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Las ideas esteticas del estridentismo RoDOLFO MATA INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOL6GICAS, UNAM REsuMEN: El presente articulo analiza el estridentis- mo mexicano como una expresi6n art!stica de van- guardia, desde un pun to de vista que busca un equi- librio entre las interpretaciones que se apegan al desarrollo progresivo de las formas y las de corte sociol6gico. Para ello, utiliza Ia "dialectica de los movimientos" (actitudes activista, antagonista, ni- hilista y agonista), descrita por Renato Poggioli en su Teoria dell'arte d'avanguardia (1962). ABSTRACT: This article analyzes the Mexican estriden- tismo as an artistic avant-garde expression, from a point of view that looks for a balance between the interpretations that stick to the progressive develop· ment of forms and the sociological-oriented ones. In order to achieve that goal it uses the "dialectics of mo- vements" (activist, antagonist, nihilist and agonistic attitudes), described by Renata Poggioli in his Teoria dell'arte d'avanguardia (1962). Literatura Mexicana X.1-2 (99.1-2), pp. 119-159

Las ideas esteticas del estridentismo

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Page 1: Las ideas esteticas del estridentismo

Las ideas esteticas del estridentismo

RoDOLFO MATA

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOL6GICAS, UNAM

REsuMEN: El presente articulo analiza el estridentis­mo mexicano como una expresi6n art!stica de van­

guardia, desde un pun to de vista que busca un equi­

librio entre las interpretaciones que se apegan al

desarrollo progresivo de las formas y las de corte

sociol6gico. Para ello, utiliza Ia "dialectica de los

movimientos" (actitudes activista, antagonista, ni­hilista y agonista), descrita por Renato Poggioli en su Teoria dell'arte d'avanguardia (1962).

ABSTRACT: This article analyzes the Mexican estriden­tismo as an artistic avant-garde expression, from a point of view that looks for a balance between the interpretations that stick to the progressive develop· ment of forms and the sociological-oriented ones. In order to achieve that goal it uses the "dialectics of mo­vements" (activist, antagonist, nihilist and agonistic attitudes), described by Renata Poggioli in his Teoria dell'arte d'avanguardia (1962).

Literatura Mexicana X.1-2 (99.1-2), pp. 119-159

Page 2: Las ideas esteticas del estridentismo
Page 3: Las ideas esteticas del estridentismo

Las ideas esteticas del estridentismo

PARA poder abordar el problema del estridentismo como una ex­

presion artistica "de vanguardia" sin tener que recurrir ala justifi­

cacion comun de citar el reflejo de la literatura europea en la ame­

ricana o de sefialar las diversas influencias de movimientos como

el futurismo, el ultra1smo, el creacionismo, etcetera, es necesario

responder a las siguientes preguntas fundamentales: ~que se en­

tiende par movimiento de vanguardia? y ~cuales son las caracteds­

ticas con las que debe cumplir una expresion artistica para consi­

derarla de vanguardia?

No es este ellugar para un debate profunda sabre los concep­

tos manejados en los diversos estudios que se han hecho sabre el

tema. Sin embargo, para ubicar al estridentismo en el contexto

de estas dos interrogantes, es necesario distinguir las dos Hneas de

interpretacion mas frecuentes. Par un lado, tenemos el punta

de vista sociologico, en el que las vanguardias aparecen como un

intento de superacion del proceso de autonom!a de las artes. Si e1 vinculo de estas con la praxis social se hab!a fracturado, dando

lugar a ideas como "arte par el arte", "arte puro", "decadencia" y

"esteticismo burgues", las vanguardias se encargadan de restaurar­

lo. El arte volveda a tener un papel social, dejada de ser un fin en

s1 mismo, sin que esto significara forzosamente un compromise

ideologico o militante (Burger 103, 105-106). Par otra parte, tene­

mos el punta de vista que situa a las vanguardias como momenta

crucial en el desarrollo progresivo de las formas, es decir, el resul­

tado de un conjunto de reflexiones hacia e1 interior de la obra de

Literatura Mexicana

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Page 4: Las ideas esteticas del estridentismo

arte. El conocimiento de los recursos de que dispone el creador

-sus materiales de trabajo y sus tecnicas de composicion- as!

como el manejo hecho a traves de la experimentacion, en un afan

de aventura estetica en pos de lo nuevo, constituyen aspectos fun­

damentales de esta otra vertiente.

Desde luego, estas dos Hneas de interpretacion funcionan como

polos y no se presentan en forma pura: ninguna interpretacion de

las vanguardias prescinde de sus motivaciones e implicaciones so­

ciales, ni de su trabajo reflexivo en torno a una idea de progreso

en las formas. Una de las mas equilibradas, y apropiada para el

analisis de un movimiento en particular, es la que ofrece Rena to

Poggioli, en Teoria dell'arte d'avanguardia. El esquema que pre­

senta permite entender la estructura dinamica de las diferentes

fuerzas que participan en un movimiento de vanguardia de una

manera clara y util. v eamos.

Comienza Poggioli rastreando el desarrollo del termino avant­

garde para llegar a la conclusion de que no solo esta ligado a una

concepcion belica puramente material, es decir, relacionada {mica­

mente con los cuerpos militares de exploracion en el campo de

batalla, sino que existe toda una historia que une en el a las ideolo­

g1as poHticas radicales (por ejemplo, el anarquismo de Bakunin)

con la idea del arte como expresion de la sociedad y medio para la

accion social. De esta manera, si mas tarde la vanguardia cultural

se encontrara distanciada de la vanguardia poHtica, en un princi­

pia fueron casi una sola cosa.

Mas adelante, Poggioli analiza la diferencia que existe entre el

termino escuela y el termino movimiento:

The school notion presuposes a master and a method, the crite­

rion of tradition and the principle of authority. It does not take account of history, only of time (in terms of the possibility and

necessity of handing on to posterity a system to work by, a series of technical secrets endowed with a vitality apparently

Literatura Mexicana

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immune to any change < The school, then is pre­

movement is essentially

presuposes disciples cor

lowers of a movement

nent in the movement

side the humanistic idea movement, instead, cor

but as creation -or, at

(Poggioli 20).

Para Poggioli esta diferet

partir del romanticismo.

aspire a una vision totali<

se quede puramente en el

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Estas primeras precisic

das con diferentes aspectc

notacion militar y politic

afirmar que este movimit

mientos ideologicos radi<

nuel Maples Arce, lleva el

en 5 cantos"; el grupo se

gobierno de tendencias iz

German List Arzubide pa

dose mas tarde al Partid

rebasar las fronteras de lo

miento. Primero, por mec

concibio y nombro a s1

incursionar en otras artes,

do paralelo. Para comprol

basta recordar el famoso ~

Estridentista", llevado a c

Page 5: Las ideas esteticas del estridentismo

de que dispone el creador ll.icas de composicion- as!

l[perimentacion, en un af.1n

>, constituyen aspectos fun-

rpretacion funcionan como

: ninguna interpretacion de •aciones e implicaciones so­

rna a una idea de progreso

1radas, y apropiada para el

ar, es la que ofrece Renata

1rdia. El esquema que pre­

dinamica de las diferentes ento de vanguardia de una

sarrollo del termino avant­

.e no solo esta ligado a una

es decir, relacionada unica­

q>loracion en el campo de

a que une en el a las ideolo­

~ anarquismo de Bakunin)

Ia sociedad y media para la arde la vanguardia cultural rdia polltica, en un princi-

ferencia que existe entre el

nto:

r and a method, the crite­

uthority. It does not take

rms of the possibility and

a system to work by, a rith a vitality apparently

immune to any change or metamorphosis: ars longa, vita brevis). The school, then is pre-eminently static and classical, while the

movement is essentially dynamic and romantic. Where the school

presuposes disciples consecrated to a trascendent end, the fol­

lowers of a movement always work in terms of an end inma­

nent in the movement itself. The school is unconceivable out­

side the humanistic ideal, the idea of culture as a thesaurus. The movement, instead, conceives the culture not as an increment

but as creation -or, at least, as a center of activity and energy

(Poggioli 20).

Para Poggioli esta diferencia surge en la conciencia del artista a

partir del romanticismo. De ahl en adelante sera comun que se

aspire a una vision totalizadora del mundo, a una actitud que no se quede puramente en el terreno del arte sino que trascienda a las

dem1s esferas de la vida cultural y civil.

Estas primeras precisiones de Poggioli pueden ser ejemplifica­

das con diferentes aspectos del estridentismo. En cuanto a la con­

notacion militar y poHtica del termino "van guardia", es posible

afirmar que este movimiento cumplio con ella lanzando plantea­

mientos ideologicos radicales. No en balde Urbe (1924), de Ma­

nuel Maples Arce, lleva el subt!tulo de "Super-poema bolchevique

en 5 cantos"; el grupo se mudo en 1925 a Xalapa, acogido por el gobierno de tendencias izquierdistas del general Heriberto J ara; y

German List Arzubide participo en movimientos obreros, afilian­

dose mas tarde al Partido Comunista. Y en lo que se refiere a

rebasar las fronteras de lo art!stico, presento el perfil de un movi­

miento. Primero, por media de una sencilla autoafirmacion: as! se

concibio y nombro a sf mismo; y, segundo, porque, ademas de incursionar en otras artes, implico toda una actitud vital, un mun­

do paralelo. Para comprobar el abanico cultural que ambicionaba,

basta recordar el famoso "Te Invitacion. P Tarde del Movimiento

Estridentista", llevado a cabo en el Cafe de N adie el 12 de abril de

Literatura Mexicana

123

Page 6: Las ideas esteticas del estridentismo

1924, durante el cual, ademas de una lectura de poemas, se expu­

sieron pinturas y esculturas de varios autores de vanguardia. Luis

Mario ~chneider describe el evento de la siguiente manera:

El acto consisti6 en una arm6nica fusi6n de literatura, musica y plastica. Arqueles Vela fue e1 encargado de abrir el "Te invita­ci6n" con la "Historia del Cafe de Nadie"; leyeron poesla Ma­ples Arce, German List Arzubide, Salvador Gallardo, Humber­to Rivas, Luis Ordaz Rocha y Miguel Aguill6n Guzman. Se exhibieron cuadros de Fermin Revueltas, Leopolda Mendez, Jean Charlot, Ram6n Alva de la Canal, Xavier Guerrero y Maximo Pacheco; German Cueto present6 una colecci6n de "mascaras" de los principales pintores y poetas del movimiento y Guillermo Ruiz mostr6 algunas de sus esculturas cubistas en medio de un a.mbiente de bohemia subversiva, entremezclado con anuncios comerciales como "Beber Moctezuma o no heber" y "Fume Primores del Buen Tono" (Schneider 1970 85,86).

En lo que se refiere a rebasar las fronteras de lo artistico, se puede

mencionar que el estridentismo implic6 toda una actitud, un

mundo paralelo que, aunque entes de ficci6n, comprendia un

hombre y una mujer estridentistas, una universidad estridentista,

Estrident6polis (capital del estridentismo), etcetera. En cierto

modo, esta utopia se veda realizada en Xalapa, cuando, en 1925,

el movimiento se mud6 a esa ciudad. Manuel Maples Arce hab1a

sido llamado a participar en el gobierno del estado de Veracruz,

presidido por el general Heriberto J ara, hombre de izquierda que

apoy6 vigorosamente el proyecto estridentista.

En contraste con los Contemporaneos, especialmente aquellos

que siguieron a Enrique Gonzalez Martinez, como Jaime Torres Bodet, el estridentismo no reconoci6 "maestros" sino que busc6

la ruptura. Uno de los principios expresados por Maples Arce en

Actual numero 1 es: "No reintegrar valores, sino crearlos total­

mente" (Schneider 1985 45), lo cual subraya su caracter primor-

Literatura Mexicana

124

dialmente dinamico e inn<

este aspecto esta contenid

a Maples Arce cuando, d1 en Puebla, y habiendo o{,

aludido en la hoja rebeld1

no admite vales ni da fia:

(List Arzubide 23).

Otro contraste intere!

Poggioli, es el que el est1

por ejemplo, de Alfonso cos no toleran los juego!

de una literatura mexica1

obras clasicas de la litera recibi6, entre muchas <

Cuesta: practicar "deplo

manera, la oposici6n c

sici6n que se da entre el

seg{tn Poggioli, tambien tismo.

