Las Etnias y La Cultura Mexicana en José Vasconcelos

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Cultura mexicana

Citation preview

  • Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13709107

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y PortugalSistema de Informacin Cientfica

    Agustn Jacinto ZavalaLAS ETNIAS Y LA CULTURA MEXICANA EN JOS VASCONCELOS

    Relaciones. Estudios de historia y sociedad, vol. XXIII, nm. 91, verano, 2002El Colegio de Michoacn, A.C

    Mxico

    Cmo citar? Fascculo completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

    Relaciones. Estudios de historia y sociedad,ISSN (Versin impresa): [email protected] Colegio de Michoacn, A.CMxico

    www.redalyc.orgProyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

  • SECC

    IN

    GEN

    ERAL

    RE

    LA

    CIO

    NE

    S

    91

    ,

    VE

    RA

    NO

    2

    00

    2,

    V

    OL

    .

    XX

    III

  • 16

    3

    * jacintoz@colm

    ich.edu.mx

    AS

    ETNIA

    SY

    LAC

    ULTU

    RAM

    EXICA

    NA

    ENJO

    SVA

    SCO

    NC

    ELOS

    Agustn Jacinto Zavala*

    ELCO

    LEGIO

    DEM

    ICHOACN

    Mi intencin es abordar el tem

    a de la relacin entre las etnias y la cultu-ra m

    exicana tomando com

    o base el pensamiento de Jos Vasconcelos

    (1882-1959). Quiero aclarar que no soy un especialista en Vasconcelos,

    aunque he publicado algunos artculos sobre su pensamiento y hace

    muchos aos que he estado tratando de com

    prender su obra escrita.Com

    o podr verse en la bibliografa al final del escrito, las obras utiliza-das com

    prenden el periodo 1926-1940, aunque por ser cuatro de ellasautobiogrficas nos llevan a un periodo anterior a 1926.

    En esta presentacin I) comenzar con una definicin de la cultura

    dada por Vasconcelos. II) En segundo lugar, voy a presentar los estratosde la cultura m

    exicana: indgena, espaol, criollo y mestizo siguiendo la

    manera en que lo hace Vasconcelos. III) En tercer lugar, presentar la vi-

    sin ideal de la cultura mexicana que tena Vasconcelos. IV) Luego ve-

    remos la m

    anera en que Vasconcelos concibe las etnias indgenas en lacultura m

    exicana. En la parte final veremos que la realidad actual fuer-

    temente cuestiona el ideal vasconceliano de la Raza Csm

    ica, que se hatraducido en la poltica de hom

    ogeneizacin, integracin y desaparicinde las etnias indgenas, es decir, que se ha traducido en un indigenism

    ointegracionista.

    L Sobre una base textual que comprende los aos 1926-1940 y una

    base conceptual que es la definicin rickertiana de cultura como

    creacin de valores, se ha buscado en este trabajo presentar a loscreadores de la cultura m

    exicana y la manera en que Vasconcelos

    los caracteriza. Esos creadores son en conjunto las etnias que, enm

    ayor o menor m

    edida y cada una a su manera, han hecho su

    aportacin a la cultura mexicana (filosofa m

    exicana, Jos Vascon-celos, indgenas, cultura m

    exicana).

  • LAS

    ETN

    IAS

    Y LA

    CU

    LTUR

    A M

    EX

    ICA

    NA

    decir, la accin en la que se crean los valores est regida por ciertas nor-m

    as. Aqu la creacin de valores que es la cultura queda ligada a la tica.

    Por eso vemos aparecer all el propsito o m

    eta de la accin. El propsi-to especfico de la accin es hallado, es encontrado por el hom

    bre perolas norm

    as preservan la creacin de valores como la m

    eta ltima. Los

    propsitos especficos son un producto de la libertad humana, pero la

    creacin de valores, que es tambin producto de la libertad del hom

    bre,im

    plica que esa libertad tiene que moverse dentro de norm

    as ( IV, 1183).Esos valores creados son intem

    porales y estn presentes como bie-

    nes del espritu. Para Rickert y para Vasconcelos, estos valores se lla-m

    an ciencia, arte, sociedad, Dios o el m

    undo de los dioses; en generaltodos los productos de la cultura IV, 1183). Pero ninguno de estos valo-res puede quedar com

    o valor nico o sobrepuesto a todos los dems,

    porque cuando un solo valor se sobrepone, surgen concepciones unila-terales, com

    o el intelectualismo, el esteticism

    o, el erotismo, etc. ( IV, 1183).

    Por el contrario, es el conjunto de los valores creados el que da norma

    a la vida ( IV, 1183). De tal m

    anera que la vida es sirvienta del esprituobjetivo de la cultura ( IV, 1183). Se vive para las realizaciones objetivasde los valores. Por eso el hom

    bre es obrero de la gran tarea cultural delm

    undo ( IV, 1183). Esa creacin de valores, esa realizacin objetiva devalores, se da en la historia. El cam

    po de accin para esa gran tarea cul-tural del m

    undo es la historia ( IV, 1183). De esta m

    anera, tanto en Ri-ckert com

    o en Vasconcelos, quedan ligadas la cultura, la tica, la vida yla historia.

    Por eso Vasconcelos dice que la misin de la filosofa en relacin con

    esta creacin de valores es la exposicin sistemtica de los valores que

    regulan nuestra vida de cultura ( IV, 1183). Esto es lo que trat de hacerVasconcelos en sus grandes obras filosficas. Pero aqu no voy a tratar depresentar su contenido. M

    s bien, quiero mostrar otros lugares donde Vas-

    concelos utiliza los conceptos arriba mencionados relativos a la cultura.

    Vasconcelos dice que Cultura es produccin y aumento de valor, no

    reduccin de valores (Indologa,1926. Vase bibliografa, IN

    D, 224) yque civilizar es [...] una m

    ultiplicacin de la tabla de los valores huma-

    nos de manera que todas las virtudes concurran al fin trascendental

    ( IND, 224). Se da entonces una exaltacin de todos los valores del pro-

    greso y dichos valores sern juzgados de acuerdo con la virtud que

    AG

    US

    TN JA

    CIN

    TO Z

    AVA

    LA

    16

    41

    65

    No cabe duda que Jos Vasconcelos es uno de los filsofos que se

    ocup de reflexionar sobre la Revolucin mexicana y de darle un senti-

    do ms all de los hechos sangrientos a que aqulla dio lugar. Com

    ohom

    bre de accin, su paso por la Secretara de Educacin y su campaa

    presidencial de 1929, representan el intento de hacer concreta su visinde la Revolucin m

    exicana desde el poder ejecutivo. Estos dos aspectosse unen en la vida y pensam

    iento de Jos Vasconcelos. Aunque Vascon-

    celos se opona a que le llamaran M

    aestro de Am

    rica o Maestro de

    la juventud porque senta que eso negaba su actividad poltica y su cr-tica a los usurpadores del m

    ovimiento revolucionario, aqu dejar de

    lado lo que se refiere a su actividad poltica y me lim

    itar a la presenta-cin de sus ideas sobre las etnias y la cultura m

    exicana.

    DEFIN

    ICIN

    VASCO

    NCELIA

    NA

    DE

    CULTU

    RA

    En 1940, en su Manual de filosofa, Vasconcelos dedica una seccin a la

    filosofa de la cultura ( IV, 1182-1207). Las obras que se citan por nmero

    de volumen y pgina estn contenidas en las O

    bras completas(vase bi-

    bliografa). Dado que en esa obra Vasconcelos presenta algunas de las

    ideas sobre la cultura que adopta en su propio pensamiento, quiero to-

    mar de all la definicin de la cultura.

    Ante todo hay que decir que en el M

    anual de filosofa, Vasconcelostrata de ser tan universal com

    o se lo permitieron las bibliotecas en las

    que pudo hacer consultas. Para presentar la filosofa de la cultura esco-ge principalm

    ente dos pensadores: Heinrich Rickert y W

    ilhelm D

    ilthey.Se refiere a ellos com

    o dos pensadores que hacen de la filosofa unasunto de cultura IV, 1182). D

    el primero tom

    a el concepto de cultura ydel segundo el contexto histrico en que se construye aqulla.

    Vasconcelos retoma de Rickert el concepto de que el hom

    bre no esnicam

    ente un ser natural, sino un creador de valores. El hombre crea

    cultura. El hombre com

    o creador de valores crea la cultura. La culturaes un caso de esa creacin de valores. Com

    o creacin de valores, la cul-tura proviene de una accin creativa del hom

    bre. Esta es la base para ladefinicin. D

    ice: Consiste la cultura en una accin sujeta a normas, di-

    rigida a propsitos que el hombre m

    ismo inventa ( IV, 1182-1183). Es

  • LAS

    ETN

    IAS

    Y LA

    CU

    LTUR

    A M

    EX

    ICA

    NA

    ellos poseen para acercarnos a un ideal sobrehumano de la existencia

    ( IND, 226).Para Vasconcelos, en la sociedad m

    exicana es la clase media la que

    invariablemente a travs de la historia es la depositaria de la cultura,

    la creadora de valores ( I, 1035). Aqu Vasconcelos hace equivaler el ser

    depositario de la cultura con el ser creador de valores. La accin creado-ra de valores debe tener norm

    as libres y propias ( II, 426) orientadas apreservar el espritu nacional. La cultura no es algo que tenga sus orge-nes en los eventos recientes de la historia poltica de M

    xico. Ms bien,

    hay que buscar su origen descubriendo las raigambres del espritu na-

    cional que anteceden al periodo moderno ( I, 1390). La creacin de valo-

    res, en Vasconcelos, la formacin de la cultura requiere un conjunto de

    circunstancias que rara vez coinciden, y un hombre de genio que consu-

    me la sntesis ( I, 1271). Las norm

    as que guan esa construccin de valo-res coinciden con las exigencias del tem

    peramento creador, que super-

    pone o construye de nuevo, pero no destruye ( I, 1531).Con esto llegam

    os a ver lo que se propona Vasconcelos: su propues-ta del hispanoam

    ericanismo. La form

    acin de una Am

    rica hispanacom

    o regin cultural, para Vasconcelos, no implicaba una sim

    ple re-gresin a lo indgena ( I, 1733). Era la creacin de una nueva raza y unanueva cultura (y hay que notar bien las siguientes palabras:) sobre lasslidas bases de nuestra castellanidad, que es ya ilustre sntesis de lam

    s fecunda antigedad ( I, 1733). Esto que Vasconcelos deca en 1926,queda m

    ejor expresado en 1927, en su ensayo sobre La raza csmica, que

    veremos despus.

