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Pág. 4 Albertina Berkenbrock (1919-1931) Albertina Berkenbrock nació el 11 de abril de 1919 en Saõ Luís, municipio de Imaruí, al norte de Brasil, y fue bautizada el 25 de mayo sucesivo. 5HFLELy OD &RQソUPDFLyQ HO GH PDU]R de 1925 y la primera Comunión el 16 de agosto de 1928. Su familia, pro- fundamente católica, provenía de Westfalia (Alemania). Frecuentaban regularmente la iglesia y rezaban todos los días en el hogar. La sierva de Dios vivió en este ambiente propi- cio, donde sus padres pusieron los cimientos de su fe sencilla y pura. Su formación religiosa prosiguió con la catequesis de preparación para los sacramentos. Su madre recordaba que Albertina fue siempre muy obediente, dócil y piadosa. Ayudaba mucho en los quehaceres del hogar así como en las labores del campo; en la escuela era amada tanto por sus maestros como por sus compañeros. Fue siempre muy sencilla, modesta en el vestir, serena y delicada. De su Año Nº 1510 Editor: CODIPACS Donativo: $ 5.00 Semanario de Información y Formación Católica Domingo 06 Octubre de 2013 Pág. 2 Pág. 5 Pidamos a María la gracia de no huir de la Cruz Cristóbal Fones Pág. 8 LA PALABRA DE DIOS Y LA IGLESIA Pág. 9 HÁBITOS DE ESTUDIO 2 Pág. 10 Pág. 6 En aquel tiempo, los apóstoles le pidieron al Señor: «Auméntanos la fe.» El Señor contestó: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar.” Y os obe- decería. Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: “En seguida, ven y ponte a la me- sa”? ¿No le diréis: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vo- sotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: “Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.”» Entrañables y benditos en la Fe: Un primer paso es la forma de iniciar un camino, una primera decisión, nos lleva de la mano hacia otras más complejas; somos peregrinos y andantes, buscamos medios y for- mas para lograr nuestros deseos, metas y objetivos; nos esforzamos grandemente en la realización de TIEMPOS DE ESPERANZA María Guadalupe Salgado Gama

La voz 6 de octubre 2013

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Expo de los Santos Mexicanos. La Palabra de Dios y la Iglesia.

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  • Pg. 4

    Albertina Berkenbrock (1919-1931)

    Albertina Berkenbrock naci el 11 de abril de 1919 en Sa Lus, municipio de Imaru, al norte de Brasil, y fue bautizada el 25 de mayo sucesivo. 5HFLELyOD&RQUPDFLyQHOGHPDU]Rde 1925 y la primera Comunin el 16 de agosto de 1928. Su familia, pro-fundamente catlica, provena de Westfalia (Alemania). Frecuentaban regularmente la iglesia y rezaban todos los das en el hogar. La sierva de Dios vivi en este ambiente propi-

    cio, donde sus padres pusieron los cimientos de su fe sencilla y pura. Su formacin religiosa prosigui con la catequesis de preparacin para los sacramentos.

    Su madre recordaba que Albertina fue siempre muy obediente, dcil y piadosa. Ayudaba mucho en los quehaceres del hogar as como en las labores del campo; en la escuela era amada tanto por sus maestros como por sus compaeros. Fue siempre muy sencilla, modesta en el vestir, serena y delicada. De su

    Ao N 1510 Editor: CODIPACS Donativo: $ 5.00

    Semanario de Informacin y Formacin Catlica

    Domingo 06 Octubre de 2013

    Pg. 2 Pg. 5

    Pidamos a Mara la gracia de no huir de la Cruz Cristbal Fones

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    LA PALABRA DE DIOS Y LA IGLESIA

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    HBITOS DE ESTUDIO 2

    Pg. 10

    Pg. 6

    En aquel tiempo, los apstoles le pidieron al Seor: Aumntanos la fe. El Seor contest: Si tuvierais fe como un granito de mostaza, dirais a esa morera: Arrncate de raz y plntate en el mar. Y os obe-decera. Suponed que un criado

    vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, quin de vosotros le dice: En seguida, ven y ponte a la me-sa? No le diris: Preprame de cenar, cete y srveme mientras como y bebo, y despus comers y bebers t? Tenis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vo-sotros: Cuando hayis hecho todo lo mandado, decid: Somos unos

    pobres siervos, hemos hecho lo que tenamos que hacer. Entraables y benditos en la Fe:Un primer paso es la forma de iniciar un camino, una primera decisin, nos lleva de la mano hacia otras ms complejas; somos peregrinos y andantes, buscamos medios y for-mas para lograr nuestros deseos, metas y objetivos; nos esforzamos grandemente en la realizacin de

    TIEMPOS DE ESPERANZA

    Mara Guadalupe Salgado Gama

  • 2 LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 06 Octubre de 2013

    VATICANO, Octubre 2013 / (ACI/EWTN Noticias).

