Laextraña Cura de Los Alcoholicos Anonimos

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  • LA EXTRAA CURA DE LOS ALCOHLICOS ANNIMOS

    Condensado de Todays Health Publicacin de la Asociacin Mdica Norteamericana

    La revelacin gracias a la cual hall un borracho consuetudinario el remedioque en vano buscaba la ciencia mdica, contina salvando a miles de personasde las garras del alcoholismo.

    El alcoholismo figuraba hace 25 aos entre las dolencias ms

    rebeldes. La mayora de las vctimas no podan ser curadas por la ciencia mdica. Hoy es muy otra su suerte, antes tan aciaga. Arriba de 250.000 ex alcohlicos llevan en la actualidad una existencia normal y provechosa; ms an, no pocos son ms tiles a la comunidad que muchos de los que nunca nos hemos dejado dominar por la aficin a la bebida.

    No es tan asombrosa victoria atribuible a la medicina: cada paciente ha sido alprincipio su propio mdico. Tampoco se debe a los medicamentos, pues no seemplea ninguno. El mtodo se basa en la humildad y el sacrificio. Losextraviados estn convencidos de que Dios es quien los gua.

    Los Alcohlicos Annimos carecen de estatutos; no aceptan donativos deextraos. Siguen una norma inflexible: no prestar sus nombres a la publicidad.En ser abnegados y humildes estriba la fortaleza de los miembros de estahermandad.

    Principi en 1934, con uno solamente. Era l hombre talentoso, como suelenserlo los dados a este vicio; sin embargo, pese a su inteligencia, llevaba las deperder en la lucha contra el alcohol; en varias ocasiones qued cado en mitadde la calle. Iba as camino a la demencia alcohlica, que le hara parar en elmanicomio. El origen de la salvacin de Mr. Bill con este nombre de leconoce en Alcohlicos Annimos- fue un misterioso acontecimiento de ordenespiritual. Ebby, otro beodo de quien se hizo amigo, le asegur en unmomento en que estaba sobrio, que la nica cura contra el alcoholismo eracreer humildemente en Dios, entregarse a l, dicindole: Hgase tu voluntady no la ma.

    Un tanto incongruente resultaba este celo catequizador en Ebby, quecontradeca la prdica con el ejemplo, pues no haba podido vencer del todo suaficin a la bebida.

  • Bill, ateo recalcitrante, tampoco era el candidato ms indicado para lateraputica teora de Ebby. El nico sentimiento que alentaba en l era unanhelo angustioso de librarse de la bebida. Hallbase cierta vez en el hospitalen cura de reposo (saba que esto surtira efecto slo por algn tiempo)cuando le sobrevino insufrible decaimiento que acab por sumirle en unabismo de congojas.

    En tal estado, tuvo un repentino arranque y exclam: Si Dios existe, que mesocorra. Me someter a todo, a todo!

    Entonces le pareci que la habitacin se inundaba de una blancuraresplandeciente. Cay en xtasis. Le ilumin el nimo la conviccin de quevolva a ser hombre libre, que haba cesado de ser esclavo de su demonio.Experimentaba en todo su ser el maravilloso influjo de una sobrenaturalpresencia.

    Luego le sobrecogi el temor. Su formacin cientfica le inclinaba a decirse:Empiezas a padecer de alucinaciones. Ms te valdr ir a un mdico. Fueprovidencial que acudiese al Dr. William Slkworth, por muchos aos mdicojefe del Hospital Charles Towns, de Nueva York. Convencido por su dilatadaprctica profesional de que la ciencia mdica careca en la generalidad de loscasos de remedio para el alcoholismo, el Dr. Silkworth miraba con profundacompasin a los borrachos empedernidos.

    - Me estoy volviendo loco, doctor le dijo Bill

    A esto respondi el facultativo, despus de haberle sondeado en largointerrogatorio.

    - No hombre, no est usted loco. Nos hallamos ante un acontecimiento de razespiritual.

    Se le vino a Bill a la memoria lo que haba ledo, durante su afanosa bsquedade remedio para el alcoholismo, en la obra del Psiclogo William JamesVarieties of Religious Experience (Las Variedades de la Experiencia Religiosa).Segn este autor el comn denominador de toda autntica experienciareligiosa es la afliccin, el padecimiento, la desdicha, la completadesesperanza. Tal condicin previa es indispensable para que el afligido quedeen disposicin de recibir remedio de Dios. Y tal era el estado en que se hallabaBill inmediatamente antes de la mstica revelacin.