    LO

    SESTRATO

    SD

    ELA

    CULTU

    RAM

    EXICAN

    A

    La creacin de valores ha tenido varios actores tnicos en la cultura me-

    xicana. Vamos ahora a considerar esos varios estratos tnicos que tiene

    la cultura mexicana, com

    o creacin de otras tantas sociedades que hanexistido en un territorio que en la historia ha tenido diversos tam

    aos.Segn Vasconcelos, la cultura m

    exicana tiene varios estratos: el ind-gena, el espaol, el criollo y el m

    estizo. Vamos a ver cm

    o considera supresencia en la cultura m

    exicana.

    AG

    US

    TN JA

    CIN

    TO Z

    AVA

    LA

    16

    61

    67

    El estrato indgena

    En 1936, en su Breve Historia de M

    xico(V

    ase bibliografa. En adelantese abrevia BH

    M), Vasconcelos hace una resea histrica interpretativa delos diferentes pueblos indgenas que estaban en el territorio antes de lallegada de los espaoles.

    Por el tamao de su poblacin, Vasconcelos en su texto da m

    ayor es-pacio a los aztecas. D

    ice Vasconcelos que la situacin de los aborgenesa la llegada de los espaoles era la siguiente: H

    aba un pueblo domi-

    nante, el azteca, y numerosos tributarios, con algunos relativam

    ente in-dependientes com

    o Tlaxcala y Michoacn. La suprem

    aca de los aztecasera exclusivam

    ente militar ( BH

    M, 133). Aunque im

    pusieron su supre-m

    aca, En realidad, no exista unidad en el llamado im

    perio. Faltabanpara ello las vas de com

    unicacin, as como una cultura superior dom

    i-nante. La desuniform

    idad lingstica era aterradora. No exista ninguno

    de los lazos que atan un grupo, una nacin ( BHM, 134).

    Vasconcelos describe la organizacin social, poltica, econmica y re-

    ligiosa de los aztecas, as como su principales costum

    bres ( BHM, 135-139).

    Habla despus de los olm

    ecas y otomes, que se asentaron en el A

    n-huac antes de la llegada de los chichim

    ecas, pero que fueron esclavos delos pobladores posteriores. La reflexin que hace Vasconcelos sobre losolm

    ecas y otomes es bastante fuerte: Los pueblos que no saben crear

    valores y defenderlos, no merecen otro destino que la esclavitud ( BH

    M,139).Posteriorm

    ente habla de los tarascos, de los que afirma: Rivales de

    los mexicanos, no les aventajaban en civilizacin. D

    emostraron habili-

    dad para las bellas artes [...] Lo anterior a la conquista es, por supuesto,insignificante ( BH

    M, 140).Luego vienen los tlaxcaltecas, que fueron otros rivales de los aztecas,

    y los toltecas que construyeron las pirmides de Teotihuacan. El com

    en-tario de Vasconcelos sobre las pirm

    ides es un tanto custico: Las pir-m

    ides no son como las egipcias, creacin independiente sobre la llanu-

    ra, sino montculos naturales revestidos de graderas, coronados de

    adoratorios y plataformas, todo tan prim

    itivo como lo m

    aya de que sehabla en otro captulo ( BH

    M, 140). El esfuerzo de los toltecas, nos dice,fue un conato de cultura ( BH

    M, 141) que fracas por falta de renova-

  • LAS

    ETN

    IAS

    Y LA

    CU

    LTUR

    A M

    EX

    ICA

    NA

    AG

    US

    TN JA

    CIN

    TO Z

    AVA

    LA

    16

    81

    69

    cin debida a que no se dio la aparicin intermitente de aristocracias

    del espritu ( BHM, 141).

    Dedica tam

    bin una larga seccin a los maya-quichs, que fueron

    acaso la ms im

    portante de las civilizaciones del Nuevo M

    undo ( BHM,

    142). Menciona su escritura, su arte decorativo, su arquitectura, su reli-

    gin. Es una civilizacin que pronto desaparece, aunque no quedarondespoblados los territorios m

    ayas; todava estn poblados por los restosde las razas que construyeron los m

    onumentos. Lo m

    s admisible es,

    entonces, que slo en motivos de ndole m

    oral debemos buscar la causa

    de estas descomposiciones colectivas ( BH

    M, 144). Eran, para Vasconce-los pueblos de segunda los m

    ayas junto con los dems de A

    mrica, y

    ello se comprueba con el exam

    en de sus escrituras, sus libros sagradosy de crnicas ( BH

    M144).

    Termina Vasconcelos su presentacin del estrato indgena pasando

    revista a las diversas explicaciones del origen del hombre am

    ericano,que son tres: Tres hiptesis se disputan la atencin: la del origen autc-tono; la de la A

    tlntida y la del parentesco asitico. Entre todas, la lti-m

    a es la ms generalm

    ente aceptada ( BHM, 144).

    Vamos ahora a ver el estrato espaol.

    El estrato espaol

    Ante todo, Vasconcelos dedica m

    s de cien pginas a la presencia inicialdel espaol en estas tierras. Com

    ienza con la narracin de la conquista.H

    ay que hacer notar que aunque fue decisiva para el establecimiento

    del estrato cultural espaol, la conquista tal como la narran los historia-

    dores, se refiere solamente a una parte pequea del territorio. La dom

    i-nacin de las otras partes del territorio no se da principalm

    ente por lasarm

    as sino por el trabajo de los misioneros: no es por guerra sino por

    asentamientos de poblacin. Vasconcelos, siguiendo la historia acepta-

    da en su tiempo, presenta la conquista com

    o algo en lo que se decidi lasuerte de la totalidad de los grupos indgenas. Y

    a ello dedica una cuar-ta parte de la extensin de su obra.

    Un segundo paso en el asentam

    iento del estrato cultural espaol esla obra de los m

    isioneros. Dice Vasconcelos: La gran obra civilizadora

    de las misiones la adivin m

    ejor que nadie Corts ( BHM, 119). D

    escribela llegada de los prim

    eros misioneros que vienen de Santo D

    omingo,

    luego el arribo del grupo encabezado por fray Martn de Valencia, que

    llega en mayo de 1524. Su obra puede resum

    irse en el primer discurso

    de este fraile a los indios: Nos m

    anda Dios desde tierras lejanas, no a

    buscar oro ni plata, ni bienes temporales, sino vuestra salvacin. Por lo

    tanto, conviene que pongis a vuestros hijos en nuestras manos. Ellos,

    como nios, entendern fcilm

    ente la doctrina que nosotros predica-m

    os. En seguida ellos nos ayudarn a ensearos a vosotros ( BHM, 121).

    Aqu tenem

    os el meollo de la educacin com

    o conquista.A

    dos aos de la llegada de los franciscanos, arribaron los domini-

    cos (1526). Estos fueron seguidos siete aos despus (1533) por los agus-tinos ( BH

    M, 122). Llegaron luego los jesuitas en 1572, es decir, 39 aosdespus de los agustinos (BH

    M, 123); los carmelitas trece aos despus

    de los jesuitas, en 1585 ( BHM, 123).

    Para realizar su misin, tuvieron que aprender a com

    unicarse en laslenguas habladas por los indgenas. Vasconcelos viene a considerar lasdiversas lenguas indgenas, no com

    o lenguajes completos sino com

    osim

    ples dialectos de alguna lengua que l no especifica: Para llevaradelante sus tareas tuvieron necesidad los m

    isioneros de aprender losdialectos indgenas ( BH

    M, 122). Hace un recuento Vasconcelos de los di-

    ferentes tipos de escuelas que se fundaron en el primer siglo ( BH

    M, 123).Esta obra fue extensa, de tal m

    anera que Afines del siglo XV

    II, se halla-ba cubierto el N

    uevo Mundo de establecim

    ientos educativos, desde laA

    lta California hasta el Paraguay, de los jesuitas ( BHM, 123).

    Con ello fue posible transmitir la tradicin cultural espaola y euro-

    pea en general. Los misioneros ensearon artes y oficios en sus talleres

    y escuelas. Tuvieron xito en la implantacin del sustrato cultural espa-

    ol: El secreto de su penetracin en el alma indgena nos lo da su siste-

    ma de vida, pobre y laboriosa y m

    ezclada con la del indio, cuyo ruin ali-m

    ento compartan, y sus chozas y sus penalidades ( BH

    M, 123). En estosobresalieron los franciscanos.

    Un tercer paso en el asentam

    iento del estrato cultural espaol lo re-presenta la poca de la colonia. En ella vem

    os la emergencia de dos es-

    tratos culturales adicionales: el criollo y el mestizo.

