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LA TRÍADA DE LA CULTURA MEXICANA, EL GÉNERO Y LA ENFERMERÍA COMO CAUSAS SILENCIADAS DEL SÍNDROME DE BURNOUT María Hortensia Castañeda Hidalgo

LA TRÍADA DE LA CULTURA MEXICANA, EL GÉNERO Y LA …rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/36095/1/Tesis_Castaneda... · 2017-06-09 · faltas éticas cometidas, el empobrecimiento de

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LA TRÍADA DE LA CULTURA MEXICANA, EL GÉNERO Y LA ENFERMERÍA COMO CAUSAS SILENCIADAS

DEL SÍNDROME DE BURNOUT

María Hortensia Castañeda Hidalgo

Tesis Doctoral

LA TRÍADA DE LA CULTURA MEXICANA, EL GÉNERO Y LA

ENFERMERÍA COMO CAUSAS SILENCIADAS

DEL SÍNDROME DE BURNOUT

UNIVERSIDAD DE ALICANTE

Tesis Doctoral

LA TRÍADA DE LA CULTURA MEXICANA, EL GÉNERO Y LA

ENFERMERÍA COMO CAUSAS SILENCIADAS

DEL SÍNDROME DE BURNOUT

Presentada por:

MCE María Hortensia Castañeda Hidalgo

Dirigida por:

Dr. Manuel Lillo Crespo

Alicante, España. Julio de 2012

UNIVERSIDAD DE ALICANTE

El que suscribe, Dr. Manuel Lillo Crespo, profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud de la

Universidad de Alicante,

CERTIFICA:

Que la Memoria para optar al grado de Doctor realizada por María Hortensia Castañeda Hidalgo,

cuyo título es:

LA TRÍADA DE LA CULTURA MEXICANA, EL GÉNERO Y LA ENFERMERÍA

COMO CAUSAS SILENCIADAS DEL SÍNDROME DE BURNOUT

ha sido realizada bajo su dirección y reúne todos los requisitos para su juicio y calificación.

El que suscribe en Alicante, Julio de 2012.

Dr. Manuel Lillo Crespo

A mi padres Gilberto y Elisa, que son lo mejor que me ha pasado en la vida

A mi hija Elisita, por ser ejemplo constante de valentía

A mis hermanos Gilberto y Liliana porque sus extraordinarios cerebros, siempre

han sido un reto para el mío

"La libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos. Por la

libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida."

Libertad, Don Quijote

Índice de Contenidos

AGRADECIMIENTOS 1

PREFACIO 2

RESUMEN 6

ABSTRACT 9

PRÓLOGO 11

1. INTRODUCCIÓN 13

1.1. Descripción de la situación actual 15

1.2. Planteamiento del fenómeno a estudio 24

1.3. Perfil de la enfermería Mexicana 27

1.4. Relevancia del Estudio 32

1.5. Trascendencia del estudio 35

1.6. Hipótesis 36

1.7. Cuestión de investigación 37

1.8. Objetivos de estudio 38

1.8.1. Objetivo general 38

1.8.2. Objetivos específicos 38

2. ESTADO DE LA CUESTION 40

2.1. Escalas de medición 42

2.2. El deber de la responsabilidad o morir en la raya 44

2.3. La significancia de los números o el arte de contar 49

3. MARCO TEORICO Y CONCEPTUAL 58

3.1. La perspectiva teórica de Maslach 60

3.2. La perspectiva teórica de Neuman 64

4. METODOLOGIA 67

4.1. Método cuantitativo y diseño de estudio 69

4.2. Población a estudio 70

4.2.1. Población Diana 70

4.2.2. Muestreo 70

4.2.3. Criterios de inclusión y exclusión 70

4.3. Instrumentos de recolección de datos cuantitativos 71

4.4. Recolección de la información, procesamiento y análisis de resultados 72

4.5. Definición operacional y escala de medición de las variables principales 73

4.6. Método cualitativo y técnica 74

4.6.1. Muestreo 74

4.6.2. Técnicas de recolección de información 74

4.7. Contexto de investigación 76

4.8. El abordaje etnográfico 77

4.9. El rigor metodológico 79

4.10. Las entrevistas 81

4.11. Etica del estudio 83

5. ANALISIS Y RESULTADOS 85

5.1. Consistencia interna del instrumento 87

5.2. Estadística descriptiva de las variables de estudio 88

5.3. Análisis bivariado o correlacional 91

5.4. Hallazgos cualitativos 93

5.4.1. Caracterización del contexto donde se abordó el estudio 93

5.4.2. Datos sociodemográficos de las participantes en la fase cualitativa 97

5.4.3. Hallazgos por categoría 98

5.4.3.1. Cultura institucional 98

5.4.3.2. Ambiente laboral 98

5.4.3.3. Estrés laboral 99

5.4.3.4. Efectos percibidos de la situación laboral 100

5.4.3.5. Concepto de Burnout 103

5.4.3.6. Categoría emergente 105

6. DISCUSION DEL TEMA 111

6.1. Limitaciones del estudio 121

7. CONCLUSIONES 123

7.1. Conclusiones 125

ANEXOS 133

Anexo A.- Cédula de datos sociodemográficos y laborales 135

Anexo B.- Maslach Burnout Inventory (Maslach, 1986) 136

Anexo C.- Formato de Recolección de Datos de los Grupos Focales 138

Anexo D.- Guía de entrevistas 139

Anexo E.- Datos estadísticos del Hospital General “Dr. Carlos Canseco” 141

Anexo F.- Organigrama del Hospital General “Dr. Carlos Canseco” 142

Anexo G.- Notas periodísticas a cerca de la situación laboral en Enfermería en México 143

Anexo H.- Artículo con la Historia de los Antiguos Hospitales de Tampico 147

Anexo I.- Artículos Periodístico acerca del Seguro Popular 149

BIBLIOGRAFÍA 153

Índice de Figuras

Figura 1. Organigrama del departamento de enfermería 25

Figura 2. Metodología empleada en el estudio 79

Figura 3. Gráfico de barras del Síndrome de agotamiento profesional con estado civil

y turno

91

Figura 4. El modelo de Triple Hélice 126

Índice de Tablas

Tabla 1. Instrumentos de medida del burnout (Garcés de los Fayos, López, Soler y

García Montalvo, 1994)

42

Tabla 2. Características sociodemográficas 88

Tabla 3. Distribución de las escalas MBI 89

Tabla 4. Distribución de las variables 89

Tabla 5. Síndrome del agotamiento profesional 91

Tabla 6. Síndrome del agotamiento profesional por servicio 91

Tabla 7. Características sociodemográficas de las participantes en la fase cualitativa 97

1

Agradecimientos

Al Dr. Manuel Lillo Crespo, mi director de tesis por su apoyo irrestricto y su fé en mi

persona.

A la MCE Gloria Acevedo Porras, Directora de la Facultad de Enfermería de Tampico, de

la Universidad Autónoma de Tamaulipas por las facilidades otorgadas para la realización de este

proyecto y por su confianza en mi trabajo.

A la MCE Tranquilina Gutiérrez Gómez por compartir conmigo el sueño de que

podíamos cursar un programa de doctorado.

A la Universidad Autónoma de Tamaulipas, porque al ser mi Alma Mater me ha cobijado

en mi desarrollo profesional.

Al personal directivo, docente y administrativo de la Facultad de Ciencias de la Salud de

la Universidad de Alicante.

Al personal de enfermería que participó en el estudio por su generosa aportación al

mismo.

A la Mtra. Gloria Esthela González Quirarte, por la asesoría estadística.

A mis amigas Sonia, Alma Delia, Nora, Gaby y Ghis por su comprensión y palabras de

aliento.

A todos ellos, les quedo eternamente agradecida!

María Hortensia Castañeda Hidalgo

Prefacio

El interés de este trabajo se ha centrado en encontrar alguna respuesta a una

problemática que viene afectando al personal de enfermería con el correr del tiempo y

que se ha planteado como impulsor de la presente investigación.

En la actualidad las personas dejan de trabajar a una edad temprana debido a un

agotamiento que repercute en su rendimiento laboral, al igual que acontecía en el tiempo

de la Era Industrial. Lo cual permite inferir que ése agotamiento padecido por las

personas era corporal, debido a que cada tarea demandaba un esfuerzo físico, ya que se

consideraba al trabajador como extensión de la máquina.

En la Era de los Servicios - que surge con posterioridad - las reglas no se

modifican demasiado, y las personas en las organizaciones siguen adaptando su trabajo

a las directivas de alguien que conoce y ordena la totalidad del juego. Hasta hace no

mucho los paradigmas implícitos en un modelo económico propio de la Era Industrial y

luego de la Era de los Servicios, sostenían la vigencia de reglas de juego que sólo se

focalizaban en la construcción de riqueza para algunos. Las experiencias de fracasos por

faltas éticas cometidas, el empobrecimiento de la tarea, cuando no el desempleo, los

problemas de stress y sus efectos sobre el rendimiento, ponen en tela de juicio estas

reglas y aparecen numerosas voces que ponen a la enfermera con su dignidad y talento y

a la ética en el centro de la escena.

El trabajo ofrece a cada ser humano un lugar en el escalafón de los recursos de la

sociedad: promueve y designa inserciones en su estructura, además de brindarle capital

social y humano. En México, desde hace tres décadas, el género femenino ha ingresado

a actividades económicas que por siglos atrás se les habían negado. Pero ello no quiere

3

decir que su situación en la actualidad sea de optimismo. Aún enfrentan barreras

jurídicas y tradicionales que les impiden la propiedad o el acceso a la tierra, a los

recursos naturales, los créditos, tecnología y otros medios de producción.

Los problemas sociales que con mayor frecuencia se han asociado con las mujeres

y el trabajo y que impiden el despliegue de sus capacidades y desarrollo han sido: la

discriminación para la contratación (con situación agravada si la mujer es madre soltera

o se encuentra embarazada), para la capacitación y el ascenso en los cargos de toma de

decisiones donde se encuentran los privilegiados, en su mayoría hombres; carencia de

seguridad social de las mujeres que tienen doble y triple jornada de trabajo: mujeres

jefas de hogar o madres solteras; presencia de la división sexual del trabajo, así como

del acoso y hostigamiento sexual.

En este país las estadísticas laborales indican cambios sustanciales debido a una

progresiva incorporación de las mujeres en el mercado de trabajo. En dos de cada diez

hogares el único ingreso lo aportan las mujeres, y en cinco de cada diez al menos una

mujer percibe ingresos. En contra de lo que podría pensarse, sólo tres de cada diez

hogares mexicanos son mantenidos en forma exclusiva por un hombre.

La independencia económica de las mujeres está provocando, de manera

inevitable, una transformación en la imagen que las mujeres tienen de sí mismas, en su

creciente experiencia de independencia y en sus responsabilidades y expectativas. Sin

embargo, en la práctica se observa que las mujeres suelen verse mayormente afectadas

con respecto a los hombres y se verifican fenómenos de desigualdad, acceso al trabajo,

segregación, desempleo, doble o triple jornada de trabajo.

El tema del trabajo es sustantivo en el quehacer de la investigación en enfermería,

mientras que la perspectiva de género es una categoría de análisis que tendrá que estar

presente cada vez más en los nuevos proyectos de investigación que se elaboren en

4

relación a los profesionales de enfermería.

El presente trabajo también puede suponer una reflexión sobre los costos que

pagan quienes deciden ir por el reto de trabajar en enfermería en los diversos turnos

laborales, entre los que se cuenta dejar de lado su vida personal y familiar en el camino

para lograr su meta o, en el extremo contrario, la opción por dejar la carrera académica

por circunstancias de vida como la maternidad, el cuidado y la educación de los hijos, o

por tener que cuidar alguna persona enferma a su cargo.

Bien lo decía John Stuart Mill: “No se concibe el progreso de la raza humana negando

la posibilidad de que la mitad de sus miembros hiciese uso de sus talentos”, mucho

menos negándoles las oportunidades de desarrollo y crecimiento en los ámbitos en que

han decidido trabajar.

Por lo que hay que mencionar que el verdadero camino a la equidad señala el

reconocimiento de la mujer como sujeto social con derechos y obligaciones, como

cualquier persona, cuya feminidad ha de ser vista como una actuación que favorece el

ser y crecimiento de una sociedad más humana.

Es importante resaltar la imperiosa necesidad de la creación y fortalecimiento de

redes de apoyo de mujeres para mujeres, que faciliten y potencien la labor de las propias

enfermeras con la intención de resolver algunas de las necesidades de confianza, de

ayuda, de escucha y de abordaje de algunas problemáticas específicas de las mujeres.

Al leer este trabajo, el lector podrá encontrar las finas tramas entretejidas de la

cultura, el género y la profesión de enfermería en un país como México y su particular

idiosincrasia y como al construir este entramado las enfermeras se perciben y se

rescatan a sí mismas.

María Hortensia Castañeda Hidalgo

5

6

Resumen

“NO SOMOS MUCHAS PERO SI MUY MACHAS”

LA TRÍADA DE LA CULTURA MEXICANA, EL GÉNERO Y LA ENFERMERÍA

COMO CAUSAS SILENCIADAS DEL SÍNDROME DE BURNOUT

María Hortensia Castañeda Hidalgo

Los actuales cambios producidos en nuestra sociedad nos obligan, en cierto modo,

a acercarnos a la necesidad concreta de conocer cuál es la causa del Síndrome de

Burnout en personal de enfermería. Se trata de una profesión donde la relación de ayuda

es constante, directa y continua, y cuya experiencia individual debe ser considerada

inserta en un contexto de complejas relaciones.

Así pues, tras realizar un estudio cuantitativo en 179 enfermeras, se obtuvieron los

siguientes resultados: que 19% de los participantes si presentaron este síndrome y en

cuanto a las subescalas 39% tuvieron un nivel alto de agotamiento emocional, 72%

presentaron un nivel alto de despersonalización. Posteriormente se llevaron a cabo focus

groups para contextualizar a la institución de estudio y a través de la técnica de bola de

nieve se fueron reuniendo a las once participantes a las que se les realizaron entrevistas.

Con el análisis y estudio de las mismas, se trató de profundizar en sus propias

experiencias y obtener así, una información subjetiva del tema. La metodología

utilizada en esta parte del estudio es de corte cualitativa y etnográfica, dada la

importancia de la vivencia y percepción de los profesionales sobre la evolución y el

proceso del Síndrome de Burnout. Se propone un modelo de triple hélice como

7

potenciador silenciado del síndrome de burnout en la población estudiada.

Con éste estudio, por tanto, se pretende dar a conocer en profundidad desde la

percepción del personal de enfermería la situación que viven, ya que solo desde el

discurso de los propios actores implicados se puede llegar a conocer cuál es el

verdadero motivo del desgaste profesional en las enfermeras.

8

9

Abstract

"WE ARE NOT MANY BUT WE ARE MACHAS"

THE TRIAD OF MEXICAN CULTURE, GENDER AND NURSING AS SILENT

CAUSES OF BURNOUT SYNDROME

María Hortensia Castañeda Hidalgo

The current changes in our society compel us, in a way, to approach a specific

need to know what is the cause of burnout syndrome in nurses. It is a profession where

the aid relationship is constant, direct and continuous, and whose individually

experience should be considered inserted in a context of complex relationships.

So, after conducting a quantitative study on 179 nurses, the following results

were obtained: 19% of the participants had the syndrome and about 39% had a high

level of emotional exhaustion, 72% had a high level of depersonalization.

After that, focus groups were organized to contextualize the studied institution

and through the snowball technique, eleven participants were interviewed. With the

analysis and study of them, we tried to deepen into their own experiences and get

subjective information of the subject. The methodology used in this part of the study is

of qualitative and of ethnographic court, given the importance of the experience and

perception of professionals about the evolution and process of the burnout syndrome.

We propose a triple helix model as a silent force of burnout syndrome in the population

studied.

10

With this study, therefore, it is pretended to raise awareness of the nurses living situation

from the depth of their perception, because only from the voice of the actors involved,

the real motive of burnout in nurses can be known.

11

Prólogo

El resultado de la exposición crónica a los factores estresantes, emocionales e

interpersonales que conlleva el trabajo clínico es, en muchas ocasiones, el desgaste

profesional. Hace más de treinta años que en el ámbito científico se habla de el

síndrome de burnout, y en la actualidad sigue siendo un tema de gran interés en

investigaciones y publicaciones de carácter científico, comunicaciones en congresos

internacionales. La gran aceptación del término ha facilitado en muchas ocasiones la

demanda de ayuda por parte de los profesionales afectados. Sin embargo, su

conocimiento y difusión no ha impedido que continúe siendo un importante riesgo para

la salud pública en nuestros días. Esta situación debería hacernos reflexionar, quizás aún

no hemos sabido medirlo, prevenirlo e intervenir sobre él de la manera más adecuada.

Entendido el prólogo de una obra como una guía de viaje que debe ayudar al

lector a ubicarse dentro del contexto que la lectura le ofrece, desde esta perspectiva, el

presente trabajo pretende demostrar que la realización de estudios e investigaciones,

tesis doctorales, y su difusión, muestra la sensibilidad a este complejo problema por

parte de un equipo de profesionales que desde hace años se han comprometido con la

observación del proceso y con la investigación, para intentar llevar luz hacia este

fenómeno.

Por ello en este trabajo se ofrece una introducción que presenta un panorama

mundial y luego específico del síndrome de burnout y también se presenta un perfil de

la enfermería mexicana para situar al lector en el contexto donde se llevó a cabo el

estudio. Se puede encontrar a su vez un estado de la cuestión con aproximaciones

cualitativas y cuantitativas, así como la explicación de porque es trascendente el estudio.

12

Al avanzar se puede leer acerca del marco teórico que apoya la presente

investigación así como los resultados cuantitativos y cualitativos y la discusión de los

mismos. Como en toda empresa humana, hubo limitaciones que se reconocen, para que

esperanzadamente la próxima vez se puedan resolver.

En la reflexión final, el deseo profundo es de que no se quemen nuestros sueños

ni se ahoguen las ilusiones en las falsas hogueras de la inequidad y la violencia, que las

enfermeras sean apoyadas para lograr siempre renacer de sus cenizas.

María Hortensia Castañeda Hidalgo

13

Capítulo 1

Introducción

Capítulo 1. Introducción

14

1.1. Descripción de la situación actual

El informe “Salud en el mundo”, elaborado por la Organización Mundial de la Salud en el

año 2010, está dedicado a evaluar la calidad de los sistemas de salud y como proceder a su

mejora. En él se señala que los recursos humanos de un sistema de salud son vitales para el buen

funcionamiento del sistema y para conseguir que éste ofrezca una buena calidad del servicio. El

informe recomienda cuidar los recursos humanos de las organizaciones de salud, pues si estos no

se cuidan, ni se invierte en su mantenimiento, se deterioran rápidamente. Según la OMS (2010),

los trabajadores son el recurso más importante que posee un sistema de salud para lograr su

eficacia porque ésta depende de los conocimientos, de las destrezas y de la motivación de los

profesionales que trabajan en ese sistema.

Este informe (OMS, 2010) también recomienda realizar una buena gestión y una correcta

administración de los recursos humanos para conseguir que la inversión en salud sea equilibrada.

Esa gestión debe considerar variables como la satisfacción con el salario, las oportunidades para

el desarrollo de la carrera profesional y las condiciones de trabajo de los profesionales. Sin

embargo, esto es algo que muchos países todavía distan de conseguir.

Según Gil-Monte y Peiró (2000), las actitudes que desarrollan los profesionales hacia los

usuarios de la organización y el servicio que ofrecen están asociadas a los riesgos laborales de su

entorno laboral, siendo de especial relevancia en el sector salud los riesgos laborales de origen

psicosocial debido a que los profesionales trabajan en continua interacción con personas. Para

estos autores, dentro de los riesgos laborales de carácter psicosocial, el estrés laboral y el

síndrome de Burnout ocupan un lugar destacado, pues son una de las principales causas del

deterioro de las condiciones de trabajo, y fuente de accidentabilidad y absentismo. ¿Pero que

causa a su vez, dicho estrés y burnout? ¿Es acaso que en el silencio las enfermeras tratan de

transmitir su experiencia y su modo de aprehender el mundo y por ello sufren?. En el contexto

donde se llevó a cabo este estudio se observó que las enfermeras, como las de muchas economías

de mercado experimentan una mayor inseguridad laboral, exigencia de excesivas horas de

trabajo, la necesidad de un continuo reentrenamiento como consecuencia de la acelerada

velocidad del cambio en las tecnologías de la información y la poca claridad de la línea que

separa el trabajo de la vida hogareña.

Es en este contexto mexicano con su carga cultural innegable que también se puede

considerar que la autopercepción de las mujeres define la manera en la que se conciben a sí

mismas y llegan a conocer sus estados anímicos internos a través de su conducta. Para las

mexicanas, se trata de una forma de asumir un rol dado por mandato casi divino, e intocable.

Capítulo 1. Introducción

16

Quienes trabajan dentro o fuera del hogar, sean profesionistas o no, experimentan una misma

realidad: el permanente exceso de trabajo y la sensación de que el tiempo es insuficiente. En

general, pareciera que parte importante del fenómeno estuviera propiciado porque las propias

mujeres prefirieran seguir asumiendo el peso de un trabajo desproporcionado antes que

cuestionar la falta de participación efectiva y equitativa del padre y de los hijos en las tareas

domésticas. La presión sobre la importante tarea del cuidado de los hijos así lo exige al grado de

que algunas niegan la oportunidad del padre de llegar a sentirse “madre” con todo lo que esta

propia frase supone.

Cuando los hijos crecen es común que sean ellas quienes carguen, una vez más, con las

culpas del comportamiento de los hijos, al mismo tiempo que, celosamente, continúan asumiendo

la responsabilidad del eterno trabajo doméstico invisible. Lo cierto es que la mujer encauza el

ámbito más sensible del núcleo familiar y realiza al mismo tiempo infinidad de tareas para “el

otro” sin darse tiempo “para sí”. Se trata de un muy complejo fenómeno donde las “ganancias”

secundarias se esconden tras un sinnúmero de “pérdidas”: de oportunidades crecimiento personal,

de educación, de energía física y emocional, de acceso a la cultura, de esparcimiento, de goce

personal.

En un mismo espacio de realidad de las posibles caras de una mujer: las mujeres

mexicanas se asumen acompañantes de tiempo repleto del “jefe de familia”, administradoras de

la casa y nana de los hijos, toda la vida. Son expertas mediadoras, psicólogas amateurs,

enfermeras de cabecera, costureras de detalles, cocineras plus, choferes o acompañantes en las

actividades “extra” de los hijos, asistentes únicas de las juntas de padres de familia.

Las madres de familia mexicanas reconocen los programas curriculares de la primaria y la

secundaria, tantas veces, como hijos tengan. Se diploman en el modelado de la plastilina y del

papel maché, en la costura del punto de cruz, además de ser expertas coleccionistas de cartitas de

los héroes nacionales. Se convierten en hábiles ingenieras de torres de perforación con palillos, y

en hacedoras de cosas inútiles con sopa de coditos pintada de dorado. Se sienten la superheroína

que ordena, decide y salva situaciones conflictivas, aunque después se les eche en cara la

responsabilidad de las cosas cuando no salen bien, ante la actitud expectante y justiciera de los

integrantes de la familia en pleno.

Lo cierto es que, profesionistas o no, muchas comparten la sensación de insatisfacción de

no haberse realizado como lo tenían planeado antes de formar una familia. La falta de tiempo

para invertirlo en el desarrollo personal sale siempre a relucir. Esa necesidad de autorrealización

Capítulo 1. Introducción

17

profesional y personal de la mujer y su incorporación al mercado laboral la han llevado justo a

donde comenzamos: la compaginación de la atención familiar y el ejercicio de la profesión y el

desgaste que esto provoca.

Hemos visto cómo, a diferencia del hombre, la mujer se vive como indispensable en la

atención de los hijos y no cuestiona, en cambio, si el compañero lo es. Busca subterfugios y

oportunidades para mantenerse al pendiente del hogar y de los hijos, lo que tarde o temprano

cobra cuota en la realización profesional. Según el Instituto Nacional de la Mujer (INMUJER,

2010) la madre trabaja a la semana un promedio de 62 horas, en tanto que el hombre cumple

apenas 45 horas. Aun así, la mujer tiene 77 años de esperanza de vida contra 74 de los hombres.

Desde esta perspectiva, la mujer invierte en forma rutinaria más del tiempo del que

físicamente es capaz de soportar. A ese ritmo, su vida comienza a evidenciar un trastorno

psicológico que los especialistas en la atención de la conducta han denominado como

“superwoman”: considera que cuenta con la fortaleza suficiente para hacer todo por sí misma,

aunque ello vaya en contra de su condición física.

La supermujer no delega funciones, lo que “acomoda” de maravilla al resto de la familia.

“Descansa haciendo adobes” en su afán de asumir a la perfección los roles que desempeña. Cree

que puede representar con excelencia el papel de madre, esposa, hija y trabajadora.

El síndrome de Burnout es un síndrome clínico descrito por Freudemberg (1974). No hay

un consenso global para la explicación del síndrome de Burnout (Cebria, 2001). Actualmente la

definición más utilizada es la propuesta por Maslach y Jackson (1982), (Para fines de este trabajo

se utilizó esta definición) que lo definen como: la respuesta inadecuada a un estrés emocional

crónico cuyos rasgos principales son un agotamiento físico y psicológico, una actitud fría y

despersonalizada en la relación hacia los demás y un sentimiento de inadecuación a las tareas que

se han de realizar. Para Maslach y Jackson (1982) el desarrollo del síndrome de burnout tiene

cuatro etapas diferenciadas:

Entusiasmo: Inicio idealista del trabajo, con motivación y expectativas, sin límites de

sacrificio. El riesgo en esta etapa es la de una sobre-identificación con el enfermo y el gasto

excesivo e ineficaz de energía.

Estancamiento: Progresiva toma de conciencia y percepción de la realidad, hay un

enlentecimiento de la actividad frente al desequilibrio entre lo ofrecido y la recompensa recibida.

Frustración: Primera manifestación del Burnout. Se expresa al dejar la persona de

participar tan activamente como acostumbraba, aparecen los cuestionamientos más profundos y

Capítulo 1. Introducción

18

el inicio de la desmotivación.

Apatía: Retiro absoluto del individuo (mecanismo de defensa para evitar el daño

emocional) producto de episodios sucesivos de frustración y desilusión. Aparecen el agotamiento

emocional, el desinterés, el alejamiento, el cinismo, etc.

Sin embargo estas etapas responden a diferentes causas según el contexto o entorno

laboral del individuo, así como de la cultura en la que se desenvuelve.

En síntesis, el Síndrome de Burnout es una pérdida progresiva del idealismo, energía y

motivos vividos por los profesionales de enfermería, como resultado de diversos factores entre

otros, las condiciones de trabajo (Del Rio, Perezagua y Vidal, 2003).

El sector de los servicios sociales no es ajeno a las presiones competitivas de la economía

global, innovación tecnológica y la filosofía de “hacer más con menos”. Hoy se enfatiza la

productividad y la reducción de costos, así como la reestructuración de organizaciones y

estrategias corporativas que muchas veces incrementan la tensión laboral, cuando no inciden en

un cambio de actitudes de los trabajadores hacia la auto-preservación y el abandono de la lealtad

hacia la organización (Rundisill & Edwards, 2002).

