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LamayoríadelosniñosharíancualquiercosaparasuperarLaPruebadeHierroyentrarenlaescuelademagiaMagisterium.CallumHuntno.Quieresuspenderla.Durantetodasuvida,supadre le ha advertido que ni se acerque a la magia. Si lo admiten en el Magisterium, estásegurodequenadabuenoleespera.
Asíqueseesfuerzatodoloquepuedeenhacerlomal…yhastahacerlomallesalemal.Ahorale espera el Magisterium, un lugar que es a la vez sensacional y siniestro, con oscurasconexionesconsupasadoyun retorcidocaminohaciasu futuro.LaPruebadeHierroacabadecomenzar,porqueelmayorretoaúnnohallegado…
HollyBlack&CassandraClare
LaPruebadeHierroMagisterium-1
ePubr1.1sleepwithghosts31.05.15
Títulooriginal:Magisterium.TheIronTrialHollyBlack&CassandraClare,2014Traducción:PatriciaNunesMartínezIlustraciones:ScottFischer
Editordigital:sleepwithghostsePubbaser1.2
PARASEBASTIANFOXBLACK,SOBREQUIEN
NADIEHAESCRITONINGÚNMENSAJEAMENAZADORENELHIELO
PRÓLOGO
Desde la distancia, el hombreque escalaba trabajosamente la blanca cara del glaciar podría haberseconfundidoconunahormigaascendiendolentamenteporelcostadodeunplato.ElpobladodechabolasdeLaRinconadaeraungrupodepuntitosdispersosmuypordebajo;elvientoarreciabaamedidaqueibasubiendo,lelanzabaalrostroráfagasdenieveenpolvoylehelabaloshúmedosrizosdecabellonegro.Apesardelasgafasconloscristalesdecolorámbar,teníaquemantenerentrecerradoslospárpadosanteelreflejodelsol.
El hombre no tenía miedo de caer aunque no empleaba cuerdas ni cables de seguridad, sólocramponesyunpiolet.Se llamabaAlastairHuntyeramago.Alescalar iba formandoymodelando lasustanciaheladadelglaciarconlasmanos.Puntosdeapoyoparalasmanosylospiesibanapareciendomientrasélascendíalentamente.
Cuandollegóalacueva,amediocaminodelacrestadelglaciar,seencontrabaheladoytotalmenteagotado de imponer su voluntad para domar lo peor de los elementos. Usar su magia de forma tancontinuadaledrenabaenergía,peronosehabíaatrevidoairmásdespacio.
Lacuevaseabríacomounabocaenlaladeradelamontaña,imposibledeverdesdearribaodesdeabajo. Se aupó sobre el borde e inspiró profunda y entrecortadamente, maldiciéndose por no haberllegado allí antes, por dejar que lo engañaran. En La Rinconada, la gente había visto la explosión ysusurrabanentreellossobreloquesignificaba,sobreelfuegodentrodelhielo.
«Fuegodentrodelhielo».Teníaqueserunaseñaldesocorro…ounataque.Lacuevaestaballenademagosdemasiadoviejosodemasiadojóvenesparaluchar,delosheridosylosenfermos,delasmadresconniñosmuypequeñosalosquenosepodíadejarsolos,comolapropiaesposayelhijodeAlastair.Loshabíanescondidoallí,enunodeloslugaresmásrecónditosdelatierra.
ElMaestroRufushabíainsistidoenquedeotromodoseríanmuyvulnerables,esclavosdelafortuna,yAlastair lehabíacreído.Luego,cuandoelEnemigodelaMuertenohabíaaparecidoenelcampodebatallaparaenfrentarsealcampeóndelosmagos,lachicamakarisenlaquehabíandepositadotodassusesperanzas,Alastairsehabíadadocuentadesuerror.LlegóaLaRinconadaloantesquepudo,volandolamayorpartedelcaminoenellomodeunserelementaldelaire.Desdeallíhabíaseguidoapie,porqueelcontrolqueejercíaelEnemigosobre loselementaleserapotentee impredecible.Cuantomássubía,másasustadoestaba.
«Queno leshayapasadonada—pensómientrasentrabaen lacueva—.Porfavor,queno leshayapasadonada».
Debería oírse a los niños llorando. Debería oírse el susurro de conversaciones nerviosas y elzumbidodelamagiareprimida.Envezdeeso,sóloseoíaelaullidodelvientoalbarrerlosdesoladospicos de lasmontañas. Las paredes de la cueva eran de hielo blanco, conmanchas rojas ymarronesdonde la sangre las había salpicado. Alastair se quitó las gafas de nieve y las tiró al suelo; siguióavanzandoporelcorredor,recurriendoalosrestosdesupoderparanoderrumbarse.
Lasparedesdelacuevaemitíanuninquietantebrillofosforescente.Lejosdelaentrada,eralaúnicaluzquelepermitíaver,loqueseguramenteexplicaraporquétropezóconelprimercadáverycasicayóalsuelo.Alastairseapartódeunsaltolanzandoungrito,yluegoseencogióaloírelecodesupropiavoz.Lamagamuertaestabatanquemadaqueeraimposiblereconocerla,perollevabaunamuñequeraconunapiezadecobreinsertadaquelaidentificabacomounaalumnadesegundocursodelMagisterium.Nopodíahabertenidomásdetreceaños.
«Yadeberíashaberteacostumbradoalamuerte»,sedijo.LaguerracontraelEnemigodurabadesdehacíayaunadécada,queavecesdabalaimpresióndeque
fuera un siglo. Al principio había parecido imposible: un joven, además un joven de los makaris,planeandoconquistarlamismísimamuerte.PeroamedidaqueelEnemigoganabapoderysuejércitodecaotizados crecía, la amenaza se había ido volviendo extrema…, hasta culminar en esa despiadadamasacredelosmásinofensivos,losmásinocentes.
Alastair se puso en pie y se adentrómás en la cueva, buscando desesperadamente un rostro entretodos. Se obligó a abrirse paso entre los cadáveres de ancianos Maestros del Magisterium y elCollegium,hijosdeamigosyconocidos,ymagosquehabíansidoheridosenbatallasprevias.Entreellosyacían los cuerpos rotos de los caotizados, sus ojos rodantes oscurecidos para siempre. Aunque losmagosnoestabanpreparadoscuandofueronatacados,debíandehaberopuestounafuerteresistenciaparahabermatadoa tantosdeentre las fuerzasdelEnemigo.Conelhorror retorciéndoleelestómagoy losdedoscomodormidos,Alastairfueavanzandoatrompiconesentretodoeso…hastaquelavio.
Sarah.Laencontróyaciendoenel fondode lacueva,contraunaempañadapareddehielo.Tenía losojos
abiertos,mirandoalvacío.Losiristurbiosylaspestañasconminúsculoscarámbanosdehieloadheridosaellas.Alastairseinclinósobresurostroylepasósuavementelosdedosporlafríamejilla.Tragóairedegolpeysusollozocortóelaire.
Pero¿dóndeestabasuhijo?¿DóndeestabaCallum?Sarah aferraba una daga con la mano derecha. Había sido de los mejores en modelar el metal
invocado desde lo profundo de la tierra. Ella misma había forjado esa daga el año anterior, en elMagisterium.Teníanombre:Semíramis,yAlastairsabíaelcariñoqueSarahlehabíatenido.
«Sitengoquemorir,quieromorirconmipropiaarmaenlasmanos»,lehabíadichosiempre.Peroaéllaideadesumuertelehabíaparecidoalgoremoto.
Levolvióarozarlafríamejillaconlosdedos.Unllantolohizovolversedegolpe.Enesacuevallenademuerteysilencio,unllanto.Unniño.Sevolvióycomenzóabuscarfrenéticamenteelorigendeesedébilsollozo.Parecíaprocederdeun
punto más cercano a la entrada de la cueva. Desanduvo a trompicones el camino, tropezando concadáveres,algunosheladoscomoestatuas…,hastaque,depronto,otrorostroconocidolomiródesdelamasacre.
Declan. El hermano de Sarah, que había resultado herido en la última batalla. Parecía haber sido
estranguladohastamorirporunusoparticularmentecrueldelamagiadelaire:teníaelrostroazul,losojosmarcadosporvenitasrotas.Ensubrazoextendido,yjustobajoél,protegidodelheladosuelodelacueva por unamanta de lana, se hallaba el hijo deAlastair.Mientras lomirabamaravillado, el bebéabriólabocaylanzóotrollantodébil,comounmaullido.
Comoenuntranceytemblandodealivio,Alastaircogióalbebé.Éstelomiróconsusgrandesojosgrisesyabriólabocaparallorardenuevo.EntonceslamantacayóhaciaunladoyAlastairvioporquéllorabaelbebé.Lapiernaizquierdalecolgabaenunánguloimposible,comounaramaquebrada.
Alastair trató de llamar a la magia de la tierra para sanar al bebé, pero sólo le quedaba podersuficienteparacalmarleunpocoeldolor.Conelcorazónacelerado,envolvióotravezasuhijoen lamanta,bienapretado,yregresóhastadondeyacíaSarah.Searrodillóantesucadáversujetandoalniñocomosiellapudieraverlo.
—Sarah—susurró con la voz rota por las lágrimas—, le contaré cómomoriste protegiéndolo.Loeducaréparaquerecuerdelovalientequefuiste.
LosojosdeSarahledevolvieronlamirada,vacíosyblanquecinos.AlastairapretóalbebécontrasíytendiólamanoparacogeraSemíramis.Alhacerlo,vioqueelhielojuntoalpuñalestabaextrañamentemarcado, como si ella lo hubiera arañado en su agonía. Pero las marcas parecían demasiadointencionadas para que hubiera sido eso.Acercómás el rostro y se dio cuenta de que eran palabras:palabrasquesuesposahabíagrabadoenelhielodelacuevaconsusúltimasfuerzas.
Alleerlas,cadaunadeellasfuecomounfuertepuñetazoenelestómago.MATAALNIÑO.
CAPÍTULOUNO
CallumHunt era toda una leyenda en su pequeño pueblo de Carolina del Norte, pero no en el buensentido. Era famoso por ahuyentar a profesores sustitutos con comentarios sarcásticos, y también seespecializabaenponerde losnerviosadirectores,monitoresde salay supervisoresdecomedor.Losorientadoreseducativos,quesiemprecomenzabanqueriendoayudarlo(despuésdetodo,alpobrechicose le habíamuerto lamadre) acababan esperando que nuncamás volviera a cruzar el umbral de susdespachos.Nohabíanadaqueavergonzaramásquenosabersoltarleunbuencorteaunniñodedoceañosenfadadoconelmundo.
El ceño perpetuo de Call, su alborotado cabello negro y los suspicaces ojos grises eran bienconocidos por los vecinos. Le gustaba ir en monopatín, aunque le había costado un poco cogerle eltranquillo;varioscochesaúnmostrabanlasabolladurasfrutodesusprimerosintentos.Amenudoseloveía rondando ante el escaparate de la tienda de cómics, por el salón recreativo o por la tienda devideojuegos. Hasta el alcalde lo conocía. Le habría costado mucho olvidarlo después de que Call,duranteeldesfiledelPrimerodeMayo,selehubieracoladoaldependientedelatiendadeanimalesparahacerseconuntopolampiñodestinadoaalimentaraunaboaconstrictor.Lediopenaesapobrecriatura,ciegayarrugada,queparecíaincapazdevalerseporsímisma;yparaserjusto,tambiénliberóatodoslosratonesblancosquedeberíanhabersidoelsegundoplatodelaserpiente.
No se había esperado que los ratones se pusieran a correr como locos entre los pies de los que
desfilaban,perolosratonesnoeranmuylistos.Tampocosehabíaesperadoquelosespectadoressalierancorriendoalveralosratones,perolagentetampocoeramuylista,comoelpadredeCallleexplicóunavezhuboacabadotodo.NohabíasidoculpadeCallqueeldesfileacabarasiendoundesastre,perotodoel mundo, sobre todo el alcalde, se comportaron como si lo fuera. Y encima, su padre lo obligó adevolvereltopo.
ElpadredeCallconsiderabaquerobarestabamal.Paraél,eracasitanmalocomolamagia.
Callumseremovíaenlatiesasillaanteeldespachodedirectormientrassepreguntabasialdíasiguientetendríaquevolveralaescuela,ysialguienloecharíademenosencasodequeasífuera.Unayotravezfuerepasandolasdiferentesmanerasenlasquepodíacagarlaenelexamendemago,eidealmente,delmodomásespectacularposible.Unayotravezsupadrehabíarepasadoconéllasformasdesuspender:«Deja lamente totalmente en blanco.O concéntrate en algo que sea todo lo contrario de lo que esosmonstruos quieren.O centra la atención en el examen de otro en vez de en el tuyo».Call se frotó lapantorrilla,queesamañanaenclasehabíatenidotensaydolorida;aveceslepasaba.Cuantomáscrecía,más parecía dolerle.Almenos la parte física del examen demago, fuera la que fuese, sería fácil desuspender.
Pasilloabajo,oíaalosotroschicosenclasedegimnasia,suszapatillaschirriandosobreelbrillantesuelodemadera,dandogritosmientrassemetíanlosunosconlosotros.Sóloporestavezdeseójugar.Quizánofueratanrápidocomolosotrosomantuvieratanbienelequilibrio,peroestabacargadodeunaenergía temeraria. Estaba exento de las clases de gimnasia debido a su pierna; incluso en la escuelaprimaria,duranteelrecreo,cuandohabíatratadodecorrer,saltarosubirsealosárboles,siemprehabíaaparecido alguno de los monitores para recordarle que debía dejarlo si no quería hacerse daño. Sipersistíaenello,lohacíanentrardentro.
Comosiunpardemoradosfueralopeorquepudieraocurrirleaalguien;comosilapiernafueraaponérselepeor.
Call suspiró y miró por la puerta de vidrio de la escuela hacia el lugar donde su padre prontoaparcaría. Tenía el tipo de coche que no pasaba desapercibido: unRolls-Royce Phantom de 1937 decolorplatabrillante.Nadiemásentodoelpuebloteníaalgoparecido.ElpadredeCallteníaunatiendadeantigüedadesenlacalleMayorllamadaDEVEZENCUANDO;nadalegustabamásquecogercosasviejasy rotas ydejarlas nuevasy resplandecientes.Paraque el coche siguiera funcionando, teníaquehacerlealgunareparacióncasitodoslosfinesdesemana.YlepedíaconstantementeaCallquelolavaraylepusieraunaviejaceraespecialparacoches,paraquenoseoxidara.
El Rolls-Royce funcionaba perfectamente…, no como Call. Se miró las zapatillas deportivasmientrastamborileabaconlospiesenelsuelo.Cuandollevabavaqueroscomoésos,nosenotabaquelepasaranadaen lapierna,peroseveíaencuantose levantabaycomenzabaaandar.Desdequeeraunbebé lehabíanhechooperación trasoperación,y también todo tipode terapia física,peronada le ibarealmentebien.Aúncaminabaconunabamboleantecojera,comosiestuviera tratandodenoperderelequilibrioenunbotequeoscilaradeladoalado.
Demáspequeño,avecesjugabaaserunpirata,oquizásólounbravomarineroconunapatadepalo,quesehundíaconelbarcodespuésdeunalargabatallanavalacañonazos.Habíajugadoapiratasya
ninjas,avaquerosyaexploradoresdelespacio.Peronuncaningunodeesosjuegoshabíatenidonadaqueverconlamagia.Esonunca.Oyóelruidodeunmotorycomenzóaponerseenpie,perovolvióasentarseenelbanco,fastidiado.
Noerasupadre,sólounToyotarojovulgarycorriente.Unmomentodespués,KylieMyles,unadelaschicasdesucurso,pasórápidamenteanteélconunaprofesoraallado.
—Buenasuerteenlaspruebasdeseleccióndeballet—dijolaseñoraKemal,ysevolvióderegresoasuaula.
—Vale, gracias —contestó Kylie, y luego observó a Call con cara rara, como si lo estuvieraevaluando.KylienuncamirabaaCall.Ésaeraunade las característicasque ladefinían, juntocon subrillantemelenarubiaylamochilaconununicornio.Cuandocoincidíanenlassalascomunes,ellaveíaatravésdelmuchachocomosiCallfuerainvisible.
Despuésdehacerleunmediosaludoconlamano,aúnmásraroysorprendente,KyliesedirigióhaciaelToyota.Callvioasuspadresenlosasientosdelanteros;parecíannerviosos.
Eraimposiblequeellafueraalmismolugarqueél,¿no?NopodíaestardirigiéndosealaPruebadeHierro.Perosiasífuera…
Selevantódegolpe.SiKylieibahaciaallí,alguiendebíaavisarla.«Muchoschicoscreenquetienequeverconserespeciales—habíadichoelpadredeCall,conel
desagradopalpable en lavoz—.Ysuspadres también lo creen.Sobre todoen las familiasdonde lascapacidadesmágicassehandadodurantegeneraciones.Yalgunasfamiliasenlasquelamagiacasihadesaparecido,venaunhijomagocomolaesperanzaderegresaralpoder.Peroquienesmáspenadebendartesonlosniñossinningúnfamiliarmágico.Sonlosquecreenquevaasercomoenlaspelículas.
»Ynosepareceennadaalaspelículas».Enesemomento,elpadredeCalldetuvoelcocheanteelcolegioconunchirridodefrenosylecortó
aCalllavisióndeKylie.Callcojeóhacialapuerta,peroparacuandollegóalRolls,elToyotadelosMylesyatorcíalaesquinaydesaparecíadelavista.
Vayaformadeavisarla.—Call.—Supadrehabíasalidodelcocheyseapoyabaenlapuertadelcopiloto.Teníaunamatade
pelonegro,elmismocabellorevueltoqueCallsalpicadodecanasenlassienes,yllevabaunachaquetadetweedconparchesdecueroenloscodos,apesardelcalor.Amenudo,CallpensabaquesupadreseparecíaalSherlockHolmesdelaviejaseriedelaBBC;aveceslagentesesorprendíadequenohablaraconacentobritánico—.¿Estáslisto?
Callseencogiódehombros.¿Cómosepodíaestarlistoparaalgoquepodíafastidiarleaunoelrestodelavidasilohacíamal?Obien,enestecaso.
—Supongoqueno.Supadreleabriólapuerta.—Bien.Sube.El interior delRolls estaba tan inmaculado como el exterior.Call se sorprendió al ver sus viejas
muletasenelasientotrasero.Hacíaañosquenolasnecesitaba;nolashabíavueltoausardesdequesehabíacaídodel arcode tubosdelparquey sehabía torcidoel tobillo, ¡el tobillode supiernabuena!MientraselpadredeCallsesubíaalcocheyponíaenmarchaelmotor,Calllasseñaló.
—¿Quéhacenaquí?—preguntó.—Cuantoenpeorestadoparezcas,másfácilseráqueterechacen—contestósupadre,muyserio,y
echóunvistazohaciaatrásmientrassalíandelaparcamiento.—Esoescomohacertrampa—protestóCall.—Call,lagentehacetrampaparaganar.Nopuedeshacertrampaparaperder.Callpuso losojosenblancoydejóquesupadrecreyera loquequisiera.LoúnicoqueCallsabía
seguroeraquedeningunamaneraibaausaresasmuletassinolasnecesitaba.Peronoqueríadiscutirporeso,noesedía,cuandosupadreyahabíaquemadolastostadasdeldesayuno,algomuyraro,ylehabíagruñidocuandoCallsequejódetenerqueiralaescuelasóloparaunpardehoras,hastaquelopasaraabuscar.
Enesemomento,supadreseinclinabasobreelvolante,apretandolosdientesyconlosdedosdelamanoderecha alrededor de la palancadel cambio, con la que cambiabademarcha conunaviolencianadaeficaz.
Calltratódefijarlamiradaenlosárbolesdelexterior,conlashojasquecomenzabanaamarillear,yfuerecordandotodoloquesabíasobreelMagisterium.LaprimeravezquesupadrelehabíadichoalgodelosMaestrosydecómoelegíanasusaprendices,hizosentaraCallenunodelosgrandessillonesdecuerodesuestudio.Aqueldía,Callllevabaelcodovendadoyteníaellabiopartidodeunapeleaenlaescuelaynoestuvodehumorparaescucharlo.Además,supadresehabíapuestotanserioqueCallseasustó.Tambiénhabíasidolaformaenquesupadrelehabló,comosifueraadecirleaCallqueteníaalgunaterribleenfermedad.Resultóquelaenfermedaderaunacapacidadparalamagia.
Call se había encogido en el sillónmientras su padre le hablaba. Estaba acostumbrado a que semetieran con él; los otros chicospensabanque supierna lo hacía unblanco fácil. Por lo general, eracapazdeconvencerlosdequeesonoeracierto.Aquellavez,sinembargo,unpuñadodechicosmayoreslohabíaarrinconadodetrásdelcobertizocercanoalarcodetuboscuandovolvíaacasadelaescuela.Comenzaronaempujarloyasoltarlelosinsultosdecostumbre.Callumhabíaaprendidoquelamayoríadelagenteseechabaatrássiélcomenzabaapelear,asíqueintentópegaralchicomásalto.Ésefuesuprimererror.Alcabodeunsegundolo teníanenelsuelo,conunodeellossentadosobresusrodillasmientrasqueotrologolpeabaenlacaraparaconseguirquesedisculparayadmitieraqueeraunpayasorenqueante.
—Perdónporsermaravilloso,perdedores—habíadichoCalljustoantesdedesmayarse.Debió de perder el conocimiento sólo un instante, porque cuando abrió los ojos llegó a ver en la
distancia a los chicos alejándose. Estaban huyendo. Call no podía creerse que su respuesta hubierafuncionadotanbien.
—Eso—mascullómientrasseincorporaba—.¡Másosvalesalircorriendo!Luegomiróalrededoryvioqueelhormigóndelparquedejuegosestabaagrietado.Unalargafisura
ibadesdeloscolumpioshastalapareddelcobertizoypartíaendoselpequeñoedificio.Estabatumbadojustosobreelcaminodeloqueparecíaunminiterremoto.Élpensóqueeralomásasombrosoquelehabíapasadonunca.Supadrenoopinabalomismo.—Lamagiasedaporfamilias—ledijo—.Noesnecesarioquetodosenlafamilialatengan,pero
parecequepodríasertucaso.Pordesgracia.Losiento,Call.—Entonces,lagrietadelsuelo…¿estásdiciendoquelahehechoyo?—Callsintiótantounaalegría
exultantecomounhorrorextremo,aunquelaalegríaparecíairganando.Notabaquelascomisurasdelabocaselecurvabanhaciaarribaytratódeobligarlasabajar—.¿Esesoloquehacenlosmagos?
—Losmagosextraenpoderdeloselementos:tierra,aire,aguayfuego,einclusodelvacío,queeslafuentedelamagiamáspoderosayterribledetodas,lamagiadelcaos.Puedenusarlamagiaparamuchas
cosas, incluso para rajar la mismísima tierra, como has hecho tú.—Su padre asentía para sí—. Alprincipio, cuando te llega la magia por primera vez, es muy intensa. Poder descontrolado… Pero elequilibrioesloqueatemperalashabilidadesmágicas.Hacefaltaestudiarmuchoparatenertantopodercomounmagoreciéniniciado.Losmagosjóvenestienenpococontrol.Pero,Call,debeslucharcontraello.Ynunca,nuncadebesvolveraemplearlamagia.Silohaces,losmagossetellevaránasustúneles.
—¿Esahídondeestálaescuela?—habíapreguntadoCall—.¿ElMagisteriumestábajotierra?—Enterradoen la tierra, dondenadiepuedaencontrarlo—lecontestó supadre,muy serio—.Allí
abajonohayluz.Niventanas.Esesitioescomounlaberinto.Puedesperderteenlascavernasymorirynadieseenteraría.
Callsehumedecióloslabios,resecosderepente.—Perotúeresunmago,¿verdad?—Noheusadolamagiadesdequemuriótumadre.Ynovolveréausarlanunca.—¿Ymamáfueallí?¿Alostúneles?¿Deverdad?—Callsiempreestabadispuestoaoírhablardesu
madre.Noteníamuchodeella.AlgunasfotografíasamarillentasenunviejoálbumquemostrabanaunabonitamujerconelmismocabellonegroqueélylosojosdeuncolorqueCallnopodíadistinguir.Sabíaquenodebíahacerdemasiadaspreguntasasupadresobreella.NuncahablabadelamadredeCallanoserquenopudieraevitarlo.
—Sí,asífue—lecontestósupadre—.Ymurióporculpadelamagia.Cuandolosmagosvanalaguerra,loqueocurreconfrecuencia,nolesimportalagentequemuereporsuculpa.Ésaeslaotrarazónporlaquenodebesatraersuatención.
Aquellanoche,Callsehabíadespertadogritando,convencidodequeestabaatrapadobajotierra,yqueéstacaíasobreélcomosi loestuvieranenterrandovivo.Pormuchoquesemoviera,noconseguíarespirar.Despuésdeeso,soñóquehuíadeunmonstruohechodehumo,conunosojosenlosquegirabanmilcoloresmalignosdiferentes…,peronopodíacorrerconsuficientevelocidaddebidoasupierna.Ensus sueños, la arrastraba tras él comoalgomuerto, hasta que sedesplomó, con el aliento calientedelmonstruoenlanuca.
OtroschicosdelaclasedeCallteníanmiedoalaoscuridad,alosmonstruosqueseescondíanbajolacama,aloszombisoalosasesinoscongrandeshachas.Callteníamiedoalosmagos,yaúnledabamásmiedoserunodeellos.
Yenesemomentoibaaconocerlos.Losmismosmagosqueteníanlaculpadequesumadreestuvieramuertaysupadrecasinuncaserieraynotuvieraamigos,sinoquesequedarasentadoeneltallerquehabíamontadoenelgarajeyarreglaramueblesviejos,cochesyjoyas.Callnocreíaquehicierafaltaserungenioparaimaginarseporquésupadreestabaobsesionadoconreconstruircosasrotas.
PasaronanteuncartelquelesdabalabienvenidaaVirginia.Elpaisajeseguíasiendoigual.Nosabíaquéesperabaencontrar,puescasinuncahabía salidodeCarolinadelNorte.HabíanhechomuypocosviajesmásalládeAsheville,ycasi siemprepara ir amercadillosdonde se intercambiabanpiezasdecochesyaferiasdeanticuarios,dondeCallsolíapasearseentremontonesdevajillasycuberteríasdeplatasinpulir,coleccionesdecartasdejugadoresdebéisbolmetidasensobrecitosdeplásticoyviejascabezasdisecadasdeyaks,mientrassupadreregateabaporalgunacosaaburrida.
ACallseleocurriópensarque,sinofallabaenelexamen,quizánotendríaquevolveraningunodeesosmercadillos.Elestómagoseleretorcióyunescalofríolerecorrióloshuesos.Seobligóapensarenelplanquehabíarepetidoconsupadre:«Dejalamentetotalmenteenblanco.Oconcéntrateenalgoqueseatotalmentelocontrariodeloqueesosmonstruosquieren.Ocentralaatenciónenelexamendeotroen
vezdeeneltuyo».Resopló. Su padre le estaba contagiando los nervios. Todo iba a ir bien. Era fácil suspender un
examen.Elcochesaliódelaautovíayentróenunaestrechacarretera.Laúnicaseñalmostrabaeldibujodeun
aviónylaspalabrasAERÓDROMOCERRADOPORRENOVACIÓNbajoél.—¿Adóndevamos?—preguntóCall—.¿Vamosavolaraalgúnsitio?—Esperemosqueno—mascullósupadre.Elcaminohabíapasadobruscamentedeasfaltoatierra.
Mientrasbotabansobrelosbachesduranteunoscienmetrosmás,Callseagarróalapuertaparanodarseconlacabezacontraeltecho.LosRolls-Roycenoestabanhechosparaloscaminosdetierra.
Derepente,elcaminoseensanchóylosárbolesseabrieronparadejarpasoaungranclaro.Enelcentroselevantabaunenormehangarhechodeplanchasdeacero.Aparcadosalrededorhabíaunosciencoches,desdecamionetashechaspolvohastasedanescasitanelegantescomoelPhantomymuchomásnuevos. Call vio a padres acompañados de sus hijos, todos de su edad, que se apresuraban hacia elhangar.
—Creoquellegamostarde—dijo.—Bien.—Supadreparecíaoscuramentecomplacido.Detuvoelcocheybajó,luegolehizoungesto
aCallparaquelosiguiera.Éstesealegródeverquesupadreparecíahaberseolvidadodelasmuletas.Eraundíacalurosoyelsollepegabafuerteenlaespalda.Sesecóelsudordelasmanosenlosvaquerosmientrascruzabanelaparcamientoyseacercabanalgranespacionegroqueeralaentradadelhangar.
Dentro,todoeraunalocura.Habíamuchoschicos,ysusvocesresonabanenelenormeespacio.Sehabíancolocadogradascontraunadelasparedesdemetal.Aunqueteníancapacidadparamuchasmáspersonasdelasqueestabanpresentes,seveíanpequeñasantelainmensidaddelhangar.Enelsuelodehormigónhabíavariasequisycírculosmarcadosconcintaazulbrillante.
Alotrolado,frentealaspuertasdelhangarqueenotrotiempodebierondeabrirseparapermitirquelosavionesrodaranhastalaspistas,sehallabanlosmagos.
CAPÍTULODOS
Sólohabíaunamediadocenademagos,peroparecíanllenartodoelespacioconsupresencia.Callnoestabasegurodequéaspectohabíapensadoquetendrían;sabíaquesupadreeraunmago,ylociertoeraque supinta erabastante corriente, si bien abusabaunpocodel tweed. Supusoque lamayoría de losotrosmagostendríanunaaparienciamuchomásrara.Quizácongorrosenpunta.Otúnicasdecoradasconestrellasdeplata.Habíaesperadoquealgunotuvieralapielverde.
Perosellevóunchasco,porquetodosellosteníanunaspectototalmentenormal.Habíatreshombresy tres mujeres, y vestían amplias túnicas negras de manga larga sujetas con un cinturón sobre unospantalonesdelamismatela.Llevabanbandasdecueroymetalenlamuñeca,peroCallnohabríapodidodecirsiteníanalgodeespecialosóloeranporunacuestiónestética.
Elmásalto,unhombregrandeydeanchasespaldas,conlanarizaguileñayundesgreñadocabellocastañoconmechonescanosos,diounpasoadelanteysedirigióalasfamiliassentadasenlasgradas.
—Bienvenidos, aspirantes, y bienvenidas, familias de los aspirantes, a la tardemás importante devuestracortavida.
«Vale—pensóCall—.Nipresiónninada».—¿Sabentodosqueestánaquíparaintentarentrarenunaescuelademagia?—preguntóCallenvoz
baja.Supadrenegóconlacabeza.
—Lospadrescreenloquequierencreeryoyenloquequierenoír.Siquierenquesuhijoseaunatletafamoso,entoncescreenqueestáaccediendoaunprogramadeentrenamientomuyexclusivo.Si sueñanconqueseaunaneurocirujana,estoesunaescueladepre-pre-medicina.Siquierenquellegueaserrico,entoncescreenqueéstaeslaclasedeescuelapreparatoriadondesecodearáconlosricosypoderosos.
Elmagoseguíahablando,explicandocómoibaadesarrollarselasesiónycuántotiempolestomaría.—Algunoshabéisrecorridounagrandistanciaparadarestaoportunidadavuestroshijos,yqueremos
agradecéroslo…Call lo oía, pero también oía otra voz, una que parecía provenir de todas partes y de ninguna al
mismotiempo:CuandoelMaestroNorthacabedehablar,todoslosaspirantesdebenponerseenpieeirhaciael
frente.LaPruebaestáapuntodecomenzar.—¿Hasoídoeso?—preguntóCallasupadre,yésteasintió.Callmiróalosrostrosqueteníaasu
alrededor:todosmirabanalmago,algunoconaprensión,otrossonrientes—.¿Ylosniños?Elmago(CallsupusoquedebíadeserelMaestroNorthquehabíamencionadolavozsincuerpo)
estaba acabando su discurso.Call sabía que debería comenzar a bajar de las gradas, ya que él iba atardarmásquelosotros.Peroqueríasaberlarespuesta.
—CualquieraquetengaaunqueseamuypoquitopoderpuedeoíralMaestroPhineus,ylamayoríadelosaspiranteshabrántenidoalgúntipodeincidentemágicoantes.Algunosyahansupuestoporquéestánaquí,otrosyalosabíanseguroyelrestoestáapuntodedescubrirlo.
Seoyeronrocesdepiescuandoloschicosselevantaron,ylasgradasdemetaltemblaron.—¿Ycuáleslaprimeraprueba?—preguntóCallasupadre—.¿SioímosalMaestroPhineus?SupadrecasinipareciódarsecuentadeloqueleestabapreguntandoCall.Parecíadistraído.—Supongo.Pero lasotraspruebas seránmuchopeores.Sólo recuerda loque tehedichoypronto
acabarátodo.—AgarróaCallporlamuñecayéstesesobresaltó;sabíaquesupadreloquería,peronoerademasiadodadoalcontactofísico.Leapretóconfuerzalamanoyenseguidalosoltó—.Ahora,vete.
MientrasCall bajaba por las gradas, estaban dividiendo en grupos a los otros chicos.Una de lasmagasllamóaCallconungestoparaqueseunieraalgrupodelfinal.Losaspirantessesusurrabanunosaotros, nerviosos pero conmuchas ganas.Call vio aKylieMyles dos gruposmás allá. Se preguntó sideberíagritarlequenoestabaallíparahacerningunapruebadeselecciónparaballet,peroellasonreíaycharlabaconalgunosdelosotrosaspirantes,asíqueCalldudódeque,detodasmaneras,loescuchara.
«Pruebasdeseleccióndeballet—pensótristemente—.Asíescomotelían».—SoylaMaestraMilagros—estabadiciendolamagaquehabíallamadoaCallmientrasguiabael
grupo fuerade la salagrandepara recorrerunpasillo largopintadodeuncolor anodino—.Para estaprimerapruebatendréisqueestarjuntos.Porfavor,seguidmedeformaordenada.
Call, casi el último, corrió un poco para alcanzarlos. Sabía que llegar tarde seguramente era unaventajasiqueríaqueelloscreyeranqueno le importaban laspruebasynosabíaquéestabahaciendo,peroodiabalasmiradasqueleechabancuandosequedabaatrás.Lociertoeraqueseapresurótantoquechocóaccidentalmentecontraelhombrodeunabonitaniñacongrandesojososcuros.Ellalelanzóunamiradaenfadadadesdedebajodeunacortinadepeloaúnmásnegro.
—Perdón—seexcusóCallautomáticamente.—Todosestamosnerviosos—repusolachica,loqueeracurioso,porqueellanoparecíanerviosaen
absoluto.Parecíatotalmentetranquila.Teníalascejasperfectamentearqueadas.Nohabíaniunamotadepolvoensujerseycolorcaramelooensuscarosvaqueros.Alrededordelcuellollevabauncolganteen
formademanodedelicadafiligrana,queCallreconoció,porsusvisitasalastiendasdeantigüedades,comolaManodeFátima.Lospendientesdeoroquellevabaenlasorejasparecíanhaberpertenecidoaalguna princesa, si no a una reina.Al instante,Call se sintió cohibido, como si estuviera cubierto detierra.
—¡Eh,Tamara!—lallamóunaltochicoasiáticoconunesponjosocabellonegrocortadoanavaja,yella se apartó deCall.El chico dijo algomás queCall no pudooír; lo dijo en tono de burla, yCallsupusoqueseríasobreeltaradoquenopodíaevitarchocarcontralagente.ComosifueraelmonstruodeFrankenstein. El resentimiento le hirvió en el cerebro, sobre todo porqueTamara no lo habíamiradocomosisehubierafijadoensupierna.Sehabíaenfadadoconélcomosifueraunchiconormal.Callserecordóque,encuantosuspendieraelexamen,nuncatendríaquevolveraveraningunadeesaspersonas.
Además,ellosibanamorirbajotierra.Esa idea lohizo seguirporuna interminable seriede salashasta llegaraunagranestanciablanca
donde habían colocado filas de pupitres. Se parecía a cualquier otra sala en la que Call se hubieraexaminado. Los pupitres eran sencillos, demadera, y estaban unidos a unas sillas endebles. En cadapupitrehabíaunlibroazulmarcadoconelnombredeunodeloschicosyconunaplumaencima.Hubounpocodealborotomientrastodosibandemesaenmesabuscandosunombre.Callencontróelsuyoenlatercerafilaysesentódetrásdeunniñodecabelloclaroyonduladoquevestíalacamisetadeunequipode fútbol.Parecíamásundeportista queun candidato a una escuela demagia.El chico sonrió aCallcomosiestuvierarealmentecontentodeestarsentadocercadeél.
Callno semolestóendevolverle la sonrisa.Abrióel libroazul,miró laspáginasconpreguntasycírculosvacíosalladoparaescribirA,B,C,DoE.Sehabíaesperadoquelosexámenesdieranunpocodemiedo,peroelúnicopeligroevidenteeraeldemorirsedeaburrimiento.
—Porfavor,mantenedloslibroscerradoshastaquecomienceelexamen—dijolaMaestraMilagrosdesdelapartefrontaldelasala—.EraunaMaestraalta,yparecíamuyjoven;aCalllerecordóunpocoa su tutora de la escuela. Se le notaba la misma incomodidad nerviosa, como si no estuvieraacostumbradaapasartiempoentreniños.Teníaelcabellonegroycortoenelquedestacabaunmechónrosa.
Callcerróellibroyluego,almiraralrededor,sediocuentadequeeraelúnicoquelohabíaabierto.Decidióquenoleibaacontarasupadrelofácilquehabíasidoevitarencajarconelresto.
—En primer lugar, quiero daros la bienvenida a la Prueba de Hierro. —La Maestra Milagroscarraspeóparaaclararselagargantayprosiguió—:Ahoraqueestamossinvuestrosguardianes,podemosexplicarosconmásdetalleloquevaaocurrirhoy.Algunosdevosotroshabéisrecibidounainvitaciónparasolicitarplazaenunaescuelademúsica,oenunaescuelaqueseespecializaenastronomía,oenmatemáticasavanzadas,oenhípica.Perocomoquizáyahayáissupuesto,enrealidadestáisaquíparaqueseosevalúedecaraaseraceptadosenelMagisterium.
Alzó los brazos, y las paredes parecieron desaparecer, y en su lugar se vio piedra sin tallar. Loschicossiguieronensuspupitres,peroel suelobajoellospasóaserdepiedrasalpicadademica,quedestellaba como si hubieran esparcido purpurina. Refulgentes estalactitas colgaban del techo comotémpanosdehielo.
Elchicorubioinspiróconfuerza.Portodalasala,Calloyócalladasexclamacionesdeasombro.EracomosisehallarandentrodelascuevasdelMagisterium.—¡Quéguay!—exclamóunaniñaguapaconcuentasblancasalfinaldesustrenzasafricanas.Enesemomento,apesardetodoloquesupadrelehabíadicho,aCallleentraronganasdeasistiral
Magisterium.Yanoparecíaoscuroyatemorizante,sinoasombroso.Comoserunexploradoroviajaraotroplaneta.Pensóenlaspalabrasdesupadre:
«Losmagostetentaránconbonitasvisionesymentiraselaboradas.Notedejesengañar».LaMaestraMilagroscontinuó,ysuvozfueganandoseguridad.—Algunossoisalumnosporlegado: tenéispadresuotrosmiembrosdelafamiliaqueasistieronal
Magisterium. A otros os hemos elegido porque creemos que tenéis el potencial para convertiros enmagos.Peroningunotenéislaplazaasegurada.SólolosMaestrossabenquéhacequeuncandidatoseaperfecto.
Callalzólamanoynoesperóaqueledieranpermisoparapreguntar.—¿Yquépasasinoquieresir?—¿Porquénoibaaquereralguieniraunaescueladehípica?—preguntóunchicoconunamatade
cabellocastañoqueestabasentadoendiagonalaCall.Erapequeñoypálido,conpiernasdelgaduchasyunosbracitosquelesalíandeunacamisetaazulconladesteñidafotodeuncaballo.
La Maestra Milagros lo miró como si estuviera tan enfadada que se hubiera olvidado de estarnerviosa.
—DrewWallace—dijo—.Esto no es una escuela de hípica. Te examinas para ver si posees lascualidades que te harán ser elegido como aprendiz y te permitirán acompañar a tu profesor, al quellamarásMaestro, alMagisterium.Y si posees suficientemagia, la asistencia no es opcional.—MiróenfadadaaCall—.LaPruebaesporvuestrapropiaseguridad.Losqueestáisaquíporlegadoconocéislospeligrosquelosmagossinformaciónrepresentanparasímismosyparalosdemás.
Unmurmullorecorriólasala.CallsediocuentadequevariosdeloschicosmirabanaTamara.Laniña estaba sentadamuy tiesa, con la mirada fija al frente y los dientes apretados. Call conocía esaexpresión.Eralamismaqueteníaélcuandolagentemurmurabasobresupiernaosobresumadremuerta,osobreelrarodesupadre.Eralaexpresióndealguienquetratabadefingirquenosabíaqueestabanhablandodeél.
—¿YquépasasinoentramosenelMagisterium?—preguntólachicadelastrenzas.—Buenapregunta,GwendaMason—repuso laMaestraMilagrosanimándola—.Paraserunmago
con éxito debes poseer tres cosas.Una es el poder intrínseco de lamagia. Eso lo tenéis todos, hastacierto punto. La segunda es el conocimiento para saber cómo usarlo. Eso os lo podemos ofrecer. Laterceraescontrol,yésa…ésadebevenirosdedentro.Detodasformas,envuestroprimercursocomomagossinformaciónestaréisalcanzandoelmáximodevuestropoder,peronotendréisnielconocimientoni el control. Si demostráis que no poseéis ni la capacidad de aprender ni la de control, entonces nohallaréisunlugarenelMagisterium.Enesecaso,nosaseguraremosdequevosotrosyvuestrasfamiliasestéispermanentementeasalvodelamagiaodecualquierpeligrodesucumbiraloselementos.
«¿Sucumbiraloselementos?¿Quésignificaeso?»,pensóCall.Alparecer,otrosestabanigualdeconfusos.—¿Quieredeciresoquehabrésuspendidoelexamen?—preguntóalguien.—Espera,¿quéquieredecirconeso?—dijootro.—¿Así que definitivamente esto no es una escuela de hípica? —preguntó de nuevo Drew con
expresióntriste.LaMaestraMilagrosnoleshizocaso.Lasimágenesdelacuevafuerondesapareciendolentamente.
Sehallabanenlamismasalablancaenlaquesiemprehabíanestado.—Las plumas que tenéis delante son especiales —explicó, y pareció que había recordado estar
nerviosa.Callsepreguntóquéedadtendría.Seveíajoven,cosaalaqueayudabaelmechónrosaenelcabello, pero supuso que para ser Maestro uno debía ser un mago muy experto—. Si no usáis esasplumas,nopodremos leervuestroexamen.Agitadlaspara activar la tinta.Yal final recordadmostrarvuestrotrabajo.Podéiscomenzar.
Callvolvióaabrirellibro.Miródereojolaprimerapregunta.
1.Undragónyungwyvern salena las2.00de lamismacavernay semarchanen lamismadirección.Lavelocidadmediadeundragón es 50 km/h menor que el doble de la velocidad del gwyvern. En dos horas, el dragón está 32 kilómetros por delante delgwyvern.Averigualavelocidadmediadeldragón,teniendoencuentaqueelgwyvernbuscavenganza.
¿Venganza?Callmirólapáginaconojosmuyabiertosyluegopasóalasiguiente.Noeramejor.
2.Lucretiaestápreparándoseparaplantaruncampodesolanumesteotoño.Pretendeplantar4hilerasdesolanum comúncon15plantas en cadauna.Estimaqueenun20%del campoplantaráunacosechadepruebade solanumnigrum. ¿Cuántas plantas desolanumcomúnhabráentotal?¿Cuántasplantasdesolanumnigrumplantará?SiLucretiaesunamagadetierraquehacruzadotresdelaspuertas,¿acuántagentepodráenvenenarconlasolanumcomúnantesdequelaatrapenyladecapiten?
Call parpadeó incrédulo al mirar el examen. ¿De verdad tenía que esforzarse en deducir quérespuestaeralaincorrectaparanoacertarlaporcasualidad?¿Deberíaescribirlomismounayotravez,suponiendo que con eso conseguiría una nota baja? Según la ley del promedio, incluso así lograríaobtenerunveinteporcientoderespuestascorrectas,yesoeramásdeloquequería.
Mientras sopesaba furioso qué debía hacer, cogió la pluma, la sacudió e intentó escribir sobre elpapel.
Nofuncionaba.Lo intentó de nuevo, apretandomás.Nada.Miró alrededor y parecía que lamayoría de los otros
chicosnoteníanningúnproblemaparaescribir,aunqueunoscuantostambiénseestabanpeleandoconlasplumas.
Alparecer,noibaasuspenderelexamencomounapersonanormalsinmagia;nisiquieraibaapoderhacerlo.Pero¿ysilosmagosteobligabanarepetirelexamensilodejabasenblanco?¿Noeraesolomismoquenegarseapresentarse?
FruncióelceñomientrastratabaderecordarloqueMilagroshabíadichosobrelapluma.Algosobreagitarlaparaquefuncionara.Quizánolahabíasacudidolosuficiente.
Laagarróconelpuñoapretadoylasacudióconfuerza;sufastidioportenerquehacerelexamenlediounafuerzaextraalmovimientodemuñeca.
«Vamos—pensó—.Vamos,cosaestúpida.¡FUNCIONA!»La tinta azul explotódesde la punta de la pluma.Tratódedetener el flujo, apretando con el dedo
dondecreíaquepodíahaberseroto…,peroesosólohizoquelatintasalieraconmásfuerza.Salpicóelrespaldo de la silla que tenía delante. El chico rubio, al notar la tormenta de tinta que acababa dedesatarse,seagachóparaquedarfueradelalcancedelestropicio.Mástintadelaqueparecíaposiblequecupieraenunapluma tanpequeñaestabachorreandopor todaspartes,y lagenteestabacomenzandoamirarlomal.
Calltirólapluma,quealinstantedejódemanar.Peroeldañoyaestabahecho.Susmanos,elpupitre,ellibrodepreguntasyelpelo,todocubiertodetinta.Tratódelimpiarselosdedos,perosóloconsiguiódejarlacamisetallenademanchasazules.
Esperabaquelatintanofueravenenosa.Estabasegurodequehabíatragadounpoco.
Todos los de la clase lo estaban mirando. Incluso la Maestra Milagros lo observaba con unaexpresiónqueseparecíaalarmantementealasombro,comosinuncanadiehubieraconseguidodestrozaruna pluma de forma tan estrepitosa. Todos guardaban silencio excepto el chico larguirucho que habíaestado hablando conTamara antes.Éste se había inclinado y le susurraba algo a la chica.Tamara nosonrió,peroporlasonrisitaenelrostrodelchicoyelbrillodesuperioridadensusojos,Callsupoqueseestabanmetiendoconél.Notóqueselesonrojabanlaspuntasdelasorejas.
—CallumHunt—dijo laMaestraMilagros convozdepasmo—.Por favor…por favor, salde laclaseyvealimpiarte,luegoesperaenelpasillohastaqueelgruposereúnacontigo.
Callsepusoenpietrabajosamente,apenassinnotarqueelchicorubioalquecasihabíaempapadoconla tinta le lanzaba loqueparecíaunamiradadesolidaridad.Aúnoíaaalguienriendopor lobajocuandosaliódandounportazo,ytodavíaveíalamiradadesdeñosadeTamara.¿Aquiénleimportabaloqueellapensara?,¿aquiénleimportabaloquepensaraningunodeellos?Tantosiestabantratandodesersimpáticosomezquinosoloquefuera,noimportaba.Noformabanpartedesuvida.Ningunodeellos.
«Sólounascuantashorasmás»,serepitióasímismounayotravezanteellavabo,mientrastratabadesacarselatintaconjabónenpolvoyásperastoallasdepapel.Sepreguntósilatintaseríamágica.Loquesísabíaeraquecostabadesacar.Unpocoselehabíasecadoenelpelo,yaúnteníahuellasazulesdemanosen lacamisetacuandosaliódel servicioy seencontróa losotrosaspirantesesperándoloenelpasillo.Oyóaalgunosmurmurandoentreellossobre«eltaradodelatinta».
—Muychulaestacamiseta—semofóelchicodecabellonegro.ACalllepareciórico,ricocomoTamara. No podría haber dicho exactamente por qué, pero la ropa que llevaba era del tipo informalelegantehechoamedidaquecostabaunmontóndedinero—.Portubien,esperoqueelsiguienteexamennotenganadaqueverconexplosiones.Oh,espera…¡ojalásí!
—Cierra el pico—mascullóCall, sabiendo que no era lamejor réplica de todos los tiempos. Seapoyóen laparedhastaque laMaestraMilagros reaparecióy los llamóalorden.Sehizoel silenciomientrasellalosllamabaporelnombreparaformarcincogrupos,luegofueenviandoacadagrupoporelpasilloy lesdijoqueesperaranenelotroextremo.Callno teníani ideadecómoelhangarconseguíaalbergartodaesareddepasillos.Supusoqueeraunadeesascosassobrelasquesupadredecíaqueeramejornopensar.
—¡CallumHunt!—llamólaMaestra,yCallavanzóarrastrandolospiesparaunirseasugrupo,enelquetambiénestaba,pordesgraciaparaél,elchicomoreno,cuyonombreresultóserJasperdeWinter,yelchicorubioalquehabíasalpicadoantescontinta,yquesellamabaAaronStewart.JasperhizotodaunaexhibiciónalabrazaraTamaraydesearlesuerteantesdeirhaciasugrupo.Unavezallí,inmediatamentecomenzóahablarconAaronylediolaespaldaaCall,comosiéstenoexistiera.
Los otros dos componentes del nuevo grupo de Call fueron KylieMyles y una chica de aspectonerviosollamadaCeliaalgo,queteníaunaenormematadepelorubiosucioysehabíacolocadounclipconunaflorazulenelflequillo.
—Hola,Kylie—dijoCall,pensandoqueera laoportunidadperfectaparaadvertirlequeel retratodelMagisteriumquelesestabapintandolaMaestraMilagrossóloeraunafantasíahalagadora.Élsabíadebuenatintaquelasauténticascuevasestabanllenasdepasadizossinsalidaypecessinojos.
Ellalomirócomodisculpándose.—¿Teimportaría…nohablarconmigo?—¿Qué?—Habíancomenzadoaandarporelvestíbulo,yCallcojeómásdeprisaparanoquedarse
atrás—.¿Enserio?
Kylieseencogiódehombros.—Yasabescómoes.Estoytratandodecausarbuenaimpresión,yhablarcontigonomevaaayudar.
¡Losiento!—SeadelantóyalcanzóaJasperyaAaron.Callselequedómirandolanucacomosipudierahacerleunagujeroabasedefuria.
—¡Esperoquesetecomanlospecessinojos!—ledijodesdeatrás.Ellahizocomosinolooyera.LaMaestraMilagroslosguioporlaúltimaesquinahastaunaenormesalaqueestabapreparadacomo
ungimnasio.Eltechoestabamuyalto,yenelcentrocolgabaunagranpelotaroja,suspendidamuyporencimadesuscabezas. Juntoa lapelotahabíauna largaescalerilladecuerdaquedescendíadesdeeltechohastacasirozarelsuelo.
Eraridículo.Callnopodíasubirconlapiernacomolatenía.Sesuponíaqueteníaquesuspenderesaspruebasapropósito,nohacerlastanmalquedetodasformasnuncahubierapodidoentrarenlaescuelademagia.
—Ahora os dejaré con elMaestro Rockmaple—los informó laMaestraMilagros después de lallegadadelquintogrupo.Señalóaunmagodebajaestaturaconunaenmarañadabarbarojayunanarizajuego.Éstellevabaunacarpetadepinzayunsilbatoalrededordelcuello,comounprofesordegimnasia,aunquevestíaconlamismaropatotalmentenegraquelosotrosmagos.
—Esteexamenesaparentementemuysencillo—dijoelMaestroRockmaple,mientrassemesabalabarba de un modo que parecía calculado para resultar amenazador—. Basta con que subáis por laescaleradecuerdaycojáislapelota.¿Quiénquiereserelprimero?
Varioschicosalzaronlamano.ElMaestro Rockmaple señaló a Jasper. Éste saltó hacia la escala como si haber sido el primer
seleccionadofueraalgúntipodeindicacióndelomaravillosoqueera,envezdesólounamedidadelaansiedadcon laquehabíaagitado lamano.En lugardeempezarasubirdirectamente, fuerodeandolaescala,mirandoalapelotapensativomientrastamborileabaconlosdedossobreellabioinferior.
—¿Estáslisto?—preguntóelMaestroRockmapleconlascejasligeramentealzadas,yunoscuantoschicosrieronporlobajo.
Jasper,claramentemolestodequeserierandeélcuandoseloestabatomandotodotanenserio,selanzóviolentamentehacia laescaleracolgante.Encuantosubiódeun travesañoal siguiente, laescalaparecióalargarse,porloquecuantomássubía,máslequedabaporsubir.Finalmente,elesfuerzopudocon él y Jasper se desplomó sobre el suelo, rodeado demetros ymetros de cuerda y travesaños demadera.
«Estohaestadobien»,pensóCallum.—Muybien—dijoelMaestroRockmaple—.¿Quiénquiereserelsiguiente?—Déjemeintentarlodenuevo—suplicóJasperconvozgimiente—.Ahorasécómohacerlo.—Hay muchos aspirantes esperando turno —replicó el Maestro Rockmaple, y parecía estar
pasándoselomuybien.—Peronoesjusto.Alguienlovaahacerbienyentoncestodossabráncómohacerlo.Semecastiga
porserelprimero.—Mehaparecidoquequeríasserelprimero.Perodeacuerdo,Jasper.Sihaytiempodespuésdeque
todoshayanacabado,ysitodavíaquieresintentarlo,podráshacerlo.Claro,teníaqueserJasperelqueconsiguieraotraoportunidad.Callsupusoque,porelmodoenque
Jasperactuaba,supadredebíadeseralguienimportante.Lamayoríadelosotroschicosnolohicieronmejor;algunosllegaronalamitadyluegoresbalaron
hasta abajo.Unode ellos ni siquiera consiguió separarse del suelo.Celia fue la que llegómás lejos,antesdequeselesoltaraunamanoycayerasobrelacolchoneta.Laflorquellevabaenlacabezaacabóunpocoestropeada.Aunquequisodisimularqueestabamuycompungida,Callnotóquesíloestabaporelmodonerviosoenquenoparabadeintentarcolocarseelclipensusitio.
ElMaestroRockmaplemirólalista.—AaronStewart.Aaronsepusodelantedelaescaladecuerdayflexionólosdedoscomosiestuvieraapuntodesaltar
alacanchadebaloncesto.Parecíaatléticoysegurodesímismo,yCallnotóelconocidopinchazodeloscelosenelestómago,queapagabaalinstanteyquesiemprenotabacuandoveíaaloschavalesjugandoabaloncestooabéisbol, tancómodosestandodentrodesupellejo.LosdeportesdeequiponoeranunaopciónparaCall,habíademasiadasposibilidadesdeacabaravergonzado,inclusosilohubierandejadojugar.LostiposcomoAaronnuncahabíantenidoquepreocuparsepornadaasí.
Aaron tomó carrerilla hacia la escala de cuerda y saltó. Subió deprisa; apretaba con los pies altiempoquetirabaconlosbrazosenloqueparecíaunúnicomovimientofluido.Semovíamásrápidodelo que la cuerda caía. Fuemás ymás arriba.Callum contuvo el aliento y se dio cuenta de que todosalrededortambiénhabíancallado.
Aaron,sonriendocomounloco,llegóalomásalto.Ledioalapelotaconelcantodeunamanoylasoltó,antesdedeslizarseporlaescaladecuerdayaterrizardepiecomounconsumadogimnasta.
Varioschicosaplaudieronespontáneamente.InclusoJasperparecióalegrarseporél,yseleacercó,unpocoaregañadientes,paradarleunapalmaditaenlaespalda.
—Muybien—dijoelMaestroRockmaple.Empleólasmismaspalabrasyelmismotonoquehabíaempleadocon todos losdemás.Callumpensóquealviejomagogruñónseguramente lo fastidiabaquealguienhubierasuperadosuestúpidaprueba.
»CallumHunt—llamóentonceselmago.Callumdiounpasoadelante,ydeseóhaberpensadoenllevarunanotadelmédico.—Nopuedo.ElMaestroRockmaplelomiródearribaabajo.—¿Porquéno?«Oh,vamos.Mírame.Hazelfavordemirarme».Callalzólacabezaymiródesafiantealmago.—Mipierna.Sesuponequenodebohacerejerciciosdegimnasia—contestó.Elmagoseencogiódehombros.—Puesnohagas.Call controló una llamarada de furia. Sabía que los otros chicos lo estabanmirando, algunos con
pena,otrosconfastidio.Lopeoreraque,por logeneral,habríaaprovechado laoportunidaddepoderhaceralgofísico.Sóloestabaintentandohacerloquesesuponíaquedebíahacerysuspender.
—Noesunaexcusa—explicó—.Cuandoeraunbebésemerompieronloshuesosdelapierna.Hepasado por diez operaciones y, como resultado, llevo sesenta tornillos de acero que me aguantan lapierna.¿Necesitaverlascicatrices?
Callumdeseó fervientementeque elMaestroRockmapledijeraqueno.Supierna izquierda eraunamasijode líneasrojasyfeotejidoamontonado.Nuncadejabaquenadiese laviera;nuncamáshabíallevadopantalones cortosdesdeque fue lo suficientementemayorpara saberdequé iban las extrañasmiradasquelelanzabanalapierna.Nosabíaporquélehabíaexplicadotodoeso,exceptoqueestabatan
furiosoquenisabíaloquedecía.ElMaestroRockmaple,queteníaelsilbatoenunamano,lohizogirarconairepensativo.—Estas pruebas no siempre son lo que parecen—dijo—. Al menos inténtalo, Callum. Si fallas,
pasaremosalsiguiente.Callalzólasmanosenungestodefrustración.—Vale,vale.—Fuehacialaescaleradecuerdaylacogióconunamano.Deliberadamente,pusola
piernaizquierdaenelescalónmásbajoyapoyóenpesoenellaparaalzarse.EldolorleatravesólapantorrillayCallcayóalsuelo,aúnagarrandolaescala.OyóaJasperriendo
a suespalda.Lapierna ledolíaynotabael estómagocomodormido.Volvióamirar la escalera, a lapartemásalta,dondeestabalapelotaroja,ynotóquelacabezaleempezabaapalpitardedolor.Añosyañosdiciéndolequesesentaraenlasgradas,decojeardetrásdetodoscuandocorríanvariasvueltasalestadio,sealzarontrassusojosymirófuriosoa lapelotaquesabíaquenopodíaalcanzar,pensando:«Teodio,teodio,teodio…».
Se oyó un seco estallido y la pelota roja comenzó a arder en llamas.Alguien gritó, había sonadocomoKylie,peroCalldeseóquehubierasidoJasper.Todos,hastaelMaestroRockmaple,miraron lapelota roja, que ardía alegremente como si hubiera estado llena de fuegos artificiales. El hedordesagradabledeproductosquímicosquemándose llenóelaire,yCallsaltóhaciaatráscuandoungrantrozodeplásticoderretidocayóalsuelo.Seapartómáscuandounpringuecomenzóagoteardelapelotaardienteylesalpicóelhombrodelacamiseta.
Tintaypringue.Ungrandíaparasuelegancia.—Salid—ordenóelMaestroRockmaplemientrasloschicoscomenzabanaatragantarseyatoserpor
elhumo—.Salidtodosdeaquí.—Pero ¿ymi turno?—protestó Jasper—. ¿Cómo voy a probar de nuevo ahora que ese tarado ha
destruidolapelota?MaestroRockmaple…—¡HE DICHO QUE SALGÁIS! —rugió el mago, y los chicos salieron de la sala, Call en la
retaguardia,muyconscientedequetantoJaspercomoelMaestroRockmapleestabanmirándoloconloqueseparecíamuchoalodio.
Comoeloloraquemado,lapalabra«tarado»flotabaenelaire.
CAPÍTULOTRES
ElMaestroRockmaplecaminabaenfadado,guiandoatodoelgrupoporunpasilloquesealejabadelasaladelaprueba.TodosandabantandeprisaqueaCallumleeraimposiblemantenerelritmo.Ledolíalapiernamásquenuncayolíacomouna fábricadeneumáticosen llamas.Cojeódetrásde losdemásmientrassepreguntabasialguienhabríaarmadounaigualentodalahistoriadelMagisterium.Quizálodejaranmarcharseacasaantes,porsubienyporeldetodoslosotros.
—¿Estásbien?—lepreguntóAaron,que sehabíaquedadoatráspara acompañarlo.Le sonrió consimpatía,comosinofuerararohablarconCallumcuandoelrestoloevitabacomoaunaplaga.
—Bien—contestóCall,apretandolosdientes—.Nuncaheestadomejor.—No tengoni ideadecómohashechoeso,peroha sidoépico.LacaraquehapuestoelMaestro
Rockmaplehasido…—Aarontratódeimitarla,frunciendomuchoelceño,abriendodesmesuradamentelosojosylaboca.
Call empezóa reír, pero se contuvoenseguida.Noqueríaque le cayerabienningunode losotroschicos,ymenosaúnelsupercompetenteAaron.
Torcieronlaesquina.Elrestodelaclaselosestabaesperando.ElMaestroRockmapleseaclarólagarganta,alparecerparareñiraCall,cuandopareciófijarseenqueAaronestabaasulado.Elmagosetragóloquefueraquehabíaestadoapuntodedeciryabriólapuertadeunanuevasala.
Callentróenellaconel restodelgrupo.Eraunanodinoespacio industrialcomoelde laprimeraprueba,confilasdepupitresyunahojadepapelencadaunodeellos.
«¿Cuántosexámenesescritosnosvanahacer?»,hubieraqueridopreguntarCallum,peronocreíaqueel Maestro Rockmaple estuviera de humor para contestarle. Ninguno de los pupitres tenía nombreasignado,asíquesesentóenunodeellosycruzólosbrazossobreelpecho.
—¡MaestroRockmaple!—llamóKyliemientrassesentaba—.MaestroRockmaple,notengopluma.—Nilavasanecesitar—contestóelmago—.Ésteesunexamendevuestracapacidadparacontrolar
vuestrospoderesmágicos.Usaréiselelementoaire.Concentraosenelpapelquetenéisdelantehastaquepodáis levantarlodel pupitre sólo con la energíadel pensamiento.Elevadlo completamenteplano, sinpermitirqueseonduleosecaiga.Cuandolohayáishecho,porfavor,levantaosyreuníosconmigoenlapartededelantedelasala.
Callnotóunaoleadadealivio.Loúnicoque teníaquehacereraasegurarsedequeelpapelnoselevantara,loqueparecíabastantesimple.Durantetodasuvidanohabíaconseguidohacervolarhojasdepapelporlasaulas.
Aaronsehabíasentadoasualturaalotroladodelpasillo.Teníalamanobajolabarbillaylosojosverdesentrecerrados.CuandoCalllelanzóunamiradadereojo,elpapelsobreelpupitredeAaronsealzóenelaire,perfectamentenivelado.Flotóduranteunmomentoantesdedescendersobreelpupitre.Conunasonrisademediolado,AaronselevantóyfueareunirseconelMaestroRockmapleenlapartedelanteradelasala.
Calloyóunarisitaasuizquierda.MiróhaciaallíyvioaJaspersacarloqueparecíaunaagujadecosernormalycorrienteypincharseeneldedo.Aparecióunagotadesangre,yJaspersemetióeldedoenlabocayselochupó.
«¡Quétipomásraro!»,pensóCall.Peroentonces,Jasperserecostóenlasilla,deunaformacomodiciendo«puedohacermagiaconlas
manosatadas».Yalparecer sípodía,porqueelpapelde supupitre seestabadoblando, tomandounanueva forma. Con unos cuantos pliegues y ajustes más, se convirtió en un avión de papel, que saliódisparado del pupitre de Jasper y voló por toda la sala hasta estrellarse directamente en la frente deCallum.Éllediounmanotazoparaapartarloyelavióncayóalsuelo.
—Jasper, ya basta—lo riñó elMaestroRockmaple, aunque no sonaba tan enfadado como podríahaberloestado—.Venaquídelante.
Call volvió a prestar atención a su papel mientras Jasper avanzaba pavoneándose hasta la partefrontaldelahabitación.Asualrededor,loschicosestabanmirandofijamenteysusurrandoalospapelesque tenían sobre los escritorios, obligándolos a moverse por pura fuerza de voluntad. A Call se leretorcióelestómago.¿Ysillegabaunaráfagadevientoylelevantabaelpapel?¿Ysiéste…selevantabaporsísolo?¿Ledaríanpuntosporeso?
«Quédate quieto —pensó dirigiéndose furioso al papel que aguardaba sobre la mesa—. No temuevas».
Se imaginó a sí mismo sujetándolo contra la madera, con los dedos separados, evitando que selevantara.
«Tío,estoesestúpido—pensó—.Vayaunamaneradeperdereldía».Pero se quedó donde estaba, concentrándose. Esa vez no estaba solo. Varios chicos más eran
incapacesdemoverelpapel,entreellosKylie.—¿Callum?—lollamóelMaestroRockmaple,queparecíacansado.
Callseechóhaciaatrásenlasilla.—Nopuedohacerlo.—Es verdad, no puede, realmente no puede —soltó Jasper—. Póngale un cero a ese tarado y
vayámonosantesdequecreeunatormentaymuramostodosdecortesdepapel.—Muybien—dijoelmago—.Traedtodosvuestrospapelesyospondrénota.Vamos,vaciemosla
salaparaelsiguientegrupo.Aliviado,Callfueacogerelpapeldesupupitre…ysequedóhelado.Desesperado,tratódelevantar
laspuntasconlasuñas,perodealgúnmodo,nosabíacómo,elpapelsehabíapegadoalamaderadelpupitreynopodíadespegarlo.
—MaestroRockmaple…lepasaalgoraroamipapel—dijo.—¡Todos bajo los pupitres! —exclamó Jasper, pero nadie le estaba prestando atención. Todos
estabanmirandoaCall.ElMaestroRockmaplefuehastaélymiróelpapel.Sehabíafundidototalmenteconelpupitre.
—¿Quiénhahechoesto?—quisosaberelMaestroRockmaple.Parecíaestupefacto—.¿Alguienhaqueridogastarunabromapesada?
Todalaclaseestabaensilencio.—¿Lohashechotú?—lepreguntóelMaestroRockmapleaCall.«Sóloestabatratandodeimpedirquesemoviera»,pensóCallumtristemente,peronopodíadecirlo.—Nolosé—contestó.—¿Nolosabes?—Nolosé.Quizáseaunpapeldefectuoso.—¡Essólounpapel!—gritóelmago,yluegopareciócontrolarse—.Muybien.Deacuerdo.Yatienes
tucero.No,espera,vasaserelprimeraspiranteenlahistoriadelMagisteriumquevaaconseguirunapuntuación negativa en los exámenes de la Prueba de Hierro. Te doy unmenos diez.—Negó con lacabeza—.Creoquetodospodemosdarlasgraciasdequeelúltimoexamentengasquehacerlosolo.
Llegadoesemomento,loqueCallagradecíadeverdaderaquetodofueraaacabarpronto.
Esa vez, los aspirantes estaban en el pasillo, al otro lado de una puerta doble y esperaban a que losllamaranparaentrar.JasperestabahablandoconAaron,ymirabaaCallcomosiéstefueraeltemadelaconversación.