    El Papa Francisco exhort a los HOHVDSHGLUDOD9LUJHQ0DUtDOD JUDFLD GH QR DVXVWDUQRV \QRKXLUGHOD&UX]&HUFDGH-HV~VHQOD&UX]VHHQFRQWUDED6XPDGUH6XTXHULGDPDGUH4XL]iVKR\HQHVWHGtDHQHOTXHOHUH]DPRVVHUtDEXHQR SHGLUOH QR OD JUDFLD GHOOHYDUVH QXHVWUR PLHGR TXHGHEHYHQLUHOPLHGRGHOD&UX]VLQRODJUDFLDTXHQHFHVLWDPRVSDUDQRKXLUGHOD&UX]SRUPLHGR(O 6DQWR 3DGUH UHPDUFy TXH0DUtDHVWDEDDKt\HOODVDEHFyPRHVWDUFHUFDGHOD&UX])UDQFLVFRGLMRTXHODVSDODEUDVGH -HV~V HO +LMR GHO +RPEUHVHUiHQWUHJDGRDPDQRVGHORVKRPEUHV UHVXOWDURQ HVFDORIULDQWHVSDUDORVGLVFtSXORVTXHHVSHUDEDQXQYLDMHWULXQIDO(VWDVSDODEUDVGLMRSHUPDQHFLHURQSDUD ORVGLVFtSXORV WDQPLVWHULRVDV TXH QR FRPSUHQGLHURQ VX VLJQLFDGR 3DUDHOORVHUDPHMRUQRKDEODUVREUHHVR HUD PHMRU QR HQWHQGHUTXH HQWHQGHU OD YHUGDG TXH-HV~VKDEtDSURFODPDGR7HQtDQ PLHGR GH OD &UX] WHQtDQPLHGRGHOD&UX]3HGURPLVPRGHVSXpVGHHVDFRQIHVLyQ VROHPQH HQ OD UHJLyQ GH&HVDUHD GH )LOLSR FXDQGR-HV~V GLMR RWUD YH] ORPLVPRUHSUHQGLyDO6HxRU1R6HxRU1XQFD1RHVWReOWHQtDPLHGRGHOD&UX]GLMRHO3DSDSHURQRVRORORVGLVFtSXORV VLQ HPEDUJR QR VROR3HGUR -HV~V PLVPR WHQtDPLHGRGHOD&UX](O3DSDLQGLFyTXH-HV~VVDEtD 7DQ JUDQGH HUD HO SURSLRPLHGRGH-HV~VTXHHQODQRFKH GHO MXHYHV VXGy VDQJUH7DQ JUDQGH HUD HO WHPRU GH-HV~VTXHFDVLGLFH ORPLVPRTXH3HGURFDVL3DGUHDSDUWDGHPtHVWHFiOL]3HURTXHVHKDJD WX YROXQWDG (VWD IXH ODGLIHUHQFLD

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  • 3 LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 06 Octubre de 2013

    Por: S.E. Mons. Eugenio Lira Rugarca,

    Obispo Auxiliar de Puebla y Secretario

    General de la CEM

    El Espritu SantoEl Espritu Santo, que es Dios, es una de las personas de la Santsima Trinidad, a la que Jess llama Es-pritu de Verdad (cfr. Jn 14,16; 16,13). Es nombrado tambin Pa-rclito(consolador),Abogado (Aquel que es llamado junto a uno). Estuvo presente en la creacin (cfr. Gn 1,2;2,7); ilumin a los profetas; inspir las Escrituras y la Tradicin; y por su obra, Mara concibi al Hijo de Dios, a quien ungi y acompa en su misin salvadora[31].

    Jess, con su Pasin, muerte y re-surreccin comunica a la Iglesia el Espritu Santo (cfr. Jn 20,21), me-diante el cual nos hace partcipes de su obra de redencin, por la que, liberndonos del pecado, nos con-voca en su Iglesia y nos hace hijos de Dios, partrcipes de su vida plena y eterna.

    La fuerza de este Espritu, que nos ha sido dado, se manifest el da de Pentecosts (cfr. Hch 2,1-4). Desde entonces, asiste al Papa y a los Obispos (Magisterio de la Igle-sia); est presente en la Liturgia Sacramental, donde nos pone en comunicacin con Cristo y nos hace partcipes de su comunin con el Padre; intercede por nosotros en la RUDFLyQHGLFD\GDXQLGDGDOD,JOHsia, y la enriquece con carismas, ministerios, y la vida apostlica y misionera; y con el testimonio de ORVVDQWRVQRVPDQLHVWDVX6DQWLdad[32].

    Esta gracia del Espritu Santo, que se nos comunica en el Bautismo, los apstoles la transmitieron a sus sucesores los Obispos, quienes, con el sacramento del Orden, hacen partcipes de este don a los sacerdotes y a los diconos, y mediante el sacra-PHQWR GH OD&RQUPDFLyQ VH KDFHposible que sean fortalecidos por l todos los que renacieron en el Bau-tismo, perpetundose as en la Iglesia la gracia de Pentecosts[33].

    El Amor, que es el primer don, con-tiene todos los dems dones, y Dios lo ha derramado en nuestros corazones por el Espritu Santo que nos ha dado (Rm 5,5). l nos comunica la redencin realizada por Cristo, y nos hace partcipes de la vida misma de la Santisima Trini-

    dad, que es amar como El nos ha amado (cfr. 1 Jn 4,11-12).

    Los dones que Dios nos concede, por Cristo, mediante el Espritu Santo, son disposiciones permanentes que ayudan al cristiano a seguir las inspiraciones divinas. Son siete: sabidura, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Los frutos del Espritu Santo, que son perfecciones plasmadas en nosotros como primicias de la gloria eterna, son doce: caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, be-QLJQLGDG PDQVHGXPEUH GHOLGDGmodestia, continencia y castidad (cfr. Ga 5, 22-23)[34].

