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LA TARDE DEL VIEJO MACARONI

La tarde del viejo Macaroni, de Fontanarrosa

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LA TARDE DEL VIEJO

MACARONI

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Angelina

Ferreira

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El viejo Macaroni era un mendigo, que siempre pasaba por casa y con el

único que tenía relación era con el tío Eremian, comentaban sobre las

soberbias propiedades curativas del emplasto de hoja de parra, en el

fresco atardecer de la vereda.

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Un día en navidad papá lo invitó a casa lo agarró del codo, y lo llevó a la cocina;

el viejo usaba un sombrero entre las manos en actitud de prevención y

defensa. Macaroni estaba muy emocionado por la invitación dijo que

hace 25 años que pasaba la navidad solo

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entonces quería pagarles con poesía la invitación porque decía que él era poeta; y que de joven se ganaba la vida recitando. Ya habían tomado varias copas de vino cuando el recitó una poesía llamado “madre”, dijo que se lo dedicaba a la mujer que había perdido de niño, la que le dio la vida.

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Se puso de pie y, con las mejillas arreboladas por el alcohol, recitó durante 3 cuartos de hora un insoportable y tedioso poema de su autoría, después se subió a la silla y dijo:

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¡Y ahora, mi estimado público, tendremos nueva oportunidad de conmovernos con las estrofas que me pertenecen del poema titulado “patria” , y para el cual pido toda vuestra atención, ya que es algo largo y...Fue ahí cuando lo interrumpió papá, lo agarró del brazo, lo trataron de convencer para que no siguiera recitando;

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entonces el viejo decía que le daba vergüenza y quería pagar de algún modo la invitación, después como no le dejaban recitar quería cantar, pero le dijeron que mejor sería que se vaya. Salto arriba de la mesa y aplasto el pastel de la tía Farah; ella empezó a gritar que lo echen, pero el insistía y por eso le tuvieron que dar una paliza, lo tiraron a la calle y casi lo piza un tranvía.