Call suspiró.Era laúltimaprueba.Alpensarlo, seevaporóalgode la tensiónquesentía.Pormuybienquelohiciera,unúltimoexamennoibaacambiardemasiadosudesastrosapuntuación.Enmenosdeunahoraestaríadecaminoacasaconsupadre.
—CallumHunt—llamóunamagaquenosehabíapresentadoantes.Llevabaunelaboradocollarconformadeserpienterodeándoleelcuelloyleíalosnombresdeunacarpetadeclip—.ElMaestroRufusteestáesperandodentro.
Se apartó de la paredy siguió a lamaga a través de la puerta doble.La sala era grande, vacía ytenuementeiluminada,conunsuelodemaderadondeunúnicomagosehallabasentadojuntoaungrancuencotambiéndemadera.Elcuencoestaballenodeaguayunallamaardíaenelcentro,sinmechanivela.
Callsedetuvoymirófijamentemientrassentíauncosquilleoenlanuca.Habíavistomuchascosas
rarasaqueldía,peroésaera laprimeravezdesdela transformacióndelhangarenlacuevaquesentíarealmentelapresenciadelamagia.
Elmagohabló.—¿Sabíasquepara tenerunabuenapostura lagentesolíapracticarcaminandocon librossobre la
cabeza?—Suvozerabajay resonante,comoel sonidodeun fuegodistante.ElMaestroRufuseraunhombregrande,depieloscura,conlacabezatotalmentecalvatanlisacomounaaceituna.Sepusoenpiedeunágilmovimientoyalzóelcuencoconsusgrandesdedoscallosos.
Lallamanosemovió.Entodocaso,brillóconunpocomásdeintensidad.—¿Noeranlaschicaslasquehacíaneso?—preguntóCall.—¿Hacíanqué?—ElMaestroRufusfruncióelceño.—Caminarconlibrosenlacabeza.El mago le lanzó una mirada que hizo que Callum se sintiera como si acabara de decir algo
decepcionante.—Cogeelcuenco—leordenóelmago.—Perolallamaseapagará—protestóCall.—Ésa es la prueba—indicó Rufus—:Ver si puedes hacer que la llama siga ardiendo, y durante
cuántotiempo.—LetendióelcuencoaCall.Hasta el momento, ninguna de las pruebas había sido lo que Call se esperaba. Aun así, había
conseguidofallarlastodas,yafueraporvoluntadpropiaoporquenohabíanacidoparasermago.HabíaalgoenelMaestroRufusquelehizoquererhacerlomejor,peroesonoimportaba.DeningúnmodoibaairalMagisterium.
Callcogióelcuenco.Casi inmediatamente, la llama que flotaba en su interior se alargó, como si Call hubiera abierto
demasiadolaespitadeunalámparadegas.Pegóunboteydeliberadamenteinclinóelcuencohaciaunlado,tratandodesalpicaraguasobrelallama.Peroenvezdeapagarse,lallamasiguióardiendobajolassalpicaduras.Callnotóquelo invadíaelpánicoysacudióelcuenco,enviandopequeñasolassobreelfuego,quecomenzóachisporrotear.
—CallumHunt.—ElMaestroRufuslomirabaconelrostroimpasible,losbrazoscruzadossobreelampliopecho—.Mesorprendes.
Callnodijonada.Sujetóelcuencoconelaguarevueltaylallamachisporroteante.—DiclasesatuspadresenelMagisterium—leexplicóelMaestroRufus.Parecíaserioytriste.La
llamaformabaunasombrabajosusojos—.Fueronmisaprendices.Losmejoresdesuclase,lasmejoresnotasdelaPrueba.Tumadresesentiríadecepcionadasivieraasuhijotratandodesuspenderunexamendeunaformatandescaradasóloporque…
ElMaestroRufusnollegóaacabarlafrase,porquealmencionaralamadredeCall,elcuencodemadera separtió,ynopor lamitad, sinoendocenasdepiezasastillosas, cadauna lo suficientementeafiladaparaclavárseleaCallen lasmanos.Éste lodejócaeryentoncesvioque todos los trozosdelcuencosehabíanincendiadoyardíancomopequeñaspirasesparcidasasuspies.Sinembargo,mientrasobservabalasllamasnosintiómiedo.Enesemomentoleparecióqueelfuegoloinvitabaaentrarensuinterior,alanzarsufuriaysumiedoasuluz.
Mientrasmirabaalrededordelasala,lasllamassealzaronyseextendieronporelaguaderramadacomosiéstafueragasolina.LoúnicoqueCallsentíaeraunarabiainmensayterribledequeesemagohubieraconocidoasumadre,dequeelhombrequeestabaanteélpudierahabertenidoalgoquevercon
sumuerte.—¡Detenlo!¡Detenloahoramismo!—gritóelMaestroRufus;lecogióambasmanosaCallyselas
cerródegolpe.Lapalmadahizoqueledolieranlosrecientescortes.Derepente,losfuegosseapagaron.—¡Suélteme!—CalldiountirónparasoltarsedelMaestroRufusysesecólasensangrentadaspalmas
en los pantalones, lo que añadió otra capa demanchas a las que ya tenía—.Noquería hacer eso.Nisiquieraséloquehapasado.
—Loquehapasado es quehas suspendidootro examen—respondió elMaestroRufus, y su furiaparecíahabersidosustituidaporunafríacuriosidad.EstabaobservandoaCalldelmismomodoqueuncientífico observa un bicho pinchado en una plancha de corcho—.Puedesmarcharte y reunirte con tupadreenlasgradasparaesperartunotafinal.
Por suerte, había una puerta al otro lado de la sala, yCall pudo salir por ahí sin tener que ver aningunodelosotrosaspirantes.PodíaimaginarselaexpresiónenelrostrodeJaspersiveíalasangrequelemanchabalaropa.
Letemblabanlasmanos.Las gradas estaban llenas de padres con aspecto aburrido y unos cuantos hermanos pequeños
correteandoporahí.Elmonótonozumbidodelaconversaciónresonabaenelhangar,yCallsediocuentadequeenlospasillosdedondehabíallegadoreinabaunrarosilencio;fueunasorpresavolveraoírelruidodelagente.Habíauncontinuogoteodeaspirantesquesalíanporlascincopuertasysereuníanconsus familias.Habíancolocado trespizarras en labasede lasgradas,donde losmagos registraban laspuntuacionesamedidaqueibansaliendo.Callnolosmiró.Fuedirectohaciasupadre.
Alastair tenía un libro cerrado en el regazo, como si hubiera tenido intención de leerlo pero nohubiesellegadoaempezar.Callnotóelalivioquesefuedibujandoenelrostrodesupadreamedidaqueélibaacercándose,ycómocambióapreocupaciónenelmomentoenqueechóunaauténticamiradaasuhijo.
Alastairsepusoenpiedeunsaltoyellibrocayóalsuelo.—¡Callum!Estáscubiertodesangreytinta,yhuelesaplásticoquemado.¿Quéhapasado?—Lahecagado.Creoquelahecagadodeverdad.Call notóque le temblaba lavoz.Seguíaviendo los restos ardientesdel cuencoy lamirada en el
rostrodelMaestroRufus.Supadrelepusounareconfortantemanosobreelhombro.—Call,nopasanada.Sesuponíaqueteníasquecagarla.—Losé,peropenséque sería…—Metió lasmanosen losbolsillosmientras recordaba todos los
sermones que su padre le había echado sobre que tenía que suspender. Pero no le había hecho faltaintentarlo.Lohabíasuspendidotodoporquenosabíaloqueestabahaciendo,porqueeraunmalmago—.Pensabaqueseríadiferente.
Supadrebajólavoz.—Séquenoesagradablefallarentodo,Call,peroeslomejor.Lohashechomuybien.—Sicon«muybien»quieresdecir«unamierda»…—mascullóCall.Supadresonrióirónico.—Me he preocupado un poco cuando has conseguido la notamás alta en el primer examen, pero
luegoseoshanllevado.Nuncahevistoanadieantesquetuvieraunapuntuaciónnegativa.Callfruncióelceño.Sabíaquesupadreselodecíacomouncumplido,peronodabalasensaciónde
serlo.—Estásenúltimolugar.Haychicossinnadademagiaque lohanhechomejorque tú.Creoque te
mereces una gran copa de helado, lamás grande que encontremos, de camino a casa.Las quemás tegustan,condulcedeleche,mantequilladecacahueteyositosdegoma.¿Deacuerdo?
—Vale—contestóCallmientrassesentaba.Estabatanchafadoquenisiquierapensarenunheladoconositosdegomacubiertosdemantequilladecacahueteydulcedelechelograbaanimarlo—.Sí.
Su padre volvió a sentarse. Estaba asintiendo para sí mismo, satisfecho. Y aún pareció que susatisfacciónaumentabacuandoaparecieronmásnotas.
Callsepermitiómirarlaspizarras.AaronyTamaraestabalosprimeros,ysunotatotaleraidéntica.PerolemolestóqueJaspersóloestuvieratrespuntospordebajodeellos,ensegundolugar.
«Oh,vaya»,pensóCall.¿Yquésehabíaimaginado?Losmagoseranunosimbéciles,comodecíasupadre,ylosimbécilesmásimbécilessacabanlasmejoresnotas.Eradeesperar.
Aunquenosólohabíaimbécilesentrelosprimeros.Kylielohabíahechobastantemal,mientrasqueAaronlohabíahechomuybien.Callsupusoqueesoerabueno.ParecíaqueAaronhabíaqueridohacerlobien.Aunque,claro,hacerlobiensignificabaqueiríaalMagisterium,yelpadredeCallsiempredecíaqueesoeraalgoquenoledesearíaniasupeorenemigo.
CallnosabíasialegrarseporAaron,quealmenoshabíasidoamable,osentirloporél.Loúnicoquesabíaeraqueleestabacogiendodolordecabezaalpensarentodoeso.
ElMaestroRufusaparecióporunadelaspuertas.Nodijonadaenvozalta,perotodossequedaronen silencio como si lo hubiera hecho. Al recorrer la sala con lamirada, Call encontró unos cuantosrostros conocidos: Kylie, que parecía nerviosa; Aaron, que se mordisqueaba el labio. Jasper estabapálidoytenso,mientrasqueTamaraparecíatranquilaycompuesta,sinmostrarpreocupaciónenabsoluto.Estabasentadaentreunaeleganteparejadecabellooscuro,cuyaropacolorcremahacíadestacarsupielmarrón.Sumadre llevabaunvestidodecolormarfilyguantes,y supadreun trajecompletodecolorcrema.
—Aspirantesdeesteaño—dijoelMaestroRufus,ytodosseinclinaronhaciaadelantealunísono—,gracias por estar hoy con nosotros y por esforzaros en la Prueba. ElMagisterium hace extensivo suagradecimientoalasfamiliasquehantraídoaloschicosyhanesperadohastaqueacabaran.
Pusolasmanosalaespaldayrecorriólasgradasconlamirada.—Aquí hay nueve magos, y cada uno de ellos está autorizado a elegir a seis aspirantes. Esos
aspirantesseránsusaprendicesduranteloscincoañosquepasaránenelMagisterium,asíquenoesunaelecciónquelosMaestrostomenalaligera.TambiéndebéisentenderquehaymáschicosaquídelosqueobtendránunaplazaenelMagisterium.Sinohabéis sidoseleccionados,esporquenosoisadecuadosparaestetipodeentrenamiento.Porfavor,entendedquehaymuchasrazonesporlasquepodéisnoseradecuadosyqueunamayorexploracióndevuestrospoderespodríaresultarmortal.Antesdemarcharos,un mago os explicará vuestra obligación de guardar secreto y os dará los medios para protegeros avosotrosyavuestrafamilia.
«Espabilayacabemosdeunavez»,mascullóparasíCall,casi sinprestaratencióna loquedecíaRufus.Losotrosalumnostambiénseremovíanincómodos.Jasper,sentadoentresumadreasiáticaysupadrecaucásico,ambosconelegantescortesdepelo,tamborileabaconlosdedossobrelarodilla.Callmiróasupadre,queobservabaaRufusconunaexpresiónqueCallnuncaanteshabíavistoensurostro.ParecíacomosiestuvierapensandoenpasarleporencimaalmagoconelRollsremodelado,aunqueconesosevolvieraaromperlatransmisión.
—¿Algunapregunta?—inquirióRufus.Lasalapermanecióensilencio.ElpadredeCalllehablóenunsusurro:—Nopasanada—dijo,aunqueCallnohabíanotadonadaqueindicaraquepodíapasaralgo—.Note
vaaelegir.—¡Muy bien! —atronó Rufus—. ¡Que comience la selección! —Fue retrocediendo hasta quedar
delantedelapizarraconlasnotas—.Aspirantes,cuandodigamosvuestrosnombres,porfavor,poneosenpieyreunirosconvuestrosnuevosMaestros.ComomagomásveteranodespuésdelMaestroNorth,quenotomaráaprendices,yocomenzarélaselección.—Denuevopaseólamiradaporlasgradas—.AaronStewart.
Huboalgunosaplausos,aunquenodelafamiliadeTamara.Éstaestabasentadaincreíblementequietay rígida, como si la hubieran embalsamado. Sus padres parecían furiosos. Su padre se inclinó paradecirle algo al oído, y Call la vio encogerse como respuesta. Quizá, después de todo, sí que fuerahumana.
Aaronsepusoenpie.«Unaeleccióntotalmenteinesperada»,pensóCall,sarcástico.AaroneracomoelCapitánAmérica,consucabellorubio,suconstituciónatléticaysuactituddetodo
él bondad.Call tuvo ganas de tirarle el libro de su padre a la cabeza, a pesar de que fuera un chicoagradable.ElCapitánAméricatambiéneraamable,peroesonoqueríadecirqueunoquisieracompetirconél.
Luego, sorprendido,Call sedio cuentadeque, aunquevariaspersonas entre elpúblicoaplaudían,Aaronnoteníaningúnfamiliarsentadojuntoaél.Nadiequeloabrazaraolepalmearalaespalda.Debíadehaberidosolo.Aaron,tragandosaliva,sonrióyluegobajóaltrotelaescaleraentrelasgradasparacolocarsealladodelMaestroRufus.
Ésteseaclarólagarganta.—TamaraRajavi—dijo.Tamara sepuso enpie, sunegramelena al viento.Suspadres aplaudieron educadamente, como si
estuvieran en la ópera. Tamara no se entretuvo en abrazar a ninguno de ellos, sino que caminómesuradamentehastasituarsejuntoaAaron,quelededicóunasonrisadefelicitación.
CallsepreguntósialosotrosmagoslesmolestaríaqueelMaestroRufusfueraelprimeroenescogeryeligieradirectamentedelacabezadelalista.Aéllohabríamolestado.
LosojososcurosdelMaestroRufusrastrearonlasalaunavezmás.CallnotóelsilenciocontenidomientrastodosesperabanqueRufusdijeraelsiguientenombre.Jasperyaestabamediolevantadodesuasiento.
—YmiúltimoaprendizseráCallumHunt—anuncióelMaestroRufus,yCallsintióquesumundosedesmoronaba.
Seoyeronunoscuantosgritosdesorpresacontenidosde losotrosaspirantesyconfusosmurmullosdelpúblico,mientrastodosrevisabanlapizarraenbuscadelnombredeCallyloencontrabanenúltimolugar,conunanotanegativa.
Call sequedómirandoalMaestroRufus.Éste ledevolvió lamirada, totalmente inexpresiva.Asulado,AaronlanzabaaCallunasonrisadeánimomientrasTamaralomirabaconunaexpresióndetotalperplejidad.
—HedichoCallumHunt—repitióelMaestroRufus—.CallumHunt,porfavor,venaquí.Callcomenzóalevantarse,perosupadrelohizosentarsedenuevo.
—Absolutamente no—dijo Alastair Hunt poniéndose en pie—. Esto ya ha ido demasiado lejos,Rufus.Nopuedesquedártelo.
ElMaestroRufuslomirócomosinohubieranadiemásenlasala.—Vamos,Alastair,conoceslasreglastanbiencomocualquiera.Dejadepatalearporloinevitable.
Elchiconecesitaqueleenseñen.HabíamagosascendiendoporlasgradasaambosladosdedondeCallestabasentado,consupadre
sujetándolo. Losmagos, con sus túnicas negras, resultaban tan siniestros como su padre se los habíadescrito.Parecíandispuestosaluchar.EncuandollegaronalafiladeCall,sedetuvieron,esperandoquesupadrehicieraelprimermovimiento.
Alastairhabíarenunciadoalamagiahacíaaños;lefaltabapráctica.Nohabíaningunaposibilidaddequelosotrosmagosnofueranabarrerelsueloconél.
—Voyair—ledijoCallasupadre,mientrassevolvíaamirarlo—.Notepreocupes,noséloquehago.Me echarán.Nome aguantaránmucho tiempo, y entonces regresaré a casa y todovolverá a serigual…
—Túno loentiendes—replicóelpadredeCallmientras lohacíaponerenpiesujetándolocon lafuerzadeunagarra.Todosenlasalaestabanmirándolosasombrados,ynoeraparamenos.ElpadredeCall parecía haber enloquecido, los ojos se le salían de las órbitas—. Vamos. Tendremos que salircorriendo.
—Yonopuedo—lerecordóasupadre.Peroésteyanoloescuchaba.Tiródeélporlasgradas,saltandodebancoenbanco.Lagentelesfueabriendopaso;seechabanaun
ladoosaltabanhaciaarriba.Losmagosdelaescaleracorrieronhaciaellos.Callavanzabacomopodía,concentradoennoperderelequilibrio.
Encuantollegaronalsuelodelhangar,RufussepusoanteelpadredeCall.—Yabasta—declarórotundoelMaestroRufus—.Elchicosequedaaquí.ElpadredeCallsedetuvodegolpe.Rodeóasuhijoconelbrazodesdeatrás, loqueerararo;su
padreprácticamentenunca loabrazaba,claroqueesoeramásbienuna llavede lucha libre.ACall ledolíalapiernadelacarreraporlasgradas.Tratódevolverseparamirarasupadre,peroéstemirabafijamentealMaestroRufus.
—¿Nohasmatadoyaabastantesdemifamilia?—leespetó.ElMaestroRufusbajólavozparaquelagentesentadaenlosbancosnopudieraoírlo,aunqueAaron
yTamarasíquepodían.—Nolehasenseñadonada—afirmó—.Unmagosinentrenamientosueltoporahíescomounafalla
enlatierraesperandoaabrirse,ysiseabre,mataráamuchagenteademásdeasímismo.Asíquenomehablesdemuertos.
—Vale —exclamó el padre de Call—. Le enseñaré yo mismo. Me lo llevaré y le enseñaré. LoprepararéparalaPrimeraPuerta.
—Hastenidodoceañosparaenseñarleynoloshasaprovechado.Losiento,Alastair.Asíescomodebeser.
—Mirasupuntuación;nodeberíacalificarse.¡Noquierecalificarse!¿Verdad,Call?¿Verdad?—ElpadredeCall losacudíamientrashablaba.Elchiconohabríaconseguidodecirniunapalabraaunquehubiesequerido.
—Suéltalo,Alastair—ordenóelMaestroRufus,conlavozcargadadetristeza.—No—insistióelpadredeCall—.Esmihijo.Tengoderechos.Yodecidosufuturo.
—No—negóelMaestroRufus—.Noesasí.El padre de Call se echó hacia atrás, pero no lo suficientemente rápido. Call notó que lo cogían
cuandodosmagosloarrancarondelosbrazosdesupadre.ÉstegritabayCalldabapatadasyempujones,perono sirvió de nada; lo arrastraronpara dejarlo donde esperabanAaronyTamara.Ambos estabanabsolutamentehorrorizados.Callpropinóunfuertecodazoaunode losmagosqueloretenían.Oyóungruñido de dolor y le retorcieron el brazo a la espalda. Hizo unamueca de rabia y se preguntó queestaríanpensandoenesemomentotodoslospadresquehabíanacudidoallícreyendoqueibanaenviarasushijosaunaescueladeaerodinámica.
—¡Call!—Supadreestabasiendoretenidopordosmagosmás—.¡Call,nohagascasoanadadeloquetedigan!¡Nosabenloquehacen!¡Nosabennadasobreti!—ArrastrabanaAlastairhacialasalida.Callnopodíacreerqueesoestuvierasucediendo.
Derepente,algobrillóenelaire.Nohabíavistocómosupadreseliberabadelbrazodelosmagos,pero debía de haberlo hecho. Una daga volaba hacia él. Volaba recta y certera,más lejos de lo quecualquierdagapodríavolar.Callnopodíaapartarlosojosdeellamientrasseacercabagirandodirectahaciaél,conlahojapordelante.
Sabíaqueteníaquehaceralgo.Sabíaqueteníaqueapartarse.Pero,poralgunaextrañarazón,nopodía.Eracomosilospieslehubieranechadoraíces.LadagasedetuvoaunoscentímetrosdeCall,yAaronlacogióenelairecontantafacilidadcomo
cogeríaunamanzanadeunaramabaja.Porunmomento, todos sequedaron inmóviles, observando.AlpadredeCall losmagos lohabían
arrastradomásalládelaspuertasdelhangar.Yanopodíaverlo.—Toma—dijounavozasulado.Era Aaron, que le tendía la daga. Call no la había visto nunca antes. Era de un color plateado
reluciente,conespiralesyletrasenelmetal.Laempuñadurateníaformadepájaroconlasalasabiertas.LapalabraSemíramisestabagrabadaalolargodelahojaenunaletramuyrecargada.
—Supongoqueestuya,¿no?—dijoAaron.—Gracias—contestóCallmientrascogíaladaga.—¿Éseeratupadre?—preguntóTamaraporlobajo,sinvolverelrostrohaciaCall.Suvozestaba
cargadadeunfríodesdén.AlgunosmagosmirabanaCallcomosipensaranqueestabalocoyfueraevidenteelporqué.Callse
sintiómejor con la daga en lamano, a pesar deque loúnicoquehabíausado en toda suvida erauncuchilloparaextenderlamantequilladecacahueteocortarlacarne.
—Sí—contestóCall—.Quierequeestéasalvo.ElMaestroRufushizoungestodeasentimientoa laMaestraMilagrosyéstadiounpasoadelante
disponiéndoseaintervenir.—Lamentamos mucho esta interrupción. Les agradeceremos que permanezcan en sus asientos y
mantengan lacalma—dijo—.Esperamosque laceremoniacontinúe sinmáscontratiempos.Ahora,yoelegiréamisaprendices.
Lagentesecalmóysehizoelsilenciodenuevo.—Heelegidoacinco—continuó laMaestraMilagros—.Elprimeroserá JasperdeWinter. Jasper,
porfavor,bajayponteamilado.
Jasper sepusoenpiey fueaocupar su lugar juntoa laMaestraMilagros,desdedonde lanzóunamiradadeodioendirecciónaCall.
CAPÍTULOCUATRO
ElsolyacomenzabaaponersecuandolosMaestrosacabarondeelegirasusaprendices.Muchoschicossefueronllorando,incluidaKylie,loqueprovocóciertasatisfacciónaCall.Lehabríacambiadoelsitiosin pensarlo, pero como eso no estaba permitido, almenos había conseguidomolestarla de verdad alverse obligado a quedarse. Era lo único bueno que se le ocurría pensar, y mientras se acercaba elmomentodepartirhaciaelMagisteriumseaferrabaacualquiercosaquepudieraconsolarlo.
Las advertencias de su padre sobre el Magisterium siempre habían sido frustrantemente vagas.MientrasCallesperaba,chamuscado,ensangrentado,empapadodetintaazulyconlapiernaquecadavezledolíamás,noteníanadamásquehacerexceptorepasarlastodas.
«Alosmagosnolesimportanadaninadieexceptoavanzarensusestudios.Robanalosniñosdesusfamilias.Sonmonstruos.Hacenexperimentosconniños.Sonlosculpablesdelamuertedetumadre».
Aarontratódeconversarconél,peroCallnoteníaganasdehablar.Jugueteabaconlaempuñaduradeladaga,quesehabíametidoenelcinturón,eintentópareceramenazador.Finalmente,Aaronserindióycomenzó a charlar conTamara. Ésta sabíamucho delMagisteriumpor una de sus hermanasmayores,quien, según Tamara, era la primera en absolutamente todo en la escuela. Tamara aseguraba ser aúnmejor,loquenodejabaderesultarpreocupante.Aaronparecíacontentosimplementeporpoderiraunaescuelademagia.
Callsepreguntósidebíaadvertirle.LuegorecordóeltonohorrorizadodeTamaracuandovioquién
erasupadre.«Olvídalo»,pensó.Porélselospodíancomerlosgwyvernsquevolabanacincuentakilómetrospor
horaenbuscadevenganza.Finalmente,laceremoniaacabó,ytodoelmundofuesaliendoendirecciónalaparcamiento.Padres
llorososabrazabanybesabanasushijosparadespedirse,mientras loscargabandemaletas,bolsasdeviajeycajasdeprovisiones.Callsequedóporahíconlasmanosenlosbolsillos.Nosólosupadrenoestabaallíparadespedirsedeél,sinoquetampocoteníaequipaje.Despuésdeunoscuantosdíassinropaparacambiarse,ibaaolerpeordeloqueyalohacía.
Dos autocares escolares amarillos esperaban, y losmagos comenzaron a dividir a los alumnos engrupossegúnsusMaestros.Cadaautocartransportabavariosgrupos.LosaprendicesdelMaestroRufusibanconlosdelaMaestraMilagros,elmaestroRockmapleyelMaestroLemuel.
MientrasCallesperaba,Jasperseacercóaél.Susbolsasteníanelaspectodesertancarascomosuropa,conlasinicialesJDWgrabadasenelcuero.MiróaCallconunasonrisitadedesdénpegadaalacara.
—Ese puesto en el grupo delMaestro Rufus—comenzó Jasper— erami puesto. Y túme lo hascogido.
AunquehubieradebidoalegrarlefastidiaraJasper,CallestabacansadodequelagenteactuaracomosihabersidoescogidoporRufusfueraungranhonor.
—Mira, nohehechonadaparaque estopasara.Ni siquiera se suponíaquedebía elegirmenadie,¿vale?Noquieroestaraquí.
Jaspertemblabaderabia.Decerca,Callvio,divertido,quesubolsadeviaje,aunqueelegante,teníaagujerosenelcuero,reparadoscuidadosamentevariasveces.Ytambiénlospuñosdelacamisaleibanunos centímetros cortos, como si la ropa fueraheredada, o él hubiera crecidodemasiado.Call habríaapostadoaqueinclusosunombreeraheredado,paraconcordarconlasletrasgrabadas.
Quizásufamiliahabíatenidodinero,peronoparecíaquesiguierateniéndolo.—Eresunmentiroso—leespetóJasper,desesperado—.Hashechoalgo.Nadieacabasiendoelegido
por el Maestro más prestigioso de todo el Magisterium por casualidad, así que olvídate de intentarengañarme.Cuandolleguemosalaescuelavoyahacertodoloposibleporrecuperaresepuesto.Vasaacabarsuplicandovolveracasa.
—Espera—seapresuróadecirCall—.Silessuplicas,¿tedejanvolveracasa?JaspermiróaCallcomosiacabaradesoltarunmontóndefrasesenlenguababilónica.—Notienesni ideade lo importantequeesesto—replicóJasper,yagarróelasade labolsacon
tantafuerzaquelosnudillosselepusieronblancos—.Niidea.Nosoportoestarenelmismoautocarquetú.—LediolaespaldaaCallyfuehaciadondeestabanlosotrosMaestros.
Callsiemprehabíaodiadoelautocardelcolegio.Nuncasabíajuntoaquiénsentarse,porquenuncahabíatenidoningúnamigoensuruta,onohabíatenidoningúnamigo,enrealidad.Losotroschicoscreíanqueerararo.InclusodurantelaPrueba,inclusoentrechicosquequeríansermagos,leparecíadestacarpor su rareza. En ese autocar, al menos, había espacio suficiente para poder tener toda una fila deasientosparaélsolo.
«Que huela a neumáticos quemados seguramente tiene algo que ver con esto», pensó. Pero era unalivio.Loúnicoquequeríaeraquelodejaranenpazparapensarenloqueacababadeocurrir.Deseóque su padre le hubiera comprado elmóvil que él le había pedido para su último cumpleaños. Sóloqueríaoír lavozdesupadre.Sóloqueríaqueelúltimorecuerdodesupadrenofueraverlosacadoa
rastrasgritando.Loúnicoquequeríaerasaberquéteníaquehacerapartirdeahí.Mientras salían a la carretera, elMaestroRockmaple se puso enpiey comenzó ahablar sobre la
escuela;lesexplicóquelosalumnosdelCursodeHierrosequedaríandurantetodoelinvierno,porquenolesresultaríasegurovolveracasaparcialmenteentrenados.TambiénlesexplicóquetrabajaríanconsusrespectivosMaestrosdurante toda lasemana, tendríanclasesconotrosMaestros losviernesyunavezalmeshabríaalgúntipodeexamenimportante.ACalllecostabaconcentrarseenlosdetalles,sobretodocuandoelMaestroRockmapleenumerólosCincoPrincipiosdelaMagia,losque,alparecer,teníantodosqueverconelequilibrio.Oconlanaturaleza.Oconalgo.Callintentóprestaratención,perolaspalabrasparecíandiluirseantesdequeélconsiguieragrabárselasenlamemoria.
Despuésdeunahoraymediadeviaje,losautocarespararonenunáreadedescanso,dondeCallsediocuentadeque,ademásdeno tenerequipaje, tampoco teníadinero.Fingiónosentirhambrenised,mientrastodoslosdemássecomprabanchocolatinas,patatasfritasyrefrescos.
Cuandoregresaronalautocar,CallsesentódetrásdeAaron.—¿Sabesadóndenosllevan?—lepreguntó.—AlMagisterium—contestóAaron,ysutonoparecíaindicarqueestabaunpocopreocupadoporel
cerebrodeCall—.Yasabes,laescuela.Dondevamosaseraprendices.—Pero¿dóndeestáexactamente?¿Dóndesehallan los túneles?—inquirióCall—.¿Creesquenos
encerraránporlanocheennuestrahabitación?¿Habrábarrotesenlasventanas?Oh,espera,no,nohabrá,porquenohabráningunaventana,¿verdad?
—Humm—repusoAaron,yletendiósubolsadeLayssaboraquesoypandeajo—.¿Unapatata?Tamaraseinclinóatravésdelpasillo.—¿Estás totalmente loco? —preguntó, pero esta vez no era un insulto, sino más bien como si
realmentequisierahablardeello.—Sabéisquecuandolleguemosallívamosamorir,¿no?—dijoCall, losuficientementealtocomo
paraquelooyeratodoelautocar.Larespuestafueunresonantesilencio.—¿Todos?—trinófinalmenteCelia.Algunosdelosotrosniñossoltaronunarisita.—Bueno,notodosnosotros,evidentemente—respondióCall—.Peroalgunossí.¡Esosiguesiendo
malo!Todo el mundo miraba a Call excepto el Maestro Rufus y el Maestro Rockmaple, que estaban
sentadosdelanteynoprestabanningunaatenciónaloqueloschicoshacíanatrás.QuelotratarancomosilefaltarauntornillolehabíasucedidoaCallmásvecesesedíadelasquelehabíapasadoentodasuvida, y se estaba hartando. SóloAaron nomiraba aCall como si éste estuviera loco.En vez de eso,masticabaunapatata.
—¿Yquiéntehadichoeso?—preguntó—.Lodemorir.—Mipadre—contestóCall—.Él fue alMagisterium, asíque sabede loquehabla.Diceque los
magosvanahacerexperimentosconnosotros.—¿EratupadreesetipoquetegritabaenlaPrueba?¿Elquetetiróelcuchillo?—inquirióAaron.—Normalmentenosecomportaasí—mascullóCall.—Bueno,esevidentequeélfuealMagisteriumysiguevivo—indicóTamara.Habíabajadolavoz
—.Ymihermanaestáallí.Ylospadresdealgunosdenosotrostambiénhanido.—Sí,peromimadreestámuerta—replicóCall—.Ymipadreodiatodoloquetienequeverconesa
escuela.Nitansóloquierehablardeeso.Dicequemimadremurióporsuculpa.—¿Quéleocurrió?—preguntóCelia.Teníaunpaquetedegominolassobreelregazo,yCallestuvo
tentado de pedirle una, porque le recordaron el helado que nunca iba a tener y también porqueCeliaparecíaamable,comosiselopreguntaraporquenoqueríaquesepreocuparaporlosmagos,ynoporquepensaradeélqueeraunchaladoquealucinaba—.Quierodecirquetetuvoati,asíquenopudomorirenelMagisterium,¿no?Debiódegraduarseprimero.
Esa pregunta descolocó a Call. Lo había puesto todo dentro del mismo saco y no había pensadomuchoeneltiempoquedebíadehaberpasado.Enalgunapartehubounapelea,partedealgunaguerramágica.Supadrehabíasidomuyvagoconlosdetalles.Enloquehabíahechohincapiéeraenquefueronlosmagoslosquedejaronqueesopasara.
«Cuandolosmagosvanalaguerra,loqueocurreconfrecuencia,nolesimportalagentequemuereporsuculpa».
—Unaguerra—dijo—.Hubounaguerra.—Bueno,esonoesmuyconcreto—replicóTamara—.Perosieratumadre,tuvoqueserlaTercera
GuerradelosMagos.LaguerradelEnemigo.—LoúnicoqueséesquemurióenalgúnlugardeSudamérica.Celiaahogóungrito.—Asíquemurióenlamontaña—aportóJasper.—¿Lamontaña?—preguntóDrewdesdeelfondo.Parecíanervioso.Calllorecordó:eraelquehabía
preguntadoporlaescueladehípica.—LaMasacreFría—aportóGwenda.CallrecordóelmodoenqueGwendasehabíalevantadoalser
elegida:sonreíacomosifuerasucumpleaños,consusmuchastrencitasconlascuentasbalanceándoseleanteelrostro—.¿Esquenosabesnada?¿NohasoídohablardelEnemigo,Drew?
Drewsequedóhelado.—¿Quéenemigo?Gwendasuspiróexasperada.—ElEnemigodelaMuerte.EselúltimodelosmakarisylarazóndelaTerceraGuerra.Drewseguíaconcaradenoentendernada.Calltampocoestabasegurodehaberentendidonadadelo
queGwendahabíadicho.¿Makaris?¿EnemigodelaMuerte?Tamaramiróhaciaatrásylesviolacaradeincomprensión.—Lamayoríadelosmagospuedenaccederaloscuatroelementos—explicó—.¿Recordáisloqueel
MaestroRockmaplenoshadichosobrequeempleáramosaire,agua,tierrayfuegoparahacermagia?¿Ytodaesahistoriasobrelamagiadelcaos?
Call recordaba algode la lecciónque leshabía soltadodesde lapartedelanteradel autocar, algosobreel caosy sobredevorar.No lehabíagustadocómosonaba,y enesemomentonoparecía sonarmejor.
—Sacan algo de la nada, y por eso los llamamos makaris. Creadores. Son muy poderosos. Ypeligrosos.ComoelEnemigo.
UnescalofríorecorrióaCall.Lamagiaparecía inclusomásespeluznantede loquehabíadichosupadre.
—Ser elEnemigo de laMuerte no parece tanmalo—dijo, sobre todo para llevar la contraria—.Tampocoesquelamuerteseatanmaravillosa.Quierodecir,¿quiénquerríaserelAmigodelaMuerte?
—Noeseso.—Tamarasecogiólasmanossobreelregazo,claramenteirritada—.ElEnemigofueun
granmago,quizáelmejor,perosevolvióloco.Queríavivireternamenteyresucitaralosmuertos.PoresolollamaronelEnemigodelaMuerte,porqueintentóvenceralamuerte.Comenzóacrearcaosenelmundo,ameterelpoderdelvacíoen losanimales…e inclusoen lagente.Cuandometíaun trozodelvacíoenalguien,lotransformabaenunmonstruoenajenado.
En el exterior, el sol se había puesto y sólo quedaba un rastro de rojo y dorado en el borde delhorizonte para recordarle que acababa de caer la noche. Mientras el autocar seguía su camino,adentrándose en la oscuridad, Call fue viendo más y más estrellas en el lienzo del cielo desde laventanilla.Sólodistinguíaformasvagasdelosbosquesqueibanpasando;sóloveíaoscuridadconhojasyrocas.
—Y probablemente eso es lo que sigue haciendo—apuntó Jasper—. Esperando para romper elTratado.
—Noeraelúnicomakarisdesugeneración—explicóTamara,comosicontaraunahistoriaquesehabía aprendido dememoria o recitara un discurso que había oídomuchas veces—.Había otro. Eranuestra campeona y se llamaba Verity Torres. Sólo era un poco mayor que nosotros, pero era muyvalienteydirigíalasbatallascontraelEnemigo.Estábamosganando.—HablandodeVerity,aTamaralebrillabanlosojos—.Peroentonces,elEnemigohizolomástraicioneroquenadiepodríahacernunca.—BajódenuevolavozparaquelosMaestrosquesehallabanpordelanteenelautocarnopudieranoírla—.Todossabíanqueseacercabaunagranbatalla.Ennuestrolado,losmagosbuenoshabíanescondidoasus familiasyniños enunacueva remotaparaqueno lospudieranutilizar como rehenes.ElEnemigoencontrólacuevay,envezdeiralcampodebatalla,fueamatarlosatodos.
—Esperabaquemurieransinoponerresistencia—añadióCeliaenvozbaja.Eraevidentequeellatambién había oído la historiamontones de veces—.Sólo eran niños, viejos y unas cuantasmadres ypadres con bebés. Trataron de rechazarlo. Mataron a los caotizados en la cueva, pero no eran losuficientementefuertesparaacabarconelEnemigo.Alfinal,todosmurieronyélescapó.FuetanbrutalquelaAsamblealeofrecióunatreguaalEnemigo,yéstelaaceptó.
Sehizounsilenciohorrorizado.—¿Nosobrevivióningunodelosmagosbuenos?—preguntóDrew.—Todoelmundoviveenunaescueladehípica—mascullóCall.Derepentesealegródenohaber
tenido dinero para comprar comida en el área de descanso, porque estaba seguro de que la habríavomitado en esemomento. Sabía que sumadre habíamuerto. Incluso sabía que habíamuerto en unabatalla.Peronuncaanteshabíaoídolosdetalles.
—¿Qué?—Tamarasevolvióhaciaél,surostroeraunamáscaradefuriaglacial—.¿Quéhasdicho?—Nada.—Callseechóhaciaatrásenelasientoconlosbrazoscruzados.PorlaexpresióndeTamara
sabíaquehabíaidodemasiadolejos.—Eres increíble. Tu madre murió durante la Masacre Fría y tú te burlas de su sacrificio. Te
comportascomosilaculpafueradelosmagosenvezdeladelEnemigo.Call apartó lamirada; le ardía el rostro. Se sentía avergonzado de lo que acababa de decir, pero
tambiénestabafurioso,porquedeberíahabersabidotodasesascosas,¿no?Supadredeberíahabérselascontado.Peronolohabíahecho.
—Situmadremurióenlamontaña,¿dóndeestabastú?—intervinoCelia,enunintentoevidentederestablecer la paz.La flor de su cabello seguía arrugada por su caída durante la Prueba, y un trocitoestabaunpocochamuscado.
—En el hospital —contestó Call—. Se me fastidió la pierna al nacer y me estaban operando.
Supongoqueelladebiódehabersequedadoenlasaladeespera,aunqueelcaféfueramalo.—Siemprelepasabalomismocuandoseenfadaba.Eracomosinopudieracontrolarlaspalabrasquelesalíandelaboca.
—Eresundesgraciado—leespetóTamara,queyanoera lachicaconteniday fríaquehabíasidodurantetodalaPrueba.Losojoslebailabandefuria—.LamitaddeloschicosdelegadoqueestánenelMagisteriumtienefamiliaresquemurieronenlamontaña.Sisigueshablandoasí,alguientevaaahogarenunestanquesubterráneoynadielovaalamentar,incluyéndomeamí.
—¡Tamara! —la reprendió Aaron—. Todos estamos en el mismo grupo de aprendices. Dale unrespiro.Sumadremurió.Tienederechoasentirloquequierasobresumuerte.
—Mitíaabuelatambiénmurióallí—explicóCelia—.Mispadresnoparandehablardeella,peroyo no la conocí.No estoy cabreada contigo,Call. Sólome gustaría que no nos hubiera pasado eso aningunodenosotros.Aningunodeellos.
—Bueno,puesyosíestoycabreado—dijounchicoalfondo.ACallleparecíaquesellamabaRafe.Eraalto,conunamatadecabellonegro rizadoy llevabaunacamisetaconunacalavera sonrientequerelucía,fosforescente,bajolatenueluz.
Call se sintió peor. Estaba pensando en decir algo para disculparse con Celia y Rafe, hasta queTamarasevolvióhaciaAaron.
—Peroesqueparecequenoleimporte—ledijoferozmente—.Fueronhéroes.—No, no lo fueron—soltó Call antes de que Aaron pudiera decir nada—. Fueron víctimas. Los
mataronporculpadelamagia,ynadiepuedearreglarlo.NisiquieratuEnemigodelaMuerte,¿verdad?Se hizo un silencio de indignación. Incluso los chicos que habían estado metidos en diferentes
conversacionesenotraspartesdelautocarsevolvieronparamirar,boquiabiertos,aCall.Supadrehabíaculpadoalosotrosmagosporlamuertedesumadre.Yélconfiabaensupadre.Pero
contodosesosojosfijossobreél,Callnoestabasegurodequépensar.ElsilenciosólolorompíanlosronquidosdelMaestroRockmaple.Elautocarhabíaentradoenuna
carreteradetierrallenadebaches.—Heoídodecirquehayanimalescaotizadoscercadelaescuela.DelosexperimentosdelEnemigo.—¿Comocaballos?—preguntóDrew.—Esperoqueno—repusoTamaraestremeciéndose.Drewpareciódecepcionado—.Noquerríatener
uncaballocaotizado.LascriaturascaotizadassonsirvientesdelEnemigo.Tienenuntrozodevacíoensuinterioryesoloshacemáslistosqueotrosanimales,perosonsanguinariosydementes.SóloelEnemigooalgunosdesussirvientespuedencontrolarlos…
—¿Seríancomocaballoszombisposeídosporeldiablo?—preguntóDrew.—No exactamente. Los distinguirías por los ojos. Los ojos les destellan: son claros, con colores
girandoensuinterior;porlodemásparecennormales.Esoeslopeor—aportóGwenda—.Esperoquenotengamosquesalirmuchodelrecintodelaescuela.
—Yosí—replicóTamara—.Esperoqueaprendamosareconocerlosyamatarlos.Quierohacereso.—Oh, claro —soltó Call casi hablando para sí—. Y yo soy el que está loco. Nada de lo que
preocuparseenelalegreMagisterium.Escueladeequitaciónendiablada,ahívamos.PeroTamaranoleestabaprestandoatención.SeinclinabaensuasientoyescuchabaaCelia.—He oído que hay un nuevo tipo de caotizados a los que no puedes distinguir por los ojos. Esa
criaturanisiquierasabeloqueeshastaqueelEnemigolehacehacerloqueélquiere.Asíquehastatugatapuedeestarespiándote,o…
El autocar se detuvo con una fuerte sacudida. Por un instante, Call pensó que quizá se hubierandetenidoenotraestacióndeservicio,peroentonceselMaestroRufussepusoenpie.
—Hemosllegado—anunció—.Porfavor,saliddelautocarenunafilaordenada.Yduranteunosminutostodofuedelomáscorriente,comosiCallsólohubierasalidodeexcursión.
Loschicoscogieronsusmaletasysusbolsasyseempujaronhacia lapartedelanteradelautocar.Callbajó justodetrásdeAarony,comono teníaque recogerequipaje, fueelprimeroenpoder tomarseunsegundoparamirardóndesehallaban.
CAPÍTULOCINCO
Seencontrabanantelaescarpadapareddeunamontaña.Habíabosqueaizquierdayderecha,peroanteélsealzabaunaenormepuertadedoblehoja.Eradeungastadocolorgris,conbisagrasdehierroqueacababanenespiralesqueseretorcíanunassobreotras.Callpensóque,adistanciaysinlaluzdelosfarosdelautocar,lapuertaseríacasiinvisible.Talladoenlarocasobrelapuertahabíaunsímboloquenoreconocía:
Bajo él se leía: EL FUEGO QUIERE ARDER, EL AGUA QUIERE FLUIR, EL AIRE QUIERESUBIR,ELCAOSQUIEREDEVORAR.
Devorar.Esapalabraleprodujounescalofrío.«Laúltimaoportunidadparasalircorriendo»,pensó.Peronoeramuyrápidoytampocoteníahacia
dóndecorrer.Losotroschicoshabíancogidosuscosasyestabanesperandocomoél.ElMaestroRufusfuehastala
puertaytodossequedaronensilencio.ElMaestroNorthdiounpasoalfrente.—EstáisapuntodeentrarenelrecintodelMagisterium—dijo—.Paraalgunos,puedeserunsueño
hecho realidad. Para otros, esperamos que sea el inicio de uno.A todos, os digo que elMagisteriumexiste por vuestra propia seguridad.Tenéis ungranpoder, y sin entrenamiento, el poder es peligroso.Aquíosayudaremosaaprenderacontrolarloyosenseñaremoslagranhistoriademagoscomovosotros,desde losalboresdel tiempo.Cadaunodevosotros tieneundestinoúnico,unoquediscurre fueradelcaminonormalquehubieraisrecorrido,unoquehallaréisaquí.Quizálohayáissupuestocuandonotasteiselprimerdespertardevuestropoder.Peromientrasoshalláisenlaentradadelamontaña,supongoquealmenosunoscuantosdevosotrososestaréispreguntandoenquélíooshabéismetido.
Algunoschicosrieron,cohibidos.—Hacemuchotiempo,alprincipiodetodo,losprimerosmagossepreguntaronlomismo.Intrigados
por las enseñanzas de los alquimistas, sobre todo de Paracelso, quisieron explorar la magia de loselementos.Tuvieronunéxitolimitado,hastaqueunalquimistasediocuentadequesuhijoeracapazdehacerconfacilidadlosmismosejerciciosqueaéltantolecostaban.Losmagosdescubrieronquehabíaalgunosconunpoderinnatoquepodíanhacermagia,yqueeranlosjóveneslosquemejorlarealizaban.Despuésde eso, losmagosencontraronnuevosestudiantes a losqueenseñaryde losqueaprender,ybuscaronpor todaEuropaaniñosconpoder.Muypocos lo tienen,quizásólounodecadaveinticincomil,perolosmagosreunieronalosquepudieronencontrarycomenzaronlaprimeraescuelademagia.Durante ese tiempo, oyeron historias de chicos y chicas sin formación que hacían arder casas y sequemabanentrelasllamas,quesehabíanahogadoentormentas,engullidosportornadosoarrastradosasumideros.Con formación, losmagosaprendieronacaminarpor la lavasin sufrirdaño,aexplorar lomásprofundodelmarsinbotellasdeoxígeno,inclusoavolar.
AlgodentrodeCallreaccionóanteloqueelMaestroNorthestabaexplicando.Recordóunavezqueeramuypequeñoylepidióasupadrequelocolumpiaraenelaire,perosupadrenoquisohacerloyledijoquedejaradefingir.¿Deverdadpodríaaprenderavolar?
«Sipudieravolar—lesusurróunapequeñapartetraicioneradesucerebro—,noimportaríatantoquenopuedacorrer».
—Aquíconoceréisa los sereselementales,criaturasdegranbellezaypeligroquehanexistidoennuestromundo desde el inicio de los tiempos.Modelaréis la tierra, el aire, el agua y el fuego, y losdoblegaréis a vuestra voluntad. Estudiaréis nuestro pasado mientras os convertís en nuestro futuro.Descubriréis lo que los niños corrientes que erais antes nunca hubieran tenido el privilegio de ver.Aprenderéisgrandescosasytambiénlasllevaréisacabo.
»BienvenidosalMagisterium.Huboaplausos.Callmiróalrededor.Atodoslesbrillabanlosojos.Ypormuchoqueseresistiera,
seguroqueaéllepasabaigual.ElMaestroRufustomólapalabraentonces:—Mañana veréis gran parte de la escuela, pero por esta noche, seguid a vuestros Maestros y
acomodaosenvuestrosdormitorios.Porfavor,manteneosunidosmientrasosguíanporelMagisterium.Elsistemadetúnelesescomplejo,yhastaqueloconozcáisbien,esfácilperderse.
«Perderseenlostúneles»,pensóCall.Esoerajustamenteloquelehabíadadomiedodesdequeoyóhablardeeselugar.Seestremecióalrecordarlapesadillaenlaqueestabaatrapadobajotierra.Algunasdesusdudasregresaronlentamente;lasadvertenciasdesupadreresonaronenelinteriordesucabeza.
«Peromevanaenseñaravolar»,pensócomosiestuvieradiscutiendoconalguienquenoestabaallí.
ElMaestroRufusalzóunagranmano,conlosdedosextendidos,ydijoalgoparasí.Elmetaldesumuñequeracomenzóaresplandecer,comosisehubierapuestoblancoporelcalor.Unmomentodespués,conunfuertecrujidoquesonócasicomoungrito,lapuertacomenzóaabrirse.
La luz salió a raudales por las hojas de la puerta, y los chicos avanzaron entre gritos ahogados yexclamaciones.Calloyóunmontónde«¡Guay!»y«¡Asombroso!».
Unmomentodespués,tuvoqueadmitiraregañadientesquesíerabastanteasombroso.Había un enorme vestíbulo, mayor que cualquier espacio interior que Call se hubiera imaginado
nunca.Habríapodidocontenertrescanchasdebaloncestoyaúnhubiesesobradoespacio.Elsueloeradelamismamicabrillantequeenlavisiónqueleshabíanmostradoenelhangar,perolasparedesestabacubiertas de capas de colada sobre la piedra caliza, que hacía parecer como si miles de velasderritiéndosehubieranderramadolacerasobrelasparedes.Enlosrinconesdelaestanciaseelevabanestalagmitas y colgaban enormes estalactitas, casi tocándose unas con otras en algunos puntos.Un ríodividíaelespacio,undestellobrillantecomounzafiroluminoso.Salíaatravésdeunarcoenunadelasparedesyseperdíaenlaotra;unpuentedepiedratalladalocruzaba.Enambasorillasdelríosehabíantalladoformas,formasqueCallnoreconocióperoquelerecordaronalosgrabadosquehabíaenladagaquesupadrelehabíalanzado.
CallsequedóatrásmientrastodoslosaprendicesdelaPruebapasabanjuntoaélyseagrupabanenmitadde la estancia.Call notaba lapierna agarrotadadespuésdel largoviaje en autocar, y sabíaqueavanzaríamásdespacioquenunca.Esperabaquenotuvieranquecaminarmuchohastadondesesuponíaquedebíandormir.
Laenormepuertasecerró trasellosconunestruendoquehizopegarunboteaCall.Sevolvióenredondoatiempodevercaerunafiladepuntiagudasestalactitasdeltechoyestrellarsecontraelsuelo,bloqueandolapuerta.
Drew,detrásdeCall,tragósalivahaciendomuchoruido.—Pero…¿ycómosesuponequevamosasalir?—Novamosasalir—contestóCall,quesealegrabadetenerunarespuestaparaeso—.Sesupone
quenodebemossalir.Drewseapartódeél.Callsupusoquenopodíaculparlo,aunqueestabahartándoseunpocodequelo
tratarancomounbichorarosólopormencionarloevidente.Unamanolocogióporlamanga.—Ven.—EraAaron.Call se volvió y vio que el Maestro Rufus y Tamara ya estaban en movimiento. Ella tenía unos
andares confiados que no habíamostrado antes, bajo la vigilantemirada de sus padres.Mascullandoentredientes,CalllossiguióalostresporunasarcadasendirecciónalostúnelesdelMagisterium.
El Maestro Rufus alzó una mano y una llama le apareció en la palma, parpadeando como unaantorcha.Callrecordóelfuegoquesehabíaelevadosobreelaguaenelexamenfinal.Sepreguntóquédebería haber hecho para suspender la prueba de verdad, para suspenderla de un modo que hubieraevitadoquelollevaranallí.
Caminaronenfilaindiaporunestrechopasilloqueolíaunpocoaazufre.Dabaaotrasalaenlaquehabía una serie de estanques, uno de los cuales burbujeaba barro y otro estaba lleno de unos pecespálidosysinojosquesedispersaronaloírlaspisadasdeloshumanos.
CallquisohacerunabromasobrequelospecessinojoscaotizadospasaríandesapercibidossifueransirvientesdelEnemigodelaMuerte,porque,bueno,sinojos…Perosóloconsiguióasustarseasímismo,
alimaginárselosespiandoatodoslosalumnos.Luegopasaronanteunacavernaconcincopuertasenlapareddelfondo.Laprimeraestabahechade
hierro;lasegunda,decobre;latercera,debronce;lacuarta,deplata,ylaúltimaderelucienteoro.TodasellasreflejabanelfuegodelamanodelMaestroRufus,cuyasllamasbailabaninquietantesenelespejodesuspulidassuperficies.
Porencimadeél,Callcreyóhabervistoeldestellodealgo reluciente,algoconcola,algoquesemetíarápidamenteentrelassombrasydesaparecía.
ElMaestroRufusno losguiohaciael interiorde lacuevaniporningunade laspuertas, sinoquesiguiócaminandoporelpasillohastaquellegaronaunasalagrande,redondaydealtotecho,concincopasajescontechoabovedadoquellevabanencincodireccionesdiferentes.
Enel techo,Callvioaungrupode lagartoscongemasenel lomo,algunasde lascualesparecíanarderconllamasazules.
—Sereselementales—exclamóTamara,anonadada.—Poraquí—dijoelMaestroRufus;era loprimeroquehabíadicho,ysusonoravozresonóenel
espaciovacío.Callsepreguntódóndeestaríanlosotrosmagos.Quizáfueramástardedeloquehabíacreídoyestuvierandurmiendo,pero lashabitacionesvacíaspor lasquepasabanhacíanpensarquesehallabansolosallí,bajotierra.
Finalmente,elMaestroRufussedetuvodelantedeunagranpuertacuadradaconunpanelfrontaldemetal, justodondehabría tenidoquehaberunaaldaba.Alzóelbrazoy sumuñequera resplandeciódenuevo,estavezconunrápidodestellodeluz.Algosesoltódentrodelapuerta,yéstaseabrió.
—¿Podremoshacereso?—preguntóAaronconvozdeasombro.ElMaestroRufuslesonrió.—Sí,sindudaseréiscapacesdeentrarenvuestrashabitacionesconvuestrasmuñequeras,aunqueno
podréis ira todaspartes.EntradenvuestrahabitaciónyvedcómovaisapasarelCursodeHierrodevuestroaprendizaje.
—¿CursodeHierro?—repitióCall,pensandoenlaspuertas.ElMaestroRufusentróehizoungestoconelbrazoabarcandoloqueparecíaunacombinaciónde
salayzonadeestudio.Lasparedesdelacuevaeranaltasysearqueabanparaformarunacúpula.Delcentrodelacúpulacolgabaunaenormelámparadecobre.Teníaunadocenadebrazoscurvos,cadaunotallado con un dibujo de llamas, cada uno sujetando una antorcha. En el suelo de piedra había tresescritorios agrupados formando más o menos un círculo, y dos sofás acolchados, uno frente al otro,delantedeunachimeneatangrandecomoparaasarunavaca.Nosólounavaca,sinotambiénunponi.CallpensóenDrewyocultóunsonrisita.
—Esasombroso—exclamóTamaramientrasdabavueltasparaverlotodo.Porunmomentoparecióunachicanormalenvezdeunamagadescendientedealgunaantiguafamiliademagos.
Vetasdebrillantecuarzoymica recorrían lasparedesdepiedra,y,cuando la luzde lasantorchasincidíaenellas,seconvertíanenundibujodecincosímboloscomolosdelaentrada:untriángulo,uncírculo,treslíneasonduladas,unaflechahaciaarribayunaespiral.
—Fuego,tierra,agua,aireycaos—explicóAaron.Debíadehaberprestadoatenciónenelautobús.—Muybien—dijoelMaestroRufus.—¿Yporquéestáncolocadosasí?—preguntóCall,señalándolos.—HacequeelsímboloseaunQuincunce.Yahora,éstassonparavosotros.—Cogiótresmuñequeras
deunamesaqueparecía talladadeunaúnica roca.Eranunas anchas tirasde cuero conunaplacadehierroremachadayconunahebilladelmismometalparacerrarlas.
Tamaracogiólasuyacomosisetrataradeunobjetosagrado.—¡Guau!—¿Sonmágicas?—preguntóCall,quelasmirabaconescepticismo.—Estas muñequeras marcarán vuestro avance en el Magisterium. Suponiendo que paséis los
exámenesalfinaldelcurso,iréiscambiandoaunmetaldiferente.Hierro,luegocobre,bronce,platay,finalmente,oro.CuandoacabéiselCursodeOro,yadejaréisdeserconsideradosaprendicesypasaréisaseroficialesmagos,concapacidadparaentrarenelCollegium.Yenrespuestaatupregunta,Call,sí,sonmágicas.Hansidohechasporunmodeladordemetalyfuncionancomollaves;ospermitenelaccesoalas aulas en los túneles. Obtendréis otros metales y piedras para añadir a vuestra muñequera quemostraránvuestroslogros;así,cuandoosgraduéis,seránunreflejodeltiempoquehabéisestadoaquí.
ElMaestroRufussedirigióalazonadeunapequeñacocina.Sobreunaencimeradeextrañoaspecto,concírculosdepiedradonde,normalmente,deberían ir losquemadores, abrióunarmaritoy sacó tresplatosdemaderavacíos.
—Porlogeneral,creemosqueesmejordejaralosnuevosaprendicesinstalarseensushabitacioneslaprimeranocheenvezdeagobiarlosenelcomedor,asíqueestanochecenaréisaquí.
—Esosplatosestánvacíos—señalóCall.Rufusmetió lamanoenelbolsilloysacóunpaquetedemortadelay luegounahogazadepan,dos
cosasqueeraimposiblequecupieranahí.—Sí que lo están. Pero no por mucho tiempo. —Abrió el paquete de mortadela y preparó tres
sándwiches, luegodejó uno en cada plato y los cortó por lamitad—.Ahora, imaginaos vuestro platofavorito.
CallmiróalMaestroRufusyluegoaTamarayaAaron.¿Eraesoalgúntipodemagiaquesesuponíaquedebíanhacer? ¿Acaso elMaestroRufus estaba sugiriendoque si uno se imaginaba algodeliciosomientrassecomíaunsándwichdemortadelalamortadelasabríamejor?¿PodríaleerlelospensamientosaCall?¿Ysilosmagoshabíanestadotodoeltiempoviendoloquepensabay…?
—Call—lollamóelMaestroRufus,ylehizodarunbotedelsobresalto—.¿Tepasaalgo?—¿Puedeleermelospensamientos?—soltóCall.ElMaestroRufusparpadeóunavez,lentamente,comounodelosinquietanteslagartosdeltechodel
Magisterium.—Tamara.¿PuedoleerleelpensamientoaCall?—Losmagossólopuedenleerelpensamientositúloestásproyectando—contestóella.ElMaestroRufusasintió.—Ycon«proyectar»,¿quécreesquequieredecir,Aaron?—¿Pensarconmuchafuerza?—respondióéstealcabodeunmomento.—Sí—respondióelMaestroRufus—.Asíque,porfavor,pensadconmuchafuerza.Callpensóensusplatosfavoritos,repitiéndolosunayotravezinteriormente.Sinembargo,noparaba
de distraerse con otras cosas, cosas que serían realmente divertidas si las dibujara. Como una tartacocidadentrodeunpastel.Otreintaysietechocolatinasapiladasformandounapirámide.
En esemomento, elMaestro Rufus alzó lasmanos y Call se olvidó de pensar en otras cosas. Elprimersándwichcomenzóaensancharse,hilillosdemortadelaseenrollabanformandoespiralessobreelplato.Empezóadespediroloresdeliciosos.
Aaronseinclinóhaciaél,hambrientoapesardelaspatatasfritasquesehabíacomidoenelautocar.Lamortadelaseconvirtióenunabandeja,uncuencoyunabotella:elcuencorebosabademacarronesconqueso cubiertos de pan rallado; humeaba como si acabara de salir del horno.En la bandeja había unpastelillodechocolatecubiertodenatabatida,ylabotellaestaballenadeunlíquidodecolorámbarqueCallsupusoqueseríazumodemanzana.
—¡Guay!—exclamóAaron,perplejo—.Esexactamenteloquemeheimaginado.Pero¿esreal?ElMaestroRufusasintió.—Tanrealcomoelsándwich.RecuerdaelCuartoPrincipiodelaMagia:«Puedescambiarlaforma
delascosas,peronosunaturalezaesencial».Ycomonohealteradolaesenciadelacomida,hasidounaauténticatransformación.Yasabes,Tamara.
CallsepreguntósiesosignificabaquelosmacarronesconquesodeAaronsabríanamortadela.Peroalmenosparecíaquenoeraelúnicoquenorecordabalosprincipiosdelamagia.
Tamaraseacercóacogersubandejamientrassucomidasetransformaba.Conteníaungranplatodesushiconunmontóndealgoverdeenunladoyunboldesalsadesojaenelotro.Ibaacompañadodeotro cuenco con tres bolas de helado demochi de color rosa. Para beber, tenía una taza de té verdecaliente,ylociertoeraqueparecíacontentaconél.
Entonces le llegóel turnoaCall.Fueacoger subandejaconbastanteescepticismo, sinestarmuysegurode loque ibaaencontrarse.Peroenrealidadsíqueconteníasucenafavorita:palitosdepollorebozadosconsalsarancheraparamojar,uncuencomáspequeñodeespaguetiscontomateyunsándwichdemantequilladecacahueteconcornflakesdepostre.Ensutazahabíachocolatecalienteconnatabatidaynubesdecoloresadornándoloporencima.
ElMaestroRufusparecíacomplacido.—Yahora,osdejoparaqueosinstaléis.Alguienostraeráprontovuestrascosas…—¿Puedollamaramipadre?—preguntóCall—.Quierodecir,¿hayalgúnteléfonoquepuedausar?
Yonotengomóvil.Sehizoelsilencio.—LosmóvilesnofuncionanenelMagisterium—lecontestófinalmenteelMaestroRufus,conmás
amabilidad de la que Call se había esperado—. Estamos demasiado metidos en la tierra para eso.Tampoco tenemos teléfonos fijos. Para comunicarnos empleamos los elementos. Te sugeriría que ledierasunpocodetiempoaAlastairparacalmarse,yluegotúyyolollamaremosjuntos.
Callsetragóunaprotesta.Nohabíasidounnochungo,peroeraunnodefinitivo.—Bien—continuó elMaestroRufus—.Os espero a los tres, levantados y vestidos,mañana a las
nueve,yademás,confíoenqueestéisbienalertayconganasdeaprender.Tenemosunenormetrabajoque hacer juntos, y lamentaría mucho que no demostrarais estar a la altura de lo prometedores queparecíaisenlaPrueba.
CallsupusoquesereferíaaTamarayaAaron,yaqueél,siestabaalaalturadeloprometedorqueparecía,seguramenteharíaestallarenllamaselríosubterráneo.
DespuésdequeelMaestroRufussefuera,loschicossesentaronentaburetesdeestalagmitasantelapulidamesadepiedraparacomerjuntos.
—¿Ysiteponessalsarancheraenlosespaguetis?—preguntóTamara,quemirabalabandejadeCallconlospalillosenelaire,amediocaminodelaboca.
—Entoncesaúnestaríanmásbuenos—contestóCall.—¡Quéasco!—mascullóTamaramientrasdiluíaelwasabi en la salsade soja sin salpicarniuna
gotafueradelplato.—¿Dedóndecreesquehanconseguidoelpescadofrescoparaelsushi,siestamosenunacueva?—
inquirióCall,mientrassemetíaunpalitodepolloenlaboca—.Apuestoaquehanlanzadounaredenunodeesosestanquessubterráneosyhanapañadoloquehayancogido.Mocodepescado.
—Chicos —intervino Aaron como con resignación—. Vais a hacer que no pueda comerme losmacarrones.
—¡Mocodepescado!—exclamóCalldenuevo,ycerrólosojosmientrasmovíalacabezadeunladoaotrosinuosamente,comounpezsubterráneo.Tamaracogió labandejayse fuea lossofás,dondesesentódandolaespaldaaCallycomenzóacomer.
Acabaronlacenaensilencio.Apesardecasinohabercomidoentodoeldía,Callnopudoacabarselodesubandeja.Seimaginabaasupadreencasa.Sentadoalaabarrotadamesadelacocina.Echabademenostodoeso,másdeloquenuncahabíaañoradonada.
Callapartólabandejaysepusoenpie.—Mevoyalacama.¿Cuáleslamía?Aaronseechóatrásenlasillaylomiró.—Estáelnombreenlapuerta.—Oh—exclamóCall,ysesintiócomountontoyunpocoasustado.Sunombreestabaallí,formado
conlasvetasdecuarzo:CALLUMHUNT.Entró.Lahabitacióneralujosa,muchomásgrandequeladesu casa. Una gruesa alfombra cubría el suelo de piedra. Estaba tejida con los dibujos de los cincoelementosrepetidos.Losmueblesparecíanhechosdemaderapetrificada.Brillabanconunaespeciedesuave resplandor dorado. La cama era enorme y estaba cubierta con gruesasmantas azules y grandesalmohadas.Habíaunarmarioyunacajonera,perocomoCallnoteníaropaqueguardar,setumbóenlacamaysetapólacaraconunaalmohada.Esosóloloayudóunpoco.OíalasrisitasdeTamarayAaronprovenientes de la sala común. Antes no habían mostrado ese nivel de confianza. Debían de haberesperadoaqueélsemarchara.
Algo le apretaba en el costado.Había olvidado la daga que su padre le había dado. La sacó delcinturónylamiróbajolaluzdelaantorcha.Semíramis.Sepreguntóquéquerríadeciresapalabra.Sepreguntósipodríapasarloscincoañossiguientesenesecuarto,soloconsuextrañocuchillo,mientraslagentesereíadeél.Conunsuspiro,dejóladagasobrelamesilla,semetióbajolassábanasytratódedormir.
Peropasaronhorasantesdequelolograra.
CAPÍTULOSEIS
ACalllodespertóunruidocomosialguienleestuvieragritandoeneloído.Sevolviódeladoysecayódelacama;aterrizódecuatropatasysegolpeólarodillacontraelsuelodelacueva.Elhorriblesonidoseguíayseguía,resonandoporlasparedes.
Lapuertadesudormitorioseabriódegolpemientras losgritoscomenzabanaapagarse.AparecióAaron,yluegoTamara.Ambosllevabaneluniformedelprimercurso:túnicasdealgodóngrissobreunospantalonesanchosdelmismomaterial,yteníanlasmuñequerasdehierroatadasalamuñeca;Tamaraenladerecha,Aaronen la izquierda.Ella sehabíahechodos largas trenzasconsuoscuramelena,unaacadaladodelacabeza.
—¡Au!—exclamóCall,mientraspermanecíaacuclillado.—Sóloeralacampana—leexplicóAaron—.Indicaqueeslahoradeldesayuno.Call nunca se había levantado con una alarma para ir a la escuela. Su padre siempre acudía a
despertarlo sacudiéndole el hombro con cariño hasta que Call se daba la vuelta, somnoliento yprotestandoentredientes.Tragósaliva;añorabasucasaterriblemente.
