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La posibilidad de crear conciencia desde la educación
The possibility of creating awareness through education
Aldo Colmenares. UPEL. Maracay. 2101. [email protected].
ResumenDebo comenzar por dudas de la condición de posibilidad de la educación moderna. Lo popular sería la alternativa. Pero mantengo educación porque la asumimos como vía de transmisión de conocimiento. Lo primero es la duda afirmativa: la educación popular no pueda ser la escolar. Éste es un instrumento creado por la cultura moderna para garantizar el ajuste de los nuevos integrantes a esa sociedad. Para evitar desvíos o retornar a los desviados. Es sólo enseñanza de lo instituido. Sólo que, para la hipermodernidad neoliberal, dada por la fluidez del mercado financiero es inútil, es pura obsolescencia. La conciencia, difícil de definir, señalan que se adquiere en el vivir. El marxismo enfatiza sobre la conciencia de los valores burgueses, única realmente existente, a la que debe enfrentarse la de los valores proletarios, para lograr una sociedad más justa. Marx mostró un momento histórico: la industrialización, así como un espacio de relación: la fábrica, el sindicato, el partido, para la adquisición de la autovaloración del proletariado, que lo hace el sujeto de cambio histórico. El proceso de huida hacia adelante del capitalismo: la especulación, la fluidez, la ocupación de la vida social (consumo), diluye el momento histórico marxista. Sólo queda la conciencia burguesa. Por lo que la posibilidad del saber que constituya la autovaloración del oprimido, del trabajador, se genera desde el imaginario social, que es relación del “lugar” de su vida comunitaria, entonces, de la autovaloración. Tal imaginario se constituye y expresa a través de la educación popular. Claves: Educación. Educación popular. Imaginario social. Conciencia
AbstractThe possibility of creating awareness through education. I must begin by doubts about the condition of possibility of modern education. What would be the popular choice. But I maintain education because we assume as a means of transmitting knowledge. The first is the question in the affirmative: popular education can not be the school. This is an instrument created by modern culture to guarantee the fit of the new members of that society. To avoid detours or return to deviants. It's just teaching institution. Except for the neoliberal given by the fluidity of the financial market is useless, it is pure obsolescence. Awareness, difficult to define, say that is acquired in living. Marxism emphasizes on the awareness of bourgeois values, actually existing one, which must face the proletarians values for a more just society. Marx showed a historic moment: industrialization, as well as an area of relationship: the factory, the union, the party, to acquire the self-assessment, which makes the subject of historical change. The process headlong rush of capitalism: speculation, fluency, occupation of social life (consumption), diluted Marxist historical moment. It remains bourgeois awareness. So the possibility of knowledge that constitutes the self-oppressed worker, is generated from the social imaginary, which is relationship of "place" of their community life, then, of the self-assessment. Such imagery is constituted and expressed through popular education.Keys: Education. Popular education. Social Imagynari. Assessment.
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Introducción
Lo que pretendo mostrar en este escrito comienza por asumir tres afirmaciones que
muestran mis dudas: no se refiere a educación escolar, en ninguna de sus posibles
modalidades; no se refiere al par falsa conciencia-conciencia verdadera, aunque lo
uso como referencia de discusión; no es la conciencia un inmanente, ni existe
posibilidad de enseñarla. Constituyéndose éstas en las interrogantes a dilucidar en
el escrito. Por supuesto van de las dudas a mis pretensiones de muestra y en el
orden señalado: educación escolar, conciencia, para, finalmente, esbozar una
respuesta a la carga de dudas-interrogantes
La educación que no es saber
La educación escolar es el instrumento (institución) creado por la cultura moderna
para garantizar que los nuevos miembros de la sociedad seguirán lo instituido por
ella, lograrán incluirse en el “acuerdo”, sólo firmado por la burguesía, para la
convivencia social, para ello procederá en el disciplinamiento que permita el
funcionamiento de tal convivencia, que no es
aprendizaje, es enseñanza. Recibe la memoria de la
sociedad, al no poder experimentarla por extensa, pero,
se dirige a la especialización, justificada en la misma razón.
