LA REVISTA AGRARIA Nº 165 - Agosto

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  • 8/11/2019 LA REVISTA AGRARIA N 165 - Agosto

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    AO 15 N. 165AGOSTO de 2014

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    2 LA REVISTA AGRARIA / 165

    l nombre de la Ley 30021 describe claramente su finalidad: Ley dePromocin de la Alimentacin Saludable para Nios, Nias yAdolescentes. En sntesis, pretende proteger a este sector de la

    poblacin y regular la publicidad de los alimentos no saludables (ricos engrasas, azcares y sodio), la llamadacomida chatarra ; quiere promover laeducacin nutricional en las escuelas, y prohbe el expendio de ese tipo decomida en los quioscos escolares.

    A qu se debe la oposicin tan dura de la industria de los alimentos,que ha forzado al Ministerio de Salud a proponer un reglamento de la ley quesubordina el cuidado de la salud pblica a los intereses privados industriales?

    La ley no prohbe por completo la venta de comida chatarra; solo lo haceen los quioscos escolares, y podemos presumir que estos no son realmente

    un mercado de gran importancia para la industria alimentaria. Tampoco prohbesu publicidad, salvo en las horas en que los nios estn ms expuestos a losmedios. En consecuencia, los perjuicios econmicos que esta ley puedecausar a la industria alimentaria sern si los hubiere francamente menoresy puramente coyunturales.

    Por tanto, no son razones econmicas las que llevan a la industriaalimentaria a oponerse de manera tan tenaz a la mencionada ley, utilizandocon ese fin todos los medios a su disposicin para tergiversar su sentido,como queda claramente expuesto en la propuesta de reglamento del Ministeriode Salud.

    Esta terca oposicin de la industria alimentaria se debe al menos enel caso de sus sectores ms influyentes a su pretensin de ampliar elespacio del inters privado (lase, empresarial) a costa del estrechamientodel espacio del inters pblico (en este caso, la salud pblica); es decir,intenta estirar al mximo los espacios en los que se puedan obtenerganancias, aun en perjuicio de la sociedad. Y cuando el Estado intenta cumplirsu funcin y asumir la defensa del inters pblico, se le ridiculiza calificndolode paternalista.

    Esto lo expresa con claridad un representante de los interesesempresariales, al criticar a quienes exigen que el reglamento debe respetarlas recomendaciones de la Organizacin Mundial de la Salud: [...] algunosparecen creer que el Estado debe ser una nana y prohibirnos el consumo degrasas y azcares y cualquier otra cosa que nos haga dao. Surecomendacin es permitir que las empresas compitan por revelar informacinpositiva de sus productos, en lugar de obligarlas a revelar la informacinnegativa (Alimentacin saludable a mi manera. DiarioGestin , 13 deagosto, p. 14). Es decir, la informacin negativa se debe ocultar. Esprecisamente eso lo que ocurre hoy da.

    La razn de fondo, pues, es la misma que lleva, por ejemplo, a lascorporaciones mineras a resistir las regulaciones ambientales o a las empresasconstructoras a presionar por una disminucin de regulaciones: lasubordinacin del inters pblico al inters privado.

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    La OMS critic a lapropuesta del Minsa

    Entrevista a LorenzoCastillo, gerente de laJunta Nacional delCaf

    Ms subsidios para laagroexportacinMs conflictos por el agua?

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    Fernando Eguren Director

    Cul es el problema de fondo? A propsito de la Ley 30021, que promueve la alimentacin saludable

    La nueva vida en elGran Mercado Mayo-rista de Lima

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    Diversificacin de ingresos en los hogares agropecuarios:

    El agro perdi pesoSabe, amigo lector, cuntos peruanosestaban en situacin de pobreza en 2008?En las reas rural, urbana y nacional, el68.8%, el 25.4% y el 37.3%, respectivamen-te, estaban en esa situacin. Cinco aosms tarde (2013), la pobreza rural cay a48%, la urbana a 16.1% y la nacional a23.9%, segn datos del INEI; en otras pa-labras, el rea en que la pobreza se redujo amayor velocidad fue la rural. Como en estarea predomina la actividad agropecuaria,puede pensarse que dicha reduccin estasociada, sobre todo, a mayores ingresospercibidos a causa del agro. Sin embargocomo se explica en un artculo de LRA1622, en varios departamentos, ni los in-gresos agropecuarios ni otros factoresconvencionales (mayor cobertura de pro-gramas sociales, inversin en infraestruc-tura vial, etc.) tienen una relacin directacon la reduccin de la pobreza rural. Son,ms bien, factores no visibles como lainfluencia de las actividades no agrope-cuarias y de la economa ilegal los queexplican mejor esta reduccin. El presenteartculo se concentrar en el anlisis delprimer factor no visible.

    Los hogares agropecuariosproveen empleo no solo al

    sector agropecuarioLa economa dentro de los hogares

    cuyos jefes de hogar realizan labores

    Miguel ngel Pintado1

    agropecuarias no depende solo de losingresos por esta actividad; por el con-trario, las actividades no agropecua-rias3 son, cada vez ms, una importan-te fuente de sus ingresos, lo cual secorrobora cuando se examina la distri-bucin de los ocupados 4 segn el tipode hogar del cual provienen (cuadro

    1). Definimos como hogares agrope-cuarios a aquellos donde los jefes dehogar poseen tierras y se dedican a laactividad agropecuaria; en cambio, enlos hogares no agropecuarios, los je-fes de hogar no se dedican a la activi-dad agropecuaria o se dedican a ellapero no tienen tierras. Es decir, el jefede familia determina el tipo de hogar alque pertenecen sus miembros; en con-secuencia, estos ltimos pueden labo-rar indistintamente en cualquier ramade actividad, lo que finalmente deter-mina la participacin de los hogaresagropecuarios o no agropecuarios encualquiera de esas ramas.

    A partir del cuadro 1 se observa quelos hogares agropecuarios participan enla provisin de mano de obra en todoslos sectores de la economa, en algunosde los cuales dicha participacin es, comomnimo, del 15% pesca, minera, ma-nufactura y construccin; en otraspalabras, en muchos de los hogares agro-pecuarios los miembros aportan al ingre-so familiar desde el empleo en otros sec-

    AGRO data

    Una tendencia en el Per es que las mujeres de hogares agropecuarios se dedican, cada vezms, a actividades no agropecuarias, como minera, construccin y pesca.

