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Lección Inaugural 2008

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Lección Inaugural 2008

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  • COLECCIN LECCIONES INAUGURALES

    LA CANCIN POPULAR GRIEGA: TRADICIN Y ACTUALIDAD

    ROSARIO GARCA ORTEGA

    I. E. S PADRE MANJN GRANADA 2008

  • La Cancin Popular Griega: Tradicin y Actualidad

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    La Cancin Popular Griega: Tradicin y Actualidad.

    Sr. Director Seores Miembros del Equipo directivo Seores Representantes del Ampa. Representantes de alumnos Compaeros y amigos En primer lugar quiero dar las gracias al seor director D. Jos

    Olivares, a la seora Vicedirectora D Maribel Martnez, a D. Carlos Vlchez, jefe del Departamento de Actividades y en general a todo el equipo directivo por brindarme la oportunidad de dirigirme a tan preciado auditorio en un momento tan importante en la vida de nuestro centro, como es la ceremonia que celebra el comienzo de un nuevo curso. Es un gran honor para m, para mi departamento y para la asignatura por la que me afano y desvelo desde hace aos.

    La Cultura Griega es tan rica y variada en todos los campos del saber que me era difcil decidir sobre qu versaran estas palabras. Finalmente, me he atrevido a elegir un tema que en principio puede parecer de poca relevancia pero que espero se muestre con la grandeza que le corresponde: La Poesa popular, de transmisin oral. Poesa que se cantaba en la antigedad, que no ha dejado de cantarse hasta nuestros das y que ha sido vehculo transmisor de pensamientos y sentimientos ancestrales.

    La costumbre de entonar canciones acompaadas de danza se remonta a la propia existencia del pueblo griego y con frecuencia

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    grupos de danzantes son motivo decorativo de la cermica o representados en imgenes. Puede observarse, por otra parte, que no es exclusiva de ste y que esta prctica se encuentra tanto en los pueblos de la antigedad, como en los pueblos que actualmente permanecen apartados de lo que llamamos civilizacin moderna.

    Por tanto, cuando se inicia el estudio de la poesa pica, se afirma que La Ilada, el primer poema escrito en lengua griega, seguramente por Homero, es la culminacin de una larga tradicin oral. Lo mismo ocurre con la poesa lrica, se dice que tiene sus orgenes en cantos populares y que los poetas lricos antiguos,

    Anacreonte, Alceo, o la poetisa Safo, por ejemplo, crearon una lrica literaria y personal a partir de los esquemas mtricos tradicionales de la primitiva cancin popular. Queda claro que estas canciones estaban unidas a celebraciones colectivas, fiestas, bodas, recoleccin de la cosecha, y que servan para expresar sentimientos y emociones comunes con ritmos y temas heredados desde antiguo1.

    Precisamente por esta antigedad y continuidad hasta hoy, en estas canciones encontramos todo lo que concierne a la conciencia del pueblo griego. No son simplemente una manifestacin de alegra o de tristeza, sino que es la manera con la que los griegos expresan sus impresiones a cerca del mundo y, como mundo, entendemos todo lo que existe y todo lo que el alma siente y contempla a su alrededor.

    1 ALCMAN fr. 1 y 3. PNDARO, SAFO, Epitalamios e Himnos. Cf. RODRGUEZ-ADRADOS, F. (1981).

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    El comienzo de los estudios sobre la cancin popular griega se remonta a finales del siglo XVIII, poca en la que los ideales de La Ilustracin fueron sustituidos por una nueva corriente filosfica que conocemos como Romanticismo. El Romanticismo, que no fue slo una renovacin en el campo literario, sino una forma nueva de entender la vida, el mundo y el arte en general, cre un hombre nuevo, capaz de plantearse los problemas de su existencia y del mundo desde un punto de vista ms emocional y subjetivo, y ello despert el inters por dos nuevos conceptos, lo popular y lo nacional2.

    En este contexto podemos ver el inicio del estudio comparativo entre el antiguo helenismo y el nuevo y sobre todo el inicio de los estudios sobre la nueva lengua griega dentro del programa de La Escuela de lenguas orientales de Pars3 en 1.800 y algo ms tarde en 1805 en el Colegio de Francia4. Naturalmente en este clima filohelnico europeo, tiene gran importancia la influencia de personalidades como Koras, Capodistrias y Mustoxidis, que canalizaron la investigacin sobre la nueva poesa griega.5

    Y este es precisamente uno de los grandes valores de la cancin popular: que fue el medio para que Grecia, an sometida, irrumpiera de nuevo en la vida de Europa. No debemos pensar que en algn

    2 En este contexto aparece la publicacin de la obra de HERDER (1774, 1778). Se busca en las canciones las races de un pasado que las alianzas y cambios polticos haban enmascarado. 3 All enseaba Villoison, que era amigo de . Hizo los primeros estudios sobre lengua griega. Cf. . , 1963, 1, 203. . . , 1870, 129-130. 4 En esta escuela tambin ense Villoison. Cf. JORET CH,, D` Ansse de Villoison. (1910), 12. 5 , . (1984), 63-67.

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    momento se hubiera olvidado la cultura helnica, sino que es en esta poca cuando se produce el reconocimiento europeo de la nueva Grecia y cuando se inician los estudios sobre la lengua griega.

