, .exlCO

VOLUMEN

MEXICO,

x e 'UMERO 5

ENERO DE 1956

E J E M P LAR $ l.OO

PUBLICADA POR LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

LA PINTURA CONTEMPORANEAPor Justino' FERNANDEZ

* Conferencia del ciclo "Los grandes temasde nuestro tiempo", organizado por la Direc­ción General de Difusión CulturaL FacuJtadde Filosofía y Letras. Diciembre 9 de 1955,

como hombres conscientes de cuanto nosatañe vitalmente. ¿Es posible -pregun­to- llamarnos hombres cultos y descono­cer el nivel histórico del arte, de las cien-

L' A primera cuestión que Dedico esta conferen.C'ia.* a la 'memol'ia de lIIi lIIaestro Jvlanltel TOllssainl,

salta a la vista es si en Director que flté dellnstitltto de Investigaciones Estét·icas. No 'es muchoverdad la pintura con- este modesto recordatorio y homenaje personal, pero bim sé q'lte no le

disgHstaría y qlte Itstedes se tm.irán a mi buena intmción. N o se trata detemporánea es uno de poner en rel'ieve SltS méritos aho'ra, mas quiero hacer notar que el lIIaes-los grandes temas de nuestro tro Toussaint, muy conocido como histor'iador y cr·ítico de mlest'ro artetiempo. Pero, además, ¿ qué es colonial, no se cirwnscr'ibió a ese campo de estudio y que sus intere­un gran tema de nuestro tit!m- ses espirituales e intelectuales abar~arOt~ otros aspectos de la Cltltlt­

po?, y ¿qué es la pintura con- ra nacional y tmiversal, y entre ellos el de la pintttra. contemporánea.temporánea?, y ¿por qué es la Ya stt 11/.0nografía sobre Sattlrnino Herrán indica qlte Slt comprensión

, d del arte de 1tttestro tiempo era amplia y sin,cem, como tiene que ser enpintura contemporanea uno e todo verdadero historiador, wya mirada ha de e:rtendel'se no sólo allos grandes temas de nuestro pasado remoto, sino al inmediato. Del maestro Toussoint, aprend'í !lit!"

tiempo? cho; por ello y por el respetuoso afecto que nos unió a lo largo dePor mi parte, entiendo por Ireiltta míos, quiero recordarlo a.qu'í ahora como si estuviem presente.

un gran tema aquel que por su .....;.importancia, profundidad y volumen, nopuede pasarnos inadvertido, o mejor di­cho, no podemos ignorar, si es que pre­tendemos estar en un nivel de la cultura

cias, del pensamiento, de losproblemas religiosos, políticosy ociales, en suma: de la his­toria contemporánea? Claroestá que, como no somos dio­ses, no podemos po eer la om­nisciencia, ni conocer todo loenunciado en un mismo nivel,pues siempre nos llevarán nues­tras inclinaciones por algúnrumbo especial y nuestra limi­tación nos obligará a detener­no en las fronteras de lo quenos es total o parcialmente in-

. '. ha h'j,,'esaao la ¡'ealidad de la exislencia 11ltm01/G ...

SUMARIO: l,.a pi,;t,;m collte;lIporáHea; ~.r Justino f~rná;ldez.,. La. feri,a 'd.e ¡os d·ías e Los aztecas de VailÚnt, por Alberto BoniLaz. T~j¡.O :Poemas, de Jorge Hernández Campos ." La tesis, 'un cuento por :M:!ixiino"':M¡¡gdal~ilo ." MOlltalvo JI Cerva.ntes, por José ROjas GarClduenas

. . C· . - ..¡ ,". ";-' M Moshinsky e Artes Plásticas, por J. J. Crespo ae laHistoria dOntmell.tal de mIS hbros (VJI), por Alfonso Reyes • _ len C,I a, por arcos . U l' p.'1" o por:::>erna e El cine ilusión y osettridad por Moisés 'González Návar-rÓ' e'··:Carta de Ingiaterra, por Irene N Icholson e n.'re.;: .'lf'!f.O 1l.

de .cAn'd '

, '. . . G ál R' Alb t Bonifaz Tuño y Raúl Leiva- e' Prele;rtos, e resTomás Segovia e Libros, por ClaudlO Esteva_.Fabregat; Ennque· onz e.z. OJO, eL o. . ' .. . . .. . R' e F t f' de Ricardo Salazar y Jose Verde,Henestrosa e Dlb1tJOS de ,Vlc~te ,,0)0. a.ogra ICIS .. :. .

"REVISTA UNIVERSIDAD DE MEXICQ"

Universidad Nacional Autónoma de México,

Justo Sierra 16. México, D. F.

ABBOT LABORATORIES DE MÉxico, S. A.­BANCO NACIONAL DE COMERCIO EXTERIOR,

S. A.-CALIDRA, S. A.-COMPÁÑÍA HULE­

RA EUSKADI, S. A.-COMPAÑÍA MEXICANA

DE AVIACIÓN, S. A.-ELECTROMOTOR, S'.

