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PROCESOS DE DUELO EN PSICOTERAPIA 47 LA RECONSTRUCCIÓN DIALÓGICA EN UN CASO DE DUELO: MECANISMOS PRAGMÁTICO- RETÓRICOS EN PSICOTERAPIA Olga Herrero y Lluis Botella Facultat de Psicología i Ciències de l’Educació Blanquerna Universitat Ramon Llull Servei d'Assessorament i Atenció Psicològica (SAAP) Allí donde hay vida hay también, y de manera inevitable, sufrimiento (...). Así como no hay en la tierra luz sin sombra, tampoco hay vida sin sufrimiento. (Torralba, 1995, p. 23) This paper presents the case of Sandra, who requested psychotherapy twenty-six years after her mother’s suicide. A pragmatic-rhetorical analysis of Sandra’s psychotherapy sessions was conducted so as to approach her grieving process. From a relational constructivist approach therapy helps clients to change their position relative to their own problems and the discourses that constrict them. In this case, the client shifts from suffering the effects of her mother’s suicide as something beyond her control to position herself as someone who controls, understands and elaborates them, closing a chapter in her life and initiating a new one. Key words: relational constructivism, narrative, identity, grief, psychotherapy and pragmatic and rhetorical mechanisms. INTRODUCCIÓN La pérdida es una experiencia inevitable para el ser humano. El proceso de duelo es una reacción natural, normal y esperable cuando se produce. Es más, es el proceso de acomodación de dicha pérdida en la propia historia, la reconstrucción de un mundo personal de significados que se ve desafiado por la vivencia de la pérdida (Neimeyer, 1997; 1998; Neimeyer y Stewart, 1996). En el ámbito de los procesos de duelo y del sufrimiento humano en general cada persona experimenta un duelo y un dolor particular, distinto al de cualquier otro individuo; ningún proceso de duelo es réplica de otro. Cuando muere un miembro de una familia las reacciones de los demás integrantes son distintas (Winchester, (Págs. 47-76)

La Reconstrucción Dialógica en Un Caso de Duelo- Mecanismos Pragmático- Retóricos en Psicoterapia (1)

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La Reconstrucción Dialógica en Un Caso de Duelo- Mecanismos Pragmático- Retóricos en Psicoterapia (1)

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  • PROCESOS DE DUELO EN PSICOTERAPIA 47

    LA RECONSTRUCCIN DIALGICA EN UN CASODE DUELO: MECANISMOS PRAGMTICO-RETRICOS EN PSICOTERAPIAOlga Herrero y Lluis BotellaFacultat de Psicologa i Cincies de lEducaci Blanquerna Universitat Ramon LlullServei d'Assessorament i Atenci Psicolgica (SAAP)

    All donde hay vida hay tambin, y de manera inevitable, sufrimiento (...).As como no hay en la tierra luz sin sombra,tampoco hay vida sin sufrimiento.(Torralba, 1995, p. 23)

    This paper presents the case of Sandra, who requested psychotherapy twenty-sixyears after her mothers suicide. A pragmatic-rhetorical analysis of Sandraspsychotherapy sessions was conducted so as to approach her grieving process. Froma relational constructivist approach therapy helps clients to change their positionrelative to their own problems and the discourses that constrict them. In this case, theclient shifts from suffering the effects of her mothers suicide as something beyond hercontrol to position herself as someone who controls, understands and elaborates them,closing a chapter in her life and initiating a new one.

    Key words: relational constructivism, narrative, identity, grief, psychotherapy andpragmatic and rhetorical mechanisms.

    INTRODUCCINLa prdida es una experiencia inevitable para el ser humano. El proceso de

    duelo es una reaccin natural, normal y esperable cuando se produce. Es ms, es elproceso de acomodacin de dicha prdida en la propia historia, la reconstruccin deun mundo personal de significados que se ve desafiado por la vivencia de la prdida(Neimeyer, 1997; 1998; Neimeyer y Stewart, 1996).

    En el mbito de los procesos de duelo y del sufrimiento humano en generalcada persona experimenta un duelo y un dolor particular, distinto al de cualquier otroindividuo; ningn proceso de duelo es rplica de otro. Cuando muere un miembrode una familia las reacciones de los dems integrantes son distintas (Winchester,

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    )

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    1998) puesto que las personas difieren entre s respecto a su construccin de losacontecimientos (Kelly, 1955/1991, p. 38) y puesto que la relacin mantenida porparte de cada uno de ellos con la persona fallecida tambin era distinta; el duelo es,pues, un proceso personal, idiosincrsico, ntimo e inextricable de nuestro sentidode quienes somos (Neimeyer, 1997; 1998; Neimeyer y Stewart, 1996). No obstante,el duelo no es un proceso nicamente privado que se elabora independientementede los dems y al margen de las actividades cotidianas. La persona que elabora unaprdida est rodeada de otras personas que tambin intentan elaborar aquellaprdida. Es ms, todos construimos y reconstruimos nuestro sentido de identidad ennegociacin con los otros (Neimeyer, 1997; 1998; Neimeyer y Stewart, 1996).

    Desde nuestra posicin en el constructivismo relacional (Botella, 2001;Botella y Herrero, 2000), concebimos la identidad como constituida en relacionesy conversaciones y, por este motivo, la prdida de una relacin significativaconlleva implcitamente la prdida de una parte significativa de quienes somos y delas posiciones que ocupbamos (y, seguramente, queramos seguir ocupando) enesa relacin. Los discursos sociales mantenidos al respecto tienden a sostener queen los procesos de duelo se llora por la prdida del otro; sin embargo, si bien estoes cierto en parte, tambin es cierto que se llora por la prdida de una relacin y porla parte de uno mismo que se pierde a su vez. Los procesos de duelo, por tanto, noconsisten slo en dar sentido a la muerte sino ms bien en darse sentido a unomismo en un mundo (o escenario) en el que la persona fallecida no est presentefsicamente (Herrero, 1999).

    Esto tiene ms sentido si nos fijamos en el hecho de que la narrativa deidentidad de cada individuo necesita de otras personas significativas (que desempe-an el papel de actores secundarios en su historia) para que validen su propiaposicin en el mundo o, como mnimo, en aquella determinada relacin. Siendo estoas, la prdida de una persona significativa supone una invalidacin de nuestrosentido de ser quienes somos (ms an si aquella persona era concebida como unagente validador). Por ejemplo, unos padres que pierden a un hijo sufren por laprdida de ese hijo a la vez que sufren porque dejan de ocupar la posicin de padresy es invalidada su posicin de personas que cuidan a otro. Esto no slo es as cuandose produce una muerte: una persona que se posiciona como alguien activo y encontinuo progreso en el mundo laboral y que pierde su trabajo puede sentir que dejade ocupar esa posicin, que ha quedado invalidada. La prdida se constituye, pues,como algo que perturba la visin del mundo y la definicin de s misma que hastaese momento sostena la persona.

    La identidad es el resultado de la historia de vida que nos relatamos unos a otrosen un proceso de accin conjunta y en la que comprender un determinado aconte-cimiento significa colocarlo en un contexto donde hay acontecimientos precedentesy consecuentes. Es decir, la experiencia de prdida, como toda nueva experiencia,debe ser construida sobre la base de vivencias anteriores que permitan asimilarla y

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    acomodarla en su contexto. Por lo tanto, la invalidacin que puede suponer unaprdida depende del lugar que este acontecimiento crtico y perturbador ocupa enla propia narrativa y del nivel de ruptura que causa en el sentido de continuidadrelacional y coherencia existencial del individuo (Herrero, 1999). Como todainvalidacin, se acompaa evidentemente de emocionas intensas y negativas(Kelly, 1955/1991). Estas emociones han sido descritas por muchos autores en laforma de fases o etapas (Lindemann, 1944; Engel, 1964; Kbler-Ross, 1969 oCanine, 1990). Sin embargo, desde nuestra perspectiva, la comunalidad en losprocesos de duelo se encuentra, precisamente, en los procesos psicolgicos impli-cados y no en los contenidos. stos sern ms bien la consecuencia de la posicinque la persona adopte frente al acontecimiento crtico en cuestin; es decir, a partirde nuestro posicionamiento ciertos pensamientos, emociones y conductas sernlegitimados mientras otros no lo sern. Por ejemplo, si frente a una prdida lapersona se posiciona como vctima de un destino fatal, las emociones que desde estaposicin se pueden expresar son la tristeza o la rabia, los pensamientos pueden tomarla forma de por qu a mi?, la vida es injusta y a nivel conductual seguramentela persona se muestre pasiva mientras ocupa dicha posicin.

    Tal y como afirmbamos en otro lugar, desde nuestra posicin constructivistarelacional (Botella, 2001; Botella y Herrero, 2000), para atribuir significado a unaexperiencia es necesario posicionarla (y posicionarse) en discursos sostenidosrelacionalmente, entendiendo por discurso un conjunto de afirmaciones, imgenes,metforas, etc. que constituyen un objeto de una forma determinada (Burr, 1995).Es por este motivo que los procesos de duelo difieren ampliamente en funcin delos discursos dominantes de cada cultura en los que el individuo se posiciona paradar significado a su vivencia. Generalmente, son los discursos del destino o de lareligin los que se utilizan para dar sentido a la muerte y al proceso de duelo. Frentea ellos, el individuo se posiciona y su experiencia subjetiva aparece como elresultado de esos discursos en los que se encuentra, de manera inevitable, inmersoculturalmente. El hecho de tener que posicionar la experiencia (y posicionarse a smismo), implica una visin de la persona como alguien proactivo, propositivo, quemantiene una relacin dialctica con su entorno, est integrado en su medio socialy es activo tambin en el proceso de duelo. As pues, la persona no es un ser pasivoa quien pasan una serie de cosas ante las que no puede hacer nada, no es un serreactivo, determinado por su entorno, aislado del medio social en el que vive.

