La Vida Del Santo ISSA

7/23/2019 La Vida Del Santo ISSA

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La Vida del Santo ISA, el mejor de los hijos del hombre

Captulo I.La tierra ha temblado y los cielos llorado por un gran

crimen que se ha cometido en la tierra de Israel. Pues han

torturado y condenado a muerte al grande y justo Issa, en

quien habita el alma del unierso. !l cual "ue encarnado

como un simple mortal para hacer el bien a los hombres y

e#terminar sus malos pensamientos. $ para deoler al

hombre degradado por sus pecados una ida de pa%, amor y

"elicidad, y recordarle al Creador &nico e inisible, cuya

piedad es in'nita y no tiene lmites. !scucha lo que los

mercaderes de Israel nos relatan sobre el tema.

Captulo II.

!l pueblo de Israel, que habita una tierra "(rtil que da doscultios al a)o y posee grandes reba)os, caus* con sus

pecados la c*lera de +ios. uien les in-ingi* un castigo

terrible, separndolos de su tierra, su ganado y sus

posesiones. Israel se io reducida a la esclaitud por los

poderosos y ricos "araones que reinaban entonces en

!gipto.

!stos trataron a los israelitas peor que a animales,

encomendndoles las tareas di"ciles y cargndoles de

cadenas. Cubrieron sus cuerpos de moretones y heridas, sin


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darles alimento ni permitirles habitar bajo techo, para

mantenerles en estado de continuo terror y priarles de

toda semejan%a humana. $ en su gran calamidad, el pueblode Israel record* a su protector celeste y, dirigi(ndose a (l,

implor* su gracia y su piedad.

/einaba entonces en !gipto, un "ara*n ilustre que se hi%o

"amoso por sus numerosas ictorias, las rique%as que haba

amontonado y sus astos palacios que haban erigido sus

esclaos para (l con sus propias manos. !ste "ara*n tuo

dos hijos, el ms joen de los cuales se llamaba 01SSA. Los

israelitas instruidos le ense)aron diersas ciencias.

Llamaron a 0ossa en !gipto por su bondad y la compasi*n

que mostraba por todos los que su"ran. Viendo que los

israelitas, a pesar de los su"rimientos intolerables que

soportaban, no abandonaban a su dios para enerar aaquellos hechos por la mano del hombre, que eran los

dioses de la naci*n egipcia, 0ossa crey* en su +ios

inisible, quien no permita que les abandonaran las

"uer%as.

$ los preceptores israelitas e#citaron el ardor de 0ossa y

recurrieron a (l, rogndole para que intercediera ante supadre, el 2ara*n, en "aor de sus correligionarios. Por eso el

Prncipe 0ossa "ue ante su padre, suplicndole que

mejorara el destino de esos desgraciados. Pero el 2ara*n se


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en"ad* con (l y s*lo aumentaron los tormentos su"ridos por

sus esclaos. 34*tese que aqu hay un error, pues, en

realidad, el 2ara*n 3padre5 ya haba "allecido, y es su hijoquien toma el poder. Con (l habla 0ois(s. 0ois(s es

nombrado como su hijo, el segundo, cuando no lo "ue

realmente, sino rescatado del las aguas del 4ilo5.

Sucedi* que poco tiempo despu(s, un gran mal isit*

!gipto. La pestilencia lleg* a die%mar a los j*enes y a los

ancianos, a los d(biles y a los "uertes6 y el "ara*n crey* en el

resentimiento de sus dioses contra (l. Pero el Prncipe

0ossa le dijo a su padre que era el +ios de los esclaos

quien estaba intercediendo en "aor de esos desgraciados,

castigando a los egipcios.

!l 2ara*n dio entonces a 0ossa, su hijo, la orden de llearsea todos los esclaos de ra%a juda, conducirlos "uera de la

ciudad y "undar a gran distancia de la capital otra ciudad en

donde habitara con ellos. 0ossa hi%o entonces saber a los

esclaos hebreos que (l les haba liberado en el nombre de

su +ios, el +ios de Israel, y se "ue con ello de la ciudad y de

la tierra de !gipto.

Les condujo a la tierra que haban perdido por susnumerosos pecados, les dio leyes y se uni* a ellos para re%ar

siempre al Creador Inisible cuya bondad es in'nita. A la

muerte del Prncipe 0ossa, los israelitas obseraron con


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piedad sus leyes, por lo que +ios les recompens* por los

males que les haba e#puesto en !gipto. Su reino se hi%o el

ms poderoso de todos los de al tierra, sus reyes se hicieron"amosos por sus tesoros y una larga pa% rein* entre el

pueblo de Israel.

Captulo III.

La gloria de las rique%as de Israel se e#tendi* por toda la

tierra y las naciones ecinas les enidiaron. Pero el

Supremo mismo conduca los ej(rcitos ictoriosos de los

7ebreos y los paganos no se atrean a atacarles.

+esgraciadamente, como el hombre no siempre es 'el

consigo mismo, la 'delidad de los israelitas para con un

dios no dur* mucho. !mpe%aron a olidar a todos los

"aores que se haban amontonado sobre ellos, s*loraramente inocaban su nombre y buscaron la protecci*n

de magos y brujos.

Los reyes y capitanes sustituyeron por sus leyes a las que

0ossa haba escrito para ellos. !l templo de +ios y la

prctica de la eneraci*n "ueron abandonados. !l pueblo se

entreg* al placer y perdi* su pure%a original.

Varios siglos haban pasado desde que se "ueron de !gipto

cuando +ios decidi* oler a castigarles. !#tranjeros


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empe%aron a inadir la tierra de Israel, deastando el pas,

arruinando los pueblos y leando en cautiidad a sus

habitantes. $ llegaron all los paganos del pas de/10!L!S, del otro lado del mar. Sometieron a los hebreos y

establecieron entre ellos je"es militares que les gobernaban

por delegaci*n del C(sar.