A.-FER~OCARRILES NACIONALES DE MÉXI­

co, S. A.-FINANCIERA NACIONAL AZUCA­

RER,A, S. A.-INGENIEROs CIVILES AsoéIA­

DOS, s. A. (ICA) .-INSTITUTO MEXICANO

DEL SEGURO SOCIAL.-LoTERÍA NACIONAL

PARA LA ASISTENCIA PÚBLICA.-NACIONAL

FINANCIERA, S. A.-PETRÓLEOS MEXICANOS.

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\;' Hay épocas en l~ historia en que lós~ hombres pueden expresarse má~' precisay adecuadamente en unas forma's que enatras, o, a lo menos, así nos 16 parece,o así nos ha' sido posible darnos cuentade eHo'. Grey,ia surge ,a nuestra, concien­cia ¡\{á's apa'iente- -el~ cuahto 'al arté- ­en su arquitectura y en sU' escultura queen su pintura; y así tambíén el "<1ntiguomundo mexicano, no obstante los singu­lares ejemplos de pintura que conocemos.

Otras épocas y otros pueblos son másimportantes en un tiempo o en otro porsu literatura, por .su música, por su cien­cia, su filosofía, su religión, o por supotencia técnica. Pues bien, lluestrotie'mpo es notable, sin duda, por sus con­quistas científicas, por su desarrollo téc­nico, por su autocrítica filosófica y porsus artes. También podría decirse que

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es ~otable por su intolerancia y por susguetr.as y a nu.estra mirada surgen losconflIctos y los Ideales, uno de ellos, muymarcado: el de la justicia sociaL Y así,los con,flic~o~ morales, políticos, religio­S?SH \ fllosoflcos -todos históricos-,Vle~n a -tener sus expresiones de diver­sos modos, un.o~ que nos parecen negati­vos, otros pOSItIVOS y entre estos últimosse encuentra el arte y sobre todo la pin­tura contemporánea.

En 'la pintura contemporánea, que estanto como decir la de las últimas cincodécadas, se encontrará todo lo anterior einclusive más, pues no sólo la actualidadsino la tradición queda incluída en .ella:y por lo pronto no me refiero siquieraa los temas o asuntos que la pintura haexpresado, sino a sus formas expresivas,a lo que constituye una de sus novedadesy su creación por excelencia: todo tmlenguaje.

Mas apartémonos de los preámbulos,para que cerca de la realidad históricapodamos comprender un poco mejor quées la pintura contemporánea en su cortopero fecundo desarr-ollo; así, ocupemosnuestro tiempo en ese que llamo un grantema.

Una nueva manera de eXpreSIOIT en elarte ,-y no sólo en el de la 'pintura­sorprendió desde las primeras décadas delsiglo. Algunos comprendieron que se tra­taba de una renovación a fondo; otros.los más, creyeron que eran lócúras deltiempo y que pronto pí\sarían; pero nofué así, y mientras tal cre~ncia y super­ficial visión continúan, unos cuantosgrandes artistas han dado a nuestra épocauna expresión propia. -

La nueva conciencia artística luchabapor ensanchar los sentidos auténticos V

las posibilidades de la existencia hum;­na, y por crear un lenguaje de formasplásticas capaz de expresar aquéllos ade­cuadamente. La validez de los conceptostradicionales se puso en duda, [) bien,dicho de otro modo, se vió como inau­téntica.

Por otra parte, hay que c0113iderarque la tradición naturalista y clásica, des­de el Rt'nacimiento hasta ,-fines del sigloXIX, habia entronizado en el arte la re­presentación de las formas naturales untanto corregidas, idealizadas, para lograrla creación artística; se trataba, de unmodo u otro, de la reproducción del ob­jt'to o modelo; fué, pues, un arte,obje­tivista en términos generales, muy deacuerdo con la visión racionalista y mástarde, positivista, del mundo, A de'cir deOrozco, fué " ... desde el Renacimientoitaliano, la peste anatómica que ha ensu­ciado el arte hasta nuestros días."

Pero los artistas empezaron a descon­fiar de aquella realidad postulada porla tradición clásica y moderna, perdieronla fe en el absolutismo de la diosa razón,cayeron en cuenta intuitivamente de quelas posibilidades de la realidad eran másy más vastas y, sobre todo, pusieron encuestión la realidad y encontraroi1 q)leaquello percibido por los sentidos no erasino una parte de la . misma, la realidadbruta, a la cual el hombre es quien le .dasignificación por sí y para sí, y que era

(Pasa. a. la, tág. JO)

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comprensible. Pero, en general, el p(¡blicoestá más dispuesto a respetar la ciJncia,aunque le sea irtcomprensible; _y dispuesto'a 'opinar sobre el' ar,te, cerno si se tratarade algo coniún J y corriente' para 19 ¡ cualno fueran 'p~ce?arios""cop'oci!:!)iento$\(l.spe­ci¡lÍes, ade'más ae tina sensibílidad 'culti­vada. En suma y a la postre, los distintosaspectos y senti'dos" hUmános de la cul­tura de un tiempo pueden reducirse a uncorto y fundamental repertorio, que coin­cide con las preocupaciones de otros tiem- .pos, de todos los tiempos, si bien el porqué se preocupen en un tiempo u otrolos hombres, y las pretendidas solucionesque hayan dado a sus problemas, es lavariedad que hace la historia. Y esta va­riedad es la que provoca un rasgo fun­damental de la existencia humana, quepuede decirse que consiste en un sentidode conflicto.

