SEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSANº 59/22-II-1997

La religiónen España,hoy

La religiónen España,hoy

Etapa II - Número 59Edita: Fundación San Agustín. Arzobispado de Madrid

Delegado episcopal: Alfonso Simón - Asesores religiosos: Manuel Mª Bru, Javier AlonsoRedacción: Pza. del Conde Barajas,1. 28005 Madrid. Télfs: 365 18 13 - 366 78 64 Fax: 365 11 88

Director: Miguel Angel Velasco PuenteRedactor Jefe: José Antonio Ullate Fabo - Redactores: Coro Marín Palacios, Inmaculada Álvarez, Jesús Colina (Roma)

Jefe de Producción: Francisco Flores Domínguez - Secretaria de dirección: Sonsoles de la Vega-Documentación: Dora RivasImprime y Distribuye: Prensa Española, S.A. - Depósito legal: M-41.048-1995

23

18-19

En este númeroSumario

la foto 8

criterios 9

iglesia en madridEl día a día.La voz del arzobispo. Usted tiene la palabra.El arzobispo de Madrid, en Comillas 10-13

testimonio 14

el día del señor 15

raícesLa belleza de una Cátedra 16-17

mundoDeclaraciones de monseñorCipriani, mediador en el secuestro de la embajada de Japón en Lima 20-21

la vida 24-25

desde la feDos misioneros, en Zaire.Publicidad erótica, ¿o bomberos o pirómanos?Nuevo libro de Susana Tamaro.Cine, ópera, libros 22, 26-31

contraportada 32

3-7

ESPAÑA

Enseñanza religiosa:cuestión no zanjada.

Entrevistacon el Presidente

del Foro de Laicos

DESDE LA FE

El abandono de Diosdaña la razón del hombre:Los irracionales sucedáneos de la fe.

EN PORTADA

Panorama actual de la religión en España:El empuje de un catolicismomás auténtico

ΩA

La de mayor tradición e im-plantación en España es,sin duda alguna, la religión

católica. La población española,mayoritariamente, se declara ca-tólica.

Hace varios años que se pre-gunta a los españoles mayores de18 años a qué religión pertene-cen. Desde el año 1975 hasta el

1986 la pregunta se formulaba,con periodicidad variable, domi-nando la trimestral, por la Insti-tución Gallup. El promedio desus respuestas desde el año 1975,año de la muerte del generalFranco y del inicio de la transi-ción a la democracia, fueron: ca-tólicos 94,2%, otra religión 0,5%,sin religión 1,9%, sin respuesta

3,4%. Diez años más tarde, en1985, el promedio anual fue: ca-tólicos 92,7%, otra religión 0,97%,sin religión 5,74%, y sin respues-ta 0,59%.

Durante esa década se habíaproducido una evolución que seabría al pluralismo religioso: au-mentaba la proporción de perso-nas que decían no tener ninguna

religión u otra religión distintade la católica. Fue en el año 1984,dos años después de que los so-cialistas asumieran el poder,cuando se registraron las cifrasmás altas de españoles que de-cían no tener ninguna religión.Este porcentaje llegó hasta el11,4% de la población española,en octubre de ese año. Y las más

/3en portadaNº 59/22-II-1997

PANORAMA ACTUAL DE LA RELIGIÓN EN ESPAÑA

El empuje de un catolicismomás auténtico

No han faltado los vaticinios afirmando que la religión desaparecería en España, pero van desapareciendo los vaticinadores y la religión sigue. En todo caso, no podemos ignorar las características típicas del momento actual. Una de ellas es el pluralismo

de las distintas confesiones religiosas existentes, y de las diferentes maneras con que se vive la religión dentro de una mismaconfesión. Desde el punto de vista institucional, la pluralidad religiosa es un hecho que salta a la vista, admitido hoy en España

y reconocido en la Ley Orgánica 7/80, sobre Libertad Religiosa, del 5 de julio de 1980. Presentamos un estudio realizado por don Francisco Azcona, Director de la Oficina de Estadística y Sociología de la Conferencia Episcopal Española

altas también de los que decíanpertenecer a otra religión distin-ta de la católica, con el 1,9% al fi-nal de ese año. Consecuente-mente, ese año 1984 se registró lacifra mínima, durante todo eltiempo de la democracia hastahoy, de quienes se autocalifica-ban como católicos, con el por-centaje del 86,5% del total de losespañoles.

Desde el año 1990, es el Centrode Investigaciones sobre la Rea-lidad Social, CIRES, quien men-sualmente pregunta a los espa-ñoles mayores de 18 años sobresu religión de pertenencia.

Las promedios anuales de es-tas respuestas son:

• Manifiestan que su religiónes la católica: en el año 1990 el88,1%; en 1991 el 89,3; en 1992 el91,1%; en 1993 el 91,5%; en 1994el 91,2%; en 1995, el 90,7%; en1996, el 90,3% de la población es-pañola.

• Su religión es otra distintade la católica: en el año 1990 el1,23%; en 1991 el 1,09%; en 1992el 0,98%; en 1993 el 1,34%; en1994 el 1,36%; en 1995 el 1,7%; en1996 el 1,8%.

• Dicen no tener ninguna re-ligión: en el año 1990 el 9,73%; en1991 el 8,63%; en 1992 el 7,38%;en 1993 el 7,11%; en 1994 el 7,43%;en 1995 el 7,64%; en 1996 el7,83%.

LA VUELTA A LO SAGRADO

Por estos indicadores y otros

se observa en España una vueltaa lo sagrado, coincidiendo con lallamada postmodernidad. Aun-que algunos mantienen que nohay tal retorno, puesto que lo sa-grado nunca se ha eclipsado, sinoque siempre ha estado en el cen-tro de las legitimaciones del po-der económico, político, social ocultural, se percibe y se realiza lavuelta a lo sagrado en tres direc-ciones:

• Una es la proliferación ennuestro suelo de multitud de sec-tas y nuevas religiones, de lo másvariadas y esotéricas.

• Otra es la preconizada porel progresismo dominante. Es lavuelta a lo sagrado neutro, nopersonal, sincretista, plural, notrascendente. Una especie de po-liteísmo, muchos dioses al estiloestoico, sin trascendencia, sin elmisterio del Dios personal. Es lavuelta a la superstición: pitoni-sas videntes, astrólogos, magos,sacerdotisas, amuletos, esoteris-mos, espiritismos, teosofía. Es laforma difundida por los laicistas,preferida por el modernismo lai-co. Según ella, todas las religio-nes son iguales, son únicamenteformas culturales, más o menosfolklóricas. No deben meterse enla vida y menos en los problemassocio-políticos. Todo es relativo.La única verdad es la decisión dela mayoría.

• Otra dirección de la vueltaa lo sagrado, que hoy se percibe,se encauza hacia las religionestradicionales. La Iglesia católicaorienta actualmente esta tenden-cia, conforme a la reforma conci-liar y postconciliar que en ella seha operado, con los múltiplesgrupos existentes en su seno, conla nueva evangelización. Así in-tenta dar una respuesta a los nue-vos tiempos, entre los que se in-cluyen el tiempo de la democra-cia y del pluralismo.

Es importante el esfuerzo delos obispos para asumir el lide-razgo que les corresponde en elpueblo de Dios. Se ha caminadomucho hacia una Iglesia más sen-cilla, cercana, evangélica. Son sig-nos de la vitalidad eclesial el len-guaje y el estilo empleado en elculto y en la calle, la liturgia in-teligible y participativa, la aflo-ración de cantos religiosos, la par-ticipación de seglares, los cate-cumenados, la preparación de lossacramentos, la escucha de la Pa-labra, cada vez más al centro dela vida eclesial, etc. No obstante,todavía necesita realizar un es-fuerzo muy serio para cumplirsu misión en la generación actualy transmitir la fe a la siguientegeneración.

NACIONAL-CATOLICISMO

Durante varios años, quizáshasta finalizar la década de losaños sesenta, la vivencia religio-sa predominante fue el llamado«nacional-catolicismo», conoci-do y estudiado desde varias pers-pectivas. Trataba de reducir lo re-ligioso a lo católico dentro de loslímites nacionales, identificán-

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«SE OBSERVA EN ESPAÑA UNA VUELTA A LO SAGRADO,COINCIDIENDO CON LA LLAMADA POSTMODERNIDAD»

dolo con formas socio-políticasdeterminadas. Con él se da unaconvergencia Estado-Iglesia, enlo social y asistencial, que pro-duce marginaciones y «exilios vo-luntarios» en personas y organi-zaciones, y, al mismo tiempo,acercamientos e integraciones enotras. La Iglesia aparece fuerte ymonolítica, formadora de las éli-tes civiles y políticas. Se da unamística de reconquista religiosaque incluye la vigilancia para quese mantenga la pureza de ese na-cional-catolicismo, aumentandola censura de lo contrario al mis-mo. Este hecho nacional-católicotiene semejanzas, aunque conotros parámetros, en los paísesmusulmanes, anglicanos, comu-nistas, etc...

CATOLICISMO DIFUSO

Poco a poco, como reaccióndesde el interior de las organiza-ciones católicas y desde el exte-rior, surge una nueva etapa o tipode vivencia religiosa que vienellamándose «catolicismo difuso»,dominante en los años setenta yprimeros de los ochenta. El apo-

yo del Estado se va perdiendo yno se encuentra otro. Se caracte-riza porque lo católico se va di-luyendo; se difumina y relativi-za el contenido de los dogmas,que se anulan o aparecen comono significativos; la ética emana-da de las creencias se minimizay reinterpreta en una diversidadde visiones; se acentúa el declivey abandono de sacerdotes y reli-giosos y la apatía de las asocia-ciones, en crisis de identidad ode transformación.

Se da un doble criterio en losjuicios, según que los hechos (yhasta la violencia) se refieran alas «bases liberadoras» o a las«estructuras del poder»; se criticafuertemente a eclesiásticos y gru-pos eclesiales relacionados conalgunas opciones políticas y se

les justifica si se vinculan a otrasopciones, igualmente políticas,aunque de distinto signo. Se con-tinúa apelando en algunos secto-res católicos, distintos de los des-critos anteriormente, a que loseclesiásticos en la Iglesia asumande hecho actitudes políticas acti-vas, exigiendo a esta Iglesia queactúe como instrumento educa-tivo de lo social: lógicamente, deun cierto progresismo social. Semargina a quienes no aceptan elrelativismo generalizado y lasnuevas exigencias progresistaspolíticas. Se usan las etiquetascon cierta profusión. Se repite laetapa anterior con diferente co-lor.

Tendencias e interpretacionespropias de grupos más o menosradicales tratan de ocupar el lu-

gar de la fe. Se implanta un cato-licismo más obsesionado por pa-recer moderno que por ser reli-gioso; se dan grupos más preo-cupados por no ser rechazadospor los grupos progresistas de lasociedad civil, que por vivir y di-fundir su fe. Se trata, pues, de uncatolicismo moldeable en excesodesde fuera, difuso, pero al mis-mo tiempo intolerante con los ca-tólicos que no se pliegan total-mente a él.

En el proceso de implantacióny en la vigencia del «catolicismodifuso» se dieron consecuenciasnegativas: la marginación de per-sonas, obras e instituciones; laideologización de la fe; la divi-sión eclesial instrumentalizadasutilmente desde fuera; el pro-gresivo abandono de creencias yprácticas religiosas; el declive delas asociaciones; la pérdida de re-ligiosos y sacerdotes; la pérdidade la credibilidad de lo religioso,etc...

Este proceso proporcionó tam-bién consecuencias positivas, co-mo una conciencia de la necesi-dad de una vivencia más radicaldel catolicismo y un inconfor-

/5en portadaNº 59/22-II-1997

«EN LOS AÑOS 70 Y PRIMEROS DE LOS 80, FRENTE A NO POCAS

CONSECUENCIAS NEGATIVAS DE UN CATOLICISMO DIFUSO,SE DA TAMBIÉN UNA CONCIENCIA DE LA NECESIDAD

DE UNA VIVENCIA MÁS RADICAL DEL CATOLICISMO»

mismo con situaciones existen-tes; un nuevo, entonces, sentidodel compromiso socio-religiosoen favor de los más débiles ymarginados, etc...

Se hace difícil entender la si-tuación religiosa actual si pres-cindimos o no somos conscientesde los aspectos característicos deesta etapa, descrita, quizás, conrasgos un tanto caricaturizados.

CATOLICISMO RENOVADO

La tensión y el choque entrelas diferentes maneras de enten-der y vivir la religión, propicia-das por los partidarios del «na-cional-catolicismo» y del «catoli-cismo difuso», fue produciendoun cansancio y una reacción. Elcansancio no sólo se produjo en-tre los contendientes y abande-rados, sino entre los fieles que,sin sentirse especialmente iden-tificados, se asombraban y ape-naban ante la tensión y las luchas,la mayor parte estériles. Surgiótambién la reacción en el seno de

la Iglesia, una nueva etapa quePedro González Blasco denomina«catolicismo expectante», peroque quizás el nombre más apro-piado sea «catolicismo renova-do», que puede situarse en losaños ochenta y los noventa.

Los obispos fueron asumien-do el liderazgo en lo religioso yla Conferencia Episcopal trató desituar los problemas en sus jus-tas dimensiones. Basta recordaralgunos documentos decisivosde esta época: Testigos del Dios vi-vo, la misión e identidad de la Iglesiaen nuestra sociedad (20–6–1985);Constructores de la paz (20–2–1986); Los católicos en la vida pú-blica (22–4–1986); Anunciar a Je-

sucristo con obras y palabras (1987),etc... En esto influyó también lavisita pastoral del Papa Juan Pa-blo II a España en el año 1982, lapublicación del nuevo Código deDerecho canónico en 1983, los do-cumentos y encíclicas del PapaJuan Pablo II, culminando con elCatecismo de la Iglesia Católica, enel año 1992.

Fue surgiendo la necesidad deque la Iglesia fijara su atenciónen lo que le es propio, y la con-ciencia de que nadie haría desdefuera la evangelización. Se hizoconsciente la necesidad de revi-talizar la vida religiosa, se pro-dujo una evaluación más reposa-da de los resultados de las múlti-

ples experiencias ensayadas y sehizo general la necesidad de cla-rificar actitudes, atenuándose lastensiones internas con la Jerar-quía. Se intentaba más coherenciaentre la fe proclamada y las acti-tudes de moral familiar y cívica.Se procuró cohesionar las creen-cias limitando el relativismo im-perante.

Desde algunas instancias, so-bre todo políticas y culturales, seignoraron estos esfuerzos, se vol-vía afanosamente a etapas ante-riores y se presentaba a la Iglesiacatólica dividida entre «progre-sistas» y «retrógrados»; cualquiercircunstancia servía para presen-tar esa imagen distorsionada ymanipulada, cada vez menos real, a la que colaboraban algu-nos teólogos y eclesiásticos an-clados en estilos anteriores.

EQUILIBRIO

Esta nueva etapa no se afianzósin controversias y tesis discre-pantes. Persistían los católicos di-fusos y los nacional-católicos que,aferrados al pasado, no perci-bían la nueva situación eclesialemergente e hicieron sonar alar-mas de colores «avanzados» o«involucionistas». Pero fueronafianzándose en la Iglesia ten-dencias equilibradas, superado-ras de dicotomías, la necesidadde evangelizar, y de un diálogomás intenso entre fe católica ycultura secular, la revitalizaciónde asociaciones y nuevos movi-mientos religiosos y la indepen-dencia de lo religioso en relacióna opciones políticas partidistas.

No es de extrañar que, en estecontexto, bastantes de los que seauto-posicionan como católicosasuman sin complejos sus res-ponsabilidades religiosas y esténen la democracia sin renegar desu identidad católica: otros sedeslizan hacia la situación de «nopracticantes» o «indiferentes»buscando una identidad más có-moda y menos comprometida, enla que, sin renunciar a su ads-cripción católica, obran como lesparece más oportuno, sin teneren cuenta la coherencia entre sufe y sus obras. En estos años noha crecido el número de ateos;más bien han disminuido susporcentajes dentro de la pobla-ción española.

