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LAS NOVELAS EJEMPLARES EN EL QUIJOTE Y EL QUIJOTE C O M O NOVELA E J E M P L A R .

José Ángel Ascunce Arr ie ta Universidad de Deusto

Defender a estas alturas la razón de las novelas ejemplares en El Quijote y del Quijote como "novela ejemplar" puede parecer una hipótesis de trabajo fuera de lugar por haber sido tratada desde hace décadas por grandes cervantistas. Desde Luis Astrana Marín hasta Ignacio Ferreras, pasando por Vicente Gaos, Helmut Hatzfeld, Juan Manuel Rozas, etc., han tratado entre otros el tema del Quijote como "novela ejemplar" 1. Yo mismo dediqué un largo capítulo de casi cien páginas a este mismo tema". Sin embargo, la crítica actual, obsesionada por particularidades temáticas, algunas de ellas absurdamente reduccionistas o interesadas, está olvidando, primero, que el Quijote es una unidad de sentido plural y, segundo, que el Quijote como novela es fruto de una escritura en el tiempo 3 . Estos principios están imponiendo las reglas de juego de toda posible lectura crítica que pretenda ser objetiva y rigurosa. Precisamente el camino de nuestro trabajo discurre por estos derroteros críticos. Retomo el texto de las novelas ejemplares como campo de análisis y de demostración y lo comparo con el texto del Quijote para poder demostrar dos principios de validez crítica: la presencia de "novelas ejemplares" en el Quijote y la lógica interna de un posible primer Quijote como "novela ejemplar" 4.

Sin entrar en "dimes y diretes" sobre posibles definiciones o categorizaciones de las novelas ejemplares, propongo una presentación que va a ser básica e imprescindible en la labor crítica de nuestro trabajo. Desde esta perspectiva, considero que una "novela ejemplar" es una narración breve de estructura ternaria con un

ACTAS V - ACTAS CERVANTISTAS. José Ángel ASCUNCE ARRIETA. «Las novelas ejemplare...

carácter más o menos dramático portador de un claro sentido moralizados

Una de las novelas ejemplares más interesantes semántica y formalmente es la de "El celoso extremeño" 5 . Felipo de Carrizales, hidalgo noble extremeño, dilapida la fortuna familiar, viéndose a sus cuarenta y ocho años en una situación penosa. Opta por las Américas. En Perú durante veinte años de duro trabajo consigue amasar una importante fortuna. Rico, pero ya viejo, regresa a su patria, donde decide casarse con una muchacha de unos catorce años, Leonora, niña ingenua a todas luces. Los celos, en parte consecuencia de su inseguridad debido a la edad, hace que convierta la nueva casa familiar en un fortaleza inexpugnable, donde sea imposible la presencia de cualquier agente extraño o perturbador. En este afán de defensa y de aislamiento el viejo Carrizales llega a verdaderas situaciones grotescas. Este comportamiento, cercano a la misma locura, motiva que desde el exterior nazca la idea obsesiva de derruir las murallas simbólicas de la casa y apoderarse del tesoro, que ésta guarda: la virtud y la belleza de Leonera. Esta acción de acoso y de derribo lo protagoniza Loaysa un pseudopícaro. Las llaves son el elemento clave en este juego de oposiciones, ya que connotan toda la acción de defensa y de ataque de ambos personajes: Carrizales y Loaysa. En la lucha se enfrentan juventud contra vejez, ingenio contra poder, etc. Loaysa a través de la industria consigue sus fines en detrimento de la obsesión de Carrizales: acceder a Leonela tras la conquista de la llave. Leonora se duerme en los brazos de Loaysa. No consume el adulterio, pero su acción conlleva su deshonra y el deshonor de su marido y de la familia. La reacción de Carrizales, como hombre sin honra, tenía que ser extrema. El código del honor estaba exigiendo la venganza y la sangre. Sin embargo, reacciona de forma inesperada cauta y prudentemente. Al contemplar a su joven mujer en los brazos de su rival comprende la verdad de la situación, admitiendo el absurdo de su conducta. La unión de un viejo decrépito con una joven-niña es un verdadero desatino y el querer compensar esta anomalía a través de medidas de fuerza es un disparate. La lógica se tenía que imponer. Carrizales se siente culpable de su propia deshonra y libera a Leonela de todo castigo o venganza. Quiere que su última acción en la vi-


da responda a la prudencia y a sus verdaderos sentimientos. Demuestra el verdadero amor que siente por la joven, doblándole la dote y dándole la libertad para que, después de su muerte, Leonela pueda contraer matrimonio con un joven, aunque éste sea su rival Loaysa. La novela ejemplar acaba con la muerte del viejo Carrizales y con la entrada de Leonela en un convento.

Si pasamos de la historia a su composición, nos encontramos con una narración breve de extensión media entre las novelas ejemplares cervantinas 6, de unos ocho pliegos, organizada en tres partes con la presentación de un caso, el desarrollo del mismo y su conclusión como elemento moralizador. En la presentación del caso se nos ofrece un personaje en unas circunstancias concretas de tiempo y espacio que realiza una acción específica. Filipo de Carriles en su vejez, cerca de setenta años 7 , decide casarse con una niña o "doncella, al parecer de edad de trece o catorce años". La acción o matrimonio de este hidalgo extremeño tiene lugar en un pasado muy reciente "no ha muchos años" y en la ciudad de Sevilla.

¿Cómo es posible un matrimonio tan desigual entre un viejo decrépito y una joven en la pubertad? La desigualdad la soluciona la fuerza del dinero. Carrizales es un hidalgo rico, con una fortuna de "más de ciento y cincuenta mil pesos ensayados". La diferencia de edad la compensa la ambición de los padres y la candidez de Leonela. Sin embargo, nadie puede negar lo absurdo de este matrimonio a todas luces desigual basado en la codicia de los padres y en los sentimientos ilógicos del anciano hidalgo. Se ha presentado el caso: un matrimonio absurdo. La unión entre estos dos personajes está abocada al fracaso, porque no existen puntos de sintonía y entendimiento entre los miembros de la pareja. El matrimonio es tan ilógico que raya la pura demencia. El matrimonio de Carrizales con Leonela es una acto irracional, una acción de franca locura. La conducta de Carrizales recuerda el comportamiento de don Quijote 8.