    A comienzos del siglo XIX, los estudios y recopilaciones de canciones populares griegas se suceden y entre los aos 1805-1807 se realizan los primeros intentos para editarlas con texto y msica. Todas estas pequeas muestras aparecen ms tarde en la obra de F. A. Ukert,6 aunque la tarea de realizar una nueva recopilacin de canciones correspondi aos ms tarde al barn Haxthausen, quien haba conocido una recopilacin de canciones serbias y pens hacer lo mismo con las canciones griegas. El barn se encontraba en el Congreso de Viena en octubre de 1814 y present una primicia de su coleccin de canciones, traducidas al alemn para que fueran ledas por Goethe. Poco ms tarde, Goethe en una de sus reuniones filolgicas habl con gran entusiasmo de la cancin popular griega, dijo que era dramtica, pica y lrica como ninguna otra y mostr su admiracin por la expresin plstica de sus imgenes7: la naturaleza que llora la muerte de un valiente, dos montaas que discuten o un guila que habla con la cabeza que lleva en sus garras. Goethe haba conocido en principio las canciones clfticas.

    Todas estas investigaciones se vieron culminadas con la edicin en el ao 1824 de la obra de Claude Fauriel, Chants populaires de la

    6 UKERT, F. A. (1810). 7 DIETERICH, K. (1908), 63-64.

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    Grce moderne.8 C. Fauriel posea una slida formacin lingstica y se relacion en Pars con los crculos filolgicos griegos. Hizo su recopilacin enviando cartas a distintas partes de Grecia para que le remitieran canciones o bien se reuna con griegos en Venecia y en Trieste para que le cantaran las canciones de su pueblo. Edit las canciones en dos tomos con un extenso prlogo inicial y con explicaciones delante de cada cancin haciendo uso de los estudios y recopilaciones anteriores, especialmente de la de Haxthausen.9

    A partir de aqu se suceden las publicaciones Sp. Zabelios, G. Jasiotis y A. Passow10, que reuni todas las anteriores en una publicacin en 1860 con prlogo en latn. Tambin el italiano Tommaseo public canciones traducidas a su lengua.

    En todos estos estudios aparece en primer lugar el problema de su origen y su continuidad y la pregunta que surge es, si estamos ante una poesa nueva o, en realidad, se trata de una continuacin de la antigua.

    Para corroborar esta idea: que la poesa griega y la lengua en la que se expresa es una y no ha dejado de usarse a lo largo de ms de tres mil aos, pretendo mostrar en esta exposicin la pervivencia en la poesa de dos importantes valores que, presentes en la antigedad se han transmitido intactos hasta nuestros das: La visin idealista de la existencia y del mundo y La importancia de la belleza. Ambos

    8 FAURIEL, C. (1824-1825). 9 , . (1984). La obra de Haxthausen no se public hasta 1935. 10 , . (1852). , . . (1866). PASSOW, A. (1860). TOMMASEO, . (1842).

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    conceptos se complementan y pueden, en realidad, ser considerados como uno slo.

    He elegido para ello el ejemplo de las ms conmovedoras de las canciones populares, como son los lamentos que se cantan en el

    momento de la muerte, a los que nombro con el trmino griego, , porque no he encontrado en nuestra lengua una palabra adecuada para su traduccin.

    Los miroloyia son canciones que lamentan la muerte de una persona amada, en las que se destacan sus virtudes e incluso detalles de su vida o canciones tristes que se ponen en boca del propio difunto. Podemos decir que no son simplemente canciones y que tampoco son slo un lamento por la muerte en general, sino que, por el contrario, son una percepcin de la vida, una percepcin profunda del carcter del hombre.

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    . , 411

    Te vas, se va mi sangre. Dnde vas consuelo mo?

    Dnde vas llave de mi lengua, sostn de mi corazn?

    Voy a las montaas de Arni12, al campo de Arnisia.

    Donde niega la madre al hijo, el hijo a la madre.

    Donde se niega tambin al marido muy amado.

    11 , . . (1984), 144, 4. Procede de Mandudi de Eubea. 12 Arni es una personificacin de la negacin del retorno y est representado aqu como un lugar imaginario.

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    Los miroloyia expresan y describen de forma especial la situacin del mundo interior en el momento de la muerte. Todo ello con un estilo personal y directo que se consigue, como se ha visto, por medio de preguntas retricas y dilogos.

    Las mujeres, que son en la mayora de los casos las que los componen y ejecutan, dotadas de una gran inspiracin y facilidad para el canto, son capaces de expresar el dolor y la pena que sienten, siguiendo formas poticas y musicales aprendidas a partir de la herencia familiar.

    Son canciones improvisadas y efmeras pero, aunque la improvisacin juega un papel importante, generalmente se usan modelos de canciones que se han aprendido de cantantes ms antiguas, o fragmentos que se recuerdan por su belleza, que se incluyen en la composicin convertidos en frmulas, unidos a otros nuevos relativos al difunto y hechos a propsito para l. Por tanto, en el momento en que se canta un , es difcil delimitar con exactitud, qu se debe a la improvisacin y qu a una larga tradicin. Esta tradicin se mantiene en todas las regiones de Grecia, pero se conoce sobre todo en la regin de Mani, donde sigue siendo una forma de poesa popular viva que va pasando de generacin en generacin.13

    13 , . . (1979, 1980, 1985).

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    . , 107614

    Te fuiste, nio mo, y me dejaste sola.

    A quin dir mis desdichas, y todas mis penas?

    Mis penas son muchas, se las dir a la piedra,

    pero la piedra no me hablar y llorar la injusticia.

    Lo mismo que hoy, los antiguos griegos expresaban el dolor por la muerte con sonoros llantos y emotivas canciones y este hecho lo

    conocemos por las descripciones que hace Homero de los funerales de Hctor o de Patroclo y por las representaciones en la cermica geomtrica, pues no se debe al azar el hecho de que la primera aparicin de la figura humana en la decoracin de vasos sea, precisamente, la prcesis del difunto con los llorones alrededor danzando y golpendose la cabeza.

    Dice Homero que cuando Pramo se acercaba conduciendo el carro en el que trae a su hijo muerto, son su esposa y su madre las primeras en manifestar su dolor y ms tarde ante el cadver de Hctor es Andrmaca la que inicia el canto y a continuacin su madre Hcuba.15

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    Il, XXIV, 710-712

    14 , . (2000), 259, 1076. Eubea. 15 Ilada, XXIV, 746-750.