Por otra parte, y ap1

para los estridentistas,

fen6menos ideol6gicos,

orquestalmente sistema'

tridentista numero 2 (Sc rres Bodet "Solo son ve

de divinidad que traen 1

1 Cuando Guillermo Sh1 Arce (Los contempordneos a Octavio Paz en la que se se1

romanticos. La filiaci6n ror

ggioli, despues de dedicar \1

no se podria explicar hist6r

Page 7: Las ideas esteticas del estridentismo

lectura de poemas, se expu­

autores de vanguardia. Luis

~ Ia siguiente manera:

i6n de literatura, musica y

.do de abrir el "Te invita­

adie"; leyeron poesfa Ma­

vador Gallardo, Humber­

.el Aguillon Guzman. Se

eltas, Leopoldo Mendez,

illlal, Xavier Guerrero y

·esent6 una colecci6n de

y poetas del movimiento

ms esculturas cubistas en

1bversiva, entremezclado

· Moctezuma o no beber"

hneider 1970 85,86).

:as de lo art.lstico, se puede

ic6 toda una actitud, un

! ficci6n, comprendla un

1 universidad estridentista,

:mo), etcetera. En cierto

Xalapa, cuando, en 1925,

lanuel Maples Arce hab.ia

o del est ado de Veracruz,

hombre de izquierda que

entista.

>s, especialmente aquellos

.inez, como Jaime Torres

naestros" sino que busc6

ados por Maples Arce en

ores, sino crearlos total­

·raya su caracter primer-

dialmente dinamico e innovador. Otro incidente que apunta hacia

este aspecto esta contenido en la frase que List Arzubide atribuye

a Maples Arce cuando, despues de lanzar el Manifiesto numero 2,

en Puebla, y habiendo o!do "la reclamaci6n de un versero miope

aludido en la hoja rebelde", el poeta respondi6: "el estridentismo

no admite vales ni da fianzas, usted es un lamecazuelas ret6rico"

(List Arzubide 23).

Otro contraste interesante, en relaci6n con las propuestas de

Poggioli, es el que el estridentismo plante6 con los ateneistas. Si,

por ejemplo, de Alfonso Reyes se ha dicho que "sus gustos clasi­

cos no toleran los juegos de la vanguardia" y que era "partidario

de una literatura mexicana que pueda compararse con las mejores

obras clasicas de Ia literatura europea" 0/ ogt 66), el estridentismo recibi6, entre much as otras acusaciones, la que formul6 Jorge

Cuesta: practicar "deplorables regresiones romanticas" .1 De est a

manera, la oposici6n clasicismo-romanticismo como una opo­

sici6n que se da entre el concepto de escuela y el de movimiento,

seg{tn Poggioli, tambien esta presente en el desarrollo del estriden­

tismo.

Por otra parte, y apoyando Ia misma situaci6n, se tiene que,

para los estridentistas, Ia poes.la es "una explicaci6n sucesiva de

fen6menos ideol6gicos, por medic de imagenes equivalentistas

orquestalmente sistematizadas", seg{tn aparece en el Manifiesto es­

tridentista numero 2 (Schneider 1985 49), mientras que para To­

rres Bodet "Solo son verdaderamente poetas los esp.lritus pose.ldos

de divinidad que traen un mensaje digno de enriquecer Ia vida: en

1 Cuando Guillermo Sheridan comenta esta acusaci6n de Cuesta a Maples Arce (Los contempordneos ayer, pp. 131-134) solamente cita Ia observaci6n de Octavia Paz en Ia que se seiiala que Maiakovsky y Apollinaire tambien fueron romanticos. La filiaci6n romantica de las vanguardias es mucho mas fuerte. Po­ggioli, despues de dedicar un capitulo a discutirla, concluye que Ia vanguardia no se podria explicar hist6ricamente sin el precedente romantico.

Literatura Mexicana

125

Page 8: Las ideas esteticas del estridentismo

tal virtud, su verbo es profeda y su musica es revelaci6n. Arroja­

do por Plat6n de la Republica, el poeta lleva su ciudad por donde

va". (Sheridan 104). Es claro que, si para Torres Bodet la labor del

poeta esd. ligada a un mundo trascendente de valores intempora­

les, para Maples Arce y los estridentistas el asunto corre paralelo

al devenir de la historia.

Continuando con Poggioli, llegamos al punto que reviste ma­

yor interes para el presente trabajo. Se trata de lo que el autor

llama "la dialectica de los movimientos", la cual consta de dos

actitudes que son inmanentes al movimiento: activismo y antago­

nismo, y de dos actitudes que terminan trascendiendolo: nihilis­

mo y agonismo. Cada una de ellas sera tratada ofreciendo ejem­

plos de sus caracter!sticas tomadas de textos estridentistas. El

orden en que estas actitudes han sido mencionadas, como lo seiia­

la Poggioli, no tiene ninguna relaci6n con la manera en que fun­

cionan en la realidad. La presencia de cada una de elias es frecuen­

temente simultanea y tanto su articulaci6n como sus fronteras

son bastante complejas. Identificarlas no significa encasillarlas,

sino entender su caracter dinamico. Poggioli inicia con la sem­

blanza del activismo:

A movement is constitued primarily to obtain a positive result,

for a concrete end. The ultimate hope is naturally the success of the specific movement or, on a higher, broader level, the affir­

mation of the avant-garde spirit in all cultural fields. But often a

movement takes shape and agitates for no other end than its own self, out of the sheer joy of dynamism, a taste for action, a

sportive enthusiasm, and the emotional fascination of adventure

(Poggioli 25).

Esta actitud, como bien puede apreciarse, no esta lejos de lo que

significa activismo y activista en el contexto polltico actual:

Literatura Mexicana

126

the tendency of certaiJ without heeding plans < od -including terrorisJ

of doing something, or

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Es aqu1 donde confluyeiJ

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ra de un "enemigo".

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El vinculo del estriden

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ces seiialado. Manuel Ma1

citar la famosa frase de N es mas bello que la VictOJ

muchos otros parrafos df

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propuesta por Poggioli:

Cosmopoliticemonos. ~ vencionales de arte nac:

grafo; sobre los rasca-cif

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lares se conmueve el asf

L

Page 9: Las ideas esteticas del estridentismo

tusica es revelaci6n. Arroja­

a lleva su ciudad por donde

ra Torres Bodet la labor del

lente de valores intempora­

itas el asunto corre paralelo

:>s al punta que reviste ma­

Se trata de lo que el autor

tos", la cual consta de dos

niento: activismo y antago­

an trascendiendolo: nihilis­

ra tratada ofreciendo ejem­

ie textos estridentistas. El

:nencionadas, como lo seiia-

con la manera en que fun­

cada una de ellas es frecuen­

uaci6n como sus fronteras

i no significa encasillarlas,

Poggioli inicia con la sem-

~o obtain a positive result,

~ is naturally the success of :r, broader level, the affir­

cultural fields. But often a

~or no other end than its

mism, a taste for action, a

a.l fascination of adventure

rrse, no esta lejos de lo que

tltexto poHtico actual:

the tendency of certain individuals, parties, or groups to act without heeding plans or programs, to function with any meth­

od -including terrorism and direct action- for the mere sake

of doing something, or of changing the sociopolitical system in

whatever way they can (Poggioli 27).

Es aqu! donde confluyen algunas ideas que se han manejado en

parrafos anteriores. Por un lado, el caracter de radicalismo ideol6-

gico y, por otro, la connotaci6n belica de avant-garde. El esp!ritu

de combate es muy importante en las vanguardias y definitiva­

mente es una actitud activista, pero sera tratado mas adelante

cuando se aborde el "antagonismo", ya que este presupone la figu­

ra de un "enemigo".

El activismo implica una coducta dinamica que, por una parte,

deriva en la exaltaci6n del deporte, mientras que, por otra, se in­

dina por el culto a la maquina, principalmente en su aspecto de

vehkulo (avian, tren, autom6vil) portador de la velocidad. As!, se

entiende que la "modernolatr!a" futurista italiana sea una de las

expresiones mas importantes de la actitud activista.

El vinculo del estridentismo con el futurismo italiano y con el

ultra!smo, primero espaiiol y luego argentino, ha sido muchas ve­

ces seiialado. Manuel Maples Arce, en Actual numero 1, no olvid6

citar la famosa frase de Marinetti "Un autom6vil en movimiento

es mas bello que la Victoria de Samotracia". Sin embargo, existen

muchos otros parrafos del mismo documento en los que tambien

se puede apreciar tanto el esp!ritu deportivo como la exaltaci6n

de la maquina, dentro de la concepcion mis amplia de activismo

propuesta por Poggioli:

Cosmopoliticemonos. Y a no es posible tenerse en cap1tulos con­

vencionales de arte nacional. Las noticias se expenden por tele­

grafo; sobre los rasca-cielos, esos rasca-cielos tan vituperados por todo el mundo, hay nubes dromedarias, y entre sus tejidos museu­

lares se conmueve el asensor [sic] electrico (Schneider 1985 45).

Literatura Mexicana

127

Page 10: Las ideas esteticas del estridentismo

Es necesario exaltar en todos los tonos estridentes de nuestro diapason propagandista, la belleza actualista de las maquinas, de los puentes g1mnicos reciamente extendidos sobre las vertientes por musculos de acero, el humo de las fabricas, las emociones cubistas de los grandes trasatlanticos [ ... ] el regimen industrialis­ta de las grandes ciudades palpitantes, las bluzas [sic] azules de los obreros explosivos en esta hora emocionante y conmovida; toda esta belleza del siglo (Schneider 1985 43).2

T ambien las siguientes Hneas, tomadas de diversos poe mas de Ma­

ples Arce, muestran caracteristicas similares:

En la esquina, un "umpire" de trafico, a su modo, va midiendo los "outs", y en este amarillismo, se promulga un sistema luminista de r6tulos3

Subitamente el coraz6n voltea los panoramas inminentes; todas las calles salen hacia Ia soledad de los horarios, subversion de las perspectivas evidentes, looping the loop en el trampoHn romantico del cielo,

2 Comparese este parrafo con el siguiente del Manifiesto del futurismo de

Marinetti: Cantaremos las grandes muchedumbres agitadas por el trabajo, por el

placer o la rebeli6n: cantaremos las mareas multicolores o polif6nicas de las

revoluciones de las capitales modernas, cantaremos el vibrante fervor nocturno

de los arsenales y de los astilleros incendiados por violentas lunas electricas, las

estaciones glotonas devoradoras de serpientes humeantes, las fabricas colgadas

de las nubes por los retorcidos hilos de sus humos; los puentes iguales a gigantes

gimnastas que se apean de los rios, relampagueantes al sol con un centelleo

de cuchillos, los buques venturosos que husmean el horizonte, las locomoto­

ras de ancho pecho [etcetera] (Basilio 23). 3 Fragmento del poema "Todo en un plano oblicuo ... " (Manuel Maples Arce

1981 39).

