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LAS ORIENTACIONES SOCIALES DE LA IGLESIA Y EL MUNDO DEL TRABAJO EN AMERICA LATINA. Pensamiento y Praxis de los Cristianos en el Mundo del Trabajo. Dr © Amador Ruiz Araneda. Santiago de Chile, Septiembre 2013.

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LAS ORIENTACIONES SOCIALES DE LA IGLESIA Y

EL MUNDO DEL TRABAJO EN AMERICA LATINA.

Pensamiento y Praxis de los Cristianos en el Mundo del Trabajo.

Dr © Amador Ruiz Araneda.

Santiago de Chile, Septiembre 2013.

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Resumen: Las orientaciones sociales de la Iglesia ha sido más que un conjunto de

orientaciones y criterios de juicio, para discernir en el mundo del trabajo, aquellos

principios y valores que emanan del Evangelio, la tradición de la Iglesia católica y la

experiencia acumulada por los fieles laicos en el mundo del trabajo. Estas experiencias

son claves al momento de analizar el trabajo humano y de cómo este aspecto de la vida

contribuye a la realización del trabajador, sus organizaciones y familias, como persona e

hijo de Dios en medio de la sociedad contemporánea en América Latina y el Caribe.

1.- LA IGLESIA CATOLICA FRENTE A LA PROBLEMATICA SOCIAL

En muchas ocasiones nos hemos preguntado porque la iglesia Católica interviene, comenta,

critica o apoya diversos procesos sociales de la sociedad secular. Cual será la razón de

fondo de estas intervenciones. Por una parte el grave problema del trabajo humano y de las

condiciones inhumanas en que realizaban esta actividad la mayor parte de los trabajadores

del mundo obligo a la iglesia a decir una palabra sobre esta situación presionada, la

jerarquía por los laicos, para dar este gran paso. Pero esto se comprende mejor si

consideramos que en la primera década del siglo XX el mundo asiste a la Primera Guerra

mundial y en los 30 a la segunda, debiendo la humanidad presenciar una de las peores

genocidios de que se tenga memoria en la humanidad. A ello se le debe sumar que antes de

los años 50 del siglo XX, esta iglesia no se había destacado precisamente por apoyar la

libertad religiosa, la democratización social, los derechos humanos, incluso venia saliendo

de un oscurantismo tenebroso de la edad media en donde mantuvo una hegemonía absoluta

del poder, en especial en Europa y América latina. Pero después de la 2º guerra mundial y

de los diversos procesos desencadenados allí, el comienzo del cambio parecía definitivo; la

proclamación de los derechos humanos del 10 de diciembre de 1948, eran un claro signo de

este nuevo proceso. Sin embrago las tensiones provocadas por las dos super-potencias de la

época como el Bloque del capitalismo liberal encabezado por los estadounidenses y por el

otro el de los soviéticos llevo al mundo a un enfrentamiento solapado o encubierto en el que

todos se vieron obligados a tomar partido y los que no se agruparon en los “no alineados”.

En este contexto la iglesia católica, desde el Estado Pontificio del Vaticano interactuaba

con ambos bloques en una especie de mediación para evitar aún mayores conflictos. De allí

que la Enseñanza social haya sido una especie alternativa ideológica de proyecto

socioeconómico frente a ambos modelos. Más aún esta alternativa fue desarrollada por los

partidos políticos que surgen al alero de esta comunidad eclesial; el Partido Conservador

Chileno fue él partido de la Iglesia Católica y luego lo asumió la Democracia Cristiana

nacional e internacional como un proyecto político global. Hoy, ya al culminar la primera

década del siglo XXI, asistimos a una involución de lo social en la iglesia católica? O será

la incorporación de este proyecto, llamémoslo “humanista Cristiano” a uno más amplio

como es el capitalismo globalizador?. Preguntas que son importantes de realizarlas, en

especial cuando desde el propio Vaticano acusan recibo de millones de criticas acerca de la

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gestión y de los “pecados”, muchas veces silenciados de una jerarquía corporativista que

olvida sus deberes con mucha frecuencia.

Pero que es la Enseñanza Social de la Iglesia?, Tiene aún sentido enseñar este conjunto de

orientaciones cuando el propio Juan Pablo II en Centesimus Annus la situó como parte de

la teología moral, al creer que el capitalismo liberal había triunfado finalmente en contra

del colectivismo marxista?

Sin duda la enseñanza social de la iglesia incorpora en parte el proceso que ha significado

la elaboración de esta orientación, una perspectiva histórica, fundamentalmente para

realizar un acercamiento al proceso de elaboración de diversos criterios de Juicio, análisis y

discernimiento de diversas situaciones sociales. Desde la perspectiva del Evangelio y como

parte de una perspectiva que continua profundizando la centralidad del ser humano en la

sociedad y sus estructuras. De esta forma los diversos textos elaborados por el Magisterio

de la Iglesia tienen su máxima expresión en las Encíclicas Sociales (1).

En este trabajo analizaremos los fundamentos históricos y de cómo estas orientaciones han

transitado por un importante proceso del discernimiento moral, que la ESI supone en los

fieles laicos, antes de actuar estos en los procesos históricos en donde se encuentran

insertos. En especial hemos destacado, en forma complementaria, diversos aspectos y temas

relacionados con el trabajo humano.

El texto esta diseñado y articulado desde una perspectiva que da cuenta del proceso, en

ocasiones conflictivo, de la elaboración de la denominada Enseñanza Social, para la

sociedad, como para la misma Iglesia durante el siglo pasado y desde los inicios del

presente siglo hasta nuestros días ; Desde esta perspectiva la Iglesia en su preocupación por

la persona se ha inquietado por las condiciones en que se realiza el trabajo humano, que es

en cierta forma el eje articulador de todo el conjunto de la Enseñanza social, desde esta

perspectiva la Iglesia ha interactuado con diversos sistemas económicos y políticos,

predominantes en diversas épocas (2) entre ellos figuran dos sistemas que sobresalen; El

Capitalismo liberal (liderado por los Estados Unidos de Norte América) y el Colectivismo

Marxista (Liderado por la ex-Unión de Repúblicas Soviéticas) ,en cuanto a una de las

expresiones significativas del Marxismo Leninista. Aunque han existido otros sistemas

intermedios han prevalecido estas dos tendencias. Por una parte el Capitalismo Liberal (3)

ha predominado en occidente por muchos años. Una de las alternativas a él surgirá en la

1.-Encíclica, significa literalmente "en ciclos", de allí que la Iglesia publique regularmente otros documentos

que van respondiendo a diversas problemáticas sociales.

2 .-Ver: Jean-Marie Aubert. Moral Social para nuestro tiempo. Ediciones Herder. Barcelona. España (1982)

Capitulo IV. Las falsas soluciones al problema económico: Pag 43 ss.

3 .-Concepto con el que diversos Papas han identificado a esta corriente ideológica, política y económica

desde fines de 1981.-

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Rusia Zarista, en donde la pobreza y las guerras contribuyeron notablemente al cambio

radical del sistema y con ello de la sociedad en su conjunto. De allí emergerá La Unión de

Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) que desde su creación en Octubre de 1918 fue

una de las máximas expresiones alternativas al Capitalismo. Sin embargo después de la

crisis de 1989 comienza a deteriorarse progresivamente el régimen y sus estructuras,

generando nuevamente una aparente supremacía del capitalismo, especialmente el

Occidental. Pero han pasado los años y actualmente los Rusos han asumido una especie de

capitalismo moderado. Esta tensión ideológica, política y económica (entre ambos

sistemas) constituyó una tensión ambiental que predominó en muchas encíclicas sociales

especialmente por la influencia de la “Guerra fría” que surge en los años 40 del siglo XX,

posteriormente a la segunda guerra mundial y por las permanentes hostilidades de ambas

potencias en forma directa y a través de terceros países en conflicto, como ocurrió en

Korea, Vietnam y Cuba entre otros.

Esta problemática es importante de considerarla al momento de analizar los diversos

documentos sociales. Que incorporan una serie de temas como el aporte teológico,

económico y político-social, en donde profundizaremos algunos temas en especial aquellos

más cercanos a nuestra propia realidad Latinoamericana y Chilena, en donde el Episcopado

latinoamericano ha realizado un importante aporte desde la perspectiva del análisis de las

problemáticas más importantes que afectan a nuestro continente.

La primera Encíclica Social fue escrita por el Papa León XIII, y fue llamada “Rerum

Novarum” (RN) o “Acerca de las Cosas Nuevas”, que a fines del siglo XIX ( 14 de Abril de

1891) planteaba la situación inhumana en que vivían los trabajadores y sus familias en

manos de los “patronos” como eran llamados los empresarios de la época. En ella el Papa

señalaba:” Es urgente proveer de la manera oportuna al bien de las gentes de condición

humilde, pues es mayoría la que se debate indecorosamente en una situación miserable y

calamitosa, ya que, disueltos en el pasado siglo(XVIII) los antiguos gremios de artesanos,

sin ningún apoyo que viniera a llenar su vacío, desentendiéndose las instituciones públicas

y las leyes de la religión de nuestros antepasados, el tiempo fue insensiblemente

entregando a los obreros, aislados e indefensos, a la inhumanidad de los empresarios y a

la desenfrenada codicia de los competidores” (RN 1). Un texto que después de 119 años

aún es iluminador, ya que la situación de los trabajadores, sus familias y organizaciones ha

tenido una involución impresionante en estos últimos años, una que contrasta con los

avances técnicos, sociales y públicos que hoy utilizan los ciudadanos del siglo XXI. Porque

en mercado se ha reposicionado nuevamente y aunque existen normas internacionales sobre

el derecho al trabajo, este es solo un principio que no se puede ejercer. Para ilustrar esta

afirmación solo considerar que en Chile, con una PEA de más de 6 millones de

trabajadores, solo negocian colectivamente el 11 porciento, es decir un poco más de 600

mil trabajadores pueden pactar con sus empleadores las condiciones económicas y sociales

derivadas del trabajo. Esto sumado a que las organizaciones de trabajadores como los

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sindicatos también carecen de una representación importante que no sobrepasa en Chile al

10% del total de los Trabajadores. Temas que sin duda son un estimulo para reflexionar

desde la fe y la ESI sobre como podemos contribuir a la dignificación del trabajo humano.

Volviendo al siglo XIX, en ese momento se gestaban en el mundo y ya que en este

momento de la historia los socialismos (4) de Europa constituyen una especie de "amenaza

al orden establecido" para el capitalismo de la época y para la propia Iglesia jerárquica, esta

situación se encuentra en la base de la Primera Encíclica social del Papa León XII, en que

maduraba un proceso interno de una inédita gran participación de los fieles laicos, conocido

como el catolicismo social, que en cierta forma rompe en paradigma de la cristiandad

católica predominante durante muchos años, intentando asumir diversos criterios sociales,

que se abrirán a una nueva dimensión en la participación de los fieles laicos, como

colaboradores del Magisterio en diversas materias sociales, que les son propias y

coherentes a su vocación y misión en la sociedad y extraordinariamente en la propia

Iglesia. Por otro lado la misma Iglesia en su conjunto había enfrentado situaciones

complejas, aplicando para ello un instrumento que se fundan en un conjunto de

orientaciones, criterios de juicios y directrices de acción que supone la Enseñanza social.

4 .-Diversos tipos de “socialismos” que con el tiempo se han podido precisar; el socialismo

democrático,(Europa, principalmente por el aporte de Granci en Italia) el marxismo-leninismo, (soviético) el

Marxismo-Maoista (china), el socialismo indoamericano (Mariategui), entre otros.

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2.- MARCO TEORICO.

Al iniciar nuestra reflexión sobre la Enseñanza Social, es importante considerar en una

primera instancia, el marco teórico de por qué la Iglesia Católica esta interesada e

involucrada profundamente con lo social por más de 120 años en lo que ella misma

denomina como Enseñanza Social. Esta pregunta es constante y ha sido planteada con

diversos énfasis, según el momento histórico y el contexto ambiental en donde haya sido

formulada.

Un primer criterio de análisis es que lo social es el campo propio de toda actividad

humana, y es complementaría al hombre mismo, ya que la persona es por esencia un ser

social, abierto a los demás, a la creación y a Dios, para lograr su plena realización. Una que

por mucho tiempo en el mundo cristiano estuvo priorizada por la vida trascendente, es decir

todo lo que viene consignado en el mundo religioso para después de la muerte. La vida en

el aquí y el ahora siendo importante, estaba en manos de los dirigentes políticos,

económicos y de las propias iglesias en Europa. Esto es fundamental al momento de

comenzar la revolución industrial ya que la Iglesia Católica Romana aún poseía un

importante “influencia” en los destinos de la sociedad europea a mediados del siglo XIX.

Una Iglesia que además se veía enfrentada al mundo el que por años venia rechazando.

Dada las condiciones de pobreza, explotación y abusos en contra de hombres, mujeres y

niños en las emergentes industrias intensivas en mano de obra, los que habían alzado la voz

en contra de estos vejámenes habían sido algunas corrientes socialistas, una de las más

activas era el socialismo que se nutria del Marxismo, que para la jerarquía eclesial

representaba lo más temido; entre otros fundamentos señalaban el emergente ateísmo y la

instauración de una sociedad sin clases. Esto sin duda eran temas que no se habían

discutido, sin embargo la acción sindical de dirigentes sindicales socialistas y comunistas

habían logrado progresivamente dirigir las movilizaciones de los obreros en Europa con

bastante éxito. Sin duda esta nueva realidad social no fue del todo bien comprendida por la

jerarquía que se negaba a actuar a favor de los pobres y en especial de los obreros. Las

diversas presiones sociales y eclesiales de los laicos Europeos articulados en el movimiento

del catolicismo social fue sin duda el estimulo que la jerarquía necesitaba para tomar

partido por los pobres, aunque originalmente no lo hacen por los pobres mismos, sino en

oposición a estos movimientos sociales y políticos que consideraban peligrosos. ¿Qué

ocurrió finalmente?. El Papa León XIII (1878-1903) fue sin duda uno de los Pontífices de

la Iglesia Católica Romana que logro comprender el proceso de cambios que se fraguaba en

la llamada “Question social” y que fue finalmente la motivación para publicar la primera

Encíclica social Rerum Novarum (Acerca de las cosas nuevas) en 1891. Desde este Papa

hasta Juan Pablo II el tema de la enseñanza social va siendo enriquecido en forma

permanente hasta que en 1987 Juan Pablo II señala que todo lo Humano no es ajeno o

extraño a la Iglesia, señalaba al respecto:" La preocupación social de la Iglesia, orientada

al desarrollo auténtico del hombre y de la sociedad, que respete y promueva en toda su

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dimensión la persona humana, se ha expresado siempre de modo muy diverso. Uno de

los medios destacados de intervención ha sido, en los últimos tiempos, el magisterio de los

Romanos Pontífices, a partir de la Encíclica Rerum Novarum de León XIII como punto de

referencia". (5) Importante si consideramos que con ella la Iglesia inicia sistemáticamente

un proceso crítico frente a los sistemas económicos, políticos y sin duda culturales. Desde

este momento se inaugura en la Iglesia un estilo que diversos Pontífices mantendrán,

posteriormente a través de diversas encíclicas sociales. Es significativo recordar que el

Magisterio Pontificio proclama un conjunto de orientaciones que de una u otra forma ya

han sido socializados por los propios fieles laicos. (6) Y que si duda constituyen la base de

la Pastoral social.

Es esta preocupación por toda la persona la que ha llevado a la Iglesia Católica, en diversos

momentos históricos, a fundamentar su disposición y acción pastoral, precisamente porque

ve en toda persona la Imagen visible del Dios invisible, encarnado en Jesucristo. Pero es la

persona y las personas una de las preocupaciones constantes de la Iglesia, ya que las

relaciones humanas se desarrollan en diversos contextos antropológicos y por lo mismo

éticos, de allí que sean precisamente determinados valores sociales los que son defendidos

por la Iglesia, entre ellos sin duda destaca la solidaridad, tanto como actitud humana y

como virtud cristiana, desde nuestra perspectiva esta dimensión ética realiza un aporte serio

y responsable a las relaciones humanas y laborales en cada una de sus múltiples

dimensiones. Las experiencias de acción social solidaria que la Iglesia Católica ha realizado

a través de los años, en especial desde la perspectiva de los hombres de trabajo en la

sociedad occidental y en nuestro país en particular constituyen, en cierto sentido el eje

articulador de nuestro desarrollo, de allí que intentemos situar o contextualizar

adecuadamente los principales documentos Pontificios y las prácticas eclesiales en función

del trabajo humano, en los contextos socio-históricos en donde han sido gestados, sin

agotarlos.

En la elaboración de las orientaciones sociales de la Iglesia han influido, sin lugar a dudas

las condiciones ambientales, que de una u otra forma han puesto en tela de juicio algunos

valores permanentes, que la misma Iglesia ha defendido a través de su historia. Desde esta

perspectiva la Enseñanza Social ha propuesto y articulado un conjunto de valores

permanentes como es la dignidad de la persona que de acuerdo a las condiciones de cada

país, son variables y que requieren permanentemente de una actualización, en este sentido

podemos considerar los sistemas políticos, que como el democrático (real, no solamente

formal) que ha sido paulatinamente incorporado, no precisamente por ser perfecto sino más

5.-Juan Pablo II. Encíclica Sollicitudo Rei Socialis (SRS), Ed Paulinas,1987, Nº1.Traducción" La

preocupación social de la Iglesia. 6.-Por ejemplo es el Catolicismo social de Alemania, Bélgica, Francia e Italia, una de las fuentes de la

preocupación social de la Iglesia por el proletariado urbano del siglo XIX, que encuentra su máxima

expresión en la Encíclica R.N de León XIII.

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bien por su perfectibilidad, es decir porque puede seguir perfeccionándose a través del

tiempo y lo que es más importante, porque es el que más respeta y promueve a las personas

y los pueblos, de igual forma los diversos sistemas económicos, que en el transcurso de los

cien últimos años han transitado por diversas experiencias. Sin embargo fue la situación de

los obreros o proletarios, que siendo explotados inhumanamente por el sistema capitalista

de la época (1891), constituyeron uno de los principales motivos de la primera intervención

social solidaria que diversos sectores de Católicos y más tarde desde la propia Jerarquía de

la Iglesia, encabezada por el Papa en el campo social Europeo, y secundariamente en

nuestro propio país. Durante este proceso la Iglesia ha intentado situarse permanentemente

para ser cada vez más fiel al Evangelio de Jesús, adaptación que se ha realizado muchas

veces entre luces y sombras, como un aspecto significativo de la preocupación social, en lo

que se refiere a la búsqueda del desarrollo integral de las personas y de la sociedad en su

conjunto.

En relación a la génesis de la preocupación social de la Iglesia; Aunque existió una serie de

preocupaciones previas en diversos documentos sobre los problemas sociales, solamente

con la publicación de la primera encíclica Rerum Novarum (R.N), Acerca de las cosas o

fenómenos nuevos que surgían en la sociedad occidental a fines del siglo XIX. Se trata en

ella la problemática social del mundo moderno globalmente y en términos que promovían

un diálogo entre los diversos sectores involucrados; Obreros Industriales y Patrones,

cambio significativo en el lenguaje al que estaba acostumbrado el Magisterio. Podemos

señalar incluso que fue uno de los primeros signos que disponían a la Iglesia Jerárquica a la

búsqueda del cambio que llegaría a consolidarse con el Concilio Ecuménico Vaticano II a

mediados de los años 60 del siglo XX, en especial la Encíclica Gaudium et Spes (Los gozos

y las esperanzas), en donde el Papa Pablo VI se atreve a asumir que los gozos y las

esperanzas del mundo también lo son de la propia Iglesia.

La problemática a la que hace alusión R.N es sin duda suscitada por las condiciones de vida

y de trabajo en que vivía un gran sector de la sociedad; el proletariado urbano industrial,

sometido a condiciones inhumanas por el sistema productivo del capitalismo liberal. Este

tema social, será considerado como un conjunto integral en su análisis, incorporando

elementos propiamente teológicos que brindan un conjunto de aspectos que permiten

discernir sobres las nuevas situaciones. Especialmente aquellas que son generadas por el

avance inexorable de la tecnología y la naciente industria, que en si misma son una ayuda

imprescindible para el desarrollo de la sociedad, sin embargo cuando en estas no consideran

la centralidad del sujeto humano, es decir de la persona, pueden transformarse en elementos

que desvirtúan el valor del trabajo, como de las personas que se relacionan a ellas. Es en

este contexto en donde se intenta incorporar formalmente a los fieles laicos en cuanto

colaboradores de una tarea fundamental en la sociedad, tarea que más tarde será reconocida

como el denominado el Catolicismo Social que dará las bases para una pastoral de lo social,

sin embargo en esta primera encíclica predomina la problemática Europea a la que

9

directamente alude el Papa. Más adelante veremos que en nuestro país también se había

iniciado un proceso paralelo al catolicismo social Europeo.(7) Señalaba el Papa León XIII

refiriéndose a la situación global de los obreros sometidos por el sistema productivo y

económico imperante en la época :" Es urgente proveer de la manera oportuna al bien de

las gentes de condición humilde, pues es la mayoría la que se debate índecorosamente en

una situación miserable y calamitosa(...) aislados e indefensos a la inhumanidad de los

empresarios y a la desenfrenada codicia de los competidores"(8).Problemática que suscita

en diversos medios situaciones y actitudes encontradas, incluso de incomprensiones por la

actitud que asumía el magisterio en la persona del Papa.(9) A Pesar de esto, la Iglesia

continua velando y profundizando diversos temas relacionados con la miseria de los

trabajadores, y en especial aquellos temas como los económicos y políticos por las

repercusiones que estas dimensiones tienen sobre la sociedad, temas que cada vez van

alcanzando una mayor relevancia e influencia en la vida del pueblo. De allí la importancia

de conocer y contextualizar permanentemente los documentos emanados desde el

Magisterio Pontificio, el que cada vez va consolidando en diversas orientaciones directrices

de acción para la propia Iglesia, pero en forma especial a los fieles laicos que están

llamados por su propia vocación y misión a ser protagonistas principalmente del cambio

social, para ello se encuentran inmersos en su propio tiempo e historia. (10

)

7. En América Latina y en particular en nuestro país, la industrialización en los términos en que se aplicaba

en Europa tendrá una aplicación más tardía, sin embargo las condiciones de explotación del factor humano en

las nacientes industrias, en especial en el sector minero.

