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Ensayo
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La sociedad Judía bajo la mira de la Inquisición Novohispana a finales del siglo XVI y la primera década del
XVII
“Yo no creo que un cristiano pueda ser engañado por los judíos a tomar su exilio y miseria para sí mismo. Pero el diablo es el dios del mundo, y donde sea que la palabra de Dios esté ausente él tiene una tarea fácil, no solamente con los débiles sino también con los fuertes.”1
-Martin Lutero-
Introducción
Los judíos han sido un pueblo perseguido a lo largo de la historia, han sido
expulsados una y otra vez, y en las colonias españolas no fue la excepción. El
presente análisis no pretende abordar las razones de esto, lo que si pretende es
analizar el por qué los judíos fueron acosados de tal forma en el territorio
novohispano.
Este trabajo abordara a la sociedad Judía en la Nueva España, los retos y
dificultades a los que se vieron sometidos al esconder su religión al ojo cristiano,
así como su papel dentro de la sociedad colonial. Se analizaran los problemas que
tuvieron con la inquisición y su suerte al ser acusado de prácticas hebraicas.
¿Será que realmente eran juzgados por ser judaizantes? o ¿sólo eran una fuente
de ingresos? Demostraremos que su desgracia no se basa sólo por el factor
religioso sino también por factor económico. Esto sin dejar a un lado que el
1 Martín Lutero, Sobre los judíos y sus mentiras, en: [http://apitox.eu/docs/Lutero-Sobre_los_judios_y_%20sus_mentiras.pdf], a [20 de junio de 2013]
protestantismo reciente y la crisis religiosa, dio gran impulso a la ya eterna
persecución antisemita.
Para ello me respaldaré en el libro de la Doctora Alicia Gojman, Los
conversos en la Nueva España2, que analiza el caso de los judíos conversos, así
como su vida y costumbres una vez estando en territorio colonial.
Los libros3 y artículos4 del señor Seymour B. Liebman, al igual que los de la
Doctora Gojman, serán imprescindibles para el análisis de la sociedad judía en el
primer siglo de la colonia española, pues ambos, Liebman y Gojman, son
autoridad en lo que concierne al tema de criptojudíos. Gracias a la investigación
de estos autores, es que gran parte la sociedad judía en la actualidad puede
conocer, con gran certeza la historia y costumbres de aquellos “marranos” que al
ser o no ser católicos del todo, tuvieron que vivir cuidándose de no delatar su
creencia herética.
Lo analizado aquí compete alrededor de 6 décadas, justo en el auge de la
persecución judía.
2 Alicia Gojman Goldberg, Los conversos en la Nueva España, UNAM, México, 1980, pp. 2353 Seymour B. Liebman, The Jews in New Spain: Faith, Flame, and the Inquisition, University of Miami Press, 1970, pp. 381.4 Seymour B. Liebman, "Fuentes desconocidas de la historia mexicano-judía", en Historia Mexicana, El Colegio De Mexico, Vol. 14, No. 4 (Apr. - Jun., 1965), pp. 707-719
Antecedentes y generalidades
Para hablar de la Inquisición novohispana primero debemos tener en mente cuales
fueron sus principales objetivos, ya que durante siglos ha estado rodeada de mitos
y leyendas atribuidos a la inquisición europea, mismos que opacan una visión
especifica de la temática judía y los juicios inquisitoriales a los que éstos fueron
sometidos en territorio colonial.
La Inquisición española se fundó con aprobación papal en 1478, a propuesta
del rey Fernando V y la reina Isabel I. Esta Inquisición se iba a ocupar del
problema de los llamados marranos, los judíos que por coerción o por presión
social se habían convertido al cristianismo; después de 1502 centró su atención en
los conversos del mismo tipo del islam, y en la década de 1520 a los sospechosos
de apoyar las tesis del protestantismo. A los pocos años de la fundación de la
Inquisición, el papado renunció en la práctica a su supervisión en favor de los
soberanos españoles. De esta forma la Inquisición española se convirtió en un
instrumento en manos del Estado más que de la Iglesia, aunque los eclesiásticos,
y de forma destacada los dominicos, actuaran siempre como sus funcionarios.