    La Iglesia y sus miembros

    El Espritu Santo es el alma del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia (del griego ekklsia, convocacin), familia de Dios a la que se entra por la fe y el Bautismo. Ella es Esposa de Jess, Madre de los hijos de Dios, Templo del Espritu Santo, sacramento de salvacin, e instru-mento de la comunin con Dios y entre toda la humanidad[35]. San Gregorio Magno constataba: Nues-tro Redentor muestra que forma una sola persona con la Iglesia que l asumi[36].

    La Iglesia es una, porque tiene un solo Seor, una sola fe, un solo Bautismo, una sola esperanza[37]. Por voluntad de Cristo, posee el poder de perdo-nar los pecados por medio de los Obispos y de los presbteros[38]. 7RGRV ORV HOHV FULVWLDQRV HVWDPRVunidos, tanto los que peregrinan en la WLHUUDFRPRORVTXHVHSXULFDQHQHOpurgatorio y los que gozan del Cielo, por lo que podemos interceder unos por otros[39] .

    La Iglesia es santa: ya que su autor, Dios, es Santo; Cristo se entreg para VDQWLFDUOD\HQHOODKDELWDHO(VStULWXTXH ODVDQWLFDDXQTXHFRPSUHQGDpecadores. En los santos brilla su santidad, especialmente en Mara[40]. La Iglesia es catlica, porque posee la totalidad de la Revelacin, de la fe y de los medios de salvacin; abarca todos los tiempos y es enviada a toda la humanidad. Por eso es misionera.

    La Iglesia es apostlica ya que Cristo OD HGLFy VREUH ORV DSyVWROHV FRQPedro a la Cabeza, cuyo ministerio (servicio) se hace presente en sus sucesores: el Papa y los obispos[41]. La Iglesia es necesaria para la salva-cin. Sin embargo, los que sin culpa no conocen el Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan sinceramente a Dios y, a travs de lo que les dice

    su conciencia, tratan de hacer su vo-luntad, pueden alcanzar la salvacin eterna[42].

    Por disposicin de Jess, el Papa, Obispo de Roma y Sucesor de San Pedro, tiene potestad plena, supre-ma, inmediata y universal para guiar a la Iglesia[43]. Consciente de esta verdad, san Jernimo deca: Yo no sigo un primado diferente del de Cristo; por eso, me pongo en comu-nin con la ctedra de Pedro. S TXHVREUHHVWDSLHGUDHVWiHGLFDGDla Iglesia[44].

    Los Obispos, sucesores de los Aps-toles, en comunin con el Sucesor de Pedro, sirven a las iglesias particulares (dicesis), ayudados por los presb-teros y diconos, anunciando Palabra de Dios, celebrando la liturgia y guiando a la comunidad que les ha VLGR FRQDGD>@$ HVWRV PLQLVWURVsagrados, que constituyen la jerar-qua, se les llama clrigos. Todos los dems son laicos[46].

    Los laicos son aquellos miembros de la Iglesia que estn llamados por Dios a buscar la santidad, que es la perfeccin del amor, guiados por el Papa, los Obispos y los dems miembros de la jerarqua, constru-yendo el Reino de Dios en las rea-lidades temporales (vida personal, matrimonio, familia, sociedad, edu-cacin, trabajo, poltica, economa, cultura, arte, deporte, medios de comunicacin, etc.), procurando que todo est orientado al servicio de la persona humana y del bien comn. As mismo, tienen el derecho y la obligacin, individualmente o agru-pados en asociaciones, de trabajar para que el mensaje divino de sal-vacin sea conocido y recibido por todos los hombres y mujeres en toda la tierra[47].

    La vida consagrada, a la que pueden acceder tanto sacerdotes como laicos, desea imitar a Cristo, casto, pobre y obediente[48]. Algunas personas vi-ven esta consagracin ante la Iglesia de modo personal, dependiendo directamente del Obispo del lugar; otros lo hacen formando parte de algn Instituto de Vida Consagrada o Sociedad de Vida Apostlica, cuyo distintivo es la vida comunitaria y la vivencia de un carisma determinado (contemplacin, educacin, atencin a enfermos, pobres, etc.)

    La nica Iglesia de Cristo se hace presente en las iglesias particulares (dicesis), cada de las cuales es una porcin del Pueblo de Dios que se confa a la gua de un Obispo, quien es principio y fundamento visible de la unidad en esa Iglesia particular. Adems, los obispos constituyen un

    Colegio que tiene por Cabeza al Pa-pa, Obispo de Roma, quien, como sucesor de Pedro, es principio y fundamento perpetuo y visible de la unidad de la Iglesia universal[49].

    Para promover una accin pasto-ral comn en varias dicesis veci-nas, y para que se fomenten las recprocas relaciones entre los obis-pos diocesanos, las Iglesias particu-lares se agrupan en provincias eclesisticas. Preside la provincia eclesistica el Metropolitano, que es a su vez Arzobispo de la dicesis que le fue encomendada[50].

    Las dicesis se dividen en territorios llamados parroquias. La Parroquia HV XQD FRPXQLGDG GH HOHV FXya atencin pastoral, bajo la auto-ridad del Obispo diocesano, se encomienda a un Prroco[51]. Pa-ra una mejor atencin pastoral y la colaboracin, las parroquias se renen en decanatos, los cuales integran zonas pastorales. Los Obispos de una nacin o territorio, para promover el mayor bien que la Iglesia proporciona al gnero hu-mano, integran una institucin de carcter permanente llamada Conferencia Episcopal, asamblea en la que ejercen unidos algunas funciones pastorales respecto de los HOHVGHVXWHUULWRULR>@Referencia:[31] Cfr. Lc 4, 18-19; Catecismo de la Iglesia

    Catlica, nn. 717-727.

