31
La semilla de la verdad

La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

  • Upload
    others

  • View
    6

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

Lasemilladelaverdad

Page 2: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

I

Unospequeñospuntosnegrosenelcielocubiertodemadejasdenieblaatrajeronlaatencióndelbrujoconsumovimiento.Eranmuchos.Lospájarosdescribíancírculos,girandocon lentitudyespaciosidad, luego,súbitamente,descendíanyenseguidavolvíanaascender,moviendolasalas.

Elbrujoobservólospájarosdurantebastantetiempo,calculóladistanciayeltiempoaproximadoquetardaríaenatravesarla,añadiendoalgoporladificultaddel terreno, la espesura del bosque, la profundidad y la disposición de losbarrancosqueseesperabaenelcamino.Alfinalsequitóelcapote,apretódosagujerosdelcinturónquelecruzabaelpechoalbies.Laempuñadurayelpuñodelaespadacolgadaasuespaldasobresalíanporsuhombroderecho.

—Vamos a dar un pequeño rodeo, Sardinilla —dijo—. Nos salimos delsendero. Esos pajarillos, me parece, no andan dando vueltas por ahí sin unmotivo.

Layegua,porsupuesto,nocontestó,perosemovió,sirviendoalavozalaqueestabaacostumbrada.

—Quiénsabe,puedequeseaunalcemuerto—dijoGeralt—.Ypuedequenoseaunalce.¿Quiénsabe?

El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento elbrujo se encontrómirandodesde arriba a las copasde los árbolesque cubríandensamente la hondonada. La pendiente del barranco no era, sin embargo,demasiado pronunciada, y el fondo estaba seco, sin endrinas, sin troncospodridos.Atravesóelbarrancoconfacilidad.Alotroladohabíaunbosquecillodeabedules,detrásdeélungranclaro,unbrezalyunterrenodondeyacíanlosenmarañadostentáculosderamasyraícesarrancadasporelviento.

Los pájaros, espantados por la aparición del jinete, se elevaron, graznaron

Page 3: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

salvajemente,agudamente,roncamente.Geralt vio de inmediato el primer cuerpo: el blanco de una zamarra de

carneroyelazulcelestedeunvestidodemujerresaltabanentrelosamarillentoscipresesdelsoto.Novioelotrocuerpo,peropercibiódondeestaba:lasituacióndel cadáver la traicionaban tres lobos que miraban al jinete con tranquilidad,apoyados en las patas traseras. La yegua del brujo resopló. Los lobos, comoobedeciendo una orden, en silencio, sin apresurarse, trotaron hacia el bosque,volviendode tantoen tanto lacabeza triangularhaciael recién llegado.Geraltbajódelcaballo.

Lamujer de la zamarra y el vestido celeste no tenía rostro, garganta ni lamayorpartedelmusloizquierdo.Elbrujopasódelargosinagacharse.

Elhombreestabatendidoconlacarahaciaabajo.Geraltnodiolavueltaalcuerpo,viendoquetampocoaquílospájarosylosloboshabíanestadoociosos.Tampoco había necesidad de una observación más atenta de los restos. Losbrazos y la espalda del jubón de lana estaban cubiertos por un dibujo bienramificadodesangreseca.Estabaclaroqueelhombrehabíamuertodeungolpeenlanucayquesólodespuéslosloboshabíanmasacradoelcuerpo.

En un cinturón muy amplio, junto a un corto cuchillo en una vaina demadera, el hombre llevaba una saca de cuero. El brujo la tomó, arrojó luegosobre la hierba un eslabón, un pedazode yeso, cera para sellar, un puñadodemonedas de plata, una navaja de afeitar cerrada con las cachas de hueso, unaoreja de conejo, un llavero con tres llaves, un amuleto con un símbolo fálico.Doscartas,escritasenun lienzo,mojadaspor la lluviayel rocío, las runassehabíandesfigurado,desintegrado.Unatercera,enunpergamino,estabatambiénafectadapor lahumedadperoaún legible.Eraunacéduladecrédito,expedidaporunbancopropiedaddeenanosdeMurivelaunmercaderdenombreRulleAsperoAspen.Lacantidadacréditonoeramuyalta.

Agachándose, Geralt levantó la mano derecha del hombre. Como seesperaba, un anillo de cobre que estaba incrustado en un dedo hinchado yamoratado llevaba la señaldel gremiode los armeros: un estilizado casco convisera,dosespadascruzadasylarunaAgrabadadebajodeellas.

Elbrujoregresóalcuerpodelamujer.Cuandodiolavueltaalcuerpoalgolepinchóenundedo.Eraunarosaprendidaalvestido.Laflorsehabíacomenzadoamarchitarperonohabíaperdidocolor.Lospétaloserandeunazulmuyoscuro,casiañil.Geraltveíaporprimeravezensuvidaunarosaasí.Diolavueltadeltodoalcadáveryseestremeció.Enladeformeydestrozadanucadelamujerse

Page 4: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

podíanverclaramenteseñalesdecolmillos.Ynodelobos.El brujo retrocedió con cuidado hacia el caballo. Sin perder de vista los

confinesdelbosque, se subióa la silla.Dosveces recorrióel claro, inclinado,escudriñóatentamentelatierra,observandotodo.

—Sí, Sardinilla—dijo en voz baja, deteniendo el caballo—. La cosa estáclara, aunquenodel todo.El armeroy lamujervenían a caballo, desde aquelbosque.Sinduda seencaminabandesdeMurivel a sucasa,porquenadie llevaconsigodurantemuchotiempounacéduladecréditosinrealizar.Noséporquéibanporaquíynoporelsendero.Peroatravesaronelbrezalelunoalladodelotro. Y entonces, no sé por qué, los dos bajaron del caballo o se cayeron. Elarmeromurióenelacto.Lamujerechóacorrer,luegotropezóytambiénmurióyalgoquenohadejadohuellaslaarrastróporlatierraconlosdientesapretadosasunuca.Sucedióhacedosotresdías.Loscaballosseescaparon,novamosabuscarlos.

La yegua, por supuesto, no contestó, resopló inquieta, reaccionando alfamiliartonodevoz.

—Loquematóalosdos—continuóGeralt,mirandoaloslímitesdelbosque—noeraniunlobisomeniunasilvia.Nielunonilaotrahubierandejadotantacarneparaloscomedoresdecarroña.Sihubieraporaquíunaciénagadiríaquesetratadeunakikimoraodeunvipper.Peroaquínohayciénagaalguna.

Agachándose,elbrujoaflojóuntantolagualdrapaquecubríaelcostadodelcaballo,dejandoaldescubiertootraespada,sujetaalasalbardas,queteníaunavainabrillanteydecoradayunaempuñaduranegracomoelcarbón.

—Sí,Sardinilla.Daremosunrodeo.Hayquecomprobarporquéelarmeroyla mujer iban por el monte y no por el sendero. Si pasamos de largo conindiferenciatalesacontecimientos,noganaremosnisiquieraparatuavena,¿noescierto,Sardinilla?

La yegua se movió servicialmente hacia adelante a través del calvero,apoyándoseconcuidadoenlostoconesderribadosporelviento.

—Aunquenoseaunlobisome,novamosaarriesgarnos—continuóelbrujo,sacandodeunabolsaenlasillaunramilletesecodetojaycolgándolojuntoalaboquilla.Layeguaresopló.Geraltdesanudóunpocoelcaftándebajodelcuello,sacóunmedallónconlacabezadeunlobomostrandolosdientes.Elmedallón,quecolgabadeunacadenadeplata,sebamboleabaalritmodelmovimientodelcaballo,brillandocomoelmercuriobajolosrayosdelsol.

Page 5: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

II

Vioporvezprimeralasrojastejasdelatechumbrecónicadeunatorrecuandoalcanzólacumbredeunaelevación,alaqueseencaramabaparaacortarelarcode la curva de un sendero poco marcado. El desvío, poblado de avellanos,obstruidoporramassecas,cubiertoporunagruesaalfombradehojasamarillas,no era demasiado seguro para cabalgar. El brujo retrocedió, avanzandocuidadosamente por la pendiente, volvió al camino. Cabalgaba despacio, cadaciertotiempodeteníaelcaballo,seagachabaenlasilla,observabalashuellas.

La yegua agitó la cabeza, relinchó salvajemente, pataleó, bailoteó en elsendero,levantandounremolinodehojassecas.Geralt,agarrandoelcuellodelcaballoconelbrazoizquierdo,dirigió lamanoizquierdahacia lacabezadesumontura, con los dedos en forma de la Señal deAxia, silbando el conjuro almismotiempo.

—¿Tanmaloes?—murmuró,mirandoalrededorsindejardehacerlaSeñal—.¿Tanmalo?Tranquila,Sardinilla,tranquila.

Elhechizofuncionóconrapidezperolayeguamovíasuspezuñasobligada,contorpeza,desconcertada,faltadenaturalidad,perdiendoelelásticoritmodelamarcha.Elbrujosaltóatierra,siguióapiellevandoelcaballodelasriendas.Viounmuro.

