LA PEDICULOSIS (PIOJOS DE LA CABEZA)

Las infestaciones por piojos, causadas por el parásito Pediculus humanus capitis, son comunes y afectan principalmente a niños en edad escolar. La pediculosis no distingue nivel socioeconómico, cultural, edad o sexo. Puede sucederle a cualquier niño, de manera que tener piojos en la cabeza no es nada vergonzoso. Los piojos viven igualmente en cabezas limpias o sucias. Contrariamente a la creencia popular, en realidad los piojos prefieren vivir en cabezas limpias. ¿CÓMO SON LOS PIOJOS DE LA CABEZA? Los piojos de la cabeza son insectos ectoparásitos (que viven fuera del organismo) permanentes y hematófagos (se alimentan de sangre). Viven únicamente en humanos, por lo que no se transmiten a través de las mascotas. Los piojos adultos se mueven de una persona a otra mediante el contacto entre sus cabezas. No tienen alas, no pueden volar ni saltar, sólo arrastrarse. Constan de cabeza, abdomen y patas, tienen el cuerpo alargado y aplanado. Son de color blanco grisáceo o café claro, mostrando variaciones de intensidad con adaptación al tono de los pelos del sujeto parasitado, entre los cuales pueden ser difícilmente perceptibles. Aunque en las infestaciones intensas (poco frecuentes) puede hallarse invadida la totalidad del cuero cabelludo, el grado de infestación suele ser bajo, siendo infrecuente la presencia de más de 2-3 docenas de especímenes en el sujeto infestado. En esas invasiones ligeras su hábitat electivo lo constituyen los pelos de la región de la nuca y de las zonas retroauriculares.

Los piojos viven aproximadamente 45-50 días. La etapa adulta dura aproximadamente un mes. Las hembras inician la puesta de huevos a las 24-36 horas de ser fecundadas, y durante aproximadamente un mes realizan una puesta diaria de 5-8 huevos, principalmente durante la noche. Los huevos o liendres son depositados uno en cada pelo y cerca de su base (a unos 3-4 mm) y fijados al mismo con una secreción cementaria que se endurece rápidamente y es muy persistente. Las liendres son del tamaño del ojo de una aguja, opacas y tienen un color anacarado (también pueden ser casi transparentes, amarillentos, amarronados o grisáceos dependiendo de su maduración). A la temperatura normal del cuero cabelludo (34-35ºC) el embrión tarda aproximadamente una semana en desarrollarse quedando los huevos fijos a los pelos una vez han eclosionado. Las primeras ninfas, de apariencia similar a la de los adultos pero de menor tamaño, inician inmediatamente la alimentación sanguínea. Después de sufrir tres mudas y pasar otros dos estadios ninfales, la última muda, que tiene lugar a los 9-10 días de haber abandonado el huevo, da origen a los individuos adultos en condiciones de iniciar una nueva generación.

Fuera de la cabeza los piojos no pueden reproducirse y no pueden sobrevivir más de 48 horas a temperatura normal dado que necesitan alimentarse de sangre. Las liendres si pasan más de una semana alejados del cuero cabelludo no son viables. Las liendres son muy sensibles a las variaciones de temperatura, impidiéndose el desarrollo de los embriones en los huevos excesivamente separados de la base del pelo (más de 2 cm). ¿CÓMO SE TRANSMITEN LOS PIOJOS? Los piojos son extremadamente contagiosos. No saltan ni vuelan, pero sí que andan. El paso de un individuo a otro, exige habitualmente, un contacto directo de la cabeza del sujeto infestado y la del sano, oportunidad que se da con gran frecuencia en los niños en edad escolar, siendo el mecanismo principal de contaminación entre ellos. La transmisión de los piojos también puede producirse al compartir objetos personales: peines, cepillos, toallas, gorros, sombreros,... ¿QUÉ EFECTOS TIENEN LOS PIOJOS DE LA CABEZA EN LA SALUD? Los piojos de la cabeza no suponen riesgos para la salud, no transmiten ninguna enfermedad, aunque sí son molestos porque la saliva que inoculan al picar para chupar la sangre provoca picor, a veces insoportable, e irritación de la zona. El rascado intenso puede producir pequeñas heridas y favorecer infecciones en la piel (forúnculos, impétigo,...) ¿QUÉ HACER EN CASO DE SOSPECHA DE PIOJOS? La ausencia o levedad de los síntomas puede permitir en un cierto número de casos que pase inadvertida una infestación ligera (precisamente el tipo de infestación más habitual). Siempre que una persona, y en particular un niño o un adolescente, presenta síntomas acusados de picor en el cuero cabelludo, impétigo o escoriaciones, sobre todo en la región de la nuca, debe sospecharse la pediculosis. Aunque se dan con más facilidad en los niños, los adultos también pueden tener piojos, por lo que hay que revisar las cabezas de todas las personas en contacto con el niño/a que tiene piojos: familia, compañeros de aula,... Para examinar la cabeza de los niños necesitamos un momento relajado, tiempo, paciencia y buena luz. Revisaremos minuciosamente el pelo, sobre todo la parte de la nuca y detrás de las orejas, en busca de piojos vivos y liendres pegadas al pelo. Las liendres son más fáciles de ver que los piojos ya que estos se mueven para evitar la luz. Para ello: 1.- Humedecer el cabello con agua y desenredar con un peine de púa gruesa. 2.- Separar el pelo en zonas y dentro de cada una de ellas revisar ordenadamente con una lendrera (peine especial de púas largas y separación estrecha entre ellas) cada mechón desde la raíz del pelo al extremo. 3.- Después de cada pasada examinar el peine al trasluz para comprobar la presencia de piojos o liendres. Tras cada pasada la lendrera se limpiará en un recipiente con agua caliente, una servilleta de papel o enjuagar bajo el chorro del agua para evitar que los piojos que pudieran haberse adherido a él vuelvan a la cabeza en la siguiente pasada. 4.- Si encontramos liendres o piojos comunicarlo a la escuela y aplicar el tratamiento. 5.- Realizar periódicamente esta operación como medida preventiva y no usar champús antipiojos como prevención. ¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO? ¡Atención! El tratamiento es sólo para la infestación, no para la prevención, es decir, sólo debe hacerse si se encuentran piojos o liendres. El uso de productos insecticidas antipiojos como medida preventiva es ineficaz y puede ser contraproducente, ya que su uso continuado produce en ocasiones irritación o dermatitis del cuero cabelludo, resistencias, etc. Las resistencias, hacen que el producto pediculicida no sea eficaz cuando realmente se necesite para tratar los piojos. El tratamiento de la pediculosis necesita tiempo y perseverancia. Necesitamos conseguir dos cosas:

