3
C o m e n t a r La teoría feminista de las Relaciones Internacionales Juan Antonio Carrillo Salcedo* La teoría feminista de las Relaciones Inter- nacionales es una gran olvidada en el ámbito acadé- mico español. La profesora Rodríguez Manzano lo re- cuerda desde el comienzo de su ponencia, al referirse a las escasas reflexiones teóricas sobre el tema: los breves análisis en los cursos de los profesores Agui- rre y Cornago en la Universidad del País Vasco, en 1996 y 1998, y las reflexiones de la profesora Palo- ma García Picazo ("Desde la exclusión: las relaciones internacionales desde una perspectiva de género"), en las páginas 328 a 332 de su excelente libro Las relaciones internacionales en el siglo XX: la contienda teórica. Hacia una reflexión reflexiva y crítica (Ma- drid, UNED, 1998). En este orden de cosas, me parece muy positivo que la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas haya incluido el tema en su primera Tribuna Joven sobre Temas de Derecho Internacional y de Relaciones Internacionales, y lo haya confiado a una joven profesora de Relaciones lnternacionales de la Universidad de Santiago de Compostela, la Dra. Ire- ne Rodríguez Manzano. En ambos hechos veo un evi- dente signo de la actitud de apertura intelectual que el Presidente, profesor Enrique Fuentes Quintana, ha sabido imprimir a las actividades de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. El propósito no ha sido el de ceder a una moda o dar la impresión de "estar a la última". Por el contrario, la Academia ha querido contribuir con un esfuerzo de reflexión científica a la creciente vincula- ción de la teoría de las Relaciones Internacionales con los desarrollos de otras ciencias sociales (espe- cialmente la Historia, la Sociología, la Ciencia Política. la Economía y la Antropología), en las que las apor- taciones feministas quedaron recogidas con más de veinte anos de antelación a su inclusión en las Rela- ciones lnternacionales a partir de finales de la déca- da de los ochenta. * Catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones lnternacionales en la Universidad de Sevilla. Acade- mico correspondiente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas Desde 1 9 1 9 han existido tres grandes de- bates en la teoría de las Relaciones Internacionales: 1) el debate entre utopismo y realismo. a finales de los treinta y comienzos de los cuarenta; 2) el debate sobre el método -esto es, la disputa entre historia y ciencia- de los sesenta y principio de los setenta; 3) finalmente, el tercer debate entre positivismo y sus críticos, en los ochenta y los noventa. Esta nueva fase -cuyos protagonistas son, a juicio de la profesora Rodríguez Manzano, el pos- modernismo, la teoría crítica y algunos trabajos femi- nistas- se inscribe en una transición intelectual de largo alcance y todavía en evolución en las disciplinas filosóficas y sociales. En este clima de pluralismo teórico y me- todológico, única respuesta válida a un mundo tan complejo como el presente, ¿no se corre sin embar- go el riesgo de que, como apuntara Holsti en 1989, la acumulación de teorías. discursos y programas de investigación esté llevando a un alto nivel de confu- sión y cacofonía intelectual? lrene Rodríguez Manzano no comparte es- tos temores y piensa que tres objetivos caracterizan a este pluralismo teórico y metodológico: 1 ) provocar el examen crítico de los discursos dominantes; 2) ca- pacitar a las perspectivas y poblaciones marginadas; 3) por último, proporcionar las bases para concep- tuaciones alternativas. En este contexto, y en el actual panorama teórico de las Relaciones Internacionales, ¿cuál es la posición de las aportaciones feministas? ¿Suponen una concepción específica -distintiva dice la profeso- ra Rodríguez Manzano- para teorizar sobre las rela- ciones internacionales? En el período de entreguerras, 1 9 1 9- 1 939, las cuestiones centrales fueron la guerra, la seguridad y la paz, y la mujer apenas tenía cabida en una esfe- ra dominada por hombres; en palabras de Waltz, "las acciones de los estados, y más exactamente de los hombres que actúan por los estados, han llegado a dominar la sustancia de las relaciones internaciona- les". De ahí que éstas hayan podido ser caracterizadas

La teoría feminista de las Relaciones Internacionales

  • Upload
    others

  • View
    3

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: La teoría feminista de las Relaciones Internacionales

C o m e n t a r

La teoría feminista de las Relaciones Internacionales

Juan Antonio Carrillo Salcedo*

La teoría feminista de las Relaciones Inter- nacionales es una gran olvidada en el ámbito acadé- mico español. La profesora Rodríguez Manzano lo re- cuerda desde el comienzo de su ponencia, al referirse a las escasas reflexiones teóricas sobre el tema: los breves análisis en los cursos de los profesores Agui- rre y Cornago en la Universidad del País Vasco, en 1996 y 1998, y las reflexiones de la profesora Palo- ma García Picazo ("Desde la exclusión: las relaciones internacionales desde una perspectiva de género"), en las páginas 328 a 332 de su excelente libro Las relaciones internacionales en el siglo XX: la contienda teórica. Hacia una reflexión reflexiva y crítica (Ma- drid, UNED, 1998).

