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Cholga al Alicate o la Reina de Lirquén. La idea es que se tome la molestia de pensar que se trata de mariscos. Entonces, no como antaño, deberá considerar aquello de la frescura del producto, la cadena de frío, la marea y las disposiciones ministeriales. Antes no existían restricciones para agarrarse de una palangana de moluscos y bivalvos, untarlos en piscinas de cilantro, cebolla y limón para derramárselos en el güegüero. Luego, las morisquetas de placer, invitaban al trago de blanco frío. En fin, al tiempo el tiempo y a los fuegos el fuego, habrá celebrado Cortazar. La Cholga o Cholgua es la reina de Lirquén, allá en la costa cerca de Concepción en la comuna de Penco. Mi viejo lo dijo una vez en la carretera, camino de vuelta a Santiago. Las más grandes de Chile, decía, hay blancas y negras pero “las negras son las más sabrosassentenció. A mi, me pareció que hablaba de otros recuerdos. Con el tiempo, aprendí esta receta y a adular a las mujeres con analogías “naturalistas”, aunque, es mejor que las linduras no entiendan las comparaciones para evitar herir susceptibilidades. Bueno, acá la receta y, las adulaciones a esas mujeres, quizá en la sobremesa. La fuente es la misma: mi padre. Como buen constructor manejaba muy mal las herramientas. Claro, “el que sabe, sabe y el que no, es jefe”. Mi padre era jefe pero aprendió una maña de los maestros. Entonces juntando la cholga, el alicate, un poco de alambre y el amor sureño por la buena mesa, me enseñó que era de buen cristiano tomar en la mano izquierda el bivalvo y con la diestra el cuchillo filoso de desconchar. Con una presión cuidadosa, se introduce paralelo a la línea de juntura a la altura del montecito (lo verá cuando se enfrente al animal, no se preocupe). Se abre la cholga procurando no separar irremediablemente las conchas, sino que dejándolas unidas pero abiertas. Luego, se le introduce una lámina delgada de Longaniza de Chillán, o de otra parte del mundo pensando en que pueda parecerse en aroma y sabor a los embutidos de esas tierras del diablo. Se introduce también una lámina de cebolla, unas lágrimas de limón y un poco de merquén solo si se considera un chileno de lomo soleado y cuero curtido. Si no, no le pone y pasa usted a la historia como un transeúnte más. Lo importante viene ahora. Usted debe tomar el animal relleno y cerrarlo enrollándolo apretado con alambre para obligarlo a guardar los jugos, aromas y sabores mientras se asa en la parrilla, acompañado del chancho costilludo o el buen vacuno. Si va a poner la mesa fina, incluya al lado del cubierto un alicate. La idea es que en tanto le sirvan la cholga, luego de un trago mesurado de cabernet coja la herramienta y corte el embrollo metálico. Descubrirá que la reina de Lirquén cederá amable su carne con los jugos terrano - marinos y sus aromas que de calientes, requerirá

La Reina de Lirquén

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Receta

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  • Cholga al Alicate o la Reina de Lirqun.

    La idea es que se tome la molestia de pensar que se trata de mariscos. Entonces, no como antao, deber considerar aquello de la frescura del producto, la cadena de fro, la marea y las disposiciones ministeriales. Antes no existan restricciones para agarrarse de una palangana de moluscos y bivalvos, untarlos en piscinas de cilantro, cebolla y limn para derramrselos en el gegero. Luego, las morisquetas de placer, invitaban al trago de blanco fro. En fin, al tiempo el tiempo y a los fuegos el fuego, habr celebrado Cortazar.

    La Cholga o Cholgua es la reina de Lirqun, all en la costa cerca de Concepcin en la comuna de Penco. Mi viejo lo dijo una vez en la carretera, camino de vuelta a Santiago. Las ms grandes de Chile, deca, hay blancas y negras pero las negras son las ms sabrosas sentenci. A mi, me pareci que hablaba de otros recuerdos. Con el tiempo, aprend esta receta y a adular a las mujeres con analogas naturalistas, aunque, es mejor que las linduras no entiendan las comparaciones para evitar herir susceptibilidades. Bueno, ac la receta y, las adulaciones a esas mujeres, quiz en la sobremesa.

    La fuente es la misma: mi padre. Como buen constructor manejaba muy mal las herramientas. Claro, el que sabe, sabe y el que no, es jefe. Mi padre era jefe pero aprendi una maa de los maestros. Entonces juntando la cholga, el alicate, un poco de alambre y el amor sureo por la buena mesa, me ense que era de buen cristiano tomar en la mano izquierda el bivalvo y con la diestra el cuchillo filoso de desconchar. Con una presin cuidadosa, se introduce paralelo a la lnea de juntura a la altura del montecito (lo ver cuando se enfrente al animal, no se preocupe). Se abre la cholga procurando no separar irremediablemente las conchas, sino que dejndolas unidas pero abiertas. Luego, se le introduce una lmina delgada de Longaniza de Chilln, o de otra parte del mundo pensando en que pueda parecerse en aroma y sabor a los embutidos de esas tierras del diablo. Se introduce tambin una lmina de cebolla, unas lgrimas de limn y un poco de merqun solo si se considera un chileno de lomo soleado y cuero curtido. Si no, no le pone y pasa usted a la historia como un transente ms.

    Lo importante viene ahora. Usted debe tomar el animal relleno y cerrarlo enrollndolo apretado con alambre para obligarlo a guardar los jugos, aromas y sabores mientras se asa en la parrilla, acompaado del chancho costilludo o el buen vacuno.

    Si va a poner la mesa fina, incluya al lado del cubierto un alicate. La idea es que en tanto le sirvan la cholga, luego de un trago mesurado de cabernet coja la herramienta y corte el embrollo metlico. Descubrir que la reina de Lirqun ceder amable su carne con los jugos terrano - marinos y sus aromas que de calientes, requerir

  • mojar con un poco ms de cabernet. El pan amasado vendr remojado en pebres frescos para acabar el festn.

    Ahora, si usted es un chileno carepalo, con la risa fcil, la talla en barbecho y se siente capaz de piropear a la vecina con una analoga naturalista, escrrase intrpido a la parrilla, apague el cigarrillo, dele un sorbo machote al vaso de vino, se hace de un paito cocinero y se saca dos conchitas, una para la reina que lo acompaa y otra para usted. Agarra concha, herramienta y le susurra al odo: se ha comido una Cholga al Alicate, mi reina de Lirqun?