+estruyeron los templos, obligaron a los habitantes a dejar

de enerar al +ios Inisible y a sacri'car ctimas a las

deidades paganas. 7icieron guerreros de los que haban

sido nobles, las mujeres "ueron separadas de sus esposos y

las clases in"eriores, reducidas a la esclaitud, "ueron

eniadas por miles mas all de los mares. !n cuanto a los

ni)os, "ueron pasados por l espada. pronto, en toda la tierra

de Israel, s*lo se oan gemidos y lamentaciones. !n esta

situaci*n e#trema, el pueblo record* a su gran +ios.

Imploraron su gracia y pidieron que les perdonara, y4uestro Padre, en su piedad inagotable, escuch* sus

ruegos.

Captulo IV.

!n ese tiempo lleg* el momento en el que el 8ue% todo

misericordioso eligi* encarnarse en el ser humano. $ el

!spritu eterno, habitando en un estado de inacci*ncompleta y de suprema beatitud, despert* y se separ* del

Ser !terno por un perodo inde'nido, para mostrar, bajo la

apariencia de la humanidad, los medios de auto


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identi'caci*n con la diinidad y de alcan%ar la "elicidad

eterna.

$ para demostrar con el tiempo c*mo el hombre puede

alcan%ar la pure%a moral y, separando su alma de su

enoltura mortal, el grado de per"ecci*n necesario para

entrar en el /eino de los Cielos, que es inmutable y donde

la "elicidad reina eternamente. Poco despu(s, un ni)o

marailloso naca en la tierra de Israel, hablando el propio

+ios por la boca de ese ni)o sobre la "ragilidad del cuerpo y

la grande%a del alma.

Los padres del ni)o reci(n nacido eran pobres, pertenecan

por nacimiento a una "amilia de notable piedad, que

olidando su antigua grande%a sobre la tierra, alababa el

nombre del Creador y le agradecan los males con quequera probarles. Para compensarles por no apartarse del

camino de la erdad, +ios bendijo al primer hijo de esa

"amilia. Lo tom* como su elegido y lo eni* para ayudar a

los que haban cado en el 0al y a curar a los que su"ran.

!l ni)o diino, a quien dieron el nombre de ISSA, empe%*

desde sus ms tiernos a)os a hablar del +ios &nico eindiisible, e#hortando a las almas de los que se haban

perdido, al arrepentimiento y la puri'caci*n de los pecados

de los que eran culpables.


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+e todas partes llegaron gentes para orle y se maraillaban

de los discursos procedentes de su boca in"antil. 9odos los

israelitas estaban de acuerdo al decir que el !spritu !ternohabitaba en ese ni)o.

Cuando Issa alcan%* la edad de trece a)os, la (poca en la

que un israelita puede tomar esposa, la casa en donde sus

padres se ganaban la ida con un o'cio modesto empe%* a

ser lugar de reuni*n de ricos y nobles, deseosos de tener

como yerno al joen Issa, "amoso ya por sus discursos

edi'cantes en el nombre del Poderoso.

2ue entonces cuando Issa abandon* la casa de sus padres

en secreto, se "ue de 8erusal(n y parti* con los mercaderes

hacia Sind, con el objetio de estudiar las leyes de los

grandes :udas.

Captulo V.

!n el curso de su decimocuarto a)o, el joen Issa,

bendecido por +ios, lleg* a este lado del Sind y se

estableci* entre los arios en la tierra amada por +ios. La

"ama e#tendi* la reputaci*n de este ni)o marailloso por

todo el 4orte del Sind y, cuando cru%* el pas de los cincoros y el /ajputana, los deotos del dios 8aine le rogaron

para que se quedara entre ellos.


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Pero abandon* a los eneradores err*neos de 8aine y "ue a

8uggernaut, en el pas de 1rissa, donde reposan los restos

mortales de Vyasa;


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a los dioses que se pondrn en contra tuya si les

desobedeces. Pero Issa no escuch* su discurso y se dirigi* a

los sudras, predicando contra los :rahmanes y lospues +ios, el padre, no hace di"erencias entre sus

hijos6 para (l todos son igualmente queridos>.

Issa negaba el origen diino de los edas y los puranas. $

les ense)aba a sus seguidores? >Pues ya ha sido dada una

ley al hombre que lo guen en sus acciones? 9eme a tu dios,

arrodllate s*lo ante (l y s*lo a (l ll(ale las o"rendas de tus

ganancias>.

Issa negaba el 9rimurti 39rinidad5 y la encarnaci*n delParabrahma en Vishnu, Shia y otros dioses, pues deca? >!l

8ue% !terno, el !spritu !terno, comprende la &nica e

indiisible alma del @nierso, que ella sola, crea, contiene y

ii'ca todo.

>l solo ha querido y creado, (l s*lo ha e#istido desde toda

la eternidad, y su e#istencia no tendr 'n. l no tiene igualni en los cielos ni en la tierra. !l =ran Creador no ha

compartido su poder con ning&n ser io, menos a&n con

objetos inanimados, tal como os han ense)ado, pues s*lo (l


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posee omnipotencia. l lo quiso y el mundo apareci*. !n un

pensamiento diino, en un pensamiento diino reuni* las

aguas, separndolas de la parte seca del globo. l es elprincipio de la e#istencia misteriosa del hombre, en quien

ha alentado una parte de su ser. l ha subordinado al

hombre la tierra, las aguas, los animales y todo lo que ha

creado y lo que (l mismo consera en un orden inmutable,

'jando para cada cosa duraci*n. La c*lera de +ios pronto se

soltar contra el hombre6 pues este ha olidado a su

Creador, ha llenado sus templos con abominaciones y

enera a una multitud de criaturas que +ios ha hecho

subordinadas a (l. Pues para honrar a las piedras y metales,

sacri'ca seres humanos en los que habita una parte del

!spritu del Supremo. Pues humilla a los que trabajan con

el sudor de su "rente para adquirir el "aor de un ocioso

sentado en una mesa suntuosa. Los que prian a sushermanos de la diina "elicidad sern tambi(n ellos

priados. Los brahmanes y .Los sudras y los aisyas se llenaron de gran admiraci*n y

preguntaron a Issa que c*mo podan re%ar para no perder

su "elicidad eterna.