Tener conciencia y conocimient" de unaspecto fundamental de la cultura de untiempo es tener conciencia, en cierto mo­do, de los ot1"OS aspectos; es poner en unprimer plano el aspecto particularmenteinteresante en un momento, pero ilumi­nado por el resto de la cultura de nuestrotiempo,

Pero, ¿ qué debemos entender por nues­tro tiempo?, porque no se trata mera­mente de que sea nuestro el lapso crono­lógico que vivimos,sino de lo que cadaquien siente, entiende e imagina comosu tiempo propio en convivencia con losdemás. Y en esta variedad de sentimien­tos, entendimientos e imaginaciones sur­gen los conflictos personales, y las solu­ciones de pretendida universalidad. Esevidente que si a un africano del Congose le ocurriera hoy día pensar en sutiempo, lo que sintiera, pensara e ima­ginara sobre él sería muy distinto de loque un pintor francés o un rnexicanosienten, piensan o imaginan; y, más aún,existirán diferencias entre dos artistas opersonas de un mismo plano cultural ytiempo y así hasta el infinito. Esta va­riedad de tiempos, de hombres, es lo quehace la riqueza de la história y también,claro está, del arte.

Un gran tema de nuestro tiempo -yquizá debiera decir, para ser preciso, d"emi tiempo- es la pintura contemporá­nea; no conocerla es tanto como estarignorante de los descubrimientos cientí­ficos, aunque sólo seamos conscientes deellos a grandes rasgos, o por sus efec­tos; es como ignorar las corrientes im­portantes del pensamiento contemporá­neo; es como si no se tuviese siquieraalguna idea de las grandes obras litera­rias, musicales o de cualquier otro gé­nero; es como si se ignoraran los gran­des cambios de la historia; es como si seignorara la historia, que es tanto comodecir: el hombre.

Si es verdad que lo anterior puededecirse en general y de cualquier época,también.Jo es que si no se tiene ampliay profunda conciencia del propio tiempo,no se ,- puede tenerla tampoco de otrostiempos. Porque la conciencia del pasa­do, "tiiúto ci11110 delfüturó, dependen dela cOi1ciencia yconlprensióri del presente.Hay qúe estar alerta y tener el sentidode muchos aspectos de la cultura, o comodijo Baudelaire: estar al tanto del finomecanismo de la vida,

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LA PINTURA

U lVERSlDAD DE MEXI O

e o N T E M POR A N E 'A(VielJe de la pág, 2)

ante todo el complejo de significacionesubjetivas -en e~trecha r;la:ión cor~ un

mundo- la propIa y autentIca realrdadde la exi tencia humana.

Desde entonce ya no se dependió sinode la propias poéticas, su?jetivas y J~­

ténticas "isiones de la realrdad; se paso,pue de la representación de las formasnatu~ales, y naturalmente vistas, a la c,x­presión de modos de ser humanos artls­ticamente recreados. Es el paso que V:l

del naturalismo tradicional, especialmen­te del académico, al expresionismo quC'constituye toda la pintura del siglo xxy no ólo a parte de ella.

Se comprende que desde entonces Y:l

no fué indispensable la representaciónde la naturaleza objetiva, si bien se está,por necesidad, en estrecha relación conel mundo objetivo; y que la Belleza conmayúscula, se diluyó en una serie de be­llezas diversas y distintas de la tradi­cional canónica y clásica. Así pudo pintarGauguin un caballo bermellón --que nolos da la naturaleza, pero 'que son posiblesen la realidad de la imaginación- e in­troduci l' en la conciencia occidental labelleza de los habitantes de las islas delPacífico, como después había de cobraresa categoría la belleza, antes no consi­derada, de otros pueblos, como el mexi­cano, gracias a la calidad de su arte.

El arte de espontaneidad, apoyado enlas sensaciones, apareció pintando. no lascosas, sino eso: las sensaciones. Y a losartistas que tuvieron tal denuedo se lesllamó "!es fauves", "las fieras".