TamaraseñalódetrásdeCall,consuscejasperfectamentedepiladasenarcadas.—¿Hasdormidocontucuchillo?Unamiradahacia lacamalemostróqueelcuchilloquesupadre lehabíadadoyanoestabaen la
mesilla sino en la cama; seguramente le habría dado un golpe al mover los brazos. Notó que se le
sonrojabanlasmejillas.—Hayquienestienenpeluches—dijoAaronencogiéndosedehombros—.Otrostienencuchillos.Tamaracruzó lahabitación,sesentóen lacamaycogió ladagamientrasCallse levantaba.Nose
apoyóeneltravesañodelacamaparaequilibrarse,aunquelehabríagustado.Conlaropaarrugadaporhaberdormidovestidoyelpeloalborotadoquelesalíadepuntahaciatodoslados,eraconscientedequeloestabanmirandoydelolentoqueteníaquemoverseparaevitarretorcerselapierna,queyaledolía.
—¿Quéesloquepone?—preguntóTamara,conelcuchilloenlamanoeinclinándolohaciaunlado—.Enlahoja,quierodecir.¿Semí…ram…mis?
—Apuestoaqueloestáspronunciandomal—opinóCall,yaenpie.—Yyoapuestoaquenisiquierasabesquésignificasunombre—replicóTamaraconunasonrisita
desuficiencia.ACallniselehabíaocurridoquelapalabragrabadaenlahojapudieraserelnombredeladaga.No
pensaba en los cuchillos como algo que tuviera nombre. Aunque supuso que el rey Arturo tenía aExcáliburyenElhobbit,BilboteníaaDardo.
—Lopodríasllamar«Miri»,paraabreviar—dijoTamaramientrasledevolvíaelcuchillo—.Esunabonitadaga.Muybienhecha.
Calllamiróalacaraparaversiseestababurlandodeél,peroparecíahablarenserio.Alparecer,Tamararespetabaunabuenaarma.
—Miri—repitióél,mientrasinclinabaelcuchilloparaquelaluzdestellarasobrelahoja.—Vamos,Tamara—dijoAarontirándoladelamanga—.DejaaCallquesevista.—Yonotengoeluniforme—admitióCall.—Claroquelotienes.Estájustoahí.—TamaraseñalólospiesdelacamamientrasAaronlasacaba
delahabitación—.Todoslotenemos.Lodebendehabertraídoloselementalesdelaire.Tamarateníarazón.Alguienhabíadejadoununiformepulcramentedoblado,justodelatalladeCall,
sobrelamanta,juntoconunacarteradecuero.¿Cuándohabríasido?¿Mientrasdormía?¿Onosehabíafijadoenéllanocheanterior?Selopusoconcautela,despuésdesacudirloporsiteníaalgopunzanteobotonesqueselepudieranclavar.Latelaerafina,suaveymuycómoda.Lasbotasqueencontrójuntoalacamaeranpesadasylesujetabanconfuerzaeltobillodañado,equilibrándolo.ElúnicoproblemaeraquenoteníaningúnbolsilloenelquemeteraMiri.Finalmente,envolvióelcuchilloenunodesuscalcetinesviejosyselometióenlacañadelabota.Luegosepasólacorreadelacarteradecueroporencimadelacabeza y salió a la sala común, donde Tamara yAaron estaban sentados frente a un furiosoMaestroRufus,queestabaanteellosconlosbrazoscruzados.
—Lostresoshabéisretrasado—gruñó—.Lasirenadelamañanaesparallamaraldesayunoenelcomedor, no vuestro despertador personal. Será mejor que esto no vuelva a pasar u os perderéis eldesayunoporcompleto.
—Peronosotros…—comenzóTamaramientrasmirabatímidamentehaciaCall.ElMaestroRufusleclavólamirada.—¿Vasadecirmequetúestabaslistayqueotrapersonahahechoqueteretrasaras,Tamara?Porque
entoncesyotediríaqueesresponsabilidaddemisaprendicescuidarlosunosdelosotros,yqueelfallodeunoeselfallodetodos.Bien,¿quéeraloqueibasadecirme?
Tamaraagachólacabezaylastrenzasselebalancearon.—Nada,MaestroRufus—contestó.ElMaestroasintióunavez,abriólapuertaysalióalpasillo,esperandoqueelloslosiguieran.Call
cojeó hacia la puerta, deseando fervientemente en que no fuera un largo paseo y confiando aún másfervientementeenconseguirevitarmeterseenmáslíosantesdepodercomeralgo.
De repente, Aaron apareció a su lado. Call casi soltó un grito de sorpresa. Aaron tenía lasorprendente costumbre de hacer eso, pensó Call, encajarse a su lado como un decidido imán rubio.Aaronlediounligeroempujónenelhombroysemirólamanoqueteníabajada,comoqueriéndoledeciralgo.CalllesiguiólamiradayvioquealgocolgabadelosdedosdeAaron.EralamuñequeradeCall.
—Póntela —le susurró Aaron—. Antes de que Rufus lo vea. Se supone que debemos llevarlasiempre.
Callgruñó,perocogiólamuñequerayselacolocóenlamuñeca,dondedestellóconuncolorgrisplomizo,comounasesposas.
«Esotienesentido—pensó—.Despuésdetodo,aquísoyunprisionero».Comoesperaba,elcomedornoestaba lejos.Adistancia,nosonabadiferentede lacafeteríadesu
escuela:elruidodechicoscharlando,elresonardeloscubiertos.El comedor era otra gran caverna con más pilares gigantes de lo que parecía helado derretido
convertidoenpiedra.Trocitosdemicasalpicabanlaroca,yel techodelacavernadesaparecíaenlassombrassobresuscabezas.Sinembargo,erademasiadotempranoparaqueCallsequedaraabiertamentepasmado por la grandeza del lugar. Sólo quería volver a dormir e imaginar que el día anterior nuncahabíaexistidoyqueestabaencasaconsupadre,esperandoelautobúsquelotransportaríaasuescueladesiempre,dondeledejabanllevarropanormalydormirenunacamanormalycomercomidanormal.
Porquenoeracomidanadanormallaquelosesperabaenelcomedor.Humeantescalderosdepiedrase alineaban a un lado y contenían una mezcla de comida de lo más rara: tubérculos de color lilaestofados,vegetalestanoscurosqueerancasinegros,líquenespeludosyunasetaconelsombreroconmanchasrojasytangrandecomounapizzacortadaenporciones.Témarrónenelqueflotabantrozosdecortezadeárbolhumeabaenuncuencocercano.Chicosconuniformesdecolorazul,verde,blanco,rojoygris,cadaunodeellosindicandouncursodiferentedelMagisterium,seloservíanconuncucharónenunastazasdemaderatallada.Susmuñequerasdestellabanenoro,plata,cobreybronce,muchasdeellasconvariaspiedrasdecoloresañadidas.Callnoestabasegurode loquesignificabanlaspiedras,peroeranmuyguays.
Tamarayaseestabasirviendounpocodealgoverdeenelplato.PeroAaronmirabalaselecciónconlamismacaradehorrorqueCall.
—Porfavor,dimequeelMaestroRufusvaatransformartodoestoenotracosa—dijoAaron.Tamara contuvouna carcajada y pareció sentirse culpable.Call tuvo la sensación de que la chica
proveníadeunafamiliaquenoreíamucho.—Yaverás—dijo.—¿Veremos?—graznóDrew.Parecíaunpocoperdidosin sucamisetaconelponi,vestidocon la
sencillatúnicagrisdecuelloaltoylospantalonestambiéngrisesqueeraneluniformedelosalumnosdelCursodeHierro.Cogiórecelosouncuencodelíquenes,lovolcóyluegoseapartó,haciendocomoquenohabíasidoél.
Unadelosmagosqueesperabanjuntoalasmesas(CalllahabíavistoaellayasuelaboradocollarconformadeserpientedurantelaPrueba)suspiróyfuealimpiarlo.Callparpadeócuandoleparecióverque,poruninstante,elcollarsehabíamovido.Luegodecidióqueestabaviendovisiones.Seguramenteestabasufriendoelmonodelafaltadecafeína.
—¿Dóndeestáelcafé?—lepreguntóaAaron.
—Nopuedesbeber café—le contestó éste, que estaba cogiendounaporciónde seta con losojosentrecerrados—.Esmaloparati.Notedejacrecer.
—Peroencasasiemprebebo—protestóCall—.Todoslosdíastomocafé.Lobeboexpreso.Aaronseencogiódehombros,loqueparecíasersugestohabitualcuandoseencontrabaconalguna
nuevalocuradelasdeCallum.—Hayesetéraro—indicó.—Peromeencantaelcafé—sequejóCallmirandoelpotingueverdequeteníadelante.—Mefaltaelbeicon—aportóCelia,queestabadetrásdeCallenlafila.Teníaunnuevoybrillante
clipenelpelo;ahoraeraunamariquita.Apesardesualegreaspecto,parecíabastantedesolada.—Elmonodelacafeínatevuelveloco—ledijoCall—.Podríaírsemelaollaymataraalguien.Celia se riocomosiCallhubierahechounchistedivertido.Quizápensaraquehabía sidoeso,un
chiste.CallsefijóenqueCeliaeraguapa,conlamelenarubiaylanarizunpocoquemadaporelsolysalpicadadepecas.Recordóque,juntoaJasperyGwenda,ellaeraunadelosaprendicesdelaMaestraMilagros.SintiópenaporlachicaalpensarqueteníaquevivirenlamismasalaqueelpesadodeJasper.
—Sí que podríamatar a alguien—repusoTamara como si nada,mirando hacia atrás—.Tiene unenormecuchilloensu…
—¡Tamara!—lainterrumpióAaron.ÉstapusounasonrisitainocenteantesdedirigirsehacialamesadelMaestroRufusconsubandeja.
Porprimeravez,Callsepreguntósi,despuésdetodo,notendríaalgoencomúnconTamara:uninstintoparamontarlíos.
Todalaestanciaestaballenademesasdepiedraantelasquelosgruposdeaprendicessesentabanentaburetes, algunos de segundo y tercer curso con susMaestros, y otros solos. Todos los alumnos delCurso deHierro estaban con susMaestros: Jasper, Celia, Gwenda y un chico llamadoNigel, con laMaestraMilagros,cuyomechónrosabrillabamuchoesamañana;Drew,RafeyunachicallamadaLaurelconelMaestroLemuel,queparecíauncascarrabias.Sólounoscuantosalumnosconlosuniformesblancoyrojodeloscursoscuartoyquintosehallabanpresentes,yestabantodossentadosjuntosenunrincón,manteniendoloqueparecíaserunadiscusiónmuyseria.
—¿Dóndeestáelrestodeloschicosmayores?—preguntóCall.—Enmisiones—respondióCelia—.Losaprendicesmayoresaprendenhaciendotrabajodecampo,y
algunosmagosadultosvienenaquíparaemplearlasinstalacionesensusinvestigacionesyexperimentos.—¿Loves?—dijoCallenvozbaja—.¡Experimentos!Celia no parecía especialmente preocupada. Sonrió un poco a Call y se dirigió a la mesa de su
Maestra.Call se dejó caer en una silla entreAaron y elMaestroRufus, que ya se hallaba sentado ante un
austero desayuno, consistente en un único cucharón de liquen. El plato de Call estaba lleno dechampiñonesypotingueverde,aunquenorecordabahabérseloservido.
«Semedebedeestaryendolaolla»,pensó.Ycogióunacucharadadechampiñonesyselametióenlaboca.
El sabor le estalló en la lengua.Era bueno.Muybueno.Crujiente en los bordes y un poco dulce,comoelsiropedearcesobrelassalchichascuandotodosefundía.
—Humm—serelamióCallmientrastomabaotracucharada.Laverduraeracremosaymuysabrosa,comogachasconazúcarmoreno.Aaronseloestabatragandoapaladas,concaradesorpresa.
Call esperaba ver a Tamara sonriéndole con superioridad por haberse sorprendido tanto, pero ni
siquieralomiraba.Estabasaludandoaunachicaaltaydelgadaquesehallabaenlaotrapuntadelasala;teníaelmismocabellolargoyoscuroylasmismascejasperfectasqueTamara.Unamuñequeradecobrebrillóensumuñecacuandoalzólamanoparahacerleunperezosogestodesaludo.
—Mihermana—informóTamaraconorgullo—.Kimiya.Callmiróalachica,sentadaaunamesaconotrosestudiantesdeverdeyelMaestroRockmaple,y
despuésvolvióamiraraTamara.Sepreguntócómoseríaserfelizallí,alegrarsedehabersidoescogidoen vez de que todo fuera un terrible accidente. Tamara y su hermana parecían estar totalmenteconvencidasdequeaquéleraunbuenlugar,dequenoeralaguaridademaldadquesupadrelehabíadescrito.
Pero¿porquéibaamentirlesupadre?ElMaestroRufusestabacortandosuliquendeunmodomuyraro;lohacíaarebanadas,comosifuera
unabarradepan.Despuéscortócadaunadeesasrebanadasporlamitadyluegootravezporlamitad.EsolepareciótaninquietanteaCallquesevolvióhaciaAaron.
—¿Ytútienesfamiliaaquí?—lepreguntó.—No—contestóAaron,yapartólamiradadeCall,comosinolegustarahablardeeso—.Notengo
familiaenningunaparte.OíhablardelMagisteriumaunachicaqueconozco.Observóuntrucoqueyohacíaalgunasvecescuandomeaburría:hacerbailarlasmotasdepolvoformandodibujos.Dijoqueteníaunhermanoquehabíaestadoaquíyque,aunquesesuponíaqueélnoteníaquehaberledichonada,selohabía contado.Después de graduarse y de que ella fuera a vivir con él, comencé a practicar para laPrueba.
CallmiródereojoaAaronsobresuplatodesetas.Habíaalgoenelmododemasiadodesenfadadoconque explicaba esahistoria quehizoqueCall se preguntara si nohabría algomás.Peronoqueríapreguntárselo.Nolegustabanadaquelagentequisierameterseensuvida.QuizáaAaronlepasaraigual.
Losdosguardaronsilenciomientrasdabanvueltasalacomidaenelplato.Tamarasiguiócomiendo.Desde el otro lado de la sala, Jasper deWinter agitaba los brazos; era evidente que quería atraer suatención.CalllediounpequeñocodazoaTamarayellalomirómal.
Rufusdiounpequeñoyprecisomordiscoalliquen.—Veoquevosotrostresyaoshabéishechomuyamigos.Nadiedijonada.LosgestosqueJasperlehacíaaTamaraseestabanvolviendounpocoexagerados.
Estabaclaroqueleestabapidiendoquehicieraalgo,peroaCallnoseleocurríaelqué.¿Pegarunboteenelaire?¿Tirarlasgachas?
Tamara se volvió hacia elMaestro Rufus y respiró hondo, como si se estuviera preparando parahaceralgoquenoteníademasiadasganasdehacer.
—¿CreequepodríarepensarselodeJasper?Séquesusueñoeraqueustedloeligiera,yhaysitioparaunomásennuestrogrupo…—Secalló, seguramenteporqueelMaestroRufus la estabamirandocomounavedepresaapuntodearrancarlelacabezaaunratón.
CuandofinalmenteelMaestrohabló,sutonoerafrío,noenfadado.—Soistresenelequipo.Vaisatrabajarjuntosyalucharjuntos,ysí,inclusoacomerjuntos,durante
loscincopróximosaños.Osheescogidonocomoindividuos,sinocomounacombinación.Nadiemásseva a unir a vosotros, porque eso alteraría la combinación.—Se puso en pie y apartó la silla con undecididoempujón—.Ahora,¡enpie!Vamosanuestraprimeralección.
LaformacióndeCallenelusodelamagiaestabaapuntodecomenzar.
CAPÍTULOSIETE
Call estabapreparadoparauna largaypenosa caminatapor las cavernas, pero elMaestroRufus losllevóporunpasillorectohastaunríosubterráneo.
ACall lehizopensarenun túneldelmetrodeNuevaYork;había idoa laciudadconsupadreenbuscadeantigüedadesyrecordabahabermiradohacialaoscuridad,esperandoalbrillodelaslucesqueindicabanlallegadadeuntren.Siguióelríoconlamiradatalcomohabíahechoentonces,aunqueenesemomentonoestabasegurodequéestababuscando.Unaparedderocasealzabaasuespalda,yelaguafluía rápidamente ante ellos hacia una caverna más pequeña de la que sólo podían ver sombras. Unhúmedo olormineral flotaba en el aire.A lo largo de la orilla había siete botes grises amarrados enperfecto orden. Estaban construidos con planchas demadera, cada una sobrepuesta sobre la cuadernainferior,unidastodaspordelanteyensambladasconremachesdeacero;todoesohacíaqueseparecieranmuchoalosbarcosvikingos.Callbuscólosremosconlamirada,ounmotor,oinclusounapértiga,peronovioningúnmedioparapropulsarelbarco.
—Adelante—dijoelMaestroRufus—.Subid.AaronsubióalprimerodelosbotesyletendiólamanoaCallparaayudarloasubir.Aregañadientes,
Callselacogió.Tamarasubióacontinuación,yhastaellaparecíaunpoconerviosa.Encuantosehubosentado,elMaestroRufussubióalbote.
—Éste es elmodomás corriente demovernos por elMagisterium: usamos los ríos subterráneos.
Hastaquepodáisorientaros,yoosllevaréporlascuevas.Finalmente,cadaunodevosotrosaprenderáloscaminosycómoobligaralaguaaquelolleveadondequiereir.
ElMaestroRufusseinclinósobrelabordadelboteylesusurróalagua.Sevieronpequeñasondasenlasuperficie,comosielvientolahubieramovido,aunqueenaqueltúnelsubterráneonohabíavientoenabsoluto.
Aaronselevantóparahacerunapregunta,peroderepenteelbotecomenzóamoverseyélcayódeespaldassobresuasiento.
Una vez, cuando Call era mucho más pequeño, su padre lo había llevado a un gran parque deatracciones,unadelascualesempezabaasí,subidosaunbote.Habíachilladodeterrorentodasellas,apesarde lamúsicaalegrey lasanimadasmarionetasbailarinas.Yaquéllosnoeranmásqueviajesdeficción.Eldeahoraerareal.Callnoparabadepensarenmurciélagosyrocaspuntiagudasyencómo,aveces,enlascuevashabíabarrancosyagujerosquesehundíancomounmillóndemetrosbajoelniveldel mar. ¿Cómo iban a poder evitar cosas como ésas? ¿Cómo podrían saber si iban por el caminocorrectoenlaoscuridad?
Elbotecortóelaguaendirecciónalaoscuridad.EralaoscuridadmásprofundaenlaqueCallsehabíahalladojamás.Nopodíaniverselamanoantelacara.Elestómagoseleretorció.
Tamarahizounruidito.Callsealegródenoserelúnicoqueestabaasustado.Entonces, a su alrededor, la cueva adquirió una reluciente vida. Pasaron a una estancia donde las
paredesdespedíanuna luminiscenciapálidaprocedentedelmusgoverde.Lapropiaaguasevolvía luzallídondelaproalahendía,ycuandoAaronpasólamanoporlasuperficie,tambiénseleiluminaronlosdedos.Salpicóaguaalaireysetrasformóenunacascadadechispas.
—Guay—murmuróAaronconadmiración.Sí que era guay. Call comenzó a relajarse mientras el bote se deslizaba en silencio por la
resplandecienteaguadelrío.Pasaronjuntoaparedesderocaconrayasdedocenasdecolores,ysalasdondecolgabandeltecholargasviñaspálidasquehundíansuszarcillosenelagua.Luegosedeslizaronporun túneloscuroy surgieronenotracámaradepiedra,donde lasestalactitasdecuarzodestellabancomo hojas de acero y en la que la piedra parecía tomar naturalmente la forma de bancos curvados,inclusodemesas;enunadelascámaras,pasaronantedossilenciososMaestros,quejugabanalasdamasconpiezasquevolabanporelaire.
—¡Heganado!—exclamóunodeellos,ylosdiscosdemaderacomenzaronarecolocarsesolosenlaposicióninicial.
Comoguiadoporunamanoinvisible,elbote,conunsuavebalanceo,atracóporsísolocercadeunapequeñaplataformaconescalonesdepiedra.
Aaronfueelprimeroenbajaratierra,seguidodeTaramayluegodeCall.Aaronletendióunamanoparaayudarlo,yCall,deliberadamente,hizocomosinolaviera.Empleólosbrazosparaimpulsarseporencimadelabordayaterrizóconmalpie.Porunmomentopensóqueibaacaersehaciaatrás,alrío,conunaenormesalpicaduraluminiscente.Unamanograndeloagarróporelhombroyloequilibró.Alzólamirada,sorprendido,yseencontróalMaestroRufus,queloobservabaconunaextrañaexpresión.
—Nonecesitosuayuda—soltóCall,entresobresaltadoyofendido.Rufusnodijonada,yelchiconosupointerpretarsuexpresiónenabsoluto.Rufusapartólamanodel
hombrodelmuchacho.—Venid—dijo,ycomenzóacaminarporungastadosenderoquerecorríalaorillallenadepiedras.Elcaminollevabaaunalisapareddegranito.CuandoRufuspusolamanosobrelapiedra,éstase
tornó transparente.Call ni siquiera se sorprendió.Había comenzadoa esperarse siempre lomás raro.Rufusatravesólaparedcomosiestuvierahechadeaire.Tamarasemetiótrasél.CallmiróaAaron,queseencogiódehombros.Respiróhondoylossiguió.
Llegóaunacámaraconparedesdepiedradesnuda.Elsueloeratotalmenteliso,yenelcentrodelacámarahabíaunapiladearena.
—PrimeroquierorepasarlosCincoPrincipiosdelaMagia.Puedequerecordéisalgunodevuestraprimeralecciónenelautocar,peronoesperoqueningunodevosotros,nisiquieratú,Tamara,pormuchasvecesqueteloshayanrepetidotuspadres,losentendáisplenamentehastaquehayáisaprendidomuchasotrascosas.Peropodéisanotarlos,yesperoquepenséisenellos.
CallrebuscóensucarteraysacóloqueparecíaserunalibretacosidaamanoyunadeesasmolestasplumasdelaPrueba.Lasacudióligeramente,esperandoqueestaveznoleestallara.
ElMaestroRufuscomenzóahablaryCallseafanóenanotarloquedecíalosuficientementedeprisa:
1.Elpoderprovienedeldesequilibrio;elcontrolprovienedelequilibrio.
2.Todosloselementosactúansegúnsunaturaleza:elfuegoquierequemar,elaguaquierefluir,elairequieresubir,latierraquiereatar,elcaosquieredevorar.
3.Entodalamagiahayunintercambiodepoder.
4.Puedescambiarlaformadelascosas,peronosunaturalezaesencial.
5.Todosloselementostienenuncontrapeso.Elfuegoeselcontrapesodelagua.Elaireeselcontrapesodelatierra.Elcontrapesodelcaoseselalma.
—Durante el examen—continuó el Maestro Rufus—, todos vosotros mostrasteis poder. Pero sinfoco,elpodernoesnada.Elfuegopuedequemartelacasaocalentarte;ladiferenciaestáentucapacidadparacontrolarlo.Sinunfoco,esmuypeligrosotrabajarconloselementos.Nonecesitodeciroshastaquépuntopuedeserlo.
Call alzó lamirada esperando encontrarse alMaestro Rufusmirándolo, porque elMaestro Rufussiempre miraba a Call cuando decía algo siniestro. Sin embargo, en esta ocasión estaba mirando aTamara.Éstasesonrojóviolentamenteyalzólabarbilla,desafiante.
—Cuatrodíasalasemana,vosotrostresestudiaréisconmigo.Elquintodía,tendréisunalecciónconalgunodelosotrosmagos,yluego,unavezalmes,habráunejercicioenelquedeberéisemplearloquehayáis aprendido. Ese día, podéis encontraros compitiendo contra otros grupos de aprendices otrabajandoconellos.Hayunabibliotecaysalasdeprácticas,ylaGalería,dondepodéispasarelrato.¿Algunapreguntaantesdequecomencemosconlaprimeralección?
Nadieabriólaboca.CallquisodeciralgosobrequeleencantaríaqueleexplicaracómollegaralaGalería,perosecontuvo.RecordóhaberledichoasupadreenelhangarqueharíaqueloexpulsarandelMagisterium, pero esamañana se había despertado pensando que quizá eso no fueramuy buena idea.Despuésde todo, intentar suspender los exámenesdelantedeRufusnohabía servidodenada, asíquehacereltontotambiénpodríaserunapérdidadetiempo.EraevidentequeelMaestroRufusnolodejaríacomunicarse con Alastair hasta que Call aceptara ser su aprendiz. Y por mucho que lo fastidiara,seguramentetendríaqueportarselomejorposibleparaqueRufusserelajaraylodejaracontactarconsupadre.Entonces,cuandoporfinpudierahablarconél,planearíanjuntossuhuida.
Aunquelehabríagustadosentirunpocomásdeentusiasmoantelaideadehuir.
—Muybien.Entonces¿porquécreéisquehepreparadolasaladeestamanera?—Supongoquenecesitabafortificarsucastillodearena,¿no?—mascullóCallporlobajo.Inclusosu
mejorcomportamientonoparecíaserlosuficientementebueno.Aaron,asulado,contuvounacarcajada.ElMaestroRufusalzóunaceja,peronohizonadamásqueindicaraquehabíaoídoelcomentariode
Call.—Quiero que os sentéis formando un círculo alrededor de la arena. Sentaos como estéis más
cómodos.Cuandoestéislistos,tenéisqueconcentrarosenmoverlaarenaconlamente.Sentidelpoderdelairequeosrodea.Sentidelpoderdelatierra.Sentidloalzándoseatravésdelaplantadelospiesyen el aire que respiráis. Ahora, concentraos en él. Grano a grano, vais a separar la arena en dosmontones,unoclaroyotrooscuro.¡Comenzad!
Lo dijo como si fueran a empezar una carrera y les hubiera dado luz verde, peroCall, Tamara yAaronseloquedaronmirandohorrorizados.Tamarafuelaprimeraenconseguirhablar.
—¿Separar la arena?—preguntó—. Pero ¿no deberíamos estar aprendiendo algomás útil? Comolucharcontrasereselementalesmalvados,opilotarelbote,o…
—Dosmontones—repitióRufusinterrumpiéndola—.Unoclaroyotrooscuro.Comenzadahora.Se dio la vuelta y se alejó.La pared se volvió de nuevo transparente cuando él se acercó, luego,
despuésdequelahubieracruzado,volvióasupétreoestadooriginal.—¡Nisiquieranosdaherramientas!—soltóTamaraacongojada.Los tres se quedaron solos en una sala sin ventanas ni puertas. Call se alegró de no sufrir de
claustrofobia,oyaseestaríamordiendoelbrazo.—Bueno—dijoAaron—.Supongoquedeberíamosempezar.Nisiquieraélconsiguióreflejarningúnentusiasmoensupropuesta.ElsueloestabafríocuandoCallsesentó,ysepreguntócuántoratopasaríaantesdequelahumedad
hiciera que la pierna le doliera. Trató de no pensar en eso mientras Tamara y Aaron se sentaban,formando entre los tres un triángulo alrededor de la pila de arena. Los tres la miraron. Finalmente,Tamaraextendiólamanoyunpocodearenasealzóenelaire.
—Claro—dijo,yenvióungranorodandohaciaelsuelo—.Oscuro.—Éseloenviótambiénalsuelo,aunqueunpocoseparadodelanterior.
—Nopuedocreerquehayaestadopensandoque laescuelademagiapodríaserpeligrosa—soltóCall,mientrasmirabalapiladearenaconlospárpadosentrecerrados.
—Puedesmorirtedeaburrimiento—losecundóAaron.Callsoltóunarisita.Tamaralosmirótristemente.—Esaideaesloúnicoquemehacecontinuar.Por difícil que Call hubiera imaginado que sería mover pequeños granos de arena con la mente,
resultó ser aún más difícil. Recordó las veces que había movido cosas antes; cómo había rotoaccidentalmenteelcuencodurantesuexamenconelMaestroRufusycómohabíanotadoalgoparecidoaun zumbido en la cabeza. Se concentró en ese zumbido mientras miraba la arena, y ésta comenzó amoverse.Eraunpococomosiestuvieramanejandounaparatoconcontrolremoto;noeransusdedoslosquecogían la arena,peroél estabahaciendoque semoviera.Notaba lasmanos sudorosasyel cuellotenso.Conseguirqueungranodearenasemantuvieraenelaireeltiemposuficienteparaversieraclarou oscuro no era sencillo. Lo peor era dejarlo caer sin que se desmoronara la pila que ya se estabaformando.Másdeunavez,suconcentraciónfallóydejócaerelgranoenelmontónequivocado.Entoncesteníaqueencontrarloysacarlo,loquerequeríatiempoyaúnmásconcentración.
Nohabíarelojesenlasaladelaarena,yningunodelos tres teníaunodepulsera,asíqueCallnotenía ni idea de cuánto tiempo había transcurrido. Finalmente, apareció otro alumno: era alto ydesgarbado,yvestíadeazulconuncinturóndebronceen lacintura, loque indicabaque llevaba tresaños en el Magisterium. Call creyó recordar haberlo visto sentado con la hermana de Tamara y elMaestroRockmapleenelcomedoresamañana.
Call lomiróde reojoparaver siparecíaespecialmentesiniestro,peroel jovensólosonriódesdedebajodeunaalborotadamatadecabellocastañoylesdejóunsacodearpilleraconliquenysándwichesdequeso,ademásdeunajarradebarrollenadeagua.
—Comed,chavales—dijo,ysefuepordondehabíallegado.Callsediocuentadequeestabahambriento.Llevabahorasconcentradoynotabaelcerebroespeso.
Estaba agotado, demasiado cansado para charlar mientras comía. Y lo peor, comprobó mientrasobservabaelrestodelaarena,eraquesólohabíanseparadounapequeñapartedelmontón.Lapilaquequedabaparecíaenorme.
Esonoeravolar.Esonoeraloquesehabíaimaginadoqueseríahacermagia.Esoeraunamierda.—Sigamos—dijoAaron—.Otambiéntendremosquecenaraquí.Callintentóconcentrarse,ponertodasuatenciónenunúnicograno,perolamenteseleibahaciala
rabia.Laarenaestalló,todoslosmontonessalieronvolando,losgranossalpicaronlasparedesycayeronenunamasagiganteysinseparar.Todosudurotrabajoalaporra.
Tamaraahogóungrito,horrorizada.—¿Qué…quéhashecho?InclusoAaronmiróaCallcomosifueraaestrangularlo.EralaprimeravezqueCallveíaaAaron
enfadado.—Lo…lo…—Callqueríadecirquelosentía,perosetragólaspalabras.Sabíaquenoserviríande
nada—.Hapasado,sinmás.—Voyamatarte—dijoTamaracontodalacalmadelmundo—.Voyaapilartusentrañasendiferentes
montones.—Huy—exclamóCall.Casilacreía.—Vale—intervinoAaron,mientrasrespirabahondoparacalmarseyapretaba lasmanosalrededor
de la cabeza, como si estuviera intentando volver a meter toda la rabia dentro del cráneo—. Bien,tendremosqueempezardenuevo.
Tamaradiounapatadaalaarena,luegoseagachóyreiniciólatediosatareadeirmoviendogranotrasgranoconlamente.NisiquieramiróaCall.
Éstetratódeconcentrarsedenuevo,conlosojosardiendo.ParacuandoelMaestroRufusvolvióylesdijoquepodíaniracenaryluegoasucuarto,aCallledolíalacabezayhabíadecididoquenuncamásiríaalaplaya.AaronyTamaraniledirigieronunamiradamientrasrecorríanlospasillos.
Elcomedorestaballenodechicoscharlandoamistosamente,unmontóndeellosriendo.Call,Tamaray Aaron se quedaron en la puerta detrás del Maestro Rufus y miraron frente a ellos con los ojosvidriosos.Lostresteníanarenaenelcabelloymanchasdesuciedadenelrostro.
—ComeréconlosotrosMaestros—losinformóelMaestroRufus—.Hacedloquequeráiselrestodelatarde.
Como robots, Call y los otros dos cogieron la comida: sopa de champiñones, más montones delíquenesdediferentescoloresyunextrañopudínopalescentecomopostre;luegosesentaronaunamesaconotrogrupodealumnosdelCursodeHierro.Callreconocióaunoscuantos:Drew,JasperyCelia.Se
sentó frente aCelia, y ella no le volcó inmediatamente la sopa sobre la cabeza, cosa que sí le habíapasadoensuúltimaescuela;Calllointerpretócomounabuenaseñal.
LosMaestrossesentabanjuntosaunamesaredondaalotroladodelasala,seguramentemaquinandonuevastorturasparasusalumnos.Callestabasegurodequevariosdeellossonreíandeunmodobastantesiniestro. Mientras los observaba, tres personas vestidas con uniformes de color verde oliva, doshombresyunamujer,cruzaronlapuertaehicieronunaligerainclinacióndecabezahacialamesadelosMaestros.
—Son miembros de la Asamblea —informó Celia a Call—. Es el órgano que nos gobierna,establecidodespuésdelaSegundaGuerradelosMagos.Esperanqueunodeloschicosmayoresresulteserunmagodelcaos.
—¿Comoestetipo,elEnemigodelaMuerte?—preguntóCall—.¿Quépasasiencuentranamagosdelcaos?¿Losmatanoqué?
Celiabajólavoz.—¡No,claroqueno!Quierenencontrar aunmagodel caos.Dicenquehace faltaunmakarispara
deteneraotromakaris.MientraselEnemigoseaelúnicomakarisvivo,tieneventajasobrenosotros.—Sialgunavezcreenquealguiendeaquípuedeteneresepoder,locomprobarán—añadióJasper,
queseacercómásparaparticiparenlaconversación—.Estándesesperados.—Nadie cree que el Tratado vaya a durar —intervino Gwenda—. Y si la guerra comienza de
nuevo…—Bueno,¿yqué leshacepensarquealguiendeaquípuedeser loqueestánbuscando?—preguntó
Call.—Comohedicho—respondióJasper—,estándesesperados.Peronotepreocupes,tupuntuaciónes
demasiadomala.Losmagosdelcaostienenquesermuybuenosmagos.Duranteunminuto Jasper sehabía comportadocomoun serhumano,peroelminutohabíapasado.
Celialomiróenfadada.Iniciaron una conversación sobre su primera lección.Drew les dijo que elMaestroLemuel había
sidomuydurodurante lasclases,yqueríasabersi losMaestrosde losdemástambiénlohabíansido.Todoscomenzaronahablaralavez,ymuchosdeellosdescribieronleccionesqueparecíansermuchomenosfrustrantesybastantemásdivertidasqueladeCallysuscompañeros.
—LaMaestraMilagrosnoshadejadoguiar losbotes—presumióJasper—.Habíaalgoparecidoacascadas.Eracomohacerraftingenaguasblancas.Fantástico.
—Québien—dijoTamarasinningúnentusiasmo.—Jasperhahechoquenosperdiéramos—explicóCeliamientrasmasticabalentamenteuntrozode
liquen,yaJasperledestellaronlosojos,enfadado.—Sóloduranteunminuto—replicó—.Nohapasadonada.—ElMaestroTanakanoshaenseñadoahacerbolasdefuego—contóunchicollamadoPeter,yCall
recordóqueTanakaeraelnombredelMaestroquehabíaelegidoasusdiscípulosdespuésdeMilagros—.Contuvoelfuegoynosotrosnisiquieranosquemamos.—Lebrillabanlosojos.
—ElMaestroLemuelnoshatiradopiedras—dijoDrew.Todosseloquedaronmirando.—¿Qué?—preguntóAaron.—Drew—siseó Laurel, otra de las aprendices delMaestro Lemuel—. No es cierto. Nos estaba
mostrandocómopuedesmoverpiedrasconlamente.Drewsepusoenelcaminodeuna.
«EsoexplicaelgranmoradoqueDrewtieneenlaclavícula»,pensóCall,unpocomareado.Recordólas advertencias de su padre cuando le decía que a losMaestros no les importaba hacer daño a susalumnos.
—Mañanavaasermetal—comentóDrew—.Apuestoaquenostiracuchillos.—Preferiríaqueme lanzarancuchillosquepasarme todoeldíadelantedeunmontónde arena—
replicóTamarasinningunacompasión—.Almenosloscuchilloslospuedesesquivar.—ParecequeDrewno—repusoJasperconunasonrisitaburlona.Porunavez,seestabametiendo
conalguienquenoeraCall,peroaéstenolereportóningúnplacer.—Aquínopuedeserquesólohayaclases—dijoAaronconciertotonilloenlavoz,normalmentetan
calmada—.¿No?Debedehaberalgodivertido.¿CuáleraesesitioquenoshamencionadoelMaestroRufus?
—Podríamosira laGaleríadespuésdecenar—sugirióCeliamirandodirectamenteaCall—.Hayjuegos.
Jasper parecíamolesto. Call sabía que debería ir conCelia a laGalería, fuera eso lo que fuese.CualquiercosaquecabrearaaJaspervalíalapenahacerla,además,necesitabaaprenderamoverseporelMagisterium,hacerseunmapacomohacíaenlosvideojuegos.
Necesitabaunarutadeescape.Callnegóconlacabezamientrassemetíaunacucharadadeliquenenlaboca.Sabíaabistec.Miróa
Aaron,quetambiénparecíacansado.Callsenotabaelcuerpocomosifueradeplomo.Sóloqueríairadormir.AldíasiguienteyacomenzaríaabuscarunasalidadelMagisterium.
—Creoquehoynomeapetecenadajugar—ledijoaCelia—.Otrodía.
—Quizálodehoyhayasidounaprueba—dijoTamaramientrassedirigíanasushabitacionesdespuésde cenar—. De nuestra paciencia o de nuestra capacidad para aceptar órdenes. Quizá mañanacomencemosconelentrenamientodeverdad.
Aaron,queibadeslizandounamanoporlaparedalandar,tardóunmomentoenresponder.—Sí,quizá.Callnodijonada.Estabademasiadocansado.Estabadescubriendoquelamagiaerauntrabajoduro.
El día siguiente, Tamara vio evaporarse sus esperanzas cuando regresaron al lugar que Call habíabautizadocomolaSaladelaArenayelAburrimientoparaacabardesepararlaarena.Aúnlesquedababastante.Callvolvióasentirseculpable.
—Pero cuando acabemos—le preguntó Aaron al Maestro Rufus—, podremos hacer otras cosas,¿verdad?
—Concéntrateenlatareaquetienesentremanos—lecontestóelmagoenigmáticamente.Ysemarchóatravésdelapared.
Con grandes suspiros, se pusieron a trabajar. La separación de la arena les ocupó el resto de la
semana. Tamara pasó todo el tiempo después de las clases con su hermana, con Jasper o con otrosalumnosde legadoconaspectode ricos, yAaron se relacionaba con todoelmundo,mientrasCall sequedabademorrosensuhabitación.Luego,laseparacióndelaarenaduróotrasemanamás:lapiladearenaqueteníanquesepararparecíacrecerycrecer,comosialguiennoquisieraqueesapruebaacabara.Callhabíaoídohablardeunatorturaenlaqueunagotadeaguacaíasobrelafrentedeltipounayotravezhastaqueéstesevolvíaloco.Nuncahabíaentendidoporquépasabaeso,peroloestabaentendiendoahora.
«Tienequehaberunamaneramásfácil»,pensó,perolapartedesumentequeplaneabacosasdebíadeserlamismaqueempleabaparalamagia,porquenoseleocurríanada.
—Escuchad—dijoCall finalmente—,vosotros soismuybuenos en esto, ¿no?Losmejores en losexámenes.Losprimerosdelalista.
Los otros lomiraron con ojos vidriosos.AAaron parecía que se le hubiera caído una roca en lacabezacuandonadiemiraba.
—Supongo—contestóTamara.Noparecíamuyentusiasmada—.Almenos, losmejoresdenuestrocurso.
—Muybien.Yyosoymalísimo.Elpeor.Quedéenúltimolugaryyalahefastidiadounavez,asíqueesevidentequeyonosénada.Perodebedehaberunamaneramásrápida.Algoquedeberíamosestarhaciendo.Alguna lecciónquedeberíamosestar aprendiendo. ¿Noseosocurrenada?¿Loque sea?—Habíauntonodesúplicaensuvoz.
Tamaravacilóuninstante.Aaronnegóconlacabeza.CallviolaexpresióndeTamara.—¿Qué?¿Hayalgo?—Bueno,hayalgunosprincipiosmágicos,algunas…formasespecialesdeemplearloselementos—
contestóella,y lasnegras trenzassebalancearoncuandocambiódeposición—.CosasqueelMaestroRufusseguramentenoquierequesepamos.
Aaronasintióconenergía;laesperanzadesalirdeesasalaleiluminóelrostro.—¿SabéisesoqueRufusestabadiciendosobresentirelpoderdelatierraytodoeso?—Tamarano
losmiraba.Tenía los ojos clavados en losmontones de arena, como si estuviera centrándose en algolejano—. Bueno, hay una manera de conseguir más poder rápidamente. Pero tenéis que abriros alelemento…y,bueno,comerungranodearena.
—¿Comerarena?—exclamóCall—.Estásdebroma,¿no?—Esunpocopeligroso,portodoesodelPrimerPrincipiodelaMagia.Perofuncionajustoporesa
razón.Teacercasalelemento;sihacesmagiadelatierra,comespiedrasoarena;losmagosdelfuegocomencerillas;losmagosdelaireconsumensangreporquetieneoxígeno.Noesunabuenaidea,pero…
Call pensó en Jasper sonriendo al ver su dedo ensangrentado durante la Prueba. El corazón se leaceleró.
—¿Cómosabestodoeso?Tamaramiróhacialaparedyrespiróhondo.—Mipadre.Élmeenseñócómohacerlo.Paraemergencias,medijo,peroélconsideraquepasarun
examenesunaemergencia.Aunquenuncalohehecho,porquemedamiedo;siconsiguesmuchopoderynolosabescontrolar,puedesquedarabsorbidoporelelemento.Tequemaelalmay lareemplazaconfuego,aire,agua,tierraocaos.Teconviertesenunacriaturadeeseelemento.Comounserelemental.
—¿Unodeesosbichoscomolagartos?—preguntóAaron.
Callsesintióaliviadodenoserélquienhubierahechoesapregunta.Tamaranegóconlacabeza.—Hayelementalesde todos los tamaños.Pequeños, comoesos lagartos,ograndesehinchadosde
magia,comolosgwyverns,losdragonesolasserpientesmarinas.Oinclusodetamañohumano.Asíquedebemostenercuidado.
—Puedotenercuidado—afirmóCall—.¿Ytú,Aaron?Aaronsepasólasmanospolvorientasporelrubiocabelloyseencogiódehombros.—Cualquiercosaserámejorqueesto.YsiacabamosantesdeloqueseesperaelMaestroRufus,nos
tendráquedarotracosaparahacer.—Deacuerdo.Puesaportodas.—Tamarasechupólapuntadeldedoytocóelmontóndearena.Se
lepegaronunoscuantosgranos.Luego,sellevóeldedoalaboca.CallyAaronlaimitaron.MientrasCalllohacía,nopudoevitarpreguntarsequéhabríapensadounas
semanasatrássialguienlehubieradichoqueacabaríaenunacuevabajotierracomiendoarena.Laarenanoteníamalsabor;enrealidadnoteníaningúnsabor.Setragólosásperosgranosyesperó.
—¿Yahoraqué?—preguntóalcabodeunossegundos.Estabacomenzandoaponersenervioso.NadalehabíapasadoaJasperdurantelaPrueba,sedijo.Nadalesibaapasaraellos.
—Ahoranosconcentramos—contestóTamara.Callmiróelmontóndearena.Estavez,cuandosupensamientofuehaciaél,pudosentircadaunode
losgranitos.Minúsculostozosdeconchalebailotearonenlamente, juntoa trozosdecristalypiedrasamarillassurcadasdegrietasquelesdabanformadepanal.Probóaimaginarsecogiendotodoelmontóndearenaenlasmanos.Seríapesado,ylaarenaselederramaríaentrelosdedosyseacumularíaenelsuelo.Tratódeborrardesumentetodoloquelorodeaba:TamarayAaron,elfríosuelodepiedra,elleverocedelvientoenlasala,yseconcentróenlasdosúnicascosasqueimportaban:élyelmontóndearena.Notaba la arena como algo completamente sólido y ligero, como espuma de poliuretano. Seríafácil de levantar. La podía levantar con unamano. Con un dedo. Con un… pensamiento. Se imaginóalzándolayseparándola…
El montón de arena se estremeció, cayeron unos cuantos granos de encima, y luego empezó alevantarseenelaire.Colgabasobrelostrescomounapequeñanubedetormenta.
TamarayAaronsequedaronmirandoboquiabiertos.Callcayóhaciaatrásapoyándoseenlasmanos.Notaba pinchazos y cosquilleos en las piernas. Debía de haberse sentado sobre ellas. Había estadodemasiadoconcentradocomoparanotarlo.
—Tuturno—dijo,y leparecióque lasparedesestabanmáscerca,quepodíanotarel latidode latierrabajoél.Ysepreguntócómoseríahundirseenelsuelo.
—Allávoy—repusoAaron.Lanubedearenasedividióendos,unacompuestadelaarenaclarayotrade laoscura.Tamaraalzó lamanoydibujóuna lentaespiralenelaire.CallyAaronobservaronmaravilladoscómolaarenagirabaformandodosdibujosdiferentessobreellos.
LaparedseabrióderepenteyelMaestroRufusentróenlasala.Surostroeraunamáscara.Tamarasoltóungrititoapagadoylaarenacayódegolpealsuelo,alzandonubesdepolvoquehicierontoseraCall.
—¿Quéhabéishecho?—quisosaberelMaestroRufus.Aaronpalideció.—No…noqueríamos…ElMaestroRufusleshizoungestoseco.
—Aaron,calla.Callum,venconmigo.—¿Qué?—comenzóCall—.Peroyo…¡Noesjusto!—Venconmigo—repitióRufus—.Ahora.Callseapresuróaponerseenpie;notabapinchazosenlapiernamala.MiróaAaronyaTamara,pero
éstoshabíanbajadolavista.«¡Vayaconlalealtad!»,pensómientrasseguíaalMaestroRufusfueradelasala.
Rufus lo precedió un corto trecho por pasillos retorcidos hasta su despacho.No era comoCall se lohabíaesperado.Losmuebleseranmodernos.Estanteríasdeacerocubríanunapared,yunelegantesofádecuero,losuficientementegrandecomoparaecharseunasiesta,sehallabacontralaotra.Clavadasenun lado de la sala había páginas y páginas de lo que parecían ecuaciones escritas amano, pero conextrañossímbolosenvezdenúmeros.Colgabansobreunamesade trabajoconel tableromanchadoycubiertodecuchillos,matracesyloscuerposdisecadosdeanimalesquenuncahabíavisto.Juntoaunasdelicadas maquetas construidas con ruedas dentadas que parecían un cruce entre ratoneras y relojes,habíaunanimalvivoenunapequeñajauladebarrotes:unodeloslagartosconllamasazulesporellomo.ElescritoriodeRufusestabaencajadoenunrincón,unviejosecreterdecortinaquenopegabaconelrestodeldespacho.Sobreélhabíaunajarradevidrioqueconteníaunminúsculotornadoquegirabasincambiardeposición.
Callnopodíaapartarlosojosdeél,esperandoquesaltaradelajarraencualquiermomento.—Callum,siéntate—dijoelMaestroRufusseñalándoleel sofá—.Quieroexplicarteporqué tehe
traídoalMagisterium.
CAPÍTULOOCHO
Callseloquedómirandoboquiabierto.Despuésdedossemanasderemoverarena,habíarenunciadoala idea de queRufus fuera alguna vez a hablarle directamente.De hecho, se dio cuenta de que habíarenunciadoalaideadedescubrirporquéestabaenelMagisterium.
—Siéntate —repitió Rufus, y esta vez Call se sentó, con una mueca de dolor cuando sintió unpinchazoenlapierna.Elsofáresultabamuycómododespuésdeestarhorassentadosobreelfríosuelodepiedra,ysedejóllevar—.¿Quéteparecelaescuelaporahora?
AntesdequeCallpudieracontestarseoyóunafuerteráfagadeviento.CallparpadeósorprendidoaldarsecuentadequeproveníadelajarrasobreelescritoriodelMaestroRufus.Elpequeñotornadodelinteriorestabaoscureciéndoseycondensándoseenunaforma.Unmomentodespués,teníalaformadeunmiembrodelaAsambleaenminiatura,consuuniformecolorverdeoliva.Eraunhombreconelcabellomuynegro.Parpadeómirandoalrededor.
—¿Rufus?—llamó—.Rufus,¿dóndeestás?Éstehizounruidodeimpacienciaypusolajarrabocaabajo.—Ahorano—dijo,ylaimagendelinteriorvolvióaconvertirseenuntornado.—¿Escomounteléfono?—preguntóCall,totalmenteatónito.—Algo parecido a un teléfono—contestó Rufus—. Como he dicho antes, la concentración de la
magia de los elementos en elMagisterium interfiere con la tecnología.Además, preferimos hacer lascosasanuestramanera.
—Mipadredebedeestardelomáspreocupadoalnohabersabidonadademídurantetanto…—comenzóCall.
ElMaestroRufusseapoyóensuescritorioycruzólosbrazossobresuampliopecho.—Primero—dijo—,quierosaberquépiensasdelMagisteriumydetuformación.—Esfácil—contestóCall—.Aburridaysinsentido,perofácil.Rufussonriólevemente.—Loquehashechoallíhasidomuyinteligente—dijo—.Queríashacermeenfadarporquecreesque
siloconsiguesteenviaréacasa.Ycreesquequieresqueteenvíeacasa.LociertoeraqueCallhabíarenunciadoaeseplan.Decirestupideceslesalíadeformanatural.Se
encogiódehombros.—Debesdepreguntarteporqué teescogí—continuóRufus—.Ati,élúltimode la lista.Elmenos
competentedetodoslosmagosenpotencia.Supongoqueteimaginasquefueporquevialgoenti.AlgúnpotencialqueselespasóporaltoalosotrosMaestros.Algúnpozodecapacidadespordescubrir.Quizáinclusoalgoquemerecordaraamímismo.
Sutonoeraunpocoburlón.Callguardósilencio.—Teescogí—prosiguióRufus—porquetieneshabilidadypoder,perotambiéntienesmucharabia.
Ycasiningúncontrol.Noquieroqueseasunacargaparaningunodelosotrosmagos.Noqueríatampocoquealgunodeellos teescogierapor las razonesequivocadas.—Susojos fueronhaciael tornado,quegiraba boca abajo en la jarra—.Hace años cometí un error conun alumno.Un error que tuvogravesconsecuencias.Elegirteesmipenitencia.
Callnotóqueelestómagoqueríaenroscarsedentrodeélcomounperritoapaleado.Ledolíaqueledijeranqueeratandesagradablecomoparaserelcastigodealguien.
—Puesenvíemeacasa—soltó—.Sisólomeeligióporqueasíningunodelosotrosmagostendríaquecargarconmigo,envíemeacasa.
Rufusnegóconlacabeza.—Todavía no lo entiendes—dijo—. La magia sin control es un peligro. Enviarte de nuevo a tu
pueblo sería el equivalente de lanzarles una bomba. Pero no te equivoques, Callum. Si insistes endesobedecer,siteniegasaaprenderacontrolartumagia,entoncesteenviaréacasa.Peroantesatarétumagia.
—¿Atarmimagia?—Sí.HastaqueunmagopasaporlaPrimeraPuertaalacabarelCursodeHierro,sumagiapuedeser
atadaporunodelosMaestros.Nopodríasaccederaloselementos,nopodríasusartupoder.Ytambiénteborraríamoslosrecuerdosdelamagia,yloúnicoquesabríasseríaquetefaltaríaalgo,algunaparteesencialdetimismo,peronopodríassabercuál.Pasaríaslavidaatormentadoporhaberperdidoalgoquenorecordaríashaberperdido.¿Esesoloquequieres?
—No—susurróCall.—Siconsideroqueestásretrasandoalosotrosoquenosetepuedeformar,entonceshabrásacabado
aquí.Pero si pasas todoel cursoy cruzas laPrimeraPuerta, entoncesnadie tepodráquitar lamagia.AcabaesteañoypodrásdejarelMagisteriumsiquieres.Habrásaprendidolosuficienteparadejardeserunpeligroparaelmundo.Piénsatelo,CallumHunt,mientrasseparaslaarenacomoteordenéhacerlo.Granoagrano.—ElMaestroRufuscallóunmomentoyluegolehizoungestoaCallumindicándoleque
podíamarcharse—.Piensaenloquetehedichoydecide.
Concentrarseenmoverlaarenaeratanpesadocomosiempre,másinclusodespuésdelocomplacidoqueCallsehabíasentidoconlolistosquehabíansidoalencontrarunasoluciónmejor.Porunavez,habíacreídoquequizásípudieranserunequipo,inclusohastaamigos.
Peroahora,AaronyTamaraseconcentrabanensilencio,ycuandoéllosmirabaellosnoledevolvíanlamirada.Seguramenteestabanfuriososconél,pensabaCall.Élhabíasidoelquehabíainsistidoenquealguienpensaraunamaneramejordehacerelejercicio.YaunquetambiénhabíasidoCallelquehabíaacabadoeneldespachodeRufus, todos ibana tenerproblemas.QuizáhastaTamaracreyeraqueél lahabíadelatado.Además,habíasidosumagialaquesehabíacargadoeltrabajodelprimerdía.Eraunacargaparaelgrupo,ytodoslosabían.
«Muybien—pensabaCall—.LoquedijoelMaestroRufusfuequeacabaraestecurso,asíquevoyahacerlo.Yvoya ser elmejormagode este lugar, sóloporque todos creenquenopuedo serlo.Hastaahoranoloheintentado,perolovoyaintentar.Voyasermejorquevosotrosdos,yluego,cuandooshayaimpresionadoyqueráisqueseavuestroamigo,osvoyadarlaespaldayadecirosquenoosnecesitoniavosotrosnialMagisterium.EncuantoatravieselaPrimeraPuertaynadiepuedaatarmelamagia,meiréacasaynadievaaimpedírmelo.
»Ytambiénesesoloquevoyadecirleamipadre,encuantopuedausareseteléfonotornado».Pasóelrestodeldíamoviendoarenaconlamente,peroenvezdehacerlocomolohabíahechoel
primerdía,tratandodecapturarcadaunodelosgranos,empujándolocontodoelesfuerzodesesperadodesucerebro,esedíasepermitióexperimentar.Probóconuntoquecadavezmásligero;intentóhacerrodar la arena envezde alzarla en el aire.Luego trató demovermásdeungranode arena a la vez.Despuésdetodo,lohabíahechoantes.Eltrucoerapensarenlaarenacomounasolacosa:unanubedearena,envezdepensarentrescientosgranosindividuales.
Quizápudierahacerlomismopensandoentodoslosgranososcuroscomounasolacosa.Lointentó,tirandodeellosconlamente,peroerandemasiadosyperdiólaconcentración.Rechazó
esa idea y se concentró en cinco granos de arena oscura. Ésos sí los pudomover, y los juntó en unmontón.
Se dejó caer hacia atrás, sorprendido, con la sensación de haber hecho algo increíble. Queríadecírselo aAaron, pero envezde eso,mantuvo la boca cerradaypracticó sunueva técnica, y la fuemejorando hasta que fue capaz demover veinte granos de una vez.Aunque no consiguiómejorar esacantidad pormucho que lo intentara.Aaron yTamara vieron lo que estaba haciendo, pero no dijeronnada,aunquetampocotratarondeimitarlo.
Esanoche,Callsoñóconarena.Sehallabasentadoenunaplaya,intentandoconstruiruncastilloparaun topoatrapadoenuna tormenta,peroelvientonoparabade llevársele la arenamientras el agua seacercabamásymás.Alfinal,frustrado,sepusoenpieylediopatadasalcastillohastaquelodestruyó,yentonces,ésteseconvirtióenunenormemonstruocongrandesbrazosypiernasdearenaquelopersiguióporlaplaya,siempreapuntodeagarrarlo,peronuncalosuficientementecerca,mientraslegritabaconlavozdelMaestroRufus:«Recuerdaloquetupadretedijodelamagia,chico.Elprecioquetendrásquepagarseráterrible».
Aldíasiguiente,elMaestroRufusnolosdejósolos,comodecostumbre,sinoquesesentóenelrincónmásapartadodelaSaladelaArenayelAburrimiento,sacóunlibroyunpaquetedepapelencerado,ycomenzóaleer.Pasadasdoshoras,desenvolvióelpaquete.Eraunbocadillodejamónyquesoenpandecenteno.
ParecíaindiferentealmétodoqueempleabaCallumdemovermásdeungranoalavez,asíqueAaronyTamaracomenzaronahacerlotambién.Lascosasempezaronamoversemásdeprisa.
Esedíaconsiguieronacabardesepararelmontóndearenaantesdelahoradelacena.ElMaestroRufus fue a comprobar lo que habían hecho, asintió satisfecho y, a patadas, volvió a formar un únicomontón.
—Mañanacomenzaréisasepararloencincotonosdecolordiferentes—lesdijo.Lostresgruñeronalunísono.
Lascosassiguieronigualduranteotrasemanaymedia.Fueradeclase,TamarayAaronnolehacíancasoaCall,yéstelespagabaconlamismamoneda.Peromejoraronmoviendoarena;mejores,másprecisoycapacesdeconcentrarseenmuchosgranosalavez.
Mientras tanto, durante las comidas, se enteraban de las lecciones que otros aprendices estabanrecibiendo,ytodasparecíanmásinteresantesquemoverarena,sobretodocuandoesasclasessalíanalrevés. Como cuando Drew se prendió fuego y consiguió quemar uno de los botes y chamuscarle elcabelloaRafeantesdepoderseapagar.OcuandolosalumnosdeMilagrosyTanakapracticabanjuntosyKai Hale lemetió un lagarto elemental por el cuello de la camisa a Jasper. (Call pensó queKai semerecíaunamedalla).OcuandoGwendadecidióquelegustabantantoesossombrerosdesetasenplanpizzaquequisomáseinflólassetasdetalmaneraqueéstasempujaronatodos,inclusoalosMaestros,fueradelcomedordurantevariosdías,hastaquepudierondominarsucrecimientoyseabrieroncaminoahachazos.
Lacenadelaprimeranochequepudieronvolverausarelcomedoreradeliquenypudín;niunasolasetaalavista.Lomásinteresantedelliqueneraquenuncateníaelmismosabor:aveceseracomobistec,yotrascomotacosdepescado,overduraconsalsapicante,inclusoaunquefueradelmismocolor.Esanoche,elpudíngrissabíaadulcedeleche.CuandoCeliapillóaCallyendoaporlacuartaración,lediojuguetonamenteenlamuñecaconlacuchara.
—Vamos,deberíasveniralaGalería—ledijo—.Allíhaycosasmuyricas.CallmiróaAaronyaTamara,queseencogierondehombrosasintiendo.Lostresseguíancalladosy
tensos entre ellos, y sólo se hablaban cuando era necesario.Call se preguntó si pensarían perdonarloalgunavez,osiseguiríanasíeibanaestarincómodoselrestodeltiempoquepermanecieraallí.
CalldejósucuencoenlamesayunosminutosdespuésseencontróformandopartedeungrupodealumnosdelCursodeHierroquereíandecaminoalaGalería.Callsefijóenque,mientrasibanhaciaallí,losrelucientescristalesdelaparedhacíanqueéstaparecieracubiertadeunafinacapadenieve.
SepreguntósialgunodeesoscorredoresllevaríaaldespachodelMaestroRufus.Nopasabaniundía sin que pensara en colarse allí y usar el teléfono tornado. Pero hasta que el Maestro Rufus les
enseñaraacontrolarlosbotes,Callnecesitabaunarutaalternativa.AtravesaronunapartedelostúnelesqueCalldesconocía,unaqueparecíaascendersuavemente,con
unatajosobreunlagosubterráneo.Porunavez,aCallnole importócaminar,porqueesapartedelascuevasteníaunmontóndecosassorprendentes:unaformacióndecoladaconcalcitablancaqueparecíaunacascadahelada,formascomodehuevosfritosyestalagmitasquesehabíanvueltoazulesyverdesporelcobrequecontenían.
Call,queavanzabamásdespacioqueelresto,ibaelúltimo,yCeliaseretrasóparacharlarconél.Lefueseñalandocosasqueélnohabíavistoantes,comolosagujerosenloaltodelasrocasdondevivíanlosmurciélagosylassalamandras.Atravesaronunagransalacirculardelaquesalíandospasillos.UnodeellosteníalapalabraGALERÍAsobreél,formadaporbrillantecristalderoca.ElotrodecíaPUERTADELAMISIÓN.
—¿Quéeseso?—preguntóCall.—Esotrasalidade lascuevas—lerespondióDrew,que lohabíaoído.Luegopusounaexpresión
extrañamenteculpable,comosinohubieratenidoquedecírselo.QuizáCall no era el único que no comprendía las reglas de la escuela demagia. Cuando se fijó
mejor,vioqueDrewparecíatanagotadocomoélmismosesentía.—Peronopuedesirtesinmás—añadióCelia,ylelanzóunamiradaastutaaCall,comosicreyera
quecadavezqueésteoíahablardeunanuevasalidafueraapensarsidebíaescaparonoporahí—.Sóloesparaaprendicesquepartenenmisiones.
—¿Misiones?—preguntóCall,mientras seguían a los otros hacia laGalería. Recordaba que ellahabíadichoalgosobreesoantes,cuando leexplicóporquéno todos losaprendicessehallabanenelMagisterium.
—EncargosdelosMaestros.Encontrarsereselementales,lucharcontraloscaotizados…—explicóCelia—.Yasabes,cosasdemagos.
«Muy bien —pensó Call—. Ve a recoger un poco de solanum mortale y de regreso mata a ungwyvern.Sinproblemas».
PeronoqueríahacerenfadaraCelia,queeracasi laúnicapersonaqueaún lehablaba,asíqueseguardóesasideasparaél.
LaGaleríaeraenorme,conuntechoquesealzabaalmenostreintametrosporencimadeellosyunlagoenelotroextremoqueseperdíaen ladistancia,convarias islitassalpicando lasuperficie.Unoscuantos chicos estaba jugando en el agua, que humeaba un poco. En una pared de cristal estabanproyectandounapelícula.Callyalahabíavisto,peroestabasegurodequeloqueestabaocurriendoenlapantallanopasabaenlaversiónqueélhabíavisto.
—Me encanta esta parte—comentó Tamara, y fue rápidamente hacia donde los chicos se habíansentadoenfilasdegrandeshongosdeaspectoaterciopelado.Jasperaparecióysecolocójustoasulado.Aaronparecíaunpocodesconcertado,perotambiénlasiguió.
—Tienesqueprobarlosrefrescos—dijoCeliamientrasempujabaaCallhaciaunacornisadepiedradondeunenormedispensadordebebidas, llenode loqueparecíaagua,sehallabaencajadoentre tresestalactitas.Celiacogióunvaso, lo llenóy lometióbajounade lasestalactitas.Unchorrode líquidoazulcayóenelvaso,yunminitornadoaparecióensuinterior,mezclandoellíquidoazulyelclaro.Unmontóndeburbujasascendieronalasuperficie.
—Va,pruébalo—lourgióCelia.Callmirólabebidaconrecelo,luegocogióelvasoqueleofrecíalachicaysetragósucontenido.
Eracomocristalesdearándanos,carameloyfresaestallándoledentrodelaboca.—¡Estoesfantástico!—exclamócuandoacabódetragar.—Elverdeesmifavorito—comentóCelia,ylesonriódesdedetrásdelvasoquesehabíaservido—.
Sabeapiruletaderretida.Sobrelacornisahabíamontonesdeotrascosasinteresantesparapicar:cuencosdebrillantespiedras
que se veía que estaban hechas de azúcar, galletas saladas con forma de símbolos alquímicos quebrillabandesalyuncuencodeloque,aprimeravista,parecíanpatatasfritascrujientes,peroqueerandeuncolordoradooscurocuandounosefijababien.Callprobóuna.Sabíaexactamenteapalomitasdemaízconmantequilla.
—Vamos—dijoCelia,ylocogióporlamuñeca—.Nosestamosperdiendolapeli.—Lollevóhacialos hongos aterciopelados.Call la siguió, no del todo convencido.Las cosas continuaban tirantes conTamarayAaron.CallcreíaqueseríamejorevitarlosyexplorarlaGaleríaporsucuenta.Perodetodasformas,nadieleestabaprestandoatención;todosestabanmirandolapelículaqueproyectabansobrelapareddelfondo.JaspernoparabadeinclinarseparadecirleaTamaracosasaloídoquelahacíanreír,yAaroncharlabaconKai,queestabaasulado.Porsuerte,habíalossuficienteschicosmayoresparaqueCall pudiera no sentarse demasiado cerca de los otros aprendices de su grupo sin que parecieraintencionado.
MientrasCallserelajabaensuasiento,sediocuentadequelapelinoestabasiendo«proyectada»,exactamente.Unbloquesólidodeairecoloreadoflotabasobrelaparedderoca,yloscoloresentrabanysalíandeélaunavelocidadimposiblecreandolailusióndeunapantalla.
—Airemágico—dijo,medioparasí.—Alex Strike pasa la peli. —Celia se abrazaba las rodillas, concentrada en la pantalla—.
Seguramenteloconoces.—¿Porquéibaaconocerlo?—Está en elCurso deBronce.Unode losmejores alumnos.Aveces ayuda alMaestroRufus.—
Habíaadmiraciónensuvoz.Callmiróhaciaatrás.Enlassombras,detrásdelasfilasdecojinesdehongos,habíaunasillamás
alta.El chico larguiruchoymorenoque les había llevado sándwiches durante los últimos días estabasentadoenella,conlosojosclavadosenlapantalla.Movíalosdedosdeadelanteatrás,unpococomountitiritero.Almoverlos,lasformasenlapantallacambiaban.
«Esosíqueesguay—dijolavocecillatraicioneradelinteriordeCall—.Quierohacerlo».Acallólavoz.IbaamarcharseencuantoatravesaralaPrimeraPuertadelaMagia.Nuncaibaaser
alumnodelCursodeCobreodeBronceodecualquierotrocursoexceptoeldeHierro.Cuandoacabólapelícula(CallestababastantesegurodequenohabíaunaescenaenLaGuerrade
lasGalaxiasenlaqueDarthVaderbailabalacongaconlosewoks,perosólohabíavistolapelículaunavez),todossaltaronyaplaudieron.AlexStrikeseechóelcabellohaciaatrásysonrió.CuandovioaCallmirándolo,asintió.
Rápidamente, todos sedispersaronpor la salapara jugar conotras cosasdivertidas.Era comounsalón recreativo,pensóCall,perosinsupervisión.Habíaunestanquedeaguacalientequeburbujeabaconmuchoscolores.Algunosdelosalumnosmayores,incluidoslahermanadeTamarayAlex,estabanbañándoseenél,divirtiéndosehaciendobailarpequeños torbellinos sobre la superficiedelagua.Callmetiólaspiernasenelaguaduranteunrato.Lesentóbiendespuésdetodoloquehabíacaminado.LuegosereunióconDrewyRafeparadardecomeralosmurciélagosamaestrados,queselessentabanenel
hombromientraslesdabantrozosdefruta.Drewnoparabadesoltarrisitascuandolassuavesalasdelosmurciélagoslecosquilleabanenlamejilla.Después,CallestuvoconKaiyGwendajugandoaunextrañojuegoenelquehabíaquegolpearunaboladefuegoazul,queresultóserfríacuandoledioenelpecho.Unoscristalesdehieloselequedaronpegadoseneluniformegris,peronoleimportó.LaGaleríaeratandivertidaqueseolvidódelMaestroRufus,desupadre,delamagiaeinclusodequeAaronyTamaraloodiaban.
«¿Mecostarárenunciaraesto?»,sepreguntó.Se imaginósiendomagoy jugandoconarroyosburbujeantesyconjurandopelículasde lanada.Se
imaginósiendobuenoenmagia,inclusounodelosMaestros.Peroluegopensóensupadre,sentadosoloalamesadelacocina,preocupadoporél,ysesintiófatal.
