La Promesa de La Natalidad

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    1/17

    La promesa de la natalidad.

    Una lectura de la filosofa poltica de Hannah Arendt

    Mrgara Milln

    La singularidad del concepto de natalidad en Hannah Arendt puede ser ledo

    como una visin, dentro de su magna obra, que posiciona de una manera indita la

    posibilidad creadora del ser humano; una visin integradora de lo femenino, no

    en una enunciacin explcita, sino en un reconocimiento metafrico y analgico, el

    de la natalidad como la creacin de lo nuevo, condicin del mundo de lo

    humano. Buscar en este ensayo, leer en el trabajo de Arendt lo que l tiene de

    pensar en femenino, no por el camino de encontrar el feminismo de la autora, con

    el cul ella explicit no comulgar, como otras creadoras que ms bien son un

    ejemplo vvido de una redefinicin del gnero en acto, sino buscando los

    significados de la obra de una filsofa entre filsofos.

    Su pensar slo puede ser pensado desde la visin del acto creativo esencialmente

    femenino: la natalidad. Como veremos, esto pone de cabeza (o sobre sus pies) el

    andamiaje de la filosofa moderna. En ese territorio desbrozado por Arendt, nos

    preguntaremos sobre las metforas de la natalidad y la creacin, y su impronta en

    la comprensin del mundo de lo social. La lectura que propongo busca las claves

    hermenuticas metagenricas en la filosofa arendtiana, no trata de imponer una

    visin feminista o de gnero a su obra, sino comprender lo que la obra hace en

    la arquetipia de gnero. Este trabajo fue inspirado por dos textos fundamentales

    sobre Hannah Arendt, el de Patricia Bowen-Moore (1989) y el de Julia Kristeva

    (2000).

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    2/17

    Una filsofa entre filsofos

    Hannah Arendt (Knisberg1906- Nueva York 1975), nos hereda una obra

    vigorosa y singula1r, totalmente involucrada con su tiempo: la autoconciencia

    crtica que la modernidad europea inicia en la poca previa, durante y tras el

    holocausto. Juda alemana, es discpula de Husserl, y de Heidegger2, con quien

    mantuvo un apasionado romance. Su tesis doctoral es sobre el concepto de Amor

    en San Agustin, teniendo como tutor a Kart Jaspers.

    En 1933 se sustrae a la Shoah emigrando primero a Pars, y en 1941 a Nueva

    York, donde se establece hasta su muerte, formando parte de la New School for

    Social Research junto con T.W. Adorno y Max Horkheimer, con quienes sostena

    diferencias importantes. Su relacin ms cercana fue con Walter Benjamn. Arendt

    es una importante voz en los Estados Unidos de los aos sesenta; gran profesora,

    editora, articulista en peridicos y revistas, su obra se mueve de las reflexiones

    sobre el amor como lazo fundante del mundo de lo humano, a escritos sobre la

    condicin juda, la banalidad del mal y su famoso trabajo sobre los orgenes deltotalitarismo, obras de madurez poltica que contribuyen a una crtica de la cultura

    occidental, para volver a sus meditaciones fundamentales sobre la vida del

    espritu, en la monumental obra La condicin humana (1958), y La vida del

    Espritu (1971, 1978)

    1Algunas obras de Hannah Arendt: La condicin humana; La crisis de la cultura, Eichman en Jerusalem, reporte sobre la

    banalidad del mal; Sobre la revolucin; Juzgar: sobre la filosofa poltica de Kant; El judo como paria; Rahel Varnbagen, La

    vida de una juda alemana; La vida del espritu, son algunas de sus obras. Anoto algunas de las primeras ediciones: The

    Human Condition. Chicago, University of Chicago Press, 1958, The Origins of Toralitarism, Nueva York. Meridian Books.

    1958, Between Past and Future, Nueva York, The Viking Press, 1961, On Revolution. Nueva York, Viking Press. 1962, The life

    of the mind. Nueva York, Harcourt Brace, Londres. 1978

    2Heidegger la reconoce como la pasin de su vida, la musa de Ser y tiempo. Jos Mara Prez Gay, Hannah Arendt ensu centenario La Jornada, Octubre 17 2006, pag.50

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    3/17

    Arendt no se define como filsofa, y menos, como filsofa profesional,

    para quienes siente cierto desprecio. Se define como terica poltica, cuando no

    como periodista poltica. Una mujer interesada en su tiempo, pensante y activa,

    sobre todo, crtica de la modernidad occidental. Adems de la influencia y el

    dilogo con sus maestros, forman parte de su experiencia vivida y reflexionada su

    condicin juda. Su inters por la teologa se manifiesta en la apreciacin y

    valoracin que hace de los textos de San Agustn. Su interpretacin poco ortodoxa

    escandalizar a los telogos, y le valdr no obtener la mxima mencin por tan

    atrevido ensayo. Su inters por el cristianismo, as como por la tradicin juda,

    busca siempre la tensin que hace del texto teolgico uno abierto a significaciones

    polticas y sociales totalmente inmersas en el mundo contemporneo.