  • LAS

    ETN

    IAS

    Y LA

    CU

    LTUR

    A M

    EX

    ICA

    NA

    AG

    US

    TN JA

    CIN

    TO Z

    AVA

    LA

    17

    01

    71

    El estrato criollo

    Los descendientes de espaoles nacidos en el Nuevo M

    undo, en unprincipio tuvieron la posibilidad de educarse separados de los indge-nas y de los m

    estizos. Pero ya en el Colegio de Nuestra Seora de la Ca-

    ridad (fundado en 1558) lleg una poca en que en el mism

    o colegio seenseaba a los hijos de criollos, indios y espaoles ( BH

    M, 123). Igual-m

    ente, en un principio Corts dio oportunidad a los criollos de ocuparpuestos elevados. Pero en tiem

    pos de Carlos III se excluy a los criollosen los nom

    bramientos de intendentes ( BH

    M, 178). Un puesto que ordina-

    riamente podan ocupar los criollos era el de regidor en los ayunta-

    mientos ( BH

    M, 182). Por eso dice Vasconcelos que ACarlos III debem

    os,por lo tanto, el inicio de odio de castas, el com

    ienzo de la desintegracinde la fuerte unidad de la Colonia ( BH

    M, 178). Adem

    s, los criollos tam-

    bin quedaron excluidos de los altos puestos religiosos: Los puestosm

    s altos del clero los desempeaban los espaoles. Los puestos del

    bajo clero quedaban a cargo de los criollos, mestizos e indios ( BH

    M, 181).Fue desde estos puestos m

    edios y bajos desde donde los criollos hi-cieron su contribucin al establecim

    iento de otro estrato cultural.Solo para situar su nm

    ero dentro de la poblacin de la Nueva Espa-

    a, debemos m

    encionar que de los seis millones de habitantes hacia el

    final de la colonia en la Nueva Espaa, a principios del siglo XIX,los criol-

    los eran un milln m

    ientras los espaoles eran apenas 40 000. Haba 3.5

    millones de indios de raza pura y 1.5 m

    illones de mestizos ( BH

    M, 184).Junto con los espaoles, los criollos consolidaron el regim

    en colonialque para Vasconcelos fue al m

    ismo tiem

    po un castigo por los vicios ydesm

    anes de la poca prehispnica, un cambio de alm

    a para el indio y elpunto de form

    acin de una nueva cultura. Sin embargo, tam

    bin el r-gim

    en colonial queda sujeto a crtica. Vasconcelos escribe: La mejor cr-

    tica del rgimen colonial es la form

    ulada por el espaol Abad y Q

    ueipo,obispo de M

    ichoacn [...quien] seala lo que llama las cuatro llagas de

    la poca: desorden econmico, opresin de la raza del pas, abusos ad-

    ministrativos y abusos del patronato real sobre la Iglesia en la N

    uevaEspaa ( BH

    M, 184).Vasconcelos pone m

    s atencin a la participacin poltica de loscriollos que a sus aportaciones culturales. Se refiere, por ejem

    plo, a que

    as como la guerra de Independencia se libr contra los espaoles, que

    representaban la fuerza y la cultura del pas ( BHM, 192), posteriorm

    en-te, bajo el pretexto de libertar al indio ( BH

    M, 192) la lucha se dirigicontra el criollo. Ya en tiem

    pos de Vasconcelos la lucha era contra elm

    estizo. Dice que el padre M

    ier propag

    la hiptesis de las reivindicaciones indgenas, que entonces se hacan valercontra el espaol y que despus se esgrim

    ieron contra el criollo, y hoy seaprovechan para desposeer, para perseguir al que habla espaol, sin excep-tuar a los indios. Se habla, en efecto, de reivindicaciones indgenas com

    o sia la llegada de Corts los indgenas hubieran sido propietarios, com

    o si lapropiedad y el concepto cristiano de los derechos de la persona hum

    ana nohubiesen aparecido, precisam

    ente, con la conquista (BHM, 196).

    Como Vasconcelos considera que una constante en la historia de

    Mxico es la am

    enaza imperialista: sea de Francia, de los Estados U

    ni-dos o de Inglaterra, interpreta m

    uchos de los eventos del pas a la luz deun propsito de desenraizar la cultura espaola y reem

    plazarla con lanrdica ( BH

    M, 192). La razn que da es que una vez destruido el espa-ol, estos pases quedaran sin soporte tnico y divididos por lo m

    ismo,

    a merced de una nueva dom

    inacin ( BHM, 194).

    Los criollos junto con los espaoles de la Nueva Espaa fueron los

    principales promotores de la independencia ( BH

    M, 196), pero la Iglesiapuso tal resistencia a ese m

    ovimiento que fue necesaria la intervencin

    de las logias masnicas extranjeras que reforzaron los odios de raza

    ( BHM, 201). A

    s como entonces los ingleses ponan com

    o base de la gue-rra la difusin del odio entre criollos y espaoles, tam

    bin en tiempos

    de Vasconcelos, los norteamericanos azuzaban el odio de los m

    estizoscontra los criollos y de los indios contra los m

    estizos ( BHM, 204).

    En todo caso, hubo espaoles y criollos leales a Espaa, que busca-ban una m

    ejor legislacin para la Nueva Espaa pero no la independen-

    cia ( BHM, 223-224). La independencia finalm

    ente la decidieron los espa-oles y criollos acom

    odados que haban combatido contra ella ( BH

    M,221). Esto perm

    iti consumar la independencia sin derram

    amiento de

    sangre y con la cooperacin de criollos y espaoles ( BHM, 233). Pero al

    consumar la independencia reintrodujeron un resabio prehispnico: el

    caudillismo ( BH

    M, 231) o gobierno de militares. La obra de los tres sig-

  • LAS

    ETN

    IAS

    Y LA

    CU

    LTUR

    A M

    EX

    ICA

    NA

    AG

    US

    TN JA

    CIN

    TO Z

    AVA

    LA

    17

    21

    73

    los de la Colonia (BHM, 221) qued com

    o una grieta entre los criollos ym

    estizos que consumaron la independencia y los habitantes precorte-

    sianos. Por eso Vasconcelos critica que el Congreso de la Nacin haya

    afirmado en su decreto que declara la independencia de M

    xico queel pas recobra el ejercicio de su soberana usurpada ( BH

    M, 221). Una

    vez consumada la independencia, los criollos buscaron una continua-

    cin de su herencia cultural e insistieron en que eran soberanos los ca-bildos ( BH

    M, 209).D

    e la mism

    a manera en que en la guerra de independencia se con-

    fiscaron los bienes a los espaoles, los liberales criollos confiscaron losde la Iglesia, y los revolucionarios carrancistas confiscaron los bienes delos criollos ( BH

    M, 277-278, 288).N

    o deja Vasconcelos de mencionar a un criollo notable por su des-

    lealtad a la patria: Antonio Lpez de Santa A

    nna ( BHM, 303).

    Podemos descubrir en la historia trazada por Vasconcelos tres gran-

    des tendencias en la participacin del estrato cultural criollo: a) su ten-dencia a preservar la continuidad de la cultura espaola adaptndola alas circunstancias propias de los criollos; b) su inclinacin a aliarse conlos espaoles, de los cuales eran hijos; y c) por haber llegado al poderdespus de los espaoles y por haber tratado de m

    antener la conti-nuidad cultural, a su vez fueron blanco de los ataques del resto de lasociedad.

    El estrato mestizo

    La colonizacin espaola cre mestizaje; esto seala su carcter, fija su

    responsabilidad y define su porvenir (La raza csmica, 1927. V

    ase bi-bliografa. RC, 27). El espaol al casarse con la india se haba aliado conel indio y ya al tiem

    po de la independencia haba llegado a formar el

    poderoso bloque mestizo ( BH

    M, 205). El mestizo, dice Vasconcelos, es

    ante todo latino... desde que se form la raza nueva ( BH

    M, 36). Duran-

    te la colonia, especialmente bajo Carlos III ( BH

    M, 182), los mestizos tu-

    vieron acceso a puestos bajos en el clero y en el virreinato ( BHM, 181).

    Pero ese mestizaje que para Vasconcelos iba por buen cam

    ino, sesuspendi antes de que acabase de estar form

    ado el tipo racial, conm

    otivo de la exclusin de los espaoles, decretada con posterioridad a

    la Independencia ( RC, 11-12). El mestizaje se vea favorecido por el cli-

    ma clido que propiciaba el trato y reunin de las gentes ( RC, 37), y

    adems, tam

    bin por la calidad del indio que es un buen puente dem

    estizaje ( RC, 37).La raza m

    estiza, segn Vasconcelos, tiene una sensibilidad agudapara captar el dinam

    ismo de la belleza y para adivinar y para im

    ponersem

    ejante ley en la vida y en las cosas ( RC, 50). Los mestizos son gente

    para quien la belleza es la razn mayor de toda cosa ( RC, 50). Por eso,

    la raza mestiza es predecesora de la quinta raza y vendr a ser la

    raza matriz de la nueva era de civilizacin ( RC, 50).

    Vasconcelos observa que en su tiempo la doctrina poltica reinante

    [vuelve] a reconocer la legitimidad de los m

    estizajes y con ello sienta lasbases de una fusin interracial reconocida por el derecho ( RC, 9). Peroaun as, en M

    xico, nosotros mism

    os hemos llegado a creer en la infe-

    rioridad del mestizo, en la irredencin del indio, en la condenacin del

    negro, en la decadencia irreparable del oriental. La rebelin de las armas

    no fue seguida de la rebelin de las conciencias ( RC, 45).Por eso, el m

    estizo vive asediado por dos grandes preguntas queVasconcelos form

    ula de la siguiente manera: a) la prim

    era es si el mes-

    tizo podr aportar a la cultura en la mism

    a medida que las razas puras,

    y b) la segunda es si es preferible un periodo de mestizaje a los periodos

    de homogeneidad racial creadora ( RC, 10).

    En otras palabras, y citando de Vasconcelos:

    En el mestizo hispano-indgena pervive el sentim

    iento materno que es nati-

    vo, pero se impone la voluntad del padre dom

    inador. Subsiste latente elconflicto de lo nuevo que llega de Europa y el am

    biente autctono rebelde.El m

    estizo quisiera olvidar lo indgena; prueba de ello es la sinceridad conque se convierte al catolicism

    o: reconoce la superioridad de lo cristiano,pero el m

    ilagro del cambio brusco radical slo se opera en su espritu. La

    realidad ofrece resistencias que es largo y penoso vencer. Aun cuando se d

    cuenta de que las formas nuevas le ofrecen m

    ejora en todos sentidos, elabandono de lo que form

    a la mitad de s m

    ismo supone desgarram

    ientosnecesariam

    ente dolorosos. El mestizo vive su conflicto prolongado, y en su-

    perarlo gasta energas que retrasan su definitiva conversin a lo europeo(BH

    M, 396).

