Upload
others
View
15
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
LA SABIDURÍA DIVINA
Angeles Cornejo Lujan
Al entender las Enseñanzas Divinas del mismo Hijo de Dios,
lograrás ser feliz. Yo sé que también TÚ puedes ser feliz.
HOY:
Es el momento perfecto para que dejes de sufrir.
Es el momento perfecto para que seas feliz.
Es el momento perfecto para aprender que existe una forma de
vivir dignamente.
Es el momento perfecto para obtener lo que tanto pides a Dios.
Es el momento perfecto para cambiar tu vida.
Es el momento perfecto para aprender las Divinas Enseñanzas.
Es el momento perfecto para ser amado.
Es el momento perfecto para encontrar la paz.
Es el momento perfecto para encontrar las respuestas que
siempre has buscado.
Es el momento perfecto para conocer al verdadero Amor.
Es el momento perfecto para recibir amor.
Es el momento perfecto para entender todo lo que no te
enseñaron en tu vida.
Es el momento perfecto para aprender.
Que en este tu aprendizaje, veas a la luz, encuentres el camino a
casa, entiendas a la vida, entiendas a la verdad y te llenes de
Amor.
Prologo
Lo que vivimos en el presente, se debe a muchísimos factores. Las creencias familiares, las tradiciones, la cultura y la falta de conocimiento que no recibimos desde nuestra infancia o que no hemos aprendido son causas que, aunque no sean todas directas, evitan que vivamos la vida que sí queremos vivir.
Llega el momento en el cual uno se da cuenta de que hay personas en nuestra comunidad o en nuestra sociedad que parecen tener su vida en control; todo les sale bien, logran sus sueños, son prósperos, triunfadores y se ve que viven muy bien. Pareciera que nada los detiene y que nada les aflige. Pareciera que nacieron con estrella.
Por otro lado, sabiendo que hay personas triunfadoras, llega esa inquietud de saber cómo es que unos logran avanzar en la vida y por qué otros no. Nacen muchas preguntas porque se está cansado de vivir en situaciones dañinas y se está cansado de que lo que se quiere para la vida, no se tiene. Se está cansado de intentar y no lograr los resultados que se quieren. Se está cansado de sufrir y de ver pasar a los años y se está cansado de seguir igual o peor.
Es aquí, cuando llega el momento preciso de saber “el cómo” se pueden lograr los sueños y “el cómo” lograr la vida deseada para uno mismo.
Sabes que quieres otra vida mejor para ti y sabes que llegó el momento para aprender de las grandes enseñanzas para poder avanzar con sabiduría e inteligencia divina.
Las consecuencias de la inocencia, la ignorancia, la frustración, el amor, la tristeza, la desesperación, la impotencia, las enfermedades, el dolor, la pobreza, la soledad y la amargura solo son unas de las tantas fases por las cuales, un ser humano se ve obligado a cambiar; pero se debe aprender a cambiar para un bien integro.
En este libro, te enseño a transformar tu vida de una manera que proviene del verdadero Amor, a cómo llegar a ser realmente feliz y a vivir feliz. Te entrego con amor, todas las herramientas que necesitas para realmente vivir una vida digna.
No necesitas vivir llevando una vida de carga sobre tus hombros; necesitas liberarte de todo lo que te daña. Tampoco debes de vivir la vida que te toco vivir ni mucho menos aceptar que algo es tu cruz; necesitas cambiar internamente para ver buenos resultados en tu vida. Paso a paso; te enseño lo que solo pocos saben y entienden. Solo te pido que te abras al cambio. Confía.
Bienvenido.
Dedicatoria
A ti, que estás leyendo éste libro, te dedico éste libro que
está escrito con amor porque eres tan importante que es
por eso que ha llegado a tus manos.
A ti que quieres lograr tu felicidad y que quieres avanzar en
la vida con sabiduría divina, te dedico éste libro.
Para ti que tienes el coraje y el valor de cambiar, éste libro
también es para ti.
Para todos y todas las personas que sufren y que sueñan
con otra vida mejor, éste es su libro.
Para ti, que sientes que Dios no te escucha, también éste
libro es para ti.
Por último, dedico éste libro a todas las personas que no
saben de lo que hablo porque no tuvieron la dicha de ser
instruidos en la vida y para quienes apenas están iniciando
su transformación.
Agradezco infinitamente a Dios Padre Santo, Majestuosidad
Divina, agradezco a mi Jesucristo Dios Hijo Amado y
agradezco al Espíritu Santo Bendito por vivir en mí.
Gracias.
Contenido Capítulo 1 ...........................................................................................................................................1
Conocer lo que otros ya saben. ......................................................................................................1
¡Tu vida cambiará a medida que tú creas que cambiará! ...............................................................2
Todos somos iguales. .....................................................................................................................5
Volver a empezar. ..........................................................................................................................8
Inseguridades Internas .................................................................................................................12
Capítulo 2 .........................................................................................................................................21
Tus creencias ................................................................................................................................21
Cuando crees que Dios Padre Santo no te escucha. .....................................................................33
Soltando el pasado .......................................................................................................................38
La fuerza de tus pensamientos. ....................................................................................................43
Cuidando lo que pedimos, sentimos y damos. .............................................................................46
Capítulo 3 .........................................................................................................................................55
¿Cómo transformarse? .................................................................................................................55
Creando la atmosfera del recibimiento. .......................................................................................58
Amarse a uno mismo. ...................................................................................................................62
Capítulo 4 .........................................................................................................................................72
Valorarse a sí mismo y valorar a los demás. .................................................................................72
La Autoestima ..............................................................................................................................76
La acción .......................................................................................................................................83
El agradecimiento.........................................................................................................................85
Amar a tu prójimo. .......................................................................................................................88
Capítulo 5 .......................................................................................................................................101
Leyes de la vida de Dios Padre Santo. ........................................................................................101
Dios siempre nos escucha. .........................................................................................................109
Capítulo 6 .......................................................................................................................................111
La humildad ................................................................................................................................111
Reconociendo la verdad .............................................................................................................116
Capítulo 7 .......................................................................................................................................119
Sanando las heridas....................................................................................................................119
El miedo .....................................................................................................................................134
Capítulo 8 .......................................................................................................................................142
¡Pide y Avívate! ..........................................................................................................................142
Capítulo 9 .......................................................................................................................................148
¡Da y Alégrate! ...........................................................................................................................148
La Oración. .................................................................................................................................151
Capítulo 10 .....................................................................................................................................153
El Aprendizaje Divino..................................................................................................................153
1
Capítulo 1
Conocer lo que otros ya saben.
Primero quiero decirte que eres importante, tan importante que todo lo que
tú quieras, tú lo tendrás a medida que tú cambies y a medida que tú creas.
Después mira a tu alrededor y observa con detenimiento como otros tienen
una vida plena y feliz y entonces date cuenta que hay personas que sí han
logrado sus sueños porque sí saben cómo funciona la vida. Eso que vez que
otras personas han logrado, también lo puedes lograr tú. Es tu derecho, es tu
bendición y es tu libertad divina.
Te llevaré, paso a paso con amor, para que entiendas el cambio necesario
que se debe de llevar internamente y así puedas gozar de los frutos
maravillosos que son tus sueños. Tendrás la paz que necesitas, tendrás el
conocimiento divino y tendrás la felicidad que tanto deseas. Solo te pido que
confíes en el proceso y que te prepares mentalmente para entender y para
aprender.
Estoy segura de que te darás cuenta que yo menciono a Dios, a Dios Padre
Santo, a Dios Padre, a Jesucristo, al Espíritu Santo y a Cristo; esto es porque
yo sí creo en un Dios Padre Santo todopoderoso. Mi Dios Padre Santo es
amor, bondad y misericordia infinita. Mi Dios Padre Santo es creador de todo
y también es mi majestuosidad divina. Mi Dios es infinito. Mi Dios es Amor.
Esto no quiere decir que, si tú no crees en mi Dios Padre Santo, estés mal.
Recuerda que somos libres. Tenemos una libertad infinita de ideas, de
pensamientos, de sentimientos, de palabras, de actos y de creencias. Así que,
si yo menciono a mi Dios como único, fuente de vida y de amor, es lo que yo
firmemente creo. En caso de que tú no creas en mi Dios Padre Santo, solo
tienes que remplazar la palabra “Dios” por otra. Remplaza la palabra Dios;
por universo, fuerza, vibración, energías, cosmos o por cualquier otra palabra
o cosa en lo que tú creas. Aquí se trata de que tú aprendas, de que tengas fe
y creencia en un Dios, o en un universo, o en una fuerza, o en una vibración,
o en energías, o en el cosmos y en ti mismo.
Así que solo cambia las palabras que apliquen a tus creencias.
2
Para ayudarte en el proceso de tu transformación solo te pido que leas el
libro completo y te pido que leas después de cada tema las afirmaciones que
te escribí que están en este libro únicamente como ejemplo para que te
vayas orientando. Repítelas con convicción de que lo que estás diciendo,
serán tu realidad.
¡Tu vida cambiará a medida que tú creas que cambiará!
¡Nació en cuna de oro! Seguramente has escuchado tan célebre frase y tal
vez te suene algo trillado. No obstante, no nos enseñan a cómo lograr esa
vida. Uno solo escucha a los demás y vemos como unos avanzan en la vida y
pareciera que fueran genios o prodigios que nada les impide lograr su
crecimiento y pareciera que no existe cosa alguna que estanque o retrase su
éxito. Parecieran que nunca han sufrido y que nada los detiene y pareciera
que todas las oportunidades les cayeran del cielo.
Después vemos a los otros quienes no avanzan, no progresan, no triunfan, no
tienen y no cambian. Son infelices, parece que van cargando algo tan pesado
en su vida que les impide avanzar, parece que sufren mucho, y lo peor es que
no saben qué hacer ni cómo cambiar la situación que están viviendo, ni
tampoco saben cómo cambiar su vida a algo mejor.
Habrá quienes se preguntarán si en verdad alguien nació en cuna de oro. Tal
vez sean los que nacieron dentro de un entorno en donde nunca hubo
carencias, y viven o vivieron sin responsabilidades desde una muy temprana
edad, los que no tuvieron que luchar por un lugar en la escuela, los que no
llevaban los zapatos rotos a la escuela o simplemente los que han tenido
todas las oportunidades. Parece que todo en la vida se les ha dado en charola
de plata.
Con lo dicho; no estoy etiquetando a nadie ni mucho menos estoy menos
valorando los logros, el trabajo y los esfuerzos de los que sí avanzan,
progresan y trascienden. Todo lo contrario; solo enseño al que no sabe cómo
vivir la vida digna que merecen, una vida que buscan y que tanto quieren
para ellos.
3
Esto es solo el plasmar los diferentes puntos de vista de ambos lados de la
moneda por el simple hecho de que parece injusto que unos puedan avanzar
exitosamente y otros no.
Ahora toquemos los puntos más importantes de ésta cuestión, el “por qué”.
¿Por qué unos tienen mucho y otros no? ¿Por qué unos avanzan y por qué
otros no? ¿Qué se necesita para triunfar; aparte de intentar y ser constante y
determinado?
Los que ya triunfaron, ya saben la respuesta, y se ve en sus frutos, pero hay
muchos quienes están tratando de triunfar y aún no saben cómo. Y por otro
lado están los resignados a la vida que les tocó vivir.
Si bien, es cierto que para algunos las cosas son fáciles y simples, para otros
las cosas son turbias, dolorosas, difíciles y hasta según ellos casi imposibles
de cambiar.
Hagamos una distinción entre las personas que logran sus sueños y las
personas que quisieran vivir sus sueños y las resignadas a vivir así porque
creen que así les tocó vivir. Analicemos a cada grupo de personas para
entender:
Por un lado; vemos a un hombre que avanza exitosamente, está lleno de
vida, es prospero e inteligente. Conduce un gran automóvil, y tiene un gran
empleo con un salario que cubre todas sus necesidades y que le permite
ahorrar, pasear y comprar cosas que la mayoría no puede comprarse. ¿Cómo
lo logró?
¿Qué estilo de vida tuvo desde su infancia? La mayoría de éstas personas se
cree que siempre tuvieron todo, pero no siempre es así. Se cree que tuvieron
una familia amorosa, prospera, un hogar digno y que fueron a las mejores
escuelas. Estudiaron, se graduaron y consiguieron un excelente empleo. Su
futuro se ve genial y lo más probable es que con el tiempo sus hijos también
tendrán ese gran futuro. ¡Qué hermosa vida llevan! Vemos que son felices y
exitosos. Parece que no conocen lo que es el sufrimiento ni el sacrificio.
Después veamos a otros que también avanzan y triunfan pero que provienen
de un hogar humilde. Estas son personas fuertes, valientes, determinadas,
inteligentes y exitosas también. Las diferencias entre los anteriores y éstos
4
son que, para estos, nada fue fácil de lograr. Tal vez papá o mamá no se
compraban zapatos para poderle comprar un libro. Tal vez el dinero no les
alcanzaba o tal vez solo la iban pasando. Lo genial es que éstas personas lo
lograron y están allí arriba con los exitosos, con los que avanzan; solo que
algunos con un desgaste físico, emocional y mental. Desafortunadamente, las
consecuencias o el precio a pagar para algunos que vienen de abajo y logran
trascender, será en la mayoría de los casos muy alto, pagando con su propia
salud y desgaste, y el futuro de sus hijos tal vez sea genial o no.
Por otro lado, tenemos a los que no avanzan o a los que casi no avanzan.
Siguen sobreviviendo, más no viviendo. Viven dentro de un entorno donde
hay desgaste emocional, desgaste físico, y degaste mental y en muchos casos
también hay violencia. Siguen luchando para tener una vida digna, aunque no
saben cómo lograrlo. Intentan e intentan, pero parece que solo encuentran
muro tras muro, que los denigran como seres humanos. Estos individuos
también provienen de un hogar humilde y tal vez también provengan de
padres que tampoco tuvieron una gran preparación. Entonces; si en casa no
alcanza para comer sanamente, si no hay para comprar zapatos, si no hay
para pagar estudios y si no hay para comprar el gas cuando se termina, los
resultados parecieran que fueran patrones a seguir. Pobreza, dolor,
enfermedad, carencia y la impotencia se plasman como uniformes adheridos
a la piel de estas personas. Luchan, trabajan, se desgastan y su futuro es
temeroso para muchos. No encuentran salida y estos trajes de pobreza,
dolor, enfermedad, carencia e impotencia parecen ser indestructibles e
imponentes que atraen como imanes a más pobreza, a más dolor, a más
enfermedad y más carencia y a más impotencia. Por más que la persona
trabaja y trabaja, no logra salir adelante. Reciben un aumento anual de una
“burla” y el costo de vida los consume por completo. Van al día, no hay, no
alcanza, está difícil, etc. Lo peor que hacen estas personas es que justifican la
vida que viven. Dicen que ese fue su destino, que así les tocó vivir o que esa
es su cruz, o peor, aún dicen que se viene a este mundo solo a sufrir.
Ya que vimos las diferencias entre los que avanzan y consiguen realizar sus
sueños, entre los que avanzan y consiguen realizar sus sueños, pero a costa
de su salud, y entre los que se quedan atrás siendo infelices; podemos
nosotros mismos decidir si pertenecemos o no dentro de un grupo.
5
Recuerda que solo estamos separando situaciones reales porque no
etiquetamos a nadie, se trata de incorporar a los más necesitados de
conocimiento a un mundo equitativo, justo y lleno de amor.
Todos somos iguales y aquí, no se trata de compararnos con otras personas.
Se trata de entender que todos podemos lograr nuestros sueños. Se trata de
que, aunque creas que vengas de abajo; también avances con sabiduría
divina, pero sin un desgaste que te consuma. Así que piensa que tú también
tendrás la vida que quieres porque tienes la misma capacidad que otros
tienen de aprender que es la misma capacidad para cambiar y obtener la vida
que quieres.
Afirmaciones:
Yo tengo los mismos derechos que los demás.
Yo aprendo rápido.
Yo me preparo para avanzar con sabiduría.
Todos somos iguales.
Todos somos iguales; seres humanos con los mismos rasgos físicos e
inteligencia. No discriminamos a nadie ni etiquetamos a nadie.
No se trata de que un ser humano descalifique a otro, ni de que uno se sienta
más importante que otro y ni mucho menos de que denigremos a alguien. Lo
importante aquí es lograr quitar los muros que detienen al crecimiento y al
avance del ser humano.
Tampoco juzgamos a nadie. ¿Con qué derecho podríamos hacerlo? No
podemos juzgar a nadie porque simplemente no estamos en la situación del
otro ni hemos vivido o pasado por lo que otro ser humano ha vivido.
Jesucristo dijo que con la vara que midas, serás medido. Somos iguales y a la
vez, en el otro extremo, tan diferentes y así es como debemos de aceptarnos.
6
Así que, no solo debemos de desear lo mejor para nosotros, sino que
también debemos de desear lo mejor para nuestro semejante y aquí también
se trata de que entendamos el por qué debemos también ayudarnos unos a
otros dentro de nuestras posibilidades.
El ser humano es tan complejo como lo desconocido. Cada uno cuenta con
diferentes habilidades, conocimientos, aptitudes, cualidades, creencias,
pensamientos y sentimientos, pero todos tenemos la capacidad de aprender
lo bueno; y eso es lo más importante.
Cuando estamos dispuestos a aprender cosas nuevas, trascendemos.
Cuando estamos dispuestos a aprender de nuestros errores, trascendemos.
Cuando estamos dispuestos a aprender de los errores de otros,
trascendemos.
Cuando estamos dispuestos a aprender de los triunfos de otros,
trascendemos.
Cuando estamos dispuestos a intentar, trascendemos.
Cuando estamos dispuestos a luchar por una causa justa, trascendemos.
Cuando elegimos continuar, a pesar de las dificultades, trascendemos.
Cuando decidimos emprender acción, trascendemos.
Cuando buscamos, encontramos.
Cuando trabajamos, triunfamos con las herramientas de la Sabiduría Divina.
Cuando decidimos dejar patrones no beneficiosos de comportamiento y
creencias erróneas, avanzamos.
Dicho lo anterior, debemos retomar la pregunta inicial del porque unos
avanzan y otros no. La respuesta es basta en contenido ya que abarca
muchos aspectos de la vida del ser humano. Iniciemos con la necedad del ser
humano. Sí, el ser humano tiene muchas cualidades, pero también cuenta
con demasiadas fallas.
La necedad del ser humano de continuar haciendo lo mismo mil veces y
obteniendo los mismos resultados, es una de las causas de su estancamiento.
7
Pongámoslo en palabras simples e imagina que estás frente a un muro de 20
metros de altura y volteas a verlo. Mil veces tratando de encontrar como
cruzarlo porque en tu interior inteligente, sabes que hay cosas mejores del
otro lado de ese muro. Intentas una, dos, tres, cuatro y mil veces más trepar
el muro para vivir una vida plena pero no puedes. Lo vuelves a intentar por
mil y una vez, pero el muro sigue fuerte y firme. Aun sigues intentando cruzar
y llega el momento peligroso llamado “cansancio”. Entonces te encuentras
ante la crítica situación de seguir intentando cruzar el muro o de rendirte.
Pues es lo mismo, no te estoy pidiendo que te rindas. Te estoy pidiendo que
continúes hasta que lo logres, pero de otras formas. Te estoy pidiendo que
abras los ojos, que analices y que uses otros conocimientos y otras
herramientas que son divinas para conseguir cruzar el muro. Te estoy
pidiendo que sigas por el camino de verdad, por el camino de vida y por el
camino de amor. Así que nunca olvides que eres inteligente y como ser
inteligente que eres, tú sabes que puedes aprender fácilmente y sabes que
puedes lograrlo. Así que no te rindas. Solo necesitas hacer cambios para
avanzar.
Si tú estás dispuesto a cambiar, a transformarte, a cambiar tu patrón de
antiguas creencias, a cambiar de pensamiento, a cambiar tus sentimientos, a
cambiar de palabras, a creer y a tomar acción; estás listo para avanzar y para
ver tus sueños realizados.
Afirmaciones:
Yo renazco con el nuevo conocimiento que adquiero.
Yo trasciendo.
Yo soy constante.
Yo sé lo que quiero.
Yo sigo intentando, pero con inteligencia y sabiduría divina.
Yo continúo hacia adelante siempre con la ayuda de Dios Padre Santo.
Yo avanzo con sabiduría divina.
8
Volver a empezar.
Para lograr los objetivos, hay veces que debemos empezar desde el punto
cero. Esto quiere decir que tenemos que abrazar al cambio como propio y
también esto quiere decir que regresamos a nuestros orígenes. Recuerda que
estás hecho de átomos y que por dentro todo ser está siempre cambiando. Si
tus células pueden cambiar, con mayor razón sabes que también tú puedes
cambiar. También debes de recordar que tú eres valiente y fuerte; si no fuese
así, no estarías aquí en el presente. No tiene sentido temerle al cambio
porque con el cambio vienen cosas nuevas y mejores. Mentaliza que vas a
tener buenos resultados con cada cambio bueno que hagas en tu vida. Educa
a tu mente para ésta que sea positiva siempre. En cada pensamiento que
tengas sobre cualquier cosa, piensa en positivo. Por ejemplo, si vas a la
tienda a traer varias cosas, antes de salir de casa para ir a comprarlas, piensa,
“Dios Padre Santo siempre me da en abundancia para que yo compre todo lo
que yo necesito y yo le agradezco” en vez de pensar que vas a traer solo lo
que te alcance comprar.
Cada vez que tengas un pensamiento negativo, instantáneamente cámbialo a
positivo. Cuando te veas al espejo, no pienses, “¡Que gordo estoy!”, cambia
tus pensamientos por otra frase como, “Dios me dio un cuerpo hermoso que
funciona perfectamente”.
Cambia tus pensamientos porque aún se pueden cambiar, aún no se
materializan porque aún no has llegado a creer que esos pensamientos son
verdad. Así que, aunque lleguemos a pensar en negativo, aún podemos
cambiar los pensamientos a positivo. Te doy otros ejemplos.
En vez de pensar o decir, “que pesado es mi trabajo”, piensa y di, “Gracias a
Dios, tengo un trabajo digno y fácil”.
En vez de pensar o decir, “nunca me alcanza el dinero”, piensa y di, “Gracias
a Dios tengo en abundancia”.
En vez de pensar o decir, “nunca me sale nada bien”, piensa y di, “Gracias a
Dios mis decisiones son siempre las mejores”.
9
En vez de pensar o decir, “que calor hace, me rostizo en esta casa”, piensa y
di, “Gracias a Dios, yo vivo en mi casa perfecta”.
En vez de pensar o decir, “nadie me ayuda con las labores de casa”, piensa y
di, “Gracias a Dios, todos colaboramos para tener limpia nuestra casa”.
En vez de pensar o decir, “me siento sola”, piensa y di, “Yo siempre estoy
rodeada por personas que me aman y Dios Padre Santo me ama”.
En vez de pensar o decir, “no me alcanza el tiempo para hacer tanta cosa”,
piensa y di, “Gracias a Dios, yo todo lo puedo hacer fácilmente y tengo
tiempo para todo lo que yo quiero hacer”.
En vez de pensar o decir, “mi familia no me entiende”, piensa y di, “Gracias a
Dios tengo una familia amorosa que me entiende, me apoya y me ama”.
A eso me refiero cuando te digo que debes de cambiar y mantener tus
pensamientos, palabras y sentimientos positivos. A algunas personas, les
toma más tiempo que a otros el ser positivo porque cada ser es diferente,
pero solo recuerda que estás aprendiendo a remplazar lo negativo por
positivo. Solo sigue cambiando tus pensamientos, tus expresiones y tus
palabras hasta que el ser positivo, se convierta en un hábito. Trabaja mucho
en ello hasta que te acostumbres a solo decir, sentir y pensar en positivo.
Veamos algunos ejemplos del positivismo y algunos del negativismo para que
quede más claro lo que abarca uno y el otro:
Positivismo = alegría, sonrisa, alta autoestima, perdón, prosperidad, amor,
amistad, éxito, fuerza, honor, humildad, compartir, inteligencia, sabiduría,
triunfo, fe, servir, paz, abundancia, felicidad, salud…
Negativismo = tristeza, gesto, baja autoestima, rencor, pobreza, odio,
enemistad, fracaso, debilidad, soberbia, egocentrismo, ignorancia, fracaso,
incredulidad, guerra, escasez, sufrimiento, enfermedad…
Imagínate que existe una línea que está dividida en dos y en un extremo está
todo lo positivo y en el otro extremo todo lo negativo y tú tienes la libertad
de elegir si te vas al lado positivo o al lado negativo. Es tu derecho el decidir a
qué extremo irte porque es tu vida y es tu libertad de lo que estamos
hablando.
10
Así que este libro se trata de eso; de enseñarte a que, del otro lado del dolor,
del otro lado de la tristeza, del otro lado de la pobreza y que del todo lo
demás negativo, existe otro lado que es positivo y que en este lado es donde
está la prosperidad, el amor, la felicidad, la abundancia, el triunfo, la
inteligencia, la sabiduría, la libertad y todas las demás cosas buenas. Se trata
de que aprendas a cómo hacer una transformación interna que te permita
irte al lado positivo, y se trata de que aprendas que en este lado positivo está
Dios padre Santo esperándote.
Jesucristo nos enseñó esto de la siguiente manera, “conoceréis la verdad, y la
verdad os hará libres”.
Entonces, si Jesucristo quiere que aprendas y conozcas la verdad de cómo
funciona la vida y te está diciendo que puedes aprender, es porque tú tienes
esa facultad e inteligencia para hacer los cambios que necesites hacer en tu
vida. Él quiere que tú seas libre en todos los sentidos y que vivas con amor.
También, Jesucristo nos enseñó que no debemos temer, “Así que no temas,
porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te
fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa”.
Entonces confía en Dios Padre Santo, que es él el que te dará las fuerzas para
cambiar, que es él quien te ayudará a cambiar pensamientos negativos a
positivos. Confía que Dios Padre Santo te dará la vida que quieres porque él
está contigo y él te ama. Confía en el bendito cambio porque fuiste creado
para cambiar. Tu cuerpo es cambio, tu sangre se remplaza con sangre más
limpia en todo momento y sigues vivo. Entonces confía en que puedes
cambiar.
¿Entonces, qué es el cambio? ¡TODO!
Todo es cambio. Todo se transforma; el tiempo, el clima, las células de tu
cuerpo, las nubes, los planetas, las acciones y todo lo demás que puedas
nombrar y todo lo que tú no ves que cambia, es cambio. Se está en éste
preciso momento, transformando tu mentalidad. Así mencionaras una roca;
ésta también sufre transformación ya sea por los años, los deslaves o por
algunos otros agentes en su entorno.
11
Diario sale el sol, con su hermoso resplandor, con un brillo luminoso,
radiante, imponente, penetrante, cálido y fuerte. El viento fluye, viaja,
zumba, se mueve fuerte o lento, pero se mueve y se transforma. Aunque
contaminamos al aire con nuestras acciones; se transforma milagrosamente y
vuelve a ser oxigeno limpio. ¡Qué maravillosa acción y transformación que es
cambio!
Entonces si tú fuiste creado por Dios Padre Santo, y él te creo con la
capacidad de cambiar y de transformarte, debes de ser valiente y seguir en el
proceso del cambio. Si dentro de ti, tu cuerpo se transforma al renovar tus
células deterioradas por células nuevas y si tu piel se regenera al sufrir alguna
herida, es claro que naciste con los dones de la transformación y del cambio.
Esto significa que debes de confiar en el cambio, porque será bueno y
natural.
Ahora, ya sabes que tus pensamientos y creencias antiguas también se
pueden cambiar o transformar y que como te vas a renovar, solo bueno te
puede suceder. Confía en que mi Padre Dios Santo te dio el poder del
cambio, y que, si Dios ya te dio ese poder, de ti, y solo de ti depende cambiar.
Es el volver a empezar.
Recuerda que todos en el mundo, en algún momento de nuestra vida,
tuvimos que aprender lo que te estoy enseñando y compartiendo. Yo no nací
sabiéndolo, pero aprendí por la gracia de Dios. Todos podemos aprender y
eso te incluye a ti. Confía en la grandeza de mi Dios Padre Santo y aprende,
para que inicies tu nueva vida, que será buena.
Porque está escrito, “Porque yo soy el señor, tu Dios, que sostiene tu mano
derecha; yo soy quien te dice: No temas, yo te ayudaré.” Y también tenemos
la siguiente afirmación en la biblia, “Yo te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y
valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te
acompañará dondequiera que vayas.” Entonces, confía en tu cambio porque
estarás a salvo.
Afirmaciones:
Yo soy cambio porque fui creada para el cambio por mi Dios Padre Santo.
12
Mis cambios son siempre positivos.
Yo soy cambio porque soy parte de un todo que cambia y se transforma.
Yo empiezo de nuevo.
Yo aprendo fácilmente.
Dios Padre Santo me sostiene en mi cambio.
Dios Padre me ayuda a cambiar.
Dios Padre Santo me da la fuerza para cambiar.
Dios Padre Santo me da la valentía necesaria para cambiar.
Yo confió en mi Dios Padre Santo.
Yo persevero porque mi Dios Padre Santo así me enseñó a través de su hijo
Jesucristo.
Dios Padre Santo siempre está conmigo.
Padre Dios Santo, pongo en ti mi confianza y mi cambio interno. Amén.
Inseguridades Internas
El ser humano también experimenta inseguridades y el resultado es el miedo
a la acción. Normalmente el ser humano que es considerado terco y
testarudo, no acepta cambios en su entorno familiar, laboral o personal.
Traumas no superados, experiencias dañinas de su niñez, el sentimiento de
inferioridad, el dolor no superado y la incertidumbre del futuro son solo
algunas de las causas que provocan el tener miedo. Hay quienes tienen
miedo a perder lo poco o mucho que ya han logrado y entonces no aceptan
al cambio.
13
Cuando se vive con miedo, es como vivir y no vivir a la vez. El miedo atrapa,
reviste, congela, paraliza, estresa, baja la autoestima e impide que la persona
cambie o avance. Estás personas que viven con miedo al cambio, sufren
porque ven que la vida pasa, y ellos siguen igual. Se sienten incomprendidos
y solos. Se sienten víctimas de la vida. Solo pareciera que trabajan para vivir
cuando debería de ser, vivir para disfrutar los frutos de su trabajo. Son
personas que por miedo dejan pasar oportunidades y algunas veces viven en
el quejar de cada día. Lo peor es que entre más se resisten al cambio
positivo, más amargados están. No solo viven frustrados y amargados, sino
que también afectan a sus seres queridos, lo cual significa la desunión
familiar, la incomprensión y sufrimiento de todo un grupo. Los diagnostican
con depresión, con ansiedad o se llenan de rencor porque sienten que todo
es injusto. Son personas que sufren mucho y algunos culpan a los demás por
su sufrimiento y también viven enfrascados en un círculo vicioso de
sufrimiento.
El círculo vicioso surge cuando un individuo con miedo, transmite sus miedos
a sus allegados y éstos miedos, a su vez crecen, y ahora estas personas
también van por la vida cargando temores que aprendieron de forma
involuntaria. Ahora éstos otros también tienen miedos, ya sea porque los
escucharon o porque los vieron tanto de sus allegados, y que
inconscientemente los adoptaron como suyos.
Si no se detiene a este círculo vicioso de ir por la vida con miedos, el ser
humano no puede avanzar. Tampoco puede aceptar el cambio por temor a lo
desconocido y a lo incierto. La inseguridad interna con la que viven, les
impide ver más allá de sus problemas. Se enfrascan en el temor, viven y no
viven porque pareciera que están atados. No sanan y no se curan. Luchan y
no consiguen lo que quieren para su vida y sueñan y no realizan sus sueños.
Hay algunas personas que sufren tanto, que llegan a decir que el soñar es un
lujo que no se pueden dar. Otros dicen que aman, pero ellos dañan a sus
seres queridos tanto, que los limitan a vivir la vida que les tocó. Sufren la
impotencia de ver pasar los años por ellos y sin haber vivido o logrado lo que
hubieran querido vivir. Se resignan y dejan de avanzar y se entristecen al ver
como no consiguen nada de lo que quieren. Solo parecen estar en el tiempo
como peces dentro de la pecera; tratando de saltar, volar, pero siguen
14
atrapados. Se sienten vacíos, frustrados, tristes y se aferran a esos sueños
que nunca realizarán porque sienten que es lo único que pueden hacer, pero
ellos no se dan cuenta de que no hay forma de que suceda lo que quieren
mientras sigan con lo mismo. Quieren que la vida retroceda y quisieran haber
tomado otras decisiones en el pasado y terminan viviendo en el pasado.
Siempre pensando en lo que pudo haber sido y no fue. Se aferran a un
pasado que ya no existe. No quieren aceptar que viven en el presente,
porque el aceptar la realidad en la que viven ahora, solo les causa dolor.
Tienen miedo al cambio por tanta inseguridad que sienten en su interior. Son
presos del miedo y se sienten incapaces de lograr sus sueños, y creen que el
próximo movimiento o acción que ellos realicen, no les traiga resultados
buenos. Tienen miedo a que, la decisión que tomen, sea la equivocada y que
ésta a su vez les provoque más dolor. Viven presos y en realidad sí sufren
mucho dentro de su mundo negativo.
Debemos de entender que, si a toda acción corresponde una reacción,
entonces a todo movimiento que una persona realice, le corresponde una
consecuencia. Buenas o malas, pero habrá un resultado. El tipo de resultado
que se obtenga, dependerá de la acción que se realice. Dicho de otro modo;
a cada pensamiento positivo, le corresponde un resultado positivo y a cada
pensamiento negativo, le corresponde un resultado negativo.
Entonces, cada vez que tú estés pensando algo; estarás teniendo un
resultado ya sea positivo o negativo, según haya sido tu pensamiento.
Tomemos por ejemplo a una persona que está inconforme con su trabajo.
Esta persona gana poco, trabaja jornadas muy largas, no tiene prestaciones y
su trabajo es muy cansado o pesado. Llega a casa malhumorado y desgastado
y con lo que gana no le alcanza para ofrecer a su familia una buena calidad de
vida. En pocas palabras, vive con el estrés y limita a su familia de gozar de
una vida digna. Hace lo que puede con lo que sabe hacer y a cambio; espera
reconocimiento, espera comprensión y cariño en casa, y no lo obtiene
tampoco. Se siente menos valorado porque parece que en ningún lugar
valoran sus esfuerzos. En el trabajo solo es visto como el fulano, el que
acepta un trabajo por necesidad, y en casa, su familia lo ve como el que no
da, como el que no ayuda, como el que no resuelve y como el que no está.
15
El estrés que carga ésta persona llega a hacer tanta que llega el momento en
el que le da igual si su familia tiene o no, si a su mujer le alcanza el dinero o
no. Le da lo mismo si hay para medicamentos o no y solo quiere que no lo
molesten. Su mujer por otro lado, recalienta lo poco que queda y hace rendir
las cosas como puede y carga con el estrés de que a los hijos les piden cosas
en la escuela, que se terminó el gas y que quien sabe si para el siguiente día
alcance lo poco que hay. Ella tendrá que talvez ayunar nuevamente para que
sus hijos desayunen lo suficiente. Ésta mujer no se puede dar el lujo de
comprarse unos zapatos dignos y cómodos ni mucho menos se puede dar el
lujo de enfermarse. Tampoco puede quejarse ni pedir más porque la bomba
de pleitos explotaría entre su esposo y ella.
Ahora bien, los hijos de esta pareja van a la escuela pública que, aunque es
gratuita, cuesta. A los hijos les piden tareas que hay que buscar o descargar
por internet. En casa no hay para pagar servicio de internet; así que la madre
tendrá que ayunar nuevamente o buscará la forma de que lo poco que tiene,
alcance. A pesar de que uno de los hijos recibe una beca monetaria por su
extraordinario desempeño, la beca tiene que ser compartida para solo poder
comer todos.
Y como nosotros no vivimos esa situación, podemos decir con justa razón que
la mujer debe de dejar el hogar y que debe de incorporarse al campo laboral.
Así ayudará a su marido y la situación económica mejorará en su hogar.
Sin embargo, no podemos olvidar que, en ciertas culturas, el machismo
predomina y, por ende, el hombre no permitirá a su mujer salir a trabajar. Así
que ésta mujer no tiene, no le alcanza, no tiene voz ni voto dentro del
matrimonio y se siente atrapada, frustrada, estresada e incomprendida. Sin
darse cuenta, está siendo víctima y no lo resuelve. Se queda allí, dentro de
una relación, a veces hasta violenta por falta de conocimiento o de recursos,
porque si ella se revela, el hombre machista le puede quitar a los hijos.
Entonces, la vida sigue y los hijos de ésta pareja crecen con miedos,
inseguridades y algunos son rebeldes porque no soportan más la pobreza en
la que han crecido.
Nuevamente sigue el círculo vicioso. El hijo que ha sufrido carencias, que ha
vivido tal vez hasta violencia, también ha aprendido los patrones de su padre.
16
Que la mujer se tiene que aguantar y que la mujer que él busque también
tendrá que aguantar cualquier situación y deberá también hacer milagros con
lo que él le pueda dar. Sin grandes oportunidades de salir a enfrentar la vida
como un ganador y sin las herramientas en mano para siquiera intentarlo, se
siente solo y buscará a una buena mujer que lo acompañe en ésta travesía
llamada vida.
¿Qué aprendió el hijo de sus padres? Aprendió a que hay que trabajar como
burro para arrimar a casa lo que alcance y que deben de hacer milagros con
lo poco que él gane de salario. Escuchó de la madre que no hay y que no
alcanza. Aprendió que la vida es dura, difícil, injusta y que para no sentirse
solo debe buscarse a una mujer parecida a su madre.
¿Qué le enseñaron en la escuela? Aprendió a defenderse, a sentirse mal al
ver que otros sí tienen y él no. Aprendió mucho lo de los libros, pero no
aprendió como usar ese conocimiento, ese conocimiento que al parecer sus
padres tampoco aprendieron ni tienen, y esto le impedirá conseguirse un
mejor futuro.
Desafortunadamente, los padres comúnmente se equivocan al pensar que a
sus hijos los están educando, orientando y haciéndolos mejores personas en
la escuela. No entienden que a la escuela “normalmente” se va a aprender
materias específicas como química, algebra entre muchas otras que el
alumno no sabe relacionar con el mundo real. La orientación para la vida y la
aplicación de los conocimientos para desenvolverse en la vida, vienen de los
padres. Los padres son los responsables de darles amor, orientación y una
alta autoestima que permita a los hijos expandir sus alas y volar hacia un
mejor futuro. Los padres también esperan que los hijos tengan un gran
empleo porque ya fueron a la escuela y el hijo a su vez siente una gran
responsabilidad porque, aunque fue a la escuela, no sabe cómo cumplir con
las expectativas de sus padres.
Continúa el círculo vicioso. Hijo lleno de miedos e inseguridades porque,
aunque fue a la escuela y estudió para pasar exámenes, lo que escuchó en
casa predominó. Demasiados años viviendo carencias. Demasiados no hay.
Demasiados es que no se puede. Demasiadas lágrimas de la madre.
Demasiadas discusiones entre los padres y demasiados miedos a la pobreza.
17
Demasiados temores al cambio y demasiada negatividad. Van por la vida con
demasiadas inseguridades para tomar las decisiones necesarias que mejoren
su vida.
Ahora bien, como dije, no somos quien para juzgar a nadie. ¿Qué crees que
hubiera pasado en esa familia si el jefe de familia hubiera cambiado de
trabajo? ¿Por qué quedarse en un trabajo que le estresa, le frustra, le agota,
le consume y que le priva de beneficios para su familia y para sí mismo?
¿Qué lo detiene? ¿Qué factores están presentes para no cambiar de empleo?
Tal vez, según él, sea la falta de conocimiento, la falta de estudios, la falta de
carácter o simplemente puede ser el miedo al cambio que impide que él y su
familia vivan mejor. Tal vez tenga miedo a admitir que él es una persona
insegura internamente. Esto quiere decir que por inseguridades internas y
por miedos internos, la persona se estanca, se limita, vive infeliz y hace a los
que le rodean también infelices.
Ahora bien, supongamos que la mujer de nuestro caso anterior sí se va a
trabajar para ayudar a su esposo. La situación económica sí puede mejorar,
pero a cambio de dejar a los hijos solos o al cuidado de terceros, lo cual
tampoco es la mejor opción al menos que ambos padres de familia estén
bien centrados y realmente no descuiden a los hijos. Lamentablemente no
siempre pasa eso y lo vemos por doquier. La mayoría de hijos se sienten
solos, se van por el mal camino, toman malas decisiones, se juntan con
quienes no deben, se deprimen o caen en vicios cuando ambos padres de
familia los descuidan por trabajar ambos. Hay resultados dañinos inevitables
cuando ambos padres por el cansancio que provoca el trabajo descuidan a
sus hijos y cuando éstos solo se limitan a proveer lo material.
Claramente podemos ver que para que los hijos estén bien, los padres
frecuentemente hacen sacrificios y que eso no debería de ser así. Esto sucede
porque los padres aún no han logrado aprender ni entender cómo funciona
la vida y porque en ellos hay inseguridades internas, mismas que irán
transmitiendo a sus hijos. Se requieren cambios positivos de pensamiento, de
sentimiento, de palabra y de acción por parte de los padres.
A veces uno quiere cambiar todo el entorno que nos rodea; queremos
cambiar a los padres, a los a los hermanos, a la pareja, a los hijos, a los
18
amigos, a los jefes, a los compañeros de trabajo y esperamos que ellos
cambien porque si cambian ellos, nuestro mundo sería casi perfecto.
Así que el primer paso es aceptar que quieres un cambio en tu vida, y eso
significa que estás dispuesto a aprender y a dejar atrás pensamientos,
sentimientos y creencias arraigadas que no te benefician en lo absoluto. Si tú
aceptas que no estás viviendo ni llevando la vida que quieres vivir; significa
que sí quieres lograr tus sueños, que sí quieres ser feliz, que sí quieres tener
paz, éxito, prosperidad y salud, que sí quieres sentirte libre de dolor y que sí
quieres sentirte amado y libre.
El segundo paso es aceptar a los demás como son, con defectos y demás
porque todo ser humano goza de una libertad y no podemos tomar
decisiones por ellos. Significa también que no podemos obligar a otros a que
cambien o a que piensen como nosotros pensamos. También significa que
cada ser humano, tiene una vida por vivir y que cada ser humano es
responsable de sus actos y es responsable de sus consecuencias. Debemos
aceptar que las demás personas, son libres de decidir del cómo pensar, del
que decir, del que sentir y debemos de aceptar que ellos también gozan de la
libertad de creencia y de acción. Podemos ayudar y a apoyar a otro ser
humano a cambiar únicamente cuando esta persona, esté dispuesto a
cambiar y cuando éste nos lo pida.
El tercer paso, es llevar acabo esa transformación en tu interior, lo cual
significa que tú y solo tú debes de cambiar para mejorar tu vida y alcanzar tus
metas. Para cambiar una situación, primero debes de cambiar tú. A medida
que tú cambies, la situación cambiará. A medida que tú cambies, las personas
que te rodean, cambiarán la forma en que se relacionen contigo. Fíjate que
importante es el entender que cuando tú cambias, los demás tendrán que
cambiar.
