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LA RELIGIÓN DEL EJÉRCITO ROMANO: HISPANIA EN LOS SIGLOS I-III

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LA RELIGIÓN DEL EJÉRCITO ROMANO: HISPANIA EN LOS SIGLOS I-III

GRAECO-ROMANAE RELIGIONIS ELECTA COLLECTIO (GREC) / 7

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Mª José Moreno Pablos

LA RELIGIÓN DEL EJÉRCITO ROMANO:

HISPANIA EN LOS SIGLOS I-III

MADRID - 2001

Signifer Libros

SIGNIFER vvvv Libros

GRAECO-ROMANAE RELIGIONIS ELECTA COLLECTIO

(GREC)7

En portada: Relieve con enseñas militares (de legión en el centro y manípulos a sendos lados).

Relieve de la Iglesia de San Marcelo al Corso (Roma).(Archivo Histórico della Civilización Romana)

El contenido de este libro no puede ser reproducido o plagiado,en todo o en parte, conforme a lo dispuesto en el art. 534-bis delCódigo Penal vigente, ni ser transmitido con fines fraudulentos o

de lucro por ningún medio.

Mª José Moreno Pablos 2001. ©Para la presente ediciónSignifer LibrosApdo. 52005 MADRID

ISBN: 84-931207-4-XD.L.: BA-9-2001.

Imprime: GrandizoLlerena (Badajoz)

A mis padres, José y Joaquina,que con su aliento y apoyo

han contribuido de forma inestimable a este trabajo.

ÍNDICE GENERAL

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

1. El emperador y el ejército romano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15–Las imágines imperiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21–Culto imperial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22

2. El calendario religioso - militar del ejército romano: . . . . . . . . . . . . . . 55–El Feriale Duranum. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55–Una fiesta militar: La celebración del dies natalis aquilae y las enseñas militares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64

3. El culto de los jefes civiles cum imperio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83–Gobernadores provinciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85–Procuradores imperiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89

4. Divinidades romanas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111–Divinidades capitolinas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112

a) Júpiter Óptimo Máximo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113b) Juno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126c) Minerva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128

–Dioses guerreros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133a) Marte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134b) Hércules . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141c) Dióscuros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144

–Divinidades relacionadas con el ciclo económico: Diana, Mercurio, Liber Pater y Lares Viales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144–Dioses protectores y salutíferos: Apolo y Apolo Grannus . . . . 152–Divinidades de las aguas: Ninfas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 154–Virtudes y abstracciones divinizadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157

a) Pietas y Victoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158b) Fortuna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160c) Genius . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164

5. Cultos orientales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1676. Militares y divinidades indígenas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1817. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201

Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213

1 El papel desempeñado por el ejército romano como agente romanizador,concretamente en Hispania, ha sido tratado convenientemente por autores como BALIL, Tropashispánicas, 1956; BLÁZQUEZ, Romanización, 1989, y ROLDÁN, Un factor de romanización,1996.

2 Die Fahnen im römischen Heere, 1885; Die Religion des römischen Heere 1895; DieRangordnung des römischen Heere 1908; y por último, Abhandlungen zur römischen Religion1909.

3 FINK, HOEY, SNYDER, “The Feriale Duranum”, Yale Classical Studies I, 1940,1-222.

4 Birley, Helgeland y Speidel/Dimitrova-Mil…eva reflejan importantes consideracionessobre este tema en ANRW II, 16.2, 1978.

5 CID LÓPEZ, Creencias y cultos de la Legio VII en el noroeste peninsular,1980;SAGREDO SAN EUSTAQUIO y JIMÉNEZ DE FURUNDARENA “La religión practicada porlos militares del Ejército Romano de Hispania durante el Alto Imperio (ss. I-III)”, Espacio,Tiempo y Forma, II,1996, 289-319; JIMÉNEZ DE FURUNDARENA, “La religión del ejércitoromano en Hispania, Germania Inferior y Panonia Superior a través de la Legio X Gemina (siglosI-III)”, HA XXI,1997, 225-278.

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Introducción

La permanencia de tropas romanas en las diferentes zonas del Imperio,a veces continua, a veces intermitente, deja su impronta en varios aspectos dela vida de los habitantes de dichas zonas y a su vez supone la recepción de unaimportante carga cultural1. Uno de esos aspectos es la vida religiosa: elmantenimiento y difusión de un panteón romano y la ampliación o no delmismo, con diversos cultos locales, son el objeto de estudio de parte de lainvestigación moderna que se ocupa de la religión romana.

Los trabajos sobre la religión del ejército romano comienzan haceaproximadamente un siglo con Domaszewski2; su tesis consistía en admitir quela religión del ejército era diferente a la del resto de la población civil. Susconclusiones fueron consideradas más o menos válidas hasta que en 1930 fueencontrado el Feriale Duranum en las excavaciones que se llevaban a cabo enel Éufrates, concretamente en Dura-Europos. Este descubrimiento y el esfuerzointerpretativo realizado por Hoey, Fink y Snyder3 hacen posible una importanteaproximación al año religioso militar. Comienza a perfilarse la idea queconcibe la religión del ejército y la del resto de la sociedad esencialmente lamisma. A partir de estos dos pilares y del examen de materiales de carácterepigráfico y literario, diversos autores han ido aportando nuevas propuestaspara el tema de la religión del ejército romano4. En el caso que hace referenciaa Hispania los estudios son escasos y muy puntuales5. Trabajos como los deRoldán y Le Roux, incluyen entre sus numerosos testimonios epigráficos un

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

6 ROLDÁN, Ejército, 1974; LE ROUX, Armée, 1982.7 El presente trabajo es parte de la tesis que se presentó en la Universidad Complutense

de Madrid el 19 de junio de 1997; hay, sin embargo, algunas inscripciones nuevas y comentariosactualizados.

8 Hispania Epigráfica (HEp) es el nombre de la revista que de forma periódica da aconocer las nuevas inscripciones y las nuevas consideraciones sobre otras publicadas conanterioridad y que inicialmente recopilara Hübner (CIL II)

9 VIGIL, Ala II Flavia, 1961, 104-113.10 CAAMAÑO GESTO, Cohors I Celtiberorum, 1983, 61-71; CAAMAÑO GESTO,

Cidadela, 1984, 233-254; CAAMAÑO GESTO, Campamento de Cidadela, 1991, 119-120.

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buen número de inscripciones votivas realizadas por militares, pero su interésse inclina del lado de lo militar más que de lo religioso6.

El acercamiento a las creencias religiosas del ejército romano asentadoen Hispania durante la época imperial se va a llevar a cabo a través de ladocumentación epigráfica hallada hasta el momento7. Los problemas quepresentan estas fuentes debido principalmente a su escasez y a su estado deconservación, se ven compensados en parte por la continua publicación denuevos corpora epigráficos, que revisan, actualizan y corrigen antiguas ins-cripciones y dan a conocer otras nuevas8.

El ejército imperial en Hispania conoce dos situaciones bien diferentes;por un lado tienen lugar los últimos enfrentamientos armados de importanciaque completan las luchas de conquista llevadas a cabo durante la República.Por otro lado, el ejército que permanece en la Península durante la mayor partedel Alto Imperio es destinado a otras funciones que rebasan su objetivoprimero, y por tanto se diferencian cualitativa y cuantitativamente de losejércitos situados en las zonas fronterizas.

Después de finalizar las guerras cántabras Augusto reorganiza elejército y permanecen en Hispania tres legiones, la legio VI Victrix, la legio XGemina y la legio IV Macedonica. Poco tiempo después van abandonando laPenínsula hasta que, en el año 74, queda definitivamente establecida unalegión, la VII Gemina y algunos cuerpos auxiliares, como veremos a través delas inscripciones. En cuanto a la castramentación sabemos que la legión teníasu campamento en León, sin embargo encontramos destacamentos de la mismarealizando diferentes funciones en el Valle del Duerna, en Tarragona y envarios puntos del cuadrante noroccidental de la Península. Localizar las tropasauxiliares, debido a su movilidad, es más difícil y necesitaremos de hallazgosarqueológicos. El ala II Flavia se puede ubicar entre San Pedro de la Viña yRosinos de Vidriales9. Otros cuerpos como la cohors I Gallica y la cohors IIGallica no pueden ser situados de manera precisa. Recientemente la cohors ICeltiberorum ha sido ubicada en el campamento de Cidadela (Sobrado dosMonxes, La Coruña) por los datos obtenidos en dos campañas de excavación10.

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

11 WATSON, Roman soldier, 1969, 127, 131 y 128-129.12 HELGELAND, Roman Army Religion, 1978, 1473-1501.

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Las guerras que Roma mantuvo contra Cántabros y Astures con las quese considera finalizada la conquista de la Península Ibérica, inician el periodode tiempo que vamos a considerar. A raíz de éstas se consolidan en Hispaniauna serie de fenómenos que caracterizan dicho periodo; entre ellos, la fijaciónde unas tropas de manera más o menos estable, reducidas en número y conactividades que sobrepasan el plano militar; por otra parte, la municipalizaciónrecibe nuevos impulsos y el asentamiento de veteranos en territorio peninsulares cada vez más frecuente, por lo menos a comienzos de la época imperial. Elestudio está limitado a los tres primeros siglos del Imperio, cuando losfenómenos de aculturación e integración tienen lugar en algunas zonas y enotras se pueden observar ya sus resultados como consecuencia de los dos siglosde permanencia ininterrumpida, aunque desigual en número, de tropas romanasen Hispania. El límite espacial está perfectamente definido en el título, noobstante, hemos de tener presente que hablar de Hispania en esa época eshablar de un conjunto de realidades socio-políticas muy distintas y no de unaunidad político-territorial.

La religión que manifestaban los militares se dividía entre la religiónoficial practicada dentro de los campamentos, como el culto a los diosescívicos de Roma, especialmente a Júpiter y a la Tríada Capitolina, el cultoimperial y el dirigido a las enseñas militares11; y por otra parte, los cultosprivados preferidos por cada soldado. Sus elecciones no difieren demasiado dela población civil, sin embargo, lo más significativo es la esfera ideológica quepreside la vida militar, en la que están presentes importantes aspectosreligiosos, la idea del espíritu de cuerpo y ante todo la lealtad debida a Romay a sus antepasados. Con ello se pretende dar al soldado un soporte vital acordecon las funciones que debe desempeñar. Helgeland entiende la religión delejército romano como un sistema, formado por un complejo conjunto deelementos interrelacionados, símbolos, acciones, creencias..., ninguno de loscuales podía ser modificado sin que variase el sistema. De este modo elcampamento romano se convierte en un microcosmos religioso semejante a lapropia Roma y está conectado desde el punto de vista simbólico con la ciudadsagrada12. Este sistema debe cumplirse también para Hispania.

13 CAMPBELL, Emperor, 1984, 18.

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1

EL EMPERADORY EL EJÉRCITO ROMANO

La asunción por parte del emperador del mando supremo del ejércitotiene implicaciones también desde el punto de vista religioso. De una parte, lapersona del emperador va a ocuparse de determinadas competencias religiosasy de otra parte, los militares van a desarrollar un culto imperial más amplio.

Al tratar el tema de las nuevas competencias religiosas de las que sehace cargo el emperador al ejercer su mando sobre el ejército romano esnecesario partir de un objetivo fijado ya en época republicana: asegurar lalealtad de las tropas; con ello se garantiza un ejército fuerte y se contribuye ala victoria. Campbell participa de esta opinión y asegura que determinadasfunciones militares del emperador, junto con otros signos que veremos acontinuación, no son sino “trucos” o “estratagemas” utilizadas para asociar alejército con la casa imperial, es decir, para favorecer la lealtad de las tropas13.No obstante, de la fidelidad del ejército romano depende ahora no sólo laseguridad de Roma, sino también la del propio emperador. El razonamiento esevidente, la existencia de un Imperio que se encuentra sometido a un únicopoder central se ve amenazada, en primer lugar por enemigos externos quepresionan en determinados momentos y en fronteras concretas, y en segundolugar por elementos internos cuyo descontento se traduce en inestabilidad. Ennumerosas ocasiones encontramos al ejército romano participando activa opasivamente en la ascensión o caída de un emperador concreto. Por esta razónla seguridad del propio emperador tenía uno de sus pilares más fuertes apoyadoen el ejército; por lo tanto debe evitar el descontento de las tropas ya quelevantamientos y motines eran bastantes frecuentes y se debían principalmentea ambiciones personales respaldadas por tropas insatisfechas. Si se conseguíaevitar este segundo factor resultaba más difícil que un levantamiento contra elpoder central prosperase. Como consecuencia final de todo este proceso pareceposible que la estrategia inicial apuntada por Campbell, de mantener leales alas tropas, forme parte de otra más generalizada de salvaguardar la posición yla vida del propio emperador.

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

14 Ver KLINGMÜLLER, “Sacramentum”, RE A2, 1920, 1667-1674 y CUQ,“Sacramentum”, DA IV2, 1969, 951-955. WATSON, Roman soldier, 1969, 44-70; TONDO,Sacramentum militiae, 1963, 1-123.

15 SERV. Aen. 7. 614; ISID. Etym. 9.3.53.16 VEG. Mil. II, 5.

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En realidad, la situación del ejército romano con respecto al podercentral en época imperial, era semejante a la que existía en época republicana.Para procurar el apoyo del ejército ciudadano primero y del profesionaldespués, entraban en funcionamiento una serie de mecanismos económicos,sociales, religiosos, jurídicos e incluso psicológicos, que influían sobre elsoldado en el momento de responder a su misión. Estos se conjugabanperfectamente en determinadas celebraciones militares y religiosas, personajes,objetos, y en definitiva, creencias, que tenían como función última manteneren alto la moral de las tropas, para que no sólo respondieran de manera leal asus jefes, sino también de forma eficaz ante la lucha. El factor religiosointerviene sin duda alguna como un mecanismo que se comprueba muy efectivoy por lo tanto se va a mantener durante el Imperio; tendremos ocasión decomprobar de qué manera actúa sobre el comportamiento del soldado y quéinnovaciones se detectan en él como consecuencia de la encarnación del podercentral en la figura del emperador.

En primer lugar, el emperador en calidad del jefe del ejército es elreceptor del juramento militar conocido como sacramentum militiae14. Lasfuentes que nos informan de ello son poco explícitas, pero suficientes paraprobar su continuidad. Servio, e Isidoro mencionan específicamente la palabrasacramentum, y a pesar de que se refieren al juramento que se hacía en elperiodo republicano, puede que estuvieran pensando en el que se realizabadurante el Imperio15. Vegecio, por su parte, refiere un juramento pertenecientea una etapa muy avanzada del periodo imperial, ya que está patente laoficialidad de la religión cristiana:

« Nam victuris in cute punctis milites scripti, cum matriculis inserun-tur, iurare solent; et ideo militiae sacramenta dicuntur. Iurant autem per Deumet per Christum et per Spiritum Sanctum et per maiestatem imperatoris, quaesecundum Deum generi humano diligenda est et colenda. Nam imperator cumAugusti nomen accepit, tamquam praesenti et corporali Deo fidelis estpraestanda devotio, impendendus pervigil famulatus. Deo enim vel privatus velmilitans servit cum fideliter cum diligit qui Deo regnat auctore. Iurant outemmilites omnia se strenue facturos, quae preceperit imperator, numquamdeserturos militiam nec mortem recusaturos pro romana republica»16

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

17 POLYB. VI, 21, 1-3.18 EPICT. 1, 14. 15.19 TERT. Idol. 19.2; DION. HAL. VI, 45; XI, 4320 DIO. L. 6.21 ETIENNE, Culte imperial, 1958, 357.22 TAC. Hist., I, 12, 36, 53, 55, 56, 76; II, 6, 14, 64, 79, 80; III, 13; IV, 31, 37, 46, 58,

59, 60, 72.23 TAC. Hist., IV, 58

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La fórmula del juramento procede de época republicana y era recitadapor un solo soldado debido a su extensión y el resto de las tropas asentíacontestando idem in me17; posteriormente en el Imperio la fórmula se acortó yla recitaba todo el ejército. En dicha fórmula queda expresada de forma clarala intencionalidad de mantener la fidelidad de los soldados a su comandante enjefe, el emperador. Será Epicteto quién confirme el objetivo último de dichojuramento: considerar la seguridad del emperador por encima de todo18. Paraasegurar su cumplimiento, dicho sacramentum, como su propio nombre indica,incluye sanciones religiosas19. En efecto, la deserción o traición no era sólo undelito, se consideraba además como una impiedad contra los dioses, que podíaconducir a la muerte.

En relación a Hispania el juramento sagrado implica a las tropashispanas que lucharon en Actium; éstas juraron seguir a Augusto como jefesupremo20. Según Etienne, este sacramentum supondría el establecimiento deun importante lazo personal cuya transcendencia puede alcanzar al propio cultoimperial y a sus comienzos en la Península Ibérica21.

Puesto que cada juramento estaba referido a un emperador concreto,era lógico que cada vez que hubiese un cambio en el poder, se tuviera querepetir, así se aseguraba la lealtad de las tropas. Es más, cada año en la fechaen que el emperador había asumido el poder se renovaba el juramento defidelidad; de este modo, la fidelidad no sólo se refería a Roma, sino también aun emperador concreto. Tácito hace referencia a los numerosos conflictosocasionados por y como consecuencia de las luchas por el poder de los años68-69 y concede una gran importancia al hecho de obtener de unas tropasrebeldes un juramento de fidelidad, con el que se supone, queda aplacado ellevantamiento; ejemplos de ello no faltan en sus Historiae, donde podemosencontrar varias veces el término sacramentum, o bien expresiones como «iusiurandum o in verba adigere» para aludir a dicho juramento22. En la mismaobra citada encontramos un pasaje en el que las sanciones religiosas que llevanimplícito el sacramentum quedan perfectamente expuestas23. Ahora bien, apesar de esta constatación, es difícil evaluar hasta qué punto tal juramento conadvertencias religiosas incluidas, influían en el ánimo de quienes lo juraban.Diferentes autores confirman el poder religioso del sacramentum; Séneca creía

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

24 SEN. Ep. 95.35.25 HDN. II, 13.8.26 SUET. Claud. XIII.

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que desertar del ejército iba directamente en contra de la ley divina24.Herodiano consideraba que romper el juramento militar era un acto deimpiedad25. Según Campbell, la procedencia de los soldados de las clases másbajas de la sociedad era una buena baza para las autoridades militares, quienesacudían a argumentos religiosos cuando querían mantener leales a las tropas.Sin embargo, los levantamientos y motines de que se hacen eco las fuentesliterarias durante el imperio son bastantes numerosos; es decir, el juramento delealtad al emperador y a Roma se rompía con demasiada frecuencia y no pareceque un castigo divino impida que se produzca una deserción. Aunque estehecho ocurriera en casos muy concretos, donde además jugaban un papel muyimportante los prodigios y presagios, podemos afirmar que allí donde lascondiciones del servicio eran más duras y donde los jefes militares sabíanmanejar a sus hombres, el temor divino no impedía un levantamiento; ahorabien, cuando éste quedaba sofocado se realizaba un nuevo juramento defidelidad, más como signo de una vuelta a la legalidad que como freno a unposible motín en el futuro.

En efecto, Campbell reconoce que el sacramentum debería simbolizarla relación ideal entre el emperador y el ejército, y que sería la expresión máspalpable de lealtad y devoción. No obstante, su eficacia no depende de símismo; para que el juramento sea realmente efectivo debe ir acompañado deuna serie de condiciones que juegan un decisivo papel: la moral de las tropasen el lugar de destino, la actitud del emperador hacia ellas, sus beneficioseconómicos y sociales, la actitud de los propios oficiales y, señala Campbell,una acertada manipulación de buenos presagios y signos de aprobación divina.Si uno de esos factores fallaba, generalmente el sacramentum no podíaasegurar la lealtad del ejército, aunque en casos muy determinados sí lo hiciera.Según nos cuenta Suetonio en relación al levantamiento de Escriboniano contraClaudio, una serie de prodigios que afectaron directamente a las águilas y a losestandartes hicieron pensar a las tropas que era un advertencia divina por haberroto su juramento; y así, como reconoce el autor, por una superstición quedómalogrado el motín26.

Con el sacramentum militiae suelen coincidir dos fenómenos. En elambiente campamental y a nivel de relación soldados-oficiales, el juramentode fidelidad puede ser utilizado junto a otras creencias supersticiosas paramantener la unidad. No obstante, lo que aquí encontramos formando parte delespíritu supersticioso del pueblo romano es concebido a un nivel más elevado,es decir, en la relación emperador-ejército como un componente más en la

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

27 FLOR. Epit. II, 33, 48 ss.28 Sobre los títulos que recibió la legio VII Gemina ver: GARCÍA Y BELLIDO, en

Legio VII Gemina, 1970, 571-599.

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religión oficial de este último, y como tal se le ha concedido además validezlegal; de esta manera, sólo los que han realizado tal juramento de fidelidadpueden ser considerados soldados romanos y en virtud del mismo se les suponeuna lealtad al emperador, a Roma, y una creencia firme en el dios protector deRoma y de los juramentos, Júpiter Óptimo Máximo.

En el mismo orden de cosas, el emperador convertido en jefe supremodel ejército utiliza una serie de mecanismos muy simples, pero no por ellomenos efectivos, que inciden directamente sobre la psicología del soldado yque indiscutiblemente contribuyen a dar valor real al juramento de fidelidad,es decir, a mantener una unión lo más estrecha posible entre el ejército y sumáximo dirigente. Por un lado, el emperador tiene que aparecer ante sussoldados como el que dirige y decide la estrategia general a seguir; de estemodo es presentado Augusto, encargándose de parte de las operacionesllevadas a cabo en Hispania27; pero por otro lado, debe parecer un jefe cercanoa sus hombres, compañero en las dificultades y también en el triunfo.Encontramos así que el emperador en ocasiones se dirige a sus soldados comocommilitones o con cualquier otro sustantivo que signifique camaradería; estaalusión no sólo se hace en las cartas, también en los discursos o allocutionescon los que se dirigía a las tropas incluían éstas y otras expresiones queprocuraban acercar a ambos.

La importancia de mantener la lealtad de las tropas se pone demanifiesto a través de otras actuaciones que inciden directamente en lapsicología y la moral de las tropas. Un ejemplo es la recompensa de un cuerpodel ejército que ha demostrado su fidelidad a Roma, no sólo desde el punto devista económico. El nombre de las legiones se ve ampliado por epítetos querecuerdan su buen hacer; el de Augusta es bastante común y su relación con unsobrenombre del emperador no puede ser más expresiva. Concretamente lalegión que permanecerá en Hispania la mayor parte del Imperio la legio VIIGemina recibió sus epítetos por diversas actuaciones: Felix lo debió obtenerpor su actuación en el Rhin (en los años 73-74 aprx.) y Pia tuvo que estarrelacionado con los acontecimientos posteriores a las luchas civiles entreSeptimio Severo y Albino. Otras veces esta misma legión llevará el nombre delos emperadores en el poder y así la encontraremos acompañada por lossobrenombres de Antoniniana, Severiana, Alexandrina, Maximiana, Gordiana,Phillipiana, Deciana Traiana, Claudiana o Quintilliana28.

Ahora bien, el préstamo de sobrenombres y epítetos es recíproco, y elemperador expresa en su titulatura su especial vinculación al ejército, mediante

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

29 Sobre la lustratio ver: BOUCHÈ-LECLERQ, DA III, 1969, 1429. Considerada comouna ceremonia a la vez expiatoria y apotropaica, su verdadero significado se nos escapa. Con estaexpresión ya convertida en rutinaria en época imperial, se alude a la preparación del ejército atodos los niveles y listo ya para comenzar las operaciones de forma inmediata. LE BONNIEC,Aspects religieux de la guerre à Rome, 1969, 106; LATTE, Römische Religiongeschichte, 1967,119. Sobre la participación del emperador Trajano en los sacrificios y en las ceremonias previasa la batalla, según los relieves de la columna trajana ver: PEREA YÉBENES, “Un aspecto militarde la religión romana: los ritos de purificación de la marina de guerra”, Revista de Historia Naval58, 1997, 39-53.

30 Sobre las representaciones escultóricas de la lustratio ver: CAPRINO, La Colonnadi Marco Aurelio, 1955, 92; CICHORIUS, Die Reliefs der Trajanssäule, 1986, 9-10.

31 CAMPBELL, Emperor, 1984, 133-142.32 TAC. Ann. III, 19.33 Sobre el origen, organización y funciones de los feciales ver: SANTER, RE VI2,

1909, 2259-2265 y WEISS, DA II2, 1969, 1095-1101.La actuación de los feciales tiene lugarprincipalmente dentro del marco de las relaciones internacionales y gira entorno al desarrollode una guerra, bien sea declarándola, evitándola con la firma de tratados, o bien negociando laentrega de rehenes.

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la inclusión en ella de nombres que hacen referencia a su jefatura militar. Asíel praenomen «imperatoris», las veces que el emperador ha sido aclamadocomo imperator, el nombre de pueblos a los que ha vencido, Germanicus,Britannicus, Medicus, etc. son sobrenombres aparecidos en inscripciones y queevidencian las pretensiones de ligar al ejército con la casa imperial.

El emperador que ha asumido el papel de jefe militar, asume tambiénlas competencias religiosas que esto implica. En diferentes representaciones enrelieve aparece el emperador realizando rituales asociados al ejército. Porejemplo, en la columna de Trajano se puede observar al emperador realizandouna lustratio29; de igual manera se representa a Marco Aurelio sobre lacolumna homónima30. Por otra parte, la celebración de los triunfos militaressigue estando en manos del Senado, que con frecuencia complace al emperadoren sus deseos; todo lo que componía la parafernalia de los desfiles incluidas lasofrendas dedicadas en el Capitolio a Júpiter Óptimo Máximo, no eran más queel reflejo de las pretensiones imperiales de mostrar al pueblo y principalmenteal ejército su participación activa en las actuaciones militares31.

Entre los privilegios que le confiere al emperador la posesión delimperium se encuentra la de tomar auspicios, particularmente cuando seenfrenta a la dirección personal de la guerra. No obstante los auspicios deguerra, que se tomaban fuera de la ciudad de Roma, a partir de los que sehacían en el Capitolio antes de salir con el ejército seguían en manos dealgunos jefes militares32.

Otra función religioso-militar que asume el emperador cuando accedeal poder es la correspondiente al pater patratus, miembro principal del colegiode feciales33. Parece que los feciales sólo existieron nominalmente en época

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34 SUET. Claud. 25.35 DIO. L. 4. 5.36 DIO. LXXI. 33.3.37 AMN. XIX. 2. 6.38 VARRO, Lat. V, 36.39 TAC. Ann., I, 39; HDN. 4. 4. 5.40 TAC. Hist., I. 41. 1; HDN. 8.5.9: 2. 6. 11.

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imperial, aunque algunos textos muestran a diferentes emperadores ejerciendoplenamente el derecho fecial. No sabemos exactamente hasta cuando duraronestas prácticas, pero sí que Claudio actuando como pater patratus cierra unpacto con reyes extranjeros en el Foro cumpliendo los ritos del derecho, tantoen la utilización de la fórmula como en la inmolación de un animal34. No erala única función que como fecial podía ejercer un emperador; Octavio declaró,en el año 32 a. de C., la guerra contra Cleopatra y lo hizo según el rito fecial35.Del mismo modo actuó Marco Aurelio al declarar la guerra contra losmarcomanos en el año 17836. Las ceremonias de declaración formal de guerrarecordaban las viejas tradiciones romanas y aplacaban la superstición populara la vez que cumplían la legalidad propia de una bellum iustum piumque, y sesiguieron realizando ya bien entrada la época imperial37; sin embargo, suincidencia fue desigual, ya que a decir de Varrón, en el siglo I a. de C. el usode declarar la guerra por los feciales se había perdido38. Se puede suponer quela legalidad fecial sería utilizada principalmente por aquellos emperadores quepretendan un entronque legal con el pasado de Roma a través de un recupera-ción de la tradición, así como un revestimiento legal de todas sus actuacionesincluidas las militares.

Debajo de todos estos métodos empleados para conseguir un ejércitoleal al emperador está latente la utilización más o menos sutil de determinadascreencias religiosas, pero, no cabe duda de que hay otros que, por formar partede la religión oficial, son más notorios; éstos además de connotacionesreligiosas consiguen imprimir una fuerte base legal a la actuación delemperador como jefe militar. Dos aspectos de la vida religiosa militarrelacionan al emperador con su ejército de forma más evidente: las imágenesimperiales y el culto imperial.

Las imágenes imperiales

En los campamentos militares existía un recinto -aedes- que se erigíapara guardar las enseñas y además acogía las imágenes imperiales39. En el casode la guardia pretoriana la imagen del emperador se encontraba sobre losestandartes40; no obstante, las legiones y las tropas auxiliares tenían las

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41 VEG. Mil. II, 7: «imaginiferi qui imperatoris imagines ferunt».42 Suetonio informa que la efigie de Sejano, favorito de Tiberio, era honrada entre las

enseñas. (Tib. XLVIII).43 TAC. Hist., I, 56.

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imágenes exentas, y de ello dan prueba la figura del imaginifer41 que portabadicha imagen y que en ninguna representación aparecieran las enseñas conellas; en realidad, para los propios soldados las imágenes se habían convertidoen estandartes. En principio, tales imágenes correspondían al emperadorvigente y en ocasiones a algunos miembros de la familia imperial; si seencontraba la de algún otro personaje era considerado como un verdaderohonor42.

Los retratos imperiales, tanto los exentos como los que llevaban en losestandartes, localizados en los campamentos en la misma capilla de los signa,adquieren un amplio contenido simbólico que encierra en sí mismo todo unprograma de propaganda política. En primer lugar, la unión de imágenesimperiales y de estandartes militares bajo un mismo recinto sacro, asocianindiscutiblemente el poder político con el militar bajo la aprobación del poderdivino, En segundo lugar, las imágenes que representan al emperador asumenpor contagio de las enseñas, por el lugar en que se guardan y por la figura querepresentan, un acusado carácter sacro. En tercer lugar, el emperador como jefemilitar está siempre presente con sus tropas, ya que sus imágenes lo están; esuna forma más de mantener continuamente a los soldados conectados con sucomandante en jefe y con la voluntad del mismo. Por lo tanto no es de extrañarque cuando se produzca un descontento de los soldados con su emperador, lasprimeras en sufrir sus consecuencias sean las imágenes imperiales43.

Culto imperial

En este entramado de relaciones establecidas entre el ejército romanoy el emperador, interviene de forma especial la divinización del mismo tantodespués de muerto como, a veces, durante su vida. Decir que la lealtad obligadaal emperador desemboca en el culto imperial resulta una proposicióndemasiado simple que elude un importante conjunto de factores que debemostener en cuenta.

En primer lugar, es cierto que una devoción excesiva promovida porimportantes grupos de presión puede desembocar en una divinización del jefeal que se ha de obedecer. En este sentido intervienen factores ideológicos ypsicológicos que conducen al individuo a ver representados en su superiortodos los valores que configuran, primero la idea de héroe y luego la de dios.La asociación de las llamadas “virtudes imperiales” al culto militar resultaperfectamente comprensible. Los mismos mecanismos psíquicos intervienen

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44 ETIENNE, Culte imperial, 1958, 75-78 y 112-118.45 ALVAR, Religiosidad, 1996, 276.

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a la hora de considerar que del propio emperador emanan “fuerzas divinas”cuya función es predominantemente protectora y que se configuran entorno alNumen y al Genius, abstracciones divinizadas que en este caso se concretanperfectamente.

El culto imperial no sólo tenía un fuerte contenido propagandístico ypolítico, sino que contaba además con una predisposición especial por parte delos individuos que lo van a practicar para que fuese realmente efectivo. Etienneseñala de qué forma Hispania era terreno abonado para la implantación y eldesarrollo del culto al emperador gracias a la institución tantas vecesmencionada de la devotio ibérica, y del culto al “jefe”, que ya se constataba enépoca republicana. En este último caso considera que lo religioso triunfa sobrelo político44. En un primer momento, las manifestaciones espontáneas de esteculto así lo confirman; no obstante, la perfecta organización del mismo a nivelprovincial, y las prerrogativas alcanzadas por quienes intervenían directamenteen él, elevan el carácter del culto por encima de cualquier preferencia particulary espontánea. Alvar considera que el culto imperial es fundamentalmentepolítico y sólo circunstancialmente se aprovechan sentimientos o tendenciasautóctonas para lograr el objetivo deseado, sin que éstas puedan ser considera-das como causas u orígenes del culto45.

Los factores ideológicos, psicológicos e incluso culturales, no son losúnicos que intervienen en el grado de desarrollo del culto imperial en Hispania;en efecto, hay que hacer obligada referencia a factores de tipo socio-económi-co. Los fuertes intereses que los emperadores tenían en las provincias quecontrolaban, exigían a su vez un fuerte control administrativo y una interven-ción cada vez mayor en la formación y escalada de la pirámide social. No sonpocos los ejemplos que tenemos de promoción social a partir de la ocupaciónde un cargo religioso al servicio del culto del emperador, como por ejemplo,un flaminado. A partir de él se podía escalar puestos en el orden ecuestre yconseguir al final el desempeño de una o varias procuratelas, que reportabaninteresantes compensaciones económicas y sociales.

Los primeros testimonios referentes al culto del emperador en Hispaniase remontan a los comienzos del principado, coincidiendo con la política depacificación llevada a cabo por Augusto en todo el Imperio. Los problemasocasionados por los pueblos del norte peninsular contra intereses romanosexigen una solución inminente del conflicto; Augusto opta por personarse enel propio escenario de batalla y se pone al mando de las tropas. Cuando creyódefinitivamente pacificada Hispania, como celebración de la victoria y dentrodel mismo programa político, se levantaron una serie de altares honoríficos a

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46 HÜBNER, RE II2, 1895, 340-341.47 MELA (Corog. III, 13), sitúa las Arae en Asturias, en Avilés o Gijón; no obstante,

Ptolomeo (II, 6.3) y Plinio (NH IV, 111) las ubican en Galicia. Las dudas sobre su exactalocalización han dado lugar a diferentes propuestas e incluso a reconocer en algunas lápidashonoríficas las consabidas arae. No obstante, la mayoría de los autores que han trabajado sobreeste tema prefieren dar mayor credibilidad a Plinio (ETIENNE, Culte imperial, 1958, 381;TRANOY,Galice romaine, 1981, 327; SYME, A governor, 1969, 128.

48 Había sido cónsul en el año 23 a.C. (ALFÖLDY, Fasti, 1969, 133); había sidolegado de Augusto en la guerra galaica 25-24 a.C. (GARCÍA Y BELLIDO, La España del s. I,1947, 57, n. 137) y legado de Galicia y Lusitania en el año 19 a.C. (SYME, Spanish war, 1934,316). Con todo ello, es considerado uno de los partidarios más directos de Augusto y uno de susdevotos (TORRES, Culto al emperador,1952, 222).

49 PASTOR MUÑOZ, Culto imperial, 1974, 207-208.

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Augusto, dentro de la Tarraconense. Las fuentes literarias nos informan sobrelas conocidas como Arae Sextianae46, sin embargo, no se ponen de acuerdopara ubicarlas47. El nombre de las Arae se debe a L. Sextius Quirinalis, queviajó a Hispania entre el año 22 y el 19 a.C.48; a pesar de su condición degobernador, el ofrecimiento de las Arae a Augusto se explica dentro de uncontexto esencialmente militar, ya que la presencia del legado en territoriolucense hace pensar en conflictos de este mismo carácter. Pastor Muñozconsidera que tanto las Arae Sextianae como una inscripción honorífica erigidaa Augusto en Gijón (CIL II 2703), y correspondiente al año 9/10 d. C., fueronrealizadas por soldados que, según él, son los principales propagadores delculto al emperador en los tres conventus del noroeste hispánico49.

El proceso que confiere al emperador un carácter divino, se demostrómuy breve en el caso de Hispania, tal como lo demuestran los testimoniosepigráficos y literarios. La presencia de Augusto en el norte peninsular, la laborpropagandística de sus legados, así como el papel difusor representado por elejército contribuyeron a ello. En efecto, el importante papel desempeñado porel ejército romano en la difusión del culto imperial ya fue reconocido porEtienne, la tradición de la devotio, de carácter militar, mediante la cuál uno ovarios individuos se consagran con juramento al servicio y defensa de un jefe,que a su vez les protege, facilitó la transición al sacramentum y desde aquí alculto al emperador divinizado. En todo caso, a pesar de la devoción personalmanifestada por los soldados romanos y por los pueblos hispanos al emperador,las expresiones cultuales que vamos a considerar proceden de un mediooficial, es decir, de las altas esferas político-militares, cuya intervención resultódecisiva en la implantación de este culto.

En este contexto inicial, en el que se va perfilando el culto alemperador es en el que se sitúan los primeros testimonios hallados en Lugo,con clara referencia a la fundación de la ciudad, en Gijón y en Portugal. En lostres primeros casos, pese a que la fórmula utilizada no puede citarse con toda

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seguridad por la ruptura de las lápidas, inscripciones # 1 y # 2, y por la malaconservación y el desgaste de la # 3, parece claro que estaban dedicadas aAugusto como fundador de Lucus Augusti, por un legado, cuyo nombre seexpresa claramente en las lápidas.

# 1. Inscripción honorífica hallada en 1772 en la muralla de Lugo.Fragmento de granito al que le falta la parte superior, afectando al texto.Medidas: 60 x 50 x13 cm. Letras: 7-6 cm. Actualmente se conserva en elMuseo Provincial de Lugo.

[Romae et Augusto] / Ca[esari], /3 Paullus Fabius Maxumus, /legat(us) Caesaris

[CIL II 2581; IRG II 54; ILER 1019 y 6024; IRPLU 19; Tranoy, 1981,328; Rodríguez Colmenero / Carreño Gascón, 1992, 391.]

# 2. Fragmento de placa honorífica descubierto a principios del sigloXX y reutilizado en la puerta Miña de la muralla de Lugo. Realizada en granitoy afectada por una rotura en la parte superior de la placa. Medidas: 90 x 63 x6 cm. Letras: 7,6 - 6,2 cm. Se conserva en el Museo provincial de Lugo.

[Romae et Augusto] / Ca[esari], / 3 Paullus F[abius] / Maxum[us], /legat(us) Caesaris.

[EE IX 2581; IRG II 55; ILER 1020; IRPLU 20; Rodríguez Colmenero/ Carreño Gascón, 1992, 391.]

# 3. Monolito de granito basto hallado en una excavación en la ciudadde Lugo, en 1988. Medidas: 275 x 60 x 30 cm. Letras: 6 cm.

[Romae et Augusto ] / Caesari, /3 Paullus Fabius / Maxumus, /legat(us) Caesaris.

[Carreño Gascón, 1991, 167; Rodríguez Colmenero / Carreño Gascón,1992, 389; HEp 4, 1994, 503.]

Las inscripciones # 1 y # 2 fueron las primeras en aparecer y la rupturade su parte superior había obligado a leerlas tradicionalmente por su similitud

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50 TRANOY, Galice romaine, 1981, 328. Son asimiladas a CIL X 6305 y 8231, ILS110.

51 CARREÑO GASCÓN, Paulo Fabio Máximo, 1991, 167; RODRÍGUEZCOLMENERO / CARREÑO GASCÓN, Paulo Fabio Máximo, 1992, 389.

52 ETIENNE, Culte imperial, 1958, 385; TRANOY, Bracara Augusta, 1980, III, 68-73;ÍDEM.,Galice romaine, 1981, 328. Sobre la presencia de Paulo Fabio Máximo en Braga y su«refundación» religiosa en época de Augusto, ver: S. MONTERO y S. PEREA YÉBENES,“Augusto y el bidental de Bracara” en J .M. BLÁZQUEZ y J. ALVAR (eds), La romanizaciónen Occidente, Madrid, 1996, 299-315.

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con otras cuyo texto comenzaba con la expresión: Romae et Augusto50. Con elúltimo descubrimiento, la # 3, en 1988 se ha hecho una nueva propuesta, leer:U(rbis) C(onditori) A(ugusto) m(onumentum)51. Esta última lectura se hace conprecaución ya que la inscripción # 3 no es lo suficientemente clara . Noobstante, bien aceptemos la lectura tradicional, o bien la más actual, no cabeduda de que ambas son diferentes formas de expresar una misma idea: laintervención directa del primer emperador en los conflictos bélicos del noroestey una vez solucionados éstos, su ocupación en temas civiles y administrativos,tales como la fundación de ciudades.

Paullus Fabius Maximus ejerce como legado del emperador en toda suprovincia. Etienne y Tranoy comparten la opinión de que su viaje se debía a lamisión expresa de instalar el culto imperial en esta ciudad, así como enBracara Augusta, centros ambos que habrán de alcanzar gran importancia enla nueva región y que llevaban el nombre del emperador52. La inscripción a quehacen referencia estos autores es la # 4, dedicada a Augusto y en cuya fórmulaaparece ya divinizado el propio César:

# 4. Inscripción descubierta en 1896 en Semelhe (Braga) y realizadasobre un pedestal de forma cilíndrica de granito, que posiblemente sustentaríauna estatua. Medidas: 118 x 90 x 82 cm. Letras: 5-4 cm. Actualmente seencuentra en el Museo Martins Sarmento (CMMS nº 83).

Imp(eratori) Caesari divi f(ilio) Aug(usto) / pont(ifici) Max(imo)trib(unicia) pot(estate) XXI /3 sacrum bracaraugustani / Paulli Fabi(i) Maximileg(ati) prop(raetoris) natali dedicata.

[EE VIII 280; ILS 8895; ILER 1028; Tranoy, 1981, 328; Alarção, 1990,43-58; RAP 477; Rodríguez Colmenero / Carreño Gascón, 1992, 410-411.]

También está dedicada a Augusto la inscripción # 5, procedente deGijón y que ha sido considerada como una de las Arae Sextianae quemencionan los autores clásicos:

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53 SYME, A governor, 1969, 125-133; ALFÖLDY, Fasti, 1969, 10-12.54 MANGAS, Religiones paganas, 1981, 172.

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# 5. Lápida votiva hallada en Cabo Torres (Gijón, Asturias) y de la quetenemos noticia desde el siglo XVI. La inscripción fué realizada en mármol yexiste una reproducción en escayola en el Museo Provincial.

Imp(eratori) Caesari Augusto divi f(ilio) / co(n)s(uli) XII, imp(eratori)XX, pontifici max(imo), /3 patr(i) patriae, tribunicia pot(estate) XXXII / [ - - -] / [ - - -] sacrum.

[CIL II, 2703; ERA, 12; Alföldy, 1969, 10-12; Syme, 1970, 105; PastorMuñoz, 1974, 203, nota 17; Fernández Ochoa, 1982, 308.]

Sin embargo, dejando al margen la discusión sobre esta identificación,el ara es un interesante testimonio sobre los inicios del culto imperial en laTarraconense. El texto aparece borrado en las líneas 4ª y 5ª, fruto de habersufrido la “damnatio memoriae”, por tanto la inscripción permanecióincompleta hasta que Syme y Alföldy reconocen al legado cuyo nombre fueborrado53. Se trata de Cneo Calpurnio Pisón, cónsul en el año 7 d.C. ygobernador de la Tarraconense como consular en el 9-10 d.C., es decir,momento que se corresponde con la potestate tribunicia XXXII de Augusto.Este personaje fue condenado a muerte por alta traición y como consecuenciasu nombre sufrió la damnatio. El hecho de que la inscripción fuese parcialmen-te borrada indica que se mantuvo como objeto para el culto después delmandato de Cn. Calpurnio54.

Todas las inscripciones que hasta aquí hemos visto corresponden a unmarco de datación que coincide con el principado de Augusto, por tanto aún envida del mismo. Se confirma la estrecha relación establecida entre la propagan-da imperial y el desarrollo administrativo y económico. En segundo lugar, sepone de manifiesto la amplia gama de funciones realizadas por los legados,presentes en conflictos armados, en territorios de nueva organización yportadores de la nueva propaganda imperial. Como representantes imperiales,los legados son un claro testimonio de un nuevo poder central que invierteesfuerzos cada vez más importantes en la propaganda de sí mismo, sobre todoen lugares donde ha advertido considerables intereses y en los que va adesarrollar un exhaustivo control a todos los niveles.

Un interesante problema está latente en estas inscripciones y en otrasque veremos posteriormente: la intencionalidad de los dedicantes. Diferentesautores creen que la actitud de los dedicantes al levantar estos primerosmonumentos a Augusto se enmarca dentro del programa personal del

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55 TORRES, Culto al emperador, 1952, 218-222; ETIENNE, Culte imperial, 1958,380; PASTOR MUÑOZ, Culto imperial, 1974, 206; TRANOY, Galice romaine, 1981, 328.

56 ETIENNE, Culte imperial, 1958, 288.

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emperador y con más o menos claridad admiten que éstos serían los primerosvestigios del culto imperial en Hispania, concretamente en la zona norocciden-tal55. Ahora bien, no podemos dejar de transmitir una duda que encierra elpropio culto: las relaciones establecidas entre el emperador y su ejército yareflejaban una doble posibilidad, se trata de una creencia real en la divinidaddel emperador, ya sea en vida o tras su muerte, o quizás no es más que unafirme prueba de lealtad.

Etienne solucionaba el problema concluyendo que el culto imperial senutría de ambos componentes: fe y lealtad56. Si bien dicha proposición escierta, lo único que hace es trasladar el problema a otro campo: ¿cuándo nosencontramos ante una manifestación cultual y cuándo se trata de una muestrade filiación política? La resolución de esta problemática pasaría por diferenciary separar la esfera religiosa de la política, cosa que se demuestra imposible enel caso de Roma; aunque sea un esfuerzo, hay que admitir una única esferaideológica que se refleja tanto a nivel religiosos como a nivel político, sin queambas realidades puedan ser consideradas por separado.

El culto al emperador que nace con Augusto estará sometido a cambiosque progresivamente tendrán lugar en Hispania: cambios relativos a susdifusores, a diferentes expresiones y a momentos de crisis, tal y como sucedecon la religión oficial e incluso con el propio Imperio. En época flaviaencontramos una inscripción imperial dedicada a Vespasiano y a sus hijos, Titoy Domiciano, procedente de Chaves.

# 6. Monumento honorífico aparecido en 1980 en Chaves (Portugal).Es un bloque granítico de grano fino y forma cilíndrica que se encuentraparcialmente mutilado. Medidas: 212 cm. de alto; 55 - 52 cm. de diámetro.Letras: 6,5 - 8 cm. Actualmente se encuentra en el Museo de Região Flaviense(Chaves).

Imp(eratori) Caes(ari) Vesp(asiano) Aug(usto), pont(ifici) / max(imo),trib(unicia) pot(estate) X, imp(eratori) XX, p(atri) p(atriae), co(n)s(uli) IX; /3

imp(eratori) T(ito) Vesp(asiano) Caes(ari) Aug(usti) f(ilio) pont(ifici),trib(unicia) / pot(estate) VIII, imp(eratori) XIIII, co(n)s(uli) VI[I]; / [Domitia-no Caes(ari) Aug(usti) f(ilio), co(n)s(uli) VI, principi iuventutis] ? /6 C(aio)Calpetano Rantio Quirinali / Valerio Festo, leg(ato) Aug(usti) pr(o) pr(aetore);D(ecimo) Cornelio Maeciano, leg(ato) Aug(usti); / L(ucio) Arruntio Maximo,pro(uratori) Aug(usti); /9 leg(io) VII Gem(ina) Fel(ix); civitates (decem); /

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57 LE ROUX, Armée, 1982, 143.58 Sobre la creación de la legio VII ver GARCÍA Y BELLIDO en Legio VII Gemina,

1970 , 303 y ss.; en esta obra colectiva, diferentes aspectos de la legión son tratados por autorescomo VITTINGHOFF, GARZETTI, PFLAUM, y ALFÖLDY. A grandes rasgos se puede decirque la legio VII fue creada en al año 68 por Galba, para presentarse con ella en Roma yemprender la lucha civil por el poder. Una vez conseguido el fin, fue destinada a Panonia, dondeparticipó en la batalla de Cremona y regresando de nuevo a Roma. Durante el reinado deVespasiano perteneció al ejército del Rhin, abandonándolo en el año 74, momento en que regresóa Hispania; a pesar de su establecimiento en suelo legionense, parece que efectuódesplazamientos puntuales a otras zonas del Imperio.

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Aqueflavienses, Aobrigens(es), / Bibali, Caelerni, Equaesi, /12 Interamici,Limici, Nebisoci (?) / Quaquerni, Tamagani.

[CIL II 2477 = Suppl. 5616; ILS 254; ILER 1084; Roldán, 1974, nº680; Tranoy, 1981, 60-63, 69, 71; Le Roux, 1982, 240, nº 237; RAP 494;Encarnação, 1994, 222-224.]

Según Le Roux esta inscripción señala perfectamente la situación delnoroeste en la víspera de la muerte de Vespasiano57. Entre el nombre de losemperadores y el de las poblaciones locales invitadas a participar en laconstrucción del puente, se encuentra una serie de autoridades representadaspor orden jerárquico. La legio VII Gemina aparece entre los dedicantes encalidad de trabajadores de la construcción de la obra al mismo nivel queocupaban las diez ciudades. La reunión de la unidad legionaria y de lasciudades tributarias tiene numerosas implicaciones, puesto que además departicipar activamente en los trabajos ha podido ser abastecida por lasciudades. El contacto entre la población indígena y las tropas era por tanto muyestrecho.

En la época a la que corresponde esta inscripción se constata un doblefenómeno: en primer lugar, la instalación definitiva en Hispania de la legio VIIGemina58, que había llegado en el año 74, supone una integración con lospueblos hispánicos con los que participa activamente en las obras públicas, yen segundo lugar, un progresivo desarrollo municipal impulsado y amparadopor el poder. Ambos fenómenos admiten por separado una estrecha vinculacióncon la casa flavia, de ahí la respuesta en forma de dedicación honorífica.

El presente documento es uno de los más controvertidos desde el puntode vista religioso, puesto que no existe ningún elemento en él que muestre laexistencia de un culto más allá de una mera prueba de fidelidad al emperadory a sus hijos. En el año 74 la reorganización del ejército formaba parte de lasmedidas para Hispania adoptadas por Vespasiano, entre las que se incluyentambién, la división conventual y el controvertido otorgamiento del ius Latii a

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59 Sobre las medidas tomadas por Vespasiano ver: R. KNOX Mc ELDERRY,“Vespasian´s Reconstruction of Spain”, JRS 8, 1918, 53-102; A. MONTENEGRO,”Problemasy nuevas perspectivas en el estudio de la Hispania de Vespasiano”, HA 5, 1975, 7, ss; P.A.BRUNT, “Lex de imperio Vespasiani”, JRS 67, 1977, 95-116.

60 ETIENNE, Culte imperial, 1958, 451-454.

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sus ciudades59. Además Vespasiano había dado un nuevo impulso al cultoimperial, confiándolo en el noroeste a los sacerdotes Roma et Augusti y en laBética, introduciendo el culto provincial; por otro lado, con los flavios se pasade lo singular a lo colectivo60. En la fecha en la que se puede datar eldocumento por los títulos imperiales, el año 79, se observa el resultado de lasmedidas tomadas por el emperador: la integración entre el ejército y lasciudades se demuestra en forma de dedicación colectiva. En este contexto, noencuentro obstáculo para considerar esta inscripción honorífica como unamuestra evidente de un culto imperial, que recibía impulsos desde el podercentral, a pesar, sin embargo, de no contar con ningún elemento o signo claroque lo confirme.

La dinastía flavia introdujo además un cambio en el objeto del cultoimperial. Mientras en la zona del noroeste predominaba el culto a “Roma yAugusto”, en la Bética aparece el culto a los divi. La inscripción # 7 así loconfirma.

# 7. Pedestal de mármol blanco hallado en el casco urbano de ElCoronil (Sevilla).

Imp(eratori) Caesari, divi / Traiani Aug(usti) co(n)s(ulis) VI f(ilio),divi Nervae co(n)s(ulis) III trib(unicia) /3 p(otestate) II nepoti, Traiano /Hadriano Aug(usto), pont(ifici) max(imo), / tribunic(ia) potest(ate) XII p(atri)p(atriae), co(n)s(uli) III, /6 M(arcus) Messius Rusticus / Aemilius PapusAr[r]ius Proculus / Iulius Celsus, sodali(is) augustal(is), (quattuor) vir /9

viarum curandarum, tr(ibunus) mil(itum) leg(ionis) [V]III Aug(ustae), /q(uaestor) pr(o) pr(aetore) provinc(iae) Africae, trib(unus) pleb(is), / pr(aetor)peregrinus, curator viae Aureliae, /12 leg(atus) Aug(usti) leg(ionis) XXV(aleriae) V(ictricis), / optimo principi.

[CIL II 1371; Pflaum, 1981, 332; González / Caballos, 1983, nº 3; RuizDelgado, 1985, 203-204; González, 1988, 109-110; Caballos, 1990, nº125.]

La inscripción es una dedicación dirigida a Adriano pero se honra a supadre Trajano y a su abuelo Nerva, ambos como divi. No debemos olvidar quela procedencia bética de dos de los primeros componentes de la dinastía resultaser un motivo primordial para el desarrollo del culto imperial en esta provincia.

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En este caso interviene un factor de confirmación de soberanía de una dinastíaformada por adopciones, que en el caso de Adriano dejaba lugar a lassuspicacias; de este modo, la forma de referirse a la filiación de Adriano, asícomo a la divinización de sus antecesores, confirma dicha política de sucesión.En cuanto al dedicante, M. Messius Rusticus, éste ha ocupado varios cargos endiferentes cuerpos legionarios, primero como tribuno de la Legio VIII Augustay finalmente como legatus Augusti de la Legio XX Valeria Victrix. La lápidaseñala también sus cargos civiles y los religiosos, como el de sodalis Augusta-lis. Una carrera tan prolífica estaba unida a los designios del emperador, portanto, la respuesta a sus beneficios es perfectamente comprensible.

La época de la dinastía de los Antoninos supone un auge en lasmanifestaciones públicas de lealtad y devoción al emperador. La siguienteinscripción, # 8, está fechada el día del aniversario del emperador AntoninoPío, el 19 de Septiembre del año 167. Es por tanto una dedicación póstuma alque es considerado ya como divus.

# 8. La inscripción hallada en el castillo de Leiria ( Dto. Leiria), en1870, probablemente fue realizada en una base de estatua en mármol aunquese encuentra dañada en la parte superior. Medidas : 86 x 47 cm. Letras: 3 - 1,2cm. Actualmente se encuentra en el mismo castillo.

[Div]o Antonin[o] / Aug(usto) Pio, p(atri) p(atriae) /3 Optimo acSanctis/simo omnium saecu/lorum principi /6 Q(uintus) Talotius Q(uinti)f(ilius) Quir(ina tribu) Al/lius Silonianus col/lippone(n)sis evoc(atus) eius /9

cohor(tis) VI Praetoriae / nomine ordinis / colliponensium /12 quod decurionem/ eum remisso honor[a]/rio et muneribus [e]t /15 oneribus r(ei) p(ublicae)fecerint / dedicata ex d(ecreto) d(ecurionum) / XIII K(alendas) Octobr(is)imp(eratore) Caes(are) /18 L(ucio) Aurelio Vero Aug(usto) / III (et) M(arco)Um(m)idio Quadrato / co(n)s(ulibus) II vir(is) /21 Q(uinto) Allio Maximo (et)G(aio) Sulpicio Siloniano.

[CIL II 5232; ILS 6892; ILER 1129; Brandäo, 1972, 51-55; Albertos, 1979, 35-36; Muñiz Coello, 1980, nº 167; Curchin, 1990, 328; RAP 504.]

El dedicante, Q. Talotius Allius Silonianus es originario del lugar yperteneció a la cohors VI Praetoriae; realiza la dedicación en solitario aunquecon las expresiones «nomine ordinis colliponensium» y « ex decretumdecurionum» queda perfectamente expresada la oficialidad de la ofrenda.

La inscripción # 9, procedía de Fiñana aunque fue trasladada a Málaga.Está dedicada a Lucio Vero quién lleva los títulos conseguidos a raíz de lasvictorias del ejército romano, tales como armeníaco, pártico y médico:

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

61 Sobre el papel religioso del primus pilus ver, J. KOLENDO, “Le rôle du primus pilusdans la vie religieuse de la légion, en rapport avec quelques inscriptions des principia de Novae”,Arqueología 31, 1980, 49-60.

62 Corresponden a las inscripciones # 27, # 28, # 29, # 30, # 31, # 32, # 33, # 34, # 35,# 36, # 37 y # 38.

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# 9. Lápida honorífica que se encontró en la alcazaba de Fiñana(Almería), donde servía de base a los muros de un arco. Es un pedestal depiedra caliza muy desgastada, observándose un orificio en su parte superior yestá muy afectada por la erosión. Medidas: 87 x 63 x 56,5 cm Letras: 5 cm. En1871 fue trasladada a Málaga, a los jardines de San José.

Imp(eratori) Caes(ari) / L(ucio) Aurelio /3 Vero aug(usto), ar/men(ia-co), [p]art(hico) max(imo), / med(ico), p(ontifici) m(aximo), tr(ibunicia)p(otestate) V, /6 co(n)s(uli) III, / L(ucius) Alfenus Avi/tianus p(rimo) p(ilaris)tr(ibunus) coh(ortis) III Vi[g](ilum) /9 (et) XII Urbanae.

[CIL II 3399; ILS 367; Etienne, 1958, 493; Domaszewski, 1967, 201;ILER 1140; Dobson, 1978, 262; IRAL 37; Baena de Alcázar, 1988, 142-145.]

El dedicante, Lucius Alfenus Avitianus, primipilo61 y tribuno de lacohors III Vigilum y de la XII Urbanae, perteneciente al orden ecuestre,realizó su servicio en las milicias de Roma y suponemos una promociónimpulsada por el emperador. La cronología ofrece dudas por un error dellapicida al señalar la V tribunicia el mismo año que el tercer consulado; hayque pensar en el año 167, y considerar la VIII tribunicia en vez de la V. Seríapor tanto realizada en tiempos del emperador y en ella no hay signos queindiquen una divinización, obligando a las consideraciones generales quereinaban en torno a la figura imperial y que ya hemos mencionado.

No podemos avanzar en el tiempo sin hacer referencia a un conjuntode inscripciones que veremos posteriormente y con mayor detenimiento62. Sondoce testimonios, uno procede de Ampurias (Gerona) y el resto del Valle delDuerna (León), que tienen en común la celebración del aniversario de lacreación de diferentes cuerpos del ejército hispano. En ellas se mencionanvarios emperadores, todos ellos de época antoniniana; su significado políticose extrae de la mención de Júpiter Óptimo Máximo, de la fórmula pro saluteimperatoris y del motivo que lleva a la celebración, ob natalem signorum.Sirvan estos doce testimonios para dejar constancia de que en esta épocaconcreta se produce una proliferación de las muestras de lealtad y cultodirigidas hacia una casa imperial, lo que ha sido interpretado como uno de losmomentos más importantes del culto imperial en Hispania.

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

63 SCHEID, La religión en Roma, 1991, 128.64 J. NORTH, “Conservatism and Change in Roman religion”, PBSR 44, 1976 , 1 y ss.;

S.F.R. PRICE, Rituals and Power. The Roman Imperial Cult in Asia Menor, Cambridge, 1984.65 VIGIL, Ala II Flavia, 1961, 110; MARTÍN VALLS / DELIBES DE CASTRO,

Rosinos de Vidriales, 1975, 3-7; ÍDEM, Bucculae, 1990 , 155.

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En el siglo III se habla de crisis a todos los niveles; respecto a lasituación religiosa, ésta no hace más que reflejar los cambios que se producíana nivel político63. Sin embargo, no parece que se pueda hablar de decadenciaen lo que a religión romana se refiere; hay evolución, cambios, pero nodisolución y algunos estudios sobre culto imperial comparten esta opinión64

La inscripción # 10 fue hallada en un lugar próximo a lo que fue elcampamento romano de Petavonium, en Rosinos de Vidriales (Zamora).

# 10. Lápida de mármol blanco hallada en San Pedro de la Viña(Zamora). Medidas: 48 x 90 x 32 cm Letras: 4,5 - 3 cm En 1965 fue trasladadaal Museo de Astorga.

[...] f(ilio) I[mp(eratoris) / Cae]s(aris) ? Severi Aug(usti) /3

[tr]ib(unicia) pot(estate) V, co(n)s(ulis) II, pr(o) / co(n)s(ulis) statuam quam/ et al(a) II Fl(avia) H(ispanorum) c(ivium) R(omanorum) numin[i] /6 eiusdevotissima, a[e]/re conlato, statu/endam decreve /9 rat Invicti Aug[g(usti) ?]/ sua pecunia fi[eri] / iusseru[nt].

[HAE 17-20, 2351; García y Bellido, 1966, 28-31; AE 1967, 237;Alföldy, 1969, 93-94; Ankersdorfer, 1973, 74, 77, 85; Roldán, 1974, nº 444;Pastor Muñoz, 1974, 221; Le Roux, 1975, 146; Sevillano Carvajal, 1978, nº 95;Le Roux, 1982, 245, nº 252; Mañanes Pérez, 1982, nº 132; AE 1985, 579;Alföldy , 1985, 390; Martín Valls / Delibes de Castro, 1990, 161.]

La dedicación a Septimio Severo fue realizada por el ala II Flavia dela que hay vestigios de que ocupó el campamento de Petavonium muy próximoa Rosinos de Vidriales65. En el texto aparece mencionada la fórmula oficialDNME (devotus numini maiestatique eius) pero modificada por razones obviasa : numini eius devotissima. Así mismo se alude a la colocación de una estatuade Septimio Severo en el lugar de otra que había antes y correspondía al mismoemperador. García y Bellido cree que la anterior podría haber sufridodesperfectos durante las luchas entre Septimio Severo y Albino; así mismoconsidera que la fórmula DNME debe entenderse aquí como una prueba delealtad más que con un sentido religioso, entrando así en la polémica a la que

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66 CIL II, 4125; fue ejecutado por Septimio Severo según cuenta Elio Esparciano (SHASevero XIII, 7)

67 HDN, III, 6; III, 7; y III, 8.68 SHA, Severo, XII, 1-5.

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antes aludíamos y que pretendimos zanjar intentando concebir religión ypolítica dentro de una única expresión.

Indudablemente la situación política que se vivía en el Imperio en losaños en que puede fecharse la inscripción, 197-198 d. C., era crítica comocorresponde a los años inmediatamente posteriores a un conflicto civil. En elloslas lealtades nunca están perfectamente definidas y el temor a un rebrotearmado hace afinar mucho ante una muestra de confianza. Septimio Severonecesitaba afianzar su poder, premiando fidelidades y desconfiando de posiblestraiciones. Esta situación política la vamos a ver reflejada en numerosostestimonios epigráficos y va a servir para explicar determinadas manifestacio-nes de tipo cultual, ya que las creencias religiosas junto a la potenciación delculto imperial, serían perfectas vías de transmisión de mensajes políticos. Elconflicto civil que se suscitó tras la muerte de Cómodo tuvo también efectosen Hispania; Albino recibió el apoyo de L. Novius Rufus gobernador de laTarraconense66. Herodiano relata como sucedieron los hechos67, no obstante enel caso de Hispania hemos de recurrir a Elio Esparciano, una fuente tardía,quién informa que tras la muerte de personas de alta reputación, se confiscaronmuchos bienes y ello entre hispanos y galos; además el emperador se hizo conla mayor parte del oro cobrado en Galia, Hispania e Italia68. En este contexto,es comprensible que proliferen las muestras de adhesión personal al vencedor,y no sólo de cuerpos del ejército que pudieran haber estado implicados en laconfrontación, sino también de los diferentes personajes públicos que llegadosa importantes puestos en la administración debían mostrar de forma inequívocasu posición política.

# 11. Lápida encontrada en la iglesia de Saldanha (Conc. Mogadouro,Dto. Braganza), donde se conserva; es de mármol blanco y está fracturada enla parte superior e inferior. Medidas: 78 x 57 x 8 cm.

I B (sic) / Anto[nino ? ... /3 ... le]g(ionis - io) V[II Gem(inae - ina) P(iae- ia) F(elicis - elix) / devot(i - a)] numi[ni eius] ?

[AE 1987, 596; Mourinho, 1987 , 112-113, nº 44; Le Roux, 1992 , 255,nº 27; HEp 3, 1993, 465. En l. 1, Mourinho y Alves Dias leen: I(nvicto)b(eterano). En l. 2: Anto(nio). En l. 3: G(allicae) V (Alaudae) (legionis) En l.4: numini.]

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69 LE ROUX, Armée, 1982, 246.

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La inscripción como se puede ver se presenta muy dudosa y ofrecediferentes posibilidades de lectura; no hay seguridad de si se trata de unadedicación individual y colectiva; incluso la reconstrucción de la fórmulahonorífica es difícil. Sin embargo, hemos de contemplar la posibilidad de quese trate de una dedicación imperial realizada durante la época de los Severos,por la legio VII Gemina o por miembros de ella, ya que las circunstancias querodean la inscripción no contradicen tal propuesta.

Correspondiente al gobierno a Caracalla encontramos otra inscripciónen Ruiforco (Garrafe de Torío, León).

# 12. Lápida honorífica encontrada en 1564 en Ruiforco (León). Estárealizada en mármol y es de forma rectangular con molduras a los lados de lamisma. Medidas: 119 x 60 x 40 cm. Actualmente se conserva en le Museo deSan Marcos de León.

Imp(eratori) Caesari / M(arco) Aurel(io) Anto/3nino Pio Feli/ciaug(usto), parthic(o) / max(imo) brit(anico) max(imo), /6 german(ico)max(imo), / pontif(ici) max(imo), / trib(unicia) pot(estate) XVIIII, /9 co(n)s(uli)IIII, imp(eratori) III, / p(atri) p(atriae), proc(onsuli); / equites, in /12 hisactarius, / leg(ionis) VII Gem(inae) / Ant(oninianae) P(iae) Fel(icis), de /15votinumini / maiestatiq(ue) eius. //( En el costado) Dedicat(um) / VII K(alendas)Oct(obres), /3 Cattio Sab/ino II et Cor(nelio) / Anullino / co(n)s(ulibus).

[CIL II 2663; Domaszewski, 1895, 186; ILS 2335; ILER 1163; Roldán,1974, nº 655; Le Roux, 1982, 246; IRPLE 67; Rabanal, 1988, 147-148; PereaYébenes, 1999, 533, nº 52.1.]

La lápida está realizada por los equites que se encontraban formandoparte de la legio VII Gemina y presenta en primer lugar la particularidad de losnombres que recibe tanto el emperador como la legión. En cuanto al emperadorrecibe nombres relacionados con sus victorias como pártico, británico ogermánico; por su parte la legión recibe el título de antoniniana alusivo a laonomástica del emperador Caracalla. El intercambio de títulos entre elemperador y la legión obedece a una estrategia que pretende acercar a ambosy asegurar lealtades. En segundo lugar como el propio Le Roux señala, la fechaque viene en el costado el 25 de septiembre del 216, no corresponde conninguna festividad dedicada al emperador y posiblemente estaría relacionadacon un día festivo para los equites69. Hay que hacer también mención de un

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70 RABANAL, Fuentes, 1982, 58-60.71 S. PEREA YÉBENES, Collegia militaria, 1999, 292-293.72 Para estudiar el papel político-religioso de las princesas severianas ver, J. BEAUJEU,

La religion romaine a l´apogée de l´Empire. I. La politique religieuse des Antonins, París, 1955.