Cuando Drew, Celia y Aaron quisieron volver a sus habitaciones, decidió acompañarlos. Si sequedabahastamás tarde,estaríademalhumorpor lamañana,yademás,noestabasegurodesaberelcamino.Hicieronelmismorecorridoquealaida,peroalainversa.EralaprimeravezenmuchosdíasqueCallsesentíarelajado.
—¿DóndeestáTamara?—preguntóCeliamientrascaminaban.Calllahabíavistoconsuhermanajustoantesdeirse,yestabaapuntodecontestarcuandoAaronse
leadelantó.—Discutiendoconsuhermana.Callsesorprendió.—¿Sobrequé?Aaronseencogiódehombros.—KimiyaleestabadiciendoaTamaraquenodebíaperdereltiempoenlaGaleríaduranteelCurso
deHierro.Ledecíaquedebíaestarestudiando.Call frunció el ceño. Siempre había querido tener hermanos, pero, de repente, se lo estaba
repensando.Juntoaél,Aaronsetensó.—¿Quéeseseruido?—VienedelaPuertadelaMisión—contestóCelia,queparecíapreocupada.Unmomentodespués,
Call también lo oyó: el sonido de botas sobre el suelo de piedra, el eco de voces rebotando en lasparedes.Alguienpidiendoayuda.
AaroncomenzóacorrerporelpasillohacialaPuertadelaMisión.Elrestodudóantesdeseguirlo,yDrewsequedótanatrásqueibaalritmoapresuradodeCall.Elpasillocomenzóallenarsedegentequese abría paso entre ellos, casi tirando al suelo a Call. Alguien lo agarró por el brazo y se encontrópegadoalapared.
Aaron.Aaron sehabía aplastado contra lapiedray estabaobservando, con los labios fuertementeapretados, cómo un grupo de chicosmayores, algunos conmuñequeras de color plata y otros de oro,avanzabancojeandoporelpasillo.Aunoscuantos los llevabanencamillas improvisadas,hechasconramasatadas.Aunodeellos locargabanentredosaprendices: toda lapartedelanteradesuuniformeparecía haber ardido y la piel de abajo se veía roja y llena de ampollas. Todos tenían marcas dequemaduraseneluniformeymanchasdehollínenlacara.Lamayoríasangraba.
Drewparecíaapuntodeponerseallorar.Call oyó a Celia, que se había pegado a la pared al lado de Aaron, susurrar algo sobre los
elementalesdelfuego.Callsequedómirandoaunchicoquetrasladabanenunacamilla,retorciéndosede
dolor.Lamangadesuuniformehabíaardidoyelbrazoparecía resplandecerledesdedentro,comounascuaenunahoguera.
«Elfuegoquierearder»,pensóCall.—¡Vosotros! ¡Curso deHierro! ¡No deberías estar aquí!—Era elMaestroNorth, que losmiraba
enfadadomientrasseapartabadelgrupodeheridos.Callnoestabasegurodecómoloshabíavistoodeporquéestabaallí.
Peronoesperaronaqueselodijeradenuevo.Salieroncorriendo.
CAPÍTULONUEVE
Aldíasiguientehubomásarenaymáscansancio.Esanoche,enelcomedor,Callestabamediotiradoenlamesaconsuplatodeliquenyunmontóndegalletasqueparecíanbrillarcongrumoscristalinos.Celiamordióuna,quehizounsonidocomodevidrioalromperse.
—Sepuedencomersinpeligro,¿no?—lepreguntóCallaTamara,queestabacomiendocucharadasdealgúntipodepudíndecolorpúrpuraqueleteñíaloslabiosylalenguadeunprofundoazulíndigo.
Tamarapusolosojosenblanco.Teníaojeras,peroporlodemásestabacomosiempre,perfectamentecompuesta.Callnotóuntirónderesentimientoenelpecho.Tamaraeraunrobot;lohabíadecidido.Unrobotsinsentimientoshumanos.Esperabaquesufrierauncortocircuito.
Celia,alverlaferozmiradaqueCallleechóaTamara,intentódeciralgo,peroteníalabocallenadegalleta.Unosasientosmásallá,Aaronestabahablando:
—Loúnicoquehacemosesseparararenaenmontones.Durantehorasyhoras.Quierodecir,seguroqueexistealgúnmotivo,pero…
—Bueno,pueslosientoporvosotros—lointerrumpióJasper—.LosaprendicesdelMaestroLemuelhanestadoluchadocontrasereselementales,ynosotroshemoshechocosasasombrosasconlaMaestraMilagros.Hemoshechobolasdefuego,ynoshaenseñadoaemplearelmetaldelatierraparalevitar.Melevantécasidosdedosdelsuelo.
—¡Guau!—exclamóCallconlavozcargadadedesdén—.Dosdedosenteros…Jaspersevolviódegolpehaciaél,conlosojosbrillantesdeira.—EsportuculpaqueAaronyTamaraloesténpasandomal.Porquehicisteunexamenpésimo.Por
esotodotugrupoestámetidoenlacajadearenamientrasqueelrestodenosotroscorremosporlapista.Callnotóquelasangrese lesubíaalrostro.Noeracierto.Nopodíasercierto.VioaAaron,más
abajoenlamesa,negarconlacabezadispuestoadeciralgo,peroJaspernoibaaparar.—Yyoquetúnomepondríatantontoconlodelevitar,Hunt—añadióconunamuecadedesprecio
—.Siaprendierasalevitar,quizánoretrasaríastantoaTamarayaAaron,siemprecojeandotrasellos.Encuantoacabódesoltaresaspalabras,Jasperparecióasombrado,comosinisiquieraélhubiera
esperadoirtanlejos.NoeralaprimeravezquealguienledecíaalgoasíaCall,perosiempreeracomosileecharanun
cubodeaguafríaalacara.Aaronseirguió,abriendoconsorpresalosojos.Tamaradiounafuertepalmadasobrelamesa.—¡Cierralaboca,Jasper!NoestamosseparandoarenaporculpadeCall.Loestamoshaciendopor
mí.Esmiculpa,¿vale?—¿Qué?¡No!—Jasperparecíatotalmenteconfuso.Eraevidentequenohabíatenidolaintenciónde
hacerenfadaraTamara.Quizáinclusohabíaconfiadoenimpresionarla—.TúlohicistemuybienenlaPrueba.Todoslohicimosbienexceptoél.Merobóelpuesto.TuMaestroletuvolástimayquiso…
Aaronsepusoenpieconeltenedorenlamano.Parecíafurioso.—No era tu puesto—le soltó a Jasper—. No son sólo los puntos. Es a quién quiere enseñar el
Maestro…ypuedoverperfectamenteporquéelMaestroRufusnotequeríaati.Lodijolosuficientementealtocomoparaquelagentedelasmesascercanascomenzaraamirarlos.
ConunaúltimamiradadesdeñosaaJasper,Aaronlanzóel tenedorsobrelamesaysemarchó,conloshombrosmuytiesos.
JaspersevolvióhaciaTamara.—Yaveoquetienesadoslocosenelgrupo,nosóloauno.TamaralanzóaJasperunamiradalargayevaluadora.Luegocogiósucuencodepudínyselovolcó
enlacabeza.Unamasapúrpuralecayóporlacara.Jasperpegóungritodesorpresa.Porunmomento,Call sequedódemasiadoasombradopara reaccionar.Luego seechóa reír.Y lo
mismohizoCelia.LarisacomenzóallegardesdetodaslasmesasmientrasJaspertratabadesacarseelcuencodelacabeza.Callserioaúnmás.
PeroTamaranosereía.Parecíacomosiellamismanosepudieracreerquehubierallegadoaperdertantolacompostura.Duranteunbuenratosequedócomopetrificada,yluegosepusoenpietambaleantey corrió hacia la puerta en lamisma dirección queAaron había tomado. Al otro lado de la sala, suhermanalaobservómarcharconunamiradadedesaprobaciónylosbrazoscruzadossobreelpecho.
Jasper tiróelcuencosobre lamesay lanzóaCallunamiradadepuroyangustiadoodio.Teníaelcabellocubiertodepudín.
—Podríahabersidopeor—dijoCall—.Podríahabersidoesapastaverde.LaMaestraMilagrosapareció juntoaJasper.Leentregóvariasservilletasy lepreguntóquéhabía
pasado.ElMaestroLemuel,quehabíaestadosentadoalamesamáscercana,sepusoenpieyseacercóparasermonearlosatodos.AmediocaminoseleunióelMaestroRufus,conelrostrotanimpávidocomosiempre.Elparloteodelasvocesadultasseguía,peroCallnolesestabaprestandoatención.
En todos sus doce años,Call no podía recordar a nadie que no fuera su padre defendiéndolo.Ni
siquieracuandoalguienlehabíadadounapatadaensupiernamalajugandoalfútbol,osehabíareídodeél por estar en el banquillo durante la clase de gimnasia o por ser el último en ser escogido paracualquierequipo.PensóenTamaratirándoleelpudínaJasperporlacabezayluegoenAarondiciendo:«Nosonsólolospuntos.EsaquiénquiereenseñarelMaestro»,ynotóuncalorensuinterior.
Luego pensó en la auténtica razón por la que el Maestro Rufus quería enseñarle, y el calordesapareció.
Call volvió solo a sus habitaciones por los resonantes pasillos de piedra. Cuando llegó, Tamaraestabasentadaenelsofá,conlasmanosrodeandounahumeantetazadepiedra.Aaronleestabahablandoenvozbaja.
—Hola—lossaludóCall,mientrasseguíaenlapuertasinsaberquéhacer,nomuysegurodesidebíamarcharseono—.Graciaspor…Bueno,gracias.
Tamaralomirósorbiendounpoco.—¿Entrasoqué?Comoseríaaúnmástontoquedarseenelpasillo,Calldejóquelapuertasecerraratrasélycomenzó
airhaciasudormitorio.—Call,quédate—dijoTamara.Call sevolvióparamirarlaaellayaAaron,queestaba sentadoenelbrazodel sofá, repartiendo
miradas inquietasentreCallyTamara.ElnegrocabellodeTamaraseguíaperfectoysuespaldarecta,peroteníaelrostrounpocohinchadoyalgoenrojecido,comosihubieraestadollorando.Aaronteníaunamiradadepreocupación.
—Loquepasóconlaarenaesmiculpa—reconocióTamara—.Lolamento.Lamentohabertemetidoenlíos.Paraempezar,lamentohabersugeridoalgotanpeligroso.Ylamentotambiénnohaberdichoalgoantes.
Callseencogiódehombros.—Yoospedíquepensaraisenalgo,cualquiercosa.Noestuculpa.Ellalomiródeformarara.—Perocreíaqueestabasenfadado.Aaronasintióparamostrarqueélpensabaigual.—Sí,creíamosqueestabasenfadadoconnosotros.Prácticamentenonoshashabladoentressemanas.—No —repuso Call—. Vosotros no me habéis dicho nada en tres semanas. Vosotros erais los
enfadados.LosojosverdesdeAaronseabrieronconsorpresa.—¿Y por qué íbamos a enfadarnos contigo? Rufus te echó la bronca a ti, no a nosotros. No nos
echastelaculpa,aunquepodríashaberlohecho.—Yosoyquiendeberíahaberlohechomejor—repusoTamara,quecogíalatazacontantafuerzaque
teníalosnudillosblancos—.Vosotroscasinosabéisnadademagia,nadadelMagisterium,nadadeloselementos.Peroyosí.Mi…hermanamayor…
—¿Kimiya?—preguntóCall,confuso.Ledolíalapierna.Sesentóenlamesitadecaféysefrotólarodillaporencimadelateladealgodóndeluniforme.
—Teníaotrahermana—explicóTamaraenunsusurro.—¿Quélepasó?—preguntóAaron,ybajólavozalmismotonoqueella.—Lopeor—contestóTamara—.Seconvirtióenunadeesascosasdelasqueoshablé,unelemental
humano.Hayesosgrandesmagosquepuedennadarporlatierracomosifueranpeces,ohacerquesalgan
dagasdepiedradelasparedes,oquecaiganrayosocrearremolinosgigantes.Ellaqueríaserunodelosgrandes,asíqueforzósumagiahastaqueéstaseapoderódeella.
Tamaranegóconlacabezaenungestodepesar,yCallsepreguntóquéestaríaviendomientraslesexplicabatodoeso.
—Lo peor es lo orgulloso que, al principio, estaba mi padre de ella cuando lograba lo que seproponía.NosdecíaaKimiyayamíquedeberíamosparecernosmásaella.Ahora,élymimadrenoquierenhablardemihermana.Nisiquieramencionansunombre.
—¿Ycuálessunombre?—preguntóCall.Tamarapareciósorprenderse.—Ravan.Aarondejólamanoflotandoenelaireduranteunmomento,comosiquisieradarunaspalmaditasa
Tamaraenelhombroenactituddeconsueloperonoestuvierasegurodedeberhacerlo.—Novasaacabarcomoella—ledijo—.Notepreocupes.Tamaravolvióanegarconlacabeza.—Mehedichoquenoseríacomomipadreomihermana.Mehedichoquenuncacorreríariesgos.
Queríademostrarquepodíahacerlobiensintomarningúnatajo,yaúnseguirsiendolamejor.Peroluegosíquetoméatajos,yosenseñéahacerloavosotros.Nohedemostradonada.
—Nodigaseso—repusoAaron—.Hasprobadoalgoestanoche.Tamarasorbióporlanariz.—¿Qué?—¿QueJasperestámejorconpudínenelpelo?—sugirióCall.Aaronpusolosojosenblanco.—Noesesoloqueibaadecir…,aunqueosaseguroquemegustaríahaberlovisto.—Hasidomuybueno—dijoCallsonriendodemediolado.—Tamara,hasprobadoqueteimportantusamigos.Yparanosotrostambiéneresimportante.Ynos
aseguraremosdequenotomesmásatajos.—MiróaCall—.¿Verdad?—Sí—contestóéstemirándoseatentamentelapuntadelabota,sinestarmuysegurodeserelmejor
candidatoparaesatarea—.Y,Tamara…Éstasepasólamangaporelrabillodelojo.—¿Qué?Callnoalzólamirada,ynotóelcalordelavergüenzasubirleporelcuelloycolorearlederosalas
orejas.—Nuncanadiemehabíadefendidocomohabéishechovosotrosestanoche.—¿Deverdadnoshasdichoalgoagradable?—lepreguntóTamaraconsorna—.¿Teencuentrasbien?—Nolosé—contestó—.Talveznecesiteacostarme.PeroCallnoseacostó.Sequedóhablandoconsusamigosbuenapartedelanoche.
CAPÍTULODIEZ
Al final del primermes, aCall no le importaba si los otros aprendices estaban a puntodedarle unapaliza en cualquier prueba que fueran a hacer,mientras eso significara nomás Sala de laArena y elAburrimiento.SehallabasentadolánguidamenteformandountriánguloconAaronyTamara,separandoen montones la arena clara de la oscura, de la medio clara y de la medio oscura como si llevarahaciéndolo millones de años. Aaron trató de iniciar una conversación, pero Tamara y Call estabandemasiadoaburridosparahablarenalgoquenofuerangruñidos.Aunquealgunasvecessemirabanunosaotrosysesonreíanconlacomplicidaddeunaauténticaamistad.Unaamistadexhausta,pero,detodosmodos,auténtica.
Alahoradecomer,laparedsehizotransparente,pero,paravariar,nosetratabadeAlexStrike.EraelMaestroRufus.Enunamanollevabaloqueparecíaunaenormecajademaderaconunatrompetillasaliendodeellay,enlaotra,unabolsadealgocolorido.
—Seguidconloqueestáishaciendo,chicos—dijomientrascolocabalacajasobreunarocacercana.Aaronabriómucholosojos.—¿Quéeseso?—lesusurróaCall.—Ungramófono—respondióTamara,queseguíaseparandoarenaaunqueestuvieramirandoaRufus
—.Tocamúsica,perofuncionaconmagia,noconelectricidad.
Enesemomentocomenzóasalirmúsicadelatrompetilladelgramófono.Sonabamuyfuerte,ynoeranadaqueCallpudierareconocer.Teníaunritmomachacónyrepetitivoqueeraterriblementeirritante.
—¿NoesesoeltemadelLlaneroSolitario?—preguntóAaron.—¡EslaoberturadeGuillermoTell!—gritóelMaestroRufusporencimadelamúsica,bailandopor
lasala—.¡Escuchadesoscuernos!¡Hacequetecirculelasangre!¡Listosparahacermagia!Lo que sí hacía era que resultara muy, muy difícil pensar. Call se encontró esforzándose en
concentrarse,loquehacíaquemantenerunsologranoenelaireresultaratodoundesafío.Justocuandocreíaqueteníalaarenacontrolada,lamúsicasubíaysuconcentraciónseibaalaporra.
Hizoungemidodefrustraciónyabriólosojos.VioalMaestroRufusqueabríalabolsaysacabaungusano de color remolacha. Call esperó que fuera un gusano de gominola, porque el Maestro Rufuscomenzóamasticarunodelosextremos.
Call se preguntó qué pasaría si en vez de intentar mover la arena se concentrara en estrellar elgramófonocontralapareddelacueva.AlzólavistayvioaTamaramirándolomuyfijamente.
—Ni se te ocurra—dijo ella, como si le hubiera leído el pensamiento. Parecía sofocada, con elcabellooscuropegadoalafrente,mientrastratabadeconcentrarseenlaarenaapesardelamúsica.
UngusanodecolorazulbrillantegolpeóaCallenlasienehizoqueselecayeraencimalaarenaqueteníasuspendidaenelaire.Elgusanorebotóenelsueloysequedóallí.
«Vale, sin duda es un gusano de caramelo», pensó Call, ya que el bicho no tenía ojos y parecíagelatinoso.
Porotraparte,muchascosaspodíandescribirseasíenelMagisterium.—Nopuedohacerlo—jadeóAaron.Teníalasmanosalzadasyarenagirandoenelaire;elrostrose
lehabíaenrojecidoporlaconcentración.Ungusanonaranjalerebotóenelhombro.Rufusteníalabolsaabiertaylesestabatirandopuñadosdegusanos.
—¡Aggg!—exclamóAaron.Losgusanosnohacíandaño,perosíquesobresaltaban.Tamarateníaunoverdeenganchadoenelpelo.Parecíaestarapuntodellorar.
Lapareddesapareciódenuevo.EstavezsíeraAlexStrike.Llevabaunabolsa,yunasonrisaextraña,casimaliciosa,seledibujóenlacaraalmiraraRufus,aúnlanzandogusanos,yluegoalosaprendices,queseesforzabantodoloquepodíanenconcentrarse.
—¡Pasa,Alex!—exclamóRufusalegremente—.¡Dejalosbocadillosporahí!¡Disfrutadelamúsica!CallsepreguntósiAlexestaríarecordandosuCursodeHierro.TambiénesperabaqueAlexnofuera
avisitaraningúnotrogrupodeaprendices,losqueaprendíancosasguays,comoelfuegoylalevitación.Si Jasper se enteraba de los detalles de lo queCall había estado haciendo ese día, nunca dejaría deburlarsedeél.
«Noimporta—sedijoasímismoconseveridad—.Concéntrateenlaarena».TamarayAaronmovíangranos, lesdaban lavueltay losempujabanenelaire.Másdespacioque
antes, pero estaban ahí, trabajando inclusomientras les estaban tirando gusanos de goma a la cabeza.Tamarateníatambiénunoazulenredadoenunatrenzaynisiquieraparecíanotarlo.
Callcerrólosojosycentrólamente.Notó el golpe frío y húmedo de un gusano en lamejilla, pero esta vez no dejó caer la arena. La
músicalegolpeabalosoídos,perohizoquetodoesosealejara.Alprincipio,ungranotrasotro,yluego,aliraumentandosuseguridad,másymásarena.
«EsoleenseñaráalMaestroRufus»,pensó.Pasóotrahoraantesdeque se tomaranundescansoparacomer.Cuandocomenzarondenuevo, el
magolosbombardeóconvalses.Mientrassusaprendicesseparabanarena,Rufussesentóenunarocaehizo un crucigrama. No parecía molesto cuando los chicos trabajaron más horas de lo habitual y seperdieronlacenaenelcomedor.
Volvieronasushabitacionesarrastrandolospies,agotadosysucios,ydescubrieronqueleshabíandejado la comida preparada en la mesa de la sala. Call descubrió que estaba de un buen humorsorprendente,teniendoencuentalasituación,ymientrascomían,AaronloshizopartirsederisaconsuimitacióndelMaestroRufusbailandoelvalsconungusano.
A lamañana siguiente, elMaestro Rufus apareció en su puerta justo después del timbre, con losbrazaletes que distinguirían a su equipo durante la primera prueba. Todos gritaron excitados. Tamaragritóporqueestabacontenta,AarongritóporquelegustabaquelagenteestuvieracontentayCallgritóporqueestabasegurodequeibaamorir.
—¿Sabe qué tipo de prueba va a ser?—preguntó Tamara mientras se enrollaba a toda prisa elbrazalete en la muñeca—. ¿Aire, fuego, tierra o agua? ¿Nos puede dar una pista? Sólo una pistapequeñita,pequeñita…
ElMaestroRufuslamiróconseveridadhastaqueellasecalló.—Ningún aprendiz recibe información por adelantado sobre la prueba —contestó Rufus—. Eso
otorgaríaunainjustaventaja.Debéisganarporvuestrospropiosméritos.—¿Ganar? —repitió Call, sorprendido. No se le había ocurrido pensar que el Maestro Rufus
esperaraqueganaran laprueba.Nodespuésde todounmesdearena—.Novamosaganar.—Loquerealmentelepreocupabaerasiibanasobrevivir.
—Ésa es la actitud—soltó Aaron con sarcasmo al tiempo que ocultaba una sonrisa. Llevaba subrazaletejustoporencimadelcodo.Dealgúnmodohabíaconseguidoqueparecierachic.Callsehabíaatadoelsuyoenelantebrazoyestabaconvencidodequeparecíaunvendaje.
ElMaestroRufuspuso losojosenblanco.ACall lepreocupóque lascomisurasde labocase lehubieran alzado en una sonrisa involuntaria, como si realmente estuviera empezando a entender lasexpresionesdelMaestroRufusyacontestarlas.
Quizá para cuando estuvieran en el Curso de Plata el Maestro Rufus podría comunicarlescomplicadasteoríasdemagiaalzandounasolacejapeluda.
—Vamos—dijoelmago.Conungestoteatral,sediolavueltaylosguioporlapuertayporloqueCall estaba comenzando a considerar el corredor principal. El musgo fosforescente que recubría lasparedesdestellabaybrillabamientrasellosbajabanporunaescaleraenespiral,queCallnohabíavistonunca,hastallegaraotracaverna.
Ensuotraescuelasiemprehabíaqueridoquelodejaranhacerdeporte.Enésta,almenos,leestabandandounaoportunidad.Eraasuntosuyomantenerelritmo.
La caverna era del tamaño de un estadio, con enormes estalactitas y estalagmitas apuntando haciaarribayhaciaabajocomodientesenunagigantescaboca.LamayoríadelosotrosaprendicesdelCursodeHierro ya estaba allí con susMaestros. Jasper hablaba conCelia y hacía bruscos gestos hacia lasestalagmitas de un rincón, que habían crecido uniéndose para formar un complicado lazo.LaMaestraMilagrosestabaflotandounpocoporencimadelsueloyanimabaaunodeloschicosaflotarconella.Todossemovíanconunainquietaenergía.Drewparecíaestarmásnerviosoquenadie,ysusurrabaconAlex.FueraloquefuesequeleestabadiciendoAlex,Drewnoparecíamuycontentodeoírlo.
Callseadentrómásenlacavernaymiróalrededor,tratandodecaptarquéibaapasar.Enunadelasparedesseabríalaentradaaotracuevagrandequeparecíatenerbarrotesdelante,comounajaulahecha
decalcita.Mientraslamiraba,Callpensó,preocupado,quelapruebaibaaseraúnmáspeligrosadeloquesehabíaimaginado.Sefrotólapiernasinpensarysepreguntóquédiríasupadre.
«Esahoracuandomueres»,probablemente.OquizáfueralaocasióndemostraraTamarayaAaronquesemerecíaquelodefendieran.—¡AprendicesdelCursodeHierro!—comenzóelMaestroNorthmientrasunoscuantosalumnosmás
entraban tras el Maestro Rufus—. Éste es vuestro primer ejercicio. Vais a luchar contra sereselementales.
Gritosahogadosdetemoryexcitaciónrecorrieronlaestancia.LamoraldeCallsederrumbóporlossuelos.¿Bromeaban?Habríaapostadosinmiedoaqueningunodelosaprendicesestabapreparadoparaeso.MiróaAaronyaTamaraparaversiopinabandeotromodo.Sehabíanquedadoblancos.Tamaraseapretabaelbrazalete.
CalltratóderecordarlalecciónqueelMaestroRockmapleleshabíadadodosviernesantes,laquehabíatratadosobrelossereselementales.
«Dispersar a elementales malvados antes de que puedan causar daño es una de las tareas másimportantesdelasquelosmagossonresponsables—habíadicho—.Sisesientenamenazados,puedendeshacerseensuelemento,ynecesitanmuchísimaenergíaparavolveraformarse».
Asíqueloúnicoqueteníanquehacereraasustaraloselementales.Magnífico.ElMaestroNorthfruncióelceño,comosiacabaradenotarquelosalumnosestabanpreocupados.—Loharéisbien—lesaseguró.ACall,esoleparecióunoptimismogratuito.Selosimaginóatodosmuertosenelsuelomientraslos
gwyvernsenbuscadevenganzavolabanencírculospor loaltoyelMaestroRufusmeneabalacabezacondecepciónydecía:«Quizálosaprendicesdelpróximoañoseanmejores».
—Maestro Rufus—susurró Call, intentando que nadiemás lo oyera—. No podemos hacerlo. Nohemospracticado…
—Sabéis todo lo que tenéis que saber —dijo Rufus, críptico. Se volvió hacia Tamara—. ¿Quéquierenloselementos?
Ellatragósaliva.—«Elfuegoquierequemar—recitó—,elaguaquierefluir,elairequieresubir,latierraquiereatar,
elcaosquieredevorar».Rufuslepusounamanosobreelhombro.—VosotrostrespensadenlosCincoPrincipiosdelaMagiayenloqueosheenseñado,yloharéis
bien.—Despuésfueaunirsealosotrosmagosalfondodelaestancia.Dieronformadeasientosalaspiedras y se sentaron en ellas con aparente comodidad. Todavía iban llegando otrosmagos. Tambiénhabíaunoscuantos alumnosde losúltimoscursos juntoaAlex; la luzde la cavernadestellabaen susmuñequeras.Esodejóa losaprendicesdelCursodeHierroenelcentrodelaestancia,y la luzsefueatenuandohastaquequedaron rodeadosdeoscuridadysilencio.Lentamente, losgruposdeaprendicescomenzaronaacercarseunosaotroshastaformarunasolamasafrentealarejaformadaporlosdientesdecalcita,queseabríahacialodesconocido.
Durante un largomomento, Callmiró hacia la oscuridad tras la reja, y comenzó a preguntarse sihabría algo allí. Tal vez la prueba consistía en ver si los aprendices realmente creían que losmagosharíanalgotanridículocomodejarqueniñosdedoceañoslucharancontragwyvernsenuncombatedegladiadores.
Entoncesvioojosbrillandoenlastinieblas.Grandespatascongarrashicieroncrujirlatierraytres
criaturassurgierondelacueva.Eratanaltoscomodoshombresysealzabansobrelaspatastraseras,conlos cuerpos encorvados hacia adelante y arrastrando colas con pinchos.Grandes alas, situadas dondedeberíanhaberestado losbrazos,batíanel aire.Unasbocasanchasycargadasdedientes secerraronhaciaeltecho.
LasadvertenciasdelpadredeCalllerepicabanenlacabeza,ysintióquenopodíarespirar.Estabamásasustadodeloquerecordabahaberloestadonunca.Todoslosmonstruosdesuimaginación,todaslas bestias que se escondían en los armarios o bajo las camas, no eran nada comparadas con laspesadillasqueavanzabanhambrientashaciaél.
«Elfuegoquierequemar—repitióCallparasí—,elaguaquierefluir.Elairequieresubir.Latierraquiereatar.Elcaosquieredevorar.Callquierevivir».
Jasper,quealparecerteníaundeseototalmentediferenteenrelaciónconsusupervivencia,seapartóde lapiñadeaprendicesy,conunaullido,corriódirectamentehacia losgwyverns.Alzó lamanoy laabrióconlapalmahaciafuera,endirecciónalosmonstruos.
Unapequeña bolita de fuego le salió de los dedos y voló por encimade la cabeza de unode losgwyverns.
LacriaturarugiófuriosayJasperretrocedió.Abriólamanodenuevo,perosólosalióhumo.Nadadefuego.
El gwyvern avanzó hacia Jasper y abrió la boca.Una espesa niebla azulmanó de sus fauces. Laniebla se fue curvando lentamente en el aire, pero no tan lentamente como para que Jasper pudieraesquivarla.Setiróhaciaunlado,perolanieblaflotósobreélylorodeó.Unmomentodespués,sealzabaenvueltoenella,flotandohaciaarribacomounapompadejabón.
Losotrosdosgwyvernsselevantaronenelaire.—Oh,mierda—exclamóCall—.¿Cómoesperanqueluchemoscontraeso?ElrostrodeAarondestellódefuria.—Noesjusto.Jaspergritaba,flotandodeaquíparaallásobrelascolumnasdelalientodelgwyvern.Perezosamente,
el primer gwyvern lo golpeó con la cola. Call no pudo evitar una chispa de compasión. Los otrosaprendicesestabanparalizados,mirandohaciaarriba.
Aaronrespiróhondo.—Bueno,allávamos—dijoconresignación.MientrasCally losdemás loobservaban,Aaroncorrióy se lanzó sobre la coladelgwyvernmás
cercano. Consiguió cogerla cuando bajaba, y el animal soltó un grito de sorpresa que sonó como untrueno.Aaronseaferrócontodassusfuerzasmientraslacolaibadeunladoalotro,haciéndolosubirybajarcomosiestuvierasobreuncaballosindomar.Jasper,ensuburbuja,sealzóyfuebotandoporeltechoentrelasestalactitas,gritandoysacudiendolaspiernas.
El gwyvern restalló la cola como un látigo yAaron salió volando. Tamara ahogó un grito. Rufusextendióunamano,ydeellasalierondisparadoscoposdecristalhelados,queseunieronenelaireytomaron la forma de una mano que recogió a Aaron a unos centímetros del suelo antes de que seestrellara.
Callnotóqueelpecholeestallabadealivio.HastaesemomentonosehabíadadocuentadelomuchoquelehabíapreocupadopensarquelosMaestrospodíannolevantarniundedoparaayudarlos,queibanadejarlosmorir.
Aaron sepeleabacon losdedoshelados, tratandode soltarse.Unoscuantosde los aprendicesdel
CursodeHierro avanzaron juntos engrupohacia el segundogwyvern.Gwendacreó chispasde fuegoentrelasmanos,azulescomolasllamasenellomodeloslagartos.Elgwyvernbostezóensudirecciónlánguidamenteylanzólentoshilillosdealiento.Unoauno, losaprendicesfueronalzándoseenelaire,gritando.Celialanzóunchorrodehielomientrasseelevaba.Fallóyelhielopasóporlaizquierdadelacabezadelsegundogwyvern,haciéndolorugir.
—¡Call!ÉstesediolavueltaaloírlallamadaurgentedeTamara,justoatiempodeverlalanzarsedetrásde
ungrupodeestalagmitas.Callsedispusoairtrasella,perosedetuvoalveraDrewinmóvil,aunladodelgrupo.
Callnoeraelúnicoquelohabíavisto.Eltercergwyvern,conlosojosentrecerrados,lelanzabaunaamarillentamiradadepredadora,yseenroscóensímismoparaquedarfrentealasustadoaprendiz.
Drew puso los brazos hacia abajo, las palmas en dirección al suelo, mientras mascullaba algofrenéticamente.Luegosefuelevantandolentamentedelsueloysealzóhastaquedaralaalturadelosojosdelgwyvern.
«Estáhaciendocomosilohubieraalcanzadoconelhumo—sediocuentaCall—.Muylisto».Drew conjuró una bola de viento en la mano y la lanzó. El gwyvern resopló sorprendido. Drew
perdiólaconcentraciónycomenzóarodarenelaire.Sinperdereltiempo,elgwyvernlanzólacabezahaciaadelanteycerrólaboca,consiguiendopillarlapuntadelospantalonesdeDrew.LaropaserasgómientrasDrewpateabaelaire,frenético.
Callcorrióparaayudarlo.Justoentonces,elsegundogwyvernselanzódesdeeltechodelacavernadirectohaciaellos.
—¡Call,corre!—gritóDrew—.¡Vete!Eraunabuenaidea,pensóCall,sipudieracorrer.Lapiernamalaseletorcióaltratardecorrersobre
elterrenoirregular,ysetambaleó;enseguidaconsiguiórecuperarelequilibrio,peronofuelobastanterápido.Losfríosojosnegrosdelgwyvernestabanfijosenél,lasgarrasextendidasmientrasseacercabamásymás.Callcomenzóacorrertanrápidocomopudo.Notabaunfuertedolorenlapiernacadavezque pisaba con fuerza sobre las rocas.No era lo bastante rápido.Almirar hacia atrás, tropezó y fuevolandohastaestrellarsecontralagravillaylaafiladapiedra.
Rodóparaquedarsobrelaespalda.Elgwyvernsealzósobreél.AlgunaparteenelinteriordeCallledecíaquelosMaestrosintervendríanantesdequepasaraalgodemasiadograve,perounapartemuchomayor gritaba de miedo. El gwyvern parecía ocupar todo su campo de visión, con la boca abierta,mostrandounasfaucesescamosasyunosdientesmuyafilados…
Callalzóunbrazo.Notóunaráfagadecalorestallaralrededor.Unchorrodearenaypiedrasealzóencascadadesdeelsueloygolpeóalgwyvernenelpecho.
Labestiasaliódespedidahaciaatrás,chocóconfuerzacontra laparedde lacuevaysedesplomósobre el suelo.Call parpadeó sorprendidomientras se ponía lentamente en pie.Unavez incorporado,miróalrededorconnuevosojos.
«Oh»,pensóalverel tumultoquesedesarrollabaportodalaestancia, lasráfagasdefuegoquelocruzabanyloschicosdandovueltasencírculosalperderlaconcentración,loquehacíaquesumagialoslanzaradeunladoaotro.Degolpe,Callentendióporquéhabíanestadopracticandodurantetantotiempoenlasaladelaarena.Contratodoloqueseesperaba,lamagiasehabíaconvertidoenalgoautomáticoparaél.Eraconscientedelaconcentraciónqueserequería.
Sugwyvernestabatratandodeponerseenpie,peroCallyaestabadispuestoacontinuarlabatalla.Se
concentró, lanzó lamanohaciaafueray tresestalactitas sesoltaron,cayeronyclavaronalgwyvernalsueloporlasalas.
—¡Ja!—exclamóCallconsatisfacción.LabestiaabriólabocayCallfuearetroceder,sabiendoquenoseríalosuficientementerápidopara
esquivarelalientodelmonstruo…—¡PásameaMiri!—legritóTamaradesdelassombras—.¡Rápido!CallsesacóladagadelcinturónyselatiróaTamara.Elgwyvernteníalabocaabierta,lasvolutas
dehumocomenzabanagirarhaciaafuera.Condosrápidospasos,Tamaraatravesóelhumodelgwyvernyfueaclavarleelcuchilloenelojo.Justocuandoleibaadar,elmonstruodesaparecióenunagrannubedehumoazulyregresóasuelementoconunrugidoderabia.Tamaracomenzóaflotarhaciaarriba.
Calllacogióporlapierna.Eraunpococomosujetarlacuerdadeunglobo,porqueellacontinuababamboleándoseenelaire.
Tamara le sonrió desde arriba. Estaba toda manchada de tierra y arena, con el cabello sueltocayéndolesobrelacara.
—Mira—dijo,señalandoconMiri,yCallsevolvióatiempodeveraAaron,yalibredelhielo,queenviaba una avalancha de piedras contra el gwyvern.Celia, desde lo alto, hizo caermás piedras. Sejuntarontodasenelaireparaformarunenormepeñasco,quehizodesapareceralacriaturadeunsologolpeantesdedeshacersedenuevoenfragmentosalchocarcontralapareddelfondo.
—Sólounomás—jadeóCall.—Yano—ledijoTamaraalegremente—.Mehedeshechodedos.Aunque,bueno,túmehasayudado
unpococonelsegundo.—Podríasoltarteahoramismo.—Callletiródelapierna,amenazador.—¡Vale, vale, me has ayudado mucho! —rio Tamara mientras en toda la estancia comenzaba a
resonarunaplauso.LosMaestrosestabanaplaudiendo,yCallsediocuentadequemirabanaTamara,aAaron, aCelia y a él.Aaron jadeaba; semiraba lasmanos y luego el lugar donde el gwyvern habíadesaparecido,comosinopudieracreerqueélhabíalanzadoesepeñasco.Callsabíaloquesentía.
—¡Eeeh!—exclamóTamarayagitólosbrazosdearribaabajomientrassebalanceabaenelaire.Unmomentodespués,losaprendicesquehabíanflotadohaciaeltechoestabanbajandolentamente.Calllesoltóel tobilloaTamaraparaquepudieraaterrizardepie.Ella ledevolvióaMirimientras losotrosaprendicesllegabanalsuelo,algunosriendo,yotros,comoJasper,ensilencioymuyserios.
TamarayCallfueronhaciadondeestabaAaronenmediodelbullicio.Lagentelosvitoreabaylesdaba palmadas en la espalda; era un poco comoCall siempre se había imaginado que sería ganar unpartidodebaloncesto,aunquenuncalehabíapasado.Nuncahabíajugadoenunequipo.
—Call—lollamóalguienasuespalda.SevolvióyvioaAlexconunagransonrisaenelrostro—.Yoapostabaporvosotros,chicos.
Calllomirósorprendido.—¿Porqué?—Porqueerescomoyo.Loveo.—Sí,claro—replicóCall.Esoeraridículo.Alexeralaclasedepersonaque,encasa,habríatirado
aCallauncharcodebarro.ElMagisteriumeradiferente,peroseguroquenoeratandiferente—.Yonohehechomucho—añadióCall—.Sólomequedéahíhastaquerecordécómocorrer;exceptoque,claro,recordéqueyonopuedocorrer.
Vio al Maestro Rufus sorteando a la gente para acercarse a sus aprendices. Lucía una pequeña
sonrisa,loqueparaelMaestroRufuseracomoirdandosaltosyvolteretasporlospasillos.Alexsonriódemediolado.—Nonecesitascorrer—dijo—.Aquíteenseñaránaluchar.Yteaseguroquevasahacerlomuybien.
Call,TamarayAaronregresaronasushabitacionesconlasensacióndeque,porprimeravezdesdequehabíanllegadoalMagisterium,todoempezabaacuadrar.Lohabíanhechomejorquelosotrosgruposdeaprendices,ytodoslosabían.Ylomejordetodo:elMaestroRufusleshabíallevadopizza.Unapizzadeverdadenunaauténticacajadecartón,conquesoderretidoymontonesdecosasquenoeran liquenosetasdecolorpúrpurabrillanteonadararoquecrecierabajotierra.Selacomieronenlasalacomún,peleándose amistosamente para ver quién cogíamás trozos. Tamara ganó, pues era la que comíamásdeprisa.
Callaúnteníalosdedosunpocograsientoscuandoabriólapuertadesudormitorio.Atiborradodepizza,refrescoyrisas,sesentíamejordeloquesehabíasentidoenmuchotiempo.
Peroencuantovioloqueleesperabaenlacama,todoesocambió.Eraunacaja,unacajadecartóncerradaconmuchacintaadhesivayconsunombreescritoenlaletra
inclinadayrápida,inconfundible,desupadre.
CALLUMHUNTELMAGISTERIUM
LURAY,VA
Porunmomento,Callselaquedómirando.Luegoseacercólentamentealacajaylatocó;pasólosdedosporelbordede lacintaadhesiva.Supadresiempreempleabalamismacintagruesaparahacerpaquetes, como cuando tenía que enviar algo que le habían encargado desde fuera del pueblo. Eranprácticamenteimposiblesdeabrir.
CallsacóaMiridelcinturón.Laafiladahojadelcuchillocortóelcartóncomosifueraunahojadepapel.Unmontónderopacayósobrelacama:losvaqueros,laschaquetasylascamisetasdeCall,variospaquetesde sus caramelos ácidos favoritos, un reloj despertadorde cuerday el ejemplar deLos tresmosqueterosquesupadreyélhabíanestadoleyendojuntos.
Cuandocogióellibro,unanotadobladacayódeentrelaspáginas.Calllacogióylaleyó:
Callum:Séqueestonoesculpatuya.Tequieromuchoylamentotodoloquehapasado.Nopierdaselánimoenlaescuela.Concariño,
ALASTAIRHUNT
Habíafirmadoconsunombrecompleto,comosiCallfueraalguienaquienconocierapoco.Conlacartaenlamano,sedejócaersobrelacama.
CAPÍTULOONCE
Esanoche,Callnoconseguíaconciliarelsueño.Estabamuyexcitadoporlapeleaynoparabadedarlevueltas en la cabeza a lo que ponía en la nota de su padre, tratando de averiguar qué quería decir.Tampocoloayudóhabersecomidoinmediatamentetodoslospaquetesdecaramelosaexcepcióndeuno,loquelodejóapuntodesaltarhastaeltechodelacavernasinnecesidaddealientodegwyvernqueloimpulsara.Sisupadrelehubieraenviadosumonopatín(yaCalllefastidiabaquenolohubierahecho),habríaestadosubiéndoseporlasparedesconél.
Supadre ledecíaquenoestabaenfadado,ypor laspalabrasquehabíaescogido tampocodaba lasensación de que lo estuviera. Pero sí que daba otra sensación. De tristeza. Incluso de frialdad. Dedistancia.
QuizálepreocupabaquelosmagoscogieranelcorreodeCallyloleyeran.Talvezledieramiedoescribir algo privado.Decir que, a veces, su padre podía ser un poco paranoico, era quedarse corto,sobretodocuandosetratabadelosmagos.
Sipudierahablarconél,aunquesólofueraunsegundo…Queríatranquilizarloydecirlequetodoibabienyquenadiemásqueélhabíaabiertoelpaquete.Porloquehabíaexperimentadohastaelmomento,elMagisteriumnoeratanmalo.Inclusoera…divertido.
Ojaláhubierateléfonos.Al instante,Call pensó en el pequeño tornado sobre el escritorio delMaestroRufus. Si tenía que
esperaraqueleenseñaranamanejarlosbotesparacolarseallí,podíapasartodalaeternidadantesdeque consiguiera hablar con su padre. En la prueba había demostrado que podía adaptar su magia asituacionesparalasquenohabíasidoentrenadoespecíficamente.Quizápudieraadaptarlatambiénaésta.
Despuésdeestar tanto tiemposólocondosuniformes,era fantástico tenerunmontónderopaparaescoger. En parte, le habría gustado ponérsela toda de golpe y pasearse por elMagisterium como unpingüino.
Al final se conformó con ponerse unos vaqueros negros y una camiseta también negra con undesgastadologodeLedZeppelin;elvestuarioqueleparecíamásadecuadoparamoversesinservisto.Enelúltimomomento,decidiócolgarselafundadeMiridelcinturón,ysaliósigilosamentealasala.
MiróalrededoryderepentelesorprendiólacantidaddecosasdeTamaraytambiénsuyasquehabíaportodaspartes.Sehabíadejadolalibretaenlaencimera,lacarterasobreelsofádecualquiermanera,unode loscalcetinesenelsuelo juntoaunplatodegalletascristalinasmordisqueadas.Tamaraaúnloteníatodomásdesordenado:librosdecasa,gomasdepelo,pendientes,plumillasdeplumasypulseras.PerodeAaronnohabíanada.Lopocoqueteníaloguardabaensudormitorio,quemanteníasuperlimpioyconlacamamuybienhecha,comosiaquellofueraunaescuelamilitar.
OíalarespiraciónregulardeTamaraydeAaron,quelellegabadesusrespectivashabitaciones.Porunmomentosepreguntósideberíavolversealacama.Aúnnoconocíamuybienlostúnelesyrecordabatodas lasadvertenciassobreperderse.Además,sesuponíaquenodebíansalirdesushabitaciones tantardesinelpermisodesuMaestro,asíquetambiéncorríaelriesgodemeterseenunlío.
Respiró rápidamente unas cuantas veces y despejó todas sus dudas. Conocía el camino hasta eldespachodelMaestroRufus.Sóloteníaqueingeniárselaconlosbotes.
El pasillo se hallaba iluminado por el tenue resplandor de las rocas y estaba absoluta einquietantemente silencioso. En el silencio sólo se oía el distante goteo del sedimento al caer deestalactitaaestalagmita.
—Muybien—mascullóCall—.Allávamos.Fueporelcaminoquesabíaquellevabaalrío.Suspasosmarcabanunritmoenelsilencio:paso-
arrastre,paso-arrastre…Lailuminacióndelaestanciaqueatravesabaelríoeraaúnmástenuequeladelpasillo.Elaguase
veíaoscura,arrastrandosombras.Conmuchocuidado,Callfueavanzandoalolargodelsenderorocosohastadondesehallabaamarradounodelosbotes,juntoalaorilla.Tratódeprepararseparasaltar,perolapiernamalaletemblaba;tuvoqueponersederodillasysubiralbotegateando.
Parte de la lección del Maestro Rockmaple sobre seres elementales había tratado de los que sepodíanencontrarenelagua.Segúnél,amenudo,sóloconunpocodepoder,resultabafácilpersuadirlosparaquehicieranlavoluntaddelmago.ElúnicoproblemaeraqueelMaestroRockmaplehabíahabladodelateoría,peronoleshabíaexplicadolatécnica.Callnoteníaniideadecómohacerlo.
Elbotesebalanceóbajosusrodillas.ImitandoalMaestroRufus,seinclinósobrelabordaysusurró:—Muybien,me siento totalmente estúpidohaciendo esto, pero…eh… tal vez podríais ayudarme.
Quieroirríoabajoynosécómo…Mirad,¿podéisevitarqueelbotesedécontralasparedesogireenredondo?¿Porfavor?
Los seres elementales, dondequiera que estuvieran y lo que fuera que estuvieran haciendo, no leofrecieronningunarespuesta.
Por suerte, la corriente iba en la dirección que él quería. Se inclinó hacia fuera y empujó con lapalmadelamano,loqueenvióalbotebamboleándosehaciaelcentrodelrío.Porunmomentosesintió
abrumadoporeléxito,peroluegosediocuentadequenoteníaningúnmododedetenerelbote.Al ver que no habíamucho que pudiera hacer, se dejó caer en el asiento de popa y se resignó a
preocuparseporesocuandofueranecesario.Elaguasalpicabaelcostadodelbote,ydevezencuandoalgúnpezsealzaba,pálidoybrillante,sobrelasuperficie,ydesaparecíadenuevoenlasprofundidades.
Pordesgracia,noparecíahaberhecholoquedebíahacercuandotratódesusurraraloselementales.El bote comenzó a girar en el agua y Call se mareó. En un momento determinado, aprovechó unaestalagmitaparaempujarseyevitarqueelboteembarrancara.
Finalmente,viounaorillaquereconoció:laqueestabacercadeldespachodeRufus.Miróalrededorbuscandoalgúnmododeguiarelbotehaciaella.Laideademeterlamanoenelaguafríaynegranoloatraíamucho,perolohizodetodasformas,yremócontodasusfuerzas.
La proa chocó contra la orilla, y Call se dio cuenta de que iba a tener que saltar al agua, pocoprofundaenesepunto,yaquenopodíaconseguirqueelbotesealinearacontralaribera,comohacíaelMaestroRufus.Reunióelvalorypasósobrelaborda,einmediatamentesehundióenellimo.Perdióelequilibrio,secayóysegolpeólapiernamalacontraelcostadodelbote.Duranteunbuenratoeldolorlodejósinaliento.
Cuandoserecuperó,sediocuentadequesusituacióneraaúnpeor.Elbotesehabíaalejadohastaelcentrodelrío,fueradesualcance.
—¡Vuelveaquí!—legritóalbote.Luego,aldarsecuentadesuerror,seconcentróenlapropiaagua.Aunqueseesforzó,loúnicoquefuecapazdehacerfuequeelaguaseremovieraunpoco.Habíapasadounmestrabajandoconarenasindedicarnadadetiempoalosotroselementos.
Estabaempapado,yprontoelbotehabríadesaparecidoporuntúnelquellevabamásalinteriordelascuevas. Gruñendo, chapoteó avanzando hasta la orilla. Los vaqueros empapados le pesaban y se lepegabanalaspiernas.Tambiénestabanfríos.Ibaatenerqueirandandoasítodalavuelta…Suponiendoquepudieraencontrarelcaminodevuelta.
Dejó de lado todas las preocupaciones sobre el después y se dirigió hacia la pesada puerta deldespachodeRufus.Contuvolarespiraciónmientrasprobabaagirarelpomo.Lapuertaseabriósinelmáslevechirrido.
ElpequeñotornadoseguíagirandosobreelsecreterdelMaestroRufus.Calldiounpasohaciaél.Ellagarto dentro de la jaula continuaba en la mesa de trabajo, con las llamas saltándole por el lomo.ObservóaCallconojosluminosos.
—Sácamedeaquí—dijoellagarto.Suvozeracomounsusurrorasposo,perolaspalabrashabíansido claras. Call lomiró confuso. Los gwyverns no habían hablado durante el ejercicio; nadie habíadichonadasobrequeloselementalespudieranhablar.Quizáloselementalesdelfuegofuerandiferentes.
»Sácamedeaquí—repitióel lagarto—. ¡La llave!Tedirédóndeguarda la llaveyme sacarásdeaquí.
—No voy a hacerlo —contestó Call al lagarto, y frunció el ceño. No acababa de creerse queestuvierahablando.Seapartódeélyseacercóaltornadodelescritorio.
»AlastairHunt—lesusurróalaarenaquegiraba.Noocurriónada.Quizánoibaasertanfácilcomosehabíaesperado.Callpusolamanoenelladodelacampanadecristal.Contodassusfuerzastratódeimaginarseasu
padre.Dibujóensumentesuperfilaguileñoyelacostumbradosonidoquehacíaalrepararcosasenelgaraje. Se imaginó sus ojos grises, y la forma en que su voz se alzaba cuando estaba animando a unequipo o se bajaba cuando hablaba de cosas peligrosas, como los magos. Se imaginó a su padre
leyéndolecomohacíasiemprehastaqueélsedormía,ycómosuschaquetasdelanaolíantantoatabacodepipacomoaprotectordemadera.
—AlastairHunt—dijodenuevo, y estavez la arena se contrajoy se solidificó.Al cabodeunossegundos estaba viendo a su padre, con las gafas subidas sobre la cabeza. Llevaba una sudadera yvaqueros,yteníaunlibroabiertoenelregazo.EracomosiCalllohubieraencontradoleyendo.
Derepente,supadresepusoenpieymiróhaciaél.Ellibroseleresbalóydesapareciódelavista.—¿Call?—preguntósupadre,conlavozcargadadeincredulidad.—¡Sí!—exclamóCall,excitado—.Soyyo.Herecibidolaropaytucarta,yqueríabuscarelmodo
dehablarcontigo.—Ah—repusosupadre,yentornólosojoscomositrataradevermejoraCall—.Bueno,esoestá
bien.Mealegrodequetellegarantuscosas.Callasintió.Algoeneltonocautodesupadreempañabaelplacerdeverlodenuevo.ElpadredeCallsecolocólasgafassobrelanariz.—Tienesbuenaspecto.Callsemirólaropa.—Sí.Estoybien.Aquínoseestátanmal.Avecespuedeseraburrido,yotrasvecesdamiedo.Pero
estoyaprendiendocosas.Nosoyunmalmago.Porahora,quierodecir.—Nuncapensé que fuera a faltarte habilidad,Call.—Supadre se puso en pie y pareciómoverse
haciadondeseencontrabaél.Teníaunaexpresiónrara,comosiseestuvierapreparandoparaenfrentarseaunatareadifícil—.¿Dóndeestás?¿Sabealguienqueestáshablandoconmigo?
Callnegóconlacabeza.—EstoyeneldespachodelMaestroRufus.Estoy…esto…tomandoprestadosutornadoenminiatura.—¿Suqué?—ElpadredeCallarrugóelceño,confuso;luegosuspiró—.Noimporta.Mealegrode
tenerlaoportunidadderecordarteloqueesimportante.Losmagosnosonloqueparecen.Lamagiaqueteenseñanespeligrosa.Cuantomásaprendasdelmundomágico,mástemeterásenél;temeterásensusantiguosconflictosysuspeligrosastentaciones.Pormuchoquetediviertas…—ElpadredeCalldijolapalabra«diviertas»comosi fueravenenosa—.Pormuchosamigosqueestéshaciendo,noolvidesqueesavidanoesunavidaparati.Debessalirdeahíencuantopuedas.
—¿Meestásdiciendoquemeescape?—Seríalomejorparatodos—contestóAlastaircontotalsinceridad.—Pero¿ysidecidoquequieroquedarmeaquí?—preguntóCall—.¿Ysidecidoqueestoycontento
enelMagisterium?¿Aúnmedejaríasiracasadevezencuando?Hubounlargosilencio.Lapreguntasequedócolgadaenelaireentrelosdos.Inclusosiendomago,
queríaseguirsiendoelhijodeAlastair.—No…yo…—Supadrerespiróhondo.—SéqueodiaselMagisteriumporquemamámurióen laMasacreFría.—Callhablabarápido,ya
quetratabadequelesalieranlaspalabrasantesdequelefallaraelvalor.—¿Qué?—Alastairabriómucholosojos.Parecíafurioso…yasustado.—Yentiendoporquénuncamelocontaste.Nosoytonto.Peroesofueenlaguerra.Ahorahayuna
tregua.Nomevaapasarnadaaquí,enel…—¡Call! —ladró Alastair. Se había quedado mortalmente pálido—. Definitivamente no puedes
quedarteenlaescuela.Túnoloentiendes;esdemasiadopeligroso.Call,escúchame,túnosabesloqueeres.
—Yo…—UnfuertegolpeasuespaldainterrumpióaCall.Sediolavueltayvioqueellagartohabíaconseguido,dealgúnmodo,hacercaerlajauladelamesadetrabajo.Estabadeladoenelsuelo,cubiertade un montón de papeles y los restos de una de las maquetas de Rufus. Desde dentro, el elementalmascullabapalabrasrarascomoSplerg!oGelderfren!
Callvolvióamirareltornado,peroerademasiadotarde.Habíaperdidolaconcentración.Supadresehabíadesvanecido,consusúltimaspalabrascolgandoenelaire.
«Nosabesloqueeres».—¡Lagartoestúpido!—gritóCall,ylediounapatadaaunadelaspatasdelamesadetrabajo.Otro
montóndepapelesfueapararalsuelo.Elelementalestabaenabsolutosilencio.CallsedejócaerenlasilladeRufusyacontinuaciónpuso
lacabezaentrelasmanos.¿Quélehabíaestadotratandodedecirsupadre?¿Quépodíasignificareso?«Call,escúchame,túnosabesloqueeres».Callsintióqueunescalofríolerecorríalaespalda.—Sácamedeaquí—repitióellagarto.—¡NO!—gritóCall,ysealegródeteneralgoenloquedescargarsurabia—.No,novoyasacarte
deahí,¡asíqueparadepedírmelo!El lagarto lo contemplaba con sus ojos redondos desde la jaula mientras Call se arrodillaba y
comenzabaarecogerpapelesyruedasdelamaqueta.Callfueacogerunsobre,ycerrólosdedossobreun paquetito que también debía de haberse caído de la mesa. Se lo acercó al reconocer otra vez lainconfundibleletradesupadre.EstabadirigidoaWilliamRufus.
«Oh—pensóCall—.Unacartadepapá.Estonopuedesernadabueno».¿Debíaabrirla?LoúltimoquequeríaeraasupadrediciéndolelocurasalMaestroRufusyrogandoa
Callquevolvieraacasa.Además,yaibaameterseenunlíoporcolarseahí,asíquenopodríameterseenmuchomáslíoporabrirunacarta.
Cortólacintaconelbordedentadodeunengranajeydesdoblóunanotamuyparecidaalaquehabíarecibido.Decía:
Rufus:Si alguna vez confiaste en mí, si alguna vez sentiste lealtad hacia mí por el tiempo que pasé como tu alumno y por la tragedia que
compartimos,debesatarlamagiadeCallumantesdequeacabeelcurso.
ALASTAIR
CAPÍTULODOCE
Duranteunrato,Callsesintiótanfuriosoqueloúnicoquequeríaeraromperalgo,yalmismotiempolosojosleardíancomosiestuvieraapuntodeecharseallorar.
Controlósurabiaysacóelobjetoquehabíaenelpaquetebajolacartadesupadre.EralamuñequeradeunalumnodelCursodePlataconcincopiedrasengastadas:unaroja,unaverde,unaazul,unablancayunatannegracomolosríosdeaguanegraquecorríanporlascavernas.Callselaquedómirando.¿Seríalamuñequera de su padre de cuando estaba en elMagisterium? ¿Por qué ibaAlastair a enviársela aRufus?
«Unacosaescierta—pensóCall—.ElMaestroRufusnovaarecibirnuncaestemensaje».Semetió la carta y el sobre en el bolsillo, y se puso lamuñequera en lamuñeca.Era demasiado
grandeparaél,asíqueselasubióporelbrazo,másarribadelasuya,ylacubrióconlamangadelacamiseta.
—Estásrobando—dijoellagarto.Lasllamasseguíanardiéndoleenellomo,azulescondestellosdeverdeyamarillo.Proyectabansombrasquebailabansobrelapared.
Callsedetuvoenseco.—¿Yqué?—Sácame de aquí—insistió el lagarto—. Sácame de aquí o diré que has robados las cosas del
MaestroRufus.
Callgruñó.Nohabíaestadopensandoconclaridad.Elelementalnosólosabíaquehabíaabiertoelpaquete,sinotambiénloquelehabíadichoasupadre.Habíaoídosucrípticaadvertencia.CallnopodíapermitirquerepitieratodoesoalMaestroRufus.
Searrodilló,cogiólajaulaporlaagarraderadehierroqueteníaenloaltoyladejósobrelamesadetrabajodeRufus.Mirómásatentamenteallagarto.
Elcuerpoeramás largoqueunade lasbotasde supadre.ParecíaunaversiónenminiaturadeundragóndeKomodo,inclusoteníaunabarbadeescamas,ycejas;sí,definitivamenteteníacejas.Todalajaulaolíalevementeaazufre.
—Tehascoladosinpermiso—dijoellagarto—.Estásaquísinpermiso,robando,ytupadrequierequeteescapes.
Callnosabíaquéhacer.Sidejabasalirde la jaulaalelemental,detodasformaspodríadecirlealMaestroRufus lo que había visto.Call no podía arriesgarse a que lo descubrieran.No quería que leataranlamagia.NoqueríadefraudaraAaronyaTamara,sobretodounavezquehabíancomenzadoaseramigos.
—Sí—asintióCall—.¿Yadivinasquémásvoyrobar?Ati.Callechóunaúltimamiradaporeldespachoysefue,llevándoselajaulaconellagarto.Elelemental
corríadeunladoaotroysuspasosrepicabanensuprisión.ACallnoleimportó.Fuehastaelagua,esperandoqueotrobotehubieraaparecido,arrastradoporlacorriente.Nohabía
másqueun río subterráneo salpicandounaplaya rocosa.Call sepreguntó si podríanadarde regreso,peroelaguaestabacomoelhielo,lacorrienteibaenladireccióncontrariayélnuncahabíasidoungrannadador.Además,teníaquepensarenellagarto,ydudabaquelajaulapudieraflotar.
—Las corrientes del Magisterium son oscuras y extrañas —dijo el elemental, y sus ojos rojosbrillaronenlapenumbra.
Callinclinólacabezayobservóalacriatura.—¿Tienesnombre?—Sóloelnombrequemedes—contestóellagarto.—¿Cabezapiedra?—sugirióCall,mirandoalaspiedrasdecristalenlacabezadellagarto.Unanubecilladehumolesalióallagartoporlasorejas.Parecíamolesto.—Hasdichoqueteníaqueponerteunnombre—lerecordóCall,mientrasseacuclillabaenlaorilla
suspirando.Ellagartopasólacabezaentrelasbarrasylanzólalengua,laenrollóalrededordeunpezytiróhacia
atráshastametérseloenlaboca.Masticóconunainquietantesatisfacción.Había pasado todo tan deprisa queCall pegóun bote, sorprendido, y casi dejó caer la jaula.Esa
lenguadabamiedo.—¿Lomoardiente?—siguiósugiriendo,mientrasfingíaquenosehabíaasustado—.¿Carapez?Ellagartonolehizonicaso.—¿Warren?—sugirióporúltimoCall.Eraelnombredeuntipoqueibalosdomingosporlanochea
jugaralpóquerconsupadre.Ellagartoasintiósatisfecho.—Warren—repitió—.Que quiere decir madriguera. Aquí haymadrigueras, bajo la tierra, donde
vivenlascriaturas.Madriguerasparairdeunladoaotrosinservistos,paraespiar,¡paraamontonarsecalentitos!
—Vaya,genial—replicóCall,totalmenteharto.
—Hayotroscaminosquenosonelrío.Túnoconoceselcaminodevueltaatunido,peroyosí.Callobservóalelemental,queledevolviólamiradaatravésdelosbarrotesdelajaula.—¿Unatajoamicuarto?—A donde sea. ¡A todas partes!Nadie conoce elMagisteriummejor queWarren. Pero luegome
sacarásdelajaula.Tienesqueprometermequemesacarásdelajaula.¿CuántopodíaconfiarCallenunlagartoextrañoquenisiquieraeradeverdadunlagarto?Quizá si bebiera un poco de agua, que era asquerosa, llena de peces sin ojos, azufre yminerales
raros,podríahacermejormagia.Comohabíahechoconlaarena.Comosesuponíaquenodebíahacer.Talverpodríahacerretrocederlacorrienteyllevarelbotedevuelta.
Sí,claro,¡quélisto!Noteníaniideadecómohacereso.«Call,escúchame,túnosabesloqueeres».Alparecer,habíamuchísimascosasquenosabía.—Muybien—aceptóCall—.Simellevasdevueltaamihabitación,tesacarédelajaula.—Sácameahora—gimoteóelelemental—.Iríamosmásrápidos.—Buenintento—resoplóCall—.¿Pordónde?Ellagartoledijopordónde,yCallempezóacaminar,conlaropaaúnmojadayfríacontralapiel.Pasaronparedesderocasqueparecíanfundirseunasconotras;columnasycortinasdelimoquecaían
como tejidos pesados. Pasaron ante arroyos de barro burbujeante que salpicaron a Call en los pies.Warrenlohacíaseguiradelantemientraslallamaazulsobresulomoconvertíalajaulaenunfarol.
Enunaocasión,elpasillosehizo tanestrechoqueCall tuvoqueponersede ladoyapretarseparapasarentredoscornisasdepiedra.Finalmentesaltóalotroladocomoelcorchodeunabotellayserasgólacamisa,queselehabíaenganchadoenunsalientedelaroca.
—Chist—susurróWarren—.Silencio,maguito.Callsehallabaenunrincónoscurodeunaenormecavernallenadevocesresonantes.Eraunacueva
casicircular,conelaltotechoacabadoenunacúpula.Losmurosestabandecoradosconformacionesdegemasquedelineabansímbolosextraños,posiblementealquímicos.Enelcentrodelacavernahabíaunamesa rectangular depiedra conungran candelabroque salía de ella; cadaunade la docenadevelasgoteaba espesos arroyos de cera. Las grandes sillas de alto respaldo que rodeaban la mesa estabaocupadasporMaestros,quetambiénparecíanformacionesrocosas.
Callseaplastócontralassombrasparaquenolovieranypusolajaulaasuespaldaparaocultarlaluz.
—EljovenJasperdemostróvalentíaallanzarsecontralosgwyverns—decíaelMaestroLemuelconcaraderisa,mientrasdirigíaunamiradaalaMaestraMilagros—.Aunquenosirvieradenada.
Callnotóquelehervíalasangreenlasvenas.Tamara,Aaronyélhabíantrabajadomuyduroenlaprueba,¿ylosMaestrosestabanhablandodeJasper?
—Elvalorsólosirvehastaciertopunto—repusoTanaka,elMaestroaltoydelgadoqueteníaaPeteryaKaideaprendices—.Losalumnosquehanregresadodenuestraúltimamisiónestabancargadosdevalor,ysinembargoésashansidodelaspeoresheridasquehevistodesdelaguerra.Unpocomásynollegan vivos. Ni siquiera los de quinto curso estaban preparados para enfrentarse a elementalestrabajandojuntosasí…
—ElEnemigoestádetrásdeesto—lointerrumpióelMaestroRockmaplemientrassemesabalarojabarba.ACallselehabíaquedadograbadalaimagendelosalumnosheridos,ensangrentadosyquemadosentrandoporlapuerta,ylealegrósaberquenoeraasícomosolíanvolverlosalumnosdeunamisión
normal—.ElEnemigoestárompiendolatreguaconactosquecreequenopodremosadjudicarleaél.Seestápreparandoparavolveralaguerra.Apuestoaquemientrasnosotrosnoshemosengañadopensandoque se halla en su remoto santuario, trabajando en sus horribles experimentos, en realidad ha estadopreparandoarmasmáspotentesydevastadoras,pornohablardelasalianzas.
ElMaestroLemuelresopló.—Notenemospruebas.Simplementepodríaseruncambioentreloselementales.ElMaestroRockmaplesevolvióhaciaélcomoimpulsadoporunresorte.—¿CómopuedesconfiarenelEnemigo?Alguienquenotienereparosenmeteruntrozodevacíoen
animales, e inclusoenniños,yquemasacróa losmásvulnerablesdenosotros, es capazde cualquiercosa.
—¡Noestoydiciendoqueconfíeenél!Loquenoquieroescrearunpánicoprematurodiciendoqueseharotolatregua.Elmundonoquierequeseamosnosotrosquieneslarompamosconnuestrosmiedosy,alhacerlo,iniciemosunanuevaguerra,unapeorquelaanterior.
—Todo sería diferente si tuviéramos unmakaris en nuestro bando.—Con un ademán nervioso, laMaestraMilagrossepusotraslaorejaunmechóndecabellorosa—.Losalumnosquehanentradoesteaño consiguieronunas notas excepcionales en laPrueba. ¿Sería posible quenuestromakaris estuvieraentreellos?Rufus,túhaspasadoporestoantes.
—Es demasiado pronto para decirlo —contestó Rufus—. El propio Constantine no comenzó amostrarningunaseñaldeafinidadconelcaoshastaloscatorceaños.
—Quizá sólo te negaras a buscar esas señales igual que te niegas a buscarlas ahora —replicó,agresivo,elMaestroLemuel.
Rufusnegóconlacabeza.Bajolaluzparpadeante,surostroseveíamuyanguloso.—Noimporta—repuso—.Necesitamosunplandiferente.LaAsambleanecesitaunplandiferente.Es
una cargademasiadopesadapara dársela a unniño.Todosdeberíamos recordar la tragedia deVerityTorres.
—Estoydeacuerdoconquenecesitamosunplan—intervinoelMaestroRockmaple—.Sea loqueseaqueproyectaelEnemigo,nopodemosenterrar lacabezaen laarenayesperarquepase.Tampocopodemosesperareternamentealgoquequizánoocurranunca.