    F o

    t o r a

    d i o l a v o z b a g u a g r a n

    d e . b

    l o g s p o

    t . c o m

    Cuadro 1. Evolucin de los ocupados segn tipo de hogar y rama de actividad, 2008-2013

    2008 2013Hogares Hogares no Total Hogares Hogares no Total

    agropecuarios agropecuarios ocupados agropecuariosagropecuarios ocupados% % N. personas % % N. personas

    Agropecuario 88 12 3885,861 85 15 3759,261Pesca 15 85 84,262 22 78 90,653Minera 27 73 167,079 22 78 197,987Manufactura 16 84 1593,870 14 86 1590,161Construccin 15 85 665,171 15 85 974,661Comercio 13 87 2652,084 11 89 3009,275Transportes y 11 89 1156,773 9 91 1205,080Comunicaciones

    Servicios 12 88 2794,626 11 89 3302,617Otros servicios 8 92 1459,460 8 92 1553,921

    Total 33 67 14459,187 29 71 15683,616Fuente: Enaho 2008, 2013. Elaboracin: Cepes.

    Rama de

    actividad

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    4 LA REVISTA AGRARIA / 165

    tores. De 2008 a 2013, los rubros de pes-ca, minera y construccin, entre otros,ganan mayor importancia en cuanto a lacantidad de ocupados, mientras que eltotal de ocupados en el sector agrope-cuario se reduce en ms de 126 mil (elsector manufactura tambin reduce su

    poblacin ocupada, pero de manera mo-derada).

    Menores ingresosagropecuarios, mayores los

    ingresos por otras actividadesParte de la mayor importancia adquiri-

    da por los sectores no agropecuarios, enrelacin con la cantidad de ocupados quecomprenden, puede deberse a sus msaltos ingresos en comparacin con los delabores agropecuarias. Precisamente, el

    cuadro 2 refuerza esta hiptesis. Para em-pezar, tanto en 2008 como en 2013 lue-go de comparar los nueve sectores de laeconoma, la actividad agropecuaria esla que brinda los ingresos mensuales msbajos. El ingreso promedio mensual de losocupados (provenientes de hogares agro-pecuarios) en el sector agropecuario pasde S/.204, en 2008, a S/.285, en 2013. As,parece ser ms razonable que las otrasactividades de mayores ingresos hayancontribuido a la eventual reduccin de la

    pobreza rural.

    Ingresos diferenciados segngnero y regin

    Ahora evaluamos cmo cambia el in-greso promedio mensual de cada sec-tor segn el gnero de los ocupados yla regin natural donde se localizan. Lahiptesis de que el ingreso de las acti-

    vidades no agropecuarias es un factorno visible muy importante en la reduc-

    cin de la pobreza rural puede corro-borarse en el cuadro 3: los ingresos dela actividad agropecuaria son ms ba-

    jos en algunos casos, exagerada-mente bajos que los de cualquierotra actividad, tanto en la costa, la sie-rra y la selva, y tanto en ocupados va-rones o mujeres. Por ltimo, en las tresregiones naturales, las mujeres ocupa-das con mayores ingresos laboran enla minera, la construccin y la pesca,mientras que los varones ocupados con

    ingresos ms altos se encuentran en lapesca y la minera.

    Reflexin finalEl relativo estancamiento de los in-

    gresos en el sector agropecuario, lamayor participacin de los ocupadosen los sectores no agropecuarios, as como los ingresos ms elevados en es-

    tos sectores, ponen en evidencia quela importante reduccin de la pobreza

    rural est muy vinculada a la diversifi-cacin de ingresos de los hogares agro-pecuarios. El desplazamiento de losocupados provenientes de hogaresagropecuarios hacia los otros sectoresmuestra las limitaciones de las polti-cas dirigidas al sector agrario en losltimos aos; pero, al mismo tiempo,refleja que los gobiernos de turno hanpreferido priorizar polticas favorableshacia otros sectores a travs de unnfasis en la infraestructura vial y las

    grandes inversiones privadas.

    Notas1 Economista. Investigador del Cepes.2 El artculo se titula Los factores no visibles

    de la reduccin de la pobreza rural.3 Las actividades no agropecuarias son

    aquellas actividades llevadas a cabo enlas ramas no agropecuarias (pesca, mine-ra, manufactura, etc.). Segn la Enaho2013, las principales actividades no agro- pecuarias que concentran al mayor n-mero de ocupados que provienen de ho-gares agropecuarios son: elaboracin de productos alimenticios y fabricacin de prendas de vestir (manufactura), construc-cin de edificios (construccin), comercioal por menor (comercio), transporte por va terrestre y tuberas (transportes y co-municaciones), servicio de comidas, be-bidas, administracin pblica y ensean- za (servicios) y actividades de personaldomstico (otros servicios).

    4 Los ocupados o la poblacin econmi-camente activa ocupada son todas aquellas personas (de 14 aos, como mnimo) quedurante el periodo de referencia (la semanaanterior a la encuesta, para el caso de laEnaho) se encontraban trabajando.

    AGRO data

    Cuadro 3. Ingresos mensuales de los ocupados provenientes de hogares agropecuariossegn sexo, regin natural y rama de actividad, 2013

    Costa Sierra Selva PerHombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres

    S/. S/. S/. S/. S/. S/. S/. S/.Agropecuario 612 260 309 83 526 96 407 99Pesca 1,276 n. d. 1,131 845 796 56 1,030 576Minera 1,138 1,864 1,442 870 3,737 1,023 1,525 1,114Manufactura 1,070 369 723 127 1,119 244 849 176Construccin 936 2,224 809 731 791 827 820 800Comercio 649 400 652 307 833 455 684 357Transportes y 812 666 743 594 600 412 724 574ComunicacionesServicios 1,174 768 1,117 677 1,281 740 1,154 709

    Otros servicios 865 640 823 528 1,168 626 881 578Fuente: Enaho 2013. Elaboracin: Cepes.

    Ramade actividad

    Rama deactividad

    Cuadro 2. Ingresos mensuales de los ocupados segn tipo de hogar y rama deactividad, 2008-2013

    2008 2013 Variacin 2008-2013Hogares Hogares no Hogares Hogares no Hogares Hogares noagrop. agrop. agrop. agrop. agrop. agrop.

    S/. S/. S/. S/. % %Agropecuario 204 384 285 574 40 49Pesca 411 1,106 1,006 1,216 144 10Minera 1,029 2,338 1,501 2,785 46 19Manufactura 274 881 430 1,125 57 28Construccin 608 1,052 819 1,521 35 45Comercio 339 644 447 927 32 44Transportes y 514 920 714 1,140 39 24ComunicacionesServicios 671 1,050 935 1,264 39 20Otros servicios 386 830 681 1,154 76 39

    Fuente: Enaho 2008, 2013. Elaboracin: Cepes.