Literatura Mexicana

128

1

ejercicio moderno en el ambiente ing Ia N aturaleza subic el color del firman

En ambas estrofas estar

"out", trampolln, ejercic:

fico es un agente de tnu

autom6viles y, en Ia segu

desde un aeroplano", el F

En los dos ejemplos ante:

tran unidos. El agente di:

dor pilotea el aeroplano.

peculiar la creaci6n de t<

parecen llenar un round

unicamente del "nacimie

de la velocidad", como d1

no es a veces exclusivo

ejemplo el telegrafo es el tzianas), funciona casi ir mente, el escenario es la l

La ciudad insurrect flota en los almana1 y alia de tarde en t

por la calle plancha El insomnia, lo mi: se abraza a los and< y mientras que los la noche ha enflaqu

4 Fragmento del poema "CaJJ 5 Fragmento del poema "Pr.

Page 11: Las ideas esteticas del estridentismo

nos estridentes de nuestro

lalista de las maquinas, de

1didos sobre las vertientes

lS fabricas, las emociones

•. ] el regimen industrialis-

1 las bluzas [sic] azules de

nocionante y conmovida;

985 43).2

r.de diversos poemas de Ma­

lilares:

rafico, a su modo, e amarillismo, a de r6tulos3

:; edad de los horarios,

lelo,

del Manifzesto del futurismo de

>res agitadas por el trabajo, por el

1ulticolores o polif6nicas de las

mos el vibrante fervor nocturno

por violentas lunas electricas, las

humeantes, las fabricas colgadas

tos; los puentes iguales a gigantes

ueantes al sol con un centelleo

ean el horizonte, las locomoto-

oblicuo ... " (Manuel Maples Arce

•na

' I ejercicio moderno en el ambiente ingenuo del poema; la Naturaleza subiendo el color del firmamento. 4

En am bas estrofas esd.n presentes tanto el deporte ("umpire",

"out", trampoHn, ejercicio) como la maquina: el "umpire" del tra­

fico es un agente de transito coordinando el movimiento de los autom6viles y, en la segunda estrofa, tomada del poema "Canci6n

desde un aeroplane", el poeta describe las vivencias de un aviador. En los dos ejemplos anteriores la maquina y el hombre se encuen­

tran unidos. El agente dirige el movimiento de los autos y el avia­

dor pilotea el aeroplane. Sin embargo, en el estridentismo es muy

peculiar la creaci6n de todo un ambiente en el que las maquinas

parecen llenar un mundo aparte, "automatico". Ya no se trata

unicamente del "nacimiento del centauro" y de la "nueva belleza

de la velocidad", como deda Marinetti, sino de un mundo que, si

no es a veces exclusive de la percepci6n de las maquinas (por

ejemplo el telegrafo es el unico que puede percibir las ondas her­tzianas), funciona casi independientemente del hombre. Obvia­

mente, el escenario es la gran ciudad. Veamos algunos ejemplos:

La ciudad insurrecta de anuncios luminosos flota en los almanaques, y ana de tarde en tarde, por la calle planchada se desangra un electrico. El insomnio, lo mismo que una enredadera, se abraza a los andamios sinoples del telegrafo, y mientras que los ruidos descerrajan las puertas, la noche ha enflaquecido lamiendo su recuerdo.5

4 Fragmento del poema "Canci6n desde un aeroplane" (Maples Arce 198158). 5 Fragmento del poema "Prisma" (Maples Arce 1981 35).

Literatura Mexicana

129

Page 12: Las ideas esteticas del estridentismo

En el fru-fru inaL1mbrico del vestido autom<ltico que enreda por la casa su pauta seccional, incido sobre un extasis de sol a las vidrieras,

y la ciudad es una ferreteria espectral. 6

He aqu1 mi poema: iOh ciudad fuerte

y multiple,

hecha toda de hierro y acero!

los muelles. Las darsenas.

Las gruas. Y la fiebre sexual

de las fabricas.

Urbe: Escoltas de tranv1as

que recorren las calles subversistas.

Los escaparates asaltan las aceras,

y el sol, saquea las avenidas.

Al margen de los d1as

tarifados de pastes telef6nicos

desfilan paisajes momentaneos

por sistemas de tubos ascensores?

Este mundo fantastico se ve acompaiiado, en varios otros poemas

de Manuel Maples Arce, por las sombras, la noche, la soledad Y el silencio. Por ejemplo, en "T.S.H." (telegrafla sin hilos), el poeta

nos dice:

6 Fragmento del poema "Tras los adioses ultimos ... " (Maples Arce 1981 46).

7 Fragmento del poema "Urbe" (Maples Arce 1981 49).

Literatura Mexicana

130

Sobre el despe las estrellas an y en el audi6n se pierden las . olvidadas.

T.S.H. de los pas hundidos en la som vada de l1

El reloj de la luna mer· ha ladrado la b

La soledac es un bale abierto ha

~En d6nde estar de esta canci6n Las antenas ins recogen mensaJ inalambricos de algun adios

El ambiente nocturno favc

automatismo. Quiza en e

Maples Arce como el ante!

bles regresiones romantic

relativos a las tentativas f~

modernista. No obstante,

8 Fragmento del poema "T.S.

L

Page 13: Las ideas esteticas del estridentismo

~tido automatico f seccional, las vidrieras,

~ctral.6

~o y acero!

~ subversistas.

an las aceras,

renidas.

iS

~lefonicos

nentaneos

1s ascensores.l

iado, en varios otros poemas

pras, la noche, la soledad y el

telegrafla sin hilos), el poeta

Ultimos ... " (M:aples Arce 1981 46).

~ce 1981 49).

Sobre el despefi.adero nocturno del silencio las estrellas arrojan sus programas, y en el audion inverso del ensuefi.o, se pierden las palabras olvidadas.

T.S.H. de los pasos hun didos en la sombra vada de los jardines.

El reloj de la luna mercurial ha ladrado la hora a los cuatro horizontes.

La soledad es un balcon abierto hacia la noche.

~En d6nde estard el nido de esta canci6n mecdnica? Las antenas insomnes del recuerdo recogen mensaJeS inalambricos de algun adios deshilachado. 8

El ambiente nocturno favorece el sentimiento de sonambulismo y

automatismo. Quiza en el tono Hrico que presentan poemas de

Maples Arce como el anterior, Cuesta tambien ubicolas "deplora­

bles regresiones romanticas", a las que sumo los sefi.alamientos

relativos a las tentativas fallidas de superacion del fraseo poetico

modernista. No obstante, cabe apuntar que este lirismo integra a

8 Fragmento del poema "T.S.H." (Maples Arce 1981 60).

Literatura Mexicana

131

Page 14: Las ideas esteticas del estridentismo

la parafernalia tecnol6gica en su dicci6n, par lo cual es posible

afirmar que, si hay huellas de un esp1ritu romantico en el estriden­

tismo, se trata del esp1ritu romantico peculiar de las vanguardias.

Par otra parte, "T.S.H." nos proporciona la entrada para apuntar

otra peculiaridad del estridentismo: la existencia de las emociones

como seres independientes. El "adios deshilachado" es un senti­

miento que viaja errante en forma de onda hertziana esperando

ser captado par algt!n telegrafo. Este tipo de "materializaci6n" o

"congelamiento" de las emociones, que contribuye a esa ambien­

taci6n fantasmal, se ejemplifica aun mejor en las descripciones

que se hacen del famoso Cafe de N adie. Arqueles Vela, el prosista

del movimiento, proporciona la mas completa:

La puerta del Cafe se abre hacia la avenida mas tumultuosa del sol. Sin embargo, trasponiendo sus umbrales que estan como en el ultimo peldaiio de la realidad, parece que se entra al "subway" de los ensueiios, de las ideaciones (Vela 11-13).

El Cafe de Nadie, como sitio ficcional, plantea un contraste entre

la realidad de la "avenida mas tumultuosa del sol" y el oscuro

"'subway' de los ensuefios". Es una puerta a un mundo en el que:

Cualquier emoci6n, cualquier sentimiento, se estatiza y se para­peta en su ambiente de ciudad derruida y abandonada, de ciudad asolada por prehist6ricas catastrofes de parroquianos incidenta­

les y juerguistas (idem).

El tiempo se detiene, hay un filtro. La neblina, la patina y la luz

dan a los objetos una existencia fantasmal, suspendida:

T odo se esconde y se patina, en su atmosfera alquimista, de una realidad retrospectiva. Las mesas, las sillas, los clientes, estan como bajo la neblina del tiempo, encapotados de silencio.

Literatura Mexicana

132

La luz que dilucida la de los s6tanos, del subSl las perspectivas, lentamc necer (idem).

Poco a poco, los objetos <

Las sillas vuelven a su pc nada, reconstruyendo s abrazo embaucador.

Los visillos de las ven que les ha hecho vivir e mientos que no se exteri

En las encrucijadas cuel~ y risas que no ha sacudid las (idem).

Finalmente, sus parroqui~

irrumpen en el cafe que p

tal, una ficci6n de la que c

raz6n, sus elementos arqui

generis y los parroquianoi

atendidos, sin ser atendidos

Sus dos parroquianos en1 recorriendo los diversos dos por el vaho de los re do fumarse antes sus erne

De cuando en cuando llc ahogada carcajada femeni

Page 15: Las ideas esteticas del estridentismo

cion, por lo cual es posible

ltu romantico en el estriden­

; peculiar de las vanguardias.

iona la entrada para apuntar

t existencia de las emociones

s deshilachado" es un senti­

e onda hertziana esperando

tipo de "materializacion" o

lle contribuye a esa ambien-

mejor en las descripciones

ie. Arqueles Vela, el prosista

completa:

venida mas tumultuosa del mbrales que estan como en ce que se entra al "subway"

~a 11-13).

1, plantea un contraste entre

utuosa del sol" y el oscuro

uerta a un mundo en el que:

uento, se estatiza y se para­day abandonada, de ciudad de parroquianos incidenta-

~a neblina, la patina y la luz

1smal, suspendida:

:mosfera alquimista, de una lS sillas, los clientes, estan :apotados de silencio.

La luz que dilucida la actitud y la indolencia de las cosas surge de los sotanos, del subsuelo de las oscuridades y va levantando las perspectivas, lentamente, con una pesadez de pupilas al ama­necer (idem).

Poco a poco, los objetos cobran vida propia:

Las sillas vuelven a su posicion ingenua, tal si no hubiese pasado nada, reconstruyendo su impasibilidad y renovando su gran abrazo embaucador.

Los visillos de las ventanas se desprenden de las ensofiaciones que les ha hecho vivir el hipnotismo de la noche, y los pensa­mientos que no se exteriorizaran nunca caen de los voltaicos.

[ ... ]

En las encrucijadas cuelgan de las telarafias de silencio, palabras y risas que no ha sacudido todavfa el plumero de las nuevas char­las (idem).

Finalmente, sus parroquianos -Arqueles Vela y Maples Arce­

irrumpen en el cafe que parece ser solamente una creacion men­

tal, una ficcion de la que ellos mismos estan conscientes. Por esa

razon, sus elementos arquitectonicos llevan adjetivaciones tan sui

generis y los parroquianos pueden recorrerla sin moverse y ser atendidos, sin ser atendidos:

Sus dos parroquianos entran [ ... ]Sin moverse de su rincon van recorriendo los diversos pianos psicologicos del Cafe, ascendi­dos por el vaho de los recuerdos, enervados por no haber podi­do fumarse antes sus emociones.

[ ... ]

De cuando en cuando llega, desde el otro piso ideologico, una ahogada carcajada femenina que, como el JAZZ-BAND, quiebra

Literatura Mexicana

133

Page 16: Las ideas esteticas del estridentismo

en los parroquianos las copas y los vasos de su restaurant senti­

mental.

[ ... ]

Han llamado, 5, 6, 7, 8 veces al mesero. Un mesero hipotchico,

innombrable, que cada dia es mas extrafio (idem).

La ambientaci6n de El cafe de nadie es muy especial. Recuerda el

mentalismo de algunos textos de Mallarme combinado con una

especie de cubismo psicol6gico en el que el tema del tiempo ocupa

un lugar importante.

El siguiente punto relacionado con el activismo es el esp.lritu

de aventura. Ciertamente la experimentaci6n y la proposici6n de

nuevas tecnicas art.lsticas conllevan la emoci6n de la aventura. Por

eso, en sus memorias, Maples Arce se presenta como todo un

pionero: "Proclame la creaci6n de una poes.la nueva, juvenil, ori­

ginal, sensible al esp.lritu moderno, una "magia verbal", una supe­

raci6n de las viejas formas ret6ricas" (Maples Arce 1967 122). Esto

no deja de tener una ra.lz simbolista si se recuerda la prosa de

Rimbaud "La alquimia del verbo", en donde el poet a frances se

"jactaba de inventar un verbo poetico accesible, un d.la u otro, a

todos los sentidos" (Mallarme 192), o, si atendemos ala menci6n

que hace List Arzubide de Mallarme, en su "Conferencia sobre el

movimiento estridentista" (List Arzubide 1987 115-116), sobre la

posibilidad de componer con palabras una suerte de "musica de

ideas".

La aventura tambien est a presente en poemas como "Puerto".

Las vanguardias mas dispares se unen en esta sed de nuevas expe­

riencias, cuyo origen se remonta a poemas como "Invitaci6n al

viaje", de Baudelaire, y "Brisa marina" de Mallarme.9 Veamos el

poema de Maples Arce:

9 Para comodidad del lector transcribo ambos poemas:

Literatura Mexicana

134

Llegaron nuestros. el Atlantica canta y presiento un refl que sonr.len al corr de los pa!ses nuevc

El humo de los ba desmadeja el paisaj1

"]

1Hija rnia, rni hermana, I p jAmar sin cesar, I amar y mori1

I los cielos nublados, I para rni tu traidora mirada, I brillando 1

za, I lujo, calma y voluptuosi1

aiios, I decoran nuestra alcoba;

res I a los vagos aromas del ami I el esplendor oriental, I todo a: natal. I I Alii todo es orden y b

esos rios I dormir los navios I 1

mas pequeiio deseo I que vien,

baiian los campos, I los canale

mundo dormita I en calido res1 calma, voluptuosidad (Charles Moix, p. 189).