SITUACIÓN ACTUAL

Las tendencias descritas ante-riormente coexisten en mayor o

6/ en portada Nº 59/22-II-1997

«HA IDO SURGIENDO LA NECESIDAD DE QUE LA IGLESIA FIJE

SU ATENCIÓN EN LO QUE LE ES PROPIO»

menor grado. Hoy se vive la vidareligiosa como en bloques dife-renciados o, por usar una com-paración, como en los círculosproducidos en el agua remansadacuando se arroja una piedra: estoscírculos van desde los que vivenla fe como algo muy importante ynuclear para su vida y para la delos demás, hasta los alejados y loshostilmente contrarios, pasandopor círculos diferenciados, más omenos netos, cuyos elementostrataré de describir.

Se da hoy una corriente queimpulsa a vivir lo que González-Anleo califica de «catolicismolight» o «ligero», y que otros so-ciólogos denominan «catolicis-mo a la carta» o «de bolsillo» o«blando». En este círculo se vivela religión sin exigencias com-prometedoras, sin que la vidatenga que ver con la doctrina queprofesan. Se denominan católi-cos, pero sin que tengan necesi-dad de creer en dogmas, sobretodo los que no interesan, sinaceptar lo que dice la jerarquía oel Papa, sin expresión litúrgica ysin una exigencia ética. El prag-matismo personal quita y ponehasta construir independiente-mente su propia religión, y el dis-frute vital hace digerir todo sincrear problemas a la propia con-ciencia y a la relación con los de-más. Es como una trivializaciónde lo religioso para vivir sin com-promisos. Así la religión resultaalgo «blando» y «ligero» en con-sonancia con el «pensamiento dé-bil» de la postmodernidad. Es laexpresión del llamado catolicis-

mo no practicante o incluso indi-ferente.

Hay otro bloque de católicosque pueden considerarse como«fieles». Se ven a sí mismos co-mo «católicos de la vida», queprocuran asimilar los cambios,que confían en la Jerarquía y ofre-cen su fidelidad a los obispos ysacerdotes, aunque algunos deéstos los desconcierten. No seglorían de ser muy buenos cató-licos porque consideran quesiempre podrían ser algo más.Cumplen «sus deberes religio-

sos»: oyen misa los domingos, seconfiesan, rezan, viven los tiem-pos litúrgicos, tienen sus devo-ciones, ayudan al prójimo... noestán comprometidos en asocia-ciones religiosas ni hacen osten-tación de la fe. Fueron enseñadospara ser «fieles más que protago-nistas». Desean vivir en paz conDios, con sus conciencias, con laIglesia y con los demás.

Otros pueden ser considera-dos como católicos militantes.Son fruto de una decisión perso-nal en la línea de un compromisomilitante consciente y lúcido. Tie-

nen alguna o varias de estas ca-racterísticas: son catequistas se-glares, forman parte de asocia-ciones, llevan actividades parro-quiales, dedican su tiempo y susbienes a la evangelización, de-sean vivir seriamente su fe ycomprometerse desde ella en lastareas del mundo actual, procu-ran formarse más intensamente.

Existen movimientos, asocia-ciones y comunidades, pluralesy diversas, algunas antiguas y re-novadas y otras nuevas, los lla-mados nuevos movimientos dentrode la Iglesia católica, con estas ca-racterísticas: facilitan a muchoscatólicos una vivencia más pro-funda en grupos reducidos, sonestructuras entre el individuo yla Iglesia general que cumplenun importante papel para la re-novación católica. En la actuali-dad hay cerca de 12.000 entida-des de la Iglesia católica inscritasen el Registro de entidades reli-giosas del Ministerio de Justicia.Estos católicos se sienten pueblode Dios y desean comunicarlo alos demás.

Así, se da hoy en la Iglesia ca-tólica mayor independencia res-pecto a los poderes políticos o deotro tipo, se ha ganado en liber-tad para expresar su opinión encualquier asunto y, al no estar susmiembros tan condicionados porla presión social, resalta más suconvicción personal. Se da unavance en que la Iglesia asumasu propia misión, la de evange-lizar.

Francisco Azcona Sanmartín

/7en portadaNº 59/22-II-1997

«EN LA ACTUALIDAD HAY

CERCA DE 12.000 ENTIDADES

DE LA IGLESIA CATÓLICA

INSCRITAS EN EL REGISTRO

DE ENTIDADES RELIGIOSAS

DEL MINISTERIO

DE JUSTICIA»

COMPROMETERSE

El arzobispo de Mérida-Badajozescribe en su Carta

semanal a sus diocesanos:

Toda buena acción re-quiere algo de sacrificio.

Aquí, para trabajar, haymás oferta que demanda.Lo que impera en los másde los casos es un terriblemiedo a la hora de embar-carse a fondo en un pro-yecto comunitario. Trabajosde voluntario hay a monto-nes.

¿Qué pasa entonces?Estamos hablando a me-nudo con gentes encanta-doras, responsables en laeducación de sus hijos,que se sienten y comportancomo católicos practican-tes. Lo que les pasa es quese han fijado un nivel ali-corto en su altura de vuelo,más de gorriones que deaves migratorias. Temendar su nombre a una aso-ciación o movimiento queimponga unos estatutos deasistencia, de cuotas, deasunción de encargos yresponsabilidades, y cual-quiera les dice que eso lle-va consigo depender deotros, hacer revisiones pe-riódicas o asumir un mode-lo de exigencias formativaso espirituales; no dejan, endefinitiva, que una Comu-nidad reste parcelas de suvida privada o se asome lomás mínimo a ella.

Lo que, con nuestras ex-cusas y nuestros miedos,nos estamos perdiendo hoytantos cristianos de mediopelo, sólo Dios lo sabe. Pe-ro, ¡qué pena tantas vidaschatas, cerradas en la ma-ñana asfixiante de los asun-tos propios, convencidos,sin decirlo, de que eso decomplicarse la existenciamediante compromisos per-manentes con la comuni-dad humana y la cristianano se ha hecho para ellos!

+ Antonio Montero

Latragediahumana

deSarajevoTodo está preparado para queJuan Pablo II visite Sarajevo,el próximo abril, Dios me-diante. Será un encuentro lar-gamente deseado, el del Papacon el pueblo probado por laguerra. Esta mujer bosnia, conla mirada perdida, mientrassu hijo llora, en la estación deSarajevo, es un símbolo de latrágica situación. Más del 65por ciento de la población deBosnia-Herzegovina tuvo queabandonar sus casas bombar-deadas, y más de un millón derefugiados —el más impor-tante desplazamiento masivode población en Europa desdela II guerra mundial— se bus-can la vida como pueden ydonde pueden. El arzobispo deSarajevo, cardenal Puljic, aca-ba de encontrarse en la ONUcon el nuevo Secretario Gene-ral, el africano Kofi Annan,para solicitar la consolidaciónde la paz y la ayuda generosade las Naciones Unidas a supueblo que sufre, y al que elPapa se dispone a visitar.

8/ la foto Nº 59/22-II-1997

No es preciso excavar bajo tierra paradescubrir que las raíces cristianas es-tán extendidas a lo largo y ancho del

territorio español, y que tienen la antigüedadmisma de la Iglesia apostólica. Si arrancára-mos de España todo lo que en ella ha sido ge-nerado por el cristianismo, no sólo quedaríanvacíos los museos, y sin sus más representa-tivos edificios multitud de pueblos y ciuda-des, sino que nos encontraríamos con que elmeollo mismo de España entera habría que-dado arrancado.

Esto, obviamente, no significa que hayaque defender el «nacional-catolicismo». Sig-nifica, sencillamente, que sin el catolicismono es posible comprendernos a nosotros mis-mos. Es un hecho. Tan es así, que hasta losespañoles más enemigos de la Iglesia se venobligados a usar las palabras del vocabula-rio cristiano, o a organizar su vida y costum-bres según los clichés de la tradición más ge-nuinamente cristiana. Se ha dado el caso deque declaradamente ateos han creado cofra-días con ¡su propia Virgen! ¡Y hasta se ha lle-gado al colmo de pretender «celebrar» la Pri-mera Comunión por lo civil!

No puede decirse, sin embargo, que la so-ciedad española de hoy sea precisamente mo-delo de lo que debería ser una sociedad cris-tiana. En pocos países de la llamada «civili-zación cristiana occidental» se ha producido,como en España, la paradoja de una mayo-ría aplastante que se declara católica, y pideeducación religiosa para sus hijos, en mediode una cultura que más bien parece estar enlos antípodas del catolicismo. El fenómenoes muy complejo para analizarlo en pocas lí-neas, pero una cosa sí parece clara: mayoría decatólicos declarados no es sinónimo de pueblocristiano.

La característica distintiva del cristianis-mo, desde su mismo inicio, es justamente sucarácter de «pueblo». Los primeros cristianosde Jerusalén, que como los demás israelitasacudían al Templo a orar, llamaban la aten-ción porque solían estar todos, con un mismo es-píritu, en el pórtico de Salomón, según leemos enel libro de los Hechos de los Apóstoles. Quienhaya visitado una sinagoga habrá podidocomprobar que los judíos oran «aisladamen-te», lo hacen con todo su ser, moviendo su ca-beza y su cuerpo, pero cada uno lo hace in-dividualmente. Frente a esto, no podía me-

nos que llamar poderosamente la atenciónque aquellos extraños judíos, seguidores deJesús de Nazaret, estuvieran «juntos». Des-de luego, no era algo intrascendente que Jesúsles enseñara a orar así: Padre nuestro..., y no:Padre mío... ¿No es acaso significativo el he-cho de ver hoy, con bastante frecuencia, ce-lebraciones de la Eucaristía –el corazón mis-mo de la vida de los cristianos– en las que losasistentes aparecen dispersos, juntos pero «sinencontrarse», como decía la portada de nues-tro número anterior, en lugar de lo que vivíanlos primeros cristianos, de los que comenta-ban los paganos, no precisamente ¡qué buenosque son!, sino ¡mirad cómo se aman!? ¿No esesto un signo expresivo de la pérdida de esacaracterística identificadora de los cristianos,que es la de constituir un pueblo?

La preciosa foto de nuestra portada es unaplazuela típicamente cristiana, y no tanto por lapresencia del Crucero en el centro, cuanto por elámbito familiar y acogedor creado en su entor-no. Contrasta, sin duda, con esa especie de «col-menas» que son hoy los bloques inmensos denuestras ciudades, en los que a veces ni se co-nocen entre sí los inquilinos de pisos contiguos.

En realidad, la disolución de nuestro ca-tolicismo coincide con la disolución de lo hu-

mano, que invade dramáticamente la culturadominante. Por ello, la recuperación de lo ge-nuinamente cristiano coincide con esa recu-peración de lo humano que el mundo enteroestá pidiendo a gritos. Cuando Juan Pablo IInos llama a una «nueva evangelización» estállamando precisamente a esto. No se trata deuna «cruzada» intolerante, sino de la res-puesta verdadera a la verdad del hombre.

Es hora de comprender y de vivir quequienes comemos del mismo Pan formamos unsolo pueblo. Así lo comprendieron y vivieronquienes configuraron, a lo largo de los si-glos, lo esencial de España, y así lo com-prenden y lo viven muchos católicos de hoy,en muchas realidades que el Espíritu estásuscitando en la Iglesia, que son savia nuevay una verdadera esperanza para el mundo.¿La clave de estas comunidades cristianas?Que sus miembros –pobres pecadores comotodo hijo de Adán– se han encontrado conCristo vivo y presente donde dos o más se hanreunido en su nombre. No católicos «por li-bre», sino hombres y mujeres que han en-contrado la auténtica libertad gloriosa de loshijos de Dios, que rezan Padre nuestro... en to-do su profundo significado y con todas lasconsecuencias.

/9criteriosNº 59/22-II-1997

Α Ω

Católicos «por libre», no

10/ iglesia en madrid Nº 59/22-II-1997

El día a día

Pastoral social

La Fundación «Abundio García Román», en colaboracióncon Hermandades del Trabajo, organiza la VI Semana de

Doctrina y Pastoral Social, desde el lunes 24 al miércoles 26.Los ponentes de las conferencias serán: don Miguel Juárez, donCarlos Romero y don Luis González Carvajal. Este ciclo deconferencias tendrá lugar en el domicilio social de Hermanda-des del Trabajo, calle Juan de Austria 9, a las 7.30 de la tarde.

Curso de Bioética

El Centro Universitario «Francisco de Vitoria» ha organizadosu I Curso básico de Bioética, dirigido por el profesor don Jo-

sé Carlos Abellán, a partir de las «razones antropológicas quefundamentan y sostienen el respeto a cada vida humana, ymostrando también a la luz de la razón y de la experiencia có-mo la fe cristiana ilumina plenamente el hombre y el significa-do de su ser y de su existencia», como dice el Papa Juan Pa-blo II en su encíclica Evangelium vitae. El curso comenzó elpasado jueves día 20 de febrero, y tendrá lugar todos los lunesy jueves de 19:00 a 21:30 horas, hasta el 24 de marzo, en elCentro de Reflexión y Estudio Almagro (calle Almagro 21 - 3º).Los interesados pueden informarse en el Teléfono: 351 15 66.

José Apeles no puede ejercercomo sacerdote en Madrid

Ante las reiteradas apariciones de JoséApeles de Santolaria en los medios de

comunicación social, especialmente en pro-gramas de televisión, supuestamente ennombre de la Iglesia católica, dada su con-dición de sacerdote, la Oficina de informa-ción del arzobispado de Madrid comunicaoficialmente:

Primero: el mencionado sacerdote, aunque de hecho reside en Ma-drid, nunca ha pertenecido a esta diócesis, ni tiene permiso pararesidir o para trabajar apostólicamente en el territorio diocesano.Segundo: la autoridad diocesana competente le ha prohibidoexpresamente ejercer el ministerio sacerdotal en esta diócesis ylo ha desautorizado para comparecer en cualquier medio de co-municación social. Tercero: sus opiniones, que han causado escándalo generalizadoy desconcierto en amplios sectores sociales, son de exclusiva res-ponsabilidad personal y en ningún caso don José Apeles repre-senta a la Iglesia católica.

Reunión del Consejo Presbiteral

En todas las diócesis, un grupo de sacerdotes, en su mayo-ría elegido por los mismos sacerdotes, junto con los miem-

bros del Consejo episcopal, constituyen el «Consejo Presbi-teral», que colabora más de cerca con el obispo en los diversosasuntos del gobierno de la diócesis, y que es al mismo tiempoinstrumento de comunión en la vida diocesana. Ayer viernes 21de febrero se reunió el Consejo Presbiteral de la archidiócesisde Madrid. En esta ocasión se han abordado dos cuestiones im-portantes: el interés por los arciprestazgos, como parcelas dio-cesanas que agrupan a las parroquias más cercanas con elfin de ayudarse en su vida y su misma tarea pastoral; y la mi-sión evangelizadora con los alejados de la Iglesia.

Conferencia de monseñor Rouco

El próximo jueves día 27, a las 12 h., el arzobispo de Ma-drid pronunciará una conferencia en el Aula magna de la Fa-

cultad de Teología San Dámaso, calle San Buenaventura 9,con el título: El Derecho Canónico en el misterio y vida de la Igle-sia. Un capítulo de un reto teológico y pastoral del postconcilio.

Concurso literario «Juan Pablo II»

El Consejo diocesano de Acción Católica convoca el Con-curso literario Juan Pablo II, al que podrán presentarse to-

dos los chicos/as de Madrid, de 10 a 15 años. El tema del con-curso es: Un día en una misión. Los trabajos deben dirigirse, an-tes del 23 de marzo, al Consejo diocesano de Acción Católica,calle Silva 12 - 28004 Madrid. Para más información, los inte-resados pueden llamar al teléfono: 522 22 67.

El reto de la inmigración

Los próximos 1 y 2 de marzo tendrán lugar, en el SeminarioConciliar de Madrid (calle San Buenaventura 9), unas jor-

nadas de Pastoral Inmigrante bajo el título «La inmigración,un reto a la misión evangelizadora de nuestras Iglesias». Da-rán comienzo el día 1 a las 9 de la mañana, con una oración yla presentación a cargo del obispo auxiliar de Madrid, monse-ñor Fidel Herráez. El domingo día 2 está previsto que inter-vengan el arzobispo de Madrid, don Antonio Mª Rouco, así co-mo los obispos de Alcalá de Henares, don Manuel Ureña, y deGetafe, don Francisco José Pérez y Fernández-Golfín.