8.-La Encíclica Rerum Novarum Constituye un importante testimonio histórico acerca de como la Iglesia

asume y plantea su propia intervención social en materias laterales al trabajo y a las condiciones de vida de

los trabajadores.

9.-ver el impacto provocado por la Encíclica Rerum Novarum en: Pierre Bigo. Doctrina Social de la Iglesia.

Instituto Católico de Estudios Sociales, Barcelona, España, 1967,págs 58ss.

10

.-Es importante señalar que las Encíclicas Laborem Exercens (1981), Sollicitudo Rei Socialis (1987) y

Centesimus Annus (1991), constituyen un cuerpo social significativo en la Iglesia en especial con relación al

trabajo Humano.

10

3.-EN EL AMBITO DE LA IGLESIA-COMUNIDAD.

Para muchas personas, la misión de la Iglesia-comunidad estaría o debería estar centrada

sólo en una aparente dimensión espiritual desvinculada de la realidad o del acontecer

histórico, un vacio teológico para aquellas personas que sólo buscan un descanso a través

de una pesudo-religiosidad de sus propias acciones y actitudes, las que son sin duda una

carga para sus conciencias y que evidentemente los problemas del "ahora y del aquí", no les

interpelan o simplemente no tienen la fuerza moral para liberar a sus propias conciencias de

las repercusiones que determinados criterios" técnicos" generan en ellos mismos y en la

sociedad. Como consecuencia de su aplicación en las personas concretas, en especial en

aquellos que dependen para vivir de un salario (asalariados) como son las grandes mayorías

de trabajadores, tanto del sector formal como del informal, entre los que sin duda surge una

especial preocupación por aquellos que son sub/contratados a tiempos parciales. (Como

veremos más adelante) precarizando el empleo, pero a través de él la propia vida.

La Iglesia Católica ha sostenido permanentemente su preocupación por la persona integral,

es decir, valorando y respetándolas, porque ella a su vez también comparte las

debilidades de su propia época, de allí que el respeto progresivo a cada una de sus

múltiples dimensiones, en que las personas y los pueblos son una parte importante de la

preocupación social, la cual es una tarea prioritaria no excluyente de los fieles laicos

insertos en la sociedad y sus estructuras, sean estas políticas, económicas y culturales, y sin

duda religiosas en donde participan en forma extraordinaria.(11

) Esta dimensión social

estaría vinculada a " lo político" (polis), termino que etimológicamente se refiere a la a lo

público, a lo común de un grupo social y no a "lo religioso", que estaría restringido a lo

individual, en especial en el mundo capitalista de inspiración protestante (12

). Una

separación entre lo público y lo individual llevado a cualquiera de sus dos extremos es

perverso, porque los seres humanos se desarrollan en ambas dimensiones de la realidad.

Las experiencias históricas nos señalan que destacando sólo lo societal se subordina a la

persona a los mandatos de la sociedad ,(Colectivismo Marxista) o lo individual que llega a

limites de la cultura del individualismo, que lesionan el bien común de la humanidad, sobre

la cual existe una hipoteca social (Capitalismo Liberal). Con el precedente antropológico de

que las personas y las sociedades son esencialmente complementarias, porque la vida

humana y la sociedad formada por personas es parte de un proceso de integración

permanente. De allí que debamos reivindicar el auténtico sentido de que la ESI debe

iluminar precisamente estas realidades con una óptica trascendente, que potencie lo positivo

11

.- El ejercicio del Sacerdocio común de los fieles laicos:"Los Fieles, incorporados a la Iglesia por el

Bautismo, quedan destinados por el carácter del culto de la religión cristiana y regenerados como hijos de

Dios, están obligados a confesar delante de los hombres la fe que recibieron de Dios mediante la Iglesia" Ver.

Constitución Dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium Nº11.Ed BAC, Madrid, España. 12

.-Ver Max Weber. en su obra clásica: El Espíritu del Capitalismo, en donde recoge la inspiración de la Obra

de Lutero y Calvino y que incentivan el logro individual.

11

y humano de cada una de las sociedades. De allí la necesidad permanente de que los fieles

Laicos realicen a diario una profundización tanto de su fe, como de otros elementos que les

permitan discernir mejor las complejas realidades en que se encuentran a diario.

Al analizar la Misión de la Iglesia Católica desde el punto de vista de su preocupación

social debemos formularnos al menos algunas interrogantes básicas para discernir nuestras

propias acciones en el plano de lo social desde la perspectiva teológico-moral: La primera

de ellas nos plantea la conveniencia (13

) de anunciar un Evangelio alienante, desconectado

y sin repercusiones en la vida concreta e histórica del hombre y de la sociedad. Porque esta

pregunta tiene vigencia en la medida en que muchos cristianos buscan aislarse de las

complejidades de la vida moderna, asumiendo un papel de espectadores y no de

protagonistas en el cambio social al que están llamados desde la fe. Es más fácil quejarse de

como están las cosas, de plantearse y realizar acciones para transformar la realidad. Por otra

parte debemos plantearnos si existen en la Palabra de Dios (Sagrada Escritura y

especialmente en el Nuevo Testamento) elementos que nos permitan saber más o menos

fidedignamente, si Jesús de Nazaret y sus Apóstoles se preocuparon o no de las múltiples

urgencias sociales y políticas de su propia época. Las lecturas que se realicen de estos

testimonios narrados por las primeras comunidades son claves para testificar el grado de

compromiso que asumió la comunidad primitiva social y políticamente en su propia época,

a pesar de la tensión escatológica que creaba la inminente llegada del Reino de Dios. De

esta forma podemos apreciar como los primeros cristianos intentan seguir las actitudes y el

estilo de vida de Jesús explicitado en el texto de Hech 2,42ss que narra la primera

comunidad de vida como el modelo a seguir por los “Nazarenos”. Que “compartían todo

entre los hermanos”.

13

.- El tema de la Licitud de actos y actitudes de propio de la teología Moral, que no trataremos en esta

oportunidad.

12

4.-TODO TRABAJADOR ES PERSONA.-

En la cosmovisión Católica el hombre (toda persona) y en especial el pobre es un LUGAR

privilegiado en que Dios se hace presente, manifestando su plenitud. Para comprender

esta manifestación es necesario el sentido de la fe, que es un don o un regalo de Dios, pero

también es el deseo de acceder a ella, para quienes ven en Jesús el modelo redentor de su

condición debilitada, pero es también el sentido común de humanidad solidaria, para todos

aquellos que no reconocen la fe en sus valores o en sus inspiraciones sociales. Dios, en

Jesucristo, se manifiesta y se identifica con el pobre, como da testimonio la primera

comunidad que estampa su fe en el texto de Mt 25,40ss, de allí que toda acción

humanizadora sea a su vez un acto profundo de fe, un auténtico culto a Dios manifestado

visiblemente en el caído y los necesitados. Este es un importante desafío para aquellos que

buscan a Dios en donde saben que no son interpelados por la realidad de la vida. (Ver Lc

10,25-37). Al respecto conviene recordar los siguientes principios, Jesucristo viene a

liberar y a promover al hombre de todos los tiempos de sus esclavitudes (antiguas y

modernas) que lo separan de él mismo, de sus hermanos (prójimos), de la Creación

(ecología y medio ambiente) y de Dios Padre. Por lo mismo la Iglesia propone al hombre

como camino, porque es en el hombre donde se identifica a Dios mismo. Esta identificación

de Jesucristo no es casual, de allí que debamos tomar con mayor seriedad aún que el

hombre o la persona humana es el pilar esencial de la Iglesia al cual deben orientarse sus

estructuras y servicios. Es decir la Iglesia al servicio de la persona y no la persona al

servicio de la Iglesia, principio reafirmado en el Concilio Ecuménico Vaticano II en

diversos Documentos Conciliares que hoy aparecen como disminuidos por la práctica

eclesial en las diversas instancias de participación.

Otros aspectos complementarios dicen relación con algunos de los señalado anteriormente;

El anuncio y la denuncia de la Iglesia es parte importante de su razón de ser, anuncio al

servicio del hombre y de los pueblos, debe ser guía de orientación en cuanto puede asumir

a través de la colaboración de los fieles laicos sus responsabilidades sociales, económicas,

políticas y de otros ordenes, pero un anuncio que intente además ser “la voz de los sin voz”.

Esto supone intentar ser la conciencia moral de la humanidad en todos los planos y ámbitos

en donde se desarrolle la VIDA. De allí que la propia Iglesia no puede ni debe silenciar los

atropellos e injusticias que se comenten a diario con los más débiles. De allí que la

denuncia sea también un aspecto esencial de la acción eclesial. Es importante recordar la

"pastoral del anuncio y la pastoral de denuncia que planteaban nuestros Obispos:" La

primera tarea de la Iglesia es la de dar testimonio y sostener con la palabra y con el

ejemplo el mensaje evangélico de paz y de justicia ante los derechos del hombre"(14

) Pero

una conciencia moral que sea respetuosa del legítimo campo de la autonomía social,

14

.-Ver en el Documento de la Comisión Pontificia Justicia y Paz : La Iglesia y los Derechos del Hombre.

1974. Nº 70 ss.

13

además de situarse cada vez más en una sociedad que supone la profundización y respeto

por la diversidad cultural en todos los niveles de las expresiones antropológico-

culturales. Tarea que es sin duda compleja, además de que obliga a la misma Iglesia y a

todos sus miembros, a situarse en un mundo cambiante y dinámico que busca sus

modalidades propias de realización. Además debe denunciar permanentemente, de que

no es posible aceptar que la evangelización olvide o no considere los graves problemas que

dicen relación con la el principal tema del Continente la Pobreza que supera al 50% de la

población continental (15)

Aunque la necesidad humana se entiende desde la comprensión ideal del hombre. A cada

nivel histórico y cultural corresponde una determinada noción de pobreza y de los

problemas vinculados con la justicia en sus diversas formas (16

) y del desarrollo

integral al que están llamados todas las comunidades humanas, así como la importante

tarea de consolidar la paz de todo el mundo y especialmente en nuestra región aún, con

heridas abiertas tan profundas provocadas por los crímenes de los regímenes autoritarios de

“inspiración cristiana” en décadas pasadas. También es importante no olvidar la prioridad

por los más pobres o empobrecidos por las estructuras y condiciones de vida, para ser más

exactos. Junto al anuncio ,la condena clara y evidente a quienes ideologizan a Cristo, a

quienes anuncian un evangelio sin incidencias sociales, económicas y políticas,

manipulación ideológico-religiosa de algunos que en la práctica equivale a cierta

complicidad o colusión con el sistema injusto establecido, dirigido y orientado por los

más poderosos y ricos de las naciones del mundo. De esta forma se reafirma la noción de

que la ESI no son una ideología (17

), sino una cuidadosa formulación del resultado de una

atenta reflexión sobre las complejas realidades de la vida del hombre en la sociedad y en el

contexto internacional, a la luz de la fe y de la tradición eclesial.

De allí que la Iglesia, en su conjunto, se compromete y colabora, dentro de múltiples

limitaciones que le vienen dadas por los propios hombres y mujeres que participan en ella.

15 . Informe de los Objetivos del Milenio 2009 de la Organización de las Naciones Unidas 16

.-Sobre el tema de la Justicia, ver Tony Mifsud, Moral del Discernimiento. Tomo IV, Ed CIDE, Stgo de

Chile,1987, pág 12 a 20. Además Pierre Bigo. Doctrina Social de la Iglesia, op.cit. págs 243 a 259. 17

.-La Ideología como concepto utilizado frecuentemente en nuestra sociedad por sectores autodenominados

como no ideológicos (neo-liberales) desconocen el significado de este concepto, el cual es explicitado a

continuación :" contrariamente a la acepción que a veces adquiere de construcción subjetiva, significa, en el

original griego significa, la forma visible, el aspecto de las cosas. En otras palabras, mi percepción de lo

objetivo. Designa, por así decirlo, la sistematización de lo que se percibe sobre lo real. Toda técnica, todo

método, toda ciencia, todo lo que pretende tener eficacia, dominar los hechos, forma parte de una experiencia

objetiva, de un sistema que, por precarios que sean nuestros conocimientos, creemos haber aprendido de lo

real. Ideología designa así y en esto el lenguaje común es testigo, una visión de las cosas que se pretende

objetiva, es decir, no valorativa. El mismo uso que hace Marx de la palabra estriba en que las ideologías

pretenden esa objetividad sin poseerla, ya que están siempre al servicio de intereses que deforman la

percepción de lo real" Nota de Juan Luis Segundo, El hombre de hoy ante Jesús de Nazaret, Tomo I, fe e

ideología, págs 30-31, Ed Cristiandad, Madrid . España .1982. Desde una postura más actualizada sobre la

Ideología ver Slavoj Zizek. El sublime objeto de la Ideologia. Ediciones Siglo XXI. Bs As. Argentina. 2003.

14

A pesar de esto se compromete para promover integralmente al hombre y a crear las

condiciones de vida compatibles con la dignidad y derechos de la persona abierta a los

demás. Finalmente se compromete, solidariamente con los pobres, situándose desde ellos

empáticamente para comprender su vida, valores y puntos de vista de una sociedad que los

margina o que niega su plena realización. Desde otra perspectiva, la Iglesia situándose en

diálogo con la sociedad, se reúne en el Concilio Ecuménico Vaticano II, (1962 a 1965), y

señalaba en el contexto del orden social: "El orden social, pues, y su progresivo desarrollo

deben en todo momento subordinarse al bien de la persona, ya que el orden real debe

someterse al orden personal, y no al contrario. El propio Señor lo advirtió cuando dijo que

el sábado había sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado" (Mc 2,27).

¿Qué sentido tiene este texto? , simplemente señalar una vez más que la centralidad de la

persona es la que prevalece por sobre cualquier normativa o tradición, por muy venerable

que esta haya sido o sea en la actualidad, porque de perderse esta centralidad antropológica,

surge inmediatamente la imposición de aquellos que tienen la tendencia a proteger y tomar

decisiones por los demás, como ocurrió precisamente con el pueblo Judío, que por exagerar

la observancia a la ley genera el “culto a la norma” con los 615 preceptos que desvirtúan

incluso la propia Ley de Moisés. De esta forma se pierde el espíritu más original de la Ley

que era, por decirlo en concepto moderno una “pedagogía salvífica”, un proceso que

supone un crecimiento de lo menos a lo más, que es lo central y que en definitiva le da el

sentido mas profundo a la revelación. Podríamos señalar incluso que este criterio que busca

asegurar la gracia de Dios a través de la práctica escrupulosa de ciertas normas, se va

transformando en un paradigma que impide el crecimiento (crisis paradigmática), la

apertura, y sin lugar a dudas la capacidad de descubrir la presencia de Dios. De esta forma:"

El orden social hay que desarrollarlo a diario, fundarlo en la verdad, edificarlo sobre la

justicia, vivificarlo por el amor. Pero debe encontrar en la libertad un equilibrio cada día

más humano"(18

).

Sin duda el aporte del Concilio Vaticano II, supone de parte de la propia Iglesia-comunidad

un esfuerzo significativo de internalización de las líneas pastorales que lo sitúan al servicio

de la sociedad y del hombre inmerso en las problemáticas post-modernas, en diversos

sectores. En especial la gran mayoría de personas, que por las condiciones de vida aún

están sometidos a diversas situaciones similares a las que el Papa León XIII denunciaba

hace más de cien años en su encíclica RN. En la Iglesia también se aspira a un importante

antropocentrismo societal, ya que la persona humana es fundamental, en términos de

consolidar una vida social ética que la respete y promueva, en tal sentido agrega el texto

anterior :" Descendiendo a consecuencias prácticas de máxima urgencia, el Concilio

inculca el respeto por el hombre, de forma que cada uno, sin excepción de nadie, debe

considerar el prójimo como otro yo, cuidando en primer lugar de su vida y de los medios

necesarios para vivirla dignamente, no sea que imitemos a aquel rico que se despreocupa

18

.-Constitución Conciliar Gaudium et Spes,Nº26, Ed Biblioteca de Autores Cristianos (BAC).

15

por completo del pobre Lázaro; Lc 16,19-31”(19

). Un importante aporte viniendo del

Concilio, (la autoridad colegida máxima de la Iglesia católica) porque la parábola a la que

se hace alusión es precisamente la actitud del rico que no es capaz de empatizar o de

situarse y sentir desde o en el lugar del pobre con quien es injusto, negándole algo que el

mismo había recibido generosamente antes. Porque el gran drama de nuestra sociedad es

precisamente la coexistencia de visiones que se desconocen mutuamente y que por lo

mismo no logran situarse en la perspectiva del otro, sean estos trabajadores, fieles,

militantes políticos, estudiantes, mujeres o simplemente homosexuales y sus luchas

reivindicativas en una sociedad predominantemente masculinizada.

El gran aporte de la Iglesia Latinoamericana, ha sido la promoción y la liberación integral

de los pobres, que supone una actitud activa, protagónica de los propios cristianos como

una opción preferencial y que tiene su cuerpo orgánico en diversas iniciativas pastorales.

Sin embargo, desde la perspectiva de los fieles laicos, estos deben en su propia dimensión

utilizar como un instrumento privilegiado a la Enseñanza Social como lo señala Juan Pablo

II en la Encíclica Sollicitudo Rei Socialis (SRS Nº41), desde ella pueden articular y

discernir mejor sus propias opciones en la sociedad en que se encuentren insertos, porque

su campo propio de acción es el ámbito de la teología moral y no puede confundirse con

una ideología, como ya habíamos señalado.

19

.-Constitución Conciliar Gaudium et Spes Nº27, Op Cit.

16

5.- LA ACCION SOCIAL DE LOS FIELES LAICOS.

La Organización de la Iglesia esta - en términos generales-A nivel mundial en el Estado

Pontificio del Vaticano en donde el Obispo de Roma (Papa) ejerce una dirección

internacional en dos planos; como jefe político del Estado del Vaticano y como líder de la

Comunidad Eclesial Católica, ambos a nivel mundial; En un segundo plano se encuentra el

nivel regional, en nuestro caso para América latina y el Caribe; la estructura organizativa es

el Comité Episcopal para América Latina (CELAM), y un tercer plano es a nivel Nacional,

como es el caso de Chile operan dos niveles, Por un lado la Conferencia Episcopal (CECH)

como un organismo orientador y en el nivel propiamente local nos referimos a cada

Diócesis (20

) en donde los Obispos tienen la responsabilidad última de Dirigir y de orientar

al pueblo de Dios que están bajo su responsabilidad, es decir, deben ser los Pastores de las

personas que territorialmente pertenecen a sus diócesis. Cabe señalar sin embargo que

desde tiempos primitivos en la Iglesia-comunidad han existido en forma complementaria

una diversidad de funciones y carismas, de ellos destaca el llamado" sacerdocio común de

los fieles", (LG4) conferido a través del sacramento del bautismo. A los fieles laicos les

otorga la vocación y misión de realizar su peculiar actividad en la Iglesia, pero el lugar

propio es en el corazón del mundo, es decir a realizar su vocación en la sociedad y sus

estructuras:" Pero es en el mundo donde el laico encuentra su campo específico de acción

(E.N 73). Por el testimonio de su vida, por su palabra oportuna y por su acción concreta,

el laico tiene la responsabilidad de ordenar las realidades temporales para ponerlas al

servicio de la instauración del Reino de Dios (...) Entre estas realidades temporales no se

puede dejar de subrayar con especial énfasis la actividad política (A.A II, 5). (21

).(22

).

Un paso muy significativo para la época, esto desde un Concilio Ecuménico, como el

Vaticano II que fue audaz y valiente al intentar resituar la Iglesia en su conjunto al servicio

de la sociedad. Este espíritu innovador lo podemos reflejar en un párrafo muy importante

en lo que dice relación al servicio a los más pobres: "Los gozos y las esperanzas, las

tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de

cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de

Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. (...) La

Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su

historia"(23

). En él la Iglesia, a través de una de las autoridades máximas colegiadas, (24

)

20

.-Cuando se trata de una "Arquidiocesis" esta es presidida por un Arzobispo y su estructura orgánica-

pastoral en este caso es el Arzobispado. En las Diocesis, es el Obispo y Obispado. Existen otras formas

administrativas como prelaturas (Por Ejemplo la zona de la Araucanía), Cuando no existen todos los

elementos para constituir un Obispado. 21

.- ver Documento de Puebla Nº789 y 791. 22

.-Para un análisis más detallado sobre la misión y vocación de los fieles laicos en la sociedad ver

Documento de investigación Nº25 de la U.C.B.C. sobre la encíclica C.F.L de Juan Pablo II.

23

.-Concilio Vaticano II, Constitución Gaudium Et Spes,Nº1,Ed. BAC.

17

intenta resituarse, una vez más, al servicio de las personas y de los pueblos, cambiando una

postura predominantemente asistencialista y distante frente a los pobres para solidarizar con

ellos. Lógicamente no debemos olvidar de que la propia Iglesia comparte los pecados de la

humanidad al estar ella misma formada por personas, las que al igual que todos deben

discernir permanentemente opciones que busquen la plena dignidad de las personas y los

pueblos. El otro aspecto fundamental de la Iglesia es la presencia en ella del Espíritu Santo,

que de una u otra forma busca caminos de expresión, son a estos signos a los que debemos

estar atentos, también pueden venir de ámbitos no Católicos. Porque la forma de ser

católica puede transformarse también en un obstáculo para escrutar y descubrir los signos

de los tiempos.

Es este el gran desafío para los cristianos, saber escrutar los signos de los tiempos, porque

en última instancia la Iglesia, al igual que otras religiones y toda la humanidad somos

peregrinos que caminan al encuentro de la plenitud, para algunos que solamente la

encuentran en Dios. Conviene recordar que La Iglesia no es un fin en si misma, es un

medio a través del cual el Pueblo de Dios camina en medio de la humanidad en su

búsqueda en los eones del tiempo.

