12
LA PRÁCTICA EXTENSIONISTA ORIENTADA AL CUIDADO Y LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS Dra. Manzione Maria Ana (FCH-NEES-UNCPBA) [email protected] Espec. María Silvina Centeno (FCH-NEES-UNCPBA) [email protected] Prof. Verónica Canciani (FCH-UNCPBA) [email protected] A modo de Introducción Este trabajo ofrece una reflexión sobre la práctica extensionista en suelos de una comunidad en la que un alto porcentaje de la población de niños carece de una propuesta educativa atenta y centrada en la labor de la construcción ciudadana. En primer lugar se presentan algunas líneas de indagación acerca de los modos en que las prácticas extensionistas permiten configurar singulares modos de gestión educativa orientada a una población infantil en condiciones adversas. En segundo lugar se analiza la Ludoteca Comunitaria en la Universidad Barrial, como efectivización de la práctica extensionista. En último término se observan las características de la propuesta como una práctica extensionista que intenta responder a la pregunta por la educación orientada a la infancia desde un territorio que siendo ajeno al escolar advierte y compone una figura de los niños como sujetos de derecho. Finalmente, se construye una posible enunciación de la Ludoteca Comunitaria en la Universidad Barrial como práctica de extensión universitaria que en tanto diálogo abierto e inacabado entre Universidad y comunidad prioriza la construcción de ciudadanía en los niños, al tiempo que amplía la potencia de aprendizaje en las alumnas universitarias. El cuidado y la Educación Infantil desde la práctica extensionista Pensar el cuidado y la educación infantil supone advertir la diversidad de experiencias vitales de “infancia” despojándonos de concepciones unívocas que asumen la infancia como una experiencia única o que resulta hoy poco aceptable. La pluralidad se impone al pensar y tener como propósito la aproximación al conocimiento de las infancias, lo que implica dar lugar a la diversidad. Las prácticas extensionistas promueven, en tanto encuentro con lo diverso un acercamiento a las experiencias vitales de los niños lejos de

LA PRÁCTICA EXTENSIONISTA ORIENTADA AL …extension.unicen.edu.ar/jem/subir/uploads/2018_169.pdf · La práctica extensionista en territorios ajenos a la escuela colabora en la efectivización

Embed Size (px)

Citation preview

LA PRÁCTICA EXTENSIONISTA ORIENTADA AL CUIDADO Y LA EDUCACIÓN DE

LOS NIÑOS

Dra. Manzione Maria Ana (FCH-NEES-UNCPBA) [email protected]

Espec. María Silvina Centeno (FCH-NEES-UNCPBA) [email protected]

Prof. Verónica Canciani (FCH-UNCPBA) [email protected]

A modo de Introducción

Este trabajo ofrece una reflexión sobre la práctica extensionista en suelos de una

comunidad en la que un alto porcentaje de la población de niños carece de una propuesta

educativa atenta y centrada en la labor de la construcción ciudadana.

En primer lugar se presentan algunas líneas de indagación acerca de los modos en que

las prácticas extensionistas permiten configurar singulares modos de gestión educativa

orientada a una población infantil en condiciones adversas. En segundo lugar se analiza

la Ludoteca Comunitaria en la Universidad Barrial, como efectivización de la práctica

extensionista. En último término se observan las características de la propuesta como una

práctica extensionista que intenta responder a la pregunta por la educación orientada a la

infancia desde un territorio que siendo ajeno al escolar advierte y compone una figura de

los niños como sujetos de derecho.

Finalmente, se construye una posible enunciación de la Ludoteca Comunitaria en la

Universidad Barrial como práctica de extensión universitaria que en tanto diálogo abierto e

inacabado entre Universidad y comunidad prioriza la construcción de ciudadanía en los

niños, al tiempo que amplía la potencia de aprendizaje en las alumnas universitarias.