En este orden de cosas, me parece muy positivo que la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas haya incluido el tema en su primera Tribuna Joven sobre Temas de Derecho Internacional y de Relaciones Internacionales, y lo haya confiado a una joven profesora de Relaciones lnternacionales de la Universidad de Santiago de Compostela, la Dra. Ire- ne Rodríguez Manzano. En ambos hechos veo un evi- dente signo de la actitud de apertura intelectual que el Presidente, profesor Enrique Fuentes Quintana, ha sabido imprimir a las actividades de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.

El propósito no ha sido el de ceder a una moda o dar la impresión de "estar a la última". Por el contrario, la Academia ha querido contribuir con un esfuerzo de reflexión científica a la creciente vincula- ción de la teoría de las Relaciones Internacionales con los desarrollos de otras ciencias sociales (espe- cialmente la Historia, la Sociología, la Ciencia Política. la Economía y la Antropología), en las que las apor- taciones feministas quedaron recogidas con más de veinte anos de antelación a su inclusión en las Rela- ciones lnternacionales a partir de finales de la déca- da de los ochenta.

* Catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones lnternacionales en la Universidad de Sevilla. Acade- mico correspondiente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas

Desde 1 9 1 9 han existido tres grandes de- bates en la teoría de las Relaciones Internacionales: 1 ) el debate entre utopismo y realismo. a finales de los treinta y comienzos de los cuarenta; 2) el debate sobre el método -esto es, la disputa entre historia y ciencia- de los sesenta y principio de los setenta; 3) finalmente, el tercer debate entre positivismo y sus críticos, en los ochenta y los noventa.

Esta nueva fase -cuyos protagonistas son, a juicio de la profesora Rodríguez Manzano, el pos- modernismo, la teoría crítica y algunos trabajos femi- nistas- se inscribe en una transición intelectual de largo alcance y todavía en evolución en las disciplinas filosóficas y sociales.

En este clima de pluralismo teórico y me- todológico, única respuesta válida a un mundo tan complejo como el presente, ¿no se corre sin embar- go el riesgo de que, como apuntara Holsti en 1989, la acumulación de teorías. discursos y programas de investigación esté llevando a un alto nivel de confu- sión y cacofonía intelectual?

lrene Rodríguez Manzano no comparte es- tos temores y piensa que tres objetivos caracterizan a este pluralismo teórico y metodológico: 1 ) provocar el examen crítico de los discursos dominantes; 2) ca- pacitar a las perspectivas y poblaciones marginadas; 3) por último, proporcionar las bases para concep- tuaciones alternativas.

En este contexto, y en el actual panorama teórico de las Relaciones Internacionales, ¿cuál es la posición de las aportaciones feministas? ¿Suponen una concepción específica -distintiva dice la profeso- ra Rodríguez Manzano- para teorizar sobre las rela- ciones internacionales?

En el período de entreguerras, 1 9 1 9- 1 939, las cuestiones centrales fueron la guerra, la seguridad y la paz, y la mujer apenas tenía cabida en una esfe- ra dominada por hombres; en palabras de Waltz, "las acciones de los estados, y más exactamente de los hombres que actúan por los estados, han llegado a dominar la sustancia de las relaciones internaciona- les". De ahí que éstas hayan podido ser caracterizadas

Page 2: La teoría feminista de las Relaciones Internacionales

como un ámbito tradicionalmente masculino, y su es- tudio como "una de las disciplinas más masculina, en su personal y en su interpretación de los estados, las guerras y los mercados", una "de las más resistentes a la investigación feminista", como si lo internacional fuese exclusivamente una empresa de hombres.

Los estudios de McGleen y Sarkees, por ejemplo, mostraron en 1993 el minoritario grupo de mujeres existente en los niveles más alto de los de- partamentos de Estado y de Defensa de los Estados Unidos de América, y no en vano Ann. J. Tickner pu- do decir, con razón, cinco años antes, al proceder a una reformulación feminista de los principios del rea- lismo político formulados por Hans Morgenthau, que el número de mujeres que se han especializado en te- mas de seguridad es escaso, y subrayar la tendencia a orientarse hacia los campos de la economía política internacional, las relaciones Norte-Sur y las cuestio- nes de justicia distributiva.

Pero ¿no será acaso que, posiblemente, hombres y mujeres jueguen roles similares y queden afectados de modo semejante en los procesos y rela- ciones internacionales?