Entre elmuro y el bosque no había solución de continuidad, ni transiciónevidente.Árbolesjóvenesyarbustosdeenebroentremezclabansushojasconlahiedraylavidsilvestre,pegadasalasparedesdepiedra.Geraltalzólacabeza.En ese mismo momento sintió cómo se le aferraba y se le arrastraba por elcuello,erizándoleeirritándoleloscabellos,unablandacriaturainvisible.Sabíaloqueera.

Alguienleestabamirando.

Page 6: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

Se volvió con lentitud, con fluidez. Sardinilla resolló, losmúsculos de sucuellotemblaron,semovieronpordebajodelapiel.

En la pendiente de la loma por la que había venido hacía unosmomentosestabadepieeinmóvilunamuchachaqueapoyabaunamanoeneltroncodeunaliso.Sulargovestidoblancocontrastabaconelbrillantenegrodeloslargosysueltoscabellosquelecaíansobreloshombros.AGeraltleparecióquesonreía,peronoestabaseguro:seencontrabademasiadolejos.

—Hola—dijo,levantandounamanoengestoamistoso.Diounpasohacialachica.

Ésta, girando levemente la cabeza, siguió susmovimientos.Tenía el rostromuy pálido y unos enormes ojos negros. La sonrisa —si era una sonrisa—desapareciódesucaracomosiselahubieranborrado.Geraltdiounpasomás.Lashojascrujieron.Lamuchachaechóacorrerporlapendientecomouncorzo,sedeslizóporentrelasmatasdeavellano,erayasólounaestelablancacuandodesaparecióenloprofundodelbosque.Sulargovestidoparecíanoestorbarennadasulibertaddemovimiento.

Layeguadel brujo relinchóquejumbrosamente, alzando su cabeza.Geralt,todavíamirandoendirecciónalbosque,lacalmóconlaSeñal.Abrazóalcaballoalrededordelmusloyavanzóconlentitudsiguiendoelmuro,hundiéndoseenelsenderoentrelashojasdelasbardanas.

La puerta, sólida, cubierta de hierro, sujeta por unas oxidadas bisagras,estaba provista de una gran aldaba de latón. Después de dudar un momento,Geralt alzó lamanoy tocó la enmohecidabola.Hubodedar de inmediatounsalto porque en ese momento la puerta se abrió, chirriando, chasqueando,apartandohacialosladosmontoncillosdehierba,guijarrosyramas.Alotroladodelapuertanohabíanadie:elbrujoviotansólounpatiodesierto,descuidado,obstruidoporlasortigas.Entró,llevandoalcaballodetrásdeél.EmbotadaporlaSeñal,layeguanoseresistió,peroasentabalaspezuñasinsegurayconrigidez.

Elpatioestabarodeadoentresdesusladosporunaparedyciertosrestosdeestructuras de madera, el cuarto lado lo constituía la fachada de un pequeñopalacio,marcadaporlavirueladelrevococaído,suciadechorrerasdehumedad,embellecida por guirnaldas de hiedra. Los postigos, de los que se habíadesprendidolapintura,estabancerrados.Lapuertatambién.

GeraltechólasriendasdeSardinillaaunpostequeestabajuntoalapuertayanduvo lentamente en dirección al palacio, atravesando un paseo cubierto degravaquediscurríajuntoalvasodeunapequeñafuentecubiertadehojasyde

Page 7: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

basura. En el centro de la fuente, en un pedestal de fantasía, había un delfínlabradoenpiedrablanca,alzandohaciaelcielounacolarota.

Junto a la fuente, sobre algo que hacía muchísimo tiempo había sido unmacizodeflores,habíaunrosal.AquelrosalnosediferenciabaennadadeotrosqueGeralthabíatenidolaocasióndever,exceptoenelcolordesusflores.Lasfloreseranexcepcionales:teníanuncoloríndigo,conligerosribetespúrpurasenlaspuntasdealgunospétalos.Elbrujotocóunadeellas,acercóelrostro,laolió.Laflorposeíaeltípicoaromadelasrosas,pero,dealgúnmodo,másintenso.

Laspuertasdelpalacio—yalmismotiempotodoslospostigos—seabrieroncon un estruendo.Geralt alzó la cabeza súbitamente. Por el paseo, levantandonubesdegravilla,searrastrabaendirecciónaélunmonstruo.

Lamanoderechadelbrujoseelevórápidamentehaciaarribaporencimadelhombroderechomientrasque lamano izquierda tirabacon fuerzadelcinturóndel pecho, gracias a lo cual el pomo de la espada saltó a los dedos. La hoja,saliendoconunsilbidodelavaina,describióuncortosemicírculoysedetuvo,apuntandoconelfiloa labestiaatacante.Elmonstruo,a lavistade laespada,frenó,sedetuvo.Lagravillasaltóatodoslados.Elbrujonisiquierarespiraba.

El ser era de aspecto humano, vestido con una ropa destrozada pero decalidad, y sin que le faltaran adornos de buen gusto aunque absolutamenteinnecesarios.Elaspectohumano,sinembargo,noalcanzabamásalládelsuciocuellodelacamisa:sobreellasealzabaunagigantescacabeza,velludacomoladeunoso,conenormesorejas,unpardeojossalvajesyunmorroamenazadorllenodecolmillosafiladosentreloscuales,comounfuego,temblabaunalenguaroja.

—¡Vete de aquí,mortal!—gritó elmonstruo, agitando lasmanos pero sinmoversedelsitio—.¡Quetedevoro!¡Quetehagocachos!

Elbrujonosemovió,nobajólaespada.—¿Estássordo?¡Vetedeaquí!—bramóelser,despuésdeloqueexpulsóun

sonidoqueestabaentreelgruñidodeuncerdoyelbramidodeunciervomacho.Los postigos de todas las ventanas se cerraron y golpetearon, haciendo caercascotesyyesodelosmuros.Nielbrujonielmonstruosemovieron.

—¡Escapa, mientras estés entero!—gritó el ser, pero como si se sintieramenosseguro—.Porquesino…

—Sino,¿qué?—leinterrumpióGeralt.Elmonstruoresollósalvajemente,inclinólaenormecabeza.—Vedlo ahí, que atrevido —dijo tranquilo, mostrando los colmillos y

Page 8: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

mirandoaGeraltcon losojosenrojecidos—.Bajaesehierro, sino te importa.¿Puedequenotehayasdadocuentadequeteencuentrasenelpatiodemipropiacasa? ¿O es que de donde vienes es costumbre amenazar con una espada alanfitriónensupropiopatio?

—Loes—afirmóGeralt—.Perosóloalanfitriónquerecibealoshuéspedesagritosyanunciaqueloscortaráenpedacitos.

—Ah, cuernos—se exaltó el monstruo—. Y todavía me va a ofender, elvagabundo.¡Vayaunhuésped!Semeteenelpatio,destrozafloresajenas,campaporsusrespetosyencimapiensaquelevanadarelpanylasal.¡Puff!

Elserescupió,resoplóycerróelmorro.Loscolmillosinferioressequedaronenelexterior,otorgándoleelaspectodeunjabalí.

—¿Y qué?—dijo el brujo al cabo de un rato, bajando la espada—. ¿Nosvamosaquedarasí,depie?

—¿Y qué propones? ¿Que nos tumbemos?—bufó elmonstruo—.Guardaesehierro,tedigo.

Elbrujometiódiestramenteel armaen lavainade suespalda, sinbajar lamanoacaricióelpomoquesobresalíaporencimadelhombro.

—Preferiría —dijo— que no hicieras movimientos demasiado violentos.Siempreesposiblesacarestaespada,ymásrápidodeloqueteimaginas.

—Lohevisto—gargajeóelmonstruo—.Sinofueraporello,yahaceratoqueestaríasalotroladodelapuerta,conlahuellademistaconesentutrasero.¿Quéquieres?¿Dedóndehassalido?

—Equivoquéelcamino—mintióelbrujo.—Equivocasteelcamino—repitióelmonstruo,abriendolabocaenungesto

amenazador—. Pues entonces desequivócate. Al otro lado de la puerta, seentiende.Ponlaorejaizquierdahaciaelsolysigueasíyenseguidaencontraráslacarretera.Venga,¿aquéesperas?

—¿Hayaguaporaquí?—preguntótranquilamenteGeralt—.Elcaballoestásediento.Yyotambién,siestonotemolestademasiado.

Elmonstruoseapoyódeunapiernaalaotra,searrascólaoreja.—Escucha,tú—dijo—.¿Deverdadnotienesmiedodemí?—¿Ytendríaquetenerlo?El monstruo miró a su alrededor, resopló, se tiró impetuosamente de los

pantalones.—Ah,cuernos,quémásmeda.Unhuéspedencasa,escomoDiosencasa.