La carne es triste jay! y todo

desconocido I de espuma y de c

jardines que los ojos reflejan I s1

noches! ni en mi lampara Ia clari

de su blancura, I y ni Ia fresca c

fin! Zarpe el barco, y sereno I II ra. I Un hastio reseco ya de crue

paiiuelos. I jQuien sabe si los II viento sobre el naufragio, cuand,

jMas oye, oh coraz6n, cantar lo

sia francesa, poema traducido po

L

Page 17: Las ideas esteticas del estridentismo

:estaurant senti-

~sero hipotetico, 1}.

;pecial. Recuerda el

:ombinado con una

na del tiempo ocupa

tvismo es el espiritu

t y la proposici6n de

n de la aventura. Por

;enta como todo un

.a nueva, juvenil, ori­

gia verbal", una supe­

; Arce 1967 122). Esto

recuerda la prosa de

de el poeta frances se

sible, un dfa u otro, a

endemos a la menci6n

"Conferencia sobre el

1987 115-116), sobre la

a suerte de "musica de

>Oemas como "Puerto".

~sta sed de nuevas expe­

las como "Invitaci6n al

~ Mallarme. 9 V eamos el

poemas:

Puerto

Llegaron nuestros pasos hasta la borda de la tarde; e1 Atlantica canta debajo de los muelles, y presiento un reflejo de mujeres que sonrien al comercio de los pa.lses nuevos.

El humo de los barcos desmadeja el paisaje;

"Invitaci6n al viaje"

1Hija mia, mi hermana, I piensa en la dulzura I de ir a vivir juntos alii! I jAmar sin cesar, I amar y morir I en ese pais a ti parecido! I Los soles mojados, I los cielos nublados, I para mi alma tienen los encantos I tan misteriosos I de tu traidora mirada, I brillando entre tus Ll.grimas. I I AlH todo es orden y belle­za, I lujo, calma y voluptuosidad. I I Muebles relucientes, I pulidos por los aiios, I decoran nuestra alcoba; I las mas singulares flores I mezclando sus olo­res I a los vagos aromas del ambar, I los ricos anesones, I los Hmpidos espejos, I el esplendor oriental, I todo alH hablar!a I al alma en secreta I su dulce lengua natal. I I Alli todo es orden y belleza, I lujo, calma, voluptuosidad. I I Mira en esos rios I dormir los navies I del humor vagabundo; I es para complacer I tu mas pequeiio deseo I que vienen del fin del mundo. I Los soles ponientes I baiian los campos, I los canales, la ciudad entera, I de jacinto y de oro; I el mundo dormita I en d.lido resplandor. I I AIH todo es orden y belleza, I lujo, calma, voluptuosidad (Charles Baudelaire, Las flores del mal, trad. Ana Maria Moix, p. 189).

"Brisa marina" La carne es triste jay! y todo lo he leido. I jHuir! jHuir! Presiento que en lo

desconocido I de espuma y de cielo, ebrios los pajaros se alejan. I Nada, ni los

jardines que los ojos reflejan I sujetara este pecho naufrago en mar abierta I jOh noches! ni en mi Iampara la claridad desierta I sobre la virgen pagina que escon­de su blancura, I y ni la fresca esposa con el hijo en el seno. I jHe de partir al fin! Zarpe el barco, y sereno I meza en busca de ex6ticos perfumes su arboladu­ra. I Un hastio reseco ya de crueles anhelos I aun sueiia en el ultimo adios de los paiiuelos. I jQuien sabe si los mastiles, tempestades buscando, I se doblad.n al viento sobre el naufragio, cuando I perdidos flo ten sin islotes ni derroteros !. .. I jMas oye, oh coraz6n, cantar los marineros! (Mallarme, Rimbaud, Valery, Poe· sia francesa, poema traducido por Alfonso Reyes, p. 30).

Lireratura Mexicana

135

Page 18: Las ideas esteticas del estridentismo

brumosa traves.la florecida de pipas, jOh rubia transeunte de las zonas mar.ltimas! de pronto, eres la imagen movible del acuario.

Hay un trafico ardiente de avenidas Frente al hotel abanicado de palmeras.

T e asomas por la celos.la de las canciones al puerto palpitante de los motores y los colores de la lejan.la me miran en tus tiernos ojos.

Entre las enredaderas venenosas que enmarafian el suefio recojo sus sefiales amorosas; la dicha nos espera en el alegre verano de sus besos; la arrodilla el oceano de caricias, y el piano es una hamaca en la alameda.

Se reune la luna alla en los mastiles, y un viento de ceniza me arrebata su nombre; la navegaci6n agitada de pafiuelos, y los adioses surcan nuestros pechos, y en la debil memoria de todos estos goces, solo los petalos de su estremecimiento perfuman las orillas de la noche.

(Maples Arce 1981 64-65)

Uno de los anhelos mas intensos de Maples Arce, desde que lleg6

ala ciudad de Mexico para estudiar Derecho, fue viajar. Lograr1a

Literatura Mexicana

136

satisfacerlo a lo largo de

orgulloso de haberlo logJ

rias lleva como titulo Mi

reflej o de este deseo de a,

poemas simbolistas antes

tanto un s.lmbolo del via;

fundamental durante el, 1

Por otra parte, la imperi

marcada por los adioses :

No obstante, "Puerto" in

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sefiala Poggioli es el antal

tivismo. Si el activismo !

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juzga dafiina y equivocac

mo y colectivo llamado p

ble discernir dos facetas:

cia la tradici6n, aunqu

motivada por una clarida

unen en un todo que ser.l;

y social (Poggioli 25-26). Continua Poggioli sen;

tanto una postura individ

un lado, se da lo que corr

tra el mundo" y, por otrc

su propio grupo. Por otr

mar la forma de una actit

d )) d I e secta , ya sea e cara

bohemio del ghetto, o aris

Page 19: Las ideas esteticas del estridentismo

.1arhimas!

lS

~ras.

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les,

s, :hos, estos goces, nento

Arce 1981 64-65)

.pies Arce, desde que lleg6

recho, fue viajar. Lograria

satisfacerlo a lo largo de su carrera diplomatica y se sentiria tan

orgulloso de haberlo logrado que la segunda parte de sus memo­

rias lleva como titulo Mi vida por el mundo. "Puerto" es tanto un

reflejo de este deseo de aventura cosmopolita como un eco de los

poemas simbolistas antes mencionados. La figura de la mujer es

tanto un simbolo del viaje a lo desconocido como una compaiiia

fundamental durante el, tal como sucede en "Invitaci6n al viaje".

Por otra parte, la imperiosa necesidad del viaje, que aparece en­

marcada por los adioses y los pafiuelos, recuerda "Brisa marina".

No obstante, "Puerto" incluye imagenes como "puerto palpitante

de los mot ores" o "trafico ardiente de avenidas", en las que el

mundo tecnificado irrumpe y transforma la realidad del poema.

La segunda actitud de la "dialectica de los movimientos" que

sefiala Poggioli es el antagonismo, actitud complementaria del ac­

tivismo. Si el activismo gustaba de agitar por el mero placer del

movimiento, el antagonismo busca un oponente. Este puede ser la

academia, la tradici6n, alguna figura prestigiosa cuya influencia se

juzga dafiina y equivocada o, muy frecuentemente, el ser an6ni­

mo y colectivo llamado publico. En la actitud antagonista es posi­

ble discernir dos facetas: una enfocada hacia el publico y otra ha­

cia la tradici6n, aunque esta diferenciaci6n este unicamente

motivada por una claridad de exposici6n, ya que ambas partes se

unen en un todo que seria el antagonismo hacia el orden hist6rico

y social (Poggioli 25-26). Continua Poggioli sefialando que los dos antagonismos asumen

tanto una postura individualista como una postura de grupo. Por

un lado, se da lo que comunmente se llama la lucha de "uno con­

tra el mundo" y, por otro, la solidaridad de los rebeldes dentro de

su propio grupo. Por otro, tenemos que la vanguardia puede to­

marla forma de una actitud anarquista dominada por un "espiritu

de sect a", ya sea de caracter plebeyo, en don de el artist a es el

bohemia del ghetto, o aristocratico, en donde el artist a es el dandy

Literatura Mexicana

137

Page 20: Las ideas esteticas del estridentismo

de la torre de marfil. La vanguardia, en todo caso, busca la excep­

ci6n; no tiene pretensiones totalizantes, aunque pudiera parecerlo

por sus simpadas radicales de izquierda o derecha.

En el estridentismo, la actitud sectaria es muy clara. Las si­

guientes Hneas de su manifiesto inaugural son un testimonio con­

tundente:

{Que el publico no tiene recursos intelectuales para penetrar el prodigio de nuestra formidable estetica dinamica? Muy bien. Que se quede en la porter1a o que se resigne al "vaudeville". Nuestro ego1smo es ya superlativo; nuestra convicci6n, inque­brantable (Schneider 1985 46).

Por otra parte, la descripci6n que hace German List Arzubide de

Manuel Maples Arce es un buen ejemplo del dandy arist6crata y,

a la vez, revolucionario:

Flamante, recien desempacado al paseo de la tarde, con el traje perfumado de novedad, los guantes llenando el ademan, las po­lainas fanfarronas que han caminado sobre odios oportunistas, fincando su marcha, todo ellleno de la seguridad de su indumen­taria cronometrica, el poeta me tendi6 la mano, [ ... ] Es el Adan retrospectivo, abrumado por la serpiente. Me tendi6 la mano y me invit6 al Cafe, -{Al de Nadie? -No, al Cafe Mult3.nime, Cafe med.nico donde las meseras piden las cosas por radio, y la pianola toea musica interceptada de conciertos marcianos en sus discursos de papel apolillado.

[ ... ] Visto as! por la periferia, Maples Arce defrauda a la gente: es demasiado lucido para la escuela de vanguardia que apedre6 los balcones de lo eterno, pero ya cuando habla, mientras sus mira­das subrayan las palabras maduras y milicianas de orgullo, Ma­ples Arce es ei mismo, el que hizo nacer la vida entre los almana­ques de las letras (List Arzubide 1982 13-14).

Literatura Mexicana

138

T ambien la excentricidad

antagonismo, aunque free

flo. El retrato de Maples 1

ne un ligero aire de ellas. l

a Maples Arce en este aspc

lo explica de la siguiente 1

nico me ha llevado a adqu

existe" (Ortega 72). La a1

principios (un estridentist

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De la provocaci6n y el

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manera; sin embargo, sf1

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to numero 2 en Puebla, "

portales y tuvimos un enc

que estaba ah1" .10 Mas tar

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estuvo a punto de provocl

ta ten!a simpadas con los 1

para evitar un enfrentarni,

Como se ve, existe una

vanguardia y la poHtica, '

Poggioli:

The relation of the attitl to the modern cult of po

10 German List Arzubide en mayo de 1989.

Page 21: Las ideas esteticas del estridentismo

~ todo caso, busca la excep-

5, aunque pudiera parecerlo

a 0 derecha.

laria es muy clara. Las si­

u-al son un testimonio con-

~lectuales para penetrar el

~ca dinamica? Muy bien. If resigne al "vaudeville". ' .. , . luestra convtccwn, mque-

~ German List Arzubide de

plo del dandy arist6crata y,

o de Ia tarde, con el traje

mando el ademan, las po­

sobre odios oportunistas,

seguridad de su indumen-

1 Ia mano, [ ... ] Es el Adan

nte. Me tendi6 la mano y -No, al Cafe Multanime,

n las cosas por radio, y Ia

nciertos marcianos en sus

:e defrauda a Ia gente: es

IIlguardia que apedre6 los

habla, mientras sus mira­

llilicianas de orgullo, Ma­

r Ia vida entre los almana­

L3-14).

T ambien la excentricidad y el exhibicionismo son dos for mas de

antagonismo, aunque frecuentemente no vayan mas alla del desa­

flo. El retrato de Maples Arce, presentado por List Arzubide, tie­

ne un ligero aire de ellas. Pero quiza el incidente que mejor define

a Maples Arce en este aspecto es el uso de la motocicleta. El poeta

lo explica de la siguiente manera: "-Mi entusiasmo por lo meca­

nico me ha llevado a adquirir este aparato, el mas estridentista que

existe" (Ortega 72). La aparente busqueda de una coherencia de

principios (un estridentista debe usar cosas estridentes) enmascara

el verdadero interes de explotar el gesto excentrico.