El cuidado y la Educación Infantil desde la práctica extensionista

Pensar el cuidado y la educación infantil supone advertir la diversidad de experiencias

vitales de “infancia” despojándonos de concepciones unívocas que asumen la infancia

como una experiencia única o que resulta hoy poco aceptable. La pluralidad se impone al

pensar y tener como propósito la aproximación al conocimiento de las infancias, lo que

implica dar lugar a la diversidad. Las prácticas extensionistas promueven, en tanto

encuentro con lo diverso un acercamiento a las experiencias vitales de los niños lejos de

confirmar la anquilosada homogeneidad con que se los caracterizaba hasta no hace poco

tiempo y en la que las instituciones orientadas a la educación infantil cimentaban desde

sus prácticas y gestiones.

Pensar en el presente a los niños que lo habitan, nos invita a introducirnos en una

complejidad que se caracteriza por la multiplicidad de formas de vida infantil que se ven

atravesadas por numerosos cambios sociales, económicos, culturales; todo lo cual incide

en la invención de prácticas institucionales, comunitarias y sociales orientadas a los niños

y en las maneras de darles acogida en las instituciones.

La concepción de infancia que ha sido históricamente construida acerca de cómo los

niños son y deben ser, acerca de lo que harán en su devenir con el mundo y en él, resulta

insuficiente hoy para recibir y alojar en las instituciones a aquella diversidad. En este

punto es que la Ludoteca y la práctica extensionista desplegada desde ella se

constituye en un aporte valioso que permite repensar la gestión del cuidado y la

educación orientada a los niños.

En este sentido resulta necesario recordar que los niños destinatarios de estas prácticas

extensionistas forman parte de una compleja multiplicidad que expone disímiles modos de

transitar la infancia que no dejan de ser expuestas en las sociedades contemporáneas.

Algunos especialistas en el campo (Gabriela Diker, 2009; Sandra Carli 2006; Inés Dussel

2006-2007), argumentan que el modo de concebir la infancia y de actuar sobre el cuerpo

infantil producido en la modernidad, en la que los agentes principales de intervención eran

la familia y el Estado, ha sufrido modificaciones que nos conducen a repensar los

múltiples modos y formas en que hoy se configura la subjetividad infantil.

“En su lugar, existe hoy una multiplicidad de interpelaciones a la infancia

que desbordan estas instituciones y que sostienen otros modos de

concebir lo que el niño es y puede ser. En general, se destacan los

medios de comunicación masivos, las tecnologías de la información y el

mercado, como los espacios predominantes en la producción de nuevas

formas de subjetividad infantil.” (Diker, 2009, p. 28)

La práctica de Extensión universitaria participa de modo singular en la configuración de

las figuras de infancia antes mencionadas, pero además actúa también como un proceso

de características formativas para los alumnos, por lo que interesa en este punto la

dimensión pedagógica que reviste esta práctica. Además esta característica permite

repensar la gestión del cuidado y educación orientada a los niños porque al trabajar en la

solución de problemas concretos vinculados con niños reales que resultan de carne y

hueso, la resolución, planificación, prácticas, metodologías y propuestas alternativas se

extienden más allá de los límites del territorio universitario y entonces se resignifican

conformando una interesante articulación y diálogo entre teoría y práctica.

Ludoteca Comunitaria en la Universidad Barrial, como efectivización de la práctica

extensionista.

Dentro de las líneas que integran el proyecto de Investigación “Infancias, políticas y

educación”, hemos elegido para esta presentación el Proyecto de Extensión “Ludotecai

comunitaria en la Universidad Barrial”, que se desarrolló en el Barrio Villa Aguirre de la

ciudad de Tandil, Provincia de Buenos Aires. Este proyecto se lleva adelante con la

intervención de docentes, alumnos y graduados mayoritariamente de la carrera de

Educación Inicial de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNICEN, y en el presente

constituye una propuesta que se ha efectivizado desde sus orígenes como Proyecto de

Extensión.

