7/30/2019 LA TRAMPA DE LAS COSAS VALIOSAS

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SEMANA DEL 20 DE MAYO

Estudio Bblico de Congregacin

Dios nos habla mediante JeremasCaptulo: 9 No sigas buscando cosas grandes para ti . . . . . . . 103(jrcap. 9 prrs. 14-19.)

LA TRAMPA DE LAS COSAS VALIOSAS

14 Consideremos la posibilidad de que las cosas grandes que ansiaba Baruc

consistieran en las riquezas. Como hemos indicado antes, si l hubiera estado

especialmente apegado a sus bienes y propiedades en Jud, le habra costado mucho

obedecer la orden divina de entregarse a los caldeos. El rico suele confiar en sus cosas

valiosas, pero la Biblia asegura que la proteccin que ofrecen est en su imaginacin

(Pro. 18:11). A todos los siervos de Jehov nos viene bien recordar el punto de vista

equilibrado que nos da su Palabra sobre las cosas materiales (lase Proverbios

11:4). Llegados a este punto, tal vez alguien se pregunte: Y qu tiene de malo disfrutarun poco de lo que el mundo ofrece?.

Prrafo 14(Proverbios 18:11) Las cosas valiosas del rico son su pueblo fuerte, y son como un muroprotector en su imaginacin.Lease(Proverbios 11:4) Las cosas valiosas no sern de ningn provecho en el da del furor,pero la justicia misma librar de la muerte.

15 El apego a las posesiones puede llevar al cristiano a ansiar cosas que forman parte

de un mundo destinado a la ruina. Eso no les pas a Jeremas y Baruc. Muchos aos

despus, Jess lanz una advertencia a la gente que viviera cuando el Hijo del hombre

[hubiera] de ser revelado. Dijo: Acurdense de la esposa de Lot. Igual de vlida podra

ser para los cristianos la exhortacin: Acurdense de Jeremas y Baruc (Luc. 17:30-33).

Si nos encariamos demasiado con las cosas materiales, ser difcil seguir la

recomendacin de Jess. Tengamos presente que Baruc puso a salvo su vida porque se

tom muy a pecho el consejo que Dios le dio.

Prrafo 15(Lucas 17:30-33) De la misma manera ser en aquel da en que el Hijo del hombre ha de serrevelado. 31 En aquel da, el que est en la azotea, pero cuyas cosas movibles estn dentro de lacasa, no baje a recogerlas; e, igualmente, el que est en el campo no vuelva a las cosas atrs. 32Acurdense de la esposa de Lot. 33 Cualquiera que procure mantener segura su alma para smismo la perder, pero cualquiera que la pierda la conservar viva.

14, 15. Cmo pudieran las riquezas convertirse en cosas grandes para nosotros?

16 Fijmonos en la experiencia de los hermanos de Rumania durante el rgimen

comunista. Cuando los agentes del gobierno allanaban sus hogares, a veces les

confiscaban sus efectos personales, sobre todo objetos que pudieran vender (Lam. 5:2).

Muchos hermanos estuvieron dispuestos a perderlo todo. Algunos tuvieron que dejar atrs

sus pertenencias y propiedades cuando fueron reubicados en otros lugares, y aun as se

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mantuvieron fieles a Jehov. Si a nosotros nos tocara pasar por tal prueba, permitiramos

que el apego a los bienes materiales se interpusiera en nuestra lealtad a Dios? (2 Tim.

3:11.)

Prrafo 16(Lamentaciones 5:2) Nuestra propia posesin hereditaria ha sido transferida a extraos,nuestras casas a extranjeros.(2 Timoteo 3:11) mis persecuciones, mis sufrimientos, la clase de cosas que me sucedieron enAntioqua, en Iconio, en Listra, la clase de persecuciones que he soportado; y, no obstante, detodas ellas el Seor me libr.

16.Relate una experiencia en la que los siervos de Dios mantuvieron los bienes

materiales en su debido lugar.

17 Vale la pena destacar que Jeremas y Baruc recibieron el apoyo de algunos de sus

contemporneos. Sofonas profetiz durante el reinado de Josas, mientras Jeremas

efectuaba su ministerio. Qu habr pensado Jeremas de las palabras consignadas

en Sofonas 1:18?(Lase.) Verdad que no es difcil imaginarlo comentando con Barucesta profeca inspirada? Otro coetneo suyo fue Ezequiel, quien fue llevado cautivo a

Babilonia en 617. Algunos de sus actos y mensajes tenan que ver directamente con los

judos que permanecieron en su patria, por lo que es probable que Jeremas estuviera

enterado de lo que Ezequiel deca o haca, y viceversa. Entre sus declaraciones figura la

que leemos en Ezequiel 7:19(lase). De seguro, Jeremas y Baruc sacaron provecho de

aquellas palabras inspiradas, y nosotros tambin podemos hacerlo. En el da de Jehov,

los hombres invocarn a sus dioses para que los salven, pero ni sus dioses ni sus riquezas

los librarn del furor divino (Jer. 2:28).