Notodoslosdíasseencuentraunoaalguienquealvermenosalgacorriendoni

Page 9: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

sedesmaye.Bueno,vale.Si eresunviajero cansado,perohonesto, te invito aentrar. Si eres, sin embargo, un ladrón o malhechor, te aviso: esta casa meobedece.¡Dentrodeestosmurosyogobierno!

Levantóunagarravelluda.Todos lospostigosdenuevochocaroncontra laparedyenlagargantadepiedradeldelfínalgohizounruidosordo.

—Bienvenido—dijo.Geraltnosemovió,mirándoloinquisitivamente.—¿Vivessolo?—¿Yatiquéteimportaconquiénvivo?—dijoconfuriaelser,abriendola

boca y seguidamente riéndose en voz alta—. Ajá, entiendo. Seguro que terefieres a que si tengo cuatrocientos sirvientes de mi misma belleza. No lostengo.¿Yqué,vasaaceptarunainvitaciónhechadecorazón?¡Sino,lapuertaestáallí,justodetrásdetuculo!

Geraltseinclinóconrigidez.—Acepto la invitación—dijo formalmente—.No faltaré a la hospitalidad

delanfitrión.—Mi casa es tu casa —dijo el ser, también con mucha formalidad pero

descuidadamente—.Poraquí.Yponelcaballoahí,juntoalpozo.Tambiénensuinteriorpedíaelpalacioagritosunareformacapital,aunque

semanteníaunaciertalimpiezayunciertoorden.Losmuebleshabíansalidoconseguridad de las manos de buenos artesanos, aunque esto había tenido lugarhacíamuchotiempo.Enelambientesepercibíaunagudoolorapolvo.Estabaoscuro.

—¡Luz!—bramóelmonstruoyenelmismomomentodeunateasujetaconunmangodehierrosaltaronhumoyllamas.

—Noestámal—dijoelbrujo.Elmonstruoserió.—¿Sóloeso?Ciertamenteveoquenoesfácilimpresionarte.Tedijequeesta

casaobedecemisórdenes.Cuidado,lasescalerassonempinadas.¡Luz!Enlasescaleras,elmonstruosevolvió.—¡Algosetemeneaenelcuello,amigo!¿Quées?—Míralo.El ser tomó elmedallón en las garras, se lo acercó a los ojos, tensando la

cadenaligeramenteenelcuellodeGeralt.—Esteanimaltieneunacarapocoagradable.¿Quées?—Elescudodemigremio.—Ajá,entoncesseguroquetededicasafabricarbozales.Poraquí,porfavor.

Page 10: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

¡Luz!El centro de una amplia cámara, completamente falta de ventanas, lo

constituíaunaenormemesaderoble,vacíaexceptoporuncandelabrodelatónverdosocubiertoconfestonesdeceraderretidayvueltaasolidificar.Anteunanueva orden delmonstruo las velas se encendieron, temblaron, iluminaron untantoelinterior.

Unadelasparedesdelahabitaciónestabacubiertadearmas.Colgabanallícomposicionesdeescudosredondos,alabardascruzadas,picasylanzas,pesadasporras y hachas. La mitad de la pared siguiente la ocupaba el hogar de unagigantesca chimenea, sobre el que colgaban filas de descascarillados ypolvorientos retratos. La pared frente a la salida estaba repleta de trofeos decaza:cornamentasdealcesyenmarañadoscuernosdeciervosarrojaban largassombrassobreloshocicosrepletosdedientesdejabalíes,ososylincesysobrelas desgreñadas y deshilachadas alas de águilas y azores disecados. El lugarcentral,honorífico, loocupabaunaennegrecidaydestrozadacabezadedragónalpinoconlaestopasaliéndoseleporlosagujeros.Geraltseacercó.

—Locazómiabuelo—dijoelmonstruo,arrojandoenmediodelhogarungran tronco—.Creo que era el último de estos alrededores que se dejó cazar.Siéntate,amigo.¿Estáshambriento,comomesupongo?

—Nolonegaré,señor.Elmonstruo se sentó a lamesa, bajó la cabeza, juntó sobre la barriga las

velludas garras, murmuró algo durante un momento, hizo girar los enormespulgares,despuésde locualmugióenvozbaja, colocando las zarpas sobre lamesa.Cuencosyplatoschasquearonconelsonidodelcincylaplata,lascopastintinearonconeldelcristal.Olíaaasado,ajo,majorana,nuezmoscada.Geraltnomostrósorpresaalguna.

—Sí—alzólasgarraselmonstruo—.Estoesmejorqueelservicio,¿noescierto?Sírvete,amigo.Aquíhaygallina,aquíjamóndejabalí,aquípatéde…nosé qué. De algo. Aquí tenemos codornices. No, cuernos, son perdices. Meequivoqué de hechizo.Come, come. Es comida de verdad, sabrosa, no tengasmiedo.

—Notengomiedo.—Geraltpartiólagallinaendosmitades.—Me había olvidado —resopló el monstruo— de que no eres de los

miedosos.¿Cómohayquellamarte,enestecaso?—Geralt.¿Yati,señor?—Nivellen.PeroenlosalrededoresmellamanlaBestiaoelColmilludo.Y

Page 11: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

asustanalosniñosconmigo.—Elmonstruoseechóenlagargantaelcontenidodeunaenormejarrayluegohundiólosdedosenelpaté,sacandodelcuencocasilamitaddeunsólogolpe.

—Asustanalosniños—repitióGeraltconlabocallena—.¿Seguramentesinmotivo?

—Absolutamente.¡Atusalud,Geralt!—Yalatuya,Nivellen.—¿Quétalelvino?¿Hasobservadoqueesdeuvaynodemanzana?Perosi

notegusta,tehagootro.—No, gracias, éste no está mal. ¿Tus habilidades mágicas son de

nacimiento?—No. Las tengo desde el momento en que esto me creció. El morro, se

entiende.Yomismono sédedónde salió,pero la casacumple todo loqueyodeseo. Nada especial, sé crear comida, bebida, trajes, ropa de cama, aguacaliente,jabón.Loquetodahembrasabehacerhastasinencantamientos.Abrirycerrarlaspuertas.Encenderelfuego.Nadaespecial.

—Yaesalgo.Yeste…comotúdices,morro,¿lotienesdesdehacetiempo?—Desdehacedoceaños.—¿Ycómofue?—¿Yatiquéteimporta?Échatemásvino.—Congusto.Amínomeimportauncomino,preguntoporcuriosidad.—Unmotivocomprensibleyaceptable—serióroncamenteelmonstruo—.

Peroyonoloacepto.Niteva,niteviene,ybasta.Peroparasatisfaceralmenosenpartetucuriosidad,temostrarécómoerayoantesdetodoesto.Miraallí,sí,alosretratos.Elprimero,contandodesdelachimenea,esmipadre.Elsegundo,eldiablosabequién.Yeltercerosoyyo.¿Loves?

Por debajodel polvoy las telarañas, les contemplabadesde el retrato, conunamiradaacuosa,ungorditoconunrostrohinchado,triste,granujiento.Geralt,aquiennoleeraextrañalatendenciaaadularclientes,bastantegeneralentrelosretratistas,bajólacabezacontristeza.

—¿Loves?—repitióNivellen,mostrandolosdientes.—Loveo.—¿Quiéneres?—Noteentiendo.—¿Nomeentiendes?—Elmonstruolevantólacabeza,losojoslebrillaban

como a los gatos—.Mi retrato, amigo, está colgadomás allá de la luz de las

Page 12: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

velas.Yopuedoverlo,peroyonosoyunserhumano.Porlomenos,noenestemomento. Un ser humano, para poder ver el retrato, se hubiera levantado, sehubieraacercado,seguramentehubieratenidoquecogerunavela.Túnolohashecho.Laconclusiónesmuysencilla.Perotepreguntosinrodeos:¿eresunserhumano?

Geraltnobajólavista.—Si lo pones así—contestó al cabo de un instante de silencio—, no del

todo.—Ajá.Nocreoquepequedeindiscreto,entonces,sipreguntoquiéneres.—Unbrujo.—Ajá—repitióNivellenunpocodespués—.Sinorecuerdomal,losbrujos

segananlavidadeunamaneracuriosa.Matanmonstruospordinero.—Recuerdasbien.Denuevosehizoelsilencio.Lasllamasdelasvelastemblaron,expulsaron

haciaarribaunasestrechísimas lenguasdefuego,se reflejaronen losgrabadosde las copas de cristal, en las cascadas de cera que se deslizaban por elcandelabro.Nivellensesentóinmóvil,meneandoapenaslasenormesorejas.

—Pongamos—dijoal fin—quealcanzasadesenvainar laespadaantesdeque te agarre. Pongamos que alcanzas incluso a golpearme con ella. Con mipeso,noessuficienteparapararme, te tiraréalsueloconelpropioimpulso.Yluegodecidenlosdientes.Quépiensas,brujo,¿quiéndenosotrosdostienemásventajasillegaelmomentodemordergargantas?

Geralt, sujetando con el pulgar la caperuza de la jarra, se echómás vino,bebióun trago, se apoyóenel respaldode su silla.Miróalmonstruoconunasonrisa,yeraaquéllaunasonrisahartoamenazadora.

