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LAS MATEMÁTICAS Y LA SOCIEDAD ACTUAL. UNA RELACION DE PODER TECNOLOGICO
Rivas, J.1 1UCLA-Venezuela
PALABRAS CLAVE:
Matemáticas - Poder tecnológico - Sociedad actual.
RESUMEN
El presente ensayo es producto de una investigación de tipo documental enmarcada en el paradigma cualitativo. A razón de esto, se expresan opiniones a partir de interpretaciones de la realidad estudiada. El propósito de esta investigación estuvo centrado en reflexionar sobre la relación de poder entre la Matemática y la tecnología en una caracterización de la sociedad actual: sociedad Hipermoderna. Para el logro de esta intención se relacionaron temas como: a) el concepto y utilidad de las matemáticas; b) características de la época hipermoderna; y c) conceptos e implicaciones del poder en la sociedad actual. Finalmente, se pudo concluir que la sociedad actual está impregnada suficientemente de conocimientos matemáticos como fundamento funcional de las diferentes tecnologías que permiten desarrollos competitivos entre los diferentes países, materializando una relación de poder tecnológico, determinando con esto en muchos aspectos la calidad de vida de los seres humanos y su interacción en sociedad, aunque muchas personas pueden no estar conscientes de esto.
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PLANTEAMIENTO
INTRODUCTORIO
Actualmente la información y la
comunicación, así como la
cibernética en desarrollo representan
una forma de control mediante la
tecnología en la sociedad. Los
ordenadores son parte esencial para
convivir eficazmente en la sociedad
del conocimiento. Un nuevo contexto
social denominado espacio virtual se
hace presente, ofreciendo una forma
de lenguaje distinta para la sociedad
en general; donde muchas de las
culturas se manifiestan para
interactuar de acuerdo a sus
intereses tanto colectivos como
individuales.
Tal diversidad, tanto
tecnológica como de interacción,
muestra la forma en la que
actualmente la especie humana se
ha ido superando. Esto último, ha
garantizado las eras de la
alimentación e industrialización,
modernizando cada vez más tales
estructuras, mejorando las
características de ambas épocas.
Simultáneamente también han
ocurrido mejoras en el mundo
tecnológico, en todas sus
dimensiones y formas con el uso del
conocimiento.
En este sentido, la tecnología
a través de los diversos productos,
tiene tres posibles caracterizaciones
que la hacen parte de nuestro mundo
social: a) la forma; b) el
funcionamiento; y c) la necesidad o el
uso. Estas particularidades están
asociadas a la manera de interactuar
socialmente como especie.
La forma, tiene que ver con la
geometría anatómica de los cuerpos
que se manipulan físicamente, como
por ejemplo computadoras, autos,
utensilios para la oficina, el hogar o el
trabajo. El funcionamiento, está
relacionado con una intención final,
cónsono con una o varias
necesidades que hacen el mundo
más seguro, cómodo y práctico
donde el conocimiento es la esencia
de los resultados finales. De modo
que, si bien es cierto que los tres
elementos referidos pueden estar
vinculados con diversas áreas del
47
conocimiento, se puede decir, que
todos están ligados al área de las
matemáticas. Así, la forma es
estudiada mediante la geometría, y el
funcionamiento y necesidades están
relacionados con la Aritmética en
cuanto al saber contar, por ejemplo.
En este orden de ideas, el
conocimiento matemático como
soporte complementario de diferentes
y abundantes tecnologías, ha
cambiado la manifestación interactiva
del individuo en la sociedad. Este
cambio se produce principalmente
con la presencia de elementos que el
hombre posmoderno ha combinado
con un nivel de complejidad
considerable, a través de su forma de
concebir el mundo en su interacción
social.
Al respecto, elementos como
el capitalismo, la lógica del mercado,
el consumismo, la potenciación del
hedonismo, los derechos humanos y
la democracia masiva, combinado
con la información y los medios de
difusión, las tecnologías de
información y comunicación (TIC),
permiten que la forma de control y
dominación sea algo completamente
característico de una sociedad
hipermoderna según describe
Lipovetsky y Sébastien (2006).