Pensar la infancia en términos de pluralidad permite visibilizar la gran diversidad de niños

presentes en la sociedad actual: niños vulnerables, niños consumidores, infancia

hiperrealizada e infancia desrrealizada, cyberniños, niños-adultos, niños en riesgo, niños

adjetivados, pero niños al fin. Al respecto, Gabriela Diker (2009) afirma lo siguiente

haciendo referencia a lo acontecido en el último tiempo,

“…cambios significativos en las condiciones sociales de la experiencia

infantil y han incidido en la reorganización de los discursos y de las

prácticas institucionales sobre la infancia: el reconocimiento de los niños

como sujetos de derecho; el aumento de la población escolar, en

paralelo a un empobrecimiento sin precedentes de la población infantil;

la diversificación y expansión de un mercado de consumo cada vez más

meticulosamente orientado a los niños; la reconfiguración de las

posiciones adultas y de las relaciones de autoridad” (p. 9)

El proyecto de investigación Infancias, políticas y educación que como línea interna del

Programa de Investigación Políticas, Textos, Escuelas y otras Instituciones en la nueva

trama de regulación de la pobreza, en el que

venimos participando ofrece la oportunidad

desde hace ya algunos años de reflexionar

acerca de temáticas vinculadas con la gestión

de instituciones destinadas a la infancia,

particularmente aquella que se encuentra en

situación de pobreza, y resignificar las

experiencias profesionales de docentes,

directivos y supervisores que participan en

ellas. El mencionado proyecto se propone

además analizar cómo las políticas educativas

y de cuidado, son resignificadas en la

singularidad de cada institución así como su

incidencia en los procesos de subjetivación de

los niños que transitan por ellas.

En el transcurso de esas investigaciones han

surgido preocupaciones centradas en el

cuidado y educación infantil, tanto en el ámbito

escolar como como no escolar, que se muestran impulsadas y sostenidas por diferentes

sectores de la sociedad civil. Estas preocupaciones se enmarcan en la pregunta por las

políticas públicas orientadas a la educación y el cuidado infantil y en la posibilidad que

ofrece la Ludoteca Comunitaria en la Universidad Barrial, para ser comprendida como

efectivización de la práctica extensionista.

Desde esta perspectiva, la Ludoteca como una singular extensión de la universidad en

territorios de infancia que se hallan inscriptos en condiciones adversas, ofrece otras

aristas y dimensiones para problematizar en forma situada las políticas educativas y de

cuidado orientadas a los más pequeños de la sociedad en el marco de un creador

contexto educativo, que ofrece nuevos modos de comprender procesos de educación y

transmisión entre las generaciones adultos y los niños, pero que además resitúa la

práctica de extensión como una valiosa forma de constituir y redefinir el diálogo entre la

comunidad y la universidad.

La ludoteca como práctica

extensionista deviene

diálogo entre Universidad y

Comunidad

La práctica extensionista, otra forma de diálogo Universidad/Comunidad

La práctica extensionista en territorios ajenos a la escuela colabora en la efectivización de

los derechos del niño y además se orienta a construir una mirada responsable acerca de

los niños, pues los sitúa como sujetos de derecho.

¿Puede la Ludoteca como práctica extensionista situada proponer una nueva manera de

pensar la educación? ¿Qué formas educativas son posibles y necesarias para estas

nuevas infancias, desde la escuela, más allá de la escuela y con la escuela?

En el marco de lo que entendemos pueden definir las políticas educativas orientadas a

los niños como objetos de políticas públicas, donde es posible identificar propuestas

educativas sociales y culturales que resignifican el

lugar que ocupan los niños.

Como ya hemos anticipado, aquí presentamos, en

amplios trazos, una experiencia que nace como

proyecto de extensión “Ludoteca comunitaria en la

Universidad Barrial” pretendiendo responder a una

realidad atravesada por innumerables cambios y

conflictos sociales que destacan la fragilidad del

mundo adulto y de las instituciones creadas por ellos

para los niños. En especial aquellas que se orientan

a introducir “en el viejo mundo viejo” (Kohan, 2007) a

los recién llegados. En este sentido, la apelación a la

sociedad del conocimiento exige nuevas formas y

modos de encuentro que desafían a los sistemas

educativos en su intención por dar respuesta ante

nuevos requerimientos formativos de niños.