Por otra parte, ¿cómo ignorar la posición crítica de las mujeres que se organizaron para poner fin a la Primera Guerra Mundial? ¿O la de las mujeres que se opusieron a las condiciones de castigo im- puestas a Alemania al terminar la Gran Guerra, sobre la base de que difundirían pobreza, enfermedad y enemistad a través de Europa, y engendrarían nuevos conflictos? ¿O el movimiento social del WSP (Women Strike for Peace). que en la época de la crisis de los misiles cubanos fue capaz de convencer al presidente Kennedy de la necesidad de concluir un tratado para el control de armas nucleares?

En todo caso, de los silencios de la teoría de las Relaciones Internacionales respecto de las cuestiones feministas hemos pasado, afortunadamen- te, a una reconciliación. En 1988, Millenium dedicó un número monográfico a "Mujer y Relaciones Inter- nacionales"; cinco arios más tarde, Alternativas y el Fletcher forum of World Affairs harán otro tanto, con "Escritos feministas" y "Género y Relaciones Interna- cionales".

Idéntico proceso ha tenido lugar en el ám- bito del Derecho Internacional. con estudios como el de Hilary Charlesworth, Christine Chinkin y Shelley Wrigth ("Feminist Approaches to lnternational Law"), publicado en el American Journal of lnternational Law en 1991.

La teoría jurídica feminista -y agradezco es- tas reflexiones a la profesora María del Carmen Már- quez Carrasco, compañera en el Departamento de De- recho Internacional de la Universidad de Sevilla- puede contribuir al desarrollo progresivo del Derecho Internacional, al poner en cuestión la naturaleza y el funcionamiento de este sistema jurídico y de su con-

P A P E L E S Y M E M O R I A S

texto social. El análisis feminista trae consigo, en efec- to, que la perspectiva se dirija más allá de las entida- des abstractas que son los estados, para evaluar la in- cidencia real de las normas sobre las mujeres que se encuentran bajo la jurisdicción de esos estados. La perspectiva feminista senala, en este orden de cosas, que el proceso de elaboración de las normas jurídicas internacionales y su contenido privilegian a los hom- bres, y que, en caso de que se tomen en considera- ción, los intereses de las mujeres son marginados; de ahí que sostenga que el Derecho Internacional es un ordenamiento profundamente sesgado.

Acaso sea así. Pero ¿no podría tratarse en realidad más que de un aspecto de la necesidad de profundizar en uno de los más importantes procesos de transformación del orden internacional, concreta- mente el de humanizacion del Derecho Internacional?

En todo caso, la reconciliación se ha produ- cido, y resulta innegable que la mujer aparece cada vez más como actor y como tema (Andrés Ortega, Horizontes cercanos. Guía para un mundo en cambio, Taurus. Madrid 2000, págs. 20-24). En otros térmi- nos, las relaciones internacionales no están ya sepa- radas de la cuestión del sexo, aunque en lo que con- cierne a la teoría feminista de las Relaciones Internacionales persistan llamativos silencios en signi- ficativas publicaciones norteamericanas (como Inter- national Studies Ouarterly, lnternational Organization y World Politics), silencios y ausencias que incluso se dan en emblemáticas revistas del feminismo en Esta- dos Unidos de América, como Feminist Studies y Wo- men-S Studies lnternational Forum.

Ahora bien, la mujer ¿es sólo una variable o el género es una categoría analítica en el estudio de las relaciones internacionales?

La profesora Rodríguez Manzano se refiere a tres posiciones feministas: el feminismo liberal. el radical y el posmoderno, que tiene sus raíces en el pensamiento de Michel Foucault y que insiste en la necesidad de escuchar las voces de las mujeres mar- ginadas, interpretando la manera en que dan sentido a sus vidas y definen sus prioridades y objetivos, re- chazando proyectos teóricos en los que -como en el feminismo radical- se universalizan las experiencias y las aspiraciones de mujeres occidentales.

Invitada por mí a precisar su posición per- sonal, y al contestar a una pregunta formulada por Ju- lieta Carmona Bermejo (una de las más asiduas parti- cipantes en esta primera Tribuna Joven de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas sobre Te- mas de Relaciones Internacionales y de Derecho In- ternacional), la profesora Rodríguez Manzano rechazó explícitamente los postulado del feminismo radical, pero sin asumir los del liberal. Esto es, sin compartir análisis como el de Fukuyama, para quien la revolu- ción sexual de finales del siglo XX va a convertir, pri- mero al mundo occidental y por extensión a todo el planeta, en un medio menos militarizado.