    La natalidad como tema filosfico

    Julia Kristeva plantea que la pregunta clave de Arendt es qu es la vida? En

    su interpretacin sobre San Agustn, la vida aparece a travs del concepto del amor,

    desdoblado en amor al prjimo, amor al mundo, y que ser la base de su filosofa

    poltica ulterior.

    De Platn a Heidegger, la filosofa occidental se pregunta por la muerte,

    determinacin ontolgica de la existencia para este ltimo. Arendt ofrece un

    necesario balance al favorecer el nacimiento, el potencial para la natalidad. El Ser

    era presentado en Heidegger arrojado hacia la muerte. Arendt resalta la fuerza del

    pasado, la presencia de los comienzos, y encuentra la base de esta hermenusis en

    San Agustn. Pero qu es la vida? En la lectura arendtiana de San Agustn, hay una

    comunidad pre-existente a la cul el individuo nace, pertenece por generacin.

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    4/17

    Hay una identidad histrica, cuyo origen es Adn. La sociedad de los hombres,

    independiente de Dios.

    El pasaje de los seres humanos por el nacimiento (generatione) implica igualdad,

    pluralidad, descendencia, naturaleza pecadora, muerte; en sntesis, supone tomar

    en cuenta al genero humano y quiebra literalmente la autarqua del helenismo.

    Ms an, la idea de un prjimo que proviene de ese gnero humano adquiere un

    sentido nuevo, no explicitado antes de San Agustn: la igualdad pecadora del

    nacimiento se convierte en un estar-juntos libremente elegido y coercitivo en

    trminos nuevos para cada unoAgustn bosqueja una posibilidad de vida en el

    mundo que no es slo la de un arrojado a la ajenidadindica Kristeva (pag 54),

    sealando ac una discusin con Heidegger. El Otro se plantea como vida nueva.

    Cmo es posible la relacin de la comunidad pre-existente con ese Otro? El

    hombre aunque ajeno al mundo, vive en l; familiar del otro e igual a l, slo

    puede vincularse con l disolviendo la vida antigua en beneficio de una nueva

    Vida en Cristo (Kristeva: 54). La salvacin es posible a travs del amor, del amor al

    prjimo.

    La idea de promesa, as como la del perdn, aparecen en la lectura que

    Arendt hace de San Agustn, abonando su pensamiento poltico ulterior. Esa vida

    nueva, esa Otredad crea, frente al universo simultneo y eterno, los que Arendt

    llama la extraa curvatura de Agustn (en El concepto de Amor en San Agustn).

    El hecho e queel hombre nace en la simultaneidad estable pero introduce la sucesin

    temporal.Esa extraa curvatura permite pensar la historia. Se anuncia as otro

    aspecto de la vida, que no es la Vida eterna, sino la vida que adviene en y por el

    nacimiento. El nacimiento es portador del tiempo y portado por l. Lo ya all es

    completado (desestabilizado) por la dimensin del comienzo, y del hacer.

    Comienzo y hacer, Sujeto y agencia, aparecen en la interpretacin arendtiana de

    San Agustn. El nacimientoes l mismo un comienzo, adviene a la vida como ser

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    5/17

    nico, en el milagro de nacer, lo que inaugura otro tema arendtiano: lo singular,

    la diferencia, y por tanto, la pluralidad.

    El milagro del nacimiento depende de una serie de coincidencias que

    ocurren. Azarosa es la natalidad del hombre. La natalidad fsica del hombre, esa

    conjuncin de coincidencias que hacen el milagro de fsicamente nacer a la vida,

    ser tomado por Arendt, mujer que no experimento la maternidad, como metfora.

    El referente esencial de la potencialidad de la condicin humana es el

    nacimiento mismo del ser humano. La primera natalidad, real y fsica, el traer una

    vida nueva al mundo, aparece como categora conceptual y existencial. En Arendt,

    esta es la experiencia delo pre-poltico.El amor se vuelca al mundo a partir de

    esta experiencia de la natalidad. El nacimiento, antes de ser un acto poltico, es un

    potencial para comenzar, para iniciar, condicin entonces de todo acto poltico. Est

    entonces elPrincipiumdivino, y elInitiumhumano. El inicio presente en cada

    natalidad introduce otros nacimientos y acciones. La filosofa poltica de Arendt

    estar guiada por este principio de natalidad. En este contexto, Arendt piensa en la