Ampliar los límites de lo público, extender la

propuesta educativa y cultural más allá de los suelos

escolares, tal vez sea un inicio de salir al encuentro

de otros niños que aguardan aún la presencia y

protección del Estado y la práctica extensionista

puede ser un interesante inicio para dar respuesta a

aquellos interrogantes.

Políticas, educación y adultos como componentes

de una

oportunidad

de

encuentro

que asegure la

transmisión de la cultura.

En tal sentido, el campo de las políticas educativas ha visto emerger un vasto conjunto de

experiencias, programas y proyectos que se han denominado como “no formales”,

“informales” o “no escolarizadas”. Todas ellas buscan, ensayan y promueven distintas

maneras de “cuidar a los niños y de asegurar el necesario encuentro con los más

grandes. Aquí la Ludoteca, como práctica extensionista, se vuelve una de las tantas

formas de educar a los niños de introducirlos en la cultura y de asegurar que esa

recepción permita que su novedad sea alojada.” (Centeno, 2013:6)

Existe una diversidad de experiencias educativas orientadas a los niños, que suceden en

ámbitos muy heterogéneos a fin de que se promuevan y garanticen los Derechos del

Niño en particular, y en general, de todos los habitantes de la Nación. Sin embargo, dicha

diversidad de propuestas no siempre sitúan al niño como centro; de allí que este proyecto

enmarcado en la Ludoteca y en la singularidad de estos suelos, intenta responder, a la

vez que enuncia, una falta/falla en los modos de representarnos la infancia, sus

necesidades y formas de cuidado cuando estas son comprendidas en términos de

unicidad y no de multiplicidad.

Dentro de los lineamientos de la Ley de Educación Nacional 26.206 se contempla en su

artículo Nº 112 la promoción de espacios de educación No Formal que entre otras cosas,

se propone desarrollar las capacidades expresivas, lúdicas y de investigación mediante

programas no escolarizados de actividades vinculadas con el arte y la cultura como así

también la promoción comunitaria, la animación sociocultural y el mejoramiento de las

condiciones de vida.

Asimismo, se ha propuesto la creación de ludotecas dentro del propio ámbito del Jardín

de Infantes, recuperando entre otras cuestiones “las orientaciones de los Núcleos de

Aprendizajes Prioritarios, las características y potencialidades de los alumnos, la

formación de los docentes y la heterogeneidad de infancias que devienen en singulares

biografías de juego” (Siteal, 2011:13). En este sentido, desde el Ministerio de Educación

de la Nación se han distribuido diferentes equipamientos pedagógicos constituidos por

diferentes tipos de juguetes pensados para este nivel educativo, acompañados de un

objetivo que claramente intenta diferenciarse de aquellas propuestas puramente

recreativas de ludotecas que tienen su origen en las distintas organizaciones de la

sociedad civil.

En el Proyecto Ludoteca en la Universidad Barrial se intenta recuperar también el aspecto

pedagógico del juego pero fuera del ámbito escolar; interpelando al espacio comunitario

en donde los adultos responsables de los niños puedan también incorporarse junto con

jóvenes y niños de más edad que deseen participar. Asimismo se apuesta a que los

participantes tengan una intervención activa en el diseño y armado de los materiales

lúdicos más allá de los que puedan ofrecerse en

la Ludoteca. Para ello se ponen a disposición

una serie de elementos para que puedan ser

construidos.

Es interesante observar la potencia de una

propuesta que, como la Ludoteca, permite

repensar el campo de la Educación No Formal,

previsto en el Artículo 112 de la Ley Nacional de

Educación Nº 26.206. De este modo, asegura el

desafío de proponer y gestionar experiencias

orientadas a los más pequeños, que como éstas,

permitan el necesario complemento de todas las

modalidades formativas (Educación Formal y

Educación Informal) bajo la intención de situar el

interés último en los sujetos infantiles, sus

trayectorias y Derechosii, sabiendo que estos

son siempre resignificados desde las situaciones

singulares que los alojan o intentan hacerlo.