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>4o ener(is a los dolos pues ellos no os escuchan. 4o

escuch(is los Vedas, pues su erdad es "alsa. 4o os pongisnunca en primer lugar y no humill(is nunca a uestro

pr*jimo. Ayudad al pobre, apoyad al d(bil, no hagis mal a

nadie, y no dese(is lo que no ten(is y eis que pertenece a

otro>.

Captulo VI.

Los sacerdotes blancos y los guerreros, al conocer los

discursos de Issa dirigidos a los sudras, decidieron su

muerte y eniaron con esa intenci*n a sus criados para que

buscaran al joen pro"eta. Pero Issa, adertido del peligro

por los sudras, abandon* la regi*n de 8uggernaut por la

noche, lleg* a la monta)a y se estableci* en el pas de

=autamides, el lugar de nacimiento del =ran :udaSa


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Abandon* entonces 4epal y las monta)as del 7imalaya,

descendi* al alle del /ajputana y "ue hacia el 1este,

predicando a diersos pueblos la per"ecci*n suprema delhombre, que es? >7a% bien a tu pr*jimo, pues ese es el

medio seguro para "undirse rpidamente con el espritu

!terno. !l que haya recuperado su pure%a original morir

habiendo obtenido el perd*n de sus pecados y tendr el

derecho a contemplar la majestad de +ios.>

Al cru%ar territorios paganos, el diino Issa ense)aba que la

eneraci*n de dioses isibles era contraria a la ley de la

naturale%a, pues >al hombre no se le ha permitido er la

imagen de +ios, y sin embargo, (l ha hecho una serie de

deidades a semejan%a del !terno. Adems, es incompatible

con la conciencia humana sacar menos materia de la

grande%a de la pure%a diina que de los animales y objetos

ejecutados por la mano del hombre en piedra o metal. !lLegislador !terno es uno, no hay otro dios salo (l. l no ha

compartido el mundo con nadie, ni ha in"ormado a nadie de

sus intenciones. As como un padre actuara con sus hijos,

as +ios ju%gar a los hombres tras su muerte, seg&n sus

leyes piadosas. 4uca humillara a su hijo transmigrando su

alma, como en un purgatorio, al cuerpo de un animal. La

Ley Celestial ;deca el creador por la boca de Issa; se oponea la inmolaci*n de sacri'cios humanos ante una imagen o

un animal6 pues ha consagrado al hombre todos los

animales y todo lo que contiene la tierra. 9odas las cosas


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han sido sacri'cadas al hombre, quien est directa e

ntimamente relacionado conmigo, su padre6 por tanto el

que me haya robado a mi hijo ser seeramente ju%gado ycastigado por la Ley +iina. !l hombre no ed nada ante el

8ue% !terno, como el animal no es nada ante el hombre. Por

lo tanto os digo, dejad uestros dolos y no realic(is ritos

que os separan de uestro padre, asocindoos con los

sacerdotes de quienes los cielos se han apartado. Pues son

ellos los que se han alejado del +ios erdadero y cuyas

supersticiones y crueldades conducen a la perersi*n de

uestra alma y la p(rdida de todo sentido moral.>

Captulo VII.

Las palabras de Issa se e#tendieron entre los paganos en los

pases que atraes* y los habitantes renunciaron a sus

dolos. Viendo lo que los sacerdotes imponan sobre l queglori'caba el nombre del +ios erdadero, ra%on* en

presencia de las gentes los reproches que haca contra ellos

y demostr* que sus dolos no eran nada.

Issa les respondi*? >Si uestros dolos y uestros animales

son poderosos y poseen realmente una "uer%a sobrenatural,

dejad que me golpeen y me hagan caer sobre la tierra>. Los

sacerdotes contestaron? >7a%, entonces, un milagro y que tudios con"unda a nuestros dioses, si es que ellos le inspiran

desprecio>.


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Pero Issa respondi* entonces? >Los milagros de nuestro dios

han actuado desde el primer da que "ue creado el @nierso6

sucede todos los das en todos los momentos. uien no losea est priado de uno de los mayores dones de la ida. y

no es contra tro%o de piedra, metal o madera, inanimados,

que la c*lera de +ios caer, sino que caer sobre los

hombres que, si desean su salaci*n, deben destruir todos

los dolos que hayan hecho. 7asta una piedra y un grano de

arena, que nada son a la ista del hombre, esperan

pacientemente el momento en que L haga uso de ello. As

el hombre debe esperar el gran "aor que +ios le conceder

en su 8uicio 2inal As que a-igos enemigos de los hombres,

si no es un "aor lo que esperis, sino mas bien la c*lera de

la diinidad, a-igos los que esperad milagros para

presenciar su poder. Pues no es a dolos a los que aniquilar

en su c*lera, sino a aquellos que los han leantado. Suscora%ones se consumirn en el "uego eterno y sus cuerpos

lacerados irn a saciar el hambre de las bestias salajes.

+ios separar al impuro de sus reba)os, pero atraer de

nueo hacia L a aquellos que se han perdido por no haber

reconocido la parte de espiritualidad que tiene en ellos>.

Viendo la "alta de poder de sus sacerdotes, los paganostuieron todaa mayor "e en lo que deca Issa, y temiendo

la c*lera de la diinidad, rompieron en peda%os sus dolos.