    Sin embargo, posicionar la experiencia y posicionarse uno mismo no es tareafcil cuando se refiere a dar sentido a una prdida. A menudo, las personas relatanque esa experiencia bloquea sus procesos de atribucin de significado y queda comoun acontecimiento aislado, sin construir, imposible de codificar (a pesar de que,tambin esta es una forma de posicionarse en un discurso socialmente aceptado: eldiscurso del sin sentido).

    Tal y como afirmamos ya en otro lugar (Neimeyer et al. 2002), la muerte, o la

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    prdida en general, acostumbran a estar ausentes de nuestras anticipaciones yproyecciones de futuro; las personas anticipamos narrativas en las que la muerte ola prdida estn ausentes porque stas son incompatibles con la meta final de lahistoria que nos narramos a nosotros mismos y a los dems. Por eso, este bloqueoes coherente con la nocin de que una experiencia no anticipada e intensa deinvalidacin (es decir, una experiencia traumtica) da lugar a una intensa activacinemocional pre-verbal. Cuando se produce una prdida, el individuo experimentauna seria invalidacin de todos los temas centrales que conformaban su historia devida y que tienen que ver con aspectos nucleares (Mahoney, 1991) como laidentidad, el sentido de la vida, el control sobre la misma, aspectos espirituales yreligiosos como la justicia divina o el destino (Neimeyer et al. 2002). Tras esta graninvalidacin emergen emociones negativas muy fuertes e intensas tales comodepresin, ansiedad, miedo, amenaza, culpa o vulnerabilidad (vase Botella yHerrero, 2000, para una mayor explicacin del Ciclo de Reaccin Disfuncional a unAcontecimiento Crtico cuya primera fase es la vulnerabilidad).

    De modo que tras sufrir la prdida de alguien o algo significativo la personasiente como si su historia personal estuviera rota o incompleta y experimentael hecho traumtico y la vida despus del mismo como dolorosamente fragmentaday desorganizada (Neimeyer y Stewart, 1996, p.8), como si estuviera disociada ohechos aicos (Van der Kolk y Van der Hart, 1991; Van der Hart y Brown, 1992).

    Esta intensa activacin pre-verbal explica la dificultad para narrativizar lanueva experiencia al no disponer de etiquetas verbales adecuadas para tal fin. Dichode otro modo, la estructura del lenguaje afecta a la construccin narrativa delsignificado. En este sentido, segn los enfoques narrativos, y especialmente laelaboracin de Sarbin (1986), el acto psicolgico bsico en la construccin delsignificado es la creacin de metforas. Cuando una persona se enfrenta a unaexperiencia nueva para lo que no tiene palabras se sirve de metforas o de lenguajesimblico como forma de tratar de mostrarse inteligible al otro. Por ejemplo, en untrabajo que hemos analizado en otro lugar (Neimeyer et al. 2002), un padre cuyo hijose suicida se refiere a las depresiones de su hijo como de pronto una especie denube negra se situ en ese hogar tan tranquilo hasta la fecha como forma ilustrarque un agente externo, ajeno a su propia iniciativa, se introduce en sus vidasrepentinamente, oscurecindolas y quebrantando la serenidad que las caracterizabahasta el momento en que el trgico suceso tiene lugar. Segn Sarbin (1986):

    Cuando una persona se enfrenta a una situacin nueva para la cual nodispone de una categora o clase pre-diseada, dicha situacin queda sinejemplificar, sin clasificar o sin asimilar hasta que se localiza o se inventauna clase o categora. El reconocimiento de la semejanza parcial en ciertadimensin o constructo proporciona la base para la analoga, y si latraduccin lingstica es necesaria, la semejanza parcial se expresa comometfora. (pg. 168).

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    La terapia debera ayudar a la persona a ser capaz de volver a establecer laperspectiva de porvenir para que el pasado, el presente y el futuro vuelvan a estarencadenados y a reinstaurar la continuidad temporal de la propia narrativa llevandoa cabo una revisin constructiva o reconstruccin de todos aquellos aspectos quequedaron invalidados por la prdida; esto es, dando voz y narrativizando elacontecimiento traumtico. De este modo, se repara la ruptura de la coherenciatemporal que sta provoc sobre la historia de vida personal y se ayuda a la personaa posicionarse de un modo distinto frente a la prdida, su sufrimiento y la vida engeneral.

    A continuacin presentamos los mecanismos retricos utilizados en el trabajocon una dada teraputica en particular en el trabajo con una demanda a causa de unaprdida traumtica. Hemos llevado a cabo este anlisis utilizando el mtodo degrounded theory (vase Rennie, Philips y Quartaro, 1988 para una explicacin delmtodo). Para ilustrar cada uno de estos mecanismos retricos hemos transcrito unoo varios fragmentos (tngase en cuenta que por motivos de espacio no es posiblepresentar todos los ejemplos hallados a lo largo de las doce sesiones).

    LA HISTORIA DE SANDRA: DEL CAOS NARRATIVO A LA IMPOSICINDE ESTRUCTURA Y ORGANIZACIN EN LA PROPIA HISTORIA

    La cliente, a quien llamaremos Sandra, es una mujer de 37 aos, casada porsegunda vez. En el momento de realizar la demanda, vive con su segundo maridoy con los dos hijos de ste, fruto de un primer matrimonio. Tanto el padre como lamadre de Sandra sufrieron problemas con el alcohol y su madre se suicid cuandoella tena 11 aos. Este episodio fue especialmente traumtico para la cliente puestoque fue ella quien encontr a su madre tumbada en el suelo, muerta a causa de undisparo en la sien. Sandra fue entonces separada de sus hermanos y enviada a vivircon sus tos. Tambin su to termin teniendo problemas con el alcohol.

    Sandra relata en la entrevista de evaluacin que no se siente bien consigomisma, no consigue aceptarse, tiene problemas de ansiedad y problemas relacionalestanto con los miembros de su familia como con sus compaeros de trabajo. A pesarde que han pasado veintisis aos desde la muerte de su madre, para Sandra esteacontecimiento sigue todava muy vivo en su recuerdo. Culpa a su madre de lamuerte de su padre unos aos despus por el efecto destructivo que el suicidio de suesposa tuvo en l as como de haberles destrozado la vida a ella y al resto de sufamilia. Presenta el suicidio como una violacin y destruccin de sus creenciasacerca del mundo y de las de los dems miembros de su familia para quienes esteacontecimiento crtico, no anticipado y claramente invalidador, se convirti en untema tab.

    Con la finalidad de acercarnos a cmo Sandra elabor finalmente el duelo porla prdida de su madre hemos llevado a cabo un anlisis pragmtico-retrico de suproceso psicoteraputico. Entendemos por anlisis pragmtico la respuesta a la

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    pregunta para qu se dice lo que se dice? y por anlisis retrico la respuesta a lapregunta cmo se intenta conseguir que lo que se dice tenga el efecto deseado?.

    Para llevar a cabo este anlisis, partimos del supuesto de que: a) todo terapeutase posiciona, ms o menos explcitamente, en un discurso y un sistema de creenciassobre el origen y la resolucin de los problemas de su cliente; esto es equivalente alo que Potter (1998) denomina funcin del discurso, es decir, la respuesta a lapregunta para qu sirve un determinado discurso?; b) todo terapeuta es ms omenos consciente de que el xito de la terapia depende de que ese discurso seacompartido con su cliente, es decir, que cliente y terapeuta estn de acuerdo en laforma de proceder en su trabajo conjunto para la consecucin de objetivos y ellocontribuya al establecimiento de una buena alianza teraputica (vase Botella,Pacheco, Herrero, y Corbella, 2000 para una actualizacin de la investigacin enpsicoterapia); y c) en consecuencia, toda relacin terapeuta-cliente contiene unaparte de socializacin discursiva, posicional o conversacional que incluye ele-mentos de retrica, particularmente por parte de las intervenciones del terapeuta.Esta ltima funcin, se corresponde con lo que Potter (1998) denomina construc-cin, es decir, la forma en que un hablante intenta que la funcin del discurso seauna y no otra.

    Siendo esto as, presentamos a continuacin aquellos mecanismos pragmti-co-retricos de que se sirven tanto la cliente como su terapeuta en el transcurso deeste proceso psicoteraputico. Para ello, hemos llevado a cabo un anlisis cualita-tivo basado en la transcripcin de las sesiones (originalmente en ingls) aportadaspor el grupo de investigacin de la York University (Toronto, Canada) con quienesestamos llevando a cabo proyectos conjuntos de investigacin (vase Angus,Hardtke y Levitt, 1996; Angus, Hardtke, Levitt, Botella y Herrero, 1999; as comoAngus y Bouffard, 2002, en este mismo nmero para un trabajo paralelo con lasmismas sesiones). Tngase en cuenta que lo que se presenta en este artculo es unatraduccin del ingls al castellano y que el anlisis se llev a cabo en el idiomaoriginal de las transcripciones.

    En el siguiente apartado, describiremos brevemente qu significan y con qufinalidad se usan cada uno de estos mecanismos pragmtico-retricos. Tal y comoanticipbamos en la introduccin, presentaremos como ilustracin algunos frag-mentos de las transcripciones de psicoterapia.