En este sentido, el
conocimiento de la Matemática
puede representar una forma de
poder a través de la esencia lógico
funcional de las tecnologías que
permiten al ámbito de la información,
controlar la difusión de la misma a
través de distintas señales y
diferentes vías. Esta lógica de la
tecnología también conlleva a que
áreas como la industria y la
agricultura permanezcan activas,
renovándose para el servicio del ser
humano en su forma de vida actual.
En este contexto, gran parte
de la población humana ha dejado la
administración del conocimiento a los
científicos e ingenieros, mientras que
la otra parte, se ha dedicado a ser
usuarios de la tecnología y de los
avances científicos. Es así como se
ha creado una dependencia de la
producción de bienes y servicios
48
tecnológicos que establece una
forma de orden y control en la
sociedad, es decir, se ha
materializado el rol de creador como
forma de poder sobre los resultados
del conocimiento matemático y su
impacto en la sociedad.
Lo expuesto, conlleva a las
siguientes interrogantes: a) ¿A qué
específicamente se hace alusión
cuando se habla de Matemáticas?; b)
¿Puede concebirse a las
Matemáticas como una forma de
poder en la sociedad actual? Tratar
de responder estas interrogantes
permite plantear el siguiente
propósito de investigación:
Caracterizar reflexivamente una
relación de poder entre la Matemática
y la tecnología en la sociedad actual.
DESARROLLO ARGUMENTAL
La Matemática también
llamada Matemáticas puede ser
definida como la “ciencia deductiva
que estudia las propiedades de los
entes abstractos, como números,
figuras geométricas o símbolos, y sus
relaciones” según el Diccionario de la
Academia Real Española (DRAE,
2014). Entre las ramas de esta
ciencia están la Aritmética, Álgebra,
Geometría Analítica, Trigonometría,
Cálculo Infinitesimal (derivadas e
integrales), Análisis Matemático,
Ecuaciones diferenciales, Álgebra
lineal, Álgebra general o abstracta,
Geometría Diferencial, Probabilidad y
Estadística, y otras áreas del
conocimiento y temas de diversa
profundidad que se conciben en el
ámbito científico.
Además, es una rama del
conocimiento de la cual,
prácticamente todas las personas
tienen una idea particular
parcialmente formada. En el ámbito
educativo formal, se puede decir que
la percepción Matemática está
constituida por tres etapas
características: a) la primera tiene
que ver con la educación primaria, b)
la segunda está relacionada con la
educación secundaria; y c) la tercera
está ligada a la educación
universitaria.
49
En la primera etapa se
promueven algunas operaciones
aritméticas que permiten hacer
cálculos básicos, así como nombres
y propiedades de algunas figuras
geométricas simples. En este
período, la Matemática se reduce a
cuatro operaciones básicas tales
como: suma, resta, multiplicación y
división, que permiten realizar los
cálculos usuales de la vida ordinaria
de conteo y sus aplicaciones para la
determinación de medidas de áreas y
volúmenes sencillos.
La segunda etapa es bastante
diferente. Ella está compuesta por
ecuaciones, axiomas, teoremas,
logaritmos, entre otras operaciones,
que muchas veces los estudiantes no
saben claramente para qué les
pueden servir. En este contexto, el
estudiante puede relacionar la
Matemática solo con exámenes y
aprobación de una asignatura pero
según Gómez (2012) “no es
concebible la innovación tecnológica,
en el sentido actual de investigación
y desarrollo, sin la presencia
preeminente de las Matemáticas y
sus métodos” (p. 19).
La tercera etapa, ubicada en
los estudios universitarios, incluye
contenidos que deben ser útiles para
las diferentes profesiones, como por
ejemplo, aspectos de la Estadística,
el Cálculo Infinitesimal, la Teoría de
la Decisión o la Informática, entre
otras. En esta etapa, la diversidad de
las ramas a estudiar dependerá del
perfil del profesional que se quiere
formar. Así, por ejemplo, para el caso
de los ingenieros agroindustriales, su
estudio se orienta hacia el desarrollo
industrial de la tecnología y la
alimentación como fuentes
principales para el mercado que
mueve a las sociedades.