    [32] Cfr. Catecismo de la Iglesia Catlica, nn. 684-

    688.

    [33] Cfr. JUAN PABLO II, Enc. Dominum et

    9LYLFDQWHPQ[34] Cfr. Catecismo de la Iglesia Catlica,

    Compendio, nn. 389-390.

    [35] Cfr. Catecismo de la Iglesia Catlica, nn. 777-

    804.

    [36] Moralia in Job, Praefatio 6, 14.

    [37] Cfr. Ef 4, 3-5; Clemente de Alejandra, paed. 1,

    6, 42; Catecismo de la Iglesia Catlica, n. 866.

    [38] Cfr. Catecismo de la Iglesia Catlica, nn. 984-

    987.

    [39] Ibd, n. 962. [40] Ibd, n. 867.

    [41] Ibd., nn. 869-870.

    [42] Cfr. CONCILIO VATICANO II, Const. Lumen

    gentium, n. 16.

    [43] Cfr. Catecismo de la Iglesia Catlica, n. 936.

    [44] Cartas I, 15, 1-2.

    [45] Cfr. Catecismo de la Iglesia Catlica, nn. 938-

    939.

    [46] Cfr. Cdigo de Derecho Cannico, c. 207, 1.

    [47] Cfr. Catecismo de la Iglesia Catlica, nn. 940-

    943. [48] Ibd., n. 944.

    [49] Cfr. CONGREGACION PARA LA DOCTRINA

    DE LA FE, Carta a los obispos de la Iglesia Catlica

    sobre algunos aspectos de la Iglesia considerada

    como comunin, nn. 7, 8, 13.

    [50] Cdigo de Derecho Cannico, cc. 431, 1 y

    435.

    [51] Ibd., c. 515, 1. [52] Ibd., c. 447.

    CONOCE TU FE

    Lo que la Iglesia cree: Jess, Dios que salva, nacido de la Virgen Mara

  • 4 LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 06 Octubre de 2013

    nuestros propsitos y la mayora de las veces, dejamos fuera de nuestra vida al nico que puede ayudarnos, impulsarnos y darle verdadero sentido a los afanes diarios que tanto nos fatigan y poco o casi na-da nos fortalecen ni nos dan paz espiritual; muchsimas veces hemos escuchado que mientras la mitad del mundo despierta con propsitos de realizacin, el otro porcentaje sale a la vida con el objeto de ser piedra de tropiezo para los primeros. A qu se debe eso? Los apstoles pi-dieron ayuda a Jess en un mbito HVSHFtFR OH SLGLHURQ DXPHQWDUDsu Fe; hoy en da, nuestros herma-nos del mundo, llenan su cabeza, su cuerpo y su corazn con de-cretos,mantrasmeditaciones tras-cendentales e incluso con bebidas energetizantes que los levantan y hacen sentir muy bien; en ese sen-tido, las personas inician su trnsito diario creyendo que se bastan a s mismas para lograr todo cuanto quieren; decisiones tales que, al aumentar su autoestima, su valor y su persona, les va convirtiendo sin darse cuenta en personas indivi-dualistas, egostas, arrogantes y so-berbias porque sienten que por s mismos lo pueden todo; nunca con-fundamos los dones, las gracias y la inteligencia que nuestro Padre nos ha dado para ponerlas a trabajar, el nico problema radica en que hemos credo que todo es para nosotros

    mismos y nos hemos negado a dar, compartir y menos servir porque la ideologa del hombre sin Dios es que cada quien se rasque con sus uas, que si a ellos les cost aprender a tener ms sin esfuerzo, pues que ca-da cual haga lo que pueda. La palabra de Cristo Jess, nos ex-horta a hacer lo que tenemos que hacer. En qu consiste nuestro quehacer Cristiano? Dar de comer al hambriento, Vestir al desnudo, Visitar al enfermo, Aconsejar al que se equivoca y poner nuestra huma-nidad al servicio del Amor a travs de la Oracin de intercesin por la conversin del mundo entero y de nosotros mismos, entendiendo el servicio como la oportunidad indivi-dual de hacer en favor de quienes lo necesitan, el bien que esperan; si en verdad somos seguidores de Cristo, pidamos a l nos aumente la fe para ser testigos de los verdaderos mila-gros que l obrar en nosotros y en aquellos por quienes le pidamos; l es quien puede transformar nuestra arrogancia en humildad de corazn, nuestra soberbia en sencillez hu-mana y nuestro individualismo en autntico Don de compartimiento donde pongamos todo cuanto tene-mos y somos al servicio de nuestros hermanos. Las cuentas sociales de nuestras malas decisiones y actitudes, nos

    FRQUPDQ TXH KDVWD KR\ KD VLGRla humanidad sin Dios la que pre-tende alcanzar sus objetivos y esos objetivos, aunque se puedan alcan-zar y dar la satisfaccin y la gloria humana, se convierten en cenizas y polvo cuando nos damos cuenta que poder sin Cristo es opresin, Dinero sin Cristo es esclavitud y vi-da sin Cristo es vaco existencial; es urgente asumir posturas que cons-truyan y abandonar esos caminos tortuosos del mal que nos estn car-comiendo el alma. Llegar ante l cuando as lo marque

    nuestro personal calendario y poder decirle felices: Seor, no soy ms que un@ pobre sierv@ que no hice ms que lo que tena que hacer. Amn.