    I. EL CONTRATO DISCURSIVO EN PSICOTERAPIA:CLAVES DE CONTEXTUALIZACIN PARA LEGITIMAR EL DISCURSOPSICOTERAPUTICO Y LA NEGOCIACIN DEL PROCESO DECAMBIO

    La conversacin psicoteraputica es distinta de otros tipos de conversaciones,por lo que se hace necesario que terapeuta y cliente establezcan las normas de sucontrato discursivo. Esto se lleva a cabo mediante claves de contextualizacin a

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    las que definimos los signos que permiten que los participantes de una interaccinidentifiquen su contexto, determinen con quien hablan y en qu gnero discursivovan a estar, o estn implicados (Maingueneau, 1996, p.20). Con la finalidad denegociar la clave de contextualizacin, se utilizan los siguientes mecanismospragmtico-retricos:

    - Uso de la autoridadFragmento N. 1

    T: Respecto a este proceso, una de las cosas que yo no quiero hacer esdirigirte o llevarte en una direccin en la que t no quieras ir. As que, creoque lo dejar a tu criterio, el hablar y discutir de aquello con lo que tesientas cmoda. (...) parece que una de las cosas que implcitamenteacordamos fue que sera importante mirar esos sentimientos dolorosos,explorarlos y articularlos. Pienso que en este proceso llegars a clarificarese tipo de cosas, a ser capaz de expresar algunas de las cosas que nuncahas sido capaz de expresar, quin eres realmente y cmo te sentiste enrealidad, esta sensacin de no ser merecedora de nada bueno comoconsecuencia del suicidio de tu madre. (...) As es como yo lo veo. Mitrabajo consistir en mantenernos en este camino, ayudarte a explorar estetipo de sentimientos y, Mhmm, pero no quiero establecer una agenda paranosotras, realmente pienso que eso debes hacerlo t, segn lo que seaimportante para ti.

    En este fragmento de la primera sesin, la terapeuta ocupa distintas posicionesrespecto a la cliente. Por un lado, y aparentemente, se posiciona como una terapeutano directiva (una de las cosas que yo no quiero hacer es dirigirte o llevarte en unadireccin en la que t no quieras ir; no quiero establecer una agenda); por otro ladoy coherentemente con esto, la terapeuta se posiciona como alguien que sigue el pasode la cliente (creo que lo dejar a tu criterio). Siendo as, la terapeuta pareceposicionar a la cliente como conductora de y experta en lo que se refiere al contenidode las sesiones; como alguien que guiar el paso de las sesiones y del ritmo de laterapia (hablar y discutir de aquello con lo que te sientas cmoda); como alguienque realiza un proceso con el apoyo de otra persona que se lo facilita (la terapeuta);y como alguien que inicia el camino o aventura de explorar sus sentimientosdolorosos referentes a una prdida traumtica en presencia de otra persona ymediante el discurso.

    De este modo, parecera que la terapeuta posiciona a la cliente como la personaque decidir los contenidos de las sesiones as como la persona que ejercer elcontrol de las mismas, posicionndola como alguien proactivo e implicado en eltrabajo teraputico y, aparentemente, cedindole parte de la iniciativa a la cliente.Sin embargo, ntese cmo, paradjicamente, la terapeuta ocupa estas posiciones ylas legitima haciendo uso de la autoridad sin dejar lugar a la discusin sobre si esto

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    debe ser as o no. A pesar de que la terapeuta invita aparentemente a la cliente adecidir el contenido de las sesiones, estos contenidos no son del todo libres sino quedeben atenerse a lo que la terapeuta ha definido como temas propios del dilogoteraputico que, coherentemente, coinciden con su propia visin del proceso decambio (ver uso de la voz de experta).

    - Clarificacin de posiciones o disparidadFragmento N. 2

    T: (...) Veo mi rol como, Mhmm, facilitador de este proceso. Es decir, tviniste y las dos hablamos de tu deseo de sentirte ms merecedora y de sercapaz de aceptar que eres una persona que vale la pena, de alguna manerade hacer desaparecer esta nube oscura, y parece que mucho de todo estoest vinculado a los acontecimientos de tu vida, especialmente al suicidiode tu madre y cmo tu vida se desmoron como resultado de ello. () Ases como yo lo veo. Mi trabajo consistir en mantenernos en este camino,ayudarte a explorar este tipo de sentimientos y, Mhmm, pero no quieroestablecer una agenda para nosotras, realmente pienso que eso debeshacerlo t, segn lo que sea importante para ti.

    Una extensin del uso de la autoridad es recurrir a la utilizacin de laclarificacin de posiciones como forma de enfatizar que, a pesar de que la terapiasea un proceso de co-construccin, ambas juegan desde posiciones distintas puestoque la relacin teraputica implica un componente de disparidad y una diferencia-cin entre quin es cliente y quin es terapeuta. El propio ejemplo delmecanismo retrico denominado uso de la autoridad contiene fragmentos queilustran la clarificacin de posiciones. Es decir, la terapeuta, por su parte, seposiciona como acompaante y gua de una persona que inicia un nuevo camino oaventura (mi trabajo consistir en mantenernos en este camino) y, al mismo tiempoque hace esto, se posiciona como alguien cuyo rol consiste en facilitar el proceso dela cliente (veo mi rol como faciliador de este proceso). El uso de los pronombresmi y nosotras en la frase citada unas lneas ms arriba, es un ejemplo del tipode relacin que caracteriza la dada terapeuta-cliente: una relacin asimtrica.

    Hasta el momento, la cliente ha quedado posicionada como la persona queinicia esta aventura (la terapia), para quien no va a ser fcil (unos turnos de palabraantes la terapeuta comentaba: soy consciente de que esto no va a ser fcil para ti)y a quien consume mucha energa el hecho de pensar en su relacin con su madre(como deca la cliente: la forma como me corroe hablar de ello, me siento muyextraa (tiembla su voz) pienso cmo puede esto consumir tanta de mi energa?).De ah la necesidad de alguien que facilite este proceso. De ello se desprenden el usode metforas con las que la terapeuta se refiere al proceso de reconstruccin enturnos de palabra posteriores al que aqu presentamos, es decir, aventura,desafo y riesgo que la cliente debe aceptar si quiere llegar a una resolucin (por

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    ejemplo en el siguiente prrafo: T: esto es un reto para ti en este momento y suenacomo un desafo increble y como un riesgo el hecho de aventurarse en este proceso.De este modo, la cliente se posiciona frente al acontecimiento crtico de su vida deforma pasiva, como incapaz de hacer nada distinto con esa experiencia, comovctima de aqul momento (el suicidio de su madre) y vive aqul como la causa desus problemas en el presente. La terapeuta, sin embargo, la posiciona en la relacincon ella como alguien activo, capaz de enfrentarse a retos y dificultades.

    - Uso de la voz de expertaFragmento N. 3

    T: (...) parece que una de las cosas que implcitamente acordamos fue quesera importante mirar esos sentimientos dolorosos, explorarlos y articu-larlos. Pienso que en este proceso llegars a clarificar ese tipo de cosas,a ser capaz de expresar algunas de las cosas que nunca has sido capaz deexpresar, quin eres realmente y cmo te sentiste en realidad, estasensacin de no ser merecedora de nada bueno como consecuencia delsuicidio de tu madre. (...) As es como yo lo veo. (...) Poder llegar a deciresta soy yo y as es como me siento; reprimirlo es negar una realidad; esnegar quien eres t en este momento...

    La terapeuta se posiciona como alguien experto en procesos desde unaperspectiva de terapeuta centrada en el cliente y, debido a ello (e inevitablemente),la terapeuta arrastra consigo toda una tradicin sobre la teora de los problemasy los procesos de resolucin de los mismos. De este modo, la terapeuta se posicionacomo la persona que gua el proceso teraputico y como experta instruye a la clienteen cmo debe ser su relacin desde su propia perspectiva y la socializa en un modeloteraputico determinado. De ah que el discurso de la terapeuta sobre cmo debeproducirse el cambio y a qu debe dirigirse el trabajo en la terapia sea distinto deldiscurso que utilizara otro terapeuta, miembro de una comunidad discursivadiferente. Mientras un terapeuta por ejemplo de orientacin cognitiva clsica secentrara en el trabajo con los pensamientos de la cliente, esta terapeuta existencialistadefine la terapia como el espacio donde se expresan aquellas vivencias y sentimien-tos dolorosos que no pueden expresarse en otros contextos, y que hacen especialreferencia a sentimientos negativos. Esto refuerza la idea que comnmente se tienede la psicoterapia como un lugar donde las personas expresan emociones negativasy hablan de problemas. De este modo, el cambio de la cliente pasa por la expresinde los sentimientos negativos y dolorosos mediante su exploracin, articulacin yenfrentamiento. Esto se hace evidente por el hecho de que es la terapeuta quienintroduce este tema y lo va elaborando a lo largo de la terapia y se pone especialmen-te de relieve cuando la propia terapeuta define la represin de sentimientos como unaforma de negar la realidad (reprimirlo es negar una realidad). Es interesanteadvertir que, curiosamente, al final de la terapia la cliente empieza a hablar de

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    emociones y a expresar el enfado que siente con su madre por haberse suicidado enlugar de haber pedido ayuda para sus problemas.

    La terapeuta utiliza este discurso terico y el uso retrico de la voz de expertapara vincular su teora sobre los problemas psicolgicos y la resolucin de losmismos con el cambio que la cliente solicita en terapia (mayor aceptacin de smisma y elaboracin del duelo por la muerte de su madre). De hecho, la terapeutadefine los problemas actuales de la cliente como algo que est estrechamentevinculado a este acontecimiento tan crtico de su pasado y establece tal conexinentre el presente y las circunstancias pasadas de la cliente (vase fragmento N 2).Sin embargo, ntese cmo el uso de la forma de pronombre impersonal (esto) haceque lo que la terapeuta dice parezca un hecho y no su propia opinin.