—Ya basta de discusiones—intervino elMaestroNorth—. LaMaestraMilagros estaba diciendoantesquehadescubiertounposibleerrorenelterceralgoritmoparaincorporarelaireenelmetal.Creoquequizádeberíamoshablardeesaanomalía.
¿Anomalía?Callsupusoquenovalíalapenaarriesgarseaserdescubiertosóloparaescucharalgoquetampocoibaaentender,asíquesevolvióameterporelagujeroentrelasrocas.Seapretódenuevo,contoneándosehastasaliralotrolado.Enlacabezaleresonabanlaspalabrasdesupadre.¿Quéeraloquehabíadichoexactamente?«Cuantomásaprendasdelmundomágico,mástemeterásenél;temeterásensusantiguosconflictosysuspeligrosastentaciones».
LaguerraconelEnemigodebíadeserelconflictodelquehabíahabladosupadre.Warrensacósumorroescamosoentrelasbarrasyagitólalenguaenelaire.—Vamosporuncaminonuevo.Uncaminomejor.MenosMaestros.Másseguro.Call gruñó y siguió las indicaciones deWarren. Comenzaba a preguntarse si el lagarto sabía de
verdadadóndesedirigíaosisimplementeleestabahundiendomásenlascuevas.QuizáWarrenyélsepasaríanelrestodesusvidasdandovueltasporlaslaberínticascavernas.
EllagartolosiguiódirigiendoyCalltuvoqueencaramarseporunapiladerocasprovocandoalgún
queotrodesprendimiento.Los pasillos eranmás grandes, con brillantes dibujos zigzagueantes que picaban la curiosidad de
Call,comosisepudieranleer,desabercómohacerlo.Pasaronporunacuevallenadeextrañasplantassubterráneas:grandeshelechosdepuntarojaquecrecíanenestanquesdeaguabrillante;largashojasdelíquenesquecolgabandeltechoyrozabanaCallenelhombroalpasarbajoellos.Alzólamiradayleparecióverunpardebrillantesojosdesapareciendoentrelassombras.Sedetuvo.
—Warren…—Ya, ya—asintió el lagarto, y señaló con la lengua hacia una puerta al otro lado de la caverna.
Alguienhabíagrabadounaspalabrasenlomásaltodelarcodelamisma:
ELPENSAMIENTOESLIBREYNOESTÁSUJETOANINGUNAREGLA.
Másalládelarcoparpadeabaunaextrañaluz.Callsedirigióhaciaallí,vencidoporlacuriosidad.Lanzabaunbrillodorado,comoeldelfuego,aunquenonotóningúncalorcuandoatravesólapuerta.Seencontróenunespaciogrande,unacavernaqueparecíadescenderenespiralporunsenderoempinado.En las paredes había estantes que contenían miles y miles de libros, la mayoría amarillentos y conencuadernacionesmuyviejas.Callllegóhastaelcentro,dondecomenzabaelempinadosendero,ymiróporencimadelborde.Habíanivelesyniveles,todosiluminadosconlamismaluzdoradaycubiertosdemásestanteríasylibros.
CallhabíaencontradolaBiblioteca.Yotragentetambién.Oíaelecodeconversacionesapagadas.¿MásMaestros?No.Miróatentamente
yvioaJasper,tresnivelesmásabajo,consuuniformegris.Celiaestabafrenteaél.Teníaquesermuymuytarde,yCallnoteníaniideadeporquénoestaríanensushabitaciones.
Jasperteníaunlibroabiertosobreunamesadepiedra,lamanoextendidaencimadeél.Unayotravez estiraba los dedos, apretaba los dientes y cerraba los ojos con fuerza, hasta queCall comenzó apreocuparseporsileiríaaestallarlacabezaintentandoforzarlamagia.Unayotravezsurgíaunachispao una voluta de humo entre sus dedos, pero eso era todo. Jasper parecía estar a punto de gritar dedecepciónyfrustración.
Celiaibadeaquíparaalláalotroladodelamesa.—Meprometistequesiteayudaba,túmeayudarías,perosoncasilasdosdelamadrugadayaúnno
mehasayudadoennada.—¡Aúnestamosconlomío!—gritóJasper.—Muybien—repusoCelia,resignada,ysesentóenuntaburetedepiedra—.Inténtalodenuevo.—Tengoquehacerlobien—repusoJasperbajandolavoz—.Tengoquehacerlo.Soyelmejor.Soyel
mejor mago del Curso de Hierro delMagisterium.Mejor que Tamara.Mejor que Aaron.Mejor queCallum.Mejorquetodos.
CallnoestabasegurodesiélpertenecíaalalistadegentequehacíadudaraJasperdeserelmejor,perosesintióhalagado.TambiénunpocodecepcionadodequeCeliaestuvieraconJasper.
Warrenseremovióensujaula.Callsevolvióparaverquéquería.Ellagartoestabamirandoelretratoenmarcadodeunhombreconunosojosenormes,decolorrojo
naranja,queleformabanunaespiral,agrandadosydibujadosenuncostadodelcuerpo.«Caotizado»,pensóCall.Seestremeciódepiesacabezaalverlo,ysintióalgomás,unasensación
que no acababa de localizar, como si dentro de su cabeza hubiera un picor, o estuviera hambriento osediento.
—¿Quiénhayahí?—preguntóJasper,alzandolamirada.Levantóunamanoparacubrirseelrostroenungestodefensivo.
Callagitólamano,sintiéndoseestúpido.—Soyyo.Mehe…perdidounpoco…yhevistoluzsaliendodeaquí,asíque…—¿Call?—Jasperseapartódellibroyagitólasmanos—.¡Meestásespiando!—gritó—.¿Mehas
seguidohastaaquí?—No,yo…—¿Nosvasadelatar?¿Ésaestuidea?¿Mevasameterenunlíoparaquenopuedahacerlomejor
quetúenlapróximaprueba?—dijodemalosmodosJasper,aunqueeraevidentequeestabaintranquilo.—Siqueremoshacerlomejorquetúenlapróximaprueba,loúnicoquetenemosquehaceresesperar
alapróximaprueba—replicóCall,incapazderesistirse.Jasperparecíaestarapuntodeestallar.—¡Voyadecirlesatodosquetepaseasporlasnoches!—Muybien—replicóCall—.Yyolesdiréatodoslomismodeti.—Noloharás,¿verdad,Call?—lerogóCelia.Derepente,Callyanoqueríaestarahí.NoqueríapelearseconJasper,oamenazaraCelia,ovagar
porlaoscuridad,oesconderseenunrincónmientraslosMaestroshablabandecosasqueleponíanlospelosdepunta.Queríaestarenlacama,pensandoenlaconversaciónconsupadre,tratandodeaveriguarquéhabíaqueridodecirAlastairysihabíaalgúnmododequenofueratanmalocomoparecía.Además,queríabuscarlosúltimoscaramelosenelfondodelacaja.
—Mira,Jasper—comenzó—,notecogíelpuestoapropósito.Aestasalturas,almenosdeberíassercapazdeverqueyonoloqueríaenabsoluto.
Jasperbajó lamano.Elcabello lecaíasobre losojos; lehabíacrecidoyyanosenotabasucarocortedepelo.
—¿Noteenterasdequéva?Esoaúnespeor.Calllomirósorprendido.—¿Qué?—Tú no lo sabes—respondió Jasper, y apretó los puños—.Tú no sabes cómo es.Mi familia lo
perdiótodoenlaSegundaGuerra.Dinero,reputación,todo.—Jasper,para.—Celiaseacercóaélconlaclaraintencióndehacerloreaccionaryquedejarade
hablar,peronofuncionó.—Ysiconsigosobresalir—continuóJasper—,sisoyelmejor…esolopodríacambiartodo.Pero
portuculpa,estaraquínosignificanada.—Golpeólamesaconambaspalmas.CallsesorprendióalverchispasalzarseentrelosdedosdeJasper.Ésteechólasmanosatrásyselasmiró.
—Supongoquelohasconseguido—repusoCall.Lavozlesonabaextrañaenlasala,gravedespuésdelosgritosdeJasper.Duranteuninstante,losdoschicossemiraron.LuegoJasperlediolaespaldayCall,bastanteincómodo,comenzóaandarhacialapuertadelaBiblioteca.
—Losiento,Call—dijoCeliaasuespalda—.Porlamañanaestarámástranquilo.Callnocontestó.Noera justo,pensó.Aaronno tenía familiay ladeTamaradabamiedo,yahora
Jasper.Deseguirasí,noquedaríanadieaquienpudieraodiarsinsentirsemalporhacerlo.Cogiólajaulaysedirigióalpasillomáscercano.—Nomásdesvíos—ledijoallagarto.—Warrensabeelmejorcamino.Aveces,elmejornoeselmásrápido.
—Warren no debería hablar de sí mismo en tercera persona —replicó Call, pero dejó que elelementalloguiaraelrestodelcaminohastasuhabitación.
—Sácamedeaquí—dijoelelementalcuandoCallalzólamuñequeraparaabrirlapuerta.Éstesedetuvo.—Meloprometiste.Sácamedeaquí.—Ellagartolomiróimploranteconsusojosardientes.Calldejólacajaenelsueloantesdecruzarelumbralysearrodilló.Cuandoibaaaccionarelcierre,
sediocuentadequenohabíahecholapreguntaquedeberíahaberhechodesdeelprincipio.—Eh,Warren,¿porquéelMaestroRufusteteníaenunajaulaensudespacho?Elelementalalzólascejas.—Soplón—contestó.Callmeneólacabeza,sinestarsegurodeacuáldeellosdossereferíaWarren.—¿Quéquieresdecir?—Sácamedeaquí—repitióellagarto,ysuvozrasposasonómáscomounsiseo.Suspirando,Callabriólajaula.Ellagartocorrióporlaparedhaciaunrecovecocubiertodetelarañas
deltecho.Callcasihabíadejadodeverelfuegoquelecorríaporellomo.Cogiólajaulaylaescondiótras un grupo de estalagmitas, esperando poder deshacerse de ella de unmodomás definitivo por lamañana.
—Bueno,vale,buenasnoches—dijoCallantesdeentrar.Cuandoabriólapuerta,elelementalcorrióparapasarantes.
Calltratódehacerlosalir,peroWarrenlosiguióhastasudormitorioyseenroscójuntoaunadelasrocasbrillantesdelapared.Sevolviócasiinvisible.
—¿Tequedas?—preguntóCall.El lagartocontinuó inmóvilcomounapiedra,con losojos rojosamediocerrar, la lenguaunpoco
fueradelaboca.Callestabademasiadoagotadoparapreocuparsedesiteneraunserelemental,aunquefueraunser
elementaldormido,enelcuarto,seríaseguro.Dejólacajayloquelehabíaenviadosupadreenelsueloysemetióenlacama.Fuerecorriendoconundedolasfinaspiedrasdelamuñequeradesupadrehastaque se quedó dormido. Su último pensamiento antes de quedarse frito fue para los ojos rodantes ybrillantesdelcaotizado.
CAPÍTULOTRECE
Alamañanasiguiente,Callsedespertóasustado,pensandoenloqueelMaestroRufusdiríasobrelospapelescaídos,lamaquetarotayelsobrequefaltabaensudespacho…Yaúnloasustómáspensarquédiríasobre ladesaparicióndeunserelemental.Arrastró lospieshastaelcomedor,perocuandollegóallí,oyósinquererunaacaloradadiscusiónentreelMaestroRufusylaMaestraMilagros.
—Porúltimavez,Rufus—decíaellaeneltonodealguienmuyofendido—.¡Yonotengotulagarto!Callnosuposisentirsemaloecharseareír.Despuésdel desayuno,Rufus los llevóhasta el río, donde les ordenóquepracticaran la formade
conseguirlevantaragua,lanzarlaalaireycogerlasinmojarse.Muypronto,Call,TamarayAaronestabanjadeantes,riendoyempapados.Cuandoacabóeldía,Callsesentíaagotado,tanagotadoqueloquehabíapasadolanocheanteriorleparecíadistanteeirreal.Volvióasudormitorioparapensarenlacartadesupadre y la muñequera, pero se despistó al ver a Warren comerse los cordones de los zapatos,sorbiéndoloscomosifueranfideos.
—Lagarto tonto—masculló. Escondió el brazalete que había llevado durante el ejercicio con losgwyvernsylaarrugadacartadesupadreenelúltimocajóndesuescritorio,paraqueelelementalnoseloscomieratambién.
Warren no dijo nada. Sus ojos habían adquirido un tono gris. Call sospechó que los cordones lehabíansentadomal.
Loqueno ledejaba tiempopara intentarpensar sobre la cartade supadre resultaron ser,para susorpresa, lasclases.Yasehabíaacabado lode laSalade laArenayelAburrimiento;envezdeeso,tenían una lista de ejercicios nuevos que hicieron que las semanas siguientes pasaranmuy rápido. Elentrenamientoseguíasiendoduroyfrustrante,peroamedidaqueelMaestroRufuslesibamostrandomásdelmundomágico,Callcomprobóquecadavezsesentíamásfascinado.
ElMaestroRufuslesenseñóasentirsuafinidadconloselementosyaentendermejorelsignificadodeloqueélllamabaelQuincunce,que,juntoconlosCincoPrincipiosdelaMagia,Callyapodíarecitardormido.
Elfuegoquierearder.Elaguaquierefluir.Elairequieresubir.Latierraquiereatar.Elcaosquieredevorar.
Aprendieron a encender fuegos pequeños y a hacer que las llamas les bailaran en la mano.Aprendieronaformarolasenlosestanquesdelacuevaoallamaralospálidospeces(aunquenoaguiarlosbotes, loquefastidiabamuchoaCall). Inclusocomenzaronapracticar lamateriafavoritadeCall:levitar.
—Concentraciónypráctica—lesdecíaelMaestroRufusmientraslosguiabaaunasalacubiertadecolchonetas elásticas rellenas demusgo y agujas de pino procedentes de los árboles del exterior delMagisterium—.Nohayatajos,magos.Sóloconcentraciónypráctica.Asíque,¡adelante!
Porturnos,fuerontratandodeextraerenergíadelairequelosrodeabayusarlaparaimpulsarsehaciaarribasacándolaporlaplantadelospies.EramuchomásdifícilmantenerelequilibrodeloqueCallsehabía imaginado.Unayotravezcayeronriendosobre lascolchonetas,unosobreelotro.AaronacabóconunadelastrenzasdeTamaraenlaboca,yCallconelpiedeTamaraenelcuello.
Finalmente,casialterminardelalección,algohizoclicenCallyfuecapazdeflotarenelaire,dospalmosporencimadelsuelo,sinbambolearseenabsoluto.Nohabíagravedadqueletiraradelapierna,nadaquele impidiera irdeunladoalotroporelaireexceptosufaltadepráctica.LossueñosdequealgúndíapodríavolarporlospasillosdelMagisteriummuchomásdeprisadeloquenuncapodríacorrercomenzarona llenarle lacabeza.Seríacomo ir enmonopatín,peromejor,más rápido,másaltoyconpiruetasaúnmáslocas.
Cuando Tamara lomiró bizqueando, Call perdió la concentración y cayó sobre la colchoneta. Sequedóallíduranteunmomento,jadeando.
Duranteelratitoquehabíaestadoenelaire,lapiernanolehabíadolidonisiquieraunpoco.NiTamaraniAaronconsiguieronelevarsedeverdadantesdequeacabaralaclase,peroelMaestro
Rufusparecióencantadoconsufaltadeprogreso.Habíaafirmadovariasvecesqueeraunadelascosasmásdivertidasquehabíavistoenmuchotiempo.
El Maestro Rufus les prometió que, al final del curso, serían capaces de invocar una ráfaga decualquierelemento,caminarsobreelfuegoyrespirarbajoelagua.EnsuCursodePlata,seríancapacesdeinvocarlospoderesmenosevidentesdeloselementos:modelarelaireenvisionesfantasmagóricas,elfuego en profecías, la tierra en ataduras y el agua en sanación. La idea de ser capaz de hacer esofascinabaaCall,perosiemprequepensabaenel findecursorecordaba laspalabrasde lanotadesupadreaRufus.
«DebesatarlamagiadeCallumantesdelfindecurso».
Lamagiadelatierra.SillegabaasuCursodePlata,quizáseríacapazdeaprenderloqueimplicabaatarcosas.
Enunadelasleccionesdelviernes,elMaestroLemuellesenseñómássobreloscontrapesos,ylesadvirtióquesiseexcedíanysesentíanarrastradoshaciaelelemento,debíanbuscarsuopuesto,igualquehabíanbuscadolatierraalcombatirunelementaldelaire.
Callpreguntócómopodríabuscarelalma,yaqueéstaeraelcontrapesodelcaos.ElMaestroLemuellereplicódemalosmodosquesiCallestuvieraluchandocontraunmagodelcaosnoimportaríaloquebuscara,porqueestaríaapuntodemorir.Drewlelanzóunamiradacompasiva.
—Nopasanada—ledijoenvozmuybaja.—Cállate,Andrew—loreprendióelMaestroLemuelconuntonodevozglacial—.¿Sabes?Huboun
tiempoenquelosaprendicesquenomostrabaneldebidorespetoasusMaestroseranazotadosconramasverdesde…
—Lemuel—lointerrumpiólaMaestraMilagrosrápidamentealnotarlasmiradashorrorizadasenelrostrodesusaprendices—.Nocreoque…
—Pordesgracia,esofuehacesiglos—continuóelMaestroLemuel—.Peroteaseguro,Andrew,quesisiguessusurrandoamisespaldas,tearrepentirásdehabervenidoalMagisterium.—Susfinoslabiossecurvaronenunasonrisa—.Ahoravenaquíydemuéstranoscómobuscaselaguacuandoestásusandofuego.Gwenda,¿puedesvenirparaayudarloconelcontrapeso?
Gwendasedirigióal frentede la sala.Despuésdepensárselo,Drewsecolocóasu lado,con loshombroshundidos.SoportóveinteminutosdedespiadadasburlasporpartedeLemuelcuandonopudoapagarlallamaquehabíaformadosobresumano,aunqueGwendaestabasujetándoleuncuencodeaguacontantoentusiasmoquepartedeellalesalpicóloszapatos.
—¡Vamos,Drew!—noparabadesusurrarle,hastaqueelMaestroLemuelledijoquesecallara.EsohizoqueCallvaloraraaúnmásalMaestroRufus, inclusocuandolesdabasermonessobre las
obligacionesdelosmagos,lamayoríadelascualesresultabandelomásevidentes,comoquelamagiadebíaserunsecreto,quenosepodíausarlamagiaparaelbeneficiopersonaloparafinesmalvados,yquedebíancompartirtodoslosconocimientosqueadquirieranpormediodelestudioconelrestodelacomunidad de magos. Al parecer, los magos que habían alcanzado la maestría en el estudio de loselementos estaban forzados a tener aprendices como parte de esa obligación de «compartir todo elconocimiento»; lo que significaba que había distintos Maestros en el Magisterium en diferentesmomentos,aunquelosqueteníanvocacióndeprofesoressequedabandeformapermanente.
ElverseobligadoateneraprendicesexplicabamuchoelcomportamientodelMaestroLemuel.Call estuvomás interesado en la segunda lección delMaestro Rockmaple sobre los elementales.
Resultabaque,ensumayoría,noerancriaturasconscientes.Algunosmanteníanlamismaformadurantesiglos,mientrasqueotrossealimentabandelamagiaparahacersegrandesypeligrosos.Sesabíadeunoscuantosquehabíanabsorbidoamagos.EsohizoqueCallseestremecieraalpensarenWarren.¿QuéeraloquehabíadejadosueltoporelMagisterium?¿Quéeraexactamenteloquedormíasobresucamaysecomíaloscordonesdesuszapatos?
CalltambiénaprendiómássobrelaTerceraGuerradelosMagos,peronadadeesoledioningunapistadeporquésupadrequeríaqueleataranlamagia.
Tamara fuemostrándosemás risueña con el paso del tiempo, amenudo con unamirada de culpa,mientrasque,curiosamente,Aaronsefuevolviendomásserio.CallyahabíaaprendidoamoverseporelMagisterium y no teníamiedo de perderse de camino a la Biblioteca, las aulas o incluso laGalería.
Tampocopensabayaquefueraextrañocomersetasymontonesdelíquenesquesabíanadeliciosopolloasado,espaguetisosushi.
Jasper y élmantenían la distancia, peroCelia seguía siendo su amiga, y actuaba como si aquellanochenohubierapasadonadararo.
Callcomenzóatemerelfindecurso,cuandosupadrequerríaqueélvolvieraacasadefinitivamente.Porprimeravezensuvidateníaamigosdeverdad,amigosquenopensabanquefuerademasiadoraroodemasiado complicado debido a su pierna.Y teníamagia.No quería renunciar a eso, aunque hubierajuradoqueloharía.
Bajotierraresultabadifícilseguirelpasodelasestaciones.Aveces,elMaestroRufusylosotrosMaestros los llevabanafuerapara realizardiversosejercicios.Siempreestababiencomprobarenquéeranbuenoslosotrosalumnos,CuandoRufuslesenseñócómomezclarlamagiadeloselementosparahacer crecer plantas, Kai Hale hizo que un solo esqueje brotara y se hiciera tan grande que, al díasiguiente, el Maestro Rockmaple tuvo que salir con un hacha y cortarlo. Celia podía hacer que losanimales salieran de la tierra (aunqueCall sufrió una decepción al ver que no hacía acudir a ningúntopo).YTamaraeraincreíbleempleandoelmagnetismodelatierraparaencontrarloscaminoscuandoseperdían.
Mientrasenel exterior elmundocomenzabaa tomarel colordel fuegodelotoño, las cavernas sefueronenfriando.Grandescuencosdemetalllenosdepiedrascalientessealineabanenlospasillosparaatemperarelaire,yenlaGaleríasiemprehabíaungranfuegoencendidocuandoibanaverpelis.
ACallnoleimportabaelfrío.Notabaque,dealgúnmodo,seestabaendureciendo.Estababastantesegurodequehabíacrecidounostrescentímetroscomomínimo.Ypodíacaminarmayoresdistanciasapesar de su pierna, seguramente porque al Maestro Rufus le gustaba llevarlos de excursión por lascavernasoescalarlasgrandesrocasdelasuperficie.
Aveces,porlanoche,Callsacabalamuñequeradelamesilladenocheyleíadenuevolasdoscartasdesupadre.Lehabríagustadopoderexplicarleasupadreloqueestabahaciendo,peronolohizo.
YaestababienentradoelinviernocuandoelMaestroRufuslesanuncióquehabíallegadolahoradequeexploraranlascuevasporsísolos,sinsuayuda.Yaleshabíaenseñadocómoencontrarelcaminoenlas cavernas más profundas, empleando la magia de la tierra para iluminar rocas sueltas y crear uncaminodevuelta.
—¿Quierequenosperdamosapropósito?—preguntóCall.—Másomenos—contestóRufus—.Loidealesquesigáismisinstrucciones,encontréislasalaque
debéisencontraryvolváissinperderos.Peroesooslodejoavosotros.Tamaradiounapalmadayesbozóunasonrisaalgotraviesa.—Parecedivertido.—Juntos—lerecordóenfáticamenteelMaestroRufus—.Nadadesalircorriendoydejaraestosdos
dandovueltasenlaoscuridad.LasonrisadeTamaradisminuyóunpoco.—Oh,vale.—Podríamosapostar—seleocurrióaCall,pensandoenWarren.Sipodíaemplearalgunosdelos
atajosqueellagartolehabíaenseñado,quizállegaraantesqueella—.Verquiénacabaantes.—¿Esquenadiemehaoído?—preguntóelMaestroRufus—.Hedicho…—Juntos—acabóAaron—.Yomeasegurarédequenonosseparemos.—Que así sea —insistió el Maestro Rufus—. Bien, esto es lo que tenéis que hacer: En las
profundidadesdelsegundoniveldecuevashayunlugarllamadoelEstanqueMariposa.Loalimentauntorrentedelasuperficie.Elaguaestácargadademinerales,loquelahaceexcelenteparaforjararmas,comoesecuchilloquellevasalcinto.—ApuntóhaciaMiri,yCallsellevólamanoalaempuñaduracasisindarsecuenta—.Esahojaseforjóaquí,enelMagisterium,conaguadelEstanqueMariposa.Quieroquelostresencontréisesasala,cojáisaguayvolváisaquí.
—¿Podemosllevaruncubo?—preguntóCall.—Creoquesabeslarespuestaaeso,Call.—Rufussacóunpergaminoenrolladodel interiordesu
uniformeyse loentregóaAaron—.Ésteeselmapa.Seguidlobienpara llegaralEstanqueMariposa,peroacordaosdeencenderpiedrasparaseñalarelcamino.Nosiemprepuedesconfiarenunmapaparaquetetraigadevuelta.
ElMaestroRufusseaposentóenunaroca,quefuetomandolaformadeunsillón.—Haréisturnoscargandoelagua.Siladejáiscaer,tendréisquevolverapormás.Lostresaprendicesintercambiaronunamirada.—¿Cuándoempezamos?—preguntóAaron.ElMaestroRufussacóunlibrodegruesastapasdelbolsilloycomenzóaleer.—Inmediatamente.Aaronextendióelpergaminosobreunarocaanteélyloestudióconelceñofruncido.Luegomiróal
MaestroRufus.—Muybien—dijorápidamente—.Vamoshaciaabajoyhaciaeleste.CallseacercóyleechóunvistazoalmapaporencimadelhombrodeAaron.—ElcaminomásrápidopareceserporlaBiblioteca.Tamaralediolavueltaalmapa,sonriendoconsuperioridad.—Ahoraestáhaciaelnorte.Estonosayudará.—Por la Biblioteca sigue siendo el mejor camino—replicó Call—. Así que no nos ha ayudado
mucho.Aaronpusolosojosenblancoyenrollóelmapa.—Comencemos,antesdequeempecéisasacarbrújulasyamedirdistanciasconunacuerda.Al principio recorrieron partes conocidas de las cuevas. Entraron en laBiblioteca y siguieron su
espiralhaciaabajo,comosiseadentraranenlaconchadeunnautilo.Elfinalcorrespondíaalosnivelesinferioresdelascuevas.
El aire se hizomás pesado ymás frío, y el olor aminerales flotaba en el ambiente.Call notó elcambioinmediatamente.Elpasilloenqueestabaneraestrechoyagobiante,coneltechomuybajo.Aaron,elmásalto,casiteníaqueagacharseparapasar.
Finalmente, el pasillo los condujo a una caverna grande. Tamara tocó una de las paredes paraencender un cristal e iluminar las raíces. Colgaban como si fueran patas de arañas hasta tocar lasuperficiedeunarroyodecolornaranjaintensoquehumeabasulfurosoyllenabalacuevadeunoloraquemado.Enormessetascrecíanenelbordedelarroyo,conrayasdecoloresverdebrillante,turquesaypúrpura,quenoparecíannadanaturales.
—¿Mepreguntoquépasaríasinoslascomiéramos?—comentóCallmientrasseabríancaminoentrelasplantas.
—No las probaría para averiguarlo —contestó Aaron, y acto seguido alzó la mano. La semanaanteriorhabíaaprendidoporsísoloaformarunaboladebrillantefuegoazulyestabamuycontento.Noparabadehacerbolasdefuegoinclusocuandononecesitabanluzenabsoluto.Enesemomento,teníael
fuegoenunamanoyelmapaenlaotra.»Porahí—dijo,yseñalóunpasajehacialaizquierda—.PorlaSaladeRaíces.—¿Lassalastienennombre?—preguntóTamara,mientraspisabacuidadosamenteentrelassetas.—No,yolahellamadoasí.Nolaolvidaremossileponemosnombre,¿verdad?Tamaraarrugólafrente,pensativa.—Supongo.—MejorqueEstanqueMariposa—dijoCall—.Quierodecir,¿quéclasedenombreeséseparaun
lago que sirve para hacer armas? Debería llamarse Lago Asesino. O el Estanque de la Puñalada. OCharcodeMuerte.
—Sí, claro —replicó Tamara secamente—. Y a ti podríamos empezar a llamarte el MaestroEvidente.
Enlasiguienteestanciahabíagruesasestalactitas,blancascomolosdientesdeuntiburón,apiñadascomo si realmente estuvieran colgando de la mandíbula de algún monstruo largo tiempo enterrado.Después de pasar bajo ese afilado colgante, Call, Aaron y Tamara cruzaron una abertura estrecha ycircular.Ahí,larocaestabacubiertadeagujerosqueparecíanexcavados,comosisehallaranenalgúntipodenidodetermitasgigantes.Callseconcentróyenladistanciauncristalcomenzóabrillar,paraquenoolvidaranquehabíanpasadoporahí.
—¿Estesitioestáenelmapa?—preguntó.Aaronmiróentornandolosojos.—Sí. La verdad es que casi hemos llegado.Una salamás hacia el sur…—Desapareció por una
oscuraentradaenarcoyreaparecióunmomentodespués,exultantedesatisfacción—.¡Loheencontrado!TamarayCallseapiñarontrasél.Porunmomento,guardaronsilencio.Despuésdevertodotipode
salas subterráneas espectaculares, incluidas la Biblioteca y la Galería, Call sabía que estabacontemplando algo especial. Por un agujero en lo alto de una pared caía un torrente de agua que sederramabaenunenormeestanquequerelucíaconuncolorazul,comosiestuvierailuminadopordentro.Lasparedesestabancubiertasdeliquenverdebrillante,yelcontrasteentreelverdeyelazulhizopensaraCall que se hallaba en el interior de una enorme canica. El aire estaba cargado del olor de algunaespeciedesconocidayatrayente.
—Humm—gruñóAaronunosminutosdespués—.SiqueesraroquesellameelEstanqueMariposa.Tamarasedirigióalbordedelmismo.—Creoqueesporqueelaguaesdelcolordeesasmariposas…¿cómosellaman?—Monarcas azules—contestó Call. Su padre siempre había sido un aficionado a las mariposas.
Teníatodaunacoleccióndeellas,clavadasenuntablerodecorcho,bajounvidriodesuescritorio.Tamaraextendiólamano.Elestanqueseagitóyunaesferadeaguasealzódeél.Apesardequese
movíayseondeabaporlasuperficie,manteníalaforma.—Yaestá—dijoTamara,unpococortadealiento.—Genial—repusoAaron—.¿Cuántotiempocreesquepodrásaguantarla?—No lo sé.—Se echó hacia atrás una gruesa trenza oscura y trató de que no se le reflejara el
esfuerzoenlacara—.Teavisarécuandomecomienceafallarlaconcentración.Aaronasintióyalisóelmapacontraunadelasparedeshúmedas.—Ahorasólotenemosqueencontrarelcaminoderegreso…Enesemomento,elmapaardióenllamasbajosumano.Aaronpegóungritoyapartólosdedosdelosennegrecidostrozosdepapelquechispeabanenelaire.
Cayeronalsueloenunalluviadeascuas.Tamarasoltóungemidoyperdiólaconcentración.Elaguaquemanteníasuspendidalecayósobreeluniformeyformóuncharcoasuspies.
Lostressemiraronconlosojosmuyabiertos.Callirguióloshombros.—SupongoqueesaestoaloquesereferíaelMaestroRufus—dijo—.Seesperaqueparavolver
sigamos laspiedrasquehemos iluminado,o lasmarcaso loque sea.Elmapasólo servíapara llegaraquí.
—Seráfácil—afirmóTamara—.Quierodecir,yosóloiluminéuna,perovosotroshabéisiluminadomás,¿no?
—Yo también encendí una—repusoCall, ymiró aAaron, esperanzado.Aaron no le devolvió lamirada.
Tamarafruncióelceño.—Buf,vale.Tendremosqueaveriguarelcaminodevuelta.Túllevaselagua.Callseencogiódehombros,fuehastaellagoyseconcentróparaformarunabola.Empleóelaireque
lorodeabaparamoverelagua,ynotóeltironeodeloselementosensuinterior.NoeratanbuenocomoTamara,peronolesaliómal.Labolasólogoteabaunpocomientrasflotabaenelaire.
Aaronarrugólafrenteyseñalóhaciaunpunto.—Hemosllegadoporahí.Estecamino,creo…Tamara siguió aAaron,yCall fue tras ella, con labolade aguagirando sobre su cabezacomosi
tuvierasunubedetormentapersonal.Lasiguienteestancialesresultóconocida:eltorrentesubterráneo,lassetasdecolores…Callcaminóentreellasconmuchocuidado,temiendoqueencualquiermomentolaboladeagualecayerasobrelacabeza.
—Mira—estabadiciendoTamara—.Haymáspiedrasiluminadasahí…—Creoqueésassonsóloluminiscentes—respondióAaronconvozpreocupada.Fuehastaellasyles
diounapalmada,luegovolvióconTamarayseencogiódehombros—.Nolosé.—Bueno, pues yo sí. Iremos por ahí.—La chica comenzó a caminar con paso decidido. Call la
siguió:izquierda,derecha,izquierda,porunacavernallenadeenormesestalactitasconformadehojas,«No tires el agua», torciendo la esquina, por una abertura entre rocas, «No pierdas la calma, Call».Estabanrodeadosdeafiladasaristasrocosas,yCallcasiseestrellócontraunaparedporqueTamarayAaronsehabíandetenidobruscamente.Estabandiscutiendo.
—Yatedijequesóloeraliquenbrillante—decíaAaron,claramentefastidiado.Sehallabanenunagransalaqueteníaenelcentrounacisternadepiedracuyointeriorburbujeabasuavemente—.Ahoranoshemosperdido.
—Bueno,sinoteacordastedeencenderlaspiedrasmientrasíbamos…—Yoestabaleyendoelmapa—exclamóAaron,exasperado.Enciertomodo,pensóCall,noestaba
malcomprobarqueAaronpodíaponerseirritableycabezota.LuegoAaronyTamarasevolvieronparamirar enfadados aCall, y éste a punto estuvodedejar caer el globode aguagirante quemantenía enequilibrio.Aarontuvoqueestirarlamanoparaestabilizarlaesferalíquida.Éstaflotóenelaireentrelosdos,derramandoalgunasgotitas.
—¿Qué?—preguntóCall.—Bueno,¿tienesalgunaideadedóndeestamos?—inquirióTamara.—No—admitió Call mientrasmiraba las lisas paredes que los rodeaban—. Pero debe de haber
algúnmodode encontrar el caminodevuelta.ElMaestroRufusnonosha enviado aquí paraquenosperdamosymuramos.
—Esoesmuyoptimista,viniendodeti—replicóTamara.—Muygraciosa.—Callhizounamuecaparamostrarleexactamentelograciosaquenoera.—Paradlosdos—intervinoAaron—.Pelearnosnonosvaallevaraningúnsitio.—Bueno,puesseguirteatinosvaallevaraalgunaparte—replicóCall—.Yesaalgunaparteestá
tanlejoscomoseaposibledellugaralquequeremosir.Aaronnegóconlacabeza,decepcionado.—¿Porquétienesquesertangilipollas?—Porquetúnuncaloeres—repusoCallconrostroserio—.Tengoquesergilipollasporlosdos.Tamarasuspiró,yalcabodeunmomentoseechóareír.—¿Podemosaceptarquelaculpaesdetodos?Todoslahemosfastidiado.Aaronparecíanoquereraceptarlo,perofinalmenteasintió.—Sí,yomeolvidédequenopodríamosusarelmapaenelcaminoderegreso.—Sí—asintióCall—.Yotambién.Losiento.¿Nosetedabienencontrarcaminos,Tamara?¿Quéhay
detodoesodeaccederalosmetalesdelatierra?—Puedoprobar—contestóellaconlavozunpocohueca—.Peroesosólomepermitesaberdónde
estáelnorte,nocómoserecorrentodosesospasajes.Perotenemosqueacabar llegandoaalgúnlugarconocido,¿no?
Dabamiedopensarenvagarporlostúneles,enlospozosdeoscuridadenlosquepodíancaer,enlasarenasmovedizasyenelextrañovaporasfixiantequesepodíaalzarhaciaellos.PeroCallnoteníaunplanmejor.
—Deacuerdo—dijo.Comenzaronacaminar.Esoseparecíamuchísimoaloquesupadrelehabíaadvertidoquepodíapasar.—¿Sabéisloqueechodemenosdecasa?—preguntóAaronmientrasandabaneibanescogiendosu
caminoentre solidificacionescalcáreasqueparecíangastados tapices—.Parecerá tonto,peroechodemenoslacomidarápida.Lahamburguesamásgrasientaposibleyunmontóndepatatasfritas.Inclusoelolor.
—Yoechodemenosestartumbadosobrelahierbaenelpatio—aportóCall—.Ylosvideojuegos.Sobretodoechodemenoslosvideojuegos.
—YoechodemenospasarelratoconectadaaInternet—reconocióTamara,yCallsesorprendió—.Nopongasesacara;yovivíaenunaciudaddelmismotipoqueaquellasenlasqueoscriasteisvosotros.
Aaronresopló.—Nocomoaquellaenlaqueyomecrie.—Quierodecirque—explicóTamara,mientrassehacíacargodelmantenimientodelgloborodante
de agua azul—mecrie enuna ciudad llenadegentequeno eramaga.Habíauna libreríadondeunoscuantosmagossereuníanosedejabanmensajes,peroapartedeeso,eratotalmentenormal.
—Loquemesorprendeesquetuspadrestedejaranconectarte—comentóCall.Eraunaformatannormaldepasarelrato…CuandoseimaginabaaTamarafueradelMagisterium,
divirtiéndose,selaimaginabacabalgandounponidejugaralpolo,aunquenoestabamuysegurodequéeraesooenquésediferenciabadeunponinormal.
Tamaralesonrió.—Bueno,noeraexactamentequemedejaran…Callqueríasabermássobreelasunto,perocuandoabriólabocaparapreguntar,sequedósinaliento
alverlaasombrosasalaqueacababadeapareceranteellos.
CAPÍTULOCATORCE
Lacavernaerabastantegrande,coneltechotalladoparaformarunabóveda,comoeldeunacatedral.Habíacincosalidasenarco,todasflanqueadasporcolumnasdemármol,cadaunaconincrustacionesdeunmaterialdiferente:hierro,cobre,bronce,platayoro.Lasparedeserandemármol,marcadasconmilesdehuellasdemanoshumanas,cadaunaconunnombretalladoencima.
Laestatuaenbroncedeunajovenconlargocabellovolandoalvientosehallabaenelcentrodelaestancia.Surostromirabahacialoalto.Laplacabajoelladecía:VERITYTORRES.
—¿Quéesestesitio?—preguntóAaron.—EslaCámaradelosGraduados—contestóTamara,mientrasdabavueltasenredondo,asombrada
—.Cuandolosaprendicespasanaseroficialesdemago,vienenaquíydejanlahuelladesumanoenlapiedra.TodoelmundoquesehagraduadoenelMagisteriumestáaquí.
—Mimadreymipadre—repusoCallmientraspaseabaporlasalamirandolosnombres.Entoncesvioeldesupadreen loaltode lapared:ALASTAIRHUNT,demasiadoarribaparaqueCallpudieratocarlo.Supadredebíadehaberlevitadoparaponerahísumano.Unasonrisaletironeólascomisurasde labocaal imaginarsea supadre,unaversión jovende supadre,volando sóloparademostrarquepodíahacerlo.
Lesorprendióquelahuelladesumadrenoestuviera juntoa ladesupadre,porquesiemprehabía
supuestoquesehabíanenamoradosiendoaúnestudiantes,peroquizálodelashuellasnofuncionaraasí.Tardóunoscuantosminutos,perofinalmentelahallóenlapareddelfondo:«SARAHNOVAK»,sobrelabasedeunaestalagmita,elnombregrabadoconpuntafina,comohechoconunadaga.Callseagachóypusolamanoencimadeladesumadre.Teníalamismaforma;losdedoslecoincidíanperfectamenteenlamanofantasmadelachicamuertahacíamucho.Alosdoceaños,lasmanosdeCallerantangrandescomohabíansidolasdeellaalosdieciséis.
Quería sentir algo, y apretó lamano sobre la de sumadre, pero no estaba seguro de que hubierallegadoasentirnada.
—Call—lollamóTamara,ylepusolamanosuavementeenelhombro.Callvolviólacabezaparamirarasusamigos.Ambosteníanlamismamiradadepreocupaciónenelrostro.Sabíaloqueestabanpensando,sabíaquelosentíanporél.SepusodepieyseapartódelamanodeTamara.
—Estoybien—dijo,despuésdeaclararselagarganta.—Miradesto.—Aaronsehallabaenmediodelaestancia,delantedeungranarcohechodebrillante
piedra blanca.Grabado en lo alto se podían leer las palabrasPrimaMateria. Aaron pasó bajo él yvolviódelotroladoconunaexpresiónextraña.
—Esunaentradaquenollevaaningunaparte.—Primamateria—murmuróTamara,yderepenteabriómucholosojos—.¡EslaPrimeraPuerta!Al
finaldecadacursodelMagisteriumpasasporunapuerta.Éstaesparacuandohasaprendidoacontrolartumagia,aemplearbienloscontrapesos.Después,tedanlamuñequeradelCursodeCobre.
Aaronpalideció.—¿Quieresdecirqueacabodepasarporlapuertademasiadopronto?¿Mevoyameterenunlío?Tamaraseencogiódehombros.—Nolocreo.Nopareceestaractivada.—Todos lamiraronfijamente.Estabaallí,unarcoenuna
salaoscura.Callestuvodeacuerdoenquenoparecíaencontrarsemuyoperativa.—¿Vistealgoasíenelmapa?—preguntóCall.Aaronnegóconlacabeza.—Nomeacuerdo.—Demodoque,aunquehemosencontradounlugarconocido,¿seguimostanperdidoscomoantes?—
Tamaradiounapatadaalapared.Algocayóalsuelo.Unacosagrandeyreptilianaconojosbrillantes,llamasdanzándoleporellomo
y…cejas.—Oh,Diosmío—exclamóTamaraconlosojoscomoplatos.Laboladeaguabajópeligrosamente
haciaelsuelomientrasAaronmiraba,yestavezfueCallquientuvoqueestabilizarla.—¡Call!Siempreperdido,Call.Deberíasquedarteentucuarto.Allíhacecalor—dijoWarren.TamarayAaronsevolvieronhaciaCall,ambosconsignosdeinterrogaciónenlosojos.—ÉsteesWarren—dijoCall—.Esun…unlagartoqueconozco.—¡Esunelementaldelfuego!—exclamóTamara—.¿Quéestáshaciendoconunserelemental?—Se
quedómirandoaCall.Éste abrió la boca para negar cualquier amistad conWarren. ¡Tampoco eran íntimos! Pero ésa no
parecíalamejormaneradeconvenceraWarrenparaquelosayudara,yCallsabíaque,enesemomento,necesitabanlaayudadellagarto.
—¿NodijoelMaestroRufusqueaalgunosdeelloslesibaesode…yasabes…absorber?—Aaronsiguióallagartoconlamirada.
—Bueno,puesaúnnomehaabsorbido—repusoCall—.Yhadormidoenmicuarto.Warren,¿puedesayudarnos?Noshemosperdido.Perdidodeverdad.Sólonecesitamosquenosllevesdevuelta.
—Atajos,senderosresbaladizos,Warrenconocetodosloslugaresocultos.¿Quémedarásacambiodelcaminodevuelta?—Ellagartocorreteóacercándoseaellos,salpicandogravillaentrelosdedosdelaspatas.
—¿Quéquieres?—preguntóTamara,mientrasrebuscabaenlosbolsillos—.Tengounpocodechicleyunagomadepelo,peroesoestodo.
—Tengoalgodecomida—ofrecióAaron—.Caramelos,sobretodo.DelaGalería.—Estoysosteniendoelagua—respondióCall—.Nopuedobuscarenlosbolsillos.Perotepuedes
quedarmiscordones.—¡Todo!—exclamóellagarto,ylacabezalefuedeunladoalotrodeexcitación—.Lotendrétodo
cuandolleguemosallíyentoncesmiMaestroestarásatisfecho.—¿Qué?—Callfruncióelceño,nomuysegurodehaberoídobienalelemental.—TuMaestro estará satisfecho cuando volváis—repitió el lagarto—. ElMaestro Rufus. Vuestro
Maestro.—Luegocorrióporelmurodelacaverna,tanrápidoqueCalltuvoqueesforzarseparaseguirelpasoymantenerlaboladeaguamoviéndosealmismotiempo.Unascuantasgotasseperdieronconlaprisa.
—Vamos—lesdijoaTamarayaAaron.Ledolíalapiernaporelesfuerzo.Aaronlossiguió,encogiéndosedehombros.—Bueno,leheprometidomichicle—dijoTamara,ysaliótrotandotrasellos.Siguieron aWarren cruzando una estanciamanchada de azufre, naranja y amarilla, y con paredes
extrañamente lisas;Call se sintió como si caminaranpor lagargantade algúngigante.El suelo estabadesagradablementehúmedo,conlíquenesrojos,gruesosyesponjosos.AaroncasitropezóyaCallselehundieron lospies; laboladeaguaseagitó, inestable,mientrasél recuperabaelequilibrio.Tamara laestabilizó chasqueando los dedos. Luego entraron en una caverna con las paredes cubiertas deformacionescristalinasqueparecíantémpanosdehielo.Unaenormemasadecristalescolgabadeltechocomounagranlámpara,brillandosuavemente.
—Éstenoeselcaminopordondehemosido—sequejóAaron,peroWarrennosedetuvo,exceptoparadarleunmordiscoaunodeloscristalescolgantesalpasar.Sesaltótodaslassalidasevidentesyfuederechoaunpequeñoagujerooscuro,que resultó serun túnel casi sin luz.Tuvieronquearrastrarse acuatro patas, con la bola de agua balanceándose precariamente entre ellos. Call tenía la espaldaempapadadesudory lapierna loestabamatando,yademáscomenzabaapreocuparloqueWarren losestuvierallevandoenunadireccióntotalmenteequivocada.
—Warren…—comenzó.Secallóalverqueelpasajedabaderepenteaunaampliacámara.Sepusoenpietambaleándose,
conlapiernamalacastigándoloporforzarlatanto.TamarayAaronlosiguieron,pálidosporelesfuerzodegatearymantenerelaguaalmismotiempo.
Warrencorreteóhaciaunasalidaenarco.Calllosiguiólomásrápidoquelepermitíalapierna.Estabatanconcentradoencorrerquenosediocuentadequeelaireeramáscálido,cargadodelolor
dealgoquemando.NofuehastaqueAaronexclamó:«Hemosestadoaquíantes;reconozcoelagua»,queCallalzólamiradayvioquesehallabanenlasalaconelarroyonaranjahumeanteylasenormesviñasquecolgabancomozarcillos.
Tamarasuspiróaliviada.
—Estoesfantástico.Ahorasólo…Lanzóungritoalverunacriaturaalzarsedelhumeantearroyo;retrocedióyAarongritóconfuerza.La
boladeaguaquehabíapermanecidoflotandoentreellosseestrellócontraelsuelo.Elaguachisporroteócomosihubieracaídosobreunasarténcaliente.
—Sí—dijoWarren—.Comomehanordenado.Medijoqueostrajeradevueltayahoraestáisaquí.—Éltelodijo—repitióTamara.Callmirababoquiabiertoalenormeserquesealzabadelarroyo.Éstehabíacomenzadoahervir,con
enormes burbujas rojas y naranja, que borboteaban en la superficie con la ferocidad de la lava. Lacriatura eragrumosa, oscuraypétrea, como si estuvierahechade esquirlasde roca, pero tenía rostrohumano, el rostro de un hombre, con las facciones talladas en granito. Sus ojos eran dos profundosagujerososcuros.
—Saludos,MagosdeHierro—dijo,y suvoz resonócomosihablaradesdeunagrandistancia—.EstáislejosdevuestroMaestro.
Losaprendicessehabíanquedadosinhabla.Enelsilencio,CalloyólaentrecortadarespiracióndeTamara.
—¿Notenéisnadaquedecirme?—Labocadegranitodelacriaturasemovió:eracomoverunarocaagrietarseysepararse—.Enuntiempofuicomovosotros,niños.
Tamarahizounruidohorrible,mediosollozomediogrito.—No—dijo—.Nopuedesserunodenosotros…yanopuedeshablar.Tú…—¿Quées?—susurróCall—.¿Quées,Tamara?—EresunodelosDevorados—contestóTamaraconvozrota—.Consumidoporunelemento.Yano
ereshumano…—Fuego—exhaló la cosa—.Hace tiempo queme convertí en fuego.Me entregué a él y él amí.
Queméloquehabíadehumanoydébilenmí.—Eresinmortal—dijoAaron,conlosojosmuygrandesymuyverdesensurostropálidoyserio.—Soymuchomásqueeso.Soyeterno.—ElDevoradoseacercóaAaronlosuficienteparaquela
pieldelchicocomenzaraaenrojecer,delmismomodoquecuandoalguienestámuycercadelfuego.—¡Aaron, no! —exclamó Tamara mientras se acercaba a él—. Está tratando de quemarte, de
absorberte.¡Apártatedeél!ElrostrodeTamararesplandecíaenlacambianteluz.YCallsediocuentadequeteníalágrimasen
lasmejillas.DerepentepensóenlahermanadeTamara,consumidaporloselementos,condenada.—¿Absorberte?—ElDevoradosepusoareír—.Mírate,pequeñaschispitasaúnsincrecer.Nohay
demasiadavidaquesacardeti.—Debesdequereralgodenosotros—intervinoCall,esperandoqueelDevoradodejaradeprestar
atenciónaAaron—.Onotemolestaríasenmostrarte.Lacosasevolvióhaciaél.—ElaprendizsorpresadelMaestroRufus.Inclusolasrocashansusurradosobreti.Elmásgrandede
losMaestroshahechounaextrañaelecciónesteaño.Call no podía creérselo. Incluso el Devorado conocía su mierda de resultados en la prueba de
entrada.—Veoatravésdelamáscaradepielquelleváis—continuóelDevorado—.Veovuestrofuturo.Uno
devosotrosfracasará.Unodevosotrosmorirá.Yunodevosotrosyaestámuerto.—¿Qué?—Aaronalzólavoz—.¿Quéquieresdecircon«yaestámuerto»?
—¡Noloescuchéis!—gritóTamara—.Esunacosa,noeshumano…—¿Yquiéndeseaserhumano?Loscorazoneshumanosserompen.Loshuesoshumanosseastillan.La
pielhumanaserasga.—ElDevorado,queyaestabacercadeAaron,fueatocarleelrostro.Callsaltóhacia adelante lo más rápido que le dejó la pierna, se estrelló contra Aaron y ambos retrocedierontambaleándosehastalapared.TamarasevolvióhaciaelDevoradoconlamanoenalto.Unamasadeairearremolinadolecrecióenlapalma.
—¡Basta!—rugióunavozdesdelaarcada.ElMaestroRufus,amenazadoryterrible,estabaahí,yelpoderparecíamanarledetodoelcuerpo.Lacosadiounpasoatrás,encogiéndose.—Noqueríahacerdaño…—gimoteó.—Desaparece—ordenó elMaestroRufus—.Deja en paz amis aprendices o te dispersaré como
haríaconcualquierelemental,sinimportarquiénfuisteunavez,Marcus.—Nomellamesporunnombrequeyanoeselmío—replicóelDevorado.MiróaCall,aAaronya
Tamaramientrasvolvíaahundirseenelarroyosulfuroso—.Osvolveréaveralostres.—Desaparecióformandounaonda,peroCallsabíaquesehabíaquedadoenalgúnlugarbajolasuperficie.
Porunmomento,elMaestroRufusparecióabatido.—Venid —les dijo, e hizo pasar a sus aprendices por un arco de poca altura. Call miró atrás
buscandoaWarren,peroelelementalhabíadesapareció.Callsesintióunpocodecepcionado.QueríagritarleaWarrenportraicionarlos,ytambiénanularlainvitaciónasudormitorioparasiempre.Perosiel Maestro Rufus veía aWarren, se haría evidente que Call había sido quien lo había robado deldespachodeRufus,asíquequizáfueramejorquesehubieralargado.
Duranteunrato,caminaronensilencio.—¿Cómohasabidoque teníaquevenirabuscarnos?—preguntóTamara finalmente—.Queestaba
pasandoalgomalo.—NocreerásqueosdejaríavagarporlasprofundidadesdelMagisteriumsinvigilaros,¿verdad?—
contestó Rufus—. Envié a un elemental del aire a seguiros. En cuanto os llevaron a la caverna delDevorado,vinoaavisarme.
—Marcus…elDevorado…noshadicho…noshahabladodenuestrofuturo—dijoAaron—.¿Quéqueríadecir?¿Era…?¿Deverdadhabíasidounaprendizcomonosotros?
Que recordara, era la primera vez queCall veía incómodo aRufus. Era sorprendente. Finalmentehabíamostradounaexpresiónenelrostro.
—Loquedijera,fueraloquefuese,nosignificanada.Estácompletamenteloco.Ysí,supongoquehuboun tiempoenque fueunaprendiz comovosotros,pero fuemucho,mucho tiempodespuésque seconvirtióenunodelosDevorados.ParaentoncesyaeraMaestro.MiMaestro,dehecho.
Despuésdeeso,guardaronsilenciotodoelcaminohastaelcomedor.
Esanoche,durantelacena,Call,AaronyTamaratratarondecomportarsecomosihubierasidoundíanormal.Sesentaronalalargamesaconotrosaprendices,peronohablaronmucho.RufusestabaconlaMaestraMilagrosyelMaestroRockmaplecompartiendounapizzadeliquenyalgooscuro.
—Tenéispintadequelalecciónsobreorientaciónnohayaidomuybien—seburlóJasper,mientrasmirabaaTamara,aAaronyaCall.Eraciertoqueselosveíaagotadosysucios,conlacaramanchada.
Tamarateníaojeras,comosihubieratenidounapesadilla—.¿Oshabéisperdidoenlostúneles?—NosencontramosconunodelosDevorados—explicóAaron—.Enlascuevasmásprofundas.Todalamesasepusoahablar.—¿UnodelosDevorados?—preguntóKai—.¿Soncomodicelagente?¿Monstruoshorrorosos?—¿Hatratadodeabsorberos?—preguntóCeliaconojoscomoplatos—.¿Cómooshabéisescapado?CallvioqueaTamaraletemblabanlasmanosalsujetarloscubiertos.—Lociertoesquenosdijonuestrofuturo—soltóderepente.—¿Quéquieresdecir?—preguntóRafe.—Dijo que uno de nosotros fracasaría, que otromoriría y que uno de nosotros ya estámuerto—
respondióCall.—Creoqueyaséquiénvaafracasar—replicóJasper,mirandoaCall.Derepente,ésterecordóque
nohabíacontadoanadiequeJasperhabíaestadoenlaBiblioteca,ycomenzóareconsiderarsudecisión.—Gracias,Jasper—lesoltóAaron—.Siempretancolaborador.—Nodejéisqueesoospreocupe—dijoDrewparaanimarlos—.Sólosonpalabras.Nosignifican
nada.Ningunodevosotrosvaamorir,yesevidentequenoestáismuertos.¡Vayatontería!CallhizounaseñalaDrewconeltenedor.—Gracias.Tamaradejóloscubiertossobrelamesa.—Simedisculpáis—dijo,ysemarchódelcomedor.AaronyCalllasiguieroninmediatamente.EstabanamediocaminodelpasillocuandoCalloyóque
alguienlollamaba;eraDrew,quecorríatrasellos.—Call—dijo—.Call,¿puedohablarteunmomento?CallintercambióunamiradaconAaron.—Veconél—contestóAaron—.YovoyaveraTamara.Nosencontraremosenlahabitación.CallvolvióconDrewmientrasseapartabadelosojoselcabellorevueltoyllenodelpolvodelas
cavernas.—¿Pasaalgo?—¿Estássegurodequehasidounabuenaidea?—Drewlomirabaconsusgrandesojosazules.—¿Elqué?—Callestabatotalmenteperdido.—Contarlesesoatodoslosdemás.¡LodelDevorado!¡Lodelaprofecía!—Hasdichoquesóloeranpalabras—lerecordóCall—.Hasdichoquenosignificabanada.—Lo he dicho porque…—Drew buscó algo en el rostro deCall, y su propia expresión pasó de
confusiónapreocupación,yluegoaunincipientehorror—.Nolosabes—dijofinalmente—.¿Cómoibasasaberlo?
—¿Quéesloquenosé?—preguntóCall—.Meestásasustando,Drew.—Quiéneres—repusoDrewenunmediosusurro,yluegoretrocedió—.Meheequivocadoentodo
—dijo—.Tengoqueirme.Se dio la vuelta y salió corriendo. Call lo miró marcharse, totalmente perplejo. Decidió que les
preguntaríaaTamarayaAaron,perocuandollegóalahabitación,eraevidentequeelcansanciohabíapodidoconellos.LapuertadeTamaraestabacerrada,yAaronsehabíaquedadodormidoenunodelossofás.
CAPÍTULOQUINCE
Callsedespertóaloíraalguienmoviéndosealotro ladodesupuerta.AlprincipiopensóqueseríanTamara o Aaron, que se habrían quedado hasta tarde trabajando en la sala. Pero los pasos erandemasiadopesadosparaserdeningunodesusamigos,ylasvocesquelossiguieroneran,sinduda,deadultos.
NopudoevitaroírlavozdeAlastairenlacabeza:«Notienenpiedad,nisiquieraconlosniños».Callsequedódespiertomirandoaltechohastaqueunodeloscristalesdelaparedcomenzóabrillar.
SacóaMiridelcajónyselevantódelacama;hizounamuecacuandosuspiesdescalzostocaronelfríosuelodepiedra.Sinlaspesadasmantas,notabaelaireheladoatravésdeldelgadotejidodesupijama.
Alzó la daga justo cuando se abrió la puerta. Había tresMaestros en el umbral, mirándolo. Ibanvestidosconuniformesnegros,ysurostroseriomostrabapreocupación.
LamiradadelMaestroLemuelfuedelrostrodeCallasudaga.—Rufus,tuaprendizestábienentrenado.Callnosupoquédecir.—Peroestanochenonecesitasningunaarma—añadióelMaestroRufus—.DejaaSemíramisenla
camayvenconnosotros.CallsemiróelpijamadeLEGOyfruncióelceño.—Noestoyvestido.
—Bienentrenadoenpreparación—soltóelMaestroNorth—.Notanbienentrenadoenobediencia.—North—dijo elMaestroRufus—.Déjame amí la disciplina demis aprendices.—Se acercó a
Call,quenosabíamuybienquéhacer.EntreelextrañocomportamientodeDrew,lasadvertenciasdesupadreylainquietanteprofecíadelDevorado,estabamuynervioso.Noqueríadejarelcuchillo.
RufuslecogiólamuñecayCallsoltóaMiri.Nosabíaquéotracosahacer.CallconocíaalMaestroRufus.Habían comido juntos durantemeses y había aprendidode él.Rufus era una persona.Rufus lohabíasalvadodelDevorado.
«Nomeharíadaño—sedijoCall—.Nomeloharía.Digaloquedigamipadre».UnaextrañaexpresióncruzóelrostrodeRufusydesaparecióalinstante.—Ven—dijo.CallsiguióalosMaestrosalasalacomún,dondeTamarayAaronyaestabanesperando,ambosen
pijama.Aaronllevabaunacamiseta,prácticamentetransparentedetantolavarla,yunospantalonesconunagujeroenlarodilla.Teníaelpelodepuntacomosifueranplumasdepatoyaúnnoparecíahabersedespertadodeltodo.Tamaraestabatensa.Teníaelcabellocuidadosamentetrenzadoyllevabaunpijamarosa que decía: «Peleo comouna chica».Bajo las palabras había un dibujo de unas chicas de cómicejecutandomovimientosmortalesdeninja.
«¿Quéestápasando?»,lesdijosólomoviendoloslabios.AaronseencogiódehombrosyTamaranegóconlacabeza.Eraevidentequenosabíanmásqueél.
AunqueTamaraparecíasaberlosuficienteparaestarapuntodesaltarcomounmuelle.—Sentaos—dijoelMaestroLemuel—.Porfavor,noosentretengáis.—Podéisverperfectamentequeningunodeellosestabatratandode…—comenzóelMaestroRufus
envozbajaquesefueapagando,comosinoquisieradecirelrestoenvozalta.—Estoesmuyimportante—dijoelMaestroNorthmientasCall,AaronyTamarasesentabanjuntos
enunodelossofás.Tamaradioungranbostezoyseolvidódetaparselaboca,loquesignificabaqueestabarealmentemuycansada—.¿HabéisvistoaDrewWallace?Variosalumnoshandichoqueossiguiófueradelcomedoryqueparecíamuyalterado.¿Osdijoalgo?¿Oscontósusplanes?
Call frunció el ceño.Laúltimavezquehabíavisto aDrew fue lo suficientemente rara comoparaevitarcontarla.
—¿Quéplanes?—Hablamosde nuestras clases—explicóAaron—.Drewnos siguió al pasillo; quería hablar con
Call.—SobreelDevorado.Creoqueestabamuyasustado.—Callnosabíaquémásdecir.Noencontraba
otraexplicaciónparaelcomportamientodeDrew.—Gracias —repuso el Maestro North—. Ahora, volved a vuestras habitaciones y poneos el
uniforme. Necesitamos vuestra ayuda. Drew se ha marchado del Magisterium esta noche, en algúnmomentopasadasladiez,ysóloporqueotroaprendizsehalevantadoamedianocheparabeberunvasodeaguayhaencontradosunotahemosdescubiertosuausencia.
—¿Quédecíalanota?—preguntóTamara.ElMaestroLemuellamirómolesto,yelMaestroNorthpareciósorprendidodequelointerrumpiera.EraevidentequeningunodeellosconocíabienaTamara.
—QuehuíadelMagisterium—contestóelMaestroLemuelenvozbaja—.¿Sabéislopeligrosoquees que magos a medio formar anden sueltos por el mundo? Y eso por no hablar de los animalescaotizadosquetienensusmadriguerasenlosbosquescercanos.
—Tenemos que encontrarlo —dijo el Maestro Rufus, asintiendo lentamente—. Toda la escuela
ayudará en la búsqueda.De esa forma podremos cubrirmás terreno.Espero que esta explicación seasuficiente,Tamara.Porquerealmentenopodemosperdereltiempo.
Tamarasesonrojó,luegosepusoenpieysemarchóasuhabitación.CallyAaronhicieronlopropio.Callsevistiólentamenteconlaropadeinvierno:eluniformegris,ungruesojerseyyunasudaderaconcremallera.Lasubidadeadrenalinaquelehabíaprovocadoquelodespertaranlosmagosseleestabapasando,ycomenzóanotarselopocoquehabíadormido,perolaideadeDrewperdidoenlaoscuridadhizoquesedespertaradeltodo.¿QuéhabríahechohuiraDrew?
Alcogersumuñequera,tocóconlosdedoselbrazaletedeAlastairysumisteriosanotaalMaestroRufus.Recordólaspalabrasdesupadre:«Call,escúchame.Túnosabesloqueeres.Debessalirdeahíencuantopuedas».
Sesuponíaquedebíaserélelquehuyera,noDrew.Llamaron a la puerta y ésta se abrió. Tamara entró en el cuarto. Llevaba el uniforme y se había
recogido el cabello en dos trenzas apretadamente enrolladas en la cabeza. Parecíamás despierta queCall.
—Call—dijo—.Vamos,tenemosque…¿Quéesesto?—¿Quéesqué?—Miróhaciaabajoycomprobóqueaún teníael cajónabiertoyen su interior se
veíanlamuñequeradeAlastairylacarta.Cogiólaprimerayseechóhaciaatrás,cerrandoelcajónconsupeso—.Es…eslamuñequerademipadre.DecuandoestabaenelMagisterium.
—¿Puedo verla?—Tamara no esperó la respuesta, sino que se la quitó de la mano. Al mirarla,pareciósorprendida—.Debedehabersidounalumnomuybueno.
—¿Porquélodices?—Estaspiedras.Yeso…—Secallóyparpadeó—.¡Éstanopuedeserlamuñequeradetupadre!—
exclamó.—Bueno,supongoquepodríaserlademimadre…—No—replicóTamara—.Hemosvisto lashuellasdesusmanosen laCámarade losGraduados.
Ambossegraduaron,Call.Ydequienseaestamuñequera,acabóenelCursodePlata.Nohayoro.—Seladevolvió—.EstebrazaleteperteneceaalguienquenuncasegraduóenelMagisterium.
—Pero…—CallsecallócuandoAaronentróenlahabitación,conelonduladocabellopegadoalafrente.Parecíaquesehabíaechadoaguaalacaraparadespertarse.
—Vamos,chicos—dijo—.ElMaestroNorthyelMaestroLemuelhanidodelante,peroRufuspareceestarapuntodeecharlapuertaabajo.
Call se metió la muñequera en el bolsillo, sin quitarse de encima la curiosa mirada de Tamaramientras seguían alMaestro Rufus por los túneles. Call tenía la pierna agarrotada, igual quemuchasmañanas,asíquenopodíaavanzardeprisa.AaronyTamarateníancuidadodenoirdemasiadorápido,yporunavez,esonolomolestó.
Yendo hacia la salida, se encontraron con el resto de los aprendices dirigidos por susMaestros,incluidos Lemuel y North. Los chicos parecían tan confusos y preocupados como los aprendices delMaestroRufus.
Unascuantasvueltasmásyllegaronaunapuerta.ElMaestroLemuellaabrióytodosentraronenotracueva;éstaparecíatenerunaaberturaalfondoporlaqueentrabaelviento.Sedirigíanalexterior,ynoporelcaminoquehabíanutilizadoelprimerdía.Esacuevaestabaabierta.Enlapiedrahabíaempotradaunagigantescaverjademetal.
Era evidente que había sido hecha por unMaestro delmetal. Era de hierro forjado, y cada barra
acababaenunaafiladapuntaquecasirozabaeltechodelacueva.Alolargodelaverja,lasbarrasseretorcíanparaformarletras:«Conocimientoyacciónsonunoylomismo».
EralaPuertadelaMisión.Callrecordóalchicoatadoalacamillahechaderamas,conmediapieltotalmentequemada,ysediocuentadeque,enlaconfusión,nuncahabíallegadoafijarseenlapropiapuerta.
—Call,Tamara,Aaron—losllamóelMaestroRufus.JuntoaélestabaAlex,altoydecabellorizado,conunaexpresiónsombríanadahabitualenél.Llevabaeluniformeyungruesoabrigosemejanteaunacapa.Noteníaguantes—.Alexanderosguiará.Noosapartéisdesulado.Losdemásestaremosapocadistancia,losuficientementecercaparaoírnossigritamos.QueremosquecubráiseláreacercadeunadelassalidasdelMagisteriummenosusadas.BuscadcualquierrastrodeDrew,ysiloencontráis,llamadlo.CreemosqueesmásposiblequeconfíeenunodesuscompañerosdelCursodeHierroqueenunMaestrooenunalumnodeuncursosuperiorcomoAlex.
CallsepreguntóporquépensaríanlosMaestrosqueDrewconfiaríamásenotroalumnoqueenellos.SepreguntósisabríanmássobrelahuidadeDrewdeloqueleshabíancontado.
—Yluego¿quéhacemos?—preguntóAaron.—Cuandolohayáislocalizado,AlexharáunaseñalalosMaestros.Seguidhablandoconélhastaque
lleguemos.VosotrosylosaprendicesdelaMaestraMilagrosvaishaciaeleste.—Hizoungestohaciadonde esperaba el resto de la gente, y laMaestraMilagros fue hacia él, seguida de Celia, Jasper yGwenda—.LosdelCursodeBronceiránhaciaeloeste,losdelCursodeCobrehaciaelnorte,ylosdePlatayOroquenoesténasistiendoalosMaestros,haciaelsuryelnorte.
—¿Yquéhaydelosanimalescaotizadosdelosbosques?—preguntóGwenda—.¿Nosontambiénunpeligroparanosotros?