    UN LLAMADO URGENTE

    TIEMPOS DE ESPERANZAMara Guadalupe Salgado Gama

    Del Evangelio de Jess segn Lucas 17,5-10

  • 5 LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 06 Octubre de 2013

    (Santiago, 1975) es un sacerdote jesuita chileno.

    Fuente: cfones.jesuitas.cl

    Cuarto hijo de una familia numerosa, naci en la ciudad de Santiago. Desde pequeo particip activamente en la co-munidad eclesial. Estudi en el colegio San Ignacio El Bosque, obra de la Compaa de Jess, donde recibi una formacin orientada al servicio de los ms necesitados.

    Hasta antes de ingresar al Noviciado en 1994, sola cantar en festivales de msica popular y en celebraciones ma-trimoniales con un grupo de amigos lla-mado Engranaje. Cursando estudios de sociologa en la Universidad Catlica de Chile, acoge el llamado a consagrar su vida como sacerdote.

    Durante sus aos de formacin, la msica ha estado presente acompaando di-versas tareas apostlicas y su propia experiencia de oracin. Animado por sus superiores, grab algunas canciones para su uso pastoral en 1996 (Te contemplo en el mundo). La acogida que tuvo esta sencilla produccin y la necesidad de hacer ms accesible la msica catlica en Chile lo animaron a una segunda pro-duccin de mayor difusin en 1997 (En el solo la esperanza).

    En el ao 1999 registra en un nuevo disco (Padre, te canto) algunos cantos

    creados durante su perodo de estudios ORVyFRV\HVHPLVPRDxRSDUWHHQGLciembre a una experiencia pastoral en el sur del pas junto al pueblo mapuche. Fruto de su trabajo misionero en el lafken-mapu (territorio junto al mar), compone la primera misa en lengua indgena de Chile (Misa lkantun) en el ao 2001.

    Retomando luego sus estudios teolgicos, compone una misa en espaol en el ao 2002 (La mesa de todos), que registra con un coro de jvenes ligados a la espi-ritualidad ignaciana. Estos aos son especialmente activos en el ministerio musical. Participa en numerosos con-ciertos y presentaciones de msica ca-tlica a lo largo del pas y colabora en otras producciones de msica cristiana (Toronto 2002, Misa Pampina, Dios te ama, En tus manos Seor, Ven a mi ventana, Ms all de las cumbres y Le-vntate).

    En el ao 2004 se edita un disco de antologa con sus canciones religiosas para su distribucin en el extranjero (Consagrados a ti). En 2005 colabora en la produccin del disco en homenaje al padre Alberto Hurtado, SJ (Un fuego que enciende otros fuegos), donde registra dos nuevas composiciones. Asimismo, colabora en la elaboracin y grabacin del material de apoyo para la celebracin del Jubileo Ignaciano 2005-2006 (A World is not enough y Servidores de la misin de Cristo) con nuevas canciones.

    Despus de cursar estudios de postgrado en teologa litrgica en Washington DC, Estados Unidos, se traslad a Boston MA, para estudiar msica moderna en Berklee College of Music. En el ao 2008 graba nuevas composiciones en el disco Tejido a tierra, editado por Oregon Catho-lic Press.

    Desde su regreso a Chile ese mismo ao, ha colaborado en otras producciones

    GLVFRJUiFDV&RQJUHJDGRVSRUWXDPRUCantos memoriales) y ha compuesto algunas canciones para colegios y con-gregaciones religiosas, sin dejar de par-ticipar en diversos encuentros de oracin y canto. En el ao 2011 participa en la ex-periencia MAGIS y la Jornada Mundial de Jvenes en Espaa.

    El ao 2013 realiza su primera gira in-ternacional por distintas ciudades de M-xico, titulada: Con Cristo, lleva la paz, acompaando diversas comunidades cristianas golpeadas por la realidad de la YLROHQFLDHOQDUFRWUiFR\ORVVHFXHVWURVllevando un mensaje de reconciliacin, de acogida y de esperanza.

    Su ms reciente produccin: Tejido a Tie-rra, Canto creyente desde las entraas

    Con mucha alegra les presento, en con-junto con la editorial OCP, esta coleccin de canciones para la oracin personal y comunitaria. Tejido a Tierra es un trabajo que recopila diversos aspectos de la vida cristiana con hondura y riqueza, cuidando de un modo particular la poesa del texto y su expresin musical.

    El ttulo de esta obra evoca mucho de su contenido. En nuestro camino de fe,

    Dios Padre va realizando su obra con paciencia y destreza admirables, tejiendo en nosotros verdaderos lazos de amor y fuego. l mismo se revela da a da, en to-da su inmensidad, como sol generoso y rumbo seguro de nuestro andar humano, apasionado y libre, desde las entraas.

    Es en su Hijo Jess que conocemos la verdad ms honda de Dios y tambin la identidad ms autntica del ser humano. Por eso estos cantos se centran principal-mente en la relacin liberadora con Cris-to, el Dios hecho carne, aqul que revien-ta las fronteras que deshumanizan y enciende en nosotros el deseo de amar a cuerpo entero.

    Los invito a penetrar de a poco en ca-da uno de los cantos de este disco, de-jndolos hablar, hacindolos propios, go-zando su diversidad y su simpleza.

    Cristbal Fones, SJBoston, USA.

