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La artillería del pensamiento 20 Opinión Libre | Nº 1.990 E ste año vamos a feste- jar el 70º aniversario de nuestra victoria común en la Gran Guerra Patria y el 71º aniversario de la liberación del territorio de la República de Be- larús de las tropas hitlerianas. Quisiera refrescar la memo- ria sobre los acontecimientos en el periodo 1941-1945 que son muy significativos para nosotros. El plan estratégico de agre- sión a la Unión Soviética, minu- ciosamente elaborado por el es- tado mayor alemán y codificado con el nombre de “Barbarroja”, fue aprobado por Hitler en di- ciembre de 1940. Basándose en este fue preparado el llamado plan general “Ost”, que consti- tuía el programa de aniquila- ción a sangre y fuego del Estado soviético, de exterminio de la mayoría de sus pueblos, dejan- do con vida a unos 14 millones en calidad de esclavos para los colonizadores nazi. Estos mons- truosos proyectos tenían que llevarse a cabo por el método de la “guerra relámpago” que an- tes trajo tanto éxito a las hordas hitlerianas en Occidente. Según el plan “Barbarro- ja”, el domingo 22 de junio la Alemania nazi y sus aliados a las tres-cuatro horas de la ma- drugada, sin una declaración de guerra, invadieron la Unión Soviética. Numerosas ciuda- des soviéticas, incluida Minsk, capital de la Bielorrusia So- viética, fueron sometidas a un ataque masivo desde el aire, al igual que cruces ferroviarios, aeropuertos, bases militares y navales, fortificaciones fron- terizas y zonas de despliegue del Ejército Rojo de Obreros y Campesinos (RKKA) cerca de la frontera. LA GRAN GUERRA PATRIA HABÍA COMENZADO El 22 de junio de 1941 Bielo- rrusia Soviética fue la primera en recibir el golpe del ejército de Hitler; la población sufrió mucho todos los horrores de la guerra y la crueldad bajo la ocupación nazi. El principal golpe de los fas- cistas fue hecho contra Moscú a través de la Bielorrusia Soviéti- ca. Los valientes defensores de la fortaleza de Brest y la ciudad de Moguilév, los héroes de la clandestinidad de Minsk, los partisanos de Bielorrusia, to- dos ellos comprendían su dere- cho de luchar contra el agresor y luchaban valientemente sin respetar su propia vida. Bielorrusia se convirtió en una República de los partisanos, y ya en 1943, mucho antes de la apertura del segundo frente por los aliados de la URSS, casi 60% del territorio de Bielorrusia fue controlado por los partisanos. Los bielorrusos, aunque se encontraban bajo la ocupación nazi, se quedaron como pueblo no quebrantado. El movimiento de los partisanos de Bielorrusia, en el cual luchaba la gente de diferentes nacionalidades, se convirtió en un símbolo popu- lar de heroísmo. En el territorio temporalmente ocupado todos los ciudadanos que podían to- mar las armas, incluidos los ancianos, los niños, las muje- res, lucharon como partisanos contra el enemigo. Ciento cuarenta mil de los partisanos y los activistas po- líticos fueron honrados con las condecoraciones de batalla, ór- denes y medallas de la Unión Soviética. El pueblo soviético demostró un ejemplo de sacrificio y de amor sincero a la patria. Más de 1 millón 300 mil de los hijos de Bielorrusia lucharon en los frentes de la Gran Guerra Pa- tria, más de 400 personas lle- garon a ser héroes de la Unión Soviética. Los bielorrusos pagaron alto precio por la gran victoria. Uno de cada tres fallecidos en los campos de guerra era habitante de Bielorrusia, cientos de miles de prisioneros de los campos de concentración, miles