A NUESTROS LECTORESSi usted quiere ayudar a la Fundación San Agustín en la pu-blicación de Alfa y Omega, y en otros proyectos de la Pro-vincia Eclesiástica de Madrid en medios de comunicación,puede enviar su donativo al Banco Popular Español (Agen-cia nº 52, Plaza de San Miguel nº7) a la Fundación SanAgustín (cuenta nº 0075-0615-57-06001310-97).

Se ha cumplido el plazo, pro-clama Jesús, después deque, habiendo ayunado en

el desierto, conoce la noticia delarresto de Juan el Bautista, se di-rige a Galilea y comienza a pre-dicar el Evangelio. En aquel mo-mento se había cumplido el pla-zo dado por Dios para ladefinitiva salvación del mundo.Dios se acerca en Jesús al hom-bre con una proximidad, tan ab-solutamente insuperable –se ha-ce Él mismo hombre–, y en unaforma tan plena de amor y demisericordia –asume toda nues-tra doliente humanidad, menosen el pecado–, que nunca antesy nunca después se podrá decircon mayor verdad: el Reino deDios está cerca.

Desde entonces y hasta hoy,y para siempre, se ha cumplidoel plazo de la salvación de Dios,ofrecida definitivamente alhombre. También a nosotros senos ha cumplido el plazo. Lodramático en aquella hora pri-mera del anuncio del Evangeliode la salvación aconteció en elrechazo que experimenta porparte de muchos, aferrados a supecado y fascinados por las ten-taciones del Maligno. Rechazoque le costará a Jesús la muertede Cruz. El rechazo sigue vivo.Los pecados que constatamos ennuestra sociedad, a nuestro al-rededor, todos los días, son deuna inmensa gravedad. Baste unejemplo: el pecado contra la vidade nuestros semejantes, contrala que se atenta con una fre-cuencia, una crueldad y una im-punidad verdaderamente estre-mecedoras. Por no hablar de lospecados que atacan a la esenciamisma del matrimonio y de lafamilia, fuentes primarias delamor y de la vida, y de las nue-vas versiones de injusticia socialy de insolidaridad, origen deuna creciente y radical margina-ción de los más débiles e inde-fensos.

¿UN PULSO A DIOS?

La pasada semana volvíamosa llorar en Madrid, una vez más–¿hasta cuándo?–, la muerte deun hermano nuestro, víctima deETA. Sólo las lágrimas del arre-pentimiento, de la penitencia yde la conversión pueden abrir-nos la vía para la gracia que re-dime, salva e instaura la verda-dera paz. Parece como si los hom-bres de nuestro tiempo, sobretodo en las sociedades más avan-zadas de Europa y América, pre-tendiesen echarle un pulso a Dios

en las cuestiones más funda-mentales de su presente y de sufuturo. Se obstinan en ignorarque el plazo se ha cumplido; cie-rran los ojos con terquedad sui-cida –los ojos del alma– a la pre-sencia, tan entrañablemente cer-cana, del Reino de Dios entrenosotros; estarían dispuestos allevar de nuevo a Jesús a la Cruz.

Y nosotros, los hijos de la Igle-sia, ¿no participamos también enel rechazo contemporáneo delEvangelio del Reino de Dios,anunciado por Jesús? ¿Al menos,implícitamente, como culpables

de inhibición y cobardía apostó-licas, y sobre todo de una practi-cada incoherencia en nuestro mo-do diario de vivir, tan lejos de lasexigencias del amor de Cristo?

CONVERTÍOS

Convertíos y creed en el Evan-gelio. Ésa es la única respuestaque se adecúa a la gravedad delmomento, la sola respuesta que corresponde al amor misericor-dioso de Dios, manifestado enJesucristo. Se nos pide una con-versión sincera, nacida del do-lor de corazón por nuestros pe-cados, del arrepentimiento; quese expresa en el cambio de vida,en una penitencia probada en lalimosna, la oración y el ayuno,ejercitada con el estilo humilde,sencillo y pobre, propio delEvangelio. Se nos pide a todos,de manera especial a los hijosde la Iglesia, también pecado-res, co-responsables de los pe-cados de los hombres de nues-tro tiempo. Nuestra conversiónse consumará en el encuentrosacramental con Jesucristo a tra-vés del sacramento de la Peni-tencia. Encuentro al que hay queacudir con nuestra vida en lapalma de la mano, confesandopersonalmente nuestros peca-dos, abriendo de par en par laspuertas de nuestra alma a superdón misericordioso. Sólo asírenacerá en nosotros la graciade nuestro Bautismo, sólo asípodremos celebrar la Pascua delSeñor con el gozo auténtico delos hijos de Dios. Cuando nosabrimos a la gracia de la con-versión sin reservas, nos deja-mos evangelizar de verdad, pa-ra poder estar en condiciones deser verdaderos evangelizadores,cumpliendo nuestro gran obje-tivo pastoral: fortalecer la fe y eltestimonio del Pueblo de Dios enMadrid.

+ Antonio Mª Rouco Varela

/11iglesia en madridNº 59/22-II-1997

LA VOZ DEL ARZOBISPO

«Convertíos y creeden el Evangelio»

Al inicio del tiempo litúrgico de Cuaresma, monseñor Rouco dirige a sus fieles la siguiente exhortación pastoral:

Pantocrátor. Pintura románica deSan Clemente de Taüll. Siglo XII

12/ usted tiene la palabra Nº 59/22-II-1997

Jornada en defensa de la vida

El pasado 2 de febrero se celebró la Jor-nada en defensa de la vida . Esta jornada

debe golpearnos la conciencia a todos loscristianos. La vida es tan maravillosa quetodas las jornadas se quedarían cortas paradar a conocer su grandeza y su valor. Es undon de Dios con tantos regalos que inte-riormente tendríamos que estar agrade-ciéndole a cada momento: Gracias por laluz que me despierta, por el cielo azul, porel sol, por las flores ... Gracias por mis pa-dres que fueron generosos, por los amigosque me quieren, por los niños, por su son-risa... Gracias porque todo esto me hace sen-tir la vida.

Por eso defenderla es un compromiso. Elaborto, la eutanasia, la pena de muerte sonuna intromisión, una injusticia y una inmo-ralidad. Aparte del sentido religioso, con-tradicen a la Naturaleza, sabia y generosa,que quiere que la pareja engendre y germiney dé un ser viviente cuyo código genético espropio y distinto del de la madre; por tanto,un ser intocable. ¿Quién puede disponer deuna vida que ha sido dada por un Ser Supe-rior? Socialmente es negativo porque todaviolencia contra la vida es una ruptura de lapaz.

Para el cristiano aún debe ser mayor estadefensa de la vida; toda vida debe ser «abun-dante» como quiere Cristo: acompañar al queestá solo, al enfermo crónico, al que sufre do-lor, al anciano sin familia, ayudar en todo ypor todo.

Clara de Dios

Apoyo familiar

Vi, el otro día, en televisión una escena queme emocionó: unos padres pendientes

de su hijo que jugaba una final de un torneointernacional de tenis.

Esto es la familia: apoyo, ayuda de losunos a los otros. Los que hemos tenido la in-mensa suerte de tener unos padres y unoshermanos que nos han ayudado nos senti-mos seguros. Sabemos que nunca nos falla-rán, que siempre que los necesitemos estarána nuestro lado.

Si no te apoyas en tu familia, si no acudes

a ella cuando todo parece negro y sin futuro,te encontrarás perdido. Ella te puede sacardel pozo en el que has caído.

Isabel Aravaca

¡Estoy aquí!

Su Santidad el Papa ha dedicado este añoa Jesucristo, en preparación del Jubileo del

año 2.000; habría que poner el letrero: ¡Estoyaquí! en tantos Sagrarios donde el Señor es-tá. Ya ni parece que nos demos cuenta, y pa-samos, charlamos, entramos y salimos, comoPedro por su casa, y no reparamos que Él si-gue presente y paciente, por nosotros, fiel a suPromesa, en el Sagrario, y no le otorgamos lareverencia, el honor, la alabanza, la gloria yla adoración que le debemos.

Al menos este año, dedicado a Él, a Jesu-cristo, hagamos algo más y mostremos nues-tro amor al Santísimo Sacramento.

Manuel Santana Montoya

La fe, gasolina de la caridad

Don Vittorio Messori dice, en un númerode Alfa y Omega, que las corrientes dis-

gregadoras de los pueblos de España se ex-plican por la pérdida del elemento religioso.Ciertamente los pueblos peninsulares se au-tonominaron antes cristianos que españoles.

Así es: el espíritu religioso se ha perdido.¿Cómo se explica, si no, que esas corrientesdisgregadoras sean asumidas por personasvinculadas al mismo hecho religioso?

En Cataluña conocemos el empeño de al-gunos obispos por crear una ConferenciaEpiscopal Catalana, desgajada de la Españo-la.

En Vascongadas, el triste papel del cleroen potenciar el desencuentro entre diversossectores de la población española es sobra-damente conocido. Su compasiva inclinacióna un lado ha dejado escandalosamente olvi-dado al otro.

Es cierto y es triste. Hemos perdido el es-píritu de nuestra religión cristiana; y esa pér-dida ha empezado por donde más daño hace.

Julia Martos Díaz

El beso de un ángel

Quién no ha soñado alguna vez con unbeso? El beso de una madre, el de un

nuevo amor, un beso de reconciliación, deamistad, quizá incluso el de un famoso/a...Yo no sé con qué clase de beso puedo habersoñado, pero sí sé el que no podré olvidarnunca.

Ocurrió hace unos días. Entro un momentoen una iglesia. Me quedo atrás. Alguien co-mienza a hablar un poco más alto de lo habi-tual. La gente la mira. Al principio no me doycuenta, después me parece reconocer a unamujer que a veces pide por la zona y suele irun poco bebida. Tiene ese aspecto que a másde uno le hace mirar para otro lado. Pasanunos minutos. Me dispongo a salir, cuandose me acerca, me da un abrazo, dice algo de loque sólo entiendo el principio y me planta unbeso.

No sé cómo sería el beso de un ángel, pe-ro si algún día me encontrara con alguno, es-toy segura de que no puede ser muy diferen-te a éste. Es el beso más dulce, tierno y since-ro que me han dado.

Por eso quiero darte las gracias, a ti, porese beso y pedirte perdón, porque nunca pen-sé que alguien como tú pudiera hacerme sen-tir tan especial.

María Rosa Puente

Cartasal

Director

Al llegar a la Facultad, el señor arzobis-po se dirigió a la capilla para presidiruna Eucaristía en la que participó un

nutrido grupo de estudiantes y profesores. Ensu homilía resaltó la belleza del testimoniocristiano en el ambiente académico, donde losjóvenes andan buscando la verdad y están de-seosos de respuestas. No escatimó acentos a lahora de subrayar la urgencia por evangelizardesde la proximidad del contacto personal,«para que el Evangelio brille en todo su es-plendor y el hombre vea que el camino queallí se nos propone es el de la verdadera sal-vación». Finalizada la Eucaristía, se dirigió alAula magna de la Facultad para dialogar conlos asistentes sobre diversos temas. La pre-sentación del acto corrió a cargo del Decano dela Facultad, padre José Ramón Busto Sáiz, cu-ya intervención fue, propiamente, un repaso ala historia del centro académico.

El coloquio comenzó con una breve expo-sición del señor arzobispo, en la que resaltóla necesidad de continuar el programa deevangelización propuesto por el Papa JuanPablo II desde el año 1984, con especial hin-capié en el reto de la evangelización de los pa-íses pertenecientes a la antigua Europa del Es-te. Dedicó a la cultura postmoderna algunaspalabras: «No podemos dejar de dialogar con

la nueva cultura. Antes se dialogaba con elmarxismo, pero tras su derrumbamiento, hayque afrontar los nuevos tiempos, y la verdades que, en esta nueva época, el positivismo,con su carga de atentados contra los derechoshumanos, se ha adueñado de muchos códi-gos legislativos. A veces, esta situación pue-de hacernos recordar los años previos al sur-gimiento del nacional-socialismo». Habló tam-

bién de los retos que debe acometer la pasto-ral universitaria y la importancia de Comillascomo Facultad situada en una diócesis tancompleja como Madrid. A continuación seabrió una tanda de preguntas en las que alum-nos y profesores intervinieron sobre cuestionesrelacionadas con la vida académica.

J. A. S.

/13iglesia en madridNº 59/22-II-1997

EL ARZOBISPO DE MADRID, EN COMILLAS

«Afrontemos los nuevos tiempos»La pasada semana, el arzobispo de Madrid, monseñor Rouco, visitó por primera vez la Facultad de Teología de la Universidad

Pontificia Comillas, en su sede de Cantoblanco. Recordó a los jóvenes universitarios que la Facultad de Teologíaes una comunidad eclesial de primer orden, donde tiene que brillar el testimonio del Evangelio de Jesucristo

Ha quedado injustamente si-lenciado el fallecimiento, al

comienzo de 1997, del bene-mérito sacerdote madrileño donHermenegildo López Gonzalo,canónigo de la catedral de Ma-drid, y durante largos años Visi-tador y Vicario General de Reli-giosas. Pasó, sin duda, hacien-do el bien, en una larga vidaescondida con Cristo en Dios, yentregada al servicio de la Igle-

sia. Ordenado sacerdote a los22 años, hubo de serlo casi en laclandestinidad, en aquel tiempode la quema de conventos eiglesias... tras el advenimientode la Segunda República.

Cinco pontificados se suce-dieron en Madrid a lo largo delos 66 años de su sacerdocio,durante los que desempeñómuchos cargos y tareas, des-tacando su atención a los con-ventos de Religiosas. Había si-do también Director Espiritualdel Seminario. ¡Cuántos sacer-dotes le deben lo mejor de suformación sacerdotal, la perse-verancia en su vocación, el ce-lo apostólico que él mismo teníay que a todos contagiaba! Te-

nía presente que Dios, cuandohace un santo, rompe el mol-de, para que no haya dos igua-les, y así sabía adecuar su só-lida doctrina a cada persona, acada etapa, a cada necesidad...No daba normas en serie y, poreso, hacía tanto bien. Puedentestimoniarlo muchas religiosasque recibieron sus consejos,prudentes y a la vez valientes,hallando, gracias a él, la solu-ción de sus problemas. DonHermenegildo no ahorró nun-ca su sacrificio, su esfuerzo, sutiempo, su salud, su vida.

Ante todo, sacerdote, nomalgastó este don, que centróen la Eucaristía. Consiliario de laAdoración Nocturna Femenina,

no faltó nunca a su cita noctur-na con el Señor que, ya bien an-ciano y viviendo en una pobre-za grande, desconocida paracasi todos, tenía que suponerlemucho sacrificio, superado sólopor el gozo de su espíritu.

Su muerte coincidió con losdías en que se proclamó Vene-rable a la madre Maravillas,nueva santa Teresa del sigloXX, a la que tanto había tratadoy ayudado.

¡Descanse en paz don Her-menegildo, y que sean muchoslos sacerdotes que recojan aho-ra su ardiente y luminosa an-torcha!

Sor Carmen de la Smª Trinidad

EL MOLDE SACERDOTAL

DE DON HERMENEGILDO...

Monseñor Rouco, en su reciente visita a la Universidad Comillas

Yo creía que la oración erauna especie de obligación;me sentía obligado a estar

sentado en el banco de la iglesiadeseando que pasara el tiempo, omirando fijamente al Sagrario,mientras pensaba que llegaría elmomento en que iba a sentir algo.Pero, hace poco tiempo, el Señorme ha concedido la gracia decomprender qué es y para quésirve la oración. He descubiertoque la oración, ante todo, es unregalo que el Señor me concede.Me permite estar en su presen-cia, y por ello soy un privilegia-do; he sido llamado, porque hesido amado.

La oración es algo más grandeaún. El Señor llama para dar a co-nocer los secretos de su interiori-dad, toda su intimidad, todas lasgrandezas de su corazón, y la ora-ción es el camino para conocerlo.Nos permite tener una relacióncon Él más directa que en los otrosmomentos del día, una relación deamor en la que estás tú y Él, solos,porque el Señor lo ha querido así,porque te ha elegido precisamen-te a ti. Orar es contemplar la mi-sericordia de Dios, es sentirse in-finitamente amado.

