EDICIÓN Nº 9 –AÑO II lareineta2013@gmail.com LA REINA, DICIEMBRE 2014

n un principio el espacio público era el lugar de todos. Hoy sin embargo, debemos defender con dientes y uñas lo que queda de él, producto del arre-bato que tanto el mer-cado, como el propio Estado han impulsado, al propiciarlo como jugoso negocio, privile-giando centros de con- sumo, autopistas para el uso preferente de automóviles, en detri-mento de las per-sonas y sus espacios públicos.

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Consecuencias de este arrebato, lo podemos observar en nuestra propia comuna, donde los lugares para encontrarnos con otros y gozar del entorno junto a los nuestros, han ido desapareciendo. Hoy, el simple hecho de compartir, de conversar, de disfrutar de la naturaleza se ha visto mediatizado por el consumo. Ya casi no existen zonas de acceso liberado, toda vez que éstas, se han subordinado a las leyes de la oferta y la demanda. Aparecen así los “Espacios Urbanos” atiborrados, los “Plaza Egaña” y sus “jardines” artificiales y con ellos, los “Patios” de comida chatarra, sitios que no permiten el simple ejercicio de la democracia, de sentarse y conversar con un vecino acerca de los problemas del barrio, por ejemplo. En vez de eso, somos empujados a consumir, a pagar por conversar, por jugar con nuestros hijos. No obstante aquel “desarrollo”, que sólo nos considera potenciales votantes y/o consumidores, pero no ciudadan@s; persiste aún, la porfiada costumbre de manifestar nuestro derecho a encontrarnos, de hacer efectiva la convivencia en fraternidad, igualdad y libertad en cotidianos empeños de construcción y apropiación de espacios en forma ludida, confiada y respetuosa. Querido reineterío -y esta licencia no es gratuita- toda vez que en cada edición de La Reineta, sentimos que este espacio construido en conjunto, se ha fortalecido, amplificado y esclarecido; donde aquel compromiso que anunciáramos desde la primera edición de nuestra revista: se va constituyendo –gracias al lector/a- en un espacio para la reflexión y el encuentro en pos del bien común. Así se explica la osadía de relevar en sus páginas, a los vecinos y vecinas de a pie; a aquellos

“U n p e r i ó d i c o c o n a g a l l a s”

La Reineta inició su travesía en septiembre del 2013, cuando distintos proyectos Inmobiliarios “modernizantes”, se instalaban en la comuna de La Reina, colocando en serio riesgo, la tranquilidad de sus barrios y el sueño de sus habitantes. La Reineta es un medio local, comprometido con la defensa y promoción de la vida de barrio, las relaciones sociales significativas y la protección del entorno.

Comité Editorial:

Marco Maya V., Sebastián Zeiss C. Marta Amigo Z., Nuriluz Hermosilla O., René Dintrans A.

Director responsable: Marco Maya V.

Fotografía y diagramación: Don Gato

Redactores y colaboradores:

Pablo Poduje S. Jazmín Troncoso Manuel Rojo D.

José I. Marchese L.

actores y sus temáticas ausentes de las consideraciones del mercado y de la burocracia estatal o municipal. Dejamos abierta la invitación, mantenemos la promesa para el año que se viene: de hacer de este pedacito de espacio público, el lugar desde donde los vecinos y vecinas, también podrán disputar otros, a fin de fortalecer la expresión colectiva y el encuentro social, necesarios para el auténtico desarrollo de la vida comunitaria, en democracia, pluralidad, solidaridad y autonomía. En ese marco declaramos que no estamos dispuestos a que nuestra interacción con el mundo, sea reducida a transacciones cada 4 años, o bien, en cómodas cuotas mensuales, toda vez que quienes pretenden dirigir los hilos de nuestras vidas, al parecer olvidaron que cuando no estamos votando o pagando cuentas, VIVIMOS!!! Nos volvemos a encontrar el 2015 con el mismo entusiasmo y el mismo empeño. Feliz fin de año a todo el reineterío.

¿Desea que esta publicación se mantenga y crezca, defienda sus intereses, grite contra las injusticias y proponga nuevas ideas?

¿Si? Entonces apóyela, avise en ella, compártala con sus vecinos, procurando que tod@s la lean, defiendan y propaguen.

Les deseamos

a tod@s, un

mundo mejor,

en el que se

cumplan las

utopías.