Mas tai libertad creadora -aunqueunilateral- encontró un dique en el arteabsti'acto propiamente dicho, que se ex­presaba en construcciones geométricas eideales, con antecedentes en Cézanne, yque se llamó "cubismo"; una manera deexpresión que conservó las estructurasclásicas, pero que se rompió con el con­cepto naturalista del espacio y de las for­mas, proponiéndose el análisis de los ob­jetos desde distintos puntos de vista, esdeci 1', distintos tiempos, ,presentados 01'­

ganizadamente en un solo tiempo, en elcuadro, del cual se respetaban las dosdimensiones. sin hacerle agujeros ilusio­nistas por medio de la perspectiv'l. puesse consideró inútil v falsa la tercera di­mensión, rué una s~gl.1nda "la, de nue\'aexpresión idealista. pero limitada. él sumodo,. como la primera apoyada en lassensaCIOnes,

Dentro de aquella corriente de arteabstracto, de fondo clásico y, por tanto,digamos que estático, apareció otra acti­tud importante: la del "futurismo", Losartistas que se lanzaron por esta "ía pre­tendieron dar expresión al movimiento,por considerarlo carácter fundamental dela vida moderna y futura. Aprovecha­ron la lección del "cubismo", pero leinyectaron la dinamicidad, así, con for­mas abstractas sucesivas en cierta direc­ción, que llamaron "línea-fuerza", crea­ron algunas obras que enriquecieron lasposibilidades de la pintura contemporá­nea.

Aun se produjo otra corriente distinta:La "escuela metafísica", que trajo unavez más los contrastes de luz y sombray la tercera dimensión. Fué la reapari-

, ' ,la belleza de los habitalltes de los islas del Pacíf-ico, . ,

.. . 1·caporición de un aspNto del arte barroco,

UNl VERSIDAD DE MEXICO 11

... Jlt obm 11Iaesl1'o rnr excelencia ..

ción de un aspecto del arte barroco quehizo conciencia del "más allá" de estemundo, nostálgica y románticamente.

Mas la sensación, por un lado, y elintelecto, por otro, no pueden ir muylejos; pintar las sensaciones, pintar lasideas, no bastaba, así fueran éstas enmovimiento; ni fué suficiente la evoca­ción del "más allá"; entonces aparecie­ron esos juegos más extraños aún, queintentaban pintar el subconsciente o lasimágenes de los sueños, y que a la postrese pintaban gracias a la imaginación; enverdad se trataba, en cuanto a su ex­presión formal, a lo menos por uno desus aspectos, de un arte mnemónico. Es­to se llamó "surrealismo", o "sobre-rea­lismo", es decir: la pintura de una reali­dad "más allá" de la realidad. Fué unabatalla más en contra de la tradición. Hoydía podemos decir que el nombre eraabsurdo, porque esa realidad "más allá",tan deseada, no era y no es otra que larealidad de la existencia humana, tanampliamente concebida como se quiera.Pero es cierto que el "surrealismo" trajoa cuento el arte de imaginación, que conel del intelecto y el de las sensacionescompletó el cuadro de las posibilidadesde fondo de la pintura contemporánea.

neo una nueva y poderosa dimensión, yque ha conquistado primerísimo lugar enla cultura de nuestro tiempo, aunque nosiempre se le reconozca con la amplitudque merece. Con esto recae en nosotros

también una responsabilidad más: la detener y hacer una conciencia clara delvalor de tal arte.

La pintura mexicana ha teniclo reso­nancia munclial, pero hay que corregir

... análisis dI' Ins nb jetns .

En etapas sucesivas, dramáticas, libe­radoras y renovadoras de la tradición, elhombre se sintió ser, se pen:'ó ser, y seimaginó ser... de varias maneras.

Una conciencia semejante y coetáneade la europea surgió autónoma entre losartistas de nuestro país, jóvenes enton­ces, justamente en el momento en queun doloroso, pero renovador cambio: laRevolución (1911), abría nuevas posibi­lidades de vida. Unos marcharon al ex­tranjero, otros quedaron de testigo~; masal llegar el momento de I::t reconstruc­ción, también llegó el que esperaban losartistas, y en 1922 se inició en México.como es sabido, un movimiento que pre­tendía expresar en formas monumentalesnuevos sentidos de la vida y el arte. Suspretensiones se lograron y hoy día pode­

.mos decir con legítimo orgullo que Mé­xico se ha expresado de manera impor­tante por medio de su pintura mural,que ha venido a dar al arte contemporá- .. . 1m lugar legítimaJi/ente conquistado ...

12 UNIVERSIDAD DE MEXICO

... una batalla más en contra de la tradición . ..

... lino de los creadares tie la pintltrl1. mltral mexicana ...

temporáneo en el campo de la conciencia,este cambio de comprensión de la reali­dad aDjetiva a la subjetiva, aunque nosubjetivista en absoluto, ha sido expre­sado integralmente por los grandes ar­tistas de nuestro tiempo, quienes han pin­tado y pintan -perdón por la insisten­cia- no cosas, sino modos del ser delhombre, sentidos varios de la existenciahumana, para 10 cual se valen por necesi­dad de símbolos, metáforas y alegorías,que expresan poéticamente la vida contoda propiedad, con un lenguaje ade­cuado.