de ciu- dades devastadas y quemados pueblos y aldeas es el precio te- rrible de nuestra libertad. Recordamos la tragedia de Khatyn, otras aldeas bielorru- sas que fueron quemadas con sus residentes. RESPETAMOS PROFUNDAMENTE EL HEROÍSMO Y LAS HAZAÑAS DEL PUEBLO SOVIÉTICO Estamos orgullosos de que los bielorrusos hombro a hom- bro con los rusos, los ucra- nianos, los azeríes, armenios, georgianos, kazakhos, kirgui- zos, uzbecos y otros pueblos de la URSS defendieron Mos- cú, Leningrado; participaron en las batallas de Stalingrado, Kursk y en la operación estra- tégica “Bagratión” para liberar la Bielorrusia Soviética. A pesar de las pérdidas catas- tróficas durante las primeras seis semanas de la guerra, la Unión Soviética no colapsó como habían anticipado los líderes nazi y los comandantes del ejér- cito hitleriano. A mediados de agosto de 1941, la resistencia so- viética se endureció y sacó a los hitlerianos de su cronograma. Sin embargo, a principios de di- ciembre, las unidades alemanas llegaron a las afueras de Moscú. La alta conciencia política, la comprensión de los justos obje- tivos de la Gran Guerra Patria, el odio a muerte a los invasores fascistas, que convertían la tie- rra soviética invadida en are- na de un feroz exterminio en masa de la población pacífica, de saqueo y destrucción de las riquezas nacionales, servía de base al heroísmo y abnegación de los soldados soviéticos. Estos mismos manantiales inagota- bles engendraban múltiples ha- zañas laborales excepcionales entre los obreros, koljosianos y especialistas de la retaguardia, que abastecían el frente de todo lo necesario para la derrota de las hordas enemigas. Solo gracias a la unidad del pueblo multinacional soviético, que se levantó en defensa de la patria común, se pudo derrotar al poderoso e invencible ene- migo, y no solo expulsar a ese agresor de su territorio, sino li- berar a toda la humanidad de la amenaza de la esclavitud nazi. El camino de nuestros gue- rreros era arduo, desde Brest hasta Moscú y luego desde Mos- cú hasta Berlín. La etapa inicial de la guerra causó mucho dolor y grandes pérdidas humanas. Pero los tres factores –la re- sistencia fuerte de la defensa de las tropas soviéticas, así como el traspaso de la economía del país a la economía de guerra, la creación de un mejor funcio- namiento militar y la organiza- ción del movimiento guerrillero antifascista de resistencia en la retaguardia del enemigo– pre- pararon las condiciones favo- rables para empezar la contrao- fensiva de las tropas soviéticas en los años 1942–1943. Quisiera mencionar los prin- cipales periodos de la Gran Guerra Patria. El primer periodo (del 22 de junio de 1941 al 18 de no- viembre de 1942). Este fue el más difícil para la URSS. Los principales esfuer- zos de las tropas de Hitler en el otoño de 1941 fueron destinados para capturar Moscú. Pero el plan nazi de la ocupación de Moscú se frustró. Los defen- sores de la capital soviética enterraron el falso mito de la “invencibilidad” del ejército hit- leriano. Por primera vez, desde el comienzo de la Segunda Gue- rra Mundial, las tropas de Ale- mania sufrieron en los campos de Moscú una gran derrota. También fracasó la estrategia de “guerra relámpago”. En los accesos de Moscú despuntó el alba de la futura victoria. Esto era el comienzo del viraje radi- cal en el curso de la guerra. Precisamente la derrota de las tropas de Hitler en la batalla por Moscú definió el desenlace de la Segunda Guerra Mundial. T/ Oleg Páferov F/ Cortesía Agencias