En este presente, que propone un contexto cambiante y desafiante, la educación y

formación ciudadana de los niños desde una ludoteca, se abre como posibilidad de recibir

la “potencia que es la infancia y nos aproxima a la aventura que es pensar en una

infancia para la ciudadanía y una ciudadanía para la infancia”(Centeno, 2013:14)

Teniendo en cuenta la especificidad de la educación orientada a los niños desde los

espacios no escolares, consideramos especialmente, aquellas que intentan a través de la

creación de espacios lúdico - expresivos, fortalecer no solo el Derecho a la Educación,

sino también los Derechos al Juego y a la Expresión en sus diversos lenguajes. Este

proyecto intenta responder a la pregunta por la educación orientada a la infancia desde

un territorio diferente al escolar en el que el modo privilegiado de encuentro y educación

entre los niños y adultos sea el territorio lúdico y experiencial. En este sentido, la ludoteca

Niños,

prácticas extensionistas, encuentro intergeneracional

permite sostener la idea de que los niños son socializados en otros espacios además del

escolar, pero que de modo alguno éste no resulta excluyente sino que se propone y

construye como ámbito de convivencia con las instituciones tradicionales.

En la Ludoteca es posible encontrar niños y niñas de diversas edades que se relacionan

con libertad, sin requerir la acostumbrada división y pretendida homogeneidad que exige

la escuela y el sistema que la atraviesa y pretende sostener. Es cotidiano observar que

los niños eligen y deciden, sin intervenciones forzadas ni controles que presionen, qué

juego jugar, sobre qué materiales intervenir y qué objetos y compañeros elegir. La

necesidad allí del niño se encauza, no se entorpece ni retrasa en ninguna espera formal,

el deseo parece anclar en la posibilidad de elección.

El que cada uno de los niños inicie una búsqueda singular acompañada, no ya controlada

ni vigilada, sino protegida y acompañada de profesionales formados, es una forma de

interacción que hace de la Ludoteca un suelo distinto del escolar, con límites y

estructuras menos rígidas, más permeables y buscadas por los niños y adultos. La

elección parece ser una forma de organización prioritaria, los niños eligen si juegan con

pares o niños mayores o cooperan con los más pequeños junto a adultos.

Por lo tanto, podemos afirmar que existe un conjunto de prácticas educativas necesarias

para la conformación de un sujeto que pueden ser asumidas por otros espacios

educativos, además del formal. Se trata de considerar las potencialidades que ámbitos

menos estructurados tienen para potenciar los procesos de desarrollo de los sujetos de la

educación. (Martinis 2011)

Esta perspectiva nos permite focalizar en la conceptualización del área no formal del

sistema educativo y en las experiencias no escolarizadas, destacando sus

potencialidades a la vez que las discusiones semánticas y político‐educativas que hoy

atraviesan al campo, pero que desde nuestra propuesta se propone, piensa y proyecta

como un modo complementario al encuentro escolar y familiar, una forma de encuentro

intergeneracional entre los niños y adultos de la comunidad en el que se fundan otras

interacciones educativas. Coincidiendo con Violeta Nuñez (2005), abogamos por nuevas

modalidades que hoy requieren tanto la socialización de las infancias y de las

adolescencias como las nuevas modalidades de construcción de la sociabilidad y la

subjetividad. Se trata de pensar, entonces, la relación entre espacios, los educativos

escolares y otros ubicados más allá de sus límites, que como sucede en la ludoteca

también inciden en el proceso de subjetivación de los niños y jóvenes. ¿Qué puede

aportar al campo la práctica extensionista?

En este sentido es interesante considerar la ludoteca como un territorio de lo público que

prioriza el cuidado de los niños, al tiempo que amplía la potencia de aquel cuidado

considerando también la posibilidad de que las propuestas de atención a la infancia

deben ser trabajadas de manera conjunta con quienes cuidan de esos niños, perspectiva

que extiende y amplía la definición de los destinatarios de la propuesta a la comunidad

toda.

