en Guayaquil

durante el mes de noviembre.

Mientras tanto las cifras de muertes en ciudades como Lima,

Santiago y Bogotá seguían creciendo y si bien no hubo información

periodística al respecto, siempre se filtraba información sobre tal

asunto, lo cual comenzó a generar enorme preocupación en la

ciudadanía.

63Archivo de la medicina, Museo de la Medicina, despachos de la Dirección de Sanidad,1918, p,20664Archivo de la medicina, Museo de la Medicina, despachos de la Dirección de Sanidad,1918, p,20665Hemeroteca de la Casa de la Cultura Quito, Periódico el Guante 10 de Noviembre de 1918, p.1.

Page 57: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

En Guayaquil, en el mismo mes de noviembre, la subdirección

de sanidad del Guayas demandó, frente a cierta gripe que había en la

población, que “cualquier persona con síntomas de catarro debe

acercase al servicio médico más cercano a pedir atención”.66 No

obstante, se pudo comprobar, luego, se trataban de casos de catarro

que indicaban brotes de gripe estacional. La epidemia aún no había

llegado de manera abierta.

Capítulo 3

El arribo de la enfermedad

El 13 de diciembre de 1918 la subdirección de sanidad del

Guayas desató la alerta roja sobre la presencia de la enfermedad en

Guayaquil. El subdirector de sanidad del Guayas Luis Becerra ordenó

la ejecución de las medidas preventivas. Se cerraron todos los

establecimientos de instrucción fiscal, particular y municipal de la

ciudad y se redobló la atención en los hospitales y centros

asistenciales.67 En respuesta a la alarma difundida por el subdirector

del Guayas; el Director de Sanidad en Pichincha Carlos A. Miño se

66Archivo de la medicina. Despachos de la Dirección de Sanidad,1918, p,20667 Diario el Telégrafo 14 de diciembre de1918, p 1.

Page 58: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

unió a las medidas y cerró todas las actividades en los

establecimientos de instrucción de la ciudad.68

El pánico se apoderó de la ciudad de Guayaquil durante una

semana. Los pacientes llegaban a los hospitales con alas

especializadas para su tratamiento. Pero el desarrollo de la

enfermedad no era lo que se esperaba, la dirección de sanidad el 18

de diciembre de 1918 declaró que la enfermedad en Guayaquil se

presentó de manera benigna y que no dio lugar al internamiento y

aislamiento de caso alguno de los que ingresaban a los centros

asistenciales.69 El diario el Telégrafo por su parte afirmaba que no

existían casos de gripe en la ciudad, sino que fruto del pánico muchos

por estar con los síntomas de un catarro simple, terminaban en

centros de asistencia buscando atención.70

Según reporte de la subdirección de sanidad del Guayas, debido

a que ninguno de los casos que llegaban a los centros asistenciales

paso más de un día en observación, no se reportaron estas visitas a

los centros asistenciales como casos oficiales de gripe española.71 Es

decir que aunque algún ciudadano que llegó al centro asistencial

hubiese estado precisamente con el virus, dicho caso no contabilizaba

como tal por ser dado de alta antes del segundo día. El diario el

telégrafo indicaba que los pacientes que mostraban fiebre mostraban

signos de recuperación al día siguiente. Es así que tanto la dirección

68 Archivo de la medicina (MSP), despachos de la dirección de sanidad,1918 p 450

69 Archivo de la medicina (MSP), despachos de la dirección de sanidad,1918 p 5570 Diario el Telégrafo 23 de diciembre de 1918.71 Archivo de la medicina (MSP), despachos de la dirección de sanidad,1918 p 440

Page 59: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

de sanidad como la prensa anunciaron como versión oficial “la gripe se

presentó en la ciudad de Guayaquil, pero de forma benigna”72

Esta manifestación benigna de la gripe en Guayas se mantuvo

durante los meses en los que la enfermedad provocó estragos en el

país. Las victimas que contabilizó la dirección de sanidad fueron de

paludismo y otras afecciones cobraron en la provincia del puerto

principal del país.

Boletín sanitario de la subdirección de sanidad del Guayas.

Datos relativos al movimiento de enfermedades pestilenciales en la provincia del Guayas

correspondientes a Noviembre de 1918.

Enfermedad Casos Decesos

Peste bubónica 4 3

Fiebre amarilla 38 21

Viruelas 00

Gripe 00

Fuente: Archivo de Medicina, Despachos dirección de Sanidad

1918 p259

Datos relativos al movimiento de enfermedades pestilenciales en la provincia del Guayas

correspondientes a diciembre de 1918

Enfermedad Casos Decesos

Peste bubónica 4 00

72 Diario el Telégrafo 23 de diciembre de 1918.

Page 60: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Fiebre amarilla 42 25

Viruelas 00 00

Grippe 00 00

Fuente: Archivo de Medicina, Despachos dirección de Sanidad

1918 p260

Datos relativos al movimiento de enfermedades pestilenciales en la provincia del Guayas

correspondientes a Enero de 1918.

Enfermedad Casos Decesos

Peste bubónica 7 2

Fiebre amarilla 52 30

Viruelas 00 00

Grippe 00 00

Fuente: Archivo de Medicina, Despachos dirección de Sanidad

1919 p60

La alarma se desató en Quito el 13 de Diciembre. A pesar de que

no se habían registrado casos aun, la sola mención de la existencia

de casos en Guayaquil y Loja por parte del diario “El Comercio” de

Quito fue suficiente para desatar la alerta roja.73 Los establecimientos

73 HCC (Hemeroteca de la casa de la cultura), El Comercio 14 de Diciembre de 1918, p,1.

Page 61: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

de instrucción pública y otros sitios de aglomeración como teatros y

oficios religiosos fueron cerrados. Se debía poner en marcha el plan

de emergencia en una sociedad a la que la medida le tomó por

sorpresa. A pocos días de la llegada de la emergencia a la ciudad de

Guayaquil. La Subdirección de Sanidad del Guayas declaró que la

enfermedad tenía características benignas y que no se llegó a

convertirse en epidemia.74 Esto debió influir en la poca cautela de los

comisionados de Sanidad para poner en marcha los planes

establecidos.