El desarrollo del caso concreta todas aquellas anécdotas que ejemplifican la conducta de los personajes a partir de la presentación diegética. En el caso de la novela ejemplar de "El celoso extremeño" expone la acción de los dos sujetos actantes. Carrizales, en su obsesión de impedir a Leonela y al conjunto de


personas que forman parte de la casa cualquier trato, incluso contacto, con el mundo exterior, se preocupa de manera obstinada de asegurar la inviolabilidad de su esposa y la garantía de su honor. Inversamente Loaysa procura por todos los medios superar las trabas impuestas por el viejo hidalgo para acceder a Leonela y disfrutar de su juventud y de su belleza. Es una lucha frontal entre dos personajes movidos por fuerzas diferentes y con fines muy distintos. Carrizales, llevado por los celos, convierte la casa en una fortaleza, cerrando ventanas y accesos al exterior. Los criados y esclavas de Leonela se convierten en sus centinelas y guardianes. La casa se convierte en una especie de baluarte defendido por espacios diferenciados y protegidos por espacio de murallas internas. En el espacio más exterior de la fortaleza se halla el eunuco Luis. En un lugar intermedio se mueven las doncellas y el ama. En la parte más íntima e interior de la casa se encuentra el dormitorio de la pareja. Para asegurar este equilibrio o esta estrategia de defensa, prohibe la entrada a la casa de todo extraño, incluso a sastre y despensero. Cabe afirmar que Leonela y sus acompañantes viven en esta especie de fortaleza militar en medio de una felicidad despreocupada sin contacto alguno con el mundo exterior. El símbolo de este estado de clausura es la llave que Carrizales guarda celosamente.

Sin embargo, esta situación de custodia tan celosa no puede mantenerse durante mucho tiempo sin que levante recelos o curiosidad en el mundo exterior. Como dice el propio texto, así pasaron un año sin sobresaltos ni problemas:

Desta manera pasaron un año de noviciado, y hicieron profesión de aquella vida, determinándose de llevarla hasta el fin de las suyas.

Este equilibrio se rompe cuando entra en escena un galán de barrio que se empeña en descubrir el secreto que encierra esa casa y disfrutar de los bienes que le pueda aportar. "Supo la condición del viejo, de la hermosura de su esposa y el modo que tenía en guardarla; todo lo cual le encendió el deseo de ver si sería posible expuñar, por fuerza o por industria, fortaleza tan guardada". Inicia el ataque de acoso por parte de Loaysa. Frente a la fuerza y a los medios económicos del anciano esposo, el galán de barrio


ataca con su ingenio. Para ello monta con unos amigos una treta: comunicar su ausencia de la ciudad para evitar cualquier tipo de suspicacia por parte del viejo. Se inicia, de esta manera, el asalto a la fortaleza. El primer paso es acercarse a la casa sin levantar sospechas. Se viste de mendigo tullido cojo y bizco. Llegada la noche se coloca en la puerta de la casa y allí dice sus oraciones y canta algunas canciones acompañado por una vieja guitarra. Su comportamiento es como la de cualquier mendigo. Seguidamente, segundo lance de acceso a la fortaleza, conquista a través de la adulación la voluntad del guardián de la casa, el negro Luis. El paso más importante está ya dado. Ha entrado en la fortaleza, al primero y al más externo de los espacios cerrados de la casa. El proceso de conquista está en marcha. Ya ha conseguido del mismo guardián que desclave la cerradura para poder pasar al interior de la casa y después salir sin levantar sospechas. La entrada y la salida de la fortaleza están libres. Posteriormente tiene que ir haciéndose con las voluntades de los demás miembros de la casa, simbólicamente tiene que acceder al segundo espacio de la casa. Conquistada la voluntad del negro Luis y una vez dentro de la casa descubre al guardián que su cojera y su ceguera son fruto del ingenio y no de la enfermedad. El negro da a conocer a la dueña y a las criadas la presencia nocturna de un gran músico que le está dando lecciones, originando en éstas un vehemente deseo de compartir la presencia del músico cantor. Así la dueñas y criadas caen en la red de la farsa del virote Loaysa. En esta situación juega con una carta oculta: la lozanía y la prestancia de su persona. Abandona los hábitos de mendigo para vestirse de galán y así ganar la voluntad de las criadas y de la dueña de la casa. Es un ordago en el envite de conquista de la fortaleza-casa y de Leonela. El espacio medio de la fortaleza está conquistado. Con la ayuda de la dueña y de las demás criadas consigue hacer una copia de la llave, símbolo de posesión. La suerte está echada. La noche decisiva del encuentro, tras dormir al viejo con un somnífero, Leonela y Loaysa se encuentran, pero en vez de consumar el adulterio se duermen cada en brazos del otro. El proceso de conquista ha concluido. El enemigo de Carrizales ha entrado al mismo corazón de la casa-fortaleza. De esta manera, abrazados y dando la impresión de una entrega plena, los


encuentra Carrizales a la mañana siguiente, tomando conciencia de su mal y de su deshonra.

La conclusión, tercera parte de la narración, pone fin a la diégesis. Carrizales descubre con estupor la conducta descarriada de su esposa y, como consecuencia, la pérdida de su honra, antesala del fin de su vida. En esta situación límite, como un Quijote en el lecho de la muerte, asume la cordura y se percata del absurdo de su conducta y de sus pretensiones. El supuesto adulterio de Leonela sólo puede ser lavado con las muertes de los infractores, los amantes. Sin embargo, el amor profundo que siente hacia su joven esposa y la toma de conciencia de ser él mismo el sujeto agente de su perdición le lleva a tomar una medida tan inesperada como sorprendente: el perdón a través de la aceptación de la culpa de su esposa y de su propio descarrío, elemento moralizador de la obra. El hecho de que doble la dote a su esposa adúltera, por lo menos para él, y de que la permita casarse con su presumible joven amante es la mejor prueba de este comportamiento desinteresado, liberal y honrado.

La muerte de Carrizales es la lógica conclusiva de la obra. El viejo hidalgo, lo mismo que su joven esposa, son personas so-cialmente manchadas, deshonradas. ¿Cómo recuperar la honra? Podría mandar matar a su esposa a la que ama profundamente, razón que iría contra su ánimo y su corazón. Matar a Leonela significaría destruirse a sí mismo. ¿Qué sentido tiene enfrentarse a su edad al chulo Loaysa y, especialmente, qué posibilidades tiene de salir victorioso en este enfrentamiento? Las puertas se le cierran. Sólo le queda la salvación social a través de la muerte.

Leonela es también una mujer deshonrada debido a su comportamiento. No importa que no haya consumado el adulterio. Pero ha transgredido las normas sociales y morales del matrimonio. Ella se siente culpable de dicho mal, siendo la vida monástica el lugar y la forma de arrepentimiento y de perdón. Sabemos que Loaysa, despechado, pasó a las Indias. "El celoso extremeño" es ejemplo de una narración de final catastrófico, consecuencia de las voluntades perdidas y de las acciones absurdas de sus propios protagonistas. No puede acabar bien lo que ha empezado mal y lo que sucede absurdamente bajo principios de interés o puro egoísmo 9. La ejemplaridad es clara en esta novela como en


la mayoría de las novelas ejemplares . Las narraciones breves dan la razón al título general de la obra Novelas ejemplares.