La pregunta es, ¿Estás dispuesto a cambiar? Recuerda siempre que tú eres
valiente y recuerda que provienes del cambio y entonces el cambio será fácil.
Debes de confiar en ti y debes de confiar en que la vida, que tú dices querer,
la obtendrás porque todo lo que tú pidas se materializará con los cambios
positivos que tú realices. Recuerda que tú también eres libre de pensar,
sentir, decir, creer y hacer lo que tú quieras. Tienes y gozas de esa
19
maravillosa libertad de decidir qué quieres atraerte a tu vida, ya sea bueno o
malo. También tú gozas o sufres de los resultados que obtendrás como
resultado de tus pensamientos, sentimientos, palabras, creencias y acciones.
Solo te pido que aceptes cambiar unas cuantas ideas a la vez. Todos podemos
cambiar porque somos capaces de pasar por una transición y somos parte de
un todo infinito cambiante de amor. Entonces remplazamos los miedos y las
inseguridades internas por la creencia de que en todo momento Dios Padre
Santo está con nosotros y que estamos a salvo en todo cambio que
realicemos en nuestras vidas. Fórmate el hábito de voltear a ver a tu mano
derecha y cada vez que veas tu mano, recuerda que Jesucristo la está
sosteniendo porque te ama y eso significa que no debes temer a los cambios
porque él está contigo.
Afirmaciones:
Yo estoy siempre a salvo.
Dios Padre Santo me ama.
La vida me ama.
Dios Padre Santo me apoya siempre.
Cada cambio positivo en mí, me acerca más a mis sueños.
Mi vida mejora con cada cambio positivo que yo hago.
Yo cambio a positivo y todo lo demás cambia positivamente.
Yo cambio a positivo y los demás cambian su relación conmigo.
Yo soy fuerte porque mi fuerza interna proviene de Dios.
Yo estoy en equilibrio.
Yo soy inteligente y uso mi inteligencia sabiamente.
Yo confió en Dios.
Yo creo en Dios Padre Santo y él me apoya y me ayuda en cada cambio que
yo hago.
Dios Padre Santo está conmigo.
20
Jesucristo sostiene mi mano.
Jesucristo me dice que sea valiente y yo confío en su amor.
Yo puedo aprender.
Yo soy importante para Dios.
Gracias Padre Santo por amarme tanto.
21
Capítulo 2
Tus creencias
¡Si tú crees, podrás! Tus creencias determinarán tus resultados. ¿En qué
crees? ¿Crees en ti mismo? ¿Crees que puedes tener una mejor vida? ¿Te
gustaría cambiar tu estado actual? ¿Crees en un Dios Padre Santo, que es
amor?
Si tú crees en un Dios Padre Santo, todopoderoso, entonces se coherente y
demuéstratelo a ti mismo. No necesitas demostrarnos a los demás que crees
en esto y en aquello. El único que debe de creerlo firmemente eres tú. Tu
creencia debe de ser tan fuerte y palpitante que te mantendrá a salvo, te
llevará por el sendero del positivismo y te abrirá caminos hacia tu felicidad. Si
crees en Dios Padre Santo, entonces sabes que él existe y que él es amoroso,
bondadoso y misericordioso. Sabes que no estás solo en la vida, porque él te
acompaña y te sostiene de tu mano derecha en cada momento. Sabes que lo
que le pidas con creencia perseverante y con constancia, él te lo dará.
Cuando tú crees en algo; tú confías.
Cuando tú crees en algo; luchas por ello.
Cuando tú crees en algo; lo aceptas como tu única verdad.
Cuando tú crees en algo; te aferras a ello.
Cuando tú crees en algo; lo piensas.
Cuando tú crees en algo; lo sientes.
Cuando tú crees en algo; lo vives.
Lo que tú creas, será. Parece sencillo, pero para que esto se vuelva realidad,
necesitas hacer cambios en tu forma de pensar, en tu forma de sentir, en tu
forma de hablar y esto significa que debes cambiar tus creencias antiguas por
las enseñanzas divinas de Jesucristo y el resultado lo verás en cuando
apliques tus acciones.
22
A medida que tú cambies tus pensamientos, tus sentimientos, tus palabras,
tus creencias y tus acciones; tu vida cambiará.
Si no estás viviendo la vida que tú soñaste para ti, lo más seguro es que estés
cargando las creencias de tus padres o de personas que creyeron que la vida
era difícil y que creyeron que el ser bueno es y era sinónimo de sufrimiento.
Tal vez creas que lo que estás viviendo es el destino que te tocó vivir y tal vez
hasta pienses que tener dinero es malo. O tal vez vienes de un entorno
donde nadie te aconsejó y hubo falta de amor, hubo falta de cuidado y falta
de guía desde tu niñez. Talvez vas por la vida cargando con miedos e
inseguridades que no te han permitido lograr tus sueños, y tal vez hayas ya
sufrido demasiado. A pesar de que hayas vivido una vida que no te gusta o
una vida llena de frustraciones y sufrimientos, tú debes de saber que ahora
tienes la oportunidad de llevar una vida digna llena de amor. También debes
de saber que ahora también tienes la oportunidad de realizar tus sueños y de
lograr vivir la vida que tú quieres para ti. Por consiguiente, debes de saber
que cualquier creencia que tú tengas que sea negativa la puedes remplazar
por otras creencias que son positivas para que goces de la vida que deseas
tener para ti.
Cada uno de nosotros, tenemos nuestra propia historia. Unas personas han
tenido “todo” o mucho de lo bueno, otras menos y otras nada. Hay personas
que han crecido dentro de un entorno familiar donde ha habido
comprensión, cariño, amor, respeto y educación sobre cómo vivir la vida y el
resultado es que sí viven la vida que soñaron. Tuvieron personas que los
guiaron, que les enseñaron, que les apoyaron, que les decían y enseñaban
como lograr ser felices en esta vida y ellos sí escucharon.
Sin embargo, por otro lado, hay otras personas que, aunque sí tuvieron amor,
cariño y respeto, nunca recibieron las enseñanzas divinas las cuales enseñan
al ser humano cómo funciona la vida. Te pongo un ejemplo; llamemos a
nuestro protagonista, Ricardo.
Ricardo, es un joven estudiante y el orgullo de sus padres. Su madre es muy
cariñosa y siempre lo cuido lo mejor que pudo. Su padre, siempre trabajó
para que en la mesa hubiera que comer. Los familiares se reunían a celebrar
algún cumpleaños o por cualquier motivo se reunían casi cada fin de semana.
23
Cada domingo asistían a misa muy puntuales todos y cualquiera diría que el
joven Ricardo vivía bien con sus seres queridos. Sin embargo, éste joven solo
aprendió que el reunirse con la familia, era ocasión de “pachanga”. Amigos y
familiares ebrios que celebraban; algunos gritaban, lloraban, cantaban,
bailaban, discutían y se embriagaban hasta perder la realidad. Las mujeres en
la sala o en la cocina, algunas también tomando y otras mirando la televisión
y contándose sus penas. Casi cada fin de semana, los hombres a beberse
cuantas botellas hubiera.
Después de uno, dos o tres días de celebración, la madre de Ricardo y sus
hermanas se ponen a limpiar la casa y el padre se va a trabajar. Ricardo debe
irse a la escuela a aprender, pero no es tan fácil como todos le dicen. Ricardo
no ha superado lo que acaba de vivir en casa el fin de semana. Algo no está
bien en su familia, pero él no sabe expresarlo ni tampoco se anima a decirlo o
a expresar sus sentimientos. Solo se calla y sin darse cuenta, está en peligro
de seguir los ejemplos de su padre. En su entorno familiar, existen todas las
condiciones para que Ricardo se convierta en la copia exacta de su padre.
Llegará el momento en que Ricardo se diga así mismo que en casa tiene todo:
“Hay botellas, amigos, música, baile, gritos y que mejor que hacer la fiesta en
casa. La fiesta sale más barata hacerla en casa que ir a un bar o cantina. No
hay que pagar a meseras ni darles propinas porque para eso está mi madre y
mis hermanas. Cuando papá se embriaga; solo tiene que llamarlas y corren a
hacer lo que les ordene. Hija sírvanos otro tequila, hija tráiganos más
cerveza, hija ponga la canción que me gusta, hija sírvale a mis amigos, hija
baile conmigo, hija atienda a mis amigos.”
Por otro lado, el padre de Ricardo ya estando ebrio, agrede a la madre en
frente de los invitados. Todos ven, pero nadie la ayuda porque eso causaría
que el padre se enfade con ellos. La madre llora hasta más no poder y se
siente humillada, pero todo se lo aguanta. Las hijas se entristecen y sufren
por lo que se vive en casa y Ricardo, solo observa callado. Le duele que su
madre sufra, pero pues para que preocuparse si sabe que su padre así es feliz
y Ricardo cree que ni él ni nadie podrá cambiar a su padre. Así que porque no
hacer lo que le enseña su padre. Su padre parece ser muy feliz y pues es
“muy hombre”. Si se pone del lado de la madre, se echaría de enemigo a su
padre y en el lado de la madre, solo hay lágrimas.
24
Todo esto pasa por la mente de Ricardo mientras está en clases. Está en
medio de un torbellino mental interno; no sabe qué hacer, no sabe qué lado
elegir y se siente atrapado. Mamá dice que lo quiere mucho, pero también lo
dice papá. Es más fácil, seguir lo negativo que lo positivo. Solo Ricardo puede
decidir qué debe hacer.
Se dice que Ricardo ha crecido en un entorno familiar maravilloso; con un
padre trabajador, una madre amorosa y unas hermanas geniales. Viene de
una familia que es muy respetada por muchos. Sus padres tienen muchos
amigos y siempre tienen motivos para estar alegres. Lo más probable es que
los padres de Ricardo sí lo amen a su manera, pero no le están enseñando lo
que él necesita para vivir el día de mañana; una vida llena de amor, de paz,
de alegría, de felicidad, de salud, de prosperidad, de respeto y de igualdad.
Dentro de su hogar hay violencia hacia su madre, hay violencia hacia sus
hermanas, hay tristeza y dolor en ellas y hay falta de respeto en el hogar.
Ricardo es un claro ejemplo de que hay personas que se dice que sí fueron
amados por su familia porque recibieron mucho amor de sus padres y
siempre la familia les dio un techo, alimento y vestido, pero que no les
enseñaron los conocimientos divinos de cómo vivir en amor íntegro y
tampoco aprendieron el cómo disfrutar de una vida sana. ¿Cómo será
Ricardo en el futuro? Lo que Ricardo decida, así será su vida.
Cómo dice el dicho, “Cada persona es un mundo”. Cada uno de nosotros
hemos aprendido de la vida lo que estuvo a nuestro alcance, aunque muchas
veces no haya sido bueno ni mucho. Lo bueno es que nuestras creencias
pueden cambiar a medida que nosotros mismos nos lo permitamos. A pesar
de que, puedas estar creyendo que la vida es difícil, yo te pido que confíes y
que intentes aprender. Solo necesitas armarte con la misma valentía que te
ha mantenido vivo hasta el día de hoy y así poder lograr cambiar tu vida. Yo
te digo que tú tienes el poder de cambiar tu vida. Tu vida va a ser según lo
fácil o lo difícil que tu creas que será. Repito; tu vida será lo fácil o difícil que
tú creas que será. Dicho de otro modo; si tú crees que algo es difícil, así será.
Tú vida será tan difícil que te cansarás y te aseguro que sí será difícil. Pero si
tú crees que es fácil; así será. Tú vida será tan fácil que te dará risa al ver
hacia atrás.
25
Nosotros somos como esponjas que absorbemos todo lo que escuchamos,
todo lo que vemos y todo lo que aceptamos como nuestra realidad. Cuando
no sabemos cómo funciona la vida o las enseñanzas divinas de Jesucristo, las
energías o las leyes universales, y demás enseñanzas, nosotros nos atraemos
lo que no queremos a nuestras vidas. Nosotros nos invocamos cosas que no
queremos en nuestra vida sin darnos cuenta.
El secreto es creer el en cosas positivas. Por ejemplo, si crees en Dios Padre
Santo, en Jesucristo, en el Espíritu Santo pues entonces cree que tu Dios es
bueno, amoroso y misericordioso. No creas que es un dios rígido y
castigador. Si tú crees que tu Dios Padre Santo es bueno, así será. Y si crees
que tu Dios Padre Santo es amor, recibirás amor en abundancia, y si crees
que tu Dios Santo es poderoso, entonces estás a salvo y nada malo te
sucederá porque él te sostiene en todo momento. Si crees que tu Dios Santo
es misericordioso, así será porque él te dará todo lo que tú le pidas. Si crees
que Dios Santo está contigo, así es, entonces no tienes nada que temer.
¿Pero entonces por qué tienes miedo al cambio? ¿Acaso no está tu Dios
Santo contigo?
Debemos de ser coherentes con lo que pensamos, sentimos, decimos,
creemos y hacemos. Todo debe tener balance y todo debe de estar en
armonía. Esto quiere decir que deben de estar unidos el pensamiento, el
sentimiento y la palabra para poder creer. Tú no puedes decir que crees en
un Dios Padre Santo cuando temes al cambio, porque entonces estás
negando que tu Dios está contigo, estás negando que estás a salvo, estás
negando que él te acompaña siempre y estás negando de que él sostiene tu
mano derecha siempre. Tú no puedes decir que piensas en positivo si
siempre estás imaginando que algo malo va a suceder. Tú no puedes decir
que lo que sientes es positivo si siempre sientes rencor o no perdonas. Tú no
puedes decir que eres buena persona cuando te dedicas a lastimar o a criticar
al prójimo. Tú no puedes pensar que lograrás tus sueños si no haces algo
bueno para conseguirlos. Como vez, todo tiene que tener coherencia,
balance y armonía. Todo es equilibrio para poder disfrutar de todo lo que
está a nuestra disponibilidad. Todo lo que Dios Padre Santo tiene reservado
para ti, lo recibirás, pero primero hay que corregirnos en la forma de pensar,
de sentir, de decir, de creer y de actuar.
26
Las creencias son las ideas, pensamientos, sentimientos y palabras que
aceptamos como nuestra realidad. Nuestros pensamientos negativos,
nuestros sentimientos negativos y nuestras palabras negativas son nuestras
creencias negativas, nuestra fe negativa y nuestra realidad negativa; que sin
darnos cuenta nos dañan a nosotros mismos.
Tomemos un ejemplo de alguien que siempre dice, “de que lloren en mi casa,
que lloren en otra”. La persona no solo está pensándolo, sintiéndolo o
diciéndolo; ya lo está creyendo y eso no es el amor verdadero. Él que está
diciendo esas palabras, se está perjudicando así mismo porque está
deseándole el mal a su prójimo y ese mal se le regresará multiplicado a él
mismo. Esto quiere decir que, en su propia casa, tendrán motivos para llorar
muchas veces, por algún motivo u otro, pero por multiplicado. También
quiere decir que lo que ésta persona le está deseando a su prójimo; sí estará
afectando al prójimo si en el interior del prójimo existe la negatividad.
Veamos al ejemplo más de cerca. Juan piensa constantemente con mucho
resentimiento y dice, “de que lloren en mi casa, que lloren en la casa de mi
vecino”. Como eso es lo que piensa Juan, siente y dice y también lo cree. A
Juan se le olvida que lo que él da a la vida; la vida le regresa por multiplicado.
Entonces en la casa de Juan, habrá muchos motivos para llorar porque eso es
lo que él sembró o lanzo al cielo y todo lo que el lance, se le regresará por
multiplicado. Por otro lado, en la casa del vecino de Juan no sucederá nada
malo, no tendrán motivos para llorar siempre y cuando en la casa del vecino,
exista y viva Dios Padre Santo entre ellos. Dicho en otras palabras; en la casa
del vecino no sucederá nada malo, no tendrán motivos para llorar porque en
esa casa y en esa familia solo existe el positivismo.
Del mismo modo sucede cuando alguien platica con mucha tristeza, con
resentimiento de dolor y con rencor, que todo lo que sufrió, fue por culpa de
alguien más. Llamémosle Santiago a nuestro protagonista. Santiago siempre
dice, “Por culpa de mi hermano, mis padres no me quieren”, estás palabras
tienen mucho peso sobre Santiago, que sin darse cuenta se está dañando así
mismo cada día más. Primero, Santiago está lleno de tristeza, dolor y rencor;
y la tristeza, el dolor y el rencor pertenecen al campo negativo. Cada vez que
Santiago repite las palabras, se atrae más tristeza, dolor y rencor así mismo,
esto significa que a Santiago le seguirán sucediendo más cosas que le causen
27
más tristeza, más dolor y más rencor en su vida. Segundo, Santiago dice, “mis
padres no me quieren”, y Santiago lo está reafirmando cada vez que repite
esas palabras que es igual a que “lo que tú creas será”. Entonces, siempre
existirán motivos para que los padres de Santiago no lo quieran. Santiago
está creando ésta realidad sin darse cuenta. Tercero, como Santiago cree que
esa es su realidad; que sus padres no lo quieren y que ya es negativa, él se
seguirá atrayendo más cosas negativas a su vida y existirán más motivos para
que sus padres no lo quieran. No se da cuenta del daño que se hace así
mismo.
Santiago solo quiere que alguien sane sus heridas, que lo proteja, que lo
entienda y que lo escuche y tal vez también esté buscando que alguien le
diga; pobrecito de ti, que injustos son tus padres, o que malo es tu hermano.
No quitamos valor al hecho de que Santiago sí fue dañado por sur hermano
de alguna manera y que eso afectó a Santiago enormemente. Santiago no
tiene la culpa de cómo es su hermano, pero sí es responsable de quedarse
con la tristeza, el dolor y el rencor dentro de él. Ese dolor, que, aunque sea
justificado para Santiago, le está y estará atrayendo más cosas negativas a su
vida. Entre más tiempo viva Santiago con el dolor y el rencor, más cosas
negativas le sucederán y luego estás cosas negativas regresan a la vida de
Santiago materializadas y multiplicadas. Esto quiere decir que Santiago
seguirá sufriendo mucho y que no dejará de sufrir hasta el día en que él
cambie. Santiago debe de cambiar su tristeza por alegría, su dolor por
curación y su rencor por el perdón para dejar de atraerse más cosas
negativas a su vida.
Así que, si tú crees firmemente en algo, debes de ser consciente de que tu
creencia se está materializando. Dicho de otro modo; si tú crees firmemente
en algo, debes de ser consciente de que tu creencia ya llegó a oídos de Dios
Padre Santo. Esto quiere decir que Dios Padre Santo te estará dando lo que
pidas y más. Razona y decide quién eres, decide en que crees; en lo bueno o
en lo malo, en lo positivo o en lo negativo, en Dios Padre Santo o en el mal.
Permite que solo cosas buenas se queden en ti; esto lo lograrás al vivir con
amor.
Las creencias que te han acompañado a lo largo de tu vida, son tuyas, son tu
realidad y se manifiestan materializadas y multiplicadas en tu vida. Es por ello
28
que, si no te gusta tu vida, debes saber que puedes cambiarla. Cree que
puedes cambiar tu vida y cree que sí podrás porque en cada paso que des,
Dios Padre Santo estará contigo.
Inicia con el trabajar mucho en pensar positivo, en sentir solo cosas positivas
y en decir solo cosas positivas porque será tu vida la que estará cambiando
para tu bien. Estarás creando tú realidad en esta vida y estarás logrando vivir
tus sueños. El trabajar en ello significa que debes ser constante en tus
pensamientos cuidando que siempre estos pensamientos sean positivos y
siendo constante hasta llegar a dominar a tus pensamientos. Significa que
debes ser coherente con tus sentimientos; vaciándote de lo negativo que
haya en ti para que dentro de ti solo existan sentimientos de amor. También
significa el ser responsable de que tus palabras sean realmente las que
quieras decir porque tus palabras son muy poderosas. Dios Padre Santo
siempre escucha todo lo que tú dices. Debes creer que tus deseos se
realizarán porque Dios Padre Santo te escucha, te ama y te da siempre lo que
tú le pides. Recuerda que tus creencias serán tu realidad y que te estarán
creando la vida que tu estés pidiendo. Después asegúrate de que tus
acciones sean productivas, positivas y coherentes con lo que crees, quieres,
piensas, sientes y digas. Por ejemplo, si una persona, llamémosle Alicia, y ella
dice a diario, “Yo siempre gozo de buena salud”, entonces así será. Alicia
tendrá una excelente salud, porque aparte de que ella cree que Dios Padre
Santo le dará la buena salud la cual ella le está pidiendo y agradeciendo, y
sabiendo que Dios es bondadoso, Alicia también sabe lo que ella quiere para
su vida, lo piensa, lo siente, lo dice y también se cuida. Los resultados son
visibles y positivos en la vida de Alicia pues ella es una persona sana.
Entonces, nosotros también podemos obtener resultados positivos al hacer
todo lo necesario para que así sea. Tal vez los resultados no sean vistos
inmediatamente, pero en un futuro cercano nuestra petición se materializará
porque eso estaremos creyendo. Estaremos creyendo en que, con la ayuda
de Dios Padre Santo, lograremos un mejor futuro y así será. Los resultados no
siempre son inmediatos porque se necesita ese espacio transcendental de
pensamiento continuo, sentimiento continuo, palabra continua, y creencia
firme para que lleguen a nuestras vidas las cosas materializadas. Se necesita
pedir mucho para que lo que estas pidiendo, llegue a tu vida. Si tú eres
29
constante, Dios Padre Santo te dará lo que pidas. Si lo quieres ver por el lado
de la fe, piensa que Jesucristo dijo que Dios Padre Santo te dará lo que pidas
con tal de que creas en él.
¿Captas lo importante del ser constante en tus creencias, pensamientos,
sentimientos, palabras y acciones positivas juntas? Van todas de la mano y
unidas, todas en balance y en armonía. Entre más tú estés convencido o
convencida de que así será, más rápido se materializará lo que pidas y más
rápido llegará a tu vida lo que estás pidiendo para que después puedas
recibirlo de Dios Padre Santo. Todo esto quiere decir que juntos; tus
pensamientos, tus palabras y tus sentimientos son tus creencias. También
quiere decir que lo que tú creas, será.
El remplazar tus antiguas creencias de pensamiento, de sentimiento, de
palabras, de costumbres, de tradiciones y de acciones por nuevas creencias
es un proceso que tarda más o menos el tiempo según la creencia y
constancia y acciones de cada persona. Habrá personas a quienes les tome
más tiempo que a otras en cambiar su patrón negativo de pensamiento,
sentimiento y de palabra a un patrón positivo, y también habrá a quienes les
cueste más el dejar el pasado atrás y adquirir un nuevo despertar de
pensamientos.
En otros casos habrá quienes tengan una lucha interna porque siguen
viviendo en el pasado y no en el presente. Estas personas que viven en el
pasado necesitan pasar también por un proceso de curación.
Aquí lo importante es destacar que entre más fuerte sea tu creencia en algo,
más rápido tendrás los resultados que tú deseas tener en tu vida.
Tú eres libre de creer en lo que tú quieras porque gozas de una hermosa
libertad. Tenemos libertad de pensamiento, libertad de sentir, libertad de
palabra, libertad de creencia y libertad de acción. Tú, decides en que creer; tú
decides en como pensar, así como tú decides que sí y que no sentir. También
decides cómo y qué decir o contestar al igual que decides en cómo actuar.
Así que, si tus antiguas creencias no te han dado una buena vida o no te han
dado la vida que tú quieres, cambia tu forma de pensar, cambia tu forma de
sentir, cambia tu forma de hablar y cambia tu forma de actuar.
30
Dejando esto en claro; proseguimos a la aceptación de nuestra creencia.
Acepta y adopta como propio lo que tú creas. Tu creencia en Dios Padre
Santo debe de ser tan fuerte y firme que oigas lo que oigas, ésta seguirá
fuerte. Adopta tu creencia en Dios Padre Santo como tú única verdadera
fuerza y energía interna porque éstas te sostendrán en cualquier turbulencia.
Cuando tú realmente aceptas a tu Dios Padre Santo, o a tu creencia como
única y verdadera, te aferras a ella con todas tus fuerzas. Vive con tú creencia
viva y latente dentro de ti, y así encontrarás la forma de vivir mejor. Deja que
Dios Padre Santo sea parte de tu vida y no lo cambies por nada. Defiende tus
creencias y tu fe y vive tus creencias y tu fe en todo momento. Goza tus
creencias porque te pertenecen a ti solamente. Son tus creencias, y tus
creencias las debes vivir con plenitud porque son tu verdad y tu verdad es tu
realidad. Tus creencias deben de estar cimentadas en Dios Padre Santo
porque al hablar de él, estamos hablando de todo lo bueno y positivo que
existe y entonces tú sabes que tus creencias provenientes de un todo
“bueno” serán tu realidad.
Cree en un solo Dios Padre Santo, todo poderoso. Si realmente crees, en un
Dios Padre Santo, debes creer que él es la única verdad y que sí existe.
Te pongo un ejemplo más para que relaciones la aceptación de nuestra
creencia:
Si tú aceptas que tus creencias serán tu realidad en un futuro muy cercano;
esto quiere decir que, si eres infeliz ahora, es porque tus creencias han
estado equivocadas.
Volvamos a leer lo anterior tres veces más para analizarlo. Detente y analiza
cada palabra.
Si tú aceptas que tus creencias serán tu realidad en un futuro muy cercano;
esto quiere decir que, si eres infeliz ahora, es porque tus creencias han
estado equivocadas.
Si tú aceptas que tus creencias serán tu realidad en un futuro muy cercano;
esto quiere decir que, si eres infeliz ahora, es porque tus creencias han
estado equivocadas.
31
Si tú aceptas que tus creencias serán tu realidad en un futuro muy cercano;
esto quiere decir que, si eres infeliz ahora, es porque tus creencias han
estado equivocadas.
¡Qué fuerte! ¡Qué fuertes palabras! ¡Estas palabras nos abren los ojos, los
oídos, el pensamiento y el razonamiento, a un nuevo despertar! Estas
palabras nos abren las puertas de nuestro nuevo renacimiento. Es un nuevo
renacer o una nueva iniciación porque hemos aprendido que tenemos la vida
que ahora vivimos porque nuestras creencias estaban equivocadas y ahora
renacemos o iniciamos una nueva vida con el conocimiento de la sabiduría
divina de que lo que pensemos, sintamos, digamos, creamos y hagamos
ahora nos estará dando nuestra nueva realidad que será nuestra nueva vida.
Ahora sabemos que podemos tener y vivir una vida hermosa gracias al
cambio interno y externo que nos lleva al amor de Dios Padre Santo quien
todo lo hace posible y que está con nosotros en todo momento.
Si una persona acepta que sus creencias (que incluyen sus pensamientos, sus
sentimientos y sus palabras), van a ser su futuro cercano y su nueva realidad
y después medita sobre la vida que está viviendo hoy; se dará cuenta que lo
que creyó en el pasado, le dio la vida que vive hoy. Esto quiere decir que lo
que pensamos, lo que sentimos y que lo que decimos, nos estarán dando a
nosotros, nuestra nueva vida y nuestra nueva realidad. También quiere decir
que, si nosotros queremos una mejor vida, debemos cuidar que nuestros
sentimientos, que nuestros sentimientos y que nuestras palabras sean
buenas y positivas porque estas tres acciones juntas nos estarán formando
nuestra nueva vida y queremos que nuestra nueva vida sea buena. También
quiere decir que si nosotros hoy no tenemos la vida que soñamos tener, es
porque en algún momento de nuestra vida, nuestros pensamientos, nuestros
sentimientos y nuestras palabras estuvieron equivocadas y que estamos
ahora viviendo esa realidad. Lo más maravilloso de esto, es el saber que Dios
Padre Santo nos permite cambiar de pensamiento, de sentimiento y de
palabras, que son nuestras creencias, y que al cambiarlas estaremos
cambiando nuestras vidas para bien.
En conclusión, podemos afirmar que nosotros con el permiso de Dios Padre
Santo, con su bondad infinita y con su bendición que es amor; podemos
32
cambiar nuestra vida de ser mala a buena. Al decidir cambiar a lo positivo
que es todo de Dios Padre Santo, estaremos recibiendo en nuestras vidas
solo cosas positivas multiplicadas que son buenas.
Si nosotros decidimos elegir a lo negativo, que es malo; estaremos recibiendo
solo cosas negativas que nos causarán infelicidad.
Si nosotros decidimos no elegir, entre lo bueno y lo malo; estaremos
recibiendo lo que la vida nos dé, que tal vez no nos guste.
Veamos el siguiente ejemplo: Juan dice que él no le hace mal a nadie, pero
tampoco hace algo bueno por el prójimo. Es decir, Juan no va y agrede a su
vecino, pero tampoco ayuda al prójimo. ¿Ves la incoherencia en lo que dice y
hace Juan? Si Juan no hace mal a nadie, cree que tampoco le harán mal a él y
eso es correcto. Sin embargo, Juan no tendrá la vida que él quiere porque no
da o no siembra algo positivo. Juan no está haciendo algo más con su vida
que sea positivo. ¿Si no ayuda a su prójimo, entonces que frutos cosechará?
La vida se encargará de que a Juan también le falte ayuda por multiplicado.
Entonces, a Juan no le gustará la vida que tiene y se preguntará
ingenuamente el por qué la vida es tan difícil si él no le hace mal a nadie.
Juan solo está protegido del mal y de algunas otras cosas malas al ser una
persona pacifica, que ya es mucho, sin embargo, tampoco recibirá
oportunidad o ayuda del prójimo porque él no la da. Todo lo que consiga
Juan, lo tendrá que conseguir con más trabajo y con más esfuerzo. Es aquí el
punto crítico donde la fe de Juan se tambalea porque no ha entendido el
verdadero amor ni las verdaderas enseñanzas de Jesucristo.
Desafortunadamente hay demasiadas personas que no entienden que al no
hacer algo bueno por el prójimo, se están perjudicando a sí mismos porque
no tienen cosecha para recoger.
Afirmaciones:
Yo decido creer en Dios Padre Santo.
Yo creo en Dios padre Santo que es bueno.
Yo creo en el amor puro y divino de Dios Padre Santo.
33
Yo recibo de Dios Padre todo lo que le necesito y la cosecha que yo siembro.
Yo recibo de Dios Padre todo lo que le pido.
Yo pienso en positivo.
Yo siento en positivo.
Yo hablo en positivo.
Yo actúo en positivo.
Yo soy amor porque mi Dios Padre Santo es amor.
Yo vivo en el presente.
Mi fe en Dios Padre Santo aumenta cada día.
Lo que yo creo hoy, será mi realidad en un futuro cercano, que Dios Padre
Santo me dará.
Yo elijo mis pensamientos positivos y los domino.
Yo elijo mis sentimientos positivos y todos son amor.
Yo elijo mis palabras positivas sabiamente porque son poderosas.
Yo demuestro amor a mi prójimo siempre porque en mi hay amor.
Yo aprendo cosas nuevas y buenas fácilmente porque Dios Padre Santo me lo
permite.
Gracias Padre Santo, que todos tus hijos te alabemos. Bendito seas
eternamente. Amén.
Cuando crees que Dios Padre Santo no te escucha.
Uno de los principales motivos del por qué la gente se aleja de Dios Padre
Santo es porque creen que Dios Padre Santo no los escucha. Llegan a pensar
que Dios no existe o que no los ama lo suficiente porque no les da lo que
34
ellos están pidiendo. Piden mucho a Dios Padre Santo, pero ellos creen que
él no está escuchando sus plegarias.
En primer lugar, Dios Padre Santo, es amor y te ama. Dios Padre Santo, está a
tu lado en todo momento y él sabe lo que tú estás pidiendo, pero no siempre
sabemos cómo pedirle. Lo que debes saber es que Dios Padre Santo te dice
que pidas mucho y que creas que sí te va a hacer el milagro que tanto estás
pidiendo. Jesucristo dijo que todo lo que pidamos a Dios Padre Santo en su
nombre, Dios Padre Santo nos lo dará. Entonces, lo que le estemos pidiendo
a Dios Padre Santo, él nos lo va a dar en el momento preciso que estemos
listos para recibirlo. También debemos de recordar que tenemos que lograr
tener balance y armonía en nuestros pensamientos, sentimientos y palabras
para poder creer y que al lograr creer y al ser constantes con nuestra
creencia de que lo que pedimos se hará, entonces veremos milagros en
nuestras vidas.
Veamos las siguientes historias de Jorge y de Santiago.
Santiago es un hombre que siempre trabaja para sostener a su familia.
Cuando los gastos o costos de la vida superan su salario; él va y busca otro
empleo para trabajar los fines de semana y así incrementar sus ingresos.
Siempre quiere darle lo mejor a su familia. Parece que en casa viven súper
bien porque todos los hijos estudian, tienen una casa hermosa y en casa
siempre hay de comer de sobra. Comparte con los demás lo que con su
esfuerzo y con la bendición de Dios tiene. No reniega y parece que su cuerpo
tiene una energía inagotable. Santiago también es respetado en su trabajo y
por fin lo ascienden de puesto; que éste a su vez le genera más ingresos.
Siempre encomienda a Dios Padre Santo a su familia y encomienda a Dios
Padre Santo su trabajo y agradece mucho. Pide mucho a Dios Padre Santo
por todos y trata de ayudar a los demás cada vez que puede. Dios escucha
sus plegarias, le da a Santiago lo que le pide, y Santiago agradece.
Jorge, es un hombre que siempre trabaja para sostener a su familia. Cuando
los gastos o costos de la vida superan su salario; reniega, se desespera y se
desquita con su mujer. Siempre quiere darle lo mejor a su familia, pero
parece que en casa no viven bien porque no todos los hijos estudian, viven
en una casa que necesita muchos arreglos y en casa no siempre hay
35
suficiente para que todos coman y ni mucho menos hay de sobra. No
comparte con los demás, lo que con esfuerzo y con la bendición de Dios
Padre Santo tiene porque tiene miedo de que se le acabe. Reniega y parece
que su cuerpo no tiene energía, pues se cansa y se estresa mucho. No es muy
respetado en su trabajo y aunque él le pida a Dios Padre Santo que lo
asciendan de puesto, no sucede y, por lo tanto, no genera más ingresos. Hay
veces encomienda a Dios Padre Santo a su familia y a su trabajo. Solo a veces
le pide a Dios Padre Santo por los demás porque se concentra únicamente en
sus necesidades y aunque pueda ayudar a otro, no lo hace porque dice que
todos son unos (grosería). Dios Padre Santo sí escucha sus plegarías, pero
Dios no le da a Jorge lo que le pide porque espera que Jorge esté listo para
recibir lo que está pidiendo y Jorge no siente que tenga que agradecer lo que
no ha recibido. ¿Cómo? Si, el día que Jorge esté listo para recibir el ascenso
que tanto pide en su trabajo, Dios Padre Santo se lo dará. No se lo dará
antes.
Entonces aquí aplica lo que se nos dijo, “Al que tenga, se le dará más y al que
tenga menos, se le quitará.” También Jesucristo nos explicó esto de otra
forma con la parábola de los talentos.
El reino de los cielos será también como un hombre que, al emprender un
viaje, llamó a sus siervos y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco talentos,
a otro dos y a otro solo uno; a cada uno según su capacidad. Luego se fue de
viaje. El que había recibido las cinco fue en seguida y negoció con ellas y ganó
otras cinco. Así mismo, el que recibió dos ganó otras dos. Pero el que había
recibido una, fue, cavó un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Después de mucho tiempo volvió el señor de aquellos siervos y arregló
cuentas con ellos. El que había recibido los cinco talentos llegó con otros
cinco. “Señor, usted me encargó cinco talentos. Mire, he ganado otras cinco.”
Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido
fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu
señor!” Llegó también el que recibió dos talentos. “Señor – informó -, usted
me encargó dos talentos. Mire, he ganado otros dos.” Su señor le respondió:
“¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco; te pondré a cargo
de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!
36
Después llegó el que había recibido solo un talento. “Señor – explicó -, yo
sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no ha sembrado y
recoge donde no ha esparcido. Así que tuve miedo, y fui y escondí su dinero
en la tierra. Mire, aquí tiene lo que es suyo.” Pero el señor le contestó:
“¡Siervo malo y perezoso! ¿Así que sabías que cosecho donde no he
sembrado y recojo donde no he esparcido? Pues debías haber depositado mi
dinero en el banco, para que a mi regreso lo hubiera recibido con intereses.”
“Quítenle el talento y dénselas al que tiene las diez. Porque a todo el que
tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia. Al que no tiene se le quitará
hasta lo que tiene. Y a este siervo inútil échenlo afuera, a la oscuridad, donde
habrá llanto y rechinar de dientes.”
Bien, visto la parábola que nos enseñó Jesucristo, podemos ver que se aplica
en todas las situaciones. Santiago, es buen trabajador y sus jefes ven que va
más allá del cumplimiento de su trabajo, realmente le reconocen todos sus
esfuerzos y claro; lo ascienden. Ahora gana más, tiene más que compartir,
más que comer en su casa y es más feliz. También vemos que Santiago se
esfuerza mucho más al buscar otro empleo para los fines de semana.
Jorge es buen trabajador, pero sus jefes ven que solo se limita a cumplir con
su trabajo y que siempre reniega, no lo ascienden. Gana lo mismo, tiene
menos que compartir, menos que comer en casa y es menos feliz. Tampoco
busca trabajo para los fines de semana. El día que Jorge, ponga más de su
parte y que sea más positivo en todo lo que haga, el día que sea más
agradecido, y cuando deje de ser tan egoísta, ese día estará recibiendo de
manos de Dios lo que tanto está pidiendo.
Entonces sabemos que para que tengamos de Dios Padre lo que le estamos
pidiendo, tenemos que hacer más de lo que hemos estado haciendo. Así que
Dios sí nos da todo lo que le pedimos, lo recibiremos cuando estemos listos
para recibirlo. La pegunta aquí es: ¿Qué haces con los talentos que Dios
Padre Santo te dio?
Aplica igual para cualquier situación; veamos otro ejemplo. Un hombre ve
que su amigo tiene una panadería y él también quiere ser dueño de una. Se
lo pide a Dios tanto, pero nunca tiene ni para rentar el local, mucho menos
para comprar hornos ni materia prima. Aun así, el hombre quiere su
37
panadería y la va a tener a como dé lugar. Este hombre va y saca los pocos
ahorros que tiene, se endeuda y arriesga todo el patrimonio familiar en
poner su propia panadería. Cree que el tener su propia panadería, le va a dar
buenos frutos como a su amigo. Ya se imagina así mismo ganando miles y
hasta millones, regocijando en prosperidad. A pesar de que su familia le dice
que no lo haga porque la renta del local está demasiada cara y que no puede
dejar a la familia sin nada, el hombre no escucha. Sigue adelante y no le
interesa más que su opinión.
Llega el día en que, por fin, abre su panadería. Sus planes eran emplear a los
mejores panaderos de la zona y quitarle a su amigo, a su mejor panadero de
ser necesario. Sin embargo, todo empieza a derrumbarse para este hombre;
los panaderos que pensaba emplear le quedaron mal y los demás empleados
no sabían hacer el pan. A pesar de sus anuncios de “se busca panadero”, no
logra conseguir a un buen panadero. No puede ofrecerles un buen sueldo y
así los panaderos se le van. Solo vende unas galletas insípidas que medio le
salen a la señora de la limpieza. No saca para pagar la renta, se frustra, se
desquita con la familia, deja de dar dinero a la familia y con el tiempo
empieza a endeudarse aún más.
No entiende como otros tienen panaderías exitosas y tampoco entiende
porque Dios Padre Santo no lo ayuda. No entiende porque todo le sale mal.
Le sigue pidiendo un milagro a Dios Padre Santo y al no ver la ayuda que él
espera se va en busca de hechiceras o brujos para que ellos hagan que su
negocio funcione. En casa no hay para comer y tampoco acepta ayuda de
ellos. Demasiado orgulloso, éste hombre no entiende que no está listo para
ser dueño de una panadería.
En primer lugar; no sabe administrar un negocio, en segundo lugar; no sabe
hacer pan, en tercer lugar; no hizo estudio de mercado de la zona, en cuarto
lugar; no sabe tratar al cliente, en quinto lugar; no tenía suficiente capital
para emprender ese negocio y la renta era muy alta. En fin, se endeuda,
nunca compró algunas recetas, se estresa, se irrita, se desquita con la familia,
no da ni para un kilo de tortillas a la familia y lo peor es que es tan orgulloso
que no es capaz de reconocer que se equivocó. Tenía menos que su amigo y
después su familia no tenía ni para comer. ¡Tenía poco y se le quitó! Su
ambición era tanta que, al primer tropiezo, se alejó de Dios Padre Santo.
38
Sin embargo, su amigo sí hizo estudio de mercado, no pagaba tanto de renta,
tenía recetas ya compradas, tenía suficiente capital para iniciar el negocio y
tenía cubierto los gastos de su familia para un año, tenía experiencia como
administrador, sabía tratar al cliente con una gran sonrisa y antes de abrir la
panadería él ya tenía suficiente para pagar buenos sueldos a sus empleados y
las herramientas necesarias para el negocio. Le estuvo pidiendo a Dios Padre
Santo tener su propia panadería y trabajo doble turno por un tiempo para
incrementar sus ahorros y cuando estuvo listo, Dios Padre Santo le dio una
panadería exitosísima y él agradecidamente alaba a Dios Padre Santo en todo
momento. Su misión no solo era hacer el mejor pan, sino que el pan que no
vendiera sería para alimentar y para compartir con el prójimo más
necesitado.
Así que otra vez vemos que Dios Padre Santo sí te escucha y que te quiere
dar lo que pides, pero primero debes preparar todo para recibirlo. Sigue
pidiendo con mucha fe, pero muévete para que lo que estés pidiendo, lo
tengas más rápido. Genera más pensamientos positivos, más oraciones y más
acción para que tengas más. Nunca dudes de Dios Padre Santo porque él sí te
escucha y nunca dudes de que él está listo para darte lo que tú le pidas. El
único que debe prepararse para recibir lo que estas pidiendo eres tú.
Dios te ama tanto que te da más de lo que le pides. Cuando lo recibas, que
será en abundancia, no olvides agradecer y compartir. Tú creencia debe de
ser firme siempre.
Gracias Dios Padre Santo por siempre darme solo cosas buenas en
abundancia. Gracias por siempre escucharme. Entiendo que yo soy él que se
debe preparar para recibir lo que te estoy pidiendo y con firme creencia en ti,
yo te agradezco infinitamente. Bendito seas eternamente. Amén.
Soltando el pasado
Es válido llorar por lo malo que has vivido, pero siempre y cuando solo llores
para lavarte y dejar atrás lo que te está causando llorar. Lávate de todo lo
39
que vas cargando por la vida. Puede ser una mala experiencia que marcó tu
vida, un trauma, un dolor o una pérdida de un ser querido. Tal vez tu niñez te
marcó tanto que aún puedas estar sintiendo las heridas que, aunque
cicatrizaron, siguen allí como fantasmas que no te han dejado avanzar.