—Síííí —dijo prolongadamente Nivellen, hurgándose con las uñas en loshuecosdelasmuelas—.Hayquereconocerquesabesresponderalaspreguntassinusarmuchaspalabras.Interesante,cómotelasvasaapañarconlasiguientequetehago.¿Quiéntehapagadopormí?

—Nadie.Estoyaquíporcasualidad.—¿Nomemientes?—Notengoporcostumbrementir.—¿Yquétienesporcostumbre?Mehanhabladodelosbrujos.Recuerdoque

losbrujosraptanniñospequeñosalosquedanluegounashierbasmágicas.Losquesobrevivenseconviertenellosmismosenbrujos,hechicerosconhabilidadesinhumanas. Se les enseña a matar, se les elimina todo sentimiento e impulso

Page 13: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

propiodesereshumanos.Sehacedeellosmonstruosquehandemataraotrosmonstruos.Heoídopor ahí queyava siendohoradeque alguien comience acazar brujos. Porquemonstruos hay cada vezmenos, y brujos cada vezmás.Comeperdices,antesdequeseenfríen.

Nivellen tomó del cuenco una perdiz y se la metió entera en la boca. Lamascócomosifueraunagalletita,haciendocrujirloshuesospulverizadosentrelosdientes.

—¿Porquénodicesnada?—dijoentrecortadamente,tragando—.¿Quéhaydeesoquedicendevosotros,esverdad?

—Casinada.—¿Yquéesmentira?—Esodequecadavezhaymenosmonstruos.—Cierto.Hayunmontón.—Nivellen enseñó losdientes—. Justounoestá

sentado delante de ti y se está pensando si hizo bien en invitarte. Desde elprincipionomehagustadoelescudodetugremio,amigo.

—Túnoeresunmonstruo,Nivellen—dijosecamenteelbrujo.—Ah,cuernos,estoesalgonuevo.Entonces,segúntú,¿quésoyyo?¿Jalea

de arándanos? ¿Una bandada de patos gordos que vuelan al sur en una tristemañanadenoviembre?¿No?¿Ypuedeentoncesquesealavirtudperdidajuntoaunafuenteporladulcehijadeunmolinero?Venga,Geralt,dimequiénsoy.¿Novesquememuerodecuriosidad?

—Noeresunmonstruo.Deotromodonohubieraspodidotocaresatazadeplata.Yenningúncasohubieraspodidocogerconlamanomimedallón.

—¡Ja!—gritóNivellendetalformaquelasllamasdelasvelastomaronporunmomentolaposiciónhorizontal—.¡Hoyesjustoeldíaenelqueseaclararántodoslosgrandesmisterios!¡Ahoramevoyaenterardequeestasorejasmehancrecidoporquecuandoerauncríonomegustabanlaspapillasdecereales!

—No, Nivellen —dijo Geralt con tranquilidad—. Sucedió a causa de unhechizo.Estoysegurodequesabesquiéntelanzóelhechizo.

—¿Yquépasasilosé?—Loshechizossepuedendeshacer.Enmuchoscasos.—Ytú,comobrujo,porsupuestoquesabesdeshacerhechizos.¿Enmuchos

casos?—Séhacerlo.¿Quieresqueprobemos?—No.Noquiero.Elmonstruoabriólabocaysacóunalenguarojadedospalmosdelarga.

Page 14: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

—Tehasquedadopasmado,¿eh?—Peropasmado—admitióGeralt.Elmonstruoserió,seremovióenelsillón.—Sabía que te iba a chocar —dijo—. Échate más vino, siéntate

cómodamente. Te contaré toda la historia. Brujo o no, me caes bien y tengoganasdehablar.Échatemás.

—Nohaymásqueechar.—Ah,cuernos.—Elmonstruocarraspeóydenuevogolpeólamesaconla

zarpa.Juntoalasdosjarrasvacíasaparecierondelanadavariasdamajuanasdebarroenunacestademimbre.Nivellenabrióconlosdientesuntapóndecera.

—Como sin duda habrás observado —comenzó mientras servía—, estosalrededores están bastante despoblados. Hay un buen trecho hasta el lugarhabitado más cercano. Porque, sabes, mi padre, y también mi abuelo, en sustiempos, nodierondemasiadosmotivos para que los apreciaran los vecinos nilosmercaderesquerecorríanlacarretera.Todoelqueseaventurabaporaquí,simipadreloveíadesdelatorre,perdía,enelmejordeloscasos,suhaber.Yunpardealdeascercanassequemaronporquemipadrepensabaquepagaban lostributoscondemasiadalentitud.Pocagentequeríaamipadre.Exceptoyo,claro.Lloréamargamentecuandociertaveztrajeronenuncarroloquequedabadeéldespuésdelgolpedeunatizona.Detodosmodos,poraquelentoncespadreyano se ocupaba de saquear activamente, porque, desde el día en que le habíandadoenlacabezaconunaporra, tartamudeabadeunmodoterrible,babeabaypocasvecesalcanzabaallegaratiempoalretrete.Ypasóentoncesque,comosuheredero,tuvequeliderarlabanda.

»Muyjovenerayoentonces—siguióNivellen—,unniñodeteta,asíquelosdelabandahacíandesucapaunsayo.Yoloslideraba,comopuedesimaginarte,delamismaformaqueunlechónbiengordopuedeliderarunahordadelobos.De modo que comenzamos a hacer cosas que, de haber vivido mi padre, nohubierapermitido.Teahorrarélosdetalles,iréderechoalasunto.CiertodíanosllegamoshastaGelibol,cercadeMirt,ysaqueamosunsantuario.Paramásinri,habíatambiénunasacerdotisamuyjovencita.

—¿Dequésantuariosetrataba,Nivellen?—Eldiablo sabe cuál,Geralt.Pero teníaque tratarsedeun santuariopoco

bueno.Meacuerdodequeenelaltarhabíacráneosyhuesosyardíaunfuegoverde.Apestabacomoel infierno.Pero,alcaso.Losmuchachosseapoderarondelasacerdotisayla liberarondesusropas,despuésdelocualdijeronqueyo

Page 15: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

tenía que obrar como un hombre. Bueno, y obré como un hombre, estúpidomocoso. Durante mi actuación como hombre la sacerdotisa me escupió en lacaraygritóalgo.

—¿Elqué?—Que soy unmonstruo en la piel de un ser humano y que voy a ser un

monstruo en la de un monstruo, y algo sobre amor y sobre sangre, no meacuerdo. El estilete, así de pequeño, lo tenía, me parece, oculto entre suscabellos.Sesuicidó,yentonces…Huimosdeallí,Geralt,tedigoqueapoconoreventamosloscaballos.Eraunsantuariopocobueno.

—Sigue.—Siguiendo.Sucediótalycomolasacerdotisahabíadicho.Unpardedías

después,medespiertotemprano,ylossirvientes,todoelquemeveía,ungritoypiesenpolvorosa.Voyalespejo…Sabes,Geralt,entréenhisteria,medioalgúnataque, recuerdo todoaquellocomoa travésdeunaniebla.Enpocaspalabras,hubocadáveres.Unoscuantos.Usétodoloquecaíaenmismanos,deprontomehabíahechomuyfuerte.Ylacasaayudabacomopodía:secerrabanlaspuertas,volabalavajillaporelaire,estallabaelfuego.Quienpudoescapóllevadoporelpánico,mitía,miprima,losmuchachosdelabanda,quédigo,siseescapóhastamigataTragoncilla.Inclusoelpapagayodemitíasequedósecodelmiedo.Alfinalmequedésolo,rugiendo,aullando,gritando,rompiendoloquecaíaenmismanos,sobretodolosespejos.

Nivellenseinterrumpió,suspiró,sesorbiólosmocos.—Cuando seme pasó el ataque—dijo al cabo—, era ya demasiado tarde

para hacer nada. Estaba solo. A nadie pude explicar ya que se me habíatransformado única y exclusivamentemi aspecto, que, aunque con una figurahorrible,eratansólouncríoestúpido,sollozandoenuncastillovacíosobreloscadáveres de sus sirvientes.Luegome entróunmiedo terrible: volveránymemataránagolpesantesdequemedétiempoaexplicarme.Peronadievolvió.

Elmonstruosequedóensilencioporunmomento, se frotó lanarizcon lamanga.