Si exceptuamos "Rinconete y Cortadillo" y "El coloquio de los perros", el resto de novelas ejemplares responden sin duda a lo señalado con anterioridad: narración breve de composición ternaria con un fin moralizador". ¿A pesar de ello, las dos novelas que no responden a los principios señalados podrían ser consideradas como novelas ejemplares? En "Rinconete y Cortadillo", aunque presente un caso, la acción picaresca, no concreta ni un desarrollo diegético a partir de la presentación del caso ni unas conclusiones moralizantes al convertirse tanto Rincón como Cortado en simples espectadores de la acción y no en sujetos activos de la misma. Lo mismo pasa con "El coloquio de los perros", donde no hay caso, ni desarrollo ni conclusión, ya que desde el principio hasta el final dicha novela se basa en las experiencias de Berganza como perro de distintos amos. Son espectadores, aunque en algunos casos sufrientes, de las acciones de los distintos sujetos representantes de las sociedad española. Desde este punto de vista, presenta un carácter fuertemente picaresco que hace que ambas narraciones se unan estrechamente 1 2 . Por otra parte, llama la atención que ambas novelas sean las únicas novelas ejemplares inacabadas formal y semánticamente. En ambos casos se promete la continuación de la historia. El lector queda sorprendido por la ausencia de conclusiones: ¿Qué le sucedería a Rinconete y a Cortadillo después de su experiencia sevillana? ¿Cuáles serían las andanzas y aventuras de Cipión? Parece decirnos el narrador que las respuestas a estas preguntas estaban ideadas para un más adelante que nunca se dio. ¿Eran los escritos base y primeros de una presumible novela picaresca?

Volviendo a "El celoso extremeño", cabe afirmar que un análisis de la historia, incluso superficial, nos ofrece una serie de claves narrativas de gran importancia para entender la semántica interna de construcción y de sentido. Ya se traten de novelas de catorce o quince pliegos o bien de ocho, como la novela corta que estamos analizando, topamos con un principio básico en este tipo de narraciones: la "economía diegética". A través del principio de la "economía diegética" se seleccionan únicamente aquellos datos o anécdotas que son imprescindibles por su pertinencia para la


posible comprensión y explicación del caso. Centrémonos en la historia del anciano hidalgo. ¿Qué conocemos de Carrizales? Muy pocas cosas: su condición de hidalgo noble, su edad, el despilfarro de la fortuna familiar, su obsesión de recuperar su economía perdida, su triunfo crematístico en el Perú y su matrimonio con Leonela. Son los datos mínimos exigidos para la formación de la historia de un viejo hidalgo rico que pretende los amores de una niña. ¿Cómo despilfarra la fortuna y cómo la recupera? No lo sabemos ni interesa. ¿Qué acciones concretas ha protagonizado en una larga existencia de setenta años? No las conocemos ni interesa su conocimiento. ¿Quiénes son los padres y antepasados de nuestro hidalgo?, ¿Cuáles son los fundamentos de su nobleza, etc.? Tampoco lo sabemos, porque igualmente carecen de pertinencia semántica. ¿Qué sabemos y que interesa en la historia? Los datos que determinan el caso, la unión absurda en matrimonio de un viejo decrépito con una niña. Incluso, todos estos datos que son imprescindibles para conocer y para entender la historia no reciben un desarrollo narrativo pormenorizado, simplemente son presentados de forma puntual. Este selectivismo narrativo basado en la exposición de lo pertinente semántico caracteriza el principio de la "economía diegética". Este principio domina en la composición de todas las "novelas ejemplares" 1 3 .

En una narración breve de unos ocho pliegos o de catorce pliegos, el narrador se tiene que centrarse en aquellas anécdotas que hagan inteligible la lógica de la historia. La presentación del caso bajo estos principios de economía narrativa es imprescindible en este tipo de narraciones cortas. Pero, a su vez, la "economía narrativa" aporta toda una serie de elementos diegéticos de gran importancia. Uno de ellos, uno de los más importantes, es la indeterminación. La acción propia de "El celoso extremeño" se inicia en la época terminal de la vida del hidalgo. ¿Qué ha hecho durante setenta años". Se impone un vacío testimonial completo. Interesan los últimos meses de vida de Carrizales, desde su matrimonio hasta su muerte. Los otros datos ajenos a este período, siempre mínimos y precisos, sirven para dar sentido y lógica a la historia que interesa al narrador: lo absurdo de un matrimonio desigual.


Otro aspecto que encierra la razón de la "economía narrativa" es el de la imprecisión. ¿Qué edad tiene Carrizales: sesenta y ocho años, setenta u ochenta? ¿Qué edad tiene Leonela: trece, catorce o quince? ¿Qué importa precisar estos datos, si queda bien demostrada la diferencia de edad entre las partes contrayentes? ¿Qué podemos decir del tiempo y del espacio vital del noble hidalgo? Sólo conocemos que en "un lugar de Extremadura" "no ha muchos años"...vivía o salió "un hidalgo". Mayor economía de datos es imposible, aportando una grado de fuerte indefinición. Incluso ciertas contradicciones internas son secundarias, insignificantes, para la semántica de la historia. ¿Cambia en algo que Carrizales tenga setenta años en unas anécdotas y en otras ochenta? Estas características de las novelas ejemplares de Cervantes, -indeterminación, imprecisión, contradicción-, responden al principio de la "economía narrativa" propia de una novela breve.

El desarrollo del caso iría desde el momento posterior al matrimonio hasta el descubrimiento de la deshonra. La segunda parte de las novelas ejemplares se basa fundamentalmente en la intriga y en el suspense. El autor crea una acción tensiva que favorece un fuerte climax en progresión dramática creciente, clave para mantener en suspenso el ánimo de los lectores. El proceso de conquista de la fortaleza-casa de Cañizales corre parejo al climax creciente que la misma acción genera. La sucesión de anécdotas que nos van conduciendo hacia la catástrofe juega emocionalmente con el lector a quien atrapa en sus redes con la fuerza del suspense. El suspense y el climax tensivo están presentes en todas las novelas breves, aunque los procedimientos agentes de estos recurso puedan diferenciarse en las distintas novelas ejemplares.