Cualquier cosa que estés cargando a cuesta, debes dejarla ir. Deja de
torturarte, porque la vida sigue. Vive en el presente que es tuyo. El pasado,
está en el ayer y no podemos detener el tiempo. No importa cuánto quieras
aferrarte a él, ya pasó. El pasado ya se fue.
No lamentes más y no pienses en el si hubiera hecho esto o si hubiera hecho
aquello. No tiene ningún sentido ni beneficio yendo por la vida sufriendo por
lo que ya no se puede cambiar. Libérate del pasado porque estás vivo hoy y sí
puedes lograr ser feliz. Dios Padre Santo te ha dado el regalo de vivir para
que seas feliz y debes aprovechar cada momento. A medida que vayas
soltando el pasado, estarás logrando tu sanación que te llevará a tu curación.
Hoy es tiempo de sanar todo lo que te causó o cause dolor.
Si alguien te hirió, deja ir el dolor, perdona. Ya pasó y sigues vivo aquí y ahora
en el presente. Aprende del pasado y no permitas que alguien más te
lastime. Solo usa esa experiencia como un trampolín para saber lo que tú
estás dispuesto o dispuesta o no a tolerar en el hoy y en el futuro.
No te aferres al pasado que no tiene solución. El tiempo es otro, lo que hayas
vivido te enseño a distinguir que cosas o situaciones no aceptar en tu vida. El
tiempo y la experiencia te enseñaron a saber lo que es bueno para ti y lo que
es malo para ti. Ya aprendiste a ser fuerte y la prueba de ello es que sigues
vivo y estás aquí viviendo en el presente. Ya aprendiste la lección. Ya
aprendiste que fue lo que te causó dolor o tristeza y ya sabes que no vas a
aceptar en tu vida cualquier otra cosa que te perjudique, dañe o lastime. Por
eso, tú ya sabes que es tiempo de cambiar para poder realizar tus sueños.
Sabes que ha llegado el momento para vivir la vida que siempre has querido
para ti. Será un cambio favorable y lo lograrás a medida que tú veas al
cambio con amor. Unos cambios pequeños habituales y constantes, te
encaminarán hacia la vida que tanto deseas para ti. Recuerda que eres muy
amado por Dios Padre Santo y que eres muy valiente. Felicítate a ti mismo
por haber llegado hasta aquí porque sin saber las leyes de la vida, ni las
40
enseñanzas divinas de Jesucristo, has sido tenaz y perseverante y estás aquí.
Estás aquí, aprendiendo.
Mentaliza que ahora vives en un presente que tiene el poder de cambiar tu
futuro porque así es. Tienes ese bendito poder de cambiar tu vida gracias a
Dios Padre Santo. Ahora debes de seguir avanzando en la vida, pero con
inteligencia y sabiduría; siempre avanzando hacia adelante con la firme
convicción de que puedes cambiar de pensamiento, de que puedes cambiar
de ideas, de que puedes cambiar de palabras, de que puedes cambiar de
sentimiento y puedes cambiar de creencias. Ahora, al soltar el pasado,
estarás listo para tú transformación.
Si en el pasado te equivocaste, si cometiste errores o hiciste algo malo; sigue
adelante. Si puedes remediar lo que hiciste, hazlo. Si ya no puedes
remediarlo, pide perdón a Dios Padre Santo y cree que él te perdonará
porque él es bueno y misericordioso y sigue avanzando en la vida con
inteligencia y con sabiduría divina. Lo único que tienes que hacer, es dejar al
pasado atrás, pide perdón a Dios Padre Santo si es necesario para estar y
sentirte en paz y así estarás liberándote de esos patrones de
comportamiento que no te llevan a ningún lado. Todos nos equivocamos y
constantemente nos lo reprochamos. No seas tan duro contigo mismo
porque todos en algún momento nos hemos equivocado.
Perdónate por lo que hayas hecho mal, y entrégaselo a Dios Padre Santo.
Perdona a los que te hirieron y entrega ese dolor a Dios Padre Santo; porque
si no perdonas, nunca sabrás que es la libertad plena y te estarás
continuamente enfermando. No te enfermes guardando en tu interior
rencores y dolor. Aprende a perdonar para no enfermar. Cuando perdonas,
encuentras paz y esto te lleva a la sanación y hacia la curación y así obtendrás
la libertad divina. Tienes siempre que recordar que naciste libre; y todos
queremos una vida llena de amor, de paz, de alegría, de salud, de
prosperidad y todos queremos gozar de todo esto en libertad. Confía en que
tus cambios internos y externos serán siempre buenos.
Entrégale a Dios Padre Santo toda tu vida, desde tu infancia. Agradécele por
lo bueno que sí has tenido o vivido y entrégale todo lo malo en sus manos.
Confía en Dios Padre Santo porque él estará haciendo milagros en tu vida.
41
También necesitas entender que para que cosas buenas sucedan en tu vida,
debes de vaciarte de lo malo o negativo que ya existe en ti. No puedes
esperar recibir algo bueno si no dejas ir lo que te hace daño. Solo el presente
existe y todo lo que te causó tristeza, dolor o rencor ya pasó. La tristeza, el
dolor y el rencor son cosas negativas que a su vez te atraen más cosas
negativas a tu vida, entonces tú no puedes permitir que lo negativo siga vivo
en ti. Es por eso que todo lo negativo lo debemos de dejar atrás y debemos
entregárselo a Dios Padre Santo. Necesitas vaciarte de todo sentimiento o
emoción negativa para que en ti solo viva lo bueno y lo positivo.
Veamos el siguiente ejemplo: Claudia quiere tener mucha ropa nueva porque
la ropa que tiene ahora es fea, pasada de moda, ya no le queda y la ropa ya
está en muy malas condiciones. Claudia quiere sentirse bien al comprarse
ropa nueva que sí le quede y que no tenga agujeros. Ahora imagínate que a
Claudia Dios Padre Santo le da de alguna forma un empleo y el dinero para
que se compre la ropa nueva que ella quiere y Claudia se va felizmente a
comprarla. Claudia quiere ponerla en su armario, pero la nueva ropa no cabe
en el armario porque ella no ha sacado ni tirado la ropa vieja. ¿Entonces que
debe de hacer Claudia? Pues por lógica, sacar del armario y de su vida a la
ropa vieja para entonces poder acomodar su ropa nueva.
Es lo mismo que debemos de hacer cuando no nos gusta la vida que estamos
viviendo; sacamos o dejamos atrás al pasado para llenarlo de una nueva y
mejorada vida. Dejamos atrás la tristeza, el dolor, el rencor, el odio, y todo el
negativismo que haya en nosotros para tener espacio para todo lo bueno que
es de Dios Padre Santo. Dejamos estos viejos patrones de creencias y
tradiciones erróneas para poder cambiar nuestras vidas.
Así que aquí reafirmamos lo que ya aprendiste; que tú y solo tú debes
cambiar para que todo lo demás cambie. Que todas las antiguas creencias las
cambiamos por las enseñanzas Divinas de Jesucristo para que nuestra vida
cambie.
Afirmaciones:
Todo pensamiento, vive.
42
Todo pensamiento vive porque es energía.
Todo sentimiento debe de ser bueno.
Toda palabra, decreta. Así que, cuidamos lo que decimos.
Toda creencia, materializa porque será nuestra realidad.
Yo entrego mi pasado a Dios Padre Santo.
Yo dejo ir al pasado.
Yo perdono.
Yo estoy libre del pasado.
Solo mi presente importa.
Yo vivo aquí y ahora.
Yo creo mi futuro hoy con la gracia de Dios Padre Santo y mi futuro es
maravilloso.
Yo amo y respeto.
Yo acepto mi presente como mi única realidad.
Yo estoy a salvo en el presente.
Yo soy el único responsable de mi vida.
Yo decido como vivir y yo elijo vivir bien.
Yo recupero mi libertad al cambiar mis creencias, al perdonar y al soltar al
pasado.
Yo renazco al vaciarme de todo lo negativo.
Yo soy positivo.
Yo soy constante.
Yo soy amado.
Gracias Dios porque al soltar las cargas negativas me libero.
43
Gracias Dios Padre Santo por amarme tanto y por permitirme renacer en
sabiduría divina.
La fuerza de tus pensamientos.
Cuando uno tiene un pensamiento, debe de estar consciente de que ese
pensamiento es fuerza y energía magnetizada pura. Existen fuerzas y
energías que no vemos pero que están aquí. Toma por ejemplo a dos imanes
y trata de acercar uno al otro como a medio centímetro de distancia y
observa lo que sucede. Hay dos fuerzas y energías entre los dos imanes. La
primera fuerza se manifiesta cuando se juntan los imanes con su propia
energía de magnetismo. La segunda fuerza se manifiesta cuando una fuerza y
una energía que, aunque no la vemos, impide que ambos imanes se unan. Así
mismo son los pensamientos. Cuando un pensamiento es creado por ti, tiene
fuerza y energía magnética que está viva. Si tu pensamiento es positivo y
constante, este pensamiento atrae a través de la energía y fuerza magnética
a más pensamientos positivos e igualmente sucede cuando tu pensamiento
es negativo; este pensamiento atrae a más fuerzas y energías magnéticas
negativas. Entonces esto quiere decir que tus pensamientos están vivos y
llenos de energía y fuerza magnética y depende de si tus pensamientos son
positivos o negativos, lo que estarás atrayendo a tu vida. Cuando eres
negativo, es muy difícil que cosas positivas lleguen a tu vida.
Cuando nuestros pensamientos vagan de una forma exagerada; pensando
una cosa y otra cosa, es necesario detener a esos pensamientos con la
palabra. No podemos darnos el lujo de pensar de esa manera porque
entonces nuestros pensamientos no tienen la fuerza necesaria para
mantenerse fuertes, firmes y constantes. Debemos de llegar a corregirnos
cada vez que nuestros pensamientos vaguen dispersados en el aquí, allá, de
un lado a otro y más allá.
Lo importante es saber que éste pensamiento constante que tú has tenido
está formándose en el universo porque está tomando vida. Si ese
pensamiento es positivo y es constante, se seguirá existiendo con intensidad
positiva o energía magnética y cuando éste pensamiento es fuerte y
44
constante y también estás convencido de que lo que estás pensando es
bueno, entonces lo que tú estés diciendo y sintiendo en armonía con el
pensamiento sucederá. Entonces si piensas, dices y sientes algo
constantemente entonces significa que tú ya estás creyendo.
Es lo mismo que si te digo que cuando estás teniendo fe de que lo que
piensas, sientes y dices, llegará a los oídos de Dios Padre Santo y que él te
dará todo lo que pidas. Con tus pensamientos, sentimientos, palabras u
oración estás pidiendo a Dios padre Santo, y ahora, esto que pensaste, dijiste
y sentiste constantemente y que estás creyendo; llegará a tus manos, gracias
a Dios Padre Santo y debes de estar listo recibirlo. Dios Padre Santo te dará lo
que estás pidiendo. Créelo.
Otra cosa que debes saber es que, si tus pensamientos vivos son positivos,
recibirás cosas buenas y positivas multiplicadas. Recibirás las cosas que le has
pedido a Dios Padre Santo porque él es bueno, porque él te ama y porque lo
afirmaste con la magia de la palabra y sientes que así será que, dicho de otro
modo, tú has creído.
La creación de Dios Padre Santo es tan perfecta que hasta los pensamientos
tienen vida, fuerza y energía. Tus pensamientos, tus deseos, tus sueños, tus
palabras, tu sentimiento, tu constancia y tu creencia de que lo que pides, lo
tendrás; se materializará porque Dios Padre Santo te lo da porque así nos
enseñó Jesucristo. Él nos enseñó que así es como funciona la vida.
Los milagros son eso. El pensar, el sentir, el decir, el ser constante, el creer y
el recibir lo que le estás pidiendo a Dios Padre Santo, son todos milagros.
Empieza por dominar a tus pensamientos, elige a tus pensamientos, detén a
los pensamientos negativos con tu palabra positiva y sé constante en el
pensamiento que tú quieras que tome fuerza. El entender esto, te da una
nueva visión de la vida porque significa que empiezas a renacer en las
enseñanzas divinas de Jesucristo, que con éste tu nuevo renacer verás
milagros en tu vida.
Llegar a dominar nuestros a pensamientos positivos, es una de las claves que
nos encamina para solo recibir de Dios Padre Santo cosas buenas. Así que
nosotros somos responsables de lo que pensamos, sentimos decimos,
llegamos a creer y hacemos. Es por eso que escuchamos a personas que
45
dicen, “solito se lo buscó”. También tal vez hayas escuchado decir que cada
quien se forja su propio destino o que todo lo malo que te ha pasado en la
vida es consecuencia directa de tus acciones.
Habrá quien esté de acuerdo con que, “todo lo malo que te ha sucedido en tu
vida, te lo provocaste tú mismo”, y habrá quienes no estén de acuerdo. Yo no
me enfoco en el pasado, ni me enfoco en señalarte en que sí o en que no
tuviste la culpa de lo que hayas vivido. Mi enfoque va más allá del pasado. Mi
enfoque es en la vida presente que estás viviendo y me enfoco en decirte
cómo puedes vivir mejor en el futuro.
Así que, si tú te enfocas en el presente, en el hoy, estarás viviendo una mejor
vida hoy, y estarás viviendo un mejor futuro el día de mañana. Estarás
aceptando tú realidad presente y buscaras cambiar tu vida de acuerdo a tus
intereses futuros. Nuestros pensamientos son energía y fuerza magnetizada
que nos atraen más de lo mismo en que estemos pensando; así que cuida tus
pensamientos porque estos tomarán fuerza.
Jesucristo dijo que creyeras como si lo que estuvieras pidiendo, ya lo tuvieras
en tus manos. Esto es simplemente lo mismo; tus pensamientos, tus
sentimientos, tu insistencia, tus palabras y tu creencia estarán materializando
lo que quieres porque crees firmemente que así será. Éstas son las
enseñanzas divinas de Jesucristo.
Dios no nos ha dado un Espíritu de timidez, sino que él nos ha dado un
Espíritu de poder, de amor y de dominio propio. Esto quiere decir que Dios
Padre Santo nos ha dado una vida de poder, o sea que somos fuertes y que
nosotros tenemos el poder de la libertad dada por él para poder elegir la vida
que queremos para nosotros. Dios Padre Santo nos ha dado una vida de
amor, así que da amor para que recibas amor. Dios Padre Santo nos ha dado
una vida con dominio propio, o sea que eres tú y solo tú quien decide sobre
tu vida, eres tú quien eliges y dominas a tus pensamientos, eres tú quien
decide creer, o no. Eres tú quien debes de controlar a tus pensamientos para
que siempre sean rectos, buenos y positivos.
Al tener siempre pensamientos positivos, nos estaremos acercando a la vida
que deseamos tener para nosotros. Al tener siempre pensamientos positivos
estaremos en armonía con Dios Padre Santo que es todo positivo.
46
Afirmaciones:
Dios Padre Santo me da la fuerza y la gracia para cambiar.
Dios Padre Santo me sostiene de mi mano derecha para que yo pueda ser
positivo.
Dios Padre Santo me da inteligencia.
Yo elijo inteligentemente mis pensamientos.
Yo controlo mis pensamientos porque mi fuerza proviene de Dios Padre
Santo.
Mis pensamientos positivos se materializan cada día.
Mis pensamientos positivos son vida.
Mis pensamientos positivos me acercan a mi Dios Padre Santo.
Mi constancia en mis pensamientos positivos crea.
Lo que yo creo, es.
Yo recibo siempre lo que pido, materializado por Dios Padre Santo.
Creo que todo lo que yo pido, yo lo recibo materializado de la mano de Dios y
lo agradezco.
Dios Padre Santo hace milagros en mi vida.
Gracias Dios Padre Santo por siempre darme solo cosas buenas. Bendito seas
eternamente. Amén.
Cuidando lo que pedimos, sentimos y damos.
Como ya aprendiste, sabes que tus pensamientos están vivos y que son el
inicio de lo que puede ser tu nueva vida. Aquí es donde te debes de
concentrar porque en un futuro estarás recibiendo lo que has pedido. Si tus
pensamientos fueron buenos, inteligentes, constantes, congruentes y
47
positivos, estarás diciendo con las palabras lo que estarás pensando y
después estarás sintiendo que Dios Padre Santo te está escuchando y el
resultado es que ya estarás creyendo en un Dios Padre Santo amoroso e
infinito que te ama. Al estar creyendo de que Dios Padre te está escuchando,
estarás cosechando cosas buenas, beneficiosas y positivas hacia tu vida
porque iniciaste con el tener pensamientos positivos constantes. Entonces
podrás cambiar tu realidad y entenderás que en esta vida se puede ser feliz.
Jesucristo nos dijo que lo que siembras, cosechas. Esto quiere decir que, si tú
siembras amor, ternura, cariño, pensamientos positivos, palabras positivas,
sentimientos positivos, y acciones positivas, estarás cosechando amor
multiplicado, ternura multiplicada, cariño multiplicado, pensamientos
positivos multiplicados, palabras positivas multiplicadas, sentimientos
positivos multiplicados y acciones positivas multiplicadas.
Por lo contrario, si tú siembras odio, indiferencia, desprecio, amargura,
envidia, tristeza, discordia, pensamientos negativos, palabras negativas,
rencor, dolor, sentimientos negativos o acciones negativas; estarás
cosechando odio multiplicado, indiferencia multiplicada, desprecio
multiplicado, amargura multiplicada, envidia multiplicada, tristeza
multiplicada, discordia multiplicada, pensamientos negativos multiplicados,
palabras negativas multiplicadas, rencor multiplicado, dolor multiplicado,
sentimientos negativos multiplicados o acciones negativas multiplicadas.
Si los pensamientos son energía y fuerzas magnetizadas, quiere decir que
están vivos y entonces debes cuidar a tus pensamientos para que no te
atraigas cosas negativas a tu vida. Los pensamientos que están vivos deben
de ser positivos si tú quieres vivir bien.
Los sentimientos también son energías y fuerzas magnetizadas vivas que
también debemos de cuidar porque también nos estarán atrayendo a
nuestras vidas cosas buenas o cosas malas. Los sentimientos positivos son
buenos, viven dentro de nosotros y también están fuera de nosotros porque
nosotros demostramos esos sentimientos a los demás. Si tú sientes amor por
la vida, la vida te dará amor. Si tu sientes cariño, la vida te dará cariño. Esto
significa que estarás cosechando lo bueno que sembraste por multiplicado.
48
Por el contrario, si tu sientes odio o dolor, la vida te regresará más odio o
más dolor. Si tú sientes indiferencia, la vida será indiferente contigo. Esto
significa que estarás cosechando lo malo que sembraste.
Debes de entender que cuando uno cosecha cosas buenas es porque hicimos
algo bueno; pensamos algo bueno constantemente, sentimos cosas buenas
constantemente, dijimos o hicimos cosas buenas constantemente.
Cualquiera de todas estas: el pensamiento positivo, el sentimiento positivo,
la palabra positiva o la acción positiva nos estarán atrayendo más cosas
positivas y buenas a nuestras vidas.
Debes de entender que cuando uno cosecha cosas malas en la vida es porque
hicimos algo malo, o pensamos algo malo constantemente, dijimos cosas
malas constantemente, sentimos cosas malas constantemente o porque en
nuestro interior guardamos cosas negativas como el odio, el dolor o el rencor
entre otras. En algún momento nos atrajimos malo. Cualquiera de estas: el
pensamiento negativo, el sentimiento negativo, la palabra negativa o la
acción negativa nos estarán atrayendo más cosas negativas y malas a
nuestras vidas.
Es aquí donde debemos tomar conciencia y entender que no es necesario
llegar a cometer un delito para después recibir cosas malas de la vida. El
recibir cosas malas de la vida quiere decir que nosotros mismos nos las
atraemos con el pensamiento negativo, con la palabra negativa, con el
sentimiento negativo o con la acción negativa. Así que recuerda que entre
más positivo seas en pensamiento, en palabra, en sentimiento y en acción, te
estarán llegando a tu vida más cosas buenas.
Es por lo anterior que Jesucristo dijo que el que esté libre de pecado, tire la
primera piedra. No es necesario cometer algún delito para que recibamos
cosas malas o pasemos por experiencias malas o que lleguen cosas malas a
nuestras vidas. Con solo tener pensamientos negativos o malos, con solo
tener sentimientos negativos o malos y con solo decir palabras negativas o
malas; nos podemos atraer más cosas malas a nuestras vidas. Esto sucede
con solo albergar dentro de nosotros cosas negativas como el dolor, el
resentimiento, el coraje, la envidia, la ira, la indiferencia hacia el prójimo, y al
vivir en el pasado.
49
Entre más claro nos quede todo esto; estaremos iniciando y cambiando al
positivismo nuestros pensamientos, nuestras palabras, nuestros sentimientos
y nuestras acciones para entonces sí poder vivir la vida que tanto deseamos
tener.
Es importante resaltar que lo que tú das, tú lo recibes por multiplicado o en
abundancia. Así que siembra amor y esto significa que vas a dar amor al
prójimo y a Dios Padre Santo y a toda su creación. Da bueno para que recibas
bueno.
Veamos a este ejemplo; en el trabajo hay alguien que te cae muy mal y cada
vez que esa persona se te acerca, piensas, “Ojalá y lo atropelle un tren”. Lo
que acabas de hacer es desearte a ti mismo esas palabras. Como lanzaste al
universo esas energías y fuerzas negativas, éstas se van a unir a otras
energías y fuerzas negativas para formar un “como ejército” de energías y
fuerzas negativas. Este ejercito de energías y fuerzas negativas se te
regresarán a ti multiplicadas porque tienen magnetismo. Estarás cosechando
lo que sembraste.
Veamos otro ejemplo para que quede más claro. Laura es una persona
buena, amorosa, bondadosa y siempre trata de hacer el bien. Ella da amor,
ternura, consejo y ayuda al prójimo dentro de sus posibilidades; entonces
ella estará recibiendo amor multiplicado, ternura multiplicada, consejo
multiplicado, ayuda multiplicada y su positivismo también se multiplica. Es así
como funciona la vida.
Ahora supongamos que Laura no entiende por qué a pesar de que hace el
bien al prójimo y trata de siempre vivir en el positivismo, las cosas no le salen
bien del todo en su vida. Algunas veces hay carencias en casa o demasiados
gastos, tiene un trabajo pesado y en casa hay problemas con los hijos. ¿Por
qué?
Si decimos que lo que damos recibimos; entonces nos preguntamos por qué
las cosas no le salen bien a Laura. Lo que Laura no entiende es que cada vez
que ella recuerda su niñez con dolor, se está atrayendo más cosas negativas a
su vida que le causan más dolor. Entonces algo malo estará recibiendo.
Mientras Laura siga llorando por lo que pasó de niña, las cosas no mejorarán
a pesar de que intente ser positiva en todo lo demás. Cada vez que Laura
50
llora al recordar con un gran sentimiento de dolor lo que vivió en su niñez,
ella está lanzando al universo pensamientos y sentimientos negativos con
tanta fuerza y energía negativa, que cuando se le regresan, se le regresan
multiplicados llenos de más negatividad. Esto quiere decir que toda esa
negatividad que regresó a Laura, es tan fuerte que es como si esos
pensamientos negativos se alimentarán y crecieran de su dolor y tristeza.
Entonces, esos pensamientos negativos están allí con ella, presentes,
manifestándose o materializándose en otras cosas negativas de su vida.
Mientras Laura no suelte al pasado, mientras no cure las heridas del pasado,
mientras no perdone, mientras juzgue y siga arrastrando dolor y tristeza, ella
seguirá sufriendo porque esos pensamientos negativos materializados que
regresaron a ella, le estarán fastidiando y complicando su existencia. Para
que la vida de Laura cambie, ella debe de vaciarse de todo el dolor, vaciarse
de todo el rencor, debe de perdonar para poder liberarse de toda esa
negatividad. Laura debe curarse de todo lo negativo que sigue arrastrando
por la vida. Así que no importa cuánto Laura intente ayudar al prójimo, no
importa cuánto intente ser positiva, aunque sí reciba cosas buenas, ella
también estará recibiendo cosas malas debido al dolor y al rencor que aún
existen dentro de ella. Laura sí recibe cosas buenas en su vida porque si va y
siembra amor, pero mientras haya dolor, tristeza y rencor dentro de ella,
Laura no podrá ser completamente feliz. Su vida no será como ella quiere
que sea.
Jesucristo dijo que lo que tú ates en la tierra quedará atado en el cielo. Esto
quiere decir que debes de soltar todo, que debes de perdonar. Si no
perdonas, te seguirás dañando solamente tú.
Es por eso que no debemos guardar cosas que nos dañen en nuestro interior
porque se nos regresan multiplicadas llenas de dolor y es por eso que solo
debemos de pensar en el prójimo en forma positiva porque todo se nos
regresa.
Veamos otro ejemplo. Una vecina que se mete en todo; que está al
pendiente de cómo te vistes, de a qué hora sales y llegas, te envidia y dice a
los demás que tú eres odiosa. Cada palabra que la vecina usa en tu contra, se
le regresa multiplicada. Esto quiere decir que cada palabra que ella dijo mal
51
de ti, se le regresará a su vida en formas multiplicadas negativas. Pueda ser
que no solo una persona hable mal de ella, sino que muchas. Puede ser que
reciba lo negativo que sembró en muchas otras formas; en forma de
enfermedad, de carencia, de violencia, de burla o cualquier otra cosa
negativa.
Así que recuerda siempre, que lo que damos, debe de ser bueno, para recibir
bueno y que lo que recibimos va a ser exactamente lo que nos estemos
atrayéndonos. También recuerda que lo que damos a la vida, lo recibimos.
Recuerda que los pensamientos, sentimientos y palabras que lanzamos al
universo, también los atraemos en multiplicado y que éstos a su vez, crecen.
Recuerda soltar al pasado para que puedas vivir en el presente. El soltar al
pasado es vaciarte de todo lo negativo para que entren y lleguen solo cosas
buenas a tu vida.
Jesucristo encargó que cuidáramos a nuestros pensamientos. Lo que pienses,
digas, sientas, creas y hagas; se materializará y se te regresará más de lo
mismo. Con esto entendemos que solo debe existir amor dentro de nosotros
para dar amor. Lo que pensamos, decimos, sentimos, pedimos, damos y
creemos son energías y fuerzas magnetizadas vivas que se nos regresan
multiplicadas.
Así que, si yo quiero un mejor empleo, debo pedírselo mucho a Dios Padre
Santo, y debo de pensar, decir y sentir que lo que yo quiero así será y
también debo desear lo mismo para mi prójimo para que entonces mis
pensamientos positivos se multipliquen y así yo tenga en el universo solo
frutos buenos materializados y multiplicados para entonces yo moverme a
recibirlos.
Sobre las palabras que decimos, es muy importante también cuidarlas.
Debemos de decir con exactitud lo que queremos para nosotros, porque eso
estaremos creando, bueno o malo y eso bueno o malo se nos regresará
multiplicado. Debemos de decir con exactitud lo que pensamos, pedimos y
sentimos para que Dios Padre Santo nos escuche. También debemos de
cuidar lo que decimos del prójimo porque estamos creando, bueno o malo y
eso bueno o malo se nos regresa. Así que debes de cuidar tus palabras. Es
por eso del porque debemos de siempre ser honestos. Debemos de cuidar
52
nuestras palabras porque se nos regresarán manifestándose en cosas buenas
si nuestras palabras fueron positivas y sabias o se nos regresarán
manifestándose en cosas malas y desagradables si nuestras palabras fueron
negativas.
La palabra es sagrada porque es muy poderosa. Normalmente nosotros
hablamos para expresar nuestros pensamientos y nuestros sentimientos;
esto quiere decir que la palabra es el sonido que lanzamos con fuerza y con
energía para que otros nos escuchen, pero no solo nos escucha la otra
persona o las otras personas, también nos está escuchando Dios Padre Santo.
A través de nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y través de
nuestras palabras nosotros nos comunicamos con el universo y con Dios
Padre Santo.
Cuida que de tu boca solo salgan las palabras que agraden a Dios Padre Santo
y que estas palabras que salgan de tu boca sean solo palabras sabias que te
atraigan solo cosas buenas a tu vida. Cuando una persona piensa, dice, y
siente que cree en Dios Padre Santo, está creyendo en la existencia de éste
Dios Padre Santo que es amor. Entonces Dios Padre Santo escucha a la
persona y la persona recibe amor manifestado en diferentes formas. Las
manifestaciones de amor pueden ser que la persona que cree en Dios Padre
Santo, reciba lo que le esté pidiendo e incluso mucho más porque el amor de
Dios Padre Santo es infinito. Puede ser que le conceda el milagro que tanto
ha pedido. Esta persona hace cosas buenas que son gratas a los ojos de Dios
Padre Santo y entonces Dios Padre Santo le regresa con amor su cosecha
buena, positiva y multiplicada. Sin embargo, alguien que piensa, siente y dice
cosas negativas, que no son gratas a los ojos de Dios Padre Santo, también
estará recibiendo de Dios Padre Santo su cosecha. El problema es que la
cosecha no será buena. La cosecha será mala, negativa y multiplicada.
Sucede lo mismo con los sentimientos. Si sientes por dentro que amas,
cosecharás amor multiplicado. Si sientes que odias a alguien, cosecharás odio
multiplicado. Si sientes envidia, cosecharás envidia multiplicada. Los
sentimientos son las emociones que emanan de tu interior. Cuida tus
sentimientos hacia Dios Padre Santo, cuida tus sentimientos hacia la vida que
es maravillosa, cuida tus sentimientos hacia la creación de Dios Padre Santo y
cuida tus sentimientos hacia el prójimo.
53
Lo que también debes de recordar es que también debes de sentir solo cosas
buenas de ti mismo porque eres parte de una creación perfecta y Dios Padre
Santo te ama.
Es por todo esto, que debemos de ser conscientes de todo lo que estemos
pidiendo a Dios Padre Santo. Lo que le estemos pidiendo a Dios Padre Santo,
lo estaremos recibiendo por multiplicado. Lo que estemos sembrando,
estaremos recibiendo multiplicado. Lo que esté pasando por nuestra mente,
debe de ser bueno. Lo que estemos diciendo, debe de ser congruente con lo
que pensamos y sentimos porque eso es lo que estaremos recibiendo. Lo que
estemos sintiendo, debe de ser bueno. Lo que demos a la vida también debe
de ser bueno porque se nos regresará en cosas buenas.
Somos responsables de lo que le pedimos a Dios Padre Santo con el
pensamiento, con la palabra y el sentimiento porque él nos escucha y nos da
en abundancia.
Veamos un último ejemplo. Una persona le pide a Dios Padre Santo que le dé
un negocio exitoso y próspero y se pone a trabajar como un robot,
imparable. Sin descanso, sin detenerse y sin dudarlo. Trabaja muchos años en
ese gran negocio y logra juntar una fortuna, lo cual no es malo porque su
dinero es honrado y es fruto de tu trabajo. Está recibiendo su cosecha de
dinero y bienes en abundancia. Sin embargo, al analizar la vida de ésta
persona, también vemos que la fortuna no le ha dado la felicidad como lo
pensó, dijo, sintió, creyó y accionó. Las enfermedades las tiene en
abundancia y los problemas de diferentes formas también los tiene en
abundancia. También aquí, vemos la cosecha multiplicada. ¿Será que a ésta
persona se le olvido que hasta Dios Padre Santo descansó un día después de
su creación? ¿Se le olvidaría a esta persona que los frutos recibidos si son
para disfrutar pero que también son para compartir? Lo que haya hecho mal
esta persona en su vida; descuidado su salud o lo que esté haciendo mal se
manifiesta en su vida.
Seamos responsables de nuestras acciones y de nuestras peticiones a Dios
Padre Santo porque eso estaremos recibiendo multiplicado y esa será
nuestra realidad. Seamos responsables de lo que pensamos, decimos y
sentimos porque eso estaremos recibiendo multiplicado y esa será nuestra
54
realidad. Seamos responsables de nuestras acciones porque estás nos darán
resultados. Seamos responsables de lo que damos a la vida porque eso
estaremos recibiendo multiplicado y esa será nuestra realidad.
Afirmaciones:
Mis pensamientos positivos, me dan frutos positivos multiplicados.
Yo siembro el bien y cosecho el bien multiplicado.
Yo vivo en el presente y estoy a salvo con mi Dios.
Yo dejo el pasado atrás para vivir en el presente.
Yo amo.
Yo me perdono y perdono a los demás.
Yo me dispongo a cambiar para la vida que Dios Padre Santo tiene preparada
para mí.
Yo acepto al cambio con amor porque Dios Padre Santo ya está allí
esperándome.
Yo doy alegría y amor a mi prójimo.
Mis pensamientos y sentimientos positivos llegan a Dios Padre Santo cuando
yo hablo que es sinónimo de que yo creo.
Yo recibo lo materializado de Dios Padre Santo y yo agradezco infinitamente.
Dios Padre Santo me da lo que le pido con creencia y constancia porque él es
bondadoso.
Gracias mi Dios Padre Santo por todo lo bueno que me das. Bendito seas
eternamente. Amén.
55
Capítulo 3
¿Cómo transformarse?
¿Cómo transformarse? El transformar tu personalidad y tu vida es
simplemente cambiar de mentalidad; es el ser positivo en todo momento,
creyendo en Dios Padre Santo. Así que se positivo en todo lo que hagas,
digas, pienses, sientas, pidas, des y creas. Aprende que lo que estás pensando
en cada momento, llegarás a creer. Aprende que todo lo que estás diciendo,
llegarás a creer. Aprende que todo lo que estés sintiendo, llegarás a creer.
Una vez que tú ya estás creyendo, lo estarás atrayendo a tu vida. Así que
piensa, di, siente, da y has solo cosas positivas.
Júntate con personas positivas porque de ellas aprenderás mucho. Las
personas positivas entienden que ellos deben de pensar, sentir, decir, creer y
accionar solo cosas positivas. Observa como lo hacen. Aprende a observar y
analiza a otros para que aprendas de ellos. Contágiate de ellos y avanza en la
vida con ellos. Ellos ya saben cómo funciona la vida y están más que
dispuestos a compartir sus conocimientos, porque entre más dan y más
aman, más cosas y más amor reciben de Dios Padre Santo.
Aléjate de personas toxicas y negativas para que no te contagien. Aléjate de
personas negativas porque solo te perjudicarán. Las personas negativas son
como imanes que se quejan a diario y siempre esperan y desean lo peor de
todo. Viven lamentándose, sufriendo o diciendo que esa es la voluntad de
Dios Padre Santo cuando eso no es verdad porque nuestro Dios Padre Santo
es solo amor. Estas personas negativas dicen que ese es su destino o que esa
es la vida que les tocó vivir. Son personas que le buscan problemas a la
solución. Son personas que se sienten víctimas de la vida y que se centran en
el dolor, en el rencor o en la envidia. Son personas que no creen en Dios
Padre Santo, aunque algunas digan que sí creen. Estas personas también
piensan, sienten, dicen y actúan en el negativismo. Pueden ser personas que
no creen que pueden lograr las cosas a través del trabajo honrado o que solo
se dedican a dañar al prójimo. Son personas que no saben amar y que son
egoístas, que chupan tus energías si tú se los permites. Son personas que
quieren compartir contigo su dolor para solo según ellos desahogarse, pero
56
en realidad comparten su dolor para justificar la vida que llevan. No saben
amar porque no han aprendido a perdonar. Son personas que no evolucionan
y viven estancadas sin evolucionar. Es tan fuerte su negativismo, que como
plagas te contagian. No necesitas a ese tipo de personas cerca de ti así que
aléjate de estas personas.
Pase lo que pase, mantente positivo o positiva. Cree que lo que tú quieres,
sucederá y se constante en pensarlo, al decirlo y al sentirlo para que se
convierta en tu fe o en tu creencia. Después, prepárate para recibir lo bueno,
lo nuevo, lo positivo multiplicado que proviene de Dios Padre Santo. Atrae a
tu vida más cosas buenas siendo positivo.
Puedes tratar de enseñar o compartir las enseñanzas divinas a otras personas
que sí quieran escucharte porque es el mejor regalo que alguien puede
recibir en su vida, pero ten en cuenta que no podemos enseñar o instruir a
todos. Habrá quienes, sí te escuchen y ellos te agradecerán y Dios Padre
Santo te bendecirá, pero habrá otras personas que no estén dispuestas a
escuchar ni a cambiar. También recuerda que no podemos cambiar a otra
persona a no ser que esta otra persona quiera cambiar. Así como Dios Padre
Santo nos da la libertad de decidir sobre nuestra vida, así también nosotros
debemos de respetar la libertad de otros. Cada persona decide si aprende a
amar, decide si aprende a seguir a Dios Padre Santo y decide si quiere
cambiar su presente para gozar de una mejor vida.
Pongamos el siguiente ejemplo para entender mejor. Una madre quien es
ama de casa se encuentra con dos de sus hijos en su casa. Tiene a otro hijo;
llamémosle Pedro. Pedro estudia lejos y llega usualmente a casa a las 8:00
p.m. Un día de tantos, la madre está esperando a su hijo Pedro el cual no ha
llegado y ya son casi las nueve. La madre ya está muy preocupada y les
comenta a sus otros hijos que algo malo está sucediendo o que algo malo ya
le pasó a Pedro porque intentó llamarlo y no contestó. Todos ya están muy
preocupados. Todos en la casa están en alerta, en expectativa de que algo
malo le sucedió a Pedro y que en cualquier momento recibirán la terrible
noticia de que mataron a pedro, que lo asaltaron o que se accidentó o que
incluso lo secuestraron. La madre aterrorizada, llama a su esposo, a su
madre, a su comadre, a su hermana y a todos quienes son importantes para
ella para avisarles que algo anda mal con Pedro y que no sabe qué hacer.
57
Sin darse cuenta, ésta madre está creando la atmosfera negativa perfecta
para que tarde o temprano algo así de trágico, si suceda. Por otro lado,
también ha contagiado de negativismo a todos a quienes les aviso que estaba
preocupadísima por Pedro, incluyendo a sus dos hijos que están con ella en
casa.
Son las 9:15 y Pedro llega todo cansado por el tráfico, estuvo atorado en una
manifestación y se le terminó la carga de su batería. ¡Todo un drama!
Si la madre hubiera calmado sus nervios y hubiera sido positiva, sus
pensamientos no hubieran viajado a crear una atmosfera propicia de
negativismo y tragedia. Tampoco las demás personas que se enteraron
hubieran participado en tan atroz negativismo. La madre de Pedro, si fuese
positiva, hubiera dicho, “Todo está bien. Mi hijo Pedro está a salvo. Pronto
llegará sano y salvo. Dios Padre Santo cuida de mi hijo siempre.”
Así que trata siempre de ser positivo en toda situación. Piensa solo cosas
positivas y si por algún motivo no lo llegas a hacer, y te das cuenta de ese
negativismo, cambia inmediatamente a positivo. Corrígete cuantas veces sea
necesario. Es un trabajo continuo hasta que logres mantenerte en el estado
mental del positivismo. No importa, cuánto tiempo tardes en formarte el
hábito de siempre vibrar en el positivismo, con ser constante, lo lograrás. No
te rindas porque tu cambio y tu transformación se llama “hoy”.
Afirmaciones:
Yo transformo mi forma de pensar y estoy a salvo en el proceso.
Yo transformo lo negativo a positivo.
Yo me abro al cambio y acepto al cambio.
Yo elijo solo a pensamientos positivos.
Yo soy positivo.
Mis pensamientos son siempre positivos.
58
Yo siempre tendré resultados positivos porque Dios Padre Santo me da la
fuerza para que así sea porque me ama y es bondadoso.
Solo personas positivas me rodean.
Yo creo un campo de positivismo con mis pensamientos.
Yo creo un campo de positivismo con mis palabras.
Yo creo un campo de positivismo con mis ideas.
Yo creo un campo de positivismo con mis sentimientos.
Yo creo un campo de positivismo con mis creencias.
Mis creencias positivas se materializan.
Yo me transformo con cada pensamiento positivo.
Yo me transformo con cada palabra positiva.
Yo me transformo con cada idea positiva.
Yo me transformo con cada sentimiento positivo.
Yo me transformo cada vez que lleno mi mente de información positiva.
Yo me transformo cada vez que aprendo.
Yo me transformo cada vez que creo.
Yo me transformo cada segundo porque pertenezco a un todo, que se llama
Dios Padre Santo.
Creando la atmosfera del recibimiento.
Ya que lograste cambiar tus creencias: Significa que cambiaste tus
pensamientos de negativismo a positivismo. Significa que tienes dentro de ti
solo sentimientos positivos porque ya no existe el dolor o el rencor y demás
59
negativismo en ti. Sientes que lo que tú quieres lo vas a recibir de Dios Padre
Santo. Sabes lo que quieres; entonces usa tus palabras para pedir lo que
quieres a Dios Padre Santo. Ya sabes que lo puedes recibir, porque ya estás
creyendo y porque Dios Padre Santo es misericordia infinita y bondad
infinita. Ahora estás listo para crear la atmosfera del recibimiento.
La atmosfera de recibimiento es el hacer algo para poder recibir lo que
hemos pedido o decretado con nuestros pensamientos, palabras,
sentimientos, o creencias. En otras palabras, es la preparación para recibir lo
que estás pidiendo a Dios Padre Santo. Puede ser que le estés pidiendo una
nueva vida, un mejor empleo, una casa, amor, paz en el hogar, o salud entre
otros. Cualquier cosa que tu estés pidiendo lo vas a poder recibir y lo mirarás
materializado en el momento que tú estés listo para recibirlo.
Pongamos el siguiente ejemplo; una mujer está pidiendo un mejor empleo.
Cree que podrá conseguirlo y es constante en su pensamiento, en su
sentimiento y en su palabra que es su decreto. Tiene fe en que así será y es
positiva. Hasta aquí, todo está perfecto, pero sigue en el mismo empleo.
¿Qué pasa? ¿Por qué no le hablan de otro empleo o por qué no le ofrecen
otro empleo mejor?
Pues, no ha conseguido el nuevo empleo que está ya decretado, listo para
llegar a sus manos porque ella no se ha movido. Esto quiere decir que ésta
persona debe de ir ahora a recibir su nuevo empleo creyendo que lo
encontrará por la gracia de Dios Padre Santo. Significa que debe tomar acción
ya sea enviando su currículo vitae a empresas y haciendo llamadas o yendo a
empresas a dejar su solicitud de empleo o debe solicitar empleo en algún
lugar.
Para que recibamos de la mano de Dios Padre Santo lo que queremos;
después de pedir, decir, pensar, sentir y crear, necesitamos la acción.
Recordemos que a toda acción pertenece una reacción. Hasta entonces
recibirá en sus manos lo que está pidiendo.
Recuerda que Jesucristo lo explicó de la siguiente manera, “Así que yo les
digo: pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen, y se les abrirá la
puerta.
60
Pidan y se les dará; así que pide mucho con creencia en que Dios Padre Santo
te dará lo que le pides.
Busquen y encontrarán; así que busca la solución a tu problema, busca la
respuesta a tu pregunta, busca la manera de cambiar tu vida y encontrarás lo
que buscas, encontrarás la forma. Busca el amor de Dios Padre Santo y lo
encontraras, él te dará lo que tú le pides.