LaMaestraMilagrosmiróhaciaAlexyotrosalumnosdeloscursossuperiores.—Noestaréis solosahí fuera.Manteneos juntosyhacednosuna señal inmediatamente sihayalgún
problema.Estaremoscerca.Algunosdelosgruposdeaprendicesyaestabanadentrándoseenlanoche,formandoorbesbrillantes
que flotaban en el aire como faroles sin cuerpo. Un zumbido grave de murmullos y susurros losacompañabamientrasseinternabanenlosbosquesoscuros.
CallylosotrossiguieronaAlex.Cuandoelúltimoaprendizhuboatravesadolaverja,éstasecerróasusespaldasconuninquietantegolperesonante.
—Siemprehaceeseruido—explicóAlex,alverlaexpresióndeCall—.Vamos,tenemosqueirporaquí.
Sedirigióhacia losbosquesporunoscurosendero.Call tropezóconunarama.Aaron,siempreenbuscadeunaexcusa,formósuchispeantebolaazuldeenergía,ypareciócontentodequepudieraserútil.Sonriómientraslabolarodabasobresusdedos,iluminandoelterrenoalrededordeellos.
—¡Drew!—llamóGwenda.SeoíanecosdeotrosalumnosdeHierroenladistancia—.¡Drew!Jasper se frotó los ojos. Llevaba lo que parecía un abrigo forrado de pelo y un sombrero con
orejeras,unpocograndeparasucabeza.—¿Porquétenemosqueponernosenpeligrosóloporqueuntontohadecididoquenolosoportaba
más?—preguntó.—No entiendo por qué se hamarchado amedia noche—comentó Celia, que se rodeaba con los
brazosytemblabainclusobajosuparkaazulbrillante—.Nadadeestotienesentido.—No sabemos más que tú—repuso Tamara—. Pero si Drew se ha escapado, debe de tener un
motivo.—Esuncobarde—replicóJasper—.Ésaeslaúnicarazónposibleparahuir.Elsuelodelbosqueestabacubiertoconunafinacapadenieve,ylasramasdelosárbolescolgaban
bajasasualrededor; la luzazuldeAaroniluminabasólolosuficientepararealzar lo inquietantesqueresultabanlasafiladasramas.
—¿Dequécreesqueteníamiedo?—preguntóCall.Jaspernocontestó.—Tenemos que seguir juntos —les dijo Alex, y formó tres bolas de fuego dorado que giraron
alrededordeellosmarcandoellímitedelgrupo—.Siveisuoísalgo,decídmelo.Nosalgáiscorriendo.LashojasheladascrujíanbajolospiesdeTamaracuandoéstasequedóatrásparaacompañaraCall.—Bueno—dijoenvozbaja—,¿porquécreíasqueesamuñequeraeraladetupadre?Callmiróalosdemás,tratandodedecidirsipodríanoírlo.—Porquelaenvióél.—¿Telaenvióati?Callnegóconlacabeza.—Noexactamente.La…encontré.—¿Laencontraste?—Tamaraparecíatenersusdudas.—Yaséquecreesqueestáloco…—¡Tetiróuncuchillo!—Me lo tiróparaque lo tuviera—explicóCall—.Y luegoenvióestamuñequeraalMagisterium.
Creoqueestátratandodedecirles…deadvertirlosdealgo.—¿Comodequé?—Algosobremí—confesóCall.—¿Quieresdecirqueestásenpeligro?Tamaraparecíaalarmada,peroCallnocontestó.Nosabíacómodecirlemássincontárselotodo.¿Y
sirealmentepasabaalgomaloconél?SiTamaralodescubría,¿mantendríaelsecreto,pormuymaloquefuera?
Queríaconfiarenella.Enunmomento,Tamaralehabíadichomáscosassobreelbrazaletedeloqueélhabíadescubiertodespuésdemesesdemirarlo.
—¿Dequéestáishablando?—preguntóAaron,queseunióaellos.TamaracallóinmediatamentemientrasmirabadeAaronaCall.Éstepudoverquenoibaacontarle
nadaaAaronanoserqueéldijeraquepodíahacerlo.Esoledespertóunaextrañasensacióncálidaenelestómago.Nuncahabíatenidoamigosdeverdadqueleguardaransecretos.
Esofuesuficienteparaquesedecidiera.—Estamoshablandodeesto—dijo.SesacólamuñequeradelbolsilloyselapasóaAaron,quela
examinómientrasCalllesexplicabatodalahistoria:laconversaciónconsupadre,laadvertenciadequeCallnosabíaquiénera,lacartaqueAlastairhabíaenviadoaRufus,elmensajeconlamuñequera:«Atasumagia».
—¿Atartumagia?—Aaronalzólavoz.Tamaralohizocallar.Aaronvolvióahablarensusurros—.¿PorquéibaapedirleaRufusquehagaeso?¡Esunalocura!
—Nolosé—susurróCallenrespuesta,ymiróhaciaadelante,nervioso.Alexylosotroschicosnoparecíanestarprestándolesningunaatenciónmientrassubíanunapequeñacolina,pasabanentrelasramasdeungranárbolyseguíanllamandoaDrew—.Noentiendonada.
—Bueno,esevidentequelamuñequeraeraunmensajeparaRufus—concluyóTamara—.Significaalgo.Sóloquenoséqué.
—Quizásisupiéramosdequiénera…—apuntóAaron.LepasólamuñequeraaCall,queselaatóalbrazo,másarribadelasuyayocultabajolamanga.
—Dealguienquenosegraduó.AlguienquedejóelMagisteriumcuandoteníadieciséisodiecisieteaños, o alguien quemurió allí.—Tamara quiso ver otra vez lamuñequera, y frunció el ceño ante laspequeñasmedallasconsímbolos—.Noséexactamentequésignifican.Excelenciaenalgo,pero¿enqué?Silosupiéramos,nosdiríaalgomás.Ynosétampocoquésignificaestapiedranegra.Nuncahevistounaigualantes.
—PreguntémosleaAlex—sugirióAaron.—Ni lo sueñes—exclamóCall,negandocon lacabeza,yvolvióamirar inquietoa losotros,que
marchabansobrelanieveenlaoscuridad—.¿Ysitengoalgomaloyéllopuedeverconsólomirarlamuñequera?
—Notienesnadamalo—afirmóAaroncontundente.PeroAaroneralaclasedepersonaqueteníafeenlagenteycreíacosasasí.
—¡Alex!—lollamóTamaraenvozalta—.Alex,¿tepuedopreguntarunacosa?—Tamara,no—siseóCall,peroelchicomayoryasehabíaquedadoatrásparaesperarlos.—¿Quépasa?—preguntóconojosinquisitivos—.¿Estáisbien,chicos?—Sólomepreguntaba sipodríaver tubrazalete—contestoTamara, tranquilizandoaCall conuna
mirada.Éstesuspiróconalivio.—Sí.Claro—asintióAlex,ysesoltólamuñequerayselapasó.Teníatrescintasdemetal,acabadas
conbronce.Tambiénteníagemasincrustadas:rojaynaranja,azuleíndigo,yescarlata.—¿Aquécorrespondenéstas?—preguntóTamarainocentemente,aunqueCallteníalasensaciónde
queyasabíalarespuesta.—Porcompletardiferentestareas.—Alexsóloestabaexplicando,noalardeabaenabsoluto—.Ésta
es por usar el fuego para disipar a un elemental. Ésta por emplear el aire para crear una ilusiónfantasmagórica.
—¿Yquésignificaríasituvierasunanegra?—preguntóAaron.Alexabriómucholosojos.Ibaacontestar,peroenesemismomomento,Jasperpegóungrito.—¡Mirad!Unabrillanteluzamarillarelucíaenlacrestadelacolinafrenteaellos.Mientrasmiraban,unalarido
cortóelaire,agudoyterrible.—¡Quedaosaquí!—ladróAlex,ycomenzóacorrer,mediodeslizándoseporlaladeradelacolina
dondesehallaban,dirigiéndosealaluz.Derepente,lanochesellenóderuidos.Calloyóaotrosgruposgritandoyllamándoselosunosalosotros.
Algopasóporelcielosobreellos,algoescamosoyserpentino,peroAlexnomirabahaciaarriba.—¡Alex! —gritó Tamara, pero el chico no la oyó; ya había llegado a la otra colina y estaba
comenzandoasubirla.Lasombraescamosaestabasobreél,bajandoenpicado.TodosloschicosgritabanaAlexintentandoadvertirlo,todosexceptoCall,quecomenzóacorrer,sin
hacercasodelardorqueleretorcíalapiernamientrassedeslizabaycasisecaíaporlacolina.OyóaTamaragritarsunombre,yaJasperchillando:«¡Sesuponequedebemosquedarnosaquí!»,peroCallnosedetuvo.IbaaserelaprendizqueAaroncreíaqueera,elquenoteníanadamalo.Ibaahacerlaclasedecosasqueconseguíanmisteriososlogrosheroicosenlamuñequera.Ibaametersedecabezaenellío.
Tropezóconunapiedrasuelta,secayóyrodóhastalabasedelacolina,dondesegolpeóelcodoconfuerzacontralaraízdeunárbol.
«Vale—pensó—,noeslamejormaneradeempezar».Sepusoenpiecomopudoycomenzóasubirdenuevo.Yaveíalascosasconmayorclaridadgracias
alaluzquesalíadelacrestadelacolina.Eraunaluzclaraypenetrante,queiluminabacadaguijarroycadaagujeroconunmarcadorelieve.LasubidasehizomáspronunciadaamedidaqueCallseacercabaalacima;sedejócaerderodillasysearrastrólosúltimosmetroshastallegaraloalto.
Algopasórozándolo,algomuygrande,algoqueprodujounaráfagadeairequelellenódetierralosojos.Tosiómientrasseponíaenpie.
—¡Socorro!—oyóunadébilvocecita—.¡Porfavor,ayudadme!Callmiróalrededor.Labrillanteluzhabíadesaparecido;sóloquedabalaluzdelasestrellasydela
lunaparailuminarlacima.—¿Quiénestáahí?—preguntó.Oyóloqueparecíaunsollozoacompañadodehipo.—¿Call?Éstecomenzóaircasiaciegashacialavoz,atravesandoelsotobosque.Asuespalda,lagentegritabasunombre.Apartóapatadasalgunaspiedrasymediosedeslizóporuna
pequeña pendiente. Se encontró dentro de una sombría hondonada cubierta de arbustos espinosos.Alguienyacíaacurrucadoenelladoopuesto.
—¿Drew?—llamóCall.Elmuchachotratódedarselavuelta.Callvioqueteníaunpieatascadoenloqueparecíaunagujero
enlatierra.Loteníatorcidoenunángulomuyfeo,quedolíaconsólomirarlo.Asuespalda,dosorbesdeluztenueseencendieronenlanoche.Callmiróhaciaatrásysediocuenta
dequeestabanflotandosobrelacolinadondesehallabanlosotrosalumnos.Casinolospodíaverdesdedondeseencontraba,ynoestabasegurodequelopudieranveraél.
—¿Call?—Las lágrimas en el rostro deDrewbrillaban bajo la luz de la luna.Call se le acercórápidamente.
—¿Estásatrapado?—preguntóCall.—Cla…claro—susurróDrew—.Intentoescaparme,ysólollegohastaaquí.Eshu…humillante.Lecastañeteabanlosdientes.Sólollevabaunafinacamisetayunosvaqueros.Callnopodíacreerque
hubieraplaneadohuirdelMagisteriovestidoasí.—Ayúdame—dijoDrewtiritando—.Ayúdameasoltarme.Tengoqueseguirhuyendo.—Peronoloentiendo.¿Quépasa?¿Adóndevasair?—Nolosé.—Drewhizounamueca—.Notienesni ideadecómoeselMaestroLemuel.Ha…ha
descubiertoque,aveces,siestoybajomuchapresión,lohagomejor.Muchomejor.Séqueesraro,perosiemprehasidoasí.Lohagomejorenundíadeexamenqueenundíadeprácticanormal.Asíquesupusoquepodíahacermemejorteniéndomesiemprebajopresión.Casi…casinopuedodormir.Sólomedejacomeravecesynuncasécuándovaaser.Noparadeasustarme,deconjurarmonstruosfantasmagóricosy elementales cuandoestoy solo en laoscuridadyyo…yoquierohacerlomejor.Quiero serunmagomejor,peroesque…—Apartólamiradaytragósaliva;lanuezseledeslizóarribayabajodelcuello—.Nopuedo.
Calllomiróatentamente.EraciertoqueDrewnoseparecíaalchicoqueCallhabíaconocidoenelautocar que los llevaba al Magisterium. Estaba más delgado. Mucho más delgado. Los pantalones
parecíansertrestallasmayoresquelasuya,yselossujetabaconuncinturónqueestabaapretadohastaelúltimoagujero.Teníalasuñascomidashastalapielyunasprofundasojeras.
—Deacuerdo—repusoCall—.Peronovasapoderhuiraningúnladoconesepie.—Seinclinóylepusolamanosobreeltobillo.Lonotócalientealtacto.
Drewsoltóungritito.—¡Duele!Calllemiróeltobillopordebajodelbordedelosvaqueros.Parecíahinchadoyoscuro.—Creoquepuedeshaberterotoelhueso.—¿D…deverdad?—Drewsonócomosiestuvieraapuntodesufrirunataquedepánico.Callbuscóensímismo,atravésdesímismo,hacialatierraenlaqueestabaarrodillado.«Latierra
quiere atar».Notóque cedía bajo su toque, que creabaun espacio dondepodía colarse lamagia, delmismomodoqueelaguabrotabadelfondoparallenarunagujerocavadoenlaarenadelaplaya.
Callextrajolamagiaa travésdesuser,hastasumano,yladejófluirenel interiordeDrew.Éstesoltóungritoahogado.
Callseapartó.—Perdona…—No.—Drewlomiróperplejo—.Meduelemenos.Funciona.Callnuncahabíahechomagiacomoésaantes.CurarhabíasidoalgodeloqueelMaestroRufusles
habíahablado,peronuncahabíanpracticado.Pero loestabaconsiguiendo.Quizá realmenteno tuvieranadamalo.
—¡Drew!¡Call!—EraAlex,seguidoporunbrillanteglobodeluzqueleiluminabaelcabellocomounhalo.Sedeslizóporlaladeradeladepresiónhastacasichocarconellos.Bajolaluzdelaluna,seleveíaelrostromuyblanco.
Callseapartó.—Drewestáatrapado.Creoquetieneeltobilloroto.Alexseinclinósobreelchicoytocólatierraqueleatrapabalapierna.Alverqueéstasedeshacía,
Callsesintiótontopornohaberpensadoeneso.Alexcogióalpequeñoporlasaxilasytiródeélparasoltarlo.Drewgritódedolor.
—¿Nomehasoído?Tieneeltobilloroto…—protestóCall.—Call.Nohaytiempo.—AlexsearrodillóparacogeraDrewenbrazos—.Tenemosquesalirde
aquí.—¿Q…qué?—Drewparecíademasiadoaturdidoparaenterarse—.¿Quéestápasando?Alex recorríael lugarcon lamirada,nervioso.De repente,Call recordó lasadvertencias sobre lo
querondabaenlosbosquesdelexteriordelaescuela.—Loscaotizados—dijoCall—.Estánaquí.
CAPÍTULODIECISÉIS
Ungraveaullidocortóelaire.AlexcomenzóasalirdelahondonadaygesticulóimpacienteaCallparaquelosiguiera.Callsearrastrótrasél.Ledolíamucholapierna.
Cuandollegaronarriba,CallvioaAaronyaTamaraquellegabanalacimadelacolina,conCelia,JasperyRafedetrás.Estabanjadeantes,alerta.
—¡Drew!—exclamóTamara,alveralchicoenbrazosdeAlex.—Animalescaotizados—dijoAaronparándosedelantedeCallydeAlex—.Estánsubiendoporel
otroladodelacolina.—¿Dequétipo?—preguntóAlexconurgencia.—Lobos—contestóJasper,yseñalóhaciaunpuntodelanegrura.AúnconDrewen losbrazos,Alexsevolvióymiróhorrorizado.La lunamostrabaformasoscuras
saliendodelosbosquesyavanzandohaciaellos.Cincolobos,grandesyfibrosos,conelpelajedelcolordelcielotormentoso.Olfateabanelaireconelhocico;susojoschispeanteseransalvajesyextraños.
AlexseinclinóydejóaDrewenelsueloconcuidado.—¡Escuchadme! —gritó a los otros alumnos, que se removían temerosos—. Formad un círculo
alrededordenosotrosdosmientrascuroaDrew.Percibenalosdébiles,alosheridos.Nosatacarán.—Sólo tenemosquecontenera loscaotizadoshastaque lleguenaquí losMaestros—dijoTamara,
mientrassecolocabadelantedeAlex.
—Muy bien, contenerlos, así de simple—soltó Jasper, pero se puso en formación con los otros,cerrandouncírculoconsuscuerpos,deespaldasaAlexyaDrew.CallseencontróhombroconhombroconCeliayJasper.Aellalecastañeteabanlosdientes.
Loloboscaotizadosaparecieron,agachadosysalvajes,saltandosobrelacrestacomosombras.Eranenormes, mucho más grandes que cualquier lobo que Call se hubiera imaginado. Hilos de baba lescolgaban de las fauces abiertas. Los ojos les ardían y giraban en el interior de sus cuencas; verlosdespertódenuevoenCallesasensaciónenlacabeza,ladepicor,oardorosed.
«Elcaos—pensóparasí—.Elcaosquieredevorar».Porterroríficosquefueran,cuantomáslosmirabaCall,máspensabaqueteníanunosojoshermosos,
comoelinteriordeuncalidoscopio,milcoloresalavez.Nopodíaapartarlamirada.—¡Call!—LavozdeTamaradetuvosuspensamientos.Callvolvióasucuerpoysediocuentadeque
sehabíasalidodelaformaciónyqueestabavariospasospordelantedelrestodelgrupo.Nosehabíaapartadodeloslobos.Habíaidohaciaellos.
Unamanoloagarróporlamuñeca:Tamara,queparecíaaterrorizada,perotambiéndecidida.—¿Quieresparar?—exigió,ycomenzóaarrastrarlojuntoalosotros.Despuésdeeso,todopasómuydeprisa.TamaratiródeCall;ésteseresistió.Lapiernamalacedió
bajosupesoysecayó,golpeándoseloscodosdolorosamentecontraelsuelo.Tamaraechólamanohaciaatrásehizoungestocomodelanzarunaboladebéisbol.Uncírculodefuegolesaliódelapalmahaciaunodeloslobos,quederepentesehallabanmuycerca.
Elfuegoleestallósobreelpelajeyelloboaulló,mostrandounabocallenadeafiladosdientes.Perosiguióavanzando,conelpelajeenpunta,comosilotuvieraelectrificado.Lalengualecolgaba,roja,delabocamientrasseibaacercandoyacercando.EstabasóloaunosmetrosdeCallcuandoésteaúntratabade ponerse en pie y Tamara le pasaba las manos bajo los brazos para ayudarlo a levantarse. A loscaotizadosnoeraposiblehacerlosdesaparecercomoalosgwyverns.Sólolesimportabanlosdientes,lasangre,lalocura.
—¡Tamara!¡Call!¡Volvedaquí!—gritóAaron.Parecíaasustado.Losloboscaotizadosseacercabanlentamente,rodeandoaCallyaTamara,sinprestaratenciónalosotrosaprendices.AlexestabaenmediodeellosysujetabaaDrew,quesehallabainconsciente.Alexparecíaparalizado,conlosojosylabocamuyabiertos.
CallconsiguióponerseenpieyempujóaTamaraasuespalda.Miróa losojosdel loboqueteníamáscerca.Éstosseguíangirando,rojosydorados,delcolordelfuego.
«Yaestá—pensóCall.Sumenteparecía irmásdespacio; sesentíacomosiestuvieramoviéndosebajoelagua—.Mipadreteníarazón.Siemprehatenidorazón.Vamosamoriraquí».
No estaba enfadado… pero tampoco se sentía asustado. Tamara estaba tratando de hacerloretroceder. Pero Call no podía moverse. No quería moverse. La sensación más extraña latía en suinterior,comouncrecientenudobajolascostillas.Notabaquelamuñequeradesconocidalepalpitabaenelbrazo.
—Tamara—susurró—.Retrocede.—¡No!—Letiródelaespaldadelacamisa.Callsetambaleó…yellobosaltó.Alguien,quizáCelia,quizáJasper,gritó.Ellobosaltóporelaire,terribleyhermoso,conelpelaje
chispeando.Callcomenzóaalzarlasmanos.Una sombra pasó ante sus ojos, alguien que detenía su carrera entre él y el lobo, alguien con el
cabelloclaro,alguienqueclavólospiesyextendióambosbrazoscomosipudieradetenerallobocon
lasmanos.«Alex—pensóCallalprincipio,sinfijarse,yluegovioquiénera—:Aaron».—¡No!—gritó,intentandoavanzar,peroTamaranolosoltaba—.¡Aaron,no!Losotrosaprendicestambiéngritaban,llamandoaAaron.AlexhabíadejadoaDrewyseabríapaso
haciaellos.Aaron no semovió. Tenía los pies tan firmemente clavados en el suelo que era como si hubiera
echadoraíces.Alzabalasmanos,conlaspalmashaciafuera,ydelcentrodelasmismassalíaalgocomohumo: eramás negro que el mismo negro, denso y sinuoso, y Call supo, sin saber cómo, que era lasustanciamásoscuradelmundo.
Conunaullido,elloboseretorcióysefuedeladoparacaerenunaextrañaposiciónsobreelsuelo,sólo a unos pasos de Tamara y de Call. El pelaje se le erizó completamente, los ojos le rodabanenloquecidos.Losotroslobosaullaronygañeron,ysusvocesseunieronalalocuradelanoche.
—Aaron,¿quéestáshaciendo?—TamaralodijotanbajoqueCallnoestuvosegurodequeAaronlahubieraoído—.¿Estáshaciendoeso?
PeroAaronnoparecíaoírla.Laoscuridadlemanabadelasmanos;elpeloylacamisaselepegabanal cuerpo por el sudor. La oscuridad se arremolinó conmayor rapidez, y sus hilillos aterciopeladosfueron envolviendoa lamanada caotizada.Se alzó el vientoy los árboles se estremecieron.La tierratembló. Los lobos trataron de retroceder, de correr, pero estaban encerrados por la oscuridad, unaoscuridadquesehabíaconvertidoenalgosólido,unaprisiónqueseibaestrechando.
ACall,elcorazónlegolpeabadentrodelpechoconunadesagradablesensación.Derepente,sintióterrorantelaideadeverseatrapadoenesaoscuridad,cerrándosesobreél,borrándolo,consumiéndolo.
Devorándolo.—¡Aaron!—gritó, pero el viento ya sacudía con fuerza los árboles y cubría todo otro sonido—.
¡Aaron,para!Callviolosojosdestellantesyaterrorizadosdelosloboscaotizados.Porunmomento,sevolvieron
haciaél,destellosenlaoscuridad.Luegolanegrurasecerrósobreellosydesaparecieron.Aaroncayóderodillascomosilehubierandisparado.Sequedóasí,jadeando,conunamanosobreel
estómago,mientraselvientoamainabaylatierrasecalmaba.Losaprendicesguardabanunsilenciototal,mirándolo.Alexmovíaloslabios,peronolograbadecirnada.Callbuscóaloslobos,peroenellugardondehabíanestadosóloquedabanmasasrodantesdeoscuridadqueseibandisipandocomoelhumo.
—Aaron.—Tamara se apartó deCall y corrió haciaAaron; se agachó y le puso unamano en elhombro—.Oh,Diosmío,Aaron,Aaron…
Losotrosaprendicescomenzaronasusurrar.—¿Quéestápasando?—dijoRafeconvozquejumbrosa—.¿Quéhaocurrido?TamarapalmeabaaAaronen laespaldamientras ledirigía sonidosapaciguadores.Call sabíaque
teníaqueirconella,perosesentíaparalizado.NopodíadejardepensarenelaspectodeAaronjustoantesdeque laoscuridaddevoraraal lobo, elmodoenqueparecíaestar invocandoalgo, llamandoaalgo,yesealgoeraloquehabíaacudido.
PensóenelQuincunce.«Elfuegoquierearder,elaguaquierefluir,elairequieresubir,latierraquiereatar,elcaosquiere
devorar».Callmiróhaciaatrás,alosconfusosalumnos.Enladistancia,trasellos,violucesquesemovían:los
brillantesorbesde losMaestrosquecorríanhaciaellos.Oyóel sonidode susvoces.Drew teníauna
expresión rara en el rostro, estoica y un poco perpleja, como si hubiera perdido la esperanza. Laslágrimaslecorríanporlasmejillas.CeliamiróaCallalosojos,ydespuésaAaron,comosiestuvierapreguntando:«¿Estábien?».
Aaron tenía el rostro hundido entre las manos. Esa actitud liberó los pies de Call; avanzó atrompiconeslacortadistanciaqueloseparabadesuamigoysedejócaerderodillasjuntoaél.
—¿Estásbien?—lepreguntó.Aaronalzóelrostroyasintiólentamente,aúnaturdido.TamarayCallsemiraronporencimadelacabezadeAaron.LastrenzasdeTamarasehabíansoltado
yelcabellolecaíasobreloshombros.Callpensóquenuncalahabíavistotandesarreglada.—Noloentiendes—ledijoaCallenvozmuybaja—.Aaronesloquehanestadobuscando.Esel…—Sigoaquí,¿sabes?—soltóAaronconvozforzada.—…makaris—concluyóTamaraenunsusurro.—No lo soy—protestó Aaron—. No puedo serlo. No sé nada sobre el caos. No tengo ninguna
afinidad…—Aaron, muchacho. —Una amable voz interrumpió la frase de Aaron. Call se volvió y vio,
sorprendido,queeraelMaestroRufus.LosotrosMaestrostambiénhabíanllegado,susorbesbrillandocomo luciérnagas mientras ellos se movían entre los alumnos, comprobando si había alguno herido,calmándolosdespuésdelsusto.ElMaestroNorthhabíalevantadoaDrewdelsueloyloteníaenbrazos,lacabezadelchicoreposandosobresupecho.
—Yonoquería…—comenzóAaron.Seloveíafatal—.Elloboestabaahí,yluegoyanoestaba.—Nohashechonadamalo.Tehabríaatacadosinohubierasreaccionado.—ElMaestroRufuscogió
aAaroncondelicadezayloayudóaponerseenpie.CallyTamaraseapartaron—.Hassalvadovidas,AaronStewart.
Elmuchachosuspirópesadamente.Estabatratandodecalmarse.—Todosmeestánmirando,todoslosotrosalumnos—dijoenvozbaja.Callsevolvióparamirar,perosuvisiónquedóbloqueadapordosMaestros.ElMaestroTanakay
unamujerquesólohabíavistounavezconungrupodealumnosdelCursodeOrodelaquenosabíaelnombre.
—Teestánmirandoporqueereselmakaris—dijolamaga,mirandoaAaron—.Porquepuedeshacerusodelpoderdelcaos.
Aaronnodijonada.Seloveíacomosiderepentelehubierandadounabofetadaenelrostro.—Hemos estado esperándote, Aaron—dijo el Maestro Tanaka—. No tienes ni idea desde hace
cuántotiempo.Aaronseestabatensandoyparecíaapuntodesalircorriendo.«Dejadloenpaz—quisodecirCall—.¿Noveisqueloestáisasustando?»Aaronteníarazón:todosloestabanmirando.Losotrosaprendices,apiñados;susMaestros.Incluso
LemuelyMilagrosapartaronlavistadesuschicoseltiemposuficienteparaquedarsemirandoaAaron.SóloRockmaplesehabíamarchado.CallsupusoquehabíaregresadoalMagisteriumconDrew.
RufuslepusoaAaronunaprotectoramanoenelhombro.—Haru—dijodirigiéndosealMaestroTanaka—.YSarita.Graciasporvuestrasamablespalabras.Noparecíaespecialmenteagradecido.—Felicitaciones—repusoelMaestroTanaka—.Tenerunmakariscomoaprendiz…,elsueñodetodo
Maestro.—Parecíabastantehosco,yCall sepreguntó si estaba enfadadopor todoel asuntodequién
escogíaprimeroenlaPrueba—.Debervenirconnosotros.LosMaestrosdebenhablarconél…—¡No!—exclamóTamara,yluegosetapólabocaconlamano,comosilahubierasorprendidosu
propiasalida—.Quierodecir…—Hasidoundíamuyestresantepara los alumnos, sobre todoparaAaron—dijoRufus a losdos
Maestros—.Estosaprendices,lamayoríadelCursodeHierro,acabandeseratacadosporunamanadadeloboscaotizados.¿Nopodríamosdejarqueelchicoregresaraalacama?
LamujeralaquehabíallamadoSaritanegóconlacabeza.—Nopodemosteneraunmagodelcaossincontrolvagandoporahísinquecomprendasuspropios
poderes.—Lo cierto era que sonaba como si lo lamentara—. La zona ha sido barrida a conciencia,Rufus.Loquehayapasadoconesamanadadeloboshasidounaanomalía.ElmayorpeligroparaAaronen estemomento, y para todos los otros alumnos, es el propioAaron.—Ydiciendo esto le tendió lamano.
AaronmiróaRufus,esperandosupermiso.Rufusasintió,cansado.—Veconellos—dijo.Luegoseapartó.ElMaestroTanaka llamóaAaronconungesto,yéste se
acercóaél.FlanqueadoporambosMaestros,AaronregresóalMagisterium,ysólosedetuvounavezparamiraraCallyaTamara.
Callnopudoevitarpensarqueseleveíamuypequeño.
CAPÍTULODIECISIETE
EncuantoAarondesapareció,elrestodelosMaestroscomenzaronacolocaralosaprendicesenfilas,conlosdelCursodeHierroenelcentroylosalumnosmayoresaloslados.TamarayCallsequedaronaciertadistancia,observandoatodosapresurarse.CallsepreguntósiTamaraestaríasintiendolomismoqueél: la ideadeencontrar almakarisque todosestabanbuscandohabíaparecidoalgodistante, algoimposible,yderepente,Aaron,suamigoAaron,eraelelegido.CallmiróhaciadondehabíanestadoloslobosantesdequeAaronlosenviararodandoalvacío,peroelúnicorastroquequedabadeelloseranlaspisadasdesusenormespezuñasenlanieve.Lashuellasaúnbrillabanunpoco,comosicadaunahubierasidohechaconfuegoyaúnconservaraesefuegoensuinterior.
MientrasCallmiraba,algodepequeñotamañocorrióentrelosárbolescomounasombra.Entornólospárpados,tratandodevermejor,peronohubomásmovimientos.SeestremecióalrecordaraquellacosaenormequelohabíarozadomientrascorríahaciaDrew.Losúltimosacontecimientoslohabíanhechoserhiperconscientedecualquiereventualráfagadeaire.Quizáseestuvieraimaginadocosas.
LaMaestraMilagrosseapartódelgrupodeaprendices,queyaestabancolocadosenalgoparecidoaunorden,yseacercóhastaTamarayCall.Suexpresióneraamable.
—Tenemos que regresar ya.No es probable que hayamás caotizados por aquí, pero no podemosestarseguros.Serámejorquenosdemosprisa.
Tamaraasintió,másapagadadeloqueCallrecordabahaberlavistonunca,ycomenzóaavanzarpor
lanieve.SeunieronenelcentroalosotrosaprendicesdelCursodeHierroycomenzaronelregresoalMagisterium.Celia,GwendayJasperibanconRafeyKai.JasperhabíacubiertoaDrewconsuabrigoforradodepelocuandoésteestabaenelsuelo,unbonitogestomuypococaracterísticoporsuparte;ungestoquelodejótemblandobajoelheladoairedelamañana.
—¿HadichoDrewporquésehamarchado?—preguntóCeliaaCall—.TúestuvisteconélantesdequellegaraAlex.¿Quétehadicho?
Callnegóconlacabeza.NoestabasegurodesiloquelehabíacontadoDreweraunsecreto.—Puedesdecírnoslo—insistióCelia—.Nonosreiremosdeélninospondremostontos.GwendamiróaJasperyalzólascejas.—Almenos,lamayoríadenosotros.JaspermiróaTamara,peroéstanodijonada.AunqueJaspersecomportabacasisiemprecomounestúpido,enesemomento,recordandolobuenos
amigosqueélyTamarahabíansidodurantelaPruebadeHierro,Callsintiópenaporél.PensóenlavezquelohabíavistoenlaBiblioteca,esforzándoseporcrearunallama,yelmodoenquelehabíadichoqueselargara.CallsepreguntósiJasperhabríapensadoenescaparcomolohabíahechoDrew.
Recordó las palabras del aprendiz: «Sólo los cobardes dejan elMagisterium». Entonces dejó desentirpenaporél.
—Me ha dicho que el Maestro Lemuel era demasiado duro con él —explicó Call—. Quenormalmente funcionabamejorbajopresión,asíqueLemuel siempreestaba tratandodeasustarloparaquefueramejor.
—ElMaestroLemuelnoshaceesascosasatodos:saltadesdedetrásdeunapared,nosgritacosasynoslevantadelacamaenmitaddelanocheparaentrenar—explicóRafe—.Notratadesermalo.Sólotratadeprepararnos.
—Deacuerdo—gruñóCall,ypensóenlasuñasmordidasdeDrewyensusojosasustados—.Drewhahuidosinningunarazón.Quierodecir,¿aquiénnolegustaríaquelopersiguieranporlanievemanadasdeloboscaotizados?
—Quizá tú no supieras lo mal que lo estaba pasando, Rafe —intervino Tamara, que parecíapreocupada—.PorqueelMaestroLemuelnotetrataasíati.
—Drewestámintiendo—insistióRafe.—HadichoqueelMaestroLemuelnolodejacomer—lesexplicóCall—.Yesverdadqueestámás
delgado.—¿Qué?—seextrañóRafe—.Esonoesasí.Lohabéisvistoenelcomedorcontodosnosotros.Yde
todasformas,Drewnuncamehacomentadonadadetodoeso.Mehabríadichoalgo.Callseencogiódehombros.—Quizápensaraquenoibasacreerlo.Yparecequeteníarazón.—Yono…nunca…—Rafemiróalosdemás,perotodosapartaronlavista,incómodos.—ElMaestroLemuelnoesmuyagradable—dijoentoncesGwenda—.QuizáDrewhacreídoquesu
únicaopciónerahuir.—NoesasícomosesuponequedebencomportarselosMaestros—repusoCelia—.Deberíahaber
habladoconelMaestroNorth.Oconalguien.—QuizáélsícreaquelosMaestrospuedencomportarseasí—dijoCall—.Teniendoencuentaque
nadienoshaexplicadonuncacómosesuponequedebencomportarse.Nadiepudoreplicaraeseargumento.Duranteunrato,caminaronensilencio,chafandolanievecon
las botas.Con el rabillo del ojo,Call seguía viendouna pequeña sombra que semovía con ellos, deárbolenárbol.EstuvotentadodedecírseloaTamara,peroellacasinohabíaabiertolabocadesdequelosMaestrossehabíanllevadoaAaronalMagisterium.Parecíaperdidaensuspensamientos.
¿Quésería?Noparecíalosuficientementegrandepararesultaramenazador.Quizáfueraunelementalpequeño,comoWarren,unoalqueledabamiedomostrarse.TalvezfueraelpropioWarren,demasiadoasustado para disculparse. Fuera lo que fuese, Call no parecía poder sacárselo de la cabeza. Se fuequedando atrás, hasta que quedó situado detrás del resto del grupo. Los otros estaban tan cansados ydespistadosque,unmomentodespués,Callpudometerseentrelosárbolessinquenadiesefijara.
Losbosquesestabanensilencio;ladoradaluzdelamanecerhacíabrillarlanieve.—¿Quiénhayahí?—preguntóCallenvozbaja.Unmorropeludoapareciótrasunodelosárboles.Algodepelajerizadoyorejasenpuntaacabóde
salir,ymiróaCallconlosojosdeloscaotizados.Unlobezno.La criatura gimió un poco y volvió a ocultarse. ACall, el corazón le latió con fuerza dentro del
pecho.Diounpasoadelante,ehizounamuecacuandoquebróunaramitaconlabota.Ellobeznonosehabía ido lejos. Call lo vio mientras se acercaba, agazapado detrás del árbol, el pelaje marrónalborotadoporlabrisadelamañana.Olisqueabaelaireconunanaricillanegrayhúmeda.
Noparecíaunaamenaza.Eracomounperro.Uncachorro,enrealidad.—Nopasanada—dijoCall,ytratódequesuvozfuerarelajante—.Saldeahí.Nadietevaahacer
daño.Ellobocomenzóamoverlacolitapeluda.SaltóhaciaCallsobreunaspatasnototalmenteestables
porencimadelashojasmuertasylanieve.—Hey, lobito—dijoCallbajando lavoz.Siemprehabíaquerido tenerunperro, lohabíadeseado
condesespero,perosupadrenuncalehabíapermitidoteneranimales.Sinpoderevitarlo,Calltendiólamanoyacaricióalcachorroenlacabeza,hundiendolosdedosenelsuavepelaje.Ellobomoviólacolaaúnmásrápidoygimoteó.
—¡Call! —Alguien…, le pareció que era Celia, lo estaba llamando—. ¿Qué estás haciendo?¿Adóndehasido?
LosbrazosdeCallsemovieronporsísolos,comosiélnofueramásqueunamarionetadecuerdas;cogieronalloboylometierondentrodelachaqueta.Ellobeznoresoplóysequedóquieto,clavándolelasuñasenlacamisamientrasélsesubíalacremallera.Callsemiró;noparecíaquetuvieranadararo,sedijo.Sólounpocodebarriga,comosihubieraestadodándolealliquen.
—¡Call!—volvióallamarloCelia.Elmuchachovaciló.Estaba totalyabsolutamenteconvencidodeque llevarunanimalcaotizadoal
Magisteriumeraunafaltadetalcalibrequesecastigabaconlaexpulsión.Quizáinclusopodíaserquesecastigaraatándolelamagia.Eraunalocura.
Entonces, el lobezno sacó la cabeza y le lamió la barbilla por debajo. Call recordó los lobosdesapareciendoenlaoscuridadqueAaronhabíaconjurado.¿Habríasidounodeelloslamadredeesecachorro?¿Erahuérfanodemadre…igualqueél?
Respiróhondoy,despuésdesubirsedeltodolacremallera,fuecojeandoareunirseconlosotros.—¿Dónde estabas?—le preguntó Tamara. Por lo visto, ya había salido de su silencio y parecía
enfadada—.Comenzábamosapreocuparnos.—Semehaquedadoenganchadoelpieenunaraíz—contestóCall.
—Lapróximavezgritaodialgo.—Tamaraparecíademasiadocansadaypreocupadaparaanalizarsiesoeraverdadono.Jasperlomiróconunaexpresiónraraenelrostro.
—EstábamoshablandodeAaron—loinformóRafe—.Sobreloextrañoqueesquenosupieraquepodíaemplearlamagiadelcaos.Nuncamehabríaimaginadoquefueraunmakaris.
—Debededarmiedo—intervinoKai—.EmplearlamagiaqueusaelEnemigodelaMuerte,quierodecir.Nodebedeseragradable,¿no?
—Sóloespoder—replicóJasperenuntonodesuperioridad—.NoeslamagiadelcaosloquehacequeelEnemigoseaelmonstruoquees.SevolvióasíporquefuecorrompidoporelMaestroJosephysevolviótotalmenteloco.
—¿Qué quieres decir con que fue corrompido por Joseph? ¿Era su Maestro? —preguntó Rafe,preocupado,comosi talvezpensaraque,comoelMaestroLemuelerahorrible,esopodíaconvertirlotambiénaélenalguienmalvado.
—Oh,cuentalahistoriadeunavez,Jasper—dijoTamaraconvozcansada.—Vale—repusoJasper,queparecíaalegrarsedequeTamaralehablara—.Paralosquenosabéis
nada, lo que es bastante vergonzoso, por cierto, el nombre auténtico del Enemigo de la Muerte esConstantineMadden.
—Empezamosbien—replicóCelia—.Notodoelmundoesdelegado,Jasper.BajolachaquetadeCall,ellobeznoseremovió.Callcruzólosbrazossobreelpechoyesperóque
nadielonotara.—¿Estásbien?—lepreguntóCelia—.Parecesunpoco…—Estoybien—leaseguróCall.—Constantine —continuó Jasper— tenía un hermano gemelo llamado Jericho, y como todos los
magosquepasanlaPrueba,entraronenelMagisteriumalosdoceaños.Enaquelemtoncessecentrabanmuchomásenlosexperimentos.ElMaestroJoseph,queeraelMaestrodeJericho,estabasupermetidoenlamagiadelcaos.Peroparahacertodoslosexperimentosquequeríanecesitabaunmakarisquepudieraaccederalvacío.Nopodíahacerlosélsolo.
Jaspercambióauntonodevozgraveytenebroso.—Imaginaos lo contento que se puso cuando resultó que Constantine era un makaris. Jericho no
necesitómuchoparaqueloconvencierandeserelcontrapesodesuhermano,yalosotrosMaestrosnocostómuchoconvencerlosparaquedejaranalMaestroJosephtrabajarconlosdoshermanosapartedesuformaciónnormal.Eraunexpertoenlamagiadelcaos,inclusosiélnopodíaemplearla,yConstantineteníamuchoqueaprender…
—Eso no suena nada bien—comentó Call, que trataba de no hacer caso a que el lobo, bajo lachaqueta,estabacomiéndoseunodelosbotonesdelacamisa,loquelehacíamuchascosquillas.
—Tienesrazón—losecundóTamara—.Jasper,noesunahistoriadefantasmas.Nohacefaltaquelacuentesasí.
—Sóloloestoycontandotalycomoocurrió.ConstantineyelMaestroJosephsefueronobsesionandocadavezmásconloquesepodíahacerconelvacío.Tomabantrozosdeélylosintroducíanenanimales,loquelosconvertíaencaotizados,comoloslobosdeantes.Delejosparecíananimalesnormales,peroeranmuchomásagresivosyteníanelcerebrohechopapilla.Elcaospuroenelcerebrotevuelveloco.Elvacío…escomotodoynadaalmismotiempo.Nadiepuedetenerloenlacabezasinvolverseloco.Yseguroqueunaardillatampoco.
—¿Hayardillascaotizadas?—preguntóRafe.
Jaspernolecontestó.Estabalanzado.—QuizáporesoConstantinehizoloquehizo.Talvezelvacíolovolvieraloco.Nolosabemos.Sólo
sabemosquehizounexperimentoquenadiehabíaintentadoantes.Erademasiadodifícil.Casilomatóyacabóconsucontrapeso.
—Quieresdecirconsuhermano—puntualizóCall.Lavozselepusounpocoraraalfinaldelafrase,peroellobohabíadecididoelegiresemomento
paradejardemorderelbotónycomenzaralamerleelpecho.Tambiénestababastantesegurodequeloestabacubriendodebabas.
—Sí.Murióenelsuelodelasaladeexperimentos.Dicenquesufantasma…—Cállate, Jasper—le ordenó Tamara. Estaba tratando de tranquilizar a otra chica del Curso de
Hierroalaqueletemblabanloslabios.—Bueno,fueracomofuese,Jerichomurió.YquizápenséisqueesodetuvoaConstantine,perosólo
lovolviópeor.Seobsesionóconencontrarlamaneraderevivirasuhermano.Deemplearlamagiadelcaosparahacerregresaralosmuertos.
Celiaasintió.—Necromancia.Totalmenteprohibida.—Nopudohacerlo.Pero síqueconsiguiómeterel caosdentrode sereshumanos, loquecreó los
primeroscaotizados.Parecíasacarleselalma,demodoqueyanosabíanquiéneseran.Loobedecíansinpensar.Noeraloqueélquería,yquizátampocopretendíahacerlo,peroesonohizoquedetuvierasusexperimentos.Finalmente,losotrosMaestrosdescubrieronloqueestabahaciendo.Tratarondeencontrarlamanera de atarle lamagia, pero no sabían que elMaestro Joseph seguía siéndole leal.ElMaestroJosephloayudóaescapar;volóporlosairesunodelosmurosdelMagisteriumysellevóaConstantineconsigo. Mucha gente dice que la explosión casi los mató y que Constantine quedó horriblementedesfigurado.Ahorallevaunamáscaradeplataparaocultarlascicatrices.Losanimalescaotizadosquesobrevivierontambiénescaparonenlaexplosión,yesporesoquehaytantosporestosbosques.
—Así que lo que estás diciendo es que el Enemigo de la Muerte es como es por culpa delMagisterium—apuntóCall.
—No—negóJasper—.Esonoesloqueyo…LaPuertadelaMisiónsehizovisible,yCallsedespistópensandoenquesillegabaasuhabitación
seríaunmillóndevecesmásfácilocultarallobo.Almenosseríamásfácilesconderlodelagenteconlaqueno compartía lashabitaciones.Lepondría al lobounpocode comiday agua, y luego… luegoyapensaríaquéhacer.
Lapuertaestabaabierta.Pasaronbajolaspalabras«CONOCIMIENTOYACCIÓNSONUNOYLOMISMO»,yentraronenlascavernasdelMagisterium,dondeunaráfagadeairecálidoledioaCallenlacaraylepresentóotroproblema.Fueraestabahelando.Ahídentro,mientrasibanhaciasushabitaciones,conlacremalleradelachaquetasubidahastalabarbilla,Callseestabasobrecalentandorápidamente.
—¿YquéqueríaConstantine?—preguntóRafe.—¿Qué?—Jasperparecíadistraído.—Hasdicho:«Noeraloqueélquería».Loscaotizados.¿Porquéno?—Porquequeríatraerdevueltaasuhermano—respondióCall.NopodíacreerqueRafefueratan
tonto—.Noaunaespeciede…zombi.—Nosoncomozombis—replicóJasper—.Nosecomenalagente.Loscaotizadossimplementeno
tienenrecuerdosnipersonalidad.Están…comoenblanco.
YaestabanllegandoalashabitacionesdelosdelCursodeHierro,yhabíabraserosaintervalosalolargodel corredor, cargadosdepiedrasque relucíancon fuerza.Tenerunenorme sacopeludometidodebajodelachaquetaestabahaciendoquelatemperaturadeCallsubieraporlasnubes.Además,elloboestabarespirándolepesadamenteenelcuello.Pensóqueigualsehabíadormido.
—¿CómoesquesabestantodelEnemigodelaMuerte?—preguntóRafe,conciertotonocortanteenlavoz.
CallnooyólarespuestadeJasperporqueTamaraleestabasusurrandoaloído.—¿Estásbien?—lepreguntaba—.Teestásponiendomorado.—Estoybien.Ellalomiródearribaabajo.—¿Tienesalgometidoenlachaqueta?—Labufanda—contestóél,yesperóqueTamaranorecordaraquenohabíacogidoningunabufanda.Ellalomirófrunciendolascejas.—¿Yporquéhashechoeso?Callseencogiódehombros.—Teníafrío—replicó.—Call…Peroyahabíanllegadoasushabitaciones.Conenormealivio,Calltocólapuertaconsumuñequera
paraqueentraran.EllaestabaamediodespedirsedelosotroscuandoCalldiounportazoysefueatodaprisahaciasudormitorio.
—¡Call!—exclamóTamara—.¿Nocreesquedeberíamos…nosé,hablar?SobreAaron.—Más tarde—soltó Call,medio cayendo al entrar en su dormitorio y cerrando la puerta de una
patada.Setirósobre lacamajustoenelmomentoenqueel lobosacabalacabezaporelcuellodelachaquetaymirabaalrededor.
Una vez libre, parecíamuy excitadomientras recorría la habitación. Sus uñas hacíanmucho ruidosobrelapiedra,yCalldeseóqueTamaranolooyeramientraselloboolisqueababajosucama,porsuarmarioyporencimadelpijamaqueCallhabíatiradoalsuelocuandolohabíandespertado.
—Necesitasunbaño—ledijoallobezno.Éstedetuvosuscabriolas,setendióenelsueloconlaspiernasalaireymeneólacolaconlalengua
colgándoleporun ladode laboca.MientrasCall lemiraba losextrañosojoscambiantes, recordó laspalabrasdeJasper.
«Notienenrecuerdosnipersonalidad.Estáncomo…enblanco».Peroellobeznoteníapersonalidaddesobra.LoquesignificabaqueJaspernoentendíatantosobrelo
quesignificabaseruncaotizadocomocreíaentender.TalvezfuerandeesamaneracuandoelEnemigoloscreó,quizá inclusosiguieranestandoenblancodurante todasuvida,peroel lobeznohabíanacidoconelcaosdentro.Habíacrecidoasí.Noeracomotodoscreíanqueera.
Levinieronalacabezalaspalabrasdesupadre,yseestremeciódeunmodoquenoteníanadaqueverconelfrío.
«Túnosabesloqueeres».Apartóesepensamientoysesentóen lacama;sesacó lasbotasyseestiróconel rostrocontra la
almohada.Ellobeznosaltóasulado;olíaaagujasdepinoyatierrareciénremovida.Porunmomento,Callsepreguntósiellobolomordería.Peroésteseacurrucójuntoaél,despuésdedardosvueltas,elcuerpecillocontrasuestómago.Conelcálidopesodellobeznocaotizadojuntoaél,Callsedurmióal
instante.
CAPÍTULODIECIOCHO
Call soñó que estaba atrapado bajo el peso de una enorme almohada peluda. Se despertó atontado,agitandolosbrazos,ycasigolpeóallobezno,queestabahechounovillosobresupechoylomirabaconunosenormesojosrodantesdelcolordelfuegoquenoresultabanenabsolutoamenazadores.
Derepente,Calltuvoplenaconcienciadeloquehabíahecho,yrodóparaapartarsedellobocontalrapidezquesesaliódelacamaycayóalsuelo.Eldolorenlarodillaalgolpeárselacontraelfríosuelode piedra lo despertó por completo.Vio que estaba arrodillado ymiraba directamente a los ojos dellobezno,quesehabíainstaladoenelbordedelacamayledevolvíalamirada.
—¡Bup!—ladróelcachorro.—Chist—siseó Call. El corazón le iba a toda velocidad. ¿Qué había hecho? ¿De verdad había
coladounanimalcaotizadodentrodelMagisterium?Máslevaldríahabersesacadotodalaropa,habersecubiertodeliquenyhabercorridoporlascuevasgritando:«¡EXPULSADME!¡ATADMELAMAGIA!¡ENVIADMEACASA!».
Ellobeznogimió.Losojoslerodabancomomolinillosdecolores,fijosenCall.Sacólalenguaunmomentoylavolvióameterenlaboca.
—Oh,vaya—mascullóCall—.Tieneshambre, ¿verdad?Deacuerdo.Déjameconseguirte algodecomer.Quédateaquí.Sí.Notemuevas.
Sepusoenpieymirósorprendidoelrelojdecuerdadelamesilladenoche.Lasoncedelamañanay
no lehabía sonado la alarma.Qué raro.Abrió lapuertade sudormitorio en silencio,y al instante seencontrófrenteaTamara,yavestidaconeluniforme,queestabadesayunandoenlamesacomún.Eraundesayuno delicioso de aspecto normal: tostadas ymantequilla, salchichas, beicon, huevos revueltos yzumodenaranja.
—¿HavueltoAaron?—preguntóCall,mientrascerrabaconcuidadolapuertadesudormitorioyseapoyabaenellaenloqueesperabaquefueraunaposedespreocupada.
Tamarasetragólatostadaqueteníaenlabocaynegóconlacabeza.—No.Celiahapasadoporaquíantesyhadichoquehabíancanceladolasclasesporhoy.Noséqué
estápasando.—Supongoqueserámejorquemevista—dijoCallmientrascogíaunasalchichadelplato.Tamaralomiró.—¿Tesientesbien?Estáscomoraro.—Estoybien.—Callcogióotrasalchicha—.Vuelvoenseguida.Semetióeneldormitorio,dondeellobeznosehabíatumbadosobreunmontónderopaymovíalas
patasenelaire.SepusoenpieencuantovioaCallytrotóhastaél.Callcontuvoelalientomientrasleofrecíaunasalchicha.Ellobeznoolisqueólacomidayselatragódeunbocado.Calllediolasegundasalchicha,yobservódescorazonadocómodesaparecíatanrápidocomolaprimera.Elcachorroselamióelmorromientrasesperabaexpectante.
—Vaya—dijoCall—.Notengomás.Esperaytetraeréalgunaotracosa.Debería haber tardado sólo segundos en ponerse un uniforme limpio, pero no pudo con el lobo
saltandoportodalahabitación.Lassalchichaslohabíanrevitalizado.CogióunabotadeCall,selallevódebajodelacamatirandodeloscordonesycomenzóamorderelcuero.Luego,cuandoCallconsiguiórecuperarla,ellobeznolemordióelbajodelospantalonesycomenzóatirardeél.
—Para—le rogó Call, tirando hacia el otro lado, pero eso sólo pareció animar al lobezno, queempezóabrincardelantedeélconganasdejugar—.Volveréenseguida—leprometió—.Quédatequietoynohagasruido.Yluegotesacarécomopuedaparaquepasees.
Ellobeznotorciólacabezahaciaunladoyvolvióatumbarsepanzaarribasinparardemoverse.Callaprovechóesemomentoparasalirdeldormitorioycerrarlapuertatrasélatodaprisa.—Ah,bien—dijoelMaestroRufusmientrasdejabadeinspeccionarlapareddelfondoysevolvía
haciaCall—.Yaestáslisto.Tenemosqueiraunareunión.Call casi pegó un bote al verlo. Tamara lo miró de forma interrogante mientras se sacudía del
uniformelasmigasdelastostadas.—Peronohedesayunado—protestóCall,ymiróelrestodecomida.Sidealgúnmodopudierameter
unos cuantos puñados de salchichas en su dormitorio, podría calmar al lobo lo suficiente hasta queregresaradeesareunión.Ensuotraescuela,lasreunioneserannormalmenteclasesdehorassobretodolomaloquepodíapasarleaunosihacíaloquenodebía,oloincorrectoqueeraabusardelosdemás,o,al menos una vez, los horrores de las chinches. No pensaba que esta reunión fuera a ser así, peroesperabaqueseacabararápido.Estabasegurodequeellobotendríaquesalirapasearmuypronto.Sino,bueno,Callpreferíanopensareneso.
—Tehascomidodossalchichas—informóTamara,nadacolaboradora—.Tampocoesquetevayasamorirdehambre.
—¿Esasí?—preguntóelMaestroRufussecamente—.Entalcaso,vamosya,Callum.VanaasistiralgunosmiembrosdelaAsambleadelosMagos.Noqueremosllegartarde,yaqueestoysegurodeque
suponesdequésevaatratarallí.Callentrecerrólosojos.—¿DóndeestáAaron?—preguntó,peroelMaestroRufusnolecontestó.Losllevóalpasillo,donde
seunieronauntorrentedegentequefluíaporlascavernas.Callnocreíahabervistonuncatantagenteenlos corredores de la escuela. ElMaestro Rufus se puso detrás de un grupo de chicosmayores y susMaestros,queibanendirecciónsur.
—¿Sabesadóndevamos?—preguntóCallaTamara.Éstanegócon lacabeza.Parecíamás seriade loque lohabíaestadoensemanas.Call recordó la
noche anterior, cuando lo había cogido del brazo para intentar alejarlo del lobo caotizado. Habíaarriesgadosuvidaporél.Nuncahabía tenidounaamigacomoella.Nuncahabía tenidosamigoscomoellaocomoAaron.Yahoraquelostenía,nosabíamuybienquéhacerconellos.
Llegaronaunauditoriocircularconbancosdepiedraquesealzabanentodasdireccionesdesdeunestrado redondo.Al fondo,Call vio un grupo de hombres ymujeres vestidos con uniformes de colorolivaysupusoqueseríanlosmiembrosdelaAsambleaquehabíamencionadoelMaestroRufus.Éstelosllevóaunsitiocercadelestradoyallí,finalmente,vieronaAaron.
Estabaenlaprimerafila,sentadojuntoalMaestroNorth,perotanlejosqueCallnopodríahablarconélsintenerquegritar.Enrealidadsóloleveíaelcogote,susuavecabellorubiodepunta.Teníaelmismoaspectodesiempre.
Unodelosmakaris.Unmakaris.Parecíauntítulotanintimidante…Callpensóenlaformaenquelassombras habían parecido envolver lamanada de lobos la noche anterior y lo horrorizado que estabaAaroncuandotodohuboacabado.
«Elcaosquieredevorar».No parecía la clase de poder que alguien como Aaron, a quien todo el mundo apreciaba y que
apreciabaatodoelmundo,debieratener.DeberíaserdealguiencomoJasper,queprobablementeseríafantásticodandoórdenesalaoscuridadyrellenandodecaosmágicounmontóndeanimalesraros.
ElMaestroRufussepusoenpie,subióalestradoyfuehastaelcentroparacolocarseanteelatril.—AlumnosdelMagisteriumymiembrosdelaAsamblea—comenzó.Susojososcurosrecorrieronla
sala.CallnotóquesumiradasedeteníasobreTamaraysobreélduranteunmomentoantesdeseguirsurecorrido—. Todos conocéis nuestra historia. Ha habido Magisterium desde el tiempo de nuestrofundador,PhillippusParacelso.Existeparaenseñaralosmagosjóvenesacontrolarsuspoderesyparafomentar una comunidad de aprendizaje, magia y paz, además de para crear una fuerza con la quedefendernuestromundo.
»TodosconocéislahistoriadelEnemigodelaMuerte.MuchosperdisteisaseresqueridosenlaGranBatalla o en laMasacre Fría. También todos conocéis la existencia del Tratado: el acuerdo entre laAsamblea yConstantineMadden que establece que si no lo atacamos a él o a sus fuerzas, él no nosatacaráanosotros.
»Muchosdevosotros—añadióelMaestroRufus,yvolvióabarrerlasalaconlamirada—,tambiénopináisqueelTratadoesunerror.
Selevantaronmurmullosentreelpúblico.TamaramiróalosmiembrosdelaAsambleaconexpresiónansiosa,yCallsediocuentaderepentedequedosdelosmiembrosdelaAsambleaeranlospadresdeTamara.Loshabíavistoantes,durantelaPruebadeHierro.Enesemomentosehallabansentados,tiesoscomopalos,conelrostrocomodepiedra,observandoaRufus.Callnotócómoolasdedesaprobaciónmanabandesuscuerpos.
—El Tratado significa que debemos confiar en el Enemigo de la Muerte; confiar en que no nosatacará,enquenoemplearáestetiempoalejadodelabatallaparaaumentarsusfuerzas.PeronosepuedeconfiarenelEnemigo.
Hubootraoleadademurmullos entre losmiembrosde laAsamblea.LamadredeTamara tenía lamano sobre el brazo de su esposo reteniéndolo; éste quería ponerse en pie. Tamara estaba comoparalizada.
ElMaestroRufusalzólavoz.—NopodemosconfiarenelEnemigo.Y lodigocomoalguienqueconocióaConstantineMadden
cuando era alumnodelMagisterium.Noshemosnegado a ver el aumentode ataques por parte de lossereselementales;unoanoche,asólounosmetrosdelaspropiaspuertasdelMagisterium;ynoshemosnegadoaverlosataquesanuestraslíneasdesuministrosynuestrascasasdeacogida.NoshemosnegadoavertodoesonoporquecreamosenlaspromesasdeConstantineMadden,sinoporqueelEnemigoesunmakaris,unodelospocosdenosotrosquehannacidoparacontrolarlamagiadelvacío.Enelcampodebatalla,suscaotizadosderrotaronalúnicomakarisdenuestrotiempo.Siemprehemossabidoque,sinunmakaris,éramosvulnerablesalEnemigo,ydesdelamuertedeVerityTorres,hemosestadoesperandoelnacimientodeotro.
Un montón de alumnos estaban sentados en el borde de los bancos escuchando con interés. Eraevidenteque,aunquealgunosdeelloshabíanoídoloquehabíaocurridolanocheanteriorfueradelaspuertas,olosabíanporquehabíanestadoallí,muchosdeellossólocomenzabanasuponerloqueibaadecirlesRufus.CallvioaungrupodealumnosdelCursodePlatainclinarsehaciaAlex;unodeellosletiróde lamangamientras lepreguntabaensilencio:«¿Sabesdequévaesto?».Élnegócon lacabeza.Mientras tanto, los miembros de la Asamblea no paraban de hablar entre ellos. El padre de Tamaravolvíaaestarsentado,perosuexpresióneratormentosa.
—Mealegrode anunciar—prosiguióRufus—quehemosdescubierto la existenciadeunmakaris,aquí,enelMagisterium.AaronStewart,¿puedesponerteenpie,porfavor?
Aaronselevantó.Ibavestidoconsuuniformenegroyteníaojerasdecansancio.Callsepreguntósilo habrían dejado dormir algo. Pensó en lo pequeño que le había parecido Aaron la noche anterior,cuandoselollevabandelacolina.Enesemomentoseguíapareciendopequeño,aunqueeraunodeloschicosmásaltosdelCursodeHierro.
Deentreelpúblicoseoyeronvariasexclamacionesapagadasymuchossusurros.Despuésdemiraralrededor,nervioso,Aaroncomenzóasentarsedenuevo,peroelMaestroNorthnegóconlacabezaylehizoungestoparaindicarlequedebíapermanecerdepie.
TamarateníalospuñosapretadossobreelregazoypasabasumiradapreocupadadelMaestroRufusasuspadres,calladayconloslabiosapretados.Callnuncasehabíaalegradotantodenoserelcentrodeatención.EracomosilagentedelasalaestuvieradevorandoaAaronconlosojos.SóloTamaraparecíanofijarseenél,quizápreocupadaporquesufamiliadabalaimpresióndeestarapuntodecorrerhaciaelestradoygolpearalMaestroRufusconunaestalactita.
UnodelosmiembrosdelaAsambleabajódesdeelbancomásalto.LuegoguioaAaronalestrado.CuandoAaronvioaTamarayCall, lessonrióunpocoyalzólascejascomoparadecir:«Estoesunalocura».
Callcurvólascomisurasdelabocaenrespuesta.ElMaestroRufusbajódelestradoyfueasentarse juntoalMaestroNorth,enelasientoquehabía
dejadoAaron.ElMaestroNorthseinclinóhaciaélylesusurróalgo.Rufusasintió.Detodalagentedela
sala,elMaestroNorthparecíaserelúnicoalqueeldiscursodeRufusnolehabíasorprendido.—LaAsambleade losMagosquiere reconocer formalmentequeAaronStewart tieneafinidada la
magiadelcaos.¡Esnuestromakaris!—ElmiembrodelaAsambleasonrió,peroCallnotóquesusonrisaeraforzada.ProbablementeseestabaconteniendoloquefueraquelehubieraqueridodeciraRufus;sudiscursonoparecíahabergustadoaningunodelosmiembros.Sinembargo,suspalabasprovocaronunaplauso,iniciadoporTamarayCall,quepatearonelsueloysilbaroncomosiestuvieranenunpartidodehockey.ElaplausosiguióhastaqueelmiembrodelaAsambleahizoungestoparasilenciarlo.
—Ahora—continuó—,esdeesperarquetodosentendáislaimportanciadelosmakaris.Aarontieneunaresponsabilidadhaciaelmundoengeneral.SóloélpuededeshacereldañoqueelautodenominadoEnemigodelaMuertehacausado,librarlatierradelaamenazadelosanimalescaotizadosyprotegernosdelassombras.DebeasegurarsedequeelTratadosecontinúerespetandoparaquereinelapaz.—Aldecir esto, el miembro de la Asamblea se permitió lanzar una torvamirada en dirección alMaestroRufus.
Aarontragósalivaostensiblemente.—Gracias,señor.Harétodoloquepueda.—Peroningúncaminodifícildeberecorrerseasolas—continuóelmiembrodelaAsambleamientras
miraba al resto de los presentes—.Cuidarte, apoyarte y defenderte será responsabilidad de todos tuscompañeros.Puedeserungranpesoserunmakaris,peroélnotendráquecargarlosolo,¿verdad?—ElmiembrodelaAsambleaalzólavozalpronunciarlaúltimapalabra.
Los presentes aplaudieron de nuevo, esta vez a sí mismos, como una promesa. Call aplaudió tanfuertecomopudo.
ElmiembrodelaAsambleametiólamanoenunodelosbolsillosdesuuniformeysacóunapiedranegra,quelevantóanteAaron.
—Llevamosguardandoestomásdeunadécada,yesungranhonorparamíserquientelaentregue.La reconocerás como una piedra de afinidad, una que consigues cuando adquieres laMaestría en unelemento.Latuyaesdeónixnegro,porelvacío.
Callseinclinóhaciaadelanteparavermejor,yelcorazóncomenzóagolpearleconfuerzadentrodelpecho.Porqueallí,enlamanodelmiembrodelaAsamblea,habíaunapiedraqueeralagemeladelaquehabía en la muñequera que su padre había enviado al Maestro Rufus. Lo que significaba que esamuñequera había pertenecido a unmakaris. Sólo habían nacido dos de ellos durante el tiempo de supadre,sólohabíadosposiblesmakarisalosqueesamuñequerapodíahaberpertenecido:VerityTorresyConstantineMadden.
Calldejódeaplaudir.Lasmanoslecayeronsobreelregazo.
CAPÍTULODIECINUEVE
Despuésdelaceremonia,aAaronselollevaronrápidamentelosmiembrosdelaAsamblea.ElMaestroRufustomólapalabradenuevoparaanunciarqueéseibaaserundíasinclases.Todosparecieronmásexcitados por eso que por que Aaron fuera unmakaris. Los alumnos se diseminaron rápidamente, lamayoríadirectoshacialaGalería,ydejaronaCallyaTamaracaminandosoloshaciasushabitacionesatravésdelasretorcidascavernasiluminadasporbrillantescristales.
Casi todo el camino Tarama fue charlando nerviosa, aliviada de que sus padres no se hubieranenfrentado al Maestro Rufus, y sin notar que Call sólo le respondía con gruñidos y sonidos sinsignificado. Tamara estaba convencida de que iba a ser fantástico para los tres que Aaron fuera elmakaris. Decía que no debían preocuparse de la política, que debían pensar en que iban a tener untratamientoespecialylesibanaencargarlasmejoresmisiones.EstabacontándoleaCallquealgúndíaibaapoderandarsobreelfuegodeunvolcáncuando,derepente,seinterrumpióypusolosbrazosenjarras.
—¿Porquéestássiendotanmuermo?—preguntó.Callsesintióherido.—¿Muermo?—CualquieracreeríaquenotealegrasporAaron.Notendráscelos,¿verdad?
SeequivocabatantoqueporunminutoCallnopudohacermásquefarfullar.—Sí,claro,quieroquetodosesténallímirándomefijamentecomo…como…—¿Tamara?Jasperestabaesperandoensupuerta.Teníamuymalaspecto.Tamaraserecompuso.ACallsiempreloimpresionabalamaneraenqueTamaraconseguíaparecer
comodedosmetros,cuandoenrealidaderamásbajaqueél.—¿Quéquieres,Jasper?ParecíamolestadequelahubieraninterrumpidomientrasinterrogabaaCall.Porprimeravez,éste
pensóqueJasperpodíaservirdealgo.—¿Puedohablarcontigounmomento?—preguntó.Parecía tan tristequeCallsintiópenaporél—.
Tengounmontóndeclasesextrasy…meiríabientuayuda.—¿Lamíano?—preguntóCall,pensandoenaquellanocheenlaBiblioteca.Jaspernolehizocaso.—Porfavor,Tamara.Séquehesidounestúpido,peroquieroquevolvamosaseramigos.—Nohassidounestúpidoconmigo—contestóella—.DiscúlpateconCallymelopensaré.—Perdona—dijoJasperbajandolamirada.—Vale—repusoCall.Noeraunaauténticadisculpa,yTamaranisiquierasabíadelavezqueJasper
habíaechadoaCalldelaBibliotecaagritos,asíquenopensóquetuvieraqueaceptarla.Perosupusoque si Tamara se iba con Jasper, eso podría dejarle un rato para ocuparse del lobo. Un rato quenecesitabadesesperadamente—.Deberíasayudarlo,Tamara.Necesitamuchaymuchaymuchaayuda.—MiróaJasperalosojos.
