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FORMACIÓN PERMANENTE
Curso virtual
Año 2018-2019
LAS CARTAS ENCICLICAS
ORACIÓN A MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA Y MADRE DE NUESTRA FE
¡Madre, ayuda nuestra fe! Abre nuestro oído a la Palabra, para que reconozcamos la voz de Dios y su llamada. Aviva en nosotros el deseo de seguir sus pasos, saliendo de nuestra tierra y confiando en su promesa. Ayúdanos a dejarnos tocar por su amor, para que podamos tocarlo en la fe. Ayúdanos a fiarnos plenamente de él, a creer en su amor, sobre todo en los momentos de tribulación y de cruz, cuando nuestra fe es llamada a crecer y a madurar. Siembra en nuestra fe la alegría del Resucitado. Recuérdanos que quien cree no está nunca solo. Enséñanos a mirar con los ojos de Jesús, para que él sea luz en nuestro camino. Y que esta luz de la fe crezca continuamente en nosotros, hasta que llegue el día sin ocaso, que es el mismo Cristo, tu Hijo, nuestro Señor.
CONTENIDO
TERCERA UNIDAD: LAS CARTAS ENCÍCLICAS
3.1 Encíclicas doctrinales
3.2 Encíclicas exhortatorias
3.3 Encíclicas disciplinares
3.4 Exhortación Apostólica
3.5 Cartas Apostólicas
3.6 Ejercicios
INTRODUCCION
Sin descartar la importancia de cada uno de los numerosos documentos eclesiásticos, los
Documentos Pontificios las Encíclicas, ocupan un papel preponderante en la vida de la Iglesia, pues
con ellos, el Papa ejerce de modo singular su Magisterio y pastoreo; se trata de documentos emitidos
y firmados directamente por los sumos pontífices a lo largo de la historia, y pueden ser: Bulas
pontificias, Cartas Encíclicas, Epístolas Encíclicas, Constituciones Apostólicas, Exhortación Apostólica
y Exhortación apostólica post-sinodal, Cartas apostólicas, Motu Proprio, y, de menor importancia
dogmática, los Discursos, Mensajes, Homilías y Audiencias.
Pero los Papas como nos lo asegura S.S. Pablo VI no lo hacen propio: “ Verdaderamente nos es
difícil determinar que dichos pensamientos son nuestros, porque los tenemos que descubrir en la
más cuidadosa meditación de la divina doctrina teniendo muy presentes las palabras de Cristo: Mi
doctrina no es mía, sino de Aquel que me ha enviado (Jn 7, 16); tenemos, además, que adaptarlos a
las actuales condiciones de la Iglesia misma en una hora de intensa actividad y conmoción, tanto de
su interior experiencia espiritual como de su exterior esfuerzo apostólico; y no podemos, finalmente,
ignorar el estado en que actualmente se halla la humanidad en medio de la cual se desenvuelve
nuestra misión.1
Es por tato la redacción de una Encíclica un trabajo entre el Espíritu Santo y la persona del Pontífice
que vive una realidad mundial o particular y que busca animar al bien, exhortar, corregir, adoctrinar,
concluir, advertir peligros y otros. Es nuestro deber pedir la asistencia del Divino Espíritu para cada
uno de los Santos Padres de quien nos corresponde su pastoreo para que siempre tenga la Palabra
precisa e iluminadora para guiar la grey que Él le ha confiado.
Animados conozcamos este tema importante que nos ayudará a recoger el cúmulo de trabajo de
nuestra Iglesia como guía y maestra de nuestra vida espiritual.
1 PABLO VI. “ ECELSIAM SUAM” «ECCLESIAM SUAM» EL "Mandato" De La Iglesia En El Mundo Contemporáneo. Roma, 6 agosto de 1964. No. 2