La Inquisición estuvo dirigida por el Consejo de la Suprema Inquisición, pero
sus procedimientos fueron similares a los de su réplica medieval. Con el tiempo se
convirtió en un tema popular, en especial en las zonas protestantes, por su
crueldad y oscurantismo, aunque sus métodos fueran parecidos a los de
instituciones similares en otros países católicos romanos y protestantes de
Europa. Sin embargo, su superior organización y la consistencia del apoyo que
recibía de los monarcas españoles hicieron que tuviera un mayor impacto en la
religión, la política o la cultura que las instituciones paralelas de otros países. Esta
eficacia y el apoyo político permitieron a Tomás de Torquemada, el primero y más
notable gran inquisidor, ejecutar por miles a supuestos herejes.5
5 Luis de la Cruz Valenciano La inquisición española, Universitat Jaume I, España, 2012, p.8
En sus orígenes la Inquisición no actuaba sobre los judíos. Tan solo actuaba
sobre los judeoconversos que mantenían ritos propios del judaísmo. El objeto de
la Inquisición era corregir los errores de fe en los católicos, es decir combatir la
herejía. A pesar de que Fernando e Isabel intervinieron repetidas veces para
proteger a los judíos de los abusos, los monarcas fueron convencidos por
Torquemada de la necesidad de aislarlos. Después de más de diez años, en los
que se comprobó que las expulsiones locales habían fracasado en detener las
herejías atribuidas a los conversos, la corona tomó la decisión más radical de
todas las aplicadas hasta ese momento: la total expulsión de los judíos
españoles6.
La decisión final estaba tomada, y el llamado Edicto de granada7 se publicó
el 31 de marzo de 1492, en él se establecía la expulsión de los judíos bajo ciertas
reglas, estos podían ir a donde quisieran, el problema radicaba en que no se les
permitía llevar oro, plata o algún metal acuñado. Sin muchas opciones, algunos
huyeron a Portugal donde posteriormente serían expulsados, otros se embarcaron
a América, esperando que el mar pusiese distancia y tranquilidad de por medio,
los nuevos territorios serían el sueño que Judaizantes o conversos siempre
añoraron pero la aparente calma no duraría por mucho tiempo.
6 Ibidem, p.9. Los que se quedaron se sumaron al grupo de conversos que eran el objetivo predilecto de la Inquisición. Dado que todo judío que quedaba en los reinos de España había sido bautizado, si continuaba practicando la religión judía, era susceptible de ser denunciado. El período de más intensa persecución de los judeoconversos duró hasta el año 1530; desde 1531 hasta 1560 el número de casos de judeoconversos en los procesos inquisitoriales bajó muy significativamente, hasta llegar a ser solo el 3% del total.7 Edicto de granada de 1492 en [http://www.ladeliteratura.com.uy/biblioteca/granada.pdf]
Los judíos en la Colonia
El papel de los judios en el descubrimiento y conquista de América puede
considerarse como la culminación de una prolongada evolución histórica, ya que,
el converso o “criptojudío”, al igual que el español cristiano, deseaba honor y la
hidalguía que llevaría a la salvación de su alma. Éste se identificaba con el idioma
y muchas costumbres españolas, por decirlo de algún modo, el converso estaba
realmente en camino a convertirse en un fiel devoto de la religión cristiana. Por
ello, no debe de ser extraño que muchos de los viajeros fueran de origen judío, un
ejemplo de ello es el propio Cristóbal Colón, aunque la opinión dominante lo
ubique de origen genovés, “su nombre primitivo fue Cristoforo Colombi, era judío
bautizado”.8
En la obra de la Doctora Gojman se puede se refiere a Cólon como un
converso que “su espíritu estaba saturado de mesianismo y se creía llamado a la
reedificación de Jerusalem”.9
Fuese de la manera que fuese, una realidad es que gran parte del pueblo
hebreo (los judíos Sefaradíes10), fueron parte del descubrimiento y posterior
poblamiento de América. No es mera coincidencia que, los patrocinadores y
colaboradores principales de Colón eran sefaradíes e hijos de sefaradíes.11