La moralidad, como se afirmaba con anterioridad, es otra de las constantes de este tipo de novelas breves. Sin embargo, este principio se percibe desde diferentes prismas y con sentidos diversos. Unas veces es el simple final feliz como resultado de la adecuación entre acción y condición de los personales. A este principio responden casi todas las novelas con final feliz desde "La gitanilla" hasta "La señora Cornelia", a pesar de tensiones y rupturas sociales o morales aparentes. En las novelas de final


catastrófico como "El celoso extremeño" y "El casamiento engañoso" domina en la presentación y en la acción de los personajes conductas descarriadas e intereses egoístas. Estas conductas conducen al desastre final. En ciertas narraciones domina la consideración moral como cierre de las mismas o bien los dichos o refranes como síntesis morales o ejemplares de la lección que se quiere dar. En "el celoso extremeño", este grado de moralidad, final catastrófico de la historia, viene reforzado por las consideraciones morales que el propio Carrizales propone de manera epistolar, donde expone su locura y el perdón a su supuesta esposa adúltera. La moralidad es pieza clave de esta novelas cortas 1 4 .

Cabría analizar otras novelas ejemplares como el "Licenciado vidriera", un caso de locura como el de don Quijote, u otras novelas cortas, pero los resultados no cambiarían. Toparíamos con procedimientos narrativos más o menos diferentes y con líneas temáticas distintas, pero llegaríamos a unas mismas conclusiones: narración breve de composición ternaria organizada dramáticamente con un indiscutible carácter moralizante.

Partiendo de estas consideraciones, se percibe con facilidad el paralelismo que guardan las digresiones narrativas largas del Quijote con las llamadas novelas ejemplares. A partir de esta similitud, podemos defender que dichas digresiones puedan ser denominadas llanamente novelas ejemplares. Estos son los casos de la historia pastoril de Crisóstomo y Marcela, la novela bizantina de las historias entrecruzadas de Fernando y Dorotea y de Luscinda y Cardenio, la novela italianizante de "El curioso impertinente" y finalmente la novela morisca del cautivo. De todas ellas, me voy a centrar en el análisis de "El curioso impertinente", novela que guarda claras analogías con respecto a "El celoso extremeño" y a la historia de don Quijote. Después de su estudio será fácil demostrar su naturaleza de novela ejemplar 1 5 .

"El curioso impertinente" es una novela corta de "ocho pliegos escritos a mano", tal como indicábamos en páginas anteriores. Por extensión, con pequeñas variantes, es similar a las novelas de "El licenciado vidriera", "Las dos doncellas", "La señora Cornelia", "El celoso extremeño", etc. Por lo tanto, pre-


senta una extensión regular y propia de buen número de novelas ejemplares.

Como las novelas ejemplares presenta una composición ternaria con la presentación de un caso, el desarrollo del mismo y la conclusión como elemento ejemplar o moralizante. La presentación revela la acción de unos personajes en un tiempo y en un espacio determinados. La ciudad es Florencia: "En Florencia, ciudad rica y famosa de Italia,...". El tiempo no viene precisado, pero cabe deducir que nos encontramos en un tiempo próximo al propio acto de escritura. Los personajes centrales son Anselmo y Lotario, dos caballeros ricos y principales de la ciudad, que se profesan una sincera y profunda amistad. Anselmo, inclinado a los asuntos amorosos, se enamora de Camila, con la que se casa. Todo es alegría y felicidad. Sin embargo, lo que en un principio es concordia y armonía, pronto se rompe. Anselmo, contra toda lógica, pretende probar la entereza y la virtud de su esposa Camila a través de su amigo Lotario. Se impone el absurdo de una prueba que va contra todo principio de razón. Se ha presentado el caso.

El desarrollo se centra en toda una serie de anécdotas que van dando cuerpo y sentido a la prueba. Esta se va a basar en una farsa, donde se mezcla la verdad y la ficción. Lotario tiene que representar el papel de enamorado de Camila. En un principio, Lotario se niega a tomar parte en la farsa. Pero ante la insistencia de Anselmo, Lotario va a representar el papel encomendado. Anselmo y Lotario saben que los requiebros amorosos son fingidos, pero para Camila son reales. La prueba entra en un espacio confuso y peligroso de verdad y ficción. Lo que para Anselmo y Lotario es pura apariencia para Camila es verdad. Pero esta situación confusa cambia de sentido, cuando la farsa se hace realidad. Camila y Lotario se enamoran, entregándose uno al otro. Para poder llevar adelante su amor prohibido sin que Anselmo sospeche de la nueva situación, montan una nueva ficción sobre la farsa primera. Camila y Lotario tienen que representar ahora el papel de la virtud y de la amistad, cuando en realidad viven una situación de pecado y deslealtad. La anécdota de la daga es el momento cumbre de dicha representación. Se va creando ficción sobre ficción. En este juego barroco de equívocos y engaños, An-


selmo tomará como reales y verdaderas la virtud de su esposa y la amistad de Lotario, lo que en realidad son pura ficción y mentira. Los personajes juegan a la ficción, amoldando siempre los papeles de la representación a sus intereses particulares. Sin embargo, la farsa o engaño se descubre a partir de un incidente fortuito: los amores de Leonela, criada de Camila. La farsa acaba y la realidad aflora, descubriendo Anselmo la infidelidad de su esposa, la deslealtad de su amigo, la pérdida de su honra y el sinsentido de su vida. En esta situación límite Anselmo descubre la cruel realidad, tomando conciencia de su desatino y de su absurdo comportamiento.

La conclusión del relato encierra el elemento moralizador presente y característico de estas novelas ejemplares. En el caso de "El curioso impertinente" es claro y preciso. Anselmo descubre la locura de su comportamiento. La tragedia es fruto de su "curiosidad impertinente". Es él el único culpable de su mal. Lo que en un principio era todo felicidad y armonía se convierte al final en una situación dramática de muertes y renuncias. La base de todo ello se encuentra en ese "necio deseo" que mueve a Anselmo a probar la virtud de su esposa. Acepta su error, cuando ya no hay solución. Su muerte es el final lógico de la historia. Pero antes de la muerte, perdona a Camila, porque sabe que el único culpable es su desatino, su impertinente proceder. El final catastrófico de la novela es la consecuencia de las acciones de los personajes. Todos ellos acaban moral y socialmente manchados, deshonrados, imposibilitados de recuperar su honor. ¿Cómo imaginar que Anselmo acabe con las vidas de Camila y Lotario? Tampoco puede aceptar la convivencia con una esposa adúltera. ¿Sería lógico el matrimonio de Camila y Lotario después de la muerte de Anselmo? No hay salida para estos personajes. La muerte de dolor de Anselmo, la muerte de Lotario en primera línea de batalla y la profesión de Camila en un convento son los resultados de esta historia, que hubiera podido acabar felizmente, si en medio no hubiera aparecido en Anselmo el malsano deseo de probar la virtud de Camila a través de la amistad de Lotario. El final catastrófico es el elemento moralizador de la historia, explicado en detalle en la carta que escribe Anselmo a Camila,


perdonando su conducta descarriada y proclamándose artífice directo de la ruina moral y personal de los personajes.