El cambio de lenguaje, de formas deexpresión, con raíces profundas en laconciencia, en el ser, resultó tan extraño,como toda novedad verdadera, que mu­chos aún no se reponen del susto, y locurioso es ver que los humanos no pa­recen poder reconocerse en estas expre­siones tan auténticamente humanistas;inclusive una de las mejores mentes denuestro tiempo, en cierta etapa del pro­ceso histórico de la pintura, pensó quese trataba de "la deshumanización delarte" y que el irracionalismo que se ex­presaba en el movimiento "dadaísta" erapura broma.

Se ha creado, a todas luces, una ex­presión humanista en el arte, en la queimporta la expresión del propio ser y nola representación de las cosas. Esto escomún al mejor arte europeo, mexicanoy de todo sitio en que se haya llegado auna conciencia de la realidad v a una ex­presión artística de esa índole"'. Es 10 queel tiempo histórico nos da, i tenemosojos con qué verlo.

Ahora bien, mientras los artistas euro­peos estaban ocupados en hacerse unnuevo lenguaje, los mexicanos superaron,con positiva genialidad, todo el expre­sionismo conquistaclo y crearon sus pro­pios lenguajes humanistas, que necesita­ban por urgencia vital, y se lanzaron,después de estar reunidos por un mo­mento, cada cual por su lado, a expre­sarse como pudieron. Y pudieron mucho,cada cual a su modo.

Ideales comunes de expresión de vidanueva fué lo que los reunió en un mo­mento, 10 que aún une sus obras en elfondo; mas a la postre se ha visto cuándiferentes -como tenía que ser- eran

ideales y nuestro sentido crítico de larealidad.

Esta pequeña y aun incompleta historiade lo que ha acontecido al hombre con-

ahora visiones que hasta ayer fueron ver­daderas: Gertrude Stein e cribió ha.cetiempo lo siguiente, a propósito de .Pi­casso: "En Francia, la pintura del sigloXIX se hizo enteramente por los france­se . En el extranjero la pintura no exis­tía. En el siglo xx la pintura e hace enFrancia, ma por los español.es".. J?ecíaque hoy se tiene qu~ corregll' :'Islonescomo e a, porque la pl.ntura del sl~lo xxse ha hecho en FranCia por espanoles yfrance es sin olvidar a los italianos; perono e pu;de hablar con sentido de la pin­tura contemporánea sin añadir que enAmérica la pintura se ha hecho por losmexicanos. Entiéndase bien que se hablade la pintura que cuenta en la historiapor su originalidad, grandeza y otr~s cua­lidades, por estar a tono con el tlemp?Por 10 demás, la pintura ha sido a travcsde la Edad Moderna un medio poderosode expresión de los pueblos latinos. Es­pañoles, franceses, italianos y mexical~~s

han contribuído de manera Importantlsl­ma a la renovación de la pintura del siglo.Lo anterior no excluye, claro está, quelos pueblo de origen sajón hayan dadotambién creaciones propias y artistas deprimer orden. En cuanto a los latinos,México incluído, la pintura es quizás elmejor modo que tenemos para expresarnuestra peculiar manera de ser, nuestros

UNIVERSIDAD DE MEXICO13

... füosófico, 1netafísico, tmns-hw/"Iwno ..

camino que va desde el Anfiteatro Bo­lívar en :México, los muros de la Secre­taría de Educación, el salón de Actosde Chapingo, los murales de Detroit ytantas otras obras, hasta la escalera del.Palacio Nacional. Sic¡ueiros tení<l enton­ces menos obras, pero no menos formi­dables trozos.

Picasso ha continuado desa ITaliandosu obra prodigiosa, en la cual ha rehechotoda la historia del. art~; eso es lo quele da una gran enJl1l1clIa y es también,

Otros artisfas europeos, como Braque,Matisse, Léger, Dufy, Rouault, deberíanser recordados aquí, pero quede siquierael ejemplo de Picasso, aunque tambiénañadiría algunos americanos. Siquíerarecordaré las obras de! cubano WilfridoLam y del brasileño Portinari, aquél máscercano a la "Escuela de Pa rís" y éste, enparte; a la "Escuela Mexicana", sobretodo en un principio.. He dicho de los grandes artistas mexi­canos que hoy día podemo darnos cuen-

ta de las diferencias entre sus expresionesy visiones del mundo, de su senticlo crí­tico-histórico; pues bien, diré que:

Orozco, a mi modo de ver, es el másgrande entre ellos y el más grande pintorde nuestro tiempo; quien ha expresado,con la fuerza dramática que le es propia,la realidacl de la existencia humana, sinidealismos, en múltiples aspectos, en va­rias circunstancias históricas, siempre conprofundo sentido crítico, libre, sin limi­taciones partidaristas; ha hecho historiacon sentido actual, desde su presente, consentido filosófico, metafísico, trans-hu­mano. Orozco, como todo auténtico ar­tista' muestra emocionantemente el ser'real de la existencia humana: el con-

justamente, lo que muchos le censuran,siendo una de sus mejores faenas. En laescultura ha probado también ser maes­tro y origina'l y que cuando un artistatiene genio puede hacer lo que Je vengaen gana, como en "La cabra" (1952).Sus dos últimas obras de pintura monu­mental: "La Paz" y "La Guerra" (1954),no parecen 5uperar a su "Guernica". Enconjunto, la obra de Picasso quedará co­mo una de las grandes expresiones delsiglo xx, porque) en efecto, lo es.