  • LAS

    ETN

    IAS

    Y LA

    CU

    LTUR

    A M

    EX

    ICA

    NA

    AG

    US

    TN JA

    CIN

    TO Z

    AVA

    LA

    17

    41

    75

    El mestizaje

    La tierra es el medio fsico que forja los caracteres raciales, pero m

    sque eso, es la fuente de energa m

    stica que llena al hombre. Vasconcelos

    se refiere principalmente a la tierra del trpico: la civilizacin naci en

    el trpico y ha de volver al trpico ( IND, 65). A

    ll es donde ha habidouna m

    ayor creatividad. Pero las culturas se han desplazado desde sulugar de origen que es la zona clida, hasta las tierras fras y tem

    pladas( IN

    D, 66). Ese movim

    iento puede verse no slo en Am

    rica sino inclusoen el A

    sia con el despertar del Japn, que ha hecho de un imperio hu-

    milde, [...] la potencia preponderante del m

    undo oriental ( IND, 66).

    Pero ya tiene lugar el comienzo de un retorno, la vuelta fatal de todo

    ritmo y ahora son los m

    ismos norteos los que se aprestan direm

    os aretornar, direm

    os simplem

    ente a venir a las regiones clidas ( IND, 67).

    Es decir, La civilizacin retorna hacia el trpico! ( IND, 68). Y

    esto sig-nifica, no un retorno a lo anterior, sino lo que quiere decirse es que altrpico han de venir las aportaciones todas de la cultura para tom

    araqu la form

    a y el contexto finales y sintticos ( IND, 68). A

    ll se da latransm

    utacin de cada aportacin para la expresin definitiva de suvalor ( IN

    D, 68). Por otra parte, la vida moderna al alterar las condicio-

    nes del medio fsico, ha hecho dism

    inuir el valor del medio o por lo

    menos ha conducido al cam

    bio de esa influencia ( IND, 106).

    Seala Vasconcelos que el hombre es el elem

    ento de transforma-

    cin [...] de todos los procesos ( IND, 68). Ese prim

    er elemento es tnico:

    es el indio indgena de Am

    rica ( IND, 69). Pero en A

    mrica el espaol

    y el indio, despus de luchar, se unieron y mezclaron sus sangres sbi-

    tamente y en gran escala ( IN

    D, 73). Entonces presenta Vasconcelos unode los problem

    as capitales de Iberoamrica: el problem

    a del mestizaje

    ( IND, 74). Cuando la Iglesia catlica reconoci que el indio tena un alm

    ay que poda recibir los sacram

    entos, con ello legaliz y autoriz la cele-bracin de m

    atrimonios con los indgenas. Vasconcelos m

    antiene su feen que el m

    estizaje es de gran importancia para la hum

    anidad en gene-ral ( IN

    D, 74-75). Se unieron dos aristocracias vitales (IND, 76) cuyo

    primer brote de una m

    anera de mestizaje que las nuevas condiciones

    del mundo irn engendrando por todo el planeta ( IN

    D, 79). La civili-zacin hum

    ana ha ido ms all del periodo racial, del periodo nacional

    Para concluir esta seccin hemos de decir que Vasconcelos atribuye

    a la accin desintegradora de las fuerzas imperialistas, la destruccin de

    los espaoles. Al ser destruidos los espaoles, se desintegra el pas. Los

    otros estratos son incapaces de salvarlo, porque Los indios se hallabanen la ignorancia y som

    etidos a una cruel explotacin; los mestizos eran

    pobres, faltos de energa, vivaces nada ms, pero infecundos. Los crio-

    llos, segn Alam

    n, eran desidiosos y descuidados, de ingenio agudo,pero pocas veces acom

    paaban el juicio de la reflexin, prontos paraem

    prender y poco prevenidos en los medios de ejecutar, entregndose

    con ardor al presente y preocupndose poco de lo venidero ( BHM, 218).

    LA

    CULTU

    RAM

    EXICAN

    A: ELID

    EAL

    En su obra Indologia. Una interpretacin de la cultura iberoam

    ericana(1926.V

    ase bibliografa. En adelante se abreviar con las siglas IND), el prim

    ercaptulo pone a consideracin el tem

    a de la cultura iberoamericana, en

    el segundo hace una caracterizacin del territorio donde est esa cultu-ra, en el captulo tercero presenta al hom

    bre, en el cuarto trata acerca delpensam

    iento, en el quinto acerca de la educacin, en el sexto reflexionasobre el conflicto, y en el captulo sptim

    o presenta el ideal.El ideal tiene tres aspectos: a) el m

    estizaje que culmina con la form

    a-cin de la raza csm

    ica; b) la conformacin de regiones lingsticas; y

    c) la formacin de una cultura m

    exicana estrechamente ligada a las

    otras culturas latinoamericanas. El prim

    er aspecto se refiere entonces ala raza y sus m

    ezclas; el segundo se refiere a la lengua; y el tercero al es-tablecim

    iento del idea. Vasconcelos dice que el mayor de los m

    ales quea nosotros nos han hecho las fuerzas em

    peadas en destruirnos, es elhaber desprestigiado en nuestro m

    edio, las ideas de raza y de idioma

    (Qu es la revolucin? 1937. V

    ase bibliografa. QR, 103). Vasconcelos,

    por el contrario, trata de hacer de las ideas de raza y de idioma, la base

    de su ideal de la raza csmica. Vam

    os a ver la manera en que lo hace.

  • LAS

    ETN

    IAS

    Y LA

    CU

    LTUR

    A M

    EX

    ICA

    NA

    AG

    US

    TN JA

    CIN

    TO Z

    AVA

    LA

    17

    61

    77

    y ha entrado al periodo planetario. Aese periodo planetario de la civi-

    lizacin tiene que corresponder una raza total, una raza que en su san-gre m

    isma sea la sntesis del hom

    bre en todos los varios y profundosaspectos del hom

    bre ( IND, 79). Por eso Vasconcelos dice que el germ

    ende esta futura raza csm

    ica lo encuentro yo en la poblacin contem-

    pornea de la Am

    rica latina ( IND, 79).

    Adem

    s del mestizaje prim

    itivo hispanoindgena, ha habido elm

    estizaje de espaol y negro, y de portugus y negro, el mulato ( IN

    D,81). Pero adem

    s, se ha dado en Am

    rica el mestizaje de tipo europeo,

    como el de italianos, espaoles, portugueses, polacos y rusos en A

    mri-

    ca del Sur ( IND, 81). Si a esto aadim

    os las inmigraciones asiticas, po-

    demos ver que ya es la A

    mrica nuestra el continente de todas las

    razas IND, 82). Segn Vasconcelos, la hora del m

    estizo se acerca (IND,

    91) para llegar hasta el Totinem [...], el hom

    bre sntesis, el prototipo ytipo final de la especie hum

    ana ( IND, 93). El hom

    bre totnico es un tipom

    s completo de hom

    bre: el hombre de todos los rum

    bos; el hombre ya

    no digo planetario, sino universal, el hombre csm

    ico ( IND, 106).

    Vemos aqu dos m

    ovimientos sealados conjuntam

    ente por Vascon-celos: el trnsito del nacionalism

    o al universalismo y el m

    ovimiento

    del mestizaje al Totinism

    o IND, 94). Para lograr este segundo, es nece-

    sario combatir la dispersin y convertir todas las fuerzas aisladas hacia

    un propsito comn ( IN

    D, 93).

    Conformacin de regiones lingsticas

    El vehculo para los dos movim

    ientos antes mencionados ser la crea-

    cin de las regiones lingsticas. Es decir, el establecimiento del uso de

    una lengua comn a cada regin: N

    uestro mism

    o patriotismo tender

    a convertirse en un patriotismo lingstico ( IN

    D, 94). As, se establecer

    una regin de habla espaola en las patrias hispnicas, tales como la

    hispanoindgena, la hispanoasitica de Filipinas, etc. ( IND, 94). Igual-

    mente, se establecer una regin de habla portuguesa en el Brasil. Por

    eso, frente al English speaking world

    se formar un m

    undo de habla es-paola: sern m

    undos libres, respetuosos de todas las soberanas lo-cales pero que sern uno ante el peligro, uno en la labor y uno en lagloria ( IN

    D, 94).

    Ms que la tierra, el lenguaje viene a ser el vehculo de este pode-

    roso movim

    iento sintetizador de energas humanas ( IN

    D, 95). Yen

    nuestro continente hay todava lenguas como el m

    aya y zapoteca y elguarani y el quechua y quizs otros veinte dialectos que ninguna cone-xin tienen entre s y que carecen de expresin escrita y de fuerza dedifusin ( IN

    D, 96). Sobre esas lenguas que son de corta difusin pesauna sentencia de m

    uerte debido a la necesidad cada da creciente deconocer siquiera dos lenguas universales ( IN

    D, 97). La lengua debe de-sarrollarse hasta alcanzar la superacin del lm

    ite tnico ( IND, 98). Los

    grupos lingsticos renunciarn a sus lenguajes limitados,

    pero entindase bien que la renuncia ha de ser libre, voluntaria y consciente,cuando as convenga al inters de la especie. Jam

    s, en cambio, si slo se trata

    de sustituir una tradicin limitada por otra tradicin lim

    itada, ni mucho m

    e-nos si es la im

    posicin de la fuerza la que consuma el trueque (IN

    D, 102).