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posible error del lapicida, cuando realiza la datación o bien al indicar eltribunado de la plebe del emperador, puesto que la fecha consular correspondeal año 216 y sin embargo Caracalla fue tribuno de la plebe por decimonovenavez el año 214 como señalara Rabanal Alonso70.

Por otra parte, el papel representado por el actarius, es decir, elresponsable de las acta del tabularium, hace suponer que los equites legiona-rios llevarían una contabilidad aparte y como también apuntara Le Roux, ellugar donde se encontró la inscripción, próximo a Legio, haría pensar en unlugar de entrenamiento. Con todo ello es muy razonable deducir que los equitescelebrarían por separado determinadas fiestas y en ellas hacían intervenir lamemoria de su comandante supremo.

En la inscripción aparecen mencionados como dedicantes equites dela legio VII Gemina. Perea Yébenes ha considerado que se trata de uncollegium y no de una simple dedicación colectiva; en el caso de aceptar estaposibilidad habría que considerar la existencia de una schola equitum en elcampamento de León 71.

En esta época, las muestras de lealtad y culto hacia la casa imperial, noestaban limitadas sólo al propio emperador, también otros miembros, comoJulia Domna y Julia Mamea, recibieron homenajes.72 Ambos personajesfemeninos recibieron honores por parte del ejército, aunque la mayor parte deellos eran asociados a otras divinidades. Sólo hay un testimonio que mencionaa Julia Mamea en solitario; en ella aparece el título mater Augusti etcastrorum et Senatus ac Patriae y está perfectamente datada en el año 234.

# 13. Inscripción honorífica encontrada en la ermita de San Esteban,a las afueras de León, y actualmente desaparecida.

[Iuliae Mammaeae Aug(ustae) matri] / [Aug(usti)] n(ostri) etcastrorum /3 [et Senatus] ac Patriae / [....] f(ilius) Sabatina / [p(rimus) p(ilus)]leg(ionis) VII G(eminae) Sever(ianae) /6 [Alexandr(ianae)] P(iae) F(elicis) excorni/[culario praef(ectorum) pr]aet(orio) em(inentissimorum) v(irorum) /[Maximo II] et Urbano co(n)s(ulibus).

[CIL II 2664; Pflaum, 1970, 373; Le Roux, 1972, nº 49; Roldán, 1974,nº 656; IRPLE 68; Rodríguez Colmenero, 1987, nº 459; Rabanal, 1988, 152.]

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73 Rabanal lee en l.4: [M(arcus) Titius M(arci) f(ilius) Sabatina], (1988, p.152).74 Sobre este aspecto es fundamental todavía el trabajo de G.M. BERSANETTI, “I

sopranomi imperiali variabili degli auxilia dell´essercito romano”, Athenaeum 16, 1940, 105-135.75 LE ROUX, Armée 1982, 247.

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No conocemos el nombre del dedicante73, pero sí sabemos que eraprimus pilus de la Legio VII Gemina y había sido cornicularius. Estos cargosindican su larga vida militar, iniciada con los anteriores emperadores de la casaSeveriana, lo que explica satisfactoriamente la dedicación a la que fue uno desus miembros más destacados, Julia Mamea, madre de Alejandro Severo.

No vamos a regresar sobre la polémica suscitada por la llamada crisisdel siglo III, pero no cabe duda de que a partir de la época de los Severos seproducen cambios políticos que indiscutiblemente afectan al culto imperial; sinembargo, en el ejército parece mantenerse la lealtad al jefe supremo y aúndurante la última mitad del siglo III encontramos testimonios de ello.

# 14. Fragmento de una lápida encontrada en el campamento deRosinos de Vidriales (Zamora). Es una placa de mármol blanco. Medidas. 40x 62 x 7,5 cm. Letras: 4 cm.. Se conserva en el domicilio particular de J.Delgado de la misma localidad.

[Imp(eratori) Caes(ari) (Caio) Vibio / Treboniano Gallo /3 p(io)f(elici) inv(icto) Aug(usto) pont(ifici) / max(imo) trib(unicia) pot(estate) II (óIII) co(n)s(uli) II] / p(atri) p(atriae) pro[c(onsuli] ala II Fl(avia) H(ispanorum)c(ivium) R(omanorum)] /6 Galliana Volu[sia]/na, devota numi/ni maiestatique/ [eo]rum.

[AE 1976, 288; Le Roux, 1982, 247, nº 255; Martín Valls / Delibes deCastro, 1990, 161-162.]

En la inscripción se honra al emperador C. Vibio Treboniano Galo,como invicto. A su vez, el ala que realiza la dedicación recibe además lossobrenombres de Galliana Volusiana, poniendo así de manifiesto la importan-cia efectiva del intercambio de nombres entre la casa imperial y su ejército74.Para Le Roux, está claro que se trata de una placa honorífica que supone laexistencia de una estatua75. Ya hemos tenido ocasión de comprobar unaactuación semejante en la inscripción # 10, por lo que se puede considerar queen el lugar de asentamiento de este cuerpo de caballería, erigir estatuas ylápidas honoríficas a los emperadores era una práctica habitual, muy enconsonancia con el ambiente castrense.

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Finalmente encontramos dos testimonios procedentes de Tarragona enlos que el mismo personaje honra en un caso a Caro (# 15) y en otro a Carino(# 16).

# 15. Basa de estatua de piedra caliza (piedra de Santa Tecla) con unainscripción honorífica. Medidas: 88 x 59 x 55 cm; letras: 6,5 - 3 cm. Las líneas3, 4 y 5 están raspadas por la damnatio memoriae. Se encuentra actualmenteen el Museo Arqueológico de Tarragona.

Fortissimo et clemen/tissimo /3 [imp(eratori) Caes(ari) M(arco)Aur(elio) Caro / Invicto August(o), p(ontifici) m(aximo), t(ribunicia) p(o-testate), co(n)s(uli) II / p(atri) p(atriae) proconsuli] /6 M(arcus) Aur(elius)Valentinianus v(ir) c(larissimus) p(raeses) p(rovinciae) / Hisp(aniae)cit(erioris) leg(atus) Augg(ustorum) pr(o) pr(aetore) d(evotus) n(umini)m(aestati)q(ue) eius.

[CIL II 4102; ILS 599; Etienne, 1958, 312; Balil, 1964, 32; Alföldy,1969, 64; RIT 89.]

# 16. Basa de estatua en caliza grisácea (piedra de Santa Tecla).Medidas: 82 x 53 cm Letras: 7,5 - 5 cm. Se encuentra en el palacio episcopalde la misma ciudad.

Victorisisimo / principi iuventut(is) /3 M(arco) Aur(elio) [Carinono]/bilissimo Caesari / co(n)s(uli) proco(n)s(uli) M(arcus) Aur(elius) /6

Valentinianus v(ir) c(larissimus) / praeses prov(inciae) Hisp(aniae) cit(erioris)/ leg(atus) Augg(ustorum) pr(o) pr(aetore) d(evotus) n(umini) m(aiestatique)eius.

[CIL II 4103; Alföldy, 1969, 64; RIT 90.]

El dedicante, vir clarissimus, realiza la inscripción en su calidad degobernador de la Tarraconense y legado imperial de los dos Augustos. Es decir,su puesto político conlleva también el mando sobre tropas militares, y es desdeeste cargo oficial y representativo de un colectivo más amplio, desde el que hayque considerar sus dos dedicaciones imperiales.

Los testimonios presentados hasta el momento podrían incluirse dentrode una categoría de epigrafía honorífica mejor que votiva. No es que losemperadores recibieran culto equiparable al de cualquier dios del panteónromano, sino más bien, que las especiales características que muestran a travésde los primeros siglos del Imperio, les confieren un aura sagrado que

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76 Son las doce inscripciones que hacen referencia a la celebración del día delaniversario de la legio VII Gemina o de algún cuerpo auxiliar. Su mayor importancia radicaprecisamente en este punto y por ello serán analizadas de forma individual en su momento.

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transciende el plano de mera lealtad y obediencia para pasar a ser consideradostan próximos en su poder a los dioses que adoptan parte de sus cualidades,principalmente la protectora.

Las inscripciones de carácter honorífico en las que encontramos alemperador o a algún miembro de su familia no son el único medio utilizadopara expresar la fidelidad y lealtad hacia ellos; hay otras formas que de unamanera indirecta transmiten un mismo mensaje, y una de las más efectivas esa través de divinidades asociadas a las que se realizan votos pro saluteImperatoris, o por algún familiar del mismo. Se manifiesta a través de ellas eseprofundo vínculo entre religión y política que hemos podido contemplar paraotros casos. La asociación continua entre emperador e Imperio que se inició yaen los tiempos de Augusto se atenúa en tiempos de paz, pero se intensifica enmomentos de crisis; la continuidad del Imperio pasa por la seguridad delemperador, convirtiéndose ésta en garante de la prosperidad de aquél. Hasta talpunto esta ideología se desarrolla en los diferentes centros de poder, que aveces queda expresa en las propias inscripciones cuando se ruega proaeternitate Imperii. Veremos a través de algunos documentos epigráficos cómoen situaciones políticas criticas el mensaje de propaganda del poder imperialse transmite con mayor fuerza.

Teniendo esta realidad como motivo de fondo, desde instanciasoficiales se promueve un tipo de fórmula votiva en la que se mencionan unaserie de divinidades, siempre muy relacionadas con la casa imperial, pero cuyaintención real está puesta en una propaganda imperial concreta. De hecho hayun grupo de divinidades pertenecientes al panteón romano que prácticamentedurante todo el alto imperio son considerados dioses oficiales, como pueden serlos capitolinos; sin embargo hay también otros dioses específicos vinculadoscon un emperador concreto y por una causa determinada. Las formas deexpresar ese vínculo son dos principalmente, por un lado se ruega a unadivinidad pro salute Imperatoris, y, por otro lado se puede añadir el epítetoAugusto/a a la divinidad en cuestión.

En cuanto a la primera forma de expresar el culto imperial, lostestimonios presentan divinidades que podemos considerar principales dentrodel panteón romano. El dios que se erigió como representativo del Imperio ydel emperador fue Júpiter Optimo Máximo. Con esta advocación concreta sealudía al lado más político de su carácter, y por ello su vinculación con elemperador era indiscutible. Varios documentos epigráficos avalan esta idea yaluden directamente a las relaciones del ejército romano con su emperador76.

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De este grupo destaca ante todo su oficialidad; todos los elementos que lacomponen contribuyen a reafirmarla. El culto que en ella se manifiesta estabadirigido y potenciado desde la propia Roma; con él se contribuía a garantizarvarios aspectos de la vida política del emperador que de no ser recordados conla suficiente asiduidad podían, en un momento determinado, ofrecer seriosproblemas. Primeramente se aseguraba la legitimidad del emperador a travésde una teología que asociaba a Júpiter al poder, que fue asumida por AntoninoPío y Marco Aurelio, y que recibió nuevos impulsos por parte de Cómodo. Seofrecen vota publica a Júpiter con una intención muy concreta y expresada deforma directa: pro salute Imperatoris. En segundo lugar, otro aspectoimportante que reflejan estas inscripciones, es la lealtad que expresan, tanto loscuerpos legionarios como los auxiliares hacia el emperador; ésta quedareflejada tanto por el culto dirigido a I.O.M., estrechamente ligado alemperador, como por la expresión pro salute Imperatoris. En realidad, lo quese ha querido identificar con “patriotismo” no es más que una muestra delealtad obligada a aquél, en este caso el emperador, que como jefe supremo delejército romano es el encargado de procurar su bienestar y su sueldo;manifestar su apoyo no es más que invertir en la propia seguridad

Ahora bien, en las inscripciones que estamos viendo subyace otra ideaque complementa y hasta supera las muestras de lealtad y legitimidad. El hechode incluir al emperador, con su titulación y con el ruego pro salute en unafestividad de origen militar, pero con un fuerte carácter oficial y religioso, nodeja de atribuirle cierto carácter sacro; abundando más en ello, la relación entrelas enseñas militares, y las imágenes imperiales guardadas bajo el mismorecinto sagrado, y especialmente la vinculación de las águilas con JúpiterÓptimo Máximo y de éste con el poder imperial hacen que el emperador seaconcebido dentro de una esfera religiosa que preside la político - militar que lees propia.

No sólo Júpiter Óptimo Máximo está asociado de esta forma con elculto imperial, sino también el resto de divinidades capitolinas, que debido asu fuerte contenido político, comparten la misma suerte. Los testimoniosepigráficos que hemos recogido y que mencionan a Juno y a Minerva estánlocalizados en un período de tiempo muy concreto; todos se sitúan a principiosdel siglo III, durante los primeros años de la dinastía severiana, especialmentedurante el gobierno de Caracalla. Por lo tanto, coincidiendo con los últimosmomentos de auge del culto imperial antes de entrar en la llamada crisis del s.III, éste se manifiesta de una forma muy particular, obedeciendo tanto a unmensaje político más definido que en otras ocasiones como una moda de la quehemos visto y veremos sus variantes.

Las dos inscripciones siguientes (# 17 y # 18) están dedicadas a JunoRegina.

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77 SANTOS, Ejército, 1988, 85-86. 78 DIEGO SANTOS, IRPLE, 42-43.

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# 17. Ara votiva encontrada en la muralla de León y actualmenteubicada en el Museo Arqueológico de Madrid. Medidas: 117 x 60 cm.

Iunoni Regina(e), / pro salute [a]c im[perii] /3 diuturnitateImp(eratoris) / M(arci) Aurelli (sic) Antonin[i] / pii fel(icis) aug(usti) etIulia[e] /6 piae fel(icis) aug(ustae) matri[s] / Antonini Aug(usti) (et) ca[s]/tro-rum (et) Senatus /9 ac Patriae. / C(aius) Iul(ius) Cerealis, co(n)s(ul), leg(atus)/ Aug(usti) pr(o) pr(aetore), Pr(ovinciae) H(ispaniae) N(ovae) C(iterioris)Anton[i]/1 nianae, post divission(em) / Provinc(iae) primus ab eo m[issus].

[CIL II 2661 y 5668; ILS 1157; Ankersdorfer, 1973, 109; Tranoy ,1981, 389; Le Roux, 1982, 364; Diego Santos, 1985, 835-840; IRPLE 21;Santos, 1988, 85-86; HEp 1, 1989, 390.]

La inscripción # 17 está considerada como dirigida a Juno Reginaaunque Santos cree que en realidad comienza con Iovi Optimo Maximo77.

# 18. Fragmento de mármol hallado en León, del que sólo se conservala parte inferior izquierda de la inscripción. Medidas: 99 x 25 x 22 cm. Seencuentra en el Museo de San Marcos.

[...] / [pro salute ...] /3[...] / [et Iuliae...] / [Matris Antonini...] /6 (et)Senat[us ac Patriae]. / C(aius) Iul(ius) C[erealis, co(n)s(ul)], / leg(atus)Aug(usti) [pr(o) pr(aetore) pr(ovinciae) H(ispaniae) N(ovae) C(iterioris)]/9Anton[inianae, post] / divisam [provinciam] / primu[s ab eo missus].

[CIL II 5680; ILER 1531; Tranoy, 1981, 390; Le Roux, 1982, 365;Rabanal, 1982, nº 8; IRPLE 22; Santos, 1988, 86.]

La inscripción # 18 comparte con la anterior varios datos, desde ellugar de procedencia, León, hasta el nombre del dedicante C. Iulius Cerealis;sin embargo, el estado fragmentario en que se encuentra impide una lecturacoherente, que debe ser completada con los datos aportados por la # 17. Éstaindica perfectamente que está dedicada a Juno Regina, Diego Santos suponeun encabezamiento similar para la # 1878. En cualquier caso nos interesa sobretodo el epíteto Regina que acompaña a Juno y que resulta bastante frecuente enla epigrafía latina. Sin entrar en discusiones sobre el origen de tal título, sipodemos deducir que éste se encontró ligado al poder central de Roma y

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79 DURY - MOYAERS / RENARD, Junon , 1981, 143-202. En este trabajo se analizanbrevemente las diferentes aportaciones de autores que han tratado algún aspecto concreto deJuno, con cualquiera de sus epítetos.

80 Así lo afirma también DIEGO SANTOS en IRPLE, 1986 , 41.

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especialmente en época imperial, cuando Juno, como esposa de Júpiter,aparece también como la diosa protectora que Dury y Renard consideran comomadre político-religiosa79. En este sentido la aparición en el texto epigráfico deJulia Domna como mater Patriae y mater Imperatoris le confiere a la mismaun carácter muy semejante al que ofrece Juno.

La inscripción # 17 además de la ideología dominante en la que JunoRegina pasaba a ser la contrapartida femenina de Júpiter Óptimo Máximo,presenta un aspecto de la misma, al que ya nos hemos referido y según el cualla salud y la seguridad del emperador, en este caso Caracalla, van unidas deforma inseparable a la duración y continuidad del Imperio. Esta idea quedaexpresada de forma contundente mediante la fórmula pro salute ac imperiidiuturnitate Imperatoris. Al mismo tiempo el título que se aplica a JuliaDomna, además de los de mater castrorum, Senatus ac Patriae viene aconfirmar el mensaje que preside toda la dedicación: tradicionalmente la formade referirse a Julia Domna como madre del emperador es sencillamente materImperatoris, no obstante, en este caso concreto se refiere como mater AntoniniAugusti. En realidad, además de una designación específica de madre deCaracalla, esta forma de expresión puede encerrar en sí misma un sentido másprofundo y obedecer a diferentes motivaciones. El significado principal o, porlo menos, el más evidente es el que se deriva del conflicto civil que tuvo lugaral comienzo de la dinastía severiana. Se puede comprobar fácilmente y no sólopara el Imperio Romano, como después de una lucha por el poder, la primeramisión del vencedor es legitimar el poder alcanzado y en caso de no llegar aser lo suficientemente fuerte, esta misión la heredan sus inmediatos sucesores.Ya que la forma en que se había accedido al trono rompía la continuidaddinástica, el entronque con la familia reinante anterior se convierte en elobjetivo primordial. En consecuencia a través de diversos detalles formalesexpresados en el texto se puede leer un mensaje que formaba parte de lapropaganda imperial según la cual Caracalla es el emperador legítimo no sólofrente a las pasada lucha civil sino también frente a su hermano muerto Geta.

Siguiendo con el análisis socio-político de las inscripciones # 17 y #18, hay que tomar en consideración dos aspectos aún muy importantes. Elprimer aspecto hace referencia a los cargos que ocupó el dedicante y elsegundo a la misión que éste debía desempeñar en la provincia Citerior. C.Iulius Cerealis es considerado de rango consular, sin embargo, tuvo que sercónsul suffectus ya que no aparece en el listado de los “ordinarios”80. EnHispania ejerce su mando como legatus Augusti propraetore provinciae

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81 TRANOY, Galice romaine, 1981, 389.82 LE ROUX, Armée, 1982, 364-365 y 369-370.83 DIEGO SANTOS, Provincia Hispania Nova, 1986, 835-840.84 DIEGO SANTOS, IRPLE, 1986, 41-42.

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Hispaniae Citerioris, hemos de suponer con sede en Tarraco, aunque aquíaparezca viajando hasta Legio. El motivo de su viaje debe estar relacionado conla misión que se le hubiera encargado, y es aquí donde surgen las complicacio-nes. Si la inscripción finalizara en esta línea y a tenor de las diferentesexpresiones utilizadas en ella, así como del mensaje que se puede extraer,habría que pensar que su misión estaría enfocada a corroborar el poder imperialen una zona en la que, años antes, Albino había tenido importantes apoyos ensu lucha contra Septimio Severo y era necesario confirmar las lealtades. Noobstante, la Citerior aparece definida como provinciae Hispania Nova CiteriorAntoniniana y se añade post divissionem Provinciae en un caso y post divisamprovinciam en otro. Con estas palabras se inaugura el tema de la reorganiza-ción provincial llevada a cabo por Caracalla y aunque no afecta directamentea nuestro trabajo, es conveniente que queden reflejadas las diferentes posturas,para conseguir una aproximación a la misión que debía realizar el legado y surelación con el ejército hispano.

Tranoy constata en este periodo una concentración de poderes enAsturia y Gallaecia en torno a legados como C. Iulius Cerealis, quienescontrolan la administración a todos los niveles, sin embargo, le resulta difícildecantarse por considerar la creación de una provincia Nova o bien una simpledivisión interna dentro de la misma durante el periodo de Caracalla81. Le Rouxresuelve aceptando tal división de Hispania Citerior bajo Caracalla y lacreación de una nueva provincia designada como Hispania Nova CiteriorAntoniniana, que correspondería con Asturia y Gallaecia; incluso consideraque tal reorganización no sería anterior al año 21482.

Diego Santos mantiene una opinión algo diferente, por un lado proponeuna fórmula final para las inscripciones # 17 y # 18 más en consonancia conuna inscripción votiva: primus ab eo m[eritus o M(onumentum) posuit odicavit]. Debido a esta corrección y a descartar a Caracalla como autor de ladivisión de la Citerior, considera que C. Iulius Cerealis fue el responsable dela misma83. Por otro lado considera que en vez de tratarse de una división de laprovincia sería más bien un nuevo nombre que recibe la Citerior y en cuantoa las divisiones a las que se refiere el texto estaría dirigidas a las luchas entreSeptimio Severo y Albino84.

Como ya hemos advertido, en esta discusión subyace un problema decarácter administrativo y sólo nos afecta en función de la misión que desempe-ñara C. Iulius Cerealis. En cualquier caso, sin entrar en planteamientos másprofundos, lo que si parece evidente es que el viaje realizado a León vincula

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85 MATTINGLY, Virtues, 1937, 103-117; ETIENNE, Culte imperial, 1958, 320-333.86 ETIENNE, Culte imperial, 1958, 333.

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al legado de modo ineludible a las tropas ubicadas allí, y, ya sea para poner enmarcha una nueva organización, o bien para afirmar la lealtad de una zona degran interés económico hacia el emperador, lo cierto es que el ejércitolegionario supone un considerable apoyo en los dos casos, de ahí que C. IuliusCerealis pueda ser considerado como un perfecto enlace entre el emperador ysus tropas.

Uno de los mayores reflejos de lo que significó el culto imperial loencontramos en la proliferación de dedicaciones y templos dirigidos a lasllamadas “virtudes imperiales”85. Se trataba de abstracciones, virtudes oconceptos que fueron considerados dioses individualizados durante el ImperioRomano, y estuvieron en ocasiones ligados al culto imperial. Efectivamente,la figura del emperador era perfecta para hacer presentes, palpables y cercanasabstracciones de difícil personificación. Aunque algunas de ellas como Pax,Victoria, Fortuna, están especialmente relacionadas con el lado militar delemperador, en Hispania, sólo encontramos un testimonio que alude directamen-te a la aeternitas Imperii.

# 19. Ara de mármol hallada en Ntra. Sra. de Mélida junto a Colares(Sintra. Dto. Lisboa) y actualmente perdida.

Soli Aeterno / Lunae /3pro aeternitate im/peri et salute Imp(eratoris)Ca[es ?] L(ucii) / Septimi Severi Aug(usti) Pii et /6 [imp(eratoris)] Caes(aris)M(arci) Aureli Antonini / Aug(usti) Pii [et P(ublius) Septimi Getaenob(ilissimi).] / Drusus Valer(ius) Coelianus /9 [...]usi [leg(atus?)] Augusto-rum / cumu[...] Suale[...]ni[...] sua et / Q. Iulius Satur Q. Val[...] et Anto/1

2nius[...].

[CIL II 259; Cumont, 1896, 166; Etienne, 1958, 333; Balil, 1965, 50;García y Bellido, 1967, 35; Ribeiro, 1982-83, 206-209; Bendala, 1986, 397;RAP 432. En l. 8, García y Bellido, Bendala, Cumont, leen: Caes(aris) et[Iu]liae Aug(ustae) matris c(a)s[tr(orum)].]

Está dedicada a Sol Aeterno y a la Luna, a los que se pide pro saluteImperatoris. Hasta aquí todo correspondería a la primera fórmula contempladaanteriormente, sin embargo, ésta antepone a la salud del emperador: proaeternitate Imperii. De este modo aunque ambas expresiones están asociadascomo el propio Etienne reconociera, el Imperio se sitúa aquí delante delemperador86. En este momento la aeternitas Imperii ha sustituido a la

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aeternitas Augusti y este nuevo concepto es transmitido por los legadosimperiales a las provincias, tal como se refleja aquí. Podemos situar esteconcepto en el mismo marco ideológico que veíamos reflejado en la inscripción# 17; en este caso la salud de Caracalla y su madre Julia Domna estaba unidaa la diuturnitas Imperii. Se manifiesta a través de estas expresiones unaambigüedad que debía ser el reflejo de una ideología política que se intentabamantener. Por un lado, comenzaba a separarse el Imperium de sus gobernantes,no obstante, desde instancias oficiales se promovía una estrecha vinculación.Se transmitía que el Imperio era realmente Imperium populi Romani, y a la vezse implicaba al emperador en su continuidad, de tal forma que el destino deambos debía estar unido. Conceptos como aeternitas o diuturnitas referidas alImperio, así como salus referida al emperador, forman parte del mensajepolítico transmitido por los primeros emperadores de la dinastía severiana; estemensaje era necesario después de los acontecimientos que sucedieron en losaños 192-193 para asegurar, legitimar y propagar la nueva casa imperial.

El dedicante Drusus Valerius Coelianus en su función como legado enLusitania es transmisor de este mensaje. En cuanto a la dedicación a SolInvictus et Luna está en consonancia con el gusto personal de la nueva casaimperial, cuyos orígenes inclinaban sus devociones a dioses africanos y sirios.

La inscripción # 20 procede igualmente de la ciudad de León y es undocumento cuyas dudas al respecto nos obligarán a tratarlo en diferentesocasiones.

# 20. Lápida de mármol negro encontrada en León en 1911. Se trata dedos fragmentos labrados por la cara anterior, aunque Le Roux lee otrainscripción en el lado izquierdo. Parcialmente perdida, el fragmento conserva-do se encuentra en el Museo de la Catedral de León.

Minervae et I[unoni Victrici ac] / Patriae Conserv(atrici) [ prosal(ute) Iuliae Aug(ustae) ] matris /3 Imp(eratoris) Caes(aris) M(arci) Aur(elii)[Antonini et ] P(ublii) Septimi(i) / Severi [ Getae ...] / Pi[a]e Fel(icis)A[ug(ustae) et matris Senat]us et cast/6ror[um et Patriae ... s]acrum.

[AE 1911, 94; García y Bellido, 1967, nº 18; Tranoy, 1981, 172; LeRoux, 1982, 246, nº 254; IRPLE 25; Bendala Galán, 1986, nº 18; HEp 1, 1989,391; González Serrano, 1990, 174-175; Alvar, 1988/1993, 42.]

La inscripción se presenta en estado muy fragmentario y su reconstruc-ción a partir de dos copias y de un pequeño fragmento conservado en León, ha

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87 BENDALA GALÁN lee en lin. 1-2: Minerva et M(agna) D(eum) Matri I(daeae) /patriae conserv[atricibus] et N(unini); en lín. 3-4: imp(eratoris) Caes(aris) M(arci) Aur(elii)[Cari cur]ante Casti/no v(iro) c(onsulari) de[dicatum] e(x) v(oto). (1986, nº 18)

LE ROUX lee en lin. 1-2: Minervae d[eae] / patriae conserv[atrici i]m(peratoris)Caes(aris) M(arci) Aur[el(i); en lin. 3-4: S]everi [Alexandr(i / Aug(usti) P(ii) Fel(icis) ...]. Enel lado izquierdo; Dedic(atum) (ante diem) IIII Id(us) Iun(ias) / [Albi]no et / [Maxi]moco(n)s(ulibus). (1982, nº 254)

88 DIEGO SANTOS, IRPLE, 1986, 45-46.89 BENDALA, Orientalischen Religionen, 1986, 391, nº 18; GONZÁLEZ SERRANO,

Cibeles, 1990, 174-175; ALVAR, Cultos mistéricos, 1993, 42.90 LE ROUX, Armée, 1982, 247.

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dado pie a diversas interpretaciones87. Diremos en primer lugar que sólo pareceestar claro el encabezamiento en el que se puede leer la dedicación a Minerva,el resto ofrece principalmente dos posibilidades. Puesto que al final de la línea1, donde iría situado el nombre de la segunda divinidad no se puede leer, seintenta deducir aquél a partir de los títulos que aparecen en la línea 2: Patriaeconserv(atrici). Diego Santos se decanta por Juno88, que prefiere ademásVictrix en vez de Regina, como epíteto de la divinidad. A pesar de la corres-pondencia que podría existir con Jupiter Conservator, la ideología expresadaen este título no corresponde al gobierno de Caracalla y Geta que es enprincipio la fecha pensada para datar la presente inscripción. Antes deabandonar esta primera propuesta hay que aludir a quien se considera el objetode la dedicación, Julia Domna como madre de Caracalla y Geta, a la que se leañaden los títulos mater Senatus et castrorum et Patriae.

Frente a esta propuesta que considera las divinidades mencionadascomo plenamente romanas surge otra que considera a Cibeles como la parejaque acompaña a Minerva89. A partir de aquí, toda la interpretación es diferente,situándose en época del emperador Caro y modificando por tanto el objeto dela dedicación considerándose ahora al numen Imperatoris. La nueva posibili-dad presentada por estos autores será discutida en el epígrafe correspondienteal culto oriental, aunque también allí tengamos que hacer referencia a larelación de Cibeles con el culto imperial expresado.

A estas dos posturas viene a unirse otra nueva planteada por Le Roux.Según él, sólo se menciona a la diosa Minerva que asume los títulos DeaPatriae Conservatrici; sitúa la dedicación en época de Alejandro Severo porel que se ruega90. Suponemos que esta nueva interpretación surgirá a partir deaceptar la inscripción situada en el lado izquierdo, en la cual aparece la fechadel 10 de junio del año 227. La coincidencia con el día en que se celebraba elaniversario de la legio VII Gemina ha hecho pensar a Le Roux que el presentetexto se encontraría entre las dedicaciones militares colectivas dirigidas alemperador; la desaparición del fragmento inferior de la legión impide saber si

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91 LE ROUX, Armée, 1982, 247.92 HEp 2, 1990, 154.

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la dedicación fue realizada por toda la legión en conjunto o por un grupo desoldados u oficiales de la misma91.

A pesar de la rotunda conclusión de Le Roux, sólo hemos conseguidoemplazar el problema a un nuevo aspecto: comprobar si las inscripciones queaparecen a ambos lados de la lápida corresponden a una misma época. De serasí, la solución y aclaración de la lectura la ofrece el propio autor; no obstante,ante la duda en esa coincidencia de fechas el problema anterior, si se trata deun culto netamente romano o uno de origen oriental sigue vigente.

Eludiendo los problemas que plantea la inscripción # 20 y sin pretenderrestarle la importancia a la solución de los mismos, haciendo un resumenextremadamente sintético, concluimos en este momento que, al margen delemperador concreto o miembro de la familia imperial a quien vaya dirigida lainscripción, tenemos la completa seguridad, por los escasos títulos que sepueden leer, que se trata de una dedicación imperial; y por otra parte, dejandoa un lado la posible segunda divinidad que aparezca, lo único seguro es queMinerva sí lo hace; por tanto la relación entre Minerva y la casa imperial seconstata en esta inscripción. Aunque se desconoce el grupo o personaje queofrece la dedicación, todo apunta hacia alguno relacionado de un modo más omenos directo con la legio VII Gemina situada en León.

Dejando ya los dioses capitolinos encontramos otra inscripciónvinculada al culto imperial que admite la posibilidad de estar dedicada a Marte;la # 21 procede de Bande (Orense) . Se trata de una lápida que tambiénmantiene aún muchos puntos oscuros92.

# 21. Cipo de granito encontrado en la pared de una casa cercana a laiglesia visigótica de Santa Comba de Bande. Medidas: 72 x 27 x 27 cm. Fuetrasladado al Museo Arqueológico de Orense.

[Marti], / p[ro] salut[e] /3 [I]uliae Au[gus/ta]e, matri / [c]astror(um)[e]t Aug(usti), o(ptio) Lu[c(ius)] / Didius Ma/6<s>rinus, [c(ohortis)] / I(civium) R(omanorum) . (miliariae) Dalmatorum), d[e]/dicavit.

[CIL II 2529; AE 1911,5; IRG IV 104; Rodríguez Colmenero, 1977,403; Ídem. 1987, nº 44; Santos, 1986/87, 105; Ídem. 1988, 211-212; Lomas,1989, 275; HEp 2, 1990, 513.]

Su dedicación a Marte no estaba clara y aún hoy no es totalmenteaceptada ya que se dedujo de otro exvoto ofrecido en Astorga por el mismo

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93 Correspondiente al # 52; ILS 9240.94 ETIENNE, Culte imperial, 1958, 340-343.

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personaje, L. Didius Marinus, a Marte Gradivo. En la que nos ocupamos ahora,se ruega pro salute de Julia Domna que aparece con el título de matercastrorum et Augusti, quedando de nuevo patente la intención de aproximarla familia imperial al ejército romano.

Según la lectura ofrecida por Rodríguez Colmenero, el oferente de lainscripción ocuparía el cargo de optio en la primera cohorte. En la inscripciónde Astorga93 le vemos desempeñando una procuratela en esta ciudad lo queconfirma su promoción social y explica su vinculación a la casa imperial. Elhecho de que ambas inscripciones estén dedicadas a Marte nos aporta la ideade una preferencia personal de L. Didio Marino por esta divinidad que, sinembargo, no está exenta de influencias externas procedentes de una claraaspiración social.

El hecho de que Marte sustituya a las divinidades que tradicionalmentehan sido elegidas para hacer los vota por miembros de la familia imperial, porun lado vincula especialmente esta divinidad a la dinastía Severa y por otro, aesta misma dinastía la relaciona estrechamente con el ejército, a través de lostítulos imperiales y de Marte, dios guerrero considerado siempre ligado desdeel punto de vista religioso a aquél. Se establece por tanto un triángulo cuyosvértices son: casa imperial - ejército - religión, que ya hemos podido apreciary que veremos en este libro. Señalamos de momento que se puede observar unarelación muy especial entre un miembro de la casa imperial, Julia Domna y elejército hispano, ya que las inscripciones así lo manifiestan y que está almargen de las divinidades escogidas para los vota.

Un nuevo grupo de inscripciones nos presenta otra forma de expresarlo que consideramos como culto imperial, se trata de aquéllas que van dirigidasa divinidades acompañadas del epíteto augusto o augusta. En torno a ellas elprimer problema que se plantea es el objeto de la dedicación, la divinidad o elemperador; Etienne ya planteó este problema y las diferentes opiniones sobreel mismo94, para concluir que en realidad estas inscripciones están dedicadasa las divinidades, pero éstas pierden su carácter habitual para volcar su podero protección sobre el emperador. Es como si cada emperador tuviese con ladivinidad una relación especial que la hiciera ser particular y propia. En estaidea se puede incluir además, que cada dinastía y más concretamente cadaemperador tiene una preferencia especial por alguna divinidad, así ésta formaparte de un mensaje ideológico que se pretende transmitir. De nuevo, larelación entre religión y política o especialmente entre divinidades y emperadorse pone de manifiesto en documentos epigráficos que obligan a un importanteesfuerzo por no deslindar lo que permaneció unido durante varios siglos.

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95 En la lectura ofrecida hemos seguido la transcripción de S. Perea Yébenes, (1991,193): optio > censoris; sin embargo, a través de una comunicación verbal suya hemos conocidoque actualmente prefiere interpretar el cargo del dedicante: optio > Censoris, es decir, de lacenturia de Censor, siendo éste el nombre del centurión bajo cuyas órdenes está Lucio ValerioPaterno.

96 SUET. Galba, IX, 5-6.

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La inscripción # 22 hallada en Clunia es un buen ejemplo delsignificado político que puede suponer la adjudicación a Júpiter de un epítetoconcreto.

# 22. Ara votiva procedente de una vieja colección de Aranda de Duero(Burgos) a 30 Km de Clunia. Realizada en piedra caliza, está fragmentada ensu parte superior y central derecha, y tiene el foculus erosionado. Presentaademás dos anchas molduras, con dos listeles, que limitan el campo de lainscripción por arriba y por abajo. Medidas: 94 x 45,5 x 45,5 cm. Hoy seencuentra en el domicilio particular del pintor J. Vela Zanetti en Milagros(Burgos).

Iovi Aug(usto) / Ultori sacrum, /3 L(ucius) Valerius Pater[nus], /mil(es) leg(ionis) X Gem(inae), / optio > /6 Censoris, exs / voto.

[ILS 9239; AE 1908, 147; AE 1971, 205; García y Bellido, 1971, 151-152; Roldán, 1974, nº 554; Le Roux, 1981, nº 3; Ídem. 1982, 182, nº 38; Palol/ Vilella, 1987, nº 8; Crespo, 1987, nº 28; Perea Yébenes, 1991, 193-199; HEp4, 1994, 194.]

El dedicante, Lucio Valerio Paterno, que se define como soldado de lalegio X Gemina y que además ocupó el cargo optio95, hace un voto a IoviAugusto Ultori. Ambos epítetos forman parte de un mismo mensaje políticoque quiere enviarse en un período muy concreto del Imperio, por ello seránanalizados aquí de forma conjunta. La fecha de realización coincide con ellevantamiento armado que protagonizó Galba y que tuvo su origen en Clunia96;de esto da fe el nombre de la legión. El primer título concedido a Júpiter,estaría conforme con la concepción augustea del poder, con la que Galba queríaentroncar; en realidad, a través de esta expresión se muestra un intento delegitimar un poder, que, por primera vez en más de un siglo se desvinculaba dela dinastía imperial que inaugurara Augusto. Dicho poder se había conseguidoa través de un levantamiento y con apoyo militar; en este sentido se debeentender también el segundo epíteto. Ultor: está constatado preferentemente enrelación a Marte y podría en este caso aludir en principio, al sector de lasociedad que ha propiciado el alzamiento y la consecución del poder; por otro

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97 GONZÁLEZ, Cohors V Baetica, 1994, 179-188.98 ILER 394.

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lado, aludiría al espíritu vengador que Galba quería transmitir. De esta forma,el nuevo emperador es presentado como el que una vez vengadas las afrentascometidas por los últimos emperadores de la dinastía Julio-Claudia, restableceel orden político cuyo origen inicial se encontraba en Augusto; comprobamosde este modo la enorme carga ideológica y política que encierra no sólo laelección de Júpiter para los votos, sino también de los epítetos que laacompañan.

Procedente de Los Corrales (Sevilla), nos llega la inscripción # 23, enmuy mal estado de conservación lo que dificulta considerablemente su lectura.

# 23. Ara encontrada en Los Corrales, localidad próxima a Osuna(Sevilla) en 1971. Es un fragmento de pedestal circular de mármol blanco enmuy mal estado de conservación, afectando gravemente al texto. Medidas: 66x 52 cm. Letras: 6 - 7 cm. Se encuentra en el Museo Arqueológico Provincialde Sevilla (inv. Nº 13598).

[Mine]rvae Aug(ustae) sacrum, / [ - - - ]nius Q/uirina tribu) Optatus,/3 [ - - - c]ohortis V Baeticae / [ - - - ] [ - - - ] [ - - - ]ores / [ - - - ].

[González, 1994, 180; HEp 6, 1996, 868.]

J. González identifica a Minerva Augusta y considera que lainscripción fue realizada por un personaje de difícil identificación pero,perteneciente a la cohors V Baetica97. Poco podemos añadir sobre la intencióndel dedicante al realizar esta ofrenda más que constatar un culto a MinervaAugusta, en principio de carácter privado aunque conocemos uno más amplioy público en Tarragona donde está atestiguada la existencia de un templodedicado a esta divinidad98. El interés de esta lápida se refiere principalmenteal problema del reclutamiento en el sur peninsular; esta inscripción junto conotros datos aportados por el autor antes citado parecen asegurar esta hipótesis.La fecha propuesta para datar el texto corresponde a mediados del siglo II d.C., fecha que coincide con un auge del culto imperial en la Bética, al iniciarsela dinastía con emperadores originarios de esta provincia.

No sólo las divinidades capitolinas por su vinculación al poder sonsusceptibles de llevar el epíteto augusto/a; todas las divinidades, inclusoaquellas que tienen un origen extranjero pueden admitir este sobrenombre. Lasinscripciones # 24, # 25 y # 26 son de este tipo.

# 24. Inscripción hallada en Arancón (Soria)

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99 JIMENO, ERPS, 1980, 46; HERNÁNDEZ GUERRA, Pelendones, 1993, 47.

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Aug(usto) [...], / M(arcus) Octavius /3 Paternus, miles ann(orum) XX/ obiit B. N. Br/ateo p(ater) f(aciendum) c(uravit).

[CIL II 2835; Jimeno, 1980, nº 46; Hernández Guerra, 1993, nº 47.]

Jimeno y Hernández Guerra coinciden en adjudicar el espacio de laprimera línea a Marte, aunque la explicación que da el primero no es del todoconvincente99. Existe un alto riesgo al deducir una determinada palabra porconsideraciones generales. El dedicante está relacionado con el mundo militar,

aunque eso no basta para adjudicar la dedicación a Marte. En primer lugar,el dedicante debía ser el soldado M. Octavius Paternus, no obstante, su muertehizo que su padre Brateo se preocupara de hacer la ofrenda. Por lo tanto, o bienel soldado dejó expresas instrucciones para realizar la inscripción, o bien, si setratara de Marte, estaría relacionado de algún modo con los dii inferi. Tambiénes desconcertante que en un texto como el presente, la divinidad vayaacompañada del epíteto augusto puesto que la posible vinculación al emperadorde ambos dedicantes ofrece serias dudas.

# 25. Ara votiva encontrada en 1802 durante los trabajos de construc-ción próximos a la muralla de Lugo. Es un ara de granito deteriorada en la parteque ocupa la inscripción. Dim.: 107 x 47,5 x 32 cm. Se encuentra actualmenteen el Museo Provincial de Lugo.

Augg(ustis duobus) sa/crum Laribus /3 Vialibus, M. M(arcii) / AniiVerus / et Verianus, /6 >> (centuriones) l[e]gg(ionum duarum), pa/ter et filius/ ex voto.

[CIL II 2572; MMAP 9-10, 24; IRG II 31; ILER 593; AE 1973, 293; LeRoux / Tranoy, 1973, 228-230; IRPLU 22; Blázquez, 1973, 140; Santos,1984/85, 42; Piernavieja, 1988, 369-370. En l. 1, Vives, Vázquez Saco /Vázquez Seijas, Piernavieja, leen: Aug(usti) Lar(ibus) Sa; Blázquez: Aug(usto)C[aes(ari)] vel Augg[ustis?] sacrum. En l. 3-6, Vázquez Saco / VázquezSeijas: M(arcus) M / annius Varus / [v]eteranus / ducenarius leg(ionis) (VII)G(eminae). En l. 6, Blázquez, Le Roux, Tranoy: (centuria) I GG(igurrorum)].

La inscripción está dedicada a los dos Augustos y a los Lares Viales;no utilizan la primera fórmula que veíamos: pro salute Imperatoris, ni añadenel epíteto augusto a los Lares Viales. Vives, Vázquez Saco-Vázquez Seijas, y

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100 VIVES, ILER 593; VÁZQUEZ SACO / VÁZQUEZ SEIJAS, IRG II, 31;PIERNAVIEJA, Homenaje a García y Bellido V, 1988, 369-370.

101 LE ROUX/TRANOY, Galice, 1973, 228-230. Se da además la circunstancia de queotra inscripción procedente esta vez de Orense, pero también dentro del territorio de los Gigurri,menciona a un personaje que ocupó diferentes puestos tanto en el ala I Gigurrorum como en lalegio II Augusta (en el presente corpus aparece con el nº 55).

102 MANGAS, Römische Religion, 1986, 307.

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Piernavieja sí contemplan esta posibilidad100; sin embargo, detrás de Augg. yhasta Laribus se puede intuir otra palabra que perfectamente podría ser sacrumy que separa ambos miembros de la dedicación. La presente inscripción estádedicada por dos centuriones M. Annius Verus y M. Annius Verianus, padre ehijo respectivamente. Hasta aquí los pocos datos fiables que ofrece la lápidadebido a la dificultad de lectura que entraña. Se discute sobre la posibilidad deque ambos centuriones pertenecieran a la legio II Augusta, sin embargo, LeRoux y Tranoy proponen leer I Gigurrorum haciendo quizás referencia al alaI Gigurrorum101.

Ahora bien, en cualquiera de los casos, el sentido de dicha inscripciónpuede ser entendido desde dos posturas diferentes que pueden llegar a confluir.Por una parte, si la consideramos como una realización privada de un votohecho por dos miembros de una familia, podríamos entenderla como una acciónde gracias por un viaje que ambos tuvieran que realizar, o bien por una misiónque tuvieran que cumplir relacionada con los difíciles caminos de esta región,o con la importante vía que atravesaba Lucus Augusti. No obstante, nopodemos olvidar el comienzo del texto, interpretado como Augusti/orum; porél podríamos señalar una función política de los Lares Viales en el norte dePortugal y Galicia, tal y como ya indicara J. Mangas102. Esta función la realizanno tanto como dioses de los caminos y encrucijadas, sino como divinidadesfácilmente asimilables a dioses indígenas que cumplían un mismo cometido;a través de dicha asimilación, la penetración y aceptación del poder romano sefue haciendo más efectiva, e incluso la integración de nuevos elementosextraños a los pueblos del noroeste se facilitaba a través de compartir unpanteón similar.

# 26. Ara votiva encontrada en la iglesia de Campo (Villadecanes,León). Es una piedra de granito terminada en frontón. Medidas: 55 x 38 x 29cm. A partir del año 1963, se encuentra en el Museo Municipal de Cacabelos(León).

Ny(mphis) / Aug(ustis) [.] /3Camenis / Granius / Sabinus /6 leg(atus)Aug(usti) / [. . . ].

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103 RABANAL, Fuentes, 1982, nº 154.104 DIEGO SANTOS, IRPLE, 65-6, nº 48.105 MANGAS, CIAR I, 1986, 68.

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[García y Bellido, 1966, 131; AE 1967, 243; Alföldy, 1969, 111;Quintana Prieto, 1969, 45-46; Blázquez, 1975, 51; Pastor Muñoz, 1981, 268;Tranoy, 1981, 310; Rabanal, 1982, nº 154; IRPLE 48; Mangas, 1986, taf. 3,abb. 6; Ídem. CIAR I, 1986, 68; Mañanes Pérez, 1988, 139; HEp 1, 1989, 387;Lomas, 1989, 127; HEp 2, 1990, 444; Caballos, 1990, 1-2, 377, nº I 24;Blázquez, 1992, 199. En l. 1, Diego lee: Sa[luti] En l. 2, Diego lee: Aug(ustae)P(erpetuae). En l. 3, Pastor, lee: Camenio (dios indígena).]

Rabanal Alonso proponía iniciar el texto en lo que actualmente seconsidera la línea 3, en la que se puede leer: Camenis; según esto la inscripciónestaría dedicada a las musas “camenas”103. Sin embargo, se pueden apreciartrazos de letras dos líneas más arriba que Diego Santos había desarrolladocomo Saluti / Augustae Perpetuae104. Las propuestas más recientes estánrepresentadas por J. Mangas que lee Nymphis Augustis...105. La últimapropuesta es la que parece más aceptable por los trazos que se perciben de lasletras y además es perfectamente posible ya que las Camenas eran en Roma lasNinfas de las fuentes antes de ser asimiladas a las Musas. El conocimiento deeste hecho está al alcance del dedicante Granius Sabinus, que actuaba comolegatus Augusti. Su cargo y su misión en León justificaría su dedicación a lasNinfas con el epíteto Augustis.

A la vista de estos testimonios epigráficos podemos asegurar que elemperador era para el ejército romano algo más que su comandante en jefe. Lapropaganda imperial transmitida desde los centros de poder procurabamantener en vigor unos lazos basados en la lealtad y la obediencia, queasegurase la continuidad de ese mismo poder. Por tanto, los soldados, jefes yoficiales eran un buen receptáculo para dicha propaganda, se servían de ella,y sin poner en tela de juicio el alcance de sus creencias personales, la utilizabanpara conseguir objetivos profesionales, económicos, sociales e inclusopolíticos.

En resumen, constatamos un importante desarrollo del culto imperialdentro del ejército romano aunque manifestado de diferentes formas a comosucede en la población civil. El ejército como transmisor de dicho cultoadquiere gran importancia sobre todo en sus orígenes, de forma semejante acomo actúa respecto a otros cultos. Finalmente los legados portadores de laideología religioso-política que se pretende difundir desde Roma, inciden deforma contundente en las tropas sobre las que ejercen su mando; el culto quedetectamos dentro del ejército y dirigido hacia el emperador mantiene el

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carácter público y oficial que comparten otros cultos. A través de estostestimonios se descubre un culto imperial promovido por las altas esferasmilitares y administrativas, que de este modo se ocupan de asegurar la lealtaden territorios que no siempre son conflictivos desde el punto de vista militar,pero sí encubren fuertes intereses imperiales desde el punto de vista económi-co.

Dentro de los campamentos, el culto imperial está atestiguado porinscripciones en altares honoríficos que honran a los emperadores, por lugaressagrados en los que las imágenes imperiales son veneradas y por juramentosque recuerdan al soldado su obligada lealtad para con el emperador y conRoma.

1 El estudio de este documento epigráfico fue realizado por FINK / HOEY ySNYDER, Feriale Duranum, 1940, 11-210. Ver también FINK, Roman Military Records onPapyrus, 1971, 422-429. Además de los datos que se pueden extraer, el documento es importanteporque supone un nuevo planteamiento de la religión del ejército romano, hasta entonces

dominado por los estudios de Domaszewski.

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2

EL CALENDARIORELIGIOSO-MILITAR

DEL EJÉRCITO ROMANO

Las manifestaciones religiosas de carácter público y oficial del ejércitoromano siguen un programa político fijado en Roma, que en el Imperio aúnala tradición republicana con la propaganda imperial y tienen su reflejo endeterminadas fiestas del calendario militar.

El calendario festivo respetado por el ejército romano durante elImperio mantiene, respecto al republicano, unas festividades concretas eincorpora otras nuevas relacionadas con el emperador. En realidad, lascaracterísticas que predominaban en el calendario republicano, siguenhaciéndolo en el imperial; por una parte la movilidad de las fiestas es ahoramás acusada ya que el cambio continuo de poder en la casa imperial obliga aello y por otra parte, es muy probable que se pueda hablar de cierta uniformi-dad en la adjudicación de las fiestas para todas las tropas estacionadas a lolargo del territorio imperial.

El Feriale Duranum

El principal documento de que disponemos para conocer el calendarioes el llamado Feriale Duranum1, encontrado en las excavaciones que sellevaron a cabo en el Éufrates, concretamente en Dura-Europos. Conocidocomo P Dura 54 (inv. D.P. 2) es uno de los papiros latinos correspondientes alos archivos de la guarnición romana en Dura que fueron descubiertos duranteel período 1931-1932 en la sala W13 del templo de Artemis Azzanathkona. Eldocumento corresponde al officium de la cohors XX Palmyrenorum. La fechaen que fue utilizado puede situarse durante el reinado de Severo Alejandro y

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2 Sobre la fecha ver el estudio de H. W. BENARIO, “The Date of the FerialeDuranum”, Historia 11, 1962, 192-196.

3 El texto se distribuye en columnas separadas unas de otras por espacios en blanco.Cada columna estaba compuesta de varias líneas que se inician con una fecha en concreto,cuando nos refiramos a ellas lo haremos expresando en primer lugar la columna y después elnúmero de línea.

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concretamente, entre el 225 y el 2272, tras la cual fue desechado, bien porquese encontraba muy estropeado por el uso, o bien por los acontecimientos quese sucedían en la casa imperial y que obligaban a continuas revisiones.

El Feriale Duranum es una lista de celebraciones seleccionadas quecontiene únicamente dies festi, sin mención de otros días; posee determinadascaracterísticas que le hacen muy útil para el estudio que nos proponemos yaque a su carácter eminentemente militar hay que señalar su importante carácteroficial, tradicional y estándar. Su carácter oficial lo sugiere el tipo de letra,capital cuadrada y la lengua empleada, el latín; igualmente queda confirmadopor el contenido de la lista, donde están incluidos todos los elementos de lareligión oficial del período a que corresponde. Respecto a su carácter estándar,conviene indicar que no se trata de una lista de fiestas destinadas a un cuerpoconcreto del ejército, al contrario, no hay referencias locales ni particulares,por lo que, puede bien ser considerado válido para el resto de las divisiones delejército, salvo escasas variables locales. Por último, el Feriale Duranum tienetambién un carácter tradicional, de tal modo que resultaría así tras un largodesarrollo en el tiempo, en el curso del cual, se fueron añadiendo o sustituyen-do fiestas y conservando algunas otras. Fink, Hoey y Snyder consideran queestas características son importantes en la medida en que permiten elaborarconclusiones generales sobre la vida religiosa oficial de todo el ejércitoromano; apuntan además la dificultad de reconstruir la historia del Ferialecomo documento. Parece evidente considerar que, aunque el texto estuvieseprescrito desde Roma, no sería redactado allí, donde únicamente se realizaríanlas copias completas de las listas revisadas al comienzo de cada reinado yenviadas a los gobernadores de las provincias militares. Las adiciones oalteraciones a lo largo del gobierno de cada emperador serían comunicadas porcarta; así, las nuevas listas expresando los cambios serían redactadas en losdespachos de los gobernadores y enviadas a los comandantes de las guarnicio-nes; pues bien, el Feriale sería un documento de este tipo.

Del estudio de Fink, Hoey y Snyder se deduce que es muy probable quealgunas reconstrucciones no sean exactas, y que hay lagunas imposibles derellenar, no obstante, existen “entradas” mencionando fiestas que no ofrecendudas y a partir de todo ello, se consiguen obtener una serie de conclusiones,algunas de ellas novedosas y otras ya supuestas anteriormente y que, enrealidad, son las que conforman la verdadera importancia de este documento3.

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4 En este caso la festividad no se encuentra reflejada explícitamente pero a tenor de lasletras que aparecen y de la fecha que se puede deducir, parece estar muy clara para FINK, HOEYy SNYDER, Feriale Duranum, 1940, 160.

5 FINK, HOEY y SNYDER, Feriale Duranum, 1940, 174 y 184.6 DOMASZEWSKI, Die Religion, 1895, 78.

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Por lo que hace referencia a la religión oficial, sorprendió la apariciónen el Feriale de distintas fiestas:

QUINQUATRIA: xiiii kal(endas) apriles ob diem quinq[u]a[trio]r[um]suppl[ic]atio). (Col. II, 1).

VESTALIA: [v] id[us i]unias ob vestalia Veste supplicat[io]). (Col. II,15).

NEPTUNALIA: [x kal(endas) augus]tas ob diem neptunaliorumsupplicatio [i]mm[o]latio). (Col. II, 22).

SATURNALIA4. [xvi k]a[l(endas) ianuar]ia[s - - -]...[- - - sup]pli[c]a-ti[o] / [i]n x [kal(endas) eas]dem[... (Col. IV, 7-8).

Estas fiestas son consideradas feriae publicae y hasta su mención enel texto, se creía que su celebración estaba restringida a la población civil y noformaba parte de la vida religiosa de los militares. Precisamente esta era unade las diferencias establecidas al principio para considerar la religión delejército diferente.

Existe en el Feriale un espacio importante destinado a celebracionesrelacionadas con el culto imperial. El culto de cada divus encontró un lugar enel ámbito militar, de igual modo que lo tuvo en el calendario civil; fue Augustoquién inauguró el culto de los divi en el ejército, a tenor de una entrada queaparece en el texto:

[iiii idus iul]ias ob natalem divi Iuli divo Iulio b(ovem) m(arem). (Col.II, 21).

La mención del divus Iulius, con toda probabilidad, no indica un cultocontemporáneo del mismo; más bien parece indicar que a pesar de ser el primerdivus, él no recibiría culto estatal junto con los otros divi, cuya lista empezaríaregularmente con Augusto, quizá porque no se trataría del primer princeps sinode un dictador5.

Por lo que hace referencia al culto al Genius del emperador reinante,Domaszewski pensó que no tenía lugar en el ejército romano hasta SeptimioSevero6, pero en el Feriale aparece dicho culto como producto de una tradicióncontinua, sin cambios significativos en la época de Septimio Severo.

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7 Para una aproximación a estos rituales ver: BOUCHÈ - LECLERCQ, “Auspicia”, DAI1, 1969, 580-585; BASSANOFF, Evocatio, 1947; BOUCHÈ-LECLERCQ, “Lustratio”, DA III,1969, 1405-1432; ÍDEM, “Devotio”, DA II1, 1969, 113-19.

8 GILLIAM, Feriale, 1954, 183-197.

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Estas aportaciones y otras deducciones llevaron a Fink, Hoey y Snydera considerar que la religión oficial del ejército y la religión oficial del Estadoromano eran esencialmente la misma.

A partir de esta publicación y del nuevo enfoque que proporciona seinician nuevos estudios, entre ellos el de Nock, que relaciona el ejércitoromano y el año religioso. Basa sus conclusiones en el Feriale y así clasificalos días festejados en tres grupos: el primero recoge las celebracionesimperiales, el segundo, ciertos festivales de carácter público y el tercero,celebraciones de carácter propiamente militar. En cuanto al primer grupo, nohay duda respecto a su conexión con el ejército; en relación al segundo, Nockcoincide con Hoey en afirmar que las feriae publicae son celebradas por elejército como una de sus obligaciones aunque no estén conectadas directamentecon la vida militar. Considera, no obstante, que la vida militar requierecelebraciones religiosas propias, como auspicia, lustratio, evocatio, devotio7.

Para Nock, más importante que el significado de los días festivos queaparecen en el calendario militar, es el hecho de comprender el propósito de lapolítica oficial romana que se pueda extraer del Feriale. Para ello retoma laidea de romanización a la que aludían Fink, Hoey y Snyder, para concluir queel ejército participaba en este proceso, aunque no existiese una políticaconsciente que estuviera encaminada a procurarlo. Nock hace además unaaportación importante respecto a la intromisión del Estado en la vida religiosade los militares; dicho análisis lleva al autor a afirmar que pese a haber ciertauniformidad en lo que a los cultos se refiere, las unidades individuales, engeneral, tenían bastante libertad de acción respecto a ellos. En definitiva llegaa la conclusión de que el Feriale no era totalmente religioso, ni tampococonstituía toda la religión de los soldados.

Posteriormente se publica un trabajo de Gilliam en el que se manifiestade acuerdo con las conclusiones y además añade tres consideraciones que creeimportantes8. En primer lugar, propone discutir el propósito del Feriale militarcuando este fue establecido; en segundo lugar, considerar la distribución de lasfiestas que se mencionan en él y su valoración; y finalmente, examinar tressecciones del texto que merecen un estudio particular. Partiendo de la idea deque el documento es consecuencia de un Feriale militar que iniciaría Augustoy también del conocimiento del programa político y religioso de Augusto,parece lógico pensar que el calendario original incluiría un mayor número deferiae publicae que el Feriale Duranum del siglo III, en el que predomina elculto imperial. No obstante, también señala que para los soldados, la observan-

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9 Helgeland, considera que cada fiesta sería mencionada en las líneas que se hanperdido correspondientes al mes de Octubre, Army, 1978, 1488.

10 La fecha exacta no se puede leer claramente, cualquiera de los tres días, el 9, el 10y el 11, pueden ser. Sobre estas fiestas ver también, A. S. HOEY, “Rosaliae Signorum”, HTR 30,1937, 15-35 y HELGELAND, Army, 1978, 1477.

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cia de esas feriae tenían diferentes significados, variando según el periodo y laregión; y concluye que es presumible que en Dura y en tiempos de SeveroAlejandro las feriae no tenían mucho significado religioso, quizá menos quelas celebraciones relacionadas con los estandartes. Segundo, tras una rápidamirada sobre los días festivos, considera Gilliam que la elección de esos díasse realizó sin tener en cuenta la planificación del descanso; las celebracionesse realizaban siguiendo una tradición, más que siguiendo una convenienteplanificación de las vacaciones de los soldados.

En el Feriale aparecen una serie de fiestas que se remontan al periodorepublicano como los Quinquatria (col. II, 1) y el Armilustrium9, ambasrelacionadas estrechamente con la purificación del ejército, y fijadas en el 19de Marzo y Octubre respectivamente. Otras fiestas las Rosaliae Signorum, muyvinculadas al culto dirigido a los estandartes, son mencionadas dos veces: unaprimera celebración corresponde a un día entre el 9 y el 11 de Mayo10 y lasegunda al 31 del mismo mes:

vi. i[du]s maias ob rosalias sign[o]rum supplicatio. (Col. II, 8).

pr[i]d[ie] kal(endas) iunias ob rosalias signorum suppl[i]catio. (Col.II, 14)

Hay por supuesto, fiestas dedicadas a divinidades pertenecientes todasellas al panteón oficial romano; así a Marte queda dedicado el 1 de Marzo (col.I, 19-20), a Vesta el 9 de Junio (celebración de las Vestalia, col. II, 15), aNeptuno, el 23 de Julio (Neptunalia, col. II, 22), a Salus el 5 de Agosto (col. II,25); en ellas se ofrecen votos y animales a dioses aún más relacionados con elpoder central de Roma, principalmente, Júpiter Óptimo Máximo, Juno Regina;Minerva, es decir, los dioses capitolinos.

Además de estas fiestas que son constatadas por el Feriale Duranumy otras que se suponen como las Saturnalia, destaca el gran número de díasfestivos relacionados con el emperador. El primero de ellos se celebra el tercerdía del año y repite la fórmula que aparece en numerosas inscripciones: obsalutem domini nostri...(col. I,.2); hace referencia al sacramentum y añade obaeternitate impe[ri p(opuli) r(omani)..] (col. I,. 3-4):

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(1) [iii nonas ianuarias quod solvantur ac nun-cupentur v]ota et ob salutem

(2) [domini nostri Marci Aureli Severi Alexandri aug(usti) et obaetern]itatem

(3) [impe]ri p(opuli) [r(omani), Iovi O(ptimo) M(aximo) b(ovem) m(arem), Iunoni b(ovem)

(4) f(eminam), Minervae b(ovem) f(eminam), Iovi Victori] b(ovem) m(arem)

(5) [....] .s. [- - - - ca 14 - - - -Marti Patri taurum, Marti Victorita]urum

(6) [Vict]oriae b(ovem) [f(eminam), - - - - - ca 43 - - - -]

Se demuestra así la idea que venimos considerando, la identificaciónde la salud del emperador con la seguridad del imperio; con este motivo comofondo se realizaban sacrificios a Júpiter Óptimo Máximo, a Juno Regina, aMinerva, a Júpiter Víctor, a Mars Pater, Mars Victor, a Victoria..., divinidadesen las que se combina perfectamente oficialidad y preferencia militar (col. I,.2-6).

También se realizaban sacrificios con ocasión de su aclamación comoimperator por parte del ejército (col. I, 23-26) y por la concesión de otrostítulos al emperador como Augustus, Pater Patriae y Pontifex Maximus (col.I, 27-28):

(23) iii i[d]us m[artias quod] imp(erator) [caesar M(arcus)Aurelius Severus Alexander imperator

(24) ap[pellat]u[s sit Io]vi b(ovem) m(arem), [Iunoni b(ovem)f(eminam), Minervae b(ovem) f(eminam) - - - - ca 12 - - - -Ma]rti b(ovem) m(arem); [et quod]

(25) [a mi]litib[us . . .]aug [imp(erator) caesar Marcus AureliusSeverus Alexande]r aug(ustus) [...

(26) [primo] imp[erator] apel[latus sit supplicatio ...]

En el primer caso aparecen mencionados sacrificios a Júpiter, Juno yMinerva y Marte y en el segundo se destinan al Genius del emperador. No sólose festejan estas ocasiones, en realidad, toda la vida del emperador política ypersonal, está reflejada en el calendario militar; de esta forma aparecen tambiénlos días en que se produjo su proclamación como César y la adopción de la togaviril, en los que se realiza un sacrificio (col. II, 16-17) o su primera designaciónde cónsul (col. II, 18). Incluso las fiestas personales que atañen a miembros dela familia imperial, amplían su radio de acción a los campamentos romanos,como los aniversarios de Julia Mamea (col. II, 26) o de Julia Maesa (col. II, 7).

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En esta última parte en la que hemos considerado las fiestas que serelacionan directamente con la vida pública y personal del emperador no se hanseñalado los días concretos, ya que pertenecen exclusivamente al emperadorSevero Alejandro y sólo sirven para él; hay que suponer que para los otrosemperadores los motivos de celebración serían prácticamente los mismos, perosus fechas corresponderían a otros días del año. Hemos de tener en cuenta queel culto dedicado al emperador fue creciendo a lo largo del tiempo, y que tuvosus momentos de mayor y menor auge, y esta realidad se reflejaría con todaseguridad en los días dedicados a él en los diferentes calendarios, también enel militar.

Entre los días señalados como festivos en el calendario militar de DuraEuropos, figuran los nombres de personajes ajenos a la familia imperialreinante en ese momento, pero con los que se pretendía entroncar ideológica-mente por su gran prestigio como gobernantes y como militares, así como porsu contribución a la expansión y consolidación del Imperio; por ejemplo,aparece Adriano:

vii[ii kal(endas)] februarias ob nata[lemm divi Hadriani divoHadriano b(ovem) m(arem)]. (Col. I, 13).

Septimio Severo aparece mencionado como conquistador de Partia,emulando al gran Trajano, los días 24 y 28 de Enero:

v k[a]l(endas) [feb]rarias ob v[i]ctori[as arabicam et adiabenicam etparthica]m maxi / m[a]m divi Seve[ri e]t ob [imperium divi Traiani, victoriaepart]hic[a]e. (Col. I, 13-15).

La celebración de una supplicatio por la memoria de Germánico se fijael día 24 de Mayo:

viiii kal(endas iunias ob natalem G[er]mani[c]<i> Cae[sa]ris /sup[pli]cat[i]o [me]mori[ae Ge]rm[anici] / C[a]esaris). (Col. II, 12-13).

Su aparición en un calendario militar 200 años después de su muerte,se puede explicar, primero por la promoción que su figura tuvo desde el propiopoder imperial y segundo, por los valores militares que representaba para elejército. Semejante explicación puede tener la inclusión de Julio César en elcalendario:

[iiii idus iul]ias ob natalem divi iuli divo Iulio b(ovem) m(arem). (Col.II, 21)

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11 FINK / HOEY y SNYDER, Feriale Duranum, 1940, 202-211; NOCK, Army, 1952,191-229.

12 HELGELAND, Army, 1978, 1478.13 En términos semejantes se expresa Campbell, cuando considera la importancia del

Feriale en el ejército romano, (Emperor,1984, 10).

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Se mencionan además Trajano (col. I, 15), Antonino Pío (col. II, 20),M. Aurelio y L. Vero (col. I, 21) y Caracalla (col. I, 17).

Se puede observar después de un estudio, aunque sea muy general delFeriale Duranum, que con motivo de cualquier celebración ya sea religiosa,referida al culto imperial o incluso pagana, como el día señalado para ellicenciamiento o la paga (col. I, 7-9), se realizan votos, ofrendas, sacrificios dediferentes tipos a una serie de dioses conectados tanto con el poder de Romacomo con la vida profesional del propio ejército. Como consecuencia, laexperiencia religiosa del ejército romano queda de manifiesto en cualquierocasión festiva y además queda perfectamente definida desde el poder central.De este modo, al margen de preferencias personales, la oficialidad de los cultospúblicos celebrados por la guarnición de Dura-Europos, queda suficientementedemostrada, a la vez que asegura unos cultos similares para el resto del ejército.