Este camino del disciplinamiento necesario tiene como
trasfondo la deriva de la vida social hacia la satisfacción de los requerimientos de la
economización de la sociedad, que, a su vez, necesita el capitalismo como eje de
pivote del liberalismo, para la transformación del mercado en su esencia, el
mercantil, el financiero, invertir dinero para obtener dinero. Derrida (1998) advierte
que avanza hacia el control total del individuo-ciudadano, esencialmente, por vía de
la tecnología. Foucault (2008) y otros, muestran que es el control del cuerpo (bio),
por la seducción del mercado, como expresión de libertad (política). Concluyo que el
objetivo de la educación moderna no se puede realizar. Atenta contra el progreso
por obsolescencia.
La conciencia que no es verdadera ni falsa
La conciencia, es difícil de definir, existen muchas dudas del lugar dónde está, de
cómo se adquiere, de cómo funciona. Silva (1982) señala que para Freud hay tres
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niveles de psiquismo interconectados: conciencia, preconciencia e inconsciencia,
donde la primera es la aclaración de lo oculto y las otras “lugares” de reserva u
ocultamiento de lo no mostrable, pero que, en realidad, “se entrelazan
continuamente y se intercambian mensajes y energía.” (P. 17) El marxismo, más que
Marx, advierten sobre una falsa conciencia, adquirida por el engaño de unos
enseñadores de conciencia, vertiendo la de ellos en vez de permitir la creación de la
propia.
Puedo presumir, entonces, que hay una conciencia
verdadera y en algún lugar y momento puedo
encontrarla. Marx señala su momento histórico:
proceso de industrialización, porque coinciden,
también en lugar: la fábrica, los dos opuestos, proletariado y burguesía, pero
además, en esta “momento” y “sitio” se esclarece la condición enajenante del trabajo
proletario, cuando el proletario se entera de que su trabajo es sólo mercancía para el
capital, y toda mercancía se hace autónoma de quien la produce (fetiche de la
mercancía) Lo cual, inevitablemente, termina en la contradicción definitiva y en la
consecuente conciencia de clase, mediada por el sindicato y el partido. Finalmente,
el obrero reaccionará con dificultad para la adquisición de conciencia, ha sido
embrutecido, depauperado, convertido en indigente. Por lo que los órganos
reivindicativos y políticos obreros pueden negociar ventajas para ellos, sólo, que tal
negociación termina siendo autosuficiente y matando la autovaloración del proletario.
Se convierten en partes de la lógica del capital, en partes de su administración de la
diferencia.
Como dije para la educación, el capital penetró todo
el tejido social (biopolítica), el lugar de la
contradicción -la fábrica- se hizo más bien pequeña
para reproducir el capital. El mercado se amplió
tanto que tenemos que usar el genérico ”trabajador”
para quien produce la riqueza y la conciencia de
clase pierde lugar y momento, se relaja, se diluye, se hace tan fluido como el
mercado, se hace “imaginario social”. Deberán, los ahora excluidos de la “riqueza
realmente existente” (Dussel 1999. P. s/n), crear un saber que se oponga a la
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conciencia hegemónica y homogeneizante de la clase burguesa (Foucault), que
ahora, necesita menos el obrero para reproducir el capital, lo hace en ese artificio
“real” que se llama el mercado financiero (Dinero para producir Dinero), la cuestión
es que sigue llenando al mundo de pobres, que dada la baja necesidad de
trabajadores, son sobrantes (los sin vivienda, sin tierra, imposibilitados de empleo).
Son el síntoma de un “universalismo vacío” constituido por el llamado neoliberalismo
(Zizek. 1998)
La conciencia proletaria es un saber, una autovaloración comunitaria
Ese saber de los excluidos requiere de una concreción
de lugar: la comunidad, el espacio de las relaciones
sociales: el “lugar”, categorizado por Lefebvre (1981) en
su propuesta de un espacio producido, del y contra la hegemonización capitalista, y
definido por el geógrafo chino estadounidense Tuan (2007) para mostrar la
subjetividad de su existencia (topofilia), donde todos participan de la situación real-
concreta de destrucción de la sociedad, de la vida, pero también de la posibilidad de
construir resistencia, quizá, lucha.
Conclusión
Educación popular llamo a la que ocurre en la vida diaria de la sociedad y que utiliza
ésta para advertir a sus nuevos miembros los valores y normas que le sirven para
cohesionarse y convivir más allá y, en casos, en total ausencia del “acuerdo” liberal.
Tomo la expresión de la educadora argentina Rauber (2004), quien lo resume en
uno de sus artículos, cuando dice.
