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SERMÓN: “Las diez palabras“ “Las diez palabras“ Índice Introducción........................................................................................... 3 ¿Dónde está el poder de Dios?..........................................................3 ¿Qué son “Las Diez Palabras”?..........................................................4 Los diez mandamientos y el poder de Dios.....................................5 Quitando el poder de Dios.............................................................6 Las pilas de los mandamientos......................................................6 El evangelio en los mandamientos................................................7 El poder de Dios en mi vida................................................................. 9 Consecuencias del poder de Dios.................................................9 Conclusión.............................................................................................. 12 © Felipe Miguel Collado. 1

Las diez palabras

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Reflexion sobre los diez mandamientos que Dios nos dejo escritos

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SERMÓN: “Las diez palabras“

“Las diez palabras“

Índice

Introducción...........................................................................................3¿Dónde está el poder de Dios?..........................................................3¿Qué son “Las Diez Palabras”?..........................................................4Los diez mandamientos y el poder de Dios.....................................5

Quitando el poder de Dios.............................................................6Las pilas de los mandamientos......................................................6El evangelio en los mandamientos................................................7

El poder de Dios en mi vida.................................................................9Consecuencias del poder de Dios.................................................9

Conclusión..............................................................................................12

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SERMÓN: “Las diez palabras“

Predicado en:

17/04/2010 – Murcia (MURCIA).

HIMNOS: 238 - “Al andar con Jesús”.

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Introducción.

Os voy a hacer una pregunta. Pero me gustaría que la contestaras de la manera más honrada posible. Se sincero contigo mismo y contesta a esta pregunta.

¿Crees que tu vida sería diferente si estuvieras conectado al poder de Dios? ¿Cambiaría tu vida? ¿Verías las cosas de manera diferente?

Quiero que estés muy atento. Si te encuentras mal, si te sientes ahogado, si nada te sale bien escucha con mucha atención, porque hoy vamos a descubrir como conectarnos al poder de Dios.

¿Dónde está el poder de Dios?

El apóstol Pablo lo dijo muy claramente: “No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree, del judío primeramente y también del griego” (Romanos 1:16).

El poder de Dios se encuentra en el evangelio, en cada libro, capítulo y versículo de la Biblia. El poder de Dios, aquel que puede hacer que nuestra vida sea diferente, se encuentra en las buenas nuevas que Dios tiene para cada uno de nosotros.

Ahora bien, hay un capítulo de la Biblia que contiene la esencia del evangelio. En él aparece recogidos los consejos que Dios nos da para poder tener una vida plena, una vida de comunión con Dios y con nuestro prójimo. Éxodo 20 nos muestra, lo que el pueblo de Israel conocía como “Las Diez

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Palabras”.

¿Qué son “Las Diez Palabras”?

Las “Diez Palabras” son los consejos que Dios da a su pueblo para poder cumplir los deberes fundamentales hacia Dios y hacia el prójimo. Esta parte de la Biblia es más conocida como los Diez Mandamientos o el Decálogo.

Veamos algunos aspectos destacables de estos versículos:

1. Estas son las únicas palabras de toda la Biblia que fueron pronunciadas directamente por Dios sin la mediación de ningún hombre. “Habló Dios todas estas palabras” (Éxodo 20:1).

2. Los diez mandamientos son la única parte de la Biblia que fue escrita por el propio Dios. Su mano dejaron escritas estas diez palabras en dos tablas de piedras. “Entonces Jehová dijo a Moisés: 'Sube a mi monte y espera allá, y te daré tablas de piedra con la ley y los mandamientos que he escrito para enseñarles'” (Éxodo 24:12).

3. Dios ocupa el primer lugar, ya que los primeros cuatro mandamientos hacen referencia a nuestros deberes para con Dos.

4. El resto de mandamientos, los otros seis, hacen referencia a la justicia y la fraternidad para con el prójimo.

5. Los diez mandamientos son la esencia del evangelio y contienen la promesa de la salvación.

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Los diez mandamientos y el poder de Dios.

El poder de Dios, aquello que hace que mi vida sea diferente, aquello que obra milagros en mi vida aparece recogido en los diez mandamientos.