En este orden de ideas, esta
ciencia forma parte de la descripción
y esencia lógico-simbólica que
anteriormente movió a la revolución
industrial y actualmente mueve a la
revolución tecnológica haciendo al
mundo interactivo con las diferentes
herramientas creadas para facilitar
diversos trabajos, como transporte,
50
comunicación, medidas, conteo,
control, entre otras.
Se puede decir entonces que
desde los tiempos de la revolución
industrial, el saber matemático pasó
a estar entre los saberes del
momento, y con él se desarrolló todo
un arsenal de artefactos, que le
daban a la ciencia su credibilidad
ante la paulatina separación del
hombre de lo espiritual y su
casamiento con lo racional de la
sociedad moderna.
Surge un desafío para la
humanidad en manos de la ciencia, y
las Matemáticas llevan la batuta al
responder dando solución a los
diversos problemas de índole
comercial, de medidas y de
navegación por ejemplo, que surgen
a partir de la revolución industrial en
tiempos de modernidad. Época ésta,
en la que se consideraba que los
empleados de las fábricas requerían,
para un mejor rendimiento y
conocimiento, tres características
formativas que los harían los
empleados ideales para la revolución
industrial: a) saber leer; b) saber
contar y; c) tener ética.
Posteriormente en el siglo
XVIII, Leonard Euler, según Montaño
y Dideroth (2013), “fue responsable
de muchas de las notaciones
empleadas en la actualidad” (p. 4). La
notación reduce la Matemática al
máximo, hace que algunos símbolos
contengan una gran cantidad de
información. Al igual que la notación
musical, la notación matemática
moderna tiene una sintaxis estricta y
codifica la información que sería
difícil de escribir de otra manera. La
notación moderna hace que la
Matemática sea mucho más fácil
para los profesionales, pero para los
principiantes puede resultar
complicada. Esta complicación crea
un efecto muchas veces adverso en
torno a la Matemática y su utilidad.
De esta forma, es muy posible
que a la mayoría de las personas no
les interese, por ejemplo, cómo y por
qué funciona un teléfono celular, qué
da la seguridad de usar una tarjeta
de crédito, cómo se llegó a tener
51
música en un disco compacto (cd),
por qué funciona un automóvil, un
aire acondicionado o un ordenador,
entre otras muchas cosas; que
sustentan su funcionamiento y
principios en los sistemas
matemáticos. Estos sistemas aunque
no son visibles en nuestro día a día
de manera consciente, están allí y
fundamentan casi todo lo que
hacemos y utilizamos.
Para este siglo XXI, es
reconocido que la Matemática
constituye una parte importante de la
humanidad debido a que fundamenta
el alto desarrollo tecnológico que no
detiene su progreso, tal y como lo
refiere la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura (UNESCO,
2006) cuando afirma que “en el siglo
XXI, las matemáticas están en el
centro de la vida cotidiana, y tienen el
poder de darle forma” (p. 4).
¿Ahora qué tipo de poder
tienen las Matemáticas? Y ¿qué se
entiende por Poder? Para Nietzsche
(1981) “el ser no es otra cosa que
Voluntad de poder, una cambiante
constelación de fuerzas que pugnan
entre sí para asegurarse la
dominación” (p.4). En tal sentido, la
voluntad de poder no constituye una
propiedad de los seres sino la
esencia misma de todo cuanto es,
dicho de otro modo, de todo cuanto
vive. Se puede decir entonces que el
Poder, visto como fenómeno social,
es una expresión de voluntad, inscrito
a una verdad en una realidad
concebida por un grupo de personas
que permite establecer un orden y
control.
La voluntad de poder es
generalizada a todo ser, incluyendo
al ser del hombre como especie
social, de manera que la interacción
social resulta siendo esencialmente
una voluntad dominadora y creadora,
donde para Nietzsche (ob. cit.) “cada
centro de fuerza posee su propia
perspectiva particular, desde la cual
interpreta y valora al mundo, de
acuerdo con sus particulares
intereses vitales” (p. 4). Esta voluntad
dominadora y creadora representa
una expresión de fabulación que
52
adereza y falsifica la realidad al
interpretarla desde el ángulo
exclusivo de sus conveniencias
vitales, lo cual se puede manifestar
particularmente, en diferentes formas
y escenarios sociales.