    pluralidad,definida como la experiencia humana enraizada en la natalidad, y en laaccin poltica,experiencia de la libertad. La primera natalidad es pues esta

    capacidad del ser humano (Arendt dir siempre del hombre) para comenzar: lo

    que sustrae a la vida humana de ser una carrera hacia la muerte es esta facultad de

    iniciar algo nuevo. El hombre, aunque mortal, no nace para morir, sino para

    comenzar. Los hombres aparecen en el mundo por la virtud del nacimiento; son en

    s mismos un inicio; conceptualmente no hay distincin entre el evento de la

    natalidad humana y la aparicin del principio del comienzo. Todo comienzo

    requiere de la accin; as, coinciden el nacimiento y la capacidad para el inicio, la

    accin. El poder de iniciar (la accin) es simultneo a la natalidad humana, est en

    ella, como la experiencia prepoltica.

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    6/17

    La segunda natalidad, es la natalidad poltica; el paso (y el vnculo) entrezo

    (fisiologa) ybos(biografa), de la naturaleza al espritu; es la accin, que inaugura

    la historia; la accin es la libertad humana, ya que, qu otra cosa es la libertad,

    sino la accin?

    Con palabra y acto nos insertamos en el mundo de lo humano, y esta insercin es

    como un segundo nacimiento, en el que confirmamos y asumimos el hecho

    desnudo de nuestra original apariencia fsica. A dicha insercin no nos obliga la

    necesidad, como lo hace la labor, ni nos impulsa la utilidad, como es el caso del

    trabajo. Puede estimularse por la presencia de otros cuya compaa deseemos, pero

    nunca est condicionada por ellos;su impulso surge del comienzo, que se adentr

    en el mundo cuando nacimos y al que respondemos comenzando algo nuevo por

    nuestra propia iniciativa. Actuar, en su sentido ms general, significa tomar una

    iniciativa, comenzar (como indica la palabra griega,archein,comenzar, conduciry finalmente gobernar), poner algo en movimiento (que es el significado original

    delagerelatino). Debido a que soninitiumlos recin llegados y principiantes, por

    virtud del nacimiento, los hombres toman la iniciativa. Se aprestan a la accin.

    [Initium] ergo ut esset, creatus est homo, ante quem nullus fuit (para que hubiera

    un comienzo, fue creado el hombre, antes del cual no haba nadie) dice San

    AgustnEste comienzo no es el mismo que el del mundo, no es el comienzo de

    algo sino de alguien que es un principiante por s mismo. Con la creacin del

    hombre, el principio del comienzo entr en el propio mundo, que, claro est no es

    ms que otra forma de decir que el principio de libertad se cre al crearse al

    hombre, no antes Arendt, La Condicin Humana, pag. 235-236

    Nacimos al mundo, y respondemos a la natalidad con ms comienzos, con nuestra

    iniciativa, que por fuerza, da origen a lo inesperado (de la historia). Historia y

    pluralidad se engarzan aqu, ya que con cada nacimiento, algo singularmente

    nuevo entra en el mundo (ibid: 236). El de Arendt es el pensamiento de la

    singularidad, de lo concreto, de la pluralidad radical, versus la idea de la

    homogeneidad y de lo uno; cada ser humano es nico e irrepetible.

    La tercera natalidad es la de la vida del espritu, la del pensamiento, y su

    capacidad de narrar/se. Ya que Si la accin como comienzo corresponde al hecho

    de nacer, si es la realizacin de la condicin humana de la natalidad, entonces el

    discurso corresponde al hecho de la distincin, y es la realizacin de la condicin

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    7/17

    humana de la pluralidad, es decir, de vivir como ser distinto y nico entre iguales

    (Op. cit, pag 237). Interrogar/se, es as otra natalidad, la de la narracin, la

    biografa. La nica capaz de dar y buscar sentido a la vida.

    Pensemos ahora las tres natalidades y la importancia de lo femenino en la

    filosofa arendtiana. Nadie como la autora haba puesto en el centro de la reflexin

    de la filosofa poltica el hecho de la natalidad, la capacidad (milagrosa) del

    acontecer del nacimiento; sorpresa (buena nueva) que surge fuera de toda

    programacin, en la tensin del amor; al suceder as, la accin y la pluralidad estn

    siendoconstitutivos de lo humano, de la sociedad humana. Arendt valora la natalidad

    no como experimentacin biolgica, sino como experiencia suprema del sentido

    renovable. Mujer sin hijos, Arendt nos lega una versin moderna de la adhesin

    judeocristiana al amor a la vida con su cntico repetido del milagro del

    nacimiento, en el cul se conjugan el azar del comienzo y la libertad de los

    hombres para amarse, pensar y juzgar Kristeva: 2000: 61

    El amor al hijo es el amor alotro,no es el deseo de un objeto o sujeto, sino lo

    que devuelve a los amantes al mundo. Arendt define al amor como una experiencia

    apoltica y antipoltica, ya que su inters est fuera de la preocupacin por elmundo. El amor es demasiado ensimismado, y en ese sentido no es mundano, ya

    que abdica del mundo. El nico remedio para esta abdicacin es el fruto del amor,

    el nacimiento, la aparicin de un nuevo ser humano, evento que devuelve a los

    amantes al mundo; el amor se transforma entonces en la facultad de crear mundo.