Pero la ley de Dios tendrá poder en la medida que está conectada al evangelio. El problema es que muchas personas han desconectado el evangelio, lo que es depositario del poder de Dios, de la ley de Dios. Es en ese momento cuando los mandamientos se convierten en dos tablas de piedras, frías y severas prohibiciones.

Imagínate que te caes en medio del mar. ¿Qué necesitas para no ahogarte, un salvavidas o dos piedras? Evidentemente, aferrarse a dos piedras no te va a salvar.

Lo mismo pasa con los Diez Mandamientos, si te estás ahogando, si tu vida está pasando por dificultades, no necesitas que te tiren dos piedras porque te vas a hundir con ellas y no te van a ayudar.

Cuando estás falto de energía, cuando no tienes el poder de Dios, no tienes la fuerza suficiente para poder llevar a cabo estos diez buenos consejos. Sabes que sería bueno poder cumplirlos, sabes que sería maravilloso, pero no tienes la fuerza de voluntad para llevarlos a cabo.

Tristemente, muchas veces recibimos estos consejos desprovistos del poder de Dios. En ocasiones, somos nosotros mismos, incluso religiosos y predicadores de la Ley, los que desconectamos a la Ley del Poder de Dios.

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Quitando el poder de Dios.

Te estarás preguntando cómo es posible que se pueda quitar a los Diez Mandamientos, a las Diez Palabras escritas directamente por el mismo Dios, su poder.

Mira, esto es muy sencillo. Es como quitarle las pilas a un aparato. Cuando le quitamos a un aparato las pilas, la energía que lo hace funcionar, no sirva para nada. ¿Para que sirve...

• … un coche sin gasolina?

• … una bombilla sin electricidad?

• … un reloj sin cuerda?

• … un avión si su combustible?

• … un ordenador portátil o un teléfono móvil sin batería?

• … un micrófono sin pila?

Cuando a un aparato le quitas las pilas, le quitas el combustible, le quitas aquello que le hace funcionar, estás haciendo que deje de cumplir con la función para la cual fue creado. Lo mismo pasa con los Diez Mandamientos, si le quitas las pilas dejan de cumplir su función. Ya no te salvan. El salvavidas para lo cual fueron creados los Diez Mandamientos se convierten en las dos piedras que harán que termines ahogado.

Las pilas de los mandamientos.

El Pastor Frank González cuenta una experiencia que él vivió al llegar a una iglesia nueva en la que iba a ejercer su labor de pastor.

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Cuando llegó a esa iglesia se propuso visitar a todas las familias y regalarle a cada una de ellas, una lámina con los Diez Mandamientos. Esta idea la compartió con los ancianos de la Iglesia y, cual fue su sorpresa, cuando uno de ellos le dijo que su familia tenía una imprenta y que él se encargaría de preparar las láminas.

A los pocos días, el Pastor González recibió una llamada. “Pastor, sus láminas están ya preparadas”. De inmediato, se dirigió hasta la imprenta para recoger las láminas que iba a regalar. Estaba deseoso por verlas.

Llegó a la imprenta y pudo ver el buen trabajo que habían hecho. “Impresionante, son unas láminas muy bonitas”, dijo el Pastor González. “Pero, ¿dónde están las pilas?”. Nuestro hermano, que tan gustosamente había hecho ese bello trabajo, no entendía lo que quería decir el Pastor. “Pastor, si estos son los Diez Mandamientos, los he copiado personalmente de mi Biblia y no falta nada. Está todo”. “Hermano, no está todo, a estos mandamientos les faltan las pilas, les faltan el poder de Dios. Por favor, ponganles las pilas a la Ley de Dios”.

¿Dónde están las pilas en los Diez Mandamientos? Hemos dicho que las pilas de los diez mandamientos son el poder de Dios. Y en Romanos 1:16 leímos que el evangelio es poder de Dios. Con lo que las pilas de los mandamientos son el evangelio. Entonces, ¿dónde está el evangelio en los diez mandamientos?

El evangelio en los mandamientos.

La Ley de Dios empieza con un hecho histórico. Un pueblo falto de fe, un pueblo desganado, un pueblo sin esperanza, un

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pueblo que ha sido liberado por Dios de doscientos años de esclavitud, ha perdido de vista a su Salvador. ¿Podemos estar nosotros también en una situación similar?