De otro tono, pero con agudo sentidocrítico-histórico también, es la obra deDalí, si se sabe verla a través de su sim­bolismo; con ella se enriquece notable­mente la pintura contemporánea.

sus personalidades, sus expresiones eideales.·A mi modo de ver, la pinturamural mexicana introdujo en nuestrotiempo no sólo el arte monumental ypúblico en formas grandiosas y origina­les, sino algo también muy valioso y es:la oonciencia crítico-histórica. Así, nosólo un nuevo lenguaje formal sino uncontenido temático de lo más variado,profundo y oportuno, es lo que completaeste fenómeno artístico. Tan poderososson s(¡s múltiples temas que en momen­tos han ofuscado las no menos podero­sas formas expresivas, a los ojos de losindoctos o de las conveniencias de variostipos, y se ha pensado que sólo se tratade la pintura didáctica, con menospreciopor las formas. Nada más injusto einexacto; si las formas de la pinturamural de México no fueran lo que son:originales y grandiosas, no valdría lapena ocuparse en ellas, pero no es así,mas al contrario: porque sus formas sonde primerísimo orden y en alto gradoemocionantes es por lo que éltraen, vporque sus temas son vitales y profl1l{­dos es por lo que interesan. Esta con­junción de grandes formas y visionescrítico-históricas es lo que hace excep­cional nuestra pintura.

Claro está que la pintura europea y deotros pueblos tiene también su temática,que en ciertos momentos ha venido a coin­cidir con la pintura mexicana, como en elcaso de la obra maestra de Picasso -yde la pintura europea contemporánea":"Guernica" (1937)-; mas en general, ysalvo excepciones, ha expresado de ma­nera importante el tema de "la j oie devivre", el goce de la vida, mientras quela pintura mexicana ha expresado prin­cipalmente el dolor de vivir.

Picasso, sin duda para mí, el másgrande pintor europeo de nuestro tiempo,es muy conocido por sus diferentes perío­dos o cambios de expresión en su obra;pero lo es menos por lo que constituyesu lenguaje integral, a partir de 1925.Cierto que en cada etapa se encuentranobras maestras suyas de gran significa­ción. Del "período azul" basta el cuadrotitulado "la vida" (1903); del "rosa" el"Muchacho con un caballo" (1905); del"período negro", "Las señoritas de Avig­non" (1907), obra fundamental y puntode partida hacia el "cubismo"; pero deesta última expresión, Picasso no llegaa una obra maestra sino hasta 1921, cuan­do pinta "Los tres músicos", casi al mis­mo tiempo en que recobra la carne yentra en su "período neoclásico" y pintala monumental obra "Dos mujeres sen­tadas" (1920). Después todas son vuel­tas y revueltas hasta las "Tres bailarinas"de 1925, en que su expresión se integray aprovecha todas las anteriores expe­riencias . .. y así hasta "Guernica"(1937), su obra maestra por excelencia,que expresa la trag-edia, el dolor de vivir,la destrucción, la guerra,' la brutalidad,pero también la esperanza. Picasso ex-.presa la tragedia hasta donde un clasi­cista puede hacerlo, por muy genial que·sea, pero cuando pintó "Guernica" vinoa dar a donde la pintura mexicana habíallegado ya hacía muchos años. Ya Oroz-ca había producido sus mayores obrasmurales, desde la Escuela Preparatoriade México, Pomona y Dartmouth Colle­ges, hasta el ~ospicio C~bañas. de. Gua­dalajara; y Rlvera habla recorndo el

... I!:fpresando el deber ser de la e:r'istencia humana . ..

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flicto; no es un reformador, ni un idea­lista que ofrezca fórmulas para la feli­cidad, ni intenta ser profeta; mas han detenerse muy en cuenta las visiones de suconciencia porque ha demostrado ser cer­tero; su liberal sentido de la existenciale prohibe imponer modos de \ser; de élsólo se impone la categoría de su espírituy de u obra, renovadora de! arte de lapintura.

Rivera es uno de los pocos verdadera­mente grandes pintores contemporáneos,quien con su inteligencia, su sensualidady conocimientos del arte ha creado unaforma de expresión de alto rango, denuevo entido clásico, y ha hecho o re­hecho la Jiistoria a su manera y desde supunto de vista, expresando el debe1' serde la existencia humana; por eso se me

, presenta como un consumado idealistaque concibe la hi'storia con un fin nece­sario; su obra es, sobre todo, un cantoépico al mañana.