Algunos autores (Gil Monte, 2003, Rincón, 2005) afirman que el personal de enfermería

es uno de los más expuestos al estrés en el trabajo debido a que la actividad que desempeña

implica un alto compromiso personal y una interacción directa con las personas que atiende. Por

otra parte, según Rincón (2005) las causas del elevado nivel de síndrome de burnout en el

personal de enfermería se han asociado con bajo reconocimiento social, trabajo bajo presión de

tiempo, falta de autonomía, incorporación de nuevas tecnologías, relaciones conflictivas en el

equipo de trabajo, contacto contínuo con el sufrimiento y la muerte, factores laborales a los que

se les ha llamado estresores o causas de estrés. Y considera que las enfermeras pasan más tiempo

con los pacientes y sus familiares que los propios médicos, que están sometidas a demandas

físicas y emocionales sin precedentes, al involucrarse en cuidados del enfermo con un nivel no

comparable al de ningún otro profesional de la salud.

Según el estudio que Álvarez (2003) realizó en México, serían principalmente las mujeres

el grupo más vulnerable, por razones como la doble carga de trabajo que conlleva la práctica

profesional y la tarea familiar así como la elección de determinadas especialidades profesionales

que prolongarían el rol de la mujer. El estado civil aunque se ha asociado el síndrome mas con las

personas que no tienen pareja estable, tampoco hay un acuerdo unánime; parece que las personas

solteras tiene mayor cansancio emocional, menor realización personal y mayor

Capítulo 1. Introducción

19

despersonalización, que aquellas otras que o bien están casadas o conviven con parejas estables.

Este síndrome se ha conceptualizado como una respuesta al estrés laboral crónico, parece

afectar en mayor o menor medida a un colectivo profesional importante. La desmotivación, el

desinterés, el malestar interno o la insatisfacción laboral son algunos de los aspectos que

caracterizan este síndrome. El síndrome de Burnout, también es llamado síndrome de “estar

quemado” o de desgaste profesional y es considerado como la fase avanzada del estrés

profesional (Ortega y López, 2003).

Quiroz y Saco (2003) consideran que todo este proceso aparece cuando fallan las

estrategias de afrontamiento, que normalmente utiliza el individuo para manejar los estresores

laborales, por lo que es considerado un paso intermedio en la relación estrés laboral-

consecuencias y si este estrés laboral continúa, a lo largo del tiempo tendrá consecuencias

nocivas para el individuo y su salud con alteraciones psicosomáticas como alteraciones

cardiorespiratorias, jaquecas, úlceras, dificultad para dormir, mareos, vértigos, alteraciones

menstruales y emocionales; dentro de estas últimas se puede considerar el distanciamiento

afectivo, ansiedad, impaciencia, irritabilidad, así como actitudes recelosas e incluso paranoides

hacia los pacientes, compañeros y jefes, el individuo niega las emociones y conductas referidas,

culpa a los demás de su situación y no hace o no puede hacer nada para salir de ellas. Entre otras

consecuencias se considera el deterioro del rendimiento y calidad en el cuidado, inasistencias,

ausentismo, rotaciones no deseadas, abandono, etc.

¿Pero acaso los estresores tienen su origen en el propio contexto laboral? ¿Están los

mismos estresores presentes en otros lados?

En México se ha abordado el tema del Síndrome de Burnout con abordaje cuantitativo por

algunos autores sin haber llegado a conclusiones similares (Ballinas-Aguilar y cols, 2009, Tapia-

Hernández y cols., 2009, Martínez-López y López-Solache, 2005, Ortega, Ortiz y Coronel, 2006,

Hernández- Vargas y Dickinson, 2006, Rojas, Castillo y Echeverría, 2001). Las diferencias en los

resultados se refieren a la presencia del síndrome en algunos hospitales más que en otros y sobre

la presencia del síndrome en relación a variables sociodemográficas. Caben aquí las cuestiones

acerca de que variables tienen más peso y reconocer que no todos los hospitales son iguales.

El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática de México (INEGI)

actualizó en 2004 la Clasificación de Instituciones de Salud y dijo que la estructura de esta

clasificación fue actualizada tomando como eje rector la sistematización y organización del tipo

de instituciones de salud, sean éstas públicas o privadas e identificando dentro de las primeras a

Capítulo 1. Introducción

20

las instituciones de salud y seguridad social, así como a las que ofrecen exclusivamente servicios

de salud, con la finalidad de identificar desde la propia clasificación de las instituciones de salud

públicas aquellas que brindan servicios a población derechohabiente y las que ofrecen servicios a

la población abierta. Este mismo criterio fue aplicado en la clasificación de las instituciones de

salud privadas, separando aquellas que ofrecen servicios de salud a población derechohabiente

bajo la modalidad de "contratos o convenios" mediante los cuales los gobiernos estatales o

locales brindan servicios de salud a sus trabajadores, pensionados, jubilados y familiares

beneficiarios; como a las instituciones de salud privadas que ofrecen servicios a la población

abierta.

Un tipo de clasificación lo hace por niveles:

El criterio en el que se basa para conformar los tipos de unidades médicas es su

agrupación en tres grandes rubros de acuerdo al nivel de atención que brindan: las unidades,

clínicas o centros de salud que corresponden al primer nivel de atención de la salud, los

hospitales y centros médicos que son las unidades médicas de segundo y tercer nivel de atención

de la salud. La clasificación por niveles es como sigue:

El Primer Nivel lo caracteriza la atención básica prestada por puestos y centros de salud y

los hospitales locales, los cuales cuentan con servicios de consulta externa y odontológica,

urgencias y hospitalización general. El Segundo Nivel lo caracteriza la atención intermedia dada

por médicos generales y de las especialidades básicas de: medicina interna, cirugía gineco-

obstetricia, pediatría, psiquiatría, anestesiología, así como la atención de partos de bajo y

mediano riesgo, urgencias, consulta externa, odontología, cirugía ambulatoria y hospitalización,

los cuales serán prestados por hospitales de este nivel.

El Tercer Nivel caracterizado por la atención de alta complejidad brindada por médicos y

odontólogos generales, especialistas básicos y subespecialistas, será prestado por los Hospitales

del tercer nivel o de alta especialidad. La clasificación ofrece además una descripción por su

pertenencia: Pueden pertenecer al sector público o privado. Dentro del sector público se

considera que esta clase comprende a todas las instituciones de salud en sus diferentes niveles:

federal, estatal o municipal, que ofrecen servicios de salud a la población no derechohabiente o

abierta.

El hospital general donde se realizó el estudio se clasifica por su pertenencia como

público, porque atiende a población abierta y por su nivel de atención se clasifica como de primer

y segundo nivel, pues brinda servicios de promoción de la salud, prevención de enfermedades y

Capítulo 1. Introducción

21

tratamiento y hospitalización de pacientes que requieren atención de especialidad.

El Hospital General de Tampico, "Dr. Carlos Canseco", dependiente de la Secretaría de

Salud, es una Institución que presta sus servicios de atención médica a la población abierta de la

región Huasteca, que abarca el Sur del Estado de Tamaulipas, el Norte del Estado de Veracruz, el

Noreste del Estado de San Luis Potosí y el Norte del Estado de Hidalgo en México. Esta

institución, fue inaugurada oficialmente el 29 de Noviembre de 1981. Sin embargo empezó a

funcionar hasta la primavera de 1982, cuando cerró el antiguo hospital civil “Dr. Carlos

Canseco”. El hospital cuenta con los servicios de Medicina Interna, Cirugía, Gineco-obstetrica y

Pediatría. Tiene cuatro quirófanos y una sala de terapia intensiva, así como un área de Urgencias.

Tiene su propia unidad de Hemodiálisis. Así mismo en el hospital se llevan a cabo acciones

contenidas en los programas prioritarios de salud estipulados en el Plan Nacional de Salud (2007-

2012) y contribuye a la formación de estudiantes de pre y posgrado de las áreas de la salud al

servir como hospital escuela.

En abril de 1982 se empezaron a trasladar al nuevo hospital general los pacientes que aún

quedaban hospitalizados en el hospital civil al nuevo hospital general que ahora sería

administrado por la Secretaría de Salud. Se empezaron a recibir pacientes de nuevo ingreso,

siendo la primera paciente que ingresó, una señora embarazada a la que se le practicó una

cesárea. Este evento fue de mucha trascendencia pues era un momento histórico para el hospital y

para los servicios de salud que se ofrecen en la comunidad de Tampico, México así como para la

zona de las huastecas tamaulipeca, potosina, hidalguense y veracruzana que son las zonas de

mayor cercanía geográfica al hospital general de Tampico.

Actualmente el hospital sigue atendiendo a población con nivel socioeconómico bajo,

hace muy pocas contrataciones de nuevo personal de enfermería, se le considera un hospital en el

que se reciben la mayoría de los pacientes que llegan por eventos de violencia, por lo que más

aún su personal de enfermería se ve expuesto a situaciones de estrés.

Por lo que las cargas de trabajo que tiene el personal de enfermería es un referente

imprescindible de abordar cuando se habla del síndrome de burnout.

En la publicación de la Agency for Healthcare Research and Quality U.S (2007) en su

documento “Nurse Staffing and Quality of Patient Care” se pone de manifiesto la estrecha

asociación entre la existencia de una adecuada dotación de recursos humanos en enfermería, con

relación al número y tipo de paciente (ratio enfermera/paciente), y la consecuente aparición del

estrés, burnout, síntomas psicosomáticos y pérdida de bienestar e insatisfacción del personal de

Capítulo 1. Introducción

22

enfermería, con una clara repercusión en la seguridad del paciente, como factor de riesgo.

Las investigaciones sobre la relación entre gestión de recursos humanos, consecuencias

psicosociales en el trabajador y seguridad del paciente realizadas (Aiken, 1994, 1995, 2002a,

Gálvez, 2003; Jackson, 2002; Kim, 2007; Miranda, 1996; Parish, 2002), muestran en sus

resultados datos elevados de aumento de morbilidad y mortalidad del paciente y aparición de

infecciones nosocomiales en hospitales, sobre todo en determinados servicios especiales como

unidades de cuidados intensivos o unidades quirúrgicas especializadas (Dichie, 1988; Edbrooke,

1999; Havill, 1997; Kern, 1999; Miranda, 1998).

Los estudios realizados por la American Academy of Nurses sobre los denominados

Hospitales Magnéticos (1995) (concepto introducido por Aiken) demuestran que la gran mayoría

de las enfermeras que trabajan en hospitales, no se encuentran demasiado satisfechas en su

entorno laboral. Las enfermeras piensan que tienen un escaso control sobre su entorno laboral y

sienten que no son valoradas por el trabajo que realizan. En ese país a los hospitales que no

generan estos sentimientos en las enfermeras los han denominado "hospitales magnéticos" y una

de sus cualidades fundamentales es la prioridad que confieren a Enfermería.

Según Aiken (1995), los Hospitales Magnéticos se caracterizan por tener una estructura

horizontal, con poco personal supervisor, dando a los profesionales enfermeros mayor autonomía,

control sobre la práctica y satisfacción laboral. En ellos se da una buena comunicación entre

enfermeras y médicos, es decir, consideran a la enfermera como el eje fundamental del cuidado

hospitalario, lo que garantiza la calidad de los cuidados y una mejora en los resultados de los

pacientes.

Es así que se considera que existen diversos criterios que orientan la determinación de las

necesidades del recurso humano de enfermería en las instituciones de salud. Estos criterios

obedecen a los avances científicos y técnicos de salud, a los perfiles epidemiológicos, académicos

y profesionales del personal desde la dinámica del contexto social, político y cultural y de los

servicios de salud, tanto públicos como privados. La dotación y el requerimiento del personal de

enfermería así como su distribución, son competencias de la administración de enfermería y a su

vez brinda la satisfacción de las necesidades del paciente (Aiken, 1995)

La autora mexicana Balderas (1988) define el cálculo de personal como la operación

realizada con el propósito de establecer en forma cuantitativa las personas necesarias para ejercer

determinados puestos. Actualmente la prestación de servicios de enfermería es el resultado de un

complejo conjunto de elementos del sistema de atención en salud tales como las características de

Capítulo 1. Introducción

23

los pacientes, enfermeras, organización, entorno laboral, carga de trabajo, reformas públicas en

materia de atención de la salud (Balderas, 1988)

Según Balderas (1988), en algunas instituciones se asigna al personal de enfermería de

manera tradicional de acuerdo con el número de camas y pacientes lo cual ocasiona mayormente

un trato rutinario, con pacientes que demandan mayor atención por su enfermedad que otros, esto

propicia que el personal centre la mayor parte de su atención en este tipo de paciente descuidando

a los demás y predisponiendo a múltiples errores en la práctica clínica de los cuidados.

Durante el año 2003, se elaboró en México la “Guía técnica para la dotación de recursos

humanos de enfermería” por la Subsecretaría de Innovación y Calidad de la Secretaría de Salud

para realizar el análisis de los servicios de enfermería en las instituciones de salud, e identificó

varios factores que influyen en la calidad de la prestación de los servicios de enfermería entre

ellos destacó la falta de personal en los tres niveles de atención, situación que se agrava con la

aplicación del Seguro Popular.

La reforma de salud en México tiene como norma la cobertura universal y está

fundamentada en evidencias sobre las necesidades básicas de la población (Fineberg, 2007). Una

de sus etapas más importantes fue la creación del Seguro Popular que implicó por fuerza el

incremento en la carga de trabajo del personal de enfermería que trabaja en los hospitales

generales del país donde se atiende a los pacientes beneficiados con esa reforma, debido a que la

contratación de más enfermeras no fue directamente proporcional al incremento de pacientes,

propiciando más estrés en el personal de enfermería.

De acuerdo con Carmona (2000) es necesaria la realización de nuevos estudios enfocados

en la comprensión de los mecanismos etiológicos del síndrome de burnout, especialmente en

aquellas profesiones con mayor nivel de estrés, así como de las variables que lo modulan para

poder intervenir en su prevención o tratamiento adecuado en el caso de que este problema

aparezca, ya que en la medida que se implanten programas adecuados para afrontar el síndrome

de Burnout y sus consecuencias se conseguirá una mejora sustancial en la calidad de vida laboral

de los sujetos así como un aumento de la salud de los profesionales de enfermería.

Capítulo 1. Introducción

24

1.2. Planteamiento del Fenómeno a estudio

En abril de 2003, el Congreso de la Unión en México, aprobó, con 92% de los votos del

Senado y 73% de los votos de la Cámara de Diputados, una reforma a la Ley General de Salud

que establece el Seguro Popular de Salud (SPS). Este seguro cubrirá progresivamente a todos

aquellos ciudadanos que habían quedado excluidos de la seguridad social convencional

(trabajadores por cuenta propia, desempleados, trabajadores del sector informal de la economía y

personas que están fuera del mercado laboral). Junto con sus familias, estos grupos representan

aproximadamente la mitad de la población (Secretaría de Salud, 2002).

La implementación de esta reforma implica que la atención de salud se brinde en los

hospitales generales de la Secretaría de Salud en el país. Sin que al mismo tiempo se haya

incrementado exponencialmente la plantilla de personal de salud. En el caso del Hospital

General de Tampico los incrementos de personal de enfermería por año han sido pocos y a

continuación se describe la plantilla total por año (Información proporcionada por el

Departamento de Recursos Humanos del Hospital General “Dr. Carlos Canseco” de la Secretaría

de Salud, en Tampico, México):

Año Plantilla Laboral

2005 311

2006 341

2007 371

2008 380

2009 390

2010 375

Capítulo 1. Introducción

25

Figura 1. Organigrama del departamento de enfermería

Fuente: Archivo del Hospital General de Tampico “Dr. Carlos Canseco”

Con lo que se puede observar que el incremento en la plantilla laboral no ha sido

sustancial ni equivalente al incremento de carga laboral. Por lo que al personal que labora en esa

institución se le han asignado cada vez más pacientes para su cuidado y atención de salud, ya que

a través de los últimos cinco años se han jubilado enfermeras de la primera generación de

contratadas desde la apertura de este hospital en 1982, sin que se haya hecho la sustitucion de

todas las enfermeras que se han jubilado. Por lo que han quedado algunas plazas de trabajo sin

cubrir, incrementando con ello la carga laboral.

Las contrataciones siempre están sujetas a las actividades políticas del sindicato de

trabajadores de la secretaría de salud, por lo que en ocasiones se suplen a enfermeras

profesionales con personal que tenga grado de licenciada en enfermería y se contratan con nivel

de auxiliar de enfermería, pero en el desempeño de sus funciones se les demandan

responsabilidades referentes a su grado y no a su nivel de contratación y pago.

Esta carga de trabajo se relaciona directamente con la asistencia y el cuidado de personas

y esto puede propiciar algunos factores que influyen negativamente en el personal, pues trabajar

con personas a las que hay que atender, cuidar, orientar, educar o sencillamente acompañar

Capítulo 1. Introducción

26

provoca cansancio. Durante el proceso del cuidado, el personal de enfermería se enfrenta al dolor,

al sufrimiento y a la muerte, a los riesgos biológicos y al estrés mantenido por situaciones de

emergencia y actualmente también por situaciones de inseguridad propiciadas por el clima de

violencia.

La salud del personal de enfermería es un factor indispensable para mantener el equilibrio

en su actividad profesional, condición a través de la cual, las acciones, actitudes,

comportamientos y responsabilidades pueden desarrollarse sin tensiones que debiliten o

interfieran los cuidados específicos de enfermería.

Los cambios que se han reflejado en los últimos años en el Hospital General de Tampico

con el incremento de la demanda de atención de salud a partir de la implementación del programa

de Seguro Popular, han afectado al personal de enfermería. Dada esta situación, es prioritario

desde la perspectiva de la salud ocupacional valorar y medir el síndrome de burnout en el

personal de enfermería, ya que este personal es el que se encarga del contacto directo y de la

atención del paciente.

Una vez establecida una posición como observadora, de que hay situaciones complejas

laborales y de cultura y género que se entrelazan en este fenómeno, es prioritario analizar desde

la visión de enfermería así como con enfoques más profundos, el síndrome de burnout en el

personal de enfermería que trabaja en un hospital de este tipo con las características particulares

del mismo.

Capítulo 1. Introducción

27

1.3. Perfil de la Enfermería Mexicana

Para plantear un contexto sobre la enfermería en México se ofrece un panorama histórico

(Solórzano, Rubio y Expósito, 2009) así como el perfil actual: El seis de enero se celebra en

México el día de la enfermera, en virtud de que el médico José Villagrana, director del Hospital

Juárez de México, calificó como un “regalo de reyes” para los pacientes la presencia de las

enfermeras.

La profesionalización de la Enfermería en México, al empezar el siglo XX, se instituyó

por diversas causas, entre ellas, que se necesitaba formar recursos idóneos porque:

1º. Ya no se disponía de religiosas que prodigaran atención cristiana y gratuita a sus enfermos.

2º. No se podía utilizar a las parteras para atender a sus enfermos puesto que ellas tenían bien

definidas sus funciones y nivel jerárquico.

3º. Las enfermeras no estaban acordes con las enormes posibilidades de desarrollo clínico que el

nuevo siglo prometía.

Este proyecto requería de cambios en la estructura que, hasta ese momento, había tenido

la atención a los enfermos y esos cambios se dieron en tres ámbitos principalmente: educativo,

ideológico y administrativo.

Hay que resaltar que hoy en día existen en la actualidad 593 escuelas de enfermería en el

país, de las cuales 103 imparten el nivel licenciatura, siete el técnico superior universitario y 490

el técnico. El reto es que la enfermería tiene que alcanzar el valor que corresponde a una práctica

formal, de profesionistas, pues su misión es el servicio, la investigación y la docencia.

En México, esta disciplina continúa siendo una labor ejercida, en su mayoría, por mujeres

en condiciones laborales precarias. El sector salud registra un estancamiento de la plantilla

laboral, deterioro de las instalaciones y escasez de material y equipo médico. Y en cuanto a la

formación académica en este país, el personal de enfermería es formado en distintos niveles

educativos que van desde el básico, el técnico, el medio superior, el superior y el posgrado. En

cada uno de ellos existe una cantidad enorme y heterogénea de instituciones educativas (Nigenda,

Ruiz, González y Bejarano, 2006).

La Comisión Permanente de Enfermería de la Secretaría de Salud (2011) elaboró el

documento Perfiles de Enfermería que ilustra de manera puntual, los diversos niveles de

formación que existen en México y aquí se incluyen algunos para una mejor comprensión del

contexto:

Capítulo 1. Introducción

28

ES ACADÉMICO -

Nivel I Enfermera No Profesional (Auxiliar de enfermería)

Descripción Genérica: Es el personal de enfermería que colabora directamente con el profesional

de nivel técnico o licenciatura en la atención del paciente, familia o comunidad.

Formación Académica: De preferencia, mínimo dos semestres de la carrera de enfermería de

nivel técnico o licenciatura

Nivel II Enfermera Técnica

Descripción Genérica: Es el personal de enfermería que, por su formación teórico-práctica, es

responsable de ejecutar procedimientos derivados de la prescripción médica y de la aplicación del

proceso de atención de enfermería en sus diferentes etapas.

Formación Académica: Tres años de estudios en enfermería a nivel técnico.

Nivel III Enfermera Técnica Especializada

Descripción Genérica: Es el personal de enfermería que por su formación teórico-práctica en un

área de especialidad médica o quirúrgica efectúa intervenciones interdependientes derivadas de la

prescripción médica e intervenciones independientes como resultado de la aplicación del proceso

de enfermería del área médica o quirúrgica.

Formación Académica: Tres años de estudios en enfermería de nivel técnico y un año de estudios

postécnicos de enfermería en un área de especialidad médica, quirúrgica, administrativa o

docente.

Nivel IV Enfermera General

Descripción Genérica: Es el profesional de enfermería formado con estudios de nivel superior

que en el desarrollo de sus intervenciones aplica el pensamiento crítico y los conocimientos

técnico-científicos y humanísticos.

Formación Académica: Cuatro años de estudios de nivel superior en

Nivel V Enfermera Especialista

Descripción genérica: Es el personal de enfermería con estudios de especialidad de nivel superior

en un área específica de la práctica profesional, que en sus intervenciones aplica el proceso lógico

y reflexivo para desempeñarse competentemente en situaciones que demandan de la aplicación

razonada del conocimiento técnico-científico y humanístico. Formación académica: Licenciatura

en enfermería y de uno a dos años de estudios de una especialidad en enfermería.

Capítulo 1. Introducción

29

Las trabajadoras del servicio nocturno laboran cada tercera noche jornadas de 11 horas

consecutivas; en general no llegan a sus casas a descansar sino que dedican su tiempo a la

realización de las actividades que se desprenden de su condición de género, como cuidar de la

familia y los quehaceres domésticos. De ahí, que las enfermeras traigan consigo cansancio

acumulado, cuyo origen la mayoría de las veces es provocado por las labores realizadas en su

papel de madres y de amas de casa, que implican periodos de más de 30 horas de trabajo (Cruz,

2006).

En México, según el INEGI (2009), la población ocupada que presta servicios de

enfermería profesional, técnicos y auxiliares asciende a 302 mil personas; alrededor de 9 de cada

10, son mujeres. De las enfermeras (os), una quinta parte son profesionistas en enfermería que

colaboran con médicos y cirujanos, aplican sus conocimientos clínicos preventivos y

curativos en la administración de medicamentos, preparación de instrumental quirúrgico y en

el cuidado de los pacientes. Las cuatro quintas partes restantes, son trabajadoras (es) que

prestan sus servicios para aplicar tratamientos de primeros auxilios, ayudan a médicos,

cirujanos y profesionistas de enfermería en la administración de medicamentos, cuidado de los

enfermos y tratamientos de los pacientes.

La edad promedio de los profesionales de enfermería es de 36 años, los hombres (32

años) registran cuatro menos que las mujeres (36 años). Por otra parte, la de enfermeras (os)

generales es de 38 años, 37 los enfermeros por 38, las enfermeras.

Por sexo, seis de cada diez enfermeras tienen menos de 40 años; entre los enfermeros

la proporción es siete de cada diez. Por otra parte, cerca de una de cada dos personas que

presta servicios de enfermería está casada y dos de cada tres son solteras. Por sexo, 43.5% de

las enfermeras son casadas, 34.5% solteras, 6.3% viven en unión libre y el porcentaje

restante es separada, divorciada o viuda; los enfermeros por su parte, de cada 100, alrededor

de 27 son solteros, 64 casados, cerca de 4 viven en unión libre y el resto es separado,

divorciado o viudo.

Por otro lado, el promedio de hijos de las enfermeras es de 2.5. De cada 100, 27 no

tienen hijos, cerca de 46 entre uno y dos, 23 de tres a cuatro y 4, cinco o más hijos. Asimismo,

en la medida que la escolaridad de las enfermeras aumenta, el número de hijos (as) es menor.

Las que no tienen hijos, registran un promedio de escolaridad de 12.9 años; con uno o dos,

12.4 años; entre tres y cuatro, 11.7 años y, en contraste, aquéllas con cinco o más hijos, tienen

7.2 años de estudios.

Capítulo 1. Introducción

30

El ejercicio de la enfermería es una ocupación predominantemente urbana, ya que siete

de cada diez enfermeras y enfermeros residen en localidades de 100 mil y más habitantes y uno

de cada diez se encuentra en localidades rurales.

De las más de 300 mil enfermeras (os), nueve de cada diez prestan su servicio a cambio

de un sueldo o salario, la proporción restante trabaja en forma independiente. Las enfermeras

que trabajan como asalariadas representan 93% del total de éstas por 82.2% de los enfermeros

en la misma situación.

En promedio, la jornada de trabajo de las enfermeras es de 39 horas a la semana por 42

de los enfermeros. Por otra parte, siete de cada diez enfermeros dedican al menos una hora a

que-haceres del hogar; en contraste, 97 de cada 100 enfermeras, realizan este tipo de labores.

En promedio, los varones destinan 13 horas a las tareas domésticas por 25 de las mujeres.

En conjunto, considerando las actividades domésticas y económicas, las enfermeras trabajan

64 horas a la semana por 54 de los enfermeros, es decir nueve horas más.

Del total del personal de enfermería, tres de cada cuatro cuenta con atención de salud

como una prestación laboral. Asimismo, cuatro de cada cinco laboran en establecimientos

medianos y grandes de salud y asistenciales; mientras que el porcentaje restante trabaja en

locales de servicios profesionales o técnicos especializados; así como en su propio domicilio

o en consultorios propiedad del empleador.

El promedio de escolaridad de la población dedicada a la atención y cuidado de los

enfermos es de 12.2 años de estudio; los enfermeros 12.6 años por 12.1 de las enfermeras. La

totalidad de los profesionistas en enfermería cuentan con estudios superiores. Las enfermeras

y enfermeros generales tienen principalmente carrera técnica y estudios de preparatoria o

carrera profesional técnica.

Por sexo, de cada 100 enfermeras, 48 cursaron una carrera técnica, 22 preparatoria o

carrera profesional técnica, 21 primaria y secundaria y 9, estudios superiores. Los enfermeros

por su parte, de cada 100, alrededor de 49 tienen estudios de preparatoria o carrera profesional

técnica, 19 estudios superiores, 16 carrera técnica y 16, primaria y secundaria.

De las enfermeras y enfermeros en el país, cuatro quintas partes cuentan con servicios

médicos (81.7%); de éstos, poco más de la mitad recibe atención médica en el Instituto

Mexicano del Seguro Social (54.9%), una quinta parte en el Instituto de Seguridad Social al

Servicio de los Trabajadores del Estado (22.3%) y 4.5% en hospitales de Petróleos

Mexicanos, Secretaría de la Defensa Nacional u otras instituciones.

Capítulo 1. Introducción

31

De igual forma, alrededor de 2 mil 700 enfermeras y enfermeros en el país presentan

algún tipo de discapacidad; 0.9% del total; proporción similar a la que reportan los ocupados

en el ámbito nacional (1.2%). Cabe mencionar que los problemas motrices y visuales son los

principales tipos de discapacidad en este grupo de población.