    Amor aotro. Ese ser que viene, que escualquiera: El amor materno es quiz la

    aurora del vnculo con el otro, que el enamorado y el mstico redescubren ms

    tarde y cuya exploradora primordial sera la madre ibid, 61 Eseotro, es alguien

    nuevo que comienza, y con quin se comparte la muerte.

    Esa prueba, si pudiera ser pensada, como Arendt nos invita a hacerlo, podra

    convertir a las mujeres de los siglos futuros enguardianas de la posibilidad misma de la

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    8/17

    vida ()si las mujeres logran vivirlo y pensarlo, podran salvaguardar, singularizar y

    modernizar el testamento legado por el judeocristianismopag. 62-63; es decir, el legado

    occidental.

    Este es un reto poltico y filosfico para el feminismo contemporneo. Si la

    maternidad, el hecho de la natalidad y sus significaciones humanas pudieran ser no slo

    vividas sino tambin pensadas por las mujeres, las convertira en preservadoras dela

    posibilidad de la vida. Esta indicacin es tremendamente importante (e inquietante) a la

    sombra de la Shoha, en el decurso de la crisis tico-poltica de occidente, de la modernidad

    vuelta velocidad hacia la destruccin de mundo. La natalidad crea mundo; y las mujeres

    son centrales en ello3. Encontramos en esta actitud el paso vital de la misantropa a la

    filantropa, nico de salvar a la especie humana de su individualista y consumista

    autodestruccin.

    As, el hecho de la natalidad se separa de la condicin biolgica reproductiva, y la

    vida se convierte en ms que la supervivencia de la especie, cuta base est en esta

    reproduccin, ya sea a travs de las mujeres o de las ultramodernas clonaciones que

    prescinden de ellas. Nuevamente entonces, Qu es la vida? La vida humana es el amor al

    otro, al cualquiera, al prjimo, al semejante, igual de frgil ante la muerte. Este amor crea

    comunidad, crea mundo, es decir, crea sentido. Es la base de lo humano. El amor de la

    mujer-madre apunta hacia el sentido de las vidas plurales, y hacia el sentido de la vida.

    Amor materno que se politiza y se transforma en un nuevo sujeto a travs de su accin,

    como en las Madres de Plaza de Mayo, pero tambin en la reflexin poltica feminista que

    subraya la necesidad del cuidado y de la atencin al otro; el amor al otro. A cualquiera,

    es la base del amor al mundo, amor mundi, amor y preocupacin por el mundo. Y ms

    a{un, el amor al sentido in-finito de todo prjimo aqu mismo, es decir, en este mundo,

    aqu y ahora, y no en un sentido trascendente.

    3Nos dice Kristeva: A la sombra de la Shoha, es significativo que haya sido una mujer, una mujer juda, Hannah Arendt,quien tom de este modo la iniciativa de reabrir la cuestin del nacimiento insuflando un nuevo sentido a la libertad de ser.

    Este es el relmpago principal de su genio, que toca el corazn de la crisis de la cultura moderna, all donde se juega su

    destino de vida y de muerte ( ibid, p. 63-64).

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    9/17

    En estos repliegues psquicos del amor materno brillan an los resplandores

    ltimos de lo sagrado que elhomo religiosuslogra transmitir alhomo laborans, el cul, no

    obstante, lo devora cada vez ms(Kristeva: 63) Ac se encuentra la natalidad (la

    mujer, lo femenino) en su justa valoracin, alimentando los repliegues que resisten

    a la barbarie, modernidad occidental vuelta mero progreso, planeacin sin

    advenimiento de lo nuevo. Justamente en esta tensin de la experiencia religiosa y

    la constitucin del ordenlaboransse encuentra el sentido de la vida como

    natalidad.