Llamen, y se les abrirá la puerta; así que; llama, toca la puerta del nuevo
empleo que buscas, y lo encontrarás. Así que llama solo a cosas positivas a tu
vida y las encontrarás.
Veamos otro ejemplo; con el juego de ajedrez. Para los que han jugado
ajedrez, saben bien que el juego se trata de analizar, pensar y moverte a
través del tablero siempre tratando de ir hacia adelante. Se juega con el
objetivo de acorralar al rey contrincante hasta conseguirlo y al mismo tiempo
hay que siempre proteger a tu rey. Ambos reyes tienen a una reina, dos
torres, dos caballos, dos alfiles y ocho peones. Tienes que ir sacando de la
jugada con un movimiento, a cualquiera de las piezas de tu oponente para
abrirte paso y avanzar hasta conseguir acorralar al rey oponente, siempre
cuidando a tu rey. En este juego vemos que, al tú realizar un movimiento, tu
oponente también tendrá que tomar la decisión de mover de lugar a alguna
de sus piezas. Sucede lo mismo cuando tu oponente mueve una de sus
piezas, tú también tendrás que mover alguna de tus piezas inteligentemente.
Pues bien, en la vida es igual. Siempre hay que tratar de ir hacia adelante con
movimientos inteligentes sin dañar al prójimo y si comparas la vida con un
juego de ajedrez; verás que, si una pieza se mueve de lugar, del otro lado del
tablero, habrán ajustes de tu oponente por causa de tu movimiento.
También podemos poner como ejemplo un partido de futbol. Si un jugador
patea la pelota hacia la portería del equipo contrario; los jugadores del
equipo contrario se van a mover de lugar. Un solo movimiento basta para
que los demás jugadores de ambos equipos se muevan de lugar. Así mismo
pasa en la vida. Te podrás en algún momento sentir atrapada o atrapado,
pero en cuanto tu des un paso de cambio, los demás también tendrán que
moverse y cambiar. Sucede lo mismo con los pensamientos; en cuanto tú
cambies un pensamiento a positivo, toda tu realidad empieza a cambiar. Así
61
que no esperes que los demás cambien, cambia tú, para que entonces los
demás cambien y muévete para que lo que estás pidiendo y creyendo lo
puedas recibir.
Recuerda que te tienes que amar mucho para poder perseguir tus sueños y
que siempre debes de ir avanzando en la vida con movimientos de
inteligencia y sabiduría. Así que, para recibir lo que le pidas a Dios Padre
Santo, tendrás que moverte, tendrás que dar un paso, tendrás que
prepararte para recibir de Dios Padre Santo lo que tú le estás pidiendo.
Afirmaciones:
Yo creo la atmosfera perfecta para mi vida.
Yo creo la atmosfera perfecta para la materialización de mis deseos.
Yo pido mucho a Dios porque él me da en abundancia.
Yo tomo acción para recibir lo que pido.
Yo busco y encuentro.
Yo siempre estoy creando.
Yo siempre estoy en movimiento.
Yo siempre estoy haciendo cosas buenas para mí y para los demás.
Yo abro los brazos para recibir todo lo bueno que Dios tiene reservado para
mí.
Dios Padre Santo me da siempre más de lo que le pido.
Yo soy quien dirige mi vida porque Dios me apoya siempre en cada paso que
yo doy.
Todo lo que yo tengo, hago y soy, se lo agradezco a Dios porque todo se
consigue a través de su amor y él es amor.
62
Amarse a uno mismo.
Cuando alguien es infeliz y no está conforme con esa infelicidad que vive,
busca desesperadamente un cambio en su vida. Nadie en sus cinco sentidos
quiere recibir malos tratos o ser víctima de algo o alguien. Sin embargo, hay
quienes sufren mucho en ésta vida. Pareciera que solo les pasan cosas malas.
Pareciera que nacieron con mala estrella. Cosa tras cosa les suceden,
tropiezo tras tropiezo, fracaso tras fracaso y la lista sigue como infinita.
Sabes, lo más triste es que todo esto que les sucede a estas personas es
porque no entienden, no saben, no ven lo que está sucediendo y no saben
cómo funciona la vida. Van por la vida como víctimas, lamentándose,
quejándose y sufriendo. Ruegan a su Dios o a su universo, a cualquier otra
cosa en la que crean, que les haga un milagro de esto y de aquello sin darse
cuenta que, si tan solo abrieran los ojos y tratarán de aprender, todo
cambiaría para su bien. Lo único bueno a rescatar de éstas personas es que
algunas sí creen en algo, y eso ya es una ventaja a su favor.
Todos, tarde o temprano tenemos que aprender cómo es que se debe vivir la
vida, porque si no, los resultados son siniestros. Los resultados pueden ser la
infelicidad, una vida de sufrimiento, una vida de maldad, una vida de
tormento, una vida de pobreza, una vida enfermiza, una vida llena de odio,
una vida llena de rencor, una vida frustrada, una vida sin amor, una vida sin
ilusiones, una vida llena de soledad, una vida sin logros ni triunfos, una vida
vacía, una vida insoportable y amarga, una vida indigna, una vida de
amargura, una vida de abusos, una vida de violencia, una vida dolorosa o una
vida de cansancio. La lista puede ser interminable y una vez que alguien se
hunde no le es tan fácil salir triunfando en la vida. De nosotros depende el
elegir vivir una vida buena o mala.
Como dije antes, no somos quienes para juzgar a otro ser humano porque no
nos corresponde ese derecho; solo a Dios Padre Santo le pertenece ese
derecho. Comprendamos que ante los ojos de Dios; hay excepciones como en
todo. Hay personas que no tuvieron padres o alguien que los guiara en la
vida. También hay personas que, aunque sí tuvieron padres, nunca recibieron
un consejo de ellos. Hay quienes se formaron solos porque, aunque tuvieron
63
padres estos tampoco sabían cómo funcionaba la vida y no aprendieron.
Recuerda que nadie puede enseñar lo que no sabe. Y si los padres no sabían
cómo funcionaba la vida, no pudieron enseñar a sus hijos. Entonces no
tenemos derecho de juzgarlos.
No culpamos a nuestros padres, porque ellos nos dieron lo que tuvieron y
nos enseñaron lo que sabían. Hicieron lo mejor con el poco o mucho
conocimiento que poseían y eso es lo que aprendimos. Tal vez no nos
enseñaron porque tal vez sus padres de ellos tampoco tenían idea de cómo
funciona la vida. Pero el que no nos hayan enseñado, no nos justifica a
nosotros porque sí podemos aprender. Depende de nosotros el buscar el
conocimiento sagrado porque la verdad, el camino correcto y la creencia en
Dios padre Santo, es lo que nos da una vida mejor, y eso es lo que queremos.
Tomemos por ejemplo a una mujer, y llamémosla Teresa. Teresa es una
mujer que vive en su hogar con su esposo y sus tres hijos. En su hogar hay
violencia por parte de su esposo y hay pobreza, a pesar de que ella abrió una
pequeña fondita allí mismo en su casa. Es gran cocinera y siempre está
atenta a las necesidades de sus hijos y de su esposo. Todas las mañanas a las
6:00 a.m. ya está barriendo su banqueta y limpiando las ventanas de su
pequeño negocio, pero antes de salir a barrer, ya hizo el desayuno. Corre
para un lado y corre para otro tratando de abarcar lo más que puede antes
de que den las ocho. Abre su negocio y empieza a cocinar a pesar de que no
hay tantas ventas. Cuando la comida está lista, corre y limpia y arregla las
recamaras, lava el baño, enciende la lavadora, barre, trapea y termina de
limpiar. Da gracias a Dios si hubo venta y cualquiera diría que todo está bien
en ese hogar.
Sin embargo, el esposo y los hijos no valoran todo lo que ella hace. Ella es
agredida por su esposo todo el tiempo, ya sea porque los zapatos están mal
acomodados o porque él no quería comer lo que ella cocinó ese día. El
motivo es lo de menos, nunca se le da gusto a esa persona. Los hijos tampoco
la respetan. El hijo mayor le grita y le exige al igual que su esposo. La hija ya
la ha golpeado en dos ocasiones y el hijo menor sigue el mismo patrón de
conducta que los barones en ese hogar. Este hijo también le grita y le exige.
64
Teresa llora mucho porque se siente sola y no sabe qué hacer para cambiar
su vida. Ella quisiera una familia amorosa y comprensiva en donde todos
trabajaran y se apoyaran mutuamente. Es infeliz y la inflamación de sus
parpados, es la prueba de cuanto ella llora. Padece depresión aguda y su
mirada es triste y sin brillo. Se siente cansada y toma medicamentos para el
corazón. El doctor le recomendó reposo y el especialista le recomendó
cambio de vida. No estresarse, pasear, alimentarse bien, clases de natación
para relajar los músculos y tomar multivitamínicos.
Los doctores no entienden que Teresa está agotada física, emocional y
mentalmente. Tampoco saben que Teresa sufre violencia física, violencia
emocional, violencia verbal, violencia psicológica, violencia económica,
violencia cultural y violencia sexual en su propio hogar.
Ahora bien, si analizamos el caso de Teresa, no podemos evitar preguntar el
por qué ella tolera toda esa violencia. Cualquiera de nosotros ya hubiéramos
renunciado a ese estilo de vida. Ya nos hubiéramos ido de ese lugar y
hubiéramos empezado de cero. ¿Por qué sigue Teresa allí, soportando y
sufriendo tanto y estando viva y no viviendo?
Pues al analizar su vida, sabemos que hubo un momento que detonó todo.
En algún momento ella dejó de luchar o aceptó esa vida y creyó que ese era
su destino. Al investigar sobre su vida, encontramos que Teresa fue abusada
sexualmente por su padrastro a los nueve años y que su madre la echó a la
calle y la culpó. También descubrimos que vivió en la calle por unos días
hasta que, “un buen hombre” quien ahora es su esposo, le dio alojamiento
en su casa. Ella se casó con él y tuvo tres hijos con él.
Después de ser sirvienta para éste hombre, terminó quedándose a vivir con
él. Al preguntarle por qué se había quedado con él, ella contestó que no tiene
más familia y que no supo que hacer. Dijo que se sintió sola y tenía miedo de
todo y que cuando menos éste hombre se había hecho cargo de ella. ¿Pero a
qué costo?
A pesar de sus intentos de cambiar su vida, Teresa no ha podido lograrlo,
porque los traumas de su niñez siguen con ella y sin darse cuenta, sigue
atrayéndose más sufrimiento a su vida. ¿Qué pensamientos pasan por su
mente?
65
No podemos continuar sin hacer las siguientes preguntas. ¿En verdad será
ella quien se ha atraído tanto dolor a su vida desde niña o serán las palabras
de su esposo las que la paralizan? Su esposo es quien siempre le dice, que
ella tiene que hacer lo que él ordena, porque él es el que manda y que ella es
una inepta que nunca hace nada bien. El escuchar diario que su esposo le
diga “tú no eres nada, no sirves para nada, no la haces sin mí, no puedes,
eres una mal agradecida, aquí haces lo que yo diga o ya sabes”. ¿O será por
qué Teresa no se ama a si misma lo suficiente? ¿O será que todo lo que le
dicen a Teresa, ella ya lo aceptó como su realidad? ¿O será porque Teresa
nunca superó lo que le causo dolor de su infancia? ¿O será que Teresa no
tuvo quien le enseñara las leyes de la vida?
Cuando vemos una situación así, es necesario concluir y decir que Teresa
necesita ayuda psicológica urgentemente y que debió de recibir esa ayuda
desde su niñez. También sabemos que ella debe poner distancia entre ella y
sus agresores y entendemos que no busca esa ayuda porque ella obedece a
su esposo y el esposo no le permite salir, ni tampoco le da dinero para pagar
a un profesional médico. ¿Y el dinero de la fonda? Sencillo, los hijos se lo
quitan o la golpean si no se los entrega. Sencillamente, el miedo la paraliza.
¡Ya se, hay centros de ayuda que existen para ayudar a las mujeres que
sufren violencia! ¿Cierto? Eso vemos anunciar en varios medios de
comunicación. La realidad es que en el lugar que Teresa vive no hay
suficientes centros de ayuda para mujeres como ella. Hay siempre una lista
de espera para poder recibirlas. La lista puede ser tan larga que cualquier
mujer se desanima y regresa a su disque hogar a seguir viviendo la vida que
le tocó vivir.
Mujeres como Teresa viven presas del miedo. Tienen miedo a seguir
viviendo, miedo a ser golpeadas, miedo a que les griten, miedo a la furia de
su propia familia, miedo a vivir en la calle y miedo a lo desconocido. Tienen
miedo a dejar a sus hijos desamparados, aunque ya los mismos hijos,
también sean sus agresores. Tienen miedo a la soledad y a lo desconocido.
No saben ser independientes y se les hace imposible avanzar. Viven presas,
son víctimas y no saben hacer valer sus derechos porque tal vez en el fondo,
detrás de la inseguridad, exista la creencia de que son indignas de recibir
cosas buenas de la vida. Piden a Dios Padre Santo que las rescate, piden un
66
milagro que les solucione la vida, y lloran a gritos, pero en silencio. Están
cegadas por el dolor y por el miedo y no han encontrado la solución.
Estás mujeres como Teresa, no saben que Jesucristo dijo que él nos dará la
fuerza para liberarnos de toda ocasión de pecado. Siguen pensando o
creyendo que Jesucristo bajará del cielo solo para rescatarlas. Si tan solo
alguien les hubiera enseñado las Enseñanzas Divinas de Jesucristo
correctamente, ellas tendrían otra vida.
¿Cuánta fuerza les daría Jesucristo para liberarse de injusticias si tan solo
ellas le pidieran a Jesucristo que les de su fuerza? Una vez más vemos
manifestada la falta de enseñanzas que existe en el mundo. Una vez más
vemos que el sufrimiento es causa de la ignorancia que es lo mismo decir que
la ignorancia es la falta de sabiduría, que es lo mismo decir que la ignorancia
es la falta del Espíritu Santo en la vida de las personas. Así que el sufrimiento
sigue presente en las vidas de las personas quienes gritan y lloran pidiendo
ayuda; pidiendo un milagro.
¿Cuánta ayuda necesitan estás mujeres que viven la misma situación que
Teresa? ¿Cómo hacemos para ayudarlas y cómo las hacemos entender que
aún su vida puede cambiar? Es justo que la ayudemos todos como podamos.
Si conoces a alguien como Teresa, y no puedes ir a darle ánimo ni palabras de
aliento, ni palabras de sabiduría, recuerda que todos tenemos el poder de la
oración. Cuando oremos por Teresa, o por otras que viven la misma
situación, confía en que Dios Padre Santo nos escuchará. Dios Padre Santo es
tan poderoso y tan milagroso que se hará cargo de la vida de Teresa y de
otras “Teresas”.
Por otro lado, hay quienes llevan una vida de sufrimiento pero que no
aceptan ayuda de nadie. Para poder ayudar a otra persona, primero es
realmente asegurarnos de que ésta persona se ame tanto a sí mismo o a sí
misma como para que quiera otra vida y que esté dispuesta a cambiar y a
recibir ayuda. Así que insisto, ayudemos a quienes se dejan ayudar y oremos
por todos los demás que no aceptan nuestra ayuda.
Todos tenemos que amarnos a nosotros mismos tanto como para querer una
vida digna, prospera, llena de amor, llena de cosas y llena de personas
buenas. Todos tenemos la capacidad y el derecho de ser felices en ésta vida
67
porque así lo quiere nuestro Dios Padre Santo. Valemos igual que cualquier
otro ser humano ante sus ojos.
Todos somos ricos porque tenemos muchísimos tesoros y aquí resaltamos a
algunos:
El más grande tesoro es nuestro Dios Padre Santo y él nos bendice de más
tesoros:
Tenemos un tesoro llamado vida que debemos valorar, cuidar y agradecer a
Dios.
Tenemos un tesoro llamado libertad; así que nadie tiene derecho a
quitárnoslo.
Tenemos un tesoro llamado tiempo; así que aprovecha cada minuto de tu
vida.
Tenemos el tesoro llamado libertad de pensamiento, así que piensa
solamente en positivo.
Tenemos el tesoro llamado inteligencia que nos dice, si somos felices o si algo
no está bien.
Tenemos el tesoro llamado agradecimiento que debemos usar a todas horas.
Tenemos el tesoro que es el amor. ¡Ama a Dios Padre Santo y a tu prójimo
como a ti mismo!
Aquí, en éste último nos detenemos para que recordemos que tenemos que
amarnos a nosotros mismos, para que podamos cuidarnos y despojarnos de
todo lo que nos hace daño y que no es bueno para nosotros.
Para que uno pueda dar amor, debe de tener amor interno. Claro que Teresa
ama a sus hijos, pero debe de amarse primero a ella misma para que ese
amor que ella siente por ellos, sea el que predomine en su vida y no
predomine todo lo malo que ella se sigue atrayendo.
Ejemplos: Si tú tienes una empresa grande; tú das empleos y mejor calidad
de vida a tus trabajadores. Si tienes una piña extraes jugo de piña. Si tienes
un jardín de flores, cultivas flores. Si exprimes una naranja, sacas jugo de
naranja. ¿Y si solo hay rencor, tristeza y lágrimas, qué das al prójimo? Para
68
dar amor, debemos amarnos primero. Es como si yo te digo que te voy a dar
felicidad cuando en mí solo hay amargura.
Amarse a sí mismo implica que te tienes que amar tanto como para no
permitir que te traten mal, significa que te vas a valorar como ser humano
digno de amor y afecto, significa que te vas a cuidar, significa que vas a luchar
por tu felicidad, significa que vas a luchar por tus sueños y que vas a vivir en
tu derecho de libertad. Significa que vas a buscar la forma de tener paz, de
alimentarte bien, de no adherirte ni creerte cosas negativas que otros lancen
hacia ti. Significa también que vas a ser valiente, como lo has sido hasta hoy,
para cambiar y transformarte. Significa que te vas a defender porque es tu
vida la que está en juego.
Te defiendes y te proteges cuando no permites que en tu mente entre la
basura que los demás te puedan lanzar. No permitas que te hagan sentir
inferior ni permitas que te denigren como ser humano y ni mucho menos
permitas que te contagien de su negatividad. Permítete amarte y aprender
cosas nuevas para que vivas mejor. Amarse a sí mismo es también darse
momentos de risa, alegría, convivencia sana y gozar de la libertad que es solo
nuestra. ¡Amate tanto como para no rendirte y no tengas miedo porque la
vida que estás cuidando, es la tuya!
Si no tienes amigos, sal a la calle a dar un paseo. Siente el viento en tu rostro
porque existe vida fuera de tu pequeño mundo de sufrimiento. Despéjate y
deja de vivir siempre lo mismo. Recuerda que todo es cambio. No pongas de
pretexto que no sales a pasear porque no tienes dinero. La creación de Dios
es gratis. Mira a los árboles, al cielo, a la naturaleza, a los animales, a las
montañas, a los ríos, a los mares y todo lo maravilloso que Dios te regala para
disfrutar día a día. Mira a la fruta que hay en tu mesa, no importa si es poca,
solo mira y analiza de donde proviene; no solo llegó a tu mesa de la tienda, ni
del agricultor, la semilla llegó a éste planeta llamado tierra por obra de Dios
Padre Santo. El contemplar todo lo bueno es gratis. Es algo tan maravilloso
que Dios Padre Santo nos regaló y es indescriptible toda su hermosura y lo
más importante es que está a tu disposición. ¿Acaso prefieres ir a ver una
película que creo el hombre? El hombre te cobra la entrada al cine y Dios
Padre Santo no te cobra nada por ver. Así que no pongas de pretexto la falta
de dinero para distraerte de vez en cuando. Sal a caminar y siente a los rayos
69
del sol en tu rostro. Siente al viento. Mira como vuelan las aves. Contempla el
firmamento y a sus nubes. Observa el movimiento y a las formas de las
nubes. ¡En pocas palabras, salte a caminar para que te sientas VIVA o VIVO!
Regálate un momento de vida. Vive, agradece y disfruta el estar vivo. Cuida
tu salud mental, emocional, física y espiritual. Amate tanto para que no
permitas, que alguien más te dañe y amate tanto para que ni tú mismo te
dañes.
Amate tanto que nunca más permitas que siembren en ti el dolor. Amaté
tanto para que las palabras o acciones negativas de otros, no te afecten.
Amate tanto para que tu interior solo esté lleno de cosas buenas.
Lo mismo aplica para el pasado; amate tanto para que no te duela el pasado,
déjalo ir, porque ya pasó. Amate tanto que no quieras siquiera revivirlo o
repetirlo. Concéntrate solo en el presente, solo en el hoy. Solo hoy importa.
Así te estarás amando y viviendo y entonces podrás avanzar en la vida con
sabiduría proveniente del amor.
Si sientes que estás atrapada, por personas toxicas que no te permiten ni
salir a caminar, no te rindas. Asómate por la ventana y mira que hay vida
afuera y empieza a pensar que esa vida que hay allá afuera, te pertenece a ti
y que te está esperando. Nunca pierdas la esperanza; porque solo mi Dios
Padre Santo es eterno. Dios Padre Santo te ama y solo debes de confiar en él,
porque para Dios todo es posible. Sobre todo, sé más inteligente que
cualquier persona negativa que esté a tu lado, y eso significa que debes ser
positiva. Lucha por tu vida porque Dios Padre Santo te la regaló a ti y él está
contigo. Dios siempre está contigo, aunque parezca lo contrario. Tú fe, te
salvará que es que tu creencia te salvará. Recuerda siempre que Dios te ama
mucho.
Las personas negativas, contaminan a lo bueno. Son como la fruta podrida en
medio de fruta buena, que contaminan y echan a perder todo lo bueno. No
permitas que las acciones de personas negativas te llenen de odio. No
permitas que las palabras y sentimientos de personas negativas te contagien
ni permitas que tomen el control de tu vida. Las personas negativas dañan y
bajan a la autoestima de sus víctimas y son como plagas que se dedican a
70
contaminar a todo lo bueno, pero solo lo lograrán si tú les das el poder para
hacerlo.
Se firme en lo que eres: una esencia de amor, una virtud de amor, una
persona positiva y un ser de luz. Tu vida es tuya porque Dios Padre Santo te
regalo esta vida. Amate porque provienes del amor.
Afirmaciones:
Yo me amo y me respeto.
Yo me cuido y me valoro.
Yo me acepto como hijo legítimo de Dios Padre Santo.
Yo me perdono.
Yo me amo y así puedo dar amor.
Yo soy amor.
Yo me amo tanto que solo atraigo amor a mi vida.
Yo me transformo.
Yo me consiento al disfrutar de todo lo bueno que Dios Padre Santo me da.
Yo me alimento de cosas sanas.
Yo me nutro de pensamientos positivos.
Yo ejercito mi cuerpo.
Yo me lavo de rencores.
Yo dejo atrás al pasado.
Yo vivo en el presente.
Yo tomo el control de mi vida porque Dios Padre Santo está conmigo.
Hoy, yo retomo mi libertad.
Solo cosas positivas entran en mi vida.
71
Yo adopto un nuevo y positivo estilo de vida.
Yo decido sobre mi cuerpo.
Yo decido quien entra y sale de mi vida.
Yo decido que cosas dejo en mi mente.
Yo lucho por mis sueños.
Yo corrijo cualquier pensamiento negativo y lo hago positivo, porque la
fuerza de mi Dios me lo permite.
Yo sano heridas del pasado con amor y reconozco que todo lo que yo soy, es
un regalo de Dios.
Yo agradezco a Dios Padre Santo el estar vivo.
Gracias Padre Santo por el hermoso regalo de vida. Gracias por amarme
tanto y por permitirme aprender de tus divinas enseñanzas. Gracias. Gracias.
Gracias.
72
Capítulo 4
Valorarse a sí mismo y valorar a los demás.
Cuando ya te has dado cuenta de que la vida que vives no es lo que soñaste o
que no es la vida que tú quieres, y también estás dispuesto a cambiar, ya has
trabajado en dejar el pasado atrás y has empezado a amarte a ti mismo;
ahora llega el momento de valorarte a ti mismo.
Valorarte a ti mismo, significa que te vas a ver tal y como eres desde tu
interior y significa que te vas a ver como una persona de amor. Valorarte a ti
mismo es darte cuenta de que eres una persona que merece todo lo bueno,
al igual que los demás. Es el aprender a no sentirte menos ante otros en
ningún momento. Es dejar de esconderse por complejos de inferioridad,
porque eres un ser hermoso. También es sentirte fuerte ante lo que vives y
ante lo que vendrá. También es sentirte libre y digno de recibir amor y afecto
de los demás.
Valorarte a ti mismo y reconocerte es una alegría y una bendición porque es
una forma de aceptar quien eres; un ser de luz. El valorarte a ti mismo
significa que te aceptas como parte de toda una creación perfecta y
entiendes que tienes un lugar en esta tierra.
Trata de ser tú mismo en todo lo que hagas o digas. Lo más importante, cree
que eres un ser de luz, proveniente de un Dios de Luz y que eres parte de un
todo; un todo que es bueno y perfecto. Aprende de los errores y no tengas
miedo a equivocarte. Cuando una persona tiene miedo al rechazo, al fracaso,
al dolor, a la soledad, al que dirán, a lo nuevo o a tener siempre los mismos
resultados, se está menos valorando como ser humano. Todos los seres
humanos nos equivocamos, pero volvemos a intentarlo, y eso es lo
importante. No tienes por qué sentirte menos que otros porque si estás aquí,
es porque has sido valiente. Felicítate.
Debes de mirarte desde adentro hacia afuera y encontrar todo lo que eres;
un ser amoroso y bondadoso. Nota la diferencia entre un ser creído o
narcisista, que es quien se ve desde afuera y admira lo que es por fuera, y por
lo contrario el valorarse a sí mismo es quien se ve desde adentro como una
73
persona llena de amor propio interno. El amor propio interno es parte de
nuestro bienestar que, a su vez, nos lleva a la auto aprobación de nosotros
mismos. Esto quiere decir que te sientes bien con quien eres, con lo que
haces, con lo que das a los demás y con lo que dices, sientes y piensas de ti y
de otros.
Si lo que encuentras adentro de tu interior no te gusta, cámbialo por cosas
positivas. Ejemplo; si una persona al verse por dentro, encuentra que ha sido
un ser malvado, controlador o manipulador, solo debe de dejar de hacer
cosas malas y empezar a hacer cosas buenas, arrepentirse, perdonarse y
pedir perdón. En vez de hacer una maldad al prójimo, se debe de empezar a
hacer algo bueno por el prójimo. Aunque cueste algo de trabajo el cambiar
de comportamiento, puede lograrse. Al lograrlo, la autoestima se eleva y el
valor interno de aceptación, le dará el sentimiento de ser merecedor de amor
y le dará el resultado de su auto aprobación. Recuerda que todos nos
equivocamos y que también podemos corregirnos. Dios Padre Santo nos
perdona.
El valorarte y reconocerte te lleva hacia el camino de pensamiento y de
mentalidad positivo. Entre más positivos seamos, más cosas buenas
tendremos. Entre más nos valoremos como iguales a otros, más dignos nos
sentiremos y al sentirnos dignos de recibir bueno, más seguros nos
sentiremos. A su vez, éste camino de pensamiento y de mentalidad positivo
nos ayudará a mejorar a nuestra alta autoestima.
Tal vez cocinas delicioso; debes felicitarte a ti mismo. Si cuidas siempre a tus
hijos; felicítate por ser excelente madre o padre. Si tejes, felicítate. Si
escuchas a otros o los aconsejas, felicítate. Si has pasado por experiencias
fuertes, felicítate porque sigues aquí. Si das lo suficiente en casa para la
manutención, felicítate. Si eres un esposo ejemplar, felicítate.
Si yo me digo a mi mismo que soy fuerte porque tengo un empleo el cual
hago fácilmente, aunque para otros sea pesado; estoy afirmando en positivo
que soy fuerte. Reconozco y afirmo que soy fuerte y al mismo tiempo estoy
afirmando que mi trabajo lo puedo realizar fácilmente. Me estoy
reconociendo, me estoy valorando al decir que soy capaz de hacer mi trabajo
fácilmente y estoy pensando en positivo. Me acepto y me apruebo: Entonces,
74
acéptate cómo eres, porque naciste bueno y eres bueno. Vales mucho y
cuando hayas aceptado que vales tanto como los demás, que eres digno de
recibir amor y que eres digno de gozar de una vida feliz, agradece a Dios
Padre Santo por la vida que tienes y amate siempre.
Valora a Dios Padre Santo porque él te da la vida, valórate a ti mismo porque
ante los ojos de Dios Padre Santo eres igual a los demás que son buenos, y
valora a los demás porque también son dignos de amor.
Valorar a los demás es tratar a los demás como tú quieres que te traten.
Todos merecemos respeto y merecemos ser tratados con dignidad. Los seres
humanos vivimos en un mismo planeta, somos de la misma especie y
tenemos la necesidad de amor y tenemos la capacidad de recibirlo y la
capacidad de darlo a otros. Debemos de aceptar que todos los seres
humanos dependemos unos de los otros. Gracias a los logros de muchos, nos
beneficiamos todos. Así que cada ser humano está aquí en esta tierra gracias
a Dios Padre Santo y cada uno goza de derechos que todos debemos de
respetar.
Respetar a otro es darle su lugar en este planeta. Es aceptar a sus creencias, a
sus gustos, a sus costumbres y a sus tradiciones. Respetar a otro es el tolerar
sus defectos al igual que ellos nos toleran sin llegar al punto de abuso. Es
tratar al prójimo con dignidad. También es servir y ayudar al prójimo dentro
de nuestras posibilidades porque al servir al prójimo, estamos diciéndonos y
reafirmándonos a nosotros mismos y a ellos que son dignos de recibir bueno.
Al aceptar al prójimo como un ser digno de respeto y de amor, estamos
manifestando lo que por dentro somos; amor.
El que quiera ser primero, que sirva a los demás. ¿Te suena familiar lo que
dijo Jesucristo? Pues de esto hablaba; de valorar al prójimo con el mismo
valor que te das tú. Al valorar al prójimo, servimos al prójimo porque lo
ayudamos a ser mejor persona y al mismo tiempo le estamos dando el lugar
que se merece en el universo. El prójimo, es tan digno como tú, de estar aquí
en este planeta. Valoremos a los demás y reconozcamos su valor y su
aportación positiva a la humanidad. Al valorar al prójimo, le servimos, le
damos y después Dios Padre Santo no da.
75
El que tú tengas servicio de electricidad en casa, se lo debes a el que inventó
la electricidad, a los que hicieron los trámites para pedir que llegara el
servicio a tu localidad y el tiempo invertido en esos trámites, la empresa que
dirigió el proyecto de electrificación, los ingenieros que arriesgaron su vida
para hacer las conexiones de los postes hasta tu hogar. Las personas que
llevan el control y que resuelven los problemas que surgen con el servicio
que ellos te brindan, y la lista sigue. Todos necesitamos de todos.
Empieza por valorar a Dios Padre Santo; Ama al Señor tu Dios con todo tu
corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
Después ama a tu prójimo como a ti mismo.
Afirmaciones:
Yo soy un ser de luz.
Yo soy amado.
Yo soy hijo de un Dios infinito y bueno.
Yo soy vida.
Yo soy feliz.
Yo soy libre porque Dios Padre Santo me dio la vida.
Yo me valoro.
Yo me amo porque Dios me ama.
Yo soy positivo.
Yo soy fuente infinita de amor.
Yo soy digno de respeto.
Yo soy amable.
Yo soy un ser maravilloso.
Yo soy alegría.
Yo soy confianza.
Yo soy fuerte.
76
Yo soy sano.
Yo soy inteligente.
Yo soy humilde.
Yo soy un ser digno de amor y afecto.
Yo soy un ser digno de tener una vida buena.
Yo me valoro porque Dios Padre Santo me ama.
Todo lo bueno que yo soy y todo lo que yo hago se lo agradezco a Dios Padre
Santo porque él vive en mí. Amén.
La Autoestima
La autoestima es el valor que una persona se da a sí mismo. Si tú te amas y
amas a los demás, te valoras y valoras a los demás, entonces esto quiere
decir que tienes una alta autoestima. Si eres positivo, tienes una alta
autoestima. Si crees firmemente que puedes lograr algo y lo intentas, tienes
una alta autoestima. Lo mismo sucede para alguien que nunca se rinde y para
quienes luchan incansablemente por sus sueños.
Las personas con una alta autoestima, en su mayoría son luchadoras,
trabajadoras, emprendedoras, creativas, competitivas y siempre logran lo
que se proponen, tárdense lo que se tarden. En otras palabras, siempre están
pensando, analizando y creando. ¡Se mueven! No se quedan sentados
esperando a que les den la oportunidad. Éstas personas salen en busca de la
oportunidad. Solo aceptan un sí, por respuesta. La mayoría de estas personas
son emprendedoras y ven solo las posibles maneras de realizar o conseguir
algo. Enfocan su mente, su creencia, sus energías, sus fuerzas, su tiempo, su
empeño, su trabajo, su tenacidad, su inteligencia, sus sentimientos y su
perseverancia; para tener buenos resultados.
77
Esto no quiere decir que no se equivoquen o que los resultados que
obtuvieron sean los que esperaban. Esto quiere decir que estas personas lo
intentan y si fallan, lo vuelven a intentar de otras formas, y si vuelven a fallar,
lo vuelven a intentar. Siempre creen que van a tener resultados positivos. Su
mentalidad es grande al igual que lo es su desempeño.
Cuando una persona tiene la autoestima alta, no se enfoca en los problemas,
se enfoca en las soluciones. Estas personas realmente creen que lo que están
haciendo va a funcionar y realmente se aplican. Su aplicación mental es su
enfoque, su fuerza, su energía, su seguridad interna, su proyecto de vida, su
fe, su creencia, la acción y sus esperados resultados positivos. En pocas
palabras, logran lo que otros no pueden porque no tienen miedo al fracaso.
El fracaso para ellos es una lección más de la que hay que aprender y aún del
fracaso, encuentran algo positivo. Son personas seguras de sí mismas que
luchan por sus sueños.
La mayoría de estas personas con alta autoestima son triunfadores y
triunfadoras a quienes otros les atribuyen el nombre de “guerreros o
guerreras” porque nunca se rinden. Son personas que buscan el cómo y las
soluciones para lograr sus sueños. Son dignas de respeto porque no solo
entienden y ven a su propio potencial, sino que explotan todo su potencial.
Lo más maravilloso de estas personas es que reconocen el potencial de otros
y valoran a los demás.
La mayoría de éstas personas triunfadores y triunfadoras tienen un propósito
de vida y saben hasta donde pueden llegar. En su camino, ayudan a crecer a
otros, porque saben amar. Se aman interiormente y aman a la vida y a los
demás. Salen a buscar a las oportunidades y son analíticos y observadores.
Logran sus sueños y están conscientes de que el tiempo pasa y quieren
asegurarse de lograr un buen porvenir para ellos y para sus seres queridos.
Estas personas también viven en el presente, con una mentalidad positiva, y
con una continuidad de metas y logros por alcanzar. Viven y realizan sus
sueños.
¿A cuántas personas conoces que son así? Estas personas nos están diciendo
con cada uno de sus logros, que sí se puede tener lo que se quiere.
78
Hablemos ahora de las personas con baja autoestima. Estas personas nunca
pueden lograr algo, no viven sus sueños, no se mueven, que dejan proyectos
personales a media, no actúan porque para ellos siempre hay un pretexto o
supuesto valido motivo para no poder hacerlo y se rinden fácilmente.
Es que está muy lejos, es que está muy pesado, es que nadie me da una
oportunidad, es que todo se me hace muy trabajoso, es que está muy difícil,
es que hoy no tengo tiempo, es que pagan muy poco, es que no me
contratan, es que me da miedo hablar con las personas, es que no se puede,
etc. En casi todos los aspectos de su vida son negativos. En fin, son personas
a las que hay que ir motivando o casi obligando para que hagan algo bueno
con su vida, si es que lo permiten. No explotan su potencial; por su misma
atracción de negatividad continua, por sus creencias, por su conformismo,
por falta de interés, por falta de motivación, por sedentarismo, por sentirse
menos que otros, por no valorarse y algunas veces porque no quieren
cambiar.
Este tipo de personas negativas, no se dan cuenta de que su vida puede
cambiar completamente en el momento en que se apliquen mentalmente
atrayendo a lo positivo a sus vidas y al accionar. Si se aplicarán mentalmente,
todo su mundo cambiaría. Creerían y confiarían en sí mismos, y serían
positivos. Confiarían en un ser infinito llamado Dios Padre Santo, que es amor
y también valorarían el estar vivos en el aquí y en el ahora. Lograrían sus
sueños y vivirían la vida que quieren.
Entonces, para lograr tener una alta autoestima, es necesario cambiar
internamente. Cambiar de mentalidad. Cambiar de negativismo a positivismo
y el lograrlo, eso solo depende de nosotros mismos. Depende de uno mismo
nutrirse de cosas positivas y de rodearse solo de personas positivas para
crearse un ambiente de alta autoestima. Así como las personas negativas o
toxicas contagian, también las personas positivas, con alta autoestima y
provechosas contagian.
No sé si recuerdes o hayas escuchado el refrán que dice, “dime con quién
andas y te diré quién eres”. Es lo mismo, también aquí aplica; júntate con
personas negativas y te contagiarán de su negatividad, júntate con personas
positivas y te contagiarán de su positividad.
79
La alta autoestima es la valoración positiva que se tiene de sí mismo; la cual
permite la aceptación interna y es el sentirse digno de recibir y de dar bueno.
Es lo que hace que la persona vibre en el campo del positivismo que, a su vez,
hace que se apruebe, se atraiga más cambios favorables a su vida y esto
permite que la persona se sienta segura de que puede lograr sus objetivos.
Debemos creer primero en nuestra capacidad de aprender para hacer las
cosas bien y debemos creer en nuestra capacidad para lograr nuestros
sueños. Para tener una alta autoestima debemos creer que siempre vamos a
tener resultados positivos, así que nuestra actitud, ante todo, debe centrarse
en el ser positivo. ¡Recordemos que la fe mueve montañas!
Ahora hacemos una recopilación de parte de lo que hemos aprendido hasta
ahorita.
1. No eres feliz o quieres lograr tus sueños; aceptas que no eres feliz o
que estás inconforme con tu vida, o quieres que tu vida sea diferente,
o que quieres vivir y alcanzar tus sueños. Ya reconociste que ese es tu
caso.
2. Sabes que hay personas que, si están viviendo sus sueños, y que si se
han realizado como personas exitosas, felices y prósperas.
3. Aceptamos que todo es “cambio”.
4. Ahora, reconocemos que para que algo cambie, tenemos que cambiar
nosotros primero, y aceptas que así es como funciona la vida.
5. Después, aceptamos que hay que cambiar de ideas, cambiar de
pensamiento, remplazar creencias viejas por nuevas y rodearnos de
positivismo.
6. Dejamos el pasado donde pertenece que es en el pasado. No vale la
pena vivir en el pasado porque en el nada se le puede agregar o quitar,
ni mucho menos cambiar.
7. Reconocemos nuestras debilidades o cargas del pasado que no nos
dejan avanzar y estamos dispuestas a cambiarlas para alcanzar nuestra
nueva vida que tanto decimos querer tener.
8. Aceptamos que todo pensamiento, palabra, sentimiento y deseo será
nuestra verdad en un futuro cercano y que es el motivo del porque
debemos de ser positivos.
80
9. Aprendimos que todo pensamiento, palabra y deseo será dado a ti por
Dios Padre Santo o que se materializará a medida que tú lo creas y
aceptes como verdad.
10. Sabemos que todo está materializándose para después recibirse con
agradecimiento y que cuando estemos listos para recibirlo, debemos
agradecerlo a Dios Padre Santo.
11. Sabemos que lo que pedimos a Dios Padre Santo él nos lo dará en
cuanto estemos listos para recibirlo, que es cuando implementemos la
acción.
12. Agradecemos a Dios Padre Santo por darnos más y en abundancia de
lo que le pedimos.
13. Empieza nuestra transformación al aceptar “al cambio” como parte
natural en nuestras vidas.
14. Detenemos al pensamiento negativo con la palabra.
15. Cuidamos a nuestros pensamientos, a nuestros sentimientos y a
nuestras palabras al pedir algo a Dios Padre Santo, porque eso
estaremos recibiendo por multiplicado.
16. Aprendemos a amarnos a nosotros mismos porque también somos
dignos de recibir y dar amor y afecto.
17. Nos valoramos tanto que no aceptamos que lo malo exista en nuestra
vida.
18. Nos valoramos tanto como para no permitir que el pasado afecte a
nuestro presente.
19. Valoramos a los demás.
20. La alta autoestima es sinónimo de positivismo y auto valoración que se
aprueba y que a su vez al aplicarlo da resultados positivos
multiplicados.
21. Confiamos en nuestro Dios Padre Santo y en nosotros mismos.
22. Nos rodeamos de personas buenas y positivas.
23. Valoramos a la libertad que tenemos para cambiar.
24. Sabemos que Dios Padre Santo es la verdad, el camino y la vida y
creemos en él.
25. Agradecemos a Jesucristo por sostener nuestra mano derecha.
81
Afirmaciones:
Yo soy un ser hermoso, creado a semejanza de Dios Padre Santo.
Yo soy hijo de Dios Padre Santo.
Yo soy hijo de la luz.
Yo soy parte de un todo creado infinito.
Yo soy amor infinito.
Yo soy libre.
Yo soy fuerte.
Yo soy inteligente.
Yo soy exitoso.
Yo soy prospero.
Yo soy sano.
Yo soy bendecido.
Yo soy agradecido.
Yo soy compasivo.
Yo soy vida.
Yo soy aceptado.
Yo soy generoso.
Yo soy paz.
Yo soy luz.
Yo soy cariñoso.
Yo soy atento con los demás.
Yo soy honesto.
Yo soy emprendedor.
82
Yo soy creativo.
Yo soy triunfador.
Yo soy abundancia.
Yo soy perseverante.
Yo soy disciplinado.
Yo soy constante.
Yo soy armonía.
Yo soy autentico.
Yo soy bondadoso.
Yo soy voluntad.
Yo soy coherente porque aprendo fácilmente.
Yo soy crecimiento y cambio.
Yo soy avance.
Yo soy único.
Yo soy original.
Yo soy independiente.
Yo soy orden y armonía.
Yo soy progreso.
Yo soy valioso.
Yo soy amado.
Yo soy pensamiento, sentimiento, palabra, acción y creencia viva.
Yo soy protegido por Dios.
Yo soy hijo de un Dios perfecto.
Todo lo yo que soy y todo lo que yo hago, se lo agradezco a mi Dios Padre
Santo porque de él proviene todo lo que soy.
83
La acción
Es necesario movernos para conseguir algo. Estoy siempre a salvo y estoy a
salvo al hacer cambios en mi vida. Eso es que lo siempre debemos afirmarnos
para que realmente se vuelva nuestra realidad. La acción es tan importante
como el estar vibrando en el campo de lo positivo y el ser constante con lo
que estamos diciendo y pidiendo a Dios Padre Santo.