De la provocaci6n y el exhibicionismo es muy facil, dice Pog­

gioli, desembocar en la actitud del tough guy que toma "acci6n

direct a", lleva a cabo venganzas y provocaciones terrorist as, infli­

giendo daiios flsicos. Los estridentistas no se condujeron de tal

manera; sin embargo, s1 tuvieron que defenderse de un publico

furibundo. List Arzubide relata que, despues de lanzar el Manifies· to numero 2 en Puebla, "esa noche salimos a pasearnos par los

portales y tuvimos un encuentro a palos con un cumulo de gente

que estaba ah1" .10 Mas tarde, List Arzubide fue nuevamente agre­

dido par los estudiantes de la universidad de Puebla, incidente que

estuvo a punta de provocar un zafarrancho mayor, ya que el poe­

ta ten1a simpadas con los obreros. La CROM tuvo que intervenir

para evitar un enfrentamiento obreros-estudiantes (idem). Como se ve, existe una relaci6n entre el caracter violento de la

vanguardia y la poHtica, espedficamente la poHtica actual. Dice

Poggioli:

The relation of the attitude called provocation and hooliganism

to the modern cult of political violence is clear. Such violence is

10 German List Arzubide en entrevista que me concedi6 en su domicilio en mayo de 1989.

Literatura Mexicana

139

Page 22: Las ideas esteticas del estridentismo

not content with expressing itself through concrete action -it also requires a theoretical and ideological exaltation and longs to make itself into a myth (in Sorel's sense). The fact is, the avant-garde, like every other modern movement of a partisan or subversive character, is not unmindful of the demagogic mo­ment: hence its tendency toward self-advertisement, propagan­da, and proselitysing (Poggioli 34).

En el estridentismo, hay un sinnumero de momentos en los cuales

es posible encontrar est a relaci6n. No fue en balde que Luis Mario

Schneider titulo su investigaci6n sabre el estridentismo El estri­

dentismo o una literatura de la estrategia. En este movimiento de

vanguardia hubo bastante observaci6n del ambiente poHtico-lite­

rario, utilizaci6n oportuna de medias propagand1sticos y otros

calculos que involucraban una sensibilidad poHtica. Quiza el testi­

monio mas interesante de este vinculo es el que da el propio Ma­

ples Arce en sus memorias:

Recordando que la v1spera de la proclamaci6n de la Independen­cia el cura Hidalgo publicaba un peri6dico que se llamaba El Despertador Americana, yo pensaba: "Eso es lo que se necesita para llevar a cabo la independencia literaria". "Esta gente esta durmiendo -me deda- hay que despertarla de su sueiio pro­funda, para lo cual es indispensable gritar, sacudirla y darle de palos si es necesario". Explicar las finalidades de la renovaci6n implicaba un largo proceso. La estrategia que conven1a era la de la acci6n rapida y la subversion total. Hab!a que recurrir a los medios expeditos y no dejar there con cabeza. No hab1a tiempo que perder. La madrugada aquella me levante decidido, sin que mediara ningl1n mensaje de la Corregidora, pues no estaba yo de novio, ni chocolate previo que recuerde, me dije: "No hay mas remedio que echarse a la calle y torcerle el cuello al doctor Gon­zalez Martinez" (Maples Arce 1967 122 y 123).

Literatura Mexicana

140

El parrafo esta lleno de si

tecnica poHtica, contiene

hist6rica (el paralelo con l

raria prestigiosa, dada en

sus composiciones mas fat

Enrique Gonzalez Martin

tegia para mas tarde regrt

parrafo.

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entrada, la literatura es vi

los medias publicitarios, :

primero que seiiala Maple

cho cambia consiste en la

la epoca. Para llevarlo a c

La "acci6n rapida", la "su

comenzar se plante6 Ma]

terializ6 en acci6n caner

Me puse a escribir un m;

a la imprenta de la Esa. papel V elin de colores sc thulos: "Muera e1 Cura ro", "Chopin a la silla concentrado mi furor.

El manifiesto fue fij~

toros y teatros, en los p palmente, por el barrio peri6dicos y se mand6 p1 y del extranjero (Maples

German List Arzubide rec

miento estridentista, y le ~

an tiacademica, ficcionalizi

nuento:

1

Page 23: Las ideas esteticas del estridentismo

rough concrete action -it ~gical exaltation and longs

''s sense). The fact is, the ,movement of a partisan or

fui of the demagogic roo­f-advertisement, propagan-

b de mementos en los cuales ,fue en balde que Luis Mario

tre el estridentismo El estri­

~· En este movimiento de t1 del ambiente poHtico-lite­

IS propagandisticos y otros

lidad poHtica. Quiza el testi­

' es el que da el propio Ma-

lmaci6n de la Independen­ri6dico que se llamaba El •Eso es lo que se necesita

literaria". "Esta gente esd. spertarla de su suefio pro­

~ritar, sacudirla y darle de 1alidades de la renovaci6n

:gia que convenfa era la de :. Habfa que recurrir a los 1 cabeza. No habfa tiempo : levante decidido, sin que .dora, pues no estaba yo de :de, me dije: "No hay mas

·le el cuello al doctor Gon­

!2 y 123).

El parrafo esta lleno de significado. Ademas de la relaci6n con la

tecnica polltica, contiene una referencia que lo liga a la tradici6n

hist6rica (el paralelo con Hidalgo) y una alusi6n a una figura lite­

raria prestigiosa, dada en un tono iconoclasta, junto con una de

sus composiciones mas famosas ("Tuercele el cuello al cisne ... ", de

Enrique Gonzalez Martinez). Pero volvamos al asunto de la estra­

tegia para mas tarde regresar con mas detalles sobre este mismo

parrafo.

La actitud de Maples Arce implica todo un plan de trabajo. De

entrada, la literatura es vista como sujeta a las fuerzas que rigen

los medios publicitarios, lo cual implica una desacralizaci6n. Lo

primero que seiiala Maples Arce es la urgencia de un cambio. Di­

cho cambio consiste en la liberaci6n violenta del status cultural de

la epoca. Para llevarlo a cabo habia que apoyarse en un publico.

La "acci6n rap ida", la "subversion total" es la estrategia que para

comenzar se plante6 Maples Arce. La relaci6n de como se ma­

terialize en acci6n concreta tambien esta en sus memorias:

Me puse a escribir un manifiesto. Apenas redactado este, me fui a la imprenta de la Escuela de Huerfanos. La hoja impresa en papel V elin de col ores se titulaba Actual. Destacaban en ella los

tftulos: "Muera el Cura Hidalgo", "Abajo San Rafael-San U.za­ro", "Chopin a la silla electrica", y otros lemas en que habfa concentrado mi furor.

El manifiesto fue fijado una noche, junto a los carteles de

toros y teatros, en los primeros cuadros de la ciudad y, princi­palmente, por el barrio de las Facultades. Se distribuy6 a los

peri6dicos y se mand6 por correo a diversas personas de Mexico y del extranjero (Maples Arce 1967 123) .

German List Arzubide recuerda el incidente, en su libro El movi­

miento estridentista, y le aiiade al testimonio la obligada alusi6n

antiacademica, ficcionalizandolo con el peculiar estilo del movi­

nnento:

Literatura Mexicana

141

Page 24: Las ideas esteticas del estridentismo

Una manana aparecieron en las esquinas los manifiestos (Actual numero 1) y en la noche se desvelaron en la Academia de la Len­

gua los correspondientes de la Espanola hacienda guardias por

turnos, se erda en la inminencia de un asalto (List Arzubide

1982 16 y 17).

Aunque el eco period1stico fue debil, la hoja volante tuvo efectiva­

mente exito pues provoc6 mucha discusi6n en el ambiente inte­

lectual y literario (Schneider 1985 15). Ademas, en un gesto de

verdadera estrategia publicitaria, Maples Arce se autocritic6. Nue­

vamente es List Arzubide quien da cuenta de lo sucedido:

Era necesario que alguien se incomodara con la nueva teor1a

porque los revisteros enmudecieron asombrados de ofr decir

aquello, ellos que s6lo hablan cuando alguno les sopla la lecci6n.

Maples Arce mand6 a Excelsior un ardculo de autocrhica, firma­

do con el nombre de Elguero, luego la gente se apasion6 por la

polemica sostenida por Maples Arce, en el hombre de paja lla­

mado Elguero, contra Maples Arce. Fue la epoca en que ese El­guero apareda diciendo cosas interesantes. Luego, en vista del

exito del nombre, alguien se lo apropi6 y tuvo vida, pero, en

realidad, antes del estridentismo, Elguero no existfa, era un per­

sonaje sin salida (List Arzubide 1982 17 y 18).

El efecto se reflej6 en las ventas del primer libra de Maples Arce.

Andamios interiores, 11 con un tiraje de mil ejemplares se acab6 en

dos semanas (Maples Arce 1967 126). Mas tarde, Maples Arce afir­

mara, con toda raz6n, que entre sus logros del afio de 1922 estuvo

el de "improvisar un publico" (Schneider 1985 15).

La agresi6n que contiene Actual numero 1 fue bastante eficaz.

La primera v!ctima de sus ataques fue el sistema en general: "todas

11 N6tese el paralelismo de contraste con Los jardines interiores de Amado Nervo.

Literatura Mexicana

142

las placas notariales y r6

con veinte siglos de exit<

vencionales par la ley"

Arce arremete contra Ia I

clarar:

Cuanta mayor, y mas I

recorte de peri6dico ar

organillerismos pseudo-:

tales de changarro gratis

ridos ante el auditorio ~

pasm6dicas y burguese:

cajas de caudales, como

ritual Guillermo de Tor

Los ultimos interlocutore

los cdticos y los academic

Me complazco en partici de estolistas npotenciale: ro1dos por todas las llag

nizante y apestada, acac

te obtusos, nescientes [

anadroides exotericos, p:

rna intelectual rigorista y paran mis cielos perspect

c6leras mezquinas y sus

pues en mi integral con'

aislamiento inedito y en traran el hermetismo ele~ sista (Schneider 1985 46).

Una manera de atacar al p1 forman de alguna manera s

tura iconoclasta es muy cl

Lit

Page 25: Las ideas esteticas del estridentismo

!Das los manifiestos (Actual

~ en la Academia de la Len­

'fola haciendo guardias por 1 un asalto (List Arzubide

a hoja volante tuvo efectiva­

icusi6n en el ambiente inte-

5). Ademas, en un gesto de

les Arce se autocritic6. Nue­

lenta de lo sucedido:

odara con la nueva teor.la

. asombrados de o.lr decir

alguno les sopla la lecci6n.

:iculo de autocritica, firma­

la gente se apasion6 por la , en el hombre de paja lla­

rue la epoca en que ese El­

santes. Luego, en vista del •pi6 y tuvo vida, pero, en

11ero no exisda, era un per-

17 y 18).

rimer libra de Maples Arce.

e mil ejemplares se acab6 en

Mas tarde, Maples Arce afir­

>gros del afio de 1922 estuvo

ider 1985 15). umero 1 fue bastante eficaz.

el sistema en general: "todas

Los jardines interiores de Amado

las placas notariales y r6tulos consagrados de sistema cartulario,

con veinte siglos de exito efusivo en farnracias y droguer.las sub­

vencionales por la ley" (Schneider 1985 41). Despues, Maples

Arce arremete contra la literatura anquilosada y su publico al de­

clarar:

Cuanta mayor, y mas honda emoci6n he logrado vivir en un recorte de peri6dico arbitrario y sugerente, que en todos esos

organillerismos pseudo-llricos y bombones mel6dicos, para reci­

tales de changarro gratis a las senoritas, declamatoriamente infe­

ridos ante el auditorio disyuntivo de niiias fox-troteantes y es­pasm6dicas y burgueses temerosos por sus concubinas y sus

cajas de caudales, como valientemente afirma mi hermano espi­

ritual Guillermo de Torre (Schneider 1985 42 y 43) .