Durante la oración tengo mo-

mentos de sequedad, en los queme distraigo y miro para todos loslados. Mi especialidad era contarlas baldosas del suelo. A mí, aho-ra, me ayuda mucho simplemen-te mirar al Señor, estar en una ac-titud contemplativa en la que sindarme cuenta, poco a poco, el Se-

ñor me va cambiando el corazón,lo va transformando de piedra, enuno más blandito. Es como losgarbanzos que, puestos una no-che a remojar, se ponen blandos.He descubierto que la oración noconsiste en sentir, sino en saberque Dios me ama y que yo puedo

amarle desde mi sequedad.La oración es descanso en el

Corazón de Cristo. No es tantolo que yo puedo darle a Él, cuan-to lo que puedo recibir de Él. Noes tanto amarle como dejarmeamar. Y la oración no tiene queser un monólogo, de razona-mientos subidos, ni de discur-sos elocuentes, pues el Señor noes un problema que debamos re-solver, sino un misterio que hayque contemplar. Orar es tener laseguridad de un encuentro cor-dial, de un diálogo amoroso, decorazón a corazón. Al Señor notenemos nada que enseñarle, ysí mucho que presentarle, sobretodo nuestra pobreza.

Y orar es también meditar laPalabra de Dios. La Sagrada Es-critura es mensaje que Dios nostransmite y que requiere una res-puesta. En este diálogo, mi vidaes transformada. Conocer a Cris-to hace que tu vida se transfor-me, te hace ser una persona dife-rente, incluso una persona nue-va. Cada vez tengo más laexperiencia de que la oración noes un «añadido» a la vida, sinoprecisamente el «alma» de la vida.

Javier Sánchez

14/ testimonio Nº 59/22-II-1997

Alfa y Omega, Señor, es una estupenda atalaya para ver ypalpar la esperanza. Llegan aquí, un día tras otro, las prue-

bas concluyentes, irrebatibles, de las mil impresionantes inicia-tivas que tu amor suscita en tu pueblo santo: testimonios prodi-giosos de fe y de caridad, episodios increíbles de dificilísimaentrega humilde, sincera, constante a los demás; hechos, Señor,hechos de vida —no meras palabras— en los que deslumbra elesplendor de tu Verdad.

Y no hay edad para tu amor y tu esperanza: hay destellosde tu luz en personas ancianas, destellos insoñados en los niños,destellos fuertes, cargados de futuro, en chicos y chicas jóvenes.Me gustaría poner en tus manos esta tarde, Señor, confiada-mente, agradecidamente, tanto trigo limpio, fecundo, ahora quetanto parece crecer —o tanto interés parece haber en hacercreer que crece— la cizaña por doquier...

Lo que ocurre, Señor, me parece, es que el amor y la espe-ranza crecen y se desbordan en silencio, no hacen ruido ni as-pavientos; es lo de siempre: hace más ruido un árbol que cae — y desde luego, por desgracia, no falta quien se empeña en ta-

lar árboles— que un bosque que crece. Pero lo importante, lo de-cisivo es, Señor, que aquí, en nuestra sociedad española que pa-rece tan desencantada, tan superficial, tan «light», tan frívola, es-tán tan hondamente arraigadas tus raíces que brotan por do-quier, con fuerza inusitada. Aunque no hay motivo para quedarseembobados, mano sobre mano, tampoco hay razón, ni muchomenos, para el desaliento. Se trata de regar, de podar a tiempo,de tomárselo con ganas y con interés.

Por muchas incitaciones que se hagan a tirar la toalla —tan-tas, provenientes, Señor, de donde menos debían provenir—, locierto es que tu gracia es como un chubasco permanente demisericordia y de ternura, de cuidado y de mimo a cada uno denosotros, de cumplimiento generoso de tu promesa: No preva-lecerán. Estaré con vosotros, siempre, hasta la consumaciónde los siglos...

Quería, sin más, Señor, darte las gracias, y pedirte que se-pamos corresponder. Pero no nos dejes solos. Nunca...

Miguel Ángel Velasco

ORACIONES DE ANDAR POR CASA

PLEGARIA POR EL MANTENIMIENTO DE LA ESPERANZA

LA EXPERIENCIA UN ESTUDIANTE DE PSICOLOGÍA

El secreto de la oración

Todos alguna vez hemos vi-vido sucesos que se hanconvertido en aconteci-

mientos que jalonan el sentido denuestra existencia. Recuerdos,anécdotas, vivencias, circunstan-cias..., son los ingredientes de lasmotivaciones, ilusiones, búsque-das, deseos...; en definitiva, de latensión hacia la felicidad quemantiene nuestra vida.

La Iglesia es un pueblo que vi-ve y se desarrolla en la historiacon la conciencia dinámicamentecreciente de aquellos hombres ymujeres que han sido alcanzados,efectiva y afectivamente, por lagloria divina resplandeciente enla humanidad de Jesucristo. LaIglesia es la comunidad convo-cada por Aquel que tiene el po-der de transformar lo humanohasta lograr su plenitud.

Desde el comienzo del cristia-nismo, el vínculo de la fe ha sus-citado carismas que abrazan la

totalidad de la experiencia hu-mana. La vida monástica, lasgrandes Órdenes religiosas, losmovimientos de espiritualidad,las nuevas formas de vida consa-grada... son signos que permitendescifrar el enigma de la vida.

La Transfiguración del Señor,que proclama el evangelio demañana, es una invitación a estarpresentes ante el misterio pas-cual de Jesucristo, en este itine-rario cuaresmal hacia la Pascua.La gloria de Cristo manifestadaen el Tabor ante Pedro, Santiagoy Juan es anticipo del don de laPascua. El misterio de la Pasión ymuerte de Jesucristo es el quepermitió que la gloria divina pe-netrara en la Humanidad. Estaglorificación de lo humano libe-rar del mal, del pecado y de lamuerte realizada para cada indi-viduo por la comunión con lapersona viviente de Jesucristo.

Los acontecimiento, doloro-

sos y gozosos, de la vida de loshombres son abrazados por lagloria de Cristo. Esta gloria es laque trans-figura, es decir, nos per-mite ver más allá de la figura delo aparente, en una aceptación eintegración armoniosa de losacontecimientos como indicado-res del gran Acontecimiento quedescifra toda realidad: Jesucristomuerto y resucitado. En la per-sona de Jesús se nos da la nove-dad del Amor de Dios que puri-fica y es capaz de transformarnuestro modo de ser, mostrán-donos la auténtica verdad denuestro ser. La conciencia huma-na, iluminada por la certeza deeste Amor, es generadora de unafuerza que refiere el enigma hu-mano a Quien puede descifrarlo.En la humanidad transfiguradade Cristo aparece la verdad de loque somos: resplandor de Dios.

José Luis Ponte

/15el día del señorNº 59/22-II-1997

Evangeliode mañana

SEGUNDO DOMINGO

DE CUARESMA

Marcos 9, 1-9

En aquel tiempo, Jesússe llevó a Pedro, a

Santiago y a Juan, y su-bió con ellos solos a unamontaña alta, y se transfi-guró delante de ellos. Susvestidos se volvieron deun blanco deslumbrador,como no puede dejarlosningún batanero del mun-do. Se les aparecieron Elías y Moisés conver-sando con Jesús.

Entonces Pedro tomóla palabra y le dijo a Je-sús:

—Maestro. ¡Qué biense está aquí! Vamos a ha-cer tres chozas, una parati, otra para Moisés y otrapara Elías.

Estaban asustados, yno sabía lo que decía. Seformó una nube que loscubrió y salió una voz dela nube:

—Éste es mi Hijo ama-do; escuchadle.

Cuando bajaban de lamontaña, Jesús les man-dó:

—No contéis a nadie loque habéis visto hastaque el Hijo del hombre re-sucite de entre los muer-tos.

Esto se les quedó gra-bado y discutían qué que-rría decir aquello de resu-citar de entre los muertos.

Resplandor de Dios

«Y VOSOTROS, ¿QUIÉN DECÍS QUE SOY YO?»

Uno le dijo: Maestro, te traigo a mi hijo que tiene unespíritu mudo y, dondequiera que se apodera

de él, le derriba, le hace echar espumarajos, rechi-nar de dientes y le deja rígido. Jesús le preguntó:¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Le dijo:Desde niño; y muchas veces le ha arrojado al fuegoy al agua para acabar con él; si algo puedes, ayú-danos, compadécete de nosotros.Jesús le dijo: ¡Qué es eso de si puedes! ¡Todo esposible para quien cree! El padre del muchacho gri-tó: ¡Creo, ayuda a mi poca fe!

Marcos 9, 17-18 , 21-24

La Transfiguración. Giovanni Bellini, siglo XV (Museo Nacional de Nápoles, Italia)

16/ raíces Nº 59/22-II-1997

Mucha gente no lo sabe: enel grandioso y admira-ble monumento de

bronce dorado que Alejandro VIImandó erigir al fondo del ábside

de la basílica de San Pedro, y quefue realizado por el genio artísticode Bernini, fue colocado en 1966,para custodiarlo como en unenorme relicario, un venerable ob-

jeto precioso, conservado desdehacía siglos en la basílica vaticanay que se creía que era la cátedramisma usada por san Pedro. Enrealidad, como han demostrado

ampliamente los estudios cientí-ficos, la cátedra que se había cre-ído apostólica era originariamen-te un trono real, que había hechoconstruir para sí el soberano ca-rolingio Carlos el Calvo, y queprobablemente regaló al Papa conocasión de su propia coronaciónimperial en la basílica de san Pe-dro de Roma (25 diciembre 875).Representa el símbolo de la Cat-hedra Petri, antigua fórmula quese remonta al siglo III, y que siem-pre fue usada en la Iglesia paraexpresar la autoridad y el magis-terio conferidos por Cristo alapóstol Pedro y transmitidos pe-rennemente a sus sucesores en lasede episcopal de Roma.

El regalo de Carlos el Calvo aJuan VIII quedó en la basílica va-ticana y fue utilizado como sedepapal en algunas ceremonias,particularmente, como está do-cumentado en la primera mitaddel siglo XII, en la fiesta de la Cat-hedra Petri (22 de febrero). Estacostumbre litúrgica reforzó la cre-encia popular, manifestada ya aprincipios de aquel siglo, de quese trataba de la verdadera cáte-dra de san Pedro. El culto se in-crementó en el siglo XIII, cuandose comenzó a llevar procesional-mente la Cátedra el día de la men-cionada fiesta; probablemente, es-ta circunstancia fue la que movióal Cabildo vaticano a reforzar laCátedra con un revestimiento demadera y con anillas, en las quese introducían los palos para lle-varla procesionalmente a hom-bros. La devoción quedó cir-cunscrita a la basílica y adoptóformas populares, que continua-ron hasta el siglo XVII. Pero ha-bía comenzado ya la crítica his-tórica sobre la autenticidad de lasupuesta reliquia, iniciada conCalvino.

La Cátedra, obra de la refina-da escuela de la corte carolingia,tiene una base rectangular, for-

HOY, FIESTA DE LA CÁTEDRA DE SAN PEDRO

La belleza escondida Esta fiesta se establece en la Roma del siglo IV para poner de manifiesto la unidad de la Iglesia, fun-dada por Cristo en la Roca que es Pedro, el obispo de Roma, y sus sucesores, vínculo de esa uni-dad que es la nota primera que define a la Iglesia, y al mismo tiempo el signo indispensable paraque el mundo crea. Es día para dar gracias a Dios por este don de la unidad, y día asimismo parapedirlo insistentemente

/17raícesNº 59/22-II-1997

mada por cuatro robustas co-lumnas verticales, enlazadas en-tre sí por ocho travesaños. Las lí-neas arquitectónicas, que le danesbeltez y armonía, están en fun-ción de la decoración en marfilque reviste todas sus partes ex-ternas. Esta decoración origina-ria, realizada en el momento mis-mo de su construcción, está for-mada por estrechas tiras de marfilcinceladas y caladas, que guar-necen el frente, los flancos y elrespaldo de la cátedra. De graninterés histórico y artístico son losfrisos del tímpano, que tienen enel centro, en el travesaño base deltriángulo, el busto del soberanopara quien fue construido el tro-

no, Carlos el Calvo, con los sím-bolos de su realeza.

Esta joya vaticana fue enri-quecida, a finales del siglo XV,con una tercera pieza: la artísticacubierta de terciopelo que la re-cubre totalmente, mandada ha-cer (probablemente en Florencia)por Sixto IV en 1481. En el centroestá representada, en fino borda-do, la cátedra en la que está sen-tado san Pedro revestido con or-namentos pontificales y con lossímbolos de las llaves y del libroen la mano. Al lado, el escudo delPapa.

Alfa y Omeg

de una Cátedra

Según el Vaticano II, «laIglesia no está verdadera-mente formada, no vive ple-namente, no es señal perfec-ta de Cristo entre los hom-bres, en tanto no exista ytrabaje con la Jerarquía unlaicado propiamente dicho».Con este propósito, la Con-ferencia Episcopal Españo-la aprobó, hace ahora cuatroaños, los Estatutos de cons-titución del Foro de Laicos.Su actual presidente, PedroLeón y Francia, habla paraAlfa y Omega

Quiénes constituyen el Fo-ro de Laicos y cuáles sonsus pretensiones?

El Foro de Laicos es una enti-dad coordinadora de movimien-tos y grupos, un lugar de diálogo,de conocimiento mutuo de todoslos laicos comprometidos queparticipan en parroquias y mo-vimientos. Estamos plenamentevinculados con la ConferenciaEpiscopal Española a través dela CEAS (Comisión Episcopal deApostolado Seglar). De hecho, eldirector del Secretariado de laCEAS, Antonio Cartagena, esnuestro consiliario.

¿Sois más bien pocos, o es-táis satisfechos con el númerode los inscritos?

En la actualidad hay 53 movi-mentos que integran el Foro, des-de los diversos grupos de AcciónCatólica, las asociaciones maria-nas, la Adoración Nocturna, has-ta los nuevos movimientos (Fo-colares, Comunión y Liberación,Carismáticos), etc. En lo referen-te a su modo de trabajar, Anto-nio Martínez Tomás, mi prede-cesor en la presidencia del Foro,

tomó la iniciativa de que lo hi-cieran de forma sectorial, segúnlos intereses de cada uno.

¿Qué tiene que hacer unapersona de a pie para vivir enplenitud su condición cristia-na?

Bueno, los laicos constituimosel 99% de la Iglesia. El laico debeser cristianamente responsableen su mundo, en el diálogo conel mundo civil, en los problemasde cada día, pero no puede ha-cerlo solo, necesita una comuni-dad que lo apoye, un movimien-to o una comunidad parroquial.

¿Podemos decir que el laica-do ha llegado a su mayoría deedad, o estamos lejos de felici-tarnos?

La conciencia de pertenenen-cia empieza a ser una realidad,

pero todavía minoritaria. De loscatólicos practicantes en España,sólo el 10% está trabajando en ta-reas comprometidas, el 90% res-tante se limita a su misa del do-mingo, a ser más o menos bue-nos, pero nada más. Muchos nisiquiera se plantean la participa-ción cristiana conjunta para de-fender unos criterios comunes.La mayoría de edad debe empe-zar por los laicos comprometidosy, sobre todo, por los jóvenes, queson la Iglesia del futuro.

¿Ha habido alguna campañareciente organizada por el Foro?

Sí, con motivo de la amplia-ción del cuarto supuesto delaborto, se creó una comisión enla que, partiendo de la base deltotal rechazo al aborto, se debatióla manera de hacer llegar a la so-

ciedad las conclusiones que allíse expusieron. También se elabo-ró un documento con motivo delas elecciones del pasado año. Enél se llamaba a la responsableparticipación en la construccióndel futuro de la sociedad, eva-luando los programas políticosdesde criterios cristianos.

¿Y cuáles son las líneas de ac-ción para el presente año?

Nos hemos marcado unos ob-jetivos en plena sintonía con elprograma de la Conferencia Epis-copal Española para el trienio1997-1999, y con el programa dela CEAS para este tema. Se se-guirán las líneas del episcopado ydesde aquí se iniciará el diálogo.Se trabajará en grupos y se haráalguna declaración pública siem-pre y cuando haya unanimidaden las decisiones, para aportar al-go verdaderamente válido. Que-remos que todos los documentosdel Foro estén redactados en unlenguaje sencillo y sean com-prensibles, para que todo el mun-do pueda leerlos.