Al respecto, en el contexto
social, la voluntad de poder como
forma de dominación según Foucault
(citado por Lilla, 2005), implica una
“forma de control social, que se solía
ejercer de manera directa, brutal y no
se moderó hasta el siglo XIX, en que
se volvió más perverso e insidioso,
indirecto y sobre todo Psicológico”
(p.134). Ya no se establece el control
social por la fuerza directa de la
dominación, sino que se presenta
con algo de común aceptación
evidente y la industria tecnológica ha
sido una opción.
En la sociedad actual, esta
forma de control y dominación social
se realiza a través del desarrollo de
la tecnología y su impacto en la
sociedad del conocimiento. Así, el
control social siempre sigue, pero de
manera transformada con un alto
nivel de aceptación muchas veces
disfrazado por uno y por otros, donde
este nuevo tipo de control según
Foucault (citado por Lilla) “es peor
que el anterior, no porque perpetúe y
sostenga el poder (el poder está en
todas partes) ni porque lo apoye un
grupo más que otro (algo inevitable)
sino porque actúa en los secretos
meandros del alma” (p.135). En
muchas naciones, un disfraz de la
voluntad de poder esta en las
políticas de estado, determinando
que tecnología se adquiere y de
donde se obtiene para instaurar o
preservar una cultura.
Una de las formas como se
puede interpretar la voluntad de
poder es a través del conocimiento
científico. Con este se pueden
encontrar diversas áreas que se
combinan de manera
transdisciplinaria y multidisciplinaria
fortaleciendo en muchos casos el
avance tecnológico, social y en
general cultural de la sociedad. De
esta forma, el entramado donde
convergen el llamado boom del
conocimiento y el Capital Social se
53
presenta como una nueva tendencia,
una nueva manera de hacer sociedad
que centra su atención en lo que
subyace a las formas de interacción y
en cómo tales prácticas se traducen
en productos y servicios para
consumidores.
Bajo este modelo de sociedad
actual, el dominio de la tecnología y
el conocimiento compartido
constituyen elementos determinantes
para la creación de ventajas
competitivas de los conglomerados
de empresas y, por ende, de un país
que da oportunidad de expresar su
voluntad de poder sobre otros con la
producción, renovación de
tecnologías, aumento del consumo,
eficiencia y eficacia en la
industrialización, entre otras
características de las cuales han
surgido términos como la sociedad
hipermoderna desde algunas
perspectivas.
Pero ¿Qué es la Sociedad
Hipermoderna?, en el término
hipermodernidad, el prefijo hiper que
denota elevado, no sustituye o refleja
una superación de la Modernidad,
sino que la caracteriza como una
época de excesos y defectos en la
realización de las promesas que se
hace el hombre, cuando se consolida
el imperio de la racionalidad sobre el
mundo de las tradiciones religiosas y
sociales. Con la modernidad se
esperanzaba la liberación del
individuo y su autonomía, situación
que no llegó del todo, trayendo como
contraparte una situación que
Lipovetsky y otro (2006) caracterizó
como de “esclavitud real, burocrática
y disciplinaria que se ejerce no solo
sobre los cuerpos sino sobre los
espíritus” (p. 16).
Asimismo, Lipovetsky (1987),
difiere de Foucault y de Bourdieu en
la postura sobre modernidad. Para
Foucault la modernidad se explica a
partir de lo disciplinario y para
Bourdieu implica pertenencias
clasistas o distinciones sociales.
Lipovetsky por su parte, señala que
la modernidad implica caracterizar
socialmente a los individuos como
modistas lo que significa que han
encontrado en la moda una vía para
54
adquirir su autonomía y liberarse de
las tradiciones, “exaltando el
presente”.
La moda es efímera “por
naturaleza” y su existencia encarna
en la apariencia y la fantasía. Cada
individuo decide, autonómicamente,
su apariencia y su fantasía por
encima de su pertenencia de clase y
de las jerarquías sociales. La
determinación de la autoimagen
conlleva la generación de procesos
de identidad en cada sujeto. El
dominio de lo efímero determina lo
que se denomina como la era
posmoderna, que se caracteriza
según Lipovetsky y otro (2006) por “la
ampliación de la esfera de la
autonomía individual, a la
multiplicación de las diferencias
individuales, a la
destrascendentalización de los
principios reguladores sociales y a la
disolución de la unidad de los modos
de vida y de las opiniones” (p. 20).