    De esta m

    anera, el mestizaje y el idiom

    a sern los factores de lanueva creacin ( IN

    D, 95), los factores del vasto ciclo de civilizacinque ya se inicia ( IN

    D, 100). Ese nuevo ciclo de civilizacin tiene tresaspectos:[a] nacionalism

    o que cede ante los intereses superiores de lanueva raza; [b] concepto de raza que no se cie a una sangre, sino queacepta la aportacin de todas las aptitudes contenidas en las distintasvariedades del tipo hum

    ano [c] civilizacin libre que asegure justicia atodos los hom

    bres ( IND, 100).

    Antes de lograr el ideal, sin em

    bargo, Vasconcelos prev que lasdos grandes culturas de A

    mrica, la sajnica y la hispnica entrarn en

    conflicto. Pero resultara absurdo un choque destructor ( IND, 190), es

    decir, un conflicto en el que los dos contendientes se daan y se destru-yen ( IN

    D, 190). El punto de resolucin del conflicto lo percibe Vascon-celos en el esfuerzo de fusin de las razas y la fusin de las culturas( IN

    D, 206). Como elem

    ento de resolucin del conflicto antes menciona-

    do, encontramos el ideal vasconceliano de la cultura m

    exicana.

    El ideal de la cultura mexicana

    Para percibir el ideal vasconceliano de la cultura mexicana es necesario

    ver cmo la sita dentro del contexto de la cultura latinoam

    ericana. Las

  • LAS

    ETN

    IAS

    Y LA

    CU

    LTUR

    A M

    EX

    ICA

    NA

    es suficiente para mostrar que no tendrem

    os paz duradera en este conti-nente m

    ientras haya gobiernos de un solo hombre y dictaduras en nues-

    tras naciones ( AM

    C, 49). 5Vasconcelos encuentra este problema m

    uybien representado en la novela D

    on Facundodel argentino Sarm

    iento.Vasconcelos escribe:

    Facundo es el jefe militar que im

    pone su voluntad mediante el terrorism

    o yque acaba con la ley y el sentido de sim

    pata humana. La nica poltica de

    Facundo es la sangrienta poltica del pelotn de fusilamiento: quienquiera

    que no est con l est contra l, y quien est contra l debera ser fusiladocom

    o enemigo del pas o com

    o enemigo de la revolucin. Con el tiem

    pocam

    bia el nombre del program

    a, pero no el mtodo (A

    MC, 52-53). 6

    3) El tercer problema com

    n a las culturas latinoamericanas es el ra-

    cial. Aunque el indio puede estar atrasado o en decadencia hoy en da,

    Nuestros indios [...] no son prim

    itivos [...] sino viejas almas secular-

    mente probadas que han conocido la victoria y la derrota, la vida y la

    muerte, y todos los hum

    ores de la historia ( AM

    C, 79). 7En latinoamri-

    ca, a diferencia de EUA

    donde prevaleci el criterio de una sola raza,se preserv el criterio de raza m

    ixta ( AM

    C, 80). 8

    El primer caso, el m

    todo anglosajn, es un mtodo de tabes tra-

    dicionales y criterios de raza pura ( AM

    C, 88), 9que puede entendersepor la m

    anera en que llegaron los blancos: fue una larga penetracin

    AG

    US

    TN JA

    CIN

    TO Z

    AVA

    LA

    17

    81

    79

    tres conferencias que Vasconcelos pronunci en la Harris Foundation

    son una presentacin de esta visin (Aspects of M

    exican Civilization, 1926.V

    ase bibliografa. En adelante AM

    C).En esa obra Vasconcelos seala tres grandes problem

    as que la cultu-ra m

    exicana comparte con las otras culturas latinoam

    ericanas y apuntaa un cuarto punto que es el que nos da el ideal de la cultura m

    exicana.1) El prim

    ero es que se trata de culturas de grandes contrastes. Loscontrastes no son slo de clim

    a, de terrenos, sino de distribucin de lariqueza, de la educacin, etctera.

    Sin embargo, hay aspectos que nos unen: Estam

    os ligados por unpasado com

    n, una lengua comn, una cultura com

    n, y an nuestrasinstituciones y problem

    as son los mism

    os desde el punto de vista espi-ritual y m

    oral ( AM

    C, 40). 1

    Mientras que los Estados U

    nidos se ha desarrollado de acuerdo conuna ley de sem

    ejanza de razas, de esfuerzos y condiciones, podemos

    ver que Latinoamrica ha venido luchando de acuerdo con una espe-

    cie de ritmo variado de cam

    bios y contrastes radicales ( AM

    C, 41). 2

    2) El segundo problema es la lucha entre los m

    todos democrticos

    y los mtodos dictatoriales de gobierno ( A

    MC, 44). 3El problem

    a de losm

    todos dictatoriales ha estado presente desde antes de la llegada delos espaoles y en la historia reciente: los m

    onarcas antiguos y el caudi-llo m

    ilitar. El concepto de fuero en la poca colonial, representaba elanhelo, el deseo de ser libres com

    o nuestros ancestros lo fueron en lasviejas com

    unas de Castilla y Zaragoza ( AM

    C, 48-49). 4Igualmente, el es-

    pritu revolucionario muestra este deseo de libertad: el irreprim

    ibleespritu revolucionario autoafirm

    ativo de las naciones latinoamericanas

    1We are bound together by a com

    mon past, a com

    mon tongue, a com

    mon culture,

    and even our institutions and our problems are the sam

    e from the m

    oral and spiritualpoint of view

    .2has developed in accordance w

    ith a law of sim

    ilarity of races and efforts and con-ditions. Latin A

    merica is struggling along according to a sort of varying rhythm

    of ra-dical changes and contrasts.

    3the struggle between dem

    ocratic methods and dictatorial m

    ethods of govern-m

    ent.4to be free as our forefathers had been free in the old com

    munes of Castilla and Za-

    ragoza

    5the irrepressible self-asserting revolutionary spirit of the Latin-Am

    erican nationsis enough to show

    that we shall have no enduring peace on this continent so long as there

    are one-man governm

    ents and dictatorships in our nations.6Facundo is the m

    ilitary chieftain who im

    poses his will through terrorism

    and doesaw

    ay with the law

    and with the sense of hum

    an sympathy. The only policy of Facundo

    is the blood-stained policy of the firing squad: whoever is not w

    ith him is against him

    ,and w

    hoever is against him should be shot as enem

    y of the country or as enemy of the

    revolution. With the tim

    es, the name of the program

    changes; but the method does not

    change.7O

    ur Indians[...] are not primitive [...] but old, century-tried souls w

    ho have known

    victory and defeat, life and death, and all the moods of history

    8one-race standard, mixed-race standard

    9method of m

    atrimonial taboos and pure-race standards

  • LAS

    ETN

    IAS

    Y LA

    CU

    LTUR

    A M

    EX

    ICA

    NA

    AG

    US

    TN JA

    CIN

    TO Z

    AVA

    LA

    18

    01

    81

    Por eso podemos decir que el ideal vasconceliano de la cultura m

    e-xicana se refiere no slo a lo que ha sido sino principalm

    ente seala ha-cia dnde va la cultura m

    exicana. Es una visin de la cultura mexicana

    que se asienta en el mestizaje, en la unin de razas; es una visin que

    mediante la unin de las lenguas fortifica la unin de las razas, y que

    busca ser un elemento form

    ativo de la cultura hispnica regional.Culm

    ina el desarrollo de la cultura mexicana cuando llega a ser ele-

    mento form

    ativo del mundo planetario, del m

    undo universal que estarconform

    ado por regiones lingsticas donde no habr dominio de una

    tradicin regional y limitada por otra tradicin regional y lim

    itada tam-

    bin. All aparecer, com

    o elemento de unificacin, la raza csm

    ica y elhom

    bre totnico u hombre de plenitud.

    La manera de llegar a ese ideal es la cooperacin:

    deberemos adoptar, entonces, el m

    odo cooperativo, colaborativo de organi-zacin interracial; en vez de la lucha por la vida y la supervivencia del m

    sapto, la colaboracin de todos los esfuerzos hum

    anos para la produccin deuna variedad en la cualidad: una salvacin resultante, no m

    ediante los elec-tos de un cierto tipo m

    s o menos fuerte, sino m

    ediante la utilizacin detoda aptitud particular con el propsito de crear valores nuevos (A

    MC, 101). 16

    El esfuerzo cooperativo se dirige primero a la fusin de razas y a la

    formacin de regiones lingsticas. Con ello viene la fusin de las cultu-

    ras. Cuando se realiza esto, puede comenzar a funcionar plenam

    entela ley de los tres estados ( IN

    D, 206) y de los cinco perodos (IND, 209) que

    Vasconcelos mism

    o propone.Vam

    os a ver esos tres estados de la civilizacin y los cinco perodos.D

    ice Vasconcelos que cada civilizacin pasa por tres estados. Estos tresgrandes ciclos son el m

    aterialista, el intelectualista y el esttico ( IND,

    205).

    del territorio sin conservacin de la raz nativa y, en consecuencia, sincontacto social alguno o cualquier otra relacin con el indio (A

    MC, 80). 10

    Pero en Am

    rica Latina tenemos, en el sur, una civilizacin que desde

    sus comienzos acepta un criterio m

    ixto de acomodo social no slo com

    osituacin de hecho sino m

    ediante la ley, puesto que el indio una vezbautizado vino a ser igual al espaol y pudo casarse con el conquista-dor ( A