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    Las primeras su amada esposa y su augusta madre

    se mesaban los cabellos lanzndose sobre el carro

    tocndole la cabeza y una multitud las rodeaba llorando.

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    :

    Il, XXIV, 723-724

    Entre stas Andrmana de blancos brazos inici el llanto

    teniendo la cabeza de Hctor matador de hombres en las manos;

    Estas canciones de Andrmaca y Hcuba por Hctor, o las de Aquiles y Briseida por Patroclo,16 pueden ser consideradas como miroloyia, a pesar de que estn ya en un medio fijado por escrito y dentro del contexto pico heroico propio de esta obra. Andrmaca:

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    IL. XXIV, 725-732

    Esposo joven pereces, y a m viuda

    me dejas en el palacio; y es aun nio ese

    que engendramos t y yo desdichados, y no creo

    que llegue a la juventud; pues antes esta ciudad hasta la cima

    perecer; pues has muerto t, su protector, quien a ella

    defendas, y tenas seguras a las esposas y a sus tiernos hijos,

    las que pronto sern llevadas en las cncavas naves

    y yo con ellas.

    16 Ilada, XXIV, 748 y ss. Ilada XVIII, 324-342. XIX, 287-300.

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    Lo mismo que Andrmaca, la esposa que hoy canta al marido muerto, expresa sus sentimientos haciendo alusin a la dependencia que toda la familia tiene de l y a los problemas que la viudedad conlleva. Y todo ello, por medio de numerosos motivos alegricos como el del rbol frondoso que proporciona proteccin o el del candil que alumbra la casa.

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    . , 18717

    Tena un manzano en mi puerta y un rbol en mi patio,

    y por una tienda roja estaba cubierta la casa,

    y en un ciprs todo de oro estaba apoyada,

    tena tambin un candil de plata en la casa colgado.

    Ahora se sec el manzano, el rbol fue arrancado de raz,

    y la tienda roja, tambin ella se volvi negra,

    el ciprs de oro cay y se rompi,

    el candil de plata se apag y no alumbra la casa.

    En efecto, la mujer que se convierte en viuda es rica fuente en la temtica de los miroloyia. En ellos se alude sobre todo a la situacin injusta de desamparo y desproteccin derivada de la muerte del esposo, as como a la degradacin social que la viudedad ocasiona.

    17 , . . (1914), 187. Con el smbolo del manzano en , . (1959), 66; , . (1926), 118. Con traduccin en (1997), 564; , . (2000), 253-254, 1034. Eubea.

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    3, 267, 9 18

    Una viuda pasa la noche en la montaa y nadie la recoge,

    ni de la familia de su marido ni de la suya propia.

    Una voz alta sac, en la medida en que pudo.

    - Levanta, bello compaero mo, bello seor mo,

    si ests delante, esprame, y, si ests detrs, prate,

    y, si ests en el extremo del ro, sintate para que pase.

    , .

    .

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    . , 7619

    La viuda, cuando enviuda, mejor que agonice.

    La viuda se sienta dentro y fuera hablan de ella.

    Al rbol solitario en la montaa todas las inclemencias lo

    [golpean,

    lo golpea el noto y el breas, lo golpea la tramontana.

    .

    1372, 251, 2020

    18 SAUNIER, G. (1999), 106. Argos. 3, 267, 9. Laconia. , . (1870), 6, 3; El tema de la viuda que pasa la noche en la montaa se encuentra en otras colecciones, O, . (2000), 205, 771. 19 SAUNIER, G. (1999), 104. Laconia. , . (1928), 32, 76; , . (1870).

    20 SAUNIER, G. (1999), 100. Esparta 1939. 1372, 251, 20 (M. ).

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    Seora que te sientas alto baja abajo

    huye de las alegres y sintate con las viudas

    y suelta tus cabellos para que caiga la corona,

    sacude tus manos para que caiga el anillo.

    Visin Ideal de la Existencia y del Mundo Entrando ya en el tema que hemos propuesto, lo que ms llama

    la atencin en la cancin popular y especialmente en los mirologia es su idealismo. Se contempla el mundo real, los hombres, las mujeres y las situaciones de una manera ideal. Por eso, hay un gran colorido en las imgenes y en las comparaciones, que generalmente se relacionan con la naturaleza. Por ejemplo, una frmula potica muy usada es la alegora del pajarillo que vol lejos de su jaula, . Es un motivo alegrico relacionado con los nios pequeos. El pjaro es considerado de manera general, pi, pi , o especfica, ruiseor o al canario para los nios

    ( /), y perdiz, tortolilla o palomita, para las nias (pi, , pi ).

    Naturalmente estas canciones se ponen siempre en boca de la madre que se identifica, a veces, con una cierva o con una paloma.

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    . , 50221

    Despierta y no duermas, dulce canarillo mo,

    y sal de la cama, para que veas como te canto.

    21 , . (2000), 159, 502. Macedonia, Drama ().

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    . , 22822

    Un pajarillo tena en la jaula y lo haba amaestrado,

    le daba de comer azcar y de beber moscatel.

    Y del mucho moscatel y de su aroma,

    me revolucion la jaula y se me escap el ruiseor.

    Ni se pos en un rbol ni en la rama de un olivo,

    fue ms all y se pos dentro del cementerio.

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    A. Passow, CCCCI, 1- 9 / 23-2423

    Cierva ma de ureos cuernos qu tienes, por qu lloras

    y con las piedras te golpeas de da y de noche.?

    Con las otras ciervas pastar no quieres en las vaguadas?

    Por qu golpeas tus pies, tus cuernos de oro?

    Por qu los frotas y gimes como si estuvieras herida?