“la educación popular –más allá de las consideraciones particulares que pudieran
hacerse acerca de sus diferentes vertientes y experiencias, como concepción
político-pedagógica y ética del otro en tanto pobre, desposeído y oprimido y su
relación con nos-otros (los maestros, los políticos), tiene mucho que aportar a la
construcción de la conciencia política. Tenemos que apropiarnos de ese caudal de
saberes creados y acumulados por nuestros pueblos e incorporarlos definitivamente
a las formas de construcción política de conciencia, de organización y de nuevas
prácticas solidarias.” (Rebelión. 16-09-2004)
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Pues de esta manera sería y es para los requerimientos más inmediatos de la
comunidad. Son saberes para la conciencia de los nuevos formantes, como aporte a
la estabilidad de esa comunidad, para generar formas organizativas que atiendan la
contingencia, posible de resolver con sus recursos y, por supuesto, para la
solidaridad de y en la comunidad, tan atacada por la propuesta massmediática de
individualidad, egoísmo, competencia, etc.
Como dije, es un proceso de comunicación, en el sentido del diálogo, de la
proposición de dos saberes, posiblemente dos formas de conocer. Es una labor de
informar-formar, en el sentido de permitir una nueva expresión de la experiencia, de
lo conocido, es decir, una nueva manera de ver tal experiencia, por lo tanto la
información. Tal comunicación, es más amplia que el escrito o la oralidad. Puede
permitir la estabilidad y también la construcción de las innovaciones que estos
nuevos formantes puedan aportar para cambiar lo existente. Pero, comunicación,
porque es la única vía que conozco para construirse como saberes, quizás
conocimiento, para lo cual está prácticamente imposibilitada la actividad
escolarizada. El disciplinamiento vital que pueda lograrse sólo es posible en ese
hacer social, no importa si contiene algo de forzado, es, como digo, vital.
Digo que tal manera de considerar la educación en los grupos populares de la
sociedad se acerca a la opción que les permite vivir en la modernidad en la que
están envueltos, su única posibilidad de comunicar con intenciones educativas
siguiendo lo que Illich llama educación tradicional (1985), debe ser “compleja”, no
pueden obviar conexiones, “vitalicia”, ese es su objetivo: producir saber para la vida,
siempre, mientras dure la vida, y “no planificada”, si asumimos la planificación en el
sentido del modelo, del armado de alta permanencia, que garantiza estabilidad, pero
también produce reificación. No les es posible vivir sino en la contingencia, que tal
vez se constituye en el plan.
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Ahora bien, ¿qué alimenta la educación popular?. Según lo que planteo,
obviamente, lo es el imaginario social, para Castoriadis (2007-1974) la “creación
incesante y especialmente indeterminada (histórico-social y psíquica) de figuras /
formas / imágenes”, que permiten construir las “cosas” (P. 12), imaginarias o reales
que requiere como respuesta, permanentemente presionada por el imaginario
radical de los nuevos formantes, personas individuales, que le dan la condición de
creación incesante e indeterminada.
Referencias.
Libros
Castoriadis, C. (2007-1974) La institución imaginaria de la sociedad. Buenos Aires: Tusquest
Foucault, M. (2008) Nacimiento de la biopolítica. Buenos Aires. F.C.E.
Lanz, R. (1980) El marxismo no es una ciencia. Caracas. UCV
Lefebvre, H. (1981) La producción del espacio. La Production de l'Espace, 1981 Ediciones
Anthropos, París. Traducción de los capítulos 1 y 2 José Luis LLano (UNAB, Chile)
Silva, L. (1982) Humanismo clásico y humanismo marxista. Caracas. Monte Avila Editores.
Tuan, Y. F. (2007) Topofilia. Barcelona. Edt Melusina.
Cápitulos de libros
Zizek, S. (1998) Estudios culturales. Reflexiones sobre el multiculturalismo. Buenos Aires.
Editorial Paidos
Páginas WEB
Derridá, J. (1998). De la gramatología, Siglo XXI, México, pp. 85-95. Tomado de
www.jaquesderridad.com.ar 10-08-2014
Dussel, E. (1999) El programa científico de investigación de Carlos Marx
www.herramienta.com.ar/.../el-programa-cientifico
Rauber, I. (2004) Construyendo poder desde abajo. Reflexiones en torno a las alternativas a
la barbarie imperialista ¿Socialismo en el siglo XXI? Rebelión 16-09-2004
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