J. A. S.

18/ españa Nº 59/22-II-1997

ENTREVISTA CON PEDRO LEÓN Y FRANCIA, PRESIDENTE DEL FORO DE LAICOS

«El laico no puede funcionara su capricho»

«DE LOS CATÓLICOS PRACTICANTES EN ESPAÑA, SÓLO EL 10%ESTÁ TRABAJANDO EN TAREAS COMPROMETIDAS»

Seglares cristianos que trabajan por la evangelización

Ante la reciente Sentencia del Tribunal Su-premo, de 31 de enero de 1997, sobre la en-señanza de la Religión en la escuela, y la in-

terpretación dada por algunos medios de comuni-cación, con la consiguiente confusión e inquietudcreada en muchos padres de familia, la ComisiónEpiscopal de Enseñanza y Catequesis cree oportu-no hacer públicas las siguientes reflexiones:

1º.– El recurso dirimido por la Sentencia no fueplanteado por ningún organismo de la Conferen-cia Episcopal Española, sino por dos asociaciones yuna persona particular.

2º.– La Sentencia del Tribunal Supremo se limi-ta únicamente a constatar que los artículos 3 y 5,3del Real Decreto 2438/1994, por el que se regula laenseñanza religiosa escolar, no vulneran derechosfundamentales en dos supuestos concretos, a sa-ber:

Que las enseñanzas alternativas a la Religióndeban referirse exclusivamente a contenidos mo-rales.

Que dichas enseñanzas sean necesariamenteobjeto de evaluación.

3º.– No afirma, en cambio, que la redacción ac-tual de los artículos recurridos sea la mejor ni laúnica posible, en el respeto a nuestro ordenamien-to constitucional.

4º.– Tampoco quiere decir, a nuestro juicio, que,en el supuesto de que la alternativa a la Religióntenga contenidos morales y sea evaluable, quedeviolado ningún derecho fundamental. Ambas so-luciones quedarían dentro de nuestro marco cons-titucional.

5º.– La Sentencia hace constar expresamente queno juzga sobre la relación de estos temas con elAcuerdo entre la Santa Sede y el Estado Españolsobre Enseñanza y Asuntos Culturales, de 3 de ene-ro de 1979. Sigue siendo, por tanto, cuestión no zan-jada la posibilidad de que se esté incumpliendo talAcuerdo: cuestión que se halla actualmente pen-diente de recurso ante el Tribunal Supremo por lavía procesal ordinaria.

6º.– Estimamos, pues, que ambas cuestiones que-dan abiertas. El espíritu de colaboración que ha demovernos, al servicio de la sociedad, no debe ba-sarse únicamente en el criterio de evitar la viola-ción de derechos, sino también en el de armonizaradecuadamente los derechos de todos, en aras deuna convivencia más justa. En todo caso creemosque debe asegurarse:

El carácter de la enseñanza de la Religión Ca-tólica como área o materia equiparable a las áreas omaterias fundamentales del currículo.

El respeto a la libertad de los alumnos paraque puedan optar por la enseñanza de la Religión entodas las etapas.

La no discriminación de ningún alumno por elhecho de optar o no por la enseñanza de la Reli-gión.

7º.– La correcta aplicación de esta sentencia nomodifica el actual funcionamiento de la enseñan-za de la Religión Católica en la escuela. Por consi-guiente, la Comisión Episcopal de Enseñanza yCatequesis mantiene los planteamientos que enrepetidas ocasiones ha manifestado sobre el par-ticular.

/19españaNº 59/22-II-1997

NUEVO

ARZOBISPO

DE

TARRAGONA

El Papa ha nombrado nuevoarzobispo de Tarragona a

monseñor Luis Martínez Sis-tach, hasta ahora obispo deTortosa, y que el próximo 29de abril cumplirá 60 años deedad; sustituye a monseñorRamón Torrella Cascante, ex-perto ecumenista, de 73 años,quien presentó su renuncia algobierno pastoral de la archi-diócesis terraconense el pa-sado mes de agosto.

Doctor en Derecho Canóni-co, y desde 1990 presidente dela Junta de Asuntos Jurídicosde la Conferencia EpiscopalEspañola, el nuevo arzobispode Tarragona es natural de Bar-celona, donde trabajó pasto-ralmente desde 1961 y, comoobispo auxiliar, entre diciembrede 1987 y mayo de 1991, al sertrasladado a la diócesis de Tor-tosa, en sustitución de monse-ñor Carles, cuando éste fuenombrado arzobispo de Bar-celona.

La archidiócesis de Tarra-gona data del siglo I; se vincu-la su fundación a la posible vi-sita del apóstol san Pablo a Ta-rragona. Cuenta con 370.000habitantes, de los que 352.500son católicos, atendidos en 194parroquias por 169 sacerdotes,con un promedio de edad su-perior a los 63 años. Cuentacon tres diáconos permanen-tes, 150 religiosos y cerca de800 religiosas.

De acuerdo con sus competencias estatutarias,la Comisión Permanente del Episcopado haaprobado los siguientes nombramientos:

Monseñor César Augusto Franco Martínez,obispo auxiliar de Madrid: Consiliario Nacionalde la Asociación Católica de Propagandistas.El padre Juan Luis Acebal Luján, de la Ordende Predicadores: Asesor de la Junta Episcopal deAsuntos Jurídicos.

Don Inocente García de Andrés, sacerdote dela diócesis de Getafe: Asesor religioso de la UniónFamiliar Española (UFE).Don Pedro León y Francia, laico de la diócesisde Madrid: Presidente del Foro de Laicos.Don Juan M. Delgado Recio, laico de la dióce-sis de Madrid: Presidente de la Federación Ca-tólica de Maestros Españoles.Don José Tomás Raga Gil, laico de la diócesisde Madrid: Presidente de la Junta Nacional delas Semanas Sociales.

NOMBRAMIENTOS

ENSEÑANZA RELIGIOSA:

Una cuestión no zanjadaLa Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis hace pública la siguiente nota:

De 53 años, natural de Li-ma, del clero de la Prela-tura personal del Opus

Dei, el arzobispo de Ayacucho(ciudad peruana a trescientos ki-lómetros de Lima) cuenta qué lellevó a cruzar la verja de la Em-bajada de Japón en Lima, ocupa-da por los guerrilleros del MR-TA (Movimiento RevolucionarioTupac Amaru), que desde el 18de diciembre de 1996 retienen co-mo rehenes a setenta personas.

Monseñor Cipriani, ¿qué pa-pel ha desarrollado la Iglesiadesde el comienzo de estos dra-máticos acontecimientos?

La Iglesia, fiel a su misión, hasido desde el primer momento elsigno de un camino hacia la re-conciliación y hacia una soluciónpacífica del problema. El mensa-je del Papa para la Jornada dePaz, del 1 de enero de 1997, con-tiene numerosos elementos de re-flexión que han sido muy útiles.

Al mismo tiempo, se ha veri-ficado una movilización popularfuera de programa que ha reunidoen jornadas de oración a todo elpueblo peruano. La religiosidadpopular se ha expresado de mo-do masivo con manifestacionesde todos los tipos: el rezo del san-to rosario, procesiones con can-delas, vigilias de oración ante elSantísimo Sacramento.

¿Cuáles han sido los testi-monios más significativos?

Como siempre, esos testimo-nios invisibles de muchos rehenesque, llenos de fe y de esperanza,han visto en esta situación unallamada de Dios. Muchos de elloshan descubierto su interioridad,han encontrado a Alguien, es de-cir, la presencia de Dios Padre,ante el que rendirse como hijospequeños que están en manos se-guras.

El contraste entre un mundolleno de cosas superfluas, quemuchas veces desprecia la di-

mensión moral de la existencia yse mueve con frenesí sin direc-ción, un mundo donde las noti-cias maltratan el respeto a la per-sona y a su dignidad, y, por otraparte, la calma tensa y peligrosaque se respira en el interior de laembajada japonesa ha generado

una solidaridad y un sentido dela dignidad humana realmentesorprendentes y maravillosos. Escomo estar presente ante el diá-logo entre lo temporal y el Eter-no, entre la miseria y la miseri-cordia, entre la violencia y la paz,entre el dolor y la alegría, que son

algunos de los aspectos del itine-rario que exige la conversación.

¿Por qué decidió acudir a lasitiada residencia del embaja-dor de Japón?

Desde el primer momento, laCruz Roja se preocupó de los as-pectos materiales del asunto –loque se llama ayuda humanita-ria–, es decir, la salud, la alimen-tación, las condiciones higiéni-cas, etc...

Mi presencia obedece a unapetición expresa del Gobierno pe-ruano y de los miembros del MR-TA al Nuncio Apostólico. Des-pués de diversas opciones, lasdos partes se pusieron de acuer-do en aceptar mi presencia, y asífui llamado para entrar en la em-bajada, para poder ocuparme di-recta y exclusivamente de eso quepodríamos llamar «ayuda espi-ritual». En circunstancias comoésta la dimensión espiritual ocu-pa el centro del problema, no só-lo de los rehenes, sino también

20/ mundo Nº 59/22-II-1997

DECLARACIONES DE MONSEÑOR CIPRIANI, MEDIADOR EN EL SECUESTRO DE LA EMBAJADA DE JAPÓN EN LIMA

«La violencia no es un camino ¿Por qué un obispo ha decidido mediar en un conflicto que mantiene en vilo a la opinión pública mundial, como es la crisis

de la embajada japonesa en Perú, ocupada desde hace dos meses por un grupo de guerrilleros? Monseñor Juan Luis CiprianiThorne ha aceptado responder en exclusiva a algunas preguntas de Tracce, la revista oficial del movimiento Comunión y

Liberación en Italia. El Nuncio Apostólico en Perú, monseñor Fortunato Baldelli, ha hecho posible esta conversación

Arriba, monseñor Cipriani con el cardenal Vargas, arzobispo de Lima,ante la Embajada de Japón. Abajo, un grupo de voluntarios colaboradores

de sus parientes. Al mismo tiem-po, es una oportunidad para bus-car entre los miembros del MR-TA esa semilla de humanidad yde respeto por la vida que pue-de facilitar una mayor compren-sión. Explicarles que la violenciano es nunca un camino hacia nin-guna clase de bien, y que nuncase justifica como medio.

He celebrado la misa variasveces y he confesado durante ho-ras, además de escuchar a todoslos que querían abrir su corazónpara confiarme una infinidad depenas y de preocupaciones. Creoque, hasta este momento, se haconseguido obtener el respetopor la vida de los rehenes. Ade-más, un cierto diálogo entre laspartes está teniendo lugar.

¿Qué responsabilidad y quétarea sugieren a la Iglesia estosdramáticos sucesos?

La misión de la Iglesia es cla-ra siempre y no está sometida alcambio de las circunstancias. ElMagisterio nos señala el caminode modo claro y, en particular enesta etapa de preparación del ter-cer milenio, sentimos la urgenciade mostrar a Cristo vivo, hechorealidad en cada uno de nosotros.En resumen, el tiempo presenteexige de nosotros –pastores, sa-cerdotes, religiosos y fieles lai-cos–, que seamos testigos –queseamos «Cristo que pasa», segúnla expresión del beato JosemaríaEscrivá–, es decir, que en nues-tra vida demos razón de la espe-ranza que proclamamos en nom-bre de la Iglesia.

¿Qué previsiones de futurove a esta situación?

Recordando el mensaje delSanto Padre a las Naciones Uni-das, el 5 de octubre de 1995, «hallegado la hora de una nueva es-peranza, que nos pide quitar lahipoteca paralizante del cinismode la política y de la vida de loshombres». Debemos correr el«riesgo de la solidaridad», que esel camino a lo largo del cual de-bemos caminar hacia la paz. Lospaíses desarrollados y las enti-dades financieras públicas y pri-vadas deben abandonar el «mie-do» a ser solidarios y estudiar,

por ejemplo, la pesada situacióndel endeudamiento exterior y delcomercio de armas.

¿Desea añadir algo, al termi-nar esta conversación?

Quisiera invitar a todos a re-novar, con obras y de verdad, laconfianza en la acción de la gra-cia y en la oración. Esto es lo quehe visto y oído –lo digo con pro-fundo agradecimiento– en las vi-das del Beato Josemaría y de susanto sucesor monseñor Álvarodel Portillo. Desde el primer díaen que pedí la admisión en elOpus Dei, el 10 de junio de 1962,procuro aprender a vivirlo con-

siderando con sinceridad mis in-numerables debilidades y mise-rias.

Los aparentes «silencios» deDios esperan una respuesta elo-cuente de nuestra humanidad enel «silencio operativo de la ora-ción». Descubrir este «algo divi-no» en todas las realidades terre-nas es la apasionante tarea de loscristianos –en su mayoría laicos–:que amemos apasionadamenteel mundo.

María es el «atajo» por el cualllegaremos antes y mejor. A Ella,Reina de la paz, me he confiado.

Tracce-Alfa y Omega

/21mundoNº 59/22-II-1997

hacia ningún bien»HABLA EL PAPA

NO HABRÁ

OTRO DILUVIO

He aquí que yo establezco mialianza con vosotros y no se-

rá nunca más aniquilada todacarne por las aguas del diluvio,ni habrá más diluvio para des-truir la tierra.

Dios, creador del hombrey de todos los seres vivos, ani-quiló con el diluvio, en uncierto sentido, aquello a lo queÉl había dado el ser. Esta de-cisión había sido causada porel pecado difundido en elmundo, después de la caídade los primeros padres.

Las aguas salvaron a Noéy a su familia, junto con losanimales que él había elegido.Así se salvaron el hombre ylos animales, que se convirtie-ron en una nueva alianza en-tre Dios y la creación.

Esta alianza tuvo el signotangible del arco iris: Pongo miarco en las nubes –dice Dios–, yservirá de señal de la alianza en-tre Yo y la tierra. Cuando Yo nu-ble de nubes la tierra, entonces severá el arco en las nubes, me acor-daré de la alianza que media entreMí y vosotros.

El mundo y el hombre re-presentan así la obra creado-ra de Dios, y son imagen de laalianza. En el transcurso de laHistoria los hombres han con-tinuado cometiendo pecados,pero, por las palabras queDios estableció con Noé, com-prendemos que ningún peca-do podrá llevar a Dios a ani-quilar el mundo que creó.

La Escritura nos ayuda atomar conciencia del valor quetiene el mundo a los ojos deDios, Quien se ha comprome-tido a librar a la creación de ladestrucción.

(16-2-97)

Monseñor Cipriani, con un voluntario de la Cruz Roja

Neisu es un pequeño po-blado de unos 2.000 ha-bitantes, formado por pe-

queños núcleos de chozas cons-truidas con barro. Alrededor estála selva africana pura y dura, ala que van los pobladores a reco-ger lo que necesitan para vivir,dentro de una economía de sub-sistencia.

¿Cómo viven los habitantesde Neisu?

Zaire es un país rico, pero con-tinuamente demolido por la co-rrupción. Estábamos a unos 500Kms. de la agitada zona de Ruan-da, distancia que, con la carenciade carreteras y comunicaciones,es casi como otro mundo. Por Ra-dio Exterior de España íbamosteniendo noticias de las refriegastribales entre hutus y tutsis a lasque no dimos mayor importan-cia porque Zaire es un país ines-table hasta el límite de la más in-creíble anarquía...

Son gente acogedora, alegre ygenerosa. Están explotados en unpaís riquísimo en minería de oroque gestionan empresas france-sas.

Entonces, al menos tienentrabajo como mineros…

Bueno, la realidad social quenosotros conocemos ha de califi-carse de otra manera. Constitu-yen sólo la fuerza extractiva, conduro trabajo pagado a precio delZaire: diez dólares al mes, equi-valentes a poco más de mil pesetas.

La moneda nacional es el nue-vo zaire, aunque las deseadas porlas constancias de sus valores se-an el dólar y el franco suizo. Larazón es clara: en menos de tresaños, el nuevo zaire que naciócon la equivalencia del dólar(1–1) ha sufrido tal devaluaciónque ahora se precisan 140.000 zai-

res para adquirir un dólar. Y co-mo allí no hay Cajas de Ahorros,Bancos ni nada similar –tercia Ro-sa– ante la normal experiencia dela rapidísima devaluación de lamoneda, la gente vive al día.

CON «FÁBRICA» DE LADRILLOS

¿Cómo os alimentásteis allí?Pues mira –responde Rosa

María– bastante mejor de lo quese nos había dicho. Comíamos

arroz, hoja de mandioca o yuca,lo comprábamos semanalmenteen un mercadillo. Desconocidas,totalmente desconocidas.

¿Y dónde comprábais las me-dicinas?