    Podemos decir que esta idealizacin del mundo y de la vida es algo muy antiguo en Grecia y se remonta tambin a la poesa homrica, ya que lo ms importante para el griego era la vida y la belleza.

    22 , . (2000), 235, 228. Papadatos de Xiromero; Otras variantes: SAUNIER, G. (1999), 72. Trifila. . 2, 141, 3; , . (2000), 94, 156 y 100, 185; , . . (1914), 204. 23 PASSOW, A. (1860), 284-285, CCCCI. Chipre.

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    Igual que en Homero, en los miroloyia encontramos dos mundos perfectamente diferenciados: el mundo de Arriba y el de Abajo, el mundo de arriba que es el conocido y el que no se conoce que es el de abajo. Las diferencias entre ambos estn bien definidas desde antiguo:

    Mundo de los vivos Mundo de los muertos ( Recuerdo) ( Olvido) pi ( Alabanza) ( Censura) ( Luz) ( Oscuridad) pi ( Palabra) pi (Silencio)

    Existe el sentimiento de que el nico mundo real y deseable es el mundo de los vivos y as lo decan, por ejemplo, Arquloco y Semnides24.

    < >

    .

    Arquloco, Frg, 64

    Nadie de honor y de fama goza entre los ciudadanos, muerto;

    Los vivos buscamos ms la alegra de lo viviente

    Lo peor de todo siempre le ocurre al que est muerto.

    ,

    , .

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    24 ARQULOCO, Frg, Diehl, 64 y SEMNIDES, Elega, Diehl, 29.

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    Semonides, Elegia.

    Una cosa muy bella dijo el hombre de Quos:

    Cual la generacin de las hojas, tal es la de los hombres.

    Pocos de los mortales prestando odos

    guardan esto en su corazn; pues la esperanza est dentro de

    cada hombre, la que crece en el pecho de los jvenes.

    Mientras uno de los mortales tiene la flor de la juventud,

    teniendo el nimo leve piensa muchas cosas vanas;

    Pues no tiene la esperanza de envejecer y morir,

    ni, cuando est sano, se preocupa de la enfermedad.

    Necios, en quienes anida tal pensamiento y no saben

    que el tiempo de la juventud y de la vida es breve

    para los mortales. Pero t que sabes del trmino de la vida

    esfurzate en disfrutar de los bienes para el alma.

    En consecuencia, no debe extraarnos que, como decamos, este mundo real est idealizado ya que el mundo de abajo es doloroso y lleno de fealdad, es la anttesis del mundo real. Con frecuencia se le llama el pas de los feos, los sucios, de los araosos, adjetivos que aluden, sin duda, a la descomposicin de los cuerpos.

    , , ,

    ,

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    . , 212.25

    25 , . (1944),142, 212. Metoni. Cantante de 60 aos.

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    All donde vas, niito mo, y all donde atracars,

    no veas a los negros y te asustes, a los araosos y huyas,

    con los negros tendrs compaa, con los araosos conversacin.

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    . . , 826

    Por qu te paras, nio mo, como extrao, como transente

    y lloran tus ojos como silenciosa fuentecilla?

    N- Porque no voy a un casamiento, ni a una fiesta,

    voy a la negra tierra, al lugar de las araas,

    pasarn aos hasta que me veas, aos hasta que me encuentres.

    Este mundo de abajo es llamado desde la antigedad Hades y es un lugar tenebroso del que nunca se vuelve, es una idea expresada por los antiguos lricos y presente en las canciones. As se dice, en algunas canciones de Tesalia y del Peloponeso y del mismo modo se expresan los poetas Alceo y Anacreonte.

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    Alceo 38 L-P

    Bebe conmigo y embrigate Melanipo.

    Piensas que una vez que pases la corriente del Aqueronte

    volvers a ver la pura luz del sol?

    No lo esperes.

    26 , . . (1983), 408, 8, t. 2. Trkala (), 1, 1; Karditsa (), 8, 1, 2.

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    .

    Ya tengo blancas las sienes

    y blanca la cabeza,

    ya no est la juventud graciosa

    y estn viejos los dientes,

    de la dulce vida ya apenas

    queda tiempo;

    Por eso lloro

    temeroso del Trtaro;

    Pues es terrible el abismo

    del Hades y difcil hacia l

    la bajada; pues es seguro

    que el que baja no sube.

    Anacreonte 50P/ 44D

    ,

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    , ,

    .

    . . , 9427

    Ojos mos negros y sellados

    All donde vais a tierra extranjera,

    el sol no veis, ni la luna,

    slo est la niebla y la sombra del atardecer

    .

    , .

    -, ,

    , , ,

    , .

    . , 91228

    27 , . . (1983), 440, 94, t. 2. Trkala (), 1.

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    Hace cinco aos que ests en la tierra

    y yo todava te espero.

    Hace cinco aos que ests en el Hades

    y yo, desdichada, te espero.

    - Mujer, preocpate de ti y no me esperes,

    Yo no volver de nuevo, Yannis, no me ves,

    ni me vers nunca ms, compaerita ma.

    El Hades est definido por una de las mayores consecuencias que tiene la muerte, la negacin del retorno y el olvido, representados aqu como el agua que corre y no vuelve o como las montaas de la negacin con mayscula. El tiempo fijado para el posible retorno es la mitad de un ao, o un ao completo y siempre se especifica que es mucho. Encontramos, a menudo, un lugar comn entre los miroloyia de este gnero, la idea, que culmina el carcter negativo del mundo de abajo, el ser considerado como un lugar donde rechaza u olvida la madre a los hijos y los hijos a la madre: Este motivo tiene carcter panhelnico y aparece en otros gneros literarios como trenos y monodias.

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    . , 21129

    28 , . (2000), 232, 912. 29 , . (1944), 141, 211 y 212. Grizi. Cantante de 60 aos.