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    Recordarn los lectores que la Ley dePromocin de la Alimentacin Saludablepara Nios, Nias y Adolescentes Ley30021, aprobada en mayo de 2013 esti-pulaba que los criterios para diferenciarlos alimentos saludables de los no salu-dables deban ser propuestos por unacomisin ad hoc del Ministerio de Salud(Minsa) y respetar los parmetros tcni-cos de la Organizacin Panamericana dela Salud (OPS) y la Organizacin Mun-dial de la Salud (OMS) sobre los nivelesadecuados de consumo de azcares, gra-sas y sodio de una dieta sana. Pero lapropuesta de parmetros tcnicos de lacomisin, difundidos en abril pasado, nosolo rebas con amplitud los plazos es-tablecidos por la ley, sino que los par-metros que contiene exceden largamen-te las recomendaciones de la OMS 2. Lascrticas de instituciones y especialistashan sido inmediatas.

    Los cuestionamientos alproyecto de reglamento

    La propia OPS/OMS dio a conocer demanera oficial su crtica a la propuestamediante una comunicacin (opinintcnica) dirigida a la ministra de Salud,doctora Midori de Habich, el 17 de julio,en donde llama la atencin sobre la pre-ocupacin manifestada por los ms al-tos organismos internacionales especia-lizados, respecto al aumento de la obesi-dad entre nios y jvenes (debido a die-tas malsanas) en un elevado nmero depases entre ellos el Per, y sealaque la malnutricin es un tema de saludpblica. Adems, enfatiza que una ali-mentacin que excede los lmites reco-mendados por este organismo especiali-zado favorece la obesidad y las enferme-dades crnicas asociadas, y recuerdaque el Comit de los Derechos del Niode las Naciones Unidas establece que

    los Estados deben controlar la comercia-lizacin de las sustancias mencionadas.

    La comunicacin de la OPS/OMS ilus-tra con un ejemplo los efectos negati-vos que pueden tener los parmetrospropuestos por la comisin del Minsalos cuales multiplican varias veces lapropuesta de la OPS/OMS cuando unnio de trece aos consume un snack ,un queque y una gaseosa.

    Respecto a los cidos grasos trans(AGT) 3, la OPS/OMS es radical: debenser eliminados y no es posible otorgarexcepciones invocando criterios tec-nolgicos o cientficos. En contraste,la comisin del Minsa hace lo contrario:propone plazos largos para su reduc-cin y establece varias excepciones.

    Tema pendiente: la publicidadde la comida chatarra

    Adems de los parmetros tcnicos

    La Organizacin Mundialde la Salud critica la propuesta

    del Minsa Fernando Eguren1

    La posicin de la OMS esradical sobre los cidosgrasos trans: deben ser eli-minados, sin excepciones.

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    internacionales sobre las sustanciasindicadas, el reglamento de la Ley30021 debera establecer cmo se va aregular la publicidad de la comida cha-tarra, disponer la implementacin dela prohibicin de venta de comida cha-tarra en los quioscos escolares e in-

    cluir la educacin nutricional en lacurrcula escolar. Otros pases que tie-nen una legislacin ms avanzada quela peruana encuentran dificultadespara implementar sus propias leyes defomento de la alimentacin saludable,tanto por la oposicin de la industriaalimentaria como por la indiferencia oescasa capacidad del Estado. Es elcaso de Mxico y de Chile.

    En Mxico, el periodo escolar se ini-cia a mediados de ao y termina a me-

    diados del ao siguiente. El periodo2014-2015 acaba de empezar y ha en-trado en vigor la norma que prohbe laventa de comida chatarra en las es-cuelas.

    Pero, as como en el Per, del dichoal hecho hay mucho trecho: las pro-pias agencias gubernamentales mexi-canas las Secretaras de Educaciny de Salud (equivalentes a nuestros mi-nisterios) todava no han difundidolos criterios que orienten a los cole-

    gios y a los padres de familia; por lo

    tanto, no se est aplicando la norma, apesar de que un tercio de los nios yadolescentes (una de las tasas ms al-tas del mundo) tienen sobrepeso o es-tn obesos. Esta grave situacin hasido motivo de numerosas crticas, re-cogidas por los principales diarios de

    ese pas. En una encuesta realizada enlas escuelas de la ciudad de Mxico D.F., el 21% de los estudiantes manifes-taron tener presin alta, presumible-mente, por el consumo excesivo y re-gular de comida chatarra.

    Por otro lado, el gobierno de Chileacaba de someter a debate pblico supropuesta de reglamento de etiqueta-do de alimentos. Segn declaracionesdel ministro de Salud, la propuestabusca reducir componentes que afec-

    tan la salud de las personas, bsica-

    mente los azcares, contenido deenerga, de sal y grasas saturadas.Uno de los elementos de la nueva pro-puesta es que se prohbe la publici-dad de los alimentos que contienenenerga, sodio, azcares o grasa satu-rada en cantidades superiores a las

    que establece el propio reglamento.La propuesta precisa que los ali-mentos o productos alimenticios queen su composicin nutricional conten-gan energa, sodio, azcares o grasasaturada en cantidades superiores alas establecidas en [...] este Reglamen-to, no podrn publicitarse en mediosde comunicacin o canales de expre-sin dirigidos a menores de 14 aos,tales como afiches, materiales impre-sos, puntos de venta o textos escola-

    res, como tampoco en programas detelevisin, radio, internet, revistas, nien las tandas o espacios publicitariosdurante, entre o adyacentes a estosltimos, cuando capten una audien-cia igual o mayor a un 20% de perso-nas menores de 14 aos. Con estapropuesta, el Ministerio de Salud delvecino pas muestra su independen-cia de la industria alimentaria y la pu-blicidad, en contraste con lo que pa-rece ser el sometimiento de nuestro

    Minsa a los intereses privados de esasmismas industrias.

    Notas1 Socilogo. Director deLa Revista Agra-

    ria y presidente del CEPES.2 Para mayores detalles, vaseLa Revista

    Agraria 164, de julio pasado..

    3 Los AGT estn presentes, principalmen-te, en la grasa de ganado vacuno y ovino y en los productos derivados de la carne y la leche de estos animales, y en alimen-tos industrializados que han sido someti-dos a hidrogenacin.