Retomando, la vida del converso a partir de la expulsión se convirtió en un
eterno martirio. Periódicamente se leían edictos que todos los ciudadanos tenían
8 Gojman, op. cit., p.619 Werner, Sombart, op. cit., apud. En Albanés, op. cit., p.267 En Gojman, op. cit., p.61.10 Sefaradismo viene de la palabra hebrea sefarad que significa España. Ello quiere decir, todos aquellos que siendo judíos formaron parte de la cultura española. Se llama sefaradíes a los descendientes de los expulsados de España y Portugal que no quisieron convertirse al catolicismo y de los marranos conversos que se quedaron allá y que luego huyeron al oriente y otras partes del mundo.11 Por obvias razones no es conveniente hacer un análisis más profundo del origen de Colón, La doctora Gojman ya retoma en el citado texto la genealogía del antes mencionado, por lo cual, si es del agrado del lector, puede encontrar lo referente en el mismo o investigaciones incluso más profundas en el Centro de Documentación e Investigación de la Comunidad Ashkenazí (CDICA) de México.
la obligación de escuchar, en los cuales se daba cuenta de los usos, costumbres y
prácticas de estos judaizantes o “cristianos nuevos”, amenazando a los
ciudadanos con penas de excomunión a quien no los denunciase ante el Tribunal
del Santo Oficio de la Inquisición.
Pero, con la apertura de a los viajes de exploración, descubrimiento y
conquista de los territorios americanos, por parte de la corona española, surgen
las colonias al servicio de España. Éstas atraían a un considerable número de
nuevos cristianos, la ventaja de estos territorios era que ofrecían al converso una
cultura familiar y la posibilidad de un contacto con la madre patria. Para los
“cristianos nuevos” también ofrecía la posibilidad de desaparecer su origen judío y
poder mantener en secreto su impureza de sangre. Cabe aclarar que desde el
descubrimiento de América, el derecho a emigrar al Nuevo Mundo estaba
reservado a los españoles católicos peninsulares. La preparación de licencias
falsas se convirtió en una profesión y cuando el castigo se hizo más severo el
efecto principal fue el aumento de precio de estos papeles y el desarrollo del
ingenio de los corredores y compradores. Pasaron en secreto españoles sin
licencia (judíos y moros), lo mismo que extranjeros.
“Las dos clases de hombres a quienes estaba vedada la entrada en las
indias de Castilla eran: los conversos o hijos y nietos de conversos; y los
extranjeros entre los cuales figuraban los portugueses.”12
Los judíos, conversos o extranjeros que se hacían acreedores de los
documentos antes mencionados, no se atrevían a establecer ningún tipo de
correspondencia, ni llevar diario o anales por miedo a que su identidad fuese
descubierta. Incluso debían de ser muy cuidadosos en sus ritos y festividades
pues las costumbres de éstos fueron publicadas y anexadas a los Edictos de Fe
que Torquemada da en las instrucciones a los inquisidores.
Bajo el Título de “ceremonias con la carne leemos lo siguiente:“Item suelen purgar y desebar la carne que han de comer hechandole en agua por
12 Gojman, op. cit., p. 65
la sangre, y sácanla la landrecilla de la pierna del carnero o de otra cualquier res, o aves que han de comer, atravesándolas, diciendo ciertas palabras cortando el cuchillo en la uña, y cubren la sangre con la tierra”13
Las costumbres y las festividades eran bien conocidas, y debían ser
estudiadas con el fin de poder expulsar a los judios, incluso eran buscados para
averiguar el origen de los documentos que dieron origen a su llegada. La Doctora
Gojman hace mención de la obra de Ricardo Albanés Los judíos a través de los
siglos, donde menciona gran cantidad de conversos que se encontraban en la
Ciudad de México en el siglo XVI, entre los cuales figuraban la cantidad de 300
personas.14 Con esto podemos imaginar que la llegada de la inquisición a la
Nueva España era inminente, no sólo por el caso judío, sino también por la
herejía que los frailes reportaban en el Territorio.