De la población ocupada como enfermeras(os) cerca de 9 mil declararon hablar alguna

lengua indígena (2.9%); cifra inferior al promedio nacional de 7.1%. Asimismo de las enfermeras

y enfermeros que hablan alguna lengua indígena, 98.6% habla también español.

Por otra parte, las enfermeras y enfermeros, al igual que el resto de la población, en su

mayoría (90.2%) declararon profesar la religión católica, 5.3% son protestantes o evangélicos,

2.2% no tiene religión y 2.3% pertenece a otras religiones (INEGI, 2010). Como en otros países

la realidad laboral de las enfermeras en México tampoco corresponde al salario que se paga pues

la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (2011) actualizó sus tabuladores y queda

delimitado que el salario mínimo que debe ganar el personal de enfermería es de 78.00 pesos

diarios. Es cierto que a esta cantidad se le agregan prestaciones de diversos tipos dependiendo de

la institución para la cual labore la enfermera, sin embargo es notorio el bajo salario que

perciben.

Capítulo 1. Introducción

32

1.4. Relevancia del Estudio

Aunque el origen del burnout se sitúe en las variables organizacionales, parece claro que

las variables personales así como los aspectos de la organización ejercen una influencia indudable

en todo el proceso. En los últimos años, la investigación sobre burnout se ha extendido a una

amplia variedad de profesiones, sin embargo, el estudio del burnout está aún en etapas incipientes

en México y las investigaciones sobre este tema aún son insuficientes, a pesar de ser la

enfermería, una profesión con alto riesgo de padecer estrés laboral. Los estudios disponibles son

escasos y muy limitados en cuanto a la muestra y en cuanto a las instituciones donde se han

llevado a cabo.

El problema adquiere una faceta aún más preocupante si además, como la literatura

propone, existe una relación entre el agotamiento de los trabajadores y los eventos adversos, los

errores en la medicación, el diagnóstico temprano de las complicaciones y la mortalidad de los

pacientes en los hospitales (Aiken, Clarke & Sloane, 2002, Aiken, Clarke & Sloane, 2001).

Por otro lado, la alta demanda por parte de pacientes graves o con enfermedades crónico-

degenerativas que requieren de cuidados intensivos o de alta complejidad y la exigencia constante

por mejorar la calidad de los servicios de salud hace impostergable la necesidad de profundizar

en el estudio de algunos de los factores que condicionan y propician el síndrome de burnout. Más

aún, la investigación de este síndrome debe también considerarse desde la perspectiva del

Sistema Nacional de Salud como una vía para la búsqueda de soluciones. En el caso de México,

la investigación en enfermería se ha centrado de manera característica en la relación de las

variables de asignación de personal, y los hallazgos escasamente se relacionan con los resultados

en los pacientes y con factores de la práctica profesional que afectan la seguridad de los mismos y

de las enfermeras, tales como el liderazgo y el estilo de gestión, entre otros.

Es indudable entonces que la escasez de enfermeras y su retención en la profesión se ha

convertido en una prioridad en nuestro país dada la escasez de las mismas y el creciente número

de enfermeras que abandonan la profesión en una etapa temprana (De los Ríos-Castillo, Barrios-

Santiago, Ocampo-Mancilla & Ávila-Rojas, 2007) usualmente como resultado de dificultades en

el ambiente de trabajo. Estas dificultades incluyen preocupaciones relacionadas con la poca

calidad en el otorgamiento de cuidado seguro, el exceso de horas de trabajo y la consecuente

fatiga, y sensación de no ser valoradas o de no ser tomadas en cuenta en la toma de decisiones

relacionadas con los pacientes.

Además, es innegable que las fallas suelen ocurrir cuando el número de enfermeras es

Capítulo 1. Introducción

33

insuficiente, cuando están demasiado fatigadas por el exceso de horas de trabajo, o cuando no

están bien preparadas en términos de formación o experiencia. La enfermería en nuestro país y en

el mundo enfrenta el reto de otorgar cuidados de calidad y con seguridad para el paciente, sin

embargo la dificultad para enfrentar el reto de la escasez de enfermeras obliga a encontrar

soluciones que aseguren por un lado la cantidad y calidad adecuada de personal y por el otro los

mejores resultados para los pacientes, por lo que desarrollar y fortalecer una línea de

investigación sobre el síndrome de Burnout de las enfermeras en México, aportará a la

construcción de evidencia nacional para la definición de políticas y el diseño de nuevos modelos

de organización del sistema de salud que contribuyan a generar mejores condiciones para la

práctica de cuidados seguros para los pacientes y así como también para la salud y bienestar de

las enfermeras.

Por lo tanto es indudable que dada la naturaleza del síndrome de burnout y su impacto

social, este representa un campo emergente y área de oportunidad en materia de salud pública en

el ámbito nacional e internacional.

En la época contemporánea, las personas se encuentran sometidas a un ritmo de vida

sumamente acelerado, donde las exigencias de las esferas individual, social y laboral son

elevadas, aún más al referirse al género femenino que en la actualidad cumple cabalmente

diferentes roles. En el caso particular de enfermería, como una de las profesiones de salud

ejercida fundamentalmente por mujeres, es un caso típico de personas sometidas a estrés y

desgaste profesional, ya que deben enfrentar diariamente situaciones muy complejas, derivadas

de la responsabilidad en el trabajo, de las condiciones físicas donde el mismo se ejerce, de las

relaciones con los compañeros de trabajo y otros miembros del equipo de salud, con los pacientes

y sus familiares, etc., conjugado todo ello con su vida particular.

Todos estos hechos inducen a pensar que es necesario preparar a las enfermeras para

afrontar todas las exigencias de su vida familiar, laboral y por ende al desgaste profesional que

tales tensiones generan.

Valorar la relación entre los factores sociodemográficos con el Síndrome de Burnout en

un hospital de segundo nivel de atención, en el cual se ha incrementado la demanda de atención

de salud, es de gran importancia porque ello podría redundar en la atención preventiva del mismo

y así propiciar que el personal de enfermería se encuentre en mejores condiciones emocionales y

que dicho personal preste un servicio óptimo y de calidad a los pacientes.

Actualmente, se admite la nocividad que ciertos tipos de trabajo ocasionan en los

Capítulo 1. Introducción

34

individuos, pero se carece de programas de atención y prevención ante esta manifestación

mórbida. Los datos relacionados con el desgaste profesional y sus repercusiones en la salud

provienen principalmente de los países desarrollados, de ahí la apremiante necesidad de iniciar

estudios sistemáticos sobre los factores psicosociales que influyen en el trabajo en los países en

desarrollo (Leka, 2004).

En muchos de éstos aún se subestima el estrés asociado al trabajo y no se declaran todos

los casos - al igual que muchas otras enfermedades laborales - debido a la ausencia de sistemas de

información fiables, así como al hecho de que los empleadores tratan de eludir la obligación legal

de indemnizar a los trabajadores (Kortum-Margot, 2002).

Capítulo 1. Introducción

35

1.5. Trascendencia del estudio

El Hospital General “Dr. Carlos Canseco” de Tampico solo ha tenido estudios

cuantitativos acerca del síndrome de Burnout (Joffre, 2009) y no han sido realizados estudios

cualitativos para identificar qué factores propician este síndrome, ni se sabe si el ambiente laboral

influye en la aparición del mismo. Del personal de enfermería, el más alto porcentaje de

trabajadores está representado por mujeres. No se han llevado a cabo estudios cualitativos con

personal de enfermería acerca de aspectos laborales o de cultura de la institución.

Por ello la exploración cualitativa puede ofrecer un panorama que pueda ser utilizado por

los administradores de esta institución para elaborar estrategias que aporten bienestar laboral al

personal de enfermería de esta institución. Así mismo este estudio puede trascender por el hecho

de aportar unas causas diferentes a las habituales y externas al hospital.

Capítulo 1. Introducción

36

1.6. Hipótesis

En la ciencia, la hipótesis se formula en un horizonte exploratorio para adentrarse en

nuevos dominios del saber. Para Platón la hipótesis era un supuesto del que se extraen

consecuencias. (Hume, 1999). En un sentido más amplio, se comprende la hipótesis como toda

explicación de hechos, como condición o premisa de la que se pueden inferir otras consecuencias.

Las hipótesis de partida del presente trabajo son las que se presentan a continuación:

Las características sociodemográficas de las enfermeras del hospital general “Dr.

Carlos Canseco” tienen relación con el síndrome de Burnout.

El género y la cultura son factores predisponentes para la aparición del síndrome de

burnout en las enfermeras del hospital general “Dr. Carlos Canseco”.

Capítulo 1. Introducción

37

1.7 Cuestión de investigación

1.7.1. ¿Desde su propia percepción, cuál es la causa del síndrome de burnout en

personal de enfermería en un hospital general de Tampico, México?

1.7.2. ¿Desde su propia percepción, el síndrome de burnout se presenta por el

trabajo de enfermería o por el hecho de ser mujer, o por la unión de ambos?

Capítulo 1. Introducción

38

1.8. Objetivos del Estudio

1.8.1. Objetivo General

Medir, describir y analizar a través de los paradigmas cuantitativo y cualitativo como se

produce el Síndrome de Burnout en profesionales de enfermería en el Hospital General de

Tampico, México.

1.8.2. Objetivos Específicos

1.8.2.1 Medir los niveles de síndrome de burnout en las enfermeras de un hospital

general clasificado como de segundo nivel de atención en la ciudad de Tampico, México.

1.8.2.2 Analizar las variables causales individuales, laborales y sociales intervinientes

para el génesis del síndrome de burnout.

1.8.2.3 Analizar la relación entre el síndrome de burnout y las características socio-

demográficas de las enfermeras de un hospital general clasificado como de segundo nivel de

atención en la ciudad de Tampico, México.

Capítulo 1. Introducción

39

Capítulo 2

Estado de la Cuestión

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

41

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

42

En la revisión bibliográfica restringida a los idiomas Inglés y Castellano, a través de las

bases de datos contenidas en el portal de TESEO, CUIDEN, Scielo, CINAHL utilizando las

palabras claves de: Burnout, desgaste profesional, agotamiento profesional y quemarse por el

trabajo, y en EBSCO y Medline, donde se utilizaron los descriptores (MeSH) burnout syndrome,

occupational stress y professional burnout se encontraron los siguientes estudios relacionados:

2.1. Escalas de Medición

Según el estudio de Garcés de los Fayos et al (1994), además del Maslach Burnout

Inventory (MBI), existen otros instrumentos para medir el Síndrome de Burnout, siendo el M.B.I.

el mejor instrumento de medida. En su tesis, Garcés de los Fayos concluye, después de una

amplia revisión de otras escalas, que este instrumento de medida es fiable, válido y con una

estructura factorial adecuada para ser utilizado en estudios de mediciones cuantitativas.

Tabla 1. Instrumentos de medida del burnout. (Garcés de Los Fayos, López, Soler y García

Montalvo,1994)

INSTRUMENTO DE MEDICIÓN AUTORES

Staff Burnout Scale Jones (1980)

Indicadores del Burnout Gillespie (1980)

Emener-Luck Burnout Scale Emener y Luck (1980)

Tedium Measure (Burnout Measure) Pines, Aronson y Kafry (1981)

Maslach y Jackson (1981) Maslach Burnout Inventory

Burnout Scale Kremer y Hofman (1985)

Teacher Burnout Scale Seidman y Zager (1986)

Energy Depletion Index Garden (1987)

Mattews Burnout Scale for Employees Mattews (1990)

Efectos Psiquícos del Burnout García Izquierdo (1990)

Escala de Variables Predictoras del

Burnout

Aveni y Albani (1992)

Cuestionario de Burnout del

Profesorado

Moreno y Oliver (1993)

Holland Burnout Assessment Survey Holland y Michael (1993)

Rome Burnout Inventory (1994)

Escala de Burnout de Directores de

Colegio

Friedman (1995)

Poghosyan, Aiken y Sloane (2009) llevaron a cabo un análisis secundario de datos

aportados por 54,738 enfermeras profesionales que daban cuidado directo en 646 hospitales de

Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Nueva Zelanda, Japón, Rusia y Armenia, con

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

43

el objetivo de evaluar la aplicabilidad del Maslach Burnout Inventory (MBI) en la investigación

internacional de enfermería. Durante el estudio se hizo un análisis factorial y se revisaron las

consistencias internas del instrumento.

Las tres subescalas mostraron una alta confiabilidad excediendo los resultados de 0.70 de

la prueba de Alpha de Cronbach. Sus resultados mostraron que el MBI puede ser utilizado con

confianza para medir el burnout entre personal de enfermería internacionalmente.

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

44

2.2. El deber de la responsabilidad o morir en la raya

El estudio del síndrome de burnout como fenómeno a abordar desde el paradigma

cualitativo no ha sido tan extenso sin embargo cada vez más se nota el interés por explorarlo

cualitativamente:

Aquino y Carvalho (2010) realizaron un estudio cualitativo acerca del Desgaste del

equipo de enfermeros en un centro de quemados, con una muestra de once profesionales de

enfermería de un hospital municipal de Río de Janeiro con el objetivo de describir como las

percepciones sensoriales del equipo de enfermería apuntan hacia el desgaste amplio de los

sentidos durante los cuidados prestados.

Los resultados fueron que a partir de los conceptos de desgaste mental y de los sentidos

corporales, se observó que los efectos de ver y escuchar a los pacientes quemados desgastan

emocionalmente al equipo. El mayor desgaste fue generado por conocer la repercusión social

que las quemaduras les ocasionan a los pacienes. Dentro de sus conclusiones, los investigadores

propusieron repensar el cuidado a través de las subjetividades del equipo.

Günüsen y Üstün (2009) llevaron a cabo un estudio con el objetivo de investigar las

perspectivas de las enfermeras con burnout y las facilidades y barreras que afectan su asistencia a

un programa de reducción de burnout ofrecido por su propia institución de salud. El abordaje

cualitativo fue realizado a través de entrevistas semiestructuradas a 18 enfermeras que asistieron

voluntariamente a un programa de intervención sobre burnout que tuvo lugar en el Hospital

Universitario de Izmir, Turquía. Seis de las enfermeras no asistieron a ninguna de las sesiones del

programa, seis de ellas asistieron a cuatro o menos de las siete sesiones programadas y seis de las

enfermeras participantes en el estudio asistieron a todas las sesiones del programa. Los datos

obtenidos se analizaron a través del análisis temático.

Los resultados obtenidos fueron que las enfermeras atribuyeron el burnout a la gran carga

de trabajo y a la falta de reconocimiento de su labor. La mayoría de ellas dijeron que las

intervenciones para reducir el estrés y el burnout deben ser dirigidas a revisar el trabajo y no a las

personas, ya que al asistir a un programa de intervención dirigido a los problemas de las personas

fue motivo para ser considerada por sus compañeros como incapaz de lidiar con situaciones de

estrés.

En 2009, Kornhaber llevó a cabo un estudio fenomenológico que describió las

experiencias vividas por siete enfermeras que cuidaban a pacientes severamente quemados en una

unidad de quemados en Nueva Gales del Sur, en Australia. Para reclutar a las participantes se

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

45

utilizó una muestra por conveniencia. Dentro de los criterios de selección se consideró que las

participantes tuvieran al menos tres años de antigüedad en la unidad de quemados. Se utilizaron

entrevistas en profundidad para recolectar la información acerca de las características personales

de las participantes y sus experiencias vividas como enfermeras de la unidad de quemados.

Las participantes describieron el trabajo en la unidad de quemados como altamente

demandante pero muy gratificante. Así mismo se consideraron emocionalmente exhaustas y con

síndrome de burnout, pero sus sentimientos de logro y motivación fueron más fuertes que los

sentimientos negativos

Desde la perspectiva fenomenológica y con interpretación hermenéutica, Gustaffson,

Nordberg y Standberg (2008) investigaron a 20 elementos del personal de enfermería en

Noruega, con el objetivo de iluminar el significado de tener síndrome de burnout. Sus resultados

incluyeron que el significado de tener burnout es el de estar dividido entre lo que la persona

quiere y lo que la persona hace. Es también como vivir insatisfecho con uno mismo por no seguir

los ideales propios y también surge el sentimiento de ser víctima de las circunstancias.

Vinje y Mittelmark (2007) hicieron un análisis cualitativo de las entrevistas de 11

enfermeras de una comunidad en Noruega, con el objetivo de iluminar los modos en que el

compromiso con el trabajo estaba conectado a su salud y desempeño. Entre los resultados se

encontró que el alto compromiso con el trabajo, seguido de una profunda vocación por

enfermería contribuyó a desarrollar una fuerte sentido del deber y una estricta autodemanda de

servicio relacionada al desempeño como enfermeras.

En nueve de los casos, la percepción de haber fallado en el cumplimiento de la alta

expectativa de servicio contribuyó a desarrollar el síndrome de Burnout.

Esto hizo que se iniciara una extensa introspección y reflexión que las condujo a un

afrontamiento positivo del síndrome. Para hacer este afrontamiento, las enfermeras usaron sus

habilidades de introspección y reflexión que habían usado habitualmente a lo largo de su carrera,

lo cual les ayudó a determinar qué cambios personales y profesionales tenían que hacer para

mantener su compromiso con el trabajo, estar satisfechas con el mismo y evitar el burnout.

En el estudio de Ericson-Lidman y Strandberg (2007) llevado a cabo en el noreste de

Suecia, donde los empleados reciben certificación médica oficial cuando se ausentan por burnout

tuvieron como sujetos de estudio a quince enfermeras participantes. El estudio fue realizado con

el objetivo de describir las percepciones de los trabajadores sobre los signos de sus compañeros

de trabajo en la etapa precedente al burnout. El estudio fue llevado a cabo en áreas de

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

46

hospitalización, así como en servicios de atención primaria.

Los participantes fueron seleccionados a través de una muestra por conveniencia en la que

su supervisora indicó quienes podrían participar. Quince de los cuales aceptaron y cuatro

declinaron participar en el estudio. Los criterios de elección consistían en haber trabajado con una

persona que estuviera con permiso por incapacidad médica con diagnóstico de burnout y que

hubieran dejado su trabajo por ese motivo. Todas las participantes fueron mujeres en un rango de

edad entre 27 y 59 años.

La información se analizó a través del análisis de contenido y las conclusiones fueron que

el entendimiento de la complejidad de los signos que preceden al burnout puede contribuir a

incrementar la comprensión y sensibilidad hacia ellos y permitir tomar acciones en beneficio de

quienes están en etapas tempranas de la aparición del síndrome. Algunos de estos signos son

difíciles de determinar porque en ocasiones son considerados como cualidades y son encomiados

dentro de la cultura prevaleciente.

En el trabajo de Raffie, Oskouie y Nikravesh (2007) se exploraron y describieron las

percepciones de las enfermeras que trabajaban en centros para quemados de Teherán, acerca de

los factores que afectaban sus respuestas hacia el síndrome de burnout. El estudio cualitativo usó

la teoría fundamentada como método de investigación. Fueron reclutadas treinta y ocho

participantes mediante el muestreo intencionado y la información se reunió a través de entrevistas

no estructuradas y también a través de veintiún sesiones de observación participante durante

todos los turnos de trabajo. Las entrevistas fueron grabadas y después transcritas. Así mismo las

observaciones fueron documentadas en notas de campo.

Los resultados del estudio revelaron que las características personales de las enfermeras

así como el apoyo social influenciaron sus respuestas al síndrome de burnout. Estas

características alteraron las respuestas emocionales, actitudinales, de comportamiento y

organizacionales hacia el síndrome de burnout y determinaron su comportamiento hacia el

cuidado. El apoyo social tuvo un efecto paliativo y alteró las respuestas emocionales y algunos

aspectos de las respuestas actitudinales de las participantes.

Dentro de los abordajes cualitativos que se han hecho sobre este síndrome, destaca el

trabajo de Billeter-Kopponen y Fredén (2005) que tuvieron como propósito de su estudio obtener

un profundo entendimiento de cómo las enfermeras experimentaban el estrés a largo plazo y el

burnout. Este trabajo se llevó a cabo mediante entrevistas abiertas que fueron analizadas de

acuerdo a la metodología de la teoría fundamentada.

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

47

Las participantes fueron 10 enfermeras de edades entre 30 y 61 años de diferentes

instituciones de salud. Ellas habían experimentado burnout que las había llevado a ausentarse del

trabajo por dos o más meses. La parte emergente fundamental de los datos fue que las enfermeras

se sentían impotentes para influenciar en que la gente valore el trabajo de enfermería.

La relación enfermera-paciente fue experimentada como una parte muy importante del

cuidado. Esa importancia dada por las enfermeras a su relación con los pacientes no se vio

disminuida por el cansancio, pero ellas refirieron no tener el poder de satisfacer todas las

necesidades de los pacientes y asegurar la calidad del cuidado. Entonces la solución que

encontraban a esa situación era faltar al trabajo o renunciar a él.

En 2005, Ekstedt y Fagerber, estudiaron a través del método fenomenológico a ocho

enfermeras que padecían burnout, con el objetivo de iluminar la compleja interacción entre las

personas y su vida en el mundo durante el tiempo que precede a la manifestación del burnout. El

estudio fue llevado en Estocolmo, en un centro de investigación sobre el estrés. Los sujetos de

estudio fueron cinco mujeres y tres hombres entre 30 y 56 años, que estaban al momento de las

entrevistas ausentes de su trabajo por incapacidad médica, por más de tres meses. Las entrevistas

fueron llevadas a cabo en forma de diálogo y los participantes fueron animados a expresar en sus

propias palabras y de manera concreta, las experiencias vividas en los meses que precedieron a la

aparición del burnout.

Se hicieron preguntas a los participantes cuando fue necesaria alguna aclaración para

elucidar las experiencias de la manera más clara posible. Las conclusiones a las que llegaron es

que el tiempo que precede a la aparición del burnout es de una lucha ambigua. Y en donde

retraerse sobre sí mismas, es un intento de proteger su autoimagen que perciben como amenazada

y en un estado de vulnerabilidad y debilidad.

El estudio también ofreció iluminación acerca de los signos tempranos de burnout y de

cómo fortalecer las habilidades de los individuos para cobijar su necesidad de recuperación y de

restitución.

Severinsson (2003) llevó a cabo un estudio cualitativo a través del análisis de contenido

para describir e interpretar la narrativa de una enfermera australiana que experimentaba el

síndrome de burnout. La narrativa describió el trabajo durante diez años como enfermera

comunitaria, en la cual la narradora se consideró como extremadamente ocupada y con largas

horas de jornada laboral, así como con falta de apoyo y con dificultades con sus superiores, lo

que contribuyó al desarrollo del síndrome.

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

48

Dentro de los hallazgos más importantes obtenidos una vez que se hizo el análisis, se

encontró la categoría de estrés moral descrito como un bajo nivel de control y ausencia de poder,

por la incapacidad sentida de nunca poder terminar las tareas que se tenían que hacer. Como

conclusión final, Severinsson (2003) aporta que las enfermeras necesitan ser reconocidas, que

requieren apoyo emocional y también supervisión para interpretar las necesidades de sus

pacientes. Sin embargo consideró una limitación del estudio, el haber tenido una sola entrevista.

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

49

2.3. La significancia de los números o el arte de contar

Desde lo publicado, el síndrome de burnout ha sido estudiado con estudios

preferentemente descriptivos en el que se han considerado los aspectos sociodemográficos de los

participantes:

En 2010 el trabajo de Fernández-Sánchez, Juárez-García, Arias-Galicia y González-

Zermeño tuvo como objetivo el de identificar la frecuencia y factores sociodemográficos

asociados al agotamiento profesional del personal de enfermería en una muestra compuesta por

356 enfermeras de hospitales de segundo nivel del estado de Morelos, México. Su estudio

descriptivo, transversal tuvo como resultados que 82% de los participantes eran mujeres y que

según el análisis de varianza, el síndrome de burnout o de agotamiento profesional era mayor en

las enfermeras solteras, viudas o divorciadas. Así mismo las enfermeras con tipo de contrato de

base fueron quienes presentaron mayor desgaste emocional.

Después de la implementación del Seguro Popular como política de salud, se realizó un

estudio cuantitativo en el Hospital General “Dr. Carlos Canseco” de Tampico, Tamaulipas,

(Joffre, 2009) con el objetivo de analizar la existencia de la relación estadísticamente

significativa entre las variables género y los dominios de la escala de Maslach, (cansancio

emocional, despersonalización y realización profesional), así como analizar si existía una relación

estadísticamente significativa entre las variables antigüedad laboral y los dominios de la misma

escala en las enfermeras que laboran en este hospital. El universo de estudio estuvo conformado

por 208 enfermeras, correspondiendo a 96.2% (n=200) al sexo femenino y el 3.8% (n=8) al

masculino. En cuanto a la variable edad se documentó que la media fue de 42.6±8.02.

Destacándose una mayor concentración de personal en el turno nocturno, aunque llama la

atención un aparente equilibrio en los turnos matutino, vespertino y especial.

Para el estado civil, 62% (n=124) del personal encuestado era casado. El segundo status

más frecuente entre las enfermeras correspondió a las solteras con un 23% (n=46).

En relación a la antigüedad del personal de enfermería que trabaja en el Hospital General

Dr. Carlos Canseco, el porcentaje de tiempo trabajado el 87.5% corresponde al personal con más

de 5 años.

Para las dimensiones que conforman el cuestionario de Maslach se documentó que el

primer dominio que corresponde al agotamiento o cansancio emocional, el 77.5% (n=155) lo

calificó con un nivel de gravedad bajo, nivel moderado 10% (n=20) y el nivel alto correspondió

al 12.5% (n=25).

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

50

En cuanto al segundo dominio, despersonalización, el 61.5% (n=123) obtuvo una

puntuación con un nivel de gravedad bajo, pero para el 23% (n=46) el nivel fue moderado.

Finalmente el 15.5% (n= 31) puntuó con un nivel alto.

Para el tercer dominio, referido a la realización profesional, se documentó que el 66%

(n=132) calificó con un nivel alto y solo el 20.5% (n=41) con un nivel bajo. En forma intermedia,

el 13.5% (n=27) de la muestra, obtuvo un nivel moderado.

Para el factor prevalencia, si se toma en cuenta estrictamente la recomendación de que

solamente puntuaciones altas en los dominios cansancio y despersonalización y baja en

realización profesional permiten considerar la presencia de síndrome de Burnout como tal, en

esta muestra se documentó que el 2.5% presenta este trastorno.

Ballinas, Alarcón y Balseiro (2009) realizaron un estudio transversal en personal de

enfermería a 278 enfermeras en la Ciudad de México, con el objetivo de identificar la presencia

del síndorme de burnout en enfermeras que laboran en áreas críticas y no críticas en hospitales

del centro Médico La Raza. Para alcanzar ese objetivo las autoras utilizaron el Maslach Burnout

Inventory.

Encontraron que el turno fue la variable que mostró una diferencia estadística

significativa (p = 0.008), así mismo encontraron que los estresores que refirieron con mayor

frecuencia por las enfermeras que presentaron el síndrome de burnout fueron: falta de recursos

para trabajar, falta de reconocimiento en su trabajo, relaciones laborales conflictivas y cargas de

trabajo. Según las autoras el perfil de riesgo en esta población incluyó trabajar en áreas no críticas

de un hospital de mediana complejidad, en el turno matutino, donde faltan recursos para trabajar.

Para identificar la frecuencia del síndrome de burnout en el personal de enfermería que

laboraba en el turno matutino de un hospital general regional de Morelia, México, Tapia et al

(2009) realizaron un estudio descriptivo en el que tuvieron una muestra de 106 enfermeras a las

que se les aplicó el Maslach Burnout Inventory, para estimar la presencia de burnout y el nivel de

dimensiones quemadas.