Las medicinas, llegadas deEuropa, se venden en los merca-dillos semanales.

Un 40% constituyen medica-mentos falsificados que conjuganla corrupción zaireña con la ex-

plotación europea, porque vie-nen falsificados desde los paísesde Europa.

¿En qué situación se encuen-tra allí la Iglesia católica?

Quizá sea la única instituciónorganizada. En nuestra diócesis,la acción pastoral y asistencial es-tá encabezada por un obispo zai-reño, Charles Mboga. Imparteformación sacerdotal y asisten-cia sanitaria, educativa y de co-municaciones, lleva las cartas demisión a misión, crea y mantie-ne escuelas, tramos de carretera,hospitales, etc.

¿Vuestro deseo o mensaje?¡¡Regresar!! –exclama Luis–. Y,

mientras tanto, llamar la atenciónpara que se tenga disposición pa-ra trabajos a largo plazo, y tratarde evitar que una dictadura co-rrupta explote a la gente y a losHermanos. Nuestra zona no re-gistra ni un sólo caso de heridapor violencia. Las matanzas lle-gan siempre de fuera.

José Hernández Benedicto

22/ desde la fe Nº 59/22-II-1997

ENTREVISTA A DOS JÓVENES MISIONEROS ESPAÑOLES

«Nuestro único deseo es regresar al Zaire»

Rosa María y Luis Andrés son dos jóvenes médicos Misioneros de la Consolata, santa Patrona de Turín, que da nombrea una Congregación fundada en 1901 por el beato Allamano. Los dos estudiaron Medicina en la Facultad de Zaragoza.

Han regresado hace poco de Neisu, poblado próximo a la ciudad de Isiro, en Zaire. Hemos hablado con ellos:

Rosa María y Luis Andrés en Neisu

La herencia de la época mo-derna, que vive, si no la de-rrota, sí una drástica revi-

sión de las pretensiones raciona-listas, nos presenta unainesperada explosión de lo sacro.La secularización se anunciabacomo una reducción en términos«mundanos», «no religiosos», deldiscurso naturalista. En cambio,hoy pululan las más variadas for-mas de una sacralidad que po-dría definirse naturalista, encuanto que encuentra respuestasal sentido religioso de una con-cepción de la naturaleza (del cos-mos y del hombre) que, casi co-mo en la era precristiana, vuelvea sentirse como divina en sí mis-ma. Dioses y demonios pueblanel universo de este nuevo poli-teísmo irracional, paradójica-mente nutrido por los extraordi-narios medios de la ciencia y dela técnica.

«No creer en Dios no significano creer en nada; significa, al con-trario, creer en todo». Esta nota-ble intuición de Chesterton des-cribe bien la condición de mu-chos hombres de hoy. Trasabandonar la fe cristiana, y desi-lusionados de la pretensión de larazón ilustrada, los hombres seencuentran inermes frente a la realidad. No son capaces de libe-rarse de la angustia de una sole-dad radical frente al mundo y altiempo. Para dominarla se vuel-ven a la magia, que permitiría ga-narse la protección de poderesocultos, y no renuncian a buscaruna alianza con las mismísimaspotencias del mal.

JUICIO DE LA IGLESIA

La doctrina de los Padres dela Iglesia, sobre todo de aquellosde los primeros siglos del cristia-nismo, cuando los ritos mágicos ysatánicos eran abundantes, esunánime al respecto: «De astró-

logos, magos, charlatanes de todacalaña, no se debería siquiera ha-blar. ¡Y, sin embargo, reciente-mente, un astrólogo que declaraser cristiano ha tenido la desfa-chatez de hacer apología de suprofesión!» (Tertuliano).

El Catecismo de la Iglesia Cató-lica habla de ello de este modo:Todas las formas de adivinación de-ben rechazarse: recursos a Satanás o

a los demonios, evocación de losmuertos y otras prácticas que erró-neamente pretenden «desvelar» elporvenir. La consulta de los horós-copos, la astrología, la quiromancia,la interpretación de los presagios, losfenómenos de videncia, el recurso alos mediums, ocultan una voluntadde dominio sobre el tiempo, sobre lahistoria y, finalmente, sobre los hom-bres, y, además, un deseo de hacerse

propicias las potencias ocultas. Es-tán en contradicción con el honor y elrespeto, junto al temor amoroso quedebemos sólo a Dios. Los escritosapostólicos recogen con fuerza lacondena de las brujerías: Las obrasde la carne –escribe san Pablo a losGálatas– son manifiestas: fornica-ción, impureza, libertinaje, idolatría,brujería, enemistades, odios, celos,disensiones, facciones, envidias, em-briaguez, orgías y cosas semejantes;acerca de estas cosas os prevengo, co-mo ya os he dicho, que quien las ha-ce no heredará el reino de Dios; ado-rarás al Señor, tu Dios y a Él sóloservirás.

Monseñor Angelo Scola

/23desde la feNº 59/22-II-1997

EL ABANDONO DE DIOS DAÑA LA RAZÓN DEL HOMBRE

Los irracionales sucedáneosde la fe

El Rector de la Pontificia Universidad Lateranense, monseñor Angelo Scola, acaba de publicar en el diario vaticano«L´Osservatore Romano» un amplio artículo, de plena actualidad también en nuestro país, del que ofrecemos este extracto:

«TRAS ABANDONAR LA FE CRISTIANA, Y DESILUSIONADOS

DE LA PRETENSIÓN DE LA RAZÓN ILUSTRADA, LOS HOMBRES

SE ENCUENTRAN INERMES FRENTE A LA REALIDAD»

Una de tantas echadoras de cartas

24/ la vida Nº 59/22-II-1997

Ha muertoel padreGraham

El padre jesuíta Robert Gra-ham era probablemente el

mejor conocedor de los archi-vos históricos del Vaticano so-bre la segunda guerra mundial;junto con otros prestigiososhistoriadores de la Iglesia, harecogido, durante más de vein-te años, el devenir histórico endiversos volúmenes titulados«Actas y documentos de laSanta Sede relativos a la IIguerra mundial».

Escribía en La Civiltà catto-lica. Alto, delgado, irónico yburlón, este jesuíta norteame-ricano estuvo —y es el mejorelogio que se puede hacer deél— siempre de parte de laverdad, que ahora, tras su fa-llecimiento, habrá descubiertoen toda su plenitud.

El P. Aldea,Académicode laHistoriaEl padre jesuíta Quintín Al-

dea Vaquero ha tomadoposesión recientemente de suplaza de académico de núme-ro en la Real Academia de laHistoria. Su discurso de ingre-so versó sobre el tema «ElCardenal Infante, Don Fer-nando, o la formación de unPríncipe de España». Con elingreso del padre Aldea, en es-ta Academia son tres actual-mente los eclesiásticos queforman parte de la Institución:el arzobispo emérito de Ma-drid, cardenal Ángel Suquía,el también jesuíta Miguel Bat-llori, y el padre Aldea. Éste, deestirpe zamorana, ingresó enla Compañía al terminar el ba-chillerato; estudió en Bélgica,Salamanca, Oña y Carrión delos Condes, en la Sorbona deParís, y en la Gregoriana deRoma, donde defendió su te-sis doctoral sobre «España, elPapado y el Imperio en el si-glo XVII». Es profesor de His-toria eclesiástica en la Univer-sidad de Comillas, y su obraimpresa es copiosísima.

AguinaldomisioneroExcepcionalmente, la tradi-

cional campaña del «Agui-naldo misionero», que pro-mueve el centro «Ad gentes»(calle Barquillo, 29-Madrid), noconcluyó este año el día de laEpifanía, como es habitual, si-no que continuó durante todoenero y parte de febrero: elloha permitido que los resulta-dos de la colecta hayan sidoexcelentes y hayan superado,con casi seis millones de pe-setas, los de años anteriores,con lo que se ha podido en-viar más de un millón de pe-setas a diversas misiones delPerú, de Malawi, y de Ruan-da. Ejemplarmente, cada añoes mayor el número de comu-nidades contemplativas que,privándose de sus pobres re-cursos, aportan generosos do-nativos para el «Aguinaldo mi-sionero».

Monseñor José Luis Irízar, Director nacionalde las Obras Misionales Pontificias, escribe

una carta a Manuel de Unciti, en el último nú-mero de la revista Pueblos del tercer mundo quees el primero que firma Alfonso Blas como su-cesor de Unciti en la dirección de la revista. Di-ce monseñor Irizar, entre otras cosas: «Tú vi-niste a esta casa, hace casi cuarenta años, de lamano del gran misionero de España en este si-glo que termina, monseñor Ángel Sagarmína-ga, y aquí has venido siendo el corazón y el al-ma de publicaciones misioneras. Tu pluma ágil ytu gran preparación en Misionología te han dado

un primer puesto entre los periodistas de Espa-ña, y has servido con estas cualidades tuyas alas diócesis, Congregaciones misioneras e Ins-titutos. Todos te conocen y te aprecian.

Acercándose la edad de tu jubilación y al cul-minar tu fecunda tarea, pensamos juntos que tujoven equipo de redacción, formado por ti en laResidencia de Periodistas Cristianos que fun-daste y diriges, podía ser tu mejor sucesión. Sa-bemos que te seguimos teniendo como conse-jero y amigo, y como un trabajador incansable enlos grandes proyectos misioneros cara al futurode una Iglesia que se acerca al tercer milenio».

Un sacerdote al servicio de las Misiones

Casi cuarenta años contemplan la labor, en las Obras Misionales, de este sacerdote y periodista, Manuel deUnciti, apasionado por las Misiones

Así ha visto la revista Time al Presidente serbio Milosevic, sobre cuyos tejemanejes electorales, por cierto, ha caídoúltimamente una sospechosa losa de silencio.

/25la vidaNº 59/22-II-1997

Brasil y el PapaTodo está preparado minuciosamente para la visita pastoral

que, el próximo octubre, presidirá en Río de Janeiro el PapaJuan Pablo II, con motivo del II Encuentro Mundial de las Fami-lias. Para ultimar los detalles de esta importante visita pastoral,el Papa ha recibido recientemente, en visita oficial, al Presiden-te del Brasil, Fernando Henrique Cardoso. Brasil es el país delmundo con mayor número de católicos: el 80% de sus ciento se-senta millones de habitantes; el Papa ya lo ha visitado en otrasocasiones; los más graves problemas actuales del país son: lascondiciones de miseria en que vive gran parte de su población,la cuestión indígena, la deuda externa y la defensa de la vida.

Pastoral de comunicaciónDon Salvador Petit, director del Secretariado de la Comisón Epis-

copal de Medios de comunicación social, ha publicado recien-temente, en la revista Religión y Cultura un importante trabajo titu-lado «La pastoral de la Comunicación Social ante el Jubileo delaño 2000». Tras un resumen doctrinal de la carta apóstolica Tertiomillennio adveniente, señala sus aplicaciones a la comunicaciónsocial, con diversas propuestas concretas, y sintetiza también lospuntos doctrinales básicos de los más significativos documentos delMagisterio sobre pastoral de los medios de comunicación.

Luz para la catedral de CórdobaLa catedral mezquita de Córdoba acaba de estrenar una pre-

ciosa iluminación que ha logrado conjugar las distintas ca-racterísticas con que cristianos y musulmanes aprovechan laluz; en las mezquitas, la iluminación se dirige hacia el techo, ha-cia el artesonado y los arcos, puesto que en el rito musulmánno es necesaria la lectura; por el contrario, en la liturgia cristianapredomina la luz de arriba a abajo. En la zona próxima al Mirhab las lámparas son prácticamente reproducción de las quehubo en la mezquita en tiempos de los califas que, curiosamen-te, son de origen cristiano copto. El presupuesto para esta ilu-minación ha alcanzado más de sesenta millones de pesetas y hasido posible gracias a un convenio de colaboración entre el Ca-bildo catedralicio, Caja Sur y la Fundación Sevillana de Electri-cidad.

Ha muertoDeng XiaopingAlos 92 años de edad ha muerto en Pekín, a conse-

cuencia de la enfermedad de Parkinson, el «peque-ño gran timonel» de China, el «bienamado camarada»Deng Xiaoping, que no había sido visto en público desdefebrero del 94. Era el último líder de la Revolución, el hom-bre de las reformas, que abrió la inmensa China, espe-ranzadoramente, a una economía de mercado, pero tam-bién el responsable férreo de la terrible represión en laPlaza de Tienanmen, hace diez años. Ahí empezó sumuerte política, pero no cabe duda de que en la historia deChina su nombre quedará inscrito con tanta importancia omás que el de Mao. Todas las incógnitas sobre la estabi-lidad y el futuro de China quedan abiertas. Su tesis de«más bienestar, pero no más libertad» era y es irrealizable:la libertad es indivisible; no puede ser económica sí, y po-lítica y religiosa, no. El hecho es que, desde su retirada, lapersecución contra los cristianos fieles a Roma se ha in-tensificado en la China comunista.

Yanes, al Sínodo europeoEl arzobispo de Zaragoza, y Presidente de la Conferencia Epis-

copal Española, don Elías Yanes, ha sido nombrado por el Pa-pa miembro de la Comisión preparatoria del próximo Sínodo eu-ropeo. Monseñor Yanes cumplió 69 años el pasado día 16 defebrero, fecha en que precisamente fue elegido Presidente dela Conferencia Episcopal, hace cuatro años.

La relación entre arte y trascendencia, elacercamiento a Dios a través del arte, elarte como reflejo de lo bueno, lo bello, lo

justo, el arte como elevador de la condiciónhumana, el arte como emoción espiritual, ar-te cristiano y encarnación, arte como co-crea-ción, etc. He aquí una serie de cuestiones ob-jeto de reflexión y de debate. Pero centrarémi atención en los distintos eslabones queparticipan en la producción artística relacio-nada con lo sagrado.

No es justificable que, en aras de un exa-cerbado funcionalismo, o amparándonos enla carencia de recursos económicos, se rele-gue lo artístico al olvido, o se caiga en la me-diocridad o falsedad de un arte comercial, o —peor aún— se entienda como pesada cargaheredada. Evidentemente, actualmente la pre-paración del artista escapa a las competenciasde la Iglesia. Dentro del mundo de la culturaasistimos a un momento de desorientación,una especie de vacío de final de milenio, quede alguna manera ha repercutido en la po-breza de la producción artística relacionadacon la Fe, en estos últimos veinte años.

Es competencia de la Iglesia seleccionar yapoyar al artista, dar criterio en los Semina-

rios, asesorar al párroco, que a veces cuentacon el único consejo del albañil cercano y, enmuchos de los casos, de Consejos parroquia-les escasamente cualificados en materia his-tórico-artística.

Por ello en ocasiones se malgastan dinerosen encargos u obras de escasa calidad artísti-ca, que además pueden provocar daños a ve-ces irreversibles. ¿Qué ha sido de la necesa-ria supervisión interna de los bienes artísti-cos, supervisión que ha de ser entendida comocercanía y comunión con toda la Iglesia, y nocomo recorte o fiscalización de las atribucionesparticulares? ¿Qué ha sido de las Comisionesdiocesanas de Arte Sacro? ¿Y de las Acade-mias de Arte Sacro? Porque la producción ar-tística de la Iglesia debe mantenerse dentrodel horizonte de la unidad. Unidad en sentidoteológico, dentro de la evolución histórica, y ensentido práctico, dentro de la diversidad. Sonlas distintas diócesis las que deben marcar laspautas, los programas, las previsiones econó-micas, los criterios de relación con las Admi-nistraciones. Y ha de haber coordinación su-pradiocesana para mejor defender los intere-ses generales y particulares de la Iglesia, ymarcar prioridades y unificar objetivos.

Como recomienda el Concilio, sería con-veniente establecer Comisiones Permanentespara asesoría sobre temas artísticos y relacióncon las Administraciones; dar mayor enver-gadura y medios a las Delegaciones diocesa-nas, tales como Patrimonio, Obra nueva, Ca-sas parroquiales, etc., contando con el apoyode seglares cualificados.