El momento histórico concreto
en el que todas las trabas
institucionales obstaculizaron la
liberación individual se ha
resquebrajado y desaparece en lo
que representa la posmodernidad,
trayendo como consecuencia las
manifestaciones de deseos
personales, las realizaciones
individuales y la autoestima. Según
Lipovetsky (ob. cit.) “Es el momento
en que las grandes estructuras
socializadoras pierden su autoridad,
las grandes ideologías dejan de ser
vehículos, los proyectos históricos ya
no movilizan, el campo social ya no
es más que la prolongación de la
esfera privada: ha llegado la era del
vacío, pero sin tragedia ni
apocalipsis” (p. 24).
A diferencia de otros autores,
Lipovetsky y otro (ob. cit) señalan
que “la expresión posmoderno era
ambigua, torpe, por no decir confusa.
Porque lo que tomaba cuerpo era
evidentemente una modernidad de
nuevo cuño, no una superación de
ésta” (p.54). De lo anterior se infiere,
que realmente la posmodernidad no
existió. Lo que existe es una
modernidad en tránsito, una etapa en
la cual, la modernidad, se vivirá
55
plenamente, sin obstáculos y a la
cual Lipovetsky denomina
hipermodernidad.
La hipermodernidad surge con
el triunfo de las tecnologías
genéticas, la globalización liberal y
los derechos humanos. De allí que
Lipovetsky y otro (ob. cit.) reflexionen
sobre el “hipercapitalismo, hiperclase,
hiperpotencia, hiperterrorismo,
hiperindividualismo, hipermercado,
hipertexto, ¿habrá algo que no sea
hiper? ¿Habrá algo que no revele
una modernidad elevada a la
enésima potencia?” (p. 55)
La estancia del ser humano en
esta nueva etapa de la modernidad,
subraya el retroceso de tradiciones
arraigadas en las costumbres, en lo
religioso, en los conceptos de Estado
y de Nación, en la estructura y
funcionamiento familiar y en las
formas de hacer política. La
individualidad autónoma prevalece
por encima de cualquier otra
valoración.
Para Lipovetsky y otro (ob. cit.)
“Lo que hay en circulación es una
segunda modernidad,
desrreglamentada y globalizada, sin
oposición, totalmente moderna, que
se basa en lo esencial en tres
componentes axiomáticos de la
misma modernidad: el mercado, la
eficacia técnica y el individuo” (p. 56-
57) aunque por otra parte el corazón
mismo de esta hipermodernidad, la
realización del individuo como tal,
está en entredicho, tal cual lo plantea
Castel (2010).
Ahora dentro de esta sociedad
Hipermoderna ¿Cómo pueden ser las
Matemáticas una forma de Poder?,
basta considerar que la sociedad
hipermoderna, caracterizada por:
mercado, técnica e individuo que
fundamentan su esencia en una
ciencia como la Matemática. Esto
hace que se puedan generar los
sistemas necesarios estableciendo el
control y el orden para la
funcionabilidad de muchas
tecnologías que hacen más fácil
nuestro día a día.
56
Así, las herramientas
matemáticas han permitido
establecer jerarquías en el mundo
globalizado y competitivo a nivel
comercial, político y económico lo
cual genera como consecuencia una
forma de poder de un país sobre otro
en esta sociedad hipermoderna
donde prevalece lo tecnológico,
determinando un mercado altamente
competitivo.
Al respecto, Ina V.S. Mullis y
otros (2012) en el Estudio
Internacional de Tendencias en
Matemáticas y Ciencias (TIMMS,
2011) así como el Informe del
Programa Internacional para la
Evaluación de Estudiantes o Informe
PISA (por sus siglas en inglés:
Programme for International Student
Assessment) (2013) dan una
referencia de como la Matemática
está mejor comprendida por los
países asiáticos como Japón y China
donde Shanghái, Singapur y Hong
Kong ocupan las tres primeras
posiciones en los estudios referidos.