    Espritu emprendedor, quiso llevar a otros alcohlicos el fruto de su propiaexperiencia. Entrevea la cadena de salvadoras reacciones que con esto

  • ocasionara entre ellos.

    - Me lanc con el mpetu de un avin de chorro en busca de borrachos. Dosmotores me impulsaban: uno era autnticamente espiritual, y el otro, elantiguo deseo de sobresalir, de ser hombre notable dice Bill

    La empresa regeneradora result un completo fracaso. Al cabo de seis mesesni uno solo de los muchos ebrios a quienes l trat de encaminar hacia Dioshaba dejado de empinar el codo.

    - Mire, Bill le dijo el Dr.Silkworth-: usted ha fracasado hasta ahora con losalcohlicos porque se ha puesto a predicarles. Lo primero que ha de hacersees convencerlos de que no podrn librarse del vicio por s mismos. Hblelesluego desde el punto de vista de la medicina. Hgales ver que los trastornos desu organismo les condenarn a la locura o a la muerte, si continan dados a labebida.

    Aadi el Dr. Silkworth que los alcohlicos atenderan a estas razones si eraotro alcohlico el que les hablaba. Logrado esto cabra insinuarles queacudiesen a Dios como nico remedio.

    Fue as como consigui Bill su primer adepto: el Dr. Bob. Mdico residente enAkron (Ohio). Ambos trabajaron asiduamente en atraer a otros alcohlicos.Tras de intensa labor, en el verano de 1935 apenas haban logrado laconversin de un alcohlico. Los tres constituyeron el primer grupo dealcohlicos Annimos.

    Para el ao de 1939, Bill y el doctor Bob tuvieron la satisfaccin de que unos100 alcohlicos crnicos se haban vuelto totalmente abstemios. Festejaronxito tan inusitado con la publicacin del libro Alcohlicos Annimos, que verssobre lo que sus autores denominaron los 12 pasos para ser abstemio.Compendiados, esos pasos son los siguientes:

    Desear en verdad prescindir de la bebida.

    Reconocer que nos es imposible. (Este es el paso ms difcil)

    Implorar la constante ayuda de Dios.

    Aceptarla y corresponder a ella.

    La profesin mdica juzg de dudosa eficacia un procedimiento que no tenanada de cientfico. Esto no obstante, fue aumentando el nmero de mdicosque prestaron su colaboracin a Bill y su grupo de ex bebedores. El Dr. HarryTiebout, notable psiquiatra de Greenwich (Connecticut), haba tratado en vano

  • de curar a sus pacientes alcohlicos mediante procedimientos cientficos. Entreaquellos haba una seora, alcohlica prdida, quien despus de asistir a unareunin de Alcohlicos Annimos, se present cierto da a decirle:

    - Creo que he resulto mi problema. No volver a probar alcohol mientras viva.

    Y as fue en realidad.

    Esta seora y otros pacientes que, como ella, haban vencido la inclinacin a labebida, manifestaron al Dr. Tiebout que deban su curacin a un poder superioral de los hombres, es decir, a Dios. Mas para ello debieron antes, de acuerdocon las enseanzas de Alcohlicos Annimos, reconocer la propia incapacidadde salvarse, convencerse de que haban llegado al lmite ms bajo de laperdicin. La mayor dificultad que ofrecen los alcohlicos es la soberbia que leshace sentirse seguros de que son muy capaces de dejar de beber cuando se lopropongan. Ahora bien, conforme a lo observado por el Dr. Tiebout, el da enque el alcohlico reconoce que es incapaz de salvarse por s mismo, entiendetambin que ha llegado al sumo grado de abyeccin. Y es entonces cuando hade escoger entre seguir por la pendiente que le llevar a la locura o a lamuerte, o emprender la marcha por el camino que sube hacia Dios. Una vezencaminados hacia Dios, no quieren los alcohlicos ni acordarse siquiera de labebida. As de sencillo es el procedimiento curativo.

    - La causa de los milagrosos resultados que obtenan los Alcohlicos Annimosapareci con toda claridad a mis ojos dice el Dr. Tiebout-. Desde entonces hasido mi teraputica hacerle ver al alcohlico que haba llegado al lmite msbajo de la perdicin.

    Los alcohlicos que Bill, el Dr. Bob y sus adeptos conseguiran curar de laaficin a la bebida aumentaban ms y ms. Por curar entendan que la personacurada se volviese totalmente abstemia y perseverase en serlo. Al cabo de seisaos, el nmero de estos abstemios pasaba de 2000; al finalizar el sptimoao, llegaba a 8000. Tan sorprendente aumento obedece, entre otras causas segn el Dr. Foster Kennedy, famoso neuropsiquiatra de Nueva York- a quetodo borracho que llega a curarse se convierte en misionero. Siente que Diosle ha salvado, y desea corresponder a este beneficio encaminando a otrosalcohlicos hacia la salvacin.