"El curioso impertinente" no sólo es una novela ejemplar, es sin lugar a dudas una de las novelas cortas mejor escritas y más perfectas en su composición, donde los personajes presentan una fuerte y profunda complejidad psicológica en medio de una acción narrativa de suspense creciente. Los juegos antitéticos son claros en medio de dualidades como ficción y realidad, mentira y verdad, farsa y vida, etc. Las anécdotas se van concatenando unas a otras en una sucesión de dependencia con un incremento progresivo de la acción dramática. No hay digresiones. La narración presenta una economía diegética completa. Sólo aparecen en la composición de la historia aquellas anécdotas que son necesarias y pertinentes. "El curioso impertinente" es una brillante novela ejemplar.

La economía narrativa engendra el principio de la indeterminación. ¿Qué sabemos de las historias personales de Anselmo, de Lotario, de Camila? Prácticamente nada. Datos mínimos necesarios para sustentar una historia. Conocemos que los tres protagonistas son jóvenes principales de la ciudad de Florencia. Anselmo y Lotario son grandes amigos, el primero propenso a los devaneos amorosos y el segundo aficionado a la caza. De Camila no se conoce nada. El matrimonio de Anselmo con Camila se justifica por las notas escuetas que se nos ha ofrecido. ¿Qué conocemos de las familias de dichos personajes? Nada. ¿Qué características fisiológicas presentan?. No tenemos la más mínima idea sobre el particular, etc. ¿Por qué esta indeterminación tan manifiesta? En este tipo de narraciones interesa únicamente lo que es pertinente para el caso que se quiere demostrar. El caso es la locura manifiesta de Anselmo que contra todo principio de razón pone a prueba la honestidad y la virtud de su esposa a través de su amigo Lotario. Para este caso, ¿qué importan los antecedentes familiares, las historias personales, las características fisiológicos de los tres protagonistas? Cabe afirmar de forma categórica que no tienen ningún valor ni ninguna función. Si esto es así, el principio de economía narrativa impone su ausencia. Importan e interesan solo aquellos datos o anécdotas que son relevantes para explicar el caso.


Por otra parte, el personaje central de la historia es Anselmo, quien propicia con su comportamiento la ruina personal y la destrucción de su esposa Camila y la de su amigo Lotario. Anselmo en ningún momento, salvo al final de la historia, es capaz de prever o sospechar las consecuencias de su conducta. Desde este punto de vista, Anselmo se comporta como un verdadero loco. Como Carrizales en "El celoso extremeño" o como el propio don Quijote, se convierten en únicos agentes de su propia aniquilación. Todos ellos, a su manera, generan el final catastrófico de sus propias historias.

Con resultados diferentes, pero respondiendo a la misma estructura de composición, nos encontramos con las denominadas digresiones largas. Desde este punto de vista podemos decir que las novelas ejemplares están muy presentes en la Primera Parte del Quijote. Así podemos hablar de "Crisóstomo y Marcela", la historia del cautivo, junto a las historias de Fernando y Dorotea y de Luscinda y Cardenio como verdaderas novelas ejemplares. Es extraño imaginar y responder a las razones que pudieron motivar a Cervantes el uso de este tipo de narración dentro de su magna novela. ¿No serían novelas ejemplares sueltas que Cervantes introdujo dentro de la Primera Parte del Quijote con una finalidad bien definida? 1 6. Preguntas que pueden tener diferentes respuestas, pero que ninguna de ellas puede negar la presencia de estas novelas ejemplares en el cuerpo del Quijote.

El Quijote no es una novela con un sentido cerrado y único. Tal como planteábamos en páginas anteriores, la obra cervantina es una escritura de sentido plural, pluralidad significativa que no deviene únicamente de la polifonía semántica de la propia escritura literaria, sino también de las diferentes épocas de redacción y de los distintos idearios de composición 1 7 . Este complejo entramado semántico y formal de la obra cervantina corre pareja a la acción del héroe manchego. Cada salida está revelando tiempos e idearios diferentes de composición. Esto nos permite hablar de la primera salida de don Quijote como primera unidad de sentido.

La primera salida de don Quijote abarcaría propiamente los actuales seis primeros capítulos y primera parte del séptimo: proceso de locura, aventuras alucinadas del pretendido caballero andante y escrutinio de los libros. La extensión global de esta pri-


mera parte es similar al formato que ofrecen otros escritos que hemos denominado con anterioridad como novelas breves de extensión media. Si relacionamos la primera salida del Quijote con la novela corta de "El curioso impertinente", comprobamos que la historia del héroe manchego es algo menor a la historia de Anselmo y Lotario. La proporción sería, más o menos, de 7 ó 7.5 a 8. La primera salida del Quijote presenta una extensión similar a buena parte de novelas ejemplares.

A su vez, la estructura de esta salida presenta una composición ternaria con la presentación de un caso, la locura del hidalgo manchego; el desarrollo del caso, las aventuras del ridículo caballero; finalmente, la conclusión con su carácter moralizador, el escrutinio de los libros.

La presentación del caso expone la metamorfosis de un hidalgo, Alonso Quijano, en un caballero andante ridículo y absurdo, don Quijote de la Mancha. La existencia de Alonso Quijano es de una vacuidad sentimental completa y de una ausencia total de experiencias vitales y de aventuras personales. Su vida se reduce a un pasar en la monotonía y a un vivir en el hastío. En este contexto de invariabilidad existencial, sólo le queda como fuerza compensatoria la huida imaginativa a través de la lectura de libros de aventuras. Puede vivir imaginativamente lo que no ha experimentado vitalmente: el amor y la acción. La lectura desordenada y abusiva de este tipo de literatura de evasión, donde amor y aventura son las claves del desarrollo temático, le va conduciendo a la locura. Podemos decir que los primeros síntomas serios de pérdida de cordura se dan cuando es incapaz de prever las consecuencias de sus propias acciones. Don Quijote, como Carrizales y Anselmo, se aleja con su conducta de toda lógica y razón. Cuando decide revivir la andante caballería en el mundo de la realidad o cuando decide convertir la ficción en realidad podemos decir que don Quijote tiene los sentidos perturbados y el sentido común perdido. La locura se apodera de la personalidad del personaje manchego. La locura de don Quijote revela las claves de la presentación del caso. Estamos ante un caso de locura.