24

.-En la Iglesia existe la Autoridad Máxima colegiada, es decir el Papa junto a los Obispos reunidos en el

concilio, o el Papa solo cuando define algunas materias de fe. Este segundo aspecto fue reforzado después del

conflicto con la reforma protestante iniciada por Lutero (1520 aproximadamente).La respuesta de la Iglesia es

el Concilio de Trento de 1548 en donde se refuerza el rol del papado y la dimensión mariana, junto con el

sacerdocio.

18

6.- LOS CAMBIOS Y SUS CONSECUENCIAS SOCIALES.

Sin duda el mundo ha cambiado sustancialmente en los últimos años, uno de los cambios

más significativos ha sido sin duda el mundo de la Empresa y del Trabajo; sus estructuras

productivas han cambiado radicalmente en si mismas y en su impacto en el mundo social.

Así de una producción orientada por la oferta, la cual dio origen a la producción en escala,

fue cambiando a una producción orientada por la demanda, cuya estrategia implica una

producción y una posición diferenciada lo cual, a su vez, implica transformaciones

radicales en las estructuras organizativas a todo nivel, desde las Empresas, Estado, y sin

duda las propias organizaciones sociales, las que deben adaptarse rápidamente a este nuevo

modelo de relaciones orientadas principalmente por el mercado global. Podemos precisar

estas tendencias en los siguientes elementos más significativos:

6.1.-La progresiva descorporatización de las Empresas (nacionales y trasnacionales).

Esta nueva estrategia busca consolidar pequeñas unidades de negocios autogestionadas con

una gran capacidad de respuesta a las fluctuaciones de la demanda en el mercado. Ya no

son las empresas trasnacionales que operaban a grandes escalas. El impacto directo al

mundo de los trabajadores se refiere a que estas nuevas unidades económicas, flexibilizan

las relaciones laborales , con la intencionalidad de rebajar (abaratar) sus costos operativos,

externalizando diversas funciones tradicionales como el aseo, mantención, Transporte,

entre otras, entre las cuales figura el propio trabajo humano, y de estas forma pretender ser

más competitivas.

6.2.-Una segunda constatación se refiere a la descentralización de la producción; se

aprovechan al máximo las ventajas competitivas y comparativas a escala mundial: Un

producto se fabrica en diversos lugares del mundo, con la finalidad de atacar con mayor

rapidez y oportunidad las necesidades emergentes de las demandas, cada vez más

homogeneizadas por la cultura occidental en todo el mundo.

6.3.-Un tercer aspecto se refiere a los procesos de flexibilización y precarización del

empleo que exige una compactación o reducción de las estructuras organizativas, ello en el

contexto de una transformación radical de los procesos productivos y

administrativos/gerenciales. Estas nuevas formas como consecuencia de los Cambios

Tecnológicos Duros (tecnologías) y de los Cambios Tecnológicos blandos

(administración), afectan la competencia de la empresa. Aquí cabe conceptualizar a la

competencia laboral que cada vez se orientará a lograr una mayor eficiencia en el trabajo.

6.4.- Finalmente los diversos procesos de integración, en donde se crean alianzas

estratégicas, fusiones, asociaciones y proyectos de cooperación conjunta de bloques

económicos y comerciales en todo el mundo. En nuestro caso, la asociación a diversos

tratados comerciales como la APEC, a la UE, a tratados bilaterales de libre comercio y al

MERCOSUR y finalmente la UNASUR, las cuales suponen implementar una serie de

19

estrategias organizativas en el sector empresarial que hagan más competitiva a la economía

Chilena, en desventajas con dos de los principales miembros del Mercado, como son Brasil

y Argentina.

6.5.-La incapacidad de las organizaciones sindicales (nacionales e internacionales) para

adaptarse a estas nuevas realidades, considerando que en muchos países con un desarrollo

capitalista avanzado se han creado las condiciones legales (legislaciones laborales) que

vulneran claramente los Convenios de la OIT sobre libertad sindical y negociación

colectiva, siendo nuestro país uno de los que más rigideces presenta a la hora de considerar

las herramientas legales con que cuentan los trabajadores y sus organizaciones.(25). Todo

esto se agrava aún más cuando los trabajadores y sus respectivas organizaciones son

incapaces de autofinanciarse para poder mantener una independencia política de los

Partidos o de los grupos empresariales que los subordinan a sus propios intereses. A ello

debemos sumar que en el mundo del trabajo, el empleo precario, parcial, sub-empleado, los

cuales constituyen métodos que impiden la organización masiva de los trabajadores. Esto

principalmente porque prevalece la noción de que cada uno vela por sus propias

condiciones de trabajo. Falta aquí el sentido común de buscar la unidad en la diversidad de

los propios trabajadores y de sus organizaciones.

Desde un punto de vista más global considerando la representación, las organizaciones

nacionales (26) no han sido capaces en este escenario, de representar efectivamente los

intereses de los trabajadores, lo que agrava aún más la situación y profundiza la falta de

sentido para sindicalizarse en nuestro país.

25 .- La parodia existente en Chile del derecho a huelga que permite a las empresas contratar trabajadores

legalmente, la negociación colectiva reducida solo al 11% de los trabajadores activos, los grupos

negociadores, los delegados sindicales, la atomización de los sindicatos, etc. 26 .-En Chile existen dos centrales Sindicales legales, la Central Unitaria de Trabajadores; www.cutchile.cl,

la Central Autónoma de Trabajadores; www.catchile.cl y la Unión Nacional de trabajadores (UNT) que es

solo una organización de hecho. Las dos primeras están afiliadas a la Confederación Sindical de las Américas

(CSA) a a través de ella a la Confederación Sindical Internacional (CSI). En otros países existe además la

Federación Mundial Sindical (FMS) que en Chile acogen algunos grupos menores.

20

7.- LA ENSEÑANZA SOCIAL DE LA IGLESIA.

El concepto para identificas las orientaciones sociales del Magisterio a los fieles laicos ha

recibido varios nombres; Doctrina, Enseñanza, Ciencia Cristiana, etc. Nosotros hemos

privilegiado el concepto de “Enseñanza” porque en el mundo sindical, la palabra

“Doctrina” se identifica con dogmas y normas rígidas que no permiten a los laicos en el

recrear e innovar estas orientaciones en el mundo del trabajo, que es el centro de nuestras

preocupaciones.

7.1.-Un breve acercamiento a la génesis de esta importante orientación teórica y práctica a

los cristianos en lo social surge y se va desarrollando a través del tiempo, de allí que desde

la consolidación de los criterios y orientaciones del Papa León XIII, sean considerados

como un importante hito, que como señalaba el Padre Pierre Bigo. SJ, que aporta una nueva

perspectiva:" Con R.N. La Iglesia toma consciencia, no de una nueva misión con respecto a

la humanidad, sino de una manera nueva de interpretar su misión permanente. La Iglesia

fue siempre consciente de ser el fermento del mundo, y esta fe se expresa en las épocas

más humilladas del cristianismo, cuando en medio de las persecuciones se hacia más

improbable la posibilidad de desviar el curso de la historia. Pero es precisamente esta

actitud de ser un pueblo peregrino lo que le permite y consolida su libertad frente a la

sociedad. Esta acción social, es decir, sobre el mundo, seguía concibiéndose en el curso

del siglo XIX como una acción de los jefes de la Iglesia sobre los poderes civiles, porque la

vida de los pueblos y de la Iglesia ella misma tendía a reducirse a la de sus gobernantes.

En lo sucesivo, es el pueblo cristiano en su totalidad el que estará llamado por los papas a

tomar parte en la construcción de la sociedad"(27

), y cuarenta años después, se reconoce de

importancia de esta ciencia cristiana orientada a los social y económico, señalaba el Papa

Pio XI el 15 de mayo de 1931: "Bajo la dirección y el magisterio de la Iglesia, muchos

doctos varones, así eclesiásticos (Sacerdotes y Religiosos) como seglares,(laicos) se hayan

consagrado con todo empeño al estudio de la ciencia social y económica, conforme a las

exigencias de nuestro tiempo, impulsados sobre todo por el anhelo de que la doctrina

inalterada y absolutamente inalterable de la Iglesia saliera eficazmente al paso de las

nuevas necesidades"(Q.A 19).

La ciencia Social y económica a la que hace alusión Pio XI es precisamente la llamada

Enseñanza o Doctrina Social, veamos en sus propios términos este importante aporte:" De

este modo, mostrando el camino y llevando la luz que trajo la encíclica de León XIII,

surgió una verdadera Doctrina Social de la Iglesia, que esos eruditos varones, a los

cuales hemos dado el nombre de cooperadores de la Iglesia, fomentan y enriquecen de día

27

.-Pierre Bigo: Doctrina social de la Iglesia. Instituto Católico de Estudios Sociales, Barcelona, España.

1967, Pág 57.

21

en día con inagotable esfuerzo". (QA 20). El concepto de “Doctrina” va consolidándose a

la luz de diversos aportes, de allí su génesis dinámica, abierta a los cambios permanentes de

la propia sociedad. Esta doctrina sin embargo no es solo teoría religiosa para el campo

socio-económico, es sin lugar a dudas el inicio de lo que años más tarde se llamaría una

Pastoral de lo social, de allí que sea importante considerar su aplicación más inmediata de

esta Enseñanza en plena crisis mundial de la economía capitalista, tanto en Europa como en

los Estados Unidos, la Crisis del 29 y 30, que junto con evidenciar la dinámica cíclica

interna del Capitalismo, en esta crisis genera una serie de pensamientos alternativos que se

consolidarán durante tres décadas. Señala el papa:"Labor constante emprendida para

imbuir en los ánimos de los obreros el espíritu cristiano, que ayudó mucho para darles a

conocer su verdadera dignidad y capacitarlos, mediante una clara enseñanza de sus

derechos y deberes de su clase, para progresar legítima y prósperamente y aún

convertirlos en guías de los demás. De ello obtuvieron con mayor seguridad más

exuberantes ayudas en todos los aspectos de la vida"(QA 23-24). Otro importante hito

histórico en el desarrollo de la Doctrina social, la constituye la encíclica Mater et

Magistra del Papa Juan XXIII (15 de Mayo de 1961), unos pocos años antes de realizarse

en importante Concilio Ecuménico Vaticano II. El Papa Juan XXIII, señala con respecto al

aporte de la Encíclica R.N:" Fue, sin embargo, la encíclica Rerum Novarum la que

formuló, por primera vez, una construcción sistemática de los principios y una perspectiva

de aplicaciones para el futuro. Por lo cual, con toda razón juzgamos que hay que

considerarla como verdadera suma de la doctrina católica en el campo económico y

social"(M.M 15), en esta importante encíclica sin embargo encontramos los principios

fundamentales de esta doctrina católica para el campo social y económico, que tanto

impacto tienen en la vida de las personas, en especial de los trabajadores.

Ya más cercano a nosotros el Papa Juan Pablo II ha realizado importantes aportes a la

compresión y aplicación de la Doctrina social en nuestra época, señala en la encíclica

Sollicitudo Rei Socialis (1987) que tiene como uno de sus objetivos el " Afirmar una vez

más la continuidad de la doctrina social junto a su constante renovación. En efecto,

continuidad y renovación son una prueba de la perenne validez de la enseñanza de la

Iglesia. Esta doble connotación es característica de su enseñanza en el ámbito social, en

especial gracias al aporte que el propio Juan Pablo II ha realizado al conjunto de la

Doctrina Social durante estos últimos años. Por un lado el aporte de la DSI es constante

porque se mantiene idéntica en su inspiración de fondo, en sus" principios de reflexión", en

sus fundamentales "directrices de acción" y sobre todo, en su unión vital con el Evangelio

del Señor. Por el otro lado es a la vez siempre nueva, dado que esta sometida a las

necesarias y oportunas adaptaciones sugeridas por la variación de las condiciones

históricas así como por el constante flujo de los acontecimientos en que se mueve la vida

22

de los hombres y de las sociedades.(28

) El papa recordando la Encíclica de Pablo VI

(Populorum Progressio) en la misma línea de Rerum Novarum señala que: "Hay que

reconocer el mérito de haber señalado el carácter ético y cultural de la problemática

relativa al desarrollo y, asimismo a la legitimidad y necesidad de la intervención social en

este campo. Con esto, la doctrina social cristiana ha reivindicado una vez más su carácter

de aplicación de la palabra de Dios a la vida de los hombres y de la sociedad así como a

las realidades terrenas, que con ellas se enlazan, ofreciendo principios de reflexión,

criterios de juicio y directrices de acción"(recordando a O.A nº4) (29

). Sin embargo un

aporte definitivo que Juan Pablo II introduce sobre la Doctrina Social de la Iglesia es su

definición en el campo propio y específico de esta, la Teología Moral. La definición de la

Enseñanza Social de la Iglesia, claramente diferenciada de la categoría "ideológica" obliga

a diversos grupos sociales y políticos a redefinir sus principios, ya que la Enseñanza social

puede ser perfectamente utilizada por diversas instancias políticas partidarias, como parte

de sus principios, sin que esta sea agotada. La implicancia más directa de situarla en el

campo de la teología moral es que ella se relaciona desde la perspectiva de la fe con la

conducta social de las personas y de las organizaciones, veamos el texto: La Doctrina

social de la Iglesia no es, pues una" tercera vía" entre el capitalismo liberal y el

colectivismo marxista, y ni siquiera una posible alternativa a otras soluciones menos

contrapuestas radicalmente, sino que tiene una categoría propia. No es tampoco una

ideología sino la cuidadosa formulación del resultado de una atenta reflexión sobre las

complejas realidades de la vida del hombre en la sociedad y en el contexto internacional, a

la luz de la fe y de la tradición eclesial. Su objetivo principal es interpretar esas

realidades, examinando su conformidad o diferencia con que el Evangelio enseña acerca

del hombre y su vocación terrena y, a la vez, trascendente, para orientar en consecuencia

la conducta cristiana. Por tanto no pertenece al ámbito de la Ideología, sino al de la

teología y especialmente de la teología moral."(30

)

7.2.-La razón de circunscribir la D.S.I en el ámbito de la Teología Moral se debe, como ya

hemos señalado anteriormente a que el la enseñanza social de la Iglesia existen elementos

valoricos o axiológicos que la ubican en un plano superior, un plano que con el aporte

pístico, o de la fe en Jesucristo, de esta forma se puede articular mejor el sentido de nuestra

intervención en los complejos problemas sociales, iluminando a los fieles laicos en su

propia conducta personal y social, caben aquí perfectamente diversos valores orientados de

la praxis social de los cristianos. Lo anterior no impide que los fieles laicos adscriban a su

propio modelo "Ideológico" para buscar la transformación de la sociedad a través de los

Partidos Políticos, todo lo contrario, la dimensión política es fundamental para los fieles

laicos, ya que desde allí pueden realizar con plenitud el sacerdocio común de los fieles al

28

.-Juan Pablo II, Encíclica Sollicitudo Rei Socialis,Nº3.op.cit. 29

.-Juan Pablo II. Encíclica Sollicitudo Rei Socialis, Nº8. op cit. 30

.-Juan Pablo II. Encíclica Sollicitudo Rei Socialis,Nº41.op.cit.

23

que han sido llamados por vocación. De esta forma la praxis de los cristianos, es decir la

acción transformadora de la sociedad en lo político, nos permite introducir elementos éticos

que buscan la promoción, dignidad y liberación de las personas, pero todo ello orientado

básicamente en el mundo del trabajo (31

) y de las complejas relaciones que en torno a esta

importante actividad humana se generan y que continúan desarrollándose a través del

tiempo y de las nuevas situaciones en el mundo.

Si analizamos detenidamente el surgimiento de esta orientación social animada desde la fe,

que es propuesta por la Iglesia Magisterial. Veremos que existen aportes que se integran

para profundizar y desarrollar permanentemente la ESI; entre las principales fuentes

encontramos a:

a) Las Sagradas Escrituras, en especial el Nuevo testamento y muy particularmente, los

criterios que emanan de los principios cristológicos (32

).

b) Diversos aspectos teológicos de la tradición de la Iglesia. Desde las primeras respuestas

a problemas sociales de los llamados padres de la Iglesia. (Griegos y Romanos).

c) El Magisterio Pontificio, especialmente el aporte de los Papas en los dos últimos siglos a

través de las encíclicas sociales.

d) Otros aspectos teológicos, filosóficos, políticos , económicos y culturales, entre lo cuales

destacamos el aporte de los propios trabajadores organizados, quienes con su vida y

práctica llevan a cabo estas orientaciones e incluso van más allá al realizar avances teórico-

prácticos significativos dada las condiciones de vida que les afectan.

7.3.-Explicitación de las Fuentes de la D.S.I:

Jesús de Nazareth es sin duda el Fundamento ético de nuestras acciones. Las Sagradas

escrituras están contenidas en el libro conocido como Biblia, que etimológicamente

significa "los libros", ya que contiene una serie de libros que narran de una forma muy

particular la historia de la salvación. Una gran primera parte es la conocida como el

Antiguo Testamento, la otra más nueva, es el Nuevo testamento, en el la persona de Jesús

es central. Desde la perspectiva de la E.S.I, las sagradas escrituras nos permiten extraer

31

.-Algunos textos sobre el tema: Compilación de Carlos Pressacco."El trabajo en la Doctrina Social de la

Iglesia" editado por la Universidad de los Trabajadores de América latina (UTAL) San Antonio de los Altos,

Edo Miranda. Venezuela. y el Instituto Latinoamericano de Doctrina y Estudios Sociales (ILADES) Santiago

.Chile 32

.-El aporte de las Sagradas Escrituras en fundamental para comprender la génesis y el sentido de la actividad

de los Cristianos. Por la orientación de nuestro curso este aspecto será complementario, pero sugerimos que

para su correcta interpretación sea consultado: Constitución Dogmática sobre la Divina revelación "Dei

Verbum", Concilio vaticano II, Ed Bac, Madrid,1975.

24

algunos criterios centrales que la comunidad-iglesia ha mantenido a pesar de los cambios

culturales e históricos que ha sufrido el "pueblos de Dios".

Del Antiguo Testamento (A.T), debemos señalar, para poder interpretar adecuadamente el

significado de las enseñanzas. En el Concilio Ecuménico vaticano II, en la Constitución Dei

Verbum se señalaba al respecto:" La revelación que la SS.EE contiene y ofrece ha sido

puesta por escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo. La Iglesia, fiel a la fe de los

Apóstoles, reconoce que todos los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento, con todas sus

partes son sagrados y canónicos, en cuanto que son escritos por inspiración del Espíritu

Santo, tienen a Dios como autor, y como tales han sido confiados a la Iglesia. En la

composición de los libros sagrados, Dios se valió de hombres elegidos, que usaban de

todas sus facultades y talentos; de este modo, obrando Dios en ellos y por ellos, como

verdaderos autores, pusieron por escrito todo y sólo lo que Dios quería."(33

) En lo que

respecta a cómo se debe interpretar la escritura, el Documento señala: "Dios habla en la

Escritura por medios de hombres y en lenguaje humano, por lo tanto, el interprete de la

escritura, para conocer lo que Dios quiso comunicarnos, debe estudiar con atención lo que

los autores querían decir y Dios quería dar a conocer con dichas palabras. Para

descubrir la intención del autor, hay que tener en cuenta, entre otras cosas, los géneros

literarios, pues la verdad se presenta y se enuncia de modo diverso en obras de diversa

índole histórica, en libros proféticos o poéticos, o en otros géneros literarios. El intérprete

indagará lo que el autor sagrado dice e intenta decir, según su tiempo y cultura, por medio

de los géneros literarios propios de la época. Para comprender exactamente lo que el

autor propone en sus escritos, hay que tener en muy en cuenta los modos de pensar, de

expresarse, de narrar que se usaban en tiempo del escritor, y también las expresiones que

entonces más solían emplear en la conversación ordinaria"(34

) Estos criterios nos permiten

ubicarnos en una serie de problemáticas que el Pueblo de Israel asumía y que al nuevo

Pueblo de Dios, fundado por Jesucristo ,continuó incorporando una serie de nuevos

elementos que lo potencian a todo el mundo separándose definitivamente de él.

7.4.-Una Fundamentación Cristológica:

A continuación destacaremos el aporte Cristológico, ¿la razón? El sentido más profundo de

la Iglesia-comunidad y de la fe es precisamente la Persona de Jesucristo, sus valores,

criterios y enseñanzas que hasta hoy son motivos de inspiración, no sólo para los creyentes,

sino que además para diferentes personas y culturas. (35

) Como nuestra intención no es

realizar un marco propiamente teológico de la Cristología y de la ESI, solamente

33

.-Constitución Dei Verbum,Nº11. En Documentos del Concilio vaticano II, Ed BAC, Madrid,1975.

34

.-Dei Verbum, N º12.op.cit.

35

.-Sobre la Cristología, señalamos dos textos que pueden ser de utilidad: Leonardo Boff, Jesucristo

Liberador. Ensayo de cristología crítica para nuestro tiempo. Ed Sal Terrae,3a Ed, Santander,1985. Otro

texto es de Juan Luis segundo, El Hombre de Hoy ante Jesús de Nazaret, Tomo I, Ed Cristiandad, Madrid,

1982.

25

indicaremos algunos aspectos que nos parece como orientadores en la acción social

inspirada desde la fe.

El testimonio consignado en los Evangelios, es de la comunidad de creyentes que realiza

una elaboración redaccional posterior a la vida pública de Jesús, pero a pesar de ello, la

personalidad y el aporte que realizan, ubican a Jesús como un hombre extraordinario en

relación a su propio tiempo, posiblemente sea por esta razón que fue tan poco comprendido

por sus contemporáneos. ¿Qué características tenía entonces Jesús de Nazareth?