    MC, 81). 11Pero el resultado del m

    estizaje es un punto problem-

    tico: Hem

    os sido espaoles de corazn an cuando tuvimos que luchar

    contra Espaa, y seguimos siendo indios an cuando nuestra piel acci-

    dentalmente se torne blanca m

    ediante el matrim

    onio con la ms recien-

    te raz espaola ( AM

    C, 83). 12Entonces el mestizo no puede orientarse

    hacia el pasado: no pudiendo conectarse completam

    ente con el pasa-do, el m

    estizo siempre est orientado hacia el futuro: es un puente hacia

    el futuro ( AM

    C, 83). 13Yel pas donde m

    ejor puede verse ese resultadoes M

    xico: Ningn pas puede m

    ostrar, mejor que M

    xico, todos lossignos y efectos de esta peculiar psicologa del m

    estizo ( AM

    C, 83). 14

    4) El ideal resulta entonces de esta triple orientacin de la culturam

    exicana: Desde nuestro punto de vista local en M

    xico, he comenza-

    do a predicar el evangelio del mestizo tratando de im

    primir en las m

    en-tes de la nueva raza una consciencia de su m

    isin como constructores

    de conceptos de la vida enteramente nuevos ( A

    MC, 95). 15

    10a long penetration of the territory without conservation of the native stock, and

    consequently without social contact or any other relation w

    ith the Indian.11w

    e have, in the south, a civilization that from the beginning accepts a m

    ixed stan-dard of social arrangem

    ent not only as a matter of fact but through law

    , since the Indianafter being baptized becam

    e the equal of the Spaniard and was able to interm

    arry with

    the conqueror.12W

    e have been at heart Spaniards even when w

    e have had to fight against Spain,and w

    e remain Indian even w

    hen our skin accidentaly becomes w

    hitened through mar-

    riage with the m

    ore recent Spanish stock.13being unable to connect fully w

    ith the past, the mestizo is alw

    ays directed toward

    the future is a bridge to the future.14N

    o country can show, better than M

    exico can, all of the signs and the effects ofthis peculiar m

    estizo psychology.15From

    our local point of view in M

    exico, I have started to preach the gospel of them

    estizo by trying to impress on the m

    inds of the new race a consciousness of their m

    is-sion as builders of entirely new

    concepts of life.

    16we shall have to adopt, then, the co-operative, collaborating m

    anner of interracialorganization; instead of the struggle for life and the survival of the fittest, a collaborationof all hum

    an efforts for the production of a variety in quality a salvation brought about,not through the elect of a certain type m

    ore or less strong, but through the utilization ofevery particular aptitude for the purpose of creating superior values.

  • LAS

    ETN

    IAS

    Y LA

    CU

    LTUR

    A M

    EX

    ICA

    NA

    18

    3

    determinados sitios y crea de esta m

    anera la lucha artificial de los mer-

    cados ( IND, 212-213). La principal tarea de la sociedad es defenderse

    de la injusticia social ( IND, 217). En el sistem

    a democrtico de gobierno

    se han producido enormes desigualdades econm

    icas que produci-rn el m

    s completo descrdito del rgim

    en si no nos apresuramos a en-

    tregar el poder a los economistas ( IN

    D, 213). Los economistas sern los

    encargados de elaborar con criterio cientfico, pero con propsito hu-m

    ano, unas cuantas normas tcnicas para el aprovecham

    iento de los re-cursos naturales y el establecim

    iento de la justicia econmica ( IN

    D, 213-214). El capital vendr nuevam

    ente a ser instrumento en vez de dolo

    ( IND, 214) y se lograr convertir la fuerza del capital en fuerza libera-

    dora de la necesidad colectiva ( IND, 215).

    El periodo del ingeniero es el periodo de la tcnica, el periodo de laingeniera ( IN

    D, 215) en el que la vida toda se organiza para las gran-des explotaciones que van a la conquista de la abundancia colectiva( IN

    D, 215). Temporalm

    ente el poder poltico y el poder social estarn enm

    anos de los grandes tcnicos de la ingeniera ( IND, 215). La principal

    tarea de la sociedad es hacer producir la tierra en grande ( IND, 217).

    Surgir entonces en el nimo de la gente un fervor religioso por el tra-

    bajo salvador [...], una conviccin de que es preciso atender de una vezpor todas a las exigencias m

    enores, a las fatalidades de la materia ( IN

    D,216).El quinto periodo es el del filsofo. Entonces la direccin de losasuntos hum

    anos pasar a los educadores y a los filsofos ( IND, 216).

    La tarea principal de la sociedad ser adiestrar el alma para que siga

    ascendiendo y para que trascienda a los fines de la materia ( IN

    D, 217)D

    espus de estos periodos se llegar al tercer estado de la civiliza-cin: la etapa esttica. H

    acia all es donde debemos encauzar nuestros

    impulsos constructores, dirigiendo nuestra accin al fin suprem

    o deencarnar una de las m

    s grandes misiones de la historia ( IN

    D, 219).Pero no se trata solam

    ente de un proceso interno de cada civiliza-cin. Llega una poca en la que los tres estados dejan de ser algo que serealiza al interior de cada civilizacin y entonces se convierte en un rit-m

    o universal del destino entero de la especie humana ( IN

    D, 206). Lom

    ismo pasa con los cinco periodos de las form

    as de gobierno ( IND, 218).

    Una vez que se han recorrido los cinco perodos y las dos etapas a que

    AG

    US

    TN JA

    CIN

    TO Z

    AVA

    LA

    18

    2

    El primer periodo, que corresponde al rgim

    en de tribu (IND, 206),

    es el de los intereses materiales ( IN

    D, 208) y en l hay abundancia deguerras ( IN

    D, 208). El segundo periodo es el del desarrollo de las insti-tuciones y de la civilizacin ( IN

    D, 206), y en el que todas las cosas seresuelv[e]n por m

    edio de la inteligencia colectiva ( IND, 208). El tercer

    periodo corresponde a la concepcin emotiva religiosa y artstica de la

    vida ( IND, 206); en este periodo los pueblos se regirn, ya no por los

    mezquinos intereses de la m

    ateria y de la necesidad, sino por las leyessuperiores de la belleza y del espritu ( IN

    D, 209). Ciertamente la civili-

    zacin en Mxico, igual que todas las otras civilizaciones, debe pasar

    por estos tres estados.Esta ley de los tres estados incluye una subley de cinco perodos,

    una quntuple norma de procedim

    ientos ( IND, 209): son com

    o elm

    odus operandide las etapas del progreso y por lo mism

    o la manera

    complexa de ir preparando el advenim

    iento del perodo esttico ( IND,

    209-210). Los cinco periodos caen en la dos primeras etapas de la civili-

    zacin (material e intelectual), y son: el periodo del soldado, el perio-

    do del abogado, el periodo del economista, el periodo del ingeniero y el

    periodo del filsofo ( IND, 209).

    El periodo del soldado es un periodo de rgimen m

    ilitar en el queel jefe asum

    e las funciones del Estado y en el que la propiedad tam-

    bin deriva del reparto que ha hecho el jefe ( IND, 210). La principal ta-

    rea de la sociedad es defenderse de la agresin ( IND, 217). Puede verse

    todava en las militocracias de no pocos de nuestros pases iberoam

    eri-canos: Venezuela, M

    xico, etc. ( IND, 210).

    El periodo del abogado es un periodo legal, porque en l la norma

    colectiva [...] procede [...] de la ley expedida [...] por un organismo ya no

    ejecutivo, sino legislativo ( IND, 211). Es un periodo de G

    obierno civilen el que el poder lo ejerce el letrado ( IN

    D, 211). La principal tarea dela sociedad es defenderse de la arbitrariedad personal ( IN

    D, 217). Perono ha bastado el rgim

    en de puro derecho terico para organizar debi-dam

    ente la vida contempornea en ningn pas de la poca ( IN

    D, 213).El periodo del econom

    ista es un periodo en el que se trata de resol-ver los problem

    as de las desigualdades pecuniarias y la justa retribu-cin del trabajo ( IN

    D, 211). Se trata entonces de corregir la absurda or-ganizacin industrial de nuestros das, que concentra la produccin en

  • LAS

    ETN

    IAS

    Y LA

    CU

    LTUR

    A M

    EX

    ICA

    NA

    18

    5

    el derecho a la persistencia es necesario constituir una variedad apta,una variedad superior ( I, 1179). El problem

    a a examinar entonces es la

    manera que tiene Vasconcelos de abordar este prim

    er estrato de la cul-tura m

    exicana.Vasconcelos trata de no adoptar lo que l considera el sistem

    a nor-team

    ericano de abordar el problema indgena. Sistem

    a fundado en laetnografa positivista, que exagera las diferencias de razas y hace delsalvaje un ser aparte, una especie de eslabn del m

    ono y el hombre ( I,

    1328). Considera que la campaa del indigenism

    o radical es obra pro-testante im

    perialista ( I, 872) porque su esperanza, segn Vasconcelos,era que el indio se vuelva en contra de la civilizacin espaola deM

    xico ( I, 799). La considera como una poltica de desintegracin his-

    panoamericana que fom

    enta la admiracin de todo lo que es indio

    puro ( II, 469).Por otra parte, confiesa que la ideologa oficial en M

    xico era ad-versa al indio y eso, dice, nos llevaba a algunos a exageraciones con-trarias. Im

    aginbamos en el indio virtudes que slo esperaban ocasin

    de manifestarse ( I, 530).

    Igualmente, Vasconcelos rechaza una interpretacin del estrato cul-

    tural indgena en el sentido de un comunism

    o: No faltan[...], agentes

    del comunism

    o contemporneo, que en M

    xico y en Per suspiran porlos m

    todos del comunism

    o indgena ( BHM, 137).

    Ante todo, Vasconcelos considera que en la cultura m

    exicana hay unaztequism

    o subyacente, hay un ambiente que sigue siendo azteca en

    su capa profunda ( I, 703). Aqu vem

    os la tendencia, presente no sola-m

    ente en Vasconcelos, de reducir el estrato indgena a lo azteca, como

    si no hubiera habido otras culturas en el Mxico prehispnico.