    Dos alternativas de ingestaNutriente Usando criterios propuestos Usando criterios de la

    por el reglamento del Minsa recomendacin OPS/OMS

    Grasas saturadas 21.45 g/100 g 3.75 g/100 gAzcar 28.02 g/100 g 8.85 g/100 g

    Sodio 1,330 mg/100 g 750 mg/100 gcidos grasos trans No hay criterios. Cero AGT en(AGT) productos procesados.

    El reglamento de la Ley 30021 debera regular la publicidad de la comida chatarra y prohibir su venta en los quioscos escolares. Un gran tema an pendiente.

    F o

    t o S n a c k

    f o o

    d

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    Han pasado casi dos aos del inicio delproceso de clausura del exmercado ma-yorista de La Parada y del comienzo dellargo y a veces complicado trasla-do de centenares de comerciantes haciael nuevo Gran Mercado Mayorista deLima (GMML) ubicado en el distritode Santa Anita, al este de la capital,sin duda, uno de los principales actoresdel abastecimiento de alimentos a millo-

    nes de habitantes de la ciudad.Sin embargo, an quedan pendientesde respuesta varias preguntas acerca deeste proceso y del funcionamiento delnuevo mercado. Cules son los princi-pales cambios que se han producido en lacomercializacin al por mayor de los pro-ductos agrcolas? El nuevo mercado ma-yorista ha generado una nueva dinmicaen el vnculo entre los diferentes actoresde la cadena de comercializacin? El mo-delo de un solo mercado mayorista para

    una gran ciudad como Lima, sigue sien-do un concepto moderno y pertinente?

    La novedad de los muellesSin duda, uno de los cambios ms vi-

    sibles est relacionado con la mejora de

    Los actuales retos del Mercado Mayorista en Santa Anita,eslabn importante en la cadena de comercializacin agraria.

    La nueva vida en elGran Mercado Mayorista de Lima

    Ricardo Marapi / Gianmarco Cheng1

    la infraestructura del nuevo mercado.Diariamente, y desde las primeras horasde la madrugada, una muchedumbre depersonas entre comerciantes, trans-portistas, carretilleros, estibadores, etc.transforman al GMML en una gran y acei-tada maquinaria que funciona disciplina-damente.

    La implementacin de un nuevo ymoderno mercado mayorista significaba

    mejorar el transporte y llegada de los pro-ductos, especialmente a cada uno de lospuestos de los comerciantes. En la ac-tualidad, funcionan cuatro grandes pa-bellones 2, donde la gran mayora de pues-tos cuentan con un muelle de descargapara los camiones que traen las cosechasagrcolas desde diferentes partes delpas. A pesar de que hoy existen variospuestos llamados mediterrneos porque estn en el medio de los pabello-nes y no tienen muelles de descarga,

    los funcionarios de la Empresa Muni-cipal de Mercados (EMMSA) asegu-ran que, para los futuros y nuevos pa-bellones que estn en proyeccin, to-dos los puestos contarn con su mue-lle particular.

    La importancia del registro delos camiones

    A diferencia del inmenso caos que seproduca en La Parada donde no ha-ba orden y muchos camiones debanesperar horas para descargar, ahora loscamiones ingresan siguiendo un siste-ma establecido y registrndose todos losdas. Uno de los beneficios de ese regis-tro, que anteriormente no funcionaba o

    lo haca mal, es que permite realizar unseguimiento oficial de la cantidad de pro-ductos que ingresan y se venden en elGMML. Segn la estadstica de EMM-SA, durante este ao el promedio diariode ingreso de alimentos al mercado hasido de 3,240 toneladas, contndose conpicos de ms de 5,000 toneladas en losfines de semana 3.

    Otro notorio cambio es que el actualmercado mayorista cuenta con pasillosmucho ms amplios dentro de los pabe-

    llones, pavimentados y que facilitan elmovimiento de cientos de trabajadores ymiles de personas que visitan los dife-rentes puestos. Luego del momento demayor afluencia de pblico aproxima-damente, al medioda, varios equiposde limpieza del mercado limpian los pasi-

    Aparte de los pabellones, en elGMML existe la llamada Pla-taforma donde se realiza la

    venta directa desde el camin, principalmente de hortalizas.

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    8 LA REVISTA AGRARIA / 165

    llos a fin de mantener los estndares desalubridad, una gran diferencia respectoa las condiciones deplorables que habaen La Parada.

    En el GMML existe adems el espaciodenominado como plataforma, para

    realizar la venta directa desde el camin.Son 114 puestos de plataforma, dondese comercializan hortalizas y hojas ver-des al aire libre. En este espacio coexis-ten productores con capacidad mayoris-ta y comerciantes mayoristas con espa-cios claramente marcados.

    Las limitaciones de los puestosEl precio del alquiler de un puesto de

    32 m 2 en el nuevo mercado mayorista esde S/.1,500 mensuales, frente a los S/.350

    que se pagaban en La Parada aunqueen algunos casos el subalquiler, que eray sigue siendo ilegal, poda ser muchsi-mo mayor que el actual precio. Un temaque preocupa a los comerciantes es quela capacidad de los actuales puestos eslimitada, a pesar de que el tamao de es-tos es muy similar al de los que haba enLa Parada. La diferencia est en que an-tes podan arrumar una torre de 45 sacos(de ms de 100 kilos cada uno) a una al-tura de 10 metros, aprovechando que los

    puestos carecan de techo; eso les per-mita contar con ms productos para suventa a lo largo del da. Pero en SantaAnita solo pueden apilar un mximo de30 sacos debido a los lmites estableci-dos por el reglamento del mercado y aque los pabellones ahora s cuentan contecho, con lo que ha disminuido la dis-ponibilidad diaria de los productos y, porende, el nmero de ventas.

    Este problema lleva a plantear la nece-sidad de que los comerciantes, sobre

    todo los paperos, cuenten con puestosms grandes o dispongan de almacenesdentro del mercado de Santa Anita conla finalidad de abastecerse de maneraconstante. Segn anuncia EMMSA, enlos nuevos pabellones que estn porconstruirse los puestos sern muchoms amplios: de 78 metros cuadradoscada uno.

    El problema de la capacidad de lospuestos tambin est relacionado con eltema de las mermas que sufren los pro-

    ductos agrcolas durante el proceso decomercializacin y traslado desde el cam-

    po hasta los mercados. Apilar una grancantidad de sacos provoca el deteriorode los productos que estn debajo, de-

    bido al peso que tienen que soportar. Seha estimado que un 11% del total de mer-mas en papa 4, en el exmercado La Para-da, se debi a golpes sufridos por el pro-ducto; una prdida que, casi siempre, estransferida hacia el agricultor, pues loscomerciantes y transportistas les paganun menor precio por la cosecha.

