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LAS ESPIGAS El sin cesar ha terminado en flores, en largo tiempo que extiende su camino en cinta, en la novedad del aire, y si por fin hallamos bajo el polvo el mecanismo del próximo futuro simplemente reconozcamos la alegría así como se presenta! Como una espiga más, de tal manera que el olvido contribuya a la claridad verdadera que sin duda no existe EN SILENCIO Yo que crecí dentro de un árbol tendría mucho que decir, pero aprendí tanto silencio que tengo mucho que callar y eso se conoce creciendo sin otro goce que crecer, sin más pasión que la substancia, sin más acción que la inocencia, y por dentro el tiempo dorado hasta que la altura lo llama para convertirlo en naranja EL MIEDO Todos me piden que dé saltos, que tonifique y que futbole, que corra, que nade y que vuele. Muy bien. Todos me aconsejan reposo, todos me destinan doctores, mirándome de cierta manera. Qué pasa? Todos me aconsejan que viaje, que entre y que salga, que no viaje, que me muera y que no me muera. No importa. Todos ven las dificultades de mis vísceras sorprendidas por radioterribles retratos. No estoy de acuerdo. Todos pican mi poesía con invencibles tenedores buscando, sin duda, una mosca, Tengo miedo. Tengo miedo de todo el mundo, del agua fría, de la muerte. Soy como todos los mortales, inaplazable. Por eso en estos cortos días no voy a tomarlos en cuenta, voy a abrirme y voy a encerrarme con mi más pérfido enemigo, Pablo Neruda. EL DIA QUE ME QUIERAS (Amado Nervo) El día que me quieras tendrá más luz que junio; la noche que me quieras será de plenilunio, con notas de Beethoven vibrando en cada rayo sus inefables cosas, y habrá juntas más rosas que en todo el mes de mayo. Las fuentes cristalinas irán por las laderas saltando cristalinas el día que me quieras. El día que me quieras, los sotos escondidos resonarán arpegios nunca jamás oídos. Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras que hubo y habrá en el mundo serán cuando me quieras.

Las Espigas

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LAS ESPIGAS El sin cesar ha terminado en flores,en largo tiempo que extiende su caminoen cinta, en la novedad del aire,y si por fin hallamos bajo el polvoel mecanismo del prximo futurosimplemente reconozcamos la alegraas como se presenta! Como una espigams,de tal manera que el olvido contribuyaa la claridad verdadera que sin duda noexiste

EN SILENCIO Yo que crec dentro de un rboltendra mucho que decir,pero aprend tanto silencioque tengo mucho que callar

y eso se conoce creciendosin otro goce que crecer,sin ms pasin que la substancia,sin ms accin que la inocencia,y por dentro el tiempo doradohasta que la altura lo llamapara convertirlo en naranja

EL MIEDO

Todos me piden que d saltos,que tonifique y que futbole,que corra, que nade y que vuele.Muy bien.

Todos me aconsejan reposo,todos me destinan doctores,mirndome de cierta manera.Qu pasa?

Todos me aconsejan que viaje,que entre y que salga, que no viaje,que me muera y que no me muera.No importa.

Todos ven las dificultadesde mis vsceras sorprendidaspor radioterribles retratos.No estoy de acuerdo.

Todos pican mi poesacon invencibles tenedoresbuscando, sin duda, una mosca,Tengo miedo.

Tengo miedo de todo el mundo,del agua fra, de la muerte.Soy como todos los mortales,inaplazable.

Por eso en estos cortos dasno voy a tomarlos en cuenta,voy a abrirme y voy a encerrarmecon mi ms prfido enemigo,Pablo Neruda.

EL DIA QUE ME QUIERAS (Amado Nervo)El da que me quieras tendr ms luz que junio; la noche que me quieras ser de plenilunio, con notas de Beethoven vibrando en cada rayo sus inefables cosas, y habr juntas ms rosas que en todo el mes de mayo.

Las fuentes cristalinas irn por las laderas saltando cristalinas el da que me quieras.

El da que me quieras, los sotos escondidos resonarn arpegios nunca jams odos. xtasis de tus ojos, todas las primaveras que hubo y habr en el mundo sern cuando me quieras.

Cogidas de la mano cual rubias hermanitas, luciendo golas cndidas, irn las margaritas por montes y praderas, delante de tus pasos, el da que me quieras... Y si deshojas una, te dir su inocente postrer ptalo blanco: Apasionadamente!

Al reventar el alba del da que me quieras, tendrn todos los trboles cuatro hojas agoreras, y en el estanque, nido de grmenes ignotos, florecern las msticas corolas de los lotos.

El da que me quieras ser cada celaje

ala maravillosa; cada arrebol, miraje de "Las Mil y una Noches"; cada brisa un cantar, cada rbol una lira, cada monte un altar.

El da que me quieras, para nosotros dos cabr en un solo beso la beatitud de Dios