    Esa capa profunda de la cultura mexicana, que es la indgena (el

    Mxico profundo de G

    uillermo Bonfil), constituye un M

    xico miste-

    rioso y complejo ( I, 359). Este estrato indgena de la cultura m

    exicanasiem

    pre amenaza con retornar (Cfr. I, 1484), aunque se consuela dicien-

    do: El peligro no es, claro est, que Mxico vuelva a lo indgena. N

    o tie-ne fuerza para ello el indio ( I, 954), ya que abandonadas a s m

    ismas

    las clases indgenas, volveran a la choza de palma ( I, 954).

    En su Breve Historia de M

    xico, Vasconcelos dedica una tercera partedel total al M

    xico prehispnico. Apesar de ello, en realidad no valora

    AG

    US

    TN JA

    CIN

    TO Z

    AVA

    LA

    18

    4

    corresponden, puede verse que por civilizacin hemos de entender el

    bienestar y la dicha del mayor nm

    ero de hombres ( IN

    D, 220).Recapitulando: En la realizacin del ideal entonces lo prim

    ero es lafusin de razas ( IN

    D, 206), la formacin de regiones lingsticas, que

    lleva consigo la extincin voluntaria de lenguas de poca difusin, y lafusin de las culturas ( IN

    D, 206). Apartir de all puede funcionar plena-

    mente la ley de los tres estados ( IN

    D, 206) y los cinco periodos de lasform

    as de gobierno.

    LA

    SETN

    IAS

    IND

    GEN

    AS

    ENM

    XICO

    Al considerar las raigam

    bres del espritu nacional (I, 1390), en las et-nias indgenas encontram

    os la primera raz de la cultura m

    exicana.Vam

    os a comenzar por considerar la condicin personal de Vascon-

    celos. Vasconcelos posiblemente haya tenido races indgenas, era naci-

    do en el estado de Oaxaca y, com

    o dice el historiador Luis Gonzlez y

    Gonzlez, probablem

    ente en su infancia aprendi alguna lengua ind-gena (Introduccin a BH

    M). Vasconcelos escribe que en los primeros aos

    de escuela, el maestro, un sem

    i-indio, desaliado y malhum

    oriento, seocupaba de hacernos sentir su superioridad ( I, 354).

    En su actitud hacia sus races indgenas est alguna posible explica-cin de su actitud hacia el estrato cultural indgena. Com

    o l mism

    o es-cribe, en su juventud estaba m

    al alimentado y no siem

    pre bien dormi-

    do y nada gallardo de tipo ( I, 442). Por eso, escribe: En rigor, era mi

    pobreza lo que me echaba a la abogaca ( I, 447). Y

    en los comienzos de

    su edad madura hubo de trabajar m

    uy duro, teniendo en cuenta que lam

    ejor manera de no fracasar es saber de antem

    ano que no hay quienpreste socorro en la quiebra ( I, 513). Cuando em

    pieza a ocupar cargos,El instinto de hom

    bre sin apoyos, sin ventajas iniciales, me haca com

    -prender que cuanta m

    s tarea me dieran m

    s firme se haca m

    i posiciny m

    ayor oportunidad tendra de mejorar ( I, 533). En pocas palabras,

    podemos decir que sus races indgenas en O

    axaca no le haban dadoninguna seguridad, ni cultural, ni econm

    ica, ni de identidad, para lasupervivencia. Por eso, en contraste con esas races indgenas, Vascon-celos escribe: ...no basta ser distinto; no basta ser nico. Para asegurar

  • LAS

    ETN

    IAS

    Y LA

    CU

    LTUR

    A M

    EX

    ICA

    NA

    18

    7

    no tenan propiamente ni lenguaje, puesto que no escriban ni saban lo

    que les pasaba, porque no imaginaban en la integridad de una visin cabal

    o siquiera de un mapa, ni lo que eran los territorios del M

    xico suyo, mucho

    menos el vasto m

    undo de donde procedan los espaoles y el Mundo N

    ue-vo que venan agregando a la geografa y a la cultura universales? (BH

    M, 39).

    Es ms, Los indios no tenan patria, y salvo uno que otro cacique

    opresor, mejoraron con la conquista. Los espaoles oprim

    ieron a losindios, y los m

    exicanos seguimos oprim

    indoles, pero nunca ms de lo

    que los hacan padecer sus propios caciques y jefes ( BHM, 40).

    No haba consciencia de nacin:

    Si los indios hubieran tenido conciencia nacional y hubieran sentido que laconquista era una ignom

    inia, acaso no se hubieran levantado los seis mi-

    llones de indios para degollar a los blancos? Al contrario, y com

    o pasasiem

    pre en las sociedades militarizadas, por huir de los abusos de los caci-

    ques, se refugian los indios con el soldado de la conquista (BHM, 40).

    El problema principal es la tendencia al aislam

    iento en las culturasam

    ericanas:

    Las culturas en Am

    rica no se heredan unas a otras; se aslan. Ydentro de

    cada cultura aislada, tan pronto como cesa el influjo de un grupo selecto, de

    una generacin despejada, la masa otra vez predom

    ina y el rebajamiento

    general llega a los horrores que presenciaron los espaoles de la conquista142).

    No haba arte ni artesanas. D

    e la labor de los misioneros procede

    todo lo que hay an de artstico en las distintas regiones indgenas deM

    xico ( BHM, 121).

    Su alimentacin, segn Vasconcelos, no era adecuada a la de una ci-

    vilizacin elevada: Basta comparar el m

    az, producto nativo de estaszonas, con el trigo que han creado las civilizaciones de Europa y de

    fri-ca y buena parte del A

    sia, para convencerse de que los elementos m

    is-m

    os de una gran cultura faltaron del todo a los indios ( BHM, 132).

    AG

    US

    TN JA

    CIN

    TO Z

    AVA

    LA

    18

    6

    la cultura indgena tan alto como la europea. Vam

    os a ver un poco de loque dice all acerca del estrato indgena de la cultura m

    exicana.N

    os dice que slo ingresamos a las filas de la civilizacin bajo el es-

    tandarte de Castilla, que a su modo heredaba el rom

    ano y lo superabapor su cristiandad ( BH

    M, 36). Ni siquiera hubo en el territorio prehisp-

    nico algo que pudiera llamarse nacionalidad autctona: Existe aca-

    so en lo indgena, en lo precortesiano, alguna unidad de doctrina osiquiera de sentim

    iento capaz de construir un alma nacional? ( BH

    M, 36).Para hacer este juicio se basa en dos prem

    isas: no hubo ni personalidadhom

    ognea, ni doctrina coherente ( BHM, 36). Para Vasconcelos, los li-

    bros indgenas slo existieron porque los espaoles los escribieron ym

    ejoraron la tradicin verbal incoherente ( BHM, 36). Cuando llegaron

    los espaoles, dice Vasconcelos siguiendo a Keyserling, el continente

    americano estaba dom

    inado por las fuerzas telricas y no haba naci-do nunca para el espritu, o era ya una decadencia irrem

    ediable ( BHM,

    36). Por eso, para Vasconcelos, hoy ya slo la ignorancia puede repetirel dislate de que los conquistadores destruyeron una civilizacin ( BH

    M,36). Lo que hizo Espaa no fue destruir: N

    ada destruy Espaa, por-que nada exista digno de conservarse cuando ella lleg a estos territo-rios ( BH

    M, 36). Dice que si en el m

    omento en que escribe hubiera algn

    indio puro,

    ese mexicano indio puro, tendr que reconocer que era m

    s patria la queCorts construa que la del valiente Cuauhtm

    oc o la del cobarde Moctezu-

    ma. Tendr que reconocer que para su propia sangre, tem

    poralmente hum

    i-llada por la conquista, haba m

    s oportunidades, sin embargo, en la socie-

    dad cristiana que organizaban los espaoles que en la sombra hecatom

    beperidica de las tribus anteriores a la conquista (BH

    M, 39).

    Al hablar de la Conquista, Vasconcelos se queda en la versin

    espaola y dice:

    Ydnde est, preguntaris, la versin de los indios que son porcin de

    nuestra carne nativa? Yes fcil responder con otra pregunta: Cm

    o po-dran dar versin alguna congruente los pobres indios precortesianos que

  • LAS

    ETN

    IAS

    Y LA

    CU

    LTUR

    A M

    EX

    ICA

    NA

    18

    9

    era el smbolo de la nueva nacionalidad que se im

    pondra a la barbarieaborigen ( BH

    M, 109). Sin em

    bargo, debemos reconocer que Vasconcelos no es totalm

    entepesim

    ista respecto al estrato cultural indgena. Escribe: Si los indioshubiesen tenido caballos, no hubiese habido conquista, pero tam

    binno hubiese sido m

    enester la conquista, porque la cultura se habra abier-to paso sola, entre los indios ( BH

    M, 129). El burro, trado por Corts yotros espaoles, fue el agente de su liberacin: el burro libert al indio( BH

    M, 131).Escribe tam

    bin:

    El hecho de que tenemos en M

    xico tantos millones de indios no debe ape-

    sadumbrarnos, siem

    pre y cuando la tendencia castiza subsista, o sea el em-

    peo de hacer del indio un europeo por el alma, un cristiano, y no un pa-

    gano con paganismo de salvajes. A

    l contrario, el indianismo que pretende

    retrotraer el pasado, devolvernos a lo indio, es una traicin a la patria que,ya desde la Colonia, dej de ser india (BH

    M,139).

    Vasconcelos no pierde la esperanza de que desaparezca la capaprofunda y se llegue a un M

    xico totalmente regenerado de su azteq-

    uismo; incluso, se entiende, los indios y los hijos de los indios ( BH

    M,139).Respecto a la participacin del indgena en la guerra de Indepen-dencia, Vasconcelos excluye a la nobleza indgena radicada en Espaa:los descendientes de M

    octezuma, as com

    o los de otros muchos perso-

    najes de la poca azteca, vivan en Espaa en calidad de nobles y se opo-nan a la independencia que les haca perder sus ttulos y sus ventajas( BH

    M, 196-197).Y

    respecto al tipo de educacin moral que deba darse a los indge-

    nas, dice que ...no es indispensable una labor de educacin que enraicela m

    oralidad europea en el seno de las conciencias indgenas. De todos

    modos ocurrir lo que ensea nuestra historia, que m

    s tardamos en

    construir la ciudad europea que la indiada en destruirla (I, 1668).