    Tanto la cliente como la terapeuta definen los efectos del suicidio de la madrede la cliente como algo que destruy su vida y desafi y viol sus propias creencias.La terapeuta vincula las consecuencias del acontecimiento crtico a la falta deaceptacin de la cliente como algo conectado a la destruccin que tuvo lugar. Delmismo modo, la visin del acontecimiento crtico como algo con vida propia que semanifiesta a lo largo de la vida de la cliente de forma ajena a su voluntad, que tomadistintas formas, que no puede no considerarse pues revive como si se tratara deun fantasma, como si fuera algo con una presencia fsica que hasta ahora se habaintentado ignorar, y que queda como una experiencia sin construir, voltil/difusa,concuerdan exactamente con la teora de la terapeuta de que la terapia es un espacioidneo para hablar de este tema y manifestar las emociones que, como el aconteci-miento crtico, se han mantenido ocultas. Esto explica que ambas (terapeuta ycliente) consideren estas metforas como vlidas para explicar las consecuenciasdel acontecimiento crtico en lugar de otras. As, la mayor aceptacin de la clientede s misma es vista por la terapeuta como el resultado de la expresin de lasemociones de la cliente.

    La terapeuta define el proceso de exploracin, articulacin y enfrentamientode las emociones como lo que har que la cliente vea con mayor claridad lo quesucede e imponga organizacin y estructura a algo que est desorganizado (puesqued destruido) y propone esto como el trabajo que llevarn a cabo entre las dos.Llevando la terapia en la direccin del trabajo con las emociones, segn la terapeutala cliente adquirir mayor claridad sobre s misma. Ntese cmo la terapeuta apelaa la realidad de las emociones que sinti la cliente.

    - Uso del consensoFragmento N 4

    T: (...) parece que una de las cosas que implcitamente acordamos fue quesera importante mirar esos sentimientos dolorosos, explorarlos y articu-larlos (...).

    De esta dada, se desprende la idea de la terapia como un espacio de liberacin

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    donde la cliente expresa sus preocupaciones y deseos. La forma como la terapeutalo presenta es recurriendo a un acuerdo implcito entre ambas. Obsrvese cmomediante este recurso retrico, la terapeuta da una explicacin de lo que le sucedea la cliente e introduce la forma de trabajar con ello apoyando su propia teora delproblema y del cambio en un acuerdo mutuo y recurriendo a la mutualidad y alconsenso entre ambas como forma de incorporar a la cliente en su propio discurso.

    - Recurso a la utilidadFragmento N 5

    C: creo que tienes razn, me asusta el proceso, pero empiezo a poner ordeny me gusta. No tengo por qu ser siempre una mujer tan controladora yrgida; tambin puedo divertirme (risas)T: Mhmm, Mhmm. ya, ser til trabajar en ello, valdr la penaC: sT: seguro que va a valer la pena, ya lo versC: s

    Mediante el recurso de la utilidad o del valer la pena, la terapeuta termina deconfirmar que la cliente est de acuerdo en cmo se va a producir el cambio, algoen lo que ha puesto sus recursos en distintos momentos a lo largo de la primerasesin. Por otro lado, no slo confirma que la cliente est de acuerdo con ella sinoque adems vuelve a utilizar el recurso de la autoridad y de la voz de expertamediante el ya lo vers con el que termina la frase y con el que parece cerciorarsede que la cliente ha comprendido bien su visin del cambio.

    - Invitacin temtica o restriccin de tpicoFragmento N 6

    T: parece que todo lo que te sucede est conectado con todo de algunamanera

    C: s, tiene que unirse todo, eh, no estoy segura de qu ni de por dndeT: cierto. Por dnde te gustara empezar hoy? Cmo te gustara utilizartu hora?C: ese es un buen punto, Mhmm, est bien utilizar estas horas hablandode cosas actuales as como de cosas del pasado?T: cualquier cosa que quieras discutir, tal y como te deca todo estconectado con todo, as que (risas)

    En este caso, la cliente haba abierto la sesin hablando de su relacin con sumadre adoptiva. Sin embargo, a medida que la sesin avanza, parece hacerse msobvia la hiptesis de que la terapeuta no considera este momento como oportunopara hablar de la madre adoptiva de la cliente (a pesar de que la cliente abri la sesincon este tema). La terapeuta la invita a hablar de ello y marca toda la discusin previacomo si no hubiera estado formando parte propiamente de la sesin; de hecho,

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    seala el inicio con la pregunta: por dnde te gustara empezar hoy? invitando ala cliente a elegir a qu quiere dedicar la sesin (a pesar de que la cliente parecahaberlo decidido ya!). Se hace evidente que la cliente no tiene demasiado claro sitiene permiso para hablar de todo aquello que la preocupa o si slo debe hablar delas consecuencias del acontecimiento traumtico en el momento en que preguntaexplcitamente si puede hablar de asuntos actuales o si slo debe hablar del pasado,aun teniendo en cuenta que, en diversas ocasiones la terapeuta ha hecho explcitoque poda hablar de lo que deseara. La terapeuta queda liberada de decir que slopuede hablar de determinadas preocupaciones por el hecho de haber definido todoslos temas como vinculados unos a otros tal y como ya mencionbamos en el puntoanterior.

    - Cdigo de lenguaje: Introduccin de trminos emocionalesFragmento N 7

    T: Creo que tiene que ser difcil, o me pregunto si es difcil, sentirtelegtimamente enfadada con tu madre, que de alguna maneraC: claro, porque probablemente lo intento, lo intento, pero me han dadotantos mensajes de cmo debera sentirme al respecto. Obviamenteestaba enferma para hacer algo as...T: Y t deberas entender, ser compasivaC: claro, claro. Yo soy inteligente y debera comprender la devastacin,debera ser capaz de aceptar que tena que estar loca para suicidarseT: claro, pero comprenderlo sera... cmo cancelar tus propios senti-mientos?C: s. Yo no puedo olvidar, sigue estando aqu (...) Y conforme voyhacindome mayor debera disminuir su impacto en mi mente pero no esas.

    El cdigo de lenguaje implica la manera en que hay que enunciar y que seconstituye como la nica que tiene sentido en un determinado universo de interaccin.La terapeuta empez a socializar a la cliente una forma de enunciacin basada enla expresin de emociones en la primera sesin y sigue insistiendo en ello con el usodirecto del cdigo de lenguaje. Es decir, introduce trminos emocionales durante laconversacin como forma de clarificar el tipo de enunciaciones que tiene sentidohacer en una relacin teraputica (o al menos con esta terapeuta). Teniendo encuenta que la visin de la terapeuta sobre la reconstruccin del duelo de la clientepasa por la expresin de emociones, es lgico que sea ella misma quien introduzcatrminos emocionales con objeto de elicitar narrativas acerca de sentimientos y nomeras descripciones puesto que la cliente de momento no lo hace por iniciativapropia. Sin embargo, la cliente empieza a hablar de sentimientos y adopta un estiloms activo y de cuestionamiento, a diferencia de la primera sesin. Pareceobservarse cmo a partir del enfado la cliente adopta una postura subversiva y de

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    confrontacin y crtica hacia los discursos disponibles a su alrededor y empieza areafirmar su posicionamiento como vlido con la ayuda de la validacin de laterapeuta de dicho posicionamiento. De esta manera, la cliente comprende quepuede referirse libremente a lo que la muerte de su madre supuso para ella y expresartodo lo que sinti en aqul momento y lo que siente en el presente.

    - Autorizacin/permisoFragmento N. 8

    T: ya, ya, bueno, Mhmm, si en algn momento llegamos a algn punto enel que quieras trabajar acerca de tu relacin con tu madre adoptiva,tambin estar bien; cualquier cosa que salga estar bienC: bien; bueno, estoy segura que algo saldr, porque lo tengo todo a medias(risas)

    La terapeuta autoriza/da permiso a la cliente para hablar de otros temas comopor ejemplo los relacionados con su madre adoptiva. Sin embargo, cuando en unaconversacin puede hablarse de lo que se quiera generalmente no se hace necesarioque ninguno de los participantes en la misma ejerza de controlador sobre qu sepuede o no decir o haga explcito este derecho. En una conversacin que no fuerade una sesin de terapia seguramente ambas participantes seguiran hablando ycambiando continuamente de temas. Sin embargo, no es as en este caso. Podradecirse que la cliente ha violado el pacto de hablar de sus emociones respecto alsuicidio de su madre tal y como se haca explcito en el contrato discursivo en el quela terapeuta socializaba a la cliente en la primera sesin. Al haber sido as, laterapeuta recuerda de nuevo a la cliente que hay ciertos temas permitidos en terapiapero que otros no lo estn. La forma de hacerlo es recordndole que puede hablarde cualquier cosa. Es tambin curiosa la forma en que la terapeuta invita a hablar ala cliente de lo que sea ya que en lugar de animarla a hacerlo se lo propone como algoque en algn momento puede suceder (como un caso especial) pero como si ese nofuera el momento adecuado.

    - Visin globalFragmento N. 9

    T: est claro que todo est conectado con todoC: s, tiene que unirse todo, eh, no estoy segura de qu ni de por dnde

    En este breve fragmento se observa cmo la terapeuta lleva a la cliente a suterreno mediante la definicin de que todos los temas estn conectados entre s y que,por ello, la cliente puede hablar de lo que quiera ya que, a la larga y empiecen pordonde empiecen, acabarn llegando al mismo lugar: su duelo no elaborado.