    La promesa de la natalidad

    El concepto deamor mundi, amor por el mundo contribuye y completa la idea

    filosfica de la natalidad. Se trata de una dimensin del amor estrechamente ligada

    a la fe y la esperanza, caractersticas para Arendt esenciales de la existencia

    humana. Esperanza en que el mundo de pluralidad humana no slo prevalezca,

    sino que tambin sea hospedero de nuevos principiantes. Para elamor mundi, la

    natalidad conlleva una promesa,la promesa de la renovacin en la pluralidad de

    los otros. La promesa de la natalidad es tambin la de la accin, siempre incierta e

    imprevisible, que no puede ser determinada ni planificada. En este sentido, la

    promesa es unplus, algo aun por ser, incierto e inesperado4. Es en este contexto

    donde aparece el concepto de accin, central para la filosofa arendtiana (que ha

    sido denominada la filsofa de la accin). Accin y condicin de lo inesperado:

    El hecho de que el hombre sea capaz de accin significa que cabe esperarse de l

    lo inesperado () esto es posible debido a que cada hombre es nico, de tal

    manera que con cada nacimiento algo singularmente nuevo entra en el mundo

    dice Arendt, y ms adelante:

    4Reverbera en esta perspectiva el trabajo de autores como Ernst Bloch y Jacques Derrid

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    10/17

    Si la accin como comienzo corresponde al hecho de nacer, si es la realizacin de

    la condicin humana de la natalidad, entonces el discurso corresponde al hecho de

    la distincin y es la condicin humana de la pluralidad, es decir, como ser distinto

    y nico entre iguales (La Condicin Humana, p. 236-237). Accin y discurso,

    apertura a lo nuevo y a lo plural. Este es el mundo de lo humano, por ello, siempre

    frgil y en tensin constante. Encontramos en esta autora el pensamiento de lo

    concreto, lo singular, la huda a toda generalizacin para volver al anclaje de lo

    plural, concebido como ser distinto y nico entre iguales. Accin y discurso es

    por lo cul ese quin singular se muestra a los otros, se devela, y da muestra de

    su unicidad:

    Accin y discurso estn tan estrechamente relacionados debido a que el acto

    primordial y especficamente humano debe contener al mismo tiempo la respuesta

    a la pregunta planteada a todo recin llegado: Quin eres tu? Este descubrimiento

    de quin es alguien est implcito tanto en sus palabras como en sus actos () sin

    el acompaamiento del discurso la accin no slo perdera su carcter revelador,

    sino tambin su sujeto()La accin sin discurso ya no sera accin porque no abra

    actor, y este, el agente de los hechos, slo es posible si al mismo tiempo pronuncia

    palabras (LCH, 237)

    Actor, agente, un quin, que se devela humanamente a travs de la

    palabra, de la reflexin sobre el s mismo, del discurso. Lo que se dice y se hace,

    como manera de aparicin en el mundo de lo humano, es la forma o el camino

    en que la pluralidad de lo humano adquiere sentido y puede ser reconocible y

    comunicable. Arendt enuncia en relacin a la accin y al discurso, una diferencia

    central en su obra: la del quin versus el qu, y que tiene que ver tambin con

    su elaboracin de la distincin del mundo de lo social y el de lo poltico. El

    descubrimiento de quin en contradistincin al qu es alguien sus

    cualidades, dotes, talento y defectos que exhibe u oculta-, est presente en todo lo

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    11/17

    que ese alguien dice y hace. Slo puede ocultarse en completo silencio y completa

    pasividad (LCH pag 238)

    El quin se presenta inevitablemente entonces a travs de la accin y el

    discurso, condicin de revelacin de la pluralidad de lo humano. El qu trabaja

    en el orden de las generalizaciones, que al organizar el mundo nublan su

    pluralidad. Este es el orden de lo social, para Arendt. Lo social homogeniza; lo

    poltico particulariza. La divisin entre lo social y lo poltico es sustancial en el

    pensmiento de Arendt. Lo social tiene que ver con la esfera de la satisfaccin de

    necesidades, que en el modelo griego al cul ella acude, es del orden de lo privado

    (el hogar,oikia); mientras que la accin (praxis) ocurre en el terreno de lapolis,

    dominio tangible donde los hombres se encaran como iguales y participan en el

    debate pblico). El dominio social alcanza su existencia plena en la poca moderna;

    en ella, la distincin clsica entre privado/pblico, hogar/polis se ha

    desestabilizado. La sociedad, en este sentido, en la era moderna, es el dominio de

    lo social, comprendido como el entramado que ha conquistado el dominio pblico.

    La sociedad prescribe, normativiza, a travs de innumerables reglas, excluyendo la

    accin espontnea, es decir, la posibilidad de accin5. La distincin entre lo social y

    lo poltico forma parte de la crtica arendtiana a la modernidad; sociedad de

    burocracias, de tenedores de empleo, de consumistas e individualistas, donde

    abundancia y consumo sin fin son los ideales dominantes. Abundancia y miseria

    son dos caras de la misma moneda, en el mundo del qu.