Los ultimos interlocutores de la agresi6n de Actual numero 1 son

los cr.lticos y los academicos:

Me complazco en participar ami numerosa clientela fonografica de estolistas npotenciales [sic], criticos desrrados [sic] y biliosos,

ro1dos por todas las llagas lacerantes de la vieja literatura ago­

nizante y apestada, academicos retardatarios y espedficamen­

te obtusos, nescientes [sic] consuetudinarios y toda clase de anadroides exotericos, prodigiosamente logrados en nuestro eli­

rna intelectual rigorista y apestado, con que seguramente se pre­

paran mis cielos perspectivas, que son de todo punto inutiles sus

c6leras mezquinas y sus bravuconadas zarzueleras y rid.lculas, pues en mi integral convicci6n radicalista y extremosa, en mi

aislamiento inedito y en mi gloriosa intransigencia, s6lo encon­

traran el hermetismo electrizante de mi risa negatoria y subver­

sista (Schneider 1985 46).

Una manera de atacar al publico es ir en contra de las figuras que

forman de alguna manera su "pante6n" cultural y dvico. Esta pos­

tura iconoclasta es muy clara en los slogans que contiene Actual

Literatura Mexicana

143

Page 26: Las ideas esteticas del estridentismo

numero 1: "Muera el Cura Hidalgo", "Abajo San Rafael-San U.za­

ro", y "Chopin ala silla electrica". Tambien es representativo de

este aspect a el parrafo siguiente del Manifiesto estridentista numero

2:

CAGUEMONOS: Primero: en la estatua del Gral. Zaragoza, bra­vuc6n insolente de zarzuela, William Duncan del "film" in­tervencionista del imperio, encaramado sobre el pedestal de la ignorancia colectiva. Horror a los 1dolos populares. Odio a

los panegiristas sistematicos. Es necesario defender nuestra ju­ventud que han enfermado los merolicos exeg1sticos con nom­

bramiento oficial de catedraticos. Charles Chaplin es angular, representativo y democratico

(Schneider 1985 50).

La violencia verbal de este manifiesto, propuesto por List Arzubi­

de como respuesta solidaria al primer llamado de Maples Arce, es

notable, mas por el hecho de haber sido lanzado en Puebla, una

de las ciudades mas conservadoras del pais.

En lo que concierne a Enrique Gonzalez Martinez, menciona­

do en parrafos anteriores, es necesario subrayar que era la figura

poetica mas importante del momenta, a la que varios de los poe­

tas j6venes rendlan culto. En 1911, le habia "torcido el cuello al

cisne" del modernismo, pero solamente en su aspecto esteticista.

Su poes!a, con un caracter reflexivo y pantdsta buscaba la comu­

ni6n silenciosa y contemplativa con las casas, subrayando as! el

caracter simbolista del modernismo. Seglin Gabriel Zaid, en la

poesia de Luis G. Urbina, Amado Nervo y Gonzalez Martinez,

poetas del momenta vasconceliano, el tono era elegante y dolien­

te, la hora, vesperal, y la dicci6n era la de un personaje del cual

pudiera hacerse este epitafio: hizo una religion de su melancoHa y

en su seno muri6 (Zaid 76-77). Nada mas opuesto al esp1ritu joven

y dinamico que propugnaban los estridentistas.

Literatura Mexicana

144

1

j

I El antagonismo a las

momento tiene un antag

zoso, en el plano te6rico·

concepcion poetica que c

T oda tecnica de ane, el tual en un momento de nistas son inhabiles o i: ciones personales -unic

cesario y esto contra to

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por eso he de abandona1

Este afan teorizador es u

que tambien tuvo su luga

traves de la propuesta de

Desde el manifiesto inaug

La verdad estetica es tan

desenrollado en un plane

Las cosas no tienen vale poetica, florece en sus re

se manifiestan en un sec definitivo que una realid

Mas adelante, en el Manij

cion continuo: "La poesia [

nos ideol6gicos, por medic

mente sistematizadas" (S

inspiraci6n de los estrident

tas de Jean Epstein, Pierre,

las Beaudouin, Apollinaire te6ricos y creadores ligado.

Page 27: Las ideas esteticas del estridentismo

~bajo San Rafael-San U.za­

!IIlbien es representative de

'l,ifiesto estridentista numero

f del Gral. Zaragoza, bra­pl. Duncan del "film" in­~ado sobre el pedestal de , {dolos populares. Odio a sario defender nuestra ju­licos exeg1sticos con nom-

esentativo y democra.tico

, propuesto por List Arzubi­

llamado de Maples Arce, es

;ido lanzado en Puebla, una I . pats.

,nzalez Martinez, rnenciona­

o subrayar que era la figura

>, a la que varies de los poe­

e hab.la "torcido el cuello al

11te en su aspecto esteticista.

r pante.lsta buscaba la cornu­

las cosas, subrayando as! el

, Seg1ln Gabriel Zaid, en la

~ervo y Gonzalez Martinez,

:1 tono era elegante y dolien­

tla de un personaje del cual

.a religion de su rnelancoHa y

mas opuesto al esp.lritu joven

ridentistas.

El antagonisrno a las figuras consagradas de la literatura del

memento tiene un antagonisrno paralelo, y en cierta rnanera for­

zoso, en el plano te6rico-estetico. Habia que proponer una nueva

concepcion poetica que desplazara a la anterior:

T oda tecnica de arte, esta destinada a llenar una funcion espiri­tual en un momento determinado. Cuando los medios expresio­nistas son inhabiles o insuficientes para traducir nuestras emo­ciones personales -{mica y elemental finalidad estetica-, es ne­cesario y esto contra toda la fuerza estacionaria y afirmaciones rastacueras de la crhica oficial, cortar la corriente y desnucar los "swichs" [sic]. Una pechera reumatica se ha carbonizado pero no por eso he de abandonar el juego (Zaid 42).

Este afan teorizador es un rasgo irnportante de las vanguardias

que tarnbien tuvo su lugar en el estridentisrno, principalrnente a

traves de la propuesta de las llarnadas "irnagenes equivalentistas".

Desde el rnanifiesto inaugural, Maples Arce afirrna:

La verdad estetica es tan solo un estado de emocion incohercible desenrollado en un plano extrabasal de equivalencia integralista. Las cosas no tienen valor intrinseco posible, y su equivalencia poetica, florece en sus relaciones y coordinaciones, las que solo se manifiestan en un sector interno, mas emocionante y mas definitivo que una realidad desmantelada (Schneider 1985 42).

Mas adelante, en el Manifiesto estridentista numero 2, la teoriza­

cion continuo: "La poesia [es] una explicacion sucesiva de fen6rne­

nos ideologicos, por rnedio de irnagenes equivalentistas orquestal­

rnente sisternatizadas" (Schneider 1985 49). Las fuentes de

inspiracion de los estridentistas en estos ternas fueron las propues­

tas de Jean Epstein, Pierre Albert-Birot, Leonce Rosenberg, Nico­

las Beaudouin, Apollinaire, Max Jacob, Blaise Cendrars y otros

te6ricos y creadores ligados al cubisrno literario, al creacionisrno

Literatura Mexicana

145

Page 28: Las ideas esteticas del estridentismo

de Huidobro o al ultra.lsmo de Guillermo de Torre. Aunque es un

poco complicado desenredar toda esta madeja, se puede afirmar

que el estridentismo s.l tom6 en serio las reflexiones que produjo

en este campo, independientemente de lo que, objetivamente, se

pueda decir acerca de su originalidad. Una prueba de ello es el

hecho de que List Arzubide, aiios despues de acabado el movi­miento, se vuelve a extender sabre el tema de la "imagen equiva­

lentista", ofreciendo una definicion acompaiiada de ejemplos, si­

tuandola en el desarrollo de la expresi6n poetica y afirmando que

el estridentismo hab.la logrado dar un paso mas alla (List Arzubide

1987 16).

La forma mas amplia de antagonismo es la que se plantea entre

la nueva y la vieja generaci6n. De esta manera, dice Poggioli, la

edad es un punta polemico mas en la gesti6n de las vanguardias

que explica el culto a la juventud. En el caso del estridentismo, la

situaci6n adquiere mayor fuerza, pues la situaci6n demografica y

poHtica de Mexico, despues de la Revoluci6n, era propicia para

hacer reales las aspiraciones de los j6venes. 12 Esto explica que

Maples Arce exclame: "Exito a todos los poetas, pintores y escul­

tores j6venes de Mexico" (Schneider 1985 46), y List Arzubide

complemente la idea: "jMUERA LA REACCION INTELEC­

TUAL Y MOMIFICADA!" (Schneider 1985 51).

12 Jose Vasconcelos, primer secretario de educaci6n, hab1a dejado ver en sus

discursos que Mexico necesitaba de los j6venes para llevar a cabo la cruzada

educativa y que su labor misionera seda de gran valor. Esto se convirti6 en

realidad para muchos yen especial para Jaime Totres Bodet, quien en 1920, a

los 19 afios, fue nombrado secretario de la Escuela Nacional Preparatoria. Un

aiio mas tarde seda secretario particular de Vasconcelos y acercada a sus ami­

gos, los Contemporaneos, a las esferas subsidiadas por el gobierno. As! se gene­

rar1a un grupo de poder con el cual se enfrentadan las otras propuestas, entre las

que se encontraba la estridentista (Cf Guillermo Sheridan, p. 123). La misma

situaci6n se puede observar en el importante cargo que desempeii6 Manuel Ma­

ples Arce, como secretario de gobierno del estado de Veracruz, a los 27 aiios.

Literatura Mexicana

146

Sin embargo, el antag1

problema mas amplio qt

Observa Poggioli:

The avant-garde cult oJ subject it to a critical a valid sympathetic side, t

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De esta manera se entien futurismo hacia la maquiJ

randola, por momentos, c

hecho de que gran cantid~

imitar los dibujos del niii<

Arce es posible encontrar

traves de un proceso de mi V eamos las siguientes Hne:

Y los avic pajaros de no escribi en el agua

La mirada del poeta asum

aviones en pajaros. En "Ca vista cambia. El poeta, que

rama poblado de objetos e1 tencia infantil:

Page 29: Las ideas esteticas del estridentismo

rmo de Torre. Aunque es un

ta madeja, se puede afirmar

J las reflexiones que produjo

~e lo que, objetivamente, se

d. Una prueba de ello es el

lespues de acabado el movi­

l tema de la "imagen equiva­

tcompaiiada de ejemplos, si­

i6n poetica y afirmando que

paso mas alia (List Arzubide

no es la que se plantea entre

;ta manera, dice Poggioli, la

a gesti6n de las vanguardias

el caso del estridentismo, la

~s la situaci6n demografica y

~oluci6n, era propicia para

j6venes.12 Esto explica que

los poetas, pintores y escul­. 1985 46), y List Arzubide

~ REACCION INTELEC­

ler 1985 51).

~ducaci6n, habfa dejado ver en sus

nes para llevar a cabo la cruzada

gran valor. Esto se convirti6 en

1e Totres Bodet, quien en 1920, a

scuela Nacional Preparatoria. Un

iT asconcelos y acercarfa a sus ami­

iadas por el gobierno. Asf se gene­

lrfan las otras propuestas, entre las

:rmo Sheridan, p. 123). La rnisma

cargo que desempefi6 Manuel Ma­

rtado de Veracruz, a los 27 afios.

Sin embargo, el antagonismo de las generaciones plantea un

problema mas amplio que la simple exaltaci6n de la juventud.

Observa Poggioli:

The avant-garde cult of youth merits detailed discussion. We subject it to a critical analysis that emphasizes, along with its valid sympathetic side, the farcical and ludicruous. Excesive ex­altation of youth obviously leads to a regresive condition: from

youthful freshness to adolescent ingeniousness, to boyish pran­kishness, to childishness (Poggioli 35).

De esta manera se entiende, agrega Poggioli, que la actitud del

futurismo hacia la maquina haya sido un tanto infantil conside­

randola, por momentos, como un juguete. Esto tambien aclara el

hecho de que gran cantidad de pinturas de vanguardia intentaran

imitar los dibujos del nifio. En algunos de los poemas de Maples

Arce es posible encontrar ejemplos de esta actitud, en especial, a

traves de un proceso de miniaturizaci6n de los objetos manejados.

Veamos las siguientes Hneas que pertenecen al poema "Saudade":

Y los aviones, pajaros de estos dimas esteticos no escribiran su nombre en el agua del cielo.

(Maples Arce 1981 7 4)

La mirada del poeta asume una ingenuidad que transforma a los

aviones en pajaros. En "Canci6n desde un aeroplano" el punto de

vista cambia. El poeta, que a la vez es piloto, contempla un pano­

rama poblado de objetos empequefiecidos con un aire de omnipo­tencia infantil:

Literatura Mexicana

147

Page 30: Las ideas esteticas del estridentismo

Canci6n desde un aeroplane

Estoy a la intemperie de todas las esteticas; operador siniestro de los grandes sistemas, tengo las manos llenas de azules continentes

[ ... ]

puertos tropicales del Atlantica azules litorales del jardln oceanografico donde se hacen sefiales los vapores mercantes; palmeras emigrantes, [etcetera].