La Victoria Soviética en La Segunda Guerra Mundial. Oleg Páferov. Embajador Bielorusia en Venezuela. 70 Años de La Victoria

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Crónica histórica de la Segunda Guerra Mundial.

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  • La artillera del pensamiento20 Opinin Libre | N 1.990 s-IRCOLESDE!BRILDE

    Este ao vamos a feste-jar el 70 aniversario de nuestra victoria comn en la Gran Guerra Patria y el 71 aniversario de la liberacin del territorio de la Repblica de Be-lars de las tropas hitlerianas.

    Quisiera refrescar la memo-ria sobre los acontecimientos en el periodo 1941-1945 que son muy signicativos para nosotros.

    El plan estratgico de agre-sin a la Unin Sovitica, minu-ciosamente elaborado por el es-tado mayor alemn y codicado con el nombre de Barbarroja, fue aprobado por Hitler en di-ciembre de 1940. Basndose en este fue preparado el llamado plan general Ost, que consti-tua el programa de aniquila-cin a sangre y fuego del Estado sovitico, de exterminio de la mayora de sus pueblos, dejan-do con vida a unos 14 millones en calidad de esclavos para los colonizadores nazi. Estos mons-truosos proyectos tenan que llevarse a cabo por el mtodo de la guerra relmpago que an-tes trajo tanto xito a las hordas hitlerianas en Occidente.

    Segn el plan Barbarro-ja, el domingo 22 de junio la Alemania nazi y sus aliados a las tres-cuatro horas de la ma-drugada, sin una declaracin de guerra, invadieron la Unin Sovitica. Numerosas ciuda-des soviticas, incluida Minsk, capital de la Bielorrusia So-vitica, fueron sometidas a un ataque masivo desde el aire, al igual que cruces ferroviarios, aeropuertos, bases militares y navales, forticaciones fron-terizas y zonas de despliegue del Ejrcito Rojo de Obreros y Campesinos (RKKA) cerca de la frontera.

    LA GRAN GUERRA PATRIAHABA COMENZADO

    El 22 de junio de 1941 Bielo-rrusia Sovitica fue la primera en recibir el golpe del ejrcito de Hitler; la poblacin sufri mucho todos los horrores de la guerra y la crueldad bajo la ocupacin nazi.

    El principal golpe de los fas-cistas fue hecho contra Mosc a travs de la Bielorrusia Soviti-ca. Los valientes defensores de la fortaleza de Brest y la ciudad de Moguilv, los hroes de la clandestinidad de Minsk, los partisanos de Bielorrusia, to-dos ellos comprendan su dere-cho de luchar contra el agresor y luchaban valientemente sin respetar su propia vida.

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    Bielorrusia se convirti en una Repblica de los partisanos, y ya en 1943, mucho antes de la apertura del segundo frente por los aliados de la URSS, casi 60% del territorio de Bielorrusia fue controlado por los partisanos.

    Los bielorrusos, aunque se encontraban bajo la ocupacin nazi, se quedaron como pueblo no quebrantado. El movimiento de los partisanos de Bielorrusia, en el cual luchaba la gente de diferentes nacionalidades, se convirti en un smbolo popu-lar de herosmo. En el territorio temporalmente ocupado todos los ciudadanos que podan to-mar las armas, incluidos los ancianos, los nios, las muje-res, lucharon como partisanos contra el enemigo.

    Ciento cuarenta mil de los partisanos y los activistas po-lticos fueron honrados con las condecoraciones de batalla, r-denes y medallas de la Unin Sovitica.

    El pueblo sovitico demostr un ejemplo de sacricio y de amor sincero a la patria. Ms de 1 milln 300 mil de los hijos de Bielorrusia lucharon en los frentes de la Gran Guerra Pa-tria, ms de 400 personas lle-garon a ser hroes de la Unin Sovitica.

    Los bielorrusos pagaron alto precio por la gran victoria. Uno de cada tres fallecidos en los

    campos de guerra era habitante de Bielorrusia, cientos de miles de prisioneros de los campos de concentracin, miles de ciu-dades devastadas y quemados pueblos y aldeas es el precio te-rrible de nuestra libertad.

    Recordamos la tragedia de Khatyn, otras aldeas bielorru-sas que fueron quemadas con sus residentes.

    RESPETAMOS PROFUNDAMENTE EL HEROSMO Y LAS HAZAAS DEL PUEBLO SOVITICO

    Estamos orgullosos de que los bielorrusos hombro a hom-bro con los rusos, los ucra-nianos, los azeres, armenios, georgianos, kazakhos, kirgui-zos, uzbecos y otros pueblos de la URSS defendieron Mos-c, Leningrado; participaron en las batallas de Stalingrado, Kursk y en la operacin estra-tgica Bagratin para liberar la Bielorrusia Sovitica.