1.- Eliminar todas las liendres con un procedimiento mecánico 2.- Matar todos los piojos y ninfas que están vivos en la cabeza con un tratamiento tópico

1.- Para eliminar las liendres se utilizarán las lendreras (de plástico o metálicas) y se procederá del mismo modo que en el examen minucioso de la cabeza descrita en el punto anterior. Es importante que el pelo esté mojado durante la operación y es preferible usar vinagre diluido en agua (2 partes de agua y 1 de vinagre) ya que de este modo se consigue reblandecer el cemento con que están unidas las liendres al cabello.

2.- En el tratamiento tópico para eliminar piojos y ninfas es importante saber que ha de tratarse simultáneamente el mismo día a todos los parasitados (alumnos de la misma clase, miembros de la familia o contactos que tengan piojos).

De este modo evitamos que se produzcan contagios entre niños afectados todavía no tratados y niños ya tratados y por tanto que continúe la diseminación. Los tratamientos para que sean eficaces es esencial que se apliquen de forma correcta (ver tabla). Además se requiere repetir una segunda aplicación o tratamiento al cabo de 7-10 días para acabar con los piojos jóvenes que han eclosionado en este periodo.

Existen diferentes tipos de tratamientos tópicos disponibles: a. Insecticidas como las piretrinas (Permetrinas al 1.5%). Entre los plaguicidas es el de elección, con actividad insecticida

superior, con efecto residual más prolongado (hasta 10 días post tratamiento), de menor toxicidad y que no se degrada en contacto con el agua. Para ser eficaz contra el insecto, la Permetrina debe entrar en contacto con el mismo para poder ser absorbida, por ello es importante la buena aplicación del producto sobre la raíz de todos los cabellos, y dejar actuar el tiempo necesario para que se produzca su absorción. Atención: No aplicar nunca estos insecticidas a menores de 2 años.

b. Productos de acción física como las siliconas (Dimeticona). Posee una acción física recubriendo al piojo y provocando su asfixia. Al tener este mecanismo de acción es poco probable que se desarrollen resistencias. Es un tratamiento eficaz y seguro, no se trata de un insecticida y es un producto menos irritante. Es una opción de tratamiento adecuada para quien no quiere utilizar productos químicos y que es tanto o más efectivo que estos.

Tabla utilización de los insecticidas y las siliconas para el tratamiento de los piojos: 1º.- Aplicar sobre el cabello seco, mojando todo el pelo con la loción de Permetrina al 1.5% o la silicona (Dimeticona), asegurando que se cubre todo el cabello de forma adecuada desde la raíz a la punta frotando suavemente e insistiendo especialmente en la zona de la nuca y detrás de las orejas. En el caso de la Permetrina al 1.5% el cabello no debe ser lavado antes de la aplicación de la loción, ya que la grasa facilita la fijación del producto activo, prolongándose su efecto residual. 2º.- Dejar que el producto se seque al aire durante el tiempo recomendado: . Siliconas (8 horas) . Piretrinas (2 a 12 horas) El pelo debe secarse espontáneamente, sin usar secadores de aire caliente ya que degradan el insecticida. 3º.- Lavar el pelo con champú normal. 4º.- Aclarar con agua y vinagre (2 partes de agua y 1 de vinagre). De este modo se reblandece el cemento con que está adherida la liendre al pelo y facilitamos que puedan desprenderse. No secar con secador. 5º.- Manteniendo el pelo mojado lo desenredamos con un peine grueso y posteriormente pasamos una lendrera varias veces hasta retirar todas las liendres porque las Permetinas y las siliconas no actúan sobre ellas. 6º.- Repetir el proceso a los 7-10 días 7º.- Llevar a cabo la detección con la lendrera a los 2 o 3 días de terminar el tratamiento.

Los peines, adornos del pelo, etc. deben sumergirse de cinco a diez minutos en agua hirviendo o guardarse en bolsas cerradas durante 12-15 días. Esto último es útil también para artículos que no puedan calentarse. Las toallas, ropa interior, ropa de cama, etc. deben lavarse en agua caliente (más de 55 grados). Guillermo Juan Porcar/ Mª Carmen Montagud Carda/ Maite López Leibar. C. S. Vall d’Alba y Benlloch (CS). Actualización: 14.06.2013