La historia sucede en el espacio público

“La preocupación por el espacio público es bastante nueva y ello obedece a varias razones. Por una parte las ciudades se han vuelto monstruosas, sobre todo las sudamericanas, y por otro lado, ha crecido el deseo de aprovechar económicamente los espacios. Ello ha llevado a que este espacio tan sabio y tan gratuito, que es el espacio de todos se reduzca cada vez más y por tanto la gente comienza a preguntarse cómo es que se encuentran los seres humanos en una ciudad tan grande, que al parecer no es nada más que el transito hacia el trabajo o hacia la casa. Lo curioso es que el espacio público no se nota. En la ciudad se ven casas, se ven fábricas y el espacio público es justamente lo que está entre ambas, para que la ciudad no sólo sea una fábrica ni sólo una suma de domicilios”

Extracto de entrevista a Humberto Gianinni en Revista Reflexiones Cotidianas, septiembre 1998. Fuente Dibam

“U n p e r i ó d i c o c o n a g a l l a s”

En nuestros recorridos por la comuna, advertimos escasos espacios con presencia de jóvenes. Dos o tres plazas, donde éstos se convocan a “conversar un puchito” o “algo pa’ echar humo”. Por eso nos llamó la atención el grupo de jóvenes practicando sobre una tabla de skate en el embaldosado de la Plaza Clorinda Henríquez. Nos acercamos al grupo, para preguntarles por qué practicaban el skate. Esto fue lo que nos dijeron: “Para disfrutar el momento y pasar un rato con los amigos”, nos responde Danilo. “A mí me saca del estréss, me relaja, no hay motivos más de fondo, simplemente eso”. Nos dice Ariel, tiene 16 años y estudia Administración de Empresas en el Comercial Ñuñoa. Seba, 17 años trabaja los fines de semana en un local de comida rápida, también practica skate “para sacarse el estrés”. Más allá, un muchacho nos mira divertido. Su nombre, Andros, tiene 20 y juega babyfutbol por hobby. ¿Dónde prácticas? “De repente acá, o sino en el Sporting al frente del Complejo La Reina. Pero este es el único espacio para que patinen los chiquillos y para que nosotros juguemos a la pelota, donde no nos cobran”. ”Realmente estos son nuestros espacios comunes”, irrumpe Max, es el más joven del grupo, tiene14 años, da exámenes libres y cursa primero medio.

Maximiliano, tiene 20 años, cursa primer año de arquitectura en la universidad Mayor. Nos cuenta orgulloso que hace poco obtuvo el segundo lugar en la semana de su carrera con un anteproyecto sobre el uso del espacio público. ¿Y es posible aplicarlo acá? Le preguntamos. “Mi sueño es hacer un skate-park con mis propias manitos –nos dice- el cajón sobre el que saltamos lo armamos con los chiquillos. La idea es aumentar el nivel de skate, que es lo que nos apasiona” “Pero -complementa otro joven- este es el único lugar de la comuna donde podemos practicar con el skate” Se llama Marco, tiene 19 años y estudia Ingeniería en maquinaria en el Duoc. Este año egresa del nivel técnico, anhela realizar su práctica en Codelco o en la Minera Los Pelambres. “Acá somos alrededor de 20, quienes practicamos skate. También vienen algunas niñas entre 15 y 16 a andar en bicicleta y a veces también, algunos chiquillos a hacer malabarismo” Tomás, se acerca agitado para descansar, tiene 17 años, cursa tercero medio en el Liceo 7 de Ñuñoa, quiere estudiar Antropología en la Universidad de Chile. Viene de Peñalolén. ¿Y por qué te trasladas hasta acá para practicar. Entendemos que en Peña existe un espacio habilitado para practicar skateboard? “Acá es más tranquilo y tiene más sombra. Es más relajado para patinar en estos días de calor” Al despedirnos les agradecemos su tiempo y la cordialidad. No sabemos cuánto tiempo le quede a este espacio para acoger la alegría y entusiasmo de estos esforzados muchachos, antes de sucumbir frente al voraz apetito de alguna iniciativa pública o privada, de continuar las actuales políticas que hoy nos rigen, tanto a nivel central como comunalmente. Mientras tanto la Clorinda resiste, nuestros jóvenes amigos, se abren camino soñando en un futuro que les brinde verdaderos espacios.

Como fuerzas de ocupación sobre territorio conquistado, así avanza la iniciativa privada en nuestra comuna, restringiendo brutalmente el uso libre del espacio público. Los más afectados con esta situación, sin duda, son los niños, niñas y jóvenes, que ya no encuentran espacios para desarrollar algún deporte, más allá de la asignatura de Educación Física que se implementa una vez a la semana al interior de sus establecimientos educacionales. Tampoco los encontrarán en sus barrios, ya sea porque de existir alguna plaza, éstas no están pensadas para ser usadas por los jóvenes, o bien, porque la multicancha administrada por la Junta de Vecinos tampoco es gratis; encontrándonos con arriendos que ascienden a los $15.000 la hora, indistintamente del día y la hora de su uso.

“Los domingos no podemos patinar porque la feria que se pone acá, deja todo sucio con verduras y cosas así. Sería bueno que se hiciera algo para los jóvenes”

Ayuda a la economía de tus vecinos, familiares y amigos. Hagamos que nuestro dinero llegue a las personas y no al retail ni a las multinacionales.