Siqueiros es, con Rivera y Orozco,uno de lo creadores de la pintura n1Uralmexicana, que no es poco decir. Tiene,para mí, un sentido romántico de la exis­tencia, de altos vuelos, que expresa enformas .monumentales, grandilocuentes,con espléndidos jirones líricos y construc­ciones intelectuales animadas por su dra­matismo. Su obra no tiene la amplitudque la de sus compañeros, mas en lasúltimas décadas él la ha enriquecido no-

tablemente. Por otra parte y en otrasformas ha contribuído en más de un mo­do al desarrollo del arte mexicano porexcelencia: la pintura mural.

Tamayo, de otra generación y de otroderrotero, ha IJegado a un lugar cierta­mente destacado en el panorama de lapintura de nuestro tiempo. Tra de unavasta obra de preciosas con truccione , degran refinamiento y originalidad, sobretodo como colorista, en lo cual es único,ha producido obras murales de primeracategoría, en las cuales es patente su pe­netrante intuición y la forma esplGndidade sugerir sus preocupaciones, que sonuniversales por ser profundas y actuales.Entre los más importantes pintores denuestro tiempo Tamayo tiene un lugarlegítimamente conquistado.

No es posible considerar aquí a otrosartistas, en especial a los de generacionesposteriores, pero sus obras merecen cui­dadoso estudio y algunos de ellos conti­núan en el camino que abrieron los pri­meros creadores.

La pintura mexicana contemporánea,la mural principalmente, ha traído al cam­po del arte todas las preocupaciones yproblemas históricos de nuestro tiempoy no sólo en lo social y en lo político;para ,mí es una tremenda limitacíón verlasólo desde este último ángulo; es empe­queñecerla, porque tiene muchos más ili­mitados alcances. Justamente las historias

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que expresa con diferente entido crí­ticos es lo que la hace rica en contenidoy constituye a la postre, como dijo Oroz­ca en alguna ocasión, todo un examen deconciencia. La pintura mexicana ha ex­presado diver o sentido e ideale de lavida del arte, en varias direccione, egúnlas obra de los diferentes artista, e e euno de u grandes valore , y si bienpuede decir e que un sentido humani tales e común, lo que cada cual entiendepor humani mo e distinto. Sin embargo,uno y otros expresan su ser y, al hacertal, expre an también el ser de Méxicovario y complejo, y al expresar el serde México, están, en verdad, expresandonuestro ser en el mundo, y así incluyen,puede decirse, los grandes temas de nues­tro tiempo.

Que en nuestro país hayan tenido otengan los artistas la libertad de expre­sa·rse como 10 han hecho, es reconfor­tante, sobre todo cuando se mira en de­rredor. La continuidad y enriquecimientodel arte requieren ese ambiente de res­peto mutuo que hace posible la convi­vencia y el amor al humano mundo, tanajeno al energumenismo.

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Pero nuestra pequeña historia de lapintura contemporánea no está completa.En los últimos tiempos e! IJamadu "arteabstracto" ha adquirido tal volumen, yen casos cierta calidad, que es una de lisexpresiones ~Ctuales a oonsiderar. Enverdad hay una confusión en los térmi­nos y en el fondo, y hay que diferenciarentre "pintura abstracta" y "pintura no­objetiva". La primera abstrae de un ob­jeto determinado; la segunda pretendeexpresarse por medio de formas que notienen relación ni directa ni indirecta­mente con objeto alguno, por eso recla­ma su novedad; son creaciones líricas,ciertamente no exentas de .contenido, lasmás de las veces inaprehensible. Quizáseria más propio llamarla "pintu.ra sinobjeto". A esto también le IJaman ~'arte

puro", una nueva forma del viejo temadel "arte por el arte". A mi modo de vernada que sea humano puede ser "puro" yante limitaciones de ese carácter parecetanto más rico el que podemos IJamar, amucha honra: "arte impuro", es decir, elque se encuentra inmerso en la historia,con sus pasiones, ideas, ideales y sentidocrítico.

Por otra parte también ha vuelto a lapintura el viejo naturalismo, como me­dio fácil de comunicación de doctrinas;aquella peste anatómica de que habló encierta ocasión Orozco, como hemos di­cho. Así tenemos, por un lado, un extre­mo: el "arte sin objeto", y por otro, elextremo opuesto: "el arte objetivo"; peroen el centro está la gran él.rteria de laverdaderamente grande creación de nues­tro tiempo, con antecedentes desde Ga­ya, por lo menos, que ni es "objetivista"en el viejo sentido, ni "sin objeto". comoel viejo "arte por el arte", sino que conla mayor libertad, y sin imponerse otraslimitaciones que las propias del arte hadado expresión en formas originales alos grandes temas de nuestro tiempo.