En la historiografía moderna se ha expuesto mucho sobre la finalidaddel calendario militar. Se comenzó hablando de una intención romanizadora,por parte de Hoey sin embargo, Nock rechazó esta propuesta11. Helgelandconsidera que creer que el Feriale fue introducido con este propósito esdemasiado aventurado12. Si el precursor del Feriale Duranum es Augusto comoseñalan Fink, Hoey y Snyder, su finalidad entraría dentro del programa trazadopor él de conseguir y cultivar la pax Augusta por todo el Imperio y para ello,la religión, la pietas, era una buena fórmula; él, como cree Helgeland habríaestandarizado la religión del ejército como habría hecho con otros aspectos dela vida militar.

El planteamiento inicial realizado por Augusto, trazado para todo elejército disperso por el Imperio, iría cobrando fuerza a medida que el poderimperial iba dependiendo cada vez más de la sumisión y obediencia de lastropas. Entra aquí un factor importante: la necesidad de conectar al emperador,jefe militar con sus hombres; el conocimiento de aquellos acontecimientos mássignificativos de la vida de un emperador y su celebración junto con elrecuerdo de una tradición que considera dignos de recuerdo a militares derenombre como Julio César y Germánico y de divinización de un importantenúmero de emperadores previos, facilita en gran medida que el soldado sesienta parte integrante de la familia imperial que se convierte en benefactorade su propia situación13.

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14 HELGELAND, 1978, 1488; sobre los elementos psicológicos que forman parte dela religión ver: BERGER, Sacred Canopy, 1969.

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Desde esta consideración es fácil avanzar a un plano diferente peromuy conectado. Si se conseguía mantener al ejército en contacto con la familiaimperial, de algún modo lo estaba también con toda Roma; se trata de manteneruna conexión entre el ejército y Roma aunque de forma simbólica. Medianteeste vínculo se conseguían, en principio dos objetivos, ambos de semejanteimportancia, el primero hace referencia a la seguridad del Imperio ya que alsoldado se le recordaba continuamente a quién debía su existencia y de quéforma debía recompensar sus beneficios; el segundo incide directamente en lapsicología del propio soldado, que lejos de Roma necesitaba sentirse dentro deella y conectado tanto con ella como con otros lugares del Imperio, y qué mejorforma de hacerlo que con la celebración simultánea de fiestas; algunas de éstastenían una larga tradición, de este modo, como apunta también Helgeland, elsoldado continuamente recordaba su responsabilidad hacia Roma hacia elpasado, a los dioses y a hombres como Germánico14.

Este esquema es perfectamente plausible para la época republicana, enla medida en que el soldado era romano o itálico; no obstante, en el Imperio,el ejército se nutre de provinciales que, en algunos casos, son trasladados fuerade su lugar de origen. En este momento no debe ser tan importante mantenerunido el soldado a Roma como proporcionarle un sistema de integración quepermita mantener la lealtad de las tropas al emperador; de este modo, en lamedida en que el soldado se siente formando parte de una sociedad distinta ala suya, a través de diversos mecanismos integradores, sentirá también el deberde mantenerse leal a la misma.

Nock considera que el motivo de la propagación de las fiestas estábasado en la necesidad de conceder días de descanso a cualquier trabajador,incluídos los soldados; realmente la distribución equitativa de días festivos alo largo de todo el año hacen atractiva esta idea.

En definitiva, la intencionalidad última de los distintos calendarios quesiguió el ejército romano a través del tiempo sería un compendio de todas estasfinalidades concretas que hemos considerado y otras que posiblemente se nosescapan. De cualquier modo, conviene tener presente que la religión delejército romano abarca un espectro más amplio que el señalado por este u otroscalendarios, ya que en ellos no se expresan las creencias de tipo individual,privado y personal que manifiestan los soldados y oficiales de muy diversasformas.

Un aspecto importante a tener en cuenta dentro de la religión oficiales el lugar en que se llevaban a cabo las manifestaciones públicas de losmilitares: el campamento romano. Éste a medida que se fue distanciando de

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15 Sobre los aspectos técnicos del campamento romano se puede consultar el tratadode Vegecio, Epitoma rei militaris, especialmente el libro I, XXI-XXV y el libro VI de Polibio(concretamente, 27-35). Además el tratado de Pseudo-Hyginius, De munitionibus castrorum.También DOMASZEWSKI, “Castra”, RE III2, 1899, 1762-1766; WEBSTER, Army, 1969, cap.4º.

16 Sobre la función integradora y simbólica de los campamentos romanos ver:HELGELAND, Army, 1978, 1493.

17 Ver las leyes de Rufo en BRAND, Roman Military Law, 1968, 149-169.

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Roma, comienza a asumir nuevas funciones que le identifican como unaimitación de la misma aunque a menor escala. Intervienen factores de diversaíndole; aspectos psicológicos, sociológicos o religiosos inciden de tal forma enla concepción del campamento romano, que resulta imposible definirleúnicamente desde un punto de vista militar, como la base de operaciones delejército romano15.

En primer lugar, el soldado debe entender el campamento romanocomo su hogar durante el tiempo que dure una campaña, o una misión concreta.Se encuentra integrado en una estructura que debe seguir las líneas básicas deuna ciudad; el soldado debe encontrarse perfectamente ubicado en un lugardonde todo lo que le rodea le resulta extraño y a veces hostil, necesita contarcon un sitio de referencia que le permita no perder su identidad ni individualni comunitaria16. La idea de asimilar el campamento con una ciudad va más alláde unas estructuras externas semejantes, ya que las leyes que rigen en amboscasos son prácticamente las mismas17.

Elementos de fuerte contenido religioso fomentan la idea delcampamento romano que venimos considerando, y permiten además añadir uncarácter sacro a un recinto cuya función inicial es básicamente militar.Diversos factores avalan esta idea y pueden agruparse en dos aspectosesenciales; por un lado, el campamento es el lugar donde ocurren los prodigios,se realizan ritos, sacrificios, ofrendas, votos, consultas de tipo adivinatorio,acciones de gracias, etc; y por otro, el campamento acoge una serie de objetos,lugares y personas cuya importancia supera el mero carácter militar.

Una fiesta militar: la celebración del dies natalis aquilae.

Las enseñas militares

Siguiendo con el concepto de campamento romano hay una celebraciónestrictamente militar que se celebra dentro del mismo y que conjuga ambosaspectos; por un lado presenta ofrendas y votos a una divinidad y por otro datestimonio de un lugar considerado sagrado dentro del campamento y de unosobjetos, las enseñas, también envueltas de un aire de sacralidad.

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18 DOMASZEWSKI, Fahnen, 1885; ÍDEM., Abhandlungen, 1909. Los estudios de esteautor se completan con el libro de O. STOLL, Excubatio ad signa. Fahnenwache, militärischeSymbolik und Kulturgeschichte, St. Katarinen, 1995.

19 REINACH, “Signa militaria”, DA, IV2, 1969, 1324.

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En el calendario oficial que las tropas romanas seguían en cada uno delos lugares que ocupaban se encontraban unos días dedicados a conmemorarla fundación del cuerpo de que se trate, legión o unidad auxiliar. En el día dela creación del cuerpo se entregaban los estandartes o insignias que identifica-ban a dicho cuerpo y todos los años se festejaba ese día en concreto. Esto y laconsideración de dichos estandartes por el propio ejército, hacen pensar queestamos ante un culto muy especial y específicamente militar.

Los estandartes militares que acompañaban al ejército romano, tantoa las legiones como a otros cuerpos auxiliares, tuvieron un significado másamplio que el de meros objetos militares, ya que formaban parte de la esferareligiosa propia de la vida castrense. Domaszewski descubre en sus estudiosuna simbología religiosa que une las enseñas militares con determinadasdivinidades, combinando además astrología y zoología18. En realidad, llega ala conclusión de que las enseñas no son dioses en sí mismas, sino más bien,representaciones de divinidades concretas de donde extraen su carácter sacro;podrían ser consideradas como un compendio portátil del mundo divino19.Concebidas por tanto, como representaciones abstractas de un poder superior,su culto se sustituye a partir del siglo III por el del Genius signorum. Dosfactores contribuyen a ello principalmente, por un lado, la importancia religiosaque los signa estaban adquiriendo por sí mismos y, por otro lado, la necesidadde animar y personificar cultos abstractos según los gustos que se imponían enese momento.

A la dificultad que encontramos para considerar los signa militariacomo representaciones de otras divinidades o bien como divinidades en símismas viene a añadirse el aspecto político, al que indiscutiblemente seencuentra vinculado su verdadero significado. La figura del emperador se unea toda la simbología expresada a través de los signa y de su culto. Se conjuganen ellas religión y política, transformando un instrumento inicialmente militaren uno de propaganda política.

Se debe hacer una primera distinción entre las “águilas” y el resto delas enseñas. En todos los casos, se manifiesta un significado político-religioso,no obstante, en las primeras la confluencia es más significativa. No hay dudade que la elección del águila legionaria como animal representativo de Júpiter,le confiere a este elemento un carácter sanctum, otorga a quien lo lleva unhonor especial y, a quienes luchan bajo él una responsabilidad extrema ante supérdida. En efecto, las enseñas militares, ya sean águilas legionarias o

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20 PLIN. Nat. XII; IOS. B.I., VI, 6.1.21 RUFO, 27.22 TAC. Ann. I, 48.23ARCE, estandarte romano de Pollentia,1981, 75-95.24 Un trabajo de Ginestet (Organisations de la jeneusse, 1991) estudia estos collegia

y hace referencia a la posibilidad apuntada por Arce, que recibe también su apoyo de PereaYébenes (Asociaciones de jóvenes, 1992, 295-304).

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cualquier otro tipo de estandarte, alcanzan un significado más amplio que el demeros objetos militares que indican en la batalla el avance de las tropas.

Las águilas y las enseñas, debido a su especial significado para elejército, eran objeto de presagios que podían augurar una derrota. Los queportaban las enseñas, aquiliferi o signiferi tenían un honor especial, ya queademás de su cuidado tenían que engalanarlas y perfumarlas en los días defiesta20; pero también tenían una responsabilidad ante su pérdida que podíallevarlos a un severo castigo21, por eso los elegidos debían tener característicasespeciales22.

Las águilas sólo pueden ser llevadas por las legiones, integradas porciudadanos romanos; el águila es además el emblema de Júpiter; el emperadorcomo jefe del ejército y del Estado aparece asociado de forma especial aJúpiter. De este modo, las águilas imperiales envían a través de su simbologíaun mensaje de fuerte contenido político que alude directamente al poder centralde Roma, y en concreto el que el emperador ejerce sobre todo el Imperio.Ahora bien, no podemos olvidar que el águila no es una insignia propiamentedicha, sino el símbolo de Júpiter Óptimo Máximo, dios protector del ejército.

Para tratar de profundizar algo más en el verdadero sentido religiosode las enseñas militares disponemos de varias fuentes de información.Desafortunadamente, los restos arqueológicos encontrados en relación a lossigna no son lo suficientemente explícitos. Se conservan los restos de unestandarte hallado en Pollentia (Isla de Palma), sin embargo, su consideracióncomo estandarte militar fue puesta en duda por Arce23; tras un análisispormenorizado de las representaciones que en él aparecen, no encuentraparalelo con la tipología de los signa o vexilla militares que describieraDomaszewski. Por esta razón propone asignar el estandarte a un collegium, quepodría ser de iuvenum24. De esta forma, sólo contamos con dos tipos dedocumentación: el primero de ellos, de carácter más general, engloba una seriede textos literarios que aluden al sentido religioso de los signa; el segundotiene un radio de acción más restringido, puesto que se trata de un grupo deinscripciones encontradas en Hispania que aluden a la celebración relativa a laentrega de las enseñas a diferentes unidades militares.

La importancia que llegan a alcanzar los estandartes militares no ofreceduda alguna. El propio Augusto refleja en el llamado Monumentum Ancyranum

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25 Res Gestae V, 39: « signa militaria complura per alio duces amissa devictis hostibusreciperavi ex Hispania ».

26 HOR. Ep. I, 18.55.27 DIO. LIV, 8. 3.28 D. H., VI, 45. 29 TAC. Ann. II, 17; I, 39; XV, 24; Hist. III, IV.30 D. H., VI 45.

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la recuperación de numerosos estandartes en Hispania25 y también en lasluchas contra los Partos26. Para guardarlos decretó la construcción de un temploa Mars Ultor en el Capitolio; allí, igual que se hiciera en el de Júpiter Feretrio,serían dedicados los estandartes que había recuperado27. De hecho, ya se puedeinferir de aquí un significado diferente al meramente militar. Los autorescoinciden en lo fundamental; Dionisio de Halicarnaso insiste en el caráctersagrado de los signa28; Tácito llama a las “águilas” las verdaderas divinidadesde las legiones29. Finalmente, Tertuliano cuando arremete contra el paganismoconsidera que el culto a los estandartes constituye toda la religión del ejércitoy que se antepone a todos los otros dioses.

«Religio Romanorum tota castrensis signa veneratur signa iurat, signaomnibus deis praeponit». (Apol.XVI. 8)

«... signa adorat, signa deierat, signa ipsi Iovi praefert». (A. Nat. I. 12)

Las palabras de Tertuliano hacen suponer que los soldados preferíanlos signa al propio Júpiter, al que representan; al margen de la intencionalidadpersonal que pueda tener el autor, se puede pensar, que en dicho culto ocurrióun hecho relativamente frecuente en el fenómeno religioso: un determinadoobjeto que en principio, representa a una divinidad, pasa a convertirse enobjeto de culto en sí mismo. Es como si la propia divinidad hubiese transferidoparte de su poder a su representación material, por eso diría Dionisio deHalicarnaso que los signa eran consideradas por los romanos en el mismo nivelque las estatuas de los dioses30. Efectivamente, las enseñas no son dioses en símismas, sin embargo, además de que representan un culto más amplio, el deJúpiter en el caso de la águilas, se han convertido en objeto de veneración ellasmismas; por tanto, la devoción que reciben por parte del ejército romano,confirma, por un lado su sacralidad, y por otro, que dicho culto forma parte deuna esfera más amplia que conforma la vida religiosa dentro del campamento.

Se puede observar de qué manera en la religión asumida por el ejército,intervienen además factores de índole político e ideológico. Los signa norepresentan sólo a Júpiter, también al emperador y a Roma por un lado, y al

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31 LE ROUX, Armée, 1982, 241.

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espíritu de cuerpo por otro; ambas realidades están significadas en unestandarte. La documentación epigráfica que refleja la conmemoración de laentrega de un estandarte, es decir, la formación de un determinado cuerpo, esmuy clara a este respecto, y refleja de manera explícita todos los elementos quevenimos considerando.

Para Hispania disponemos de un representativo número de inscripcio-nes realizadas por militares con ocasión de conmemorar la creación de unalegión o de un cuerpo auxiliar; en concreto, nos referimos a la legio VIIGemina y a las cohortes I Celtiberorum y I Gallica. Los testimonios sereparten de forma muy desigual en dos zonas, sólo uno se ha encontrado enAmpurias (Gerona) y once en una comarca próxima a Astorga (León). Todascomparten fórmulas de dedicación muy semejantes.

# 27. Ara votiva encontrada en las excavaciones de Ampurias(Gerona), en 1846. De forma cuadrangular y piedra berroqueña, está rota en laparte superior del lado izquierdo y asentada sobre un zócalo cuadrado. Medidasdel campo epigráfico: 69 x 44 cm. Letras: 5-3 cm. Se conserva en el Museo deGerona (Inv. Nº1484).

I(ovi) O(ptimo) M(aximo), / vexillatio /3 [l]eg(ionis) VII G(eminae)F(elicis), / [s]ub cura / [I]uni Victo/6ris, > (centurionis) leg(ionis)ei/[u]sd(em), ob na /[ta]lem aquilae.

[CIL II 6183; ILS 2293; Domaszewski, 1895, 3; Almagro, 1952, nº 1;Saxer, 1967, 63; Le Roux, 1972, nº 39; Ankersdorfer, 1973, 34; Roldán, 1974,nº 698; Le Roux, 1982, 240, nº 240; IRC III, 14.]

Se trata de una lápida votiva realizada por una vexillatio de la legio VIIGemina Felix; en la dedicación interviene Iunius Victor, centurión de la mismalegión y expresa muy claramente el motivo con ocasión del cual se hace laofrenda a Júpiter Óptimo Máximo: ob natalem aquilae. La zona en que seencontró la inscripción se halla bastante lejos del acuartelamiento de la legiónmencionada; por lo tanto, habría que pensar que el destacamento que hace ladedicación se encontraba en ese lugar para realizar una función relacionada conla vigilancia de las vías, en concreto, podría ser de la ruta que se dirigía a losPirineos, o quizás como apunta Le Roux, en misión de aprovisionamiento31. Enla dedicación no aparece el emperador como será habitual en las inscripcionesde este tipo, pero sí Júpiter Óptimo Máximo a quién se dirige la ofrenda.Tampoco se expresa la fecha de la dedicación, aunque las letras y las

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32 Le Roux precisa entre los años 130 y 180 (Armée, 1982, 241).33 Blázquez caracteriza el siglo II por una decadencia de la religión romana tradicional

y del culto imperial y por una inclusión mayor en la sociedad de las religiones mistéricas, lamagia, la astrología y las artes adivinatorias, contra las que tuvieron que actuar Adriano y MarcoAurelio a pesar de su liberalismo (El Imperio romano. Historia de Roma, 1989, 512-513)

34 FEARS, Jupiter, 1981, 3-141.

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formulaciones, permiten incluirla dentro del siglo II32; por lo tanto, podríacompartir la misma etapa política que el resto de las inscripciones que estamosconsiderando.

Prácticamente todas las inscripciones que vamos a ver en este capítuloincluyen una datación que corresponde a la época de los Antoninos, especial-mente a partir de Adriano. Esta época ha sido caracterizada tradicionalmentedesde el punto de vista religioso por un paulatino abandono de la religiónoficial y del culto imperial, por eso es un momento en el que tales cultosnecesitan ser impulsados desde el poder central33.

Hay que tener presente que frente a esta realidad surgen diferentesreacciones; por un lado, ante el enfriamiento de las creencias tradicionalesproliferan nuevos cultos procedentes de diversas zonas del Imperio; mezcladascon los nuevos cultos aparecen prácticas mágicas y supersticiosas que, de algúnmodo, pasan a considerarse más efectivas que los antiguos dioses. Por otrolado, el poder central reacciona promocionando los cultos que van asociadosa su propio poder; es por ello que, aunque la religión oficial romana se paralizaen todos los estratos sociales, hay una elite, también en las provincias, quedifunde el culto oficial en un intento de acercarse y congraciarse con elemperador, y de este modo, mediante la concesión de privilegios escalar en lapirámide social. Con todo ello, se prepara el sustrato de la “militarización” dela sociedad que se manifiesta en la época de los Severos.

Otra reacción que surge como consecuencia del abandono de lareligión oficial S lo que ocurre con bastante frecuencia en todas las religionesS, tanto con el fin de darles un nuevo impulso, como para conseguir una mejordifusión, consiste en la adaptación de los dioses de siempre a las nuevasnecesidades de la población, necesidades que, por lo general, intentan sercubiertas por otros dioses o por prácticas supersticiosas. De esta manera, sehace necesario un acercamiento entre el dios principal del panteón romano,I.O.M., y aquéllos que van a ser sus fieles; por lo tanto, sin dejar de ser el diosprotector del Imperio, asociado al emperador como garante de la continuidaddel mismo, Júpiter empieza a considerarse más próximo a sus devotos,interviniendo en su vida privada tal como hace en la del emperador. Además,en esta época se produce un fuerte impulso del Júpiter romano asociado alpoder imperial, especialmente en época de Cómodo, relacionandose directa-mente con la propia persona del emperador34.

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35 DOMERGUE, MARTIN, Minas de oro, 1977, 141. Sobre la explotación minera enHispania ver: DOMERGUE, Mines, 1990.

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A la vista de este panorama religioso que caracteriza, en líneasgenerales, el período de los Antoninos en el que se inscriben las siguientesdedicaciones, no puede sorprender que en ellas aparezca Júpiter ÓptimoMáximo, ni que se ruegue por la salud del emperador, y que procedan de uncolectivo tan ligado al poder imperial como es el ejército.

El área que concentra hasta la fecha el mayor número de inscripcionesque conmemoran el nacimiento de la legión VII se encuentra próxima aAstorga (Asturica Augusta), concretamente en las poblaciones de Luyego,Prianza del Valduerna y Villalís, todas en el valle del Duerna, provincia deLeón. La zona es conocida por su producción minera35; y la intervención en lasdedicaciones de procuratores metallorum, no deja lugar a duda sobre lafunción que en este momento realizaban diversos destacamentos de la legio ytambién algunos cuerpos auxiliares. Además de ocuparse de controlar laextracción del mineral, en la que algunos militares participarían activamente,se ocupaban de vigilar las diferentes rutas que confluían en Astorga, cuyascompetencias incluían la supervisión del correcto traslado del mineral.

# 28. Ara votiva descubierta en 1965. Le falta el comienzo de lainscripción, con pérdida de los dos primeros renglones del encabezamiento.Medidas: 38 x 31 cm. Se conservaba en el pueblo de Luyego (León), en undomicilio particular, la casa de D. Jacinto Alija, en la pared exterior y próximaal alero del tejado.

[I(ovi) O(ptimo) M(aximo)], / [pro salute] /3 [T(iti)] Ael(ii) Hadriani/ Anton(ini) Aug(usti) Pii, / vex(illatio) leg(ionis) VII G(eminae) F(elicis), /6 subcur(a) Iul(ii) Mar/ci, c(enturionis) eiusd(em), et Val(erii) / Victoris, dec(urio-nis), ob /9diem nata(lem) aquilae, / v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito).

[García y Bellido, 1966, 24-28; AE 1967, 229; Le Roux, 1972, nº 23;Ankersdorfer, 1973, 33; Roldán, 1974, nº 690; Le Roux, 1976-1977, 364, nota4; Mañanes Pérez, 1982, nº 112; Le Roux, 1982, 241, nº 241; IRPLE 32.]

# 29. Ara votiva encontrada en Luyego (León). Se trata de una lápidade mármol blanco anguloso de grano grueso. Medidas: 70 x 30 cm. Seencuentra en un domicilio particular de Luyego, en la fachada del domicilio deD. Jacinto Alija, en posición invertida.

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I(ovi) O(ptimo) M(aximo), / [pr]o salute M(arci) Aur[el(i)] /3

Commodi Aug(usti), o[b] / [na]talem aquil(a)e, leg(ionis) / [VI]I G(eminae)F(elicis), sub cura [M(arci) /6A]ur(eli) Eutychetis, A[ug(usti) / lib(erti)]proc(uratoris), et M(arci) Mes/[so]ris, c(enturionis) coh(ortis) I Galli/9[c(a)e],et Aviti Patern[i], / [de]c(urionis], Aug(usto) / III et Bur(r)o co(n)s(ulibus).

[García y Bellido, 1966, 26-27; AE 1967, 230; ILER 4945-46;Ankersdorfer, 1973, 33; Roldán, 1974, 438; Le Roux, 1975, 146, nº 460;Weaver, 1976, 219; Le Roux, 1976-1977, 364, nota 4; Mañanes Pérez, 1982,nº 113; Le Roux, 1982, 244, nº 247; IRPLE 34; Lomas, 1989, 273-274;Domergue, 1990, 281.]

Las inscripciones # 28 y # 29 fueron encontradas en la localidad deLuyego; ambas están dedicadas a Júpiter Óptimo Máximo e inmediatamentedespués piden pro salute imperatoris; la primera por Antonino Pío y la segundapor Cómodo. En estos escasos años de diferencia, encontramos una excepcióndentro de la # 28; la fórmula votum solvit libens merito para manifestarexpresamente el cumplimiento de un voto a Júpiter por parte de una vexillatiolegionis VII Gemina Felix. Es la única inscripción del grupo que mantiene estafórmula, el resto la omite, pero se supone. En la realización de la # 28intervienen un centurión, Iulius Marcus, y un decurión, Valerius Victoris, y noaparece mencionado ningún procurator metallorum, como ocurre en todas lasrestantes. Se diferencia de la # 29 en el lugar elegido para expresar lacelebración que ampara las dedicaciones, puesto que en esta segunda obnatalem aquilae encabeza casi la inscripción, y en la primera, dicha expresiónse coloca casi al final del texto.

La inscripción # 29 a diferencia de las dos anteriores va fechada segúnla forma consular, pudiendo conocerse el año concreto de la dedicación, el 181.En este caso, cabe señalar que no aparece de forma expresa el grupo que realizala inscripción, aunque cabe suponer que se trate de una vexillatio. En ellainterviene como en el caso de la # 28, un centurión, en este caso llamadoMarcus Messor, perteneciente a la cohors I Gallicae y un decurión, AvitusPaternus; y además aparece mencionado M. Aurelius Eutychetis, libertoimperial que ocupaba el cargo de procurator metallorum.

La única inscripción que procede de Prianza de Valduerna está muydeteriorada, sin embargo, la decoración que ofrece, permite incluirla en elgrupo que venimos considerando. La inscripción # 30 conserva únicamente ladivinidad a la que va dirigida, Júpiter Óptimo Máximo, la segunda líneacomienza con la fórmula pro salute... y en la quinta podría sobreentenderse lasiniciales de milites. A pesar de la escasez de datos, las representaciones enrelieve aclaran algo más sobre su significado.

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36 La imagen que aparece en el relieve corresponde con la descripción que sobre elmismo objeto hace Dión Casio (XL, 18, 1-2).

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# 30. Ara votiva encontrada en Prianza de Valduerna (León). El frentede la cabecera presenta un relieve: un águila dentro de una aedicula o capillacon columnas y frontón; tiene un rayo entre sus garras y las alas extendidas. Ala izquierda se puede encontrar lo que sería parte de un vexillum. Es de mármolblanco, muy deteriorado en su cara principal. Se conserva en el Museo deAstorga.

I(ovi) [O(ptimo) M(aximo) ], / [p]r[o salute ... ] /3 [ ... / ... ] /m[il(ites) ?... ] / p? [ ... / ... ].

[García y Bellido, 1966, 38-39; Le Roux, 1976-1977, 364; MañanesPérez, 1982, nº 145; Le Roux, 1982, 245, nº 251; IRPLE 65.]

La lápida presenta en el coronamiento superior y, enmarcada en unaespecie de capilla, un águila, que aunque muy dañada, puede interpretarse conlas alas abiertas. Entre sus garras sujeta un rayo, signo indiscutible de Júpiter,que a su vez se apoya sobre una bola o esfera36. El animal mira a la derecha ya su identificación con las águilas legionarias se le añade un significadoreligioso. El águila se encuentra dentro de un recinto que podría identificarsecon una aedicula con columnas y frontón; éste es triangular y dentro de él seadivina una media luna con los cuernos hacia arriba. Ante tal decoración ysegún la amplitud e indicios que revela la inscripción no cabe duda de suvinculación a la celebración del nacimiento de la legión, representada por laentrega del águila y refuerza, además, la idea del culto profesado a las enseñas,en este caso como símbolos palpables del mismo Júpiter, tal y como venimosobservando.

El resto de las inscripciones han aparecido en la localidad leonesa deVillalís. En todas ellas, además del lugar de procedencia coinciden otrascaracterísticas; todas citan a un determinado procurator metallorum al lado deotros cargos militares. En cuanto a su fecha de dedicación, todas están datadaspor los cónsules correspondientes; las que están incompletas pueden incluirseen el siglo II.

En primer lugar encontramos la inscripción # 31 en la que intervienenun liberto, Hermes, un centurión, Licinius Paternus y el decurión de la cohortisI Celtiberorum, Lucretius Paternus. Así mismo aparece un beneficiariusprocuratoris, Fabius Martianus, cuyo nombramiento será muy significativo yexpresamente comentado con posterioridad. Completa el cuadro de represen-

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37 LE ROUX, Armée, 1982, 241.38 En la inscripción # 32 (CIL II 2555)

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tantes, Aelius Aelianus, vinculado de modo especial con las enseñas ya que erael signifer.

# 31. Ara votiva encontrada en el ángulo noroeste de la iglesia deVillalís (León). Es un gran pedestal y el campo de la inscripción va enmarcadoentre molduras horizontales. Medidas: 118 x 46 x 22 cm. letras: 3,5 cm. Hoyse encuentra en el Museo de San Isidoro de León.

I(ovi) O(ptimo) M(aximo), / [p]ro salute M(arci) Aureli An/3[t]oniniet L(uci) Aureli Veri / [A]ugustor(um), ob natale(m) aqu[i]/lae, vexillatioleg(ionis) VII G(eminae) F(elicis), /6 sub cura Licini(i) Patern(i), / c(enturionis)leg(Ionis) eiusd(em), et Hermetis, / Augustor(um) lib(erti) proc(uratoris), et Lu/9cret(i) Paterni, dec(urionis) coh(ortis) / I Celt(iberorum), et Fab(i) Martian-[i], / b(ene)f(iciarii) proc(uratoris) Augustor(um), et /12Iuli(i) Iuliani, sign(iferi)leg(ionis) / eiusd(em); IIII id(us) Iunias, / Laeliano et Pastore co(n)s(ulibus).

[CIL 2552; ILS 9125; Domaszewski, 1967, 199; Saxer, 1967, 63/64; LeRoux, 1972, nº 28; Ankersdorfer, 1973, 33; Roldán, 1974, nº 453; PastorMuñoz, 1974, 218; García y Bellido, 1976, 75-76; Muñiz Coello, 1980, 298;Le Roux, 1982, 241, nº 242; Mañanes Pérez, 1982, nº 114; Rabanal, 1982, nº158; IRPLE 33; Rabanal, 1988, 153; Lomas, 1989, 272; Schallmayer, 1990,658.]

La inscripción está perfectamente datada el 10 de junio del año 163.Respecto a los personajes que aparecen, señala Le Roux, que puesto que no serespeta el orden alfabético, habría que pensar en un orden jerárquico37. Locierto es que el estudio de estos personajes y sus cargos permite una buenaaproximación a la organización de los distritos mineros del noroeste y laparticipación de destacamentos militares en ella. Estos mismos personajesaparecen citados en otras inscripciones; es el caso de Hermes, aquí mencionadocomo procurator metallorum y citado de nuevo en el mismo año, y por tanto,ocupando el mismo cargo, en la inscripción siguiente38. Este procuradorimperial, liberto, de origen oriental, como otros que aparecerán después, eramuy probablemente administrador de las explotaciones mineras de laValduerna. El nombramiento de libertos imperiales para el cargo de procuratormetallorum, de quienes, probablemente, dependían los destacamentos militares,junto con la presencia de estos destacamentos, están constatando la especialpreocupación y privatización de las minas en favor del fisco imperial. En

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39 En la inscripción # 34 (CIL 2556).40 Hübner basándose en las copias de Muratori, ubicó las inscripciones # 31, # 32, #

33, # 34 y # 36, erróneamente, en el Castro Sancti Cristhophori de Gallaecia, lugar inexistente.

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cuanto a los militares nombrados, será el centurión, en este caso, LicinioPaterno, el que se encuentre al mando del destacamento. El decurión de lacohors I Celtiberorum, Lucrecio Paterno, aparece de nuevo mencionado en lainscripción siguiente, la # 32, ocupando el mismo cargo. El puesto debeneficiarius procuratoris Augusti es ocupado, en este caso, por FabiusMartianus, y como tal trabajaba como empleado o contable, normalmente, alservicio de un procurador del orden ecuestre. Su puesto en esta inscripción sejustificaría por la necesidades de administración y de intendencia, propias deun distrito minero; así, este beneficiarius, dejaría al procurador de Asturica, delcual dependía, para ponerse al servicio del liberto imperial, en este casoHermes. Finalmente aparece la figura del signifer legionis, llamado en estecaso, Iulius Iulianus. Este mismo personaje aparecerá también unos añosdespués, el 165 ó 166, ocupando el mismo cargo como portador del emblema39.No es necesario volver a recordar la importancia de este cargo, como portadory responsable del emblema de la legión, sin embargo es necesario resaltar suparticipación en la fiesta que conmemora el día de la creación de esa mismalegión.

La inscripción # 32, comparte los personajes que acabamos de ver,como el liberto Hermes y el decurión Lucretius Paternus, y además coincideen la fecha de dedicación, el año 163, con la # 31.

# 32. Lápida votiva de entre las atribuidas al castrum Sancti Christop-hori40; ésta es la única que no ha reaparecido en Villalís (León). Hoy estádesaparecida.

I(ovi) O(ptimo) M(aximo), / pro salute M(arci) Aureli /3 Antonini etL(uci) Aureli Veri / Augustorum, / ob natale(m) [aprunculorum], /6 militescoh(ortis) I Gall[i]c(ae), / sub cura [H]e[r]met(is), Aug[g(ustorum) lib(erti)]/ [p]r[oc(uratoris)], et Lucret(ii) Patern(i), /9[dec(urionis)], coh(ortis) I[Celtib(erorum)] et Ful[...] / [...].

[CIL II 2555; ILS 9128; García y Bellido, 1959, 34, nº 8; Saxer, 1967,64; Domaszewski, 1967, 199; Ankersdorfer, 1973, 34; Pastor Muñoz, 1974,218; Roldán, 1974, nº 458; Le Roux, 1976-1977, 365; Muñiz Coello, 1980,299; Le Roux, 1982, 243, nº 245; IRPLE 38; Lomas, 1989, 272.]

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41 Las referencias corresponden al CIL II 2555 y a ILS 9128.42 Le Roux considera una doble probabilidad: o bien que se trate de la cohors I Gallica,

o bien, de la cohors I Celtiberorum (Armée, 1982, 243). Ante la imposibilidad de ver la lápiday comprobar las dos alternativas nos inclinamos a pensar que se trata de la primera cohortemencionada.

43 En el primer caso encontramos las inscripciones # 34, # 35 y # 37; en el segundo lainscripción # 29.

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La inscripción que nos ocupa presenta diferentes problemas de lecturaque difícilmente se pueden subsanar al no haber reaparecido la inscripción; porlo tanto contamos únicamente con la lectura que proporcionó Hübner y lasmodificaciones de Dessau. La primera cuestión dudosa se plantea en la línea5: Hübner lee, ob natale...leg VII GE y Dessau, sustituye el texto por[aprunculorum]41. La corrección es oportuna si consideramos que en lasiguiente línea se menciona a la cohors I Gallica42; dicha cohorte aparecemencionada en varias ocasiones más, o bien celebrando el aniversario de sucreación, o bien, a través de un representante de la misma, celebrando elaniversario de la legión VII43. De forma similar a como se conmemoraba lacreación de la legión, ob natalem aquilae, se celebra ahora el nacimiento deesta unidad auxiliar, ob natalem aprunculorum; la entrega del águila a unalegión equivale a la entrega de los aprunculi, los jabalíes (o jabatos), a estacohorte en concreto. La inscripción está incompleta pero por otras que veremosa continuación sabemos que el aniversario de la creación de esta cohorte secelebraba el 22 de abril.

Las inscripciones # 33 y 34, comparten un panorama semejante ytambién tienen como procurator metallorum a un liberto imperial, esta vezllamado Zoilus.

# 33. Ara votiva encontrada en Villalís (León), en la que destaca en elfrontispicio de la lápida una representación en relieve. Remata en frontón, conrueda en cada extremo y la inscripción forma cuerpo, entre las moldurashabituales. Medidas: 96 x 44 x 25 cm. Hoy se encuentra en el Museo de SanIsidoro.

I(ovi) O(ptimo) M(aximo), / pro salute M(arci) Aureli Antonini /3 etL(uci) Aureli Veri Augustorum, / ob natale(m) signor(um), vexillatio /coh(ortis) I Celtib(erorum), sub cura Zoili, /6 Augustor(um) lib(erti)proc(uratoris), et Val(erii) Flavi, / c(enturionis) coh(ortis) I Gall(icae), etAeli(i) Flavi, b(ene)f(iciari) proc(uratoris) /9 Augustor(um), et Lucreti(i)Mater/ni, imag(inifer) leg(ionis) VII G(eminae) F(elicis), et Iuli(i) Se/duli,tesserar(i) c(ohortis) I C(eltiberorum), posita /12 idib(us) Octobrib(us).Imp(eratore) L. Aure/lio Vero III et Quadrato co(n)s(ulibus).

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44 La cohors I Celtiberorum tiene testimoniada su presencia en el campamento deCidadela (Sobrado dos Monxes, La Coruña) a principios del siglo II; procedía del norte de África(Mauritania), donde se documenta su presencia a fines del siglo I. Permaneció en Cidadela hastael siglo IV, cuando se traslada a Iuliobriga (Reinosa, Santander) y el campamento es ocupadopor población civil .Sobre ella ver: J.M. CAAMAÑO GESTO, “Aportaciones al estudio de lacohors I Celtiberorum: una inscripción militar hallada en el campamento romano de Cidadela(Sobrado dos Monxes-Coruña)”,Brigantium 4, 1983, 61-71.; ÍDEM, “La cohors I Celtiberorumy su campamento de Cidadela (Sobrado dos Monxes-Coruña)”, CEG XXXV, 1984-85, 71-78;ÍDEM, “O campamento romano de Cidadela (Sobrado dos Monxes. A Coruña)”, Larouco 1,1991, 119-120.

45 Valerius Flavius aparece también en la inscripción # 34.46 La inscripción # 38 contiene un relieve muy semejante, con la única excepción de

una de las divinidades representadas; mientras que en la # 33 aparece una Victoria, en la # 38,se trata Júpiter.

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[CIL II 2553; ILS 9127; CMLeón 72; García y Bellido, 1959, 33, nº 5;Ídem., 1966, 32; Saxer, 1967, 63; Domaszewski, 1967, 199; Pastor Muñoz,1974, 218; Roldán, 1974, nº 455; Muñiz Coello, 1980, 298; Sánchez Palencia,1980, 248; Cid López, 1981, 117-119; Le Roux, 1982, 242, nº 244; MañanesPérez, 1982, 120; Rabanal, 1982, nº 159; IRPLE 36; Mangas, 1986, 294;Rabanal, 1988, 151-152; Lomas, 1989, 272; Schallmayer, 1990, 657, nº 856.]

La inscripción está perfectamente datada por los cónsules en el año167, en el que vemos que hay un nuevo liberto imperial ocupando el cargo deprocurator metallorum, se trata de Zoilus, también de origen oriental comoHermes. Realizan la dedicación soldados de la cohorte I Celtiberorum, pero enesta ocasión lo hacen ob natalem signorum, sin especificar el emblema. Estacohorte, cuyo campamento se localiza en Cidadela (La Coruña)44, tiene undestacamento en el distrito minero del Duerna, colaborando con otro de lacohors I Gallica, representado aquí por su centurión, Valerio Flavio45 y conotro destacamento de la legio VII Gemina, representado por el portador de lasimágenes imperiales, Lucrecio Materno. Otros personajes que aparecen sonAelius Flavius, como beneficiarius y Iulius Sedulus, que ocupa el cargo detesserarius (encargado de transmitir a los oficiales y a la tropa la palabra decontraseña que recibía de boca del mismo legado o del prefecto) en la mismacohorte que realiza la inscripción y que celebra el aniversario de su creación,el día 15 de Octubre.

En esta inscripción destaca, en el frontispicio de la lápida, un relieveen el que se representa una Victoria volando hacia la izquierda y portando unacorona en la mano derecha; a ambos lados de la Victoria una representación delos Dióscuros, de pie con un caballo detrás de cada uno de ellos46. En estemomento sólo vamos a dejar constancia de que aparece representada una

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47 Sobre la asociación de los Dióscuros con otras divinidades ver, F. CHAPOUTIER,Les Dioscures au service d´une déese. Bibliotheque des Ecoles Francaises d´Athènes et de Rome,fasc. 134, 1934, y CH. PICARD, “La Triade des Dioscures et d´Hélène”, Revue des EtudesLatines 2, 1939, 367-390.

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primera tríada de dioses: Castor y Pollux, al lado de una Victoria47, el análisisde estas divinidades se hará posteriormente, pero indiscutiblemente estánasociadas por un motivo concreto. La Victoria había sido asociada al Imperiodesde Augusto, la Pax Augusta se alcanzaba a través de la Victoria, y esta idease mantiene a lo largo del tiempo y en época de los Antoninos, especialmenteen época de Cómodo, quién en sus acuñaciones es coronado por la Victoria aquien acompañan otras divinidades u otras virtudes imperiales.

# 34. Ara votiva hallada en la iglesia de Villalís. Medidas: 59 x 36 x15 cm. Pasó al Museo de San Isidoro con las del mismo hallazgo.

[I(ovi) O(ptimo) M(aximo)], / [pro salute M(arci) Aureli] /3 Anton[iniet L(uci) Aureli] / Veri Aug[ustor(um), o]b n[atale(m)] / aprun[culoru(um)],mil[ites] /6 coh(ortis) I Gall(icae), sub cura [Zo]/[i]li, Augustor(um) lib(erti)pr[oc(uratoris)], / [et] Val(erii) Flavi, c(enturionis) coh(ortis) ei[us]/9dem, etVal(erii) Valentis, [b(enef(iciari)] / [pr]oc(uratoris) August[or(um)], et Iul[i]/ [Iul]iani, signif(eri) leg(ionis) VII [G(eminae) F(elicis)]. X K(alendas) MaiasPud[ente ...] /12 [ ...].

[CIL II 2556; ILS 9129; García y Bellido, 1959, 33, nº 4; Ídem., 1966,33; Saxer, 1967, 64; Domaszewski, 1967, 200; Roldán, 1974, nº 243; PastorMuñoz, 1974, 218; Muñiz Coello, 1980, 298; Rabanal, 1982, nº 162; MañanesPérez, 1982, nº 115; Le Roux, 1982, 242, nº 243; IRPLE 39; Rabanal, 1988,153; Lomas, 1989, 272; Schallmayer, 1990, 656, nº 855.]

La lápida ofrece dudas respecto a su datación, ya que sólo contamoscon el comienzo del nombre del cónsul Pud..., que puede corresponder a M.Arrius Pudens, cónsul en el 165 o a Q. Servilius Pudens, cónsul en el 166.Además del liberto Zoilo, coinciden algunos personajes que hemos visto eninscripciones anteriores. A Valerius Flavius, que era centurión de la CohorteI Gálica, le vemos celebrando también el natalicio de la cohors I Celtiberorumen la # 33. El signifer de la legión es el mismo que veíamos en la inscripción# 31, Iulius Iuliani; el único que aparece sólo en esta inscripción es elbeneficiarius, Valerius Valens.

En esta inscripción está perfectamente reflejada la festividad que secelebra, ob natalem aprunculorum, el aniversario de la creación de la unidad,

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48 El jabalí era corriente, sin embargo, en unidades legionarias, como la Legio I Italica,la II Adiutrix, la XX Valeria Victrix y figura en el arco de Orange (GARCÍA Y BELLIDO, cohorsI Gallica, 1959, 39). Sobre la representación de este animal también se definió Domaszewski,considerando que no estaba atestiguado en la constelación de la cosmogonía griega, pero sí enel cielo oriental, formando parte del zodíaco de Denderah (Abhandlungen, 1909, 12).

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la cohors I Gallica, mediante la entrega de su emblema. El nombre completode la unidad auxiliar aparece en una inscripción de Vila Pouca d´Aguiar, en laque se menciona la cohors I Gallica equitata civium Romanorum. Su emblemaeran los jabatos48.

Las inscripciones siguientes corresponden a un momento posterior quecoincide con los últimos años de la dinastía de los Antoninos.

# 35. Lápida encontrada en la iglesia de Villalís (León). En la cabecerase aprecia un grabado que García y Bellido identifica con un áncora. Medidas:97 x 40 x 18 cm. Letras: 3,4 - 1,8 cm. Actualmente se encuentra en el Museode San Isidoro.

I(ovi) O(ptimo) M(aximo) s(acrum), / pro salute Imp(eratoris) /3

Caes(aris) M(arci) Aur(elii) Anto/nini Aug(usti), ob nata[le(m)] / aprunculo-rum, /6 milites coh(ortis) I Gal(licae), / sub cura M(arci) Senti(i) / Bucconis,c(enturionis) coh(ortis) eiusd(em), /9 et Val(erii) Sempronian[i], / beneficiaripro(uratoris) Au[g(usti)], / X K(alendas) Mai(as) Pisone et Iulianoco(n)s(ulibus).

[AE 1910, 1; ILS 9130; CMLeón 73; Peeters, 1937, 855; García yBellido, 1959, 33-34, nº 6; Ídem., 1966, 35; Saxer, 1967, 64; Ankersdorfer,1973, 35; Pastor Muñoz, 1974, 219; Roldán, 1974, nº 456; Muñiz Coello, 1980,nº 13; Mañanes Pérez, 1982, nº 117; Le Roux, 1982, 243, nº 246; Rabanal,1982, nº 160; IRPLE 40; Schallmayer, 1990, 656, nº 858. En l. 1, Peeters lee:I(ovi) O(ptimo) M(aximo) S(olutorio).]

La # 35 fue realizada por milites de la cohors I Gallica y está fechadael día 22 de abril del año 175, dedicada por lo tanto a Marco Aurelio ycelebrando de nuevo el aniversario de creación de la unidad. En ella intervieneun centurión de la misma cohorte, M. Sentius Bucco y un beneficiarius,Valerius Sempronianus que aparecerá de nuevo en la inscripción # 36, pero conel cargo de decurión del ala II Flavia; queda reflejado casi diez años despuéssu ascenso. En ausencia del liberto, el beneficiarius representa aquí laadministración financiera.

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# 36. Ara votiva encontrada en al ángulo nordeste de la sacristía de laiglesia de Villalís. Medidas: 108 x 50 x 19 cm. Hoy se encuentra en el Museode San Isidoro.

I(ovi) O(ptimo) M(aximo), / pro sal(ute) [M(arci) A[ur(eli) Co]/3mm[o-di Antonini Aug(usti)], / ob na[ta]le(m) a[qui]/lae, ve[x]illa[tio] /6 leg(ionis)VII G(eminae) F(elicis), sub c[u]/ra Aur(elii) Eutych[et(is)], / Aug(usti)lib(erti) proc(uratoris), et V[al(erii)] /9 Semproniani, d[ec(urionis)] / alae IIFlaviae. IIII I[d(us)] / Iun(ias) Marullio et Aeliano /12 co(n)s(ulibus).

[CIL II 2554; ILS 9126; CMLeón 73-74; AE 1910, 5; García y Bellido,1959, 34; Saxer, 1967, 63/64; Ankersdorfer, 1973, 34; Pastor Muñoz, 1974,219; Roldán, 1974, nº 441; Weaver, 1976, 217; Muñiz Coello, 1980, 298-299;Rabanal, 1982, 189, nº 163; Mañanes Pérez, 1982, 122, nº 118; Le Roux, 1982,244, nº 248; IRPLE 35; Martín Valls / Delibes de Castro, 1990, 155-156.]

Esta inscripción también aparece fechada con exactitud el día 10 dejunio del año 184, en época del emperador Cómodo, por quien se pide.Evidentemente el día corresponde con la celebración del aniversario de lalegión que se conmemora, ob natalem aquilae. En este caso es una vexillatiode la legión la que realiza la ofrenda y se encuentran representados, además deldecurión que ya henos mencionado en la # 35, un liberto, llamado AureliusEutyches, que también aparecía citado en una inscripción de Luyego, la # 29y ocupando el mismo puesto, procurator metallorum, tres años antes.

# 37. Ara encontrada en Villalís. Es un pedestal liso y cortado porarriba. Medidas: 95 x 46 x 29 cm. letras: 3,6 - 3 cm. Actualmente está en elMuseo de San Isidoro.

[I(ovi) O(ptimo) M(aximo), / pro salute M(arci) Aure /3 li(i) CommodiAn /to] nini Pii Fel(icis) Au[g(usti) / Ge]r(manici) Max(imi), trib(unicia)pot(estate) [XVI?], /6 I[mp(eratoris)] XV, co(n)s(ulis) VI, ob n[a]tale(m)aprunculorum, / mil(ites) coh(ortis) I Gal(licae), sub cu[ra] / Aureli(i) Firmi,Aug(usti) lib(erti) [pr(ocuratoris)] /9 met(allorum), et Valeri Marcelli[ni ?], /dec(urionis) al(ae) II Fl(aviae). [(Ante diem) X] K(alendas) M[ai(as)] OpilioPedone et / [B]radua Maurico [co(n)s(ulibus)].

[AE 1910, 2; ILS 9131; CMLeón 74-75; Peeters, 1937, 856; García yBellido, 1959, 34, nº 7; Vigil, 1961, 107; Saxer, 1967, 64; Ankersdorfer, 1973,36: Pastor Muñoz, 1974, 219; Roldán, 1974, nº 457; Le Roux, 1976-1977, 364;Muñiz Coello, 1980, 299; Mañanes Pérez, 1982, nº 119; Le Roux, 1982, 244,

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49 Diego Santos considera que se podría suponer que la cifra XV se habría desplazadode la línea anterior, aunque reconoce que si mitiga el error, no lo resuelve (IRPLE, 1986, 60-61)

50 En la inscripción # 36. Blázquez presenta una visión sobre las minas del noroeste,que tiene en cuenta las inscripciones citadas; así considera que al destacamento de la legio VIIhabría que sumar a partir del año 165, la cohors I Gallica, a la que se añaden elementos de lacohors I Celtiberorum, durante el gobierno de Marco Aurelio y Lucio Vero y, después del 175,del ala II Flavia (Hispania romana, 1995, 410).

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nº 249; Rabanal, 1982, nº 161; Alföldy, 1985, 390; Le Roux, 1985, 227, nota58; IRPLE 41; Lomas, 1989, 279; HEp 1, 1989, 413; Martín Valls / Delibes deCastro, 1990, 161. En l. 1, Peeters lee: I(ovi) O(ptimo) M(aximo) S(olutorio).En l. 11, Alföldy lee: [P]opilio Pedone.]

La última inscripción fechada, la # 37, corresponde al año 191 y denuevo la realizan milites de la Cohortis I Gallicae, que celebran el aniversariode la unidad, el 22 de abril. En ella se ruega pro salute imperatoris, en estecaso de Cómodo; aunque mantiene una estructura semejante a la del resto delas lápidas consideradas, hay cambios en la forma de nombrar al emperador. Lalápida aparece raspada fruto de haber sufrido la damnatio memoriae, pero porla fecha pueden completarse los títulos del emperador, que sin embargoregistran errores del lapicida. La línea 6 indica, Imperator XV, que evidente-mente es un error, puesto que Cómodo no llegó a más salutaciones imperialesque a VIII.49 Entre los que participan en la dedicación se encuentra AureliusFirmus, cuyo cargo no puede leerse entero, desafortunadamente por estardesconchado el final de la línea 8, sería el único ejemplo de procuratormetallorum que reflejaría el nombre al completo. Valerius Marcellinus esmencionado como decurión del ala II Flavia, unidad que ya habíamos vistointerviniendo en la celebración que conmemora la creación de la legio VII50.

Finalmente contamos con otra inscripción la # 38 que suponemospertenece a este mismo grupo pero de la que sólo se conserva la dedicación aJúpiter Óptimo Máximo y el nombre del emperador Marco Aurelio; el relieveque aparece en ella es muy semejante al comentado en la inscripción # 33,únicamente aparece Júpiter en lugar de la Victoria.

# 38. Fragmento de inscripción con relieve hallada en Villalís (León).Medidas: 40 x 30 cm..Está empotrada en la fachada de la casa de D. Baldomerode Abajo en Villalís.

I(ovi) O(ptimo) M(aximo) / pro salute M(arcii) Aurel(ii) Antonini / ----

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51 Sobre la representación de los Dióscuros en esta lápida y en la # 33 ver, CID LÓPEZ,Dióscuros, 1981, 115-124.

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[García y Bellido, 1963, 205; AE 1965, 66; Pastor Muñoz, 1974, 219;Cid López, 1981, 119; Rubio Pérez, 1981, 17; Mañanes Pérez, 1982, nº 120;Le Roux, 1982, 245, nº 250; IRPLE 37; Gamer, 1989, 238, nr. Le 8.]

En el centro del relieve que coronaba la inscripción vemos representa-do a Júpiter desnudo, en pie, con un rayo en la mano derecha, la izquierdaalzada y a ambos lados, en posición inversamente simétrica los Dióscuros depie llevando de las riendas sus caballos. En este caso, en la tríada apareceJúpiter, una divinidad estrechamente vinculada al ejército, al emperador y a losestandartes militares, especialmente a las águilas que lo representan. De hecho,en la inscripción # 30, hemos considerado que la representación del águilaestaría aludiendo a Júpiter51

Las inscripciones que acabamos de considerar, además de los datos yaexpuestos, ofrecen una serie de apuntes muy significativos desde el punto devista religioso, que nos van a permitir acercarnos un poco más al significadode las enseñas y de las fiestas relacionadas con ellas. En primer lugar, sededuce que dichas inscripciones se realizaron con ocasión de una fiestaconcreta: la conmemoración del día en que fue creado el cuerpo correspondien-te; en ese día se hacía entrega del águila si se trataba de un cuerpo legionario(legio VII Gemina), o de un estandarte, en el caso de una unidad auxiliar(cohors I Gallica y cohors I Celtiberorum). En estos días festivos participan,no sólo el cuerpo que celebra su creación, sino también los destacamentos quese encuentran colaborando en la misma misión. No podemos olvidar que lostestimonios que hemos considerado, tanto por su lugar de aparición como porsu texto, se relacionan con la actividad minera que se desarrolló entorno a laValduerna, o en la zona de las Médulas. Cabe señalar, no obstante, que en estadichas fiestas estaba representada también la administración imperial, mediantela participación en las inscripciones del procurator metallorum, de quiéndependían, en última instancia y desde el punto de vista administrativo, losdestacamentos militares. Los días festivos que hemos señalado para cadaunidad, 10 de junio para la legión y 22 de abril y el 15 de octubre, para lascohortes I Gallica y I Celtiberorum respectivamente, forman parte delcalendario religioso-militar de dichas unidades militares; tienen, además delcarácter colectivo que hemos podido comprobar, carácter oficial, deducible apartir de la divinidad elegida I.O.M.,y de la mención del emperador reinante encada momento, por quién se ruega.

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52 CIL VII 1030 (Bremenium): «G(enio) d(omini) n(ostri) et signorum coh(ortis) IVardull(orum) et n(umeri) explorator(um) Brem(ensium) Gor(dianorum) Egnatius Lucilianusleg(atus) Aug(usti) curante Cassio Sabino trib(uno)»

53 Los numina legionis fueron identificados con las águilas según el propio Tácito (Ann.II, 17). CIL VII 103: «Numini Augustorum Genio legionis II Augustae in honorem aquilaeprimus pilus dono dedit». CIL VII 1031: «Genio et Signis cohortis I Fidae Vardullorum civiumRomanorum equitatae miliariae Titus Licinius Valerianus tribunus»

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En Hispania se constata una diferencia en el modo de honrar a lasenseñas; en otros lugares del imperio, las dedicaciones se dirigen al geniussignorum52, a los numina signorum o numina legionis53. En realidad elsignificado religioso de las enseñas está expresado perfectamente a través desu numen, el cuál se comunica a los soldados, y además garantiza el favor delos dioses en el combate. La diferencia, que apreciamos en el modo de honrara las enseñas, precisamente puede encontrar aquí su clave; en Hispania, en laépoca en que se realizan las inscripciones, así como por el lugar en que hanaparecido y por la misión expresa que realizan las tropas implicadas, sabemosque no tenía que ver con ningún conflicto armado, sino con la extracción y eltraslado del mineral. Por lo tanto la forma de expresar su veneración por lasenseñas está más en consonancia con esta actividad y no con la protección enel combate. No obstante, dichas diferencias no alteran significativamente laveneración de las enseñas; responden a diferentes formas de expresar lo mismo.

1 Sobre el tema de los rangos militares ver: DOMASZEWSKI, Rang2, 1967.2 El tema del imperium es interesante, ya que aquel que lo posee es también el portador

de la protección divina. Sobre el significado del imperium se pueden consultar: RADIN,Imperium,1936, 23-45; LAST, Imperium maius, 1947, 157-164; EHRNBERG, Imperium maius,1953, 113 y ss.; MAGDELAIN, Recherches sur l´Imperium,1968; ROSEMBERG, RE IX2, 1916,1201-1211; CAGNAT, DA III1, 1969, 418-434.

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3

CULTO DE LOS JEFES CIVILES CUM IMPERIO

Además de los diferentes cargos militares que se pueden considerar1,hay una serie de personajes cuya relación con el ejército hace imprescindibleque se tengan en cuenta. Por un lado, encontramos cargos del orden senatorialcuyas funciones están vinculadas al mando del ejército romano, y por otro,hallamos a determinados procuratores cuya misión específica les obliga a estaren contacto con las tropas romanas. Es indudable que su cercanía al ejército porun lado, y su posición de poder administrativo, por otro van a influir de talmodo en quienes están bajo su mando que se hace fundamental conocer susmanifestaciones religiosas.

Su consideración en este trabajo viene dada precisamente por suvinculación con el ejército, sin embargo, cada grupo que veremos plantea unaserie de interrogantes difíciles de responder, lo que nos obliga a un meroplanteamiento de la cuestión. Ambos grupos presentan un problema común:definir perfectamente al alcance o límite de las competencias propias de sucargo; éstas, por un lado se diversifican y por otro se alteran dependiendo delas necesidades concretas que surjan en una etapa determinada.

El alto mando del ejército romano en las provincias está ligadoíntimamente a la administración civil de las mismas. El gobernador de ordensenatorial designado directamente por el emperador para las diferentesprovincias del Imperio era el legatus Augusti propraetore; entre las competen-cias que asumía el gobernador en la toma de posesión de su cargo era elimperium, esto es, el mando sobre las tropas2. Para este cometido contaban conun equipo de colaboradores militares (commentarienses, speculatores,cornicularii).

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3 Sobre la organización administrativa de las provincias hispanas se pueden consultarlos trabajos de ALBERTINI Divisions administratives, 1923, y KORNEMAN, Heerescherbulte,1903; GALSTERER, Untersuchungen, 1971; BALIL, Gobernadores de la Hispaniatarraconense, 1964, 19-44; y resulta también fundamental el libro de ALFÖLDY, Fasti, 1969.

4 La invasión mora atestiguada por inscripciones y monedas obligó al cambio deprovincia senatorial en provincia imperial con un ejército a las ordenes de un legatus delemperador. Sobre este conflicto consultar THOUVENOT, Les incursions des Maures, 1939.

5 Para la organización del ejército romano ver: RITTERLING, Legio, RE XII, 1924,1211-1829; MARÍN Y PEÑA, Instituciones militares, 1956; PARKER, Roman legions, 19582;ROLDÁN, Ejército y sociedad, 1989, 61-89.

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Habitualmente las provincias imperiales mantenían albergadas tropasen su territorio; su carácter imperial procedía precisamente de la necesidad decontrolar pueblos no pacificados del todo. No obstante, los fuertes interesesimperiales no dudaban en modificar este esquema, y así Lusitania continuósiendo provincia imperial aunque no tuviera efectivos militares. Durante lamayor parte del periodo imperial, sólo la provincia Tarraconense contaba ensu territorio con un ejército permanente compuesto por una legión y varioscuerpos auxiliares3. El carácter senatorial de la Bética variaba su organizaciónadministrativa, especialmente en lo que se refiere a la defensa militar de lamisma; el gobernador que estaba al frente era de rango consular y estabaayudado por un legatus propraetore. En su territorio no existía ningún cuerpolegionario con carácter permanente, por ello su defensa provenía de dosdirecciones; para pequeñas revueltas o desórdenes se reclutaba a una miliciade tipo municipal o provincial, según las necesidades, y para conflictos demayor envergadura, como por ejemplo la invasión de los mauri4, se pedíaayuda al ejército asentado en otras provincias. Ahora bien, en tiempos de crisislos gobernadores de provincias ya sean imperiales o senatoriales, puedenacceder al mando de las tropas romanas, aunque en la Tarraconense, yocasionalmente en la Lusitania, los gobernadores disponían de destacamentoslegionarios para emplear en diferentes misiones también durante el tiempoordinario.

Del mando específico de cada legión se encargaba el legatus legionis,también perteneciente al orden senatorial, que estaba ayudado por seislugartenientes, los tribuni legionis5. En el caso de estos legados el mando recaedirectamente sobre una legión y el cargo forma parte integrante del esquemaorganizativo interno del propio ejército; por tanto, aunque sus funcionestraspasen los límites estrictamente castrenses, se encuentran dirigidas haciaellos. Sus manifestaciones religiosas adquieren gran importancia dentro delculto público y dedicaremos el espacio oportuno cuando veamos el resto de loscomponentes del ejército romano, entre los que se incluyen los cuadros demando.

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6 Las inscripciones en cuestión ya han sido tratadas y sus referencias se correspondencon CIL II, 258; IRPLU 20; HEp 4, 503; EE VIII, 240.

7 CIL II, 2477.8 CIL II 4102 y CIL II 4103.9 CIL II 2661 y CIL II 5680.

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Gobernadores provinciales

Los gobernadores de las provincias imperiales tenían entre susfunciones el mando de las tropas allí asentadas, pero en el caso de lassenatoriales las funciones militares podían ser eventuales, cuando una situaciónde conflicto así lo requiriese. La primera idea que surge cuando se considerala posición que ocupan los gobernadores se ve refrendada por los testimonios:sus preferencias cultuales están vinculadas de un modo notable al emperador,de quien procede su nombramiento. De ahí que se espere una especialdedicación al culto imperial; de hecho ya hemos visto algunos casos queapoyan esta idea. Los primeros testimonios de un legado imperial correspondena Paulus Fabius Maximus, que aparece mencionado como legatus Caesaris; deél se han encontrado tres inscripciones en Lugo y una en Semelhe (Braga,Portugal) que coinciden con los inicios del culto imperial en Hispania,concretamente en tiempos de Augusto6. En este caso, la misión del legado -citado como legatus propraetor-, estaría en relación tanto con la propagandaimperial como con conflictos de carácter bélico.

Hay más inscripciones honoríficas que son testimonios a su vez delculto imperial y que están dedicadas por legati Augusti propraetores. Lainscripción # 6 procedente de Chaves (Portugal) está dedicada entre otros porC. Calpetano y en ella se honra a los tres representantes de la dinastía Flavia7.Las inscripciones # 15 y # 16 proceden ambas de Tarraco y están dirigidas aCaro y Carino respectivamente; el dedicante es el mismo, M. AureliusValentinianus, que además de legado ostenta también el título de praesesprovinciae Hispaniae Citerioris, título que pueden tomar algunos gobernadoresprovinciales a partir de finales del siglo II8.

Las inscripciones # 17 y # 18 proceden de la ciudad de León y estánrealizadas también por un único personaje C. Iulius Cerealis y dirigidas en estecaso a Caracalla9. Ya vimos el problema de utilizar estos documentos paraexplicar la reorganización provincial de la Citerior en tiempos de dichogobierno; únicamente haremos constar la presencia en León de un legatusAugusti propraetore Provinciae Hispaniae Novae Citerioris Antoninianae,como parte de una misión que incluiría tanto aspectos administrativos comomilitares.

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10 CIL II 259.11 CIL IV 1540.

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Para terminar con las inscripciones que aluden a algún aspecto delculto imperial, haremos referencia a la # 19, que procede de Sintra (Portugal)aunque la aparición de un legatus Augustorum, llamado Drusus ValeriusCoelianus, no pasa de ser más que una posibilidad, eso sí, bastante aceptada10;en todo caso no sabemos el motivo que podía haber llevado a dicho legado alas proximidades de Lisboa, aunque la fecha que se indica, fines del siglo II ycomienzos del III podría hablarnos de una pacificación y afianzamiento delpoder imperial tras las revueltas que llevaron a Septimio Severo a luchar contraAlbino.

A estas inscripciones ya conocidas se unen otras nuevas que vienen aratificar la posición política del legado augustal.

# 39. Lápida votiva que apareció a finales del siglo XVII en la murallade la ciudad de León. Es un ara de fractura muy cuidada y caracteres perfectos.Medidas: 124 x 54 x 53 cm. Actualmente se encuentra en el Museo de SanMarcos.

Nymphis, / Titus Pomponius /3 Proculus / Vitrasius / Pollio,con(n)s(ul), /6 pontif(ex), proco(n)s(ul) / Asiae, leg(atus) Aug(usti) pr(o) /pr(aetor) provinciar(um) /9 Moesiae Inf(erioris) et / Hisp(aniae) Citer(ioris),/ et Faustina eius.

[CIL II 5679; ILS 1113; CMLeón 30; Alföldy, 1969, 34 ss.; QuintanaPrieto, 1969, fasc. 45-46, 68-70; ILER 605; Tranoy / Le Roux, 1974, 13;Fernández Aller, 1978, nº 11; Rabanal, 1982, nº 9; Vázquez Hoys, 1982-83, nº69; Diez de Velasco, 1985, 91-92; IRPLE 26; García Fernández-Albalat, 1986,157.]

La presente dedicación a las Ninfas fue realizada por un legadoaugustal de la Citerior y por su esposa. Este legado propretor fue hijo de otroVitrasius Pollio, que estuvo de legado de la legio VII Gemina en el año 133. Elhijo llegó a cónsul suffectus en el año 150. La inscripción de León refleja laenumeración de sus cargos, que si embargo no puede ser cronológica, ya quePollio fue cónsul por segunda vez en el año 176 y no se consigna este dato;esto hace pensar que la inscripción fuera redactada antes de esa fecha.

De este personaje hay otros datos, procedentes de una inscripción hallada enRoma, que facilitan el seguimiento de su cursus honorum11, La dificultad deconstatar el orden exacto de su carrera hace difícil señalar una fecha en la que

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12 DIEGO SANTOS, IRPLE, 1986, 46-47; ALFÖLDY Fasti, 1969, 34 ss.13 MARCHETTI, Hispania, 804.14 CIL XII 361.15 CIL II 5084; AE 1953, 266; AE 1967, 223. Todas ellas encontradas en León.16 DIEZ DE VELASCO, Balnearios, 1985, 92.

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ejerciera su pretura en Hispania. Diego Santos considera que estaría situadaentre el 158, fecha que Alföldy da a su cargo en Mesia inferior, y el año 168 enel que acompañó al emperador en sus expediciones como comes Augustorum,según la inscripción de Roma12. Marchetti sin embargo, sitúa la fecha en tornoal 156 y el 16113. La razón que llevó al legado a erigir este ara en León a lasNinfas resulta aún desconocida, sin embargo, hemos de pensar que tanto élcomo su familia tuvieran una predilección por estas divinidades acuáticas concarácter salutífero; la razón se debe al hallazgo de otra inscripción realizada porsu esposa Faustina en el balneario galo de Aquae griseliae a las Ninfas dellugar14. No obstante, hemos de considerar que debido al cargo ocupado por ellegado, aunque pudiera tratarse de una dedicación personal, su cargo, leconfiere un importante carácter público. Aunque no hay datos de su localiza-ción exacta, Diez de Velasco considera que esta inscripción junto con otraslocalizadas en lugares próximos15, probarían la existencia de un balneario enla zona de León, o cuando menos fuentes salutíferas veneradas en épocaromana16. De hecho, la proliferación del culto a las Ninfas en el noroestepeninsular ha hecho pensar en la existencia de una asimilación de divinidadesindígenas por parte de las Ninfas romanas; esto, junto con el carácter salutíferode las mismas ha favorecido su difusión entre el ejército romano y entrepersonajes vinculados a él, como el gobernador de la Hispania Citerior.