    En este sentido, el gnero, pertenece al orden de lo social; generalizacin que

    intenta ordenar y organizar, homogenizar, la pluralidad. El quin es el sujeto, el

    ! "omo lo se#ala Richard Bernstein$ 1%%1$ el pensamiento de &rendt est lleno de tensiones y de

    se#alamientos intuitivos$ como la presente en su distinci'n entre lo social y lo pol(tico$ donde lo social estsiendo la base del triun)o del hommo laborans$ del quehacer$ y del *qu+,$ sobre la posibilidad de la acci'n$ de

    la natalidad$ y del *qui+n, de lo pol(tico Este mismo autor anali-a los si.ni)icados pol(ticos de esta

    distinci'n$ sobre todo en lo que &rendt denomina la "uesti'n /ocial$ en te0tos como Sobre la Revolucin.

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    12/17

    actor nico. El qu slo puede existir en completa pasividad y silencio. Podemos

    decir entonces que el qu se produce cuando el otro, de quien hablamos, no tiene

    ni accin ni palabra: permanece en completo silencio y pasividad. No es esta la

    consistencia del subalterno frente al discurso hegemnico que habla de l? Esta

    es una tensin esencial al interior del feminismo, y en general de todos los ismos,

    programas polticos que tienen la necesidad de generalizar a partir de la diferencia,

    pero que tambin imponen un comportamiento, una forma de ser, una narrativa, al

    conjunto plural al cul representan. Tensin entonces entre la lucha por el

    reconocimiento, y la imposicin de las identidades.

    Pero el quin, accin y discurso que devela al agente, al sujeto, aparece en

    el mundo. Y, dice Arendt, lo hace mejor cuando: Esta cualidad reveladora del

    discurso y de la accin pasa a primer plano cuando las personas estnconotras, ni

    a favor ni en contra, es decir, en pura contigidad humana LCH pag. 239.

    La accin y el discurso, el quin, la contigidad con los otros. Estas son las

    condiciones del mundo de lo humano, que es valorizado por Arendt frente al

    mundo de lo social, el de la sobrevivencia de la especie, el del qu. Este ltimo

    es un mundo operativo, homogenizador, que sucumbe ante la nocin del progreso.

    Pero el quin no se devela a la persona: se presenta muy claro ante los dems,

    pero permanece oscuro a la propia persona: como eldaimnde la religin griega

    que acompaaba a todo hombre a lo largo de su vida, siempre mirando desde atrs

    por encima del hombro del ser humano y por lo tanto visible a los que ste

    encontraba de frente (LCH, p. 238-239). El quin se revela entonces con los

    otros, y esto es condicin del hombre comn.

    Aunque nadie sabe a quin devela cuando uno se descubre a s mismo en la

    accin o la palabra, voluntariamente se ha de correr el riesgo de la revelacin, y

    esto no pueden asumirlo ni el hacedor de buenas obras, que debe ocultar su yo y

    permanecer en el anonimato, ni el delincuente, que ha de esconderse de los dems.

    Los dos son figuras solitarias, uno a favor y otro en contra de todos los hombres,

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    13/17

    por lo tanto, permanecen fuera del intercambio humano y polticamente son

    figuras marginales que suelen entrar en escena en perodo de corrupcin,

    desintegracin y bancarrota poltica pag. 239

    Varias cuestiones son dichas en esta cita: el riesgo de la revelacin del quin, el

    hecho de que ello suceda en contigidad con los otros, y el que sea una condicin delintercambio humano, del hombre comn, que est con los dems hombres, no del solitario

    y marginal que acta o habla a favor o en contra de ellos. De ac se va a ir derivando

    otro de los conceptos centrales de Arendt, la esfera pblica, ese espacio donde los

    hombres actan y hablan con los otros, no por los otros ni contra de ellos, sino en humana

    contigidad, espacio hoy reducido al mnimo, cercado por el discurso convertido en mero

    medio para alcanzar un fin : ya sirva para engaar al enemigo o para deslumbrar a todo el

    mundo con la propaganda Ah, las palabras como realizacin no revelan nada, no

    pueden revelar al quin, la nica y distinta identidad del agente.

    As dicho, la cualidad del discurso y de la accin humana, que le pertenece al

    hombre comn, se revela mejor, de manera brillante e inspiradora, de manera ejemplar, en

    la contigidad humana, en la esfera pblica entendida como una comunidad donde

    prevalece el quin frente al qu, donde el discurso ocurre con los otros, y no por o

    para los otros, no a favor o en contra de los hombres6.