    A pesar de las prdidas catas-trcas durante las primeras seis semanas de la guerra, la Unin Sovitica no colaps como haban anticipado los lderes nazi y los comandantes del ejr-cito hitleriano. A mediados de agosto de 1941, la resistencia so-vitica se endureci y sac a los hitlerianos de su cronograma. Sin embargo, a principios de di-ciembre, las unidades alemanas llegaron a las afueras de Mosc.

    La alta conciencia poltica, la comprensin de los justos obje-tivos de la Gran Guerra Patria, el odio a muerte a los invasores fascistas, que convertan la tie-rra sovitica invadida en are-na de un feroz exterminio en masa de la poblacin pacca, de saqueo y destruccin de las riquezas nacionales, serva de base al herosmo y abnegacin de los soldados soviticos. Estos mismos manantiales inagota-bles engendraban mltiples ha-zaas laborales excepcionales entre los obreros, koljosianos y especialistas de la retaguardia, que abastecan el frente de todo lo necesario para la derrota de las hordas enemigas.

    Solo gracias a la unidad del pueblo multinacional sovitico, que se levant en defensa de la patria comn, se pudo derrotar al poderoso e invencible ene-migo, y no solo expulsar a ese agresor de su territorio, sino li-berar a toda la humanidad de la amenaza de la esclavitud nazi.

    El camino de nuestros gue-rreros era arduo, desde Brest hasta Mosc y luego desde Mos-c hasta Berln. La etapa inicial de la guerra caus mucho dolor y grandes prdidas humanas.

    Pero los tres factores la re-sistencia fuerte de la defensa de las tropas soviticas, as como el traspaso de la economa del pas a la economa de guerra,

    la creacin de un mejor funcio-namiento militar y la organiza-cin del movimiento guerrillero antifascista de resistencia en la retaguardia del enemigo pre-pararon las condiciones favo-rables para empezar la contrao-fensiva de las tropas soviticas en los aos 19421943.

    Quisiera mencionar los prin-cipales periodos de la Gran Guerra Patria. El primer periodo (del 22

    de junio de 1941 al 18 de no-viembre de 1942).

    Este fue el ms difcil para la URSS. Los principales esfuer-zos de las tropas de Hitler en el otoo de 1941 fueron destinados para capturar Mosc. Pero el plan nazi de la ocupacin de Mosc se frustr. Los defen-sores de la capital sovitica enterraron el falso mito de la invencibilidad del ejrcito hit-leriano. Por primera vez, desde el comienzo de la Segunda Gue-rra Mundial, las tropas de Ale-mania sufrieron en los campos de Mosc una gran derrota. Tambin fracas la estrategia de guerra relmpago. En los accesos de Mosc despunt el alba de la futura victoria. Esto era el comienzo del viraje radi-cal en el curso de la guerra.

    Precisamente la derrota de las tropas de Hitler en la batalla por Mosc deni el desenlace de la Segunda Guerra Mundial.

    T/ Oleg Pferov F/ Cortesa Agencias

  • La artillera del pensamientoN 1.990 s-IRCOLESDE!BRILDE|/PININ,IBRE21

    La victoria en la batalla por Mosc tuvo gran importancia internacional. Japn y Turqua se abstuvieron de entrar en la guerra contra la URSS. Esa vic-toria contribuy a la creacin de la coalicin antinazi.

    Sin embargo, en el verano de 1942, debido a los errores de Sta-lin el Ejrcito Rojo sufri una serie de importantes derrotas en el noroeste, en particular, en el frente de Volhov, as como cerca de la ciudad de Jrkov y en la pennsula de Crimea. Como resultado las tropas ale-manas salieron hacia la lnea del Volga-Stalingrado (actual Volgogrado) y el Cucaso. El segundo periodo (19 de

    noviembre de 1942 - nal de 1943) es un viraje en la gue-rra.