Gran parte de los conversos que llegaron a la Nueva España venían
buscando una vida mejor, y ya sea por la habilidad nata del comercio o por la
riqueza que se cargaba al migrar, los cristianos nuevos comenzaron a acumular
riquezas. Esto provoco que tuvieran más contacto con los vecinos en las ciudades
y que aunado a las restricciones, edictos y envidias, los vecinos denunciaban con
cargos de judaizantes o con cargos de herejía. En muchas ocasiones el
organismo del santo oficio, por medio de los soplones, enjuiciaba a quien creía
culpable de algún cargo, judíos o no, eran acreedores a una investigación por
parte de la Inquisición.
El simple hecho de ser investigado implicaba dos cosas:
Que los bienes serían confiscados por el Santo Oficio y una vez terminada la
investigación, estos no regresarían al propietario original; y que en mientras la
investigación durara el monto de los bienes serviría para la manutención del
investigado en concreto.
Resultado: El Santo Oficio comenzó a juzgar incluso aunque se tratase de
sirvientes, pues si se tenía sospecha de que el sirviente en cuestión era adorador
13 . Liebman, op. cit., "Fuentes… p. 71014 Gojman, op. cit., p 67
de las tablas de Moisés muy seguramente el patrón sería el premio que le daría
riquezas a la santa institución.
La Inquisición en Nueva España
Al igual que en la península, llegaron instituciones para regir la vida de estos
lugares. El Tribunal de la Inquisición fue una de las instituciones que llegó a la
Nueva España por orden de Felipe II, que expidió una Cedula Real fechada el 25
de enero de 1569, en la que se establecía la fundación de dos Tribunales del
Santo Oficio, uno en la Nueva España y otro en Perú.15 A partir de esta fecha los
tribunales inquisitoriales verían ir y venir muchos Inquisidores que usarían el
estandarte de luchar por la fe y las buenas costumbres para justificar sus actos.
Un inquisidor y su tribunal tenían jurisdicción sobre los tribunales locales de
virreinatos como México y Perú, donde estuvieron más ocupados en perseguir
judaizantes y supuestos actos de hechicería que con la herejía (esto se da por
obvias razones idolatras de los indios, que eran procesados aun sin poder serlo,
pues estaban sujetos sólo al Consejo de indias, pero estos casos eran menos
frecuentes que los casos de ser investigado por supuestos judaizantes y en la
práctica resultaba más lucrativo
El origen de la especialización de los inquisidores en la investigación de los
cristianos judaizantes desarrolló, todavía más, aquellos primeros imaginarios
sociales del “cristiano viejo”16 que contemplaban a los conversos y a sus
descendientes desde un punto de vista cultural como un grupo, aunque sólo fuera 15 Richard E. Greenleaf, La Inquisición en la Nueva España, , Fondo de Cultura Económica, México, 1981, p. 168.16 El Cristiano Viejo es un concepto ideológico que pretendía designar al segmento mayoritario de la población de España y Portugal durante la Baja Edad Media y Edad Moderna, en contraposición al de cristiano nuevo. Aunque no confería ningún tipo de privilegio estamental, sí que era una condición social prestigiosa, y un orgullo que lo era más por estar fuera del alcance de muchos ricos y que a la mayor parte de los pobres se les suponía por nacimiento (posteriormente la característica de cristiano viejo vendrá a ser una ventaja en el ámbito político, pues se pedirá como requisito).
por su ascendencia judía, posterior mente serán más obvios los componentes de
contenido político o eclesiástico, a tenor de las prohibiciones y trabas de que
fueron objeto, en algunas poblaciones, para acceder a las regidurías municipales,
para desempeñar oficios como el de escribano del concejo o para entrar en
determinados centros y organizaciones religiosas.