Los sacerdotes huyeron para escapar a la engan%a de las


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gentes. Issa ense)* tambi(n a los paganos a no es"or%arse

para er el !spritu !terno con sus ojos, sino para sentirlo

en sus cora%ones y hacerse digno de sus "aores por lapure%a del alma.

Les dijo? >absteneos no s*lo de reali%ar sacri'cios humanos,

sino tambi(n de no inmolar a ninguna criatura que tenga

ida, pues todas las cosas que e#isten han sido creadas para

bene'cio del hombre. 4o rob(is los bienes de uestro

pr*jimo, pues le priarais de lo que ha ganado con el sudor

de su "rente. 4o enga)(is y no ser(is enga)ados. es"or%aos

por justi'caros ante el 8uicio 2inal, pues entonces ser

demasiado tarde. 4o os abandon(is al libertinaje, pues eso

iolara las leyes de +ios. Alcan%ar(is la "elicidad suprema

no s*lo puri'cndoos a osotros, sino tambi(n guiando a

otros por el camino que les permita obtener la per"ecci*n

original.

Captulo VIII.

Las pro"ecas de Issa resonaron en los pases ecinos, y

cuando entr* en Persia, los sacerdotes se alarmaron y

prohibieron a los habitantes escucharles. $ cuando ieron a

todos los pueblos recibirle con alegra y escuchar

deotamente sus sermones, dieron *rdenes para arrestarle yllearle ante el Sumo Sacerdote, donde su"ri* el siguiente

interrogatorio?


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>+e qu( nueo dios hablasB 4o sabes, desgraciado, que el

santo Doroastro es el &nico justo admitido al priilegio de

comuni*n con el Ser SupremoB ui(n orden* a los ngelesponer en escritura la palabra de +ios para el uso de su

pueblo, las leyes que le "ueron dadas a Doroastro en el

ParasoB ui(n eres t& que te atrees aqu a blas"emar de

nuestro dios y a sembrar la duda en el cora%*n de los

creyentesB>

!ntonces Issa les dijo? >4o es de un nueo dios de quien

hablo sino de nuestro Padre celestial, quien ha e#istido

siempre y seguir e#istiendo al 'nal de todas las cosas. !s

de L de quien hablo a las gentes, que como ni)os

inocentes no son capaces todaa de entender a +ios con la

"uer%a simple de su inteligencia, ni de penetrar en su diina

y espiritual sublimidad. Pero as como un reci(n nacidodescubre en la oscuridad el pecho de su madre, as uestras

gentes, que han sido conducidas al error por uestra

equiocada doctrina y uestras ceremonias religiosas, han

reconocido por instinto a su padre en el Padre de quien yo

soy el pro"eta. !l Se)or !terno ha dicho a uestras gentes,

por medio de mi boca? >no ener(is el sol, pues es s*lo una

parte del mundo que yo he creado para el hombre>. !l Solse elea para calentaros durante el trabajo6 se pone para

permitiros el reposo que yo mismo he designado. !s a m a


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quien deb(is todo lo que pose(is, todo lo que encontris en

osotros, por encima de osotros y por debajo de osotros>.

+ijeron entonces los sacerdotes? >Pero c*mo puede iir un

pueblo con las normas de justicia si no tiene preceptoresB>

/espondi*les entonces Issa? >Cuando el pueblo no tena

sacerdotes, la ley natural les gobernaba y conseraba el

candor de sus almas. Sus almas estaban con +ios, y para

comulgar con el Padre no recurran a un dolo o animal, ni

al "uego, como se practica aqu. A'rmis que uno debe

enerar al Sol, el espritu del :ien y del 0al. Pues bien, yo

os digo que uestra doctrina es "alsa, que el Sol no act&a

espontneamente sino de acuerdo con la oluntad del

Creador Inisible que lo hi%o. $ l ha sido el que querido

que sea la estrella que ilumine el da, que caliente durante

el trabajo y cuando el hombre siembra. !l !spritu !terno esel alma de todo lo que est animado. Comet(is un gran

pecado al diidirlo en un espritu del 0al y un espritu del

:ien, pues no hay +ios "uera del :ien. :ien, como un padre

de "amilia, s*lo hace bien para sus hijos, olidando todas

sus "altas si estos se arrepienten. !l espritu del 0al habita

en la tierra en los cora%ones de aquellos hombres que

separan a los hijos de +ios del camino recto. Por tanto osdigo? tened cuidado del da del 8uicio, pues +ios in"ringir

un castigo terrible a aquellos que hayan conducido a sus

hijos "uera del camino correcto y les hayan llenado de


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supersticiones y prejuicios, aquellos que hayan cegado a los

que en, contagiado a los sanos, y ense)ado a enerar las

cosas que +ios ha subordinado al hombre para su bien y suayuda en el trabajo. Vuestra doctrina es, por tanto, el "ruto

de uestros errores6 pues deseando acercaros a la erdad de

+ios, hab(is creado "alsos dioses>.

9ras escucharle, los magos decidieron no hacerle da)o.

Pero por la noche, cuando toda la ciudad dorma, le

condujeron "uera de las murallas y le abandonaron en el

camino con la esperan%a de que "uera pronto ctima de los

animales salajes. Pero, protegido por el Se)or, nuestro

+ios, el Santo Issa sigui* su iaje sin molestias.

Captulo IE.

Issa, a quien el Creador haba elegido para recordar a lahumanidad depraada el erdadero +ios, haba llegado a FG

a)os, cuando decidi* regresar a la tierra de Israel. +esde

que se haba ido, los paganos haban in"ringido

su"rimientos a&n ms atroces a los israelitas, que eran

ctimas del desaliento ms pro"undo.

!ntre ellos, muchos haban empe%ado ya a abandonar lasleyes de +ios. y las de 0ossa con la esperan%a de apaciguar

a sus salajes conquistadores. 2rente a todo ese mal, Issa

e#hort* a sus compatriotas a no desesperar, por que el da


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de la redenci*n de los pecados estaba cercano, y le con'rm*

en la creencia que tenan en el dios de sus padres.