    En junio-septiembre de 1942 la Alemania hitleriana lanz una nueva ofensiva con el n de entrar a Stalingrado y penetrar al Cucaso des-pus de asegurarse la Penn-sula de Crimea. En el marco de la batalla por Stalingrado el Ejrcito Rojo contraatac

    y atrap al sexto ejrcito ale-mn (22 divisiones con ms de 300 mil soldados y ocia-les). Los sobrevivientes del sexto ejrcito se rindieron. Al mismo tiempo, las tropas hit-lerianas eran expulsadas del norte del Cucaso. En el vera-no de 1943, el frente sovitico-alemn se estabiliz.

    Utilizando la mejor congu-racin del frente en el teatro de operaciones militares, las tropas hitlerianas el 5 de julio de 1943 empezaron su propia ofensiva cerca de la ciudad de Kursk, denominada operacin Ciudadela, con el n de recu-perar la iniciativa estratgica y rodear la agrupacin de las tropas soviticas en el terreno en la regin de Kursk.

    Durante las duras batallas la ofensiva del enemigo fue detenida. El 23 de agosto de 1943 el Ejrcito Rojo se apode-r rmemente de la iniciativa estratgica.

    Las batallas de Stalingrado y de Kursk marcaron el inicio de un avance sovitico que no mer-mara hasta la toma de Berln.

    Durante la ofensiva en el pe-riodo de verano-otoo de 1943 fue derrotada la mitad de las divisiones del enemigo, fueron liberados los territorios enor-mes de la Unin Sovitica. Se comenz la desintegracin de la unin fascista, Italia sali de la guerra en 1943. El tercer periodo (nales

    de 1943 - 8 de mayo de 1945). El periodo nal de la Gran Guerra Patria.

    El ao 1944 fue testigo de las victorias del Ejrcito Rojo. Todo el territorio de la URSS, inclui-da Bielorrusia y las repblicas de la Unin Sovitica, fue com-pletamente liberado de los ocu-pantes hitlerianos.

    Los xitos de la ofensiva del Ejrcito Sovitico empujaron e hicieron a los aliados abrir un segundo frente en Europa. El 6 de junio de 1944 las fuerzas bri-tnicas y estadounidenses bajo el mando del general estadouni-dense Dwight Eisenhower des-embarcaron en Normanda, el norte de Francia.

    Hace 70 aos, en coordina-cin con las unidades de los partisanos bielorrusos, el Ejrcito Rojo llev a cabo la le-gendaria y ofensiva operacin Bagratin en el territorio de la Bielorrusia Sovitica. Esta victoriosa batalla es una de las ms grandes en la historia de la Segunda Guerra Mundial. La batalla demostr el talen-to de los adalides, el coraje de los soldados y de los ociales. Todo el mundo vio que nuestro ejrcito, el Ejrcito Rojo, no puede ser vencido. Los nazis fueron para siempre exiliados de la URSS y la Bielorrusia So-vitica, se comenz la libera-cin de Polonia y otros pases de Europa Rumania, Bulga-ria, Hungra, Checoslovaquia,

    Yugoslavia, Finlandia y No-ruega.

    La ofensiva enrgica en el teatro de operaciones militares en el territorio de Bielorrusia provoc el traslado de docenas de las divisiones nazis al frente oriental y por lo tanto contribu-y al xito de la operacin de las tropas aliadas en Normanda. De tal modo se acerc la victoria en la Gran Guerra Patria, nues-tra victoria comn, por la cual los pueblos de la Unin Sovitica pagaron el precio enorme.

    Estoy seguro de que por eso tan cuidadosamente se guarda la memoria de esta guerra sagra-da para nosotros, por eso es tan importante cuidar la memoria sobre la valenta, la dedicacin y la resistencia de todos los sol-dados y ociales, los partisanos y la poblacin civil en los frentes de guerra y en la retaguardia.

    El 16 de abril de 1945 el Ejr-cito Rojo lanz su ofensiva nal y rode Berln. Por su carcter los combates en Berln fueron muy severos y violentos.