La inscripción # 40 está realizada por Titus Flavius Titianus, legatusAugustorum propraetore, y su esposa Postumia.

# 40. Ara votiva asignada a Tarragona pero cuyas circunstancias dehallazgo son desconocidas. Es de caliza con marco resaltado para el campoepigráfico. La inscripción está bastante borrosa. Medidas: 120 x 55 x 50 cm.Letras: 8-6 cm. Actualmente se encuentra en Chevening en Gran Bretaña(Kent).

I(ovi) O(ptimo) M(aximo), / Iunoni, /3 Minervae, / Genio praetorii /consularis, /6 Diis Penatibus, / T(itus) Fl(avius) Titianus, / leg(atus) Augg(usto-rum) pr(o) pr(aetore), /9 Postumia S[i]ria (?) eius, / dicaverunt.

[CIL II 4076; ILS 2297; Domaszewski, 1895, 207; PIR2 III 174, nº 383;Heuten, 1933, 562; Schulten, 1948, 45; Barbieri, 1952, nº 774; Egger, 1966, 24;

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17 HEUTEN, Divinites capitolines, 1933, 562.18 ALFÖLDY, RIT 34, 18.19 MANGAS, Romische Religion,1986, 288.20 BALIL, Torre de Pilatos, 1969.21 Los penates son abstracciones invisibles a las que se encargaba la protección de los

hogares, las mansiones e incluso el estado romano.

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Alföldy, 1969, 45f.; RIT 34; Mangas, 1986, 288; Blutstein-Latrémoliere, 1991,62.]

Según se indica en el propio texto, el dedicante tuvo que ejercer sugobierno durante el reinado conjunto de los dos Augustos. La discusión sobrela fecha fue iniciada por Heuten, quien la fijaba entorno al año 240 yconsideraba que los dos Augustos eran los dos Filipos; aún más, identificabael personaje con Titianus, el cónsul del año 24517. Por su parte Alföldy leconsidera cuñado del emperador Pértinax y esto, junto con el análisis de lapiedra y el carácter de la escritura, le hace variar la fecha unos años, hastaprincipios del siglo III, o por lo menos en el primer tercio del mismo18.Considerando como más probable esta última propuesta habría que pensar enla época de Septimio Severo o Caracalla; en cualquier caso, una épocacaracterizada por conflictos civiles y la necesidad de afirmar y ratificar el podera través de todo el Imperio. Se comprueba a través de esta inscripción laideología transmitida desde el poder durante esta época. Las divinidadeselegidas por el gobernador civil y militar de Tarraco, alcanzan todas ellas unimportante desarrollo político. La dedicación elevada a la Triada Capitolina esuna evidencia más de la existencia en Tarragona de un Capitolio19. Pero ademásde Júpiter, Juno y Minerva aparecen otros dioses como el Genius praetorisconsularis y los Dii Penates. El pretorio consular era el edificio oficial en elque residía el propio gobernador provincial, su importancia y su cuidado eranmanifiestos20. De ahí que la protección del mismo estuviera encomendada a dosdivinidades propiamente romanas: el Genius y los Penates21.

En resumen, la dedicación concreta a las divinidades mencionada porun alto funcionario, representante del poder imperial en las provincias,constata, por un lado, la íntima conexión entre el emperador y sus legados y porotro, la pretensión de trasladar el concepto político y religioso de Roma aaquellas ciudades donde la presencia romana y el interés imperial se encuentranperfectamente justificados.

El último documento epigráfico que vamos a considerar procede de laLusitania.

# 41. Inscripción votiva hallada en Sintra junto al río Colares(Portugal).

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22 GARCIA, RAP, p. 437. Sin embargo, la práctica totalidad de los autores que hanestudiado el tema coincidían en leer: Cestius Acidius Perennis.

23 CIL II 259.

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Soli et Luna, / [Iul(ius) Tol?]cidius /3 Perennis, / leg(atus) Aug(usti)pr(o) / pr(aetore) /6 provinciae Lusitaniae.

[CIL II 258; ILS 3939; Vasconcellos, 1913, 239-240; Vermaseren,1956, 277, nº 799; Taboada, 1961, 141; AE 1962, 318; Balil, 1965, 53-54;García y Bellido, 1967, 35, nº 18; Alföldy, 1969, 143; ILER 645; Halsberghe,1972, 35; Bendala, 1986, 397 nº. 5; RAP 431; Sanders, 1991, 305.]

En esta inscripción claramente dedicada al Sol y a la Luna, el nombredel oferente presenta dudas en su transcripción; Garcia ha propuesto leerLucius Tolcidius ? Perennis, como vemos no sin las correspondientesreticencias22. La fecha propuesta para su realización corresponde también alcambio del siglo II al III, y, de hecho, las divinidades están muy vinculadas alas preferencias dinásticas de los Severos; en efecto, la inscripción # 19 que sesupone dedicada también por un legado augustal aporta un dato a tener encuenta: se menciona al Sol eterno y a la Luna junto a diferentes muestras delculto imperial como la aeternitas Imperii o a la salud de los emperadoresSeptimio Severo, Caracalla y el hermano de éste, Geta23. La # 40 es mucho másescueta, sin embargo, la similitud de las fechas así como el lugar en queaparecieron ambas, nos conducen a pensar que el legado de Lusitania ofrece sudedicación a divinidades próximas al emperador, primero como muestra deconexión entre ambos y segundo como parte de la propaganda imperial quecorre de su cuenta y que el propio emperador le confiara.

En conclusión, de los testimonios epigráficos recogidos aquí se puedeobservar que en la mayoría de los casos los lugares de los que proceden eranmuy significativos desde el punto de vista militar, ya que albergaban algúncuerpo legionario o auxiliar, o algún destacamento de ellos. A su vez eranlugares estratégicos desde el punto de vista administrativo; los gobernadoresprovinciales dejaron buena constancia de ello. En cuanto a las divinidades, deun modo u otro, están muy vinculadas con las preferencias imperiales y enconcreto con el culto al emperador, no en vano los dedicantes ocupaban sucargo gracias a éste.

Los procuradores imperiales

La administración financiera de las provincias imperiales era llevadaa cabo por procuratores de rango ecuestre, sistema que pronto se confirmó

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24 A pesar de importantes trabajos realizados sobre los procuratores Augusti,[PFLAUM, Procurateurs, 960/61); OJEDA TORRES, Servicio administrativo, 1993], y sobreel ejército y su intervención en la administración provincial [LE ROUX, Armée, 1982], siguenexistiendo importantes lagunas que impiden conocer con exactitud el alcance de las competenciasadjudicadas al procurador.

25 TRANOY, Galice romaine, 1981, L. II.

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efectivo. En sus manos estaba el control económico de unas provincias quedebían resultar rentables para el emperador. Una de sus funciones era la deasegurar la paga de las tropas estacionadas en el territorio provincial; éste seríaun primer punto de contacto entre los procuratores y el ejército. No obstante,en el noroeste peninsular la relevancia que habían adquirido, por un lado lasexplotaciones mineras, y por otro lado la intervención del ejército en ellas,establece unas relaciones más profundas entre el procurador y las tropas24.

Algunas inscripciones que hemos visto procedentes de Villalís (León)mencionan la figura del beneficiarius procuratoris Augusti; es decir, se poneen relación un oficial militar con el procurador al que asiste. Esta situación estáreflejada por Tranoy cuando expresa las dudas sobre la actividad real delsuboficial, ya que podría ser el encargado de mantener el orden en nombre delprocurator pero también puede estar empleado por él para realizar trabajos deadministración25. Aunque la función específica del beneficiarius no estéperfectamente definida, si nos sirve para demostrar los lazos que se establecie-ron entre la administración financiera y el ejército en el noroeste. Sirve tambiéncomo apoyo de esta idea el hecho de que entre los dedicantes de las citadasinscripciones y en otras similares aparezcan los procuratores metallorum,encargados concretamente de la actividad minera; ambos procuradores sonlibertos imperiales y se encuentran celebrando el dies natalis aquilae con elresto del cuerpo legionario. Ambos personajes parecen en principio estarocupados en procurar el buen funcionamiento de la actividad minera, sin quetengan autoridad especial sobre las tropas que ya tenía sus propios oficiales.

Estos procuradores libertos podían ser considerados como delegadosadjuntos de los procuradores ecuestres. El orden ecuestre durante variasadministraciones imperiales experimentó importantes innovaciones; éstasdesembocaron en un especial interés de muchos ciudadanos romanos depertenecer a él. Para poder desempeñar una procuratela de rango ducenariocomo era por ejemplo la de Asturia y Gallaecia, era necesario haber desempe-ñado en el ejército distintos cargos de rango ecuestre. Después de ello, es elpropio emperador quien adjudica la procuratela, y nos han llegado ejemplos enlos que tanto la carrera en el ejército como en la administración imperial de unprocurador está perfectamente reflejada en las inscripciones.

Principalmente, la actividad de los procuradores, tanto ecuestres comolibertos, está ligada a la administración financiera de las provincias imperiales;

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no obstante, sus conexiones con el ejército romano son extremadamentecercanas, de hecho, sabemos que en el caso en que la ocasión lo requiriera,todos los procuradores aunque fueran libertos, podían ejercer el mando sobreuna fracción de tropas legionarias. Sin embargo, el problema aparece por ladificultad de señalar qué procuradores de los que conocemos por las inscripcio-nes, ejercieron mando directo sobre el ejército romano, y por ello, vamos atratar este tema de modo algo diferente, en primer lugar vamos a realizar unasestimaciones previas que consideramos válidas para entender en que sentidoirían enfocadas las creencias religiosas de los procuradores augustales; ensegundo lugar, y de un modo más específico prestaremos atención a aquélloscasos particulares en los que el cursus honorum del dedicante pruebe suvinculación previa o posterior con el ejército romano.

En principio, la naturaleza del cargo de procurator Augusti, junto conlas funciones que le son propias y que desembocan en cuidar los interesesespeciales, sugieren que sus expresiones religiosas van a estar muy conectadascon las preferencias específicas de cada emperador, o bien, con creencias demarcado carácter oficial; es la consecuencia directa de que los nombramientosy ascensos en la carrera honorífica dependan directamente de las intencionesimperiales. En la práctica, el servicio prestado por los procuradores semanifiesta en diferentes aspectos en el desempeño de su trabajo; el temafinanciero, si bien era fundamental, no era su única preocupación, además, suadhesión al emperador exigía múltiples y constantes pruebas de lealtad. Lasofrendas se convierten en muchos casos en simples testimonios de filiaciónpolítica, y a la vez sirven a los intereses propagandísticos del poder central; setrata en ocasiones de un puro intercambio de beneficios. El procurator Augustiobtiene un mayor reconocimiento imperial lo que resulta ser muy favorablepara su ascenso en la pirámide social, y el emperador, a su vez, consigue unainteresante propaganda de sí mismo allí donde sus intereses eran muymarcados. En este sentido, habría que entender la mayoría de los cultospúblicos celebrados por los procuradores, aunque con esto no queremos restarimportancia a unas creencias de tipo personal, que pueden coincidir perfecta-mente con la ideología religiosa imperial.

El resto de las funciones realizadas por los procuratores Augusti estántambién representadas en la documentación epigráfica. Por una parte, suimportante lugar dentro del sistema financiero del Imperio mueve al procuradora preferir divinidades que están relacionadas de un modo u otro con el cicloeconómico. Finalmente, su importante contacto con el ejército romano, ya seadurante la evolución de su cursus honorum o bien, durante el desempeño de suprocuratela, por ejemplo en un sector minero como era Asturia y Gallaecia,influye también a la hora de celebrar determinados cultos públicos. Insistimosen que a pesar de estas premisas, no creemos que las creencias religiosas

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26 Hay que puntualizar, no obstante, que sólo una inscripción de las consideradas, la# 37, menciona a Aurelius Firmus como procurator metallorum, el resto sólo aparecen comoprocuratores; el hecho debe atender más a motivos de ahorro en cuanto se suponía el títulocompleto pues era conocido por todos, que a la distinción entre dos empleos diferentes aunquerelacionados ambos con las minas.

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manifestadas por los procuradores tal y como ocurría con los legados, fuerantodas ajenas a sus deseos e impuestas por su cargo, al contrario, no dudamosde que hay casos en los que las preferencias personales se ponen de manifiestoe incluso transcienden la religión oficial.

Estos procuradores se encargaban de gestionar negocios muyconcretos; en el tema que nos ocupa nos interesan especialmente los vinculadosa las minas y a la extracción del mineral. Los llamados procuratores metallo-rum recibían ayuda para su trabajo de los destacamentos existentes en el Valledel Duerna, y es precisamente aquí donde se da el contacto procuradores -ejército. Varias inscripciones procedentes de esta zona confirman la existenciaclara de tal relación, la inscripción que ya hemos visto # 29, correspondientea la ciudad de Luyego (León), hace mención de un liberto imperial, M. AureliusEutyches, que aparece como procurador, aunque se omite su ocupaciónconcreta no es difícil deducir que estaría relacionado con las minas. El resto delas inscripciones pertenecen todas a Villalís; la # 31 menciona a Hermes comoprocurator en el año 163 En la # 36 vuelve a aparecer el liberto imperial queantes apareció en Luyego, Aurelius Eutyches, pero esta vez en Villalís. Entodos estos casos los procuratores metallorum se encuentran celebrando el diesnatalis aquilae con un destacamento de la legio VII Gemina, que cumplía suservicio en este sector minero de la provincia de León, muy cerca delcampamento central.

En las otras inscripciones, los procuradores libertos celebran laconmemoración del nacimiento de varios cuerpos auxiliares. En la # 32,Hermes, en la # 34, Zoilus y en la 37, Aurelius Firmus son citados comoprocuratores metallorum y aparecen conmemorando el dies natalis aprunculo-rum, es decir, como vimos, el aniversario de la creación de la cohors I Gallica.De nuevo encontramos mencionados a algún beneficiarius procuratoris comoValerius Valens en la # 34 y Valerius Sempronianus en el # 35.

Finalmente la inscripción # 33 alude a Zoilus como procurator y aAelius Flavius como procurator Augustorum. En este caso, la causa de lacelebración era ob natalem signorum y el cuerpo auxiliar que realizó lainscripción era una vexillatio de la cohors I Celtiberorum26.

La participación de los citados procuradores metallorum en unafestividad de marcado carácter militar nos presenta el alto grado de compene-tración que existía entre ellos y los destacamentos de tropas, tanto legionariascomo auxiliares. Ahora bien, junto con esta celebración, en las inscripciones

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27 BLÁZQUEZ, Religiones, 1983, 282.28 BLÁZQUEZ, Religiones, 1983, 304.

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se expresan una serie de ideas que concuerdan muy bien con el nombramientoy el trabajo de los procuradores libertos; en primer lugar participan de un cultopúblico como es el de Júpiter Óptimo Máximo, dios principal del panteónoficial romano, no sólo para el ejército romano, sino también para el resto deciudadanos romanos, y en segundo lugar, demuestran de este modo unaindiscutible lealtad al emperador a quién deben su condición de libertos.Efectivamente, cuando se hace referencia al culto imperial, es necesaria lainclusión de estas dedicaciones en las que se ruega pro salute imperatorisconcretamente aludiendo a los últimos emperadores de la dinastía Antonina,época en la que dicho culto recibió un fuerte impulso. En resumen, presenta-mos un ejemplo más de la integración conseguida entre la administraciónfinanciera y el control militar en Hispania en época imperial; integración que,por otra parte, resultó más necesaria y por ello más evidente en la zona delnoroeste peninsular por los fuertes intereses económicos que representaba.

Como reflejo de la importancia concedida al culto oficial romanocontamos con la siguiente inscripción.

# 42. Ara votiva de procedencia incierta pero atribuida a Galicia.

I(ovi) O(ptimo) M(aximo) / Anderon(i) /3 sacr(um), / M(arcus) Ulpius/ Aug(usti) lib(ertus) /6 Eutyches, proc(urator) / metall(orum) alboc(olensium).

[CIL II 2598; Peeters, 1937, 856; Albertos, 1952, 56 ss.; Blázquez,1975, 28; Lomas Salmonte, 1975, 91; Blázquez, 1983, 282 y 304; PenasTruque, 1986, 137-138; Alvar, 1996, 241.]

M. Ulpius Eutyches, quien desempeña el cargo de procuratormetallorum realiza un voto a Iuppiter Optimus Maximus Anderon. El epítetoque acompaña a Júpiter ha sido objeto de diferentes interpretaciones. SegúnBlázquez, el adjetivo procedería de la raíz indoeuropea “andh”, que aparece enla composición de antropónimos hispanos27; así mismo, considera que enJúpiter Anderon ha tenido lugar un proceso de sincretismo, en el que semuestra cómo un dios indígena es sustituido por uno romano28. Penas Truque,abundando en la relación que se estableció entre el ejército y la administraciónimperial, considera que M. Ulpius Eutyches, sería un procurator metallorumque, probablemente tendría a su cargo un destacamento militar situado en laValduerna y su principal función sería impulsar la actividad minera delnoroeste peninsular; en cuanto a la divinidad elegida es considerado como un

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29 PENAS TRUQUE, Mitología, 1986, 137-140.30 RIVAS FERNÁNDEZ, Consideraciones,1993, 33.31ALVAR, Religiosidad, 1996, 241-242.

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dios de una montaña29. Sin embargo, Rivas Fernández contradice esta teoríaconsiderando que el grupo de teónimos galaicos de época romana tales comoJúpiter Ládico, Júpiter Candamio, Larouco y también Júpiter Anderon, hay queentenderlos como dioses identificados en su ámbito de culto comarcal o local,por el accidente o característica más significativa y predominante de la zona,como pueden ser los montes citados, pero nunca como resultado de un culto oactividad de veneración a un supuesto dios de esa montaña y menos al propiomonte30.

Sin embargo, es Alvar quién más se aproxima al significado quequeremos obtener sobre este culto, puesto que, entiende la presente inscripcióncomo un signo de la voluntad de integración que demostraban personajes nohispanos, oriental en este caso, mediante el culto a divinidades locales por partede quienes tenían alguna responsabilidad política o administrativa31. En efecto,al margen del significado religioso que este culto local pueda representar parael liberto, encontramos una manifestación política, consciente o no, que revelaprincipalmente un modo usual de proceder de los miembros de la administra-ción. En éste se ve la voluntad integradora del liberto con la propagación de unculto que está teniendo uno de sus momentos de mayor expansión debido a lapropaganda ideológica que se envía desde el poder. Teniendo estas considera-ciones presentes, hay que pensar que, lo que en un principio aparece como unamuestra de culto privado por parte de un procurator metallorum, encierra enrealidad, importantes condicionamientos de tipo político y social, que loacercan a la oficialidad que demuestran los culto dirigidos a Júpiter ÓptimoMáximo.

En cuanto a los procuratores Augusti de rango ecuestre, los lazos quelos vinculan al ejército romano son de diferente naturaleza a los que hemosvisto para los libertos; en este caso no es tanto la realización de su trabajo,aunque también, sino el modo por el que han accedido a él, la ocupación dediferentes puestos dentro del ejército romano, aunque esto haya tenido lugar enotras provincias. La recopilación de documentación epigráfica, específicamentede procuratores Augusti y más concretamente sus expresiones votivas hanaportado interesantes revelaciones, como por ejemplo que sólo un caso serefiere a un procurador de la Lusitania, el resto son de la Citerior o enparticular de Asturia y Gallaecia. En segundo lugar, excepto una, las demáshan aparecido en la provincia de León y la mayoría en Astorga, lo que no esninguna casualidad, al ser ésta capital de conventus iuridicus. La concentraciónde testimonios en esta zona concreta se explica fácilmente por la importante

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32 Corresponde a la inscripción # 74.33 Hemos de hacer mención de la propuesta de Diego Santos (IRPLE 24), que quiere

ver una “A” iniciando la línea 2; en este caso, el epíteto Augusto que acompaña a Mercuriocambiaría el sentido de la inscripción que estaría relacionada con el culto imperial. No obstante,a pesar del mal estado de la lápida, la configuración estudiada del texto y la comparación conotras “A” que aparecen en el mismo, nos hacen coincidir con el resto de los autores que leen sóloMercurio.

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zona minera que existía en el Valle del Duerna y a su vez la importancia quesuponía disponer de una administración eficaz; la procuratela de Asturia yGallaecia era de rango ducenario y era perfecta como inicio de una carreraascendente para los miembros del orden ecuestre. En definitiva, en esta zonaconfluían muchos intereses y determinados factores que exigían una claradefinición política, así como una presencia constante y fuerte de representantesimperiales con amplias competencias dentro del territorio.

La inscripción # 43 fue encontrada en la ciudad de León y se desmarcaen varios aspectos de la fórmula general utilizada en las inscripciones deAstorga.

# 43. Ara votiva hallada en la muralla de León. Se trata de una lápidade mármol que en la cabecera está adornada con un pequeño frontón y volutasen los extremos; se representa un creciente lunar en el centro y rosas en lasvolutas, correspondiendo ornamentación y técnica a las del ara votiva aDiana32, lo que permite suponer una misma técnica y escuela de lapidarios.Medidas: 94 x 42 x 22 cm. Actualmente se encuentra en el Museo de SanMarcos.

Mercurio / [sac]rum, /3 [...] Flacu[s] / Aelianu[s], / proc(urator)A[u]gus[tor(um)], /6 v(otum) s(olvit) [l(ibens)] m(erito).

[CIL II 5678; CMLeón 30; Pflaum, 1965, 106-107; Fernández Aller,1978, nº 2; Muñiz Coello, 1980, nº 20; Rabanal, 1982, nº 3; IRPLE 24; Gamer,1989, 238; Lomas, 1989, 273; Caballos, 1990, nº 89; Domergue, 1990, 289;Ojeda Torres, 1993, nº 53.]

En principio está dedicada a Mercurio sin más33. Ahora bien, nosinteresa señalar especialmente que es el único caso, entre las inscripciones aquíexaminadas, en el que se elige una divinidad relacionada con el cicloeconómico y especialmente con las transacciones comerciales, a pesar de queel cargo de procurator esté muy relacionado con las finanzas imperiales.Respecto a la fecha en que Flecos Aelianus ocuparía el cargo de procurator deAsturia et Gallaecia, Pflaum y Domergue, consideran que los dos Augustos

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34 PFLAUM, Les Empereurs, 1965, 106-107; DOMERGUE, Mines, 1990, 289.35 OJEDA TORRES, Servicio administrativo, 1993, 174.

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deben ser Marco Aurelio y Lucio Vero, mejor que Marco Aurelio y Cómodo34,aunque Ojeda Torres cree más oportuno no descartar de antemano ninguna delas dos posibilidades35.

Las dos inscripciones siguientes comparten una misma deidad, aunqueacompañada por epítetos algo diferentes.

# 44. Ara votiva hallada en 1967 en Astorga (León). Es un altarprismático de mármol blanco roto en la parte superior y dividido en trescuerpos, la decoración de la parte superior está formada por círculos concéntri-cos, en cuyo interior hay una pequeña estrella o asterisco, que están flanquea-dos por dos árboles esquematizados y éstos por dos círculos con seis rayoscurvos dextrógiros. Medidas: 87 x 44/29 x 14/12 cm; letras: 4-3 cm. Actual-mente se encuentra en el Museo de los Caminos.

Fortunae Reduci Sanctae, / C(aius) Otacilius Octavius /3 Saturninus,v(ir) e(gregius), proc(urator) / Aug(usti), / dicavit cum filio et /6 nepote.

[García y Bellido, 1968, 206; Diego Santos, 1968, 99 y ss; AE 1968,234; Nony, 1970, 198; Muñiz Coello 1980, 300; Mañanes Pérez, 1982, nº 6;Rabanal, 1982, nº 142; Vázquez Hoys, 1982/83, 140; IRPLE 10; Ojeda Torres,1993, nº 56.]

# 45. Inscripción votiva hallada en 1967 en Astorga. Es un cipoprismático de mármol blanco dividido en tres cuerpos. Medidas: 136 x 59 x 25cm; letras: 8,5 - 9 cm. Actualmente se encuentra en el Museo de los Caminos.

Fortunae / Bonae Reduci, /3 P(ublius) Ul(pius) Maximus, / proc(urator)Aug(usti), / cum uxore /6 et filio.

[García y Bellido, 1968, 205; Diego Santos, 1968, 95; AE 1968, 233;Nony, 1970, 200; Muñiz Coello, 1980, 300; Tranoy, 1981, nº 320; MañanesPérez, 1982, nº 5; Rabanal, 1982, nº 109; Vázquez Hoys, 1982/83, nº 105;IRPLE 9; Lomas, 1989, 275; Ojeda Torres, 1993, nº 57.]

Los procuratores,C. Otacilius Octavius y P. Ulpius Maximus, hacensu dedicación a Fortuna Redux Sancta y a Fortuna Bona Redux respectivamen-te; en ambos casos, su vinculación con el poder imperial está por encima decualquier otro sentido. El culto a la Fortuna Redux se encontraba muy

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36 KAJANTO, Fortuna, 1981, 502-558.37 PEREA YÉBENES, Culto a Fortuna, 1997, 161, nota 22.38 KAJANTO, Cult of Fortuna,1988, 574; ÍDEM, Fortuna Redux, 1988, 35-50.39 Perea Yébenes en su trabajo sobre el culto a Fortuna señala la aparición de cinco

inscripciones de militares dirigidas a Fortuna Redux que, con toda seguridad, o bien aparecieronen baños militares o bien hacen referencia a ellos. (Culto a Fortuna,1997, 155-156).

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extendido durante el Imperio, por ser la encargada de guardar al emperador yprotegerlo de peligrosos viajes al extranjero, que por otro lado, solían estarmuy relacionados con conflictos de carácter bélico. Es por este motivo queKajanto en su trabajo sobre Fortuna llega a la conclusión de que el culto aFortuna Redux como el de Fortuna Augusta, eran una expresión de lealtad alEstado y al emperador reinante36.

Otra propuesta sobre el sentido de las ofrendas realizadas a FortunaRedux es la que propone Perea Yébenes, quien considera que su presencia enlos baños militares, más que una alusión política genérica, como proponíaKajanto, ve en las invocaciones una reminiscencia o evocación personal de lavida ciudadana placentera que se añora, de la que los baños es un paradigmadel bienestar cívico37. En efecto como este autor hace constar, el propioKajanto, en un trabajo posterior, llega a la conclusión de que no hay nexo entrelas aras dedicadas a Fortuna Redux con el regreso del emperador a Roma trasuna campaña; por contra, Fortuna, bajo esta advocación, está sugiriendo laprotección general de los lugares y dependencia de las personas que los habitano utilizan, entre otros los baños militares38.

La idea de considerar a Fortuna Redux como protectora de lugares,incluso de baños, bal(i)nea, militares, resulta atractiva sobre todo pensando enesos vínculos que pretendemos hallar entre los procuratores Augusti y elejército39; sin embargo, no creo que se deba descartar totalmente la posiblerelación entre el significado político que se había mantenido siempre para elculto a Fortuna Redux, como garante del regreso del emperador a Roma y losdeseos manifiestos de los procuratores Augusti de realizar su misión acordecon las expectativas del emperador y regresar a Roma.

En estos tres últimos casos, junto con el de la inscripción # 46, sólodisponemos de un documento para su estudio, lo que nos hace difícil seguir lacarrera de los oferentes.

# 46. Lápida votiva hallada en Astorga. Es un ara prismática de mármolblanco. Medidas: 133 x 48 x 28/25 cm; letras: 5,5 cm.. Se encuentra en elMuseo de los Caminos.

Invicto Deo / Serapidi et /3 Isidi, / Cl(audius) Zenobius, / pro(curator)Aug(usti).

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40Ver inscripción # 50.41 Sobre los cultos de origen oriental trataremos en un capítulo aparte, de momento sólo

queremos dejar constancia de la asociación entre la procedencia oriental del dedicante y lasdivinidades elegidas por él.

42 OJEDA TORRES, Servicio administrativo, 1993, 187.

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[García y Bellido, 1968, 205; Diego Santos, 1968, 96; AE 1968, 232;Etienne, 1969, 235; Muñiz Coello, 1980, 300; González Wagner / Alvar, 1981,331; Mañanes Pérez, 1982, nº 15; Rabanal, 1982, nº 107; Bendala, 1986, 374,nº 16, 379, nº 6; IRPLE 12; Lomas, 1989, 275; Ojeda Torres, 1993, nº 60.]

Claudius Zenobius dirige su ofrenda a Serapis e Isis; en efecto, laelección de divinidades de origen oriental está perfectamente explicada en unpersonaje cuyo nombre refleja también su procedencia oriental. No es el únicotestimonio aparecido en Astorga, dirigido a Serapis y dedicado por unprocurator40, en ambos casos además aparece Isis41. Según Ojeda Torres, elepíteto invictus que acompaña a Serapis parece apoyar una datación bajoCaracalla o Heliogábalo42.

Todos los procuradores hasta aquí mencionados eran de rangoducenario y ocupaban la procuratela de Asturias y Galicia, pero no sabemosnada más sobre sus cargos en el ejército o fuera de él. Afortunadamente,conocemos el nombre de tres personajes que dejaron más de un testimonioepigráfico aún conservado, a través de los que profundizar en su carrera. P.Aelius Hilarianus aparece mencionado en las inscripciones # 47 y # 48.

# 47. Ara votiva encontrada en Astorga en 1967. En la cabecera hay unfrontón triangular, y en los extremos del mismo hay dos discos con radiosdextrógiros; debajo del frontón van molduras paralelas que enmarcan el campode la inscripción, dividiendo la parte frontal en tres cuerpos. Toda lainscripción se incluye en el cuerpo central. Medidas: 110 x 49 x 23 cm. Seencuentra actualmente en el Museo de los Caminos.

Di(i)s deabusque / quos ius fasque est /3 precari in Pantheo, / P(ublius)Ael(ius) P(ublii) f(ilius) Hilarianus, / pro(curator) Aug(usti) cum liberis, /6 prosalute [- - -] / Aug(usti) [- - -].

[AE 1968, 227; García y Bellido, 1968, nº 4; Nony, 1970, 195-196;ILER 5967; Muñiz Coello, 1980, 299; Tranoy, 1981, 183; AE 1982, 577;Mañanes Pérez, 1982, 225; Rabanal, 1982, nº 106; IRPLE 7; Lomas, 1989, 274;Gamer, 1989, 239, nr. Le 10; Mangas, 1991, 120; Ojeda Torres, 1993, nº 55.]

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43 MANGAS, Culto a Pantheus, 1991, 120.44 De esta fecha lo consideran NONY, Noveaux procurateurs d´Astorga, 1970, 196,

y OJEDA TORRES, Servicio administrativo, 1993, 177. 45 PEREA YÉBENES, Fórmulas epigráficas, 1998, 167-180.46 OJEDA TORRES, Servicio administrativo, 1993, 177. El mismo autor, siguiendo

la restitución que hace Nony de las dos últimas líneas, lee: en la # 47: lín.6-7: [[Commodi?]]Aug(usti) / [[Pii Felicis]]; y en la # 48: lín. 6-7: [[Commodi?]] Aug(usti) / Pii Fel(icis)...

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# 48. Lápida votiva hallada en Astorga en 1967. La parte superiorremata en frontón y sobre sus extremos hay sendas ruedas de radios curvos congiros contrapuestos. El campo de la inscripción está separado de la cabecera ydel cuerpo inferior por las correspondientes molduras horizontales. Medidas:111 x 53 x 23 cm.. Conservada en el Museo de los Caminos.

Iovi Optimo Maximo, / Iunioni Reginae, /3 Minervae Victrici, /P(ublius) Ael(ius) P(ublii) f(ilius) Hilarianus, / proc(urator) Aug(usti) cumliberis, /6 pro salute [- - -] Aug(usti) / Pii Fel[- - -].

[García y Bellido, 1968, nº 5; Nony, 1970, 195-196; ILER 5948;Blanco Freijeiro, 1976-1977, 109; Dobson, 1978, 297; Muñiz Coello, 1980,229; Tranoy, 1981, 183, 325; AE 1982, 577; Mañanes Pérez, 1982, nº 10;Rabanal, 1982, nº 110; Mangas, 1986, taf. 1, Abb. 1; IRPLE 3; Lomas, 1989,274; Gamer, 1989, 239; Domergue, 1990, 289; Ojeda Torres, 1993, nº 55.]

La primera está dedicada a Pantheus, es decir, como la misma lápidaexpresa a Diis deabusque quos ius fasque est precari in Pantheus. El culto aPantheus no estuvo muy arraigado en Hispania, pero resulta eficaz parapotenciar el culto al emperador, no en vano era una recopilación de dioses ydiosas que configuraban el panteón de Roma, como referencia geográfica hayque entender la fórmula in Pantheo43. Su vinculación al culto imperial vieneaún reforzada por la fórmula pro salute detrás de la cual aparecería el nombrede Cómodo, borrado a consecuencia de la damnatio44. Por otro lado, la fórmuladiis deabusque pone de manifiesto, una vez más, la voluntad integradora de laadministración, aludiendo, según Perea Yébenes, a todos los dioses y diosasindígenas, cualquiera que sea su origen y función, integrándolos así en elpanteón romano45.La inscripción # 48 la dedica a la Tríada, Júpiter ÓptimoMáximo, Juno Regina, y a Minerva Victrix; lo que unido a la expresión, prosalute imperatoris, hacen de esta inscripción un ejemplo más del cultoimperial, tan extendido dentro de este ambiente. La fecha en la que ocupó sucargo P. Aelius Hilarianus, se sitúa entre 184 y 192 y quizá, según OjedaTorres, pueda ser identificado con un procurador en África en el año 203, bajoSeptimio Severo46

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Varios son los documentos epigráficos que nos han llegado de IuliusMelanio, tanto procedentes de Hispania, como fuera de ella.

# 49. Lápida votiva hallada en Astorga en 1967 durante unas obras quese realizaban en la confluencia de la calle Leoncio Núñez con el Paseo de laMuralla. Es un cipo prismático de mármol blanco dividido en tres partes yademás apareció partida en dos por la parte superior del cuerpo central.Medidas: 145 x 62/56 x 27/23 cm.; letras: 11cm. Se conserva en el Museo delos Caminos.

I(ovi) O(ptimo) M(aximo) / Custodi, /3 Iunoni Reginae, / MinervaeSanctae, / ceterique di(i)s /6 deabusque / inmortalibus, / Iulius Sivanus /9

Melanio, proc(urator) / Augg(ustorum) / provinc(iae) Hisp(aniae) Citer(ioris),/12 dedicavit.

[García y Bellido, 1968, nº 1; Diego Santos, 1968, nº 1; AE 1968, 229;Nony, 1970, 197; Devijver, 1976, pars 1ª, 487-488; Muñiz Coello, 1980, 299;Rabanal, 1982, nº 108; Mañanes Pérez, 1982, nº 11; IRPLE 2; Mangas, 1986,288, taf. 1; Alvar, 1988/93, 32; Ojeda Torres, 1993, 179-182; Mangas, 1996,483.]

# 50. Inscripción votiva hallada en Astorga en 1967. Se trata de unalápida prismática de mármol blanco. En la cabecera, el frontón triangular estárepresentado por una simple incisión, con vértice del triángulo en la parte alta.Dentro del mismo está representado un árbol y sobre los lados, en los ángulosextremos de la piedra, dos aves. Medidas: 116 x 36 x 30 cm.; letras: 5-7 cm. Seconserva en el Museo de los Caminos.

Serapidi / Sancto, /3 Isidy Myrionymo (sic), / Core Invictae, / Apollini/6 Granno, / Marti Sagato, / Iul(ius) Melanio, /9 proc(urator) Augg(ustorum),/ v(otum) s(olvit).

[AE 1968, 230; García y Bellido, 1968, 196; Diego Santos, 1968, 97-98; Etienne, 1969, 235; Quintana Prieto, 1969, 42-43, n.II, 67-68, nº XVII;Nony, 1970, 197; Muñiz Coello, 1980, 299-300; Pastor Muñoz, 1981, 270;González Wagner / Alvar, 1981, 331; Mañanes Pérez, 1982, nº 16; Rabanal,1982, nº 102; IRPLE 13; Marcos García, 1986, 219-225; Bendala, 1986, 374,nº 15; García Fernández-Albalat, 1986, 154-155; Mangas, 1986, 65-66; Idem.1986, nº 14; Domergue, 1990, 289; Alvar, 1988/93, 32; Ojeda Torres, 1993, nº58; Mangas, 1996, 484.]

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47Agathé Tyché / Theais Nemesesis /3 Smyrnais / Sebasmiotatais / Iul(ios) Sivanus /6

Melanion / epitropos Se(astou). Euchen.(Transcripción del griego).

48 Hemos incluído aquí la presente inscripción, ya que consideramos que el personajeque aparece, Caius Iulius Silvanus, es el mismo que el procurador de Astorga, aunque su estanciaen Segobriga, no esté, por el momento, suficientemente justificada.

49 MARCOS GARCÍA, C. Iulius Silvanus Melanio, 1986, 229-235 y Estudioprosopográfico, 1986, 219-225.

50 CIL III Supl. 12732.51CIL XIII 1729.

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# 51. Inscripción votiva hallada en Astorga. Es un bloque de mármolgrisáceo, prismático y dividido en tres cuerpos. Medidas: 96 x 48 x 26 cm. Seconserva en el Museo de los Caminos.

Άγαθ− Τύη, / ΘεαÃς Nεµέσεσιυ /3 Gµυρναίαις / σε&ασµιωτάταις, /Ίούλ(ιος) ΣιλουανÎς /6 Μελανίων, / ¦πίτρ(οπος) / Σε&(αστäν). Ε×χήν.47

[AE 1968, 231; García y Bellido, 1968,198 ss.; Diego Santos, 1968, 98-99; AE 1969, 231; Etienne, 1969, 235; Mañanes Pérez, 1982, nº 4; Rabanal,1982, nº 103; IRPLE 14; Alvar, 1988/93, 32; Mangas, 1996, 484.]

# 51 a. Lápida romana hallada en las excavaciones llevadas a cabo en1995 en Segobriga (Saelices, Cuenca). Realizada en piedra caliza, hadesaparecido su coronamiento al igual que el margen superior del fuste y laparte superior de las letras del renglón, que fue la primera línea del texto.Medidas:[51] x 36 x 32 cm; letras: 3 - 1,8 cm. Se conserva en el MuseoMonográfico de Segobriga48.

[∆ ]ιί / Θεè Με/3γίστå / Γ(άιος)´ Ιονλιος / Gιλουαα /6 νÎς / κατ´ εύχ¬ν/ ίερÎν /9 είδρύσατο

[ Abascal / Alföldy, 1998, 158]

De las primeras, las encontradas en Hispania, la # 49 está dedicada aI. O. M. Custos, Juno Regina, Minerva Sancta y a los dii deabusque inmorta-les; la # 50, a Serapis Sancto, Isis Myrionymo (?), Core Invicta, Apolo Grannusy a Mars Sagatus, y la # 51, a la Tyché Augusta y a Nemesis de Esmirna; y la# 51.a, dirige su ofrenda a Zeus Theos Megistos. La complejidad de susdedicaciones han dado origen a monografías sobre el tema49. En cuanto a lasinscripciones halladas fuera de Hispania, una es de Dalmacia, concretamentefue hallada en la actual Srebrenica50 y la otra es de la Galia Lugdunense,hallada en Lyon51. La que aporta la información que nos interesa es la primera,

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52 Inscripción honorífica corresponde al municipium Domavianum (Dalmacia), CIL III,Supl. 12732: C(aro) Iul(io) Silvano / Melanioni eq(uo) / publ(ico) flam[i]ni Po / monali [...]urom / nibus equestr / bus militiis func / [t]o proc(uratori) Aug(usti) provinc(iae) / ... proc(uratori)C .../ -3 líneas- / -10 letras- muni / cipio Domaviano / -1línea- / patrono / pro[v]in[ciae...].

53 La consideración de Iulius Silvanus como procurator provinciae HispaniaeCiterioris o como procurator per Asturiam et Gallaeciam ha dado origen a nuevosplanteamientos sobre la reorganización del territorio peninsular en un momento concreto y sontambién recogidos en un estudio presentado por Marcos García y al que ya hemos hechoreferencia.

54 KRILL, Roman paganism, 1978; VÁZQUEZ HOYS Religión romana, 1981, 174.

104

en la cuál se confirma que Iulius Silvanus Melanio ocupó cargos militarescorrespondientes al orden ecuestre al que pertenecía y que le permitieronacceder a las diferentes procuratelas que aparecen mencionadas52.

Parece confirmarse la hipótesis de que la procuratela ocupada enHispania es posterior a las ocupadas en Dalmacia y la Galia y corresponderíaa una época coincidente con los cambios introducidos en el ejército y en laadministración provincial por Septimio Severo, es decir, a final del siglo II ycomienzos del siglo III. Otro aspecto conflictivo es el tipo de cargo queocupaba en Astorga ya que la inscripción sólo dice que era procuratorAugustorum Hispaniae Citerioris. De nuevo se multiplican las opciones, ya quepodemos estar ante un procurador ordinario del distrito minero, o bien, comocree Tranoy, ante un personaje cuyo puesto alcanzaría la más alta responsabili-dad en la reorganización de una importante zona desde el punto de vistaeconómico53. Ahora bien, teniendo en cuenta que ambos cargos poseen elmismo rango e independientemente de la responsabilidad que conlleve uno uotro, nos interesa señalar ante todo que la presente dedicación la hace IuliusSilvanus Melanio desde su puesto de procurador, es decir, desde un cargooficial al que ha podido acceder gracias a la casa imperial y a su experienciaen otros distritos mineros del Imperio, así como a las funciones desempañadasdentro del ejército romano.

La clara vinculación entre el cargo ocupado por Iulius SilvanusMelanio en la administración provincial y la promoción social favorecida desdela administración central queda de manifiesto a través de los dioses elegidospor el procurador para hacer su voto. Estos son los más representativos delculto oficial, pero además un culto oficial caracterizado en la época deSeptimio Severo por la restauración de las divinidades tradicionales, favoreci-das por tanto, desde el poder y cuyo culto a finales del siglo II había entrado encrisis por diferentes motivos coyunturales54. Es por todas estas razones queparece lógico que un personaje público, que debe agradecer su cargo al poderimperial, lo haga promocionando desde su posición el culto que dicho podertrata de recuperar.

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

55 FEARS, Jupiter, 1981, 115-116.56 TRANOY, Galice romaine, 1981, 311.

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Además de los dioses de la Tríada Capitolina, el significado políticode este culto está reforzado por los epítetos elegidos para cada una de lasdivinidades. La designación de I.O.M supone la confirmación de la supremacíaromana sobre todo el Imperio, a través también de una supremacía religiosa,que supone elegir el dios principal del panteón romano y elevarlo por encimade cualquier otro. Por otro lado, el título de custos que acompañaba a I.O.M.responde a la propia ideología que se hizo patente en la época de SeptimioSevero, según la cual el emperador ha recibido su mando desde el propioJúpiter y, en consecuencia, su protección recae tanto a nivel personal comoestatal. Como Fears hace notar, las monedas correspondientes a esta épocasuelen presentar a Júpiter como custos y conservator55. En la misma líneaentendemos los epítetos de Juno y Minerva.

En el caso de las tres divinidades se confirma, a través de sus títulos,la conexión entre Iulius Silvanus en su puesto de procurador con el emperador.En consecuencia, observamos la oficialidad del culto elegido no sólo en laaparición conjunta de la Tríada Capitolina sino también en los epítetosparticulares de cada uno de los dioses que la componen. Incluso podemos aúnreforzar esta afirmación en un detalle más que acompaña la inscripción; se tratade la inclusión al lado de la Tríada de los demás dioses y diosas mediante laexpresión : ceterisque diis deabusque inmortalibus. En primer lugar, sabemospor las otras lápidas de dicho procurador, que sus preferencias religiosas hacenalusión a otra serie de divinidades de distinto carácter a las que aquí tratamos,por tanto sería lógico pensar en un recuerdo hacia ellas; no obstante, habría quepensar mejor en un sentido distinto para la inclusión de estas divinidades, yaque la forma en que son expresadas nos recuerda las numerosas ocasiones enque los dioses inmortales son mencionados por los autores grecolatinos; sehace referencia por lo tanto, a la fórmula más tradicional y oficialmenteadmitida para aludir al conjunto de dioses que componen el panteón oficialromano. Por ello Tranoy considera que tal expresión, que podría calificarse decarácter cautorio, sería en realidad, la expresión de la religión oficial delImperio realizada desde una ciudad que es además centro administrativo a lavez que político, económico y religioso de un territorio más amplio56.

La inscripción # 51 obedecería a una preferencia personal pordivinidades de origen oriental, que se entiende por el mismo origen de IuliusSilvanus Melanio. En cuanto a la Tyché, nombre griego de Fortuna, lleva elepíteto Augusta, por tanto, incluso en esta dedicación de carácter, quepodríamos calificar de personal o privado, se está aludiendo al culto imperial.

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57 MARCOS GARCÍA, Estudio prosopográfico, 1986, 220.58 CIL II 73159 CIL IX 1147.60 DIEGO SANTOS, IRPLE, 32-37.61 GARCÍA Y BELLIDO, Divinidades exóticas, 1968, 196. 62 MARCOS GARCÍA, C. Iulius Silvanus Melanio, 1986, 231; IDEM., Estudio

prosopográfico, 1986, 220.63 QUINTANA PRIETO, Religión romana, 1969, 67-68.64 MANGAS, Dioses y cultos, 1986, 65-66.

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Estando perfectamente clara la intención propagandística y lavinculación del dedicante con el emperador, nos interesa especialmente lainscripción # 50 ya que se menciona a Mars Sagatus y algunos han querido veren ello un reflejo del paso del procurador por el ejército romano57. Intentardescifrar el verdadero significado de Marte Sagato y la relación que le une conel resto de los dioses que aparecen mencionados ha dado origen a diversaspropuestas.

Diego Santos encontraba tentador relacionar a Marte con el dioshispano Saga58 y así, al igual que hay Campo de Marte tendría sentido que lassagatae silvae de Italia59, fueran Selvas de Saga60. García y Bellido prefiererelacionar Sagatus con el sagum militar romano, una especie de capa adoptadapor el soldado romano61. Marcos García considera el significado etimológicode Sagatus, vestido con el sayo militar, y por tanto este apelativo responderíaa la carrera militar del procurador62.

Un significado más profundo es el que aporta Quintana Prieto; segúnél, Marte Sagato sería una divinidad guerrera pero de categoría inferior. Esdecir, el hecho de que se atribuya a Marte la vestimenta militar sería una formade acercar este dios a los simples soldados y a su dura vida de campaña, hastaser concebido como partícipe de su mismo ropaje; esto sin embargo, no quitabaque un legado augustal se humillase ante él para hacerle una súplica deprotección63.

Mangas ha añadido a la dificultad para conocer el sentido quetransmite Marte Sagato, una nueva problemática; se trata de descifrar si lasdivinidades que menciona la lápida # 50, responden simplemente a unaelección personal del procurador de Astorga bajo epítetos diversos o si, encambio, podemos encontrar una relación interna que conecte a todas lasdivinidades o a partes de ellas entre sí. En su exposición el autor reconoce porun lado una tríada protectora de los campos y cargada de connotacionesmistéricas, formada por Serapis, Isis y Core, y por otro dos divinidades célticas,Apolo y Marte cuya única advocación segura considera la de Apolo Grannuscomo dios salutífero64.

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

65 M. J. PENA, “El culto a Tutela en Hispania”, MHA 5, 1981, 73 ss.66 MANGAS, Cultos minorasiáticos, 1996, 483-490.67 ABASCAL / ALFÖLDY, Zeus Theos Megistos, 1998, 165-168.

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Las diferentes propuestas que se han venido considerando tienen mayoro menor probabilidad de ser ciertas, sin que podamos elegir una comodefinitiva. Es posible considerar a Marte Sagato como un dios guerrero quealude a la vestimenta militar del soldado, sobre todo teniendo en cuenta queIulius Silvanus Melanio fue antiguo praefectus equitum y que había ocupadootros cargos militares también dentro de la carrera ecuestre. No obstante, elprocurador de Astorga demuestra en sus inscripciones una cuidadosa elecciónde las divinidades a quien dirige sus votos, por tanto, habría que pensar en unsignificado de éstas más allá de una mera preferencia personal, que aludiría aun aspecto concreto de su vida pública o privada que, sin embargo, noconocemos. Por tanto, sin descartar el significado militar de Marte Sagato hayque suponer otro carácter, si no distinto, sí muy específico para esta divinidad,sobre la que hasta el momento no podemos decir más.

Como se ha podido comprobar, la inscripción # 51 está realizada engriego, pero no es la única que se ha encontrado en Astorga, lo que es un claroindicativo de la participación de orientales en la administración de Asturica,y/o a la gestión de las zonas mineras del noroeste de León. En la época en laque se fecha este documento, era ya una realidad el sincretismo entre la AgatheTyché, la diosa romana Fortuna y la diosa Tutela65. J. Mangas señala que, eneste caso, resulta difícil encontrar una referencia geográfica precisa sobre estadiosa, ya que su culto estaba generalizado en todo el Oriente helenizado, sinembargo la referencia a las Diosas Némesis de Esmirna, no ofrece dudas sobresu procedencia66.

Finalmente, hemos de hacer referencia a la inscripción encontrada enSaelices (Cuenca), la # 51.a. Aunque no se encuentra justificación para queIulius Silvanus, aparezca en esta zona, después de analizar el nombre deldedicante, su cursus honorum, la fecha de la ofrenda, la lengua de lainscripción, el culto atestiguado y las particularidades paleográficas, los autoresque estudiaron el documento, Abascal y Alföldy, no encuentran dificultad paraidentificar a este personaje con el procurador de Astorga; sin embargo, comobien apuntan, podría tratarse de un familiar próximo. En todo caso su presenciaen la zona, distrito minero del lapis specularis, podría obedecer a interesesparticulares. Respecto a la divinidad elegida, Zeus Theos Megistos, representala encarnación del poder divino en general. Su culto sería introducido enSegobriga por el personaje en cuestión, y en principio, el santuario serviría aun culto particular del fundador y de los suyos67.

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

68 CIL II 2529.69 VIRG. Aen. X, 541; LIV, I 20, 4; SIL. ITAL. Pun. IV 200.70 OV. Fasti V, 229 y 225; SERV. Aen. XII, 119.71 DURBACH, “Mars”, DA V, 1969, 1617.

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A la etapa política inmediatamente posterior a la que pertenece IuliusSilvanus Melanio corresponde la procuratela desempañada por L. DidiusMarinus en Astorga.

# 52. Ara votiva hallada en Astorga al derribar uno de los cubos de laparte sur de la muralla. Es un cipo de mármol adornado con un frontón que vaentre dos ruedas de radios curvos y sobre el campo de la inscripción van tresramos, quedando el central a mayor altura que los laterales. Medidas: 114 x 39x 29 cm; letras: 5-5,5 cm. Se conserva en el Muso de los Caminos.

Marti / Gradivo, /3 L(ucius) Didius Ma/rinus, proc(urator) /Aug(ustorum), ex voto /6 fecit.

[CMLeón 22; ILS 9240; Pflaum, 1960, 765; Blázquez, 1962, 121;Quintana Prieto, 1969, 45-46, 65-66; Muñiz Coello, 1980, 300; Mañanes Pérez,1982, nº 14; Rabanal, 1982, nº 121; IRPLE 11; Domergue, 1990, 289; OjedaTorres, 1993, nº 59.]

Si confirmamos la dedicación a Marte hecha por L. Didius Marinusaparecida en Bande (Orense)68, podemos considerar una predilección personaldel dedicante por Marte, a quién imprime un carácter agrario atenuando susignificado militar, cuando pasa a ocupar una procuratela en la administraciónprovincial, fuera ya del ámbito estrictamente militar.

En la inscripción # 52 aparece la dedicación hecha por este último aMarte Gradivo. Dicho epíteto requiere un breve comentario puesto que, por unlado refuerza el carácter guerrero atribuido a esta divinidad por diversosautores clásicos; algunos de ellos sustituían el nombre por el atributo, siemprerefiriéndose a aspectos bélicos69. Pero por otro lado, “gradivus” conserva partedel carácter agrícola que tenía Marte en sus orígenes; así Mars Gradivus seríael dios que “haría crecer las cosechas”70, aunque posteriormente se aplicará aun dios guerrero para exprimir su carácter beligerante; de este modo, Marteconjugaba su doble carácter, pero se considera que cuando aparecía como MarsGradivus predominaba el aspecto agrario71.

Finalmente la inscripción # 53 procede de Villalba de Alcor (Huelva)y está realizada por un personaje cuyo nombre completo es Marco CalpurnioSéneca Fabio Turpio Sentiniano.

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72 CIL II, 1178 (Hispalis), CIL II 1083 (Ilipa).73 CIL XVI 79 = CIL X, 7855 (Tortoli, Cerdeña)74 STEIN, Calpurnius, PIR 2, 1933, Nº 318 y PFLAUM, Les carrières, 1960, 258.75 Según la fecha consular que ofrece la inscripción de Cerdeña (CIL XVI, 79)

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# 53. Ara votiva hallada en Villalba de Alcor, fija en un muro de laiglesia parroquial. Se trata de un pedestal de mármol blanco con moldura debase y coronamiento que se encuentra algo deteriorada, aunque la inscripciónno se ve afectada. Medidas: 110 x 54 cm.; letras: 5-2,3 cm. Se encuentraactualmente en el muro de la misma iglesia.

Iunioni Reginae, / M(arcus) Calpurnius M(arci) f(ilius), /3 Gal(eria),Seneca Fabius Turpio / Sentinianus, primus pilus / legionis primae Audiutricis,/6 procurator provinciae Lusi/taniae et Vettoniae, praefectus / classispraetoriae Ravenna/9 tis, ex argenti libris centum / d(onum) d(edit), / SuconiaG(aii) f(ilia) Rustica, uxor, epu/12lo dato utriusque sexus dedic(avit).

[CIL II 1267; Heuten, 1933, 563; Stein, 1936, nº 318; Dobson, 1955,nº 127; Castillo, 1965, nº 86; Pflaum, 1965, nº 1; Mangas, 1971, 136; ILER362; Roldán, 1974, 192; Luzón, 1975, 301; Curchin, 1981, nº 487; Le Roux,1982, 299; Curchin, 1983, 242; Rodríguez Cortés, 1986, 418-419; González,1989, nº 81; Rodríguez Cortés, 1991, 33, nº 2; Delgado, 1993, 357; OjedaTorres, 1993, nº 29.]

Sobre el dedicante conocemos varios datos, entre ellos, su filiación ysu pertenencia a la tribu Galeria. En cuanto a su cursus honorum dentro delorden ecuestre, sabemos que fue primus pilus de la legio I Auditrix, procuratorprovinciae Lusitaniae et Vettoniae y praefectus classis praetoria Ravennatis.Esta inscripción y otras dos realizadas por él también en Hispania, favorecenla idea de asignarle un origen bético72; sólo una procede de otra provincia73.Incluso hay quién confirma un origen hispalense para M. Calpurnio Séneca74.No cabe duda como piensa Delgado, que el dedicante tenía intereses particula-res en la Bética, cuando se dispone a realizar un desembolso importante paraerigir una estatua a Juno.

El personaje en cuestión va ascendiendo desde que ocupa el cargo deprimipilo en Dacia hasta ocupar dos prefecturas navales, una en Rávena ydespués en Miseno, donde sabemos que estuvo en el año 13475. A lo largo desu carrera desempeñó una procuratela en Lusitania y Vetonia según Pflaum,González y Delgado, para evitarle el emperador Adriano un destino en su lugar

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76 PFLAUM, Les carrières, 1960, 258; GONZÁLEZ, Bronces jurídicos, 1990, nº 81;DELGADO, Júpiter, Juno y Minerva, 1993, 349.

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de origen que le pudiese resultar conflictivo, a la hora de desempeñar su cargo76.En esta ocasión como sucedía en algunas otras inscripciones, el cursus

honorum del dedicante adquiere enorme importancia a la hora de señalar suvinculación con la divinidad elegida, concretamente Juno Regina. SegúnDelgado, su carrera en sentido ascendente está ligada a designaciones delemperador El hecho además confirmado por la presente inscripción de ladonación de una considerable suma de dinero para contribuir a erigir unaestatua a la diosa en esta localidad, junto al banquete ofrecido por su esposa,confirman su elevada posición dentro de la sociedad bética de su tiempo; nocabe duda que a esta situación contribuyó en alto grado su carrera y lapromoción social que habría gozado gracias al emperador. Por todo ello, resultacomprensible que eligiera una divinidad especial ligada a la casa imperial ycuyo culto fuera bastante popular allí donde tenía puesto sus intereses y de estoúltimo da fe la estatua que se iba a levantar de Juno. No rechazamos enabsoluto la idea de una preferencia personal por dicho culto, que sin embargo,no estaba exento de fuertes connotaciones políticas y propagandísticas.

En definitiva, podemos concluir diciendo que, así como los libertos queservían al emperador como procuratores metallorum al lado de los destacamen-tos militares manifestaban su relación con el mismo a través de celebracionesmilitares conjuntas, los procuratores equestres demuestran a través de suscultos su relación con el emperador, a quién deben su cargo, y de no ser porestudios prosopográficos su paso por el ejército sería desconocido; tan sólocomparten con éste el culto al emperador y sus pruebas de lealtad al mismo. Nohay restos de cultos propiamente del ejército que hayan permanecido una vezfuera de él; incluso puede considerarse como una prueba evidente de que lareligión del ejército romano no es diferente en su esencia de la que profesa elresto de la población civil.

Sobre la oficialidad del culto manifestado por ciertos gobernadores yprocuradores augustales vinculados al ejército, los testimonios presentados,hacen sospechar que es cierta. Los cultos que se reflejan en las inscripcionespertenecen en su mayoría a la religión oficial, pero incluso los que tienen visosde ser cultos privados, como el de las Ninfas o el de Iulius Silvanus Melanio,tiene algún rasgo que los ponen en relación con la política imperial. Además,como hemos reiterado varias veces, el cargo oficial que ocupaban losdedicantes imprime a sus dedicaciones el mismo carácter que poseen ellos. Enefecto, los testimonios de gobernadores y procuradores que ofrecieron sus votapor los emperadores en el gobierno, no ofrecen dudas respecto a su inclusiónen la religión oficial del ejército; la misma consideración mantienen los cultos

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

77 ALVAR, Religiosidad, 1996, 241-242.

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dirigidos a I.O.M., a Juno o a Minerva. El resto de las divinidades que aparecenpodrían ser consideradas a título privado, no obstante, prácticamente todas ellaspueden considerarse dentro de la religión oficial del Imperio; Mercurio,Fortuna Redux, Juno Regina, Marte Gradivo, formaban parte del panteónoficial romano. El culto al Sol y a la Luna recibió en un momento dado, no sóloel apoyo oficial, sino una fuerte propaganda que lo ligaba al emperador. Losque ofrecen dudas serían el culto a las Ninfas, el dirigido a Serapis e Isis, o adiferentes divinidades orientales y célticas por Iulius Silvanus Melanio; entodos los casos encontramos, sin embargo, rasgos de oficialidad; por una parte,el cargo público ocupado por los dedicantes, vinculan sus expresionesreligiosas al emperador y a su política oficial que, en última instancia le haproporcionado el cargo. Por otro lado, las fechas en que son realizadas lasinscripciones sitúan ya a los cultos que reflejan en una posición oficialmenteaceptada dentro del panteón romano, y algunos de ellos, como ocurría en elcaso del Sol y la Luna son potenciadas desde el propio poder.

Finalmente el culto que podría ser considerado como privado, almargen de toda oficialidad sería el de I.O.M. Anderon, realizado por unprocurator metallorum; no obstante, las consideraciones al respecto realizadaspor Alvar incluyen este culto dentro de un programa político de integración,realizado de forma consciente o no, pero dependiente de la política oficialromana, y, por tanto, unida a ella, no tanto por el carácter de la divinidad, comopor el significado que adquiere la utilización de un culto local por parte de unresponsable administrativo como era M. Ulpius Eutyches77.

En definitiva, con más o menos vínculos con la religión oficial delImperio romano, los cultos que conocemos hasta la fecha, manifestados porjefes civiles relacionados con el ejército formaban parte de la política religiosaoficial romana, sin que por ello renuncien algunos a cierto carácter privado,más en consonancia con los gustos particulares de los dedicantes.

1 Sobre la organización militar ver Y. LE BOHEC, L´Armée romaine sous le Haut-Empire, París, 1989; y la síntesis, A. LIBERATI / F. SILVERIO, Organizzazione militare:essercito, Roma, 1988.

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DIVINIDADES ROMANAS

El emperador, los gobernadores provinciales y algunos procuradoresaugusteos podían ejercer su mando sobre las tropas romanas, su doble posicióncivil y militar les confería este poder; no obstante, el ejército romano estabaperfectamente jerarquizado, con cuadros de mando especialmente designados,con un grupo de oficiales cuyas pretensiones iban más allá de la actividadpropiamente militar, por lo que necesitaban cubrir sus deficiencias por mediode soldados experimentados como los centuriones. Por último el grupo desuboficiales y clases de tropa, entre las que se distinguían varios cargos dediferente naturaleza, completaba grosso modo la organización interna delejército romano1.

Hay que tener en cuenta antes de plantear la religión de todo el ejércitoromano en Hispania, que la posición que ocupe el dedicante dentro delorganigrama del propio ejército va a ser un influyente factor a tener en cuentaa la hora de extraer las primeras conclusiones. En efecto, tanto los jefesmilitares de las legiones como los de los cuerpos auxiliares, esto es, legatilegionis y praefecti se encontraban en una posición en la pirámide social quepresuponemos, debía reflejarse en sus manifestaciones religiosas; por unaparte, desde su cargo estaban próximos a la administración provincial y alemperador y este hecho debía influir en ellos de modo análogo a como ocurríacon gobernadores y procuradores, pero por otra parte, desde su puesto demando del ejército romano, sus obligaciones para con sus tropas pasabantambién por la celebración conjunta de fiestas militares. La intencionalidad quese puede extraer de sus ofrendas votivas, así como el carácter público de lasmismas, van a encontrar plena justificación y explicación en la posición queocupaban los jefes militares. No ocurre lo mismo entre las clases de tropa, aquílas razones basadas en lograr una carrera ascendente, tanto dentro como fueradel ejército, sólo pueden esgrimirse para algunos casos concretos de oficiales.Los soldados que ocupan los cargos más inferiores, sin posibilidades reales de

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2 TOUTAIN, Cultes I, 1907, 184.3 SAGLIO, “Capitolium”, DA I2, 1969, 901-906.4 MANGAS, Römische Religión, 1986, 188-289.

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ascenso social, suelen reflejar en sus preferencias religiosas una motivaciónmás personal. Por último podemos considerar el grupo de veteranos, quienesuna vez fuera del ejército romano podían seguir manteniendo unos cultos quehabían celebrado o conocido en él.

En cuanto a las divinidades a considerar, éstas aparecen clasificadasen los manuales de religión romana según unos caracteres semejantes; ahorabien, si en algo coinciden los autores es en señalar lo poco definidos que aveces aparecen tales caracteres, debido principalmente a la diversidad deaspectos y funciones que puede presentar un única divinidad, así como tambiéna los procesos de asimilación y sincretismo que ocurren entre divinidades desemejantes atributos.

Divinidades capitolinas

El culto oficial romano está encabezado por la Tríada Capitolina, cuyotemplo se ubicaba en el capitolio, centro urbano de Roma y de las ciudadesprovinciales. Sobre la posible existencia de capitolios levantados en Hispaniaa semejanza del de Roma, las opiniones están divididas por la dificultad quesupone reunir las pruebas suficientes que demuestren la existencia de untemplum Capitoli. Comenzando por Toutain que señala dos capitolios enHispania, el de Urso (CIL II, 5439; II, 8.21) y el de Hispalis (CIL II 1194)2,diferentes autores aportan nuevas hipótesis: Saglio añade otro en Iliberris3 yMangas, utilizando el texto de Aulo Gelio, (XVI, 43) considera que, a partir dela segunda mitad del siglo II, también los municipios y no sólo las coloniaspodrían tener Capitolio, como sería el caso de Iliberris y Asturica Augusta;añade además, que algunas otras inscripciones hacen pensar en la existencia decapitolios en ciudades como Clunia (CIL II, 2725) o Tarraco (CIL II, 4079;CIL II, 4076) y que varios hallazgos arqueológicos amplían las posibilidadesa Emerita Augusta y a Baelo4.

De todos los casos expuestos nos interesan sobre todo dos, el deAsturica Augusta y el de Tarraco, ya que en estas dos ciudades o bien en susproximidades nos consta el asentamiento de destacamentos militares. DeAsturica Augusta conocemos dos inscripciones de sendos procuratores Augustique están dedicadas a la Tríada Capitolina; se trata de las inscripciones # 48 y# 49, en las que las divinidades que configuran la Tríada, Júpiter , Juno yMinerva pueden ir acompañadas de diferentes epítetos e incluso de otros diosesy diosas. De estas dos, sólo la # 49 aporta la seguridad de que el dedicante

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5 VÁZQUEZ HOYS, Religión romana, 1977, 7-45. EAD., Júpiter, 1983-84, 83-200.

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Iulius Silvanus Melanio estuvo vinculado al ejército romano, sin embargo, nohay que olvidar que dicha dedicación la realiza desde su puesto en laadministración provincial y no como integrante del ejército. Por otro lado, enTarraco se encontró la dedicación de un gobernador provincial T. FlaviusTitianus dirigida también a la Tríada Capitolina al lado de otros diosesigualmente significativos desde el punto de vista político; la inscripción # 40a la que nos referimos, junto con las otras dos citadas anteriormente, reflejanel carácter oficial propio de las ofrendas votivas realizadas por altos cargos dela administración civil y militar. El culto capitolino revela también una mayoraproximación a Roma y al emperador, por tanto tiende a desarrollarse enambientes romanos o con una fuerte influencia romanizadora; era de esperara priori que, por lo menos, en el alto mando militar este culto estuvieraperfectamente desarrollado y hubiera alcanzado un alto grado de aceptación.La propuesta sigue pareciendo válida aún cuando no disponemos de testimo-nios epigráficos que lo corroboren. Antes bien, aunque los únicos documentosque mencionan la Tríada Capitolina al completo y cuyos oferentes estánrelacionados de un modo u otro con el ejército, son los que acabamos de citar,tenemos la seguridad de que este mismo ejército se conforma como unimportante grupo social en el que las divinidades capitolinas son veneradas deforma mayoritaria. La prueba más evidente la encontramos en la existencia deun nutrido grupo de inscripciones dedicadas a Júpiter Optimo Máximo, fórmulacon la que se aludiría al Júpiter Capitolino y en la que él destaca el lado máspolítico de la divinidad, el que le mantenía estrechamente unido al emperadory como consecuencia al poder de Roma.

a) Júpiter Óptimo Máximo

En el panorama epigráfico de la Península Ibérica, y concretamentedentro del apartado de inscripciones votivas, destacan por su elevadoporcentaje, las dedicaciones realizadas a Júpiter5.Este alto índice en el númerode documentos se mantiene también para el caso específico de votos ofrecidospor militares; en este sentido, entra en fuerte competencia con las dedicacionesdirigidas a Marte, para las que de antemano cabría esperar una superioridadnumérica. No obstante, el carácter de Júpiter como protector supremo delejército romano y su importante componente socio-político, le convierten enel dios principal del panteón romano oficial venerado por el propio ejército Enefecto, la fuerte vinculación conseguida entre el poder imperial y el ejército sepone de manifiesto también en la predilección dentro del ejército por unadivinidad, Júpiter, claramente asociada al poder político de Roma.