    La competencia de los nuevosmercados

    Carmen Parco Ramos es una comer-

    ciante de papa que, junto a su esposo,trabaja en este rubro desde hace ms de

    veinte aos: primero lo hizo en La Para-da; ahora, en Santa Anita. Ella trae y ven-de papa, tanto de la costa y de la sierra,

    durante todo el ao: en agosto, por ejem-plo, compra la que se cosecha en los va-lles de Ica, Nazca y Caete; en unas se-manas empezar a comprarla de los va-lles del norte chico de Lima. A pesar delas notorias mejoras en la infraestructuradel nuevo mercado, Carmen reconoceque las ventas han bajado de maneraostensible: cada da vende entre 20 y 30toneladas de papa, cantidad menor a las40 o 50 toneladas que llegaba a alcanzaren La Parada, segn afirma.

    Una de las razones es que sus princi-pales clientes, y otros colegas suyos,

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    provienen de diversos distritos de la pe-riferia de Lima, que ya no van hasta San-

    ta Anita porque hay mercados ms cer-canos que los abastecen, como, por ejem-

    plo, el de Unicachi, en el distrito deVilla El Salvador, que se ha converti-do en un competidor directo del nue-

    vo mercado mayorista.A esto se suma el hecho de que mu-chos vendedores mayoristas siguencomercializando en algunos locales delos alrededores de La Parada, en losllamados corralones. La Municipa-lidad de Lima consigui clausurar demanera definitiva la estructura fsicadel mercado mayorista de La Parada,pero la red de comercio informal con-

    tina operando alrededor de la zona, ha-ciendo competencia a los comerciantes

    ubicados en el GMML. (Ver grfico 1)Muchos comerciantes tambin estn

    preocupados por lo aleja-do que est Santa Anitakilmetro 3.5 de la Ca-rretera Central, a dife-rencia de la cntrica LaParada. Varios de ellos

    confan en que sus poten-ciales clientes chefs,dueos de tiendas, mer-cadillos y restaurantesvayan acostumbrndo-se, poco a poco, a visi-tar y comprar en el mer-

    cado de Santa Anita. Pero, se-gn revelan, no solo los clientes, sinotambin algunos transportistas, prefie-ren ir a otros mercados, en la periferianorte o sur de la ciudad (como el mencio-

    nado Unicachi), y ya no van hasta elnuevo mercado.

    Reto para el futuro:la formacin e informacin de

    preciosEsta tendencia no es nueva en una

    gran ciudad de millones de habitantes,como Lima. En los ltimos aos han apa-recido varios mercados mayoristas endiversos distritos de la capital, lo cuallleva a discutir la pertinencia de un mo-

    delo conceptual basado en un nicomercado mayorista para toda una me-gaciudad. Estos mercados se conver-tirn en una competencia directa delMercado Mayorista de Santa Anita, oexiste alguna alternativa para que fun-cionen de manera complementaria? Aeste tema pendiente se suma el de losprecios de los productos agrcolas, quese forman precisamente en los merca-dos mayoristas.

    En la actualidad, se recoge oficialmen-

    te informacin sobre dichos precios y losvolmenes de los productos agrcolas.Pero cmo llega esta informacin a losproductores agropecuarios?, existe unacceso adecuado? Ms importante an:cmo pueden emplear los agricultoresesa informacin en las negociacionescon los comerciantes? Este es, todava,un tema pendiente. En una reciente in-vestigacin del Cepes 5 se determin que,para el rubro de la papa, solo un 1.6% delos productores (en tres regiones) cono-

    can el sistema de abastecimiento y pre-cios SISAP del Minagri 6. De ese

    Carmen Parco, importante comerciante mayo-rista de papa en el mercado de Santa Anita.

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    Grfico 1. Registro de los volmenes de papa que ingresaron a La Parada y Santa Anita(periodo 2012-2014)

    Fuente: Estadstica EMMSA. El grfico muestra la evolucin de los ingresos mensuales de volmenes de papa a ambos mercados mayoristas. La lnea azul muestra los datos del ingreso de volmenes mensuales de La Parada (hasta setiembre de 2012), mientras que la lnea verde corresponde a los volmenes mensuales de papa que ingresaron en Santa Anita (desde setiembre de 2012 hasta la actual idad). Se aprecia que los volmenes en Santa Anita se recuperan recin en marzo de este

    ao (punto rojo), lo cual coincide con la clausura definitiva del mercado de La Parada.

    muy reducido nmero de productores,tan solo la mitad haca uso de esta herra-mienta de informacin para negociar losprecios.

    Si bien puede parecer lejano, las auto-ridades podran pensar en contar, en el

    futuro, con sistemas de informacin losuficientemente sofisticados como parano requerir de un espacio fsico comoun gran mercado mayorista para con-centrar la produccin agrcola. Existen yaalgunos mercados de esta naturaleza enpases asiticos, en donde se tienen tansolo espacios de exhibicin.

    El impacto del nuevo mercadoen la agricultura

    Manuel Velsquez Rangel es socio de

    Ventura International empresa de co-mercializacin mayorista de productosagrarios, con un puesto en el GMML,donde vende cebolla de las variedadesblanca y roja. Segn afirma, sus princi-pales clientes provienen de los merca-dos de Miraflores o de restaurantes dediversos distritos limeos. Una de lascaractersticas de esta empresa es quecuenta con un socio estratgico en elcampo, Agrcola Miranda, una de lasmayores empresas productoras y ex-

    portadoras de cebolla, con hectreasen Ica y Arequipa.Mi abastecedor est contento de

    que la venta al mayorista se concen-tre en Santa Anita, donde todo es msfcil, cuenta el comerciante. Unacosa es mandar cosecha a otros mer-cados, donde no hay garantas de quete paguen o, incluso, te pueden esta-

    Manuel Velsquez, comerciante mayorista

    especializado en venta de cebolla blanca yroja.

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    far. En Santa Anita hay ms seguridad yformalidad. Si ocurre alguna irregulari-dad, se puede reportar el caso a EMM-SA. Entonces, la Municipalidad de Limaes la autoridad que otorga esa garanta,argumenta Velsquez.

    Carmen Parco, la comerciante paperaaludida lneas atrs, contrata el serviciode camiones y su esposo recorre diver-sas chacras, comprando la cosecha a losproductores de papa. Pero ella al igualque muchos mayoristas tambin sededica a la siembra del tubrculo, ya seaen terrenos propios o alquilados. Esteao, segn cuenta, ha sembrado ms de20 hectreas de papa, de las variedadescanchn, yungay y perricholi, en la zonade Tacama (Ica).