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    All donde vayas a ir, en este viaje,

    mira no pases seis meses, mira no pases un ao,

    porque seis meses son mucho y un ao no pasa.

    -Pues soy mayo para venir, abril para volver?

    soy el agua que corre, que va y no vuelve,

    va a las montaas de Arni, a las vaguadas de Arni,

    donde rechaza la madre a los hijos, los hijos a la madre,

    y se rechazan los casados, los muy amados.

    Desde el principio lo que ms nos llama la atencin en estas canciones es el hecho de que su mundo no tiene relacin con el concepto cristiano de la vida. Lo que sorprende es que, tras dos mil aos de cristianismo ortodoxo, el modelo dual y metafsico definido por Platn y adoptado por la filosofa cristiana no exista en los miroloyia. Por el contrario, la presencia de los popes y la liturgia que de ellos emana, sustentada en fundamentos teolgicos, no parece cumplir la funcin de traer consuelo a los vivos y reconducirlos en sus vidas. De hecho, en algunos miroloyia se insiste en que el llanto sea antes de que lleguen los popes y se inicie el traslado a la iglesia, por lo que se puede pensar que llegado este momento, los miroloyia, aunque no terminaban, s perdan gran parte de su intimidad.

    , ,

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    . , 2, 1-430

    30 , . (2000), 54, 2. Epiro ( ).

  • Rosario Garca Ortega

    22

    Lloradme, hijos mos, ahora mientras estoy delante de vosotros

    antes de que toque la simandra y llegue la cruz a la puerta,

    y antes de que me cojan los cuatro valientes

    y vayan y me coloquen en la puerta de la iglesia

    , , , ,

    .

    ,

    ,

    ,

    .

    1, 71 31

    Llrame, madre ma, llrame, mientras me tengas delante,

    antes de que se mueva el incensario y de que canten los popes.

    Yo me voy abajo y de abajo no vuelvo,

    me marchar al Olvido, donde la gente se olvida,

    olvida la madre al hijo y los hermanos a los hermanos,

    las mujeres de los bellos hombres olvidan a sus maridos.

    Estos ejemplos nos llevan a la conclusin de que la vida es el centro de este mundo y la muerte no se puede comprender y, por tanto, tampoco aceptar. Por eso, se vive con anhelo y fuerza en el

    mundo de arriba que es el ms bello en comparacin con el de abajo, donde el hombre est envuelto por las sombras y el olvido. Y esta conclusin enlaza con el otro punto que proponamos.

    La Belleza como sencia del undo La belleza es considerada en las canciones como algo

    fundamental en el mundo, es inherente a la propia naturaleza y est en la sustancia de las cosas. Podramos decir que es el mundo

    31 SAUNIER, G. (1999), 36. Rumeli. 1, (1938), 71 (. pio).

  • La Cancin Popular Griega: Tradicin y Actualidad

    23

    mismo, ya que estos dos conceptos, belleza y mundo real, aparecen identificados en las canciones.

    Esta afirmacin est relacionada con uno de los ideales de la Grecia clsica: pi , (lo primero es ser bello) que se manifiesta adems de en la literatura, en el arte y, sobre todo, en la vida diaria de los griegos.

    Por todo ello, en los mirologia, la muerte antes de tiempo es considerada como una perturbacin del orden natural, como una injusticia, ya que juventud y muerte se oponen. Se hace en ellos, en realidad, un encomio a la belleza y a la juventud perdidas y el sentimiento general es que no merecen ser destruidas por la tierra ni pudrirse.

    , , ,

    , .

    . , Dsticos32

    Levntate, palomita ma, de la negra tierra,

    no es el momento todava de que te separes de tu madre.

    , ,

    , , .

    , ,

    .

    . , 100833

    Clavel no te marchites, hojas no os deshojis,

    y tu, blanco jazmincito mo, no te retrases mucho.

    No vayas y hagas seis meses, no vayas y hagas un ao,

    porque seis meses son mucho y un ao es largo.

    32 , . (1944), 150, 232. Dsticos. 33 , . (2000), 247, 1008. Peloponeso ( Patras).

  • Rosario Garca Ortega

    24

    En estas canciones la principal mirologistra es, naturalmente, la

    madre que expresa un enorme rechazo ante esta injusticia, al tiempo que denuncia su repulsa ante lo absurdo de la muerte de sus hijos.

    :

    , ;

    , ,

    , ,

    (), ,

    , . ...

    . . , 37, 1-834

    Una madre cantaba un miroloyi para su nico hijo:

    Hijo mo, el dolor por ti dnde lo plantar?

    si lo planto en la playa, lo cogen los peces,

    si lo planto en la montaa, lo cogen las aves,

    si lo planto en la calle, lo cogen los que pasan,

    lo planto en mi corazn que est repleto de pena

    para caer en mi cama y desear estar en el sueo...

    Los miroloyia varan segn la edad del difunto y las circunstancias de la muerte de los hijos, de manera que presentan motivos diferentes, ya se trate de un hijo pequeo, de un joven o de una muchacha recin casada o an sin casar, en cualquier caso, la madre los invoca con variadas metforas como: pi , (cipresito mo) (manzana ma), pi (palomita ma), aunque, sin duda, la invocacin ms frecuente es la frmula: pi /pi .

    34 , . . (1983), 421, 37, t. 2. Karditsa (pi. ), 544, 109. Con variantes, , . (1959), 38; Con traduccin en , 560.

  • La Cancin Popular Griega: Tradicin y Actualidad

    25

    Muerte de un joven En el caso de los jvenes, el lamento de la madre es

    especialmente expresivo, ya se aade el problema que supone la desaparicin del hombre, que puede ser su protector en el futuro y que es smbolo de la supervivencia de la familia.