(Maples Arce 1981 57 y 58)

La posesi6n de los objetos como miniaturas viene a confirmarse

en la ultima Hnea del poema, cuando el panorama se asemeja a un

mapa:

y el paisaje entreabierto se me cae de las manos. (Maples Arce 1981 59)

Por otra parte, es cierto, como apunta Luis Mario Schneider, que

en este poema existe una reminiscencia baudelaireana (Schneider

1970 188-190). Si el poeta de "Invitaci6n al viaje" hace ofrenda ala

amada con los nav1os que vienen desde muy lejos solo para satisfa­

cer sus deseos, Maples Arce tambien hace un regalo similar pero

adaptado ala nueva manera de viajar, que es el avi6n:

Literatura Mexicana

148

Al llegar te ent equilibria perfe

Es cierto que se puede ve:

dad triunfante"; sin emb:

infantil ya que todo suce

[en el que se encuentra c

columpios" (idem). La p

limita a lo antes expuestc abordar la tercera faceta

nihilismo, para continua

Cito nuevamente a Poggi<

The taste for action for ~

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limit. It finds joy not rn

but even in the act of b destroying whatever staJ stitued can be defined a

and we can give it no bet moment.

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El movimiento nihilista p1 Dermee, en 1920, deda q

(Rodriguez Prampolini 2~

predominante de Dada y f

fan til:

in dadaism [ ... ] the nihili:

ry, even solitary, psychic

Page 31: Las ideas esteticas del estridentismo

.aeroplano

lpene ticas; ro ~temas,

entes '

~s

ografico seiiales .:antes; ntes, [etcetera]. ~ 1981 57 y 58)

1iaturas viene a confirmarse

el panorama se asemeja a un

1e cae de las manos. [aples Arce 1981 59)

a Luis Mario Schneider, que

:ia baudelaireana (Schneider

on al viaje" hace ofrenda a la

e muy lejos solo para satisfa­

hace un regalo similar pero

, que es el avi6n:

Alllegar te entregare este viaje de sorpresas, equilibrio perfecto de mi vuelo astron6mico

(Maples Arce 1981 58)

Es cierto que se puede ver en el poema una actitud de "moderni­

dad triunfante"; sin embargo, esto no le quita el tono de juego

infantil ya que todo sucede "en el ambiente ingenue del poema

[en el que se encuentra el] Pais donde los pajaros hicieron sus

columpios" (idem). La presencia de una actitud infantil no se

limita a lo antes expuesto pero, en este punto se hace necesario

abordar la tercera faceta de la dinamica de las vanguardias, el

nihilismo, para continuar explicando algunos gestos infantiles. Cito nuevamente a Poggioli:

The taste for action for action's sake, the dynamism inherent in the very idea of movement, can in fact drive itself beyond the point of control by any convention or reservation, scruple or limit. It finds joy not merely in the inebriation of movement, but even in the act of beating down barriers, razing obstacles, destroying whatever stands in its way: That attitude thus con­stitued can be defined as a kind of trascendental antagonism, and we can give it no better name than nihilism or the nihilistic moment.

[ ... ] the essence of nihilism lies in attaining nonaction by acting, lies in destructive, not constructive labor (Poggioli 26, 61-62).

El movimiento nihilist a por excelencia fue el dada1smo. Y a Paul

Dermee, en 1920, deda que "Dada destruye y se limita a ello" (Rodriguez Prampolini 295). Poggioli seiiala esta caracter1stica

predominante de Dada y establece su relaci6n con el esp1ritu in­fantil:

in dadaism[ ... ] the nihilistic tendency functioned as the prima­ry, even solitary, psychic condition; there it took the form of an

Literatura Mexicana

149

Page 32: Las ideas esteticas del estridentismo

intransigent puerility, an extreme infantilism. [ ... ] there existed

in the avant-garde mentality a nihilism and an infantilism wich

functioned reciprocally. Further, as practical psychology teach­

es us, the taste for destruction seems innate in the soul of a child

(Poggioli 62).

Ahara, una de las principales barreras que coloca el nino frente al

adulto para delimitar su mundo es la creaci6n de un vocabulario

nuevo y exclusivo. Dada es una palabra que proviene de dicho

dominio. La discusi6n que los mismos dada!stas suscitaron alrede­

dor de su significado es bastante conocida, as! como la respuesta

de Tristan Tzara: "Dada no significa nada" (Rodriguez Prampoli­

ni 142), la cual proporciona las claves para confirmar las palabras

de Poggio!i. En ella estan presentes la invenci6n de un nuevo vo­

cablo, el juego del nino y la negaci6n.

El estridentismo esta lleno de neologismos y de una jerga pin­

torescamente violenta y destructiva, como se puede percibir en

los pasajes citados a prop6sito de la actitud antagonista. Hay neo­

logismos producidos par pn!stamos de otras lenguas como: swich

[sic], vaudeville, decouvert, players, umpire, looping the loop,

p6kar [sic], etc. Otros sedan par derivaci6n: despetalar [un crisan­

temo ], horosc6picamente, fox-troteante, literatur!pedos, estilici­

dio, sintaxicidio, ideoclor6ticamente, etcetera. T ambien tenemos

neologismos par crasis como "incohercible" (incoherente + in­

coercible) y "extrabasal" (extravasar + basal). No en balde Borges

consider6 que el estridentismo era un "diccionario amotinado, la

gramatica en fuga" (Borges 129).

Tam bien es necesario mencionar que en este afan de invenci6n

verbal hay un momenta en el que ellenguaje adquiere un caracter

hermetico, que viene a reforzar la actitud sectaria de los movi­

mientos de van guardia. V eamos una estrofa del poema "T ado en

un plano oblicuo ... " de Maples Arce:

Literatura Mexicana

150

En tanto que la tis paseante de autom me electrizo en el Van cayendo las h,

Definitivamente, ellengu:

dos siguientes interpretaci

lenguaje proveniente de a:

El primer caso es el ca

Mario Schneider comenta

rirse a El movimiento estrl

una especie de Biblia est1

dad, carezcamos ahora ,

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nos son inaccesibles (Scb

El segundo caso es el qu

frecuentemente lo busc6 c

en su afan destructivo, ret

abiertamente la contradicc

fiesta Dada 1918", de Tris

Escribo un manifiesto y

y por principia estoy er bien estoy en contra de 1 10 para demostrar que 1 cabo acciones contradict<

Estoy en contra de la ac<

la afirmaci6n, no estoy 1

porque odio el sentido C<

En el caso del estridentism

vista a Maples Arce muest:

L

Page 33: Las ideas esteticas del estridentismo

~tilism. [ ... ] there existed rn and an infantilism wich

~ractical psychology teach­

nnate in the soul of a child

,que coloca el nino frente al

creaci6n de un vocabulario

1bra que proviene de dicho

1 dada!stas suscitaron alrede­

)cida, as! como la respuesta

1ada" (Rodriguez Prampoli­

para confirmar las palabras

invenci6n de un nuevo vo-

:>gismos y de una jerga pin­

como se puede percibir en

titud antagonista. Hay neo­

: otras lenguas como: swich

umpire, looping the loop,

aci6n: despetalar [ un crisan­

tte, literatudpedos, estilici­

etcetera. T ambien tenemos

:rcible" (incoherente + in-

basal). No en balde Borges

"diccionario amotinado, la

te en este afan de invenci6n

nguaje adquiere un caracter

:titud sectaria de los movi­

strofa del poema "T odo en

na

En tanto que la tisis -todo en un plano oblicuo­paseante de autom6vil y tedio triangular, me electrizo en el vertice agudo de mi mismo. Van cayendo las horas de un modo vertical.

(Maples Arce 1981 38)

Definitivamente, ellenguaje de dichas Hneas obedece a una de las

dos siguientes interpretaciones: o es un lenguaje hermetico o es un

lenguaje proveniente de algU.n juego de azar dadaista.

El primer caso es el caso dpico de toda sociedad secreta. Luis

Mario Schneider comenta la existencia de dicha situaci6n al refe­

rirse a El movimiento estridentista de List Arzubide como:

una especie de Biblia estetica del estridentismo; aunque en reali­

dad, carezcamos ahora de todas las "claves" secretas que toda

sociedad poetica presupone y por ello muchos de sus elementos

nos son inaccesibles (Schneider 1970 176).

El segundo caso es el que se relaciona con el sinsentido. Dada

frecuentemente lo busc6 como un media de epater-le-bourgeois y,

en su afan destructivo, retir6 los marcos de referencia y practic6

abiertamente la contradicci6n. Las siguientes palabras del "Mani­

fiesto Dada 1918", de Tristan Tzara, son un buen ejemplo:

Escribo un manifiesto y no quiero nada, pero digo ciertas cosas,

y por principia estoy en contra de los manifiestos como tam­

bien estoy en contra de los principios [ ... ] Escribo este manifies­to para demostrar que la gente puede conjuntamente llevar a

cabo acciones contradictorias en {mica respiraci6n de aire fresco.

Estoy en contra de la acci6n. De la contradicci6n y tambien de la alirmaci6n, no estoy ni en favor ni en contra, y no explico

porque odio el sentido comun (Rodriguez Prampolini 141).

En el caso del estridentismo, el siguiente fragmento de una entre­

vista a Maples Arce muestra una actitud similar a la anterior:

Literatura Mexicana

151

Page 34: Las ideas esteticas del estridentismo

Nunca imagine que e1 estridentismo llegara a ser el motivo cen­tral de una preocupacion. La gente se ha empeiiado en arrancar una significacion a mi gesto ironizante. Soy el primero en la­mentarlo, pero no puedo oponerme a ello.

El estridentismo no es una tendencia, como creen algunos, ni mucho menos una escuela, como piensan otros. Hay teor1a que niega la existencia de Dios. A nosotros se nos discute, se nos injuria, pero no se nos niega: somos mas que Dios: No conta­mos a los que creen que la Biblia es un diccionario de Calleja: El estridentismo es una subversion en contra de los principios reac­cionarios que estandarizaran el pensamiento de la juventud inte­lectual de la America. Esto, nada significa, no tiene importancia alguna: la juventud es solo un pretexto para hacer locuras, y la America, una broma de Cristobal Colon, una noticia de la Asso­ciated Press, un "chantage" [sic] literario del expositor vanguar­dista y teorizante intrepido Jose Vasconcelos[ ... ] El secreto no esta en los manicomios, pero la risa es buena para la digestion (Lebranc 69-70).

No obstante, el fragmento de Maples Arce no tiene la fuerza de­

moledora que aparece en los escritos dada1stas. Esto quiza se debe

a que en Mexico, dice Luis Mario Schneider, "la difusion del da­

dal.smo [ ... ]no reviste las proporciones que alcanzo la del futuris­

mo" (Schneider 1970 23). Los estridentistas no sendan una gran

simpada por e1 dada1smo. El aspecto de total destruccion no les

era agradable. Sin embargo, hay algunos rastros en los que la refe­

rencia dada1sta es directa. Dice Manuel Maples Arce en Actual

numero 1:

Con este vocablo dorado: estridentismo, hago una transcripcion de los rotulos dada, que estan hechos de nada, para combatir la "nada oficial de libros, exposiciones y teatro" (Schneider 1985 46).

Ademas, es necesario recordar que la risa fue un gesto muy utili­

zado por los dada.lstas (Rodriguez Prampolini 282), y que los estri-

Literatura Mexicana

152

dentistas tambien recurr:

"La risa de List Arzubide

El movimiento estridentisl

la cual trata dicho texto.