—No quiero volver a aquellos primeros meses. Geralt, todavía tiemblocuandomeacuerdo.Iréalgrano.Mucho,muchotiempomequedéenelcastillocomoelratónensuratonera,sinsacarlanarizalexterior.Siaparecíaalguien,yestosucedíararamente,nosalía,sinoquemandabaalacasaquehicieragolpeardos o tres veces las ventanas o aullaba un poco a través de las gárgolas delcanalón y, por lo general, esto bastaba para que el tipo dejara tras de sí una

Page 16: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

bonitanubedepolvo.Asífuehastaeldíaenelque,unpálidoamanecer,miroporlaventanay,¿quéveo?Ungordoarrancaunarosadelrosaldemitía.Yhasdesaberquenosetratabadecualquiertontería,sinoderosasazulesdeNazair,elesquejelohabíatraídomipadre.Larabiameembargóysaltéalpatio.Elgordo,cuandorecobrólavozquehabíaperdidoalverme,murmuróquetansóloqueríaunadeaquellasrosasparasuhija,queleperdonarayledejaralavidaylasalud.Yamehabíadecididoaecharlodeunapatadaporlapuertaprincipalcuandoseme ocurrió algo,me acordé de un cuento queme contara una vez Lenka,miniñera, un vejestorio. Cuernos, pensé, se dice que las muchachas hermosastransforman las ranas en príncipes, y al revés, así que quizás…Puede que enesashabladuríashayaunapizcadeverdad,unaposibilidad…Saltémedialegua,aullédetalmodoquelasparrassedesprendierondelosmurosygrité:«¡Tuhijaolavida!»,nosemeocurriónadamejor.Elmercader,porqueeraunmercader,se echó a llorar y despuésmedijo que su hija tenía ocho años. ¿Quépasa, teríes?

—No.—Porqueyonosabíasilloraroreírpormisuertedemierda.Mediopenael

mercader,nopodíavercómotemblaba,leinvitéaentrar,leagasajéycuandoseiba le metí oro y piedras preciosas en su bolsa. Has de saber que en lossubterráneosquedabantodavíamuchasriquezasdesdelostiemposdemipadre,nosabíamuybienquéhacerconellas,asíquemepodíapermitir talgesto.Elmercader se iluminó, me dio las gracias hasta quedarse seco. Debió devanagloriarsedesusaventurasdondefueraporquenohabíanpasadodosmesescuandoaparecióotromercaderporaquí.Traíapreparadasbolsasdesobra.Yunahija.Tambiéndesobra.

Nivellenmetiólospiesdebajodelamesa,seestiróhastaqueelsillóncrujió.—Por segundavezhabléconunmercader—siguió—.Acordamosqueme

dejaríaalahijaporunaño.Hubedeayudarleacargarelsacoenlamula,élsolonohubierasidocapaz.

—¿Ylamuchacha?—Durante algún tiempo le daban convulsiones cuando me veía, estaba

convencidadequemelaibaacomer.Peroalcabodeunmescomíamosyaenlamismamesa,charlábamosydábamos largospaseos.Yaunqueera simpáticaymuy despabilada, la lengua se me quedaba pegada cuando hablaba con ella.Sabes, Geralt, siempre he sido tímido con las mujeres, siempre he hecho elridículo, inclusocon lasmozasde losestablos,ésasque tienenestiércolen las

Page 17: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

pantorrillas,alasquelosmuchachosdelabandasellevabandeacáparaalláasu gusto.Hasta ésas se burlaban demí.Y qué no será ahora, pensé, con estemorro.Nofuicapaz,nisiquiera,demencionarlacausaporlaquehabíapagadotancaroporunañodesuvida.Elañocontinuómás largoqueundíasinpan,hastaquealfinaparecióelmercaderyse la llevó.Yoentonces,resignado,meencerré en casa y durante algunos meses no reaccioné ante ninguno de lossujetos con hijas que fueron viniendo. Pero después de pasar un año encompañía,medicuentadelodifícilqueeranotenernadieaquienabrirlaboca.—Elmonstruo produjo un sonido que había de ser un suspiro pero que sonócomo si tuviera hipo—. La siguiente—dijo al cabo— se llamaba Fenne. Erapequeña, nerviosa y parlotera, un verdadero ratoncito. Nome tenía miedo enabsoluto.Undía, justoeldíademimayoríadeedad,nosemborrachamosconlicor demiel y… je, je. Inmediatamente despuésme eché abajo de la cama ydirecto al espejo. Lo reconozco, me sentí decepcionado y rabioso. El morroestabaallí, talycomoera,puedeque inclusoconelañadidodeunaexpresiónmásestúpida. ¡Ydicenque en los cuentos se encierra la sabiduríadelpueblo!Una mierda de sabiduría, Geralt. Pero Fenne intentó con mucho ardor queolvidaramispreocupaciones.Notehacesunaideadequémuchachamásalegreera.¿Sabesloqueseleocurrió?Asustábamoslosdosjuntosalosvisitantesnodeseados.Imagínate:entraunoenelpatio,echaunvistazoydepronto,conunaullido,lesaltoencimayo,acuatropatas,yFenneque,completamentedesnuda,estásentadaenmilomoysoplaelcuernodecazadelabuelo.

Nivellenseconvulsionóderisa,lebrillabaelblancodeloscolmillos.—Fenne—continuó— estuvo en casa un año entero, luego volvió con su

familia, con una gran dote. Pensaba casarse con cierto criador de cerdos, unviudo.

—Sigue,Nivellen.Estoesmuyentretenido.—¿Tú crees? —dijo el monstruo, arrascándose entre las orejas con un

crujido—. Venga, vale. La siguiente, Prímula, era la hija de un caballeroempobrecido.Elcaballero,cuandollegóaquí,teníauncaballoesqueléticoyunacotademallasherrumbrosaeincreíblementelarga.Eraasqueroso,Geralt,yatedigo,comounmontóndeestiércol,yechabaasualrededorunapesteparecida.Prímula,medejaríacortarunamano,debíadehabersidoconcebidacuandoélestabaenlaguerra,porqueerabastantebonita.Yyonoleproducíamiedo,cosano tan extraña al fin y al cabo, pues en comparación con su progenitor podíadármelas hasta de garboso. Ella tenía, como luego pude comprobar, un

Page 18: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

temperamentoconsiderable,peroyo,habiendocobradoconfianzaenmímismo,tampocomedormíenmislaureles.ApenasdossemanasdespuésmeencontrabayaenunasmuyestrechasrelacionesconPrímula,durantelascualessolíatirarmede la oreja y gritar: «¡Muérdeme, animal!», «¡Despedázame, bestia!». Yparecidas tonterías. Yo, en los descansos, corría al espejo, pero, imagínate,Geralt, quememiraba en él con creciente desasosiego.Cada vezme apetecíamenosvolveraseraquellapersonamenossana.Sabes,Geralt,antesyoeraunflojucho,habíacrecidosiempremetidoencasa.Antesestabasiempreenfermo,tosíaysemesalíanlosmocos,mientrasqueahoranosemepegabanada.¿Ylosdientes? ¡No te creerías cómo tenía de podridos los dientes! ¿Y ahora?Puedomorderlapatadeunasilla.¿Quieresquemuerdalapatadeunasilla?

—No.Noquiero.—Y mejor así. —El monstruo abrió la boca—. A las señoritas les hacía

gracia cuando alardeaba de ello y me han quedado pocas sillas en casa. —Nivellenbostezó,acausadelocuallalenguaseleenrollócomounatrompeta—.Mehacansadotantaplática,Geralt.Enpocaspalabras:despuéshubootrasdos,IlkayVenimira.Todosucediódelmismomodo,hastaelaburrimiento.Alprincipiounamezclademiedoyreserva,luegounpelíndesimpatía,reforzadaporpequeños,aunquecostosos,souvenires,luego«Muérdeme,cómemeentera»,luegoelregresodelpapá,tristedespedidayunamermacadavezmásapreciabledel tesoro. Decidí estar solo por una larga temporada. Por supuesto, hace yabastantequehedejadodecreerenqueelbesitodeunavirgenpuedacambiarmiforma.Ymeheconformadoconello.Esmás,hellegadoalaconclusióndequeestábiencomoestáydequenohacefaltaningúncambio.

—¿Ninguno,Nivellen?—Comotedigo.Yatehecontado,lasaluddecaballoqueestárelacionada

con esta forma es lo primero. Lo segundo: mi rareza funciona como unafrodisíacoparalasmujeres.¡Noterías!Estoymásquesegurodequecomoserhumano tendría que correr mucho para hacerme con una como, por ejemplo,Venimira,queeraunavirgenmuyhermosa.Amísemedaqueaunocomoaldelretratonisiquieralomiraría.Yentercerlugar:seguridad.Padreteníaenemigos,un par de ellos sobrevivieron. Aquéllos a los que mi banda bajo mi penosomandoenviaraalotrobarrioteníanparientes.Enelsótanohayoro.Sinofueraporelmiedoqueproduzco,alguienvendríaaporél.Aunquenofueranmásquepueblerinosconsusbiernos.

—Parecescompletamenteseguro—dijoGeraltmientrasjugueteabaconuna

Page 19: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

copavacía—dequeenestafiguranohashechonadaanadie.Aningúnpadre,aningunahija.Aningúnparienteninoviodelashijas.¿Quédices,Nivellen?