    La madre se expresa con palabras universales que aluden a la prdida de su alegra y consuelo e igual que en el caso de la muerte del esposo, utiliza la imagen del rbol frondoso del jardn que ahora est seco.

    , ,

    ,

    , .

    . , 108235

    Te vas, y se va mi alegra,

    y se va mi consuelo,

    se destruye mi casita, se entristece mi corazn.

    ,

    ,

    , ,

    .

    . , 21636

    Yo mucho te amaba, yo en mucho te tena,

    que te tena como almizcle en papel, plata en algodn,

    te tena como candil de oro en medio de nuestra casa;

    ahora la plata se puso negra, el almizcle no da olor,

    ahora el candil de oro se cay y se rompi.

    35 , . (2000), 260, 1082. Eubea. 36 , . (1944), 143, 216. Metoni. Cantante de 60 aos.

  • Rosario Garca Ortega

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    ,

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    . , 21337

    Alto cipresito mo, donde voy a plantarte?

    si te planto en la montaa, me asusto de la nieve,

    si te planto en la playa, me asusto de las olas,

    si te planto en mi puerta, barro y te echo polvo;

    me decid y te planto en la puerta de San Jorge.

    Como se ve, el nmero y la forma de las alabanzas no est sujetos a cnones fijos y, por consiguiente, es muy variable, ajustndose generalmente a la realidad del difunto, ya que se enumeran en metfora sus virtudes ms sobresalientes. Pero, de acuerdo con esa visin idealizada del mundo, que hemos comentado, los motivos y metforas de estas canciones estn relacionados con la naturaleza, y el joven es identificado generalmente con un rbol, pi , con otras plantas, como la albahaca, , con las flores del jardn. Se incluyen adems elementos de naturaleza muy variada, que van desde objetos de alto valor como anillo de diamantes, , o cuchillo de plata, , a comparaciones poticas con un violn o un candil, , .

    37 , . (1944), 142, 213; . (2000), 242, 985 y 986. Con algunas variantes: , . (1959), 67; Con traduccin (1997), 566.

  • La Cancin Popular Griega: Tradicin y Actualidad

    27

    ,

    ;

    ;

    , ..

    G. Saunier38.

    Dnde vas, plata, a perderte, tesoro, a destruirte,

    dnde vas, mi dorada guila real, a dejar tus alas?

    Dnde vas, rama de albahaca, a que se pierda tu olor?

    Hago con mis manos llaves, con mi pecho rejas...

    ;

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    ,

    , ,

    .

    , ,

    ' .

    B. Schmidt, 154, 11.39

    Al nio que tuvimos qu podemos decirle?

    era alto como un ngel, delgado como un ciprs,

    tena a Mayo en sus espaldas, la primavera en su pecho,

    los astros y el lucero del alba en sus ojos y en sus cejas,

    era en los campos violn, en la iglesia candil,

    era tambin en su casa nave bien aparejada.

    Y el violn se rompi y el candil se apag

    y la hermosa nave tambin ella parti.

    ,

    ;

    38 SAUNIER, G. (1999), 262. Zagori. - 14 (1879-80), 265, 22. 39 SAUNIER, G. (1999), 280. Zerbata de Cefalonia. SCHMIDT, B. (1877), 154, 11; , . . (1914), 212, 197.

  • Rosario Garca Ortega

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    ,

    ;

    K 321, 20, 2.40.

    Manzanas de Ionnina, naranjas de Arta

    y rbol muy querido del hermoso jardn,

    quin cort tus races y sec tu corazn?

    Dnde vas, plata, a perderte, tesoro, a destruirte,

    anillo mo de diamantes, florn mo de Constantino,

    rama de albahaca, a que se pierda tu olor?

    Muerte de una Joven Como en el caso de los muchachos, la muerte de una joven

    produce de inmediato el lamento por la prdida de su belleza y su juventud, las canciones siguen los mismos cnones, ya comentados, tanto en las descripciones, con la estructura ... , como en los dilogos, de manera que se puede pensar en la existencia de esquemas idnticos en los que simplemente se modifican los adjetivos.

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    . , 5041

    40 SAUNIER, G. (1999), 264. Epiro. 321, 20, 2 (. ). 41 SAUNIER, G.(1999), 150. Laconia. , . (1928), 26, 50.

  • La Cancin Popular Griega: Tradicin y Actualidad

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    Sol mo, en tu ocaso quiero pedirte,

    al medio da ir a preguntarte de nuevo,

    si has visto una joven bella y una bella muchacha.

    - Dime sus rasgos, por si resulta que la he visto.

    - Alta y delgada era de cuerpo y blanca en su belleza,

    tena los ojos como olivas, las cejas como cinta.

    - Ayer tarde pas por el jardn de Hades,

    y all escriban su nombre con los de los muertos,

    me dijo que dijera en su casa que no la esperen.

    Pero en el caso de la hija, el sentimiento que la madre expresa con ms intensidad es el dolor por la separacin. En estos casos se recurre a una descripcin negativa del Hades en donde faltan hasta las cosas ms insignificantes, que son en definitiva, reflejo de la vida de cada da: en el Hades no canta el gallo, ni cacarea la gallina, la hierba no crece, ni hay agua para saciar la sed, lo mejor es, por tanto, no ir all y quedarse en casa junto a los queridos padres.

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    . Passow, CCCLXXIV 42

    42 PASSOW, A. (1860), 265, CCCLXXIV; , . (1959).

  • Rosario Garca Ortega

    30

    Nia ma que quieres bajar al Hades,

    all el gallo no canta, la gallina no cacarea,

    all el agua no brota, la hierba no crece.

    Cuando tienes hambre no comes, cuando tienes sed, no bebes,

    y cuando quieres dormir, no tienes sueo.

    Qudate muchacha en tu casa, qudate con tu familia.-

    No puedo, padre mo, madre querida;

    ayer yo me cas, ayer tarde por la tarde.