Page 3: La teoría feminista de las Relaciones Internacionales

En una actitud que se orienta a hacer visi- bles a las mujeres y a las relaciones de género en las relaciones internacionales contemporáneas, y a res- ponder a la pregunta acerca de dónde están las mu- jeres en un tiempo de globalización (en el que, como observó en el diálogo la profesora Paloma García Pi- cazo, se da la paradoja de que las mujeres están pre- sentes en el sector de lo público cuando éste se re- duce, y siguen ausentes en cambio en el sector de lo privado transnacional, con lo que, a pesar de las apa- riencias, la mujer sigue discriminada incluso en el mundo del Norte), lrene Rodríguez Manzano se mani- festó en favor de lo que Silvester ha denominado postmodernismo feminista, frente al empirismo femi- nista (propio del feminismo liberal) y al punto de vis- ta feminista (propio del feminismo radical).

En todo caso, y tanto si la mujer es consi- derada una variable de la Relaciones lnternacionales como si el género es considerado categoría analítica de las Relaciones Internacionales. ¿no estaremos en definitiva sino ante una manifestación más, pero úni- camente eso, de una categoría más amplia, la de la desigualdad?

En el método seguido en las distintas sesio- nes de la Tribuna Joven. el comentarista tiene una ventaja sobre el auditorio: que conoce previamente el pensamiento del ponente. Confieso que, tras la lectu- ra de la ponencia de la profesora Rodríguez Manzano, mi impresión era que la teoría feminista de las rela- ciones internacionales no es una categoría específica. Después de su exposición y de sus respuestas a las preguntas formuladas en el diálogo -en particular, las anteriormente señaladas y la hecha por el profesor Alejandro Rodríguez Carrión-, estoy convencido de que la perspectiva epistemológica del postmodernis- mo feminista sí es una categoría distintiva.

Convencimiento que se apoya, además, en unas palabras del Secretario General de las Naciones Unidas en el Foro Mundial de la Educación, que se ce- lebraba en Dakar en las mismas fechas en que tenía lugar la sesión de la Tribuna Joven de la Real Acade- mia de Ciencias Morales y Políticas sobre Temas de Relaciones lnternacionales y de Derecho Internacio- nal, dedicada a la teoría feminista de la Relaciones In- ternacionales, el 27 de abril de 2000.

En efecto, hablamos de un mundo en el que, a pesar del crecimiento económico experimenta- do durante las últimas décadas en muchos países y del aumento de renta per cápita de unos mil quinien- tos millones de seres humanos, los hechos ponen de manifiesto que el foso entre riqueza y pobreza se ha agrandado; más de mil trescientos millones de perso- nas viven en situación de miseria absoluta; el 20% de los más pobres del planeta dispone sólo del 1 , l % del producto mundial bruto; el patrimonio neto de las diez fortunas más grandes del mundo equivale a una vez y media la renta nacional total del conjunto de los países menos desarrollados; mas de mil millones no tienen acceso a la salud, la educación básica o el agua

potable; dos mil millones carecen de acceso a la elec- tricidad; el 80% de la humanidad no tiene medios de acceder a las nuevas tecnologías de la información; en la suicida agresión contra la naturaleza, apenas se tie- ne conciencia de una ética del futuro y de nuestras responsabilidades hacia las generaciones venideras. Y es preciso recordar que, en ese mundo, el 70% de los pobres son mujeres.

Refiriendose a este hecho, característico del mundo subdesarrollado en general y del africano en particular. Kofi Annan puso de manifiesto que la ayu- da oficial a la educación básica se mantiene en un porcentaje patético, y sostuvo, con razón, que "si las niñas se educasen, aumentarían los ingresos familia- res, los matrimonios serían más tardíos, disminuirían la natalidad y la mortalidad maternoinfantil".

La contribución de la mujer y de la teoría feminista a la construcción teórica de las Relaciones lnternacionales y del Derecho Internacional dejaría de verse al modo de Fukuyama -es decir, por su apor- tación a la construcción de un mundo más pacífico y menos militarizado- para contemplarse en una pers- pectiva mucho más amplia, esto es, en su aportación a tres grandes vías de construcción de la paz: en pri- mer lugar, a una nueva visión de la seguridad, que no se reduce a sus dimensiones militares y de poder, si- no que se concibe como seguridad humana; en se- gundo lugar, al proceso de humanización del orden in- ternacional; por último, a la construcción de un nuevo modelo de orden internacional en el que la referencia a la persona ayuda a sustituir el concepto clásico de sociedad interestatal (como grupo social atomizado y fragmentado, compuesto por un tejido de relaciones bilaterales dominadas por los intereses nacionales, la reciprocidad, y el do ut des) por la visión de una co- munidad interdependiente. unida y solidaria, que co- mienza a ser una realidad histórica, o al menos un or- den en potencia, y deja de ser un mito o una mera aspiración en el espíritu de los hombres.