    MSICA CATLICA

    'ZRQ.CKEQULA COMISION DIOCESANA PARA EL

    APOSTOLADO DE LOS LAICOS (CODAL)

    INVITA A TODOS LOS BAUTIZADOS

    LUGAR:

    PROGRAMA:

    A celebrar el X Aniversario del Da del Laico En esta ocasin realizaremos la:

    09:00 Hrs. Iniciamos con una marcha desde el Reloj ubicado en la Av. Justo Sierra hasta el Parque Independencia de la Cd. De

    Minatitln, Ver.

    10:00 Hrs. Eucarista celebrada por nuestro Obispo Mons. Don Rutilo Muoz Zamora

    11:00 Hrs. Exposicin del Ser y Quehacer de los diferentes Grupos, Asociaciones y Movimientos Eclesiales (GAMES) de nuestra

    dicesis.

    Parque Independencia ubicado en el centro de la ciudad de

    Minatitln, a un costado de la Parroquia San Pedro Apstol.

    FECHA: 12 de Octubre del 2013

  • 6 LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 06 Octubre de 2013

    CODIPACS

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    EVENTO NACIONAL

    LA DICESIS DE COATZACOALCOSPRESENTE EN LA 3RA. EXPO DE LOS SANTOS MEXICANOS

    Por: Erika Figueroa Tolentino /Parroquia Sagrado Corazn de Jess y Josy Muoz / CODIPACS

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    GH'LRV EN LA PARROQUIA EL SEOR DE LA SALUD, LIMONTA

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    Semana de la Biblia 2013

  • 7 LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 06 Octubre de 2013

    Por: Javier Vidal Rodrguez / CODIPACS

    Si me abres, entrar y yo cenar contigo, si no me abres seguir afuera como un mendigo

    El movimiento de la Renovacin Caris-mtica Catlica en el Espritu Santo (RCCES), celebr el pasado 28 y 29 de septiembre 40 aos de haber llegado a la Dicesis de Coatzacoalcos, aun cuando esta regin perteneca a la Dicesis de San Andrs, y para este festejo se dieron cita en el Radevs de la ciudad de Minatitln, alrededor de 2500 carismticos, quienes se manifestaban alegres y agradecidos con Dios por es-te gran acontecimiento.

    Para dicha celebracin, se cont con la participacin de los predicadores: Sergio Enrique Soto Vzquez (Coordi-nador nacional del Movimiento de la RCCES en este Pas) y de Miguel Horacio (miembro de la comunidad Siervos de Cristo vivo, que fund el Padre Emiliano Tardif). Algunos de los temas que expusieron, llevan por ttulo: Naturaleza y misin de la Renovacin; servir en oracin; crecer hasta la esta-tura de Cristo; y los carismas del Espritu para la construccin de la comunidad.

    Como todo evento carismtico, ambos das se inici con el rezo del Santo Rosario, continuando con la asamblea de oracin, centrada en dar gracias a Dios por cada una de las bendiciones recibidas a lo largo de estos 40 aos, prosiguiendo con los temas, testimo-nios, adoracin al Santsimo y la cele-bracin de la Santa Misa.

    El da sbado, la Eucarista estuvo presidida por Monseor Rutilo Muoz Zamora (Obispo) quien en su Homila dijo que el Espritu Santo es quien nos

    hace ser adultos en la fe, por lo que estamos llamados a renovar nuestra fe todos los das. Felicit a todos los miembros de este movimiento, desde los ms antiguos hasta los recientes, y los invit a seguir trabajando y perse-verando en la fe.

    'HQWURGHHVWDJUDQHVWD0RQVHxRUPhillips, cont testimonios de lo que fueran los inicios de la renovacin carismtica en la Dicesis, grandes experiencias y ancdotas que al ser escuchada por los que tienen muchos aos en este movimiento toca su co-razn por el recuerdo, y a los jvenes los impulsa a seguir conociendo ms de los inicios de esta bendita renova-cin (como llaman muchos a este mo-vimiento).

    Por ltimo, el Presbtero Donaldo An-tonio Blanco, (asesor de la RCCES en esta Dicesis), agradeci la asistencia de todos los presentes, especialmente a los predicadores y al Pbro. David Tamay Pech as como al Pbro. Miguel ngel Ramos Hernndez, quien cele-br la Eucarista el da domingo, con-WDQGRORTXHKDVLJQLFDGRSDUDHOVHUmiembro de este movimiento desde su juventud.

    Sin duda, este festejo quedar grabado en el corazn de los Carismticos de la Dicesis de Coatzacoalcos, en quie-nes Dios una vez ms manifest su amor, tocando sus vidas como lo hizo desde la primera vez que los llam a este movimiento, y como lo seguir ha-ciendo siempre.

    La Dicesis est contenta de la gracia que Dios ha derramado a tra-vs de estos 40 aos en este movi-miento, Mons. Rutilo Muoz.

    EVENTO DIOCESANO

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  • 8 LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 06 Octubre de 2013

    ORIENTACIN FAMILIAR

    PSIC. GENOVEVA MUOZ ALVAREZ

    MASTER EN EDUCACION Y TERAPIA FAMI-

    LIAR >>>> ATENCIN PREVIA CITA

  • 9 LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 06 Octubre de 2013 ARTICULOS DE FORMACIN

    LA PALABRA DE DIOS Y LA IGLESIA

    Hoy se nos invita analizar nuestra relacin con la Palabra de Dios como miembros de la Iglesia, compartiendo las siguientes preguntas: Cmo parte de la Iglesia qu importancia tiene la Palabra de Dios para m? Cul ha sido m experiencia con la Palabra de Dios? Cul es mi participacin en la Iglesia para trasmitir la Palabra de Dios? Qu tan dispuesto estoy para escuchar la Palabra de Dios como miembro de la Iglesia? Qu importancia le das a la proclamacin de la Palabra?