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6 FEARS, Júpiter, 1981, 4-141.

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El significativo papel que desempeñó el culto de Júpiter en la ideologíapolítica del Imperio ha sido convenientemente analizado por Fears6. En suestudio concluye que en esto intervino la facilidad con que fue adoptado eseculto, no sólo por parte de una élite oficial que representaba a Roma en todo elImperio y que se servía de todos los medios a su alcance para avanzar puestosen la pirámide de la sociedad romana, sino también por parte de un elevadonúmero de habitantes entre los que también había soldados del ejército romano.

Dentro del grupo concreto que nos interesa ahora, el culto a Júpiterviene expresado de diversas formas. A través de la documentación epigráficase puede realizar un interesante registro de las diferentes expresiones que seutilizan para referirse a aquél. Por un lado, hay una clara pretensión de aludiral dios principal del panteón romano y así, los epítetos que mejor le definenacompañan a su nombre; la mayoría de las veces encontramos la advocaciónde Júpiter Óptimo Máximo. En ocasiones, la intencionalidad del dedicanteprecisa ser más explícita y se le añaden otros epítetos; incluso hay veces en lasque está acompañado de otras divinidades, bien de la Tríada Capitolina, o bien,otras diferentes, cuyo significado de conjunto se nos escapa pero que pudotener algún sentido para quien realizaba la dedicación. En la mayoría de loscasos, la forma en que aparece expresado Júpiter, trasciende el carácterestrictamente religioso alcanzando el plano político; sin embargo, no siemprese puede hacer una valoración exacta y real de semejante alcance, lo que obligaa moverse dentro del terreno puramente hipotético.

Los testimonios epigráficos recogidos sobre este culto, tienen cada unode ellos características especiales que fuerzan a ser analizados de formaindividual. En principio, los dedicantes proceden de todos los estratos queforman el ejército romano; desde el alto mando hasta los veteranos, pasandopor oficiales y soldados tanto de infantería como de caballería están representa-dos. En cuanto a la divinidad, ésta aparece sola, con otros dioses, o con otrosepítetos; por último, los lugares de procedencia, acogen en su mayoríadestacamentos militares, o bien éstos se encuentran en sus proximidades.

De Astorga procede la # 54 que presenta interesantes aportaciones altema que nos ocupa:

# 54. Inscripción votiva que se halló empotrada en las casas delayuntamiento de Astorga. La lápida estaba decorada en su parte superior condos medias lunas entre tres ramos. Actualmente está desaparecida.

I(ovi) O(ptimo) M(aximo), / Soli Invicto, Liber /3 Patri, Geniopraetor(ii), / Q(uintus) Mamil(ius) Capitolinus, / iurid(icus) per Flaminiam /6

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

7 Esta fecha es la propuesta por la mayoría de los autores que han trabajado sobre estainscripción, aunque MAÑANES entre otros, la sitúe entre el 220 y el 260, Astorga romana,1982, 31.

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et Umbriam et Picenum, / leg(atus) Aug(usti) per Asturiam et / Gallaeciam, duxleg(ionis) VII G(eminae) P(iae) F(elicis), /9 praef(ectus) aer(arii) Sat(urni),pr[o] salute / sua et suorum.

[CIL II 2634; ILS 2299; Domaszewski, 1895, 296; Cumont, 1896, 522;Vermaseren, 1956, nº 804; Egger, 1966, 235; García y Bellido, 1967, 37, nº 25;Alfölfy, 1969, 90-92; Quintana Prieto, 1969, fasc. 45-46, 63-64; ILER 151;Roldán, 1974, nº 83; Devijver, 1977, pars. 2ª, 557; Birley, 1979, 500; PastorMuñoz, 1981, 203-204; Le Roux, 1982, 366; Mañanes Pérez, 1982, nº 12;Bendala, 1986, 397, nº 11; IRPLE 1; Dias, 1986, 193-203; Rabanal, 1988, 147;Ídem., Astorga romana, 1988, 31, nº 1; Lomas, 1988, 147; García Sanz, 1990,251; Hoyo, 1992, nº 6; Alvar, 1988/1993, 36-37.]

Las divinidades mencionadas son además de I.O.M., Sol Invictus, LiberPater y el Genio Praetoris, cuya elección no parece que fuera aleatoria.Considerando la posible fecha de dedicación, 193-211, ésta correspondería aun momento posterior a la lucha por el poder que mantuvieron Septimio Severoy Albino, ya que la legión lleva el título de Pía que se supone se le concediócon motivo de esta guerra7. Por otro lado, el dedicante Quintus MamiliusCapitolinus había desempeñado diferentes cargos: iuridicus per Flaminiam etUmbriam et Picenum, legatus Augusti per Asturiam et Gallaeciam, duxlegionis VII Geminae Piae Felicis y el último de praefectus aerarium Saturni;resulta por ello evidente que era un jefe militar relevante ya que sólo el títulode dux suponía un nombramiento extraordinario, obtenido quizás por laposición ocupada durante el enfrentamiento civil. Nos encontramos por tantoante un personaje relacionado con las altas esferas político-militares y noextraña su dedicación a I.O.M., cuyo culto, por otro lado, recibe un nuevoimpulso por parte de Septimio Severo; éste, una vez derrotado Albino, reflejaen las monedas el modo en que I.O.M. le entrega el poder, y de esta formaqueda legitimado su triunfo. La respuesta es inmediata y son varios losejemplos de esta época que señalan a esta divinidad asociada al emperador.

El resto de las divinidades mencionadas están también muy vinculadasal emperador y asumiendo, por tanto, un fuerte carácter político. Nosinteresaría sobre todo saber si los dioses adquieren su significado de formaindividual o bien si hay un sentido que preside todo el conjunto.

El culto a Sol Invictus había conseguido de parte de los Severos unfuerte impulso para su difusión. La teología que se transmitía mediante su culto

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

8 HALSBERGHE, Sol Invictus, 1972, 36-37.9 J. Mª Blázquez considera a Septimio Severo como un sincretista; el carácter del

emperador inclinado a consultar a adivinos, a astrólogos y a magos está reflejado tanto en laHistoria Augusta (SHA, Sev., 2, 8; 3, 9.), como en Herodiano (libros II y III), incluso señala elautor, que bajo la dinastía de los Severos se creó una cátedra de astrología pagada por el Estado(El Imperio romano, 1989, 249 y 450)

10 HALSBERGHE, Sol Invictus, 1972, 39-41 y 49-51.11 DIAS, CIL II 2634, 1986, 201 (hace referencia a BMCV, p. 87).12 BLÁZQUEZ, Creencias, 1989, 430.13 Jones señala la importancia de un poder imperial basado en la fuerza del ejército,

como es el caso de Septimio Severo. (Roman Empire, 1964, 252)

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estaba especialmente relacionada con la ideología del poder de SeptimioSevero; esto es, igual que el sol que desaparece con la noche renace de nuevotodos los días indestructible y siempre victorioso, invictus, así ocurre con elpoder del emperador cuya similitud con el sol le lleva a convertirlo en símbolode su poder8. Además, la relación familiar de Septimio Severo con el culto alSol Invicto Elagabal de Emesa, así como la mayor influencia de habitantesprocedentes de las provincias del Este, favorecieron la propagación de esteculto. A esto hay que añadir la especial predilección que Septimio Severo sintiópor la astrología9 ; por otro lado, su viaje a Siria le puso en contacto directo conel culto al Sol Invicto, y su familia haría el resto10. En consecuencia, si algúncarácter se desprende del culto al Sol Invictus en la época de Septimio Severoes su marcado aspecto político, que le incluía en la ideología político-religiosapropagada desde el poder.

En cuanto a Liber Pater, identificado con Baco, aparece también en lapropaganda monetaria de Septimio Severo11. Liber Pater era una divinidad muyapreciada en Leptis Magna, ciudad natal del emperador, convirtiéndose juntocon Hércules en dios patrio de esta ciudad; en efecto en África, el culto deLiber Pater o Dionysos tuvo un carácter oficial en la vida política de lasciudades12.

Finalmente la invocación al Genius Praetorii, que vimos también enla inscripción # 40, alude al aspecto castrense tanto del dedicante como delemperador que vivía una etapa muy activa desde el punto de vista militar13.

En realidad, ante la dificultad de encontrar un significado interno querelacione las divinidades entre sí, únicamente constatamos que atienden a laspreferencias del dedicante, que coinciden además con las de Septimio Severoy por lo tanto, el marcado carácter político de cada una de ellas es el úniconexo que, de momento, podemos encontrar. De esta forma, son razonablementeelegidas por un alto cargo de la administración y del ejército y así utilizadasestratégicamente. Por filiación política Q. Mamilius Capitolinus compartiría laelección del propio emperador, y como él, confiaría en que tales dioses leayudarían y protegerían en su cargo. En definitiva, tal y como señala Dias, la

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14 DIAS, CIL II 2634, 1986, 193-203.15 RODRÍGUEZ COLMENERO, Aquae Flaviae, 1987, 40.

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lápida de Astorga no intentaría sólo hacer propaganda político-religiosa de lanueva casa imperial, también sería confesión de fe propia y compartida con elemperador14.

La inscripción # 55 hallada en Castrelo del Valle (Verín, Orense),presenta una lectura controvertida que ha sufrido diferentes interpretacioneshasta llegar a la actual ofrecida por Rodríguez Colmenero15.

# 55. Ara votiva hallada en 1926 en la iglesia de San Martín junto alCastro de Cabança cerca de Castrelo del Valle (Orense). Se trata de un ara degranito de mala calidad. Medidas: 91 x 46 x 33 cm.; letras: 6 cm. Se encuentraen el Museo de Orense.

L(ucius) Cas(sius), Caen(onis) / (filius), Tam(acanus) > (centurio)n(umeri) M[- - - ?] /3 dec(urio) al(ae) I Gig(urrorum), / com(mentarensis),b(eneficiarius) tr(ibuni), cor(nicularius), o(ptio) / l(egionis) II A(ugustae), exsdonis /6 Iovi O(ptimo) M(aximo) v(otum) s(olvit) / [l(ibens) m(erito)].

[Taboada, 1952, 294-295; García y Bellido, 1961, 140; MillánGonzález - Pardo, 1965, 80-83; IRG IV 66; Taboada, 1968/1970, 678; ILER165; Rodríguez Colmenero, 1973-1975; Ankersdorfer, 1973, 143; Roldán,1974, 214; Le Roux / Tranoy, 1975, 274-276; Le Roux, 1975, 145; Albertos,1975, 45;Rodríguez Colmenero , 1977, 397-398; Santero, 1978, 160; AE 1981,528= 1976, 296; Tranoy, 1981, 373; Le Roux, 1982, 88-89; Santos, 1985, 26;Santos, 1986/87, 104-105; Castro, 1987, 110; Rodríguez Colmenero, 1987, 40;Santos, 1988, 175-177; HEp 2, 1990, 521. En l. 1, Millán González- Pardo,Taboada, García y Bellido, Lorenzo Fernández, Rodríguez Colmenero, Santero,Roldán : I cascaeu; Rodríguez Colmenero, 1987: I(ulius) En l. 2, MillánGonzález - Pardo, García y Bellido, Lorenzo Fernández, Santero, RodríguezColmenero, leen: Tamac(onum); Santos: > (castello) Nam. En l. 4, Le Roux,Tranoy: comp(luribus); Millán González - Pardo, García y Bellido, LorenzoFernández, Rodríguez Colmenero, Santero: com(m)ili[t](ones); Le Roux,Tranoy: bel(li) torqu(ibus). En l. 5, Le Roux, Tranoy: [p]hale(ris) [bi]sdonatus. En l. 7, Le Roux, 1981: I Cl(audiae) Ga(llorum).]

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16 Hay que señalar que la lectura de Rodríguez Colmenero desarrolla la primera letracomo I(ulius) (en Aquae Flaviae, 1987, 40), sin embargo, estamos con Le Roux en considerarque es más acertado L(ucius), (en Armée, 1982, 88), máxime si consideramos su semejanza conla letra “l” de la línea 3.

17 PLINIO, NH III, 28 ; tb. PTOLOMEO II. 6. 37. Los Gigurri eran un pueblo queresidía precisamente cerca de Castrelo del Valle, constituían una especie de tribu que habitabala zona montañosa donde nace el Támega, una de las zonas más abruptas de la provincia deOrense (GARCÍA Y BELLIDO, Exercitus, 1961, 141).

18 La lectura que ofrece Le Roux es la siguiente: L(ucius) Cas(sius) Caen(o) /Tamac(anus) (centuria) Nem(etensi) / dec(urio) Al(ae) I... / Com... torq(uibus) / [P]hal...sdonatus / Iovi O(ptimo) M(aximo) v(otum) s(olvit) / l(ibens) a(nimo). ( Armée, 1982, 88).

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El dedicante es L. Cassius Tamacanus16, decurio del ala I Gigurro-rum. Dicho cuerpo aparece aquí mencionado por primera vez y ha sido puestoen relación con un reclutamiento masivo entre el pueblo de los Gigurri quemenciona Plinio17. Según la nueva lectura, el dedicante habría ocupado otroscargos en el ejército, entre ellos, el de optio, ayudante del centurión en la legioII Augusta, el de commentariensis y el de beneficiarius del tribuno cornicula-rio. El agradecimiento por estos cargos estaría en la base de la ofrenda. Sinembargo, como ya he comentado, la interpretación da lugar a diferentespropuestas, entre ellas la Le Roux; en primer lugar, sólo coincide en el cargode decurio, pero no da por seguro que se trate del ala I Gigurrorum; por otrolado, piensa que el texto no recoge la carrera militar del dedicante, sino suagradecimiento por los trofeos de guerra concedidos, torques y faleras18.

Hay dos ejemplos de inscripciones votivas dedicadas a I.O.M. por ungrupo de soldados, no obstante, ambas ofrecen serias dudas, no sólo en cuantoa la intencionalidad de las mismas, sino también en lo que se refiere a sucorrecta lectura.

# 56. Ara de granito encontrada en Vilarelho (freg. Três Minas) yofrecida al Museo en 1894 por Ferreira Botelho. De granito muy erosionable.Medidas: 75 x 35 x 28 cm; letras: 5 cm. Se conserva en el Museo MartinsSarmento de Guimarães (nº 31).

I(ovi) O(ptimo) M(aximo), / vot(um) s[ol(verunt)] /3 mil(ites) leg(ionis)/ VII G(eminae) P(iae). Ca/tullinus po[s]/6uit.

[CIL II 2389; Martins Sarmento, 1894, 205; AE 1907, 150; Botelho,1907, 26-27; Vasconcellos, 1913, 222; Almeida, 1970, 211; ILER 55; Cardozo,1972, nº 31; Ankersdorfer, 1973, 143; Roldán, 1974, nº 613; RodríguezColmenero, 1977, 207; Le Roux, 1982, 240, nº 238; Santos, 1986/87, nº 15;Rodríguez Colmenero, 1987, nº 2; Santos, 1988, 231-232; Garcia, 1988, 213;Wahl, 1988, 240, taf. 55c; Gamer, 1989, 282; HEp 2, 1990, nº 891; RAP 347.

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19 Las dos últimas líneas de la inscripción han sido objeto de diferentes lecturas queprincipalmente se dirigen en dos direcciones: una considera Catullinus posuit y la otra se inclinapor leer Catullinus et Apro consulibus. Últimamente se tiende a considerar más acertada laprimera propuesta lo que daría una inscripción colectiva realizada por un único personaje; noobstante las dudas a este respecto hacen referencia a la fecha de realización. El siglo II es elperíodo que se fija para ella, pero si la datación fuera la consular, la fecha exacta corresponderíaal año 130, si seguimos la primera hipótesis estaríamos refiriéndonos a fines del siglo II, conposterioridad al reinado de Cómodo.

20 Hemos de hacer mención aquí de la propuesta que sobre el desarrollo de estainscripción hace Rodríguez Colmenero, quién sobreentiende una “S” detrás de I.O.M., y queidentifica con “Solutorio” (Aquae Flaviae, I, 1987). En realidad, aunque estaría dentro de loprobable hay que tener en cuenta que todos los testimonios recogidos en Hispania sobre esteposible sincretismo aluden a Júpiter Solutorio y no a I.O.M. Solutorio (SALAS MARTÍN /REDONDO RODRÍGUEZ / SÁNCHEZ AVAL, Júpiter Solutorio Eaeco, 1983, 243-259)

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En l. 4-5, Garcia lee: VII G(emina) P(ia) Ca/tulli[nus p(osuit) ?]; Le Roux,Santos, Roldán, leen: Ca/tullin[o et Apro co(n)s(ulibus)]. Botelho, Cardozo,Almeida, Leite de Vasconcellos, AE: Pullinus.]

# 57. Ara descubierta en Ribeirinha (Freg. Três Minas, conc. VilaPouca de Aguiar) en 1879. Es de granito basto. Medidas.: 80 x 33 x 33 cm.;letras: 5 cm. Actualmente se encuentra en el Museo Martins Sarmento deGuimarães (nº 30).

I(ovi) O(ptimo) M(aximo), / mil(ites) c(o)h(ortis) /3 I Galli/caeeq(uitatae) / c(ivium) R(omanorum), v(otum) s(olverunt) /6 l(ibentes) m(erito).

[Martins Sarmento, 1894, 205; Botelho, 1907, 27; AE 1907, 151;Vasconcellos, 1913, 222; Rusell Cortez, 1951-52, 28; García y Bellido, 195,nº 1; Almeida, 1970, 216; ILER 86; Cardozo, 1972, 52, nº 30; Ankersdorfer,1973, 143; Roldán, 1974, nº 462; Rodríguez Colmenero, 1977, 207; Le Roux,1982, 240, nº 239; Rodríguez Colmenero, 1987, nº 1; Santos, 1988, nº 22;García, 1988, 213; Wahl, 1988, 240, taf. 55b; Gamer, 1989, 282 nr. 13a; RAP346. En l. 1, Rodríguez Colmenero lee: I(ovi) O(ptimo) M(aximo) S(olutorio).]

Las dos proceden de una misma zona en el norte de Portugal. La # 56fue en Vilarelho (Tres Minas); según ella milites de la legio VII Gemina Felixcumplieron un voto a I.O.M.19. La siguiente, la # 57, fue descubierta enRibeirinha (Tres Minas). En este caso el voto a fue cumplido por milites de lacohors I Gallica equitata civium Romanorum. Como la anterior puede fecharseen el siglo II20.

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21 Sobre las minas del noroeste de la Península, ver DOMERGUE, Les mines, en LegioVII Gemina, 1970, 255-286; sobre las minas en la Gallaecia portuguesa, ver ALMEIDA, Minasde ouro, en Legio VII Gemina, 1970, 289-300. En general ver DOMERGUE, Les mines, 1990.

22 Ver las inscripciones # 29, # 33, # 34.

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La fecha en que fueron realizadas las dos inscripciones alcanzaría, deconocerse, gran importancia para poder intuir con un poco más de acierto lacausa o motivo por la que fueron erigidas dos lápidas por soldados de lasunidades mencionadas. Probablemente la fecha más acertada para datar laprimera de ellas es la que corresponde al momento posterior al reinado deCómodo; es decir, coincide con la evolución que sigue a las luchas por el podertras su muerte. En este momento la teología sobre Júpiter aplicada al poderimperial recibió, primero, un nuevo impulso por parte de Cómodo, y ensegundo lugar, hay que añadir una importante revitalización de la misma, porparte de Septimio Severo. Respecto a la segunda inscripción, las dudas dedatación son aún mayores y apuntan al siglo II sin que sea posible precisarmás.

Hemos de hacer constar que el distrito en el que fueron halladas estasinscripciones, corresponde a una zona en cuyas explotaciones minerasparticipaban también tropas romanas, Três Minas21. Además, ambos testimo-nios reflejan dos unidades que hemos visto colaborando en el noroeste de León,la legio VII y la cohors I Gallica; ambas realizaron inscripciones conjuntascelebrando la creación de sus cuerpos respectivos22 y en este caso, lasencontramos haciendo una ofrenda por separado a la misma divinidad, I.O.M.

Las restantes inscripciones de que disponemos están dedicadas aI.O.M. por personas individuales lo que refleja en cierta forma una preferenciapersonal dentro del ejército por este culto. No obstante, en este caso, no sepuede olvidar la oficialidad de dicho culto, debido sobre todo a su ampliadifusión, su vinculación al poder imperial y su importante función protectoradel ejército.

Las cuatro inscripciones siguientes proceden de Portugal.

# 58. Ara votiva encontrada en la Iglesia de Santo Tomé de Peroseloen las proximidades de Bracara Augusta (Braga). Hübner la conoció a partirde una copia manuscrita transmitida por Moreira.

G(aius) Aemil(ius) / Valens, /3 eq(ues) al(ae) Fl(aviae) [- - -]?, / turma[F]i[r]/mani ?, [Io]vi O(ptimo) M(aximo) ?, /6 v(otum) s(olvit) l(ibens)m(erito).

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[Moreira, 1864, ms. 228-231; CIL II 5610; Figueiredo, 1890, 83-84;Pereira, 1960-61, nº 6; ILER 129; Roldán, 1974, nº 442; Le Roux, 1982, 216,nº 158; Santos, 1986/87, nº 1; Ídem., 1988, 232-236; RAP 606. En l. 3, Santos:Hispanorum civium Romanorum. En l. 4, Santos, Garcia, Roldán: (P)ri/mani.]

# 59. Ara votiva encontrada durante unas obras próximas al TeatroCirco, situado en la avenida de la Liberdade en Bracara Augusta(Braga). Es degranito y está moldurada en sus cuatro lados, arriba y abajo. Cornisa confrontón triangular y foculus, excavado en el centro de una superficie elíptica,y flanqueado por dos toros lisos. Medidas: 51 x 35 x 35. Letras: 3,5-3.

I(ovi) O(ptimo) M(aximo), / G(aius) Iul(ius) Sa/3turninus, / m(iles)leg(ionis) / VII Gemi(inae) /6 F(idelis), / Afer

[Encarnação FE 44, 1993, Nº 196; AE 1993, 1025; HEp 5, 1995,964.]

# 60. Ara votiva hallada en Lisboa.

Iovi Opt(imo) / Max(imo) C(aius) /3 Cassius Fu/ndanus / veteranus /6

v(otum) s(olvit) a(nimo) l(ibens).

[CIL II 5099; Viera da Silva, 1944, nº 127; ILER 126; Le Roux, 1982,198, nº 96; RAP 279.]

# 61. Inscripción encontrada en Juromenha (Alandroal) y hoy enparadero desconocido, de la que la única fuente es el manuscrito de Cenáculo.

[C(aius)?] Iulius, C(aii) f(ilius), Gal(eria tribu), [?] / [M]axum[us ...]3 [m]iles l(egionis) [VII G(eminae) P(iae)] / [F]elicis, I(ovi) O(ptimo)Maximo) [?], / v(otum) s(olvit) l(ibens) [m(erito)].

[Cenáculo, CXXIX/1-13 P. L1; Hübner, 1871, 52; CIL II 151; Saa,1956, 141; Le Roux, 1982, 200, nº 101; IRCP 439.]

La primera, la # 58, de Bracara Augusta (Braga), está realizada porGaius Aemilius Valens un eques alae Flaviae, en concreto, el ala II FlaviaHispanorum civium Romanorum, asentada en Rosinos de Vidriales (Zamora).Pertenecía además a la turma o batallón de caballería mandado por Firmani.

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23 En las inscripciones # 58 y # 61 se plantea la posibilidad de que detrás de I.O.M.vaya la inicial de algún epíteto aplicado a este dios; podría ser, puesto que no son las únicas que,procedentes de Portugal, admiten tal modificación.

24LE ROUX, Armée, 1982, 88.25 LE ROUX, Armée, 1982, 216.26 LE ROUX, Armée, 1982, 198-199.

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La segunda, la # 59 encontrada también en Braga está realizada por unsoldado de la legio VII Gemina, G. Iulius Saturninus, e indica su origenafricano en la dedicación. Se puede fechar a principios del siglo II.

La tercera # 60 se encontró en Olisipo (Lisboa) y fue erigida por unveteranus, Caius Cassius Fundanus, y la cuarta, la # 61, fue hallada enJuromenha (Alandroal) y resulta ser algo más explícita que las anteriores; eldedicante Caius Iulius Maxumus indica su filiación u su pertenencia a la tribuGaleria. Se trata de un miles de la legio VII Gemina Pia Felix23.

Las últimas dedicaciones comparten una serie de aspectos a pesar delas diferencias manifiestas de cada una de ellas. En primer lugar, trescomparten la fórmula de dedicación votum solvit libens merito; esto nos indicaclaramente que el motivo que impulsaría a los respectivos dedicantes a realizarla ofrenda respondería a un motivo concreto de sus vidas. Es difícil indagar enlas razones personales de cada uno de ellos. Le Roux lo ha hecho y si bien susconclusiones pueden resultar válidas sería demasiado comprometido tomarlascomo definitivas. En cuanto a la # 55 ya vimos que Le Roux proponía unalectura diferente y según ésta, sería la concesión de torques y faleras lo quemotivaría la dedicación24. Por lo que se refiere a la # 58 considera que lainscripción se ha cumplido por una misión realizada de manera satisfactoria25.En la # 60 al tratarse de un veterano podría estar la causa en la finalización delservicio militar y en el regreso a la patria26. En cuanto a la # 61, no ofreceningún dato concreto que pudiera hacer suponer una razón precisa paraagradecer a Júpiter.

En definitiva las inscripciones # 55, # 58, # 59, # 60 y #61, parecentener una intencionalidad privada a la hora de realizar votos a I.O.M., noobstante, motivos oficiales, como la entrega de premios militares, o ellicenciamiento podrían estar en la base de estas u otras dedicaciones individua-les. Varias razones podrían estar influyendo en los dedicantes a la hora deelegir a esta divinidad oficial como objeto de sus vota. A la luz de lainformación de que disponemos podemos considerar varias hipótesis.

La más evidente sería la que supone la elección de I.O.M. como unapreferencia particular; esta idea vendría apoyada por los estudios estadísticosrealizados por Vázquez Hoys que muestra un culto a Júpiter y especialmentea I.O.M., muy extendido en Hispania, también fuera de los ambientes

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27 VÁZQUEZ HOYS considera que a través de la documentación existente hasta lafecha, se puede decir que el 74% aproximadamente de las inscripciones realizadas a Júpiter sehacen a I.O.M. (Júpiter, 1983-84, 96).

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castrenses durante el siglo I y comienzos del II, fecha en la que pueden ubicarselas diferentes inscripciones27.

Es probable que la decisión de elegir a I.O.M. se deba a que el motivode la dedicación sea de carácter militar u oficial aunque no tiene por qué sercolectivo. Así ocasiones como la entrega de premios, el licenciamiento o elcumplimiento de una misión de forma satisfactoria, serían una buen excusapara hacer un voto a I.O.M.. De ahí que intentar conocer las motivacionespersonales que mueven a los integrantes de las filas romanas a elegir estadivinidad, podría ayudarnos a decir algo más sobre I.O.M. y su vinculación condiferentes aspectos y sectores del ejército.

Por último la situación social de los dedicantes aporta una nuevaposibilidad. Todos son indígenas romanizados que expresan su nueva situaciónmediante una onomástica latina y los tria nomina. En el caso de las inscripcio-nes # 55 y # 61 hay indicación de la filiación y la última, además, expresa latribu a la que está asignado C. Iulius Maxumus. Podríamos por tanto suponerque la adopción de I.O.M. como divinidad preferente forma parte de la nuevasituación en la que se encuentran. Así, igual que asumen un nuevo nombre ycon ello una serie de privilegios y ventajas a todos los niveles, asumiríantambién la divinidad más representativa del Estado que ha propiciado estanueva situación. Con ello expresarían además, tanto su agradecimiento, comosu lealtad incondicional a Roma.

Además del veteranus que aparece en la inscripción # 60, encontramosotros dos cuya veneración a Júpiter Óptimo Máximo tiene algunas diferenciasrespecto a lo que llevamos visto hasta ahora. Es por tanto necesario hacer unbreve paréntesis para volver sobre un aspecto concreto del carácter de I.O.M.;se trata de la posibilidad que ofrece Júpiter de añadir a los títulos ya indicadosÓptimo Máximo, otro que le confiere un nuevo carácter. Si recordamos lasinscripciones # 57, 58 y 61, ya vimos que algunos autores proponían unalectura que incluía una inicial a desarrollar, dudosa, pero que indiscutiblementeiba ligada a Júpiter. No se puede especificar nada sobre ello y el único ejemplode que disponemos que presenta una “D”, también admite dos lecturas posibles.

# 62. Ara votiva encontrada en la iglesia parroquial de Saldanha (Conc.Mogadouro, Dto. Bragança). Se trata de una lápida de mármol que remata ensu cabecera con dos volutas a los lados de un frontón. En la parte superiorfiguran tres arbustos en relieve. Medidas: 118 x 52 x 33 cm. Se encuentra insitu.

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28 TRANOY, Galice romaine, 1981, 315, nº 82; LE ROUX, Armée, 1982, 228, nº 220.29 MARCO SIMÓN, Jupiter Dolichenus, 1987, 145-158; PEREA YÉBENES, Júpiter

Dolicheno, 1995, 217-231.

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I(ovi) O(ptimo) M(aximo) D(epulsori), / Domitius /3 Peregrinus, /vet(eranus) leg(ionis) VII / Ge(minae) P(iae) F(elicis), /6 v(otum) s(olvit)l(ibens) m(erito).

[AE 1974, 393 bis; Tranoy, 1981, 315, nº 82; Le Roux, 1982, 228, nº200; Sánchez Salor / Salas, 1984, nº 6; Santos, 1986/87, nº 4; Marco Simón,1987, 145-151; Mourinho, 1987, nº 70; Santos, 1988, nº 7; Gamer, 1989, 281nr. Tad 10; RAP 370. En l. 1, Marco Simón: D(olicheno); García: D(ecimus ?o epulsori).]

En la inscripción # 62, realizada por Domitius Peregrinus veterano dela legio VII Gemina Pia Felix, la duda la presenta el desarrollo de la “D” de laprimera línea como Depulsor28, como tradicionalmente ha venido haciéndose,o como Dolichenus, según propone Marco Simón y Perea Yébenes29.

Aunque haremos un mayor análisis cuando veamos el culto orientalpodemos decir aquí que tratándose de Depulsor, estaríamos en la misma líneaque las inscripciones que acabamos de considerar. Se trataría de una dedicaciónindividual a una divinidad oficial del panteón romano cuyo epíteto puede hacerreferencia a la nueva situación del soldado como veterano de la legio VIIGemina o bien a una misión realizada con anterioridad cuyo resultado fuepositivo para el mismo.

La inscripción # 63 presenta, de forma similar a la # 54, otro aspectosignificativo del culto a I.O.M., su asociación con otras divinidades.

# 63. Ara votiva cuya copia fue hecha por Francisco Laín en 1795;procedía de Toya (Jaén) y según el dibujo, se trataría de un ara con fuste ycornisa, separados por moldura. Hoy se encuentra desaparecida.

Numini sac[rum], / I(ovi) O(ptimo) M(aximo), /3 Acar[ius], m(iles)m(issicius), / v(otum) sol(vit) li(bens) / mer(ito) vetera[nus] /6 leg(ionis) VIIGem(inae) M(aximianae) / Pi[a]e Felicis.

[Laín Rojas, 1803, 62; CIL II 3327; Domaszewski, 1895, 25; ILER 160;Roldán, 1974, 670; Le Roux, 1982, 247, nº 256; CILA III 539. En l. 6, Laín:Gemm; en l. 7, Laín: Pi[.]e Felicis.]

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30 LE ROUX, Armée, 1982, 224.

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En la presente inscripción aparece mencionado el Numen, sobreenten-demos del emperador, junto a I.O.M. Está realizada por Acarius, un licenciadodel ejército que expresa doblemente su condición, primero como milesmissicius y luego señalando la unidad a la que perteneció, legio VII GeminaMaximiana Pia Felix. Los títulos de la legión permiten fijar una fecha en laprimera mitad del siglo III. Prácticamente todos los aspectos que ofrece lalápida aluden a la estrecha relación que se pretendía conseguir entre elemperador y sus tropas. De una parte los títulos que lleva la legión, como el deMaximiana, vimos que era una forma práctica de acercar la casa imperial alejército; de otra parte, la dedicación al Numen del emperador y más concreta-mente a I.O.M. alude directamente a ésta como divinidad asociada al poderimperial y de forma específica al propio emperador, es decir, en este caso larelación entre las divinidades que se mencionan se encuentra en la propiateología del imperio. El motivo de tal dedicación podríamos radicarlo en laobtención del licenciamiento de Acarius que como otros veteranos ofreceríauna acción de gracias por él.

Finalmente, hemos de presentar aquí la inscripción # 64 que estárealizada por L. Aufidius Mascullinus, que ocupaba el cargo de sesquiplicarius;en general el término se aplica a un caballero auxiliar que tiene un sueldo ymedio y se sitúa en medio de los principales de su unidad30.

# 64. Inscripción votiva encontrada en Poza de la Sal (Burgos),desaparecida y publicada por Hübner entre las cacereñas creyéndola de Brozas.

Suttunio Deo sac(rum) ?, / L(ucius) Aufidius Mascullinus, /3 sesquipli-carius, / p(ropia) p(ecunia) (?) fac(iendum) cur(avit).

[CIL II 746; Ruiz Giménez, 1879, 103; Vasconcellos, 1905, 344; Ídem.,1913, 218; Fita, 1915, 489-490; Acedo, 1928, 40; Martínez Santa Olalla,1931/32, 154; Blázquez, 1962, 125; AE 1976, 316; Abásolo / Albertos, 1976,nº 3; Hurtado, 1977, nº 93; Solana, 1978, nº 67; Le Roux, 1982, 224, nº 185;Albertos, 1983, 485; Navajero, 1983, 88-89; Esteban Ortega, 1986, 87-88;Crespo Ortiz de Zárate, 1987, nº 93. En l.1, Fita: Saturnio; Hurtado: S(a)nc[to].En l. 3-4, Hurtado: et sesq[us] Plicarius. en l. 4, Martínez- Santa Olalla: p(iae)p(ositi) k(astris) fac(iendum) cur(avit); Ruiz Giménez: primip(ilus). Hurtadoy Le Roux fechan la inscripción en el siglo II, pero Solana, Abásolo y Albertosla creen un poco posterior: primer cuarto del siglo III.]

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31 VÁZQUEZ HOYS, Júpiter, 1983-84, 97; MANGAS, Römische Religion, 1986, 297.32 BLÁZQUEZ, Religiones Primitivas, 1962, 125.

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La dificultad estriba en que mientras algunos leen Saturnius Deo y loconsideran un epíteto de Júpiter31, otros pasan a considerar Suttunio Deo comouna divinidad indígena a la que Blázquez le confiere un carácter guerrero32.Desafortunadamente la desaparición de la lápida impide decantarse por unapostura u otra y sólo permite plantear la cuestión.

A la vista de la información que nos aporta la documentaciónepigráfica sobre el culto a Júpiter por parte del ejército romano podemosextraer una serie de conclusiones, que, por otro lado, no están exentas demodificaciones que resuelvan nuevos textos. Primeramente podemos decir quese manifiesta un importante culto a Júpiter con los títulos de Óptimo Máximo,promovido desde altos organismos oficiales, presidiendo además celebracionesde origen y contenido militar. En estos casos la oficialidad lo preside todoincluida la alusión a una divinidad cuya vinculación con el poder imperial esabsoluta. No obstante, debido a la gran difusión que el culto a Júpiter engeneral, había conseguido en las provincias del Imperio no podemos descartarla idea de que existiera entre aquellos que realizaron las inscripciones, unapreferencia cultual privada por el que además era dios oficial del Imperioromano. Por otra parte, las inscripciones individuales que, a simple vista, noshablan de una creencia personal contiene también factores que nos obligan apensar en una motivación relacionada con la vida militar.

Además del carácter individual o colectivo de las inscripcionesdedicadas a Júpiter hay que tener en cuenta la forma en que éste aparecemencionado, solo o con epítetos o acompañado de otros dioses. Si en laelección de Júpiter por parte de los soldados o veteranos interviene una razónmás fuerte que la mera intención personal, con mayor motivo hemos de suponerque la determinación de uno u otro epíteto aludirán también a causas de origenpolítico, propagandístico, económico o social. Semejante reflexión cabe hacerpara los dioses que se asocian a Júpiter; por un lado encontramos una reuniónde dioses que comparten un interesante significado político y por otro, unarelación entre dos dioses que pone en contacto la vida militar con la vidaprivada de los soldados.

En resumen, constatamos en el ejército romano destinado a Hispaniala existencia de un significativo culto a Júpiter, principalmente desde el puntode vista oficial, sin que podamos olvidar el culto privado e individual. Engeneral, el culto a Júpiter dentro del ejército mantiene unas característicassemejantes a las que se dan en el resto de la población civil que habita en elImperio. Incluso a través de las inscripciones votivas de que disponemos

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33 VÁZQUEZ HOYS, Religión romana, 1977, 29-32; HEUTEN, Divinites capitolines,1933, 562-565.

34 Es difícil, como hemos visto, tomar una decisión respecto a esta inscripción, sinembargo, como una de las propuestas contemplaba la posibilidad de que se tratara de Juno (DiegoSantos, 1986, 45-46), he creído conveniente tenerla en cuenta.

35 Para una visión de conjunto de los diferentes epítetos de Juno, y de los autores quehan trabajado cada uno de ellos ver DURY MOYAERS / RENARD, Culte de Junon, 1981, 143.202.

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dedicadas a Júpiter se puede descubrir los momentos en que dicho culto recibíanuevos impulsos desde el poder.

b) Juno

El culto a Juno que profesaban ciertos miembros del ejército romano,bien durante su permanencia en él, o bien una vez fuera, ocupando otros cargosadministrativos, está caracterizado principalmente por la individualidad de lasdedicaciones, aunque esto no elimina en absoluto unas influencias externas querecaen directamente sobre la mera preferencia personal.

La escasez de fuentes epigráficas dedicadas a Juno respecto a otrasdivinidades como Júpiter, encontradas en la Península Ibérica, se manifiestatambién en el ámbito militar33.

Respecto a los documentos que podemos presentar, no hay ningunonuevo diferente a los que ya hemos visto; concretamente las inscripciones #17, con alguna duda la # 18 y # 2034, la # 40, 48, 49 y la # 53, tienen comoobjeto de veneración a Juno. Las tres primeras estarían relacionadas con elculto a la casa imperial, por ello no es extraño que en una de ellas y posible-mente también en la # 18, aparezca como Juno Regina. Este epíteto, además deser el más frecuentemente utilizado, también es el que alude al carácter políticode la diosa; así aparece citada formando parte de la Tríada Capitolina y así lomuestran las inscripciones # 48 y 49 realizadas por dos procuratores deAstorga. También la # 53 está realizada por un procurator Augusti, esta vez deLusitania y Vetonia, y también hace aparecer a Juno con el epíteto Regina.Aunque sin epíteto, también el carácter político preside la inscripción # 40, yaque, acompañando a Juno, aparecen mencionados Júpiter y Minerva.

Por tanto, podemos concluir que en los testimonios epigráficos con losque contamos prevalece el carácter político de Juno, precisamente el quepreside toda la Tríada Capitolina, frente a cualquier otro aspecto de la misma35.

A la vista de estos resultados, es muy difícil precisar más sobre el cultoa Juno desde las esferas estrictamente militares, ya que la única informaciónde que disponemos en Hispania, procede de militares que ya ocupan un puestooficial dentro de la administración provincial. Dumézil señala a este respecto

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36 DUMÉZIL, Religion romaine, 1966, 288-289.37 FEARS, Júpiter, 1981, 89-90 y 115-116.38 DURY - MOYAERS / RENARD, Junon, 1981, 201-202.

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que Juno mantiene en Hispania un doble carácter, siendo considerada por unlado, como reina político - religiosa a la que se le añade su posición comomadre, y por otro lado, mantiene un fuerte carácter guerrero como madre deMarte, según la leyenda clásica36. Las inscripciones mencionadas parecenconfirmar esta dualidad; de una parte, son realizadas por personajes que ocupanuna posición importante en la administración provincial desempeñando cargosde legati Augusti o procuratores Augusti; de otra parte atendiendo a la épocaen que fueron realizadas estas inscripciones, se pueden señalar dos momentosespecialmente importantes, uno se corresponde con la dinastía de los Antoninosy el otro con la época posterior a las luchas por el poder de Septimio Severo,es decir, durante su reinado y el de Caracalla. En el primer caso, la época secorresponde con el fuerte apoyo que recibe Adriano, no sólo de la teología deJúpiter, sino de toda la Tríada Capitolina; en el segundo caso, la época deSeptimio Severo es cuando esta teología adquiere nueva interpretación y unrelanzamiento aún mayor. El trabajo de Fears sobre Júpiter y la ideologíaimperial, al que ya hemos aludido, une en sus consideraciones la teología deJúpiter con la ideología política que se quiere transmitir a todo el Imperio37;parece por tanto lógico pensar que en estos momentos críticos en los que hayuna supremacía política del Júpiter Capitolino frente a cualquier otra divinidadu otro aspecto de éste mismo, el resto de los dioses capitolinos se veránreforzados precisamente en su aspecto más político. Es razonable por tantoconsiderar aquí a Juno como madre y reina político - religiosa, ya que resultaríaser la contrapartida femenina de Júpiter que es a su vez padre y rey político-religioso del Imperio romano. De otra parte su aspecto guerrero está bienexplicado por el cursus honorum de algunos dedicantes, y lo que es más, porel decisivo papel que ocupó su servicio en el ejército para el desarrolloposterior de su carrera y su elevada posición social; así mismo, los que ejercíansu mando sobre tropas romanas abarcaban ampliamente el doble significadopolítico-militar de Juno. Ahora bien, sin restar importancia al importante papelque en un momento determinado ocupó el aspecto guerrero de Juno, creemos,con Dury - Moyaers y Renard, que el culto capitolino representa, más que unelemento de religiosidad personal del culto oficial del Imperio, un acto públicode homenaje a la religión nacional y al emperador38.

c) Minerva

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39 GIRARD, Minerve (1981), 228.40 Sobre el colegio de stratores ver SANTERO, “Collegium stratorum”, Habis 12,

1981, 261-272. Y sobre los stratores ver, PEREA YÉBENES, Stratores, 1998.

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La escasez de testimonios epigráficos referidos a Juno, entre losmilitares, se repite también con relación al culto a Minerva. No obstante,existen importantes diferencias respecto al de los otros dos integrantes de laTríada Capitolina. Mientras que en el caso de Júpiter y de Juno, el culto de losmilitares o de personajes próximos al ejército romano, estaba caracterizado poruna exaltación de su lado más político, el de Minerva, va a estar en competen-cia con otros aspectos que le son propios, y que en su caso están avalados pordocumentación de tipo epigráfico.

A semejanza de otras divinidades, Minerva reúne en sí mismadiferentes funciones. Como parte integrante de la Tríada Capitolina adquiereun fuerte contenido político tal y como venimos constatando para los otrosmiembros de ésta, pero además, Minerva, como protectora de las artes, lo estambién del arte de la guerra, y específicamente de los oficios que se concretandentro del ejército romano39. Contamos para la Península Ibérica con undocumento que confirma esta consideración.

# 65 Ara votiva encontrada en 1934 en la “ciudad jardín”, debajo dela Torre de Pilatos (Tarragona). Realizada en piedra caliza. Medidas: 47 x 35x 30 cm.; letras: 4-2,5 cm. Actualmente se encuentra en una propiedad privada.

Miner[vae], / L(ucius) Valeri/3us Flavus / b(eneficiarius ?) m(iles)l(egionis) VII G(eminae) F(elicis), / pro salut(e) col/6legio (sic) strato(rum), /v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito).

[Battle Huguet, 1943, 86f. Nr. 13; AE 1946, 4; Rüger, 1968, 260;Roldán, 1974, nº 530; RIT 43; Santero, 1978, nº 95; Le Roux, 1982, 214, nº152; Santos, 1986/87, nº 11; Ídem., 1988, nº 20; Gamer, 1989, nr. T. 83;Schallmayer, 1990, 654, nº 854; Perea Yébenes, 2000, # 67. En l.1, Rüger,Schallmayer: [I(ovi) O(ptimo) M(aximo)]. En l.2, Rüger, Schallmayer:[I(unioni) et]. En l. 4, Santos: B(racara Augusta).]

El dedicante, Lucius Valerius Flavus, es soldado de la legio VIIGemina Felix y cumple un voto a Minerva expresado mediante la fórmulavotum solvit libens merito; el motivo es pedir a la diosa su protección para elcollegio stratorum40. Los stratores mencionados con relación al ejércitoromano eran, por un lado, los soldados encargados del cuidado de los caballosy de las cuadras; pero en el caso de los stratores de mayor rango son escoltas

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41 PEREA YÉBENES, Collegia militaria, 2000, 316.42 PEREA YÉBENES, Collegia militaria, 2000, 316. Sin embargo, el mismo autor

considera en una obra anterior que L. Valerius Flavus no menciona en la inscripción que seastrator, simplemente que pertenece a un colegio de stratores, pero podría ser únicamentebeneficiarius, ya que están constatados los colegios mixtos (Stratores, 1998 ,85).

43 PEREA YÉBENES, Collegia militaria, 2000.44 PEREA YÉBENES, Collegia militaria, 2000, 384-385.45 GIRARD, Minerve, 1981, 222.46 GIRARD, Minerve, 1981, 213.

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personales, a caballo, de altos mandos militares y de gobierno, como en el casode Valerio Flaco41. Según Perea Yébenes, la “B” de la línea 4 corresponderíaal cargo previo de Flavus, beneficiarius, desde el cuál sería promocionado astrator consularis42.

Sobre los collegia militaria es fundamental el libro de Perea Yébenes,en el que tras un análisis pormenorizado de las inscripciones que, a su juicio,incluyen referencias a dichos colegios, aporta un conocimiento más profundosobre las diferencias entre las asociaciones profesionales y los colegiosmilitares; considera en definitiva, que los factores que intervienen en laformación de dichos colegios son religiosos, económicos, políticos y socialesy además en este orden43. Sobre los colegios militares nos interesa especial-mente señalar, que pueden formar parte de ellos los que posean un rangosuperior al de miles; éstos últimos eran excluidos por ley. En la inscripción #65, L. Valerio es mencionado como miles, lo que supondría una claracontradicción, y es el motivo por el que la inicial anterior sea desarrolladacomo beneficiarius; sólo así el texto cobra sentido.

Respecto a la dedicación a Minerva, hay que señalar que cadaasociación militar veneraba a su divinidad tutelar, pero además el culto oficialy el culto imperial estaban también presentes. Primero, hay que señalar unimportante componente privado, entendiéndolo en el sentido de cultos internosdel colegio; de hecho el autor antes citado comprueba la función tutelar deMinerva en los colegios militares relacionados con los officia administrativos44.En efecto, el carácter de Minerva como protectora del arte de la guerra, lavincula especialmente al ejército, pero no sólo para hacer alusión a los aspectosguerreros y victoriosos de la misma, sino sobre todo, se relaciona con loscuerpos técnicos que integran dicho ejército, especialmente los administrativosque sitúan sus actividades intelectuales bajo su protección45. No obstante, elculto a esta diosa y en este lugar, participa de otros componentes como laimportancia del culto a Minerva en Tarraco. En efecto, la ciudad de Tarragonase configura como una vía de penetración del culto a Minerva en Hispania, yaque la diosa poliada presente en esta ciudad, empezó a asumir los rasgos quecaracterizaban a Minerva, los cuales habían permitido la interpretatio46. En esta

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47 VÁZQUEZ HOYS, Religión romana, 1977, 33-37.48 RÜGER, Weihinschrift, 1968, 260; SCHALLMAYER, Weihebesich, 1990, 654, nº

854. Ambos proponen una lectura con escasas variaciones: `[I(ovi) O(ptimo) M(aximo)] / [Iunioni et ] / Minerv[ae] / L(ucius) Valeri/us Flavus / b(eneficiarius) m(iles) l(egionis) VIIG(eminae) F(elicis) / pro salut(e) col/legi(i) strato(rum) / v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito).

49 GONZÁLEZ, Cohors V Baetica, 1994, 180.50 GONZÁLEZ, Cohors V Baetica, 1994, 183; para la tesis tradicional ROLDÁN,

Ejército, 1974, 267; LE ROUX, Armée, 1982, 95.

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ciudad, se supone un importante culto a esta diosa, los testimonios epigráficos,numismáticos y arqueológicos, se localizan también en toda la Tarraconense,pero en mayor número que en el resto de las provincias hispanas47.Es en todoeste contexto en el que se puede ubicar y dar sentido a la inscripción # 65.

Sin embargo, una lectura diferente presentada por Rüger y Schallma-yer, añade nuevos matices a este epígrafe, y debido a su importancia creemosoportuno hacer una breve alusión a ella48.Según la propuesta de ambos autoreshabría que pensar en toda la Tríada Capitolina como objeto de dedicación, a laque se pediría por la protección del colegio de stratores. En este caso, elsentido político de Minerva quedaría ampliamente ratificado; su protecciónsobre determinados cuerpos técnicos del Imperio no desaparecería por ello sinoque, concretamente esta inscripción compartiría su patronazgo con los otroscomponentes de la Tríada. Aunque esta lectura entra dentro de lo probable, laconsideración de Minerva como única divinidad a quien se cumple el votosigue pareciendo la más acertada, puesto que coincide perfectamente con elcarácter propio de la diosa.

El carácter político atribuido a casi todas, sino a todas, las divinidadesafecta, por supuesto, también a Minerva y queda confirmado por unainscripción, cuya nueva interpretación ha servido para poner en duda teoríastradicionalmente admitidas. La inscripción que vimos con el # 23 procede deuna localidad próxima a Osuna en Sevilla. Está muy deteriorada pero así y todoGonzález ha aventurado una dedicación a Minerva Augusta49. El nombre deloferente es prácticamente imposible de descifrar, y sólo sabemos de él quepertenecía a la tribu Quirina y a la cohors V Baetica. El mismo autor señalacomo fecha de dedicación la segunda mitad del siglo II d.C., y por otro lado,constata el reclutamiento de tropas auxiliares en provincias senatoriales comola Bética, cuando generalmente se había pensado que sólo se llevaban a cabolevas en las provincias imperiales50.

Al margen del problema surgido en torno a los lugares de reclutamien-to nos interesa, sobre todo, el culto que en las filas del ejército hispano seprofesaba a Minerva. Dentro de la escasez de testimonios generalizada paratoda la Península Ibérica, aquélla es aún mayor para los dedicados a Minerva

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51 De momento, sólo conocemos tres: Barcino (ILER 389); Clunia (ILER 390) yTarraco (ILER 394).

52 ETIENNE, Culte imperial, 1958, 463 y ss.53 La otra divinidad que acompaña a Minerva no está del todo aceptada, vimos la

dificultad que entrañaba designar a Juno, y en su momento, trataremos la propuesta de admitira Cibeles.

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Augusta51. El epíteto Augusta pone este culto en relación directa con el cultoimperial. Éste había recibido nuevos impulsos concretamente en la Bética, porparte de los emperadores de origen hispano. Podemos considerar estainscripción relacionada con el reclutamiento que tuvo que realizarse conocasión de los primeros enfrentamientos causados por los mauri, que afectaronfundamentalmente a la Bética, ya en tiempos de Marco Aurelio. El recluta-miento sería anterior y el culto practicado por este dedicante estaría relaciona-do con el auge del culto imperial vivido unos años antes, especialmente en lazona en que fue hallada la inscripción y correspondería justo al momentoprevio en el que comenzaría a manifestarse la llamada crisis del culto impe-rial52.

A la siguiente inscripción ya hemos hecho referencia en diferentesocasiones, la # 20 procede de la ciudad de León. Está dedicada a Minerva53. Enella se pide por la madre del emperador Caracalla y de su hermano Geta, y esteúltimo aparece mencionado, aunque posteriormente su nombre sufrió ladamnatio memoriae. De momento sólo los títulos que acompañan a JuliaDomna nos harían pensar en una inscripción cuando menos oficial, ya queaparece como mater Senatus et castrorum et Patriae, sin embargo, la fecha quese inscribe es el 10 de Junio del año 227, fecha que coincide con el aniversariode la legión.

La inscripción # 20 reúne en sí varios aspectos a los que ya hemosaludido, relacionados todos ellos con la política imperial dirigida hacia elejército. Por un lado, los títulos de Julia Domna como mater Senatus etcastrorum et Patriae, intentan integrar bajo la ideología política de madre dela patria, puesto que era madre del emperador, a las dos fuerzas más importan-tes que podían oponerse al poder imperial y por tanto convenía mantenerlas delmismo lado, el Senado y el Ejército; es más, en vez de expresar mater exercitusemplean mater castrorum que de algún modo concretiza dicha protección allugar de habitación del propio ejército, por otra parte más personalizado quetodo el ámbito castrense. Por otro lado, la fecha elegida para hacer estadedicación coincide con una de las celebraciones más importantes de cualquierunidad legionaria: el día del aniversario de su creación. Ya tuvimos ocasión decomprobar la importancia que se concedía a este día y a los estandartes. Porúltimo, la divinidad elegida comparte su significado entre la relación con ladivinidad guerrera y su inclusión en la ideología política del imperio.

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54 GIRARD, Minerva, 1981, 217.55 J. Mangas alude a este problema en un trabajo reciente sobre el culto de Hércules en

la Bética (Romanización, 1996, 279- 297).

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Siguiendo con la importancia política de Minerva, pues no en vanoforma parte de la Tríada Capitolina, traemos de nuevo las inscripciones # 40,48 y 49. En ellas aparecen miembros de la administración imperial relaciona-dos con el ejército. Su significado político dentro de la Tríada se acompaña enalgunos casos de nuevos matices; por ejemplo, en la # 48 aparece comoMinerva Victrix, con el que se testimonia el papel guerrero de la diosa. En la# 49, se la cita como Minerva Sancta; este epíteto además de ser muy frecuenteen otras divinidades, adquiere especial relevancia en África, donde hasta lafecha se encuentra el mayor número de testimonios54. La procedencia africanade Septimio Severo, emperador al que Iulius Silvanus Melanio, dedicante dela inscripción # 49 pretendía honrar, estaría directamente relacionada con laelección de este título.

En resumen, ninguna de las dedicaciones encontradas hasta ahora ydirigidas a Juno o a Minerva se alejan de la oficialidad romana, bien por lasituación socio-política del dedicante, bien por el motivo que condujo a talesofrecimientos. Ambas divinidades deben entenderse dentro del culto castrenseligadas a un importante significado político, significado que por otro lado,comparte la Tríada Capitolina. Incluso los epítetos que se constatan para ellas,Regina, Victrix y Sancta, se encuentran dentro de los considerados, no sólooficiales, sino además cargados de un importante contenido político asociadoal emperador.

Dioses guerreros

Tradicionalmente Marte, Hércules, Minerva y los Dióscuros han sidodioses vinculados especialmente a la actividad guerrera del pueblo romano; losautores clásicos les hacían intervenir en las batallas favoreciendo con supresencia la victoria romana. No obstante, de modo individual, cada divinidadalcanza unos matices determinados que, en ocasiones, le hace aproximarse adivinidades indígenas con semejantes caracteres lo que puede llegar acomplicar su definición. Evidentemente, la asimilación entre ambas deidades,la romana y la indígena llega a límites difíciles de salvar, ya que hay casos enlos que la simple mención por ejemplo de Hércules no permite diferenciar sise trata del dios romano o de la divinidad fenicia que recibía culto en Gades55.Es un problema que se presenta en varias oportunidades, que ha impulsado laproliferación de trabajos sobre el Hércules gaditano, pero que, afortunadamen-

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56 VÁZQUEZ HOYS, Religión romana, 1977, 42.

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te, al contrario que otras dificultades, no atañe de modo directo a nuestrotrabajo; delimitar si un soldado que hace una dedicación a Hércules, lo hace aldios romano o al gaditano supondría conocer qué grado de aceptación habríasupuesto esta última en las filas del ejército romano y aportaría nuevos datossobre el contacto cultural que se produjo entre Roma y los pueblos hispanos.En nuestro caso concreto veremos que el Hércules de las inscripciones es sinduda el romano.

Por su parte Marte también aporta sus propios problemas de identifica-ción; el doble carácter agrario y guerrero que comparte esta divinidad lleva enocasiones a plantear serias dudas al respecto, que no siempre vienen aclaradaspor epítetos concretos. La función esencialmente bélica del ejército romanosería suficiente para identificar al Marte guerrero en las inscripcionesprocedentes de sus filas; sin embargo, la importancia de la actividad agrariaque el propio soldado espera desarrollar tras su licenciamiento, no permitehacer una afirmación rotunda respecto al carácter de Marte en las dedicacionesvotivas.

Al contrario de lo que en un principio cabría esperar, los testimoniosrecogidos que mencionan a estos dioses y que son dedicados por personalmilitar, no son muy numerosos si tenemos en cuenta los realizados a otrasdivinidades 56. La explicación, aparte de la escasez generalizada puedeenfocarse en dos direcciones concretas. Por un lado, desde el comienzo de laépoca imperial el territorio ibérico sólo tuvo un momento especialmenteconflictivo desde el punto de vista bélico: las guerras contra cántabros yastures. A partir de entonces, excepto la invasión de los mauri en la segundamitad del siglo II, o la de los francos y alanos en la mitad del siglo siguiente,la pacificación de la Península, no significaba realmente un problema para elejército romano como pudieron haberlo sido otras zonas del Imperio. Lasnuevas funciones desarrolladas por las tropas aquí desplegadas vincularon suspreferencias cultuales a dioses de diferente carácter, ya que no resultaba tanimportante la protección de divinidades guerreras en tropas cuyos enfrenta-mientos armados eran puntuales y esporádicos. Por otro lado, la políticareligiosa llevada a cabo por los diferentes emperadores utilizaba con muchafrecuencia a los propios dioses como garantes de su poder; de este modo, laasociación de determinadas divinidades a emperadores o casas imperialesconcretas, les confería a aquéllas un nuevo carácter político que en determina-das ocasiones podía llegar a rebasar el carácter propio que cada divinidad habíaido adquiriendo durante una larga tradición republicana. Hemos hecho mencióncon bastante frecuencia de la teología sobre Júpiter aplicada al poder imperialy cómo éste culto recibió nuevos impulsos en períodos críticos de la historia

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57 FEARS, Júpiter, 1981, 112-115.58 CROON, Marte, 1981, 256-275.59 Sobre el posible significado de Sagatus ya presentamos las diferentes opiniones al

respecto cuando tratamos el tema de los procuratores Augusti.

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romana, por parte de emperadores como Domiciano, Trajano, Adriano oSeptimio Severo entre otros. De un modo similar emperadores como Cómodoasocian a su poder características propias de Hércules57; o Marte es relacionadode modo especial con la restauración augustea y se desarrolla una ideologíapropia de su culto58.

Acabamos de ver la relación que vincula a Minerva al arte de la guerray sobre todo, su acercamiento a un significado más político, como componentede la Tríada Capitolina, que bélico; por ello remitimos al apartado anterior ydedicamos este exclusivamente a los testimonios encontrados de Marte yHércules.

En cuanto a los Dióscuros su culto no estaba muy extendido enHispania; carecemos de inscripciones dedicadas a ellos, pero su figura puededescubrirse en relieves que sirven de decoración a inscripciones votivas demilitares, por ello haremos una breve alusión a este tema.

a) Marte

De forma análoga a lo que ocurría en el culto a Júpiter, el espectro dededicantes que ofrecen votos a Marte abarca casi todos los escalones de lacarrera militar, desde los cuadros de mando hasta soldados licenciados. Ahorabien, cada caso concreto va a manifestar un aspecto diferente del culto a Marte;en efecto, Marte igual que el resto de las divinidades puede aparecer expresadode tres modos distintos, solo, acompañado de epítetos o al lado de otrasdivinidades. Dependiendo de éste y otros factores, el significado de Martepuede variar al adquirir nuevos matices, que habremos de analizar oportuna-mente.

Previamente hemos de hacer una breve referencia a dos personajes dela administración civil que eligieron entre sus preferencias cultuales a Marte.La inscripción # 50 fue realizada por Iulius Silvanus Melanio procurador deAstorga, ya muy familiar, que entre otras divinidades ofrece un voto a MarsSagatus59. También lleva el epíteto el Marte al que se refiere el tambiénprocurador de Astorga L. Didius Marinus, en este caso, se trata de MarsGradivus. De este mismo personaje hemos comentado una inscripciónprocedente de Bande (Orense), muy ligada al culto imperial, y en la que L.

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60 Puesto que ambas inscripciones ya han sido tratadas y en su análisis correspondientese incluye el significado que podría tener la divinidad escogida, nos limitamos aquí a hacermención de ellas.

61 CIL II, 2600.62 MARTÍN VALLS / DELIBES DE CASTRO, Bucculae, 1990, 155-165.

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Didius Marinus era optio; se trata de la # 20, en la que su dedicación a Marteno estaba clara60.

El primer oficial que aparece realizando votos a Marte es un prefectode caballería.

# 66. Ara votiva hallada en un lugar desconocido, pero limitado alterritorio gallego.

Marti Patri, / Tib(erius) Iunius /3 Tib(erii) fil(ius) Quir(ina) /Quadratus, / domo Roma, /6 praef(ectus) equit(um) al(ae) / II Fl(aviae)Hisp(anorum) / c(ivium) R(omanorum).

[CIL II 2600; Albertini, 1912, 298; Vasconcellos, 1913, 267; García yBellido, 1959, 123; Vigil, 1961, 106-107; AE 1963, 35; Roldán, 1974, nº 435;Le Roux, 1982, 311; Rodríguez Colmenero, 1987, 86.]

La inscripción # 66 sólo la conocemos por una copia transmitida porHübner61. La dedicación fue hecha a Mars Pater por Tiberius Iunius Quadra-tus. El dedicante ofrece varios datos sobre si mismo; su filiación, su pertenen-cia a la tribu Quirina, su procedencia original de la propia Roma y su cargocomo praefectus equitum del ala II Flavia Hispanorum civium Romanorum.

En cuanto al cuerpo auxiliar de tropas que aparece mencionado, losrestos epigráficos encontrados cerca de Rosinos de Vidriales (Zamora)concretamente en Sansueña, han llevado a designar esta zona como campamen-to base de dicha unidad, identificándola además con el antiguo emplazamientodel campamento

de Petavonium62.La inscripción que nos ocupa corresponde a un alto cargo, al mando de

una unidad auxiliar, creada a partir de hispanos con ciudadanía romana ydependiente de la legio VII Gemina. El cargo de praefectus equitum, perteneceal orden ecuestre y con él se coronaba el cursus honorum dentro del ejércitoque le permitía entrar en la carrera de procurator. Su nombramiento comopraefectus debía proceder del emperador, de ahí que no es de extrañar suprocedencia romana. Otras dos inscripciones realizadas por praefecti delmismo ala están dedicadas, una a Júpiter Depulsor encontrada en la antigua

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63 AE 1935, 217, Nº 35.64 AE 1976, 288

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Segermes (Túnez)63, y la otra a Hércules, la de Rosinos de Vidriales (Zamo-ra)64. Los tres eligen divinidades muy relacionadas, primero con la vida militara la que pertenecen y segundo, con el culto oficial relacionado con elemperador, ya que gracias a él han ocupado su cargo y pueden comenzar unacarrera ascendente en la administración civil. La dificultad de señalar una fechaconcreta nos impide vincular la inscripción a una emperador determinado,únicamente podemos pensar en una datación de fines del siglo I y comienzosde siglo II.

En cuanto al epíteto Pater podemos entenderlo relacionándolo con elImperio; por un lado, Marte era considerado el padre de Rómulo y como tal, sele venía considerando como protector y guía del pueblo romano en sus luchas,así como del propio emperador frente a peligros externos. Es por tanto bastanteprobable que un oficial ecuestre, designado por el emperador, dirija su votohacia el Marte protector en la misión que está llevando a cabo en el noroestepeninsular.

En una escala diferente y en un grado inferior tenemos la dedicaciónrealizada por un centurión de la legio VII Gemina.

# 67. Ara votiva hallada según Hernández Sanahuja a 1 km. de laciudad de Tarragona, en la carretera hacia Reus. Se trata de una estela de piedracaliza (piedra de Santa Tecla). Medidas: 50 x 45 cm.; altura de las letras: 4 cm.Era conocida desde el siglo XVI y desde el XIX hasta hoy se encuentra en elPalacio episcopal de esta misma ciudad.

Marti Campestri sac(rum), / pro sal(ute) /3 imp(eratoris) M(arci)Aur(elii) Commodi / Aug(usti) et equit(um) sing(ularium), / T(itus) Aurel(ius)Decimus, /6 > (centurio) leg(ionis) VII G(eminae) Fel(icis), / praep(ositus)simul et / camp(idoctor), dedic(avit). K(alendis) Mart(iis) /9 Mamert(ino) etRufo co(n)s(ulibus).

[CIL II 4083; Hernández Sanahuja, 1892, apéndices 57; Domaszewski,1895, 52; ILS 2416; Schulten, 1932, 2400; Speidel, 1965, 45; Domaszewski /Dobson, 1967, 201; Roldán, 1974, nº 707; RIT 38; Le Roux, 1992, 266.]

La inscripción # 68 ofrece interesantes datos sobre el culto a Martedentro del ejército romano. Teniendo en cuenta en primer lugar el epíteto,Campester, con un marcado carácter militar; éste hace alusión a la protecciónque Marte, bajo esta advocación, ejercía sobre los campamentos militares y

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65 LE ROUX, Armée romaine, 1992, 242, nº 1-2.66 OVIDIO, Fasti III.67 FINK, HOEY, SNYDER, Feriale, 1940, col. I, 19-20.

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especialmente el Campo de Marte ubicado en las afueras de Roma. Eldedicante es Titus Aurelius Decimus, que aparece como centurión de la legioVII Gemina Felix. Le Roux explica la presencia en la ciudad de Tarragona deldedicante, en calidad de antiguo decurión del cuerpo de los equites singularesde Roma; éste habría sido designado como centurión de la legio VII Geminapara llevar a cabo la instrucción de otros equites singulares, que son menciona-dos en la inscripción y que están al servicio del gobernador provincial de laTarraconense, quien dispondría de una guardia tanto montada como a pie65.Esta deducción se realiza a partir de la aparición en el ara de los equitessingulares, por los que se pide junto con el emperador, pero precisamente poresto y porque sabemos que los equites singulares están adscritos a las cohortespretorianas de Roma, parece más lógico pensar que los equites mencionadosestén al servicio del propio emperador.

La forma en que se lleva a cabo responde a la manera oficial mediantela fórmula pro salute imperatoris Marci Aurelii Commodo Augusti, seguido deequitum singularium. La mención de ambos unidos, es decir, el emperador yla guardia de caballo, haría pensar que, en ese momento, se está refiriendo a laque cumple su servicio en Roma, al lado de Cómodo y a la que en su día habríapertenecido T. Aurelius Decimus; sin embargo, los cargos que ostentabaademás de centurión, praepositus, jefe, oficial y campidoctor, preparador -maestro de ejercicios en el campamento, hacen pensar que, en el momento dela dedicación se ocupaba de entrenar a un grupo de soldados que bien podríanformar los equites al servicio del gobernador provincial con sede en Tarragonao bien a equites singulares al servicio del propio emperador. Vemos por tanto,que no se trata de un simple centurión, sino que además de otros cargos, gozabade cierto prestigio y poder dentro de los círculos militares que estabanpresentes en la administración provincial de la Tarraconense.