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    - Clarificacin procesual (explicacin de la forma de proceder para conseguirlos objetivos de la cliente)

    Fragmento N. 10T: Mhmm-Mhmm, Mhmm-Mhmm. En trminos de cmo dirigir, ya sabes,de cmo conseguir lo que t quieres lograr, que sera, bueno estoyasumiendo que hablas de disminuir la ansiedad, que sta no aparezca tana menudo. Me parece que lo que podramos hacer es focalizarnos en esosacontecimientos, en la muerte de tu madre, no en todas sus ramificacio-nes, sino directamente trabajar con las races. Quiero decir que, siestamos suponiendo que muchas de esas cosas provienen de ah, enton-ces ser valioso pasar un tiempo fijndonos especficamente en esosacontecimientosC: uno de los acontecimientos es que, Mhmm, porque el acontecimiento esen s mismo. Quiero decir que puedo contarte la historia tres veces o ms;mhmm, pero no llego directamente a ella, sabes?, ni siquiera s cmoexplicar esto, pero me doy cuenta de que todo est a medias y cmocambiarlo?T: bueno, esa es una buena pregunta. Una manera de hacerlo parte de re-experienciar de alguna manera aquellos acontecimientos, de la manerams vvida y de la mejor manera que sea posible. Creo que nunca haselaborado realmente el duelo por la muerte de tu madre, ni por lasprdidas en tu vida. Por lo que me has contado, nunca tuviste laoportunidad como nia, es as? Estabas demasiado ocupada tratando decomponer tu vida, de que no se fragmentara.

    De nuevo, en este fragmento, y como respuesta a una pregunta de la cliente (aquien no parece haberle quedado claro el mtodo de trabajo hasta este momento) laterapeuta expone, de nuevo, su visin del cambio y, asimismo, explica a la clientecul es desde su punto de vista la forma ms ptima de proceder para conseguir susobjetivos teraputicos. Ntese cmo la terapeuta recoge lo que le parece haberentendido como objetivos de la cliente para asegurarse de que estn de acuerdo enellos y, por tanto, de que el mtodo de trabajo que propone es el correcto.

    El hecho de que la cliente comprenda y aparentemente acepte las claves decontextualizacin, posibilita que se comporte de forma adecuada en susinteracciones con la terapeuta, es decir, que ambas jueguen a un mismo juego delenguaje (Wittgenstein, 1953) que se caracteriza por reglas distintas de si se tratarade otro tipo de intercambios dialgicos. La terapeuta, pues, deja claras las reglas deljuego y la cliente va socializndose en ellas. Tambin parece obvio que el propio usode la autoridad sita a ambas en posiciones complementarias, de no-reciprocidad,donde una de las enunciadoras ocupa la posicin superior mientras la otra ocupauna posicin inferior. Ambas posiciones provienen tambin de lainstitucionalizacin de posiciones donde una persona (cliente, posicin infe-

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    rior) realiza una consulta psicolgica a otra que considera experta (terapeuta,posicin superior).

    II. FACILITADORES DEL DISCURSO DE LA CLIENTE: HACIA LAINTELIGIBILIDAD

    - Cesin del turno de palabraFragmento N. 11

    C: claro, es verdad. En mi familia adoptiva ni siquiera lo mencionoT: claroC: porque su visin es la de que yo ya debera haber olvidado algo quesucedi hace veinticinco aos o los que hagaT: ya, claro, claroC: ya sabes, el da en el que viniste a esta casa con nosotros te convertisteen parte de esta familia y lo otro qued atrs; no tienes que preocupartems por ello, tienes que seguir adelanteT: Mhmm, Mhmm-Mhmm

    Ntese cmo, en ocasiones, la terapeuta se sirve de las partculas claro,Mhmm, ya, entre otras, como forma de no entorpecer el discurso de la clientepero de manifestar que est atenta, escuchndola activamente y siguiendo laconversacin. De este modo, la terapeuta renuncia a su turno de palabra para facilitaras lo que la cliente est elaborando.

    - Ratificacin y extensin de metforasFragmento N. 12

    C: (le tiembla la voz) siento que se me juzgar a m por elloT: ya, ya, que de alguna manera se reflejar en tiC: que tambin soy responsable o que estoy loca como ella y que eshereditario o algo asT: ya, que te teir, que ese incidente teir las percepciones que la gentetenga sobre ti. La sensacin de que vas a ser mal interpretada, que la genteno va a comprenderC: oh, s, no se preguntarn qu hago yo, dirn mira lo que hizo su madreT: oh, ya, oh, y sera horrible saber que la gente dice esto o piensa aquello(p:00:00:07). Parece que lo que dices es que has quedado teida por esteincidenteC: s, porque en mi mente se trata de tal atrocidad. Ciertamente desafa miscreencias religiosasT: es una atrocidad; desde tu punto de vista, es como si lo violara todoC: las cosas en las que yo debera creer y pensar, o me gustara creer ypensar

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    T: y es parte de ti, y es difcil aceptar que eso es tambin parte de tiC: s (p:00:00:07)T: ya, puedo imaginar tu miedo de que los dems te perciban a travs deesta luz

    Entendemos por ratificacin, aquellos momentos o minutos despus del uso deuna metfora por parte de la cliente, en los que la terapeuta resalta esta mismametfora mediante el uso de la repeticin, o de sinnimos o trminos semnticosasociados con la misma (Ferrara, 1994). Sin embargo, en ocasiones, tambin se daa la inversa, es decir, es la cliente quien extiende o ratifica una metfora utilizadapor la terapeuta. En estos casos, indica que la cliente acepta la metfora que laterapeuta ha usado para simbolizar la experiencia de la cliente as como el aciertoen el uso de la misma. En los casos en los que la cliente cambia de metfora, elloindica que la terapeuta ha representado la vivencia de la cliente de manera que nose ajusta a ella. A menudo, la ratificacin se acompaa de la introduccin de nuevoselementos y de una elaboracin conjunta de la misma, en cuyo caso hablaremos deextensin de la metfora. Ya hemos comentado en la introduccin la importanciade las metforas como forma de narrar lo inenarrable y como forma de expresar demanera familiar aquello que no lo es.

    En este fragmento de transcripcin que acabamos de presentar, puede obser-varse cmo la cliente introduce una metfora para referirse a los efectos delincidente como si estos fueran un castigo o el resultado de la rueda krmica quecae en forma de mal karma sobre la cliente. La terapeuta la extiende a la vez quecambia la metfora del juicio por la del reflejo, cuyo uso resulta seguramentemenos amenazante para la cliente. La cliente la acepta pero sin embargo la elaborabrevemente al decir que es como si los dems pudieran ver lo que su madre hizo atravs de ella. No obstante, rpidamente se produce un cambio de metfora dondela cliente se refiere a los efectos del incidente como desafo. La terapeuta ratifica eluso de esta metfora con el trmino violacin. Ntese cmo, mientras la clientese refiere slo a un aspecto de su vida (el religioso), la terapeuta lo ampla a todo (loviola todo) y la cliente vuelve de nuevo a referirse a la idea de las creencias.Finalmente, la terapeuta vuelve a introducir la idea de que la cliente siente miedo alpensar que los dems la perciben a travs de esa luz.

    Vase asimismo lo que sucede en el siguiente fragmento de transcripcin:Fragmento N. 13

    C: no es algo de lo que est orgullosa y he luchado en la escuela y en eltrabajoT: este secreto que te avergenza y con el que siempre has sido tancuidadosa para sobresalir por encima de los dems; no quiero estasombraT: sombra, yaC: o esqueleto

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    T: yaC: asomando su cabeza (risas), ya sabes. Siento que est ahC: me avergenza muchoT: Mhmm, est muy claro, me avergenzo de ello, parece que te encogescuando piensas en elloC: (suave tono de voz) s (p:00:00:08)

    Tambin aqu puede observarse cmo la terapeuta ratifica el uso de la metforade la cliente como forma de invitarla a seguir elaborndola. La sombra se transformaen un esqueleto que asoma su cabeza y en algo que tiene una presencia fsica queha estado siendo ignorada pero que no por ello desaparece. A continuacin, laterapeuta utiliza de nuevo una metfora menos amenazante que las utilizadas por lacliente pero cuyo significado es el mismo: la del suicidio de la madre como unsecreto que avergenza a la cliente y que hace que sta se encoja.

    Fragmento N. 14T: ya, as que hay est sensacin de querer estar ms cmoda contigomisma; parece difcil si no pones paz con algo de lo que te avergenza detu experienciaC: desprendindome de ello. No creo que nunca me deje, siento que nopuedo dejarlo ir (p:00:00:09)T: ya, dejarlo ir, aceptarlo, en lugar de tenerle miedoC: no slo perdonar. Le un libro que hablaba del verdadero perdn. Si nopuedes perdonar de verdad y dejar ir, lo que sea, si alguien te ha hecho algoo te sientes violado por alguien, o descubres que tu esposo tiene un affair,puedes hacer una de dos cosas: puedes perdonar de verdad o enviar alinfierno esa relacin y separarte, segn de qu situacin se trate. Hepensado mucho en esto porque quiero ser capaz de pretender que perdonolo que mi madre hizo pero no lo hago. Pienso en ello y me enfado mucho,siento que me quema y pienso cmo te atreviste a hacerme esto?T: cierto

    En este fragmento, la terapeuta empieza de nuevo a dejar traslucir su propiateora del cambio, es decir, que la cliente consiga estar ms cmoda consigo mismadepende de quedar en paz con parte de esa vergenza que experimenta por el hechode que su madre se suicidara. No queda claro el tema de si la cliente acepta esto ono aunque podra afirmarse casi con total seguridad que el cambio para la cliente,en este momento, no pasa por lo que dice la terapeuta sino por la capacidad de dejarir lo que sucedi y sus consecuencias. La terapeuta matiza esta experiencia dedejar ir e introduce la idea de que este dejar ir no debe responder al miedo dela cliente sino que depende de un paso previo: la aceptacin. Sin embargo, ello noparece producir ningn efecto en la cliente que sigue elaborando su idea del dejarir y del cmo conseguirlo (mediante el perdn vivencial). Mientras en los dosprimeros fragmentos presentados la cliente ocupa ms bien la posicin de vctima

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    y de alguien que no puede enfrentar la catstrofe de lo sucedido y sus implicaciones,en este tercer fragmento se observa un cambio de posicin. Aqu, la terapeutaposiciona a la cliente como alguien que debe hacer algo y convierte la experienciadel dejar ir en algo activo y cuyo origen debe ser la cliente y no en algo pasivo yque suceder por s mismo. Tal y como sugieren Neimeyer y Stewart (1996) y Attig(1996) el duelo no es algo que se nos hace sino que es algo que nosotros hacemosy la cliente empieza a ocupar esta posicin ms proactiva.