El 18 de Diciembre se anunciaba la presencia de casos de Gripe

en Pichincha, 15 casos comprobados en una fábrica de tejidos de

Sangolquí. El director de sanidad dispuso que los propietarios

suministren de inmediato aspirinas y sales purgativas para evitar

complicaciones; a falta de asistencia médica. 75 El plan de

emergencia, no estaba operando en ningún caso. La ciudad de

Machachi declaró la presencia de 20 casos de gripe en los hoteles del

pueblo. Machachi contaba con agentes de sanidad de la subdirección

de Pichincha, quienes se encargaron de exigir a los dueños de

hoteles, bares, fondas, peluquerías la desinfección prolija de sus

instalaciones con solución de Creso.76

El 19 de Diciembre la dirección de sanidad informó que en Quito

se registraron 120 casos; pero la enfermedad seguía teniendo una

manifestación benigna77. Durante los siguientes días el número de

74 Archivo de la Medicina, despachos de la dirección de sanidad, 1918 p 450.75 HCC. El Comercio, 18 de diciembre de 1918. 76Archivo de la Medicina, Museo de la medicina, Despachos de la Dirección de Sanidad 1918, 77 Archivo de la Medicina, Museo de la medicina, Despachos de la Dirección de Sanidad 1918,

Page 62: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

casos se contaba por miles y comenzaban a registrarse los primeros

fallecimientos.78 El gobierno decidió instalar el lazareto para griposos

que constaba en el plan de emergencia pero no fue instalado sino

hasta que la enfermedad comenzó a generar estragos. El escritor

editorial del diario El Comercio que declaraba que el mismo estaba

contagiado con la enfermedad decía. “Consideramos un despropósito

la idea de establecer el antedicho lazareto cuando existen tantos

casos cuanto son las casas de Quito”79 Se pedía por parte de la

prensa el cumplimiento del plan de asistencia pública esbozado en el

plan de emergencia. En parte por responsabilidad del estado y la

subdirección de sanidad por no haber anticipado la ejecución de las

obras pertinentes y acotadas en el plan de emergencia. Y del

municipio por no haber dado paso a las gestiones correspondientes

para la ejecución de las obras.

Tanto por parte del municipio como del gobierno central y la

institución responsable de la sanidad pública, “La dirección de

Sanidad”, existió un comportamiento completamente no científico. Que

se explica, en primer lugar por suponer al entrar al mes de Diciembre

sin presencia alguna de la gripe, esta jamás llegaría a entrar al país,

aun cuando se manejaban de manera precisa la información de que la

enfermedad estaba siendo contenida con estrictas políticas de

frontera, pero que podían o no ser infalibles. La segunda muestra de

un comportamiento no científico es suponer que dada la manifestación

benigna de la gripe en Guayaquil, la gripe debería tener el mismo

78 Archivo de la Medicina, Museo de la medicina, Despachos de la Dirección de Sanidad 1918, 79 HCC, El Comercio, 5 de enero de 1919, p 1.

Page 63: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

carácter “benigno” en la Sierra, a sabiendas de la influencia del factor

climatológico en el desarrollo de esta.

El municipio de Quito ante la urgencia de la llegada de la

enfermedad contrato un médico de asistencia pública de los 10 que se

había solicitado.80 Mientras tanto la prensa en particular el diario “El

Comercio” continuaba advirtiendo la ineficacia de la dirección de

sanidad al insistir en la instalación del lazareto de griposos. El

subdirector de sanidad dispuso la instalación del lazareto en las

instalaciones de la escuela Sucre; frente a la oposición del municipio

que declaró que no daría paso a la instalación del lazareto en un

predio de administración municipal. No obstante, la Dirección de

Sanidad paso a pedir la ejecución de la partida presupuestaria para la

instalación de este centro asistencial.81

La asistencia pública según el plan de emergencia debía ser

coordinada por el municipio, pero sus prescripciones habían quedado

en nada. La dirección de sanidad ahora contaba con 30.000 sucres

destinados a la construcción del lazareto.82 El Comercio advertía que

en el proceso de la instalación del mencionado lazareto, seguramente

la enfermedad ya empezaría a decrecer y que se trataba de un

proyecto inútil.83 No obstante el municipio que era el llamado a la

gestión de la “asistencia pública” no había dado paso a su ejecución.

La ciudad contaba con dos instituciones vinculadas a la sanidad, la

dirección de sanidad que era la directa encargada de los problemas

80 Archivo Metropolitano Quito, Oficios del consejo de la ciudad, Noviembre 18 de 1918. 81 HCC, Diario el Comercio, 6 de Enero de 1918, 82 Archivo de la Medicina, Museo de la medicina, Despachos de la Dirección de Sanidad, 1918, p,541.83 HCC, El Comercio Enero 6 de 1918. P,1.

Page 64: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

sanitarios. Y el municipio que en base al plan elaborado por los

concejales, Isidro Ayora y Aurelio Mosquera, debía encargarse de

administrar el presupuesto programado de 200.000 para instalar el

sistema de asistencia pública.