    La Iglesia acoge la Palabra , Durante mucho tiempo la Iglesia al proclamar la Palabra de Dios en las celebraciones eucarsticas, es el mismo Seor que pronuncia su Palabra para que la reciban aquellos que han sido creados precisamente por medio del Verbo mismo. Cuando los lectores y el sacerdote se vuelven de cara a los que estn presentes y comienzan a hablar, el pueblo escucha con respeto y atencin lo que se proclama.

    Por qu ese respeto y atencin? Se trata de la Palabra de Dios mismo. Pero tambin existe aquellos que la rechazan vino a los suyos y no la recibieron (Jn 1, 11), la Iglesia est obligada a ensear la Palabra de Dios, los cristianos estamos obligados a escuchar la Palabra de Dios y aplicarla en la vida, A cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios (Jn 1, 12). Recibir al Verbo quiere decir dejarse plasmar por l hasta el punto de llegar a ser, por el poder del Espritu 6DQWRFRQJXUDGRVFRQ&ULVWRFRQel Hijo nico del Padre (Jn 1, 14)3. Durante la vida pblica Jess predico, hablo a los hombres ensendoles la doctrina del reino de Dios. Jess dejo a los apstoles que continuaran en la Iglesia la misin de ensear a todas las gentes su Palabra y su verdad, (cf. Mt 28, 19-20). Y Jess aade, Quien a ustedes escucha, a m me escucha (cf. Lc 10, 16), de esta manera queda en la Iglesia la enseanza de la Palabra de Dios.

    En el documento Verbum Domine (Palabra del Seor), en el nmero 51, vemos lo siguiente: La relacin entre Cristo, Palabra del Padre, y la Iglesia no puede ser comprendida como si fuera solamente un acontecimiento pasado, sino que es una relacin vital, en la FXDOFDGDHOHVWi OODPDGRDHQWUDUpersonalmente. En efecto hablamos

    de la presencia de la Palabra de Dios entre nosotros hoy: Y sabed que yo estoy con ustedes todos los das, KDVWDHOQGHOPXQGR0W&RPRDUPDHOSDSD-XDQ3DEOR,,ODcontemporaneidad de Cristo respecto al hombre de cada poca se realiza en el cuerpo vivo de la Iglesia.

    Dios es un Dios personal, que busca establecer un dilogo con la humanidad. Es un Dios que habla, que se comunica de muchas y muy variadas formas (cf. Hebreos 1,1- 2). Se trata de un Dios de amor (cf. 1 Juan 4,8), de un Dios dialogante, de un Dios a quien le importa la vida plena de sus criaturas, precisamente porque somos sus hijos e hijas, creados para conocerlo a l y entrar en su intimidad. Dios, que habl en otros tiempos, sigue conversando siempre con la esposa de su Hijo amado; y el Espritu santo, por quien la voz viva del Evangelio resuena en la Iglesia y por ella en el mundo, va LQWURGXFLHQGRDORVHOHVHQODYHUGDGplena y hace que habite en ellos intensamente la palabra de Cristo4.

    Aunque nuestro acento est puesto en la Biblia, es indispensable referirse primeramente a la experiencia ms amplia del encuentro con la Palabra de Dios presente en la creacin misma. El Dios creador ha dejado su huella en cada una de sus creaturas, la que por medio de su misma existencia nos deja entrever al creador, nos habla del creador.

    La Iglesia tiene que ver con un llamado; con alguien que llama y con una palabra que se dirige, que convoca. El llamado de los primeros apstoles es

    muy claro en este sentido (cf. Marcos 1,16- 20; Mateo 4,18-22; Lucas 5,1-11; 9,57-62; Juan 1,32-51). La Iglesia nace de la Palabra, y de la Iglesia surge la misin, bajo el impulso y la conduccin del Espritu Santo. Es la Palabra la que suscitando la comunidad de los creyentes y alimentndola diariamente est a la base de toda misin cristiana. La Iglesia no vive de s misma, sino del Evangelio, y en el Evangelio encuentra siempre de nuevo orientacin para su camino5.

    Es lo que san Pablo sistematiza ms sealando que la fe nace del or, lo que hace indispensable la tarea de la predicacin de la palabra (Rm 10,14- 17). Es la palabra acogida la que mueve a la conversin del corazn SRUTXHD\XGDDFRQRFHU\FRQDUVHen el amor que Dios tiene por cada creatura (1 Jn 4,16). Es esta palabra recibida la que nos ensea la misma Iglesia.

    La esposa de Cristo, maestra tambin hoy en la escucha, repite con fe: Habla, Seor, que tu Iglesia te escucha.

    Hay alguien que enva y hay un destinatario de la misin. Pero cul es el mensaje? El mensaje no es otro que la Palabra de Dios, que anuncia la cercana de su reinado y la bondad misericordiosa de Dios. Se trata de un kerygma, de un anuncio gozoso de una buena noticia, de un Evangelio. Y la buena noticia es una palabra de Dios mismo, una palabra de gracia.

    La Palabra de Dios tiene un carcter de Buena Noticia, que la Iglesia cuida y mantiene. Esto implica muchas veces XQHVIXHU]RGHGHOLGDGTXHOOHYDDla necesidad de transmitir la palabra de un modo apropiado; es decir, de un modo tal que conserve su carcter interpelador de buena noticia.

