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La Villa Musical

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Gracias al descubrimiento de la Villa musical, conoceremos la historia que mamá Clave y sus hijitos vivirán en la mansión Pentagrama.

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VILLA MUSICAL

Érase una vez, un hermoso

bosque, donde la melodía de una

encantada mansión alegraba la vida

de los seres que allí reinaban...

Entre frondosos y verdes árboles,

se encontraba la mansión mencionada,

cuyo nombre era “La mansión

Pentagrama”, que tenía cinco puertas

y cuatro ventanas.

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En esa casa vivía “Mamá

Clave”, con cuerpo estirado y

similar al de un caracol.

Mamá Clave tenía siete

hijitos/as, los cuales pasaban los

días “musicando” entre los

árboles, sin alejarse demasiado de

la mirada de su madre.

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Los niños/as se llamaban:

♣ DO���� Domingo. Con gorro de algodón será encargado de

cuidar de la mansión.

♣ RE���� Reminga. La más presumida de las niñas.

♣ MI���� Micaela. Con su pelo rojo el sueño desvela.

♣ FA���� Facundo. Soñaba con ser el protagonista del

mundo.

♣ SOL���� Soledad. Por llamarse como su mamá tendrá

mayor popularidad.

♣ LA���� Laureano. El de la flor en la mano.

♣ SI���� Simón. El más pequeño y travieso de la mansión.

MICAELA

DOMINGO

REMINGA LAUREANO

SIMÓN

SOLEDAD

FACUNDO

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Un día la mamá Clave tuvo que salir. No le

gustaba dejar solos a sus hijitos/as, pero sabía

que se portaban bien y que con Domingo y

Reminga todos estarían seguros. Antes de irse les

pidió que se portaran bien, que no bailaran ni

cantaran mucho y sobre todo les repitió, una y

otra vez, que no le abrieran la puerta a nadie.

Pero muy cerca estaba relamiéndose

escondido un hambriento lobo:

- ¡Siete niños/as deliciosos, no se me

escaparán, me los comeré a todos!

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Una vez ausente la mamá, el lobo

se asomó a la primera ventana de la

casa y al ver a los niños/as

bailando y cantando, se decidió y

llamó a la puerta simulando una voz

fina, y dijo:

- Abran, soy su mamá, me olvidé

una cosa.

- No, nuestra mamá no tiene esa

voz y para llamar siempre entona una

canción. ¡Fuera de aquí!- respondieron

los niños/as.

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Tras este intento fallido, el lobo se enfadó y decidió

escuchar y aprender la canción. DO, RE, MI, FA, SOL, LA

SI. SI, LA SOL, FA, MI, RE, DO, y todos aquí juntitos

entonamos la canción.

Una vez aprendida volvió a buscar a sus presas.

Llamó a la puerta:

- Soy su mamá, dijo el lobo con voz dulce.

Esta vez los niños/as dudaron, pero antes de abrir la

puerta le dijeron:

- Mamá Clave, entónanos la canción.

El lobo rápidamente, cantó la canción.

- DO, RE, MI, FA, SOL, LA, SI. SI, LA, SOL, FA,

MI, RE, DO, y todos aquí juntitos entonamos la canción.

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Esta vez el lobo los engañó y abrieron la

puerta.

Rápidamente entró y los arrinconó; ellos

trataron de defenderse pero de un bocado el lobo

se los comió. El lobo quedó agotado y

completamente lleno. Arrastrando su enorme

panza se fue a echar una siesta sin ningún

remordimiento.

Cuando mamá Clave regresó no oyó a sus

hijos y se sorprendió, pero mucho más cuando

entró a la cabaña y no los vio. Enseguida corrió

al bosque gritando:

¡Hijitos!, ¿Dónde estáis? ¿Dónde se escondieron?

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Pero un cazador que la escuchó le contó su

sospecha de que el lobo se podía haber comido a sus

hijos, y juntos siguieron las huellas… hasta que, por

fin, lo encontraron.

Estaba muy tranquilo durmiendo a orillas del

río; el cazador abrió su barriga y salieron los siete

hijitos. Después le metió piedras y le cosió bien la

panza.

Cuando el lobo despertó tenía mucha sed. Lentamente

se acercó al río y ¡Plaff! Se cayó…

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Los siete hijitos no

paraban de reír alegres. Muy

felices la mamá Clave y sus

siete hijitos fueron a tomar la

merienda bailando al son de:

DO, RE, MI, FA, SOL, LA,

SI. SI, LA, SOL, FA, MI,

RE, DO. Todos juntos y felices

entonamos la canción. ¡¡FIN!!

MICAELA

DOMINGO

REMINGA LAUREANO

SIMÓN

SOLEDAD

FACUNDO