—Espera,Geralt—seenfadóelmonstruo—.¿Dequéhablas?Lospadresnocabíanensídegozo,yatehecontado,fuiliberalmásalládeloimaginable.¿Ylashijas?Nolasvistecuandollegaronaquí,convestidosdelanabasta,conlasmanitasblancasde la lejíade lavar, con laespaldadobladade llevarcántaros.Prímula,todavíadossemanasdespuésdellegar,teníamarcasenlaespaldaylosmuslosdelcinturóndecueroconelquelezurrabalabadanasunoblepadre.Yaquíandabancomoprincesas,loúnicoquellevabanenlamanoeraelabanicoynisiquierasabíandóndeestabalacocina.Lasvestíylasllenédeoropeles.Conhechizos,lestraíaaguacalienteasugustoparaquesebañaranenunabañeradelatón quemi padre había robado enAssengard paramimadre. ¿Te imaginas?¡Unabañeradelatón!Pocoscondes,quédigo,pocosmonarcastienenensucasaunabañeradelatón.Paraellaséstaeraunacasadecuentodehadas,Geralt.Yenloquerespectaalacama…Cuernos,lavirtudesenestostiemposmásraraquelosdragonesalpinos.Yonolasobliguéanada,Geralt.

—Pero sospechabas que alguien me había pagado para matarte. ¿Quiénpodíahaberpagado?

—Algúncanalla al que le apetecieran los restosdemi sótanoyno tuvieramáshijas—dijoconfuerzaNivellen—.Lacodiciahumananoconocefronteras.

—¿Ynadiemás?—Ynadiemás.Amboscallaron,mirandolastemblorosasllamasdelasvelas.—Nivellen—dijodeprontoelbrujo—.¿Estássoloahora?—Brujo—dijo elmonstruo al cabo de un rato—, pienso que tengo ahora

razones suficientes para insultarte con palabras indecorosas, cogerte por elpescuezoy tirartepor lasescaleras.¿Sabesporqué?Porqueme tratascomosifuera idiota. Desde el principio veo como colocas la oreja, como miras desoslayolapuerta.Sabesmuybienquenovivosolo.¿Tengorazón?

—Latienes.Perdón.—Alcuernocontusperdones.¿Lahasvisto?—Sí.Enelbosque,juntoalapuerta.¿Esésalacausaporlaquehacealgún

tiempoquelosmercaderesysushijassevandeaquíconlasmanosvacías?—¿Ysabesesotambién?Sí,esporeso.—Mepermitesquepregunte…—No.Notepermito.

Page 20: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

Denuevosehizoelsilencio.—Quémásda,comoquieras—dijoporfinelbrujo,levantándose—.Gracias

portuhospitalidad,señor.Eshoradeseguirmicamino.—Deacuerdo.—Nivellen se levantó también—.Pordeterminadas razones

nopuedoofrecerte pasar la noche en el castillo y no te aconsejo pernoctar enestos bosques. Desde que los alrededores se despoblaron, las noches sonpeligrosasporaquí.Debesvolveralacarreteraantesdequeanochezca.

—Lo tendré en cuenta, Nivellen. ¿Estás seguro de que no necesitas miayuda?

Elmonstruolomiródesoslayo.—¿Yestássegurodequepodríasayudarme?¿Seríascapazdequitarmeesto?—Nohablabasólodeeso.—No has contestado a mi pregunta. O, mejor dicho… Creo que has

contestado.Noseríascapaz.Geraltlemiródirectamentealosojos.—Tuvisteismala suerte—dijo—.De todos los santuarios enGelibol y el

ValledeNimnarelegisteisjustoCoramAghTera,laArañadeCabezadeLeón.Para quitar un maleficio de la sacerdotisa de Coram Agh Tera, hacen faltaconocimientosycapacidadesqueyonoposeo.

—¿Yquiénlasposee?—¿Teinteresa,entonces?Hasdichoquetodoestábiencomoestá.—Comoestá,sí.Peronocomopuedellegaraser.Tengomiedodeque…—¿Dequétienesmiedo?Elmonstruosedetuvoenlaspuertasdelaestancia,sediolavuelta.—Estoyhartodequesiemprepreguntes,brujo,envezdecontestarme.Está

claro que hay que preguntarte demodo adecuado. Escucha, desde hace ciertotiempo tengounos sueños terribles.Puedeque lapalabra«monstruosos» fueramejor.¿Tengorazónaltenermiedo?Enpocaspalabras,porfavor.

—¿Después de esos sueños, al despertarte, no tienes nunca los piesmanchadosdebarro?¿Hojasdeárbolesenlassábanas?

—No.—¿Ytampoco…?—No.Enpocaspalabras,porfavor.—Hacesbienentenermiedo.—¿Sepuedecontagiar?Enpocaspalabras,porfavor.—No.

Page 21: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

—Porfin.Vamos,teacompañaré.EnelpatiomientrasGeraltarreglabalasalbardas,Nivellenacariciólaspatas

alayegua,lediopalmaditasenelcuello.Sardinilla,contentadelosmimos,bajólacabeza.

—Los animales me quieren—se enorgulleció el monstruo—. Y a mí megustantambién.MigataTragoncilla,aunqueseescapóalprincipio,luegovolvióconmigo.Durantemuchotiempofueelúnicoservivoquemeacompañóenmisoledad.AVereenatambién…

Seinterrumpió,cerrólaboca.Geraltsesonrió.—¿Tambiénlegustanlosgatos?—Lospájaros.—Nivellenmostró losdientes—.Semeescapó,cuernos.Y

quémásmeda.Noesunahijademercadermás,Geralt,niunabúsquedamásdesi en viejas historias se encierra una pizca de verdad. Esto es algo serio.Nosamamos.Siteríesterompolosmorros.

Geraltnoserió.—TuVereena—dijo—esseguramenteunanáyade.¿Losabías?—Meloimaginaba.Delgaducha.Morena.Hablapoco,enunalenguaqueno

conozco.Nocomecomidahumana.Sepierdeenelbosquedurantedías, luegovuelve.¿Esnormalesto?

—Másomenos.—Elbrujoapretó lacincha—.Seguroquepiensasquenovolveríaatisiteconvirtierasenserhumano.

—Estoy seguro.Sabes cómo temen las náyades a los humanos.Pocos hanvistounanáyadedecerca.YyoyVereena…Ah,cuernos.Buenasuerte,Geralt.

—Buenasuerte,Nivellen.Elbrujodioconlos talonesenloscostadosdelayegua,sedirigióhaciala

puerta.Elmonstruosearrastróasulado.—¿Geralt?—Habla.—No soy tan tonto como piensas. Llegaste aquí siguiendo las huellas de

algunodelosmercaderesqueestuvieronporaquíhacepoco.¿Lesucedióalgoaalguno?

—Sí.—Elúltimoestuvoaquíhacetresdías.Conunahija,nodelasmásguapas,

en cualquier caso.Ordené a la casa cerrar todas las puertas y postigos, no diseñalesdevida.Anduvieronunpocoporelpatioysefueron.Lamuchachacortóunarosadelrosaldelatíayselaprendióenelvestido.Búscalosenotrositio.

Page 22: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

Perotencuidado,estosalrededoressonhorribles.Yatedijequeporlanocheelbosquenoesmuyseguro.Sevenyseescuchancosaspocobuenas.

—Gracias,Nivellen.Meacordaréde ti.Quiensabe,puedequeencuentreaalguienque…

—Puede.Ypuedequeno.Esmiproblema,Geralt,mividaymicastigo.Mehe acostumbrado a soportar esto. Si empeora, tambiénme acostumbraré.Y siempeorademasiado,nobusquesanadie,venaquí tú soloy terminael asunto.Comolosbrujos.Suerte,Geralt.

Nivellensediolavueltaymarchóenérgicamenteendirecciónalpalacio.Nosevolvióamirarniunasolavez.

Page 23: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

III

Los alrededores estaban despoblados, asilvestrados, terriblemente hostiles.Geraltnovolvióalacarreteraantesdelanochecer,noqueríaalargarelcamino,cruzóatajandoporelmonte.Pasólanocheenlapeladacumbredelaaltacolina,conlaespadaenlasrodillas,delantedeunpequeñofuego,enelquecadaciertotiempoarrojabaunramilletede toja.Enmitadde lanochepercibió lejosenelvalleelfulgordeunfuego,escuchóaullidosycantosdelocuraytambiénalgoquepodíansersolamentelosgritosdeunamujertorturada.Sedirigióallíapenascomenzó a amanecer, perohalló tan sóloun calvero con la hierbapisoteadayunos huesos carbonizados en unas cenizas aún calientes. Algo, que estabasentado en la copa de un gigantesco roble, aullaba y ululaba. Podía ser unasilvia,peropodía ser tambiénun simplegatomontés.Elbrujono sedetuvoaaveriguarlo.

Page 24: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

IV

Cerca del mediodía, cuando abrevaba a Sardinilla en un manantial, la yegualanzó un agudo relincho y retrocedió, mostrando los dientes amarillos ymordiendolaboquilla.Geralt lacalmómaquinalmenteconlaSeñalyenaquelmomentovio unos círculos regulares formados por el sombrerito rojo de unassetasqueasomabanporentreelmusgo.