    AG

    US

    TN JA

    CIN

    TO Z

    AVA

    LA

    18

    8

    Apesar de ello, reconoce Vasconcelos que m

    ejor que las dems na-

    ciones indgenas desarrollaron los toltecas las artes, el tallado de las pie-dras, la orfebrera, la agricultura. En astronom

    a tambin los toltecas pa-

    recen haber logrado nociones que acaso sirvieron de base para que losaztecas ideasen su calendario ( BH

    M, 141).Su m

    ayor defecto era la profunda apata del indio ( BHM, 145); en

    vez de nuevas creaciones, los espaoles hallaron no slo civilizacionesen ruinas, sino un pueblo m

    uerto para el espritu de un extremo a otro

    del continente ( BHM, 143). Esta apata les llev tam

    bin a una falta derenovacin en el m

    edio ( BHM, 141). Ese defecto queda despus de la

    conquista: Por falta de nimo y de sistem

    a perdura el indio en su atra-so... Se sobreponen algunos de esta suerte [ie. por las revoluciones, elejrcito y el generalato] unos cuantos que en seguida se convierten enverdugos de su propia estirpe, y el rgim

    en de casta sigue intocado por-que... precisa organizar y educar segn criterio de estadista (I, 530).

    Por otra parte, podemos decir, interpretando a Vasconcelos, que su

    principal virtud fue su voluntad de construirse un alma nueva, m

    sprxim

    a al europeo que al antiguo azteca o al maya ( BH

    M, 172), aunqueVasconcelos considera que la sustitucin del alm

    a vieja por un alma

    nueva se dio mediante el m

    estizaje ( BHM, 139).

    En conclusin, podemos resum

    ir la valoracin que Vasconcelos hacedel estrato indgena diciendo que: a) haba una gran diversidad de tri-bus; b) sin cultura elevada; c) sin nacin unificada; d) sin buena alim

    en-tacin; e) sin lenguaje escrito y desarrollado; y e) con una buena dosisde apata. Para com

    pletar el cuadro, f) tenan la religin equivocada.La elevacin de los indgenas fue obra de los m

    isioneros: Hecha la

    paz, la educacin de las misiones transform

    a los indios, de parias, enartesanos y sacerdotes, agricultores y civilizadores ( BH

    M, 40). Acabar

    con todo aquello fue un sagrado impulso que m

    ovi a los espaolespara erigir sobre ruinas, que ya no se levantan, una cultura nueva, vi-gorosa y lim

    pia, progresiva y cristiana ( BHM, 119). Vasconcelos dice que

    esa labor de construccin, sin embargo, no im

    pidi que se inventara lacalum

    nia de la barbarie de los espaoles que destruyeron los vestigiosde las civilizaciones indgenas ( BH

    M, 122).El sm

    bolo de la relacin entre el estrato cultural indgena y el espa-ol, se dibuja com

    o sigue: doa Malinche, dando hijos a los espaoles,

  • LAS

    ETN

    IAS

    Y LA

    CU

    LTUR

    A M

    EX

    ICA

    NA

    19

    1

    razas inferiores, como razas feas, Vasconcelos llega a decir que stas

    poco a poco, por extincin voluntaria, irn cediendo el paso a las[estirpes] m

    s hermosas ( RC, 43). A

    l indio no lo salva el ser heredero delas grandes culturas y los grandes hom

    bres precortesianos: Dgase lo

    que se quiera, los rojos, los ilustres atlantes de quienes viene el indio, sedurm

    ieron hace millares de aos para no despertar. En la H

    istoria nohay retornos, porque toda ella es transform

    acin y novedad. Ninguna

    raza vuelve; cada una plantea su misin, la cum

    ple y se va ( RC, 24-25).La alternativa que Vasconcelos presenta es el m

    estizaje. Se preocupapor sealar la m

    isin especfica, la misin tnica que tienen los hispano-

    americanos: m

    isin de fundir tnica y espiritualmente a las gentes

    ( RC, 28).Vasconcelos presenta esta visin del m

    estizaje no solamente para el

    indio sino tambin para los blancos. Escribe: Tam

    bin el blanco tendrque deponer su orgullo, y buscar progreso y redencin posterior en elalm

    a de sus hermanos de las otras castas, y se confundir y se perfeccio-

    nar en cada una de las variedades superiores de la especie, en cada unade las m

    odalidades que tornan mltiple la revelacin y m

    s poderoso elgenio ( RC, 25).

    Sin embargo, esta visin vasconceliana y otras basadas en la inte-

    gracin han sido rechazada fuertemente por los representantes de los

    movim

    ientos tnicos actuales en Mxico. Se cuestiona la propuesta de

    desaparicin de las diferencias tnicas y se le califica de etnocidio. Sepone en tela de juicio su visin de la unificacin de la lengua en M

    xicom

    ediante el espaol ya que atenta contra los derechos de las etnias ycontra los derechos hum

    anos de los individuos. Se rechaza la idea deque la nica salida que tiene el indio es extinguirse voluntariam

    ente y,por otra parte se enfatiza el derecho de autogestin de las etnias ind-genas.

    En la actualidad, sobre todo despus de la aparicin del Ejrcito Za-patista de Liberacin N

    acional ( EZLN), el Ejrcito Popular Revoluciona-rio ( EPR)y otros m

    ovimientos de reivindicacin indgena, se ha afirm

    adola aportacin del estrato cultural indgena y el derecho a su existencia,que obvia la necesidad de llegar a la integracin total a una hom

    ogneay abstracta cultura nacional, ideal del Estado del siglo XIX.

    AG

    US

    TN JA

    CIN

    TO Z

    AVA

    LA

    19

    0

    CO

    NCLU

    SIN

    El pensamiento de Jos Vasconcelos no ha sido recibido en todas las

    pocas de la mism

    a manera. Su pensam

    iento, sin embargo, ha influido

    notablemente en m

    uchas de las polticas del gobierno mexicano, tanto

    en educacin como en la relacin del Estado frente a las etnias indge-

    nas. Aqu m

    e he basado principalmente en obras del periodo 1926-1940

    para presentar mi entendim

    iento de su visin de las etnias y la culturam

    exicana.A

    l comienzo de La raza csm

    ica, Vasconcelos escribe: Es tesis centraldel presente libro que las distintas razas del m

    undo tienden a mezclar-

    se cada vez ms, hasta form

    ar un nuevo tipo humano, com

    puesto conla seleccin de cada uno de los pueblos existentes ( RC, 9). A

    l respectocom

    enta, en Francia:

    un problema que nadie aborda en form

    a optimista es el del m

    estizaje y loque pudiram

    os llamar la indologa. Pues as com

    o en los Estados Unidos,

    por poltica de desintegracin hispanoamericana, se fom

    enta la admiracin

    de todo lo que es indio puro, en Europa lo indio a nadie le convence y se lem

    ira ms bien com

    o una pesadilla, tal como puede com

    probarse en libroscom

    o el de Siegfried dedicado a la Am

    rica Latina. De lo m

    estizo, a su vez,nadie habla bien [...] Y

    es tiempo ya de que sepam

    os que en lo que hace adespreciar al m

    estizo coinciden Europa y los Estados Unidos. D

    e suerte queuna obra com

    o la ma, segun se contiene en libros com

    o La raza csmica, de-

    fensa y esperanza, precisamente del m

    estizaje, provoca, no dir que asom-

    bro, tampoco enojo, sim

    plemente extraeza (II, 469).

    Vasconcelos no piensa estar predicando algo que est fuera de la rea-lidad, porque los m

    ismos indios puros estn espaolizados, estn la-

    tinizados, como est latinizado el am

    biente ( RC, 24). Adem

    s, paraentrar a la nueva etapa, la etapa del m

    undo Uno, puede verse el

    mandato de la H

    istoria: el indio debe entrar en mestizaje ( RC, 27). Vas-

    concelos no deja otra alternativa al indio: El indio no tiene otra puertahacia el porvenir que la puerta de la cultura m

    oderna, ni otro camino

    que el camino ya desbrozado de la civilizacin latina ( RC, 25). A

    unqueno se refiere directam

    ente a las razas indgenas puras, s se refiere a las

  • AG

    US

    TN JA

    CIN

    TO Z

    AVA

    LA

    19

    2

    BIBLIO

    GRA

    FA

    Las citas por nmero de volum

    en seguido del nmero de pgina, son de Jos

    Vasconcelos, Obras com

    pletas, Mxico, Libreros U

    nidos Mexicanos, 1957. 4

    vols. De ah se citan las siguientes cinco obras:

    a) I, 287-721. Ulises Criollo, 1936.

    b) I, 723- 1214. La Tormenta, 1937.

    c) I, 1215-1800. El Desastre, 1938.

    d) II, 9 - 607. El Proconsulado, 1939.e) IV, 954-1207. M

    anual de Filosofa, 1940.En las citas de obras separadas, despus de una nota con los datos de la obra,

    se da slo la abreviatura del ttulo de la obra y el nmero de pgina.

    Las obras que cit por separado son las siguientes:A

    MC: A

    spects of Mexican Civilization, Chicago, The U

    niversity of Chicago Press,1926.

    BHM: Breve H

    istoria de Mxico, (1936) M

    xico, Editorial Trillas, 1998.IN

    D: Indologia. Una interpretacin de la cultura ibero-am

    ericana, Pars, Agencia

    Mundial de Librera, 1926.

    QR: Q

    u es la Revolucin?, M

    xico, Editorial Botas, 1937.RC: La raza csm

    ica(1927), M

    xico, Fondo de Cultura Econmica, 1988.