    - Internalizacin de la voz de la clienteUso de la primera persona del singular por parte de la terapeuta para reflejar eldiscurso de la C

    Fragmento N. 15T: bien, me siento muy contenta de que puedas ser tan clara y de as escomo fue y quiero toda la verdadC: s, es de ah de donde todo viene. () y este ltimo ao estoy aprendiendoa decir esta es la relacin que quiero tener porque es importante para m,y lo siento si no os gusta porque me preocupis y si no lo aceptis entoncesno me aceptis a m (...)T: Mhmm-Mhmm, Mhmm-Mhmm

    Obsrvese cmo el uso de la primera persona del singular que hace la terapeutano responde a sus deseos ni al azar sino ms bien a la incitacin a revivir una historia.De este modo, la terapeuta introduce una diferencia entre narrar una ancdota delpasado utilizando formas verbales del pasado o revivirla en el aqu y ahora,reviviendo as las emociones surgidas en la conversacin que vuelve a representarseen sesin. La terapeuta se sirve del reflejo, es decir incorpora la voz de lasnecesidades de la cliente convirtindose en un espejo para la cliente que puede, deeste modo, escuchar sus propias necesidades en boca de otra persona. Ntese cmoesta intervencin de la terapeuta desencadena en la cliente una serie de afirmacionesque hacer como forma de mostrar a la terapeuta aquellas cosas que no est dispuestaa seguir aguantando y, como decamos anteriormente, como forma de satisfacerprobablemente los propios deseos de la terapeuta sobre cmo evolucionar en laterapia. Ntese de nuevo cmo la terapeuta invita a la cliente a seguir su discursocambindola de posicin (de alguien pasivo a alguien activo) mediante el uso de lainternalizacin de su voz en los siguientes dos ejemplos ilustrativos de estemecanismos que proponemos a continuacin:

    Fragmento N. 16C: creo que las personas deben seguir adelante, no puedes vivir siempre enese pasadoT: al mismo tiempo que parece importante expresar cmo sucedi todo y

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    cmo te sentiste, de manera legtimaC: sin que te digan no deberas sentirte asT: sentir que te apoyan, claro, esta soy yo y as es como me siento yreprimirlo es negar la realidad, es negar quien eres hoyC: con quien ms me cuesta es con mi hermana adoptiva, la mayor.

    Fragmento N. 17C: siento que estoy en un momento de mi vida en el que debo abrazar todoesto. Creo que, ante todo, por mi bienestar y desde luego por mi relacincon mi marido porque le quiero mucho y s que soy capaz de destruirtambin esta relacinT: Mhmm, Mhmm, hay este miedo de que si no manejo lo que me sucedepodra perderle, podra destruir mi matrimonioC: con mi propio quehacerT: con tu propio quehacer

    En diversas ocasiones, la terapeuta utiliza la voz de la cliente y repite lo questa misma ha dicho utilizando la primera persona del singular, como si hubierainternalizado la voz de la cliente. De este modo: a) la terapeuta se convierte en unespejo para la cliente dando la oportunidad a la cliente de escuchar su propiodiscurso de manera externa a ella; b) empatiza con la cliente; c) puede comprobarsi su comprensin de lo que la cliente est diciendo es correcta o no.

    - InterrupcinFragmento N. 18

    T: ya, es difcil aislar una experiencia del resto... creo que forma parte delas limitaciones del cuestionario peroC: quiero decir que es duro tratar de generalizarlo. Me resulta interesanteporque cuando lea los tems del cuestionario me daba cuenta de que habacosas que tambin senta hacia mi madre adoptiva pero trataba de separaresos dos sentimientos.T: ya.

    La cliente interrumpe a la terapeuta como forma de no cambiar de tema. Apesar del pero que utiliza la terapeuta probablemente como forma de cambiar detema o de quitarle importancia, parece que para la cliente es suficientementerelevante como para dedicarle unos segundos ms e ignorar la voz del pero quela terapeuta enuncia. La cliente se sirve pues de la interrupcin como forma demarcar que ese es un tema relevante para ella.

    - Externalizacin: distanciamiento como forma de reducir la amenazaFragmento N. 19

    T: Mhmm, es frustrante para ti que a pesar de tus esfuerzos, a pesar de todo

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    lo que dices, a pesar del xito que has logrado hasta ahora y queconstantemente te esfuerzas, todava sientesC: eso sigue ahT: Ya

    En esta conversacin, la terapeuta se refiere a estados internos de la clientecomo forma de invitarla a un anlisis interno mientras que la cliente responderefirindose a algo con entidad propia fuera de s mismo. As, la terapeuta intentahablar de los sentimientos de la cliente des de un punto de vista de origen internode los mismos, mientras la cliente los coloca fuera de s misma y, por lo tanto, sudiscurso se basa en el origen externo. Con ello, la cliente desva de la atencin dela conversacin de s misma hacia el exterior. A partir de aqu, el dilogo entre ladada podra seguir tomando la perspectiva de la externalizacin o podra redirigirsede nuevo hacia el interior de la cliente. En este caso, presuponemos que en partepor el modelo en el que la cliente ha sido socializada, es ella misma quien redirigela conversacin de nuevo hacia s misma y hacia sus sentimientos. As, terapeuta ycliente juegan con el origen interno y el origen externo como forma de tantearambas posibilidades. Vase, sino, lo que sucede a continuacin:

    Fragmento N. 20C: sigue estando ahT: yaC: Sigo sin sentirme cmodaT: Mhmm-mC: Sigo sin sentirme cmodaT: parece que esas cosas son obviamente aspectos centrales en tu vida. Alno sentirte completamente cmoda y bien contigo misma, no merecedoradel xito, experimentando constantemente el miedo de que tienes quedemostrar algo a los dems, parece que llevas contigo esas cosas vayas adonde vayas y que querras librarte de ellas. Esos temas han emergidocasi cada vez que nos hemos visto, siguen saliendo a la superficie. Pareceque todo ello proviene de tu infancia y, especialmente, de la muerte de tumadre y lo que sucedi a raz de ello. Muchas cosas se formaron entonces,en esos aos formativos de tu vida. La falta completa de control y loterrorfico que debi ser me hacen pensar en tu necesidad actual decontrolar tu entorno como forma de experimentar cierto confort. Sin l, tuvida fue un caos. Tiene esto sentido para ti?

    Aqu, la cliente moviliza su discurso desde una posicin externa al inicio deuna posicin interna (es decir, cmo se siente) y la terapeuta reconoce tambin loexterno (siguen saliendo a la superficie) mientras la ayuda a elaborar sus propiosprocesos internos (parece que llevas contigo esas cosas vayas a donde vayas).

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    III. LIBERACIN DE LOS DISCURSOS QUE CONSTRIEN A LACLIENTE: HACIA UNA TRANSFORMACIN DIALGICA

    - Uso de la doble voz o del tercer hablanteFragmento N. 21

    C: ya (p:00:00:12), bueno es difcil porque algunas personas diran, yasabes, que mi madre fue una mierda toda su vida (risas)T: y no es tan simpleC: no, no lo es, y no es justo etiquetarla as, no lo es para m (llorando y conla voz temblorosa) porque no es como yo me sent. Yo senta que mi madreme quera aunque fuera una nia traviesa; yo era una nia mala.

    Fragmento N. 22T: Creo que tiene que ser difcil, o me pregunto si es difcil, sentirtelegtimamente enfadada con tu madre, que de alguna maneraC: claro, porque probablemente lo intento, lo intento, pero me han dadotantos mensajes de cmo debera sentirme al respecto. Obviamenteestaba enferma para hacer algo as...

    Con el uso de la doble voz (Bakhtin (1986) o del tercer hablante (Peytard,1993), la cliente da voz a enunciados que pertenecen a otros enunciadores. Aun as,estos tienen una influencia directa en ella y resuenan en similitudes y/o diferenciasrespecto a su propia construccin de determinados hechos y personas (ej., en estecaso, respecto al suicidio y a su madre). La cliente parece presa por dichos discursosque la oprimen y afligen.

    - Internalizacin de la voz de la TerapeutaFragmento N. 23Al principio de la sesin de terapia:

    T: ya, ya, eso debe asustar mucho. Suena como si fuera un buen motivopara no dirigir la vista a esas emociones, porque duelen, duelen mucho;C: claro.

    Al final de la sesin de terapia:C: claro, creo que tienes razn, me asusta el proceso, pero empiezo a ponerorden y me gusta (...).

    Curiosamente, es la terapeuta quien prcticamente inicia la sesin utilizandola palabra asustar para describir cmo se siente la cliente al venir a la terapia ahablar de su duelo por la muerte traumtica de su madre. A pesar de que la clientelo confirma con un claro a continuacin, no contina elaborando dicho sentimien-to. No es hasta el final de la sesin cuando la cliente da explcitamente la razn a laterapeuta. Sin embargo, el sentimiento no es tan slo de estar asustada; al final deesta sesin y a pesar de seguir habiendo miedo en la cliente hay tambin la voz deldisfrute al empezar a organizar lo que le est sucediendo.