—Teestásvolviendounaverdaderahistérica,Sardinilla—dijo—.Estoesuncírculodeldiablonormalycorriente.¿Porquéestasescenas?

La yegua resopló, volviendo hacia él la cabeza. El brujo bajó la cabeza,fruncióelceño,sequedópensativo.Luego,deunsalto,seencontróencimadelamontura, dio la vuelta al caballo, volviendo rápidamente sobre sus propiashuellas.

—«Los animales me quieren» —dijo—. Perdona, caballejo. Resulta quetienesmássesosqueyo.

Page 25: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

V

La yegua bajó las orejas, bufó, arañó con sus pezuñas en la tierra, se negó aavanzar. Geralt no la calmó con la Señal: saltó de la silla, echó agua por lacabeza del caballo.No llevaba ya a la espalda su vieja espada en la funda dezapa.Su lugar loocupabaahoraunarelucienteyhermosaarmacon lahojaencruz,unaeleganteyequilibradaempuñadura, terminadaenunabolitademetalblanco.

Estavezlapuertanoseabrióanteél.Estabaabierta,comolahabíadejadoalirse.

Escuchóuncanto.Noentendíalaspalabras,nopodíasiquieraidentificarlalengua de la que procedían. No era necesario. El brujo sabía, sentía ycomprendíalapropianaturalezadeestecanto,apagado,terrible,queintroducíaen las venas una ola de amenaza, que producía entorpecimiento y falta devoluntad.

Elcantoseinterrumpióviolentamenteyentonceslavio.Estabajuntoallomodeldelfínenelestanqueseco,abrazandolaenmohecida

piedra con unos pequeños brazos, tan blancos que parecían transparentes. Pordebajo de la tormenta de negros cabellos brillaban dos ojos clavados en él,enormes,muyabiertos,delcolordelaantracita.

Geralt se acercó lentamente, con un paso elástico y ligero, caminando ensemicírculodesde elmuro, junto al rosal de las rosas azules.El ser pegadoallomo del delfín volvió hacia él una pequeña carita con una expresión deindescriptiblenostalgia,llenadebelleza,loquecausóqueotravezseescucharalacanción,aunquelapequeñaypálidabocaestuvieracerradaynosalieradeellanisiquieraelmáspequeñosonido.

Elbrujosedetuvoaunadistanciadediezpasos.Sacópocoapocolaespada

Page 26: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

desuvainaesmaltadadenegro.Laespadacentelleóybrillóporencimadesucabeza.

—Estoesplata—dijo—.Estahojaesdeplata.Lacaritapálidanotembló,losojosdeantracitanocambiaronsuexpresión.—Teparecestantoaunanáyade—continuócontranquilidadelbrujo—que

puedesconfundiracualquiera.Sobre todoporqueeresunpájarobastante raro,cabellos negros. Pero los caballos no se equivocan nunca. Os reconocen porinstintoysinerrores.¿Quéeres?Piensoqueunamuraounaalpa.Unvampirocomúnycorrientenopodríaestaralsol.

Lascomisurasdelaboquitapálidatemblaronyseelevaronligeramente.—Te atrajo el aspecto deNivellen, ¿no es cierto? Esos sueños de los que

habló,selosproducíastú.Meimaginoquésueñosseríanylecompadezco.Elsernosemovió.—Tegustan lospájaros—siguióelbrujo—.Perono temolestamorder las

nucas de humanos de ambos sexos, ¿no? ¡De hecho, tú yNivellen!Vaya unaparejaqueestáishechos,elmonstruoy lavampira, losseñoresdelcastillodelbosque. Os apoderasteis en un abrir y cerrar de ojos de toda la región. Tú,eternamente sedienta de sangre y él, tu defensor, asesino a tus órdenes, uninstrumentociego.Peroprimerohabíadeconvertirseenunverdaderomonstruo,noloqueera,unhombreenlamáscaradeunmonstruo.

Losgrandesojosnegrossecontrajeron.—¿Quéhaydeél, cabellosnegros?Estabascantando, luegobebías sangre.

Echaste mano del último recurso, lo que quiere decir que no has conseguidodominarsuvoluntad.¿Meequivoco?

Lanegracabezaasintió ligera,casi imperceptiblemente,y lascomisurasdelabocasealzaronaúnmásarriba.Elpequeñorostrotomóunaspectofantasmal.

—Ahoraseguroqueteconsideraslaseñoradelcastillo.Asintióotravez,conmásclaridad.—¿Eresunamura?La cabeza negó en un lento movimiento. El silbido que se difundía sólo

podíaprocederdelospálidoslabiosquesonreíancomounapesadilla,aunqueelbrujonohabíavistoquesemovieran.

—¿Unaalpa?Negódenuevo.Elbrujoretrocedió,apretómásconmásfuerzalaempuñaduradelaespada.—Estoquieredecirqueeres…

Page 27: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

Lascomisurasdelabocasealzaronmásymás,loslabiossesepararon…—¡Unalamia!—gritóelbrujoarrojándosehaciaelestanque.Dedetrásde lospálidos labios relampaguearonunosafiladoscolmillos.La

vampiraselevantóbruscamente,arqueóelcuerpocomounleopardoygritó.Una ola de sonido golpeó al brujo como un ariete, privándole del aliento,

aplastándole las costillas, traspasándole los oídos y el cerebro con espinas dedolor.Volandohaciaatrásalcanzótodavíaacruzarlasmuñecasdeambosbrazosen la Señal del Heliotropo. El encantamiento amortiguó en buena medida elímpetu con el que estrelló la espalda contra el muro pero incluso así se leennegrecieronlosojosyelaireseleescapódelospulmonesconungemido.

Sobreellomodeldelfín,enelcírculopétreodelestanqueseco,enellugardonde todavíahacíaunos segundosestabasentadaunadelicadamuchachaconunvestidoblanco,seaplastabaelrelucientecuerpodeungigantescomurciélagonegroqueabríaunabocalargayestrecha,llenadefilasdedientecillosparecidosaagujas.Unasalasmembranosassedesplegaron,seagitaronsinsonidoyelserse dirigió hacia el brujo como una flecha lanzada desde una ballesta. Geralt,sintiendo en la boca el sabor férreo de la sangre, realizó un encantamiento,lanzandodelantedesílamanoconlosdedosenformadelaSeñaldeQuen.Elmurciélago, silbando, dobló con violencia, se alzó chillando en el aire einmediatamente se lanzó en picado hacia la nuca del brujo. Geralt saltó a unlado, dio un tajo con la espada, falló. El murciélago, fluido, con gracia,contrayendounala,diolavuelta,lerodeóyatacódenuevo,abriendounciegomorro lleno de dientes.Geralt esperó, colocando en dirección al ser la espadaque sostenía con las dosmanos.En el últimomomento saltó, no al lado, sinohaciaadelante,diounrevés,silbóelaire.Noacertó.Resultótaninesperadoqueperdióelritmo,seretrasóunafraccióndesegundo.Sintiócomolasgarrasdelabestialerasgabanlasmejillas,yunahúmedaaladeterciopelolegolpeabaenlanuca. Se volvió en el sitio, traspasó el peso del cuerpo a la pierna derecha ygolpeó agudamente hacia atrás, errando de nuevo a causa de un fantásticoquiebrodelser.

El murciélago batió las alas, se alzó, emprendió el vuelo en dirección alestanque.Enelmomentoenque lasgarrasensangrentadas rechinaronsobre lapiedra del revestimiento, el monstruoso y babeante morro comenzó atransformarse,semetamorfoseaba,desaparecía,aunquelospequeñoslabiosqueaparecíanensulugarnocubríanaúnloscolmillosasesinos.

La lamia lanzó un penetrante aullido, modulando la voz en un macabro

Page 28: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

canto,miróconojosdesmesuradosalbrujo,llenadeodio,ygritódenuevo.LaondadechoquefuetanpotentequerompiólaSeñal.EnlosojosdeGeralt

girabancírculosrojosynegros,lassienesylacoronillalelatíanconviolencia.Con los oídos traspasados de dolor, comenzó a escuchar voces, quejidos ygemidos,elsonidodeflautasyoboes,elululardelviento.Lapieldelrostroseleentumecióyselecongeló.Cayósobreunarodilla,agitólacabeza.

Elmurciélagonegrosedirigióensilenciohaciaél,abriendomientrasvolabalasmandíbulasllenasdedientes.Geralt,aunqueestabaaturdidoporlaondadesonido,reaccionóinstintivamente.Selevantódelsuelo,adaptandoconrapidezeltiempodesusmovimientosalavelocidaddevuelodelmonstruo,diotrespasoshaciaadelante,unquiebroyunamediavuelta,ydespués,rápidocomounratón,ungolpedeespadaconlasdosmanos.Lahojanoencontróresistencia.Casinoencontró nada. Escuchó un chillido, pero esta vez fue un chillido de dolor,producidoporelcontactoconlaplata.