    El Hades es mi marido, la tumba mi suegra.

    Las metforas e imgenes relacionados con la belleza de la joven son especialmente lricas y relacionadas en su mayora con la naturaleza ms amable, como los rboles, los pajarillos y las flores. Generalmente, aparecen tambin imgenes que aluden a las actividades propiamente femeninas como el lavado de la ropa, hilado, o el propio arreglo personal.

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    . 43

    Acaso eres, nia ma, pequea y tienes una pequea pena?

    Eras hermosa entre las hermosas y entre las elegidas,

    eras en tu casa columna dorada,

    y en tu dulce hogar nave bien aparejada,

    eras para tus hijos mayo con las flores,

    eras tambin para tu madre cajita cerrada,

    eras el honor de tu barrio y orgullo de tu pueblo.

    43 , . (1880), 258, 436. Epiro.

  • La Cancin Popular Griega: Tradicin y Actualidad

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    .

    . , 104244

    Nia ma, vas al ro, Elena ma, a lavar?

    Coge tambin mi ropa, Elena, para que la laves.

    No la laves con agua, sino con tus lgrimas

    y con el jabn oloroso con el que lavas tus cabellos.

    No la tiendas en el rbol ni en las ramas,

    sino en el almendro amargo que florece en Genari,

    que te caigan las flores encima, las hojas a tus pies,

    y las almendras amargas entre tus brazos.

    As, la madre se dirige a la muchacha adems de con el esperado, , pi , pi, con metforas cariosas que hacen referencia a la comida de un da de fiesta, panecillo de smola y rosquilla ( , ), o a animales de carcter especialmente femenino como un pajarillo, la perdiz o la paloma. Son muy frecuentes las imgenes que describen el adorno floral de su fretro: , , o la identificacin de la joven con distintas clases de flores como el clavel (), el jazmn ( ), o el blanco algodn, (pi pipi pipi).

    44 , . (2000), 254, 1042.

  • Rosario Garca Ortega

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    ,

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    , , .

    . , 22345

    Panecillo de smola, mi blanda rosquilla,

    no te conviene, no te va bien ir dentro del atad,

    sino que te conviene, te va bien estar en el jardn,

    que caigan las flores sobre ti, las granadas a tus pies,

    las granadas, las rosas, sobre tus mejillas.

    .

    ,

    ;

    , ,

    ,

    , ;

    . , 969, 1-546

    Canastilla de mimbre dorada llena de flores.

    En qu barco te irs, en que isla atracars

    para que vayan mis nios?

    - Dinos cuando te vas y cuando volvers, nia ma,

    que te prepare algo para comer, que te prepare algo para cenar

    La categora ms importante de los miroloyia de este gnero son los dedicados a una joven, recin casada o an por casar, que muere prematuramente. El tema es conocido en todos los lugares de Grecia y se identifica, a veces, con las canciones de boda, ya que la partida de la hija a la casa del marido produce los mismos

    45 , . (1944), 145, 223. Koroni. Cantante pi de 77 aos; 145, 222. Metoni. Cantante de 47 aos; 145, 224. Koroni. Cantante . 46 , . (2000), 239, 969 y 202, 758. Peloponeso.

  • La Cancin Popular Griega: Tradicin y Actualidad

    33

    sentimientos de dolor que producira su muerte. Por ello, hay grandes similitudes entre estos dos tipos de canciones y se utilizan temas y motivos comunes, tales como el anillo, que la joven devuelve al marido para liberarlo de su compromiso o las llaves y el bal de su ropa, que entrega a otra mujer de la familia para que ocupe su lugar. Esta relacin mtica entre muerte y boda proviene de la antigedad y formaba parte de la mitologa griega.47

    El comportamiento de la joven al morir no difiere de el de los jvenes e igual que ellos se dirige, generalmente a su esposo o a sus padres, para ordenar todo lo relativo a su casa, y a su entierro:

    En sus recomendaciones antes de morir, la joven hace referencia a su tumba y es el novio o marido el encargado de hacerla digna y comparable a su belleza: - Tener ventanas, a veces tres, que le permitan relacionarse con el

    mundo de arriba y no perder completamente el contacto. - Ser hermosa, bien tallada y amplia para que contenga algunos

    objetos queridos por ella, como adornos, el telar o el huso. En estrecha relacin con la tumba est el tema de la losa,

    tambin muy extendido. Pero, la miroloyistra, generalmente la madre, hace una splica a la losa para que cuide y reciba bien a la joven muerta. La cantante hace a la vez una enumeracin de sus virtudes, de sus gustos y costumbres, intentando que el cuidado solicitado sea lo ms perfecto posible.

    47 I, . . (1874), , 268; , . (1938), 62 64; ALEXIOU, M. (1974), 105-107, 120-122, 155-157, 195-196, etc. La cuestin la ha estudiado especialmente: ALEXIOU, M. (1983), 1, 88-90.

  • Rosario Garca Ortega

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    48

    ,

    ,

    .

    31, 230.49

    Yo no entierro a esta muchacha para que se la coma la tierra,

    ni la dejo sobre la tierra que la queme el sol,

    traigo de la Ciudad un maestro de Misir un obrero,

    y de Constantinopla piedra tallada,

    y le construyo yo la tumba con tres ventanitas,

    una que d a Oriente, la otra al Alba y al Da50

    y la ms pequea de todas que sea el amor de la joven.

    , , , ,

    .

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    , , ,

    , .

    . , 107851

    Despierta, palomita ma, despierta, dulce amor mo,

    paso por tu casa y por tu vecindario.

    Dorados lazos te traje para que te trences tu cabello.