>7ijos, no abandon(is a la desesperan%a>, deca el PadreCelestial por boca de Issa, >pues he odo uestra o% y

uestros gritos han llegado hasta m. 4o llor(is amados

mos, pues uestra pena ha conmoido el cora%*n de uestro

padre y L os ha perdonado, incluso ha perdonado a

uestros antepasados. 4o dej(is que uestras "amilias se

hundan en el libertinaje y no perdis la noble%a de uestros

sentimientos y no ener(is a dolos que permanecern

mudos ante uestras oces. Llenad mi templo con uestra

esperan%a y paciencia y no abjur(is de la religi*n de

uestros padres6 pues s*lo yo les he guiado y les he llenado

de bene'cios. Leantad a los que han cado, dad de comer al

hambriento y ayudar al en"ermo, para ser totalmente puros

y justos en el da del 8uicio 2inal que preparo paraosotros>.

Los israelitas iban en multitud a or la palabra de Issa,

preguntndole d*nde deban alabar al Padre Celestial, ya

que el enemigo haba derribado sus templos y derramado

sus asos sagrados. Issa les respondi* que +ios no ea los

templos erigidos por las manos del los hombres, y que elcora%*n humano era el erdadero templo de +ios.>!ntrad en

uestro templo, en uestro cora%*n. Iluminadlo con buenos

pensamientos y la paciencia y con'an%a inamoible que


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deb(is tener en uestro Padre. $ uestros recipientes

sagrados son las manos y los ojos. Ved y haced lo que es

agradable para +ios, pues al hacer el bien a uestro ecinoreali%is un rito que embellece el templo en el que habita

aquel que os dio la ida. Pues +ios os ha creado a su

semejan%a? inocentes, con almas puras y cora%ones llenos

de bondad, destinados no a la concepci*n de planes

malignos, sino a ser santuarios del amor y la justicia. Por

tanto os digo, no ensombre%cis uestros cora%ones, pues

el, Ser Supremo habita all eternamente. Si deseis reali%ar

obras marcadas por el amor o la piedad, hacedlas con el

cora%*n abierto y no dej(is que uestros actos sean

gobernados por clculos o esperan%as de ganancia. Pues

esas acciones no ayudarn a uestra salaci*n y caeras en

ese estado de degradaci*n moral en el que el robo, la

mentira y el asesinato pasan por actos temerosos>.

Capitulo E.

!l santo Issa "ue de una cuidad a otra, "ortaleciendo con la

palabra de +ios el alor de los israelitas, quienes estaban

preparados a sucumbir ante el peso de su desesperan%a, y

miles de hombres le seguan para escucharle predicar. Pero

los je"es de las ciudades tuieron miedo de (l, le hicieronsaber al =obernador Principal que habitaba en 8erusal(n

que un hombre llamado Issa haba llegado al pas6 que

estaba animando con sus discursos al pueblo en contra de


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las autoridades6 que la gente le escuchaba con asiduidad,

despreciaba las obras del !stado y a'rmaba que no pasara

mucho tiempo antes de que se libraran de sus gobernantesintrusos.

!ntonces, Pilatos, el gobernador de 8erusal(n, orden* que

arrestaran a la persona del predicador Issa, que le llearan

a la ciudad y le condujeran ante los jueces. Pero para no

e#citar la c*lera del populacho, Pilatos encarg* a los

sacerdotes y ancianos hebreos instruidos que le ju%garan en

el templo. !ntre tanto Issa, siguiendo sus pr(dicas, lleg* a

8erusal(n6 y al conocer su llegada, todos los habitantes,

sabedores de su "ama, salieron a saludarle.

Le saludaron con respeto y le abrieron las puertas de su

templo para or de su boca lo que haba dicho en otrasciudades de Israel. ! Issa les dijo? >La ra%a humana perece

por su "alta de "e, pues la oscuridad y la tempestad han

desbandado a los reba)os de la humanidad y han perdido

sus pastores. Pero la tempestad no durar siempre, y la

oscuridad no siempre tapar la lu%. !l Cielo oler a ser

ms sereno, la lu% celestial se e#tender sobre la tierra y los

reba)os perdidos se reunirn alrededor de su pastor. 4o oses"orc(is para encontrar caminos rectos en la oscuridad,

para no caer en un "oso? lo que deb(is es reunir las "uer%as

restantes y ayudaros unos a otros, poned uestra con'an%a


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en +ios y esperad hasta que apare%ca la lu%. !l que sostenga

a su pr*jimo a s mismo se sostiene6 quien protege a su

"amilia, protege al pueblo y al estado. Pues est cerca el daen que ser(is librados de la oscuridad6 os reunir(is de

nueo con una "amilia6 y uestro enemigo, que ignora lo que

es el "aor de +ios, temblar de miedo>.

Los Sacerdotes y ancianos que lo escuchaban, llenos de

admiraci*n por su discurso, le preguntaron si era cierto que

haba tratado de poner al pueblo en contra de las

autoridades del pas, tal como se lo haba dicho el

=obernador Pilatos.