En último lugar tenemos que hacer obligada referencia a la fechaexacta en que fue realizada la dedicación: el 1 de Marzo del año 182. Ovidioya nos transmitía la importancia de Marzo como mes dedicado a Marte66, el día1, estaba dedicado a ofrecer culto a este dios guerrero. El Feriale Duranumconfirma que el día 1 de Marzo estaba dedicado a Mars Pater67. En realidadesta fiesta de amplia tradición republicana cambió el epíteto de Marte en estedía, según el carácter que se quisiera imprimir desde el poder imperial, noobstante, la divinidad sigue siendo la misma. Hay que tener en cuenta, que enépoca de Severo Alejandro (222-235), en la que fue redactado el Feriale, ladivinidad estrictamente oficial era Mars Pater. Precisamente en este mismo

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68 Feriale, col. II, lín. 9; estos juegos correspondían al 12 de Mayo.69 CAMPBELL, Emperor, 1981, cap. 1.70 LE ROUX, Armée, 1982, 228.

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documento se consagran unos juegos militares, los ludi martiales68, cuyafinalidad era la exhibición público-religiosa de los mejores guerreros yespadachines, a cuyo entrenamiento contribuye el campidoctor, como elpersonaje que nos ocupa. En este sentido es coherente el epíteto campester deMarte.

La inscripción # 68 expresa el levantamiento de un ara a Marte Santopor parte de Sulpicius Milo, como cumplimiento expreso de un voto.

# 68. Hoy desaparecida, hallada según Jimena Jurado y Rus Puerta encasa de D. Francisco Navarrete en el Alcázar de la localidad de Baeza (Jaén).

Marti Sancto, / Sulpicius Cilo, /3 miles leg(ionis) VII Gem(inae) /Antoninianae / Piae Felicis, /6 aram ex voto / libens animo / posuit.

[Jimena Jurado, 1939 (ms.); Rus Puerta, 1646 (ms) 53-54; CIL II 3337;Acedo, 1928, 34; Roldán, 1974, nº 669; Le Roux, 1982, 228, nº 198; Mangas,1986, 328; González, 1988/1993, 280; CILA III 600.]

La titulatura de la legión nos permite, por un lado, fechar la inscripciónen el reinado de Caracalla (212-217) y por otro lado, dejar constancia de lapolítica de acercamiento al ejército llevada a cabo por parte de este emperadorconcreto, a través del cognomen Antoniniana de la legión69. En cuanto alepíteto Sancto, es compartido también por otras divinidades; recordemos porejemplo a Minerva en la inscripción # 49. En este caso sin embargo, resultamuy difícil descubrir un significado oculto en la adjudicación de este título aMarte y sólo podemos constatar su inclusión dentro de los diferentes epítetosconocidos como oficiales.

Por su parte, Le Roux, preocupado en asignar un motivo concreto queexplique una dedicación, propone que, debido al lugar en que se encontró elara, habría que pensar en la promesa de un voto, a cumplir cuando se produjoel licenciamiento del servicio militar o bien la obtención de un permiso70. Laescasa probabilidad de encontrar un destacamento de la legio VII Gemina enesta zona sur de Hispania, indicaría un desplazamiento individual de SulpiciusCilo a la misma; sin embargo, esto no reduciría la ofrenda de votos a estos dossupuestos, existen otros motivos de origen militar que podrían ser tan válidoscomo los propuestos por Le Roux e incluso estarían relacionados con elservicio activo dentro del ejército romano; éstos admitirían sin duda la

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71 HEp 2, 1990,p. 192. LE ROUX, Armée romaine, 1992, 233.

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onomástica romana del dedicante y el lugar en que fue encontrada lainscripción. Por tanto, sólo cabe decir sobre las razones de Sulpicius Cilo pararealizar este ara a Marte Santo, que son eminentemente personales, aunquesuponemos relacionados con su vida militar.

Disponemos de dos testimonios correspondientes a equites que tambiénofrecen su voto a Marte..

# 69. Ara votiva hallada en la iglesia de Añavieja (Soria) donde sirvióde pila de agua bendita. Está realizada en piedra caliza. Medidas: 72 x 45 x 36cm. Actualmente está en la misma iglesia en la que se encontró.

Marcellus / et Carus /3 Q(uinti) Pentii c(enturionis) / f(ilii), eq(uites)al(ae) I / Aug(ustae), Mar/6ti, v(otum) s(olverunt) / l(ibentes) m(erito).

[Jimeno, 1980, nº 5; Crespo Ortiz de Zárate, 1987, nº 8; GómezPantoja, 1987, 232-234; Borobio / Gómez Pantoja / Morales, 1987, 251; HEp2, 1990, 656; Le Roux, 1992, 250, nº 8.]

La nueva lectura en l. 4 y 5 permite reconocer a una unidad decaballería, el ala I Augusta, que presumiblemente estuvo estacionada en losalrededores de Augustobriga durante las guerras cántabras71.

La inscripción # 69 encontrada en Añavieja está dedicada de formaconjunta por dos hermanos, Marcelo y Caro, quienes indican su filiación y conella su pertenencia a una familia que ya estaba relacionada con el ejército porel padre de los dedicantes, Quintus Pentius, que era centurión; por lo tanto elambiente militar que vivían explicaría que se ofreciera y se cumpliera un votoa Marte.

Finalmente podemos analizar las dedicaciones a Marte de dosveteranos.

# 70. Ara votiva que sirve de término a las villas de Castilruiz yAñavieja (Soria). Está realizada en piedra de arenisca blanca. Medidas.: 72,5x 42 cm. Letras: 6 cm.

Marti, / C(aius) Petron /3ius Matern/us, Q(uinti) f(ilius), mi/ssicius, /6

v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito).

[CIL II 2848; ILER 256; Jimeno, 1980, nº 6; Le Roux, 1982, 226, nº189; Ídem., 1992, nº 9.]

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72 LE ROUX, Armée romaine, 1992, 250. 73 GÓMEZ PANTOJA, Inscriptions, 1987, nº 3.74 RODRÍGUEZ COLMENERO, Campamento, 1983, 249-260.

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# 71. Ara de granito muy erosionada hallada en el interior de la capillade San Roque en Espinho (Oimbra, Orense) en el altar, donde se conserva.Medidas: 88 x 41 x 34 cm. Letras: 6 cm.

[- - - - -] / Marti, /3 S(ulpicius) Velinu/[s], v(eteranus) alae / [- - -], des(uo) /6 [posuit ?] [- - -].

[Taboada, 1968, 682; Rodríguez Colmenero, 1977, 306, 329; Tranoy,1981, 236 y 314; Rodríguez Colmenero, 1987, nº 46; HEp 2, 1990, 567.]

En la inscripción # 70, el dedicante es C. Petronius Maternus queaparece definido como missicius, es decir, como veteranus missus honestamissione. Quizás, precisamente el licenciamiento sea el motivo de realizar ladedicación a Marte ya que también expresa su preferencia personal a través dela fórmula de dedicación votum solvit libens merito. Le Roux opina que lalocalización de la inscripción en Añavieja podría indicar la pertenencia de ésteal ala I Augusta72.

Por último, encontramos otra dedicación de un veterano en Oimbra(Orense). La inscripción # 71 fue realizada por Sulpicius Velinus, sin embargo,excepto la dedicación a Marte y el nombre del veterano junto con su pertenen-cia a un ala (?), el resto es prácticamente ilegible. En la primera línea puedeque estuviera escrito el nombre de alguna otra divinidad. En cuanto a lafórmula de dedicación habría que entender de suo posuit; con ella se expresatambién una motivación privada para erigir esta lápida. La mayor dificultad ala que nos enfrentamos en estos dos últimos casos es la datación de lasinscripciones, por ello resulta imposible hacer una valoración detallada delculto a Marte en los momentos en que fueron ejecutadas las lápidas, e intentarver si una devoción personal a Marte, como resulta lógico viniendo de doslicenciados, se le podrían unir otros factores de índole principalmente políticaque favorezcan esta intención. A modo de valoración territorial, se puedeexponer que además de los lugares próximos a asentamientos militares comoTarraco o Asturica Augusta, y de aquéllos relacionados con un viaje personal,como el de Baeza, el resto se configuran en torno a dos lugares especialmentesignificativos desde el punto de vista militar, Añavieja en Soria y Oimbra yBande en Orense. En los alrededores de la primera se puede reconocer elestacionamiento del ala I Augusta73; y en la zona próxima a Bande se planteala posibilidad de que existiera un campamento auxiliar 74, aunque no todos los

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75 LE ROUX, Armée romaine, 1992, 233-234.

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autores confirman esta teoría75. Se acepte o no la propuesta, sí se puedeconsiderar que en lugares donde el ejército romano había tenido mayoresproblemas de adaptación, o donde habían tenido que situarse para llevar a caboenfrentamientos armados, reales o posibles, o bien para realizar trabajos deinfraestructura habría más probabilidad de encontrar exvotos a Marte.

b) Hércules

Por lo que hace referencia al culto de Hércules en el ejército romanosólo disponemos, entre los documentos epigráficos de la Península Ibérica, dedos testimonios en los que se manifiesta.

# 72. Ara votiva hallada en Rosinos de Vidriales (Zamora). Estáfragmentada en la parte inferior; tiene como decoración dos árboles y encimade ambos se conservan los restos de los dos cornua del ara. Medidas: 60 x30/25,5 x 17/15 cm. Letras en capital rústica de 2,5 cm. Se encuentra en elMuseo de los Caminos de Astorga.

Herculi sacrum, / M(arcus) Sellius L(ucii) f(ilius) Arn(ensi) /3

Honoratus, (ex) do/mo Choba, ex pr/ovincia Maure/6tania Caes(ariensi)praef(ectus), eq(uitum) a(lae) II F(lavia) H(ispanorum) c(ivium) R(omanorum),/ votorum compos(itum) templa Alcidi / deo a fundamen/9tis exstruxit.

[Vigil, 1961, 104-105; Roldán, 1974, nº 436; Le Roux, 1975, 150;Martín Valls / Mañanes Pérez, 1975, 9-12; García y Bellido, 1976, 80;Devijver, 1977, p. 2ª 725; Sevillano Carvajal, 1978, nº 85; Muñiz Coello, 1980,325; Mañanes Pérez, 1982, 135; Gamer, 1989, 288, nc. 2ª 1, Taf. 52 d.]

# 73. Basa de estatua encontrada en el desierto de la Almorayma,término de Castellar de la Frontera (Cádiz), el 6 de abril de 1671. Es de mármolblanco. Hoy está desaparecida.

Q(uinto) Cornelio [Q(uintii) f(ilio)] Gal(eria tribu) Senecioni /Anniano, co(n)s(uli), proco(n)s(uli) /3 Ponti et Bit[h]yniae / curatori / viaeAppiae, /6 legato legionis VII / Geminae Feli[c]is, curatori / viae Latinae,pr[a]etori, tribun[o] plebis, quaestori urbano, /9 sacerdoti Herculis.

[CIL II 1929; García y Bellido, 1967, 164; Alföldy, 1969, 119; Roldán,1974, nº 824; Cantó, 1978, 301; González, 1982, nº 82; Wiegels, 1985, 26-27;

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76 VIGIL, Ala II Flavia, 1961, 106.77 VIGIL, Ala II Flavia, 1961, 106.78 MAÑANES PÉREZ, Astorga romana, 1982, 114-115.

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Caballos, 1990, nº 56, 112; Lomas / Marín, 1992, 146; Mangas, 1996, 290, nº12.]

La inscripción # 72 está dedicada a Hércules por M. Sellius Honora-tus, quien indica su filiación y su pertenencia a la tribu Arnensi. Especificaademás su procedencia original de Choba, lugar en la costa de Mauritania,donde actualmente se localiza la aldea de Zama. Ocupa el cargo de praefectusequitum como último eslabón de su carrera ecuestre.

Además de su dedicación a Hércules se informa en la inscripción de laconstrucción de un templo a dicha divinidad; de este modo se expresa cómo enel cumplimiento de sus votos levantó los cimientos de los templa Alcidi deo.Según indica Vigil, tanto la designación de Alcida deo para designar a Hérculescomo el plural templa para referirse a la construcción refleja una escriturapropiamente poética76; esto y el desembolso económico que supondría levantarel templo nos confirma un elevado nivel económico, social e intelectual deldedicante y su interés en la promoción de este culto en concreto.

El culto a Hércules se extendió por las provincias del Imperio romano,y entre ellas tuvo un gran éxito en África. Este héroe divinizado, encubrió adivinidades ya existentes en algunos de los diferentes lugares en que semanifestó, confundiéndose en algunos casos con ellas, como ocurre con elHércules gaditano en la Península Ibérica. Por otra parte, dicho culto obtuvoen diferentes momentos un fuerte impulso por parte de emperadores comoTrajano, Adriano, Antonino Pío y Marco Aurelio, así como de Cómodo encuyo reinado triunfó plenamente. Septimio Severo sintió especial inclinaciónpor los dioses patronos de su ciudad de origen Leptis Magna entre los que seencontraba Hércules; por último Caracalla y posteriormente Galieno siguieronuna política favorable a dicho culto.

Este planteamiento previo resulta interesante para comprender elverdadero alcance de la dedicación de M. Sellius Honoratus. Las fechaspropuestas por quienes estudiaron la inscripción la sitúan entre finales del sigloII77, y otros a partir de la segunda mitad del siglo II78; ambas son posibles y lainscripción no aporta datos que se puedan considerar definitivos. En cualquierade los extremos cronológicos coinciden en el tiempo con la promoción desdelas distintas casas imperiales del culto a Hércules.

Además de estas consideraciones descubrimos en esta dedicación laconjunción de otros factores. A pesar de las posibles asimilaciones que sufrióHércules con otros dioses indígenas, en este caso la mención del Alcida, nos

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79 ALFÖLDY, Fasti, 1969,119.80 MANGAS, Hércules, 1996, 295.81 MANGAS, Hércules, 1996, 293-294.

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hace pensar en la divinidad greco-romana que sitúa el origen de Hércules comohijo de Alceo; este mantiene así mismo un fuerte carácter guerrero al que se leune un intenso afán de superación y unos valores morales y físicos ejemplarespara el hombre militar particularmente. De otra parte, a esta innegabledevoción personal de un praefectus equitum por este dios vinculado a la guerra,se le une un alto grado de probabilidad de que este culto se encuentre asociadoal poder imperial de Roma; idea además nada desechable si tenemos en cuentaque M. Sellius Honoratus, había sido designado a su puesto por el emperadory necesitaba también su ayuda si pretendía ocupar diferentes procuratelas. Enresumen, este es uno de los casos en los que las preferencias cultuales de unpersonaje vinculado a la vida militar podría coincidir con las manifestadas porsu emperador, cuyos beneficios ha obtenido y del que espera conseguir más.

El otro testimonio del culto a Hércules no es propiamente un aravotiva. La inscripción # 73 es una inscripción honorífica grabada sobre unpedestal de piedra en el que se supone una estatua. Procede de Carteia (Cádiz)y está dedicada a Q. Cornelio Senecioni Anniano quién indica su filiación y supertenencia a la tribu Galeria. A continuación enumera los diferentes cargosque ha ocupado a lo largo de su carrera y entre ellos se encuentra uno militar,legatus legionis VII Geminae Felicis en el 110 y otro religioso sacerdotiHerculis, junto a otras curatelas de carácter civil, que le llevaron a ser cónsulen el 11679. El lugar en que se encontró la lápida haría pensar en un origenbético del dedicante concretamente de Carteia, que a partir del sacerdocio deHércules comenzó a escalar puestos dentro del cursus honorum senatorial.

El cursus honorum del senador plantea problemas por no ofrecercargos de rango ecuestre, sin embargo, parece claro que al principio desempeñósu sacerdocio al servicio de Hércules; Mangas apunta la posibilidad de quedicho sacerdocio hubiera sido desempeñado en su municipio, Carteia, dondese testimonia un culto público a Hércules, donde han aparecido tejas que iríandestinadas a algún edificio de uso sagrado dirigido a Hércules80. El cultotestimoniado aquí y en otros lugares de la Bética es el del Hércules greco-romano, y la proporción de este culto en dicha provincia se explicaría más porel mayor grado de integración de la población en las formas culturales eideológicas romanas que por la existencia de un sustrato prerromano, en el quehubiera tenido indiscutible influencia el santuario del Hércules gaditano81.

Dióscuros

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82 Sobre el culto a los Dióscuros y las lápidas de Villalís ver: CID LÓPEZ, Dióscuros,1981, 115-124.

83 CID LÓPEZ, Dióscuros, 1981, 121.

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No disponemos de inscripciones votivas dedicadas a los Dióscuros, yademás parece que este culto no alcanzó una difusión importante en Hispania.Sin embargo, cuando describimos las inscripciones # 33 y # 38 aludimos a dosfiguras masculinas identificadas como Castor y Pollux, detrás de los cuales seencuentran sendas monturas y en el centro, la Victoria y Júpiter respectivamen-te; en realidad, debido a una mayor popularidad de este culto entre los soldadosde caballería cabría esperar la intervención de algunos de éstos en ladedicación. No obstante, no sucede así, aunque el resto de las inscripciones deeste mismo grupo presentan en una misma personajes de infantería y caballería,de donde deducimos una clara conexión entre ambos cuerpos. No es por tantoextraño que en medio de este ambiente y conmemorando una festividadesencialmente militar, se elijan divinidades como los Dióscuros tan vinculadosal ejército romano, especialmente si consideramos lo que ocurría en otras zonasdel Imperio donde el culto a Castor y Pollux estaba muy difundido entre elejército82

Cid López señala que el aspecto más relevante de las dos inscripcionesmencionadas es la asociación de los Dióscuros con Júpiter y Victoria,formando sendas tríadas; configuran por tanto, un culto típicamente militar detipo colectivo que se enmarca dentro de una de las celebraciones importantesdel ejército romano: la conmemoración del natalicio de un cuerpo de tropa odestacamento militar83. En realidad, no sorprende la asociación de dioses queestá representada en los relieves de Villalís, ya que comparten caracteressemejantes tanto si se interpretan desde su lado político como desde el militar.

Divinidades relacionadas con el ciclo económico: Diana, Mercurio, Liber Pater y Lares Viales

Las divinidades que tradicionalmente se consideran vinculadas al cicloeconómico por algún marcado aspecto de su carácter, se encuentran escasamen-te representadas dentro del sector militar. Las que sí aparecen mencionadassólo cuentan con un testimonio, en el caso de los Lares Viales, o con dos, enel caso de Mercurio y Liber Pater, o tres en el de Diana. A partir de aquí, nopodemos considerar dichos documentos lo suficientemente representativos desu culto dentro del ejército hispano, por ello, sólo podemos presentar cada casoconcreto con una evaluación muy mediatizada por tal individualidad.

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# 74. Bloque prismático de mármol tallado en forma de ara o altar conbasamento, hallada en la muralla de León por el P. Fita en 1863. Medidas: 145x 72 x 33 cm. Está decorada con frontón triangular y volutas laterales. Elfrontón presenta un creciente lunar inciso y las volutas sendas rosas hexapéta-las. El texto se encuentra repartido en los cuatro laterales de la pieza. Seconserva actualmente en el Museo de San Marcos.

- Dianae / sacrum, /3 Q(uintus) Tullius / Maximus, / leg(atus) Aug(usti)/ leg(ionis) VII Gem(inae) / Felicis.

- Aequora conclusit campi / divisque dicavit /3 et templum statuit tibi/ Delia Virgo Triformis, / Tullius e Lybia rector /6 legionis Hiberae / ut quiretvolucris capreas, / ut figere cervos, /9 saetigeros, ut apros, ut / equorumsilvicolentum / progeniem, ut cursu certare, /12 ut disice ferri / et pedes armagerens et / equo iaculator Hibero.

- Dentes aprorum / quos cecidit, /3 Maximus / dicat Dianae / pulchrumvir/6tutis decus.

- Cervom altifrom / tum cornua dicat Dianae /3 Tullius, quos vicit inpa/rami aequore vectus feroci / sonipede.

[Fita, 1866; CIL II 2660; ILS 3259-3260; CMLeón 27; Rabanal, 1969,25 y ss.; ILER 5754; Roldán, 1974, nº 827; Albertos, 1975, nº 7, 10, 13, 20, 26,54; Le Roux, 1976, 359; Piernavieja, 1977, nº 4; Fernández Aller, 1978, nº 5;Pena, 1981, nº 53; Tranoy, 1981, 35; Le Roux, 1982, 280; Rabanal, 1982, nº 4;IRPLE 17; Gamer, 1989, 238, nr. Le 3, Taf. 51 c.; Lomas, 1989, 119 y ss.; GrauLobo, 1993, nº 30; Abascal Palazón, 1994, 377. En B, l. 13, Dessau, FernándezAller y Battle Huguet, leen: ferens. En D, l. 4, Grau Lobo, lee: veloci.]

74. a. Placa de mármol que estuvo mucho tiempo en un escalón de lacasa de los Guzmanes, en León, de donde la recogió F. Fita en 1863. Actual-mente se encuentra en el MAN.

Donat hac pelli D[iana] / Tullius te Maxim[us] /3 Rector Aeneadum[Gemella] / legio quis est Se[ptima] / ipse quam detrax[it apro] /6laude optimap[raeditus].

[CIL II 2260 -e; IRPLE 18; Le Roux, 1982, 280.]

Ambas inscripciones están dedicadas por el mismo legado a la mismadivinidad, Diana; mantienen las mismas características y el mismo estilo en lasdedicaciones, y parece que ambas estuvieran destinadas al templo que se

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84 Le Roux piensa que el templo se ubicaría en el lugar donde se acantonaba la legióny evocaría un santuario establecido en el paramo, teatro de sus correrías, y por otro lado terrenosreservados a la legión (Armée, 1982, 280, nota 392).

85 ALFÖLDY, Fasti, 1969, 121.86 PENA, Diana, 1981, 49-57. Se supone que en el séquito del legado figurase algún

poeta que compusiera los versos dedicados a Diana de la inscripción. En el texto se consagra uncampo y se dedica un templo a Diana. Describe sus deseos de caza, con su variada fauna decabras, ciervos, jabalíes y caballos salvajes. Así mismo se mencionan los trofeos conseguidos enla batida, unos colmillos de jabalí y cuernos de ciervos. El lugar donde consiguió estas piezasgracias a un fogoso caballo, también se cita en el texto, la llanura del páramo. Comentarios a lacomposición poética se pueden encontrar en DIEGO SANTOS (1986, 37-38).

87 PENA, Diana, 1981, 49.

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menciona en el primero de los textos, aunque por el momento la evidenciaarqueológica no respalda esta afirmación84.

El oferente, Q. Tullius Maximus, fue legado de la legio VII GeminaFelix entre los años 162-16685. El texto completo que aparece en las cuatrocaras del ara es un texto correcto desde el punto de vista métrico con fuertesinfluencias de los autores latinos86.

El documento epigráfico se presta a un completo análisis desdediversos aspectos, lingüísticos, políticos..., sin embargo, por lo que atañe anuestro trabajo, nos interesa sólo para confirmar el carácter que asume Dianacomo diosa cazadora en esta inscripción. Es en este sentido en el que la concibeQ. Tullius Maximus, quien además hace referencia a un templo dedicado a estadivinidad en esta ciudad.

Según M. J. Pena en la fecha de dedicación del ara se produce un augedel culto a Diana, así como de las cacerías87; no obstante, aunque no podemosdescartar la vinculación del dedicante al poder imperial, las característicaspropias de la inscripción nos obligan a considerarla como parte de unadevoción personal del legado por Diana, que en el texto aparece mencionadacomo Delia Virgo Triformis. Por otro lado el origen africano del dedicanteabunda más en la idea de la iniciativa privada y nos aleja por el momento, laidea de un culto público de Diana en el ejército romano.

# 75. Ara votiva encontrada en las excavaciones llevadas a cabo en1989 en el yacimiento de Petavonium (Rosinos de Vidriales, Zamora). Se tratade una lápida prismática de caliza coronada con frontón y pulvilli y unamolduración de tres bandas ligeramente aboceladas y en disposición escalona-da. La pieza fue reutilizada, como lo muestra el orificio que presenta en suflanco izquierdo, el cual ha afectado a toda la parte izquierda de la inscripción.El ara ha sido dañada también por una grieta que la recorre de arriba abajo.Medidas: 53 x 29 x 26 cm. Letras: 3-2,3 cm. Se conserva en el MuseoProvincial de Zamora.

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

88 Se encontró también otra inscripción dedicada a Nemesis, asignada a un soldado porel lugar del hallazgo, pero no porque el texto lo especifique (AE 1995, 856)

89 MANGAS, HEp 6, 1996, p. 368.90 Martín Valls / Romero Carnicero / Carretero Vaquero, hacen referencia a esta

advocación de Diana y a la inscripción de Roma (ILS 2091) (1995, 341)

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[Sa]nctae / [Dian]ae Ti(berius) Iun(ius) /3 [Ti(berii) f(ilius)] Quiri(natribu) / [Qu]adratus / [dom]o Roma /6 [- - - -]

[AE 1995, 857; Martín Valls/Romero Carnicero/Carretero Vaquero,1995, 331 y 337, nº 2; HEp 6, 1996, 994.]

De nuevo el lugar en que apareció la inscripción es el campamento dePetavonium88 y en este caso la diosa aparece como Diana Sancta; a TiberiusIunius Quadratus, prefecto del ala II Flavia, ya lo conocemos por otrainscripción, la # 66. La datación se fija a comienzos del siglo II, sin embargoMangas considera que es posterior, entre otras razones, por el uso del epítetosancta89

# 76. Bloque de mármol encontrado en San Pedro de la Viña (Zamora).El ara está rota en su parte superior, donde posiblemente existirían frontón,pulvinos y focus. Ha sido reutilizada en uno de los muros de la iglesiaparroquial de esta localidad. Medidas: 107 x 37 cm; letras: 8 - 6 cm.

Dianae Aug(ustae) / ...[A]rrius /3 [Co]nstans / Sperantianus /praef(ectus) eq(uitum) sign(ifer) /6 venator lib(rarius) ex [v]oto / posuit.

[Martín Valls / Romero Carnicero / Carretero Vaquero, 1995, 341]

Los cargos que ocupa el dedicante, signifer, venator, librarius, estánenumerados en orden inverso. Los venatores eran los encargados del aprovisio-namiento de carne, mediante la caza o mediante el mantenimiento de unvivarium. En este caso y aunque el epíteto Augusta es indicativo de un cultoimperial, el cargo de Arrius Constans, hace referencia a la vinculación deDiana a la caza; incluso podemos hacer referencia a un ara dedicada a DianaAugusta por los pretorianos en Roma, y dedicada especialmente por losvenatores90. El librarium horreum era el encargado de la custodia del almacén;ambos oficios eran inmunes, dentro de la línea de los principales, dedicados alos servicios y no propiamente a las armas; según se indica en la inscripción,el dedicante desempeñaría varios cargos relacionados con la intendencia antesde ocupar un puesto de principal, en sentido estricto, un puesto táctico, como

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

91 ESPINOSA, Epigrafía, 1986, 35-36.92 ROLDÁN, Itineraria, 1975.93 ROLDÁN, Ejército y sociedad, 1989, 261, 266.94 LE ROUX, Armée, 1982, 247.

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era el de portador de la enseña y con posterioridad llegar a praefectus, con todaseguridad del ala II Flavia.

El culto a Mercurio que nos proponemos analizar se manifiesta en dosinscripciones que confieren a esta divinidad un carácter muy específico.

# 77. Ara votiva hallada en Murillo de Río Leza a 15 km. de Logroño.Está realizada en piedra caliza con focus con agujero central, flanqueado pordos pulvilli en la parte superior. Medidas: 57 x 27 x 25 cm.; letras: 2,5-3,5 cm.Se conserva en el Museo de Logroño (Nº 17).

Mercurio / Co(m)pitali, /3 Flavi[u]s / Flavinu[s], / veteranus, /6

v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito).

[CIL II 5810; AE 1903, 235; Gamer, 1974, 244, nr. 49 s. 227, 230, 231;Villacampa, 1980, 137, nº 21; Elorza / Albertos / González, 1980, 29-30; LeRoux, 1982, 224, nº 186; Espinosa, 1986, 35-36; Gamer, 1989, 240, Nr. Lo 2.En l. 1-2, CILII: Mercuri / [. . .]petali . Falta el resto de las líneas.]

El dedicante, Flavius Flavianus, veterano, cumple un voto realizadoa Mercurio Compitali. Este es considerado como dios protector del comercioy de los viajes; por ello Espinosa considera que esta dedicación puede ponerseen relación con la calzada del Ebro91. Efectivamente la vía que conectaba Legiocon Caesaraugusta y Tarraco pasaba cerca de esta localidad 92. La participa-ción del ejército, primero en la construcción de una red viaria necesaria parala comunicación de los centros provinciales urbanos, y segundo en elmantenimiento y ampliación de las mismas, relacionaba a las tropas con loscaminos93.

Le Roux opina que esta dedicación a Mercurio Compitali pudiera tenerel sentido de una acción de gracias por un viaje favorable de regreso al propiopaís por parte de Flavius Flavianus94. Como en otras ocasiones, resultademasiado arriesgado inclinarse por una u otra opinión, considerando quetenemos como base sólo un testimonio. Ahora bien, existen ciertas conjeturasque pueden indicarnos una determinada tendencia, a la espera de ser confirma-da o negada por estudios posteriores. Si bien resulta fácil establecer unarelación entre Mercurio Compitali como divinidad protectora de los viajes y losdesplazamientos que llevaba a cabo el ejército romano a lugares conflictivos

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

95 Hasta la fecha no hay otra mención de la cohors I Chalcedonensis y del ala ILemavorum, así como del cognomen Felix de la legión (CILA III pp. 598- 699).

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o simplemente donde existiera una razón para su presencia, resulta difícilimaginar, por el momento, un culto extendido entre las filas del ejército a unadivinidad que se ocupa propiamente de esta misión concreta.

# 78. Inscripción votiva que según Rus Puerta se trajo de El Hardón,una zona próxima a Arjona (Jaén), y se puso en la pared de una iglesia que sehacía a los santos mártires Bonoso y Maximiano. Realizada sobre una tabla demármol blanco. Hoy está desaparecida.

C(aius) Venaecius P(ublii) f(ilius) Voconianus, / flamen divorumAug(ustorum), /3 praef(ectus) coh(ortis) I Chalcedonen(sis), / trib(unus)leg(ionis) III Gallicae Felicis, / pr[aef(ectus)] alae I Lema[v]orum, /6 Fortunaesignum aureum [p(ondo) V], it[em] / Mercurio p(ondo) V, pateram p(ondo)lib(rae), / ex voto /9 et bases II arg(enteas) p(ondo) V, l(ibens) s(olvit)

[Rus Puerta, 1646, 159-160; CIL II 2103; Kornemann, 1901, 123;Acedo, 1928, 52; Etienne, 1958, 231; ILER 455; Roldán, 1974, nº 102;Albertos, 1975, nº 9; Devijver, 1977, nº 65; Santos, 1988, 178-180; CILA III,556.]

La inscripción # 78 ofrece diversos datos hasta la fecha difíciles deconfirmar. En ella aparece C. Venaecius Voconianus, quien indica su filiacióny los diferentes cargos que ha ocupado; por un lado, el de flamen divorumAugustorum, es decir, sacerdote del culto imperial; en primer lugar, este cargole abrió las puertas para desempeñar los cargos militares necesarios paraacceder al orden ecuestre; así fue praefectus Cohortis I Chalcedonensis,tribunus legionis III Gallica Felix y praefectus alae I Lemavorum95.

C. Venaecius Voconianus refleja también en el texto la donación deuna cantidad concreta de dinero para objetos de culto destinados a Fortuna ya Mercurio. No está clara la relación existente entre ambas divinidades, sinembargo, pese a que todo apunta hacia una motivación de tipo personal, hemosde tener en consideración un especial interés en una promoción social delindividuo a través de su manifestación religiosa.

El culto a Liber es uno de los que sufrió más tempranamente unproceso de asimilación con el dios griego Dionysos-Baco. Ambas divinidadesfueron tan pronto identificadas que apenas se le pueden reconocer caracteresespecíficos al dios latino, y tan sólo se le reconoce a partir de los rasgos

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96 GRIMAL, Diccionario, 1984, 139-141 y 318.97 HOYO CALLEJA, Liber Pater, 1990, 70.98 Hoyo Calleja en su trabajo considera que en Liber Pater estaría remarcada la idea

de fecundidad (Liber Pater, 1990, 70).99 Corresponden a: Aldehuela de Mordazo, AE, 1976, 429; Zorita, AEF VIII, 1985, P.

69-70; Robledillo de Trujillo, Hep 3, 1993, 136; todas en los alrededores de Trujillo, provinciade Cáceres.

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propios del griego96. A esta circunstancia hay que añadir los diferentesprocesos de asimilación que tuvieron lugar con aquellas divinidades indígenasque compartían diferentes aspectos de su carácter. Por lo tanto, y aunque lapropuesta de Hoyo Calleja adolece de una simplicidad esquemática que elmismo reconoce, puede ofrecernos no obstante, una idea aproximada delproblema al que nos enfrentamos al estudiar el Liber Pater que aparece en laepigrafía; según él, éste equivaldría a la suma del Liber itálico más Dionysos-Baco grecolatino más la divinidad indígena propia de cada región97.

En los dos documentos que presentamos a continuación se manifiestaademás una dificultad añadida; en ellos el dios aparece nombrado como LiberPater, del que es lógico suponer un carácter diferente o al menos más concretoque el de Liber98.

# 79. Ara de granito encontrada en 1955 en la freg. Monsanto (Conc.Idanha a Nova). Medidas: 63 x 30 x 23 cm. Actualmente se encuentra en elMuseo de San Dámaso (Idanha a Velha).

Libero / Patri et /3 Liberae, / L(ucius) Marcius Maternus, /6 vet(era-nus), v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito).

[Almeida, 1956, 378-379; Albertos, 1979, nº 216; Gamer, 1989, 264,nr. Beb. 17, Taf. 63 e; Melena, 1990, 147-153; García Sanz, 1990, 264; RAP390; Del Hoyo, 1992, nº 24; Rueda, 1993, 365-369.]

En este caso a Liber Pater le acompaña su paredro Libera, tradicional-mente identificada con Ceres; sin embargo, al carácter agrícola que las dosdivinidades pueden tener por separado, habría que añadirle una preferentealusión a la fecundidad.

Hemos de hacer constar que en localidades no muy alejadas de la zonaen que apareció este ara, se encuentran otras tres inscripciones, pertenecientestodas ellas al conventus emeritensis y dirigidas a Liber y Libera 99. Sinembargo, la de Monsanto está dirigida específicamente a Liber Pater y aLibera, lo que hace sospechar un matiz diferente.

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

100 Alföldy, Rabanal, Diego Santos, Dias y Del Hoyo Calleja, así lo creen, sin embargo,García Sanz fecha en el 305 y Mañanes y Lomas entre el 220 y 260.

101 DIAS, CIL II 2634, 1986, 193-202.102 BRUHL, Liber Pater, 1953, 266.103 Sobre los dioses de Septimio Severo conviene tener en cuenta que desde el año 194,

Baco estuvo presente en la propaganda monetaria del emperador, además de ser uno de los dosdioses más apreciados en Leptis Magna, ciudad natal del emperador, y que fue dios tutelar de susintenciones hasta el punto de que Dión Casio (LXX VII, 16) comenta que en los Ludi Saecularesdel 204 le prestó honras especiales. (HOYO CALLEJA, Liber Pater, 1990, 74, nota 58)

104 HOYO CALLEJA, Liber Pater, 1990, 75.105 BRUHL, Liber Pater, 1953.

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El otro testimonio procede de Astorga (León) y en este trabajo ya seha citado con el # 54. El dedicante es Q. Mamilius Capitolinus e incluye entrelas divinidades a las que se dirige, I.O.M., Sol Invictus, Genio praetoris a LiberPater. En este caso los diferentes cargos ocupados por el dedicante, determinanuna relación ciertamente estrecha con la casa imperial; de ahí que elija unasdivinidades muy vinculadas con el emperador que pudo ser Septimio Severo100.Por tanto creemos con Dias que Q. Mamilius Capitolinus realiza unadedicación desde su posición política como propaganda del emperador y quizásparticipando por convencimiento propio de estas mismas creencias101

A Bruhl supuso que Q. Mamilius Capitolinus era un iniciado en losmisterios de Dionysos y que en esta enumeración de dioses Liber Pater eraobjeto de su favor personal102. Hoyo Calleja cree que más que de un iniciado,se trata de un hombre que al invocar a los dioses de Septimio Severo, no sólointenta hacer propaganda político-religiosa del emperador, sino su propiaprofesión de fe político-ideológica103

El único significado que podemos entender en este caso concreto deLiber Pater procede de su importancia política ligada al emperador, aunquecomo ha señalado Hoyo Calleja podría existir una relación especial entre estadivinidad y el dios solar104. En cuanto a la vinculación de Liber Pater alejército que Bruhl reconoció para las provincias danubianas, no queda patenteen Hispania, por lo menos con estos únicos testimonios105.

Muy escasa se presenta también la documentación referida a los LaresViales en relación a los militares. Estos dioses protectores de los viajerosfueron fácilmente asimilados a dioses indígenas del mismo significado, cuyoculto estaba más extendido en todo el área noroeste de la Península Ibérica.

La única inscripción en la que aparecen los Lares Viales es la # 25,dedicada a estas deidades pero con el epíteto Augustus, por lo cual es clara suvinculación con el culto imperial.

Partiendo de la base ya indicada de que los anteriores testimoniosepigráficos no pueden ser considerados representativos de una realidad másamplia que abarcaría a todo el ejército hispanorromano, sí podemos, en

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

106 LIVIO V, 21. 1.107 MACR. I, 17. 25.108 GRIMAL, Mitología, 1984, 35-38.109 GRIMAL, Mitología, 1984, 37.110 Sobre el culto a Apolo ver: GAGÉ, Apollon romain, 1955; ÍDEM., Apollon

imperial, 1981, 561-630.

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principio, señalar a modo de hipótesis de trabajo una serie de datos que seextraen de ellos. Teniendo también en cuenta que en cada divinidad predominaun determinado aspecto, por ejemplo en Diana, su lado cazador, en Liber Paterde Q. Mamilius Capitolinus, su conexión política con el emperador, no sepuede perder de vista su origen inicial, relacionado siempre con algún aspectode la vida económica. Sin olvidar estas referencias previas, los dedicantes decada una de las inscripciones se pueden incluir en dos grupos: o bienpertenecen a los cuadros de mando del ejército, como el legatus Augusti, elpraefectus cohortis o el dux legionis, o bien son veteranos. En cualquiera de losdos casos, las actividades al margen de la vida militar están o estarán en brevepresentes en sus vidas, y entre ellas la actividad económica es una de la queconsigue más adeptos para una o otra divinidad.

Dioses protectores y salutíferos: Apolo y Apolo Grannus

En Roma se fueron adoptando de forma paulatina divinidades dediferentes procedencias, a las que se aceptó con sus caracteres originales a lavez que se le conferían nuevos matices. Apolo, es un buen ejemplo de ello. Enla época republicana encontramos al pueblo romano iniciando guerras bajo losauspicios de Apolo106, incluso celebrando los juegos en honor de Apolo paraconseguir su apoyo frente a un conflicto bélico107, hasta que ya en épocaimperial Augusto lo adoptó como protector personal y le edificó un templo enel Palatino108. De este modo, a las innumerables funciones atribuidas a Apolohay que añadir un aspecto político que le asocia al poder imperial de Roma; porlo tanto, entre los diferentes atributos del dios griego, entre ellos su vinculacióncon la guerra109, se encuentra también su función protectora, función que seimpondrá sobre las otras durante el periodo imperial110.

Dentro del ejército hispánico encontramos escasos testimonios de suculto. Sólo una inscripción procedente de Tarragona está dedicada a Apolo porparte de un soldado de la legio VII Gemina.

# 80. Ara votiva encontrada entre 1925 y 1930 en las cercanías delForo de la ciudad de Tarragona. Es de mármol gris. Medidas: 17 x 14 x 11,5cm. y altura de las letras: 1,4 cm. Actualmente se encuentra en el MuseoArqueológico de Tarragona (inv. Nº 5216).

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

111 ALFÖLDY, RIT 20, pág. 12-13.112 LE ROUX, Armée, 1982, 209.113 TRANOY, Galice romaine, 1981, 310; TOUTAIN, Cultes III, 1967, 203; GAGÉ,

Apollon imperial, 1981, 603.114 CIL XIII 1729.115 De esta opinión es MARCOS GARCÍA, Creencias, 1986, 232.

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L(ucius) Val(erius) Q(uintus?), m(iles) / l(egionis) VII G(eminae)F(elicis), /3 Apol(ini) v(otum) l(ibens) m(erito)

[AE 1932, 86; Roldán, 1974, nº 644; RIT 20; Le Roux, 1982, 209, nº32; Mangas, 1986, 183-184, nº 18.]

En el texto sólo aparecen abreviaturas lo que ha llevado a Alföldy apensar que podría tratarse de un altar destinado a un santuario privado111; elnombre de la legión nos hace pensar en una fecha entre Vespasiano y fin delsiglo II, a lo que Le Roux añade que la localización en el texto de la divinidadal final del mismo hace pensar que la fecha se situaría en los primeros deceniosdel siglo II112. Finalmente el soldado L. Valerius Quintus (?) Tendría origenhispano y se encontraría cumpliendo una función concreta en Tarraco,probablemente al servicio del gobernador provincial.

En definitiva, los diferentes elementos que forman esta inscripción,desde su tamaño, hasta la fórmula de dedicación parecen indicar que estamosante un voto privado, que estaría relacionado con acontecimiento particularesde la vida del soldado que, quizás, nada tengan que ver con el cumplimiento desu servicio militar.

El otro testimonio que menciona a Apolo añade nuevos matices a lasconsideraciones anteriores. Nos referimos a la inscripción # 50, en la que seinvocaba a Apolo Grannus, al lado de otras divinidades de diferentes orígenesy caracteres. Esta advocación de Apolo estaría relacionada con la estancia deldedicante, Iulius Silvanus Melanio, en la provincia gala, donde se encontraronrestos de un posible santuario a Apolo Grannus, relacionado además con unasaguas mineromedicinales cercanas113. La inscripción encontrada en la Galia ydedicada por Iulius Silvanus Melanio a Apolo Sanctus114 atestigua supreferencia por tal divinidad115. Por lo tanto al margen del cargo público comoprocurator del dedicante y de otras dedicaciones de carácter oficial, así comodel verdadero significado de Apolo Granno al estar acompañado de otrasdivinidades, hemos de considerar este culto partiendo de una iniciativa privada,que, de momento, no tiene relación alguna con la estancia previa del procura-tor en el ejército.

En resumen, en los dos documentos que hemos visto referidos a Apoloprima la iniciativa privada, lo que unido a la escasez de otros testimonios

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

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impide hacer cualquier conjetura sobre el culto a esta divinidad dentro delejército romano, y por lo tanto sobre el carácter concreto que éste mismo cultotendría.

Divinidades de las aguas: Ninfas

Entre las divinidades tradicionalmente relacionada con las aguas, lasNinfas fueron las que gozaron de mayor difusión en la Península Ibérica. Supronta aceptación se debe a su fácil asimilación a deidades indígenas, a las quese consideraba vinculadas al poder salutífero de las aguas. De este modo lasNinfas, tradicionalmente presentes en el campo, el bosque y las aguas,adquirieron un carácter próximo a los dioses de la salud. Hay ejemplos de estaasimilación en testimonios que recogen el nombre de las Ninfas al lado dediferentes epítetos locales.

Relacionado con el sector militar, además de la inscripción # 39 queya vimos, encontramos cuatro documentos y en cada uno de ellos, las Ninfasparecen contar con un carácter algo distinto. Tres proceden de León.

# 81. Pedestal encontrado en la parte meridional de la muralla en unacasa próxima al Palacio de los Condes de Luna, en la ciudad de León. Se tratade una lápida de piedra caliza, labrada en la parte superior e inferior; lainscripción se halla coronada por una cenefa saliente en la parte superior y dosgraduales en la inferior. Medidas: 94 x 44 x 38 cm. Letras: 4,5 cm. Seencuentra en el Museo de San Marcos y hay una copia en el MAN.

Nymphis / Fontis Amevi, /3 Cn(eus) L(ucius) Terentius / L(ucii) / f(ilius)Homullus /6 Iunior, leg(atus) / leg(ionis) VII G(eminae) F(elicis).

[CIL II 5084; ILS 3880; CMLeón 30; Pflaum, 1960, 164; Blázquez,1962, 169; Alföldy, 1969, 120; Quintana Prieto, 1969, nº 19; ILER 659;Roldán, 1974, nº 876; Tranoy / Le Roux, 1974, 13; AE 1974, 390; FernándezAller, 1978, nº 12; Tranoy, 1981, 324; Rabanal, 1982, nº 10; Albertos, 1983,481; Diez de Velasco, 1985, 91; García Fernández - Albalat, 1986, nº 16A;IRPLE 27; Rabanal, 1988, 146, nº 3; Lomas, 1989, nº 24.]

# 82. Ara votiva hallada en León e idéntica a la # 81 y que se encuentratambién en el Museo de San Marcos de León.

Nymphis / Fon[tis Amevi], /3 Cn(eus) L(ucius) Teren[tius] / L(ucii)f(lius) Homullus / Iunior, /6 leg(atus) / leg(ionis) VII G(eminae) F(elicis).

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

116 AE 1936, 98.117 AE 1918, 111.118 Según Diego Santos, el dedicante sería nieto de C. Terentius Iunior y por tanto

perteneciente en principio a una familia de orden ecuestre (IRPLE, pp. 47-48).

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[CIL II 5676; IRPLE 28; Rabanal, 1988, 147, nº 3.]

# 83. Epígrafe votivo que conocemos gracias a Mundó, que aporta laanotación hecha por un peregrino medieval en el folio 146 del Codex parisinuslatinus 2036, procedente de León.

Nympphis / sacr(um), Q(uintus) Cormelius /3 Anteros, im/aginiferle(gionis) VII G(eminae) F(elicis) / cum vexillati/6on(e), v(otum) s(olvit)l(ibens) m(erito).

[Mundó, 1952, 75-78; AE 1953, 766; Saxer, 1967, 63; ILER 610;Roldán, 1974, nº 615; Le Roux, 1982, 212, nº 143; Santos, 1984/85, 43-44;Diez de Velasco, 1985, 92; Santos, 1988, 206.]

Las inscripciones # 81 y 82 son gemelas y fueron encontradas en León,aportando ambas una información muy concreta. En los dos casos el dedicantees Cn. Lucius Terentius Homullus Iunior, cuyo cargo en León como legatuslegionis VII Geminae Felicis, es uno de los más importantes que ocupó en sucarrera. Le siguieron el de consul suffectus en el año 146 116 y el de curatoroperum publicorum et aedium sacrarum en el año 152117. Nos hallamos portanto ante un personaje senatorial118 que ha ocupado cargos sumamenteimportantes. Por ello, a pesar de reconocer en la presente inscripción unadedicación principal con carácter personal, también hemos de hacer constar quese realiza desde una posición de mando muy concreta.

En otro orden de cosas, hay que resaltar la advocación que reciben lasNinfas en este caso; se presentan como Nymphis Fontis Amevi bajo cuyoepíteto hemos de suponer, de momento, una alusión a una divinidad indígenade fácil asimilación con las Ninfas romanas, ya que ambas aluden a las aguas,o bien una delimitación de las Ninfas de un lugar concreto Fontis Amevi cuyocarácter estaría unido también al poder salutífero de estas determinadas aguas.

También de León procede la inscripción #83 que nos ha llegadoúnicamente a través de una copia lo que dificulta enormemente una dataciónmás precisa, no obstante, en lo que se refiere al texto, éste ofrece pocas dudasal respecto. La dedicación a las Ninfas está realizada por Q. Cornelius Anteros,imaginifer de la legio VII Gemina Felix, y no la realiza solo, sino cumvexillatione. El hecho de que el dedicante citado sea imaginifer, es decir,

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119 Rodríguez Colmenero, al desarrollar lo que queda de renglón como: MaximianaeVIII (en Cuenca romana, 1982, 87) amplía la fecha de dedicación al siglo III. Por su parte LeRoux sobreentiende la existencia de un cuerpo posiblemente cohorte antes del numeral y encuanto a la legión queda únicamente con los títulos de Gemina y Felix; esto junto con laindicación de las divinidades al final en vez de al principio le llevan a pensar en fines del sigloI (Armée,1982, 201). Si bien el desconchado de la piedra justo después de la indicación de lalegión impide saber con seguridad qué viene mencionado ahí, la proposición de leer una “M” nosparece excesivamente forzada, por tanto preferimos la interpretación de Le Roux aunque noestemos totalmente conformes con la aparición de la cohorte y el significado del numeral.

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portador de las imágenes imperiales, y que además no esté solo en ladedicación, serían un buen punto de partida para estar atentos a posibles nuevosdocumentos en relación con el culto a las Ninfas dentro de un sector concretodel ejército hispánico.

La participación de un destacamento en un voto conjunto, al frente delcuál se sitúa un soldado con un cargo especial, hace pensar en un motivocomún que justificara la elección de las Ninfas. Indudablemente la razón debetener un trasfondo militar que afectase directamente a todo el grupo deoferentes y por tanto, iría enfocada hacia una misión a realizar, en lugaresdonde este culto estuviera muy extendido, como el noroeste hispánico y elnorte de Portugal, o bien, como acción de gracias por motivos de salud de lastropas.

Finalmente, la inscripción # 84 procede de Torrejoncillo del Rey(Cuenca) , y en ella la difícil grafía del texto junto con una parte fragmentadade la lápida conduce a diferentes interpretaciones, que en este caso varían lafecha de dedicación en casi un siglo, así como el cuerpo legionario o auxiliarque se encuentra mencionado119.

# 84. Ara votiva procedente de Torrejoncillo del Rey (Cuenca).Medidas: 80 x 30 x 18 cm. Letras: 4 cm. Se conserva en el Museo Arqueológi-co de Cuenca.

G(aius) Mal[i](us) Urssu(s) (sic), / m(iles) le(gionis) VII G(eminae)M(aximianae ?) [VIII ?], /3 Nymp[h]is, v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito).

[Rodríguez Colmenero, 1982, nº 87; Le Roux, 1982, 201, nº 104; AE1982, 620; Palomero, 1987, 76. Le Roux en l. 2, lee: F(elicis) c(ohorte)?. Enrealidad, la parte en que está inscrita la “M” está tan erosionada que e muydifícil dar una lectura segura, lo mismo ocurre con el numeral que le sigue, enrealidad son trazos difíciles de descifrar. En cuanto a la fecha, si aceptamosMaximianae, se enmarca en el siglo III, Para Le Roux no es posterior al sigloI.]

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

120 LE ROUX, Armée, 1982, 201.121 Sobre las “virtudes” en general ver: MATTINGLY, Roman Virtues, 1937, 103-117.

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No conocemos el motivo concreto que condujo al soldado a realizaresta inscripción a las Ninfas, ello y es Le Roux, como siempre, quien adelantauna propuesta: el voto realizado puede estar referido a una petición por un buenservicio militar o más bien puede deberse a una recuperación tras una posibleenfermedad durante el tiempo que estuvo en la milicia120. Es cierto que elcarácter salutífero aplicado a las Ninfas deja abierta esta última posibilidad, noobstante, sólo estamos en condiciones de decir que se trata de una dedicaciónprivada, con una motivación personal realizada por un individuo que seencontraba cumpliendo con su servicio en el ejército romano, pero a un cultocuya popularidad y difusión ya había elevado a la categoría de público.

Virtudes y abstracciones divinizadas

En época republicana se comprueba que detrás de la política religiosaestatal y configurando una esfera de caracteres psicológicos se encuentran unaserie de mecanismos que afectaban a todos los niveles de la persona e incidíansobre su concepto de lealtad y obligación. Este esquema general se repetía conpequeñas diferencias en la época imperial formando una parte muy importantede la política religiosa del Imperio. Uno de estos mecanismos, que incidíadirectamente en la psicología del soldado, era la creación y exaltación demodelos reales que representaran la encarnación del perfecto militar. Así serefleja tanto en los textos antiguos, como en testimonios del carácter delFeriale Duranum, en el cual, personajes de reconocido prestigio militar, comoCésar o Germánico son recordados y exaltados casi dos siglos después de sumuerte.

Por otra parte durante el Imperio romano encontramos una serie deconceptos y virtudes que han alcanzado la categoría divina. En ellos se hanproducido dos significativas variaciones, por un lado, han ampliado odistorsionado su significado original, a tenor de la fuerte influencia religiosade procedencia oriental que afectó en mayor o menor grado al carácter de losdioses romanos. De otro lado, la figura del emperador y el culto que recibía, leasociaba directa o indirectamente a diferentes divinidades; de este modo, lasabstracciones divinizadas a las que nos vamos a referir podían recibir cultoasociadas al emperador o de modo particular, por sí mismas121. Ante estas dosrealidades que se constatan en el Imperio, es lógico pensar que dentro delejército romano existiera una predilección especial por esta clase de deidades.Entre ellas, Virtus, Honos; Pietas, Victoria, Fortuna, Fides, serían valorespropios de la vida militar, exaltados de tal manera que se convirtieron en

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122 GÓMEZ SOBRINO / TAMUXE / SANTISO, Tui, 1986, 419-422.

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divinidades. En Hispania los testimonios epigráficos de militares referidos a lasdeidades mencionadas, son escasos pero dejan entrever la importancia quesupondría su culto dentro del ejército romano.

a) Pietas y Victoria

Los testimonios dedicados a Pietas son los siguientes:

# 85. Inscripción votiva hallada en 1978 en Vilar (La Coruña), en lasruinas de una casa. Se trata de un ara de granito con basa y cornisa con focusrectangular. La parte izquierda del cuerpo central está dañada, viéndoseafectada la primera letra de la segunda línea. Medidas: 67 x 29 x 29 cm. Letras;6-4,5 cm. Se conserva en el Museo Diocesano de Tuy desde 1986.

Pietati, / [- - -] Iunius /3 Flaccus, / veteranu[s] / leg(ionis) VIIG(eminae), /6 v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito).

[Gómez Sobrino / Tamuxe / Santiso, 1986, 419-422; CIRG I 51; HEp4, 1994, 321.En l. 2, Gómez Sobrino, Tamuxe y Santiso leen un posible:L(ucius ?).]

La piedra de la inscripción # 85 está dañada en la parte central,afectando a la primera letra de la segunda fila, que podría pertenecer al nombredel dedicante. Su localización podría estar relacionada según, Gómez Sobrino,Tamuxe y Santiso, con la existencia de una vexillatio veteranorum establecidaen la zona correspondiente al valle de Mahia y un estudio más en profundidadde la influencia romana en esta zona podría ayudar a concretar una fecha másprecisa122. Hasta el momento el nombre de la legión, sin epítetos, nos permitesuponer una fecha de dedicación que se correspondería con los primeros añosdel establecimiento en Hispania de la legión. Aunque no conocemos la épocaconcreta ni el emperador en el poder, sí podemos aproximarnos a la ideologíapolítico-religiosa transmitida desde el mismo; en efecto, en los casos en los quese pretendía una renovación augustea, la Pietas debía estar presente, ya quejunto a la clemencia, la justicia, la paz y la victoria configuraban el mensajepolítico del fundador del principado.

Efectivamente, de forma complementaria, hemos de hacer mención deuna especial vinculación de Pietas a discursos políticos, como parte integrante

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123 BELTRÁN, Pietas, 1990, 212-215; HEp 4, 1994, 571.124 Sobre la Victoria asociada al poder imperial ver, J.R. FEARS, “The Theology of

Victory at Rome: Approaches and Problems”, ANRW II, 17.2, 1981, 736-826.

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de la propaganda de algunos jefes militares. Esto ya lo encontramos testimonia-do en Hispania en época republicana. En el pulso que Sertorio mantuvo conRoma, la Pietas formaba parte del mensaje político que enviaba a las tropasenemigas a través de los proyectiles lanzados. En Aranguren (Navarra) se hanencontrado dos glandes que presentan una doble lectura, por una parte se leeQ. Sertorius proconsul y por la otra Pietas. De este modo, la funciónpropagandística de los proyectiles de plomo queda demostrada al identificar aSertorio con la Pietas123 . Aún más, la adjudicación de virtudes como la pietasa políticos militares como Sertorio supone un antecedente de la asimilación deaquéllas con la figura imperial. En este sentido, y aún conscientes de losriesgos que conlleva el desfase cronológico, se puede decir que la pietasproclamada por los jefes militares republicanos (“imperatores”) puede sercomparada con la pietas que los soldados de época imperial veían en su jefemilitar supremo, es decir, el Emperador.

Formando parte del mensaje político utilizado por algunos emperado-res está también la Victoria. La personificación de la Victoria está además muyrelacionada con el objetivo fundamental del ejército romano; de ahí el granéxito que se supone a su culto124.

En la Península Ibérica sólo tenemos un documento epigráfico quemanifieste esta preferencia.

# 86. Inscripción en un ara de granito que apareció en 1892 en Fundão.En la parte superior hay un foculus de 25 cm. de diámetro. Medidas: 92 x 43x 35 cm. Se encuentra en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología deLisboa.

[T]oncius / [T]oncetani /3f(ilius), miles, / signifer / coh(ortis) IILus(itanorum), Victoriae, /6 v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito), / Ardunnus /Comini f(ilius) fe(cit).

[ILS 4510a; Vasconcellos, 1895, 226; Ídem., 1905, 295-299;Figueiredo, 1953, 180; Almeida, 1956, 269-270. Lambrino, 1957, 96-102, nº3; ILER 504; Roldán, 1974, 156, nº 391a; Le Roux, 1982, 192, nº 77; Gamer,1989, 205, nr. Beb 27, Taf. 63g; RAP 446.En l. 1-2, Garcia lee: [T]ongius /[T]ongetami.]

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125 Ver inscripción # 109.126 Insistimos también ahora en la relación que establece Cid López entre la Victoria

y los Dióscuros. (Dióscuros, 1981,115-124).127 LATTE, Religión, 1967, 176 y 182.128 KAJANTO, Fortuna, 1981, 517.

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La presente inscripción es importante porque nos permite aproximar-nos a un culto, el de la Victoria, que creemos especialmente relacionado conlas enseñas militares. En este caso Toncius es mencionado ocupando el puestode signifer, en otra inscripción del mismo personaje a una divinidad indígenasólo aparece como miles125, y es precisamente desde ese cargo, el de portadordel signum, que ofrece su voto. Por otro lado, cuanto tratamos el tema de lasenseñas militares hicimos alusión al relieve que aparece en la inscripción # 33,en cuyo frontón está representada una Victoria en el centro, volando hacia laizquierda y con la corona en la mano derecha126. Por su parte, la inscripción #38 tiene un relieve muy similar, sustituyendo a la figura central por Júpiter. Deeste modo, la Victoria forma parte de la ideología que considera a I.O.M. comoel hacedor de los triunfos romanos a través de los emperadores. No cabe dudade la teología que asocia a la Victoria al poder, ni de que esta misma se ponede manifiesto en la iconografía de las inscripciones militares relacionadas conlas enseñas. De modo especial, el portador de las mismas entra en contacto coneste sistema ideológico y religioso y que, por lo tanto, podría estar en la basede esta dedicación. Hay que tener en cuenta, no obstante, que el mismopersonaje hace una ofrenda a la divinidad indígena Trebarune, a la que sesupone con caracteres semejantes a los de la Victoria; en todo caso, y aunqueposteriormente nos referiremos a ella, conviene tener presente que, por loscargos mencionados, ésta última correspondería a una fecha anterior. En todocaso, sin descartar una motivación de tipo personal, una preferencia de Tonciuspor dos divinidades semejantes, hemos de reconocer en la presente inscripciónuna fuerte influencia religiosa que procedería del mismo cargo que ocupa eloferente.

b) Fortuna

La diosa Fortuna tenía desde época muy remota en Roma personalidadpropia; sin embargo, adquirió un carácter semejante a un Numen que podíamanifestarse de muchos modos, como espíritu guardián de un pueblo, de unindividuo, de una localidad e incluso de un día o un suceso127. En el Imperio,el culto a Fortuna obtuvo una gran importancia ya que se convirtió en elespíritu guardián del emperador, como equivalente de su Genius128. Tambiénen el ejército romano, el culto a esta deidad alcanzó un gran desarrollo, sobretodo en aquellos lugares donde se asentaban sus campamentos, así mismo el

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129 TOUTAIN, Cultes, 1967, 425-432.

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mayor número de dedicantes lo conforman militares, soldados, veteranos,suboficiales y oficiales129. En Hispania el porcentaje de inscripciones ofrecidaspor militares a Fortuna es menor que en otos lugares del Imperio ya que hastaahora sólo han aparecido cinco testimonios

# 87. Inscripción votiva hallada en una casa particular de Rosinos deVidriales (Zamora). Es un ara de granito con un foculus circular en la partesuperior. Medidas: 70 x 40 x 35 cm; letras: 6-3 cm. Se conserva en la casa enque se encontró perteneciente a D. Isidro Velado.

L(ucius) Versenus / Aper, praef(ectus) /3 alae, opere / balinei sub se /incohato et /6 consumma/to, Fortunae, / l(ibens) v(otum) s(olvit).

[AE 1937, 166; Meusel, 1960, 73; Marín Valls, 1975, 13-14; Le Roux,1975, 149-150; Devijver, 1977, 850; Sevillano Carvajal, 1978, 5, nº 84; MuñizCoello, 1980, 325; Perea Yébenes, 1996, # B2.]

# 88. Ara votiva hallada en la segunda campaña de excavación delcampamento romano de Cidadela (Sobrado dos Monxes, La Coruña) en 1983.Se encontró en una habitación adosada al lienzo oeste de la muralla. Es un arade granito fino, rematada en su cabecera por dos cilindros transversales, queenmarcarían el lugar que debía ocupar el focus del que carece. Medidas: 57 x39 x 16 cm. Letras: 3,5-7 cm. Se conserva en el Museo Arqueológico de LaCoruña.

Fortu/n(a)e, Val(erius) /3 Lupus, / opt(io), / v(otum) s(olvit) l(ibens)m(erito).

[Caamaño Gesto, 1983, 61-71; AE 1986, 387; Pereira Menaut, 1991,93; Le Roux, 1992, 253, nº 1-2, nota 20.]

# 89. Ara aparecida en las excavaciones practicadas en el yacimientopor Morenas de Tejada durante 1913, en un edificio que se interpretaba comobasílica y que es en realidad una vivienda establecida en el solar de un viejoforo en Burgo de Osma (Soria). Se trata de una piedra caliza muy blanda queestá bastante deteriorada. Medidas: 38 x 25 x 11 cm ; letras: 4,5-3,5 cm.Actualmente se guarda en el Museo Arqueológico de Soria.

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130 VIGIL, Ala II Flavia, 1961, 104-113.

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[F]or[tu]nae, Q(uintus) C[aeci]lius / Ter[ti]us, /3 m(iles) l[eg(ionis)]VII G(eminae) F(elicis), / v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito).

[Lago y González, 1913, 154-158; AE 1914, 21; Morenas de Tejada,1916, 607; García Merino, 1970, nº 4; Gamer, 1974, nº 67; Roldán, 1974, nº614; Jimeno, 1980, 37-38, nº 21; Le Roux, 1982, 204, nº 117; Crespo Ortiz deZárate, 1987, nº 77; Garcia, 1987, 98-99. En l. 3, Lago y González, GarcíaMerino, Roldán, Garcia, leen: T(iti) f(ilius Titius; Jimeno, Crespo: T(iti) f(ilius)P[e]trus.]

# 90. Ara votiva encontrada en Duratón (Segovia). De forma rectangu-lar está algo deteriorada y sin decoración, excepto por la doble molduraalrededor del campo epigráfico. Medidas.: 100 x 80 cm. Letras: 8-6 cm.Actualmente se puede localizar en un domicilio particular de Duratón.

Fortunae / Balneari /3 sac(rum), Vale/rius Buc/co, miles /6 leg(ionis)II Adiu/tricis P(iae) F(idelis), / ] (centuriae). Aemili S/ecundi / [- - -].

[CIL II 2763; Roldán, 1974, nº 725; Crespo Ortíz de Zárate, 1978, nº10; Le Roux, 1981, nº 4; Ídem., 1982, 221, nº 176; Crespo Ortiz de Zárate,1987, nº 48; Knapp, 1992, nº 291; Díez Asensio, 1994, 8, 25 y 26; HEp 1994,604; Perea Yébenes, 1997, 163; Diez de Velasco, 1998, 111. En l. 4, Crespo,Hübner, Roldán, Le Roux, Perea Yébenes: Tucco; Díez Asensio: Lucco oTucco.]

La inscripción # 87 presenta la dedicación a Fortuna de forma aislada,sin epítetos, ni otros dioses. Procede de un lugar donde su supone la existenciade un antiguo campamento romano; en este caso de trata de Rosinos deVidriales (Zamora). El dedicante es Lucius Versenus Aper que ocupó el cargode praefectus alae se supone en la unidad ala II Flavia Hispanorum civiumRomanorum, ligada como ya vimos a este territorio130.

De manera excepcional, encontramos en esta inscripción expresado elmotivo que condujo al prefecto a realizar este voto: balinei sub se incohato etconsumato. De esta forma, la diosa Fortuna aparece aquí con el carácter queantes señalábamos, por un lado, como protector de eventos, como pudo ser laconstrucción de un baño y a su vez como proveedora de buena suerte pararealizarlo, incohato et consumato. Por otra parte encontramos también aFortuna, algo alejada de su función para con el ejército, y aparece aquí

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131 CAAMAÑO GESTO, Cohors I Celtiberorum, 1983, 61-71. Ídem., Cidadela, 1984,233-235.

132 CAAMAÑO GESTO, Cohors I Celtiberorum, 1983, 69.133 Mientras Le Roux, lee Quintus Caecilius Tertius; Lago y González, García Merino,

Roldán, y García, leen: T(iti) f(ilius Titius; Gimeno y Santos Crespo, leen: T(iti) f(ilius P[e]tius.134 CIL II, 2071; CIL VI 182 = 30708; XIII 6552. Ver más referencias y dibujos en,

PEREA YÉBENES, Baños para soldados, 1997, 149-167.135 LE ROUX, Armée, 1982, 159 y 221.

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vinculada a una función que no tenía que ver con el desempeño de una misiónmilitar.

La # 88 fue hallada en las excavaciones del campamento romano deCidadela (Sobrado dos Monxes. La Coruña). El dedicante es Valerius Lupusun optio, suponemos de la cohors I Celtiberorum, ya que se ha considerado queéste fue ocupado por esta unidad131. El nombre latino de aquél hace suponer aCaamaño Gesto que igual que el resto de los dedicantes, estaba escasamenteligado al mundo indígena132.

Por otro lado, el hecho de que la inscripción apareciera in situ en elcampamento romano, apoya la tesis de Toutain de relacionar el culto a Fortunacon los establecimientos acuartelados del ejército. Por eso y aunque lainscripción sólo nos habla de una intención privada, el lugar del hallazgo y laomisión del nombre de la unidad a la que perteneció Valerius Lupus parecenser indicativos de un culto a Fortuna, relativamente importante en el interior delcampamento romano.