  • REVISTA DE PSICOTERAPIA / Vol. XII - N 4868

    - Explicacin de comunalidadesFragmento N. 24

    C: quiz la gran devastacin se lo llev todo, no sT: ya, ya. Creo que lo que dices es probablemente uno de los problemascon ese cuestionario; muchas de las personas que tienen dificultadespara responderlo son personas que vienen por temas relacionados con lamuerte, con situaciones que giran entorno a una muerte, porque sonsituaciones diferentes (...).

    Frente a las dificultades que en esta sesin la cliente sigue exponiendo respectoa la administracin de una batera de tests que se le realiz en la entrevista deevaluacin, la terapeuta se sirve del recurso retrico de la explicacin decomunalidades que la cliente tiene con otras personas que han solicitado ayudapsicolgica por temas relacionados con la muerte de una persona cercana a ellos ydefine estas situaciones como distintas de las dems; por otro lado, tambin definelas dificultades de la cliente a la hora de responderlo como consecuencia de laslimitaciones de los propios cuestionarios.

    - Reconocimiento de necesidades y deseosFragmento N. 25

    T: mm-hm, y quieres que sean, quieres que sean conscientes de ello, quereconozcan su responsabilidad y negligencia?C: s, bueno, quiero que ellosT: lo sepan, sean conscientes de queC: s, no tienen que decirme nada a m pero necesito que sepan que yo los. No acepto un de veras que quera hacer algo por ti pero nadie medej, no acepto esto.

    Mediante la validacin y el reconocimiento de los deseos de la cliente, laterapeuta la posiciona como alguien que tiene derecho a expresar sus necesidadesy a hacerlo saber cuando no sucede as (en este caso respecto a su familia). La sesinva tomando cada vez un tono ms crtico y la cliente da voz al enfado (en lugar deal bloqueo y la tristeza caracterstica de las primeras sesiones), lo cual le permite sertodava ms crtica con todos esos mensajes que recibe de todas partes como decaen la primera sesin y que contribuan a la sensacin de difusin y malestar queexperimentaba.

    - Uso de la deferencia por parte de la TerapeutaFragmento N. 26

    C: estoy cansada de tanta especulacin por parte de la gente de fuera, quevivan tan lejos y a quienes vea una vez al ao, con suerte, as que no medigis cmo fue, yo os dir cmo fueT: bien, me siento muy contenta de que puedas ser tan clara y de as es

  • PROCESOS DE DUELO EN PSICOTERAPIA 69

    como fue y quiero toda la verdad.En este corto fragmento puede observarse cmo la terapeuta se posiciona como

    alguien que se alegra (o, implcitamente queda dicho que tambin podra no hacerlo)de lo que la cliente hace fuera de las sesiones y, cmo en este caso en particular, laterapeuta se alegra porque la cliente expresa sus emociones en sus relaciones (lo cualforma parte del trabajo teraputico que estn realizando conjuntamente en lassesiones). De este modo, encontramos que: a) la terapeuta refuerza positivamente,valida, la posicin de la cliente como alguien que tiene derechos y necesidades y queest dispuesta a manifestarlos; ntese cmo en la primera sesin, la cliente no sepresenta de este modo sino que lo hace como alguien sometido a los discursoscircundantes y como una posicin sin voz, aunque, en esta sesin, la cliente cambiade posicionamiento para ocupar uno activo, de confrontacin y manifestacin de supropia experiencia, lo cual pasa por el reconocimiento y la aceptacin de la misma;b) la terapeuta se posiciona como alguien que puede alegrarse (o, considerando elpolo sumergido de este constructo, disgustarse/entristecerse) de los logros (ofracasos) que la cliente realiza extra-sesin. Ello fomenta el posicionamiento de laterapeuta como el de alguien que supervisa lo que otra persona hace y, por tanto,puede considerarse este fragmento de texto y la intervencin de la terapeuta comomanifestacin de la terapia vista en trminos de una relacin jerrquica; c) ladeferencia que los clientes sienten en general por sus terapeutas como las personasexpertas, se acenta tambin con el uso de este mecanismo retrico; es decir, si laalianza teraputica entre ambas no se consolidase, la cliente podra aceptar pordeferencia las enunciaciones de la terapeuta o bien, podra pasar a actuar y a narrartan slo aquello que crea satisfar a su terapeuta. En este punto, la cliente puede sacarla conclusin de que una de las formas de ser aceptada por la terapeuta esexplicarle cmo se muestra asertiva y manifiesta sus sentimientos a los dems. As,estos pasan a formar parte del dilogo teraputico tal y como la terapeuta habapropuesto en la sesin inicial.

    - Representacin dialgica en el aqu y ahora de una conversacin pasada otransformacin temporal

    Fragmento N. 27C: mi hermana adoptiva est enfadada porque me atrev a invitar a mihermana biolgica a mi casa por Navidad y ella no la quiere en casa. Yole dije claramente: No pienso dejarla solaT: MhmmC: te gustara que te dejaran sola a ti? T al menos tienes padres conlos que podras pasar la Navidad pero ella no tiene a nadie y es importantepara ella ser parte de esto y es importante para m que lo sea. Quiero a lasnias aqu y la quiero a ella aqu.T: Mhmm-Mhmm

  • REVISTA DE PSICOTERAPIA / Vol. XII - N 4870

    C: y esta es mi casa (risas)En el momento en el que la terapeuta da voz a las propias necesidades de la

    cliente utilizando la primera persona del singular (como mencionbamos previa-mente) y, reflejando de este modo el discurso de la cliente, empieza a emerger la vozde la discrepancia y de la afirmacin personal. Hemos subrayado cmo la clientehabla de lo que quiere y de lo que es importante para ella y cmo a la vez fija lmitespara con los dems subrayando por ejemplo que en su casa no est dispuesta a hacerlo que los otros le dicen que haga.

    - Formulacin de teoras que dan significado a lo que le sucede a la cliente enun proceso de co-construccin

    Fragmento N. 28T: un nio a quien se le da el mensaje, ya sabes, cuando los padres leabandonan, creen que tienen que haber hecho algo malo, que son culpa-bles. Tiene sentido que todo est estrechamente vinculado?C: s, s. En este sentido de culpa, es realmente, s por un lado que hizolo que tena que hacer pero tienes razn en que hay algo queT: como nia no tuviste otros recursos ni pudiste interpretar las cosas deotra manera. No tenas la sofisticacin de un adulto o una perspectivaobjetiva. Tuvo que ser como un cmo pueden hacerme esto? Debesignificar que soy mala. En este sentido experimentaste que tus necesi-dades no eran respetadas, eran ms bien colocadas en una estantera yall se quedaban. Quiero decir, quin te cuidaba?C: nadieT: nadieC: nadieT: as que tiene perfecto sentido que te sintieras plagada de esos senti-mientos que todava hoy van en tu caza.C: Nunca pens en el aspecto del control y es interesante que t lomenciones porque es as. Tuve que controlarlo todo porque mi padre nofuncionaba(...)C: oh s. Utilizaste la palabra cazar y es eso exactamente. Es como sise tratara de un fantasma o algo as.T: yaC: tienes razn, es una cacera. Tienes razn, me da escalofros

    La terapeuta ofrece a la cliente su propia teora de porqu le ha sucedido y lesucede lo que la trae a terapia: su bloqueo a la hora de elaborar el duelo por la prdidade su madre (vanse, de nuevo, los fragmentos 10 y 20 a este respecto). Su intersse centra en conocer si tambin para la cliente tienen sentido estas teoras. A pesarde que la cliente afirma que encajan con su visin, la terapeuta utiliza la voz de la

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    autoridad y de experta cuando afirma que para ella tienen perfecto sentido. Esteuso de los mecanismos retricos mencionados se hace patente cuando la cliente leda la razn. En varios turnos ms de palabra, la terapeuta sigue ofreciendo sushiptesis a la cliente quien las acepta (dndole la razn a la terapeuta) y continaelaborando en un proceso de co-construccin de significados (a pesar de que lainiciativa inicial proviene de la terapeuta);

    En todos ellos, la terapeuta no slo vincula sus hiptesis con su visin inicialde cmo deben ambas enfocar su trabajo sino que tambin las vincula con las teorade la cliente acerca de lo que le sucede como forma de aproximar ambas en unamisma lnea de trabajo. La forma cmo lo hace es recuperando metforas que hanido saliendo a lo largo del proceso y que fueron introducidas por la propia cliente.Del mismo modo y con esta misma intencin, la terapeuta recuerda a la clientepreguntas que le haba formulado con anterioridad a la vez que contina elaborandosu visin acerca de lo que le sucede a la cliente. Vase el siguiente fragmento detranscripcin que ilustra lo que acabamos de mencionar:

    Fragmento N. 29T: ya, barrerlo debajo de la alfombra; es como si estas cosas fueran unaherida abierta, son muy dolorosas para ti. Una vez me preguntaste sipodran llegar a doler menos. No s si te respond bien en aquel momentopero creo que s pueden doler menos. Creo que como cualquier heridapueden curarse; siempre existir esa prdida, es una realidad en tu vida,has sufrido profundas prdidas pero no tienen por qu doler siempretanto, como heridas abiertas permanentemente. Pueden sanar, puedencerrarse si tienes la oportunidad de elaborar el duelo y pasar de nuevo porese proceso. La otra cosa que sucede si no se elabora un duelo es que tequedas bloqueada en las percepciones que tuviste cuando eras nia yentonces nunca puedes expresarte de otra manera, evolucionar, cam-biar, todo queda como congelado en la experiencia infantil. Slo revi-viendo algunas de esas cosas y siendo capaz de contactar de nuevo conlo que sentiste y tuviste que reprimir podrn emerger nuevos significados,nuevas comprensiones, nuevas percepciones,... has tenido todas estascosas durante todos estos aos... no se trata slo de decir soy unapersona que vale la pena y merece cosas buenas, se trata de sentirloC: ya

    Vistos estos ejemplos, se hace patente que la visin de la terapeuta acerca delos problemas de la cliente pasa por el hecho de no haber elaborado el duelo cuandohaba tenido lugar la prdida traumtica y por el hecho de haber suprimido yreprimido las emociones que tendran que haber sido expresadas en aqul momento.Por este motivo, en esta dada, el trabajo pasa por la exploracin, articulacin yelaboracin de emociones en el presente fruto de la re-vivencia de tal situacin

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    crtica del pasado. Este tipo de duelo que la cliente experimenta recibe el nombre deduelo complicado en la literatura de los procesos de duelo (vase Worden, 1997).