    La Iglesia aparece as en ese mbito en que, por gracia, podemos experimentar lo que dice el Prlogo de Juan: Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios (Jn 1, 12).

    La Palabra de Dios es para la Iglesia, es deseable que los cristianos lean la Palabra de Dios individualmente, que se nutran de ella, pues la Palabra de Dios es para todos y cada uno de los creyentes; sin embargo, la Palabra es un mensaje destinado primero a la Iglesia con la que Dios ha pactado su Alianza. El mensaje se revela al cuerpo de los creyentes y cada uno lo entiende as en la Iglesia, pues el sentido obvio de la Escritura se desprende de un mensaje que concierne a la comunidad, pues su contenido se UHHUHDORVGHVLJQLRVGH'LRVVREUHla humanidad. Y en segundo lugar concierne la Palabra de Dios a cada persona como integrante del pueblo de Dios. Quien lee la palabra de Dios, lo llama a comprometerse con todo el pueblo creyente del cual recibe la gracia de la Alianza que alcanza a travs de la Iglesia.

    La Palabra de Dios en la Iglesia, debe ser dinamismo de la semilla que crece sola y sus maravillosas potencialidades para construir el reino de Dios. La Palabra es como el germen del Reino, el mensaje de Cristo y revelacin que define las condiciones del establecimiento del Reino.

    Ante esta situacin por la cual debo de trabajar, cmo voy actuar como miembro de la Iglesia, al escuchar la Palabra de Dios.

    Oracin:

    Te damos gracias, Padre, porque en tu bondad nos destinaste a plasmar en nosotros la imagen de Cristo Jess, tu Hijo de modo que l primognito entre muchos hermanos.

    Haznos entender, padre, que el paso angosto de su puerta no es moralismo estrecho y triste, sino liberacin gozosa y conversin necesaria antes que sea tarde y se cierre la puerta.

    Concdenos, Seor, responder ge-nerosamente a la llamada que nos KDFHVDOVHJXLPLHQWRHOGH&ULVWRen tu Iglesia; e ilumina los ojos de nuestro corazn con tu Palabra para que comprendamos la esperanza de nuestra vida cristiana a la santidad y la riqueza de gloria que das en herencia a tus hijos. Amn.

  • 10 LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 06 Octubre de 2013

    Albertina Berkenbrock (1919-1931)

    Virtuosa en los valores evanglicos!

    VIDAS DE SANTIDAD

    sentido cristiano de la vida naca su inclinacin a la bondad, a la piedad y a la virtud, en la medida en que una nia de 12 aos poda compren-derlas y vivirlas.

    La sierva de Dios tena dos puntos de referencia espirituales: la Virgen Madre de Dios y san Luis Gonzaga. Su ambiente familiar, su sensibilidad de nia, su formacin religiosa y su profunda devocin a san Luis constituyen los presupuestos para LGHQWLFDUHQHODOPDGHODVLHUYDGHDios no slo una honestidad natural, sino tambin la plena conciencia del sentido de pecado y de la custodia de su pureza.

    Tres palabras son particularmente recurrentes en los testimonios de quienes conocieron a Albertina: de-licada, modesta y reservada. Otro elemento que emerge con fuer-za de los testimonios es su gran sen-

    tido de caridad, que manifestaba acompaando a las nias ms po-bres, jugando y compartiendo con ellas su pan. Lo haca, en particular, con los hijos de Idanlcio, su asesino, que trabajaba para su familia; esto

    tena un mrito especial porque eran de raza negra y en esa regin, de colonizacin germnica e italiana, exista un fuerte sentimiento racista.

    Idanlcio Cipriano Martins tena 33 aos y viva con su mujer y sus hijos cerca de la casa de los Berkenbrock. El 15 de junio de 1931, hacia las cuatro de la tarde, Albertina estaba apacentando el ganado de su familia cuando el padre le pidi que fuera a buscar un buey que se haba alejado. En el camino encontr a Idanlcio, que se ofreci a ayudarle. Con engao, la condujo a un bosque cercano pidindole tener una rela-cin sexual. Albertina se opuso FRQ UPH]D SDUD VDOYDJXDUGDU VXpureza, e Idanlcio intent violarla. Al no lograrlo, el hombre extrajo una navaja y le cort la garganta, causndole la muerte en el acto. Al-bertina tena doce aos y medio.

    Dos das despus se celebr su fu-neral. Los habitantes de Sa Lus y de muchas aldeas vecinas participaron con gran conmocin, no slo por el modo trgico como haba muerto, sino sobre todo por el herosmo con el que haba defendido su pureza. En el lugar del martirio se construy posteriormente una capilla dedicada a santa Ins otra virgen mrtir de los primeros siglos del cristianismo, a la que acudan sin cesar multitudes de peregrinos para pedir gracias a tra-vs de la sierva de Dios.

    En 1952, en la misma capilla en la que Albertina haba recibido la primera Comunin, se reuni el tribunal eclesistico de la archidicesis de Florianpolis para incoar el proceso GHEHDWLFDFLyQ\FDQRQL]DFLyQ&RQla divisin de la archidicesis y la creacin de la dicesis de Tubaro, los pastores de esta nueva circuns-cripcin eclesistica se encargaron de promover la causa. El 16 de diciembre de 2006 Su Santidad Be-QHGLFWR;9,UPyHOGHFUHWRVREUHHOmartirio de la sierva de Dios Albertina Berkenbrock.

  • 11 LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 06 Octubre de 2013 SECCIN INFANTIL

  • 12 LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 06 Octubre de 2013