Ante esta situación Dios decide dar a Moisés diez consejos para el pueblo. ¿Cuales fueron esos diez consejos? ¿Los conocéis?

Busca el capítulo 20 de Éxodo y leelo de nuevo, pero esta vez vamos a leerlo con las pilas. Las pilas de los mandamientos están al principio. El capítulo empieza diciendo: “Habló Dios todas estas palabras” (Éxodo 20:1). Y es a partir de aquí, y no más abajo donde realmente empieza la ley de Dios.

“Yo soy Jehová, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre” (Éxodo 20:2).

El Señor comienza su ley demostrando y declarando las buenas nuevas de la Salvación. Sin nosotros pedirlo ya tenemos garantizado un salvador. Ya Dios es tu Dios, es mi Dios y eso es una muy buena noticia. Yo no tengo que procurar hacerlo mi Dios, Él ya es mi Dios y mi Salvador. Tú no tienes que hacer de Jesús tu Salvador, Él ya ha pagado el precio de tu salvación. Sólo tienes que creer. Sólo tienes que querer que Jesús sea tu salvador.

Estas son las pilas de los mandamientos, este es el evangelio resumido en unas pocas palabras: “Yo soy tu Dios que quiere salvarte”. Y nuestro Padre, que quiere que todos seamos salvos, nos da diez consejos para conseguirlo, y eso es lo que viene después.

Ahora es posible seguir todos los consejos, podemos cumplir la Ley de Dios. Ahora tenemos el poder de Dios. ¡Qué

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diferencia! No le quites nunca las pilas a la Ley.

El poder de Dios en mi vida.

Necesito el poder de Dios en mi vida, porque el poder de Dios puede hacer cualquier cosa y cambiar mi vida en un minuto.

Consecuencias del poder de Dios.

Pero, ¿qué consecuencias produce el poder de Dios en mi vida?

Se produce en mi vida lo que llamamos el “círculo de la Salvación”. Conocer dónde está y cuál es el poder de Dios me ayuda a cumplir los diez consejos de Dios. A partir de ese momento, el evangelio fluye por nuestras venas y se inicia el verdadero proceso de realizar la voluntad de Dios: “predicar el evangelio”, ya que el interés de Dios es que se conozca el evangelio ¿para qué?, para salvación nuestra y de los demás. Cada vez el que proceso se completa, cada vez que se cierra el círculo, los resultados se multiplican: tenemos más poder, nos es más fácil cumplir los mandamientos, hacemos llegar a más personas el evangelio, más personas son salvadas y más cerca estamos del Salvador y de la salvación.

Cuando Dios regrese va a señalar un pueblo y va a decir “Aquí está la perseverancia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apocalipsis 14:12).

Dice “He aquí los que guardan, no dice he aquí los que dicen que guardan o los que dicen que se debe guardar. No dice eso,

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Dice “He aquí los que guardan y tienen la fe de Jesús”, y el tercer mandamiento tiene mucho que ver con eso.

Porque el tercer mandamiento dice “No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano, porque no dará por inocente Dios al que tome su nombre en vano” (Éxodo 20:7).

Esto de ser cristiano no es un juego. No es un juego de niños. Los niños pretenden ser cosas, y en un momento son un león y están jugando, y en un momento son un astronauta,... todos los niños lo hacen.

Pero el cristianismo es una cosa muy seria, es algo importante, es algo sobre el cual el futuro del mundo juega en la balanza y es necesario que el creyente tome el nombre de Cristiano genuinamente.

Hay un refrán que dice “Del dicho al hecho hay un gran trecho”. Este refrán lo podemos aplicar también a nuestra vida espiritual ya que Dios tiene que resolver, antes de que Cristo venga, el trecho que hay entre el dicho de decir “Yo soy Cristiano” y el hecho de realmente ser un cristiano.