Los resultados indicaron que en 91.5 % de las enfermeras participantes se encontró al

menos una dimensión quemada y que la población de enfermeras encuestadas presentó una

prevalencia del síndrome de burnout de 8.5%. Y encontraron una mayor prevalencia en personas

mayores de 40 años.

Ríos y Godoy (2007), estudiaron una muestra de personal de enfermería a través de un

estudio descriptivo y cuyo objetivo fue describir el nivel de desgaste profesional y estudiar su

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

51

asociación con la percepción de salud general y las características de los profesionales

estudiados. Sus resultados fueron que un 30,9% de la muestra estudiada puntúa alto en la

dimensión de agotamiento emocional, un 29,1% lo hace para la dimensión de despersonalización

y un 20% para la falta de realización personal en el trabajo. El 25,5% de la muestra presentó

síntomas psíquicos o físicos de origen psicológico que podrían requerir atención especializada.

El estudio de Spooner-Lane y Patton (2007), realizado en Queensland, Australia tuvo

como objetivo extender el conocimiento acerca de los principales determinantes de Burnout en

enfermeras de hospitales públicos. El trabajo de corte transversal fue llevado a cabo en una

muestra de 273 enfermeros (235 mujeres y 38 varones). Los resultados fueron: la mayoría de

ellos estaban empleados en el servicio de cirugía, (n=121, 44.3%), seguido por las que trabajaban

en el servicio de medicina interna (n=87, 31.9%).

La mayoría de los participantes tenían nivel académico de enfermeros titulados (97.5%),

tenían tipo de contrato de tiempo completo (64.6%), con cinco años o más de antigüedad laboral

(76%) y con edades entre 30‐ 39 años (28.3%). El índice general de respuesta fue de 67.74 %.

Sus análisis de regresión revelaron como resultado que las variables sociodemográficas jugaron

un roll pequeño pero significativo en la predicción del síndrome de Burnout y que en general el

personal de enfermería mostró niveles moderados de Burnout.

En 2006, Hernández-Vargas y Dickinson realizaron un estudio de corte transversal,

descriptivo, observacional con el objetivo de identificar el nivel de Burnout en 314 trabajadores

de los Servicios de Salud Publica en el Distrito Federal, México (médicos, enfermeras,

trabajadores sociales, intendencia, administrativos, odontólogos, químicos y psicólogos).

En sus resultados obtuvieron que el 28.3% fueron hombres, el 70.4% mujeres, la mayoría

casados y con hijos. El promedio de edad fue 42 años, en cuanto al nivel académico el 19% son

médicos, el 26.5 enfermeras, y el 23.2% administrativos. La frecuencia de síndrome de burnout

encontrada fue de 18.1% con un 16.6% de población en un alto riesgo de padecerlo. El personal

administrativo tiene mayor riesgo de presentar el síndrome RM= 2.15 IC95% 1,4.63 p=0.03.

Parada et al (2005) estudiaron una muestra de 104 trabajadores de Mérida, Venezuela en

un estudio descriptivo transversal con el objetivo de determinar la frecuencia del síndrome de

burnout y su relación con la satisfacción laboral en el personal de enfermería del Instituto

Autónomo Hospital Universitario Los Andes. En sus resultados los valores obtenidos fueron de

15,42±10,79 en cansancio emocional; 5,58±5,45 en despersonalización y 40,21±6,83 en

realización personal. Un 6,73% presentó Burnout.

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

52

En el estudio descriptivo de Hernández, Juárez, Hernández y Ramírez (2005) que hicieron

con el objetivo de identificar el nivel de Burnout en un grupo de enfermeras en una institución de

salud en el Distrito Federal, México, se encontró que el total de la muestra fueron mujeres entre

24 y 58 años de edad; con escolaridad de preparatoria técnica 42%, licenciatura 23%,

especialidad 26% y maestría 3%.

La antigüedad promedio fue de 15 años en el puesto. La mayoría fueron mujeres casadas

en un 62% y solteras 23%. De las cuales, en 67% de las enfermeras, el Síndrome de Burnout

predominó en nivel medio; los niveles bajo y alto se presentaron en 19% y 14% respectivamente.

En el trabajo de Martínez-López y López-Solache (2005) cuyo objetivo fue el de

identificar rasgos de personalidad asociados con las escalas del Burnout Maslach Inventory

(BMI) en un grupo de enfermeras y enfermeros mexicanos con un diseño de estudio

observacional, descriptivo no aleatorio y transversal, realizado en personal de enfermería de la

ciudad de México que asistieron a eventos científicos; todos fueron candidatos sin más criterios

de exclusión que negarse a contestar el inventario Maslach Burnout (Versión de Seisdedos).

Se estudiaron las variables sociodemográficas, edad, sexo, estado civil, relación de pareja

y turno laboral. En sus resultados: obtuvieron que la muestra estuvo conformada por 551

enfermeras (88.6%) con 30.9 ± 3.8 años y 71 enfermeros (11.4%) con 19.8 ± 1.8 años. Se

encontraron diferencias estadísticamente significativas en todas las subescalas e inventario

global. Obtuvieron como conclusiones que los enfermeros estudiados tienen mayor propensión a

presentar manifestaciones de Burnout que las enfermeras.

En 2004, Albaladejo et al llevaron a cabo un estudio de corte transversal descriptivo,

eligiendo a los participantes mediante muestreo aleatorio estratificado por los distintos servicios

hospitalarios, entre todo el personal adscrito al Área de Enfermería del Hospital Clínico

Universitario de San Carlos, en Madrid.

La muestra de estudio la constituyeron 622 profesionales clasificados en dos categorías:

enfermeras y auxiliares/técnicos. Finalmente se clasificaron en cuatro grupos en función del

riesgo específico conocido previamente para la aparición del síndrome (oncología-hematología

oncológica, urgencias, UCI, grupo general). Sus resultados fueron que el personal de enfermería

está más despersonalizado (p=0,004) y menos realizado (p=0,036) que el grupo de

auxiliares/técnicos.

Cuando se analizaron los resultados de las cuatro escalas por servicios, se comprobó que

el agotamiento fue superior en los trabajadores de oncología y urgencias (p=0,001), la

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

53

despersonalización en urgencias (p=0,007), y el Burnout era más alto en las áreas de oncología y

urgencias (p=0,000). Los profesionales que respondían que su labor asistencial era poco

reconocida obtenían las peores puntuaciones en el Burnout y sus tres dimensiones (p =0,000). A

menor grado de satisfacción laboral más altas son las puntuaciones en las cuatro escalas

(p=0,000).

El trabajo descriptivo correlacional de Pinikahana y Happel (2004) realizado en una

muestra de 136 enfermeras australianas de dos hospitales rurales para pacientes con afectaciones

mentales tuvo como objetivo el investigar el nivel de burnout y su relación con la satisfacción

laboral.

El estudio tuvo como resultado que un bajo número de enfermeras psiquiátras sufrían de

un alto nivel de de agotamiento emocional y despersonalización. En la subescala de baja

realización personal solo el 11% registró una alta puntuación y 87% de las participantes registró

una baja puntuación. La carga de trabajo fue el más alto estresor percibido, seguido de

“inadecuada preparación”.

En una muestra de 141 enfermeras que trabajan en el hospital Akdeniz University en

Turquía, Alimoglu y Donmez (2004) estudiaron a través de un diseño correlacional, si la

exposición a la luz solar en los ambientes de trabajo podría incluirse como factor predictor de

síndrome de Burnout. En los resultados se observó que la exposición a la luz solar no tenía efecto

directo para producir burnout, pero que tiene un efecto indirecto para producir satisfacción en el

trabajo.

Los factores como desórdenes del sueño, problemas de salud relacionados al trabajo y el

nivel educativo mostraron tener efectos totales o parciales para producir burnout. Este estudio

confirmó algunos de los predictores establecidos que producen burnout y proveyó información

sobre un área no explorada como fue el de la exposición a la luz solar.

Del Río, Perezagua y Vidal (2003) condujeron un estudio descriptivo transversal que tuvo

como objetivo identificar la presencia de síndrome de Burnout en personal de enfermería; las

variables que incluyeron fueron las de edad, sexo, estado civil, número de hijos, situación laboral,

tiempo de trabajo como enfermero, tipo de turno de trabajo, servicio donde desarrolla su labor,

cómo desarrolla esa labor (asistencial, investigadora, supervisora, otro), tiempo en el último

servicio en el que se encuentra, número de bajas en el último año y su causa.

Los resultados fueron que se detectó la presencia de burnout en los enfermeros de ese

hospital. Los casos aparecidos se mueven en rangos de 17%-25% similares a estudios

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

54

internacionales, hechos en los últimos tiempos con enfermeros. Si bien apuntan al límite inferior;

esto puede ser debido a las características propias del hospital: secundario, no universitario, con

una media de edad entre los enfermeros que no superan los 35 años; y donde el grupo más

importante (62,50%) lleva menos de quince años trabajando como enfermero.

En 2003, Demir, Ulusoy y Ulusoy estudiaron en Turquía una muestra de 333 enfermeras

para determinar los factores que causaban síndrome de burnout en la vida profesional y privada

de las enfermeras. Sus resultados indicaron que entre más alto el nivel educativo, más años de

experiencia y mejor nivel de trabajo era menor el nivel de burnout, sin embargo trabajar en el

turno nocturno incrementaba el nivel de burnout en las enfermeras.

En los aspectos domésticos, no tener quien les ayude en las tareas del hogar, tener

dificultad para transportarse al trabajo y tener problemas económicos fueron los factores de su

vida privada que relacionaron positivamente con altos niveles del síndrome de burnout.

En cuanto al trabajo elaborado por Román (2003), con el objetivo de determinar las

diferencias en las manifestaciones de estrés laboral y Burnout condicionadas por el género, la

profesión (médico y enfermero) y el nivel de atención (primario y secundario) realizado en 287

profesionales de la salud en La Habana, se obtuvieron los siguientes resultados: Las tres

condiciones tomadas para el análisis (nivel de atención, profesión y género) y una de las

combinaciones (nivel de atención y profesión) fueron estadísticamente significativas al nivel

preestablecido de p < 0,05. Las mujeres estuvieron más representadas entre los profesionales de

la enfermería.

La prevalencia del síndrome de Burnout en el grupo de profesionales de la salud

estudiado fue elevada; alcanzando el 30%. En el segundo nivel de atención pueden actuar como

moderadores del síndrome no solamente ciertas características del régimen hospitalario, sino

también la mayor edad y experiencia profesional que pueden proporcionar recursos de

afrontamiento eficaces.

Solano-Ruiz et al (2002) estimaron la prevalencia del síndrome de Burnout en el personal

de Enfermería de las unidades de cuidados intensivos de diferentes hospitales de la provincia de

Alicante, en una muestra de 107 enfermeras. En los resultados se encontraron diferencias

significativas en la variable horario de trabajo y en la variable género hubo también diferencias

significativas en donde los varones puntuaron más alto que las mujeres en la puntuación general

del MBI y no hubo diferencias significativas en la variable estado civil en las dimensiones ni en

la calificación final del MBI, así mismo encontraron valores de bajo cansancio emocional, baja

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

55

despersonalización y una adecuada realización personal en la puntuación final.

Pera y Serra-Prat (2002) condujeron un estudio observacional transversal cuyo objetivo

era conocer la prevalencia del síndrome del quemado entre los trabajadores de un hospital

comarcal, así como conocer las características personales y laborales que se asocian a dicho

síndrome. Se seleccionó una muestra aleatoria, estratificada por estamento, de 300 trabajadores

del hospital de Mataró, Barcelona.

Dentro de los resultados obtenidos se encontró que se encuestó a 208 mujeres (71,5%) y

83 varones (28,5%) con una edad media de 38,8 años. La mayoría vivía con su pareja (62,2%)

desde hacía una media de 15,6 años. El 62,4% de los encuestados tenía hijos, y con respecto a

éstos una media de 1,68 hijos vivían en casa.

La antigüedad media en la empresa fue de 10,6 años y el tiempo en la profesión fue de 15

años, el 13,9% de los entrevistados presentó un grado elevado de burnout para el cansancio

emocional, el 11,1% para la despersonalización y el 6,6% para la realización personal. Ninguno

de los entrevistados obtuvo puntuaciones elevadas en las tres escalas a la vez, mientras que un

27% presentó un grado alto de burnout en al menos una de las tres escalas.

En el análisis multivariante, la categoría profesional y el sexo se asociaron de forma

estadísticamente significativa con un alto grado de burnout. No se encontró relación con el turno,

la antigüedad y la edad.

En el estudio transversal y descriptivo de Caballero, Bermejo, Nieto y Caballero (2002)

que tuvieron como objetivo determinar la prevalencia del síndrome de Burnout entre 354

trabajadores sanitarios del área VI de Madrid, así como su distribución según diferentes variables

sociodemográficas y laborales, se detectaron considerables niveles de burnout: un 30,6% dentro

del rango alto para la subescala de cansancio emocional y con mayores puntuaciones en los

varones (p = 0,026). Destacó también mayor afectación entre el personal pediatra en cuanto a

logros personales. Se observa escasa relación del síndrome con las variables de tipo social. Un

43,9% consideró presentar o haber presentado algún tipo de alteración física o psíquica

relacionada directamente con el desarrollo de su profesión, y el 38,3% asocia directamente su

desgaste con el exceso de demanda soportado habitualmente en sus consultas.

Para conocer la influencia del género sobre el proceso de desarrollo del síndrome de

Burnout en personal de enfermería, Gil-Monte (2002) realizó un estudio descriptivo, comparativo

en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife y su muestra estuvo compuesta de la siguiente manera:

330 sujetos. 72 sujetos se identificaron como hombres (21.8 %) y 258 como mujeres (78.2 %). La

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

56

media de edad de la muestra fue de 31.8 años. Según el tipo de contrato, 235 sujetos eran fijos

(71.2 %) y 94 eventuales (28.5 %).

Los resultados obtenidos indican que los hombres (N = 72) puntúan significativamente

más alto que las mujeres (N = 258) en despersonalización. En la muestra de hombres la

realización personal en el trabajo no resultó un predictor significativo de despersonalización. En

la muestra de mujeres el agotamiento emocional no predijo significativamente la inclinación al

absentismo. La sobrecarga laboral aparece como un predictor significativo de agotamiento

emocional, pero no de realización personal en el trabajo, en el caso de ambos sexos.

Según el estudio descriptivo transversal de Sandoval y cols. (2000) realizado en el

Hospital de Yumbel, Chile y cuyo objetivo fue relacionar la presencia del Síndrome de Burnout

con variables sociodemográficas, se tuvieron los siguientes resultados: La edad promedio de los

profesionales fue 37 años; para las mujeres fue 37 años y para los hombres 36 años. La muestra

estuvo constituida por 59,1% de profesionales casados, de los cuales 4% son separados, y 40,9%

de profesionales solteros. 14% de ellos presentan menos de 10 años de profesión y 6% más de 20

años de ejercicio profesional.

Se determinó nula presencia de Burnout; tendencia en 22,72% y ausencia en 77,28%. Sus

hallazgos más importantes fueron que el grupo que mostró la mayor tendencia a presentar el

Síndrome fue el de mujeres solteras, con edad entre 24 y 40 años, y antigüedad profesional menor

de 10 años.

En 1999, Más, Escribá y Cárdenas llevaron a cabo un estudio cualitativo con el objetivo

de determinar los estresores laborales percibidos por el personal de enfermería (enfermeras/os y

auxiliares de enfermería) que trabajan en el ámbito hospitalario. Los resultados de ese estudio

fueron que como principales estresores laborales destacaron la falta de personal y la sobrecarga

de trabajo, tanto en enfermeras/os como en auxiliares de enfermería. Junto a ello, y sobre todo

para auxiliares de enfermería, resultó estresante la falta de material para realizar adecuadamente

su trabajo.

Un estresor específico del trabajo de enfermería lo constituyó la vivencia continua del

sufrimiento y la muerte del paciente. Con respecto a las relaciones con el resto del personal

existía una jerarquía muy marcada médico-enfermera/o-auxiliar de enfermería que puede crear

conflictos. Otros factores estresantes fueron: las relaciones con los pacientes y familiares, la

infravaloración del trabajo realizado y diversos factores relacionados con el ambiente físico del

hospital.

Capítulo 2. Estado de la Cuestión

57

Como se puede apreciar, son varios los trabajos que ponen de manifiesto la presencia del

Burnout en el personal de enfermería y que intentan identificar las variables que intervienen en

ello, lo que justifica la necesidad de aunar esfuerzos no sólo en la caracterización de este

síndrome, sino también en su prevención y control.

Capítulo 3

Marco Teórico y Conceptual

Capítulo 3. Marco Teórico y Conceptual

59

Capítulo 3. Marco Teórico y Conceptual

60

3.1. La perspectiva teórica de Maslach

Para este estudio se ha considerado la perspectiva teórica de Maslach (1982), por ser una

de las más consolidadas ya que gran parte de los estudios relativos a burnout han sido abordados

desde esta perspectiva, pues Maslach y Jackson (1984), idearon el instrumento de medida

Maslach Burnout Inventory, con lo que se sentaron las bases para la realización de estudios sobre

burnout en diferentes colectivos y sociedades y porque Maslach considera que el burnout es un

problema que afecta a muchas personas y se necesita saber más acerca de él, así mismo, la autora

radicó el interés de su investigación por el hecho de tratarse de un problema social antes que de

una cuestión teórica (Maslach y Jackson, 1984). La importancia de los estudios de Maslach y

Jackson radica en que por primera vez se trata de una valoración asentada en datos obtenidos

empíricamente a través de sus estudios previos.

Maslach y Jackon (1984) consideran que las profesiones de “ayuda humana” han sido el

origen del estudio acerca del burnout y, por tanto, las que más investigaciones han generado y

donde más resultados se han ofrecido para la explicación del síndrome.

No hay un consenso global para explicar el síndrome de Burnout y una de las teorías más

aceptadas es la proporcionada por Maslach (1982), en la que el síndrome estaría caracterizado en

tres dimensiones: el agotamiento emocional, la despersonalización y la realización personal. Lo

anterior involucra una serie de conductas como: el deterioro del rendimiento, la pérdida de

responsabilidad, actitudes pasivo-agresivas con los pacientes y pérdida de la motivación; en los

que se implican factores internos y externos en torno al personal que lo padece.

Se trata de una experiencia subjetiva interna que agrupa sentimientos, actitudes y

comportamientos que tienen un cariz negativo para el sujeto dado que implica alteraciones,

problemas y disfunciones psicofisiológicas con consecuencias nocivas para la persona y para la

organización (Maslach, 1982)

Por ello Maslach (1982), en su delimitación conceptual establece que pueden

diferenciarse dos perspectivas: la clínica y la psicosocial. La perspectiva clínica lo entiende como

un estado al que llega el sujeto como consecuencia del estrés laboral. La psicosocial como un

proceso que se desarrolla por la interacción de características del entorno laboral y personales. La

diferencia estriba en que el burnout como estado entraña un conjunto de sentimientos y conductas

normalmente asociadas al estrés laboral, mientras que, entendido como proceso, asume una

secuencia de etapas o fases diferentes con sintomatología diferenciada.

Desde la perspectiva psicosocial, Maslach, lo conceptualiza como un síndrome de

Capítulo 3. Marco Teórico y Conceptual

61

agotamiento emocional, despersonalización y falta de realización personal en el trabajo que

puede desarrollarse en aquellos sujetos cuyo objeto de trabajo son personas en cualquier tipo de

actividad, pero se establecen diferencias entre los autores al considerar el orden secuencial en que

aparecen estos síntomas (relación antecedentes-consecuentes) en el desarrollo del proceso de

“quemarse”, es decir, cual síntoma actúa como determinante de los demás apareciendo con

anterioridad.

Es por ello que en el presente trabajo se asume la perspectiva psicosocial como la más

coherente, al entender que el burnout se da en un proceso interactivo donde se conjugan

activamente las variables descritas por Maslach (1982) y que la autora conceptualiza como:

• Agotamiento emocional, es la situación en la que los trabajadores sienten que ya no

pueden dar más de sí mismos en el ámbito afectivo. Es, por tanto, un agotamiento de

los recursos emocionales propios; es decir, emocionalmente agotado por el contacto

diario y mantenido con personas a las que hay que atender como objeto de trabajo.

• Despersonalización, implica el desarrollo de sentimientos negativos y de actitudes y

sentimientos de cinismo hacia las personas destinatarias del trabajo. Estas personas

son vistas por los profesionales de forma deshumanizada debido a un endurecimiento

afectivo, lo que conlleva que les culpen de sus problemas.

• Falta de realización personal en el trabajo, se define como la tendencia de esos

profesionales a evaluarse negativamente, con especial incidencia en la habilidad para

la realización del trabajo y a la relación con las personas a las que atienden.

El tema es motivo de gran preocupación por las repercusiones en el ámbito personal y de

la organización laboral como: ausentismo laboral, disminución del nivel de satisfacción de

profesionales y de los pacientes, alta movilidad laboral, repercusión familiar, etc., como lo

demuestran todos los estudios relacionados que se han presentado previamente.

Gil-Monte y Peiró (1999) han afirmado que este síndrome puede estudiarse desde las

perspectivas clínica y psicosocial; la clínica asume el Burnout como un estado (concepción

estática) al que llega el sujeto como consecuencia del estrés laboral y la perspectiva psicosocial,

lo define como un proceso con una serie de etapas que se generan por interacción de las

características personales y del entorno laboral. El concepto más importante es que el Burnout es

un proceso más que un estado y es progresivo. Este proceso incluye: exposición gradual al

desgaste laboral, desgaste del idealismo y falta de logros.

El síndrome de burnout se produce principalmente en las profesiones que, como

Capítulo 3. Marco Teórico y Conceptual

62

enfermería, se centran en la prestación de servicios. El objetivo de estos profesionales es cuidar

los intereses o satisfacer las necesidades de los pacientes, y se caracterizan por el trabajo en

contacto directo con las personas a las que se destina ese trabajo (Gil Monte y Peiró, 1999)

Al hablar de los antecedentes del síndrome de burnout en el entorno social hay que

señalar que, en los últimos años, en la profesión de enfermería han surgido nuevas leyes y

estatutos que regulan el ejercicio de la profesión, al mismo tiempo se han formulado nuevos

procedimientos para las tareas y funciones, han aparecido cambios en los programas de

educación y formación de los profesionales, cambios en los perfiles demográficos de la población

que requieren cambios en los roles y aumento de las demandas de servicios de salud por parte de

la población.

Todos estos cambios han ocurrido con demasiada rapidez para ser asumidos por esa

profesión. También cabe citar la falta de preparación y formación de algunos profesionales, la

incompetencia de la administración pública para resolver los problemas del sector y expectativas

irreales como, pacientes que constantemente exigen derechos.

Otros factores que en México influyen son: aumento en el número de usuarios, la

exigencia de una mejor calidad de vida por parte de la población general y la falta de

profesionales para atender esas exigencias por razones presupuestarias de las administraciones

públicas.

A nivel del individuo, las características personales van a ser una variable a considerar en

relación a la intensidad y frecuencia de los sentimientos de quemarse por el trabajo. La existencia

de sentimientos de altruismo e idealismo acentuados por la forma en que una parte importante de

estos profesionales abordan su profesión podrían facilitar el desarrollo del proceso. Este

idealismo y los sentimientos altruistas llevan a los profesionales a implicarse excesivamente en

los problemas de los usuarios y convierten en un reto personal la solución de los problemas (Gil-

Monte, 2003).

Ello va a conllevar que se sientan culpables de los fallos, tanto propios como ajenos, lo

cual redundará en bajos sentimientos de realización personal en el trabajo y aumento del

agotamiento emocional. Por otra parte, el sexo también establece diferencias significativas en los

profesionales de enfermería en el síndrome de quemarse por el trabajo.

Estas diferencias se producen en dos aspectos:

a) En los niveles del síndrome, en el sentido de que los hombres puntúan más alto que las mujeres

en despersonalización y b) en su proceso de desarrollo, de manera que se establecen diferentes

Capítulo 3. Marco Teórico y Conceptual

63

patrones de relaciones entre las dimensiones del síndrome y algunos de sus antecedentes y

consecuentes más relevantes en función del sexo de los sujetos que componen la muestra (Gil-

Monte, 2003).

Capítulo 3. Marco Teórico y Conceptual

64

3.2 La perspectiva teórica de Neuman

Desde la perspectiva teórica de Enfermería, esta disciplina puede ayudar enormemente a

la vida de las personas, muchas veces puede ser difícil saber de qué forma proporcionar esa

ayuda, pero para eso existen directrices que pueden guiar el actuar de los profesionales del área.

Es así, como muchos autores han realizado una serie de teorías y modelos de enfermería.

Una de ellas, que tiene referencia el estrés, fue realizada por la enfermera Betty Neuman. Ella fue

pionera en salud mental comunitaria en la década de los 60. Su “modelo de los sistemas” lo inició

mientras era profesora de salud comunitaria en la Universidad de UCLA en California y se

publicó en 1972. Posteriormente se doctoró en psicología clínica en 1985 por la Pacific Western

University.

Neuman describe que las personas tienen necesidades, las cuales deben ser satisfechas

mediante un proceso de ajuste, que debe ser dinámico y continuo para lograr la estabilidad en la

vida. (Marriner, Raile, 1999).

Siempre se está interactuando con el equilibrio y el desequilibrio, luchando siempre por el

bienestar, no obstante, cuando el organismo no logra la estabilización y se mantiene por un

tiempo prolongado en ese estado, poco a poco la persona se vuelve incapaz de dar satisfacción a

las necesidades, pudiendo incluso morir.

A partir del modelo conceptual de Caplan (1966) en el cual se establecen niveles de

prevención en salud, Neuman tomó estos niveles y los adaptó a la enfermería como: prevención

primaria, evitando los agentes estresantes del entorno antes de que se produzca la enfermedad;

prevención secundaria, que intenta reducir los posibles efectos de los estresores mediante un

diagnostico y tratamiento precoz y eficaz, finalmente el nivel de prevención terciaria que intenta

reducir los efectos que los estresores pudiesen haber ocasionado, luego del haber recibido el

tratamiento.

El modelo de los sistemas posee una serie de conceptos y definiciones como la

aproximación integral al paciente (persona, familia, grupo, comunidad o acontecimiento), para

entender los problemas del paciente en su interacción con el entorno, entendiendo como integral

todas las variables que pueden afectar simultáneamente al paciente (psicológicas, evolutivas,

socioculturales y espirituales) convirtiendo finalmente el término integral a holístico, haciendo

referencia a la persona en su totalidad.

Este modelo define enfermería como la única profesión en la cual se manejan todas las

variables que afectan a la respuesta del individuo al estrés. Neuman considera además como

Capítulo 3. Marco Teórico y Conceptual

65

factores estresantes a las fuerzas del entorno que pueden alterar la estabilidad ya sean fuerzas

interpersonales, intrapersonales y extrapersonales.

Otros términos importantes para Neuman serían: la línea normal de defensa en

representación de la estabilidad del individuo, después de la adaptación a los factores estresantes.

La línea flexible de defensa, como mecanismo protector que impide que los factores estresantes

rompan la línea rígida de defensa. A su vez las líneas de resistencia que son los recursos que

ayudan al paciente a defenderse de los factores estresantes.

Con estos términos, Neuman explica la gran interacción que existe entre la persona y el

entorno y como éste puede influir en la salud de las personas directamente. Así, sería necesario

fortalecer estas líneas de defensa, para prevenir la enfermedad. Esto se podría lograr a través de

intervenciones o estrategias de prevención.