El artista de arte sacro trabaja en el ám-bito de la comunión: co-creador con el Pa-dre, enviado con el Hijo, temblor, viento, fue-go con el Espíritu. Necesita vivir la comu-nión cuando realiza su trabajo; sentirseapoyado por la Jerarquía, sentirse Iglesia.En expresión de Gonzalo Cerezo Barredo,contra el pesimismo de los que afirman que el ar-te actual no está capacitado para el servicio cul-tural dentro de la Iglesia, piensa ésta, a travésdel Concilio, que puede ser una voz más en el ad-mirable concierto que los grandes hombres ento-naron a la fe católica en los tiempos pasados. Nohay ningún pesimismo en la voz de la Iglesia.Supondría admitir que en los tiempos modernoshabría de ser imposible la religiosidad y el segui-miento de Cristo.

Benjamín Cano Domínguez

26/ desde la fe Nº 59/22-II-1997

Iglesia y arteEl arquitecto, Presidente de la Asociación Cultural «Restaurar y vivir», don Benjamín Cano Domínguez, ha escrito

para «Alfa y Omega» esta reflexión:

Dentro de su ciclo de ópera,el Teatro Calderón estrenó,

el pasado miércoles, MadamaButterfly, de Puccini. Es la his-toria de una joven japonesa quese casa con Pinkerton, un ofi-cial de la marina estadouni-dense. La joven ama apasio-nadamente a su marido, peroél se casa con la intención deabandonarla. Pinkerton viajamucho, y de uno de estos viajesno regresará hasta los tresaños. La joven Cio-Cio San,creyendo que él la ama, le es-pera con su hijo, del que no co-noce su existencia. Pinkerton

vuelve con su nueva esposa, yCio-Cio San, al conocer la trai-ción se hace el harakiri.

Madama Butterfly fue escritapor John Lutter Long, y llevadamás tarde al teatro; Puccini lavio en Londres y pensó que erauna buena historia para adap-tar a la ópera. Quiso destacarprincipalmente dos elementos:el amor y la traición, llenando lapieza, pobre en acción, con mu-cha música que expresara lossentimientos de los personajes.Destacan el aria para sopranoUn bel dí vedremo, el dúo delamor de las flores, y el aria de

despedida de Pinkerton. Judith Borras y Aya Toyos-

hiba encarnan a Cio–Cio San.Su actuación es pobre, no con-sigue que el espectador viva lahistoria. Dada la sobriedad dela obra, este papel necesita unasoprano que llene el teatro consu voz.

Es una lástima que la mara-villosa música de Puccini no ha-ya sido correspondida por unaactuación a la altura de las cir-cunstancias; el conjunto resul-ta pobre, y el espectador puedellegar a aburrirse.

Coro Marín

En estos días ha aparecido en las libre-rías españolas la última novela de la es-critoria italiana Susana Tamaro. Tras su

éxito mundial con Donde el corazón te lleve, pa-rece que Anima mundi (Seix Barral) no le va air a la zaga en lo que a ventas se refiere.

En el principio era el vacío. Así comienza lanovela. Así, del vacío, de las consecuenciasdel vacío —como las experimenta el prota-gonista (Walter)—, parte el itinerario del re-lato. Caída, tras caída, Walter huye de un pa-dre amargado y alcohólico —que había sidoun partisano comunista—, y de una madreapagada e incapaz de sentimientos propios.

Con diecisiete años, huye de casa y acabaen un reformatorio en el que conoce a su alterego, Andrea, quien recoge el haz de despe-

chos del joven Walter y les da forma, les daun baño de unidad: el mundo es una luchacruel; los hombres forman una pirámide cuyabase, amplísima, está formada por la masa;conforme se asciende, la pirámide se reduce,hasta llegar a aquellos que, como Andrea ysu incondicional Walter, tienen conciencia deltrágico destino de la raza humana.

Excelentemente está tratada la evolución(epidérmica) de la cultura dominante, de losaños setenta a los ochenta: de la contestaciónsesentayochiana y la miríada de discursos mar-xistas, hasta la cultura del pelotazo y el tráfico deinfluencias. Literalmente, los mismos perroscon distintos collares. Y, sobre todo, siempreimpotentes ante la demanda de sentido delprotagonista.

Cuando ya ha alcanzado el punto más de-sesperado, retorna a la casa de su padre paraasistir a su muerte. De repente, después deun recorrido vital desgarrador en el que to-do está basado en el rencor y la incapacidadde relaciones humanas consistentes, la auto-ra da un giro sorprendente. Ante la cabecerade la cama de su padre moribundo —que bal-bucea frases infantiles—, Walter redescubreun sentimiento de piedad. Aquí comienza laapuesta de Tamaro por la ética.

Técnicamente muy bien construído, el li-bro es, desde luego, de una lectura grata (locual no es común, siendo una obra en prime-ra persona, cuya principal acción son los pen-samientos del protagonista). Sin embargo, al-go se resiste en el lector a acompañar el últimopaso del protagonista hacia un sentido espi-ritual de la existencia. No es inverosímil, pe-ro me parece insuficiente. Es un intento loable

y, sobre todo, nada habitual en la literaturaactual de afrontar la búsqueda de significa-do y plenitud. Un primer paso de la autoraque, dentro de la investigación personal quetambién es la literatura, esperemos que se veaseguido por otros, más completos.

Se ha comparado su estilo al de Cèline enViaje al fin de la noche, por lo desgarrado y de-sesperanzado; sin embargo, y aunque la re-ferencia sea atractiva, no es realista. Tamaropersigue sutilmente, aun en la mayor degra-dación de sus protagonistas, un último giromoralista: no se puede ir sin sentido por lavida, hay que volverse al amor. Eso está aaños luz de la honrada, pero desesperanza-da, travesía de Cèline, lo cual se nota en elaristado estilo del francés, bien lejano delagradable de la italiana.

En torno a esta novela ha habido polémi-ca. Se ha querido ver en ella un alegato contrael comunismo. Probablemente no hay tal. Laautora narra la epopeya de dos frutos de lacultura comunista, Walter y Andrea, hijos, am-bos, de partisanos en la última gran guerra, yabocados, ambos a una existencia sin refe-rencias, sin significado y, al fin, llena de vio-lencia. Indudablemente describe la incapaci-dad pedagógica del comunismo, pero no másque la de la cultura neoliberal de hoy.

Una buena lectura, que ilustra los poco in-genuos resultados de una vida basada en lautopía. Pero, seamos sinceros, no basta sólocon señalar un fracaso; también hace falta ha-cer creíble la salida. En esto último flaqueaun poco la novela.

José Antonio Ullate Fabo

/27desde la feNº 59/22-II-1997

EL ÚLTIMO LIBRO DE SUSANA TAMARO, ANIMA MUNDI

El alma de un mundo ciego

ÓPERA

«Madama Butterfly»

La publicidad es básica para el manteni-miento de los diarios, para ser rentablesy para que puedan sobrevivir libre-

mente; por ello dedican diferentes porcenta-jes de sus ediciones a la publicidad.

Los anuncios por palabras tienen gran im-portancia. Son de fácil alcance y, por una mó-dica cantidad de dinero, cualquier personalos puede insertar en los medios. Al analizarel contenido hay una enorme variedad, desdelos que corresponden a empresas o negocios,hasta los utilizados por particulares para lacompra-venta, anuncios de servicios o bús-queda de trabajo.

Dentro de este tipo de anuncios, existensecciones enteras de anuncios por palabrasdedicados a la publicidad de burdeles –más omenos camuflados como «casas de masa-jes»—, y practicantes autónomos de dichas«artes», denominados «anuncios por pala-bras eróticos». Se incluyen aquí las ofertas detrabajo del gremio, los teléfonos eróticos y to-da clase de desviaciones de conducta sexual,incluyendo la oferta de «servicios» con niños,niñas, adolescentes y jovencitos. Este tipo depublicidad es un triste fenómeno creciente ennuestros días: en líneas generales, los mediosdestinan el 10% de toda su publicidad a estetipo de anuncios.

Con los datos obtenidos de este estudio seha llegado a las siguientes conclusiones:

Entre un 37 y un 60% de ellos, los anun-cios por palabras eróticos se refieren a la pros-

titución femenina. El 10%, a prostitución masculina. El 5% son anuncios clasificados de jo-

vencitos/as y niños/as, y entran claramen-te en el campo delictivo.

El promedio de ingresos de los mediosen concepto de anuncios por palabras eróticoses de aproximadamente 245 millones de pe-setas al año en toda la prensa.

Con estos datos es obligado hacerse cier-tas preguntas:

¿No están los medios actuando como au-ténticos «bomberos-pirómanos», ya que poruna parte ejercen una importante función an-te la sociedad denunciando los casos de ex-plotación sexual (tanto adulta como infantil)y, por otra, están potenciando la difusión dedicha explotación sexual?

¿Es legítimo publicar este tipo de anun-cios? ¿Es coherente con el papel de los mediosy con su ideología? ¿Es ético? Si el Código Pe-nal contempla como delito el proxenetismodefinido como la «actuación que facilita la re-lación carnal» con ánimo de lucro, hay quededucir que esta actuación de los medios seacerca de alguna forma al delito.

Acción Familiar, de Madrid, denuncia queesta actitud es incompatible con la defensade los derechos humanos, cuando condenanla explotación de otros hombres, especial-mente cuando ésta afecta a parte tan esencialde su dignidad, y afirma que se debe teneren cuenta el impacto negativo que puede te-

ner para los niños o adolescentes que puedenacceder libremente a estos anuncios. Eso va encontra de la protección constitucional a la fa-milia y a la niñez y juventud.

Alfa y Omega

28/ desde la fe Nº 59/22-II-1997

UN TRISTE FENÓMENO CRECIENTE EN NUESTROS DÍAS

Publicidad erótica, ¿o bomberos pirómanos?

Los jóvenes profesionales de la asociación «Acción Familiar» han realizado un estudio sobre los anuncios eróticos en la prensa,analizando este tipo de publicidad (en especial los anuncios por palabras) y los ingresos que originan. He aquí sus conclusiones:

Jonatán, Carlos Jesús, Vanesa Estefa-nía... son los personajes de los cuentos

de hadas de hoy, los protagonistas de com-plicadas historias, a veces poco ejempla-rizantes, que hacen reir y llorar y roban eltiempo de la siesta. Nadie reconocerá ver aesas horas otra cosa que no sea los docu-mentales de la 2, pero ahí están los índi-ces de audiencia...

Lo mismo pudiera decirse de las revistasdel corazón: que si los cuartos de baño de laPreysler, que si a «Rociiito» le ha salido suprimer diente... Eso es lo que apetece leerpor lo visto… Para muchos, bastantes son yasus problemas como para encima irse a la

cama con una ración de algaradas callejerasen el País Vasco, o con una de GAL.

El peligro, como en todo, llega cuando nose sabe hacer un uso racional de los me-dios. Así lo ve, al menos, Rosario Gortá-zar, vicepresidenta de Acción Familiar: «Laprensa rosa no es algo malo en sí, ni muchomenos. Puede ser algo muy positivo, perosiempre que el lector se enfrente a ella des-de una actitud crítica y madura». De lo con-trario, «se puede llegar a perder la nociónde lo real, a creer que las cosas son comolas pintan las revistas».

La infidelidad, el morbo, todo eso ven-de, y muy bien, pero a nadie se le puede

escapar que si vende, es porque existe unademanda. Y así, a menudo, ocurre que loraro, la excepción, se nos presenta como lonormal. Que la familia López lleve una vidafeliz, que doña María se las vea negras pa-ra llegar a fin de mes por lo caros que hancostado los libros del colegio o por la últimavisita del chaval al dentista, no es noticia.Pero es lo normal, y no los desmanes pu-blicados como «gran exclusiva» del famo-so de turno. Esto tampoco se le puede es-capar a nadie.

Ricardo BenjumeaAndrés Merino

LA VIDA, EN COLOR DE ROSA

Por supuesto que no es me-recedora de Oscar. Sólo hacosechado una nominación,

por la efervescente canción queacompaña toda la película. Tam-poco creo que Tom Hanks hayapretendido hacer un ejercicio deestilo cinematográfico. Convienesaber que ésta es su primera pelí-cula como director y que apunta-ba los retazos del guión, aquí yallá, mientras recibía cientos dehalagos por su mítica interpreta-ción en Forrest Gump.

La película no es brillante porsu calidad, sino por su tono. Éstaes su mejor carta de presentación.Si cruzamos de puntillas la tra-ma, nos encontramos con el ca-rácter amable, la alegría desbor-dante de Hanks. Cada obra de ar-te nos habla inevitablemente desu creador. Algunos críticos des-prestigiaban los cuadros de Pi-casso porque decían que el maes-tro malagueño pintaba como siestuviera vengándose a cada tra-zo. El que escucha la última sonata para piano de Franz Schubert no puede sino compa-decerse de su autor al asistir a tan-to dolor contenido.

En nuestro caso, The Wondersrebosa la alegría de la adolescen-te que se arregla para acudir a suprimera fiesta. La canción que lle-ga a lo más alto de las listas deéxito, That thing you do!, es un per-

sonaje más de la trama, quizá elmás alocado y febril. Se nota quela película está dirigida por un jo-ven irremediable que, a sus casi51 años, sigue teniendo el aspec-to y la sangre incandescente deun universitario de Boston. Y no

es que la película carezca de tintesdramáticos, no hay más que re-cordar el momento en el que Faye— protagonista— al borde del es-tallido emocional, le suelta unafilípica a su orgulloso «prometi-do», sólo que en ningún momen-to aparecen los grises de un Oli-ver Stone vapuleando al Nixonmás sórdido y legendario. TheWonders pertenece más bien a lanarrativa fresca de Mucho ruido ypocas nueces, y se bebe tan de pri-sa como un zumo de piña.

Hanks ha contado con un re-parto sobresaliente, en el que des-taca la siempre inquietante y de-liciosa Liv Tyler, la nena de mira-da tristísima en Belleza robada, yel talento del jovencísimo TomEverett Scott, que parece un calcodel mismo Hanks, con 30 añosmenos. Además, se nos regala uninstante absolutamente memora-ble, cuando los componentes delgrupo escuchan por primera vezsu tema en la radio y se dan citaen la tienda de electrodomésticos.Es una de las escenas más emo-cionantes de la película, un mo-mento de inspiración que, con to-do merecimiento, ya tiene supuesto en la vitrina de los gran-des milagros del cine, como lapresencia trepidante de los búfa-los en Bailando con lobos o el baileen el granero, romántico pero sinempacho, que se marcan Harri-son Ford y Kelly McGillis en Úni-co testigo.

Y escuchando un universo tanvital, porque The Wonders no seve, se oye, ¡qué importa que nues-tro little-big Hanks haya esque-matizado al mínimo sus perso-najes, o que nos resuma el desen-lace en un par de segundos! Nosha enseñado una porción de supersonalidad y nos sobra.

Javier Alonso Sandoica

/29desde la feNº 59/22-II-1997

¿CÓMO MEJORAREL MUNDO?

Dios es quien hace el bien.No nos necesita. Pero

quiere honrarnos sirviéndosede nosotros. ¿Cómo ejercer deinútiles, pero siervos?

Hay cristianos que, al le-vantarse por la mañana, se di-rigen al Señor y le dicen: ¿Quépodré hacer yo para que algunosse acerquen más a Ti? Si quieres,úsame para colaborar contigo. Ponen mi camino a quien quieres ayu-dar. Y pon tus palabras en mi bo-ca y tus obras en mis manos.

Y luego se olvidan; em-prenden su jornada habitual,con obediencia de fe, tratandode hacerlo todo bien, y miran-do de irrigar con la paz, el bieny la alegría a aquellos con quie-nes tratan. Cada día allanan unpoco más el camino para faci-litar la venida del Señor.

Actúan con naturalidad. Pe-ro siempre hay, entre las per-sonas a quienes tratamos, unassimpáticas y otras menos. Puesbien, por encima de esa dife-rencia, tratan a todas bien, co-mo Dios, que hace brillar el solsobre justos e injustos. Y ponenun pequeño esfuerzo para su-perar la dificultad que les de-tiene ante las personas desa-gradables y las más necesita-das; y tratando con ellas en loque deben, ponen afabilidad einterés en el trato.

Así pacifican, serenan y ani-man. Un amigo mío acuñó unamáxima: Una mirada alta, enal-tece. Dignificar a otro, lo eleva.

Esta actitud se sitúa en unamor que exige, para arrancarun amor que viene del espíritude Dios y nos impulsa a bene-ficiar a los demás desde Dios.San Juan dice que somos deCristo si tenemos su Espíritu.¿Cómo saberlo? Por nuestrasobras.