Tamarasuspiró.—Deacuerdo,vale,Jasper.Perotendrásqueportartebienconmisamigos,nosóloconmigo.Nadade
comentariossarcásticos.—Pero¿yélqué?—protestóJasper—.Sepasaelratohaciendocomentariossarcásticos.Tamaralosmiróalosdosysuspiró.—¿Quétalsilosdosdejáisdehacercomentariossarcásticos?—¡Nunca!—respondióCall.TamarapusolosojosenblancoysiguióaJasperporelpasillo,despuésdeprometeraCallquelo
veríaenlacena.Eso dejó a Call solo en la habitación con un revoltoso lobezno caotizado. Cogió al lobo y se lo
volvióameterbajoelabrigo,apesardeunoscuantosgañidosdeprotesta.LuegosedirigióalaPuertadelaMisióntandeprisacomoselopermitíalapierna.Temíaquelapuertaexteriordelacuevaestuvieracerrada,peroresultóqueerafácilabrirlapordentro.Lapuertadelaverjademetalestabacerrada,peroCallnonecesitabairtanlejos.Esperandoquenadieloviera,Callsesacóallobodedebajodelabrigo.Éstesepusoacorretear,mirandonerviosoelmetalyolfateandoelaireantesdeorinar,porfin,sobreunashierbasheladas.
Calllodejósueltounratitoantesdevolvérseloameterbajoelabrigo.—Vamos—dijo al cachorro—.Tenemosque regresar antesdequealguien tevea.Yantesdeque
alguientirelosrestosdeldesayuno.Volvió por los pasillos, encorvándose cada vez que se cruzaba con otros aprendices, para que no
notaranquealgoselemovíabajoelabrigo.Llegójustoasushabitacionesantesdequeellobosaltarafuera. Luego, el cachorro tumbó el cubo de la basura y se comió los restos del desayuno deTamara,
sintiéndosecomoencasa.Finalmente,Callconsiguióacorralarlohastameterloensudormitorio.Lellevóuncuencoconagua,
doshuevoscrudosyunasalchichafríaquehabíaquedadoenlaencimera.Elloboselotragótodo,hastalacáscaradeloshuevos.Luegojugaronatirardeunadelasmantasdelacama.
JustocuandoCallsoltabalamantayellobovolvíaasaltar,seoyólapuertaexterior.Alguienentróenlasalacomún.Callsedetuvoy tratódeaveriguarsiTamarasehabíadadocuentadenuevodequeJasper era un idiota y había regresado antes o si era Aaron, que había vuelto. En ese silencio, oyóclaramentequetirabanalgocontraunapared.Ellobosaltódelacamaysemetiódebajo,gañendobajito.
Callseacercóalapuerta.LaabrióyvioaAaronsentadoenelsofá,sacándoseunadelasbotas.Laotraestabaenelotro ladode lahabitación.Habíaunamanchadesuciedaden lapared,dondelabotahabíaimpactado.
—Estoo…¿estásbien?—preguntóCall.Aaronpareciósorprendidodeverlo.—Creíaquenoestabaisningunodelosdos.Callcarraspeóparaaclararse lagarganta.Senotaba raramente incómodo.SepreguntósiAaronse
quedaríaconellos,ahoraqueeraelmakaris,osilollevaríanaalgunaelegantehabitaciónde«elhéroequetienequesalvaralmundo».
—Bueno,TamarasehaidoconJasperaalgunaparte.Supongoquevuelvenaseramigos.—Vale—repusoAaron sin interés. Era algo de lo que normalmente habría querido hablar.Había
otrascosasdelasqueCalltambiénqueríahablarconAaron,comodellobo,delextrañocomportamientodelospadresdeTamaraydelapiedranegraenlamuñequeradeAaronydeloqueesosignificabaenrelacióncon lapiedranegra en lamuñequeraqueelpadredeCall lehabía enviadoaRufus,peronoestabasegurodecómoempezar.Odesidebíaempezar.
—Bueno…—dijo—,debesdeestarmuyanimadocontodoese…asuntodelamagiadelcaos.—Claro—replicóAaron—.Estoyencantado.Callreconocíaelsarcasmocuandolooía.Poruninstante,nocreyóqueesolohubieradichoAaron.
Peroahíestabaél,mirandosubota,conlosdientesapretados.Sindudaestabaenfadado.—¿Quieresquetedejesoloparaquepuedastirarlaotrabota?—preguntóCall.Aaronrespiróhondo.—Perdona—dijo,ysefrotóelrostroconunamano—.Esquenosésiquieroserunmakaris.Callsequedótansorprendidoque,poruninstante,noseleocurriónadaquedecir.—¿Porquéno?—soltófinalmente.Aaroneraperfectoparaesepapel.Eraexactamentecomotodos
pensaban que debía ser un héroe: agradable, valiente y le iba el hacer cosas de héroe, como correrdirectohaciaunamanadadeloboscaotizadosenvezdehuircomocualquierpersonanormalycuerda.
—Noloentiendes—repusoAaron—.Todoelmundoactúacomosifueraunagrannoticia,peronoloesparamí.Laúltimamakarismurióalosquinceaños,y,deacuerdo,consiguiódetenerlaguerrayquehubieraelTratado,peroaunasímurió.Ymuriódeunaformahorrible.
LoquecuadrabacontodoloqueelpadredeCallhabíadichosobrelosmagos.—No vas a morir—le dijo Call con firmeza—. Verity Torres murió en una batalla, una enorme
batalla.TúestásenelMagisterium.LosMaestrosnotedejaránmorir.—Esonolosabes—replicóAaron.«Poresomuriótumadre.Porlamagia»,ledijolavozdesupadreenlacabeza.—Deacuerdo,muybien.Entoncesdeberíasescaparte—lesugirióCallderepente.
Aaronvolviólacabezadegolpe.Esohabíaconseguidocaptarsuatención.—¡Novoyaescaparme!—Bueno,puespodrías—repusoCall.—No, no podría. —Los ojos verdes de Aaron ardían; parecía realmente enfadado—. No tengo
adóndeir.—¿Quéquieresdecir?—preguntóCall,peroenelfondolosabía,olosuponía:Aaronnuncahablaba
desufamilia,nuncadecíanadasobresuvidaencasa…—¿Esquenoteenterasdenada?—preguntóAaron,molesto—.¿Notehaspreguntadodóndeestaban
mispadresdurantelaPrueba?Notengo.Mimadreestámuerta,mipadreselargó.Notengoniideadedóndeestá.Nolohevistodesdequeteníadosaños.Vengodeunacasadeacogida.Demásdeuna.Seaburrendemantenerme,oloschequesdelgobiernonosonsuficientes,ymeenvíanalasiguientecasa.Enlaúltimadondeestuve,conocíaunaniñaquemehablódelMagisterium.Eraalguienconquienpodíahablar.Almenos,túsiemprehastenidoatupadre.EstarenelMagisteriumeslomejorquemehapasadonunca.Noquieromarcharme.
—Losiento—mascullóCall—.Nolosabía.—DespuésdequemehablaradelMagisterium,veniraquíseconvirtióenmisueño—explicóAaron
—.Miúnicaoportunidad.SabíaquetendríaquepagaralMagisteriumportodolobuenoquemehadado—añadióenvozmásbaja—.Peronopensabaquetuvieraquesertanpronto.
—Nodigasalgotanhorrible—replicóCall—.Noledebesanadietodatuvida.—Claroquesí—insistióAaron,yCallsupoquenuncaseríacapazdeconvencerlodequeesonoera
cierto. Pensó en Aaron en el estrado, con todos aplaudiendo, oyendo que él era su única esperanza.SiendotanbuenocomoeraAaron,deningunamaneralecargaríaesaresponsabilidadaotro,inclusosipudiera.Esoeraloqueloconvertíaenunhéroe.Loteníanjustodondequeríantenerlo.
YcomoCallerasuamigo,tantosiAaronqueríacomosino,ibaaasegurarsedequenolehicieranhacerningunaestupidez.
—Ynosoysóloyo—continuóAaron,cansado—.Soyunmagodelcaos.Necesitouncontrapeso.Uncontrapesohumano.¿Quiénsevaapresentarvoluntarioparaeso?
—Esunhonor—apuntóCall—serelcontrapesodeunmakaris.—Esolosabía.ErapartedeloqueTamarahabíaestadoparloteandocontantaexcitación.
—Elúltimocontrapesohumanomuriócuando lamakaris cayóen labatalla—explicóAaron—.Ytodossabemosloquepasóantesdeeso.AsífuecomoelEnemigodelaMuertematóasuhermano.Nopuedoimaginarquelagentehagacolaparaeso.
—Yoloharé—dijoCall.Aaron se calló de repente, y todo tipo de expresiones le cruzaron el rostro.Al principio parecía
incrédulo,comosisospecharaqueCall lodecíacomounabromaoporllevarlelacontraria.LuegosediocuentadequeCallibaenserio,yparecióhorrorizado.
—¡Nopuedes!—exclamóAaron—.¿Nohasoídonadadeloquetehedicho?Podríasmorir.—Bueno,puesnomemates—soltóCall—.¿Ysinosplanteamoscomoobjetivonomorir?Losdos.
Juntos.Nomorir.Aaronnodijonadaduranteunbuenrato,yCallsepreguntósiestabatratandodepensarunamanera
dedecirleaCallqueleagradecíalaofertaperoquehabíapensadoenalguienmejor.Eraunhonor,comohabíadichoTamara.Aaronnoteníaporquéaceptarlo.Callnoeranadaespecial.
—Deacuerdo—asintióAaronfinalmente—.Siaúnquieres.Cuandoseaelmomento,merefiero.
AntesdequeCall pudieradecir nada, lapuerta se abriódegolpey entróTamara.El rostro se leiluminóalveraAaron.Corrióhaciaélylediotalabrazoquecasilohizocaerdelsofá.
—¿Hasvisto la cara deRufus?—preguntó—. ¡Está tan orgulloso de ti…!Y toda laAsamblea sepresentó,inclusomispadres.Todosvitoreando.¡Porti!Esohasidoincreíble.
—Hasidobastanteincreíble,sí—repusoAaron,quefinalmentecomenzabaasonreír.Ellalepegóconuncojín.—Yquenosetevayaasubiralacabeza—leadvirtió.CallseencontróconlamiradadeAaronporencimadelcojín,ysesonrieron.—Nohayposibilidaddeesoporaquí—respondió.Enesemomento,desdeeldormitoriodeCall,ellobeznocaotizadocomenzóaladrar.
CAPÍTULOVEINTE
Tamarapegóunboteymiróporlahabitacióncomosiseesperaraquealgolesaltaraencimadesdelassombras.
Aaronpusocaraderecelo,perosiguiósentado.—Call—dijo—.¿Esovienedetudormitorio?—Bueno…quizá—contestóCall, intentandodesesperadamentepensaralgunaexplicación—.Debe
desermi…tonodealarma.Tamarafruncióelceño.—Losmóvilesnofuncionanaquíabajo,Callum.Ydijistequenotenías.Aaronenarcómucholascejas.—¿Tienesunperroahídentro?Algoseestrellócontraelsueloyelladridoaumentó,juntoconelruidodeuñasrascandolapiedra.—¿Quéestápasando?—quisosaberTamara.FuehastalapuertadeCallylaabriódegolpe.Ylanzó
ungritomientrassepegabaalapared.Sininmutarse,elcachorrosaltóanteellaypasóalasalacomún.—¿Esun…?—Aaronsepusoenpie,e inconscientementesellevólamanoalamuñequera, laque
teníalapiedranegraengastada.Callpensóenlaoscuridadenvolviendoalosloboslanocheanterior,llevándoselosalanada.Corriótodoloquepudoparaprotegeralcachorroconsucuerpo,extendiendolosbrazos.
—Puedoexplicarlo—dijodesesperado—.¡Noesmalo!¡Sóloescomounperrocorriente!—¡Esacosaesunmonstruo!—exclamóTamara,ycogióunodeloscuchillosquehabíaenlamesa—.
Call,noteatrevasadecirmequelohastraídoaquíapropósito.—Estabaperdido…ygemíaenmediodelfrío—explicóCall.—¡Bien!—gritóTamara—.¡Dios,Call,esquenopiensas,túnuncapiensas!Esascosassonmalas…
¡matanalagente!—Noesmalo—insistióCall,ysepusoderodillasparacogeralcachorroporelcuello—.Cálmate,
chico—dijo con toda la firmezaquepudo,mientras se inclinabaparamirar al lobo a la cara—.Sonnuestrosamigos.
ElcachorrodejódeladrarmientrasmirabaaCallconojoscalidoscópicos.Luegolelamiólacara.CallsevolvióhaciaTamara.—¿Loves?Noesmalo.Sóloestánerviosodehaberestadoencerradoenmicuarto.—Apártate.—Tamarablandióelcuchillo.—Tamara,espera—dijoAaronmientrasseacercaba—.Admítelo,esraroquenoataqueaCall.—Sóloesunbebé—insistióCall—.Yestáasustado.Tamararesopló.Callcogióallobeznoylopusopatasarriba,acunándolocomoaunbebé.Elanimalquisosoltarse.—Mira.Míralelosgrandesojos.—Podríanechartedelaescuelaporeso—dijoTamara—.Nospodríanecharatodos.—NoaAaron—repusoCall,yéstehizounamuecadecontrariedad.—Call—dijo—.Nopuedesquedártelo.Nopuedes.Callcogióalloboconmásfuerza.—Bueno,puesvoyahacerlo.—No puedes —repitió Tamara—. Incluso si dejamos que viva, tenemos que llevarlo fuera del
Magisteriumysoltarlo.Nopuedeestaraquí.—Entonces,másvaldráquelomates—replicóCall—.Porqueahífueranosobrevivirá.Ynovoya
dejarquetelolleves.—Tragósaliva—.Asíquesiquieresecharlo,delátame.Venga,hazlo.Aaronrespiróhondo.—Vale,¿ycómosellama?—Estrago—respondióCallalinstante.Tamarabajólamanolentamente.—¿Estrago?Callnotóquesesonrojaba.—Esdeunaobrade teatroque legustabaamipadre.«Grita“estrago”ysueltaa losperrosde la
guerra».Definitivamente…,nosé,esunodelosperrosdelaguerra.Estragoaprovechólaoportunidadparaeructar.Tamara suspiróy algo en su rostro se suavizó.Tendió laotramano, laqueno tenía el cuchillo, y
acaricióalcachorro.—¿Y…quécome?ResultóqueAaronteníauntrozodebeiconenelfondodelaalacena,yestabadispuestoaentregarlo
para alimentar aEstrago.YTamara, después de que le babeara encima y viera al lobezno caotizadoponersepatasparaarribaparaquelerascara labarriga,anuncióquedebíanllenarse losbolsillosconcualquiercosavagamentecarnosaquepudieransacardelcomedor,incluidoslospecessinojos.
—Perotenemosquehablardelamuñequera—dijomientraslelanzabaunaboladepapelarrugadoaEstragoparaque jugara.Éstecogióelpapeldedebajode lamesaycomenzóahacerlo trizasconsudientecitos—.LaqueelpadredeCallleenvió.
Call asintió. En todo el jaleo con Aaron yEstrago había conseguido medio olvidarse de lo quesignificabalapiedradeónice.
—NopuedehabersidodeVerityTorres,¿verdad?—preguntó.—Teníaquinceañosalmorir—respondióTamara,negandoconlacabeza—.Perodejólaescuelael
añoantes,asíquesumuñequeradebíadeserdelCursodeBronce,nodeldePlata.—Perosinoessuya…—intervinoAaron,tragandosaliva,incapazdepronunciarlaspalabras.—Entonces es la de Constantine Madden —concluyó Tamara con su vena práctica—. Tendría
sentido.Call sintió frío y calor por todo el cuerpo almismo tiempo.Eso era exactamente lo que él había
estadopensando,peroaloírselodeciraTamaraenvozalta,lecostabacreerlo.—¿PorquéibaatenermipadrelamuñequeradelEnemigodelaMuerte?¿Cómoibaatenerla?—¿Quéedadtienetupadre?—Treintaycinco—contestóCall,ysepreguntóquétendríaquevereso.—BásicamentelamismaedadqueConstantineMadden.Debierondeestarjuntosenlaescuela.Yel
EnemigopodríahabersedejadolamuñequeracuandoseescapódelMagisterium.—Tamarasepusoenpiey comenzó a caminardeun lado al otro—.Rechazaba todo loque fuera la escuela.Nuncahabríaquerido quedarse la muñequera. Quizá tu padre la cogiera, o la encontrara en alguna parte. Tal vezhasta…seconocieran.
—Deningunamanera.Melohabríadicho—replicóCall,peroinclusomientraslodecíasabíaquenoeracierto.AlastairnuncalehabíahabladodelMagisteriumexceptomuyvagamenteparadescribirlelosiniestroqueera.
—RufusdijoqueélconocíaalEnemigo.Yesebrazaleteeraunmensajeparaél—reflexionóAaron—.TienequesignificaralgoparatupadreyparaRufus.Tendríamássentidosiambosloconocieran.
—Pero¿cuálseríaelmensaje?—preguntóCall.—Bueno,erasobreti—contestóTamara—.«Atasumagia»,¿no?—¡Paraquemeenviaranacasa!¡Paraqueestuvieraasalvo!—Quizá—replicóTamara—.Otalvezfueraparamanteneraotragenteasalvodeti.ACallelcorazónlediounvuelcodentrodelpecho.—¡Tamara!—exclamóAaron—.Serámejorqueexpliquesloquequieresdecir.—Lo siento, Call —dijo ella, y realmente parecía sentirlo—. Pero el Enemigo inventó a los
caotizadosaquí,enelMagisterium.Ynuncaheoídohablardeningúnanimalcaotizadosiendoamistosoconnadaninadieexceptootroscaotizados.—Aaronfueaprotestar,peroTamaralevantólamanoparaquenodijeranada—.¿RecuerdasloquedijoCelialaprimeranocheenelautocar?¿Sobreunrumordequealgunosdeloscaotizadostienenlosojosnormales?Ysialguiennacecaotizado,entoncesquizáesesernoestéenblancopordentro.Quizáparezcanormal,comoEstrago.
—¡Call no es ningún caotizado!—gritóAaron—.Esas cosas queCelia decía, sobre las criaturascaotizadasqueparecennormales…,nohayningunapruebadequeseacierto.Yademás,siCallfuerauncaotizado,éllosabría.Oyolosabría.Soyunodelosmakaris,asíquelosabría,¿vale?Noloes.No.
EstragosaltósobreCall,alparecernotandoquealgoibamal.Gimióunpoco,consusojosdandovueltascomomolinillos.
LaspalabrasdeAlastairleresonaronaCallenlacabeza.«Call,escúchame.Túnosabesloqueeres».—Vale,entonces,¿quésoy?—preguntó,mientrasseinclinabasobreelloboyapoyabaelrostroensu
suavepelaje.Peroenelrostrodesusamigospudoleerquetampocolosabían.
Mientraspasabanlassemanas,noobtuvieronningunarespuesta,peroaCallleresultófácilsacarseesapreguntadelacabezaparaconcentrarseensusestudios.ComoAaronnosóloseentrenabaparasermago,sinotambiénparaserunmakaris,elMaestroRufusteníaquedividirsutiempo.Aunquesolíanentrenarsejuntos, Call y Tamara a menudo se quedaban solos. Entonces investigaban magia en la Biblioteca;buscaban historias de la Segunda Guerra de los Magos y miraban los dibujos de las batallas o lasfotografíasdelagentequehabíaparticipado;perseguíanalosdiferentessereselementalesquepoblabanelMagisterium,parapracticar,yfinalmenteaprendieronamanejarlosbotesporlascavernas.Aveces,elMaestroRufusnecesitaba llevaraAaronaalgunaparteohaceralgoqueduraba todoeldía,yCallyTamarateníanqueirconotroMaestro.
ElentusiasmodequeAaroneraunmakarisseviounpocoempañadoporlanoticiadequealMaestroLemuelloobligabanadejarelMagisterium.LaAsambleahabíaescuchadolasacusacionesdeDrew,yhabíadecididoqueelMaestroLemuelnopodíaseguir teniendoalumnosasucargo,apesardequeélnegaraesasacusacionesrotundamenteyqueRafehablaraasufavor.SusaprendicesserepartieronentrelosotrosMaestros,conloqueDrewsequedóconlaMaestraMilagros,RafeconelMaestroRockmapleyLaurelconelMaestroTanaka.
Drew salió de la enfermería una semanadespuésdeque se conociera la noticia sobre elMaestroLemuel.Durantelacena,Drewfueporlasmesasdisculpándosecontodoslosaprendices.Lohizovariasveces conAaron,TamarayCall.Éstepensó enpreguntarlequéhabía tratadodedecirle en el pasilloaquellanoche,peroDrewcasinuncaestabasolo,yCallnosabíamuybiencómopreguntárselo.
«¿Tengoalgomalo?»«¿Soypeligrosodealgúnmodo?»«¿Cómopuedessaberloqueyonosé?»A veces, Call se sentía lo suficientemente desesperado como para querer escribir a su padre y
preguntarleporlamuñequera.PeroentoncestendríaqueconfesarquehabíaocultadoaRufuslacartadeAlastair, y además, no había sabido nada de su padre excepto porque había recibido otro paquete decaramelosyunnuevoabrigodelana,quele llegóenNavidad.Conélhabíaunatarjetafirmada:«Concariño,papá».Nadamás.Conunvacíoenelestómago,Callmetió la tarjetaensucajóncon lasotrascartas.
Porsuerte,Callteníaalgomásqueleocupabaunmontóndetiempo:Estrago.Alimentaraunlobeznocaotizadoenplenocrecimientoymantenerloocultorequeríaunadedicacióncasiabsolutayunmontóndeayuda de Tamara y Aaron. También requería aguantar a Jasper diciéndole a Call que olía como unasalchicha, día tras día, cuando sacaba disimuladamente comida del comedor en el bolsillo. Además,también estaba el asunto de colarse por la Puerta de laMisión para ir de paseo regularmente. Perocuando el invierno dejó paso a la primavera, resultó evidente para Call queAaron y Tamara habíanacabadoconsiderandoaEstrago tambiéncomosupropioperro,yamenudovolvíade laGaleríayse
encontrabaaTamarahechaunovilloenelsofá,leyendo,conellobotumbadoasuspiessobreunamanta.
CAPÍTULOVEINTIUNO
Finalmente,eltiempofuelobastantecálidocomoparaquecomenzaranadarclasesenelexteriorcasitodoslosdías.Unabrillantetarde,aCallyaTamaralosenviaronallindedelbosqueparaestudiarconlaclasedelaMaestraMilagrosmientrasRufusledabaunasclasesespecialesaAaron.
No se alejaronmucho de las puertas delMagisterium, pero la vegetación había crecido tanto queocultaba la entrada de la cueva. El aire era cálido y olía al romero, la valeriana y la belladona quecrecíancerca,y rápidamentese fue formandoenelsuelounapiladechaquetasyabrigosmientras losaprendices corrían al sol, jugaban a crear bolas de fuego y empleaban el aire para controlar elmovimientodeéstas.
CallyTamaratrabajaronjuntosentusiasmados.Eradivertidoconcentrarseenalzarunorbellameanteyluegoírselopasandodemanoenmano.Callseesforzóenacercárselotantoquecasiletocaralapalma,perosinllegarahacerlo.Gwendasehabíaquemadounavezyhabíaaprendidoasermuycuidadosa;subola de fuego flotabamás quemoverse. Aunque Call y Tamara habían llegado tarde, el ejercicio separecía lo suficiente a los que elMaestroRufus les había hecho hacer, sobre todo el ejercicio de laarena,queaúnteníangrabadoenlamente,comoparaquelecogieraneltranquilloenseguida.
—Muybien—dijolaMaestraMilagrosmientrassepaseabaentreellos.Sehabíasacadoloszapatosy se había quitado la camisa del uniforme negro,mostrando una camiseta con un arcoíris en la parte
delantera—.Ahoraquieroquecreéisdosbolas.Divididvuestraatención.CallyTamaraasintieron.Dividirlaatenciónlessalíadeformanatural,peroaalgunosdelosotros
lescostaba.Celialoconsiguió,igualqueGwenda,perounodelosorbesdeJasperestallóylechamuscóelcabello.
Callserioporlobajo,loquelevalióunamiradaenfadada.Sinembargo,prontotodosestuvieronlanzandodosyluegotresbolasdefuegoalaire,noexactamente
como malabaristas, sino como algo que podía aproximarse a una versión en cámara lenta de sushabilidades.Pasadosunosminutos,laMaestraMilagrosloshizoparardenuevo.
—Por favor, elegid un compañero —les indicó—. El que se quede sin compañero practicaráconmigo.Vamosatirarlabolaanuestrocompañeroyacogerlaquenuestrocompañeronostira.Asíqueapagadtodaslasbolasquetenéismenosuna.¿Listos?
CeliatocóaCallenlamangacontimidez.—¿Practicasconmigo?—lepreguntó.TamarasuspiróyfueapracticarconGwenda, loquedejóa
JasperconlaMaestraMilagros,yaqueDrewsequejódequeledolíaelcuelloysehabíaquedadoensuhabitación.Elfuegovolabadeaquíparaallá,abrasandoeltranquiloaireprimaveral.
»¡Eresmuybuenohaciendoesto!—exclamóCelia,sonriendodeorejaaoreja,cuandoCallhizoquelaboladefuegodibujaraungirocompletoenelaireantesdedejárselajustosobrelasmanos.Celiaeralaclasedepersonaamablequehacíacumplidosconfacilidad,perodetodasformaseraagradableoírlos,inclusosiTamaraponíalosojosenblancodetrásdeella.
—¡Muy bien!—LaMaestraMilagros dio una palmada para reclamar la atención de sus alumnos.Parecíaunpocodecepcionada;teníaunaquemaduraenlamanga,dondeJasperdebíadehaberlelanzadounaboladefuegodemasiadocerca—.Ahoraquetodosestáisempleandoelfuegoyelairejuntos,vamosaañadiralgounpocomásdifícil.Venidporaquí.
LaMaestraMilagroslosllevóporlacolinahastaunarroyoqueburbujeabasobrelasrocas.Cuatrogruesostroncosderoblecabeceabanenelagua;eraevidentequelamagialosreteníaenellugar,yaquelacorrientefluíaasualrededor.LaMaestraseñalólostroncos.
—Ossubiréisaunodeésos—indicó—.Quieroqueempleéiselaguay la tierraparaequilibrarosencima,mientrastenéis,comomínimo,tresbolasdefuegoenelaire.
Seoyóunmurmullodeprotesta,ylaMaestraMilagrossonrió.—Estoyseguradequepodéishacerlo—dijo,mientrasindicabaalosalumnosquesedirigieranhacia
los troncos.CuandoCall sedispusoaavanzar, lepuso lamanoenelhombro—.Losiento,Call,perocreoqueserámejorquetequedesaquí.Contupierna,nomepareceseguroquehagasesteejercicio—lecomentóenvozbaja—.Heestadopensandounaversiónquetepodríairmejor.Déjameempezarconlosotrosyteloexplico.
Jasper, al pasar por su lado para entrar en el arroyo, lomiró por encima del hombro y puso unasonrisitadesuperioridad.
Callsintióunafuriaintensabullirleenelestómago.Derepente,volvíaaestarenelgimnasiodesuescuela, sentado en las gradas mientras todos los demás subían por cuerdas, o botaban pelotas debaloncesto,osaltabanenlascolchonetas.
—Puedohacerlo—ledijoalaMaestraMilagros.Seacercóalbordedelarroyoylospiesdescalzosselehundieronenelbarro.Sonrió.
—Losé,Call,peroesteejerciciovaaresultarmuydifícilparatodoslosaprendicesyaúnmásparati.Creoqueesmásdeloquepuedesabarcarahora.
Call observó a los otros aprendices vadear o levitar torpemente hacia los troncos, y luegobambolearsecuandolaMaestraMilagroslossoltódellazomágicoquelosmanteníadepie.Callvioelesfuerzoenlosrostrosdesuscompañerosmientrastratabandemantenereltroncocontracorriente,seguirenpieyalzarunaboladefuego.Celiasecayócasialinstante,sehundióenelaguayquedóempapada,aunquesindejardereír todoelrato.Eraundíacaluroso,yCallestabasegurodequechapotearenelaguaeramuyagradable.
Sorprendentemente,aJasperpareciódárselebieneseejercicio.Consiguióequilibrarseeneltroncoymantenerseenpiemientrasconjurabasuprimeraboladefuego.Se lapasódemanoenmanomientrassonreía con aires de superioridad mirando a Call. Éste recordó lo que Jasper le había dicho en elcomedor:
«Siaprendierasalevitar,quizánoretrasaríastantoatuscompañerosdeequipo,cojeandotrasellos».CalleramejormagoqueJasper,losabía,ynopodíasoportarqueJaspercreyeraqueeraalrevés.Riendo,Celiasevolvióasubiraltronco,peroteníalospiesmojadosyresbalócasialinstante.Cayó
al agua, yCall, llevado por un impulso que no pudo controlar, corrió hacia adelante y saltó sobre eltroncovacío.Despuésdetodo,habíaidoenmonopatínantes;mal,teníaquereconocerlo,perolohabíahecho,ytambiénpodíahaceresto.
—¡Call!—gritólaMaestraMilagros,peroélyaestabaenmitaddelarroyo.Eramásdifícildeloquele había parecido desde la orilla. El tronco rodaba bajo sus pies, y tuvo que extender las manos,apoyándoseenlamagiadelatierra,paramantenerelequilibrio.
Celiaaparecióanteélysacudióhaciaatráselcabellomojado.AlveraCall,ahogóungrito.Éstesesobresaltótantoquesumagialoabandonó.Eltroncorodóhaciaadelante,Celiafuerápidamentehacialaorillalanzandoungritito,ylapiernamaladeCallcedióbajosucuerpo.Sefuehaciaadelanteyacabóenelagua.
Elarroyoeranegro,heladoymásprofundodeloquesehabíaimaginado.Callsediolavueltaytratóde nadar hacia la superficie, pero se le había enganchado el pie entre dos piedras. Pateódesesperadamente, pero su piernamala no tenía la fuerza suficiente para liberar a la buena.Sintió undolorenelcostadomientrastratabadesoltarse,ygritó;burbujassilenciosassalierondesuslabios.
Derepente,unamanolocogióporelbrazoytiródeél.Notóundoloraúnmásfuertecuandoelpieselesoltódelfondo,y luegoyaestabaen lasuperficie, tratandode tragaraire.Quiénfueraque lohabíaagarrado lo arrastraba chapoteando hacia la orilla, y Call oyó a los otros aprendices gritando yllamándolomientraslosacabandelagua,mientrastosíayescupíaagua.
Miróhaciaarribayviounosfuriososojoscastañosyunamatadepelonegrogoteando.—¿Jasper?—dijoCall, incrédulo, luego tosió de nuevo y le subió unmontón de agua a la boca.
EstabaapuntodeponersedeladoparaescupirlacuandoaparecióTamara,quesepusoderodillasasulado.
—¿Call?¿Call,estásbien?Callsetragóelagua,esperandoquenocontuvierarenacuajos.—Estoybien—graznó.—¿Por qué has tenido que hacerte el chulo así?—le preguntó Tamara, enfadada—. ¿Por qué los
chicossiempresoistantontos?¡DespuésdequelaMaestraMilagrostehayadichoclaramentequelonohicieras!DenoserporJasper…
—Seríacomidaparapeces—completóéstemientrasseescurríaunapuntadeluniforme.—Bueno,yonodiríaeso—repusolaMaestraMilagros—.Pero,Call,esohasidomuymuytontopor
tuparte.Callsemiró.Unadelaspernerasdelpantalónestabarasgada,lefaltabaelzapatoylecorríasangre
poreltobillo.Almenoserasupiernabuena,pensó,asíquenadiepodríaverelamasijoretorcidoqueeralaotra.
—Losé—dijo.LaMaestraMilagrossuspiró.—¿Puedeslevantarte?Callintentóponerseenpie.Alinstante,Tamarasepusoasuladoyleofrecióelbrazoparaquese
apoyara. Él la miró, se incorporó, y gritó cuando el dolor lo atravesó hasta la cintura. Era como sialguien le hubiera clavado un cuchillo en la pierna derecha: un dolor ardiente que le revolvió elestómago.
LaMaestraMilagrosseagachóylepusolosfríosdedoseneltobillo.—No está roto, pero tienes unmal esguince—dijo pasado unmomento. Suspiró de nuevo—. Se
suspendelaclaseporestatarde.Call,vamosalaenfermería.
La enfermería resultó ser una sala grande y de techo alto totalmente desprovista de estalagmitas,estalactitasodecualquiercosaquebullera,gotearaohumeara.Habíalargasfilasdecamascubiertasconsábanas blancas, preparadas como si losMaestros esperaran que un gran número de heridos pudierallegarencualquierinstante.Enesemomento,nohabíanadiemásqueCall.
Lamagaencargadaeraunamujeraltaypelirrojaque llevabaunaserpiente sobre loshombros.Eldibujode laserpientecambiabaalmoverse,pasandodemoteadocomounleopardo,a lasrayasdeuntigreoaundibujodepuntosrosa.
—Dejadloaquí—dijolamujer,señalandocongestoampulosocuandolosaprendicesentraronconCall tendidoenunacamillahechade ramasquehabíacreado laMaestraMilagros.Si lapiernano lehubieradolidotanto,aCalllehabríainteresadoobservarcómolaMaestrahabíaempleadolamagiadelatierraparaunirlasramasyatarlasconlargasraícesflexibles.
LaMaestraMilagrossupervisóalosaprendicesmientrasdejabanaCallenunacama.—Gracias,alumnos—dijo,mientrasTamarasemostrabainquieta—.Ahora,vayámonosydejemosa
laMaestraAmaranthquehagasutrabajo.Callsealzósobreloscodos,sinhacercasodeldolorquelesubíaporlapierna.—Tamara…—¿Qué?—Tamara se volvió, con sus oscuros ojosmuy abiertos.Todos losmiraban.Call intentó
comunicarseconellaconlamirada:«CuidadeEstrago.Asegúratedequetienesuficientecomida».—Seestáponiendobizco—dijoTamaraconpreocupacióna laMaestraAmaranth—.Debedeser
poreldolor.¿Nopuedehaceralgo?—Nomientrassigáistodosaquí.¡Fuera!—Amaranthagitóunamanoytodosseapresuraronasalir
conlaMaestraMilagros.TamarasedetuvoenlapuertaylelanzóaCallotramiradadepreocupación.Callsedejócaersobrelacama,pensandoenEstrago,mientras laMaestraAmaranthlecortabala
perneradeluniforme;unmoradopúrpuralecomenzabaacubrirtodalapierna.Supiernabuena.Porunmomentosintióqueelpánicoloinvadíayleimpedíarespirar.¿Ysihabíaconseguidonopoderandarenabsoluto?
—Tepondrásbien,CallumHunt.Hearregladoheridaspeoresqueésta.—¿Noestátanmalcomoparece?—aventuróCall.—Oh,no—respondióella—.Estátanmalcomoparece.Peroyosoymuymuybuenaenmitrabajo.Algomástranquilo,decidióqueeramejornohacermáspreguntasydejóquelecubrieralapierna
conmusgoverdeyluegoloemplastaratodoconbarro.Finalmente,lehizobeberunlíquidolechosoquelealiviólamayorpartedeldolorylohizosentirseunpococomosiflotarahaciaeltechodelacueva,comosielalientodelgwyvernlohubieraalcanzado,despuésdetodo.
Sintiéndosetonto,Callsefuedurmiendo.
—Call—susurróuna chica cercade suoído.Su aliento le agitó el cabelloy le hizo cosquillas en elcuello—.Call,despierta.
Luegootravoz.Estavezdeunchico.—Quizádeberíamosvolvermástarde.Quierodecir,¿dormirnovabienparacurarseoalgoasí?—Sí, pero no nos sirve a nosotros—dijo la primera voz,más alto esta vez, ymásmalhumorada.
Tamara.Callabriólosojos.Tamara yAaron estaban allí. Ella sentada a su lado en la cama, sacudiéndolo suavemente por el
hombro.AaronsujetabaaEstrago,quebabeaba,jadeabaymovíalacola.Teníaunacuerdaalrededordelcuello,haciendolasvecesdecorrea.
—Iba a sacarlo a pasear —explicó Aaron—, pero como no hay nadie en la enfermería, hemospensadoentraerloaquídevisita.
—También te hemos traído algo de comida—añadió Tamara, y señaló un plato cubierto con unaservilletasobrelamesilladenoche—.¿Cómoestás?
Callmoviólapiernadentrodelemplastedebarro,paraprobar.Yanoledolía.—Mesientocomountonto.—Nofuetuculpa—dijoAaron.—Bueno,puesesloqueeres—soltóTamaraalmismotiempo.SemiraronelunoalotroyluegoaCall.—Perdona,Call,peronofuetumejoridea—dijoTamara—.YlerobasteeltroncoaCelia.Aunque
noesquevayasadejardegustarleporeso.—¿Quédices?Nolegusto—protestóCall,horrorizado.—Claro que sí—replicóTamara con una sonrisita irónica—.Le podrías dar en la cabeza con el
troncoyaúndiría:«Call,erestanbuenocontodoestodelamagia…».—MiróaAaron.ÉsteteníaunaexpresiónenelrostroqueledijoaCallqueestabatotalmentedeacuerdoconTamarayqueleparecíamuydivertido.
—Bueno —prosiguió Tamara—, de todas formas no queremos que te chafe un tronco. Tenecesitamos.
—Escierto—admitióAaron—.Eresmicontrapeso,¿recuerdas?—Sóloporqueseofrecióvoluntarioprimero—replicóTamara—.Deberíashaberhechouncasting.ACalllehabíapreocupadoqueTamaratuvieracelosalenterarsedequeAaronlohabíaelegidoaél
comosucontrapeso,perosobretodo,ellahabíapensadoque,pormuchoquelecayerabienCall,Aaronpodríahaberapuntadomásalto.
—ApuestoaqueAlexStrikesiguedisponible.Yademásesguapo—añadióTamara.—Loquetúdigas—replicóAaron,poniendolosojosenblanco—.NoqueríaaAlex.QueríaaCall.—Lo sé —repuso Tamara—. Y lo hará muy bien —añadió inesperadamente, y Call le sonrió
agradecido.Inclusotiradoenlacamaconlapiernaenvueltaenbarro,eraagradableteneramigos.—YyoqueestabapreocupadoporqueosolvidaraisdeEstrago—dijoCall.—Paranada—repusoAaronalegremente—.SehacomidolasbotasdeTamara.—Mis botas favoritas.—Tamara le dio un suavemanotazo aEstrago, que se apartó, fue hacia la
puertaymirótristementeaCall.Lanzóunpequeñogemido.—Creoquequieresalirapasear—dijoCall.—Melollevo.—Aarontrotóhastalapuertayseatóelextremodelacuerdaalamuñeca—.Ahora
nohaynadieporlospasillosporqueeslahoradecenar.Volveréenseguida.—Sitepillan¡haremoscomosinoteconociéramos!—lesoltóTamaraenbromamientraslapuerta
secerrabatrasél.Cogióelplatodelamesilladenocheysacólaservilletaquelocubría—.Deliciosoliquen—dijomientraslecolocabaaCallelplatosobreelestómago—.Tufavorito.
Callcogióuntrocitodevegetalsecoylomasticópensativo.—Me pregunto si cuando volvamos a casa nos habremos acostumbrado tanto al liquen que no
querremosnipizzanihelado.Acabaréenlosbosques,comiendomusgo.—Todosenelpueblopensaránqueestásloco.—Todosenmipuebloyapiensanqueestoyloco.Tamarasecogióunadelastrenzasyjugueteóconella,pensativa.—¿Irátodobiencuandovayasacasaesteverano?Callalzólamiradadesuliquen.—¿Quéquieresdecir?—Tupadre—explicóella—.OdiatantoelMagisterium…Perotú…túno.Almenos,creoqueno.Y
vasavolverelcursoqueviene.¿Noesexactamenteesoloqueélnoquería?Callnodijonada.—Porquevas a volver el curso que viene, ¿verdad?—Tamara se inclinó hacia él, preocupada—.
¿Call?—Quierovolver—leaseguróél—.Quierovolver,peromedamiedoquenomedeje.Ytalvezhaya
unarazónparaquenomedeje…peronoquierosaberla.Sitengoalgomalo,quieroqueAlastairseloguardeparaél.
—Notienesnadamaloexceptoquetehasrotolapierna—contestóTamara,perosiguiópreocupada.—Yquesoyunchulo—dijoCall,paraaliviarlatensión.Tamara le tiróun trozode liqueny luegosepusieronahablarduranteun ratosobrecómoestaban
reaccionando todosalhechodequeAaronfueraderepente famoso, incluidoelpropioAaron.Tamaraestabapreocupadaporél,yCallleaseguróqueAaronpodríaconello.
LuegoTamaracomenzóaexplicarleloentusiasmadosqueestabansuspadresporelhechodequeellafuera del mismo grupo que el makaris, lo que estaba bien, porque quería que sus padres estuvieranorgullososdeella,ymal,porquesignificabaqueaúnlesimportaríamásqueantesquesecomportaradeunmodoejemplarentodomomento.YsuideadeejemplaridadnosiemprecoincidíaconladeTamara.
—Ahoraquetenemosunmakaris,¿quésignificaesoparaelTratado?—preguntóCall,pensandoeneldiscursodeRufusyenelmodoenquelosmiembrosdelaAsambleahabíanreaccionadoaloírloenlareunión.
—Aúnnada—contestóTamara—.Nadiequiere ircontraelEnemigode laMuertemientrasAaronseatanjoven…,bueno,casinadie.PerocuandoelEnemigoseenteredesuexistencia,sinolohahechoya,quiénsabecómoreaccionará.
Pasadosunosminutos,Tamaramirósureloj.—YahacemuchoquesehaidoAaron—dijo—.Sisigueahífueramásrato,seacabarálacenaylo
pillaránalregresarporelpasillo.Quizádeberíairabuscarlo.—Bien—asintióCall—.Voycontigo.—¿Es una buena idea?—Tamara alzó una ceja y le miró la pierna. Parecía estar bastante mal,
envuelta en musgo y sellada con barro. Call movió los dedos del pie para probar. No le dolió enabsoluto.
Pasólaspiernasporelbordedelacamayseabrierongrietasenelmoldedebarroymusgo.—Nopuedo seguir sentado aquímás tiempo.Me voy a volver loco.Yme pica la pierna.Quiero
tomarunpocoelaire.—Deacuerdo,perotendremosqueirdespacio.Ysiteempiezaadoler,descansamosynosvolvemos
directamente.Callasintió.Sepusoenpieapoyándoseenelcabezal.Encuantoseirguió,elbarroserajótotalmente
porlamitadysedesprendió,loqueledejólapantorrillaalairepordebajodelapernerarecortada.—¡Qué elegante! —soltó Tamara, que ya se dirigía a la puerta. Rápidamente, Call cogió los
calcetinesylasbotas,quelehabíandejadobajolacama.Semetiólostrozosdelaperneradentrodeloscalcetines,paraquenofueranvolándoleporahí;luegocogióaMiriyselocolocóenelcinturón.SiguióaTamaraalpasillo.
Los corredores estaban en silencio, porque todos los alumnos se hallaban en el comedor. Call yTamara trataron de hacer elmenor ruido posiblemientras iban hacia la Puerta de laMisión. Call sesentíainestable.Lasdospiernasledolíanunpoco,aunquenoibaadecírseloaTamara.Pensóquedebíadetenerunaspectobastanteraro,conlospantalonescortadosdesde larodillaparaabajoyelcabellotodorevuelto,pero,porsuerte,nohabíanadieparaverlo.LlegaronalaPuertadelaMisiónysalieronensilencioalaoscuridad.
Lanocheeraclaraycálida;lalunahabíasalidoydibujabalasiluetadelosárbolesylossenderosquerodeabanelMagisterium.
—¡Aaron!—llamóTamaraenvozbaja—.Aaron,¿estásaquí?Call se volvió y miró hacia el bosque. Tenía algo que daba un poco de miedo, con las espesas
sombrasentrelosárbolesylasramassacudidasporelviento.—¡Estrago!—llamó.Sólo silencio, y entoncesEstrago salió de entre los árboles, con los ojos chispeándole y girando
como fuegosartificiales.CorrióhaciaCallyTamaraarrastrando lacuerda trasél.CalloyóaTamaracontenerungrito.
—¿DóndeestáAaron?—preguntóella.Estrago gimió y se puso a dos patas, arañando el aire. Prácticamente temblaba, tenía el pelaje
erizadoymovíalasorejasdeunladoalotro.GimióysaltóhaciaCall,ylemetióelfríohocicoenlamano.
—Estrago. —Call hundió los dedos en el pelaje del lobo, tratando de calmarlo—. ¿Estás bien,chico?
ElcachorrovolvióagemirydiounosbrincosalejándosedelamanodeCall.Trotóhaciaelbosque,
luegosedetuvoylosmiróvolviendolacabeza.—Quierequelosigamos—dijoCall.—¿Crees que le ha pasado algo a Aaron? —preguntó Tamara, mirando desesperada en todas
direcciones—.¿Podríahaberloatacadounelemental?—Vamos—dijoCall, y comenzó a ir hacia el bosque, sinprestar atención a los pinchazosque le
dabalapierna.Estrago,sabiendoqueloseguían,saliódisparadodeentrelosárbolescomounamanchamarrónbajo
laluzdelaluna.Tanrápidocomopudieron,TamarayCallfuerontrasél.
CAPÍTULOVEINTIDÓS
ACall ledolían laspiernas.Estabaacostumbradoaque ledolierauna,pero lasdosa lavezeraunasensaciónnueva.No sabía cómoequilibrar el peso,y aunquecogióunpalomientras caminabapor elbosqueylousabacuandoleparecíaqueibaacaerse,nadaloayudabaconlaquemazónquesentíaenlosmúsculos.
Estrago iba delante, seguido por Tamara, bastante alejados de Call. Tamara miraba hacia atrásregularmenteparaasegurarsedequeéllaseguía,ydevezencuandoloesperabaimpacientemente.Callno estaba seguro si habían idomuy lejos (el dolor le estaba borrando la sensación del tiempo), perocuantomássealejabandelMagisterium,másalarmadosesentía.
NoeraquenoconfiaraenEstragoparallevarlosjuntoaAaron.No,loquelepreocupabaeracómoAaronsehabíaalejadotantoyporqué.¿Acasoalgunaenormecriaturacomoungwyvernlohabíacogidoconlasgarrasyselohabíallevadovolando?¿Sehabríaperdidoenelbosque?
No,perdidono.Estragolohabríaguiadodevuelta.Entonces,¿quéhabríapasado?Llegaronalacrestadeunacolina,ylosárbolescomenzaronaclarearporlaladerahastallegarauna
autovíaqueserpenteabacortandoelbosque.Másallá,sealzabaotracolinaquebloqueabaelhorizonte.Estragoladróunavezycomenzóadescender.TamarasevolvióycorrióhastaCall.—Tienesquevolver—ledijo—.Teduele,ynotenemosniideadelolejosquepuedeestarAaron.
DebesvolveralMagisteriumydecirlealMaestroRufusloquehapasado.Élpuedetraeralosotros.
—Novoyavolver—replicóCall—.Aaronesmimejoramigoynovoyaabandonarlosiestáenpeligro.
Tamarapusolosbrazosenjarras.—Yosoysumejoramiga.Callnoestabasegurodecómofuncionabaesodelosmejoresamigos.—Vale,entoncessoysumejoramigoquenoesunachica.Tamaranegóconlacabeza.—Estragoessumejoramigoquenoesunachica.—Bueno, como sea, pero nome voy a ir—replicóCall, tirando el palo al suelo—.No lo voy a
abandonar,ynovoyadejarteati.Además,tienemássentidoquevuelvastú,noyo.Tamaralomiróarqueandounaceja.—¿Porqué?Calldijoloqueprobablementelosdoshabíanestadopensandoperoqueningunohabíaqueridodecir
envozalta.—Porquenosvamosameterenungranlíoporesto.DeberíamoshaberidoabuscaralMaestroRufus
encuantoEstragoapareciósinAaron…—Nohemos tenido tiempo—protestóTamara—.Yademás, tendríamosquehaberlecontado lode
Estrago…—VamosatenerquedecirlelodeEstragodetodosmodos.Nohayningunaotramaneradeexplicar
loquehapasado.Nosvamosameterenun lío,Tamara,perodependedecuánto.Por tenerunanimalcaotizado, por no correr a hablar con losMaestros en cuanto hemos sabido que algo le ha pasado almakaris,portodo.Mucholío.Ysitienequecaersobreunodenosotros,deberíasersobremí.
Tamaraguardósilencio.Enlassombras,Callnopodíaverlelaexpresión.—TúereslaquetieneunospadresalosquelesimportaquesigasenelMagisteriumylespreocupa
cómolohagas—continuóCall,cansado—.Yono.TuereslaquesacólanotamásaltaenlaPrueba,noyo.Ereslaquequeríacumplirlasreglasynobuscaratajos;bueno,puesestoytratandodeayudarte.Ésteestusito.Noelmío.Importasitútemetesenunlío.Amínomeimporta.Yonoimporto.
—Esonoescierto—exclamóTamara.—¿No?—Callsediocuentadequehabíasoltadotodoundiscurso,ynoestabamuyseguroconqué
parteellanoestabadeacuerdo.—Nosoyesapersona.Quizáqueríaserlo,peronolosoy.Mispadresmecriaronparalogarcosas,
fuera como fuese. No les importan las reglas, sólo las apariencias. Todo este tiempo me he estadodiciendoquevoyaserdiferentedemispadres,diferentedemihermana,queseríalaquesequedaríaenelcaminorecto.Perocreoquemeequivocaba,Call.Nomeimportannilasreglasnilasapariencias.Noquiero ser la persona que sólo logra cosas.Quiero hacer lo correcto.Nome importa si tenemos quementirohacertrampasotomaratajosoromperlasreglasparaconseguirlo.
Éllamiró,deslumbrado.—¿Deverdad?—Sí.—Esoesmuyguay—exclamóCall.Tamaraseechóareír.—¿Quépasa?—Nada.Esquesiempremesorprendes.—Letiródelamanga—.Vamos,entonces.
Bajaronrápidamentelacolina.Calltropezóvariasvecesytuvoqueagarrarseconfuerzaalpaloquehabía cogido, y en una de ellas casi se ensartó. Cuando llegaron a la autovía, encontraron aEstragosentado juntoa lacarretera, jadeandoansiosomientraspasabauncamión.Callseencontrómirándolo.Eratanraroverunvehículodespuésdetantotiempo…
Tamararespiróhondo.—Vale,novienenadie,asíque…vamos.Corrióparaatravesarlaautovía,conEstragopegadoalostalones.Callsemordióellabioyfuetras
ellos;cadapasoquedabaleenviabapunzadasdedolorporlaspiernasyelcostado.Cuandollegaronalotroladodelacarretera,Callestabaempapadodesudor,ynodecorrer,sinodedolor.Lepicabanlosojos.
—Call…—Tamaraextendiólamanoylatierrasemovióbajosuspies.Unmomentodespués,unfinochorrodeaguasaltóhaciaarriba,comosihubiera rotounabocade riego.Callmetió lasmanosenelsurtidorysesalpicó lacara,mientrasTamara juntaba laspalmasybebía.Eraagradableestarparado,aunquesólofueraunmomento,hastaquelaspiernasdejarandetemblarle.
CallleofrecióaguaaEstrago,peroésteibadeunladoalotro,mirándolosaellosyluegoaloqueparecíauncaminodetierraenladistancia.Callsesecólacaraconlamangayfuedetrásdellobo.
Tamarayélcaminabanensilencio.Ellasehabíaquedadoatrásparairasupaso,ytambién,supusoCall, porque ya debía de estar cansada.Notaba que estaba tan nerviosa como él; semordisqueaba lapuntadeunadelastrenzas,loquesólohacíacuandoestabarealmenteasustada.
—Aaronestarábien—ledijoélcuandollegaronalcaminodetierrayentraronenél.Habíasetosaamboslados—.Esunmakaris.
—TambiénloeraVerityTorresynuncaencontraronsucabeza—replicóTamara,alparecernomuypartidariadetodoelasuntodepensarenpositivo.
Siguieron un pocomás, hasta que el camino se estrechó y pasó a ser un sendero. Call respirabapesadamente e intentaba disimularlo, pero a cada paso aumentaba el dolor en las piernas. Era comocaminarsobrecristalesrotos,exceptoque loscristalesparecía tenerlosdentroyse leclavabanen losnervios.
—Nomegustanadadeciresto—comenzóTamara—,peronocreoquedebamoscontinuaracampoabierto.Sihayunserelementalahídelante,nosverá.Tendremosquemeternosporelbosque.
Allíelsueloseríamásirregular.Nolodijo,peroeraconscientedequeCallavanzaríamásdespacioy que le resultaría más difícil, que era más probable que tropezara y se cayera, sobre todo en laoscuridad. Call respiró lomás hondo que pudo y asintió. Tamara tenía razón: estar a campo abiertoresultabapeligroso.Noimportabasileibaaresultarmásdifícil.HabíadichoquenoibaaabandonarlosniaellaniaAaron,eibaacumplirsupalabra.
Pasotrasdolorosopaso,conlamanoapoyándoseenlostroncosdelosárboles,fueronsiguiendoaEstrago,quelosllevabaenparaleloalsenderodetierra.Finalmente,alolejos,Callviounedificio.
Eraenormeyparecíaabandonado,conlasventanastapiadasyelsueloasfaltadodeunaparcamientovacíodelante.Uncartelapagadosealzabaporencimadelosárbolescercanos.Enélseveíaunabolaparajugaralosbolosyunbolocaído.BOLERAMONTAÑA,decía.Parecíaqueelcartelnosehabíailuminadodesdehacíaaños.
—¿Ves lo que yo veo?—preguntó Call, que pensaba que quizá el dolor le estaba haciendo vervisiones.Pero¿porquéibaaimaginaralgoasí?
—Sí—contestóTamara—.Unaviejabolera.Debedehaberunpueblonomuylejosdeaquí.Pero
¿cómopuedeestaraquíAaron?Ynodigasnadade«mejorandosupuntuación»ohagasningunabromatonta.Seamosserios.
Callseapoyóenlaásperacortezadeunárbolcercanoyresistiólatentacióndesentarse.Temíanopodervolveraponerseenpie.
—Estoyserio.Puedeserdifícildeverenlaoscuridad,perotengomicaradesuperserio.—Habíaqueridoquelaspalabrassonarandistendidas,perolavozlesonótensa.
Seacercaronsigilosamente,yCalltratódeversisalíaluzpordebajodealgunadelaspuertasoentrelas tablasquecubrían lasventanas.Fuerona laparte traseradeledificio.Allíestabaaúnmásoscuro,porque la bolera tapaba la luz de las farolas de la distante carretera.Vieron contenedores de basura,polvorientosyvacíosbajolaluzdeluna.
—Nosé…—comenzóCall,peroEstragosepusoasaltar,rascandolaparedconlapataygimiendo.Call echó la cabeza atrás y miró hacia lo alto. Había una ventana por encima de su cabeza, casicompletamentetapiada,peroCalldistinguióunpocodeluzquesecolabaentrelastablas.
—Ahí.—Tamaraempujóunodeloscontenedores,acercándoloalapared.SesubióencimayluegoletendiólamanoaCallparaayudarloaquehicieralomismo.Éstedejócaerelpaloysubióporellado,alzándoseabasedelafuerzadelosbrazos.Susbotasgolpearonelmetalproduciendounruidoresonante—.Chist—susurróTamara—.Mira.
Era indudable que salía luz entre las tablas. Estaban fijadas a la pared con clavos grandes y deaspectomuysólido.Tamaraparecíadudosa.
—Elmetalesmagiadelatierra…—comenzó.CallsacóaMiridelcinturón.Ladagaparecíazumbarensumanomientrasmetíalapuntabajolos
clavosyempujaba.Lamaderaserompiócomoelpapelyelclavorepicósobrelatapadelcontenedoralsoltarse.
—Guay—susurróTamara.EstragosaltósobreelcontenedormientrasCallsacabalosclavosquequedabanytirabalatablaaun
lado;anteellosaparecieronlosrestosrotosdeunaventana.Lefaltabanlosvidriosylosjunquillos.Másalláde laventana,nomuchomásabajo,vieronunpasillo tenuemente iluminado.Estrago saltó por laventanay salvó los pocos centímetros que lo separabandel suelo del pasillo; luego se volvió ymiróexpectanteaTamarayaCall.
ÉstesemetióaMirienelcinturón.—Allá vamos—dijo, y pasó por la ventana. La caída no fuemucha, pero aun así sus piernas se
resintieron;todavíateníaunamuecadedolorcuandoTamaraseunióaél,aterrizandoasuladosinhacerruidoapesardelabotas.
Miraronalrededor.Noseparecíaennadaalinteriordeunabolera.Estabanenunpasilloconelsueloy las paredes de madera ennegrecida, como si hubiera habido un incendio. Call no podía explicarexactamentecómo,perosentíalapresenciadelamagia.Elaireparecíacargadodeella.
El lobezno comenzó a avanzar por el pasillo, olisqueando el aire. Call lo siguió con el corazónaceleradodemiedo.FueraloquefuesequehubierapensadocuandocomenzóaseguiraEstragodesdelaPuertadelaMisión,nuncasehabríaimaginadoqueacabaríanenunsitiocomoése.ElMaestroRufusibaamatarloscuandoregresaran.Ibaacolgarlosdelosdedosdelospiesyponerlosahacerejerciciosconlaarenahastaqueelcerebroseleshicierapapillaylessalieraporlanariz.YesosiconseguíansalvaraAarondeloquefueraquelohabíaatrapado;sino,elMaestroRufuslesharíaalgomuchopeor.
CallyTamaraavanzarontotalmenteensilencioanteunasalaconlapuertaligeramenteentreabierta,
pero Call no pudo evitar echar un vistazo al interior. Durante un instante pensó que estaba viendomaniquíes, algunos de pie, otros apoyados en las paredes. Pero entonces se dio cuenta de dos cosas:primera,quetodosteníanlosojoscerrados,loqueseríamuyraroenunosmaniquíes,ysegunda,queelpecholessubíaybajabaalrespirar.
Callsequedóheladodemiedo.¿Aquéestabamirando?¿Quéeran?Tamarasevolvióylelanzóunamiradainterrogante.Élhizoungestohacialasalayviolaexpresión
dehorrorquecruzabaelrostrodelachicacuandomiróhaciadondeleindicaba.Tamarasellevólamanoalaboca.Luego,lentamente,sefueapartandodelapuertaeindicóaCallquelaimitara.
—Caotizados—lesusurrócuandoestabanlosuficientementelejosparahaberdejadodetemblar.Call no sabíamuy bien cómo podía afirmarlo sin verles los ojos, pero decidió que no estaba tan
interesadoensaberlocomoparapreguntárselo.Yaestabatanasustadoquesesentíacomosiencualquiermomento sucuerpo fueraa salir corriendo sinél.Loquemenosnecesitabaeraque leproporcionaraninformaciónterrorífica.
Si los caotizados estaban allí, significaba que eso debía de ser un puesto avanzado del Enemigo.Todas las historias queCall había oído, que parecían ser sobre algoque había ocurrido hacíamuchotiempo,queentoncesnolohabíanpreocupado,sehicieronvisiblesensucabezaenesemomento.
ElEnemigohabíacapturadoaAaron.PorqueAaroneraunmakaris.Habían sido tan idiotascomopara dejarlo salir solo del Magisterium. Con toda seguridad el Enemigo se habría enterado de suexistenciayquerríadestruirlo.SeguramenteibaamataraAaron,sinolohabíahechoya.Callnotóqueteníalabocamássecaqueelpapel,yseesforzóporconcentrarseenloquelorodeabasindejarsellevarporelpánico.
El techo del pasillo se iba haciendomás alto a medida que se adentraban en el edificio. En lasparedes, lamadera ennegrecidapasóa serpanelesdemaderanormales, conunextrañopapelpintadoencima:undibujodeviñas,enelque,simirabafijamente,Calljuraríaqueveíainsectosmoviéndose.Seestremecióeintentónopensarennadaexceptoenseguirensilencioyavanzar.
PasaronantevariaspuertascerradasantesdequeEstragoseacercaraaunapuertadedoblehojaygimierafrenteaella;luegosevolvió,expectante,haciaCallyTamara.
—Chist—lohizocallarCall,yelloboloobedeciódespuésdearañarelsuelounavez.Lapuertaeraenorme,hechadeunamaderaoscuraysólidaqueteníamarcasdequemaduras,comosi
elfuegolahubieralamido.Tamarapusolamanoenelpomo,logiróymiródentro.DespuéslacerródenuevoysevolvióhaciaCallconlosojosmuyabiertos.Éstepensóquenuncalahabíavistotanasustada,nisiquieraantelavisióndeloscaotizados.
—Aaron—susurró,peronoparecíatanexultantecomoélsehabríaesperado,noparecíacontentaenabsoluto.Parecíaestarapuntodevomitar.
CalllaapartóparaobservarloquehabíadejadoaTamaraeneseestado.—Call…—leadvirtióellaenunsusurro—.Nolohagas…hayalguienmásahídentro.PeroCallyateníaelojoenlarendijaquehabíaabierto.La sala al otro lado era enorme y se alzaba hasta una estructura de fuertes vigas que cruzaban el
techo. Las paredes estaban llenas de jaulas vacías, apiladas unas encima de otras como cajas. Cajashechasdehierro.Susdelgadosbarrotesmanchadosdealgooscuro.
DeunadelasvigascolgabaAaron.Teníaeluniformerotoyarañazossanguinolentosenlacara,peroporlodemásparecíaileso.Colgababocaabajodeunapesadacadenaunidaaungrilletequelerodeabaeltobillo;lacadenasealzabahastaunapoleaancladaeneltecho.Aaronsedebatíadébilmente,loque
hacíaquelacadenaoscilaradeladoalado.JustodebajodeAaronhabíaotrochico,pequeño,delgadoyconocido,quelomirabaconunasonrisa
malvada.ACallselecayóelalmaalospies.EraDrewelquemirabaaAaroncolgadodelacadenaysonreía.
Teníaunextremode lacadenaenrolladoen lamuñeca.LoestabausandoparabajaraAaronhaciaunenorme contenedor de cristal lleno de una oscuridad que se agitaba y rugía.Mientras Callmiraba laoscuridad,éstapareciómoverseycambiardeforma.Unojonaranjallenodepalpitantesvenitasverdesmiródesdelassombras.
—Sabesloquehayenelcontenedor,¿verdad,Aaron?—dijoDrew,ysusrasgosseretorcieronenunaexpresiónsádica—.Esunamigotuyo.Unelementaldelcaos.Yquieredejarteseco.
CAPÍTULOVEINTITRÉS
Tamara,quesehabíaagachadojuntoaCall,hizounsonidoahogado.—Drew—jadeóAaron,quesindudaestabasufriendo.Intentócogerelgrilletequeleaprisionabael
tobillo, pero desistió, impotente, mientras el elemental del caos alzaba un oscuro tentáculo. Éste fuetomandounaformamásdefinidaalirseacercandoaAaron,hastasercasisólido.Lerozólapiel.
Aaronseestremecióygritódedolor.—Drew,suéltame…—¿Acasonopuedes soltarte solo,makaris?—seburlóDrew,y tiróde lacadena.Aaronseelevó
unos cuantos palmos y quedó fuera del alcance del ser elemental del caos—. Pensaba que eras muypoderoso.Peronoeresnadaespecial,¿verdad?Nadaespecial.
—Nuncadijequelofuera—repusoAaronconvozahogada.—¿Sabeslodifícilqueerafingirserunmalmago?¿Seruntonto?¿OíralMaestroLemuellamentarse
por haberme elegido? Estabamejor preparado que todos vosotros juntos, pero no podía mostrarlo oLemuel habría supuesto quién me había enseñado. He tenido que escuchar a los Maestros contar suestúpidaversióndelahistoriayfingirquemelacreía,aunquesabíaque,denohabersidoporlosmagosy laAsamblea, elEnemigonoshabríadado losmediosparavivir eternamente. ¿Sabes loqueha sidoenterarmedequeelmakariseraunniñoestúpidodeningunapartequenuncaharíanadaconsuspoderesexceptoloqueledijeranlosmagos?
—Asíquevasamatarme—repusoAaron—.¿Poreso?¿Porquesoyunmakaris?Drewseechóareír.CallsevolvióyvioqueTamaraestabatemblando,conlosdedosmuyapretados.—Tenemosqueentrarahí—lesusurróCall—.Tenemosquehaceralgo.Tamarasepusoenpie;sumuñequerabrillóenlaoscuridad.—Lasvigas.Sisubimosallí,podríamosizaraAaronfueradelalcancedeesacosa.Callsintiópánico.Elplanerabueno,perocuandoseimaginólasubidaytratardeequilibrarsupeso
mientras avanzaba por la viga, supo que no podría hacerlo. Resbalaría. Se caería. Durante todo eldolorosocaminoporelbosque,conlaspiernasagarrotadasydoloridas,sehabíadichoqueibaasalvaraAaron.Llegadoelmomento,cuandoestabadelantedeélysuamigoestabaenpeligroynecesitabaquelosalvaran,élsecreíainútil.Ladesesperaciónquesintióeratanhorriblequepensóennodecirnada,enintentarsubiryconfiarenlasuerte.
PerorecordarelmiedoenelrostrodeCeliacuandosalióalasuperficiedelríoyvioaCallperderelcontroldel troncoy lanzarlodandovueltascontraella lohizodecidirse.Siempeoraba lascosasalfingirqueeracapazdeayudar,sóloestaríaponiendoaAaronenunpeligromayor.
—Nopuedo—dijofinalmente.—¿Qué?—preguntóTamara,luegolemirólaspiernasyparecióincómoda—.Oh,claro.Bueno,pues
quédate aquí conEstrago. Volveré enseguida. Seguramente es mejor que sea sólo una persona. Mássigiloso.
Entonces,derepente,Callsediocuentadeloquesípodíahacer.—Yolodistraeré.—¿Qué? ¡No!—exclamó Tamara, y negó con la cabeza para darle más énfasis—. Es demasiado
peligroso.Tieneunelementaldelcaos.—Estrago estará conmigo. Si no lo hago no podrás liberar aAaron.—Call lamiró a los ojos y
esperóqueellacomprendieraquenoibaacambiardeopinión—.Confíaenmí.Tamaraasintióunavez.Luegolesonrióysecolóporlapuerta;apoyabalospiescontantocuidado
que,despuésdedardospasos,CallyanopudooírlosporencimadelasrisasdeDrewyelrugidodelelementaldelcaos.Contólentamentehastadiezyluegoabriólapuertadeparenpar.
—Hola,Drew—saludó,conunasonrisadibujadaenelrostro—.Nomeparecequeestoseparezcaennadaaunaescueladeequitación.
Drewpegótalsaltohaciaatrás,sorprendido,quealtirardelacadenasubióaAaronvariospalmosmás.Aarongritódedolor,loquehizogruñiraEstrago.
—¿Call?—exclamóDrewsinpodercreérselo,yCallrecordóaquellanocheenlahondonadaalasafuerasdelMagisterium:Drewtemblandodefríoyllamándolo,coneltobilloroto.DetrásdeDrew,Callvio aTamara, que comenzaba a subir por la pareddel fondo; empleaba las jaulas apiladas comounaespeciedeescalerademano,poniendolospiesentrelosbarrotes,tansilenciosacomoungato—.¿Quéestáshaciendoaquí?