De Burgo de Osma (Soria) procede la inscripción # 89 dedicadaigualmente a Fortuna, pero cuya lápida se encuentra bastante deteriorada, loque dificulta parte de su lectura. El dedicante es un soldado de la legio VIIGemina Felix, lo que se discute es su nombre133. En este caso concreto, o bienel miles era originario de Uxama, o bien, la inscripción debía estar relacionadacon un desplazamiento de la legión en esta zona; en ambos casos, la dedicacióna Fortuna, aunque dentro de un culto oficial, aceptado por el ejército, habríaque incluirla dentro de una intención particular.

En el sentido de Fortuna como protectora de un lugar, concretamentede los baños, se encuentran varios testimonios correspondientes a diferenteslugares del Imperio134. Uno más perteneciente a este grupo, es el que aporta lainscripción # 90 encontrada en Duratón (Segovia). Está ofrecida a FortunaBalnearis por Valerius Tucco un soldado de la legio II Adiutrix Pia Fidelis. Lalápida está algo deteriorada lo que impide la lectura completa de la inscripciónasí como el nombre preciso del dedicante. Le Roux considera que debe tratarsede Valerius Tucco cuyo origen podría estar en Duratón y un permiso quizá porenfermedad, explicaría el lugar de aparición de la lápida135. Sin embargo, lalectura más reciente de Knapp, que considera el cognomen Bucco, hace pensar

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136 KNAPP, Inscriptions, 1992, nº 291.137 MANGAS, Römische Religion, 1986, 314.138 PEREA YÉBENES, Baños para soldados, 1997, 160. 139 KAJANTO, Fortuna, 1981, 502-558.140 BAYET, Religión romana, 1984, 76-78.

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que el soldado sea en realidad del Norte de Italia, de donde es más frecuentedicho sobrenombre; esto dificultaría en gran medida la explicación deldesplazamiento a esta zona de Segovia136. Mangas considera que el epítetoBalnearis le confiere a esta Fortuna en concreto un carácter salutífero. Dehecho se considera que la Fortuna Balnearis ocultaría un culto indígena137

asimilado, por tanto a la Fortuna romana. Perea Yébenes especificando aún másel carácter concreto de esta divinidad, considera que su pretendido caráctersalutífero sólo puede aludir a lo beneficioso de los baños para la higiene y lasalud138; en efecto, es difícil creer que un soldado en activo recibiera permisopara tomar unos baños curativos en su lugar de origen.

En último lugar, podemos señalar la dedicación conjunta a Fortuna yMercurio realizada por C. Venaecius Voconianus quien según la inscripción #78 había ocupado diferentes puestos militares dentro del orden ecuestre. Elcursus honorum del dedicante corresponde a un personaje que ha sabidoescalar puestos rápidamente, para lo que ha contado con la ayuda de la casaimperial, y es por lo tanto lógico que cumpla votos a Fortuna como protectorapersonal en su carrera ascendente. La relación, por tanto, entre Fortuna yMercurio podría venir dada por el carácter protector que ambos ejercen sobredeterminados asuntos y negocios, que en este caso se muestran prósperos paraC. Venaecius.

En resumen, las inscripciones que se presentan sobre la diosa Fortunaaportan pocos datos nuevos sobre la concepción que ya se tenía de ella139. Deforma indiscutible, aunque poco concreta, se puede decir que predomina elcarácter protector de la diosa, invocado tanto para lugares, concretamentecampamentos y baños, como para las propias personas.

c) Genius

El Genius en su origen era un principio de fecundidad genética queaseguraba a través del individuo al que estaba vinculado la perpetuidad de lasgeneraciones; pertenecía por tanto a los límites de la religión privada. Noobstante, la mala aproximación del griego, traduciendo Genius por Tyché,multiplicó los “genios” protectores, no sólo de colectividades sino también delugares, olvidando su significado original140. En época imperial, la advocaciónal Genius, de modo análogo a la de Tutela, se encontraba plenamente aceptada.

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

141 Resulta asombroso que un dios aparezca protegiendo a otro dios, de hecho, Speidely Dimitrova-Mil…eva hablan de “Genii of military deities”, y ellos mismos reconocen quesorprendentemente los dioses tienen también sus Genii (SPEIDEL / DIMITROVA-MIL„EVA,Genii, 1978, 1542-1555). Ver también, L. CESANO, Genius, en E. de Ruggiero, Dizionarioepigrafico, vol. III, 1922, 449-481.

142 SPEIDEL/ DIMITROVA-MIL„EVA, Genii, 1978, 1542-1555.

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El culto al Genius está documentado como protector de dioses141, de personas,de comunidades, etc. Dentro del ejército romano, el Genius manifiesta suprotección sobre las unidades militares, sobre lugares, o en general, sobre todoel pueblo romano142.

Dos inscripciones están dedicadas al Genius protector de la legio VIIGemina Felix y ambas proceden de la ciudad de León.

# 91. Ara votiva encontrada en la parte meridional de la muralla deLeón. En 1895 fue donada por D. Vicente Canseco a la Comisión Provincialde Monumentos. Queda de ella un gran prisma al que le falta la cabecera. Lainscripción está completa excepto un desconchado que impide leer las letrasfinales de la línea 2. Medidas: 92 x 47 x 8 cm. Se encuentra en el Museo de SanMarcos de León.

Genio / leg(ionis) VII G(eminae) F(elicis), /3 L(ucius) Attius / Macro,/ leg(atus) Aug(usti).

[CIL II 5083; ILS 2289; CMLeón 29; Díaz Jiménez, 1920, 49; Nieto,1925, 22; Albertos, 1966, 41; Alföldy, 1969, 119-220; Quintana Prieto, 1969,nº XIII; ILER 554; García y Bellido, 1971, 148; Ankersdorfer, 1973, 196;Tranoy / Le Roux, 1974, 13; Roldán, 1974, nº 825; Fernández Aller, 1978, nº8; Rabanal, 1982, nº 7; IRPLE 19; Rabanal, 1988, 146.]

# 92. Ara votiva encontrada en León y depositada en el Museo de SanMarcos antes de su primera publicación. Medidas: 40 x 28 cm. Hoy en elMuseo de los Caminos.

Genio l(egionis) / VII G(eminae) F(elicis) Ti(berius) /3 Cl(audius)Pom/peianus t(esserarius?) / iu(ssu) G(enii) v(ovit).

(Detrás) : ex / vo / to.

[García y Bellido, 1968, 60; Ídem, 1970, 17-18; Ídem, 1971, 147 ss; AE1971, 208; AE 1974, 411; Roldán, 1974, 466; Le Roux, 1975, 147; Devijver,1976, pars 1ª, 256-266; Fernández Aller, 1978, nº 9; IRPLE 20; Gamer, 1989,238, nr. En l. 2, García y Bellido, Fernández Aller: D(ecianae) En l. 4, García

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143 Hallada en Brigetio (Panonia Superior) que dedica a las Ninfas: CIL III 4356.144 AE 1937, 213.145 ALFÖLDY, Fasti, 1969, 119-120.146 Inscripciones # 40 y # 54.147 Dias, CIL II 2634, 1986, 201.148 Así lo demuestran Speidel / Dimitrova-Mil…eva (Genii, 1978, 1542-1555) que, si

bien no consideran dicho culto especial y propio del ejército sí transmiten la importancia queadquirió dentro de este grupo.

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y Bellido, Fernández Aller, Devijver: Tr(ibunos); Diego Santos: t(esserarius);En l. 5, García y Bellido, Fernández Aller: g(ratus) v(obis).]

La inscripción # 91 está realizada por un alto mando de la legión,concretamente el legatus Augusti, L. Attius Macro. Su pertenencia al ordensenatorial le permitió acceder a otros cargos que conocemos por otrainscripción suya143; por ella se sabe que en el 129 fue legatus legionis IAdiutricis en el limes de Panonia y que llegó a legatus pro praetore de PanoniaInferior144 y cónsul suffectus en el año 134145. Sin duda su dedicación debíaestar enfocada hacia un buen cumplimiento de su misión en Hispania, al mandode la legio VII, a partir del cuál obtendría nuevos e importantes cargos.

En la inscripción # 92, detrás del nombre del dedicante aparece unaletra dudosa que podría ser la inicial de tesserarius. Merece especial indicaciónla expresión ex visu, con la cual Tiberius Claudius Pompeianus reconoce haberhecho este voto por revelación propia de la divinidad.

En cuanto al Genius protector de lugares, aparece dos veces citado enHispania como Genius praetoris146. Ambas pertenecen a personajes con altoscargos dentro del ejército y de la administración provincial y además ligadosestrechamente a las luchas políticas protagonizadas por Septimio Severo yAlbino. Según Dias se trata de una divinidad castrense que armoniza bien conel estado de guerra civil que se viviera en la Península, así como con una clasemilitar ascendente ligada al emperador Septimio Severo, puesto que éste debíael poder al importante apoyo del ejército147. En este sentido, el culto al Geniusprotector de dos lugares, el praetorium de Asturica Augusta y el praetorium deTarraco, especialmente significativos desde el punto de vista administrativo,judicial, económico y sin duda político, participa también de la importanciapolítica del lugar que protege.

No obstante, aunque encontramos representado el culto al Geniusdentro del ejército romano en Hispania, éste no adquiere aquí la importanciaque consiguió en otros lugares del Imperio148. Quizás la causa haya quebuscarla de nuevo en la diversidad de funciones que el ejército romano realizaal margen de la propiamente militar, ya que allí donde la legión tiene su base

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149 También Toutain consideraba el culto a los genii militares, como un culto especialcon características propias (Cultes, 1967, I, 459-462).

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y los caracteres militares rodean a las tropas, el culto al Genius legionis estáperfectamente representado149 .

1 CUMONT, Religiones orientales, 1987, 38.

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5

CULTOS ORIENTALES

Existe un grupo de divinidades de procedencia oriental que fueronformando parte de forma paulatina de la religión romana. En sus comienzos,las importantes diferencias cultuales que separaban los ritos orientales de losromanos, relegaron la práctica de los mismos al ámbito privado e inclusosecreto; posteriormente la necesidad de sustituir una ideología político-religiosa caduca, que escasamente convencía, así como la toma de contacto másfrecuente con estos nuevos cultos, convertiría a la totalidad de los mismos enparte integrante de la religión oficial romana. Por tanto, y al margen de lasmotivaciones personales que pudieran impulsar a cada persona en particular apreferir algún culto de este tipo, los testimonios que poseemos pertenecentodos a un momento en el que ya existía la aceptación de cultos orientales enRoma y en las provincias, potenciados o no por el emperador.

Hay numerosos aspectos que pueden destacarse de las religionesorientales y su contacto con las de Occidente. El análisis profundo de lascausas que llevaron al éxito a las religiones orientales en la sociedad occiden-tal, las transformaciones a que se vieron sometidas aquéllas cuando fueronasimiladas por Roma, son de un absoluto interés para el estudioso de lasreligiones; sin embargo, con el fin de no apartarnos demasiado del hiloconductor de este trabajo, vamos a intentar analizar éstas y otras cuestiones através de un aspecto mucho más importante para nuestro caso, a saber, de quéforma estos cultos tuvieron incidencia en el ejército y la contribución de éstea la expansión de los mismos.

Es indudable que el ejército romano se encuentra entre los grupos conmayor movilidad de la sociedad del Imperio, junto con los mercaderes y losesclavos. Es fácil deducir que fueron estos grupos los encargados de difundirlos nuevos cultos conocidos. Cumont señala acertadamente que si bien este esun medio por el que los cultos orientales viajaron a Occidente, no puede serconsiderado una causa de su éxito1. A partir de aquí podemos afrontar el temaen dos direcciones que al final convergen; podemos analizar las causas quepropiciaron el desarrollo de dichos cultos en la sociedad romana, o bien

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2 En otra parte del libro hemos aludido a esta cuestión, pero conviene hacer una brevereflexión sobre ella. Se trata de la mencionada crisis religiosa que se supone a finales del sigloII y comienzos del III. Como apunta Scheid, en la medida en que sigue existiendo una estructuraoficial de la religión romana, no cabe plantear el problema de la fe o la solidez de la religión;quizá sea demasiado hablar de crisis, pero no cabe duda que la religión romana, asentada en elmantenimiento de la pax deorum y las victorias del emperador, se debe ver afectada por lasinvasiones, concretamente en el reinado de Marco Aurelio y la peste que siguió, hace dudar dela fe tradicional.(SCHEID, Religión en Roma, 1991, 128). Es en este sentido, en el que hemosde comprender cada vez que hablamos de crisis religiosa, no como algo aislado, sino formandoparte de la crisis política que tiene lugar.

3 La religión romana tradicional aseguraba el mantenimiento de las costumbres, peroafectaba poco a las personas en sus necesidades cotidianas, la “piedad” consistía en respetarescrupulosamente la tradición común (SCHEID, Religión en Roma, 1991, 9).

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podemos restringir la pregunta al ejército en particular. Efectivamente, queesclavos o mercaderes llevaron su religión nativa a los lugares a los que setrasladaban era una situación lógica, sin embargo, no todos los soldados yoficiales romanos habían nacido en Oriente, al contrario predominaba suprocedencia occidental. Estos entraron en contacto con estos cultos en lasbatallas del frente oriental, y es ahí donde conviene hacer el análisis de por quédicho contacto supuso una aceptación tan pronta.

En principio podemos partir de una base común en todos los lugaresdel Imperio: la existencia de divinidades locales o indígenas resulta hasta ciertopunto atractiva para los soldados que llegan. En primer lugar, su especialactividad que pone en peligro continuo su vida, fuerza a los combatientes abuscar protectores, tengan éstos el carácter que sea; si a esto le unimos que lareligión romana había entrado en profunda crisis de credibilidad2, el resultadoserá aún más efectivo. No podemos aquí argumentar que las religionesorientales posean una filosofía que convence mejor al hombre puesto que seocupan de todas sus necesidades y que no resulta tan pueril como los viejosrituales romanos3, ya que el grueso del ejército romano no pertenecía a la clasede pensadores y filósofos sino que estaba únicamente preocupado porconseguir resultados positivos respecto a su protección. Esta misma actitud laencontramos en Hispania y dirigida hacia las divinidades locales, ahora bien,en este caso, y pese a la fama de los santuarios estamos ante devocionesminoritarias; qué llevó por lo tanto a que las religiones orientales se difundie-ran a lo largo y ancho del Imperio, mientras que otras locales como las deHispania o la Galia quedasen reducidas a sus territorios hasta su posteriorasimilación o desaparición.

Los factores que contribuyeron a ello y que podemos citar en principioson de diversa índole. En algunos casos, como por ejemplo el de Mitra, éste era

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4 «La aristocracia militar y feudal proporcionó a Mitrídates Eupator un buen númerode oficiales que le ayudaron a desafiar durante mucho tiempo los esfuerzos de Roma, y que mástarde supo defender contra las expediciones de los Césares la independencia, siempre amenazada,de Armenia. Pero estos guerreros adoraban a Mitra como genio protector de sus ejércitos, y éstefue el motivo por el que Mitra continuó siendo siempre, incluso en el mundo latino, el “diosinvencible”, el dios tutelar de los ejércitos, honrado sobre todo por los soldados ». (CUMONT,Religiones orientales, 1987, 128).

5 GARCÍA Y BELLIDO, Religions orientales, 1967, 21.

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considerado por los ejércitos orientales como protector de los mismos4, el pasode éstos al ejército romano no se presenta difícil. Por otro lado, la organizacióninterna del culto era muy semejante a la del ejército; los rangos, la jerarquiza-ción, la idea de hermandad, el espíritu de cuerpo, la obediencia y la recompen-sa, eran muy familiares a los soldados que veían en estos cultos una prolonga-ción de su vida militar. De modo definitivo, la crisis ideológica que invadía alpoder imperial y la necesidad de implantar nuevas ideologías que reafirmasensu poder, terminó por apropiarse de las nuevas corrientes orientales e hicieronde ellas una efectiva proyección de su poder. Los estrechos vínculos quevenimos señalando entre el emperador y el ejército, reflejados a través de loscultos fueron decisivos a la hora de manifestar una determinada preferencia porlos orientales.

Diferentes razones de carácter puntual pudieron hacer del ejércitoromano un excelente conductor de las nuevas creencias orientales. Ahora bien,encontramos que en Hispania no se da la circunstancia de que el ejército sea elgrupo de culto preferente. De hecho, la escasez de testimonios, por ejemplomitraicos en Hispania, es explicada por García y Bellido haciendo hincapié enla escasa actividad legionaria que tuvo lugar en la Península; al númeroreducido de efectivos se sumaban la escasez de conflictos bélicos, el aislamien-to respecto a otras fuerzas militares, y la poca o nula movilidad de tropasdebido a reclutamientos locales5.

Efectivamente, hasta el momento los testimonios epigráficos que serefieren a divinidades orientales y a su culto dentro del ejército hispano sonextremadamente escasos. Si consideramos definitivas las pruebas de estoscultos recogidos en Hispania, deberíamos buscar las causas en la mismadirección que ya señalara García y Bellido, sin embargo, lo arriesgado demantener una tesis ex silentio, nos obliga a ser cautos y a limitarnos a presentarlos documentos existentes hasta la fecha.

En realidad el principal testimonio que vamos a aportar como novedosoes el referido a Mitra. El resto, van a ser comentarios que quedaron posterga-dos en su momento y que prácticamente están caracterizados por la incertidum-bre; se trata, por tanto, de hacer una recopilación de documentos que ya hemos

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6 CUMONT, Religiones orientales, 1987, 127-128.7 GARCÍA Y BELLIDO, Religions orientales, 1967, 23-26; BENDALA,

Orientalischen religionen, 1986, 395; DE FRANCISCO CASADO, Culto de Mitra, 1989, 82;ALVAR, “El culto a Mitra en Hispania”, MHA 5, 1981, 51-72; ÍD. “Los cultos mistéricos enLusitania”, II Congr. Pen. Hist. Antiga, Coimbra (1990/1993), 789-814.

8 Aunque en el culto mitraico no había un verdadero sacerdocio, sino una jerarquía, elpater sacrorum, desempeñaba funciones litúrgicas, presidía la comida ritual y pronunciaba laspalabras de consagración (?); es en este sentido en el que hemos de entender la funciónsacerdotal.

9 GARCÍA Y BELLIDO, Religions orientales, 1967, nº 2, 3 y 4.

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visto, que mencionan a divinidades orientales, su significado y las diferentesposibilidades de algunos otros.

Cumont presentaba a Mitra como genio protector de los ejércitos queluchaban al lado de Mitrídates Eupator contra Roma; de aquí que éste diossiguiera siendo aún en el mundo latino, el dios “invencible”, el dios tutelar delos ejércitos honrado sobre todo por los soldados6.

La inscripción # 93 procede de Mérida. Allí tanto los testimoniosepigráficos como escultóricos han llevado a los diferentes autores que hatratado este tema a concebir la existencia de un mitreum7.

# 93. Ara encontrada en el recinto sagrado de San Albín, Mérida.Realizada en mármol blanco, contiene además un praefericulum y una pateraen relieve. Está bien conservada. Medidas: 82 x 40 x 20 cm; letras: 4 cm. en elprimer renglón y 3 cm en los restantes. Se encuentra en el Museo de Mérida(inv. 188).

Ann(o) col(oniae) CLXXX, / aram genesis /3 invicti Mithrae, / M(arcus)Val(erius) Secundus, / fr(umentarius) leg(ionis) VII Gem(inae), dono /6

ponendam merito curavit, / G(aio) Accio Hedycro patre.

[ILS 9279; Cagnat, 1904, 349; AE 1905, 25; Vasconcellos, 1913, 336-337; Mélida, 1925, nº 264; García y Bellido, 1948, 322; Mallón / Marín, 1951,nº 212; Vermaseren, 1956, nº 793; García y Bellido, 1967, nº 1; Campbell,1968, 276; Le Roux, 1972, 134-135, nº 29; García Iglesias, 1973, nº 20;Roldán, 1974, nº 634; Alvar, 1981, nº 1; Gamer, 1989, 197, nº Ba 54; DeFrancisco Casado, 1989, nº 1. En l. 5, Cagnat (AE 1905): pr(inceps).]

En el mitreo de Mérida tendría señalada importancia G. AccioHedycro, que ejercía su función sacerdotal como pater8 y del que disponemosotros testimonios9. En cuanto al que realiza la inscripción es M. ValeriusSecundus, que ocupaba el cargo de frumentarius en el officium del gobernador.De este personaje conocemos además otra inscripción de Tarraco, en la que yarefleja su rango de centurión; este epitafio sirve a Le Roux para reconocerle

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10 AE 1930, 151; LE ROUX, Centurions, 1972, 134-135, nº 29; ID., Armée, 1982, 215.11 DE FRANCISCO CASADO, Culto de Mitra, 1989, 82.12 DE FRANCISCO CASADO, Culto de Mitra, 1989, 57-58, nº 7.13 GARCÍA Y BELLIDO, Religions orientales, 1967, 28-33.

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como originario de Hispania y posiblemente de Tarraco10. Su presencia enMérida se podría explicar por su cargo de frumentarius al servicio delgobernador. Su estancia previa en Tarraco, quizás le hubiese puesto encontacto con las nuevas corrientes religiosas que llegaba a estas costas demanos de comerciantes y mercaderes; su llegada a Mérida y su conocimientodel mitraeum le llevarían a realizar semejante ofrenda. Parece que la fecha enque fue realizada la inscripción, el 155, que señala la propia inscripción,correspondería con un momento floreciente del culto de Mitra en Mérida.Según De Francisco Casado, en torno a la segunda mitad del siglo II la capitallusitana es el centro del mitraismo en Hispania11. Aunque es correcto que laafluencia de testimonios en torno al cerro de San Albín parece confirmar unmomento álgido del culto a Mitra en Mérida, de nuevo el argumento ex silentionos previene de afirmaciones demasiado rotundas. No olvidemos queaproximadamente treinta años más tarde, el emperador Cómodo se hace iniciaren este culto y es de esperar un mayor aumento en el número de devotos por lomenos, coincidiendo con este hecho.

Hemos de hacer mención de una posibilidad apuntada por De FranciscoCasado que, mal interpretada, podría reflejar una concepción equivocada delculto a Mitra. La inscripción hallada en San Juan de la Isla (Asturias), enprincipio, es adjudicada a Mitra, y aunque así fuera no hay indicios de que larealizaran militares12. Por lo tanto aunque es cierto que cabe la posibilidad deque esté relacionado con la vida militar y que se trate de un grupo de veteranoshispanos que después de haber servido en las fronteras del Imperio volvieronconvertidos a la fe mazdea, el planteamiento no pasa de ser una posibilidad. Lainscripción fechada en el siglo III podría pertenecer a cualquier cofradía de esteculto sin que tengan por que ser militares, ni siquiera por estar en un punto tanal norte de la Península. De ser así, estaríamos considerando a Mitra tanespecífico del ejército romano como algunos autores han querido hacer conMarte.

Respecto a la divinidad que se menciona, Mitra, aparece aquí unaalusión a la petra genetrix la piedra milagrosa de la que nace el dios mediantela expresión aram genesis. Algunos testimonios escultóricos hallados enMérida también aluden a esta parte concreta del mito13. Hay que tener encuenta además que Mitra aparece con el epíteto invictus haciendo referencia alcarácter invencible que tenía en sus orígenes; su reconocimiento como InvictoDeo, así como su carácter solar favorecieron la confusión con el Sol Invicto de

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14 CHIRASSI COLOMBO, I., “Sol Invictus o Mithra”, Mysteria Mithrae, Leiden,1972, 649-672.

15 Sobre este culto, además de las obras ya citadas está el trabajo de HALSBERGHE,Sol Invictus, 1972.

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la religión semita. No obstante, como veremos a continuación existen notablesdiferencias14.

El culto al Sol fue muy antiguo en Roma igual que en otros pueblosindoeuropeos; durante la República será representado incluso sobre lasmonedas y al final de la misma alcanzará mayor popularidad. Por otro lado, yaen el Imperio, los cultos orientales empezarán a llegar a Roma y a Occidente,pero será en tiempos de los Severos cuando el dios Sol Invicto Elagabaladquiera mayor difusión 15.

El éxito alcanzado por este culto puede deberse a diferentes factoresque lo propiciaron; desde un substrato religioso que contemplaba desde susorígenes a una divinidad solar, hasta la enorme difusión de otros cultos solarescomo podía ser el mitraísmo, son interesantes aspectos a tener en cuenta. Ahorabien, lo que influyó sin duda en la importancia política de dicho culto es lafacilidad que presentaba para elaborar a partir de él toda una ideología religiosaque sustentase un poder imperial cada vez más absoluto. La idea aproximadadel propio emperador como poder único asimilando al dios Sol que procedentede Oriente iba desplazando progresivamente al resto de los dioses del panteónromano para erigirse como el primero y principal, era la perfecta imagen de lapolítica imperial que se quería transmitir. Cuando el gran pontífice de Emesa,Heliogábalo, subió al trono, el culto al Sol Invicto era bien conocido en Roma,pero fue este emperador quien proclamó a Sol Invicto Elagabal dios supremooficial del Imperio, lo que constituía una verdadera reforma religiosa; con sumuerte, este culto fue borrado de Roma. No volvió a tener importancia hastala reforma religiosa de Aureliano, cuando fue reconocido oficialmente comoel dios supremo del Imperio, ya sin la resistencia que encontró Heliogábalo.

En Hispania, el culto al Sol Invicto está muy vinculado al cultoimperial. Tuvimos ocasión de comprobar en la inscripción # 19 como el SolEterno y la Luna estaban relacionados con la ideología de los Severos en losque la aeternitas Augusta se había transformado en aeternitas Imperii. En estesentido entendíamos el epíteto que acompañaba a la divinidad solar. Tambiénal Sol y a la Luna, pero esta vez sin adjetivo alguno, está dedicada lainscripción # 41, realizada por un legatus Augusti de la Lusitania. Ambasprocedían de una zona muy concreta próxima al río Colares, en Sintra(Portugal). De la misma zona es otra inscripción dedicada esta vez al Sol

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16 Ara votiva de la región de Colares (Sintra). Está muy fracturada. Medidas: 79 x 48x 32 cm. Se encuentra en el Museo de S. Miguel de Odrinhas: S[oli Aet]ern[o] / C. I[u]li[us]C(aii) f(ilius) Qu[i]r(ina tribu) Celsus /3 Iub(?) I[. . .] [adlec]/[tu]s in amplissimum [o]r[dinemab?] I eodem (?) [. . . ] / Lg (?) missus [...] [in] D[aciam?] su[p(eriorem)] (?) /6 [... a l]il(ellis)/ [e] a censib(us) proc(urator) provin(ciae) Lus[sita/niae ...] /9 [...]r milit[...]o[...] niap [...] /[...]on [proc(urator)] [...] ei [...] [proc(urator) / Neaspo] /12 leo [s et] Mausole[i Ale]xand[r]iae/ pro[c(urator)] XX [h]er(editarium) pe[r] pro[vincias / Narbon(ensem) et Aq[uit(anicam)] /15

cur[ator] vi[ar(um)] Aem[il(iae) et T]rium[p]h(alis) d(ono) d(edit). [Lambrino, 1952, 142-150; RAP 430a.]

17 Schulten, identifica un templo al Sol y a la Luna precisamente en el cabo Roca, enrelación con el templo de Noctiluca del que habla Avieno (Ora v. 429) y apoya la idea delimportante culto que recibía la Luna entre los iberos también por las imágenes del Sol y la Lunaque aparecen entre las monedas turdetanas (FHA I, 1992, 68, v. 429).

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Eterno en solitario16; está realizada por C. Iulius Celsus, está muy fracturaday es difícil ofrecer una lectura segura, pero entre sus cargos podría deducirseque ocupó una procuratela en Lusitania.

A partir de estos testimonios podemos deducir algunos aspectosinteresantes; hay una zona donde se concreta un culto al Sol y a la Luna que semantiene así en una época, la de los Severos, en la que el Sol Invictus ya habíatenido una enorme difusión por el Imperio y un importante apoyo de la dinastíaen el poder. Hay que tener en cuenta que en esta zona se conoce un importanteculto a la Luna, como corresponde al pueblo turdetano17. Este puede ser unbuen motivo que justifique, primero la proliferación de este culto en esta zona,y segundo, el mantenimiento del mismo frente a cultos extranjeros. En estesentido, hay que señalar que todos los dedicantes ocuparon altos cargos en laadministración provincial de Hispania y en algún caso hay mando sobre tropasmilitares. Es un panorama bastante coherente si pensamos en la vinculaciónque se comprueba entre el cargo de los dedicantes, el culto al emperador y elculto local.

También ha sido objeto de análisis en este trabajo la inscripción # 54.Como recordaremos, en ella Q. Mamilius Capitolinus realizaba una dedicacióna varias divinidades entre las que se encontraba el Sol Invictus. Teniendo encuenta la fecha de dedicación más probable, la posterior a la lucha civil deSeptimio Severo, cabría pensar que la divinidad solar a la que se refiere es alSol Invictus Elagabal muy relacionado con los Severos y especialmente conSeptimio Severo. Este conoció su culto cuando se dirigió a Siria y entabló lazosfamiliares con personas muy vinculadas a tal culto. Esto le dio un nuevoimpulso, ayudado además por el éxito obtenido entre las legiones romanas;éstas fueron consideradas como las responsables de su expansión fuera deSiria, hasta que el culto al Sol fue oficial, tras lo cual se convirtió en elprotector de las legiones romanas. Era por tanto de esperar que un personajecomo Q. Mamilius Capitolinus, tan vinculado al ejército y de modo especial al

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18 ALVES DIAS, CIL II 2634, 1986, 199.19 CUMONT, Religiones orientales, 1987, 144.20 Tanto Cumont (Religiones orientales, 1987, 129), como Halsberghe (Sol Invictus,

1972, 116-121), ya indicaron la confusión entre ambas divinidades.21 García y Bellido ya presenta estas dudas (Religions orientales, 1987, nº 17, 18, 19);

también Bendala Galán recoge algunas dudosas entre sus testimonios mitraicos (OrientalischenReligionen, 1986, nº 4, 5, 6 y 11).

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emperador, eligiera entre sus preferencias cultuales el Sol Invictus. Predominapor tanto en este culto el fuerte carácter político que le imprime tanto eldedicante como el epíteto, que concuerda perfectamente con la ideologíacorrespondiente al vencedor de una contienda civil.

Diferente enfoque le da Alves Dias al considerar que el Sol Invictusque aparece mencionado en la inscripción # 54, está relacionado con el interéspor la astrología que había desarrollado Septimio Severo y no con el origenoriental de Julia Domna, su mujer18. Es cierto que la cabecera de la lápida vaadornada con medias lunas y ramos que algunos han identificado con signoslegionarios; sin embargo, el carácter astral que la autora pretende conferirle alSol Invicto, no está reñido con la teología oriental del Sol Invicto de Emesa. Esmás, el fuerte desarrollo que durante el Imperio alcanzó la astrología, se debeen gran parte a su estrecha relación con algunas religiones orientales quecentran su culto en el Sol. Ambas, como ya indicara Cumont, se apoyaban yreforzaban mutuamente19. En consecuencia, resulta innecesario tratar deconfirmar qué corriente, la astrológica o la religiosa estaba presente en ladedicación al Sol Invicto, ya que ambas se complementan y son igualmenteviables.

Las semejanzas que se establecieron entre el Sol Invicto Elagabal deSiria y el dios persa Mitra ocasionaron confusión porque el propio Mitra llegóa ser denominado Sol Invictus, sin embargo, sus diferencias estaban claras20.Lo realmente difícil en la actualidad es saber cuando una inscripción al SolInvicto alude a Mitra o a Elagabal, y deben ser otros elementos los que decidande quien se trata realmente. Tanto es así que en ocasiones inscripciones al Solcomo las últimas que hemos visto han sido recogidas bajo en epígrafe detestimonios del culto a Mitra aunque ya se sospechaba un carácter diferente21.

Entre los cultos orientales que obtuvieron una mayor aceptación enHispania, se encuentra el de Cibeles también llamada Magna Mater deumIdaea. Ya García y Bellido señalaba su especial difusión en la provincia deLusitania frente al resto de la Península Ibérica; las razones que presentabapara esta distinción eran de diferente índole, pero sobresalían el asentamientode soldados licenciados del ejército romano en este territorio y la existencia deun culto en esta región a una divinidad indígena, Ataecina, la cual podría tener

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22 García y Bellido trata este tema en el capítulo IV de su ya citada obra (Religionsorientales, 1967).

23 Ver inscripción nº 95.24 CIC. Har. 13.27; SIL. VII, 1.10.25 BENDALA, Orientalischen Religionen, 1986, nº 18; ALVAR, Cultos mistéricos,

1988, 42; GONZÁLEZ SERRANO, Cibeles, 1990, 174-175.

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caracteres semejantes a la diosa frigia22. En cuanto a la primera propuesta, elpropio autor se muestra sorprendido del escaso interés que despierta Cibelesen la legio VII Gemina, a tenor del silencio que sobre ello mantienen losdocumentos aparecidos hasta la fecha; tampoco las unidades auxiliares hanaportado testimonios que avalen la idea de un culto a la Magna Mater entreellos que se mantenga tras su licenciamiento. En consecuencia, de momento noparece apropiado señalar esta idea para explicar la concentración de documen-tos sobre el culto frigio en la Lusitania. En cuanto al culto indígena de la diosaAtaecina, efectivamente, está documentado en esta zona pero las relaciones desemejanza entre ésta y Cibeles aún están en estudio; si bien, podemos adelantarque en lo que respecta al sector militar tan sólo hay un documento que aludaa la diosa indígena23. Tampoco hay que olvidar que cuando hablamos del cultoa Cibeles estamos ante un culto de carácter público reconocido por Roma,mientras que, el culto indígena entra dentro de la religiosidad privada ypersonal; el salto que supondría pasar de uno a otro justificaría plenamente untrabajo sobre ello, aunque las dificultades que entrañarían ambos cultos porseparado, especialmente el indígena por la escasa información sobre él, daríacomo resultado un estudio preferentemente hipotético y de difícil resolución.En todo caso, debido a la escasa repercusión que uno y otro demuestran teneren el ejército romano, obviaremos el tema en nuestra exposición.

Retomando la idea de la gran difusión que alcanzó el culto a la diosaMadre en Hispania y también en el resto del Imperio romano, hay que tener encuenta que fue precisamente esta diosa oriental la primera en llegar a Roma; lohizo con ocasión del asedio de Aníbal a la capital itálica24. Para pedir suprotección incluso se hizo traer su imagen, sin embargo, su culto fue suavizadoy acomodado hasta cierto punto a las costumbres romanas. Esta prontaaceptación del culto por Roma hizo que su difusión fuera aún mayor por todoel Imperio.

Dentro de los límites que marcan nuestro trabajo, sólo hemosencontrado un documento epigráfico cuya dedicación a Cibeles pasa por seruna posibilidad. Cuando tratamos el tema del culto imperial en el ejércitoromano presentamos la inscripción # 20; caracterizada por una lecturacomplicada encontramos diferentes propuestas interpretativas y una de ellasplantea leer Magnae Deum Matri Idaeae25.

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26 ALVAR, Cultos mistéricos, 1988, 42.

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Las dificultades de lectura que presenta la lápida obliga a la hora derealizar sus posibles interpretaciones a estudiarla desde otros puntos de vistaque poco tienen que ver con la epigrafía. En primer lugar, si atendemos a lafecha propuesta para esta lectura encontramos la época de Caro; poco podemosdecir de su predilección o no por la diosa frigia. Únicamente señalar su especialvinculación al ejército romano por haber sido nombrado emperador por éste yel desarrollo de su mandato en Oriente, en lucha frente a los Partos. Tampococonfirma nada la aparición junto a Cibeles de la diosa Minerva, ya que laasociación de ambas divinidades puede ser aleatoria o simplemente deberse asus caracteres relacionados con la guerra y el mantenimiento de la paz. Encuanto a la conexión entre Cibeles y el poder imperial, no supone ningúnobstáculo para aceptar tal posibilidad; de hecho, el culto de Cibeles se viofavorecido por el reconocimiento oficial que tuvo al comienzo del Imperio.Alvar ya intuía una sospechosa intimidad entre el culto de Cibeles y la políticaoficial, lo que supondría el abandono del carácter básico del credo mistérico ypor consiguiente un aumento de la manipulación ideológica del culto26. Enefecto, los epítetos que se le atribuyen, Patriae Conservatrix, están perfecta-mente relacionados con el carácter que la diosa desarrollo en Roma desde suscomienzos, pero ante todo, se puede leer en ellos un mensaje ideológicoperfectamente claro y concretado con las pretensiones del poder imperial demantener el Imperio a salvo de ataques, tanto externos como internos.

La consideración de este documento en el presente trabajo es debidaa la interpretación que Le Roux hace de una inscripción lateral a la # 20; en ellase lee la fecha en que se conmemora el nacimiento de la legio VII Gemina ycon esto se viene a añadir una dificultad más al análisis que estamos presentan-do, en vez de servir para aclararlo. Estriba ésta, en encontrar una posiblerelación entre las divinidades mencionadas Minerva y Cibeles, y los cultosvinculados al ejército romano, especialmente la fiesta del dies natalis aquilae.Es difícil porque hasta la fecha no hemos encontrado ninguna explicación quejustifique tal asociación; únicamente, la relación que Minerva y Cibelesparecen mantener con la política oficial romana, así como la intervención deambas para asegurar la continuidad del Imperio, justificarían en parte este cultodentro de las tropas romanas asentadas en León. Si pudiésemos confirmar deforma rotunda esta última posibilidad sería un importante punto de apoyo pararetomar la propuesta realizada por García y Bellido y que indicamos anterior-mente. El culto de Cibeles en León alcanzaría cierta importancia según lo quepodemos extraer de la inscripción # 19; es decir, su carácter público y laposibilidad de que se trate de una dedicación colectiva, así como su notoriaoficialidad, harían pensar en la existencia de un culto a Cibeles que superaría

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27 Marco Simón apunta la posibilidad de desarrollar Doliqueno (Jupiter Dolichenus,1987, 145-158).Esta misma hipótesis presenta S. Perea Yébenes (Las manos de JúpiterDoliqueno, 1995, 226, nota 42)

28 DOMASZEWSKI, Religion, 1895, 60, 140; CUMONT, Religiones orientales, 1987,100.

29 SPEIDEL, Iuppiter Dolichenus, 1978, 39.

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los límites personales y privados para alcanzar una difusión más generalizada.A partir de ello y del posterior asentamiento de veteranos en Lusitania, estaríaen línea con el éxito alcanzado por este culto en esta provincia; por lo menospudiera considerarse un posible origen de este culto en León.

No obstante, como hemos tenido ocasión de comprobar, sólo las dudasy las hipótesis son una constante en la inscripción # 20. Nuestro trabajo selimita únicamente a la exposición de las diferentes propuestas hasta que en unfuturo nuevos descubrimientos o aportaciones perfectamente documentadasinclinen las probabilidades hacia uno u otro lado.

Bajo el epígrafe del culto a Júpiter vimos un pequeño conjunto delápidas votivas, la # 57, # 61 y # 62, que presentaban dudas respecto a unaposible letra que estuviera detrás de I.O.M. y que correspondería a un epítetodel mismo. De ellas sólo la nº 62 ofrece una mayor seguridad de lectura,pudiendo comprobarse perfectamente la letra “D” siguiendo al nombre de ladivinidad; sin embargo, los problemas al respecto vienen en este caso por eldesarrollo de la letra D. Su inclusión en este momento tiene como finalidadanalizar una posibilidad presentada por algunos autores que, como ya vimos,desarrollan Júpiter Óptimo Máximo Doliqueno, en vez de Júpiter ÓptimoMáximo Depulsor que venía siendo tradicionalmente aceptada27.

El culto de Júpiter Doliqueno había alcanzado una amplia difusióndentro del ejército romano; con este nombre comenzó a conocerse al Baal deDoliche que primitivamente fue un dios del rayo y llegó a ser elevado al rangode divinidad tutelar de los ejércitos imperiales. Su especial vinculación con elejército le viene de su toma de contacto con las tropas originarias de este lugar,y su importancia dentro del mismo ya fue señalada por varios autores28. Noobstante, siguiendo la línea más moderna de investigación, el culto de JúpiterDoliqueno dentro del ejército romano no adquiere una relevancia tal que hagasuponerlo diferente al culto practicado en el ámbito civil; al contrario, comoseñala Speidel, el análisis de los relieves votivos dedicados a Júpiter Doliquenosugieren una esencial unidad de culto entre civiles o entre militares29.Manteniendo por tanto esta unidad, hay que considerar sin embargo, la ampliadifusión que alcanzó dicho culto dentro del propio ejército y a través de lastropas estacionadas en, prácticamente, todas las provincias del Imperio. Entrelas excepciones encontramos Hispania, la ausencia de testimonios epigráficos

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30 SÁNCHEZ SALOR / SALAS MARTÍN, Iuppiter Repulsor, 1984, 83.31 GARCÍA Y BELLIDO, Religions orientales, 1967, 104-105. La inscripción

mencionada presenta el siguiente texto: Iuliano et Crispino co(n)s(ulibus) / pri(die) idusFebruarias, Aemilius / Cilimedus / l(ibens ?) p(osuit) pro salute sua et / suorum die IovisDolicheni ?. Fue publicada primeramente por RODRÍGUEZ, MMAP. 3, 1942-1943, 143, lam.XLI, 1. También GARCÍA Y BELLIDO, Jupiter Dolichenus, 1960, 199 y ss.

32 Son dos estelas Navarras, (García y Bellido, Jupiter Dolichenus, 1960, 203, fig. 2y 3) y otra de Santacara (Marco Simón, Estelas decoradas, 1978, 197-198, fot. 29).

33 PEREA YÉBENES, H Ant, 1995, 226, nota 42.34 Ver: SPEIDEL, Iuppiter Dolichenus, 1978, 22-23.35 CIL VIII, 2681 = 18221; CIL XIV, 110; AE 1968, 453; CIL XIII, 7457 a y b; CIL

XIII 11780; SPEIDEL, 1978, 6; CIL XIII, 6623; CIL XIII, 11781; SPEIDEL, 1978, 8; CIL XIII,11811; CIL VIII, 18223; CIL XIII, 6646; CIL VI, 31187; CIL VI, 31181.

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que se han descubierto en relación a este culto, ha llevado a asegurar la escasaincidencia del mismo en territorio peninsular.

Esta ausencia testimonial del culto a Jupiter Dolichenus ha llevado ala mayoría de los autores a preferir la lectura de Depulsor en la inscripción #62, ya que para ello si hay más documentación30. García y Bellido habíapretendido ya, encontrar restos del culto sirio en León, en las proximidades delcampamento legionario, para ello presenta la inscripción de Villadecanes en laque se admite la posibilidad de que al final se incluya el término Dolicheni31.

Basándose en esta inscripción y en otras evidencias iconográficassemejantes a las de otras provincias del Imperio que se refieren a JupiterDolichenus32, Marco Simón pretende encontrar una base elemental de laexistencia del culto a Júpiter Doliqueno en Hispania, derribando así la barreraimpuesta por otros autores para aceptar el desarrollo de Dolichenus en lainscripción # 62.

Efectivamente, el hecho de que existan más testimonios de unadivinidad concreta que de otra probable, nunca ha sido un argumento losuficientemente consistente como para ser mantenido, sobre todo refiriéndosea documentos epigráficos cuya salida a la luz es lenta y esporádica, y sobretodo inconclusa. De hecho, la reciente aparición de una mano dei IovisDolicheni en Río Tinto que Perea Yébenes pone en relación con otrosejemplares europeos, es considerada por el autor como una nueva posibilidadpara concebir la inscripción de Saldanha dedicada a Júpiter Doliqueno33. Porotro lado, la fórmula que aparece para mencionar a la divinidad I.O.M.D., esutilizada en algunos otros documentos de otras provincias34, aunque bien esverdad, que la mayoría de ellos, incluyen el desarrollo completo de Dolique-no35. Por otro lado, la dedicación por parte de un veterano de la legio VIIGemina junto con la época en que sería realizada y correspondiente a laprimera mitad del siglo III, mantienen viva la posibilidad de considerar estainscripción como parte del culto oriental.

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36 MERLAT, Júpiter Dolichenus, 1951, 155-157.37 Además de Merlat, ha tratado este tema, NOLL, Júpiter Dolichenus, 1939.38 Ver inscripción # 72 (Rosinos de Vidriales, Zamora).39 Ver inscripción # 52 (Astorga, León)40 Ver inscripción # 50 (Astorga, León)41 Ver inscripción # 45 (Astorga, León).

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El único elemento que podría, por tanto, apoyar o anular esta hipótesises el figurativo, es decir, el relieve que presenta la lápida. Según la descripciónque aporta el propio Marco Simón, se trata de tres motivos arboriformes queterminan en triángulos y están dispuestos sobre dos soportes semicirculares. Elfrontón que ocupa la parte central del remate está también decorado con sendosmotivos; los dos pulvilli laterales están ocupados por dos swásticas de radioscurvos dextrógiros, lo que compagina bien con una deidad de carácter solarcomo Júpiter Dolichenus.

Efectivamente, las representaciones que aparecen en la lápida deSaldanha están en consonancia con el carácter atribuido a Júpiter Dolichenuspor sus propios sacerdotes y de acuerdo también con las reflexiones que sobreel mismo a aportado Merlat36. Sin entrar en consideraciones estilísticas sobrelas representaciones figuradas en los altares dedicados al dios sirio y a lateología deducida por algunos autores a partir de ellas37, hemos de decir quevarias inscripciones procedentes de Hispania, concretamente de León, tienencomo motivos decorativos, símbolos muy semejantes a los de la lápida # 62, ysin embargo, están dedicadas, una a Hércules38, otra, la más parecida, a MarteGradivo39, otra a varias divinidades, Isis, Serapis, Core, Apolo Granuus yMarte Sagato40 y otra dedicada a Fortuna41. Hay variaciones respecto a diversosmatices, sin embargo, la semejanza entre ellas es claramente apreciable.

A pesar de los esfuerzos mostrados por Marco Simón por aportarpruebas para considerar la inscripción # 62 como testimonio del culto deJúpiter Doliqueno en el norte de Hispania, así como anteriormente SánchezSalor y Salas Martín por defender su pertenencia al grupo de Júpiter Depulsor,sólo se puede concluir que ninguna de las dos posturas ha conseguido aportarlas suficientes pruebas como para inclinar el pulso hacia un lado u otro. Ambasrealizan planteamientos ciertos pero no irrefutables. En este caso, el culto aJúpiter Doliqueno en el ejército establecido en Hispania, no posee testimoniosclaros que demuestren su existencia; incluso admitiendo ésta, la informaciónsobre su desarrollo, su difusión entre oficiales y clases de tropa, sobre lainfluencia en los pueblos indígenas y otros temas de marcado interés quedansin respuesta.

Finalmente vamos a hacer breve referencia a divinidades de origenoriental que aparecen mencionadas en dos inscripciones la # 50 y la # 51; comoya vimos, ambas pertenecen a un mismo personaje Iulius Silvanus Melanio.

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42 Para el culto a Isis y Serapis en Hispania ver: ALVAR, Isis, 1981; ALVAR yWAGNER, Serapis, 1981.

43 MARCOS GARCÍA, Creencias, 1986, 231.44 Ver inscripción núm. 45.

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Aunque el cargo del dedicante como procurator Augustorum le confiere a susinscripciones un carácter público, en estos casos parece que se ha decantadopor divinidades por las que personalmente sentiría especial devoción. En la #50 aparecen Serapis Isis y Core al lado de Apolo y Marte. Encontramos enHispania muy extendido el culto de Isis y Serapis, y además desde una fechamuy antigua, siglo I a.C. - siglo I d.C42, sin embargo, no hay testimoniosconocidos de militares excepto el arriba citado, e incluso este, no está realizadopor un militar en activo, sino por un cargo de la administración que harealizado parte de su carrera en la milicia.

Para Marcos García no hay duda sobre la relación entre los motivosdecorativos de la lápida y las inscripciones mistéricas, en cuyo culto pareceestar iniciado el dedicante43. Por un lado la dedicación a Isis y Serapis nospresenta a éste iniciado en los misterios isiacos y a Core, relacionado con losmisterios de Eleusis. Ésta era una práctica habitual en la época a que nosreferimos. Otro procurador de Astorga, Claudio Zenobio realizó también unadedicación a Serapis e Isis, en una época inmediatamente posterior44. Esto haríapensar en la importancia de estos cultos en Astorga, en una época determinaday dentro de un sector muy concreto, que, aunque conectado con el ejército, noforma parte integrante del mismo.

En cuanto a la Tyché griega y a la Némesis de Smyrna citadas en lainscripción # 51 también pertenecen al marco privado del procurador quien haelegido a estas divinidades en relación probablemente, con diferentes etapasde su vida y en su carrera. No analizamos con mayor profundidad estasdivinidades por la escasa repercusión que, de momento, parece que han tenidoen el ejército hispano, puesto que han de ser consideradas como iniciativaprivada.

En conclusión, según hemos tenido ocasión de comprobar, losdocumentos referidos a divinidades orientales y al ejército de Hispania son enextremo escasos. En principio, ésta situación de escasez podría cambiardependiendo de hallazgos posteriores, pero por el momento la excepciónalidadque presenta el exercitus hispanicus no es más que el reflejo de un ejército connúmero de efectivos, misiones a desarrollar, movilidad y necesidades muydiferentes a las de los ejércitos ubicados en el resto de las provincias imperia-les.

1 SAGREDO SAN EUSTAQUIO / JIMÉNEZ DE FURUNDARENA, Religión, 1996,289-319.

2 ROLDÁN, Romanización,1996, 101-123.3 ALVAR, Consideraciones, 1996, 269-277.

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MILITARES Y DIVINIDADES INDÍGENAS

La conquista de la Península Ibérica por parte del ejército romanosupuso el asentamiento del mismo en determinados lugares que pueden serconsiderados estratégicos, no sólo desde el punto de vista militar, sino tambiéneconómico. La implantación de una red administrativa que hiciera funcionarel sistema diseñado por Roma estaba apoyada por el propio ejército y suponíael establecimiento de unas nuevas relaciones de producción que incidían endeterminados aspectos; la difusión cultural y religiosa son dos factores aconsiderar cuando se estudia el papel del ejército como agente de romaniza-ción, de ahí se deduce la importancia de conocer la religión practicada por elejército romano1. No obstante, el estudio de la misma no se puede limitar alculto oficial realizado dentro de los límites del campamento y establecido porRoma; en efecto, la composición del propio ejército llamado por Roldán«exercitus hispanicus»2, así como la distribución geográfica de los efectivosmilitares, ponen en contacto al soldado con un sistema de creencias prerromanoque obliga a la reestructuración del propio sistema religioso3.

Si los restos epigráficos que nos permiten conocer el sistema religiosoromano son escasos en Hispania, en comparación a otros lugares del Imperio,aún más escasos y con mayor grado de dificultad interpretativa se presentan losdocumentos que hacen referencia al culto a divinidades indígenas por parte delejército. Su examen y valoración sólo permiten la exposición de los testimoniosencontrados hasta el momento y las diferentes propuestas explicativas.

#94. Ara votiva encontrada en las escombreras de Astorga (León) en1986. Es una lápida de arenisca con pátera en bajorrelieve a modo de foculusen la parte superior, la cabecera tiene dos ligeros resaltes a modo de cornua,

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4 MANGAS / VIDAL, Dea Asturica, 1984-85, 305-314; MANGAS / VIDAL, DeaAsturica, 1987, 7-15.

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mientras que el campo epigráfico se encuentra muy erosionado. Medidas: 29x 19 x 19,5 cm; altura de las letras: 2,2 - 1,4 cm. Se conserva en un domicilioparticular en Astorga.

Asturice / [sacr]um, Cae/³[si]nius Ag/[ri]cola, eq(ues) / [ 1-2]Fl(aviae) I Lusit(anorum),/6 [c]urator.

[Mangas / Vidal, 1984-85, nº 1; Santos Yanguas, 1986, vol. II, 109-110, nota 44; Mangas / Vidal, 1987, 7-15; AE, 1987, 611; HEp. 1, 1989, 384;HEp. 2, 1990, 439; HEp. 3, 1993, 242. Variantes: en l.1, Santos Yanguas:Asturic(a)e; en l. 1-2, AE. 1987: [g(enius)] Asturice/[nsium]. En l. 3-5, SantosYanguas: As(turicae) / [in]cola eq(ues) / al(ae); AE.1987: aparecerían losnomina y cognomina y dos curatores. En l.6, AE-1987: [.]cur anor(um).]

Los primeros autores en ofrecer una lectura y un estudio a propósitode la lápida fueron Mangas y Vidal y, tras analizar varias ideas, creyeron queAsturice, o la diosa Asturica, es la personificación de la ciudad de AsturicaAugusta4. En efecto, dicha ciudad se había convertido en la época en que serealiza la inscripción, el gobierno de Caracalla, en un importante centroadministrativo y económico, capital del convento asturicense y residenciaoficial de los procuratores Augusti y, por tanto, reunía todas las consideracio-nes oportunas para dar lugar a una personificación y a ser, como tal, objeto deculto.

Caesinius Agricola, de origen indígena, es un eques de una unidadauxiliar que podía ser un ala o una cohors Flavia I Lusitanorum . TantoMangas como Vidal consideran que Caesinius ya no estaría en activo, a pesarde presentarse como eques y que sería a su regreso a Asturica Augusta cuandorealizaría la inscripción y pasaría a ser curator del culto a Asturice.

#95. Estela de granito procedente de Caleruela (Toledo) y fracturadaen la parte inferior. Medidas: 64 x 27 x 28 cm; letras: 5,5 - 5 cm. Actualmentese encuentra en el Museo de Santa Cruz de Toledo (inv. 2910).

Bassus / Turobri(gensis), /³ eques a/(la)e Vetto/num, ara/6m posit /Ataecin /ae, votu/9m solv(it) / [l]iben[s] / [merito].

[Cortés Hernández, 1984, 73-85; AE 1986, 423; González-CondePuente, 1988, 131-132; AE 1988, 426; HEp. 1, 1989, 602; HEp.1990, 679;Blázquez, 1992, 202; Le Roux, 1992, nº 14.]

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5 Además de Blázquez, Primitivas religiones, 1983, 131-132 y González-CondePuente, Bassus Turobrigensis, 1988, 131, varios autores parecen aceptar el carácter infernal deAtaecina, entre ellos: Vasconcellos, Religiões, 1905; Encarnação, Divindades indigenas, 1987,18; Mangas, Hispania romana, 1983, 409; e Ídem, 1995, 610. No disponemos de imágenesseguras de la diosa pero varios autores han querido identificar una estatua hallada en el Cerro deSan Albín con esta divinidad; se trata de una diosa entronizada en cuyo escabel hay flores decuatro pétalos y por los laterales trepan dos serpientes, aunque desgraciadamente, cabeza y manosse han perdido. (Mélida, Catálogo monumental, 1927, 22; García y Bellido, Esculturas romanas,1949, 155).

6 PLINIO, NH, II, 14.7 GARCÍA Y BELLIDO, M. P., Religiones orientales, 1991, 64-75.8 Se propone el paraje de Las Torrecillas en Alcuéscar (Cáceres). ABASCAL, Ataecina

y Turobriga, 1996, 275-280; GARCÍA Y BELLIDO, M. P., Mansio ad sorores, 1996, 281-286.9 ABASCAL, Culto de Ataecina, 1995, 31-105.

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Blázquez y González-Conde Puente asimilan Ataecina a la diosaromana Proserpina mediante el fenómeno de interpretatio; se basan para elloen las representaciones que acompañan las inscripciones dedicadas a estadivinidad, tales como cipreses o exvotos de bronce representando cabras, loque parece apoyar más el carácter infernal de la diosa que el agrícola5.

Bassus, el oferente, indica su origen mediante su nombre: turobrigen-sis; hace referencia por tanto a la ciudad de Turobriga, que, según Plinio,perteneció a la Beturia Céltica6. A veces Ataecina aparece mencionada comoDea Turibrigensis, o bien como Ataecina Turobrigensis, hecho que podríaindicar que la diosa recibió culto originalmente en la ciudad de Turobriga.González-Conde Puente cree que el eques, que sirvió en el ala Hispanorumcivium Romanorum, cumplió su voto antes de salir de Hispania y no comoveterano y, puesto que dicha unidad auxiliar fue trasladada a Britannia amediados del siglo I, fija la datación dentro de la primera mitad de ese mismosiglo.

M. P. García y Bellido presenta una nueva reflexión al respecto, quecobra bastante sentido al considerar a Ataecina como una Magna Materimportante, cuyos atributos serían los de una divinidad tutelar, suministradorade bienes terrenales, de agua y de minerales, e igualmente, tutelar de losmuertos, aquí identificada con Proserpina, invicta y victoriosa7.

En Alcuéscar (Cáceres), concretamente en el templo de Santa Lucía delTrampal, se ha encontrado un rico conjunto epigráfico en el que prevalecen lasofrendas a Ataecina y que vincula el área de culto a esta zona y plantea laposibilidad de que en las proximidades se encuentre el antiguo núcleo deTurobriga/Turibriga8. Abascal analiza la nueva documentación aparecida yselecciona los documentos que considera dirigidos sin duda alguna a estadivinidad, actualizando las consideraciones que sobre dicho culto se tenían yplanteando nuevas hipótesis de trabajo9. De su exhaustivo trabajo, nos conviene

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10 GONZÁLEZ-CONDE PUENTE, Bassus Turobrigensis 1988, 131.11 ABASCAL, Culto de Ataecina, 1995, 94.12 ABASCAL, Culto de Ataecina 1995, 104.13 ABASCAL, Culto de Ataecina, 1995, 105.

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resaltar tres aspectos, el primero referido a la localización geográfica del culto,el segundo, a la posibilidad de ubicar Turobriga y el tercero, a la importanciaque adquiere el epígrafe de Caleruela en el contexto de la investigación.

El primer aspecto hace referencia a la localización del culto a Ataecina.La delimitación inicial estaba referida a la documentación epigráfica y se ibaampliando a medida que aparecían nuevas ofrendas. Así, González-CondePuente, señalaba una zona que comprendía parte del sur de Portugal, lasprovincias de Cáceres, Badajoz y Sevilla, parte oriental de Toledo y contestimonios aislados en otros puntos de la Península y fuera de ella10. Abascalrestringe la documentación a considerar a aquellos casos en los que aparece,de forma expresa, el nombre de la divinidad y con ello la extensión del cultose limita a rebasar en ocasiones el Guadiana, mientras que los testimoniosaumentan entorno al Tajo; se dibuja así un triángulo con vértices en Norba -Turgalium - Emerita11. Una vez delimitada la zona de culto, por lo menos hastaque hallazgos posteriores y no descartables la amplíen, es importante intentarlocalizar la ciudad o el centro de culto conocido como Turobriga. Este lugartendría como divinidad tutelar a Ataecina, y por los documentos halladoshabría que pensar en la zona ya citada, el Trampal, no sin las reservas que eltexto de Plinio sugiere; otro dato a considerar es la inscripción de Caleruela,ya que el oferente, Bassus indica su origo, turobrigensis. Además, fuereclutado para un ala Vettonum, por tanto, Turobriga sería ciudad vetona,territorio éste que pertenecería a la deductio emeritense12. En este contexto hayque entender el epígrafe de Caleruela; ahora la invocación del eques a ladivinidad tutelar de su ciudad de origen cobra sentido. Bassus sería uno detantos indígenas residentes en áreas de ciudades privilegiadas que estarían encontacto con ciudadanos romanos y que vería en el alistamiento en los cuerposauxiliares una posibilidad de promoción e integración en el entramado socialque las deductiones coloniales habían generado13.

#96. Inscripción hallada en el Barco de Valdeorras (Orense); grabadasobre una lápida de arenisca con coronamiento moldurado y basa. Medidas: 88x 39 x 29 cm.; altura de las letras, 8 - 5 cm. Se conserva en un jardín particularde la Puebla, cerca de Valdeorras.

Atila/eco, L(ucius) Cor/³nelius / Placid/us, (centurio) leg(ionis) /6 VIICl(audianae) P(iae) F(elicis), / ex v(oto) m(erito).

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14 BLÁZQUEZ, Diccionario, 1975, 47; en cuanto a los nombres citados ver CIL II5276, ILER 765 y CIL II 742, respectivamente.

15 Sobre las minas en la Península Ibérica ver, DOMERGUE, Mines, 1990.16 Ver, BLÁZQUEZ, Diccionario, 1975, 43-47; ALMEIDA, Egitania, 1956, 3 y sig.17 RIVAS FERNÁNDEZ, Consideraciones, 1993, 30 y nota 40.18 BLÁZQUEZ, Religiones prerromanas, 1983, 295-296; e ÍDEM., Diccionario, 1975,

46.19(CIL II 215). RODRÍGUEZ COLMENERO, Aquae Flaviae, 1987, 86-90.

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[Rodríguez Colmenero / Ferrer Sierra, 1988, nº 534; HEp., 3, 1993,272.]

La divinidad a la que va dirigida la inscripción pertenece al grupo cuyocarácter permanece aún sin descifrar. Se puede apuntar que el sufijo -aeco,tiene su base, según Blázquez, en un topónimo con el significado de “cercado”,“vallado”, que entra también en la formación de un gran número de nombresde ciudades, de teónimos como Baraeco, Barciaeco y de epítetos queacompañan a teónimos como el caso de Iuppiter Solutorio Eaeco14.

El autor de la inscripción es Lucius Cornelius Placidus, centurión dela legio VII Claudia, cuya misión estaría relacionada con la participación delejército romano en la actividad minera, ya que la inscripción apareció en unalocalidad próxima a Las Médulas, una de las explotaciones auríferas másimportantes15. La fecha se fija en el reinado de Claudio el Gótico, por el títulode la legión, años 268 - 270.

Las dos inscripciones siguientes tienen semejante el nombre de ladivinidad a la que van dirigidas ya que ambas comparten una misma raíz,Band-; una se completa Bandi y la otra Bandue, seguidas de su correspondienteteónimo. El número de inscripciones votivas que mencionan una divinidadcuyo nombre comienza con esta raíz, es considerable en Hispania, algunos conla forma Bandi, otros Bandue, y varios con Bandua o Bande16. En cuanto a ladiversidad de nomenclatura Rivas Fernández hace referencia a un trabajo deFerro Couselo, en el cuál el autor hace notar que muchas de las variantes quetiene el dios Bandua no tienen por qué explicarse siempre filológicamentecomo cambios fonéticos, sino que pueden deberse a diferencias lingüísticasexistentes entre las regiones norte y sur17. Blázquez se basa en la representaciónde la diosa Bandi Araugelensi en una pátera, y en el radical Band-, quederivaría del indoeuropeo bhenelh-, para asimilar estas divinidades locales aFortuna; éstas actuarían como protectoras de la gens de modo semejante a lasTutelas18. Rodríguez Colmenero ha querido encontrar una vinculación especialentre Bandua y Marte, considerando como cierta una inscripción hallada enRairiz de Veiga que relaciona expresamente Martis socio Banduae19.

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20 LE ROUX, Armée, 1982, 217-218.21 SANTOS YANGUAS, Ejército, 1988, 214-216.

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#97. Ara de granito encontrada en 1977 en Longroiva (Dto. Guarda,Portugal). Medidas: 46 x 39 x 34 cm.; letras de 1,5 cm. Se encuentra en elmismo lugar del hallazgo.

Q(uintus) Iulius / Monta[nus], /³ eq[ues] leg(ionis) VII G(eminae) /F(elicis), Bandi [L]o/ngobricu, /6 v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito).

[AE 1985, 524; Curado, 1985, nº 44; Blázquez, 1986/87, 153;Encarnação, 1987, 19-20; Alves Dias, 1988, 419; RAP 26; Le Roux, 1992, nº35.]

Q. Iulius Montanus como eques de la legio VII Gemina pide laprotección de la divinidad tutelar propia de la localidad. La fecha de ladedicación puede fijarse entorno a finales del siglo I y comienzos del II.

#98. Lápida de granito rectangular hallada en la iglesia parroquial deRairiz de Veiga (Orense). Medidas: 105 x 38 x 45 cm.; letras: 7 - 5 cm.Actualmente se encuentra en la misma iglesia, como soporte de la pila de aguabendita.

V(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito), / Bandue /³ Veigebr/eaego, /M(arcus) Siloni/6us Gal(eria) Si/lanus, / sig(nifer) coh(ortis) I Gall(icae)c(ivium) R(omanorum).

[HAE 1687; García y Bellido, 1959, nº 9; Blázquez, 1962, 59-60; AE1968, 237; IRG IV 85; Roldán, 1974, nº 461; Blázquez, 1975, 47; Albertos,1975, 57; Rodríguez Colmenero, 1977, 401; Tranoy, 1981, 280; Le Roux,1982, 217-218; Albertos, 1983, 478; Blázquez, 1983, 444; Santos, 1984/85, 46-47; Ídem., 1986, 107-108; Rodríguez Colmenero, 1987, 185-186; Santos, 1988,214-216.]

Marcus Silonius Silanus indica su pertenencia a la tribu Galeria, segúnLe Roux, haciendo referencia a la relativa antigüedad de su derecho deciudadanía20. Santos Yanguas considera que este hecho junto con la frecuenciade su nombre en la onomástica ibérica y el carácter específico de estadedicatoria a un dios indígena, conducen a suponer un origen hispano y másconcretamente noroccidental para este personaje21. Ambos autores considerana su vez que el motivo de realizar semejante dedicación podía responder a la

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22 BLÁZQUEZ, Diccionario,1975, 51; Minerva Cabardiacensis: CIL X 1301, 1306.

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promoción de M. Silano al puesto de signifer, portador de la enseña - signum-, de la cohors I Gallica civium Romanorum.

#99. Inscripción hallada en 1930 en la iglesia de Sao Pedro de Sul(Viseu, Portugal). Actualmente está perdida.

[ - - - ] dea[e] Cabar[ - - - ]?; / Sul[p(icius)] Avitus, /³[m]il(es)[ima]ginifer? cohor(tis) III / [G]al(orum)?, cent(uria) [ - - - / - - - ]esti,v(otum) l(ibens) a(nimo) s(olvit).

[CIL II 403; Vasconcellos, 1905, nº 6; Blázquez, 1962, 208-209;Roldán, 1974, 465; Blázquez, 1975, 51; Encarnação, 1975, 151-152; Le Roux,1982, 226, nº 191; Alarção, 1990, 307; RAP 597.]

El nombre de la divinidad aparece afectado por el deterioro y dentrode la confusión se pretende entender dea Cabar...?, sin que se pueda completarlo que precede y procede a estas palabras. J. M. Blázquez ha sobreentendidouna divinidad indígena, cuyo epíteto presenta un radical basado en un nombrede animal, en este caso kapro (cabra); esta diosa probablemente se podríaidentificar con Minerva ya que se han encontrado otras aras dedicadas aMinerva Cabardiacensis22.

Sulpicius Avitus, el oferente, es soldado de la cohors III Gallorum,probablemente alcanzara el puesto de imaginifer, portador de las imágenesimperiales, y de hecho la dedicación podría estar relacionada con la promocióndel soldado a portador de las imágenes imperiales.

#100. Ara votiva encontrada en 1950 en Santa Eufemia de Tuy (SanBartolomé de Rebordanes, Pontevedra). La lápida está deteriorada en el ladoderecho, a raíz de las últimas letras de los renglones. Medidas: 88 x 82 x 24cm.; letras de 10 cm. Actualmente se encuentra en el Museo de Pontevedra (nº2060).