El desarrollo de la historia quijotesca se centra en todas las aventuras de camino y venta que protagoniza el caballero man-


chego desde la salida de su casa a primeras horas de la mañana hasta su llegada a la aldea a plena luz del atardecer del día siguiente o, como dice el texto al margen de toda lógica temporal, al tercer día de su salida. Aventuras y enfrentamientos con el picaro ventero, con el labrador Haldudo y con la tropa de mercaderes toledanos. El resultado final no puede ser más negativo y deprimente. Don Quijote recibe una monumental paliza a manos de un criado de los mercaderes. Es dejado medio muerto en el camino y abandonado a su mala suerte. Molido y diciendo disparates vuelve a casa para descansar de su fracaso. Don Quijote es un personaje a todas luces grotesco y paródico.

La conclusión del caso se centra en el escrutinio de los libros. Si la lectura desordenada y apasionada de los libros de caballería han sido la razón de la locura del hidalgo, la clave de la solución se halla en la destrucción de la causa. Como afirma el propio narrador, "quitando la causa, cesaría el efecto" (I-VII). Los "cien cuerpos de libros grandes, muy bien encuadernados, y otros pequeños..." (I-VI) van al fuego. La purificación del mal, literatura-locura, a través del fuego representa el elemento purifi-cador-moralizador de la narración. Sin embargo, a través del escrutinio y quema de los libros, Cervantes lleva a cabo una lección de crítica literaria, donde da sus ideas sobre lo que tiene que ser una buena literatura y, al mismo tiempo, nos revela las claves de la mala literatura. Por eso, la moralización o ejemplaridad de esta narración breve es tanto ideológica como literaria. Esta superposición de planos temáticos es algo plenamente novedoso. Pero la novedad no rompe con el principio de ejemplaridad.

Después de estas propuestas se llega a la conclusión de que la primera salida del Quijote compone el cuerpo de una narración breve con estructura ternaria y con un claro sentido moralizador. En otras palabras, la primera parte del Quijote es simple y llanamente una "novela ejemplar".

Sin embargo, interesa profundizar más en estas ideas. Es sorprendente en una novela de las dimensiones del Quijote que no conozcamos casi ningún dato de la genealogía del personaje: familia, antepasados, etc. Si es llamativa la ausencia casi total de información sobre los antecedentes familiares del hidalgo, más sorprendente es la ausencia casi total de documentación sobre el


pasado personal del propio personaje. La narración se centra a partir de un pasado muy cercano, de donde arranca lo que hemos denominado como hecho de locura. Lo que el autor quiere es explicar la evolución psicológica de Alonso Quijano para justificar el paso de hidalgo a caballero andante. Lo demás sobra por carecer de pertinencia semántica. ¿Qué importancia tiene la genealogía en la locura quijotesca? Ninguna. ¿Qué aportan la niñez , la juventud y la mocedad del hidalgo en el proceso psicológico de la pérdida de la razón? Nada. Si esto es así, es lógico que el autor prescinda de todos estos detalles por muy interesantes que le puedan parecer al lector. Entramos dentro de la denominada "economía diegética", donde los principios de selección y de indeterminación son capitales, pero básicas desde el punto de vista de una novela ejemplar y no de una novela larga de más de 1.000 páginas en algunas ediciones. El principio de la "economía diegética" está presenta en este primer Quijote, que, por lo que parece, fue ideado como una "novela ejemplar" y resuelto como tal.

Aunque el desarrollo del caso, la acción alucinada del supuesto caballero manchego, esté compuesta a partir de la superposición de tres anécdotas básicas, -picaro ventero, labrador, comerciantes-, su estructura responde al principio del suspense y del climax tensivo. El lector se encuentra atrapado en medio de la suspensión sin saber hasta el final el resultado de la acción del hidalgo loco. Este primer Quijote responde, como las novelas analizadas, a razones de dramatismo compositivo, propio de la estructura formal de las "novelas ejemplares".

Por otro lado, algunos de los puntos que han sido tratados como rasgos característicos del Quijote encuentran su justificación en las novelas ejemplares y producen el asombro si son analizados al margen de éstas. Lo propio de las novelas ejemplares es precisar el lugar de origen o de la acción de los personajes dentro de un esquematismo narrativo extremo. La acción de "La gitanilla" transcurre principalmente en Madrid. El lugar de origen y acabamiento de "El amante liberal" es Palermo. Rinconete y Cortadillo se mueven básicamente en Sevilla. La acción de "La ilustre fregona" es Burgos. "El coloquio de los perros" tiene su acción en Valladolid. Etc. Cada novela tiene un lugar y un


espacio determinado. Sin embargo, la presentación en casi todas las historias es parecida con una alusión concreta a un espacio geográfico más o menos general. En cuanto al tiempo no existe una concreción temporal. Las historias se centran siempre en un tiempo más o menos actual de sentido implícito, con alusiones en algunos casos a un pasado reciente

"Cinco leguas de la ciudad de Sevilla está un lugar que se llama Castilblanco, y en uno de los mesones... " ("Las dos doncellas")

"En Burgos, ciudad ilustre y famosa, ... vivían dos caballeros principales..."("La ilustre fregona")

"... de un lugar de Extremadura salió un hidalgo" ("El celoso extremeño").

"En un lugar de la Mancha..." (Don Quijote de la Mancha)

Por otro lado, llama la atención que frente a algunos personajes que mencionan su lugar de origen con orgullo o espontaneidad, otros, por razones diferentes, lo ocultan. Estos son los casos de Rinconete y Cortadillo, que camuflan y esconden el lugar de origen. Rinconete afirma: "Mi tierra no la sé"; Cortadillo afirma en otra ocasión: "La patria no me parece de mucha importancia decilla". El licenciado Vidriera responde que "el nombre de su tierra se le había olvidado", "...en estos dos lugares, que son de los mejores de Andalucía; y si no se nombran es por guardar el decoro a las dos personas"(Las dos doncellas"). La estructura sintáctica del "no quiero decirlo" o "no quiero recordarla" está muy presente en estas novelas breves. La base de la presentación de la inmortal obra cervantina se va cumpliendo desde modelos propios de las "novelas ejemplares":

En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme...

La definición de tiempo como "No ha muchos años" ("La ilustre fregona", "El celoso extremeño", etc.) nos hace recordar por su semejanza formal a la otra expresión, quizá más conocida, de "no ha mucho tiempo". Pero "no ha mucho tiempo" es locución gramaticalmente idéntica a "no ha muchos años".


En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo...

¿Cuántas páginas se han escrito desvelando el sentido y la forma de este principio del Quijote? Las formas cambiantes en su expresión pero casi idénticas en su forma de: "en un lugar de...", "cuyo nombre no quiero decir o no quiero acordarme", "no ha mucho tiempo o no ha muchos años", "vivía o vivían o bien hacían...", "un o unos..." son propias de la presentación de las novelas ejemplares. Si se compara la redacción de El Quijote con la de las "novelas ejemplares", llegamos a una conclusión definitiva: "En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía..." es simplemente el inicio típico y tópico de una posible "novela ejemplar".