El gobierno persistió en su iniciativa de crear un lazareto para

griposos, que sería instalado en los últimos días de Diciembre. Este se

habilitó en una de las alas del recientemente inaugurado Hospital

Militar, el que contaba con varios médicos y alumnos de la facultad de

medicina como personal.84 El presupuesto de 30.000 sirvió para

habilitar las salas del hospital con camas e instrumental de asistencia

médica. Los casos comprobados de gripe serían internados en el

lazareto, en donde se seguiría la evolución de los mismos.85 Los

remedios con los que contaba la dirección de sanidad fueron la

aspirina y soluciones mentoladas.86 Para combatir la gripe en el mundo

se utilizó todo lo que había a disposición, medicamentos y sueros de

toda índole, vacunas improvisadas, incluso estricnina nada era

efectivo.87 Solo quedaba la espera para que algunos pacientes

empiecen a presentar mejoría. Se trataba de una sociedad de

postguerra debilitada y empobrecida; en el viejo continente se da

cuenta de más de 24.000.000 de muertos. 88

84 Archivo de la Medicina, Museo de la medicina, Despachos de la Dirección de Sanidad, 1918, p,54185 Archivo de la Medicina, Museo de la medicina, Despachos de la Dirección de Sanidad, 1918, p,56086 Aspirinas y aceites mentolados, eran los recursos farmacológicos con los que contaba la dirección de sanidad. Archivo de la Medicina, Museo de la medicina, Despachos de la Dirección de Sanidad, 1918, p,560 87 John Barry, The Great Influenza, Penguin Books, New York, 2004. p. 120.88 Johnson NPAS, Mueller J. Updating the accounts: global mortality of the 1918–1920 “Spanish” influenza

pandemic. Bull Hist Med2002;76: 105–15.

Page 65: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Ante la llegada de la enfermedad el Municipio de Quito de forma

apurada dedicó esfuerzos a poner en marcha las labores necesarias

para instalar el servicio de asistencia pública, descrito en el plan de

emergencia. El cabildo, entidad que tenía como concejales a los

creadores del plan de emergencia Aurelio Mosquera e Isidro Ayora, se

había retrasado en la ejecución de su rol en dicho plan. A comienzos

del mes de Diciembre se contrató un solo médico de asistencia

pública con el sueldo de 150 sucres.89

El municipio había coordinado previamente con farmacias de

la ciudad la entrega de las correspondientes recetas gratuitas y las

que tenían subsidio.90 La ejecución del contrato se realizó tomando

dinero prestado de otras carteras de gasto del municipio.91 Además, se

contrataron 7 médicos ambulatorios además del que se contrató en

Diciembre para tratar a los casos de gripe en las sub zonas trazadas

en Quito para viabilizar su atención.92 En Quito la labor asistencial se

realizaba de manera improvisada y en medio de un contexto en el que

reinaba el pánico.

Por otro lado, las boticas no daban abasto a la demanda de

fármacos. Las recomendaciones centrales de la Dirección de Sanidad

consistían en manejar de forma rigurosa una auto asistencia por parte

de la ciudadanía, que consistía, en caso de presentar la

sintomatología de la enfermedad, evitar a toda costa la exposición del

paciente al aire libre. Por otro lado, mantener la temperatura del

89Archivo Metropolitano de Quito, Oficios Oficios del Cabildo de Quito,90 Archivo Metropolitano de Quito, Acta del Consejo del 15 de Noviembre de 1918,91 Archivo Metropolitano de Quito, Acta del consejo del 20 de Diciembre de 1918.92 Archivo Metropolitano de Quito, Oficios Oficios del Cabildo de Quito, Nov 19 1918.

Page 66: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

cuerpo lo más elevada posible con el uso de frazadas, aguas de

“horchata” calientes y aceites mentolados. 93

La Dirección de Sanidad contaba con un informe sobre evolución

de la enfermedad en los pacientes elaborado en Italia, el nombre del

autor del mismo no está registrado, pero contaba con un dato clave

sobre la enfermedad, que no había sido tomado en cuenta hasta la

publicación de estudios recientes sobre la mal llamada gripe

española. “Si la condición del paciente no evoluciona en cianosis a las

48 horas la posibilidad de mejoría es muy alta”94. La cianosis era el

enrojecimiento del rostro hasta mostrar un tono púrpura por la asfixia

sistemática debido a la obstrucción pulmonar con la flema.95

Los médicos de asistencia pública se encargaban de dar

parte sobre la cantidad de enfermos que se reportaban en sus

respectivas zonas. Por otro lado, además de repartir recetas gratuitas

y corroborar la presencia de un caso, eran los encargados de remitir a

la dirección de sanidad el número de casos y de muertes que

provocaba la gripe. Durante los últimos días de Diciembre se

comenzaban a registrar casos. La actividad de los médicos de la

asistencia pública se realizaba constantemente, la presencia de

enfermos era reportada sin cesar. Y su actividad a más de recetar

sales purgativas y aspirina a todos los casos que encontraban, era la

de entregar en las manos de las familias con enfermos las volantes

con las medidas de precaución y tratamiento y de registrar para la

93 Archivo de la Medicina, Museo de la medicina, Despachos de la Dirección de Sanidad, 1918, Afiche informativo, p 22094 Archivo de la Medicina, Museo de la medicina, Despachos de la Dirección de Sanidad, 1918, p432.95 J. Barry, Ibíd, p. 248.

Page 67: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

estadística de la dirección de sanidad todos los casos de gripe y sus

víctimas.

Los Médicos se dividían en 8 zonas de la ciudad de Quito que no

están muy bien distinguidas en los reportes de la asistencia pública.