Tomemos el siguiente ejemplo: Un hombre que se encuentra en el desierto
tiene sed. Siente que su boca se seca, el calor quema su cuerpo y siente que
le falta el aire. Pide mucho a Dios Padre Santo el poder encontrar agua. Como
pidió tanto y creyó que sí iba a encontrar agua; milagrosamente el agua se
materializó y se encuentra a escasos cinco metros de donde está el hombre.
Está justo bajando un montículo de arena, esperando a que el hombre llegue
a beberla. Si el hombre se da por vencido y decide permanecer allí donde
está, exhausto y ya casi sin fuerza, pues morirá de sed. Sin embargo, si decide
utilizar fuerzas que aún le quedan e intenta avanzar, encontrará agua y vivirá.
Así mismo, todo es en la vida, así funciona la vida. ¿Tienes hambre y
carencias? Pide mucho, cree positivamente con firmeza en que Dios Padre
Santo te dará lo que le estás pidiendo y se constante en pensamiento y en
sentimiento a creer que encontrarás lo que necesitas y confía que puedes, y
dilo con tus palabras y luego muévete para conseguirlo. Confía en que Dios
Padre Santo te dará lo que le estás pidiendo.
No pidas sacarte la lotería ni pienses que vendrá un avión volando y dejará
caer una maleta de dinero y que solo tú te vas a enterar de eso y que te va a
caer exactamente dentro de tu patio. Tampoco pienses que vas a conocer a
una persona tan bondadosa, que como no tiene familia, te va a heredar toda
su fortuna. Tampoco te concentres en que va a venir un príncipe azul
montado a caballo y que tú eres la cenicienta y que vas a ser rescatada por él,
y que después el príncipe y tú se van a ir al castillo y vivirán felices para
siempre. Se realista. Se vale soñar más no se vale vivir en un castillo de arena.
Pide un empleo digno de ti, porque tú sabes que eres digno de tenerlo y
sabes que vales mucho. Aprende algo nuevo que le de valor a tu vida y a tu
futuro. Reconoce quien es tu Dios Padre Santo y cree en él y reconoce quien
84
eres; un ser maravilloso, con una inteligencia infinita que lo que se proponga
lo conseguirá.
Piensa, siente, habla y actúa con inteligencia. Tus cambios deben siempre de
ser positivos e inteligentes. El caminar por la vida, es cambio. Tu
transformación a positivo es cambio. Todo lo que piensas, dices y sientes son
cambios y también lo son tus acciones. Camina firme siendo positivo, pero sin
miedo, porque estás a salvo con Dios Padre Santo. Todo cambio es bueno
cuando tus pensamientos, sentimientos, palabras, sentimientos, creencias y
acciones son positivos. Los cambios en tu vida son buenos porque todo es
cambio y tenemos la inteligencia de aprender. Al ser positivo, puedes pedir a
Dios Padre Santo, y si eres constante en lo que pides, si lo sientes y si crees
que lo que estás pidiendo ya viene en camino, y tomas acción para recibirlo,
lo recibirás. Así que confía en Dios, pide, cree y actúa.
Afirmaciones:
Yo soy libre.
Yo soy acción.
Yo soy emprendedor.
Yo encuentro siempre que yo busco.
Yo voy al encuentro de lo que voy a recibir de Dios Padre Santo.
Yo soy inteligente.
Yo estoy a salvo siempre.
Dios Padre Santo me ama tanto que me da siempre más de lo que yo pido.
Yo siempre recibo cosas buenas de mi Dios Padre Santo.
Dios me da en abundancia.
Yo creo en Dios Padre Santo y él siempre me acompaña.
Yo siembro pensamientos y acciones buenas.
Yo creo que Dios Padre Santo me ve y me escucha y materializa mis deseos.
Yo voy en busca de mi cosecha bendita para recibirla.
85
Todo lo que soy, hago y tengo; proviene de mi único Dios verdadero que es
Santo.
Gracias Dios Padre Santo por permitirme vivir en un planeta maravilloso.
Gracias Dios Padre Santo por todo lo bueno que me das y que sé que me
darás porque eres bondadoso.
Gracias Dios Padre Santo por amarme tanto. Gracias. Gracias. Gracias.
Bendito seas eternamente. Amén.
El agradecimiento.
Lo único que trato es de ayudarte y apoyarte en el proceso de tu avance
hacia la nueva vida que tú dices que quieres tener, así que ahora tocaremos
el punto del agradecimiento.
En la vida debemos de ser agradecidos ¡Primero, agradezcamos por la vida
misma a Dios Padre Santo!
Estoy vivo, gracias Padre Santo Dios por éste nuevo amanecer porque hoy me
regalas la oportunidad de aprender y de cambiar mi vida. Gracias por siempre
escucharme y por siempre darme lo que yo te pido. Gracias Dios. Gracias
fuerzas divinas. Gracias energías Divinas. Gracias. Gracias. Gracias.
Cuando uno agradece, todo fluye a nuestro favor. Yo agradezco infinitamente
a Dios Padre Santo por todo to bueno que recibo en abundancia cada día
porque mi Dios es amor. Yo agradezco simplemente porque amo a mi Dios
Padre Santo que me da todo; la vida, la salud, la alegría, la paz, el amor y
todo lo demás que es bueno para mí.
El agradecer, es otra parte importante en la vida del ser humano. Cuando
uno va a una tienda y pide que le vendan un litro de leche; uno tiene que
pagar el precio que dice el vendedor que vale el litro de leche. Vas a comprar
un servicio y tienes que pagar por ello. ¿Cuánto dinero pagas por el servicio
86
de electricidad cada mes o cada dos meses? Todo en ésta vida terrenal
cuesta.
¿Cuándo alguien te regala algo, acaso no das las gracias? Pues es
exactamente así. Dios Padre Santo nos regala la vida que tenemos cada día y
debemos de agradecerle siempre antes de empezar el día. Gracias Dios Padre
Santo por otro maravilloso día. Gracias porque, en éste nuevo día, solo voy a
recibir cosas buenas de ti. Bendito seas eternamente. Amen.
Ahora, supongamos que una persona le pide a Dios una casa o un hijo.
¿Cuánto le tendría que pagar a Dios Padre Santo para que se lo dé? ¿Con qué
le podríamos pagar a Dios todo lo que nos ha dado? Solo hay dos formas para
estar en armonía con Dios Padre Santo y éstas son; agradeciendo a Dios
Padre Santo por todo y ayudando al prójimo.
Es todo lo que Dios Padre Santo espera de nosotros. Él espera que seamos
agradecidos con él y que compartamos de lo que él nos da, con el prójimo.
Dios Padre Santo espera de nosotros que lo amemos a él y que amemos al
prójimo, pero ese amor debe de ser puro, que nazca de nosotros. Dios no nos
obliga a amar. Él nos dio el regalo de la libertad y nosotros decidimos si amar
o no. Esto nunca lo olvides: se agradecido con Dios Padre Santo y amalo y
ama a tu prójimo como a ti mismo.
El ser agradecido te traerá muchos beneficios porque te dejará abierta las
puertas para volver a pedir un favor, un deseo, un proyecto o cualquier cosa
en la cual necesites ayuda. Aprende a darle a Dios Padre Santo el valor que
merece. Valora la presencia y existencia de Dios Padre Santo en todo
momento y agradécele la oportunidad de gozar de esta maravillosa vida.
Mantén las puertas de una amistad siendo agradecido. Si quieres la ayuda de
alguna persona el día de mañana; agradece hoy. Valorarse a sí mismo es
bueno, pero también hay que valorar todo lo bueno que viene de Dios Padre
Santo y de nuestro prójimo.
Entonces empieza agradeciendo a Dios Padre Santo que te dio un día más de
vida. Gracias Dios Padre Santo porque tengo un techo sobre mi cabeza
porque con el me protejo de la tempestad, del frio y del calor y estoy a salvo.
Gracias Dios Padre santo porque puedo caminar, porque así puedo moverme
y tomar acción para recibir lo que te he pedido. Gracias Dios Padre Santo
87
porque tengo una familia amorosa, porque así estoy acompañado y amado.
Gracias Padre Dios Santo por los alimentos del día de hoy que tenemos en
abundancia en nuestra mesa, porque así nutrimos nuestro cuerpo y podemos
compartir con el prójimo. Gracias Padre santo porque me das un trabajo
digno y próspero, porque con el puedo comprar lo que necesitamos y
podemos compartir. Gracias Padre Santo por darme como amigos a personas
buenas, porque así podemos disfrutar juntos de todo lo que nos das y nos
podemos apoyar mutuamente. Gracias Padre Santo porque me ayudas en
momentos difíciles, porque solo con tu ayuda podemos sobreponernos y
podemos empezar de nuevo con más fuerzas. Gracias Padre Santo por estar
siempre a mi lado, porque contigo estoy a salvo.
Debes de agradecer todo lo que eres, todo lo bueno que tienes y todo lo
bueno que tendrás porque todo vendrá de manos de Dios Padre Santo.
Afirmaciones:
Dios Padre Santo, te amo.
Dios Padre Santo, amo a mi prójimo.
Gracias Dios Padre Santo por todo lo bueno que me das.
Gracias Dios Padre Santo por mi hermosa familia.
Gracias Dios Padre Santo por vivir en mí.
Gracias Dios Padre Santo por la excelente salud de que hoy gozo.
Gracias Dios Padre Santo porque contigo estoy a salvo siempre.
Gracias Dios Padre Santo por el trabajo digno que tengo.
Gracias Dios Padre Santo por permitir que yo, cada día te ame más.
Gracias Dios Padre Santo por la paz que hay en mi vida.
Gracias Dios Padre Santo por rodearme solo de personas buenas.
Gracias Dios Padre Santo por amarme.
Gracias Dios Padre Santo por permitir que yo cambie para ser mejor persona.
88
Gracias Dios Padre Santo por la hermosa creación de la que gozamos.
Gracias Dios Padre Santo por existir.
Gracias Dios Padre Santo por mostrarme la vida, la luz, el camino y la verdad.
Gracias Dios Padre Santo por todo lo bueno que me das sin que yo te lo pida.
Gracias Dios Padre Santo por permitir que aprendamos de las Divinas
Enseñanzas de tu hijo Dios Jesucristo.
Gracias. Gracias. Gracias.
Bendito seas eternamente. Amén.
Amar a tu prójimo.
Cuando Dios Padre nos da; no solo nos da lo que le pedimos, si no que nos da
todo lo que le pedimos por multiplicado y en abundancia; y es por ello que
debemos agradecerle. Por ejemplo: Si tú le pides que te de una casita
chiquita para tener en donde acogerte, él te dará una casa grande y hermosa.
Esto es motivo de más, para entender que nosotros debemos de ser
agradecidos con Dios Padre Santo y también debemos de ayudar al prójimo
dentro de nuestras posibilidades, así como también debemos de compartir
de los frutos que hemos recibido. Así funciona la vida.
Siempre agradece a Dios Padre Santo todo lo que de él proviene y comparte
de esos frutos con el prójimo. Lo que debes recordar es que Dios Padre Santo
quiere que tú des al prójimo por amor, no porque se te vaya a regresar
multiplicado ni por acumular puntos para entrar al cielo. Al dar y al ayudar al
prójimo por amor, estás manifestando la presencia de Dios Padre Santo en ti.
Al dar y al ayudar al prójimo por amor estarás en gracia de Dios Padre Santo.
¡Sin embargo, al verlo de otra manera donde se enseña que sí lo que tú das,
se te regresa multiplicado; entonces por qué no dar!
El amor no es egoísta, ni perverso ni interesado. Si compartes con el prójimo,
sin algún interés de recibir algo a cambio, Dios Padre Santo te recompensará
89
mayormente. Aprende a amar. Aprende a amar porque si tú amas, tus
fuerzas y tus energías estarán en el positivismo atrayendo a más amor hacia
tu vida. Si ayudas a otra persona, no solo harás que esa persona viva mejor, si
no que tú también estarás irradiando amor y estarás en el positivismo,
atrayéndote más amor.
Dios nos ama a todos y si nosotros aprendemos a amar como él ama,
estaremos bien en todos los aspectos de nuestra vida. Si nosotros amamos al
prójimo, tal como lo ama Dios, estaremos allí para apoyarle, para ayudarle,
para servirle, para asistirle y para enseñarle.
¿Por qué apoyarle? Porque en nosotros existe el amor y eso es lo que
irradiamos y porque al irradiar nuestra luz, estaremos iluminando a otros por
amor.
¿Para qué ayudar a nuestro prójimo? Para que nuestro prójimo entienda que
existe un Dios Padre Santo que también lo ama y que es amado también por
nosotros.
¿Por qué servirle? Porque somos amor y porque eso es lo que quisiéramos
que otro hiciera por nosotros.
¿Por qué asistirle? Porque ese prójimo lo estamos amando y su carga se hace
más liviana.
¿Por qué enseñarle? Porque existen en el mundo personas que aún no han
escuchado hablar de Dios Padre Santo y unas de nuestras misiones es el amar
e instruir a otros para que gocen de una vida digna, llena de amor que es Dios
Padre Santo en presencia manifestada, y así este a su vez enseñará a otros.
Es increíble aceptar que aún existen personas que no han escuchado de la
grandeza de mi Dios Padre Santo. Existen lugares en el mundo en los cuales
las personas que viven allí, siguen viviendo en la ignorancia porque no hemos
llevado a ellos el camino, la verdad, la luz y la vida; que es el mismísimo
Jesucristo, Luz Divina. Te parecerá increíble pensar que, viviendo en un
mundo con tantos medios de comunicación y tanta tecnología a nuestra
disposición, aún no les llegue la palabra de Dios Padre Santo a sus vidas, pero
así es.
90
Jesucristo espera de nosotros que amemos tanto a nuestro prójimo como
nos amemos a nosotros mismos. Quiere que llevemos la buena noticia a cada
rincón del mundo y a cada persona que existe. Quiere que instruyamos al
que no sabe. Él no nos impone u obliga a que lo hagamos; él solo quiere que
lo hagamos por “AMOR”. Es por ello que dijo que lo que hagamos al prójimo,
se lo hacemos a él porque él es amor.
Las obras de caridad son amor hacia el prójimo y hacia Dios Padre Santo.
Estas obras de caridad nacen de nosotros, al darle el valor de hermano al
prójimo. No son actos para acumular puntos a favor nuestro en el cielo. Son
actos de amor que nacen de nosotros porque sabemos amar. Si como
especie humana, no nos ayudamos entre nosotros, la vida puede ser muy
difícil para todos.
Existen tantos casos innumerables que nos demuestran lo difícil que puede
llegar a ser la vida para el ser humano cuando se encuentra solo, alejado de
familiares y sin la ayuda de otro ser humano. Hablemos de una familia que
vive en una ciudad, rodeados de una comunidad numerosa.
Esta familia no recibe amor de su agresor quien es el supuesto jefe de familia,
y su vida es un infierno. Esta familia no amista con otros porque no se lo
permite el jefe de familia, solo saluda a unas cuantas personas y sigue con lo
suyo. Esta familia vive apartada de los demás a pesar de que su comunidad es
numerosa y haya personas buenas dentro de esta comunidad. Los miembros
de esta familia, no tienen amistades y no conviven con otros. En fin, los
motivos pueden ser tantos, pero el hecho es que esta familia, no se integra. A
la hora de celebrar, solo celebran ellos mismos, si es que tienen motivo
alguno para celebrar. Todo lo que logran en su vida, les ha costado más que a
otros.
Concretemos aún más este ejemplo. En nuestro siguiente ejemplo; el jefe de
familia manda y lo que él decide se hace en ese hogar, lo que él dice se acata
y se tiene que respetar. Este jefe de familia es egoísta, que no ve por las
necesidades de su familia. Es controlador de cada cosa que sucede en su casa
y de toda situación. Es una persona manipuladora que usa su inteligencia
para conseguir y satisfacer a sus propias necesidades. Mientras él esté
satisfecho con los resultados que solo le benefician a él, los demás que se
91
aguanten. Así que, para seguir manteniendo su control sobre la familia, los
aísla del mundo. Como ésta persona no sabe amar; es perversa.
Ésta persona que aísla a su familia del resto del mundo es un enfermo
mental, que cree que es dueño de otro ser humano y cree que eso es tener
una familia. No entiende que hace infeliz a toda la familia y que solo les causa
dolor. No se da cuenta de que tanto egoísmo, le atrae más cosas malas, no
solo pare él sino para los que le rodean. Esta persona no acepta la opinión de
otros, no escucha, no aprende y tampoco acepta otra realidad que no sea la
suya. Solo acepta lo que él cree y ataca a cualquier persona que piense
diferente. Encierra a la familia dentro de un ambiente nocivo que limita su
crecimiento y los infecta de dolor y tristeza. La familia no lo respeta, solo le
teme. Como este jefe de familia no acepta al cambio, y lo dice textualmente
tarde o temprano, “yo soy así”, pues tampoco permite que los miembros de
la familia cambien. Es una persona que no da amor y que delimita territorio
dentro del que vive su familia; para evitar que otros lleguen a quitarle lo que
considera como suyo y ve a la familia como si fuera un objeto o una
propiedad suya.
Ésta persona, no supera lo que haya vivido en su vida y no crece. Evita a toda
costa que su familia crezca y evita que los miembros de la familia tengan alas
para volar a mejores lugares. Quiere que se conformen con lo que él les da,
aunque a veces no les dé. Puede llegar al punto en que esta persona, no dé
en casa para la alimentación de los integrantes, ni aporte económicamente
para los gastos de medicina, ni apoye en los estudios a los hijos. Tampoco da
amor, porque no conoce el significado de éste. Él quiere que todo se centre a
su alrededor. Quiere que lo respeten, cuando el no respeta la libertad del ser
humano. Quiere que lo amen, cuando él no da amor. Quiere que obedezcan,
cuando el no obedece a Dios Padre Santo. Quiere que la familia, le dé,
cuando él no da. Esta persona no acepta otra creencia que no sea la suya y
evita que los miembros de la familia vivan su libertad de cuerpo, su libertad
de creencia y su libertad dada a ellos por derecho divino.
Éste jefe de familia, no permite que alguien más se acerque a la familia
porque cree que él y solo él es dueño de ella. Tampoco permite que alguien
más entre al entorno familiar por miedo a perder el control. Si alguna mujer
trata de acercarse a la esposa, le dice a la esposa que esa nueva amiga es una
92
prostituta y si no le dice que es lesbiana y luego se encarga de alejar a la
nueva persona y le prohíbe a la esposa seguir amistando con esta persona.
Les repite hasta el cansancio de que fulano es un (grosería) y que fulana es
(grosería). Solo él tiene libertad de hablar, de convivir y de elegir a personas
que lo beneficien. Juega, controla y manipula todo a su antojo para seguir
teniendo el control sobre toda acción. Si algún miembro de la familia llega a
tomar alguna decisión propia, los ataca con todo. No solo amenaza si no que
ejecuta la acción para dañarlos sin remordimiento alguno.
La familia le teme y se siente atrapada. Han vivido tanto tiempo con miedo,
que no saben qué hacer. Solo saben que deben resistir o morir en el intento.
Nadie se atreve a enfrentarlo porque si algún miembro de la familia lo hace,
el jefe de familia quien es un enfermo mental arremete en contra toda la
familia o en contra los más indefensos. Este enfermo mental controla a los
más fuertes a través de los más débiles. Usa tácticas infalibles e inteligentes
que juegan siempre a su favor.
Hay violencia y abuso de todo tipo en esta familia; la esposa atrapada, hijos
inseguros y todos enfermos de depresión, de ansiedad o de nerviosismo y
piden ayuda a gritos, pero en silencio. ¿Cómo levantar la voz para pedir
ayuda, a quién? Si ésta persona los ha aislado de toda una sociedad y aunque
la familia quisiera salir de ese lugar o pedir ayuda, tienen terror a las
consecuencias. Han sido víctimas de un jefe de familia quien también es un
psicópata, pero, aunque lo saben, no se atreven a hacer algo para remediarlo
porque el temor los paraliza. Están atrapados y están solos. La tristeza y el
dolor que sienten, es la infelicidad manifestándose hasta por los huesos. La
impotencia que sienten es lo que los mantiene vivos porque sí quieren seguir
con vida, deben de estar siempre en alerta para protegerse. Ellos en el fondo
saben que su vida no es normal.
El miedo es sembrado en la familia y ese miedo crece con el tiempo hasta
que el terror los invade y ellos buscan desesperadamente cómo salir de allí.
Quisieran tener amigos con quienes platicar, con quienes contar, con quienes
convivir, pero no pueden. Viven bajo las condiciones de su verdugo. Siguen
vivos porque Dios Padre Santo es grande, y porque la esperanza de un mejor
porvenir está presente en sus pensamientos.
93
Este tipo de personas; psicópatas o enfermos mentales no entienden que una
cosa es el ser independiente y otra es el ser solitario. No creen merecer algo
bueno porque en su interior, piensan que ellos mismos no valen como
personas. Van por la vida lastimando a otros para conseguir lo que quieren.
Lastiman a quien se les ponga en frente. Ellos mismos creen que todo lo que
hacen es correcto y que todo lo que hacen, tiene un motivo justificado. Van
por la vida adueñándose de lo que no les pertenece y son de los que no
sienten culpa alguna ni remordimiento de lo que hacen. Estas personas
olvidan que Dios Padre Santo dijo que domináramos a las otras criaturas, no
que domináramos a otro ser humano. Estas personas también se sienten
dioses caminantes y destruyen todo lo que tocan con tal de conseguir lo que
ellos quieren para su vida sin importar los derechos o vidas de los demás. Son
tóxicos y dañinos que sin remordimiento someten a quienes ellos quieren.
Debo aclarar que yo llamo a este jefe de familia, un enfermo mental o
psicópata porque todo su comportamiento encaja con el comportamiento de
un controlador, manipulador, narcisista, megalomaniaco, psicópata; todo
junto a la vez.
Regresando a la familia que vive torturada por el jefe de familia psicópata:
Conforme pasa el tiempo, la familia de este enfermo mental, siente que lo
que están viviendo no es bueno. Además, llega el momento en donde ellos
sienten que no encajan en el mundo debido a tanto aislamiento. Llegan al
punto de temerle al prójimo y tienen miedo de salir y de hablar con otros.
También sienten inseguridades de todo tipo porque al hablar con otro ser
humano, no sabrían que platicar ni cómo comportarse. Ellos quisieran tener a
alguien en quien confiar, a alguien quien los ayudase, quien los apoyase,
quien los aceptase, quien los rescatase, pero no hay quien. No se sienten
dignos de estar con otros porque se sienten diferentes en todos los aspectos.
Ellos no pueden platicar que fueron a tal lado o que hicieron tal cosa porque
solo platican entre ellos mismos y no saben lo que es ir de vacaciones o lo
que es celebrar la Navidad con otros. No pueden invitar a nadie a casa ni
tampoco pueden ir a la casa de otros. No pueden ir a las fiestas, no pueden ir
de compras sin que su tiempo y dinero esté controlado por el enfermo
mental. Después, surge nuevamente el círculo vicioso; miedo que en su más
alto nivel se le conoce como terror.
94
Cuando alguno de los padres, impone a su pareja y a sus hijos a vivir aislados
de la sociedad, los está agrediendo, lastimando y los está dañando
psicológicamente: los está obligando a vivir en un entorno lleno de
inseguridades y de temores hasta que los domina imponiéndoles el terror.
Ésta persona se está atribuyendo el poder que es solo de Dios Padre Santo.
Está quitando a las personas que dice amar, su libertad de convivencia, su
libertad de amar, su libertad de ir y venir, su libertad de vivir la vida que
quieren, su libertad emocional, su libertad espiritual, su libertad de elegir, su
libertad de aprender y de ser feliz. ¡Eso; no es amor!
Ahora bien, si esta familia se siente atrapada por demasiado tiempo, corre el
riesgo de perder su fe o creencia y obviamente su vida. ¿Acaso sabiendo lo
que vive esta familia nos da igual? ¿Nuestra indiferencia la aprobaría
Jesucristo?
También hemos aprendido que nosotros no somos quienes para juzgar al
prójimo. Jesucristo dijo que el que esté libre de pecado que tire la primera
piedra y más aún también dijo que no nos fijemos en la paja que está en el
ojo de nuestro hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo. Si
seguimos viendo las enseñanzas de Jesucristo, encontramos que también dijo
que no juzgues a los demás ni no quieren ser juzgados. Porque con el mismo
juicio que juzguemos habremos de ser juzgados, y con la medida que
midamos, seremos medidos nosotros.
Entonces en el caso del jefe de familia enfermizo, no somos quienes para
juzgarlo. No sabemos por lo que haya atravesado en su infancia ni que
factores influyeron para que llegara a ser así. No sabemos que traumas o que
sufrimientos haya pasado desde su infancia, ni tampoco podemos sentir lo
que él siente. No somos quienes para juzgarlo. Solo Dios Padre Santo tiene
ese derecho. Las únicas cosas que sabemos de esta persona es que no sabe
amar, que no ama, que no da frutos buenos, que lastima y que solo se atrae a
si mismo más cosas negativas. Sabemos que ésta persona causa mucho dolor
y sufrimiento a su familia y que no está dispuesto a cambiar. Sabemos que es
terco, testarudo y necio y que sigue atrayéndose cosas negativas a su vida e
infectando dolor a los que lo rodean. Sabemos que solo Dios Padre Santo
quien todo lo ve, todo lo escucha y todo lo sabe tiene el derecho a juzgarlo. Si
95
es así, lo único que nosotros podemos hacer es protegernos de gente
enfermiza como esta, bendecir a este tipo de personas y orar por ellos.
En cuanto a la familia de este enfermo mental; pues seguirán allí,
aguantando, soportando, desgastándose, enfermándose, desesperándose,
amargándose, y lamentándose, atrayéndose más cosas negativas a su vida
hasta que hagan algo para cambiar su vida. Tendrán que buscar la forma de
alejarse y tendrán que usar la misma valentía con la que han sobrevivido
hasta ahora para salir del infierno en el que viven. Tendrán que, en algún
momento ser positivos, tendrán que buscar ayuda de Dios Padre Santo y
tendrán que orar. En algún momento tendrán que tomar acción con la fuerza
proveniente de Dios Padre Santo para salirse de la prisión en la que han
vivido. En algún momento tendrán que aprender a defenderse con la
sabiduría, inteligencia y fuerza de Dios Padre Santo.
Ellos saben que su agresor no cambiará y saben que jamás los dejará partir
porque él es un enfermo mental. Son ellos los únicos humanos quienes
conocen mejor a su agresor porque han vivido con él. Saben cómo piensa,
cómo reacciona y como lastima. Son ellos los únicos seres que deben
cambiar. Tendrán que darse cuenta que este enfermo mental no va a
cambiar a menos que éste así lo desee. Tendrán que elegir entre seguir
aguantando o hacer algo para acabar con tanta injusticia a la que han sido
sometidos.
Después de liberarse, deberán curarse con el amor de Dios Padre Santo.
Entonces al salir del cautiverio, ésta familia no solo tendrá que aprender a
incorporarse a la sociedad, a la comunidad y a la familia, también tendrá que
confiar en el amor de Dios Padre Santo y en el amor del prójimo. Tendrán
que recibir atención psicológica y levantarse con la fuerza de Dios Padre
Santo. Ésta familia al liberarse, necesitará recibir amor del prójimo para
lograr curar todas las heridas y necesitarán una mano amiga.
Cuando alguien ata un lazo delgado a la pata de un elefante bebe, el
elefantito trata de escaparse, pero no se lo permite el lazo atado a su pata. El
elefantito lo intenta y lo intenta hasta que un día se agota y se da por
vencido. A pesar de que con los años el elefantito ahora ya es un hermoso,
enorme y fuerte elefante; éste ya no trata de soltarse ni de escapar del lazo.
96
Su mente ya se convenció de que es imposible escapar. ¡Así mismo, ésta
familia se puede dar por vencida en cualquier momento y permanecer allí
atrapados para siempre o hasta el día de su muerte! Así sucederá, hasta que
algún día entiendan de que todos los sufrimientos que han soportado solo los
han hecho más fuertes y deberán creen que todo es posible con la ayuda de
Dios Padre Santo.
Para que la vida de ésta familia cambie; es necesario que se aferren al amor
de Dios Padre Santo y que entiendan que la unión de todos ellos es más
fuerte que la locura de uno. Mientras ésta familia tenga pensamientos
positivos, sentimientos positivos, palabras positivas, acciones positivas, estén
pidiéndole a Dios Padre Santo su libertad constantemente y en ellos exista el
amor, tendrán un milagro en su vida. Cuando ésta familia entienda que ellos
tienen derechos y que su vida sí puede ser mejor; solo hasta entonces el
amor a Dios Padre Santo les dará la fuerza para liberarse. Dios Padre Santo
les mostrará el camino y permitirá tomar las acciones exactas a seguir. Dios
Padre Santo los acompañará en todo el proceso y en todo el camino que ellos
deben de seguir. Dios Padre Santo será su fuerza y su luz.
Nosotros no podemos juzgar a esa familia y decir que siguen allí atrapados
porque quieren. Es fácil decir que pueden denunciarlo y así debería de ser,
pero no siempre se puede. Primero porque el terror está presente en la
familia y el terror paraliza. En segundo lugar, está el lugar en donde esto
sucede que es en un lugar en donde las leyes no se aplican y no arrestan al
agresor porque lo que él hace no se considera delito. En tercer lugar, el
soborno predomina y, en cuarto lugar, las palancas e influencias están a favor
del agresor. En quinto lugar, el machismo que es parte de su cultura evita a
que se haga justicia.
Lo bueno de esta familia son la madre y los hijos. La madre ama y enseña a
sus hijos a amar. Los hijos están llenos de amor porque han recibido amor
por parte de la madre, por lo tanto, ellos también sabrán amar.
¡Cabe destacar que al jefe de familia a quien yo llamo psicópata, controlador,
manipulador, narcisista, megalomaníaco y enfermo mental; también otros le
llaman “el maligno”!
97
Nosotros podemos orar por esas familias que estén viviendo esa tortura o
situaciones similares. ¿Sientes el dolor de la esposa al sentirse atrapada y
sola? ¿Sientes el dolor de los hijos de esa familia? ¿Sientes la impotencia de
vivir dentro de una situación así? ¿Sientes la carga que lleva la madre al no
poderles dar una vida mejor a sus hijos? ¿Sientes la ansiedad y la inseguridad
de los hijos del no saber cómo reaccionará el enfermo mental? ¿Sientes la
amargura y la tristeza de los hijos al ver pasar a los años y a la vida de lado, y
ellos sintiéndose solamente atrapados? ¿Sientes el horror que siente la
familia al solo escuchar los pasos de su agresor cuando llega a casa? ¿Sientes
la tensión en su cuerpo cuando no saben de qué cosas van a ser culpados y
castigados injustamente? ¿Sientes sus lágrimas rodar por sus mejillas al ser
maltratados? ¿Sientes la angustia de no poder sentirse a salvo dentro de su
disque “propio hogar”? ¿Sientes el dolor de la madre al ver que sus hijos se
enferman porque el horror domina en la vida de sus hijos? ¿Sientes el terror
de la madre de perder a sus hijos cuando ella se atreve a defenderlos?
¿Sientes el nudo en la garganta al tener que sonreír cuando solo quieren
llorar?
Al sentir el dolor del prójimo, es sinónimo de ponernos en los zapatos de
alguien más. Eso que sentimos al ver que alguien sufre, también es amor al
prójimo. El amor al prójimo es no juzgarlo, pero sí es ayudarlo, es bendecirlo,
es querer bueno para él, es orar por él. Es querer, sentir, pedir, ayudar a que
tengan una mejor vida.
El amar sale del corazón y del alma. Cuando uno ama a Dios Padre Santo, se
siente dentro de nuestro interior y no somos egoístas. Dios Padre no nos
obliga a amarlo a él. Cuando uno ama a su familia, no somos egoístas y
queremos lo mejor para ellos. Queremos que sean felices y que estén con
nosotros por amor, no porque los obliguemos a amarnos. Cuando uno ama al
prójimo, lo amamos de verdad y nos hace sentir bien su avance, sus triunfos,
sus logros, su crecimiento y su presencia. Valoramos a los demás porque si
nos importan y eso también es amor.
Cuando a un ser humano se le ha negado el amor; es un ser humano que está
por perderse. Será uno más que se ira al camino de la obscuridad porque no
sabe amar porque nunca recibió amor. Es por eso de la importancia de dar
amor al prójimo. Entre más amor demos a nuestros semejantes, más pronto
98
encontrarán la luz, la fuerza y el amor de Dios Padre Santo. Nosotros
podemos aportar al crecimiento de otro ser humano y a su creencia al
amarlo.
Es por eso que debemos de amar, es por eso de la importancia de tener
amistades buenas, de rodearnos de personas positivas, de pensar cosas
positivas, de sentir cosas positivas, de decir cosas positivas, de creer en cosas
positivas y más que nada que aprendamos a amar a Dios Padre Santo, a
nosotros mismos y a nuestro prójimo. Ama al señor tu dios con todo tu
corazón con todo tu ser y con toda tu mente. Este es el primero y el más
importante de los mandamientos.
Tenemos que ser conscientes, inteligentes y tenemos que usar la sabiduría
con inteligencia. En pocas palabras debemos de aprender a amar. Jesucristo
dijo que lo que hagamos a otro, se lo hacemos a él. Se refirió a que amemos
al prójimo porque al amar al prójimo estamos demostrando que lo amamos a
él, que es amor. También significa que entre más amor demos, más amor y
cosas buenas recibiremos. Otra vez, lo que siembras, cosechas.
También nos dejó otra enseñanza hermosísima que dice “donde están dos o
tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Eso quiere decir
que Dios Padre Santo aprueba la amistad, la convivencia sana, la oración en
familia y el amor entre nosotros. Al decir que debemos orar en familia, no
solo estoy mencionando a nuestros padres y hermanos de sangre; yo hablo
de la gran familia de Dios Padre Santo.
Qué verdaderas e impactantes fueron las palabras de Jesucristo al decir a
Dios Padre Santo, “¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”!
Entonces si muchos no saben cómo funcionan las leyes de Dios Padre Santo o
las leyes de la vida, y éstos se atraen a sí mismos más cosas negativas y a su
vez causan dolor a otros; a pesar de esto, no somos quienes, para juzgar a
nadie, simplemente porque no tenemos ese derecho.
Si nosotros ya sabemos cómo funcionan las leyes de Dios Padre Santo,
tenemos como obligación, nacida del amor, de instruir a nuestro prójimo
quien aún no sabe. Otra vez, Dios Padre Santo no nos obliga a nada, pero
como sentimos amor hacia el prójimo, debemos ser coherentes con lo que
99
sentimos y hacemos. Cuando se ama a alguien, vez por el bienestar de ese
alguien. Lo apoyas, lo ayudas, oras por él, le sirves en lo que puedas y lo
enseñas. En pocas palabras, le das amor; de ese amor puro, nos nace una
obligación interna de ayudar al prójimo.
Si vez que alguien no tiene zapatos, y tú tienes de todos los colores y estilos,
claro que le das unos zapatos, pero no solo eso, ayudas y apoyas a ese ser a
que consiga un empleo digno que le permita no solo comprarse sus propios
zapatos y las demás cosas que necesite, sino también a que él se cree una
mejor vida. Eso es amor al prójimo. Eso es lo que Dios pide de nosotros; que
demos, que amemos, que apoyemos, que instruyamos a otros y que
compartamos de lo que él nos da.
Así que no juzgamos, no criticamos, no denigramos, no hacemos el mal a
nuestro prójimo, no lastimamos, no herimos, no nos creemos mejor que otro
ser humano, no lo pisoteamos y no lo obligamos a estar con nosotros. Solo lo
amamos como nos amamos a nosotros mismos; así como Dios Padre Santo
nos ama. Cuando amamos a otro ser humano, respetamos su vida,
respetamos su creencia, respetamos su libertad divina y respetamos sus
derechos.
Si nosotros ya nos amamos, amamos a Dios Padre Santo, nos valoramos y
tenemos una alta autoestima; entonces ya podemos amar al prójimo.
Afirmaciones:
Yo soy bendecido.
Yo soy infinitamente agradecido.
Yo soy amado.
Yo soy aceptado.
Yo soy amable.
Yo soy integro en lo que digo y lo que hago.
Yo reconozco mis fortalezas y las de otros.
100
Yo comparto con otros lo que tengo porque soy amor.
Yo ayudo dentro de mis posibilidades, a los que necesitan.
Yo doy lo mejor de mí a todos.
Yo comparto el conocimiento que he adquirido por la gracia de Dios.
Yo enseño a los que no saben y están dispuestos a escuchar y a aprender.
Yo llevo esperanza donde no la hay.
Cuando alguien viene a mí, siempre procuro que se vaya mejor.
Yo doy alegría y motivos para sonreír a los demás.
Yo pido a Dios por el prójimo.
Yo reconozco el valor inmenso de mi Padre Dios Santo.
Yo reconozco el valor del prójimo en el mundo.
Yo consuelo al triste y le agradezco a Dios la oportunidad de hacerlo.
Yo acepto los defectos de los demás y soy tolerante con ellos.
Yo agradezco la oportunidad de cambiar vidas.
Yo agradezco la oportunidad de siempre poder ayudar al prójimo.
Yo agradezco todo lo que soy, todo lo que tengo, todo lo que hago y todo lo
bueno que Dios tiene reservado para mí.
Yo acepto y aprendo.
Yo creo, recibo, agradezco y comparto.
Todo lo que yo soy, lo que yo pienso, lo que yo digo, lo que yo siento, lo que
yo creo, lo que yo recibo y todo lo que yo hago; lo puedo hacer, gracias a
Dios Padre Santo y le agradezco infinitamente. Gracias. Gracias. Gracias.
101
Capítulo 5
Leyes de la vida de Dios Padre Santo.
Las leyes de la vida, para algunas personas, son las leyes universales de la
metafísica. En mi caso, la Sagrada Escritura que es la Biblia contiene las leyes
de la vida, y para otros puede ser la energía, el budismo, la meditación, el
secreto, la filosofía, la solución, el yoga, el mentalismo, etc. Tú decides en
que creer.
Menciono esto porque todos somos libres de creer en lo que sea. Como te
mencioné antes, lo que yo te enseño y comparto no le quita importancia a lo
que tú crees. Todo lo contrario; te trato de enseñar a través de ejemplos
simples, claros y directos del porque debemos cambiar de pensamiento,
palabra, acción, sentir y creencia para vivir una vida mejor. Tú eres libre de
creer en lo que tú quieras y eso lo respeto. Repito, solo tienes que sustituir
las palabras “Dios, Dios Padre, Dios Padre Santo, Cristo, o Jesucristo” por lo
que tu creas.
Ejemplo: Al leer, sustituye las palabras: “Dios Padre Santo me ama” por las
palabras “El universo me ama”.
Yo incluyo las afirmaciones después de cada tema que he escrito para que te
des una clara idea de cómo es el remplazar todo lo negativo (los
pensamientos negativos, las palabras negativas y los sentimientos negativos)
por todo lo positivo. Las afirmaciones están aquí en este libro solo como
ejemplo para iniciarte y demostrarte que podemos vibrar en el positivismo.
Aclaro que también respeto a todas las religiones y creencias porque
gozamos de una libertad, que es solo nuestra.
Ahora bien, las leyes terrenales son impuestas por nuestros líderes,
gobiernos o representantes; y la aplicación de sus leyes depende de sus
reglamentos internos de cada nación, reino, republica o país. Nuestro
enfoque no va dirigido a esas leyes impuestas por gobiernos o por los
hombres; estamos hablando de las leyes de la vida aplicables para conseguir
102
lo que queremos, que es una armonía que se llama felicidad derivada del
amor divino.
Estamos aquí, en el presente, y la mayoría queremos un mejor futuro para
nosotros mismos y para los demás. Queremos amor, salud, paz, dinero, éxito,
felicidad, familia, un mejor trabajo, un negocio, cambiar al mundo, un
entorno saludable, bienestar, armonía, y la lista continúa. En pocas palabras,
cada uno de nosotros queremos encontrar nuestra propia felicidad y vivir
nuestros sueños. ¡Queremos ser amados y valorados!
Lo que hace feliz a una persona, no necesariamente hace feliz a otra porque
no todos buscamos ni queremos de la vida lo mismo. Habrá quien busque ser
exitoso y para ésta persona eso es la felicidad. Para otra persona la felicidad
puede ser el encontrar a su alma gemela y formar una familia. Para otra
persona la felicidad puede ser el tener una empresa exitosa y para otra
persona la felicidad puede ser el ser feliz al obtener el empleo que quiere. Tal
vez para otros, sea encontrar la paz que desde hace tiempo no tienen en sus
vidas y para otros la felicidad para ellos es viajar y conocer otros países. O
para otros es ser exitoso y próspero en todos los aspectos o el gozar de una
buena salud. No olvidemos que para otros la felicidad es alcanzar y gozar de
la libertad que no tienen.
Lo primero que necesitas hacer es pensar bien lo que quieres para tu vida.
Puedes escribir una lista de las cosas que quieres para ti y escribir los motivos
por los cuales quieres esas cosas para tu vida. Esto te ayudará a analizar cada
cosa que quieres para tu vida y las acciones que debes de tomar para
conseguirlo. Ahora habla con Dios Padre Santo y pídele que te ayude a
conseguirlas, pídele que te abra las puertas de los caminos que debes seguir.
Pídele su intercesión en cada momento y visualiza que lo que ya estás
pidiendo lo estarás recibiendo de Dios Padre Santo. Después sigue pidiendo
lo mismo siendo perseverante y constante y prepárate para recibir lo que
pediste ejecutando la acción y al final agradece a Dios y comparte.
Siempre recuerda lo siguiente:
¡Cualquier cosa que tú quieras, que desees, que pidas, que sientas, que
pienses y que creas lo puedes tener porque Dios Padre Santo te ama y te da
103
todo lo que pidas! Solo necesitas hacer cambios internos y externos; así
como prepararse para recibir, amar, agradecer y compartir.
Pide bien con inteligencia y sabiduría divina, pide mucho, da mucho, cree,
siente, decreta con tus palabras, muévete para recibirlo, recibe, agradece,
ama y comparte.
También recuerda que cualquier cosa que tú des, sientas, demuestres,
pienses, creas y hagas lo estarás recibiendo por multiplicado, porque todo lo
que tú das, se te regresa por multiplicado. Da bueno porque en ti hay amor y
recuerda que, al amar, recibes bueno y eres amado.
Eso sí, debes de realmente querer lo que dices querer y ser constante al
mismo tiempo que apliques todo lo que vas aprendiendo. Todo va a fluir a
medida que te apliques y realmente creas que puedes lograrlo. De ti
dependen todos los resultados.
Las leyes de Dios Padre Santo son lo más valioso que debemos de saber para
gozar de una vida digna, feliz y llena de amor porque estas leyes son
sagradas. Estas leyes nos enseñan cómo funciona la vida y el cosmos. Las
enseñanzas de Jesucristo son las leyes Divinas de la Vida, que son como
nuestro manual a seguir. Jesucristo nos enseñó claramente cómo funcionan:
lo que siembres, cosecharás por multiplicado; lo que des, recibirás por
multiplicado. También Jesucristo nos enseñó a amar a Dios Padre Santo, a
alabarle, a agradecerle, a bendecirle y por amor, a cantarle y a obedecerle.