Más allá de luchar en contra de herejías, los Inquisidores, se veían
beneficiados en cuestiones económicas ya que la confiscación de bienes resultó
redituable tanto para la supervivencia del tribunal mismo como de los hombres al
frente de dicha institución.
Según el señor Liebman, hasta que los judaizantes aparecían ante el
tribunal, tenían grandes dificultades para poder pagar los gastos en el Santo
Oficio, pero, “cuando los judaizantes empezaron a aparecer entre los penitentes
en el Auto de fe, llegó el alivio derivable de la confiscación, multas y penitencias”17
Otro ejemplo de estos procesos que buscaban la confiscación fue el de
Francisco Matos, quien fue rabino, profesor y dogmatizador, él murió antes de que
su proceso tuviese fin y su efigie fue quemada con la de su hijo, que había
escapado. También podemos encontrar el caso de Luis de Carvajal, que fue
gobernador de la provincia de Nuevo León, destituido y torturado en 1595 y
quemado en 1596 junto con su madre y sus tres hermanas.
Los ejemplos sobran, desde familias enteras que son desterradas para que
se les juzgue en castilla, hasta procesos a esclavos con el sólo propósito de
encontrar un indicio que de pie al juicio del señor del esclavo.
17 Liebman, op. cit. The jew In New… p. 121.
Conclusiones
Podemos ver que las causas para enjuiciar a los judaizantes son variadas,
si bien se cumple el cometido de este escrito, no es claro que pueda ser sólo una
causa económica la que mueve los procesos inquisitoriales, los procesos se dan
por varias razones y todas van de la mano.
El factor antisemita (aunque es precos llamarlo así), está presente en todo
juicio, el hecho es, que si bien una de las razones que más mueve a los
inquisidores a procesar cargos contra algún vecino de la ciudad, es su
ascendencia y pureza de sangre, también lo es la economía de que estos gocen,
pues bien los juicios a personas de segunda o tercera calidad terminaban en su
mayoría con el uso de un San Benito, dependiendo la ofensa o crimen claro está.
Los juicios a judaizantes fueron disminuyendo conforme el tiempo pasaba,
esto se debe a un motivo, y es que los conversos terminaron por adoptar la
religión católica y olvidarse de sus costumbres, pues algo que los autores sugieren
es que las comunidades actuales de judíos no pueden provenir de aquellos cripto-
judíos por más que se busque. Al contrario en su mayoría se mezclaron,
mantuvieron los negocios y se olvidaron de su pasado religioso.
.
Bibliografía
De La Cruz, Valenciano, Luis, La inquisición española, Universitat Jaume I,
España, 2012, pp. 197
Gojman, Goldberg, Alicia, Los conversos en la Nueva España, UNAM,
México, 1980, pp. 235
Greenleaf, Richard E., La Inquisición en la Nueva España, Fondo de
Cultura Económica, México, 1981,
Liebman, Seymour, B., The Jews in New Spain: Faith, Flame, and the
Inquisition, University of Miami Press, 1970, pp. 381
Hemerografía
Seymour B. Liebman, "Fuentes desconocidas de la historia mexicano-
judía", en Historia Mexicana, El Colegio De Mexico, Vol. 14, No. 4 (Apr. -
Jun., 1965), pp. 707-719
Internet
SA, Edicto de granada de 1492, en
[http://www.ladeliteratura.com.uy/biblioteca/granada.pdf] en [22 de junio de
2013]
Lutero, Martín, Sobre los judíos y sus mentiras, en:
[http://apitox.eu/docs/Lutero-Sobre_los_judios_y_%20sus_mentiras.pdf], a
[20 de junio de 2013]