La primera de ella era que a pesar de ser a la vez, verdadero Dios, era a la vez verdadero

hombre, con una extraordinaria dimensión humana, misericordioso, capaz de empatizar y

compadecerse del dolor y el sufrimiento de los demás, pero en especial de los pobres y de

los doble o triplemente marginados de su propia época; de la vida, de la sociedad y de la

religión Judía, precisamente en razón de su pobreza. El testimonio que nos brindan de Jesús

en este contexto es que se atreve a luchar en contra del sistema predominante del

Fariseísmo Judío, es decir un grupo de laicos que cuidaban celosamente la integridad de la

fe judía (según sus propias interpretaciones) y de una serie de prácticas que pretendían

asegurar al que las cumplía, el favor de Dios. Pero ocurre algo importante, de tanto

profundizar en la búsqueda de la seguridad que brindan las prácticas piadosas y

purificadoras van perdiendo el sentido más profundo de la Ley y con ella, el espíritu con

que Dios se las había entregado a través de Moisés. Jesús entronca con este espíritu y por

lo mismo entra en contradicción con la forma legalista de entender legalmente el amor de

Dios, proyectando sus propias limitaciones egoístas a Dios mismo, al concebir un amor

limitado, lejano y dominador. Frente a esta noción, Jesús reivindica que Dios es

misericordioso, cercano, amoroso y que por lo mismo perdona constantemente,

simplemente por que Ama con un amor sin limites, incluso sin merecer este amor la

humanidad y los hombres de todos los tiempos pueden acceder a él en forma gratuita. (Con

o sin merecerlo). Desde otro puto de vista la concepción limitada del amor de Dios es

producto del egoísmo institucional, que no es un signo de este amor, todo lo contrario es un

anti-signo. De esta forma el egoísmo individualista y las enseñanzas de Jesús son

incompatibles.

Otro teólogo importante que ha reflexionado sobre la realidad y del mensaje de Jesús es

Leonardo Boff, Teólogo laico Brasileño, señala en tal sentido:"El mensaje de Jesús es un

mensaje radical y absoluta liberación de la condición humana con respecto a todos los

elementos alienantes. El mismo se presenta ya como un hombre nuevo de la nueva creación

reconciliada consigo misma y con Dios. Sus palabras y actitudes revelan a alguien

liberado de las complicaciones que los hombres y la historia del pecado habían creado. Ve

con suma claridad las realidades más complejas y las más simples, y va después a lo

esencial de las cosas, que sabe decirlas de un modo breve, conciso y exacto. Jesús

manifiesta un extraordinario buen sentido que sorprende a todos los que se hallan a su

26

alrededor. Tal vez haya sido este hecho el que ha dado origen a la Cristología, es decir, al

intento de la fe por descifrar el origen de la originalidad de Jesús y responder a la

pregunta: Pero, en definitiva, ¿Quién eres tú, Jesús de Nazaret? (36

). Pregunta que debe

ser formulada por cualquier persona que pretenda asumir su fe desde una perspectiva

adulta.

La identidad de Jesús, como verdadero hombre y a la vez, como verdadero Dios nos plantea

el importante tema de la reconciliación de la humanidad que se produce en forma

definitiva por la redención del Hijo de Dios, desde su nacimiento, su vida y su muerte-

resurrección, tienen consecuencias para la humanidad de su tiempo, del nuestro y del

futuro, es decir entre el alfa y la omega, su nombre es el único camino que conduce a la

plena liberación. Esto no lo supieron comprender los contemporáneos de Jesús,

preocupados de "las pelusas en los ojos ajenos y no en las vigas frente a sus propios ojos",

pero además no fueron capaces de percibir que el amor universal- a todos los seres

humanos sin ningún tipo de discriminación- constituye un aspecto central de Jesús, y en

especial cuando inaugura con su presencia el "ya pero todavía no" del reino de Dios. Es

decir el Reino ya esta presente en medio de la humanidad, pero aún no es plenamente

realizado. De allí la tensión escatológica que determina la acción social de la Iglesia (37

) en

el presente, pero con una mirada puesta en la plenitud de los tiempos. Es una tensión entre

el presente y el futuro, que nos mantiene en camino, en marcha, conceptos que nos señalan

una movilidad permanente de la Iglesia-Comunidad, movilidad que es totalmente opuesta a

la consolidación estructural que se rigidiza con el tiempo, (normas y estructuras). Un

importante desafío que no debemos perder de vista al intentar ser fieles al espíritu de Jesús.

Porque la eclesialidad debe estar inspirada necesariamente en Jesús, en sus principios y

valores, pero en algunas áreas debe ir más allá, por ejemplo en el tema de la

democratización interna de ella que cada vez se hace más necesaria y urgente.

Es por esto que la libertad con que actúa Jesús, es sorprendente aún más cuando

comprendemos el contexto histórico, político y religioso de su época. Es quizás esta

libertad la que más ha costado comprender y vivir, porque la tendencia manipuladora del

Hombre y sus organizaciones, sean estas políticas, económicas o religiosas, las cuales

tienden precisamente a controlar o limitar el ejercicio de la libertad plena, porque como

señala San Pablo" Para ser libres nos libero Cristo". ¿Será entonces el miedo a la libertad?,

¿Qué existe en esta dimensión que genera un ambiente tutelado que impide que

precisamente las personas y los pueblos sean auténticamente libres? Son preguntas que

36

.-Leonardo Boff, Jesucristo el Liberador. op cit, pag 95. 37

.Una de las razones de por qué los apóstoles no desarrollaron tanto las implicancias sociales de su tiempo es

porque existía la convicción de una pronta parusía o de la revelación definitiva de Dios, lo que hacia perder en

sentido para las acciones sociales desde la perspectiva del tiempo por venir.

27

debemos formularnos permanentemente si queremos ser realmente fieles a estos principios

en nuestra propia sociedad.

7.5.-La Tradición de la Iglesia.

Desde la primera Comunidad de seguidores y discípulos de Jesucristo se fue consolidando

un estilo de vida, que intentaba lograr un cierto nivel de coherencia con las enseñanzas del

Maestro y lo que las personas hacían en función de sus vínculos y relaciones sociales. Una

tarea por lo demás siempre difícil. Los primeros cristianos, en sus reflexiones sobre

problemas específicos que les afectaban, comprendían con claridad que la fe en Jesucristo

poseía claramente incidencias éticas sobre determinados aspectos sociales- en el amplio

sentido de la palabra-. Uno de los testimonio más notables de los primeros siglos de nuestra

era lo recogemos de los primeros cristianos que reflexionaban sobre el tema a partir de

diversos escritos, ellos son conocidos como los Padres de la Iglesia, nombre con que se

designa a un conjunto de teólogos (latinos y griegos) que incorporaban en sus reflexiones

criterios de discernimiento de las acciones de los cristianos y de la Iglesia misma frente a

una serie de situaciones con las que frecuentemente se veían enfrentados durante los

primeros siglos en que el "camino", o los "Nazarenos” y más tarde los llamados “cristianos"

se expandían en el mediterráneo, hasta consolidar-desde el Imperio Romano-una estructura

sólida institucionalizada, al convertirse en la Religión oficial del Imperio con Constantino

en el año 313.

7.6.-El Magisterio Social.

Los primeros pasos del significativo aporte del denominado "Catolicismo Social", en la

base de la elaboración de los Papas desde león XIII en materias de sociales y previa a la

publicación de la Encíclica Rerum Novarum, existió en Europa y más tarde en América

Latina y en nuestro país en especial. Un sector de católicos que motivados por las

condiciones de trabajo de los Obreros, bajo el régimen Capitalista Industrial, intentan

plantear un nuevo paradigma eclesial, para ello reflexionan y buscan diversos criterios que

aseguren la dignidad de los hombres de trabajo, en un contexto dialógico con la sociedad

moderna. Este grupo de católicos se reconoce posteriormente por la misma Iglesia,

asumiendo muchos de sus criterios y principios inspiradores, serán reconocidos con el

nombre de Catolicismo social. En el contexto del surgimiento de este movimiento

renovador, encontramos ideas y personalidades claves para que la Iglesia misma vaya a dar

un importante paso en relación a las competencias del mundo moderno y de su propia

misión en este contexto. En tal sentido es esclarecedor el siguiente aporte: "Desde la

jerarquía, queda de manifiesto en la encíclica MIRARI VOS de Gregorio XVI (1832) que

se ratifica la condena del racionalismo, al galicanismo y al liberalismo en sus diferentes

formas, con alusiones específicas a la libertad de conciencia, a la libertad de prensa, a la

revolución en contra de las monarquías, a la separación Iglesia/Estado, a la apologética

28

libertad religiosa con una serie de posteriores peligros para el catolicismo hegemónico de la

época y a la soberanía del pueblo. Finalmente la condena al pensamiento de Lammenais

que era seguido por la mayoría de los católicos sociales europeos. De este modo, podemos

observar dos tendencias opuestas, por un lado la posición del Vaticano de base reaccionaria

con el Papa Gregorio XVI y por otro lado el catolicismo social en la base, que realiza

empresas católicas bajo el signo de la modernidad europea"(38

). Sin duda el surgimiento y

consolidación del llamado catolicismo social no fue fácil, la propia jerarquía defendía el

sistema monárquico, porque ella misma se percibía a si misma como una especie de

monarquía religiosa. María Huerta señala más adelante: "Poco a poco se va imponiendo la

idea, con diversos matices, del liberalismo como mal menor para la Iglesia y del

catolicismo hacia la segunda mitad del siglo XIX. Los obispos vuelven tomar la

conducción del proceso, se centraliza la vida diocesana, se desarrollan las congregaciones

religiosas, hay un fuerte énfasis en la educación y en las obras de caridad. Se cuenta ahora

con un importante grupo de seglares organizados, muchos de ellos influyentes, como en

organismos públicos, parlamento, consejos municipales, etc.”(39

).

Su génesis es bastante compleja, sin embargo su madurez se ubica a mediados de la

segunda mitad del siglo XIX. En esta etapa histórica se había llegado al convencimiento de

la Jerarquía y de los Laicos, de que las condiciones de explotación humana atentaban en

contra de las personas y que en palabras del Papa León XIII," era un clamor que llegaba al

cielo", (RN), Esta maduración suponía que el proceso previo se había consolidado

valoricamente y que además era incorporado oficialmente por el propio Papa. Para ubicar

los aportes éticos-morales provenientes de algunos católicos sociales.

En chile, podemos destacar al Padre Fernando Vives y al Padre Alberto Hurtado, (Creador

de la Asich) José Goldzak Donoso (creador de la CLAT) quienes fueron los pilares de la

enseñanza social en el país. Ambos habían conocido el catolicismo social al estudiar en

Europa, otros como es el caso de Clotario Blest Riffo, (Creador de la Anef y la Central

única de Trabajadores) conociendo estas orientaciones fue más allá, su noción del Cristo

sufriente lo lleva a plantear una severa critica a la jerarquía Católica, promoviendo antes de

que surgiera como corpus propiamente tal la Teología de la Liberación años más tarde.

7.7.-.-Otros Aportes en la génesis de la Doctrina Social.

La Iglesia, desde R.N intenta, para responder mejor a los cambios permanentes y rápidos de

la sociedad occidental, incorporar cada vez con mayor profundidad aportes provenientes de

las ciencias sociales, en especial aspectos económicos, políticos sociales y culturales,

además de profundizar en las vertientes teológicas y filosóficas que también se van

desarrollando a través de la historia. El viejo conflicto (Siglo XVIII y primera mitad del

38

. Maria Antonieta Huerta. Catolicismo social en Chile, Ed paulinas, 1991, pag 169. 39

. María Antonieta Huerta, Op,cit, pag 170.

29

XIX) entre la fe y la ciencia se debía principalmente a que el nivel mismo del conocimiento

no era suficiente, pero en la medida en que ambos van desarrollándose se hace necesario

generar una nueva síntesis que permita una complementación entre ambas, especialmente

en el plano de las ciencias sociales en donde la Iglesia debe, en una actitud humilde, (lo que

es bastante difícil dada la época) de recoger algunos instrumentos que le permita optimizar

su trabajo pastoral a partir de un mejor conocimiento de la realidad social y económica. La

Teología no pretende reemplazar estas especificidades y otras que tienen importantes

aportes que realizar para comprender mejor al objeto de estudio común. El Hombre.

Además tanto la Teología, como la Moral Social (de la cual es parte la Enseñanza Social)

incorpora una importante dimensión interdisciplinar en sus respectivos análisis y

propuestas, junto a esta dimensión posee un área práctica que orienta a lo experimental,(40

)

en la cual los trabajadores y sus organizaciones tienen un especial papel protagónico. Es

importante señalar en este punto que junto con grandes aportes de la Iglesia en la defensa y

promoción de los trabajadores y sus organizaciones (41

).

La Iglesia no siempre a estado a la altura de las necesidades de los fieles laicos en el mundo

del trabajo, la lejanía de los pastores, así como el desconocimiento de sus realidades

temporales y muchas veces el desconocimiento de la autonomía han sembrado una serie de

dudas en los propios trabajadores de la intencionalidad última de la Iglesia Jerárquica, la

cual en algunas naciones aún se ve profundamente unida al poder político y económico

vigente. El Caso de la Iglesia Colombiana y Argentina (42

) son paradigmáticas en este

sentido, solamente por señalar unos penosos casos en nuestro continente.

40

.- Ver Juan Pablo II, Encíclica Centesimus Annus, Nº59. 41

.-La Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT) desde el momento de su constitución ha sido

animada por los principios y valores de la Doctrina Social, al igual que algunas organizaciones de

trabajadores Europeos como la CSC de Bélgica, y la CTCF de Francia, pos señalar algunos. 42

.-Las criticas categóricas del pueblo argentino a la clara negligencia de sus pastores ( a la Iglesia) durante los

años de terror por parte de las dictaduras militares, es una sombra que aún tiene consecuencias negativas en

los nuevos procesos evengelizadores. No tiene credibilidad.

30

8.-PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA ESI.

Quizás uno de los principios más centrales sea el de la misma eclesialidad que se situé en

una perspectiva abierta a la sociedad, para servirla desde la fe y desde ella a la liberación y

a la promoción humana, de estos valores se desprenden otros que en el transcurso del curso

iremos profundizando. Cabe señalar, sin embargo que el giro eclesial es significativo:"Una

nueva auto-comprensión de la misión de la Iglesia, exige un notable cambio de enfoque de

un eclesiocentrismo (la auto-comprensión de la Iglesia como sociedad perfecta) a una

eclesiología misionera (auto-comprensión de la Iglesia como enviada), en esta nueva

relación entre Iglesia y sociedad, se resalta la responsabilidad histórica de los cristianos"43

Surge de esta forma un área de trabajo social significativo para los fieles laicos inmersos en

las estructuras de la sociedad, en especial aquellas que dicen relación con la Economía, las

ciencias sociales y la política, ya que ellas sin duda tienen en nuestra sociedad una

importante influencia.

8.1.-La Dimensión política:

Hemos señalado en reiteradas ocasiones que la acción social de los fieles laicos en la

sociedad tiene directas implicancias, tanto en lo político contingente, como también en lo

económico, como veremos más adelante. En lo que respecta a lo político, La

Constitución de la Iglesia sobre el Mundo actual, Gaudium et Spes, señala en el Capitulo

IV sobre la actividad Política:"La conciencia más viva de la dignidad humana ha hecho que

en diversas regiones del mundo surja el propósito de establecer un orden político-jurídico

que proteja mejor en la vida pública los derechos de la persona, como son el derecho de la

libre unión, de libre asociación, de expresar sus propias opiniones y de profesar privada y

públicamente la religión. Porque la garantía de los derechos de la persona es condición

necesaria para que los ciudadanos, como individuos o como miembros de asociaciones,

puedan participar activamente en la vida y en el gobierno de la cosa pública"(44

). Desde que

la Iglesia ha actuado moralmente en el campo político buscando el desarrollo y el respeto

de determinados valores sociales y políticos ha ayudado permanentemente al laicado para

que asuma, cada vez con nuevos fundamentos, la acción política con plenitud de derechos.

En lo que respecta a nuestro país la Iglesia, representada en la persona de los Obispos han

señalado importantes aportes, de los cuales hemos destacado el siguiente, tanto por su

contenido, como por el momento histórico en que fue presentado a la luz pública.(1984).

Veamos en aporte señalado por la Conferencia Episcopal de Chile: "Nuestra preocupación

por el quehacer político se funda, en último termino, en la misión evangelizadora que

43

.-Ver Tony Mifsud. Moral del Discernimiento.(III)Ed CIDE, Stgo de Chile, 1987,pág 24ss. 44

.- Ver Gaudium et Spes, Nº73.

31

hemos recibido del Señor Jesús y que ánima su espíritu. Continúa mas adelante el

documento:

1.-El hombre es un ser social y político:(...) no es un individuo aislado que,

accidentalmente, vive en la sociedad, sino que es, esencialmente, un ser social y político".45

2.-Lo social y lo político influyen sobre el hombre. En un movimiento inverso, señalan los

Obispos, complementario del interior, la misma vida política y social de los hombres

constituye un desafió para los cristianos. Ellos deben vivir su fe en esas condiciones

históricas y en ellas y con ellas, deben llegar a la santidad, esto es a la plena comunión con

Dios y con los hermanos (...) Así, la tarea de los cristianos (fieles laicos), es consagrar a

Dios la historia con todas sus dimensiones. Incluida la ideológica, la social y la política, sin

privarlas en nada de su legítima autonomía.

3.-Encarnación, Resurrección y Solidaridad. "La Iglesia se hace solidaria de los pueblos de

América Latina a los que ha visto nacer (...). Esta solidaridad que la lleva a preocuparse de

todos los aspectos de su existencia incluidos lo social y lo político, tan determinantes en la

suerte de los pobres- no es más que el pálido reflejo de la solidaridad de Dios, que se

encarna, se hace hombre, se hace obrero, se hace pobre. Que importante palabras en una

sociedad que cada vez se torna más indiferente de la problemática de los pobres, de los

marginados, sean estas personas o naciones.

8.2.-Etica y política.

El Tema de la ética en el plano político se ha hecho no solo necesario, sino urgente, ya que

los partidos políticos, así como los políticos, cada vez son más pragmáticos y carentes de

principios y valores orientadores, tanto de sus propias colectividades, como en sus acciones

economicistas que todo lo involucran. Es por estas y otras razones que debemos reafirmar

una vez más que "La auténtica política debe subordinarse al orden moral, lo que se tiende a

ocultar por concepciones y practicas erradas"(46

) Es importante señalar que desde esta y

otras perspectivas los fieles laicos tienen un imperativo moral que realizar e intervenir

políticamente en sus respectivas sociedades: " La Iglesia no puede considerarse sin más

ajena a la política. De su misión dice Juan Pablo II," que aún siendo de carácter religioso y

no social o político, no puede menos que considerar al hombre en la integridad del ser”. Por

repetir en forma sintética la doctrina clásica: a la Iglesia jerárquica incumbe lo político en

su núcleo moral, y no incumbe lo político partidista en cuanto opinable, o como suele

decirse, "contingente", que es la tarea propia de los fieles laicos como ciudadanos por

derecho propio."(47

) En los números siguientes Mons. Carlos Oviedo, Cardenal Arzobispo

45

.-Conferencia Episcopal de Chile, Evangelio, Etica y Política, Doc de trabajo, 1984,pág 16. Tema de la

Evangelización y Política. 46

.-Ver. Evangelio, ética y Política. CECH.1984. 47

.-Mons Carlos Oviedo C. carta Los católicos y la Política, Sept 1990,Ed salesianos. Nº21.

32

de Santiago a la época, reitera la Doctrina social en este sentido:" Tras confirmar el

derecho y el deber de juzgar sobre la social y lo económico, Pio XI precisa que la Iglesia

posee esa autoridad " no ciertamente en materias técnicas, para los cuales no cuenta con

los medios adecuados ni es su cometido, sino de todas aquellas que se refieren a lo moral"

(QA41).En la práctica, no siempre es fácil distinguir cuál es, en cada caso, la extensión del

núcleo moral de las cuestiones económicas sociales y políticas, y dónde comienzan sus

dimensiones técnicas y por lo tanto opinables."(48

) Citando a Pablo VI (PP.81) la Carta

señala:" Los seglares (laicos) deben asumir como tarea propia la renovación del orden

temporal. Si el papel de la jerarquía es el de enseñar e interpretar auténticamente los

principios morales que hay que seguir en este terreno, a los laicos les corresponde, con su

libre iniciativa, y sin esperar pasivamente consignas y directrices, penetrar de espíritu

cristiano la mentalidad y las costumbres, las leyes y las estructuras de la comunidad en

que viven"(49

). Todo ello desde la perspectiva que señalan los principios establecidos en la

Enseñanza Social, aquí es donde los fieles laicos deben situarse correctamente, después de

un discernimiento responsable, desde donde actuarán en la contingencia política,

económica y cultural que más valores puedan aportar a las personas reales.

8.3.-En la dimensión económica. (50

):

Desde la Publicación de la encíclica R.N en 1891, la Iglesia ya intentaba comprender y

discernir desde el evangelio, y el bien común de la sociedad el impacto y las consecuencias

que el sistema industrial provocaba en la dignidad de las personas, que bajo el dominio del

sistema económico del Capitalismo liberal de la época que predominaba. Ya en tiempos

más recientes, el mismo Concilio vaticano II, señalaba:" También en la vida económico

social deben respetarse y promoverse la dignidad de la persona humana, su entera vocación

y el bien de toda la sociedad. Porque el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida

económico social", continua el concilio:" La Economía moderna, como los restantes

sectores de la vida social, se caracteriza por una creciente dominación del hombre sobre la

naturaleza, por la multiplicación e intensificación de las relaciones sociales y por la

interdependencia entre los ciudadanos, asociaciones y pueblos, así como también por la

cada vez más frecuente intervención del poder político. Por otra parte, el progreso en las

técnicas de producción y en la organización del trabajo y del comercio así como de los

servicios han convertido a la economía en instrumento ambivalente, por un lado con una

enorme capacidad de satisfacer mejor las nuevas necesidades acrecentadas de la familia

humana"(51

) y por otro de generar extremos entre aquellos que acumulan los más altos

índices de consumo y las grandes mayorías de pobres latinoamericanos que en este nuevo

48

.op.cit Nº22. 49

.-op .cit. Nº 26. 50

.Un buen material de información y formación económica para los trabajadores y sus organizaciones lo

constituye el texto de "Economía y Trabajo". Colección UTAL. 1993 ed FLATES.