    Esta situacin evidencia el dinamis-mo de la cadena de comercializacin y,

    tambin, de produccin de estos im-portantes cultivos agrcolas. Los co-merciantes mayoristas estrechan, cadavez ms, lazos y establecen socieda-des estratgicas con productores en elcampo, pero estos deben estar organi-

    zados y tener un fuerte componenteempresarial para poder abastecer for-malmente la demanda. Por otra parte,muchos comerciantes mayoristas em-piezan a ingresar a la cadena de pro-duccin alquilando o comprando tie-rras para la siembra, lo cual, obviamen-te, tiene un impacto y un sesgo en lamanera en que se forman los preciosde los productos.

    Teniendo en cuenta que una de lasprincipales funciones de un mercado

    mayorista es la de contribuir a la forma-cin de los precios de los productos

    agrcolas 7, cul debera ser el papel delGMML ante la existencia de estos mo-delos de comercializacin? Otra pregun-ta vlida y an no respondida trascasi dos aos de funcionamiento delmercado es: el traslado al nuevo

    mercado y las mejoras dentro de l hantenido un real impacto positivo en losproductores?

    La informacin recibida por EMMSA,y algunas entrevistas realizadas a comer-ciantes y productores, no dan cuenta deuna mejora inmediata para los pequeosagricultores, aunque s hay testimoniosde que medianas empresas de produc-cin agrcola han recibido algunos be-neficios, al igual que los propios comer-ciantes. Sin embargo, en el GMML co-

    existen otros diversos actores (por ejem-plo, los carretilleros, los estibadores, loscomerciantes minoristas, etc.), cuyascondiciones econmicas y laborales tam-bin deben mejorar. Si bien se puedensaludar los grandes cambios que ha su-puesto el renacimiento del principal mer-cado mayorista de Lima, an existen va-rios retos conceptuales y estructuralessobre el comercio agrario, que deberanser analizados y asumidos por las autori-dades que dirigen las polticas agrarias

    del pas.

    Notas1 Ricardo Marapi, periodista. Editor deLa

    Revista Agraria . / Gianmarco Cheng, inves-tigador del Cepes.

    2 El GMML fue diseado para albergar unos1,288 puestos distribuidos en 16 pabello-nes. Actualmente se encuentran en recons-truccin los seis pabellones inconclusos dela gestin de Ricardo Belmont.

    3 Los funcionarios de EMMSA proyectan au-mentar estas cifras hasta las 8,000 tonela-das en el corto plazo.

    4 Brandes, et al. Comercializacin y mer-mas de la papa desde la perspectiva de loscomerciantes del Mercado Mayorista No 1de Lima Metropolitana. Tesis. Universidad Nacional Agraria La Molina, 1997.

    5 Cepes. Estudio de metodologa de mrge-nes de comercializacin y su aplicacin en7 cadenas productivas. Lima, 2010.

    6 El Minagri recoge informacin de los re- portes diarios de EMMSA..

    7 Javier Escobal y Vctor Agreda. Anlisis dela competitividad y la eficiencia en el mer-cado mayorista de productos agropecua-rios en Lima. GRADE, julio de 1997..

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    R e c i e n t e m e n t e , e l G o b i e r n ocentral anunci una inversin deS/.650 millones para implementarcuatro proyectos de irrigacin enIca, con la participacin de unaempresa privada, bajo el modelo deuna asociacin pblico-privada: larepresa del Tambo, el canal Ingahua-si (que recolectara ms agua deHuancavelica para llevarla a Ica),los excedentes del Villo Pisco y elcanal de Lanchas. A primera vista,esta noticia parece positiva, pero hagenerado protestas en Huancaveli-ca y entre los pequeos agriculto-res del valle de Pisco (Ica), pues lainversin estara destinada a se-guir sosteniendo el potencial agro-exportador de Ica, segn expres

    Ms subsidios para la agroexportacin

    Ms conflictos por el agua? Nelly Rivera1

    el ministro de Agricultura, JuanManuel Benites. Eso suena bien,pero los agricultores familiares ylas comunidades campesinas, enIca y Huancavelica, acaso no de-beran ser la prioridad en la inver-sin estatal?

    La mayor preocupacin para mu-chos iqueos es que no se conocequines se beneficiarn en forma di-recta con la implementacin de es-tos proyectos. Gustavo Echegarayvicepresidente de la ONG Code-hica (Comisin de Derechos Huma-nos de Ica) advierte que los em-presarios exportadores, principal-mente de esprragos, sern los prin-cipales beneficiarios. Solo en elvalle de Ica, hay alrededor de 15 mil

    pequeos agricultores que no se be-neficiarn con el trasvase de agua,alert el especialista.

    Los cuatro mil agricultores orga-nizados en la junta de usuarios deldistrito de riego de Pisco han ad-vertido que no permitirn la ejecu-cin de ningn proyecto que pre-tenda llevar agua del ro Pisco ha-cia la zona de Lanchas y Villacur,donde se concentran las tierras delos agroexprotadores. Los agricul-tores exigen que primero se ejecuteel proyecto La Polvareda 2, porqueaseguran que dicha obra permitirel embalse de las aguas del ro Pis-co en poca de avenida y garantiza-r el suministro a los pequeos agri-cultores en poca de estiaje.

    Anuncian nuevos proyectos deirrigacin en Ica. Muchos pe-queos agricultores estn pre-ocupados porque no seran los principales beneficiarios.

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    Ms conflictos por el agua enel horizonte

    El anuncio de esta millonaria in-versin en proyectos de irrigacin enIca, ha provocado tambin rechazoen Huancavelica. Silvano Guerrero

    comunero de Carhuancho ad-vierte que va a recrudecer el con-flicto entre Ica y Huancavelica, por-que en estas zonas hay poblacionesque estn totalmente vinculadas y de-pendientes del recurso agua.

    El antiguo conflicto hdrico entreIca y Huancavelica es el resultado deuna larga tradicin costea que ig-nora a los habitantes de las zonas al-tas de las cuencas, en beneficio de

    los habitantes de los valles y desier-tos de la costa peruana 3, y, por loexpuesto, ahora tampoco se prestaatencin a las necesidades de lospequeos agricultores costeos enestos proyectos. Es necesario que elEstado peruano rompa con esa in-justa tradicin y se instale una mesade dilogo para llegar a acuerdos enlo que respecta a los proyectos hi-drulicos anunciados. Se deben es-

    cuchar las propuestas no solo de losagroexportadores, sino tambin delas comunidades campesinas y pe-queos agricultores de ambas regio-nes. De esta manera, se garantizaruna distribucin ms equitativa de losbeneficios de tales proyectos.