No obstante se puede diferenciar ciertas zonas específicas en las que

actuaban los médicos por reportes que fueron publicados por el Diario

el Comercio en los primeros días de enero de 1919. Los médicos de

asistencia pública que actuaron en la emergencia eran los doctores

Alarcón, de La Torre, Darquea, Peñaherrera, Guzmán, Salvador,

Rodríguez y Campos. Según estos informes, había un médico que

operaba en el sector de la calle Chimborazo otro por la calle García

Moreno y otro en el barrio de La Tola. 96

Los reportes contenían una descripción clínica de los casos más

graves y de las muertes, un médico de asistencia reportó: “En mi zona

hay tres pacientes en estado grave que pronto morirán” Otro médico

informaba, “En la carrera Chimborazo se ha producido una defunción,

de bronco neumonía, que duró 46 horas. Otro informe indicaba que en

la carrera García Moreno se había producido la defunción de José

Salazar por afección gripal, y en la Tola fallecía María Josefina Díaz

con hemorragia broncopulmonar.97 Este reporte apareció en la primera

plana de El Comercio del 1 de enero de 1919. Esta noticia e replicó a

nivel nacional, y la prensa guayaquileña no tardó en subrayar que la

actividad médica de la capital era precaria; según los diarios

96 HCC, El Comercio, Enero 2 de 1919, p.1.97 HCC, El Comercio, Enero 3 de 1919, p.2.

Page 68: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

guayaquileños la diferencia entre la situación de Guayaquil y Quito se

fundaba en la calidad de los servicios de salud. 98

La dirección de sanidad el 4 de Enero emitió la prohibición de

publicar los informes de asistencia pública en el periódico El Comercio,

invocando la prudencia y el respeto a los enfermos y a los parientes de

las víctimas.99 Mientras tanto, el mencionado periódico se limitaba a

responder a la prensa guayaquileña acusándola de regionalista en un

momento de emergencia nacional.100 La gripe “española” según

Tauberbenger, tenía un periodo crítico de 48 horas después del

aparecimiento de fiebre, la gripe actuaba de forma violenta y en 24

horas el paciente comenzaba a dar cuadros de afección pulmonar.101

Es decir que si la enfermedad no avanzaba a la fase pulmonar en 24

horas la víctima tenía una gran posibilidad de salvarse. Los cuadros

clínicos eran repetitivos, en los casos fatales estaban afectados los

pulmones.

Los primeros días de Enero se habilitó el pabellón de aislamiento

del Hospital Militar. Según informe de la dirección de sanidad, se

internaron a 145 pacientes de gripe; de manera inmediata a todos se

les suministró vacuna antitífica como medida preventiva.102 En el

círculo médico de la dirección, circulaba como axioma que la

aplicación de esta vacuna era necesaria en estos casos de gripe, pues

el organismo se volvía más vulnerable en medio de la sintomatología

98 HCC, dario El Telégrafo enero 3 de 191999 Archivo Metropolitano de Quito, Acta del Consejo del 15 de Noviembre de 1918, 100 HCC, El Comercio 3 de enero de 1919, 101 Taubenberger JK, et al. 2006. Reconstruction of the 1918 influenza virus: unexpected rewards from the past. mBio 3(5):e00201-12. 102 Archivo de la Medicina, Museo de la medicina, Despachos de la Dirección de Sanidad, 1919, p,56

Page 69: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

de la gripe. Esta medida asumida por la dirección de sanidad, se

esgrimía como un medio para disminuir el número de casos fatales de

gripe.

Número de casos de gripe y fallecimientos por gripe en Quito en

Diciembre de 1918 y Febrero de 1919

Casos Fallecimientos

Diciembre 1918 8000 189

Page 70: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Enero 1919 6000 265

Febrero 1919 367 43

Total 14367 497

103

El número de casos fatales registrados según el boletín sanitario

de Diciembre y Enero de 1918 es de 454 fallecimientos de un total de

14.000 casos para los dos meses críticos de la emergencia. Vale

anotar que la población de Quito para la época era de

aproximadamente 80.000 personas104 Es necesario acotar que como

se ha indicado la epidemia de gripe en la sierra ecuatoriana empieza

el 15 de diciembre y se declara por parte de la dirección de sanidad

por finalizada el 18 de enero. Es decir que lo recapitulado por los

meses de diciembre y enero corresponde en realidad a un solo mes un

tanto alargado. Para finales de Enero y Febrero, aún se cuentan casos

y decesos, pero es insignificante en relación al período de rigor oficial

de la emergencia.

Recapitulando hay que notar en primer lugar que para que un

caso sea registrado como “caso de gripe” debía pasar el período de

incubación es decir que la persona que tenía síntomas de catarro

debía sobrepasar el período de 24 horas sin retroceso del cuadro

sintomático.105 Aquello empata con la manera de llegar a considerar al

103 Archivo de la Medicina, Museo de la medicina, Despachos de la Dirección de Sanidad, 1919, p,56; Despachos de la Dirección de Sanidad, 1919, p,56; Despachos Dirección de Sanidad,1918,p 591; 104 Valencia Hernán, Desarrollo urbano en Guayaquil, Tesis, flacso, p. 73105 Archivo de la medicina, Museo de la Medicina, Despachos dirección de sanidad, Sa20, 1918. p 526

Page 71: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

caso como “benigno”, pues en Guayaquil se habían registrado casos

pero estos no sobrepasaron las 24 horas en los que los síntomas de

catarro comenzaban a ceder. 106

Mientras la enfermedad avanzaba, se debía mantener el

ambiente de las salas de aislamiento desinfectado como prerrequisito.