51

.-Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual: Gaudium et spes,Nº63.

33

escenario cada vez son más pobres, todo ello ante la progresiva prescindencia del Estado y

su rol subsidiario. Es precisamente por el desarrollo logrado del sistema económico

neoliberal que la sociedad mundial esta planteando la Globalización de la economía,

generando diversas zonas o bloques comerciales que pugnan por alcanzar las condiciones

de intercambio comercial que les sean más ventajosas.( Recordar estos aspectos tratados en

el cap. Nº1). Sin embargo incorporaremos en análisis de la situación económica realizada

en la IV Conferencia general del Episcopado latinoamericano reunidos en Santo Domingo:

Conscientes de que se está gestando un nuevo orden económico mundial que afecta a

América Latina, la Iglesia desde su perspectiva esta obligada a hacer un serio esfuerzo de

discernimiento. Tenemos que preguntamos: ¿hasta dónde debe llegar la libertad de

mercado? ¿Qué características debe tener para que sirva al desarrollo de las grandes

mayorías? Según la reciente enseñanza de Juan Pablo II (CA), es lícita la libre actividad de

los individuos en el mercado. Esto no significa que el mercado pueda ofrecer todos los

bienes que requiere la sociedad ni que ésta pueda pagar muchos bienes necesarios. La

economía de mercado debe tener en cuenta estos límites.

Por eso las enseñanzas sociales señalan la necesidad de acciones concretas de los poderes

públicos para que la economía de mercado no se convierta en algo a lo absoluto a lo cual se

sacrifique todo, acentuando la desigualdad y la marginación de las grandes mayorías. No

puede haber una economía de mercado creativa y al mismo tiempo socialmente justa, sin un

sólido compromiso de toda la sociedad y sus actores con la solidaridad a través de un marco

jurídico que asegure el valor de la persona, la honradez, el respeto a la vida y la justicia

distributiva, y la preocupación efectiva por los más pobres. Los ajustes económicos, aunque

puedan ser beneficiosos a largo plazo, al frenar la inflación y estabilizar la economía,

suelen producir un grave deterioro del nivel de vida de los pobres. Por eso, el Estado esta

obligado en la medida de lo posible, pero sincera y generosamente a compensar los costos

sociales de los más pobres.

El problema de la deuda externa no es solo, ni principalmente, económico, sino humano,

porque lleva a un empobrecimiento cada vez mayor e impide el desarrollo y retarda la

promoción de los más pobres. Nos preguntamos por su validez cuando por su pago peligra

seriamente la sobrevivencia de los pueblos, cuando la misma población no ha sido

consultada antes de contraer la deuda, y cuando ésta ha sido usada para fines no siempre

lícitos. Por eso, como pastores hacemos nuestra la preocupación de Juan Pablo II cuando

afirma que "es necesario encontrar modalidades de reducción, dilación o extinción de la

deuda, compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y al

progreso (C.A. 35).

34

9.-EL APORTE DE LA IGLESIA AL TRABAJO HUMANO.

Dos son las Encíclicas CLAVES para comprender el aporte del Magisterio al tema del

Trabajo, ambas separadas por un siglo, lo que nos permite observar claramente como el

concepto del trabajo, sus implicancias, personales, sociales, políticas, económicas y

religiosas tienen importantes consecuencias, no solo para los trabajadores y sus

organizaciones, sino para la propia comunidad eclesial que le permite mejorar una

comprensión más acabada de lo que ocurre en el mundo del trabajo.

9.1.-Rerum Novarum. León XIII (1891)

La primera encíclica social fue la cumbre de un largo y difícil proceso interno en la propia

comunidad Eclesial, como ya hemos señalado, pero sin duda fue un gran paso, no sólo en

favor de los trabajadores explotados por el capitalismo industrial a fines del siglo XIX, sino

que además marca una importante línea que conducirá a la misma Iglesia a preocuparse por

lo social desde una perspectiva renovada, otorgando a la persona una centralidad a partir

desde la ineludible tarea de su promoción integral, promoción que considera su realidad

histórica, como una condición de su auténtica humanización en “el aquí y el ahora”, sin

perder de vista la trascendencia, generando de esta forma la llamada de la propia Iglesia a la

Pastoral de lo Social, que se consolida prácticamente cien años después de el Silabo de Pío

IX (1864) con el Concilio Vaticano II a mediados de los años 60.

Es importante señalar que estas ideas a fines del siglo XIX y hasta mediados del siglo XX,

específicamente en los años 60, la Iglesia católica, era y en algunos sectores continúan

siendo, resistentes a asumir los principios que se consolidan a partir precisamente de esta

importante encíclica social. Principios que darán pasos a la formación de la llamada

"Enseñanza Social”. Otro paso significativo, complementario al anterior, es la llamada a

crear la "pastoral de lo social", que intenta recuperar y actualizar el profundo sentido

teológico del trabajo humano y de las condiciones en que éste se realiza. El hombre es un

colaborador en la obra iniciada por Dios, el llamado a todas las personas es a realizarse

vocacionalmente en el trabajo con todas sus potencialidades, pero este llamado se ve

obstaculizado por las condiciones humillantes en que trabajan miles de personas en un

contexto jurídico laboral inexistente o muy precario, lo que favorecía aún más la

explotación de los trabajadores, mujeres y niños. La Iglesia al tomar partido y

comprometerse formalmente da el primer paso para que se renueve desde su centro, es

decir desde la perspectiva del servicio a la sociedad en la persona de los trabajadores, tarea

que no es nada fácil en esta época.

35

9.1.- El contexto Histórico de R.N.

Entre las diversas encíclicas sociales existentes debemos señalar que una de las que debe

ser mejor contextualizadas es precisamente esta (52

). Las ideas y conflictos contemporáneos

a la encíclica no han sido suficientemente aclarados, además de que la propia Iglesia estaba

en un difícil proceso para asumir una serie de cambios que eran inevitables (53

), no sólo en

el plano teológico, litúrgico y pastoral, sino que además socio-cultural, lo que va a cambiar

es la propia auto-concepción de la Iglesia y su relación con la Sociedad.

A fines del Siglo XIX, la humanidad estaba alborotada como resultado de los nuevos

descubrimientos teóricos, científicos y tecnológicos y tantas otras expresiones de la nueva

concepción instrumental positivista, el cual reflejaban el espíritu humano abierto a las

nuevas teorías explicativas de la vida, tecnologías e inventos, se podría decir que todo hacia

pensar en que el siglo XX estaba preñado de optimismo. Al comenzar el 1900 surge recién

la época de los primeros experimentos con aviones, trenes y barcos a vapor entre otros. El

hombre ya era capaz de no sólo comenzar a controlar la naturaleza, sino que además la

transformaba totalmente, surgía de esta forma un estilo fabril depredador de los recursos

naturales. Pero también es posible trasformar la propia sociedad, y para ello se organizan

los grupos sociales, entre ellos los pobres en dos grandes expresiones organizativas, los

partidos políticos y las organizaciones sindicales.

Pero era además la época de un contraste impresionante, las condiciones de vida de los

trabajadores, quienes habitaban las abarrotadas ciudades de migrantes campesinos que se

integraban a las Industrias como obreros, o mejor dicho como proletarios, sin seguridad

social, sin leyes laborales, sin horarios de trabajo, que hacían que el trabajador fuera

efectivamente un animal productor de "mercancía" en manos de los patronos, como León

XIII señala en su encíclica. En nuestro país, las condiciones de vida de los trabajadores no

eran muy diferentes, según los estudios realizados, el período entre 1820 y 1880 es de

formación del movimiento obrero. Un importante segmento artesanal y diversos servicios

que se van concentrando en los emergentes sectores urbanos. Gran parte de la población

nacional reside en los sectores rurales. Durante este período el descubrimiento y

explotación de minerales (Plata y cobre) darán paso a grandes grupos de trabajadores

aislados en sus respectivos centros mineros. "Se trata en general de un movimiento obrero

de desarrollo incipiente, que paulatinamente va tomando conciencia de sus interese propios,

52

.- Una de las clásicas obras realizadas para discernir la problemática socio-cultural contemporánea a RN es

el texto del P. Pierre Bigo. SJ. Doctrina Social de la Iglesia. en Iglesia y mundo en Diálogo. Instituto

católico de Estudios Sociales. Barcelona (España) 1967. 53

.-Para comprender la magnitud y complejidad del cambio a iniciar hay que recordar el lugar que ocupó la

Iglesia desde el año 313 con el edicto de Constantino que declaró a la Iglesia como la Religión oficial del

Imperio Romano, desde esta época la Iglesia se siente poseedora absoluta del poder divino y custodia del

poder temporal que comienza a caer con Napoleón, al desconocer la Autoridad de ella, junto a los cambios

socio-políticos iniciados con al Revolución Francesa en 1789, entre otros factores.

36

con un tipo de organización de autodefensa y de apoyo mutuo (Mutualidad). Este proceso

de toma de conciencia y organización del sector laboral lo llevará a tener sus primeros

roces o enfrentamiento con el Estado, en la medida en que va defendiendo sus

reivindicaciones respecto a la sociedad de su época. En general las manifestaciones

políticas del movimiento obrero son escasas en este período destacando, no obstante, el

movimiento desarrollado por la sociedad de la Igualdad a mitad de siglo"(54

) El período

posterior al señalado se caracteriza como de exclusión del movimiento obrero en la

sociedad Chilena (1880-1920). Este período da cuenta de la activación en el sector minero

con el "ciclo del salitre", que implico una gran concentración de mano obrera en las

llamadas “oficinas salitreras”, así como el desarrollo de actividades conexas a ellas;

puertos, ferrocarriles, servicios. Señala el estudio:" Desde el punto de vista económico, se

acentúa la dependencia con el capitalismo Inglés, ya que luego de la Guerra del pacífico,

(1879-1884) éste comanda la explotación del salitre, que beneficia a la clase dirigente

chilena por la vía de los impuestos"(55

).

Los puntos sobre los que se define el período son los siguientes: El estado liberal excluye a

los trabajadores en la medida en que no reglamenta las relaciones laborales, y solo actúa

como preservador del orden social. Esto contribuye al enfrentamiento directo y frontal entre

los trabajadores y el Estado liberal; En el nivel ideológico destacan los anarcosindicalistas y

grupos socialistas; Otro factor lo constituye el discurso político que se radicaliza. El

período culmina con la generación de algunas leyes laborales que reglamentaran las

relaciones entre trabajadores y empresarios, esta situación facilitará la integración desde el

Estado del conflicto institucionalizándolo.

Durante el período de exclusión, el movimiento obrero chileno daba sus primeros

organizacionales, además de generar una serie de actividades que contribuyeron

enormemente a la consolidación del movimiento a través de dirigentes carismáticos y leales

a su propia causa reivindicativa, entre otros por Luis Emilio Recabarren (56) de oficio

tipógrafo, autodidacta que fue uno de los que organiza el movimiento de los trabajadores

Chilenos. En esta etapa la caracterización organizacional de los trabajadores es de una

"masa aislada y espontaneismo" (57), caracterización que se refiere a que los trabajadores,

principalmente mineros, marítimos y otros sectores están muy aislados unos de otros,

especialmente los sectores pampinos Saliteros,(los medios de comunicación terrestre de la

época son bastante difíciles entre los grupos de trabajadores), Señala Pizarro en su estudio

:" El rasgo más sobresaliente de las manifestaciones obreras de comienzos de siglo, es su

54

.-Vicaría de Pastoral Obrera del Arzobispado de Stgo. Serie Estudios Sociales Nº2. Historia del

Movimiento Obrero; (1820-1970) Ediciones VPO, 1980; Pág 2. 55

.-Obra citada, Pág 3.

56 .-Biografía en el sitio: http://www.archivochile.com/Homenajes/Recabarren/MShomenajreca0002.pdf

57 .- Crisóstomo Pizarro. La Huelga Obrera en Chile (1890-1970), Ediciones Sur, Stgo de Chile, 1986. Pág

19.

37

escasa magnitud y su incipiente organización. La actividad conflictiva estuvo circunscrita

principalmente a las faenas mineras ubicadas en zonas geográficas muy concentradas.

Además debido a la inexistencia de organizaciones obreras desarrolladas y al bisoño

carácter de influencia política, dicha actividad revistió un carácter muy espontaneista y, en

ocasiones violento" (58

). Entre los rasgos más importantes del movimiento obrero figuran

las tendencias anarco sindicalistas y más adelante la influencia del Marxismo, que

marcaron profundamente la historia del movimiento obrero Chileno.

Otro hecho significativo, fue la revolución e instauración de la República Liberal

parlamentaria del 1º de enero de 1891, con el Derrocamiento del Presidente Balmaceda,

cinco meses antes de la publicación de la RN, lo que evidentemente tenía a nuestro país en

una profunda crisis social.

Entre las huelgas y masacres más importantes figuran la de Antofagasta (1906), en donde

participaron mineros salitres, marítimos y otros gremios, que reclamaban por los reiterados

abusos patronales y por el tiempo para almorzar (148 muertos) y la de la Escuela Santa

María de Iquique (59) en donde los mineros salitreros (pampinos), demandaban aumentos

de salarios (17 Diciembre 1907), en esta ocasión murieron acribillados por los militares

aproximadamente más de 2000 personas entre mujeres, niños y los propios trabajadores

(60

). En cuanto a la Iglesia, esta no era muy diferente a sus pares europeas, los criterios

pastorales, sacramentales y teológico-Morales eran coherentes con los lineamentos del

Concilio de Trento de 1551. Predominaba la centralidad de ella en la sociedad, las misas

eran realizadas en Latín, la vitalidad de los movimientos apostólicos entregaba a la Iglesia

algunos aspectos complementarios a la " Imitación de Cristo ", rasgo fundamental de la

cristología de la época, (Kempes) que destacaban los aspectos penitenciales tanto de Cristo,

como en las prácticas religiosas lo que centraba la acción de los laicos hacia la propia

iglesia y no hacia la sociedad.

Debemos recordar, además, que la concepción de la Iglesia es aún bastante auto-referente,

y que los cambios sociales son percibidos más bien como amenaza al "orden establecido",

en que la Iglesia católica había colaborado fundamentalmente a su mantención, esta

aparente amenaza se percibe con cierta gravedad en el sector sindical que en estos tiempos

tiene fuertes acentos anarquistas, de hecho muchos autores señalan la importancia del

58

.-Crisóstomo Pizarro. La Huelga Obrera en Chile (1890-1970), Ediciones Sur, Stgo de Chile, 1986. Pág

19.

59 .-Dr. Eduardo Devés. “Los que vamos a morir te saludan”. 2ª edición en el sitio “Archivo de Chile”

http://www.archivochile.com/Historia_de_Chile/sta-ma2/1/stamadocestop000001.pdf

60

.-Es importante señalar que a los mineros del salitre las oficinas salitreras les cancelaban sus salarios en

"dinero de las oficinas"(calas), de allí que la demanda por salarios reales haya sido una importante

reivindicación laboral. Actualmente en una esquina de la Escuela Sta María existe un humilde monolito que

recuerda a los mártires caídos. El profesor Gabriel Salazar, público un texto sobre los peones y proletarios

disponible en: http://www.bibliotecavirtualdelbicentenario.cl:90/main/libro_detalle/53

38

movimiento anarco-sindicalista europeo y posteriormente latinoamericano fue esencial para

lograr las conquistas laborales modernas. Las huelgas y la violencia del sistema para

sofocarlas violentamente, sin analizar las causas que conducen a los trabajadores a asumir

estas acciones reivindicativas, sin duda causan un trauma social, en una sociedad

verticalista como aquella. El otro aspecto se refiere a los movimientos de tipo socialistas

que interpretaban a muchos trabajadores con cierto nivel de conciencia social, y es

precisamente en este aspecto que la encíclica muestra una de sus principales deficiencias al

no discernir dentro de las expresiones socialistas matices ideológicos importantes. Pero más

allá de esta deficiencia la Encíclica "Acerca de las cosas Nuevas" constituye el primer paso

a la pastoral de lo social, pastoral que después de más de 100 años ha sido fundamental

especialmente en los países del tercer mundo o sub-desarrollados como el nuestro.

La Encíclica es conocida en chile después de varios meses, ya que Chile salía de una

sangrienta guerra civil. El 18 de Septiembre de 1981 se leen en los templos católicos las

orientaciones sociales del Obispo Mariano Casanova (61

). Este Obispo tenía un

importante compromiso pastoral con los trabajadores, impulsó numerosas iniciativas y

apoyo desde la propia jerarquía eclesial a quienes ejercían, bajo su supervisión, un

apostolado social con los más pobres. Continuaron con su trabajo el Obispo Ignacio

González, y José María Caro, y sin duda el Padre Alberto Hurtado, (62) quién realizó un

importante aporte a la enseñanza social de la Iglesia en su vida y obra a favor de los

trabajadores y los más pobres.

Otros, como José Goldzak Donoso y de Don Clotario Blest Riffo (entre muchos otros)

fueron más audaces, fueron capaz de reflexionar e implementar sus propias acciones en el

mundo sindical lejos de la tutela clerical.

9.2.-Esquema de análisis de la Encíclica R.N:

Como ocurre con la mayoría de las Encíclicas Sociales utilizaremos la numeración

correlativa de los textos y las siglas de la encíclica, como se acostumbra a citar en la

Iglesia, intentando señalar los aspectos más significativos desde la perspectiva de nuestro

trabajo.

El Problema de los Obreros. (RN.1). El Papa león XIII describe, a grandes rasgos, la

situación a que habían llegado los obreros industriales europeos como consecuencia del

nuevo régimen económico consolidado en la época. Además intenta puntualizar mejor la

situación no solo de los obreros, sino que además de los intentos de algunos sectores para

61

.-El Obispo Mariano Casanova convoca en 1904 al primer Congreso Eucarístico asignando un especial

preocupación a los problemas sociales. Una vez fallecido el Obispo Casanova, le sucede el Obispo Ignacio

González, conocido como "El obispo de los Pobres"(ver revista Católica, Tomo XVI, pag 206,1910.Carta a

Martín Sotomayor).

62 .-Para ver algunos aportes de la DSI de San Alberto Hurtado en http://www.padrealbertohurtado.cl

39

plantear soluciones a esta situación. (RN 2 - 11).- En esta primera parte el Papa intenta

exponer una importante polémica suscitada a raíz de la llamada "cuestión obrera". Un

primer análisis nos remite a la "solución socialista" y del peligro que esta supone para la

sociedad, una de las debilidades de esta formulación es que no da cuenta de las diversas

versiones socialistas de la época, identificando al parecer al emergente sindicalismo

anárquico o de algunos grupos comunistas anti-clericales.(63) Señala R.N, que una de las

propuestas del socialismo es la abolición de la propiedad privada, comprendiendo con ello a

los medios de producción, es decir a las grandes industrias de la época. Sin duda la

“propiedad privada” será la piedra de tope en las encíclicas posteriores, ya que ella no es

absoluta, posee una hipoteca social no siempre debidamente explicitada en los documentos

pontificios.

La Crítica de RN a esta supuesta solución socialista, la plantea en primer lugar desde el

punto de vista de los propios obreros, los que según la encíclica ven una utilidad de la

propiedad para los trabajadores. Un segundo punto de vista la constituye la visión del ser

humano en general. Estableciendo una vez más la superioridad del dominio que el hombre

tiene sobre las cosas. Para ello recurre a la "naturaleza intelectual" del hombre que le

permite elegir bienes incluso con respecto al futuro. En el número siguiente (RN 6) se

destaca la prioridad del derecho de las personas frente al Estado. Distinción entre el

señorío final de los hombres sobre los productos de la tierra y del señorío instrumental de

algunos sobre ellos. Destaca aquí el trabajo del hombre sobre la tierra. Esto lleva a RN a

analizar el socialismo agrario. (RN 9) En este punto el Papa señala la naturaleza de la

familia, en donde establece la prioridad de ella frente a la comunidad. Cabe señalar en este

punto que las ideas de "familia" de la época no corresponden a las familias que hoy (por

ejemplo la patria potestad, el débito conyugal, etc.), después de más de cien años tenemos,

de allí que sea importante contextualizar permanentemente las propuestas y análisis que se

realizan en la encíclica.(RN 10),Cuando es analizado desde el punto de vista de la colecti-

vidad las consecuencias que seguirían del sistema propuesto por los socialistas el papa ve la

posibilidad de opresión, discordia y falta de estimulo, especialmente en el plano

económico, dejando entrever que el capitalismo liberal puede ser mejorado y de ser así

contará con el apoyo implícito de los jerarcas católicos.

La segunda parte es la presentación de la exposición positiva al problema analizado (RN

del 12 al 41). Ya en la introducción señala la competencia entre la Iglesia y el Estado,

plantea además la supuesta imposibilidad de superar totalmente las desigualdades sociales y

las asperezas de la Vida. (RN 14).Al plantear el fin que las personas y los pueblos deben

63 .-El anti clericalismo hay que analizarlo no desde el punto de vista de la fe o de la ausencia de ella como el

ateísmo o el agnosticismo, sino desde la pugna existente entre las clases sociales; el clero es parte de la clase

social dirigente e intentaba mantener bajo su dominio a los trabajadores y sus organizaciones, que eran en su

gran mayoría de la clase social baja o del proletariado.

40

alcanzar además de los instrumentos que se deben emplear en la consecución de estos fines,

para ello propone la necesidad de armonizar los criterios entre las clases sociales y la

acción de la Iglesia como un medio que intenta articular. (RN15).En primer lugar señala

que la Enseñanza social de la Iglesia intenta la superación de esta lucha de clases entre los

proletarios y los ricos al enseñar los deberes de las personas en relación a los demás. En

segundo lugar, porque les recuerda la existencia de la vida futura que no se agota en el

presente y en sus problemáticas. En tercer lugar al reafirmar los principios sobre los bienes

de cualquier clase desde la perspectiva teológica de la época:

a) Las riquezas no dan la felicidad,

b) La distinción entre posesión y uso de los bienes,

c) Los bienes necesarios y los superfluos,

d) El carácter funcional de la abundancia de bienes.