La lamia, aullando, se metamorfoseaba sobre el lomo del delfín. En elvestidoblanco,unpocoporencimadelpechoizquierdo,seveíaunamancharojabajounrasguñonomáslargoqueeldedoíndice.Elbrujoapretólosdientes:elgolpe,quedebíahaberpartidoendosalabestia,nohabíaproducidomásqueunarañazo.

—Grita, vampira—gruñó, limpiándose la sangre de lamejilla—.Grita loquequieras.Pierdefuerzas.¡Yentoncestecortarétupreciosacabeza!

Tú.Debilitasprimero.Hechicero.Mato.La boca de la lamia no se movió pero el brujo escuchó las palabras con

claridad,resonaronensucerebroexplotando,vibrandosordamente,conuneco,comodebajodelagua.

—Ya lo veremos —murmuró, mientras se dirigía encorvado hacia elestanque.

Mato.Mato.Mato.—Yaloveremos.—¡Vereena!Nivellen,conlacabezabaja,agarrándoseconlasdosmanosalbastidor,salió

pesadamente por la puerta del palacio. Con paso vacilante, avanzó hacia elestanque,agitandoinsegurolasmanos.Elcuellodelcaftánestabamanchadodesangre.

—¡Vereena!—gritódenuevo.La lamia dobló la cabeza en su dirección.Geralt, con la espada lista para

Page 29: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

golpear,saltóhaciaella,perolareaccióndelavampirafuebastantemásrápida.Ungritoagudoyunanuevaondahizocaeralbrujo.Sederrumbóbocaarriba,searrastrósobrelagravilladelpaseo.Lalamia,combándose,setensóparasaltar,los colmillos en su boca centellearon como el puñal de un asesino. Nivellen,abriendo los brazos como un oso, intentó detenerla, pero ella le gritódirectamentealacaraylelanzóunosmetroshaciaatrás,contraunandamiajedemadera que había junto al muro. El andamio se rompió con un estampidotremendoyleenterróbajounapilademadera.

Geralt ya se había levantado, corrió en un semicírculo, rodeando el patio,intentandoalejarlaatencióndelalamiadeNivellen.Lavampira,conelvestidoblanco vibrando, voló directa hacia él, ligera como una mariposa, apenasrozando la tierra.Nogritaba ya, no intentabametamorfosearse.El brujo sabíaque estaba cansada. Pero también sabía que incluso así era mortalmentepeligrosa. A la espalda de Geralt, Nivellen salió con estruendo de entre lastablas,bramando.

Geraltsaltóa la izquierda,secubrióconuncortoydesorientadormolinetedelaespada.Lalamiasedeslizóhaciaél,blanquinegra,desbocada,terrible.Nopudoapreciarlaimagen:gritabamientrascorría.NoalcanzóarealizarlaSeñal,volóhaciaatrás,suespaldaseaplastócontraelmuro,eldolordelacolumnaseletraspasóhastalaspuntasdelosdedos,losbrazosseleparalizaron,laspiernasse doblaron. Cayó de rodillas. La lamia, lanzando un aullido melódico, saltóhaciaél.

—¡Vereena!—gritóNivellen.Sediolavuelta.YentoncesNivellenlagolpeóconfuerzaentrelospechos

con un palo afilado y roto de tres metros de longitud. No gritó. Suspirósolamente.Aloírelsuspiro,elbrujotembló.

Estabandepie.Nivellen,conlaspiernasbienasentadas,sujetabaelpaloconlasdosmanos,apretandosuextremobajo laaxila.La lamia,comounablancamariposaenunalfiler,colgabaalotroladodelabarra,aferrándolatambiénconambasmanos.

La vampira suspiró terriblemente y de pronto cayó con fuerza sobre laestaca. Geralt vio como en su espalda, sobre el vestido blanco, crecía unamancharojadelaqueentreungéiserdesangresobresalía,indecente,asquerosa,una punta quebrada. Nivellen gritó, retrocedió un paso, luego otro, luegoretrocediórápidamente,perosinsoltar labarra,arrastrandoconsigoa la lamia.Unpasomásyapoyólaespaldacontralapareddelpalacio.Elextremodelpalo,

Page 30: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

quemanteníabajolaaxila,chirriócontraelmuro.Lalamia,lentamente,comoconmimo,colocólospequeñosdedosalrededor

delabarra,extendiólosbrazosentodasulongitud,seimpulsóconfuerzaporelpalo y se aferró a él de nuevo. Ya había dejadomás de unmetro demaderaensangrentada a sus espaldas. Tenía los ojos muy abiertos, la cabeza echadahacia atrás. Sus expiraciones se hicieron más frecuentes, cobraron ritmo,enronquecieron.

Geraltsehabíalevantadopero,fascinadoporlaimagen,nopodíadecidirseaactuar.Escuchóunaspalabrasresonandosordamenteenelinteriordesucráneo,comobajolabóvedadeunsubterráneofríoyhúmedo.

Mío.Odenadie.Tequiero.Quiero.Un nuevo suspiro, terrible, desgarrado, ahogado en sangre. La lamia se

retorció, avanzó a lo largo del palo, extendió las manos. Nivellen bramó confiereza,sinsoltarlabarraintentómanteneralavampiralomáslejosposibledesí.Envano.Avanzótodavíamáshaciaadelante,loagarróporlacabeza.Élaullóaúnmásterriblemente,agitólapeludacabeza.Lalamiadenuevosedeslizóporelpalo,inclinólacabezahacialagargantadeNivellen.Loscolmillosbrillaronconunblancocegador.

Geralt saltó. Saltó como un muelle liberado, automáticamente. Cadamovimiento,cadapasoquedebíarealizarseahora,erapartedesunaturaleza,eraaprendido, inevitable, inconsciente,mortalmenteseguro.Tres rápidospasos.Eltercero, como cientos de tales pasos antes de ahora, termina en la piernaizquierda con un pisar decidido. Una torsión del tronco, un golpe agudo yenérgico.Vio sus ojos.Nada podía cambiarse. Escuchó una voz.Nada.Gritó,paraahogarlaspalabrasqueellarepetía.Nadapodíahacerse.Golpeó.

Asestóseguro,comocientosdevecesantesdeahora,conelcentrodelahojae,inmediatamente,siguiendoelritmodelmovimiento,realizóuncuartopasoyunamediavuelta.Lahoja,yaliberadaalfinaldelamediavuelta,sedeslizóanteélbrillando,dejandotrasdesíunabanicodegotitasrojas.Loscabellosnegroscomo ala de cuervo ondearon deshaciéndose, fluyeron por el aire, fluyeron,fluyeron…

Lacabezacayósobrelagrava.¿Cadavezhaymenosmonstruos?¿Yyo?¿Quésoyyo?¿Quiéngrita?¿Lospájaros?¿Unamujerconunazamarrayunvestidoazulceleste?

Page 31: La semilla de la verdad - WordPress.com · El barranco estaba justo allí donde se lo esperaba. En cierto momento el brujo se encontró mirando desde arriba a las copas de los árboles

¿UnarosadeNazair?¡Quésilencio!Quévacío.Cuántovacío.Enmiinterior.Nivellen, hecho un ovillo, estremeciéndose con calambres y temblores,

estaba tendido junto a la pared del palacio entre las ortigas, cubriéndose lacabezaconlosbrazos.

—Levántate—dijoelbrujo.Unhombre joven,guapo,bienconstruido,de tezpálida, tendido juntoa la

pared, levantó la cabeza, miró a su alrededor. Tenía la mirada perdida. Serestregó los ojos con los puños. Miró a sus manos. Se tocó la cara. Dio ungemido,colocólosdedossobrelasorejas,lostuvolargoratoenlasencías.Denuevo se acarició el rostro y de nuevo gimió al tocar cuatro ensangrentadas ehinchadasheridasenlamejilla.Rompióensollozos,despuésserió.

—¡Geralt!¿Quéesesto?Cómopuede…¡Geralt!—Levántate,Nivellen.Levántateyven.Enlasalforjastengomedicinasque

nossonprecisasalosdos.—Yanotengo…¿Notengo?¿Geralt?¿Cómo?Elbrujoleayudóalevantarse,intentandonomirarlaspequeñasmanos,tan

blancasqueparecíantransparentes,apretadasalpaloqueatravesabaporentrelosdospequeñospechos,cubiertosconunatelahúmedayroja.Nivellengimiódenuevo.

—Vereena…—Nomires.Vamos.Cruzaronelpatio,juntoalrosaldelasrosasazules,apoyándoseelunoenel

otro.Nivellensetocabaelrostroincansablementeconlamanolibre.—Nomelocreo,Geralt.¿Despuésdetantosaños?¿Cómoesposible?—En cada cuento hay una pizca de verdad—dijo el brujo en voz baja—.

Amorysangre.Ambostienenmuchafuerza.LosmagosylosSabiosserompenlacabezaconesteproblemadesdehaceaños,peronuncahanconseguidollegaraningunaconclusión,exceptuandoque…

—¿Qué,Geralt?—Elamordebeserverdadero.