Diariamente se limpiaba los pisos con Creso y otros desinfectantes

que comenzaron a escasear en las bodegas de la ciudad.107 El sulfato

de cobre se indicaba como el desinfectante más eficaz para prevenir la

expansión de la gripe.108 El uso de sulfato de cobre para la

desinfección suponía una importante capacitación técnica delos

encargados de la limpieza, pues era un químico de alta volatilidad y

cuya mezcla debía ser supervisada por un técnico especializado. Se

comercializaba en estado puro de cristales de sulfato de cobre y de

esa forma entraba a las bodegas de la Dirección de Sanidad, ninguna

otra oficina, ni botica, ni laboratorio particular tenía accesos a las

reservas de “sufato cúprico” únicamente la dirección de sanidad.109

Fuera de las salas de los hospitales, se aplicaba sulfato de cobre en

todas las alfombras de recibidores y oficinas periódicamente, hasta

que de pronto su suministro comenzó escasear.

De manera súbita entre el 15 y el 18 de Enero de1919 la

incidencia de la enfermedad bajaba a niveles, insignificantes en

relación a los presentados en el mes anterior. El 18 de Enero El

Comercio, hizo público el comunicado de fin de la emergencia

106 Véase cita 72.107 ? Archivo de la medicina, Museo de la Medicina, Despachos dirección de sanidad, Sa20, 1918. p 540108 ? Archivo de la medicina, Museo de la Medicina, Despachos dirección de sanidad, Sa20, 1918. P,490-512109 ? Archivo de la medicina, Museo de la Medicina, Despachos dirección de sanidad, Sa20, 1918. p 435

Page 72: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

entregado por la dirección de Sanidad, y la respectiva exhortación por

parte de esa cartera de estado a retomar de forma paulatina las

actividades normales. Los casos que aparecieren debían ser

trasladados de forma directa al lazareto del Hospital Militar el que se

mantendría habilitado y en funcionamiento de manera indefinida. “El

Comercio” por su lado, agradecía la gestión de la Dirección de

Sanidad y de los médicos de asistencia pública, por su labor en esta

crisis sanitaria. Recababa en que no se podía estar más conformes,

que la enfermedad haya dejado tan pocas victimas en relación al

flagelo que habían vivido otras ciudades de Latinoamérica en donde

las víctimas se contaban por miles.110 No había lugar a declarar su

oposición a la labor estatal, basto con un simple epílogo sobre el paso

de la gripe por la cosmopolita ciudad de Quito.

El rol de la prensa en Quito

Durante Noviembre y Diciembre de 1918 la prensa se estableció

como una fuente paralela y con correspondencia constante con los

despachos y oficios de las oficinas de sanidad e informes del Cabildo

central. No obstante, el inesperado arribo de la enfermedad a

mediados de Diciembre dio lugar a una constante crónica sobre el

desarrollo de la enfermedad en la semana que va del 1 al 5 de enero

“El Comercio” dio paso a la impresión de reportes diarios sobre el

desarrollo de la misma; a partir de los reportes de los médicos de 110 El Comercio, 18 de Diciembre de 1919, p,1.

Page 73: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

asistencia pública (véase cita 29). Esta acción valió la medida de

censurar con la categoría de “amarillismo” a la publicación del reporte

de muertes, entregados por los médicos de asistencia pública, por

parte del Ministerio del Interior.

Un dato importante es la ausencia de partes mortuorios en los

periódicos ecuatorianos de la época. Periódicos como La Nación de

España, o el Mercurio de Santiago tenían la totalidad de sus páginas

dedicadas a dar partes mortuorios, durante los meses críticos dela

gripe de 1918 no existía ninguna otra información aparte de ese

servicio memorial. Estos partes eran espacios formales pagados por

los deudos y enmarcados en formatos exequiales católicos. En el

Ecuador de esos años, no se acostumbraba en esa época a usar la

prensa con dicho fin. Los partes de fallecimientos que aparecieron los

primeros días de enero en Quito, fueron como se había anotado

informes filtrados a la prensa de médicos de asistencia pública cuyo fin

era mantener el registro para la dirección de sanidad.

La edición de la información de prensa sobre el desarrollo de la

enfermedad tenía sesgos importantes. El periódico oficial el Día fue

capaz de crear un ambiente en el que la enfermedad no existía.

Eliminaba de las prensas toda noticia relativa al registro de casos a las

labores de la asistencia pública y lazaretos. Era un clima político de los

más tensos de la historia ecuatoriana, en la que el partido liberal que

estaba en el poder asumía su labor como la gestión que debía llevar al

país a la senda del desarrollo, bajo la única premisa de eliminar a las

huestes conservadoras y su tendencia a someter al país al atraso

Page 74: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

técnico. El reporte oficial del director desanidad fue que la gripe en la

ciudad tenía carácter benigno, era “benigno” en relación a la cantidad

de muertes que se esperaba; pero no era en su extensión pues

estaba dejando un número de muertes significativo.

Los conservadores culpaban al partido liberal de todos y cada

uno de los males que aquejaban al país, incluido el flageo de gripe.

Por esta razón el diario El Comercio luego dela prohibición, no

dejaba de dar reportes de sanidad que sutilmente reflejaban el

verdadero estado de la situación. “Reporte de sanidad, la sociedad

funeraria nacional mencionó la necesidad de abrir fosas comunes

para enterrar a grupos de 5 o más cadáveres”111 esto refleja la

existencia de una mortandad. Más tarde se denunció la pérdida del

cadáver de una mujer, cuyo esposo asumía que estaba en el Lazareto

del Hospital Militar, y miembros de la sanidad tuvieron que exhumar

una fosa común de 11 cadáveres para recuperar el cuerpo y llevarlo al

destino determinado por sus parientes.112

La cantidad de casos y muertes en los primeros días de Enero

era tal, que las demandas políticas al gobernó cesaron; la sensibilidad

mediática frente a los hechos superó al rigor opositor del periódico

insignia del conservadurismo ecuatoriano. Los periódicos ecuatorianos

en ningún caso efectuaron publicaciones dando parte de los casos

fatales, en cierta medida debido a la censura del Ministerio del Interior

de prohibir la publicación del santo y seña de las fatalidades de gripe a

las que sus editores tenían acceso. Sino debido al recelo a la

111 El Comercio, 10 de Enero de 1919, primera plana. 112 El Comercio, 12 de Enero de 1919, p. 3.

Page 75: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

exposición pública de la muerte atroz a la que acarreaba la gripe. Tal

como escribía “El Comercio”, “en estos momentos todas las casas de

Quito tiene al menos un miembro con esta terrible enfermedad”