Jesucristo nos enseñó el camino, la vida, la luz y la verdad. Jesucristo nos
mostró todo lo que debemos de saber para tener paz y amor en nuestras
vidas y nos dará una buena vida hasta el día en que él regrese triunfante a
nosotros con toda su Gloria.
Si decimos que amamos a Dios Padre Santo, entonces seamos responsables
de lo que estamos diciendo. Que nuestra palabra valga y sea buena. Que
nuestro sentir sea bueno y que nuestros pensamientos sean positivos. Que
en nosotros viva el amor para poder dar amor y recibir amor.
Afirmaciones:
104
Yo soy libre de elegir a mis pensamientos.
Mis pensamientos yo los elijo con inteligencia y con sabiduría.
Mis pensamientos son siempre positivos.
Yo soy libre de elegir mi creencia.
Mi libertad es un regalo de Dios.
Yo abrazo a mi libertad y la agradezco infinitamente.
Bien, otra vez, te repito solo lee y sustituye las palabras por lo que tú crees.
Después, analiza y aprende.
En nuestras sagradas escrituras, encontramos “Los Diez Mandamientos”, en
el Antiguo Testamento, que fueron las leyes que recibió Moisés de nuestro
Dios Padre Santo. Estos mandamientos se enseñaron por generaciones y eran
considerados la ley a seguir para mantenerse en la presencia de Dios Padre
Santo. Al cumplir los mandamientos, las personas no hacían el mal a su
prójimo y alababan a Dios. Como ya sabemos, no todos obedecieron los
mandamientos.
¡Después vino nuestro Salvador, Redentor y Libertador; Jesucristo!
Jesucristo, hijo, único de Dios vino a salvar al mundo, a enseñarnos, a
mostrarnos el camino, la luz, la verdad y la vida. También vino a darnos el
amor verdadero. Nos vino a decir cómo funciona la vida y no solo eso, nos
vino a dejar la esperanza de tener un día la vida eterna y también nos dejó al
Espíritu Santo.
Jesucristo, para nosotros es el hijo único de Dios Padre Santo, el mesías que
había de venir al mundo y que es nuestro salvador. Para otros, Jesucristo es
conocido como el más grande metafísico que haya pisado la tierra porque
vino a enseñar lo que pocos sabían y entendían.
Jesucristo nos mostró el camino, la verdad y la luz a seguir. El no vino a
cambiar las leyes de los diez mandamientos; él vino al mundo a liberarnos del
pecado que solo trae sufrimiento.
105
Las enseñanzas de Jesucristo son muchas, pero, aunque todas son
importantísimas; él pidió que amaramos a nuestro Padre Dios Santo y que
amaramos a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Al conectar con el plano Espiritual, nos coloca en la vibración más elevada
que existe. Imagínate que te conectas con el mismo Dios Padre Santo, que te
escucha y te responde siempre. Entonces al creer en un Dios Padre Santo;
que te ama, que te cuida, que te da, que te perdona y que te guía,
encontrarás la felicidad y la paz, que tanto quieres para ti.
El aprender a meditar y a aplicar las enseñanzas de Jesucristo, te trae solo
cosas buenas, beneficiosas e increíbles para ti porque tú veras milagros
realizados en tu vida.
No cubriremos todas sus enseñanzas, pero si analizaremos las que dan
fundamento a todo lo que hasta ahorita has aprendido.
“Todo lo que le pidas a mi Padre en mi nombre, él te lo dará con tal de que tú
creas.” ¡Imagínate nada más que maravilla! TODO lo que tú pidas a Dios, en
nombre de su hijo, Jesucristo, Dios Padre Santo te lo dará. Esto se resume en
que solo tenemos que pedir creyendo en Dios Padre Santo para recibir
porque él es bondadoso. Entonces, pide a Dios Padre Santo en nombre de su
hijo Jesucristo, habla con él y cree que él te escucha siempre; pero antes de
pedir, piensa muy bien que vas a pedirle que te dé. Usa esa inteligencia que
es solo tuya porque Dios Padre Santo te dio ese maravilloso regalo, el de ser
inteligente y después prepárate para recibir lo que has pedido para después
poder compartir con el prójimo.
Para salir de una situación, debemos pensar con inteligencia, pero debemos
analizar con sabiduría. Pide a Dios que te llene de sabiduría, que es un don
del mismísimo Espíritu Santo. Llénate del Espíritu Santo y recibirás todos sus
dones. Sabrás que acciones o decisiones debes de tomar en tu vida porque
habrás actuado con inteligencia y analizado con sabiduría. No te desesperes
ni te espantes cuando tengas que tomar decisiones en tu vida; confía en que
estás a salvo siempre y que el mismísimo Jesucristo y el Espíritu Santo están
contigo. Recuerda que Jesucristo te sostiene de tu mano derecha.
106
Es necesario saber pedir con inteligencia porque lo que tú pidas, lo estarás
recibiendo.
Veamos el siguiente ejemplo de un estudiante de la carrera de Turismo. Esta
joven, llamémosle Julia, siempre ha soñado con viajar, con conocer nuevos
lugares y con trabajar en el área de Turismo. Se lo ha pedido tanto a Dios
Padre Santo, que por fin se recibe con honores y está lista para triunfar.
Conoció a un chico en la universidad y ella está muy enamorada de él. Lo
adora y quiere formar una familia con él. De repente, el chico decide
terminar con ella, y ella se siente devastada. ¿Por qué a ella? ¿Por qué su
novio jugo con sus sentimientos? Se siente morir al ver a su “ex” con otra
chica y llora sin cesar.
¿Qué incoherencia está pidiendo ella? Quiere casarse con el chico, porque es
guapo, muy buena persona, detallista, hogareño y un hijo de familia. Lo que
no se da cuenta Julia, es de que es incongruente que ella quiera casarse,
precisamente con ese chico que es hogareño e hijo de familia. Julia está
pidiendo un trabajo que la lleve a viajar por el mundo. Pide todo a la vez. Está
chica, sabiendo que él chico es hogareño, aun así, ella quiere viajar por el
mundo.
La pregunta debería enfocarse en lo que el chico quiere para su vida. ¿Quiere
él a una mujer hogareña o una mujer que trabaje cerca de casa y tener hijos
con ella? ¿Quiere él para su futuro, a una mujer emprendedora, de mundo,
que viaje todo el tiempo, cómo esposa? En realidad, al hablar con el chico, él
nos cuenta que sí quiere a Julia pero que ella se quiere ir a viajar por el
mundo. También comenta que él quiere tener hijos y que quiere vivir cerca
de sus padres.
Entonces en todo se debe de ser congruente. Julia debió pedir a Dios Padre,
conocer a una persona que tenga casi las mismas aspiraciones de vida que
ella. Debió pedir a Dios Padre Santo el conocer a un chico que no espere que
ella esté en casa todo el tiempo. Ella debió pedir a un chico que no espere
que ella se quede en casa criando a los hijos y que el chico no espere que ella
se quede trabajando en el mismo lugar en donde viven. O talvez debió pedir
a un chico que sea tan hogareño que cuide a los hijos y se encargue solo de
criarlos, porque ella no estará en casa, porque estará viajando.
107
Esto no quiere decir que Dios Padre Santo, no pueda darle todo lo que ella
quiere. Más bien significa que Dios está escuchando las peticiones de ambas
partes. Él quiere a una mujer buena, cariñosa, que se case con él, que vivan
cerca de su familia, ser felices y tener hijos, y obviamente que ella ayude en
la crianza de los hijos. Él no le está pidiendo a Dios Padre Santo una mujer
que quiera siempre estar lejos por su trabajo o lejos del hogar y lejos de los
hijos que lleguen a tener. Así que, él simplemente no era el indicado para
Julia; por mucho que ella llore y diga que él es el amor de su vida.
Ahora veamos unos ejemplos más. En el Padre nuestro; le pedimos a Dios, “y
líbranos del mal”, y luego nos quejamos de que alguien o algo ya no forme
parte de nuestra vida. Dios solo está salvándonos del mal, porque eso es lo
que estamos pidiendo.
En éste otro ejemplo vemos a una mujer que se dice que sufre mucho con su
marido parrandero y alcohólico. La maltrata, la humilla y la denigra al estar
bajo la influencia del alcohol. Sin embargo, son las tres o las cuatro de la
madrugada y la mujer sigue pidiendo a Dios Padre Santo que le haga el
milagro de que su marido regrese a salvo. Al ver que no llega el marido, se
arrodilla pidiendo a Dios Padre Santo que la escuche y que le conceda el
milagro de que su marido aparezca pronto. Su petición se cumple; el marido
ebrio llega. Al llegar el hombre; alega, discute, molesta a la mujer, la agrede y
demás, pero solo a veces dice la mujer. La mujer entonces les cuenta a sus
allegadas que sufre mucho con el marido. ¿Entonces cuando ya el marido
anda lejos, para qué quiere la mujer que regrese?
Debemos de usar la inteligencia y la sabiduría al mismo tiempo; al momento
de pedir, al momento de tomar decisiones, al momento de pensar, al
momento de creer, al momento de sentir y al momento de hablar. Todos
llegamos a equivocarnos y no sola una vez. Nos equivocamos, pero lo
importante es aprender de la lección. Yo me atrevo a decir que debemos de
aprender la lección a la primera porque si no lo hacemos, se vivirán más
lecciones negativas y estas vendrán multiplicadas.
Ahora veamos a otro ejemplo: Una persona que le pide a Dios Padre Santo
que le dé un trabajo, que no importa dónde o de lo que sea pero que le de
trabajo. Sus deseos fueron ordenes; si encontró un trabajo difícil de realizar,
108
jornadas muy largas con poca paga que lo dejaba exhausto al final del día.
Ahora se queja del empleo que tiene.
Podemos concluir diciendo que, según la inteligencia, la sabiduría y la
constancia con la que pidas a Dios Padre Santo, obtendrás. Así que debemos
pensar, hablar, sentir, pedir y creer con inteligencia y sabiduría, y después
agradecer.
Afirmaciones:
El Espíritu Santo vive en mí.
Yo gozo de los dones del Espíritu Santo y agradezco.
Yo siempre analizo mis pensamientos con sabiduría.
Yo elijo mis pensamientos, y estos siempre son positivos.
Yo domino mis pensamientos.
Mis pensamientos son positivos e inteligentes.
Mis pensamientos siempre son coherentes y precisos.
Yo hablo con Dios Padre Santo y él me escucha.
Yo pido a Dios Padre Dios porque creo en él y él es bondadoso.
El Santo Espíritu me asiste para que mis palabras sean inteligentes y para que
tengan sabiduría.
Mi Dios me ama y todo lo que le pido con sabiduría e inteligencia, el me da.
Gracias Dios Padre Santo.
Gracias.
109
Dios siempre nos escucha.
Si ya sabemos que lo que le pidamos a Dios Padre Santo, él nos dará porque
él es bueno; es lo mismo entonces decir que lo que pedimos a la vida o al
universo, lo atraemos a nuestra vida.
Jesucristo dijo que pidiéramos mucho. Esto quiere decir que entre más
pidamos, más recibiremos de Dios Padre Santo porque él es bondadoso;
entonces es lo mismo decir que entre más vibraciones de fuerza y energía
magnética positiva irradiemos, más de eso que irradiemos, será lo que
estaremos recibiendo o atrayéndonos.
En pocas palabras; lo que estés pidiendo a Dios Padre Santo, pídelo mucho
con agradecimiento. Concéntrate en lo que estás pidiendo hasta que creas
que Dios Padre te lo dará porque él es bondadoso y te escucha. Cuando tu
hayas pedido lo mismo siendo positivo y sigas pidiendo hasta el punto de
creer, entonces mi Padre Dios Santo te lo concederá porque él es bueno.
¿Qué tanto quieres eso, que dices querer tener? ¿Realmente quieres eso que
estás pidiendo? Si es así, pídelo sin cansarte. Pide hasta que tú creas que así
será porque Dios Padre Santo te escuchará.
En ocasiones llegamos a escuchar a personas que afirman que Dios Padre
Santo no los escucha ni les da lo que le están pidiendo y no entienden el por
qué. Estas personas no entienden que recibirán lo que tanto piden solo
cuando estén listos para recibir eso que han pedido; es por ello que titubean
en su fe o en su creencia y se alejan de Dios Padre Santo. Son personas que
quieren algo, lo piden y esperan recibirlo sin ellos hacer su parte para
recibirlo.
Lo que también deberán de entender estas personas es que se debe de ser
constante en su petición. Cuando ya entendemos cómo funciona la vida,
agradecemos de antemano lo que ya sabemos que viene en camino y que
tanto hemos pedido.
Ejemplo: Gracias Dios Padre Santo por el empleo digno que sé que me vas a
dar porque tú eres mi Dios y tú eres bueno. Gracias. Gracias. Gracias.
110
Afirmaciones:
Yo tengo un Dios Padre Santo maravilloso que me ama.
Mi Dios Padre Santo es bondadoso, misericordioso y amoroso.
Dios Padre Santo está conmigo siempre.
Dios padre Santo me da siempre lo que yo le pido.
Yo pido a Dios siempre.
Lo que yo pido constantemente, y creo que voy a recibir, lo recibo porque
Dios es bondadoso.
Yo creo en mi Dios Padre Santo y él me escucha.
Cuando quiero algo, se lo pido a Dios Padre Santo.
Yo elijo a mis pensamientos, a mis sentimientos y a mis palabras con
inteligencia y con sabiduría.
Mis pensamientos son siempre positivos.
El Espíritu Santo vive en mí.
Todo lo que yo soy, lo que yo pienso, lo que yo digo, lo que yo siento, lo que
yo creo y lo que yo hago provienen de mi Dios Padre Santo, quien me
permite existir.
Gracias Padre Santo, porque contigo tengo todo.
111
Capítulo 6
La humildad
El ser humilde, significa que eres amable, paciente y tolerante con los demás.
No significa que eres pobre.
La humildad es aceptar a los demás como iguales. No nos sentimos
superiores a otros en ningún aspecto de la vida. Cuando eres humilde, tienes
la sabiduría divina porque no eres orgulloso ni arrogante.
El ser humilde significa que ves, que aceptas y que crees que Dios Padre
Santo existe y que su grandeza es infinita. También significa que no eres
vanidoso porque prefieres una belleza interna incorruptible que vive en ti.
Significa que el Espíritu Santo vive en ti y que, dicho en otras palabras,
significa que en ti hay amor en abundancia. Amas a tu Dios Padre Santo tanto
como para ser agradecido, reconociendo su grandeza y amas a tú prójimo
como para solo hacerle y desearle el bien.
Cuando eres humilde; no presumes, no denigras a otros y no te crees
superior a otros. Cuando logras tus sueños, te aseguras de que otros también
logren sus sueños. No eres egoísta porque eres humilde y compartes tu
tiempo, tus frutos y tu amor con los demás. Eres bondadoso y paciente con
los demás.
La recompensa de la humildad del Espíritu Santo son las riquezas, la honra y
la vida. Visto de otro modo, entre más amas, más amor recibes. Entre más
ayudas, más recompensa recibes. Entre más das de ti al prójimo, más recibes.
Debemos de ser humildes porque sí somos de otro modo; no obtendremos lo
que queremos u obtendremos mucho de lo que no queremos. Eso también
implica el ser positivo porque al ser humildes damos amor. El ser positivo
significa que siempre estas vibrando energía y fuerza magnética positiva que
emana del mismo Dios Padre Santo.
Veamos un ejemplo. Tienes un gran empleo donde sabes que tu aportación a
esa empresa es importante y eres feliz. Ganas un muy buen salario, te
puedes dar lujos y comprar lo que se te antoje. Vas a buenos restaurantes y
112
disfrutas de la vida que tienes, pero cuando se te acerca alguien que gana
menos que tú, que no tiene el trabajo que tú tienes, te sientes superior.
Después, ofendes a tu prójimo diciendo o pensando que ese individuo no es
de tu clase social. Tal vez etiquetas a alguien como malo porque no trae
puesta la ropa o los zapatos de marca que tu traes. O tal vez en la escuela, no
te quisiste juntar con alguien por su color o porque según tú, apestaba o iba
vestido con ropa vieja.
No etiquetes a nadie ni los veas como seres inferiores porque no lo son.
Todos tienen el mismo valor ante los ojos de Dios Padre Santo.
Yo siempre he dicho que no importa cuántas licenciaturas, maestrías,
doctorados, diplomas, certificados y reconocimientos hayas recibido en la
vida; debes de siempre ser humilde. Una cosa es que creas que puedes lograr
algo teniendo una alta autoestima y que te ames y que te valores, y otra cosa
es que seas creído o presumido.
Tal vez has escuchado que dicen “un paso de triunfo, dos de humildad”. Eso
quiere decir que, si tú logras algo, es un triunfo para ti porque avanzaste un
paso, yendo siempre hacia adelante. Dos pasos hacia atrás significa que el
primer paso hacia atrás, es la humildad ante Dios Padre Santo, que es el
agradecimiento a él. El segundo paso hacia atrás significa que ahora
compartirás y harás algo bueno con ese triunfo, no solo para beneficiarte a ti
mismo, sino para beneficiar a los demás.
Si no se es humilde, Dios Padre Santo te manda una lección de humildad para
que aprendas. Si no aprendes de esta lección, vendrá otra lección más fuerte
y si de esta otra lección tampoco aprendiste, vendrán más lecciones
multiplicadas, pero más fuertes.
Visto lo anterior desde otro punto de vista, si logramos algo, pero somos
creídos, atraeremos algo negativo porque el ser creído pertenece al campo
del negativismo. Y al no corregirnos de vibración, estaremos atrayéndote más
negatividad y así continuarás atrayendo más negativismo en abundancia.
Veamos ahora otro ejemplo y llamemos a nuestro protagonista, “Pedro”.
Pedro es un adulto que ha pasado por tropiezo tras tropiezo. A la edad de 22
años de edad, Pedro terminó su carrera en administración de empresas y
113
pensaba que, al terminar la licenciatura, automáticamente iba a conseguir un
gran empleo, porque para eso había estudiado. Siempre había logrado todo
lo que se proponía y se sentía listo y capaz, y no dudaba en ningún momento
de su propia inteligencia. Salió al mundo en busca de su gran futuro, con
grandes expectativas y dejó su currículo vitae en 15 empresas diferentes. De
tres empresas, le llamarón a entrevista y acudió muy puntual a cada una.
Nunca le volvieron a llamar, no le ofrecieron empleo en ninguna de esas
empresas y de las otras empresas nunca tuvo noticias. Contactó a las
empresas para dar seguimiento, pero nada. Así inició su carrera de
desempleo que duró más de cuatro años.
Frustrado, cansado, decepcionado, enojado y triste por no encontrar empleo;
decidió convertirse en taxista. Su padre, le prestó el taxi para que él pudiera
mantenerse. El sueldo era poco y terminaba siempre cansado, sin humor y
sin ilusiones de hacer algo más. No entendía el por qué, ni cómo es que sus
excompañeros sí tenían empleo desde que salieron de la universidad. Le
intentaba, y nada daba los resultados que él esperaba. Después chocó el taxi
de su papá y tenía una gran deuda por lo del accidente. Afortunadamente,
ninguna vida se perdió en ese accidente y debido a esto, él se llenó de más
ansiedad, de más impotencia, de más cólera y de más frustración. Él no
entendía nada. La vida que él quería, no era la que estaba viviendo. Ahora,
Pedro se convierte en trabajador de su padre quien también es el dueño de
un molino.
Bien, si analizamos el caso de Pedro, parece que hizo todo bien. Creía en el
mismo, se sentía capaz de conquistar al mundo, terminó la carrera y quería
un gran empleo que, a su vez, le daría un gran futuro. Lo que Pedro nunca
entendió es la lección que Dios Padre Santo le estaba dando a él. Destacamos
que Pedro sí era inteligente porque pasaba fácilmente exámenes en la
universidad. Estaba entre los mejores y en casa siempre escuchó el “Tú
puedes hijo, eres muy inteligente”.
¿Qué lección le dio Dios Padre Santo a Pedro al salir la licenciatura? Pedro,
era creído, y Dios Padre Santo le mandó una lección de humildad. Después
duró más de cuatro años desempleado y por fin, su padre le ayuda al
prestarle el taxi para que lo trabajara. Pedro, aun no aceptando la lección de
humildad, reniega, se enoja, se frustra al no ganar el sueldo que él quiere
114
ganar como taxista. Viene de Dios Padre Santo otra lección más grande, que
fue el choque. Ahora, gracias a Dios Padre Santo, no se perdieron vidas; pero
Pedro aún no entiende nuevamente la lección. Sin taxi, con deudas,
traumado, desanimado y frustrado siguió Pedro por la vida desalentado. Dios
Padre Santo nuevamente, le envía otra lección a Pedro, la cual fue para Pedro
la más humillante y fuerte. No podía creer Pedro que siendo él tan
inteligente, fuera un trabajador más en el molino de su padre. Con una
licenciatura, con excelentes calificaciones, con grandes expectativas de la
vida, con grandes planes para su futuro, con una juventud y con una gran
actitud; no podía creer que éste fuera su destino. Ahora se sentía humillado,
inseguro, incomprendido, arto, enfadado con la vida, denigrado y
desilusionado.
Como podemos ver, Pedro no aprendió la lección de humildad pronto. El no
solo creía que podía lograr lo que se proponía, también era creído y no le
agradecía a Dios Padre Santo. El solo creía en sus facultades, en su capacidad
y en su inteligencia y creía que con eso bastaba para lograr sus sueños. Que
diferente hubiera sido si Pedro hubiera dicho, “Con la ayuda y con la
bendición de Dios Padre Santo, yo consigo un gran empleo” o si hubiera
dicho con humildad; “Dios Padre Santo, gracias por el nuevo y maravilloso
empleo que tú me vas a dar porque al yo tener un gran empleo, no solo me
beneficiará a mí, también beneficiará a otros.”
¿Qué es la humildad? Es amor y agradecimiento a Dios Padre Santo y es amar
al prójimo como nos amamos a nosotros mismos. Es aceptar que fuimos
creados por Dios padre Santo, quien es todo poderoso y también significa
que le agradecemos. La humildad es el reconocer a Dios Padre Santo como el
que provee y como el que da lo que le pedimos. También es ayudar al
prójimo, es compartir con el prójimo, asistir al prójimo en sus necesidades e
instruirle si éste nos lo permite. Es el respetar a Dios Padre Santo y a toda su
creación, es el respetar al prójimo y es el tener buena conducta. Recuerda
que los grandes, son humildes porque son compasivos con el prójimo y
recuerda que ellos viven en la armonía que es de Dios Padre Santo.
Cuando tú haces algo bueno por otra persona; estás siendo humilde ante los
ojos de Dios Padre Santo y estás amando a tu prójimo. Es por eso que
hacemos cosas buenas por otros, por amor. Nosotros servimos, ayudamos,
115
apoyamos, asistimos, enseñamos, compartimos porque amamos y porque en
nosotros existe la humildad y el amor de nuestro Dios Padre Santo.
Afirmaciones:
Dios es mi vida.
Dios me ama.
Yo soy humilde ante mi Dios Padre Santo.
Todo lo que yo tengo me lo da mi Dios Padre Santo.
Todo lo que yo soy, proviene del amor de mi Dios Padre Santo.
Todo lo que yo pido con humildad a Dios Padre Santo, yo lo recibo en
abundancia.
Todo lo que mi Dios Padre Santo bondadoso me da, yo se lo agradezco.
Todo lo que mi Dios Padre Santo me da, yo lo comparto.
Yo acepto a mi Dios Padre Santo como mi proveedor infinito.
Yo amo a mi prójimo.
Yo ayudo, comparto, sirvo, doy, asisto, apoyo, enseño y amo a mi prójimo
dentro de mis posibilidades porque en mi vive la humildad y mi Dios Padre
Santo ama a los humildes.
Todo lo que yo soy, lo que yo pienso, lo que yo digo, lo que yo siento, lo que
yo creo provienen de mi Dios Padre Santo, quien me permite existir.
Tomate tu tiempo para pensar en lo que acabamos de decir sobre la
humildad.
Gracias Padre Santo, porque contigo tengo todo lo bueno. Bendito seas
eternamente. Amén.
116
Reconociendo la verdad
Si una persona acepta que sus creencias (que incluyen sus pensamientos, sus
sentimientos y sus palabras), van a ser su futuro cercano, y medita sobre la
vida que está viviendo hoy; se dará cuenta que lo que creyó en el pasado, le
dio la vida que vive hoy.
Después de analizar lo anterior, debes de recordar que el pasado ya se fue y
que la realidad que hoy estés viviendo, ya no la puedes cambiar porque no
puedes regresar al pasado para modificar tus acciones. Es pasado y no le
puedes agregar nada porque estarías mintiendo y no le puedes quitar nada
porque estarías mintiendo. Lo que pasó, pasó y no hay forma de volver al
pasado para cambiar lo que hicimos, dijimos, pensamos o creímos. Si nos
equivocamos en el pasado; se lo entregamos a Dios padre Santo y
modificamos nuestro comportamiento a partir de este momento para que
nuestro futuro sí sea el futuro que deseamos tener y que sí queremos tener.
No podemos cambiar al pasado, pero si podemos cambiar con la ayuda de
Dios Padre Santo lo que hoy pensamos, creemos, decimos, sentimos, y
hacemos para que nuestro futuro sea el que sí queremos. Es por eso que
debemos caminar hacia adelante; modificando, cambiando, aceptando,
adoptando, creando, actuando, creyendo y avanzando con inteligencia,
sabiduría, humildad y agradecimiento.
Si seguimos con el mismo patrón de vida, tendremos los mismos resultados,
pero multiplicados. Es por eso que cuando una persona cambia, su vida
cambia. Su forma de ver la vida, cambia. Sus pensamientos cambian, y todo
cobra sentido. Si remplazamos viejas creencias o viejos patrones de vida con
nuevas creencias; tendremos resultados maravillosos. Se cambia siempre,
porque si recordamos; todo es cambio, movimiento y transformación. De
nosotros depende si nuestro cambio, movimiento o transformación es
positivo o negativo. Si no nos transformamos a positivo, no tendremos los
resultados positivos que esperamos.
¿Cómo te sientes cuando estrenas tus zapatos nuevos? ¡Mejor!
¿Qué se siente cuando escuchas que los demás te respetan?
117
Ahora piensa como te sentirás cuando tengas la vida que quieres.
Ahora prepara tu mente para aprender la verdad y reconocer que lo que
viene para ti, es bueno.
El aceptar que nos hemos equivocado en el pasado, nos abre nuevas
esperanzas y nos permite aprender y crecer para poder hacer las cosas de
una mejor manera. La forma en que pensábamos antes nos trajo hacia el
presente y tal vez ésta vida en el presente no nos guste del todo.
Los motivos del porque no sabíamos cómo funciona la vida pueden ser
muchos. La mayoría de las personas que no saben cómo funciona la vida
creen que están viviendo la vida que les tocó vivir porque eso fue lo que
escucharon en su entorno y solo se resignan. Otras personas que tampoco
saben cómo funciona la vida creen que vinimos a este mundo solo para sufrir
porque lo escucharon de algún conocido o de algún ser querido; así que no
hacen algo para cambiar su vida. Existen personas que creen que su destino
ya ha sido marcado así que estas tampoco intentarán cambiar su vida porque
creen que no importa lo que hagan; de todos modos, no habrá gran
diferencia. También hay personas que se alejan de Dios Padre Santo porque
sus creencias son las equivocadas y piensan que por la vida hay que cargar
una cruz y se resignan a vivir así. Hay otros que piensan que Dios Padre Santo
no los escucha. Por otro lado, tenemos a la mayoría de personas que son
infelices o que viven una vida de sufrimiento porque nadie les ha enseñado
las leyes de la vida ni cómo funcionan estas leyes, pero vemos que tampoco
han buscado la respuesta.
Para muchas personas, la ignorancia o falta de conocimiento les ha dado la
vida que tienen ahora. La mayoría de personas han adquirido y aprendido
que la vida es difícil y viven esa realidad como su creencia; se atraen cosas
negativas y difíciles a sus vidas por esas creencias.
El reconocer que no sabíamos la verdad, nos hace más conscientes y alertas
ante la vida. Nos permite cambiar nuestra forma de pensar, sentir, hablar,
accionar, dar y recibir. Solo reconociendo la verdad que están en las
enseñanzas que aprendimos de Jesucristo nos dará la vida que queremos y
ésta verdad a su vez nos acerca más a nuestro Dios Padre Santo.
118
Reconociendo la verdad que Jesucristo nos enseñó amorosamente de cómo
funciona la vida; nos maravilla, nos reviste, nos consuela, nos motiva, nos
cambia, nos nutre, nos alegra y nos enseña. Reconociendo la verdad de que
lo que hagamos hoy será nuestra realidad y nuestra nueva vida, nos
transforma y nos libera. Al cuidar a nuestros pensamientos, a nuestros
sentimientos, a nuestras palabras y a nuestras acciones; nuestra
transformación se eleva sublimemente y nos da a cambio los frutos divinos
necesarios para vivir en plenitud.
Afirmaciones:
Mis creencias de hoy, serán mi futuro.
Mis creencias de hoy, serán mi realidad en el futuro.
Yo suelto al pasado porque hoy yo vivo en el presente.
Yo cambio mis creencias hoy para vivir un mejor futuro.
Yo creo en un solo Dios Padre Santo todo poderoso.
Yo amo a mi Dios.
Yo amo a los demás.
Yo amo a todo lo bueno.
Yo acepto a mis nuevas creencias.
Mis creencias son amor.
Dios Padre Santo, yo creo en ti.
Jesucristo, yo creo en ti.
Espíritu Santo, yo creo en ti.
Gracias Dios Padre Santo por mostrarme el camino a seguir y yo te sigo.
Gracias por enseñarnos cómo funciona la vida, el camino y la verdad.
Gracias. Gracias. Gracias.
119
Capítulo 7
Sanando a las heridas.
Mientras la herida no sana, la persona está enferma. Ésta afirmación es tan
cierta que todos deberíamos nacer con un instructivo para entenderlo, pero
no es así y a veces no la entendemos.
Cuando nos cortamos con algún objeto, estamos sintiendo el dolor, no solo
en ese momento, sino que también sentimos el dolor tiempo después. Si la
cortada fue profunda, tardaremos más en sanar y en curarnos por completo.
El dolor de la herida es el síntoma que nuestro cuerpo manifiesta para
avisarnos de que algo está mal. Entonces, mientras no se haya sanado y
curado la herida, la persona sigue enferma. Es por eso que debemos
sanarnos y curarnos no solo de heridas superficiales, sino también de heridas
internas, llamadas heridas del alma.
Cuando el cuerpo se enferma, nos está avisando que por dentro de nosotros
algo no está funcionando como debería. Los malestares físicos son los
resultados de lo que hay malo en nuestro interior. Se dice que, si alguien que
padece acidez, es porque tiene miedo paralizante ante la vida, ya sea por
algún trauma antiguo o por alguna situación presente. Se cree que una
persona que está enferma de las articulaciones, es una persona que pone
resistencia al cambio y que ejerce exceso de control sobre otros. Esto quiere
decir que lo que sentimos, lo manifestamos a través de síntomas, que les
damos nombres de enfermedades.
Entonces si así es como funciona nuestro cuerpo; debemos curar heridas,
rencores, tristezas, dolor, llanto suprimido, odio, inseguridades, miedos,
depresiones, penas, perdidas, injusticias, falta de amor, violencia, estrés y
demás cosas por las que nos hayamos enfermado. Debemos de encontrar el
problema que está ocasionándonos las enfermedades para curarnos en
totalidad.
El cuerpo manifiesta malestares u enfermedades para avisarnos que
debemos de cambiar; nos está pidiendo que cambiemos, ya sea que
iniciemos por la desintoxicación de nuestro cuerpo físico a través de cambio
120
de alimentación, estilo de vida o nos está pidiendo que tratemos de curar las
enfermedades que lleguemos a padecer. Lo vemos manifestado una y otra
vez ya sea en nuestro propio cuerpo o lo vemos manifestado en el cuerpo de
algún familiar o conocido.
Se dice que el estrés es “mamá de todas las enfermedades” y eso quiere
decir que no estamos manejando correctamente el estrés. Dejamos que los
problemas de la vida cotidiana nos agobien y que nos controlen. Dejamos de
convivir con las personas que amamos por la fatiga o por falta de tiempo. Los
días parecen ser más cortos y nos dejamos llevar por las múltiples
obligaciones que tenemos. Los trabajos son cada vez más demandantes y
nuestro cuerpo se agota al no tener el suficiente tiempo para descansar
adecuadamente. El agotamiento físico y mental nos evitan que gocemos de
una buena salud. Permitimos que todo lo demás nos quite las energías y el
gusto para disfrutar sanamente de la vida.
En cuanto al cuerpo físico, hoy en día, se duerme menos o se descansa
menos y nos alimentamos con productos procesados porque son más fáciles
de conseguir o por falta de tiempo para cocinar o simplemente por
cansancio. Caemos en rutinas dañinas en donde es más fácil hacerse un
sándwich, comprar una hamburguesa, abrir verduras enlatadas u ordenar
comida preparada en vez de cocinar con verduras frescas libres de químicos y
consumir alimentos nutritivos. Tampoco nos ejercitamos como deberíamos
porque es más cómodo utilizar siempre el automóvil o transporte público o
porque nos sentimos demasiado cansados.
Antes las familias salían de día de campo y hoy en día, la mayoría solo ordena
comida o va a restaurantes de comida rápida. Todo lo que hacemos tiene
consecuencias que son benéficas o perjudiciales para nuestro cuerpo.
Debemos de tomar conciencia de que el no alimentarnos correctamente, el
no dormir lo suficiente, el no hacer ejercicio y el no ingerir suficientes
líquidos nos puede enfermar.
A menudo, escuchamos a personas decir que están a dieta, y dicen que
quieren bajar de peso. Aunque bajen algunos kilos de peso, casi siempre
recuperan esos kilos y hasta aumentan más kilogramos con el ya conocido
121
“rebote”. No entienden que no deben de hacer una dieta, sino que más bien,
deben de cambiar de estilo de vida.
Cada cosa que entra a tu cuerpo debe de ser saludable porque es tu cuerpo
el que estás cuidando. Hay algunas personas que suben de peso porque
comen demasiado debido a la ansiedad que sienten o padecen ante la vida o
ante alguna situación que estén viviendo. También hay otras personas que no
se aceptan así mismas y hacen de todo para mantenerse delgadas porque
creen que así debe de ser o creen que solo así serán aceptados por la
sociedad. En fin, lo que debemos de recordar es que entre más nos amemos
a nosotros mismos, más nos estaremos acercando a un estilo de vida sano y
positivo.
Cabe mencionar en este momento que por fin se está propagando la
información de que todos los seres humanos tenemos dos o hasta tres
cerebros dentro de nosotros. El primer cerebro es el que recibe todo lo que
le sentimos, ingerimos, guardamos y también recibe y produce todas las
emociones. Este primer cerebro es el sistema digestivo o sea que recorre
desde la boca hasta nuestros intestinos y termina en el ano. Si tú te fijas en la
forma física que tienen nuestros intestinos; te darás cuenta de que está
formado en semejanza al cerebro que tenemos dentro de nuestro cráneo, lo
que compone la cabeza.
El primer cerebro es el que debemos de cuidar más porque es el responsable
de procesar, elegir y llevar al segundo cerebro que está dentro de nuestro
cráneo y al resto de nuestro cuerpo todos los nutrientes que nuestro cuerpo
necesita para funcionar correctamente. También el primer cerebro, el
intestino, es el que recibe todas las emociones; no es el corazón el
responsable de esto. El corazón se ha tomado como símbolo de amor, sin
embargo, es nuestro primer cerebro el responsable de manejar los
sentimientos, las emociones y los nutrientes y es el responsable de
limpiarnos constantemente. Es por este motivo que lo que comamos, nos
dará los resultados de salud o enfermedad. Es aquí en este primer cerebro
donde se centra la mayor energía de nuestro cuerpo.
Si te fijas; cuando una persona se estresa, le puede ocasionar hasta diarrea o
al recibir una impresión o un disgusto fuerte, se le riega la bilis o se dice que
122
tiene piedras en la vesícula o se le eleva la presión arterial. Después de algún
fuerte disgusto o emoción fuerte, el cuerpo sufre afectación en alguno o
varios órganos internos incluyendo el de la piel. Si no te alimentas
correctamente, o no alimentas bien al primer cerebro; el resto del cuerpo
estará indefenso y esto incluye al primer cerebro.
Tomemos por ejemplo a un estudiante que no es alimentado correctamente;
éste no será capaz de retener ni procesar información que le enseñan en la
escuela porque su cuerpo no está nutriéndose correctamente. El estudiante
no aprende al paso de los demás y eso le causará más estrés y eso a su vez,
más enfermedades. Es por eso del por qué cuidamos lo que comemos.
Entonces, si ya sabes lo maravilloso que es tu cuerpo, agradécele a Dios
Padre Santo por tan perfecto regalo. Él te ha dado de un sistema corporal
que funciona correctamente. De ti depende aceptar la responsabilidad que
tienes de cuidar lo que le das a tu primer cerebro porque es el que te
mantiene sano y es el que se encarga de limpiar lo que tu cuerpo ya no
necesita.
Una persona que siempre está enferma, se dice que tiene las defensas bajas
y los cuidadores de salud necesitan lograr que el cuerpo del paciente
responda favorablemente con los suplementos alimenticios, con una dieta
específica, con multivitamínicos y cambiando el estilo de vida del paciente.
Esto no cambiará mientras nosotros no modifiquemos lo que comemos y
entonces muchas enfermedades estarán presentes. Ya que hemos entendido
del porque necesitamos cuidar nuestro estilo de vida para estar sanos,
entendemos que somos nosotros los únicos responsables de nuestros
cuerpos.
Ahora vamos a hablar de las enfermedades internas o del alma. Éstas son las
enfermedades que no se curan a menos que cambiemos; son las heridas o
experiencias que una persona ha recibido desde su infancia. Éstas heridas
que no se han curado, siguen dentro de la persona afectando cada célula de
su cuerpo. Dicho en otras palabras, nuestro primer cerebro está enfermo y
no funciona correctamente y a su vez, son nuestras propias energías
negativas jugando en nuestra contra.
123
Tomemos por ejemplo a una mujer, que es madre de dos hijos y esposa a la
vez. Ésta mujer siempre ha padecido de depresión aguda y siempre está en
tratamiento médico para tratar de erradicar la enfermedad. Por más pastillas
o tés que le receten; no se cura. Sólo le están subministrando los
medicamentos para que sonría, para que tenga ganas de vivir, para que se
sienta mejor y para que tenga ilusiones de seguir viviendo o para desinflamar
alguna parte de su cerebro. La enfermedad de raíz no se está atendiendo ni
resolviendo, porque solo se está dando importancia y atendiendo a los
síntomas que el médico trata. Puede ser que lo que a ésta mujer le está
pasando; es que sigue viviendo con heridas de sus vivencias que sucedieron
desde su infancia o tal vez es porque está viviendo situaciones dañinas y
toxicas en su entorno, aquí en el presente. Cuando ésta mujer acude al
médico, le receta “cambio de vida”.
¡Cambio de vida! ¡Pero si está mujer está tan estresada por lo que vive en el
hogar en donde predominan los problemas, las preocupaciones y la tristeza y
ella no puede cambiar su vida! Sus hijos son alcohólicos y no aceptan ayuda
de centros y su marido le echa a ella toda la culpa por lo que los hijos hacen.
Cada fin de semana, es lo mismo; los hijos se desaparecen y ésta madre no
duerme por la preocupación. El esposo se molesta con ella por preocuparse
tanto y cuando llegan los hijos ebrios, siempre hay enfrentamientos entre los
hijos y el padre. La madre es la mediadora para evitar problemas mayores,
porque según ella, sigue intentando tener a una familia unida y ella no pierde
la esperanza de que sus hijos dejen de embriagarse. Se desvela y llora
demasiado porque no entiende el por qué sus hijos han elegido vivir ese
estilo de vida. Ella solo quiere que todo esté bien, sin embargo, tampoco
entiende el motivo que llevó a sus hijos a beber tanto.
Cuando los hijos están en estado de ebriedad, se vuelven violentos y sus
palabras son hirientes. Gritan, reprochan, exigen y agreden en contra del
padre o de la madre. Entonces, como la madre no duerme; se entristece y
físicamente no se siente bien. Llora demasiado y se encierra en el circulo
vicioso de no encontrar una solución. Aunque sepa que el alcoholismo es una
enfermedad, no sabe cómo curar a sus hijos. Sin darse cuenta, ella también
se está enfermando.
124
La situación no cambia y los años pasan. La mujer ahora está cansada,
agotada, triste y desilusionada de la vida y de su familia. El vivir con tanto
estrés, la ha enfermado y los síntomas son ahora más que visibles, aunque
ella sonría ante la sociedad. Llega al momento en que ella acude a un doctor
porque sabe que algo en ella no está bien. El diagnostico no es muy
alentador; depresión, presión arterial alta, taquicardia y colitis nervioso.
Aunque los médicos le receten antidepresivos o medicamentos necesarios
para controlar y disminuir los síntomas del cuerpo de ésta mujer; no la están
curando completamente. Claro que puede sanar con lo que le receten, pero
no se está curando debido a que lo que le ocasionó el deterioro en su salud,
sigue presente en su vida. Así que los médicos al ver que los síntomas
persisten; al final le recetarán “cambio de vida”.
Por mucho que los doctores nos ayuden, nosotros necesitamos de tratar el
problema de raíz. Lo que estemos viviendo se debe de cambiar para que
mejore nuestro cuerpo y nuestro entorno.
Es nuestra libertad y nuestra obligación de crearnos un entorno feliz para
vivir. Tenemos el derecho de vivir una vida digna porque Dios Padre Santo es
quien nos da la vida. De nosotros corresponde asegurarnos de vivir con
calidad, paz, abundancia, alegría, salud, bienestar, amor y libertad. Tomemos
en cuenta de que existen enfermedades que los humanos no hemos sido
capaz de erradicar, pero sí de controlar y existen otras enfermedades que
hasta el día de hoy nos dicen que no tienen cura y que los que padecen estas
enfermedades, deben acostumbrarse a vivir y a lidiar con ellas día a día.
Mientras padezcamos síntomas manifestadas de alguna “enfermedad”,
debemos de tratar de sanar esos síntomas, debemos de tratar de curarnos y
de prevenirnos otras enfermedades. Es importante reconocer que tampoco
debemos de apropiarnos de las enfermedades porque las enfermedades no
son nuestras para adueñarnos de ellas. Esto quiere decir que cada vez que
alguien dice, “Ya estoy tomando medicamento para mi artritis”; debe de
sustituir las palabras por “Estoy tomando medicamento que sana los
síntomas de la artritis, y con ellos mejorará mi salud”. Nota que, si dije, “mi
salud”.