Para las trabajadoras participantes del estudio, que se encuentran sometidas a variados

factores estresantes, la implementación de medidas de intervención y prevención se tornan

necesariamente muy importantes quizás como única medida de disminuir la aparición del

Síndrome de Burnout y una vez que este se ha presentado, propiciar las estrategias pertinentes

para atender a los afectados.

Capítulo 3. Marco Teórico y Conceptual

66

Capítulo 4

Metodología

Capítulo 4. Metodología

68

Capítulo 4. Metodología

69

En este capítulo se describe primero la parte cuantitativa del estudio, la población y los

criterios de inclusión. Enseguida, se describen los instrumentos de recolección de información, el

procedimiento de recolección de la información, las consideraciones éticas pertinentes y el tipo

de análisis. Posteriormente se describe la parte cualitativa con su diseño, población y técnica de

recolección de la información así como el procesamiento de la misma.

4.1. Método Cuantitativo y Diseño de estudio

Para la primera parte del estudio a través de la metodología cuantitativa se hizo un diseño

descriptivo, transversal, de acuerdo a Polit y Hungler (1999), en el que se incluyó a personal de

enfermería que labora en un hospital general de segundo nivel de atención en Tampico, México,

en diversos turnos, al que se le explicó el objetivo del estudio, la persona responsable del mismo,

la técnica de recolección de datos y se garantizó el compromiso de anonimato y confidencialidad

de la información.

Capítulo 4. Metodología

70

4.2. Población a estudio

4.2.1. Población diana

El universo estuvo conformado por 390 enfermeras que laboraban en 2009 en una

institución que brinda atención de salud en Tampico, México.

4.2.2. Muestreo

Para la primera fase de este estudio se determinó un muestreo probabilístico estratificado

sin reemplazamiento de 179 enfermeras, entre la población diana que labora en un hospital

general de segundo nivel en la que se aplicó el Maslach Burnout Inventory (MBI), con una

pregunta agregada acerca de cuáles eran sus principales causas de estrés en el trabajo, así como

una ficha sociodemográfica para recabar información de factores personales y laborales.

4.2.3. Criterios de inclusión y exclusión

Para la aplicación del instrumento de recolección de datos, los participantes se abordaron

sin más criterios de exclusión que negarse a participar en el estudio.

Capítulo 4. Metodología

71

4.3. Instrumento de recolección de datos cuantitativos

El Maslach Burnout Inventory es un cuestionario de forma autoadministrada para medir

el Síndrome de Burnout o desgaste profesional.

Tiene una estructura tridimensional y a partir de ella se definen tres subescalas o

dimensiones para clasificar al sujeto investigado dentro de los que padecen síndrome de Burnout.

Esta escala tiene una alta consistencia interna y una fiabilidad entre 0,75 y 0,90. Y ha sido

validado y utilizado en diversos estudios. Se trata de un cuestionario constituido por 22 ítems en

forma de afirmaciones, sobre los sentimientos y actitudes del profesional en su trabajo y hacia los

pacientes.

Las tres subescalas bien definidas, se describen a continuación:

1. Subescala de agotamiento emocional. Consta de 9 preguntas: 1, 2, 3, 6, 8, 13, 14, 16,

20. Valora la vivencia de estar exhausto emocionalmente por las demandas del trabajo.

Puntuación máxima 54

2. Subescala de despersonalización. Está formada por 5 items: 5, 10, 11, 15, 22. Valora el

grado en que cada uno reconoce actitudes de frialdad y distanciamiento. Puntuación

máxima 30

3. Subescala de realización personal. Se compone de 8 ítems: 4, 7, 9, 12, 17, 18, 19, 21.

Evalúa los sentimientos de autoeficacia y realización personal en el trabajo. Puntuación

máxima 48.

Estas tres escalas tienen una gran consistencia interna, considerándose el grado de

agotamiento como una variable contínua con diferentes grados de intensidad. Los ítems de las

diferentes subescalas son respondidos de acuerdo a una escala tipo Likert con un rango de 0

(nunca) a 6 (todos los días). Así el síndrome de Burnout se entiende como una variable continua

que ordena a los individuos en tres niveles según su puntuación: medio, bajo o alto.

Capítulo 4. Metodología

72

4.4. Recolección de la información, procesamiento y análisis de resultados

En cuanto los sujetos aceptaron participar en el estudio se les solicitó verbalmente el

consentimiento informado. Su aceptación a participar en el estudio se consideró como

consentimiento informado. Posterior a esto se visitó a los participantes para la aplicación de los

cuestionarios en la hora que fue más conveniente para ellos. En el momento de la recolección de

la información todos los participantes se mostraron con disposición a participar al responder a las

preguntas del cuestionario.

El tiempo requerido para completar la información solicitada en los instrumentos de

recolección de datos fue de 15 a 20 minutos. El llenado de estos instrumentos también fue

considerado como consentimiento para participar en el estudio.

El llenado de los cuestionarios fue realizado en una sola visita en la que se les aplicó

ademas la ficha de datos sociodemográficos que contenía las siguientes variables

sociodemográficas y laborales: edad, sexo, escolaridad, estado civil, antigüedad, tipo de contrato

y turno laboral, que según la literatura consultada han sido relacionadas al desgaste profesional.

Adicionalmente se utilizó el Maslach Burnout Inventory.

Los datos cuantitativos brindaron información suficiente para conocer el servicio en el

que se presentaron más casos del síndrome de burnout.

Capítulo 4. Metodología

73

4.5. Definición operacional y escala de medición de las variables principales

Síndrome de Burnout: Es una variable dicotómica (Sí/No) que califica con dicho

síndrome a aquellas personas que tienen niveles altos en las subescalas de agotamiento emocional

y despersonalización y nivel bajo en la subescala de realización personal.

Agotamiento emocional: En primera instancia se sumaron las preguntas 1, 2, 3, 6,

8, 13, 14, 16 y 20 del instrumento; posteriormente se recodificó en tres categorías

(bajo: ≤18, medio: 19-26, alto: ≥27).

Despersonalización: En primera instancia se sumaron las preguntas 5, 10, 11, 15 y

22 del instrumento; posteriormente se recodificó en tres categorías (bajo: <6,

medio: 6-10 y alto: >10).

Realización personal: En primera instancia se sumaron las preguntas 4, 7, 9, 12,

17, 18, 19 y 21 del instrumento; posteriormente se recodificó en tres categorías

(bajo: <31, medio: 31-40 y alto: >40).

Capítulo 4. Metodología

74

4.6. Método Cualitativo y Técnica

Una vez que concluyó el análisis cuantitativo de los datos y se expresó en resultados

numéricos, se dio continuidad a la parte cualitativa del estudio para profundizar en el

conocimiento del génesis del síndrome de burnout en este hospital en particular. Se usó el

abordaje cualitativo a través de la etnografía ya que Boyle (1994) afirma que la etnografía

dirigida a una unidad social específica cobra gran interés para los profesionales de la salud.

En esta parte del estudio se trabajó con grupos pequeños y en un tema específico y esto es

llamado por Boyle (1994) etnografía enfocada. La etnografía permitió comprender cómo “la

gente le daba sentido al mundo en la vida diaria”. Para comprender el sentido del mundo de las

enfermeras, la etnografía se apoyó en lo emic y en lo etic. Este método se utilizó en la presente

investigación, dado que fue de interés conocer, analizar y describir el génesis del síndrome de

burnout en profesionales de enfermería de este determinado hospital.

4.6.1. Muestreo

No se investigaron variables sino eventos e incidentes que fueron informativos y

específicos de las necesidades de estudio. La riqueza de la información que proveyeron los

participantes explica el por qué de las pequeña muestra que se utilizó en la parte cualitativa de la

investigacion.

4.6.2. Técnicas de Recolección de Información

Para contextualizar el hospital de estudio, se llevaron a cabo reuniones con tres grupos

focales de entre cuatro y cinco participantes cada grupo, con personal que ocupaba puestos

gerenciales como jefas de piso o supervisoras de turno, de diferentes servicios y de diversos

turnos y que contribuyeron con sus aportaciones. Estas reuniones con los grupos focales fueron

llevadas a cabo en una oficina de supervisoras que las propias autoridades de la institución

aceptaron proporcionar.

Se solicitó la autorización de las integrantes de los grupos focales para grabar las

entrevistas. Mismas que luego fueron transcritas del audiocasete a documentos en formato Word,

despúes de transcribir y clasificar la información obtenida, se les volvió a reunir para enseñarles

como se había hecho la caracterización de la institución, con lo que estuvieron de acuerdo.

Posteriormente se hizo la selección de las participantes del área operativa para la

realización de las entrevistas y se recurrió a la técnica de bola de nieve: la enfermera jefe del

servicio con más casos de burnout, según los resultados estadísticos obtenidos en la parte

cuantitativa del estudio, me remitió a la primera enfermera, luego ésta me remitió a otras, y así

Capítulo 4. Metodología

75

sucesivamente. En una matriz de datos se anotaron las iniciales del nombre de las participantes,

edad, antigüedad, turno, estado civil, sexo y el grado de estudios.

A continuación, la autora de este estudio realizaba una pequeña introducción en la que

agradecía la asistencia a la participante, le explicaba el objetivo específico del estudio y

remarcaba la importancia de que expresase libremente sus opiniones, garantizándole totalmente

el anonimato en el informe final. También, se les indicaba que la conversación iba a ser grabada,

ya que con ello se evitaba la pérdida de información y se facilitaba además el trabajo posterior de

síntesis.

Cinco de las entrevistas se llevaron a cabo en la oficina de la investigadora en un

ambiente de absoluta privacidad y confort. Tres de las entrevistas fueron llevadas a cabo en el

vestidor de enfermeras del hospital, en donde las condiciones de confort no eran ideales. Sin

embargo se realizaron allí a petición de las participantes. Otras tres entrevistas fueron realizadas

en la oficina de supervisoras, pero en privacidad con la entrevistada, se desconectó el teléfono de

la oficina, para que no hubiera interrupciones. Durante todas las entrevistas las enfermeras se

percibieron a sí mismas, como cómodas en el ambiente donde se les entrevistaba. Ninguna de las

entrevistadas lloró ni tuvo momentos de gran congoja.

Capítulo 4. Metodología

76

4.7. Contexto de investigación

En el área laboral, la causa del estrés puede ser una condición física (ruido, falta de luz,

frío, calor, viento, polución atmosférica, vibración y movimiento, trabajo por turnos). Otra fuente

de estrés es el exceso de trabajo, como cuando se tiene más trabajo del que se puede llevar a

cabo. Esta situación suele empeorar si existe presión.

También puede que las tareas a desempeñar se contrapongan unas a otras (por ejemplo,

cuando se tienen dos enfermeras supervisoras que encargan tareas contradictorias o que tienen

diferentes expectativas); o vayan en contra de las propias creencias o convicciones. Y también las

carencias producen estrés, como cuando las funciones conllevan a una responsabilidad

insuficiente para las capacidades de la persona.

En ocasiones no se recibe el apoyo suficiente por parte de la dirección o los compañeros

de trabajo. Cuando se carece de seguridad en el puesto de trabajo. Cuando se carece de

experiencia y destreza en grupos de trabajo desconocidos. A todas estas fuentes de estrés pueden

sumarse otras como: problemas con la pareja, problemas de salud o fallecimiento de algún

familiar, problemas económicos, crisis personales, las dificultades para compaginar la familia y el

trabajo entre muchas otras.

Tomando en consideración estos argumentos y el tema en estudio, se optó por este

enfoque cualitativo ya que permitió cumplir con los objetivos planteados y comprender cómo un

grupo determinado vivencia la producción del síndrome de burnout en su institución de trabajo

enfrentándose a múltiples factores.

Capítulo 4. Metodología

77

4.8. El abordaje etnográfico

Etimológicamente, el término etnografía significa la descripción (grafé) del estilo de vida

de un grupo de personas habituadas a vivir juntas (ethnos). Por tanto, el ethnos, sería la unidad de

análisis para el investigador, lo constituye un grupo humano entendido como una entidad cuyas

relaciones están reguladas por la costumbre o por ciertos derechos y obligaciones recíprocos. Y,

en sentido amplio, también son objeto de estudio etnográfico aquellos grupos sociales que,

aunque no estén asociados o integrados, comparten o se guían por formas de vida y situaciones

que los hacen semejantes, en este caso, las personas que comparten un ambiente laboral, en el

caso de este estudio, las enfermeras participantes pertenecían todas al mismo hospital, aunque

laboraban en diferentes turnos (Spradley, 1979).

La etnografía es una estrategia de investigación enfocada hacia la interpretación del

sentido de los acontecimientos, en el caso de esta investigación, la producción del síndrome de

burnout. Según este enfoque, existe la convicción de que los miembros de un grupo étnico,

cultural o situacional comparten una estructura lógica o de razonamiento que, por lo general, no

es explícita, pero que se manifiesta en diferentes aspectos de su vida (Spradley, 1979). Las

informantes que participaron en el presente estudio compartían aspectos culturales y sociales que

traían a su entorno laboral.

En investigación cualitativa de trayectoria etnográfica, el principal elemento de

recolección de datos es el propio investigador, a través del trabajo de campo o convivencia

cercana con el grupo de estudio (observación participante). Considerando lo anterior, en este

estudio se incluyó la entrevista etnográfica y el registro como elementos que pudieran ayudar a

dilucidar la perspectiva de los informantes (Taylor, 1986).

Según Spradley (1979), la entrevista etnográfica es la herramienta de excavación del

investigador y es este último quien debe enseñar a la persona a ser un buen informante. Los

siguientes elementos fueron considerados para las entrevistas de este estudio:

1. Propósito Explícito: Se les dio a conocer a las informantes el propósito de la entrevista

en una conversación informal inicial.

2. Explicaciones Etnográficas: incluyó información general y luego más específica.

3. Cuestionamiento Etnográfico: Incluyó las preguntas etnográficas, de las cuales hubo de

los tres tipos:

a) Descriptivas: o “Gran Tour”, fueron abiertas por lo que permitieron una visión

general

Capítulo 4. Metodología

78

b) Estructurales: Con lo que se obtuvo información más específica. Sirvieron para

pedir aclaraciones o verificar algún dato.

c) Contraste: Permitieron descubrir diferentes dimensiones de significado que las

informantes usaron durante la conversación.

Es importante destacar, que para las entrevistas en este estudio, fue ineludible establecer

el denominado “rapport” con las informantes, dado que esta relación estimuló, dio confianza y

logró en las personas una apertura. Es un concepto ligado al de confidencia e intimidad, sin él no

se podría haber logrado obtener la rica información.

Capítulo 4. Metodología

79

4.9. El rigor metodológico

En este estudio el rigor metodológico estuvo dado por la confirmabilidad de Streubert y

Carpenter que mencionan que si el estudio cualitativo demuestra auditabilidad, credibilidad y

adecuabilidad, posee entonces confirmabilidad.

La auditabilidad es la habilidad de otro investigador para seguir los métodos y conclusión

del investigador original. La credibilidad se demuestra cuando los participantes reconocen en los

hallazgos de investigación reportados sus propias experiencias y la adecuabilidad (validez

externa) implica que los hallazgos tengan significado para otros en situaciones similares.

Tomando en cuenta lo señalado anteriormente, para cumplir con el criterio de

auditabilidad, en el presente trabajo se tuvo mucho cuidado de describir en detalle los pasos para

la recolección de la información y el análisis de la información. Para alcanzar el criterio de

credibilidad se le presentó a cada participante del estudio los reportes de los hallazgos y se les

solicitó su aprobación si eso fue lo expresado por ellos. Con relación al criterio de adecuabilidad

este estudio utilizó resultados de otros estudios de carácter cualitativo sobre síndrome de burnout

y se compararon con los resultados de este estudio, buscando similitudes y diferencias entre

estos.

También se utilizó la triangulación para dar credibilidad a este estudio y se explica a

través del siguiente esquema:

Figura 2. Metodología empleada en el estudio

Cuantitativa Cualitativa

MBI Grupos focales Entrevistas

Supervisoras

Mandos

Intermedios

Personal de

enfermería

Operativo

Metodología

Capítulo 4. Metodología

80

Según Taylor y Bodgan (1992), la finalización en la recolección de los datos se determina

cuando se llega a la comprensión del fenómeno y las demás entrevistas no producen ninguna

comprensión nueva. A todas las participantes se les pidió autorización para grabar las entrevistas

y para divulgar la información en medios académicos, conservando sus nombres en anonimato,

por lo que se les preguntó si se podía considerar el aceptar la grabación de la entrevista como su

consentimiento informado para participar en el estudio, a lo cual todas las participantes

contestaron que sí.

Capítulo 4. Metodología

81

4.10. Las entrevistas

La investigadora estaba consciente de que las opiniones de las participantes podrían no ser

análogas a su propio código de ética profesional. Por lo tanto fue sustancial que la investigadora

se mantuviera al margen de elaborar juicios durante la entrevistas y que no usara lenguaje

corporal que pudiera sugerir censura.

La investigadora condujo personalmente todas las entrevistas, lo que resultó en una mejor

comprensión de las opiniones de las participantes. Durante las entrevistas, la investigadora solo

intervino para hacer preguntas o para clarificar algún aspecto. Las transcripciones de las

entrevistas y de las notas de la investigadora fueron hechas dentro un rango de las siguientes 48

horas posteriores a las entrevistas, con el fin asegurar que las transcripciones reflejaban con

exactitud la experiencia de los diálogos. En las transcripciones se reflejó no sólo las

conversaciones mantenidas sino también las situaciones especiales que se hubieran podido

producir (p. ej., silencios, risas, etc.).

Tras ello, se procedió a la lectura repetida de las transcripciones, identificando los temas

que iban surgiendo en relación a las categorías predeterminadas y el momento en que lo hacían.

Asimismo, se seleccionaron los comentarios claves susceptibles de ser utilizados posteriormente

como citas textuales. Por último, se analizaron las respuestas dadas por los participantes,

centrándose cada vez en un tema y elaborando breves resúmenes descriptivos de la situación

seguidos de citas ilustrativas. Se anotaron las nuevas categorías que emergieron.

Se consideró con anticipación que las participantes podrían sufrir algún tipo de angustia

durante las entrevistas al estar haciendo sus narraciones, por lo que se decidió que si esto sucedía

se suspendería la entrevista y se ofrecería apoyo emocional a la participante. Aunque algunas

expresiones manifestadas durante las entrevistas si suponían angustia, ninguna de las

participantes solicitó detener la entrevista. En general, las situaciones que ellas mismas

expresaron, les ocasionaban risas.

Para responder las preguntas del estudio, la codificación de las entrevistas se hizo de

acuerdo con las categorías mencionadas en la descripción de la entrevista, aunque aparecieron

otras categorías emergentes como los asuntos de género. Con las entrevistas se buscó entrar al

mundo interior de las entrevistadas para aprehender su punto de vista y comprender el fenómeno.

Para este estudio, las categorías presupuestas abordadas durante la entrevista fueron:

Cultura institucional

Ambiente laboral

Capítulo 4. Metodología

82

Estrés laboral

Efectos percibidos del ambiente laboral

Concepto de Burnout

A partir de las respuestas, el estudio abordó cuestiones más específicas que afloraron a

medida que se fue realizando el análisis. Se continuó haciendo entrevistas hasta que la

investigadora consideró que se había llegado a la saturación de los datos.

Capítulo 4. Metodología

83

4.11. Ética del estudio

El presente estudio se realizó dentro del marco legal del Reglamento de la Ley General de

Salud en Materia de Investigación para la Salud (Secretaría de Salud [SSA], 2001).

Se consideró lo establecido en el Título II, capítulo I, artículo 13 a fin de asegurar el

respeto a la dignidad de los sujetos y la protección de sus derechos y bienestar, se solicitó el

consentimiento informado de los sujetos de investigación.

De acuerdo el artículo 14 fracciones I, V, VII y VIII y artículo 22 fracción I y II, se

solicitó la autorización de las de las autoridades de la Institución de Salud donde se realizó la

investigación.

Se consideró el artículo 57 y las fracciones I y II del artículo 58 del capítulo V, por ser el

personal de enfermería grupo subordinado y así garantizar que la participación fue voluntaria y

tuvieron la libertad de retirar su consentimiento en cualquier momento, sin que por ello se hayan

creado prejuicios en sus actividades dentro de la institución.

Se dio cumplimiento al artículo 16, ya que se protegió la privacidad y la confidencialidad

de los sujetos del estudio, se garantizó el anonimato al no identificar los instrumentos de

medición con su nombre. De acuerdo a la fracción I del artículo 17, se consideró una

investigación sin riesgo porque no se emplearon técnicas, ni se realizó intervención o

modificación en las variables fisiológicas, psicológicas y sociales de los participantes.

Medidas de seguridad

De acuerdo a la Declaración de Helsinki, esta investigación fue considerada como de

“Bajo Riesgo”.

Capítulo 4. Metodología

84

Capítulo 5

Análisis y Resultados

Capítulo 5. Análisis y Resultados

86

Capítulo 5. Análisis y Resultados

87

Este capítulo incluye el análisis y los resultados del estudio de la parte cuantitativa, así

como los hallazgos obtenidos a través de los focus groups y de las entrevistas. Los datos se

reportan en los siguientes apartados: consistencia interna del instrumento MBI, estadística

descriptiva de las variables del estudio, análisis bivariado o correlacional y hallazgos cualitativos

5.1. Consistencia interna del instrumento

La consistencia interna del MBI se realizó mediante el cálculo del coeficiente alpha de

Cronbach, que evaluó el grado de convergencia de cada reactivo respecto a su correspondiente

dimensión, se consideró como aceptable al tener un valor de 0.81, que indica consistencia óptima

para los 22 reactivos que miden las tres subescalas, a su vez la consistencia interna fue similar a

la reportada en anteriores estudios.

Capítulo 5. Análisis y Resultados

88

5.2. Estadística descriptiva de las variables de estudio

Las características sociodemográficas de los participantes se muestran en la tabla 1. Los

participantes oscilan entre los 21 y 73 años de edad con una media de 41 años. El 96% de los

participantes son mujeres, 68% tienen un nivel de escolaridad de licenciatura o superior, 69%

viven en pareja, 41% labora en el turno matutino, 76% tienen un contrato de tipo base y 53%

tiene de 1 a 10 años de antigüedad.

Tabla 2. Características sociodemográficas

Variables (%)

Sexo

Masculino

Femenino

4

96

Escolaridad

Auxiliar / Técnico

Licenciatura / Especialidad / Maestría

32

68

Estado Civil

Casado / Unión Libre

Soltero / Viudo / Divorciado

69

31

Turno

Matutino

Vespertino

Nocturno

Mixto

41

35

17

7

Contrato

Transitorio

Base

24

76

Antigüedad

1-10 años

11-20 años

21 o más años

53

18

29

Servicio

Pediatría

Cirugía

Medicina Interna

Ginecología

17

16

49

18

Fuente: MBI n=179

La distribución de las escalas de síndrome de agotamiento profesional, así como de cada

una de sus subescalas se muestra en la tabla 2. Se puede observar que 19% padece síndrome de

agotamiento profesional.

Capítulo 5. Análisis y Resultados

89

Tabla 3. Distribución de las escalas MBI

Escala / Subescala (%)

Síndrome de agotamiento profesional (MBI)

No

81

19

Agotamiento emocional

Bajo

Medio

Alto

27

34

39

Despersonalización

Bajo

Medio

Alto

3

25

72

Realización personal

Bajo

Medio

Alto

2

20

78

Fuente: MBI n=179

Las distribuciones de las variables sociodemográficas de acuerdo al síndrome de

agotamiento profesional se muestran en la tabla 3. Se puede observar que 34 personas padecen

síndrome de agotamiento profesional, de las cuales 96% son mujeres, 85% son casados o viven

en unión libre, 62% tienen estudios de licenciatura o superiores, 62% trabajan en el turno

matutino y 79% tienen un empleo de tipo base.

Tabla 4 Distribución de las variables

Síndrome de agotamiento

profesional

Variables sociodemográficas No

(145)

(34)

Género

Femenino

Masculino

%

96

4

%

97

3

Estado civil

Casado/UL

Soltero/viudo/divorciado

65

35

85

15

Escolaridad

Auxiliar/Técnico

Licenciatura/Especialidad/ Maestría

30

70

38

62

Capítulo 5. Análisis y Resultados

90

Cont. Tabla 4 Distribución de las variables

Síndrome de agotamiento

profesional

Variables sociodemográficas No

(145)

(34)

Turno

Matutino

Vespertino

Nocturno

Mixto

37

36

19

8

62

29

6

3

Contrato

Transitorio

Base

25

75

21

79

Fuente: MBI n= 179

Capítulo 5. Análisis y Resultados

91

5.3. Análisis bivariado o correlacional

Para buscar una posible asociación entre las variables sociodemográficas y el síndrome de

agotamiento profesional, se aplicó la prueba de Ji2. Los resultados se presentan en la tabla 4. Se

encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos de síndrome de

agotamiento profesional y las variables de estado civil y turno laboral con una p de 0.02 y 0.04

respectivamente (Figura 3).

Tabla 5 Síndrome de agotamiento profesional

Variable Ji2 Valor de p

Género 0.11 0.75

Estado civil 5.10 0.02

Escolaridad 0.79 0.37

Turno 8.61 0.04

Contrato 0.27 0.60

Figura 3. Gráfico de barras de Síndrome de agotamiento profesional con estado civil y

turno.

El servicio en el que se presentaron más casos de Síndrome de Agotamiento Profesional fue el de

Medicina Interna (Tabla 6).

Tabla 6. Síndrome de agotamiento profesional por servicio

Servicio Síndrome de agotamiento profesional

Sí (%) No (%)

Pediatría 14.7 17.2

Ginecología 32.4 14.5

Medicina Interna 47.1 49.7

Cirugía 5.9 18.6

Exacta de Fisher=7.33 p=0.60

Capítulo 5. Análisis y Resultados

92

En relación a la pregunta libre agregada al final del MBI acerca de cuales eran sus

principales causas de estrés, las enfermeras consideraron las que a continuación se menciona por

orden de frecuencia:

1.- Recursos materiales y medicamentos insuficientes

2.- Falta de personal

3.- Sobrecarga laboral

4.- Condición de los pacientes

Capítulo 5. Análisis y Resultados

93

5.4. Hallazgos cualitativos

5.4.1. Caracterización del contexto donde se abordó el estudio

De los focus groups con las supervisoras y jefas de servicio, se recabó la siguiente

información:

1.- Cumplimiento de la Jornada de Trabajo

“Se debe cumplir a pesar de las carencias, educar al paciente ya que se cuenta con

enfermeras profesionales. 75% con licenciatura, 255 enfermeras generales, 35%

enfermeras especialistas, faltan especialistas en los servicios. Se actualiza al personal de

enfermería, se optimiza el uso del material, se trata de distribuir de manera adecuada el

material. El personal auxiliar por su experiencia son capaces de atender pacientes

graves, claro en labor de equipo”

El equipo se siente motivado al trabajar en equipo para atender a todos los nuevos

pacientes que han llegado con el seguro popular. Se ha incrementado el trabajo. Pero ellas se

sienten fuertes en improvisación.

2.- Suficiencia de recursos para la función gerencial

“No, no hay bolsa de trabajo, no hay sustitución de personal, en algunas ausencias del

personal de más edad se ubica solo en algunos servicios. Las prestaciones hacen que

disminuya la plantilla. Se moviliza al personal mucho y eso hace que el personal esté

descontento”.

El 50% del tiempo de las supervisoras se ocupa en distribuir personal. La media de edad

del personal es de 45 años y con 27 años de antigüedad, el personal contratado por el seguro

popular tiene que ser supervisado por las mismas enfermeras supervisoras, la jefa de enfermeras

no tiene autoridad sobre la contratación de este personal. Se quejan de no tener equipo de

cómputo para uso del personal administrativo de enfermería.