Beneficiemos, pues, conbuenas obras a aquellos conquienes tratamos. El amor queasí pongamos en circulacióncrecerá y se difundirá por elmundo, borrando un poco deguerra y de miseria.

Agustín Altisent

Punto de VistaCINE

TheWonders,yeah, yeah!

CINE

«TheWonders,yeah, yeah!»

«SI CRUZAMOS DE

PUNTILLAS LA TRAMA, NOS ENCONTRAMOS

CON EL CARÁCTER AMABLE,LA ALEGRÍA DESBORDANTE

DE HANKS. CADA OBRA DE

ARTE NOS HABLA

INEVITABLEMENTE

DE SU CREADOR»

Fotograma de la película «The Wonders»

30/ desde la fe Nº 59/22-II-1997

Por qué la modernidad ha re-chazado el cristianismo (has-

ta hacerlo, prácticamente, in-comprensible)? ¿Por qué la Igle-sia ha visto cómo se construía unmundo no cristiano ante sus ojos,sin poder hacer nada eficaz porfrenar la secularización?

A estas alturas está claro queno nos valen las respuestas al usoque hemos oído repetir, cada vezcon menos convicción, en los am-bientes de Iglesia y que hacen gi-rar el problema en torno a unapretendida falta de moralidad.Esa inmoralidad existe, y tieneuna gran relevancia en el diag-nóstico; pero seguimos sin acla-rarnos. ¿Cómo ha podido ser?

Al acabar la segunda guerramundial las circunstancias hacían pensar en una revanchapara el cristianismo y, más enparticular, para la Iglesia católica.Todas las utopías de principiosde siglo habían mostrado su ver-dadero y funesto rostro, dejandoal continente sumido en la catás-trofe. Europa y América se vol-vían, sedientas, hacia la antesdespreciada Iglesia y, esta vez,demandando algo más que con-suelo moral. Buscaban un apoyopara la reconstrucción de la civi-lización europea y un soporte pa-ra combatir contra la última delas tentaciones utópicas que aúnquedaba en pie: el comunismo.

En aquel momento se produjo unmaridaje a contrapelo entre lamodernidad, que paradójica-mente encontraba refugio al am-paro de la Iglesia. Schumann, DeGasperi, Adenauer, representa-ban tanto el ideal del católico enla vida pública como el del ciu-dadano abanderado del progresoy del europeísmo.

El resultado no hace sino con-firmar la experiencia de la Igle-sia. Buscar el apoyo del poderpolíico –como demiurgo que re-aliza o favorece la realización delreino de Dios en la tierra– acabapor poner a la Iglesia al serviciode la ideología del poder tempo-ral.

POSMODERNIDAD Y CRISTIANISMO

LIBROS

GENTESMONSEÑOR RAMÓN ECHARREN, obispo de Canarias: «Hay gente que, ra-yando en un fanatismo anti-religioso o en un rigorismo intransigente, apli-can el calificativo de “fundamentalista” al Papa, a los obispos o a cualquiercristiano... por el hecho de ser fieles a sus propias creencias, o de ofrecer sumanera de ver la vida y la sociedad desde el Evangelio, en un intento debuscar el bien para todos los ciudadanos, y desde el derecho a la libre ex-presión que ampara nuestra Constitución. Es algo digno de estupefacción es-cuchar a un político cualificado o a un comentarista famoso tildar al Papa de“fundamentalista” por defender la vida y decir a sus fieles que el aborto esincompatible con la dignidad humana».

JAIME MAYOR OREJA, ministro del Interior: «La mayoría de los españolesquieren la paz, pero no a cualquier precio, porque saben que no sería más queuna continuación de la guerra. Y tienen muy claro que la minoría no puedeimponer sus reglas de juego con la pistola en la mano».

AL BANO, cantautor italiano: «El Papa me ha pedido que participe con unacanción, que la escriba y componga expresamente para el II Encuentro de lasFamilias, de Río de Janeiro, el 4 y 5 de octubre de este año. La invitación meha llegado a través del cardenal Trujillo, que hablaba en nombre del Santo Pa-dre. Estoy encantado».

Hasta hace poco, todos coin-cidíamos en que, si hubo

un milagro político de la transi-ción, milagro fue el cambio dela Iglesia española desvincu-lándose de una simbiosis conel Estado que sólo redundabaen perjuicio de la pureza evan-gélica de su mensaje. Con ellono hacía más que seguir las di-rectrices del Concilio VaticanoII, pero, además, contribuyó de-cisivamente a la convivencia,descargando a la política delalto voltaje de la secular alian-za con la religión.

Sin embargo, ultimamentehan brotado intentos de revisartan lisonjeras apreciaciones,tanto por lo que se refiere a lapolítica como a la Iglesia, po-niendo en tela de juicio al car-denal Tarancón, como autorprincipal, y en concepto de ins-piradores al Papa Pablo VI y almismísimo Concilio.

Seamos sensatos. Sobre loque políticamente significó de-sembocar sin traumas en unaconvivencia pacífica, no haymás que revivir lo que se temía.Para medir lo que supuso elcambio de la Iglesia, basta tam-bién con recordar y, si la me-moria falla, abrir alguno de losbuenos relatos existentes. Delúltimo, objetivo y ecuánime, sehizo eco Alfa y Omega no hacemucho tiempo: el libro Los es-pañoles entre la religión y la po-lítica, de José Andrés-Gallego,Antón M. Pazos y Luis de Lle-na.

No se trata de ignorar losgraves problemas de las mo-dernas sociedades descristia-nizadas, como es ya la nues-tra; mas, para resolverlos, loprimero es saber encontrar enellas el puesto adecuado,abriéndose, como Jesús pedía,a las señales de los tiempos.Es lo que nuestra Iglesia ha he-cho, y lo que me parece justoreconocer frente a las preten-siones de volver a escribir lahistoria, pero al revés.

José Mª García Escudero

LA IGLESIA

DE LA TRANSICIÓN

CONTRAPUNTO.

/31desde la feNº 59/22-II-1997

Borghesi, profesor de Filoso-fía de la Religión en la Universi-dad de Perugia, en este libro, edi-tado por Ediciones Encuentro, ana-liza y desmenuza los ante-cedentes culturales, teológicos ypolíticos que han conducido auna situación de debilidad de laIglesia en el mundo moderno.

Es fundamental el estudio querealiza sobre la progresiva re-ducción del cristianismo a místi-ca (y por lo tanto su neutraliza-ción temporal, su confinamientoa los problemas del alma), y el con-siguiente vaciamiento de la en-carnación de Cristo. ¿No es acasosospechosa la práctica ausenciade toda referencia a la presenciade Cristo en los sermones de losclérigos, como en la vida de loslaicos? ¿Y cuando estas referen-cias existen, no es igualmenteconfuso su significado? ¿Estamos

seguros de que hablamos de lomismo? Es el precio de haber in-troducido la desconfianza ante laexperiencia y de haberlo reduci-do todo a bellas palabras.

Aunque sea muy interesantesaber cuántos españoles se de-claran católicos, cuántos de entrelos jóvenes creen en Cristo, si nosfijamos sólo en indicadores so-ciológicos, estaríamos cayendoen una trampa ingenua. Caemosen el espejismo de la autosatis-facción espiritualista (estéril, fren-te a un mundo que ya no tieneinterés en escuchar a los píos cris-tianos) si no hacemos un esfuerzopor recuperar juntos –¡somos unpueblo!– las señas de identidaddel cristianismo, comenzandopor una valoración genuína delser humano (aprender juntos;qué significan palabras como ra-zón, afectividad, experiencia, li-

bertad...) para llegar a reconocerla amplitud del acontecimientode la Encarnación y presencia deJesucristo en nuestras vidas y enla Historia.

Los breves ensayos de Borg-hesi que se recogen en este es-pléndido volumen son, a este res-pecto, insustituibles, hoy por hoy.Gracias al autor, por brindarnosuna oportunidad que esperába-mos desde hace tiempo, y graciastambién a los editores por laoportunidad de poner al alcancedel público español este estudio.

No quiero pasar por alto elprólogo del libro, a cargo de unlúcido Fernando de Haro, querompe con una costumbre edito-rial de prólogos prescindibles, fa-rragosos o desconcertantes. Léanlo de principio a fin, no selo salten. Y, luego, atrévanse conlos suculentos y accesibles artí-

culos del profesor Borghesi im-prescindible para comprender larelación entre la Iglesia y nuestromundo.

J.A.U.F.

Desde Lisboa, El País informa que «el misterio no era para tanto»y que en Portugal la revista Visao ha descubierto que «el tercer secretode Fátima era... ¡la pérdida de sus colonias!». ¡Hay que ver...! Se ne-cesita una «fe» muy de tipo cliente de brujas y pitonisas para creer-se semejante patraña, y más de esa «fe» todavía para publicarla. Ha-ce bastante tiempo que quien tienerazones de sobra para afirmarlo dijoque el tercer secreto de Fátima no tie-ne nada de terrible, se refiere obvia-mente a la Iglesia universal, no a An-gola y Mozambique, y tiene que vercon la crisis de la fe y no con tene-brosos apocalipsis. Sólo desde la ig-norancia (¿o quizás desde la malafe?) cabe pensar que la Virgen se apa-rezca a unos pastores... para hablar-les de política.

Como de costumbre, cuando ha-bla de religión, don Antonio Gala sepone nervioso, se precipita... y no seentera o no quiere enterarse: En unade sus «troneras», titulada «Religióny asignaturas», escribe: «El TribunalSupremo ha decidido sobre las al-ternativas a las clases de religión».No es verdad, porque es una verdada medias, ya que el Tribunal Supremo, antes de decidir esto, deci-dió, antes, otras cuatro sentencias en sentido opuesto. Gala añade:«Aquí no tiene ya que hacer el Roma locuta, sino el Iustitia locuta».Tampoco es verdad, porque, mientras que lo que Roma ha dicho losigue diciendo y está firmado en un Tratado internacional ratificadopor el Parlamento, la Justicia ha dicho cosas contradictorias y tendráque aclararse; en cualquier caso, lo que no hay quien lo mueva esque noventa de cada cien padres españoles exigen para sus hijos en-señanza religiosa. Y no de cualquier manera, sino como debe ser, y co-

mo está establecido en los Acuerdos con la Santa Sede. ¡A ver si se en-teran de una vez, el señor Gala y todos los otros «señores Gala» queandan por ahí mareando la perdiz! Y, por cierto, la Constitución Es-pañola no sólo no impide que la alternativa a la Religión tenga un con-tenido moral, sino que lo demanda explícitamente.

No es verdad que en el País Vasco to-do sea caos y confusión en torno a ETAy a su macabro mariachi. Hay quien tie-ne las ideas clarísimas; por ejemplo, donJesús María Alkaín, cuñado de don Fran-cisco Arratíbel, recientemente asesina-do por los etarras, quien, en el entierrode su cuñado, dijo estas palabras abso-lutamente lúcidas y luminosas: «El PaísVasco necesita la paz, pero no sé si nos lamerecemos, porque yo creo que nadietiene la culpa de lo que nos pasa másque nosotros». Si esto no es tener las ideas claras, venga Dios y lo vea. En Ita-lia se acabó con las Brigadas Rojas por-que la gente quiso acabar con ellas; ayermismo acaba de ser denunciada por ul-traje a un oficial público nuestra estrafa-laria compatriota Natalia Estrada, que sehabía permitido insultar a un agente dela «Guardia de Finanza»; si aquí, a los

que insultan a grito limpio y amenazan de muerte a la Ertzaina, les ca-yera la correspondiente denuncia ante los tribunales de justicia, a lomejor se acababan las bravatas y las chulerías de los cachorros deETA, y de todos cuantos andan presumiendo de no querer ser espa-ñoles que, como dijo hace ya muchos años, con gran clarividencia,José María Sánchez Silva, se equivocan hasta en eso. No es que no quieranser españoles; es que no pueden.

Gonzalo de Berceo

No es verdad

Mingote, en ABC

La indiferencia ante la Confesión nosólo se da entre los alejados de laIglesia –algunos de los cuales, di-cho sea de paso, sienten una es-pecial sana curiosidad, o hasta

una cierta envidia–, sino que está muy ex-tendida entre creyentes, y los hay inclusoque la consideran algo extraño, innecesa-rio, humillante, anticuado. ¿Por qué? En lamayoría de los casos lo que sucede es quefalta la experiencia del encuentro con Dios-Amor. No es el sacramento lo que no se en-tiende, sino al Dios revelado en Cristo, alpadre de la parábola del hijo pródigo.

Hay quienes sienten temor ante este sa-cramento. ¡Tantas veces se ha centrado elinterés en lo que corresponde al hombre:ser conscientes del pecado, dolerse de él,proponer no pecar más...! Se imaginan aDios con el dedo levantado, recriminandola fealdad de su acción. En este caso tam-bién falta la experiencia del encuentro conel Dios-Amor.

Hay asimismo quienes sí han descu-bierto la clave: se trata, ante todo, de unaexperiencia gozosa. Es verdad que a la con-fesión se llega, como el hijo pródigo, cons-ciente de la propia miseria, pero más ver-dad aún es que se encuentra la acogida sor-prendente –de una misericordia sin límites–del padre de la parábola: ¡Traed enseguidael mejor vestido y vestidlo... y celebremos unafiesta!

Pero, ¿por qué confesarse con un sacer-dote? No se puede, en cristiano, separar larelación con Dios de la relación con la Igle-sia, el cuerpo visible de Cristo. En la prác-tica de la Confesión está en juego el miste-rio mismo de la encarnación: cuando el Hi-jo de Dios se hace carne, lo hace con todaslas consecuencias, y para siempre. Sin supalabra humana, en la Iglesia, no hay evan-gelización, ni salvación; tampoco reconci-liación ni perdón.

Él ha querido estar aquí, ésta es su voz,éste es su rostro: Quien a vosotros oye, a mí meoye... a quienes perdonéis los pecados, les quedanperdonados...

Este perdón de Dios no es un añadido ala vida, una experiencia más entre tantasque se me venden por todas partes, comopuede ser una hora de «meditación tras-cendental» o cosas semejantes. El perdónde parte de Dios, que es una necesidad vi-tal, como el pan para el hambriento, no pue-de ser sustituido por ninguna terapia hu-mana. ¡Sólo Dios puede salvarnos! ¿Quiénpuede perdonar los pecados sino sólo Dios?, de-

cían los fariseos escandalizados de que unhombre se arrogara tal poder. El perdón deJesús, o era una blasfemia..., o era signo desu divinidad.

La reconciliación es una fiesta, ¿y se pue-de celebrar una fiesta sin llamar al herma-no mayor, para que se goce con el regresodel hijo que vuelve a la casa, y descubraque él también necesita confesarse, parti-cipar del gozo de la misericordia del Pa-dre? ¿Se puede celebrar sin banquete, sinque nadie se entere, en el oscuro y recónditomisterio de la intimidad? Hasta los mássantos son incapaces de guardar el secretode su experiencia, y no precisamente por-que quieran presumir de su unión con Dios,sino porque no pueden callarlo. Lo contra-rio sería como beber solo de una fuente ro-deado de gente muriéndose de sed. ¿Acasoel evangelio no muestra a cuantos reciben elperdón saltando de alegría, e invitando atodos a acercarse a Jesús?

Escasean los cristianos que acuden enbusca de la gracia de la confesión, que eseso, «gracia», gratuita, y curiosamente au-mentan los que pagan, a veces cantidadesdesorbitadas, por «terapias» que son purosucedáneo de la única necesaria: la terapiade la misericordia, la de Dios, la única quecura de arriba a abajo, de verdad, hasta elfondo, del todo. ¡Recuperemos la cordura!

La Confesión ha de ser siempre perso-nal, individual, incluso en el marco de unacorrecta celebración comunitaria de la Pe-nitentica. ¡Cuidado! No la confundamoscon ese otro sucedáneo de las absolucionescolectivas, fuera de la ley de la Iglesia, quecon la excusa de dar «facilidades», lo que enrealidad hacen es dificultar, de hecho, elencuentro real, humano, con Cristo vivo ypresente en el sacramento.

Manuel María Bru

«Hay más alegría en el cielo por un pecador arrepentido...»

Confesarse, ¿para qué?Siempre es oportuno practicar el sacramento de la Penitencia, pero más en la Cuaresma, y por ello conviene prestaratención a la que bien podría llamarse «terapia de la misericordia»; máxime, cuando tantos parecen tenerlo olvidado