    IV. FACILITADORES DE LA RELACIN TERAPUTICA: HACIA UNAMAYOR COMPRENSIN- Proporcionar comodidad

    Fragmento N. 30C: esta es mi casa (risas)T: claro, tengo derecho a hacer lo que quiera, esta es mi casa

    Con el uso de la primera personal del singular y la enunciacin de la terapeutasobre el hecho de que la cliente tiene derechos provee de confort a la misma al mismotiempo que lo reifica y reconoce como algo vlido y positivo.

    - Resumen y comprobacin de que se ha comprendido a la ClienteFragmento N. 31

    C: y de nuevo me pregunto me lo estar haciendo todo yo? Quiero decirque llega un momento en el que te planteas que ya no lo quieres aceptarms. Ya he tenido suficiente. No quiero aceptar ms las expectativas de losdems sobre mi comportamiento, o las expectativas sobre mis relacionescon las personas o los comentarios sobre mi madre o mi padre, por partede gente a quienes casi no conozco y a quienes he escuchado siempre enel pasadoT: as que para ti es como un: no voy a escuchar nunca ms

    La terapeuta cierra la sesin con una frase-resumen y una forma de cerciorarsede que ha comprendido a la cliente mediante la utilizacin de la frmula: as quepara ti es como un. De este modo, concluye con una moraleja la sesin y puedereforzar aun ms la voz crtica que ha emergido en esta sesin.

    - Clarificacin de posibles malentendidos o comprobacin de que se hacomprendido a la cliente

    Fragmento N. 32C: tiene sus ramificaciones porque mi hermana est muy enfadada conmi-go desde NavidadT: te refieres a tu hermana adoptiva? sC: est enfadada porque invit a mi hermana biolgica (...)

    Anticipando una posible prdida o confusin en la narracin de la cliente, laterapeuta pregunta a la vez que se responde a su propia pregunta en voz alta sobreun posible malentendido alrededor del personaje sobre el que se est centrando eltpico del dilogo en este momento. Parece como si la terapeuta hubiera tenido undilogo interno en voz alta donde ella misma es la enunciadora de una interrogaciny la persona que responde a tal enunciacin. La cliente, por su parte, contina su

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    narracin por donde haba sido cortada con la interrupcin por clarificacin de laterapeuta casi como si ni siquiera hubiera percibido la intervencin de sta. Si se leenlas dos intervenciones de la cliente sin la interrupcin de la terapeuta puedeobservarse cmo parece que la cliente ignorara y d por saldada la confusin,continuando con lo que estaba diciendo.

    - Proporcionar seguridad en el contexto de la relacin teraputicaFragmento N. 33

    T: esas cosas tienen mucho poder, cierto; as que quieres ser capaz deenfrentarte a tus miedos de manera que puedas sobrevivir. Va a dolerte,pero tambin pasar y podrs soportarlo porque vas a revivirlo de unamanera y en un entorno que son distintos a los que te envolvan cuandopasaste por esto la primera vezC: ese es un buen punto, sT: y lo hars a tu manera, t controlas el proceso y puedes dar un pasoadelante y un paso atrs, en la manera en la que puedas manejarloC: vale

    Puesto que la terapeuta invita a la cliente a trabajar en un proceso que serdoloroso, pala el miedo por este proceso ofreciendo un contexto seguro en el querevivir todo lo sucedido mediante asegurarle que al igual que doler este dolordesaparecer y validando sus recursos para soportarlo. De este modo, y al igual queen sesiones anteriores, la terapeuta otorga el control de la situacin a la cliente y lerecuerda que es ella quien marcar el ritmo de las sesiones.

    CONCLUSIONESEl dilogo teraputico es distinto de cualquier otra conversacin y como tal

    necesita su propio contrato dialgico que se hace presente mediante las claves decontextualizacin enunciadas en este artculo. Todo ello valida la terapia como unproceso retrico y a los terapeutas como artistas de la conversacin y transmisoresde este arte a sus clientes en un proceso conjunto de suplementacin yposicionamientos que no tienen sentido el uno sin el otro.

    Por otro lado, y puesto que la terapia tiene como finalidad ayudar a los clientesa encontrar la inteligibilidad y transformacin de sus procesos psicolgicos,diversos mecanismos pragmtico-retricos sirven para esta finalidad, especialmen-te en las intervenciones de la terapeuta como principal responsable del dilogo y enun espacio de seguridad y confort mantenido por el establecimiento de un buenvnculo teraputico. La terapia, pues, ayuda a la cliente a cambiar de posicinrespecto de los problemas y discursos que la constrien; en este caso, la cliente pasade sufrir los efectos consecuentes a la muerte de su madre como algo que semanifiesta a su libre albedro, sin su control y que le produce malestar para pasar aocupar la posicin de alguien que los controla, comprende y elabora hasta que se

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    permite cerrar ese captulo de su vida para iniciar uno de nuevo.Tal y como mantenamos al principio de este artculo, las personas que

    elaboran un proceso de duelo sienten que tal suceso crtico desorganiz sus vidas ysu sentido de identidad, quedando como una experiencia sin construir por laimposibilidad de ser narrada. Tal y como los fragmentos de esta psicoterapiailustran, el proceso de posicionar a la cliente como alguien activo en la atribucinde significados y como alguien que debe imponer estructura y organizacin a estecaos producido por la prdida puede equipararse a lo que Kelly (1955/1991)describi como Ciclo de la Creatividad. Es decir, el paso de la ambigedad (olaxitud) en los constructos a la rigidificacin de los mismos puesto que este cicloempieza con una construccin laxa y termina con una construccin rgida yvalidada (Kelly, 1955/1991, p. 388), de igual modo que la cliente imponeestructura y claridad a aquello que no la tena. De este modo, la cliente, inicialmenteocupando la posicin de vctima del destino que su madre le escribi se convierteen alguien que ocupa la posicin de quien controla las riendas de su vida y es autorade su propia historia (en la que su madre fue una co-autora significativa pero no unaco-autora determinista). El ltimo fragmento de la sesin nmero 11, tras realizarla tcnica de la silla vaca, ilustra perfectamente lo que acabamos de comentar:

    Fragmento N. 34T: bien, cmo te sientes ahora?C: me siento bien; me siento un poco liberadaT: y un poco tristeC: s, un poco tristeT: como si te hubieras despedido?C: Mhmm-MhmmT: Mhmm-MhmmC: sT: te gustara decir adis?C: (p:00:00:07) (llorando) sT: bien, (pone de nuevo la silla vaca frente a la cliente) parece importanteC: sabes? Mhmm, esto es muy difcil mam pero quiero decir adis a esaparte de ti. Probablemente seguir pensando en ti, y en pap, perorealmente quiero, realmente quiero despedirme de ti, mam (respiraprofundamente); te quiero (se le quiebra la voz, llora) y siempre pensar enti.T: MhmmC: pero ya es hora de queT: es hora de decir adisC: es hora de hacerloT: MhmmC: es hora de hacerlo (p:00:00:06)

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    T: puedes despedirte, decir adis?C: s. Adis mam (p:00:00:10) (suspira) adisT: MhmmC: (p:00:00:10)T: qu te est sucediendo? te sientes triste?C: (llora) s, me siento tristeT: ya, cuesta despedirseC: (suaviza el tono de voz) me siento tristeT: Mhmm-Mhmm, sinteloC: (coge un kleenex y se suena la nariz) (p:00:00:17)T: duele, verdad?C: (con tono suave) s (P:00:00:07), duele,... pero me siento bien.

    En este proceso, la cliente es capaz finalmente de decir adis y despedirsede su duelo para decir hola a su vida y a sus relaciones, tal y como sostendra White(1988) desde un enfoque narrativo del trabajo con procesos no resueltos como puedeser un duelo no elaborado.

    En este artculo presentamos el caso de Sandra que acude a terapia veintisis aosdespus de que su madre se suicidara. Con la finalidad de acercarnos a cmo estacliente elabor el duelo hemos llevado a cabo un anlisis pragmtico-retrico de suproceso psicoteraputico presentando fragmentos de las transcripciones de psicotera-pia como ilustracin de cada uno de los mecanismos descritos. Desde el constructivismorelacional, la terapia, ayuda a los clientes a cambiar de posicin respecto de losproblemas y discursos que les constrien; en este caso, la cliente pasa de sufrir losefectos consecuentes a la muerte de su madre como algo que se manifiesta a su librealbedro, sin su control y que le produce malestar para pasar a ocupar la posicin dealguien que los controla, comprende y elabora hasta que se permite cerrar ese captulode su vida para iniciar uno de nuevo.

    Palabras clave: constructivismo relacional, narrativa, identidad, duelo, psicotera-pia y mecanismos pragmtico-retricos.

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