3.- Aspectos innovadores en gerencia en enfermería en el hospital

“Considero que algún equipo facilita el trabajo como las bombas de infusión. A las

personas se nos envía a capacitación e inclusive a otros estados, el equipo biomédico nos

parece mejor, aunque insuficiente”.

4.- El significado de la calidad

“Lamento no estar dejando registro de todas las actividades que realizo durante el turno,

no queda evidencia del trabajo real. Considero que el paciente se siente satisfecho con el

Capítulo 5. Análisis y Resultados

94

trato digno. Los indicadores de calidad son insuficientes para medir el cuidado

completo”.

En la secretaria de salud hay indicadores que guían el trabajo para alcanzar la calidad.

Una falla es que no se registra todo lo solucionado al cuidado del paciente a nivel central de la

Secretaria de Salud en la capital del estado, pues ellos son quienes evalúan las autoridades de las

enfermeras y bajo su instrucción se quitó el uso de cardex.

La seguridad del Hospital

“Faltan recursos para tener una cultura de calidad, considero muy malo el diseño de la

infraestructura para brindar cuidados con los mínimos márgenes de seguridad, no nos

consideramos escuchadas en cuanto a la sugerencias que tenemos en relación a la

seguridad ni de los pacientes ni del personal”.

5.- La certificación del personal

“La secretaria de salud no exige que se certifique el personal por lo que solo algunas

enfermeras se certifican”.

6.- La acreditación del hospital

“El hospital está acreditado aunque nosotras las supervisoras estamos en desacuerdo

con ello pues consideramos entonces, que solo se trabaja para acreditar y después se

vuelve a la realidad de las carencias”.

7.- Ejecución del proceso de comunicación-información

“Se tienen informes escritos semanales a través de oficios, se anota el desarrollo del

turno en una bitácora, se hacen observaciones verbales, a través de juntas mensuales

programadas se transmite información”.

8.- Evaluación del personal de enfermería

Se hace a través de formatos que contienen una guía: permanencia, presentación, puntualidad.

“La evaluación sirve para los estímulos, se otorgan días de descanso, vales de despensa

mismos que son insuficientes. Se evalúa productividad asistencia y permanencia, pero

debería haber un formato especial para enfermería por sus labores particulares”.

9.- Motivación para ocupar cargos administrativos

“Si, si hay motivación, a las que reúnen un perfil, (risas) se evalúan sus expedientes como

aspirantes.”

Capítulo 5. Análisis y Resultados

95

Además de las entrevistas con los grupos focales se llevó a cabo observación in situ de la

cual se registró la siguiente información:

* Tipo de liderazgo desarrollado en el equipo de Enfermería y en el servicio:

“A veces nos sentimos la mamá del servicio y cuidamos a nuestras enfermeras como

hijas, pero también las regañamos”

El liderazgo observado es del tipo paternalista y en ocasiones de autocracia. Se utiliza la

situación para ejercer el liderazgo (liderazgo de contingencia) a partir del evento que se presenta

y no como algo pre-establecido.

* Formas de comunicación verbal y escrita: formal e informal

“Nosotras hablamos todo….con todas, a veces de buenas maneras a veces….no”

La forma de comunicación observada que prevalece es la formal verbal, pues a través de

esta forma se dan a conocer cambios, reuniones, resultados.

Aunque también existe la comunicación formal escrita en anuncios, memoranda, reportes,

informes, datos estadísticos y libretas con datos.

Por otro lado prevalece la comunicación verbal informal y predomina a lo largo de la

jornada.

* Conflictos existentes durante la gestión en los cuidados de Enfermería/ atención a la población

(ausencias, permisos, falta de material, etc) y formas de solucionarlos

“Nos faltan enfermeras……a veces pienso que me angustia llegar al servicio y no tener

personal suficiente para todo el trabajo del turno”

De manera cotidiana se observa carencia de personal, hay ausentismo injustificado. La

falta de material es cotidiana, el material faltante se trata de conseguir a través de los familiares

de los pacientes o en otros servicios. Prevalece la figura machista del médico que manda y la

enfermera que obedece y cuando no es el caso y la enfermera toma a su cargo gestionar la

atención de salud al usuario se presentan enfrentamientos y encono de parte de los médicos

(hombres y mujeres).

* Método de cálculo de necesidades de personal

“Acomodamos al personal como podemos….es cierto que a veces se quedan muy pocas

enfermeras en un servicio…..pues no, no siempre hay personal suficiente”

No se utiliza un método científico para calcular al personal de enfermería, no usan

indicadores, no usan fórmulas para el cálculo. Se distribuye al personal conforme a las

Capítulo 5. Análisis y Resultados

96

necesidades del servicio. No en todos los casos se cuenta con personal suficiente. El personal se

resiste al cambio de servicio.

* Formas de supervisión y evaluación

“Yo recorro todos los servicios, no siempre en el mismo orden…..depende donde haya

más problemas o menos gente”

La supervisión consiste en recorridos por el área donde se van identificando las

necesidades del personal, de los pacientes y de los servicios. No hay una ruta programada y se

atiende la contingencia. Conforme se van evaluando los eventos se van buscando vías alternas de

solución. La evaluación del personal se hace mayormente a través de currículo y de expediente

personal en donde prevalece la asistencia, puntualidad y pulcritud en la presentación del personal

como datos ponderables para ser bien evaluadas.

* Actividades realizadas en el turno de trabajo por las enfermeras: asistencial y administrativa /

por el personal profesional del servicio / Programa

“Si, yo siento que a veces hay discusiones en la entrega de turno, es que a veces no se

ponen de acuerdo de que le toca a cada quien….y pues no siempre hay quien dé su brazo

a torcer”

El personal operativo recibe el turno a través de los expedientes de los pacientes y no in

situ al lado de la cama del paciente. Hay una preocupación manifiesta por cumplir con los

requerimientos del personal del turno que recibe el servicio. Durante el turno se distribuyen los

pacientes según el área asignada y se inicia el cuidado de enfermería atendiendo indicaciones

médicas escritas en el expediente. Otro personal asignado hará las gestiones necesarias para

proveer de medicamentos, ropa, equipo y material al servicio. Mientras se llevan a cabo estas

actividades la supervisora asiste al servicio que le corresponde para identificar las necesidades de

los pacientes, personal y del servicio. Procura dar cumplimiento a estas, aunque para ello en

muchas ocasiones tiene que desplazarse fuera del servicio.

El personal asignado al cuidado de los pacientes pasa visita con el médico tratante,

prepara medicamentos según indicaciones, da cuidados de higiene personal a los pacientes,

elabora la lista de dietas de los pacientes, la lista de medicamentos que se requieren en el servicio,

del material para el canje en Central de Equipos y Esterilización, de los pacientes que tienen

estudios de laboratorio o de gabinete pendientes o que aún no entregan resultados, la lista de los

pacientes que serán dados de alta y cuáles son las intervenciones de enfermería aún pendientes de

cumplir con ese paciente, tales como: educación para la salud, anotar citas a retiro de puntos,

Capítulo 5. Análisis y Resultados

97

citas a re-evaluación, citas para revisión de diálisis peritoneal ambulatoria, citas al servicio de

rehabilitación.

El cuidado enfermero se brinda a través de ministración de medicamentos, cambios de

posiciones, curaciones, diálisis, instalación de soluciones, aspiración de secreciones, lavados

bronquiales, terapias respiratorias, instalación de sondas vesicales, instalación de puntas nasales

para oxigenar al paciente o mascarillas en su caso, educación para la salud, aplicaciones de frio y

calor, orientación a los familiares, revisión de los esquemas de inmunización de los pacientes en

su caso, retiro de puntos, preparación física y psicológica de los pacientes que serán intervenidos

quirúrgicamente, atención tanatológica a pacientes terminales, medición de constantes vitales,

instalación y manejo de equipo biomédico, etc.

Otros aspectos observados

“A las chicas no a todas les parece bien como se hace la evaluación, digo a la que le va

bien, pues si, esa si está contenta”

El personal se mostró inconforme con el método de evaluación, donde las participantes

declararon que existe favoritismo. Al mismo tiempo refieren estrés laboral y síntomas de

agotamiento emocional.

5.4.2. Datos sociodemográficos de la participantes en la fase cualitativa

En la tabla 6 se presentan los aspectos sociodemográficos de las participantes

entrevistadas para la fase cualitativa del estudio y en total se entrevistó a once personas (todas

mujeres). La mayoría de las participantes eran casadas o tenían pareja estable. Sus edades estaban

comprendidas entre los 31 y los 57 años, con un promedio de 45,2 años. El tiempo de ejercicio de

la profesión se encontraba entre 5 y 29 años. Trabajan en los diversos turnos del hospital y casi

todas ellas con formación académica de licenciatura.

Tabla 7. Características sociodemográficas de las participantes en la fase cualitativa

INICIALES

GRADO

ACAD.

TURNO SEXO EDAD ANTIGÜEDAD ESTADO

CIVIL

BBH LIC ENF MAT FEM 53 29 AÑOS CASADA

ADCP LIC ENF NOCT FEM 48 28 AÑOS SOLTERA

AL LIC ENF NOCT FEM 44 6 AÑOS CASADA

GSA E. GRAL. NOCT FEM 57 29 AÑOS CASADA

MAZ E. GRAL. VESP FEM 56 29 AÑOS CASADA

Cont. Tabla 7. Características sociodemográficas de las participantes en la fase cualitativa

INICIALES GRADO TURNO SEXO EDAD ANTIGÜEDAD ESTADO

Capítulo 5. Análisis y Resultados

98

ACAD. CIVIL

JLM LIC ENF VESP FEM 39 15 AÑOS SOLTERA

SMJ LIC ENF MAT FEM 29 8 AÑOS DIVORCIADA

NHGQ LIC ENF NOCT FEM 45 20 AÑOS DIVORCIADA

GMM LIC ENF MAT FEM 34 8 AÑOS DIVORCIADA

RZA LIC ENF NOCT FEM 31 5 AÑOS SOLTERA

LMM LIC ENF NOCT FEM 32 5 AÑOS CASADA

Fuente: Cuadro de recolección de datos sociodemográficos

5.4.3. Hallazgos por categoría

5.4.3.1. Cultura institucional: Las personas que trabajan en este hospital tienen que

acomodar sus personalidades para lidiar con los aspectos laborales propios de la

institución. Desarrollan actitudes con las que se protegen a sí mismas para poder trabajar

sin entrar en conflicto. Las entrevistadas refirieron que adoptaban actitudes determinadas

para sobrellevar el ambiente de trabajo.

“eeh cuando se trabaja en ese hospital el personal de enfermería tiene que

adoptar algunas actitudes Como de defenderse, como de marcarle el alto a

alguien…pues sí es natural el que hay que marcarle un alto para qué se va poner

uno a la defensiva o sea, no tiene caso, a veces no se les puede ganar (risas)”

“Pues en algunas ocasiones sí pone uno actitudes, más que nada por las

fricciones que llegamos a tener con una compañera por ejemplo nosotros con la

de urgencias o connn la supervisora porquee pues medicina interna es un área

muuy pesada yyy a veces pues no hay suficiente personal, yo sé que no hay

suficiente personal... pero pues yo pienso que si se valora nos puede ayudar

mucho, yo aquí tengo amigas, ellas me aconsejan…a veces”

5.4.3.2. Ambiente laboral: Las participantes reconocieron que su ambiente laboral influye

en sus estados de ánimo, aunque no fue uniforme el criterio acerca de esta influencia. Para

algunas de las participantes el ambiente influye para mal en sus personas, pero otras lo

afrontan con entereza.

“Pues en mí influye para bien, de momento sí me molesto ... yo creo que como

todos ¿verdad? me molesto... pero después se me olvida es un... yo les digo" a lo

mejor les va sonar... cursi a los chamacos ahora ¿vea? pero yo soy enfermera por

vocación y pues como mujer a mi se me da, a mi me gusta mi carrera y ya en un

ratito se me olvida y ya se me vaaa... el tiempo y haciendo uno todo lo que tiene

Capítulo 5. Análisis y Resultados

99

que hacer y... yo creo que o sea más que nada nos ha... nos hace falta ante

todo... echarle más ganas al trabajo para seguir, aunque claro que si salimos

agotadas”

“Pues para mal, a veces para mal, porque uno llega en un estado de ánimo pues

bueno ¿verdad? Yy ee… encuentra más en el enlace de cambio de turnos es… y a

veces no se quiere uno contagiar pero pues se contagia, pero ps uno de mujer se

aguanta”

Otras participantes hacen uso de sus buenos modales para iniciar la jornada con armonía.

“Porque en la mañana llegas y todo mundo estamos un saludo primeramente

cordial “Buenos días, cómo amanecieron, cómo estamos, cómo encontramos el

área”, que está crítica el área, pero hay que recibirla con alegría… y si seguimos

así, positivamente, el trabajo no pesa…. Distribuyes tus pacientes todos nos

vamos a trabajar con mucho gusto, trabajo en equipo y salimos adelante… Pero

si llegamos con un poquito con apatía, coraje, envidia así de mujeres pos no…

¡Esto no sale!”

5.4.3.3 Estrés laboral: El personal entrevistado consideró que hay situaciones que si les

ocasionan estrés, esto surge, según las entrevistas como resultado de aspectos ríspidos a

los que se encuentran como el enlace de turno o el carácter de algunas compañeras. Sin

embargo consideraron que ellas lo que tenían que hacer, era seguir adelante.

“O sea eel ambiente, el personal o sea es agradable… es más que nada en el

enlace donde donde sí hay un poquito ¿vea? Porque a veces hay compañeras que

no les gusta que les reciba uno ¿vea? Y que quieren na más… ya irse a veces

están cansadas ¿vea? Eso es lo que pasa pero en miii, en mi turno el ambiente es

bueno”

“Pues eeen general yo pienso que hay mucha apatía, por parte del personal

¿verdad? se han estee olvidado yo creo nomás desde el tiempo que salieron ya no

se han actualizado, no hay nuevas expectativas para ellas ¿verdad? se han

estancado como profesionalmente... entonces sí vamos en contra corriente

¿verdad? hay que saber manejarlas para poder encauzarlas hacia la calidad del

paciente, dar una buena calidad”

Otras participantes manifestaron estrés por los requerimientos administrativos en su

servicio.

Capítulo 5. Análisis y Resultados

100

“eso me pone triste por que por cumplir con las jefas no me queda casi tiempo

para brindarles a mis pacientes y termino agotada mentalmente por que trato de

resolver todos los problemas relacionados con otras áreas.. soy muy pelionera

tratándose de defender a mis pacientes por ejemplo cuando les hacen perdedizos

estudios, sangres o los mèdicos no han ido a valorarlos me pongo como loca y los

busco y busco y busco hasta que los fastidie y ya van (risas) pero a las jefas eso

no les importa y lo pasan por alto, a ellas les importa que el paciente tenga la

pulsera del lado derecho con tinta color azul fuerte, no azul claro, que la solución

tenga la etiqueta bien pegada que los borboteadores estén en la central de

enfermeras y no con cada paciente y a la hora de las complicaciones ahi andamos

corriendo...yo se que lo administrativo es importante pero cada vez son mas

papeles y papeles y papeles que ya no nos queda tiempo de atender a nuestros

pacientes los cuales necesitan mas atención para que no vengan las quejas

después... y cuando vienen de la supervisión, es otro rollo, se fijan en cada

tonteria y ponen cada regla tonta que te da coraje...... bueno basta de quejarme”

Para algunas participantes, el personal de nuevo ingreso es lo que hace que se incremente

el estrés laboral.

“(silencio corto) De un tiempo acá yo lo he sentido ¡muy crítico!… anterior yo

digo y se los comento al personal de nuevo ingreso… están jóvenes pero llegan

muy negativas… a veces hasta pienso que su autoestima está muy baja y yo les

digo “¡No! Ustedes mismas levántense, están chavas, no tienen hijos y aunque

sean mujeres, ahorita tienen que aprovechar, antes de que se casen y el marido

las mande ... ¿Cómo? Hay que estudiar, hay que ir a los cursos,

retroalimentarnos y les hago mucho hincapié ahorita que si tienen oportunidad de

ir a los cursos de Tanatología te ayudan en todo… en lo personal y aquí para

ponerlo en práctica en el hospital, digo pos ahorita que no tienen tanta

responsabilidad como uno, quel trabajo, quel viejo, que los hijos, y bueno, eso si,

ellos me dicen que yo le eche ganas (risas)”

5.4.3.4. Efectos percibidos de la situación laboral: Las enfermeras participantes fueron

conscientes de que hay efectos colaterales de su trabajo sin embargo las expresiones

fueron estoicas acerca de seguir aguantando aunque la situación les demande más energía,

mas tolerancia. En general las respuestas fueron encaminadas a resignarse y seguir

Capítulo 5. Análisis y Resultados

101

trabajando.

“Pues el hospital más que nada es esteee... cómo decirle, o seaaaa.... hay muchas

cosas que no se debe, nooo se llevan como debe de ser o sea hay mucho

favoritismo, muchaaa a veces discriminación ¿si? de parte deeel personal o sea

mucha apatía, como le mencionaba... toncessss pos nada más así como que

sobrelleva las cosas pero no para mejora sí no, nooomás es como que está

estancado… mjm. Sí, sí mejor se mantiene uno al márgen... bueno yaaa tiene uno

más tiempo ahí ¿sí? entonces ya conoce más o menos los caracteres de, de cada

quien... y sí convive uno ¿si? como esteee en familia ¿sí? pero para bien del

paciente... pero nooo de en aspectos ya sentimental y que, si que comunicación y

eso, no, en lo personal no, no lo incluye uno en...los asunto de uno, mejor nomás

miro y sigo haciendo así, mis cosas y lo que no me gusta yo mejor me callo”

“mmn la actitud yo pienso que debe ser siempre positiva… como mujer yo cuido y

quiero mi trabajo, me gusta mi profesión y voy a dar lo mejor para mis pacientes,

al menos así me enseñaron a mi, digo, no sé a ellas y todo… ¿Para qué? Para que

el cliente se vaya satisfecho y ves una mejoría en el trato, en el tratamiento del

paciente una satisfacción buena, tanto para el equipo de enfermería porque no

hablan mal de una enfermera hablan de todas las enfermeras y de los médicos…

entonces la actitud debe ser positiva en todos los aspectos… y que tus problemas

familiares se queden afuera, no entren aquí. Aunque a mí, mi familia si me

apoya…así cuando llego triste o algo. Y pos los malos tratos, pos ya los dejo

atrás”

“esteeee... pues no, no apatía no... a veces sí como queee esteee pues ay! o sea

otra vez ir a trabajar pero por el ambiente deee del turno, porqueee bueno ahorita

hay mucha discrepancia en el turno, del caso especial con el de día, porque no

llevan las actividades no le ponen empeño al paciente entonces cuando llegamos a

recibir hay muchaa esteee diferencia ¿verdad? porque les faltan muchas cosas,

muchas actividades queee pues no están dando nada de lo que debe de ser a los

pacientes, por eso hay diferencias ajá, pero yo, pues trato de arreglarlas, a mí lo

que me interesa es que pues sí, digo yo que lo que me interesa tiene que ver con el

paciente, allí lo mío pues ya veré como le hago”

Capítulo 5. Análisis y Resultados

102

“Sí a veces cambios de humor o sea… hay cambios… pero no enojada o sea…

hay cambios de ¿verdad? De… pues o sea si uno anda tranquilo pues luego ya o

sea anda un poquito acelerado ¿no? , (risas) y yo pues pongo cara como de

contenta, así ….ya ve que dicen que “calladita te ves más bonita” y luego para

que no digan que me falta novio….o así de que tengo menopausia, entonces pues

la verdad…..a veces…si…si me siento como mal…..y al final pues yo mejor me

aguanto”

Las diferentes conductas adaptativas desarrolladas por estas profesionales a fin de

solucionar los efectos no deseados del estrés y sus consecuencias nocivas las obligan a

buscar fuentes de apoyo cercanas como son: la pareja, amigos y familiares a modo de

buscar respuestas, aliento y descanso sobre las situaciones del momento.

“Pues mire ahora sí comoooo nos... dicen algunas compañeras, que son mis

amigas ehh…los problemas de la casa, en la casa y el trabajo es el trabajo

¿verdad? entonces pues yo siempre lo he... separado completamente y ya el día

que ya me toca venir a mi guardia pues digo bueno si pues a trabajar, lo que Dios

quiera y...pues yo,por lo menos así le hago, a mí, la verdad, a mí mi mamá me

enseñó a no pedir, así favores, que yo hiciera las cosas, así, yo solita y pues de

buenas, porque…o lo hacía de buenas…o me iba mal, si me apoyaba, pero yo

tenía que hacer caso (risas)”

Por las respuestas obtenidas, es relevante considerar que las relaciones interpersonales

también fueron percibidas como factores que les afectan.

“pues como quee o sea más que nada yo siento que es personal que trabaja enn

en otro hospital y que ya va o sea al hospital ya así nada más por que pss ora sí

que porque tiene la necesidad dee de ese de ese sueldo... van así ya sin ganas,

cansadas yo las entiendo ¿vea? porque me imagino que todas la semana trabajan

enn en otro hospital y fin de semana también trabajar, que es cuando vienen pues

ni que descansar... yo siento que sí que sí hay personal, que viene de malas, si

como que traen cosas, así digo yo, problemas, pues unas son casadas y así ya son

tres trabajos…..pues como ya no quieren hacen las cosas asiii ora síii por

hacerlas ¿vea? ya no con ese entusiasmo ni esa calidad hacia el paciente o sea ya

como que ya lo hacen no más porque tienen esa obligación de hacerlo ¿vea?

cansadas... fastidiadas... y ni modo, así le siguen”

Capítulo 5. Análisis y Resultados

103

De las respuestas se obtiene que existen aquellas que creen que las situaciones deben

vivirse y enfrentarse como lo que son, sólo situaciones en la vida y que son parte normal

de un proceso en donde cada uno tiene las herramientas para afrontar los momentos y

sucesos.

“Pos hay ocasiones que sí sentimos queee nos demanda más, nos rebasa la

capacidad de nosotros porque... por ejemplo a veces dice no pues seis pacientes,

pero seis pacientes en medicina interna sonnn seis y por e... por ejemplo en la

guardia pasada nos cayó un paciente en paro desde la una y media de la mañana

así que.. y a estar dele y dele y dele, pues siii sí sentimos que no vamos a terminar,

afortunadamente pues... somos un equipo todas las compañeras y nos apoyamos

bastante y aunque sentimos que nos fastidia….noo, siempre hay cosas nuevas,

siempre nos vaa a estimular a hacer las cosas y pues tratar de hacerlas mejor ...

mejor más que nada para... bien de nuestros usuarios y para satisfacción propia”

“Bueno yo siempre he tratado de separar, aunque sí he observado que muchas

compañeras... les pasa eso, que tienen problemas porque bueno, bueno todos

tenemos problemas...yo de hecho no cuento mis problemas, para que? pero siii lo

reflejan en su comportamiento een este, en la interacción con nostros mismos y

pues apoyarnos, digo yo”

“A trabajar en equipo... bueno a la hora de recibirlo a mis compañeras... como

quiera nosotros en el servicio, pues decimos "son tantos pacientes para ti para mí,

vamos a trabajar"... siii alguien tiene más trabajo, le damos la mano, si no pues

algunas...se quejan yyyyy y así... el estrés más que nada era a la hora de

entregar el turno... noo,…. nos llegaban muy muy...exigentes” (risas)

5.4.3.5. Concepto de Burnout: Las respuestas en cuanto a la definición del síndrome

demuestran que algunas de las entrevistadas tienen nociones de lo que le sucede a una

persona con este síndrome pero en general hubo respuestas muy vagas en torno a este

concepto.

“pues ¿que otra cosa le puedo agregar? pues... que Dios nos siga dando fortaleza

para seguir con nuestros pacientes y y mientras Dios nos de licencia aquí nos

encontramos y que ojalá y esa enfermedad a mí….a mí no me dé…porque así, ya

ni ganas dan, con esa enfermedad”

Capítulo 5. Análisis y Resultados

104

“Pues yo digo que un cansancio, ya esteee sea físico o sea porque en una parte

por la que comparte uno otro trabajo también yo creo que sí, si sería afectándose

en ese sentido un poco... pero bueno disfruta uno el trabajo y puess mentalmente

tiene uno que esteee pues verlo de manera positiva ¿verdad? para… para sí,

porque le gusta a uno lo que hace entonces esteee esto es esto hace quee pues no

sea una barrera sinooo pues un escape ¿verdad? dee del trabajo vaya para estar

tanto bien económicamente yyy todo lo demás…así que si me siento a veces

cansada, pero mejor ni digo nada”

“Pues ssnn yo digo que sería como un agotamiento o sea deee... tanto físico,

emocional, apatía en el trabajo esteee o sea que nada más es ir por cumplir pero

no porque le satisfaga o que le guste, porque a veces si nos les gusta, yo digo que

porque no se aguantan o se van ¿no?”

“Más que nada el síndrome es... laaaa... falta de personal mmmm que cooperen

más las compañeras, las metas... queee... no más hasta aquí me tocó, hasta aquí...

yyy y bueno... y uno no las puede obligar porque ellas ya son unas

profesionistas... a lo mejor entraron connnn más grados que nosotros... por eso

se sienten un poquito más... y nosotros como que venimos de de... desde un

principio con muchas ganas de trabajar y de salir adelante... para el bien del

paciente, así con todo y …lo que nos toque, muy mujercitas”

“Pues yo... pienso ¿vea? que es... pos precisamente el agotamiento porque no

hay... hay muchos factores que pueden influir: la sobrecarga de trabajo que

ahorita ya la demanda rebasó la capacidad de... que hay de dee enfermeras,

entonces hay como que, sobre carga de trabajo y ya en algunas ocasiones las

fricciones que le comenté que porque uno pide personal y que no hay y y con la

compañera de urgencias pues ella quiere subir sus pacientes y nosotros

"esperame o tengo que ver" y las carencias que hay aquí en el hospital... eso sí

pues que no hay suficientes tomas de oxígeno y allí ando... yo ahorita estoy de de

encargada de servicio... y tengo que andar buscando en todos lados a ver si eso

lo puedo quitar... entonces pues eso sí, sí lo cansa a uno en determinado momento

porque nn... no, no a veces es cansado, pero yo así siempre digo que yo puedo,

digo así como somos las enfermeras (risas)”

Capítulo 5. Análisis y Resultados

105

5.4.3.6. Categoría emergente

a) En la revisión y análisis de las entrevistas surgió la categoría emergente relacionada

con la sobrecarga de trabajo por haber incorporado el hospital al programa de Seguro

Popular, misma situación que es percibida como estresante para las participantes.

“Sí... sí y aparte bueno, sí porque aparte como ya hay muchaa… mucho

desempleo en la zona pues ya no todos los pacientes tienen seguro social o no

tienen... como antes que les era más fácil ir aaa a este… una institución privada

porque ahorita ya no hay... la la..la misma solvencia económica y vienen aquí por

lo del seguro popular…aunque a veces no hay ni medicamentos”

“No, porque en número de pacientes estamos igual que cuando iniciamos…creo…

nada más que aquí pus como que queremos sacar a alguien y decir “no es que por

el seguro popular… ” no, seguimos los mismos pacientes, cuando iniciamos nos

tocaban de diez, doce, trece pacientes… pero trabajábamos en equipo… el

personal, como que nos adaptábamos muy bien… ¿sabes qué? Tú haces estas

actividades yo hago estas, no importaba el estatus ya ahorita de tantos títulos…

orita ya eres master, ya eres esto, contigo no voy… ¿Por qué no? somos seres

humanos… y aunque sean pobres y del seguro popular pues los tienes que atender

y ya entienden, cuando se les dice….entonces sí”

Las tareas administrativas constituyen una carga más de trabajo pero siempre es relegada

a un segundo plano, ya que para este profesional de enfermería la atención de los

pacientes fue su prioridad.