—¿Deverdadquieressaberlo?¿Quéestoyhaciendoaquí?—repitióCall—.¿Quéestáshaciendotúaquí?Apartedequererqueunelementaldelcaossecomaatucompañerodeclase.Deverdad,¿quétehahechoAaron?¿Sacarmejornotaquetúenunexamen?¿Cogerelúltimotrozodeliquenenlacena?
—Cierraelpico,Call.—¿Deverdadcreesquenotevanapillar?—Aúnnomehanpillado.—Drewparecíaestarrecuperándosedelasorpresa.SonrióaCalldeuna
formamuydesagradable.
—¿Sólo era comedia… todo eso sobre el Maestro Lemuel, todas esas veces que fingías ser unalumnonormalycorriente?¿LlevasdesdeelprincipioespiandoparaelEnemigo?—Callnosóloestabaganando tiempo, también sentía auténtica curiosidad. Drew estaba igual: cabello castaño enredado,delgado, grandes ojos azules, pecas, pero había algo en el fondo de sus ojos queCall no había vistoantes,algofeoytenebroso.
—Los Maestros son tan estúpidos… —contestó Drew—. Siempre preocupados por lo que elEnemigoestaráhaciendofueradelMagisterium.PreocupadosporelTratado.Sinpensarnuncaquepodíahaber un espía entre ellos. Incluso cuando me escapé del Magisterium para enviar un mensaje alEnemigo,¿quéhicieronellos?—Abriómuchosusgrandesojosazules,yporunmomentoCallcaptóundestellodelchicodelautocar,queparecíamuynerviosoporiralaescuelademagia—.«Oh,elMaestroLemuel es tan malo… Me asusta». ¡Y van y lo echan! —Drew se rio, y la máscara de inocenciadesapareciódenuevo,mostrandolafrialdadquehabíadebajo.
EstragogruñóalveresoysepusoentreDrewyCall.—¿YquémensajeleenviastealEnemigo?—preguntóCall.Aliviado,vioqueTamarayacasihabía
llegadoalasvigas—.¿FuesobreAaron?—Elmakaris—soltóDrew—.Durantetodosestosañoslosmagoshanesperadoaunmakaris,pero
nosonlosúnicos.Nosotrostambiénloesperábamos.—TiródelacadenaquesujetabaaAaron,quesoltóungemidodedolor.PeroCallnolomiró,nopodía.SiguióconlosojosclavadosenDrew,comosideestemodopudierahacerqueDrewsóloleprestaraatenciónaél.
—¿Nosotros?—preguntóCall—.Porquesóloveoaunlocoaquí.Ati.Drewnohizocasodelapulla.NisiquieraprestóatenciónaEstrago.—Nopuedescreerqueyoestoyalmandodeesto—contestó—.Noseasestúpido,Call.Apuestoa
quehasvistoaloscaotizados,alossereselementales.Apuestoaquepuedessentirlos.Yasabesquiénmandaaquí.
Calltragósaliva.—ElEnemigo—contestó.—ElEnemigo…noesloquepiensas.—Drewagitólacadenasinpensar—.Podríamosseramigos,
Call.Heestadoobservándote.Podríamosestardelmismolado.—En realidad, no.Aaron esmi amigo.Y elEnemigo lo quieremuerto, ¿verdad?No quiere otros
makarisquelopuedandesafiar.—Estandivertido…Nosabesnada.CreesqueAaronestuamigo.Creesquetodoloquetehandicho
enelMagisteriumesverdad.Puesnoloes.LedijeronaAaronquelomantendríanasalvo,peronohasidoasí.Nopodían.—TiródelacadenaquesujetabaaAaron,yCallhizounamueca,esperandoelgritodedolordeAaron.
Peronolohubo.Callmiróhaciaarriba.Aaronyanoestabacolgando.Tamaralohabíasubidoalavigayestabasobreél,tratandoatodaprisadesoltarlelacadenadeltobillo.
—¡No! —Drew tiró de nuevo, furioso, pero Tamara había conseguido romperla. Drew soltó lacadenacuandolaviocaer.
—Mira,ahoravamosairnos—dijoCall—.Voyairsaliendodeaquíy…—¡Novasairaningunaparte!—gritóDrew,ycorrióparaapoyarlamanosobreelcontenedorde
cristal.Fuecomosihubiera introducidouna llave enunacerraduray abiertounapuerta, peromuchomás
violento.Elcontenedorsaltóenpedazosyvolaroncristalesentodasdirecciones.Callsecubrióelrostro
conlasmanosmientrasesquirlasdecristal,comounalluviadepequeñasagujas,seleclavabanenlosantebrazos. Pareció que el viento había empezado a soplar en la sala.Estrago estaba gañendo, y enalgunaparte,TamarayAarongritaban.
Lentamente,Callabriólosojos.Elelementaldelcaossealzabaanteél,cubriendodesombrassucampodevisión.Suoscuridadse
retorcíaenrostrosamedioformarybocasllenasdedientes.Sietebrazoscongarrasfueronaporélalmismotiempo,algunasdeellasconescamas,otraspeludasyotrastanblancascomolacarnemuerta.
Call sintiónáuseasy retrocedióunpaso.Sinpensar, lamanose le fueal costado, losdedos se lecerraronalrededordelaempuñaduradeMiri,desenvainóladagaylablandióantesíformandoungranarco.
Miri se hundió en algo, algo que cedió bajo la hoja como fruta podrida. Salieron aullidos de lasmuchasbocasdelmonstruodelcaos.Teníaunlargocorteenunodelosbrazos,ylaoscuridadmanabadelaheridayseretorcíaenelairecomoelhumodeunfuego.Otrotentáculotratódecogerlo,peroCallselanzóalsueloysólolerozóelhombro.Peroelbrazoselequedócomodormidoalinstante,yMiriselecayódelamano.
Calltratódealzarsesobreelcodoydearrastrarseconlamanobuenapararecuperarladaga.Peronoteníatiempo.Elserelementalselanzó,deslizándosehaciaélporelsuelocomounamanchadeaceite,unaenormelenguadesapoarrastrándose,directahaciaCall…
Conunaullido,Estragosaltóenelaireyaterrizódirectamentesobreelelemental.Hundiólosdientesenlalisasuperficieyconlasgarrasrasgólaoscuridadrodante.Elmonstruosesacudióyseechóhaciaatrás.Lesurgieroncabezasportodaspartes,ybrazosquetratabandeagarraraEstrago,peroellobeznosemantuvoarriba,cabalgandoalmonstruo.
Call vio la oportunidad. Se puso en pie rápidamente y agarró aMiri con lamano buena.Avanzódeprisayhundióladagaenloqueparecíaserelcostadodelser.
Retirólahoja,quesaliógoteandoalgonegro,entrehumoyaceite.Elelementaldelcaosrugióysesacudió,lanzandoaEstragopor losaires.El lobeznovolóyseestrellócontraelsueloalfondode lasala,cercadeunapuertadoble.Gimióunavezyluegosequedóinmóvil.
—¡Estrago!—gritóCall,ycorrióhaciaellobo.Estabaamediocaminocuandooyóunrugidoasuespalda.Sevolvióyseenfrentóalmonstruodelcaos.Callestabamásquefurioso;siesacriaturahabíahecho daño a Estrago la cortaría en miles de trozos asquerosos y aceitosos. Avanzó con Miridestellándoleenlamano.
Elelementaldelcaosseechóatrás,conlaoscuridadencharcándosealrededordeél,comosiyanotuvieratantasganasdeluchar.
—¡Vamos,cobarde!—gritóDrew,ylesoltóunapatada—.¡Cógelo!Hazlo,estúpidomontónde…El ser elemental del caos saltó, perono endirección aCall.Retorciéndose, fue aporDrew.Éste
gritóunavez,yelelementalcayósobreélcomounaola.Callsequedóparalizado,conMirienlamano.Pensóeneldolorheladoquelohabíarecorridoconsólounrocedelasustanciadelacriaturadecaos.Yenesemomento,todaesasustanciaestabaderramándosesobreDrew,quesesacudíayseretorcíabajoélconlosojosenblanco.
—¡Call!—Elgrito lo sacóde suparálisis; eraTamara,que lo llamabadesde lasvigasdel techo.Estaba arrodillada, y Aaron estaba a su lado. El grillete y las cadenas se amontonaban en una pilaretorcida:Aaronestaba libre,aunque teníamarcasdesangreen lasmuñecas,dondedebíandehaberloatado,seguramentecuandolotransportarondesdeelMagisterium.Callestabasegurodequelostobillos
aúnlostendríapeor—.¡Call,saldeahí!—¡Nopuedo!—CallseñalóconMiri.ElelementaldelcaosyDrewestabanentrelapuertayél.—Veporahí—dijoTamara,yseñalólapuertaqueCallteníadetrás—.Buscaalgo,unaventana,lo
quesea.Nosencontraremosfuera.CallasintióycogióaEstrago.«Porfavor—pensó—.Porfavor».Elcuerpoestabacaliente,ycuandoapretóallobeznocontrasupecho,notólosconstanteslatidosdel
corazóndeEstrago.Elpesoextrahacíaqueledolieranmáslaspiernas,peronoleimportó.«Sevaaponerbien—sedijoconfirmeza—.Ahora,muévete».MiróhaciaatrásyvioqueTamarayAaronestabanbajandodeltecho,cercadelaotrapuerta.Pero
mientrasmiraba,elserelementaldelcaosseapartódelcuerpodeDrew.Variasbocasseabrieronyunalenguamoradarestallócomounlátigoparaprobarelaireconsupuntabífida.LuegocomenzóamoversehaciaCall.
Éstegritóypegounbote.Estragosesacudióensusmanos, ladróysaltóalsuelo.Corrióhacia lapuertaalfondodelasala,Callloimitópegadoaél.Atravesaronlapuertajuntosycasilahicieronsaltardelosgoznes…
Estrago se detuvo derrapando. Call casi cayó sobre él, y se tambaleó antes de recuperar elequilibrio.
Mirólasala:parecíaellaboratoriodeldoctorFrankenstein.Matracesllenosdelíquidosdecoloresrarosburbujeabanportodaspartes;enormesmáquinascolgabandeltechoconruedasquegiraban,ylasparedesestabancubiertasdejaulasqueconteníansereselementalesdediferentestamaños;bastantesdeellosbrillabanconfuerza.
EntoncesCalllooyóasuespalda:ungruñidoespesoyborboteante.Elelementaldelcaoslohabíaseguidoalasalaeibatrasél,unaenormenubeoscuracubiertadegarrasydientes.Callcorriódenuevotodo loquepudo, lanzandomatracesalsuelomientrassedirigíahacia loqueparecíaunapanopliadearmasantiguasque sehallabaenunade lasparedes.Si iba apor el elemental conesapesadahacha,quizá…
—¡Detente!—Unhombrevestidoconunhábitoconcapuchasaliódedetrásdeunaenormeestantería.Teníaelrostroentrelassombras,yblandíaunenormecayadoconunapiedradeóniceenlapunta.Alverlo,Estragosoltóungañidoysemetióbajounadelasmesascercanas.
Callsequedóclavadoenelsitio.Eldesconocidopasójuntoaélsinmirarloyalzóelcayado.—¡Basta!—gritóconunaprofundavoz,ydirigiólapuntadeónicehaciaelelemental.Laoscuridadestallódesdelapiedra,cruzólasalaendirecciónalmonstruoyloalcanzódelleno.La
oscuridadsehinchóycreció;envolvióal serelementaly se lo tragóhacia lanada.Conunhorribleyborboteantegrito,elserdesapareció.
Elhombre sevolvióhaciaCall y lentamente sebajó la capuchadelhábito.Tenía el rostromediooculto por unamáscara de plata que le cubría la nariz y los ojos.Bajo ella,Call vio unaprominentebarbillayuncuellocruzadoporcicatricesblancas.
Lascicatriceserannuevas,y lamáscara le resultabafamiliar.Call lahabíavistoantesendibujos.Había oído describirla.Unamáscara que servía para ocultar las cicatrices de una explosión que casihabíaacabadoconelhombrequelallevaba.Unamáscaraparaaterrorizar:
LamáscaraquellevabaelEnemigodelaMuerte.—CallumHunt—dijoelEnemigo—.Esperabaquefuerastú.
ACalllodejóatónitoqueelEnemigoledijeraeso.Abriólaboca,perosólolesalióunsusurro.—EresConstantineMadden.ElEnemigodelaMuerte.ElEnemigoseacercóaél,unremolinodenegroyplata.—Ponteenpie—dijo—.Déjamequetemire.Lentamente,CallsepusoenpieanteelEnemigodelaMuerte.Lasalaestabacasiensilencio.Incluso
losgemidosdeEstragoparecíantenuesydistantes.—Mírate—dijoelEnemigo.Habíaunextrañotonodesatisfacciónensuvoz—.Lodelapiernaes
unapena, claro, pero, a fin de cuentas, eso no importará. SupongoqueAlastair prefirió dejarte comoestabasenvezdeemplear lamagiacurativa.Siemprefuemuyobstinado.Yahoraesdemasiado tarde.¿Lo has pensado alguna vez, Callum? ¿Que quizá, siAlastairHunt fueramenos obstinado, tú podríashabersidocapazdecaminarperfectamente?
Callnolohabíapensadonunca.Peroenesemomentolaideaseleclavócomountrozodehieloenlagarganta, impidiéndolehablar.Fue retrocediendohastaque sediocon la espaldaenunade las largasmesasllenasdejarrasymatraces.Sequedóparalizado.
—Perotuojos…—YelEnemigoparecióestardisfrutando,aunqueaCallnoseleocurríaquépodíahaberdetansatisfactorioensusojos.Sintiócomosilacabezaledieravueltas,confuso—.Dicenquelosojossonelespejodelalma.LehiceaDrewunmontóndepreguntassobreti,peronuncasemeocurriópreguntarleportusojos.—Fruncióelceño.Lapielllenadecicatricessetensóbajolamáscara—.Drew—llamó—.¿Dóndeestá?—Alzólavoz—.¡Drew!
Silencio.Callsepreguntóquépasaríasideslizaralamanodetrásdesuespalda,agarraraunodelosmatracesolasjarras,yselatiraraalEnemigo.¿Conseguiríaganartiempo?¿Podríacorrer?
—¡Drew!—repitióelmago,yhabíaalgomásensuvoz,algoparecidoalainquietud.PasóanteCall,impaciente,ycruzólapuertadobleparaentrarenlasalademadera.
Hubounmomentodeabsolutosilencio.Callmiróalrededor,desesperado, tratandodeversihabíaalgunaotrapuerta,cualquierotraformadesalirdeesasalaquenofueralapuertadoble.Nolahabía.Sólohabíaestantesllenosdetomospolvorientos,mesascargadasdematerialesdealquimiay,enloaltodelasparedes,pequeñoselementalesdelfuegometidosennichosdecobrebatidoqueiluminabanlasalaconsuresplandor.LoselementalesmiraronaCallconsusojosnegrosyvacíosmientras le llegabaunsonidodesdelaotrasala:ungritolargoyagudodedolorydesesperación.
—¡DREW!Estragolanzóungemebundoaullido.Callcogióunodelosmatracesdecristalyatravesólapuerta
doble.Unagudodolor lesubiópor lapiernayse leextendióporelcuerpo,comosi tuvieracuchillasclavándoseleporlasvenas.Queríadejarsecaer;queríaestirarseenelsueloydejarsellevar.Seagarróalmarcodelapuertaymiróalotrolado.
El Enemigo estaba de rodillas, con Drew sobre su regazo, flácido e inerte. Su piel ya habíacomenzadoavolversedeunfríocolorazulado.Nuncamásvolveríaadespertar.
Horrorizado, Call sintió que el corazón le saltaba dentro del pecho. No era capaz de apartar lamiradadelEnemigo,encorvadosobreelcuerpodeDrew,elcayadoolvidadoenel suelo.PasabasusmanosconcicatricesporelcabellodeDrewunayotravez.
—Mihijo—susurraba—.Mipobrehijo.Calltragósalivayretrocedió,peroelEnemigoyaseestabaponiendoenpieyrecogiendosucayado.
LomovióapuntandoaCall,yéstesetambaleóhaciaatrás;elmatrazlevolódelamanoysehizoañicoscontraelsuelo.Seagachósobreunarodilla,lapiernadobladaleardíadedolor.
—Yono…—comenzó—.Hasidounaccidente…—Levántate—rugióelEnemigo—.Levántate,CallumHunt,yenfréntateamí.Lentamente,Call sepuso enpieymiró al hombrede lamáscaradeplata.Elmuchacho temblaba,
temblabaporeldolorquesentíaenlaspiernasylatensiónenelcuerpo,temblabademiedoyadrenalina,ydelfrustradodeseodehuir.ElrostrodelEnemigomostrabasufuria;losojoslebrillabanderabiaydolor.
Callquisoabrirlaboca,quisomanifestaralgoensudefensa,peronohabíanadaquepudieradecir.Drewyacíainmóvil,conlosojosapagadosentrelosrestosdelcontenedordecristal:estabamuertoylaculpaeradeCall.Noteníaunaexplicación,nopodíadefenderse.EstabafrentealEnemigodelaMuerte,quehabíaacabadoconejércitosenteros.Noibaadudaranteunsimplemuchacho.
CallapartólasmanosdelaempuñaduradeMiri.Sólolequedabaunacosaporhacer.Respiróhondoysepreparóparamorir.EsperabaqueTamarayAaronhubieranpodidopasaranteloscaotizados,hubieranpodidosalirpor
laventanayestuvieranenelcaminodevueltaalMagisterium.Esperabaque,comoEstragoerauncaotizado,elEnemigonofueramuyduroconélpornoserun
malvadolobozombi.EsperabaquesupadrenoseenfadarademasiadoconélporhaberidoalMagisteriumyhacerquelo
mataran,exactamentecomosiemprehabíadichoélquepasaría.EsperabaqueelMaestroRufusnoledierasuplazaaJasper.ElmagoestabatancercadeélqueCallpodíanotarelcalordesualiento,podíaversuestrechaboca
retorcida,elbrillodesusojos,yletemblótodoelcuerpo.—Sivasamatarme—dijodesafiante—,adelante.Hazloya.Elmagoalzó el cayadoy lo tiró aun lado.Sedejó caerde rodillas, con la cabezagacha, enuna
posturatotaldesúplica,comosileestuvierapidiendoclemenciaaCall.—Maestro,miMaestro—dijoconvozrasposa—.Perdóname.Nolohabíavisto.Calllomirótotalmenteconfuso.¿Quéqueríadecir?—Esto es una prueba. Una prueba de mi lealtad y compromiso. —El Enemigo respiró
entrecortadamente. Era evidente que se estaba controlando por pura fuerza de voluntad—. Si tú, miMaestro,hasdecretadoqueDrewdebíamorir,entoncessumuertedebeserviraunpropósitosuperior.—Laspalabrasparecíancortarlelagarganta,comosiledolierapronunciarlas—.Yahorayotambiéntengounobjetivopersonalenmibúsqueda.MiMaestroessabio.Comosiempre,essabio.
—¿Quéestásdiciendo?—exclamóCall convoz temblorosa—.No loentiendo.¿TuMaestro?¿NoerestúelEnemigodelaMuerte?
Para total perplejidad de Call, el mago alzó la mano y se quitó la máscara. Su rostro quedó aldescubierto. Era una cara desfigurada, vieja, arrugada y curtida. Era un rostro que le resultabaextrañamentefamiliar,peronoeraelrostrodeConstantineMadden.
—No,CallumHunt.YonosoyelEnemigodelaMuerte—afirmó—.Loerestú.
CAPÍTULOVEINTICUATRO
—¿Qué?—soltóCall,boquiabierto—.¿Quiéneres?¿Porquémediceseso?—Porquees laverdad—respondióelmago, sujetando lamáscaradeplataen lamano—.Túeres
ConstantineMadden.Ysimemirasbien,tambiénsabrásminombre.ElmagoseguíaarrodilladoalospiesdeCall,ysubocacomenzóatorcerseenunaamargasonrisa.«Estáloco—pensóelmuchacho—.Tienequeestarlo.Loquedicenotieneningúnsentido».Perolafamiliaridaddesucara…Calllohabíavistoantes,almenosenfotografías.EraelMaestro
Joseph.—Yoteenseñé—dijoelMaestroJoseph—.¿Puedolevantarme?Callnodijonada.«Estoyatrapado—pensó—.Estoyatrapadoaquíconunmagolocoyuncadáver».Alparecer,elMaestroJosephinterpretósusilenciocomopermiso,yselevantóconciertoesfuerzo.—Drewmedijoquenoteníasrecuerdos,peroyonolocreí.Pensabaquecuandomevieras,cuando
tedijera la verdad sobre ti, recordarías algo.No importa.Quizáno lo recuerdes, peroyo te aseguro,CallumHunt,que lachispade lavidaen tu interior, el alma, si así loprefieres, todo loqueanima laenvoltura que es tu cuerpo, pertenece a Constantine Madden. El auténtico Callum Hunt era un bebélloriqueante.
—Estoesunalocura—dijoCall—.Nopasancosasasí.Nopuedesintercambiaralmas.—Cierto,yonopuedo—repusoelmago—.Perotúsí.¿Simelopermites,Maestro?Alzó lamano.Alcabodeunmomento,Call sediocuentadeque leestabapidiendopermisopara
cogerlelamano.CallsabíaquenodebíatocaralMaestroJoseph.Grancantidaddemagiasecomunicabaporeltacto:
tocandoelementos,extrayendosupoderatravésdeuno.PeroaunqueloquedecíaelMaestroJosepheraunalocura,habíaalgoenelloqueempujabaaCall,algoenel interiordesumentedeloquenopodíalibrarse.
Fue tendiendo lamano lentamente. ElMaestro Joseph se la cogió y entrelazó sus dedos anchos yrugososconlosmáspequeñosdeCall.
—Mira—susurró, y una descarga eléctrica atravesó a Call. Todo se le puso como blanco, y derepentefuecomosiestuvieraviendoescenasproyectadassobreunapantallagiganteanteél.
Viodosejércitosenfrentadosenunaextensaplanicie.Eraunaguerrademagos:explosionesdefuego,flechas de hielo y ráfagas de viento con fuerza de huracán volaban entre los combatientes. Call viorostrosconocidos:unMaestroRufusmuchomás joven,unMaestroLemueladolescente, lospadresdeTamara,yalacabezadetodosellos,montadasobreunserelementaldelfuego,VerityTorres.Lamagiadelcaoslesalíadelasmanosextendidasmientrasvolabaporencimadelcampo.
ElMaestroJosephsealzóconunobjetopesadoenlamano.Brillabaconelcolordelcobre;parecíaunagarraconlosdedosestirados.Agarróunaráfagadevientomágicoyloenvióporelaire.ElobjetosehundióenelcuellodeVerity.
Éstacayóhaciaatrás,dejandohilillosdesangreenelaire,yelelementaldelfuegoquehabíaestadomontandoaullóyseencabritó.Unrayosaliódesuspatas,alcanzóalMaestroJosephyéstesederrumbó.Lamáscaradeplataselecayóydejóversurostro.
—¡NoesConstantine!—gritóunavozáspera.LavozdeAlastairHunt—.¡EselMaestroJoseph!Laescenacambió.ElMaestroJosephestabaenunasalahechademármolescarlata.Legritabaaun
grupodemagos,queseencogíanasustados.—¿Dóndeestá?¡Osexijoquemedigáisquélehapasado!Unospesadospasosseoyerona travésde lapuertaabierta.Losmagosseapartaronparacrearun
pasilloporelquedesfilaroncuatrocaotizadosquecargabanuncuerpo.Elcuerpodeunjovendecabellorubio,conunaenormeheridaenelpechoylaropaempapadaensangre.DepositaronelcuerpoalospiesdeJoseph.
ElMaestroJosephsedesmoronóycogióelcuerpodeljovenentresusbrazos.—Maestro—siseó—.Oh,miMaestro,elEnemigodelaMuerte…Eljovenabriólosojos.Erangrises;CallnuncahabíavistolosojosdeConstantineMadden,nuncase
lehabíaocurridopreguntardequécoloreran.ErandelmismogrisquelosdeCall.Grisesyvacíoscomouncielodeinvierno.Surostroestabaflácido,carentedeemoción.
ElMaestroJosephahogóungrito.—¿Quépasa?—preguntómientrassevolvíahacialosotrosmagosconelrostrocargadodefuria—.
Sucuerpovive,aunqueapenasconservaunhálito,perosualma…¿Dóndeestásualma?Laescenacambiódenuevo.Callsehallabaenunacuevatalladaenelhielo.Losmuroseranblancos
ycambiabandecolorallídondelosdesdibujabanlassombras.Elsueloestabacubiertodecadáveres:magosdesplomados,algunosconlosojosabiertos,otrossobrecharcosdesangrehelada.
Callsupodóndesehallaba.LaMasacreFría.Cerrólosojos,peronosirviódenada:aúnpodíaver,
porquelasimágenesestabandentrodesucabeza.VioalMaestroJosephcaminarentrelosasesinados,eirsedeteniendoaquíyallíparadarlavueltaauncadáverymirarleelrostro.Pasadounmomento,Callsediocuentade loqueestabahaciendo.Estabaexaminandoa losniñosmuertos, sin tocar a losadultos.Finalmentesedetuvoysequedómirandofijamente,yCallvioquéeraloquemiraba.Noerauncuerpo,sinounaspalabrasgrabadasenelhielo.
MATAALNIÑODe nuevo la escena cambió y pasaron a ir volando de aquí para allá, como hojas en la brisa: el
MaestroJosephenunaciudadopueblotrasotro,buscando,siemprebuscando,examinandolosregistrosdenacimientosdeloshospitales,losregistrosdelapropiedad,cualquierposiblepista…
El Maestro Joseph en un patio de juegos de hormigón, observando a un grupo de niños queamenazabanaotromáspequeño.Derepente,elsuelotemblóyseestremeció,unaenormegrietadividióelpatiocasiporlamitad.Todoslosmatonessalieroncorriendo,yelchicomáspequeño,queestabaenelsuelo, se levantó y miró alrededor con ojos perplejos. Call se reconoció a sí mismo. Delgaducho,moreno,conlosojoscomolosdeConstantine,lapiernamalatorcidaenunfeogesto…
NotóqueelMaestroJosephcomenzabaasonreír.Callvolvióalarealidadconunasacudida,comosihubieracaídoensupropiocuerpodesdeunagran
altura.SetambaleóhaciaatrásyarrancólamanodeentrelasdelMaestroJoseph.—No—dijoconvozahogada—.No,noloentiendo…—Oh,yocreoquesí—repusoelmago—.Creoqueloentiendesmuybien,CallumHunt.—Paraya—replicóCall—.ParadellamarmeCallumHuntdeesamanera…Damiedo.Minombre
esCall.—No,noloes—lorebatióelMaestroJoseph—.Éseeselnombredetucuerpo,delacáscaraquete
cubre.Unnombrequedesecharáscuandoestéslisto,igualquedescartarásesecuerpoyentraráseneldeConstantine.
Callalzólasmanos.—¡Nopuedohacereso!¿Ysabesporqué?PorqueConstantineMaddenaúnsigueaquí.Deverdad
que no entiendo cómo puedo ser esa persona que está por ahí dirigiendo ejércitos, invocando aelementalesdelcaosycreandolobosgigantesconojosraros,cuandoesapersonayaexistey¡ESOTRAPERSONA!—Callestabagritando,perosuvozsonabacomounruego,inclusoasímismo.Queríaquetodoestoacabara.Nopudoevitarvolveraoírenlacabezaelecodelaspalabrasdesupadre.
«Call,debesescucharme.Túnosabesquiéneres».—¿Aún aquí? —repitió el Maestro Joseph sonriendo con amargura—. Oh, la Asamblea y el
Magisterium creen que Constantine sigue actuando en el mundo, porque eso es lo que queremos quecrean.Pero¿quiénlohavisto?¿QuiénhahabladoconéldesdelaMasacreFría?
—Haygentequelohavisto…—protestóCall—.¡SehareunidoconlaAsamblea!¡FirmóelTratado!—Enmascarado—repusoelMaestroJoseph,ylevantólamáscaradeplataquellevabaalprincipio
desuencuentro—.YomehicepasarporélenlabatallacontraVerityTorres,ysabíaquepodíahacerlodenuevo.ElEnemigohapermanecidoescondidodesdelaMasacreFría,ycuandonoteníamásremedioquemostrarse,yolohacíaensulugar.Pero¿yelpropioConstantine?Fueheridodemuertehacedoceaños,enlacuevadondeSarahHuntytantosotrosmurieron.Notabaquelavidaseleescapabayempleóloqueyahabíaaprendido:elmétododemoverunalmadeuncuerpoaotro;asísesalvó.Igualquefuecapazdecogeruntrozodecaosymetérselodentroaloscaotizados,sesacósupropiaalmaylacolocódentrodelmejorrecipientequeteníaamano.Tú.
—PeroyonoestuveenlaMasacreFría.Yonacíenunhospital.Lapierna…—Unamentiraque tehacontadoAlastairHunt.Lapierna se te rompiócuandoSarahHunt tedejó
caeralhielo—explicóelMaestroJoseph—.Sabíaloquehabíasucedido.Elalmadeunniñosehabíavisto obligada a salir y el alma de Constantine Madden había ocupado su lugar. El niño se habíaconvertidoenelEnemigo.
Callnotóquelepitabanlasorejas.—Mimadreno…—¿Tumadre?—soltóelMaestroJoseph,despectivo—.SarahHuntfuesólolamadredelacáscara
quetecontiene.Inclusoellalosabía.Notuvolafuerzaparahacerloellamisma,perodejóunmensaje.Unmensajeparalosquellegaranalacuevadespuésdesumuerte.
—Laspalabrasenelhielo—susurróCall.Sintióunmareoynáuseas.—«Mataalniño»—recordóelMaestroJosephconcruelsatisfacción—.Lograbóenelhieloconla
puntadecuchilloquellevas.Fueloúltimoquehizoenestemundo.Callsesentíaapuntodevomitar.Puso lamanoatrásbuscandoelbordede lamesayseapoyóen
ella,respirandocondificultad.—El alma de Callum Hunt está muerta —continuó el Maestro Joseph—. Expulsada del cuerpo,
aquella alma se marchitó y murió. El alma de Constantine Madden ha echado raíces y ha crecido,renacidaeintacta.Desdeentonces,susseguidoreshantrabajadoparaqueparecieraquenohabíadejadoestemundo,paraque tú estuvieras a salvo.Protegido.Paraque tuvieras tiempodemadurar.Paraquepudierasvivir.
«Callquierevivir».EsoeraloqueCall,bromeando,habíaañadidoasuQuincunceimaginarioyque,enesemomento,yanoparecíaunabroma.Horrorizado,sepreguntóhastaquépuntoeraverdad.¿Habíaqueridovivircontantaintensidadquehabíallegadoarobarleelalmaaotrapersona?¿Deverdadhabíasidoél?
—NorecuerdonadadeserConstantineMadden—susurróCall—.Sólohesidoyo…—Constantine siempre supo que podíamorir—explicó Joseph—. Lamuerte era sumayor temor.
Intentóunayotraveztraerdevueltaasuhermano,peronoconsiguiórecuperarsualma,todoaquelloquehacíaqueJerichofueraquieraera.Decidióhacertodoloquehicierafaltaparaseguirvivo.Llevotodoeste tiempoesperandoaque tengas la edad suficiente,Call.Yaquí estás, casi listo.Pronto, laguerracomenzarádenuevoenserio…yestavezestamossegurosdeganar.
LosojosdelMaestroJosephbrillabanconalgoqueseparecíamuchoalalocura.—Noséporquécreesqueestarédetulado—repusoCall—.TellevasteaAaron.—Sí—contestóJoseph—.Peroeraatiaquienqueríamos.—Yhabéishechotantoesfuerzo, incluidoelsecuestro,sóloparaqueyovinieraaquípara…¿qué?
¿Paracontarmetodoesto?¿Porquénodecírmeloantes?¿PorquénohaberlohechoinclusoantesdequefueraalMagisterium?
—Porque creíamosque túya lo sabías—masculló elMaestro Joseph—.Penséquedisimulabas apropósito, para permitir que tu cuerpo y tu mente crecieran y de nuevo pudieras convertirte en elformidableenemigodelaAsambleaquefuisteantes.Nomeacerquéatiporquesupusequesidesearasquemeacercaratehabríaspuestoencontactoconmigo.
Callrioconamargura.—¿Así que no te acercaste porque no querías estropearme la tapadera?Y todo este tiempo yo ni
siquierasabíaqueteníaunatapadera.Esdelomásdivertido.
—Noveoqueseadivertidoenabsoluto.—LaexpresióndelMaestroJosephnocambió—.Esunasuertequemi…queDrewpudieradarse cuentadequeno teníasni ideadequiéneres en realidad,opodríashabertetraicionadosindartecuenta.
CallmirófijamentealMaestroJoseph.—¿Vasamatarme?—lepreguntódesopetón.—¿Matarte?Heestadoesperándote—contestóJoseph—.Durantetodosestosaños.—Bueno,entoncestodotuestúpidoplanhasidoparanada—replicóCall—.Voyavolverydecirle
alMaestroRufusquién soy en realidad.Voy a decirles a todos en elMagisteriumquemipadre teníarazón,yquedeberíanhaberloescuchado.Yvoyadetenerte.
ElMaestroJosephsonrióymoviólacabezaenungestodesuficiencia.—Creoqueteconozcounpocomejorquetodoeso,tengaselaspectoquetengas.Volverásyacabarás
elCursodeHierro,ycuandoregresesparaelCursodeCobre,hablaremosdenuevo.—No, no hablaremos.—Call se sintió infantil y pequeño; el peso del horror lo abrumaba—.Les
diré…—¿Lesdirásquiéneres?Teataránlamagia.—Noloharán.—Sí que lo harán—le aseguró elMaestro Joseph—.Eso si no tematan.Te atarán lamagia y te
enviaráncontupadre,queahorayasabe,sinningunaduda,quenoestupadre.Call tragó saliva con fuerza. Hasta ese momento no había pensado en cuál sería la reacción de
Alastairanteesarevelación.Supadre,quehabíarogadoaRufusqueleataralamagia…porsiacaso.—Perderásatusamigos.¿Deverdadcreesquetedejaránacercarteasupreciosomakaris,sabiendo
quiéneres?EntrenaránaAaronStewartparasertuenemigo.Esoesloquehanestadobuscandotodoestetiempo.EsoesloqueesAaron.Noestucompañero.Estudestrucción.
—Aaron esmi amigo—replicó Call, con una voz bastante desesperada. Era consciente de cómosonaba,peronolopodíaevitar.
—Loquetúdigas,Call.—ElMaestroJosephteníalaexpresiónserenadealguienquesabequetienerazón—.Alparecer,tuamigotendráquetomarunascuantasdecisiones.Igualquetú.
—Yoelijo—repusoCall—.ElijovolveralMagisteriumycontarleslaverdad.UnabrillantesonrisadividióelrostrodeJoseph.—¿De verdad? Esmuy fácil estar aquí delante y desafiarme amí. No habría esperadomenos de
ConstantineMadden.Siemprefuistedesafiante.Perocuandolacosavayaenserio,cuandodebastomarunadecisión,¿deverdadsacrificarástodoloqueteimportaporunidealabstractoquesóloentiendesamedias?
Callnegóconlacabeza.—Pero tendré que renunciar a eso de todas formas. No parece que vayas a dejarme volver al
Magisterium.—Puesclaroquesí—contestóelMaestroJoseph.Callpegóunbote,sobresaltado,ysegolpeóelcodocontralaparedqueteníadetrás.—¿Qué?—Oh,miMaestro—susurróelMaestroJoseph—.¿Esquenoloves…?Nollegóaacabarlafrase.Conunenormeestruendo,eltechosequebró.Callcasinituvotiempode
mirararribaantesdequetodoparecieraconvertirseenunaduchadetrozosdemaderayhormigón.OyóelgritoroncodelMaestroJosephjustoantesdequeunamontañadeescombroscayeraentreellosyle
taparalavisióndelmago.ElsueloselevantóbajolospiesdeCall,quesefuedelado,mientrasextendíaelbrazoparasujetaraunEstragoquequeríaecharacorrer,asustado.
Durante un momento, todo tembló, y Call hundió el rostro en el pelaje del lobo, intentando noahogarseconelespesopolvoquecubríaelaire.Quizáelmundoestuvierallegandoasufin.Talvezlosaliados delMaestro Joseph habían decidido volar por los aires ese lugar. No lo sabía, y casi ni leimportaba.
—¿Call?—Atravésdelpitidoensusoídos,Calloyóunavozconocida.Tamara.SevolviósindejardesujetaraEstrago,yvioloquehabíadestruidoeledificio.
El enorme letrero que decía BOLERAMONTAÑA había atravesado el techo y había cortado eledificioendoscomounhachahundiéndoseenunbloquedehormigón.Aaronestabasentadoahorcajadasenloaltodelcartel,comosilohubieracabalgadoatravésdelaire,conTamaraasuespalda.Elcartelsoltabachispasyzumbabaallídondeloscableseléctricossehabíancortado.
Aaronsaltódelcartel,corrióhaciaCallyseagachóparacogerloporelbrazo.—¡Vamos,Call!Sinacabardecreérselo,CallsemovióydejóqueAaronloayudaraaponerseenpie.Estragosoltó
ungañidoysaltó,apoyandolaspatasdelanterasenAaron.—¡Aaron!—gritóTamara.Estabaseñalandodetrásdeellos.Call sevolvióymiróa travésde las
nubesdepolvoycascotes.NoseveíaalMaestroJosephporningúnlado.Peroesonosignificabaqueestuvieransolos.CallmiróaAaron.—Caotizados—dijo Call con rostro serio. El pasillo estaba lleno de ellos, caminando sobre los
escombrosconunpasoinquietantementeregularylosojosgirandoyardiendocomohogueras.—¡Vamos!—Aaroncorrióhaciaelcartel,saltósobreélysevolvióparaayudarasubiraCalltras
él.Elcartelseguíaenganchadoasubase; lamayorpartedeélhabíaatravesadoeledificioenángulo,comounacucharadentrodeunvasoapoyadaenellado.TamarayacorríasobrelaspalabrasBOLERAMONTAÑAconEstragopegadoasustalones.
Abajo,lasalaseestaballenandorápidamentedecaotizados,queavanzabanmetódicamentehaciaelcartel.Algunosyahabíansubidoencimadeél.Aaronestabaunoscuantosmetrosporencimadeellos,mirandohaciaabajo.
Tamarayahabíallegadolobastantelejoscomoparasaltaraltecho.—¡Vamos!—laoyógritarCallcuandoTamarasediocuentadequenolahabíanseguido—.¡Call!
¡Aaron!Pero Aaron no semovía. Estaba de pie sobre el cartel como si fuera una tabla de surf, con una
expresiónmuyoscuraenelrostro.Teníaelpeloblancodelpolvodehormigón;eluniformegris,rotoyensangrentado.Lentamente,alzólamano,yporprimeravezCallnoviosóloaAaron,suamigo,sinoalmakaris,almagodelcaos,aalguienque,algúndía,podríallegarasertanpoderosocomoelEnemigodelaMuerte.
AlguienqueseríaelenemigodelEnemigo.Suenemigo.LaoscuridadsaliódelasmanosdeAaroncomounrayonegro:volóhaciaadelanteyenvolvióalos
caotizados con oscuros filamentos.Cuando la oscuridad los tocaba, la luz de sus ojos desaparecía, ycaíanalsuelo,flácidosysinresistencia.
«Esoesloquehanestadobuscandotodoestetiempo.Tudestrucción.EsoesloqueesAaron».—¡Aaron!—gritóCall,ysedeslizóporelcartelhaciadondeestabasuamigo.Aaronnosevolvió,ni
siquieraparecióoírlo.Siguióallí,enpie,conlanegrurasaliéndoledelamano,dibujandouncaminoenelaire.Resultabaaterrador—.Aaron—jadeóCall,ytropezóconunamasijodecablesrotos.Undolorinsoportablelerecorriólaspiernasmientrassucuerposeretorcíaycaía,empujandoaAaronalsueloymedio inmovilizándolo bajo su peso. La luz negra se desvaneció cuandoAaron se golpeó la espaldacontraelmetaldelcartelylasmanosdejarondeapuntaraloscaotizados.
—¡Déjame en paz!—gritóAaron. Parecía estar fuera de sí, como si en su furia hubiera olvidadoquiénes eranCall yTamara. Se retorció bajoCall y trató de liberar lasmanos—.Tengoque… tengoque…
—Tienesqueparar—dijoCall,mientrasagarrabaaAaronporlapecheradeluniforme—.Aaron,nopuedeshacerestosinuncontrapeso.Tematarás.
—Noimporta—replicóAaron,quetratabadelibrarsedeCall.Peroéstenolosoltaba.—Tamaranosestáesperando.Nopodemosdejarla.Tienesquevenir.Vamos.Tienesquehacerlo.Lentamente,larespiracióndeAaronsefuecalmandoysusojosfueronenfocandoaCall.Detrásde
él, más caotizados avanzaban en su dirección, arrastrándose sobre los cuerpos de sus compañerosmuertos,susojosbrillandoenlaoscuridad.
—Deacuerdo—dijoCallmientrasseapartabadeAaronyseponíaenpiesobresudoloridapierna—.Deacuerdo,Aaron.—Letendiólamano—.Vámonos.
Aaronvaciló, luegocogió lamanodeCallydejóque loayudaraaponerseenpie.Call losoltóycomenzóasubirdenuevoalcartel.Esavez,Aaronlosiguió.SubieronlosuficienteparasaltaraltechojuntoaTamarayEstrago.Callnotóelimpactocontralatelaasfálticadesdelaspiernashastalosdientes.
Tamara asintió aliviada al verlos, pero tenía el rostro tenso; los caotizados seguían tras ellos. Sevolvió y corrió por el borde del techo inclinado y saltó de nuevo, esta vez sobre un contenedor debasuras.Callcojeótrasella.
Corrióporelbordedeledificio,conelcorazóna todavelocidad,enpartepormiedoa loquelosperseguíayenparteporuntemordelquenopodíaescaparpormuchoquecorriera.Suspiesgolpearonlatapademetaldelcontenedorycayóderodillas;notabalaspiernascomosilastuvierahechasdesacosde arena, pesadas, adormecidas y no del todo sólidas.Consiguió rodar hasta bajar por el borde y semantuvodepie,apoyadocontraelcostadodelcontenedor,intentandorecobrarelaliento.
Unsegundodespués,oyóaAaroncaerjuntoaél.—¿Estás bien?—lepreguntó éste, yCall sintió unaoleadade alivio enmediode todo lo demás:
AaronvolvíaasonarcomoAaron.Se oyó ruido del entrechocar del metal. Call y Aaron vieron que Tamara había empujado el
contenedor para alejarlo del edificio.Los caotizados, sin tener nada sobre lo que saltar, se quedabanrondandoporelbordedeltecho.
—E… estoy bien. —Call miró a Aaron y a Tamara, que lo miraban con idéntica expresión depreocupación—. No puedo creer que hayáis vuelto a buscarme —añadió. Se sentía mareado y connáuseas,yestabasegurodequesidabaunsolopasomásvolveríaacaerse.Pensóendecirlesquedebíandejarloysalircorriendo,peronoqueríaquedarseatrás.
—Claroquehemosvuelto—repusoAaron,yfruncióelceño—.Tamaraytúhabéisvenidohastaaquíparasalvarme,¿no?¿Porquénoíbamosahacerlomismoporti?
—Nosimportas,Call—dijoTamara.Call quería decir que salvar aAaron era diferente, aunque no acababa de saber cómo explicar el
porqué.Lacabezaledabavueltas.—Bueno,hasidobastanteincreíble…esoquehashechoconelcartel.TamarayAaronintercambiaronunarápidamirada.—Noeraesoloquetratábamosdehacer—admitióTamara—.Estábamosintentandoponerlorecto
haciaarribaparaenviarunaseñalalMagisterium.Lamagiade la tierra senosha idounpocode lasmanos…Bueno,perohafuncionado,¿no?Yesoesloimportante.
Callasintió.Esoeraloimportante.—Ygraciastambiénporloquehicistealláarriba—dijoAaron,ylepalmeóelhombroaCallcon
cierta torpeza—.Estaba tanenfadado…Sinomehubieras impedidousar lamagiadelcaosnoséquéhabría…
—Oh,porelamordeDios.¿Porquéloschicossiemprehablandesussentimientostodoelrato?Estanmolesto…—lointerrumpióTamara—.¡Todavíahayunmontóndecaotizadosqueintentanvenirapornosotros!—Señalóhaciaarriba,dondeparesdeojoscomomolinillosbrillanteslosobservabandesdelaoscuridaddeltejado—.Vamos,yabasta,tenemosquesalirdeaquí.
Comenzóacaminar,consuslargastrenzasnegrasbalanceándosealaespalda.Callsepreparóparaelinfinito caminode vuelta alMagisterium, se apartó de la pared y dio undoloroso paso antes de caerredondo.Nisiquieraestuvoconscienteeltiemposuficienteparadarsecuentaquechocabaconlacabezacontraelsuelo.
CAPÍTULOVEINTICINCO
Callsedespertódevueltaenlaenfermería.Loscristalesdelaparedbrillabanconluztenue,demodoquesupusoqueeradenoche.Sentíatodoelcuerpodolorido.Además,estabasegurodequeteníamalasnoticiasquecomunicaraalguien,aunquenoacababaderecordarcuáleseran.Ledolíanlasdospiernas,yteníaunamantaalrededordelcuerpo;estabaenlacamaysehabíahechodaño,peronopodíarecordarcómo.Habíaqueridodemostraralgoduranteelejercicioconel troncoysehabíacaídoal río;Jasper,justamente Jasper, lo había salvado.Yhabíamás…Tamara,AaronyEstrago y una caminata por losbosques,¿ohabíasidounsueño?
SevolviódeladoyvioalMaestroRufussentadoenunasillajuntoalacama,mediorostrosumidoenlassombras.Porunmomento,CallsepreguntósielMaestroRufusestaríadurmiendo,hastaqueviounasonrisacurvarlabocadelmago.
—¿Tesientesmáshumano?—preguntóelMaestroRufus.Callasintióysesentóhaciendounesfuerzo.Perocuandoacabódedespertartodoslosrecuerdosle
acudieron en tropel a la cabeza: los delMaestro Joseph con lamáscara de plata, el deDrew siendodevorado,Aaroncolgadodeltechocongrilletesquelearañabanlapiel,ydesímismooyendoqueteníaelalmadeConstantineMaddenensuinterior.
Sedejócaerdenuevosobreelcamastro.
«TengoquedecírseloalMaestroRufus—pensó—.Nosoyunamalapersona.Selovoyadecir».—¿Tesientescapazdecomerunpoco?—lepreguntóelMaestroRufusmientrascogíaunabandeja
—.Tehetraídotéysopa.—Quizáelté.—Callcogiólatazadebarroydejóquelecalentaralasmanos.Sorbióconcuidado
paranoquemarse,yelreconfortantesabordelamentalohizosentirseunpocomásdespierto.ElMaestroRufusdejólabandejaysevolvióparaescrutaraCallconlosojosentrecerrados.Call
agarrólatazacomosifueraunsalvavidas.—Lamentopreguntártelo,perodebohacerlo.TamarayAaronmehanexplicadoloquesabíansobre
ellugardondehabíanencerradoaAaron,peroambosmedijeronquetúpermanecistedentromásratoyqueestuvisteenunahabitaciónqueellosnopisaron.¿Quépuedesdecirmedeloqueviste?
—¿LehanhabladodeDrew?—preguntóCall,estremeciéndosealrecordarlo.ElMaestroRufusasintió.—Hemos investigado lo que hemos podido y hemos descubierto que el nombre y la identidad de
Drew Wallace… de hecho, todo su pasado, consistía en algunas falsificaciones muy convincentespensadasparahacerloentrarenelMagisterium.NosabemoscuálerasunombreauténticooporquéloenvióaquíelEnemigo.DenoserportiyporTamara,elEnemigohabríaconseguidoasestarnosungolpeterrible,yencuantoaAaron,meestremezcoalpensarloquepodríanhaberlehecho.
—¿Asíquenoestamosmetidosenunlío?—¿PornoinformarmedequehabíanraptadoaAaron?¿Pornodecirleanadieadóndeibais?—La
voz del Maestro Rufus se fue haciendo más grave hasta convertirse en un rugido—.Mientras nuncavolváis a hacer algo así, estoy dispuesto a dejar pasar la estúpida manera en que ambos os habéiscomportado,poreléxitoquehabéistenido.PareceestúpidodiscutirtontamentesobrecómoTamaraytúsalvasteisanuestromakaris.Loimportanteesquelohicisteis.
—Gracias—repusoCall,sinestarmuysegurodesiloestabanriñendoono.—Enviamosaalgunosmagosalaboleraabandonada,peronoquedabamuchodeella.Algunasjaulas
vacíasyequipodestrozado.Habíaunahabitacióngrandequeparecíaunlaboratorio.¿Estuvisteahí?Callasintióytragósaliva.Éseeraelmomento.Abriólabocaparadecir:«ElMaestroJosephestaba
allíymedijoquesoyelEnemigodelaMuerte».Laspalabrasnolesalían.Eracomosisehallaraanteelbordedeunprecipicioytodosucuerpole
estuvieradiciendoquesetirara,perosumentenolodejara.SirepetíaloqueJosephlehabíadicho,elMaestroRufusloodiaría.Todosloodiarían.
¿Yparaqué?InclusosihabíasidoConstantineMaddenenunaocasión,noeracomosilorecordara.SeguíasiendoCallum,¿no?Lamismapersona.Ydetodasformas,¿quéeraunalma?Noledecíaaunoloquedebíahacer.Callpodíatomarsuspropiasdecisiones.
—Sí,habíaunlaboratorioconunmontóndecosasquehervíanysereselementalesenlosnichosqueiluminabantodoellugar.Peronohabíanadie.—Calltragósaliva,preparándoseparamentir.Elcorazónseleaceleró—.Lasalaestabavacía.
—¿Hayalgomás?—preguntóelMaestroRufusmirandoaCallfijamente—.¿Cualquierdetallequecreasquepuedaayudarnos?¿Cualquiercosa,porpequeñaquesea?
—Había caotizados —dijo Call—. Muchos. Y un elemental del caos. Me persiguió hasta ellaboratorio,peroentoncesfuecuandoAaronyTamararompieroneltecho…
—Sí,TamarayAaronyamehancontadosuimpresionantetrucoconelcartel.—ElMaestroRufussonrió,peroCallnotóqueestabaocultandoladecepción—.Gracias,Call.Lohashechomuybien.
Callasintió.Nuncasehabíasentidotanmal.—RecuerdoquecuandoentrasteenelMagisteriummepedistevariasveceshablarconAlastair—
dijoelMaestroRufus—.Nuncatelohepermitidooficialmente.—DijolaúltimapalabraconunénfasisquehizosonrojaraCall.Sepreguntósi,finalmente,justoenesemomento,ibaatenerunlíoporhabersecoladoeneldespachodeRufus—.Perotelopermitoahora.
CogióunapequeñaesferadelamesilladenocheyselatendióaCall.Unpequeñotornadoyaestabagirandodentro.
—Creoquesabescómousaresto.—Sepusoenpieysedirigióalfondodelaenfermería,conlasmanosalaespalda.Call tardóunmomentoendarsecuentadeloqueRufusestabahaciendo:leestabadandointimidad.
Callcogiólaesferaenlamanoylacontempló.Eracomosiunaenormeburbujadejabónsehubieraendurecidoenelaire,sólidayclara.Seconcentróensupadre;bloqueótodoslospensamientossobreelMaestroJosephyConstantineMaddenysólopensóensupadre;enelolordelastortitasyeltabacodepipa; en lasmanosde supadre sobre sushombroscuandohacíaalgobien; en supadrepacientementeexplicándolegeometría,laasignaturaquemenoslegustabaaCall.
Eltornadocomenzóacondensarseyfueadoptandolaformadesupadre,quellevabaunosvaquerosmanchadosdeaceiteyunacamisadefranela,conlasgafassubidasalacabezayunallaveinglesaenlamano.
«Debedeestarenelgaraje,trabajandoenunodesuscochesantiguos»,pensóCall.Supadrealzólamiradacomosialguienlohubierallamadoporsunombre.—¿Call?—preguntó.—Papá—contestóéste—.Soyyo.Supadredejólallaveinglesa,loquehizoqueéstadesaparecieradelaimagen.Sevolvió,comosi
estuvieratratandodeveraCall,aunqueparecíaevidentequenopodía.—El Maestro Rufus me ha explicado lo ocurrido. He estado muy preocupado. Estabas en la
enfermería…—Aúnsigoallí—lointerrumpióCall,y luegoañadiórápidamente—:Peroestoybien.Mediunos
cuantosgolpes,peroestoybien.—Lavozlesaliódébil—.Notepreocupes.—Nopuedoevitarlo—repusosupadreconvozseria—.Sigosiendotupadre,inclusosiestáslejos,
enlaescuela.—MiróalrededoryluegodenuevohaciaCall,comosipudieraverlo—.ElMaestroRufusdicequesalvastealmakaris.Esincreíble.HashecholoquetodounejércitonopudohacerporVerityTorres.
—Aaronesmiamigo.Supongoque losalvéporeso,noporqueseaelmakaris.Y tampocoesquesupiéramosaquénosenfrentábamos.
—Mealegrodequetengasamigos,Call.—Lamiradadesupadrereflejabaseriedad—.Debedeserdifícil…seramigodealguientanpoderoso.
Call pensó en lamuñequera, en la carta de supadre, en lasmil preguntas sin respuesta que tenía.«¿ErasamigodeConstantineMadden?»,lehabríagustadopreguntar,peronopodía.Noenesemomento,conRufusoyéndolo.
—Rufus tambiénme ha dicho que otro de los alumnos delMagisterium estaba allí—continuó supadre—.AlguienquetrabajabaparaelEnemigo.
—Drew…sí.—Callnegóconlacabeza—.Nolosabíamos.—Noesculpa tuya.Aveces lagentenomuestrasuauténticorostro.—Supadresuspiró—.Yeste
alumno…Drew…estabaallí,pero¿elEnemigono?«NohayEnemigo.Lleváistodosestosañosluchandocontraunfantasma.UnavisiónqueelMaestro
Josephqueríaquevierais.Peronotelopuedodecir,porquesielEnemigonoesConstantineMadden,entonces¿quiénes?»
—Nocreoquehubiéramospodidoescaparsihubieseestadoallí—dijoCall—.Supongoquetuvimossuerte.
—YeseDrew…¿notedijonada?—¿Comoqué?—Algo sobre… sobre ti —apuntó su padre con cautela—. Es raro que el Enemigo dejara a un
makariscapturadoalcargosólodeunescolar.—También había muchos caotizados —repuso Call—. Pero no, nadie dijo nada sobre mí. Sólo
estabanDrewyloscaotizados,yéstosnohablanmucho.—No.—Supadrecasisonrió—.Nohablanmucho,¿verdad?—Suspiródenuevo—.Teechoenfalta
poraquí,Call.—Yotambiénteechoenfalta.—Callnotóunnudodeañoranzaenlagarganta.—Teverécuandoacabenlasclases—dijosupadre.Callasintió,sinfiarsedesuvoz,ypasóunamanosobrelasuperficiedelaesfera.Laimagendesu
padresedesvaneció.Callsequedósentado,mirandoelartefacto.Yanohabíanadadentrodeél;podíaversureflejoenelcristal.Elmismocabellonegro,losmismosojosgrises,lasmismasnarizybarbillaunpocopronunciadas.Todocomosiempre.NoseparecíaaConstantineMadden.SeparecíaaCallumHunt.
—Me gusta esto—dijo Rufus, y le sacó la esfera de la mano. Sonreía—. Seguramente deberíasquedarteaquíunoodosdíasmás,paradescansaryacabardecurarte.Mientrastanto,haydospersonasquehanestadoesperandopacientementeparaverte.
ElMaestroRufusseacercóalapuertadelaenfermeríaylaabrió.TamarayAaronentraroncorriendo.
Estarenlaenfermeríaporresultarheridoalhacercosasheroicaseratotalmentediferentequeestarenlaenfermeríaporhacerunatontería.Suscompañerosdecursonoparabandeiravisitarlo.Todosqueríanoír lahistoriaunayotravez, todosqueríanoír elmiedoquedaban loscaotizadosycómoCallhabíaluchadocontraunserelementaldelcaos.TodosqueríanoírlodelcartelcortandoeltechoyecharseareírenlaparteenlaqueCallsedesmayaba.
GwendayCelia le llevaronbarras de caramelo caseras.Rafe llevó con él unabaraja de cartas yjugaron a las familias sobre las mantas. Call nunca se había dado cuenta de la mucha gente delMagisterium que sabía quién era él. Incluso algunos de los alumnos mayores, como la hermana deTamara,Kimiya,queerasuperaltaytanseriaqueasustóaCallaldecirlelomuchoquesealegrabadequeTamarafuerasuamiga,yAlex,quelellevósusgominolasfavoritasyleadvirtió,sonriendo,decómotodoesodeserhéroesestabahaciendoquedarmalalrestodelaescuela.
InclusoJasperpasóavisitarlo,loquefuebastanteincómodo.Entrónervioso,pegandotironesaunagastadabufandadecachemiraquellevabasobreeluniforme.
—Tehe traídoun sándwichde laGalería—ledijomientras se lopasabaaCall—.Esde liquen,
claro,perosabeaatún.Odioelatún.—Gracias—contestóCall,mientrasledabalavueltaalsándwich.Estabaextrañamentecaliente,lo
quelehizopensarquedebíadehaberestadoenelbolsillodeJasper.—Sóloqueríadecirte—continuóéste—quetodoelmundoestáhablandodeloquehiciste,rescatara
Aaron,yqueríaquesupierasqueyotambiéncreoqueestuvomuybienloquehiciste.YquetambiénestábienquetequedarasconmipuestoconelMaestroRufus.Porquequizátelomereces.Asíqueyanoestoyenfadadocontigo.Yano.
—Teagradezcoquehayascambiadodeopinión,Jasper—dijoCall,quetuvoqueadmitirqueestabadisfrutandodelmomento.
—Vale—repusoél,ytirócontantafuriadelabufandaquecasisequedóconuntrozoenlamano—.Biendicho.Disfrutadelsándwich.
Semarchó,yCalllovioirse,divertido.Sediocuentadequesealegrabadeque,alparecer,Jasperyanoloodiara,perodetodasformastiróelsándwich,porsiacaso.
TamarayAaronlovisitarontantocomolosdejaron;selanzabansobrelacamadeCallcomosifueraun trampolín, con ganas de contarle todo lo que ocurría mientras él seguía recuperándose. Aaron leexplicóquehabíarespondidoporEstragoantelosMaestros,diciéndolesque,comomakaris,necesitabaestudiaraunacriaturacaotizada.Noleshabíagustado,perolehabíanpermitidotenerlo,yenadelanteEstragoibaaseralgopermanenteensushabitaciones.TamaraledijoqueaAaronseleibaasubiralacabeza que le dejaran hacer de todo y se acabaría volviendo aúnmás pesado que Call. Hablaban ybromeaban tan alto que laMaestra Amaranth dejó que Call se fuera antes de tiempo sólo para estartranquila.Loqueseguramentefueunabuenaidea,porqueCallseestabaacostumbrandoaestarsinhacernadatodoeldíayaquelagentelellevaracosas.Unasemanamásynohabríaqueridosalirdeallínunca.
CincodíasdespuésdevolverdelaguaridadelEnemigo,Callregresóasusestudios.Semetióenelbote conAaron yTamara, todavía un poco entumecido; la pierna herida estaba casi bien pero aún lecostabacaminar.Cuandollegaronanteelaula,elMaestroRufuslosestabaesperando.
—Hoyvamosahaceralgounpocodiferente—losinformó,ehizoungestohaciaelpasillo—.VamosavisitarlaCámaradelosGraduados.
—Ya hemos estado ahí—dijo Tamara antes de queCall pudiera darle una patada. Si elMaestroRufus los quería llevar de excursión en vez de hacer aburridos ejercicios, entoncesmejor quemejor.Además,elMaestroRufusnosabíaqueyahabíanestadoenlaCámaradelosGraduados,yaqueenaquelmomentoestabanmuyocupadoshaciendomalunodesusejercicios.
—Oh,¿deverdad?—sesorprendióelMaestroRufusmientrascomenzabaaandar—.¿Yquévisteis?—Lashuellasde lasmanosde lagentequehapasadoantespor elMagisterium—contestóAaron
mientrasloseguía—.Algunosdesusfamiliares.LasdelamadredeCall.Cruzaron una puerta que elMaestroRufus abrió con sumuñequera y bajaron por una escalera de
espiralhechadepiedrablanca.—¿Algomás?—LaPrimeraPuerta—contestóTamara,ymiróalrededor,confusa.Nohabíanpasadoporahínunca
antes—.Peronoestabaactivada.—Ah.—ElMaestroRufus pasó lamuñequera ante una pared sólida y la contemplómientras ésta
brillabaydesaparecía,dandopasoaotraestancia.Rufussonrióalverlasorpresadeloschicos—.Sí,hayalgunasrutasporlaescuelaqueaúnnoconocéis.
Entraronenunasalapor laqueCallrecordabahaberpasadocuandosehabíanperdido,conlargas
estalactitasybarrohumeantecalentandoelaire.SediolavueltaysepreguntósiseríacapazderehacerelcaminohastalapuertaqueelMaestroRufusacababadeenseñarles,peroaunquefueraasí,noestabasegurodequesumuñequerapudieraabrirla.
Pasaron agachados por otra arcada y se encontraron en la Cámara de losGraduados. La PrimeraPuertaparecíaestarcubiertadealgunasustanciarodante,algomembranosoyvivo.Laspalabrastalladas,PrimaMateria,relucíanconunaluzrara,comosiestuvieraniluminadasdesdelaspropiashendidurasdelasletras.
—Hum—dijoCall—.¿Quéeseso?LasonrisitaenelrostrodeRufussetrasformóenunagransonrisa.—¿Loveistodos?Bien.Esopensaba.SignificaqueestáislistosparapasarporlaPrimeraPuerta,la
PuertadeControl.Despuésdequelaatraveséis,seosconsiderarámagosporderechopropio,yosdaréelmetalparavuestrasmuñequerasqueosconfiereoficialmenteelgradodealumnosdelCursodeCobre.Hastadondelleguéisenvuestrosestudiosdespuésdeestodependedevosotros,perocreoquelostressoisdelosmejoresaprendicesalosquehetenidoelplacerdeformar.Esperoquecontinuéisestudiando.
CallmiróaTamarayaAaron.Sesonreíanylesonreíanaél.LuegoAaronalzólamanoparadeciralgo.
—Pero yo creía… quiero decir, esto es fantástico, pero ¿no se supone que debemos atravesar lapuertaalfinaldelcurso?¿Cuandonosgraduemos?
ElMaestroRufusalzósuspeludascejas.—Sois aprendices.Eso significaque aprendéis loque estáis listospara aprenderypasáispor las
puertas cuando estáis preparados, no antes, y seguro que tampoco después. Si podéis ver la puerta,entoncesestáispreparados.TamaraRajavi,túprimero.
Tamaraavanzó,conloshombroserguidos,yfuehastalapuertaconunaexpresióndeasombroenelrostro,comosinoacabaradecreerseloqueestabapasando.Extendiólamano,tocóelcentrodelamasagiratoriaysoltóungrititomientrasretirabalosdedossorprendida.MiróaCallyaAaron,yluego,aúnsonriendo,pasóporlapuertaydesapareciódelavista.
—Ahoratú,AaronStewart.—Deacuerdo—repusoéste,asintiendounpoconervioso.Sesecólaspalmasde lasmanosenlos
pantalonesdeluniformegris,comosilesudaran.Seacercóalapuerta,alzólosbrazosyselanzóaloquefueraquehabíaalotrolado,comounjugadorderugbyanotandounensayo.
ElMaestroRufusnegóconlacabeza,divertido,peronohizoningúncomentariosobrelatécnicadeAaronparaatravesarpuertas.
—CallumHunt,adelante.Calltragósalivaysedirigióhacialapuerta.RecordóloquelehabíadichoelMaestroRufuscuando
lehabíaexplicadoporquélohabíatomadocomoaprendiz.«Hastaqueunmagopasapor laPrimeraPuertaal acabarelCursodeHierro, sumagiapuede ser
atadaporunodelosMaestros.Nopodríasaccederaloselementos,nopodríasusartupoder».Sileatabanlamagia,entoncesCallumnopodríaconvertirseenelEnemigodelaMuerte.Nopodría
sercomoél.EsoeraloquesupadrelehabíapedidoalMaestroRufusquehiciera,alenviarlelamuñequerade
ConstantineMaddencomoadvertencia.Frentea laPuerta,Call finalmente lo reconoció:Tamarahabíatenido razón al decir que la advertencia de su padre no tenía nada que ver con la seguridad deCall.Habíasidosobremanteneralosotrosasalvodeél.
ÉsaeralaúltimaoportunidaddeCall,ladefinitiva.SiatravesabalaPuertadeControlyanopodríanatarle la magia. Ya no habría una manera fácil de salvar al mundo de él. De asegurar que nunca sevolvieracontraAaron.DeasegurarquenuncaseconvertiríaenConstantineMadden.
Pensóenvolverasuescuelahabitual,dondenoteníaamigos,oenpasarlosfinesdesemanabajolaatentamiradadesupadre.PensóennovolveraveraAaronniaTamara,yentodaslasaventurasqueelloscorreríansinél.PensóenEstragoensudormitorioyenlotristequeestaríaellobo.PensóenCeliayenGwendayenRafe,einclusoenelMaestroRufus;pensóenelcomedoryenlaGalería,yentodoslostúnelesquenuncallegaríaaexplorar.
Quizásilodijera,lascosasnoiríancomohabíapronosticadoelMaestroJoseph.Quizánoleataríanlamagia.Talvezloayudaran.Talvezinclusoledijeranquehaceresacosaconlasalmaseraimposible,que él era sólo CallumHunt y que no tenía por qué temer nada, porque no se iba a convertir en unmonstruoconunamáscaradeplata.
Perotodosesosquizánoeransuficientes.Avanzó,respiróhondo,agachólacabezaypasóporlaPuertadeControl.Lamagialocubrió,puray
poderosa.OyóaTamarayaAaronalotrolado,riendo.Yapesardesímismo,apesardeloterriblequeeraloqueestabahaciendo,apesardetodoeso,Call
comenzóasonreír.
HOLLYBLACK&CASSANDRACLAREseconocieronhaceunosdiezaños,laprimeravezqueHollyfirmabalibrosenpúblico.Desdeentoncessehanhechobuenasamigas,unidas(entreotrascosas)porsuamoralaliteraturafantástica:desdeelimpresionanteElSeñordelosAnilloshastalasdurashistoriasdeBatman en Gotham City, pasando por las épicas clásicas de espadas y magia y La Guerra de lasGalaxias.ConMagisterium,handecididounirseparaescribirsupropiahistoriadehéroesyvillanos,delbienydelmal,deserelegidoparalagrandezasequieraono.
Holly es la autora y co-creadora de la serie de éxito «LasCrónicas deSpiderwick», y ha ganado unNewberyHonorpor sunovelaDollBones.Cassie es la autora devarias series para jóvenes adultos,incluyendo«LosInstrumentosMortales»y«LosArtefactosInfernales».AmbasvivenenMassachusetts,aunosdiezminutos launade laotra.Éstaessuprimeracolaboración,yel iniciodeunaseriedecincolibros.