    De la reserva que tocante a su condicin de tales han de guardar los adeptosde Alcohlicos Annimos quedan exceptuadas las personas de la familia, losamigos y los vecinos. Lo que les est terminantemente vedado es darse aconocer al pblico en general: nada que se refiera a ellos personalmente debe hallar cabida en la prensa, la radio, el cine o la televisin. Y por qu as? Billlo explica con gran sencillez. El alcohlico annimo es en realidad un hombrenuevo. Para alcanzar el grado de humildad gracias a la cual conserva la vida

  • hubo de renunciar a lo que es caracterstico de la mayora de los alcohlicos: ladesmesurada ambicin y la soberbia; el alocado y enfermizo empeo derivalizar con los dems en busca de nombrada. Al conservar el annimo,cultiva la humildad; y es esta la clave de su nuevo gnero de vida.

    Lleg el da en que los mdicos reconocieron los grandes mritos deAlcohlicos Annimos y admitieron que los procedimientos que stosempleaban eran los ms eficaces contra el alcoholismo. Millares deprofesionales recurrieron a Alcohlicos Annimos a fin de confiarles casosrebeldes. Pero en tanto que en los comienzos del nuevo mtodo la curacinhaba de empezar cuando el ebrio consuetudinario tocaba el lmite ms bajo dela perdicin, los mdicos principiaron a plantear a los Alcohlicos annimosesta dificultosa cuestin: Cul es el lmite ms bajo? Cmo hacen ustedespara conocer un caso incipiente de alcoholismo? Sera mejor comenzar eltratamiento cuando an no est demasiado arraigado el vicio.

    Bill les explic que el primer sntoma del alcoholismo es la falta de dominio delapetito de beber. Muchas personas, acaso la mayora de nosotros, habremosempinado alguna vez el codo ms de los justo. Pero el alcohlico en potenciacaer un da u otro en la cuenta de que su aficin a la copa le arrastra a beberfuera de sazn, cuando el hacerlo puede acarrearle serios perjuicios. Esta sealha servido a los mdicos para diagnosticar el alcoholismo incipiente en milesde personas. A quienes se hallan en este caso les advierten que an cuando suaficin a la bebido no les haya ocasionado an la prdida del empleo u otracontrariedad grave, de ninguna manera deben creerse a salvo de las peligrosasconsecuencias del alcoholismo; y terminan aconsejndoles que ingresen en ungrupo de alcohlicos annimos.

    - Aproximadamente el 30 por ciento de los que ingresan ahora en nuestrahermandad lo hacen por indicacin del mdico. As se explica que contemoshoy con unos 250.000 adeptos dice Bill. Y es de notar que el tratamientosurte completo efecto en el 75 por ciento de los casos en que el alcohlico sehalla animado de verdadero deseo de sanar.

    A qu atribuir que, no obstante lo rotundo de su xito, contine AlcohlicosAnnimos tan falta de estatutos como al principio? Carece de hospitales; nocuenta con personal especializado. Es hoy, lo mismo que en sus primerostiempos, una hermandad constituida por reducidos y dispersos grupos de exalcohlicos que se renen con frecuencia a fin de prestarse sus adeptosrecproca ayuda en la lucha contra su enemigo comn: la bebida. Las puertasde los locales en donde se congregan estn siempre abiertas para todoalcohlico, por muy bajo que ste haya cado, y no se omite esfuerzo pararegenerarlo.

    Por qu se mantiene Alcohlicos Annimos firme en el propsito de vivir en lapobreza?

  • - Hemos de agradecerlo a John D. Rockefeller, hijo dice Bill- sabiendo que lse hallaba siempre dispuesto a donar millones de dlares, le solicitamos fondospara hospitales y para organizar en grande una asociacin. Acogi nuestrapeticin con emocionada simpata, pero se neg a ayudarnos. Temo que eldinero eche a perder la obra de ustedes, nos dijo.

    Por su parte, un colaborador de Rockefeller se haba expresado en estostrminos:

    - Alcohlicos annimos es una hermandad digna de los primeros tiempos delcristianismo!

    Y claro est, los primeros cristiano, esos cristianos que transformaron elmundo no tenan dinero!

    Paul de Kruif, Revista Selecciones, septiembre de 1960. Pg. 91.