    La accin, a diferencia de la fabricacin, nunca es posible en aislamiento; estar

    aislado es lo mismo que carecer de la capacidad de actuar (LCH, Pag 249) La accin

    ocurre con otros, nocin de comunidad de accin. Nuevamente tocamos ac la nocin

    central arendtiana, donde todos somos agentes, sujetos que nos revelamos a travs de

    nuestras acciones y palabras; y as mismo, donde las palabras pueden ser usadas por los

    discursos organizadores y homogenizadores de la pluralidad de lo humano. Podramos

    enunciar esta diferencia como la que existe entre lo poltico y La poltica7, donde lo

    poltico se refiere a esta condicin humana de la pluralidad del quin, y la segunda, al

    teatro representacional de la propaganda poltica, donde la palabra se usa a favor o en

    Esta re)erencia es bsica en la propuesta de la democracia radical elaborada por "hantall ou))e y Ernestoaclau$ donde la pol(tica es vista como el terreno a.on(stico donde se trata de convencer al rival$ y no como el

    terreno anta.onista donde se trata de eliminar al enemi.o"arl /chmit trabaja en este sentido$ al i.ual que Bol(var Echeverr(a

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    14/17

    contra, eliminando el terreno de contigidad humana. El lenguaje queda en el centro,

    lugar del acto y del sentido, lugar de la revelacin o del borramiento y elusin del

    quin.

    Me atrevo a vincular esta tensin que nos muestra Arendt, con la sealada porejemplo, por Teresa de Lauretis, entre el discurso (los discursos) normativos que buscan

    instituir al sujeto (como un qu), y el discurso instituyente, expresivo, revelador del

    sujeto (como un quin), entre el discurso que contiene y ordena, (podramos decir, entre

    lo social), y el discurso que revela al quin, es decir, la pluralidad, (podramos decir, lo

    poltico, eso otro poltico, no La poltica. Entonces, entre el terreno de las

    representaciones y de las autorrepresentaciones, que no son claras para quien las hace (las

    acta y las articula en palabras) sino en la esfera pblica, en el espacio comn donde

    aparece el quin. Por supuesto, en el centro de estos planteamientos est la cuestin de la

    identidad, una que desde la ptica arendtiana, no puede ser esencial, fija y monoltica.

    Reverbera de nueva cuenta en la visin arendtiana las posturas del feminismo

    postestructuralista ( o posfeminista), al sealar eseplusque la unicidad guarda para el

    mundo, el de lo nico y singular, que por ello puede sorprender lo dado. As, la diferencia

    que tambin aparece en los escritos de Arendt, entre El hombre y los hombres, busca su

    vnculo con el desarrollo del posfeminismo, desde su impronta descentradora de un nico

    sujeto del feminismo, y su crtica a la construccin de La mujer, como narrativa de lo

    social, frente a la posibilidad de accin de lo poltico. Arendt, sin embargo, no accede a la

    distincin de gnero en su escritura. Como bien lo seala Bernstein8, Arendt acostumbra

    usar nombres y pronombres masculinos para referirse al ser humano; esta prctica

    lingstica tiende a oscurecer el hecho de que tradicionalmente quehacer y trabajo son

    actividades caractersticas de hombres y mujeres, en tanto que la accin se ha visto

    limitada a los hombres, y es cierto; sin embargo, la filsofa entre filsofos acta aqu de

    manera fctica, es decir, suponiendo que en su actuar, ejemplifica la accin como cualidad

    tambin de las mujeres.

    A manera de conclusin

    56ota al pie de la p.ina 23 dePerfiles Filosficos$ 1%%1

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    15/17

    Esta lectura de una obra ejemplar, ha tratado de indicar entrecruces y vertientes que

    aporten a enriquecer nuestro entendimiento de la crtica feminista, hacindola pensar el

    trabajo de una autora filsofa que marca un hito; una autora que para la nocin de poltica

    recurre al hecho de la natalidad humana, y al amor al otro (al hijo) como fundamento de laposibilidad (promesa) de renovar la vida, el mundo de lo humano, frgil y amenazado. El

    inters sostenido de Arendt en la natalidad humana, como una condicin humana,

    como un potencial poltico y como una revitalizacin del pensamiento (de la mente

    o espritu) tiene que ver con lo que actualmente esta en juego:el mundo y nuestro

    amor por el. Cualquier posibilidad humana de preservar, renovar y ampliar la vida

    radica en el cultivo de este nexo fundante que nos saca de la misantropa, (el amor

    a ensimismado de los amantes, instancia prepoltica) al amor al otro, a cualquiera,

    al prjimo. Modelo de este nexo, es el amor al hijo/a. Y a lo nuevo que este

    advenimiento trae consigo. Apertura a la pluralidad humana9.