>Se puede incitar a la insurrecci*n a hombres perdidos, a

quienes la oscuridad ha ocultado la puerta y el caminoB>

contest* Issa. >S*lo he adertido a los desa"ortunados,

como hago aqu en este templo, que no deben aan%ar sobreel camino oscuro, pues un abismo se abre bajo sus pies. !l

poder terrenal no es de larga duraci*n y est sometido a

muchos cambios. +e qu( sire que el hombre se reuela

contra (l, puesto que un poder sucede siempre al otroB $ as

suceder hasta la e#tinci*n de la humanidad. 4o eis que

los poderosos y los ricos siembran entre los hijos de Israel

un espritu de rebeli*n contra el poder eterno de loscielosB>


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Los ancianos preguntaron entonces? >ui(n eres t& y de

qu( pas ienesB 4o hemos odo hablar de t antes y no

sabemos ni siquiera tu nombre>. Issa contest*? >$o soy unisraelita. +esde el da de mi nacimiento i los muros de

8erusal(n y o el llanto de mis hermanos reducidos a la

esclaitud y las lamentaciones de mis hermanas lleadas

por los paganos. $ mi alma se llen* de triste%a al er que

mis hermanos haban olidado al aut(ntico +ios. +e ni)o,

abandon( la casa de mi padre y "ui a habitar entre otros

pueblos. Pero oyendo que mis hermanos su"ran todaa

torturas mayores, he uelto al pas donde habitaron mis

padres para recordar a mis hermanos la "e de sus

antepasados que nos ense)a paciencia en la tierra para

obtener "elicidad per"ecta y sublime en el cielo>.

$ los ancianos instruidos le hicieron esta pregunta? >Se diceque niegas las leyes de 0ossa y que ense)as al pueblo a

abandonar el templo de +ios>. ! Issa respondi*? >4o se

puede demoler lo que nos ha dado nuestro Padre Celestial,

ni lo que ha sido destruido por los pecadores6 yo he liberado

de toda mancha la puri'caci*n del cora%*n pues ese es el

templo maut(ntico de +ios. !n cuanto a las leyes de 0ossa,

me he es"or%ado por establecerlas en los cora%ones de loshombres. $ os digo que no entend(is su erdadero

signi'cado, pues no es la engan%a sino piedad lo que

ense)a. S*lo el sentido de esas leyes se ha perertido>.


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Captulo EI.

9ras haber odo a Issa, los sacerdotes y los ancianosdecidieron no ju%garle, pues no haca da)o a nadie.

Presentndose ante Pilatos, designado =obernador de

8erusal(n por el /ey pagano del pas /omeles, se dirigieron

a (l de este modo? >7emos isto al hombre a quien t&

acusas de iniciar a nuestro pueblo a la rebeli*n6 hemos odo

su discurso y sabemos que es nuestro compatriota. Pero los

je"es de las ciudades te han hecho "alsos in"ormes, pues es

un hombre justo que ense)a al pueblo la palabra de +ios.

9ras haberle interrogado le despedimos y pudo irse en pa%>.

!ntonces el =obernador se en"ureci* y eni* junto a Issa a

sus criados dis"ra%ados, para que pudieran igilar todas sus

acciones e in"ormar a las autoridades de la menos palabraque (ste dirigiera al pueblo. !ntre tanto, el santo Issa

sigui* isitando las ciudades ecinas, predicando los

caminos aut(nticos del Creador, e#hortando a los hebreos a

tener paciencia y prometi(ndoles una rpida liberaci*n.

+urante todo ese tiempo, muchas personas lo siguieron

donde quiera que "uese, arias de ellas no dejndole nunca,sino conirti(ndose en sus seridores. ! Issa 'jo? >4o creis

en milagros hechos por la mano del hombre, pues s*lo

aquel que domina sobre la naturale%a es capa% de hacer lo


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que es sobrenatural, mientras el hombre no tiene poder

para detener la c*lera de los ientos o e#tender la lluia.

Sin embargo hay un milagro que el hombre puede reali%ar.!s cuando, lleno de creencia sincera, decide desenrai%ar de

su cora%*n todos los malos pensamientos, y cuando alcan%a

su 'n, termina en los caminos de la iniquidad. $ todas las

cosas que se hacen sin +ios no son ms que errores,

seducciones y encantamientos, que s*lo demuestran hasta

qu( punto el alma que practica este arte est llena de

desergHen%a, "alsedad e impure%a. 4o pongis uestra "e

en los orculos6 s*lo +ios conoce el "uturo? el que recurre a

adiinadores pro"ana el templo que tiene en su cora%*n y da

una prueba de descon'an%a hacia su creador, la "e en los

adiinadores y sus orculos destruye la simplicidad innata

del hombre y su pure%a in"antil. un poder in"ernal toma

posesi*n de (l, obligndole a cometer todo tipo de crmenesy a enerar a dolos. 0ientras el Se)or, nuestro +ios, que no

tiene igual, es uno, todopoderoso, omnisciente y

omnipresente. L es el que posee toda la sabidura y toda la

lu%. !s a L a quien ten(is que dirigiros para consolaros en

uestras penas, para ser ayudados en uestros trabajos y

curados en uestra en"ermedad. uien recurra a L, no ser

negado. !l secreto de la naturale%a est en las manos de+ios. Pues el mundo, antes de que apareciera, e#ista en la

pro"undidad del pensamiento diino6 se hi%o material y

isible por la oluntad del Supremo. Cuando os dirigs a L


26/34

os ol(is de nueo como los ni)os6 pues no conoc(is ni el

pasado, ni el presente ni el "uturo, y +ios es el maestro de

todos los tiempos>.

Captulo EII.

>0aestro justo>, le dijo uno de los espas del =obernador de

8erusal(n, >dinos si hemos de cumplir la oluntad de

nuestro C(sar o esperar nuestra pronta liberaci*n>. Pero

Issa, reconoci(ndoles como la gente designada para

seguirle, contest*? >4o he dicho que ayis a ser liberados

del C(sar. es el alma sumergida en el error la que ser

liberada. As como no puede haber "amilia sin una cabe%a,

no puede haber orden en un pueblo sin un C(sar, a (l se le

debe obediencia implcita, y s*lo (l responder de sus actos

ante el 9ribunal Supremo.>

>Posee C(sar un derecho diinoB>, le preguntaron de nueo

los espas. >$ es el mejor de los mortalesB> ! Issa contest*?