Los cierres de las novelas ejemplares se basan en finales felices como premio o resultado de unas conductas correctas o bien en finales catastróficos que responden generalmente a las conductas impropias de los personajes. En ciertos casos la dimensión ejemplar se refuerza a través de confesiones morales, escritas u orales, de los propios personajes. Igualmente, abundan las máximas, sentencias, reflexiones morales, refranes, etc. Son medios que ayudan a reforzar la ejemplaridad de las historias. Este es el caso también del primer Quijote. En medio de un final catastrófico, donde se refuerza la idea de locura y despropósito del personaje, se realiza el final del escrutinio de los libros, causa del mal del hidalgo, quemando en la hoguera todos los libros. Acaba la historia de esta primera salida con una máxima o refrán:

Aquella noche quemó y abrasó el ama cuantos libros había en el corral y en toda la casa, y tales debieron de arder que merecían guardarse en perpetuos archivos; mas no lo permitió la suerte yla pereza del escrutiñador, y así, se cumplió el refrán en ellos de que pagan a las veces justos por pecadores (I-VII)

Este es un cierre típico de la novela ejemplar. De esta forma, comprobamos que la primera salida del Quijote responde a claras estructuras de inicio y de cierre más propias de la novela ejemplar que de una novela larga.


Cabe concluir este trabajo proponiendo las siguientes consideraciones. La primera salida del Quijote es una narración breve de estructura ternaria, composición dramática y finalidad moralizante, cuyo inicio y cierre responden a modelos típicos de la novela ejemplar. ¿El primer Quijote fue una novela ejemplar? Puede ser que sí o puede ser que no. Puede haber tantas razones para defender lo uno como lo otro. En medio de esta disyuntiva, y por otras razones comparativas con el resto de salidas, yo me posiciono de manera decidida entre los que sostienen la naturaleza de novela ejemplar que pudo tener el Quijote en una primera escritura. Pero incluso, los que niegan esta posibilidad por falta de razones concluyentes no pueden rechazar el hecho claro y demostrado de un Quijote primero ideado y planificado como "novela ejemplar".

NOTAS

1 Luis Astrana Marín: "Cervantes y el Quijote" en Miguel Cervantes Saavedra: El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha " (Valencia, Editorial Alfredo Orteils, 1993, pp. 15-32); Vicente Gaos: "El primitivo plan del Quijote" en Temas y problemas de la literatura española (Madrid, Editorial Guadarrama, 1959, p. 100); Juan Ignacio Ferreras en nota a pie de página defiende esta tesis en su estudio a la Primera parte del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha (Madrid, Editorial Akal, 1991, p. 188); Helmut Hatzfel : El Quijote como obra de arte del lenguaje, Madrid, C.S.I.C. 1972, pp. 111-113; Juan Manuel Rozas defendió estas ideas en los cursos de doctorado de la Universidad Autónoma de Madrid en 1974 como adelanto del libro que empezaba a redactar sobre la forma y el sentido del Quijote; etc.

" José Ángel Ascunce Arrieta: "Primera salida. "El Quijote" como novela ejemplar". Preámbulo de una aventura creativa" en Los quijotes del Quijote. Historia de una aventura creativa, Kassel, Editorial Reichen-berger, 1997, pp. 65-142.

3 La propia publicación de la obra nos muestra los diez años transcurridos desde la redacción de la Primera Parte a la de la Segunda ( 1605 -1615). Si a esta razón indiscutible se añade la hipótesis de un Quijote primero como "novela ejemplar", base de nuestro trabajo, el tiempo transcurrido puede aumentar considerablemente. Este hecho nos demuestra, como señalábamos anteriormente, la escritura en el tiempo del Quijote y, por lo tanto, los cambios ideológicos y semánticos que se verifican en este


tiempo. La crítica tiene que tener muy presente estos datos para poder ofrecer los posibles sentidos subyacentes con rigor y objetivismo.

4 Soy consciente de no tener pruebas definitivas para sostener esta tesis, pero nadie podrá negar la lógica deductiva de las ideas presentadas. Me muevo en el marco de esta lógica al margen de aquéllos que buscan la demostración definitiva como único fundamento de verdad. La literatura no es una ciencia matemática. La deducción lógica juega un papel fundamental en las ciencias humanísticas. Éstos son mi lugar y mi criterio de análisis.

s Agustín de Amezúa y Mayo en su clásica obra Cervantes, creador de la novela corta española " (Madrid, C.S.I.C., 19S2) llega a afirmar que "El celoso extremeño" es el mejor escrito de Cervantes después del Quijote (Tomo I, p. 234). Sin llegar a tanto, puede ser considerada como una excelente novela corta debido a la unidad formal y la complejidad psicológica de los caracteres.

6 Las novelas ejemplares más breves son "La fuerza de la sangre" y "El casamiento engañoso" y las más extensas "La española inglesa", "Rinconete y Cortadillo", "El Coloquio de los perros" y "La ilustre fregona". El resto de las novelas ejemplares, entre ellas "El celoso extremeño", ofrece una extensión media casi similar a la de "El curioso impertinente", que, como sabemos, presenta un cuerpo de "ocho pliegos escritos a mano" (Cap. XXXII). "La ilustre fregona", la novela más larga, presenta una extensión de unos catorce o quince "pliegos" y "La fuerza de la sangre", la más breve, unos cinco pliegos. A pesar de estas variantes de extensión, se puede afirmar que la nota definitoria de estas novelitas es en todos los casos su brevedad.

7 Carrizales tiene cuarenta y ocho años cuando decide emigrar a América. Regresa después de veinte años de trabajo. Por lo tanto, parece que la edad del viejo hidalgo tenía que rondar los setenta años. Sin embargo, en el texto se exagera la edad para remarcar de decrepitud del anciano frente a la juventud de Leonela: "los quince años desta muchacha con los casi ochenta míos". De todas maneras, Felipo de Carrizales es un hombre caduco en sus últimos días de vida.

8 En este sentido, la novela de "El celoso extremeño" se identifica con el personaje del Quijote. Ambos son sujetos caducos, cuya acción está fuera de sus posibilidades reales y que son incapaces de prever las consecuencias de su acción. Entramos plenamente en los espacios de la locura. Don Quijote es un personaje ridículo y paródico de la misma manera que lo es el viejo hidalgo Carrizales. Querer comprar el amor de una niña con dinero y pretender mantenerlo a base de una conducta basada en los celos es equiparable a las pretensiones del hidalgo manchego de resucitar la andante caballería en tiempos de modernidad. Los dos, directa o


indirectamente, son el hazmerreír de los demás y ambos son los agentes de su propio destino. Los paralelismos son incuestionables.