La actitud editorial de los dos principales periódicos de la ciudad

de Quito, pasaron de ser voceros de las actividades de las elocuentes

instituciones públicas de la ciudad; a mantener un silencio que se

explicó desde las columnas de los editoriales como un silencio

solemne.113 Las páginas de los periódicos que nunca perdieron día de

prensa y tinta, se rellenaron con información complementaria, noticias

de segunda plana, y mucha publicidad. Información relativa a la

enfermedad, a los avances científicos relativos a las vicisitudes

generadas por las viejas cepas de gripe estacional, que atacaban de

forma regular a comienzos del siglo XX. 114

Un aspecto relevante es el de la publicidad farmacéutica, las

farmacias de la ciudad fueron sin duda los grandes beneficiarios del

arribo de esta peste. Las farmacias además de estar a cargo de los

contratos establecidos en el plan de emergencia contra la gripe; eran

los responsables de la oferta de paliativos como la aspirina, el

mentolathium, que suplían la demanda constante del público que

como indicaban los boletines de sanidad. Durante los dos meses que

la enfermedad hizo estragos en la ciudad, las farmacias no tuvieron

descanso alguno “las boticas de la ciudad no cierran a ninguna hora”115

informaba el secretario de las oficinas de sanidad.

113 El Comercio, 10 de Enero de 1919, p3114 El Comercio, publicaciones que van del 6 al 15 de Enero. p.3 115 Archivo de la medicina, Museo de la Medicina, Despachos dirección de sanidad, Sa20, 1919. p, 82

Page 76: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

La dirección de sanidad y la comisión de facultad de medicina de

la que fue director el Dr. Isidro Ayora, coincidían en el uso de

aspirina, aceites mentolados y otras formas de uso del mentol para

intentar dar alivio a la enfermedad. Por esa razón, la demanda diaria

de mentol, bromo quinina y aspirina era gigantesca.

La prensa dio cuenta del desarrollo de la enfermedad, de las

medidas sanitarias, y labor institucional; hasta la emisión de los vetos

de censura que la obligaron a mantener un solemne silencio frente a la

lucha diaria, que durante el mes de enero de 1919 la ciudad de Quito

y sus instituciones de salud tuvieron frente a la gripe. Sin embargo, en

la prensa de la ciudad la gripe se mantenía presente en la publicidad

de remedios para su tratamiento, y en los artículos sobre los avances

médicos de otrora crisis gripales. Y se presentó el fenómeno de

aislamiento mediático entre la labor de las instituciones de salud, que

de ningún modo querían registros públicos es decir, registros de

prensa pública que den cuenta de la asoladora cantidad de casos de

gripe, y la falta de personal médico con que la ciudad contaba para

cubrir dicha labor.

La Gripe en las provincias del Ecuador

Guayas, como se había indicado fue la primera provincia en el

Ecuador en la que se registró la presencia de casos. Pero por causa

de dos aspectos fundamentales la enfermedad tuvo el afortunado

carácter de “benigna”. Primero el privilegiado clima de Noviembre y

Page 77: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Diciembre, “soleado y con poca humedad durante todo el mes como

indicaba el subdirector provincial Luis Becerra”116. Quien, aunque el

clima era cálido esperaba lo peor, pues la enfermedad que estaba

causando una mortandad en el mundo no era la clásica gripe

estacional. Y segundo la incidencia global de gripe registró un brusco

declive de la enfermedad en los primeros días de diciembre. Los

meses severos fueron los últimos días de septiembre octubre y

noviembre.117 Es decir que la rígida política aduanera libró al país de

vivir la enfermedad en el período más crítico.

No obstante el 13 de Diciembre se registran los primeros casos

en las salas del hospital civil de Guayaquil. Según el diario el telégrafo,

decenas de personas llegaron en busca de alguna vacuna, y se

procedió a aislarlos en una sala de observación acondicionada para la

eventual llegada de la gripe española. Se les suministró aspirinas y al

día siguiente pasadas la 24 horas de su ingreso se les dio el alta, pues

la enfermedad no tenía la evolución que se esperaba en función de los

informes médicos, de otras partes del mundo con los que contaba la

subdirección de sanidad. El 15 de diciembre la enfermedad fue

declarada de forma oficial como “benigna”.

Entonces bajo el anuncio de que la enfermedad tenía carácter

benigno se cometió el error de abrir la línea férrea a la sierra, la que en

el caso de llegada de la enfermedad debía mantenerse cerrada. Varios

guardas y personal del ferrocarril viajaban infectados con el virus que

con la variación climática, alteró su carácter benigno a dar síntomas

116 Véase, cita, Ibíd. 117 Barry , Tauberbenger , Oxford.

Page 78: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

de fiebre aguda. La gaceta municipal de Ambato dio cuenta de la

presencia de guardas civiles y tropa de del ejército enfermos en una

casa de comercio en la ciudad de Riobamba.118 Del mismo modo la

dirección de sanidad hizo el anuncio de la presencia de enfermos en

Latacunga, Machachi y Sangolquí el 15 de Diciembre.