Pero hay una esperanza, ya que los diez mandamientos son diez promesas milagrosas. Cada mandamiento es una promesa de Dios. Porque el evangelio no consiste en el hombre le haga promesas a Dios para ganarnos la salvación. No, el evangelio dice que tu no tienes que hacerle promesas a Dios. El evangelio es creer en las promesas que Dios te hace a ti. Que diferencia. Por que nosotros rara vez cumplimos nuestras promesas, pero Dios siempre cumple las suyas.

¿Qué tiene que suceder para que la gente crea y Cristo venga pronto?

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Lo que tiene que suceder es que los que predican el evangelio también vivan el evangelio. Para que no haya trecho entre el dicho y el hecho.

Isaísas 45:22 dice: “¡Mirad a mi, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay otro!” (Isaías 45:22). Hay que mirar, hay que ver a Dios, hay que ver a Cristo. Pero Cristo no está aquí físicamente sino a través del Espíritu Santo. Por ello, la gente tiene que verte a ti, tiene que ver al Cristo que está viviendo en tu corazón. Tu eres como una pantalla de televisión, necesaria para que tu vecino se convierta, para que tu esposo se convierta o tu esposa o tu cónyuge.

La gloria de Dios, el evangelio de la salvación, se va a revelar antes de que Cristo venga. Elena White dijo: “Cuando el carácter de Cristo sea perfectamente revelado en su pueblo, el vendrá a buscarlos y a tomarlos como suyos”. Alégrate, eso es una promesa. Quiere decir que Dios te va a usar. Jóvenes, Dios os va a usar. Dios tiene destino eterno para todos nosotros.

“Pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas” (Efesios2:10).

Y lo que Dios prepara, Dios lo cumple. Dios te pone a hacer cosas que tu nunca ibas a pensar que podías hacer. Esta es la promesa de Dios. Tu padre celestial te está diciendo yo te prometo que si tú crees en mi, si crees que yo soy tu Dios y tu salvador, las obras imposibles que tú no podrías hacer de otra forma las vas a poder realizar. Yo te voy a usar con poder y a través de tu carácter, con Cristo revelado en ti, y lo que no

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logra la predicación lo vas a lograr con tu vida, con tu testimonio.

Conclusión.

Esta es una historia de un Pastor que quería hacer una campaña de evangelismo.

Entonces empezaron a hacer carteles y folletos con las invitaciones, y salieron a las calles e invitaban a la gente. En esto que se acercaron a un grupo de personas para ofrecer las invitaciones. Estos, por cortesía pero sin intención de ir a las conferencias aceptaban las invitaciones. Cuando el pastor se iba ya de este grupo, vio a un hombre que estaba tirado sobre la acera y se interesó por él. Se acercó para darle también una invitación, pero el resto de personas que estaban cerca le dijeron que no valía la pena de desperdiciar una invitación por esa persona, ya que era el borrachín del pueblo. Su vida era unir una borrachera con otra, abandonado y despreciado por todos.

Pero el pastor sabía que Dios no deja de amar a sus hijos, que Dios sigue teniendo un destino para ti aún cuando tú te das por vencido. Por eso siempre puedes creer en Dios. No importa como hayas echado a perder las cosas, siempre puedes volver a creer en Dios. Y Dios te puede usar.

Cuando ya se iba el pastor un poco coaccionado por lo que le había dicho, el borrachín, que no estaba tan ido como pensaban, dijo “yo si quiero la invitación. Yo si voy a ir a esas conferencias”.

¿Y saben que? Adivina adivinanza. De todos los que

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aceptaron en ese momento una invitación, ¿cuál fue el único que asistió?. El borrachín. Si el único que fue. La primera noche entro medio mareado y le invitaron a sentarse al fondo de la sala. Pero siguió asistiendo todas las noches, y llegó el momento en el que lo único que bebía era el evangelio. Y cada día se fue cambiando hasta que se fue a la primera fila para demostrar su sobriedad. Ese hombre hoy es miembro de la Iglesia Adventista y hoy predica con su ejemplo. Hoy lleva a otros a la salvación gracias al poder de Dios, gracias a que puede seguir los consejos que Dios le dio en las Diez Palabras y que le acercan cada día más a la salvación.

Dios puede obrar el milagro contigo, ábrele hoy tu corazón y el poder de Dios y las “Diez palabras” cambiarán tu vida.

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