Desde otro punto de vista se piensaque e! arte debe o no debe ser "engagée",

UNIVERSIDAD DE MEXICO

. . . la gran a·rter·ia de la verdadera. creación de nttestro tiempo ...

comp~?metido, pero el' es ya ser "en­gagee de una manera u otra conscienteo inconcientemente; compron~ete uno suser por entero o se intenta evadir elcompromiso remontándose a las reaionesideales y angélicas. El arte podrá se~' estopara algunos, pero el gran arte ha idoy es siempre aquel que es todo un ricocomplejo. Los más grandes artistas con­temporáneos, y entre ellos los mexicanosprincipalmente, han expresado en susobras diver os "engagenwnts", o compro­misos, porque están cn este mundo, por­que participan cn las preocupacione', pro­blemas y diversos idcales humano de laépoca y é to 10 han hecho en formaoriginales, emocionantes, admirable.conmovedora., que qucdarán como ejem­plos de las más altas creaciones de lacultura del siglo.

Si la pinlu ra contemporánea ha creado,pues, un nuevo y gran knguaje, malestará que Sl: abandone tan fonnidableexpresión y que Sl: caiga por una vertien­te en la pintura no-objdil'a, o, por laot¡-a vertiente, en la pintura naturalista.Hay que sah'ar las conquistas que tantosesfuerzos y sacrificios han costado a va­rias generaciones de artistas.

He de terminar esta con ferencia comola empecé, oon alguna pregunta, si bienahora, en la creencia de que ustedes to­man en consideración lo dicho. ¿ He lo­grado sugerir siquiera que la pinturacontemporánea es uno ele los grandes te­mas de nuestro tiempo:' La contestaciónno puedo darla yo mismo, sino ustedes,mas puedo decir dogmáticamente que sialguien se aventura en el estudio de lapintura contemporánea no saldrá defrau­dado, y que en ella encontrará primeroemoción y regocijo para el espíritu, masdespués surgi rán los grandes temas queson propios de nuestro tiempo y el sen­tido profundo de la existencia: la tra­gedia. Porque en última instancia todoarte no es sino lo confesión de las limi­taciones del hombre y del dolor de vivir­las, pero también es curación, potencia deposibilidades humanas y goce en expre­sarlas bellamente. Tal es la paradoja .

VAILLANTTambién compartimos u n atradición más antigua que noslegaron nuestros antepasadosindígenas. Con nuestro conti­nente ante nosotro , tcnemosun sinnúmero de oportunida­des para crear sobre tierrauna vida más ampl ia para to­dos una civilización americanaen la que pueden fundirse yamalgamarse las aportacionesantiguas y nuevas, para elbienestar humano, en beneficiode todos."

Para los lectores mexicanoseste libro ha de tener un in­terés muy especial, indepen­dientemente de todas sus in-

"pero los aztecas viven aún.Quítese a los indios de purasangre de México y se perde­rán dos quintas partes de lapoblación; retírese a los quetengan sangre indígena en susvenas y quedará escasamenteuna vigésima parte de la po­blación. México tiene un ros­tro indio." Y más adelante:"México, la más americana delas nacione americanas, abreuna emocionante perspectivaen el decurso del tiempo ..."y termina así: "Los paísesamericalnos de la .actualidadcomparten el ideal democráticoy el de la libertad personal.

LOS

A. B. 'N.

negables cua,lidades. Tal 111­

terés consiste cn que 10 es­cribió un extranjero, para serleído en una nación que no esla nuestra. De manera que vie­ne a ser, en gran escala, comosi oyéramos lo quc un vecinodice entre los suyos acerca denosotros. N o podríamos po­ner en duda su sinceridad. Yla imp¡-esión que rccibiéramossería tanto más profunda cuan­to más se acercaran a nuestrainquietudes los juicios que cs­cucháramos. Cosa parecida elc­be sucedeI- a los mexicanoscon la lectura de "La Civili­zación Azteca". Muchos se re­.:onciliarán con liS propiasideas al verlas confirmadas porun extranjero de buena vol un-

. tad; otros se senti rán inclina­dos a sujetarse a un examende conciencia; y no pocos cae­rán eil la cuenta de que Ma­linche no mercce tanto inciensocomo ellos quisieran quemaren su memona.

sAeEDE

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(Viene de la pág. 4)

razón de ser de los mismos.Así lo entiende George C. Vai­)Jant. y hay un momento enque, intentando justificar esasprácticas religiosas, die e :"Aun cuando los mexicanosantiguos dieron mayor "desa­rrollo a su ceremonial que lassectas cristianas más ceremo­niosas, sin embargo, la relaciónentre los aztecas y sus diosesy los cris-ianos y sus santos,no es muy di ferente, no obs­tante diferir los conceptosesenciales de las dos religio­nes."

Al hacer un análisis de losfactores que intervinieron enla victoria de los españoles yla derrota de los indios, en elcapítulo XIV. el autor avaloraimparcialmente los méritos deunos y de otros; y, por cierto,no considera menores los méri­tos de 'los vencidos.

El capítulo XV y último, esuna visión del México moder­no. "La civilización azteca mu­rió", dice George C. Vaillant,