(RN18). Además de lo anterior señala la doctrina sobre la pobreza, señalando el ejemplo de

Cristo que fue pobre y por tanto la pobreza no es tan “mala” como señalan sus detractores.

En cuarto lugar, estableciendo como verdadero el criterio para discernir la dignidad de los

hombres. En quinto lugar estableciendo los principios de la comunidad de los hombres en

la gracia. Finalmente la Iglesia, a través de RN llama al cumplimiento de los preceptos

divinos, única causa verdadera de todos los bienes. (RN23). La contribución temporal de la

Iglesia a la solución de las necesidades de los obreros y sus familias, así como de la

sociedad. (RN24). Retoma la encíclica la crítica a la posibilidad de constituir un Estado

Clasista, de allí que reafirme la obra de los hombres, los deberes del Estado (RN25) y

concretamente a las funciones que este debe desempeñar en la sociedad: “El Estado, en

primer lugar no debe ser un Estado Clasista, que atienda únicamente a los ricos sino que ha

de ser un Estado para todos y ha de observar el principio de la Justicia distributiva. En

segundo lugar, las autoridades han de realizar su acción especialmente a los proletarios”

(RN 27). En tercer término, el poder civil debe hacer respetar los derechos de todos, y

principalmente de los débiles y pobres, para esto estimula las siguientes iniciativas:

a) Frenado a los agitadores y corruptores de los pueblos. (RN30).

b) Removiendo los motivos de las huelgas (RN31), muchas de las cuales eran realizadas al

margen de una regulación jurídica al no existir ésta aún.

c) Defendiendo la dignidad moral de los obreros y concretamente al descanso Dominical

(RN.32).

Además se destaca la importancia de las asociaciones y de los fines que estas deberían

cumplir:

41

a) Búsqueda del establecimiento de jornadas razonables de trabajo.

b) Determinando salarios justos que han de ser pagados por los Patronos. (RN34)

Otros principios de la encíclica se refieren nuevamente a los de la propiedad, la que según

RN será consecuencia de los salarios justos (RN35), del respeto al derecho de asociación

como presupuesto en la creación de asociaciones. Del uso del poder del Estado para

prohibir su ejercicio en ciertos casos. Algunos problemas especiales de las asociaciones

formadas por obreros (RN.38), ejemplos de católicos y obispos de la época en la formación

de asociaciones, asumiendo además el derecho de extensión de las asociaciones,

incorporando normas orientadoras y de funcionamiento de las asociaciones obreras.

Sin duda esta encíclica fue profética en su momento, aunque mantiene en sus criterios

cierta aceptación de un capitalismo liberal mejorado, espera que los patronos obren bien

apelando a una consciencia debidamente formada para lo cual publican precisamente esta

encíclica como una forma no convencional de convencer a los poseedores del capital y de

las injusticias provocados por ellos y a los que las sufren, los obreros y sus organizaciones

de que todo no se resuelve en el aquí y el ahora y que en este sentido deben someterse a una

esperanza en un futuro mejor, siempre y cuando los poseedores del capital y de los medios

de producción se acerquen más a la enseñanza social y la apliquen. Una esperanza utópica

que después de más de un siglo no ha cambiado, más aún esta claro que mientras algunos

tienen más…más quieren.

9.3.-Laborem Exercens. Juan Pablo II. (1981)

El Papa Juan Pablo II, con su experiencia en Europa del Este (Polonia) ha conocido

personalmente la experiencia del “Trabajo humano”, esto sin duda le permite reflexionar

acerca de esta importante actividad humana y sus repercusiones sociales, dada su

vinculación a la producción, a la economía y a la dignificación o humillación de las

personas en el mundo del trabajo.

9.3.1.-Fundamentación Teológica del Trabajo (LE.64)

La Iglesia ve en el trabajo humano diversos planos de comprensión, el primero de ellos y

quizás el más profundo se refiere a que Jesús mismo fue un trabajador (LE. 26), de allí que

el trabajo haya sido elevado en dignidad por el propio hijo unigénito de Dios. En las

palabras del Papa Juan Pablo II, esta actividad da paso al Evangelio del Trabajo. Evange-

lio como buena nueva, como liberación.

64 .-VVAA. La Iglesia y los Trabajadores. Comentarios a la encíclica Laborem Exercens de Juan Pablo II.

Programa Ecuménico de Estudios del Cristianismo publicado por la Vicaria Pastoral Obrera de

Concepción.(1982.)

42

El trabajo en el contexto del AT es una colaboración con la obra de Dios que continúa un

proceso de perfección. Es por esta razón que el hombre puede ser considerado como un co-

creador, como un colaborador de Dios frente a la creación. Su señorío se refiere entonces

al de un administrador creativo, que es capaz de velar por la creación en forma

responsable, frente a Dios, a la comunidad y a las nuevas generaciones, ya que nuestro

mundo es único e irrepetible, con una enorme fragilidad. Si no hay un cuidado responsable

este mundo puede lesionarse profundamente, y con ello poniendo en peligro a toda la

humanidad. Esto que hoy aparece como central se debe precisamente a que las actuales

formas productivas son intensivas en energéticos, como petróleo y sus derivados, gas

natural, energía eléctrica y otras formas emergentes como la solar y la holística, aún de

elevados costos de producción e implementación especialmente en los países productores

de materias primas como el nuestro.

En la Encíclica Laborem Exercens de Juan Pablo II (1981), el Papa destaca un aspecto

central aporte al tema del trabajo: "La Iglesia está convencida de que el trabajo constituye

una dimensión fundamental de la existencia del hombre en la tierra. Ella se confirma en

esta convicción considerando también todo el patrimonio de las diversas ciencias dedicadas

al estudio del hombre: La antropología, la paleontología, la historia, la sociología, la

psicología, etc. Todas parecen testimoniar de manera irrefutable esta realidad. La Iglesia,

sin embargo saca esta convicción sobre todo de la fuente de la palabra de Dios revelada, y

por ello lo que es una convicción de la inteligencia adquiere a la vez el carácter de una

convicción de fe. El motivo es que la Iglesia cree en el hombre: ella piensa en el hombre y

se dirige a él no sólo a la luz de la experiencia histórica, no sólo con la ayuda de los

múltiples métodos del conocimiento científico, sino ante todo a la luz de la palabra revelada

del Dios vivo. Al hacer referencia al hombre, ella trata de expresar los designios eternos y

los destinos trascendentes que el Dios vivo, Creador y Redentor ha unido al hombre" (L.E.

4). Es importante consignar, que desde esta perspectiva el Hombre constituye el Camino de

la Iglesia, incorporando de esta forma la propia experiencia de la humanidad acumulada a

través de los años. Otro aspecto lo constituye el saber científico que esta misma humanidad

ha podido lograr en torno al trabajo considerado integralmente, concepción que de una u

otra forma es una barrera en contra de las tendencias economicistas que hoy intentan

reducirlo a su mínima expresión.

Cuando hemos considerado estos elementos podemos comprender mejor aún de porque en

el número anterior el trabajo humano es considerado como una clave importante de la

problemática social: "En medio de estos procesos, tanto del diagnóstico de la realidad

social objetivo como también de las enseñanzas de la Iglesia en el ámbito de la compleja y

variada cuestión social, el problema del trabajo humano aparece naturalmente muchas

veces. Es, de alguna manera, un elemento fijo tanto de la vida social como de las

enseñanzas de la Iglesia (...) que el trabajo humano es una clave, quizá la clave esencial de

toda la cuestión social, si tratamos de verla verdaderamente desde el punto de vista del

43

bien del hombre. Y si la solución, o mejor, la solución gradual de la cuestión social, que se

presenta de nuevo consecuentemente y se hace cada vez más compleja, debe buscarse en la

dirección de hacer la vida humana más humana, entonces la clave, que es el trabajo

humano, adquiere una importancia fundamental y decisiva" (L.E. 3). De esta forma el

trabajo es fundamental en la problemática social, pero especialmente para los miles de

hombres y mujeres que a través de él pueden acceder a los bienes y servicios necesarios

para poder vivir con dignidad, porque buscan a través del trabajo hacer de la vida un

proceso de permanente humanización. Sin embargo hay otro aspecto que es central, por

estar el trabajo humano situado en un ámbito de permanente conflicto de intereses, en

especial cuando se intenta situar al trabajo como una primacía frente al capital, la

solución, como señala el Papa y la experiencia misma debe ser gradual. Más aún cuando la

humanidad se incorpora cada día al sistema de libre comercio, tanto a nivel regional como

de una serie de poderosos bloques económicos que obligan a los países del tercer mundo a

iniciar nuevos procesos de reconversiones productivas, que permitan alcanzar un nivel de

intercambios tanto en productos de materias primas, manufacturados y financieros en

condiciones ventajosas. Para poder competir, uno de los factores que ha sido infravalorado

ha sido precisamente el trabajo humano, que en términos de flexibilizaciones productivas

(sub-empleo, procesos externalizados, y desregulaciones jurídicas) intentan reducir costos

de producción a costa del abaratamiento la mano de obra, es decir a costa de los salarios de

los trabajadores. A ello debemos agregar que el Capitalismo se encuentra en una

importante fase de acumulación, en un contexto regional que esta obligando a realizar

ajustes económicos con altos costos sociales, costos que en nuestro caso fue impuesto bajo

el régimen militar, en los países vecinos, con excepción de Perú (régimen autoritario), los

demás se encuentran en procesos de transición, con una fuerte hipoteca social a raíz de la

Deuda Externa, que aún condiciona el desarrollo de la región.

Aunque en la Biblia no hay una alocución directa con respecto al trabajo, podemos inferir

que este es una importante actividad a desarrollar en el mundo visible: "El hombre, es

sentido genérico, como imagen de Dios, entre otros motivos por el mandato recibido de su

creador y de someter y dominar la tierra. En la realización de este mandato, el hombre,

todo ser humano refleja la acción misma del creador del Universo. El trabajo entendido

como una actividad "transitiva", es decir, de tal naturaleza que, empezando en el sujeto

humano, está dirigida hacia un objeto externo, supone un dominio específico del hombre

sobre "la tierra" y a la vez confirma y desarrolla este dominio" (L.E. 4).

9.3.2.-El trabajo en Sentido Objetivo y Subjetivo: Una de las distinciones importantes que

realiza el Papa es precisamente distinguir el trabajo en sentido objetivo (la técnica) del

trabajo subjetivo (la persona, como sujeto propio del trabajo), desde esta perspectiva

podemos entonces rescatar la importancia de la persona en el trabajo. Señala el Papa: "Esta

universalidad y a la vez esta multiplicidad del proceso de someter la tierra (en sentido bíbli-

co), iluminan al trabajo del hombre, ya que el dominio del hombre sobre la tierra se realiza

44

en el trabajo y mediante el trabajo. Emerge así el significado en sentido objetivo, el cual

halla su expresión en las varias épocas de la cultura y la civilización. El hombre domina ya

la tierra por el hecho de que domestica a los animales, los cría y de ellos saca el alimento y

vestido necesarios, y por el hecho de que pueden extraer de la tierra y los mares diversos

recuerdos naturales... Hoy en la industria y en la agricultura la actividad del hombre ha

dejado de ser, en muchos casos, un trabajo prevalentemente manual, ya que la fatiga de sus

manos y de los músculos es ayudada por máquinas y mecanismos cada vez más

perfeccionados. No solamente en la industria, sino también en la agricultura, somos

testigos de las transformaciones llevadas a cabo por el gradual y continuo desarrollo de la

ciencia y de la técnica. Lo cual, en su conjunto, se ha convertido históricamente en una

causa de las profundas transformaciones de la civilización, desde el origen de la era

industrial hasta las sucesivas fases del desarrollo gracias a las nuevas técnicas, como las de

la electrónica o de los microprocesadores de los últimos años. "Aunque pueda parecer que

en el proceso industrial "trabaja" la máquina mientras el hombre solamente la vigila,

haciendo posible y guiando de diversas maneras su funcionamiento, es verdad también que

precisamente por ello el desarrollo industrial pone la base para plantear de manera nueva el

problema del trabajo humano. Tanto la primera industrialización, que creó la llamada

cuestión obrera, como los sucesivos cambios industriales y postindustriales, demuestran de

manera elocuente que, también en la época del "trabajo" cada vez más mecanizado, el

sujeto propio del trabajo sigue siendo el hombre" (L.E. 5).

Con el desarrollo de la industria y de los diversos sectores relacionados a ella en especial en

nuestra sociedad, el Papa indica: "El papel de primerísima importancia que adquiere en la

interacción entre el sujeto y objeto del trabajo; precisamente esa aliada del trabajo, creada

por el cerebro humano que es la técnica. Entendida aquí no como capacidad o aptitud para

el trabajo, sino como un conjunto de instrumentos de los que el hombre se vale en su

trabajo, la técnica es indudablemente una aliada del hombre" (L.E. 5).

Más allá de los beneficios objetivos que proporciona la técnica, puede transformarse como

señala el Papa de "Aliada en Adversaria del hombres, como cuando la mecanización del

trabajo 'suplanta' al Hombre, quitándole toda satisfacción personal y el estímulo de la

creatividad y responsabilidad, cuando quite el fuerte de trabajo a muchos trabajadores antes

ocupados, o cuando mediante la exaltación de la máquina reduce al hombre a su esclavo"

(L.E. 5). Proceso que es nuestro país se relaciona estrechamente con los procesos de

reconversión productiva, que supone la incorporación de tecnologías de punta, para hacer

más competitivos los productos a los mercados internacionales (65

). Considerando este

65.- Por el Contexto de la Globalización económica mundial, nuestro país desde la Dictadura del general

Pinochet se inició un proceso de apertura económica neoliberal sin precedentes, cuando los gobiernos de la

Concertación por la Democracia asumen el poder profundizan esta óptica y consolidan una serie de Tratados

de libre comercio como el Mercado económico del Sur (mercosur), Asociación de países del Asia pacífico

(APEC), con la Unión Europea; y esta pendiente el Tratado de libre comercio con América del Norte

45

objetivo, la Legislación Laboral ha sido planteada como funcional al sistema económico

neo-liberal de allí que la legislación posea un fuerte acento desregulador jurídico, de alta

flexibilización a nivel de colectivos de las organizaciones sindicales. Todo este proceso -

altamente complejo- plantea diversas interrogantes, que como señala el Papa: "encierran

una carga particular de contenidos y tensiones de carácter ético y ético-social" (L.E. 5).

Porque el contenido ético nos indica en última instancia el sentido último, tanto del trabajo,

como de la empresa (privada y pública) y del Estado, como entidad máxima de la

representación de los intereses colectivos de la nación. La norma ética entonces tiene aquí

una función axiológica que resitúa el mercado como un medio y no como un fin en sí

mismo, como veremos más tarde al analizar la encíclica C.A. Nº 40. El hombre, sujeto del

trabajo: Complementariamente al párrafo anterior, el Papa señala que: "Si las palabras del

libre del génesis (...) hablan indirectamente del trabajo en sentido objetivo, a la vez hablan

también del sujeto del trabajo; y lo que dicen es muy elocuente y está lleno de un gran

significado: "continua el texto; "El hombre debe someter la tierra, debe dominarla, porque

como "imagen de Dios" es una PERSONA, es decir, un ser subjetivo capaz de obrar de

manera programada y racional, capaz de decidir acerca de sí y que tiende a realizarse a sí

mismo. Como persona, el hombre es pues sujeto del trabajo" (L.E. 6). No se puede hablar

del trabajo humano (en sus dos dimensiones complementarias), sin hablar del hombre que

trabaja. El hombre, es plenamente hombre cuando actúa como persona consciente, libre y

abierta a continuar creciendo en su relación con el mismo, los demás, la naturaleza y en

última instancia con Dios. Cuando el hombre (aquí en sentido genérico), domina la tierra,

es trabajo humano. Si ello no ocurre por diversas razones, en especial los de orden

económico, estamos frente a un complejo y grave problema ético-social.

El hecho de que el trabajo realizado sea en forma consciente y libre, y que sea la persona

que le da sentido a esta acción de "dominio" hace que el trabajo tenga valor humano, el cual

deberá prevalecer sobre otros valores éticos involucrados en esta acción de trabajo. "El

primer fundamento del valor del trabajo es el hombre mismo, ser sujeto...; es cierto que el

hombre esta destinado y llamado al trabajo, pero ante todo el trabajo esta en 'función del

hombre'" (L.E. 6). "Con esta conclusión se llega justamente a reconocer la preeminencia

del significado subjetivo del trabajo sobre el significado objetivo (la técnica)".

Cuando el Papa plantea la inversión ética, es que el hombre no esta en función del trabajo,

sino que éste debe estar en función del hombre, lo que el domine "una amenaza al justo

orden de los valores" (L.E. 7). La amenaza proviene de aquellas personas, sectores y siste-

mas sociales que le otorgan más valor a lo que el hombre hace que a la persona que lo

realiza, cayendo esta dimensión subjetiva en manos de los "materialistas y economicistas".

(NAFTA), y recientemente la UNASUR que al parecer potencia lo regional y va más alá que lo meramente

económico, entre otros.

46

"El trabajo se entendía y se trataba como una especie de "mercancía", que el trabajador -

especialmente el obrero industrial- vende al empresario, que es a la vez poseedor del

capital, o sea del conjunto de los instrumentos de trabajo y de los medios que hacen posible

la producción (...). La interacción entre el hombre del trabajo y el conjunto de los

instrumentos y de los medios de producción ha dado lugar al desarrollo de diversas formas

de capitalismo. En los que se han insertado otros elementos socio-económicos como

consecuencia de nuevas circunstancias concretas, de la acción de las asociaciones de los

trabajadores y de los poderes públicos, así como de la entrada en acción de grandes

empresas trasnacionales. A pesar de todo, el peligro de considerar el trabajo como una

mercancía sui generis, o como una anónima "fuerza" necesaria para la producción (fuerza

de trabajo), existe siempre, especialmente cuando toda la visual de la problemática

económica está caracterizada por las premisas del economicismo materialista" (L.E. 7).

Economicismo que hoy tiene repercusiones de carácter mundial y que en cierto sentido

posee además un carácter hegemónico con ciertos ribetes autoritarios en algunos casos.

Señala el Papa en tal sentido: "Una ocasión sistemática y, en cierto sentido, hasta un

estímulo para este modo de pensar y valorar está constituido por el acelerado proceso de

desarrollo de la civilización unilateralmente materialista, en la que se da importancia

primordial a la dimensión objetiva del trabajo, mientras la subjetiva -todo lo que se refiere

indirecta o directamente al mismo sujeto del trabajo- permanece a un nivel secundario (...)

El hombre es considerado como un instrumento de producción, mientras él -él solo,

independientemente del trabajo que realiza- debería ser tratado como sujeto eficiente y su

verdadero artífice y creador" (L.E. 7).

A principios de la época industrial, el trabajo fue considerado solamente como una

mercancía más entre los medios de producción, tal inversión del orden ético se denominó

capitalismo. Hoy, esta dimensión sistemática del capitalismo se ha transformado en el neo-

liberalismo post-industrial, que intente revertir las conquistas alcanzadas, por diversas y

costosas luchas de los trabajadores a través de la llamada flexibilización laboral que

refuerza el factor capital meramente en desmedro del trabajo. Señala el Papa: "Se sabe que

el capitalismo tiene su precio significativo histórico como sistema, y sistema económico

social (...). Pero, a la luz del análisis de la realidad fundamental del externo proceso

económico y, ante todo, de las estructuras de producción -como es precisamente el trabajo-

conviene reconocer que el error del capitalismo primitivo puede repetirse dondequiera que

el hombre sea tratado de alguna manera a la par de todo el complejo de los medios

materiales de producción, como un instrumento y no según la verdadera dignidad de su

trabajo, o sea como sujeto y autor, y, por consiguiente, como verdadero fin de todo el

proceso productivo" (L.E. 7).

47

9.3.3.-La Solidaridad de los Hombres del trabajo. Esta importante dimensión que aún posee

el mundo del trabajo es planteada positivamente. Señala el documento: "Si se trata del

trabajo humano en la fundamental dimensión de su sujeto o sea del hombre-persona que

ejecuta un determinado trabajo, se debe hacer una mínima valoración de las

transformaciones que, en los 90 años que nos separan de la R.N., han acaecido en relación

con el aspecto subjetivo del trabajo. De hecho aunque el sujeto del trabajo sea siempre el

mismo, o sea el hombre, sin embargo en el aspecto objetivo se verifican transformaciones

notables. Aunque se pueda decir que el trabajo, a causa de su sujeto, es uno (uno y cada

vez irrepetible), sin embargo, considerando sus direcciones objetivas, hay que constatar que

existen muchos trabajos (aparecen nuevos, desaparecen otro)".Sin embargo, el marco

jurídico, político y en especial el plano económico va introduciendo algún aspecto que, a

través de la flexibilización, desregulación y reducción del Rol Tutelador del Estado en

materias laborales hace que existan "ciertas irregularidades, que por motivos ético-sociales

pueden ser peligrosos".

Precisamente a raíz de las complejas situaciones de explotación privada por el Sistema

Capitalista en un contexto en donde no existan legislaciones laborales como los que se

desarrollan durante los 90 años recién pasados que parecían en términos generales, la

noción tutelar del trabajador. Esta situación dio origen a la llamada "cuestión proletaria".

"Tal cuestión ha dado origen a una justa reacción social, ha hecho surgir y con irrumpir un

gran impulso de solidaridad entre los hombres de trabajo y, ante todo, entre los hombres de

la Industria. La llamada solidaridad y a la acción común, lanzada a los hombres de

trabajo temía un importante valor y su elocuencia desde el punto de vista de la ética social,

era la reacción contra la degradación del hombre como sujeto del trabajo, y contra la

inaudita y concomitante explotación en el campo de las ganancias hacia la persona del

trabajador. Semejante reacción ha reunido al mundo obrero en una comunidad caracteri-

zada por una gran solidaridad" (LE.Nº8). La situación generada en aquel tiempo estaba

favorecida por el sistema socio-político, que según sus postulados económicos reforzaba y

aseguraba la iniciativa económica de los poseedores del capital y no se preocupaba

suficientemente de los derechos del hombre de trabajo, afirmando que el trabajo humano es

solamente instrumento de producción, y que el capital es el fundamento, el factor eficiente

y el fin de la producción.