125
Ahora, las heridas del pasado se deben curar porque si no se curan nos dañan
más que otras enfermedades. Para curar heridas del pasado debemos de
aceptar que “eso” es lo que tenemos.
Nos damos cuenta fácilmente cuando una persona carga heridas del pasado
al escuchar el dolor que manifiestan al recordar o al platicar lo que vivieron.
Lloran o lo platican con gran dolor y resentimiento. No importa si una
persona fue dañada hace 20 o 50 años atrás, el dolor sigue allí dentro; sigue
vivo dentro de la persona. Al recordar las heridas del pasado con tristeza y
dolor, las volvemos a fortalecer, y así siguen vivas y lastimándonos. Al no
curar esas heridas del pasado, seguimos alimentando al dolor y al alimentar
al dolor, éste crece.
Para sanar las heridas del pasado; es necesario perdonar a los que nos hayan
herido o lastimado y también es necesario que nos perdonemos a nosotros
mismos por haber albergado ese dolor por tanto tiempo. No estoy diciendo
que sea fácil, pero sí es posible. Jesucristo nos dijo que nos perdonemos unos
a otros y que no juzguemos. ¡Pues él tenía razón! A medida que tú vayas
perdonando, iras sanando esas heridas que no te dejan en paz y entonces
lograrás curarte. Llegamos a escuchar de una persona o de otra que debemos
perdonar, pero hay veces que no sabemos cómo perdonar. Normalmente te
dicen que como seres inteligentes que somos, debemos perdonar a nuestro
prójimo, pero no nos dicen cómo se perdona y no sabemos el por qué al
recordar las agresiones que recibimos, nos vuelven a doler. La respuesta de
cómo perdonar es el amor. Perdonamos por amor.
Podemos decir, “ni que fuera tan fácil perdonar a ese, o a esa que me daño”
y seguir alimentando el dolor de la herida si así lo queremos. Pero entonces,
cada vez que tu recuerdas el daño que te hicieron, estarás dándoles a
quienes te dañaron nuevamente, el poder de seguir lastimándote. Otra de las
cosas que debes recordar es que todos nos equivocamos y que debes de
entregar a Dios Padre Santo todo el dolor que te causaron. Entrégale a Dios
Padre Santo todas y cada una de las lágrimas que has derramado y entrégale
todo el dolor que has venido cargando a través de tu vida. Entrégale tus
tristezas, tus sufrimientos, tus heridas y tus penas. Dios Padre Santo te ama y
te apoyará siempre en tu proceso de sanación y finalmente te curarás.
Dejarás de sufrir y te sentirás libre.
126
Si te digo que perdonamos por amor, significa que tú te amas tanto a ti
mismo que jamás permitirás que una herida del pasado te dañe en el
presente. Al perdonar a quien o a quienes te dañaron, te estarás liberando de
ese sufrimiento y al mismo tiempo estarás poniendo a quien te daño en las
manos de Dios Padre Santo. Confía en la justicia divina. Así que habla con
Dios Padre Santo y cuéntale todo sobre ti. Cuéntale de todos tus
sufrimientos, de todo el dolor vivido, de la tristeza y las heridas que has
vivido y entrégaselo a su misericordia. En el momento que tú le entregues a
Dios Padre Santo todo el daño que te hayan hecho; solo entonces empezarás
a sanarte y al final te curarás y encontrarás la paz.
Llevar heridas en el alma solo alimentan a los miedos a ser lastimado
nuevamente y recuerda que el miedo paraliza y no te permite ver más allá
del dolor. Los traumas crecen y sigues viviendo en un pasado que ya pasó. Lo
que ya sufriste, no lo puedes cambiar, pero si te amas lo suficiente, le darás
importancia a tu vida de hoy y no a la vida del pasado. Nadie quita el hecho
de que te hayan lastimado, pero nadie más que tú tienes el poder de amarte.
Concéntrate en amarte y en curarte; no te concentres en quien te dañó.
Debes de amarte tanto como para no permitir que lo malo que hayas vivido
te siga perjudicando en el presente. Amate a ti mismo.
En este momento, tú ya has aprendido cómo funciona la vida, y sabes que el
dolor, el rencor, el resentimiento, el coraje, el llanto, la tristeza, la soledad y
demás cosas negativas que tú permitas que vivan dentro de ti; estarán
atrayéndote más cosas negativas a tu vida. Consecuencias: más infelicidad y
más sufrimiento manifestado en diversas formas.
Mientras siga el dolor dentro de ti; te estarás atrayendo más cosas negativas
o situaciones que te causarán más dolor en tu vida. Recuerda que el dolor
pertenece a lo negativo.
Mientras guardes rencor a alguien; te estarás atrayendo más cosas malas a tu
vida o estarás provocando que te lastimen para entonces fortalecer al rencor
y hacer crecer más a ese rencor.
Mientras sientas resentimiento; te estarás atrayendo más dolor o injusticias a
tu vida para que así sigas teniendo más resentimiento dentro de ti y este se
vuelva en odio.
127
Mientras sigas teniendo coraje en contra de alguien o en contra de la vida; te
estarás atrayendo más cosas negativas e injustas para que sigas nutriendo a
ese coraje que ya sientes.
Mientras sigas llorando por lo mismo; te estarás atrayendo y generando más
cosas que te harán llorar más.
Mientras permitas que en ti viva la tristeza; te estarás atrayendo más cosas
malas a tu vida o situaciones que aumentarán tu tristeza.
Mientras más digas o pienses que estás solo en esta vida; más se asegurará la
vida de que así sea. Estarás solo.
Recuerda que lo negativo o malo crece y que se te regresa multiplicado.
Entonces si ya lo sabemos, no debemos permitir que lo negativo permanezca
dentro de nosotros; el odio, el rencor, el dolor, la culpa, la envidia y todo lo
negativo que habite en nosotros se debe marchar de nuestro interior para
que podamos ver la grandeza divina de lo que llamamos “milagros”.
También debes de perdonarte a ti mismo por haber almacenado el dolor y
por haber alimentado a la herida. Dios Padre Santo lo sabe todo; lo que has
vivido, lo que has sufrido, lo que has hecho, lo que has dicho, lo que has
pensado, lo que has creído, lo que has sentido y lo que has guardado en tu
interior. Aunque haya cosas que no entendamos, debemos de confiar en Dios
Padre Santo.
No te culpes por no haberte protegido de quien te dañó porque tal vez no
sabías como defenderte o tal vez eras demasiado inocente como para
siquiera saber que lo que otros te hacían era malo. Tal vez solo sufriste las
consecuencias de la negatividad de otros porque eras demasiado pequeño o
pequeña para defenderte y no sabías que hacer ante lo que vivías. Tampoco
te puedes culpar por no haber sabido cómo funciona la vida porque tal vez
nadie te enseñó. Recuerda que hiciste lo que pudiste hacer, ante lo que
hayas vivido. Recuerda que hiciste lo que pudiste con el conocimiento que
tenías. No te culpes por las faltas de los demás hacia tu persona, porque de
estos quienes te lastimaron, se encarga Dios Padre Santo. Solo amate y lucha
por tu dignidad porque eres digno de recibir amor. Vales lo mismo que
cualquier otro ser humano ante los ojos de Dios Padre Santo y confía en la
128
justicia divina de Dios Padre Santo. La justicia divina llegará cuando tú
entregues todo el daño que te causaron en manos de Dios.
Los rencores, el resentimiento y el odio son mayormente consecuencias de
las heridas que no se han curado. Solo tú tienes el poder de curarte al soltar
lo negativo, y al hacerlo, milagrosamente te estarás curando por la gracia de
Dios Padre Santo. No permitas que lo negativo siga dañándote ni permitas
que lo negativo viva en ti porque vales demasiado como para seguir
alimentando al dolor. Dios Padre Santo te regala la vida y él quiere que seas
feliz.
Así que siempre recuerda; perdonar es amar, perdonar es amarnos a
nosotros mismos porque así nos liberamos del sufrimiento. Perdonar es
entregar ese dolor a Dios Padre Santo y perdonar es vivir en el presente.
También recuerda que, del presente, tú y solo tú estás a cargo y tienes el
control porque Dios Padre Santo te acompaña en cada paso. No te preocupes
de quien te lastimó; entrégaselo a Dios Padre Santo.
Perdona para sanar heridas, al entregárselas a Dios Padre Santo, sanaras y te
curarás al liberarte de todo daño que te causaron. Vive en el presente y pon
tus energías en él. Tu cuerpo físico se curará al sanar el alma. Recuerda las
palabras: “Yo soy la luz y he venido al mundo y he venido al mundo para que
todo el que crea en mí, no permanezca en las tinieblas” y también recuerda,
“bendice a tu prójimo y ora por tu enemigo”.
Hay quienes no parecen creer en Dios Padre Santo porque han vivido
momentos muy difíciles y han sentido que Dios Padre Santo no los ha
escuchado. Tampoco sienten que Dios Padre Santo los haya ayudado o
protegido en los momentos difíciles. También hay quienes que desde su
infancia han sufrido mucho sin tener la culpa y les cuesta tener creencia en
Dios Padre Santo. No se explican el por qué tanto sufrimiento en su vida y se
dicen o se preguntan dónde estaba Dios en esos momentos. Otros dudan que
exista un Dios Padre porque el sufrimiento por el que han vivido, ha sido
demasiado. A estas personas, se les debe de llevar la luz y el amor de Dios
Padre Santo. Se les debe de instruir, de guiar y se les debe de amar.
Las personas que han vivido cosas dañinas, no han entendido como funciona
la vida porque nadie les enseñó, pero las personas duras de corazón que
129
juzgan a otros, no entienden la magnitud de las consecuencias que viven las
personas que fueron víctimas en su infancia.
Las personas que solo juzgan, carecen de sensibilidad y comprensión hacia el
prójimo. Éstos que juzgan, solo hablan y dicen, que el mal se lo buscaron
solos y que no es posible que no entiendan. Se atreven a decir, “cuando uno
quiere, uno puede”. No entienden que una persona que sufre en su niñez y
que, si no es atendida, casi siempre se pierde. No entienden que estás
personitas van sufriendo y caminando en las tinieblas al no encontrar la luz.
Éstas personitas no ven la luz, no ven el camino y no ven la salida. Es por este
motivo que Jesucristo encargó que veamos por los huerfanitos porque si no
ellos se pierden. Nosotros no podemos dar por hecho que ellos solitos sabrán
dirigirse hacia el lado del bien. Las personas adultas que juzgan, dan por
hecho que un niño es inteligente; lo cual es cierto, pero lo que se les olvida es
que esa inteligencia es de la mentalidad de un niño. Si todos nos
equivocamos, cuanto más ellos.
Con lo anterior no estamos justificando todo lo malo que hacen las personas
que no han aprendido las enseñanzas divinas, pero si entendemos que el
dolor que cargan por la vida, los atrapa en la negatividad.
Veamos el siguiente ejemplo:
Rodrigo tenía miedo a su padre y él se orinaba por miedo que sentía. Su
padre lo abandona y Rodrigo no entiende nada de la vida, solo sabe que su
familia no es como otras familias. Su madre desquita su ira en Rodrigo, lo
explota y lo obliga a trabajar; colocando sobre sus hombros la carga del
hombre de la casa. Rodrigo, siendo un niño intenta trabajar y se ve obligado
a dejar la escuela. Después conoce a amigos negativos y cae en vicios. Se
siente valiente para enfrentar a su madre y se va a vivir con los amigos.
Continúa con los amigos y con los vicios, llora con gran dolor y se enoja con la
vida y un día se va a quitarle a la vida lo que según él tiene derecho a recibir.
Asalta y se va a la cárcel por años, aprende más cosas negativas en prisión y
cuando es liberado quiere delinquir en grande porque cree que así se sentirá
bien y vivirá bien. Así vive delinquiendo otros años y vuelve a caer al
quedarse nuevamente en la calle, enviciado y lastimado por dentro. Toca
fondo y está cansado de sufrir y en este punto, también tiene miedo a la vida.
130
Tiene miedo a ser lastimado por la vida y después de lo que ha hecho;
tampoco se siente merecedor de amor.
En el ejemplo de Rodrigo, vemos claramente a alguien que no conoce cómo
funciona la vida, a alguien que no encuentra a la luz, a alguien que no
encuentra a la verdad ni encuentra al camino. Rodrigo está carente de
sabiduría divina. Se atrae cada vez a su vida más negatividad. Cada dolor y
cada miedo en el interior de Rodrigo le fue atrayendo a él mismo más cosas
negativas a su vida para que el dolor y el miedo crecieran dentro de él,
nuevamente atrayéndose más desgracias, más penas y más sufrimiento. Aquí
vemos claramente como alguien se pierde en la obscuridad poco a poco
hasta hundirse.
Tal vez nadie se dio cuenta de que la niñez de Rodrigo, estaba al borde del
peligro. Tal vez nadie notó que, desde su infancia, Rodrigo sufría y que ese
sufrimiento le iba a acarrear más sufrimiento. Tal vez solo había personas
negativas a su alrededor y eso es lo que le enseñaron. Tal vez el necesitaba
una mano amiga la cual nunca llegó. Tal vez él lloraba por las noches o
esperaba un milagro que nunca llegó porque él no sabía cómo pedirlo. Tal
vez, si alguien le hubiera enseñado cómo funciona la vida a Rodrigo, a él no lo
hubiéramos perdido.
Todo esto quiere decir que mientras el dolor siga dentro de Rodrigo, él se
seguirá atrayendo a más cosas negativas a su vida porque aún no entiende
las enseñanzas divinas. Cualquier persona que no ha sufrido, ciertamente
puede decir que Rodrigo eligió ser malo y que solito se lo buscó todo. Habrá
incluso quienes afirmen que Rodrigo fue un tarugo o que se merece todo lo
malo que le ha pasado y habrá otros quienes digan que Rodrigo no va a
poder dejar los vicios. Sin embargo, en éste caso nunca se supo que alguien
tratara de enseñarle a Rodrigo cómo funciona la vida, ni le enseñaron a
protegerse, ni a amarse, ni a perdonar, ni a ser positivo, ni a creer en Dios
Padre Santo. Lo único que le enseñaron es que la vida es injusta y que es muy
difícil. También le enseñaron que la vida es sinónimo de sufrimiento.
En el caso de Rodrigo; vemos que él siempre ha vivido en la negatividad.
¿Cómo creer en un Dios, si él cree que todo lo que ha vivido es injusto y que
la vida es mala? Rodrigo en su interior creía que solo con dinero, podía
131
comprar amor. Tenía la aprobación de su madre solamente si traía dinero a
casa y sin darse cuenta, con dinero compraba al amor de mujeres y a la
aprobación y a la aceptación de los demás. Al no tener dinero, era difícil para
él sentirse amado. Al Rodrigo no poder conseguir un empleo digno por falta
de estudios, culpaba a sus padres de todo lo que le sucedía y les guardaba
rencor. Al tratar de justificar a sus padres significaba que entonces la vida era
injusta y que entonces tampoco existía un Dios que, sí lo amara a él, y
concluyó en que culpara a quien culpara, su vida seguía igual. Rodrigo
atribuye todo lo malo a la falta de amor de sus padres y se siente
incomprendido y solo.
No podemos juzgar lo malo que Rodrigo haya hecho, por muy malas que
hayan sido sus acciones porque tampoco estuvimos allí para defenderlo, para
protegerlo ni para darle amor. Tampoco lo estamos justificando. Lo que sí
sabemos es que Rodrigo necesita ayuda y necesita curar todas esas heridas
para que no se siga haciendo daño a sí mismo al atraerse más cosas negativas
a su vida. Necesita de aprender para tampoco dañar a otros. El problema de
esto es que tal vez sea demasiado tarde para enseñarlo porque no lo
podemos obligar a escuchar ni a aprender.
Rodrigo, es obvio que no sabe cómo funciona la vida porque nadie se lo
enseñó. Rodrigo no se da cuenta que el rencor, la tristeza y el dolor que
habita en él solo le atraerán más dolores futuros. Rodrigo no sabe que
mientras en su interior exista el negativismo, él se estará atrayendo a
situaciones y a personas negativas a su vida. Rodrigo no sabe que el perdonar
lo liberará y que por fin sanará y se curará.
Ahora bien, viene lo bueno. ¿Dónde estaba Dios cuando Rodrigo lo
necesitaba? Pues para entender que Dios Padre Santo sí estuvo y está al lado
de Rodrigo; tenemos que aprender más lecciones de la vida.
Muchas veces no entendemos por qué se sufre tanto, pero en las enseñanzas
divinas aprendemos que hay varios motivos por las cuales nos pasan cosas
malas en la vida. Algunas cosas malas nos suceden porque nos las atraemos
solos al ser negativos de pensamiento, negativos de palabra, negativos de
sentimiento, negativos al guardar rencores o dolor o al hacer algo malo y
también nos pasan cosas malas al vivir en el pasado, al estar añorando lo que
132
ya no se puede cambiar y también porque el pecado alcanza hasta 14
generaciones. Esto quiere decir que si alguno de nuestros ancestros hizo algo
malo y no se arrepintió de lo que hizo, las siguientes generaciones pagarán
de alguna forma por eso malo. A alguien se le tiene que regresar lo que
hayan hecho nuestros ancestros.
Es por eso de la importancia que al hacer algo malo, nos arrepintamos y
dejemos de hacerlo, es importante que nos convirtamos al positivismo que
es nuestro mismo Dios Padre Santo porque si no, estaremos afectándonos
negativamente a nosotros mismos y a nuestras futuras generaciones. Así que
no es que Rodrigo necesariamente se haya buscado solito todo lo malo.
Existió un punto clave en donde el dolor de su infancia no sanado, lo atrapó.
De lo demás que Rodrigo hizo mal, es simplemente porque nunca entendió
como funciona la vida y se siguió atrayendo más cosas negativas a su vida. O
tal vez parte del sufrimiento de su infancia venga de sus ancestros. Tampoco
es que Dios Padre no haya estado con él; porque Rodrigo sigue vivo. A pesar
de lo que haya hecho Rodrigo, Dios Padre Santo lo cuidó y más aún, Dios
Padre Santo lo ama y lo recibe con los brazos abiertos en el momento que él
cambie.
Así que cuando no entiendas el por qué te han pasado cosas malas, es el
momento de orar. Entrégale a Dios Padre Santo todos tus sufrimientos y tus
faltas o pecados, así como también a tus ancestros y a sus pecados para ser
liberado. Pídele al Espíritu Santo que te de sabiduría e inteligencia.
Cuando una persona le ruega a Dios Padre Santo que le quite un sufrimiento;
Jesucristo les dice, “No está en mi quitártelos, está en ti entregármelos”. Esto
quiere decir que debes de entregarle a Dios Padre Santo todos tus
sufrimientos, si es que quieres que se vayan de tu vida. Así que regreso a lo
mismo; habla con Dios Padre Santo y entrégale todo.
Como puedes ver, hay muchas cosas que nos pueden estar causando dolor y
sufrimiento. No importa si lo que padecimos fue grande o dañino; aún
podemos curarnos. Debemos de dejar atrás todo dolor para no seguir
atrayéndonos más cosas que nos causen dolor. El perdonar es amar porque
significa que te amas lo suficiente como para no permitir que el daño que hay
en tu interior, siga atrayéndote más dolor.
133
El dolor, el resentimiento, el odio y las demás cosas negativas te traen más
cosas negativas a tu vida y entonces, ¿Cuándo vas a dejar de sufrir? Dejarás
de sufrir cuando sanes las heridas, cuando perdones por amor, y cuando le
entregues todo a Dios Padre Santo y entonces te curarás. Recuerda que la
vida feliz que tú quieres, la puedes obtener a medida que tú cambies. Así
que, es por eso que los patrones viejos de pensamiento, de palabras, de
sentimientos, de creencias y de acciones son los que debemos de remplazar
en nuestra vida.
También recuerda que entre más estés creyendo, más estarás creando. Entre
más estés dando, más estarás recibiendo. Entre más estés perdonando, más
estarás curándote. Entre más estés cambiando al positivismo, más cerca
estarás de lo que quieres para tu vida.
Aquí tenemos la siguiente enseñanza que nos muestra que en nuestra
petición a Dios Padre Santo que también es nuestra oración, se debe de orar
con insistencia y constancia:
“Confiesen sus pecados mutuamente y oren los unos por los otros, para ser
curados. La oración perseverante del justo es poderosa.”
Afirmaciones:
Yo vivo en la luz.
Yo sano a medida que suelto al pasado.
Yo sano a medida que perdono.
Yo me curo a medida que me libero de las heridas.
Yo me acepto.
Yo me amo.
Yo me cuido.
Yo vivo en el presente.
134
Yo perdono por amor.
Yo avanzo con sabiduría divina.
Yo estoy a salvo.
Yo estoy en paz.
Yo soy libre.
Yo renazco.
Yo soy feliz.
Yo soy amor.
Yo entrego a Dios Padre Santo, todo mi pasado.
Yo entrego a Dios Padre Santo a quienes me hirieron.
Yo confío en Dios Padre Santo y en su justicia divina.
Yo hablo con Dios y él me escucha siempre. Amén.
El miedo
Creo que todos en la vida hemos en algún momento sentido miedo o hemos
experimentado la sensación de incertidumbre. “El miedo es la ausencia de la
creencia en Dios Padre Santo.” ¡Que fuertes palabras! Porque cuando uno
cree en Dios Padre Santo, uno sabe que solo cosas buenas nos esperan. Uno
siente la seguridad para atravesar lo que sea a que le temamos.
Se debe de ser coherente en lo que se piensa, siente y se dice con lo que se
cree. Pongamos un ejemplo para aprenderlo.
Juan es un joven que dice que sí cree en Dios Padre Santo, pero a su vez, él
tiene miedo a acercarse a las demás personas porque piensa que los demás
lo pueden lastimar. Pues el miedo siendo algo negativo, no puede tener
135
congruencia con el decir que se cree en Dios padre Santo. Si realmente Juan
creyera en Dios Padre Santo, él pensaría que Dios Padre santo estaría con él
en todo momento sosteniéndole su mano derecha y si fuera firme en sus
sentimientos hacia Dios padre Santo, se sentiría a salvo en cualquier lugar o
ante cualquier circunstancia. Si él fuera firme en su fe o en su creencia que es
Dios, le entregaría a Dios Padre esos miedos que siente para poder remplazar
esos miedos con pensamientos y sentimientos positivos. Juan le pediría a
Dios Padre Santo que lo rodee de solo personas buenas en todo momento,
para no tener que sentir miedo e inseguridades y así reafirmaría su creencia
en Dios Padre Santo.
El miedo, visto como positivo, también sirve para sobrevivir, lo cual es algo
muy bueno. Un niño que no tiene miedo o no mide el peligro, corre mucho
más riesgo de sufrir alguna caída o accidente que otro niño que si razona y
que si ve que desde donde quiere saltar, está muy alto. Entonces el miedo
también nos sirve para reaccionar rápidamente ante situaciones peligrosas.
El miedo es una emoción primaria o sentimiento que reacciona dentro de
nosotros mismos al pensar y al creer, porque nos ayuda a prevenir lo que
consideramos como peligro y también nos ayuda a alejarnos de algo para el
cual aún no estamos preparados para enfrentar.
Si el miedo es visto como algo negativo, debemos de liberarnos de esa
sensación porque está sensación crecerá en negativismo. Hay quienes lo
manejan con el choque de fuerzas; o sea que dicen que hay que confrontar
los miedos. Que si tienes miedo a las arañas; debes de enfrentar una
situación en donde tengas que estar rodeado de arañas, tocar a las arañas o
en estudiar a las arañas hasta que el miedo se vaya. Lo peligroso de estos
métodos es que, si la persona no responde favorablemente al enfrentarse
con lo que le provoca el miedo, entrará en pánico y hasta puede entrar en un
estado de shock. Con esto, no estamos generalizando que el enfrentar a lo
que le tengas miedo, siempre vaya a tener consecuencias negativas. Sin
embargo, lo que puede funcionar para unos, no necesariamente funciona
para otros.
El miedo es una sensación de angustia por la presencia del peligro real o del
peligro imaginario. También es un sentimiento de desconfianza e inseguridad
interna de poder manejar algo que traiga como resultado algo negativo. Es
136
un impulso a creer que algo malo sucederá, aunque internamente no se
quiere que así suceda. Es una emoción desagradable que impide que alguien
o algo realicen las cosas que quisieran hacer. Es miedo hace sentirnos mal
con nosotros mismos.
También sabemos que el miedo nos trae consecuencias a nuestro organismo
y que nos pone en una fase de sentirnos indefensos; así que, al sentirnos
indefensos, tratamos de evitar lo que nos causa miedo y tratamos de poner
distancia entre nosotros y entre lo que nos causa el miedo. Al miedo se le
conoce como algo que se vincula a la infelicidad y que también es negativo. El
problema no es sentir miedo a alguien o a algo; el problema es que como con
cualquier otra emoción, el miedo lo sintamos de forma disfuncional. Esto,
quiere decir que lo que nos ocurre a consecuencia de sentir ese miedo, es
aún peor de lo que ocurriría si no sintiéramos ese miedo. Esto es cuando
dejamos que el miedo nos controle y éste nos evita el realizar lo que
queremos porque tenemos miedo a la consecuencia.
Para entender las consecuencias de tener miedo, debemos de entender que
nuestros miedos disfuncionales nos paralizan. El miedo en sí, no es un
problema porque es una emoción positiva que nos ayuda a prevenir peligro y
es una emoción que solo nos obedece a nosotros mismos. El problema lo
tenemos nosotros porque nos deja la incógnita de qué vamos a hace con éste
miedo. El permitir que el miedo nos controle; nos limita, nos entristece y
también nos enferma. Entramos en pánico, nos paralizamos, nos
bloqueamos, nos perturbamos, nos enfermamos, nos sentimos indefensos,
nos alejamos, nos quedamos viviendo sin hacer lo que queremos o nos
perdemos de disfrutar de lo que otros sí disfrutan.
Ahora, analiza las siguientes preguntas: ¿De cuantas cosas y oportunidades
en tu vida te has perdido por dejar que te controlen las consecuencias de
sentir miedo? ¿Qué cosas hubieras hecho, a dónde hubieras viajado, qué
negocio hubieras emprendido, qué vida tendrías ahora?
Las consecuencias de sentir miedo, deberían de sentirse y verse solo como
positivas porque nos están previniendo del peligro, del dolor y de cosas
negativas. Sin embargo, cuando la persona está aterrorizada, no es capaz de
enfrentar al sentimiento del miedo.
137
Existe una diferencia entre el sentimiento del miedo y el del terror. Cuando
una persona siente miedo, tiene más probabilidades de sí sobrevivir que otra
persona que siente terror. No es lo mismo la vida de una persona que siente
miedo al ir a una entrevista de trabajo, al terror que siente una persona que
fue secuestrada y que su vida estaba a merced de los secuestradores. Las
consecuencias del sentir miedo son ampliamente desproporcionales entre
ambos sentimientos hacia el miedo y hacia el terror.
Veamos el siguiente ejemplo, y a nuestra protagonista, llamémosle “Sara”.
Sara, fue obligada a vivir con un hombre mayor que ella. El hombre la
amenazaba, la maltrataba, abusaba de ella y solo ejercía todo tipo de
violencia y abusos en ella. También la chantajeaba constantemente y la
vigilaba. La obligaba a trabajar, la denigraba como persona y la explotaba.
Cuando Sara trataba de escapar o de pedir ayuda, el hombre siempre la
obligaba a seguir con él de alguna forma o de otra. Ya fuera porque éste
hombre la amenazaba con lastimar a su familia o porque la vigilaba todo el
tiempo para controlarla. Aunque Sara trataba de ser positiva y de vivir con la
esperanza de un día ser libre; tenía miedo a las consecuencias que pudieran
resultar. Tenía miedo de morir al intentar liberarse y le tenía terror a este
hombre. Temía por la vida de su familia y el dolor era grande, siendo el dolor
y la impotencia sus mayores penas.
Este hombre se aseguró de aislar a Sara de toda persona y de someterla en
todas las formas que lo hacen las personas psicópatas y narcisistas. Sara
sentía terror, dolor, impotencia, coraje, tristeza, angustia, y miedo.
Sin embargo, el miedo y el terror que Sara sentía se volvió en un arma a favor
de ella. Esto sucedió cuando Sara entendió que el enfrentar a este hombre
psicópata narcisista y demás, era demasiado peligroso y trató solo en
concentrarse en sobrevivir. Sara seguía viva y eso era lo que importaba, y
obvio, con la esperanza de algún día recuperar su libertad. Sin saber cómo
lograrlo porque el terror, el miedo y el estrés la segaban, por fin intentó
nuevamente liberarse.
Después de tratar de razonar muchas veces con un irracional y no
conseguirlo, Sara intentó hablarle de Dios Padre Santo a éste hombre, pero
también fue inútil. El hombre ya se sentía un dios él mismo y él creía que
138
podía ir por la vida tomando lo que no era suyo y decía que así vivían bien.
Nada de lo que intentaba Sara funcionaba. Sara sintiéndose sola e indefensa
y horrorizada, se armó de valor y decidió enfrentar a este hombre otra vez,
pero tampoco funcionó. A este hombre le pidió y exigió su libertad y al no
conseguirlo, ella decidió no pedirle permiso y tomar las riendas de su propia
vida al abrir la puerta y salir por su propio pie. Desafortunadamente, el
hombre impidió que ella se marchara al golpearla y al arrastrarla
nuevamente hacia la casa. Sara volvió a responder sacando fuerzas internas y
exigió a este hombre que se marchara de su vida. Por fin lo estaba
enfrentando y no había marcha atrás. Sara estaba dispuesta a ser libre.
Las consecuencias de que Sara haya por fin intentado liberarse fueron
trágicas. Éste hombre intentó matar a Sara y casi lo logra. Cuando Sara
recobra el conocimiento, solo despierta a vivir una vida de encierro total. El
hombre como castigo la encierra en una habitación y pone candado a la
puerta para evitar que ella intente nuevamente escapar. Sara no come
porque sigue castigada y como ya no tiene fuerzas para luchar, la fe y
creencia de Sara están en juego. El hombre solo le dice que todo es por su
bien de ella y que él es el único quien la quiere. Sintiéndose desconsolada,
Sara vuelve a pedir ayuda a Dios Padre Santo y confía entonces con más
fervor que Dios Hijo Jesucristo le daría las fuerzas y la inteligencia necesaria
hasta lograrlo.
Desafortunadamente, en nuestro mundo también existen esta clase de
personas; psicópatas, narcisistas, megalomaníacos, controladores y
manipuladores. En el caso de Sara, el hombre psicópata eligió a Sara porque
está en su naturaleza elegir a su presa y porque este tipo de personas buscan
a alguien para destruirle. También eligió a Sara porque Sara era buena y eso
para los psicópatas narcisistas es importantísimo ya que ellos piensan que, si
alguien más tiene como pareja a alguien bueno, ellos también quieren tener
a una buena pareja a su lado. Lo mismo sucede con lo material; si ven que
alguien tiene un negocio prospero, ellos también quieren tener un negocio
propio prospero, pero sin importar los medios para conseguirlo. Son
malvados y el dolor ajeno no los conmueve mientras satisfagan sus propios
intereses. También eligió a Sara porque al Sara ser buena; ella le serviría a él
y le obedecería por miedo y al Sara ser exitosa, él podría mostrarla como su
139
trofeo. En su mente, los psicópatas narcisistas y demás se sienten dioses, y
creen que pueden ir por la vida tomando y destruyendo todo lo que desean.
Son posesivos y controladores, porque solo lo que ellos dicen, se hace. Ellos
ven a otro ser humano, como objeto, que mientras les sirva, lo usarán.
También cabe mencionar que las estadísticas muestran que no se le puede
ganar a un psicópata integrado, narcisista, megalomaníaco, manipulador o
controlador en su propio juego.
Así que si te preguntas el por qué le sucedió esto a Sara; te vuelvo a explicar
que los psicópatas, narcisistas, controladores, megalomaníacos,
manipuladores o malignos “solo existen” sin gozar de la capacidad de amar;
no sienten amor, no dan amor, no sienten remordimiento y van por la vida
dañando a quienes ellos eligen y van tomando en la vida lo que no les
pertenece. Destruyen a todo lo que tocan porque existe lo negativo en ellos.
Esto quiere decir que al analizar el cuadro psicológico del agresor de Sara;
encontramos que es una persona, que eligió a Sara para ser su víctima
simplemente porque se le dio la gana, porque encontró algo bueno en Sara o
porque vio alguna debilidad o fragilidad de Sara ante la vida. Esto, también le
pasó a Sara porque desde su infancia, ella sentía miedo a su padre y así se
atrajo miedo y terror multiplicado a su vida; se atrajo sin querer a un
psicópata a su vida.
Bien, en esta historia, claramente se demuestra el estado mental y enfermizo
de éste hombre. También vemos el terror que sentía Sara y sabemos que ella
no sabía qué hacer con esos sentimientos de terror y miedo. Aunque el terror
de Sara haya sido real, sabemos que si sobrevivió porque demostró que
nunca se rendía. Siempre trataba de una forma y de otra de salir del entorno
dañino en el que se encontraba. Sabemos que mientras Sara haya creído en
Dios Padre Santo, ella encontró la forma perfecta para obtener su libertad.
Así como Sara lo hizo, al no rendirse hasta encontrar la forma de cambiar su
vida, nosotros también hemos llegado a sentir miedo y debemos de siempre
evitar que la emoción de miedo nos controle. No podemos comparar
nuestros miedos con el terror que Sara sintió a diario, pero cualquier cosa o
situación que nos esté provocando la emoción de miedo, e incluso terror,
debe de ser tratado, enfrentado o se debe de encontrar la forma de seguir
140
hacia adelante. Es bueno sentir miedo para prevenir peligros, pero tampoco
podemos dejar que éstos miedos nos controlen.
Es necesario mencionar que el miedo es un intenso sentimiento de emoción
primaria que es provocado por la sensación o percepción de un peligro real o
imaginario del presente, pasado o futuro. El terror es el concepto de sentir
miedo en su máximo exponente.
Entonces, sí es bueno que tengamos la emoción primaria del miedo, pero
siempre y cuando esta emoción no nos evite vivir una vida plena o una vida
digna ante los ojos de Dios Padre Santo. Recordemos que tenemos la fuerza
de Dios Padre Santo dentro de nosotros y que los cambios que queramos
para nuestra vida, los debemos iniciar nosotros mismos. Debemos de confiar
en Dios Padre Santo y nosotros debemos de poner nuestro granito de arena
para obtener la vida que queremos y soñamos para nosotros. Así que,
recuerda que tus cambios internos, te llevarán a los caminos de Jesucristo y
cree que sus caminos son los únicos perfectos. “Yo soy el camino, la verdad y
la vida.”
Si retomamos la vida de Sara, debemos de entender que Sara sí creía en un
Dios Padre Santo y que ella, con esa creencia en Dios, jamás se rindió.
También es necesario recordar las palabras de Jesucristo, “Yo los envió como
a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y
sencillos como palomas”.
En el caso de Sara; ella era sencilla como paloma y el hombre psicópata
narcisista, era el lobo. Pero lo más importante en estas palabras de Jesucristo
son, “sean entonces astutos como serpientes”. Son las más importantes
porque primero, Jesucristo quiere decir que, aunque en el mundo existan
cosas o personas malas y estén entre nosotros, nosotros debemos ser
astutos como serpientes para evitar que esos nos perjudiquen. Esto aplica
para cualquier situación. Entonces, si nosotros somos astutos como
serpientes, aunque andemos entre lo malo o nos rodee lo malo, estaremos a
salvo. Jesucristo nos invita a no tener miedo.
Si Sara, no se rindió, mucho menos nosotros. Si Sara a pesar de lo que vivía,
siguió creyendo en Dios Padre Santo, también nosotros podemos creer. Si
Sara logró cambiar su vida con la ayuda de Dios Padre Santo, también
141
nosotros podemos lograrlo. Si Sara intentó liberarse de lo malo una y otra
vez, nosotros también podemos intentarlo hasta lograrlo. Si Sara fue valiente
y astuta como para sobrevivir, nosotros también podemos ser valientes y
astutos. Si Dios Padre Santo, le dio fuerzas a Sara, para seguir luchando por la
vida que ella quería, a nosotros también nos dará la fuerza.
Así que se astuta o astuto en todo momento y no tengas miedo. Dios Padre
Santo está contigo y Jesucristo te sostiene de tu mano derecha. Amén.
Afirmaciones:
Yo siempre estoy a salvo.
Jesucristo siempre me sostiene de mi mano derecha.
Mi fe y mi creencia es más fuerte que los miedos.
Dios Padre me ama.
Jesucristo me da de su fuerza para liberarme de todo peligro y de toda
ocasión de pecado.
Yo confío en el amor Dios Padre Santo.
Gracias Padre Santo porque contigo tengo todo. Amen.
142
Capítulo 8
¡Pide y Avívate!
Sigue pidiendo a Dios Padre lo que tú quieres para tu vida, pero recuerda que
debes de pensar y analizar con inteligencia y sabiduría lo que estás pidiendo.
Piensa, analiza y controla a tus pensamientos para que siempre sean
positivos. Después, siente que a quien le estás pidiendo algo, es al mismo
Dios Padre Santo y siente su amor de él hacia ti. Continua así, hasta que
sientas y confíes en que lo que estas pidiendo, llegará a oídos de Dios; hasta
entonces afirma tu petición con tus palabras. Tus palabras siempre úsalas en
presente porque así lo explicó Jesucristo. Cuando ya hayas usado las palabras
en presente, habrás llegado al paso de la creencia, y al creer, así será.
Piensa, siente y di; porque eso es aceptar a Dios Padre Santo como única luz,
vida, camino y verdad y acepta que es él quien te da todo lo que pides.
Conecta tus pensamientos, tus sentimientos y tus palabras para que la fuerza
de la creación de tu nueva realidad se active. Esto quiere decir que tendrás
firmeza, convicción y fuerza en que lo que estás pidiendo ya se está creando
porque ya llegó tu petición a manos de Dios Padre Santo. El creer; es pensar,
sentir y decir con firmeza de fuerza interna y seguridad total de que así será.
Recuerda que Jesucristo dijo que cuando pidas, creas que ya lo estás
recibiendo, y de eso se trata. Esto también implica el amarte y valorarte a ti
mismo como merecedor de recibir bueno en tu vida porque eres hijo de la luz
que es Dios Padre Santo.
Ahora, vuelve a revisar lo que estás pensando, sintiendo y diciendo.
Pregúntate a ti mismo si lo que estás pidiendo es posible, si es imposible, si
es necesario y si tú estás listo para aceptar los resultados de lo que le estás
pidiendo a Dios Padre Santo. Todo pensamiento, todo sentimiento y toda
palabra debe de estar en balance y coherencia. El volver a revisar lo que uno
está pidiéndole a Dios Padre es muy importante porque si no pedimos bien;
estaremos creándonos una realidad que no nos gustará.
En cuanto a lo que concierne a la preparación para recibir de Dios Padre
Santo todo lo que estás pidiendo; debes de recordar que hay dos pasos que
143
debemos de seguir, para poder recibir lo que hemos pedido. El primer paso
es, vaciar lo negativo que ya existe en tu vida y eso es una aceptación al
cambio. Es ser valiente usando la misma luz y fuerza que Dios padre Santo te
da y es confiar en Dios Padre Santo. Deja ir de tu vida todo lo negativo para
poder remplazarlo por solo cosas buenas que, a su vez, te estarán dando la
realidad que quieres vivir.
Jesucristo dijo que no podemos poner el mejor vino en una vasija vieja. Esto
significa que, si en tu interior hay negativismo, no puedes ponerle cosas
positivas porque se infectarían las cosas nuevas con las cosas negativas que
ya viven en ti. Así que, habla con Dios Padre Santo y libérate de todos los
traumas no superados, de las cargas que lleves a cuesta, de los sufrimientos o
tribulaciones que estés viviendo, del dolor que aún siga vivo dentro de ti.
Para lograr ésta liberación, debes de perdonar y debes de entregar todo lo
malo a Dios Padre Santo y también es el aprender a amar. Una vez que estés
liberado del pasado, del sufrimiento, del dolor y del rencor que son cosas
negativas; encontrarás la paz que tanto deseas para tu vida. Estarás
limpiándote, vaciándote y liberándote para que quepa dentro de ti todo lo
nuevo y positivo que estas pidiéndole a Dios Padre Santo. Cuando tú te vacías
de lo negativo, estarás haciendo espacio para cosas nuevas positivas.
El segundo paso para que recibas lo que estás pidiendo consiste en la acción.
Ahora depende de ti el salir al encuentro de lo que estás pidiendo
constantemente. Dicho en otra forma; es el agradecer a Dios Padre lo que
estarás recibiendo y demostrar a él que vas al encuentro de lo que pediste
implementando la acción. Cuando ya hayas recibido lo que pediste, que será
bueno, porque tú te aseguraste de que así fuera al pensar, sentir y hablar con
inteligencia y sabiduría, debes de nuevamente agradecer a Dios por haberte
escuchado y por haberte dado lo que pediste. Por último, lo que ya recibiste
y agradeciste a Dios haber recibido; debes compartirlo con el prójimo.
Debes de confiar con firmeza y con convicción en Dios Padre Santo porque es
él quien te regaló la vida. Él es quien creo este mundo maravilloso y él
permite que tú seas parte viva de su creación. Confía en que Dios Padre
Santo solo quiere que seas feliz y confía en que él es un Dios de amor, un
Dios bondadoso y un Dios misericordioso. Confía en que Jesucristo a eso
vino; a enseñarnos cómo funciona la vida. Confía en que tú puedes vivir y
144
gozar la vida que él preparó para ti. Eres digno de recibir amor y afecto, así
como también eres digno de recibir cosas materiales. Puedes tener un
cuerpo saludable y una familia amorosa porque Dios Padre Santo es
bondadoso. Confía que cada vez que tú le pidas algo a Dios Padre Santo, él te
lo dará.
Recuerda que Dios Padre Santo es tan divino y tan poderoso que nos dio este
lugar tan maravilloso y sorprendente para vivir. El mecanismo de la creación
de Dios Padre es tan sorprendente, que la capacidad del ser humano es
insignificante comparada con su grandeza. Dios Padre Santo creo todo
mientras el hombre solo puede transformar o modificar lo que Dios Padre
Santo ya hizo. ¿Acaso sabes de algo que el hombre haya creado? Pues, no.
Todo lo que el hombre dice que crea; solo lo transforma. Si tomamos por
ejemplo que alguien diga que creo un nuevo árbol, porque injertó una semilla
de naranja en un árbol de limón y obtuvo del proceso un árbol que da
limones y naranjas; aún el hombre sigue utilizando la semilla que Dios Padre
creo. Otro ejemplo; alguien se atribuye la creación de un nuevo animal, al
cruzar a un borrego con una cabra y el resultado es una “cabra-oveja”. Sin
embargo; el hombre solo está utilizando a la cabra y a la oveja que Dios
Padre ya creó para modificarla o para transformarla. El hombre no es capaz
de crear algo de la nada. Eso solo lo puede hacer Dios Padre Santo. Así que
cuando dudes de la existencia de Dios Padre Santo, recuerda lo anterior. Solo
Dios Padre es el creador de todo lo visible e invisible y es a él a quien
debemos de dar el reconocimiento, el honor y la gloria.