Prrafo 17

(Sofonas 1:18) Ni su plata ni su oro podr librarlos en el da del furor de Jehov; sino que por elfuego de su celo toda la tierra ser devorada, porque l har un exterminio, realmente unoterrible, de todos los habitantes de la tierra.(Ezequiel 7:19) En las calles arrojarn su plata misma, y su propio oro llegar a ser una cosaaborrecible. Ni la plata ni el oro de ellos podr librarlos en el da del furor de Jehov. A sus almasno satisfarn, y sus intestinos no llenarn, porque ha llegado a ser un tropiezo que es causa desu error.(Jeremas 2:28) Pero dnde estn tus dioses que has hecho para ti? Que se levanten, sipueden salvarte en el tiempo de tu calamidad. Porque tantos como el nmero de tus ciudadeshan llegado a ser tus dioses, oh Jud.

17.De qu manera pudieron haber sido una fuente de ayuda para Jeremas y

Baruc algunos de sus contemporneos?

RECIBIREMOS NUESTRA ALMA COMO DESPOJO?

18 Recordemos que Jehov ha prometido darnos nuestra alma como despojo. Aun si

algunos de sus siervos mueren en la persecucin que pueda desatarse durante la gran

tribulacin cuando los cuernos polticos de la bestia salvaje embistan a la religin, estos

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fieles en realidad no saldrn perdiendo. Cuentan con la garantade que su alma volver

a vivir y de que disfrutarn de la vida que realmente lo es en el nuevo mundo prometido

por Dios (Rev. 7:14, 15; 1 Tim. 6:19). No obstante, podemos tener la seguridad de que la

mayora de los cristianos que se mantengan fieles sobrevivirn a la gran tribulacin.

Sabemos a ciencia cierta que cuando Dios traiga la calamidad sobre las naciones, ninguno

de sus fieles se contar entre los muertos por Jehov (Jer. 25:32, 33).

Prrafo 18(Revelacin 7:14-15) De modo que le dije inmediatamente: Seor mo, t eres el que sabe. Yme dijo: Estos son los que salen de la gran tribulacin, y han lavado sus ropas largas y las hanemblanquecido en la sangre del Cordero. 15 Por eso estn delante del trono de Dios; y le estnrindiendo servicio sagrado da y noche en su templo; y El que est sentado en el trono extendersu tienda sobre ellos.(1 Timoteo 6:19) atesorando para s con seguridad un fundamento excelente para el futuro,

para que logren asirse firmemente de la vida que realmente lo es.(Jeremas 25:32-33) Esto es lo que ha dicho Jehov de los ejrcitos: Miren! Una calamidad vaa salir de nacin en nacin, y una gran tormenta misma ser levantada desde las partes msremotas de la tierra. 33 Y los muertos por Jehov ciertamente llegarn a estar en aquel da desde

un extremo de la tierra hasta el mismsimo otro extremo de la tierra. No sern plaidos, ni sernrecogidos ni enterrados. Quedarn como estircol sobre la superficie del suelo.

18.El alma de quin queremos recibir como despojo, y cmo lo lograremos?

19 A algunos quizs les desilusione la idea de que el nico despojo que obtendrn ser

su alma, mas no hay razn para ello. Recordemos que mientras los habitantes de

Jerusaln moran de hambre, Jehov vel por la vida de Jeremas. Cmo? El rey

Sedequas orden que lo custodiaran en el Patio de la Guardia y que le dieran todos los

das un pan redondo de la calle de los panaderos, hasta que todo el pan de la ciudad se

agot (Jer. 37:21). As fue como sobrevivi Jeremas. En efecto, Jehov puede utilizar

cualquier medio para conservar vivo a su pueblo. Y que lo har, lo har; la esperanza dela vida eterna est garantizada. Baruc sobrevivi a la destruccin de Jerusaln porque no

sigui buscando cosas grandes. Nosotros tambin anhelamos sobrevivir al Armagedn

para alabar a Jehov con nuestra alma, de la cual gozaremos como despojo por la

eternidad.

Prrafo 19(Jeremas 37:21) En conformidad, el rey Sedequas dio orden, y entonces custodiaron aJeremas en el Patio de la Guardia; y diariamente se le daba un pan redondo de la calle de lospanaderos, hasta que todo el pan de la ciudad se agot. Y Jeremas continu morando en elPatio de la Guardia.

19. Cmo fortalecen nuestra resolucin de no buscar cosas grandes paranosotros los ejemplos de Jeremas y Baruc?

Por qu es sabio no buscar cosas grandes ahora, sino esperar anhelantes a que se

nos d nuestra alma como despojo?

[Preguntas del estudio]