Hoy, después de casi un Siglo se produce una situación que de profundizarse, conduciría a

las relaciones laborales y a los trabajadores a niveles que podrían menoscabar su

humanización. Si consideramos que "el hombre es un bien del hombre -un bien de su

humanidad- porque mediante el trabajo, el hombre no sólo transforma la naturaleza

adaptándola a las propias necesidades, sino que se realiza a sí mismo como hombre, es más,

en cierto sentido "se hace más hombre", pero esta realidad encontramos diversas

situaciones en que este hacerse más hombres, este submundo o degradado a través del

48

trabajo, perjudicando no sólo sus fuerzas físicas, sino, sobre todo, menoscabando su propia

dignidad y subjetividad (LE. 9).

9.3.4.-La Prioridad del Trabajo (L.E. 12)

La prioridad del trabajo "frente al capital" se refiere directamente al proceso mismo de

producción, respecto al cual el trabajo es siempre una causa eficiente, primaria, mientras

que el capital, siendo el conjunto de los medios de producción, es sólo un instrumento o la

causa instrumental. Este principio es una verdad evidente, que se deduce de toda la

experiencia histórica del hombre. "Si en el ámbito de este último concepto entran, además

de los recursos de la naturaleza puestos a disposición del hombre, también el conjunto de

medios con los cuales el hombre se apropia de ellos, Transformándolos según sus

necesidades "Humanizándolos", entonces se debe constatar aquí que el conjunto de medios

es fruto del patrimonio histórico del trabajo humano. Todos los medios de producción,

desde los más primitivos hasta los ultra modernos, han sido elaborados gradualmente por el

hombre: por la experiencia y la inteligencia del hombre (...) Así todo lo que sirve el

trabajo, todo lo que constituye -es el estado actual de la técnica- su "instrumento" cada vez

más perfeccionado, es fruto del trabajo", es lo que hoy denominamos como el conjunto de

los medios de producción, que son considerados como parte del "capital". "Si en el proceso

del trabajo se descubre alguna dependencia, ésta es la dependencia de los demás hombres, a

cuyo trabajo y a cuyas iniciativas debemos las ya perfeccionadas y ampliadas posibilidades

de nuestro trabajo.

El trabajo humano, desde que es percibido como un instrumento que hace posible la

acumulación de capitales financieros y la riqueza, plantea la inversión valórica, ya que es

común una fuerza para dominar la tierra. De esta forma se introduce el conflicto que hoy

nos preocupa, el Capital y el Trabajo. Ese conflicto tiene sus raíces en dos errores

fundamentales: el Economicismo y el Materialismo.

El Economicismo señala en términos generales que el trabajo es simplemente un

instrumento más para producir más riqueza, para poder tener más capital, muchas veces a

cualquier precio, hipotecando de esta forma, cuando se explota indiscriminadamente a los

recursos naturales, a la propia humanidad. El materialismo, complementario a esta

concepción señala que los bienes materiales logrados en el mercado para consumir, son los

que el hombre necesita para su confort. De allí que la persona sea considerada sólo como

consumidor de bienes, servicios exclusivamente.

De allí que el texto nos prevenga contra la reflexión de estos errores que continúan vigentes

en amplios sectores de la sociedad. "El mismo error...., puede, sin embargo, repetirse en

otras circunstancias de tiempo, lugar, si se parte de las mismas premisas tanto teóricos

como prácticos. No se ve otra posibilidad de una superación radical de este error sino

intervienen cambios adecuados, tanto en el campo de la teoría, como de la práctica,

49

cambios que van en la línea de la decisiva convicción de la primacía de la persona sobre las

cosas, del trabajo del hombre sobre el capital como conjunto de los medios de producción"

(L.E. 13).

9.3.5.-EL ARGUMENTO PERSONALISTA

El Papa Juan Pablo II, intenta buscar o poner en evidencia aquel fundamento que plantea la

prioridad del trabajo respecto del capital. Esta prioridad se basa en un fuerte acento ético,

ya que como hemos visto anteriormente, la persona es el sujeto propio del trabajo: "Cuando

el hombre trabaja, sirviéndose del conjunto de los medios de producción, desea a la vez que

los frutos de este trabajo estén a su servicio y al de los demás y que en el proceso mismo

del trabajo tenga la posibilidad de aparecer como responsable y coartífice en el puesto de

trabajo, al cual esta dedicado". De esta forma el hombre para poder realizarse en su trabajo

(66

), tiene además ciertos derechos inherentes a su dignidad.

El Papa sin embargo destaca lo siguiente:

a. El hombre no sólo desea ser remunerado por su trabajo, también desea que se le

considere en el proceso de producción. Quiere sentir su trabajo como algo propio,

aunque esta sea propiedad común o privada.

b. El trabajo no puede ser deshumanizador ni despersonalizante; así perdería el

hombre toda iniciativa personal.

c. Ningún sistema económico de producción puede perder de vista esa verdad, tiene

que respetar la personalidad de cada uno de los trabajadores.

66

.-El Trabajo es entendido en la teología católica como colaboración con Dios, la naturaleza y los demás,

instancia de autorrealización; aporte de mano de obra que da valor agregado, etc.

50

10.-EL MAGISTERIO LAC Y EL TRABAJO.

El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) tiene una rica trayectoria en función de

los trabajadores y de los pobres. La I Conferencia del Episcopado fue en Rio de janeiro

(Brasil) 1959, aunque sus temas eran fundamentalmente hacia dentro de la propia iglesia

como la escases del clero y de la vida religiosa. En él en sus comienzos están algunos

obispos Chilenos, y en forma muy en especial en la II Conferencia de Medellín (Colombia)

en 1986 en donde se aterrizan las orientaciones del Concilio Vaticano II, posteriormente la

III Conferencia en Puebla de los Ángeles (México) 1979 en donde participa Juan Pablo II.

Posteriormente vino la IV Conferencia General de Santo Domingo (República

Dominicana), con ocasión de los 500 años de la conquista española en el continente y

finalmente en la V Conferencia de Aparecida en Brasil, han señalado lo siguiente acerca del

Trabajo humano y de cómo la Iglesia en su conjunto debe colaborar con estas

orientaciones.

10.1.- El Diagnóstico de la IV Conferencia de Santo Domingo. (República Dominicana)

El diagnóstico de la realidad del trabajo en América latina y el Caribe se ubica en esta

sección. Señalan los obispos al respecto: "En lo que se refiere al mundo de los trabajadores

se advierte un deterioro en sus condiciones de vida y en el respeto a sus derechos; un escaso

o nulo cumplimiento de normas establecidas para los sectores más débiles, una pérdida de

autonomía de parte de las organizaciones de trabajadores debida a dependencias o auto

dependencias de diverso género; abuso del capital, que desconoce o niega la primacía del

trabajo; pocas o nulas oportunidades de trabajo para los más jóvenes. Se advierte la

alarmante falta de trabajo o desempleo, con toda la inseguridad económica y social que ello

comporta. El mundo del trabajo reclama el crecimiento de la economía y el aumento de la

productividad, de tal modo que hagan posible mediante una justa y equitativa

distribución el mayor bienestar del hombre y su familia"(SD.183).

La gestación de una cultura del trabajo y de la solidaridad pasan necesariamente por crear

las condiciones socio-económicas y políticas que sitúen al trabajo y a los trabajadores en el

CENTRO, con una verdadera primacía frente al capital. Los problemas vinculados a las

estructuras productivas y a una economía basada en las exportaciones de materias primas,

con una fuerte deuda externa que hipoteca el desarrollo de la región (SD197) generan

problemáticas sociales que están latentes y que de una u otra forma no han sido canalizados

en los procesos políticos de transición en las que se encuentran algunos países. Cabe

destacar que en lo relativo a la estructura jurídico-laboral que rige nuestro país, a pesar de

las modificaciones realizadas, no responde al rol tutelar que le cabe, dejando a los

trabajadores en una seria situación de desprotección frente al sector empresarial.

Paralelamente el Estado, en diversos países de la región, ha pasado de ser promotor y

defensor de los sectores más vulnerables a un mero administrador de conflictos entre los

51

trabajadores, sus organizaciones y el sector empresarial, representante claro del capital,

tanto a niveles nacionales como internacionales. En un contexto socio-político en donde se

pierden paulatinamente aquellas organizaciones solidarias y representativas de los

trabajadores en favor de estilos individualistas, pragmáticos y técnicos, que por sí mismos

son marginadores de las grandes mayorías. Vale la pena recordar las palabras de Juan Pablo

II sobre el Estado en su reciente encíclica, publicada con ocasión del centenario de la

Encíclica R.N. Señala el Papa: " En la R.N se criticaba una concepción del Estado que deja

el ámbito de la economía totalmente fuera del propio campo de interés y acción. Al Estado,

señala el Papa, le corresponde determinar el marco jurídico dentro del cual se desarrollan

las relaciones económicas y protegen las condiciones de una economía libre, que presupone

una cierta igualdad entre las partes (capital y trabajo) no sea que una de ellas supere

totalmente en poder a la otra y que la pueda reducir prácticamente a la esclavitud."(CA15).

En cuanto a los derechos de los trabajadores los Obispos señalan: " Son un patrimonio

moral de la sociedad, que deben ser tutelados por una adecuada legislación social y su

necesaria instancia judicial, que asegure la continuidad confiable en las relaciones

laborales" (SD. 184).

10.2.-Los principales derechos de los trabajadores, en el contexto de la Enseñanza social

de la Iglesia son los siguientes:

a) Derecho a un empleo adecuado, sin discriminaciones de sexo, edad, raza, religión o

partidos políticos.

b) Derecho a un sueldo o salario justo por el trabajo realizado, que sea suficiente para

fundar y mantener dignamente a una familia, asegurando además el futuro de esta.

c) Derecho a asegurar la vida y la salud del trabajador y de su familia.

d) Derecho al descanso semanal y a las vacaciones.

e) Derecho a la pensión o jubilación digna, que permita una vida digna para la vejez y la

enfermedad, especialmente cuando en la sociedad actual la expectativa de vida aumenta.

f) Derecho a ambientes de trabajo y procesos productivos que no comporten perjuicio a la

salud física de los trabajadores y que además no dañen la integridad moral de estos.

g) Derecho a la asociación en sindicatos, junto a otros trabajadores, para defender sus

intereses básicos, asegurando el cumplimiento de sus derechos, en el marco del bien común

de la sociedad en su conjunto.

h) El derecho a utilizar la Huelga (real) como mecanismo que permita presionar al sector

empresarial cuando éste no considera y violenta sus legítimos derechos.

52

Estos derechos, como PATRIMONIO DE LA SOCIEDAD, por eso mismo no son

transables en el mercado, ni siquiera por necesidades económicas situadas en los equilibrios

macroeconómicos, ni mucho menos deben ser vulnerados por leyes que no los consideren

en su gestación. En cuanto patrimonio es la sociedad en su conjunto, y no solo los

trabajadores, los que deberán velar por el cumplimiento de ellos. De allí la responsabilidad

de los legisladores, políticos y economistas frente a estos derechos.

La primera de ellas es " impulsar y sostener una PASTORAL DEL TRABAJO en

todas las diócesis para promover y defender el valor humano del trabajo" (SD.185a).

Una pastoral del trabajo coherente con las orientaciones y directrices que se han elaborado

desde la Enseñanza Social de la Iglesia y con los fundamentos Teológicos elaborados desde

el Concilio Vaticano II, para responder eficazmente a los múltiples desafíos que provienen

tanto de la cultura, de los rápidos cambios económicos y de las emergentes sociedades

latinoamericanas que van ingresando paulatinamente a la " modernidad", visión que cruza y

reorienta la pastoral tradicional vinculada al trabajo de sectores obreros. Esta reorientación

supone incorporar a todos y a cada uno de los sectores socio-económicos que participan de

los procesos productivos; Obreros, empleados, técnicos, profesionales, empresarios, y

otros. Supone, además esta pastoral del trabajo integrar los elementos socio-culturales

propios de cada región, de tal forma que puedan ser efectivamente incorporados a la

reflexión y análisis. Sin dejar de lado una visión de conjunto no sólo de la región, como

América Latina, sino que además incorpore los procesos sociales y económicos de otras

regiones en diferentes partes del mundo. Es una forma seria y responsable de superar los

localismos que muchas veces separan y que por lo tanto dividen.

La segunda línea, los obispos se proponen una importante tarea: " Apoyar las

organizaciones propias de los hombres de trabajo, para la defensa de sus legítimos

derechos, en especial de un salario suficiente y de una justa protección social para la vejez,

la enfermedad y el desempleo"(SD.185b), haciendo una clara alusión al texto de Juan Pablo

II en C.A 35. Este apoyo, debería canalizarse a través de las organizaciones de los

trabajadores a partir de los sindicatos, para defender el derecho a un salario suficiente del

trabajador y su grupo familiar, junto a una protección social que asegure la dignidad de los

trabajadores en aquellas situaciones de mayor vulnerabilidad, como ocurre con la vejez, la

enfermedad y el desempleo; y es precisamente este punto el que invita a reflexionar sobre

el sistema económico neo-liberal que se aplica-con diversos matices en A.L y muy

especialmente en nuestro país. Este acompañamiento exige al clero, a los religiosos y a

muchos laicos una preparación psicológica y técnica para comprender las problemáticas

laborales, de por sí complejas, y para lograr una empatía frente a tales situaciones.

La tercera línea pastoral se refiere a un servicio que puede brindar la Iglesia, pero

especialmente la Pastoral del Trabajo, Señala el texto: " Favorecer la formación de

53

trabajadores, empresarios y gobernantes en sus derechos y en sus deberes y propiciar

espacios de encuentro y mutua colaboración"(SD.185c).

Existe claridad en la importancia que tiene la formación de los trabajadores en general y de

los empresarios y gobernantes, generalmente políticos en tareas de gobierno. Las áreas de

mayor importancia se refieren a Legislación Laboral; Economía, Administración sindical y

Temas complementarios a las organizaciones laborales, Además de incorporar los criterios

que aporta la Enseñanza Social de la Iglesia, especialmente para unificar criterios entre los

diversos sectores que intervienen. Sin embargo es el sector de los trabajadores no

calificados, como obreros y operarios, pescadores, campesinos y otros, el que requiere con

mayor urgencia esta importante formación.

Es importante recordar en este contexto que la Opción preferencial por los pobres

continúa vigente: " Hacemos nuestro el clamor de los pobres. Asumimos con renovado

ardor la opción evangélica preferencial por los pobres, en continuidad con Medellín y

Puebla. Esta opción, no exclusiva ni excluyente, iluminará, a imitación de Jesucristo, toda

nuestra acción evangelizadora"(SD.296), además de ser reivindicada por la V Conferencia

de Aparecida que señala” En esta época, suele suceder que defendemos demasiado

nuestros espacios de privacidad y disfrute, y nos dejamos contagiar fácilmente por el

consumismo individualista. Por eso, nuestra opción por los pobres corre el riesgo de

quedarse en el plano teórico o meramente emotivo, sin verdadera incidencia en nuestros

comportamientos y en nuestras decisiones” (DA 397), también en los números 398 y 399

Señalan complementariamente los Obispos: " Conscientes de que se está gestando un nuevo

orden económico mundial que afecta a América Latina y el Caribe, la Iglesia desde su

perspectiva está obligada a hacer un serio esfuerzo de discernimiento. Tenemos que

preguntarnos: ¿Hasta dónde debe llegar la libertad del mercado?, ¿qué características debe

tener para que sirva al desarrollo de las grandes mayorías? (SD.194). Según la reciente

enseñanza de Juan Pablo II, en la encíclica Centesimus Annus, en donde señala que es lícita

la actividad de los individuos en el mercado. Sin embargo esto no significa que el mercado

pueda ofrecer todos los bienes que requiere la sociedad, ni ésta pueda pagar muchos bienes

necesarios. La economía de mercado debe tener estos límites"

Por ello las enseñanzas de Juan Pablo II, señala la necesidad de implementar acciones

concretas de los poderes públicos para que la economía de mercado no se convierta en algo

absoluto a la cual se sacrifique todo, acentuando de esta forma la desigualdad y la

marginación de las grandes mayorías. No puede existir una economía de mercado creativa y

al mismo tiempo socialmente justa, sin un sólido compromiso de toda la sociedad y sus

actores con la solidaridad a través de un marco jurídico que asegure el valor de las

persona, la honradez, el respeto a la vida y la preocupación efectiva por los más

pobres"(SD.195)

54

Es en este contexto donde debe insertarse el salario suficiente y una justa protección

social para la vejez, la enfermedad y el desempleo. Protección que debe estar centrada

ineludiblemente en las personas, no sólo en los equilibrios macroeconómicos, ni en los

niveles máximos de ganancias permitidos, a costa de los miles de trabajadores sub-

empleados, cesantes y desprotegidos sociales o marginales de la sociedad que claman por

una legislación social que los proteja efectivamente del sistema económico capitalista y sus

diversas modalidades que rigen nuestros países.

Señalan los Obispos al respecto: "El empobrecimiento y la agudización de la brecha entre

ricos y pobres golpean de modo grave a las grandes mayorías de nuestros pueblos debido a

la inflación y reducción de los salarios reales y a la falta de acceso a los servicios básicos,

al desempleo y al aumento de la economía informal..."(SD.199). Si consideramos que los

desempleados, y en general las personas vinculadas al los sectores de la economía y del

trabajo informal, veremos que conforman un importante sector en permanente expansión,

que está al margen de los diversos servicios de seguridad social por muy insuficientes que

éstos sean. El trabajo informal se desarrolla al margen de la seguridad social; sin acceso a la

salud- no sólo atención primaria para casos de extrema urgencia, ni y que solamente podrán

jubilar a los 70 años, independientemente de la actividad laboral que hayan realizado,

criterio dramático si consideramos que las expectativas de vida para los hombres es de unos

75 años. Algo similar ocurre con las mujeres que pueden jubilar a los 65 años,

independientemente de la actividad laboral que hayan realizado. En una sociedad que se

dice cristiana, estos criterios meramente técnicos no pueden continuar afligiendo a tantas

personas, en especial a quienes con su trabajo construyen permanentemente la nueva

sociedad.

10.3.-Aportes de la V Conferencia Episcopal de “Aparecida”. (67)

La V Conferencia aparece en continuidad con las otras conferencias del Episcopado

Latinoamericano y del Caribe. Las Conclusiones de Aparecida considera a la “Doctrina

Social de la Iglesia” y señala:”La doctrina social de la Iglesia constituye una invaluable

riqueza, que ha animado el testimonio y la acción solidaria de los laicos, quienes se

interesan cada vez más por su formación teológica, como verdaderos misioneros de la

caridad, y se esfuerzan por transformar de manera efectiva el mundo según Cristo.

Innumerable iniciativas en el ámbito social, cultural, económico y político, hoy se dejan

inspirar en los principios permanentes, en los criterios de juicio y en las directrices de

acción provenientes de la DSI” (DA 99, letra f).

Una realidad marcada por grandes cambios (DA 33), cambios que tienen hoy un alcance

global y que afectan al mundo entero (DA 34), en especial el fenómeno de la globalización

67 .-V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Aparecida, Brasil. Ediciones Salesianas.

Santiago de Chile. 2007.

55

y que impacta en todos los ámbitos de la vida personal y social de los pueblos (DA 35) pero

Aparecida señala en uno de sus puntos un tema que es central en lo que nos convoca”

Vivimos un cambio de época, cuyo nivel más profundo es el cultural. Se desvanece la

concepción integral del ser humano, su relación con el mundo y con Dios (…) surge hoy,

con gran fuerza, una sobrevaloración de la subjetividad individual. Independientemente de

su forma, la libertad y la dignidad de las personas son reconocidas. El individualismo

debilita las vínculos comunitarios y propone una radical transformación del tiempo y del

espacio” (DA 44).

En el contexto de la buena nueva de la actividad humana (DA 120) aparece tratado el tema

del Trabajo Humano (68); “resplandece el sentido del trabajo como participación de su

tarea creadora y como servicio a los hermanos y hermanas. Jesús el carpintero (Mc 6,3)

dignifico el trabajo y al trabajador y recuerda que el trabajo no es un mero apéndice de la

vida, sino que “constituye una dimensión fundamental de la existencia del hombre sobre la

tierra, por la cual el hombre y la mujer se realizan a si mismos como seres humanos. El

trabajo garantiza la dignidad y libertad del hombre, (y) es probablemente la clave esencial

de toda cuestión social” (DA 120). El que Jesús haya sido un trabajador, lleva incluso a

Juan Pablo II en LE a referirse al “Evangelio del Trabajo”, lo que es una afirmación con

una profundidad muy pocas veces analizada en especial para los fieles laicos que deben ser

los otros “Cristos” en el mundo del Trabajo.

68 .-Tema que podemos encontrar en dos grandes encíclicas sociales; Rerun Novarum de León XIII (Abril de

1891) y el Laboren Exercens de Juan Pablo II en 1981.

56

11.-PERSPECTIVAS DE LA ENSEÑANZA SOCIAL.