Actualmente, la extensión se conceptualiza como actividad más integradora donde todos

los participantes cooperan en un proyecto. Ese trabajar juntos se orienta a la meta de

generar una práctica transformadora de la realidad. En definitiva la extensión

compromete una indisoluble articulación entre las dimensiones políticas, económicas,

educativas, sociales y éticas en el marco de un proceso participativo que en el caso de la

Ludoteca tiene como centro al niño.

La Ludoteca Comunitaria en la Universidad Barrial como una práctica de extensión

universitaria

La experiencia de la Ludoteca Comunitaria en la Universidad Barrial se presenta como

estudio de caso en que es posible advertir “una forma de extensión en sentido contrario,

desde afuera de la universidad hacia adentro de la universidad” (De Souza Santos,

2007:44)

La respuesta que cada uno de los encuentros de Ludoteca obtiene es una muestra

significativa del valor que ella representa para la comunidad que habita el barrio de Villa

Aguirre de la ciudad de Tandil y para la comunidad en general. Es importante destacar

que las prácticas extensionistas se llevan adelante teniendo como premisa que cada

comunidad, cada familia, tiene sus propias ideas acerca del juego, de la educación, y los

cuidados que deben propenderse hacia los niños. Todos estos saberes deben ser tenidos

en cuenta al momento de llevar adelante las propuestas extensionistas como forma de

intercambio con los niños y la comunidad para no caer en las concepciones

asistencialistas que supo tener la Extensión hasta mediados del siglo XX.

El diálogo con otras instituciones educativas del barrio y con las familias, permite

identificar las representaciones de infancia que orientan las prácticas de cuidado y

educación de los niños de esa población. Las representaciones requieren ser aprendidas

por las animadoras lúdicas para que éstas puedan constituirse en mediadoras entre la

cultura familiar, la barrial y la escolar, habilitando un espacio de encuentro participativo

intergeneracional e institucional, pero también orientando a otros aprendizajes que hacen

que la práctica profesional adquiera una dimensión de compromiso con la sociedad de la

que son parte creando un saber que retroalimenta el intercambio necesario

Universidad/comunidad.

Estas prácticas extensionistas adquieren especial importancia al plantear acciones en el

marco de otros espacios sociales que educan (Edelstein, 2015), en interacción con otras

organizaciones e instituciones del barrio que desarrollan propuestas educativas.

Finalmente, consideramos la Ludoteca Comunitaria en la Universidad Barrial como

práctica de extensión universitaria que en tanto diálogo abierto e inacabado entre

Universidad y comunidad prioriza la construcción de ciudadanía en los niños, al tiempo

que amplía la potencia de aprendizaje en las alumnas universitarias.

Bibliografía

Arocena, R (2011). Prólogo. Curricularización de la extensión: ¿por qué, cuál, cómo? En

Cuadernos de Extensión - Nº 1 / Integralidad: tensiones y perspectivas. Comisión

Sectorial de Extensión y Actividades en el Medio (CSEAM). Universidad de la

República- Montevideo.

Duschatzky, Silvia., Farrán, Gabriela. y Aguirre, Elina (2010) “Escuelas en escena. Una

experiencia de pensamiento colectivo.” Paidós. Colección Voces de la educación.

Buenos Aires.

Edelstein, G (2015), “La enseñanza en la formación para la práctica”, en Educación,

Formación e Investigación, Vol.1, Nª1. ISSN 2422-5975 (en línea).

Ministerio de Educación de la Nación (2011), Ludotecas Escolares para el Nivel Inicial

Fundamentación Pedagógica y Aspectos Organizativos. Buenos Aires. Disponible

en http://www.sipi.siteal.org/sites/default/files/sipi_intervencion/1-ludotecas.pdf

Manzione, M.A, (2014) “Infancia y educación en contextos inciertos”, en La cultura al

poder. Red de Educación, Cultura y Política en América Latina”, Editorial Biblos,

Buenos Aires. (pp.47-67) ISBN 978-987-691-329-4.