>4o debe haber mejores entre los hombres, pero estn

tambi(n los que su"ren, a quienes deben cuidar los que

"ueron elegidos y encargados de esa misi*n, utili%ando los

medios con"eridos por la Ley sagrada de 4uestro Padre

Celestial. la Piedad y la 8usticia son los atributos superioresde C(sar6 su nombre ser ilustre si se adhiere a ellas. Pero

el que act&a de otro modo, quien se e#cede de lmite de

poder que tiene sobre sus subordinados, llegando a poner


27/34

sus idas en peligro, o"ende al =ran 8ue% y pierde su

dignidad ante la ista de los hombres>.

!n ese momento, una anciana que se haba apro#imado al

grupo para or mejor a Issa, "ue apartada por uno de los

espas, colocndose delante de ella. !ntonces Issa dijo? >@n

hijo no debe apartar a su madre, ocupando su lugar. uien

no respeta a su madre, el ser ms sagrado despu(s de su

+ios, es indigno del nombre de hijo. !scuchad entonces lo

que os digo? respetad a la mujer, pues ella es la madre del

unierso y toda la erdad de la creaci*n diina est con ella.

!lla es la base de todo lo que es bueno y hermoso, como

tambi(n el germen de la ida y la muerte. +e ella depende

la e#istencia entera del hombre, pues ella es su apoyo

natural y moral. !lla os pari* en medio del su"rimiento. Con

el sudor de su "rente os cri*, y hasta su muerte osotros lecausis las ms graes ansiedades. :endecidla y eneradla,

pues es uestro amigo, uestro &nico apoyo en la tierra.

/espetadla, sostenedla. Actuando as os ganar(is su amor y

su cora%*n. encontrar(is "aor a la ista de +ios y muchos

pecados os sern perdonados. +el mismo modo amad a

uestras esposas y respetadlas, pues ellas sern madres

ma)ana y cada una posteriormente la antepasada de unara%a. Sed lenientes con la mujer. Su amor ennoblece al

hombre, suai%a su cora%*n endurecido, domestica al bruto

que hay en (l y hace de (l un cordero. la esposa y la madre


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son los tesoros inapreciables que os ha dado +ios. Son los

ms bellos ornamentos de la e#istencia, y de ellos nacern

todos los habitantes del mundo. As como el dios de losej(rcitos separ* antiguamente la lu% de la oscuridad y la

tierra de las aguas, la mujer posee la "acultad diina de

separar en un hombre las buenas intenciones de los malos

pensamientos. Por tanto os digo, despu(s de +ios uestros

mejores pensamientos deben pertenecer a las mujeres y a

las esposas, siendo la mujer para osotros el templo donde

obtendr(is la "elicidad ms per"ecta. Imbuiros en este

templo con "uer%a moral. Aqu olidar(is uestras penas y

uestros "racasos y recuperar(is la energa necesaria para

poder ayudar a uestro pr*jimo. 4o la e#pongis a la

humillaci*n. Actuando as os humillar(is a osotros mismos

y perder(is el sentimiento del amor, sin el cual nada e#iste

aqu abajo. proteged a uestra esposa para que ella puedaprotegeros a osotros y a uestra "amilia. 9odo lo que

hagis por uestra esposa, uestra madre, por una iuda o

por cualquier mujer en tribulaci*n, lo har(is por uestro

+ios>.

Captulo EIII.

!l Santo Issa ense)* as al pueblo de Israel durante tresa)os, en todas las ciudades, en todos los pueblos, en los

lados de los caminos y en las llanuras6 y todo lo que (l haba

predicho termin* pasando. +urante todo ese tiempo, los


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criados de Pilatos dis"ra%ados le igilaron de cerca sin or

nada semejante a los in"ormes hechos contra Issa en a)os

anteriores por los je"es de las ciudades.

Pero el =obernador Pilatos, alarmndose por la gran

popularidad del santo Issa, quien seg&n sus adersarios

trataba de moer al pueblo para proclamarse rey, orden* a

uno de sus espas que le acusara. !ntonces mandaron

soldados para arrestarle, y le encarcelaron en una celda

subterrnea en donde le torturaron de diersos modos con

la esperan%a de obligarle a hacer una con"esi*n que

permitiera condenarle a muerte.

!l santo, pensando s*lo en la beatitud per"ecta de sus

hermanos, soport* los su"rimientos en el nombre de su

Creador. Los criados de Pilatos siguieron torturndole y lo

redujeron a un estado de debilidad e#trema6 pero +iosestaba con L y no le permiti* morir. Conociendo los

su"rimientos y las torturas que estaba soportando su santo,

los Sumos Sacerdotes y los ancianos sabios "ueron a pedir

al =obernador que dejara en libertad a Issa en honor de una

'esta pr*#ima.

Pero el gobernador se neg* de redondo a hacerlo. !ntoncesle rogaron que permitiera a Issa presentarse ante el

tribunal de los Ancianos para que "uera condenado o

libertado antes de la 'esta, y a eso consinti* Pilatos.


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Al da siguiente, el =obernador reuni* a los principales

capitanes, sacerdotes, ancianos y abogados para quepudieran ju%gar a Issa. Le llearon all desde su prisi*n y le

sentaron ante el =obernador entre dos ladrones que iban a

ser ju%gados al mismo tiempo que L, para demostrar a las

masas que no sera el &nico condenado.