    Cuando Arendt caracteriza la alienacin del mundo en la poca moderna, se

    refiere a tres aconteciemientos centrales: el descubrimiento de Amrica, la reforma,

    y la invencin del telescopio. Quisiera enfatizar uno de los sentidos de sus

    reflexiones con esta cita:

    Por su propia naturaleza la capacidad topogrfica humana slo puede funcionar si el

    hombre se desprende de toda complicacin e inters por lo que tiene al alcance de la mano

    y se distancia de todo lo que tiene cerca El hecho de que la decisiva reduccin de la

    tierra fue consecuencia de la invencin del avin, es decir, abandonar la superficie de la

    Tierra, es como un smbolo del general fenmeno que atestigua que cualquier disminucin

    de la distancia terrestre slo se gana al precio de poner una decisiva distancia entre el

    hombre y la Tierra, de alienar al hombre de su inmediato terreno LCH, p. 329

    Desapego por el mundo (de lo humano) que tiene su base o correlato, en la actitud

    de separacin (alienacin) del hombre de la Tierra. Un no estar en el mundo, un

    desapego que slo puede ser contrarrestado por elamor mundi.

    %Me gustara llevar la idea de la pluralidad tambin a este terreno: El crimen contra la humanidad en tanto que genocidio

    se inspira en una pretensin de arrogarse el derecho de decidir quin puede y quin no puede habitar este planeta: no es un

    crimen contra el hombre sino contra la humanidad en tanto que pluralidad, crimen contra los hombres que habitan la tierra

    en toda su diversidad y heterogeneidad, en Leibovici:72. A ello hay que agregar que estos hombres y mujeres diversos son

    pares e iguales en el mbito de la esfera pblica, hoy por hoy, inexistente.

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    16/17

    Amor mundi, amor o dedicacin al mundo10en el que hemos nacido, amor al

    otro que es igual que yo frente a la muerte. Amor al mundo, justamente porque no

    somos inmortales. En todo el pensamiento de Arendt existe una humildad ante el

    hecho de la muerte, y es esta actitud, de reconocimiento concreto, lo que permite

    valorar y conocer los significados de la natalidad. El orden dominante se quiere

    eterno, frente al prjimo elige la muerte del otro, su destruccin, considerndose a

    s mismo inmortal. Esta tendencia de lo social como fbrica no oscurece, sin

    embargo, el entendimiento que Arendt elabora sobre el mal. Desmarcndose de

    cualquier maniquesmo, para Arendt, existe una relacin humana entre el mal y la

    incapacidad de interrogarse a s mismo. El nublamiento total del quin en la

    persona. Y ello la lleva a plantear la tesis (tan controvertida) de la banalidad del

    mal. Y de nueva cuenta, el escape del totalitarismo slo puede asirse, en la

    fragilidad de las relaciones humanas, al ejercicio de narar/se. En este matiz de la

    existencia humana, Arendt pone todo su optimismo: la promesa de la natalidad.

    Incierta como es, ya que se sabe el comienzo, pero nunca el final.

    Bibliografa:

    Arendt Hannah. El concepto del amor en San Agustn. Ed Encuentros, Barcelona. 2002

    Arendt, Hannah. La Condicin Humana. Seix Barral. Barcelona. 1974

    Bernstein, Richard, J. Perfiles Filosficos. Siglo XXI, Mxico. 1991

    Bowen-Moore, Patricia. Hannah Arendts Philosophy of Natalito. St Martin Press. Nueva York. 1989

    Kristeva Julia. El Genio Femenino. 1. Hannah Arendt. Paidos, Buenos Aires. 2000.

    Leibovici, Martine. Hannah Arendt y la tradicin juda. El judasmo a prueba de secularizacin.

    UNAM. Mxico. 2005

    Young-Bruehl, Elisabeth. Hannah Arendt. For Love of the World. Yale University, New Heaven and

    London. 1984

    17Cuando Arendt caracteriza la alienacin del mundo en la poca moderna, se refiere a tres aconteciemientos centrales: eldescubrimiento de Amrica, la reforma, y la invencin del telescopio. Quisiera enfatizar el sentido de sus reflexiones con esta

    cita: Por su propia naturalezam la capacidad topogrfica humana slo puede funcionar si el hombre se desprende de toda

    complicacin e inters por lo que tiene al alcance de la mano y se distancia de todo lo que tiene cerca El hecho de que la

    decisiva reduccin de la tierra fue consecuencia de la invencin del avin, es decir, abandonar la superficie de la Tierra, es

    como un smbolo del general fenmeno que atestigua que cualquier disminucin de la distancia terrestre slo se gana al

    precio de poner una decisiva distancia entre el hombre y la Tierra, de alienar al hombre de su inmediato terreno LAH, p.

    329

  • 7/23/2019 La Promesa de La Natalidad

    17/17