9 Si comparamos las dos versiones existentes de la novela ejemplar de "El celoso Extremeño", encontramos variantes importantes. En el manuscrito o "Códice de Porras" el adulterio se consuma. Cabe decir que Loaysa y Leonelo cometen un tremendo pecado tanto moral como social. En la versión de las "Novelas Ejemplares" se crea una escena un tanto increíble en la que ambos personajes acaban dormidos después de un forcejeo más o menos amoroso. El final del "Códice de Porras" con la caída al abismo moral es mucho más lógico y esperado que el de las "Novelas ejemplares". Sin embargo, desde la perspectiva del título de la obra "Novelas ejemplares" es la segunda versión la que adquiere pleno sentido, ya que se intensifica el principio de moralidad. Dicho en otros términos, las dos versiones ofrecen categorías diferentes: el "Códice de Porras" acentúa la verosimilitud de la diégesis y las "Novelas ejemplares" refuerzan la ejemplaridad del mensaje. El principio de verosimilitud se subordina a la razón de ejemplaridad. ¿Por qué? La crítica ha llenado cientos de páginas discutiendo este problema común en toda la obra cervantina. Sin embargo, lo que parece más lógico es la prevalencia del principio de ejemplaridad tal como lo está exigiendo el título general de la obra: Novelas ejemplares.

1 0 La moralidad se percibe desde diferentes prismas y con sentidos diversos. Unas veces es el simple final feliz como resultado de la adecuación entre acción y condición de los personales. A este principio responden casi todas las novelas con final feliz desde "La gitanilla" hasta "La señora Cornelia", a pesar de tensiones y rupturas sociales o morales aparentes. En las novelas de final catastrófico como "El celoso extremeño" y "El casamiento engañoso" domina en la presentación y en la acción de los personajes conductas descarriadas e intereses egoístas. Estas conductas conducen al desastre final. En ciertas narraciones domina la consideración moral como cierre de las mismas o bien los dichos o refranes como síntesis morales o ejemplares de la lección que se quiere dar. La moralidad es pieza clave de estas novelas cortas. Quizá el caso más sorpresivo sea el de "El licenciado vidriera" que no responde a ninguno de estos rasgos. Tomás Rodaja, como don Quijote, busca el bien a través de las letras, pero la sociedad le niega la oportunidad que pretende. Ésta le acepta como loco, pero no como cuerdo. Su fin es consecuencia de su derrota contra una sociedad que ni le quiere ni le entiende. En esta novela existe una fuerte crítica social, crítica que no está ausente en el resto de novelas, pero no con la fuerza y con el sentido de esta novela corta.

1 1 Incluso si las narraciones que comienzan "in media res" , como "La gitanilla" o "El amante liberal", se reducen del orden formal o farsa a la lógica cronológica de la acción o fábula, encontramos que estas novelitas


presentan la misma estructura formal. "La gitanilla" no es una novela de amor, como quiere ver la critica. Es algo muy distinto. El problema que se plantea se comprueba con facilidad si se parte del inicio de la historia. El problema, en esta novela de historias superpuestas, es la confrontación entre naturaleza y circunstancias, entre condición y educación. Preciosa, por condición, es una persona noble y como tal se portará a lo largo de su existencia a pesar de circunstancias y educación. Lo mismo sucede con el noble joven Juan de Cárcamo transfomiado en el gitano Andrés Caballero por decisión de "Preciosa". Pero al final se imponen las naturalezas reales y los jóvenes triunfan porque han sabido mantener en todo momento las obligaciones de su condición.

1 2 Esto mismo lo podemos observar al aparecer en la narración de "El coloquio de los perros" el personaje de Monipodio, sujeto central de la novelita de "Rinconete y Cortadillo".

1 3 Un caso extremo de lo que afirmamos lo encontramos en "La gitanilla". En la historia de Preciosa bien el narrador o bien los personajes afirman más de sesenta veces la hermosura de la gitanilla. Sin embargo, no se da ni un solo detalle de su condición física. Es curioso que los únicos datos físicos reales de Preciosa sean el lunar debajo del pecho izquierdo y la especie de membrana de piel que unia los dedos extremos del pie, detalles que nada tienen que ver con la hermosura de la joven gitana pero sí con el descubrimiento de la verdadera condición de la protagonista. Sin embargo, en la novela se reiteran anécdotas donde se ponen de manifiesto la discreción y la honestidad de la joven. Lo importante en esta novela es descubrir que el comportamiento de Preciosa no se ajusta a las normas de la vida gitana, "Precisosa", sino a los códigos morales de la nobleza, Constanza de Azevedo y Meneses. Lo mismo sucede con el noble Juan de Cárcamo a pesar de su aparente condición de gitano como Andrés Caballero. Las anécdotas se seleccionan y se ordenan para reforzar la tesis o caso de la obra.

1 4 Quizá el caso más sorpresivo sea el de "El licenciado vidriera" que no responde a ninguno de estos rasgos. Tomás Rodaja, como don Quijote, busca el bien a través de las letras, pero la sociedad le niega la oportunidad que pretende. Ésta le acepta como loco, pero no como cuerdo. Su fin es consecuencia de su derrota contra una sociedad que ni le quiere ni le entiende. En esta novela existe una fuerte crítica social, crítica que no está ausente en el resto de novelas, pero no con la fuerza y con el sentido de esta novela corta.

1 5 Como sucede con el cuerpo general de las novelas ejemplares, también en las digresiones narrativas de El Quijote se encuentran historias que se acercan o se alejan más o menos a los modelos definitorios de la "novela ejemplar". En este caso, la más alejada de las historias, pero cercana a sus presupuestos, es la novela pastoril de Crisóstomo y Marcela. El


resto cumple con precisión los principios que definen la forma y el sentido de dichas novelas.

1 6 La respuesta a la pregunta planteada la he desarrollado en dos trabajos: "Valor estructural de las digresiones narrativas en la Primera Parte del Quijote" (Anales cervantinos, T. XIX, Madrid, 1981, pp. 15-41) y "El Quijote como exponente de la novela moderna" en Los quijotes del Quijote. Historia de una aventura creativa ", Op. Cit. Pp. 232-290.

1 7 Esta era precisamente la tesis que defendía en mi libro Los quijotes del Quijote. Historia de una aventura creativa (Op. Cit), donde defendía tres idearios diferentes de escritura creativa en la Primera Parte de dicha obra.


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