Manzione, M.A, Albarello, L. (2015) Editoras del dossier titulado “Infancias y educación”

Revista Espacios en Blanco, Nº 25, Serie Indagaciones, NEES- UNCPBA.

Manzione, M.A, Centeno, M.S. y Canciani, V. (2016) “Trabajo de Docentes que

promueven el bienestar e inclusión de la población infantil”. Publicado en Martinez,

M.E.; Villa,A.; Feldfeder, M; Saforcada, F; Duahlde, M. y Birgin, A. (compiladores)

Actas del III SEMINARIO NACIONAL DE LA RED ESTRADO ARGENTINA-

Formación y trabajo docente: aportes a la democratización educativa. Parte VIII

(paginas 1328-1338)- Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación –

UNLP. Ensenada, Buenos Aires, Argentina– (Agregado 2016- 08-31. Serie:

Trabajos, Comunicaciones y Transferencias- ISBN -13 978-950-34-1357-9

Publicado en 2016 Serie: Trabajos, comunicaciones y conferencias, FaHCE.

Facultad Nacional de La Plata

Disponible en http://libros.fahce.unlp.edu.ar/index.php/libros/catalog/book/67

Martinis, P (2011), “Hacia la ampliación del concepto de educación o cómo volver a

pensar la educación en términos universales” en Ubal, Varón y Martinis (Comp.)

Hacia una educación sin apellidos. Aportes al campo de la Educación no formal,

Montevideo, Psicolibros.

Menéndez, G; Camilloni, A; Rafaghelli, M; Kessler; M. E; Boffelli, M; Sordo, S; Pellegrino,

E; Malano, D. (2013) Integración, docencia y extensión. Otra forma de enseñar y

de aprender. Santa Fé: UNL.

Núñez, V (2005), Hacia una re-elaboración del sentido de la educación. Una perspectiva

desde la pedagogía social, Barcelona, Mimeo.

Santos, A. y Salgado, J. A. (2003) Comunicación “¿Para qué sirve una ludoteca?”,

presentada en las Terceras Jornadas de Ludotecas Municipales de la Comunidad

de Madrid, celebradas en Nuevo Baztán el 9 de mayo de 2003.

TaubeR, F. (2004) Reflexiones desde la Extensión: Un área de relación con la comunidad

Universidad, Sociedad y Producción, pp 219-247, SPU, MinCyT, Argentina

Tommasino, H y Rodríguez, N (2013) Tres tesis básicas sobre extensión y prácticas

integrales en la Universidad de la República en Integralidad Tensiones y

Perspectivas. Cuadernos de Extensión. (CSEAM). Universidad de la República

Montevideo.

i El termino ludoteca deriva de ludus, termino proviene del latín que significa juego o juguete. De allí que una ludoteca puede entenderse como un lugar donde se guardan distintos tipos de juguetes o juegos destinados principalmente a niños pero no exclusivamente a ellos. Estos espacios de juego inician su existencia en 1934, cuando se crea la primera ludoteca en Los Ángeles. Posteriormente, en 1960, la UNESCO promociona las ludotecas como espacios facilitadores del juego y fundó varias ludotecas en cárceles, escuelas y centros comunitarios, y en los países de Latinoamérica. Desde ese momento, su proliferación por todos los países del mundo ha sido continua. El primer problema que se plantea al intentar definir las ludotecas parte de la diversidad de las propuestas lúdicas existentes en la actualidad, con objetivos totalmente diferentes en cada caso. Por tanto, más que llegar a una definición exacta, ya que no existe consenso sobre ella, se puede intentar establecer sus características básicas para, posteriormente, intentar elaborar un concepto que, por supuesto, está sujeto a variación en función de la ludoteca concreta de que se trate y de sus objetivos.

ii Entre los derechos del niño el derecho al juego es incorporado en la Declaración de los Derechos del Niño redactada por las Naciones Unidas en 1959. En el principio 7, párrafo 3, de dicha se señala que “El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deberán estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho”. Esta regulación sería trasladada posteriormente con ligeras variaciones a muchas otras normativas tanto de países como de organismos internacionales.