La municipalidad de Ambato en la sesión del 16 de Noviembre

anunció la aplicación de medidas sanitarias para el combate de la

posible llegada de la gripe a la ciudad.119El médico de Sanidad de

Ambato, consideró que se provea de uniformes a toda la cuadrilla de

médicos enfermeras, hermanas del hospital san Lázaro, y se consiga

el seminario de Atocha para ubicar ahí 100 camas para atender a

griposos. Y se solicite la vía del ferrocarril del sur que atraviesa el

predio del Seminario para trasladar a los enfermos en y hacia el

mismo120.

Que se aplique el plan de emergencia que llegó desde Quito y

se divida a la ciudad en zonas convenientes, y se confíe a cada una

de dichas zonas un médico para que atienda a la gente pobre y se

realice el arreglo o despacho de drogas y recetas para la gente pobre

con algunas farmacias de la ciudad, y que se gaste lo conveniente

para atender al estado sanitario.121 Ambato sería la única ciudad que

aplicó el plan de emergencia antes del arribo de la enfermedad a la

ciudad.

118 Archivo Nacional del Ecuador seccional Tungurahua, Ambato, El Municipio ( órgano quincenal de los intereses municipales) Acta de sesión del consejo del 16 de Noviembre de 1918, libro año 1918, p, 151.119 Ibíd., p. 155.120 Ibíd. p. 156.121 Ibíd. p. 156.

Page 79: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Por su parte el medico de sanidad de Ambato pidió como medida

preventiva dentro del servicio de correos que se pida al secretario del

ramo que sean picadas una de las esquinas de las cartas que

ingresen a la ciudad para evitar la propagación de la enfermedad por

dicha vía. 122Vale indicar que en el marco de la organización del

gobierno local de Ambato, el medico de sanidad que ejercía sus

funciones como delegado directo de la dirección de sanidad de

Pichincha con atribuciones ejecutivas en el ramo desanidad, y uso del

presupuesto destinado a la salud.

Según el organigrama institucional las instancias de sanidad de

los municipios de Ambato, Latacunga e Ibarra eran subalternos

directos de la Dirección de sanidad de Pichincha. La ordenanza de la

dirección de sanidad era extensiva a los municipios de Ibarra Ambato

y Quito. Además el médico de sanidad de Ambato hacía las veces de

delegado del director provincial de Pichincha. Y actuaba a nivel

contencioso, como administrador de los asuntos de salud pertinentes a

la jurisdicción de la ciudad de Ambato.

En la sesión de 8 de Enero se trataron los temas relativos a la

entrega de recetas gratuitas, por parte de los médicos de sanidad en

donde se manifestó el pedido de que las mismas lleven el sello aval

del médico de Sanidad para probar su legitimidad; dado que podría

existir algún grado de malversación del destino de los fármacos. Sobre

esto el medico de sanidad municipal pidió al consejo no dudar de la

122 Ibíd., p. 185.

Page 80: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

honorabilidad del cuerpo médico a su cargo; y proseguir con la

distribución normal de las recetas que se estaban administrando.123

En Ambato del mismo modo que en la ciudad de Quito se había

dividido la ciudad en zonas para la atención médica a domicilio. Los

despachos de medicinas se hacían con las recetas dadas por los

médicos, que en el caso de Ambato además de aspirina, mentol

incluía sales purgativas (suero oral). Según la sesión del 18 de enero,

Ambato no registró un número alarmante de enfermos; no obstante,

había numerosos casos que merecían sumo cuidado. A nivel de

infraestructura sanitaria Ambato adecuó el lazareto de Atocha, y

además un Dispensario para los ciudadanos más pobres en especial

niños en donde se surtirían los fármacos prescritos para atenuar los

síntomas de esta enfermedad. El presupuesto se ajustó con un

impuesto de 20 ctvs. por frasco a la venta de aguardiente.

La ciudad de Ibarra y su cabildo central se mostrarían mucho

más cercanos a la institucionalidad municipal quiteña. Presentaba una

correspondencia constante con los médicos de la juta de sanidad del

municipio de Quito. Con todo, el arribo de la enfermedad se esperaba

desde el Sur es decir proveniente de la Capital. 124En medio de

proclamación de medidas de emergencia la junta de sanidad de

Ibarra, esperaba una gestión de índole administrativo con el miembro

de sanidad municipal Dr. Isidro Ayora; con la finalidad de instalar una

clínica obstétrica en la ciudad de Ibarra. No obstante, sobre el plan de

123 Archivo Nacional del Ecuador seccional Tungurahua, Ambato, El Municipio ( órgano quincenal de los intereses municipales) Acta de sesión del consejo del 8 de Enero de 1918, libro año 1919, p, 37.124 Archivo Municipal de Ibarra, Acta de sesión del cabildo de 18 de Noviembre de 1919,

Page 81: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

emergencia remitido por la dirección de sanidad se dio parte de su

recepción pero no se llamó al ejecútese en la reunión correspondiente,

lo que daría muestras de mayor apego por parte de la institución

municipal de Ibarra al municipio de Quito como centro de organización

regional, que al estado central.125

La enfermedad aparece a finales de Diciembre y da muestras de

un carácter benigno en la urbe, mientras que en las zonas aledañas

de la ciudad se da cuenta de casos; por los que se decide contratar un

médico de sanidad extra que junto al médico de sanidad del municipio

harían la tarea de atender los casos de Gripe que iban siendo

reportados. Uno de los médicos reportó haber atendido a 30 enfermos

en una de las parroquias aledañas de la ciudad. No obstante el

desarrollo de la enfermedad no implicó la consideración en el cabildo

de un lazareto y no se realizaron los contratos con las farmacias como

se hiciera en las ciudades de Ambato y Quito. El expendio de

fármacos a los pacientes pobres corría por cuenta de la botica

municipal, que adquiría directamente las medicinas a través de

gestiones con miembros del consejo municipal de Quito.