    La solucin del problema hdricode Ica pasa por una disminucin dela demanda de agua subterrnea, conuso eficiente en riego y cambio de

    cdulas de cultivo con menor con-sumo de agua, como se recomen-daba originalmente en el plan de ges-tin del acufero del valle de Ica ypampas de Villacur y Lanchas.

    Notas1 Periodista del Observatorio de Cambio Cli-

    mtico del Cepes.2 Exigirn proyecto hdrico La Polvareda

    (Correo Ica, 12 de agosto de 2014).3 Axel Dourojeanni. Trasvases de agua en el

    Per, enDebate Agrario 46. Lima: Cepes,2014.

    Estrategia Nacional deCambio Climtico 2014:

    mucho que debatirPor Beatriz Salazar 1

    El mes pasado, el Ministerio del Am-biente (Minam) puso a consulta p-blica la versin actualizada de la Es-trategia Nacional de Cambio Clim-tico (ENCC), dando un plazo deveinte das tiles para recibir losaportes de la ciudadana, el que lue-go fue ampliado por diez das ms.Este plazo tan breve sorprende si se

    contrasta con los casi tres aos queha esperado la sociedad civil para co-nocer la nueva ENCC, que vienesiendo anunciada desde 2011. Eldocumento ha sido objeto de obser-vaciones que mereceran un debatems amplio, serio y transparente,aunque tomase ms tiempo que elprevisto por el Minam.

    Una de las crticas ms generaliza-das es que la nueva ENCC no esta-blece metas ni indicadores, ni respon-sabilidades ni mecanismos de coor-dinacin entre los distintos niveles degobierno y los sectores. El Minam ar-gumenta que la ENCC pretende serun instrumento orientador para queestablezcan sus propias polticas sec-toriales o regionales frente al cambioclimtico, y que en los planes de ac-cin sectoriales y subnacionales serdonde se fijarn las metas e indica-dores. Pero este enfoque implica que

    existan capacidades establecidas yvoluntad poltica a nivel subnacionaly sectorial, las que en la actualidadson insuficientes.

    En estas circunstancias, lo mejorsera que la ENCC fijara claramentelas responsabilidades a nivel nacio-nal, subnacional y sectorial, as comolos mecanismos de articulacin en-tre los implicados. Adems, debeestablecer metas referidas al perfec-

    cionamiento, monitoreo y revisinperidica de la propia ENCC y el de-sarrollo e implementacin de las po-lticas, programas y planes sectoria-les y subnacionales. Los mecanis-mos de financiamiento tampoco es-tn claros: solo se da una lista deopciones de financiamiento (pbli-ca, privada, internacional), pero no

    se seala ningn instrumento econ-mico especialmente diseado para lagestin del cambio climtico.

    Otro cuestionamiento a la nuevaestrategia es que no determina gru-pos poblacionales, ecosistemas osectores prioritarios en los cualesconcentrar las medidas de adapta-cin y/o mitigacin. Por ejemplo, lapropuesta no prioriza ninguna lneade accin referida especficamentea la poblacin rural y a los agriculto-res, pese a que en el diagnstico sereconoce que particularmente, debetenerse en cuenta la alta vulnerabili-dad de las poblaciones ms pobresy los grupos en riesgo, como lospueblos indgenas y poblaciones ru-rales en general.

    Existen muchos otros puntos dela ENCC que merecen debatirse sinapresuramientos. Como mencionanel Grupo COP 20 y la Plataforma

    para el Ordenamiento Territorial, enun pronunciamiento conjunto, esnecesario asegurar que la ENCCresponda a las necesidades reales denuestro pas, sobre todo de los gru-pos ms vulnerables, como los pue-blos indgenas, los campesinos, lasmujeres y la poblacin en extremapobreza, aunque el proceso tomems tiempo que el previsto por elMinam.

    1 Coordinadora del Observatorio de Cambio Climtico.

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    Entrevista a Lorenzo Castillo, gerente de la Junta Nacional del Caf

    Nuestra preocupacin es que el Provraempersista en la exclusin de las cooperativas.

    Carla Caldern-Urquizo1

    proceso organizativo del Provraem y, almismo tiempo, las preocupaciones de losproductores de caf y cacao en la zona.Saludamos la iniciativa del gobierno,pero tambin sealamos que se trata deuna medida incompleta porque no sedefine claramente la forma de incorporara los productores organizados duranteel proceso de consulta e implementacindel programa. Lamentamos que durantela preparacin del proyecto, los funcio-

    narios y la alta direccin del Ministeriode Agricultura y Riego (Minagri) no ha-yan tomado en cuenta las experiencias,de ms de treinta aos, que han desarro-llado las cooperativas agrarias cafetale-ras, como Quinacho, Pangoa y Masama-ri, entre otras. Nuestra preocupacin esque el Provraem persista en la exclusinde las cooperativas.

    La JNC ha sostenido alguna re-unin con funcionarios del Minagripara tratar de este proyecto que el Es-

    tado piensa desarrollar en el Vraem?El Minagri ha abandonado la prcti-ca de concertacin y consulta. Se haplanteado una propuesta vertical conun proyecto que no ha sido consultadode manera adecuada con las organiza-ciones de productores. En los mbitosdel Vraem tienen que existir escenariosde concertacin entre los productoresy las autoridades. Si el Estado no tienela voluntad de escuchar las experien-cias de los productores, para evitar erro-

    res pasados, est exponindose a queel proyecto fracase.

    Cules son las principales preocu-paciones respecto a la ejecucin del pro-yecto?

    Una de sus grandes debilidades tie-ne que ver con el tejido social de losactores. Hasta el momento no est clarocmo se va a integrar a los productoresen los planes de desarrollo alternativo,con un enfoque de sostenibilidad y con-tinuidad. Para nosotros, el Provraemtendr xito en la medida en que se fo-

    mente la asociatividad empresarial de lospequeos productores, con una econo-ma a escala para los servicios y accesoal mercado. Si no est claro este proce-so y se convierte a los productoressolo en abastecedores de materia pri-ma, se consolidar un sistema de con-tinuidad de pobreza en la zona y resul-tara inviable lograr los objetivos de re-ducir la produccin de hoja de coca.

    El proyecto promueve la creacin deoficinas llamadas Centro Regional de

    Innovacin Agroempresarial (CRIA),agencias promotoras y de servicios quefacilitarn los trmites y necesidadesde los agricultores. Qu opina de estaidea?