Un breve acercamiento a la génesis de esta importante orientación teórica y práctica a los

cristianos en lo social surge y se va desarrollando a través del tiempo como hemos señalado

en las primeras paginas, de allí que desde la consolidación de los criterios y orientaciones

del Papa León XIII, sean considerados como un importante hito, que como señala el Padre

Pierre Bigo. SJ, que aporta una nueva perspectiva:" Con R.N. La Iglesia toma consciencia,

no de una nueva misión con respecto a la humanidad, sino de una manera nueva de

interpretar su misión permanente. La Iglesia fue siempre consciente de ser el fermento del

mundo, y esta fe se expresa en las épocas más humilladas del cristianismo, cuando en

medio de las persecuciones se hacia más improbable la posibilidad de desviar el curso de

la historia. Pero es precisamente esta actitud de ser un pueblo peregrino lo que le permite

y consolida su libertad frente a la sociedad. Esta acción social, es decir, sobre el mundo,

seguía concibiéndose en el curso del siglo XIX como una acción de los jefes de la Iglesia

sobre los poderes civiles, porque la vida de los pueblos y de la Iglesia ella misma tendía a

reducirse a la de sus gobernantes. En lo sucesivo, es el pueblo cristiano en su totalidad el

que estará llamado por los papas a tomar parte en la construcción de la sociedad"(69

), y

cuarenta años después, se reconoce de importancia de esta ciencia cristiana orientada a los

social y económico, señalaba el Papa Pio XI el 15 de mayo de 1931: "Bajo la dirección y el

magisterio de la Iglesia, muchos doctos varones, así eclesiásticos (Sacerdotes y Religiosos)

como seglares,(laicos) se hayan consagrado con todo empeño al estudio de la ciencia

social y económica, conforme a las exigencias de nuestro tiempo, impulsados sobre todo

por el anhelo de que la doctrina inalterada y absolutamente inalterable de la Iglesia

saliera eficazmente al paso de las nuevas necesidades"(Q.A 19).

11.1.-Tambien este conjunto de orientaciones fue llamada como una ciencia Social y

económica a la que hace alusión Pio XI, veamos en sus propios términos este importante

aporte:" De este modo, mostrando el camino y llevando la luz que trajo la encíclica de

León XIII, surgió una verdadera Doctrina Social de la Iglesia, que esos eruditos varones,

a los cuales hemos dado el nombre de cooperadores de la Iglesia, fomentan y enriquecen

de día en día con inagotable esfuerzo". (QA 20). La Doctrina Social entonces va

consolidándose a la luz de diversos aportes, de allí su génesis dinámica, abierta a los

cambios permanentes de la propia sociedad. Esta doctrina sin embargo no es solo teoría

religiosa para el campo socio-económico, es sin lugar a dudas el inicio de lo que años más

tarde se llamaría una Pastoral de lo social, de allí que sea importante considerar su

aplicación más inmediata de esta doctrina en plena crisis mundial de la economía

capitalista, tanto en Europa como en los Estados Unidos, la Crisis del 29 y 30, que junto

con evidenciar la dinámica cíclica interna del Capitalismo, en esta crisis genera una serie de

69

.-Pierre Bigo: Doctrina social de la Iglesia. Instituto Católico de Estudios Sociales, Barcelona, España.

1967, Pág 57.

57

pensamientos alternativos que se consolidarán durante tres décadas. Señala el papa:"Labor

constante emprendida para imbuir en los ánimos de los obreros el espíritu cristiano, que

ayudó mucho para darles a conocer su verdadera dignidad y capacitarlos, mediante una

clara enseñanza de sus derechos y deberes de su clase, para progresar legítima y

prósperamente y aún convertirlos en guías de los demás. De ello obtuvieron con mayor

seguridad más exuberantes ayudas en todos los aspectos de la vida"(QA 23-24). Otro

importante hito histórico en el desarrollo de la Doctrina social, la constituye la encíclica

Mater et Magistra del Papa Juan XXIII (15 de Mayo de 1961), unos pocos años antes de

realizarse en importante Concilio Ecuménico Vaticano II. El Papa Juan XXIII, señala con

respecto al aporte de la Encíclica R.N:" Fue, sin embargo, la encíclica Rerum Novarum la

que formuló, por primera vez, una construcción sistemática de los principios y una

perspectiva de aplicaciones para el futuro. Por lo cual, con toda razón juzgamos que hay

que considerarla como verdadera suma de la doctrina católica en el campo económico y

social"(M.M 15), en esta importante encíclica sin embargo encontramos los principios

fundamentales de esta doctrina católica para el campo social y económico, que tanto

impacto tienen en la vida de las personas, en especial de los trabajadores.

Ya más cercano a nosotros el Papa Juan Pablo II ha realizado importantes aportes a la

compresión y aplicación de la Enseñanza social en nuestra época, señala en la encíclica

Sollicitudo Rei Socialis (1987) que tiene como uno de sus objetivos el " Afirmar una vez

más la continuidad de la doctrina social junto a su constante renovación. En efecto,

continuidad y renovación son una prueba de la perenne validez de la enseñanza de la

Iglesia. Esta doble connotación es característica de su enseñanza en el ámbito social, en

especial gracias al aporte que el propio Juan Pablo II ha realizado al conjunto de la

Doctrina Social durante estos últimos años. Por un lado el aporte de la DSI es constante

porque se mantiene idéntica en su inspiración de fondo, en sus" principios de reflexión", en

sus fundamentales "directrices de acción" y sobre todo, en su unión vital con el Evangelio

del Señor. Por el otro lado es a la vez siempre nueva, dado que esta sometida a las

necesarias y oportunas adaptaciones sugeridas por la variación de las condiciones

históricas así como por el constante flujo de los acontecimientos en que se mueve la vida

de los hombres y de las sociedades.(70

) El papa recordando la Encíclica de Pablo VI

(Populorum Progressio) en la misma línea de Rerum Novarum señala que: "Hay que

reconocer el mérito de haber señalado el carácter ético y cultural de la problemática

relativa al desarrollo y, asimismo a la legitimidad y necesidad de la intervención social en

este campo. Con esto, la doctrina social cristiana ha reivindicado una vez más su carácter

de aplicación de la palabra de Dios a la vida de los hombres y de la sociedad así como a

70

.-Juan Pablo II, Encíclica Sollicitudo Rei Socialis,Nº3.op.cit.

58

las realidades terrenas, que con ellas se enlazan, ofreciendo principios de reflexión,

criterios de juicio y directrices de acción"(recordando a O.A nº4) (71

)

Sin embargo un aporte definitivo que Juan Pablo II introduce sobre la Enseñanza Social es

su definición en el campo propio y específico de esta, la Teología Moral. La definición de

la Doctrina o enseñanza de la Iglesia, claramente diferenciada de la categoría "ideológica"

obliga a diversos grupos sociales y políticos a redefinir sus principios, ya que la Enseñanza

Social puede ser perfectamente utilizada por diversas instancias políticas partidarias, como

parte de sus principios, sin que esta sea agotada. La implicancia más directa de situarla en

el campo de la teología moral es que ella se relaciona desde la perspectiva de la fe con la

conducta social de las personas y de las organizaciones, veamos el texto: La Doctrina

social de la Iglesia no es, pues una" tercera vía" entre el capitalismo liberal y el

colectivismo marxista, y ni siquiera una posible alternativa a otras soluciones menos

contrapuestas radicalmente, sino que tiene una categoría propia. No es tampoco una

ideología sino la cuidadosa formulación del resultado de una atenta reflexión sobre las

complejas realidades de la vida del hombre en la sociedad y en el contexto internacional, a

la luz de la fe y de la tradición eclesial. Su objetivo principal es interpretar esas

realidades, examinando su conformidad o diferencia con que el Evangelio enseña acerca

del hombre y su vocación terrena y, a la vez, trascendente, para orientar en consecuencia

la conducta cristiana. Por tanto no pertenece al ámbito de la Ideología, sino al de la

teología y especialmente de la teología moral."(72

)

11.2.-La razón de circunscribir la ES en el ámbito de la Teología Moral se debe, como ya

hemos señalado anteriormente a que en la enseñanza social existen elementos valoricos o

axiológicos que la ubican en un plano superior, un plano que con el aporte pístico, o de la fe

en Jesucristo, de esta forma se puede articular mejor el sentido de nuestra intervención en

los complejos problemas sociales, iluminando a los fieles laicos en su propia conducta

personal y social, caben aquí perfectamente diversos valores orientados de la

transformación o de la praxis social de los cristianos. Lo anterior no impide que los fieles

laicos adscriban a su propio modelo "Ideológico" para buscar la transformación de la

sociedad a través de los Partidos Políticos, todo lo contrario, la dimensión política es

fundamental para los fieles laicos, ya que desde allí pueden realizar con plenitud el

sacerdocio común de los fieles al que han sido llamados por vocación. De esta forma la

praxis de los cristianos, es decir la acción transformadora de la sociedad en lo político, nos

permite introducir elementos valoricos que buscan la promoción, dignidad y liberación de

las personas, pero todo ello orientado básicamente el mundo del trabajo (73

) y de las

71

.-Juan Pablo II. Encíclica Sollicitudo Rei Socialis, Nº8. op cit. 72

.-Juan Pablo II. Encíclica Sollicitudo Rei Socialis,Nº41.op.cit. 73

.-Algunos textos sobre el tema: Compilación de Carlos Pressacco."El trabajo en la Doctrina Social de la

Iglesia" editado por la Universidad de los Trabajadores de América latina (UTAL) San Antonio de los Altos,

59

complejas relaciones que en torno a esta importante actividad humana se generan y que

continúan desarrollándose a través del tiempo y de las nuevas situaciones en el mundo.

a).-En un primer lugar siempre los principios propuestos por la enseñanza social estaban o

eran parte de la teología moral. Aunque la Enseñanza social cumplió un objetivo velado por

años, como fue entregar las herramientas políticas, sociales y económicas a los cristianos

que comenzaban a participar en política, primero en el partido conservador (de la Iglesia) y

luego la expresión política que más los representaba, como fue la Democracia Cristiana en

Europa y América Latina, ello en el contexto de la pugna ideológica entre el Capitalismo

Liberal y el Colectivismo Marxista. Sin embargo el cambio se produce en el contexto de la

caída de a Unión Soviética en 1989.

b).-En segundo lugar, en nuestro continente la Teología de la Liberación abarcaba estos

temas sociales y otros, en donde reflexionaba sobre el quehacer de la Iglesia en el mundo

actual habiendo cada vez más visibles las intolerancias y las problemáticas sociales como la

pobreza, la opresión y la marginalidad que muchos de los jerarcas de la iglesia no

apreciaban a cabalidad, más bien la consideran una amenaza más en el contexto de

promover un socialismo latinoamericano al que ellos, ideológicamente se oponen. Porque

después de la debacle de las ideologías, en especial el Marxismo, ven con cierta

satisfacción como el Capitalismo transformistas puede canalizar sus demandas, al menos

las referidas al conservadurismo y su lógica rigorista en lo moral.

c).-Finalmente el propio papa señala que el campo propio de la enseñanza social no es el de

la ideología, considerando aquí que actuaba como fundamento de la acción política

partidista de la Democracia Cristiana, sino que esta ahora se rescata su origen más

teológico como es la teología moral. Es decir la teología es una reflexión sistemática acerca

de la fe y la moral (personal y social) se refiere a las actitudes de las personas y de los

grupos sociales en diversos ámbitos de realización, entre ellos de la política, la economía y

de la justicia social, mal llamada “equidad” en el contexto de lograr “lo posible” en una

situación de transición a la democracia como era a fines de los años 80 en Chile. Sin duda,

estas situaciones nos permiten observar con mayor claridad el proceso, mientras existen las

pugnas ideológicas con el colectivismo Marxista, representado en la Unión de Repúblicas

Socialistas Soviéticas (URSS), la enseñanza social entrega a los fieles laicos las

orientaciones básicas del capitalismo liberal, como actualmente ocurre en Cuba, en donde

la Iglesia Católica Cubana a través de la que ellos llaman “doctrina social de la Iglesia” van

construyendo una base ideológica para que pueda ser una realidad en ese país. Pero también

en Chile, en donde muchas personas lejanas a la comunidad eclesial se acercan a ella en

busca de principios de acción, y criterios de juicio para actuar en lo social sin alterar el

sistema político y económico vigente como es el capitalismo en su versión neoliberal.

Edo Miranda. Venezuela. y el Instituto Latinoamericano de Doctrina y Estudios Sociales (ILADES) Santiago

.Chile

60

Pero falta otro paso, como el campo propio de la enseñanza social es la teología moral, se

espera que los fieles laicos sean formados en aquellos aspectos fundamentales de la

teología y en ella de la moral, para que sus acciones y reflexiones sean más objetivas y no

caigan, como en otra época, en utilizar esta enseñanza para armar y actuar como un partido

político ideológicamente fundamentado en ella, lo que termina por distorsionar gravemente

no solo los principios fundamentales del Cristianismo, sino que cae en una especie de

interpretación sesgada de lo que debe ser la política y la economía para los fieles laicos en

donde cada uno de ellos tiene plena libertad para optar por el modelo que más estime

conveniente atendiendo a las opciones fundamentales, a nivel personal y social, que estas

personas posean.

61

12.-CONCLUSIONES:

Hemos considerado en la realización del documento, distintos aspectos, los que de una u

otra forma son complementarios. Por una parte la propia experiencia del mundo de los

trabajadores latinoamericanos. Experiencia marcada desde sus inicios por situaciones

complejas, y en muchos casos denigrantes, aflictivas e inhumanas para los trabajadores y

sus organizaciones.

En un primer momento (a comienzos del siglo XIX) son los propios trabajadores quienes

asumen su historia, sus conflictos, el dolor de la explotación, de ellos la historia les tiene

reservado un lugar importante. Más tarde la propia Iglesia, motivada por los laicos insertos

en el catolicismo social, contribuyen a que el Magisterio, asuma también este mundo, de

allí la importancia de la Encíclica RN (1891) y cien años después LE. (1991)Desde este

punto de vista, el aporte de la Iglesia Magisterial ha sido brindar los criterios y las

orientaciones necesarias para que los trabajadores y sus organizaciones puedan discernir en

forma permanente estas situaciones en el basto mundo del trabajo.

Hoy, al comenzar la segunda década del siglo XXI tenemos otros desafíos, otra realidad,

otra cultura en donde se mantiene la centralidad del trabajo, esta vez complejizado por un

sistema globalizante económico neoliberal, un sistema que arrastra, a través del consumo y

del individualismo a miles de trabajadores que no perciben otras alternativas. Esto apoyado

por estructuras y normas laborales flexibles que no benefician la estabilidad básica desde la

cual se pueda construir una familia, una organización una comunidad de naciones que a la

luz de su historia común puedan proyectarse al futuro con optimismo.

Pero no todo lo que vivimos en América latina es negativo; la propia Iglesia en muchos

países esta cada vez más cercana a los trabajadores, sus ministros de una u otra forma

intentan ser testigos del evangelio a pesar de sus propias limitaciones, de su pasado, de

tendencias autoritarias que les impiden ser también trabajadores. Pero esta relación Iglesia

católica y Sociedad no siempre ha estado a la altura de los principios y valores que ella

misma promueve, como son la participación, la solidaridad, la justicia social, el respeto a

las personas y a sus derechos. De ellas las relaciones con el sistema político y económico

en más de una oportunidad han sido motivos de escándalo para el pueblo de Dios. Aunque

todos somos miembros de la Iglesia, es el magisterio el que tiene la mayor responsabilidad

en lo que dice y hace o en las omisiones y el silencio cómplice, frente a miles de

situaciones que ofenden el rostro de Dios en los trabajadores, sus familias y sus

organizaciones.

Cuando, nosotros los trabajadores observamos atónitos como la persona, el ejemplo y las

palabras de Jesús al parecer ya no tuvieran importancia. Este exceso de eclesialidad,

pompa, y ritualismo externos muchas veces alejan a quienes buscan aún el rostro de Dios

en sus hermanos, en la comunidad eclesial. De hecho la dimensión social de la Iglesia en

62

muchas iglesias locales esta reducida a lo intra-eclesial. No existe una preocupación por el

entorno social al que también estamos llamados a actuar. Y cuando existe una pastoral de lo

social, del trabajo, queda circunscrito a las propias comunidades parroquiales y eclesiales

de base. En estas estructuras, deben estar presentes aquellos que están en el mundo, en el

trabajo, en la política, en la cultura. Es como si nuestra iglesia estuviera pensando en ella

misma como un fin, siendo que en realidad es un instrumento al servicio del mundo, no al

servicio de ella misma. Pero, en el contexto de lo social, lo económico tiene un lugar

central, especialmente en la época en que vivimos. Las orientaciones relativas al desarrollo

económico siempre fueron integrales, hoy con la dificultad que tienen los episcopados para

realizar una simple declaración, dejan al descubierto la debilidad que el propio magisterio

tiene frente al tema. En América latina los trabajadores necesitan de las palabras del

magisterio también en este tema, un tema que es más fundamental a aquellos en que los

obispos y sacerdotes gastan tanto tiempo como es en el de la moral sexual. Tarea

evidentemente laical. Son los laicos quienes tienen mayor solvencia en estos temas, se trata

también de la vida real, no solo de la teoría o de lo que es peor de los principios sin un

contexto sociocultural en que se viven, Son los laicos quienes viven a diario esta dimensión

como parte de la vocación personal. Entre los temas emergentes hemos considerado

algunos, entre ellos la Economía y el Trabajo informal, una situación compleja que cada día

crecerá más, especialmente cuando la estructura del trabajo y de la creación de empleos

rentables y productivos esta delegada fundamentalmente al “mercado”. La única forma que

tiene un trabajador para vivir con su familia es incorporarse al trabajo informal, el de la

calle, peligroso, en donde el capital sobre explotado son fundamentalmente las propias

personas. Muchos de nuestros países manipulan las tasas de desempleo de tal forma que la

enorme cesantía existente quede desperfilada en función de mantener a salvo los

indicadores macroeconómicos.

En Chile, si Ud. trabaja en lo que sea, por más de 3 horas, no es considerado para las

estadísticas como un cesante. Pero esta dimensión oculta en los sistemas neoliberales, tiene

un fuerte impacto en las familias, en el amor de las personas, en los matrimonios cristianos.

Esta inseguridad permanente tiene como consecuencia directa la baja en las perspectivas de

vida de las personas, se privilegia el corto plazo, lo inmediato y con estos criterios no se

puede fundar una familia para toda la vida.

Estas dos realidades, trabajo informal y familia, por el impacto que tienen en las personas

ameritan promover una pastoral solidaria más activa, más protagónica. Una pastoral que

pueda articular no solo la asistencia social, siempre tan necesaria con los pobres, sino

además la promoción humana integral. Si esto no se potencia continuaremos acogiendo a

todos los hombres y mujeres heridos por un sistema indolente, pragmático y oportunista.

Continuaremos recogiendo los heridos y muertos que va dejando en nuestro continente la

aplicación del modelo neoliberal.

63

Este aspecto nos lleva a plantearnos el tema de la solidaridad y de la pastoral del futuro que

necesitamos. Sin duda el individualismo no es evangélico. Por lo mismo no es querido por

Dios. Esto debe llevarnos a reflexionar, en cada uno de los niveles de participación en el

mundo del trabajo y de las Iglesias que los líderes, Pastores, sacerdotes, obispos no pueden

difundir estas perniciosas ideas entre sus comunidades. Ellos están llamados a ser

Apóstoles de la solidaridad siempre.

En lo que dice relación más directamente con la Pastoral del Futuro de la Iglesia Católica,

si fuera una realidad en las comunidades será magnifico. Comenzando por una

autoevaluación del trabajo pastoral, comenzando por tomar conciencia y superar esa

mentalidad clericalista que impide la colaboración digna y responsable de los laicos. Una

pastoral que se oriente a un servicio más actualizado de la sociedad contemporánea, una

pastoral que acoja el pluralismo, otras ideas. Promover además una pastoral renovada,

incorporando por ejemplo a los trabajadores (urbanos, rurales, informales, etc.). En este

contexto es fundamental recuperar el gesto, especialmente el TESTIMONIO, tan pobre en

tantos ministros y consagrados que están coludidos en el sistema. (Que lejos los vemos de

la persona y del testimonio de Jesús...)

Recuperar, en este contexto el Evangelio, como buena nueva, como pregunta, recuperar la

persona de Jesús como la respuesta frente a los desafíos que plantea la sociedad actual.

Estos son sin duda los fundamentos de una pastoral propositiva, una pastoral que interpela

al corazón, que se dirige a la persona en su totalidad, una pastoral que recupera su

dimensión misionera (no solo en los campos y llanos se hacen misiones, también en la

ciudad, e las industrias, en las oficinas...). Recuperar la “Iglesia como pueblo de Dios, que

se expresa en comunidades vivas, que valoriza los carismas y ministerios, que procura crear

comunión entre todos (pastores y laicos) y poner en practica de modo especial la

participación real de los laicos en su vida y misión”. Vida y misión laical en el mundo y

extraordinariamente en la comunidad, pero especialmente a la luz de uno de los desafíos

planteados en Santo Domingo:” Que todos los laicos sean protagonistas de la Nueva

Evangelización, la promoción humana y la Cultura Cristiana. Es necesaria la constante

promoción del laicado, libre de todo clericalismo y sin reducción a lo intraeclesial” (SD

97). Y que la Conferencia de Aparecida lleva estos concepto a una nueva profundización al

señalar que:”El Reino de vida que Cristo vino a traer es incompatible con esas situaciones

inhumanas. Si pretendemos cerrar los ojos ante estas realidades no somos defensores de la

vida del Reino y nos situamos en el camino de la muerte (…) Hay que subrayar “la

indispensable relación entre amor a Dios y amor al Prójimo” que invita a todos a suprimir

las graves desigualdades sociales y las enormes diferencias en el acceso a los bienes.

Tanto la preocupación por desarrollar estructuras más justas, como trasmitir los valores

sociales del Evangelio, se sitúan en este contexto de servicio fraterno a la vida digna” (DA

358).

64

13.-BIBLIOGRAFIA.

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23.- Encíclica Pontificia. POPULORUM PROGRESIO. Papa Pablo VI (1967)

24.- Encíclica Pontificia. OCTOGESIMA ADVENIENS. Papa Pablo VI (1971).

25.- Encíclica Pontificia. LABOREM EXERCENS. Papa Juan Pablo II.(1981)

26.- Encíclica Pontificia. SOLLICITUDO REI SOCIALIS. Papa Juan Pablo II (1987)

27.- Encíclica Pontificia. CENTESIMUS ANNUS. Juan Pablo II (1991)

II.- CONFERENCIAS EPISCOPALES LATINOAMERICANAS:

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2.-Medellin (1969) Colombia.

3.-Puebla de los ángeles (1979) México.

4. Santo Domingo (1992) República Dominicana.

66

5.-Aparecida. (2007) Brasil

Amador Ruiz Araneda

Diciembre 2010.