“… más carga de trabajo más… con la papelería eso…nos dan más pacientes o

sea desde que empezaron con eso del seguro popular… a veces uno quiere pues

darle un poquito más de calidad entonces… se siente uno que nooo se lo puede

dar, porque son varios pacientes y muchos pacientes cada día”

“Pues trata uno de que… es ahí donde a veces se estresa un poquito uno porque

quiere ¿no? Terminar con todo y… no tanto… como en esta semana que me pasó

eso ¿no? De que… pues me quedó ese… ese familiar de que no tenía él, el medio

para, para conseguir el medicamento, como es del seguro ese que pusieron aquí…

¿no?”

La vivencia del sufrimiento de los pacientes pobres como estresor específico del trabajo

de enfermería varía en función de diversos factores. Entre ellos destacan los relacionados

Capítulo 5. Análisis y Resultados

106

con las características de los pacientes tratados en cada servicio, en especial, de aquellos

que no cuentan con los recursos económicos para comprar sus medicamentos o de

pacientes con los que se ha entablado una relación estrecha.

“Como le estaba diciendo ahorita o sea… me quedé con las cosas en la

cabeza…que no tenían pal medicamento y me quedé pensando… de hecho estuve

pensando… la manera de cómo ayudarles ¿si? Porque el paciente…pues no tenía

recursos… ¿si? pos por eso se apuntan en el seguro popular. O sea yo, o sea con

otra compañera… o sea buscándole, cooperando con el medicamento y eso… que

a veces sí lo hay pero a veces en, en determinada sala no hay, no hay ese

medicamento y en otra sala si lo hay…pero mientras, nosotras a correr ¿si?”

“Pues la verdad no sé exactamente cómo le hago porque yo llego... y si ps... obvio

todos tenemos problemas en la casa... pero llego aquí y me veo con todos los... ee

los pacientes en el trabajo y se me olvida, pero llego a la casa y ya empiezo otra

vez con lo de la casa y ya lo de... me pienso hasta que ya vengo a trabajar "Ayy

como seguirá el señor, o cómo estará y... viene por el seguro porque ps dinero no

tiene, a ver, si llegamos a ver que no... no les alcanza”

“Yo pienso que sí, sí porque y pues yo creo que a todos los servicios les afectó,

porque por ejemplo gineco es elllll pan de cada todos los días el seguro, por el

seguro popular, que les dan el parto gratuito, pss hay un chorro de pacientes

(risa) ahí ando yendo al servicio aunque es diferente elll tipo de atención pero sí o

sea es mucho movimiento mjm”

b) Otra categoría emergente surge de las respuestas dadas por las enfermeras en relación

a sus sentimientos:

“Pues tensa o sea… cansada, a veces salgo cansada…”

“Pues me gustaría tener aumento de conocimientos…ahorita quiero seguir

estudiando (risas) aumento o sea… si me motiva o sea seguir preparándome”

“Pues o sea que bueno quee que se está tratando ese tema yo también lo que… o

sea yo quería hacer mi tesis de este tema porque la verdad es que sí hay mucho

personal yo veo quee… que tiene y no se le ha tratado... inclusive hay personal

que tiene enfermedades como colitis nerviosa, migraña o sea y eso es por, por

estee porque llegan así dee estar irritadas, cansadas... yo siento que sí... que es

importante...”

Capítulo 5. Análisis y Resultados

107

“Pues nada más agradecer ¿verdad? que nos tomen en cuenta y…y nos valoren el

trabajo que nosotros hacemos porque es muy importante y desgraciadamente

nosotras mismas como enfermeras no nos damos el valor quee… que tiene nuestra

profesión y nuestro trabajo y la importancia… más que nada que aunque casi

somos puras mujeres, ps igual y hemos sacado el hospital adelante y eso.. que

somos el sexo débil (risas)”

En lo que respecta al papel que la relación con los pacientes puede tener en el proceso del

estrés las posturas son variadas. Situaciones especialmente conflictivas se producen en el

caso de pacientes exigentes o poco colaboradores. Frente a estas situaciones el personal

de enfermería se siente totalmente desprotegido y no apoyado por sus supervisoras.

“Sí nos rebasa, yo me siento como que me rebasa, porque ahora tenemos... eeeh

paciente y familiar, y el familiar está al pendiente de lo que le hagamos al

paciente "Señorita, dijo que a las 12 de la noche le toca el medicamento, son las

12 con 5" ¿verdad? (risas) pero no nos toca un paciente… nos toca un montón,

pero ya ni alego con la jefa…ella siempre gana”

“Pues nnno yo creo que no, esteee… porque ps hay una variedad ahí deee (risa)

de situaciones ¿no? de pacientes y de que pues no, a veces lo saca a uno de…de lo

que es de la rutina porque esteee… pues a veces se encuentra uno de que bueno

el, el estado de salud del paciente pues cambia así de, de manera repentina y lo

despierta a uno porque (risas) lo despierta y así ps yo como que me da gusto que

no todo sea rutina, a mi me gusta así como los retos¿no? pero este siii pues sí, no

no, no es como rutina, pero allí es donde uno luego dice y ps donde está la jefa

(risas)”

Las propias enfermeras consideraron que su trabajo no es valorado ni por el mismo

personal de enfermería, que también propicia fricciones que les afecta en su estado

emocional.

“El trato con las compañeras… ehh vas conociendo, las vas tratando… llega un

momento en que sí te lastiman pero si tú dices “yo soy yo, no debo caer, mi

autoestima no debe bajar, pues en entre mujeres, se supone que aguantamos ¡Y

adelante!”

“No… mi actitud es: no molestarme mmm… no llegar aaa no sé a... al impulso,

pelearme con esa persona, contestarle; no, simplemente me quedo callada y digo

Capítulo 5. Análisis y Resultados

108

“Dios mío… va haber una respuesta positiva” y he tenido satisfacción de esas

personas que… haz de cuenta que ellas mismas se regresaron lo que ellas dijeron,

digo “Wow! Sé que mi respuesta fue buena, no contestarle, no molestarme., solo

seguir y seguir”

“Sí… mis compañeras sí. Frecuentemente y yo me acerco a ellas y le digo… ¡Pero

no en ese momento!... busco el momento en que estén un poco tranquilas y les

digo “¿Por qué te molestaste? ¿Por qué contestas así? No debes de contestar eh,

aunque él tenga la razón debemos ser humildes y después en el momento preciso

que todo esté calmado, preguntar ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué actuaste así? No

debemos de hacerlo, y menos delante de los pacientes o de las compañeras, es

mejor callarse”

“(silencio corto) Pues yo pienso que influye uun poquito en la edad eennnn pues

la cantidad de pacientes que nos dan, la carga de trabajo, la sobrecarga… pues

es una cosa mínima, pero que yo diga así me siento muy mal, o como deprimida,

no, si a mi lo que me gusta es cumplir, aunque la jefa no me diga nada, ¿no?”

“Puues aquí por ejemplo, en la unidad… noo, no son repetitivas las tareas, pero

no te aburre si te gusta… al contrario tú dices “me quedó duda en esto, le

busco… le…arreglo” si? Entonces no, no se te hace aburrido ni feo”

“Yo desde que estudiaba…mi papá me dijo si quieres trabajar, trabajas, pero lo

de la casa es lo de la casa (silencio corto) luego me casé y era lo mismo el trabajo

y la casa, mi esposo trabajaba más que yo…así que…que ni modo que todavía le

dijera que ayudara en la casa…ps no... yo lo hacía todo. (silencio largo) Luego el

se fue…y yo…ya yo…tenía que hacer todo, trabajar y ser la mamá de los

chamacos…así que allá en el hospital muy macha (risas) y en la casa pos muy

buena gente, ps por los chamacos…ellos ps ni culpa tenían…pero yo desde

chiquita ya sabía…ya sabía que la casa y el trabajo…si sabía”

“Dijera quiero estudiar más, prepararme más, perooo yo pienso que también

debemos de darle un momento un tiempo para mi persona, así como darme tiempo

de distraerme”

“Yo siempre desde que empecé a estudiar enfermería dije “mi familia, mis hijos y

mi trabajo”… el doctor Álvarez me ofreció de muy buena manera cuando él

llegó que si yo quería tomar su especialidad, él me apoyaba para irme a México

Capítulo 5. Análisis y Resultados

109

…. Y le dije, doctor gracias sí quiero, quiero prepararme más, perooo mi familia,

mis hijos?… gracias! Pero lo que pueda aquí ya sabe, a leer, a leer, a preparar, a

ganarme el respeto”

“Aaah yo en la familia siempre tengo mucha comunicación con mi señor, toda la

familia… yoo sufrí mucho se puede decir un poquito de cansancio pero decía no,

tengo que seguir adelante con mi madre, mi suegra… pero nunca cargué nada al

hospital yo decía “bien, me preparaba en la mañana: doy gracias de haber

amanecido, me vengo a mi trabajo y digo gracias Señor que me dejas otro día

compartir con mis pacientes y ganarme el pan de cada día y gracias por todo lo

que tengo y callada y …adelante…” ya lo separo… todo… y no me verás

llorando por un rincón “no es que me pasó esto” y en una ocasión me grita una

compañera y me dice “es que tú no tienes ningún tipo de problemas dichosa tú” le

digo “hmm mija mis problemas los tengo aquí, mi trabajo está aquí”… “es que

siempre te veo sonriendo, tus pacientes no se quejan”… no… y yo dije ya después

le enseñé, digo mira se maneja así la familia, así esto y ya… olvídate, llegas aquí

al trabajo… voy a hacer esto voy a hacer lotro… la familia no… te sales del

trabajo ootra vez te cae lo de familia, pero muy diferente y yo digo…pues en los

dos lados buena cara”

Capítulo 5. Análisis y Resultados

110

Capítulo 6

Discusión del Tema

Capítulo 6. Discusión del Tema

112

Capítulo 6. Discusión del Tema

La presencia del síndrome de burnout es motivo de preocupación dadas las repercusiones

personales a los que se ven expuestos quien lo padecen, ya sean de tipo emocional, conductual,

psicosomática, familiares y sociales, así como por las repercusiones en el ámbito laboral u

organizacional, como es el absentismo laboral, la disminución del grado de satisfacción de los

profesionales, la movilidad laboral, la pérdida de productividad y de calidad en el trabajo que se

realiza, etc. (De la Fuente, 2002).

En el caso de las enfermeras, el impacto es mayor, ya que la enfermería se considera una

profesión de servicio y de entrega, que propicia una importante vinculación emocional entre los

actores y en donde la capacidad afectiva de las personas se pone a prueba.

Con relación a la pertinencia del uso del Maslach Burnout Inventory (MBI) se considera

adecuado según los resultados de confiabilidad obtenidos en este estudio y sustentado en el

estudio de Poghosyan, Aiken y Sloane (2009)

En cuanto a uno de los objetivos específicos del estudio que fue el de identificar los

niveles de síndrome de agotamiento profesional los resultados demuestran que 19% de los

participantes si presentaron este síndrome y en cuanto a las subescalas 39% tuvieron un nivel alto

de agotamiento emocional, 72% presentaron un nivel alto de despersonalización pero 78% a su

vez presentaron un nivel alto de realización personal lo cual es similar a los resultados de

estudios previos, con lo que se estima que este fenómeno se tiene que seguir estudiando desde

diversos paradigmas, pues sigue estando presente en diversos ambientes y culturas. (Tapia et al,

2009, Hernández, Ríos y Godoy 2007, Parada et al 2005, Juárez, Hernández y Ramírez, 2005,

Del Rio, Perezagua y Vidal, 2003, Pera y Serra-Prat, 2002).

Los resultados de este trabajo son congruentes con lo reportado en otras investigaciones

(Ballinas et al, 2009, Martínez-López y López-Solache, 2005, Demir, Ulusoy y Ulusoy 2003) en

los que la variable turno de trabajo tuvo una relación significativa con la presencia de síndrome

de agotamiento profesional. Estos resultados sugieren que el síndrome aparece cuando las

demandas cuantitativas o cualitativas de trabajar en el turno nocturno exceden los recursos

personales y de la organización de los que disponen las enfermeras para afrontarlos.

Actualmente las manifestaciones mas acentuadas de violencia en la localidad donde se

encuentra el hospital en que fueron abordados los participantes se han dado durante la noche y

madrugada. Al ser un hospital público, a éste fueron llevados muchos de los heridos de los

enfrentamientos entre los cárteles de la droga y las autoridades, conllevando el aumento de

Capítulo 6. Discusión del Tema

114

estresores para el personal que labora en ese turno incluyendo la presencia de gente armada en las

áreas crítcas de urgencias y medicina interna.

En cuanto al estado civil, los presentes hallazgos contrastan con lo reportado por la

literatura (Fernández-Sánchez, Juárez-García, Arias-Galicia y González-Zermeño 2010, Sandoval

y cols., 2000) ya que el síndrome de burnout se ha asociado más con las personas que no tienen

pareja estable y aunque no hay un acuerdo unánime, las personas solteras podrían tener mayor

cansancio emocional que aquellas casadas o que conviven con parejas estables.

Sin embargo en este estudio se encontró que las enfermeras casadas presentan mayores

diferencias estadísticamente significativas que las solteras. En la actualidad se puede proponer

que las relaciones de pareja evaluadas como dificiles o indiferentes pueden ser un determinante

para generar puntajes altos en las subescalas del MBI y que la existencia de apoyo familiar

(relación de pareja evaluada como buena o excelente) o el no tener pareja hace que enfermeras

como enfermeros puedan ser más resistentes al síndrome, debido a la tendencia emocional de

mayor estabilidad, incrementando la capacidad para afrontar problemas personales y conflictos

emocionales.

No obstante lo reportado y en comparación con los resultados de algunos autores

(Martínez-López y López-Solache, 2005, Del Río, Perezagua y Vidal, 2003 y Pera y Serra-

Prat,2003, Gil-Monte, 2002) acerca de que la variable sexo tiene relacion significativa con la

presencia del síndrome de agotamiento profesional y que serían las mujeres el grupo más

vulnerable debido a la doble carga de trabajo, que conlleva la práctica profesional y la tarea

familiar, así como la elección de carrera que prolonga el rol cuidador , en los resultados de este

trabajo no se encontró ninguna relación pero esto puede ser debido a la pequeña cantidad de

enfermeros participantes y eso se puede explicar a que en México aún prevalecen las mujeres

desempeñando los roles cuidadores en lo familiar y en lo profesional.

Los resultados del presente trabajo son congruentes con lo reportado por otros autores

(Ballinas et al 2009, Spooner-Lane y Patton, 2007 Albaladejo et al 2004) donde se obtuvieron

niveles más altos de burnout en áreas de medicina interna, así como la presencia de factores del

contexto laboral (Recursos materiales y medicamentos insuficientes, falta de personal, sobrecarga

laboral y condición de los pacientes) como determinantes en el desarrollo del síndrome.

Los resultados encontrados en personal asignado a las áreas críticas también se pueden

atribuir a la gravedad de los pacientes, el tiempo que se pasa atendiendo a cada paciente grave,

utilizar equipos biomédicos de alta tecnología y atender diversidad de padecimientos que

Capítulo 6. Discusión del Tema

115

requieren alto grado de especialización. Estos resultados destacan además la importancia de los

factores del contexto laboral como determinantes del desarrollo del problema.

Los demás resultados evidenciaron la escasa relación entre las otras variables

sociodemográficas y el síndrome de agotamiento profesional, dato que coincide con los

resultados de otros estudios donde refieren poco o nulo efecto sobre el síndrome (Ballinas et al

2009, Del Río, Perezagua y Vidal, 2003, Pera y Serra-Prat, 2002).

En resumen, se puede decir que, a pesar de haberse confirmado la relación entre algunas

variables sociodemográficas y la presencia de burnout, dichos hallazgos no pueden ser

generalizados en virtud de las características de la población estudiada.

Dada la presencia del síndrome en el entorno hospitalario y a que definitivamente detrás de

él subyacen muchos de los problemas que aquejan al sistema de salud —no sólo en lo que se

refiere a malestar físico o psíquico del trabajador, sino a sus consecuencias (empeoramiento de la

relación médico-paciente y de la calidad de atención, incumplimiento de horarios, falta de

motivación para el trabajo, entre otros) —, se deberían poner en marcha medidas que eviten su

desarrollo y progresión.

Se han planteado diferentes estrategias para la reducción y prevención del burnout sin

embargo en la revisión de la literatura se encontraron pocas publicaciones de estudios llevados

a cabo en México donde se aborde el problema desde la perspectiva cualitativa; es por ello que

con los resultados encontrados y considerando que las publicaciones de estudios cualitativos

sobre este tema en México son pocas, se continuó con la otra parte de este trabajo de

investigación cuyo abordaje fue cualitativo desde la perspectiva de la etnografía y cuyo análisis

se hace a continuación.

Al igual que en la mayoría de los estudios cualitativos relacionados presentados

anteriormente, los resultados de este trabajo muestran que las participantes eran personal de

enfermería de sexo femenino.

Similar a los resultados obtenidos por Aquino y Carvalho (2010), en este estudio también

se identificó que las participantes tenían síntomas físicos como resultado de su interacción con el

trabajo, aunque a diferencia del estudio de 2010, las enfermeras mexicanas trataron de sobrellevar

los síntomas y declaraban deseos de seguir adelante a pesar del malestar. Utilizaron algunas

estrategias de tolerancia al estrés, pero al mismo tiempo sabían que esos síntomas estaban

presentes.

Capítulo 6. Discusión del Tema

116

En cuanto a los factores que predisponen al síndrome de Burnout, los resultados de este

estudio son similares a los obtenidos por Günüsen y Üstün (2009), asociando estos factores a la

sobrecarga de trabajo y también son similares al interés por parte de las enfermeras participantes,

de que este síndrome se estudie más a profundidad. En el hospital del estudio presente se

incrementó la sobrecarga de trabajo al iniciar por decreto presidencial la asistencia de salud para

todas las personas que demandaran el servicio, sin haber aumentado la capacidad física del

hospital.

Otros resultados fueron similares a los de Kornhaber (2009) en relación a que aunque el

trabajo es demandante, para las participantes también hubo satisfacción en haber cumplido la

taréa encomendada. Y esto, visto desde la perspectiva de la Teoría de Sistemas de Neuman, nos

acerca a la explicación de que se consideran como factores estresantes a las fuerzas del entorno

que pueden alterar la estabilidad ya sean fuerzas interpersonales, intrapersonales y

extrapersonales, con lo que las participantes del presente estudio trataban de equilibrar los

estresores, desde su particular visión de mujeres y con el antecedente cultural mexicano de

“aguantar” y “de seguir”.

También según Neuman, la línea normal de defensa en representación de la estabilidad

del individuo, se va construyendo después de la adaptación a los factores estresantes. Las

participantes expresaron sus actuaciones lógicas para ir adaptándose a las situaciones

prevalecientes en sus turnos o en la relación interpersonal con otras compañeras o con pacientes y

familiares, siempre mirando las circunstancias desde su ángulo personal como mujeres

mexicanas, pues lo dijeron, al expresar su crianza en relación a su carácter y al afrontamiento de

las situaciones, pero con buen ánimo. Estos resultados también son similares a los obtenidos en el

estudio de Kornhaber (2009) al haber encontrado que la sensación de logro era mayor que la

sensación de malestar por los obstáculos.

Para Neuman, la gran interacción que existe entre la persona y el entorno puede influir

en la salud de las personas directamente, así entonces los resultados del presente estudio fueron

similares a los de Gustaffson, Nordberg y Standberg (2008), en el que las participantes se

sintieron víctimas de las circunstancias. Las enfermeras mexicanas tuvieron que adaptar algunas

de sus conductas para tratar de equilibrar sus relaciones, pero quedándose con la sensación de

“tener que aguantar”. Visto antropológicamente, el hecho de permancer calladas o de aislarse

para no entrar en confrontaciones se puede considerar según Unamuno (1950) como ejercitar la

Capítulo 6. Discusión del Tema

117

soledad, el aislamiento y el recogimiento personal para conocer a las otras personas y para

ahondar con más intensidad en la entraña de uno mismo (Unamuno, 1950).

También estos hallazgos son semejantes a los de Vinje y Mittelmark (2007), pues el

compromiso por cumplir con el paciente les significó una sobre demanda a las participantes de

este estudio para estar a la altura de lo que suponen que se esperaba de ellas como mujeres y

como enfermeras.

Explicado esto desde la Teoría de Sistemas y considerando los postulados de Neuman de

que la línea flexible de defensa, es como un mecanismo protector que impide que los factores

estresantes rompan la línea rígida de defensa, las enfermeras mexicanas participantes en este

estudio utilizaron sus recursos emocionales para continuar con su trabajo y se consideraron

afectadas pero así mismo consideraron que podían reponerse y ponían en práctica mecanismos

compensadores, tratando además de no afectar sus relaciones familiares estableciendo límites

entre su trabajo y la familia.

Los resultados acerca de la percepción de otras compañeras con síntomas de síndrome de

Burnout fueron semejantes a los de Ericson-Lidman y Strandberg (2007), en los que las

participantes del presente estudio consideraron que era importante estudiar este síndrome y

trataron de ser comprensivas cuando otras compañeras que manifestaron actitudes de estrés o

síntomas de agotamiento y también fueron iguales los resultados, en cuanto a encomiar la actitud

de estoicismo como una actitud esperada de las enfermeras. Esta actitud puede deberse a que las

participantes trataron de compensar los componentes de sus sistemas para mantener el equilibrio

utilizando las líneas de resistencia que son los recursos que ayudan a las personas a defenderse de

los factores estresantes, según Neuman.

A diferencia de los resultados del estudio de Raffie, Oskouie y Nikravesh (2007), en el

caso del presente trabajo los resultados contrastan pues las enfermeras no se sintieron respaldadas

o con apoyo social por parte de sus superiores jerárquicos, a pesar de ello lograron avanzar en el

cumplimiento de sus tareas, reconociendo sin embargo que eso les ocasionaba estrés y que las

demandas administrativas de sus jefas, las distrajeron de su principal misión al cuidado de los

pacientes.

Sin embargo hay hallazgos coincidentes con el estudio de Billeter-Kopponen y Fredén

(2005), donde al igual que en el trabajo actual, el personal de enfermería se sintió infravalorado y

aunque la relación con los pacientes no se vio alterada por esta situación, los resultados

demuestran que a las enfermeras les gustaría que los jefes y otros trabajadores del hospital

Capítulo 6. Discusión del Tema

118

valoraran su trabajo. Aunque cuando esto no sucedió, las mismas enfermeras asesoraban a otras y

las respaldaban con sus comentarios.

Otros hallazgos que coinciden con el presente estudio son los de Ekstedt y Fagerber

(2005), donde las enfermeras utilizan como mecanismo de defensa, el retraerse sobre sí mismas,

tratando de protegerse de los estresores del ambiente. En el estudio actual, las participantes

guardaron silencio frente a diversas situaciones estresantes, para tratar de salvarguardarse, pero

este mecanismo dijeron que lo aprendieron en sus casas, de sus madres. Con lo que la influencia

de la cultura de las madres mexicanas se ve representada en ese grupo de enfermeras que

prefirieron el silencio antes que la confrontación para continuar su labor, manifestando malestar

pero al mismo tiempo siguieron adelante para no favorecer otras situaciones que les pusiera en

más riesgo emocional.

Los resultados presentes coinciden con lo hallado por Severinsson (2003), acerca de que

las enfermeras sienten que están extremadamente ocupadas y con diversas demandas de sus

superiores, de los pacientes, de los familiares, pero esa exigencia también la sintieron de sus

propias compañeras del mismo o de diferentes turnos pero que también contribuye a incrementar

los estresores durante la jornada laboral.

Por otro lado, algunos estresores, como la situación económica del paciente, fue una

situación que les abrumó aún cuando estaban fuera de su turno laboral, manifestando con ello su

interés por los pacientes, pero al mismo tiempo su angustia por tratar de resolver algunos

aspectos como carencia de medicamentos, pérdida de documentos, falta de visita médica en los

que ellas no eran directamente responsables. Aún así buscaron estrategias para lograr el cuidado

del paciente, aunque eso en ocasiones les representara esfuerzos adicionales.

En contaste con la definición del síndrome hecha por Maslach y Jackson (1981), las

participantes del estudio no describieron síntomas de despersonalización en el sentido de

convertirse en cínicas o de ser insensibles a los sentimientos de otros. Pero si ponían en ocasiones

sus necesidades o sentimientos después de los de otros.

Las enfermeras participantes dieron sus respuestas de manera empática sin dejar de poner

su mirada en el futuro del cuidado como parte esencial de su trabajo. Por lo que serían sanas,

según Kierkegaard (1965), quien considera sanos a aquellos individuos que viven de la esperanza

y en el recuerdo y con ello encuentran su vida en equilibrio y con verdadera y rica continuidad.

A lo largo de las entrevistas fue apareciendo un patrón cultural representado por tres

partes que se potenciaban entre sí: el hecho de ser mujeres, enfermeras y mexicanas. El patrón

Capítulo 6. Discusión del Tema

119

indicó que cada hecho aislado no parecía contribuir a una conducta de estoicismo, de “aguante”,

sino que los tres componentes produjeron un comportamiento determinado en cuanto a los

aspectos culturales de creer que como mujeres, era mejor callarse y seguir trabajando, así mismo

las respuestas indicaban la superioridad de los varones, padres, esposos o médicos, sobre las

participantes, al llamarles “señor” y obedecer lo impuesto por otros.

Era evidente el deseo que tuvieron algunas de seguirse superando, preparando

académicamente, sin embargo lo dejaron de lado para dedicarse más tiempo a su familia. Es esta

una conducta familiar entre las mujeres mexicanas que aún se preserva y que prevalece en las

enfermeras entrevistadas. Lo cual como cultura particular tiene un impacto sobre el concepto de

persona según Geertz (1990), en donde la cultura suministra el vínculo entre lo que las personas

son intrínsecamente capaces de ser y lo que llegan a ser realmente.

Por lo expresado en las entrevistas las participantes consideran que ser mujer influye de

manera muy directa al asociar parte de los cuidados enfermeros a acciones consideradas

intrínsecamente femeninas y sujetas a falta de medición y valoración económica, esto desde el

punto de vista de las enfermeras con más antigüedad. Manifestaron una idea común en México y

que además es una percepción socialmente reconocida, que Enfermería es un trabajo «propio de

mujeres». Cuidar es y ha sido una tarea femenina que, trasladada a la enfermería, las participantes

al hablar del doble o triple turno la consideran una extensión del rol femenino en el ámbito

privado.

Ser “callada” en México significa ser buena, entonces las participantes expresaron que era

mejor callar, que “calladitas se ven más bonitas”, con lo que se refuerza la influencia cultural del

silencio como expresión de ser buenas. En las respuestas, las participantes se sintieron apoyadas

por sus familias, sin embargo la autoridad familiar dejó huella, pues lo enseñado por las madres o

la autoridad de los esposos, les refrendó que eran “mujeres” y por lo tanto se esperan

determinados comportamientos de parte de ellas.

Ser mujeres para ellas también representó la preocupación de dejar atrás lo que sucede en

el hospital para no afectar a sus familias. Entonces la carga familiar aunque no fue expresada así,

es un factor que al mismo tiempo las animaba a seguir, pero también a guardarse sus emociones.

La voluntariedad de las mujeres en continuar su trabajo a pesar de algunas circunstancias

adversas, pareció darles un sentido de orgullo, de logro y de significado a su trabajo con los

pacientes.