    La creacin de estos organismos tie-ne un enfoque vertical, donde van su-puestos expertos a dar apoyo, pero sinconocer la realidad de la zona. Esto noasegura el xito del proyecto. Espere-mos que lo de los CRIA se pueda corre-gir y se incorporen espacios de concer-

    tacin. Considero que el gobierno de-bi trabajar sobre las capacidades ins-taladas de los productores; es decir, for-talecerlas y luego aplicarlas.

    Cules son las reacciones y dudasde los agricultores sobre el Provraem?

    Existe el temor de que los recursosdel programa fortalezcan los sistemasproductivos de la hoja de coca en lazona. No olvidemos que un reporte delUNODC/Devida 2 seala que la produc-tividad de la hoja de coca es de 3,500

    kilos por hectrea, mientras que la delcaf alcanza entre 500 y 600 kilos. Y

    Hace poco, el Consejo de Ministros aprob el Proyecto Especial delVraem (Provraem), que plantea la reconversin de la produccin

    agrcola en el valle del ro Apurmac, Ene y Mantaro, con lafinalidad de disminuir el precio de la hoja de coca y fomentar el

    desarrollo agrcola de los pobladores de la zona.

    Pero qu tan realista puede ser el Provraem? Se trabajar encoordinacin directa con los agricultores? Lorenzo Castillo,

    gerente general de la Junta Nacional del Caf (JNC), tiene varioscuestionamientos y plantea cambios al proyecto.

    LRA: Hace unas semanas, el Consejode Ministros aprob la propuesta decrear el Provraem. Cul es la posi-cin de la JNC respecto a este proyectode las autoridades?

    Lorenzo Castillo: En la Junta Nacio-nal del Caf (JNC) hemos analizado el

    Lorenzo Castillo, gerente general de la Junta Nacional del Caf (JNC)

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    Mitigacin de la con- taminacin local y cambio climtico en Amrica Latina y el Caribe: costos y si- nergias . Clerc, Ja-ques y Manuel Daz.Lima: Banco Intera-mericano de Desarro-llo (BID), 2014.

    Los desafos del cambioclimtico se han traduci-do en compromisos demitigacin por parte delas naciones. Cada pasexamina qu tipo de ac-ciones realizar con elpropsito de reducir las emisiones de gases de efecto in-vernadero (GEI). El objetivo del estudio es analizar las si-nergias de las iniciativas de mitigacin ambiental en la prc-tica, y destacar que los principales beneficios locales que

    pueden obtenerse de laaplicacin de medidas de

    mitigacin son efectos en lasalud y la agricultura.El texto puede descargarsede .

    Agricultura familiar en Amrica Latina y el Ca- ribe: recomendaciones de poltica . Salcedo,Salomn y Lya Guzmn.Santiago de Chile: Orga-nizacin de las Nacio-nes Unidas para la Ali-mentacin y la Agricul-tura (FAO), 2014.

    El libro sistematiza experiencias y lecciones para contribuiral dilogo y formulacin de polticas pblicas orientadas alos retos que enfrentan los agricultores familiares, resca-tando las experiencias y proyectos de fortalecimiento de lagestin de sus organizaciones, la intensificacin sosteni-ble de su produccin, el acceso a los mercados, as comola institucionalidad y las polticas. La publicacin invita a loslectores a profundizar en la realidad de los agricultores fa-miliares y la forma en que los productores ganaderos, agr-colas, silvcolas, acucolas y de pesca artesanal se relacio-nan con la seguridad alimentaria de la regin.Texto descargable desde .

    Cambio climtico, polticas ambientales y regme- nes de proteccin social. Visiones para Amrica Latina . Lo Vuolo, Rubn. Santiago de Chile: Comi-sin Econmica para Amrica Latina y el Caribe(Cepal), 2014.El trabajo ofrece algunas re-flexiones sobre la articula-cin entre cambio climtico,crecimiento econmico y po-ltica social. Existen sobra-

    das evidencias para probarque los actuales regmenesde crecimiento econmicogeneran, cada vez ms, ma-yores costos ambientales,con emisiones de gases deefecto invernadero. Algunosde los temas abordados enla publicacin son los efec-tos de la transicin hacia unaeconoma ms verde, los efectos distributivos del cambioclimtico y la necesidad de una integracin de las polti-cas que aborden en conjunto las decisiones ambientales,econmicas y sociales.El texto puede descargarse de .

    licaciones publicaciones publicaciones publicaciones publicaciones publicaci

    los ingresos econmicos de una hec-trea de hoja de coca son de U$10 mil,mientras que en el caso del caf no sellega a los mil dlares. Los producto-res del Vraem tienen la expectativa derecibir apoyo; sin embargo, el temaes cmo ser ese apoyo y en qu va a

    consistir! Por ello, resulta clave tra-bajar sobre la asociatividad y desa-rrollar capacidades y competencias enlos grupos de productores organiza-dos.

    Si en la actualidad el caf es much-simo menos rentable que la hoja de coca,cmo se lograr cumplir el objetivodel gobierno con el Provraem?

    En esos mbitos no hay cultivo ren-table si no es el de la hoja de coca; la-mentablemente, no hay otros produc-

    tos que generen ingresos sostenibles.Por eso, se necesita contar con un en-foque diversificado y dar valor agrega-do a la produccin agraria del caf, elcacao, la madera, etc.; instalar progra-mas en la zona que permitan formar re-cursos humanos y mejorar las capaci-

    dades; otorgar un capital de inversin atasas de inters menores al 5% y crearinstrumentos de financiamiento propios;y, finalmente, articular a los producto-res con el mercado a partir de una pro-duccin de calidad.

    En aos anteriores, los diferentesgobiernos de turno han elaborado pro-gramas similares al Provraem, perofracasaron o quedaron olvidados. Porqu razn no funcionaron dichos pro-yectos en el Vraem?

    Son ms de veinte de aos de diver-sas iniciativas para el desarrollo alterna-tivo. Gran parte del fracaso se debe a quefueron verticales y no tomaron en cuen-ta a los actores. Por otro lado, fueron ini-ciativas temporales y focalizadas. No seempoder empresarial ni tcnicamente a

    los productores. Ese desfase origin queno se logren resultados y se hayan des-perdiciado los fondos de la cooperacininternacional y del Estado.

    Notas1 Periodista deLa Revista Agraria y del Ce-

    pes.2 Oficina de las Naciones Unidas contra la

    Droga y el Delito (UNODC)/ Comisin Na-cional para el Desarrollo y Vida sin Drogas(Devida). Per. Monitoreo de cultivos decoca . Junio de 2014.

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