    Aqu dnde estoy, amor mo, no se necesitan lazos,

    tierra sern mis cabellos, tierra tambin los lazos

    48 = El Cairo. El texto repite dos veces Constantinopla, cuando se esperara, tal vez, Venecia. 49 SAUNIER, G. (1999), 152. Ponto. E 31, 230 (I. ). 50 De los cuatro puntos cardinales la cantante omite el Norte y nombra el Oriente de dos maneras, procurando as que la tumba siempre tenga sol y luz. 51 , . (2000), 259, 1078. Eubea.

  • La Cancin Popular Griega: Tradicin y Actualidad

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    . , 4252

    Maestros, que construiris la tumba de la chica esbelta,

    construidla ancha para el telar, grande para el huso

    y en su lado derecho hacedle una ventana,

    que entre el aire de mayo y la escarcha del invierno,

    que entren y salgan los pjaros, que lleven las noticias:

    qu hacen los jvenes, qu hacen las chicas, qu los valientes,

    qu hacen los nios pequeos, que dejan las madres,

    pregntame que te diga cmo est el mundo de abajo,

    donde los blancos se vuelven negros y los rosados palidecen,

    y all a los hermosos se les cambia el rostro.

    Una de las canciones en la que se muestra ms claramente el destino de las jvenes bellas en el Hades, es la llamada, la joven bella y Jaros, (Jaros es el antiguo Caronte, que ha dejado de ser el barquero que pasaba las almas al otro lado de la Estigia para convertirse en una personificacin de la misma Muerte). La cancin tiene un carcter narrativo y se ha conservado con muchas variantes. La muchacha sirve a Jaros triste y llorando, su corazn tiembla y no

    52 SAUNIER, G. (1999), 152. taca. , . (1950), 109, 42.

  • Rosario Garca Ortega

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    puede evitar que se le caiga el vaso. Jaros est representado con forma humana y semejante a un rey o seor poderoso. La narracin se puede entender como una descripcin de la muerte de la joven, escenificada en la prdida de la fuerza que no puede sostener el vaso, el dolor de su corazn por el olvido en el mundo de arriba y la imposibilidad del retorno desde mundo de abajo.

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    .. , 22153

    Sol mo y triple sol que recorres el mundo,

    Ayer perd una bella joven, una hija sin par;

    Acaso la viste en alguna parte, o la encontraste?

    - Ayer por la tarde la vi en el serrallo de Jaros.

    Jaros coma pan y la muchacha lo serva,

    53 I, .. (1914), 221.

  • La Cancin Popular Griega: Tradicin y Actualidad

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    Fluan sus ojos como marmrea fuente,

    Temblaba su corazn como manzana marchita.

    Por la mucha bebida se le cae el vaso,

    Pero no se golpe en una piedra, ni en el suelo de piedra,

    Entre los pies de Jaros cay y se rompi,

    Le sent mal a Jaros, se vuelve y le dice:

    -Qu tienes, nia, porqu lloras y derramas negras lgrimas,

    y corren tus ojos como fuente de mrmol?

    Te duele tu madre, para que mande traerla?

    - No me duele mi madre, no mandes traerla.

    -Te duelen tus hermanos, para que mande traerlos?

    - No me duelen mis hermanos, no mandes traerlos.

    Sino que sufro por mi casa y por el mundo de arriba.

    - Si sufres por tu casa ya no la vers ms.

    De esta descripcin de la situacin de las jvenes muertas en el Hades se deduce que las jvenes pasan a formar parte del servicio de Jaros y de su madre, la cual se queja cuando stas no responden a sus necesidades.

    Pero la importancia de las jvenes bellas en las canciones se observa especialmente en aquellas que hacen referencia al deseo de Jaros de construirse un jardn54, una torre o un palacio. Para su construccin se establece un orden jerrquico en importancia y las chicas jvenes ocupan siempre los primeros lugares.55

    54 El tema del jardn de Jaros es muy conocido en distintas regiones de Grecia. Las interpretaciones de este mito en los miroloyia son muchas y existen variantes entre las difeentes canciones. Laconia, , . 4, 1; Capadocia. 228, 15, 11. Cf. SAUNIER, G. (1999), 396, 398. 55 PASSOW, A. (1860), 309, CCCCXXXIV. Cancin Zquintos; 309-310, CCCCXXXV.

  • Rosario Garca Ortega

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    .

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    .

    . , 15, 756

    Jaros quiso construir un jardn.

    Lo cav, lo cultiv para sembrar en l rboles.

    Siembra a las chicas como limoneros, a los jvenes como cipreses,

    sembr a los nios pequeos como rosales alrededor,

    y puso a los ancianos como cerca en el jardn.

    Como se ve, la conciencia del mundo real, como nico, lleva a la mujer que canta a sentir y manifestar un profundo e inconsolable dolor ante el hecho de la muerte y todo ello lo expresa de manera admirable en sus canciones.

    A lo largo de este anlisis, creo que hemos podido observar que idealismo y belleza son conceptos heredados, aprendidos y enriquecidos en las canciones. Esta conclusin nos lleva a corroborar la afirmacin que hacamos al principio: La unidad y continuidad de la poesa y de la lengua griegas. Sirvan como final las palabras que Odiseas Elitis pronunci ante el mundo cuando recibi el premio Nobel de Literatura en el ao 1976:

    pi pi

    pi. , pi

    pi pi,

    .

    56 SAUNIER, G. (1999), 396. Laconia. , . (1928), 15, 7 y 15, 10.

  • La Cancin Popular Griega: Tradicin y Actualidad

    39

    Se me ha concedido escribir en una lengua que es hablada slo por unos pocos millones de hombres. Sin embargo, una lengua que se habla desde hace ms de dos mil quinientos aos sin interrupcin y con muy pocos cambios.

    Deseaba traer hoy aqu, a nuestro instituto Padre Manjn, un poco de la Grecia de ayer y de hoy. Espero haberlo conseguido. Muchas Gracias.

  • Rosario Garca Ortega

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