$ Pilatos, dirigi(ndose a Issa, le dijo? >1h, hombreJ !s

cierto que incitas al pueblo en contra de las autoridades, en

la intenci*n de conertirte en /ey de IsraelB> ! Issa

contest*? >4adie se conierte en /ey por su propia oluntad,

y han mentido los que te hayan dicho que yo incito al

pueblo a la rebeli*n. 4unca he hablado de otro que del rey

del Cielo, y a (l ense)o al pueblo a enerar. Pues los hijos

de Israel han perdido su pure%a irginal6 y si no recurren laerdadero +ios, sern sacri'cados y su templo caer en

ruinas. Como el poder temporal mantiene el orden en un

pas, les ense)o a no olidarlo. Les digo? >Viid con"orme a

uestra posici*n y uestra "ortuna, para no perturbar el

orden p&blico>. y les he e#hortado tambi(n a recordar que

el desorden reina en sus cora%ones y en sus mentes. Por eso

el /ey del Cielo les ha castigado y suprimido sus reyesnacionales. Sin embargo les he dicho? >Si os resignis a

uestro destino, como recompensa el /eino os ser

reserado>.


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!n ese momento los testigos se adelantaron, y uno de ellos

dijo lo siguiente? >9& has dicho al pueblo que el podertemporal no es nada "rente al rey que pronto gobernar a

los israelitas del yugo pagano>. ! Issa contest*? >:endito

seas por haber dicho la erdad. !l /ey del Cielo es mayor y

ms poderoso que la ley terrena y su /eino sobrepasa todos

los reinos de la 9ierra. $ no est lejano el tiempo en que,

con"orme a la oluntad diina, el pueblo de Israel se

puri'car de sus pecados6 pues se ha dicho que un

precursor endr para proclamar la liberaci*n del pueblo

reuni(ndolos en un s*lo grupo>.

$ el =obernador, dirigi(ndose a los jueces, dijo? >hab(is

odoB !l israelita Issa con'esa el crimen del que es acusado.

ju%gadlo entonces de acuerdo con uestras leyes ypronunciad contra (l la pena capital>. $ los sacerdotes

contestaron? >4o podemos condenarle. 9& mismo has odo

que sus alusiones estn hechas con respecto al rey del Cielo

y que no ha predicado nada a los hijos de Israel que pueda

constituir una o"ensa contra la ley>.

!l =obernador Pilatos eni* entonces a por el testigo que, ainstigaci*n suya, haba traicionado a Issa. !l hombre se

adelant* y se dirigi* a Issa as? >4o te presentaste como rey


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de Israel cuando dijiste que aqu(l que reina en los cielos te

ha eniado para preparar a su puebloB>

! Issa, tras bendecirle, dijo? >Sers perdonado por que lo

que dices no proiene de tJ>, entonces a)adi* dirigi(ndose

al =obernador? >Por qu( humillas tu dignidad y por qu(

ense)as a tus in"eriores a iir en "alsedad, puesto que

tienes poder para condenar al inocenteB>

Ante estas palabras el =obernador se oli* muy col(rico,

ordenando que se condenara a muerte a Issa y se libertara a

los dos ladrones. Los jueces, tras consultar entre ellos,

dijeron a Pilatos? >4o queremos sobre nuestras cabe%as el

peso de condenar a un inocente y liberar a unos ladrones.

eso ira en contra de la ley. ha% lo que quieras>.

9ras decir eso, los sacerdotes y los ancianos se "ueron y selaaron las manos en un recipiente sagrado, diciendo?

>Somos inocentes de la muerte de este hombre justo>.

Captulo EIV.

Por orden del =obernador, los soldados tomaron entonces a

Issa y a los dos ladrones, a quienes haban lleado al lugar

de la ejecuci*n, donde les claaron a cruces leantadassobre el suelo. +urante todo el da los cuerpos de Issa y los

dos ladrones permanecieron suspendidos, lo que era

terrible contemplar, bajo la guardia de los soldados. las


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gentes estaban alrededor, los parientes de los que su"ran

re%aban y lloraban.

Con la puesta del sol los su"rimientos de Issa terminaron.

Perdi* la conciencia, y el alma de este hombre justo

abandon* su cuerpo para ser absorbida por la diinidad. As

termin* la e#istencia terrenal del re-ejo del espritu !terno

bajo la "orma de un hombre que haba salado a pecadores

endurecidos y soportado muchos su"rimientos.

!ntre tanto, Pilatos, temeroso de su acci*n de el cuerpo del

santo a sus padres, quienes lo enterraron cerca del lugar de

su ejecuci*n. Las masas "ueron a re%ar sobre su tumba y el

aire estaba lleno de gemidos y lamentaciones.

9res das despu(s, el =obernador eni* a sus soldados a quese llearan el cuerpo de Issa para enterrarlo en otro lugar,

temiendo que de otro modo se produjera una insurrecci*n

popular.

Al da siguiente, las masas encontraron la tumba abierta y

aca. !nseguida se e#tendi* el rumor de que el 8ue%

Supremo haba eniado a sus ngeles para que se llearan

los restos mortuorios del santo en el que habitaba en latierra una parte del !spritu +iino.

Cuando este rumor lleg* a conocimiento de Pilatos, se

encoleri%* y conden*, bajo pena de esclaitud y muerte, a


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cualquiera que pronunciara el nombre de Issa o re%ara al

Se)or por L. Pero la gente sigui* llorando y glori'cando

en o% alta a su maestro6 por eso muchos "ueron lleados encautiidad, sometidos a tortura y condenados a muerte.

Los discpulos del santo Issa abandonaron la tierra de Israel

y se esparcieron entre los paganos, predicando que deban

renunciar a sus errores, hablndoles de la salaci*n de sus

almas y de la "elicidad per"ecta que espera a la humanidad

en el mundo inmaterial de lu% en donde, en reposo y en toda

su pure%a, el =ran Creador habita en per"ecta majestad.

Los paganos, sus reyes y sus guerreros escucharon a los

predicadores, abandonaron sus antiguas creencias y

olidaron a sus sacerdotes y a sus dolos para celebrar la

alaban%a del Creador del @nierso que todo lo sabe, el /ey

de /eyes, cuyo cora%*n est lleno de in'nita piedad.

Documents

La Vida Del Santo ISSA