Esta situación puede estar
relacionada con el hecho que son
precisamente estos lugares, los que
están continuamente renovando
tecnologías tanto educativas como
comerciales. Así, los sitios
mencionados se convierten en
generadores en potencia de
conocimiento y productos
fundamentados en la Matemática,
donde es típico ver inscripciones
como “Made in China”, “Made in
Shanghái” y “Made in Hong Kong”.
Contrariamente, otros países,
entre ellos los latinoamericanos, se
convierten en usuarios dependientes
tecnológicamente de la producción
científico tecnológico, que surge en
gran parte del buen manejo de la
Matemática. Esto se traduce en una
forma de poder de una sociedad
sobre otra a través del conocimiento
tanto desde el punto de vista
comercial como tecnológico.
En este orden de ideas, los
procesos de optimización permiten a
quienes manejan mejor la
Matemática, operar mejor la técnica
57
de la eficacia y por ende concentrar
de alguna forma el poder en pocas
manos, las de quienes tienen el
recurso y el conocimiento,
particularmente el conocimiento
matemático. En tal sentido, Martínez
(2014) señala que “sin un desarrollo
matemático fuerte un país no puede
aspirar a tener un desarrollo científico
de alto nivel ni puede pensar en un
desarrollo industrial competitivo” (p.
26).
Asimismo la UNESCO (2006)
indica que “los sistemas matemáticos
hacen posibles las operaciones y la
fabricación de objetos que marcan
nuestro día a día” (P.4). De esta
manera, la Matemática es una forma
de poder en la sociedad
hipermoderna. Este poder implica
una voluntad controladora y
dominante, mediante una verdad
adecuada por el ser humano y que
concuerda con el hecho de que,
según Nietzsche (1981) “cada centro
de fuerza posee su propia
perspectiva particular, desde la cual
interpreta y valora al mundo, de
acuerdo con sus particulares
intereses vitales” (p.4).
CONCLUSIONES
A modo de cierre se hacen
reflexiones sobre la importancia para
la evolución de ser humano tanto en
lo físico o material como en lo
intelectual, de la relación de poder
tecnológico existente entre las
matemáticas y la sociedad actual.
La sociedad actual deviene
con el triunfo de las tecnologías
genéticas, la globalización liberal y
los derechos humanos, es en esta
sociedad, modernizada cada vez más
y sustentada en tres premisas de la
misma modernidad: el mercado, la
eficacia técnica y el individuo, donde
surge la interpretación de una
relación de poder tecnológico a
través de una filosofía de gestión
que materializa ideas representadas
por el conocimiento matemático.
La materialización produce a
su vez interacciones entre los
individuos de las diferentes culturas y
se va generando un entramado social
y tecnológico que conlleva a un
desarrollo por competitividad.
58
Así la vinculación funcional
que tiene la Matemática tanto con la
tecnología como con la sociedad
actual es de gran relevancia
competitiva al momento de pensar en
un desarrollo científico y técnico.
Aunque muchos individuos de
la sociedad actual puedan no estar
conscientes de las implicaciones
tecnológicas de las matemáticas,
fundamentadas con sus diferentes
ramas, y más aún del poder que
pueda significar su uso adecuado, es
un hecho innegable, científicamente,
su influencia en el crecimiento
eficiente y eficaz en general de un
mundo tecnologizado y su
consolidación, controlado
globalmente tanto por la tecnología
como por el uso intencionado del
conocimiento, particularmente el
conocimiento matemático.
REFERENCIAS
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Ina V.S. Mullis, Michael O. Martin, Graham J. Ruddock, Christine
Y. O'Sullivan, Corinna Preuschoff (2012). TIMMS 2011: Marcos de la evaluación.
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Gómez, M. (2012). Didáctica de la
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Martínez, A. (2014). Algunas Observaciones Sobre La Matemática Y Su Importancia En La Vida Ordinaria. Granada.
Montaño, A., & Dideroth, M. (2013). Problemática del aprendizaje de la Matemática de los estudiantes del octavo año de Educación Básica del Colegio Nacional La Tingue del Cantón Olmedo Provincia de Loja.
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LILLA, M. (2005). Pensadores temerarios, los intelectuales en la política. Random House Mondadori, S.A. Caracas-Venezuela.
Lipovetsky, G. (1987). El imperio de
lo efímero. La moda y su