    El 25 de abril de 1945 se pro-dujo el histrico encuentro de las tropas soviticas y estado-unidenses en el ro Elba, el rea de la ciudad de Torgau.

    El 8 de mayo en Berln los mximos jefes de las tropas hitlerianas rmaron el acta nal de rendicin incondicio-nal de Alemania en presencia del mariscal sovitico Gueor-gui Zhkov, comandante en jefe de las tropas soviticas en Alemania. De tal modo, el 9 de mayo se convirti en el Da de la Victoria.

    Desde el 17 de julio al 2 de agosto de 1945 se celebr la ter-cera conferencia de los jefes de los gobiernos de la URSS, Esta-dos Unidos y el Reino Unido en Potsdam. Stalin, Churchill y Truman, as como Attlee, que sucedi a Churchill tras ganar las elecciones de 1945, haban acordado decidir cmo adminis-traran Alemania, que se haba rendido incondicionalmente. Los objetivos de la conferencia tambin incluan el estableci-miento de un orden de posgue-rra, asuntos relacionados con tratados de paz y el estudio de los efectos de la guerra.

    El 24 de junio de 1945, en la plaza Roja, en Mosc, se celebr el Desle de la Victoria.

    La Gran Guerra Patria fue una parte importante de la Segunda Guerra Mundial. El pueblo sovitico y su Ejrcito Rojo llevaron en sus hombros la ms dura y principal carga de esta guerra.

    Precisamente la URSS hizo la contribucin mxima en la victoria histrica sobre la Alemania hitleriana y sus alia-dos. A lo largo de toda la guerra

    el frente sovitico-alemn fue el principal teatro de operaciones militares de la Segunda Guerra Mundial. Tambin cabe desta-car la contribucin en la victo-ria que hicieron los principales aliados de la URSS en la coali-cin antinazi EEUU, el Reino Unido y China.

    EL PRECIO DE LA VICTORIAEn el mes de marzo de 1946

    el lder sovitico Isef Stalin, en una entrevista al peridico Pravda declar que la Unin Sovitica haba perdido 7 millo-nes de personas en los aos de la guerra.

    En 1961 el lder sovitico Ni-kita Kruschev inform sobre 20 millones de ciudadanas y ciudadanos soviticos pereci-dos y fallecidos por la causa de la guerra.

    La informacin nueva sobre las prdidas humanas en la Gran Guerra Patria casi 27 mi-llones de ciudadanos soviticos fue publicada en contexto de la sesin solemne del Consejo Su-premo de la URSS el 8 de mayo de 1990, dedicada al 45 aniver-sario de la victoria de la Unin Sovitica en la Gran Guerra Pa-tria. Segn diversos enfoques y metodologas de demgrafos, las prdidas de los ciudadanos soviticos pueden ser cerca de 30 millones de personas.

    Las generaciones de nuestros abuelos y padres vencieron jun-tos en la Gran Guerra Patria porque los pueblos de la URSS estaban unidos. Creemos que la unidad de los pueblos en el espacio pos-sovitico se man-tenga en el futuro. Por ejemplo, la Repblica de Belars y la Federacin de Rusia conjun-tamente siguen fortaleciendo las relaciones bilaterales en el marco del Estado de la Unin. Nuestras gloriosas tradiciones de la fraternidad, de coopera-cin y cohesin todava propor-cionan una base slida para el desarrollo de la cooperacin ruso-bielorrusa.

    Nuevas y grandes oportuni-dades para la profundizacin de la cooperacin entre Belars, Rusia, Kazajistn, Armenia, Kirguizstn y otros pases en el espacio pos-sovitico ofrece el Tratado de la Unin Econmica Eurasitica que entr en vigor el 1 de enero de 2015.

    No hay duda ninguna de que la cooperacin entre nuestros pases en el marco de esa unin sea pacca y constructiva para nosotros, los herederos de nues-tra victoria comn en la Gran Guerra Patria.

    *Es el embajador extraordinario y plenipotenciario de la Repblica de Belars en la

    Repblica Bolivariana de Venezuela