El ultimo momenta d del agonismo. Explica Pc

Looking deeper, we ult go always further, the 1

tity can reach the poin losses of others and igiJ tion. It even welcomes unknown sacrifice to fourth aspect or postUI or agonistic moment (P

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coloca, al parecer, en un

de la literatura mexicana

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tario de los amores de 1: hay mas remedio que ec

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Hidalgo: "Caballeros, s'

que ir a coger gachupu

prender la dimension p~

cito. Maples Arce, en c;

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legara a ser el motivo cen­ha empeiiado en arrancar

.te. Soy el primero en la­

ello.

a, como creen algunos, ni ian otros. Hay teor!a que

os se nos discute, se nos

nas que Dios: No conta­

diccionario de Calleja: El

'ra de los principios reac­ento de la juventud inte­

ca, no tiene importancia

para hacer locuras, y la

1, una noticia: de la Asso­

, del expositor vanguar­

tcelos [ ... ] El secreto no

buena para la digestion

·ce no tiene la fuerza de­

ustas. Esto quiza se debe

tder, "la difusion del da­

le alcanzo la del futuris­

tas no sent!an una gran

:otal destruccion no les lStros en los que la refe­

IJaples Arce en Actual

.go una transcripci6n

tda, para combatir la

'(Schneider 1985 46).

le un gesto muy utili­

li 282), y que los estri-

dentistas tambien recurrieron a ella en algunos de sus trabajos:

"La risa de List Arzubide", texto de Arqueles Vela que aparece en

El movimiento estridentista, y la mascara de German Cueto, sobre

la cual trata dicho texto. El ultimo momento de la dialectica de los movirnientos es el

del agonismo. Explica Poggioli:

Looking deeper, we ultimately see that, in the febrile anxiety to

go always further, the movement and its constituent human en­

tity can reach the point where it no longer heeds the ruins and

losses of others and ignores even its own catastrophe and perdi­

tion. It even welcomes and accepts this self-ruin as an obscure or

unknown sacrifice to the success of future movements. This

fourth aspect or posture we may define with the name agonism

or agonistic moment (Poggioli 26).

Este es el punto en donde debemos retomar el parrafo, citado anteriormente, en el que Maples Arce hace referencia ala genesis

de su intencion renovadora antes de lanzar Actual numero 1. En ei se vio como Maples Arce se compara con la figura de Hidalgo y se

coloca, al parecer, en una actitud grandilocuente, como libertador

de la literatura mexicana. Esto en apariencia esta en franca contra­

diccion con la actitud estridentista marcadamente iconoclasta que muy espedficamente dice en Actual numero 1: "Muera el Cura

Hidalgo". Sin embargo, todo se aclara si vemos realmente en e1 gesto una actitud, primero, parodica y luego profetica. El comen­tario de los amores de la Corregidora, el chocolatey la frase "No

hay mas remedio que echarse a la calle y torcerle el cuello al doc­

tor Gonzalez Martinez" Oa cual remeda a la que se atribuye a

Hidalgo: "Caballeros, somos perdidos; aqui no hay mas recurso

que ir a coger gachupines") dan las daves necesarias para com­

prender la dimension parodica. El asunto de la profeda esta impH­cito. Maples Arce, en caso de ser el "libertador de las letras mexi-

Literatura Mexicana

153

Page 36: Las ideas esteticas del estridentismo

canas", tendra que ser destronado al igual que el mismo esta reti­

rando del palio al "padre de la independencia", con su grito de

guerra "Muera el Cura Hidalgo".

Una objecion surge a proposito de este ultimo enfoque si consi­deramos la cuestion del tiempo: las memorias de Maples Arce,

Soberana juventud, fueron escritas mucho despues de Actual nu­

mero 1, lo cual hace imposible que se de una "profeda sobre el

pasado". SegU,n parece, la designacion de "profeda" es inadecuada.

Seria mas correcto decir que lo que esta situacion significa es que

Maples Arce esta consciente de que el estridentismo habia estado

inscrito en un ciclo que ahora, a la distancia, reconoce con mayor

claridad, el ciclo de las vanguardias, pero que no por ello esta

obligado a abdicar de su momenta de gloria. Hay otras muestras en las que el estridentismo comprendio,

ahara sf de una manera anticipada, la necesidad de su final. Me

refiero a la carta de German List Arzubide a Salvador Gallardo y a la de Miguel Aguillon Guzman al mismo Gallardo, ambas reco­

piladas por Luis Mario Schneider. La primera dice asi:

Es posible que lancemos un manifiesto estridentista con el nom­bre de Ultimo, y en ei es necesario lo firmemos los cinco del grupo: tu, Aguil16n, Arqueles Vela, Maples y yo, para que diga­mos todo lo que pensamos hacer ahora que somos ya los cH.sicos del momenta de hierro (Schneider 1985 33-34).

La segunda completa la informacion anterior:

T enemos pensado lanzar desde Xalapa el ultimo manifiesto sub­versista, para declarar que el estridentismo ha inaugurado ya su periodo clasico. Estimamos que eso es una cosa necesaria, preci­samente para evitar que en las provincias algunos individuos in­tenten plagiar nuestros sistemas, etcetera (idem).

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El estridentismo se "sacrif:

co. Como tal, se compren

mo habia protagonizado.

en este caso, no tan oscur' ria y egofsta que, de todos

Los estridentistas, com< dad, un "copy-right". Au1

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158); en la misma revista, :

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muestra de esta sed de exc

En Mexico se inici6 ante tagrama, por Pedro Ech Cangiullo present6 com1 el nombre de "Poesia Pe.

Sin embargo, esta necesida

en Latinoamerica, debido

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1

Page 37: Las ideas esteticas del estridentismo

~al que ei mismo esta reti­

lendencia", con su grito de

~e ultimo enfoque si consi­

lnemorias de Maples Arce,

fcho despues de Actual nu­

~ de una "profeda sobre el

le "profeda" es inadecuada.

ta situaci6n significa es que

estridentismo habia estado

anc1a, reconoce con mayor

pero que no por ello esta

gloria.

estridentismo comprendi6,

necesidad de su final. Me

,bide a Salvador Gallardo y

smo Gallardo, ambas reco­lrimera dice asi:

· estridentista con el nom­

:1 firmemos los cinco del aples y yo, para que diga­que somos ya los clasicos 5 33-34).

tterior:

el ultimo manifiesto sub­smo ha inaugurado ya su

una cosa necesaria, preci­Las algunos individuos in­

ra (idem).

El estridentismo se "sacrific6" por haberse convertido en un clasi­

co. Como tal, se comprendi6 insertado en la diaU:ctica que ei mis­

mo habia protagonizado. El oscuro fin de que habla Poggioli es,

en este caso, no tan oscuro. Es un acto mas de una postura secta­

ria y egoista que, de todos modos, no deja de ser vanguardia.

Los estridentistas, como se ve, tambien buscaron una exclusivi­dad, un "copy-right". Aunque la carta de Miguel Aguill6n Guz­

man solamente se refiere a la provincia, es decir, a un ambito

nacional, hay bastantes evidencias de que el estridentismo tam­

bien busc6 internacionalizarse. Estas son algunas: Horizonte -la

revista estridentista, editada en Xalapa, en 1926- tuvo de corres­

ponsal en el extranjero a Arqueles Vela, quien se llev6la represen­

taci6n a la Peninsula, cuando parti6 para Espana (Schneider 1970

158); en la misma revista, se anunciaba un precio para suscripci6n

en el extranjero y se publicaban textos de autores de otros paises;

Actual numero 1 contenia un directorio de vanguardia el cual fue

ampliado y I o desmenuzado en Horizonte. El estridentismo pro­

cur6 tener un foro internacional para desde ahi poder reclamar

una originalidad. El comentario que hace Maples Arce nos da una

muestra de esta sed de exclusividad:

En Mexico se inici6 antes que en Europa la poes.la sobre el pen­tagrama, por Pedro Echeverria, que hace dos meses Francesco Cangiullo present6 como una revelaci6n en "Il Futurismo" con

el nombre de "Poes.la Pentagramata" (Ortega 72).

Sin embargo, esta necesidad de "copy-right" tuvo un cariz especial

en Latinoamerica, debido a que los esfuerzos de emancipaci6n

cultural se enfocaron en el sentido de la busqueda de una identi­

dad continental. Esta idea se venia desarrollando desde Ruben

Dar1o y el modernismo hispanoamericano, alimentada por una

creciente tensi6n en el binomio nacionalismo-cosmopolitismo. Al

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Page 38: Las ideas esteticas del estridentismo

respecto, es significative que, en 1926, se haya publicado, en Bue­

nos Aires, una antolog.la con el nombre de fndice de la nueva poe­

sia americana, la cual inclu.la tres pr6logos escritos por Alberto

Hidalgo, Vicente Huidobro y Jorge Luis Borges. Aunque, como

observa Jorge Schwartz, se trata de una selecci6n radical de la

vanguardia, significa un esfuerzo de integraci6n continental unico

para su epoca, en e1 que figuran los poetas mas representatives de

los diversos movimientos: Borges, Huidobro, Maples Arce, Neru­

da, List Arzubide y Tablada.13 En el numero 8 de Horizonte se

reseii6 la aparici6n de esta obra junto con un comentario sabre la

conocida querella Reverdy-Huidobro, en el que se le reclama a

Guillermo de Torre el poco aprecio que hace del autor de Altazor:

A pesar de- Guillermo de Torre, la America sabe lo que debe a

Huidobro, el poeta puede estar seguro que la envidia de un euro­

peo no had. nunca que se pierda su contribuci6n al despertar de

la pampa, que al fin, el pobre de don Guillermo no es mas que

un periodiquero (Schneider 1970 164-165).

Los estridentistas defend.lan la figura de Huidobro ante los ata­

ques de un De Torre resentido. Despues de su influyente paso por

13 Cf Jorge Schwartz, pp. 328-339. Los prologos reflejan las controversias de la epoca. Hidalgo, en un desplante sorpresivo para una antologia de este tipo, arremete contra la idea de hispanoamericanismo, reflejando un hartazgo del tema, y apoya el expansionismo norteamericano hacia Mexico y Centroameri­ca, reservando el cono sur para Argentina. Huidobro se muestra narcisista y Hrico, pues dedica su prologo a "los espiritus jovenes [ ... ] que no han olvidado que fue mi mano la que arrojo las semillas" y repite maximas y formulas poeti­zadas de como escribir poesia. Borges celebra el fin del rubenismo y sus inspira­ciones exoticas importadas (por ejemplo las leyendas isLindicas en Freyre) o superpuestas a la realidad americana (por ejemplo el Anahuac de Antonio de Soils en Santos Chocano) para reafirmar su proyecto nacionalista cuyo emble­ma es un idioma acriollado en el que sedan expresiones como "felicida" y "rea­lida".

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Madrid, en el verano de

tra.lsmo era un creacionis

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Page 39: Las ideas esteticas del estridentismo

:se haya publicado, en Bue­re de fndice de la nueva poe­

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1ma selecci6n radical de la

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que la envidia de un euro­

~tribuci6n al despertar de

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de Huidobro ante los ata­

~ de su influyente paso por

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para una antologfa de este tipo,

mo, reflejando un hartazgo del

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[uidobro se muestra narcisista y

ovenes [ ... ]que no han olvidado

~epite maxi.mas y formulas poeti­

l fin del rubenismo y sus inspira­

leyendas ishindicas en Freyre) o

nplo el Anahuac de Antonio de

·oyecto nacionalista cuyo emble­

presiones como "felicida" y "rea-

Madrid, en el verano de 1918, Huidobro lleg6 a decir que el ul­

tra1smo era un creacionismo degenerado (Videla 7-11). De Torre

y los ultra1stas siempre rechazaron esta acusaci6n que atentaba

contra su "patente" de originalidad. Por otra parte, no es de dudar

que De Torre hubiera albergado algunos sentimientos de paterni­

dad sobre el ultra1smo argentino, impulsado por Borges despues de su participaci6n en el ultra1smo espafiol. Ademas, a esto se

sumaba la competencia por areas de influencia cultural entre Es­

pana, por un lado, y Francia e Italia, por otro, reflejada, de mane­

ra emblematica, en la discusi6n sobre si se deber1a de hablar de "Hispanoamerica" o "Latinoamerica" (Schwartz 554-559). Como

se puede ver, ante la polemica Reverdy-Huidobro, la postura de

De Torre era diflcil. No obstante, por encima de las cuestiones de bloques culturales prevalecieron los argumentos ego1stas de la

precedencia y la originalidad.

Desde luego, los estridentistas no alcanzaron la misma influen­

cia que el creacionismo. Sin embargo, lo curioso es que aceptaron,

al igual que muchas otras vanguardias latinoamericanas, haber

imitado o reescrito a autores extranjeros, principalmente euro­

peos, por cuestiones de prestigio, aunque protestaron ante cual­

quier imitaci6n que hicieran de ellos sus compatriotas.

Rodolfo Mata

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Page 40: Las ideas esteticas del estridentismo

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