Ahora si vemos lo maravilloso y lo increíble de su creación; no solo nos
regocijamos, sino que también nos alegramos porque somos parte de su
creación perfecta. Tenemos el privilegio de vivir en este universo, en esta
galaxia y en este planeta que funciona perfectamente. Todo creado a la
perfección para que disfrutemos y cuidemos de ello. Dios Padre Santo, creo
este planeta a la perfección; con todos sus elementos y sus seres vivos para
que vivan todos en armonía. Nuestro planeta tiene todos los elementos
necesarios para que él ser humano sobreviva y para que tenga en
abundancia. Tenemos el oxígeno, el alimento, el agua y la luz para que
vivamos, así como los demás elementos fundamentales que existen para la
existencia de nuestro planeta.
145
Aparte, de todo lo anterior; nuestro planeta tiene fuerzas y energías que,
aunque no las vemos, sí existen. Estás fuerzas y energías magnetizadas nos
regresan a nosotros todo lo que nosotros damos a la vida y nos lo regresa por
multiplicado. Todo lo que lanzas hacia arriba, tarde o temprano cae de nuevo
a la tierra. La gravedad, la relatividad, fuerzas y energías; todas vivas y
funcionando existen. Todo como funciona; se lo debemos a la perfecta
creación de Dios Padre Santo.
Ahora bien; debes de confiar en que Jesucristo vino no solo a salvarnos, sino
que también vino a enseñarnos cómo funciona la creación de Dios Padre
Santo. También vino a dejarnos la esperanza de una vida eterna y vino a
enseñarnos el camino, la verdad la luz y la vida. Entonces, no olvidemos que
nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y que nuestras palabras crean
nuestra realidad y que somos responsables de ellos. Nuestras creencias se
materializan porque tenemos creencia en que Dios Padre Santo es
bondadoso al ponernos en este maravilloso planeta y que el mecanismo de
cómo funciona la vida, es creación de Dios Padre Santo.
Jesucristo nos enseñó lo que es el amor y que, es por amor como nosotros
obtenemos lo que queremos. Nos pide que tengamos creencia en Dios Padre
Santo, o sea que tengamos amor y que confiemos en el amor y misericordia
de su Padre Santo que es Dios. Nos pide que nos amemos porque Dios Padre
nos ama. Nos pide que amemos al prójimo como nos amemos a nosotros
mismos. Nos pide que no juzguemos porque solo la justicia divina le
pertenece a Dios Padre. Nos pide que seamos positivos en todo momento y si
analizamos esto; hasta en la cruz de madera donde fue crucificado
encontramos el signo “+”, que es un signo positivo.
Después nos pidió que no tengamos miedo porque él está siempre con
nosotros. Así que tampoco debemos tener miedo al cambio. Debemos
confiar en que los cambios a positivo, nos darán como resultado más cosas
positivas que son buenas porque pertenecen a Dios Padre Santo. Igualmente,
Jesucristo nos mostró cómo funciona la vida y nos llama a que aprendamos.
Entonces que así sea; que aprendamos y nos llenemos de sabiduría para vivir
la vida que Dios Padre Santo espera que vivamos. Amén.
146
Avivémonos y aprendamos de las enseñanzas de Jesucristo porque de
nosotros depende si nos avivamos con la luz y con la verdad o si nos
quedamos en el fracaso, sufrimiento y en el abismo. Todos tenemos la
habilidad de aprender porque gozamos del amor de Dios Padre Santo. Estás
palabras son la prueba de todo, “Pero si alguno de vosotros se ve falto de
sabiduría, que (la) pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin
reproche, y le será dada. Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que duda
es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte
a otra:”
Tampoco olvides que Jesucristo nos dejó al Espíritu Santo. Llénate del Espíritu
Santo que es el que te dice si lo que haces está bien o está mal y que también
es vida. Cuando no sepas que hacer, el Espíritu Santo te guiará con el Don de
la Ciencia que te permite acceder al conocimiento. Cuando tengas que
decidir con acierto o aconsejar a otros, el Espíritu santo te guiará con el Don
del Consejo. Cuando sientas que ya no puedes más o que tus fuerzas
flaquean, el Espíritu Santo da el Don de la Fortaleza a quien es fiel y ayuda en
la perseverancia, que es una fuerza sobrenatural. Cuando te sientas solo, el
Espíritu Santo da el don de la Inteligencia que nos lleva a la contemplación,
camino para acercarse a Dios. Cuando el prójimo te sea indiferente, el
Espíritu Santo derrama en las almas el calor de la fe y el cumplimiento del
bien que es el Don de la piedad. Cuando no entiendas, el Espíritu Santo
concede el Don de la Sabiduría que nos permite apreciar lo que vemos y lo
que presentimos de la obra divina de Dios. Cuando el Espíritu Santo habita en
nosotros; nos da el Don del Temor, que es el don que nos salva del orgullo,
sabiendo que todo lo debemos a la misericordia divina. Cuando el Espíritu
Santo vive en nosotros, recibimos los dones del mismo Jesucristo.
Entonces, si nosotros nos llenamos de vida, que es amor y el mismo Espíritu
Santo; podemos cambiar nuestra vida a ser grata ante los ojos de Dios Padre
Santo. Encontraremos la paz, la alegría, el amor, la salud, la misericordia y la
bondad. También podremos encontrar la solución y las fuerzas necesarias
para cambiar. Nuestra creencia aumenta al igual que nuestra cercanía con
Dios Padre Santo. En perfecta unión con el amor verdadero caminaremos
hacia la luz.
147
Abre los ojos al conocimiento de la vida, avívate y aprende pronto. ¡Que tu
Maestro sea Jesucristo!
Afirmaciones:
Yo creo en Dios Padre Santo.
Yo creo en Dios Hijo Jesucristo.
Yo creo en El Espíritu Santo.
Yo amo a mi Dios Padre, a mi Dios Hijo y a mi Dios Espíritu Santo. Amén.
148
Capítulo 9
¡Da y Alégrate!
Hasta este momento, hemos visto que lo que pedimos, se nos dará
multiplicado por Dios Padre Santo. Ahora tocamos el concepto del “dar”. Si
recordamos, el dar es bueno porque estamos conscientes de las necesidades
de otros y también sabemos lo que significa compartir. El dar nuestro tiempo
a otros, es una forma de amar. Cuando compartimos con otros, lo que Dios
Padre Santo nos ha dado a nosotros, estamos amando no solo a nuestro
prójimo si no también estamos amando a Dios Padre Santo.
Al orar por otra persona, estamos manifestando el amor a Dios Padre Santo.
Lo importante no es el concentrarnos en que si damos recibiremos por
multiplicado, sino más bien debemos concentrarnos que al dar, estamos
agradeciendo a Dios Padre Santo lo que él nos dio y que, al dar al prójimo,
estamos no solo amando a Dios padre Santo sino también a nuestro prójimo.
Es por estos motivos que recibimos la siguiente enseñanza, “Hay más dicha
en dar que recibir”.
Encontramos tantas enseñanzas de Jesucristo que tratan de amar al prójimo:
“Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para
vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de
comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba
desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a
verme” … “En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos
míos más pequeños, a mí me lo hicisteis”.
“Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos. En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y
alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes.”
“Más el que tuviere bienes de este mundo, y viere a su hermano tener
necesidad, y le cerrare sus entrañas, ¿Cómo permanece la caridad de Dios en
él?”
149
De una y de otra manera, Jesucristo ha pedido que demos, ayudemos,
compartamos, sirvamos y amemos a nuestro hermano. Es que no es solo que
obedezcamos por obedecer; es el que obedezcamos por amor a Jesucristo,
Dios hijo, quien nos enseña a amar, a pedir, a pensar, a sentir, a creer, a ser
humildes, a recibir y a dar.
No solo nos podemos concentrar en “pedir y recibir” porque nos
quedaríamos cortos en el camino. Debemos de completar el camino
mostrado por Jesucristo; pedir a Dios Padre creyendo, recibir agradeciendo y
moverte al encuentro de lo que Dios te dará y compartir con alegría de lo
recibido.
Las preguntas a responder son; ¿Qué te gustaría hacer por otros? ¿Cómo
puedes ayudar al prójimo? ¿De qué habilidades pueden otros aprender de ti?
¿Cómo ayudas a los huerfanitos a quienes Jesucristo encargo?
Sabes, uno de los motivos más importantes del por qué Jesucristo encargó a
los huerfanitos, es porque ellos no reciben amor suficiente. Tal vez pensemos
que, sí están siendo atendidos por instituciones gubernamentales o por
asociaciones particulares no lucrativas. ¿Alguna vez has ido a ver que
necesitan o a abrazar a algún huerfanito? El abrazar a otra persona, es
también el dar amor. Es una de las tantas importantes enseñanzas de
Jesucristo que no la debemos de ignorar. El abrazar a un huerfanito, no nos
cuesta nada, entonces no podemos decir que “es que yo vivo al día y no
tengo para dar”.
Los huerfanitos, centrándonos en ellos; son seres que necesitan atención,
afecto, amor, cuidados, tiempo, calor de hogar, disciplina, limites, figura
paterna o materna, abrigo, ilusiones y enseñanzas. ¿Sabías que un niño que
no recibe atención, afecto, amor, cuidados, tiempo, calor de hogar, disciplina,
limites, figura paterna o materna, abrigo, ilusiones y enseñanzas están
predispuestos a convertirse en un 80 por ciento en psicópatas, narcisistas,
manipuladores, megalomaníacos y controladores?
¿Entiendes ahora el por qué Jesucristo, encargó que les hiciéramos justicia?
Al analizar los datos tan escalofriantes, encontramos que un niño que no
recibe amor, no siente amor; un niño que no recibe amor, no reconoce al
amor; un niño que no conoce amor, no puede dar amor. Entonces en ellos
150
solo habrá negativismo para dar a la vida. No permitamos que inocentes se
pierdan.
Es también aquí donde hay que resaltar la importancia del por qué no
debemos de juzgar a otros. Hay algunos que se enfermaron por falta de
amor, pero hay otros que solo emanan maldad. El no juzgar a otros, no
significa que dejemos que nos atropellen en su camino. Significa solo eso;
que no debemos juzgar, pero si debemos de ser astutos para que no
destruyan nuestras vidas y también debemos de bendecirlos y orar por ellos.
También significa que nuestra fe creencia y debe de ser firme para que la
negatividad de otros no nos afecte.
La importancia de dar, consiste en amar y en reconocer que Dios Padre Santo
es amor. Debemos de dar amor, porque solo unidos en amor divino,
estaremos cambiando nuestras vidas y las vidas de las demás que crean en el
bien. Recuerda que, en guerras se ha utilizado por generaciones, la táctica de
la segregación; que no es otra cosa más que la separación. Se separan
familias o grupos para debilitarlos y después aniquilarlos, pero al usar el amor
en unión, se logran milagros. Si cada uno de nosotros simultáneamente
seguimos sembrando amor, estaremos cosechando amor en abundancia.
Tomate el tiempo suficiente para detenerte en tu camino a ayudar al prójimo
de alguna forma. Busca la forma de dar al mundo, aunque sea un poquito de
todo lo bueno que Dios Padre Santo te da a ti. Comparte por amor con el
prójimo porque en ti existe el amor. Da luz a quien esté en la obscuridad si
éste te lo permite. Da con alegría porque Dios Padre Santo a ti te da con
alegría. Da en abundancia porque Dios Padre Santo a ti te da en abundancia.
Da de ti en silencio, pues Dios Padre Santo te da a ti.
¡Recuerda una vez más que Jesucristo nos encargó a los huerfanitos y a las
viudas!
Las viudas a las que Jesucristo nos encargó, son viudas de 60 años o más que
han quedado solas, desamparadas, tal vez viviendo en un estado deplorable,
sin un techo digno, sin amor y dejadas al abandono. A éstas viudas debemos
de auxiliar por amor al prójimo y porque en nosotros solo emana el amor de
Jesucristo.
151
La Oración.
La oración debe de ser parte de nuestras vidas siempre porque es la
comunicación que llega a Dios Padre Santo. A él es a quien dirigimos nuestras
oraciones. Es la comunicación intima entre nosotros y entre un Padre
amoroso, bondadoso y misericordioso que siempre nos escucha, nos atiende,
nos entiende y nos responde. Al orar, debemos de hacerlo íntimamente con
Dios Padre Santo. No oramos para que otros nos vean ni para que se enteren
los demás, porque es nuestro sentir y nuestras palabras intimas que van
dirigidas a Dios Padre Santo. La oración es el reconocimiento de la existencia
de un Dios Padre Santo poderoso e infinitamente bondadoso y
misericordioso en nuestras vidas. La oración a Dios es el testimonio vivo de
su existencia para nosotros.
Así mismo, vemos a la oración como la llamada de Dios Padre Santo a
nosotros y entonces nuestra respuesta es una gracia de Dios Padre Santo.
Nosotros gozamos del don de poseer un corazón inmenso que sabe amar y
sabe ser amado; y sabiendo que nuestro Dios Padre Santo nos ama, lo
buscamos en todo momento. Buscamos a Dios Padre Santo para agradecerle
por lo que nos ha dado con amor. Buscamos a Dios Padre Santo cuando nos
aflige algo o cuando algo nos perturba. Buscamos a Dios Padre Santo cuando
queremos algo o cuando necesitamos algo. Buscamos a Dios Padre Santo
cuando nos sentimos solos o perdidos. Buscamos a Dios Padre Santo cuando
sentimos miedo, dolor, impotencia, preocupación o tristeza. Buscamos a Dios
Padre Santo cuando vamos a emprender algo nuevo y le pedimos nos vaya
bien. Buscamos a Dios Padre Santo cuando las cosas no nos salen bien o en la
enfermedad. Buscamos a Dios Padre Santo en todo momento porque lo
reconocemos como único poderoso Dios. Buscamos a Dios Padre Santo a
través de la oración porque sabemos que él nos escucha y sabemos que él
nos ama infinitamente.
No solo buscamos a Dios Padre Santo en los momentos turbulentos; también
lo buscamos a través de la oración cuando le agradecemos o pedimos su
gracia. También lo buscamos porque lo amamos y él nos ama. Nuestra
conexión a través de la oración con Dios Padre Santo es algo sagrado porque
su divinidad está presente. Buscamos a Dios Padre Santo cuando deseamos
152
alabarlo y glorificarlo. Buscamos a Dios Padre Santo para comunicarle todo
sobre nosotros, aunque él ya lo sepa. Buscamos a Dios Padre Santo porque él
es nuestro Padre.
La oración sale con el pensamiento, con el sentimiento de amor y con la
creencia desde adentro de nuestro corazón y entonces llega a los oídos de
Dios Padre Santo para ser escuchada porque sabemos que él nos ama.
Cuando ores, recuerda que es el mismísimo Dios Padre Santo quien te está
escuchando; así que no olvides orar por nuestros prójimos. Recordemos que
Jesucristo instruyó que debemos orar unos por los otros para ser curados y
nuestra oración debe de ser con insistencia porque la oración perseverante
del justo es poderosa. Entonces, esto quiere decir que nosotros debemos de
orar siempre porque sabemos amar y si nosotros sabemos amar, la oración
es parte importantísima de nuestra existencia porque es una dicha y una
alegría transformadas en un don y es un regalo el estar en presencia de Dios
Padre Santo. Si sabemos amar, no solo oraremos por nuestras necesidades
sino también oraremos por las necesidades de nuestros prójimos.
Cuando una persona ora de corazón constantemente, puede llegar a lo que
se le conoce como la contemplación; que es estar en la presencia de Dios
Padre Santo en oración sintiéndola como un regalo de Dios Padre Santo.
Cuando se llega a la contemplación, la persona no siente peso o carga al orar.
Solo se siente en paz y siente inmensa alegría al orar porque está conectado
con el amor infinito de Dios Padre Santo, que es un don, un privilegio y un
regalo. La oración es un sentimiento que te invade por dentro, dejándote una
emoción y sensación de amor. Entonces, al orar con Dios Padre Santo,
háblale desde tu corazón, compártele tus logros y tus triunfos y agradécele.
También cuéntale tus planes, tus proyectos, tus deseos, tus sueños, tus
preocupaciones, tus necesidades, tus alegrías y todo lo que esté pasando en
tu vida. Cree que es tu Dios Padre Santo quien te está escuchando y siéntelo
dentro de ti. La alegría de la oración es un don y un regalo porque llega a ser
poderosamente hermosa.
Dios Padre Santo te bendiga. Amén.
153
Capítulo 10
El Aprendizaje Divino
Todo lo que hemos aprendido de las enseñanzas divinas de Jesucristo, lo
debemos aplicar en nuestra vida diaria a partir de hoy, para vivir un mejor
presente y regocijarnos en un hermoso futuro. Así que reafirmemos todo lo
que hemos aprendido.
Primero, creemos firmemente en la existencia de un Dios Padre Santo, todo
poderoso e infinitamente bondadoso y misericordioso. Aceptamos su
existencia que es de amor en todo y que puede estar en nuestras vidas, le
damos el lugar y el reconocimiento que se merece él en nuestras vidas y le
agradecemos por la creación misma. Le agradecemos por todo lo que es
visible e invisible y que existe. También agradecemos a Dios Padre Santo por
habernos amado tanto como para enviarnos a su hijo amado, nuestro
salvador, Jesucristo. Después le agradecemos por regalarnos el privilegio de
estar vivos y de formar parte de su hermosa creación divina.
Segundo, reconocemos a Jesucristo Dios Hijo Santo como el único hijo de
Dios Padre Santo que vino a enseñarnos a la luz, al camino, a la verdad y a la
vida. Reconocemos y agradecemos a Jesucristo por habernos salvado, por
habernos acercado a Dios Padre Santo, por dejarnos la esperanza de una vida
eterna y por dejarnos al Espíritu Santo para que nos acompañe en ésta vida.
Una vez que entendemos que existe un Dios Padre Santo, que nos ama y que
nos escucha, y que es infinitamente bueno; empezamos a aprender de las
enseñanzas divinas de su único hijo Jesucristo. Jesucristo en sus enseñanzas
divinas, nos enseña a entender cómo funciona la vida a través de parábolas y
con ejemplos vivos y esto lo vemos cuando él aplica en la Tierra sus propias
enseñanzas. Esta aplicación de sus enseñanzas la vemos en cada milagro que
Jesucristo realizó.
Entonces, al conocer a las enseñanzas de Jesucristo, nos damos cuenta de lo
maravilloso que es nuestro universo y lo maravilloso que es nuestro planeta
que Dios Padre Santo nos regaló para que lo habitáramos y para que lo
cuidáramos.
154
Nuestro Planeta, está lleno de fuerzas y de energías magnetizadas que atraen
e irradian a más fuerzas ya sea positivas o negativas. Estas fuerzas y energías
son tan fuertes, que todo lo que nosotros lanzamos o damos a la vida, la vida
nos lo regresa por multiplicado. También vemos la importancia de la fuerza y
de la energía que generan nuestros pensamientos vivos, nuestros
sentimientos vivos y nuestras palabras que están vivas. Esto quiere decir que
lo que nosotros le pidamos a Dios Padre Santo, él lo estará escuchando y que
lo estaremos recibiendo de él porque él es infinitamente bueno y nos ama.
Dejando esto en claro, proseguimos a las demás enseñanzas:
Todos tenemos el regalo que es nuestra propia vida y somos responsables de
cuidar a esta vida. Nuestras decisiones, son nuestras solamente porque
gozamos de esa libertad. Somos nosotros mismos quienes pagamos las
consecuencias negativas de nuestras decisiones negativas y de lo negativo
que nos atraemos a nuestra vida, así como también somos nosotros quienes
nos beneficiamos de los regalos divinos al tomar decisiones positivas y al
almacenar dentro de nosotros solo cosas buenas. Todo lo que hacemos en
esta vida, negativo o positivo, se nos regresa por multiplicado. Cuando
nosotros decidimos creer en Dios Padre Santo, estamos creyendo en todo lo
bueno, estamos creyendo en todo lo positivo y estamos llevando una vida en
rectitud y digna ante los ojos de Dios Padre Santo. Gracias a la bondad
infinita de nuestro Dios Padre Santo, recibimos cosas buenas multiplicadas,
que es lo que pedimos cuando creemos en él. De nosotros depende si lo que
recibimos es bueno o malo porque cosechamos lo que sembramos o
recibimos lo que damos.
Gozamos de la libertad de creencia, porque Dios Padre Santo no nos obliga a
amarlo ni nos obliga a creer en él. Dios Padre Santo quiere que lo sigamos a
él por amor y por voluntad propia. Jesucristo nos enseñó el camino a seguir,
pero nosotros con la libertad que tenemos, somos los responsables de
seguirlo o no. Cuando nosotros decidimos seguir las enseñanzas de
Jesucristo, estamos creyendo en la existencia divina de nuestro único Dios
Padre Santo, y estaremos recogiendo nuestra cosecha que será buena y en
abundancia porque estaremos eligiendo estar en el lado positivo que es el
lado de Dios. Cuando decidimos irnos por el camino del mal o alejarnos de
Dios Padre Santo, somos los únicos responsables de la cosecha que
155
recibimos, y ésta cosecha será mala porque habremos elegido a lo negativo.
Cuando nosotros decidimos quedarnos en un punto neutral; sin creer en Dios
Padre Santo y sin creer en la maldad, la vida misma toma las decisiones por
nosotros. Cuando la vida toma las decisiones por nosotros, tal vez no nos
gusten los resultados que tengamos. Es por eso de la importancia de resaltar
que somos los únicos responsables de decidir de qué lado queremos existir,
de qué lado queremos estar y del cómo queremos vivir. Nuestra decisión es
muy importante porque serán las consecuencias que estaremos viviendo en
nuestras vidas; de otro modo la vida se encargará de darnos lo que sea y tal
vez no sea lo que queramos vivir.
Una vez que ya hayas tomado la decisión de elegir a Dios Padre Santo,
estarás siguiendo a las enseñanzas de Jesucristo, las cuales ya has aprendido.
Debes de aprender a amar. Ama a Dios Padre Santo porque él es tu creador y
porque tú lo has elegido como tu única fuente de amor divina. El saber amar
también significa que te amas a ti mismo tanto como para solo querer vivir
una vida llena de amor, de paz, de honor, de prosperidad y de felicidad.
Cuando te amas a ti mismo, reconoces que Dios Padre Santo vive en ti,
porque decidiste el camino del bien y sabes que tienes a un Dios Padre Santo
Poderoso que sí te ama siempre. Si ya amas a Dios Padre Santo y ya te amas a
ti mismo para solo querer vivir una vida digna, sabes que Dios Padre Santo te
perdona todo lo que hayas hecho mal, porque él es amor y entonces él te da
la oportunidad de cambiar.
El amarse a sí mismo significa que te valoras como persona digna de recibir
afecto y amor y que tu autoestima es alta y positiva; sin llegar a sentirte
superior a los demás porque en ti existe la humildad. Te aceptas como hijo
legítimo de la luz que es Dios Padre Santo. Te respetas, te perdonas, te amas,
te ves y te sientes a ti mismo como parte de un todo perfecto. Después lo
que sigue es aceptar y reconocer que puedes cambiar tu vida porque eres
parte de un todo perfecto, que también es cambiante.
Si tu vida, no es la que quieres para ti, es momento de cambiar. El cambiar
significa que estarás dejando viejos patrones de vida y a viejas enseñanzas
erróneas para remplazarlas por las enseñanzas divinas de Jesucristo. También
quiere decir que, tus antiguas creencias estaban equivocadas porque no te
han dado los resultados que quieres tener en tu vida. Significa que estás
156
viviendo la vida que tienes hoy a causa de tus antiguas creencias y acciones.
Entonces si quieres una mejor vida, debes de empezar por amar a Dios Padre
Santo porque es él quien te regala la oportunidad de cambiar y después
debes de amarte a ti mismo. También significa que aceptas al cambio como
algo natural porque dentro y fuera de ti, todo es cambio.
Ahora, ya decidiste creer en lo bueno y en lo positivo, que es creer en el
mismo Dios Padre Santo. Sabes que él representa al amor y la luz verdadera y
ya sabes que él te recibe con amor al tú cambiar, y ya te amas lo suficiente
como para querer cambiar porque ya te valoras y te amas; entonces ya estás
listo para empezar a cambiar tu realidad.
Para remplazar las antiguas formas de creencia y de acciones por las nuevas
enseñanzas de Jesucristo, es necesario hacer espacio en tu interior para que
puedan existir dentro de ti, las nuevas y divinas creencias. Dicho de otro
modo; tú debes de limpiar tu interior para no contaminar a lo sagrado, que
son las enseñanzas de Jesucristo. Esto quiere decir que todos tus
sufrimientos, todo el dolor, todos los rencores y todos los miedos que haya
en tu vida, se lo entregarás a Dios Padre Santo. Confías plenamente en la
justicia divina de Dios Padre Santo y sabes que él estará contigo en todo el
proceso. El Espíritu Santo te dará la fuerza para que le entregues a Dios Padre
Santo todas tus angustias y cargas que has venido cargando en la vida.
También te limpias de lo malo que hayan hecho tus generaciones pasadas al
entregarle todo a Dios Padre Santo. Al tú entregarle todo a Dios Padre Santo,
estarás curándote y sanando a tu cuerpo y a tu alma y sabrás y entenderás la
importancia del saber perdonar. Ya que hiciste espacio en tu interior al
limpiarte de lo malo, estarás listo para poder recibir las enseñanzas de
Jesucristo, que es un renacer de positivismo, creencia, esperanza y amor;
entonces estarás listo para aplicar las enseñanzas de Jesucristo que has
aprendido.
Todo lo que tu pienses tiene importancia. Esto quiere decir que debes estar
consciente de que cada pensamiento que tú tengas, debe de ser positivo.
Entiendes que los pensamientos están vivos y con la practica constante y
perseverante lograrás dominar a tus pensamientos a que sean siempre
positivos. Debes de ser firme en siempre pensar en positivo. En el principio,
es una lucha interna porque la costumbre y la tentación de regresar a viejos
157
patrones de pensamientos negativos, están aún muy presentes, pero debes
saber que sí se puede lograr. Entre más lo intentes y perseveres, estarás
logrando enseñar a tu mente como es que debe de pensar. Recuerda que es
más fuerte lo positivo que lo negativo, así que, con tu perseverancia y tu
constancia de tener siempre pensamientos positivos, tendrás los resultados
positivos que quieres para tu vida. Recuerda que los pensamientos también
tienen fuerza y energía magnetizada viva porque también forman parte de la
creación de Dios Padre Santo. Es tu deber cuidar lo que piensas porque
estarás poniendo las bases de lo que estarás sintiendo, creyendo, diciendo,
accionando y recibiendo de Dios Padre Santo.
Una vez que ya empezamos a tener solo pensamientos positivos y sintamos
en nuestro interior que lo que pensamos, es nuestra verdad; entonces
llegamos al punto de la creencia. Los sentimientos también son fuerza y
energía magnetizada viva que nosotros recibimos y damos a la vida, así que
solo tratamos de tener buenos sentimientos dentro de nosotros. El sentir, es
el momento en donde nosotros estamos seguros y conscientes de que lo que
estamos pensando, estará tomando fuerza para llegar a los oídos de Dios
Padre Santo. Logras sentir solo amor cuando ya te liberaste de antiguas
creencias, cuando ya te vaciaste de todo lo negativo y cuando aceptas a Dios
Padre Santo como tu único amor verdadero.
Cuando ya dices algo “con tus propias palabras”, es porque ya lo pensaste y
lo sentiste; entonces ya no hay duda de que Dios Padre Santo te está
escuchando y tampoco hay duda de que él te dará la realidad que tú has
pedido. La palabra es muy fuerte, así que cuidamos lo que pensamos,
cuidamos lo que sentimos y cuidamos en especial lo que decimos.
Recordamos que, para detener a pensamientos negativos, usamos la palabra
para hacerlo. Debemos de pedir mucho a Dios Padre Santo, con constancia y
perseverancia, creyendo que lo que le estamos pidiendo a Dios Padre Santo
ya lo estamos recibiendo. Esto quiere decir que nuestra creencia en Dios
Padre Santo es firme y fuerte porque está llena de confianza en él, confiamos
plenamente en su bondad infinita y en su misericordia infinita. Esto lo
logramos al creer firmemente en su presencia y en su existencia.
Nuevamente, reconocemos que Dios Padre Santo existe y que es
infinitamente amoroso, bondadoso, bueno y misericordioso y creemos
158
firmemente en él. Lo amamos tanto que le agradecemos desde el fondo de
nuestro corazón, todo el amor que él nos da día tras día. Le agradecemos
cada detalle que recibimos de él. Lo amamos tanto que le buscamos en todo
momento posible. Lo amamos tanto por amarnos que lo alabamos, le
cantamos y le damos en nuestras vidas el lugar que se merece que es nuestro
propio centro. Le agradecemos por darnos en abundancia lo que le pedimos.
Dios Padre Santo siempre nos da todo lo que le pedimos y nos lo da gratis y
en abundancia cuando creemos en él y nos bendice cuando obramos bien.
Esto quiere decir que somos conscientes y responsables de todo lo que le
estamos pidiendo a Dios Padre Santo; porque esa será nuestra realidad.
Debemos de aprender a pedir con inteligencia y con sabiduría para obtener la
vida que sí queremos tener.
Tenemos que ser conscientes y responsables de lo que le pedimos a Dios
Padre Santo procurando que sea positivo porque eso es lo que él nos estará
dando por multiplicado. Tenemos que ser conscientes y responsables de lo
que pensamos, sentimos y decimos porque nos lo estamos atrayendo a
nosotros mismos por multiplicado.
Así mismo tenemos que ser conscientes y responsables de lo que damos a la
vida, porque eso estaremos atrayéndonos por multiplicado. Damos bueno a
la vida porque en nosotros hay solo amor hacia Dios Padre Santo, hacia Dios
Hijo Jesucristo Santo, hacia el Espíritu Santo y hacia nuestro prójimo.
También nos amamos a nosotros mismos porque nos reconocemos como
parte de una creación infinitamente Divina, porque Dios Padre Santo nos
ama y porque también somos sus hijos.
Nos hemos concentrado en aprender en quien es nuestro Dios Padre Santo;
en su existencia, en su grandeza, en su bondad, en su misericordia y en su
amor hacia nosotros. Nos hemos concentrado en aprender cómo funciona la
creación de Dios Padre Santo, que el mismo Jesucristo nos enseñó.
Entendemos que el mecanismo de la creación es perfecto y cambiante y
aprendimos que nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y que
nuestras palabras están vivas y que están atrayéndonos lo que estamos
pensando, sintiendo y diciendo por multiplicado porque Dios Padre Santo sí
nos da todo lo que le pedimos. También nos hemos concentrado en aprender
que nuestra vida puede cambiar a medida que nuestras creencias cambien.
159
Esto quiere decir que para que nuestras vidas cambien, debemos de cambiar
nosotros mismos primero. Aceptamos que nosotros podemos cambiar a
positivo y nos aseguramos de hacer espacio para que todo lo bueno entre a
nuestras vidas y se quede en nosotros.
Nos lavamos de heridas, odio, resentimientos, miedos, traumas, y demás
cosas negativas porque si no lo hacemos, nos estaremos atrayendo más de
esas cosas negativas a nuestras vidas por multiplicado. Remplazamos todo lo
malo por las nuevas creencias que son solo positivas para así poder cambiar
nuestra realidad. Entregamos todo lo malo a Dios Padre Santo y esto significa
que también estamos perdonándonos y perdonando a otros para que en
nuestro interior solo haya espacio para cosas positivas que a su vez estarán
atrayéndonos más cosas positivas por multiplicado.
También significa que nosotros aceptamos vivir en el presente y no en un
pasado que ya no se puede cambiar. Significa que lo que pensemos, sintamos
y pidamos hoy; tendremos como nuestra realidad el día de mañana.
Soltamos al pasado y se lo entregamos a la misericordia de Dios Padre Santo.
Aceptamos y confiamos en que nuestros pensamientos, nuestros
sentimientos y nuestras palabras, llegarán a Dios Padre Santo y que él siendo
tan bondadoso y misericordioso nos dará en abundancia todo lo que le
pedimos. Cuidamos con inteligencia y con sabiduría a nuestros
pensamientos, a nuestros sentimientos y nuestras palabras porque
estaremos recibiendo por multiplicado lo que hemos pedido.
Para recibir lo que tanto hemos pedido a Dios Padre Santo con nuestros
pensamientos, con nuestros sentimientos, con nuestras palabras, con
nuestra creencia, con nuestra constancia y con nuestra perseverancia,
debemos prepararnos para recibir con agradecimiento todo lo que hemos
pedido. El prepararnos para recibir lo que hemos pedido implica que
nosotros estaremos tomando acción para ir al encuentro de lo que Dios
Padre Santo nos dará. Es como si fuéramos al encuentro de nuestro pedido;
haciendo todo lo que está en nuestras manos para que así sea. Significa
también que nos preparamos para aceptar a nuestra nueva realidad, que
será buena o mala según hayamos pedido y que será buena o mala según
hayamos creído. Es por eso de la importancia de cuidar lo que pensamos, de
160
cuidar lo que sentimos y de cuidar lo que decimos porque todo esto estará
creando nuestra nueva realidad.
La constancia y perseverancia de pensamiento, la constancia y perseverancia
de sentimiento, la constancia y perseverancia de palabra, la constancia y
perseverancia de creencia y de acción es la que nos dará lo que estemos
pidiendo; todo proviniendo de Dios Padre Santo que es bueno y
misericordioso. Según nuestras obras, será lo que cosechemos.
Cuando nosotros creemos en Dios Padre Santo, observamos su mano divina
en todo lo que recibimos y nos corresponde el ser agradecidos con él. Le
agradecemos su misma existencia y su presencia, y le agradecemos la vida
misma que ya es un regalo. Le agradecemos por todo lo que tenemos, por
todo lo que nos ha dado, por todo lo que nos dará, por todo lo que hemos
aprendido y por todo lo que hemos crecido espiritualmente. Le agradecemos
por escucharnos, le agradecemos por amarnos infinitamente, le agradecemos
por cuidarnos, le agradecemos por acompañarnos, le agradecemos por
comprendernos, le agradecemos por curarnos, le agradecernos por
perdonarnos, le agradecemos por darnos solo a personas buenas en nuestras
vidas, le agradecemos por darnos cosas materiales y por bendecirnos.
También le agradecemos por la libertad de la cual gozamos y por la
oportunidad de cada día gozar de su presencia en todo lo que nos rodea.
Agradecemos infinitamente el poder aprender de las enseñanzas de su hijo
Jesucristo en quien tenemos puestas nuestras esperanzas y creencias.
Gracias Dios Padre Santo por el techo digno que nos cobija, por la familia, por
el empleo digno que tengo, por acompañarnos siempre y por el sustento de
cada día. Gracias Padre Santo porque vives en mí. Gracias Dios Padre Santo.
Bendito seas eternamente. Amén.
Entendemos lo importante que es el ser agradecido y una de las formas en
que lo demostramos es al compartir con nuestro prójimo de todo lo que
somos y recibimos de nuestro mismo Dios Padre. El compartir con el prójimo
es simplemente un acto de amor proveniente de nuestro Dios Padre Santo
que es amor infinito que habita en nosotros. Al creer en un Dios de amor; nos
nace en nuestro interior el querer ayudar a nuestro prójimo porque eso es
amor. Compartimos con gran regocijo y alegría de todo lo que hemos
161
recibido de Dios Padre Santo. Esto quiere decir que nosotros irradiamos amor
porque somos hijos de un Dios Padre Santo Poderoso que es amor y él vive
en nosotros.
Nos nace el servir, el perdonar, el apoyar, el dar, el enseñar a otros el camino
que Jesucristo nos enseñó. Entonces, al habitar en nosotros el Espíritu Santo
que es nuestra luz, guía y fuerza, nos damos cuenta que, teniendo a Dios
Padre Santo de nuestro lado, todo es posible. Nos damos cuenta que, si
nosotros somos amor al igual que lo es nuestro Padre Santo, solo damos
cosas buenas a la vida, a nuestro entorno y a nuestro prójimo y que, al dar
bueno, estaremos recibiendo más cosas buenas porque estaremos
agradando a nuestro Dios Padre Santo que es infinitamente dadivoso.
Encontramos lo siguiente en la biblia, que dice, “Precisamente por eso,
esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al
entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la
constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto
fraternal, amor”.
Esto quiere decir que nos esforcemos para creer y que una vez que creamos,
hagamos un hábito de hacer el bien a nuestro prójimo, y que después de
hacer el bien a nuestro prójimo entendamos lo que estamos haciendo al
ayudarlo, que es una muestra de amor y que después dominemos a nuestros
pensamientos, a nuestros sentimientos, a nuestras palabras, a nuestras
creencias y a nuestras acciones y que el dominio de nuestros pensamientos,
sentimientos, palabras, creencias y acciones sean constantes y que al ser
constantes en creer en Dios Padre Santo lo alabemos con devoción porque al
amar a Dios, estaremos irradiando amor fraternal, que también es amor a
Dios Padre Santo.
Ahora que ya hemos aprendido que lo que pedimos, recibimos por
multiplicado por obra de Dios Padre Santo y que lo que damos también
recibimos por multiplicado; estamos listos para transformar nuestra vida,
nuestra realidad y nuestros sueños.
Recuerda que toda esta Sabiduría Divina ha llegado a ti, por obra de Dios
Padre Santo. Es tu llamado a la verdadera fe, a la verdadera creencia, a la
verdadera libertad, a la verdadera sabiduría divina y al verdadero amor.
162
Agradece a Dios Padre Santo por permitirte aprender y por permitirte
cambiar en tu vida lo que no te guste. Dios Padre Santo te llama a vivir una
vida en el positivismo, en el amor, en la creencia, en la fe, en la armonía, en
la salud, en el espíritu, en la esperanza en Jesucristo y en todo lo bueno que
él tiene reservado para ti.
De ti depende si crees o no en Dios Padre Santo. Solamente de ti depende si
lo sigues o no. De ti depende de qué lado quieres vivir; con el amor de Dios
Padre Santo o no. De ti y solo de ti depende cambiar para bien o seguir
viviendo una vida infeliz. De ti depende dar amor porque en cuanto al amor
que puedes recibir, Dios ya te lo está dando. De ti depende amarte y
valorarte lo suficiente como para querer seguir a Jesucristo y de ti depende el
cambiar tu propia realidad. De ti depende el perdonarte y el perdonar a los
demás. De ti depende vivir en el presente. De ti depende entregarle a Dios
Padre Santo todo lo que has vivido y sufrido para curarte. De ti depende
hacer espacio en tu interior para que puedan vivir en ti las enseñanzas
divinas de Jesucristo. De ti depende lo que recibes en la vida; bueno o malo,
porque lo estas atrayendo con tus pensamientos, con tus sentimientos, con
tus palabras, con tu constancia y perseverancia y con tu firme creencia de
que lo que pides, se te dará por obra de Dios Padre Santo. De ti depende el
saber dominar tus a pensamientos, a tus sentimientos y a tus palabras. De ti
depende tomar acción para recibir lo que le pides a Dios Padre Santo. De ti
depende agradecer a Dios Padre Santo y de ti depende el ser constante y
perseverante. De ti depende el convertirte en un ser de luz y en un ser de
amor que emane luz y amor al prójimo. De ti depende compartir, ayudar,
enseñar, servir y apoyar al prójimo. De ti depende todo porque tu vida está
en tus manos y las decisiones que tú tomes, serán tu realidad.
Dios Padre Santo ya te dio el regalo que es la vida, Jesucristo ya te enseñó el
camino, el Espíritu Santo está contigo en todo momento; así que solo
depende de ti. De ti depende tomar las decisiones que cambien tu vida
porque tu confianza en Dios Padre Santo, te acompañará y él te dará la
fuerza para liberarte de todo lo malo.
¡Tú eres el único que puedes cambiar a tu vida y a tu realidad porque lo que tú quieres
para tu vida, ya Dios Padre Santo ha dicho que sí!
163
Ahora bien, cuando tengas planes, incluye en esos tus planes a Dios para que
tus planes se realicen y sean exitosos. Al incluir a Dios Padre Santo en tus
planes, le estarás dando el reconocimiento de Padre Amoroso y Bondadoso.
Así que piensa, siente y di: Si Dios me lo permite, yo haré esto o aquello. De
ésta forma estarás honrando su presencia, su divinidad y su amor hacia ti.
Ahora, solo me restan tres cosas por hacer:
Bendecirte con Amor en el nombre de Dios Padre Santo, en el nombre de
Dios Hijo Jesucristo y en el nombre del Dios Espíritu Santo.
Recordarte que todo, cómo funciona la vida, Dios Padre Santo lo creo y que
Jesucristo nos enseñó.
Recordarte que cuando hayas logrado cambiar tu vida, hagas tú lo mismo con
otros por amor y por respeto a Dios Padre Santo.
164
A mi Padre Dios Santo, mi Majestuosidad Divina,
Gracias Dios Padre Santo por permitir que este
bendito libro, lleno de Sabiduría Divina haya llegado a
manos de quien tú sabes que lo necesita. Te agradezco
humildemente la oportunidad de ser un instrumento más a tu
servicio. Te agradezco infinitamente primero por enseñarme a
entender, por iluminar mi camino para encontrarte, por abrir
mis ojos, por estar presente en mi proceso de aprendizaje, por
ser mi guía, por amarme tanto y por bendecirme.
Gracias Padre Santo por instruirme. Permite que mi
humilde entendimiento sirva para entonces así yo poder
compartir con otros y para instruir tus divinas enseñanzas.
Gracias. Gracias. Gracias…
Padre Santo, Dios de amor, Dios de misericordia y de
bondad, en nombre de tu hijo Jesucristo, humildemente te
pido, encargo y pongo en tus manos a todos tus hijos para
que los guíes, para que los cuides y para que los ames tanto
como me has amado a mí y a los míos. Te lo agradezco
infinitamente. Gracias.
165
Te pido Padre que permitas que el camino de todos tus hijos
sea iluminado y que su corazón emane y brille tu luz para que
encuentren paz, prosperidad, honor, felicidad y gloria en el
amor a Jesucristo, quien es tu Hijo Amado. Que su
esperanza esté puesta en tu único Hijo Jesucristo. Que vean
Padre, Que entiendan Padre. Que todos tus hijos te
alabemos gozosamente y que una muestra de nuestro amor por
ti sea nuestra humildad y nuestro amor hacia el prójimo. Que
aprendamos a amarte como nos enseñó Jesucristo tu hijo, y
que aprendamos a amar a nuestro prójimo y que aprendamos
a amarnos a nosotros mismos.
Padre Santo, a través del Espíritu Santo danos Sabiduría,
Inteligencia y entendimiento y llena nuestros corazones con
amor puro que solo es tuyo.
Que creamos en tu hijo Jesucristo y que alabemos tu nombre
para siempre. Bendito seas eternamente. Amén.
Con amor infinito,
Angeles Cornejo Lujan
Bienvenido a Fathomdynamist
Dios Padre Santo protégeme de mí mismo siempre. Amen.