Capítulo 6. Discusión del Tema

120

En sus expresiones de cómo deberían portarse las enfermeras de menor antigüedad fueron

manifestando el estereotipo de bondad y abnegación que ha prevalecido en la cultura mexicana al

respecto de las actitudes de las enfermeras, pues de ellas se espera que sean “angelicales”,

”ángeles de bondad” o “abnegadas trabajadoras de la salud”.

Se puede considerar que el trabajo para estas enfermeras era una forma de trascender, de

dejar huella en su camino. Poniéndose al servicio de otros y en el cuidado de sus semejantes,

perderse a sí mismas, según Frankl (1955)

A pesar de esta caracterización social, ahora también se espera que las mujeres casadas

aporten no solo trabajo físico sino recursos económicos para el sustento de la familia, sin

considerar que son las mujeres a jornada completa quienes más horas trabajan, debido a que

asumen el trabajo doméstico no remunerado, con lo que el modelo de mexicanas, mujeres y

enfermeras encaja de manera sustancial en el ideario cultural presente en la institución de salud

donde se llevó a cabo el estudio.

Aún cuando en América Latina y el Caribe predominan los hogares en los cuales el

hombre desempeña el papel de "proveedor del sustento", y las mujeres siguen siendo las "amas

de casa", las cifras muestran la creciente importancia de la participación de las mujeres en el

trabajo extra doméstico (Rodríguez, 2011). Tal como se demuestra en el presente trabajo en el

que algunas de las participantes dijeron ser jefas de familia por ser las proveedoras, y al mismo

tiempo las madres para atender a los hijos.

En los resultados se pueden observar todas las líneas de defensa expresadas por Neuman

en su Teoría de Sistemas, que fueron puestas en marcha por las participantes del estudio, tanto

para guarecerse de algunas situaciones incómodas como para propiciar su avance y desarrollo

laboral, evitando en lo posible dejarse arrastrar por los sentimientos de aislamiento, soledad o de

ser infravaloradas y continuar cansadas aunque con buen ánimo su labor cotidiana.

Hallsten (2002) demuestra que los profesionales con síndrome de burnout tienen en muy

alta estima los resultados positivos producidos por sus propios esfuerzos, al igual que las

enfermeras de esta muestra. Vanheule y Verhaeghe (2005) demostraron que cumplir con los

objetivos es algo que las personas deben hacer para ser exitosas y ser consideradas “buenas

personas”.

En relación a los hallazgos del presente estudio Freudenberger (1974) menciona que el

burnout puede aparecer cuando la persona ha fallado en relación a su imagen propia idealizada.

Capítulo 6. Discusión del Tema

121

6.1. Limitaciones del estudio

El número pequeño de participantes (once) puede ser visto como una limitación de

estudio. Sin embargo, la investigación cualitativa se enfoca en la calidad y riqueza de los datos

obtenidos de las participantes. (Patton 2000, Sandelowski, 1995).

En este estudio la muestra cualitativa seleccionada ayudó a proveer iluminación acerca del

fenómeno (Sandelowski, 2000). El estudio solo incluyó mujeres mexicanas y por lo tanto no son

representantivas de otras nacionalidades. Por otro lado, existe un factor cultural que puede influir

a la hora de extrapolar estos resultados a otros países. Futuras líneas de investigación tendrán que

recoger el factor transcultural y valorar su nivel de implicación en el proceso. Durante las

entrevistas se observó que las participantes tenían un sesgo de complacencia debido a que la

investigadora laboró como coordinadora de enseñanza y jefa de enfermeras en el hospital en el

cual se realizó el estudio.

Entre las principales limitaciones del estudio cabe destacar la relativa homogeneidad de la

muestra centrada en profesionales de enfermería mujeres, lo que nos lleva a tomar con cautela la

posible generalización de los resultados obtenidos. La muestra cuantitativa contenía muy pocos

participantes varones por la escasez de ese tipo de personal en hospitales mexicanos. Por lo que

no se pudieron hacer contrastes entre poblaciones de ambos sexos.

En futuros estudios podrían subsanarse algunas limitaciones de éste. Sería recomendable

utilizar diferentes tipos de medida, así como a diferentes informantes, ya que el empleo del

autocuestionario como único instrumento de medida en la parte cuantitativa puede suponer

alguna dificultad para generalizar los resultados. Por otro lado, resulta esencial indagar en la

relación entre las percepciones que las enfermeras tienen sobre su trabajo y desempeño y las

vivencias de calidad de servicio de los pacientes. Además, futuros estudios deberán incidir en el

peso específico de las condiciones organizacionales en la eficacia y bienestar de los trabajadores

y en el impacto que ambos tienen en la satisfacción de los pacientes.

Capítulo 6. Discusión del Tema

122

123

Capítulo 7

Conclusiones

Capítulo 7. Conclusiones

124

Capítulo 7. Conclusiones

7.1 Conclusiones

1.- Desde el punto de vista teórico, el presente estudio avanza en el conocimiento de los

procesos silenciados y posibles potenciadores de generación de síndrome de burnout, así como de

las estrategias de afrontamiento usadas por el personal de enfermería. Entre las fortalezas, cabe

destacar, que esta investigación constituye una contribución genuina al conocimiento de la sinergia

de afrontamiento y la eficacia de algunas estrategias exitosas utilizadas por las participantes en el

estudio.

2.- Se alcanzaron los objetivos específicos planteados en el presente estudio. Los

resultados obtenidos muestran que las enfermeras se caracterizan por el empleo de estrategias

adaptativas tales como la resolución de problemas y se exigen a sí mismas el cumplimiento de la

labor aún ante la adversidad, haciendo uso de sus patrones culturales y los esquemas de género

preconcebidos desde su educación en el hogar.

3.- La primera hipótesis que plantea: Las características sociodemográficas de las

enfermeras del hospital general “Dr. Carlos Canseco” tienen relación con el síndrome de

Burnout, probó ser correcta en parte, en cuanto a que existe relación entre dos características

sociodemográficas (estado civil y turno laboral) y el síndrome de Burnout en el personal de

enfermería del hospital estudiado. De tal modo que es necesario crear programas de educación

continuada dentro de contextos de colaboración intraequipo, interequipos e intersistemas que

favorezcan las aportaciones y la expresión de acuerdos y desacuerdos, de diferencias y de

conflictos, de certezas e inseguridades en el desarrollo de las responsabilidades y cometidos.

Estos espacios de formación deberían establecerse y realizarse dentro del horario de

trabajo, por tanto formando parte de las horas trabajadas, siendo aconsejable incorporar en la

formación temas relacionados con estrategias de afrontamiento de estrés y el desgaste profesional

y tomando en consideración los aspectos negativos de la turnicidad, así como las posibilidades de

permitir a las enfermeras de los turnos nocturnos diversos tipos de espacios donde puedan

fortalecer sus estrategias de afrontamiento.

4.- La segunda hipótesis de trabajo que dice: El género y la cultura son factores

predisponentes para la aparición del síndrome de burnout en las enfermeras del hospital general

“Dr. Carlos Canseco”, no se pudo comprobar en virtud de que solo las características

sociodemográficas de estado y civil y turno tuvieron una relación estadísticamente significativa

en relación al síndrome de burnout. Y a través del análisis etnográfico se obtuvo que el sexo y la

Capítulo 7. Conclusiones

126

cultura de las participantes influye de manera positiva para fortalecerse y enfrentar los estresores

que les provoca su trabajo y el ambiente de la institución.

5.- La primer cuestión de investigación que plantea: ¿Desde su propia percepción, cuál es

la causa del síndrome de burnout en personal de enfermería en un hospital general de Tampico,

México?, se contesta con que no es la cultura institucional la que influye en la aparición del

síndrome de burnout y apoyados en los resultados estadísticos se comprueba que en el caso

particular de la institución donde se llevó a cabo el estudio, solo tuvieron influencia las variables

de estado civil y turno laboral. Las instituciones son el campo de acción de los sujetos, los grupos

y lo colectivo. Cada organización institucional desarrolla sus propias lógicas según la diversidad

de funciones que tienen creando una cultura y un estilo institucional y los actores con sus

prácticas cotidianas las constituyen, las sostienen y las cambian.

Esta característica de las organizaciones, la instancia de los sujetos constituyéndolas

implica aceptar que hay parte de cada uno de los trabajadores puestas allí (actos, relaciones,

afectos) y esas partes no les pertenecen en propiedad. Esta relación entre el sujeto y la

organización institucional es fuente básica de tensión, de malestar y de disputa. Probablemente

hoy, dada la situación de contexto general de las organizaciones, se ve con claridad que el

malestar y el conflicto son parte de la vida cotidiana de los grupos, organizaciones y de los

sujetos que actúan en ellas. Los sujetos están unidos a las organizaciones por lazos de necesidad

mutua, las instituciones y organizaciones siempre están presentes en el interior de los sujetos,

muchas veces promoviendo su identificación; pero sin embargo ni la organización, ni la cultura

institucional pueden determinar por completo la conducta institucional de los sujetos, sus

posicionamientos dentro y respecto de ella.

El sujeto muchas veces se resiste, busca o defiende su derecho a la libertad individual

contra el reclamo y la voluntad de lo colectivo institucional. Otras veces lo exige de tal manera

que la integridad y funcionamiento institucional se puede ver alterada. A pesar de ello, al analizar

los resultados del estudio se concluye que las adversidades institucionales están presentes en la

institución donde se llevó a cabo la investigación , pero la fortaleza interna de las participantes les

condujo a solventar las crisis de estresores con estrategias de afrontamiento y recursos

personales. Para poder apoyar al personal de enfermería que se encuentra en situaciones de estrés

y que les pueden conducir a padecer síndrome de burnout, se puede desde la perspectiva

institucional preparar a jefes y directivos, a las mismas supervisoras enfermeras para darle a

todo el ámbito laboral, la perspectiva de género, porque a pesar de que parezca increíble es la

Capítulo 7. Conclusiones

127

propia jefa o supervisora o directiva mujer la que asume actitudes machistas que discriminan y

debilitan el esfuerzo de las enfermeras.

6.- La segunda pregunta de investigación que cuestiona: ¿Desde su propia percepción, el

síndrome de burnout se presenta por el trabajo de enfermería o por el hecho de ser mujer, o por

la unión de ambos?, fue contestada a través de las respuestas de las participantes donde el hecho

de ser mujeres y enfermeras las hace sentirse más responsables y un tanto el hecho de resignarse

a su trabajo aunque tuvieran malestares pero siguieron adelante, todo en beneficio del paciente.

Desde esta perspectiva, la experiencia del burnout es una construcción de naturaleza

predominantemente subjetiva desde el momento en que los individuos movilizan tanto factores

personales como situacionales para evaluar el potencial amenazante de eventos y circunstancias.

De esta manera, cuando la enfermera siente que no dispone de los recursos o estrategias

suficientes para afrontar las demandas que percibe como estresantes, experimenta diferentes

niveles de estrés que pueden llegar a vulnerar su equilibrio y bienestar psicológicos y producir

burnout. Situación que repercute sobre la calidad de su trabajo, el nivel de compromiso

organizacional y su grado de satisfacción laboral y con su vida en general. Y sin embargo hace

uso de sus propios recursos para afrontar las situaciones estresantes y tratar de cumplir aún frente

a situaciones adversas.

7.- También se obtuvo una respuesta más asombrosa, pues a través de las respuestas de las

participantes se comprobó que no hubo quejas en cuanto a la doble jornada que como mujeres

mexicanas tienen que cumplir y no hubo participantes que se quejaran de su profesión en virtud

de que ésta les sigue pareciendo estimulante y no rutinaria. Las mujeres han sido identificadas,

tradicionalmente, con los roles de la maternidad y el trabajo doméstico, dos roles relacionados

claramente a los afectos y al cuidado de otras personas.

Aun cuando esta adjudicación de papeles ya no es tan aguda, lo que se explica, entre otras

cosas, por el ingreso de una parte importante de las mujeres al mercado laboral y por los cambios

culturales de los últimos años, lo cierto es que un gran número de mujeres se desempeña en

actividades o profesiones de servicio y sigue realizando las labores domésticas.

La doble jornada (doméstica y laboral), la multiplicidad de roles, el papel de cuidadora de

niños y niñas y de personas ancianas y enfermas, la imposibilidad de gozar de un tiempo propio y

la desvalorización social y económica del trabajo reproductivo, han contribuido a que el trabajo

doméstico constituya un elemento potenciador del estrés mental con mayores niveles de

depresión y de adicciones (alcohol, juego, dependencias afectivas). Las mujeres con hijos y

Capítulo 7. Conclusiones

128

responsabilidades laborales, están expuestas a un alto grado de tensión durante las 24 horas del

día. Los hallazgos de este estudio permiten asumir que los factores culturales y de género les

exigen a las enfermeras seguir cumpliendo y que ellas mismas esperan cumplir para llenar las

expectativas que se han hecho sus familias al respecto del trabajo de la enfermera.

8.- Se concluye como resultado de la observación y del análisis de lo manifestado por las

participantes que existe el fenómeno de la interacción de tres factores biosociales conformados en

una tríada como fueron el género, la cultura y la profesión. Este fenómeno se muestra en el

siguiente esquema de triple hélice que hace que cada aspa de la hélice propulse a la otra para

representar el motor que mueve a las participantes en este estudio hacia el logro de sus

compromisos laborales y familiares, a pesar de sentirse y reconocerse afectadas en ocasiones.

Figura 4. El Modelo de Triple Hélice

Es necesario que se hagan intervenciones individualizadas en virtud de los diversos

factores encontrados en este estudio que afectan al personal de enfermería y que provoca en

algunas de ellas, agotamiento profesional, aunque para ellas mismas sea difícil de reconocer y lo

trataron de remontar con diversas estrategias de afrontamiento.

Enfermera

Mexicana Mujer

Capítulo 7. Conclusiones

129

En ese sentido, los trabajos de las mujeres consisten, típicamente, en posiciones de poco

poder y mucho cuidado (enfermera, secretaria, empleada) en los que se les pide mucho y se les

ofrece poco (los sueldos de las enfermeras suelen ser mucho menores que los de doctores y jefes).

Debido a ello, muchas veces, lo estresante no es la tarea en sí, sino el rol asignado de madre que

todo lo puede y nada necesita, y que paradójicamente son las mismas enfermeras que participaron

en el estudio que se asumen así. Listas para cumplir lo que otros demandan de ellas, por las

exigencias sociales y culturales a las que se han visto expuestas, dejando al último las

necesidades personales.

Estas enfermeras trabajan con individuos que experimentan situaciones especiales como

pacientes. Por eso son tan necesarias las enfermeras que cuidan a esos individuos con necesidades

de salud. Entonces debe considerarse como muy importante la creación de ambientes de trabajo

que promuevan la salud de las enfermeras.

Frente a los constantes cambios sociales y laborales debe aumentar el interés por

mantener funcionando de la mejor manera posible el recurso que mueve cualquier empresa, este

es el recurso humano, en el que debe invertirse constantemente, capacitándolo no solo en lo

concerniente a su quehacer, sino también en el manejo de emociones. El desgaste laboral afecta al

individuo que lo padece, a la empresa para la que trabaja y a la familia, por ende a la comunidad.

Por otra parte, disponer de soportes sociales y emocionales fuera del ámbito laboral, de

posibilidades de tiempo libre real, incide indirectamente en la medida en que al fortalecerse los

recursos subjetivos, hay mayor capacidad de elaboración de estrategias de afrontamiento, por

parte de aquellos trabajadores que están al cuidado de otros.

Es fundamental una orientación de las políticas públicas hacia el objetivo de modificar la

división por género del trabajo tradicional y establecer como principios básicos de

funcionamiento el de la corresponsabilidad. En el ámbito privado, el objetivo es promover

cambios culturales que flexibilicen la división por género del trabajo. En el ámbito público, se

trata de impulsar el cuidado como responsabilidad social. Aspectos que se pueden abordar desde

la perspectiva de género, en el ámbito escolar en la formación de los estudiantes de enfermería y

en el ámbito laboral, con la educación continuada que sirva para exponer porque al educar desde

la perspectiva de género, las posibilidades de mejora en todo sentido, se incrementan.

En general el panorama anteriormente descrito permite conocer que aún falta mucho por

investigar acerca de este tema y que entre más se estudia, más interrogantes han surgido.

Capítulo 7. Conclusiones

130

Indudablemente dada su naturaleza e impacto social, representa hoy por hoy un campo emergente

y área de oportunidad en materia de salud pública en el ámbito nacional e internacional.

Este síndrome se debe atender como un problema social, y no como un mero problema

individual, al cual es necesario brindarle atención inmediata para evitar que el proceso se

incremente, ya que se define como una respuesta a la estresante situación laboral crónica que se

produce, principalmente en las profesiones que se centran en la prestación de servicios.

Es evidente que el personal de enfermería cuenta con una gran cantidad de factores

estresantes que le pueden causar diversos trastornos, sin embargo es imprescindible que el mismo

esté consciente de su responsabilidad para con la salud del cliente y aplique las medidas

necesarias para no incumplir con el cuidado de la persona. El estrés constituye el preámbulo para

el desarrollo del síndrome de Burnout, la gran cantidad de obligaciones del personal de

enfermería en el ambiente laboral así como las obligaciones familiares, mantenimiento de la casa,

hijos y deberes como pareja, entre otras, influyen en el aumento de los niveles de este factor, por

lo que el personal de enfermería, no se encuentra exento a desarrollar el síndrome de Burnout.

Es importante destacar la existencia de diversos factores presentes en el personal de

enfermería, que pueden provocar insatisfacción laboral, como lo es el no reconocimiento de las

labores dentro del área hospitalaria por parte de la institución y por las políticas de la misma, lo

cuál demuestra que es muy significativo para esta población, el reconocimiento, ya que esto es un

factor protector de gran motivación y mejoraría el cumplimiento de los roles y funciones.

Otro aspecto relevante, parte de nuestra realidad nacional, es la falta de personal, lo cual

produce una sobrecarga de funciones y responsabilidades para el equipo de enfermería, esto es

uno de los principales factores que pueden producir desgaste en el profesional. Además de esto,

la carencia de recursos materiales y equipo técnico, es una limitante para la buena realización y

eficiencia del quehacer del personal en su diaria labor intrahospitalaria, lo que representa un

aumento del esfuerzo físico y mental.

Las tareas que realiza enfermería son complejas y esto manifiesta una variabilidad en la

toma de decisiones, ya que día con día, durante cada jornada laboral, se enfrentan ante

situaciones diferentes debido a la individualidad que representa cada usuario, este aspecto influye

en la carga mental del personal por lo que es indispensable que esta población cuente con los

factores protectores necesarios para tener una adecuada salud mental.

Como corolario del trabajo realizado, y considerando las relaciones observadas entre los

factores potenciadores de burnout, se sugiere la conveniencia de incorporar la evaluación del

Capítulo 7. Conclusiones

131

estatus de salud del personal de enfermería como una práctica frecuente en cada servicio,

anticipándose a la aparición de trastornos sociopsicológicos que provocan severas consecuencias

en la salud y erosionan la calidad de vida personal y laboral de cada profesional.

Así como continuar con estudios de corte cualitativo para continuar aportando fundamento

científico en el análisis de este fenómeno complejo, incorporando más participantes varones y

establecer análisis comparativos cualitativos entre los dos géneros.

Capítulo 7. Conclusiones

132

133

Anexos

Anexos

134

Anexos

135

Anexo A.- Cédula de datos sociodemográficos y laborales

Edad: ______ Sexo: _____ Escolaridad: Enf Aux. ____ Enf. Gral._____Enf. Esp____ Lic Enf

_____Otra____

Estado Civil: Soltera_____ Casada_____ Divorciada_____ Unión Libre ______ Separada _____

Viuda_____

Turno Mat___Vesp _____Noct_____ Antigüedad _____ años

Tipo de Contrato: Transitorio_____ Base_____

Anexos

136

Anexo B. - Maslach Burnout Inventory (Maslach, 1986)

Instrucciones: Marque la calificación que considere para cada una de las preguntas que se le

piden, de acuerdo a la escala de evaluación que a continuación se señala:

Escala de evaluación: 6 = Todos los días 5 = Pocas veces a la semana 4 = Una vez a la semana 3

= Unas pocas veces al mes o menos

2 = Una vez al mes o menos 1 = Pocas veces al año o menos 0 = Nunca

REACTIVOS ESCALA

Agota

mie

nto

Em

oci

on

al

1. Me siento emocionalmente agotado por mi trabajo 0 1 2 3 4 5 6

2. Me siento cansado al final de la jornada de trabajo 0 1 2 3 4 5 6

3. Me siento fatigado cuando me levanto por la mañana

y tengo que ir a trabajar 0 1 2 3 4 5 6

4. Trabajar todo el día con mucha gente es un esfuerzo 0 1 2 3 4 5 6

5. Me siento "quemado" por mi trabajo 0 1 2 3 4 5 6

6. Me siento frustrado en mi trabajo 0 1 2 3 4 5 6

7. Creo que estoy trabajando demasiado 0 1 2 3 4 5 6

8. Trabajar directamente con personas me produce

estrés 0 1 2 3 4 5 6

9. Me siento acabado 0 1 2 3 4 5 6

Des

per

son

ali

zaci

ón

10. Creo que trato a algunos pacientes como si fueran

objetos impersonales 0 1 2 3 4 5 6

11. Me he vuelto más insensible con la gente desde que

ejerzo esta profesión 0 1 2 3 4 5 6

12. Me preocupa el hecho de que este trabajo me

endurezca emocionalmente 0 1 2 3 4 5 6

13. Realmente no me preocupa lo que le ocurre a mis

pacientes 0 1 2 3 4 5 6

14. Siento que los pacientes me culpan por alguno de

sus problemas 0 1 2 3 4 5 6

Anexos

137

Rea

liza

ción

Per

son

al

15. Comprendo fácilmente como se sienten los

pacientes 0 1 2 3 4 5 6

16. Trato muy eficazmente los problemas de los

pacientes 0 1 2 3 4 5 6

17. Creo que influyo positivamente con mi trabajo en la

vida de las personas 0 1 2 3 4 5 6

18. Me siento muy activo 0 1 2 3 4 5 6

19. Puedo crear fácilmente una atmósfera relajada con

mis pacientes 0 1 2 3 4 5 6

20. Me siento estimulado después de trabajar con mis

pacientes 0 1 2 3 4 5 6

21. He conseguido muchas cosas útiles en mi profesión 0 1 2 3 4 5 6

22. En mi trabajo trato los problemas emocionales con

mucha calma 0 1 2 3 4 5 6

Anexos

138

Anexo C. – Formato de Recolección de Datos de los Grupos Focales

FOCUS GROUP

Institución:-------------------------

Fecha:.........................................

Iniciales Cargo que

ocupa

Servicio en el

que trabaja

Tiempo en el

cargo actual

Edad

Anexos

139

Anexo D. - Guía de entrevista

1.- Cultura institucional:

El ambiente en el hospital influye en su estado de ánimo?

Al trabajar en este hospital se tienen que adoptar algunas actitudes?

Como diría que es el ambiente de trabajo?

2.- Situación laboral:

Como percibe su situación laboral actual?

Que aspectos motivaciones la vinculan al trabajo y cual es su satisfacción al respecto?

3.- Estrés laboral

A) índices emocionales:

Ha puesto distancia emocional?

Ha tenido sentimientos de soledad, de sentimientos de alineación, de ansiedad, de impotencia,

sentimientos de que todo lo puede?

B) índices actitudinales:

Ha desarrollado actitudes negativas, cinismo, apatía, hostilidad, suspicacia?

C) índices conductuales:

Ha sentido agresividad, aislamiento de los otros, cambios bruscos de humor, enfado, frecuente

irritabilidad?

D) índices somáticos:

Ha tenido alteraciones cardiovasculares (dolor precordial, palpitaciones, hipertensión, etc.),

problemas respiratorios (crisis asmáticas, taquipnea, catarros frecuentes, etc.) Problemas

inmunológicos (mayor frecuencia de infecciones, aparición de alergias, alteraciones de la piel,

etc.) Problemas sexuales, problemas musculares (dolor de espalda, dolor cervical, fatiga, rigidez

muscular, etc.) Problemas digestivos (ulcera gastroduodenal, gastritis, nauseas, diarrea, etc.)

Alteraciones del sistema nervioso (jaquecas, insomnio, depresión, etc.)

4.- Efectos percibidos de la situación laboral:

.Considera que hay algún síntoma psíquico o somático o efectos en la calidad de vida resultantes

de su actividad profesional?

5.- Concepto de Burnout

Como define el síndrome de burnout?

Se siente mentalmente fatigada al final del día?

Anexos

140

Las demandas diarias le resultan mayores que sus recursos disponibles?

Las tareas requeridas las considera repetitivas mas allá de la tolerancia?

Siente disminución del entusiasmo por su carrera?

La carga emocional del hospital influye en su vida privada?

Su vida personal afecta su labor en el hospital?

Anexos

141

Anexo E. – Datos estadísticos del Hospital General “Dr. Carlos Canseco”

Fuente: Archivo del Hospital General de Tampico “Dr. Carlos Canseco”.

AÑO N° INGRE TOTAL DEFUNC TASA MORT. DIAS EST. PROM EST. % DE OCP. N° PARTOS

1982 2273 146 6.6 12664 5.9 58.62 894

1983 4910 348 7.1 31248 6.4 66.96 1795

1984 4868 289 6 30741 6.4 62.02 1735

1985 4890 327 6.7 32798 6.7 51.11 1787

1986 4502 324 7.2 29280 6.5 45.71 1686

1987 4874 307 6.3 32463 6.7 50.04 1831

1988 5721 337 5.9 36611 6.4 60.52 2249

1989 6502 349 5.4 38284 5.9 62.64 2680

1990 7139 365 5.1 40312 5.6 69.29 2785

1991 7031 372 5.3 35033 5 66.33 2420

1992 7411 354 4.8 34178 4.6 59.43 2346

1993 10418 388 3.7 39518 3.8 70.99 3118

1994 12496 374 2.9 42206 3.4 83.96 3809

1995 12575 440 3.5 43692 3.5 76.06 4290

1996 10094 522 5.2 39966 4 67.22 3931

1997 10420 488 4.7 40943 3.9 68.92 3865

1998 10419 463 4.4 41096 4 72.2 3915

1999 10392 446 4.3 43144 4.1 79 3796

2000 10844 423 3.9 40546 3.8 76.3 4007

2001 12063 376 3.1 44709 3.7 74.6 4178

2002 11900 427 3.6 46251 3.9 73.8 4155

2003 13078 425 3.3 47593 3.7 66.6 4337

2004 13234 530 4 48453 3.7 68.5 4462

2005 13101 449 3.5 51847 4 69.7 3930

2006 13889 438 3.7 48768 4.1 70.6 3876

2007 13341 413 3.4 48804 4 55.4 4096

2008 13048 508 4.5 47543 4.4 68.8 4321

2009 13989 576 5.1 46532 4.3 72.1 4198

Anexos

142

Anexo F.- Organigrama del Hospital General “Dr. Carlos Canseco”

Fuente: Archivo del Hospital General de Tampico “Dr. Carlos Canseco”.

Anexos

143

Anexo G. – Notas periodísticas acerca de la situación laboral en Enfermería en México

Anexos

144

Anexos

145

Anexos

146

Anexos

147

Anexo H.- Artículo con la Historia de los Antiguos Hospitales de Tampico

Anexos

148

Anexos

149

Anexo I.- Artículos Periodísitcos acerca del Programa de Seguro Popular

Anexos

150

Anexos

151

“Logra Tamaulipas cobertura universal en salud con el Seguro Popular”

El informador.com

Anexos

152

153

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