La labor en la que se haría énfasis en la ciudad de Ibarra era la

labor de desinfección de los espacios, tanto institucionales como

privados escuelas, edificios de gobierno, monasterios, casas

parroquiales, y casas privadas. Según las actas de sesiones las zonas

afectadas por la gripe eran las parroquias de Atuntaqui y San

125 Ibíd.

Page 82: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Francisco, lugares hacia donde se destinó el fondo invertido en el

surtimiento de la botica municipal.126 El factor climático siempre fue

importante en el desarrollo de la enfermedad y se puede presumir que

en la zona urbana de Ibarra las condiciones para que este no avance

eran favorables. Fue una ciudad en la que las funciones del cabildo

concentraban la actividad administrativa de sanidad, a esto se suma la

presencia de una botica municipal suficiente para cubrir el abasto de

fármacos necesitados para cubrir las necesidades dentro de la

emergencia.127

En Cuenca, por su parte la subdirección de sanidad decidió

habilitar a fines de diciembre de 1918 una de las salas del nuevo

hospital civil, que no estaba terminado aún, con la finalidad de atender

casos de gripe. Se tomó la decisión de dispersar a todo el personal

médico disponible en toda la ciudad, en casas de distintas zonas que

se prestaban para dar acogida a los mismos y prestar dos

habitaciones, una para el medico ambulatorio y otra para la cuadrilla

de sanidad que lo acompañaba128. También se mencionaba en la “voz

del sur” la rapidez con la que se había reclutado las cuadrillas de

policía sanitaria para combatir la enfermedad en la ciudad.129

A fines del mes de Enero, se declaró el fin de la emergencia en todo el

Ecuador, tanto el municipio de Ambato como el de Cuenca e Ibarra,

hicieron público el fin de la emergencia de gripe. Con todo al igual que

126 Archivo municipal de Ibarra, sesión del 10 de Enero de 1919, 127 Ibíd128 Archivo Banco Central, Cuenca, Hemeroteca, Periódico voz del sur, 10 de Enero de 1918, p,1. 129 Ibíd.

Page 83: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

en Quito el lazareto de Atocha en Ambato y el lazareto de cuenca

quedaron habilitados para los casos que se presentasen

Bibliografía

Barry John, The Great Influenza, Penguin Books, New York, 2004.

Page 84: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Nicholls H, 2006, Pandemic Influenza: The Inside Story.,PLoS Biology

Vol., e50.

http://www.plosbiology.org/article/info%3Adoi

%2F10.1371%2Fjournal.pbio.0040050

Lourdes Marques Morfín, América Molina del Villar. El otoño de 1918:

las repercusiones de la pandemia de gripe en la ciudad de México,

México DF. Desacatos Núm. 32 enero abril 2010, p 121 144, P 126.

http://www.ciesas.edu.mx/desacatos/32%20Indexado/esquinas1.pdf

Abel Fernando Martin, Fred Gustavo Manrique Abril, La epidemia de

Gripe de 1918 en Bogotá, Dynamis, 27: 287-307, Bogotá, 2006.

Marcelo López y Miriam Beltrán, Chile entre pandemias: la influenza

de 1918, globalización y la nueva medicina, Rev. chil.

infectol. vol.30 no.2 Santiago abr. 2013.

Sara Francis Fujiyama, , 2003, "La muerte púrpura. La gran gripe de

1918

Tauberbenger et al.Characterization of the 1918 influenza virus

polymerase genes. Nature 2005;437:889-98

Patterson KD, Pyle GF. The geography and mortality of the 1918

influenza pandemic. Bull Hist Med. 1991;65:4–21

Page 85: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Johnson NPAS, Mueller J. Updating the accounts: global mortality of

the 1918–1920 “Spanish” influenza pandemic. Bull Hist

Med2002;76:105–15.

Frost WH. Statistics of influenza morbidity. Public Health

Rep.1920;35:584–97

Rosenau MJ, Last JM. Maxcy-Rosenau preventative medicine and

public health. New York: Appleton-Century-Crofts; 1980

Tauberbenger .Initial genetic characterization of the 1918 “Spanish”

influenza virus.Science, 2005; p. 275

Sara Francis Fujiyama, , 2003, "La muerte púrpura. La gran gripe de

1918

Taubenberger JK, et al. 2012. Reconstruction of the 1918 influenza

virus: unexpected rewards from the past. mBio 3(5):e00201-12. 

German Rodas, El Pensamiento Higienista Público en el Periodo

Liberal-Alfarista y Juliano y el Pensamiento de Salud Pública en el

Periodo Juliano-Ayorista. Rep UASB.

http://repositorio.uasb.edu.ec/bitstream/10644/3823/1/PI-2013-01-

Rodas.pdf

Ninfa León Jiménez, “la salud pública en el Ecuador durante las

primeras décadas del siglo XX”, en Germán Rodas, Revolución Juliana

y salud colectiva, (CEN UASB, Quito, 2012).

Page 86: La pandemia de gripe española en Ecuador. 1918

Ayala, Enrique: Resumen de Historia del Ecuador, Quito, Corporacion

Editora Nacional, 1999.

Ayala, Enrique, Manual de Historia del Ecuador, Epoca Republicana,

UASB-CEN, Quito, 2008

Rodas, German: Investigacion auspiciada por la UASB:

Caracterizacion Histórica del Pensamiento y la Práctica en Salud de

los periodos Liberal y Juliano. 2013.

Valencia Hernán, Desarrollo urbano en Guayaquil, Tesis, flacso, p. 73