Caepol( - - - ) / Conv( - - - ), /³ Ti(berius) Claud(ius), / c(o)ho(rtis)Bra(caraugustanorum) / Aurea ( - - - ).

[CIL II 5613; Vasconcellos, 1905, 342; IRG III 30; Blázquez, 1962,67,191; Roldán, 1974, nº 197; Blázquez, 1975, 51 y 55; Devijver, 1976, 247-248; Santos Yanguas, 1979, 388-389; Tranoy, 1981, 270; Ramírez, 1981, 237;Albertos, 1983, 479; González Pérez, 1985, 35-36; García Fernández - Albalat,1986, 146; Demougin, 1992, 382; Baños / Pereira, 1993, 38-39; Abascal

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

23 Ver: MONTEAGUDO, Coventina, 1947, 70; BLÁZQUEZ, Religiones prerromanas,1983, 293-294;

24 LÓPEZ CUEVILLAS, Civilización céltica, 1953, 414; LAMBRINO, Coventina,1953, 78-87.

25 DIEZ DE VELASCO, Divindades indigenas, 1991, 53.26 GARCÍA FERNÁNDEZ-ALBALAT, Divinidades de las aguas, 1986, 141-192.27 LAMBRINO, Coventina, 1953, 74 y sig.; BLÁZQUEZ, Religiones prerromanas,

1983, 293.28 BAÑOS RODRÍGUEZ, CIRG II, 1994, 275-278, nº 16.29 CIL II 1773.30 CIL II 867.

192

Palazón, 1994, 383. Variantes: en l.1 Blázquez, 1975; García Fernández-Albalat: Caepol. En l.2, Blázquez, 1962: Conv(entus) Lucensis; Blázquez,1975; Albertos, Ramírez, García Fernández-Albalat: Conv(entinae). En l. 5,Blázquez y Demougin: (donatus ? corona?) aurea.]

La divinidad a la que va dirigida la inscripción se supone indígena apartir de las escasas letras que se conocen de su nombre Caepol...? Conv...?.Sobre el primero de los nombres, J. M. Blázquez ha supuesto que se relaciona-ría con el nombre personal Caepoll. En cuanto al segundo nombre hay otrosdatos que permiten una mayor aproximación, ya que se ha asociado conCohventene, Coventina o Conventina; el nombre del que se conocen diversasvariantes es el de una ninfa acuática que recibió culto en Procolitia, una statiodel Vallum Hadriani, en Britannia. Las propuestas para explicar el culto de unadivinidad conocida en Britannia dentro del territorio peninsular son diversas23,sin embargo, hay quién considera a Coventina como una diosa autóctona24. Encuanto al carácter de la divinidad se discute su vinculación con el medioacuático25, con la vegetación26, y con el aspecto profético de la ninfa27.

Por último, se ha presentado una nueva lectura que supone las letras “CA E P O L” insertadas en una palabra y considera la dedicación realizada alGenius conventus Bracaraugustanorum28. Para tal proposición se acude alnombre del dedicante, Tiberius Claudius, conocido también por la lápida de laGalia en la que figura como praefectus Bracaraugustanorum Augustae 29. Encuanto a la unidad mencionada, la cohors Bracaraugustanorum Aurea, aparececitada además en otra lápida fechada en época de Trajano30.

Las dos inscripciones que siguen comparten varias característicascomunes; ambas fueron encontradas en el mismo lugar, la iglesia parroquial deEl Valle y Tedejo (Bembibre, León), y las dos están dedicadas a una mismadivinidad aunque con epítetos diferentes.

#101. Ara de granito a la que le falta la cabecera y la parte inferior,encontrándose muy deteriorada. Medidas: 56 x 33 x 31 cm.; letras: 4,5-3,5 cm.Se halla actualmente en el mismo sitio en que se encontró.

Mª J. MORENO PABLOS, La religión del ejército romano: Hispania en los siglos I-III

31 MANGAS, Dos inscripciones romanas, 1981, 263.32 MANGAS, Inscripción de Santibáñez, 1981, 257-258; ÍDEM, Inscripción de San

Esteban, 259-261.33 BLÁZQUEZ, Religiones prerromanas, 1983, 281.34 BLÁZQUEZ, Nuevos teónimos, 1986/87, 258; 35 MANGAS, Inscripción de Santibáñez, 1981, 258; POKORNY, Indogermanisches,

1959, 75 y sig.36 OLIVARES PEDREÑO, Toro de San Marcos, 1997, 225-231.

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Co[ssue] / U[d]una[eo] /³ Itilien[u]e, / M(arcus) Iuliu[s / Pa?]ter[n]/6us, le[g( )?] u [...] / [ex v]oto...

[Mangas, 1981, 264-265; AE 1983, 594; Blázquez, 1986/87, nº 22.]

#102. Ara de granito a la que le falta la cabecera y una parte de sulateral derecho. Medidas: 84 x 29 cm.; letras: 6,4-5,5 cm. Se encuentra en ellugar en que apareció.

C[o]s[sue] / Tue/³[ran]/ae(o) Pa[ra]/meio, /6 T(itus) Flav[us], /[m(iles)?] l(egionis) VII G(eminae) [-], / v(otum) p(osuit) a(nimo) [l(ibens)].

[Mangas, 1981, 263-264; AE 1983, 893.]Se puede fechar entre fines del siglo I y principios del siglo II por el

tipo de letra31.En dos localidades próximas, Santibáñez y San Esteban del Toral, de

la misma comarca de El Bierzo, aparecieron sendas inscripciones referidas auna misma deidad, Cossue, sola o con un epíteto que se repite32. Se hanpropuesto diferentes interpretaciones de la divinidad vinculándola al Marteromano y dioses de carácter guerrero33; también ha sido concebida como unadiosa 34. y como divinidad tutelar de los bienes35.

En relación con las últimas divinidades indígenas hemos de hacermención de un estudio que presenta Olivares Pedreño y que relaciona aBandua, a Cosus y al Marte indígena. Plantea la hipótesis de que estos tresnombres aludían, desde el punto de vista religioso, a una única divinidad, puesaparecen asociados en algunas inscripciones; los tres están relacionadossimbólicamente con el toro y además su localización geográfica coincide conlos lugares en los que se registran en la edad moderna los “ritos del Toro deSan Marcos”36. Sin embargo, parece demasiado atrevido proponer vínculosentre divinidades de las que apenas se conoce algo de su carácter.

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37 BLÁZQUEZ, Religiones prerromanas, 1983, 298-299; ELIADE, Creencias, 1979,152-154.

38 PEREA YÉBENES, Diis deabusque, 1998, 173.39 ROLDÁN, Ejército, 1974, 78-80.

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#103. Ara de granito encontrada en Numão, concelho Vila Nova de FozCôa, (Dto. Guarda, Portugal). Medidas del campo epigráfico: 37,5 x 33 cm.;altura de las letras: 4 - 4,5 cm. Se conserva en la iglesia de Numão.

Tib(erius) Cl(audius) / Sailcius, eq(ues) /³ c(o)hor(tis) III Lus/itano-rum, / Dis deabusq(ue) Coniumbrig(ensium?), /6 [v(otum)] s(olvit) l(ibens)m(erito).

[CIL II 432; Vasconcellos, 1905, nº 8; Tovar, 1949, 141; Figueiredo,1953, 176; ILER 528; Correia, 1972, 328; Roldán, 1974, nº 380; Encarnação,1975, 175-176; Blázquez, 1975, 90; Etienne / Fabre / Leveque, P. y M., 1976,nº 3; Albertos, 1979, nº 7; Le Roux, 1982, 191, nº 73; Albertos, 1983, 482;Curado, 1985, nº 48; Encarnação, 1987, 22, Albertos, 1990, 135-136; RAP 201.Variantes: en l. 2, Hübner y Roldán: Sancius; Etienne, Fabre, Le Roux:Sanecius.]

Se expresa de forma explícita la dedicación realizada a los dioses ydiosas de Conimbriga, en los que prevalece su carácter protector. ParaEncarnação, dicho carácter es bastante convincente considerando que TiberiusClaudius Sailcius, probablemente sería natural de Conimbriga. Blázquez hapretendido aproximarse más al carácter que rodea a las divinidades que sonconsideradas de este modo y así asimila a las diosas con las matres y matronae,a las que se refiere Eliade como diosas protectoras de la fecundidad, la guerra,el destino y la fortuna37. Perea Yébenes considera que la fórmula en dativoutilizada para referirse a los dioses y diosas de Conimbriga, corresponde a unensayo político-religioso de integración plural y genérica de panteones38.

Tiberius Claudius Sailcius se presenta como un eques de la cohors IIILusitanorum; esta cohorte, que se considera equitata fue reclutada en Hispaniay tiene su origen probablemente en época de Augusto, estuvo acuartelada enGermania y trasladada después de casi un siglo a Panonia39. La ciudadanía lefue otorgada al soldado por el emperador Claudio y éste pudo ser el motivo dela dedicación, o también, como indica Le Roux pudo deberse al regreso delsoldado a su provincia una vez realizado el servicio.

#104. Conjunto de fragmentos irregulares pertenecientes a una placade mármol, que fueron encontrados en San Miguel de Mota, Alandroal (Dto.

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40 ENCARNAÇÃO, IRCP, 1984, 561-563.41 Para más información sobre Endovellico, ver BLÁZQUEZ, Diccionario, 1975, 93-

95; ÍDEM., Religiones prerromanas, 1983, 284; VASCONCELLOS, Religiões, 1905, 124-146;ÍDEM, 1913, 195-196; TOUTAIN, Cultes, 1969, 129-131; LAMBRINO, Endovellicus, 1951,

195

Évora, Portugal). Actualmente algunos fragmentos están en el Museo Nacionalde Arqueología y Etnología de Lisboa.

Fragmento A: dim.: 17,5 x 16,5 x 5 cm.; letras: 3,5 - 1,7.[...]ir[...o...] / [...]ma per gentes [...] /³ [...]miiii roganti m[...]/ [...] cuncta viri [...] / [...]rredund[...].Fragmento B: dim.: 15 x 19,5 x 5 cm.; letras: 4 - 3,5 cm. [...] / [...]cantet Fl. Van[...] /³ [...]ns plena ru[...]Fragmento C: fragmento perdido, sólo se conoce por Hübner. [...]o Cassi num[ero...] / [...]C c(o)horte H[ispana?] [...] /[...V]Fragmentos D y E: dim. D: 17 x 19 x 4 cm; E: 11 x 10,5 x 4,5 cm.;letras: 3,5-2,8.[...] sui / [...] poeta dici [...] /³ [...] volante enpiis [...] / [...].Fragmentos F y G: dim., F: 11 x 11 x 4,5/2,7; G: 11 x 10 x 4,5/3,5 cm;letras : 3-2,2.[...] / tioceco [...] /³ dono q[uo?...] / dilig[...]Fragmento H: dim., 13,4 x 12,8 x 4,57/4 cm; letras: 3,3 - 1,2.[...] / [...]omin[...] /³ [...]ictoriu? [...] Fragmento I: dim.: 14,5 x 17 x 6/4,5 cm.; letras: 3,5 - 1 cm.ter tibi [...] / retip[...].Fragmento J: dim.: 14 x 10 x 4,4 cm; letras: 3,5 - 2,7 cm.[...] / [...]no [...] / ³ [...] [t?]rib[...].

[CIL II 6333a, 6333b; Vasconcellos, 1905, 135; Lambrino, 1951, nº 35;Blázquez, 1962, nº 39; Lambrino, 1967, nº 129; IRPC 482.]

Es evidente la dificultad que presenta el texto debido a la fragmenta-ción del mismo, sin embargo, algunos autores han pretendido ver unadedicación a Endovellico, aunque como el propio J. de Encarnação apunta, nohay suficientes elementos que confirmen esta idea40.

Ciertamente el culto al dios lusitano Endovellico fue, según Blázquez,el más importante dirigido a un dios indígena en la península Ibérica, a juzgarpor el número de dedicaciones que tuvo y la extensión de su culto. El centro dedicho culto, a tenor de las inscripciones encontradas en la zona, parece fijarseen torno a San Miguel de Mota, donde se supone la existencia de un santuariodedicado a esta divinidad41. El texto de la inscripción parece un poema en el

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95-146; MANGAS, Hispania romana, 1983, 412.42 CIL II, 131.43 ESTRABÓN, III, 4. 16; PTOLOMEO, II, 5. 3; AVIENO, Ora maritima, 428-431.

Ya en época cristiana se hace referencia a la persistencia de este culto entre los pueblos delnoroeste: II Concilio de Braga, canon XXII (año 572) y S. ISIDORO, Etym. XIX, 31.7.

44 APIANO, Hisp. 82.

196

que el autor expresa la difusión del culto a través de la frase fama per gentes;esto, junto con el lugar del hallazgo y otras inscripciones de semejantescaracterísticas físicas encontradas en el mismo lugar42, mantienen abierta laposibilidad de que la presente inscripción esté dedicada a Endovellico.

El nombre del oferente tampoco se presenta de forma clara, sólo sepuede deducir que su nombre incluye Cassi y que probablemente perteneció auna cohors Hispana o Hispanorum, de la que no sabemos el numeral.

#105. Inscripción hallada en 1859 en el puerto de Ciudadela (Menorca)y hoy desaparecida.

Lunae; / C(aius) Iulius /³ Flavius, / miles, / v(otum) s(olvit) l(ibens)m(erito).

[CIL II 3716; Veny, 1965, nº 163; Le Roux, 1982, 251, nº 264.Variantes: En l. 3, Hübner y Le Roux: Flavis]

Según Le Roux, el texto podría ser datado en el siglo II.La dedicación está claramente dirigida a la Luna, aunque la advocación

precisa admite varias posibilidades. Por un lado, las fuentes clásicas dan noticiade la importancia de este culto entre los pueblos del norte peninsular43. Por otrolado, tenemos constancia de un episodio que relaciona creencias supersticiosasreferidas a la luna con el ejército romano44. De una parte, las representacionesen las estelas funerarias de la Luna en combinación o no, con otros signosastrales como el Sol, las estrellas u otros astros, ponen directamente en relacióneste culto con la vida de ultratumba. De otra parte, el Sol, la Luna y otros astrosfueron considerados dioses o moradas de dioses, en este sentido habría queentender no sólo algunos ritos funerarios sino también los amuletos en formade luna de los que habla S. Isidoro.

El soldado que realiza el voto es Iulius Flavius que indica su condiciónpero ninguna unidad en concreto. E. Hübner pensaba en la existencia de unaguarnición en la isla a la que pertenecería el soldado, sin embargo, Le Roux,prefiere pensar que el dedicante tendría su origen en las Baleares y la devocióna la Luna estaría en la religión indígena; así mismo plantea la posibilidad de

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45 HÜBNER, CIL II 3716, LE ROUX, Armée, 1982, 251.46 RODRÍGUEZ COLMENERO, Galicia meridional, 1977, 315.47 BLÁZQUEZ, Religiones prerromanas1983, 301-302.

197

que el miles perteneciera a una cohorte de funditores, los conocidos honderosbaleares45.

#106. Lápida de granito de baja calidad e inscrita en tres de sus carasy hallada en Cornoces (Amoeiro, Orense). Medidas: 85 x 26 x 22 cm. ; letras:6-4 cm. Actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico Provincial deOrense (ref. 3370). [Lectura presentada por Rodríguez Colmenero, consideradabastante hipotética.]

A) Moelio / Mordoe/³titiego; / L(ucius) Caecili(us) Fusc/us, m(iles)leg(ionis) V[I]/6[I] Ge(minae), v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito).

B) III K(alendas) Iun(ii) / Imp(eratore) Vesp(asiano) /³ VIII Tito VI /co(n)s(ulibus).C) Lar(ibus)

[HAE 2722; IRG IV 92; ILER 5997; Blázquez, 1972, 87; Ídem., 1975,128; Rodríguez Colmenero, 1977, 402, nº 110; Tranoy, 1981, 276; Le Roux,1982, 196, nº 87; Albertos, 1983; Le Roux, 1985, 305; Santos, 1986/87, 110;Rodríguez Colmenero, 1987, 174-175; Santos, 1988, 217-218; HEp. 2, 1990,571; Blázquez, 1992, 198. Variantes: en B: l. 1-2, Rodríguez Colmenero:Iun(ias) / Imp(eratoribus) Vesp(asiano) VIII Tito VI[I]; Le Roux: [I]IIIK(alendas) Iun(ias). En C: Rodríguez Colmenero: Lar(ibus) Vi(alibus).]

En la cara A aparece inscrito el nombre de una divinidad indígena a laque se dirige la dedicación, y que recientemente ha sufrido modificaciones ensu transcripción, ya que Rodríguez Colmenero prefiere Moelio Mordoetitiegofrente a la lectura tradicional de Le Roux y Albertos, Moelio Mordoniego. Denuevo, tenemos una divinidad indígena mencionada sólo una vez, cuyocarácter, significado y función desconocemos.

Hay que hacer referencia a las divinidades mencionadas en la cara C,los Lares. Rodríguez Colmenero los ha identificado con los Lares Viales,aunque considera esta inscripción como un añadido posterior46. Blázquez creeque la forma romana del nombre de los lares recubre una religiosidad céltica,y que es gracias a este culto y al del genius, que la sociedad indígena se fuetransformando poco a poco en una sociedad celto - romana que iba cambiandosu mentalidad47; los devotos de los Lares Viales en el noroeste de la Penínsulapertenecen a grupos indígenas romanizados, al mismo que el oferente de esta

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48 ARIAS / LE ROUX / TRANOY, IRPLU, 1979, 94.49 ARIAS / LE ROUX / TRANOY, IRPLU, 1979, 94; MELENA, Ara votiva en El

Gaitán, 1984, 240; GARCÍA FERNÁNDEZ-ALBALAT, Divinidades de las aguas, 1986, 153-154; BLÁZQUEZ, Nuevos teónimos, 1986-87, 144; GARCÍA FERNÁNDEZ-ALBALAT, Ladiosa Nabia, 1988, 250.

50 BLÁZQUEZ, Religiones prerromanas, 1983, 294.51 TRANOY / LE ROUX, Deux inscriptions de Peñafiel, 1974, 255.

198

dedicación, Lucius Caecilius Fuscus, y que sería la mejor prueba de transfor-mación e integración.

La cara B permite conocer la fecha exacta de la inscripción, el 29 deMayo del año 79 d. C., aunque Le Roux opina que habría que anteponer otronumeral a la fecha, lo que sin duda no altera su significado, es decir, el datoverdaderamente importante, el año, ofrece un término post quem relativo aldefinitivo establecimiento de la legio VII Gemina en Hispania.

#107. Inscripción encontrada en San Román de Cervantes (Lugo).Medidas: 78 x 45 x 32,5 cm; letras: 5,5 - 3,5 cm.

[ Navi]ae (?) / [sacru]m, /³ C(aius) Valerius / Carus, / mil(es)leg(ionis) X (Decima) G(eminae), /6 v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito).

[Rodríguez, 1959, 345-349; Vázquez Saco, 1958/59, 27; García yBellido, 1966, nº 3; ILER 1014; Le Roux, 1975, 148; IRPLU 75; Melena,1984, 240; Santos, 1988, 226-227; García Fernández - Albalat, 1986, 153-154;Blázquez, 1986/87, 144; García Fernández - Albalat, 1988, 250.]

Se puede fechar en la primera mitad del siglo I por la presencia de lalegión en Hispania48.

Arias, Le Roux y Tranoy pensaron que la cercanía del lugar en que fuehallado este documento del río Navia y la terminación del nombre, inducían aconsiderar una dedicación realizada a la deidad indígena Navia y a partir deentonces es generalmente aceptada dicha lectura49. Aunque las posibilidadesde que se trate de esta divinidad son mayores, no se puede descartar la idea deque sea la diosa Diana la que encabece la inscripción.

La diosa Nabia o Navia - aparece de las dos formas - tuvo un cultoimportante en el noroeste peninsular y como tal ha sido objeto de variosestudios. Blázquez tratando el tema de las divinidades relacionadas con lasaguas se refiere a Nabia como la palabra que indica corriente de agua50. ParaTranoy y Le Roux, Nabia tiene un papel cósmico y opinan que se trata de unadivinidad asimilable a Diana51. Melena asimila a la diosa Nabia con Diana a

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52 MELENA, Ara votiva en el Gaitán, 1984, 233-258.53 GARCÍA FERNÁNDEZ-ALBALAT, La diosa Nabia, 1988, 261.54 Sobre los antropónimos y teónimos referidos a Hispania: Obbeles en Almenara

(Valencia): CIL II 3976; Obana en Fabara: CIL II 5849; Obvio en Baños de Río Tobia: CIL II5808.

55 ABÁSOLO ÁLVAREZ / ALCALDE CRESPO, Obbellegino, 1995/1997, 307-309.56 Inscripción en HEp. 2, 656.

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partir de este ara y del aparecido en El Gaitán (Cáceres)52. Finalmente, GarcíaFernández - Albalat, tras un estudio comparativo de las diferentes propuestas,disiente con esta posibilidad, pero tampoco encaja a Nabia en el conceptotradicional de deidad acuática; llega a diferentes conclusiones, pasando aconsiderar a Nabia como divinidad de primera función sacerdotal o, en todocaso, una de segunda función con caracteres guerreros y encargada de laprotección de la tribu53.

#108. Bloque con inscripción en una de sus caras encontrada en LasHoyas, en Valle de Santullán (Palencia). Mutilada a lo largo del tiempo, sehalla actualmente rota por encima y por debajo del campo epigráfico así comoen su sector derecho. El soporte original sería un ara fabricada en piedraarenisca de Nava. Medidas: 38,5 x 3,5 x 19cm; alt. letras: 4 - 5.8 cm. Seconserva en una casa de la localidad de Villabellaco.

[D]ecumin[us], / Decumi li[b(ertus)], /3 eq(uitis) a(lae) A(ugustae),/ Obbellegin[o] / v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito)

[Abásolo Álvarez / Alcalde Crespo, 1997, 305.]

El teónimo que se menciona en la inscripción tiene una raíz semejantea otros que aparecen tanto fuera como dentro de Hispania, Obellia, Obellius,Obellianus, Obbeles, Obana y Obio54. Según los autores que presentaron lainscripción el dios tendría resonancias aquitanas, aunque como teónimo no hayequivalencias manifiestas. El dedicante de Decuminus, liberto de Decumus, quecorresponde a un cognomen latino formado a partir de praenomen55. Ladatación se situaría durante las guerras cántabras, y la unidad citada el ala IAugusta es conocida por la tessera hospitalis de Clunia y una inscripción deAñavieja (Soria)56.

#109. Lápida de granito que apareció en Fundao (Dto. Castelo Branco,Portugal) y que en la parte superior tiene un foculus de 22 cm. de diámetro.Medidas: 93 x 48 x 41 cm. Actualmente se encuentra en el Museo Nacional deArqueología y Etnología de Lisboa.

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57 Trebaronna (RAP 195), Trebaronne (RAP 196), Triborunni (RAP 198).58 RAP 466.59 ILS 4510a; RAP 446.60 Las existencia de las dos inscripciones no prueba que ambas divinidades tengan los

mismos caracteres como apuntan Sagredo y Jiménez de Furundarena, Religión, 1996, 299; sinembargo, es cierto que debe haber cierta conexión, puesto que la Victoria es representada en unainscripción votiva que celebra la creación de un cuerpo y la entrega de enseñas (CIL II 2553), yes un signifer quién realiza un voto a Victoria y a Trebarune

200

Ara(m) pos(uit) / Tongius /³ Tongetani / f(ilius) Igaedit(anus), / milis(sic), /6 Trebarune, / l(ibens) m(erito) v(otum) s(olvit).

[ILS 4510; EE VIII 15, 360; Vasconcellos, 1985, 228-229; Vasconce-llos, 1905, 296-299; Almeida, 1956, XIV; Lambrino, 1957, 94-96, nº 2;Blázquez, 1962, 136-138; ILER 941; Cardozo, 1972, nº 25; Roldán, 1974, 427,nº 391b; Le Roux, 1982, nº 77; Encarnação, 1975, 288-291; Encarnação, 1987,32; RAP 350.]

El carácter de Trebarune también es desconocido hasta el momentoaunque hay varias inscripciones suponemos dedicadas a la misma divinidadpero con diferente grafía57. Existe una inscripción encontrada en Cabeço dasFraguas (Portugal) en la que se menciona un suovetaurilium realizado a variasdeidades indígenas y entre ellas a Trebaruna, a la que se ofrece una oveja58.

Toncius es un soldado que conocemos por otra inscripción en la que seindica su rango de signifer de la cohors II Lusitanorum59, en ella se realiza unvoto a Victoria, divinidad muy relacionada con los estandartes militares60.

#110. Inscripción encontrada en el monasterio de Santo Tirso (Dto.Porto, Portugal); es un ara de granito de forma rectangular. Medidas: 87 x 37cm.; letras: 7-7,5 cm. Existe un vaciado de yeso en el Museo de Guimarães.

L(ucius) Valerius Silvanus, / miles leg(ionis) VI Vict(ricis), /³ [Deo]Turiaco, / [v(otum)] s(olvit) l(ibens) m(erito).

[CIL II 5551; ILS 4511; Guimarães, 1901, 53; Vasconcellos, 1905,324-326; AE 1959, 107; CMMS 23; Brandäo, 1962, 45-51; Blázquez, 1962,196-197; Roldán, 1974, nº 532; Albertos, 1975, nº 78; Encarnação, 1975, 293-294; Tranoy, 1981, 278; Le Roux, 1982, 182, nº 41; Albertos, 1983, 486;Santos, 1986/87, nº 12; Ídem., 1988, 230; RAP 199; Brito Moreira, 1992, nº4.].

Se fecha en el siglo I por la estancia de la legión en Hispania.

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61 BLÁZQUEZ, Diccionario, 1975, 176-177.62 SANTOS, Ejército, 1988, 230.63 TRANOY, Galice romaine, 1981, 278; LE ROUX, Armée, 1982, 183.64 RIVAS FERNÁNDEZ, Consideraciones, 1993, 21-70.

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El carácter del deo Turiaco, de nuevo, es desconocido, aunqueBlázquez apunta que es acuático, después de separar el sufijo -acus y el radicalindoeuropeo teu-, con ampliación -r61. En cuanto al origen de Lucius ValeriusSilvanus, los autores parecen coincidir que es hispano, aunque Santos los sitúadentro del convento bracarense62 y Tranoy y Le Roux prefieren fijarlo en laparte oriental de la Península63.

Finalmente hemos de aludir a dos inscripciones muy discutidas y encierto modo transcendentes para ofrecer un panorama actualizado del panteónindígena en época imperial. Ambas comparten dos aspectos de considerableimportancia dentro del estudio de las religiones antiguas y concretamentedentro de las prerromanas en Hispania, que son, por un lado, el tema de laasimilación y el sincretismo y por otro, el reconocimiento de los verdaderosteónimos y su diferenciación con lo que sólo son epítetos, principalmentetopónimos.

Frente a conceptos como asimilación, sincretismo, asociación, etc.entre divinidades locales e importadas, Rivas Fernández prefiere referirse acomplementariedad, yuxtaposición, transmisión, repetición o inclusoapropiación de diversos poderes o facultades que se atribuyen a algunasdivinidades por comparación con otras64; si bien es cierto que su estudio nosobliga a replantear el tema de la religión prerromana y actualizar sus postula-dos, creemos que va demasiado lejos en sus consideraciones. Ahora bien,coincidimos en que al restringir la asimilación a una simple coincidencia depoderes, que es lo que ocurre en muchos casos, ayudaría en caso de conocer dequé poderes se trata, a definir el carácter concreto de la divinidad y a evitar unmal enfoque de su definición, debido sobre todo a la amplia gama de funcionesque pueden representar los dioses greco - latinos.

En cuanto al tema del reconocimiento de los auténticos nombres dedioses, también los resultados pueden ser relevantes, ya que un estudiotoponímico puede arrojar nueva luz sobre lo que hasta la fecha ha sidoconsiderada una divinidad y que en realidad, sólo es el sobrenombre o nombrecon el que pueda ser conocida otra muy diferente y que suele coincidir con untopónimo.

#111. Inscripción encontrada en Montalegre (Dto. Vila Real, Portugal).Se trata de una roca natural que aflora a la superficie en medio de unas tierrasde cultivo, perfectamente trabajada en forma de altar rupestre con foculus casi

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65 Ver LOURENÇO FONTES, Larouco, 1980, III, 5-20; RODRÍGUEZ COLMENERO/ LOURENÇO FONTES, El culto a los montes, 1980, 21-35.

66 Chaves: AE 1973, 315; Xinzo de Limia, AE 1976, 298.67 BLÁZQUEZ, Religiones, 1991, 117-138.68 Ver CIL II 2598 y CIL II 2525 respectivamente.

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rectangular. Se encuentra en un lugar llamado Pena Escrita, en la fregresía deVilar de Perdizes. La particularidad es que ha sido considerada anepigráficahasta que Rodríguez Colmenero ha descifrado algunas letras sueltas. (Lecturahipotética)

(23) I(ovis) Soc(io) Larocuo(24) La[roc]uo [...] / m(iles o ilites) leg(ionis) VII P(iae)

>(centuriae?).(25) En sentido inverso a la inscripción principal sobre el

lado posterior del foculus. Mii[...]orvo

(26) En la cartela situada al norte de la zona del foculus. [ - - - ]o

E) En la pate occidental: 1. - lado izquierdo r 2. - primer entrante crosu 3. - segundo entrante l[- - -] / atiix

[Tranoy, 1981, 281; Rodríguez Colmenero, 1987, nº 112; HEp. 2,1990, 874; RAP 613; Rivas Fernández, 1993, 34.]

Se fecha a finales del siglo II o principios del siglo III por el epíteto Píade la legión.

El lugar en que apareció la inscripción, conocido como Pena Escrita,fue descrito por Tranoy y los diferentes elementos que lo determinan lo señalancomo un santuario en el que tendrían lugar los sacrificios y a tenor de otrasinscripciones encontradas allí, estaría dedicado a un dios identificado comoLarouco65. El lugar del hallazgo, Vilar de Perdizes, se encuentra muy próximoa la llamada Serra de Larouco y también está situado entre dos lugares dondese registran sendas inscripciones dedicadas a la misma divinidad, Chaves yXinzo de Limia66. Con todas estas connotaciones geográficas, se ha puesto enrelación Larocuo con el culto a los dioses de las montañas. En cuanto a laasimilación que se manifiesta con Júpiter, Blázquez considera que se trata deuna situación normal, dado el carácter de la suprema deidad del panteónindoeuropeo67. Penas Truque plantea que las dos inscripciones dedicadas aJúpiter Máximo Anderon y a Júpiter Ládico68, se incluyen dentro de aquella

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69 PENAS TRUQUE, Dioses de la montaña, 1986, 139.70 RIVAS FERNÁNDEZ, Consideraciones, 1993, 31-36.

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categoría que trata a Júpiter como divinidad a la que se le rinde culto en lugareselevados, muy en consonancia con la ideología de la época que identifica lafigura del emperador con Júpiter69.

En cuanto a la participación del ejército en la dedicación, RodríguezColmenero cree entender la participación de la legio VII Gemina, aunque no sepuede determinar si se trata de un único oferente o de un grupo de soldados.

Esta teoría ensamblada por diferentes autores es desmontada desde elprincipio por Rivas Fernández. Empieza por considerar mal leída la inscripciónde Vilar de Perdizes en la que los borrosos trazos no permiten admitir latranscripción que ofrece Rodríguez Colmenero. En segundo lugar, no existiríael pretendido dios Larouco; éste no sería más que un nuevo topónimo delconocido dios Reve, que en este caso estaría en consonancia con el lugar en quese localiza dicho culto. Además, considera que la relación entre Larouco y losdioses de la montaña no es tal, ya que en esta época no estarían vigentes talescultos animistas, por tanto los supuestos dioses, Marte Teleno, Júpiter Ládico,Júpiter Anderon, etc., no serían dioses de la montaña, sino simplemente diosesidentificados en su ámbito de culto local por el accidente o características mássignificativas de la zona, concretamente, estos montes70.

#112. Esta inscripción, como la anterior, es muy controvertida; estágrabada en una roca en el acceso a la Cova del´Aigua en el Montgó (Denia,Alicante). Medidas: 45 x 72 cm. letras: 5,5 - 4,5 cm. Se encuentra muydeteriorada por la intemperie.

C(aius) Iul(ius) Urbanus, / princ(ipalis) vex(illationis) leg(ionis) VII/³ Gem(inae) P(iae) F(elicis) [...] / cum suis Marti Sem/no Cos(o) l(ibens)a(nimo) ex vo/6to [...] f(ecit).

[CIL II 3588 = 5960; Sanchís Sivera, 1920, nº 55; Blázquez, 1962, 125-126; Martín, 1970, 50-51; Le Roux; 1972, 145, nº 53; Roldán, 1974, nº 713;AE, 1978, 440; Alföldy, 1978, 64-67; Le Roux, 1982, 231, nº207; Albertos,1983, 485; Rabanal / Abascal, 1985, 201-202; Castillo, 1985, 254; Abad /Abascal, 1991, 127-128. Variantes: en l.3, Le Roux, Rabanal, Abad / Abascal:[M[a]xim[i]an(ianae)] miss(us). En l.4, Le Roux: cum suis a Decio Valerianoco(n)s(ulari); Rabanal, Abad / Abascal: cum suis a D[e]cio Val[l]er[i]a. Enl. 5, Le Roux, Rabanal / Abascal, Abad / Abascal: no cons(ulari); L(ucius)Alfius Do;. En l.6, Sanchís Sivera: ex voto [cuius eum compotem] fecit; LeRoux, Rabanal / Abascal, Abad / Abascal: natus optio f(aciendum) c(uravit).]

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71 MARTÍN, Dianium, 1970, 50-51.72 BERMEJO, Marte Cosus, 1986, 116 - 117.73 Además del que nos ocupa nos referimos al que se suponía de Braga y hoy se sabe

que se corresponde a Levroux, un lugar en la Galia (CIL II 2148 = CIL XIII 1353) y al deBrandomil, de lectura incierta (CIL II 5071)

74 Prieto ha aportado interesantes puntos de reflexión a este respecto, (Ideología de lasreligiones romanas, 1981, 7-18). Así mismo, Alvar analiza un comportamiento político de Romafrente a los cultos extranjeros como mecanismo que favorece la integración social ( Religiosidad,1996, 242).

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Caius Iulius Urbanus es principalis de una vexillatio de la legio VIIGemina Pia Felix. Martín considera por tanto, muy posible que se trate de unjefe de una vexillatio destacada en Denia, un grupo de la cuál pudo muy bienestar situado en la Cova del´Aigua, ya que se corresponde con un perfecto lugardesde el punto de vista estratégico71.

La dedicación a Marte Semno Coso no es segura; por un lado, la propialectura ofrece dudas, de hecho no todos los autores la aceptan; por otro, laasimilación entre Marte y Cosus ha sido siempre considerada en el áreanoroccidental de la península, por eso propone Bermejo que el oferente hubieseprestado servicio previamente en Gallaecia, sin aclarar el sentido de supresencia en esta zona72. Por otra parte, los epígrafes que relacionaban a Martey a Cosus son muy conflictivos 73, y frente a autores que ven una claraevidencia, otros no ven tan claro ni que el Marte cuyo culto se encuentra enterritorio galaico tenga un carácter guerrero, ni que los nombres con raíz Coso-,y en concreto, Cosus compartan este mismo carácter.

A la vista de los testimonios epigráficos aportados hasta la fecha quese refieren a cultos indígenas, se pueden extraer algunas conclusiones decarácter general, que, no obstante, requieren una reflexión más profunda. Poruna parte, se confirma una postura que han venido manteniendo algunosinvestigadores en cuanto al marco cronológico en que se constatan; se trata dela continuidad que se observa en algunos cultos prerromanos durante la épocaimperial, ya sean en sus formas primitivas o bien asimilados a dioses romanos.La tolerancia que caracteriza la actitud de Roma frente a los cultos extranjerosha permitido dicha supervivencia, sin embargo, hay que tener en cuenta que laactuación de Roma respecto a las religiones extranjeras se mueve dentro delmarco de la disolución - transformación de las relaciones sociales y por tantoes más compleja que una simple tolerancia o abolición74.

Por otra parte, es importante señalar que el culto a divinidadesindígenas, como hemos visto, obedece en cada caso a motivaciones muyparticulares que poco tienen que ver con las aspiraciones de ascenso ypromoción de los oferentes, sin embargo, no se puede pensar que la religiónno oficial esté exenta de determinados manejos ideológicos, ya que estamos de

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acuerdo con Prieto en que la religión para la sociedad romana fue uno de loselementos empleados tanto para la reproducción del sistema como para ladisolución - transformación de las relaciones sociales.

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CONCLUSIONES

La documentación epigráfica que hemos presentado permite unaaproximación a las manifestaciones religiosas del ejército romano en Hispania.La dificultad que ofrecen varios documentos para su datación supone unaimportante limitación a la hora de esbozar un panorama cronológico; éste hade ser definido, por lo tanto, por una serie de rasgos generales.

Desde el punto de vista temporal existen dos momentos especialmentesignificativos, en los que el porcentaje de documentos se acentúa: la época dela dinastía Antonina y la de los primeros Severos. En cuanto a la primera, losgobiernos de Marco Aurelio y Cómodo concentran la mayoría de los testimo-nios datados; posteriormente se produce una crisis dinástica que va a favorecerla aparición de bandas de desertores en la Galia y en Hispania. En la época deSeptimio Severo las luchas civiles que mantiene con diferentes pretendientesal trono, entre ellos Albino, crearán también un clima de inestabilidad políticaque necesariamente habrá de ser tenido en cuenta. Ambos momentos estánperfectamente reflejados en las inscripciones. La situación de crisis política queatravesaban los emperadores mencionados se traducía en un afianzamiento delpoder; en este empeño la ideología religiosa que se transmitía desde Roma ydesde las instancias oficiales jugaba un importante papel. El culto imperial ylas divinidades oficiales recibían un impulso especial desde el poder. A su vez,la determinación de lealtades y la demarcación de afinidades políticas seconvierten en objetivos primordiales para quien ostenta el mando del Imperioy para quienes esperan recompensa por parte del mimo.

De este modo las manifestaciones de culto imperial y las que sepodemos considerar más afines a la oficialidad romana encuentran su mejormomento en los períodos indicados. Encontramos un ejemplo perfecto en elcaso de un procurador Iulius Sivanus Melanio, y en el de un dux legionis, Q.Mamilius Capitolinus. En ambos casos, la importancia administrativa y militarde los dedicantes justifica la necesidad de expresar públicamente su filiaciónpolítica y la elección de divinidades compartida por el emperador, se demostróuna forma muy efectiva.

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El tema que tratamos a parte, el de los procuradores augusteos y losgobernadores provinciales adquiere características muy semejantes a las queexistieron en el culto imperial. En principio, cabe esperar una mayorconcentración de documentos en aquellos momentos en los que las relacionesentre los emperadores y sus administradores necesitaban ser muy estrechas. Ala vista de los documentos contemplados se constata una vinculación casicontinua entre gobernadores provinciales y emperadores, ya que comenzandopor la dinastía flavia y terminando a fines del siglo III, prácticamente todos losmomentos están representados; de nuevo ponen de relieve la especialsignificación que adquieren determinadas dataciones, como por ejemplo, lasque coinciden con el principado de Septimio Severo y el cambio de siglo. Lasrazones son similares a las señaladas para el culto imperial, también en estecaso se vuelve imprescindible confirmar lealtades.

En el caso de los procuradores augusteos se añade además un factor decarácter económico. La importante labor financiera que desempeñan losprocuradores en los distritos mineros de Hispania y los fuertes intereses quetienen allí los emperadores, establecen importantes lazos de unión. De nuevo,la época final de los Antoninos, junto con el cambio de centuria y los difícilesmomentos que siguieron a Septimio Severo, marcan la diferencia respecto a lasmuestras de apoyo de los procuradores. El caso concreto de C. Iulius Cerealisadquiere características específicas ya que permite un análisis más completode sus creencias, en las que ocupa un papel preponderante su servicio comoprocurator Hispaniae Citerioris.

Atendiendo ahora a los cultos manifestados por el ejército propiamentedicho, encontramos en principio la misma tendencia que venimos constatando.Los cultos ligados de modo oficial con Roma tienen especial importancia enmomentos en que era necesario transmitir la idea de un poder fuerte, cada vezmás vinculado a la fuerza divina. Esta tendencia, como se desprende delestudio realizado por Fears, es mayor con emperadores como Marco Aurelio,Cómodo y especialmente con Septimio Severo. El ejemplo perfecto detransmisión de un poder fuerte y afianzado lo aporta Q. Mamilius Capitolinusa través de un culto oficial y de otros vinculados especialmente con la casaimperial. Indudablemente en los cultos dirigidos a Júpiter Óptimo Máximo haymuchos otros factores que entran en juego, al margen de una preferenciapersonal. De ellos no podemos olvidar, primero, que Júpiter es erigido comoprotector personal del emperador y segundo, que también lo es del propioejército; así en momentos de peligro el vínculo emperador - ejército se refuerzatambién compartiendo el mismo protector.

Por otro lado, el culto profesado por varios miembros del ejércitoromano a Júpiter Óptimo Máximo adquiere diversas connotaciones que lehacen especialmente atractivo. La advocación oficial de Júpiter encierra para

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el soldado y para el oficial romano todas las características propias de su vidacastrense. Está presente en su juramento de lealtad, simboliza el poderimperial, es símbolo de los cuerpos legionarios y como tal está representadoen los estandartes, como protector del emperador se convierte también enprotector del propio ejército. El aspecto político de Júpiter no es comparablea la ideología transmitida a través de Marte, de Hércules o de cualquier otradivinidad asociada a la casa imperial Pero su lado político, aunque importante,no fue el único; para el soldado, la presencia continua y familiar de JúpiterÓptimo Máximo en los campamentos, le permitía una unión especial con elemperador y a través de ambos con todo Roma y el Imperio. Era su identifica-ción personal frente al resto de los ciudadanos. Presidía el microcosmos en elque se encontraba y reforzaba los lazos de unión con sus compañeros. Enningún otro caso, encontramos dedicaciones colectivas numerosas, aludiendoimplícitamente al espíritu de cuerpo. De hecho, la preferencia personal por estaadvocación se demuestra en ofrendas de carácter privado que presumiblementeson ajenas a consideraciones de tipo político.

Igualmente se comprueba que el culto a Marte gozó en determinadosmomentos de una ideología propia asociada al poder, dependiendo de latendencia de cada emperador, o bien de la idea que se pretendía mostrar. Denuevo Cómodo en la dinastía Antonina y Septimio Severo y Caracalla en ladinastía Severa son las fechas más repetidas, aunque hay otro momentoespecialmente importante como es la época Julio-Claudia o el cambio del sigloI al II en los que el Marte guerrero sigue siendo la divinidad preferida ligadaal ejército y a emperadores que basaban su poder en el mismo.

Respecto a los cultos orientales, las fechas a las que corresponden lostestimonios coinciden con las valoraciones de tipo político que venimosrealizando. El cambio del siglo II al III, supone un momento en el que lasdinastía en el poder impulsa determinados cultos. Nuevamente se compruebaque dentro de la amplia gama que ofrecen los cultos orientales triunfan losvinculados a la familia imperial y por tanto su aspecto más político.

En el caso de las divinidades indígenas se confirma la postura quetradicionalmente ha venido considerándose al respecto: la continuidad dealgunos cultos prerromanos durante la época imperial, ya sea en sus formasmás primitivas o bien asimilados a dioses romanos. La tolerancia quecaracteriza a Roma frente a los cultos extranjeros ha permitido dicha supervi-vencia. En el siglo primero se enmarcan los cultos a Ataecina, MoelioMordoetitiego o Deo Turiaco, y en el siglo III se siguen constatando cultosindígenas como el de Atilaeco, fechado con precisión en plena crisis de esemismo siglo. Durante el siglo II y en concreto, el cambio de centuria, tambiénse constatan formas de culto locales como en los casos de Bandi, Bandua o eldedicado a la Luna.

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En el caso de las divinidades indígenas no podemos estudiar su gradode vinculación con la ideología del emperador en el poder, sin embargo,tampoco están exentos completamente de la misma. La actuación de Romarespecto a las religiones extranjeras se mueve dentro de un marco dedisolución/transformación de las relaciones sociales y por tanto se vuelve máscompleja que una simple abolición o tolerancia. Insistiendo en ello, se puedendescubrir comportamientos individuales que no son ajenos a la políticaimperial del gobierno. Encontramos un ejemplo en M. Ulpius Eutyches, cuyamanifestación religiosa parece, a priori, realizada con carácter estrictamentepersonal, sin embargo se vislumbran posibles restos de un comportamientopolítico más amplio y generalizado que favorece la integración social.

En relación a la distribución geográfica de los testimonios encontrados,estos se concentran, como era de esperar, en las zonas de actuación de losdestacamentos militares. Los referidos al culto imperial, se concentran en unprimer momento en Lugo y Braga y pueden estar en relación con la pacifica-ción llevada a cabo por Augusto tras las guerras cántabras. El resto, correspon-dientes a una época más avanzada en el tiempo, se localizan en lugares dondelos intereses del emperador exigían una propaganda mayor de lo habitual. Asílos distritos mineros con guarnición militar, junto a los centros administrativosque también requerían esta presencia, se configuran como lugares preferidospara hacer más fuerte la visión del emperador. En este grupo quedan engloba-dos los distritos del noroeste peninsular, toda la provincia de León, Soria,Zamora y la zona nororiental, con Tarragona y Ampurias como centrosprincipales. En cuanto a los escasos testimonios encontrados en la provinciaBética, se corresponden temporalmente con la época de los Antoninos,coincidiendo con el auge que en este período experimenta el culto imperial enHispania.

Las inscripciones relativas a gobernadores provinciales y procuradoresaugusteos se localizan principalmente en los lugares donde ejercían su cargo.En Hispania, Tarragona como capital de provincia imperial recoge variostestimonios; León no es capital provincial, pero el asentamiento en ella de lalegio VII Gemina, junto con la concentración de intereses en la provincia teníanespecial importancia y era objetivo principal en el control de los gobernadores.Por su parte, Sintra y Chaves se convierten también en puntos claves para laadministración provincial. En el caso de los procuradores augusteos, laimportancia estratégica de Astorga desde el punto de vista comercial,administrativo y conventual, junto con ser la residencia oficial de losprocuradores, favorecen la aparición en ella de la mayoría de los documentos.

El resto de la documentación se localiza en lugares donde el ejércitoromano cumple una determinada función y exceptuando contadas ocasiones,poco tiene que ver con la difusión de los cultos en zonas concretas. Las

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numerosas actividades del ejército romano que se relacionan con los diferentesterritorios mineros, fijan la localización de cultos en importantes regiones;éstas se sitúan en el noroeste peninsular, entre el río Duero y el Cantábrico,cubriendo la parte occidental de las provincias de Oviedo, León y Zamora y lamitad oriental de las provincias de Lugo, Orense y Tras os Montes. Hemostenido ocasión de comprobar cómo muchos lugares de los que han idoapareciendo en la investigación pertenecen a estas zonas delimitadas; algunosde los testimonios encontrados, por ejemplo, los que hacen referencia a lasenseñas militares y a Júpiter Óptimo Máximo, pertenecen al Valle del Duernay reflejan perfectamente la misión de los destacamentos romanos en funciónde las minas. Se podría pensar que la función concreta a desempeñar en estaszonas, tan ligada a asuntos económicos, dirigiría las preferencias religiosas delos componentes del ejército hacia divinidades que compartiesen esa función,sin embargo, se puede comprobar a través de la documentación presentada queel ejército como grupo social romano muy vinculado al emperador y a lapolítica imperial, especialmente a la religiosa, mantiene una religión públicacaracterizada por la oficialidad y enfocada principalmente en su servicio alEstado.

La función que realizaba el ejército romano al servicio de la adminis-tración romana, también queda reflejada en los lugares en los que se localizaninscripciones de militares. Tarragona como capital provincial, con un ampliocampo de acción y en la que se desarrollaban importantes tareas económicasy administrativas, exigía la presencia de destacamentos militares, por esoconcentra un importante número de testimonios. Semejante función aunque amenor escala y más concreta se realiza en Astorga, y efectivamente también seregistran en ella varios e interesantes documentos.

Finalmente la actividad propiamente militar, el enfrentamiento conpueblos que rompan el orden, el mantenimiento de la paz frente a focos deconflicto y la vigilancia del perfecto cumplimiento del sistema financiero ycomercial, se desarrolla también en Hispania, pero a diferencia de otras zonasfronterizas, de forma esporádica y puntual. Recordemos la inscripción # 23,encontrada en Los Corrales (Sevilla), y que se cree que se corresponde en eltiempo con el asalto de los mauri en el Sur. También relacionadas con elcontrol de posibles revueltas estarían las dedicaciones halladas en Rosinos deVidriales (Zamora), en Cidadela (La Coruña). Hay que tener en cuenta, noobstante, que las funciones desarrolladas por el ejército en Hispania no son losuficientemente nítidas y estaríamos en un error si las considerásemos de formaaislada; por el contrario, las misiones se mezclan, y dependiendo de lascircunstancias prevalecen una a otras.

Los factores que influyen y determinan la distribución espacial de losdocumentos de carácter privado, son dos principalmente; por un lado, hacen

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referencia a la zona de asentamiento y actuación del ejército romano, igual quesucedía con el culto público y por otro lado, dependen del diferente grado detransformación estructural que, debido a Roma, tuvieron los pueblos deHispania. Al combinar estos dos aspectos para nada independientes, se delimitauna zona geográfica correspondiente con la zona noroccidental junto conterritorios adyacentes que llegan hasta el mediodía portugués. La explicaciónque se ha pretendido dar, siempre obedece al orden de conquista, y asimilaciónpor parte de los pueblos de Hispania de las estructuras administrativas,económicas y sociales romanas. Durante los siglos II y I a. de C., el paulatinoasentamiento de ciudadanos romanos en el sur y este peninsular, sin apenasresistencia, facilitó una mayor integración de la población en nuevas estructu-ras que, sin embargo, no rompían el desarrollo normal de ciudades prósperas,gracias al sucesivo asentamiento de fenicios, griegos y cartagineses. En elinterior y en el oeste la conquista previa, mediante enfrentamiento armado fuenecesaria antes de poder implantar un nuevo sistema organizativo; losproblemas eran más en el cuadrante noroccidental y en el norte peninsular,donde efectivamente el choque cultural resultó más agresivo que en el resto. Enestas zonas conflictivas se fijaron en principio, unos puntos de apoyo queayudasen al control de posibles revueltas, se delimitaron muy especialmente losintereses y objetivos a conseguir; estos pasaban por una explotación económicaque de dar los resultados esperados no exigía radicales cambios de estructuras.Por contra, éstas mismas serían utilizadas para conseguir más fácilmente losobjetivos; se respetaron muchos sistemas, entre ellos el religioso y es por elloque los cultos indígenas mantuvieron en estas zonas su vigencia hasta bienintroducido el cristianismo, especialmente aquéllos que se refieren a lareligiosidad popular y que desembocan en determinadas creencias supersticio-sas.

En lo que hace referencia a los lugares de asentamiento del ejércitoromano, se detectan diversas anomalías, que en definitiva no lo son tanto. Laszonas, o mejor los campamentos, que mantuvieron desde sus inicios unaestructura puramente romana, como puede ser Legio no han proporcionadohasta el momento restos del culto indígena al que nos referimos, sin embargo,distintos componentes de la legio VII Gemina ofrecen este tipo de culto endiferentes lugares del noroeste, como en el Barco de Valdeorras y Cornoces enOrense, en Longroiva (Portugal), o en Bembibre, comarca perteneciente al AltoBierzo leonés. En algunos casos, como ya se indicó, es posible determinar quetales dedicaciones se deben a la estancia de un destacamento legionario enzonas mineras, en otros, hay que suponer un voto en el lugar de origen deldedicante, pero hasta que nuevos estudios sobre la onomástica latina permitanconocer los lugares de origen de los dedicantes es muy difícil hablar concerteza de ello. También tenemos noticia de una dedicación realizada por un

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soldado de la legio VI Victrix en Santo Tirso (Portugal) coincidiendo con laestancia de esta legión en la Península.

Finalmente, hay documentos pertenecientes a soldados de tropasauxiliares que en algunos casos indican un lugar de reclutamiento, y por tanto,de origen del dedicante; este es el caso de la inscripción encontrada enCaleruela (Toledo). Algunas de las unidades se sabe que operaron en Hispania,como la cohors I Gallica, sin embargo, sólo se puede decir que su acuartela-miento debió estar en el conventus Bracaraugustanorum aunque no se puededecir más; por tanto, la dedicación de Rairiz de Veiga (Orense) pudo obedecertanto a un desplazamiento de la cohorte como al lugar de origen del soldado.Semejante problema encontramos en la cohors III Gallorum cuya pertenenciaal ejército de Hispania es indudable pero de la que no sabemos donde estuvoinstalada; por tanto, la dedicación en Viseu (Portugal) sigue admitiendo las dospropuestas anteriores. Por último, esta duda se hace aún más patente en loscasos en los que no sabemos prácticamente nada de las unidades mencionadas,como aparecen en la lápida de Pontevedra o la de Alandroal (Portugal). En elcaso de Vila Nova Foz Coa (Portugal) y en el de Astorga, parece confirmarseel origen hispano de los dedicantes, por tanto, su dedicación a una divinidadindígena queda perfectamente justificada por el previo conocimiento de lamisma, antes de su ingreso en el ejército.

Por otra parte, la posición que ocupe el dedicante dentro del propioejército es un aspecto decisivo; los cargos ocupados por los oferentes van ainfluir en la elección de divinidades. Se comprueba en numerosas ocasionesque, lo que inicialmente era una ofrenda votiva, se convierte según lasaspiraciones del oferente, en meros testimonios de filiación política. Los altoscargos de la administración con mando sobre tropas militares, junto al altomando militar, deben su puesto a las designaciones imperiales y así mismo suscarreras dependen de ello; es por tanto razonable, que sus preferenciasreligiosas se inclinen hacia las del emperador, sobre todo en lo que a demostra-ciones públicas se refiere. En cuanto a los oficiales que ejercen su cargo dentrodel ejército también aproximan sus creencias a las de sus superiores, prevale-ciendo, sobre todo, el culto imperial y los cultos oficiales más representativos.De los soldados sin posibilidad o sin intención de acceder a puestos más altosse podría esperar una mayor independencia a la hora de mostrar sus creencias,no obstante, cuando tratamos del culto público encontramos que éstas seencuentran limitadas por el culto oficial romano. La situación por tanto, habríaque relacionarla con la pretensión de hacer de los campamentos romanos unsatélite de Roma, donde se desarrolla un sistema religioso a imagen de lapropia ciudad, que además sirve como cordón umbilical que une ambasentidades. Acompañando este estudio se pueden introducir datos de tipoonomástico en aquéllos casos en los que la procedencia del personaje influya

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en la dedicación, y en los que esta posibilidad sea factible. En realidad, másque la situación social del dedicante nos interesaría conocer su procedencia,para poder evaluar el peso que su origen aporta a su inclinación cultual, sinembargo, sólo en algunos casos esto es posible y sólo se puede llegar a unaaproximación local; por lo tanto, es demasiado arriesgado extraer afirmacionesconcluyentes.

El culto imperial, según hemos visto, se extendió por todos losambientes de la sociedad romana y en el ejército romano todos los cargos seencuentran representados, desde los gobernadores provinciales hasta lossoldados, pasando por el alto mando militar, los legados de la legión, lostribunos de cohorte y los centuriones. En efecto, los legados, como P. FabiusMaximus, M. Aurelius Valentinianus, C. Iulius Cerealis, Granius Sabinus y,posiblemente, D. Valerius Coelianus, demuestran con su dedicación una claraintención de aproximarse al emperador en el gobierno, y con ello obtener susbeneficios. También ocupantes del cargo de primopilares y de tribunos decohorte dirigen sus intenciones a emperadores y familia. Aparte de estasdedicaciones de iniciativa particular, destaca el gran número de ocasiones enlas que las ofrendas son de carácter colectivo; el ala II Flavia Hispanoumcivium Romanorum y equites de la legio VII Gemina realizan también suparticular demostración de apoyo y lealtad al emperador. Destaca que en amboscasos los emperadores, tanto Septimio Severo como Caracalla, necesitaban deestas muestras de apoyo para mantener su gobierno. Finalmente hemos de hacerobligada alusión a los grupos de milites y vexillationes que a través de laslápidas de Ampurias, Luyego, Prianza de Valduerna y Villalís manifestaron suestrecha vinculación con el poder, en este caso, de los Antoninos. Si lasdemostraciones de lealtad realizadas por altos mandos pueden encubrir ciertosintereses particulares, las hechas por todo o parte de un destacamentoconfirman que el culto al emperador, aparte de motivaciones ocultas, formaparte integrante y muy importante de la religión romana que vivía de formapública en ejército romano.

Los gobernadores provinciales y los procuradores mantienen unaposición religiosa muy próxima al poder imperial. Algunos se inclinandirectamente por expresar su adhesión por el emperador, como hacen C.Calpetano Rantio o M. Aurelio Valentiniano. Otros, no obstante, eligendivinidades que de un modo u otro están vinculadas al emperador. Aunqueprácticamente esta proposición sirve para todos estos personajes, el caso máspalpable, o por lo menos el más estudiado es el de Iulius Silvanus Melanio.

Dentro del orden estrictamente militar se mantiene la misma pauta,respecto a las divinidades elegidas, que venimos considerando. En realidad, elalto mando militar del ejército a nivel provincial transmite una doble posiciónreligiosa, ya que por un lado, su proximidad y contacto con los altos cargos de

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la administración provincial así como su intención futura de acceder a losmismos le lleva a inclinarse por las divinidades mejor consideradas en estosambientes; pero por otro lado, su realidad presente al mando de tropas delejército romano le hacen ser fieles a un sistema religioso íntimamente ligadocon el poder oficial de Roma. El ejemplo más claro lo hemos visto con Q.Mamilius Capitolinus

Entre las divinidades preferidas por el ejército romano en Hispania yasean legados o soldados, encontramos a Júpiter Óptimo Máximo. La adhesiónque despertaba Júpiter y sobre todo su advocación capitolina lleva a encontrardedicantes que pertenecieron a todos los rangos del ejército, en las tropasecuestres, decuriones y equites y en infantería, milites; también hay devotosentre los veteranos.

El culto a Marte goza de un éxito parecido al de Júpiter y entre suspúblicos oferentes encontramos a oficiales como un praefectus equitum del alaII Flavia y al resto de las clases de tropas, centuriones, equites, milites yveterani. El culto a los Genii y a Fortuna también comparten una gran variedaden el grupo de los dedicantes.

Existe un caso concreto, el de Toncius, que realiza un voto a la Victoriacuando ocupaba el rango de signifer; así mismo, la representación en relievede una victoria en un ara, suponemos dedicada el día que se rinde especialhonor a las enseñas, haría plantear la posibilidad de conectar esta divinidad conel rango de portador de enseñas. No obstante, la importancia del culto aVictoria dentro de todo el ejército, su vinculación al poder imperial, y un únicotestimonio, no permiten hacer consideraciones más concretas respecto a unaposible vinculación entre la Victoria y su culto por parte de un ambientecastrense concreto, el relacionado con las enseñas militares; de todas formas,es una posibilidad que creo importante a tener en cuenta en futuras investiga-ciones.

No es el único caso de divinidades asociadas de un modo especial condeterminados cargos o con sectores militares concretos; algo similar sucede conlos Dióscuros y las representaciones en relieve de las inscripciones de Villalís.La tradición de considerar a Cástor y Pólux como protectores de la caballería,no se desdice en el caso de las inscripciones de Villalís, puesto que a través deotras se puede comprobar la participación de equites en los destacamentoslocalizados en la Valduerna.

En cuanto a las divinidades indígenas, se observa que, exceptuando aL. Cornelius Placidius, que ocupa el cargo de centurio, el resto de lasinscripciones ha sido realizado por soldados. A lo sumo, M. Silonius Silanusy Sulpicius Avitus ocupan el cargo de signifer e imaginifer respectivamente, elresto son milites y equites. En cuanto a las unidades que aparecen menciona-das, hay dos legiones la VI Victrix y la VII Gemina y el resto son unidades

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auxiliares como el ala Vettonum, la cohors I Gallica, la cohors III Gallorum,la cohors Bracaraugustanorum Aurea, la cohors III Lusitanorum y de formamás insegura la cohors Hispana y un ala o cohorte Flavia I Lusitanorum. Esevidente y fácilmente comprensible que los mayores devotos de estos cultosprerromanos integren unidades reclutadas en Hispania y principalmente de lasáreas que antes vimos señaladas, ya que aquéllos se corresponden con loscultos locales propios de cada zona.

En definitiva, podemos concluir que en lo que a ejército se refiere,política y religión forman parte en el mundo romano de una misma realidad; dehecho, la postura que Roma mantiene en relación a la religión practicada porel ejército romano se engloba dentro de un programa político no siempreperceptible. Desde el punto de vista oficial, hemos podido descubrir una seriede cultos caracterizados por una motivación estrictamente castrense ycompartidos por todo el ejército romano. Nos estamos refiriendo a celebracio-nes militares como el sacramentum o el día que conmemora la fundación de undeterminado cuerpo o incluso de aniversarios relacionados con la casa imperial.Domaszewski, Helgeland o Speidel se han ocupado de su estudio, aunque losencontramos perfectamente representados en el Feriale Duranum A estos díasreflejados en el calendario militar de cada unidad se le añade un sentidoreligioso que confirma y sacraliza la propia celebración. Esta religión oficial,inducida, modificada y propagada por el poder imperial, no presenta opciónalguna, forma parte integrante de la vida militar del soldado y representa a laperfección el fuerte carácter político de la religión romana; no hay forma desustraerse a estas celebraciones, ni tampoco de valorar la incidencia de estoscultos que las acompañan en las creencias personales de los militares.

Aunque en menor medida, encontramos influencias de carácter políticoen otro grupo de manifestaciones cultuales realizadas por parte del ejércitoromano. Nos referimos a las inclinaciones religiosas demostradas porpersonajes muy concretos, altos mandos y cargos administrativos principalmen-te, a través de las cuales se puede reconocer una determinada filiación política.En estos casos la balanza mantiene el equilibrio religión - política; no podemosestablecer a partir de una manifestación religiosa -una inscripción votiva-, quéaspecto de ella misma pesa más en la intención del dedicante. Es decir, a travésde una elección de dioses se puede intuir una motivación oculta, enfocada haciauna declaración de lealtad, con la vista puesta en una promoción personal; sinembargo, no estamos en disposición de negar una creencia particular y sinceraen esos mismos dioses. En consecuencia, seguimos descubriendo la estrecharelación existente entre religión y política, sin olvidar que tratamos de religiónoficial. En efecto, Roma contaba con un extenso panteón oficial en el quedestacaba la Tríada Capitolina, que era ante todo la representación del Estado;por tanto, su elección por un particular significaba ante todo su adhesión y

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lealtad al mismo y por supuesto a la cabeza visible, el emperador. Máselocuentes resultan ser aquéllos casos, en los que las divinidades elegidas secorresponden con las preferencias particulares de una dinastía o un emperadorconcreto. En estos casos, las manifestaciones religiosas se convierten en unbuen indicador que valora las lealtades políticas más que los aspectosreligiosos.

Existe un conjunto de documentos que podríamos considerar a caballoentre las dos situaciones presentadas; se trata del culto imperial dentro delejército romano. Por una parte, se corresponde con el grupo de celebracionesimpuestas por el poder central de Roma, y conviene recordar ahora que el cultotributado a las imágenes imperiales y la celebración de días señalados,relacionados con la casa imperial, venían ya determinadas por el emperador yformaban parte de la vida religiosa del ejército romano. Sin embargo, estemismo culto imperial tiene su lado más particular y privado en aquellasdedicaciones dirigidas al emperador o a miembros de su familia, o incluso adivinidades con el epíteto augusto/a y relacionadas con la dinastía en el poder.En este sentido, tales dedicaciones se incluyen dentro del segundo grupo, esdecir, parten de una iniciativa privada, sin embargo, están fuertemente influidaspor la política imperial y por el afán de escalar puestos en la propia carrearmilitar o en la administración provincial. De hecho las celebraciones públicasde culto imperial son el mejor exponente de la perfecta simbiosis que teníalugar entre los conceptos que hoy manejamos por separado para referirnos apolítica y religión.

Finalmente podemos aún establecer otro grupo dentro de la religión delejército hispano compuesto por las inclinaciones cultuales más personales yprivadas, en las que la situación política no influye de manera tan determinantea como ocurre en los dos grupos anteriores. Se trata de aquellas inscripcionesen las que la decisión de inclinarse por una u otra divinidad no se encuentrainfluida por las preferencias religiosas del emperador reinante en ese momento,sino más bien de las necesidades más inmediatas que requieren una solucióntambién inmediata. En este grupo incluiríamos tanto las dedicaciones dirigidasa divinidades indígenas como a divinidades romanas, pertenecientes incluso alpanteón oficial, como es el caso de Júpiter, pero cuya motivación aparentemen-te no sufre las presiones que determina el sistema político-religioso del puebloromano; se corresponden mejor con una clara intención privada de losdedicantes. Ahora bien, los límites no están perfectamente definidos, alcontrario, en los casos en los que un soldado dedica su voto a Júpiter ÓptimoMáximo, suponemos que su intención carece de aspiraciones militares ypolíticas, sin embargo, tampoco nos parece que esté exenta de influenciasexternas marcadas por la propia vida militar del personaje, y en esta situaciónlas directrices políticas son perfectamente reconocibles. Aún más, incluso en

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aquéllas ocasiones en las que las motivaciones privadas están claramentedefinidas se puede rastrear cierta influencia procedente de Roma. Efectivamen-te, también los cultos no oficiales eran utilizados por Roma para facilitar yfavorecer la integración de los habitantes del Imperio en la ideología romana,de modo semejante a como era utilizada la propia religión romana.

En síntesis, hemos tratado de establecer a partir de la documentaciónanalizada, una visión global de la incidencia que el sistema político desarrolla-do por Roma durante el Imperio tuvo en la vida religiosa del ejército romanoen Hispania, y se constata un panorama que va desde una mayor influencia dela ideología política romana determinada por una obligación para cumplir loselementos claves de este sistema, hasta una influencia indirecta de la mismasobre un sistema religioso diferente que pretende ser integrado en el romanoy que se muestra casi imperceptible.

Por último, cabe extender aún más esta consideración global,contemplando el vínculo política-religión dentro de una ideología más ampliaque no deja fuera ningún aspecto representativo de la vida del soldado. De estemodo la persona aparece integrada en un grupo, un microcosmos que diríaHelgeland, a semejanza de la propia Roma con la que mantiene a su vezimportantes puntos de conexión. A través de la religión oficial el grupo se unea Roma; podemos citar aquí la mayoría de las fiestas oficiales presentes en elcalendario militar que son compartidas por todo el ejército. A través decelebraciones públicas el grupo se une entre sí; así los días que conmemoranla creación de una unidad, aportan conexión al grupo. Y finalmente, mediantecultos de carácter más privado, el soldado reproduce su propia experiencia oprocedencia impidiendo una ruptura total con su origen, que le ocasionaríainnumerables problemas de tipo psicológico. Este esquema, en principio quizádemasiado rígido, se refleja perfectamente a través del estudio de la religión delejército romano en Hispania.

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